Medvedkin Alexander El Cine Como Propaganda Politica 294 Dias Sobre Ruedas Siglo XXI Ed 1973

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Alexander Ivanovitch Medvedkin nació el 8 de marzo de 1900. Jinete en el Primer Ejército de la Caballería Roja durante la guerra civil, entre combate y combate pone en escena obras teatrales satíricas y críticas. A los 27 años de edad, abandona el ejército regular por el Servicio Cinematográfico, donde trabaja como guionista y asistente de dirección. En 1932 dirige el cine-tren. Antes y después de la segunda guerra mundial, realiza documentales y films de montaje: ¡Al ladrón! (1930), Acerca del amor y El hoyo (1932), Confiamos en'nuestra victoria (1941), La liberación de la tierra (1946), A la gloria del trabajo (en colaboración con R. Grigoriev y M. Slavinskaia, 1949), Primera primavera (1954), Primavera atormentada (1956), Pensamientos sobre la felicidad (1958), Razón contra sinrazón (1960), La ley de la cobardía (1962), Amistad con infracción (1965), Esclerosis de la conciencia (1968), Carta a mis amigos chinos (1971). Sus dos largometrajes de ficción son La felicidad (1934) y La milagrosa (1936).De él escribió S. IV!. Eisenstein, en 1936: "He aquí no sólo una obra excepcional sino también un autor excepcional, una personalidad auténticamente original y perfectamente realizada. Lo primero que nos inpresiona es una cuestión de principio: nada de acrobacia, de trapecio volante, de vuelo coreográfico, ninguna evasión de un cofre sellado; en cambio: una maestría, una originalidad auténticas. Ningún efecto, ningún gag por sí mismo, sino busca de que cada gag sirva a un propósito. He estudiado mucho el problema de las ideas y actitudes ideológicas que un gag tradicional o conocido puede desarrollar en la interpretación cómica. No hay una sola de las conclusiones que obtuve, que Medvedkin no podría suscribir”.

Transcript of Medvedkin Alexander El Cine Como Propaganda Politica 294 Dias Sobre Ruedas Siglo XXI Ed 1973

  • rEl cine como propaganda poltica294 das sobre ruedasAlexander Medvedkin

    CDABPM KAJO E 3A

  • Traduccin de;

    VERA MAKAROVA Y NORA ( A N E O l)E ( . E R Al.IX)

  • El cine como propaganda poltica

    por

    Alexander Medvedkin

    PrenenlaciA p o r

    Edgardo Cozarinsky

    msigloveintiunoeditores

    mixteo(spanaargentala

  • siglo veintiuno editores, saC A B X l t L M A S C I A A * . W t X l C O 12 O *

    siglo veintiuno de esparta editores, saC M I U O R U l ' K 7. V A R > 0 ) 3 C S ^ A . A

    siglo veintiuno argentina editores, saA V . C O A D O M A 2 0 4 C U I N O S A l A f S A A O I N T I N A

    T x p i: Isabel Car Ira lio

    T flu lo Id original ruso:

    2 9 * i H fl HA KOI E C A X

    Alexatider McdvcdkiiiIn i era edicin en espaol, setiem bre de 1*7S Siglo XXI Aigciiiina kditoics S. X. C rdoba 2W4. HuniiA .XitrDerechos reservad conforme a la ley Im ples en Aigcirtina rr in te d in A igentina

  • PRESENTACION

    2!M DIAS SOBRE RUEDAS

    Nuestro |>.m cotidiano

    El encuentro ton el ejrcito rojo

    Inaugurat iu del Dnieprostroy

    En primera plana

    Circunstancias de fucr/a mayor

    FII.MOGRAKA

    Primer ao del trabajo del t ineireu

  • EL IMPREVISIBLE FUTURO DE MEDVEDKIN

    EDGARDO COZARINSKY

    1.a orden del Comisariado de Transportes del Pueblo-, fechada el 29 de diciembre de 1931, decretaba: Para que se cumplan las decisiones del plcnario de octubre del Comit Central del Partido Comunista referidas al perfeccionamiento del transporte ferroviario y al desarrollo de la propaganda mediante el contacto visual con las actividades bsicas del transporte ferroviario, es necesario emplear mtodos nuevos y formas de trabajo masivo en la propaganda tcnica, usando el cinematgrafo para movilizar a las masas trabajadoras en torno a las tareas de la construccin socialista y la renovacin del transporte ferroviario. La central intersindical Noticiero Soyuzki- no ha puesto en marcha el primer cinetren sovitico, estudio cinematogrfico sobre ruedas completamente equipado para producir films en circunstancias de transporte ferroviario. Trabajando por encargo del Comit Central, el cinetren del Noticiero Soyuzkino presta atencin primordial, dentro de su plan de produccin, al transporte ferroviario, y la primera ruta de tres meses en que operar atiende especialmente a la necesidad de mejorar el transporte ferroviario". Siguen instrucciones para que los jefes de estacin concedan prioridad a los requerimientos del cinetren.1

    La redaccin, con su tenaz insistencia en el adelanto

    Jay Lcyda. Kino. Londre*. Gcorgc Alien and l.'nwin. 1960. p.

    IX

  • ferroviario, no parece capaz de suscitar demasiado entusiasmo. Sin embargo, esa resolucin pona en movimiento la ltima gran experiencia del cinc sovitico revolucionario, antes que la esttica del realismo socialista se impusiera con Chapaiev (1934), el film de los hermanos Vasi- liev que regira como modelo durante casi dos dcadas.

    Qu era el cinetrn? Fsicamente, tres vagones: el primero inclua habitacin y comedor para un equipo de treinta y dos personas: el segundo, una sala de proyeccin, un depsito de materiales y una instalacin completa para producir films de animacin; el tercero, un laboratorio equipado para revelar y copiar. Gracias al ferrocarril, este estudio poda autoabastccersc durante meses sin necesidad de tomar contacto con una sede central. "Fue el desarrollo lgico de los agit-trenes de la guerra civil, y los films que produjo estaban vinculados, aunque en un nivel superior, con los agitki de aquella poca anterior.2

    Entre el 25 de enero de 1932 y el 15 de enero de 1933 transcurrieron los 294 das sobre ruedas a que se refiere el ttulo original de estas memorias de Medved- kin. Sus ancdotas humorsticas y emotivas, sus vietas de personajes pintorescos van trazando el retrato de un hombre generoso y humilde, a quien la evocacin deja asombrado de que l y sus amigos hayan podido hacer historia mientras se divertan tanto trabajando, en una ignorancia feliz de que ese trabajo, aparentemente tan rico de futuro, habra de sealar el final de una poca y slo hallara su imprevisible futuro, treinta y cinco aos ms tarde, en la Francia neocapitalista .. .

    En 1967, despus de las huelgas en las fbricas Rho- diacta, un grupo de obreros de Besanon se embarc en la aventura necesaria de realizar por si mismos films sobre su condicin. Encontraron disponible una cooperativa de

    Ixrvda. Ibifirm .

    X

  • produccin que, bajo el nombre SLON, Chris MarkeT haba fundado a fines de 1966. (Slon, en ruso, significa elefante y era el sobrenombre dado a Slonimsky, uno de los colaboradores ms cercanos de Mcdvcdkin en el cinc- tren, hoy veterano jefe de seccin en los estudios Mos- film; como una ley francesa exige que toda sociedad que se constituya en el pas tenga nombre francs, Slon pas a ser la sigla de Socit de Lancement des Oeuvres Nou- velles.) Hasta entonces, Slon haba producido solamente un film colectivo: Lejos de Vielnam. Pero "un grupo Med- vcdkin ya haba sido fundado por Marker, Godard y Marret en diciembie de 1967, cuando Godard prest su cmara Super-8 a los obreros de la Rhodiacta,3 y las huelgas de 1967, tanto como los acontecimientos de mayo de 1968, habran de ser el impulso definitivo para que el eslogan "films que no deberan existir se hiciera realidad. Hoy, Slon ha constituido un circuito paralelo en toda Francia y no se limita a filmar testimonios de la clase sino que aspira a representar el revs de la sociedad rica del Mercado Comn, con su vaco ideolgico: como tal, tiene ramas en varios pases europeos y en las televisiones de Alemania Federal, Suecia, Holanda, Canad francs c Italia.

    En enero de 1971, Mcdvedkin visit Francia. Militantes y obreros le mostraron sus films, conocieron uno de los dos nicos largometrajes del maestro La felicidad, 1934, que Slon iba a distribuir en Francia; mientras tanto. Marker filmaba, en el depsito de locomotoras de Noisy-le-Sec, El tren en marcha, el mediometraje que evoca la experiencia del cinetren a travs de documentos de la poca y permite a Mcdvedkin exponer su aventura. Pol Cbe, animador de los primeros grupos de obreros- *

    * R R hard Rornt. "Slon". cu Si&lti mi Sumid. I.oikIicv prim avera l!>7.

    XI

  • cineastas, recuerda el encuentro con ese gigante locuaz: El, el gran desconocido de las enciclopedias del cine, nos deca su orgullo y no poda esconder su emocin al encontrar su nombre en los films fabricados torpemente por los obreros de Besanon y Sochaux. Tambin nos reprochaba: Medvedkin ya era un grupo, tienen que decirlo: el cinetren no era un hombre sino un equipo de 32 personas. Cuidado con el culto de la personalidad . . 4

    Este paso abrupto de la Unin Sovitica de 1932 a la Francia posterior a 1968 puede ser una digresin pero no es una distraccin: los 70 films del cinetren (24,565 metros montados y proyectados a lo largo de miles de kilmetros) tanto como los 53 films (casi todos en 16 mm, cortos, medios y largometrajes) que Slon enumeraba en el catlogo de sus tres primeros aos de trabajo, ilustran una misma concepcin del cine poltico y no agotan la enseanza de Medvedkin, cuya primera virtud es la de no proponerse como modelo sino la de exigir una adecuacin correcta, constantemente renovable, a las condiciones concretas de trabajo.

    En una poca en que la televisin no era soada por los millones de campesinos analfabetos que a lo ancho de las flamantes repblicas socialistas soviticas vean por primera vez una exhibicin cinematogrfica, el cinetren tena por lema: Hoy filmamos, maana exhibimos. Eran los principios del Plan Quinquenal: una incipiente industria siderrgica deba desarrollarse en un pas cuya necesidad ms urgente era la electrificacin. Lejos de Mosc. Medvedkin tambin estaba lejos del irresistible ascenso vertical de la burocracia y la censura esttica, que no era sino censura de un lenguaje y de una prctica. Cuando el grupo Hulla, despus del primer viaje del cinetren. lo premia y financia su viaje siguiente. Medvcd-

    * Pul Cbe. R ctonirc avec M cdvcdkine en l.'Avant-Scriie Cinema. Par.N* I . d iiicn ib re >971. * -

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  • kin anota que "result muy oportuno porque las autoridades cinematogrficas no aprobaban nuestro experimento. nos obstaculizaban cuanto podan y no habran perdido la oportunidad de cerrarnos el paso por motivos de baja rentabilidad".

    Dos principios fundamentales rigieron la actividad del cinetrcn. y Medvedkin los expone llanamente: "No nos limitaramos a mostrar una pacfica crnica informativa sino ' historietas custicas" escribe: tambin: "T u vimos que elaborar nuestro propio tipo de sesin", seguido por discusiones inmediatas. Es decir: rechazo de la hereja documental", rechazo de la nocin de "obra" definitiva y autosuficiente. En esta serena aceptacin de la dialctica que rige la realizacin y la exhibicin del hecho cinematogrfico no menos que el resto de las cosas, encuentra Medvedkin la nica posibilidad de vincular las palabras "cine y "poltica.

