Mu 27: La culpa no es del chancho

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el periódico de lavaca agosto 2009 / año 3 / número 27 Valor en kioscos $ 6 La gripe porcina desnudó el rol de los medios en tiempos en que los negocios valen más que la información. Y creó su anticuerpo: el muchacho de 22 años que posa en esta tapa logró, en el pico del pánico, difundir un documental que denuncia la Operación Pandemia. Fue visto por más de un millón de personas. Ahora vos, ¿a quién le vas a dar de comer? Patagonia negra: paros, tomas, desocupación y operativos de terror en el suelo más rico del país. La culpa no es del chancho ALERTA SANITARIA: LOS MEDIOS DAN MIEDO

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El agujero negro: viaje a Las Heras y Caleta Olivia La Patagonia rapera: Poesía Urbana agita Comodoro Rivadavia Los Premios Influenza a la cobertura más vergonzosa sobre la Gripe A: Bajo la consigna Ni olvido ni perdón invitamos a nuestros suscriptores a nominar los candidatos a este premio. La cantidad de respuestas obtenidas y su notable entusiasmo hicieron posible esta selección, por lo que agradecemos muy especialmente a los lectores de mu. Los resultados en las categorías tevé, radio, gráfica e Internet. La justicia de cartón: el caso de Iván Torres Pandemia mediática: Julián Alterini y su documental Operación Pandemia. Lo que enferma es la salud: entrevista a Jorge Jabkowsky, secretario de Cicop. Un virus llamado Monsanto: la denuncia del médico pediatra Rodolfo Páramo y mucho más...

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el periódico de lavacaagosto 2009 / año 3 / número 27Valor en kioscos $ 6

La gripe porcina desnudó el rol de los medios en tiempos en que losnegocios valen más que la información. Y creó su anticuerpo: el muchachode 22 años que posa en esta tapa logró, en el pico del pánico, difundirun documental que denuncia la Operación Pandemia. Fue visto por másde un millón de personas. Ahora vos, ¿a quién le vas a dar de comer?

Patagonia negra: paros, tomas, desocupación y operativos de terror en el suelo más rico del país.

La culpa no es del chancho

ALERTA SANITARIA: LOS MEDIOS DAN MIEDO

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a petrolera Repsol-ypf tieneen mente un proyecto sobre-natural: “Queremos ser la com-pañía más admirada de la Pata-gonia”. El deseo está pintado

en una de las paredes de su sede en Las He-ras, invadida por unos 200 desocupadosque se instalaron en el hall de entrada re-clamando trabajo. Además, en todo Las He-ras y en toda Santa Cruz hay paro petrole-ro, porque el sindicato reclama 25 y no 20por ciento de aumento en sus sueldos. Hayuna idea generalizada y árida: que tantotrabajadores como desocupados terminansiendo piezas de un juego de políticos, sin-dicalistas, empresarios y otros próceres porel estilo (que demasiadas veces mezclandos de esos oficios).

En lugares como Las Heras se aprendeque las cosas no están siempre a la vista,que el juego puede ser otro. Hay que hacerexploraciones en la superficie, sin seguri-dad sobre dónde perforar estos enigmasporque a cada paso hay un pozo, una sor-presa o una trampa.

Lo desocupados son más bien jóvenes,y hay varias mujeres. Dos semanas antes, acomienzos de agosto, habían tomado elConcejo Deliberante durante seis días. Losediles apoyaron comprensivamente la to-ma, pero al día siguiente denunciaron judi-cialmente a los desocupados para que laGendarmería los desalojara. Para evitar vio-lencias, intervino el cura Luis Bicego, queaún conserva acentos de su Verona natal:“Yo lo llamo el concejo delirante”. El muni-cipio le dio 500 pesos a un grupo de losque reclamaban para ayudarlos a pagar elalquiler, que no baja de 1.300 (pieza con ba-ño compartido).

A esos 220 desocupados, además, lesdieron 18 bolsas de comida: fideos, hari-na, lentejas, leche en polvo, aceite, yerbay azúcar, en lugar de trabajo. Y sólo para18 (tal vez se trata de una campaña contrala obesidad). Ahora están ahí, instaladosen la segunda empresa más grande delpaís, que en 2008 tuvo beneficios netospor 3.640 millones de pesos. Y que, sobretodo, quiere ser la más admirada de laPatagonia.

Fotos en la canilla

a recorrida fue un triángulo entreComodoro Rivadavia (Chubut), Ca-leta Olivia y Las Heras (Santa Cruz),

lugares que forman parte de una misma co-marca que flota sobre una cuenca petrole-ra, la del Golfo de San Jorge, que posee el57 por ciento de las reservas argentinas y esla única del país cuyos niveles de extrac-ción siguen creciendo. Los cálculos de150.000 habitantes para Comodoro quedanchicos: en los últimos años se duplicó la po-blación llegada desde el norte. Las Herastiene unos 25.000 habitantes. Caleta, nomenos de 40.000.

Zona histórica de luchas petroleras, ne-gocios de las empresas con el Estado, crimi-nalización de la protesta (los detenidos enCaleta durante 2004 y 2005), represionessospechosas (la que terminó con la muertedel policía Jorge Sayago en Las Heras), pi-quetes en cadena: durante el pasado juniola Ruta 3, que permite la entrada a Santa

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LCruz desde Chubut por la costa, estuvo cor-tada casi todos los días por diferentes gru-pos de trabajadores ocupados y desocupa-dos. Selva Sánchez, de Caleta Olivia, quecon otras dos mujeres y tres hombres estu-vo diez meses presa en 2004 por la tomade la planta Termap (Terminal Marítima Pa-tagónica), cuenta: “Mis compañeras de laempresa Labra cortaron la ruta. Yo no fuiporque sigo procesada pero estoy de acuer-do, claro. Somos todas mujeres, así que losturnos eran de 30 chicas haciendo el pique-te. Fue cortito. Cuatro días. Y se dejaba pa-sar a los autos cada media hora. Pero unano ve solución”.

Después de aquella cárcel injusta, la vi-da volvió a ganar. Selva tuvo un bebé hacecuatro meses. Pero los pañales y las mama-deras no le impiden hacer una especie depronóstico del clima: “Yo creo que esto me-jora pronto, o se pudre todo”.

Fuimos a Termap con Selva, MarcelaConstancio (otra de las trabajadoras dete-nidas aquella vez), y la abogada de ambas,Verónica Heredia. La empresa es una so-ciedad de Repsol con Vintage Oil y PanAmerican Energy (de Carlos Bulgheronicélebre por su frase en tiempos menemis-tas: “Los empresarios somos cortesanosdel poder”). Termap es una canilla por lacual, según el libro español Viaje a Repso-landia, se llenan los barcos exportadorescon un equivalente a dos millones de dó-lares diarios en petróleo.

“Ése es mi tanque” se ríe Selva, seña-lando el gigantesco depósito negro identi-ficado con el número 2016, que se ve de-trás de muros y rejas cada vez másfortificados. A los 30 segundos aparece unagitado jeep de Gendarmería. “Aquí no sepuede hacer fotos” informa marcialmenteel gendarme mayor. Le respondo que nohay ningún cartel que lo prohíba y que so-mos periodistas. Verónica se presenta co-mo abogada. El gendarme se amansa, sehace amigo. “Es que somos la seguridad dela empresa” dice, ilustrando inesperada-mente cuáles son las funciones del Estadoen estos lugares. Antes de volver a Termap,explica con tono casi paternal: “Aquí haymucho conflicto, huelgas, problemas, ¿seentiende? Hay que andar con cuidado”.Selva y Marcela lo miran con las cabelleras–entre otras cosas– revueltas.

Viandas y paz social

quel episodio en Caleta Olivia re-presentó una cacería de manifes-tantes. Marcela fue presa junto a

Selva. Tenía seis hijos, pero luego de la cár-cel, como Selva, volvió a ser mamá. “No es-peró ni un día, y ya estaba embarazada” laacusa Verónica, su abogada. La casa deMarcela vibra por el viento de 120 kilóme-tros por hora, y circula el mate. “Esto es undesastre” dice Selva. “Mi sensación es lamisma de 2004, en cualquier momentopuede pasar algo” agrega Marcela. “El pro-blema es que se ven más y más desocupa-dos. Cuando hay un corte, la cantidad degente es cada vez mayor. Y los que tienentrabajo como petroleros, por más que ga-nen 5.000 o 6.000 pesos, que parece mu-cho, gastan todo o más, porque la vida escarísima”. Tomemos Las Heras. El kilo de

pan cuesta 9 pesos. Un sachet de leche, 4 ó5, según la marca. Docena de huevos 9 ó 10pesos. Kilo de carne picada, 16, de milane-sas 29. Caleta es apenas más barato.

La canasta familiar ha sido calculada porla cta en 5.500 pesos. Marcela: “Lo que pa-sa además es que cada vez hay más genteen la casa, a la que le pagan lo mínimo, pe-ro no trabaja. Te da la sensación de que ésees el paso previo para que la despidan. Poreso es que se siente que hay algo anormalen todo esto”.

Es anormal también que muchos de losque trabajan, como Selva, lo hacen en em-presas tercerizadas de limpieza y parquis-mo. “El mecanismo es que el municipio leda el dinero a la empresa, la empresa te pa-ga a vos lo mínimo, y se queda con el resto.Las empresas son de políticos”.

En Las Heras un matrimonio de trabaja-dores petroleros, Rubén Uribe y CorinaMansilla, muestra sus sobres de sueldo, conrubros “no remunerativos” que incluyenpor ejemplo “viandas” (alrededor de 1.000pesos) y “paz social” (630).

¿Qué significa paz social? “Que te que-des en el molde” dice Rubén. “Y aquí tam-bién hay como 30 ó 40 por ciento de genteque está en la casa cobrando sueldo perosin trabajar”. Según Rubén hay un ajedrezcomplejo detrás de cada cuestión. “Todo eltiempo hay una puja de las operadoras pe-troleras y el gobierno, donde el sindicato(Sindicato de Petroleros Privados, conduci-do por Héctor Segovia) va jugando con unocontra el otro, según el caso. Las petrolerasmandan a la gente a la casa, capaz que por-que quieren producir menos esperandouna suba del precio del barril. A la vez, es elprimer paso para echarte. Repsol le debe algobierno provincial dinero. Segovia juega ala vez con el gobierno nacional, con NéstorKirchner en particular, y puede hacerlo con-tra el propio gobierno provincial. Todos sontironeos entre ellos, donde usan a la gente”.Conviene recordar que Enrique Eskenazi esdueño del Banco de Santa Cruz y propieta-rio del 20 por ciento de Repsol ypf graciasa la presión del gobierno nacional. Y lo lo-gró sin poner un peso (ver mu número 25).Rubén: “Seguro, pero ahí hay que ver cómojuega Eskenazi con Repsol, Repsol con el go-bernador Peralta, Peralta con Kirchner, y Se-govia en el medio”. De hecho, Rubén y Co-rina no están trabajando porque están deparo. “Nadie paró en la Patagonia, salvo elgremio de Santa Cruz con Segovia. Todosaceptan el 20 por ciento de aumento, él pi-de 25 por ciento, que hasta puede ser con-traproducente porque si te pasás del límitedel impuesto a las ganancias, te retienenmuchísimo. Pero todos sabemos que no lo

hace por combativo, sino como una pre-sión a las operadoras, mandado por el go-bierno”. El gobernador Peralta ya ha anun-ciado su adhesión a Segovia. ¿Eso puedesignificar un modo de recortar poder a losholdings petroleros para recuperar espaciosde decisión política propios? Uribe se ríe:“No, son todos negocios entre ellos. Por esoyo tampoco sé si conviene estatizar. Porquepara que se lo queden los políticos actua-les, sea quien sea, es lo mismo. Hay quepensar otro cambio de gente, de sindicalis-tas, de todo”. Se queda mirando el mate sinsaber muy bien cómo lograrlo.

Su compañero Néstor Rivero, delegadogremial, pero contrario también a Segoviasugiere una idea: “Los trabajadores tienenla capacidad de gestionar el petróleo, ma-nejar los yacimientos. Somos los que mejorsabemos cómo hacerlo”. Corina abre losojos, porque entendió la idea: “Como Za-nón, como las fábricas recuperadas”. Nés-tor: “Y sí, porque se le puede enseñar lacontabilidad al trabajador, pero todo eso yase ha visto que es manejable. Lo difícil essaber del petróleo, y eso es lo nuestro”.

La historia es conocida: las mismas em-presas que parecían inviables en manosestatales o privadas, logran funcionarcuando están en manos de las cooperati-vas de trabajadores. Propuesta del grupo,con Néstor como vocero: “Si las operado-ras amenazan con irse, que se vayan, y quevayan a la quiebra porque nos abre a que-darnos con la empresa. Tenemos gente ca-pacitada para llevarla adelante”. Quedadanzando un embrión de proyecto que sa-ca el debate de la opción estatal/privada:una empresa de gestión social, pública, lainvención de algo diferente que no signifi-que sólo resignación frente a los monopo-lios o estados turbios, frente a la desapari-ción forzada de recursos, la contaminacióny el empobrecimiento.

Mientras empresas y provincias lloransus supuestos problemas financieros, nadiesabe muy bien cuál es el plazo de venci-miento de la “paz social” pactada entre go-bierno, sindicato y empresas tarifada en630 pesos. Otro dato acrca de lo que estáen juego: sobre informes disponibles de laSecretaría de Energía, el grupo Nuevo Pro-yecto Energético Latinoamericano calculóque la renta de las operadoras argentinas esde 59 millones de pesos diarios, 41.200,26pesos por minuto.

Adán, Eva y el cura

l párroco de Las Heras, Luis Bicego,nacido en Verona pero con 40 añosen Argentina, ha llegado a la si-

guiente descripción: “Los manejos son to-dos de mafia. Políticos, empresas y sindica-listas. La pelea es por adueñarse de laexplotación. Se regalan los recursos del pa-ís a las empresas, no se sabe a cambio dequé, las empresas declaran como extrac-ción lo que quieren, sin control alguno.Aquí ya no podés tomar agua de la canillapor la contaminación que produce el petró-leo. No hay exploraciones ni inversiones, si-no lo que llaman recuperación secundariaque es más barato. Van a los viejos pozos,inyectan agua con metales pesados, sacanlo que queda del petróleo, y contaminantodo”. Dato: desde que Repsol se hizo cargode YPF en 1999, las exploraciones que solí-an ser unas 130 por año se redujeron a 21.

La novedad de estos años es la minería.Bicego: “Lo mismo o peor que el petróleo,

Sobre el suelo más rico del país, que produce dos millones de dólares diarios, un mar de desocupados reclama trabajo tomando la sede de Repsol. Brutales operativospoliciales, huelgas y protestas son las últimas noticias que nadie informa.

VIAJE A LAS HERAS Y CALETA OLIVIA, LAS CIUDADES DEL PETRÓLEO

El agujero negro

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Los desocupados de Las Heras, la mayoría jóvenes y mujeres, tomaron la sede deRepsol YPF, la empresa que aspira a ser la más admirada de la Patagonia. Organiza-ron una olla popular. Venían de tomar el Concejo Deliberante. Arriba, dos gendarmes

en Caleta se acercan para impedir el trabajo periodístico junto a la planta Termap. Sepresentan como “seguridad de la empresa” y dicen: “Es que aquí hay mucho conflic-to”. Los viejos terratenientes Menéndez Behety ahora tienen un super: La Anónima.

Rubén Uribe, Néstor Rivero, Omar Leguizamón y Corina Mansilla, trabajadores petrole-ros en paro, junto a una de las miles de “cigüeñas” de Las Heras. Sospechan del roldel sindicato en estos conflictos y proponen una idea: que YPF sea gestionada por los

trabajadores que. En Caleta, tienen monumento propio: El Gorosito. La renta petrolerapor minuto es de 42.000 pesos. Los obreros tienen un rubro de su sueldo denominadopaz social: “Te pagan 630 pesos para quedarte en el molde”.

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El párroco Luis Bicego, recorriendo Las Heras. “Esto es una segunda colonización. Ga-nan las empresas y los políticos. Se llevan todo, empobrecen a la gente y lo único quequeda es la contaminación”. Marcela Constancio y Selva Sánchez, dos de las trabaja-

doras que pasaron diez meses de cárcel por la toma de Termap. Sus compañeras hicieron un piquete en la Ruta 3 hace semanas. “Pero fue cortito, cuatro días”. Selva asegura que “si nos dejamos ganar por el miedo, nos pisan la cabeza”.

El casino de Cristóbal López, en Comodoro Rivadavia, que se reproduce en cada locali-dad patagónica. López además posee una petrolera, Oil. Los tanques de Termap, enCaleta Olivia, cada vez más fortificados, almacenan petróleo para cargar los barcos

petroleros por los que zarpa un equivalente a dos millones de dólares diarios del crudo. Sin embargo en los últimos meses creció la desocupación, y también el número de trabajadores a los que licencian con goce de sueldo. Por ahora.

Imágenes de Las Heras, donde los pozos ciegos son descargados por camiones a ra-zón de 300.000 litros por día en una especie de lago con drenaje dudoso. Los vecinosno pueden beber agua de la canilla por la contaminación de las napas con metales

pesados por la recuperación de pozos. Junto a los campos petroleros, como puedeverse arriba a la derecha, crecen los basurales, casi cementerios de animales. Eso sí, tras ser tomado por los desocupados, el Concejo Deliberante fue desinfectado.

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para ver el tipo de reacción que puede ha-ber, y el tipo de control que se puede esta-blecer en una comunidad”. La ya conoci-da como Masacre de Corcovado tuvosecuelas en Trelew, en julio, con allana-mientos igualmente brutales y la convic-ción de Morales sobre la continuidad delas prácticas de simulacros de fusilamien-tos, amedrentamiento y criminalizaciónde los jóvenes por “portación de rostro”.Verónica Heredia ha verificado 20 denun-cias por desaparición de personas en losúltimos años, pero Morales asegura queascienden a 40.

Selva anuncia: “El problema es que si te-nemos miedo, nos van a pisar la cabeza. Sino sabemos defendernos, nos aplastan”.Marcela: “Yo ya sé que si vienen por mi ve-cino, después van a venir por mí. Si cadauno sigue encerrándose, él mismo es el quepeor va a terminar”.

¿Por qué ocurre que en ciertos lugaresparece haber reacciones (las comunidadesque han organizado asambleas contra laminería, empezando por Esquel) y enotras situaciones parece haber parálisis?Verónica y Morales se quedan pensando.Un elemento es el miedo, que paralizacualquier acción. “Los problemas son tangrandes, contaminación, represión, sa-queo de recursos, explotación, desocupa-ción, que creo que superan a mucha gen-te, que no sabe qué hacer y dice: me salvoyo” reflexiona Morales. Otra idea: “Como-doro, Caleta, Las Heras, son campamen-tos, gente de paso, gente que piensa en ir-se. Los lugares donde hay resistencia sonesos donde la gente quiere quedarse, estáarraigada. Ocurre hasta con los pueblosindígenas”. Hay otra relación con el lugar,o desesperación por garantizarse el susten-to (en el caso de los petroleros). Verónica:“Los chicos de los barrios de Comodoroque hacen arte son otra cosa. Se sientende aquí, y salen de esa cosa ensimismada”(esos chicos están esperando a los lectoresunas páginas más adelante).

