MAYA, Margarita López. Las Insurrecciones de La Oposición

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CapÍtulo 1i Las insurreccioncs de la oposiciónl T Lr lrr, ha lregemónicc entro err rrnl rrrrpr a lase a finale5 dc 2001. Entre diciemble de ese aõo e inicios ale 2004, aclores sociales -v politicos que se opouían al proyecto eIl-Iergente representado por las fuerzas bolivarianas, tomaron la decisión de poner en prácti ca tácticas insureccionales con el objetivo de forzar la salicla del presidente Chávez de su car go de Ja manera más rápida posible. (lorno resultado, en abril de 2002 se desarrolló un golpe de Estado de eÍimero éxito y entre diciembre de 2002 y febrero de 2003 un paro general, que incluyó la paralización de la empresa estatal Pe tróleos de\ienezr"lela, S.4., Pdvsa, pol parte de su gerencia mayor, el cual también fracasó. En el primei'semestre de 2004, lâ sociedad se man'!y3 en vilo una vez n ás por la lr,lbulencia socicpolítica qnt' volviti ;r recmdeccrse dentro de la nueva estrategia do la oposición centrada en buscar 1a salida del Presidente por la vÍa cor.istitucional de rrn Refercndo Revocatorio. En ese tnarco, a finales de febrero, sr: clcsarrolló otra acción violenta: ei llamado "plan" u "opcración grrirIirrba". Irinalmente, el llcfcrendo Revocatorio presidenciai, rlue IIrl{r(rt)fuulocstábasadoen"LaluchaporelpoderenVenezuelaclr{rc200ly2004: ir( r,,r'\ \,r,slrirlIJ{ irs" í\4.rrgn.ita l.ópc? Ma),a) Ir()I1crn';ir p«'sertr(lâ fril:\ l iitl tltltittt,)th lht)tio "l listof iLt lteciente" Lle Clal§o (agosto, l0 11,20041 X4r)rrt{,vi r,iAnc,tRlr LóPf,zt1^YÀ 25,) tuvo lugar en agosto de 2004, fue favorablc al presiclento C11ávez. Con este evento, ia lucha hcgemónica alcanzó un nuevo estadio, al fortaleccrse decisivamente el proyccto sociopolÍtico del gobierno. Los múltiples fracasos de la oposición â lo largo de estc tiempo debilitaron sus fuerzas y legitimidad, dificultando la continuación de dichas prácticas, abriéndose a partir de entonces otra fass de la confiontación política distinta a la insurreccional. La lucha entre actores que se libró esos anos fue especialmen- te intensa y violenta por hallarse Ios actores polarizados e[ ópticas y objetivos percibidos como excluyentes. Los actores que lidelaron los polos de la confrontación venían ejerciendo una politica "de clase", es decir, manejando discursos y prácticas orientadas por lineamientos que reforzaban iclentidades y solidaridades acordes con sus niveles de ingreso, produciendo Ia colocación de sectores sociales olganizados de ingresos altos y medios predonlirallte- mente en el polo de la oposición, mientras los sectores populares en su mayorÍa se identificaban con el proyecto bolivariatttt tlr:l gobierno. En el desarrollo de estos aúos muchos actorcs st: litcloli organizando crecientemente, trar]s{ormando y/o períilanclo sLts identidades con más nitidez y evider.rciando un fortalecilrlicnto dt) la dimensión cie eÍicacia en sus acciotles. Eslo es especialnlCnt(j cierto entre diversos sectores populares, que a diferencia dc ios sectores medios, que venían en procesos de organización desde décadas anteriores, al comienzo del gobierno de Chávez se ca- racterizaban por deÍiciencias notabies en organizaciótr y tlina- mismo. Formaron parte de las ftterzas tle la oposiciólr insLllreccionada un conjunto muy diverso dI] orgíulizacioltcs socialcs y políticas cluc desdc inicios de 2001 fueron crccien(lo y clcsarrollittttlo ltna ai:ción común bajo la coordinación de ulla orgallizacií)r l)ill-ilÍittits llatna- da Ia "Coordinadora Democracia (lo ^(:(:ióll ( lívi( iI", llliis (:ollociLla como la Coor-dinadora I)omocriiti(lil ((:l) ) lllI (lislill{()§ tlloltll'lllos de esta lirse se alternarotl (listilltos il('lí)re, t'tt t'l litll'r'itzli'r tlI lrt CD: desdc cl sector enrpr(rsilriitl otliitttiz:lrlrr crt llt li'rlltllliotr rll

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Venezuela y chavismo

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CapÍtulo 1i

Las insurreccioncs de la oposiciónl

TLr lrr, ha lregemónicc entro err rrnl rrrrpr a lase a finale5 dc 2001.

Entre diciemble de ese aõo e inicios ale 2004, aclores sociales -v

politicos que se opouían al proyecto eIl-Iergente representado porlas fuerzas bolivarianas, tomaron la decisión de poner en práctica tácticas insureccionales con el objetivo de forzar la salicla delpresidente Chávez de su car go de Ja manera más rápida posible.(lorno resultado, en abril de 2002 se desarrolló un golpe de Estadode eÍimero éxito y entre diciembre de 2002 y febrero de 2003 unparo general, que incluyó la paralización de la empresa estatal Pe

tróleos de\ienezr"lela, S.4., Pdvsa, pol parte de su gerencia mayor, elcual también fracasó. En el primei'semestre de 2004, lâ sociedad se

man'!y3 en vilo una vez n ás por la lr,lbulencia socicpolítica qnt'volviti ;r recmdeccrse dentro de la nueva estrategia do la oposicióncentrada en buscar 1a salida del Presidente por la vÍa cor.istitucional

de rrn Refercndo Revocatorio. En ese tnarco, a finales de febrero,sr: clcsarrolló otra acción violenta: ei llamado "plan" u "opcracióngrrirIirrba". Irinalmente, el llcfcrendo Revocatorio presidenciai, rlue

IIrl{r(rt)fuulocstábasadoen"LaluchaporelpoderenVenezuelaclr{rc200ly2004:ir( r,,r'\ \,r,slrirlIJ{ irs" í\4.rrgn.ita l.ópc? Ma),a) Ir()I1crn';ir p«'sertr(lâ fril:\ Ií l iitltltltittt,)th lht)tio "l listof iLt lteciente" Lle Clal§o (agosto, l0 11,20041 X4r)rrt{,vi

r,iAnc,tRlr LóPf,zt1^YÀ 25,)

tuvo lugar en agosto de 2004, fue favorablc al presiclento C11ávez.

Con este evento, ia lucha hcgemónica alcanzó un nuevo estadio, al

fortaleccrse decisivamente el proyccto sociopolÍtico del gobierno.

Los múltiples fracasos de la oposición â lo largo de estc tiempo

debilitaron sus fuerzas y legitimidad, dificultando la continuación

de dichas prácticas, abriéndose a partir de entonces otra fass de la

confiontación política distinta a la insurreccional.

La lucha entre actores que se libró esos anos fue especialmen-

te intensa y violenta por hallarse Ios actores polarizados e[ ópticas

y objetivos percibidos como excluyentes. Los actores que lidelaron

los polos de la confrontación venían ejerciendo una politica "de

clase", es decir, manejando discursos y prácticas orientadas por

lineamientos que reforzaban iclentidades y solidaridades acordes

con sus niveles de ingreso, produciendo Ia colocación de sectores

sociales olganizados de ingresos altos y medios predonlirallte-

mente en el polo de la oposición, mientras los sectores populares

en su mayorÍa se identificaban con el proyecto bolivariatttt tlr:l

gobierno. En el desarrollo de estos aúos muchos actorcs st: litcloliorganizando crecientemente, trar]s{ormando y/o períilanclo sLts

identidades con más nitidez y evider.rciando un fortalecilrlicnto dt)

la dimensión cie eÍicacia en sus acciotles. Eslo es especialnlCnt(j

cierto entre diversos sectores populares, que a diferencia dc ios

sectores medios, que venían en procesos de organización desde

décadas anteriores, al comienzo del gobierno de Chávez se ca-

racterizaban por deÍiciencias notabies en organizaciótr y tlina-

mismo.

Formaron parte de las ftterzas tle la oposiciólr insLllreccionada

un conjunto muy diverso dI] orgíulizacioltcs socialcs y políticas cluc

desdc inicios de 2001 fueron crccien(lo y clcsarrollittttlo ltna ai:ción

común bajo la coordinación de ulla orgallizacií)r l)ill-ilÍittits llatna-

da Ia "Coordinadora Democracia (lo ^(:(:ióll

( lívi( iI", llliis (:ollociLla

como la Coor-dinadora I)omocriiti(lil ((:l) ) lllI (lislill{()§ tlloltll'lllos

de esta lirse se alternarotl (listilltos il('lí)re, t'tt t'l litll'r'itzli'r tlI lrt

CD: desdc cl sector enrpr(rsilriitl otliitttiz:lrlrr crt llt li'rlltllliotr rll

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),60 DIL VIEFNI]S NTíiRO AT REfÊRENDO HTIVOCÀIORIO

Cárn;rras clcl Colltercio y Ia produccilin IFedecámaras), que lide_ró las ptinteras acciones que desembocaron en el golpe cle Esta_do, hastil sectorcs de tecnócriitas pertenecientes a la gerencia dcPclvsa, clue jugaron un rol clave durante la Ilaralización de estaindustr-ia, pasando por el sindir:alismo rcpresentado en la CTV ytrabajadores públicos y organizaciones sociales constitllidas porsectores sociales de ingrcsos medios y altos, que se autoidcntifl_caban como "la" sociedad civil. A Io largo de la fase, no obstante,los medios privados de comunicación, como sector empresarialparticular, que actuó con altos niveles de cohesión entre sí, ejercióuna influencia determinante sobre las decisiones y acciones deeste polo. Usando su enorme poder mediático, trascendió su rolde mediador de infonnación para trastocarse en actor polÍtico dedecisiva ilfluencia dentro de la CD.

