María nos invita a la santidad... Vivamos el Año de la fe con María

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Hoy más que nunca queremos dejarnos guiar por María, nuestra madre y nuestro auxilio, en el camino de la santidad y de la gra- cia, para combatir la astucia del maligno que indice a los cora- zones al pecado, para perdición de los hombres. María nos lla- ma a ser apóstoles y portadores de la luz de la fe y del amor de Dios para aquellos que viven en tinieblas y en sombras de muer- te. Con Ella todos podemos ver a su Hijo, adorarlo y vivir en el amor y en la paz. “Por la fe María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería Madre de Dios en la obediencia de su en- trega (cfr. Lc 1,38). En la visita a Isabel entonó su canto de ala- banza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (cfr. Lc 1,46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único Hijo, manteniendo intacta su virginidad (cfr. Lc 2,6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (cfr. Mt 2,13-15). Con la misma fe, siguió al Señor en su predicación y permaneció con Él hasta el Calvario (cfr. Jn 19,25-27). Con fe María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos sus recuer- dos en su corazón (cfr. Lc 2,19-51), los trasmitió a los Doce reunidos con Ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (cfr. Hch 1,14; 2,1-4)” (Benedicto XVI, Porta fidei, 13) Como Asociación de María Auxiliadora, el Año de la Fe, toca muy de cerca nuestra identidad, sabiendo que D. Bosco ha fundado la Asociación con el objetivo de defender y difundir la fe en el pueblo de Dios a través de la de- voción a la Auxiliadora. Algunas sugerencias que proponemos a todos los socios y grupos Seguir las catequesis de los miércoles de S. S. Benedicto XVI que tratan este tema. Promover el rezo del Rosario. Con el Rosario, nos dejamos guiar por María, modelo de fe, en la medi- tación de los misterios de Cristo, y día tras día nos sentiremos animados a asimilar el Evangelio, de modo que vayamos configurando a ellos nuestra vida. Recemos el Rosario personalmente, en familia y en gru- po, en la escuela de María, que nos conduce a Cristo, centro vivo de nuestra fe. Pongamos la intención particular de rezar por el don especial de la fe en toda la Iglesia y en particualr por quien vive lejos de Mensaje mensual n. 11 2012 María nos invita a la santidad y a la vida de gracia. Vivamos el Año de la fe con María, bienaventurada por haber creído 24 de novembre de 2012

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Hoy más que nunca queremos dejarnos guiar por María, nuestra

madre y nuestro auxilio, en el camino de la santidad y de la gra-

cia, para combatir la astucia del maligno que indice a los cora-

zones al pecado, para perdición de los hombres. María nos lla-

ma a ser apóstoles y portadores de la luz de la fe y del amor de

Dios para aquellos que viven en tinieblas y en sombras de muer-

te. Con Ella todos podemos ver a su Hijo, adorarlo y vivir en el

amor y en la paz.

“Por la fe María acogió la palabra del Ángel y creyó en el

anuncio de que sería Madre de Dios en la obediencia de su en-

trega (cfr. Lc 1,38). En la visita a Isabel entonó su canto de ala-

banza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se

encomiendan a Él (cfr. Lc 1,46-55). Con gozo y temblor dio a

luz a su único Hijo, manteniendo intacta su virginidad (cfr. Lc

2,6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para

salvarlo de la persecución de Herodes (cfr. Mt 2,13-15). Con la

misma fe, siguió al Señor en su predicación y permaneció con

Él hasta el Calvario (cfr. Jn 19,25-27). Con fe María saboreó los

frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos sus recuer-

dos en su corazón (cfr. Lc 2,19-51), los trasmitió a los Doce

reunidos con Ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo

(cfr. Hch 1,14; 2,1-4)” (Benedicto XVI, Porta fidei, 13)

Como Asociación de María Auxiliadora, el Año de la Fe,

toca muy de cerca nuestra identidad, sabiendo que D. Bosco ha

fundado la Asociación con el objetivo de defender y difundir la fe en el pueblo de Dios a través de la de-

voción a la Auxiliadora.

