Nihilismo y Decadencia en Nietzche

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  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

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    "

    cielo < ~ q u e r r a n

    andar

    con las manos vacas sobre

    la

    tierra, y el realismo

    de

    este

    mundo,

    sobre

    el

    cual es soberano e l Mal,

    el

    espritu inteligente

    y

    _terrible,

    el

    espritu

    de

    la

    autodestrucn

    y

    del no

    ser (Dostoievski,1984:

    II, 845; d Hessen, 1980).

    Importante

    para

    los fines

    de

    la

    comprensin

    filosfica

    del

    nihilismo es

    el

    hecho de que

    la

    perspectiva abierta

    por

    Dostoievski sobre

    el

    escenario

    nihilista a pesar de su gran ira y su categrica

    condena

    del fenmeno,

    en nombre de

    una

    regeneracin

    de los ideales segn

    e l

    espritu evang

    lco-

    encontr un

    observador entusiasta

    en

    Nietzsche, y

    que

    el aferrarse a

    su influencia,

    en Europa,

    dio

    una

    impronta

    decisiva a la literatura

    y

    a

    la

    atmsfera espiritual

    de

    los primeros decenios

    del

    Novecientos

    (cf.

    Schu

    bart, 1939; S estov, 1950).

    i

    46

    7

    Nihilismo y

    decadencia en

    Nietzsche

    Cuando las cosas nos parecen ser slo lo que parecen

    pronto

    parecen ser

    menos an.

    Es

    en la obra dc Nietzsche donde el nihilismo se hace

    objeto

    de una re

    flexin filosfica explcita,

    especialmente en

    los

    fragmentos de

    los

    aos

    ochenta,

    publicados pstumos en la dudosa y controvertida

    compilacin

    a

    voluntad de poder Der Wille

    zur

    Macht),

    en una

    primera edicin en

    1901

    yen una

    segunda,

    de

    ms

    del

    doble,

    en 1906. Con

    Nietzsche, el anlisis del

    fenmeno

    alcanza

    su culminacin, madurando

    una

    conciencia

    histrica

    acerca

    de

    sus ms lejanas races, en el platonismo yen el cristianismo,

    y

    ali

    mentando

    a

    la

    vez la exigencia crtica

    de una superacin de

    los males

    que

    proliferan

    en

    l.

    No

    es,

    pues, una exageracin

    considerar

    a Nietzsche

    como el mximo profeta y

    terico

    del nihilismo, como el que diagnostica

    a

    tiempo

    la enfermedad

    que

    afligir al siglo y

    para

    la cual ofrece

    una

    te

    rapa.

    Pero

    por

    qu camino arrib

    Nietzsche al

    problema del

    nihilismo?

    El trmino se

    encuentra empleado por

    primera

    vez

    en

    los

    apuntes del

    verano

    de

    1880,

    pero

    haca tiempo

    que

    Nietzsche

    haba

    reconocido y de

    tectado, siguiendo el motivo

    de la

    muerte

    de

    Dios, los rasgos distintivos

    del

    fenmeno. Advertido

    como problema

    capital,

    llega

    a

    ser

    el eje tem

    tico

    en

    torno al cual gira su ltima,

    extenuante bsqueda.

    De ello

    intenta

    dar cuenta

    la distribucin

    de

    los

    fragmentos propuesta

    por los editores

    de

    a voluntad de poder,

    cuyo

    primer

    libro,

    de

    los cuatro en los cuales est sub

    dividida la obra,

    tiene por tema

    El nihilismo

    europeo.

    Decisiva

    para

    la

    constitucin del horizonte

    de

    pensamiento

    dentro

    del

    cual

    Nietzsche

    madur su

    sensibilidad

    para

    el

    problema fue

    la lectura

    ju -

    venil

    de Schopenhauer

    y

    de algunos exponentes de la

    escuela del pesi

    mismo,

    en

    particular Eduard von Hartr nann, Julius

    Bahnsen y

    Phlipp

    Mainlander (cf. Mller-Seyfarth,

    1993;

    Invemizzi, 1994;

    Pauen, 1997 .

    En

    47

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    cuanto a Schopenhauer, su importancia en la

    formacin

    de Nietzsche es

    conocida

    y ha sido

    objeto

    de numerosas indagaciones. Sin el

    horizonte

    metaffsico

    que

    se

    abre de par

    en

    par

    con la concepcin

    schopenhaueriana

    de la Voluntad, seran impensables tanto Nietzsche como Wagner, y

    con

    ello, tambin todo lo que ellos han representado para la cultura alemana.

    Con relacin a nuestro problema,

    sera

    necesario

    mostrar

    en qu medida

    la tematizacin schopenhaueriana de la Nada, aunque en ausencia del

    concepto

    de

    nihilismo, ha influenciado la recepcin

    de

    tal

    fenmeno

    en

    Nietzsche.

    En todo

    caso, Nietzsche consi dera el pesimismo schop-en

    haueriano, y el desvelo

    en

    la Nada que alimenta, como una forma de

    nihilismo pasivo, es decir,

    como un

    debilitamiento del poder

    del

    esp

    ritu.

    En un

    fragmento

    pstumo del

    verano

    de

    1880 escribe

    que

    los nihi

    listas tienen como filsofo a Schopenhauef (Nietzsche, 1988: IX 125). Lo

    mismo vale tambin para los desarrollos de la filosofa schopenhaueriana,

    que Nietzsche conOCa bien:

    para

    la filosofa del inconsciente de Eduard

    van Hartmann,

    que

    y utiliza la palabra nihilismo (Hartmann, 1869: 273;

    1890: IJ, 530,532); para el pesimismo de la contradiccin de Julius Bahn

    sen, que califica su propia filosofa como nihilismo y define al hombre

    como una

    Nada consciente

    de

    creando en

    analoga

    con

    Existenz

    el ne

    ologismo

    NihileJ lZ

    (Bahns en, 1931:

    161-162);

    y sobre

    todo,

    para la

    metaf

    sica de

    la

    entropa de Philipp Mainlander, que

    entiende

    la creacin del

    mundo

    y

    la evolucin del universo

    como una suerte

    de autocadaveriza

    cin

    de

    Dios.

    Estos tres pensadores formaron una verdadera y propia escuela del pe

    simismo, y

    transformaron

    el concepto

    -inicialmente despreciado como

    la intuicin barroca de un diletante original- en la denominacin de

    una

    fuerza viviente

    en

    la cultura

    de

    la poca, en una importante Welt-

    anschauung. En

    estos

    trminos

    se

    expresa

    Eduard von Hartmann, al ex

    traer

    un primer

    balance del movimiento ZurGeschichte undBegrundu ngdes

    Pesimismus,

    1880).

    Por

    la influencia

    que iba

    a

    tener

    sobre Nietzsche,

    merece ser

    presen

    tado

    especialmenteMainlander, cuyo

    verdadero

    nombre era

    Philipp

    Batz.

    Inclinado a la especulacin y la poesa, fue un lector apasionado de Scho

    penhauer

    y despus de Leopardi, a los que descubri

    en

    los cas seis aos

    transcurridos en Npoles, entre 1858 y 1863. Su obra capital, La

    filosofa

    e

    l redencin (Die Philosophie

    er

    Er15sung, 1876), tras cierta resonancia inicial,

    fue

    rpidamente

    olvidada, para

    ser

    redescubierta slo recientemente (cf.

    48

    .

    Mller-Seyfahrt,

    1993, 2000).

