Obligaciones Extracontractuales

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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO VICERRECTORADO ACADÉMICO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ESCUELA DE DERECHO OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO ALUMNO: Juan José Deviez A. C.I V-13.502.775 CATEDRA: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO SECCIÓN: DIP523 SAIA A BARQUISIMETO, SEPTIEMBRE DEL 2016

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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES

EN EL DERECHO INTERNACIONAL

PRIVADO

ALUMNO:

Juan José Deviez A.

C.I V-13.502.775

CATEDRA: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

SECCIÓN: DIP523 – SAIA A

BARQUISIMETO, SEPTIEMBRE DEL 2016

LAS OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES

Se ha definido la responsabilidad extracontractual como “la obligación de

reparar un daño derivado de un hecho distinto a la inejecución o ejecución forzosa de

una obligación contractual”. A los efectos del Derecho Internacional Privado, puede

afirmarse que la expresión de obligaciones extracontractuales designa todas aquellas

obligaciones que no derivan ni de un contrato ni de cualquier otra institución jurídica

(alimentos, derechos reales).

El sistema clásico del Código Civil opuso a los contratos las obligaciones que

se forman sin convención, para distinguir seguidamente aquellas obligaciones

derivadas tan sólo de la Ex Lege y las nacidas de un hecho personal del deudor, siendo

de notar que los legisladores también acostumbraron dividir estas últimas en delitos y

cuasidelitos, por una parte, y en cuasicontratos por la otra.

La obligación extracontractual tiene sus fuentes en el Código Civil, específicas

las cuales son: El Hecho Ilícito, la Gestión de Negocios, el Pago de lo Indebido y El

Enriquecimiento Sin Causa.

De esta manera queda fuera del ámbito de las consideraciones posteriores toda

la materia relativa a las obligaciones legales propiamente dichas, en principio

sometidas a la ley aplicable a la situación jurídica que las origina y debe recordarse al

respecto, que, en términos generales, ellas fueron excluidas de los esquemas

doctrinarios de épocas pasadas, cuando se sostuvo la conveniencia de una ley única

para regular en términos uniformes las obligaciones extracontractuales.

1. LOS HECHOS ILÍCITOS.

En el Derecho Internacional Privado el estudio de la ley aplicable a los Hechos

Ilícitos se inició con el análisis de la responsabilidad civil conexa a los delitos penales,

luego fue extendido al examen de los hechos ilícitos cometidos con intención o por

negligencia y, más tarde, las soluciones aceptadas se afirmaron válidas respecto de

cualquier clase de conducta ilícita, aun sin falta, que engendre responsabilidad (por

riesgo), y también a los casos de abuso del derecho.

Existen dos supuestos, La Ley del lugar de comisión del hecho punible (Lex

Loci Delicti Commissii) y la Lex Fori han sido los sistemas tradicionales de mayor

arraigo para determinar el Derecho aplicable a los hechos ilícitos existen sistemas

tradicionales como lo son: Lex Loci Delicti Commissii y la Lex Fori.

DE CONFORMIDAD CON LO DISPUESTO EN EL ARTICULO 32. LDIP, LOS

HECHOS ILÍCITOS ESTÁN SUJETOS A DOS TIPOS DE REGULACIÓN:

Una solución imperativa que se vincula al lugar donde se han producido los

efectos a consecuencia del daño, cuya Ley es la que se aplica

La aplicación de la Ley del lugar donde se produjo la causa generadora del

hecho. Corresponde a la víctima, de acuerdo con lo que sea más favorable a su

interés, invocar la aplicación de este Derecho con miras a obtener la reparación

del daño en los límites en que proceda la acción correspondiente

“Los hechos ilícitos se rigen por el Derecho del lugar donde se han producido

sus efectos. Sin embargo, la víctima puede demandar la aplicación del Derecho del

Estado donde se produjo la causa generadora del hecho ilícito”.

Las soluciones adoptadas en esta norma constituyen un patrón uniforme para

todo hecho ilícito, en virtud de que se aplican a los delitos dolosos en sus diversos

grados y manifestaciones, a los delitos culposos que se cometen por impericia,

imprudencia, negligencia e inobservancia de Leyes y reglamentos, lo mismo que a las

faltas.

2. GESTIÓN DE NEGOCIOS.

Las obligaciones que nacen de la gestión de negocios contempladas en las

legislaciones internas son, fundamentalmente las siguientes:

La de quien, sin estar previamente obligado, asume la gestión de un negocio

ajeno que debe continuar y llevar a término hasta que el dueño pueda proveer a

sí mismo a su atención.

La que origina el sometimiento del gestor a todas las consecuencias de la

gestión y a las que resultarían de un mandato.

La que surge para el dueño del negocio que ha sido bien administrado,

consistente en asumir los compromisos contraídos por el gestor en su nombre.

La de rembolsar al gestor los gastos necesarios o útiles, con los intereses, desde

el día en que el gestor haya hecho los gastos.

