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Niveles narrativos en Todo verdor perecerá de Eduardo Mallea

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Niveles narrativos en Todo verdor pereceráde Eduardo Mallea

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Philosophiae Doctores

Volúmenes publicados en la colección

1. A. O. FRANK: The Philosophy of Virginia Woolf2. PETÕCZ ÉVA: A nyelvi hiány fogalmának szövegtani értelmezése3. ANDREA IMREI: Oniromancia – Análisis de símbolos en los cuentos de Julio Cortázar4. Á. I. FARKAS: Will’s Son and Jake’s Peer – Anthony Burgess’s Joycean Negotiations5. DÓRA FAIX : Horacio Quiroga como autor implícito6. FEKETÉNÉ SZAKOS ÉVA: A felnõttek tanulása és oktatása – új felfogásban7. CZETTER IBOLYA: Márai Sándor naplóinak nyelvi világa a retorikai alakzatok tükrében8. GABRIELLA MENCZEL: Incipit y subtexto en los cuentos de Julio Cortázar y Abelardo

Castillo9. LÁSZLÓ VASAS: Ahondar deleitando: lecturas del Lazarillo de Tormes

10. JUDIT NÉNYEI: Thought Outdanced – The Motif of Dancing in Yeats and Joyce11. TÖRÖK TAMÁS: Zoboralja földrajzi nevei a történeti térképek tükrében12. ÁGNES CSELIK: El secreto del prisma � La ciudad ausente de Ricardo Piglia13. JENEY ÉVA: A metafora és az elbeszélés bölcselete � Paul Ricoeur irodalomelmélete

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AKADÉMIAI KIADÓ, BUDAPEST

María Gerse

Niveles narrativos enTodo verdor pereceráde Eduardo Mallea

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ISBN 963 05 7963 4ISSN 1587-7930

© María Gerse, 2002

Edición de Akadémiai KiadóP.O. Box 245, H-1519 Budapest, Hungary

www.akkrt.hu

Reservados todos los derechos, incluído el derecho de la multiplicación, la conferencia pública,emisión de radio y televisión, así como el derecho de la traducción, sea un capítulo de la obra.

Printed in Hungary

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ÍNDICE

EDUARDO MALLEA A TRAVÉS DE LA CRÍTICA ............................................... 9Carmen Rivelli: Eduardo Mallea. La continuidad temática de su obra .................. 9Herbert Gillessen: Themen, Bilder und Motive im Werk Eduardo Malleas ........... 13Mercedes Pintor Genaro: Eduardo Mallea, novelista ............................................. 17Ernest Lewald: Eduardo Mallea ............................................................................. 19John Polt: The Writings of Eduardo Mallea ............................................................ 21

La nación y la Argentina “visible” ..................................................................... 22La Argentina “invisible” ..................................................................................... 22El papel del individuo ......................................................................................... 23Personajes ............................................................................................................ 23La estructura ........................................................................................................ 24Estilo .................................................................................................................... 24

Myron Lichtblau: Eduardo Mallea ante la crítica ................................................... 25Eduardo Mallea y la novela latinoamericana ...................................................... 25

Conclusión ............................................................................................................... 26

ANÁLISIS ESTRUCTURAL-TEMÁTICO ................................................................ 28Niveles narrativos en “Todo verdor perecerá” de Eduardo Mallea ........................ 28El narrador omnisciente ........................................................................................... 31

Omniscencia y omnipresencia en “Todo verdor perecerá” ................................. 33El espacio ................................................................................................................. 37

El espacio interior ............................................................................................... 41El espacio abierto de la ciudad ........................................................................... 41Los espacios internos .......................................................................................... 43

El tiempo .................................................................................................................. 44Los personajes ......................................................................................................... 48

El yo natural, racional y moral ............................................................................ 49Análisis narratológico de la agonía en Niebla y en “Todo verdor perecerá” .......... 56Los registros ............................................................................................................. 62

Los registros del discurso .................................................................................... 62Anatomía de la soledad ....................................................................................... 65El desierto en la itinerancia en la ciudad ............................................................ 67La noche oscura ................................................................................................... 70 El desierto en la simbología cristiana y mística ............................................... 71 La noche oscura en la simbología cristiana y mística ...................................... 72

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Intertextualidad ........................................................................................................ 73

CONCLUSIÓN ............................................................................................................ 77

APÉNDICE .................................................................................................................. 79

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA .............................................................................. 81

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“De niño conocí a un hombre que no había mentido nunca, porque nunca había necesi-tado mentir; que no era un puritano, que era lo contrario de un puritano; que regalaba a lospobres y lo tenían sin cuidado los ricos; que repartía cuanto tenía; que era equitativo contodos y jamás parcial; que carecía de prejuicios y era el escrúpulo mismo, aunque unescrúpulo humano y sin beatería; que había aprendido su cultura apartándola de la letra yhaciéndola pura sabiduría; que iba siempre, menos hacia el reconocimiento de las buenascosas en sí que hacia el reconocimiento de las buenas cosas en los demás; que era dueñode una fuente íntima, natural, de generosidad, de benevolencia, dignidad y honor, deinfinita cortesía, de riqueza de alma, y era un espíritu dulce de memoria y espléndido desoltura, lucidez y profundidad. Era un hombre magnífico, pues su magnificencia no im-portaba singularidad: era una magnificencia natural que parecía sugerir que cualquierhombre podía tenerla con tal de proponerse el ejercicio de un atributo así.”

(Eduardo Mallea: La guerra interior, pp. 88–89.)

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EDUARDO MALLEA A TRAVÉS DE LA CRÍTICA

Carmen Rivelli: Eduardo Mallea. La continuidad temáticade su obra1

Rivelli, en su libro calificado por Donald L. Shaw como la mejor de las críticas de sutiempo dedicadas a Mallea, propuso demostrar que el motivo esencial de la labor literariade este autor era buscar los auténticos valores del hombre argentino y relacionar estaproblemática esencialmente argentina con problemas universales hondamente humanosde la existencia.

El libro consta de tres partes, la primera comprende los capítulos: Vida y obras, Laensayística y La novelística. La segunda corresponde a los capítulos: Líneas generalesdel pensamiento de Mallea, La Argentina visible y La Argentina invisible. La terceraconsta de un sólo capítulo: El estilo.

La autora, fiel al título Eduardo Mallea. La continuidad temática de su obra, da elesbozo de la trayectoria intelectual y literaria de Mallea, fundamentada y documentadapor los escritos del mismo autor. Tanto sus ensayos como sus novelas se ofrecen comofuentes auténticas para tal finalidad. Rivelli hace una catalogación de hechos, sucesos ycircunstancias detectables e identificables en aspectos de la formación intelectual y lite-raria de Mallea. Así cuando en Vida y obras se registran los datos biográficos, a la vez selleva a cabo una argumentación sobre el desarrollo de una vocación literaria que nace yaen la juventud temprana y sigue un derrotero idéntico que se irá completando con el pasode los años. Hay una coincidencia, un entrelazamiento total entre las manifestacionesliterarias y sus preocupaciones de siempre.

La monografía temática se basa en una aproximación similar al recoger los datos bio-gráficos relevantes: la infancia en la ciudad natal Bahía Blanca, el entorno afectivo am-biental de la familia, el áspero paisaje, la desolada inmensidad de la llanura que le traía lased del espíritu tan frecuentemente transparentada en las obras; las primeras vivenciasliterarias en la biblioteca del padre, médico y escritor, de naturaleza noble y abnegada,descendiente de una antigua familia, emparentada con Domingo F. Sarmiento. La forma-ción intelectual escolar, “el frío profesoral” en las aulas de Buenos Aires, como elementomotivador ya lleva en sí los gérmenes de la vocación literaria que se manifestará en losrelatos en la revista Caras y Caretas, a los diecisiete años del escritor. La circunstancia dehaber transcurrido la maduración literaria en el periodo entre las dos guerras mundialessignificaba un estímulo más para el desarrollo de la ética creadora y “la vocación dehumanidad” malleanas. Los años universitarios de Derecho se completaban con medita-ciones y lecturas de autores predilectos: William Blake, Kierkegaard, Nietsche, Pascal,San Agustín, Descartes, Kant, Hume, los místicos San Juan de la Cruz, Santa Teresa.Obtenía de ellos los elementos de juicio decisivos para el reconocimiento de dos mundos:

1 Rivelli, Carmen: Eduardo Mallea. La continuidad temática de su obra, Las Américas Publishing Com-pany, New York, 1969.

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el visible y el invisible. Abandonó sus estudios de Derecho, motivado por el afán depoder dedicarse a la literatura, y unirse al grupo de jóvenes escritores con RicardoGüiraldes, Jorge Luis Borges, Francisco Luis Bernárdez, Leopoldo Marechal, RicardoMolinari, tutelado por Alfonso Reyes, movidos todos por el mismo afán de alcanzar “lanota de universalidad”.

