Luis PRIETO SANCHÍS_Problemas de la interpretación (Lección 23 - Apuntes de Teoría del Derecho)

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    PPrroobblleemmaass ddee llaa iinntteerrpprreettaacciinn

    Leccin 23

    Problemas de la interpretacin*

    PIETRO, Luis (2005)Apuntes de teora del Derecho

    Lectura perteneciente al tema: 3

    Razonamiento judicial y problemas de interpretacin

    Orientaciones de lectura

    En la leccin 23, el autor aborda la interpretacin como un problema de comprensinsemntica de los textos. En la medida que el Derecho se expresa a travs del lenguaje, estadimensin de la labor interpretativa resulta fundamental. La distincin entre vaguedad oambigedad, presentan un primer problema a nivel del uso del leguaje y sus lmites. Distinto es,sin embargo, los problemas que presenta el intrprete a efectos de colmar las lagunas delsistema jurdico. Aqu el autor propone un modelo segn el cual, las lagunas no existen sinocomo consecuencia de la interpretacin, es decir, como consecuencia de una lectura previa delos textos. Si se lee restrictivamente o si de lee extensivamente.

    Pedro Grndez y Gorki Gonzales

    * Este material se ha preparado de manera exclusiva para los participantes de la Maestra en Derecho con mencin enPoltica Jurisdiccional y en concordancia con lo dispuesto por la legislacin sobre derechos de autor.

    D. Leg. 822 Artculo 44

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    Leccin 23

    Problemas de la interpretacin

    1. El Derecho y el lenguajeLa afirmacin de que el Derecho es lenguaje suele ser generalmente aceptada, aunquemuchos filsofos y juristas se apresuran a aadir que el Derecho no es slo lenguaje, sinoadems otras muchas cosas. No discutiremos ahora esta cuestin. Basta con constatar unarealidad obvia, y es que en el Derecho, el lenguaje resulta fundamental en la medida en quepretende ser un sistema de comunicacin entre el productor y los destinatarios de las normas:para que las normas sean obedecidas o produzcan los efectos apetecidos es preciso que los

    ciudadanos y los jueces las entiendan, y lgicamente ello se consigue a travs del lenguaje, deun conjunto de smbolos que ordenados de determinada manera tienen atribuido un significado.

    Las palabras son smbolos para transmitir informacin. Ciertamente, la informacin podemosrecibirla tambin a travs de signos, como el humo en relacin con el fuego o el rayo en relacincon el trueno. Como recuerdan Moreso y Vilajosana, los signos tienen una relacin causal ynatural con el objeto que representan. En cambio, los smbolos tienen una relacin convencional:significan lo que hemos querido que signifiquen, pero podran significar otra cosa, del mismomodo que podramos designar una cosa con un smbolo distinto; de hecho, sastre y tailor sondos palabras o smbolos distintos que designan lo mismo en castellano e ingls respectivamente.No existe ninguna relacin esencial entre las palabras y las cosas, pero precisamente por ello las

    convenciones que dan significado a los smbolos pueden no ser del todo uniformes en unacomunidad y cambiar con el paso del tiempo. Esto es importante no perderlo de vista a la horade preguntarnos por el significado de las palabras, incluidas las palabras del Derecho: puede noser uniforme para todos los hablantes, cambiar en funcin del contexto y del tiempo.

    Los lenguajes pueden sernaturales, como el ingls o el espaol, y formales, como el lenguaje dela lgica y de las matemticas. Ambos son lenguajes convencionales, pero el formal es preciso yunvoco y, por tanto, no presenta los problemas que caracterizan a todos los lenguajes naturales(la ambigedad y la vaguedad), aunque a cambio tiene una capacidad expresiva menor y suutilizacin requiere una especial preparacin o pericia. A medio camino intentan situarse loslenguajes tcnicos, que son lenguajes naturales cuyas palabras, o algunas palabras, reciben unsignificado que pretende ser ms preciso o mejor delimitado: lo que un paciente expresara atravs de una descripcin ms o menos confusa de sntomas el mdico suele expresado a travsde una sola palabra (que, eso s, slo entienden l y sus colegas).

