MIÉRCOLES 7 DE MAYO DE 2014 Ser un GRAN …€¦ · ... David Fischman en su li-bro “Camino a un...

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7 DE MAYO DE 2014 ¿Qué es ser un gran orador? Esto es más simple de lo que parece y todos podemos lo- grarlo. Ser un gran orador es tener completo control sobre mí, sobre mi audiencia y, por sobre todo, del relato que quiero expresar. A pesar de que para algunos es un gran desafío y pareciera totalmente imposible, todos podemos ser excelentes co- municadores sin importar el ti- po de personalidad. La clave es estar consciente del trabajo previo a la presen- tación, el cual no es tan simple para todos, pero que si se hace de forma metódica, se puede obtener el máximo de satisfac- ción. En este sentido, la impro- visación no siempre es un buen aliado. Comunicar de forma masiva no es lo mismo que dialogar. La comunicación comprende el fin de un proceso largo, co- mo es el autoconocimiento, manejar los temas a exponer, conocer al público y muchísi- mo más. En tanto, el diálogo es como su terminología lo di- ce: dos logos. Es una interac- ción de ideas y en ocasiones nuestro relato será un monólo- go que debemos manejar a plenitud. Identificar al público es muy importante. En nuestra au- diencia puede haber dos per- sonas o un grupo de más de mil, pero lo que debemos te- ner claro es que todos son dis- tintos, por lo que el tono, el contenido, el vocabulario, et- cétera, deben ser diferentes para cada grupo. Saber que se puede es tan importante como querer que se pueda. Por esto, daremos una serie de tips para que ob- tener el triunfo sea más fácil. 1. Observar antes de ha- blar: Miremos a nuestro alre- dedor, veamos a quienes nos escuchan, dónde estamos ubi- cados y qué hay en el entorno. Cuando hagamos ese ejerci- cio tendremos información ex- tra para poder comunicar. Ma- nejando estas variables podre- mos salir adelante ante algún problema de nerviosismo. Si vamos a dar un discurso en Icare, por ejemplo, sabe- mos que es formal, de nivel educacional alto, con presen- cia de políticos y empresarios, por lo que ya sabemos que nuestra postura debe ser más seria, más formal. Si este mis- mo relato lo doy en una plaza, con niños jugando alrededor, claramente mi vocabulario de- be ser distinto. Identificar a la audiencia es tener gran parte del éxito asegurado. 2. Estar tranquilo/a: La im- paciencia es uno de los errores más comunes. Nos lleva a ha- blar rápido, sin un hilo conduc- tor y a hacer ademanes exage- rados. Si ponemos en práctica el observar antes de hablar, el nivel de ansiedad debería ba- jar. Si ya identificamos a nues- tro público, estar calmo hará que nuestro relato sea más cla- ro, exacto y preciso. 3. No subestimar a la au- diencia: Si no conozco a mi pú- blico y no se mantiene la tran- quilidad se tiende a hablar de manera fuerte, con una actitud casi arrogante, lo que es un claro síntoma de marcar y mos- trar autoridad y mando. Este es un error muy común y pro- voca que la audiencia no esté enfocada 100% en el relato. Analiza para quién y para qué dirás las palabras que quieres expresar. 4. La credibilidad: Uno de los aspectos más importantes para ser un gran orador es en- contrar una fuerte simetría y sintonía entre mi lenguaje cor- poral y oral y el entorno que me rodea. Esto provocará que la comunicación sea mucho más eficiente y que la sinergia entre el expositor y su audien- cia sea óptima. 5. Saber del tema: La au- diencia se da cuenta cuando alguien nos habla sin saber lo que está diciendo. El público lo percibe y, al percibirlo, no se sentirá convencido de lo ex- puesto por el interlocutor, lo que hará perder la sintonía. Para explicarlo de mejor ma- nera: David Fischman en su li- bro “Camino a un liderazgo” dice que para que un ser logre inspirar autoridad debe aunar tres conceptos que resultan claves: conocimiento, expe- riencia y credibilidad. 6. Ser líder ejemplar: Esto hace clara referencia a que un líder natural debe ser capaz de motivar y mover a un grupo sin utilizar técnicas coercitivas. Un líder es aquel que mantiene su ego en un justo equilibrio para así expresar seguridad y ser in- fluyente, pero al mismo tiem- po debe mostrar humildad, ser receptivo y persuasivo en la ejecución de la autoridad lo- grada y otorgada. El líder no es solo una perso- na consciente de lo que debe o no hacer, sino también de sus capacidades. Pero lo más importante es que tiene muy claro cuáles son sus falencias y sabe admitir cuando se equi- voca. Esto hace que gane el respeto de los equipos, por- que lo convierte en una perso- na más accesible y, repetire- mos, empático frente a los de- más. Saber asumir las propias equivocaciones nos hará estar en plena conciencia de nues- tros actos y nos mostrará de una manera más humana y to- lerante frente a críticas perso- nales o grupales. 