Desocupados que reclaman no ser trata-dos como insectos, chicos que hacen arte,algún trabajador que propone una ideanueva con respecto a la gestión del petró-leo, personas (abogados, indígenas, obre-ros) que se organizan y denuncian. Quecreen en la posibilidad de recuperar un re-curso contaminado: la vida.

Me topo con un edificio de colores: Casi-no Club. ¿Estará allí la lógica de todo esto?La gente está hipnotizada frente a las traga-monedas The good the bad and the money(el bueno el malo y el dinero), Cash fever(fiebre de efectivo), Pirates, y Jungle of gold(jungla de oro). Los teóricos liberales comoRalph Dahrendorf, que diagnosticaron elnuevo reino de un capitalismo de casino,merecerían que las compañías más admira-das de la Patagonia les programen un tourpara venir a entender –sin metáforas– cómoson las cosas.

pero con el Estado que tendría que contro-lar, ahora como socio de las mineras en fo-micruz (Fomento Minero de Santa Cruz, ala que ya se asoció, por ejemplo PatagoniaGold, del grupo Bemberg Miguens). Lasobras públicas, como rutas, se hacen paralas mineras. Gastan millones en un puertoartificial en Caleta, pero no construyen es-cuelas ni les pagan a los maestros”.

Bicego se asombra ante lo que conside-ra obvio: “Es una segunda colonización, seregala la riqueza, ganan muy pocos, inclui-dos empresas y el poder político, se empo-brece a la gente, y lo único seguro que vaa quedar es la contaminación. Eso sí, elaño que viene vamos a celebrar el Segun-do Centenario”.

La iglesia, en estos casos, puede tenerfuncionamiento de oreja. En 2006 hubo unconfuso episodio que culminó con la muer-te del policía Jorge Sayago, terminó con unconflicto de trabajadores petroleros, e hizosaltar al entonces gobernador ex kirchneris-ta y neo antikirchnerista Sergio Acevedo. Bi-cego: “Me han venido a ver policías que es-tuvieron en todo eso reconociéndome quetenían la orden de provocar a los trabajado-res para que hubiera violencia y vinieraGendarmería. Se buscaba alguna muertepara terminar con la huelga. Son cosas quese digitan y se arman. Frenaron el paro, pe-ro además metieron el miedo a todo elmundo. Esto es el far west”. (Todas las com-paraciones sobre aridez, soledad, violencia,machismo, fiebre de riqueza e indígenas enla mira, valen).

¿Y la gente? “Tienen miedo a perder eltrabajo, los que tienen. Se agrandan las vi-llas miseria. Hay mucha violencia domés-tica. Hay 5 escuelas, pero como 30 caba-rets. Los hombres están reventados por eltrabajo, salen a tomar, luego prostitutas,terminan con problemas en la casa y pe-gan. Además hay cada vez más droga paralos grandes y para los chicos. Traen cadavez más gendarmes. Frente a todo eso, ca-da uno busca salvarse como pueda. Fría-mente, eso no es solución porque si no sesalvan todos no se salva nadie. Pero es to-do un sistema. Quedaremos como Adán yEva” dice Bicego y mira por la ventana.Empezó a nevar. En Las Heras hay paz so-cial. Casi.

Concejo desinfectante

os desocupados que se instalaronen las oficinas de ypf mantienenimpecable a la empresa que aspira

a ser la más admirada de la Patagonia. Car-los Salinas hace 3 años quedó sin trabajo fi-jo y tiene esa mezcla de claridad y presenciaque permite decidir este tipo de acciones:“La gente no encuentra trabajo, y nadie teda respuesta. Presentamos notas, pedidos,todo formal. Y nada. Por eso tomamos la se-mana pasada el Concejo Deliberante, pro-

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poniendo que decretaran la emergenciaocupacional. Los mismos concejales queaceptaron que estuviéramos ahí, despuésnos quisieron mandar los gendarmes. Nosfuimos con un compromiso de solución”.Andrea es técnica petrolera y agrega: “Perolo único que hicieron, después de que nosfuimos, fue desinfectar. Y ninguno de losconcejales volvió a trabajar. Íbamos a bus-carlos, y no había nadie”. Combinar deso-cupación con desinfección es un hallazgoque merece formar parte de los futuros ma-nuales de las ciencias políticas.

¿Qué actitud tomó el intendente Teodo-ro Camino? Carlos: “Es campechano, so-mos todos hermanos, un poco nulo diga-mos. Dijo que para las mujeres no haynada, y para los hombres iba a buscar 30puestos de trabajo en la mina Huevos Ver-des”. (Tema para otra nota, pero se aclaraque San José, tal su nombre, es una minade oro y plata que además de usar millonesde litros de agua que escasea en la región,ha sido denunciada por contaminación porel uso de cianuro, prohibido por otras pro-vincias argentinas, por el descontrol en laproducción, y cuyas ganancias, gracias a to-do esto, son de 236 millones depesos anuales. De acuerdo a lainversión se calcula que el ré-dito global del proyecto serádel 690 por ciento).

Mientras esperan saber si laminera los contratará, los deso-cupados organizaron una ollaen la puerta de Repsol ypf,empresa que en busca de laadmiración patagónica lo pri-mero que ha hecho es quitar lapalabra “Repsol” de su nom-bre. Héctor Blanco es otro delos desocupados, tiene tres hiji-tos: “A Las Heras han manda-do 250 gendarmes, y los deso-cupados que hemos firmadoeste petitorio somos 220. Ahíse ve la realidad de la cosa”.Los gendarmes están esparci-dos por algunos de los pozos, y en general–tras la muerte de Sayago en 2006– parecevivirse una época donde las fuerzas de se-guridad no son demasiado exhibidas antela población. “Están por todas partes, peropara molestarte. Te piden documentos, tedicen pelotudo” dice Walter, uno de los chi-cos que está en el hall de ypf bajo el cartelde “misión y visión de la empresa”, queexalta “nuestra habilidad para atraer y de-sarrollar talento” y “nuestra ética y relacióncomunitaria”. Salinas desmiente que Rep-sol ypf no haya hecho inversiones. “Hicie-ron una hormigonera, pero tronaron a lahormigonera que había antes. Y armaronun ciclo con artistas”. En septiembre se pre-sentará el melodrama Nada del amor meproduce envidia y el infantil Papando mos-cas, lo cual acaso responda a la preguntasobre inversiones petroleras.

Blanco agrega: “El otro tema es que enlugar de contratar gente de aquí, la traen deotros lados. En Salta hay intendencias quele pagan el pasaje a la gente para que sevenga acá. Hacen el sistema 15 x 15, los tra-en 15 días y vuelven 15 días a la provincia.Les pagan menos que lo que tendrían quepagarles acá, que la vida es carísima, peropara su provincia la gente parece que gana-ra mucho. Encima son contratos, y se los sa-can de encima cuando quieren”.

El modelo

erónica Heredia, la abogada, loprimero que contesta es “la deso-lación” cuando se le pregunta por

la agenda de problemas que genera el mo-delo económico petrolero (y cada vez máspetro-minero). “Es un tipo de trabajo queimpide asociarse. Cada uno está en la su-ya. No las mujeres, que son las que man-tienen a la familia y están en contacto. Elvarón suele ser un tipo encerrado y enaje-nado por el propio sistema de trabajo. Lasmujeres son las que tienen que resolver lo

cotidiano. El modelo es: pe-tróleo, empresas, gobierno,policía, gendarmería, sindica-tos, droga, prostíbulo, casino”.Hasta el juego se convirtió enalgo individual y autista conlas tragamonedas: “Todos so-los mirando las maquinitas”se asombra Verónica. Selva yMarcela cuentan que en ple-no estallido de la “pandemia”,con las escuelas y comercioscerrados, la gente hacía colapara jugar en Casino Club,institución regenteada por eltambién petrolero (empresaOil) Cristóbal López, que si-gue desmintiendo enfática-mente ser un palo blanco (tes-taferro) de Néstor Kirchner.

Verónica ha llevado ade-lante casos contra la brutalidad policial lo-cal. “Y hay situaciones de las que no sehabla, como lo que pasó en Corcovado”.La denuncia: en marzo último, buscando aCristian Bustos, acusado de homicidio, elgeop (Grupo Especial de Operaciones Po-licial) copó el pueblo cordillerano de Cor-covado, mató a uno de sus hermanos, de-jó parapléjico a otro, baleó a un terceroque sigue encerrado y fue torturado, tomóla radio local y las calles, allanó ilegal ybrutalmente más de 20 domicilios, abusóde al menos una niña de 8 años (los po-bladores no se han atrevido a denunciarotros casos), golpeó y torturó a vecinos, ehizo desaparecer a un peón rural, LucianoGonzález. Para colmo, el prófugo escapó.Pedro Morales, del Grupo Pro Derechos delos Niños ya no se asombra: “Creo que fueuna cosa digna del terrorismo de Estado,

La Patagonia ya no es unterritorio petrolero, sinopetrominero. Solamenteen Santa Cruz se perfora-ron 285.000 metros en2008. El segundo puestofue para San Juan, con90.000 metros perfora-dos. Las mineras estánasociadas a Fomicruz(Fomento Minero de San-ta Cruz). El proyecto más antiguoes el de Cerro Vanguar-dia, que sólo durante2008 exportó más de loque invirtió en 10 años.

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os baldíos en el Barrio Caste-lli no tienen canchitas de fút-bol sino balancines, que soncomo pájaros mecánicos decinco metros de altura que

chupan petróleo, entre otras cosas. Como-doro Rivadavia se empecina en lo gris, pe-ro en Castelli muchas paredes tienen graf-fitis, colores que abren la puerta a algoque está pasando a partir de dos palabrasleves, rítmicas: hip hop.

Javier tiene 21 años, gorra rapera, armaun cigarrillo, y mira de costado: “El temaes el miedo. El miedo de hablar. De no po-der decir lo que uno piensa. Me pareceque no se entiende el valor de la palabra.Ni de la acción”.

Según lo que uno suele conversar con elmundo “adulto”, los jóvenes son personitaslevemente descerebradas, los chicos pobres(o pobres chicos) son delincuentes potencia-les; lo digan o no piensan que lo mejor quese puede hacer es contratar más policías (jó-venes pobres), levantar rejas, cárceles, endu-recer leyes, rezar con los obispos que seconsternan ante la pobreza (sobre todocuando ocurre bajo un gobierno que no lesgusta) o con el Papa escandalizado. La líneamás sincera de este grupo postula el crimeny el castigo como remedio de venta libre.

Muchos setentistas también andan azo-rados, al no encontrar demasiados jovenci-tos de menos de 60 interesados en compar-tir el anecdotario de los años felices. Losbuenos progresistas (los progresistas son to-dos buenos ya se sabe) considerarán que lajuventud está sumida en cierta imbecilidad,no como la de antes. Más que policías pro-pondrán oenegés (en especial aquellas enlas que ellos trabajan). Dirán que los jóve-nes son víctimas del sistema, o pronuncia-rán: “El problema es la educación”, frase no-table que acaso compartan con los buenosizquierdistas (ídem al rubro anterior) queademás se pondrán rojos de ideología y deindignación, al declarar que nada es posiblehasta que no se haga la Revolución, cosaque ellos mismos difícilmente lograrán por-que están ocupados en indignarse con elmundo, y con los demás izquierdistas, so-cialistas autonomistas, moralistas, librepen-

sadores y otros ex, neo o post, que replicansu indignación contra los primeros, todos sevan denunciando unos a otros, y la rondavuelve a empezar. (El problema no siemprees lo que se dice sino el tono neuronal ycardíaco. Según una bella milonga infantilde María Elena Walsh, no es lo mismo serprofundo que haberse venido abajo).

En Chubut ocurre algo más o menos si-milar, y salvo honrosas excepciones unopuede cruzarse con multitudes adultas ha-blando sobre los chicos convertidos en dro-gadictos, ladrones, violentos, desinteresa-dos, incultos, mal educados, vagos,borrachos, entre otras agudas observacionesfrente a las calamidades del mundo actual.La acción de la que habla Javier, ausente.

Dicho esto, la invitación es a conocerCastelli, en las periferias de Comodoro Ri-vadavia, barrio de hip hop y jóvenes po-bres que no son pobres jóvenes, que afuerza de música, baile, poesía, autoges-tión, pintura de colores, acción grupal, to-do intenso y ágil como un rap, están in-ventando una mirada distinta sobre lo queestá pasando con la vida.

¿Qué revoluciona una cabeza?

ristian Viveros es Iman Fae. Tiene22 años. Javier Ortega es Asterisco,21 años. Integran Poesía Urbana, un

grupo musical de cinco personas que nacióa fines de 2003, y se fue transformando enuna red de hip hop que se llama Concien-cia Activa Detonante, Cad Tribu, que inclu-ye a grafiteros, o chicos que hacen breakdance como Dosis Mortal. Dan talleres dehip hop que abarcan a 150 chicos de ba-rrios periféricos de Comodoro (Pietrobelli,Divina Providencia, KM 5), y trabajan comobig bang que impulsó a unos 30 grupos almenos en la provincia, cada uno de loscuales es a la vez como Poesía Urbana, unmotor de otras actividades y grupos.

“El hip hop se divide en el canto que esel rap, el baile que es el break, los graffiti,y el DJ (el dí yéi) que en algún sentido esel que armó todo cuando mezcló música yrap y sacó todo a la calle para hacer una

fiesta” dice Cristian. En todo lo que rodeaa Poesía Urbana y a Cad Tribu, los másviejos tienen 25 años y la camada nuevaarranca con 11. El rap entonces es la can-ción del hip hop. Como un latido:

Ellos no viven lo que vivo, No lo ven en vivo,Y sin embargo hablan, amigo,Abran sus mentes,Es todo lo que pidoEl pensamiento no se viste,Se pule y se hace fuerte a conciencia libre,El pensamiento se organizaEntre el pibe de barrioVos y yoY muchos que se identifican

¿Por qué hablan de tribu?Javier: Porque la idea es romper todo es-quema jerárquico. Hay líderes pero enrealidad todo es una imagen colectiva.No hay caciques. Y esa imagen se reflejaal trabajar en círculo. El hip hop es unacultura tribal. Si te parás en una esquinaa ver a los pibes los vas a ver en ronda.Y eso rompe el esquema educacional delas escuelas donde el profesor está ade-lante como un símbolo de autoridad ylos alumnos están mirándose las nucas. Cristian: Nosotros trabajamos en círculopara poder mirarnos las caras. Ademásel hip hop impulsa la autoeducación,ser autodidactas, aprender de vos mis-mo como aprendés de los demás. Coneso no queremos decir que los chicostienen que salirse de la escuela y aga-rrar los libros solos. Pero sí que la es-cuela es una cosa y estudiar es otra. Javier: Acá tenemos la suerte de que laeducación es gratis. No como en Chile.

Pero que sea gratis no quiere decir quesea de buen nivel.

Pero, ¿qué significa la autoeducación? Cristian: El tema de los valores. Hay co-sas que la escuela pasa de largo. No meenseñaban valores en la escuela, sino aser profesional, o sea una persona fría.Si manejás una empresa tenés que sa-ber de números, no valores. Y si faltaplata, hay que echar gente. Todo así. Poreso sería bueno que en la escuela ense-ñen primero el valor de aprender. Y des-pués números o cuestiones físicas.Javier: En la escuela te enseñan a for-mar fila. No sé si eso sirve. En la escue-la te dicen alumno, pero alumno signi-fica persona sin luz. Nosotros creemosque cualquier niño, cualquier estudian-te, todos tenemos luz. Nacemos conuna luz y una energía con la cual nosdesenvolvemos. Lo que sí me sirvieronfueron dos cosas: leer y escribir.

¿Y qué sería lo autodidacta?Javier: Ser curioso. La curiosidad te lle-va a ser autodidacta. Hacerte preguntas.Una de las primeras fue ¿qué hacencon la plata de los impuestos? Pensareso me dio vuelta la cabeza por com-pleto. Empecé a responderla: con esocrean el asfalto, compran armas, le pa-gan a los policías que son los que nospegan. Hay un montón de cosas cuan-do uno se pregunta, te encontrás conun ser diferente y hay algo que revolu-ciona tu cabeza. Y te abre a nuevas pre-guntas. Es algo infinito.

No mucha gente tiene ese tipo de curiosidad.¿A qué edad se te ocurrió la pregunta?

Javier: A los 14.

Los chicos no son el futuro

oesía Urbana no se considera ungrupo puramente artístico sino al-go que definen como artístico so-

cial, cosa que puede entenderse desde los11 años. Otro rap llamado Mi Mundo:

Dicen que somos el futuro del país, Lavándose las manos: te lo dejo todo a ti.

El hip hop como cultura artístico social. A partir de esa idea, Poesía Urbana, en Chubut, saltó de ser un grupomusical, a convertirse en un movimiento llamado Conciencia Activa Detonante que involucra a cientos de chicospuestos a hacer música, eventos, bailes, y a crear, rompiendo un destino que parecía sólo de silencio.

POESÍA URBANA AGITA COMODORO RIVADAVIA

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Pintadas en el estudio de Periferia Records, del Barrio Castelli en la periferia de Como-doro Rivadavia. Los talleres de hip hop incluyen a 150 chicos e esta zona, pero además

hay 30 grupos que reproducen el esquema que definen como de tribu: sin caciques,en ronda, mirándose de frente. “Y sin caretearla”. Su nombre: Conciencia Activa.

La Patagonia rapera

Más información sobre Poesía Urbanay Conciencia Activa Detonante enCadtribu.blogspot.com

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querés. Ya tenemos nuestras páginas webpara comunicarnos con los chicos en ca-dena. Sin publicidad, en plena gripe porci-na, juntamos un montonazo de gente”.

Javier prepara mate. El viento de Como-doro reventó el sistema eléctrico y la herma-na de Cristian trae una vela cuando en el es-tudio se hace de noche. Javier tiene unaforma nueva de entender la palabra activis-mo: “Hay que estar activo todo el tiempo.Hacer actividades. No dormirse. El mundoquiere que seamos gente dormida, que nohace nada, que consumamos más y nosquedemos encerrados”. Cristian: “El hip hopcontrarresta eso. Y rompe lo de que sos elmejor si tenés la mejor nota, o si tenés el me-jor celular o mejor ropa. Eso es superficial.Pero yo creo que hay una esperanza que eslo que uno hace, lo que te llena el corazón”.

