Luz de Redención - Enero 2013 - n.745

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Año LVIII | Enero 2013 | n. 745 Revista del Instituto Religioso Esclavos de María y de los Pobres “El P. Leocadio no buscó brillar, fue peregrino y caminante, y atravesó noches oscuras” (Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres) “El P. Leocadio no buscó brillar, fue peregrino y caminante, y atravesó noches oscuras” (Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres)

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Revista del Instituto Religioso Esclavos de María y de los Pobres

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Año LVIII | Enero 2013 | n. 745

Revista del Instituto Religioso Esclavos de María y de los Pobres

“El P. Leocadio no buscó brillar, fue peregrino y caminante, y atravesó noches oscuras”

(Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres)

“El P. Leocadio no buscó brillar, fue peregrino y caminante, y atravesó noches oscuras”

(Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres)

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Director:Martín Arturo Ureña Suárez, Edmp.

Edita:Esclavos de María y de los PobresAvda. de Extremadura, 2Teléfono: 927 12 00 2410160 ALCUÉSCAR, Cáceres

Depósito Legal: CC-38-60

Diseño e impresión: Gráficas Morgado, S.L.U.927 24 90 66 • [email protected] • Cáceres

Suscripción anual: 10€

www.esclavosdemariaydelospobres.org

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editorialSu

mar

ioEnero de 2013, un nuevo año que Dios en su

providencia nos regala; a todos los lectores quiero desearles lo mejor para este año que

comienza. Enero tiene para los Esclavos de María y de los Pobres un nombre propio, P. Leocadio, un 27 de enero entregaba su alma a Dios, rodeado de los Esclavos y dándonos la última y mejor lección de su vida, morir en el silencio de quien sabe se entre-ga en la manos de la Madre, sí ella la Madre de la Misericordia recogió su último suspiro y con su alma, toda su historia, toda su vida y su dolor, sus cruces y alegrías, sus luces y oscuridades... el P. Leocadio nos dejó el mejor de los testamentos posibles: su vida, como modelo y como posibilidad de santidad; no tenemos los Esclavos que buscar modelos fuera de la Santa Esclavitud: el P. Leocadio es nuestro modelo de entrega, de oración, de sacrificio, de generosidad, de valentía, de fortaleza, de prudencia y de humildad; no tenemos los Esclavos que buscar fuera de la Santa Esclavitud, formas de vivir el evangelio, el P. Leocadio es evangelio vivo, renovado, auténtico; el P. Leocadio se tomó en serio las palabras del Señor y las llevó a la práctica en el día a día, en la oscuridad, en las som-bras de una vida entregada a favor de los pobres. El P. Leocadio es un hombre configurado con Jesucristo al cien por cien. Sí, su nombre resuena en nuestra men-te y corazón como sinónimo de Cristo vivo entre los pobres en los pueblos, entre la gente sencilla, los obreros a los que amó con una dedicación exclusiva,

Editorial ...................................................................................... 03Un obispo se confiesa ................................... 04Ventana al mundo ................................................... 05Testimonio.Una experiencia inolvidable .............. 06Aromas de caridad ............................................. 07AntiguosAlumnos Formacionistas ........................... 08Año de la Fe en los Jóvenes ................ 09De nuestro querido P. Leocadio 10Desde Pinofranqueado ................................ 11Liturgia ....................................................................................... 12

El P. Leocadio poniendo al pie de la Madre de la Misericordia las fórmulas de profesión

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editorial P. ARTURO UREÑA SUÁREZ

a los que dedicó toda su doctrina y catequesis... el P. Leocadio es evangelio vivo. No tenemos los Esclavos que mirar fuera modelos de entrega, porque en el P. Leocadio la entrega se ha hecho carne, experiencia, complicidad...

Enero evoca en el Esclavo la vida y obra del P. Leocadio, nos trae la sonrisa de un hombre que supo cantar en medio de la cruz: “lo que quieras Señor, lo que tú quieras”; el P. Leocadio nos recuerda que el Esclavo es un hombre comprometido con Dios, con María y con los Pobres: “Para evangelizar a los pobres un día me llamó el Señor, mi ideal es evange-lizarlos, tu para mí Señor y yo para los demás”; El P. Leocadio nos actualiza que somos servidores de los preferidos del Señor: “Soy Esclavo, María es mi ama y los Pobres serán mi Señor, no soy hombre que soy fuego y llama, soy simiente de la redención”. Todo esto y mucho más nos evoca a los Esclavos el mes de enero... porque para un Esclavo decir P. Leocadio es decir camino seguro de seguimiento de Cristo en la fidelidad a la Iglesia, porque nuestro fundador, el P. Leocadio, nos dejó marcados a fuego y sangre, con lágrimas y oraciones constantes el camino más segu-ro y derecho para ser Santos: la cruz, el servicio a los Pobres, y la fidelidad al magisterio eclesiástico, al Papa, los obispo y la tradición de esta Iglesia a la que el P. Leocadio amó con un corazón desbordante de fuerza. Sí, la Iglesia para el P. Leocadio era lugar, espacio, seguridad, pero sobre todo la Iglesia era