    Tomando

    como modelo l

    mundo como vo-

    luntad

    y

    representacin,

    la obra

    desarrolla

    un sistema de pensamiento en seis

    partes: Analtica de la facul tad cognoscitiva, Fsica, Esttica, tica,

    Poltica, Metaffsica,}, a las que se aade un apndice sobre la Crtica

    de

    la doctrina de Kant

    y

    Schopenhaucn>. El todo est fundado

    sobre

    una

    ontologa negativa,

    que

    parte del principio segn el cual el no ser

    es

    pre

    ferible al sen,. En la explicacin de

    la

    facultad de conocer Mainlander se

    atiene a la gnoseologa poskantiana de

    Schopenhauer,

    y est,

    como

    ste,

    convencido

    de

    que no conocemos la cosa

    en

    s sino slo apariencias. Sin

    embargo, Mainlander extrae la consecuencia opuesta a la de Schopen

    hauer: la cosa

    en

    s no es identificada

    con

    la voluntad de vida Wlle

    zum Leben) schopenhaueriana, la cual es universal, supraindivirlual y est

    ms all de tiempo y espacio, sino, ms bien, con la voluntad de muerte

    Wille zum Tode). Para MainHinder, esta ltima es individual y est en la base

    de

    todos

    los.

    seres. En el vivir de stos est nsito, paradjicamente, un im

    pulso

    de muerte. Pero de dnde brota tal mpetu disgregador? Mainln

    der

    avanza una osada hiptesis teolgiccrmetafsica: la voluntad de muerte

    que es inherente a todo el ser

    depende

    del hecho de

    que

    la sustancia di

    vina -concepto que

    retoma

    de Spinoza- transita desde

    su originaria

    uni

    dad

    trascendente

    a

    la pluralidad

    inmanente

    del mlmdo,

    el cual,

    en dicha

    transicin, recibe su propia gnesis. Mainlander declara: Dios ha muerto

    y

    su muerte fue

    la

    vida

    del

    mundo (Mainlander,

    1996-1999: 1

    108), acu

    ando as por

    primera

    vez una expresin que Nietzsche volver famosa.

    Quien

    mat a Dios no fue, sin embargo, el hombre, no hemos sido noso

    tros,

    como

    afirma Nietzsche, sino que, ms bien, es Dios mismo

    quien

    se

    da muerte, siguiendo el impulso, que le es

    connatural,

    de

    pasar

    del ser a

    la nada.

    F,n realidad, aceptando la prohibicin kantiana segn

    la

    cual nuestra

    conciencia no puede impulsarse

    ms

    all de los lmites de la

    experiencia,

    Mainliinder intenta ser fiel a la inmanena,

    y

    niega, por tanto, que se

    pueda conocer la naturaleza del principio

    divino trascendente. Profesa,

    pues, un atesmo cientfico, segn el

    cual la

    esencia del

    principio

    divino

    es constitutivamente incognoscible.

    Con

    todo, sostiene que,

    desde un

    punto de

    vista regulativo}),

    podemos

    pensar el origen

    del

    mundo como

    si fuera el resultado de un acto de voluntad motivado (MainJander, 1996

    1999:

    l, 322). Se trata del resultado, por as decir,

    de

    una accin de la tras

    cendencia

    -que,

    por lo dems, nos permanece desconocida e incognosci

    49

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    ms precisamente de l act o mediante el cual la trascendencia, es de-

    el sper-ser que est ms all del ser ber-Sen) y

    precede

    al

    mundo,

    se disuelve

    en

    la inmanencia del

    mundo,

    esto es, en

    el

    no-ser

    Nicht-Sen):

    la

    gnesis

    del

    mtmdo tiene origen en la voluntad de Dios de

    pasar

    del s

    per-ser a la nada, es la autocadaverizacin

    de

    Das. Todo lo que vemos

    en

    el mundo

    es

    l:l

    manifestacin de tal voluntad de

    autoanulacin

    Selhst

    ver-nichts-ung).

    Mainlander transforma y ra dicali za, pues, el pensamiento schopen

    haueriano, en

    l

    forma de una

    verdadera y propia

    metafsica

    de la entro

    de la cual deriva con sistematicidad todo su pensamiento: su filosofa

    de la

    naturaleza,

    su filosofa

    de

    la historia sometida a

    la

    ley universal del

    su poltica

    y

    su tica eudaimons tica, que

    sostiene

    la mxima

    de

    la

    virginidad

    y

    recomienda el suicidio como negacin radical de la

    voluntad.

    En

    esta

    eleccin radical Mainlander ve

    la posibilidad de una

    redencin

    de la

    existencia , la desengaada esperanza

    de

    poder al fin mirar en los

    ojos

    de laNada

    absoluta (Mainlander,

    1996-1999:

    1,

    358).

    Con rigurosa coherencia, sin esp erar

    al

    capricho de la

    Madre

    Natura, se

    apresur por s mismo a extinguir

    tal

    esperanza.

    Recibida

    la primera copia,

    recin impresa,

    de

    su obra, en la

    noche

    del SI de marzo al1

    de

    abril

    de

    1876,

    el

    filsofo, de

    treinta.

    y

    cuatro aos,

    no

    deja escapar el momento de

    hacer

    coincidir de

    modo

    definitivo

    su

    vida

    con

    su

    pensamiento, mostrando con

    el

    ejemplo que de las cosas importantes no slo se

    debe

    dar

    demostracin, sino

    tambin

    testimonio:

    se anud una soga al cuello, y se colg.

    Su

    hermana Minna, que lo haba seguido en sus estudios filosficos,

    que haba compuesto con l el drama

    Los

    ltimos Hohenstaufen, y

    que

    ms

    tarde (1891)

    imit su gesto dese sperad o, public en 1886

    algunos

    ensayos

    del hermano como segundo volumen de la obra mayor, segn

    el

    plan pre

    visto

    por

    l

    mismo.

    Dichos ensayos se ocupan

    de

    varios asuntos,

    en

    parti

    cular de filosofia

    de

    la religin uno de ellos dedicado al Budismo) y

    de

    filosofa

    poltica

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    Bourget

    se

    haba formado,

    pero de quien tom distanciajustamente

    con

    esta novela,

    Como

    crtico literario,

    Bourget adquiri notoriedad

    gracias a una serie

    de

    artculos

    en

    los

    cuales describa con

    eficacia los rasgos

    salientes

    de

    la li-

    teratura de

    fin

    de

    siglo,

    usando como

    categoras

    para

    el anlisis

    de

    la so

    ciedad

    de

    l

    poca conceptos que haban hecho fortuna, tales como de

    pesimismo, cosmopolitismo y nihilismo, Los artcuios

    aparecieron

    entre

    e115

    de diciembre

    de

    1881

    y

    ell

    de octubre

    de

    1885,

    con

    el

    ttulo ((Fsychologie

    contemporaine. Notes

    et Portraits , en

    la

    Nouvelle

    -

    me

    hmdada

    en

    1879 por Juliette Adam, que la edit y difundi durante

    dos dcadas en su

    saln

    parisino. En 1883 Bourget recopil

    en

    un libro los

    artculos sobre

    Baudelaire,

    Rcnan, }'Iauhert, Taine y

    Stendhal

    con

    el ttulo

    Essais

    depsychologie

    contemparaine

    (1883),

    yen 1885

    hizo

    seguir

    un

    segundo

    volumen:

    Nouveaux Essais de

    psychologie

    contempurane

    que

    comprende los

    artculos sobre Dumas

    hijo, Lecomte de

    Lisie, los henna.lJ.os

    Goncourt,

    Turguniev

    y AmieL

    La cltica lteraria

    que Bourget practica

    sirvindose

    de o

    que

    llama el

    mtodo

    psicolgico

    describe

    la transicin

    del

    romanticismo tardo

    fran

    cs a

    la modernidad

    y

    ve

    en

    las

    tendencias

    operantes

    en

    la

    literatura

    deca

    dentista

    l reflcdo de

    transformaciones

    que afectan a

    la sociedad

    entera.

    Los

    Essas constituyen un

    lcido

    anlisis de algunas

    de

    las consecuencias

    fatales

    de

    la vida

    cosmopolita (Bourget, 1993:

    439), e

    ilustran

    los

    procesos

    de decadencia

    y de

    descomposicin del

    tejido social, tal

    como se iban

    ma

    nifestando en la

    literatura de

    la

    poca.

    Bourgct hace gravitar su n l i ~ i s

    psicolgico

    de la decadencia en

    torno a algunos temas,

    motivos

    e inte

    rrogantes capitales.

    1) Un

    primer mbito

    es el esttico.

