Nihilismo y Metafísica Argentina, Macedonio Fernandez

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A Parte Rei 49. Enero 2007 http://serbal.pntic.mec.es/AParteRei/ 1 Nihilismo y Metafísica Argentina: Macedonio Fernández Héctor Martínez Sanz I. Sólo sueña el que vive La inquietante relación entre poetas y filósofos fue expresada inmejorablemente por Antonio Machado en su apócrifo Juan de Mairena de diversas maneras: bien aseguraba que los poetas eran metafísicos fracasados y los filósofos poetas que creían en la realidad de sus poemas 1 ; o bien que poetas y filósofos se intercambiarían, cantando los primeros las hazañas metafísicas, mientras los segundos se pondrían a pensar el fugit irreparabile tempus 2 enlutando sus violas; en tercer lugar, una de las afirmaciones más recurridas, en la que cada poema tiene implícita y no explícita su metafísica 3 ; y por último, la inevitabilidad de ir de la poesía a la filosofía y de ésta a aquélla, de ir de lo uno a lo otro 4 . Una vez que el lector reposado entiende a Machado, gana un pequeño manual de instrucciones, muy poco sistemático –todo hay que decirlo-, para leer a Macedonio Fernández. La pregunta que podemos enfrentar en esta introducción, es la que desarrollamos a lo largo de todo el estudio posterior: Macedonio, ¿poeta o filósofo? Desde luego, no es ninguna pregunta original –tampoco es mi pretensión la originalidad-, pero su pertinencia es incuestionable 5 . No se puede evitar ver a Macedonio como lo uno o como lo otro, como ese ir de lo uno a lo otro y de lo otro a lo uno que decía Machado, en una sugerente y chocante mezcolanza de ambos, de la que es difícil derivar qué es primero. Acaso, lo que voy a sostener, es el punto de encuentro de poeta y filósofo como lugar o espacio en que Macedonio vive y se muestra; ese punto no es otro que la cuestión de la muerte y, de hecho, ese fugit irreparabile tempus. No otra cosa, pienso yo, termina dando los genios poéticos, artísticos y filosóficos, ni remueve al ser del hombre, que lo dado de su propia condición y conciencia de finitud y mortalidad. Del mismo modo, el pensar la muerte es central y primero para una lectura de Macedonio. ¿Cómo entronca esto con la vanguardia literaria? Por lo que he podido entender en estos último días, Macedonio fue más una figura, una especie de ídolo de la vanguardia, que un verdadero y real vanguardista que pudiera encajonarse en alguno de los “-ismos”, de los movimientos que se sucedían por doquier dentro del mundo literario mundial a comienzos del s. XX. Es cierta su vinculación con Borges, el ultraísmo y los martinfierristas, y su rebeldía frente ante el realismo anterior. Pero son más caracteres externos, circunstanciales, que constitutivos de Macedonio. Tal y como 1 Juan de Mairena (1936), XXII (Sigo la edición de José María Valverde) 2 Ibídem, XXXIV. 3 Cancionero apócrifo: CLXVIII, Juan de Mairena, La metafísica de Juan de Mairena (Según la edición de la Poesía Completa de Manuel Alvar) 4 Ibídem, XXIII 5 En su prólogo a Museo de la novela... titulado El existidor (Caracas, 1982 pp.IX-XLI, también recogido en el dossier de la edición de la obra que manejaré de Camblong y Obieta), Cesar Fernández Moreno lo remarca: Para un filósofo, su metafísica resulta demasiado poética; para un literato, su poesía es demasiado filosófica. Es por todo esto, sin duda, que ninguno de los historiadores de nuestra literatura, y menos aún de nuestra filosofía, se ha planteado el problema del desciframiento integral de Macedonio: en la crítica filosófica argentina y aún latinoamericana, la tónica dominante respecto a él no es otra que el silencio.

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En este texto de Hector Martinez Sanz, se puede apreciar el entrecruzamiento de la filosofía con la literatura en unos de los autores más experimentales de la literatura argenitna, Macedonio Fernández.

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  • A Parte Rei 49. Enero 2007

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    Nihilismo y Metafsica Argentina: Macedonio Fernndez

    Hctor Martnez Sanz

    I. Slo suea el que vive

    La inquietante relacin entre poetas y filsofos fue expresadainmejorablemente por Antonio Machado en su apcrifo Juan de Mairena de diversasmaneras: bien aseguraba que los poetas eran metafsicos fracasados y los filsofospoetas que crean en la realidad de sus poemas1; o bien que poetas y filsofos seintercambiaran, cantando los primeros las hazaas metafsicas, mientras lossegundos se pondran a pensar el fugit irreparabile tempus2 enlutando sus violas; entercer lugar, una de las afirmaciones ms recurridas, en la que cada poema tieneimplcita y no explcita su metafsica3; y por ltimo, la inevitabilidad de ir de la poesa ala filosofa y de sta a aqulla, de ir de lo uno a lo otro4. Una vez que el lectorreposado entiende a Machado, gana un pequeo manual de instrucciones, muy pocosistemtico todo hay que decirlo-, para leer a Macedonio Fernndez.

