Más que pan

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AREA: TRABAJO Módulo: 1.1. – El profesional y su vocación Unidad: 1.1.1. - El trabajo en la sociedad contemporánea Autor: I. Rosier Lectura: “América Latina exige algo más que pan”. Datos Bibliográficos: El pueblo no cree más en promesas, Cuadernos Latinoamericanos, Carlos Lohlé, Buenos Aires, Apéndice I I. América latina exige algo más que pan Si llamo la atención sobre lo negativo de nuestra civilización actual, lo hago, sobre todo, porque vivimos en un gran momento de la historia, en el cual los menos favorecidos están emancipándose en gran escala. Con todos nuestros planeamientos, ¿debemos dejar que esta gente pase por las absurdas circunstancias que hemos sufrido en carne propia? Se habla de reformas sociales. Realmente me alegraría que las capas más bajas de la sociedad alcancen una existencia más digna de seres humanos. Pero, ¿qué reformadores se han dado cuenta de las consecuencias psíquicas y espirituales de las reformas materiales que se procuran? ¿No sería posible que estos intentos de emancipación se realizaran de una manera más completa y madura? Si se le enseña a la gente a leer y escribir, y se le da una formación profesional, ¿por qué no darles también las líneas que les permitan vivir auténticamente en nuestro tiempo y en el futuro? La autenticidad existencial ¿no tiene valor ni derechos dentro de nuestro progreso material? Quisiera reflexionar sobre esto. El hombre no vive sólo de pan, y me parece muy simplista suponer que, con el mejoramiento de las circunstancias materiales, sobrevendrán por si mismos el espíritu y la felicidad. ¿Qué espíritu? ¿El de la alienación existencial? Teniendo ante mí el libro de Fromm, Psicoanálisis de la sociedad contemporánea, quiero hacer notar el fenómeno de que el mundo occidental está sufriendo un proceso que a primera vista parece alienar a los hombres de los valores auténticos de la vida, sin que sepamos hasta qué punto esa alienación es un fenómeno pasajero que puede llevar a una mayor maduración del hombre. l. ALIENACION A causa de los modernos medios de transporte y de comunicación, el aislamiento local, regional y nacional ha sido quebrado. No se puede realizar un control aduanero del éter. No sólo en la actualidad penetra todo el mundo en la mentalidad de todos, sino que esa mentalidad también se transforma a causa de una nueva manera de producir y de un nuevo tipo de mercado, los que han perdido su carácter local. Ahora que el mundo se está transformando en una sociedad cosmopolita, ocurre como si la gente debiera perder sus valores personales y se viera empujada a convertirse en seres anónimos. Los artesanos, que creaban sus artículos para un grupo relativamente pequeño de clientes conocidos, están desapareciendo. El consumidor se está haciendo cada vez más pasivo en el mercado del comercio. Tiene que conformarse con lo que se le ofrece en el comercio, sin muchas posibilidades de poder expresar sus propios deseos. Por otra parte, la variedad de artículos es tan grande que la fantasía creadora del consumidor casi no tiene ya razones de existir. La relación personal del productor con sus productos y del consumidor con el mercado ha disminuido mucho y ha llevado a una debilitación de la propia vida y la propia personalidad. 2. ALIENACIÓN DEL TRABAJO La producción en masa que se realiza en los Estados Unidos se ha hecho ya una realidad en Europa y en América latina. Pero todavía no está claro cómo superará la sociedad moderna el anonimato que es su consecuencia, o cómo evitará la enajenación vital que la acompaña, dentro de las reformas y los planes económicos y de desarrollo de América latina. Recalcándolo mucho, dice Erich Fromm: “La moderna empresa de negocios descansa sobre su balance. No puede apoyarse sobre la observación concreta y directa que le bastaba al artesano para calcular sus utilidades. Materias primas, maquinara, costos de mano de obra y ganancia pueden expresarse en el mismo valor moneda, haciendo así comparables todas esas cosas y aptas para aparecer en la ecuación del balance. Todos los incidentes econ6micos tienen que ser estrictamente cuantificables, y sólo el balance, la confrontación exacta de los procesos económicos cuantificados en cifras, dice al director si está dedicado, y en qué medida, a una actividad provechosa, o sea, acertada. 1

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  • AREA: TRABAJOMdulo: 1.1. El profesional y su vocacinUnidad: 1.1.1. - El trabajo en la sociedad contemporneaAutor: I. RosierLectura: Amrica Latina exige algo ms que pan.Datos Bibliogrficos: El pueblo no cree ms en promesas, Cuadernos Latinoamericanos, Carlos Lohl, Buenos Aires, Apndice I

    I. Amrica latina exige algo ms que pan

    Si llamo la atencin sobre lo negativo de nuestra civilizacin actual, lo hago, sobre todo, porque vivimos en un gran momento de la historia, en el cual los menos favorecidos estn emancipndose en gran escala. Con todos nuestros planeamientos, debemos dejar que esta gente pase por las absurdas circunstancias que hemos sufrido en carne propia? Se habla de reformas sociales. Realmente me alegrara que las capas ms bajas de la sociedad alcancen una existencia ms digna de seres humanos. Pero, qu reformadores se han dado cuenta de las consecuencias psquicas y espirituales de las reformas materiales que se procuran? No sera posible que estos intentos de emancipacin se realizaran de una manera ms completa y madura? Si se le ensea a la gente a leer y escribir, y se le da una formacin profesional, por qu no darles tambin las lneas que les permitan vivir autnticamente en nuestro tiempo y en el futuro? La autenticidad existencial no tiene valor ni derechos dentro de nuestro progreso material? Quisiera reflexionar sobre esto. El hombre no vive slo de pan, y me parece muy simplista suponer que, con el mejoramiento de las circunstancias materiales, sobrevendrn por si mismos el espritu y la felicidad. Qu espritu? El de la alienacin existencial?