7. Saber lo que tengo y quiero decir: El conocimiento del tema es lo más fundamen- tal. Improvisar no es lo óptimo, ya que no tendremos tranquili- dad y estaremos, directa o in- directamente, subestimando a la audiencia. Por lo tanto, sa- berse el texto es lo más impor- tante para ser un gran orador. SIEMPRE SE DEBE ESTAR INFORMADO Parte del conocimiento del tema se relaciona con la expe- riencia propia que se tiene so- bre él, pero si no se conocen los datos más actualizados o los antecedentes recientes, no se logrará transmitir el discur- so con autoridad, pues habrá un evidente vacío en la presen- tación y, por lo tanto, en el co- nocimiento del tema. La credibilidad que logre ex- presar depende directamente de los aspectos anteriores: ex- periencia y conocimiento, co- mo también del nivel de con- tacto que logre con la audien- cia. Para lograrlo, la empatía juega un rol fundamental. Es muy poco probable que una persona no empática pueda convertirse en un líder que ejerza autoridad. Ahora bien, la gran mayoría de las personas pueden llegar a convertirse en buenos ora- dores. Esto tiene mucho de técnica y preparación, por lo que es primordial, en primer lugar, observarse y escuchar- se, para así determinar los as- pectos débiles al momento de comunicar. Solo hay que atre- verse y practicar, hasta que aquello que resultaba ajeno se convierta en algo natural. Nuestras habilidades, final- mente, son el resultado del ejercicio permanente de de- terminadas prácticas, las que por repetición terminan sien- do propias y casi automáticas. Hasta el próximo miércoles. La profesora ayudante del curso es Michelle Ibarra, pe- riodista UC. Ser un GRAN orador depende de uno mismo La impaciencia es uno de los errores más comunes. Nos lleva a hablar rápido, sin un hilo conductor y a hacer ademanes exagerados. COMUNICACIÓN EN VIVO REUTERS Esto tiene mucho de técnica y preparación. Hay que observarse y escucharse, para así determinar los aspectos débiles. Mark Zuckerberg es un experto tanto en qué comunicar como también en cómo debe comunicarlo. Clase 1 de 8 MIÉRCOLES Texto guía sin costo para los matriculados en este curso. La Presidenta Michelle Bachelet tiene un manejo comunicacional extraordinario. Sus relatos siempre van cargados de una emocionalidad especial y de un contenido que ataca en profundidad a las personas. Sin embargo, muchas veces ese contenido no es aclaratorio, no dice ni explica los proyectos de manera explícita, pero logra salir airosa, dado que el mensaje llega a las entrañas de la población. Luego de cuatro años de silencio, volvió en gloria y majestad, asumió el poder, y en su primer discurso al mando del país habló de confianza, de cumplir los sueños, de nuevas oportunidades y de las necesidades, que para ella son las “reales de la gente”. Ella tiene un relato perfecto, conoce a su audiencia, siempre se la ve calmada, y no improvisa nada, por eso me gusta llamarla “reina de corazones”. Es como la mamá de Chile, pero con poder. Sus discursos son claros, directo al punto. Tiene una credibilidad en el país que la hizo ganar por sobre el 60% de los votos. Es complicado, porque ahora ella es la líder o jefa de Estado, y últimamente aparece poco o nada, delega todo a sus ministros, lo cual la hace perder un poco el sitial a que nos tenía acostumbrados. Hay que asumir mejor los errores con humildad, y no siempre quedar en silencio. Aún esperamos explicaciones sobre las “extrañas” designaciones. A veces es bueno no estar en todas. El ex Presidente Sebastián Piñera cometía el grave error de hablar de todo, pero también es un error no aparecer en nada. Lo único que me puedo cuestionar es: ¿será Bachelet una buena líder para el país? Por el bien de todos, espero que sí, y les quiero recordar algo que jamás olvidaré, ya que en su discurso de cambio de mando una de sus últimas frases fue: “¡Chile tiene un solo gran adversario, y eso se llama desigualdad! ¡Quiero que Chile sea un mejor lugar para vivir!”. Si eso no es para que la Plaza de la Constitución grite como circo romano, no me imagino de qué otra manera podría hacerlo. POR VASCO MOULIAN LA REINA DE CORAZONES Muchas veces la Presidenta Bachelet no dice ni explica los proyectos de manera explícita, pero sale airosa, porque su mensaje llega a las entrañas de la población.

