I. Los contratos en Pemex beneficiarán enormemente al país, generando empleos y creando más infraestructura petrolera, mucho más de lo que haría Pemex por sí sola.

Así funcionan los acuerdos:

1. Las compañías privadas y Pemex acuerdan los detalles para la operación de búsqueda y/o extracción de crudo. En algunos casos, cuando es búsqueda asumen el costo sólo las privadas.

2. Cuando se encuentra petróleo, se realiza el cálculo del costo de recuperación para dividirlo entre la privada y Pemex. Una compañía absorbe el 40 y la otra el 60% del mismo.

3. Tras la extracción y venta, tiene lugar la repartición de lo que se conoce como renta petrolera. La utilidad que se lleva una empresa privada oscila entre el 40 y 60% del total.

4. El primero en cobrar parte de las ganancias es el Estado a través de regalías de Pemex y al final, la empresa privada.

II. Impulsará al PIB

En el análisis titulado “Implicaciones Financieras y Económicas de la Reforma Energética Mexicana”, los especialistas de Barclays consideraron que además de los beneficios de precios más competitivos para el consumidor en electricidad, gas y

Asimismo, con los contratos de servicios que actualmente opera Pemex, el gobierno paga a los contratistas sin que estos corran riesgos. Lo que significa que si se encuentra o no petróleo, ellos reciben el pago correspondiente, llegando a ser una desventaja para el estado.

Cuando se habla de la “renta petrolera”, nos referimos al valor de los hidrocarburos menos los costos de extracción, que resulta en la utilidad. La renta petrolera de un país será mayor entre más alto sea el precio del petróleo y el volumen de producción.

Es importante señalar que diversos países como Arabia Saudita, Cuba, Brasil, Colombia, Noruega y Canadá, han optado por modificar su marco jurídico para permitir la inversión privada en el sector energético, con la finalidad de aprovechar los recursos naturales que les habían resultado difíciles de explotar en beneficio del crecimiento económico, generación de empleos y competitividad de sus países.

La reforma energética, sin duda, está pensada para ser el motor del desarrollo económico.

III.

Los mexicanos están menos que listos para apoyar la reforma más ambiciosa y polémica de Peña Nieto hasta ahora. Una nueva encuesta por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), un instituto de investigación, muestra que 65 de cada 100 mexicanos están contra la apertura Pemex, el séptimo productor de petróleo(crudo) del mundo más grande con ventas anuales de más de $100 mil millones. “La energía, en particular petróleo(crudo), sigue siendo la fortaleza del nacionalismo mexicano,” dijo CIDE.

Pemex afirma que existe la necesidad de aumentar las inversiones anuales en un 46 %, a $37 mil millones de dólares, para tocar yacimientos de gas esquisto no desarrolladas en reservas de agua profunda. Peña Nieto dice que mientras que él quiere inversión de capital privado, él insiste que en México el petróleo y el gas seguirán bajo el control del estado, es decir, no se vendieron a empresas privadas o privatizada

iv.

Los beneficios de aprobar la iniciativa de dicha reforma son obtener menores precios de la luz y el gas para la población, mayor crecimiento económico del país, mayor generación de empleos y más obras como construcción de hospitales, escuelas, carretas, entre otros.

Coldwell explicó que la producción de petróleo ha disminuido los últimos años, toda vez que durante el 2044 se producían tres mil 383 barriles por día y actualmente llegan a dos mil 548; por otra parte, la inversión en producción y exploración para el 2004 fue de 113 mil millones de pesos, y para el presente año significó 273 mil millones.

Entre otros aspectos, el funcionario federal explicó a los zacatecanos que el consumo de gas ha incrementado significativamente, mientras que la producción ha disminuido, lo que conlleva a una importación del 30 por ciento del insumo durante el presente año.

Para el caso de la gasolina, México importa el 49 por ciento de dicho combustible, “debido a la limitada capacidad de refinación que tenemos”; mientras que el 65 por ciento de los petroquímicos que se consumen en el país provienen del extranjero.

V.

Los principales economistas no han encontrado un consenso sobre el incremento económico que podría traer la reforma energética y proyectan escenarios de entre 0.5 hasta 2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), una diferencia de cerca de 230 mil millones de pesos.

 

 

En cuanto al empleo podría tratarse de un incremento de 45 mil plazas o de incuso hasta medio millón en el corto plazo, de acuerdo con información recabada por este medio.