Monologo Hamlet

4
Ser o no ser: la alternativa es esa. ¿Qué es más noble? ¿Sufrir en nuestra mente los dardos y lanzas de una fortuna horrenda? ¿O tomar las armas contra un mar de problemas y haciéndoles frente, derrotarlos? Morir. Dormir. Nada más. Y con un sueño decir que terminamos la angustia de los mil tormentos naturales que son herencia propia de la carne. Es una consumación devotamente deseable: morir, dormir. Dormir! Tal vez soñar. Ah sí, ése es el escollo: porque ya sumidos en el sueño de la muerte, y despojados de este tráfago mortal, ¿qué sueños no vendrán?

description

monologo

Transcript of Monologo Hamlet

Page 1: Monologo Hamlet

Ser o no ser: la alternativa es esa.

¿Qué es más noble? ¿Sufrir en nuestra mente los dardos y lanzas de una fortuna

horrenda? ¿O tomar las armas contra un mar de problemas y haciéndoles frente,

derrotarlos?

Morir. Dormir. Nada más.

Y con un sueño decir que terminamos la angustia de los mil tormentos naturales que son

herencia propia de la carne.

Es una consumación devotamente deseable: morir, dormir. Dormir! Tal vez soñar.

Ah sí, ése es el escollo: porque ya sumidos en el sueño de la muerte, y despojados de

este tráfago mortal, ¿qué sueños no vendrán? 

Eso nos detiene, es ése el miedo que por fin consigue que el infortunio tenga larga vida.

Porque! quién soportaría con paciencia los azotes y las burlas del tiempo,

la injuria del opresor, la soberbia del orgulloso,

Page 2: Monologo Hamlet
Page 3: Monologo Hamlet

las ansiedades del amor despreciado,

la lentitud de la justicia, la insolencia del funcionario,

y el escarnio que merece de los torpes el mérito paciente de los débiles,

Si pudiera por sí mismo cerrar su caso con una daga, con un puñal desnudo.

¿Quién cargaría fardos tan pesados que hacen gemir y sudar toda una vida de no ser

por ese miedo de algo ignoto más allá de la muerte –ese país jamás descubierto de

donde no regresa ningún viajero

Ese miedo que nos turba la voluntad, y nos obliga a someternos a los espantos que

sufrimos sin escapar a otros que no conocemos.

Es así como la conciencia nos convierte en cobardes, y es así como el color original de

nuestras decisiones se enturbia cuando lo ilumina el pálido pensamiento,

Y empresas de gran valor y mérito, demasiado bien miradas, cambian de curso y dejan

de llamarse acción.