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Nº 36 QUINTA ETAPA 2015 Cuando se cumple un año de la publi- cación de la encíclica social del papa Francisco Laudato Si’, seguimos traba- jando en ella tanto en su profundiza- ción como en su divulgación. Saludamos con alegría su publicación el día 18 de junio de 2015 y nuestro en- tusiasmo por ella sigue en aumento. Cada vez que la releemos descubrimos nuevos matices que nos ayudan a diri- gir nuestro rumbo hacia un mayor compromiso con la madre tierra y con todos los seres que en ella habitan. En concreto nos compromete con el cuida- do de las personas, especialmente con las más pobres y vulnerables. Desde hace muchos años la preocupa- ción por el medio ambiente ha sido un tema de gran importancia para Justicia y Paz y le hemos dedicado jornadas nacionales, publicaciones, artículos, etc. Diríamos que los asuntos que aborda esta encíclica han sido preocupaciones de Justicia y Paz: el medio ambiente, la pobreza y sus causas, los desplazados por cuestiones climáticas, el nuevo or- den económico mundial, la paz, las relaciones comerciales justas… Parte de estas actividades se pueden consultar en www.juspax-es.org. De una manera especial las Jornadas estatales de este año, que se celebraron en Murcia con el título Ecología y ética social , se han cen- tralizado en la encíclica. Durante el trie- nio 2016-2018 mantendremos esta línea de reflexión y actuación principal. Laudato Si’ nos ha mostrado con clari- dad que cuidar la naturaleza es cuidar también a los pobres. El deterioro del medio ambiente y el deterioro social están estrechamente relacionadas. Es una encíclica “global” en la que se insis- te, como una idea transversal que en este mundo todo está relacionado y, por tanto, no hay soluciones parciales: nuestra mirada debe ser integradora. Pretendemos que después de un año, esta encíclica no se considere “amortizada” en los medios ni en nues- tras reflexiones. Por esta razón, forman- do parte del grupo Enlázate por la justi- cia, hemos iniciado la campaña Si cui- das el planeta, combates la pobreza . Ahora que iniciamos el verano, donde parece que nos relajamos en nuestros compromisos sociales y para muchos es tiempo de dispersión, es necesario que nos preocupemos de profundizar en el nuevo estilo de vida que propugna el Papa en la encíclica, sobre todo, tenien- do en cuenta el período de crisis por el que atraviesa España y Europa. Lo hacemos desde la esperanza y el con- vencimiento en una nueva humani- dad desde la que cada persona que re- surge puede revertir esta dinámica de consumo, individualismo, indiferencia ante el sufrimiento, la violencia, la de- predación de recursos naturales… Una persona nueva capaz de mirarse a sí misma con honestidad, capaz de sa- car de sí misma el propio hastío y de iniciar caminos nuevos hacia la propia libertad (LS, 205). Para ello es necesario salir al encuentro del otro, rompiendo la conciencia aisla- da y autorreferencial que hace posible todo cuidado de los demás y del medio ambiente, y que hace brotar la reacción moral de considerar el impacto que provoca cada acción y cada decisión personal fuera de uno mismo (LS, 208). El verano se les presenta a muchos co- mo una oportunidad de consumir que distrae el corazón e impide valorar cada cosa y cada momento. Debemos recu- perar la tradición cristiana que queda muy bien expresada en la frase de San Francisco: “Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las ne cesito poco”. Es un retorno a la simplicida d que nos permite detenernos a valorar lo peque- ño, agradecer las posibilidades que ofre - ce la vida sin apegarnos a lo que tene - mos ni entristecernos por lo que no po- seemos. Esto supone evitar la dinámica del dominio y de la acumulación de placeres (LS, 222). Para ello es necesario que vivamos en paz con nosotros mis- mos, con una serena atención a lo que nos rodea para admirar “la belleza de los lirios” o a detener nuestra mirada en quien sufre, a vivir en paz también con los demás y en armonía con la creación. Esta paz que brota desde dentro no es posible si no estamos en paz con Dios. Todo esto se puede vivir desde la certeza de que tenemos un Padre común que nos lleva a experimentar una fraterni- dad universal y donde sentimos que nos necesitamos los unos a los otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y que vale la pena ser buenos y honestos. Este hombre nuevo, austero, contem- plativo, llena de amor los pequeños gestos de cada día. Es también un amor civil y político que se manifiesta en to- das las acciones que procuran construir un mundo mejor e impregna las rela- ciones sociales, económicas y políticas. Tenemos por tanto un verano por de- lante para seguir profundizando en la encíclica “porque la persona humana más crece, más madura y más se santifi- ca a medida que entra en relación, cuando sale de sí misma para vivir en comunión con Dios, con los demás y con todas las criaturas. Así asume en su propia existencia ese dinamismo trini- tario que Dios ha impregnado en ella desde su creación. Todo está conectado, y eso nos invita a madurar una espiri- tualidad de la solidaridad global que brota de la Trinidad” . (LS, 240) ISABEL CUENCA ANAYA Secretaria General , CG Justicia y Paz Unañodespués dela LaudatoSi’ Nº 39 QUINTA ETAPA 2016