Madre, sí la Santa Madre Iglesia. Por eso a un Esclavo se le conoce por ese amor a la Iglesia, no sólo por el servicio a los pobres, que también, pero La Iglesia es el sello que nos marca. Y dentro de esa Iglesia, en el centro de la misma: María, Mater Misericordiae: “En la Iglesia la Madre, sólo Tú” cantaba constante-mente. Una de las máximas del P. Leocadio era “sen-tir con la Iglesia”, creo que se pueden citar por cien-tos, las meditaciones que sobre este tema dio a lo lar-go de su vida a la comunidad: “El más firme y noble afán de la Santa Esclavitud fue, es y será siempre, hacer en todo la voluntad de Dios, manifestada por la Santa Madre Iglesia”.

Así es el P. Leocadio, un hombre con carácter, que fue dominando hasta convertirse en una per-sona dulce y trato agradable y afable... un hombre que se tomó enserio ser sembrador de Dios en las almas de los pobres y regarlas con sus lágrimas y su vida hecha jirones... un hombre que al final de sus días se puso con total confianza en las manos de Dios y de la Madre de la Misericordia y dejó que su vida se apagase en silencio, sin ruido, como tan-to el había predicado, ser como el agua subterránea que enverdece, pero no se ve... si vida, su testimo-nio, su ejemplo sigue siendo el agua que riega cada Casa de la Misericordia, cada apostolado de la Santa Esclavitud, y cada corazón de los esclavos. Desde esta editorial, Gracías P. Leocadio por seguir junto a nosotros dándonos Vida.

editorial

El P. Leocadio predicando en la visita de laVirgen de Fátima peregrina a la Casa

Concelebrando con el señor obispo de Coria, don Manuel Yopis y varios sacerdotes, en la ordenación sacerdotal del P. Mariano

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Un obispo se confiesa

FRANCISCO CERRO CHAVESObispo de Coria-Cáceres

testimonio

Del sufrimiento a la pazLA ANUNCIACIÓN

Contigo, Señor, he aprendidoa encontrar paz en el dolor

Encontrar al Señor que se acerca a nues-tra vida para llevarla a la alegría y la espe-ranza. La Virgen acepta el misterio de Dios que irrumpe en su vida sin Ella esperarlo, y que le lleva a fiarse totalmente de los planes de Él que siempre cum ple sus promesas en favor de los pobres.

Vivir siempre sabiendo que en la vida nos vamos a encontrar con muchos miste-rios. Que la vida misma es un misterio, y que tenemos que aceptar que ese misterio sólo se puede vivir desde Dios.

Es como lo vive María, que no compren-de casi nada y sin embargo, acepta vivir en ese misterio de Dios. Ella es madre de los creyentes porque se ha fiado del todo de los planes de Dios; vive con el convenci-miento de que, aunque Él a veces implica, otras veces parece que complica las cosas. Sin embargo si nos fiamos hasta el final, nos damos cuenta de que Dios todo lo simplifi-ca y nos hace ver que lo que nos ocurra, en todo actúa la sencillez de quien nos lleva a vivir con el convencimiento de que su amor es incondicional y que sabe sacar de la prue-ba, al que se fía de Él.

En este misterio de la Anunciación, están las tres claves para vivir descubriendo desde el sufrimiento la paz.

Primera claveEl Ángel dice a María que se alegre. La

alegría brota siempre de sentirnos amados, de creer que a Dios le interesa siempre mi vida, de que Él siempre que nos visita, pro-voca en nosotros la alegría.

La alegría es la patria de los que viven cumpliendo la voluntad de Dios como la Virgen, y responden con un sí sin condicio-nes, a la voluntad de Dios.

Segunda clave El ángel dice a María: «No temas».

El verdadero amor expulsa el temor. Tener miedo es muy humano. Pero el miedo se atraviesa y se vence, cuando nos fia-mos totalmente del Señor. Como decía san Pablo: «Sé de quién me he fiado».

