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ALMA Cultura&Medicina - Editorial Alfredo Buzzi - www.almarevista.com

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Sebastião Salgado: Retrato de un artista comprometido con su tiempo

Sebastião Salgado es un fotógrafo sociodocumental y fotorreportero brasileño que ha viajado a más de 100 países por sus proyectos fotográficos. La mayor parte de éstos han aparecido en numerosas publicaciones y libros. Exhibiciones itinerantes de su trabajo han sido mostradas en todo el mundo. Ha sido considerado como el mejor fotógrafo de los comienzos del siglo XXI.

Sebastião Salgado es uno de los grandes fotógrafos documentalistas de las últimas décadas. Nacido en 1944 en Minas Gerais, el corazón de Brasil, su contacto desde pequeño con la exuberante naturaleza de su tierra marcó de por vida la que sería su gran vocación.

De todas maneras, su carrera como fotógrafo iniciaría recién en los años 70, cuando a los 40 años, con una destacada carrera de economista a cuestas, recibió de su mujer Leila (compañera de vida, socia y colaboradora en todos sus proyecto artísticos), una cámara fotográfica. El enamoramiento con el pequeño artefacto fue instantáneo, tal es así que un par de meses después, y a pesar de contar con un reciente ofrecimiento laboral para trabajar para el Banco Mundial en Washington, decidió abandonar su promisoria carrera y vender casi todas sus posesiones para adquirir un equipo fotográfico, e iniciar así su carrera como fotógrafo profesional. Al respecto comenta: “Descubrí la fotografía por casualidad. Mi esposa es arquitecta, cuando éramos jóvenes y vivíamos en Europa,

Dr Martín ValdezMédico radiólogo

VIMED - Valdez Imagen MédicaCorrientes, Argentina

V E N T A N A F O T O G R Á F I C A

ALMA Cultura y Medicina - Vol 3. N 1 - Marzo 2017 -

se compró una cámara para tomar fotos de edificios. Por primera vez miré a través de una lente y la fotografía de inmediato comenzó a invadir mi vida”.

Su primer trabajo lo realizó en 1973, un extenso reportaje cubriendo la sequía en Sahel, al norte de Africa. El éxito de este trabajo fue inmediato y al año siguiente comenzó a trabajar para la agencia Sygna. Su inagotable espíritu aventurero lo llevó a viajar los siguientes años por numerosos países de Europa, África y Latinoamérica, y su obra empezó a cobrar renombre internacional.

En 1979 fue contratado por la legendaria agencia Magnum, donde gracias a sus encargos se posiciona como uno de los fotógrafos documentalistas más destacados del mundo.

Su trabajo tiene un fuerte contenido social y su involucramiento con las comunidades que fotografía es total: “Nuestra historia es la historia de la comunidad, no de la individualidad. Ése es el punto de vista de mi


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fotografía y el punto de partida de todo mi trabajo. (…) Respeto y tengo cierto sentido de la comunidad y del ser humano. La fotografía

está llena de simbolismo, es un lenguaje simbólico. Tienes que ser capaz de materializar todas tus ideas en una sola imagen”.

Foto 1: “Otras Américas”



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Otra de las características que trasluce este compromiso es el sosiego y la paciencia con la que realiza sus trabajos. Todos sus

grandes proyectos fotográficos le tomaron entre 5 y 8 años de intensa labor. La siguiente anécdota ilustra cabalmente este hecho:




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Foto 5: “Trabajadores”


“Recuerdo que cuando hice las fotos del túnel para Trabajadores, me acompañaba alguien de la empresa de construcción británica. Tras

pasar dos días conmigo me dijo: «Sebastião, verte trabajar es como contemplar cómo crece la hierba.»”


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En 1986, a raíz de sus viajes por Latinoamérica, publicó “Otras Américas”, un volumen en el que plasmó su visión de

la vida de los agricultores y la resistencia cultural de los indígenas y sus descendientes en América Latina.


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Foto 10: “Terra”

Su siguiente trabajo fue “Trabajadores”, proyecto en el que, tras 6 años de viajes, pone en evidencia las condiciones de

trabajo manual existentes en los lugares más remotos del mundo, desde imágenes de las minas de Indonesia, el drama de


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Foto 11: “Éxodos”


la pesca tradicional en Sicilia, el paisaje infernal de los buscadores de oro en Brasil y el trabajo de los bomberos en los pozos

petroleros de Kuwait, entre otros. Esta publicación fue un homenaje al ocaso de los métodos tradicionales de trabajo y


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producción, y su éxito lo llevo a realizar exposiciones en los cinco continentes y a ganarse reconocimiento de los premios más prestigiosos del mundo de la fotografía (entre ellos el Word Press Photo, el Kodak/Ville de París y el Príncipe de Asturias de las Artes) .

Al año siguiente se desvinculó de Magnum para fundar junto a Leila su propia agencia, “Amazonas”, y en 1997, en colaboración y con el apoyo del Movimiento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra, llevó a cabo un nuevo proyecto, un libro y su muestra itinerante llamada “Terra”.