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Nº 36 QUINTA ETAPA 2015

Cuando se cumple un año de la publi-cación de la encíclica social del papa Francisco Laudato Si’, seguimos traba-jando en ella tanto en su profundiza-ción como en su divulgación. Saludamos con alegría su publicación el día 18 de junio de 2015 y nuestro en-tusiasmo por ella sigue en aumento. Cada vez que la releemos descubrimos nuevos matices que nos ayudan a diri-gir nuestro rumbo hacia un mayor compromiso con la madre tierra y con todos los seres que en ella habitan. En concreto nos compromete con el cuida-do de las personas, especialmente con las más pobres y vulnerables. Desde hace muchos años la preocupa-ción por el medio ambiente ha sido un tema de gran importancia para Justicia y Paz y le hemos dedicado jornadas nacionales, publicaciones, artículos, etc. Diríamos que los asuntos que aborda esta encíclica han sido preocupaciones de Justicia y Paz: el medio ambiente, la pobreza y sus causas, los desplazados por cuestiones climáticas, el nuevo or-den económico mundial, la paz, las relaciones comerciales justas… Parte de estas actividades se pueden consultar en www.juspax-es.org. De una manera especial las Jornadas estatales de este año, que se celebraron en Murcia con el título Ecología y ética social, se han cen-tralizado en la encíclica. Durante el trie-nio 2016-2018 mantendremos esta línea de reflexión y actuación principal. Laudato Si’ nos ha mostrado con clari-dad que cuidar la naturaleza es cuidar también a los pobres. El deterioro del medio ambiente y el deterioro social están estrechamente relacionadas. Es una encíclica “global” en la que se insis-te, como una idea transversal que en este mundo todo está relacionado y, por tanto, no hay soluciones parciales:

nuestra mirada debe ser integradora. Pretendemos que después de un año, esta encíclica no se considere “amortizada” en los medios ni en nues-tras reflexiones. Por esta razón, forman-do parte del grupo Enlázate por la justi-cia, hemos iniciado la campaña Si cui-das el planeta, combates la pobreza. Ahora que iniciamos el verano, donde parece que nos relajamos en nuestros compromisos sociales y para muchos es tiempo de dispersión, es necesario que nos preocupemos de profundizar en el nuevo estilo de vida que propugna el Papa en la encíclica, sobre todo, tenien-do en cuenta el período de crisis por el que atraviesa España y Europa. Lo hacemos desde la esperanza y el con-vencimiento en una nueva humani-dad desde la que cada persona que re-surge puede revertir esta dinámica de consumo, individualismo, indiferencia ante el sufrimiento, la violencia, la de-predación de recursos naturales… Una persona nueva capaz de mirarse a sí misma con honestidad, capaz de sa-car de sí misma el propio hastío y de iniciar caminos nuevos hacia la propia libertad (LS, 205). Para ello es necesario salir al encuentro del otro, rompiendo la conciencia aisla-da y autorreferencial que hace posible todo cuidado de los demás y del medio ambiente, y que hace brotar la reacción moral de considerar el impacto que provoca cada acción y cada decisión personal fuera de uno mismo (LS, 208). El verano se les presenta a muchos co-mo una oportunidad de consumir que distrae el corazón e impide valorar cada cosa y cada momento. Debemos recu-perar la tradición cristiana que queda muy bien expresada en la frase de San Francisco: “Yo necesito pocas cosas y las