Ante el temor, María responde ponién-dose en manos del Padre con una confian-za ilimitada.

Tercera clave El ángel le dice a María: «Para Dios

no hay nada imposible». En el sufrimien-to encontramos la paz, cuando nos fiamos en el Dios de lo imposible, sabiendo que Él nunca nos falla.

Tomado del libro de donFrancisco Cerro Chaves:

“Encontrar la paz en el sufrimiento” 55

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ventana

al mundo Por el P. ARTURO, Edmp.

La Iglesia Católica XVNecesidad del depósito divino

¿Quién puede poner en duda que Dios hubiese podido dar directamen-te a cada alma la verdad que necesita? Pero que haya preferido un foco de luz, donde todas las almas estén obligadas a proveerse de ella, so pena de perma-necer en las tinieblas, no asombrará a ninguno de los que hayan reflexionado en el plan general adoptado por Dios en todas sus creaciones.

Contemplemos primeramente el mundo físico, y observemos lo que ocurre. Apenas nacido el niño un gri-to; se conmueven sus entrañas, tie-ne hambre. Ahora bién, qué signifi-ca el hambre sino la prueba sin répli-ca de que no tiene la vida en sí mis-mo? ¿Y dónde está esa vida que de repente le falta? Fuera de él, en lo que la Sagrada Escritura designa con estas palabras: Posuit eum in paradi-so voluptatis, y lo que la antigüedad saludaba con este célebre grito:

“Salve magna parens... magna frugum”.

En efecto, al mismo tiempo que Dios ponía en nosotros el hambre a fin de que fuese para nosotros prue-ba evidente de que no tenemos la vida en nosotros ponía fuera de nosotros la mesa: Aperis tu manum tuam. Es decir sembraba en el seno de la inagotable naturaleza esas flo-res y esos frutos, esas aguas corrien-tes, esa vegetación bienhechora, esa savia, y algo así como esa alma de la la naturaleza que nos envuelve y nos atrae para alimentar y reno-var la vida. Y como hay una hora en que el niño que nace carece de fuerzas suficientes para beber en ese inmenso foco, y moriría en el seno fecundo de la naturaleza,

Dios ha hecho otro, más tierno, más viviente, que se acerca al niño, ya que el niño no puede ir a él, y que le lleva la vida en una leche tibia por el amor, en un corazón fecundado por la mater-nidad.

Tal es plan del mundo físico. Y lle-gado a este punto, si fuera preciso dis-cutir, diría a los que rechazan el seno de la Iglesia: No queréis en manera algu-na aprovecharos del gran foco de vida divina. Preferís la vida sola, sin auxilio. ¡Insensatos! ¿En vuestra cuna hubierais dicho esto, y rechazado el seno de vues-tra madre? Pretendéis que el hombre no tiene necesidad de salir de sí mismo para hallar la vida divina; pero yo os digo que sí tiene necesidad de ello aun para hallar la vida física. La Iglesia no ha sido establecida bajo un plan distinto, y, para demostraros su belleza, sólo tendré necesidad de estas dos cosas: ¡el grito del hambre del recién nacido, y el gol-pe de leche en el corazón de la madre!

Pero subamos más arriba, demos otro paso, lleguemos a esa vida divina que corona la física, a esa necesidad de luz infinita, de amor infinito, de beati-tud infinita, que es mi propia naturale-za, y que atestigua en mí la capacidad y la aptitud para la vida infinita.

Pues bien, ¿dónde se halla esta vida? no está en mí, puesto que la busco; no está en el género humano, puesto que el género humano la busca como yo.

¿Dónde se halla pues? Por que en alguna parte está. ¿Dónde se halla el foco de la vida divina? Porque necesa-riamente ha de haber uno...

Y, vemos en efecto, cómo las cosas se encadenan y se sostienen. Aportando conmigo la aptitud para la vida cor-poral, desde que mis entrañas se con-

mueven, encuentro ante mí un foco inmenso de vida corporal, la inago-table y fecunda naturaleza, y no ten-go que hacer más que alargar la mano para beber de ella la vida. Bien está; reconozco aquí la sabiduría y el amor infinitos.