    La nocin de documental, culpable de vehementes errores crticos e innumerables obras insignificantes, es de las ms ambiguas que hayan abrumado a la teora y la prctica del cinc. Halaga, por una parte, esa desconfianza pequeoburgucsa (que impregna todo realismo socialista) ante lo que no corrobora mecnicamente una "realidad entendida como preexistente, prcticamente revelada, que el hombre debera reconocer antes que comprender. reflejar antes que analizar. Las historias del cine prodigan reputaciones edificadas sobre esta supersticin: desde la de la escuela documental inglesa de Grierson hasta los ms sutiles equvocos del neorrealismo italiano, que a principios de los aos 60 todava hallaba dciles imitadores sudamericanos, y no slo en las escuelas de cine derivadas del Centro Spcrimcntalc romano.

    La atencin particular al momento de interseccin entre celuloide impreso y pblico vivo es fundamental. Cuando Medvedkin habla de la necesidad de discutir ca

    XIII

  • da film tras su proyeccin, no lo hace en el marco de nociones de apertura, ruptura, alcatoriedad; antes de l, despus de l, Eisenstein y Dovzhenko, Kosintzev y Trau- berg, el incomparable Dziga Vertov investigaban en el plano esttico y lingstico las relaciones entre cine e ideologa; Medvedkin, en cambio, operaba en un plano de practicidad menuda, cotidiana: cuando los culpables de la escasa productividad de una fbrica vean caricaturizada su torpeza en la pantalla, solicitaban al equipo del cine- tren que los "brrase y ellos prometan no exhibir la prueba incriminatoria; cuando los ttulos escritos interrogaban. comentaban, criticaban las imgenes entre las que aparecan intercalados, y culminaban con el clsico 'Qu hacer? que preceda a una interrupcin para discutir, los films se interrumpan y la discusin se entablaba; el cartel no era recuperado como Una gota al pie de pgina en Umberto Eco, mientras la proyeccin segua su curso.

    Esta modestia es importante. Medvedkin nunca se toma a s mismo por Eisenstein. Y si todava resulta posible pensar que un pblico cinematogrfico pueda ser influido polticamente, en algn sentido que no sea imprevisible c incalculable, por un film visto, es en la medida en que tanto los valores del entretenimiento como los estticos, en vez de ser desechados o postergados, pasan a operar en un nivel ajeno: el de esa interseccin entre el registro envasado de imgenes y sonidos, y un tiempo vivo y una presencia activa: los del espectador.

    Medvedkin advierte una necesidad de humor en su pblico y procura satisfacerla. "No nos limitaramos a mostrar una pacfica crnica informativa sino "historietas custicas . . . La experiencia del cine-tren debe de haber sido decisiva para La felicidad, cuyo "nico elemento realista ( . . . ) eran sus ideas. Por lo dems y visualmente es un film mudo era una fantasa que no se detena ante nada para comunicar esas ideas. Mcdved-XIV

  • kin emple la exageracin, la farsa, el vaudeville, el teatro de revistas, el surrealismo ( . . . ) , aun el expresionismo y los chistes obscenos. Es uno de los films ms originales de la historia del cine sovitico, notable sobre todo porque apareci en su perodo ms ortodoxo" **. Contra la pasividad de quien supone que la "realidad" es reflejablc o reconstruible, Medvedkin se lanza a interrogarla, a desafiar sus contradicciones en todos los niveles en que se presentan.

    Y es en esta transgresin programtica de jerarquas establecidas (uniendo lo poltico con el humor vulgar, influencias de corrientes estticas vanguardistas con la necesidad de incrementar la produccin industrial) donde Medvedkin, que no se saba el ltimo de una generacin de cineastas formados en/por la Revolucin, iba a legar un ejemplo rescatablc para los cineastas latinoamericanos ms originales, quienes tal vez no conocieran su obra, ni aun su nombre, cuando en un contexto radicalmente diferente (en sociedades burguesas, fruto de trascultura- ciones tan variadas como diversas), prefirieron renunciar a la buena conciencia que garantiza la solemnidad para lanzarse a filmar, con insolencia y lucidez: componiendo sus films como modelos en escala reducida de un organismo cuyo funcionamiento es necesario hacer explcito para poderlo modificar.

    l .o d a . Ol>. ril.. p. S2.

    XV

  • Transcurra el ao 1931. I.os primeros pasos en la ruta del socialismo llenaron al pas de acontecimientos de tan sorpresiva tensin que resultaba difcil mantenerse apartado para dedicarse a la solucin de problemas sin importancia.

    Entonces surgi la idea de encauzar el cinematgrafo hacia la ardorosa lucha con la legin de elementos malvados que se levantaron como muro de protesta contra la reestructuracin inaudita del Nuevo Mundo. Eran numerosos: esquirlas de los contrarrevolucionarios (rusos blancos de la guerra civil), bandidos kulaks (campesinos enriquecidos), saboteadores, burcratas, "idiotas tiles, etctera. . .

    Al principio de los aos treinta se acu una consigna nueva para el vocabulario ruso: "p er tu r ba d o r es n o c ivos , con el objeto de com batir su malevolencia; siempre se recurra a nuevas formas de lucha. El castigo consista en una despiadada limpieza del aparato estatal; se les echaba encima la caballera ligera del Komsomol (Federacin de las Juventudes Comunistas); los revisaba la organizacin de obreros y campesinos; aparecan revelaciones en la prensa, donde se criticaban en primera plana todas las innovaciones introducidas; ms tarde el Partido desencaden contra ellos toda la fuerza de las secciones polticas de EMT [Estaciones de Mquinas y Tractores], de los sovjoses y del transporte ferroviario . ..

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  • Era esto el inmenso frente de la lucha de clases en las vas an desconocidas de la reconstruccin socialista del pas, iniciada con el Primer Plan Quinquenal.

    Nos pareca muy atractivo incluir los por entonces an torpes medios cinematogrficos en esta santa lucha mediante historietas custicas sobre cuestiones polticas. De ah surgi la idea de crear una fbrica cinematogrfica rodante con una programacin inslita y un nuevo lema:

    HOY FILMAMOS. MAANA EXHIBIMOS

    No nos limitaramos a mostrar una pacfica crnica de informacin. Revelaramos sin temor las causas de los fracasos, los escndalos; elevaramos a la pantalla a los Perturbadores nocivos" y les presentaramos nuestras exi

    gencias fundamentadas; no cesaramos hasta que se produjera una reforma y los malvados quedasen desarmados. La idea era atractiva. Pero an no haba ruedas...

    Transcurra el ao 1931. En el pas quedaban pocos vagones viejos y an no se construan nuevos. El Plan Quinquenal llen las rutas de viajeros. Los viejos mis contemporneos nunca olvidarn las batallas en las boleteras jdc los ferrocarriles, las luchas para conseguir boletos.

    Nuestra idea fue recibida con algaraba. Pero los vagones no aparecan. Durante 7 meses golpeamos a todas las puertas hasta que por fin lleg uno de los das ms felices de mi vida. Nos entregaron tres vagones viejos y los colocamos en un taller, vacindolos para convertirlos en el local de un estudio cinematogrfico nunca visto, pues era rodante.

    Separamos uno para la vivienda del personal y en los otros dos instalamos, con infinitas dificultades, todos los elementos tcnicos para la produccin de pelculas.

    Medio vagn fue reservado al taller principal, el del laboratorio cinematogrfico.

    4

  • El gran entusiasta del tren, nuestro inolvidable maestro (i. Sheviakov, nos garantizaba una pioduccin de hasta dos mil metros por da. Esto significaba que nuestro lema principal hoy f il m a m o s , m a a n a ex h ib im o s se tornaba realidad.

    No hay que olvidar que esto ocurra cuarenta aos atrs. Los ms atrevidos fantaseadores no podan prever los milagros de la televisin y se habran redo de culquier profeta que tratara de pronosticar el mtodo de telerreportaje directo desde la Plaza Roja.

    El cine se desarrollaba sin apuro. An era mudo y nadie en el mundo poda prever mtodos futuros.

    I odo era ms sencillo, ms tranquilo, pero tambin ms pobre. Arriesgando romper los ritmos usuales de produccin, era natural que mirramos con ansiedad y esperanza en los ojos de Grisha Sheviakov. quien nos garantizaba 2000 metros de pelculas por da. elaborada en cualquier condicin, hasta con el tren en marcha.

    Medio vagn fue ocupado por el taller ms amplio de montaje donde se colocaron tres mesas de trabajo.

    En estas mesas tenan que trabajar los directores de escena (rgisseurs). No haba otro lugar en el tren para ellos, y la experiencia nos demostr que no nos habamos equivocado.

    Al lado del taller de montaje se instal un taller bastante completo de animacin, con tres aparatos. Dos de stos se dedicaron especialmente a la filmacin de Las aventuras de un camello, exitosa comedia del poeta Alejandro Beziminski, sobre la construccin de la planta de tractores de Stalingrado.

    Recortado en madera terciada, el vergonzoso camello smbolo de atraso se colgaba encima de la entrada de los talleres u oficinas atrasados en su produccin. Para librarse de tan vergonzoso smbolo, el taller rezagado tena que salir de la brecha.

    S

  • Este hroe tan inslito nos convena mucho. Toda una brigada de artistas animadores se dedicaba a dibujar en la pelcula unas historietas con aventuras del camello. La tcnica de la filmacin era muy simple: filmbamos el muy embarrado y desordenado andn de la estacin ferroviaria Dolguinskaya y luego, mediante la "truca", aplicbamos la figura del camello. ste era llevado al andn por un lazarillo que lo haca inflar por una bomba. Entonces, el camello apareca en un globo que flotaba por encuna de la puerta de entrada al escritorio del director de la estacin . . .

    El camello andaba por los patios de los talleres atrasados, estornudaba cuando se encontraba ante un borracho o uno que hacia la rabona; quedaba colgado encima de los portones de EMT (Estacin de Mquinas y Tractores)

  • 40 aos era intil contar con transporte automotor local, y sin coche no habramos podido movernos. Sergo Ordyoni- kidzc apoyaba calurosamente nuestra idea y nos regal una camioneta recin egresada de la nueva fbrica de automviles de Gorki.

    Rompimos el ltimo tambor de la plataforma del ltimo vagn y hacamos rodar nuestro cochecito bajndolo por una rampa especial.

    Luego, durante las paradas, el garaje se converta en tipografa y redaccin de nuestro diario Ritmo,

  • Ejercicio obligatorio de varias profesiones: ejecucin de las tarcas de montaje (cada uno tendra que rendir examen de pegado de pelculas), cine-mecnica (examen), iluminacin, linotipista y trabajos varios.La vida introdujo sus correcciones en todo esc roman

    ticismo. Aparecieron en el tren montajistas femeninos y un mecnico, pero el zafarrancho continu.

    El jefe de la produccin. B. N. Slimov. era despiadado. Saba organizar, aunque tuviese que "sacarle el jugo a la gente. De da y de noche reparta generosamente las tareas ms rudas, sin reparar en la categora de los encargados de ejecutarlas, sean estos esccnaristas o directores.

    Los ms delicados no aguantaban semejante tirana y se los declaraba cesantes, considerando que un ser humano se asemeja en algo al metal: el ms resistente se destina a la construccin de navios csmicos y el ms dbil para la confeccin de cacerolas o botones de soldados... . En mi archivo se conservan no pocos documentos de aquella poca turbulenta. Recurriendo a ellos quisiera contar un solo episodio:

    . . . De Dniepropetrvsk tenamos que dirigirnos a Mosc, cuando repentinamente un telegrama cambi nuestro programa.

