_MONOGRAFÍA

download _MONOGRAFÍA

of 23

Transcript of _MONOGRAFÍA

INTRODUCCIN

Para tratar el tema de la existencia y validez del contrato tenemos que remitirnos los elementos constitutivos y presupuestos del mismo.Los elementos de los contratos pueden clasificarse enelementos esenciales que son aquellos que sin los cuales el contrato no podra existir o no podra tener validez. De all la diferencia sustancial que no es lo mismo "no existir" que "existir viciosamente". Por lo que estos elementos esenciales se subdividen en elementos esenciales para la existencia del contrato y elementos esenciales para la validez del contrato.

En el Primer Captulo hemos abordado lo concerniente a la existencia del contrato, analizando cada uno de los presupuestos como el consentimiento, la causa y el objeto, tratando de llegar a una comprensin ayudados por doctrinas extranjeras, pues como se sabe el contrato como acto jurdico es universal

En el Segundo Captulo nos hemos referido a la validez del acto jurdico destacando que un acto jurdico es vlido siempre que surta efecto jurdico, hemos tomado la jurisprudencia y lo explicitado por maestro como Marcial Rubio Correa, Taboada Cordova, Lizardo y Albaladejo, Manuel Sabemos que es un tema muy complejo, sin embargo esperamos haya sido abordado de la forma ms adecuada y rigurosa posible

FRANCISCO SARMIENTO CERQUINEDWIN DAZ ESTRADAERASMO CASTREJON

LA EXISTENCIA Y VALIDEZ DEL CONTRATOLOS ELEMENTOS Y LOS PRESUPUESTOS DEL CONTRATO

CAPTULO I

I. Elementos esenciales para la existencia del contrato. Son aquellos sin cuya concurrencia el contrato no puede concebirse ni existir (estos son requisitos del contrato), sin ellos no existe el contrato, ya que son la esencia del acto. A su vez se clasifican en:1. Elementos esenciales comunes. Son los que deben existir en todos los contratos, como el consentimiento, la causa y el objeto.A. El consentimiento segn el art. 1373. El contrato queda perfeccionado en el momento y lugar en que la aceptacin es conocida por el oferente. El consentimiento: el contrato no puede celebrarse sin el acuerdo de voluntades.La manifestacin de la voluntad es la exteriorizacin de un hecho psquico interno destinado a producir efectos jurdicos. Si stos son queridos por el agente, se trata de una declaracin de voluntad. La declaracin de ciencia est dirigida a dejar constancia de una serie de hechos, situaciones o caractersticas que han de acompaar a la declaracin de voluntad en la produccin de los efectos jurdicos queridos por el agente.Dentro de los actos voluntarios lcitos existe una especie degran importancia: los actos jurdicos. Por medio de ellos las personas crean un sinnmero de relaciones jurdicas. Por lo que es necesario conceptuar lo que es el acto jurdico. Segn Francisco Misseneo[footnoteRef:1], es aquel acto del cual nacen efectos jurdicos, porque el sujeto al realizarlo quiere determinar un resultado y tal resultado es tomado en consideracin por el derecho. De este concepto se desprenden las tres caractersticas de los actos jurdicos: 1) son actos voluntarios;2) son actos conforme con la ley y tiene por fin inmediato producir efectos jurdicos. Y como se sabe el contrato es una especie de acto jurdico. [1: Citado por RIVERA OR, Jos Antonio y Pedro Bautista Toma en Manual del Acto Jurdico, Pg. 13]

Vicios del consentimiento[footnoteRef:2]: para que el contrato sea vlido, el consentimiento debe emanar de personas dotadas de discernimiento y estar exentas de vicios. Si se halla afectado por uno de ellos, la parte perjudicada puede solicitar la nulidad de ste. [2: Artculo 1373.- Perfeccionamiento del ContratoEl contrato queda perfeccionado en el momento y lugar en que la aceptacin es conocida por el oferente]

Tres son los vicios del consentimiento ms comunes: El error, que es la falsa nocin que se tiene de una cosa (no todos los errores anulan el acto). El dolo, que tiene lugar cuando una de las partes o un tercero induce a error a la otra para decidirla a prestar su consentimiento, mediante el empleo de maniobras fraudulentas con el propsito de obtener una ventaja a sus expensas. La violencia, que es un acto de fuerza material o moral ejercida contra una persona para obligarla a prestar su consentimiento en un contrato.El uso del trmino "consentimiento"[footnoteRef:3] entra siempre, para algo, el elemento "voluntad", aunque en estos otros casos, se deba asignar al trmino "consentimiento" el significado de declaracin unilateral; declaracin unilateral, es cierto: pero, siempre, de voluntad. [3: Messineo, Francesco. Doctrina General del Contrato. Pag.116]

a) El consentimiento y el llamado acuerdo: Los componentes del consentimiento y el proceso de su formacinEl empleo del trmino "consentimiento" se recomienda tanto ms cuanto que tiene en su favor la autoridad de la tradicin romanista (GAYO, Instituciones, III,136;JUSTINIANO, Instituciones, 3, XXII, 1) y la de los inmediatos antecedentes legislativos, adems de ininterrumpido uso constante en la doctrina y tambin en la jurisprudencia.No es lo mismo el "consentimiento" y el trmino "acuerdo". Decir que "acuerdo" alude a las declaraciones y prescinde del elemento "voluntad" en cuanto la concordancia de las voluntades no sera necesaria. En el consentimiento entra siempre, para algo, el elemento "voluntad", aunque en estos otros casos, se deba asignar al trmino "consentimiento" el significado de declaracin unilateral; declaracin unilateral, es cierto: pero, siempre, de voluntad.b) El consentimiento es un quid complejo.El mismo presupone, por lo pronto, la presencia de dos distintas declaraciones de voluntad, que emanan de dos diversos centros de inters.Con referencia a cada una de las declaraciones de voluntad, es necesario que la una y la otra hayan sido emitidas (expresa o tcitamente), sin que el uno o el otro declarante hay sufrido violencia fsica (o absoluta). Si hay violencia fsica, la misma, actuando directamente sobre el comportamiento exterior del sujeto[footnoteRef:4] y determinando, por tanto, divergencia entre su voluntad y su declaracin (es decir, entre su voluntad efectiva y su voluntad declarada), afecta a la declaracin del sujeto que sufre la violencia; y, en definitiva, afecta tambin al consentimiento por cuanto la declaracin emitida por efecto de violencia fsica no es jurdicamente una declaracin y, por consiguiente, el consentimiento, que es la resultante de las declaraciones de voluntad, no puede considerarse jurdicamente formado. Propiamente, la accin de la violencia fsica se ejerce, no sobre la voluntad (del sujeto) dirigida al contrato (la llamada voluntad del contenido, o voluntad negocial) sino a la voluntad de la declaracin. Cuando el sujeto sufre la violencia fsica, no puede estar en juego una voluntad contractual cualquiera (o voluntad del contenido), porque el sujeto violentado no quiere -por definicin- ni el contenido de su declaracin ni el contrato; adems, no quiere ni siquiera declarar, es decir, falta en l tambin aquella voluntad ms restringida que se ha convenido en llamar voluntad de la (mera) declaracin; la cual -si bien el punto no se manifieste as en las hiptesis normales de declaracin de voluntad- es distinta de la voluntad del contenido o negocial, como se puede advertir en la figura actual y en la del error obstativo. [4: Es diferente el caso de que alguien -bajo amenaza actual- est obligado, no a emitir una declaracin, sino a hacer, o a dar algo; aqu, no hay ni siquiera la apariencia de contrato: hay la accin de un hecho delictuoso que el sujeto sufre y que entra en la rbita y en la competencia de la represin criminal.]