Finalmente aporto conmigo otra tercera aptitud, la aptitud para la vida divina; y, para satisfacer esta necesi-dad, la más noble, la más invencible de todas, ¿no habría nada? ¿No existiría foco alguno de vida divina? ¡Cómo! Para alimentar mi vida religiosa, y para desarrollarla, para darle un poco de esa luz infinita, de ese amor infini-to de que tiene tanta necesidad; para defenderla también, porque, desgra-ciadamente, corre mil peligros, todo el mundo conspira contra ella, y, lo que es más terrible, yo mimo pue-do matarla, ya que en efecto, hay tiempos, hay horas, en que me com-plazco en cortar mis alas, en que me burlo de mis más sublimes aspira-ciones, en que esta naturaleza de luz y de amor, que soy yo mismo, se ve por mi mismo arrastrada por el fango; para todo esto, ¿no habrá un gran foco de luz, divinamente guardado, una autoridad encargada de defenderlo, una paternidad san-ta? Necesario es que lo haya; de lo contrario, habría disonancia, dis-conformidad en el plan de Dios. Ahora bien, no hay en él la menor discordancia, no puede haberla. La obra de Dios es armónica en todas sus partes; de ello nos convencere-mos por lo que expondremos en el próximo número.

(Continuará)

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Ordenación como sacerdotes de los hermanos Javier Chamorro Juárez y

Anacleto Gómez Torres El pasado día 8 de diciembre como ustedes saben, fueron ordenados sacerdotes el

Hno. Javier Chamorro Juárez y el Hno. Anacleto Gómez Torres

La Catedral de Coria lucía engalanada para este aconteci-miento, y alrededor de una cente-na se sacerdotes el señor obispo les impuso las manos y con la oración consagratoria quedaron configu-rados con Cristo Sacerdote, pastor y maestro.

La Catedral llena hasta los topes de fieles, pues además de los hermanos dos seminarista de la diócesis también fueron ordena-dos, exclamó de júbilo ante tanta gracia derramada por Dios en este día de la Inmaculada.

El señor obispo en su homi-lía señaló los aspectos más esencia-les de ser ministro del Señor, des-tacando la diferencia entre lo acci-dental y lo esencial en el ministe-rio. Empezando por afirmar que la vocación no es un sentimiento ni algo pasajero, sino que tras un proceso de discernimiento y años

de preparación Dios mismo ha ido diciendo a cada uno que lo sigan. En esta tarea el vacacionado ha escuchado la voz de Dios que él ha confirmado que no está solo, que él lo acompaña, lo alienta y sostie-ne. También destacó don Francisco que son los presbíteros del año de la fe, de la nueva evangelización y de estos tiempos de crisis. El ser sacer-dote lleva consigo, dijo el señor obispo, consagrar la vida al Señor, la obediencia al obispo, y en el caso de nuestros hermanos al Superior legítimo, y despojarse de todo por-que la única riqueza que tiene el sacerdote es Cristo, el Señor.

Que la llamada de Dios a estos hermanos, hecha en la libertad, y la respuesta de ellos a seguir a Cristo sacerdote eterno, llevada a cabo en libertad sea para siempre, en una definitiva consagración a Dios en la Santa Esclavitud.

Semanas más tarde, cantaban nuestros hermanos la primera misa cada uno en su pueblo y rodea-dos de la comunidad parroquial que los vio crecer en su vocación, el día 30 de diciembre le tocó al P. Anacleto en Lobón, donde el párroco, don Félix, y la comuni-dad parroquial habían preparado una ceremonia emotiva y partici-pativa, de manera especial desta-có la oración de los fieles, hecha por un niño, un adolescente, unos jóvenes, un matrimonio, una reli-giosa y unos abuelos, poniendo de manifiesto la grandeza del servi-cio sacerdotal, abierto siempre a todos, sin exclusión. Fue también emotivo la monición de despedida hecha por la prima del P. Anacleto y los regalos que con tanto acier-to presentó el párroco... todos participaron de esta ceremonia,

crónica

Un momento de la ordenación Imposición de las manos por el señor obispo El superior general impone las manos al Hno. Javier

Primera Misa del P. Anacleto

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para todos tuvo palabras de alien-to el predicador, don Juan Alberto, sacerdote de la diócesis de Toledo y amigo del P. Anacleto que fue el encargado de dirigirnos las palabras en su primera misa. Desde aquí le damos las gracias por su elocuencia y sus certeras palabras. Destacando el servicio que los Padres del misa-cantano hacen al entregar a su hijo para ese bien mayor que es el ser-vicio de Dios en la Iglesia. Y como no, todos sus amigos amenizaron el final de la misa y el besamanos con una gran tirada de cohetes con tra-ca final y todo... Muchas gracias a Lobón por querer tanto a nuestro P. Anacleto y a sus padres y hermanas por mostrarse tan generosos.