    Teniendo ante m el libro de Fromm, Psicoanlisis de la sociedad contempornea, quiero hacer notar el fenmeno de que el mundo occidental est sufriendo un proceso que a primera vista parece alienar a los hombres de los valores autnticos de la vida, sin que sepamos hasta qu punto esa alienacin es un fenmeno pasajero que puede llevar a una mayor maduracin del hombre.

    l. ALIENACIONA causa de los modernos medios de transporte y de comunicacin, el aislamiento local, regional y

    nacional ha sido quebrado. No se puede realizar un control aduanero del ter. No slo en la actualidad penetra todo el mundo en la mentalidad de todos, sino que esa mentalidad tambin se transforma a causa de una nueva manera de producir y de un nuevo tipo de mercado, los que han perdido su carcter local. Ahora que el mundo se est transformando en una sociedad cosmopolita, ocurre como si la gente debiera perder sus valores personales y se viera empujada a convertirse en seres annimos. Los artesanos, que creaban sus artculos para un grupo relativamente pequeo de clientes conocidos, estn desapareciendo. El consumidor se est haciendo cada vez ms pasivo en el mercado del comercio. Tiene que conformarse con lo que se le ofrece en el comercio, sin muchas posibilidades de poder expresar sus propios deseos. Por otra parte, la variedad de artculos es tan grande que la fantasa creadora del consumidor casi no tiene ya razones de existir. La relacin personal del productor con sus productos y del consumidor con el mercado ha disminuido mucho y ha llevado a una debilitacin de la propia vida y la propia personalidad.

    2. ALIENACIN DEL TRABAJOLa produccin en masa que se realiza en los Estados Unidos se ha hecho ya una realidad en Europa y

    en Amrica latina. Pero todava no est claro cmo superar la sociedad moderna el anonimato que es su consecuencia, o cmo evitar la enajenacin vital que la acompaa, dentro de las reformas y los planes econmicos y de desarrollo de Amrica latina. Recalcndolo mucho, dice Erich Fromm:

    La moderna empresa de negocios descansa sobre su balance. No puede apoyarse sobre la observacin concreta y directa que le bastaba al artesano para calcular sus utilidades. Materias primas, maquinara, costos de mano de obra y ganancia pueden expresarse en el mismo valor moneda, haciendo as comparables todas esas cosas y aptas para aparecer en la ecuacin del balance. Todos los incidentes econ6micos tienen que ser estrictamente cuantificables, y slo el balance, la confrontacin exacta de los procesos econmicos cuantificados en cifras, dice al director si est dedicado, y en qu medida, a una actividad provechosa, o sea, acertada.

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  • Esta transformacin de lo concreto en abstracto se ha desarrollado mucho ms all del balance y de la cuantificacin de los incidentes econmicos en la esfera de la produccin. El hombre de negocios moderno no slo trata con millones de dlares, sino tambin con millones de clientes, miles de accionistas y miles de trabajadores y empleados; todas estas personas son otras tantas piezas de una mquina gigantesca, que tiene que ser controlada y cuyos efectos hay que calcular; a lo ltimo, cada hombre puede ser representado como una entidad abstracta, como una cifra, y sobre esta base se calculan los incidentes econmicos, se prevn las tendencias y se toman decisiones.1

    Lo que dice aqu Erich Fromm es una corriente muy evidente en la sociedad moderna occidental. No se puede afirmar sin ms que la tcnica por s misma y necesariamente mate la vida personal, pero si que est en camino de hacer del hombre algo annimo. Ella puede transformar al hombre en una vctima de la civilizacin moderna, en lugar de que ste sea su amo y seor. Inconscientemente, este paso hacia lo mensurable de la industria moderna y del mercado de comercio se ha extendido demasiado hacia el territorio de los objetos materiales y el terreno del comercio. En especial en los Estados Unidos de Norteamrica, existe una tendencia a valorar a las personas como encarnaciones del valor del dinero. Se habla, por ejemplo, de un conferenciante que vale cien dlares. Y tambin se suele or eventualmente que alguien ha hecho una promocin beneficiosa, pues antes slo vala cincuenta dlares. Uno de mis amigos encarg a Europa algunos vitrales y crey que los podra introducir sin pagar derechos aduaneros, ya que se trataba de obras de arte y el arte est libre de impuestos de ingreso al pas. Pero debi pagar. La aduana le hizo saber que el arte comienza en un metro cuadrado. No s si se es un hecho de carcter local o si se trata de una norma general en los Estados Unidos. Pero en todo caso, all se expresa muy a menudo tanto el valor de una persona como del arte, por medio de cifras.

    3. FUERA DE TODA MEDIDA HUMANAPero el proceso de abstraccin tiene races mucho ms profundas de las que he sealado hasta ahora,

    races que se remontan al comienzo mismo de los tiempos histricos modernos, donde todo marco de referencia concreto, ha sido desconectado del proceso de la vida. Hasta antes del siglo diecinueve, la naturaleza y la sociedad no haban perdido todava su carcter concreto y preciso. El mundo natural y social del hombre era todava manuable, tena caracteres y contornos claros. Pero como consecuencia del pensamiento cientfico, y con la disolucin de las seguridades tradicionales, junto a los descubrimientos tcnicos, este carcter y esta precisin estn en camino de desaparecer. Baste recordar las nuevas ideas cosmolgicas, la fsica terica, la msica atonal y el arte abstracto. Hablamos acerca de que millones de personas han sido muertas, de que una tercera parte de la poblacin ser borrada de la superficie de la tierra si se desata una tercera Guerra Mundial. Hablamos de miles de aos luz para dar las distancias interplanetarias, nos ocupamos de viajes espaciales y de satlites artificiales. Diez mil personas trabajan en una sola fbrica y son muchas las ciudades en las que viven centenares de miles de personas. Las magnitudes con las que nos confrontamos son cifras y abstracciones; superan en mucho las fronteras de las posibilidades de tener una experiencia concreta. Mientras nuestros ojos, nuestros odos y nuestros dems sentidos slo reciben impresiones en proporciones apenas humanas, nuestra idea del universo ha perdido justamente esa propiedad; ya no responde a las dimensiones humanas.