    Por recomendacin del Comisario de la Industria pesada, Sergo Ordyonikidzc, nos mandaron urgentemente a la regin de minas de hierro de Krivoi Rog.

    La Decimosptima Conferencia del partido acababa de concluir. Sus resoluciones reflejaban una inaudita reconstruccin del inmenso pas, inaudita por su envergadura. Entre las 518 innovaciones del Primer Plan Quinquenal ya estaban en andamios los gigantes de Magnitogorsk, Dniprostry, Uralmash y las primeras fbricas de tractores.

    Cereales!... Metales!.. . Carbn!.. . El ritmo de la construccin, los destinos de la transformacin tcnica de

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  • la economa rural anticuada, toda la vida del pas se apoyaba en esos problemas candentes.

    Las fbricas metalrgicas del Sur no alcanzaban a producir la cantidad necesaria de acero. En las construcciones se careca de materiales adecuados para las soldaduras. La hulla de hierro de Krivoi Rog era el nico pan de la siderrgica del plan (|uin(|ucnal . . .

    Pero la descarga de hulla del Krivoi Rog se encontraba catastrficamente paralizada, y de eso hablaban con ansie- dada los delegados de la 17: Conferencia.

    En mi archivo encontr una curiosa foto. Miren: 25 trabajadores con vagonetas cargadas de hulla estn esperando que se retire de las vas un trolley volcado. Este cuadro, tan frecuente en esa poca, muestra con elocuencia el nivel de la organizacin del trabajo, de la preparacin tcnica, de las debilidades administrativas, de la falta de cultura.

    Tambin habla de la poca heroica, cuando el partido llam la atencin de todo el pueblo sovitico sobre la urgencia de resolver la tarea ms difcil: la fundicin de nueve (9) millones de toneladas de acero durante el ao 1932, aunque al inmenso pas, encabritado por el plan quinquenal no le habra alcanzado ni veinte millones!

    Hoy, al leer en el diario el resumen de la Administracin Central de Estadsticas, nuestra vista pasa distradamente por 109.000.000 (ciento nueve millones) de toneladas fundidas en 1968, y es slo una vieja foto conservada por casualidad, que repentinamente enciende en esta cifra trivial una llama extraordinariamente pattica!

    Los comienzos de nuestra siderurgia fueron de lo ms difcil. El transporte, el carbn y los altos hornos en mal estado nos creaban problemas. Lo peor era la hulla del Krivoi Rog. Las minas trabajaban psimamente. En las empalizadas de las expediciones se acumulaban millones

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  • Tuvimos que elaborar nuestro propio tipo de sesin. l*a pelcula apareca en la pantalla sin msica, como si luera un reportaje en una sesin laborista o en una conferencia de productores:

    Qu es lo que estn haciendo, queridos compaeros? sola preguntar implacablemente nuestra pantalla. Miren cmo superan vuestros vecinos las mismas dificultades!

    Ver en la pantalla a sus amigos, su seccin, sus vecinos, su calle, interesa a todo hombre, y nosotros mostrbamos no slo su seccin y sus amigos: mostrbamos una grieta insoportable en su calle, en su vida, y en la vida de sus familiares.

    No nos equivocamos al explotar hasta el extremo esta curiosa particularidad del cine: la reaccin en la sala era extraordinariamente rpida. El activista del partido o del Komsomol captaba inmediatamente nuestra crtica. En seguida, despus de la exposicin surgan calurosas discusiones. Se marcaba un plan de reestructuracin, se presentaba un realizador, se llegaba a resoluciones sobre las inminentes cesantas y represalias judiciales contra los intiles y aventureros. As se introdujeron mejoras en la alimentacin masiva en la planta de la administracin minera de Octubre ', los administradores negligentes fueron enviados a la crcel, los malos cocineros echados, el abastecimiento mejor siguiendo el ejemplo de los buenos vecinos, se reorganiz la economa, etctera.

    Hacamos de 3 a 5 copias de estas pelculas. El cine- trn, encabezado por los activistas, recorra con ellos una mina tras otra y en todas partes nuestras crticas y sugerencias eran aceptadas con entusiasmo.

    As, las pelculas Cmo te va, camarada minero? y Pelcula-Carta ayudaron realmente a mejorar la vida de los mineros, lo que, durante los dificilsimos tiempos del ao 1932, tuvo una influencia decisiva en los hechos ocurridos en las minas de Krivoi Rog.

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  • En los viajes siguientes del cinetrn, ambas pelculas tuvieron un xito constante, ayudndonos a participar en la solucin de los complicados problemas de la alimentacin, nivel de vida, bienestar humano. ..

    Desde entonces han transcurrido unos 40 aos. El autor, puede, incluso sin intencin de hacerlo, tergiversar la realidad, como suele ocurrir en la literatura de memorias.

    Tengo aqu a la vista una hoja amarillenta del diario Ritmo de nuestro cinetrn, con fecha 7 de diciembre del ao 1932.

    He aqu una foto de la primera plana de este nmero. Fjense en el texto. Seis meses despus de la aparicin de las dos pelculas mencionadas, stas se exhiban perfectamente entre los mineros. En el diario se mencionan las obligaciones del cocinero de las minas del Don. Se subraya la iniciativa del mejor jefe de abastecimientos, se hace hincapi en la mejor economa suplementaria, se critican los intedentes negligentes en las casas comunales y resulta que el cinetrn se erige en rbitro de competencia, en juez, en testigo que ha observado y hace declaracin luego de su inspeccin.

    Pero regresemos al Krivoi Rog. El xito de la incursin flmica en la vida de esta zona ha inspirado a nuestro equipo. Comprendimos que la realizacin de una pelcula custica no era ms que un primer paso. Lo principal era saber adaptarlo como un arma generalizados entre la experiencia y los hombres de vanguardia, entre la crtica implacable y la reestructuracin de las regiones atrasadas.

    Tuvimos la suerte de que mi reemplazante M. A. Sta- rovitov, era un hombre de talento, experto organizador de trabajos en masa. Basta con citar dos casos para caracterizar sus cualidades: se uni a nuestro equipo abandonando el puesto de secretario de una poderosa organizacin comunista de la fbrica de frenos de Mosc; al aban-

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  • donar el cinetrn, durante los aos de la guerra, trabaj como secretario del Comit Regional de Kuibyshev.

    La movilizacin de los activistas del partido, el control del cumplimiento, el aprovechamiento de las fuerzas de la prensa local as como de las tcnicas y de ingeniera, los diferentes mtodos de ejercer una presin sobre las autoridades (generalmente contrarias a las innovaciones), en fin todo el enorme complejo de cuestiones relacionadas al trabajo de organizacin poltica era solucionado por Sta- rovitov con precisin, tenacidad y eficiencia.

    Dentro del marco de un artculo no es posible describir detalladamente las tareas de organizacin poltica del cinetrn, que sin embargo solan contener curiosos hallazgos.

    Me detendr solamente en el control del cumplimiento. El plan de reestructuracin se aprobaba generalmente por unanimidad en las revisaciones, sin necesidad de mayores presiones. Sin embargo, ya al da siguiente apareca un montn de prosaicos obstculos. 1.a inercia y la ignorancia apagaban poco a poco el entusiasmo de los innovadores y las mejores intenciones quedaban en la nada.

    Por eso es que durante el primer ao de su actuacin, el cinetrn insista absolutamente cu que se efectuara el control del cumplimiento. Siempre asumamos la responsabilidad de rbitro de competencia y buscbamos controladores severos.

    Un operador con su cmara cinematogrfica era ads- cripto a una mina, un koljs o a una construccin de ritmo retrasado y los perturbadores nocivos huan, como ante una ametralladora.

    Hay que confesar, para ser justos, que muy raras veces recurramos a filmaciones de control. Sin embargo, el mero hecho de la reaparicin repetida del operador con su imponente trpode (no tenanlos ni una sola cmara manejada a pulso) constitua un aprcciable aporte.

    Me detuve tan detalladamente en las dos primeras pc-

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  • lculas de nuestro viaje al Krivoi Rog, porque la bsqueda de los mtodos del trabajo de organizacin de masas nos dio los mejores resultados.

    Era mucho ms difcil infiltrarse en los temas principales relacionados con el estado defectuoso de la produccin.

    Llegamos al Krivoi Rog cuando la tarea de descargar la cuenca hullera haba adquirido ya proporciones amenazadoras.

    El lugar ms angosto de la cuenca eran las playas donde la hulla se cargaba en los vagones, generalmente a pulso. Se cargaba la pesada masa de hulla (50-60 % de hierro) con una pala, en carretillas anticuadas. Nunca bastaba la mano de obra. La organizacin del trabajo se encontraba a un nivel inferior a toda crtica. Los planes de carga no se cumplan. Tras las severas palabras de los telegramas de Sergo Ordyonikidze se senta la ansiedad de las plantas siderrgicas del Donbass (Cuenca del Don).

    Hacamos todo lo posible para ayudar a los mineros en la reorganizacin del trabajo de la expedicin. Hicimos dos pelculas mordaces: Por la brigada y Terminaremos con la falta de responsabilidad. All se contrapona el desorden de algunas minas a la mina Guardia Roja que supo sobreponerse a las mismas dificultades para descargar su hulla en perfectas condiciones.

    Nuestros activistas en trabajos de masas se trasladaban de una expedicin rezagada a la otra, con los ms destacados trabajadores de choque, cuyas manifestaciones, intervenciones con discursos improvisados durante la exhibicin de nuestras pelculas resultaban a veces ms exitosas que las pelculas apresuradamente preparadas.

    Nuestro diario Cine-Gaceta se dedicaba a la lucha contra el ausentismo, el alcoholismo, reflejados en la pantalla. Las primeras cinco exhibiciones, proyectadas durante el primer viaje eran generalmente de carcter informativo.

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  • I.os diarios del Krivoi Rog sc hicieron fundamentalmente crticos. Era difcil captar los perturbadores nocivos.

    Siempre recordar el caso del mejor y ms eficaz operador. Vctor Maslennikov, cjuien emprendi la filmacin del ms incurable bebedor, el jefe de los mineros. F.mpeza- ba desde la maana. Tambaleando se diriga a la mina por la calle del villorrio. Regresaba a su hogar tambaleando.

    Vctor, con su enorme aparato Debris, pas varios das en vanas tentativas de captarlo con su cmara. Al sentirse observado, "protagonista" de la historieta sala de su casa antes del amanecer y volva tarde, de noche. Cuando, por fin, logr captarlo a la hora habitual ya no vala la pena, el hombre estaba completamente cuerdo. Maslennikov resolvi postergar su acecho y cuando volvi repentinamente, a los diez das, tuvo la suerte de agarrar a su hroe en estado de ebriedad lamentable. Pronto lo sacaron tambin del trabajo.

    El cinematgrafo con "accin de estilete" tuvo mucho xito. Nuestro tren rodante sola recibir la visita de las esposas de los alcohlicos marcados, as como la de los pecadores arrepentidos que haban contribuido a la desorganizacin del trabajo; queran que se borraran de la pelcula los testimonios oprobiosos de su conducta. No podamos hacerlo, pero prometamos no seguir con las exhibiciones, en caso de que se enmendaran.

    Recuerdo otra historieta mordaz de nuestro Cine Gaceta: El camello en la estacin Dolquinskaya.

    Nos llam la atencin la estacin, muy embarrada, con basuras en el andn, vidrios rotos en las ventanas y ferroviarios sin afeitar y soolientos. lx> filmamos todo, colocamos en el multiplicador una foto muy aumentada de la estacin y le aplicamos la flaca figura del camello llevado por el andn por un lazarillo que lo dej frente a la puerta del jefe de estacin. All fue debidamente inflado

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  • Mcdvcdkin. 1921. ci cl prime ejrcito le caballera roja.