En medio de un panorama literario floreciente, en el año 1926 escribe Mallea su pri-mer libro: Cuentos para una inglesa desesperada, que por su sutil agudeza y sólida eru-dición le puso a la vanguardia de los narradores argentinos. Los viajes a Europa en 1928y en 1934, las estancias europeas, son para Mallea interrogantes sobre el ambiente euro-peo y a la vez otras tantas incitaciones a intervenir en el mundo. En su segundo viaje,invitado al Instituto Interuniversitario ofrece conferencias en Roma y Milán tratando eltema del conocimiento y expresión de su país, que será su primer ensayo publicado, fe-chado este mismo año.

Rivelli sigue la trayectoria de Mallea hasta la aparición de la primera novela, Nocturnoeuropeo, de 1935. Como frutos de sus inquietudes, aparecen enumeradas las obras con laindicación del género, en orden de publicación: Historia de una pasión argentina, ensayo(1937); Fiesta en noviembre, novela (1938); Meditación en la costa, ensayo (1939); Labahía de silencio, novela (1940); Todo verdor perecerá, novela (1941); El sayal y lapúrpura, ensayos (1941); Las águilas, novela (1943); Rodeada está de sueño, novela(1943); El vínculo, novelas cortas (1946); Los enemigos del alma, novela (1950); Latorre, novela (1951); Chaves, novela (1953); La sala de espera, cuentos (1953); Notas deun novelista, ensayos (1954); La ciudad junto al río inmóvil, cuentos (1955); Simbad,novela (1957); Posesión, novelas cortas (1958); La razón humana, narraciones (1959);La vida blanca, ensayo (1960); Travesías, ensayo (1961); El gajo de enebro, teatro (1957);La guerra interior, ensayo (1961); La representación de los aficionados, teatro (1961);Poderío de la novela, ensayos (1965); El resentimiento, novelas cortas (1966); La barcade hielo, cuentos (1967).

En el segundo capítulo, La ensayística, Rivelli, fiel al tema central de su monografía,al de la continuidad temática, trata los ensayos en los que se explicitan, con mayor rele-vancia, las preocupaciones fundamentales del escritor, referentes a América, y muyespecíficamente a su país y a su vocación siempre igual. Así se pone énfasis en el proble-ma de la autenticidad, en la distinción de la Argentina visible e invisible, en la necesidadde búsqueda de las características del auténtico argentino. Dirige la atención hacia losensayos un análisis exhaustivo de la vida de las meras apariencias, los convencionalismosdel representar argentino, en última instancia, sobre la tan subrayada necesidad de cono-cerse y expresarse por la palabra.

Todas estas referencias generan la necesidad imperativa de intervenir de los escritoresen el destino del hombre. Intervenir en la vida de los hombres enseñándoles a encontrarsu personalidad auténtica argentina, que sólo puede ser fruto de una lucha y crecimientointelectual, a juicio de Mallea. Por esta razón, y por la comparación con la cultura euro-pea, que según la experiencia de Mallea ha llegado a su límite de expresión, se van exten-diendo las dimensiones de los descontentos hasta llegar a la universalidad. En fin, laafirmación que “la esperanza de un mundo esencial y fundamentalmente humano se cen-tra en América con su ejemplo de sencillez, naturalidad, sobriedad”2 nos hace pensar con

2 Ibid., p. 132.

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Rivelli en que la continuidad quedará garantizada para siempre por las eternas preocupa-ciones de la conciencia humana. A esta se añade el mensaje de los ensayos, en los cualesse revela la vocación del escritor con su aspecto ético.

El tema de la continuidad temática, pues, se basa fundamentalmente en dos ámbitos:en los planteamientos actuales americanos, argentinos, en el estudio del clima humano dela nación y en la profesión de fe sobre la militancia de Mallea, ambos unidos en un impul-so apasionado superior a toda política, y fomentados por el punto de vista de la plenitudproblemática de la conciencia.3

Rivelli hace una alusión breve a los antecedentes de movimientos intelectuales desti-nados a alcanzar América y Argentina un orden de valores y estilo de vida propios. DesdeSarmiento hasta el grupo Martín Fierro marcan esta voluntad nombres como FranciscoRamos Mejía y Ricardo Rojas. De esto se desprende que existe una continuidad cronológicay temática precedente a Mallea fundamental por lo que se refiere a la obra malleana y a lade todos los intelectuales argentinos comprometidos.

En el capítulo de La novelística Rivelli apela a la autodefinición de Mallea de serescritor agonista a la vez que pone el tema en dimensiones de su concepto de gran novela.Aquí también quedan explícitas las constantes de la novelística malleanas expuestas ya ensus ensayos. Se coloca en primer plano cómo Mallea se identificaba con el concepto delhombre y del filósofo existencialista ruso Nicolás Berdiaev y con la representación nove-lesca dostoievskiana del hombre expuesto a las circunstancias sociales siempre actuales ya su propia naturaleza inarmónica.

Como en sus ensayos, en las novelas también todo gira alrededor del drama actual,alrededor de la faz conflictiva de las diversas circunstancias sociales e individuales de lospersonajes de sus novelas, altamente intelectualizados (La bahía de silencio) o despoja-dos de toda circunstancia intelectualizante (Todo verdor perecerá). Aunque se observaalteración en el enfoque, en el contexto, en los referentes, hasta en el desenlace de lasnovelas examinadas, no hay ningún cambio en el tema elegido, y tampoco en la coheren-cia que dicta la misión propuesta por Mallea al principio de su carrera. Esto es, hacervisible la Argentina invisible, dar la voz a un mundo que no la tiene para expresarse,ahondando a la vez en el secreto de las almas solitarias, intranquilas en configuracionesreferentes a la naturaleza, a la sociedad y a la trascendencia.4

Este trípode de referencias apunta a la totalidad, por lo tanto, las narraciones de Malleason reducciones ideales de cierto significado de esta totalidad, dando siempre prioridad ala causa humana. Esto es el motivo común que hace de las distintas historias novelescasun todo homogéneo que se completa con la coherencia de las distintas instanciasnarratológicas, según se evidencia en la crítica de Rivelli. Mallea, pues, ha relacionado elproblema argentino con una concepción trascendente del destino del hombre. A este “aná-lisis apasionado” dio marco su gran novela.

En Líneas generales del pensamiento de Mallea, primer capítulo de la segunda parte,trata la misma problemática demostrando la coincidencia y coherencia de toda la obra

3 Obras citadas al respecto son: Conocimiento y expresión de la Argentina, Historia de una pasiónargentina, Meditación en la costa, La vida blanca, El sayal y la púrpura, Notas de un novelista, Lastravesías, La guerra interior.

4 Véase: Bergyajev, Nyikolaj: Az ember rabságáról és szabadságáról, Európa Könyvkiadó, Budapest,1997, p. 53., (la traducción de la cita corresponde a la autora).

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malleana, ensanchando los confines geográficos, intelectuales y espirituales del mismotema. Rivelli hace resaltar la convicción del autor argentino de que será América, exacta-mente Argentina, “el país de misión máxima” donde ha de surgir la nueva civilización.Estas ideas se fundamentan en la experiencia europea de Mallea implicando la decaden-cia espiritual, la aberración civil, el desaliento y la decepción que no permiten al hombreeuropeo esperanzas para un mundo esencial y fundamentalmente humano. Esta atmósferadonde se apodera la desesperanza, la decepción, el desaliento y la idea de destruir paralibrarse, tiene para Mallea el mensaje de la misión universal argentina. Rivelli extrae lospensamientos pertinentes de cómo el intelectual argentino tiene que intervenir en estaempresa de la patria y del mundo. El análisis se centra en las obras reiteradamente cita-das, como Historia de una pasión argentina, El sayal y la púrpura, Meditación en lacosta, La bahía de silencio, Las Aguilas, Simbad etc.