    La pregunta que podemos enfrentar en esta introduccin, es la quedesarrollamos a lo largo de todo el estudio posterior: Macedonio, poeta o filsofo?Desde luego, no es ninguna pregunta original tampoco es mi pretensin laoriginalidad-, pero su pertinencia es incuestionable5. No se puede evitar ver aMacedonio como lo uno o como lo otro, como ese ir de lo uno a lo otro y de lo otro a louno que deca Machado, en una sugerente y chocante mezcolanza de ambos, de laque es difcil derivar qu es primero. Acaso, lo que voy a sostener, es el punto deencuentro de poeta y filsofo como lugar o espacio en que Macedonio vive y semuestra; ese punto no es otro que la cuestin de la muerte y, de hecho, ese fugitirreparabile tempus. No otra cosa, pienso yo, termina dando los genios poticos,artsticos y filosficos, ni remueve al ser del hombre, que lo dado de su propiacondicin y conciencia de finitud y mortalidad. Del mismo modo, el pensar la muerte escentral y primero para una lectura de Macedonio.

    Cmo entronca esto con la vanguardia literaria? Por lo que he podidoentender en estos ltimo das, Macedonio fue ms una figura, una especie de dolo dela vanguardia, que un verdadero y real vanguardista que pudiera encajonarse enalguno de los -ismos, de los movimientos que se sucedan por doquier dentro delmundo literario mundial a comienzos del s. XX. Es cierta su vinculacin con Borges, elultrasmo y los martinfierristas, y su rebelda frente ante el realismo anterior. Pero sonms caracteres externos, circunstanciales, que constitutivos de Macedonio. Tal y como

    1 Juan de Mairena (1936), XXII (Sigo la edicin de Jos Mara Valverde)2 Ibdem, XXXIV.3 Cancionero apcrifo: CLXVIII, Juan de Mairena, La metafsica de Juan de Mairena (Segn laedicin de la Poesa Completa de Manuel Alvar)4 Ibdem, XXIII5 En su prlogo a Museo de la novela... titulado El existidor (Caracas, 1982 pp.IX-XLI, tambinrecogido en el dossier de la edicin de la obra que manejar de Camblong y Obieta), CesarFernndez Moreno lo remarca:

    Para un filsofo, su metafsica resulta demasiado potica; para un literato, su poesa esdemasiado filosfica. Es por todo esto, sin duda, que ninguno de los historiadores denuestra literatura, y menos an de nuestra filosofa, se ha planteado el problema deldesciframiento integral de Macedonio: en la crtica filosfica argentina y anlatinoamericana, la tnica dominante respecto a l no es otra que el silencio.

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    le ocurriera a Machado en su generacin, Macedonio est y no est entre losvanguardistas, algo as como de cuerpo presente y soledad en s mismo. Dicho de otromodo, la vanguardia es el envoltorio que rodea a un hombre solitario, muy suyo y muypropio. Es quizs este el cuidado que hay que poner: no confundir lo circunstancial, elentorno o envoltorio con lo contenido en l. La vanguardia de Macedonio no estprecisamente en su ambiente histrico, sino en una rebelda contra el realismo y elsistematismo de siglos anteriores: una rebelda que aporta un propuesta empapada denihilismo. Filosficamente hablando, Macedonio es la bisagra entre el neokantismopositivista y el nihilismo existencialista con que comienza la historia intelectual delpasado siglo. Su vanguardia es una renovacin de la actitud metafsica.

    La vanguardia macedoniana, pues, gira en torno a las siguiente claves:enfrentamiento y destruccin de la nocin trgica de muerte por el amor y la exaltacindel momento presente; enfrentamiento de la actitud positivista-cientificista;enfrentamiento de la filosofa kantiana desnudndola de su metafsica6, que conlleva eldesmantelamiento de la nocin del yo, de aquella otra de nomeno y la funcin de lasensibilidad en el proceso del conocimiento. Enfrentamientos que podemos resumir entres: modernidad, positivismo y realismo. Macedonio reelabora la metafsica en laafeccin, en la emocin ms que en el sentimiento, as como en el ensueo ms queen la realidad. No es de extraar que Schopenhauer pase por encima de Kant congran facilidad en sus obras. De hecho, Macedonio se ha detenido en la mitad delfundador de la poca moderna: Descartes. No consigue avanzar ms all de laproblemtica sueo/vigilia, tal y como delata la obra No todo es vigilia la de los ojosabiertos:

    Se vive despierto, dormido y soando; se suea dormido o bien, despierto(imaginacin, delirio, demencia); en fin, se duerme (estado psicofisiolgico oquiz exclusivamente fisiolgico, pues difcil es creer que la psiquis duerma)dormidos o despiertos, es decir, se duerme total o parcialmente7.

    En fin, que slo suea el que vive, pues slo l puede estar despierto odormido, y aunque se pueda distinguir segn sus caracteres el sueo de la vigilia,seguimos an faltos del criterio que nos permita diferenciarlos en la vida diaria, y anms en el complicado caso del ensueo8, que es el que precisamente amenaza eimpide una distincin tan tajante.

    6 Hay que tener un cierto cuidado: la lectura de Kant que hace Macedonio est fuertementeinfluenciada por el neokantismo, razn por la que le es posible ridiculizar cualquier posicin quemantenga a Kant dentro de los llamados . El enfrentamiento alcientificismo positivista y a Kant (neokantismo), es la oposicin a una filosofa y unpensamiento causalista.7 No todo es vigilia la de los ojos abiertos. [pp.97] Obras Completas Vol. 8, Corregidor, BuenosAires, Argentina, 2001.8 El ensueo podramos entenderlo como la interferencia del sueo en el despierto, elquedarnos en un momento traspuestos o bien los momentos en que alguien nos puede decirque no estamos o parecemos ausentes el dormir parcialmente de la cita anterior-, tal y comoparece que refieren precisamente la gran mayora de ejemplos expuestos en No todo es vigiliala de los ojos abiertos.