    La ciencia, el comercio, la poltica, la administracin y la burocracia han perdido en gran parte los fundamentos y las proporciones que nos hacen sentirnos humanos. Vivimos entre cifras y abstracciones. El hombre est cada vez ms arrebatado de si mismo por fuerzas que l mismo ha descubierto o creado. Y en este caos, piensa, calcula y trabaja con abstracciones que estn cada vez ms lejos de la vida concreta.

    4. LA HUIDA HACIA LO IMPERSONALLa tecnificacin del trabajo y del mundo ha provocado en mucha gente de nuestra poca un fenmeno

    psquico que llamamos alienacin. Esta moderna alienacin es una acentuacin de lo que Heidegger denomina la huida del hombre de su propia autorrealizacin. El existencialista alemn no se ocupa tanto de nuestro tiempo como del hombre en s mismo y como tal, que tiene la tendencia a huir de su propia autenticidad hacia lo impersonal, lo que hace todo el mundo. Esta enajenacin existencial es, en si misma, un fenmeno notable. Creemos que la cultura y la civilizacin, tal como son interpretadas por la opinin pblica, determinan el desarrollo del ser humano. Pero, considerado desde otro punto de vista, el desarrollo del hombre como ser social significa en alto grado una disminucin de su propia autenticidad. Esta limitacin de la autenticidad personal por la opinin pblica y por lo que denominamos civilizacin, est acentuada en estos momentos por la tecnificacin del mundo.

    1 E. Fromm, op. cit., pgs. 97-98.2

  • Esta alienacin de uno mismo, como consecuencia de la tecnificacin del trabajo y del mundo, es, segn Fromm, una experiencia en la que el hombre se siente a s mismo como extrao. Se ha hecho esclavo de las tensiones del mundo del cual l mismo forma parte; esclavo de sus relaciones, esclavo de su trabajo. Ya casi no se siente como el centro de su propio mundo, como creador de sus propios actos. Ms bien es tal que sus actos y las consecuencias de stos se han transformado en los seores del hombre, seores a los que debe obedecer y a los que adora. La ciencia se ha hecho duea y seora de la naturaleza, del trabajo y del mundo. Se podra creer que por medio de la ciencia es el hombre mismo quien domina al mundo. Pero no es cierto. El hombre se ha convertido en vctima de su propia creacin. La persona humana, que sufre de enajenacin ntima, no tiene ya contacto consigo misma, como tampoco lo tiene con otras personas. Como otros compaeros de su especie, el hombre se experimenta a si mismo como se experimentan las cosas: a travs de los sentidos y con un enfoque prctico pero sin relaciones creativas consigo mismo y con el mundo que lo rodea.

    La tcnica en la produccin y en el consumo no es lo nico que ha alienado al hombre de si mismo. La burocratizacin de la administracin y la planificacin de las reformas de desarrollo han llevado al mismo resultado. La enajenacin ha penetrado hasta en las relaciones del hombre con su trabajo, con las cosas de las que disfruta, con el Estado, con sus semejantes y consigo mismo. El hombre moderno ha creado un mundo de cosas que en realidad se ha convertido en un si mismo, y adems, ha creado un mecanismo social complicado para dominar el mecanismo tcnico que l ha producido. Pero esta creacin, que puede denominar suya, ha crecido y lo ha superado. Ya no se siente como el creador o como el centro de todo eso, sino que se experimenta como un empleado al servicio de un autmata, un autmata que ha hecho con sus propias manos.

    5. UN MATIZHago nuevamente este anlisis, basndome en Fromm. Pero quisiera agregar matices a esta imagen

    de la influencia de la tcnica, de la burocratizacin y de la planificacin que Fromm nos presenta; un matiz que me parece necesario a causa de los diversos sectores que forman parte del mundo occidental. Tengo la impresin de que la alienacin mas fuerte de los valores personales se halla en Estados Unidos de Norteamrica. Y de ello se ocupa Fromm en primera instancia. Europa, en cierto sentido, ha sabido oponer una resistencia a esta influencia enajenadora moderna, porque su poblacin tiene una madurez mental mayor a causa de toda la historia del continente. En Europa se posee un talento muy matizado para disfrutar de la vida pese a todas las influencias que amenazan con la nivelacin. Cuando digo pese a todas las influencias que amenazan con la nivelacin, acepto tambin que estas influencias son una realidad con todas las tensiones que ello implica. La planificacin de la tcnica, de la produccin y del consumo tiene en Amrica del Norte una interpretacin distinta a la europea. Mientras en Estados Unidos se piensa en dimensiones pragmticas, donde tiene mucha aceptacin el lema it pays, en Europa se piensa desde principios humanitarios. Aqu se asimilan los resultados de la tcnica moderna y de la ciencia, sobre todo la direccin mediante planificacin de la vida social, para hacer de la vida del hombre algo que resulte lo ms humano posible. La planificacin del bienestar social no hubiera sido posible sin sacrificar buena parte de la libertad personal. Este ha sido el destino de la parte anglosajona de Europa. El ambiente latino ha sabido oponer hasta el momento mejor que otras partes del mundo occidental, una viva resistencia a la mentalidad de llevar todo a lo abstracto y mensurable.

    Quisiera repetir aqu lo que dije antes: as como el medio anglosajn ha sacrificado la libertad personal a la eficiencia social, as el medio latino ha sacrificado la eficiencia social a la libertad personal. El individualismo latino se mantiene en contra de las modernas planificaciones tal como se ha sabido sostener ante todas las legislaciones posibles a lo largo de la historia.