c) La violencia (vis atrox, absoluta, ablativa) no es slo el caso de divergencia entre voluntad y declaracin; son tambin los casos de reserva mental[footnoteRef:5], de declaracin hecha en broma (o sobre escena o con fin didctico), de declaraciones simuladas y de la declaracin que adolece de error-obstculo, u obstativo. [5: Segn TABOADA CORDOVA, Lizardo. Acto Jurdico, Negocio Jurdico y Contrato. Pg. 345. La reserva mental ocurre cuando el sujeto no quiere los efectos del acto jurdico que celebra. Debido a que la reserva mental es un hecho psquico que no es conocible por la otra parte que interviene en el acto ni por los terceros, cuyo fin corresponde casi siempre a la voluntad de engaar, el sujeto permanece vinculado a su declaracin, es decir, la reserva mental es irrelevante para el derecho por carecer de objetiva expresin exterior]

d) La reserva mental (llamada tambin restriccin mental) -que consiste en no querer (o no querer enteramente) lo que, sin embargo, se declara querer- no tiene ninguna importancia para el derecho. La declaracin, desde el punto de vista jurdico, se tiene como emitida sin reserva mental, vale por lo que es su significado objetivo; y no se tiene en cuenta el hecho de que el sujeto quiere la declaracin, pero no el contenido de ella: en pocas palabras ladeclaracin con reserva mental vale jurdicamente como declaracin sin reserva, a menos que sea recognoscible por la contraparte. En tal caso, esta ltima no tiene el derecho de declaracin el significado que tendra objetivamente; y la declaracin, en cuanto est afecta de reserva mental recognoscible, sera como no emitida. Pero la hiptesis de que la reserva mental sea recognoscible por la contraparte, es ms que nada una hiptesis de escuela y prcticamente se puede prescindir de ella se sobre el posible trato jurdico de la reserva mental.

e) La declaracin hecha en broma (y figuras anlogas) o es recognoscible como tal, y carece de cualquier valor jurdico aun a los ojos de la contraparte, o no es recognoscible como tal, y vale como declaracin seria.

f) Las declaraciones simuladas, por las cuales las partes contratantes quieren en realidad algo diverso de lo que declaran, no para todos los efectos constituyen un caso eficiente de divergencia entre voluntad y declaracin, porque, por lo menos con respecto a determinados terceros y en ciertas circunstancias, los efectos del contrato son los que derivan de las declaraciones simuladas y no los -diversos- que las partes querran. Por lo tanto, el caso de las declaraciones simuladas no se puede, bajo ningn aspecto, incluir en la figura de la divergencia entre voluntad y declaracin, porque adems, en rigor, en ellas se verifica una discrepancia entre las declaraciones de las partes, tomadas en su conjunto -por un lado- y el alcance objetivo del contrato -por el otro-; y esto es algo ms que una mera divergencia entre una declaracin singular y la correspondiente voluntad.g) Tambin el error puede a veces impedir la formacin del consentimiento. Pero esta influencia del error puede, s, depender de la circunstancia de que el mismo ocasiona divergencia entre voluntad y declaracin (caso del error-obstculo u obstativo); pero puede ocurrir tambin que el consentimiento no se forme por efecto de un error-vicio de la voluntad. Todo esto, sin embargo, no puede entenderse, si antes no se ha hablado de las varias especies de error. En este punto, baste con haber sealado que tambin el error tiene relacin, no necesariamente, con la falta de formacin del consentimiento

h) Habiendo hablado de las posibles actitudes de la divergencia entre voluntad y declaracin, debe hablarse del tratamiento jurdico de este fenmeno, no sin notar que el mismo est circunscrito en el mbito del sujeto singular (es un hecho unilateral) y nada tiene que ver con la formacin del consentimiento, que es un hecho esencialmente bilateral.

El problema mencionado no puede resolverse de una manera unitaria, porque hay situaciones en las cuales es justo y socialmente oportuno dar la prevalencia a la declaracin sobre la voluntad discrepante y situaciones en las cuales se impone la solucin opuesta. Este es, precisamente, el caso de la divergencia determinada por violencia, de la que se ha hablado en el texto; tal es tambin -en los lmites en que puede entrar en el fenmeno de la divergencia- el caso de las declaraciones simuladas en las relaciones entre los contratantes y frente a ciertos terceros. Lo que no se puede admitir es la tesis extrema -fruto de una injustificada generalizacin- segn la cual habra que prescindir siempre de la voluntad, para atenerse nicamente a lo que la declaracin enuncia (la llamada teora de la declaracin). Ha de notarse que el predominio de la voluntad en el hecho de que el sujeto es rbitro de dar o no vida a los actos jurdicos; pero sta, propuesta nuevamente en trminos de contrato, no es libertad contractual, sino libertad de contratar. Adems, si es cierto, como lo es (en general), que se contrata slo si se quiere (y, sin embargo, no deben olvidarse los casos de obligacin de contratar, no es menos cierto tampoco que, contratando, slo se queda obligado, si se suscita en otros la confianza sobre el contenido de la propia declaracin de voluntad.

Cada declaracin, no slo debe ser emitida (como acaba de decirse), sino adems comunicada (o sea, notificada) a la futura contraparte (para que la misma tome conocimiento de ella y entienda su significado. Es esto lo que se llama cambio (o cruce) de las declaraciones de voluntad. Esto implica que cada declaracin debe ser dirigida a la contraparte, quedando excluido que pueda ser vlidamente dirigida a terceros, extraos al futuro contrato. Especialmente, la declaracin del aceptante es siempre y necesariamente recepticia, o sea que, para ser vlida, debe dirigirse a persona determinada, es decir, al proponente; pero tambin la propuesta, debe dirigirse a un sujeto determinado. Pero con el intercambio de las declaraciones de voluntad no ha surgido todava el consentimiento (y, por lo tanto, tampoco el contrato). Es necesario, adems, que las dos declaraciones (y las correspondientes voluntades) se combinen, en el sentido de integrarse recprocamente.Ahora bien, a este respecto, debe aclararse un equvoco que aparece con mucha frecuencia en los escritores a propsito del consentimiento (y el equvoco no desaparecera, aunque se empleara el trmino "acuerdo").

