Mini Ensayo Sobre Corto 1977 de Peque Varela

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  • En este ensayo me aproximo a las teoras de las construcciones culturales de la(s)

    sexualidad(es) desde lo que he podido leer/elaborar a partir de la miscelnea de

    autorxs que se han nombrado en el curso.

    El corto 1977 (Peque-Varela-2007), presenta un/a protagonista que inicia un proceso

    de bsqueda, ms bien construccin, de su identidad de gnero.

    El/la protagonista mantiene una actitud inicial de desconcierto entre lo que el

    exterior le exige y lo que su interior le muestra, donde el lenguaje de la otredad

    (escuela, familia, amistades) le interpela constantemente. -Concepto de

    interpelacin segn Althusser (ser nombradx por el/la otrx) que, en palabras de

    Judith Butler, constituye un acto de performatividad y la posibilidad de subvertir-

    Por tanto, el corto puede leerse segn algunos planteamientos queer como el de la

    co-dependencia entre las categoras de gnero (hombre/mujer) y las categoras

    asociadas a la orientacin del deseo (homo/hetero).

    La autora prescinde en algunos momentos del sonido, prefiere que sean solamente

    las imgenes las que dominen las escenas, incluso las palabras no se "escuchan",

    sino que se ven (mediante negras letras superpuestas y desordenadas).

    Solamente permanecen algunos sonidos onomatopyicos y msicas reiterativas.

    Parece que la autora quisiera resaltar el concepto de que, segn palabras de Meri

    Torras, el cuerpo, la materialidad del cuerpo, es causa y efecto a la vez de una serie

    de procesos () que son llevados a cabo materializados propiamente- a travs del

    lenguaje, de su textualizacin. El cuerpo es un texto, el cuerpo es la representacin

    de un cuerpo. Las letras que acechan al/la protagonista, son un personaje ms

    del corto. La performatividad con sus dos vertientes: teatral y lingstica, nos

    recuerda aqu lo que Judith Butler afirmaba: que el gnero es performativo.

    La confusin del/la protagonista se representa con una metfora visual (un hilo

    embrollado y garabateado dentro de las tripas) que se va enredando ms y ms

    gracias a lo que el heteropatriarcado despliega y lo que Teresa-de-Lauretis

    denomina una completa tecnologa poltica, ya que, siguiendo con esta autora,

    el gnero, como la sexualidad, no es una propiedad de los cuerpos () sino que es

    el conjunto de los efectos producidos en cuerpos, comportamientos y relaciones

    sociales

    Es significativo que ese garabato surja en el momento mismo en que la encasillan

    como nia (mediante la colocacin del vestido color rosa), se sigue enredando

    cuando su primera frase escrita en el cuaderno pasa tambin por el sesgo

    enderezador y de adolescente, cuando la nombran con las palabras machitoo

    marimacho porque juega a un deporte que rompe con las prescripciones del

    gnero que le han asignado. Este lo-interior estalla cuando su orientacin del

    deseo no sigue la pauta heteronormativa (que s que siguen sus compaerxs).

  • Llega un momento que la ampliacin catica de esa oscura madeja desordenada

    ocupa todo el espacio, toda la pantalla, lo que puede interpretarse como que la

    confusin no proviene del interior del/la protagonista, sino que est en el exterior y

    lx atraviesx. O, como dira Corinne Enaudeau, el enigma de la representacin se

    cifra en el punto del poder que tiene el cuerpo de pasar al mundo, y ser percibido

    all, y en el poder que tiene el mundo para pasar al cuerpo y yo aado, para herirle.

    Porque del montn de letras emerge una palabra que permanece en pie delante

    del/la protagonista: "marimacho". Despus de contemplarla unos instantes, se

    enfrenta a ella y la desafa, tumbndola: se libera!. Segn Diana Fuss: Un acto de

    transgresin de la frontera necesario para construir la frontera como tal

    Ese gesto de desdn visibiliza la evolucin-recorrido del/de la protagonista, que

    pareciera que se dijera a s mismx, parafraseando a Miquel Miss: el error, no

    puede estar en mi cuerpo, en todo caso est en la mirada: en mi mirada y en la

    mirada de lxs dems y decide transgredir los mandatos hegemnicos y binaristas

    de gnero y subvertir la norma heterosexista, negociando como quiere que sea su

    cuerpo y dando a entender que los procesos identitarios no son fijos ni inamovibles,

    sino que son procesos intertextuales. Volviendo a Meri Torras: ms que tener un

    cuerpo o ser un cuerpo, nos convertimos en un cuerpo y lo negociamos"

    El/la protagonista se ha re-convertido en agente y soberanx y gracias a ello su

    maraa ha devenido una simple lnea negra maleable y aparentemente inofensiva,

    se ha transformado en una herramienta para empoderarse y con la que seguir

    escribiendo (o dibujando) su identidad, lo que remite a las palabras de Fina-Biruls:

    La subjetividad es siempre un relato y no la revelacin de una esencia

    El/la protagonista se gira, nos da la espalda, se aleja caminando: fin del relato. Principio de otro recorrido. Esto me recuerda el continuum lesbiano del que ya nos hablaba la gran Adrienne Rich. (In memoriam).

    Autora del ensayo: Lena Castells Torrens

    Palma de Mallorca, 23 de julio de 2014