  • M cd v o ik iii. iy2*.

  • I iM.w p ara cl prim er viaje (1952). Medvedkin a la izquierda.

    I in iaMi.m'>|>ialox del lien (195?)

  • McdvcdJii a la ventana
  • 'le sa de huios y dibujos animados.

    Velones (muchos de la Hopa M eyerhold). M cdvcdkili la dnecha.

  • I'l.icifoima de filmacin.

  • Smbolo del lien.

  • Mcdvcdkin en *-*rh (1970) duran te la film acin de I r T rin en Marche. Im itando la foto (-I), lo compartir o del grupo SI.ON que realizaron la pelcula. (Foto Jo Thev.)

  • Mevcdkm en Moved (1971). (Foio Marker.)

  • Mnhctlkiii (Invanir In filmaci* *
  • ACA inw/tu n t n w< *>*

    UAftru' I m m .

    Paree del ren.

  • por bomba, levantndose el camello como globo flotante, atado a la puerta del jefe, como smbolo de desastre. . .

    Naturalmente, nuestro Cine Gaceta contena muchas historietas de contenido superficial o simplemente pobre, como resultado de la poca experiencia de los elementos jvenes que haban emprendido la tarea creadora.

    El viaje del tren en la regin del Krivoi Rog coincidi con los das de la reconstruccin tcnica de la cuenca hullera cuyo crecimiento se convirti en un formidable problema. La mano de obra en la extraccin de la hulla y en su descarga constitua una seria amenaza a la siderurgia. En aquellos aos de transicin no se produca casi nada, ni siquiera los ms simples picos (perforadoras).

    En las minas se usaban picos antediluvianos. Para los trabajos con explosivos haba que importar perforadoras pesadas de Inglaterra en momentos en que prcticamente se careca de divisas extranjeras.

    El tope de la mecanizacin en la cuenca eran los "scrapers, unas primitivas paletas mediante las cuales, con ayuda del motor y de la gra, se poda mover ms hulla, reemplazando as al cargador con su pala. Pero estos simplsimos mecanismos requeran tambin todo un ejrcito de obreros idneos, tcnicamente hablando. Pero no los haba! Se quemaban los motores, se quebraban las gras y los compresores, se inhabilitaban las perforadoras. Se necesitaba un equipo de hbiles obreros de reparaciones, pero stos tambin faltaban. Por eso con tanta frecuencia se vean mquinas abandonadas, simplemente porque estaban averiadas y los capataces decepcionados, volvan a sus palas, paletas y carretillas.

    Entretanto, cl Donbass (cuenca hullera) segua telegrafiando sus angustias.

    El metal era el pan del Plan Quinquenal. Las interrupciones en la extraccin de la hulla desorganizaba toda la economa de los altos hornos...

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  • La administracin de la cuenca y las organizaciones del partido se esforzaban en intensificar la lucha en el sector de mecanizacin. Solan sugerirnos temas de extrema agudeza para nuestro cinc rodante. Insertamos en nuestro Cine-gaceta una serie de historietas cuya crtica mordaz sealaba la actitud incorrecta hacia la tcnica y expusimos en pelculas de cortometraje las cuestiones candentes de la mecanizacin.

    Por el Sector ms Sobresaliente en la Reconstruccin de la CuencaReconstruiremos la direccin y supervisin de los mecanismosCmputo Socialista de la Conferencia Minera Panu- kranianaA la Batalla por la Tcnica Perforadora

    Nos pareca que la mxima ayuda que podamos aportar era contribuyendo al entrenamiento de los equipos. Efectivamente. daba resultados. Un joven operador novicio, Misha Lifshitz, supo sacar una excelente filmacin de un aprendizaje ejecutado por el equipo de los serapers" del "Krasnogvardetz" (que era la mina mejor habilitada).

    Estos cursos se efectuaban por orden superior en todas las minas de la cuenca. Sin embargo, se realizaban ms en el papel, y al cumplirse los resultados eran psimos.

    En su pelcula de 9 minutos de duracin. Lifshitz ofrece como ejemplo la mina "Krasnogvardetz" en contraste con la mina donde los cursos haban fracasado por completo. El local tena los vidrios rotos, en los rincones quedaban amontonados los escasos elementos de trabajo y los manuales. De la lista de alumnos se haba arrancado un pedazo para papel de cigarrillo. El instructor fue fil*

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  • inado cuando se escapaba del operador, que lo capt sin afeitar.. .

    La pelcula fue estrenada como Reto a la emulacin socialista entre los alumnos sobresalientes de la mina Kras- no gvardetz y las juventudes de la cuenca. Exiga que se hiciera orden en los cursos, escuelas y crculos tcnicos.

    La pelcula ayud a nuestros organizadores de masas a llevar a cabo la enorme tarea de una reestructuracin radical del adiestramiento de personal idneo.

    Este caso qued grabado en mi memoria porque a \Iisha Lifshitz le sucedi algo bastante divertido. Con el fin de controlar el funcionamiento de los cursos, y pasado c:erto lapso despus de la exhibicin de la pelcula, enviamos al operador y autor en gira por las minas para filmar las mejoras introducidas. Misha volvi bastante desconcertado y cont que en la primera mina visitada no se haba hecho absolutamente nada. La puerta de las aulas estaba cerrada con candado. La ventana abierta. La habitacin en desorden. Apenas tuvo tiempo de filmar este cuadro el operador se dio cuenta de que en la mina cunda una alarma. Lo llevaron al despacho del jefe y tanto lo exhortaron para que les diera unos das ms que al fin se dej persuadir, exigiendo, sin embargo, que se cambiara al instructor, que se completaran los cursos y (jue se iniciara el trabajo cjue corresponda. El jefe de la mina lo prometi bajo su garanta personal.

    Y aceptaste? le preguntaron al operador.Pidieron tanto, que tuve que aceptar.Pues, hiciste muy bien! Pero no los pierdas de vista

    hasta que se pongan al da.Hasta el fin de nuestro viaje por la cuenca hullera,

    Lifshitz estuvo encargado del tema del entrenamiento tcnico. En las minas donde los ejercicios andaban mal. lo teman; pero all donde se lograba xito en el plantel, lo reciban cordialmente para su filmacin.

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  • Este muchachito de diecinueve aos, sin partido poltico. sin experiencia en filmacin, apenas tuvo entre sus manos la cmara filmadora se entusiasm tanto con su trabajo poltico y con la organizacin de sus tareas que se sumergi en ellas hasta la cabeza. Corra de una mina a la otra con su cmara filmadora y lleg a convertirse en un instructor metdico de entrenamiento tcnico de trabajadores, se inmiscua en los detalles, aprovechaba la experiencia de los mejores alumnos y audazmente impona el orden donde haca falta.

    No ha de extraar, pues, que la autoridad que conquist nos dejara perplejos.

    Ya he hecho hincapi en lo que significaba para toda la zona del Krivoi Rog la preparacin en masa de los equipos mecnicos. Es fcil comprender el grado de satisfaccin moral de un operador principiante al darse cuenta de la utilidad de su contribucin. Esto poda aplicarse no solamente a Lifshitz, sino a todo el equipo del tren, que repentinamente se sinti embargado por la importancia de las tareas que nos incumba resolver en la cuenca.

    Una de las pelculas ms memorables de ese viaje tena solamente 184 metros. Se llamaba: Los herreros de la mina nmero tres presentan su cuenta socialista a los talleres centrales de la cuenca.

    Es por casualidad que tropezamos con esta herrera, el operador Gleb Troinski y yo. Ante los herreros haba unas quince vagonetas flamantes. Dos herreros de aspecto sombro arrancaban despiadadamente los cerrojos junto con la pintura fresca que impedan su volteo, reemplazndolos por unos ganchos muy feos pero slidos.

    Result, al aclararse las cosas, que la fbrica mandaba a las minas de la cuenca una vagoneta con cerraduras defectuosas, las cuales se abran a causa de las sacudidas, provocando el vuelco de la vagoneta con su carga pesada sobre los rieles. El trnsito se interrumpa. Se perda tiempo,

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  • mientras los obreros sacaban la hulla de los rieles con sus palas para permitir el paso de la vagoneta.

    He conservado una foto, que voy a mostrar: he aqu veinte obreros con vagonetas cargadas que esperan que la va quede despejada, despus de tal accidente.

    Las vagonetas sacadas de los rieles quedaban tiradas en el terrapln o en las cunetas, a los costados, se cubran de malezas, surgan de los pantanos. . . Toda la red ferroviaria de la cuenca est cubierta por esos dolorosos monumentos a la desidia, que fueron debidamente filmados. Los herreros se indignaban: adems de los cerrojos que tenan que cambiar en cada vagoneta nueva, tambin cambiaban 4 soportes de hierro fundido, en los que se apoyaban las ruedas: la fbrica los suministraba de hierro gris y blando. Muy pronto, a los pocos das, quedaban en desuso. Por eso los herreros tenan que reemplazarlos por otros, de metal ms duro.

    Desde la mina hasta la fbrica hay slo 12 km. El pleito con la Administracin de Minas dura varios meses. Uno de los herreros saca su anotador y empieza a hojearlo con sus dedos embadurnados. Nerviosamente cita fechas; cundo se pidi, cundo se escribi a la fbrica, lo que prometi sa. lo que sucedi cuando llegaron los representantes y se labrara el acta . . .

    La pelcula se hizo como Cuenta socialista de los herreros. Los herreros la filmaron, juntamente con el gerente y el operador. La pelcula se ejecut en 24 horas.

    . . .En la fbrica, la reunin fue borrascosa.Qu es lo que estn haciendo, queridos compaeros?

    preguntaban los herreros desde la pantalla, en la que aparecan una tras otra, las escandalosas historias de las vagonetas volcadas.

    Cuando la sala se ilumin, hubo un largo rato de silencio.

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  • Otra vez! grit alguien de las filas del fondo. jY la pelcula volvi a exhibirse otra y otra vez!

    El ingeniero jefe de la obra, iracundo, nos atac hablando de calumnia, amenazndonos con enjuiciarnos, negando que se tratara de un pleito entre las minas y la fbrica, y se puso tan frentico que poda dar la impresin de que nos habamos equivocado.

    Entonces tom la palabra uno de nuestros herreros de aspecto sombro. No era orador, no saba hablar, pero hojeando su anotador ley las fechas de los pedidos, de las quejas, de las actas, de los encuentros, de los papeleos. . .

    De repente se dirigi a los obreros sentados en la sala. Acaso no estaban enterados de los pedidos de las minas? Si l mismo, personalmente, los vio en su herrera.

    Por qu se quedan callados, compaeros?Luego empezaron a hablar los caldereros. Sin seleccionar

    sus expresiones atacaron a la administracin de la fbrica y confirmaron enteramente las pretensiones de la pelcula; las pasiones se exaltaron.

    El secretario de la Comisin Minera del partido, que estaba sentado al lado nuestro en el directorio, le aconsej muy severamente al ingeniero jefe que admitiera las equivocaciones de sus manifestaciones anteriores, y que la Cuenta de los herreros quedaba "para pagar", lo que hizo, de no muy buenas ganas.

    Pero los krivorogianos, enardecidos por las discusiones, no nos dejaron terminar la conferencia. Dos obreros trajeron a la sala y colocaron sobre la mesa del directorio un enorme mecanismo pesado y herrumbroso, como un tronco de rollizo. Era evidente que haba permanecido largo rato en la cuneta y que ya no poda haber ninguna esperanza de arreglarlo.