El consentimiento consiste en una llamada "voluntad contractual", o "voluntad comn", o "comn intencin", o "voluntad objetiva", en la que las siguientes quedaran como sumadas o fusionadas en una especie de voluntad superior que contendra en s las dos voluntades singulares y de la que participaran ahora las dos partes, en el sentido de que, una vez formado el consentimiento, las partes querran la misma cosa; en otras palabras, las voluntades tendran el mismo contenido y coincidiran en orden a lo que es materia del contrato: por ejemplo, el mutuante y el mutuatario tendran una idntica y comn voluntad en orden al mutuo.

Pero es preciso advertir que, con los trminos indicados se quiere expresar el concepto de que las dos partes quieren y persiguen el resultado en conjunto, al cual el contrato dado lleva por su naturaleza, no hay nada que objetar: ciertamente, el mutuante y el mutuatario quieren ambos que tenga lugar la dacin de la cosa mutuada y que, en un segundo tiempo, tenga lugar la devolucin de la misma cosa.Si, en cambio, se quisiese postular que, una vez formado el consentimiento cada una quiere para s el mismo resultado que la otra quiere para s, y se hiciese consistir en esto la llamada "voluntad contractual", se enunciara una proposicin profundamente errnea, porque estara en contradiccin con una obvia constatacin en contrario. En el ejemplo citado, cada parte, an una vez perfeccionado el contrato, contina teniendo una voluntad propia, diversa de la de la otra; en efecto, el mutuante quiere dar la cosa, para despus recibirla (o recibir una equivalente) en restitucin; el mutuatario, en cambio, quiere recibir la cosa, para despus restituirla.Y las cosas se complican an ms, si se elige como ejemplo un contrato con prestaciones recprocas.En los contratos con prestaciones recprocas en que stas deben cumplirse simultneamente, cada parte tiene derecho de suspender el cumplimiento de la prestacin a su cargo, hasta que se satisfaga la contraprestacin o se garantice su cumplimiento[footnoteRef:6]. [6: Artculo 1426. Cdigo Civil]

Ms en general, slo esto es cierto: que, cuando se ha formado el consentimiento, lo que una parte entiende dar, o hacer, o abstenerse de hacer, es precisamente lo que la otra entiende que se le d, o que se le haga, o que no se le haga; a una actitud activa de una parte, corresponde una actitud pasiva o receptiva de la otra. Pero, si esto es cierto, es cierto (tambin y necesariamente) que a esas dos diversas actitudes de las partes, deben corresponder dos diversas voluntades. Identidad de contenido de las voluntades de las dos partes no existe en el contrato: el fenmeno de voluntad de contenido idntico, como suma de varias voluntades, es propio del acto colectivo, no del contrato.

En cambio, se enuncia una cosa exacta cuando se dice que, en el contrato, las voluntades de las dos partes se implican mutuamente, se integran, la una con la otra y son -segn una expresin del lenguaje matemtico- complementarias, porque cada una de ellas tiene en s lo que falta a la otra. Por lo tanto, se pueden calificar como complementarios tambin los intereses singulares que los dos contratantes persiguen con el hecho de servirse del instrumento "contrato".

Pero las voluntades (y los intereses) son complementarios, precisamente porque cada una es de contenido diverso y porque el futuro comportamiento de una de las partes encuentra su integracin en el comportamiento de la otra, a los efectos de la consecucin del resultado del contrato en conjunto. Tambin en un sentido ulterior, las declaraciones de voluntad en el contrato se implican mutuamente, y es en el sentido de que la una no tiene valor jurdico sin presuponer la otra; la propuesta a la que no siga la aceptacin, queda en mera tentativa de contrato; la aceptacin a una propuesta simplemente imaginada cae en el vaco. Se ha afirmado que el consentimiento resulta del encuentro de las declaraciones; con esto, se dice (o se sobreentiende) que, para la formacin del consentimiento, no es necesario que se encuentren las correspondientes voluntades de las partes. Ms an, se opina que el consentimiento se forma sobre la base de lo que el destinatario (de acuerdo a las circunstancias que conoca, o poda o deba conocer) debe entender como significado de la declaracin que se le dirigi; y que, por lo tanto, vale, no la voluntad real del declarante, sino lo que la contraparte poda reconocer como voluntad real del declarante mismo.

Para la formacin del consentimiento es necesario tambin el encuentro de las voluntades; sin encuentro de las voluntades y con slo el encuentro de las declaraciones, el consentimiento se formara solamente en apariencia.Entre tanto, no deja de tener su significacin el que, en los casos normales, se encuentran, no slo las declaraciones, sino tambin las voluntades. As ocurre, cuando el destinatario entiende la declaracin de la contraparte de la misma manera en que la entiende su autor, y las partes tienen ideas claras sobre lo que cada una ha dicho y quiere y, por consiguiente, sobre lo que ambas, con referencia al resultado del contrato en conjunto, han dicho y quieren. Aqu, es innegable que hay encuentro tambin de las voluntades adems que de las declaraciones; encuentro de las declaraciones implica, pues, en esta hiptesis, encuentro tambin de las voluntades.

Para llegar al resultado que muchos autores rechazan hay que explicitar que algunos consideran indebidamente generalizando aquella en la que se encuentran slo las declaraciones y en realidad no se encuentran las voluntades, porque el destinatario de la propuesta contractual entiende esta ltima de una manera diferente de cmo la entiende el proponente y, sin embargo, da su aceptacin. Pues bien, en este caso se verifica lo que se llama mal entendido, o disenso; pero la solucin sostenida es que se habra formado igualmente el consentimiento, salvo la impugnacin del contrato por parte del proponente.Pero precisamente la circunstancia de que el proponente tenga a su disposicin el medio de impugnar el contrato depone sintomticamente por la no formacin del consentimiento (y, por consiguiente, del contrato); pues, si el consentimiento y el contrato se hubiesen formado, quedara sin justificacin el derecho de impugnacin; no puede corresponder derecho de impugnacin contra un contrato regularmente formado.

Adems, debe considerarse que el disenso, si ha de tener importancia tambin cuando es oculto (y la tiene indudablemente), la tiene precisamente porque no se encuentran las voluntades, en tanto que se encuentran las declaraciones: si fuera suficiente el encuentro de las declaraciones, el disenso no debera nunca valer como razn de nulidad del contrato; y, en cambio, vale como tal.La verdad es, pues, que el slo encuentro de las declaraciones no da lugar a la formacin del consentimiento.