Algunas sugerencias que proponemos a todos los socios y grupos

Seguir las catequesis de los miércoles de S. S. Benedicto XVI que tratan este tema.

Promover el rezo del Rosario. Con el Rosario, nos dejamos guiar por María, modelo de fe, en la medi-

tación de los misterios de Cristo, y día tras día nos sentiremos animados a asimilar el Evangelio, de modo

que vayamos configurando a ellos nuestra vida. Recemos el Rosario personalmente, en familia y en gru-

po, en la escuela de María, que nos conduce a Cristo, centro vivo de nuestra fe. Pongamos la intención

particular de rezar por el don especial de la fe en toda la Iglesia y en particualr por quien vive lejos de

Mensaje mensual

n. 11 2012

María nos invita a la santidad y a la vida de gracia. Vivamos el Año de la fe con María, bienaventurada por haber creído

24 de novembre de 2012

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Dios y no cere en Él

Tener una hora de adoración eucarística al mes en espíritu de reparación, pidiendo por la conversión de

los corazones y la santificación de los sacerdotes.

Cada socio, preferentemente de acuerdo con el confesor o director espiritual, elija un punto sobre el

que trabajar para recorrer un sincero camino de conversión, escogiendo un gesto penitencial que le ayude a

vivirlo con fidelidad y perseverancia, dando frutos de verdadera conversión, como recuerda S. Ambrosio:

“debemos dar futor interiores, frutos de pureza, de armonía, de caridad y de amor, dentro del seno de la

Iglesia, para que el viento no nos haga daño, el granizo no nos hiera, el ardor de la pasión no nos abrase, y

el agua de las tormenta no nos anegue”.

La figura de María nos guía en el camino. Este camino, en palabras de Benedicto XVI, podrá pare-

cernos un caminar por el desierto; somos conscientes de que tenemos que recorrerlo llevando con nosotros

solamente lo esencial: el don del Espíritu, la compañía de Jesús, la verdad de su palabra, el pan eucarístico

que nos alimenta, la fraternidad de la comunión eclesial, el ardor de la caridad. Es el agua del pozo que ha-

ce florecer el desierto. Y, al igual que en el desierto, las estrellas se hacen más luminosas, de igual modo,

en nuestro camino, brilla con mayor fuerza la luz de María, estrella de la nueva evangelización, a quien

esperanzados nos confiamos” (Del mensaje del Sínodo sobre la nueva evangelización).

Expresamos nuestra entrega confiada a María con la bellísima oración de S. Bernardo, que podemos

recitar juntos en el rezo del Rosario, en este Año de la Fe.

¡Mira a la estrella, invoca a María!

Tú que en la inestabilidad continua de la vida presente, te das cuenta de que andas sacudido por las tem-

pestades sin un lugar seguro en que apoyarte, mira fijamente el resplandor de esta estrella si no quieres

ser arrollado por la tempestad.

Si se levanta la tempestad de las tentaciones y temes estrellarte en los escollos de la tribulación, ¡mira a la

estrella, invoca a María!

Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia, de la envidia,

¡mira a la estrella, invoca a María!

Si la cólera, la avaricia, la sensualidad de tus sentidos quieren hundir la barca de tu espíritu, que

tus ojos vayan a esa estrella: ¡invoca a María!

Si ante el recuerdo desconsolador de tus muchos pecados y de la severidad de Dios, te sientes ir hacia

el abismo del desaliento o de la desesperación, lánzale una mirada a la estrella, e invoca a la Madre de

Dios.

Si turbado por la multitud de tus pecados, confundido por la fealdad de tu conciencia, espantado por el

terrible pensamiento del juicio, estás a punto de caer en el escollo de las tristezas y en el abismo de la de-

sesperación, ¡piensa en María!

María esté siempre en tu boca y en tu corazón.

Y para estar más seguro de su protección no te olvides de imitar sus ejemplos.

Siguiéndola no te pierdes en el camino.

Implorándola no te desesperarás!

Pensando en Ella no te descarriarás .

Si Ella te tiene de la mano no te puedes hundir.

