Obra y pensamiento de Luis Díez del Corral
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7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
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OBR Y EL PENS MIENTO HISTRICO POTICO
DE LUIS DEZ DEL CORR L
Por el Acadmico de Nmero
Excmo. Sr. D. Dalmacio Negro
Pavn
INTRODUCCIN
La figura de Luis Dez del Corral es
una
de las
ms destacadas
en
l vida
intelectual
espaola
del
siglo xx. Sin
embargo
la
exposicin
de
su
pensamiento
tie-
ne la dificultad, normal
por otra
parte , de que
apenas hay hasta
ahora estudios sis-
temticos
y el
mismo
tampoco
escribi
ninguna
suerte de utoexpostcion sistem-
tica
como su
maestro berlins
Nicolai Hartrnann. Su
concepcin
de
la
poltica, la
historia, la estt ica y
tantas
materias
que
abarc
ha de
ser extrada
del conjunto
de
sus escritos. La
complejidad
de su
pensamiento concentrado empero en torno
a
unos pocos
temas no
procede tanto
de la
variedad
de
sus intereses
intelectuales
como
de su
manera personal
de abordarlos
con
un estilo literario muy
expresivo
y
una
gran
f inura intelectual. El
presente ensayo
ha
sido
concebido pues con
intencin
de exponer
en
general
a
modo
de
introduccin
el rico
pensamiento de
Dez
del
Corral, no
con nimo
de interpretarlo.
Dez del
Corral pensaba seguramente igual que Hartrnann: iemandfangt
mit ihre eigene enken
an nadie comienza con sus propias
ideas . Y se
podra
decir,
teniendo
en
cuenta
el conjunto de su
obra
escrita, que
este discpulo
predi-
lecto de
Ortega, se sirvi,
para
comenzar
a afirmar su
personalidad
intelectual,
de
ideas de Hlderlin,
expuestas
en la fina y aguda introduccin a la traduccin que
hizo
de l archipilago
1941 . En ella se
encuentran
algunas
claves
de
su
talante
Ponencia no presentada
oralmente.
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intelectual.
As, deca al
comienzo,
-Ia produccin ele
este poeta no procede de
la
esfera
subjetiva,
sino que
es
respuesta
a una llamada superior,
cumplimiento
de
una
misin ineludible, a la que no puede menos
de
dedicarse por
entero
la activi
dad y la vida
un suerte
de misin en el sentielo el orsiano-, pues Holderln
vivi cada
hora
bajo el
peso
ele su total experiencia . Experiencia de la vida,
tema
clsico
que hicieron suyo Ortega
y Zubiri,
que,
combinando
la
sensibilidad
estti
ca de Dez
del
Corral y su densa cultura con su
afn
viajero, dar su impronta a su
pensamiento y a su
obra.
Holderlin, el poeta europeo que ms capacidad de miti
ficacin haya
tenido
acaso frente a la Naturaleza ,
como escribe
en otro lugar 1, esta
r siempre en el trasfondo del pensamiento ele Dez elel Corral, para quien la his
toria de l hombre se hace
en
gran parte frente a la naturaleza 2, pues la
naturaleza
es el reino de la necesidad.
Natural de La Rioja Logroo, 5 de julio de 1911-Madrid, 7 de abril de
1998)
5,
regin
en
que
se
entrecruzan
mltiples
influencias ibricas
y
transpirenai
cas , sol a decir que en el
entorno
del
Camino de
Santiago que la atraviesa, se
encontraba
la mayor concentracin por kilmetro cuadrado de recuerdos monu
mentales de Europa , Aunque
formalmente
estudi Derecho y Filosofa,
esa viven
cia
riojana
contribuy seguramente a
despertar,
avivar y orientar su gran sensibili
dad esttica
hacia
la vocacin
de
historiador
de
las ideas, para la que estaba adems
muy dotado
por
sus grandes conocimientos y su
gran capacidad
de observacin.
Vocacin que facilitan
esas
disciplinas al adiestrar
no
slo a
penetrar
en los
entre
sijos de la cultura,
sino
a revivir
como
ideas las realidades vitales del pasado, las
realidades
-desrealizadas-
que
deca
Zubiri,
otro
de
sus
maestros,
en
sntesis sabro
sas. Pues, tras las formas jurdicas alientan las ideas
creencia
de
las pocas, que
muestran
en
la Filosofa sus ideas ocurrencia
5.
Sin embargo, Dez del Corral no escribi
propiamente
de historia, sino que
pens la historia, dejando empero bien claro que hoy pensamos la historia
no des
de la categora de sustancia, sino
desde
la
de
relacin y funcin G. Lo que signifi-
..El ro
europeo .
en
Obras completas
Ed.
en
cuatro volmenes
ele M. C.
IGLESIAS
y
M. L
SI :cllEz-ME.lA Madrid, Centro de
Estudios
Polticos y Constitucionales,
1998, IV, p:g. 3080.
2
P. GAGO GUElmERO La
creacin
histrico-poltica en la
obra
de Luis
Dez
del
Corral-,
Revis-
ta de Estudios Polticos nm. 104 (abril-junio 1999), 4, pg. 145.
j Para la biografa de L Diez
de l Corral
vid. las presentaciones, introducciones
y notas bio
grfica y
bibliogrfica
de
M. C. Iglesias
en
el vol. I
de oc
, Vid. Santo Domingo de la Calzada y la
Rioja
Alta
en
O IV.
, De
esta distincin
se
desprende
la interesante tesis de la estructura dual de las teoras pol
ticas. Vid.
Memoria r la Ctedra de Historia de las Ideas y Formas Polticas Obras completas 1 7
pg.
589.
, Nueva visin inglesa de la
historia de Espaa
Oc IV, pg. 3171.
6
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ca
que
la
pens desde
el
presente buscando en
el
pasado en
las
ideas creencia
subyacentes
a las
ideas ocurrencia
las
claves
que lo hacen
inteligible
y
fecundo.
Es
as
como las
ideas estudiadas quedan expresadas
en su
obra con
una
radical
his
toricidad 7;
se perciben
segn
son y no segn el
sistema
en el que
deben interca-
larse
H
Como deca
su
corresponsal japons
Shigetaka Suzuki
el
pensamiento
y
la
filosofa de la
historia
de
Dez del
Corral militan
en aquella regin donde
se
unen
historia y m e t a h i s t o r i a ~ En fin, la
idea que
tiene de la
historia
como
una ciencia
y
aplica
consecuentemente es la
historiologa
de
Ortega que en contraste
con el
formalismo
neokantiano
que tuvo
cierto
predominio
hacia
los
aos
cuarenta del
siglo
xx, no debe ser
una
mera
reflexin metodolgica sobre
el conocimiento
cien-
tfico, sino un anlisis inmediato de la realidad histrica
Empez
a publicar relativamente tarde, a los treinta
aos.
Aparte
de
las
vicisitudes
de
la
vida,
entre
ellas la
guerra
civil, tal
vez
tom
por
consejo
la afir
macin
de
Ortega
de que
a
esa
edad
cristalizan
las
ideas de que
se va a vivir
toda
la
vida,
ocupndose por ello hasta entonces de amueblar
y encauzar
bajo
el magis
terio
personalsimo
y amistoso
del
gran filsofo, su personalidad
intelectual. Por
ende no es casual sino significativo, que a la traduccin de la artstica obra de Hol
derlin, siguieran dos
breves
reseas sobre -Paul
Claudel
y el presente e l
senti-
do
positivo constructivo del
catolicismo
por
nadie ha sido sentido
y
cantado en
nuestros das como po r Claudd y jacques Bainville y la historia, autor
del
que
dice que tiene un mtodo y no un sistema hay tambin otros
dos artculos
jur
dicos
profesionales ezdel
Corral
era letrado
del
Consejo
de
Estado
publi-
cados todos en 1941.
Al ao siguiente apareci el
libro
Mallorca escrito con los
ojos
que nos
haba abierto
[Ortega] para
sentir
el paisaje,
elemento este ltimo siempre presen-
te
en
la
obra de Dez del
Corral. Es una
visin de
la isla
mediterrnea en
la
que
se
combinan la reflexin histrica y la
esttica
en
esa especie de orteguiano misticis
mo de la razn, de la razn concreta vital. Al evocar al mallorqun
Raimundo
Lulio
declara
Dez del
Corral uno de sus principios metodolgicos: -Toda actividad huma
7 Vid. P. F. GAGO GIT I
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na se realiza
dentro
de un
determinado horizonte geogrfico
e histrico. La
geo-
grafa y
en
ella de
modo especial
el paisaje a fin de
cuentas
la Naturaleza el rei
no
de
l necesidad,
la tierra fue
para
Dez
de l
Corral el
contexto indispensable
de
la
interpretacin
histrica
12 pero
vista
en
la perspectiva de la
palabra horizonte
segn
la
concepcin
husserliana. Slo as
interrelacionando
la
naturaleza
y la
vida
humana,
es
posible buscar
las
conexiones
de
sentido
qu e exiga Dilthey
entre
las
ideas y los
hechos.