    El lenguaje del Derecho es un lenguaje tcnico o tecnificado, lo que supone que formula oreformula el significado de palabras procedentes del castellano ordinario. En principio, ello facilitala comunicacin al seleccionar o perfilar el significado de los smbolos o palabras; pero, comoveremos, esa tecnificacin tambin es a veces fuente de problemas, dado que el legisladortampoco se muestra siempre uniforme en el uso de los trminos. Las palabras tcnicas puedenpertenecer de forma casi exclusiva al mundo del Derecho (como ocurre con el lenguaje mdico);

    por ejemplo, enfiteusis es una palabra castellana, pero de uso exclusivamente jurdico (arts.1.628 ss. del Cdigo civil), pues nunca se ha odo que nadie llame a otro enfiteuta en una

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    conversacin ordinaria. En cambio, con mucha frecuencia el Derecho emplea trminos de usocomn, pero dndoles un significado parcialmente distinto; as ocurre con robo o asesinato,que en el lenguaje comn presentan un significado ms amplio o vago que en el Derecho. Encualquier caso, aunque tecnificado, el lenguaje del Derecho no deja de ser un lenguaje natural y

    en modo alguno puede asimilarse al lenguaje formal de la lgica o de las matemticas.Dentro de los smbolos que componen una lengua es habitual distinguir entre los smbolosdescriptivos o lingsticos y los smbolos lgicos o sintcticos. Los primeros son los que serefieren a objetos del mundo, es decir, a objetos extralingsticos, como casa, mesa, etc. Lossegundos no tienen por funcin designar ningn objeto, sino ordenar y conectar los smboloslingsticos; a este gnero pertenecen las conectivas, como la conjuncin (y), la negacin (no),las expresiones condicionales (si..., entonces); y tambin los cuantificadores (todos, ninguno,etc.). Los problemas que pueden aparecer con los smbolos lingsticos se denominanproblemas semnticos o de significado; los que surgen del uso de las conectivas ocuantificadores se llaman problemas sintcticos o gramaticales. Los smbolos descriptivos o

    extralingsticos, a su vez, pueden ser nombres propios, que denotan a un solo individuo, a unasola cosa (el convento de San Pedro Mrtir de Toledo) o tambin a muchos individuos o cosasque llevan el mismo nombre, pero entre los cuales no existe ninguna propiedad comn (muchosciudadanos coinciden en nombre y apellidos). En cambio, se llaman predicados aquellossmbolos que designan propiedades o relaciones que deben poseer las cosas para que puedanser denotadas por la palabra correspondiente. Los predicados son el resultado de unaclasificacin, de una segmentacin de la realidad donde tomamos en cuenta ciertas propiedadeso criterios para agrupar cosas o individuos. Es decir, dado que no puede haber una palabra paracada objeto -y si repitisemos las mismas palabras para distintos objetos entre los cuales noexistiera algo en comn se producira una notable confusin- acuamos palabras de clase queaplicamos siempre que concurre la propiedad seleccionada. Estas clasificaciones son tambin

    convencionales, es decir, no vienen dadas por ningn fenmeno natural (aunque puedentomarse en consideracin fenmenos naturales) y su utilidad reside en los propsitos delhablante. Una palabra de clase es mamfero, que designa a una cierta clase de animales quetienen ciertas caractersticas que no tienen otros animales; pero, al parecer, hay ms de cuatromil especies de mamferos y cada una de ellas es designada por una palabra diferente enfuncin de que presentan alguna singularidad aadida que se juzga relevante; por ejemplo,canino.

    Advirtase que cuanto menor es el nmero de propiedades que tomamos en cuenta en nuestraclasificacin, mayor es el nmero de individuos que pueden ser designados por la palabra encuestin. Supongamos que el concepto de mamfero lo construimos con tres propiedades:animal vertebrado, de temperatura constante y respiracin pulmonar; lgicamente, paracaracterizar a alguna de las cuatro mil especies que los cientficos han querido diferenciartendremos que aadir nuevas propiedades. De manera que a mayor nmero de propiedades,menor nmero de individuos. Esto nos permite formular una distincin importante en la funcinque desempean las palabras de clase: de un lado, la denotacin o extensin, que est formadapor todos los objetos a los que se refiere, todos los mamferos, todos los caninos, etc.; de otro, laconnotacin o intensin, que son las propiedades que un objeto debe reunir para ser denotadocon la palabra correspondiente. Para determinar que el individuo X puede ser denotado comomamfero es preciso que posea ciertas caractersticas; para que sea denotado como canino espreciso que, adems, rena otra serie de propiedades.