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    II. Slo muere el que existe: la no-muerte

    Podemos leer en Museo de la novela de la Eterna:

    Soy el imaginador de una cosa: la no muerte, y la trabajo artsticamentepor la trocacin del yo, la derrota de la estabilidad de cada uno en su yo9.

    Como decamos, nos es imposible saber que es primero en Macedonio, si lopotico y artstico o lo filosfico. Estas lneas lo ejemplifican claramente, en tanto queen su brevedad aportan la labor esttica de la 10 en sus puntos capitalessimultneamente a la posicin filosfica de que se parte: ruptura de la identidad,conmocin conciencial, desarticulacin de la unidad yo e invalidacin de la diferenciaontolgica ser/no ser. O lo que es lo mismo, se ponen en entredicho las columnasconceptuales de toda la tradicin moderna y la metafsica clsica: conciencia, unidad,identidad y diferencia ontolgica, esto es, el pensamiento desarrollado hasta y entorno a las puertas del lmite existencial que es la muerte. Si alguna duda quedara dehasta qu punto Macedonio hilvana esto con la labor artstica y literaria, no hay msque saltarse unas pocas lneas de este mismo prlogo para encontrarnos con que:

    Es muy sutil, muy paciente, el trabajo de quitar el yo, de desacomodarinteriores, identidades. Slo he logrado en toda mi obra escrita ocho o diezmomentos en que, creo, dos o tres renglones conmueven la estabilidad, unidadde alguien, a veces, creo, la mismidad del lector. Y sin embargo pienso que laLiteratura no existe porque no se ha dedicado nicamente a este Efecto dedesidentificacin, el nico que justificara su existencia y que slo esta belartepuede elaborar11.

    La primera batalla que ha de librar Macedonio es con el yo como concepto dela modernidad en que se refugia y se justifica la pretendida unidad metafsica. Estalucha pasa, precisamente, por desestabilizar las posibilidades de identidad de cadauno en un yo en que se creen ser, esto es, la mismidad del lector, pero tambin ladel autor e incluso la de los personajes de la novela atados inexorablemente a serposesin del yo del autor: esta lucha es la labor de la Literatura, de la belartemacedoniana. Triunfar en esta lucha supondra el triunfo sobre la muerte, sudesarticulacin o manifiesto ridculo. Ahora bien, la posicin de Macedonio no nosinduce al materialismo o biologiscismos en que, suprimida la validez conciencial deidentidad, vayamos a elevar el cuerpo como nica realidad sobre la que pensar. Muyal contrario, el cuerpo sigue estando condenado a la condicin mortal; la pretensin esdesligar a cada uno del destino mortal que slo ocurre como lmite de lo corporal. Sise desarticula la nocin del yo es, justamente, porque mediante ella concurra elproblema de las relaciones de psique y cuerpo, los paralelismos psicofsicosirresueltos en la modernidad, que impregnaban a la psique de los asuntos del cuerpoy a este de los de aquella. Entre tales asuntos, el principal para Macedonio: el destinomortal como tragedia que l pretende superar. As, en el mismo prlogo que estamoscomentando:

    9 Museo de la novela de la Eterna: Prlogo a mi persona de autor. [pp.32] Edicin Crtica AnaCamblong y Adolfo de Obieta. Fondo de Cultura Econmica (FCE), 1993.10 Contraccin acuada por Macedonio de Bellas Artes, que trataremos ms adelante.11 Museo de la novela... [pp.33]

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    Si en cada uno de mis libros he logrado dos o tres veces un instante delo que llamar en lenguaje hogareo una , un enla certidumbre de continuidad personal, un resbalarse de s mismo el lector, estodo lo que quise como medio; y como fin busco la liberacin de la nocin demuerte: la evanescencia, trocabilidad, rotacin, turnacin del yo lo haceinmortal, es decir, no ligado su destino al de un cuerpo12.

    Para concluir el prlogo del modo en que sigue:

    Yo no hara estas afirmaciones si no fuera para estimular al lector jovena mantenerse en un ejercicio defensivo contra la impresin naufrgica del yo enla muerte coporal13.

    Una idea es la articulacin entre lo que podramos llamar el pensamientoeminentemente filosfico y la obra literaria: el escribir es la presentacin delpensamiento, es ponerlo a la vista. Precisamente slo hay Literatura cuando seescribe pensando, de modo que la literatura anterior Macedonio la juzga como unhaber escrito sin pensar en nada14. As podemos entender tambin aquel prlogo Allector de vidriera:

    Prevengo empero a los que se retiran por haber concluido de leer mittulo que mi libro sigue despus, que no pertenece al gnero de los facsmilesen madera que simulan bibliotecas completas. As que si el lector no sigueleyendo yo no tengo la culpa de no habrselo advertido. Ya es tarde paraencontrarnos aqu el autor que no escribe con el lector que no lee: ahoraescribo decididamente15.

