Olguin - Diálogo y Proyectos
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DIÁLOGO Y PROYECTOS
De Jorge Raúl Olguín.
Dentro del diálogo está la posibilidad de no estar de acuerdo. Desarrolló esto y
también la planificación de los proyectos, relacionando ambas cosas en el sentido
que implica ser capaces de elaborar argumentaciones sólidas. Resaltó la
importancia de no necesitar la aprobación del otro, lo cual muchas veces impediría
ser coherentes con lo que vemos correcto.
Muchas veces, en distintos talleres de autoestima, se habla de aprender a decir
no. Esto es, sentir que uno puede decir no cuando la situación así lo indica, sin
tener temor a que la otra persona se enoje, se contraríe etc. Porque a veces por
baja estima decimos: Si, por temor a que la otra persona se disguste con nosotros,
entonces estamos pendientes de la aprobación del otro, en lugar de nuestra propia
aprobación, y al decir SI no nos damos cuenta de que va en desmedro nuestro,
porque nosotros somos los perjudicados con tal de caer agradable al otro, y se
dan muchos casos así.
También en esos talleres, enseñan a debatir, no a discutir, si bien pueden ser
sinónimos o el debate se considera una discusión. En psicointegración, debatir es
un intercambio de ideas, donde no se busca tener la razón, sino proponer,
plantear un punto de vista, a diferencia de una discusión propiamente dicha que es
un diálogo de sordos, donde todo es gris, donde todos gritan, le espetan en el
rostro al otro su supuesta verdad y es un diálogo de sordos.
A veces nos cuesta, y eso es también por roles del ego, plantear a otras personas
dudas, cuestionamientos, o directamente nuestras opiniones y no sabemos cómo
encarar esas cuestiones, porque nosotros mismos nos enredamos en nuestra
mente y nos anticipamos o creemos anticiparnos a lo que va a responder el otro: -
Si yo digo tal cosa el otro va a responder tal otra.
El diálogo no es una partida de ajedrez, donde tenemos que anticiparnos varias
jugadas, el diálogo tiene que ser abierto, no tenso, laxo en lo posible, pero si firme,
si con seguridad en lo que uno está planteando, abierto también a las sugerencias
del otro, porque acordamos que nuestra verdad, no es la verdad, es una verdad
parcial, es una verdad en la que nosotros podremos creer, hasta tanto alguien nos
haga ver o nos muestre que hay un planteo mejor, y la amplitud de criterio es
aceptar ese otro planteo porque va a ir en beneficio nuestro también, pero cuando
estamos convencidos, no por ego, sino por coherencia, por razonamiento, por
sentido común que lo que estamos planteando es lo correcto, a veces pensamos
que planteárselo a la persona que está equivocada es imponerle una verdad,
entonces como encaramos la cuestión.
Primero, con voz pausada, tranquila, porque hay una razón que dice que el que
grita es que está equivocado, aparte el oído de un ser humano no está preparado
para los gritos, hay padres o madres que reprenden a sus chicos con gritos y
obviamente es la peor manera porque el oído del niño no está acostumbrado al
grito y no va a escuchar.
Se trata en un debate, en un cuestionamiento o en una propuesta, ya sea laboral,
afectiva plantear una situación en forma calma y con la lucidez mental como para
tener en claro los puntos que uno va a proponer, seguramente del otro lado va a
haber una contra-respuesta a esto puntos diciendo ¡No! Esto es así, así y así. Y
uno tiene que tener los puntos que uno presenta desarrollados como para evitar
que del otro lado haya cuestionamientos, pero que no se malentienda, no se trata
de que los puntos que uno propone sean la verdad absoluta como dije antes, pero
si uno está convencido, no desde el ego sino desde el sentido común, desde la
coherencia de que esa propuesta laboral que estamos haciendo o esa propuesta
personal es la correcta, escucharemos, porque de eso trata la amplitud de criterio,
lo que nos digan del otro lado y les diremos: Mira, entiendo lo que tú dices, pero mi
punto de vista es que esto es así, así y así, porque, seguramente van a preguntar
del otro lado, por esto, por esto y por aquello. O sea que, cuando iniciemos un
debate ya tenemos que tener incorporado en nuestra respuesta el por qué
planteamos tal cosa “Este negocio puede funcionar” obviamente que te van a
preguntar porque, - Por esto, por eso y por aquello - Claro pero no puede ser que
esta parte no funcione como es debido – No, eso también lo tengo cubierto con
esto y con aquello.
Entonces uno va de alguna manera ofreciendo, mostrando nuestra manera de
pensar, de planificar, de proyectar con argumentos lógicos- si digo irrebatibles-
muchos lo pueden interpretar como que al decir irrebatible ya es egoico, porque
sonaría como ser dueño de la verdad ante el oído de muchos. A veces uno puede
tener su ego integrado e igual tener argumentos irrebatibles, como por ejemplo
hoy en el hemisferio sur, está haciendo 33ºC de temperatura. Sal en camisa, no te
pongas un abrigo, porque vas a sudar a lo loco. Ese es un argumento irrebatible y
es un argumento con sentido común explicado de una forma absolutamente
básica, pero ese mismo argumento de “ponte una camisa” porque hace 33ºC de
calor, vale también para propuestas laborales, propuestas personales, para
convivencias en pareja, es conveniente que vivamos juntos porque de esa manera
ambos pagaremos menos alquiler o renta y… ¿Podremos convivir, nos llevaremos
bien? Bueno, se trata de probar, la felicidad, la convivencia no está asegurada, el
camino se demuestra andando –dice el refrán- Entonces ¿Cómo sé si ese
chocolate nuevo me gustará? –Mira, tu paladar no es igual al mío, a mí me ha
gustado, tienes una sola manera de saber si te gusta o no, probándolo, Pruébalo.