El 6 de enero le tocó a Alcuéscar festejar al P. Javier en su prime-ra misa. El día de reyes se levantó como cada año, lleno de magia e ilu-sión reflejada en los niños que aca-baba de recibir las visitas siempre generosas de los magos, y Alcuéscar ese día recibió el mejor regalo que Dios da a su pueblo, el de ver a uno de ellos elevado a la dignidad sacer-dotal; la ceremonia preparada por la parroquia resultó hermosa y lle-

na de colaboración, cabe destacar el momento de las ofrendas donde cada grupo parroquial ofrecía algo significativo del mismo. La homilía corrió a cargo del P. Arturo Muñoz, que dio una lección de cómo debe ser un sacerdote esclavo, y fiel hijo de la Iglesia. Cabe destacar la men-ción a la necesidad de vida contem-plativa para poder dar a Dios a los demás, y de cómo el esclavo debe llevar siempre a la comunidad allá donde esté. Los padres del P. Javier estaban emocionados viendo a su hijo consagrar por primera vez en el cáliz que le habían regalado, la preciosísima sangre de Cristo. Tras la ceremonia y unido a sus padres y amigos lo celebró lleno de gozo.

Ahora, después de estos acon-tecimientos tan significativos y que dejan tanta huella positiva en noso-tros, comienza el día a día, el traba-jo laborioso y callado, del esclavo. Allá donde la obediencia los man-de, deberán ser luz de fe, pan de ver-dad y auxilio de una vida más huma-na y cristiana para los pobres a los que dirigirán sus palabras.

El superior general impone las manos al Hno. JavierUn momento de la ceremonia

El momento de la consagración

El P. Javier revestidocon la casulla

Primera Misa del P. Javier, sus padres le ofrecen el lavabo antes de comenzar el canon de la misa

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SUSCRIPCIÓN A LA REVISTA

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ESCLAVOS DE MARÍA Y DE LOS POBRES, avda. de Extremadura, 2

10160 ALCUÉSCAR (CÁCERES)

Casa de la Misericordia

ALCUÉSCAR

Francisco Pavón, Residente

Queridos lectores de la revista:De nuevo estamos aquí comenzando este año 2013, en esta mes de enero que para mucha gente, por lo que

dicen los periódicos es un mes difícil, por la cuesta de enero que muchas veces decimos y más ahora con la cri-sis que tenemos, pero bueno dejo de hablar de esas cosas y voy a contaros como han ido estas fiestas tan entrañables de la Navidad donde tanta gente viene a visitarnos y aportan su granito de arena para que esta Casa de la Misericordia pueda seguir hacien-do su labor y sobre todo, para que a los que vivimos en ella no nos falte de nada.

Las Navidad aquí, en esta casa, es una fiesta muy bonita, pues ponemos el belén que este año nuestro hermano Piter a la cabeza lo ha dejado muy bonito, y también lo bien preparada que está la casa con todos los adornos navideños que nosotros en los distin-tos talleres hemos hecho.

También es bonita la Navidad por los distin-tos grupos que vienen durante estos días a visitar-nos; el primer grupo que siempre abre la puerta de estas fiestas es el Coro Rociero de Cáceres que este año estuvieron con nosotros toda la tarde y donde disfrutamos muchísimo con sus cantes pero sobre todo con su alegría, pues este grupo es ya como de casa y nos gusta mucho su simpatía.

También como de costumbre el Coro Rociero de Alcuéscar nos solemnizó la Misa del Gallo como en años anteriores, y que pre-sidió nuestro nuevo cura P. Anacleto, que por cierto, dice muy bien la misa y de manera rápida que es lo importante.

No podemos dejar atrás al Coro y Danzas Virgen del Rosario de Alcuéscar, que también el pasado día 28 de diciembre nos vinieron a felicitar la Navidad con sus cantos y bailes, que los hacen de maravilla.

También damos las gracias a distintos pueblos e instituciones que han pasa-do por aquí, a dejar su aguinaldo de Navidad y a interesarse por nosotros y por la dirección de la casa, a todos os damos las gracias por vuestra generosidad y amistad, porque entre todos hacemos que cada día, esta casa pueda abrir sus puer-tas y pueda ponerse en funcionamiento dando cariño y amor a todos los que aquí residimos.