B. Causa. Normalmente, la normativa civil de los ordenamientos jurdicos exige que haya una causa justa para el nacimiento de los actos jurdicos. La causa es el motivo determinante que llev a las partes a celebrar el contrato.Un contrato no tiene causa cuando las manifestaciones de voluntad no se corresponden con la funcin social que debe cumplir, tampoco cuando se simula o se finge una causa. El contrato debe tener causa y sta ha de ser existente, verdadera y lcita.La causa es la justificacin o funcin socioeconmica del contrato. Con esta explicacin la estamos objetivizando (Por ejemplo. La Donacin la causa es la liberalidad de patrimonio de un sujeto y el enriquecimiento de otro).Si no hay causa no hay contrato y esta puede ser ilcita y entonces se est contraviniendo la ley y habra nulidad de contrato.No hay que expresar la causa sino que se deduce porque est implcito en la ley.

La ley da por supuesta la nocin de causa del contrato. Las disposiciones dedicadas a esta materia se refieren tan slo a la eventual ilicitud y al carcter fraudulento de la causa. Se debe, por lo tanto fijar esta nocin.Sin volver a exponer toda la doctrina de la causa del negocio jurdico[footnoteRef:7] en general se pueden establecer los siguientes puntos, que conciernen a la materia especfica de la causadel contrato. [7: Trmino usado por Juan Espinoza Espinoza en su libro La invalidez e ineficacia del acto jurdico en la jurisprudenciay ALBALADEJO, Manuel, El Negocio jurdico]

Desde el punto de vista del legislador suele llamarsedoctrina objetiva de la causa, reconocida sta en la funcin econmico-social, que el contrato cumple; y consiste en la modificacin de una situacin existente que el derecho objetivo considera importante para sus propias finalidades; como tal, la causa es constante e inmutable, sea cual fuere la tentacin personal de cada una de las partes.

De esto deriva que el contrato no puede dejar de tener una causa, esto, ante todo, en el sentido de que estructuralmente y en abstracto nose concibe un contrato sin causa, como no se lo concibe sin partes, o sin consentimiento, o sin objeto, o sin forma constitutiva. Pero el enunciado de que el contrato no puede dejar de tener una causa tiene tambin otro significado, referible al contrato en concreto, ste es, en el sentido de que, si las partes lo realizan sin una causa, es decir, desvindolo de su funcin econmico-social, el mismo es improductivo de efectos, porque va dirigido a una finalidad distinta de la que admite el ordenamiento jurdico.Esto se dice, no en el sentido psicolgico (segn el cual, la causa, en sentido subjetivo, como motivo ltimo, no puede faltar nunca) sino en el sentido, ms propio, de que el ordenamiento jurdico no deja subsistir ninguna figura de contrato, si no responde a un determinado fin econmico-social (causa final).

a. Se plantea ahora el problema llamado de la prueba de la causa del contrato problema que se podra resolver reconociendo el contrato es vlido aunque la causa no sea expresada y la prueba de la inexistencia de la causa corresponde a quien afirma esta inexistencia de lacausa; la causa poda tambin ser sobreentendida, es decir, no enunciada explcitamente, y el acreedor no precisaba referirse a ella y, la carga de la prueba, con respecto a la causa, estaba invertida: corresponda al deudor la prueba de su inexistencia.

Hay que considerar, por lo tanto, que la prueba de la causa del contrato corresponde al acreedor y que, en materia de contrato.Esto, por otra parte, no significa de ninguna manera que la prueba de la causa deba ser necesariamente especfica y referida a este elemento, separadamente del conjunto contractual. Basta que el acreedor pruebe el contrato como tal para que se d tambin la prueba de la causa; aqu, toma relieve el principio, arriba enunciado, de que el contrato no puede dejar de tener una causa; quien en concreto niega la causa de un contrato, del cual el acreedor ha dado la prueba, esto es, el deudor (o su heredero, o causahabiente, o su acreedor), debe hacerse cargo de proveer la contraprueba: con lo que, la posicin del acreedor resulta notablemente aliviada.

b. La causa es independiente de la voluntad de los contratantes, y escompletamente distinta del motivo (elemento subjetivo); ni podra identificarse con el motivo ltimo o conclusivo del proceso de determinacin de la voluntad de los contratantes (concepcin llamada subjetiva de la causa; causa eficiente). La causa no puede entenderse tampoco en sentido objetivo porque la consecucin de finalidades mediatas est asegurada a los contratantes por la mencin del motivo del contrato.c. La causa (elemento objetivo) se contrapone al consentimiento (elemento subjetivo, como el motivo), en el sentido de que, aunque las partes se pongan de acuerdo en usar el (determinado) contrato (esto es, el consentimiento) en vista del objeto que puede conseguirse mediante l, dicho objetivo se puede lograr en los trminos y en el mbito fijado por la causa, es decir -en ltimo anlisis-, por el ordenamiento jurdico, y no por las voluntades. (Consentimiento) de las partes. Por esto, la causa es impersonal y es -como se ha dicho: supra, letra a- constante e inmutable, sean cuales fueran los sujetos del contrato.Esto supuesto, es superfluo replicar a los que, con escasa comprensin del valor de uno y otro trmino, especialmente porque conciben la causa como algo subjetivo, han sustentado la tesis de que la causa es un elemento intil, toda vez que estara absorbido por el elemento consentimiento.d. El elemento causa -en el significado antes establecido- debe referirse al contrato y no a la obligacin que de l nace; adems, es elemento caracterstico del contrato, justamente en cuanto ste constituye el medio para realizar un desplazamiento de valores patrimoniales (ordinario, denominado "atribucin patrimonial") de un contratante al otro (o tambin -accesoriamente- de un contratante a un tercero, extrao al contrato). Por lo tanto, la causa puede ser elemento tambin de otros negocios jurdicos que no sean contratos con tal que sean negocios con contenido patrimonial.

e. El hecho de referir el elemento causa al contrato y no a la obligacin no excluye que haya una causa de la obligacin; slo que la causa, en este segundo caso, adquiere unsignificado y una funcin distintos del de causa del contrato, como veremos dentro de poco.

f. Entendida como fin econmico-social, la causa del contrato tieneuna funcin teleolgica (es el "por qu" del contrato), en el sentido de que el ordenamiento jurdico, secundando la legtima expectativa de cada una de las partes, hace depender la validez del contrato de la circunstancia de que, mediante el mismo, la parte consiga efectivamente el fin (reconocido como importante) que el contrato, por su misma naturaleza, es idneo para hacer conseguir; porque, si no se puede lograr el fin, por falta originaria de causa, el contrato se vuelve nulo.