    Donde la planificacin de la vida es ms escasa, es mayor el nivel de vida personal. Esto ocurre al menos en el ambiente latino. Los latinos seleccionan el uso de la tcnica moderna segn su propio gusto, que, en general, es refinado.

    Lo que digo aqu respecto al ambiente latino de Europa, vale tambin para las clases altas de Amrica latina. El gran problema de la alienacin existencial como consecuencia de la tcnica moderna y de todos los planes de desarrollo, se hace an ms urgente cuando se trata de la gran masa de los menos favorecidos de Amrica latina. La unin de esa gente con la naturaleza podr superar la influencia de la enajenacin, o Latinoamrica se transformar en una copia del pueblo norteamericano? Sinceramente, esto ltimo me parece poco probable. Pero, por otro lado, podemos plantear la siguiente pregunta: Quin deber proteger al pueblo ignorante de las nocivas consecuencias del as llamado progreso moderno La naturaleza misma? La naturaleza del proletariado norteamericano sin mucha cultura no ha protegido al pueblo de la alienacin existencial, aunque con ello no quiero decir que a su tiempo no haga sentir sobre ella su fuerza.

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  • 6. CURAR LA MISERIA CON OTRA MISERIA?Es claro que el progreso tiene consecuencias que se parecen mucho a los efectos psquicos de la

    miseria material. Respecto al progreso, podemos decir que el trabajo tecnificado se ha convertido en una especie de rutina inconsciente, en la medida en que los que realizan los planes cientficos y los directores del proceso laboral han despojado al obrero de su derecho de pensar libremente y de moverse en libertad. Se est negando la vida, se esta dejando de lado la necesidad de ser amo y seor de s mismo y del trabajo propio. Al talento creador le queda poco espacio para moverse. La curiosidad espiritual y la independencia de las ideas estn siendo encadenados. La consecuencia inevitable de todo esto es la apata o el espritu destructor, la regresin psquica, dice Fromm. Se expresa en trminos un poco fuertes, tanto que su descripcin casi parece una caricatura de la realidad. Pero hasta donde tiene razn, me pregunto si no se podr decir lo mismo de aquellos ambientes de miseria extrema. Tambin all la vida realmente humana se ve negada. All tampoco se tiene en cuenta la necesidad de ser amo y seor de si mismo y del trabajo propio. El talento creador no tiene posibilidades de desarrollarse. Apenas es posible que se desenvuelva en forma mnima la independencia de ideas. Y tambin la apata, o el espritu destructivo, la regresin psquica constituye un fenmeno que acompaa a la frustracin existencial. Pero si las consecuencias psquicas de la miseria son iguales a las de la plena tecnificacin cmo se puede curar una miseria con la otra?

    Dejemos por ahora de lado la problemtica de la emancipacin de la poblacin pobre. La alienacin existencial en las as llamadas capas civilizadas de la poblacin no es menos alarmante. Tomemos como ejemplo el papel del director de una fbrica. Est tan alienado por sus productos como los obreros, quienes nunca alcanzan a tener en sus manos el resultado de su trabajo en su totalidad. El director, al igual que el obrero, y como todo el mundo, est ante gigantes impersonales: competencia gigantesca, un mercado nacional y mundial gigantesco, un consumo gigantesco, todos los cuales deben ser aguijoneados y manejados; gigantescos sindicatos y un gobierno tambin gigantesco. Todos estos gigantes, por decirlo as, tienen una vida propia y son ellos los que determinan la actividad del director y le dan una direccin a su trabajo y al de los obreros y empleados.

    7. BEBEMOS ETIQUETASEl problema del director nos pone frente a uno de los fenmenos ms significativos de una cultura

    enajenada: la burocratizacin. Tanto la administracin de las grandes empresas como las del propio gobierno, estn realizadas por los burcratas. Los burcratas son especialistas en la administracin de cosas y personas. A causa de la magnitud del aparato que debe ser administrado y a causa de la abstraccin que la acompaa, en general la relacin de los burcratas con las personas es de una alienacin total. Estas personas que deben ser administradas, son objetos, con los cuales se relacionan los burcratas de una manera absolutamente impersonal, sin amor y sin odio. El director, en cuanto burcrata, no debe sostener ningn sentimiento respecto a sus actividades: debe manejar a la gente como si fuesen cifras o cosas.

    El proceso del consumo es tan enajenante como el de la produccin. El dinero hace que el comercio sea neutral. Los productos son adquiridos no por aquellos que los necesitan, ni menos an por los que tienen mayor capacidad, talento o derechos de poseerlos, sino por aquellos que pueden pagar los artculos. Los que necesitan libros no suelen disponer, a menudo, del dinero necesario para adquirirlos, y los que los compran suelen hacerlo por esnobismo, y las ms de las veces no los leen. Con dinero compramos lo que queremos. Pero la pregunta es sta: Qu queremos? Casi no hay nada en la existencia humana que no est bajo la influencia de una u otra fuerza organizada. Comenzando por el gusto, todo est bajo la presin de la propaganda. La propaganda continua y sistemtica puede hacer creer a la gente lo que se le ocurra. As dice Fromm: Bebemos etiquetas; con una botella de Coca-Cola bebemos la imagen de una hermosa muchacha que la toma en el cartel de propaganda; bebemos el slogan de la pausa que refresca; bebemos la gran costumbre de los norteamericanos.

    Lo que menos bebemos es lo que reclama nuestro gusto. Nuestro consumo debiera ser una actividad concretamente humana, en la cual nuestros sentidos, nuestras necesidades orgnicas y nuestro gusto esttico se vieran comprendidos; en otras palabras, en nuestro consumo debemos estar comprometidos nosotros mismos, como seres humanos concretos, susceptibles, sensitivos e inteligentes. Nuestro consumo debera ser una experiencia plena de sentido.