pocas que necesito, las necesito poco”. Es un retorno a la simplicidad que nos permite detenernos a valorar lo peque-ño, agradecer las posibilidades que ofre- ce la vida sin apegarnos a lo que tene- mos ni entristecernos por lo que no po-seemos. Esto supone evitar la dinámica del dominio y de la acumulación de placeres (LS, 222). Para ello es necesario que vivamos en paz con nosotros mis-mos, con una serena atención a lo que nos rodea para admirar “la belleza de los lirios” o a detener nuestra mirada en quien sufre, a vivir en paz también con los demás y en armonía con la creación. Esta paz que brota desde dentro no es posible si no estamos en paz con Dios. Todo esto se puede vivir desde la certeza de que tenemos un Padre común que nos lleva a experimentar una fraterni-dad universal y donde sentimos que nos necesitamos los unos a los otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y que vale la pena ser buenos y honestos. Este hombre nuevo, austero, contem-plativo, llena de amor los pequeños gestos de cada día. Es también un amor civil y político que se manifiesta en to-das las acciones que procuran construir un mundo mejor e impregna las rela-ciones sociales, económicas y políticas. Tenemos por tanto un verano por de-lante para seguir profundizando en la encíclica “porque la persona humana más crece, más madura y más se santifi-ca a medida que entra en relación, cuando sale de sí misma para vivir en comunión con Dios, con los demás y con todas las criaturas. Así asume en su propia existencia ese dinamismo trini-tario que Dios ha impregnado en ella desde su creación. Todo está conectado, y eso nos invita a madurar una espiri-tualidad de la solidaridad global que brota de la Trinidad” . (LS, 240) ISABEL CUENCA ANAYA Secretaria General , CG Justicia y Paz

Un año después de la Laudato Si’

Nº 39 QUINTA ETAPA 2016

El título de este artículo nos invita a plantearnos unos interrogantes a los que iremos dando respuesta a lo largo de su desarrollo: ¿Existen problemas ambientales importantes en nuestro planeta?...Estos problemas ¿están rela-cionados con la pobreza y la desigual-dad? ¿Qué tiene que ver todo ello con nosotros, con nuestros modos de vida, con nuestra fe?

El papa Francisco, en la encíclica

Laudato Si', responde a estas cuestio-nes y nos invita a reflexionar y partici-par en una auténtica ecología huma-na (LS, 5), porque no hay dos crisis se-paradas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental (LS, 139). Insiste en que el gran desafío es responder a la crisis económica, social y ambiental que hoy amenaza a nuestro planeta y a la humanidad; donde los pobres son las principales víctimas. Nos llama a Es-cuchar tanto el clamor de la tierra co-mo el clamor de los pobres (LS, 49).

Las entidades de coopera-

ción para el desarrollo de la Iglesia Católica: Cáritas, CON-FER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES, desde el año 2012, nos unimos en la inicia-tiva Enlázate por la Justicia con el fin de comprometernos unidas en la erradicación de las causas y consecuencias de la pobreza y, con una única voz, sensibilizar a la socie-dad ante esta situación tan alarmante de dolor y desigualdad que viven per-sonas, colectivos y pueblos.

En este año 2016, desde Enlázate por

la Justicia, las cinco entidades unidas nos queremos sumar a esta misión compartida. Para ello, nos hemos em-barcado en el lanzamiento de la cam-paña Si cuidas el planeta, combates la pobreza, inspirada por la encíclica del papa Francisco Laudato Si’ que desea-mos extender durante los dos próxi-mos años. Con ella pretendemos: con-tribuir a la transformación del actual modelo de desarrollo injusto, insolida-rio e insostenible, colaborar en la construcción de una ciudadanía soli-

daria que esté dispuesta a implicarse y a cambiar sus hábitos de consumo y el estilo de vida, centrado en el tener, así como a cambiar los hábitos y priori-dades en la vida cotidiana.

Queremos que esta campaña sea

flexible y transversal y que pueda adaptarse a las distintas actividades que desarrollemos en todos los ámbi-tos donde estemos presentes, indivi-dual o colectivamente. Y lo queremos hacer, con la vocación integradora que la misma encíclica propone, como ciu-dadanos conscientes, profesionales responsables y/o como agentes de pas-toral.

Somos conscientes de que los pro-blemas socio-ambientales que afectan a la vida de millones de personas en nuestra casa común, nos colocan ante un desafío fundamental que compro-mete toda nuestra vida personal y co-munitaria, asumiendo cambios pro-fundos en nuestra forma de vivir y en nuestro modelo económico.