Entretanto, emprendió una extensa investigación de más de 6 años sobre los grandes movimientos migratorios a nivel mundial: “Exodos”. Su trabajo incluye a latinoamericanos entrando en Estados Unidos, judíos abandonando la antigua Unión Soviética, kosovares huyendo a Albania, refugiados hutus de Ruanda, así

como los primeros refugiados por mar -árabes y subsaharianos- intentando cruzar el Mediterráneo para pisar Europa. Aquí, Salgado pone énfasis en la escala abrumadora del fenómeno migratorio, pero se acerca también, con su sensibilidad característica, a las pequeñas historias personales que esconden las grandes cifras.

No obstante, luego de haber vivido y denunciado durante décadas la cara más cruda del odio, la codicia y el sufrimiento humano, y sobre todo luego de ser testigo de las atrocidades cometidas en la guerra civil entre hutus y tutsis en Ruanda, Salgado cae en un período de depresión: “No creía en nada. No creía en la salvación de la especie humana. No podíamos sobrevivir a tal cosa. No merecíamos vivir más. Nadie merecía vivir. ¿Cuántas veces tiré al suelo la cámara para llorar por lo que veía?”.

Pero esta crisis hizo que Salgado -enfrentado a una humanidad de violencia



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feroz- decidiera regresar a la tierra. Por un lado comenzó a trabajar, impulsado por Lélia, en la reconstrucción de la propiedad de su padre en el Vale do Rio Doce que había sido erosionada y brutalmente deforestada en las últimas décadas. Así nace el Instituto “Terra” para la reforestación de la franja atlántica brasileña (www.institutoterra.com.br). El objetivo de plantar un millón de árboles de unas 300 especies diferentes fue titánico y con múltiples reveses, pero aquellos páramos desolados eran un reflejo del corazón de Salgado. Contra toda esperanza, el bosque renació y, también, el alma del fotógrafo.

A partir de aquí, la salvación del ambiente es un tema que ocupa de manera especial a Salgado, y para concientizar al hombre sobre el valor de la madre tierra, emprendió la creación del que quizá sea su trabajo más importante: “Génesis”.

Foto 15: Instituto Terra, año 2000.

Foto 16: Instituto Terra, año 2013.

En esta monumental obra, Salgado se propuso “caminar hacia atrás” y encontrar los “comienzos” de la Tierra y los lugares donde el impacto humano ha sido mínimo. Esto lo llevó por 32 países durante ocho años para culminar con un canto a la naturaleza salvaje y al deber de conservarla: “Génesis va sobre los comienzos. Se trata del planeta virgen, las zonas más vírgenes, y de una forma de vida que es tradicional y está en armonía con la naturaleza, tal como solía ser. Quería presentar lugares que nunca fueron tocados y que han permanecido así hasta nuestros días”. El resultado adquirió la forma de una travesía epopéyica en la que logró retratar el 46% de la superficie terrestre que se halla aún como en los primeros días, uniendo impresionantes imágenes de paisajes y vida salvaje junto a retratos íntimos de comunidades humanas que siguen viviendo según sus tradiciones ancestrales.

“Mis proyectos anteriores fueron periplos a través de las tribulaciones de la humanidad. Este, sin embargo, fue mi homenaje al esplendor de la naturaleza. Al viajar a pie, en embarcaciones, avionetas o globos, mientras fotografiaba volcanes, icebergs, desiertos y junglas contemplé un mundo que no ha cambiado en milenios. Además, con los animales en su hábitat natural, desde pingüinos, leones marinos y ballenas del Antártico y el Atlántico Sur hasta leones, ñúes y elefantes de África, sentí que era un privilegio

http://www.institutoterra.com.br

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Foto 18: “Génesis”



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contemplar los ciclos de la vida en continua repetición”.

A través de estas palabras, apenas podemos vislumbrar la magnitud de su labor, pero observando las magníficas imágenes que ilustran esta aventura, es inevitable sentirse maravillado y en comunión con nuestra naturaleza más íntima y primordial, nos damos cuenta de que a pesar del ruido y la furia del mundo moderno, y de las infinitas distracciones que día a día nos alejan de la naturaleza, en el fondo seguimos siendo una especie más entre todas, un miembro más de este

frágil y maravilloso ecosistema en el que vivimos, donde somos sus hijos y no sus dueños, y que sólo en nuestras manos se halla la posibilidad de revertir el gran daño que le estamos ocasionando. Por eso, si bien no hallaremos en sus fotografías la solución a la severa crisis ambiental que atravesamos, sí nos muestran una luz de esperanza y -por sobre todo- actúan como grandes generadores de preguntas, adquiriendo su obra una trascendencia que va mucho más allá de lo meramente visual, y que indudablemente sitúan a Salgado como uno de los artistas más destacados y polifacéticos de nuestro tiempo.


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