Bajo su manto nada hay que temer.

Bajo su guía no habrá cansancio,

y con su favor llegarás felizmente al Puerto de la Patria Celestial!

(S. Bernardo)

Sr. Lucca Tullio, Presidente

Don Pierluigi Cameroni SDB, Animador espiritual

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3. La fe y la Iglesia (Don Roberto Carelli)

Después de haber puesto en claro que la fe no es

extraña al mundo de la religión ni de la razón, sino

que tiene el poder, por su relación con Jesucristo,

Hijo de Dios y verdad del mundo, de hacer al hom-

bre más religioso y razonable, en esta tercera cate-

quesis descubriremos que la fe no es en primer lua-

gar un hecho individual, sino esencialmente ecle-

sial. En contra del sentir común, que reduce la fe a

una creencia subjetiva o condicionameinto cultural,

la fe crsitiana, basada en la fiabilidad y racionabili-

dad de la Palabra de Dios, hunda sus profundas raí-

ces en la historia de un pueblo llamado por Dios a

ser luz de todas las naciones.

Recorriendo los motivos por los que no se

puede creer sin la Iglesia, el primero es de orden

general y se refiere al modo de ser de Dios y del

hombre. Puesto que Dios es en sí mismo comunión

y amor, el hombre, creado a su imagen y semejanza,

sin los otros no puede hacer nada, ni existir, ni conocer, ni amar. La identidad del hombre se constituye y se desar-

rolla en las relaciones, en aquellas a quienes está desde el principio confiado y en aquellas otras a quienes poco a

poco se confía. El modo de percibir de una persona, su bagaje de conocimientos y sentimientos, todos su deseos y

convicciones, los valores que profesa y aquellas cosas por la que daría su vida, son, ante todo, herencias familiares,

culturales, civiles y religiosas. Para el hombre creer es algo normal, lo contrario no, y sin duda alguna son más las

cosas de las que se fía que aquellas de las que se asegura.

Puesto que el hombre no existe sin los otros, y siempre en el orden del don y de la fe –aquí tenemos un segun-

do motivo por el que la fe nunca es un “yo creo”, sin que sea también un “nosotros creemos” – la teología cristiana

siempre ha defendido que existen diversos modos de conocer, y todos ellos legítimos. Se conoce por evidencia empí-

rica (constatación de los hechos) o por evidencia lógica (rigor del razonamiento), pero, especialmente en las cosas

importantes de la vida, aquellas que se relacionan con el corazón, se conoce también por testimonio, es decir, por la

autoridad competente y honesta de los demás: como decía el Card. Newman, “creer es, esencialmente, aceptar una

verdad que nuestra razón no puede alcanzar, basándose en un testimonio”. En este sentido la fe no es una forma de

conocimiento débil, sino la más apropiada a todo aquello que es verdaderamente humano.

Tanto es así –tercer motivo que explica la socialidad de la fe- que la revelación de Dios, puesta como funda-

mento de la fe ha tomado la forma de alianza con un pueblo, y se ha realizado en una historia de salvación atesti-

guada por la Escritura, transmitida por los Profetas y los Apóstoles (cfr. Ef 2,20), y enraizada, ante todo y después de

todo, en la historia de Jesús, el “testigo fiel y veraz”, totalmente fiable por ser elegido por Dios como principio de la

creación, primogénito de los resucitados y Señor de la historia (Ap 1,5 y 3,14). Dicho de otro modo, precisamente

porque Dios es Dios, misterio de amor, en sí mismo inaccesible, la fe pasa a través de muchas mediaciones históri-

cas, personales y colectivas, de Su santidad. Por esto reconocemos a Abrahán como “padre de todos los creyen-

tes” (Rom 4,11-18) y por esto, María, al “haber creído en el cumplimiento de la Palabra de Dios” es proclamada

“bienaventurada” (Lc 1,45). Si la fe no puede no ser eclesial, es porque la revelación de Dios, es siempre objeto de

traditio, de transmisión viva y pesonal: ha sido confiada a la predicación de los Apóstoles, a los escritos de los Evan-

gelistas, al testimonio interior del Espíritu, a la custodia autorizada del Magisterio (CIC 74-78). Por ello la fe no es

nunca puramente subjetiva, sino siempre “testimoniada”, en el doble sentido del término de “puesta en un te-

xto” (Escritura) y “testimoniada con la vida” (Tradición): “La fe cristiana no es una religión del Libro. El cristiani-

smo es la religión de la Palabra de Dios, no de un verbo esrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo” (CIC 108).