En el polo opuesto, las organizaciones polÍticas que apoya-ron al gobierno de Chávez fueron un conjuntô de partidos polí_ticos con poca institucionalización, como hemos descrito en ca_pítulos anteriores, que trataron a lo largo de estos aiios diversasÍbrnas de ahanza y coordinación, clesde el ',Comando ,1.áctico

clela Revolución" hírsta el "Comando Maisalttâ,,, este último creadocomo instrumento pala acometer las acciones necesarias ante elReferendo Revocatorio presidencial de agosto cle 2004. El partidonrás nunleroso era el MVIt, la otganización politica del presidente,

siguiendo el PP-f y otras organizaciones como el pCV MEq etc.Tnmbién (-,n estc polo so aglutinaron rrn abanico dc organiziicionessociales, princilralmente de sectores dc ingresos bajos y medios,que sc [ueron constituyendo de nauera creciente a lo Iargo de Iafase. Actuaban a veces pot.su cuenta, a veces coordinadas o articuladas a Ias estructuras partidarias o de coortlinación política.l:ntre ellas pucden mencionarse: círculos bolivarianos, comitésde tierras urbanas, organizaciones guardianas de pdvsa, organi,zaciones t1e buhoneros, coopcratiYas, sindicatos, h clase metliaefi p0\ííiuo, y ottos.

1I MARGARITA LOPEZ.\IÁtA

LA DIMENSIóN lNTTRNACIoNÁr- y N^ctoNÀt, lllll CoNlrl,l(lI.() vLNtizol-^Ní)

)(\l

Los hcchos dramáticos qtre sacudierou a la sociedad venczo-

lana tuvieton lugar en un escenario de crisis integral, que como ya

hemos seÍialado, respon.le talrto a un conjunto de determinaciones

nacionales como a condicionamientos vinculados con factores y

procesos que se han originado en Ios cambios ocurridos erl el ám-

bito internacional como produc[o de ]os procesos de gloilalización

neoliberal. La lucha hegemónica de la que estamos dando cuenta

se sucede en un contexto estrechamente vinculado a Ias transfor-

maciones del capitalismo de inicios del siglo )GJ.

En su dimensión internacional, se relaciona con los calnbios en

las relaciones de los países capilalistas cenúales con la perilêria, que

se visibilizalon desde fines de los anos 70, y que tuvieron en la "crisis

de la deuda', que asoló a

^mérica Latina en los aiios 80, Lrna dc strs

expresiones más dramáticas. La economía venezolanâ vivi<i, cottto ya

se analizó, suViernes Negro en 1983, cuando el Estaclo httbo tlt' t:ctrat

unos días el mercado de divisas y devaluar la moneda, cr)rlvirtiÚll(l(,

se en el cuarto país más endeudâdo del continente y accrltuaurdosc

el proceso de desorientación y estancamiento de su econonría. Âl

igual que Ia mayoría de los países latinoamericanos, los distintos

gobiernos venezolanos desde entonces fueron aplicando de manc-

ra heterodoxa u ortodoxÍr programas de rcajuste y ree§tructuración

econórnica, "paquetcs" que en«lntraron enormcs resistencias en las

fucrzas sociales y políticas del país. Tantc en I988 comc en 1933 y en

1998, los candidatos que alcanzaron 1a Presidcncia de la República

Io hicieron ofreciendo un modelo cconómico a[tineo]iberal como

salida de csta crisis. Sin embargo, sólo cl presidente Chávcz sostLlvo

er el tiempo su prornesa electoral, ysu gobicrno vicnc dcsalrollanclo,

como verernos luego, una propuesta cn varios asl)c(:tos altcrllativa a

las indicaciones recomendadas por las ag(lllcj{ls ill lcl Ilil(:iottillt:s tle

financiamiento a los paÍses fuertemcnto (lll(lcl l(lil(l{)s.

El proyecto polÍtico del presi(lcrl(('(llliiv('z y stt :lli'rtrzit tllfuerzas políticas, con todas stls collllittlit't iot tls, rlllrilirllttlcs l itt

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).62 I]E], V]ÊÍIÍJ!]S NIGRO ÃL REFERENDO RLVOCA']ONIO

consistclrcias, se ha orientado descle srrs iiricios por algunas con_cepciol)cs qLre contradicen er teoría, y en praxis social y politica,lít aloctrina ncoliberal, así como las relaciones de poder ntundialquc estc l)eI]samiento legitin]a. Sus lineas generalcs se expresanen la Constitlrción de 1999 y en el Plan dc Dcsarrollo Económico vSocial cle la Nación 2001-2007.

Ln sLl dimensión nacional, la crisis venezolana responde -comohenros reiterado a una causalidad compleja, que se ha tejido en ladini.-Imica de procesos sociohistóricos y sociopolÍticos que poseendistintas Iemporaiidades y que en muchas de sus líneas básicas soncomunes al resto cie las sociedades latinoamericanas. Sobre la ex-clusión social históficâ, generada por nlodelos coloniales o semi-coloniales ilnplantados en la sociedad a lo largo de su eústencia, se

sobrepusieron desde la crisis de la deuda dos décadas de recesióneconómica v empobrecimiento social. Iil cmpobrecimiento enVene-zuela desde inicios de los aúos B0 fue [)rut.rl, creciente y sostenido.

Este empobrecimieltto lue gestal)do una polatización socialcreciente, que es producto tanto de ios procesos ítntes seltaladoscomo de la aplicación durante las últimas dos décaclas de ilolíticaseconómicas neoliberales regresivas en iómtiuos de distribución delingreso. I-os venezolanos pobles ), entpobrecidos Íueron llcrcibiendo en el transcurso de estos afros que srr sociedad se fue coilvirtien-do en una de ricos y pobres, éstos Ílltimos con escasa posibilidad demovilidad y 35çs1so social. Ei resentirtriento social que esta situa-cirin fue generando fue, por lo demás, incvitable si se recoerdâ que1a tlernocracja venezolana tuvo conto pr-omesa muy cential pro-mover mayorcs grados de igrraldad yjusticia social. EI que esto nose cumpliese resquebrajó fucrteurente sus bases de legjtimación,t;tte se expresar'ía en los aitos 90, primero en el rechazo del electo-rado a los partidos del llamado "Puntofijisrno", AD y socialcristiano(irpei, y ya para las elecciones d{r 1993 en el colapso del sistema[)il)artidjsta y cl triun[o de Ca]dera como presidente. Será el fiacasorlcl gobii:rno dc Caldeta er.r superar las dilicultades ecoDónticits, suittttrnsr:crrencia con la prornesa electoral tanto de foriar rrrr nrorlerlo

;,IISGÀiITÀ LOPTZ ]\!AYÁ l (,.t

cconórnico alternatjvo al neoliberalistDo, conro (:on a(lclarlirr lll)areÍbrma corstitr-lcional quc mejorara y profunclizara lit clenlocrirci.l,

los Íàctores que cornbirados con el descenso abrupto de los pr-ecjos

del bal ril petrolero en el mercado internacional eit l ggB, elnprrjd x

los r.,cnezolanos a la radicalización en polÍtica.

EL GoLPri D[ Esr Do DDL I1 Dr] ÂBBn,

A finalss de 2001 tuvo lugar lo que sería el primer paro cÍvico de

esta fase. Fue durante este evento ocurrido el 10 de diciembre, cuan-

do las fuerzas sociales y políticas que desde la campana electoral de

1998 se habían opuesto al proyecto político bolivaritrno, Iograron

realizar su 1rrimela prolcsta masiva y exitosa, dátrdole un gito a stt

tavor en Ia Irtcl-ra hegefllónica. Apartir de entonces cotrtctrzaría tttta

,::sPiral de confrontación eutre éslas y el gobierno qLrc dcsct tl lx rcrt t'írt

clr varios episodios violentos. lll par-o cívico logró palalizar u r)a I)art(:siÍjrriÍicaliva dd comcr.cio urbano y tuvo el cÍccto dc ultir ltlr ( ort

jrrnto rle li:clzas dc Ia oposición que hasta ese mo[Ienlo sc tnoviirll

clispelsa y lragnentadanlente en el espacio político. Lll paro llte trrn-vocado por Fedecárlaras, la principal orgaDización de asociilciollcs

crrrpresariales venezolanas. De él emergería como la cabeza ric la

oposicióD el ertonces presidente de esa confederación ernpresaria),

Pedro Clarmona Estanga.