    Pues bien, el pensamiento de la no muerte es escrito en Museo de la novela...a travs de la articulacin reseada como rebelda frente a todo ese cmulo deLiteratura vaca, de tapa, de no haber pensado nada, en el sentido que sigue:

    Nadie muere en ella aunque ella es mortal- pues ha comprendido que,gente de fantasa, los personajes, perece toda junta al concluir el relato: esde fcil exterminacin. Tarea innecesaria que se toman los autores, conpeligro de olvidos y de repetirle la muerte a alguno, de dar aqu y allexpiracin a cada protagonista, como anda el Sacristn apagando luceshacia el fin de la misa, por no dejar al pez vivo sin el agua, al 16.

    12 Museo de la novela... [pp.33-34]13 Museo de la novela... [pp.35]14 Tengo en cuenta aqu el texto de Waltraut Flammersfeld, Pensamiento y pensar deMacedonio Fernndez, contenido en la edicin crtica que manejo de Museo de la novela... ensu apartado V, Lecturas del texto [pp. 395]:

    Escribir es, por lo tanto, , y la escritura refleja el. De ah su violento rechazo del pasado literario descalificadocomo y su manifiesta corriente anti-literaria o .[pp. 396]

    15 Museo de la novela... [pp.78] El lector que no lee es el llamado lector de vidriera, de ttulos ytapas de libros a cuyo contenido no accede; el autor que no escribe, como ya conocemos es elque escribe sin pensar nada.16 Museo de la novela... [pp.13]

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    As, la necesidad de la no-muerte o el absurdo de la muerte, comopensamiento escrito, esto es, la desarticulacin de la nocin de yo, nos desvela enfondo de nihilidad que la vanguardia metafsica de Macedonio conlleva, y que traeconsigo la anulacin de las categoras kantianas de la sensibilidad, como son tiempo yespacio, principales lmites y columnas que sostienen a la muerte-tragedia en toda lafilosofa, literatura y arte anteriores:

    La nihilidad del tiempo y del espacio, correlativa a la nihilidad del yo (oidentidad personal) y de la sustancia material, nos sita en una eternidad sinconcebibles, discontinuidades. Esta es la certeza metafsica de la novela17.

    Una certeza metafsica, esto es, no positivista, no cientfica o racionalista.Recordemos el fondo cartesiano en que Macedonio se encuentra, al quedarse en laduda radical del sueo y la vigilia; una certeza que puede ser muy bien expresada enlas palabras anteriores a la cita precedente:

    Chocante como sea esta verbalidad hay que repetirla: es el que existeel que se cree o se pregunta: he nacido hoy, antes no era. Puedo decir estomismo y ya no parecera verbalidad: cuando quiero pensar en la nada, surgeen mi mente alguna imagen sobre la cual recaiga ese pensar? Si la hay, piensoen algo y no en nada; si no lo hay, ni pienso18.

    Esto es, si la nada, nada es, al pensarla, no pienso, y de hecho, nopodra decir que existo, siguiendo la formulacin cartesiana, su certezametafsica del cogito, ergo sum, transformada en un non cogito, nihil sum19.

    Pero an sostiene otra lnea de argumentacin, en que se pondra en cuestin lamisma certeza de nuestra propia existencia:

    Y como nada que no sea un sentir puede ser un acontecimiento de lasensibilidad, la cesacin de la sensibilidad no sera un hecho de la sensibilidad,pues como todo es sensibilidad lo que no ocurre en ella no ocurre en modoalguno. No hay posibilidad de que notemos un da que no existimos. Parahablar de la vida hay que existir y para hablar o pensar en la nada tambin. Lamuerte no es la nada, sino que nada es; no hay lo opuesto de la vida; sucontrario no hay20.

    En tanto que la muerte no es un dato de la sensibilidad, y en tanto que todo loque conocemos proviene de esta, nos es inconcebible, e incluso negado a laexperiencia, ese dato radical de la muerte como cesacin de toda sensibilidad. As,tanto no podemos saber o sentir que no existimos, como se sienta la duda delcontrario que es la vida, la existencia. Reuniendo las dos citas ltimas, reconstruimosperfectamente el pensamiento que se nos ofrece: para pensar en la nada, hay que

    17 Museo de la novela...: Prlogo Metafsico [Apndice de la edicin crtica de Camblong yObieta, pp.272]18 Ibd.19 As, podemos leer en No todo es vigilia...: Metafsica (1930-1950)

    Yo pienso es simplemente la denominacin de un estado sentido, no hay porqu decir: yo pienso, luego yo soy, yo deseo agua, luego soy. No tiene ms fuerzagenerativa el yo pienso que lo que pueda tener el yo tengo sed, para conducir al yoexisto. [pp.399]

    20 No todo es vigilia...: El dato radical de la muerte. [pp.215]

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    existir; cuando pienso en la nada, nada pienso, luego, cmo saber que pienso, y portal, que existo?

    Macedonio impugna desde su raz la concepcin antropocntrica delpersonaje como sujeto de aventuras en un mundo presumiblemente semejanteal mundo real, y hace caer la nocin del protagonista individual e identificadocon individuos. Crea (porque no solamente predica, sino que pone en marchaesa teora en su primera novela buena) el personaje que no existe,Deunamor, el No Existente Caballero, cuya consistente fantasa es garantade firme irrealidad21.