El Código Bustamante acogió el criterio de someter la gestión de negocios al

régimen de una ley única, afirmando como principio general la competencia de la Ley

del lugar de la gestión. Este criterio se sustenta en la consideración de que, fuera de

toda relación contractual, esta Ley es la que tiene más autoridad para asumir la

regulación internacional de estos asuntos.

3. EL PAGO DE LO INDEBIDO.

Todo pago supone una deuda y que aquello que ha sido pagado sin deberse está

sujeto a repetición, es la consagración en el derecho positivo de la institución del pago

de lo indebido y de las obligaciones de restitución y resarcimiento que de ella se

derivan, diferentes consideraciones se han hecho presentes en el problema de la

determinación de la ley aplicable a esta figura jurídica, lo que ha originado la variedad

normativa que la caracteriza.

El cobro de lo indebido se somete a la Ley personal común de las partes y, en

su defecto, a la del lugar donde se hizo el pago”, empleándose así de manera subsidiaria

o supletoria la conexión relativa al lugar del pago, siendo que la conexión principal está

representada por la nacionalidad o el domicilio comunes de las partes.

El cobro de lo indebido se somete a la ley personal común de las partes y, en su

defecto, a la del lugar donde se hizo el pago. Empleándose así de manera subsidiaria o

supletoria la conexión relativa al lugar del pago, siendo que la conexión principal está

representada por la nacionalidad o el domicilio comunes de las partes. La solución de

los problemas del pago de lo indebido mediante la aplicación de la Ley personal

(nacional o domiciliaria) común de las partes encuentra justificación en el hecho de

que los sujetos de la relación actúan de manera conjunta, uno “entregando lo que creía

deber” y otro “recibiendo de buena o mala fe lo que se le entregaba”.

4. ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

Son los actos por medio de los cuales una persona convierte en beneficio propio

un bien ajeno, o se aprovecha de alguna actividad de otra persona con daño para ésta,

sin que exista una relación jurídica que sirva de causa y legitime el beneficio o

provecho del enriquecimiento. Los requisitos son:

Existencia de un empobrecimiento y un enriquecimiento correlativo.

Ausencia de culpa en el empobrecido.

Ausencia de causa en el enriquecimiento.

Se basa directamente, aún más que el pago de lo indebido, en la idea moral de

repudiar el enriquecimiento injusto con las consecuencias sociales y jurídicas que ello

supone. De igual forma en que rechazar moralmente el enriquecimiento injusto con las

consecuencias sociales que esto contrae. Se diferencia de la gestión de negocios ya que

no supone que el empobrecido haya tenido la intención de realizar actos de gestión o

administración. En el Derecho Internacional privado ha prevalecido una cantidad de

soluciones legislativas con distintas fórmulas de regulación.

LEY DEL LUGAR DE COMISIÓN DEL ILÍCITO COMO ÚNICA REGLA

ACCESIBLE A LOS INTERESADOS PARA PROCEDER A LA

RECLAMACIÓN POR EL DAÑO SUFRIDO EN CADA CASO:

Frente a este argumento se ha observado que la obligación de indemnizar

proviene directamente de la Ley y no de la voluntad del obligado:

Su rigidez no le permite adaptarse a las exigencias reales que plantean los

problemas que surgen de la responsabilidad por hecho ilícito

Su carácter fortuito o accidental

La situación de incertidumbre que se presenta cuando el hecho ilícito generador

y el daño generado ocurren en países distintos

Las consecuencias civiles del hecho ilícito son asimiladas desde el punto de

vista de su regulación internacional a las demás obligaciones extracontractuales,

mediante una fórmula omnicomprensiva y uniforme. El Código Bustamante establece

una distinción importante en la regulación internacional de la responsabilidad civil por

hecho ilícito, en efecto, el Artículo 167, somete las obligaciones originadas por delitos

o faltas (especies del hecho punible) al mismo Derecho que rija el delito o la falta de

que procedan, es decir, a la Ley local que tipifique y sancione al hecho punible en

cuestión, por su parte, el Artículo 168 se refiere a las obligaciones derivadas de “actos

u omisiones en que intervenga culpa o negligencia no penada por la Ley”, a las que se

aplica el Derecho del lugar en el que se hubiere incurrido en la negligencia o culpa que

las cause.

El Derecho Internacional Privado contempla el sistema de regulación de las

obligaciones nacidas, sin convención, de la gestión de negocios, el pago de lo indebido

y el enriquecimiento sin causa, mediante una solución unitaria representada por el

Derecho del lugar donde se realiza el hecho originario de la obligación, por cuanto “La

gestión de negocios, el pago de lo indebido y el enriquecimiento sin causa se rigen por

el Derecho del lugar en el cual se realiza el hecho originario de la obligación” art. 33

LDIP. La principal característica de esta norma, en la que a tono con la orientación

moderna sobre la materia se prescinde de la denominación de cuasicontrato, consiste

en la sustitución de las diversas soluciones tradicionales por el señalamiento de

competencia a una sola ley, con lo que se trata de evitar los varios inconvenientes que

resultarían de aplicar la ley nacional, la ley del domicilio, o la ley del estado

sentenciador, que presentan la nota de ser eventualmente diferentes.