Como método trabajo, la campaña propone la utilización de un decálogo verde, inspirado en la encíclica y que resume los retos fundamentales a los que nos enfrentamos, como material para la sensibilización y el cambio de actitudes y comportamientos. Decálogo Verde y una breve expli-cación de cada punto

1. Apoyar la causa de los pobres RELACIONES POBREZA-DEGRADACIÓN DE

LA NATURALEZA Los que más sufren los efectos de la

degradación de nuestra casa común son los más pobres. Ambas cosas están íntimamente unidas; se está castigan-do a La Tierra y a los pueblos, vivimos una única y compleja crisis socio-

ambiental. Asumir y apoyar la causa de los pobres es apostar, sin miedos, por la defensa de los Derechos Huma-nos y el cuidado de nuestra casa común.

2. Redescubrir el valor de la sim-

plicidad en tu propia vida IMPORTANCIA DE VALORAR LO SENCILLO

Volver a aprender y redescubrir la grandeza de vivir la vida con sencillez y simplicidad. Valorar lo pequeño; agradecer la vida.

3. Valorar la importancia de los

comportamientos cotidianos

IMPORTANCIA DE LAS ACCIONES COTI-DIANAS-ANIMACIÓN AL CAMBIO DE VIDA

Hay muchas cosas que podemos hacer en nuestra vida cotidiana. ¡No pensemos que no sirven para nada! Participar y promover cambios en la vida diaria de nuestro entorno más próximo: cuidar de los lugares comu-

nes; defender el derecho a la vivienda para todas las per-sonas… 4. Apreciar la diversidad de nuestro mundo

RESPETO A LA DIVERSIDAD Y PLURALIDAD (HUMANIDAD Y

NATURALEZA)

Lo propio de este mundo es la diver-sidad y la pluralidad. Ahí está también la riqueza de nuestra familia humana, una sola familia pero extraordinaria en las múltiples formas de entender la vida y de buscar caminos de convi-vencia. Preservar y cuidar la biodiver-sidad es defender las posibilidades y las condiciones de vida para todos.

5. Animar una conversión perso-

nal, eclesial y comunitaria FOMENTO DEL PENSAMIENTO Y CULTURA

COMUNITARIA

Cambiar las cosas, comenzando por nosotros, pero hay que hacerlo juntos.

A los problemas sociales hay que responder con redes comunitarias y con un fuerte sentido social.

Nos unimos en “Enlázate por la Justicia” con el fin de comprometernos unidas en la erra-dicación de las causas y consecuencias de la

pobreza

La solidaridad es “pensar en términos de comunidad”, que empie-za en la familia y necesita encarnarse en comunidades solidarias y en nue-vas formas de ser y estar.

6. Impulsar las decisiones ne-

cesarias, aunque sean costosas

MOVILIZACIÓN Y FIRMEZA ANTE GO-BIERNOS Y EMPRESAS EN EL CUIDADO DE

LA CASA COMUN

Tomar decisiones con la mayor determinación posible que tengan como objetivo el bien común y no los intereses de unos pocos. Hasta ahora, Gobiernos y empresas han sido los más lentos en reaccionar. Recuperar la capacidad de una política con am-plitud de miras y no con intereses a corto plazo.

7. No supeditar la acción a los

intereses económicos

IMPORTANCIA DE LA ECONOMIA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EL MEDIO

AMBIENTE

Los intereses económicos están prevaleciendo sobre el bien común y

sobre la garantía de los Derechos Humanos de todos y todas. Necesidad de decir “no” a una economía de des-igualdad que mata y destruye la ma-dre tierra.

Construir una política y una eco-

nomía al servicio de las personas y de la vida, con respeto del entorno y de los derechos de las personas.

8. Bucear en la propia tradi-

ción espiritual

EDUCAR EN LO PROFUNDO Recuperar el sentido profundo de

las cosas y de nuestra relación con los demás, con nuestra hermana la ma-dre tierra y con nuestra espirituali-dad. Desde nuestra tradición espiri-tual, contribuir con el diálogo sobre la crisis socio-ambiental que vivimos; una mayor sensibilidad social y am-biental puede transformar y enrique-cer nuestra espiritualidad.

9. Asumir los consensos cientí-

ficos NEGAR LA PROBLEMATICA SOCIO-

AMBIENTAL NO RESOLVERÁ LOS PROBLE-MAS

Mirar con honestidad nuestro alrededor y asumir que hay cosas que tenemos que cambiar. Los estudios científicos coinciden en señalar que los daños y las heridas que dejamos en nuestra casa común son severos y pueden ser irreversibles si no cambia-mos el rumbo.