Como tal, la causa debe considerarse como elemento comn a las dos partes y no como elemento individual y particular, como lo es el motivo. Es comn, en el sentido de que es inters de ambas partes que el contrato tenga efecto y les permita conseguir el fin, y en el sentido tambin de que las partes se proponen conjuntamente conseguir el fin propio del contrato (determinado).

Slo debe advertirse que, en ciertos tipos de contrato (los onerosos, por ejemplo) la funcin del contrato, es decir, su causa, es distinta, segn se refiera a cada una de las partes (en la venta, la causa es para el vendedor la obtencin del precio de la cosa; para el comprador, la adquisicin de la propiedad de la cosa, aunque vendedor y comprador quieran ambos que de la venta derive la transferencia de la propiedad de la cosa contra el precio). Por lo tanto, en estos casos, la causa es tambin el fin patrimonial concreto que cada contratante separadamente espera conseguir al participar en el contrato dado.Ms an,a cada grupo de contratos corresponde un tipo determinado de causa, aunque en definitiva cada figura singular de contrato tenga su causa peculiar y concreta que es exclusiva de l.

C. El Objeto. Pueden ser objeto de contratos todas las cosas que no estn fuera del comercio de los hombres, aun las cosas futuras. Pueden ser igualmente objeto de contrato todos los servicios que no sean contrarios a las leyes, a la moral, a las buenas costumbres o al orden pblico.En lo referente al objeto, resulta imperioso que ste rena determinadas condiciones, tales como la posibilidad fsica y jurdica, y que el mismo haya sido determinado en cuanto a su especie y cantidad, dependiendo que el objeto sea la transferencia de un derecho real o un hecho personal del deudor. El objeto debe reunir unos requisitos.

1. Posibilidad. El objeto tiene que ser posible. Puede ser que el objeto sea imposible desde que se contrata y esto supone que no hay objeto y si no hay objeto, no hay contrato (puede ser fsica o jurdica la imposibilidad) sera la imposibilidad originaria.En otros casos la posibilidad puede ser originaria relativa (desde el inicio del contrato), pero a la vez es relativa y se le da la posibilidad al contratante de elegir entre pedir la invalidacin del contrato o continuar con ste reparando lo incorrecto.

Tambin es posible que la imposibilidad sea relativa parcial que consiste en que el objeto es posible pero el deudor no est cualificado para cumplir el contrato. En estos casos el contrato no se invalida ya que antes de celebrar el contrato cada una de las partes tiene que saber si es apto para la realizacin del contrato o no y esto condenar al incumplimiento no a la nulidad.Futuridad. Los bienes futuros tambin se pueden contratar siempre que sean posibles.

2. Licitud El objeto servicio tiene que poder ser negociable. Hay bienes extracomerciales (Por ejemplo los bienes de dominio pblico, los derechos personalsimos...). Si hay un contrato con un objeto ilcito no sirve como objeto de contrato y por eso no existe contrato.

3. Determinacin El objeto tiene que estar determinado o ser determinable porque a veces el objeto est perfectamente determinado pero hay casos en los que no se sabe cul es el objeto pero se fijan los criterios para ms adelante decidir cul es el objeto del contrato (determinabilidad).

Uno de los temas ms complicados dentro de la teora general del negocio jurdico, sin lugar a dudas, lo constituye el tema del objeto, no slo por su altsimo grado de abstraccin, al igual que el tema delconcepto mismo del negocio jurdico y de la causa como su razn justificadora, sino fundamentalmente por su ntima vinculacin con el tema de la causa del negocio jurdico, o causa de la obligacin, segn se opte por un sistema u otra sobre el mbito de la causa. Lo fundamental es que respecto del concepto mismo del negocio jurdico y, por ende, respecto de todos y cada uno de sus elementos, presupuestos y requisitos, encontramos diversas formas de pensamiento que son producto de diferentes concepciones ideolgicas, polticas, econmicas, filosficas y sociales. Por ello es necesario saber siempre qu concepcin sirve de sustento o fundamento a cada orientacin, para poder comprenderlas mejor.4. Las diferentes teoras sobre el objeto del negocio jurdico. Del objeto del contrato al objeto del negocio jurdico. La obligacin como objeto del contrato como expresin de la orientacin voluntarista e individualista de los actos de autonoma privada

Dentro de todas las teoras formuladas en la doctrina sobre el objeto, hay algunas que disfrutan de la preferencia de los autores de los diferentes sistemas jurdicos, destacando entre ellas aquella que conceptualiza el objeto como la relacin jurdica obligatoria, pues se dice que el objeto del contrato es la obligacin. Esta teora como es fcil de comprobar de inmediato ha sido elaborada por los autores que entienden que el objeto es un elemento del contrato, es decir, dentro del sistema terico que restringe el mbito de aplicacin del objeto al campo de los negocios jurdicos bilaterales o plurilaterales con contenido patrimonial. Es una teora nacida dentro del mbito de la doctrina general del contrato.Esta orientacin sobre el objeto del contrato como la obligacin es la que prevalece en nuestro medio jurdico, pues la mayor parte de especialistas aceptan sus postulados, sobre la base de la definicin de objeto del contrato consagrada en el artculo 1403 de nuestro Cdigo Civil.Sin embargo los especialistasy profesores nacionales, no se han conformado con aceptar esta nocinsobre objeto del contrato, sino que a diferencia de sus creadores, hanpretendido y pretenden extender sus postulados al campo del actojurdico, con el afn lgico de ser consecuentes y en tal sentido laopinin prcticamente unnime en nuestro medio es la siguiente: siel objeto del contrato es la obligacin, el objeto del acto jurdico serla relacin jurdica. De esta manera se ha pensado y se ha credoque as se le daba al Cdigo Civil la concordancia lgica necesaria, bobteniendo un concepto nico de objeto, aplicable tanto al contratocomo a nuestro negocio jurdico[footnoteRef:8]. [8: Ntese pues que se trata de una teora sobre el objeto del negocio jurdico surgida en nuestro medio, pero derivada de una teora sobre el mismo tema en el mbito contractual y no de una tesis surgida en el campo estrictamente negocial.]