    Los obreros se dirigieron al directorio: iQuc nuestros enfadados huspedes de las minas, ad

    miren su propia labor!. . . Aqu tienen un pesado perfo

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  • rador comprado en Inglaterra marca Climax. Cuesta 600 rublos oro. En las minas cay en manos ignorantes. Cuando se sec el lubricante, no lo renovaron porque ya antes de esto se haba perdido la tapita, y en el orificio de engrase metieron un madero. El mecanismo se quem. Lo tiraron a la cuneta. Lo taparon con tierra. Nadie respondi por esto.

    {Vayan a buscar en sus basurales y en sus viejos depsitos! Cuntos perforadores, cuntos motores y cables encontrarn!

    Otra vez volvi a enardecerse la reunin. Los que se dedicaban a reparaciones contaban al directorio en qu estado llegaba el material tcnico de las minas y qu cantidad de ese material se perda sin dejar rastros.

    Solicitamos a la reunin que nos adjudicasen una brigada de hombres competentes que nos ayudara a armar la pantalla y proyectar, para beneficio de los mineros: Contestacin de los obreros de los talleres krivorogianos a la cuenta presentada por los mineros de la administracin Hullera Octubre.

    Esta pelcula fue filmada por los obreros de los talleres. Era an, ms mordaz que las precedentes. Nuestros trabajadores de masas la llevaron a todas las administraciones de minas y emprendieron una verdadera campaa en pro del orden a instituirse en toda esa importantsima regin.

    Es as como el Oran Mudo se hizo quiz por primera vez, severo juez social, cuando el rectngulo blanco de la pantalla, oscurecindose, abri fuego contra las peores fallas de la vida en la cuenca.

    En este papel, el Mudo se volvi mudo de veras: la msica del pianista, que desde los comienzos del cinematgrafo siempre sola acompaarlo, aqu molestaba. En la mayora de los casos el juez desempeaba sus funciones en silencio, en una tensa quietud, arrojando sobre los "res

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  • ponsables sentados enfrente acusaciones documentadas e irrefutables.

    Pero los responsables eran hombres soviticos, pioneros del socialismo. Acababan de emprender la construccin de un mundo nuevo, jams visto. Mucho an les quedaba poco claro, y haba numerosas cosas que ellos simplemente no saban hacer.

    Esto era aprovechado por los malvados, los torpes enemigos de clase que trataban siempre de perturbar las cosas.

    Es por eso que la crtica ms mordaz de nuestra pantalla era aceptada por el pueblo, y de todo corazn, pues atacaba a los "elementos nocivos, y en derredor de nuestro tren se formaban grupos de dinmicos activistas, siempre prontos a prestar su apoyo, entre los cuales se destacaban los miembros del partido y de la federacin de juventudes.

    No es difcil imaginarse cmo, en esta atmsfera, estrech vnculos nuestro grupo de trabajo. Se olvidaban los horarios, los das feriados, los inconvenientes personales y la fatiga. Aparecamos a nuestras reuniones con chistes, canciones y refranes y las noches*sin sueo no nos molestaban.

    Nuestio tren estaba en un desvo de la Estacin "Ve- chnikut". Al lado zuzurraba un bosque de robles. A los cien metros el ro Saksagn. All nos babamos despus de las noches de vigilia, y nos servan un frugal almuerzo. En los das templados solamos llevar mantas y almohadas y descansbamos en el bosque.

    Estbamos muy contentos con esta vida! Sin embargo, nuestro cine era demasiado severo. Las esposas de los borrachos y raboneros criticados por la pantalla, no les daban respiro a sus maridos. Esos nos asediaban con sus pedidos de proteccin y justicia. Los jefes de brigada declarados cesantes por su desidia, los "autoabastecedores" revelados, los saqueadores de los bienes populares, los intendentes de casas comunales cuya conducta haba sido criticada, los

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  • tcnicos que haban perjudicado la mecanizacin de las obras, los burcratas, todos acudan a nuestras puertas con sus pretensiones, sus protestas y pedidos para que sacsemos de nuestras pelculas los cuadros mal logrados".

    Transcurra el ao 1932. Ahora, despus de casi 40 aos, me parece el ms spero en el sentido de la lucha de clases, cuando el adversario, escondindose entre nuestras filas, nos daba sus ltimos combates de retaguardia.

    Gracias a las relaciones estrechas con los elementos activos del partido, los ecnomos de vanguardia y los ingenieros, pudimos eludir los errores y acrecentar la efectividad de nuestro inslito tipo de armas.

    Sin embargo, la severidad de nuestro cine me preocupaba bastante. Quiz fue por esto que decid iniciar la produccin de comedias. Era una tarea bastante difcil pues ya tenamos que trabajar de 15 a 18 horas diarias de manera que tuve que escribir mi pieza de noche.

    Pronto nos pusimos a filmar una comedia en dos partes: Acerca del amor. Apareci en la pantalla al final de nuestro recorrido, tuvo un xito constante y nuestros especialistas en organizaciones de masas observaron con satisfaccin que el ambiente de nuestras severas exhibiciones haba mejorado. Adquiri un aspecto muy diferente nuestra participacin en los conflictos sociales cuando la velada terminaba con una carcajada general. Rean todos juntos, los demandantes como los demandados, las vctimas de las crticas como los jueces. . .

    "La risa es una cosa seria!" En nuestro caso ella restableci la unidad del grupo, subrayando la comunidad de sus fines y el entusiasmo de su vida.

    Se ha conservado el escenario de la comedia Acerca del amor. Por supuesto, no era una obra de arte sobresaliente, pero, por lo que recuerdo, el ac or Maslnov sola hacer rer a ios espectadores de esa comedia excntrica, represen

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  • tando las aventuras extraordinarias de un minero simplote, que a pesar de todos los obstculos lleg a manejarse en la profesin de "scraperista".

    .. . Pasamos dos meses en la cuenca hullera de Krivoi Rog. Hicimos 21 pelculas un total de 24 partes con 6.320 metros de cinta.

    Nuestra labor fue altamente apreciada. Las organizaciones locales premiaron al cinetrn con una bandera de honor. Las brigadas juveniles de mineros de toda la cuenca competan por el honor de llamarse: Brigada del Cinctrcn.

    La Administracin del trust "Hulla, por su propia iniciativa, e inesperadamente para nosotros, tom a su cargo todos los gastos relacionados con nuestro viaje y nos compr todo el fondo de pelculas filmadas en la cuenca. Poda muy bien no correr con esos gastos, pues el tren estaba presupuestado en las planillas de "Soyuskino; nosotros ni sospechbamos esa sorpresiva resolucin, pero el administrador del Trust, el viejo bolchevique Zorin dijo:

    "No entiendo por qu tendramos que aprovechar gratuitamente vuestro trabajo, que aport un inmenso beneficio a nuestra cuenca. En cuanto al argumento de que ya estn en el presupuesto, quizs les resulte grato no sentirse ya a cargo de nadie.

    Claro que s, estbamos contentos. .. Cuando llegamos con nuestro tren a Mosc, como plleles levantbamos nuestras narices y al hablar con los administradores decamos, como quien no quiere la cosa, que nuestro viaje por la cuenca hullera de Krivi Rog fue enteramente indemnizado por los administradores locales, generalmente tan avaros, y que a nosotros ni se nos habra ocurrido pedrselo.

    Result muy oportuno, porque las autoridades cinematogrficas no aprobaban nuestro experimento, nos obstaculizaba cuanto podan y no habran perdido la oportunidad de cerrarnos el paso por causa de baja rentabilidad.

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  • . . .Dos meses de angustioso estacionamiento en un callejn sin salida haban tenninauo.

    Empezamos a olvidar cjue tenamos ruedas debajo de nosotros, y no una base de ladrillos. Cada maana veamos el misino paisaje desde nuestras ventanas, con su bosque de robles, la lnea del ro y las minas en la lejana.

    De repente, una noche, cuando todos ya estaban dormidos, el tren fue bruscamente empujado por la locomotora, empez a deslizarse como si fuera a empujoncitos. balancendose y golpendose en las juntas, dirigindose no sabamos hacia dnde en la oscuridad, recordndonos que estbamos sobre rieles.

    El sueo se esfum en seguida! Hasta los ms flemticos entre los compaeros saltaron de los camarotes para armar una batahola en el corredor.

    Nos acoplaban solamente a los trenes de carga. En los aos treinta se arrastraban an sin prisa, como tortugas, permaneciendo horas en lugares perdidos, desvos o apeaderos.

    Gozbamos de ese "dolce far nientc, de ese ocio, y las molestias causaban euforia, como si furamos nios. Todas las preocupaciones pasaban al olvido y nos encontrbamos en un extrao estado de reposo obligatorio! La gente se pona benvola, conversadora y bulliciosa.

    Yo trataba de recuperar el sueo, despus de tantas noches de insomnio; pero, cmo lograrlo, cuando debajo hacen ruido las ruedas, en los corredores resuenan risas, en el saln se oye el piano al que nadie se acercaba durante semanas. Ahora, desde lejos, se oyen por la puerta del vagn, las alegres melodas de la opereta Rosrtnarir; por supuesto, ha de ser el Elefante" (as apodamos a Vctor Slnimsky) que ejecuta su papel principal!...

    En los das de mudanza, el ecnomo de turno, Dima Jamartov, se las ingeniaba para ofrecernos un banquete. Apareca en nuestra mesa si no un cochinillo, un corderito

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  • o un pavo o un ganso.. . Quien sabe de que reservas haba extrado hasta algo como un esturin para la cena... pero. ..

    En cuanto al vino, pues ;tomaban agua!"Aunque hoy parezca inverosmil, es un hecho que el

    primer equipo rodante de romnticos cineastas practicaba voluntariamente la ley seca y no le molestaba demasiado las obligatorias reglamentaciones de alta moralidad y disciplina. tanto en* las horas de trabajo como y especialmente en los descansos.

    Hubo infractores de esos estatutos en nuestra alegre embarcacin. Despus de un par de "advertencias" se los declaraba cesantes de "a bordo"... lo que se produca amigablemente, pero de manera decisiva.

    Ahora, releyendo lo escrito, me siento apenado por la cantidad intil o superfina de pronombres personales, como:

    Yo . . . a nu . . . de m . . . mo . . .Pues en realidad todo el peso de los increbles proble

    mas del tren recaa sobre los hombros de todo el equipo de 32 entusiastas entre los cuales hoy en da quedan con vida solamente 8. Pocos son los que dejaron esta vida por su edad, pues la mayora de los camaradas de combate dio su vida por la Patria, defendindola contra los invasores fascistas. Hasta hoy permanecen vivos en nuestra memoria, como personalidades brillantes e interesantes.

    Todos tuvimos que ser inventores tenaces, para introducir a la fuerza, contra todas las normas existentes en aquel entonces, un cinetrn completo con toda su planta en la increble estrechez de los vagones, y forzarlo, da y noche a proyectar pelculas-bombas, reveladoras de los desrdenes que haba que extirpar y vencer.

    Cuando digo: "todos tuvieron que ser ingeniosos c inventores , es que en realidad era as.

    Dos amigos inseparables, dos Basilios: Y'asia Krylov y

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  • Vasia Matishin, vivan apartados, en el tercer vagn, en una pequea cabina, entre el laboratorio de cine y la estacin elctrica.

    Uno era chfer y el otro electricista. Eran, en realidad, una extraordinaria pareja de maestros-ingenieros. Entre los dos podan solucionar cualquier problema tcnico, por ms complicado que fuera, y eso siempre con alegra y sin desfallecer.

    El garaje fue transformado en tipografa, por imposible que eso parezca. En el laboratorio se instalaba la caera de agua, aunque en las condiciones ferrocarrileras pareca una empresa fantstica. Instalaron tambin la luz elctrica en el tren, mejoraron la cocina para el cocinero, inventaron arreglos su per econmicos, repararon el material rodante del cine, cambiaron las puertas, etc., etc.