Me imagino que el P. Fernando Alcázar pondrá algunas fotos de la Navidad en la casa y podrán ustedes comprobar todo lo que yo en esta crónica os pongo.

Os deseo un buen año 2013, cuanto esta revista les lle-gue ya estaremos bien comenzado el año, por lo tanto, os lo deseo para vosotros, muchos saludos a toda la familia del humilde escritor.

aromasde caridad

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P. Fernado Alcázar Martí[email protected]

En primer lugar, queridos lectores, os digo ¡¡¡feliz y santo año 2013!!! Que sea una año de gracia, donde renovemos nuestra fe en este año tan especial, que Benedicto XVI ha proclamado para toda la Iglesia, y donde viviremos un año importante en la Pastoral Juvenil por celebrarse las JMJ de Brasil, donde una vez más, nos convocan a todos los jóvenes del mundo a reunirnos en torno al Santo Padre y juntos, proclamar una misma Fe, y un sólo Señor.

En enero de 2013, en esta sección de nuestra revista, para nuestros jóvenes, catequistas y animadores juveniles, vamos a reflexionar y poder profundizar sobre dos aportes claves de la carta Porta Fidei a la Pastoral Juvenil.

A) Anunciar y encarnar la Palabra de Dios en al vida de todos los

JóvenesNuestro gran amigo que nunca nos

falla; Jesús, “que inicia y completa nues-tra fe” (heb 12, 2) debe estar y ser el centro de nuestro año de la Fe. La Pastoral juvenil, de nuestros Institutos Religiosos, dióce-sis, parroquias, etc. ha de esforzarse para que los jóvenes centren su vida en Jesús, él único que puede dar “cumplimiento a todo afán y todo anhelo del corazón huma-no” (Porta Fidei 13) como dice Benedicto XVI: “que la palabra del Señor siga avanzan-do y sea glorificada (2 Tes 3, 1): que este Año de la fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor, pues sólo en él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor autentico y duradero”.

Un verdadero encuentro con Jesús en la Eucaristía, siempre lleva a querer cono-cerlo como los Apóstoles, a tener una con-versión autentica y renovada, viendo como Jesús desea perdonar nuestros pecados y ponernos en camino de nuevo, para seguir caminando junto a Él. Para ello, hay que sentarse a sus pies a escuchar su palabra, como María la hermana de Lázaro, y recli-nar nuestra cabeza en su pecho, para escu-char los latidos de su Corazón, como hizo el discípulo amado (Jn 12, 23). Este es el cami-no de la verdadera paz interior, de dejar tantas cosas vanas y materialistas como nos separan de lo divino, y confiar más en Él.

Para la nueva Evangelización que hoy la Iglesia nos está pidiendo, nos hace fal-ta conocimiento del Maestro, descubrir el gusto de alimentarse con la Palabra de Dios y el Pan de la vida. En el evangelio, esta el tesoro para poder ver con los ojos de la fe a quien invita a evangelizar, a llevar la Buena Nueva de Jesús a los más jóvenes.

B) Promover una “nueva evange-lización”, para adquirir una “nue-

va vida”La última vez que la iglesia celebro el

Año de la fe, fue en 1957, cuando los jóvenes de hoy éramos aun un proyecto de Dios. Sin embrago, las palabras del Papa Pablo VI en aquel entonces, siguen siendo validas hoy: (se trata de hacer) “una auténtica y since-ra profesión de la misma fe... confirmada de manera individual y colectiva, libre y cons-ciente, interior y exterior, humilde y fran-ca... para reanimarla, para purificarla y para confesarla”.

El ideal se mantiene constante, para ser vivido por la juventud actual en su aconte-cer histórico y cultural. Es un reto viejo y nuevo a la vez, para ser enfrentado como iglesia durante el año de la Fe. Importante

ha sido en este camino el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, el cual pretende redescubrir la alegría de crecer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. Nos pide un esfuerzo especial para el discernimiento de los signos de los tiem-pos y la identificación de esfuerzos evan-gelizadores que están dando frutos en el mundo actual.

Esta Nueva Evangelización, es una actividad propia de la juventud, que vive con la intensidad, la realidad de su momento histórico y tiene una capaci-dad creativa para encontrar maneras de responder a ella. De ahí que la juventud esté llamada a ser artífice de la renova-ción de la comunidad eclesial, con sus ideales, energías y acción, lo que impli-ca a un conocimiento profundo de su fe y la expresión de está mediante pala-bras, estilo de vida y acciones; sintetiza-das por Juan Pablo II y con este término esta sección en este mes de enero; “la Nueva Evangelización debe estar mar-cada por nuevo ardor, nuevos métodos y nueva expresión”.