Como ha repetido insistentemente Benedicto XVI en un reciente discurso a los Catequistas sobre el tema de la

nueva evangelización – y esta es la cuarta consideración sobre la imposibilidad de creer en solitario- la fe es, al mi-

smo tiempo, un hecho personal y un hecho social: “Es cierto que la conversión es ante todo, un acto personalísimo,

Itinerario formativo 2012-2013: La gracia de la fe

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es personalización. Pero la verdadera personalización es también y siempre una nueva y más profunda socialización.

El yo se abre de nuevo al tú, en toda su profundidad, y así nace un nuevo nosotros... No se puede evangelizar con

solas palabras: el evangelio crea vida, crea comunidad en camino; una conversión puramente individual no tiene

consistencia”. En efecto, el Catecismo, inmediatamente después del artículo dedicado al “yo creo”, dedica un artícu-

lo entero al “nosotros creemos” (CIC 166-175). Allí se pone muy bien de manifiesto que la fe, como libre respuesta

del hombre a la iniciativa de Dios que se revela, es sin duda, un acto personal, “pero no es un acto aislado”. Nadie

puede creer solo, como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí

mismo. El creyente ha recibido la fe de otro y debe transmitirla a otro” (CIC 166), Pasaje verdadermante espléndido:

la analaogía entre el nacimiento a la fe y a la existencia nos aclara perfectamente que la fe es una generación de fe,

una transmisión de vida nueva, de conocimeinto nuevo, de amor nuevo. La fe es el acto bautismal que nos hace na-

cer a Dios y al mismo tiempo nos hace miembros de la Iglesia.

Se desprenden de aquí un par de consecuencias que ayudan a interiorizar el carácter eclesial de la fe y disuadir

a los jóvenes de la tentación de entender la fe como una decisión arbitraria, fruto de emociones momentáneas o de

razonamientos apresurados, de malos ejemplos o de conformismo. Con razón el Papa ha puntualizado que “la Igle-

sia es el primer sujeto de la fe. En la fe de la comunidad cristiana cada uno recibe el bautismo, signo eficaz de la

entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvación” (Porta fidei, 10). En otras palabras, lo que Dios ha

suscitado en Cristo es ante todo la comunidad creyente de la Iglesia, y es aquí donde todo hombre puede creer. Tener

acceso a la fe es, pues, insertarse en la fe de la Iglesia, creer es un acto personal, pero no individual, libre, pero no

arbitrario, íntimo, pero no privado. Y si todo esto es verdad, entonces la Iglesia no solo es el espacio de la fe, sino

que es también la Madre y la Educadora de la fe. También sobre esto, citamos un precioso artículo del Catecismo:

“la Iglesia es la primera que cree, y así conduce, alimenta y sostiene mi fe. La Iglesia es laprimera que, en todas par-

tes, confiesa al Señor, y con ella y en ella somos impulsados y llevados a confesar también... La salvación viene solo

de Dios; pero puesto que recibimos la vida de la fe a través de la Iglesia, esta es nuestra Madre... Porque es nuestra

Madre, es tambén Educadora de la fe” (CIC 168-169). Vale ciertamente para la fe, cuanto expresa la famosa senten-

cia de san Cipriano: “No puede tener a Dios por Padre, quien no tiene a la Iglesia por Madre”.