    En todas las civilizaciones, el gusto personal ha estado sujeto a la moda, pero posiblemente la propaganda de la moda no ha sido nunca tan fuerte como ahora. Como consecuencia de la tcnica propagandstica se es experimentado por la industria del consumo. La iniciativa personal y el gusto propio son reducidos a un mnimo. Inclusive existen manuales acerca de la manera de ser eficiente, acerca de cmo lograr amigos y cmo amar.

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  • 8. ALIENADOS POR LO QUE CONSUMIMOSExiste an otro aspecto de la enajenacin en las cosas que consumimos o utilizamos. Estamos

    rodeados por cosas, cuya naturaleza y origen no conocemos por completo. El telfono, la radio, el tocadiscos y todos los dems aparatos complicados, son para nosotros casi tan misteriosos como lo seria para el miembro de alguna civilizacin primitiva. Sabemos cmo debemos usar estas cosas, es decir, qu botn debemos apretar, pero no sabemos cul es el principio que las hace funcionar, fuera de algunos trminos vagos que nunca aprendimos en la escuela. Inclusive existen cosas que no descansan en principios cientficos tan difciles y que sin embargo son igualmente extraas a muchas personas. Muchos no saben cmo se hace el pan, cmo se teje una tela, cmo se construye una mesa o cmo se fabrica el vidrio. La gente consume como produce, sin una relacin personal concreta con los objetos que maneja. Vivimos en un mundo de cosas y la nica relacin que tenemos con ellas, es que sabemos utilizarlas o consumirlas.

    Actualmente, el hombre vive en la seduccin de comprar cosas, cada vez ms cosas, mejores y, sobre todo, cosas nuevas. Est vido de consumo. La actividad de comprar y consumir se ha convertido en una actividad coercitiva e irracional, una finalidad en si misma, que a menudo tiene poco que ver con el uso o el goce de lo que se compra o se consume. Todo el mundo suea con las ltimas novedades, el ltimo modelo de lo que aparece en el mercado, y el verdadero goce de poder usarlos es de un inters absolutamente secundario.

    La orientacin hacia lo receptivo, que termina en un continuo recibir, engullir, tener siempre algo nuevo, por as decirlo, vivir siempre con la boca abierta, es una de las caractersticas de la actual mentalidad occidental en los ambientes con cierto bienestar material. En Estados Unidos de Norteamrica, esta disposicin receptiva se ha transformado en una suerte de mana. No se trata de un fenmeno exclusivamente norteamericano. Con alguna diferencia en la intensidad, encontramos lo mismo en todas las regiones del mundo occidental. Esta actitud pasiva y receptiva, en lugar de inspirar las fuerzas creadoras del hombre, lleva ms bien a una parlisis espiritual. El contenido de lo que se consume psquicamente est adems completamente fuera de la vida real y no tiene mucho que ver con los valores autnticos de la existencia humana. Son encarnaciones de sueos y deseos, los que sirven de compensacin a la dureza de la vida, pero que justamente por eso conducen a una especie de circulo vicioso. Las utpicas compensaciones hacen que se sienta cada vez ms la dureza de la vida concreta. Los problemas de la vida no se solucionan de esta manera sino que buscan un escape en ms compensaciones excntricas. Nosotros mismos somos testigos del alarmante fenmeno de la gente que, viviendo en la ms grande de las miserias, no buscan su emancipacin en la creacin de circunstancias vitales ms dignas de un ser humano sino en la compra de una radio o de un televisor, antes de estar en condiciones de lograr una vivienda decente o lo necesario para comer. El lujo se ha combinado con chozas.

    Antes de seguir con una nueva cita de lo que Erich Fromm considera una deformacin de la civilizacin occidental, quiero situar su anlisis unilateral pero realista en un marco ms positivo, acerca del cual me he ocupado al principio de esta exposicin. La tcnica moderna no es s1o una cuestin de produccin y consumo alienantes, sino que ofrece tambin una ampliacin de la comunicacin, la informacin y la educacin, cuyo resultado aporta consigo una enajenacin de los valores tradicionales, pero tambin una toma de conciencia acerca de lo relativo de muchas opiniones y conductas. Esta percepcin de la relatividad opera positivamente y despierta un anhelo cuya inspiracin vital es, en ltima instancia, positiva y trascendental. Si me he permitido esta breve interrupcin de los datos y consideraciones que entresaco de la exposicin de las ideas de Fromm, lo he hecho con el propsito deliberado de que la imagen total de mi argumentacin no quede varada en el pesimismo de Fromm, pesimismo que aflora en sus opiniones y cuya fuerza y relatividad son en gran parte evidentes por si mismas, pero que pueden pasar inadvertidas al lector.

    9. LEYES INCONTROLABLESContinuando a grandes rasgos su pensamiento, quisierais sealar con Fromm la tendencia de la

    sociedad actual hacia un goce pasivo. Los partidos de ftbol, el cine, los diarios, las revistas, los libros, el paisaje, las reuniones sociales, todas estas cosas son consumidas de la misma manera abstracta y alienante, al igual que los artculos que se compran. En la medida en que el medio del hombre moderno le ofrece ms artculos de lo que denominamos la civilizacin moderna, en esa misma medida el pblico es menos libre de disfrutar de la industria de esta civilizacin, Su gusto es manejado como la propaganda de los bienes que compra. La consecuencia es que desea ver y or lo que se le obliga a ver y or. La diversin se ha convertido en una industria. Se estimula el consumo hacia la compra de diversiones de la misma manera como se lleva a la gente a comprarse ropa o zapatos. El turista estadounidense, con su cmara fotogrfica, es un importante smbolo de una relacin con el mundo enajenada. Como est constantemente ocupado en tomar fotografas, en realidad no ve nada si no es a travs de su cmara. La cmara ve por l, y el resultado de su viaje de diversi6n es una coleccin de instantneas que suplantan una experiencia que hubiera podido tener, pero que en realidad

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  • no tuvo.El hombre moderno no slo est alienado por el trabajo que realiza y por las cosas y diversiones que

    consume. Tambin est alienado por las fuerzas sociales que determinan nuestra convivencia, alienado por la vida de todos los que estn determinados por una conducta masiva.