Los subcapítulos dedicados al estudio y análisis de La argentina visible y La Argenti-na invisible integran ya una visión completada de la crisis occidental, y se reúnen en elloslas características y cualidades fundamentales del argentino visible e invisible. La críticaa través de los ensayos y novelas ya examinados, y con nuevas aportaciones matizantes deLa vida blanca, La torre, Los enemigos del alma, hace una recopilación de las formas demanifestación de un vivir sustituido por la representación, de una generación sin espiri-tualidad, del hombre-masa orteguiano, de todo signo de una mundanería, de una aparien-cia fraudulenta, en casi todos los ámbitos de la vida. A la vez, siguiendo el mismo métodode una focalización sistemática, saca las ideas significativas de casi todas las obras apare-cidas entre 1935 y 1965, investiga a los personajes novelescos en los que toman cuerpolos rasgos fundamentales del argentino auténtico: personaje profundo, esencialmente ar-gentino que no pertenece a ningún grupo social determinado, que es identificable en susactitudes, aspiraciones, que en su espiritualidad está dirigido hacia un pensamiento en lasalvación o en el mejoramiento de los demás.

La parte Estilo literario es otro recuento y consideración analíticos de la prosa malleana,caudalosa, rica en imágenes. Como signo de la coherencia personal-vocacional destacaRivelli la correspondencia entre contenido y forma, refiriéndose tanto a los ensayos comoa las novelas y a sus personajes. A la luz de los recursos estilísticos malleanos se refleja elaspecto conflictivo, profundo de la existencia humana dando prioridad a la descripcióndel mundo íntimo y conflictivo de los personajes. El estilo malleano, un tono apasionadoy lírico, mediante repetición de palabras y acumulación de voces para aclarar mejor losconceptos, intensifica las emociones, con resonancias ideológicas y con la deliberadatendencia a la abstracción.

En su Conclusión, como a lo largo de toda su obra, la autora se acoge a los pensamien-tos de Mallea referentes a la responsabilidad del creador expuestos principalmente enPoderío de la novela y La guerra interior. Como en todo el análisis, en las líneas finalestambién se trasciende una identificación casi completa con la obra malleana, insistiendoen la continuidad temática. También demuestra cómo ha de ponerse la crítica literaria alservicio y mejoramiento de los demás, ensanchando los confines y recursos vocacionalesdel influir e intervenir en la empresa de la patria de un auténtico mensaje artístico ycientífico.

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Herbert Gillessen: Themen, Bilder und Motive im Werk EduardoMalleas5

En su introducción Herbert Gillessen expone los principios básicos de su trabajo cen-trado principalmente en la lectura profunda de tres novelas: La bahía de silencio (1940),Todo verdor perecerá (1941) y Los enemigos del alma (1950), siguiendo las instruccio-nes malleanas: “No hay más que trazar un esquema de las grandes ideas, decir cuáles sony organizar su agrupación lógica”.6

La estructura del ensayo se basa en la idea fundamental de las obras examinando pala-bras clave, imágenes características, formas de comportamiento estereotipadas, y se des-tacan ciertos recursos estilísticos importantes. Se atiene al concepto de literatura de Malleaentendida como un modo de buscar la realidad poético-metafísica. Se trata de “La litera-tura de un mundo concebido y pensado en términos de inteligencia poético-metafísica,que ha hecho de la narración un instrumento de profundidad.”7 De esta manera, se consi-dera evidente examinar la “metafísica malleana” y hacer una clasificación en razón de susideas, plantear interrogantes con respecto “al caos y a su tipología”.

Mediante la influencia de los autores preferidos intenta definir los pensamientos refe-rentes a la angustia, salvación y cosmovisión malleanas, procediendo con una aprecia-ción a la vez objetiva y de intención ilustrativa.

Considera La bahía de silencio como una obra en que aparecen mejor los rasgos carac-terísticos formales de la novela malleana; busca y expone sus constantes formales y temá-ticas. Con su estudio, Gillessen trata de aportar un método posible de análisis a guisa deorientación entre los numerosos criterios y con respecto al principio organizativo. Desdeeste punto de vista enfoca el manejo del tiempo y del espacio, la situación narrativa, lapresencia de los elementos líricos, dramáticos y épicos, su proporción, función temáticade la novela en la novela, así como la figura de la dama misteriosa.

En cuanto a la valoración del espacio y del tiempo, el trabajo constata que ambascategorías constituyen en la obra algunos modos de la autoexperiencia; predomina laausencia del lugar, dado que consciencia y mundo externo no están separados, y el tiem-po, por su parte, es una contemplación en su propia personalidad.

La situación del narrador es interpretada como portadora de la perspectiva del autorque caracteriza a Mallea; es típico en él la omnisciencia procedente de su visión de crea-dor y sus reflexiones sobre la literatura, la religión y la moral. Aquí se trata también deuna autobúsqueda, que según Gillessen, no se realiza con éxito, puesto que conduce alseno del silencio y no a la conformación del mundo.

En cuanto a las definiciones de orden tipológico declara, a la luz de las proporcionesentre los elementos líricos, épicos y dramáticos, que la emoción externa de la acciónviene sustituida por el drama interno; le parecen determinantes los elementos épicos queaparecen en las especulaciones ideológicas y en las extensas descripciones de las perso-nas, no obstante juzga ampliamente predominante el elemento lírico. Este tipo narrativolo define como novela de figuras en primera persona, donde los personajes no cambian

5 Gillessen, Herbert: Themen, Bilder und Motive im Werk Eduardo Malleas, Kölner Romanistische Ar-beiten, Neue Folge – Heft 36, Romanisches Seminar der Universität Köln, 1966.

6 Carta de Mallea del 15 de enero de 1964, en Ibid., p. 5.7 Entrevista con Mallea en La Nación, 25 de marzo de 1963, en Ibid.

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durante la historia, el acontecimiento esencial viene a ser la exposición de las propieda-des, de las correlaciones y vínculos sociales, de las circunstancias externas determinantesde la vida de los personajes. De esta manera la opacidad del mundo externo refleja enrealidad a la consciencia, por eso, dice el crítico, se echa de menos un final bien definidoy abundante en acontecimientos.

La solución de insertar en la novela otra novela es considerada en el estudio comoinstrumento para experimentar la vocación profética; late en ella la problemática del hombrenuevo según San Pablo, y no cumple un rol metaliterario.

En el análisis de la figura de la dama misteriosa, con relación a su condición de símbo-lo latente, plantea la posibilidad referente a la novela y al autor como manifestaciones delalma según Jung, así como también de su secularización trascendente. Interpreta las rela-ciones del precursor y salvador, su figura, a base de la exégesis bíblica o de planteamien-tos de la fenomenología religiosa, así como a partir de la “vita nuova” de Dante, y en laadmirada dama ve a la realizadora de una figura, la figura mesiánica secularizada. Laexplica como símbolo, como su atributo clave a través del cual el individuo puede remon-tar a regiones más elevadas, a lo nacional y a lo universal, y por supuesto, la esenciaalegórica con la cual Mallea es el promovedor del análisis sobre el hombre. La revelacióndefinitiva del análisis sobre Mallea la formula Gillessen citando en parte las agudas pala-bras de Fernando Alegría:

“En medio de su novela Mallea está solo, rodeado de ecos y posturas que son reme-dio de su desesperación. Sin humanidad propia, sin caracteres, se alimentan de imáge-nes y de palabras. Mientras más viven en la historia, más mueren en el detalle cotidia-no y estas muertes se acumulan sobre Mallea, le ahogan, le martirizan hasta que sedeshace de ellas en retorcidas metáforas que no ocultan frustración.” 8

La conclusión viene completada curiosamente con la apreciación crítica que sigue:

“No tiene tacto frente a los secretos ordinarios de la gratitud, frente a la ternura y alamor obsequioso. Su atracción por lo aristocrático puede devenir fácilmente en esno-bismo. Su mística es un producto singular del metodismo secularizado y de la gnosismaniqueísta.” 9

Todo verdor perecerá lo analiza Gillessen como una obra en la cual el escritor conectade la manera más consecuente sus imágenes y motivos predilectos, y por eso, acota elcrítico, es muy idónea para deducir a partir de ella conclusiones muy significativas. Estasimágenes se vinculan con los dominios que siguen: desierto, fauna, isla, habitación dehotel. De esta manera el desierto y conceptos afines como oasis, aridez y soledad cobransentido a la luz del lema del Antiguo Testamento como lugar de tentación y muerte.Sincronizando lo exterior al hombre y lo interior al hombre, mediante su carácter nosupeditado a lugar nos informa sobre el hombre.