    Siempre estaban alegres! Los una una verdadera amistad, pero la disimulaban bajo cierta brusquedad aparente.

    Ufa! qu epidemia! rezongaba Basilio Krylov. Otra vez me perdiste los anteojos!

    Aqu estn, te buscan! Si te pones miope te comprar otros!

    Caramba! . . . Epidemia!Krylov le daba a esta palabra, las ms contradictorias

    entonaciones. Ora era enojo, ora seal de encanto por la perspicacia de su amigo Matishin. Esta exclamacin poda sealar el despecho viril cuando algo no marchaba, o la euforia infantil cuando su atenta esposa le enviaba una inesperada encomienda de Mosc:

    Qu . . . epidemia!De noche, al dirigirme hacia el laboratorio, pasando

    por los vagones oscuros, sola hacerles una visita a su estrecho camarote, l ombamos t fuerte para no dormir y poder conversar sobre temas de actualidad. Detrs de la pared chirriaba el aparato copiador Dbris. Cruja el tambor sobre el que se secaba la pelcula, mientras nosotros,

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  • despacito, nos tombamos nuestro t a pedir de boca. Las voces de los dos amigos resuenan an en mis odos, pero ellos ya no estn...

    Detrs de la pared, dos jvenes auxiliares del laboratorio, Kolia Zviguin y Boria Davydov. Son los asistentes del maestro Shcvikov. Los muchachos me haban pedido, desde el anochecer, que pasara por all, para echar a su jefe. Es que el maestro Sheviakov perda toda nocin del tiempo y trabajaba sin descanso, sin dormir varias noches seguidas; por tal motivo mi intervencin se tornaba indispensable.

    A Sheviakov lo mand a dormir y los muchachos me asediaron en su taller con toda clase de preguntas:

    ' Habr guerra? Es verdad que desde aqu el cine- tren ser enviado a Tashkent? Durante cuntos aos viajar el cine-tren por toda Rusia?

    Ambos entusiastas eran muy jvenes y muy trabajadores. No recuerdo ni un caso en que por culpa de ellos se haya retardado alguna pelcula o se haya producido alguna falla grave. Sin embargo, ambos, tanto Kolia Zviguin como Boria Davydov, eran muchachos traviesos, con ganas de deslumbrar a las vampiresas locales. En el secador haban colgado un pedazo de espejo: de tanto en tanto le echaban un vistazo por si acaso hubiera un mechn desprendido, o un perfil con nariz respingada; sus camisas siempre limpias, sus gorras elegantes, sus trajes de cuero... Todo nuestro equipo se vesta con sacos, pantalones y botas de cuero. Nuestros jvenes fif tenan mucha confianza conmigo. Recuerdo que durante uno de nuestros encuentros nocturnos, Kolia Zviguin me contaba:

    Ayer llegamos al teatro. Ocupamos toda una fila. Todos de cuero. Qu bien! Omos que alrededor murmuraron: El cinetrn! Son los del cinctrn. Y nosotros, quictitos. como si no escuchramos, solamente miramos al escenario. Qu bien, eh?

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  • Qu buenos muchachos! Fueron a defender a la Patria, pero no volvieron. Boria Davydov vino a verme, corriendo, el da de su partida al frente. Con emocin y sin rodeos, empez a convencerme de que era indispensable que insistiera donde corresponda para que se filmara con urgencia la novela de Tolstoi. I.a guerra y la paz.

    Vea. esta novela estimula los sentimientos patriticos. Yo no puedo expresarlo con palabras, pero lo siento con todo mi corazn. Esto, hay que filmarlo lo ms pronto posible!

    No regres del frente. Tampoco Doda Karetnyi. el operador del taller de nuestro tren, ni Sasha Glujvski. el iluminador. ni Grisha Ashkinazi en cuya persona coincidan varios cargos, como administrador de nuestra empresa, contador, intendente, jefe de la oficina, despachante y jefe de equipos.

    No era nada fcil para un solo hombre el manejo econmico de una empresa que en 6 viajes haba producido 72 pelculas.

    Nadie nos otorgaba rebajas por la originalidad de nuestra produccin: nos dieron un papel sellado, una cuenta corriente en el banco, ratificaron nuestra marca de fbrica (por supuesto, un gallardo tren expreso!) y no nos perdonaban ninguna iniciativa financiera con toda su abracadabra de cuentas y correspondencia oficial. Pero.. . se manejaba! Solo! Sin miedo y sin exclamar: me ahogo! Doblen al personal!

    A veces encontraba a Grisha en la filmacin:Qu pasa, Grisha?No pasa nada!Entonces, por qu dejaste el tren?Sasha. estoy simplemente harto del papeleo Puedo

    respirar un poco de aire en la produccin?Claro que s! Respira!... Respira!... Adelante,

    corriendo, apura al brigadier, apura la filmacin, vamos.

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  • Perfecto, adelante! Apurar al brigadier!Se fue al frente y no regres. Pero, cmo se podra olvi

    dar a este hombre estupendo

  • hombres ms dotados, en los cuales, con maestra saba descubrir una gran energa creadora.

    Al recordar a Boris Shumov suelo preguntarme por qu, invariablemente, lo queran tanto. Siempre haba desempeado un cargo "de mando" que le permita ejercer cierta "opresin" sobre sus subordinados. Sin embargo nunca aprovech esa oportunidad, y me parece que es justamente por eso que se ganaba el aprecio, porque jams humillaba al trabajador sino que entenda las dificultades de cada tarca y ayudaba a todas, quedando modestamente en la sombra.

    En el tren gozaba de derechos dictatoriales para impartir rdenes a los obreros, sea para llenar los tanques de agua, sacar los ttulos, cumplir las tareas de montaje o de mecnica.

    A veces, a las 2 3 de la madrugada tocaba en la puerta de un camarote: Hola. Sibiriak. ja sacar los ttulos!

    Nicoli Vaslicvich Sibirik era un actor y rgisseur". Se uni a nosotros despus de haber trabajado en el teatro de V. Mcycrhold. Respetado, y ya de cierta edad, se vesta en silencio y se apresuraba en llegar al taller para filmar los ttulos.

    Por qu te levantas tan temprano? Acaso no tienes personal ms joven? le pregunto un poco enojado a Boris.

    Y por qu no? Gente hay, pero Sibirik mismo me pidi que no le concediera privilegios ni ventajas.

    Sibirik era un romntico empedernido. Se escap del teatro para unirse temporariamente a nosotros y estaba encantado de hacer experimentos conmigo en el gnero satrico. cumpliendo, de paso, las ms pesadas tareas en los zafarranchos, cargaba el carbn y como todos, cumpla su turno en la cocina y ayudaba en las filmaciones como obrero.

    I odos se daban cuenta de que no podamos pasarnos

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  • sin los zafarranchos, pero no todos se conformaban. Discutan, rehusaban...

    De noche vena Boris a verme en el montaje:Qu vamos a hacer con P.? Otra vez rehus ir al za

    farrancho y al laboratorio de Sheviakov. Cuando lo despierto me responde: No voy, estoy cansado!

    Nicols P., administrador, se entusiasm con nuestro cinetrn y pidi que lo incorporramos a nuestra familia. 1,0 recibimos. El entusiasmo se esfum muy pronto. Su trabajo era muy inestable e irregular. Una vez volvi algo beodo e hizo ruido. A los zafarranchos suba con dificultad. Shumov le habl amablemente; luego intervino Starovi- tov, finalmente yo ... de nada sirve!

    Lo declaramos cesante! decido yo.Cundo?Le damos tres das de preaviso. Encarg el boleto.Ni gritos, ni discusiones. P. cobr su sueldo, su boleto

    hasta Mosc. Lo acompaaron al tren. Todo con gentileza y orden. No tiene obligacin de atender al zafarrancho y nosotros no podemos sin zafarrancho, como si estuviramos a bordo.

    En el comedor, durante la comida, les ped a los romnticos que dieran $u poyo a Shumov, en caso de conflictos semejantes.

    Aparte de los talleres, Boris Shumov estaba recargado de problemas relativos a la organizacin de tareas de "grupos filmadores, si se permite llamar "grupo" a la combinacin motorizada de dos ejemplares universales: el regs- seur y el operador. El rgisseur sola llevar el cofre y la cussetla, ayudaba al iluminador y sustitua por completo al administrador o al director del grupo.

    En el cinetrn haba un solo y nico director del grupo: Vctor Slnimsky.

    Slon!... Slon devuelves!... Slon ponte de acuer-

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  • d o !.. . Slon dirgete a la m ina!... Slot), estamos esperando! . . . Slon, no tardes!. ..

    Fgaro cu! Fgaro l!. . .Para m Fgaro! Lento y como si fuera sooliento, mi

    amigo Vctor se pareca efectivamente a un respetable elefante ya entrado en aos, y cuanto ms le gritaban: pronto!, tanto ms tranquilo segua su camino, suponiendo, evidentemente, que de cualquier manera las cosas se iban a solucionar que, al fin y al cabo, l no tiene diez manos.

    Sin embargo, llegaba a hacerlo todo a tiempo y todos lo queran en el cinetrn. Adems, el Sln" (elefante) era un eximio pianista. Recuerdo que, en las veladas, sola sentarse al piano. Como yo trabajaba en el vagn vecino, en el montaje, escuchaba con deleite las agradables melodas de la zarzuela Rosemarie".

    Flor de los aromticos prados!La msica! Su extraordinaria y extraa influencia la

    experiment al mximo en el cinetrn. Extenuados por el trabajo abrumador, con ms problemas insalvables y preocupaciones que satisfacciones y xitos, nos encontrbamos repentinamente rodeados de exquisitas melodas y encantadores sonidos. Es difcil explicar lo que me suceda en esos minutos, pero tena que salir de mi camarote y dirigirme al montaje, como si estuviera drogado.

    Al Sln' lo pueden encontrar hasta hoy en el Mosfilm.Engord, adquiri importancia y se puso an ms lento,

    como le corresponde a un elefante, y nuestros encuentros nos causan siempre alegra.

    N U ESTR O PA N C O T ID IA N O

    No tuvimos tiempo para reponernos despus de la gira por la cuenca del Krivoi Rog cuando nos llamaron los compaeros que disponan nuestros destinos:

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  • Vyanse a buscar pan!Adnde?A Crimea. A Ucrania.Al tren se le agreg otro vagn del "Diario del campe

    sino" y no tuvimos ni tiempo de guiar un ojo cuando ya nos haban empujado desde la estacin de carga hacia el Sur.

    Y de nuevo en marcha! Frente a las ventanas se deslizan los bosques de abedules en los suburbios de Mosc, las garitas, los desvos, los apartaderos...

    Cuanto ms al sur nos dirigimos tanto menos bosques encontramos y en las grandes llanuras ya aparecen los amarillentos campos de trigo.

    Estamos en los clidos das de julio. En Crimea y en el sur de Ucrania empieza la cosecha. Ya estamos con retraso.

    El guadaar es una batalla: cuando llega ya es tarde para preparar a la gente, al personal, a la tcnica, remendar las fallas y organizar los planteles.

    A la batalla, sin perder ni una hora, se lanzan todas las fuerzas en plaza, cualquiera que sea el estado en que se encuentren las brigadas y sus jefes.

    Esta vez, nuestro cinctrn no fue demorado en las estaciones: nos dirigan rpidamente hacia el sur, al frente de la cosecha. Recuerdo esta "calle verde de nuestros das cuando veo en la ruta los convoyes de camiones marcados:

    Recolectora de cosecha! No demorar! Dejar pasar!As tambin se dejaba pasar adelante a los tanques ar

    mados, en la guerra. . . Acaso cabe mencionar cmo impresionaba a nuestro equipo semejante privilegio, en aquel entonces? Cmo reforzaba la disciplina individual, engendrando una santa preocupacin y acumulando la combatividad de cada uno!