Un conjunto de factores hizo posible el óxito de ese piuo cÍvico

de diciehrbfê-. Dr primer lugar, convocó a'lôs grupos descontentôs - '- -con los contenidos de naturaleza nacionalista de la nueva Carta

NIagna, que se oponían al pÍoyecto polÍtico clel presidente Chávcz

desde que éste hiciera su prilnera cairtpaõa electotal cn 1998. In-

versionistas y la gran mayoría de los grupos econón)icos Yellezo-

Itinos vincnlados al capital transnaciolral, rechitzaban cl rcgl (lso a

un Estado con capacidad tegularctora tltr la vida econónrica y social,

la reafiflnación de Ia plopicdacl ostíllal (lcl t.ccLttso pctrolct o, cl

' deretJro tte los trallajadorcs it proslnriotl(rs s(l(:iillos; 1:ltll('(ltrl,saspectLrs quc fucron reatÍit ru ittlls rl ittt ltt illos ct t lit ( i rr tstitt tI ir'r t t r lt'

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261 DEM TNES NECRO AL nEfER!tNUO ÂEVOCÀTOnIO

1999. Cuando en noviembrc de 2001 el gobierno, haciendo uso defacultacles extraordinarias conferidas por la Asamblca 1,\acional,dio un paso más en la consolidaciólt de líneas estratégicas de suproyecto sociopolítico, aprobando por Leyllabilitante 49 diversasleyes, entre las cuales destacabaD la Lcy de Tierras y DesarrolloAgrícola, la Ley de I Iidrocarburos y la Ley de pesca, con las cualespIoÍundizaba en procesos de regularización de la propiedad pri_vada en cl carnpo, asÍ como de actiüdades económicas claye comola actividad petrolera, estas fuerzas, que ya estaban movilizadasdesde mediados de ai1o, comenzaron a desarrollar una estrategiasostenida de resistencia y confrontación.

Además de estos obvios intereses nacionales y/o interuaciona-les, que se sintieron amenazados por las leyes medulares del pro_yecto bolivariano aprobadas en noviembre, el gobierno tambiéncontribuyó a crear signiÍicativas tensiones aclicionales. debido a

una conducción política torpe, y autoritaria en algunos aspectos.Esto, combinado con un desempeiio económico mediocre en lorelativo a satisfacer aspiraciones de los sectores populares (véaseel capítulo 14 de este libro), contribuyó a qlre por primera vez laoposición contara con recursos para intentar arrebatarle el mono_polio de "la calle" alos boliuarianos. Seíalemos brevemente algu-nos de los eventos y procesos que para mediados de 2001 hicieronde la lucha hcgemónica una relación muy pareja ente oposicióny gobierno,

Un caso fue su proceder frente al refcrendo sindical de di_cierDbre de 1999, que tocamos en un capítulo prcvio, y tlonde elsindicalismo tradicional -pero también sectorcs críticos a ól_ sintióamenazada su autonomía, o el caso dc la forma como interúno elEjecutivo Nacional cn la discusión de la Ley de Educación cn 2001en el Congreso, donde prácticamente clesautorizó los acuerdos quesus organizaciones partidistas habían alcanzado con la oposición,levantando Ia indignación de los sectores de educación privada yieiigiosa. Con eilo contriLuyó al cngrosamiento de las filas de laoposición de estas fuerzas, haciendo converger con Ios intclcscs

MARGÂRITA Ló9EZ MAYÁ

de los podcrosos sectoles econónlicos, mecliáticos y pctl'oleros,

signiflcÍúivas porciones de organizaciones de clase media, que de

nunciaban inclinaciones antidemocráticas por parte del gobietno.

Por otra partc, al aprobar leyes importanles mediante una Ley FIa-

bilitanle, sin difundir y ampliar los espacios para Ia participación

y el debate, el Bobierro hizo aparecer como jusra la indignación

de quienes sc scntían afectados, sin crear las condiciones paira que

quienes se beneficiaban de tales leyes pudJeran enterarse de su

contenido y asÍ defenderlas. Este modo de aprobar leyes de gran

potencial de câmbio para Ia sociedad contradecía el contenido de

democracia participativa respaldada por las fuerzas del gobierno

en Ia Constitución recién sancionada. A esto se anadÍa el que, a

Io largo de los meses de 2001, el gobierno se fue confrontado por

diversos motivos con sectores sociales y polÍticos que cran sus alia-

dos políticos como el partido MAS y el alcalde mayor de Caracas,

lo que facilitó Ia convergencia de las hasta entonces fragmentadas

luezas de la oposición en una sola platatbrma polÍtica. (lorr cl óxito

del paro cívico clel 10 de diciembre esta plataforma se fortaloci(i.

Las reacciones tanto del gobierno como de la oposicióll

at éxito polÍtico del paro cÍvico probarían ser catastróflcas pala

la democracia venezolana en los rneses siguiertes. La oposición

unicla y fortalecida, recorociendo el Iiderazgo del empre§ario Car-

mona, se cerraron a las negociaciones con el gobierno y exigieron

Ia derogación de Ias 49 leyes aprobadas mediante Ia Habilitante'

AlgLrnos grupos ya demandaban la renuncia del presidente Chávez

El gobierno, por su parte, endureció aun más las posiciones que

había sostenido antes del paro, negándose a modificar o ccder en

ninguna tle sus lcyes, amenazó con cerlar la ^salnblea

si petdía

Ia mayoría parlamentaria, y coD promulgar una ley dc me<lios de

cornunicación quc limitara esta actividad. Str partido dejó saber

que cualquier diputado suyo que ncgociilra coll la oplrsiciri!r se

ría expulsado. Con estas l)osiciolres (lt: trltosit:iritl y gtlbicrtro, tttta

salida institucional a la r:lccitltlltr t tl tt lto tt litl iti tl sc litt'ltrrcit'tttltl

improbable.

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)66 LI I r./rrltivrs i]l]cn0 AI_tiEFERENDó nt!,0cATOt O

l,os l)l-i[)er{)s nlcses de 2002 tireron de agitada c iltteosa ac,tivi(lad política. A llropósi1o dc la fccha dc123 de enero, aniversariocle la caícla dcl clictador Pérez Jiménez en 1958, en nornbrc de ladcrttocracia an-ienazada por el gobierno, Ia oposición orgiinizó unirm.u cha multitudinaria que fue respondida por ura conttamarchadc los sirnpatizantes de éste. Algo si[)ilar ocurrió con ]a Íêcha 4 de

Iêbrero, aniversaria del lallido golpe de 1992 que comanLló Chávez,

cuando Ia nutrjda marcha del gobierno en Caracas fue respondidapoI un "[]to árctivo" y marchas er-r clistintas ciudades ptlt partc de 1a

CD. Fue en estos meses cuando se inició la lebril actividad tnarchistaer el paÍs, que se extenclió a todo ei 2002 y sólo cedió patrlatinamen-te después del paro-sabotaje petrolero, al debllitarse las fuerzas de

la oposición. NIes tras [les, cada [tarcha de la oposición frre respon-dida por una contramarcha de los simpatizantes del5Jobiemo. Las

clases medias y altas, bajo el liderazgo de Fedecánraras y de la CTV

{1a confederación sindical más importante del paÍs), se disputabanIa callc en igualdird de condiciones con los sectores populares lide-rados por el Presidente y sus fuerzas soclalcs v polÍticas.

Los hilos que conducir'án al golpe de Estado del 1t dc abrilse flreron tejiendo en esta sostenida política de la calle. El ovillo co-n]enzó a desenrollarse a partir dcl nombrÍrntiento en febrero de rrna

nueva dilectiva de Pdvsa por parte del Ejecutivo nacional. Si bien el

Eiecutivo actuabade nanera lega1, la gerenciamayor de esta empresaestatal rechazó aúgunas de las desigtaciones, itrguDrentarrdo qt-le no se

rcstrletaban los tradicionales 'lnóritos" para tal ascenso. Sin embargo,tras ei argumento de la "meriLoctaci.l'se r:scondÍan otros r-r-rotivos.

lrn el corazón de la lucha hcgcrnónica que estaban liLrrandocon tanlo tesón, se encontraban dos posiciones antagónicas conrcspecto al rol de la industria petrolera en el futuro dc la sociedad.pol una parte, estaba un proyecto para la industria pcnsada dcsclc

Ia gerenr:ia, y respaldada por acktres p()1íticamente predon]inantesdentro dc la CD asícomo por actores intelnacionalcs vinculad os a

la hegemonía neoliberal- según la cual ésta debía indepctrdizarsc(lel control cstatal pala sel dirigida por sus altos gclcntcs. La l)olíti-

]!iiIhGAN]TÀ I,ÓPEZ MAYÀ )(\l

ca de ^pertura

Petrolcr er, que se desarrolló en Venezuclil cl l(,s ailos

90 -dulante los gobiernos de Pórez y Caldera- rcspondÍír a cste

pro.vecto y sería recogido en estos aiios en diversos documcntos

de Ia CD, cn especjal el cle enero de 2003, en pleno pato petrolero.