    Desde el pensamiento de la no-muerte desarrolla Macedonio la conmocinconciencial que traslada ese extrao lugar de Novela a una irrealidad en que el no-sery el sueo de ser es la marca seera de personajes con conciencia de su no-ser:

    Todos los personajes estn contrados al soar ser que es supropiedad, inasequible a los vivientes, nico material genuino de Arte. Serpersonaje es soar ser real. Y lo mgico de ellos, lo que nos posee y encantade ellos, lo que tienen slo ellos y forma su ser, no es el sueo de autor, lo queste les hace ejecutar y sentir, sino el sueo de ser, en que vidamente seponen. Slo el arte realista que no es belarte, el arte de Ana Karenina, MadameBovary, Quijote, Mignon, carece de , es decir, estos no sueanser, porque creen ser copias22.

    Este es el punto a que yo quera llegar en que se nos cruzan sueo, no ser junto a no-muerte-, novela de personajes, realismo, o lo que es lo mismo, en elprlogo que acaba de ser citado acontece la bisagra del pensamiento y la escritura,de la filosofa y la belarte. Lo que llevamos estudiado hasta aqu acaba de abrir lapuerta de la postulacin de la particular nocin esttica macedoniana, es su punto deapoyo esencial para la irrealidad de la conmocin conciencial slo posible desde unanovela de personajes que es su lugar y estancia, desde un arte en que se suea ser,en que el lector se hace personaje:

    La conmocin metafsica obtenida artsticamente, lo que slo se lograpor personajes, es lo que llamo Novela; personajes que hagan personaje allector, aunque sea por un instante, es una novela consumada23

    III. La Belarte macedoniana

    Segn el curso planteado, el tema de la belarte es central dentro de esteestudio. Sin embargo, como se ha podido comprobar, toda la excursin, entre literariay filosfica, que hemos realizado hasta aqu era fundamental para acercarnos a lo quebruscamente podemos llamar la esttica macedoniana. Al caso, lo que pareca unamera cita introductoria me refiero a Machado y su ir de lo uno a lo otro- ha sidocorroborado en una de sus direcciones, yendo de lo ms concretamente filosficohasta la llamada Novela de personajes, y mostrando como aquello se entrelazaba

    21 Macedonio Fernndez, el autor annimo, Gerardo Mario Goloboff, (Introduccin liminar,edicin crtica Camblong y Obieta).22 Museo de la novela...: Novela de los personajes [pp.176]23 Museo de la novela...: Resumen de la novela de la Eterna dictado a Adolfo Julio 28/934 (apedido) [pp.335]

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    indisolublemente con esta. Invito al mismo tiempo a hacer el camino inverso, yempezar desde la belarte, e incluso por en medio de este estudio hacia amboscostados del discurso que he estado sosteniendo. Sin duda que este trabajo es propiopara un lector salteado, pero no por mritos mos, sino de Macedonio, que es quienconsiente que se le pueda leer a l y todo aquello que a l refiera, de seguido,salteado, hacia atrs... sin embargo nunca podramos pensar que tengamos unMacedonio visto del revs, o troceado, sino que ste siempre se mostrara completo,como si de seguido y en slo en una direccin pudiera ser ledo: una direccin que esaquella en que cada cual lo ley. El lector salteado nunca tendr conciencia de serlo,se sentir, muy contrariamente, como un lector de seguido.

    Qu entiende Macedonio por Belarte? Algo ya conocemos dentro de esa ideade certeza metafsica de la novela como conmocin conciencial. Lo central para laconcepcin esttica de la belarte es remarcar la diferencia entre la sensacin y laemocin, entre un arte culinario y un arte conciencial:

    Belarte debe llamarse al Arte, para excluir netamente la sensorialidad,cuyo oficio y cultivo debe llamarse Culinaria. Yo propondra como mejornombre del Arte la Autorstica.

    (...) El Arte es emocin, estado de nimo, jams sensacin. Por eso hellamado desdeosamente Culinaria a todo arte que se aproveche de losensorial, por su agrado en s, no como emocin a suscitar24.

    Es esta diferencia la que realiza la contraposicin entre el realismo y,llammoslo as, la vanguardia macedoniana. Para Macedonio, nada de artstico tieneque nos pinten una manzana exacta a la que nos comemos, o que unos personajesrepresenten escenas de la vida cotidiana que vivimos nosotros mismos habitualmente.Un arte as, meramente representativo de lo captado sensorialmente vista, odo,tacto, olfato o gusto- no es Arte, o belarte. Ni tan siquiera lo sera la representacin deuna emocin, si es que pudiera darse el caso. Lo artstico es la ejecucin cuyopropsito es la conmocin, es decir, la provocacin de una emocin. La diferenciaentre emocin y sensacin, entre una belarte y un arte realista, la encontramos en lacuestin del asunto:

    Los asuntos son extra-artsticos; no tienen calidad artstica; son merospretextos para hacer operar la tcnica, y me parece singular banalidad enGoethe y comn banalidad en Porto-Riche, el pueril catlogo de los asuntos25.

