“ Mas la hora viene , y ahora es , cuando los verdaderos adoradores adoran al Padre…” Juan 4.23 1. La relación de un adorador con Dios es: íntima (No se puede adorar a alguien que no se conoce) Personal constante Perseverante Es una de sumisión ( “YARE”) De servicio ( “ABAD”) Y reverencia

1. Yare = Reverente , Sumisión.

Cuando adoramos a Dios, debemos hacerlo con temor reverente en el corazón.

Todo lo que hagas en adoración debes hacerlo con temor santo. La adoración con reverencia o temor a Dios , es una actitud interna y

correcta hacia El. “Esta es la verdadera adoración”

2. Abad= Adorar cuando servimos a Dios, es la misma palabra que se usa para :ministrar, servicio y adoración. La verdadera adoración es expresar el servicio a Dios no solamente en las

reuniones de adoración, sino en la vida diaria. “ y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.” Lucas 2.37

Sumisión-Servicio-Reverencia= adoración verdadera

2. Adoración con todo nuestro ser: Espíritu Alma Cuerpo

Cuando alabamos y adoramos a Dios, nuestro cuerpo, mente, y voluntad, emociones y espíritu le alaban, dando como resultado una adoración hermosa y verdadera.

“Alegraos, oh justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza.”

Salmos 33.1

3. Las razones correctas Hay mucha gente adorando a Dios por las razones incorrectas. Nuestro

enfoque no debe ser como adoramos o el método que usamos, sino porque lo hacemos.

Dios merece nuestra adoración por lo que es y por lo que ha hecho. Dios requiere nuestra adoración porque:

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 1 Pedro 2.9

Adoramos a Dios para su placer. Cuando adoramos a Dios por las razones correctas, el resultado es que

podemos disfrutarlo a El verdaderamente.

4. Una Actitud no una actividad. Adorar a Dios con una actitud correcta de corazón, una actitud de sumisión

y humildad; con una actitud de siervo, de respeto y reverencia, hacen la verdadera adoración. La actividad de adorar cualquiera la puede hacer, es algo mecánico.

5. Odio hacia la falsa adoración, a cualquier otro Dios y a cualquier desviación de la lealtad al verdadero Dios. Cuando un adorador genuino ve algo ficticio o nota que se le alaba con

mediocridad siente una gran molestia.

6. Una pasión y un anhelo continuo de estar en a presencia de Dios. “Bendeciré a Jehová en todo tiempo;

Su alabanza estará de continuo en mi boca”. Salmos 34:1

El verdadero adorador exalta: En todo tiempo ( a todas horas del día) En y fuera de la iglesia Con música o sin música En derrota o en victoria Con dinero y sin dinero Enfermo o sano Triste o contento Casado o soltero

Tiene un anhelo continuo y pasión de adorar en publico en privado y en cualquier circunstancia.

La verdadera adoración es un estilo de vida

La adoración hacia lo incorrecto es igual que idolatría. La adoración o actitud incorrecta es igual a religiosidad. La adoración sin integridad en la vida diaria es igual a hipocresía.

“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”. Juan 4:23

El Fuego extraño es una adoración que tiene dos características: 1. Dios no la demandó 2. Es nacida de la rebeldía a la autoridad.

“Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló”.

Levítico 10:1-3

Una de las prioridades de un ministro de alabanza es saber como oír la voz de Dios y como desatarla al pueblo.

Dios desea comunicarse con su pueblo Cuando la voz profética se desata, Dios manifiesta su presencia. La voz de Dios en un servicio de adoración puede ser escuchada:

1. A través de una canción 2. El sonido de un instrumento 3. Una danza 4. Una palabra profética 5. La predica y la enseñanza de la palabra 6. Un cántico 7. Un salmo 8. Un himno

“¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.” 1 Corintios 14 :26 Es imposible tener adoración profética sin oír la voz de Dios. Algunas manifestaciones de la Voz de Dios:

1. La voz de Dios es capaz de matar a un hombre “y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive. Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos.”

Deuteronomio 5.24,25

2.La voz de Dios destruye y dispersa a nuestro enemigos. “Y tronó desde los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó. “ 2 Samuel 22:14-15

3. La voz de Dios se manifiesta en lo apacible. “El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? “ 1 Reyes 19:11-13

4. La voz de Dios hace estremecer los cielos y la tierra.

“ Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.”

Joel 3.16

Dios ruge cuando interviene en una batalla, cuando enfrenta a nuestros enemigos.

Hay tres medios por los cuales Dios se revela y se comunica con su pueblo. 1. Sentir : una precepción o intuición espiritual del Espíritu Santo en

nosotros que no tiene nada que ver con lo físico o carnal, es un testimonio interior.

El espíritu del hombre se divide en tres partes, las mismas que son utilizadas por el Espíritu Santo para hablarnos.

1. Intuición 2. Comunión 3. Conciencia

Pablo tuvo un testimonio en su espíritu. “Salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.” Hechos 20.23 Jesús tuvo un sentir en su Espíritu

“Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?” Marcos 2.8

2. Oír: Este tampoco es físico sino espiritual, a veces es tan real que parece que alguien te esta hablando.

Dios le hablo a Samuel y él aprendió a reconocer su voz. “Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: !!Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.” 1 Samuel 3.10 3. Ver: Esto es cuando el Señor nos abre el mundo espiritual, y podemos ver

imágenes mentales, visiones y sueños. “Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.” Juan 1.47,48

Eliseo y su siervo vieron el mundo espiritual. “Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.” 2 Reyes 6.17 Esteban vio los cielos abiertos

“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.” Hechos 7.55-56