Mi Barrio Se Llama Castleknock

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Mi barrio se llama Castleknock. Tiene alrededor de veinte mil habitantes. Está a las afueras de Dublín a solo diez minutos en coche. En Castleknock puedes encontrar lo justo y necesario para vivir. Tenemos un par de tiendas de comida, una farmacia, varias iglesias, una gasolinera y algún que otro pequeño comercio más. En lo que se refiere al ocio, hay cafeterías, restaurantes y varios lugares más donde podemos ir a tomar algo y estar como en casa. En un abrir y cerrar de ojos puedes ir a Phoenix Park, el parque más grande de Europa. También tenemos a un tiro de piedra Blanchardstown, un centro comercial que es la bomba y tiene mucha variedad de tiendas. La vida nocturna aquí no es gran cosa así qué para encontrar un ambiente más festivo debes de ir al centro. Cruzo los dedos para que algún día pongan un buen pub o club para la gente de mi edad en Castleknock. Si no fuera por el transporte público vivir aquí sería como estar entre cuatro paredes, pero afortunadamente tenemos muchas opciones para ir de un lado a otro sin tener que ir andando hasta el quinto pino. Entre estas opciones está el bus urbano, el tren o el taxi. Merece la pena ir en bus porque hay una diferencia de precio abismal en comparación con otros transportes. El taxi si viajas solo puede salirte por un ojo de la cara o costarte un riñón. El único inconveniente que tiene es que en ocasiones tienes que viajar como en una lata de sardinas, es decir, muy apretados. Sin embargo algo que tienes al alcance de tu mano son los deportes. Hay infinidad de sitios donde puedes practicar ejercicio físico: gimnasios, campos de rugby, campos de futbol, pistas de tenis. Castleknock es una de las zonas de Dublín más tranquilas y familiares. Como en cualquier otro sitio hay personas que no son trigo limpio y cometen actos ilegales, pero rara vez se escuchan noticias relacionadas con la delincuencia o la drogadicción. No es algo que esté a la orden del día. De lo contrario otro gallo cantaría, y la gente no tendría interés en vivir aquí.

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Mi barrio se llama Castleknock. Tiene alrededor de veinte mil habitantes. Está a las afueras de Dublín a solo diez minutos en coche.

En Castleknock puedes encontrar lo justo y necesario para vivir. Tenemos un par de tiendas de comida, una farmacia, varias iglesias, una gasolinera y algún que otro pequeño comercio más. En lo que se refiere al ocio, hay cafeterías, restaurantes y varios lugares más donde podemos ir a tomar algo y estar como en casa. En un abrir y cerrar de ojos puedes ir a Phoenix Park, el parque más grande de Europa. También tenemos a un tiro de piedra Blanchardstown, un centro comercial que es la bomba y tiene mucha variedad de tiendas. La vida nocturna aquí no es gran cosa así qué para encontrar un ambiente más festivo debes de ir al centro. Cruzo los dedos para que algún día pongan un buen pub o club para la gente de mi edad en Castleknock.

Si no fuera por el transporte público vivir aquí sería como estar entre cuatro paredes, pero afortunadamente tenemos muchas opciones para ir de un lado a otro sin tener que ir andando hasta el quinto pino. Entre estas opciones está el bus urbano, el tren o el taxi. Merece la pena ir en bus porque hay una diferencia de precio abismal en comparación con otros transportes. El taxi si viajas solo puede salirte por un ojo de la cara o costarte un riñón. El único inconveniente que tiene es que en ocasiones tienes que viajar como en una lata de sardinas, es decir, muy apretados.

Sin embargo algo que tienes al alcance de tu mano son los deportes. Hay infinidad de sitios donde puedes practicar ejercicio físico: gimnasios, campos de rugby, campos de futbol, pistas de tenis.

Castleknock es una de las zonas de Dublín más tranquilas y familiares. Como en cualquier otro sitio hay personas que no son trigo limpio y cometen actos ilegales, pero rara vez se escuchan noticias relacionadas con la delincuencia o la drogadicción. No es algo que esté a la orden del día. De lo contrario otro gallo cantaría, y la gente no tendría interés en vivir aquí.

Si hablamos de educación, hay diferentes centros escolares que pueden ajustarse a lo que cada familia busca para la enseñanza de sus hijos sin necesidad de apretarse el cinturón demasiado.

En cuanto a la sanidad, si queremos recibir atención médica es inevitable coger el coche. Por eso y por ser un pilar fundamental en la sociedad, creo que es un punto que hay que mejorar.