Cristian reconoce que hay parte del

Y la cosa no es así, ¡no!Porque si todos aportamos cambiaremosel matiz

¿Por qué esa letra? Cristian: Porque sabemos que no somos elfuturo del país. En la escuela te dicen esopero nos dimos cuenta de que no tene-mos por qué hacernos cargo de las caga-das de los grandes en el pasado. Si el fu-turo somos nosotros, lo son también losgrandes. Los viejos y los niños. Y lo másimportante: el futuro es hoy, no mañana. Javier: Yo creo que hay que actuar. Por-que nada es imposible, y el mundo sepuede cambiar. Un amigo mío que se lla-ma Eloy dice que si en 150 años hemosaprendido a hacer mierda el mundo, enotros 150 podemos aprender a mejorarlo. Cristian: Yo creo que cambiamos elmundo durante todos estos años, todoslos días, porque siempre se está pasan-do uno para este bando, el bando delos positivos.

¿Qué es el bando de los positivos?Javier: Tratar de volvernos buenas perso-nas, ser amables, ser compañeros en elasunto. Nosotros estamos en una causaque es social, y que no es atacar a laspersonas. Vamos atacando los antivalo-res. Lo negativo es el individualismo, nocompartir. Y el miedo también. El miedode hablar. De no poder decir lo que unopiensa. Me parece que no se entiende elvalor de la palabra. Ni de la acción. Cristian: Una persona negativa es la queusa la violencia, como la policía. Te pa-ran, te revisan. Lo que intentan es quete pongas violento para llevarte a lacárcel. Te putean, te dicen cara de pelo-tudo. Aprendí que si les sigo el juegome convierto en negativo como ellos. Javier: Yo no respeto ningún símbolo au-toritario. La autoridad tendría que respe-tarme a mí. Además, nosotros tambiénles pagamos el sueldo. No hay que creer-se el cuento de los grandes, que dicenque ellos pagan los impuestos. Cuandoel pibe compra un caramelo lo paga coniva, así que todos pagamos impuestos. Cristian: Lo de la autoridad lo legitimásvos. Mi padre yo lo veo como una au-toridad que nace del respeto. Javier: O del amor. Cristian: Pero no puede ser impuesto.¿Quiénes son las autoridades? ¿Por quéson más que cualquiera de nosotros?Imponen la autoridad como verdad, yno la verdad como autoridad.

Pánico o Internet

oesía Urbana armó su propio estu-dio a pulmón con el hermano deCristian, en lo que era un galpón de

la casa de su madre. Así nació Periferia Re-cords. “Nos pusimos como objetivo la auto-gestión. Poder hacer nuestra propia econo-mía, que todos los pibes puedan hacer cosascon nosotros”. Esa especie de red rompe elsupuesto destino inexorable de pobreza, laetiqueta de delincuencia, o la maldición deque no hay nada que hacer. “Cualquier pibeque viene a los talleres y está con otros, es recopado, mucho mejor que estar en la callehaciéndose experto en otra cosa”.

Para Cristian y Javier, o Iman Fae y As-terisco, lo que logra el hip hop por el ladosocial es algo escaso: comunicación. “Hoynadie se comunica con nadie. Ni el adultocon el joven, ni el joven con el niño. Y me-nos los medios de comunicación. No esque todo esté perdido. Está dado vuelta”dice Javier. Cristian: “Hay comunicacióndesde que nacemos, tenemos un lenguaje.Pero desde que nacemos nos dicen lo quetenemos que hacer. Te imponen un len-guaje. Ahí es importante ser curioso, parapoder pensar y no que te lleve la ola. Latelevisión es el principal motivo del páni-co. La fiebre porcina es un ejemplo. O quea un pibe de 12 años le digan por televi-sión que mande mensajes a sexo 2112”. Ja-vier: Nosotros buscamos medios como In-ternet que es un poco más democrático.No te imponen sino que buscás lo que

mentalmente”. Cristian: “Si el arte se vuel-ve sectario, es autoritario. Y se muere”.

Drogas y personas

os chicos cobran del municipiopor los talleres. “Todo lo hicimossiempre por amor al arte, diga-

mos, pero crecer te hace ver que es impor-tante generar recursos para poder seguircreciendo. Con los eventos juntamos dine-ro para la pintura y para hacer discos. Elobjetivo es independizarnos”.

¿Cómo perciben temas como la drogaentre los chicos de las periferias? Javier:“Es re complejo. El problema no es la co-caína, la nafta se hizo para los autos y elpoxi para pegar cosas. Todo va por las per-sonas. En los talleres no decimos: ‘no tedrogues, dejá la bolsa, no tomes’. Lo queesperamos es que el pibe se dé cuenta delo que quiere”. Cristian lo pone en térmi-nos de límites: “Está mal prohibir, porqueinvitás a hacer lo prohibido. Yo creo quees mejor decir: elegí, está esto, esto yaquello otro. Meté los dedos en el enchu-fe, y ya vas a aprender. Tenés que saber tulímite como persona. Porque puede ser lamarihuana, o la cocaína. Pero el casinopuede ser tu droga, o comer demasiado”.

Sobre los medios Cristian considera quesimplemente han sido comprados. “Haydiarios que viven de la política y del nego-cio. La política ha perdido tanta credibili-dad que es otra farándula. Todo está orga-nizado para que la gente escuche lo que lequieren hacer escuchar”. ¿Pero lo que hacePoesía Urbana es político en algún senti-do? Cristian: “Sí, porque tomamos políticacomo el arte de decidir cosas, plantear ide-as hacer cosas. Pero no estamos con nin-gún partido político, ni siquiera con unequipo de fútbol. Nos gusta el fútbol, peroya no queremos ser hinchas. Queremosver buenos partidos, lindos goles”.

Javier aclara otra cuestión: “No aparenta-mos lo que no somos. No somos chicos sa-nos que salimos de la escuela y decimoscosas lindas. Nosotros tuvimos el resenti-miento social del que es tratado como me-nos por el que tiene moneda. Sabemos loque es la calle. Anduvimos en varias cosas.Pero es un proceso de cambiar de vida, debuscar otro camino y desechar las cosasque te hacen mal. Mejor respirar igualdad”.

¿Qué significa eso? Cristian: “Que no teautoclasifiques, que no te creas más por serartista. Ni menos por no serlo. No nacimoscon un micrófono en la mano ni haciendorap”. No leyeron el número anterior de mu,con la entrevista a la travesti Marlene Wa-yar, pero sin embargo dicen algo muy pare-cido: “La identidad está en lo que hacemos,en la delicadeza de saber qué palabras usarpara comunicar. En hacer algo social, perosin caretearla. Primero que nada aprendi-mos que somos personas”.

movimiento hip hop que busca la ganan-cia económica, “como también buscanmercado, hablan de prostitutas y cosaspor el estilo”. Javier hace otro encadena-miento: “Si hacemos temas diciendo quenos volteamos a 5 pibas, nos tomamos 3lagartos y nos fumamos 20 porros, en unasemana llegamos a mtv”.

Tampoco cierran la historia del hip hopen Estados Unidos. “El movimiento ya ve-nía con una característica en común, losinmigrantes. Los afroamericanos se conta-ban su propia historia como esclavos enEstados Unidos. De ahí viene el rap. El bai-le nació en Centroamérica. Los graffitis yaestaban en Francia en los años 50”. Javieragrega: “Yo lo asimilo con el universo queestá siempre en expansión. El hip hoptambién. Porque además uno abre hori-zontes para no cerrarse musicalmente,

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la cultura Hip hop no está a la venta nipuede ser comprada. Es el principio inva-luable de nuestro mismo fortalecimiento.

Eso es lo que hacen los chicos y chicasque dan vida a este arte, por ejemplo,aquí, en Moreno.

Artistas irreverentes

os bailarines de break dance queparticiparon del festejo en Morenose transforman en personajes de

historieta cuando bailan. No admito discu-siones en este punto. Ahí están para darmela razón: se doblan y tuercen como contor-sionistas de plastilina y luego dan vueltascomo un trompo apoyando sólo la cabezaen el piso. Cuando termina la música,vuelven a su humanidad –limitada– dehuesos y articulaciones. Hablé con uno deestos seres que se refrescaba con un energi-zante. Nelson es lo que se llama un b boy,una persona que baila para “aportar ele-mentos nuevos a la cultura hip hop”.

Nelson es wizard cuando baila. Integra lacrew (el equipo) Fuera del límite y cuentaque el aprendizaje es todo un proceso. “Amí me enseñaron mis primos, hasta que co-nocí a un b boy de Adrogué. Al principio esuna tarea más autodidacta y después te em-pezás a juntar con gente y todos nos vamoscontagiando”. Considera, además, que elbreak dance es un baile con mucha expre-sión y dificultad. Pero que atrapa. Wizard ysu crew se juntan para practicar tres o cuatrohoras por día. Vive del dinero que le paganpor dar clases de break dance.

Hernán tiene 27 años y desde hace diezfirma sus graffitis como Cabe. Admite quesu nombre artístico viene de Cabezón,aunque no parezca. Trabaja en el comedorde la empresa Easy de Ituzaingó donde co-bra 1.800 pesos por mes.

Gasta 200 pesos en aerosoles por cadaobra que realiza. Cuenta que los primerosgraffitis los vio en el Ferrocarril Sarmientocuando iba y volvía de Capital. “En esaépoca –año 1998– la gente que pintaba habíaaprendido en otros países y cuando mis ami-gos y yo vimos esos dibujos quedamos im-presionados, fue algo que te daba ganas dehacer”. Así que juntaron plata y empeza-ron a comprar latas, “pero las comunes, quetiran trazos feos” dice Hernán. Luego siguióhaciendo bocetos hasta que un día Cabe-zón fue Cabe y dijo “esto es para mí”. Dicelo justo: “La vida es medio jodida y a mí elgraffiti me trae una re felicidad”.

Cuenta además que varias veces lo in-vitaron para pintar en el interior del país,y que en esos momentos se siente comoun artista. Y se justifica: “Un artista es al-guien que labura en lo cree. Entonces, soyun artista”.

Cabe me tira la última frase antes devolver a su obra sobre una de las paredesdel Club Los Indios de Moreno: “Hago loque quiero, ¿qué más puedo pedir?”.

Mustafá cierra la noche. Y abre la poe-sía: “Cuenta la historia que en la lágrimade un niño nació un oasis en el desierto,en cada grano de arena se despertó el sen-timiento hacia la música. Sacando aguadel desierto es para los corazones sedien-tos de la verdad, la sintonía de los vientosbailan en la gravedad, amor por los ele-mentos del rap, monumentos de la liber-tad de expresión”.

Para nosotros la fiesta terminó. Para loschicos de Moreno, por suerte, no.

ciones Institucionales, Culturales y Depor-tivas municipal, a cargo de Carlos Coppo-laro, se negó a apoyar el Festival.

Otros datos quizás ayudan a poner a lalocalidad de Moreno en su debido contexto.En nuestro país hay 11 millones de chicos deentre 0 y 17 años. Seis de cada diez viven enhogares precarios en términos socioeconó-micos. Y al menos 4 tienen dificultades paraacceder a una adecuada alimentación. Estascifras se desprenden del Informe 2007 Baró-metro de la deuda social de la infancia publica-do en el monitoreo 2008 sobre niñez de laAsociación Civil Periodismo Social. Otrosdatos oficiales establecen que una de cadaseis embarazadas tiene menos de 19 años.

Son números, son vidas que para Mus-tafá tienen caras concretas. Por eso dice se-ñalando a los que nos rodean: “Un pibecon un aerosol en la mano, un pibe queesta bailando break dance es un pibe me-nos con un arma en la mano. El hip hoptiene una causa y es la igualdad”.

La sabiduría de la calle

ara llegar a Moreno hay que prime-ro hacer un viaje más largo. La cultu-ra hip hop tiene una declaración de

paz que busca ser guía y consejo para todoslos hiphoperos. Aquí algunos conceptos:

Hip hop es el nombre de nuestra con-ciencia colectiva. Como una maneraconsciente de vida nosotros reconoce-mos nuestra influencia en la sociedad,especialmente en los niños.El derecho a definir y educarse será fo-mentado, desarrollado, preservado,protegido y promovido como mediohacia la paz y prosperidad.Los elementos del Hip hop se puedennegociar por dinero, honor, poder, respe-to, comida y otros recursos. Sin embargo

Bill. En 2004, la unesco lo distinguió co-mo una de las 10 personas más militantesdel mundo en la última década. La organi-zación cuenta además con la presencia ac-tiva de Nega Gizza, una fuerte referencia fe-menina en el mundo del rap, conocida yrespetada por su dedicación a las causassociales. Nega Gizza también dirige el hú-tuz, el mayor festival de rap de AméricaLatina, producido por la cufa. Su lema “Elhip hop es una solución propia. No es unremedio que la periferia toma”.

Esta jornada en Moreno reunió a jugado-res de básquet callejero que se lucieron enel patio del club, grafiteros que pintaron lasparedes de la cancha, maestros de ceremo-nia (mc’s) que participaron de una compe-tencia de freestyle (un arte improvisado concontrapunto) tal como los viejos payadores,pero siglo xxi. Hubo también impresionan-tes exhibiciones de break dance. La fiestaterminó con el recital del rapero MustafáYoda, quien luce el título de coordinador decufa en Argentina y es el vecino hiphope-ro más ilustre de ese barrio.

Sumar y restar

ustafá cuenta orgulloso que en só-lo tres semanas organizaron esteevento que logró abastecer con

900 kilos de alimentos al comedor infantilLos Marianitos, al que concurren 400 chi-cos del lado sur de Moreno. Mustafá daotras cifras: veinte comedores del distritose encuentran en estado de emergencia. Yesa urgencia es la que los llevó a pensaren hacer algo. Su fórmula: “Si todos vanhaciendo un poco, se suman esos pocos y sehace algo piola”. Única opción, además,ante un municipio que no se muestra dis-puesto a atender este tipo de demandas.El músico da el último ejemplo que reco-gieron esta semana: la secretaría de Rela-

na fiesta. Intensa y colorida.La excusa es el Día del Niño yla necesidad es la de juntaralimentos para atender las ur-gencias de los comedores del

barrio. Pero ni una ni otra cosa es lo que re-almente convoca a todos los que acá están,listos y sonrientes. La fiesta, la verdadera,es poder concretar esa puesta en escena deuna salida concreta contra los discursosmediáticos que transforman a los niños yadolescentes del barrio en potenciales de-lincuentes. Acá esa puerta tiene nombrepropio: hip hop. Y se expresa mediante elrap, el breakdance, los graffitis, los dj’s yhasta con el básquet callejero. Todo esemenú alberga este domingo el club Los In-dios de Moreno, en el oeste bonaerense yen el marco del festival que organiza laCentral Única de Favelas (cufa).

Esta entidad tiene su origen en Brasil yya se expandió a varios países de Latinoa-mérica. Según su propia definición, la fun-ción de cufa “es organizar, incentivar ylegitimar el discurso de las comunidadesde la periferia” y a la vez actúa como “cen-tro de producción cultural procurando for-mar e informar a ciudadanos, principal-mente a jóvenes, ofreciéndoles nuevasperspectivas de inclusión social a travésdel deporte y del hip hop”.

Uno de sus fundadores es el rapero mv

El mejor remedioENCUENTRO DE HIP HOP EN MORENO

De la mano de Mustafá Yoda, la Central Única de Favelas llegó a Moreno paraorganizar una fiesta y recaudar alimentos para los comedores del barrio.

Mustafa Yoda: www.sudametrica.com/Graffitis Cabe: http://www.flickr.com/photos/cabe_bascrewBreak dance: http://www.youtube.com/watch?v=VV6bOT0j7kIMail : [email protected]

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licía lo hostigaba”. La doctora Heredia agre-ga: “David Hayes estaba detenido el 2 de oc-tubre y luego contó, en una carta, que vio có-mo le pegaban a Iván en la comisaría”. Esacarta mezcla faltas de ortografía y denunciasconcretas: “Yo bi cuando a Iván le pegabandesde una ventana que está en un baño. Lepegavan barios policias entre eyos estaba eloficial Montesino el comisario Teyeria, queme amenaso de muerte”. El día antes de sudeclaración ante el juzgado, casualmente,David Hayes murió de un puntazo en la cár-cel. Es sólo uno de los cuatro muertos rela-cionados con un caso que parece una pesa-dilla en la que Franz Kafka hubiese sido uncronista de la página de policiales.

Verónica Heredia y Silvia de los Santoslograron llevar el caso hasta la Comisión In-teramericana que tiene 10 años para expe-dirse. Se acusa al Estado argentino por la de-saparición. Y luego llegará el juicio en laCorte Interamericana de Derechos Huma-nos que puede durar otros 4 años. Las abo-gadas opinan que la violación de los dere-chos humanos de los chicos pobres es unapolítica sistemática de parte de los Estados,aunque no estemos en una dictadura. Citana la docente Susana Reyes, ex detenida-desa-parecida: “Estos chicos son los desaparecidosde hoy: todos saben de su existencia, peronadie los ve”. Plantean, además, que a Ivány toda la población de niños, niñas adoles-centes y jóvenes “invisibles” no se les garan-tizan sus derechos. “En el marco de la violen-cia policial, ingresan al sistema penal comoúnica respuesta del Estado a su situación devulnerabilidad que, en ese marco, se agrava”.

Verónica revela que en la Corte Intera-mericana, un abogado le dijo: “Es tan pro-fundo todo lo que plantea este caso, que elsistema judicial internacional no puede di-gerirlo, y entonces lo vomita”. Los policíasacusados fueron sobreseídos por la juezaLiliana Parcio. María ya estuvo con el en-tonces presidente Néstor Kirchner, con Aní-bal Fernández, con Eduardo Duhalde, viajóa Washington y Costa Rica. Esa especie deinutilidad institucional global para hacer al-go ante la impunidad chubutense la dejaperpleja. “Nadie da respuesta de nada” ra-zona en su casa de cartón en la comisaría.“Que me vean” dice como si fuese lo mejorque puede lograr, con la foto de Iván sobreel pecho y una determinación que sopla amucho más que 120 kilómetros por hora.

do a la Comisaría 1°”. El móvil sigue enfunciones: lo veo en la puerta de la comi-saría. “La Gendarmería descubrió escritocomo con un clavo, en el zócalo internodel auto, las letras i-v-a-n, como si lo hu-bieran llevado tirado en el piso”.

Iván hacía changas de albañilería. PedroMorales, del Grupo Pro Derecho de los Ni-ños, cuenta: “Al trabajar con chicos supimosdesde siempre de los simulacros de fusila-mientos y amenazas por portación de rostro.O la intención de involucrarlos con hechosdelictivos, un robo de pasacasetes o lo quesea. Iván evidentemente tenía conocimientode cosas que había hecho la policía, porqueademás se hacía cargo de algunos chicos dela calle, los llevaba a su casa a comer. La po-

significa que son clarísimas. Por eso la Cor-te Interamericana ordenó la protección detestigos, familiares y abogados.