    Por las ventanas del tren ya vemos campos de trigo maduro y nos preguntamos:

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  • Qu es lo que tenemos que filmar? Cmo? Podremos encontrar en el pan la forma y los mtodos de intervencin directa en la intensa batalla del partido por el Plan Quinquenal?

    Todo habra resultado muy simple si hubiramos limitado nuestros esfuerzos a la filmacin de crnicas protocolares de informacin:

    Por el Sur de Ucrania ha madurado una rica cosecha. En los campos trabajan enrgicamente los equipos del coljs "Amanecer. El trabajador de choque Ivn Protzen- co produce el doble de la norma . . . etctera.

    Pero, para solucionar semejantes problemas, vala la pena crear el cinetrn? No. Ustedes tienen que tomar parte en la batalla pro cosecha, como organizadores. Pero, cmo* No se sabe! Por eso estbamos nerviosos al contemplar por las ventanas la inmensidad del mar amarillo de la abundante cosecha.

    . . .El pan. Es un vasto tema! La batalla de nuestro partido por el pan estaba llena de un apasionante dramatismo y de incomparables hazaas picas.

    La huesuda mano del hambre (durante tantos aos) nos agarraba por la garganta y amenazaba ahogar la revolucin.

    Obreros que reciban una racin de 50 gramos de pan por da; en las ciudades, nios mal alimentados; tarjetas de racionamiento por las cuales no se poda conseguir nada; el hambriento Ejrcito Rojo en combate; especuladores sin vergenza; revendedores ambulantes y crueles capaces de desvalijar a cualquiera; kulaks (campesinos enriquecidos que guardaban inmensas cantidades de trigo en pozos u hoyos para combatir al gobierno sovitico por el hambre); el inhumano bloqueo por los pases cristianos que esperaban con ansias que por un pedazo de pan el hombre sovitico medio muerto de hambre, vendiera todas las conquistas de la revolucin, l odo eso ya pas! Pas

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  • y se olvid con extraordinaria facilidad. |Hoy en da entras en una panadera y te encuentras con el rico aroma del pan recin horneado!

    Y se oye el grito de una vieja dienta enojada: "Otra vez no tienen ustedes el pan que les pido!. . . Cundo va a terminar este horror! . ..

    No la juzguen! Esta vieja gritona conoci das peores, pero hoy, cuando el partido ha superado el mayor problema el problema del pan tiene derecho de exigir que los panaderos indolentes cumplan con sus obligaciones, y no nos incumbe a nosotros protegerlos.

    . . . En aquel ao la batalla del pan estaba lejos de su trmino. El enemigo de clase no slo no se entregaba, sino que pasaba a la ofensiva. Ya despus de seis meses de nuestra gira por el pan, el Comit Central del partido, en uno de sus decretos, caracterizaba de la manera siguiente la situacin en el campo:

    "Los elementos antisoviticos de las aldeas prestan una activa oposicin a la solucin positiva de nuestros problemas. El kulak, econmicamente vencido, pero an sin perder su influencia, los antiguos oficiales blancos, los antiguos curas y sus hijos, los antiguos policas y otros elementos antisoviticos radicados en las aldeas tratan de desorganizar los coljoses, de hacer fracasar todas las iniciativas del partido y del gobierno para mejorar la economa rural. Al infiltrarse en los coljoses como jefes de depsitos, brigadieres, etc., y a veces como instructores en la administracin de coljoses, estos elementos antisoviticos arruinan las mquinas, siembran con fallas, roban los bienes coljosianos, organizan el robo de semillas, el sabotaje del almacenaje de cereales y a veces logran arruinar a los coljoses (Resolucin del Plenum del Comit Central con fecha 11 de enero de 1933).

    A esas fuerzas adversarias el partido contrapuso una nueva forma de lucha, ms flexible: las secciones polticas

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  • de las Estaciones de Mquinas y de Tractores y de los coljose.v

    El estilo y los mtodos de su trabajo coincidan con la prctica del cinetrn y nos convertimos, sin vacilaciones, en sus activos colaboradores. Sin embargo, las Secciones polticas aparecieron recin un ao ms larde y se necesit an medio ao para su organizacin. Durante esc tiempo nuestro cinctrcn se detuvo en Crimea en los desvos de la estacin Yanky.

    En Crimea todo el personal sali al campo. La inmensa estepa retumbaba por la intensa labor desarrollada sin cesar durante las 24 horas.

    Cunta diferencia entre acjuclla poca y hoy! Entonces eran los caballos que segaban, transportaban y trillaban.

    El resultado de la batalla por la cosecha dependa de la mano de obra de miles de personas an sin preparacin para el trabajo colectivo.

    La cumbre de la mecanizacin era la segadora a caballo con una anticuada mquina de vapor que consuma montaas de paja, para poner en marcha la vieja trilladora.

    Cuando lleg el momento de emprender la amplsima siega, era difcil introducir cambios en la colocacin de los hombres y de los elementos tcnicos.

    Decidimos que lo principal era, para la tarea del cine- tren, presentar en la pantalla la experiencia y la maestra de las mejores brigadas y de los coljosianos individuales, demostrar su hazaa a pesar de la pobre organizacin del trabajo y, como contraste de desidia laboral que caracterizaban a todos los jvenes coljoses, en los primeros aos de su existencia.

    El comit regional del partido nos recomend mudar nuestro tren a la estacin Beuk Onlar. All, literalmente en tres das, pudimos filmar un excelente coljs lituano Weitlus".

    Su extraordinario xito se deba a su presidente, un

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  • gigantn de ojos azules, y organizador nato. Todo lo que emprenda lo realizaba de manera sensata y racional: todo el personal estaba ocupado, los caballos bien alimentados, las segadoras en accin ininterrumpida, produciendo torrentes de granos de oro. Con sus secretos tan sencillos se hizo una pelcula.

    Ya al quinto da de nuestra permanencia en Crimea, los miembros del equipo de cine ambulante recorran con l las estepas de Tas granjas y contaban en las eras, al anochecer. cmo se puede organizar la labor sin quebrantos ni molestias, cmo deshacerse del personal sobrante para los trabajos de recoleccin, cmo se mantiene a los caballos en buen estado, etctera.

    La mayora de los trabajadores no dominaban an los temas. A veces se encontraban en un atolladero y establecimos una regla: no mentir nunca, sino admitir francamente nuestra ignorancia en materia de agronoma: nuestro pblico nos escuchaba con la mxima atencin.

    En las veladas, en las eras, eso casi no impeda que mediante pantallas empaadas se entablaran conversaciones sobre las razones ms importantes que demoraban la recoleccin de la cosecha, frenaban la labor y lo que haba que aprender del vecino y aplicar maana mismo en su propia granja. . .

    .. .El Comit Regional del partido nos pidi que trasladramos nuestro cine ambulante a Eupatoria, donde las dificultades de la recoleccin adquiran proporciones alarmantes.

    En la regin de Eupatoria empezamos a trabajar habiendo ya adquirido experiencia y teniendo pelculas listas. Adems de la pelcula sobre el coljs Wcitlus, trajimos tambin dos nmeros de nuestro Cinegaceta, en cuyas cortas historietas agudas y mordaces, se contrastaba la experiencia del "Weitlus" con los hechos que perjudicaban la recoleccin en las brigadas atrasadas. En esos

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  • das, el laboratorio y el taller de montaje trabajaban 24 horas seguidas.

    Sheviakov haba adelgazado y estaba verde de cansancio. No sala del taller de revelacin, se dorma caminando. Yo tena que llevarlo por la fuerza a su camarote, del cual se escapaba enseguida, apenas poda escabullirse de mi control. Gracias a eso, en nuestras mesas de montaje, unas pocas horas despus de la filmacin depositaba ya los positivos para su montaje. Adems de eso, se las arreglaba para sacar 4-5 copias de las pelculas o de los diarios, que Starovitov le arrancaba de las manos para enviarlos al campo.

    Sheviakv no era el nico en empearse! Todos estaban acalorados. Todos saban dar de s", hasta el agotamiento, haciendo milagros de iniciativa, tenacidad e ingenio. Por s mismo se form un estilo de trabajo y de relaciones de labor. No recuerdo que haya tenido ocasin de enojarse con alguien, de castigar y perder el tiempo en intiles discusiones sobre averas y conflictos.

    Quiz sea por eso que de los 45 das de esc viaje (los ms tensos) 3 grupos o ms bien 3 directores, tres operadores filmaron 11 pelculas con un metraje til de 3659 metros, mientras Sheviakov supo, adems, proveerlos con la tirada

  • trpode, mientras yo llevaba el feo cofre con los objetivos y la cassrtta, sin saber lo que bamos a filmar.

    La gente est segando, cargando el cereal, dando de comer a los caballos: ponerse a filmar todo eso, francamente, no vale la pena. En el campamento, un operador cansado se acost en la sombra debajo de un carro y me ech una mirada de reproche. .. Yo andaba despacio entre las cocineras y toda clase de gente, cuando tropec justamente con el tema de los holgazanes durante la recoleccin del trigo.

    Cuatro obesas cocineras rodeaban la fogata, estorbndose mutuamente. Haba poco lugar alrededor de una olla donde cocinaban bollos de pasta y una sola hubiera bastado.

    Un cochero sooliento hace tiempo que estaba esperando al lado de su carreta vaca rascndose un pie descalzo contra el otro; estaba bostezando como para desviarse las mandbulas.

    He contado, en el campamento, 18 personas, la mitad de las cuales eran innecesarias.

    Durante dos das, Gleb y yo no dedicamos con entusiasmo a filmar el tema de tanta relevancia en aquel entonces: de todos los haraganes que abundaban; lo adornbamos con satricos detalles, lo colocbamos en nuestro Cincga- ceta con ttulos burlones, clamando por que los coljosianos se fijaran ms detenidamente alrededor suyo, por si no se encontraran manos intiles y sobrantes que podran ser ms productivas en la regin vecina de la batalla pro cosecha.

    A cada paso se descubra la absoluta ingenuidad de los campesinos que hasta entonces practicaban la economa individual, y su ignorancia en el cumplimiento de sus tareas campesinas en filas organizadas y colectivas.

    Pero nos encontrbamos en plena juventud de los coljo- ses. poca de luminosas revelaciones, cuando ante los ojos

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  • de los simples y casi analfabetos campesinos se abran los cautivantes horizontes del socialismo.

    No ha de extraar, entonces, que el desperdicio de granos, adquiriera a veces proporciones catastrficas.

    Eso es lo que nos inspir a m y a Cilcb, a componer un folletn cinematogrfico de la ms punzante crtica: El hoyo.

    El entonador cmico de la pelcula fue filmado con el actor Volodia Maslazov en el papel de un aguador simplote que no not cmo se le perdi el tapn de su barril. Lleg al campo con el barril vaco. Y aqu cobr! Todos lo atacaron con ira: el brigadier, las cocineras, los compaeros, los muchachos del komsomol, los pioneros, las esposas, y el diario. ..

    Un pequeo agujero y todos lo ven mientras al gran agujero nadie lo ve: tal era el entonador cmico.

    Despus de mostrar esto, contamos documentalmente el caso del agujero grande por el cual se escapa la cosecha coljosiana.

    1.a trilladora a caballo resulta una mquina muy imperfecta. Se bate la espiga y se desprende el grano. Las espigas estn pisadas por los caballos. En el suelo quedan muchas espigas y muchos granos. El grano se va en la trilladora mal regulada y en el camino queda desparramado por los carreteros. Desde la espiga que crece en la estepa hasta el granero, la cosecha pasa por un terrible camino.