Por sus metáforas animales sobre los personajes de la historia, la vida calificada asípor el escritor, es también objeto de crítica. Pone en relieve la realidad del hombre isla

8 En Ibid., p. 34.9 Ibid., p. 34.

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producto de la falta de comunicación como la presentación de existencias náufragas. A lacomparación basada en la semejanza externa entre el río y el destino humano Gillessen leasocia las imágenes de la muerte y el comienzo de la vida una y otra vez, como expresiónde la dialéctica de la vida, la separación y la continuación, la constancia, la fidelidad y elseguir adelante.

El mar, de efecto tranquilizador sobre Agata, es transmisor de una paz que como exter-na al mundo le trae consigo el significado de una quietud ganada mediante la renuncia. Elsignificado de la ventana como ensimismamiento o distanciamiento del mundo recibiráun énfasis definitivo en la apreciación según la cual escribe Gillessen:

“En una gran alegoría Mallea compara su habitación hotelera con los destinos hu-manos, cuyas ventanas abren hacia el mundo circundante. Aunque hay cuartos que dana un paisaje hermoso, a la sociedad, sin embargo hay también las ‘que dan a lo espiri-tual’.”10

En última instancia, el crítico interpreta todas las imágenes como la representación deuna sola imagen primitiva, como la representación del hombre.

El punto capital del estudio es la interpretación de la noche oscura del alma. Cada unode los fenómenos que pertenecen a esta temática, tales como la agonía, la esterilidad, elhambre, la sed, la soledad, tienen significado confrontados con la realidad malleana delrango más elevado, la realidad del alma, pero después de compararla con la mística deSan Juan de la Cruz y con el saber sufrir de Faulkner llega a la siguiente conclusión:mientras con los místicos estos conceptos adquieren sentido ponderando el grado de per-fección, en la vía que conduce hacia Dios, en Mallea se trata de algo definitivo. En Malleano hay Dios que pueda aplacar la sed, en su caso en vez de la aceptación del destino porla confianza en Dios surge la protesta de la criatura.

La razón cree encontrarla Gillessen en la inseguridad de Mallea con respecto a lascosas definitivas, y por eso considera difíciles de explicar las figuras malleanas, así labúsqueda de Agata durante toda la vida, pues en su opinión nunca encuentra nada. Aun-que tengan un idioma común, hay un abismo que separa a Mallea de los místicos, señalaGillessen.

Contribuye a la presentación del mundo de Mallea, y principalmente a abordar la pro-blemática de la mística malleana, el capítulo que se ocupa de lo telúrico, capítulo que apesar de venir documentado con muchas citas es breve, y que a fin de cuentas lo que hacees definir comparando. Compara el rol de lo telúrico en Neruda y Mallea para darle,indirectamente, a la mística malleana su definición. La conclusión de Gillessen reza:

“Lo telúrico es uno de los poderes primitivos en las novelas de Mallea. En la ana-logía mística la tierra pasa a convertirse en refugio físico y espiritual del hombre y, enúltima instancia, en manifestación de la santidad absoluta, en templo del pueblo y delas almas. Mallea postula una escala donde de lo geográfico puede abstraerse a loespiritual.”11

10 Ibid., p. 38.11 Ibid., p. 51.

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Mientras Neruda es concreto, y en su caso la tierra lo es todo, y no hay lugar paramagnificarla y hasta la mística de Mallea, en la lectura de Gillessen, queda clasificadacomo mística panteísta. Es decir, la voz de la tierra se dirige a los elegidos entre lospersonajes de sus novelas, y a ella se sienten atraídos irresistiblemente, como Agata Cruza su tierra natal.

El estilo de Mallea en Los enemigos del alma y su concepción del arte en el capítulo Labahía de silencio tiene como elemento determinante la arbitrariedad, lo que coincide conel tono tendencioso de los capítulos anteriores: El análisis basado en citas tomadas arbi-trariamente del contexto queda fuera de la obra, y atribuye directamente al autor susdeducciones, aunque esté analizando el discurso de los personajes. De esta manera nosólo que no son convincentes sus afirmaciones que siguen, sino igual sus refutaciones delanálisis “werkimmanente” planteado originalmente como objetivo:

“Mallea crea un «lenguaje de esencias», con una sutil deducción lógica, el mundode la razón, y la gracia de su lenguaje está emparentada con trabajosa elaboración. Consu lenguaje elegante y distinguido Mallea se eleva por encima de la realidad, y lo haceporque para él la cotidianeidad está condenada al imperio de las tinieblas, y frente a locual su actitud es hostil y sistemáticamente despreciativa. De esta postura proviene sulenguaje.”12

Al mismo tiempo, en su apasionamiento, en su pathos, en su elegancia y abstracciones“se refleja su confusa relación con la realidad.”13 Las demás matizaciones, por ejemplo,el pathos y lo cómico, la explicación de palabra y concepto, por ejemplo arte y caos,vuelven a la anterior constatación de Gillessen como tesis básica.

A fin de cuentas, el mundo presentado por Mallea es reconocido como el mundo delmisterioso sufrimiento, el mundo de una tristeza venida desde lejos, de donde llega la vozdel hombre. El punto de partida de su creación artística no es lo que siempre confiesa elescritor como “la creación estética autónoma, sino la re-creación del hombre encalladoen el mundo.”14

Como un pincelazo definitivo a la imagen de Mallea trazada por él, Gillessen añade laspalabras que califican el estilo de las citas del escritor:

“La tendencia al estilo de citas de Mallea, así como su aspiración a la elegancia ygran sapiencia le imponen el mismo sello característico del lenguaje meditativo de susdiálogos interiores. En ambos se refleja el vacío de quienes carecen de mundo.”15

Con el título de Fuentes y parentescos destaca Gillessen la segunda gran unidad de suanálisis, en el cual subraya la trascendencia de San Agustín, Pascal y Kierkegaard en lasobras de Mallea, pero de manera similar a como procediera hasta aquí, es decir, en vez dela búsqueda werkimmanente del punto común coteja y muestra semejanzas a base deesquemas previamente pensados.

12 Ibid., p. 57.13 Ibid., p. 58.14 Ibid., p. 62.15 Ibid., p. 67.

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Mercedes Pintor Genaro: Eduardo Mallea, novelista16

Originariamente tesis de doctorado, es mucho más de lo que su título promete. Se tratade una obra impulsada y ampliada abarcando la totalidad de la creación malleana: análi-sis minucioso de sus novelas, problemas inquietantes con que su “daimon” le tienta, delos recursos técnicos y estéticos de su arte de novelar.

