1 de MAYO

ORGANIZARNOS Y UNIR LAS LUCHAS CONTRA LOS EXPLOTADORES

PROFUNDIZAR EL CAMINO DE LA LIBERACIÓN

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Este 1º de mayo, como en otros

años, habrá distintas interpretaciones

sobre el Día Internacional de los Trabaja-

dores. Veremos cómo muchos oportunis-

tas descubren la existencia de la clase

obrera. Cómo la burocracia sindical em-

presaria se dispone a movilizar multitudes

para marcar la cancha en las internas de

los partidos de los explotadores. Cómo

pretenden darle a esta fecha un carácter

festivo.

Pero para los que confiamos en la enorme

capacidad transformadora de los trabaja-

dores, este es un día de lucha, de reflexión

y de debate.

Y lo que queremos poner en el centro de

este debate es que el capitalismo es un

sistema que no soluciona los más mínimos

problemas de la humanidad, muy por el

contrario estos son engendrados por el

mismo capitalismo: el hambre, la miseria,

la devastación ambiental, la contamina-

ción, las muertes por enfermedades cura-

bles. El capitalismo acentúa su carácter

explotador y rapaz, guerrerista, interven-

cionista, que no vacila en invadir países,

bombardear poblaciones civiles, produ-

ciendo genocidios en todos aquellos luga-

res donde le interese apropiarse de los

recursos. Este sistema decrépito genera

millones de pobres e indigentes todos los

días para favorecer a un puñado cada vez

más chico de empresarios cada vez más

ricos. Y somos los trabajadores los que

producimos esas riquezas.

El capitalismo está en una profunda crisis

y somos los trabajadores los que debemos

sepultarlo en el basural de la historia y

construir el hombre nuevo como lo imaginó

el Che una nueva sociedad sin explotado-

res ni explotados.

La situación de los trabajadores

Los trabajadores sufrimos día a día una si-

tuación que nada tiene que ver con lo que

pretenden vendernos desde los grandes

medios de comunicación. Cuando se habla

que la argentina crece, debería decirse que

lo que viene creciendo y mucho es la ga-

nancia de las empresas, extranjeras y

locales, y que ese crecimiento es a

costa de la explotación cada vez

mayor que sufrimos los trabajadores,

con salarios de miseria que siempre

van por detrás de la inflación, con tra-

bajos precarizados, con desocupa-

ción. Los capitalistas han

aumentado mucho sus ganancias con

la devaluación desde 2002, mientras

nuestros salarios se fueron para atrás en

mayor proporción. Con cada una de las lu-

chas salariales ganadas, sólo logramos

una recomposición parcial, es decir que

vamos atrás de los costos de vida. Tam-

bién la precarización laboral: tercerizados,

trabajo en negro, contratados, aumento de

la jornada laboral en varios casos, etc., han

servido a la ganancia empresaria: se pro-

duce más por hora de trabajo, se aumentó

el ritmo de la producción pero a costa de

mayor explotación y a un menor costo para

las patronales. La gran mayoría de los tra-

bajadores no tenemos acceso a una vi-

vienda digna, vivimos ajustados, la

educación y la salud pública están en una

enorme crisis. A su vez, millones de traba-

jadores siguen desocupados.

En nuestro país, que tiene capacidad para

producir alimentos para más de 400 millo-

nes de personas, más de 3000 niños por

año son asesinados por este sistema a

causa de la desnutrición y las enfermeda-

des curables.

Cuando los trabajadores y demás sectores

del pueblo explotado enfrentamos estas

políticas, recibimos por parte de los que

gobiernan la represión. Hoy en nuestro

país hay más de 6000 procesados por lu-

char, y varios compañeros luchadores pre-

sos políticos del gobierno autodenominado

“de los Derechos Humanos”. Julio López y

Luciano Arruga desaparecidos, los asesi-

natos de Fuentealba, Mariano Ferreyra, los

Qom de Formosa y en la lucha por vi-

vienda en el Indoamericano también ha-

blan de esta política represiva.

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Los trabajadores no nos arrodillamos. Hay que unir las luchas

Contra toda esta situación hay resistencia

de los trabajadores, que a lo largo del país

seguimos protagonizando luchas y cons-

truyendo nuevas experiencias de organi-

zación sindical.