    Bourget

    se

    interroga

    en torno a al

    gtmas cuestiones de

    fondo:

    cules son las funciones y el

    lugar

    del arte en

    el

    proceso

    de

    t r a n s f o r m a c i n ~ s o c i a l

    Cul es el

    papel

    del

    artista frente

    al

    proceso

    de descomposicin

    de

    lars.ociedad

    que

    caracteriza

    la

    vida

    cosmo

    poliTa moderna? Puede el artista,

    frente

    a las tendencias igualitarias

    que

    se imponen

    por

    todas partes,

    mantener

    el primado

    aristocrtico que le

    viene

    de

    la

    conciencia

    acerca de

    su

    tarea

    de

    experimentador

    y creador?

    2)

    Una segunda serie de interrogantes

    gira

    en torno

    a

    la

    perspectiva

    moral: posible,

    adems de describir,

    dar

    una valoracin de

    la deca

    dencia

    de

    la sociedad contempornea?

    Pero

    admitir la posibilidad de

    un

    juicio

    tal, no significa introducir un punto

    de

    vista moral?

    52

    3 Cul es, entonces, la actitud a mantener en

    la confrontacin

    con

    la

    descomposicin

    de

    la

    sociedad y el debilitamiento de

    sus fuerzas vitales?

    Qu hacer frente

    a la

    enfennedad de la voluntad,

    es

    decir,

    la incapaci

    dad

    de dominar,

    por

    medio de un

    principio,

    la

    contradiccin

    que

    emerge

    de

    las pulsiones fisiolgicas?

    Bourget considera

    legtimo el punto

    de

    vista

    del moralista y del poltico, los cuales producen reacciones ante las fuer

    zas

    de la decadencia,

    pero considerd. que

    slo otro

    punto

    de

    vista, el psi

    colgico, es capaz

    de

    ver

    en

    positivo

    la decadencia

    y

    de recoger

    los

    va-

    lores estticos

    que

    ella expresa,

    motivo este que tambin encuentra

    eco

    en Nietzsche.

    Lo

    que hizo famosos los

    Essais de

    Bourget

    fueron especialmente

    las

    cuatro pginas

    finales

    del

    ensayo

    sobre

    Baudelaire,

    el

    primero

    de la serie,

    titulado Thorie de la dcadence (Bourget, 1993:

    13-18). A travs de

    un

    anlisis

    desencantado, Bourget

    reconoce en el pesimismo y en el nihilismo

    de la literatura contempornea el mal del siglo (Bourget, 1993: 438), y

    declara que,

    para

    tomar en serio la enfermedad,

    es necesario

    admitir que

    no

    hay

    remedios

    capaces

    de

    impedirla,

    y

    que,

    por

    tanto,

    conviene

    acep

    tarla

    junto

    con

    los valores estticos que produce

    (Bourget,

    1993: 442), Se

    comprende mejor todo esto si

    se

    tiene presente

    lo

    que Bourget entiende

    por dcadcnce.

    El tnnino

    tiene

    para l dos significados anlogos: uno

    est referido

    a

    la sociedad; el

    otro, al estilo y la

    literatura.

    Tanto la

    sociedad como la len-

    gua

    pueden

    ser

    comparadas

    a

    un

    organismo.

    Se

    tiene

    la

    decadencia

    social

    cuando

    los

    individuos

    que

    componen

    la sociedad se

    vuel.ven

    indepen-

    dientes: Los organismos que componen el organismo total

    cesan

    de su

    bordinar su

    energa

    a la

    energa

    total y

    la anarqua

    que

    se instaura

    consti

    tuye

    la decadencia

    del

    conjunto

    (Bourget,

    1993:

    14).

    De

    esta

    idea de decadencia

    social

    Bourget extrae

    por

    analoga una

    teo

    ra

    de la decadencia

    literaria,

    y la formula en tnninos

    que

    sern retoma-

    dos, casi al pie de la letra, por Nietzsche:

    Una ley idntica

    gobierna

    el desarrollo y la decadencia de ese otro

    organismo

    que

    es el lenguaje.

    Un

    estilo

    decadente

    es aquel en el cual la

    un dad

    del libro se

    descompone,

    para

    hacer lugar a la

    independencia

    de la pgina, la

    pgina

    se des

    compone,para hacer lugar a

    la independencia

    de la frase,

    y

    la frase, para

    hacerlu-

    gar a la independencia

    de

    la palabra (Bourget,

    1993:

    14).

    53

    ,

    ,

    >

    http:///reader/full/henna.lJ.oshttp:///reader/full/henna.lJ.os
  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    5/12

    Seha sugerido hace tiempo (cf. Weigand, 1893; Andler, 1958:

    nI,

    418 ss.)

    v

    se ha

    demostrado ms

    tarde

    con abundancia de

    pruebas, siguiendo una

    nea

    de investigacin indicada

    por Manino Montinar

    cf. Kuhn,

    1992;

    Campioni, 1993,

    2001;

    Volpi, 1995a),

    que

    esta teora de

    la

    decadencia en-

    contr en Nietzsche un lector atento y voraz. Pero, antes de pasar a Nietz

    sche,

    digamos qu consecuencias extrae

    Bourget de sus tesis.

    Pues

    bien,

    frente a la decadencia constaL1. la posibilidad de

    dos

    actitudes: la deca-

    dencia

    puede

    ser afrontada desde

    una

    perspectiva

    moral-poltica o

    bien

    desde una perspectiva que

    llama

    psicolgica. La primera perspectiva,

    aquella segn la cual

    razonan

    los

    polticos

    y los moralistas, apunta a la

    cantidad

    de

    fuerza

    global

    que puede mantener en

    funcin al

    organismo

    social en

    su

    conjunto y en caso de constatar talta o insuficiencia de

    sta,

    extrae de

    ella

    un pronstico de decadencia y busca

    impedirla.

    Opuesto

    al

    punto de vista del

    moralista

    y del

    poltico

    est el punto de vista del psic

    logo:

    su

    inters est dirigido

    no al conjunto, sino a

    la

    simple individuali

    dad

    y

    apunta a

    estudiar la originalidad,

    la irrepetibilidad

    y

    la

    inefabilidad

    de sta, con

    todos

    sus caracteres ms atrayentes

    y

    fascinantes

    y con

    los va

    lores estticos

    que

    producen.

    Medi3.t.te

    la consideracin

    psicolgica

    Bourget

    se

    abre

    un

    acceso

    al

    fenmeno de

    la decadencia que le

    permite

    valorizar sus efectos positivos,

    esto es, sobre todo, los valores estticos que la

    individualidad

    artstica pro-

    duce al hacerse independiente de la sociedad.

    Abierto

    tal acceso, Bourget

    puede

    hacer una apologa

    de

    la existencia experimental

    y

    excntrica del

    literato y

    el

    artista: ste no

    vive

    ms

    que

    de s

    mismo

    y se autojustifica,

    desde el punto de vista psicolgico,

    por

    su

    valor

    intrnseco,

    segn

    el

    principio del arte por el arte. Bourget

    presenta

    luego el punto de vista es

    tetizante de la decadencia como la

    suprema

    equidad del espritu

    y las

    ideas,

    porque

    es capaz de paladearlas

    y

    asimilarlas todas, sin adherirse a

    ninguna,

    produciendo as

    un tesoro ms rico

    de adquisicin humana.

    S

    los ciudadanos de una

    decadencia

    son inferiores como

    obreros

    de la gran

    deza de] pas, no son quizs muy superiores como artistas

    de

    la interioridad

    de

    Sil

    alma? Si son inadaptados para

    la

    accin privada o pblica, no es quizs porque es

    uin demasiado

    adaptados

    al

    pensamiento

    solitario? Si son malos reproductores

    de

    las generaciones futuras, no es quizs porque la abundancia de las sensaciones fi-

    nas y la exquisitez de los sentimientos raros los han hecho virtuosos, estriles pero

    refinados, de la voluptuosidad

    y

    los dolores?