La casa de cartón en la comisaría fuehecha por María con cajas de Musimun-do, Skip y Sony, entre otras, sobre las quepegó carteles que informan acerca de loque no dicen los medios ni los funciona-rios: “Mi hijo Iván Torres fue detenido, tor-turado y desaparecido forzadamente porpolicías de esta seccional el 2 de octubrede 2003. El gobierno provincial y nacionalno quieren reconocer su desaparición for-zada por sus policías y hasta el día de hoynadie lo busca. En esta comisaría matarona dos chicas. Mi hijo Iván lo vio por eso lodesaparecieron y David Hayes cargó loscuerpos. Por eso lo mataron”.

Una puerta de la comisaría se golpeasola, violenta, por el viento que afueratiene ráfagas de 120 kilómetros por hora:empuja a la gente, impide casi caminarpor la calle, aturde. Todo parece un terre-moto perpetuo. Con sus ojos muy abier-tos, María anuncia: “Conmigo no van apoder. Yo sólo vivo para que me devuel-van a mi hijo”.

Iván Eladio Torres desapareció a los 26años, el 2 de octubre de 2003. La abogadade María, Verónica Heredia, explica que“fue levantado por el móvil policial 469en una plaza del centro, y llevado deteni-

aría no vive en un rancho, si-no en dos. Uno está en un ce-rro de Comodoro Rivadaviaque mira hacia el mar. Estáconstruido con una mezcla

de tierra, ladrillos y optimismo: que elsuelo arcilloso no se desbarranque. El otrotiene como única vista la Mesa de Entra-das de la Comisaría 1°. En ese hall capazde competir con cualquier freezer de mar-ca, María construyó una casita con cajasde cartón, para acampar ante sus acusa-dos. Tras las cajas tiene una pequeña coci-na a garrafa, una cama, dos sillas, una me-sita, pava y yerba.

“Mire cómo me tiran cosas acá adentro”,dice señalando a agentes que miran paraotro lado esforzándose por ignorarla. Mues-tra cigarrillos apagados que arrojaron sobresu cama, papeles viejos, basura. Sonríe, conlos ojos muy abiertos, y una especie de vi-talidad hecha de desesperación, nacida deun dato: su hijo está desaparecido.

El caso llegó a la Corte Suprema en Ar-gentina, y a nivel internacional a la Comi-sión y la Corte Interamericana de Dere-chos Humanos. No se logró saber de Iván,ni enjuiciar a los culpables de su desapari-ción. Sólo se ordenó protección hacia losinocentes, como María, que tiene guardiapermanente de la Prefectura frente a su do-micilio “oficial” en el cerro, para cuidarlade la policía, curiosidad poco curiosa enestos pagos donde hay denunciadas al me-nos 20 desapariciones en los últimos años,y donde metódicamente aparecen cuerposacribillados y mutilados, NN, cadáveresanónimos. En el caso Iván, en particular,cuatro testigos y personas relacionadas conla investigación fueron asesinadas o murie-ron en circunstancias “poco claras”, lo cual

LA DESAPARICIÓN DE IVÁN TORRES

Iván desapareció en 2003 en Chubut. Como la justicia no avanza en este caso quesuma cuatro testigos muertos, su madre vive en el hall de la comisaría denunciada.

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La justicia de cartón

La casa que María Millacura armó en el hall de la Comisaría 1° de Comodoro Rivadavia,donde la policía se esfuerza por ignorarla. La Corte Interamericana de Derechos Humanos

ordenó al Estado proteger a familiares, testigos y abogados. Pero Iván sigue desaparecido yMaría quiere mostrar lo que todos ocultan: la violencia institucional contra la pobreza.

En www.lavaca.org se encuentra elcaso completo, con el trabajo presen-tado por las doctoras Heredia y De losSantos ante el Grupo de Trabajo deDesaparición Forzada o Involuntaria dePersonas, de las Naciones Unidas.

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y Cartas a una profesora (obra colectiva deestudiantes italianos que hacía toda unacrítica al sistema y al estilo de educación).“Estaban la obras de Piaget, Freinet y Lodi,no casualmente prohibidos durante la dic-tadura. En esa línea se armó el equipo. Sieducar es básicamente combinar afecto yautonomía, sintetizaría esa línea pedagó-gica con la frase: amar a los hijos es ense-ñarles a defenderse de nosotros mismos”.

Después de El pueblo que no quería sergris, escrito por Beatriz Doumerc con ilus-traciones de Ayax Barnes y coordinaciónde Augusto, editaron La Ultrabomba, delitaliano Mario Lodi, cuento sobre el patrónPalanca, que fabricaba un brebaje oscuro yluego ultrabombas para hacer la guerraque quería el rey. Patrón Palanca entendióque había que ser Jefe de la Televisión pa-ra poder convencer desde ahí a la gente detodo lo que quería… pero no arruinaremosaquí el último tramo del cuento.

Augusto: “Se editaron 5.000 ejemplaresde cada libro. La editorial no tenía sede fí-sica y era un proyecto cultural indepen-diente de cualquier sector político. Se pu-do hacer con el aporte de Pablo Lijtztain.Cada uno trabajaba en su casa, la coordi-nación y casi todo el trabajo lo hacíamosMirta Goldberg y yo. A pata, librería por li-brería, a pulmón. Los libros circulaban enlas escuelas privadas y públicas, íbamos adar charlas”.

Todavía puede encontrarse en cadaejemplar un díptico destinado a mantenerun vínculo con los chicos y proponer activi-dades. “Nos llegaban las respuestas a unacasilla de correo postal, que íbamos a bus-car de a dos, o más, como medida de segu-ridad y luego contestábamos una por una”.

Las medidas de seguridad eran la vidacotidiana. Augusto era un simpatizante delprt (Partido Revolucionario de los Traba-jadores) e integraba la redacción del quin-cenario Nuevo Hombre, que durante untiempo había dirigido Silvio Frondizi, unode los cientos de asesinados por la TripleA en esos años previos al golpe. “A vecesen mi camioneta se juntaban las pilas dela revista con las pilas de los libros infanti-les. En una oportunidad, me reemplazanen la tarea de ir a buscar la revista a la im-prenta. Van una compañera y un compa-ñero en un Citroën 2cv. Le habían puestouna bomba. El auto voló por los aires pe-ro increíblemente ellos se salvaron porqueal ser un vehículo tan liviano la onda ex-pansiva salió por abajo”.

Entre Pinochet y Susana Giménez

a editorial seguía publicando li-bros como Chile no es cuento, delpropio Bianco con ilustraciones

inolvidables de Tabaré (en la tapa hastahay una premonición del perrito Dióge-nes), pensado para mayores de 12 años. Esuna descripción de la situación chilenabajo Salvador Allende y su vía pacífica alsocialismo, y una denuncia del golpe deEstado coordinado por el ejército de Au-gusto Pinochet en septiembre de 1973, conel apoyo de Estados Unidos. El libro deChile tuvo sus dificultades, y una historia:“Había una foto siniestra de Pinochet, ynadie lo quería imprimir, hasta que dimoscon José Luis Mangieri (fallecido en 2008,editor de La Rosa Blindada). Creo que ninos cobró la impresión. Salió sin pie deimprenta (para no revelar dónde había si-do hecho) y circuló clandestinamente enChile. Luego formó parte de la campañamundial contra la dictadura, y se editó enPortugal, Italia, Dinamarca y Hungría”.

Otro título del que quedan sólo algunosincunables fue El cuento de la publicidad,también ilustrado por Tabaré, sobre cómola publicidad engaña, influye y moldea laconducta de la gente. Entre notables hallaz-gos, pueden verse dos avisos de camisasPerfecta Lew, uno con Carlos Monzón desmoking y otro con su pareja, la joven Su-sana Giménez apenas vestida con una ca-misa. En ambos casos el eslogan es “Lapersonalidad dominante”. El libro planteaque para la publicidad la mujer es, sobre

abía una vez un rey grandeen un país chiquito. En el pa-ís chiquito vivían hombresmujeres y niños. Pero el reynunca hablaba con ellos, so-

lamente les ordenaba. Y como no hablabacon ellos, no sabía lo que querían y lo queno querían, y si por casualidad alguna vezlo sabía, no le interesaba.

Así comenzaba, y así comienza, El pue-blo que no quería ser gris, libro para chi-cos de 6 a 9 años, aunque su difusión en-tre niños mayores, incluidos los quehabitan palacios legislativos, judiciales yejecutivos, sería prudente. El libro narrael conflicto entre ese rey que quería pin-tar todo de gris, y las personas que querí-an las cosas y las casas de colores. Enseptiembre de 1976 la dictadura argenti-na, intitulada Proceso de ReorganizaciónNacional, censuró ese libro y el segundode la editorial, La ultrabomba, “para pre-servar el orden y la seguridad públicos”.Los reyes grandes de los países chiquitos

AUGUSTO BIANCO Y LOS LIBROS PARA CHICOS CENSURADOS POR LA DICTADURA

Los ultralibros

10 AGOSTO 2009MU

habían escapado de los cuentos. “Hay que ubicarse hoy en lo que era

esa época” dice ahora Augusto Bianco, es-critor e inspirador de aquel proyecto co-lectivo que fue la editorial Rompan Fila.“Yo había terminado el secundario mien-tras Fidel entraba a La Habana” dice al re-cordar toda la efervescencia posterior, apartir de mediados de los 60: la politiza-ción y rechazo a las dictaduras en el con-tinente, Mayo en Francia, el Cordobazo,Salvador Allende en Chile, el regreso dePerón y la democracia, Cámpora, la gue-rrilla, la juventud movilizada y luego elgolpe de Pinochet allá, la violencia aquí.“A fines de 1975 había un clima enrareci-do por la represión y los Falcon de la Tri-ple A (escuadrones de la muerte creadospor José López Rega), que patrullaban lascalles con los caños de las armas sobresa-liendo de las ventanillas. No lo sabíamospero teníamos por delante un espacio ín-fimo. Tampoco previmos la gravedad delo que se venía”.

Cuando los Citroën volaban

ompan Fila se largó pese a todo.“La intención era llenar un hueco.En pedagogía anti-autoritaria no

había nada. Nada que tuviera como obje-tivo rendir culto a la autonomía; queapuntara a formar mentes críticas, devotasde la verdad que a cada edad el niño pue-de comprender y asumir. No había casinada que fuera capaz de responder conhonestidad a las preguntas de los chicos,preservando y estimulando la curiosidady sensibilidad de cada uno. La intelectuali-dad progresista empezó a llenar ese huecocon la creación de escuelas privadas comoCasa de los niños, Jean Piaget o MundoNuevo, en cuya fundación participaron ti-pos como Fernando Ulloa y Gregorio Kli-movsky”, uno psicoanalista, otro epsite-mólogo, aunque en cada caso las etiquetasparecen tan chicas.

Augusto recuerda la influencia de losprimeros libros del brasileño Paulo Freire

H

Rompan Fila fue una editorial prohibida por la dictadura, que ordenó secuestrarsus libros “para preservar el orden”. Dos de sus cuentos para chicos fueron ahorarescatados. La historia de estas joyas, tan vigentes como hace 30 años, que hablansobre el poder, la publicidad y la gente que no quiere ser gris.

R

L

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todo, un objeto. Un narigón dibujado porTabaré le grita a Susana otro hit de la épo-ca: “¡Haceme shock!”.

Tras el golpe de 1976 Augusto se enteróde la prohibición de La ultrabomba y Elpueblo que no quería ser gris por un llama-do de Carlos Firpo, de Granica, editorialque cayó bajo el mismo decreto. “Fue unmazazo, ya nadie estaba recibiendo nues-tros libros salvo algunas excepciones comoLibrería Hernández y La Nube”. El equiporespondió a su nombre, Rompan Fila, y sedisolvió rápidamente, incluyendo exiliosvarios. “Hice algunos saltos al Uruguay, ydentro del país, pero permanecí. Me quedaen la memoria la desorientación, la her-mandad y el desahogo de largas charlas deultratumba con Mangieri, Norberto Pérez yRubén Naranjo, tratando de adivinar eldestino que nos depararían los astros”.

Abrir cabezas, o bajar línea

l pueblo que no quería ser gris y Laultrabomba, permanecieron du-rante años en los depósitos de una

empresa, en medio de pilas de herramien-tas. “Nuestras expectativas fueron desafo-radas, no comprendimos que no había es-pacio y no supimos tener más ‘muñeca’como sí la tuvo, por ejemplo, el tano An-drés Cascioli que logró sostener Humordurante años, revista donde confluyó ycreció una cultura de resistencia a la dicta-dura. El proyecto más ambicioso de Rom-pan Fila, que nadie retomó, era una Histo-ria de Latinoamérica escrita e ilustrada porlatinoamericanos, dirigido a preasdoles-centes. Como una especie de Las venas

abiertas de América Latina, de Eduardo Ga-leano, en formato goma de mascar”.

Augusto retomó otro proyecto, la Peque-ña Historia del Trabajo que pudo publicarseya en democracia, y ahora está reescribien-do. “En el pensamiento marxista faltan dosgrandes dimensiones: la psicológica que esindispensable para entender el proceso detoma de conciencia, y la ecológica. Sin re-negar de los aciertos de Marx, necesitamosnuevos instrumentos. Yo los encontré so-bre todo en dos pensadores que años anteshabía mirado con desconfianza: CorneliusCastoriadis y Edgar Morin. Creo que conellos se puede obtener un retrato más rea-lista y complejo del sujeto y de la dinámi-

ca del mundo actual. Se pueden analizarmejor y con más felicidad los formidablesavances obtenidos en Bolivia, en Ecuador,en movimientos como los Sin Tierra deBrasil. Avances asombrosos por la libertadmental”. Augusto sostiene que “en nuestropaís, después de la pesadilla de Menem,De la Rúa y Duhalde, más allá de la acu-mulación de errores en que incurrieron,los Kirchner son también un avance quedebe ser defendido. ¿Qué otra cosa podéshacer cuando escuchás el discurso de Biol-cati en la Sociedad Rural?”.

Bianco escribió también un trabajo so-bre la historia de la Escuela Cossettini, ymás recientemente la novela Todo esto se-

rá tuyo, vertiginoso y fantástico relato quedescubre a un escritor que hasta ahora nose había dedicado a la literatura “adulta”(si tal cosa existe). “La literatura, la novela,es tal vez el único instrumento que te per-mite incursionar en la complejidad huma-na”. Comienza así: “El tren venía por el es-pacio abriendo el universo”. El resto deesa aventura merece ser leído.

¿Qué nexo o qué distancias hay entre aque-llas militancias de los 70 y los estilos actualesde acción?

Hoy puedo decir que éramos militantesde una sola pieza, sin contradicciones,es decir, deshumanizados, en ciertosentido, deformes. Deformados por unexceso de optimismo de la voluntad yuna prácticamente nula presencia delpesimismo de la razón. Hoy sabemosque ambas instancias pueden y debenir de la mano. Nos equivocaremosigual, pero seguramente menos y conmenos sufrimiento.

Augusto sigue desparramando ideas y –loque es más sabio aun– dudas: “La multi-plicación de innumerables núcleos de au-tonomía de los cuales hay tantos ejem-plos, ¿producirá un día un salto decalidad? ¿O se diluirán sin pena ni gloria?¿Cuál es el camino? Como dice Edgar Mo-rin, avanzamos por un archipiélago de cer-tezas en medio de un mar de dudas. Y delas certezas, quizá la principal, la que con-diciona a todas las demás, la grilla quehay que aplicar para leer los hechos políti-cos, es ver si restringen o ensanchan la de-mocracia. Si incluyen o excluyen, si abrencabezas o bajan línea”.

El recorte del diario La Nación, del miércoles 5 de septiembre de 1976, dondese da la noticia de la proibición de los cuentos editados por Bianco. El funda-mento: “El deber ineludible del Poder Ejecutivo de velar por la seguridad pú-blica impidiendo aquellas actividades que puedan alterarla”.

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Si no hay contro

7 marcas no cumplenlas normativas

1 marca tiene ingredientes no autorizados

1 marca tiene más grasa que la autorizada

Se analizaron 19 marcas. En el casode Bif Lito X 12 unidades congeladose comprobó la presencia de salmo-nella, un tipo de bacteria peligrosapara la salud si la hamburguesa noestá suficientemente cocida. Sólo unamarca no cumple con la normativade grasa total, superando el límite delo permitido: Great Value x 4 unida-des supercongelado.En sólo una marca se detectó la pre-sencia de almidón y soja: Whim x 4unidades congelado.La presencia de soja es mayor que loadmitido en la marca Bif Meat x 20unidades congelado. La recomendación general de losespecialistas: “Más vale sequito quecontaminado”. Tanto las hamburgue-sas como los medallones de carne,así como también los alimentos abase de carne picada en general, porser más susceptibles de contaminarseen la faena y manipuleo, deben estarcompletamente cocinados para ase-gurar que cualquier agente patógenosea eliminado.

2 marcas no cumplencon las condiciones microbiológicas

5 marcas no cumplencon las condicionesquímicas

1 marca no cumple con el contenido neto anunciado

De las 15 marcas analizadas por los especialistas, cuatro presentaronun índice de arsénico que excede elpermitido. Ellas son Villa del Sur,Spring Time, Irazu y Uniseis (cuyofabricante respondió que ya la habíaretirado del mercado).Un informe de la Dirección Nacionalde Alimentos señala que mercado delas aguas está dominado por dosempresas: Aguas Danone de Argenti-na SA (53% del mercado) y NestléWaters (30%). Danone es propietariade las marcas Villavicencio, Ser y Villadel Sur, cuestionada en este informe.El descargo de la empresa fue que seencontraba dentro de los plazos pre-vistos para cumplir la nueva normati-va en cuanto a los límites de arséni-co. Y que a fines de agosto “habremosfinalizado las inversiones necesarias”para cumplirlo.

HamburguesasAgua embotellada

El inti, a través de su departamento de Pruebas de Desempeño de Productos decidió poner bajo el microscopio produinfracciones. Salvo su difusión, que el inti realiza a través de su página www.inti.gov.ar y su boletín gratuito Saber Códerechos de los consumidores. Los resultados se envían a las empresas, que pueden presentar un descargo que es pubconsiderar que los productos que están el mercado pueden haber rotado y, por lo tanto, variar su composición. Con u

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ol, hay escrache

13 marcas presentanmateriales extraños

7 no tienen pre corte

19 tienen papel reciclado

Para la evaluación de producto seanalizaron muestras de 19 marcascomerciales. Los ítems analizados porlos especialistas, arrojaron lossiguientes resultados:Composición fibrosa: todos los produc-tos contienen material reciclado endistintas proporciones. Impurezas y materiales extraños: lospresentan en grado elevado las mar-cas Gamuza y Priste.Blancura: El más blanco es Vual Ultra(90,9% de luz reflejado) y el menos,Sulleg Clásico (44,6% de luz refleja-do).Precorte o troquelado: Las marcasque no presentan precorte son Cam-panita Classic, Rohisu, Grand Family,Calypso, Priste (Pack 4 rollos x 30 m),Gamuza Envase Familiar y Vual Ren-didor Económico.Los que más alta cantidad son: Elite,Felpita, Higienol, Campanita, Sulleg,Calypso, Grand Family y Gamuza.