FORM IN
Cabe
resumir lo
concerniente
a la formacin esencial de Dez
de l
Corral
diciendo que
fue
orientada
por Ortega
cuyo
tipo de magisterio
dice
de l su dis
cpulo
er a
netamente hispano.
Siguiendo
la
orientacin orteguiana pas dos cursos en
Alemania
por
lo
que
ocupa un
lugar principal en
su
formacin
y
experiencia
la
gran cultura
alema
na a la
que
debe
en
buena part e sus categoras estticas histricas y polticas
cuando
stas no son estrictamente orteguianas o zubirianas. Lector
de
Goethe,
de
Hegel
de
Dilthey
por
quien senta u na d ev oc i n crtica y
de
Nietzsche estaba
familiarizado con el pensamiento
de
Heidegger
y el de l ya mencionado filsofo
archisstemtco-
H ar tm an n, a mi go de Ortega
desde
los das de Marburgo y de
quien Dez
del
Corral fue alumno
en
Berln 13 as
como
con el de Carl Schmitt asi
mismo
como
a lu mn o. C on Schmitt trab
una
amistad duradera, iniciada si n duda a
travs de
Ortega
y d Ors,
Es
sabida
la
gran
influencia de Schmitt
en
el
pensamiento
espaol de l
perodo
posterior
a la
guerra
civil 11. Sin
se r
un schmittiano Dez
del
Corral hizo
suya entre otras cosas c om o e sa importancia de la Naturaleza
de
Ge a iustissima
tellus la peculiar
aptitud
de l pensador alemn para las
agudas
intuiciones hist
ricas
entreveradas
c on u na visin esttica; e influy
en
l
mu y
especialmente,
entre
i z
Sin
perjuicio
de
rechazar
la
excesiva
preponderancia
de
la geopoltica, Memoria ... 5
pg.
563.
13
Cuya
influencia sobre
el
pensamiento espaol
ha
sido,
sin
duda, inferior
a la
merecida
y
tambin
a la
qu e
h u bi e se c o nv e ni d o
para contrarrestar
las
de otros pensadores
alemanes
m s origina-
les co n ms bri llo y atractivo pero
precisamente
ms peligrosos po r ello en su
ejemplaridad
para las
mentes
hispanas . Saber y
personalidad
en
Ortega en
De Historia y Poltica pg.
24.
Vid. P.
GONZLEZ CUEV S -Carl
Schmitt en Espaa en D. NEGRO
P VN
coord.),
Estudtos
sobre Car Schmitt Madrid
Fundacin Cnovas
del Castillo 1996; G. Guilln Kalle Carl Sch mitt en Espa-
a
Madrid 1996.
Tambin
de
P.
GONZLEZ
CUEV S La tradicin bloqueada.
8
residenspoliticos en Espa-
a.
el
primer
Ramiro de
Maeztu
Charles Maurras
y
Carl Schm itt
Madrid Biblioteca
Nueva,
2002.
8
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otras
cosas, la
concepcin de
Schmitt
- uno de
los
pensadores polticos
ms agu
dos de nuestro ternpo-,
deca- de
la teologa poltica,
de l
pensamiento moderno
como
teologa
secularizada.
secularizacin - complejsimo
problema
ste
de
la
secularizacin en el
seno
de la historia
europea 1 5 _
es
una
categora
fundamental
en
el
autor espaol,
quien
la
consideraba
imprescindible
para
entender
e
interpre
tar el
trasfondo de
la mayora
de
las
ideas modernas,
de
las ideas
creencia que
les
dan
su sentido. Aunque
no
era un
concepto desconocido
- l a idea de la teologa
poltica entr
muy pronto
en
Espaa
a travs de E.
d Ors 16_ probablemente
su
uso
por
Dez del
Corral la asent en el mundo
hispano como
una
categora
de l pen
samiento
histrico.
Otros alemanes que ejercieron gran influencia en el
historiador espaol de
las ideas, fueron, por
supuesto
Husserl, Friedrich
Meinecke
hasta cierto
punto
o en
cierto sentido 17, Hermann Heller, el famoso conde de
Keyserling
y Romano Guar
dini
a quienes cita a menudo
A travs de l ambiente
alemn,
Schmitt,
Hans
fre
yer
y
otros autores, lleg
a
Dez
de l Corral el
eco de
la
compleja revolucin con
servadora alemana 19.
Leibniz, a la
verdad pensador europeo ms que estrictamente
alemn, es otro de sus guas 20 y, desde luego, Wilhelm van Humboldt, el
fundador
de
la teora
historiogrfica
de las
ideas
21.
Diez del Corral
no perdi, empero, el contacto con la cultura
francesa.
No
slo a travs
de
Ortega, cuyo
pensamiento
es,
en
el fondo , ms francs en lo que
no tiene
de
espaol que alemn, no habindose destacado suficientemente por
ejemplo, el influjo que
sobre
l tuvo Augusto Comte,
sin
contar la
plyade de
mora
listas y literatos ,
sino
por su
propia formacin.
Es tan
evidente
esta
influencia
en
-Sobre la singul.uidud del destino histrico de
Europ.i-,
en De Historia y Poltica. p, g.
258
1(,
Vid., por ejemplo. su artculo
de
1930
-Carl
Schmitt
y lu Poltica romntica .., en
icciona-
riofilosoficc: porttil,
Madrid,
Criterio,
1999.
Vid. DEZ DEI. COlmAI., Memoria de
ctedra
y Estudio prelim. a La
idea
de la razon de
st -
do
en
la
Ida
d Moderna de
P.
Meinccke-,
en
OC,
IV.
tx En la Memoria de
ctedra
cita la obra capital de G U l m l ~ l Del Gegensatz Hl contraste.
Ensayo de u
nafilosofia
de lo concreto-uiuicntc,
trad.
de
A.
Lpez Quintas. Madrid,
nAC,
1996);J
hablar
de l
mtodo dialctico,
4. p{,g. 542. Sobre Guarclini,
A. L(lPEZ Q L l . ~ T S
Romano
Gnarcltni, maestro de
uida. Madrid, Palabra, 199R.
1 Para el tema. A. MOIII.l:H, Die Konseroat iuc Reuolut ion in
Dentscbland
1918-1832 Hin
Han
dbuch . Darrnstadt. Wissensd1 lftliche Buchgcsellschaft.
1994
(cd.
definitiva ): SI.
BIlUlH,
Anatomic
del
konseruatiucn
Reuolution Durmstadr,
Wissenschaftliche Buchgescllschaft,
1995; R. P. SIEFI lH.E,
Die
Kon-
seruatiue
Ret.olution. F nf biograpbische
Sbtzzcn
Frankfurt a. M., Fisher
Verlag, 1995.
En espaol,
G. LOCCIII, R. STU KEHS
y
otros, Konsen.atiuc Reuolutcm. Introduccion al nacionalismo radical alemn,
1918-/932, Ed. de J
c
Garci;1 Morcillo, Madrid, Ediciones Acervo
Dorado.
1990.
l
Vid.
en Memoria ...,
la
nota
5, p{g. 562.
21 Memoria , 2,
pg.
512, Y7, p{g. 591
9
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Al tratar el
tema
de
Espaa,
tan debatido desde tiempo
atrs
y renovado
en
su
tiempo
28, unas veces con pesimismo,
otras
con optimismo,
se sita
Dez
del
Corral
en una
va
media
(lo
mismo que en relacin con
Europa).
Era
un adepto
consciente
a la
mencionada
tradicin de
raigambre
aristotlica, del justo
medio
29,
que
vea
egregiamente representada en
el
humanismo
a la espaola
de
Ortega.
Esta tradicin
podra
calificarse
de
realista
30, aunque siempre procur mantenerse
equidistante l binomio
idealismo-realismo, al
que, por
cierto,
haba
reducido
con
temporneamente
Lenin
todas
los
modos
de
pensamiento.
Para l, sin
ser
hegelia
no,
la
realidad
y la
verdad son
lo
mismo en
el
sentido
clsico
compartido por
Orte
ga y Zubiri.
Por eso no comparta
el
pesimismo
intelectual,
sino
que
era
moderadamente
optimista,
empendose en
mostrar
que la
historia
de
Espaa,
movida sobre todo
por
impulsos
exteriores, es
una
historia universal: trtase de
una historia
eminentemente
supranaconal- 31, sin la que no es intel igible la histo
ria
europea, del mismo modo que
la
invertebracin de Espaa
se explica,
recpro
camente,
porque su eje histrico es europeo
52. Aparte
de que los rasgos
ms
carac
tersticos
del
mundo
moderno
se
construyeron sobre
la
base
de la Contrarreforma,
tanto
en el campo del
pensamiento
filosfico y cientfico como en el
del arte
y la
poltica,
escribe citando
a E. Troeltsch 33. Lo
prueba
que las
grandes fechas
de la
historia
espaola
no
pertenecen
a su
calendario
particular
3
1.
Aunque no intervino,
segn
su
costumbre,
en la discusin. vid. la
explicacin del porqu
Espaa
como
problema
en
Realidad e historia
,
OC
IV,
pgs.