    Si

    son de

    la

    dedicacin pro-

    54

    pa

    de

    la fe profunda, no es quizs

    porque

    su inteligencia

    demasiado

    culta los

    ha

    liberado de los prejuicios

    y

    porque, habiendo hecho la resea de las ideas, han lle

    gado a aquella equidad suprema

    que

    legitima todas las

    doctrinas,

    excluyendo to

    dos los fanatismos? Ciertamente, unjefe germano del siglo era ms capaz de in

    vadir el imperio

    que

    un patricio romano de defenderlo; pero el romano erudito y

    fino, curioso y

    desencantado, como

    el emperador Adriano, por ejemplo, el Csar

    que amaba Tvoli, representaba

    un

    tesoro ms rico

    de

    adquisicin humana (Bour

    get,

    1993:

    15).

    Con esto

    Bourget se

    opone

    a las argumentaciones

    que desde siempre

    se

    hiceron valer

    contra

    el

    punto de vista de

    la

    decadencia, a saber: que lle

    vara a

    la

    perdicin y que no tendra

    futuro.

    Bourget neutraliza la valora

    cin negativa

    del fenmeno

    y

    muestra las razones que penniten com

    prenderlo en los valores estticos que produce.

    El gran argumento contra las decadencias es que no tienen

    mariana y

    que ha

    br siempre una

    barbarie

    que las aplastar.

    Pero la

    herencia fatal de lo exquisito y

    de lo raro,

    no

    es acaso la de no tener razones frente a

    la brutalidad?

    Es lcito ad

    mitir tal

    error

    y

    preferir

    la

    derrota

    de Atenas

    en decadencia

    al triunfo del Mace

    donio

    Volento (Bourget, 1993: 15).

    Mediante una analoga, esta conviccin acerca de

    la

    decadencia social

    y poltica se

    extiende tambin a

    las literaturas

    de

    la decadencia.

    Tampoco estas literaturas tienen

    un

    maana. Desemhocamos

    en

    alteraciones

    del vocabulario, en sutilezas

    de

    palabras

    que

    volvern este estilo ininteligible a las

    generaciones venideras. Dentro de cincuenta aos, por ejemplo, la lengua de los

    hennanos Goncourt no

    s ~

    comprendida ms que

    por

    los especialistas. Qu im

    porta? ese fin

    del

    escritor presentarse como candidato perpetuo

    frente

    al

    sufragio universal

    de

    los siglos? Nosotros nos deleitamos

    con

    lo

    que

    vosotros lla

    mis nuestras

    corrupciones

    estilsticas, y disfrutamos con nosotros, los refinados de

    nuestra raza y de nuestra hora. Se trata de saber si

    nuestra

    excepcin

    no

    es

    una

    aristocracia, y si, en el G'fden de la esttica, la pluralidad de los sufragios no repre-

    senta

    otra

    cosa que la

    pluralidad

    de las ignorancias (Bourget, 1993: 16).

    Emerge de manera evidente

    en

    estas

    lneas

    el

    ideal

    de la

    aristocracia

    es

    ttica que

    Bourget

    cultiva y sobre la base del cual justifica el ideal del

    gran

    55

    ,

    http:///reader/full/Medi3.t.tehttp:///reader/full/Medi3.t.te
  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    6/12

    ,

    artista. Puesto que

    entre individuo

    y sociedad

    existe

    un

    vnculo

    de

    accin

    recproca, la indi-vidualidad que toma distancia del amhiente social ter

    mina

    por cortar el r r i g o ~ e n el terreno del cual extrae las

    propias

    ener

    corre el riesgo de deteriorarse y morir.

    La

    consecuencia ser

    entonces que slo el artista valiente, fuerte

    y

    maduro, de gran personali

    dad

    y creatividad, (Gnseguir practicar la perspectiva de la decadencia y

    afirmar la propia im:U\idualidad, independientemente de la

    sociedad.

    Es

    el caso de

    Baudelaire: fatalmente

    atrado

    por

    la

    "fosforescencia

    del

    ma ,

    tiene la

    fuerza

    yel coraje de proclamarse decadentc y de intentar todo

    lo

    que

    en

    la vida

    y

    en el arte

    pareca morboso y

    artficial a las naturalezas

    (Bourget, 1993: L6 . Es capaz de decaer y arruinarse sin perecer,

    produciendo, por el contrario, valores estticos imperecederos.

    Bourget esboza de este modo una teora de la decadencia social y litera

    en la cual el ideal aris.tocrtico del arte obtiene

    como

    tal

    un a

    justifica

    cin yun

    sentido

    propios, Con su aparicin el artista decadente

    ennoblece

    el escemuio

    y

    extrae de las manifestaciones de decadencia su alimento est

    tico yespintual. Por

    eso el polemista

    catlico

    Lon Bloy,

    en

    su novela

    Le

    esespr (1886), bajo l

    personaje

    de

    Alexis

    Dulauner,

    poeta chichisbeo

    de

    los flujos

    psicolgicos del grdn

    mundo,

    ataca a Bourget

    como predi

    cador del nihilismo triunfante

    y

    v:mgliste du Rien. Estos temas

    de

    Bourget, elaborados con un vigor especulativo completamente distinto, se

    vuelven

    a encontrar en Nietzsche.

    En efecto,

    el

    motivo de la decadencia, estrechamente

    conectado

    al

    del

    nihilismo,

    atraviesa

    en

    cierto modo

    toda la obra de

    Nietzsche

    y

    l1ega a ser,

    despus de

    la

    exploracin de ]a literatura

    francesa

    y

    del estudio de

    los Es-

    sai5de Bourgef un filn temtico central en la especulacin de Jos ltimos

    aos

    de

    lucidez. Un condensado de l es e1libelo Nietzsche

    ontm

    Wagner.

    donde y en el preiado nos topamos con las huellas de la influencia de

    Bourget Nietzsche declara que se trata de

    un

    ensayo Essa)

    para

    psic

    logos, no

    para alemanes (Nietzsche, 1988: 'VI, 415), alucendo evidente

    mente

    a

    la

    perspectiva -psicolgica",

    contrapuesta

    a la

    moral,

    que Rourget

    haba

    adoptado para.

    poder

    entender

    la

    decadencia

    en una ptica positiva.

    Alo largo del libelo -en

    el

    cual, como es sabido, se recopilan

    reflexiones

    hechas en otro

    lugar- Nietzsche

    da

    fundamento al

    repertorio de

    motivos

    sobre

    la

    recogido a travs de ]a explordcin de la literatura, si

    guiendo la gua psicolgica de Bourget.

    Un

    motivo,

    en particular, parece

    haber

    conmovido a Nietzsche: aquel

    56

    "

    segn el cual la dcadenceest caraCterizada

    por

    la disolucin fisiolgica del

    organismo y

    por la

    disgregacin

    de

    las

    partes

    que se

    separan del todo

    y se

    vuelven independientes

    de

    ste.

    Ya

    en

    una

    breve nota del

    invierno

    de

    1883/1884 Nietzsche seala la tesis

    central de

    Bourget:

    Estilo de la

    decadencia

    en Wagner: la frase simple llega a ser soberana la subordi

    nacin coordinacin llega a ser casual. Bourget, p.

    25

    (Nietzsche,

    1988:

    X, 646),

    En este fragmento est

    contenida

    in nuce ia teora

    de

    la

    decadencia que

    Nietzsche desarrolla sobre la

    base

    de Bourget

    y

    que

    aplica a

    la que

    es, se

    gn l, la manifestacin por excelencia de la decadencia, esto es, la msica

    de

    Wagner. Tal aplicacin se presenta en una carta a Carl Fuchs de me

    diados de abril

    de

    1886, enviada desde Niza, la cosmpolis en la

    que

    Nietzsche estaba residiendo. Hablando de la decadencia Verfatl)

    del

    sen

    tido

    meldico que dice percibir

    en

    los

    msicos alemanes,

    es

    decir, de la

    cada

    vez mayor

    atencin por

    el gesto simple y la

    cada

    vez mayor

    habilidad

    en lo particular

    y

    en la configuracin del momento individual, Nietzsche

    escribe

    de

    Wagner:

    La fonnula w agneriana meloda infinita expresa del modo ms amable

    el

    pe

    ligro, la corrupcin del instinto,

    y

    tambin la buena

    fe,

    la tranquilidad de la con

    ciencia

    en

    medio de

    tal

    corrupcin. La ambgedad rtmica, po r la cual no se sabe

    ms ni se debe saber

    m"

    si rugo es capo coda, es, sin duda, un recurso anstico me-

    diante el cual se pued en ob tene r efectos maravillosos:

    el

    Tristn

    es

    rico en esto; pero

    como sntoma de un arte es y sigue siendo el signo de

    la

    disolucin. La parte impera

    sobre el todo, la frase sobre la meloda,

    el

    instante sobre el tiempo (tambin sobre

    el

    tiempo musical),

    el pathos

    sobre el ethos (carcter o estilo o como

    se

    lo quiera lla-

    mar),

    y

    finalmente, el esjnitsobre el sentido (Nietzsche,

    1986:

    VII,

    17&177).