    Naturalmente, tambin los predicados que usa el Derecho presentan esta doble dimensin,denotan y connotan, es decir, pretenden clasificar un cierto nmero de objetos mediante la

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    estipulacin de alguna propiedad comn. Pues bien, los problemas del lenguaje surgen de laindeterminacin o falta de certeza acerca de los objetos denotados o de las propiedadesconnotadas. Volvamos a nuestro ejemplo canino: con esta palabra podemos referimos -comohemos hecho hasta aqu- a una especie particular de mamferos, pero podemos referimos

    tambin a unas piezas dentales (los caninos). Aqu hay un primer problema, llamado deambigedad, que nos obliga a precisar el sentido en que estamos usando la palabra canino. Yresuelta esta cuestin, an pueden aparecer problemas de vaguedad si no estn claras oresultan indeterminadas las propiedades caracterizadoras, es decir, ante un cierto individuopodemos dudar si se dan o no las propiedades que nos permiten denotar a ese individuo con lapalabra correspondiente.

    Conviene advertir que los problemas de ambigedad afectan a los trminos o smbolos y puedentener un origen semntico o sin tctico: nuestra duda acerca de en qu sentido estamoshablando puede nacer de la palabra en s (del smbolo lingstico) o de su ordenacin gramatical(de los smbolos sintcticos), como luego veremos ya con ejemplos jurdicos. En cambio, los

    problemas de vaguedad afectan a los significados, a la indeterminacin de los predicados declase: dudamos de la extensin o denotacin de una palabra en relacin con las propiedadesque constituyen su connotacin o intensin. Por ejemplo, la palabra gato es ambigua porquecon ella puedo referirme a un tipo de felino, a un bolso para guardar dinero o a una mquina paraelevar pesos (tiene diez acepciones), pero puede presentar tambin problemas de vaguedad,pues, decidido que hablamos de un felino, pueden resultar dudosas las propiedades quepredicamos del mismo (y que permiten diferenciar a los gatos del conjunto de los felinos, si esque decidimos que no todos. los felinos son gatos, lo que tambin es posible).

    2. La ambigedadDecimos que una palabra es ambigua cuando presenta ms de un significado. La ambigedades una caracterstica de los trminos o expresiones, en nuestro caso de las disposiciones, no delas normas propiamente dichas. Se distingue entre ambigedad semntica y sintctica: laprimera tiene su origen en los smbolos lingsticos que se refieren a objetos extralingsticos,como familia, propiedad, robo, etc.; la segunda responde a la ordenacin gramatical deesos signos y en particular al uso de los smbolos extralingsticos.

    a) Ambigedad semnt icaQue una palabra tenga distintos significados es muy corriente en el lenguaje ordinario, y

    se habla entonces de homonimia; ya hemos citado el caso de gato o de canino. Aveces, esa homonimia es meramente accidental, de manera que, a la vista del contextolingstico, resulta fcil determinar en qu sentido la usamos. Pensemos en el trminoradio: es un metal, un hueso del brazo, la mitad del dimetro de una circunferencia y unaparato transmisor de sonidos. Otras veces la cuestin no es tan sencilla, porque existeuna cierta cercana entre los significados, y esto ocurre precisamente con la palabraderecho. Con ella se designa un conjunto de normas (el Derecho espaol), perotambin una facultad o posicin subjetiva (el derecho de huelga), un ideal de justicia(no hay derecho!) o un objeto de conocimiento (he aprobado el Derecho civil).

    En el mbito del Derecho la ambigedad puede obedecer tanto al uso de palabras

    procedentes del lenguaje ordinario como a la utilizacin de palabras tcnicas otecnificadas propias del lenguaje jurdico. Un ejemplo del primer tipo: el artculo 152 del

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    Cdigo civil dice: cesar la obligacin de dar alimentos [...] cuando la fortuna del obligadoa dados se hubiere reducido hasta el punto de no poder satisfacerlos sin desatender suspropias necesidades y las de su familia. Al margen de los problemas que suscita ladeterminacin del concepto de necesidades, cuestin que afecta precisamente, la

    vaguedad (se incluyen los cruceros de recreo?), se produce aqu una ambigedad con eltrmino familia: por tal cabe entender los padres e hijos, pero tambin quienes tienenuna relacin ms lejana (los primos) o una relacin poltica (los suegros), o inclusotodas las personas que conviven bajo un mismo techo (o slo ellas). Creo que todas estasacepciones tienen cabida en el Diccionario. Las necesidades de quin han de tenerse encuenta para que cese la obligacin de alimentos?