En esta propucsta se priorizaban los aumcntos de voll:lmcnes de

producción sobre precios, con lo cual se col)tradecía abiertanlente

la estrategia de la OPER se dislnütuía el ingreso Íiscal petrolero y se

propelrdÍa a ura gradual privatización de la industria. El proyeclo

de Chávez y su alianza de fuerzas, por el contrario, a través de la

Constitución y otras dos leyes aprobadas en 1999 y 2001 (de Hidlo-

carburos Gaseosos e Hidrocarburos Líquidos, respectivamente) re-

virtió 1â polílica de apertuta, reasegtlralldo el control estatal sobre

la industria, privilegiando los pagos de regalías sobre los pagos de

inlpuestos a las ganancias (1o que beneÊcla al ingreso ÍiscalJ y de

sarroliando una política cle aumentos de precios sllbre volúlmcnes

de plodttcción, lo que acercaba cle nuevo al país it las estrillcgi.ls

de Ia OPEP Por estas razones, el paro de enll)lcados petl-oltlt1)s qllc

estalló antes del golpe de Êstado, si bien sc hacía trtr trotrtbrir clt'

la falta de "méritos" de los designados, escondíit tttt ltstttrto tle lit

mayor lrascendercia en Ia lucha hegemónicil: lc1ttién habr'ía tlt'

dictar la pauta de la política petlolera en e] lutulo??,El lista(lo o lir

alta gerencia de la compaÍiía:?

El I de abril la CT\a en solidaridad con el paro clc lo§ tral)a-

jadores de Pdvsa, llamti a un paro laboral Seneral de 24 horas. lisc

paro coÍitó con el explícito apoyo de Fedecám.rras, Ia ISle§ia cató

Iica rcprcsentada en el Episcopaclo venezolano 1' olgilnizaciones

sociales y políticas de oposición. Pasadas las 24 horas, y aunque el

paÍo estuvo lejos de obtencr 1a contunclencia dc 1a realizada el 10

de diciembrc anterior, la C'l'\r prorrogó por 24 horas rnás este paro.

AI día siguiente, y sin qtle todavía se le viera a dlcho paro suficiente

fuerza, Carlos Ortegâ, presidentc de la CTV llamó a Ia huelSa ge-

neral inclefinida y convorxi pata el día sigllicnte a una marcha que

partiría del Parquc dcl [stc, on cl este de Caracas, y terlninar'ía en

el ccliÍlcio (lo I'dvsa en Chuao, tambión cn el este de la ciudacl.

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268 DEL VIERNES NECflO AI, IlE IEBENDO REVOCATOR]O

El 1l de abrii, la nutrida marrcha de la oposición se inicióhacia las 10.00 de la maiana e hizo su recorrido anunciado. pcro almediodía, al llegar al edificio de Pdvsa en Chuao, l{)s convocantes,aparentementc .utimados f,or las dimensiones de la marcha, deci-dieron arcngar a las multitudes para que se dirigicsen al Palacio pre-sidencial de Miraflores para, como lo senaló Carlos Ortega, "sacar aChávez". La marcha, el mensaje y la colvocatoria a Miraflores fueronprofusamente informados, convocados y cubiertos por los canalesprivados de teleúsión, que de esta manera hicieron explícito su apo-yo político. De manera que la marcha fue creciendo en la medidaen que iba hacia el centro de Caracas. Como quien convoca a unconcierto o a una fiesta pop, los canales pasaban de manera gratuitamensajes continuos para que todos los venezolanos concurrieran a

esta acción de natrrraleza insurreccionalr. Porque esta marcha tenÍaeüdentes rasgos de sublevación: se estabilhaciendo sorpresiv.unentey sin notificación alguna dentro de una huelga general indefinida.

EI Palacio de Miraflores, ubicaclo en el oeste de la capital, estabarodeado de civiles simpatizantes del gobierno que hacían allí ügi,lia protegiendo al Presidente desde el 9 de abril, cuando comenzóIa huelga de Pdvsa. Mientras la marcha de Ia oposición avanzaba,el gobierno buscaba una estrategia para superar la confrontación.Su partido hacía Ilamados a toda su rnilitancia para que rodearany protegieran el Palacio. El Presidente encadenó a las 1.4S pm losmedios de comunicación y se dirigió al país, mientras las multitudesseguían agoipándose .ürededor del Palacio y la marcha cr.ecjendo ensu calnino para sacar a Chávez. La GN rodeó la sede de gobierno,pero al llegar la marcba al centro alguien hizo el pr.imer disparo. Losmcdios pasarían esc y Ios días siguicntes, una y cien veces, lo queellos dicen fircron francotiradores clztrisraç que masacraban a ciülcsantíchq.uist.as et elpucnte Llaguoo, cer'(:a de1 Palacio. Esto, que resul-

2 Los canales privados de telcvisión rransmitieÍoD los mensâjos bajo la figrrra de'tkrnaciór". Recienterncntc el Esiâdo ê)iigió el pago .le los irit)uros (lü{,(,slos rrrc-dios âdeudan por este concepto y que alcinzal los Rs. 6,1 millâl(k,s, crrrl (tir g :lrnilloll, \ (\l NlA l efi Ú i n: Noti:i,1,- )O.-t.Ott

MARGAI]I1y' i,ÔPXZ MÀYÁ )6')

ta) sel una lnaBipulación de imágenes por parte de medios privados,

sirvió de justificación para cl golpe de Estado. Pocas horas despuós,

cntre las 6.00 y las 10.00 Lle Ia nochc, aparecieron por los medios de

comunicación los pronunciamientos militares dc desobediencia a 1a

autoridad del Presidente, y a las 4.00 am clel día 12, Chávcz salió con

su escolta de Miraflores para entregarse preso en el Fuerte Titlna.

El papel de los medios privados de conuuicación pt obó ser

decisivo en presentar una inagen distorsionada de Io que ocurrió

en e1 centro de Caracas ese día 1l de abril. Puede verse en ei video

l,a reuohLcíón no sera transmítida (Bartiy y O'Brian, 200:J) en un

paleo de la cámara, que los hombres que disparallan en puente

I-laguno lo hacían contra policías metropolitanos que los e§taban

tiroteando y no contra civilcs. Estos cà.Ilri.!r.ls ar]naalos eslaban

defendiendo a los civiles clirttrl.sÍz.r clrtc estabatl desarlr-rados en el

pucnte. Estos hombres de]ll(,slritron sLl illoccncia y Itlcl(ln ltllsittll-

10s en 2003. Al a o siguielrte, otro video, l'LtcDl.L l,kt!:tttto. I rLs cl«tL:s

de una Lnasocre (Pàlacios, 2004), delrosl ró (lotl ploli lsa (lo1'lllll(rl1

tación irudiovisttal la manipulación mcdiirtticit tlt:t trt'itlit t's('(líil c{)rl

Ios sucesos en prtente Llaguno. Estas y otras lltlnlcrosas evi(l(rll(:iits

dc distinta naturaleza, que han sido divulgiidas cotl postcrioritlatl,

dan cuenta de Ia plalificación dr:l golpe dr: J:stadrl pot parlc (lo lllril

alitrnza de militares y civiles, y la utilizacirin dt' la moviiiznción tltr

calle como fachada para darle legilinlidad "denlocrattica" Lo quo ha

quedado aún pot dilucidar es quién conenzó Ia violencia, si ésta

folrnó paltc del plan golpista o fue el producto esponlhneo de la

tensión que se vivió durante esas hotas.

Como es sabido,48 hor-as clespués, otra insulTección ciülymilitarrepuso a Chávcz en el poder. Los conílictos en el inledor de la alianza

que dcrrocó su gobierno, las torpezas del Prcsidente del Sobierno dc

facto, Calmona lrstanga, quien en stt prittlet' dcc[eto abolió todos los

poderes públicos, y un sorpretrclcnte y trasivo levanlarniento popLllar

voltearon cljuego ylos nrilitittt:s srl rt:agrtlparon ( n toÍno ail golticlno

caído. A las 3.30 am del 14 d(l ai)lil (lllilv('z lcglcsí) itl ltitlitr:io lllcsideucial cn un final dc llclÍcttla, t ot t las tt tt tltilttllt's t 1t tc l I i tlit trtt t lit lr; t tl

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270 DEI, VIENNFS NI C]tO AI N}]fT]1]ENNO RÊVO'ATORIO

y las ciinraras (luc t r-ansrnitían las imágenes al mundo. Pocos minutos

desprrós sc rlirigiri a la Nacitin, pidió perdón por sus cllorcsy promctió

rectilicació11 y rcconciliación.Si bicn la confrontación política desarrollada en este cpisodio

l)arcci(i rcsolverse a favor de las fuerzas dcl gobierno, no hubo unrcsrrltado político claro en Io inmediato,lo que condicionf) la estra-

lcgia gubernan)ental de los meses siguientes. El gobierno percibió Ia

nr:ccsidad de fortalecerse polÍtica e institucionalmente. Reorganizó

la luerza Armada para aislar y/o retirar a los insurrectos. En esto fue

bastante exitoso, corno se verá por el rol de esta institrtción en los

episodios siguientes. A diferencia de lo ocurrido el 10 de diciembre, en

lo político optó ahora por una estrategia de apertura hacialos actores

de oposición. Cambió el gabinete ejecutivo, en especial a los minis-

tros de la economía, buscando hacerlos más receptivos a los sectores

económicos que Jo habían derrocado; buscó así mismo una concilia-

ción con los gerentes de la indust a petrolera, manteniéndolos en sus

puestos de tmbajo y cambiando la directiva que habÍan rechazado. El

gobierno también invitó a diversas organizaciones y personaliclades

internaciolales al país, en especÍfico a la OEAy al Centro Carter, con

el Íin de ay.rdar enla construcción de puentes para el diálogo con sus

oponentes, Sostuvo, como respuesta ala agresiva e intensa moviliza-

ción de calle de la oposición, también una continua movilización de

sus bases. Entre abrily dicicmbre, mes en el cual estalló el cuarto paro

gcncral convocado por la oposición, cada I I de mes recordando la

lcctra del golpr: - 1a Cf) convocaba a ura maicha mulritudinaria, que

era respondida el día 13 por otra marcha milltitudinaria por parte de

las bases bolivarianas. Estas movilizaciones eüdenciaben un creciente

uso de la üolencia por parte de los adversirrios políticos toda vez que

varias de ellas terminaron con saldo de hcridos y aún rnr-rcrtes.