    Tambin aqu, aunque sin dar eLnombrc, Nietzsche calca su propia de

    finicin de la decadencia de la de Bourget.

    Sin

    embargo, se nota una di

    ferencia de acento y de valoracin. Nietzsche es atrado por la fosfores

    cencia que emana de la decadencia y sabe

    que

    sc trata

    de

    una

    luz

    que

    absorbe, pero que es insuficiente

    para

    iluminar. Es hijo de la decadencia;

    sin

    embargo, lucha

    y

    protesta contra

    ella.

    As

    pues, si

    aprueba

    la tendencia

    disgregadora que va del organismo a sus fum::iones individuales, de

    la

    so

    ciedad

    al individuo, del todo

    a las

    partes, tendencia que

    Bourget saludaba

    57

  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    7/12

    COll]Q germen de una 5eusibilidad ms refinada, no es simplemente para

    Por el contraro, Nietzsche quiere rechazarla mediante un

    coutramovimiento que tiene su centro de gravedad en el arte como vo

    lunlad de poder, () sea,

    oomo creativ idad y

    actividad,

    y no como

    disfmte

    pasivo. En

    la mSma

    carta

    a Carl Fuchs

    prosigue:

    Pero

    lo

    que yo creo percibir es

    un

    cambio de perspectiva: se ve muy,

    demasiado

    detalladamente

    el

    partcular; muy,

    demasiado

    vagamente el conjunto.

    En msica, la

    oo/unitulse

    tensa hacia esca ptica perturbadora, es el ingenio ms que

    la voluntad. Yesto es

    cadence: una

    palabra que entre gente como nosotros, se

    en

    tiende, desprecia, sino que define (Nietzsche, 1986:

    Dos

    a.os

    ms tarde,

    en

    el

    Caso

    Wagner, Nietzsche vuelve a proponer, en

    forma

    ah()[a

    definitiva, su

    teora

    sobre

    la decadencia,

    retomando de

    Bour

    get la analQgia

    entre

    la

    decadencia

    literaria y

    la

    decadencia social,

    entre la

    disgregaciIl

    del

    todo de un texto

    y h

    disolucin del conjunto y de la

    so

    ciedad, Slo que

    a despecho de

    las

    declaraciones

    dcadence

    es

    una

    pala

    bra que [...

    ]110

    desprecia sino

    que define- no observa

    la decadencia

    con

    indiferente

    neutralidad, sino que se le opone con fuerza. Por ello, por un

    no puede

    no

    reconocer las razones

    de

    la decadencia corno fen

    meno intrnseco

    a

    la

    vida misma

    y

    a la trayectoria

    de su

    desarrollo, afir

    mandil

    en

    el fragmento 14 de la

    primavera de

    1888, titulado Con

    cepto de

    dccade[]ca ,,:

    El

    fenmeno de ladecadeacia es

    igualmente

    necesario en cuanto surgir y

    pro

    gresar

    de

    la ,ida: no est en nuestro poder elimi lw-rl.IJ. La

    razn

    quiere, por el con

    trario,

    que s IererlJ lOZC/1 su buen deredlV [ .. ] (Niet7.5che, 1988: xm, 255-2:.6).

    Por

    el otro,

    sio

    embargo,

    juzga

    en

    contra

    de Bourget que

    la

    extenua

    cin de la decadmcia en la individualidad

    no

    es productora

    de

    nuevos

    y

    ms rebad(J$ valores

    estticos,

    sino

    que,

    por

    el

    contrario, es indispensable

    'econqUlstar la vida del

    todo. Retomando casi

    en

    los mismos

    trminos la

    descripcin

    de Bourget, Nietzsche la reformu]a para extraer un juicio cr

    tico sor.re ia decadencia:

    Por qu elemento est caracterizada toda dcadenclI

    literaria?

    Por el

    hecho

    de

    que

    la

    vida

    no

    reside ya

    ms en

    el

    HJdo.

    La

    palabra se vuelve soberana

    y pega un

    58

    salto fuera

    de

    la frase, la frase usurpa

    y

    ofusca

    el

    sentido de la

    pgina, la pgina

    toma

    vida a

    expensas del

    todo: el todo deja

    de

    ser todo.

    Pero

    sta es la alegora de

    todo estilo de la dcadence: siempre anarqua atomstica, disgregacin

    del

    querer,

    libertad_del individuo o, por

    decirlo

    con

    el

    lenguaje

    de

    la moral

    extendido

    a la

    teora

    poltica, derechos iguales para todos .

    La

    vida, la igual vitalidad, la vibra

    cin y la

    exhuberancia de

    la vida

    comprimida

    en los

    organismos ms pequeos,

    y

    el resto

    polm:de

    vida.

    Por doquier

    parlisis,

    pena,

    rigidez

    o bien

    enemistad

    y

    caos:

    ambas cosas

    son

    siempre

    tanto

    ms evidentes a los ojos,

    cuanto

    ms elevadas

    son

    las fonnas de organizacin hacia las cuales se asciende. Generalmente el todo no

    ,1.ve

    ms: est yuxtapuesto, es calculado, postizo,

    un

    producto

    artificial

    (Nietzsche,

    1988: VI, 27).

    y

    en un fragmento

    pstumo

    paralelo nombra

    abiertamente su

    fuente:

    Este insensato

    sobrecargar

    de' detalles, este subrayado

    de

    los trazos

    pequeos,

    el efecto de mosaico: Paul Bourget (Nietzsche, 1988: XIII,

    134),

    Todo esto arroja luz

    sobre

    el

    contexto

    histrico de ideas y de expe

    riencias en

    el

    cual

    la

    teona nietzscheana de la

    decadencia

    hunde sus ra

    ces,

    y

    muestra hasta

    qu punto depende

    de ellas.

    Pero, por otro lado,

    Nietzsche

    inserta 108

    motivos

    que

    recibe casi literalmente

    de Bourget

    en el

    horizonte ms vasto de su interpretacin del nihilismo como lgica de la

    historia occidental. As, puede advertir sobre la

    confusin de

    las conse

    cuencias

    con las causas, de las

    manifestaciones

    superficiales de la

    deca

    dencia

    con

    las razones metafsicas

    profundas que

    la han

    desencadenado.

    En

    el fragmento

    14 [85J de

    la primavera de

    1338

    Nietzsche compendia y

    formula la intuicin

    que lo

    proyecta

    muoho

    ms

    all de Bourget:

    El nihilismo

    no

    es

    una

    causa,

    sino

    slo

    la

    lgica

    de

    la

    decadencia

    (Nietzsche,

    1988: XlII, 265).

    Si de Bourget

    se

    sirve para diagnosticar el fenmeno de la decadencia,

    Nietzsche intenta, por

    otra parte, contra

    Bourget, penetrar dicho fen

    meno

    ms a fondo,

    para

    aventurar

    un

    pronstico

    y

    prescribIr

    una terapia.