    Como se ha dicho, el empleo de un lenguaje tcnico por parte del Derecho plantea enocasiones problemas de ajuste con el lenguaje ordinario, bien porque el proceso detecnificacin no ha sido completo o uniforme, bien porque vara a lo largo del tiempo. Unejemplo: en lengua castellana por extorsin se entiende la accin y efecto de usurpar y

    arrebatar por fuerza una cosa a uno; sin embargo, el artculo 243 del Cdigo penal ofreceun concepto distinto y ms limitado, pues el delito de extorsin consiste en forzar a otro aredactar u omitir un acto o negocio jurdico en perjuicio de su patrimonio. Pues bien, enocasiones el lenguaje legal parece utilizar la palabra extorsin con otro sentido que nocoincide con ninguno de los dos anteriores, sino con otro ms vulgar equivalente achantaje; as ocurra en la Ley 9/1984 (ya derogada) llamada antiterrorista (La marca).

    En ocasiones, la ambigedad se produce porque es dudoso si la ley utiliza una expresinen su sentido comn u ordinario o si quiere hacerlo en un sentido tcnico. Por ejemplo, laConstitucin usa dos veces la expresin tiempos de guerra: la primera para permitir laimposicin de la pena de muerte por parte de las leyes penales militares (art. 15); la

    segunda para prohibir la iniciativa de reforma constitucional (art. 169). Ahora bien, tiempode guerra es aquel en el que simplemente existen hostilidades -lo que vulgarmente seentiende por guerra- o es necesaria una declaracin formal efectuada por el Rey (art. 63.3CE)?, la guerra del artculo 15 es la misma que la del artculo 169?

    b) Ambigedad sintct icaLa ambigedad sintctica es la que surge de la estructura u ordenacin de las palabras yen particular del uso de los smbolos lingsticos. Por ejemplo, la conectiva y puededesempear distintas funciones: en la afirmacin de que la accin de divorcio se extinguepor la muerte de cualquiera de los cnyuges y por la reconciliacin, y significa que laaccin se extingue por una razn y tambin por la otra (art. 88 del Cdigo civil). Encambio, otras veces y no separa, sino que une o enlaza: as el artculo 76 del mismoCdigo dice que caduca la accin y se convalida el matrimonio si concurren ciertascircunstancias, lo que significa que caducidad de la accin y convalidacin del matrimoniovan intrnsecamente -unidas (tomo los ejemplos de Igartua). Algo semejante ocurre con laconectiva o, que a veces tiene carcter excluyente (esta tarde ir al cine o al teatro),pero otras veces es una disyuncin incluyente (este dispositivo es til para cerrar puertaso ventanas).

    Los problemas de ambigedad sintctica en muchos casos tienen su origen en frases

    adjetivas o de relativo, que permiten interpretaciones distintas, aunque todas correctas. Siel Decano de la Facultad decide que los profesores y los alumnos que sean naturales de

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    Toledo estn invitados a un cierto acto, puede entenderse que ser natural de Toledo esuna exigencia que rige slo para los alumnos o tambin para los profesores. Si una normaestablece que los trabajadores en situacin de desempleo o sus viudas mayores desesenta y cinco aos pueden solicitar una ayuda econmica, cabe interpretar que la

    condicin relativa a la edad rige para todos (trabajadores y viudas) o slo para stas.A veces surgen los que Tarello llamaba problemas paralgicos y que son otros tantoscasos de ambigedad sintctica. As ocurre con las frases atributivas y los elencos oenumeraciones. En el primer caso se trata de aquellas normas que atribuyen unacompetencia o posicin jurdica sin especificar si se hace a ttulo exclusivo, con carcterexcluyente, etc. Por ejemplo, el artculo 54 CE instituye la figura del Defensor del Pueblopara la defensa de los derechos comprendidos en el Ttulo I. Pues bien, es el nicorgano competente para la proteccin de los derechos?, que ostente esa competenciaexcluye que pueda ejercer alguna otra?, su actuacin es facultativa u obligatoria?Ciertamente, suelen existir reglas (por lo general no escritas) que resuelven estas dudas;

    as, la asignacin de un derecho o facultad a un sujeto no excluye su atribucin a otro; eldiseo de un procedimiento para obtener cierto efecto o consecuencia impide en principiosu consecucin por otras vas diferentes, la asignacin de una competencia normativasuele tener el carcter de reserva, etc. Sin embargo, es evidente que se trata de simplesorientaciones. Algo semejante cabe decir de las enumeraciones o elencos, cuyo carcterdisyuntivo o acumulativo, taxativo o ejemplificador puede prestarse a controversia.