    El simple hecho de que estemos dominados por leyes sobre las que no podemos ejercer un control y que ni siquiera lo necesitan, es una de las expresiones ms notables de la alienacin. Somos los creadores o descubridores de nuestras estructuras econmicas y sociales, y, a la vez, no queremos saber nada, consciente y entusiastamente, de lo que es la responsabilidad, y nos confiamos, esperanzados o preocupados, en lo que traer el porvenir. Nuestras propias actividades forman parte de las leyes que nos dominan, pero estas leyes estn mucho ms all de nosotros mismos y nosotros somos simplemente sus esclavos. El Estado gigante y todo el moderno sistema econmico apenas estn bajo el control del hombre. Funcionan por cuenta propia y sus jefes son como aquel que monta a caballo sin riendas. Se sienten orgullosos de poder mantenerse sobre la montura, si bien no estn en condiciones de dominar al animal.

    10. RUTINA Y CONDUCTA INVISIBLENo nos podemos formar una idea clara de la naturaleza de la moderna alienacin si no traemos a

    colacin un aspecto especifico de la vida moderna; la rutina y la represin de los problemas ms fundamentales de la existencia humana. Aqu estamos ante un problema universal de la vida. El hombre debe ganarse su pan cotidiano, y sta es una tarea ms o menos absorbente. Debe ocuparse de las innumerables exigencias de la vida diaria, que cuestan tiempo y esfuerzos, y est penetrado de cierta rutina que le es necesaria para poder cumplir con sus tareas. En consecuencia, estructura el orden social, oportunidades, costumbres e ideas, que lo ayudan a realizar aquello que es impostergable y a poder vivir en medio de su prjimo con un mnimo de roces. Es propio de cualquier cultura la creacin de un mundo artificial, hecho por el hombre mismo, pero que se impone al mundo natural en que vive el hombre. Esta eficiencia artificial puede ser importante, pero pese a ello el hombre slo se puede realizar sinceramente cuando mantiene contacto con los datos ms fundamentales de su existencia, esto es, cuando conoce el encanto del amor y de la solidaridad, y cuando puede experimentarlos del mismo modo que el trgico hecho de su soledad y del carcter fragmentario de su existencia. Si est dominado totalmente por la rutina y por todas las pequeas obligaciones artificiales de la vida, si ya no est en condiciones de ver otra cosa que la apariencia artificial del mundo, aunque el hombre mismo lo haya creado y adaptado a la opinin pblica, perder el contacto real con el mundo, y no estar en condiciones de experimentar el verdadero significado de ese mundo y menos an de vivirse el hombre a s mismo autntica y sinceramente.

    En todas las culturas podemos comprobar el conflicto entre la rutina y el deseo o el intento de retornar a los valores originales de la existencia humana. Una de las funciones del arte y de la religin es la de sostener ese deseo de autenticidad. Pero tambin a este respecto nos podemos preguntar hasta qu punto el arte llega a penetrar al pueblo y hasta dnde el arte est sujeto a la nivelacin de la moda. Lo mismo vale para la religin. Hasta dnde el sentido religioso del pueblo es capaz de dar inspiracin a las instituciones religiosas transformadas en rutina?

    Lo impersonal que caracteriza a esta poca se ha extendido tambin a la manera en que se experimenta la autoridad. Mucho en nuestra conducta responde no tanto a una autoridad clara y concreta sino a una autoridad annima, invisible, enajenada. En muchas situaciones no hay nadie que d rdenes, ni una persona, ni una idea. Las leyes de la autoridad annima son tan invisibles como las leyes del mercado de comercio. Invisibles y no escritas. Pero no por eso son menos inviolables.Quin puede atacar algo invisible? Quin puede rebelarse en contra de nadie?

    11. SIEMPRE CON LA BOCA ABIERTAQueda todava otro aspecto de nuestro sistema econmico, la necesidad del consumo en grandes cantidades, que desempea un papel importante en el origen del carcter masivo del hombre moderno. A lo que se alude aqu es al principio, muy comn en la actualidad, de que todo deseo debe ser satisfecho inmediatamente. Ninguna aspiracin puede ser frustrada. Esto ultimo parece muy importante. Y sin embargo, la satisfaccin de todos los deseos conduce finalmente a una paralizacin y destruccin de la personalidad. Si no debo diferir y postergar mis deseos, no tengo ni los as llamados conflictos ni dudas, no necesito tomar decisiones, nunca estoy solo conmigo mismo, pues siempre estoy ocupado, ya sea con mi trabajo o con mis diversiones. No es necesario que me conozca a mi mismo pues estoy constantemente absorbido por mi ansia de placer. Soy un sistema de deseos y de satisfacciones. Debo trabajar para satisfacer mis deseos y stos estn constantemente estimulados y orientados por la maquinaria de la economa moderna. En su mayor parte mis deseos son

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  • artificiales. Divertirse consiste sobre todo en la satisfaccin que proviene de consumir y digerir artculos de comercio, paisajes, alimentos, bebidas, cigarrillos, personas, libros, filmes, etctera. Todo es digerido, tragado y engullido. El mundo es un gran objeto de nuestro apetito de placer: una gran manzana, una gran botella, o, expresado en trminos psicoanalticos, el mundo es un gran seno materno. Mucha gente se parece a los lactantes, a seres que buscan continuamente con impaciencia y con hambre; seres que tienen siempre esperanza de algo y que se sienten siempre decepcionados.