La aspiración a la totalidad de la autora queda patente en el primer capítulo Noticiabiobibliográfica, donde se repara en datos, circunstancias, actividades, vivenciasexistenciales y literarias que despertaron la vocación de Mallea dirigida a ayudar al hom-bre argentino. La autora se decide a esclarecer los datos biográficos desde la perspectivade la evolución intelectual y vocacional del escritor. Presenta así la influencia de grandespensadores como Nietzsche, Kierkegaard, Pascal, Novalis, Unamuno:

“La frecuentación de estas angustiadas conciencias despierta en Mallea el impera-tivo de acercarse al pensamiento religioso. San Agustín lo inicia, luego lo guían SantaTeresa y San Juan de la Cruz.”17

Después, como refuerzo definitivo y auténtico, cita las palabras del propio escritor:

“Con estos estaba, casi sin notarlo, en la raíz de España. [...] Al estar en la raíz deEspaña estaba en la raíz de mi tierra, cerca de propia raíz. Ni con Cervantes, ni conCalderón, ni con Lope, ni con Mateo Alemán había tenido nunca sentimiento tal defiliación en la esencia y en la tierra.”18

“Mi compromiso de alma era con los espíritus cuya preocupación nace de un con-flicto, de una responsabilidad viviente y no de un estado lógico, discriminatorio yargumental.”19

Con semejante importancia referente al eco de las ideas de Waldo Frank que se mate-rializa en la labor periodística literaria de la fundación, en 1930, por Victoria Ocampo yla participación de Mallea en su consejo de redacción del Sur, junto con la dirección delsuplemento literario dominical de La Nación desde 1931. Labores que despiertan la pre-dilección de Mallea por “La verdadera gran literatura”. Mercedes Pintor Genaro registratodas las actividades del escritor, los honores y reconocimientos recibidos, incluso lasimilitud reflexiva de su estilo literario y conversacional.

En el capítulo Ámbito generacional queda patente la búsqueda apasionada de la esen-cia de la argentinidad de una joven generación. En la incansable crítica y esfuerzo porhacer a América consciente de sí misma y del modo de ser argentino; por movilizar a losintelectuales para señalar al espíritu rutas ignoradas por reconstruir un estado de fe, pordescubrir la misión que tiene el que posee el don de la creación por la palabra, porreconsiderar el concepto de literatura, de la cultura, por realizar la verdadera razón de ser

16 Pintor Genaro, Mercedes: Eduardo Mallea, novelista, Editorial Universitaria, Universidad de PuertoRico, 1976.

17 Ibid., p. 21.18 Historia de una pasión argentina, pp. 57–58., en Ibid., p. 21.19 Historia de una pasión argentina, p. 79., en Ibid., p. 21.

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del arte en el crítico momento que vive la humanidad, o sea por abordar los temas de laensayística argentina expuestos por figuras cumbre. La obra de Jorge Luis Borges, EzequielMartínez Estrada, Bernardo Canal Feijoo, Leopoldo Marechal marcan el contexto en quese ubican los ensayos de Eduardo Mallea, representados por títulos más reveladores,como Conocimiento y expresión de la Argentina, Historia de una pasión argentina, Me-ditación en la costa, El sayal y la púrpura, Notas de un novelista, La vida blanca.

Con el subtítulo de Creador de mundos Mercedes Pintor Genaro da la lista de publica-ciones de cuentos, novelas cortas y el intento teatral de Mallea en orden cronológico. Eneste tratado la autora se empeña en abrir la gama de los instrumentos expresivos medianteun breve resumen argumental-temático con comentario formal conciso de las catorce obrasmás conocidas, portadores del concepto del hombre y visión del mundo malleano.

Los temas de las novelas de Mallea, capítulo tercero del libro, se dedica al problemade cómo se plantean, reiteran y entrecruzan los temas fundamentales en el peculiar mun-do malleano. Partiendo desde lo particular contingente, desde lo argentino, alcanza Mallealo universal y eterno. En obras como La ciudad junto al río inmóvil, La bahía de silencio,Fiesta en noviembre personajes encarnan los pensamientos típicos del escritor sobre laArgentina visible e invisible. La autora llama la atención sobre la obvia diferencia queexiste entre la representación de lo visible e invisible. Por ser éste menos directo el autorescoge la descripción, forma única de poder ir recogiendo las notas fundamentales delauténtico argentino, en último análisis, las de cualquier vida humana auténtica.

La crítica, igual que Mallea mismo, dedica mucha atención a la coexistencia de las dosArgentinas en un personaje agonista del combate interior provocado por las dos manerasde vivir. Subraya la voluntad del escritor de dejar puertas abiertas al futuro como si abri-gara la esperanza que sus personajes encontrasen su verdadera personalidad.

Reafirma sus ideas Pintor Genaro remitiéndonos a los ensayos de Mallea y nos hacever, al destacar el valor metafórico de la urbe y del campo, los comportamientos humanosno prescindiendo del referente histórico, sociológico y literario y las ideas del escritorsobre las dos Argentinas antagónicas así como su intención de trasvasar lo argentino a loesencial humano. La conclusión sumario que Pintor Genaro saca:

“Mallea siente la agonía peculiar de nuestro tiempo, de la cual se hace intérpretedolorido a veces trágico pero su posición ante los acontecimientos, su interpretaciónfinal es optimista. A diferencia de muchos otros escritores contemporáneos, mantieneuna fe inquebrantable en las posibilidades de perfección del hombre.”20

En El tema del hombre la autora explicita que el tema de lo argentino significa paraMallea un intento de buscar los fondos existenciales del ser, con la fe inquebrantable enlas posibilidades de perfección del hombre, en la bondad humana y en la capacidad desufrimiento y grandeza del hombre. Con esta finalidad se reúnen las propiedades distinti-vas del ser humano como individuo, como persona, como criatura con su destino sobre latierra. Colocado en este ámbito a Mallea dentro de la corriente del personalismo de MaxScheler emparentándolo con Pascal, Berdiaev y Unamuno, pensadores para los que elconcepto del hombre recoge el hombre completo, con atención distinguida a “las razones

20 Ibid., p ág. 89.

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del corazón que la razón ignora”. Recibe un acento especial la idea compartida conUnamuno: “la inteligencia tiende a la muerte cuando se la deja abandonada a sí misma”.21

Fundamentadas en obras concretas (Las travesías, La guerra interior, La ciudad juntoal río inmóvil, El sayal y la púrpura, Meditación en la costa, Todo verdor perecerá,Historia de una pasión argentina, Notas de un novelista) se observa la diferenciainterpretativa entre alma y espíritu teniendo en este último el punto de origen el camino yla capacidad de conocimiento completo del mundo y del uno mismo llegando así a laverdadera libertad y dignidad humana. Mercedes Pintor Genaro demuestra que la proble-mática del sufrimiento y sacrificio significa para Mallea la autenticidad, como se nota enalgunos personajes de La ciudad junto al río inmóvil, La bahía de silencio, Todo verdorperecerá etc.

Es, pues, imprescindible la retirada a lo íntimo para desatender lo exterior por cuantofalsea al propio ser. Esta soledad relativa y fértil la ve ilustrada Pintor Genaro en Solves,Martín Tregua, personajes con la fortaleza suficiente para decidirse por una existencia desacrificios para producir algo en beneficio de la humanidad y poder ver el sentido armó-nico del universo como premio pertinente. Esta trayectoria lleva a estos personajes a lacomunión con los prójimos. Otros, como Marta Rague, vive el momento crítico de laconciencia infiel a sí misma.

En relación con la novela malleana Pintor Genaro destaca como característica funda-mental la conciencia en constante estado de alerta del escritor y recoge en apretada sínte-sis su ideario artístico: la estética malleana se centra en una concepción vital del arte; senutre de la problemática humana y se dirige al mayor número de hombres; lo primordiales señalar los supremos contornos de la naturaleza humana proporcionando una idea ade-cuada de sus recursos de grandeza y de sus poderes y posibilidades en cada ser.

Ernest Lewald: Eduardo Mallea22

La monografía presenta detalladamente el ambiente familiar, y a la vez espiritual, quepredispuso a Mallea para su desempeño en la vida pública, en su actividad intelectual yen su vocación de escritor. Destaca la extraordinaria sensibilidad del niño Mallea como labase de sus novelas de tono atormentado. Subrayando sus lecturas, descubre al mismotiempo la contradicción que al respecto se observa en las críticas y monografías, ademásde echar de menos la presencia de autores latinoamericanos, principalmente argentinos,entre los escritores y poetas leídos por Mallea.

El estudio explora su actividad literaria como redactor y creador desde los inicios,1921, cuando entra en contacto con un grupo de estudiantes de filología y literatos jóve-nes; luego sus relaciones que van desde el círculo Florida, nacido del grupo Martín Fie-rro, hasta su labor en las editoriales La Nación, Sur y Sudamericana, y su compromisodefinitivo con la literatura.