    3. La vaguedadAclarado en qu sentido utilizamos un trmino y resueltos con ello los problemas deambigedad, se plantea el problema de dilucidar su alcance, de establecer qu propiedades hande darse para su uso, para que un cierto objeto sea designado con el nombre correspondiente.No se trata ahora de una duda sobre el significado de la palabra, sino sobre su aplicacin a losobjetos del mundo. Estamos ante un problema de vaguedad siempre que nos preguntamos: aqu cosas se refiere esta palabra?, podemos designar con esta palabra un cierto objeto? Larespuesta a estas preguntas depende de las propiedades que hayamos seleccionado comodefinitorias, y as tendremos casos claros (sin duda concurren dichas propiedades o sin dudaestn ausentes) y casos dudosos. ste es el problema ya comentado de la textura abierta dellenguaje, una textura donde aparecen casos claros o paradigmticos que caen dentro o fuera deln6cleo de certeza y casos dudosos que forman la zona de penumbra. La textura abierta y conella los problemas de vaguedad son algo que afecta a todo el lenguaje natural o, si se prefiere, lavaguedad es una caracterstica de todos los predicados.

    Esto ocurre porque el lenguaje natural es siempre indeterminado, es decir, no conocemos conprecisin las propiedades definitorias que constituyen la connotacin de una palabra y siemprepueden surgir dudas acerca de si un determinado caso rene o no esas propiedades queautorizan denotado con la palabra en cuestin. Como dicen con rotundidad Moreso y Vilajosana,no existe un criterio que sirva para incluir o excluir todos los casos posibles, por la sencillarazn de que no podemos prever todos los casos posibles.

    Hemos dicho que la vaguedad afecta a todos los predicados, y esto conviene matizarlo, porqueno significa que en la interpretacin siempre hayamos de resolver problemas de vaguedad: hay

    casos claros, que son justamente los que se sitan en el ncleo de certeza. Esto es lo que sequiere decir cuando se afirma que todos los trminos son potencialmente vagos; lo son porque

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    en relacin con todos ellos pueden aparecer casos de penumbra. Por eso, as como lasambigedades del lenguaje legal se plantean y resuelven en el plano de lo que llamamosinterpretacin en abstracto, un problema de vaguedad se plantea y se resuelve en el plano de lainterpretacin en concreto. Si no nos representamos un caso (lo que tambin podemos hacer

    idealmente), no procede hablar de vaguedad. Para recordar un famoso ejemplo de Hart, si a laentrada de un parque vemos un cartel que prohbe la circulacin de vehculos, las eventualesdificultades de interpretacin no se plantean hasta que un vehculo pretende circular por elparque: es claro que no puede hacerlo un coche o un camin, es claro tambin que la prohibicinno afecta a los peatones, pero qu decir de los ciclistas y patinadores, o de los peatonesimpedidos que usan una silla de ruedas con motor (o sea, tcnicamente un vehculo)?

    Si todas las palabras del lenguaje natural son potencialmente vagas, algunas lo soncentralmente. Quiero decir que la especial formulacin de algunos conceptos hace de elloscandidatos privilegiados para generar problemas de vaguedad. Esto ocurre con algunas palabrasque se dan como un continuo, como gordo-flaco, joven-viejo, alto-bajo, calvo, etc. Todos

    diramos que una persona que mide dos metros es alta, y baja si no supera el 1,50, pero apartir de qu medida se deja de ser lo uno y a partir de cul se empieza a ser lo otro?, cuntospelos han de faltarle a un sujeto para ser calvo? Estas preguntas no tienen respuestaconcluyente, digamos que no se resuelven mediante una constatacin, sino mediante unadecisin ms o menos compartida por la comunidad de hablantes.