Pues bien, desde nuestro punto de vista, esta teora es completa y totalmente falsa, careciendo de toda lgica y justificacin, por la sencilla razn que la obligacin o la relacin jurdica en general, sea patrimonial o no, bien se trate del mbito negocial o del mbito contractual, no es sino la consecuencia o el efecto jurdico que nace bien sea del contrato o del negocio jurdico. La relacin jurdica, sea obligacional o no, es en todos los casos el efecto jurdico atribuido por el ordenamiento jurdico como respuesta a la celebracin de un negocio jurdico contractual o no. El objetoes siempre un aspecto estructural del mismo negocio, siendo considerado indistintamente por los diferentes autores como un elemento, o un presupuesto, o un requisito. Esto significa que el comn denominador de los distintos puntos de vista es que el objeto es un aspecto estructural que debeestar presente al momento de la formacin o celebracin del negocio jurdico, ya sea como elemento, presupuesto o requisito. Un aspecto fundamental del concepto negocial es justamente el de la valoracin de cada declaracin de voluntad o conjunto de las mismas segn la funcin social a la que estn encaminadas. En el campo contractual toda la problemtica sigue girando en torno al problema de la naturaleza del consentimiento, o sea, al debate sobre el voluntarismo y el declaracionismo.Ahora bien, el afirmar que la obligacin es objeto del contrato y que la relacin jurdica es objeto del negocio jurdico, implica tambin dejar de lado el aspecto fundamental de la funcin de los actos de autonoma privada, pues si el consentimiento de las partes es suficiente para la creacin de obligaciones, poco interesar analizar las finalidades o funciones a las cuales se encamine el consentimiento de las partes, por cuanto la nica razn justificadora de la eficacia jurdica del contrato y tambin del negocio jurdico, residir en la fuerza de la voluntad de las partes, en la medida que hubiere sido manifestada.En otros trminos, dentro de una orientacin que deja de lado el aspecto normativo y el aspecto funcional, que slo resalta y destaca el aspecto de la voluntad de los individuos, lgico es que se seale que la obligacin, o la relacin jurdica en general, es el objeto del contrato y del negocio jurdico respectivamente, pues no slo se dice que la voluntad por s misma es capaz de crear efectos jurdicos, sino que estos efectos jurdicos creados forman parte de los actos que las crean, generndose de esta manera un circulo vicioso, dentro del cual la voluntad y sus efectos forman una misma cosa.Por ello, esta concepcin del objeto como la obligacin o la relacin jurdica en general, que nosotros criticamos y no compartimos, no slo no es seguida por todos los que tienen una concepcin social del negocio jurdico y del contrato, sino que en s misma no debe ser aceptada por implicar una contradiccin evidente sobre la naturaleza del negocio jurdico y del mismo contrato como supuestos de hecho y la relacin jurdica como su efecto jurdico. Obviamente nuestra posicin no implica dejar de lado la importancia del consentimiento y de la declaracin de voluntad en ambos campos, pero no se puede afirmar que los mismos giren nicamente en torno a ellos.

5. La nocin de objeto del negocio jurdico dentro de una concepcin social de los actos de autonoma privada

Dentro de una concepcin social del negocio jurdico y del contrato, el objeto debe buscarse en la misma realidad social, ya no en los efectos jurdicos, sino en todos los asuntos o aspectos que de acuerdo a la valoracin de cada sociedad en particular, en un momento histrico determinado, merezcan la calificacin de objetodel negocio jurdico, es decir, en los intereses, asuntos particulares o materias que cada sociedad considera relevantes de acuerdo a sus propias reglas en un momento histrico determinado. Se trata pues de una nocin social de objeto que no tiene cabida en un medio, como el nuestro, donde sufrimos los prejuicios individualistas que florecen y se encuentran profundamente enraizados, sobre todo debido a la poderosa influencia de la doctrina clsica francesa, responsable de las concepciones individualistas y voluntaristas. El negocio jurdico, como lo hemos venido diciendo, es siempre la manifestacin ms importante del fenmeno de la autonoma privada, entendida como el poder que tienen los particulares para vincularse entre s para la satisfaccin de sus propias necesidades.

Dentro de una orientacin social de la autonoma privada, el objeto del contrato y del negocio jurdico no puede encontrarse en un aspecto estrictamente jurdico como el referido a la relacin jurdica obligatoria, sino en los intereses y materias de orden social considerados relevantes o dignos de la tutela legal.

6. La confusin entre objeto del contrato y su finalidad jurdica. La necesidad de precisar conceptos.

Otra de las teoras que ha logrado bastante xito en nuestro medio y que de un modo contradictorio se encuentra tambin consagrada en nuestro Cdigo Civil, especficamente en el artculo 1402, es aquella que define el objeto del contrato como la creacin, modificacin, regulacin o extincin de obligaciones, segn lo dispone expresamente el artculo en mencin. Como se podr comprobar de inmediato, con esta teora se est diciendo que el objeto del contrato, como del negocio jurdico en general, es la finalidad o funcin jurdica, y como es aceptado por la doctrina del negocio jurdico, en la actualidad la finalidad o funcin jurdica no est referida a un problema de objeto, sino que hace referencia directa al tema de la causa. En efecto, como veremos despus, la causa desde nuestro punto de vista, se entiende como la funcin jurdica establecida en base a una funcin socialmente razonable y digna en concordancia con el propsito prctico de las partes que han celebrado el negocio jurdico. Esto significa en consecuencia que la causa, adems de tener un lado social referido a la funcin socialmente til o socialmente razonable en ltima instancia, tiene tambin un lado jurdico referido a la finalidad o funcin jurdica prevista en abstracto por la norma jurdica en cada supuesto de hecho de cada figura negocial.Existen dos orientaciones que hacen referencia al concepto de la funcin jurdica al examinar la nocin de causa: una netamente objetiva, que la caracteriza nicamente con la funcin jurdica, llegando al extremo de identificar causa con tipo legal y la define como la sntesis de sus efectos jurdicos; y otra que la define como la funcin jurdica sobre la base de una funcin o finalidad social. Sin embargo, en la actualidad, dentro del mbito de la doctrina del negocio jurdico, nadie duda que el concepto de funcin jurdica est referido directamente al concepto de causa.Por lo expuesto resulta claro que al definir el objeto del contrato como la creacin, modificacin, regulacin o extincin de obligaciones, se est confundiendo la causa con el objeto. Las concepciones subjetivas sobre la causa, al igual que las nociones de objeto como relacin jurdica o como funcin jurdica, son producto y consecuencia natural de una concepcin voluntarista, individualista y completamente liberal del contrato y del negocio jurdico. Ms an, dichas teoras sobre el objeto y la causa, sirven para justificar y legitimar la orientacin liberal del contrato y del negocio jurdico en general, existiendo una mutua dependencia entre estas orientaciones, conformando todas ellas una slida concepcin y orientacin sobre el fenmeno contractual en su conjunto, aplicable tambin al mbito negocial.