10. Superar el paradigma tec-

nocrático

TECNOLOGÍA A FAVOR DE LAS PERSO-NAS Y NO AL SERVICIO DEL LUCRO DE UNAS

MINORIAS

La tecnología ha ayudado a resol-ver muchos problemas de nuestro tiempo, pero cuando está al servicio del mercado y del lucro, en las manos de una minoría, sólo genera benefi-cios para ellos y termina excluyendo a personas y castigando nuestra Tie-rra. La fe ciega en el mercado nos ha c o l o c a do e n u n a s e n d a d e “crecimiento ilimitado” no es sosteni-ble y necesita ser cuestionada.

CARMEN LUISA GONZÁLEZ Consejera , CG Justicia y Paz

La Comisión General de Justicia y Paz ha celebrado su jornada anual en Murcia los días 8, 9 y 10 de abril, reca-

yendo la organización en la recientemente constituida Comisión diocesana de esta ciudad. Ecología y ética social es el tema suscitado desde la reflexión de la encíclica Laudato Si’ (Alabado seas) que seguirá constituyendo el foco de atención de Justicia y Paz en el próximo bienio. Sobre este tema también ha girado el Encuentro Catalano-Balear de Justicia y Paz, celebrado el 28 de mayo en Sant Just Desvern, de Barcelona.

La encíclica manifiesta una conmovedora y apasionada defensa de la naturaleza, percibida como creación

amorosa de Dios que expresa su inmensa bondad, belleza y sabiduría. Todo ello se nos da y constituye nuestra vida.

El término ecología integral, que aparece en la encíclica, se refiere a una cultura ecológica que engloba los

aspectos ambientales, económicos, sociales, políticos, religiosos, éticos, etc. Todo está íntimamente relacionado y somos interdependientes con todo lo que existe. Así une los problemas ambientales con el problema humano. Aborda en profundidad el problema ecológico unido a la realidad de exclusión y pobreza en la que vive gran par-te de la humanidad. Une el sufrimiento de las personas más pobres y el sufrimiento de la Tierra como ecosistema global, donde el sufrimiento es producido por la propia actividad humana.

En esta encíclica el papa Francisco señala el itinerario ético y espiritual para cambiar nuestra manera de

ser y de estar en el mundo. Hace un llamamiento urgente para salir de la espiral de autodestrucción y volver a reconstruir la “casa común que Dios nos ha confiado” en beneficio de toda la humanidad y su preservación para las futuras generaciones. Denuncia la codicia e idolatría del sistema capitalista neoliberal y el actual modelo de desarrollo económico, que no tiene en cuenta el desarrollo humano.

Urge, por lo tanto, pasar de la ideología del individualismo, de la competitividad y del cortoplacismo que nos

presenta el sistema dominante a una alternativa solidaria, comunitaria y respetuosa de la naturaleza. Urge pasar a otro estilo de vida más sencillo y austero, en base al principio ético del compartir, la valoración de las pequeñas cosas, la contemplación agradecida del mundo. Urge una revolución de la ternura y la misericordia. Este es el camino para detener la destrucción del medio natural y el deterioro humano, cuidando su fragilidad y reconstru-yendo un mundo feliz para las personas y para el ecosistema común.

Resumen de conclusiones Secretaría Técnica, CG Justicia y Paz

Ecología y ética social

www.enlazateporlajusticia.org

Comisión General Justicia y Paz de España Rafael de Riego, 16, 3º dcha. - 28045 Madrid