Su primer volumen, los relatos aparecidos en 1926 con el título de Cuentos para unainglesa desesperada, lo cataloga este estudio como el pálpito de la era modernista, segúnlo afirmado por Mariano Picón de Salas. Señala el hecho de que allí ya están presentes los

21 Ibid., p. 91.22 Lewald, Ernest H.: Eduardo Mallea, Twayne Publishers, Boston, s. a.

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arquetipos que caracterizan el derrotero literario del escritor: el eterno protagonista feme-nino casi inasible, el personaje masculino autocrítico e introspectivo, la presencia de lasoledad por doquier, los tormentos del narrador, el ambiente cosmopolita que entremez-cla los rasgos más negativos de la vida de la gran burguesía a ambos lados del océano.

En 1927 Mallea cesa sus estudios de Derecho contra la voluntad de su padre. Al valo-rar la importancia literaria de sus viajes a Europa después de esta decisión, o sea en 1928y luego en 1934, Lewald pone en relieve no solamente los motivos recurrentes en susobras tardías, sino también sus contactos intelectuales con los representantes más distin-guidos de la intelectualidad europea, entre ellos, con Paul Valéry, Jean Giraudaux, Nico-lás Berdiaev, Alberto Moravia, así como también con Luigi Pirandello.

Manifestaciones representativas relativas a la pasión literaria de Mallea, salvación delindividuo y de la nación, formación del autoconocimiento y desenmascaramiento de lafalsa ciudad cree descubrir Lewald en Conocimiento y expresión de América y en Noc-turno europeo. En su ensayo El escritor de hoy frente a su tiempo el autor destaca elentusiasmo de Mallea por la filosofía de Berdiaev, mostrando a la vez la diferencia entreambos: en lugar de la fuerza del amor espiritual, Mallea considera importante la fuerza-amor derivada del autosacrificio activo.

La importancia de los relatos de La ciudad junto al río inmóvil –volumen donde serepresenta la necesidad de revalorar la vocación del escritor, el sentimiento de la vidaexistencialista, y donde vemos pasar ante nosotros al hombre solitario, indeciso,deambulando tras alguna salida en el laberinto citadino, o a la mujer aristocrática tansegura de sí, antihéroes de actuar instintivo y que no reconocen las expectativas– está,dice Lewald, en despertar en las personas no plenas la necesidad de plenitud. Al mismotiempo, le parece un rasgo negativo el hecho de que Mallea no aporta solución para lasalvación personal o colectiva de estos seres no plenos.

Con respecto a Historia de una pasión argentina el análisis enfoca la agonía que viveMallea tras su viaje europeo: al escritor le parece insatisfactoria para la solución de losproblemas del país la herencia europea que llega a Argentina con los inmigrantes. Lewald–parafraseando a Bernardo Canal Feijoo– nos brinda un sumario que contempla esencial-mente toda la obra literaria de Mallea: la obra unifica simbólicamente la búsqueda perso-nal del escritor con la búsqueda de una nación creando, así, una verdadera concienciahistórica.

En la novela Fiesta en noviembre el autor explora la presencia y esencia del espíritucosmopolita; al mismo tiempo, subraya reiteradamente los rasgos típicamente malleanosde la novela: personajes herméticamente cerrados, figuras secundarias superficiales, in-sensibles, confesión burguesa y un lenguaje serio y gravitante.

El ensayo Meditación en la costa lo valora Lewald como novedoso esfuerzo cuyoobjetivo es encontrar la vía argentina capaz de prorrumpir de la decadente herencia euro-pea. Este volumen es el dictamen de Mallea sobre la infiltración del principio materialistacon muchas referencias a La rebelión de las masas de Ortega y Gasset. Remarca el peli-gro que para el orden espiritual de Argentina representa el modo de vida materialista ycarente de buen gusto de las masas, y alude también al impacto de los medios de comuni-cación aniquiladores del hombre común y corriente. Lewald advierte también sobre laesencia del nacionalismo de Mallea: básicamente se refiere a la “reconquista del alma”del pueblo argentino, sin tocar cuestiones económicas o políticas. Se incluye la identifica-ción moral y espiritual con el terruño, la que nos ayuda a vencer las numerosas enferme-

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dades de la sociedad industrial, principalmente la ausencia de raíces. Mallea elude lapolítica, le importan el carácter y el espíritu de la nación.

Desde un punto de vista similar analiza el autor también la novela La bahía de silen-cio, y sostiene que el escritor descubre en esta obra las vacilaciones, fines y torturasiniciales, así como intenta representar el arquetipo nacional argentino frente al cual seopone diametralmente la oligarquía gobernante burocrática, corrupta e internacionalista.Citando las opiniones de Feijoo, Polt y la de Fernando Alegría, nos advierte sobre lospuntos débiles del escritor: su guerra la libra en el campo de batalla de la novela y esto lanovela lo sufre; representa interrogantes que no tienen nada que ver con la vida de sus“voceros”; los personajes de la novela son los “ejecutores de su testamento de concien-cia”.

En el capítulo El novelista y la gana el autor del estudio compara las novelas La bahíade silencio y Todo verdor perecerá con las novelas más antiguas, las llamadas amorfas,de Mallea, obras estas últimas que el escritor interpreta como proyección de su propio yo.Considera ambas novelas como obras representantes de lo transitorio entre las antinovelasde la Generación del 98 y las novelas de los 60, y constata que Todo verdor perecerá yChaves representan mayor dramatismo gracias a una forma más rigurosa y por su acciónmás estrecha.

Todo verdor perecerá constituye una ruptura con las novelas anteriores del escritor enel sentido de que sus personajes no son personas reales, aunque su conformación vinoprecedida por un estudio profundo del terreno. La seca y desolada región de Patagonia secaracteriza por una masa de tierras vacías, lo que armoniza con la infertilidad y amargurade los personajes.

Al analizar la novela Lewald no va más allá del nivel literal. En el círculo cada vez másestrecho de la amargura e infertilidad el fracaso de los personajes y su vida infructuosason casi la contraparte simbólica de la lucha librada con las pampas infértiles.

El tono incisivamente irónico de la presentación de la ciudad queda destacado en elanálisis que discutiblemente nos descubre la inserción de Agata en este mundo, así comosu relación con Sotero. En el retorno de Agata al escenario de su infancia Lewald destacasolamente la persecución por los niños y el segundo plano desertizado de la ciudad y delcampo. Aludiendo a Donald Shaw constata que aunque Agata y Mallea están en la novelaen perfecta unidad, sin embargo reducen considerablemente las acostumbradaselucubraciones ensayísticas del escritor. La obra ganó mucho en intensidad dramática yfuerza descriptiva por haberse apartado del habitual cuadro cosmopolita y por haberseliberado de sus héroes intelectualizantes. El estado mental de Agata, lo compara con el deSan Juan de la Cruz, reforzando así la opinión de Gillessen.

John Polt: The Writings of Eduardo Mallea23

En las líneas que introducen su monografía, Polt se refiere brevemente a los aconteci-mientos que determinaron la atmósfera política que rodeaba a Mallea. Tales hechos inci-taron al escritor, sostiene Polt, a expresar en sus obras sus crecientes inquietudes por el

23 Polt, John H. R.: The Writings of Eduardo Mallea, University of California Press, Berkeley and LosAngeles, 1959.

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rol que cumplen en el mundo de hoy la nación y el individuo. Mallea creció en tiempos delos movimientos radicales, y en los veinticinco años que siguieron pudo ser testigo de laaniquilación de las instituciones de la democracia liberal, de la corrupción, de la dictadu-ra, así como también de las deficiencias y desorganización de la oposición. No fueron tansólo las interrogantes de la existencia individual, sino el destino de la Argentina y hastadel mundo entero lo que le empujó a escribir; estaba convencido de que individuo ysociedad y las ideas con ellos relacionadas son inseparables. The Writings of EduardoMallea aborda las obras escritas por Mallea entre 1926 y 1954, subraya su unidad con-ceptual, y busca eludir la crítica basada en los acostumbrados prejuicios frente al escritor.Analiza cómo se manifiesta en los personajes y a través de las estructuras y el estilo laideología subyacente en la estructura profunda de la ficción.