    Cmo no se van a sentir defraudados, si su crecimiento no pas ms all del seno materno, si nunca fueron destetados, si no son otra cosa que bebs grandes, si no han sido capaces de superar su orientacin receptiva? No se trata aqu de la insatisfaccin existencial del hombre, ni de la experiencia de estar vivo en este mundo, siendo demasiado grande para el mundo, ni de que todas las vivencias felices son slo fragmentaras. Se trata del fenmeno de que los talentos creadores del hombre han sido paralizados y frustrados por el confort que le brinda la tcnica moderna.

    12. SUPERAR LA EMBRIAGUEZSi consideramos la calidad del pensamiento del hombre alienado, es sorprendente ver cmo se ha

    desarrollado su inteligencia y cmo, a la vez, su comprensin intelectual est en decadencia, segn seala Erich Fromm. Pese al hecho de que todo el mundo lee los diarios cotidianamente y con toda devocin, hay una gran carencia de comprensin por lo que significan realmente los sucesos narrados. Es como si la mayor parte de la gente supiera el cmo pero no el porqu. Esta comprobacin no est desmentida por el hecho de que a la vez viven en nuestro medio personas de una capacidad intelectual fuera de lo comn, cuyo pensamiento es tan profundo y poderoso como pocas veces se ha dalo en la historia humana. Y tampoco el debilitamiento espiritual que ya hemos sealado se ve contradicho por el hecho de que se puede rastrear en la generacin joven un deseo de retornar a los autnticos valores de la vida. Los factores negativos en la crisis cultural de aquellos que llevan una vida determinada en gran parte por la tcnica moderna, despiertan una fuerte reaccin, la que, segn mi opinin, puede significar la iniciacin de un grandioso perodo de la historia humana.

    Con respecto a la alienacin del hombre frente a los valores autnticos de la existencia humana, he utilizado varias veces las observaciones de Erich Fromm. Lo he hecho, porque pienso que sus consideraciones, pese a su unilateralidad, son muy reales. Y justamente, hasta donde son reales, constituyen tambin una alarma. No una alarma slo para aquellos que son las vctimas de esta alienacin, sino tambin para los que se esfuerzan por hacer llegar los as llamados beneficios de la tcnica moderna a aquella gente que hasta ahora ha vivido en subdesarrollo material y tcnico muy cerca de la cautivante fuerza de la naturaleza.

    Si bien Erich Fromm toma como punto de partida a las Estados Unidos de Norteamrica no podemos negar que en menor o mayor medida estos mismos fenmenos aparecen tambin en otras civilizaciones y estn presentes en todo el mundo occidental. Personalmente creo, sin embargo, que se puede comprobar que la naturaleza autnticamente humana es ms fuerte que las fuerzas degenerativas de la tcnica moderna. Opino que esta por surgir un nuevo tipo humano, cuya personalidad ser ms madura que lo que ha mostrado la historia hasta el momento, a medida que el hombre moderno est en condiciones de superar la embriaguez del primer encantamiento de la tcnica y de la apertura del mundo de nuestros das.

    13. QUE ES LA FELICIDAD?En la imagen total de lo que he sealado anteriormente, debe incluirse tambin un anlisis de lo que

    muchos de nuestros contemporneos consideran la felicidad humana. En la alienacin de la verdadera felicidad, se ha verificado, segn Fromm, la ms profunda transformacin de todoslos dems aspectos, vitales juntos.

    Qu se quiere sealar con la palabra felicidad? Posiblemente, en la actualidad, la mayor parte de la gente respondera a esta pregunta diciendo que la felicidad consiste en la diversin, en pasar un momento agradable. La respuesta a la pregunta qu es la diversin? depende, por un lado, de la situacin econmica del individuo, y an ms, de su educacin y de la estructura de su personalidad. Pero las diferencias econmicas no son tan importantes como parece. Los momentos agradables de las clases altas son el modelo de diversin pura aquellos que no pueden pagrselos, pero que desean vehementemente esa posibilidad Entre tanto, los momentos agradables de las capas mas bajas, son una imitacin barata de los de la clase alta, y se diferencian de stas ms en el costo que en la calidad. Este fenmeno estadounidense comienza a extenderse tambin en Europa y asimismo en las clases bajas de las grandes ciudades latinoamericanas. Lo que indica que mucha gente se est emancipando en la direccin de una felicidad ficticia. En qu consisten la diversin y el entretenimiento? En ir al cine, en partidos de ftbol, en escuchar la radio, en mirar la televisin, en aventuras amorosas, en dormir los domingos hasta tarde y en viajar... para aquellos que se lo pueden permitir. Para usar

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  • otro trmino, en lugar de diversin y momentos agradables, podramos decir disfrutar, lo que para muchos es sinnimo de felicidad. Desde este punto de vista, podramos definir la felicidad como lo contrario de la tristeza o el sufrimiento. En realidad, el hombre medio ve la felicidad como una situacin espiritual libre de sufrimiento o tristeza. Pero hay un gran error en esta concepcin de la felicidad. Un hombre sincero que sabe vivir intensamente, no puede a menudo dejar de sentir tristeza o sufrimiento en su vida. Esto no proviene solo de la cantidad de sufrimiento innecesario, que es consecuencia de la imperfeccin de nuestra sociedad, sino que es inherente a la naturaleza misma de la existencia humana, pues es imposible afrontar la vida sin una considerable dosis de dolor. Al menos, es imposible, si alguien realmente vive. Como seres vivientes, debemos darnos cuenta, mediante la tristeza, de la distancia que existe entre nuestros deseos y lo que podemos alcanzar en nuestra corta vida.