    Tambin el Derecho presenta este gnero de dificultades. De Guastini tomo el siguiente ejemploque me parece ilustrativo: dicho no muy tcnicamente, llamamos compraventa a un negociojurdico mediante el que se transmite una cosa a cambio de un precio, y llamamos donacin auna transmisin gratuita o sin precio. Supongamos que en el mercado una cierta mercanca tieneel precio de 100 y que nosotros realizamos el cambio a 95 o 105: sin duda estamos realizando

    una compraventa ms o menos ventajosa. Ahora bien, si el precio pagado es de 1 o de 1.000,con toda probabilidad los inspectores tributarios (suponiendo que existiese un gravamendiferente) dirn que se trata de una donacin encubierta. Hasta aqu los casos claros. Pero apartir de qu precio nuestro negocio deja de ser una compraventa para convertirse en unadonacin? Aceptamos que si el valor de mercado es 100, la operacin no cambia de naturalezasi pagamos 95 o 105, pero vale tambin 94 y 106, o 93 y 107...? Tampoco aqu nuestrarespuesta tiene un carcter cognoscitivo o declarativo, sino decisional.

    Igual que en el lenguaje comn hay trminos centralmente vagos, tambin el lenguaje legal usacon frecuencia expresiones que casi pudiera decirse que son premeditadamente vagas: daograve, convivencia intolerable, notoria importancia, diligencia del buen padre de familia,negligencia leve o negligencia grave, etc. La dogmtica, sobre todo la dogmticaadministrativista, ha construido en torno a estas referencias, frecuentsimas en el lenguaje delDerecho, una teora que merece un breve comentario. Se trata de la teora o doctrina de losconceptos jurdicos indeterminados, que ms o menos dice as: existen conceptos jurdicosque permiten conocer la solucin de cada caso sin necesidad de mayor deliberacin (en laparcela X el volumen de edificabilidad ser Y, por ejemplo), pero existen tambin otrosconceptos llamados indeterminados, cuyo sentido no puede ser fijado a priori, sino que requiereacudir a criterios de valor y de experiencia. Conceptos como los antes enunciados secaracterizaran porque si bien no pueden ser dilucidados en abstracto, a la luz del caso concretopermiten y exigen alcanzar una solucin correcta.

    Seguramente la expresin conceptos jurdicos indeterminados no sea muy afortunada, puesparece sugerir una ntida separacin entre lo determinado y lo indeterminado, que no existe en el

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    lenguaje. En realidad, el origen de la distincin no obedece tanto al propsito terico de separarunos conceptos de otros en funcin de su determinabilidad, cuanto al de excluir o limitarinterpretaciones excesivamente discrecionales; se quiere, en suma, prescribir la unidad desolucin justa en la aplicacin del concepto a una circunstancia concreta (Garca de Enterra).

    As se expresa el argumento central de la construccin:[...] no se trata, en efecto, de dar un tratamiento jurdico especfico a los conceptosindeterminados; se trata, por el contrario, de exponer las razones por las que todoconcepto incorporado a una norma jurdica [...] puede ser interpretado y aplicado deacuerdo con la solucin justa que ese concepto [...] lleva implcita (Senz Moreno).

    Ahora bien, la afirmacin de que los conceptos jurdicos indeterminados se caracterizan poradmitir una y slo una solucin justa es difcilmente aceptable, en especial si se aade que elprincipio de una solucin justa equivale al principio de una solucin verdadera. (Sainz Moreno),sugiriendo que fuese viable un control lgico o emprico. En realidad, la teora de los conceptos

    indeterminados surgi en el campo del Derecho pblico con la loable intencin de eliminar ladiscrecionalidad administrativa, la insostenible pretensin de que en la aplicacin de esosconceptos la Administracin era incontrolable porque tan legtimo resultaba adoptar una decisincomo su contraria. Pero una cosa es eliminar la discrecionalidad administrativa, permitiendo lafiscalizacin judicial, y otra muy distinta sostener que la teora en cuestin permite eliminar ladiscrecionalidad, garantizando la unidad de solucin correcta.

    Esto no ocurre slo con conceptos valorativos, como orden pblico o moral vigente, que por lodems se hallan expuestos al cambio de las concepciones sociales. Sucede tambin conconceptos que aluden a una caracterstica emprica y aparentemente no valorativa. En el antiguoCdigo penal, por ejemplo, exista la circunstancia agravante de cometer el delito en

    despoblado, pero cundo estamos en despoblado?, en cuntos kilmetros a la redonda noha de haber nadie?, o sigue siendo despoblado aunque concurran dos o tres personas? Enrealidad, aqu la doctrina y la jurisprudencia nunca se atuvieron a lo que pudiramos llamar unconcepto objetivo (y vago, desde luego) de despoblado. Lo que interesa -decan- no es tanto elhecho emprico de que el delito se cometiese en lugar desrtico, cuanto la valoracin quesupone apreciar que la vctima se hallase especialmente indefensa. Es imposible atenerse auna interpretacin literal, y as no puede hablarse de despoblado si el delito se comete en unavivienda radicada en un desierto (Rodrguez Devesa). Acaso la interpretacin fuese muyjuiciosa, pero desde luego tiene poco que ver con la actividad constatativa y descubridora quenos presenta la teora cognoscitivista.