Papel higiénico

Salsa de tomateDe las 19 marcas analizadas, cuatro (Alco, Arcor, La Campagnola ySalsati) cumplen con todas las exigencias vigentes. En las marcasMontenevi, Día, Jumbo, Marolio, San Remo, Coto y Jettro se encontróuna cantidad de mohos superior a la admitida. Ciudad del Lago, Mora y Coto están más diluidos que lo aprobado. Utilizan conservantes no autorizados (benzoato) siete marcas: Carre-four, Ciudad del Lago, Montenevi, Día, San Remo, Coto y Jettro. Contienen tejidos vegetales once marcas: Mora, Noel, Canale, Molto,La Colina, Carrefour, Cica, Ciudad del Lago, Marolio, San Remo y Jettro.Se encuentran colorantes no permitidos (amaranto) en tres marcas:Ciudad del Lago, Coto y Jettro.

MielSe analizaron 43 marcas. El 75 por ciento contienen tóxicos. Detec-taron presencia de mercurio en: Puskella,; La Anónima, Endumel,Alma Pura, Santa Lucía,Mallines de la Costa, Bioway, La Rinconada yReina de la Paz. También encontraron residuos de antibióticos enRodriguez Acacio, Santa Lucía, Reinadita, La huerta Familiar y Reinade la Paz.

LavandinaLas marcas Chocky Concentrada x 1itro, Jerarquía Classic x 1 litro yEspadín Concentrada x 1 litro no cumplen con el porcentaje de dismi-nución de cloro activo admitido por la legislación vigente. Cumplenla normativa Querubín Clásica x 2 litros, Ayudín Concentrada x 1 litro,El Coloso Básica x 1 litro y Clean Line Tradicional x 1 litro.

Estufas tiro balanceadoA diferencia de las estufas de cámara abierta que eliminan todo elcalor al ambiente que calefaccionan, las estufas de tiro balanceado tie-nen un rendimiento térmico (eficiencia) que es bastante inferior y quede acuerdo a las reglamentaciones de ENARGAS, no debería ser inferioral 65% respecto al calor total que pueda aportar el combustible cuan-do trabajan en su punto máximo y para aquellas estufas de menos de5000 kcal/h. Por lo tanto, la estufa de tiro balanceado se trata de unproducto regulado que tiene que cumplir con la normativa vigente. De las 14 marcas analizadas 5 (35.71%) no alcanzan la potencia máxi-ma declarada. De los ensayos y análisis realizados surgen las siguien-tes conclusiones: No alcanzan la potencia máxima declarada, cinco de las marcasensayadas: Vesubio TB 3000, Morris TB 2500, Emege 9030 TB, SigmaTB 3000 y Universal KL 3000.Durante la primera prueba de encendido de las estufas, las marcasVesubio TB 3000, Morris TB 2500, Emege 9030TB y Surrey TB 3.0STfallaron en mas del 50 por ciento de los intentos.La estufa White Westinghouse 039 TB – 30 presenta corrosión severaen todos los componentes de la cámara estanca.

uctos de consumo masivo. Lamentablemente, esta útil tarea no tiene por el momento facultades para sancionar lasómo. Las categorías testeadas se seleccionan en base a los reclamos ante organismos y oenegés de defensa de losblicado junto con el informe final. Transcurridos los 90 días, el inti retira el nombre de las marcas involucradas porustedes, los últimos siete productos que los expertos pusieron bajo el microscopio.

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Sin cámara ni dinero realizó un documental que ya fue visto por más de un millón de personas en Youtube. En 10 minutos logró sintetizar su hipótesis: cómo los laboratorios multinacionales crean, a travésdel pánico, la necesidad de comprar sus productos. El rol de los medios en la expansión del virus. Porqué su generación está a salvo de esa epidemia. Y la pregunta clave que tuvo que hacerle a su padre.

Gripe mediáticaJULIÁN ALTERINI Y SU DOCUMENTAL OPERACIÓN PANDEMIA

Fue al Colegio Francés y estudió en TEA Imagen, donde ahora es profesor. Tuvo unabanda de rock con la que aprendió a perder el miedo. A los 18 años escribió su pri-mer largometraje que tituló 1.695, que es el número de escalones que tiene la To-

rre Eiffel. Se gana la vida como docente y filmando cumpleaños de 15. “Tuve untrabajo en una productora y terminé enfermo, literalmente: me costaba respirar.Este año decidí largar todo y dedicarme a dar clases y disfrutar”. En eso está.

nic

abo

na

via

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siendo los responsables del desbordedel sistema sanitario. Por año muerencerca de 15 mil personas de gripe co-mún. Imaginate si todos los días losdiarios titularan “Hoy la gripe mató 30personas”. Y te lo repite la televisión yla radio a cada hora. Bueno: ésa es laconstrucción que hicieron los mediosen este caso. Todo en esta vida tiene sutasa de mortalidad. Hasta comer ara-ñas tiene su tasa de mortalidad. Pero sivamos a empezar a ahondar en esos te-mas, hagamos hincapié en la preven-ción, no en la paranoia. No estoy paranada en desacuerdo en que se pase lacantidad de spots que quieran sobrecómo prevenir la gripe porcina. Perootra cosa muy distinta es lo que hicie-ron estos tipos. Me acuerdo de un noti-ciero, en prime time, en horario de las8 de la noche, que dedicó todo el pro-grama al tema. La gripe A en la cocina,¿tenemos que salir a comer afuera? Lagripe A en los colegios, ¿los chicos, em-piezan las clases? La gripe A en el fút-bol, el arquero, ¿tiene que usar guan-tes? Terminé gritáando a la pantalla´basta, por favor, decime lo que tengoque hacer, lo que no tengo que hacer ylisto´. A mí me parecía casi cómico, pe-ro al otro día en la Avenida Santa Feveo a una familia con sus cuatro hijos,todos con el barbijo. Y ahí ya no mecausó tanta gracia.

¿Por qué creés que una familia que paseapor la Avenida Santa Fe y que imagino tieneacceso a cierto nivel educativo que le podríadar un espíritu crítico cree al pie de la letra loque le dice ese noticiero?

Porque no puede mirarlo como lo quees: un negocio. La tevé no educa ni en-tretiene. Vende. A los padres les vendelas colas de esas mujeres que nuncavan a tener y a los nenes les vende lascosas que les van a pedir que les com-pren después. Es el precio que tienenque pagar por dejarlos frente a la pan-talla para estar un rato “tranquilos”.

Pero hay una generación que ya no mira tele-visión: la tuya.

Creo que de acá a diez, a lo sumo trein-ta años, la televisión va a dejar de exis-tir. Estoy seguro. Yo estudié en teaImagen y ahora doy clases ahí de reali-zación televisiva y por eso estoy obliga-do a mirar tevé. Pero cuando les co-mento a mis amigos algún programano saben de qué estoy hablando. Ellosven Youtube, a morir. Porque ahí eligenno sólo qué ver sino cuándo. Si vosprendés la tele para saber cómo está eltiempo, tenés que esperar hasta que altipo de tn se le ocurra pasar el informemeteorológico. Pero si vas a Internet,listo: lo tenés al toque. Es lógico enton-ces que la gente prefiera ver lo quequiere en el momento en que lo necesi-ta y no cuando se le ocurra a un geren-te de programación que encima espe-cula con cómo sube y baja el rating.

(Cuarta digresión: Una nota publicada en Pá-gina 12 el domingo 12 de julio daba cuentaque, a pesar de la gripe A, el encendido de latelevisión abierta había bajado 1,2 puntos. Yaprincipios de año los datos de las empresasque miden audiencias alertaban sobre la cri-sis de la pantalla que alcanzaba los niveles deencendido más bajos de los últimos 10 años).

Costo cero

a duración del documental la de-terminó el límite autorizado porYoutube para subir los videos: 10

minutos. “Me quedaron algunas cosasafuera, sobre todo de realización y se notacierto apuro en el relato, pero quería su-birlo ahí porque es el servidor más popu-lar, no el mejor, pero si el más difundido”.

Pregunta de ignorante: ¿usaste cámara?No.

¿Gastaste plata?Fumé mucho. Casi un atado por día.Así gasté en 18 atados.

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Pero algún recurso necesitaste...La voz de un amigo, que grabó el relatoen off.

¿Y para la edición?En mi casa, con mi computadora.

Es decir que para hacer este documental sólonecesitaste una compu, el conocimiento parausarla, un amigo, pulmones, tiempo y la mo-tivación de calmar a tu hermana.

Sí. Y el tiempo lo tuve porque comosoy docente, estaba de vacaciones porla gripe.

¿Y cómo lograste llegar al millón de visitas?No tengo la menor idea. Me acuerdo deque lo dejé subiendo y me fui al cum-pleaños de mi sobrina. Cuando volví yatenía 600 visitas. Al día siguiente misamigos me avisaban que en tal blog opágina de Facebook lo estaban reco-mendando. Y les pedía que agradecie-ran de mi parte. Al final del documentalpuse una dirección de mail y fue increí-ble la cantidad de mensajes que recibí ala semana. Si ves la lista de comentariosde la página de Youtube te das una idea(a mediados de agosto suman 1.489) ysólo tres o cuatro son críticos. Yo valoroa esos pocos porque me dejan pensan-do y me permiten identificar los puntosdébiles que tendría que haber previsto.Pero para mí lo importante es compro-bar que estos diez minutos ayudaron amucha gente a pensar, a generales unaduda más, una pregunta más, a leer en-tre líneas, a debatir el tema, aún cuandono coincida con mi visión. Lo importan-te, también, fue que mi hermana des-pués de verlo tiró los barbijos.

De alguna manera tu documental representalo que toda botella al mar: un acto de fe, deconfianza en el otro.

No tengo por qué pensar que no es así.Yo vivo rodeado de amigos que mili-tan, que tienen un compromiso socialincreíble, que están trabajando hoy porcambiar esta realidad desde partidoschicos y por las ideas en las que creen,no por tener poder. A mí no se me diopor la política, pero si puedo hacer algopor mejorar lo que veo mal, lo hago. Ysé que no estoy solo.

La pregunta clave

o es casual que en lo que lleva es-ta nota escrita no haya tipeadoaún el nombre del entrevistado.

Ahí va: Julián Alterini. El hijo de Atilio Al-terini, decano de la Facultad de Derecho yfrustrado rector de la uba, tras las denun-cias que lo señalaron como funcionariode la dictadura cuando se dio a conocer supaso como asesor jurídico de la Municipa-lidad de Buenos Aires entre 1976 y 1977.Fue el periodista Horacio Verbitsky quienreveló, en mayo de 2006, que bajo su res-ponsabilidad se ordenó “la censatía deuna detenida-desaparecida por no presen-tarse a trabajar”. La defensa de Alterini -alegando que esa medida no fue ordena-da por él- no alcanzó para alejarlo delescándalo, que lo obligó a renunciar a sucandidatura. Julián no elude el tema. “Lapasamos muy mal todos, más por lo hu-mano que por lo político. Pero me sirviópara poder hablar del tema. Me puse a in-vestigar, a conversar con gente que cono-cía a mi papá de esa época, a preguntar. Ytuve así la dimensión no sólo de cuántasvidas cagaron esos milicos hijos de puta,sino de cuántas generaciones quedanmarcadas por una dictadura”.

Se entiende, entonces, que este mucha-cho tuvo la cruel ventaja de haber tenidoque enfrentarse a esa pregunta que su ge-neración todavía no nos hace.

cifras concretas, como para poder comparar.Hablé también con un médico ecuatorianoque tiene un blog. Los contactaba por mail, ydespués los llamaba por teléfono. Así fui ar-mando una hipótesis que luego constaté condatos concretos: el paralelismo increíble quehay entre el comportamiento que tuvo en sumomento la gripe aviar y ahora la porcina.

¿Cúales son esas similitudes?Además de los nombres de los funcio-narios, los laboratorios y el manejo in-formativo de los medios, que es idénti-co, hay una cosa concreta: una regla demarketing muy simple. Primero te creanla necesidad y luego te venden la solu-ción al problema que te crearon. El mar-keting construye el problema. Pasa conlas cosas más simples. Te llenan de pu-blicidad, te bombardean con imágenesque te hacen pensar que vas a estar me-jor si tenés esa cosa y así te generan lanecesidad de comprarla. Pasa con un i-pod y es un problema, porque no lo ne-cesitás pero terminás sintiéndote un im-bécil si no lo tenés. Pero para venderteun medicamento, tienen que generaruna necesidad más peligrosa: tienenque enfermarte. Y de lo que te enfer-man es de miedo. Parece una teoríaconspirativa, pero tenés que ver el nivelde cinismo que tiene esta gente paradarte cuenta de lo que son capaces. En-contré, por ejemplo, una declaración delrepresentante de Roche en Colombia,donde declara que al fin las cosas habí-an cambiado en la región porque se es-taba aburriendo con tanta pasividad. Ylo divertido era la epidemia en México.

Hay un dato concreto que muestra el docu-mental y es la relación entre las campañasde pánico de la prensa y la suba de accionesde las multinacionales Roche y Glaxo, res-ponsables de los remedios para la gripe A.¿Creés realmente que un negocio puede lle-gar a tanto?

Creo dos cosas. La primera, es que nohay una explicación seria sobre porqué la Organización Mundial de la Sa-lud no recomienda remedios genéricospara la cura de la gripe A, sino quemenciona expresamente los medica-mentos por sus nombres comerciales.Esto no tiene ninguna base científica,ni preventiva. Lo segundo, es que asícomo la salud se ha convertido en unnegocio, los medios también. Y esa ló-gica, fundamentalmente en la televi-sión, con la presión del rating medidominuto a minuto, es la que convierte aestos temas en una forma de atar a laaudiencia a la pantalla, porque no sabehacerlo de otra manera. No digo quelos medios formen parte de una cons-piración porque los laboratorios les pa-gan. No me consta. Digo que con la gri-pe porcina encontraron una buena vetapara vender: no les importa más nada.

(Tercera digresión: La denominación genéri-ca de los medicamentos para la cura de lagripe A es la siguiente: oseltamivir en el casode Tamiflú y zanamivir en el caso de Ralen-za. Ningún funcionario ni medio de comuni-cación local utilizó estas denominaciones, locual sería el equivalente a informar que pa-ra curar el dolor de cabeza hay que adminis-trar Bayaspirina. Esta confusión entre marcacomercial y droga farmacológica es unapráctica habitual del marketing de la indus-tria farmacéutica. El caso más notable: elViagra, cuya droga genérica es el sildenafil.A pesar de que está disponible sólo median-te receta médica, su lanzamiento se hizo pri-mero en los medios y con el nombre comer-cial del producto que, semanas después,lanzaría la multinacional Pfizer al mercado).

La tevé ataca

os medios, ¿mintieron o exageraron?En realidad, nunca dijeron nadaque no fuera cierto, al menos la

mayoría. Simplemente lo exageraron aniveles tan tremendos que terminaron

odavía no tiene 22 años, peroya cumplió uno de sus “sue-ños bobos”: tener un hit enYoutube. Lo dijo en broma, enuna reunión de amigos, vaya

a saber cuándo, pero acá está recordándoloahora, con la sonrisa de quien ha logradoganar el pozo de un juego de mesa. “¿Visteque siempre son los japoneses los que lo-gran más visitas en Youtube? Bueno: un díadije que quería ganarles a los japoneses ylo logré”. La frase suena como lo que es: unadolescente contento. Pero esconde lo querealmente representa: ser el director deOperación Pandemia, un documental de 10minutos, que realizó sin cámara ni dinero yque cosechó 1.141. 924 visitas.

(Primera digresión: Pongamos este dato encontexto para tener idea de la seriedad de estacifra: según la Cámara de Control de Medi-ción de Audiencia un punto de rating equiva-le a 31.474 hogares. Esto significa, si no sacomal las cuentas, que la audiencia cosechadapor Operación Pandemia es el equivalente a36 puntos de rating.Telenoche araña 14).

Regalo de cumpleaños

l título, confiesa, es un homenaje aRodolfo Walsh, aunque su fuentede inspiración fue mucho menos

pretenciosa. “Tengo una muy buena rela-ción con mi hermana, que es madre prime-riza y cuida a mi sobrina como a una joya.Un día llego a visitarla y me entrega unbarbijo y el frasco de alcohol en gel. Me di-ce: ´No te preocupes, no nos va a pasar na-da porque ya preparé todo para cuidarnos´.La vi tan nerviosa que me enojé. Lo tomécomo algo personal. Dije ´basta, tengo quehacer algo´. Y lo único que sé hacer es estoporque soy realizador audiovisual”.

Esto es un documental que le llevó on-ce días de investigación y siete de realiza-ción. Y que tenía un plazo de entrega: se lollevó de regalo a su sobrina Bianca el díaque cumplió 2 años, juntos a tres dvd dedibujitos animados del dinosaurio Barney.Era el domingo 19 de julio, el mismo díaque el diario La Nación anunciaba que “laepidemia se mantendrá muchos años”.

¿Qué información se esconde detrás dela pandemia de influenza porcina? ¿Quéinformación no brindan los medios de co-municación masivos? Éstas son las dospreguntas que dan inicio a la investiga-ción que desarrolla Operación Pandemiapara relacionar la histeria mediática conlos negocios de las multinacionales farma-céuticas, protegidos y alentados por im-portantes personajes de la política global.

(Segunda digresión: Los diarios especializa-dos en economía del mundo señalaron queantes de que la Organización Mundial de laSalud declarara “la pandemia moderada”(una verdadera tautología), la situación de losdos laboratorios relacionados con los medica-mentos que se recetan para la gripe A era muycomprometida, “por no decir dramática”, se-gún señala la agencia Reuters. En el caso deRoche, propietaria del Tamiflú, la caída de susacciones era sostenida en los últimos años, conbajas del 8% y en el caso de Glaxo, dueña de lamarca Ralenza, la recesión alcanzaba el 1,5%,con tendencia a empeorar. “Pero llegó la gripey el panorama sufrió una transformación ra-dical. Fue después del fin de semana, el lunes27 de abril, día en que la palabra pandemiaaparecía en todos los medios de comunica-ción, cuando la cotización de las dos empresasse disparó después de varios ejercicios en nú-meros rojos”. El artículo revela un dato más:Roche había anunciado el año pasado que,por las pérdidas, había decidido reducir la pro-ducción de Tamiflú un 68 por ciento. Sin em-bargo, pocos meses después anunciaba que es-taba “preparado” (sic) para entregar losmillones de dosis que le requería en forma ur-gente la Organización Mundial de la Salud).