3324 y sigs. El eje
de
la historia
de
Espu
a es europeo en un
sentido
peculiar. ligado modernamente a Amrica.
Cfr. La actualidad del pensamiento poltico de Platn y su doctrina del
rgimen
mixto ,
OC IV.
lO No habra dificultad en situar a Diez del Corral en la corriente del realismo pol tico: el
an
lisis de la
condicin ontolgica
del
hombre empuja
al historiador hacia el
cauce metdico
de un
ponde
rado realismo , emori 4, pg. 549 Vid. poco antes pgs. 545 y
sigsJ.
su anlisis de la
condicin
onto
lgica del
hombre. Sobre
el realismo poltico, P. P.
PORTI1\ AI\I J realismopolitice
Rorna-Bari, Laterza, 1999.
-Prlogo a la praxis polt ica del
absolutismo
en el
pensamiento poltico
..,
OC
IV,
pg.
3548.
i
Desde
un
punto
de vista
exclusivamente espaol, Espaa parece invertebrada porque
el
eje de su historia no le pertenece en exclusiva; en
mayor medida
que el de
cualquier
otra
nacin euro
pea occidental
est
imbricado
en
el
engranaje
de la historia de
Europa,
no de
una Europa egocntrica
y satisfecha de s misma,
sino
concebida
como protagonista
que fue y
continua siendo
de
una
historia
universal;
abierta
en
razn
de
su
papel
a
todas
las
aportaciones
y
dispuesta
a
ofrecer con generosidad
su
cultura
y su
sangre.
En definitiva,
de una Europa llamada
a
sobrepasar esta
forma
de vida naciona
lista y
que
se
interroga
angustiada sobre
sus
problemas
ms
profundos desde
lo
alto
de su
promonto
rio ibrico.., -La
experiencia
histrica nacional y
supranacional
de
Espaa
.., OC IV, pg. 3263.
33 -Espaa entre Europa
y las regones -, Oc, IV,
pg.
3585.
JI
Espaa ante
Europa y las rcgiones-, pg. 3580. Estos son tres
desembarcos,
reitera varias
veces: el
desembarco
de Tariq en Gibraltar la
noche
del 27 de abril del 711; el de
Coln
en la isla de
San
Salvador
el 12
de octubre de
1492; y el del
futuro
Carlos V en
Tazones
(Villa viciosa) el 19
de sep-
tiembre
de 1517 Tres desembarcos de tres extranjeros que
contribuyeron decisivamente
a modelar la
nacin espaola
La
experiencia
histrica
nacional
y
supranacional
de
Espaa
, Oc, IV,
pg.
3243.
12
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En cuanto al
futuro de Europa
como civilizacin procuraba
verlo
desde
fuera como
espectador
contemplndola como
una realidad en
crisis
igual
que dir
ms tarde que hizo Tocqueville 35 Sin embargo es preciso tener en cuenta
que
no
admite la distincin frecuente debida principalmente a la influencia alemana
-
muy
difundida
a
partir
de
La
dec denci
de Occidente
de
Spengler-
entre
civi
lizacin y
cultura por
lo
que
su pensamiento se
centra
directamente
en
la
cultura.
En
este sentido Dez del
Corral temprano
lector de Spengler
y
Toynbee autores
de los
que discrepa
considerando la
trayectoria
de
Europa en
el
siglo
xx y el
ses
go que tomaba la
cultura
sin abandonar el realismo y la esperanza se
fue
incli
nando no obstante progresivamente a un cierto pesimismo. El rapto de Europa
su obra
ms
conocida
resulta
as
a posteriori en
la perspectiva
del conjunto de
su
obra una especie de canto del c isne de esta civilizacin en la que lo
que
ms esti
maba
Dez del Corral era su variedad
36
como se aprecia
en
la diversidad de los
estilos
y las
formas
artsticas. Sin
embargo
no
perdi
nunca
la
esperanza de
un
ritornello Calificado
este
libro por algn
comentarista
como la ltima filosofa de
la historia es
una interrogante sobre
las
posibilidades
de
Europa para
salir
del
impasse mediante
la comprensin
de
su se r histrico.
ESTTIC HISTORI POLTIC
De acuerdo con la cronologa de sus escritos cabe
afirmar que en
los dos
aos
que siguieron
a los formativos
en que son tan
significativos la
traduccin de
El archipilago
y
Mallorca Dez del
Corral se puso
definitivamente
en
claro consi
go mismo.
Y es
que
la poltica lo
mismo
que la
historia
tiene su esttica. Sin el
conocimiento esttico
deca
Urs
van
Balthasar ni la
razn terica
ni
la prctica
pueden
alcanzar su
completa
realizacin
por
lo
que
en definitiva
todo conoci
miento o tendencia espiritual
tiene que
ir acompaado de
un
momento esttico
37.
y
la
consideracin esttica para
la
que
estaba
tan bien dotado
va a ser
permanente
en
la obra de
Dez
del Corral adems excelente escritor. La esttica es la clave
de
la
historia cualitativa que
es la
forma
de
historia que
cultiv.
Por otra
parte la
esttica
desempea
un
papel muy
principal en
la
doctri
na
de
la
razn
vital el
raciovitalismo
orteguiano la
razn concreta
vital de la
que
J5 imagen de
Europa
en las
utopas americanas
de
Tocqueville-
Oc. IV pg. 3209.
y En
Europa
no cabe conocer ni
gozar
por
representacin:
cada
cosa
tiene su valor
propio
y
no se deja reemplazar por ninguna otra ni
comprender
en definicin alguna-. Visin concreta de
Europa-
Oc
IV
pg.
3091.
\7
Gloria Una esttica teolgica
1.
La
percepcion
de
l form
Madrid
Encuentro
Eds. 1985.
Il
A
2 pg 142.
13
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
8/53
segn
Dez
de l
Corral, que la
aplic sistemticamente
la
razn
histrica es un
desarrollo De ah que
buena
parte de su
obra
verse especficamente sobre asun-
tos de arte y literatura
tratados
en su
dimensin
histrica poltica, pues para l, igual
que para Ortega
la historia
culmina
en
la historia poltica.
Pensaba
que
el
arte
es
convincente
en
s mismo,
habla
en buena medida un
lenguaje
vivo,
verdadero
y
directo
por encima
del siglo
.19,
lo
que compensa
la -desrealidad-
propia
del pasa-
do. Y
de
la literatura
deca que en
los clsicos
del pensamiento
poltico, las
dotes
literarias e intelectuales han
ido
casi siempre fundidas 1,0.
Tambin
cabe afirmar que
el
propio pensamiento
poltico,
no
obstante
riguroso
y exacto, de Dez
del
Corral
es
preciso buscarlo
en los entresijos de las
conexiones
que
establece entre
los
hechos ms bien
los
acontecimientos que
se
vislumbran
a travs
de
las formas de
las
obras de arte
y literatura,
cuya expresividad
ilumina las
ideas
que
mueven
a las
acciones humanas que
se
esconden
y
conservan
en
ellas,
entre
las
que
se
cuentan
las
ideas
polticas. Las formas
expresan
la
realidad
vital. Dez
del
Corral
habra
sus
crito lo que dijera el i ta liano F. de Sanctis
hacia
1859: la forma
no
es una idea
sino
una cosa
y
por eso e n
el
caso del poeta
figura a la que se refera el
autor
ita
l i no
el
poeta tiene ante
s cosas, no ideas i .
Dez
del
Corral
explica
as la
conexin
del
arte y la l iteratura
con todas
las
ramas de la historia
en
el
prlogo
a
Ensayos sobre
rte
y Sociedad,
al disculparse
por abordar temas de
Historia
del
Arte sin
se r un profesional
de la materia : Lasfor-
mas artsticas se ofrecen, gracias a la evidencia de
S
figura,
con
una
cercana
locuaz
por
encima
de los siglos insuperable, y resultan
por
ello
muy
aleccionadoras
para la intel igencia de otras formas histricas gemelas, pero ms confusas. Quien
no sepa
comprender admirativamente una
estatua gl1 ega no
aceitar
a represen-
tarse lo
quefue
de verdad la ciudadana de la polis , ni el
modo
peculiar, morfo-
lgico, del
pensamiento
poltico de Platn y Aristteles.
Quien
no est
penetrado
de
los ideales artsticos del Renacimiento, no
podr
comprender cabalmente a Maquia-
velo, pues,
con
todo su
desenfadado
empirismo,
fue
esencial a su
pensamiento
pol-
tico
un acusado
esteticismo
humanista
Pero
tambin al
revs,
advierte
Dez
de l
Corral;
sin tener en cuenta
sus
supuestos sociales y polticos no se
podr
comprender
de
verdad
la escultura griega
o
la
pintura
i taliana del Renacimiento.
En
suma
como
dir
en uno de los
ensayos
de ese mismo libro, toda
obra
de arte t iene dos
J
Ortega
y nosotros-, oc IV, pg 3647 .
W Ensayos de arte y sociedad,
Madrid, Revista de
Occidente
1955,
pg
200.
Ortega ante
el Estado-, en De Historia y Poltica, Madrid, Instituto de Estudios Polticos,
1956,
pg
55.