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7 DE MAYO DE 2014

¿Qué es ser un gran orador?Esto es más simple de lo queparece y todos podemos lo-grarlo. Ser un gran orador estener completo control sobremí, sobre mi audiencia y, porsobre todo, del relato quequiero expresar.

A pesar de que para algunoses un gran desafío y parecieratotalmente imposible, todospodemos ser excelentes co-municadores sin importar el ti-po de personalidad.

La clave es estar conscientedel trabajo previo a la presen-tación, el cual no es tan simplepara todos, pero que si se hacede forma metódica, se puedeobtener el máximo de satisfac-ción. En este sentido, la impro-visación no siempre es unbuen aliado.

Comunicar de forma masivano es lo mismo que dialogar.La comunicación comprendeel fin de un proceso largo, co-mo es el autoconocimiento,manejar los temas a exponer,conocer al público y muchísi-mo más. En tanto, el diálogoes como su terminología lo di-ce: dos logos. Es una interac-ción de ideas y en ocasionesnuestro relato será un monólo-go que debemos manejar aplenitud.

Identificar al público es muyimportante. En nuestra au-diencia puede haber dos per-sonas o un grupo de más demil, pero lo que debemos te-ner claro es que todos son dis-tintos, por lo que el tono, elcontenido, el vocabulario, et-cétera, deben ser diferentespara cada grupo.

Saber que se puede es tanimportante como querer quese pueda. Por esto, daremosuna serie de tips para que ob-tener el triunfo sea más fácil.

1. Observar antes de ha-blar: Miremos a nuestro alre-dedor, veamos a quienes nosescuchan, dónde estamos ubi-cados y qué hay en el entorno.Cuando hagamos ese ejerci-cio tendremos información ex-tra para poder comunicar. Ma-nejando estas variables podre-mos salir adelante ante algúnproblema de nerviosismo.

Si vamos a dar un discursoen Icare, por ejemplo, sabe-mos que es formal, de niveleducacional alto, con presen-cia de políticos y empresarios,por lo que ya sabemos quenuestra postura debe ser másseria, más formal. Si este mis-mo relato lo doy en una plaza,con niños jugando alrededor,claramente mi vocabulario de-be ser distinto. Identificar a laaudiencia es tener gran partedel éxito asegurado.

2. Estar tranquilo/a: La im-paciencia es uno de los erroresmás comunes. Nos lleva a ha-blar rápido, sin un hilo conduc-tor y a hacer ademanes exage-rados. Si ponemos en prácticael observar antes de hablar, elnivel de ansiedad debería ba-jar. Si ya identificamos a nues-tro público, estar calmo haráque nuestro relato sea más cla-ro, exacto y preciso.

3. No subestimar a la au-diencia: Si no conozco a mi pú-blico y no se mantiene la tran-quilidad se tiende a hablar demanera fuerte, con una actitudcasi arrogante, lo que es unclaro síntoma de marcar y mos-trar autoridad y mando. Estees un error muy común y pro-voca que la audiencia no estéenfocada 100% en el relato.Analiza para quién y para quédirás las palabras que quieresexpresar.

4. La credibilidad: Uno delos aspectos más importantespara ser un gran orador es en-contrar una fuerte simetría ysintonía entre mi lenguaje cor-poral y oral y el entorno queme rodea. Esto provocará quela comunicación sea muchomás eficiente y que la sinergiaentre el expositor y su audien-cia sea óptima.

5. Saber del tema: La au-diencia se da cuenta cuandoalguien nos habla sin saber loque está diciendo. El públicolo percibe y, al percibirlo, no sesentirá convencido de lo ex-

puesto por el interlocutor, loque hará perder la sintonía.

Para explicarlo de mejor ma-nera: David Fischman en su li-bro “Camino a un liderazgo”dice que para que un ser logreinspirar autoridad debe aunartres conceptos que resultanclaves: conocimiento, expe-riencia y credibilidad.

6. Ser líder ejemplar: Estohace clara referencia a que unlíder natural debe ser capaz demotivar y mover a un grupo sinutilizar técnicas coercitivas. Unlíder es aquel que mantiene suego en un justo equilibrio paraasí expresar seguridad y ser in-fluyente, pero al mismo tiem-po debe mostrar humildad, serreceptivo y persuasivo en laejecución de la autoridad lo-grada y otorgada.

El líder no es solo una perso-na consciente de lo que debeo no hacer, sino también desus capacidades. Pero lo másimportante es que tiene muy

claro cuáles son sus falencias ysabe admitir cuando se equi-voca. Esto hace que gane elrespeto de los equipos, por-que lo convierte en una perso-na más accesible y, repetire-mos, empático frente a los de-más. Saber asumir las propiasequivocaciones nos hará estaren plena conciencia de nues-tros actos y nos mostrará deuna manera más humana y to-lerante frente a críticas perso-nales o grupales.