    De

    aqu su

    relativa

    toma

    de

    distancia respecto de

    Bourget, expresada en

    algunas cartas a Peter Gast. (7 de marzo de 1887), a

    Taine

    (4 de julio de

    1887), a Malwida van Meysenhurg

    (4

    de octubre de 1888) (c. Nietzsche,

    59

    http:///reader/full/elimi'lw-rl.IJhttp:///reader/full/elimi'lw-rl.IJ
  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    8/12

    1986: vru,

    En suma, com o escribe en el Prefacio al Caso

    ner, si

    es

    verdad que

    la decadencia es e l

    problema que

    ms

    profundamente

    lo ha. ocupado, es

    tambin verdad

    que con igual decisin Nietzsche ha

    in

    tentado defenderse de l (VI, m, 5). l

    tena

    entonces plenamente razn

    cuando

    en

    Ecce

    hO mo proclamaba

    ser

    un decadente, pero al

    mismo

    tambinJaanttesis del

    decadente,

    haber aprendido el arte

    de

    la

    en el captar

    y

    el comprender en general, y

    experimentado

    en

    S1

    el refi

    namiento que

    deriva

    de la

    dcadence,

    pero

    al

    mismo

    tiempo teniendo

    la

    fuerza

    para

    la sana yrobusta visin del todo y para la transvaloracin de

    los valores:

    Con ptica

    de enfermo mirar hacia conceptos y valores ms sanos 0 a

    la

    in

    ven;a, ilesde

    la

    plenitud yseguridad de la vida rica hacer caer

    la

    mirada sobre el tra

    bajo

    secreto del

    instinto de

    la dcade:nce:

    ste ha

    sido

    mi ms

    largo ejercido, mi

    ver

    daden

    experiencia, acaso la nica en

    la

    cual me he vuelto maestro: Ahota est

    en

    mi

    ffi2ll0 se

    me ha hecho la

    mano

    para desplaULT

    las

    persjJectit1as:

    razn primera por

    la mal ~ u i z s

    solamente

    a m me es

    posible

    una

    transva[oraCn

    de

    los valores

    J

    988:

    Vl,

    266)

    Resulta claro,

    en este punto,

    en

    qu

    medida la lectura de Mainlander,

    la

    de

    Dostoievski y

    la de Bourget

    estimulan ei pensamiento nietzscheano.

    Con estas trf-S lecturas llega a

    su maduracin

    un

    motivo conductor

    de

    su

    pensamiento,

    que

    Nietzsche haba

    recogido desde haca tiempo

    en

    la

    sen

    tellcia

    Dios ha

    muerto yque haba

    confluido

    en el diagnstico de la des

    valorizacin de

    los valores

    supremos y

    en el

    reconocimiento de la din

    mica de

    la

    historia de Occidente interpretada como

    decadencia,

    como

    histona

    del platonismo-nihilismo.

    Ya en aos

    juveniles (1870), Nietzsche

    haba encontrado el

    motivo de

    la muerte de

    Dios

    en

    la

    afirmacin,

    referida por Plutarco

    en

    el

    De

    Mnl7tillllll m de

    que

    el gran Pan

    ha muerto.

    pronto

    la

    haba radicali

    zado

    Yo creo en la sentencia germnica: todos los dioses deben morir

    NietllChe [988: VII, 125).

    Es ell

    La

    gaya

    ciencia

    (Die

    frohliche Wissellschaft 1882), en el

    fragmento

    125 CM el t.tulo El hombre loco, donde la muerte de Dios se

    presenta

    60

    como

    la

    experiencia

    decisiva en

    la cual

    se

    adquiere

    la

    conciencia del

    des

    conocimiento de

    los valores

    tradicionales. No

    por

    casualidad cuatro aos

    ms tarde, cuando escriba

    un

    quinto libro para la nueva edicin de

    la

    Nietzsche

    comenzar insistiendo

    sobre el

    mismo tema:

    El

    ms grande acontecimiento reciente

    -que Dios

    ha muerto,

    que

    la

    fe

    en

    el

    Dios cristiano ha llegado a ser inaceptable- comienza ya a arrojar sus primeras

    sombras sobre Europa (Nietzsche,

    1988:

    m,

    573).

    La muerte de Dios,

    imagen

    que simboliza la

    venida

    a

    menos de

    los va

    lores tradicionales, se convierte

    en

    el

    hilo

    conductor para interpretar la

    historia

    occidental como decadencia y

    suministrar

    un diagnstico crtico

    del presente. Desde el descubrimiento de Bourget y Dostoievski en ade

    lante,

    Nietzsche interpretar cada vez ms netamente este

    proceso

    hist

    rico

    en trminos

    de

    nihilismo .

    Pero qu quiere decir exactamente nihilismo?

    Al

    plantearse l

    mismo la pregunta,

    Nietzsche responde

    con

    una

    definicin seca y precisa,

    que describe el fenmeno

    en

    su

    esencia

    e indica su causa:

    Nihilismo: falta el fin; falta

    la

    respuesta

    al

    para

    qu?;

    nihilismo?

    Que los valores sufrre7IWs se lesvaJn;.aron (Nietzsche,

    1988: XII,

    El nihilismo es, por lo

    tanto, la

    falta de sentido

    que aparece

    cuando

    se

    debilita

    la fuerza

    vinculante

    de las respuestas tradicionales

    al

    para

    qu? de la vida y

    del

    ser, y

    esto

    sucede a lo largo

    del

    proceso h i ~ t r i o en

    el curso del cual los supremos valores tradicionales

    que daban respuesta

    a

    para qu?

    -Dios, la Verdad, el

    Bien-

    pierden

    su

    valor

    y

    perecen,

    generando la condicin de insensatez en la cual se encuentra

    la

    huma

    nidad

    contempornea.

    Escribe Nietzsche

    en

    uno

    de

    los

    fragmentos redac

    tados

    para el prefacio a la

    proyectada

    obra

    a

    voluntad de boder en el in

    vierno

    1887-1888:

    Describo lo que vendr: el advenimiento del nihilismo .. El hombre moderno

    cree de manera experimental ya en este

    valor,

    ya en aqul, para despus dejarlo

    caer; el crculo de los valores superados y abandonados

    es cada

    vez ms amplio; se

    advierte siempre m ~ el la pobreza

    de

    aZOTes;

    el

    movimiento es imparable, por

    ms que haya habido intentos grandiosos por desacelerarlo. Al final, el hombre

    se

    61

    -

  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    9/12

    atreve a una crtica de los valores en general; no reconoce su origen; conoce bastante

    como

    para

    no crecr ms en ningn valor; he aqu el pathos, el nuevo escalofro .. a

    que cuento es

    la

    historia de los

    prximos

    dos (Nietzsche, 1988:

    XIll,

    56-57)

    Yen

    una

    re elaboracin del

    mismo fragmento

    se pregunta:

    Por de hecho.

    el

    advenimiento del nihilismo es

    ya

    necesario) Porque

    son

    nuestros r n ~ m o s valores precedentes los

    que

    traen

    con

    ste su ltima conclusin;

    porque el nihilismo es la lgica, pensada hasta el fondo, de nuestros gran des valo

    res e ideales: porque debemos primero vivir el nihilismo, para damos cuenta

    de

    cul fue

    propiamente

    el

    valor

    de estos "valores [

    ..

    ] (Nietzsche, 1988:

    XlJJ,

    190).

    Segn Nietzsche, el proceso de desvalorizacin

    de

    los valores es el

    rasgo ms profundo que caracteriza el desarrollo de la historia del pensa

    miento europeo,

    que

    es,

    por consiguiente, la

    historia de una decadencia:

    el acto originario

    de

    tal

    decadencia est

    ya presente en

    la

    fundacin de la

    doctrina de los dos mundos

    en

    la obra de Scrates y Platn, vale decir, en

    la postulacin de un mundo ideal, trascendente,

    en

    s, que en cuanto

    mundo verdadero

    est

    puesto

    por

    encima del

    mundo

    sensible, conside

    rado, en cambio,

    como

    mundo aparente.