Po r
ejemplo para Montesquieu
el
pensamiento poltico requiere
no
slo para
ser
ope-
rativo
sino tambin para ser
explci to , de su
plasmacin en una
forma literaria
concretamente
bella
,
La
Monarqua de Espaa en
Montesquieu,
Madrid, Real
Academia de
la Historia, 1973, IX,
pg
89.
11 Cit
en
J. L.
CaMEI I AS El ltimo cambio de siglo,
cap. 1,
pg.
18.
14
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
9/53
caras:
la
una da
hacia
los
puros valores estticos,
que se
esfuerza por servir des
prendindose en
la mayor
medida posible
del
condicionamiento
histrico
y social;
la otra es una cara que l leva la impronta de ese condicionamiento con
sus
supues
tos
del orden ms
elemental
\2
La
actitud
y
el
saber
esttico
- creo
que dos
terceras
partes
de
mi
vida
dependen de la msica , confes en cierta ocasin _
perfilados
con el tiempo,
siempre
bajo
la
influencia de Ortega, por Hans
Sedlmayr, Ernst
Gornbrich
y,
sobre
todo, Erwin Panofsky, unidos
a su
sensibilidad, trascienden, pues , toda
la obra
de
Dez
del
Corral,
ligados
a su preocupacin poltica, ms
exactamente
de historiador
poltico: En toda
obra de
arte, deca,
hay una
dialctica
concreta
con la
sociedad de
su tiempo;
bien
entendido que el arte postula por s una autonoma a
ultranza
fren
te a las
vigencias de
las
instancias
sociales, algo
que
se pone
de
manifiesto
no
slo en
la
actitud
de los artistas
ms
representativos de
nuestro
tiempo, anrquica
mente rebeldes
o
despectivos
frente a las
ms perentorias exigencias
de
la
sociedad,
sino,
de modo paradjico,
a
travs de
la
actitud de
los
socilogos que cultivan
la
especialidad
de la
sociologa del
arte;
unas
veces
como expresin
de timidez,
otras
reaccionando
con
un
rigor implacable en
proclamar
la subordinacin
del campo
artst ico a los factores sociales
11
La
verdad
es que travs del
arte
y la
literatura
se
perciben
mucho
mejor las
formas
de
arraigo en
la
existencia,
as
como
las
del desen
raizarniento,
un tema tan actual en
nuestra
poca que,
como se ha
dicho,
ha
perdi
do la
realidad,
Transcribiendo a Zubiri en
relacin
con el
tema
compartido de la
desorientacin de
la
inteligencia
europea, escribe
Dez del
Corral: el desarraigo
de
la
inteligencia actual
no
es
sino
un
aspecto del desarraigo
de
la
existencia entera.
Slo lo que vuelva a hacer
arraigar
nuevamente la
existencia
en su primigenia raz
puede establecer con
plenitud
el noble ejercicio
de
la
vida
intelectual .
Su sensibilidad unida a sus
dotes
de observador
hizo
de l un pensador
del
tipo
tctil
que piensa
en
funcin de
la
experiencia,
del
contacto
con las
cosas
y las
ideas, modo de pensamiento
ligado
al realismo.
Recordando
que Aristteles no
slo
comparaba
la
mcns,
el
us
con
la
luz
sino con
el tacto,
deca Dez de l
Corral que
es menester tener siempre un
sentido
realista
del esfuerzo mental:
El que
quiera
saber
acerca
de
lo
histrico
y lo
poltico
ha
de
aprender
a palpar ,
todo
lo sutil
mente que se quiera, pero siempre
con
un
sentido
y un respeto extremos
por
lo
real .
Muchas veces
es
preferible un
saber
andar
a tientas
por
los difciles
vericue
tos
de
la
realidad
histrico-poltica
que
un
esplndido
y
sistemtico
saber )).
2
Ensayos ,. 1,
p g,
31.
15 Lo japons y lo occidental . 9, r lg, 3494
de
o IV.
La actitud
sociolgica
ante el arte
espanol-, en De Historia
y
Poltica.
p lgS, 178 y 181.
,;
Memoria..,.
2
p lg.
505
15
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
10/53
Si se
tiene en cuenta
que
para
el escritor
espaol
idea y
realidad encun-
transe ntimamente
conexos
46,
su
obra constituye un ejemplo de
la
aplicacin de
la inteligencia
sentiente
de Zubiri, a la
que
por cierto,
nacionalizar ms tarde
diciendo que es espaola
47
Este
concepto
de inteligencia implica las
ideas
en la
realidad
histrica , afirma Dez
del
Corral
en
el art culo Zubiri y la Filosofa
de
la
Historia en el
que reconoce
el magisterio
de l
filsofo
48.
As, lo que en las accio-
nes humanas hay no
de natural
sino
de histrico,
consiste
en la actualizacin el
alumbramiento
o la obturacin de
puras
posibilidades desde las que
hay
que
v r
l
inteligencia
se
fundamenta
en la visin, dir en
La
funcin
del mito clsico en
la literatura
contempornea s
la articulacin
entre
pasado
presente
y futuro. La
realidad del pasado
se
pierde inexorablemente pero no
se reduce a la
nada sino
que
se desrealiza,
siendo
el
precipitado
de
este fenmeno
el desrealizarse
dice
Dez de l Corral
con palabras
de Zubiri, la
posibilidad
que
nos
otorga; pues
pasar
no es
dejar
de se r sino
dejar
ele se r realidad
dejando sobrevivir
las posibilidades
cuyo conjunto
define
la
nueva
situacin. En
suma como deca
el filsofo vasco, el
pasado sobrevive bajo
la forma
de estar posibilitando
el
presente bajo
la
forma de
posibilidad .
Por ende en la
historia no
slo
se
producen
actos,
sino
que se pro
ducen
adems
y
anteriormente
las
propias
posibilidades
que
condicionan
la reali
dad
creando
la
situacin dentro
de la
trama
histrica. Y
justamente
de la
situacin
depende el
acontecimiento
que es lo
que determina
la historia. De ah la
enor-
me
proximidad entre
la historia y el
acto creador
y que la historia sea, como se
per-
cibe mximamente
en el arte, la literatura y la filosofa, lo
ms contrario
a un
mero
desarrollo
dejando
constancia
tpica
en
las formas
del
Derecho
a
cuyo
t ravs se
capta
lo que fue la
realidad
poltica so
Esto le
llev
con
el
tiempo
a
una
ntima
relacin
espiritual
con Tocquevi-
lle,
un pensador
de su
mismo
estilo al
que
consideraba
uno
de
los
pensadores
ms
obsesiva
y
exclusivamente
polticos
que
ha
habido
en la historia
51.
Tocqueville subray
la
permanencia
de los
contenidos
igual que hace
Dez
de l
Corral,
bajo
la
superficie
de las
discontinuidades un tema central de El
Memoria ...
4 pg. 544.
..Lo
japons
y lo
occidental .
2, OC IV, pg.
3482.
En
De Historia y Politica pgs.
74 75.
, l Vid.
emori
... 4, pg 545 Y6, pgs. 568-569.
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
11/53
antiguo
rgimen JI la revolucin. E igual que el
escritor
francs en
adelante
a
par
tir
de
los
dos
primeros escritos en
que
predomina lo esttico el hilo
conductor
en
torno al que organiza Dez del Corral su tarea intelectual ser efectivamente la
poltica,
en
la
que vea segn
la clebre
definicin
orteguiana la piel
de todo
lo
derns-:
-la
poltica,
escribe
en
su
emoria
de ctedra
puede
ser considerada
el eje
central
de la
historia
sz
al
ser
el
bien comn
el principio del
orden poltico
y, en
cierta manera el
orden
mismo en su proyeccin teleolgca- \ . En la poltica a la
que
es esencial
una
nota de supremaca y predominio culmina la explicacin
histrica; pues en e lla se precipita como acontecimiento lo que cambia lo que se
altera, determinando nuevas posibilidades si bien
subyace
lo
que permanece
las
creencias justo
porque
por
debajo
del cambio hay
siempre
alguien
que
cambia
En efecto sus sucesivos trabajos literarios,
estticos
e histricos, en los que
concede
gran importancia
igual
que
Holderlin
al
patbos
religioso
que
es a la
pos
tre el gran configurador de las ideas
creencia
estn mediados
por
el
inters
polti
co. Se podra decir
con
el vocabulario
de
Karl Jaspers
pensador
que no le
era
aje
no
al
escritor
espaol a
quien causaron gran
impresin
sus
libros
Origen JI meta de
la historia
y
otro
anterior
La crisis espiritual de nuestro tiempo traducido en
1933,
que
los
tres grandes abarcadores
del
pensamiento de Dez del
Corral
son
el estti
co, el poltico y
el
religioso, siendo el esttico el
denominador comn.
De ah
que
para Dez del Corral, lo mismo que tras la religin como sugera
Guardini
tras
la
poltica hay siempre una
esttica.