El negocio del miedo

Los primeros datos los buscó en In-ternet. “Después me llegó un mailde un médico peruano que me tiró

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Operación [email protected]

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Fuimos a la guerra sin genera-les, sin armas y sin escudos”,resume el doctor Jorge Yab-kowski, secretario de la Aso-ciación Sindical de Profesiona-

les de la Salud de la Provincia de BuenosAires, más conocida como Cicop. Según lascuentas que registra esa entidad, sólo en esaprovincia hubo 235 muertes provocadas porla gripe A, convirtiéndose en la zona quemás golpeó la enfermedad, seguida por San-ta Fe, donde se registraron 72 muertes segúnlas cuentas oficiales. Las dos zonas, asegurael doctor Jacovsky, recibieron tarde y mal lasdosis de medicamentos necesarios para eltratamiento de la enfermedad. “En la provin-cia de Santa Fe nos consta que no llegó atiempo. El martes 29 de junio, dos días des-pués de la semana pico del gripe y de laselecciones, ya con Juan Manzur al frente delMinisterio de Salud, Santa Fe tenía en susdroguerías sólo 800 dosis de tratamientospara atender a toda la provincia. En BuenosAires pasó algo similar y la proporción demuertes con respecto a la población generalen los dos casos es idéntica.”

La pregunta que deja flotando es in-quietante: ¿se podrían haber evitado esasmuertes si se hubiera distribuido la medi-cación a tiempo? Responde Yabkowski:“Lo que sabemos es que lo que pasó notiene justificación. Las dosis estaban com-pradas, es decir, el gasto estaba hecho. Nopudimos establecer aun dónde se produjola demora en la distribución. Si fue en laentrega por parte de las droguerías o en elsistema logístico del Ministerio”.

¿O en las elecciones? ¿Cree que el factor elec-toral tuvo alguna incidencia?

Si, en varias cosas. En que no se declaróla emergencia sanitaria, y que no se ha-ble del tema para no pinchar la campa-ña. Y en que la entonces ministra Gra-ciela Ocaña planteara algunas medidasrestrictivas, en lugar de renunciar y de-cir “bueno, me voy porque acá no medejar hacer lo que hay que hacer”. Encambio, se quedó callada y este silenciotuvo un efecto extraordinariamente ma-lo sobre la conducción de la epidemia,

porque al estar callado el Ministerio deSalud no había normas. Y cada zona re-solvía el desastre como podía.

¿Tan importante es el rol del Ministerio de Sa-lud en casos como és stos?

Es cierto que se trata de un Ministerioque está semidestruido o vaciado, queredujo su rol al de una oficina adminis-trativa porque todo el sistema públicode salud está federalizado y se manejaprovincialmente. Pero el hecho de estarpolíticamente callado y sin capacidadde conducción en una situación así esgrave porque declina su única tarea es-tratégica que es la de fijar las políticaspúblicas nada menos. Por eso digo quefuimos a la guerra con pocos elementos

de bioseguridad y sin generales, por-que estaban todos metidos debajo dela mesa por un problema político. Sinarmas, porque no teníamos las dosisnecesarias para enfrentar la epidemia ysin escudos porque tampoco se fijabanpautas para controlar la demanda ex-traordinaria que sembró el pánico.

Las cuentas

n las planillas que en plena batallafue confeccionando el Cicop estánregistrados los decesos que los

profesionales médicos informaban desdecada trinchera. El hospital del municipio

de Malvinas Argentinas, que centralizó loscasos más graves, contabilizó 223 interna-dos y 42 muertes. El Posadas, otro nodobonaerense, tuvo 30 muertos. “Una mues-tra que realizamos en otros 24 hospitalesno dio como resultado 154 muertos. Asíque solo en provincia de Buenos Aires lacifra supera los 300. Pero los teníamos quecontar nosotros, porque las cifras oficialesaún hoy no están completas” .

Si tuviera que identificar el peor momento dela gripe A ¿cuál sería?

Todo empezó el 7 de marzo. Es decir queestamos hablando de un proceso que sepodría haber previsto. En lugar de medi-das, lo que tuvimos fue un largo silen-

Una lectura sobre lo que realmente pasó con la gripe A que traza un cuadro político y sanitario de lo que nospasó. Los negocios detrás de las investigaciones y el mapa del poder en el complejo médico industrial.

ENTREVISTA A JORGE JABKOWSKI

Lo que enferma es la salud

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cio. El pico fue en plena campaña elec-toral: los quince días previos a las elec-ciones. Ese es el momento donde se ten-dría que haber hablado más del tema ycon más claridad. Pero la ministra Oca-ña estaba en los hechos renunciada ylas medidas que tomó fueron muy débi-les. Durante esas dos semanas la de-manda en los hospitales fue alta y grave.Y en algunos se habían tomado medi-das y en otros no. En algunos había unpoco de tamiflú y en otros no.

¿La designación del Hospital de Malvinas Ar-gentinas para centralizar los casos de gripe Ano alcanzó como medida de crisis?

Esa es una decisión política. El munici-pio de Malvinas Argentinas hace 15 añosque está manejado por Jesús Cariglino,que en la última campaña amenazó conpasarse a Unión Pro si no le daban el di-nero para las obras públicas que le habí-an prometido. Bajo su gestión el sistemade salud público se tercerizó. El personalde salud es todo contratado, lo cual paranosotros significa que está en negro. Tie-ne abierto un proceso penal en los tribu-nales de San Martín por sobrefactura-ción al Pami. Y además, un sistema desalud arancelado. Nosotros lo plantea-mos muchas veces: no puede ser quebanquen con recursos y dinero a un cen-tro hospitalario que representa todo loque combatimos. Pero el pacto políticotiene más peso y en el suelo bonaerenselos caudillos mandan.

Todo tiene precio

os profesionales de la salud ¿denun-cian estos problemas?Hay un plan sistemático de des-

trucción de todos los núcleos que se re-sisten. Hay mucho hostigamiento y aco-so laboral que terminan provocando larenuncia de gente valiosa. En muchoscasos hay también una política de perse-cución sindical: prohíben las asambleasy hasta los carteles que las anuncian. Ycuando se pide una reunión con las au-toridades de un hospital, la mayoría delas veces no nos reciben. Pero tambiénhay una complicidad por parte de algu-nos profesionales que tiene que ver conla caja que dejan los protocolos que serealizan en los hospitales públicos.

¿Es decir que los profesionales involucradosen un protocolo de investigación cobran porrealizarlo?

Sí.¿Cobran el protocolo y cobran su sueldo?

Sí.¿Es decir que el hospital público pone la infraes-tructura, los pacientes y paga los sueldos delpersonal especializado, y los que están involu-crados en la investigación son los que cobran eldinero que ponen las empresas para realizarlos protocolos que necesitan para que le autori-

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cen la venta de un medicamento o tratamiento?Es lo que le planteamos en su momentoa la ministra Ocaña: usted es quien pue-de y tiene que prohibir el cobro indivi-dual de los protocolos de investigaciónen todo el sistema de salud público. Nosrespondió irónicamente: “¿Y ustedes, losprofesionales, se lo van a bancar?” Lerespondimos: usted prohiba el cobro ynosotros vamos a empezar a pelear pornuestro salario, como corresponde.

¿De cuánto dinero estamos hablando?Por ejemplo, el protocolo Compas, quese aplicaba en el Hospital de Pediatríade Santiago del Estero sin los controlessanitarios necesarios y que provocó lamuerte de 6 chicos, dejaba 8 mil dóla-res por pibe. Así que multiplicalo por2.500, que eran los pacientes que se ne-cesitaban para cumplir con el contratoy te suma 20 millones de dólares. Escierto que se trata de una investigaciónque requiere una logística carísima, asíque no todo el dinero se reparte entrelos profesionales. Pero es dinero.

¿Quién lo pagaba en ese caso?El laboratorio Glaxo.

¿El mismo que produce uno de los remedioscontra la gripe A?

El mismo. Nosotros denunciamos eseprotocolo en julio del año pasado y enagosto logramos la suspensión. Se trata-ba de una vacuna contra el neumococoque se probaba en niños recién nacidos.

¿Cuánto recibe el profesional por participarde un protocolo experimental?

Depende. Por un protocolo oncológicose pude llevar entre 3 mil y 5 mil dólares.Eso tiene que cubrir todo: no sólo el co-bro del profesional, sino toda la logísticay lo administrativo. Un protocolo comoel que causó el escándalo en el HospitalFernández dejaba por paciente 18 mildólares. Esta es una de las maneras enque se privatiza la salud pública: con elreparto personalizado del dinero.

¿El paciente recibe dinero?No recibe nada. La normativa es quesolo reciben pago los voluntarios sanosque experimentan fármacos.

¿Qué autoridad pública puede regular estetema?

La Administración Nacional de Medica-mentos, Alimentos y Tecnología Médi-ca, anmat. Tiene un director decente,pero poco poder de policía porque nohay una ley nacional que regule este te-ma. Así y todo, en el caso de Santiagodel Estero le aplicó una multa de unmillón de pesos al laboratorio.

La postal amplia

Quién fija las políticas de salud enArgentina?El poder sobre la salud en Argenti-

na lo tiene el complejo médico indus-

L

¿

trial y la corporación sindical, que enrealidad están asociados. Hasta hace al-gunos años el esquema era diferente:las obras sociales financiaban al sectorprivado y el sector privado, a su vez, es-taba centralizado en una serie de capi-tales relativamente intermedios. La se-gunda fuente de financiación eran lasprepagas, que también contrataban alsector privado. Ahora el círculo se ce-rró. En realidad, ya no hay más círculo.La corporación sindical es dueña deprepagas y sanatorios y tiene fuertesalianzas con las droguerías. Hay una in-tegración vertical: el sistema de saludsindical y el privado se integraron enuno solo. Básicamente, toda la legisla-ción que posibilitó este proceso fue san-cionada en tiempos de Carlos Menem.Conclusión: nosotros íbamos ahora ahablar con la ministra Ocaña y planteá-bamos: hay que integrar el sistema esta-tal, capacitar a los trabajadores de sa-lud, hay que tener producción públicade medicamentos. Y ella nos daba la ra-zón. Nos decía que estaba totalmentede acuerdo. Pero no hizo nada.

Insisto, ¿qué se puede hacer por la salud pú-blica desde un Ministerio?

Con un plan estratégico y dinero sepuede hacer mucho.

¿Incluso enfrentar a lo que usted define co-mo “el complejo médico industrial”?

El problema de la salud, en general, esque actualmente el complejo médicoindustrial es extremadamente podero-so. En el mundo tenés dos grandes ac-tores: por un lado, lo que llamamos elcomplejo médico industrial, es decir, launión de laboratorios, prestadores, tec-nología; y por el otro, el capital finan-ciero, representado por las asegurado-ras. Estos dos sectores, a su vez, tienenacuerdos y peleas, porque el complejoasegurador plantea la disminución delos costos para poder tener una mejortasa de ganancia de capital invertido. Yel complejo médico industrial planteael aumento de los costos para vendermás y ganar más. El resultado es queasí se inventan enfermedades. Y nohay que recurrir a teorías conspirativaspara comprobarlo. Basta ver cómo latristeza se transformó en depresión ocómo los chicos inquietos se transfor-maron en pacientes con trastornos deatención.

¿Qué rol juegan los medios de comunicaciónen este esquema?

A nivel local, un diario como Clarín re-presenta lo más funcional al complejomédico industrial. Si todo lo que publi-ca Clarín fuera verdad ya estaríamosviviendo 140 años. La noticia de saludsiempre es “salió el nuevo…”. Es un ca-tálogo. Y así moldea cabezas. Su políti-ca es informar como verdad lo que só-lo es marketing.

No es un bar, pero parece. Porque to-dos los días, desde las 9 de la maña-na, podés tomar un café y acompa-ñarlo con los productos que nospreparan cooperativas y emprendi-mientos que cocinan con gusto a ricoy casero.

No es una librería, pero hay libros ypublicaciones. De autores y editoria-les que sostienen con esfuerzo pro-yectos independientes.

No es una feria, pero hay de todo.Porque de todo se produce en esared increíble que teje la autogestión.

No es un centro cultural, pero si te-nés un rato libre, consultá la agenda de actividades gratuitas,que tenemos en plena cocción.

No es un aula, pero algo aprende-mos. En talleres y grupos de estudio con los que intercambiamosideas y experiencias cada mes.

Es nuestra casa: un espacio en per-manente construcción. Te esperamos con ganas.

Abierto desde las 9 de la mañanaHipólito Yrigoyen 1440, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Tel. 4381 5269

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CATEGORÍA COBERTURA MÁS VERGONZOSA EN TELEVISIÓN

Bajo la consigna Ni olvido ni perdón invitamos a nuestros suscriptores a nominar los candidatos a este premio. La cantidad de respuestas obtenidas y su notable entusiasmo hicieron posible esta selección, por loque agradecemos muy especialmente a los lectores de mu. Éstos son los resultados:

Premios Influenza a la coberturamás vergonzosa sobre la gripe A

Guillermo Andino y Mónica Gutiérrez, del noticiero América 2

Por amplia mayoría los elegidos son:

Por la cobertura periodística desde el hall del Hospital Federico Abete, deMalvinas Argentinas, donde se instalaron con mostrador, barbijo y guantes.Dispusieron también un móvil en el área de terapia intensiva. Luego de serenérgicamente interpelados por los familiares de los allí internados, fueronabruptamente a un corte, tras el cual Mónica Gutiérrez pidió disculpas “aaquellas personas que se pudieron sentir ofendidas”.

CATEGORÍA COBERTURA MÁS VERGONZOSA EN RADIO

Paulino Rodríguez, de Radio Continental

Otro rubro reñido, en el que priorizamos las nominaciones personales, por sobrelas corporativas. De acuerdo a este criterio, el ganador es:

Dada su fluidez verbal, los ejemplos aportados ameritan una edición espe-cial que nuestros lectores no merecen.

Menciones bizarras: A Crónica, por cambiar en su logo la letra “o” por un barbijo.A La Nación online porque todas las notas sobre la gripe A fueron acompañadaspor la publicidad de Swiss Medical.

Premio especial: Al cronista que redactó el artículo publicado por El Litoral del 28de junio. Es una excelente crónica que relata la recorrida por el Hopital Alberdi, deRosario. Rescata la frase de un médico: “Si los medios siguen con el escrutinio diariode víctimas fatales la situación sanitaria se va a agravar por el desborde que gene-ra el miedo”. Ajeno a esta advertencia, el editor tituló: “Dos muertos y centenaresde casos confirmados”. Nuestra solidaridad con este cronista ignoto e ignorado.

CATEGORÍA COBERTURA MÁS VERGONZOSA EN PRENSA GRÁFICA

Marcelo Moreno, periodista de Clarín, por su columna titulada “La indiferenciaoficial no mata al virus de la gripe A”,publicada el domingo 28 de junio, día de las elecciones

Sin duda, el capítulo más reñido. Por ajustado margen, el ganador es:

Mereció especial atención el siguiente párrafo:

“Hasta ahora la población se ha enterado de las medidas preventivas a to-mar y de los síntomas que son de temer a través de los tan denostados me-dios de difusión. Ellos llevan, junto a los médicos y los colegios, la carga deilustrar a los ciudadanos porque no se advierten campañas oficiales de pre-vención. No aparecen avisos publicitarios significativos ni masivos de los or-ganismos de salud, ni en gráfica ni en radio ni en los medios audiovisuales”.(En plena “pandemia”, reclamaba pauta).

CATEGORÍA COBERTURA MÁS VERGONZOSA EN INTERNET

Crítica digital, por la evolución de sus noticias, que cambian notablemente suenfoque según la hora del día

Gracias a la labor de nuestros suscriptores, que nos enviaron el material gráficoque acompaña esta nota, hemos incorporado esta categoría que no habíamos pre-visto originalmente.

El título: Ultimo momento: Afirman que la gripe Acomenzó a descender “hace rato” (las comillas están en el original) Publicado en clarín.com el 4 de agosto, a las 17 horas

Mención especial: A Clarín por su empeño en imitar a la revista Barcelona

Diario Crítica (versión digital)17:05 del 5/8/09

Diario Crítica (versión digital)Medianoche del 5/8/09

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do su discurso, que los únicos perjudicadosson los pacientes. Y él es su portavoz.

El comunicado oficial

a medida de trasladar al centro deMedicina Preventiva alcanza, na-turalmente, a otros profesionales:

los doctores Rubén Gil y Vilma Nassif soncolegas del doctor Beltrán y protagonistasde la marcha que el miércoles 5 de agostoclamó por la vuelta del servicio de Medi-cina Preventiva a la planta original del SanIsidro. “La marcha fue espectacular, vinie-ron casi 250 personas, desde pacienteshasta profesionales. Intenté leer un discur-so, pero a la segunda frase ya rompí a llo-rar. Preferí decir gracias y nada más”.

¿Cuál es la teoría de esta conspiraciónque terminó por desplazarlos? ¿Quién estádetrás de estas decisiones que parecen impli-car desde el intendente hasta los residentesdel hospital? La versión del doctor Beltrán:un grupo de científicos le ofreció al inten-dente un tratamiento del virus Influenza conel cual le garantizaban escasa cantidad demuertes. Y el intendente confió y compró.

“La epidemia de gripe terminó aproxi-madamente el 20 de julio, y nosotros to-davía estamos en el Centro Muñiz”, de-nuncia el médico.

Marcelo Beltrán, Rubén Gil y VilmaNassif aguardan impacientes reunirse conel intendente y acordar su vuelta a la plan-ta central del hospital.

En tanto, las autoridades del hospital de-cidieron responder a las preguntas sobre es-ta denuncia entregando el comunicado queredactaron “ante los erróneos comentariosrecogidos por algunos medios de comuni-cación”. Dice, textualmente:

“Los profesionales del Hospital Centralde San Isidro han implementado un ´proto-colo´ (las comillas son del original) para elmanejo clínico de los pacientes con diag-nóstico presuntivo de Influenza A h1n1 ba-sado en la experiencia de especialistas enEnfermedades Infecciosas y avalados porexpertos en la materia. Por lo tanto, los ´pro-tocolos´ de asistencia médica a diferenciade los ´ensayos clínicos´ son procedimien-tos totalmente diferentes que no requierenotra aprobación que la de la Dirección delHospital si fuera aplicable.”

Y detallan:“Un ensayo clínico, en una amplia

acepción, es un plan experimental en elcual se trata de investigar en forma com-parativa la eficacia y seguridad de unamedicación que aún no ha sido aprobadapor autoridades regulatorias versus un es-tándar de atención médica”. El comunica-do no aclara si de todo esto estaban al tan-to los pacientes.

dentes de Cirugía, que tenían papelespreimpresos, sin firma, y que ya tenían esaorden de aplicarles esos medicamentos”.

El traslado

ntre el dengue y la gripe, el serviciode Medicina Preventiva que dirigeel doctor Beltrán estaba un tanto

dejado de lado. Además, el hospital contra-tó un infectólogo que empezó a encargarsede los tratamientos de dengue y gripe A. Yallí comenzó todo. Una breve cronología:

6 de junio: El doctor Beltrán y varios desus colegas le envían una nota al inten-dente Gustavo Posse denunciando el casoy exigiendo una entrevista. Era el tercerpedido en dos semanas.