    Teniendo en cuenta que la muerte nos ha sido dada con la vida, de modo que moriremos o antes o despus de nuestros seres queridos, y considerando adems que no podemos escapar de ver en torno nuestro un dolor inevitable y absolutamente intil, es necesario preguntar entonces cmo es posible eludir el sufrimiento. Podemos tener una gran fe y ser conscientes de que todo esto tiene un sentido misterioso. Podemos confiarnos en la providencia de Dios y en su bondad, pero esto no significa que a la vez no sintamos la tristeza y el dolor. En un nivel puramente natural, es aun ms comn. Slo es posible el esfuerzo por evitar la tristeza y el sufrimiento si disminuimos nuestra sensibilidad, nuestra simpata y nuestro amor; si endurecemos nuestro corazn y retiramos de los dems nuestra atencin y nuestros sentimientos.

    Si queremos mostrar la felicidad en contraste con su anttesis, debemos definirla en contraposicin no de la tristeza sino de la depresin.

    Qu es la depresin? Es la imposibilidad de sentir. Es una sensacin de estar muertos, aunque nuestro cuerpo tenga una vitalidad plena. Es una imposibilidad de sentir tanto la alegra como la tristeza. Una persona deprimida se sentira muy aliviada si pudiera experimentar tristeza. La situacin de depresin es justamente tan insoportable porque la persona afectada no est en condiciones de sentir nada: ni tristeza ni alegra.

    14. LA CONTRAPARTE DE LA FELICIDAD: EL ABURRIMIENTOSi intentamos definir la felicidad en contraposicin con la depresin, podemos decir que la alegra y la

    felicidad constituyen una situacin de intensa vitalidad que penetra todos nuestros esfuerzos por comprender al prjimo e identificamos con l. La felicidad es el resultado de una vida creativa y de la actuacin de nuestra capacidad de amar y de comprender, dones que nos unen al mundo. La felicidad consiste en nuestro contacto con lo ms profundo de la realidad, con Dios, en el descubrimiento de nuestro yo y de nuestra semejanza con los dems, as como tambin de nuestras diferencias respecto a ellos. La felicidad es un estado de intensa actividad interior y una sensacin de aumento de nuestra energa vital, que tiene lugar en nuestra relacin creativa con el mundo y con nosotros mismos. En la actitud de ser un simple consumidor, propia del hombre que est alienado de s mismo, no puede existir felicidad. La felicidad es una experiencia de plenitud vital. Es la satisfaccin de nuestras aspiraciones ms profundas. El hombre medio del mundo occidente moderno, que est en posesin de un notable bienestar material o ha sabido superar la miseria, puede disfrutar realmente de una buena parte de diversin o entretenimiento, pero pese a ello, en lo profundo de su ser, est deprimido, porque la convivencia oficial ha ahogado la satisfaccin de sus aspiraciones existenciales autnticas. Tal vez resulte ms claro si en lugar de decir deprimido usamos el trmino aburrido. En realidad no es mucha la diferencia entre ambos vocablos. Se trata slo de una diferencia de grado. El aburrimiento o hasto no es otra cosa que la experiencia de que nuestras capacidades creadoras estn paralizadas. Es una cuestin de falta de vida plena. Entre los dems males de la existencia, no hay otro que nos resulte tan repugnante como el aburrimiento, y, en consecuencia, hacemos todo lo posible para evitarlo.

    15. CMO PODEMOS ESCAPAR DEL ABURRIMIENTO?Podemos escapar al aburrimiento de dos maneras, ya sea siendo creativos en el pleno sentido de la

    palabra, en especial, viviendo intensamente en amor a Dios y al prjimo; o tambin, evitando las expresiones del aburrimiento. Esto ltimo es tpico del hombre promedio en nuestra sociedad contempornea, que est buscando constantemente diversiones y goces. Siente su depresin y aburrimiento, sobre todo cuando est solo consigo mismo o con las personas a las que est ms acostumbrado. Todo placer le sirve para huir de s mismo y del aburrimiento que lo amenaza, y lo hace a travs de varias vas de escape que le ofrece la cultura moderna. Esa misma persona que se siente sana desde el punto de vista de la sociedad actual, aparenta estar bastante enferma desde la perspectiva de los valores autnticos de la existencia humana y del cristianismo. Un cristiano debe caracterizarse por su capacidad de amar y de trabajar creativamente al servicio de Dios y de su prjimo.

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  • En la disposicin hacia Dios y hacia el prjimo, la finalidad de la vida es experimentar intensamente la existencia humana; nacer por completo y estar absolutamente despiertos. Esto significa que el hombre debe ser consciente y atestiguar la existencia de sus fuerzas reales, aunque sean limitadas. Tambin significa que debe estar en condiciones de gustar de la vida aunque a la vez tenga que aceptar la muerte sin pnico. Debe estar en condiciones de vivir su propia soledad y a la vez saberse unido con todos los dems hombres: tanto los del presente como los del pasado y el futuro. Un hombre espiritualmente sano, un verdadero cristiano, debe saber vivir en amor, con buen entendimiento y con fe, con confianza en la vida; en la suya propia y en la de su prjimo.

    Felizmente, los aspectos de la sociedad occidental que segn Fromm constituyen la causa de la alienacin vital del hombre, son solo parte negativa de la poca en que vivimos. Son aspectos que se concretan de diferente manera en Europa, en Estados Unidos y en Amrica latina. Pero estn presentes y no debemos cerrar nuestros ojos ante ellos, aunque personalmente preferira ms bien llamar la atencin sobre los rasgos positivos de nuestro tiempo y no ser tan exclusivamente negativista como Fromm, cuyo anlisis he intercalado en mi imagen total, porque experimento y acepto su realismo. Felizmente, la naturaleza humana es tan robusta que en medio de los elementos degenerantes podemos vislumbrar un fuerte impulso de inspiracin autntica, pleno de confianza en la existencia humana. Tal vez Fromm sea demasiado pesimista y yo, demasiado optimista. Sea como fuere, est surgiendo una poca nueva en la que el espritu humano se hace valer, contra todas las corrientes decadentes, con un impulso que corresponde a unos de los puntos ms altos de la historia humana.

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