    Quiere decirse, el asunto o el de lo que trata la obra no es bajo ningnconcepto lo que el Arte pone ante nosotros, sino que, antes bien, un asunto ya puestoen la vida cotidiana es ejecutado por el Arte por la prosecucin de una emocin. De talmodo que:

    Y seriamente creo que la literatura es precisamente la belarte de:ejecutar artsticamente un asunto descubierto por otros. Esto es ley para todabelarte y significa que el de arte carece de valor artstico o laejecucin es todo el valor de la arte. Clasificar asuntos como unos mejores,

    24 Para una teora del arte en Teoras, Obra Completa Vol.III, Corregidor, 1997. [pp.235/236]25 Para una teora de la novela [pp.236] y Para una teora de la novela [pp.254] en Teoras,Obra Completas, Vol.III, Corregidor, 1997.

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    ms interesantes que otros, es hablar de tica: hacer esttica es ejecutar bienartsticamente cualquier asunto26.

    Y lo que es el asunto es el sentimiento: por ejemplo, se escribe al amor, pero nose escribe enamorado. Uno puede reconocer muy bien el asunto, el tema amor, alcaso-, en un poema dedicado a un sentir; sin embargo, lo perseguido es la emocincon que se escribe y se piensa:

    Mi tesis, digo nuevamente, es el Arte sin asunto, o sea que lamotivacin o causacin de un sentimiento debe desterrarse del Arte (...) el Artese envilece con la declaracin de un motivo de un Sentimiento o Emocin y quealgo no componga o sea Arte hasta que no logra la suscitacin de cualquieremocin sin el concreto insignificante del por qu, por una bolsa o por unapasin se est sombro o desesperado o se est feliz27.

    La ejecucin, la accin, acaso de representar, y no lo representado o asunto, esdonde mximamente encontramos la objetividad del Arte. Es en la ejecucin o en laaccin del asunto donde se consolida la importancia de la tcnica artstica. Accin ytcnica van indisolublemente unidas a Arte28. As, Macedonio expresa a las claras queun arte es tanto ms belarte si cumple29:

    1) Cuanto ms conciente, es decir, menos hijo del entusiasmo por unasunto

    2) Cuanto ms tcnico e indirecto: debe ser Versin nunca enunciado.3) Cuanto menos abultado en asunto, menos gruesa su motivacin.4) Una belarte no existe si no tiene una tcnica imposible a todo otro arte,

    una sola, y solo esa se usa.5) Un arte es tanto ms pura cuanto menos grato a los sentidos es su

    rgano o medio de comunicacin.6) Lo sensorial nunca es belarte.

    Estos seis puntos son el contenido programtico de la belarte y la vanguardiamacedoniana. Tales diferenciaciones entre sentido y emocin, las negaciones delasunto y las afirmaciones de la accin en que pervive la tcnica, fundamentalmente,

    26 Museo de la novela...: Espero que mis numerosos prlogos...[pp.115]27 Para una teora del arte [pp.244]28Para una teora del arte:

    Todo el Arte est en la Versin o Tcnica, es decir en lo indirecto, y el horrordel Arte es el relato y la descripcin, la copia como fin en s.[pp.236]

    29 Para una teora de la novela [pp.255] Escojo esta normatividad de la belarte frente a la queaparece en Para una teora del arte [pp.237] sin razn especial. Realmente son textosparalelos, aunque en ocasiones en uno existe una variacin con respecto a otro. As, para elprimer texto, un arte es tanto ms una belarte cuando:

    1) Cuanto ms consciente, es decir responde a un plan voluntario de tcnica, no a unentusiasmo por el asunto y por contar el autor lo que siente.

    2) Cuanto ms pura, ms exclusiva su tcnica; un arte es una sola tcnica excluidapara los dems. Quedan fuera del arte las combinaciones de tcnicas.

    3) Cuanto ms tcnico e indirecto; debe ser versin, mejor dicho, procedimiento,nunca enunciacin ni comunicacin

    4) Cuanto menos volumen de asunto, menos gruesa motivacin.5) Cuanto Menos grato a los sentidos es su rgano, instrumento o sistem de signos,

    como en el caso mximo de la escritura.

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    indirecta, son el marco caracterstico de la belarte. Sin embargo, adems de estoselementos y de la prosa o novela de personajes con que terminamos el anteriorapartado, encontramos dos herramientas ms para la ejecucin. Ahora veremos que,no slo la Novela de personajes es carcter definitorio de la belarte o nuevaconcepcin no realista de la literatura30. Aquella nos comunic y articul pensamientoy escritura; existen dos modos ms de belarte. De tal modo, las siguientes lneas noslos descubren:

    Narrar hechos y describir caracteres no es Belarte, es una parte de lapsicologa concreta y de la historia inventada. No hay ms que tres hechos deBelarte con la palabra: la Metfora, el Ilogismo llamado Humorstica y la Prosade personajes31.

    La metfora

    La metfora o poesa es el logro de una autenticacin del sentir delautor; por eso, para m, es dudosamente artstica; pero al menos no es Efusin.Lo que vanamente y puerilmente se intenta con las interjecciones y con losgruesos asuntos trgicos: autenticar un sentimiento del autor, no se logra conello; slo se logra con la Metfora, que por eso he llamado interjeccinconceptista, porque slo el que obtiene una distante y sutil pesquisa desemejanza acredita con ello haber sentido32.