Ill cambio de estrategia del gobierno no suttiír electo sobre las

lüerzas opositoras, pues éstas, dcspués de las primcras semanas del

golpe, donde reinó entre ellas el desconcierto y las tcrlsiones irternas,

sc lireron leaglupru-iclo dc nucvo y ceirándosi, crccicr) l(xncnto itl diá-

logo 1,la lsgaaiaai5n con el gobielno, paua caer ltrir vr.z rlriis a Íirralcs

f,Í,11r0,1r1 l' L.Ól'll7 t1ÀY,\ t.it

ale aRo- cn Llna eslralcgia irrsllrrcccional, csta vt:z tlt't otlsct ttCl]tias

dcvastadoras €n lo cctttt(rtrrico ltara cl país.

L^ hlralrzÁ.cróN D[ PDvsA

Un conjunto de acontecimieiltos y procesos se fueron entrete

jiendo desdc mediados de 2002, quc llevaron .I l.rs fuerzas de la oposi-

ción en cliciernbre al mismo camirlo insurreccional transitado en atrril

Cabe mencionar entre éstos, por su relevancia en hacel atractiva una

nueva estrategia iosurreccional, la decisión del TSJ dictadâ el 14 de

agosto, que estableció que no existian méritos para enjuiciar por re-

belión rnilitar a cuatro altos oliciales, responsables del Solpe de abril.

t..ue ésta una clara decisión política y no jurÍclica del máúnro tribunal,

que evidenció su polarización, y abrió la puerta para ttna lllleva avcn-

tLlrÍr lrilitar. Para el mundo civil lue seiial de qtrc cD cl país ri:inaba

la impunidad, La organizarció11 dc cletechos httmat tos I)l ovt:a t:tttil iri

un comunicado el misno 14, poco antcs ilc tltte sc llitrit'tit ptilllit o cl

dictameD, censurando la decisión que se vcía vctlit'y <lcsilt rollitttrlrI

los antecedentes que llevaron a Ia misma. Concltly(i l)rov(lil: "NoÍlitr

la posibilirlad de un juicio cuantlo es público y notol io lil cxistcr)(:iil

de irrdicios de comisióD del delito de rebelión militul scr'íiL Llrl i(rlo

de impunidad cle surna gravedad, sólo explicable pt». la Dolitizaci(irr

delTSJ de la cuiil, como herros dicho, el o0cialismo cs tl[o d(i s!rs

prÍrciparles responsables" (}'roi'ea, M-AB 2002).

iln relación dilecta con csta decisión, el22 de octubre, I4 lnilita-

res, entre ellos arlgunos de los absucltos por eITSJ en agosto, tollaron

)a plaza l--rancia de Altamira, en d este de Caracas, pronttnciándose en

"desobediencia legítima" contra el gobielno y declalando ia zonit "te-

rritorio libelado". Arunciaron (lue sólo abandollaríaD Iaplaza cuanclcr

r:ayera Chávcz y llamabatt a sus colnpitileros de at'trlas a alzarse con-

lrl t,l S(,lrierllo. l'sle stttr''n,.r.t r om,r orro\ lnu),'utr[l'ot rt,tt'iottal' s )

violentos, seríitn pelmancntemente transmitidos y/o dilunciiclos por

lor neclios dc crrrnutticrL.:iírn ptii aclos, coll ltl cual óstos lllosiritllaln

no sólo su apuy<.t a estil§ {lstlal(llliils, siDo que taml)ié[ contribtlíittl

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)7) tu v I§]]]s r.Jrxirio ^r,

nut'tnuND0 HlivocAToÀto

it s()st('r)('r'(, iI('r.tl(.llill ut) (]liri)a (lc alta tensiítn y conÍlictividndpolíl icir.

()lr) (.v(.nlo scríir ol lctccr'ltaro cÍvico cic la oposición, dcsarro-

llir(lo jrrslo cl (lÍil lrtcs dcl Icvantamicnto militar de plazaAltamila,r:onvocrrrlo por la Ol) cor: el objctivo de forzar lir rer-runcia de Chírvez

y/rr obligarlo a cor-rvocar a unas elecciones adclantadas. A inicios de

rrovicnrhto, las tensiones se agudizaron con un encuentro violento err

cl ccÍrtro de Caracas entre allegados del gobierno y de la oposición,motivado por Ia solicitud de un referendo consultivo por parte de Ia

CD, reÍerendo que las fuerzas oÍicialistas consideraban una rnanera

tramposa de forzar un revocatorio contra el Presidente. Poco des-

pués, al allanarse la casa de un ex canciller de AD, se cleveló talrrbiénla marcha de una conspiración. A mediados del mes, se prodrljo unabalacera en la plaza Bolívar de Caracas entre policÍas metropolitanos yla GN, motivâdo por lapolitización ypolarización que habian venido

sufriendo los cuerpos de seguridad.Allí mulieron tres personas. Poco

después el Ejecuüvo nacional intervino la Policía Metropolitana (PM),

subordinada a la AlcaldÍa Mayor, "v

utilizada frecuentemente por laoposición en Ia confrontación, toda vez que el alcalde Pena se habíaconstituido en una de las prir.rcipales figuras en la CD. El Ejecutivoordenó la salida a Ia calle de Ia GN, controlada dircctamente por é1. En

noüembre también estalló una crisis en el CNE, que puso de relievelapolitización y poladzación de esa institución. E]2 de diciembre, contodo lo anterior a cuestas, comenzó el cuarto y más terrible paro de

la oposición, el hoy conocido como "pato-sabotaje pctrolero".

Este paro mostró connotaciones distintas a Ios precedentes, alhaccrse evidente que no sólo se sumaba el comercio y parte de laindustria, o la gerencia administrativa de Pdvsa, corno en abril, sinobuena parte de la gerencia operativa y los capitanes de la MarinaMercante de pdt,sa. Éstos proccdicron cn pocos dÍas a paralizar las

actividades operativas de la cornpairía y prácticarnente la totalidaddc Ia ílota de taoqueros de PDV Marina. El Iunes 9 de dicien rbrc, díir

ett qite las iuerzas de la oposición convirticron cl paro cn "inrlcliDi-

do" lrasta que "caiga" Chávez, en cadena oÍicial trasrriticlir l)ol to(los

M^tlc^Fn^ t rll'll7 [rÀY^ )./,,

los rncdios de cornunicación atl(liovistlal, cl l)rosi(l(:lll(: (lc l'(lvsil, Ali

Ilodríguez Arac}rc, Ieconoció qtlc la conrpallía cstitl)il virl tlitlrtlollt(l

paralizada. !:n Io que scría un paso clccisivo pala crlnjttrar la illsurrcc-

ción, RodriguczAraque denuncjó elparo conlo tlll "§al)otaic climinal",

corlvocando al pucblo a salir a la cdle y rodear eclificios, itrstalaciones

v otros bienes dela empresa, a fin de apoyar iü gobierno cn su esfuerzo

por presionar ala Serencia a levantar la paralización. En Ias semanas

siguicntes el pueblo, etêctiyamcnte, salió a la calle a rescatar la in

dustria. El conÍlicto petrolero tomó protaSonismo, perdiel.)do otras

acciones y sectores su üsibilidad y/o centralidad.