Recordamos finalmente que la eclesialidad de la fe no empaña la referencia a Dios, sino que la hace posible

y la enriquece. La posibilita porque el acto de fe, aún cuando pase a través de la escucha de la Palabra, la celebra-

ción de un sacramento o el encuentro con un testigo, en definitiva siempre se dirige a Dios y realiza una efectiva

experiencia con Él. Muy certera es, pues, la afirmación de Santo Tomás: “el acto de fe del creyente no acaba en el

enunciado, sino que alcanza la realidad” Por otra parte, el carácter eclesial de la fe es una riqueza para la misma fe,

porque la santidad de la Iglesia es el mayor testimonio de cuanto Dios quiere hacer en la vida de los hombres y mu-

jeres que confían en Él. ¿Cómo vivir estas ideas durante este mes? Proponemos algunos interrogantes personales

y una sugerencia comunitaria.

1.- Pregúntese cada uno. ¿Qué es para mí la fe, una convicción solitaria o una profesión pública? ¿Cómo vivo la fe:

solo, como familia, comunidad, pueblo? ¿Cómo cultivo mi fe: quizá me muevo todavía entre muchas dudas y obje-

ciones? ¿Soy superficial en el conocimiento de las verdades de la fe y negligente en mi formación? ¿Cómo rezo: de

modo espontáneo o solamente formal? ¿Hago mía la oración de la Iglesia? ¿Me dirijo a Dios por mí mismo o por

medio de María y de los Santos, de los hermanos y hermanas? ¿Me muestro agradecido con todos aquellos que rezan

y se sacrifican por mí? ¿Rezo y me sacrifico yo por los demás?

2. Conviene que nuestras comunidades tomen conciencia de que la fe es algo hermoso, rico y profundo, y que funda-

mentalmente debe ser profesada y celebrada: no madura por la acumulación de conocimientos y la observancia de

las leyes, sino alimentando la mente y el corazón mediante actos de alabanza y de acción de gracias especialmente

litúrgicos, y testimoniándola ante los demás con la valentía de la palabra y el humilde servicio.

La hoja puede leerse en el siguiente sitio :

www.admadonbosco.org/index.php?lang=es

y: www.donbosco-torino.it/

Para cada comunicación se puede dirigir a la siguiente dirección

de correo electrónico :[email protected]

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Crónica de familia

FILIPINAS – PASAY. CONGRESO REGIONAL. El 15 de septiembre de 2012, los grupos de ADMA han ce-

lebrado el Congreso Regional de Pasay en San Juan Nepomuceno en Malibay, Pasay City. Participaron los

grupos siguientes: San Juan Nepomuceno, Maria Consoladora de los Afligidos, Sto. Niño y María Auxilia-

dora, San Judas, Auxilium, Santa Maria Mazzarello, Parroquia de San Ildefonso, Immaculada Concepción,

los miembros del Consejo nacional y los animadores espirituales: Sor Carina Chavez, nueva animadora

FMA, y P. Nestor C. Impelido, SDB. Después de un breve y enjundioso discurso del P. Impelido, se pre-

sentó el “sueño de los nueve años” de D. Bosco, leído, profundizado y meditado. Siguió un momento de

cambio de impresiones reflexionando sobre algunos aspectos de la historia del “sueño de los nueve años”

que pueden orientar a los miebros de ADMA en su compromiso, en su incidencia en la vida de cada uno,

en sus proyectos personales y familiares y en sus relaciones, porque, al igual que D. Bosco fue guiado por

María en sus empresas, también los miembros de ADMA serán guiados por Ella en el camino recto. El en-

cuentro ha sido particularmente agradable por haberse desarrollado el día de la Virgen de los Dolores. La

misa fue presidida por P. Impelido y estuvo acompañado por once miembros de los grupos de Pasay que

ese día dieron su nombre a la Asociación (Junifer).