1
Su
primera
gran obra
de
historia de las ideas polticas y, a la vez
de pen
samiento
poltico, fue el citado Liberalismo doctrinario (1945). Aqu aplica su con
cepcin de
la
conexin entre idea
y
realidad:
La interna
implicacin de
idea y rea
l idad polt ica formal, explicaba el propio
autor
es su postulado fundamental y el
eje
constructivo de todos sus
captulos . Esta
obra qu
Carl Schmitt lament
no
haber
conocido antes-
originariamente
tesis doctoral es,
pues un
libro
de
histo
ria de las ideas polticas,
no
de pensamiento poltico. En realidad
como
dir influi-
;, p{g. ;66. Vid. la cri tica
de
la
historia
social
en
6 p{gs. s68 y sigs ...
Sociedad no es
de ninguna manera
el sujeto
de
la hstorta-... El
sujeto de
la histori.:
no
es lo social-. .
L: Historia
es
una cuasi-creacin humana; la
Sociedad
una cuasi-Naturaleza.., p;gs. ;71- ;72.
emoria
de
ctedra
...
;. p{g. SS
emoria
..
3 p{g. S21.
emoria
...
1 p{g. 498.
17
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
12/53
do
por Burke en el artculo sobre el Pensamiento poltico de
Joaqun
Francisco
Pacheco-, una verdadera historia
de l
pensamiento poltico no puede conformarse
con
la mera
exposicin externa de
las
ideas
sin
penetrar en
el
fondo ntimo en que
se encuentran
prendidas
... 56, es decir, sin
contar con
la realidad, con las creencias
y los hechos. En este sentido deca de los
doctrinarios,
que se llaman as porque
precisamente por eso no poseen una doctrina
57,
en contraste con la ideologa, que
empezaba
a
inundar
el siglo
haciendo
imposible la claridad
intelectual
H fomen
tando
a la
par
la
irresponsabilidad.
Dez
del
Corral
cuenta que lleg
a los
doctrinarios partiendo de
un estu
dio sobre
Cnovas,
Cuando ya estaba avanzado,
t ropez con
el famoso
prlogo
para
franceses de Ortega a
una nueva
edicin de
La rebelin de las masas , en
el
que se
destaca
el
papel
histrico y la ejemplaridad poltica de
esos
liberales. Estos
eran una
minora
de intelectuales que
permita a Dez del Corral,
que
perciba la
debilidad
del liberalismo del siglo xx, contrastar su liberalismo poltico con
el
fr
volo liberalismo corriente 60, desatento
con
lo fctico,
con la realidad; con
el resul
tado de un mal enfoque
intelectual
de la realidad poltica. Pues, entonces, en vez
de
ser el
pensamiento
una
manera de
tratar con las cosas,
se
convierte
en
un tra
to contra las cosas, en re-accin contra ellas, es decir, se las ignora, se las des
conoce
y se las
somete ciegamente
al
esquema de un proyecto
abstracto
de
vida 61.
Por eso vea
Ortega
en
los
doctrinarios un ejemplo de
lo
que
es
la responsabilidad
poltica del intelectual
y lo
que debe ser el pensamiento propiamente
poltico
en
accin,
pegado
a la
realidad sin
forzarla. No
se
ocupa, pues,
ah,
en
abstracto, Dez
del Corral del
pensamiento
poltico
vigente en
el
momento
histrico
transcurrido
en Francia entre las revoluciones de julio de
1830
y la de 1848,
que derrib
el rgi
men, s ino
de
cmo fue aplicndose el pensamiento poltico liberal
de acuerdo con
la
realidad efectiva on el estado de
la
opinin- por ese grupo de intelectuales
, , En De Historia y Poltica, pg. 282.
; -Tocqueville y el pensamiento poltico
de
los doctrinarios Oc, IV, p: g. 3226.
OH As:
-la
ideologa se
apode ra de
la teora polt ica hasta el
pun to que
hoy,
desde
las pers
pectivas sociolgicas
y
relativizadoras
de un gran sector de
la
ciencia poltica vigente,
se
interpreta como
meras posturas
ideolgicas las
grandes construcciones
de los filsofos clsicos del Estado -Ortega ante
el Estado, pg. 45.
)
Dez
de l Corral
conoci
el prlogo,
segn
cuenta l
mismo, por medio de
Ramiro Rico
cuando ya estaba avanzada la
redaccn
de Rl liberalismo doctrinario. Vid.
-Rccuerdos
de
Ortega
Oc,
IV, pg. 3615.
Dez del
Corral,
para
quien, en el fondo, el
liberalismo
es
consustancial
a la
tradicin
euro
pea de la poltica, no teniendo inconveniente en aceptar
qu e
-el
Liberalismo
es
idntico
al Humanismo,
emoria..., 7. pg. 590. nota , siempre se mostr muy critico ante el liberalismo correnrc, unas
veces
confuso e ingenuo, otras integrista o fundamentalista.
(, Vid. -Lorenz
von
Stein y la
monarqua
social ,
en
De Historia
y
Poltica, pg. 329.
18
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
13/53
que dio el
tono
a la poltica
desde
la Restauracin y llegando a influir muy direc
tamente
en
el gobierno de
Francia
durante
la monarqua orleanista. Esto le permi
ti
adems
al
autor
conocer
de
cerca
un
momento y
un
ambiente histrico crucia
les, pues insistir
siempre
en el Pars
de
aquel los aos se gestaron las ideas
polticas
del
res to del
siglo
XIX
determinantes
de
los
avatares
del
xx.
Una
peculiaridad del
realismo
de
los doctrinarios consiste en que su for
ma de comprender,
trmino
en que insisti Max Weber -encuntrase
anclada
expresamente
deca
Dez
del Corral, en la vida; pues para este grupo compues
to por gentes
de
muy
diversa
procedencia razn y
vida no
son trminos
contra
puestos
sino que
se encuentran ntimamente refer idos. No son los
doctrinarios
unos tericos abstractos del Estado
pero tampoco
meros polticos prcticos; su pro
psito es aunar
los
dos momentos
ideal
y real, y en este sentido hay que entender
lo
que
llaman
comprender .
Por
eso
era
decisiva
en
ellos
la
dimensin
tica
que
combinaba a travs de la
esttica
la tica de la conviccin y la de la
responsabili
dad pues queran representar
en sus
vidas personales y en la
vida
pblica
un orden
moral. Encontrbanse as respaldados por la integridad de su conducta,
siendo
la
inteligencia y l moralidad la doble arma discriminatoria de los doctrinarios (,2.
Los
diversos captulos
de la obra se centran directa o indirectamente
en
torno al problema de la representacin tema siempre fundamental de
l
poltica y
capital desde la revolucin
francesa
puesto que si,
por una
parte estaba el Esta
do-Nacin
una persona moral
ontologizada
que
pudiendo
ya
marchar por
s
solo
haba dejado de ser monrquico por lo
menos
en el sentido del Antiguo Rgimen
por
otra
estaba
el Gobierno el
conjunto
de
hombres
concretos que
deba
repre
sentar
a
l
Nacin formando
un
verdadero Gobierno Representativo. Los doctrina
rios, combinando el
pensamiento con
la realidad lo transformaban en ideas
mediante el compromiso
por
lo que fueron
muy
criticados. Como es
sabido Com
te, por ejemplo
para
quien Europa se
encontraba
en
crisis, sin seguridad sin ideas
les llamaba algo despreciativamente l escuela intermediaria entre la escuela teo
lgica y la escuela metafsica (,.1.
Para
ese
grupo que en definitiva,
intentaba restaurar
la razn prctica en
la polt ica, lo facticio
sugera
cmo deberan ser
aplicados los principios
y
los
con
ceptos . Eran una minora que
tena
justamente una conciencia orgullosamente
minoritaria que a pesar de tal ttulo -doctrinaria- aplicando el sentido comn
como haba destacado Royer-Collard,
quien
puede ser considerado su jefe de filas,
r
h
liberalismo VIII, III, p: igs.
144-145.
.
Vid. A.
OMTE
fisic
social
Madrid Aguilar 1981.
19
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
14/53
atacan
precisamente
el
desarrollo
inexorable de los principios , la
ciega sumisin
a
doctrinas
inflexibles... sin
tener en cuenta
las
exigencias
de la realidad
Partida-
rios del
justo medio
aspiraban a conciliar el hecho con el Derecho, escribe Dez
del Corral en
otro lugar 65
Sin
embargo luchadores
en un doble frente, con lmites imprecisos y deli-
cados
los
fuegos
se
han cruzado sobre
ellos
para combatirlos no solamente en
sus
das sino
tambin
en su
memoria sobre
la que
han terminado
por
imperar
las suti-
les armas de la sonrisa y el olvido 66.
Pero
lo cierto es que tras la
cada
de
la Res-
tauracin hicieron tolerable
la divisin de Francia
desde
la
Gran Revolucin en dos
Francias, la antigua y tradicional y la
moderna
y revolucionaria, subdivididas
ade-
ms en
grupos
y facciones legitimistas, orleanistas,
bonapartistas
republicanos
socialistas, tradicionalistas,
demcratas
positivistas, liberales de varios tipos, etc., y
con graves
tensiones
sociales aparece
entonces
lo que llam Th. Carlyle la cues-
tin
social
agudizadas
por
la
industrializacin
y
el
hecho
de
que
Francia
no
lograra
recuperar
el nivel econmico anterior a la revolucin
hasta
el segundo
Imperio mientras
creca la
poblacin que por
otra
parte
empezaba a
emigrar
a la
ciudad especialmente
a Pars,
centro
de
todas
las
tensiones.