7. Saber lo que tengo yquiero decir: El conocimientodel tema es lo más fundamen-tal. Improvisar no es lo óptimo,ya que no tendremos tranquili-dad y estaremos, directa o in-directamente, subestimando ala audiencia. Por lo tanto, sa-berse el texto es lo más impor-tante para ser un gran orador.

SIEMPRE SE DEBE ESTARINFORMADO

Parte del conocimiento deltema se relaciona con la expe-riencia propia que se tiene so-bre él, pero si no se conocenlos datos más actualizados olos antecedentes recientes, nose logrará transmitir el discur-so con autoridad, pues habráun evidente vacío en la presen-tación y, por lo tanto, en el co-nocimiento del tema.

La credibilidad que logre ex-presar depende directamentede los aspectos anteriores: ex-periencia y conocimiento, co-mo también del nivel de con-tacto que logre con la audien-cia. Para lograrlo, la empatíajuega un rol fundamental. Esmuy poco probable que unapersona no empática puedaconvertirse en un líder queejerza autoridad.

Ahora bien, la gran mayoríade las personas pueden llegara convertirse en buenos ora-dores. Esto tiene mucho detécnica y preparación, por loque es primordial, en primerlugar, observarse y escuchar-se, para así determinar los as-pectos débiles al momento decomunicar. Solo hay que atre-verse y practicar, hasta queaquello que resultaba ajeno seconvierta en algo natural.

Nuestras habilidades, final-mente, son el resultado delejercicio permanente de de-terminadas prácticas, las quepor repetición terminan sien-do propias y casi automáticas.

Hasta el próximo miércoles.

La profesora ayudante delcurso es Michelle Ibarra, pe-riodista UC.

Ser un GRAN oradordepende de uno mismo

La impaciencia es uno de los erroresmás comunes. Nos lleva a hablarrápido, sin un hilo conductor y ahacer ademanes exagerados.

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Esto tiene mucho de técnica y preparación.Hay que observarse y escucharse, para asídeterminar los aspectos débiles.

Mark Zuckerberg es un experto tanto en qué comunicar como también encómo debe comunicarlo.

Clase 1 de 8

MIÉRCOLES

Texto guía sin costopara los matriculadosen este curso.

La Presidenta Michelle Bachelet tieneun manejo comunicacionalextraordinario. Sus relatos siempre vancargados de una emocionalidad especialy de un contenido que ataca enprofundidad a las personas. Sinembargo, muchas veces ese contenidono es aclaratorio, no dice ni explica losproyectos de manera explícita, perologra salir airosa, dado que el mensajellega a las entrañas de la población.

Luego de cuatro años de silencio,volvió en gloria y majestad, asumió elpoder, y en su primer discurso al mandodel país habló de confianza, de cumplirlos sueños, de nuevas oportunidades yde las necesidades, que para ella son las“reales de la gente”.

Ella tiene un relato perfecto, conoce asu audiencia, siempre se la ve calmada,y no improvisa nada, por eso me gustallamarla “reina de corazones”. Es comola mamá de Chile, pero con poder. Susdiscursos son claros, directo al punto.Tiene una credibilidad en el país que lahizo ganar por sobre el 60% de los votos.

Es complicado, porque ahora ella es lalíder o jefa de Estado, y últimamenteaparece poco o nada, delega todo a susministros, lo cual la hace perder un pocoel sitial a que nos tenía acostumbrados.Hay que asumir mejor los errores conhumildad, y no siempre quedar ensilencio. Aún esperamos explicacionessobre las “extrañas” designaciones.

A veces es bueno no estar en todas. Elex Presidente Sebastián Piñera cometíael grave error de hablar de todo, perotambién es un error no aparecer en nada.

Lo único que me puedo cuestionar es:¿será Bachelet una buena líder para elpaís? Por el bien de todos, espero que sí,y les quiero recordar algo que jamásolvidaré, ya que en su discurso decambio de mando una de sus últimasfrases fue: “¡Chile tiene un solo granadversario, y eso se llama desigualdad!¡Quiero que Chile sea un mejor lugarpara vivir!”. Si eso no es para que laPlaza de la Constitución grite como circoromano, no me imagino de qué otramanera podría hacerlo.

POR VASCO MOULIAN

LA REINADE CORAZONES

Muchas veces la Presidenta Bachelet no dice niexplica los proyectos de manera explícita, perosale airosa, porque su mensaje llega a lasentrañas de la población.