    En principio pudiera concebirse cierto rechazo de la poesa, de la metfora,como Arte en el pensamiento de Macedonio. De hecho, parece una incgnita noresuelta, en tanto que no la considerara arte al ser movimiento de autenticacin de losentido por el autor, aunque, como dice, no supone Efusin. Que sea , ni la niega ni la afirma como Arte: pone simplemente el suficiente velo deduda como para obtener la mayor confianza33. Casi pareciera ms que la Metfora, el 30 Leemos en Museo de la novela....: Prlogo que cree saber algo, no de la novela, que esto nose lo permite, sino de doctrina de arte:

    La tentativa esttica presente es una provocacin a la escuela realista, unprograma total de desacreditamiento de la verdad o realidad de lo que cuenta la novela,y slo la sujecin a la verdad del Arte, intrnseca, incondicionada, auto-autenticada.[pp.36]

    O en Para una teora del arte:El Realismo es la mentira del Arte, el verdaderismo es lo ms fementido pues

    lo verdico slo existe por documentacin y se llama Historia. Realismo es para m todoel arte que no es pura tcnica, lo mismo el Quijote que un poema de Poe, salvo susmetforas, o Madame Bovary, o Werther, Proust o Pirandello. El Arte est slo en latcnica de suscitacin de estados que no estn en la vida, ni en el lector ni en el autor,sin esa tcnica. Y su error es el relato, la descripcin, la copia para ver la cual nosllevan al teatro, a ese mximo de miscelnea realista con personas vivientes porpersonajes, gestos, acentos, trajes, mesas puestas, alcobas, montaas,deflagraciones, relmpagos, para ver all lo que en la calle vemos todos losdas.[pp.241]

    31 Museo de la novela...: Resumen de la novela de la Eterna dictado a Adolfo. (pp.335) Megustara persistir en que este texto es, con mucho, la bisagra y conjuncin, el cruce de caminosentre el pensamiento y la literatura que permite ese ir de lo uno a lo otro; sobretodo la idea deprovocar una conmocin metafsca obtenida artsticamente, donde belarte y metafsica se danla mano.32 Para una teora del arte. [pp.247]33 Para una teora del arte:

  • Hctor Martnez Sanz

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    gnero puro de la poesa, se sita en la delgada lnea en que se separan laautenticacin del autor y la emocin, entre sentir originalmente y sentir por invitacin,puesto que la metfora trae lo sentido por el autor e invita a tomarlo, aunque no lotransmite, sino que lo deja ser captado como una emocin original. Este problema dela Efusin, que no permite decantarse a un lado o a otro de la frontera entre Arte y no-arte en cuanto a la metfora se refiere, puede entenderse desde los aforismos deTodo y nada:

    No debe haber Efusin directa, porque el Arte tiene horror ante todo a laAutenticidad; el Arte naci para hacer labor conciencial, no para hacer Vida;pero acepta la Autenticacin por pruebas, y la nica prueba de un habersentido es el logro de la metfora. Quien no logra metfora no ha sentido.Como la accin es la prueba de un sentir, la Metfora es prueba de habersentido. Autentica un sentir porque slo el que siente puede crear unametfora34.

    Podramos seguir por aqu a Enrique A. Foffani35, segn quien, la visin deMacedonio de la condicin de duda maldita de la poesa como un estar en la lneafronteriza del Arte, no es sino un seguir su exilio errante desde que fuera expulsadade la repblica platnica. Se la expulsa quizs tantas veces como se la readmite36. EnArte, la Metfora constituye un continuo riesgo.

    El humorismo

    El humorismo Conceptual, el nico que es tal, produce el instante decreencia en la racionalidad del absurdo37.

    Si bien la Novela o Prosa de personajes busca la conmocin conciencial de lacerteza metafsica de la no-muerte, y se aprovecha de algn descuido espiritual dellector para desconcertar su certidumbre de existencia y de personalidad, y la Metforaes el logro de, desde la frontera entre emocin y sentido, captar como emocinoriginal algo ya sentido por el autor que lo transmite, nos encontramos ahora ante latercera operacin de una belarte pura, sostenida en la revalorizacin del absurdo.Ahora bien, para la belarte la humorstica no ha de tener asunto, o mejor dicho, elasunto debe ser mero pretexto y el humorismo ha de ser conceptual:

    En Arte, mayor confianza merecen las obras de duda de arte que las decertidumbre de arte. Y entre las que son siempre sospechosas (formas que prtendenser arte) estn las estilizaciones, el simbolismo, la caricatura, toda la decorativa, y losintentos de sntesis descriptiva de una zona, ciudad, carcter humano. [pp.235]

    34 Todo y nada, Obras Completas, Vol.IX, Corregidor, 1995.[pp.138-139]. Termina con unadeclaracin que parecera salvar la poesa como gnero puro de la belarte: La Autenticacin,en rigor, carece de valor (artstico). De todos modos, la Metfora autentica lo sentido no por m,lo sentido por otro.[pp.139]35La poesa de Macedonio Fernndez: Fragmentos de un discurso payadoresco. Enrique A.Foffani, Universidad de Kln.36 Una de estas expulsiones la leemos en Para una teora del arte:

    He aqu uno de los problemas de la Esttica. La caricatura de este socorrerseel arte en recursos desdeables de interjeccin, sonorizad, onomatopeya, consonancia,ritmo, es la condescendiente invencin del lenguaje potico, cuya pretensin ntima esla muy desatinada pero muy utilitaria de eximir de pensamiento y pasin al autorliterario en gracia al uso de este lenguaje surtidor de la virtud artstica.[pp.246]

    37 Para una teora del arte.[pp.248]

  • Nihilismo y metafsica argentina: Macedonio Fernndez

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    La humorstica con asunto no es tcnica; todo asunto que no es meropretexto, que tiene la infantil pretensin de que el lector crea, crea por instantesque est ocurriendo, es nulo para el arte; y an me gustara que toda novelacomenzase con estas palabras: supongamos que sucede esto y aquello, yseguir el relato; la humorstica debe ser puramente sorpresa intelectual y nocaso cmico de la vida38.