En
semejante
contexto del que dijera Alfredo de Musset todo lo que era
ya
no
existe;
todo
lo que ha de ser, no existe todava, el
doctrinario describe Dez
del Corral, se
encuentra en una zona
intermedia
mejor dicho
mixta
de pensa-
miento y
prctica, lejos
del
tipo
puro
del
hombre
poltico. Mientras
ste
ltimo
pone al servicio de su
voluntad
de poder todos los
dems sectores
de la vida, uti-
lizando el
conocimiento
como un instrumento de predominio mediante el cual lo
verdadero
y lo falso se
determinan en mayor
o menor
grado por
fines polticos, el
doctrinario
siente
demasiado apego
a la
verdad en
s
para
permitir
su
desfigura-
cin 67
Los
doctrinarios seguramente por
la
misma naturaleza
del m odo de pen-
samiento autnticamente
liberal,
no
tenan
un
sistema,
sino
una
esttica
poltica
cuya impronta dejaron.
A pesar de su fracaso final, a la
verdad un tanto inespera-
do su manera de tratar los
asuntos
polticos sent las
bases
de
la relativa estabili-
dad
francesa.
El liberalismo
VII, V,
pg.
128.
r La
ment lid d
poltica de Tocqueuille con especial referencia a Pascal
Madrid, Aca-
demia
de Ciencias Morales
y
Polticas, 1965,
pg.
92.
11
El lt emlismo 1, IV,
pg. 15.
1 7
Hi
Iiberalismo
VIII, IV,
pg.
149.
20
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
15/53
El liberalismo
doctrin rio
tambin es sin embargo una obra de pensa-
miento poltico
por su
manera
de
tratar
los
conceptos
polticos y al mismo tiem-
po pedaggica: sin duda
uno
de los fines de Dez de l Corral al elegir el tema
fue
hacer
patente con
este ejemplo
histrico
concreto precisamente
en
Espaa
en
el
momento en que estaba saliendo
de
la
guerra
civil
en qu
consiste
la acti-
vidad poltica
propiamente
dicha
la
poltica plegada a
la
realidad de las cosas
con su
diversidad
y
sus
contrastes. Aos ms tarde mostrara
Bertrand
de ]ouve-
ne l
en
su Teora pur de la pol tica que
hizo
traducir
Dez
del Corral
que
los
problemas
propiamente polticos en
cuanto
tales
como problemas
no
tienen
solucin. Esta es la razn de esa
extraa
especie de accin que es la
accin
pol-
tica
cuyo
fin consiste en
alcanzar
el
compromiso entre intereses sentimientos
creencias
tradiciones pensamientos
ideas en definitiva
entre opiniones contra-
puestas.
La accin poltica es
una
forma de accin colectiva que tiene
que
respe-
tar y
combinar
las
opiniones
de todos los actores
normalmente
divergentes en
mayor o menor medida. El compromiso del que dijo G. Simmel que es uno de los
mayores inventos de la
humanidad
H no satisface a nadie
plenamente
pero
hace
posible la convivencia constituyendo esta actitud favorable al
compromiso
el
ncleo esencial
de la tradicin poltica
europea.
Heidegger dira
por aquellas
fechas
en que escriba Dez del Corral El liberalismo doctrinario que la civilizacin euro-
pea descansa
en el
dilogo
El
compromiso consustancial
con la
tradicin del
jus-
to medio a la que se referir
muy expresamente
Dez
del
Corral en escritos
poste-
riores especialmente en relacin
con Montesquieu como
prototipo de
esa
tradicin
es
en
ltimo anlisis la clave de la actitud liberal que viene a coincidir as con la
tradicin poltica occidental. Resulta casi imposible elegir un tema mejor que la his-
toria
de los
doctrinarios
franceses
para mostrar
en
qu consiste
la poltica
segn esa
t radicin y su
esencial naturaleza
liberal
reivindicando
de
paso
el liberalismo y la
tradicin
poltica
en
el tiempo tan antipoltico e impregnado de p tbos antiliberal
en
el
que
se
gest El liberalismo doctrinario
Efectivamente Dez del Corral se
preocupa
en
mostrar
que
la
concepcin
doctrinaria de la poltica no era extraa
en Espaa
tanto porque los espaoles no
H Vid.
Sociologa
Estudtos
sobre l s rm s de socializacin
l Madrid Revista de Occiden-
te 1977
cap.
4
pg.
349.
..
Ha s ido s iempre
uno
de los rasgos
ms distintivos
de la
gran
poltica
occidental
deca
Diez del Corral en ..Ortega ante el Estado .. ese margen de juego que siempre ha dejado a un autntico
pensamiento
poltico
sin
el cual
es
inexplicable el rurnho
largo complicado
y certero
que la historia
europea
ha mantenido
hasta
la
consecucin
de los grandes organizaciones
estatales
De Historia y Po/-
tica
pg.
44.
21
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
16/53
hemos
contribuido
mucho
a
ideologas
abstractas
sino
a
concreto,
intuitivo, lo
visual 70,
como
por
ver
en ella un
parentesco -escribe
al
hablar
de
Tocquevi
l l 71 , con
las
mejores pocas de
la
especulacin
poltica
espaola hasta los
siglos
W
y
W l Puesto que
el inters
por Cnovas del
Castillo
le haba llevado
a
los
doctrinarios,
en
la ltima
parte del
libro
estudia
un elenco
de
pensadores
y pol
ticos
espaoles del mismo
siglo
XIX,
que
pueden ser incluidos
en
esa escuela.
La actitud de
estos
escritores
espaoles era
pareja a la de los franceses,
habiendo recibido incluso
su influencia.
Pero
su
peculiaridad respecto
a
aquellos
y
al liberalismo
en general,
radica
principalmente
en
dos
cosas: la
primera, que estos
liberales
espaoles
frecuentarn con insistencia
bien por
rutina escolar, por hon
rado
convencimiento
o
con mviles
de
corso,
los libros
de
los
Surez,
los Soto, los
Malina y los Vitoria-, es decir , la
tradicin
escolstica
72, de la
que
deducen
su
par
ticular liberalismo
insertndola
en
este
ltimo
7.3;
la
segunda,
el
encontrar que en
Espaa
no
haba propiamente
Estado: lo
que hubiera de estatalidad
se
hundi con
la invasin napolenica, por lo que la tarea del l iberal ismo hispano, hubo de con
sistir en instituir
un
Estado a la altura de las circunstancias 71. Este
ltimo aspecto
har
que Dez
del
Corral se
interese cada vez
ms por la forma polt ica tan singu
lar
desde
el
punto de
vista
de
la
historia de
las
formas
polticas, que fue la
Monar
qua
Hispnica o Catlica, escasamente estatal, definitivamente
extinguida
en 1834
Estatuto Real). Y de ah
tambin
que el
problema
de la
monarqua
ocupe
entre
estos liberales el
papel principal que desempeaba entre
los franceses el de la
representacin 75
2
La
segunda gran obra
de Diez del Corral, El rapto de Europa. Una inter-
pretacin histrica de nuestro tiempo apareci
en 1954
76
Fue precedida, segn
su
costumbre, de diversos
artculos y
ensayos por
decirlo
as
preparatorios,
igual
que
en
elcaso
de El liberalismo doctrinario y otros libros. Los que no fueron utilizados
71l ..
Lo
japons
y lo
occidental-, pg.
3482.
71 -Tocqueville
y
el
pensamiento
poltico de los doctrinarios.., pg. 3223 ...Los espaoles ??
7 t lliheralismo... A. :r J, pg. 40I.
7.< La neoescolstica
espaola
no
rompe con
lu
concepcin
medieval del ordo La concilia
cin de la soberana con el orden es el gran tema ofrecido po r la especulacin filosfica
espaola
y por
ella
fielmente cultivada: no slo
po r
ella, sino
por la efectiva
poltica
espaola .
Memoria...
8,
pg.
614.
7 , Cfr.
D.
NEGRO,
Hliberaltsmo Epa la Una antologa
Madrid, Unin Editorial,
1988. Prl.
Cfr. D.
NEGRO,
Elliheralismo en Espaa prl,
7 ,
Madrid, Revista de
Occidente.
22
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
17/53
directamente
en
El rapto han sido
recogidos
en
su mayora
en Ensayos sobre Arte
y Sociedad? y De Historia y Poltica 7H
El rapto de Europa ttulo deudor
de Horacio
70,
universalmente ledo y
elogiado
le
dio
a su
autor
fama
internacional. Publicado
en
plena guerra
fra,
en
el
trance
de
la
descolonizacin acelerada
la
unif icacin del mundo a
punto
de
constituir
una sola constelacin poltica adaptando ideas europeas y organizn
dose de acuerdo con ellas
sin
embargo ayuda a entender y explicar la situacin
actual:
a
comienzos
del siglo
XXI,
resulta
ser casi un
l ibro proftico
con la
salve
dad de que
Dez
del
Corral esperaba entonces
que
Europa pudiese
an
liberarse
de la especie de enajenacin a la
que
estaba
sometida
y remontar el vuelo vol
viendo a
ser ella
misma.
libro constituye en
cierto
modo una respuesta
a la
vieja
afirmacin de Zubiri de
que
hoy
los
griegos
somos
nosotros los europeos.