Año de la Feen los jóvenesen los jóvenes

PASTORAL JUVENIL FORMACIONISTA

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Por El Cronista

de nuestro queridoP. Leocadio

desde

calamonte

Hace ya unos meses que no escribimos nada en esta sección, y es que el comienzo del curso y los ajetreos propios de la vida diaria me han impedido hacerlo... ahora que hemos vivido una serie de aconteci-mientos importantes creo llegado el momento de escribirlos y hacer-les a ustedes participes de los mismo...

El mes de diciembre comenzaba como siempre en torno a la Inmaculada, y los preparativos de la Navidad, y como no los grandes protagonistas en esos días son Casillas y Gerónimo, que se lo pasan pipa ayudando a decorar y escuchando los villancicos que amenizan los trabajos y las horas previas a la Navidad... el día 22 y ya que no nos tocó la lotería nos conformamos con brindar todos para que la Navidad naciera en cada corazón de los residentes y así prepararnos para vivirla en un doble sentido, el primero religioso, pues quien nace en Jesús dios hecho hombre; y el segundo familiar y festivo, porque todos los que formamos la familia de la Casa de la Misericordia, en estos días nos unimos más y nos sentimos más hermanos y solidarios los unos de los otros.

En cuanto a lo religioso no nos faltó la Santa Misa en la víspera de Navidad, don Juan nos dijo una misa preciosa y así nos introdujo a la Fiesta para que la viviésemos más plenamente; el día de Navidad vino el P. Arturo Muñoz a decirnos las Santa Misa y con él nos intro-ducimos en el misterio que como cristianos estábamos celebrando, un misterio de amor y de paz... un Niño, al que adoramos con todo el corazón.

También la noche vieja estuvo muy amena con las uvas y las campanadas un poco adelantadas para poder tomarlas todos jun-tos... aunque hubo algún desfase entre una y otra cuidadora de esa noche... el año nuevo nos trajo l alegría de quine estrena algo, y ade-más con la solemnidad de la Madre de Dios y bajo el amparo de la Madre de la Misericordia entramos con decisión a vivir el 2013 sin ningún tipo de miedo...

Y en medio de todas estas fiestas, tuvimos que despedir a Jacinto, que llevaba con nosotros desde que se abriera la Casa en el año 2001, descansó en el Señor, el hombre bueno que vivió siem-pre al amparo de la mirada de Dios y de la Virgen, desde aquí nues-tro sentido pésame a los familiares, que hasta el último momen-to se estuvieron preocupando por él para que nos les faltara nada.

Y con el año nuevo llegaron los reyes, que siempre pasan por la casa y nos dejan algún detalle que agradecemos de todo corazón. Este año los magos nos han traído colonia y desodorante en unos estuches preciosos.

En cuanto a visitas estuvieron con nosotros varios familiares que nos trajeron por unos mementos la alegría de la familia y su presencia... también nos visitó el coro parroquial de Calamonte, que nos trajo incluso la merienda... y la comida de los trabajado-res también se hizo este año en la casa, por lo que todos partici-pamos de la alegría de la convivencia generosa y afable... quedan en el recuerdo los sentimientos que nos embargan en estos días, las miradas perdidas que anuncia recuerdos de otros tiempos y experiencias vividas con personas que ya no están con nosotros pero que vivirán en nuestro corazón mientras nos quede un hálito de vida, mientras nuestro corazón palpite se seguirán sentando a nuestro lado y con estos recuerdos nos será más fácil enfrentar-nos al día a día... porque en Dios viven y viviremos para siempre.

El último día del año, se nos entregaros los diplomas de par-ticipación en los distintos talleres que a lo largo del año se han hecho... y con el brindis final despedimos el 2012 para embar-carnos al nuevo año... desde estas páginas y desde esta casa les deseamos a todo un nuevo año lleno de felicidad.