    4. Problemas derivados del sistemaHasta aqu hemos tratado de los problemas que presentan las disposiciones y normasaisladamente consideradas: pueden resultar ambiguas y vagas. Sin embargo, el intrprete, ysobre todo el intrprete judicial, no aplica nunca normas aisladas, sino ms bien conjuntosnormativos en los que se tienen en cuenta una pluralidad de normas y, en ltimo trmino, elentero ordenamiento jurdico. Pues bien, cuando contemplamos un caso o una norma a la luz delsistema jurdico pueden surgir cuatro clases de dificultades: lagunas, redundancias,presuposiciones o reenvos y antinomias.

    No reiteraremos lo ya dicho a propsito de las lagunas, pero s conviene recordar dos cosas. Laprimera es que la laguna no es, estrictamente hablando, un problema interpretativo, porque la

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    constatacin de una laguna es la consecuencia y no el presupuesto de la interpretacin. Ellosignifica que las lagunas en realidad son evitadas o propiciadas por el juez mediante unainterpretacin extensiva (que evita la laguna) o restrictiva (que la produce). Naturalmente, tantouna operacin como la otra tienen un componente decisional, no son mero conocimiento del

    Derecho.Pero si una decisin est en el origen de la laguna, otra decisin es necesaria para colmada. Sise acuerda que existe una laguna, es que -por definicin- el sistema carece de norma aplicable yentonces hay que creada a travs de alguno de los procedimientos que ya conocemos(supuesto, claro est, que no podemos negarnos a fallar). ste es un problema interpretativo sientendemos la interpretacin en sentido muy amplio (es sin duda un problema que se le planteaal intrprete), dado que no se trata aqu de atribuir significado a una norma, sino ms bien decrearla. Algunos hablan por ello de un problema de relevancia.

    Se dice que existe un problema de redundancia cuando dos disposiciones dicen lo mismo, tienen

    al menos en apariencia el mismo significado. Las redundancias normativas no deben suponer unproblema importante, aunque en la prctica es posible que propicien alguna confusin si elintrprete adopta el dogma de la no redundancia, es decir, si parte de la presuncin de que ellegislador se gua por criterios de economa y se empea en buscar nuevos significados omatices a la norma. En otras palabras, si se parte de la hiptesis de que el legislador no serepite, el intrprete puede ceder a la tentacin de atribuir a una de las disposiciones unsignificado diferente. Y el problema se acenta cuando dos disposiciones son iguales, pero noexactamente iguales; por ejemplo, los tres primeros artculos de la Ley Orgnica del PoderJudicial reiteran con levsimas modificaciones lo dicho en el artculo 117 CE: pretenden tan sloaclarar lo establecido por la Constitucin o pretenden decir algo ms?

    A veces, para dotar de significado a una disposicin es preciso acudir a otra norma. ste es elproblema de las presuposiciones o de los reenvos: la atribucin de significado a una normapresupone interpretar otra norma a la cual la primera reenva, ya de un modo explcito o implcito.Cuando el reenvo es explcito, bien porque se cita el otro precepto o porque resulta evidente laremisin, la cuestin se resuelve de un modo relativamente sencillo, pues basta interpretarprimero la otra norma. Por ejemplo, el artculo 410.1 del Cdigo penal dice que los funcionariosque se negaren abiertamente a cumplir una orden de la autoridad dictada dentro del mbito desu respectiva competencia y revestida de las formalidades legales incurrirn en cierta pena. Suaplicacin requiere, como es obvio, acudir a otras normas, concretamente a aquellas que definenla condicin de funcionario y que establecen las competencias y las formalidades legales.Mayores dificultades existen cuando el reenvo es dudoso o discutible, esto es, cuando unadisposicin hace uso de un concepto ms o menos tcnico perfilado en otra norma -generalmente de otro sector del ordenamiento-, pero no queda claro si la voluntad del legisladorha sido emplear el trmino en el sentido ya acuado o tal vez en un sentido distinto; el ejemplode la extorsin que antes comentamos puede servir de ilustracin: cuando la segunda ley (la leyantiterrorista) usa el trmino extorsin, lo ms natural parece que es acudir a la definicin queofrece la ley precedente, en este caso el Cdigo penal; pero todo parece indicar que en estecaso se quiso establecer un nuevo significado.