    Pero

    por

    qu? Porque rpidamente el mundo suprasensible, en cuanto

    ideal.

    se muestra

    inalcanzable y

    su

    ina1canzabilidad significa un defecto

    de

    ser, una disminucin de su consistencia ontolgica y

    de

    su valor. La dea

    es decir, la inalcanzabilidad, es una fuerza calumniadora del

    mundo y del hombre, un soplo venenoso sobre la realidad", la gran

    seduccin

    que lleva a la nad(j) (VIII, n . La desvalorizacin de los valores

    supremos, es decir, el nihilismo, se inicia ya aqu con el platonismo,

    que

    distingue entre dos

    mundos

    e introduce as una [ractilla, una dicotoma

    en el ser. El nihilismo, en cuanto

    historia

    de la postulacin y de la progre

    siva

    disolucin

    del

    mundo

    ideal.

    es

    la

    otra

    cara

    de!

    platonismo,

    y el

    nihi

    lismo

    es

    el que

    del

    mundo tal

    cual

    es

    juzga

    que

    no debera ser,

    y

    del mundo

    tal cual debera ser

    juzga que

    no existe (VIII, n

    En

    un

    breve texto inserto

    en

    El crepsculo de los

    dolos

    GOtzendiimmerung,

    1888), titulado Cmo e! mundo

    verdadero

    termin por convertirse en

    una fbula, Nietzsche ofrec e

    un

    compendio iluminador de la historia

    del

    nihilismo-platonismo

    en

    seis capmlos. Vernoslos concisamente.

    62

    1.

    El mundo

    verdadero,

    alcamable por el sabio, por el piadoso, por el virtuoso:

    l vive all, l mismo es este mundo (Nietzsche,

    1988:

    \'1,80).

    Nietzsche

    alude

    aqu a

    la

    situacin

    que se

    verifica en la primera fase de

    la historia del platonismo-nihilismo, es decir, al captulo que corresponde

    al pensamiento de Platn:

    se

    postula

    la

    existencia de un mundo

    verdadero,

    suprasensible,

    que,

    sin

    embargo,

    no ha

    llegado

    a

    ser an

    una entidad

    me

    ramente

    ideal, "platnica, sino que es alcanzable

    para

    los sabios.

    2. El mundo

    verdadero,

    por el

    momento

    inalcanzable, pero prometido al sabio,

    al piadoso, al virtuoso

  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    10/12

    salvfica, vinculante: a

    qu

    podra vincularnos

    algo

    desconocido? (Nietzsche,

    1988:

    Vl,OO .

    Con el

    cuarto

    captulo

    de la historia del platonismo-nihilismo

    Nietz

    sche

    marca

    la

    fase

    de escepticismo y de im:redulidad metafisca que sigue

    al kantismo y al idealismo, y que

    puede

    ser identificada con el incipiente

    positivismo. Como consecuencia de

    la

    destruccin kantiana

    de

    las certezas

    melafiscas

    s debilita la

    creencia

    en

    el

    mundo

    ideal

    y

    en

    su

    cognoscibili

    dad.

    Lo

    que

    no significa, sin

    embargo, que

    el

    platonismo-nihilismo mismo

    est ya

    superado.

    Una vez que el

    mundo suprasensible

    es declarado abso

    lutamente incognoscible,

    se

    deriva de esto que no se puede saber nad'a de

    l y que, en

    rigor,

    no se puede

    decidir

    ni por l ni contra l. Dicho mundo

    pierde

    la

    relevancia

    moral-religiosa

    que todava

    tena

    en cuanto postulado

    de

    la

    razn prctica.

    Cae en

    la indiferencia.

    S.

    E I

    mundo

    verdadero,,:

    una idea

    que

    ya no es til para

    nada,

    ni siquiera

    es

    ya vinculante, una idea que se vuelve intii y superflua,

    por

    lo anta una

    idea

    refu

    tada: abolmosla (Nietzsche, 1988:

    VI,

    81).

    En los

    itimos

    dos captulos de su

    compendio

    Nietzsche

    comiema

    a

    pr-csentar- su perspectiva filosfica.

    Lo revela

    ya el hecho de que la expre

    sin mundo

    verdadero

    es puesta ahora entre comillas. En efecto, desde

    el

    momento en que el

    mundo

    verdadero ha sido

    abolido,

    tal trmino no

    tiene ms vaJor y por

    consiguiente

    queda suspendido,

    puesto entre

    comi

    llas. Nietzsche piensa aqu en su propia obra

    de

    demolicin que ha alcan

    zado su

    primer

    resultado con

    La

    gaya ciencia:

    se encuentra al inicio, en

    la

    fase

    del

    pensamiento

    matutino,

    aunque no todava en el pleno medioda.

    Pero despus de la abolicin del mundo suprasensible, en cuanto

    hipte

    sis

    superflua,

    permanecen an

    abiertos

    dos problemas:

    qu

    queda en

    el

    lug-

  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    11/12

    ficador, es decr, la

    que

    simplifica y controla la complejidad de aqul, orga-

    nizndola

    como

    unidad y considerando a esta ltima como su valor finaL

    La

    tercera

    gran categora

    que

    cae con el nihilismo es la de la verdad:

    dado que

    en

    el devenir

    no hay

    ni fin ni unidad,

    no queda como escapatoria ms que condenar como ilusin a todo este mundo del

    devenir e inventar un

    mundo

    que exista ms all

    de

    ste,

    como mundo verdadero.

    Pero

    apenas

    el hombre se da cuenta de que este mundo ha sido fabricado sola

    mente a partir de necesidades psicolgicas, y que de ningn modo tiene derecho

    a hacer ta1 cosa, surge la ltima

    fonna

    del nihilismo, que encierra

    en

    s la

    incredu-

    lidad en

    un mun o

    metafsico:

    que se prohbe a s misma creer en un

    mundo verda-

    dero (Nietzsche, 1988: xm -17-48).

    Cuando

    se

    hace

    claro que no es lcito interpretar el carcter general

    de la

    existencia

    ni

    con el

    concepto

    de fin , ni con el

    concepto de

    uni-

    dad ;

    ni con

    el

    concepto

    de

    verdad ,

    se termina por

    inhibir todo

    princi-

    pio organizador

    y

    toda

    trascendencia,

    y

    por

    admitir como nica realidad

    el mundo en su eterno fluir y devenir: el prohlema es

    que

    este ltimo se

    muestra

    privado

    de

    sentido y de valor. Por lo

    tanto,

    no se soporta este

    mundo

    que

    aun

    as no se

    quiere

    negar; las categoras fin , unidad ,

    ser , con las cuales habamos

    introducido

    un

    valor en el mundo, son nue-

    vamente expulsadas de l por nosotros, y

    ahora

    el mundo aparece

    privado

    de valor (Nietzsche, 1988: XIII, 48).

    El

    nihilismo

    que se

    impone

    como un

    estado

    psicolgico

    y que

    orienta el proceso de desvalorizacin y disolucin

    de

    los supremos valores

    tradicionales es,

    sin embargo, un

    nihilismo incampleto.

    En

    l se inicia

    la

    des-

    truccin de los viejos valores, pero los

    nuevos

    que aparecen van a

    ocupar

    el mismo puesto

    de

    los

    precedentes,

    es

    decir, conservan

    un

    carcter su

    prasensible, ideal. En el nihilismo incompleto la distincin entre mundo

    verdadero y

    mundo

    aparente

    no

    desaparece del todo, y se mantiene toda-

    va operante una fe.

    Para derribar

    lo

    antiguo

    se

    debe

    todava creer en algo,

    en un ideal; se tiene todava una necesidad de verdad. En la fenomeno-

    loga que Nietzsche presenta, el nihilismo incompleto se manifiesta en di-

    versos inbito s y formas:

    a)

    en

    el

    mbito

    del

    saber

    cientfico, son manifestaciones

    de

    nihilismo

    incompleto el

    pooitivismo

    y

    la

    explicacin

    naturalista,

    causal y mecancista

    66

    '

    del

    universo; a esto se asocia, en las ciencias del espritu, el positivismo his

    torio grfico de las ciencias histricas que

    encuentra

    su formulacin

    filo-

    sfica en el historicismo;

    b) en el mbito

    de

    la poltica, el nihilismo

    incompleto

    se manifiesta

    como nacionaJismo,

    chauvinismo, democraticismo,

    socialismo y

    anar-

    quismo (el nihilismo

    ruso);

    c) en fin,

    en

    el

    mbito

    artstico,

    son

    manifestaciones

    de

    nihilismo

    iD

    completo el naturalismo y el esteticismo francs.