Dez
del
Corral
se pregunta:
,,Estamos
en
trance
los
europeos
de
empequeecer
nos de convertirnos en otros graeculi justamente
cuando
el
mundo
entero se
europeizar- HO
Si
se
quisiera
buscar
una categora o principio
central
ordenador del libro
este ser a el cristianismo
que
descubri el valor de la personalidad y abri nuevos
cauces
a la vida
espiritual
porque como escribe en otro
lugar Hl,
a
propsito
de la
Historia
de Roma el conjunto del desarrollo
histrico resulta
inexplicable
desde un
punto
de vista
estrictamente
mundano- Incluso
la
idea de
progreso
cuyos efectos
prcticos
culminaron
hacia
1870
H2,
depende
del cristianismo; pues dir
expresa
mente ms tarde respondiendo a una pregunta el cristianismo no predica la idea
de
progreso
pero los elementos
que
conlleva son fundamentales para llegar a
ella
o
El
problema
es
que
la idea de progreso mecnicamente
entendida
[es
decir
desconectada del cristianismo] ha acabado
por
arruinar
hasta
cierto punto
una
autntica conciencia histrica
w
A pesar del subttulo El rapto de Europa parece en
principio
por su estruc
tura
contenido y acumulacin de
materiales
una suerte de
sntesis
de
historia
de
la
cultura
europea
centrada
en
su
forma
moderna
pero
ahondando en
sus
races.
-; Madrid. Rev.
Occidente
1955.
Madrid
Instituto
de
Estudios Politicos, 1956.
Vid. ,,Qu es Europa? , OC. lV,
pg.
3508.
KI El
rapto..
Il,
pgs.
66-67. Cfr. Europa entre los griegos y el tercer mundo IV
KI Memoria...
8, pg. 605
Vid.
J.
L CaMEl l AS U ltimo
cambio
de
s ~ l o cap.
I
K j
Lo japons y lo occidental pg. 3494.
K,
Mellloric . ..
3, pg. 524.
23
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
18/53
Sin
embargo,
es bastante ms
que
una
interpretacin
histrica
del
presente como
reza
el subttulo: es
una
filosofa de la historia. Pero no
eurocntrica ,
como
han
solido serlo todas o casi todas. Diez de l Corral se limita a este respecto a constatar
el
hecho de que la historicidad europea
se
distingue de
la de los otros pueblos y
culturas
por
haber
sido
ms historia
que
las
dems;
por haber
descubierto dimen
siones
inditas en
la historicidad humana
8
El eurocentrismo se reduce
aqu
a
perspectivismo. Trtase de una filosofa
de
la
historia orteguiana dentro
del
reper
torio de
filosofas
de la
historia; pues el
autor aplica aqu sistemticamente,
como
por
lo
dems en
toda su
obra,
el perspectivismo de
la razn
vital.
Ahora bien,
si la
perspectiva
general es
europea,
el mirador desde el que contempla la repercusin
universal de la historia de Europa es espaol.
Esto
ltimo
no es gratuito: se
explica porque
Espaa es para Dez del
Corral
un
compendio
de
Europa
; y
no
slo
por
su
variedad
paisajstica,
como
se
dice
a menudo,
sino por
su historia. Para
probarlo,
se
remite
al
campo
artstico
y
literario: todos los estilos del Occidente han sido cultivados activamente en Espaa
de manera
que,
afirma,
en cuanto
a la suma de todos ellos, al conjunto
de
los diver
sos
estilos del
arte europeo,
ningn
pas aventaja
a
Espaa
;
esa mltiple recepti
vidad se muestra con harta
frecuencia en
el arte, incluso
en
un solo edificio, de lo
que considera tal vez ejemplo
mximo
la catedral de Granada, aunque posterior
mente
el autor suele trasladar el parangn a la catedral mezquita de Crdoba 8
De
ah
que, para reconocer la unidad radical
del ar te europeo
...ningn
pas puede
ser
ms aleccionador 88
que
Espaa. Su historia, en la
que
en muchos momentos le iba
el ser o no ser, es plenamente europea por su sustancia,
en
tanto se encuentra
sometida a un movimiento pendular de
aislamiento y
ecumendad, desde sus mis
mos orgenes
89.
Con la importante particularidad
de
que la Edad Media de la
Pennsula, por
su
sentido expansivo, dinmico,
poltico, etc., era -frente al
quie
tismo
feudal de
la Europa
ultrapirenaica-, prematuramente
moderna
91l.
No
obstante,
puru
entender
el
eurocentrismo
no
est
de
ms
recordar
con
P. Ct
IAUKlJ,
que
de los
millones de kilmetros cuadrados de tierras emergidas, 118 millones
han pasado
en uno 1I
otro momento,
po r
el estatuto de colonia dependiente de un imperio
colonial
europeo o
de
una anti
gua
colonia europea emancipada)
entre
el siglo XVI y el XX . Historia y decadencia Barcelona, Juan Gr
nca, 1983. x pg. 342.
,,, El rapto ... VI. pg. 168.
H7 Vid.
espee.
La luz
arquitectnica
de la mezquita de
Crdoba
, en Ensayos de Arte
y
Socie-
dad
y ..La actitud sociolgica ante el arte espaol , en
De Historia
y
Poltica.
l
rapto
1lI, pgs. 89-91.
HO Ji rapto 1lI. pg. 73.
Ji
rapto 1lI, pg. 79.
24
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
19/53
En el
importante
ensayo
algo posterior, Reflexiones
sobre
el castillo his
pano,
incluido
en De Historia y Poltica examinar
las
causas de esta modernidad
y
esa singularidad de Espaa en
el
contexto
de la historia y la
cultura
occidental
y justamente por eso
afirma Dez
de l
Corral
que
la historia
de Espaa
es
en este
momento
histrico
ejemplar para
Europa. Pues,
la
vida histrica
sobre
el finisterre
ibrico, la
ms
vieja tierra culta
del
Occidente...ha ofrecido a lo largo de los siglos
un
indudable sesgo
de rapto: por anulacin o por
sobreabundancia
por
angustio
sa
sustraccin
o
por
plenitud
La tesis
central de este
libro original, famoso,
erudito
y
profundo
se
opo
ne, negando la distincin
entre
cultura y civilizacin, al
concepto
de
decadencia
corriente desde
la
primera postguerra sirvindose
de
un
mito. El
recurso
al mito
estuvo tambin en auge
de
muchas maneras
en los
aos
veinte;
pero para
Dez
del
Corral,
quiz prximo
a la
concepcin
de Carl
]ung
los
de
la
antigedad
clsica
continan
teniendo siempre una
virtualidad nueva
para esclarecer regiones
oscu
ras de la
experiencia
concretar y
plasmar
ideas, o
aureolar mximamente
impre
siones
estticas El mito
del rap to
de
Europa
la
princesa
fenicia,
tomado
en la
doble acepcin
de la
palabra
rapto,
permite expresar simultneamente
el
proceso
de expropiacin de la cultura
europea acompaado
de
otro alterno
de aliena
cin, a veces de
verdadera alienacin mental
de clases dirigentes y
pueblos
ente
ros, incluyendo
incluso
en
ocasiones
la expatriacin
ms
o
menos espontnea
de
las lites
intelectuales.
Lo que
observa
Dez
del
Corral es que
Europa
se arrebata
al
mismo tiempo
que es arrebatada
enajenndose
de s
misma basta llegar
a extre
mos de
patolgica
alienacin
A lo
largo
del libro se
examinan ambos
aspectos
del problema
de
Europa
en la
encrucijada
actual:
por un
lado, el de la
expropiacin; por
otro, el de la
desar
ticulacin
de su
estructura tensa
y polar,
entre campo
y
ciudad ciuitas
terrestre y
ioit s celestial,
idealismo
y realismo, particularismo y universalismo poltico, sim
plismo tcnico
y complejidad intelectual; lo que llamara Guardini,
autor
familiar a
Dez
del
Corral,
sus
contrastes.
Son stos
los
que
le
dan
a
Europa una
riqueza
que
hace
imposible
definirla Riqueza y fertilidad que le llevarn a concluir, frente a
las tesis de la decadencia que la misin de Europa
no
ha
terminado
ni
mucho
91 En El
rapto
le interesa sobre
todo sealar que
-la vida histrica sobre ,
92 El rapto I1I,
pg.
93
9:1 -El nuevo
Hermes
marino , OC IV, pg. 3085.
El
rapto l pg. 61.
< ;
Vid. de
H
GU RDII\I
El contraste
ensayo
de
una
filosofa
de
lo
concreto-viviente. Guardi
ni era un
autor bien conocido po r Dez
del Corral,
quien
le cita
con
frecuencia.