La nación y la Argentina “visible”

Polt indica cómo se dan las correlaciones entre la concepción de mundo del escritor, elpapel de la Argentina en la constitución de la nueva civilización, así como la lucha delhombre contra las fuerzas negativas que operan en el mundo o que ponen en peligro lasupervivencia espiritual. Uno de los objetivos de Mallea es el nuevo orden basado en lalibertad del hombre y en su conciencia de libertad. Y en la formación de este nuevo ordenle destina un rol dirigente a la Argentina; por eso se pone a buscar a la Argentina auténti-ca, entretanto nos presenta a la inauténtica Argentina “visible”. Ve una amenazadora ten-dencia en la proclividad a la desidia intelectual en el fenómeno general de que muchos noconocen la meta definitiva de la vida, y viven solamente por los recursos que aseguran elbienestar. Así nos presentará a los que a la espera de mayor bonanza económica –porejemplo, el Cárdenas de La bahía de silencio– venden su propio país. Aunque representaprincipalmente la ciudad como personificación de la Argentina “visible”, en la Historiade una pasión argentina la aldea aparecerá también con el mismo calificativo, comopersonificadora del espíritu colonial, de ‘la decadencia física y moral’. No considera algaucho representante de la Argentina auténtica porque fácilmente puede convertirse ensuperficial fenómeno folklórico o en un ideal anacrónico. Polt subraya que Mallea aspiraa que sus escritos se constituyan no en sátira, sino en profecía.

La Argentina “invisible”

La Argentina invisible equivale a la Argentina auténtica, y es inseparable de ella elindividuo auténtico que en las novelas de Mallea procede de las antiguas familias argen-tinas y que vive en el aislamiento de la superioridad intelectual, en soledad. Así, porejemplo, Usted, la señora de Cárdenas en La bahía de silencio, a quien menciona sinnombre, simplemente como Usted. El verdadero personificador de la aristocracia es SanMartín, con sus apelativos de hombre majestuoso, heroico y talentoso. Por la pérdida devalor de los estratos superiores también representa a la Argentina auténtica otro tipo dehombre: el preocupado, quien es más sensible a su entorno, quien no tolera el caos, quienprocura crear el orden, quien se preocupa por su nación y por el mundo, quien es incapazde acomodarse a la Argentina visible. Los diferentes grados de sus esfuerzos se aprecianen la búsqueda, y en la realización: la creación de la ciudad en el sentido de San Agustín.

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El concepto de la Argentina auténtica no está exactamente perfilado, pero tiene comobásico la profunda dignidad, la honestidad, pureza, mentalidad juvenil, su carácter abier-to, fe y esperanza. La Argentina auténtica es cristiana, pero sin las referencias cristianashacia el más allá, lo que expresa la “exaltación severa de la vida”: un estar particular delhombre en el espacio que abarca lo terrestre, las contingencias y la aspiración hacia Dios.Polt pone en relieve que Mallea es partidario de lo nacional, mas no nacionalista, y en susexpectativas sobre la autenticidad es universal.

El papel del individuo

Qué es la personalidad auténtica, ello puede definirse considerando el conjunto de lasobras de Mallea: un hombre interesado más bien en la búsqueda del cumplimiento que enel propio cumplimiento, que trata de ser sincero consigo mismo y que dedica su vida a unfin de orden superior. Polt atribuye los pensamientos malleanos que se refieren a las basesde la existencia humana a dos grandes comportamientos humanos: uno apunta a la piedady a la revelación, el otro, hacia las cosas mundanas. Mallea exige una vida cimentada enel respeto y cumplimiento de los valores eternos; y esto, apunta, no puede conseguirse sinsufrir. La responsabilidad de crear su propia vida depende del individuo, para lo cual esimportante el autoreconocimiento. El individuo auténtico y noble debe superarse a símismo mediante la fe, la que Mallea considera no dada, sino que se ganará después deamarga lucha. Por eso sus personajes tienen como problema importante la fe, y la tragediade no pocos entre ellos es justamente su incapacidad de alcanzarla y a través de ellacumplir lo esencial, la naturaleza auténtica, no creada por el hombre, que yace en todoindividuo. Mallea piensa que la vida que se mantiene dentro de su propio yo no puedeparticipar del amor creador. Muchos de sus personajes, como por ejemplo, Agata Cruz,son representados como los casos más extremos del aislamiento, en la lucha por la comu-nicación con el semejante. Para ello el contacto no puede ser superficial, sino se precisade sensibilidad y amor hacia los semejantes. De modo paradójico, el primer paso en labúsqueda de la comunicación es el retiro, el aislamiento voluntario del mundo superficial.Este aislamiento en el caso de los personajes femeninos es aun mayor, ya que su rol sociales pasivo.

Personajes

Polt establece categorías de personajes y examina cómo estos seres ficticios trasmitenel mensaje del escritor. Considera como personajes más decisivos a los que expresan através de su propio destino los pensamientos de Mallea. En estos casos, el escritor cons-cientemente trata de delimitar el tema a fin de que concierte con el personaje y para que elpersonaje también corresponda al tema. En su mayoría los personajes fracasan en la crea-ción de contacto entrañable. La causa de su aislamiento en parte se debe a la resistenciade su ambiente, y en parte a la deficiencia que bloquea a su personalidad. Sencillez en lailustración y mínima elucubración para la representación de los hechos son rasgos quecaracterizan a las historias, mientras su interpretación queda a cargo del lector. Polt traecomo ejemplos la Agata Cruz de Todo verdor perecerá, Jacobo Uber de La ciudad juntoal río inmóvil, Gloria Bambil de uno de los episodios de La bahía de silencio. El otro tipode personaje viene determinado principalmente por su función verbal. Este tipo lo aplica

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el autor para exponer los problemas de la nación, por ejemplo, a Martín Tregua, quienaunque es criatura de la imaginación, acaba por desvanecerse en su creador. Al tercer tipopertenecen los personajes secundarios que ayudan al desarrollo de los temas principalesde la novela, por ejemplo, la Señora de Cárdenas. Polt pone aparte en la cuarta categoríaa los personajes autosuficientes, mundanos, los personificadores de la Argentina visible,son los casos de Mario Guillén de Los enemigos del alma y Sotero de Todo verdor pere-cerá. Este último personifica también al hombre masa de Ortega. La vida que puedancontener los personajes tanto principales como secundarios depende de la medida en quesu función traduzca la ideología que esconden sus papeles.

La estructura

Polt evalúa la estructura de las obras de Mallea como el efecto conjunto de variosfactores que determinan básicamente la producción del escritor y que están en estrecharelación. Desde este ángulo, es primordial la concepción dinámica que tiene el rol socialdel creador, lo que significa que el escritor debe encontrarse no sólo a sí mismo, sino quedebe invitar también a otros a la auténtica vida humana. La creación es una lucha; su metaes que en el lector se reinstauren los valores humanos fundamentales, que el arte cumplacon su cometido. La estructura está determinada por la riqueza temática de las obras y porlas correlaciones entre ellas.

Polt advierte que el escenario de la acción también influye básicamente en la estructu-ra de las obras. La situación del individuo está caracterizada por la comarca donde sedesarrolla la acción. Los problemas de la época están vigorosamente subrayados por lascircunstancias de Buenos Aires y de Europa. Es característico de Mallea insertar un hilode acción secundario en la exposición de un pensamiento determinado. La unidad de todasu obra de escritor se sustenta en motivos y símbolos recurrentes, los mismos personajesy títulos de novelas que aparecen en varias obras; pero el montaje de sus novelas dependefundamentalmente del pensamiento y del apasionado modo de representar tan caracterís-tico al escritor.

Como mejor logradas estructuralmente Polt menciona las novelas Todo verdor perece-rá y Chaves. Se basa en que en estas obras el escritor se concentró sólo en un tema.

Estilo

Polt –igual que la mayoría de críticos de Mallea– al analizar su estilo destaca queMallea priva a sus personajes de su estilo propio, limita su autoexpresión y a través deellos manifiesta sus pensamientos.