    Lo humorstico o cmico podemos entenderlo como emocin placentera,inesperada, nacida de percepcin sbita de un trmite o acto cualquiera sin dao deimpulso hedonstico, no el malvado pero s el enteramente egostico sin maldad que seequivoca por prudencia excesiva o ilusin imposible; o de la creencia sbita en unabsurdo39. Y Macedonio le otorga la principalidad a la creencia en un absurdo. Elhumorismo es algo as como un plan de choque a la inteligencia, que vuelve a tratarde sacar al lector de sus certidumbres ms asentadas. En el humorismo quedanenfrentados absurdo con certeza, aquello de lo que puede surgir cualquier cosa y porlo que todo parece posible con aquello que no puede ser de otro modo. Por lasorpresa se llega a la conmocin de forma repentina, inmediata, antes que la llegadapaulatina y calmada. Es lo que se suele denominar, un golpe de efecto, que nos abocanuevamente al poso de nihilidad de la realidad40. El humorismo nos devuelve a laintentona de la certeza metafsica, desde el costado de la ridiculizacin de la muerte,que era entendida como el quid fundamental de la tragedia; tal ridiculizacin quiereliberar de las cadenas causales que han encerrado al hombre en reflexiones sobreconceptos eje ciegos como espacio y tiempo. Dicho al modo de Rodrguez Monegal:

    Si se examinan detenidamente sus textos humorsticos se advierte quela inversin no es sino una de las formas en que se expresa una actitudesencial: El Chiste nace del Absurdo credo y se alimenta de la continuidad enel mismo Absurdo. Su finalidad es, segn l mismo ha escrito, provocar uncaos mental momentneo en otro.

    El fundamento psicolgico est expresado en estos trminos: Cul esel efecto conciencial, para nosotros genuinamente artstico, que produce elhumorismo conceptual? Que el Absurdo, o milagro de irracionalidad, credo porun momento, libere al espritu del hombre, por un instante, de la dogmticaabrumadora de una ley universal de la racionalidad. Asoma aqu la mismapasin negadora que se alzaba contra la Realidad legislada o Vigilia, contra laley de Causalidad, en su libro de especulacin metafsica41.

    Humorismo, nihilidad, y habamos empezado hablando de Machado como sino fuera la cosa con l. Sin embargo, el humorismo de principios de siglo tambin 38 Para una teora de la novela.[pp.256]39 Expuesto en el estudio Para una teora de la humorstica, en Obras Completas, Vol.III,Corregidor, 1997.[pp.259-308].40 Uno de los principales objetivos de Macedonio es derribar las categoras de tiempo, espacioy ley de causalidad, como hemos visto desde el principio de este estudio, y el humorismo esuna de las mejores armas, tal como declara Ana Mara Barrenechea en Macedonio Fernndezy su Humorismo de la nada (Buenos Aires literaria, Buenos Aires, a. 1, n9, jun/1953, pp.25-38;lo recojo de la edicin de Camblong y Obieta en el Dossier de Museo de la Novela):

    Para decirlo con palabras que podran ser suyas, su absurdo humorsticoafecta a las tres categoras fundamentales de la experiencia: el tiempo, el espacio y lacausalidad.

    41 Macedonio Fernndez, Borges y el ultrasmo. Emir Rodrguez Monegal. Nmero, 1a. poca,n 19, abril-junio 1952, p. 171-183.

  • Hctor Martnez Sanz

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    tena empapados a los intelectuales espaoles: acaso, en Machado, el Creador crela nada, vaci el Universo sorbiendo el huevo por un agujero y dejando la cscaravaca42; y Macedonio se pregunta:

    De qu lado del cero est el universo43.

    Para que el humorismo peninsular espaol le responda con un poema:

    Cuando el Ser que se es hizo la naday repos, que bien lo mereca,ya tuvo el da noche, y compaatuvo el hombre en la ausencia de la amada.

    Fiat umbra! Brot el pensar humano.y el huevo universal alz, vaco,ya sin color, desubstanciado y fro,lleno de niebla ingrvida, en su mano.

    Toma el cero integral, la hueca esfera,que has de mirar, si lo has de ver, erguido.Hoy que es espalda el lomo de tu fiera,

    y es el milagro del no ser cumplido,brinda, poeta, un canto de fronteraa la muerte, al silencio y al olvido44.

    42 AIH. Actas X (1989). Antonio Machado, poeta pensador. Jos Mara Valverde. [pp.1383-1393].43 Todo y nada, [pp.190]44 Antonio Machado: Al gran cero, en Poesas completas: De un cancionero apcrifo. ManuelAlvar, Edicin Austral, 1988. [pp.350]

    Nihilismo y Metafsica Argentina: Macedonio FernHctor Martnez SanzI. Slo suea el que viveII. Slo muere el que existe: la no-muerteIII. La Belarte macedonianaLa metforaEl humorismo