7. La contradiccin que existe entre la nocin de objeto del artculo 1402 y aqulla del artculo 1403 del Cdigo Civil peruano

Nos parece que el tema del objeto debe ser regulado en el Libro del Acto Jurdico nicamente, sin contemplar ningn tipo de definicin, como sucede con el concepto del fin lcito, ya que ello nos permitir, como hemos hecho con el concepto de fin lcito, interpretar doctrinariamente el Cdigo Civil, con resultados ms satisfactorios. Menos an, somos de la opinin de adaptar las definiciones de objeto del contrato a la de objeto del acto jurdico, incorporndolas en alguna norma jurdica, pues ello supondra un error ms grave que el existente en el cdigo actual. La contradiccin entre el libro del Acto Jurdico y las normas generales sobre el contrato no se puede resolver adaptando definiciones del objeto del contrato al objeto del acto jurdico, con el nimo de alcanzar la concordancia respectiva. Por el contrario, el concepto de objeto del acto jurdico, debe aplicarse por extensin al objeto del contrato, como consecuencia de la relacin de gnero a especie que hemos mencionado en varios momentos.8. La nocin de objeto del negocio jurdicoEl objeto debe ser entendido como la materia social o inters o necesidad socialmente relevante o razonable, digna de ser satisfecha mediante la celebracin del negocio jurdico.De esta forma entenderamos por objeto, ya no algo abstracto o meramente jurdico o formal, sino que al igual que la causa en su versin moderna, que examinaremos inmediatamente despus, debemos sealar que el objeto es un presupuesto del negocio jurdico necesario para su formacin, que cuenta con dos lados o aspectos: uno de orden social referido al inters, necesidad o materia considerada socialmente relevante o razonable y por ello mismo digna de la tutela legal en una determinada sociedad, en un momento histrico particular; y otro, de orden jurdico, referido a la valoracin legal o normativa de esa materia, necesidad o inters, que determinara y atribuira valor y reconocimiento jurdico a aqulla, incorporndola dentro de los supuestos de hecho sobre los negocios jurdicos y que permite esta definicin de objeto del negocio jurdico: es el inters socialmente relevante o razonable jurdicamente protegido por ser considerado digno de la tutela legal. De esta forma se obtendra una perfecta vinculacin entre objeto y causa, sin llevarnos a ningn tipo de confusin entre los mismos, pues la causa sera considerada como la funcin socialmente razonable considerada digna de tutela legal y elevada al rango de funcin jurdica, en el sentido de funcin del mismo negocio jurdico y el objeto como el inters o materia o asunto socialmente razonable considerado tambin digno de tutela y por ello mismo elevado al rango de materia o inters jurdico obtenible mediante la celebracin de un negocio jurdico. La causa se entiende de esta manera como el vehculo o el medio jurdico a travs del cual el sujeto debe obtener la satisfaccin del inters o materia mediante la celebracin del propio negociojurdico. Es decir, con la orientacin que proponemos existe y habra siempre una ntima vinculacin entre objeto y causa, sin llevarnos a confundir estos dos aspectos fundamentales dentro de la teora general del negocio jurdico.II. Elementos esenciales para la validez del contratoSon: la capacidad y el consentimiento.La mejor definicin de invalidez que hemos encontrado es la proporcionada por Betti:Se denomina invlido, propiamente, el negocio en el que falte o se encuentre viciado alguno de los elementos esenciales, o carezca de uno de los presupuestos necesarios al tipo de negocio a que pertenece. Invalide^ es aquella idoneidad para producir los efectos esenciales del tipo que deriva de la lgica correlacin establecida entre requisitos y efectos por el dispositivo de la norma jurdica y es, conjuntamente, la sancin del deber impuesto a la autonoma privada de utilizar medios adecuados para la consecucin de sus fines propios[footnoteRef:9] [9: ALBALADEJO, Manuel, El Negocio jurdico.Cap. XV; pp. 396-397.]

Savigny, por parte, distingue dos formas de invalidez, y les da nombres distintos de los que actualmente utilizamos:Como invalidacin completa a aquella que quita toda la eficacia al acto jurdico y por consiguiente, que es igual en extensin y poder al hecho que destruye. La expresin tcnica empleada en este caso es la de nulidad[footnoteRef:10]. [10: Savigny, M.F.C. Sistema del Derecho Romano Actual, Pg. 348 del Tomo III.]

La invalidacin parcial es por su naturaleza enteramente variable, pues se pueden concebir una multitud de obstculos que en diferentes grados se opongan a la eficacia de los actos jurdicos. Se muestra bajo la forma de una accin, de una excepcin, de una obligacin que tenga por objeto un nuevo acto jurdico contrario al anterior, de una restitucin o finalmente de una bonorum possesio contra tabulas. Para comprender estos casos tan diversos bajo una designacin comn, digo que la relacin de derecho es entonces vulnerable.Con el marcado acento romanista que le es caracterstico, Savigny est ac refirindose a lo que modernamente se considera nulidad y anulabilidad del acto jurdico. Albaladejo resume adecuadamente lo que expresamos:Los negocios nulos y los anulables se llaman invlidos, advirtindose que, en ellos, la carencia de efectos en los primeros o la amenaza de destruccin que pesa sobre los segundos, procede de un defecto intrnseco al negocio; a diferencia de lo que ocurre en las otras categoras de negocios ineficaces inicialmente o de eficacia amenazada, en las que la ineficacia procede de una causa externa al negocio[footnoteRef:11] [11: ALBALADEJO, Manuel. Op. cit., Cap. XV; Pg. 398-399]

Por oposicin, validez es aquella caracterstica que el acto jurdico asume al haberse reunido en l todos los requisitos fcticos y jurdicos establecidos por el Derecho para su conclusin debida. Desde luego, el acto jurdico vlido puede ser a su vez ineficaz, no porque le falten requisitos intrnsecos, sino porque algn factor externo le impide producir sus efectos.Las relaciones entre invalidez e ineficacia son claras: aqulla es una de las especies de sta. En otras palabras, la invalidez es la ineficacia producida por vicios intrnsecos al acto, en tanto que la ineficacia en general, es cualquier situacin en la que el acto deja de producir efectos. Es ms, un acto vlido puede devenir en ineficaz (por ejemplo, si es revocado, rescindido, o terminado por mutuo disenso, o si la condicin a la que estaba sujeto no se verifica, etc.). A la inversa, un acto invlido puede volverse eficaz si el vicio es subsanado, es decir, si el acto es convalidado.Por otra parte, como dice Garca Amigo:(...) ambos conceptos se manifiestan en dos planos distintos: la validez-invalide^ se refiere a la celebracin del negocio, mientras la eficacia-ineficacia es la consecuencia del negocio la invalidez acta como causa de ineficacia, originando uno de sus supuestos ms importantes.[footnoteRef:12] [12: GARCA AMIGO, Manuel. Instituciones de Derecho Civil - Parte General.Leccin 32; Pg. 850]