    Slo con el madurar de lo que Nietzsche llama el nihilismo completo es

    destruido, junto con los viejos valores, tambin el lugar que ellos ocupa-

    ban, esto es, el

    mundo

    verdadero, ideal, suprasensible:

    a) tal nihilismo es al principio

    un

    nihilismo pasivo, es decir, un signo de

    ocaso

    y

    decadencia

    del

    poder

    del

    espritu, incapaz de

    alcanzar

    los fines

    hasta at'lora perseguidos_ Su manifestacin por excelencia

    es

    la transfor-

    macin

    y la asimilacin del

    budismo

    oriental en el pensamiento occiden-

    tal, con el cultivo del desvelo por

    la

    Nada,

    ya presente

    en los romnticos,

    pero

    alimentado sobre

    todo

    por

    la

    filosofa

    schopenhaueriana;

    b) el nihilismo completo se manifiesta adems como nihilismo activo, es

    decir, como

    una

    seal del crecido

    poder del

    espritu,

    la

    cual se

    despliega

    en

    el incremento

    y la

    aceleracin

    del proceso

    de destruccin

    (Nietzsche,

    1988:

    XII,

    350).

    c) Nietzsche

    llama

    extrema la forn1a de nihilismo activo que saca del me-

    dio no slo a los valores tradicio nales, es decir, a la visin moral del mundo

    y al mismo valor de verdad,

    sino tambin

    al

    lugar

    suprasensible que tales

    valores ocupaban:

    La orma extrema del nihilismo

    sera

    el

    sostener que

    toda

    fe,

    todo

    tener

    por

    ver-

    dadero es

    necesariamente falso Pfffque

    no

    existe en absoluto

    un

    MUNDO VERDADERO.

    Por lo

    tanto: una

    e r ~ p e c t i v ilusoria

    cuyo

    origen

    est en

    nosotros

    (teniendo

    nosotros

    constantemente necesidad de

    un

    mundo

    limitado,

    abreviado, simplificado)

    (Nietzsche, 1988:

    XII, 354).

    y tambin:

    Que no

    hay verdad; que

    no

    hay

    una

    constitucin absoluta de las cosas, una

    cosa

    en s: esto mi5mo

    es

    nihilismo,

    es

    incluso

    el

    nihilismo extremo

    (Nietzsche, 1988:

    XII.

    351).

    67

  • 7/23/2019 Nihilismo y Decadencia en Nietzche

    12/12

    Slo con la abolicin del lugar ideal

    de

    los valores tradicionales se hace

    espacio a la posibilidad

    de

    una nueva posicin de valores. Con referencia

    al

    hecho de

    que de tal manera el nihilismo extremo crea un espacio y se

    queda, as, a

    l

    intemperie, Nietzsche habla

    tambin de

    nihilismo esttico

    (Nietzsche,

    1988:

    XI, 547). El

    carcter

    negativo que inhiere al nihilismo

    como tal asume aqu una modificacin positiva, en la medida en que tal

    nihilismo hace posible la nueva posicin

    de

    valores, basada en el recono

    cimiento

    de

    la voluntad

    de

    poder como

    carcter fundamental

    de

    todo

    lo

    que

    existe. Al llegar a abrir de nuevo la posibilidad

    de

    la afirmacin,

    el

    nihilismo supera su incompletitud

    y

    queda

    consumado; llega a ser nihi-

    lismo clsico. Es ste el nihilismo que Nietzsche reivindica como propio,

    cuando dice se r el

    primer

    perfecto nihilista

    de

    Europa, que, sin embargo,

    ha vvido ya en s hasta el

    fondo

    el nihilismo mismo, que lo tiene detrs de

    s, d e ~ j o

    de

    s,

    fuera de

    s (Nietzsche,

    1988: XIII,

    190).

    Yno

    es

    por

    casua

    lidad

    que

    en una carta a Carl Fuchs de

    30

    dejunio de 1888, recordando

    la

    etimologa de su apellido, le escribe: Los polacos dicen que significa

    "nihilista"" (Nietzsche, 1986: VIII, 346).

    Ahora bien, para llevar verdaderamente a cabo la hiptesis nihilista

    -como

    Nietzsche ilustra,

    entre

    otras cosas,

    en

    el

    gran

    fragmento

    sobre

    El

    nihilismo europeo (Lenzer Rede, 10

    de

    junio

    de

    1887), desmembrado

    en

    la edicin de

    1906 de

    su

    hermana

    y restituido

    por

    Colli-Montinari

    en

    su

    forma ntegral (Nietzsche, 1988: XII, 211-17;

    n.o

    5 [71] -, es necesario

    que

    nosoU OS pensemos este pensamiento en su forma ms terrible: la exis

    tencia, as como es, sin sentido ni objetivo, pero inevitablemente retor

    nante, sin un final en la nada: el eterno retomo . Es sta la forma extrema

    del nihilismo: la nada (la "falta de sentido") eterna (Nietzsche, 1988: XII,

    213). El acabamiento del nihilismo requiere el

    pensamiento del eterno

    re

    torno. Esto significa que no

    debemos pensar nicamente que

    la vida no se

    propone

    nada

    yque, como

    el girar

    de

    los planetas,

    nada

    persigue

    en

    su

    tra

    yecto sino a s misma: como ellos que recorren millones

    de

    kilmetros

    para continuar simplemente en su rbita, as la vida nace todo lo que le

    consienten la mecnica y la energa del cosmos, y ninguna otra cosa. Por

    el contrario, debemos pensar tambin

    que

    todo esto retorna eternamente.

    La conclusin de Nietzsche es

    coherente:

    El carcter complexivo del mundo es caos para toda la eternidad (Nietzsche,

    1988: m, 468),

    68

    .

    Esto significa

    renunciar

    a imprimir al

    ser

    todo orden, sentido o forma,

    como no sean los

    del

    devenir y su inagotable repeticin. Pero

    quin

    es ca

    paz de soportar este terrible pensamiento que parece volver insostenible

    la existencia? Es el superhombre. Esta figura

    -como

    se

    ha

    explicado

    (Heidegger, 1961: 204,

    241 -

    no se entiende

    en

    el

    sentido de un

    ser prodi

    gioso

    que

    habra potenciado desmesuradamente la capacidad

    del hombre

    normal,

    sino

    como

    aquel que supera al hombre tradicional,

    en

    cuanto

    que

    abandona

    las actitudes, las creencias y los valores

    propios

    de

    este l

    timo y tiene la fuerza para crearlos

    de

    nuevo. La transvaloracn

    de

    todos

    los valores es el movimiento que se

    opone

    al nihilismo

    y

    lo supera: ella nu

    tre al sper-hombre

    como

    aquel

    que

    expresa la mxima concentracin

    de

    voluntad e poder y acepta el eterno retorno de las cosas.

    La pregunta con l cual se concluye el fragmento sobre el nihilismo

    europeo citado poco antes, a saber: Cmo pensara tal hombre en el

    eterno retorno? (Nietzsche, 1988: XII, 217), indica precisament.e que des

    pus de la abolicin de la anttesis entre el

    mundo

    verdadero y el mundo

    aparente, esto es, despus de que la visin del mundo platnico-nihilista

    ha

    sido superada, queda la

    tarea

    de

    repensar

    el sentido del devenir, sin re

    caer en los esquemas y en los valores producidos por la dicotoma plat

    nico-nihilista o, peor an, en sus sucedneos. Y es justamente la doctrina

    del eterno retorno la

    que

    ofrece a Nietzsche tal oportunidad.

    Como

    se ve, el anlisis del nihilismo

    como

    lgica

    de

    la

    decadencia,

    la

    doctrina de la voluntad

    de

    poder y la hiptesis d el

    eterno retorno

    estn co

    nectadas en una secuencia terica coherente.

    69