    Aqu nuevamente incluimos en nuestra pelcula una fbula cmica: Maslatzv camina por la estepa, agachado bajo el peso de una enorme bolsa de trigo. En la bolsa hay decenas de agujeros. Mientras lleva la bolsa al granero, el grano va derramndose en pequeos chorros, la bolsa sigue vacindose; nuestro actor ya no se agacha, sino que anda bailando y, muy satisfecho, vierte los insignificantes restos de su bolsa en la apertura del granero... Y todos estn contentos!

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  • lodos lo felicitan: el brigadier, los compaeros, los muchachos del komsomol, la esposa, el diario . . .

    Incluimos el episodio documental en la pelcula para que se sepa cmo los coljosianos de la zona de Balandin combaten la prdida de granos. Se ajust un simplsimo aparato al tractor, para juntar los granos. Demostramos su adaptacin y sus efectos y comprobamos la enorme cantidad de granos ahorrados en un solo da de funcionamiento.

    Al lado, en el coljs "Ilich". las prdidas eran exccp- cionaluiente exorbitantes. Cuando les mostramos nuestra pelcula se lanzaron inmediatamente a confeccionar el mismo aparato. Pero. . . hasta el final de la segada faltaban slo dos das y los apenados coljosianos se limitaron a rascarse la cabeza y abrir los brazos en seal de desengao, lo (jtie tambin filmamos!

    La segada de Crimea se termin como terminan todas las batallas. An se oan los chirridos de algunas trilladoras. Se transportaban hacia los graneros y puntos de reparticin las inmensas cantidades de trigo. Al anochecer, en las estepas y eras se oan canciones.

    Un telegrama de Mosc nos indicaba un urgente traslado a Ucrania donde empezaba la cosecha.

    Con deleite dormamos para recuperar las horas de sueo perdido durante todas esas batallas, cuando la locomotora emprendi el viaje al norte.

    En los caminos vecinales ya se levantaba el polvo de los convoyes de carretas coljosianas, dirigindose a la segada > en algunos lugares ya chirriaban las segadoras.

    En Elizavetgrad (ahora Kirovograd) fuimos al comit del partido. Nos sugirieron establecernos en la estacin Ayamca y nos informaron que las condiciones se pareceran a las de Crimea: falta de traccin, ansiedad provocada por una recoleccin apurada, as como las mismas fallas de organizacin y dificultades tcnicas.

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  • Pero nuestro cinctrn haba llegado a Ayamea con la preciosa experiencia ad(|uirida en Crimea, y fundamentalmente con las pelculas.

    Starovitov se apresuraba a llevarlas a la estepa. El Comit Regional le suministr un grupo de activistas y trabajadores organizadores de masas. Haba instructores, agrnomos, haban movilizado a comunistas de las fbricas.

    Toda la tirada de las pelculas del viaje por Crimea fue puesta en marcha por nuestros cineastas ambulantes.

    Ix)s operadores salieron en busca de temas para nuestro Cine gaceta y nosotros preparbamos con urgencia los prximos microfilmcs.

    Y es aqu, en Ucrania, donde encontramos excelentes elementos organizadores, cuya experiencia nos sugiri la pelcula: Por el eslabn.

    Cuando resucitan en la memoria los acontecimientos de aquellos aos, uno se asombra por la envergadura inaudita de la bsqueda por el pueblo entero de las mejores formas de organizacin del trabajo colectivo. Hubo tantos errores, tantos experimentos ingenuos e imprevistos cuando el campesino cjuc hasta entonces practic la economa individual entraba a formar parte de una brigada coljosiana!

    El trabajo en conjunto, con instructores an inexpertos. sin agrnomos (adems de las trampas de los kulaks), engendraba inevitablemente desrdenes e irresponsabilidad.

    La idea del eslabn, engendrada por el pueblo mismo, como clula primaria de base laboral, donde cada uno sabe lo que tiene que hacer y cmo hacerlo, donde los haraganes y holgazanes estn a la vista de todos, ha desempeado un papel primordial en las conquistas de las filas coljosianas.

    I odo eso se puso de T elieve mucho ms tarde. En los das de nuestra gira haba que luchar por cada eslabn.

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  • En la pelcula Por el eslabn se tom como ejemplo los desrdenes en las brigadas que trabajaban en conjunto en contraste con los bien organizados eslabones de la recoleccin.

    La pelcula, filmada en los momentos de fogoso entusiasmo y suma urgencia no era, desde luego una obra reluciente del arte cinematogrfico, pero, en manos de los organizadores de masas y activistas que la complementaban con ejemplos vividos por los presentes, cumpla su misin.

    El director de la pelcula, Harry Piotrovsky, hombre muy callado y pedante empedernido, tena la fama, en nuestTO tren, de ser muy intolerante en cuanto a la desorganizacin. Ese era su tema.

    Quisiera contar algo sobre ese hombre maravilloso. Sola entrar en la sala y ponerse a arreglar el ajedrez, dejado en desorden sobre la mesa.

    Harry, vas a jugar?No, no tengo tiempo.Por qu, entonces, te ocupas del ajedrez?Comprende, el desorden me molesta...Pero trabajas en el montaje, y cmo te puede mo

    lestar?No s, pero me molesta.Era parco en palabras. Siempre callaba. Pero recuerdo

    cmo contaba con nosotros en las veladas. Tena una linda voz. Se transformaba al cantar e invariablemente nosotros moderbamos nuestras voces para dejarlo sobresalir.

    Haba luchado en la flota del Norte. Se resinti su salud. Callado estuvo cuando enferm y callado dej de vivir.

    En aquel verano caluroso Harry volva de la estepa cubierto de polvo. Juntos salamos al campo, alejndonos del tumultuoso tren. A duras penas le sonsacaba algunas palabras sobre lo que se haba filmado, cundo, por qu y dnde. Yo, por mi parte, le comunicaba las direcciones.

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  • los hechos, los nombres de las personas que podran resultarle tiles para su difcil tema.

    Sobre el espritu que predominaba en el amplio frente de recoleccin, nos informaban los trabajadores de masas, o agitadores, a cuyo cargo estaban las pelculas, pero en primer trmino Starovitov. Con frecuencia regresaba al tren muy cansado, en medio de la noche, despus de sus intervenciones en los campamentos. Me haca salir del montaje al aire libre y hablbamos despacio, combinando lo que haba que filmar para nuestro Cinegaceta.

    En Ayamca se filmaron y aparecieron en la pantalla tres nmeros del Cinegaceta. Era la forma ms operativa de penetrar en la vida de la estepa. Los pequeos microfilmes crticos podan filmarse rpidamente, sin desgaste de esfuerzos en los escenarios y sin temas complejos. Durante este viaje, contribuy ms en la confeccin del Cinegaceta N. N. Karmazinski, ex cronista y periodista nato. Manej sus tareas como hombre competente y no me dio mucho que hacer; de manera que pude, durante algunas noches, preparar el escenario para una comedia cmica y excntrica T IT , que en seguida me puse a filmar.

    Karmazinski hizo tambin una pelcula que result muy til: El pan y las hacinas.

    La cosecha de ese ao result excelente. La estepa estaba colmada de trigo, y las trilladoras, aunque en mal estado, trabajaban noche y da, las 24 horas. Pero la trilla demoraba: se rompan los engranajes, las correas, se descomponan las mquinas... Los repuestos faltaban y se careca de mecnicos idneos... Mientras ellos pasaban horas en arreglos, en las eras los hombres se aburran de no hacer nada.

    Recuerdo la estepa ardiente, el calor sofocante y el abrumador silencio en las eras cuando nada poda reanimar las mquinas paradas.

    El cereal segado esperaba a la mano de obra. Bastara

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  • una semana de lluvia para que las prdidas fueran irreparables.

    Por eso. el Comit Regional dispuso:-El trigo a las hacinas!Toda la mano de obra disponible, toda la traccin te

    nan que lanzarse a la salvacin de la cosecha ante el peligro del agua.

    Acerca de esto Karmazinski realiz, en pocos das, una pelcula de gran actualidad.

    Misha Lifshitz. el ms joven de los operadores, se destac en ese viaje por un excelente invento.

    Reuni un equipo de pioneros y estudiantes y los llev a la estepa abandonada, cuando se retir la ltima gavilla.

    Los pioneros trabajaron tres das recogiendo las ltimas espigas de trigo. Las perdan sin piedad al transportarlas, al pasar las segadoras: las pisaban los hombres, los caballos, las mquinas. Haba cantidades en todos los caminos vecinales.

    Una montaa de trigo fue juntada por los pioneros. Esta pelcula se llam: Salgan al campo, pioneros! (285 m).

    En los ttulos deca: "Esta pelcula es un reto socialista de los pioneros y estudiantes de la Regin de Ayamci a los pioneros y estudiantes de Ucrania".

    La firmaron los pioneros junto con el director y el operador. Shevikov hizo una tirada de 6-8 copias.

    Nuestros activistas, que llevaron esta ardiente pelcula a las pantallas, nos contaron con qu entusiasmo patritico respondi la muchachada coljosiana al llamado y cmo a la maana siguiente a la demostracin, la estepa vaca volva a reanimarse.

    Misha Lifshitz!. .. Tan joven, sin partido, se transform de modesto operador de cine en un activo trabajador poltico. A veces apareca como instructor de mineros del Krivi Rog. otras veces era organizador del movimiento juvenil pro salvacin de la cosecha, luego, en el Donbass

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  • (regin del ro Don), fue procurador y revel en un inicrofilme el sabotaje de los kulaks y los perjuicios que ocasionan en el coljos.

    Hoy en da, suelo encontrarme con l en Mosc; ya tiene canas. Tiene cerca de sesenta aos, pero sus ojos, como siempre, son jvenes.

    Qu tal, Misha, cmo te va?Todo en orden.En el ardor de nuestra tensa gira, nuestros operadores

    no podan permanecer simplemente fUmadores". Ante sus ojos surgan los agudos conflictos de la lucha por ei socialismo, se encontraban con gente interesante, fueron los primeros testigos de rupturas y confusiones por intolerancia.

    Por eso es que muchos temas que llegaron a las pantallas del cinetrn fueron sugeridos por los operadores, aunque, por lo general se quedaban modestamente en la sombra.

    Con este motivo quisiera decir algo acerca del operador Vctor Mslennicov, que ocupa un lugar especial en los destinos del cinetrn. Durante el primer ao de trabajo film 12 pelculas y cerca de 25 temas para el Cine- gaceta. Ha de recordarse que pudo realizar esta tarea mediante una cmara extra-pesada Dbris L, fijada en un pesado trpode.

    Con este aparato Mslennikov recorra los campos durante la cosecha, durante las maniobras militares, y se ingeniaba para filmar en las oficinas, tan estrechas como una jaula, y en las construcciones.

    Inquieto e investigador, Vctor no era muy conversador. mas bien parecido, en este sentido, al parco Harry Piotrovsky con el que sola trabajar en todas las giras del cinetrn.

    Como hombre de gran encanto personal, Vctor gozaba de la simpata de todos, que le dieron el carioso

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  • apodo de "Kotausi" (bigote de gato). As lo llamo yo hasta hoy.

    Ahora, despus de cuarenta aos, suelo pensar: qu felicidad haber contribuido a trazar nuevos caminos en las magnas empresas de un nuevo mundo, trabajando con un equipo de hombres tan interesantes y descollantes, como eran nuestros entusiastas! Se podra escribir todo un libro sobre ellos, pero por el momento no lo puedo hacer, pues tengo que cumplir otra tarea. As es que de muchos compaeros de trabajo no podr ni siquiera decir