Son característicos a su estilo las palabras, oraciones y expresiones tomados de lasfiguras de la literatura universal (Martín Fierro, Don Quijote, Pascal, Unamuno, etc.). LaBiblia está presente más bien en su tono y no por su vocabulario particular, mientras laspartes descriptivas recuerdan la influencia de Quevedo. Para Mallea el estilo es un instru-mento para el logro de sus objetivos de escritor. En interés de la mejor comprensión, depuntualizar una expresión o por impactar más profundamente acumula expresiones califi-cativas, principalmente adjetivos. En este fenómeno, Polt ve la inseguridad de Mallea conrespecto a la autenticidad. Sus metáforas características (“isla humana”, “raro desierto

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enamorado”) las interpreta el crítico como expresión de la ideología del escritor. TheWritings of Eduardo Mallea le atribuye un valor literario desmerecedor a la repetición deimágenes de Mallea. Otra observación crítica de Polt que toca también el estilo es queecha de menos el humor.

Myron Lichtblau: Eduardo Mallea ante la crítica 24

Eduardo Mallea y la novela latinoamericana

“Pocos escritores hay en Latinoamérica con un mundo imaginativo que tan consecuen-te e intensamente gire alrededor de la miseria sentimental y angustias intelectuales dehombres y mujeres que viven con la furia de su fracaso y desesperación.”25 –escribeLichtblau, y añade: la contribución de Mallea a la literatura argentina consiste en su pene-tración profunda en la conciencia y emociones del hombre, ya que estamos ante un exce-lente escudriñador del comportamiento humano. En sus novelas representa no al hombreconfrontado con su entorno, con el medio inhóspito y vasto, sino al hombre que lucha,que ha caído en la trampa del odio, del sufrimiento y del amor. Las novelas que aparecenen las décadas 40 y 50 ilustraban los temas del enajenamiento y la soledad en una socie-dad distanciada de sus valores e ideales. Como contrapeso de la novela criollista, valoralas obras Fiesta en noviembre, La bahía de silencio y Todo verdor perecerá; en ellas, conpocos acontecimientos externos y como conflicto interno desfilan sentimiento y entendi-miento, voluntad y determinación, concesión y resistencia, libertad y elección obligada.

El autor considera importante destacar que la formación literaria de Mallea cae en elperíodo de los movimientos vanguardistas que siguieron a la primera guerra mundial,pero no devinieron en su objetivo y anhelo primordiales lo novedoso ni el refinamientoartístico, así como tampoco fue instrumento suyo abstenerse de la realidad observada.Estudia a los autores que se ocupan de la gente atormentada en una sociedad indiferente.Su ejercicio novelístico es la expresión de la preocupación del hombre interesado endarle rumbo a su propio destino. Pone como ejemplos La bahía de silencio, Todo verdorperecerá y En la creciente oscuridad, obras donde la búsqueda de autoidentidad de lospersonajes queda sin auxilio y sin eco, pero aun así no sin esperanzas.

Historia de una pasión argentina la presenta Lichtblau como una autobiografía espiri-tual, como una fe ardiente y como una ilustración de la época sobre la Argentina de los30, donde una oligarquía conservativa y de fuerza retrógrada trata de arruinar los valoresverdaderos de la nación, valiéndose de medios deshonestos y corruptos, orientados aobjetivos de baja calaña. Menciona también que la obra contiene muchos temas que Malleaposteriormente elaborará en sus novelas con sus metáforas sobre la Argentina visible einvisible y sobre lo esencial que se esconde en la superficie insensible y falsa y en loprofundo.

Dedica especial atención a las obras que tienen como motivos guía la soledad, elmutismo o el silencio: La ciudad junto al río inmóvil, Fiesta en noviembre, Chaves. Laimportancia de las asociaciones comparativas que aparecen en la representación psicoló-

24 Lichtblau, Myron I. (Ed.): Eduardo Mallea ante la crítica, Ediciones Universal, Miami, Florida, 1985.25 Ibid., p. 15.

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gica profunda, y su relación orgánica, se realiza de la mejor manera, según Lichtblau, enTodo verdor perecerá: “Ninguna novela presenta mejor que Todo verdor perecerá a Malleacomo al artista que tiene claro las relaciones que hay entre forma, estructura y lengua-je.”26 Al mismo tiempo sorprende que comente la “espiga” como significado no alegóri-co, sino asociado con la autorrepulsa de Agata.

Los temas y recursos comunes que se observan en los relatos y novelas aportan uncarácter tal a los relatos, a consecuencia de lo cual al lector le parece tener al frente másbien una novela condensada. Los rasgos de su estilo los resume así: el estilo de Malleapresenta dos tonos diferentes: uno denso, pesado, psicológicamente orientado, cargadode terminología académica, típico de la abstracción que refleja el proceso del pensamien-to, pero en él también descubrimos el lirismo emotivo y apasionado. Al expresar su men-saje no se fía en una sola palabra, sino aborda el significado deseado con muchos sinóni-mos y asociaciones. Es demasiado intelectual; este fue el motivo para que aunque durantedécadas fuera uno de los escritores latinoamericanos más importantes nunca alcanzó lapopularidad de muchos de sus compatriotas.

Conclusión

Según lo atestiguado por las críticas, los estudiosos de las obras de Mallea abordan suproducción partiendo principalmente de sus pensamientos, de su interpretación literaria,de sus inquietudes por el destino de la nación argentina y del mundo. Por eso no hanconseguido hacerme evidente esa particular visión de mundo que aspira a la plenitud quea mí me entusiasmó al leer sus novelas, principalmente Todo verdor perecerá. Esta sensa-ción de falta me llevó a buscar de modo más matizado la fuerza impulsora que sus críticosno habían puesto en evidencia, o acaso lo habían obviado, o simplemente entendido mal.Emprendí el análisis motivada decisivamente por la contradicción que observé en rela-ción con la interpretación de Todo verdor perecerá. Casi todas las críticas de algunamanera señalaban que en las novelas de Mallea, también en esta novela, es determinanteel carácter meditativo, pero el escritor no brinda una solución definitiva, no cierra elrelato. Al mismo tiempo todas las críticas por mí conocidas sostenían al unísono queAgata Cruz había enloquecido debido a su aislamiento y desgracia. Esta conclusión signi-ficaría que el personaje como persona no es capaz de actuar, así que la historia entoncesen realidad cierra. Esta contradicción puede solucionarse sólo si la interpretación de laobra viene precedida de un análisis.

Por eso, según la teoría interpretativa de Ricoeur, con auxilio de la semántica y delanálisis estructuralista, he tratado de descubrir las correspondencias estructurales y temá-ticas que contribuyeron a un entendimiento mejor fundamentado de la estructura y deltema, o hicieron posible la lectura de la obra en varios niveles o su más plena interpreta-ción. Este método permitió no sólo un entendimiento más profundo, sino que coincidiótambién con la intención del Mallea creador, ya que reiterada e insistentemente alude alas funciones conativa y referencial intencionadamente expresadas en sus obras. El análi-sis semántico ha sido determinante en el descubrimiento de las correspondencias y/o

26 Ibid., p. 19.

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polivalencias entre la estructura profunda de la reflexión característica al autor y el nivelliteral. Sobra decir, no considero mi análisis como definitivo ni el único posible, puestoque la pragmática matiza y hasta limita la recepción ocasional de la obra; pero quizá heconseguido presentar esa particular visión de mundo que me cautivó al leer la obra y queno encontré en las críticas. El móvil que me empujó al análisis acaso lo expresen conmayor autenticidad las palabras de Javier del Prado:

“Leer de manera crítica es siempre una elección: la elección de un trayecto por laamazonía intrincada del texto.

Esa elección debe hacerse en función del elemento que más nos ha sorprendido, quemás nos ha implicado, que mejor nos permite, a nosotros, lectores, penetrar en el tejidode temas y ritmos. Y cuando hemos elegido, debemos, poner al servicio de nuestraelección todos los mecanismos de análisis aprendidos, concentrar en torno a ella todonuestro saber y toda nuestra maestría analítica: si la elección ha sido acertada, la orga-nización sistemática de todos los aspectos de nuestra lectura, nos conducirá, necesaria-mente, por un ramal o por otro, hacia el centro del conflicto actancial, hacia la corrien-te principal del texto.”27

27 del Prado, Javier Biezma: Análisis y interpretación de la novela, Editorial Síntesis, Madrid, 1999, p.117.