25
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
20/53
menos
aunque en algunos aspectos de la vida quede rezagada y an empeque-
ecida
En efecto por un
lado
es cierto que
Occidente
y
slo
l ha abierto los
horizontes mundiales
y,
por
otro,
que
los
elementos
de la
superioridad europea
especialmente
la
tcnica
y la
economa
racional,
que
eran
fruto
de
su larga histo
ria,
resultaron
asimilados por otros pueblos culturas y civilizaciones,
mediante
un
atajo que no
slo igualaba
la
posicin aventajada
de Europa
sino
que
hace que
aparentemente
casi de
repente
esta se
encontrara
rezagada Era el resultado de
que al hacerse mundial su historia, el fruto de
centurias
y
centurias
de
esfuerzos
y
creaciones singulares
de Europa puede se r fcilmente
expropiado por cualquier
advenedizo que
adems
lo
considerar
como algo
espontneo genricamente
humano; algo
que
estaba destinado
a
caer
en sus manos vacas . Esto
supone
un
cambio
tan
radical
de
perspectiva
que
Europa tarda algn
tiempo en darse
cuenta .
Entre las
dos guerras
mundiales
del
siglo xx
guerras
civiles europeas como ha sea-
lado
Nolte,
Europa ensimismada en ese momento
crucial,
no acert
a
percatarse
del
cambio
operado
en
su
situacin
mundial
respondiendo por
lo
general escribe
Dez
del
Corral, con interpretaciones y
actitudes
inadecuadas
tanto
en el orden de
la
poltica prctica
como
en
el intelectual a travs de las
construcciones
filosfico
histricas
ms
en boga
Como
dice
algo ms
adelante
Europa no fue
capaz
de sacar
las
consecuencias
que
la
expansin
de su cultura, y en
no pocos casos de
su
misma sangre haba producido
y
que una sana razn
histrica
debiera haber
puesto
de relieve .
La tarea
de
la filosofa poltica
consiste precisamente
dir Dez
del
Corral
en el
ensayo sobre
Zubiri y la filosofa de la historia , en responder a
situaciones.
Mas
lamenta
que en
esta grave
tesitura de su historia adolezca Europa de
un pen-
samiento
poltico
adecuado
a
la
situacin.
Precisamente
lo peor es
quiz
que al
interpretar
la
situacin
ms como
un
descenso
del
nivel
europeo que
como
ascenso de
los otros
100
se da
pbulo
a la
idea
de
decadencia
de la civilizacin
europea.
De ello
constituye un primer
y
gran
ejemplo
la
mencionada obra
de
Spengler La
de den i
de Occidente en
la
que
reaparece
la concepcin cclica de la historia en
contraste
con la
concepcin
li-
El
rapto .., Eplogo, pg. 330.
07
El rapto .
., 1 pg. 28
9H
El
rapto 1, pg. 39.
- El rapto
1I, pg. 55.
1
Cap.
I
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
21/53
neal que
haba
sido
la
propia
de Europa. Se
operaba
as,
pensaba entonces Dez
del Corral 101, un trnsito
sbito del optimismo
al
pesimismo
de la
seguridad
de
una hegemona perpetua
a la de
una
definitiva decadencia . Y vea la
causa
de
este
sustancial cambio
de perspectiva
en
el
hecho de que
el
mundo
cultural europeo
no es un
conjunto
compacto
homogneo
como el del Islam o el indio , caracte
rizndose
en
cambio por
su
variedad
lo
que
resulta
ser precisamente
cree
el
pen
sador espaol una causa
principal
del
liberalismo intrnseco
-liberalismo
de la
variedad como ha dicho
R. Aron
aplicndolo
a la
concepcin
de
Montesquieu
de
esta
civilizacin
102.
Dez
del
Corral, que vea
la
cultura
europea moderna como una cultura
secularizada,
siendo
la secularizacin
una posibilidad
histrica,
quiz
exclusiva,
del
cristianismo,
enfatiza
la
singularidad
de
la
historia
europea 10
5,
que ha
acertado
a
crear un tipo
de civilizacin objetiva,
generalizable generosa hurnana- dndose la
paradoja
de que si su
racionalidad
ha
sido
el
supuesto
y la
causa
de
su
triunfo
pla
netar io, al
mismo tiempo
su racionalismo
excesivo
u constructivismo dira
Hayek, su poltica
de
la fe
triunfante
frente a la poltica
del
escepticismo
podra
haber
dicho Oakeshott- ha
desvirtuado
en buena
medida
el impulso vital de los
pueblos
que la
crearon
y
ahora
al refluir
desde
fuera, simplificada y
acuciante por
el manejo de
pueblos
ajenos ha
acentuado
el
proceso
interno de disolucin;
pro
ceso
que
afirma
Dez del
Corral,
aunque
se hubiera
producido tambin
sin influ
jos extraos
habra seguido sin
duela un ritmo ms
sosegado
y
menos
peligroso .
Pues
tal
proceso
estaba
implcito, al
menos
virtualmente,
en
el
mismo desarrollo
de
la cultura
europea cuya
racionalidad constructiva es algo
problemtico que pue
de
transformarse
de
golpe
en su
contrario
o
venirse
abajo
como un
casti llo de nai
pes lO/.
El
autor estudia
el objeto y el
hecho del rapto
en
densos
captulos
con
cluyendo que
no
interesa tan slo
a la
raptada sino tambin
al
raptor que por
mucho
que se
apropie
el
objeto de
su
rapto
siempre se
encuentra en una
situa
cin
deficiente .
Pues
el
raptor
va a configurar su vida
segn formas que
le
vienen
1 1 Ms tarde transcribir
el
comentario
de
Zubiri
en
una conversacin: -Nada
prueba
tanto
la
decadencia de Occidente como
el xito
que
ha
tenido
La decadencia de Occidente
2 El rapto.... l. pgs. 28-37.
1 < Cfr. el ensayo Sobre la singularidad del destino histrico
de Europa en
De Historia y Pol-
tica en el que
destaca
cmo a diferencia de
otras
civilizaciones
excluye
el fatalismo pues la espiri
tualidad
cristiana liber al hombre le las
vinculaciones estrechas
del[at1lm y abri a la pa r horizontes
infinitos
al sentimiento del futuro y
de
la autntica historicidad , si bien el historicisrno radical
de
los
siglos XIX y xx ha vuelto a reintroducirlo pg. 258.
10 Ft rapto .... 11. p{lg 53.
27
-
7/24/2019 Obra y pensamiento de Luis Dez del Corral
22/53
de
fuera, que l no ha producido, que pueden
secarse
al quedar desarraigadas, que
pueden
a la larga apretarle violentamente como un mal aparato ortopdico y
daar
su
musculatura
y su vitalidad En fin que, con
todo,
resulta imposible que se borre
la diferencia entre la cultura europea, como algo restringido geogrf ica y espiri
tualmente, y la civilizacin
europea
universalizada, de igual modo, recalca, que no
se identific la cul tura
helnica
con la helenstica por grande que fuera la conti
nuidad entre las mismas ,
3
Si
en El rapto de Europa
afirmaba Dez del Corral que la misin
de
Euro
pa no ha
terminado,
ni mucho
menos, aunque
en
algunos aspectos de
la vida
que-
de
rezagada
y
an
empequeecida,
dbese
en
buena
medida
a
que
la teologa de
la esperanza, en boga en la postguerra en
que
se escribi el libro, da en
cierto
modo su sentido a El rapto
a
esperanza cristiana rompe el crculo vicioso de la
concepcin cclica de la historia 105, escribe,
confiando
sin duda en que se impon-
dr aquella. Veinte aos despus
public
una
suerte
de revisin, confirmatoria
de
la efectividad
del
rapto,
algo ms
pesimista:
Perspectivas de un Europa raptada
l
Ttulo que sugiere que Europa no saba o no poda liberarse de sus expropiadores,
entre los cules, como se
deca
ya en El rapto se encontraba el marxismo, ahora
universalmente
difundido. Eran los aos, en que la
guerra
fra alcanzaba su cnit ,
y
en
cuyo contexto
jean
Paul
Sartre,
en
su
famoso prlogo
al leidsimo libro
de
Frantz Fanon
Los onden dos de la tierra
961), incitaba a los pueblos
del
tercer
mundo a
aniquilar
a los europeos a la par que afirmaba: Es el fin,
como
vern uste
des Europa hace agua
por todas partes. Qu ha sucedido?
Simplemente
que ra
mos
los
sujetos
de la historia y que
ahora somos sus objetos ]
Todo el
mundo
occidental
es Hamlet
haba
dicho Carl Schmitt en 1966 resumiendo la
situacin
y
Dez
del
Corral segua pensando que la vieja imagen mitolgica revela con acier
to metafrico la
situacin
en
que,
como
dice
en el
breve
prlogo al libro, se
encuentra nuestro
continente,
y acaso hoy da ms que nunca 108.
10
El rapto. .. , VI, pg. 171.
10 ,
Madrid, Seminarios y Ediciones , 1974. En el prlogo de la misma fecha a la
nueva
ed