Si los actos invlidos son los nulos y los anulables, debemos proceder a analizar estos dos conceptos.El cdigo menciona la invalidez expresamente en los artculos: 171, 274, 280, 743, 757, 798, 806, 906, 1438, 1497, 1629, 1634, 1635, 1636, 1642, 1643, 1964 y 2013.De estos casos, los artculos 171, 743, 757, 806, 1497, 1629, 1634, 1636, 1694 y 2013 utilizan el trmino invalidez como sinnimo de nulidad. El artculo 798 utiliza como expresin particular carece de valor y el artculo 1643 habla de invalidacin de pleno derecho, lo que constituye una referencia conceptual a la nulidad (pues la anulabilidad no tiene tal consideracin, como veremos luego). Consideramos que sera conveniente revisar estos distintos usos de los trminos, a fin de tratar de lograr la mayor precisin posible y univocidad de significado.El trmino validez est utilizado en los siguientes artculos: 140, 211, 758, 759, 763, 978, 1099, 1169, 1223, 1224, 1250, 1308, 1309, 1360,NULIDAD Y ANULABILIDAD1377, 1389,1398, 1399,1411, 1420, 1421, 1438,1476, 1480,1528,1544, 1545, 1669, 1802, 1872, 1873, 1875, 1930, 1966 y 2011. El uso que se hace de l diverge de norma a norma como podr apreciarse de una revisin de los textos: en algunos casos es un adjetivo, en otros casos es una afirmacin genrica de validez, en otros es una afirmacin intensiva de validez (el acto slo ser vlido) y en otros, finalmente, el trmino es utilizado bajo forma condicional, por ejemplo, cuando se dice para la validez se requiere.No corresponde a este trabajo hacer un estudio de naturaleza lgico-jurdica sobre la significacin de estos distintos tratamientos, pero s resulta evidente que no es tan sencillo utilizar el argumento a contrario frente a ellos de manera automtica. Muchas veces, la legislacin establece la validez de determinado acto, slo en referencia a un acto especfico, pero desde luego, el acto podr ser invlido por otras razones no presentes en el sentido de la norma que dice por ejemplo slo sern vlidos (...). En todo ello hay que dar a la aplicacin de las normas un tratamiento cuidadoso, propio de los mbitos de la interpretacin y la integracin jurdica.

Doctrina nacional define a la invalidez como la privacin "de tutela jurdica a efectos tpicos y consustanciales a la especie negocial jurdicamente tutelados, o porque hay un vicio que deriva de la propia estructura del negocio, o de sus elementos, o de especficas disposiciones legales"[footnoteRef:13][footnoteRef:14]. Se advierte que "la invalidez pasa a ser entendida como un mecanismo de tutela y ya no como una sancin"'7'. Para autorizada doctrina italiana, dentro de la categora de la invalidez, se encuentran la nulidad, la anulabilidad y la rescindibilidad'8'. La nulidad "es la forma ms grave de invalidez negocial" e "importa la definitiva inidoneidad del acto para producir efectos"'9'. Sin embargo, esta no excluye que el negocio "pueda ser relevante frente a terceros y que pueda producir efectos entre las partes"'10'. La nulidad puede ser total o parcial. [13: Massimo BIANCA, Diritto Civile, 3, citado por ESPINOZA ESPINOZA, Juan en La invalidez e ineficacia del acto jurdico en la jurisprudencia, Pg. 8] [14: ]

La anulabilidad es aquella forma de invalidez que somete al negocio "a la sancin de ineficacia de aplicacin judicial". Se sostiene que el negocio anulable "es provisionalmente productivo de sus efectos; pero es susceptible de ser declarado ineficaz mediante sentencia'.Para el Cdigo Civil peruano, la rescindibilidad es un supuesto de ineficacia y no de invalidez. As, en el art. 1370 ce, se establece que "la rescisin deja sin efecto un contrato por causal existente al momento de su celebracin". Como se observ, el art. 1447 admite la configuracin de la pretensin rescisoria por lesin solo en el caso de aprovechamiento del estado de necesidad, mas no de peligro. Si entendemos que la nota caracterstica de la anulabilidad es la de contener un vicio de la manifestacin de voluntad (sea por error, dolo o intimidacin) acaso no se puede decir lo mismo respecto de una persona que, en estado de necesidad, ha tenido que manifestar una voluntad, seguramente no coincidente con su voluntad interna?. Mxime cuando observamos que la lesin, por ejemplo, se presenta como una causal coetnea a la formacin del acto, al igual que la anulabilidad. Por ello, suscribo plenamente la posicin que sostiene que la rescindibilidad debe ser entendida como un supuesto de invalidez y no de ineficacia del acto jurdico ya que se trata tambin de un vicio de voluntad.Dentro de la categora de la ineficacia, entre otros supuestos, se encuentra la resolucin, la cual, segn el art. 1371 ce, "deja sin efecto un contrato por causal sobreviniente a su celebracin". El segundo prrafo del art. 1440 admite la posibilidad de la resolucin de un contrato por excesiva onerosidad de la prestacin'. Otros supuestos de ineficacia pueden ser los actos que el representante realiza en exceso de sus funciones, violando sus facultades o los actos del falsus procurator (art. 161), los actos que realizan los representantes de una asociacin antes que esta sea inscrita (art. 77 ), entre otros. Quiz el siguiente cuadro nos ayude a ubicar cada uno de estos supuestos:

CONCLUSIONES 1. La validez del contrato tiene que ver con que produzca efectos jurdicos.2. El contrato es inexistente es aquel en el que se producen supuestos de inexistencia, es decir no cumple con los requisitos esenciales3. La inexistencia es la no configuracin del contrato que, a diferencia de la invalidez, no produce ningn tipo de efecto jurdico.

BIBLIOGRAFA

1. ALBALADEJO, Manuel, El Negocio jurdico. Barcelona: Librera Bosch, 1958, Cap. XV; pp. 396-3972. ARIAS SCHREIBER, Max. "Errores detectados en el rea de los contratos en el nuevo Cdigo Civil peruano de 1984". En: "El Cdigo Civil peruano y el sistema jurdico latinoamericano". Cultural Cuzco. Urna, 1986.

3. MARCIAL RUBIO CORREA. Nulidad y anulabilidad la invalidez del acto jurdico, Biblioteca Para leer el Cdigo Civil Volumen IX , Pontificia Universidad Catlica del Per, Fondo Editorial 20034. GARCA AMIGO, Manuel. Instituciones de Derecho Civil - Parte General. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado - Editoriales de Derecho Reunidas5. TABOADA CORDOVA, Lizardo. Acto Jurdico, Negocio Jurdico y Contrato. Editorial Grijley. Primera edicin Lima-2002. Pg. 345.