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TORINO - VALDOCCO XXII GIORNATA MARIANA

El domingo, 13 de octubre de 2012, en un clima de alegría y en la presencia sentida de María, la Asocia-

ción de María Auxiliadora, con la participación de unas 300 personas, ha vivido la XXII Jornada Mariana,

centrada en la presentación, por parte de D. Pierluigi Cameroni, de la Carta de Identidad carismática de

la Familia Salesiana. Siguió un serie de testimonios y experiencias presentadas de forma viva y juvenil:

desde la historia de la conversión y de las canciones del cantante Roberto Bignoli con la coreografía de las

jóvenes de la comunidad Shalom, a la presentación de ADMA Juvenil de Turín; de la participación de las

familias ADMA en el Congreso Mundial de las familias de Milán, a la presentación del itinerario formati-

vo del año por D. Roberto Carelli. Al atardecer, en el santuario de María Auxiliadora, después del rezo del

Santo Rosario, tuvimos una concelebración eucarística presidida por D. Pietro Mellano, ecónomo de la

Circunscripción Piemonte-Valle d’Aosta. En el curso de la mismma 42 personas de ADMA Primaria, de

Mornese, de Ivrea, de Nave (Brescia) y de la comunidad Shalom de Palazzolo S/O (Brescia), se adhirtieron

a la Asociación. En esta celebración se quiso inaugurar solemnemente , como ADMA, el Año de la fe,

recordando que D. Bosco fundó y promovió la Asociación de María Auxiliadora con el propósito de defen-

der y sostener la fe del pueblo de Dios.

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RUMIA (POLONIA) - CORONACIÓN DEL CUADRO

DE MARÍA AUXILIADORA

Il 12 ottobre de 2012, mons. Sławoj Leszek

Głódź, arzobispo de Gdańsk, ha presidido la cere-

monia de la coronación del cuadro de María Auxi-

liadora de la igelsia de Rumia, objeto de profunda

devoción en el lugar. Los salesianos de la Inspecto-

ría “San Adalberto”, los miebros de la Familia Sa-

lesiana y los devotos de María Auxiliadora estaban

esperando este momento desde hacía 12 años. La

solemne ceremonia tuvo lugar con ocasión del 75º

aniverssario de la llegada de los Salesianos a Ru-

mia, en la Pomerania. Asistieron a la celebración

los inspectores D. Marek Chmielewski, de Piła, y D. Sławomir Łubian, de Varsovia, algunos antiguos pár-

rocos de la iglesia, los sacerdotes originarios de la parroquia, representantes de las autoridades locales,

miembros de la Familia Salesiana y un gran número de fieles y devotos de María procedentes de toda Po-

lonia y del extranjero. La misa fue concelebrada por 116 sacerdotes. Las coronas, -semejantes a las del

cuadro de María Auxiliadora de Turín- han sido proyectadas por un conocido artista de Gdańsk, Mariusz

Drapikowski. Representan ex-votos con los que los sacerdotes, parroquianos y el mismo artista han queri-

do expresar su agradecimiento a María por las muchas gracias recibidas. El mismo cuadro de María Auxi-

liadora es ya de por sí un ex-voto: fue encargado por los Salesianos de Rumia a D. Władysław Sułecki un

artista de Jaroslaw, y ofrecido por los obreros de una peletería local, milagrosamente ilesos del derrumba-

miento de una pared del complejo, todavía en construcción, en la que estaban reunidos. La ceremonia de la

coronación, ha sido un manifestación de la gran devoción de los fieles a la imagen ante la que rezan reci-

cbiendo continuas gracias de curaciones, conversiones, descubrimiento de la propia vocación o liberación

de dependencias varias.

Acojemos con gozo a los nuevos grupos de Pindamonhangaba (Brasil- San Paolo) con 70 socios, erigi-

do el 24 de septiembre de 2012 y de Comodoro Rivadavia (Argentina) erigido el 5 de agosto de 2012.

Potenza (Italia). Nuovas

adhesiones el 31 de mayo

de 2012 con el Presidente

Sr. Rocco Pecoraro y el

párroco D. Italo Sammar-

ro.

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Porto Novo Benin

Napoli Vomero – D. Alfonso Napolitano, Párroco de

la parroquia Sacro Cuore di Gesù y nuevo animador

espiritual de ADMA, que sucede a D. Mario Cipriani

que ha desarrollado con entusiasmo este ministerio

durante diez años.

Ispectoria FMA “Virgen del

Camino” (España): 80

miembros de ADMA peregrinan

a Valverde del Camino para orar

ante la Beata Eusebia Palomino y

al Rocío