Cena de Nochebuena en Calamonte

El belen que este año presidia nuestra casa…

Entrega de diplomas por parte del P. Arturo a los residentes

Un momento de la comida familiar

El coro parroquial nosamenizó la tarde

Y con las canciones el baile

Cena de Nochebuena en Calamonte

El belén que este añopresidía nuestra Casa 11111010

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Por el P. LUIS ARIAS, Edmp.

desde

alcuéscar

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de nuestro queridoP. Leocadio

Muy amables lectores, como pue-den recordar en mi anterior artícu-lo les decía al principio: “siguiendo la costumbre de otros años, aunque ten-ga que ser brevemente porque voy a estar escaso de espacio, quiero felici-tarles en estos días tan santos y entra-ñables...”. Como preveía así fue, has-ta el final no pude decirles práctica-mente nada de las religiosas de vida activa y poco también de las con-templativas con las que tanto traba-jo con mucho gusto y alegría nues-tro querido P. Leocadio, pues le lla-maban con frecuencia para que les diera ejercicios espirituales, retiros, etc., y no digamos por carta que por curiosidad llevaba en cuenta las que iba contestando a lo largo del año y eran varios cientos, alguno pasó a las 800. Acudían con mucha confian-za e interés a él, como sabían que las estimaba y las valoraba mucho y que se esforzaba por atenderlas espi-ritualmente. Pero ellas tampoco se quedaban nunca atrás ayudándonos con sus oraciones y demás, es decir, espiritual y también materialmen-te siempre con generosidad según sus posibilidades. Por todo eso y más que podía contarles, me sien-to moralmente obligado a seguir también contándoles algo tan ejem-plar de sus vidas muchas veces hasta heroicas, sólo de las que yo he vis-to y oído, como me propuse en mi anterior artículo, imitando sólo en esto al apóstol S. Juan; y esto tanto de las de vida contemplativas como de las de vida activa como ahora voy a hacer con gran placer.

Como pueden recordar mis antiguos asiduos lectores, el año 1983 aceptando con la mejor dispo-sición nuestro P. Fundador los rue-gos de nuestro obispo diocesano de entonces, don Jesús Domínguez de hacer una fundación en las Hurdes, concretamente en Pinofranqueado,

manifestando su ardiente deseo de que hiciéramos allí una Casa de la Misericordia y atendiéramos pastoral-mente a 3 parroquias con sus arque-rías. En una de ellas, Aldehuela vivían dos religiosas, Hijas de S. José, ambas con estupendas carreras y admirables cualidades, les ofrecía el mundo un halagüeño y placentero porvenir. Pero escucharon la llamada de Cristo a la Vida Religiosa activa y compararon la felicidad que Él nos da incluso en esta vida, toda mezclada de dolores y gozos, como recordamos que fue la de S. José y muy parecida la de todos los santos. Pero sobre todo en la vida eterna que a todos nos espera. Escucharon su pala-bra que nos dice: “os aseguro que cuan-to hicisteis con uno de estos mis her-manos más necesitados, conmigo los hicisteis”. Jesús en el juicio definitivo nos asegura que todo lo que hagamos a los que nos necesitan, se lo hacemos a Él y tendrán una recompensa incom-parable con la que nos da el mundo, si vivimos mal, pues no olvidemos que es uno y precisamente el primero, de los enemigos del alma. Bien alimenta-das con la palabra del Señor que siem-

pre debe llevarnos a Él se veían traba-jar con mucha alegría atendiendo a los enfermos, ancianos, necesitados... haciendo a veces lo que otras personas no quieren hacer ni por todo el dine-ro que le ofrezcan. Vivían en una casi-ta tan pequeña e incómoda para ellas que eran altas, que tenían que andar encorvadas y para aprovechar el esca-so espacio tenían la cocina en la esca-lera... Una de ellas pasados varios años marchó a Angola, donde había gue-rra y un hambre espantoso, por lo que encontraba personas muertas con fre-cuencia. Y a la otra hermana que mar-chó después a misiones, no le fue tam-poco más fácil. Como pueden imaginar, de religiosas así les podía contar muchas más pero ya no pue-do. Sólo quiero agradecer de corazón una vez más, a la M. Abadesa y comu-nidad, la alegría y la felicidad que allí encontré. Fue muy completo todo, pues fueron a verme unos sobrinos a los que quiero mucho y al final estu-ve con ellos en sus casas y me hicieron fotos y les envío esta en la que estoy con las dos más pequeñas. Hasta la próxima, si Dios quiere.

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la noticia

Sta. Misa en Acción de Gracias por la vida y entregade nuestro Padre Fundador

Leocadio Galán,en el XXIII Aniversario de su muerte

Invitamos a toda la Familia Formacionista a participar con en esta santa misa, el día 27 de enero, a las 17:30 horas de la tarde, en la Capilla de la Casa Madre de Alcuéscar.

Pila bautismo de la Parroquia de Calamonte donde fue bautizado el P. Leocadio el 2 marzo de 1910