Durante esta aguda confÍontación política muchos comercios

cerraron, supernlercados y bancos trabajaron a nledio turno, los co

legios privados y parte de los públicos paralizaron su§ actividades'

Los venezolanos, aunque no contabar] con gasolina con que trans-

portarse (ésta se fue agotando en diciembre)' sc mantenían cn las

calles con tnarchas y contramarcllas que terminalliln en violcncia y

aÍrn en muerte. La CD abolió las flestas navidetlas como sír)rl)ol{) (l(,]

sacrificio necesa o para alcanzar la "victoria final", y las citrd{l(ios,

especialmente Caracas, eran seg[egadas espacialmentc cntrc zollas

escuíílidas {anÍichaüstas) y charisrÍls. Al ilamado de la CI), había ca

.erolazos estruendosos todas las noches en sectores de clase lnedia y

alta.'fambién todas las noches, los medios privados de comunicación

se encadenaban para cubrir el inlorme diario dado por los lideres dc

la CD en lo relativo a acr:ioncs del día, stts lcsultados y las estrategiâs

qr-ie desaÍrollarÍan al día siSuiente. El 23 de ellcro de 2003, ya con

claras seiiales dc una derrota de la oposición, las luerzas del gobierno

llamaron a una marcha que fue multituclinaria, mientras sectorcs de

clases medias y altas se escondían tras las lejas de sus casas y pmctica-

ban "planes de contingencia" esperando Io quc iidcres itresponsables

de la r-rposición llamaban cl "asirlto de las hordas c/zrlulsrn's" sobtc las

urbfluiza( iorlc' Lle lo\ st-('lore\ dc mayores ingre'os

Pcse a los ntttchos pronósticos que aseguraban que no había gtl

trierno venezolano rlue agllantam un paro petrolelo, Chávcz y st l itli ll

za política, soportada por los sectolts populares movilizatlos, lil lrt lclzil

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)71 DEt, VtIHN[S NIall0 ÂL RrittnFN]ro nr:vocÀTol o

Annada (lue cerr(i Íilas con ci gobierno, v ertpleaclos clc lal coinpaúíaquc pcrrnarnecieron en sus puesk)s de tmbajo, así como jLlbilados qucso ilrtcgriit o11 a las lal)ores dc rescate, sobreviüeror. El gobicrno lenta-rritnte I oto ft-ló conttol sobrela euipresa estatal, r€activtu.t{lo las tliferen_tes operíiciones y prolundizarrclo el proceso de reestnictulación de lanlisrna, qLic habÍa intentado con escaso é,rito clescle ei inicio de su gestión. Por otla partc, duraDte cl paro llunca se produjeron los estaliidossociales o Ias masacres previstas por las tterzas cle oposiciór.r, ni hubodcsabastecimiento alimentaio significativo. I lacia mediados tje feblerola tendencia de cotrtrol del gobierno sobre la industria se hizo clara y.rl n|llliz.rI el mes cle rnarzo mas rie lB.00u gurenro- y rrlrtraj rclor,,., rJo

Pdvsa habian sido despedidos -de un toral de 40.000 por abantlonodel trabajo. La empresa hatría logrado rescatar todos sLrs tanqucros, sehabÍa inicÍaclo elproceso de trnanque cle sus rcfiuerías y las cifras cleproducción de bariles diarios se acercaball a la nor.malicjad. Sjn lluncaser decretado su final, el paro se fuc clisolviendo.

A diÍelencia ciel golpe de Estado, cl paro petrolero pro(hiio un re-sllitado pdÍtjco nlás claro en la lucha heger.nónica a Íavor cle ias lirerzasdel gobielno portadoras del proyecto bolivariano. I_a tebelión cle losaltos eslabones do la cadena gerencial de pclvsa provocó su clespiclomasivo por abandono clel tratrajo 1,con ello la reforma pctlolcra, propugnada por cl goltierno con poco éxito des(le qLre inici:lm su período, elicol'ttró Lln terrcno despcjacio para haccrse efectiva.

^l rescatar el

Estarlo su ci4lacidad de control sobrc la inclustria, pudo convertirla eflinstrumento ceDtliil dc poiÍticas econórnicas y sociajes oúcDtadas porel proyecto político del gobierno. porel contrario, el despido cie los gerentcs de Pdvsa dejri sin una luente de recursos rrateriales iirtpoL.tímtea las luerzas de la CL) y creó una alta tensión entre ellas.

lor oll J pltr rt,. la r lev.r5tJciôn cconómicit prr,(l. tcirlt l),,r L I p,ltirli-zación de pdvsa y parte de la industria privada clel país, tuv() tilmbjórlelcctos dc debjlitaritiento dc las bases sociales de la op(,sicirirr, a] prcrducirse Ia quicbra rle pequeiias y medianas industrias v (rtDtt:rr:ios,así c-omo rUr s:rlto de las tasas de dcseinplco qrre pasaloD tlr:l lli,I)i,al 20,3% cn cuatro mescs. EI plB cayó en el prin)cr trir)r(,str(,(l(,:t{){)i}

tI^ncÂFITÁ Lóf e2 l\1ÀYÀ )/5

a 27olo. Los empresarios medianos y glandes, illcltlidos los prldc«r-

sos dueRos de los medios de comunicación, pcrdit:t ott millones de

d(ilarcs tratando infructlrosame[te de denocar al Presidente. La in-

dustria petrolera, adcmás, había sutiido un sabotaie a sus equipos

e instalaciones. lirberias danadas, circuitos eléctricos deteriorados,

archivos desaparecidos; lo más grave, su sistema autolnatizado de

funcionamiento fuc sustraído y se utilizaron computadoras temotas

para ímpedir al gobierno reactivarla. Por varios meses la inclustria

lue operada total o parciahnente de manela manual y local con las

naturales dificultades para llegar a sus niveies operativos noÍmales.

Por otra parte, el despido masivo de su gerencia como resultado de

su conducta insurreccional fue un daflo enorme dificil de subestimar.

A estas catástroíes económicas, hay que anadir el deterioro de lâs

ciudades que produjo el enfrentamiento expresado en términos "te-

ü'itoriales" enzonas de chauístasy anticlraulsras (en especial Cuacas)

que salieron de esta conftontación ernbasumdas, con callesy selvicios

daíados, "ghetizadas", y la población enÍêrma dc ill y mic(lo.

Adicionalmente, la Fuerza Armada, a difercllcia rle abril, §tr

movió de manera más unida y cohesionada tras el objclivo dc dc-

fender la industria petrolera, amenazada por las fuerzas de opo-

sicialn y consideracla parte intrínseca de la sobelanía IIacioual. ljtleste sentido, la CD y las fuerzas que Ia so§tiener] cometieron un

error de cálculo al pensar que la situación dc inestabilidad que el

paro produciría fracturarÍa a los militares y facilitaría una interven-

ción de éstos para desplazar al Presidet)te del poder. Al contrario,

la amenaza a la sobcranÍa produjo una respucsta institucional de

delensa al Estado, y con ello, al gobierno de Chávez.

Los Mrstrs po.!pÁro.'HACI.I EL pnocEso REvocÀroltto PITESIDENCIÀI

El resultado polÍtico del paro cambió en los meses siguientes

Ia correlación de las fuerzas y con cllo el escenario político gereral

del país. EI2003 transcurriír en rnedio de confrorltacjones verbales y

mctliáticas de las fuerzas opositoras y el gobierno, mientras sc fue

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216 Dfl, VlEnitÊs Nrcn0 ALltDFERENDo naivocAlCtuo

ror) deliDcarl(l() nLlcvas estlategias quc probarían ser decisivas para1a luclta ltcgcrnrirrica clt 2004.

Por l)artc dcl gobicrno y sus aliados, lo prirrrero fue super.ar lose[ectos sí)cioecoDónticos inmediatos funestos del paro-sabotaje deI)dvsa. linllc otras medidas, itnpuso un control cambiario e imple-n)on1íi políticas de emergclcia de abastecimiento írlimentario y degrtsolina para la población. En l:r medida en que el gobierno recupe-raba control sobre el país, su estmtcgia se hacía multidimensional ycornpleja. Por un lado, continuó la reestructuración de pdvsa bus-cando consolidar el control que había obtenido sobre la industria,una empÍesa qtle en ]os últintos lustros se había ürclependizado yaportalla cada vez menos iltElreso fiscal. Dentro de su nueva con-cepción del rol de la inalustria, también buscaba ahota ajustarla a

distintos critelios de productividad y eficiencia, y articularla al restocle la economía. Por otro Iado, hacia ia segunda mitad del aÀo, reini-ció y/o comenzó a impulsar un conjuntil de polÍticas económicas ysociâles con el fin de reactivar el aparato prodLictivo _v respontler a las

múltiples demandas sor:iales de la población, en espccial de aquellaque con sostenida orgauizaciót y movilización había detendido algobienlo tente a l.rs titerzas opositoras, y que provenía de sectoresde extracciírn popular. En la medida en que se fireron desar.rollandoestas políticas, algunas cle ellas conocidas como "las Misioncs", elproyccto boijvariano comenzó a lorlalecerse y a haccrse rnás rlítidoen ciertos ítspectos que Iluscan concretar Ios objctjvos de intlusiónsocial y dcmocr acia participativa. Fue después de esta victolia pirlíti-c:t que el gobierno parcció aclquirir conciencia clara cle que su super-vivcnciii, no sólo err el mediano y largo plazo, sino en el corto de losr']leses por ve ir, estaba intrínsecalnente vinculada a lil posibilida(l(le qtLe acometiera lo antes posible de mancra tângible la dunocracia

I'jlrricil,rtiri ! lr,, tJgon i.a quê ellrl Ci:lhr r lesdc el irr icio Je srr ges

tia)n, y la cuirl hasta cntonces sólo había avanzado tímidamentc.lurtr.e las iniciativas sociales dcsarrolladas por el gobierno a p.I.tjr

tlcl plrlo sabotaje, que cor) el corr€r do los tneses arroiaríail gràit(lcstlivirlt'nrtrs políticos a su iiivor en la Irrcha hcgcmónica, crbr sr:rralitr.:

T{ARCÀRTIA I,óPEZ MAY/\

a) La itllplementacióD clc políticas clc scgttritlatl alilllorllitriitpara sectores pobres, colno la llolítica dc ciistribtrcitin cle

alimentos a través de los llamados McIcal;

b) La formulación dc polÍticas de reactivación de la economÍ4,

como el jmpulso a la cconornía §ocial a travós de la rcgula-

rización dc tierras lur:Lles y urbanas, las ruedas de legocios

que usan el gasto público para forlentar el impr.rlso a coo

perativas y pequenas empresas; polÍticas de llnanciamicnto

a microempresas; un plall concebido para conlbatir el des-

empleo, pero que lue complejizándose para delinear una

especie de economÍa allernativa que el gobierno llamó "mo-

delo de desarrollo endógeno". Este plan, conocido como

Misión Vuelvan Caras, articula programals de capacitación

para el trabajo, otorgamiento de activos pertenecientes al

Estado, asistencia técnica, vivienda, tierlas, cLc;

c) EI plan masivo de alfabetización (lvtisión llot)insoo ly Il);d) Los distintos planes educativos (escuelas bolivariar1i]s, Mi

sión Ribas, Misión Sucre, Universidad llolivarjill)it) y

e) El plan de asistencia médica en los biurio§ urbanos (l)lan y lue

go Misión Barrio Adel)tro) (véase capítulo 15 de este Iibro).