Tel. (+34) 91 506 18 28 [email protected] www.juspax-es.org

IBAN ES73 1491 0001 2110 3434 7912 Depósito legal:M-24725-1987

La Comisión General de Justicia y Paz forma parte de

El 7 de septiembre de 2015 se constituyó por iniciati-va de Monseñor Osoro, arzobispo de Madrid, la Mesa de la Hospitalidad de esta diócesis. A la vez que la Comisión General de Justicia y Paz colaboraba con CONFER, Cáritas y la Conferencia Episcopal de cara a una respuesta activa y positiva a la emergencia de los refugiados, nacía la Mesa madrileña. En la Mesa de la Hospitalidad madrileña están presentes la De-legación de Migraciones, Cáritas Diocesana, la Co-munidad de San Egidio, el Servicio Social de los Je-suitas y Justicia y Paz. La Mesa mantiene una inter-locución permanente con las autoridades civiles y ha establecido un mecanismo decidido de coopera-ción para atender el constante flujo de refugiados que llegan a Madrid. La Comisión de Justicia y Paz de Madrid está asumiendo labores de secretaría y ha trabajado muy activamente para la cooperación con los responsables de las comunidades islámicas ma-drileñas. El fruto más relevante ha sido una Encuen-tro Interreligioso en la mezquita de Tetuán. También está trabajando muy intensamente en la sensibiliza-ción de comunidades cristianas y la elaboración de materiales informativos para parroquias.

Construcción de una cultura de paz Min

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El 16 de junio, las instituciones europeas alcanzaron un acuerdo político, plasmado en un Reglamento, para asegurar que los minerales que entran en la UE se hayan obtenido de manera responsable y sin financiar conflictos o violaciones de derechos humanos. Entre los principales puntos acordados están el cumpli-miento obligatorio de requisitos de evaluación de ries-gos para el suministro responsable, según directrices de la OCDE, que tendrán que revisar los importadores de estaño, tungsteno, tantalio y oro -en diferentes produc-tos-, cuyas importaciones excedan de un umbral anual especificado. Existirá una lista indicativa y no exhaus-tiva de zonas afectadas por los conflictos y de alto ries-go. La Comisión revisará el Reglamento y podrá propo-ner medidas legislativas adicionales con la consulta al Parlamento y al Consejo de la UE. Asimismo la Comi-sión animará a otras empresas con más de 500 emplea-dos a informar voluntariamente sobre la obtención de productos que incorporen estos minerales, según la Directiva 2014/95/UE. Aunque es un paso importante, lamentamos la oportu-nidad perdida para incluir en la norma la obligación de transparencia para todas las empresas involucradas en la cadena de suministro de estos minerales, y para haber podido contribuir más significativamente a la vida de las comunidades donde son extraídos, evitan-do el expolio del medio natural en esos lugares.

A principios de otoño se celebrará en Berlín el Congre-so Mundial ¡Desarme! Hacia un clima de paz de la Oficina Internacional por la Paz-www.ipb2016.berlin-. Pretende reunir a organizaciones sociales de diversos sectores, así como a antiguos estadistas y premios No-bel para tratar el tema del gasto militar, a menudo visto como una cuestión técnica, y convertirlo en un amplio debate público que fortalezca el activismo a favor de la paz en la comunidad internacional. Muchas noticias de estos días nos hacen concluir que el mundo está en una nueva fase de tensión, con gra-ves conflictos tanto entre las grandes potencias como dentro de los Estados. Esto hace pensar que las pers-pectivas para el movimiento internacional de paz son pobres. Sin embargo, es precisamente en estos tiempos difíciles de la historia cuando se necesita un fuerte movimiento por la paz para oponerse a peligrosos acontecimientos específicos, como la introducción de robots asesinos o el bombardeo de un mayor número de ciudades. Este movimiento también es necesario para preparar el terreno hacia una sólida cultura de paz, a través de la educación, la defensa de la sociedad civil o la construcción de alternativas.

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La Mesa de la Hospitalidad de la Iglesia de Madrid

La coordinación desarrollada por Cáritas, HOAC, JEC, JOC y Justicia y Paz de cara a la promoción del trabajo decente ha continuado a lo largo del curso, en el que se ha trabajado fundamental-mente en la sensibilización de nuestras entida-des. Fruto de ello es la preparación de la celebra-ción en torno al trabajo decente para el próximo 7 de octubre. Se están difundiendo materiales para su utilización en una vigilia y en todo tipo de actividad reivindicativa. Si ya en 2015 el con-junto de actos por toda España fue extraordina-rio este año confiamos en que sea superior. To-das nuestras organizaciones están convocadas para reunirse y cooperar de cara no solo a la sensibilización de la comunidad cristiana sino a la reivindicación política y social de lo que es la piedra angular de una sociedad justa: el trabajo decente. El origen de esta iniciativa es del papa Francisco y del Consejo Pontificio de Justicia y Paz que reunieron en Roma responsables cató-licos del mundo de la empresa y del trabajo con responsables de la Organización del Trabajo. En España el Movimiento Mundial de Trabajado-res Cristianos encendió la mecha de esta inicia-tiva.

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