Esto es muy importante, sobre todo porque

estas luchas se han dado pese a las buro-

cracias sindicales que intentan frenar todo

proceso de organización independiente de

los trabajadores. La burocracia empresa-

rial de las dos CGT, como las direcciones

burocráticas de las dos fracciones de la

CTA, no defienden los intereses de los tra-

bajadores, sino que se encargan de cuidar

sus propios negocios y usan a las centra-

les obreras para las internas de los parti-

dos de la burguesía de los que son parte.

Moyano y Yasqui con el gobierno kirchne-

rista, Barrionuevo con Duhalde, Michelli

con Pino Solanas.

Las patotas de la burocracia sindical ac-

túan como parte de la política represiva del

gobierno K. Todos conocemos el caso del

asesinato de Mariano Ferreira (con la zona

liberada por la Policía Federal) por parte

de la burocracia de Pedraza, a quien Cris-

tina reconoció junto a Moyano como diri-

gente sindical ejemplar.

Frente a todo esto tenemos que seguir

abonando al desarrollo de nuevas luchas

de los trabajadores, a que sigan formán-

dose en ese camino nuevos delegados ho-

nestos, luchadores, comisiones internas y

cuerpos de delegados que defiendan los

intereses de los trabajadores, agrupacio-

nes de base clasistas, independientes del

estado capitalista y sus partidos, anti-

burocráticas, combativas. Junto con

eso es fundamental la necesidad de co-

ordinar esas luchas, unirlas y rodearlas

de solidaridad. Formar coordinadoras

de base que sean herramienta de lucha

para el conjunto de los trabajadores.

Contra la farsa electoral, el camino de los trabajadores

y el pueblo

La Argentina de hoy está cruzada por dos

acontecimientos: en primer lugar por el as-

censo de las luchas de los trabajadores en

todo el país por sus reivindicaciones fun-

damentalmente salariales y contra la pre-

carización, que jaquean a las burocracias

sindicales y al gobierno, sumadas a un

conjunto de luchas por vivienda digna, con-

tra el saqueo y la contaminación, en de-

fensa de la educación pública y gratuita,

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entre otras. Por otro lado, el carnaval elec-

toral.

Si escuchamos atentamente a cada can-

didato o pre candidato dicen que lo único

que les interesa son “los problemas de la

gente” y justamente son ellos los que en

los sucesivos gobiernos aplicaron las polí-

ticas que generan esos problemas.

Vemos cómo se arman alianzas oficialis-

tas o de la supuesta oposición, todas den-

tro del sistema, con tanta facilidad que al

día siguiente se rompen de la misma

forma. Se pelean con una ferocidad ilimi-

tada por los cargos, por la plata, por los es-

pacios de poder, a la vista de todo el

mundo.

La Mesa de Enlace, la burocracia sindical,

los pool sojeros, las mineras, la Unión In-

dustrial, las empresas subsidiadas por el

gobierno, los bancos, los monopolios de la

comunicación masiva, sean de la oposición

o del gobierno, los grupos económicos im-

perialistas, los grandes carteles de la

droga, se aprestan a volcar millones y mi-

llones de dólares en este circo electoral,

bancando a uno u otro partido, a uno u otro

candidato, para que nada cambie, para

que al día siguiente de su fiesta estemos

mucho peor, para que sigan ganando los

mismos y sigamos perdiendo los mismos

de siempre.

Este es el mejor medio que tiene el sistema

para intentar legitimarse sobre sus bases

de barbarie. Por eso, este 1º de mayo, de

la mano de muchos compañeros honestos

de nuestro pueblo, reafirmamos nuestra

voluntad de lucha junto a la clase obrera y

el conjunto del pueblo explotado. Para

crear en el curso de la lucha una alterna-

tiva verdaderamente revolucionaria, apoy-

ados en las mejores experiencias de

nuestro país y el mundo en forma

creadora, usando las más variadas formas

de lucha, avanzando hacia una argentina

socialista, con el papel dirigente de la clase

obrera.

Sólo un sistema dirigido por la clase

obrera puede terminar con el hambre y

la pobreza, resolver los grandes pro-

blemas ambientales y utilizar con res-

ponsabilidad los recursos naturales,

producir en función de nuestras nece-

sidades como pueblo y no de la ganan-

cia de unos pocos. Sólo ese sistema

puede garantizar la salud y la educación

y ponerlas al alcance de todos, terminar

con el narcotráfico que se cobra la vida

y condena a millones de jóvenes al con-

sumo de su negocio. Sólo ese sistema

puede terminar con la calamidad de las

guerras. Por eso decimos que tenemos

que gobernar los trabajadores, cons-

truyendo el socialismo, terminando con

todo tipo de explotación.

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