Estas po1íticas indicaban que el gobierno perseguÍa proyectar

Ia imagen del gobernante volcado a gobernat atendicndo los recla

mos y necesidades dc Ios sectores rnás cxcluidos en el pa.sado, que

lo habÍan sostenido en las dificultades. Tal estrategia resultó desde

inicios de 2004 en un creciente errsanchamiento del apoyo político

al gobicrno, reconocido incluso en encuestadoras po1íticamente

sesgaclas hacia la oposición.

Las fuerzas de la oposición, por su parte, debilitadas como ya

se seialó, se ücron forzadas a bajar Ia Irovilizaclón de callc, y ya cn

fcbrero de 2003 se volcaron a 1a estratcgia de activar un lleferendo

Revocatorio presidencial, buscando con ello dcjar a un Iado el partl

pctrcrlero sin lev.rntar-lo explícitamente Esperabar di§lninuir los

previsibles costos políticos negativo§ que la derrota del paro torríiI,

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278 DII,VIEFNES NICRO AI, NI IFH I]N!O REVOCÀTOIIIO

entrando cn lo que sc sllpone era una nueva etapa de lucha porsâlir cle Chávcz lo iüttes posil)1e.,\lgunos grupos, sirr embargo, si-guicron elrlrascados elr sacar al Presidente del poder violentatnen-te. Por ejcmplo, el eufenrístican]ente llamado Bloqr'le Dernocrático(ll1)), y ciertas personalidades civilcs y militares, corto es el caso

cleL ex presidente Pórez, que siguieron llamando al golpe dc Istado

), alur en el caso del ex Presidente, al nagnicidio, Ustas accioncsse realizaban sill el respaido explícito de la CD, que se centró en el"revocatorio", estrategia que se ajustaba a 1a Constitución, y quepor cier-to, só1l] un zuto antes había rechazado.

Corno complêrnento de esta nueva estrategia, la oposicióntambién constituyó grupos coordinados entre sÍ, que se dispusie-ron a elaborar porcollsenso un docLlmento que expresara las líneasbásicas de un proyecto político para el gobierno "de tr.ansición"que supoDÍan vendr-ía inmediatantente despuós del revocatorio.Los líderes de 1a CD consitieraban inminente la salida de Chávez,pues pese a los fracasos de sus estrategias previas, no procesabanlos altos costos políticos que pudieran dalse por ello. AI contrario,ilusionados por el espejismo que ies ploporcionaban los mediosprivados de comunicación, daban por descontado tener el apoyoma),oritario de los electores. Desconfiaban, sin enrbargo, de la vo-luntad del gobierno para deiarlos actuar democráticarneote.

El Referendo Rcvocatorio convocado por la CD es un derechoconstiLucionai. lil artícuio 72 estipula su realización cumpliendolos siguicntes reqriisitos: al debe habeise cunpliclo la mitad delmandalo de la autoridad; b) la so)icitrrd debe estar respaldadacomo mínimo por 20% de firmas de los clecroles inscritos eu elRegistro Eleck)ral Perrtalerte (REP); c) cuando se haga el escru-tinio, el númelo de electores que se pronuncian a lavor de revocarel mandato debe ser superior al número de vo tantes qUe eligierona la autoridôd en cuestión; d) deben votar por lo menos el 25olo delos electores inscritos en el RLP; y c) sólo puede hacersc una vez.l)ocr) antes dc Íj.nalizar el ano 2003, luego cluc pudci allfttltarse laclesignación rle las nuevas arrtoridadcs dcl CNIi, esta vía sc clespejó

i\raRiAn r^ rôPt7 I'r/Y^

), cl ente comicial .iutoriz(i )'r'cguló los llautados para lccogcr las

0rmas dcl revocatorio presidencial, asÍ corro ialllrbión las firrnas

de revocatorios para diputados cle 1a

^samblca Nacional, taDto ofi-

ciirlistas como de oposicirln. I-a recolección de las firmas tanto de

Ias fuerzas del gobierno como de la oposir:irirr tuvo lugar en dos

senranas seguidas de novierl[rrc y dicicmble. h12003 cerral]t col-l

discreÍo olltimisrno.

"OPI]RAC(iN GUÁlrtÀiBa" v rttvoc.tlonlo pnrstpt:lctru

Ei 24 dc febrero de 2004 se dio la primera ciecisión del CNE

relativa a las fi).mas entregadas en diciemllre 200:l por la oposición

para convocar el Referendo Revocatorio presidencial. Irl CNE, en

decisión diviclida 3 a 2, prrso bajo observación a más de 148.190

planillas entregadas [contentivas de aproximadanrcr]te 1.4U0.000

firmas), anunciando en los dÍas inmediatos siguientes la aptoba

ción de un procedi[riento para llevarlas a "reparo" (ratif]caci(in).

El CNE dijo expresar ducia "razonable" sobre la attttnlicitlrttl tlt'una porción de solicitudes de las plartillas que Íueron llenatlits cou

unâ caliglafÍa similar, contradiciendo el instructivo acor(iaclo pol cl

ente. El2 de marzo. el CNE formalmente infolmó las cifrirs de so

licitudcs válidas, inválidas y "reparables", y estableció los criteriospar-a la reparación. Esta decisión fue respaldada por lr.rs observaclo-

res de la OtiÁ y clcl Ccntro Carter en el paÍs, quicnes, sin erlbalgo,

expresaron diferencias con los criterios dcl CNli pata Iir rcpatación

y lo exhortaron a scguir ncgociando con las partes.

^ raíz de estas decisiones tomadas por cl CNE, entre el 27 de

fçbr-cro y el4 de rnarzo el país urbano, y sobre todo 1as zonas donde

se residencian sectores sociales dc ingtesos medios y altos, sulrió

una ola de protestas conÍiontÍrcionales y violentas, clesarrollatlas a

partir de llamados a la "dcsobccliencia civil" por parte de voceros de

la CD, que rechazaron la clccisión del CNE y cxpresaron desconocer

la legitimidad dcl cntc coruicial (\,. Nlentlo-za ert Ra.dio Nacional, ro-

seiiado en (w\,\,w apolri)ii.orÍj) ,25 2 2OO4). Las p\otestas, collociclas

Page 12: MAYA, Margarita López. Las Insurrecciones de La Oposición

280 ufr vifllNrs NEfR0 ^t

nFFItnENIro RLvocaloBlo

cot:tto cl !:r(r'íltl)(/zí, u 'ol)ctacjólt guarimba", incluyeron barrica-das en aLltol)istirs y vías ncrtftilgicas de Caracas y otras ciudades,

clucna rlc rrcrrrrriitir:os, l)olsas de basLtra yvchículos, balaceras cnpl Zir Altilr)liIit, violcDciit Iísica y verbal en diversos puntos ulba-nr)s, (:or)liniu))icnto clc centelares de familias a sus hogarcs porIos t:icrrcs rlc vía quc irupidierol llevar a los nirlos a las escuelas,

ilcll(lil al llabajo o llcgar a centros de salud.

lll episodio recibió cl nornbre de operación gttarimbapor su

senleianza con un plan con ese notrtbre, convocado desde mavodc 2003 a través de una red de internet por un dirigente del parti-do BD, organización que se separó de la CD después del golpe de

abril, por insistir en una salida violenta a la conflictividad polÍtica.La palabra guarimba es de origen caribe, y se utiliza en un juego

infantil en Vcnezuela, para aludir a rrn sitio seguro, la casa u otro,doDde una persona perseguida u atacada queda protegida. Segútn

el mensaie de Intert-ret, cada cual fuente a su casa o guari.mbctde-bÍa, en una fecha que serÍa anunciada, desarrollar acciones dc re-

sistencia civil en la calle, pero re1IaeÍse a s! gLLarim.Da si llegaba lapolicÍa a reprimir. Cuando los cuerpos de seguridad se retiraban, se

volvía a salir de la guarintba. Según Robert Alonso, el dueúo de lapágina rveb y aparente inventor de la táctica, ésta era infaliblc par a

producir un caos en Ias ciudades, la FFAA itrtervendría y Chávezcaería a los pocos días.