7 de junio: Llamado a la dirección delservicio de Medicina Preventiva; el secre-tario de Salud Pública, lee: “Decreto 03 del09, para proteger a los pacientes inmuno-suprimidos de la gripe: Artículo 1: Se tras-ladan los consultorios externos de Diabe-tes y Oncología; Artículo 2: Se trasladatodo el Servicio de Medicina Preventivade la sede central del hospital”.

8 de junio: Trasladan al doctor Beltrány su servicio al Centro Muñiz, a 40 cua-dras del hospital central de San Isidro. Elargumento: proteger a los pacientes inmu-nodeficientes del contagio de la gripe.“Una cosa única en el mundo. El HospitalPosadas, por ejemplo, internó a 250 pa-cientes con neumonía en un mes y tuvoentre 30 y 40 muertos por gripe, peronunca sacó su servicio de Infectología nide hiv”.

Al llegar al Centro Muñíz, su lugar deexilio, se encontraron con vidrios rotos,goteras, humedad en el techo, hongos enlas paredes. Por las protestas, ahora acele-radamente está siendo acondicionado,aunque el doctor Beltrán y sus compañe-ros no pretenden bajo ningún punto per-manecer allí.

“Por definición, no estamos en nuestrohospital. Cualquier tratamiento que no es-té en el hospital y necesite de su infraes-tructura y tecnología, es inferior. Hay pa-cientes que están muy graves y les cuestadeambular de un centro a otro: acá no te-nemos ni rayos, ni laboratorios para tomarmuestras en el momento, como estába-mos acostumbrados a trabajar. Los pacien-tes la están ligando por un castigo que, enverdad, es a nosotros”.

¿Por qué es un castigo lo que parece uncuidado a los pacientes para preservarlosde la gripe A? ¿El doctor Beltrán no hubiesesido trasladado si cesaba con sus denunciasde los protocolos no aprobados? ¿Persecu-ción laboral? El doctor Beltrán dice que nole importan las respuestas: deja claro, en to-

Desde más o menos el 11 dejunio empezamos a notar algoraro en el manejo de los pa-cientes del hospital: se inter-naba a muchos que no esta-

ban graves, ni siquiera con fiebre –síntomaclave de la gripe A–, algunos con un pocode catarro, dolor de cabeza… y los mantení-an en cama durante 24 ó 48 horas. Les po-nían un suero, antibiótico, les daban dosisaltas de corticoides intravenoso y el doblede dosis de Oseltamivir”. Que el doctorMarcelo Beltrán nos hable en términoscientíficos no es más que una licencia pro-fesional que arrastra desde el año 75, allácuando empezó a ejercer en el viejo hospi-tal de San Isidro. Es médico infectólogo y elactual jefe del servicio de Medicina Preven-tiva de ese mismo hospital, con una solaobjeción: hace algunas semanas trabaja acuarenta cuadras de la tradicional plantaubicada frente al Hipódromo. ¿Por qué? Eldoctor Beltrán nos enreda entre corticoidesy oseltamivires, pero nos deja bien claritoque algo raro estaba pasando en el HospitalCentral de San Isidro respecto a los pacien-tes y su medicación.

Veamos: la oms indica, para el trata-miento de la gripe A, administrar corticoi-des sólo en caso de pacientes con shockséptico, y oseltamivir en dosis de 75 mili-gramos cada doce horas, durante cinco dí-as. Esto es, diez cápsulas para el tratamien-to completo. “Cada paciente del San Isidrorecibía, en cambio, 34 cápsulas: el mismotratamiento que tres argentinos juntos”, re-mata el doctor Beltrán mediante matemá-tica pura.

Todos los consensos internacionales ylos nacionales que se estaban aplicando enese entonces avalan el protocolo de la oms.Pero según el doctor Beltrán, en el Hospitalde San Isidro no sólo se estaban aplicandomedicamentos de más: se estaba experi-mentando con pacientes, sin su consenso ysin la aprobación de esos protocolos porparte de la autoridad sanitaria nacional.

Por lo pronto, en la página de la publi-cación El mirador Nacional una nota dacuenta que “desde la dirección del noso-comio el doctor Roberto González juntocon el servicio de Infectología implemen-taron un protocolo” que tiene como obje-tivo “identificar y tratar en forma precozmanifestaciones respiratorias que podríanpasar desapercibidas en un examen con-vencional. Una vez identificado el pacien-te con signos de complicaciones, un trata-miento integral que incluye antibióticos,antivirales a máximas dosis y eventual-mente antiinflamatorios, es iniciado enforma inmediata”.

Según el doctor Beltrán, en los hechos“a los consultorios de gripe los manejabanlos residentes de Salud Mental y los resi-

El experimentoEL TRATAMIENTO DE LA GRIPE A EN EL HOSPITAL DE SAN ISIDRO

El doctor Marcelo Beltrán pidió explicaciones sobre un protocolo experimental. No tuvo respuesta, pero trasladaron su servicio a 40 cuadras. La explicación oficial.

“E L

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a historia comienza así: Ro-dolfo Páramo era un médicopediatra y neonátologo quetrabajaba en el hospital JoséMaría Cullen de la ciudad de

Santa Fe donde hacía 24 horas de guardiacinco días a la semana, incluyendo un finde semana por mes. Pero un día decidió ir-se “para no morir ni ulcerado ni infartado”.El stress provocado no por la cantidad dehoras trabajadas sino por el vértigo de estar“permanentemente tratando de salvar la vi-da de los bebés” hizo que se trasladara a unpueblo de 9.500 habitantes, ubicado al no-roeste de la provincia santafesina, llamadoMalabrigo y considerado “Ciudad Jardín”por el increíble arbolado que despliega. Co-rría el año 1988.

Al poco tiempo de llegar, el doctor Pára-mo descubrió que, paradójicamente, la ciu-dad jardín provocaba en los más chicosproblemas respiratorios. Buscó bibliografíay llegó a una conclusión: los pueblos quese dedican a la agricultura suelen tener pro-blemas de tipo alérgico. El motivo: los agro-químicos.

El tiempo fue pasando y la escena cam-bió. En una población que tenía de 15 a 20partos al mes, acumulaba en un año 12 chi-cos nacidos con diferentes tipos de malfor-maciones congénitas. Algo estaba pasando.El doctor Páramo lo averiguó y le pusonombre propio: Monsanto.

Y si al comienzo de la historia el médi-co pediatra y neonátologo que recién es-trenaba su profesión se tuvo que mudarpara no morir de un infarto, al final de es-

te cuento el mismo médico pediatra y ne-onatólogo -recientemente jubilado- se tu-vo que ir a otra ciudad para no morir dedolor: una ex paciente que había salvadoa los seis años de una meningitis, murióde un cáncer provocado por los agrotóxi-cos. Cuando regresó a Malabrigo decidiósistematizar los casos y estableció los da-tos que hoy citan todos los estudios referi-dos a los efectos nocivos del veneno pro-ducido por Monsanto. Así reportó uníndice de 12 malformaciones sobre cada250 nacimientos.

¿Cuándo comenzó a notar que la población seestaba enfermando por estas causas ?

Al poco tiempo de llegar, fines de los80, comienzo a observar una presenciaelevada de chicos con problemas respi-ratorios. Buscando bibliografía, llego ala conclusión que los pueblos que sededican fundamentalmente a la agricul-tura suelen tener problemas de tipoalérgico referidos a los productos agríco-las. En ese entonces, los silos acopiado-res que pertenecían a la CooperativaAgropecuaria Malabrigo estaban a unacuadra del centro del pueblo. Era sim-ple: debían ser retirados de allí. Enton-ces, comencé a organizar reuniones pa-ra charlarlo. En uno de esos encuentrosle planteo al intendente dos cosas: quetiene que sacar los silos y, además, quelos dueños de esos silos debían hacersecargo de los gastos por los medicamen-tes que los habitantes estaban obligadosa comprar por culpa de las enfermeda-

ca comercial más conocida es Roundup, dela compañía Monsanto. Además de las mal-formaciones, el doctor Páramo comenzó anotar que muchos chicos no cumplían conlos parámetros que marcan el desarrollo yel crecimiento normal establecido. Y apare-cieron lo que define como “los mal llama-dos abortos espontáneos” porque para él setrataba de mujeres con antecedentes tocogi-necológicos normales y en plena edad fértil.“Ni hablar de los casos de cáncer, sobre to-do en gente joven. Personas menores a 50años con patologías oncológicas que no res-pondían a los tratamientos tradicionales ytenían un desarrollo letal de tiempo corto. Ya nosotros nos decían que para la soja se es-taba usando una sustancia que no producíatoxicidad en el ser humano y que al contac-to con la tierra se degradaba y que no teníaacción residual. Monsanto siempre mintióen todo el planeta”, denuncia el doctor.

A Rodolfo Páramo no le gusta que lollamen investigador. “Yo no hice ningúnexperimento de laboratorio”, sentencia.Andrés Carrasco, investigador del Conicety de la uba, sí realizó análisis de laborato-rio. Y los resultados de sus estudios confir-maron que el glifosato daña las célulasembrionarias. Rodolfo Páramo insiste: “Di-rectamente relato lo que me tocó vivir y loque me tocó sufrir. Lo que me importa esque la gente viva bien y no siga exclaman-do ¡por qué dios nos castiga así!”.

El doctor cuenta que le gusta andar enbicicleta. Un día, paseando por el campoobservó una mancha amarilla al costadode la cuneta. Era el resultado de la fumiga-ción. Había llovido y el agua arrastró elherbicida al borde del camino. Y secó to-do. Desde malezas hasta vegetales.

¿Denunció este hecho?Me generó tanta bronca que me pre-senté en la radio local y le pregunté alperiodista si podía hablar. Me fui contodo el material que había recopilado,con los antecedentes del glifosato y latoxicidad. Estuve charlando una horaen la radio.

¿Generó interés esa charla?Se armó un revuelo bárbaro. Y generóque yo me siga informando. Pude ha-blar con el doctor Oscar Scremin, de laUniversidad de Los Angeles, EstadosUnidos. Y lo que detalla Scremin escuánto adn compartimos los seres hu-manos con los vegetales, con los insec-tos y con los vertebrados. El adn setransfiere de generación en generación.Es decir que si se altera el adn ingre-sando venenos lo que se genera es con-taminación crónica persistente y per-manente. Que sería, en otras palabras,una dosis letal media que mata de ma-nera lenta y profunda. Fue entoncescuando comencé a hablar de genocidio.

El 14 de abril de 2008, falleció por un cán-cer provocado por los agrotóxicos una pa-ciente que había salvado a los seis añosde una meningitis. Rodolfo viajó a la ciu-dad de San Lorenzo para no morir de do-lor. Y transformó la bronca en pelea. Esedía inauguró la Asamblea Permanente porla Dignidad en un espacio radial de unafm local. “No tengo cara de piedra comomédico. Atendí siempre chicos y con ellosjugaba. Nunca pude separarlos de mi vi-da”, define con más estilo humano queprofesional, el doctor Rodolfo Páramo.

Fue el primero en denunciar los terribles efectos del glifosato. Los descubrió en Malabrigo, una pequeña locali-dad agrícola al noroeste de Santa Fe cuando lo relacionó con las malformaciones congénitas que allí veía.

RODOLFO PÁRAMO, MÉDICO PEDIATRA

des provocadas por la polución genera-da por los acopiadores de cereales.

¿Cuál fue la respuesta a sus reclamos?Obviamente se rieron. Dijeron que esta-ba loco, que era imposible porque eramuy costoso. Entonces buscamos la for-ma de solucionarlo. Nos reunimos unadocena de personas. Hicimos una solici-tud a la justicia para que sacaran los si-los. Recurrimos a la Defensoría del Pue-blo de la provincia que realizó lasinspecciones pertinentes. A todo esto, yome basaba en un expediente de diezaños atrás, donde la Secretaría de Pro-ducción ordenaba a la cooperativa agro-pecuaria adoptar distintos tipos de me-didas para evitar la contaminación.

¿Con la Defensoría del Pueblo a su favor y conel expediente de la Secretaría de Producciónque los respaldaba, lograron sacar los silos?

Logré primero y antes que nada, queme amenazaran de muerte. Me llama-ban y me decían: “Te vamos a matar,estás loco con lo que nos querés hacergastar”. Pero nunca tuve miedo. Elloscreían que podían seguir haciendo loque quisieran. En el interín muere unamigo que era alérgico a la soja. El diag-nóstico fue: edema angioneurótico re-activo a la soja. Lo redactó el directordel hospital porque era paciente suyo.Y la Justicia llegó detrás de esa muerte.Recién ahí sentenció que los silos debí-an ser trasladados.

¿Sacar los silos de la ciudad fue una soluciónal problema?

Cambiaron los problemas. Comenza-mos a ver nacimientos de chicos con di-versas malformaciones. Antes de esta-blecerme en Malabrigo, había vivido enuna gran ciudad como es Santa Fe y ve-nía de trabajar en un centro donde sedaba una malformación congénita entre2500 a 3000 nacimientos por año. De re-pente me encontré en un pueblo peque-ño, de apenas 9.500 habitantes, que tie-ne entre 15 a 20 partos al mes, con unpromedio de 12 niños al año con mal-formaciones. ¿Qué estaba pasando?En aquella época no sabía definirlo. Encambio, sí habíamos descubierto quepredominaban las malformaciones delneuroeje. Dedujimos que podía ser de-bido a la falta del ácido fólico (es elprotector del desarrollo del sistemanervioso, sobre todo en períodos em-briológicos tempranos) o, en su defecto,a alguna sustancia que lo inhibía.

Pero lo que estaba pasando por Malabrigo erauna multinacional…

Sí: Monsanto. Había comenzado a sem-brar soja transgénica en esta región y uti-lizaba el glifosato (marca Roundup) parafumigar los campos vecinos. Recuerdoque las máquinas autopropulsadas en-traban en la ciudad, inmediatamentedespués de hacer su trabajo y chorrea-ban el herbicida por toda la zona urbana.

Diccionario Monsanto

idrocefalia, acefalia, mielomeningo-celes, agenesia total de pared abdo-minal, agenesia de diafragma, labio

leporino, son todas palabras que, traducidasal cristiano, significan malformaciones con-génitas. El doctor Páramo las atribuye alefecto contaminante del glifosato, cuya mar-

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Un virus llamado Monsanto

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Decí mu, radio

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Y también en:AM 530 La Voz de las Madres: los viernes a las 20Radio Gráfica 89.3: los lunes de 22 a 23Radio Cualquiera, de Paraná: los sábados a las 10FM Compartiendo, de Quilmes: los jueves a las 22.10Radio Futura, de La Plata: los jueves de 13 a 14

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Famatina: cómo dar vuelta la historiaDesde La Rioja, el piquete más alto del mundo contra la minería a cielo abierto.

Patricio Escobar, la crisis y Clarín

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na diseña remeras. La otra,carteras y polleras. La tercera,vestidos, tapados y campe-ras. Entre las tres, zurcen unproyecto al que llamaron Ac-

tivando Diseño, detrás del cual se refugiaese sueño común que pintan con coloresfuertes. Celeste y rojo. Azul y fucsia. Ver-de y naranja. “Cuando estamos las tresjuntas, todos nos miran. De arriba abajoy, a veces, mal”. Estamos en invierno y es-te ramillete de mujeres se convierte enuna primavera que parece fuera de lugar,pero no. Están expresando algo que vamás allá de la ropa, de la moda, del dise-ño. Un mensaje que agitan en sus pren-das con tonos que gritan sin pudor susnuevas alianzas. Es fácil imaginar, enton-ces, que lo que llama la atención no esacolorida armonía que proclaman susprendas, sino su efecto subversivo contralas opresiones. Entre ellas, las del gris, elnegro y el marrón.

Las tres están al borde de los treinta yen sus cortas biografías hay algo en co-mún. Las tres empezaron en la calle. Inésestudiaba Antropología. “Vendía en lapuerta de la Facultad. Desde la mañanahasta la tarde, que entraba a clases. Y a lanoche, me quedaba a las fiestas. Así quemi vida transcurría en la calle Puán”. Na-talia y Lourdes comenzaron en las veredasde Palermo, donde “todo iba bien hastaque un día todo fue mal. Así: sin transi-ción. De un día para el otro nos dejaronsin lugar para trabajar.” La misma escobaque barrió el espacio público las empujó arefugiarse en las ferias que, inmediata-mente, se ofrecieron como opciones en losnegocios y bares de la zona. Debían pagar70 pesos por jornada y competir con re-vendedores que terminaron ahogando lasposibilidades de quienes producen, como

ellas, en forma artesanal. “A nosotras todonos cuesta más caro: desde el taller hastalas telas. No podemos competir con losproductos industriales y, encima, las feriasaumentaban la tarifa cada vez más”. Sincalle y sin ferias, se quedaron con el únicocapital que tenían: la amistad. “Éste es unlaburo muy solitario, al que cada una lededica muchas horas. Y fue una suerte po-der encontrarnos porque nos permite cru-zar datos, experiencias, clientes, estrate-gias. Tenemos mucho en común, perohacemos cosas distintas. Y entonces, cadaesfuerzo suma”. Así aprendieron, juntas, acompartir en lugar de competir.

Noticias de moda

ourdes llegó al diseño huyendo desu trabajo de moza y de la manode su abuela, modista. Comenzó

cuando decidió financiarse unas vacacio-nes en el Sur vendiendo su propia ropa.“Me fue tan bien que me pareció lógico se-guir con esa experiencia acá”. Y aunqueBuenos Aires nunca fue El Bolsón –ni paraella ni para nadie- su entusiasmo sigue in-tacto. “No es mi sueño convertirme en ladiseñadora top. Mañana puedo cambiar yelegir otra cosa. Pero encontré algo queme sirve para sobrevivir y pasarla bien.Para ser independiente. Por eso, lo únicoque no está en mis planes es volver a te-ner un trabajo con horario, jefe, órdenes”.

Aunque las tres coinciden en esa afir-mación de independencia, ya saben queel precio a pagar por conseguirla no esbarato. Dirá Inés, mientras sus amigasasienten con la cabeza gacha: “Hay mo-mentos en que te preguntás por qué es-tás trabajando veinte horas sin parar si loque te proponías era ser independiente.

Tenés que encargarte de la contabilidad,de la venta, del diseño, de las produccio-nes fotográficas, de todo. Y a veces teagota, porque además, al hacerlo todo entu casa, no hay una división clara entretu vida y tu trabajo. Pero somos cons-cientes de que estamos en una etapa deconstrucción, de esfuerzo. Y también quepodemos decidir trabajar un día veintehoras y al otro nada, porque preferimossalir con amigas. No es fácil ni sencillo,pero es mucho mejor a que te quemen lacabeza en un trabajo”.