    Un problema particular es aquel en que el reenvo se produce a una norma inexistente. Tras lapromulgacin de la Constitucin fue muy corriente encontrar preceptos que reconocan derechoso establecan instituciones remitiendo su desarrollo a una ley lgicamente inexistente; y lo msasombroso es que despus de veinticinco aos todava podemos citar como ejemplo el artculo28.2 CE relativo al derecho de huelga, cuyo marco jurdico se compone hoy de un Decreto-Ley

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  • 7/27/2019 Luis PRIETO SANCHS_Problemas de la interpretacin (Leccin 23 - Apuntes de Teora del Derecho)

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    PPrroobblleemmaass ddee llaa iinntteerrpprreettaacciinn

    de 1977 y de la sentencia del Tribunal Constitucional que declar su inconstitucionalidad parcial.Pues bien, cuando tal cosa se produce el intrprete se encuentra ante la siguiente alternativa: obien entiende que el precepto es aplicable y procede l mismo ha dotado de significado,sustituyendo entonces al legislador, o bien entiende que ello supera sus competencias y procede

    como si el precepto no existiese.Naturalmente, en cada caso existirn razones ms o menos atendibles para elegir entre algunade las opciones indicadas; por ejemplo, tratndose de la organizacin de instituciones pareceque mientras no se dicta la norma presupuesta la institucin no puede funcionar (as, mientras nose dict la Ley del Jurado, ste no fue operativo aunque lo reconociese un preceptoconstitucional); en cambio, tratndose de derechos de libertad, parece que el intrprete puedeatribuirles un mnimo contenido aunque carezcan de ley de desarrollo (y as ocurri durantealgn tiempo con la objecin de conciencia al servicio militar). En todo caso, inclinarse por una uotra alternativa constituye una decisin del intrprete y no la aplicacin de ninguna regla lgica.De hecho, tras la promulgacin de la Constitucin de 1978, la jurisprudencia fue abiertamente

    discordante: para el Tribunal Supremo, cuando la norma constitucional dispone que 'una leyregule...' se est manifestando por el propio legislador que para la aplicacin de tal principioconstitucional se requiere de preceptos complementarios (STS de 16 de octubre de 1979, SalaIII); en cambio, para el Tribunal Constitucional era indiscutible que los preceptosconstitucionales [...] vinculan a todos los poderes pblicos y que son origen inmediato dederechos y obligaciones (STC de 15 de junio de 1981).

    Finalmente, del problema de las antinomias podemos decir lo mismo que del problema de laslagunas. En primer lugar, que no se trata de una dificultad que se resuelva medianteinterpretacin porque, en sentido estricto, la antinomia es el resultado y no el presupuesto de lainterpretacin. Como ya se dijo en la leccin correspondiente, la antinomia puede ser evitada o

    propiciada por el intrprete mediante la reformulacin de los mbitos de validez de la norma;recordemos que, en la prctica forense, el criterio de especialidad, ms que un criterio para laresolucin de antinomias, opera como un expediente para eludir su planteamiento.

    Las antinomias suscitan, pues, lo que antes llamamos un problema de relevancia: se trata dedecidir cul de las normas en conflicto debe aplicarse al caso y cul debe quedar marginada(porque se considera invlida, derogada, postergada, etc.). Para ello existen, desde luego,algunas reglas de resolucin de antinomias, incluso reconocidas por el Derecho positivo, pero sueficacia es limitada. En particular, cuando concurren varias de esas reglas y nos suministranorientaciones incompatibles (antinomias de segundo grado), muchas veces carecemos decriterio para dar preferencia a una u otra, y entonces es el intrprete quien irremediablementedecide sin ms apoyo que sus buenas razones. El margen de discrecionalidad que comportatodo problema de antinomias se hace ms que patente en los conflictos constitucionales que seresuelven mediante el juicio de ponderacin. Nos remitimos a cuanto se dijo en la leccincorrespondiente.

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