El saldo trágico de este nuevo evento incluyó nucvc tnuertos,dct:enas de hcridos, unos 40 revoltosos coll autos de rlelención,que cn Ios días siguientes fueron liberados, y rlillones cn pér'di,das materiales. Ninguna organización política, ni la CD o el BD, se

responsabilizaron por la violencia clesatada, pero autoridades demuricipios caraquenos controlados por la oposición -los alcaldes

López y Capriles Radonski, de Chacao y Ilaruta, respectivamcn-tc- se resistieron a reprimlr tales protestas, argumentando quecran legÍtimas.

Iil efi:cto innlr:rliato de esta r.iolencia fue acentirar las tcnsionescu cl seno de la CD cntre quienes se pronunciaban pol rcchazar el

M^HGÂRlrA lÓPIz l{aYÁ)81

proceso rie reparo y letjrarse rle lir vía ticl rcli:telndo y rltrit'tlcs ittsis-

tieron, pese a las dificultades, en proscgttir por estc cillilillo' lirtrc

Ios prin.reros destacaban pa idos conro PL PV o I-Cll y organizacio

nes rarlicales como Gente dcl Petróleo, formada con los gercntcs de

Pdvsa duraote el paro-sabotaic. Enlre los segunclos, olganizaciones

como el MAS, AD y Copei, y personalidadcs como Teodoro Pctkoff

y Alberto Quirós Corradi, r.tn ex gerente y expctto petrolero Esta

última posición, ltlego de mucho debírte, prevalecerÍa La oposición

se avino a convocar a sus bases para "reparar" sus fir-mas y el3 deju-

nio el CNE djctaminó que existían las Íirmas suficientes y se habían

llenado los requisitos constiLucionaies parâ convocar al Referendo

Revocatorio presider.rcial, que se fijó para el I5 de agosto'

Con el anuncio de Ia activación del proceso de refererdo con§-

titucioral, se procluio en los meses si8uientes tln cambio en los

cliscursos y actitudes de los acÍores políticos hacia Ia moderaci(irl

y malror equilibrio, en un afán por conseguir los votos (lc aqucllos

sectores del electorado que las encuestas revelilball cslitr ntl ptlla-

liz.rrlos 1/o ra,-iicalizatlos que clecidirian el testtltitrlr'' Asi tttisttrrr'

una vez más, se inició en Venezuela la intensa activiclad (1e organi-

zación y movilización rle las bases dei gobierno y cle la oposición'

a los fines de preparalrse para afrontar el evento, que podría dat'

un resultado decisivo en la lucha [rcgemónica, que en las confron-

taciones ante ores arrojaba un predominjo aún |eversiirle de las

fuerzas del gobierno

El proceso quc Ilevó a la activacióD del revocatorio presiden-

cial significó para la oposición un triunfo político, en especial para

sectorcs y personalidacles dc vocación más democríttica ya senala-

das arriba, que hasta ese motnento habÍan tenido poco peso dentrcr

tle la CD. De hecho, la visibilidatl de cstos actoros significó durarlte

la campaía un cambio de voccros en la CD, coll más l)redominio

de discursos moderados, incluso por parte de quieres hasta poco

antes se opusieroll a ir a los reparos'

Por parte dc las orgal)izaciones y bases dr:l grlltitlt tlo' trtt las llrtritrr

preüas e inme(liatamcnte sigrliclrtcs al ilntlllcio dct (lN li' sl: lt i(.ict I rtt

Page 13: MAYA, Margarita López. Las Insurrecciones de La Oposición

211.) vlfnNFs NiíiIto l, nIt!R!:í1]o REVoCÀTOnto

evidcn Ics t(' sioltos ), colttl-ild icciones intctnas c incluso se viYieronestrrllirkls rio vjolcnciil [)olÍticar on ei cer]tro de Caracas. La situaciót)(lu('(i(i riil)i(llrrrcn lc conlrrrada cuando el presidentc Chá\rez, en unapcrrsirrll, lriibil y r crtera cíldena oÍicial rcconoció esa noche lii cleci_

rr,rrr,l, lt Nl \ í,, V,){ o ir srrsb,rsn.iUrg.rrri,tirrs,,i preptt.arrcpJrJcs(' rclirrcrl(lo. I,.l Presidente desde el Palacio, rodcado de simbolosrt.ligiosos e históricos, atribuyó cooto su particular triunfb polÍticolir ( i)nstitución de I gg9 y cl referendo Íevocatorio presidencial queiilrola se activaba contla é1. Evocó luego la histór.ica batalla ale SautaInés de la Guerra Fedelal venezolana del siglo XIX, para explicar a

sus bases la impoltancia dcl evento electoral que se aproxilnaba, laestraregia que estaría usando y presagiar la corltundente victoriaque buscaba. Finalmente, acudió a un lnuy fanloso y emlllcrtáticopoema llanero, Fl.are tino )t el Díaô1o, relerido a r-rn reto ctrtabladoentre los dos -v donde Irbrentino le g:rna a1 l)iablo, iclen ti Íicíutdoseél con Florentino _v a lil CD colt su ollot'rentc, para diu la imagen másilustrativa posiblc clc los at.illutos que le asignaba al "otro" i/ de lamagnitud de lí1tare.] que tenÍan por dclante.

El 15 de agosto los elector'os venezolanos:rcucliclon rnasiva-Inente a las unlas en ut] clirra de sar)a l)az. Las llreyisiones logísti-cas del CNE cluedarotr rebasaclas por la ilnportante a[iuencia de laparticipación ciudacl;rna. Si en julio de 2000 hilbÍit votado un uti-verso dc cerca de 6.600.000 venezolanos, el.t agosto de 2004 votaronccr ca de 10.000.000. Los cenlt os electoralcs se vieron sobrcpasadosy la gente hizo colas que cn promedio alcanzaron las siete horars. El1ti dc agosto en la madrugada, graclas al sistclDa cornputarizado devotación que se utilizó, el CNlr pudo dar su pr imet informe oficial,totalizado con el 94,49% de las actas autonatizadas y cuyas tcn-dencias consideró irreversibles. La opciól del NO, pertcnecienteal Plesidente, habíit trirlnfado con una holgada rna],oria: 4.991.483votos (58,25%) contra la opcióll del Sl, que en esre primer boletínrccibiría 3.576.517 votos (41,74%). poco dcspuós, los obscrvatloresjlrtemaciotlales Ieconocidos ltitr la op0sición, cl (.)crr tr.r) ( làrtcr. J, laOll^, aDuDCiírron la compatibilidad de sus r:ailcuLrs corr iitlrrollos

lvlAltcÀRITA l,0PEZ MÁY 2ll3

del CNE. Irl Presidente había salido airoso una vez más, y con unporcentaje casi idóntico a los í.omi.iôs .lc 200Í)

Con estos resrlltados, la lucha hegemónica tomaba dc nuevo,

pero eD estc caso cle manera ntás contundcllte y f,r1ne que en lüs

conÍiontaciones anteriores, un Siro it favor del proyecto bolivaliano

y sus fuerzas sociales y polÍticas. [.a ]egititrlidad que aporta[]a írl

gobierno cl rcsultado dcl lefererdo trasccndía el ámbito nacional, )'sc proyectaba sobrc cl escenario intelnacional, talnbióll polarizado

eDtre fuerzas a tavor y en contra del proyecto lloiivariano. E1i los

meses siguientes, la oposición buscaría denuncial crl itrstitucjolles

latinoamericanas e internacionales un iraude "electr riniccl tttitsivo"

que nunca pudieron demostrar. Tamllién, posterio rnre n 1c' ci(lrtos

gRlpos serlal;iron tlr) coniunto de ilregulariclacles illstittlciollillL's,

que a su juiciíl se produjeroll durarrte el procest) l-cvocillorio, (lLtc

habría alterado tramposamentc 1a corrclircióll (lc lilclzlls il l'ilvol

del gobÍerno, -v por ende el resultado electoral. llrl csla lír)cii (l(l

argurnentación no se cuestionó el resriltitdo a Ial'tlt'cicl l'lcsi(l('llt(',

sino el proceso que cotidttio al misnlo. Aun cuando cl Proccso 11\

vocatorio pltdo tencr sus debilidades instittlcionirles, colllo sLl('lírrr

tenerlo en mayor o meDor medidâ los procesos conlici.rlcs, a líl ltlz

del contex[o insulrecciona] en el cuai se itrsertó, y el ctlatl coltrilltt-yó dc rnanera decisiva a superall, puede consiclcralrse ull proccso

político razonablemeDtil transpalcl-11c, creíble ()n sus resrtltados y

cxiloso en su proLrósito. El proceso que culrninó en el Refererlclo

" - 'P.evocatoria pr-esidencial creó las condi<:iones mediante las ctlale§

la sor:ir:dad pudo cncoBtrar ur-l nuevo caLlce nlenos violellto pítra

proseguir lii lucha hegemónica. Poi otra parte, profusas evidell-

cias sobre el arpoyo y la popularldatl del Sobierno se reflc.iaban en

encuestas (1e diversa naturalezit desde liacía mese§, inclLlso entre

compaiiias enctlestadoras qtle vcllían abiei talr)ente apoyan(lÔ â

la oposici(')n. Y recordcmos de nuevo Lluc cliversa§ ()l gar)izaciorles

internacionales, (ple en nillgíln caso llilcden con algrtna seriedad

'" ser endilgadas conlo c/iallrislzÍ.s, cotl)o el Cenllu-Cartcr-o--lal)nA-

apoyaron el ilro(le§o y avalar{)n stls I'csrtltados