En sus cabezas arden otras cosas queles permiten crear prendas en las que ex-presan su época. “La moda es una ordenque te da un sistema que te hace creer queporque te vestís de determinada manerasos algo. O alguien. El diseño indepen-diente está creciendo y haciéndose un lu-gar, como puede y donde puede, porquehay gente que ya no cree en eso”. Ellas sesienten hijas y deudoras de estas épocasde diversidad y eso expresan con sus colo-res. No es casual, por ejemplo, que Inés sehaya inspirado en un viaje que hizo porPerú, Bolivia y Ecuador, donde contemplólos colores de los aguayos y descubrió labelleza de “esa forma de reflejar la natura-leza en toda su dimensión”. Sin órdenes yen armónica convivencia. Por eso, cuandose les pregunta cómo vestirían a esta épo-ca, responden: “Con muchos colores. To-dos bien combinados”.

La universidad de la calle

Como ninguna de las tres estudiódiseño, en la calle aprendimosmuchísimo. Vos veías en directo

cómo quedaba la prenda que hacías,dónde tenías que corregirla, qué cosaseran las que más gustaban. Y además,aunque no vendieras todo, te quedaba larecompensa de saber que tus cosas lla-maban la atención”. Es lógico, entonces,que la extrañen y hasta hablen con nos-talgia de esa época que las moldeó. “Lonuestro siempre fue prueba y error y poreso la calle nos daba lo que necesitába-mos para mejorar”. No fue, entonces, unaopción, sino la necesidad la que las obli-gó a pensar cómo seguir. Las tres com-parten ahora lo que se podría llamar unaetapa de profesionalización. Asisten, endiferentes niveles, al curso de Molderíaque es uno de los talleres de ExtensiónUniversitaria que ofrece la Facultad deArquitectura y Diseño de la uba. Encon-traron allí el refugio que necesitaban pa-ra fortalecerse. “El profesor, Ricky Casali,tiene una experiencia práctica que sinto-niza con la nuestra”. Inés también tomóclases de diseño de zapatos en el Museodel Traje y cada una intenta formarse co-mo puede en el difícil arte de llevar ade-lante un emprendimiento autogestivo, alque el mercado todavía le impone un te-cho. “Te exigen diseño, originalidad, cali-dad, pero también precio. Nosotras nopodemos pensar en ningún producto cu-yo costo sea mayor a 80 pesos, porquesabemos que después nos será muy difí-cil venderlo. Pero también sabemos quecada vez hay más gente que busca no es-tar uniformada, que busca diferenciarse,porque en estos años se rompieron unmontón de estructuras y hay más liber-tad. Eso es lo que nos entusiasma”.

También intentaron darle cierta formali-dad al emprendimiento en común, aunquedesistieron de legalizarlo en una cooperati-va. “Mucha burocracia. No queríamos ha-cer un acta todos los meses ni mucho me-nos ser una institución, sino trabajarjuntas. Y decidimos apostar a eso: a nues-tra palabra y nuestro trabajo”. Juntas, en-tonces, están buscando un espacio paracompartir producción, gastos y clientes, enuna zona precisa, que las inspira y contie-ne: el barrio de Once. “Ahí pasamos todoel día, visitando talleres, comprando telas,consiguiendo precios, accesorios”. En esaBabel posmoderna, entonces, están bus-cando el refugio que necesitan para seguirponiéndole colores a sus sueños.

Comenzaron en la calle y aprendieron a diseñar al ritmo de la autogestión. Muchocolor y armónica diversidad caracterizan el estilo que las mantiene unidas.

ACTIVANDO DISEÑO

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Colores unidos

ContactoActivando Diseñ[email protected] de MolderíaFacultad de Arquitectura y UrbanismoPabellón 3 Planta BajaTel: [email protected]

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Dafne, entonces, cuenta sus revelacionesmísticas: “Empecé a creer que mis persona-jes bajan y viven incorporados en mí unosinstantes, para que yo escriba. Cuando es-cribo una novela, es como una suerte deconvivencia, porque mientras la escribo es-toy pensando en ellos, estoy desarrollandoescenas y es un compromiso grande”.

¿De dónde nació todo este combo reli-gioso? ¿A cuento de qué se le ocurre a estamuchacha crear su “alter ego” para dibujarnuevamente su vida de adolescente?. Larespuesta: “Ésta es en la única novela en laque hay una bajada de línea mía, es estetema de la multirreligiosidad y de la acep-tación y de la diversidad. Y se me ocurriócrear a una nena de 13 años que decide cre-er en todo junto al mismo tiempo”.

En la periferia bonaerense las ofrendasumbandistas son relativamente comunes.Caminando por la calle, cuenta Dafne,uno puede encontrar un gallo muerto convelas rojas y negras alrededor, pochoclocon miel en la raíz de un árbol o incluso–y esto debe haber generado más de unaprofanación– una torta adornada con figu-ras espaciales. No sería descabellado decirentonces que la próxima ofrenda Umban-da será el diario de Dafne Mociulsky, yque ese diario misteriosamente aparecerápronto, acompañando un pequeño árbolde manzanas rojas, detrás del sofá camade cierto living de El Palomar.

que se acaricia el límite, porque el ateo nocree en nada, pero si crees en todo, es muyparecido, y se tocan”.

La próxima ofrenda

a Umbanda es una religión animis-ta afro-brasileña, que surgió comouna resistencia de los esclavos afri-

canos en América para conservar su reli-gión original. Para lograrlo y no caer en elgrave epíteto de “herejes”, tuvieron la ge-nial idea de combinar elementos del cris-tianismo con sus ritos africanos originales.En la mitología Umbanda, incorporar unaentidad (las mayores son Olorum, Oxum,Exú, como podrían ser Zeus, Apolo y Heraen la mitología griega) sería el summum, elobjetivo máximo de la vida espiritual; elinverosímil nirvana. Incorporar una enti-dad es permitirle a esa divinidad que tomeel cuerpo y libere el alma para poder en-trar en un orgiástico frenesí espiritual. Y

No es casual que Soledad, la protagonis-ta de la novela, pase su tiempo también es-cribiendo, leyendo e impresionándose porla magia de los distintos cultos que va des-cubriendo. Dafne parece haber usado lanovela como un instrumento literario quela ayude a ir, al menos de manera ficticia,en busca de ese tiempo perdido.

De dios a Enrico Malatesta

uera de la literatura, Dafne estudióCine Documental en la Universidadde las Madres, y el año pasado estu-

vo en el Chaco salteño haciendo un film so-bre una escuela dentro de una comunidadwichi, un lugar en el que “podés tener10.000 pesos y nada en qué gastarlos.”

Dafne cuenta lo que aprendió de cine:“A mí me sirvió estudiar en Madres paraampliar la mirada social, porque no habíahasta ese momento mirado a mi alrede-dor. Aprendíamos más de política que delo que estábamos estudiando. Aprendí adefinirme políticamente: creo que soyanarquista porque soy poeta. Me pareceque es así, en principio, tengo un espíriturebelde. Hace poco leí Entre campesinos deMalatesta, y me emocioné tanto, porqueMalatesta le explica al campesino qué esla anarquía de una manera simple y her-mosa. Es la búsqueda de la belleza social,la búsqueda de la perfección de la convi-vencia, en libertad. Es un sueño. La anar-quía es lo que debería ser si todos nosamáramos, lo veo lleno de poesía y de be-lleza. La anarquía no es tan diferente auna idea de paraíso o mundo ideal delque se habla en cualquier biblia de cual-quier religión”.

Dirán: pero el prototipo de anarquistaes el ateo. “Es raro decir soy anarquista ycreo en dios. Yo lo veo como un todo, co-mo lo completo de lo cual todo forma par-te. De alguna manera todas las religioneslo dan a entender metafóricamente, tie-nen mucho de literatura. La gente deberíadejar de discutir por religiones y ser máscuriosa, que uno vaya al culto del otro aver cómo es la versión de ellos, y que de-je de ser ‘esta versión es la verdad’. Ésa esmi utopía, que deje de haber conflictos,nadie debería someter a otro para quecrea en tal dios. Yo creo en dios de todassus maneras, me gustan todas sus mani-festaciones. Es como ser atea al revés, por-

afne descansa cómodamenteen el sillón de su casa en elbarrio del Palomar, y mien-tras tanto, mordisquea unapequeña manzana roja. Una

de las tantas semillas que va dejando en elpote al costado de sus piernas, se pierdedetrás del sofá. Dafne, inquieta como unaniña que cometió una grave falta, corre arelatarle a su mamá el suceso, y la madre,acariciándole el largo pelo, la tranquilizadiciéndole que no hay nada por hacer: so-lo esperar que crezca un árbol detrás delsillón. Corren las horas, los días y los me-ses y Dafne sigue implorando ver aunquesea, tan solo una pequeña rama trepar porla pared de su living. Tristemente para ella,el árbol nunca aparece. Sin embargo, Daf-ne sigue esperándolo.

Pasaron largos años desde aquella epo-peya infantil, y ahora Dafne tiene 31 años,una buena cantidad de libros publicados,un pequeño hijo y varios proyectos. Se ga-na la vida vendiendo sus libros por la ca-lle, participa de la flia (Feria del Libro In-dependiente), tiene algunas novelas en elguardarropa, y otra a punto de ser editadapor el Octavo Loco: Solitúdine –Soledad enitaliano–, diario personal de una chica de13 años, cuyo paralelo con Ana Frank esinevitable, salvando que el peligro de estapequeña protagonista no es el inhumanoacoso de un estado genocida, sino el drás-tico cambio de su modo de vida: sus pa-dres se ven obligados –por venenosos mo-vimientos financieros– a mudarse deBelgrano a Ciudadela. Soledad, en tanto,descubre secretamente un mundo nuevo,de viajes en colectivo a la escuela –queahora es pública–, de revelación religiosa–se relaciona con umbandistas y harekrishnas–, de convivencia con su mediohermano –que es un riguroso fumador demarihuana–, y de sus primeros enamora-mientos: el carnicero del barrio y un asne-ado compañero de colegio.

A todo esto, el comienzo no fue vano, yDafne, recordando nuevamente el episo-dio de la manzana, se explica: “Siendo chi-ca, tenía un nivel de ingenuidad que ya ro-zaba el límite con la imaginación. Quizásuna mirada inocente sea imaginativa, perono era lo que uno llama ‘tontita’: queríacreer. Esa manera de ver el mundo me fuellevando a escribir”. Dafne, yo no sé si losospecha, pero comenzó a escribir este dia-rio hace ya mucho tiempo. ¿Cómo conti-núa la historia de esta chica que “queríacreer”? Con una adolescencia tumultuosa:“Estaba muy enganchada con la lectura,me llevaba libros por si me aburría en cla-se. No era razonable en esa época, todo pa-só de una manera muy loca, impulsiva. Medrogaba mucho, me gustaba la calle, megustaba salir con mis amigas. Después ter-miné internada en un centro de rehabilita-ción, me escapé y me fui a Bariloche.Mientras estaba internada, mientras estabafugada, no sabés lo que escribí, estabamuy prolífica. Después traté de encontrarnuevamente el tiempo perdido. Me la pa-saba leyendo y escribiendo”.

DAFNE MOCIULSKY

Su novela Solitúdine narra la mudanza de una adolescentede Belgrano a Ciudadela, vía ajuste económico.

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Contacto: duniashka.blogspot.com

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Diario de unasobreviviente

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El 12 de agosto de 2009 la legislatura deNeuquén convirtió en ley, por 26 votos a 9,la expropiación definitiva de la fábrica decerámicos Zanon, que quedó en manos desus obreros organizados en la CooperativaFa.Sin.Pat: Fábrica Sin Patrón.

El 1° de octubre de 2001 los trabajadoreshabían tomado la planta como consecuen-cia del abandono de la patronal.

Los obreros resistieron cinco intentos de de-salojo, y se ganaron el apoyo de la comuni-dad. Hicieron donaciones a escuelas y hos-pitales, abrieron la fábrica a la sociedad.Coordinaron sus reclamos con organizacio-nes sociales y lograron hacer trascender in-ternacionalmente el conflicto. Y dieron tra-bajo: empezaron 260, hoy son 451.

www.lavaca.org

por Carolina Golder

¿Y Julio López?

CARTOGRAFÍAS

La presente edición de nuestro periódico MU sumó el esfuerzo de:Redacción: Claudia Acuña, Sergio Ciancaglini,Mariana Collante, Romina Dalfonso, CarlosMelone, Franco Ciancaglini, María del Car-men Varela y Franco Danussi.Diseño: másSustanciaCorrección: Graciela DaleoIlustración: El Niño Rodríguez, Claudia SmithWebmaster: Diego GassiAtención online: María del Carmen VarelaFotografía: Julieta Colomer y Mónica Bonavia.Impresión: Cooperativa de Trabajo GráficaPatricios. Av. de Patricios 1941 Distribución en Capital: Vaccaro Sánchez y Cía. Moreno 794 9º, CapitalTel/Fax: (011) 4342-4031/32 Distribución en Interior: DISA (DistribuidoraInterplazas SA). Pte. Luis S. Peña 1832/6(1135) Capital. Tel (54 11) 4305-0114/3160MU es una publicación de la Cooperativa deTrabajo Lavaca Ltda. Hipólito Yrigoyen 1440 Ciudad Autónoma de Buenos AiresTeléfono 4381-5269.Editor responsable: Claudia Adelina Acuñawww.lavaca.org

o está nada mal empezar eldía comprobando la existen-cia de Dios. Viajé en el Roca yen el subte sin problemas ysólo ligeramente apretado. Un

insólito viernes de invierno con más de 20grados. Reíte del calentamiento global.

Florida y Diagonal Norte: las jaurías hu-manas, a pie y en coche pugnan por la so-brevivencia. Una petisa mal llevada meempujó así, de prepo nomás porque le en-torpecía su rápido destino (que no era unamaternidad) e intercambiamos una rápiday burocrática puteada, yo a ella por ani-mal, ella a mí por idiota y todos felices.

Después me quedé paradito junto a unbelga acriollado (en Argentina desde 1994 ycon todas nuestras taras) esperando quellegara el bus que nos iba a llevar a pasearpor la Santa María de los Buenos Aires.

Debo admitirlo: en el único lugar dondete encontrás un belga así es en Buenos Ai-res. Charlatán y simpático, con acentuaciónfrancesa tal como en los (malos) chistes, hi-zo que la espera fuese corta dejándolo ha-blar nomás y llegó el micro: doble piso con

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la parte superior sin techo.Ni muy grande ni muy chico, ni muy fi-

no ni muy berreta: un clásico nacional.Pagué los 25 pesos, subí y tuve la prime-

ra sospecha. Si Dios existe, como dije antes,tiene un sentido del humor un poco extra-ño. En la parte superior, los asientos eran be-rretas, plástico de tren suburbano y cinturónde seguridad que más vale no ponerlo aprueba. Me senté lejos del belga porque soyganado al monte.

Auriculares y un clavijero que anuncia-ba traductor en por lo menos 8 idiomas,incluido el español. Segunda sospecha:por supuesto, sí, eso que estás pensando.Funcionaban 4 nomás.

Arrancó suavecito y el que suscribe conauricular puesto para escuchar.

Otra mala noticia: el relato del tour esta-ba grabado pero, ¿cómo coordinar tránsitocon grabación predeterminada? Respuestaargentinísima: fulano/a, usando el ojímetrocomo unidad de medida, apagaba y encen-día la grabación “según correspondiese”.

Y, la mayoría de las veces andábamos alos cabezazos porque no correspondía: “asu izquierda está el Palacio Barolo” y laconfitería El Molino amenazaba caerse so-bre tu cabeza. Los gringos deberían tenerun bolonqui: miraban el mapa, el video yel paisaje y el sujeto con el predicado nocoincidían ni por casualidad.

Pasamos junto al monumento a Garayal costado de la Rosada, que además tieneun retoño de no sé qué árbol de Guernica(la vasca, no la del Sur del Conurbano). Unsudaca inconsistente con tanta simbología,nos miraba desde su colchoncito tirado enla vereda y su pobreza obscena y mejor nime imagino qué pensaba.

El relato grabado inició allí un derroteroque no abandonó: nunca logró definirquién fundó Buenos Aires, según pasára-mos por monumentos de Pedro de Mendo-za o el mencionado Garay. Un problema deadn. Hay que admitir que en el trayecto,Don Pedro tiene más monumentos. Ade-más, el relato no se privó de ningún lugarcomún, no vaya a ser cosa: “destacados ciu-dadanos”, “prohombres de la Patria”, “Luga-res de Arte y Bohemia”, cataratas de nom-bres y datos, calificaciones arquitectónicasmuy divertidas (un mamotreto gigantescode vidrio es “racionalista”, otra que Descar-tes…), lugares con “estatuas muy significati-vas” (En el Botánico… ¿Qué es una estatuasignificativa?... Algo falla en mi cultura per-sonal…). Nunca un comentario del tipo“Buenos Aires es una ciudad empelotada yamada por los porteños y fue cabeza de lamayoría de los quilombos en torno a Ar-gentina” por ejemplo, con un glosario de losmodismos a fin de ilustrar a quien fuere. Elcolor de la Casa Rosada, el edificio de la Ar-mada (¿ése sería un mamotreto “irraciona-lista”?), la plaza de esto y aquello, todo gris,igual, equivalente en importancia y con losmismos matices que una vía del ferrocarril.¿Color, pintoresquismo, análisis social?... No.Nada de eso. Todo es un decir rectilíneo, se-cretarial, que hace como que te explica y note dice nada. Tal vez sea así en todos lados.

En Lomas de Zamora no tenemos de esto. El micro tiene paradas (unas 10) y ahí

meta subir y bajar gringos. Las paradasson para el recambio de pasajeros no másde 30 segundos y después, dale y dale, nofrenaba nunca (salvo por el tránsito). Siviste, viste y si no, los esperamos en lapróxima, amado turista, querido compa-triota. De todas maneras, dos horitas ymedia arriba del cacharro. Ni un agua mi-neral te ofrecen los miseria de la empresa.

El belga se bajó en Puerto Madero. Mehabía contado que laburaba sobre 9 de ju-lio y vivía en Moreno. O sea…

Qué contraste entre Puerto Madero yPalermo Chico. La vieja oligarquía serámedio cocoliche pero algo de gusto, algo,tenía. La nueva tiene un afán arquitectóni-co cuadrilátero, vidriado e impersonal co-mo una canilla de parque.

Igual, lindo ver Buenos Aires desde arri-ba. Esta ciudad emputecedora tiene su en-canto, sin vueltas. Se abre y se cierra, sepinta y está con la cara lavada, se escondetras el verde y te empuja hacia el río, teaplasta y cuando parece que te quedás sinaire, te sopla la cara. Es una ciudad rara-mente bella. Y la belleza rara es irresistible.

Un paseo con un pie en la lógica del ca-pitalismo ordinario y otro en gozar estamina coqueta y atrevida, que se ofrece yse esconde. ¿Vale la pena? No sé.

Yo finalmente corroboré no sólo Diosexiste sino que es argentino: volví en el Roca,rápido, cómodo y sin contratiempos.

Si me viera el belga…

lavaca es una cooperativa de trabajocreada en 2001. Editamos una páginade Internet que todas las semanas di-funde noticias bajo el lema anticopy-right. Mensualmente profundizamosestos temas en mu.

Turista accidental

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