Obviamente no es lo mismo un chocolate que una propuesta de trabajo ¿Te
parece que esa fábrica va a funcionar correctamente de la manera que tú la
encaras? Claro, abrámosla y empecemos a fabricar, no es lo mismo, porque un
chocolate puede no gustarte y decir no está bien mi paladar no es igual al tuyo,
pero una vez que tú has invertido en una fábrica y esa fábrica al mes vemos que
no está produciendo, significa que tus ítems, tus puntos no eran los correctos,
pero hay algo que no han tenido en cuenta. Cuanto más compleja sea la
propuesta, más tiene que haber un estudio de esos punto, no es lo mismo un
chocolate que te digo abre tu boca y te doy a morder una porción a instalar un
buffet de abogados o una fábrica o una oficina. No es lo mismo.
Entonces cuanto más compleja sea la propuesta, más se tiene que estudiar los
puntos ¿Vas a hacer un pedido? Lo primero que tienes que preguntar es si han
aumentado los precios –seguro que sí- Que cantidad vas a invertir y el material
tiene que ser no perecedero. Se trata de evaluar, entonces cuando tú encaras una
propuesta, un debate, un pedido, en visión laboral, en visión de amistad, en visión
de pareja, en visión de cambio de hábitat, ¡Eso se tiene que estudiar bien! Donde
están los pros y las contras y en lo posible ir viendo que haya la menor cantidad
de contras posible, porque casi siempre no tiene que ver con ley de Murphy, ni con
entropía, pero casi siempre, en todo cambio siempre puede haber un detalle que a
uno se le escapa, como en los documentos que uno firma “la famosa letra chica”
¡Ah! Pero este artículo no lo había visto y tú te has enterrado en el pantano hasta
el cuello.
Se trata de estar alerta, se trata de no estar condicionado, se trata de encarar las
cosas con euforia, porque como digo siempre la euforia es buena consejera,
porque la euforia te protege de toda vibración negativa, hace que estés alerta,
pero –porque siempre hay un pero- la euforia tiene que ser equilibrada ¿Cómo
euforia equilibrada, si la euforia levanta nuestro ánimo más que el amor? Claro,
pero la euforia debe ser equilibrada, porque una euforia egoica ¡Ah, hay euforia
egoica! Sí, hay euforia egoica, el triunfalista por ejemplo, vayamos al fútbol, un
equipo que está a mitad de tabla y un día ganó 4-0 y el técnico, los jugadores, la
hinchada dicen:- Podemos enfrentar al mejor equipo ahora. -No, esperad han
ganado un partido. Cuidado con la euforia triunfalista, porque la euforia triunfalista
te ciega. Entonces, la euforia no tiene que ser triunfalista, porque lo triunfalista es
exitista, a la semana siguiente ese equipo volvió a perder y era como yo decía: -
No servimos para nada. Eso es exitismo.
El exitismo es opinar que eres el mejor cuando ganas y eres el peor cuando
pierdes, no evalúas a la persona, vas evaluando el resultado segundo a segundo,
eso es exitismo, eso es ceguera espiritual. Cuando uno encara un proyecto lo
tiene que encarar con euforia, pero no euforia triunfalista, sino euforia sana,
euforia lógica, todo cambio tiene que ser encarado con euforia, porque sino no
hagamos el cambio, porque si yo ya vengo derrotado pensando:- “No este cambio
no me va a servir”, “Este negocio no me va a rentar” no lo hagas en ese caso
porque tú ya estás perdiendo de entrada.
Todo tiene que ser encarado con euforia, pero tampoco con euforia ciega, de que
los números te den todos resultado negativos “¡Ah! pero yo tengo euforia y me va
a ir bien porque tengo euforia” No, te vas a dar contra la pared, entonces tiene que
haber una conjunción de euforia y de números positivos, ambas cosas y que
ninguna euforia triunfalista que te haga ver esos números positivos más grandes
de lo que son.
Y quizá los primeros meses que encares algo, ya sea una fábrica o una
convivencia de pareja, quizás sean incómodos esos primeros meses porque la
fábrica todavía no está dando dividendos y la convivencia “¡Oh! Tenemos un solo
baño y está ocupado” La persona pesimista va a decir: –Para que me embarqué
en instalar esta fábrica –Para que traje a casa a esta persona, ahora dirige toda mi
vida. Si pensamos así es que somos pesimistas y siempre vamos a fallar, otros
dirán: -No, perdón ¿Eso no es ser realista? No, porque yo puedo ser optimista y
realista a la vez, no se trata de desvalorizarnos ni desvalorizar al otro ni
desvalorizar nuestros, proyectos, ni nuestro trabajo, ni nuestra pareja, ni la
convivencia ni nada.
Obviamente el realismo tampoco tiene que ser triunfalista al extremo y si vemos
que al cabo de X tiempo esa convivencia no pasa de lo mediocre o esa fábrica
verdaderamente no da dividendos, no significa que nuestros números se
equivocaron, porque tanto la convivencia como abrir un negocio también depende
de terceros, depende de la venta de autopartes, depende de que tu pareja quizá
ese carácter que mostraba cuando salían se desarrolló en mal carácter
conviviendo, esa delicadeza que tenía saliendo ya no la tiene conviviendo, y no
somos adivinos porque no existe la adivinación.
Entonces, aún con los mejores números podemos fracasar, lo que tenemos que
evitar es idealizar los proyectos, idealizar la pareja, idealizar el viaje, porque
podemos frustrarnos. La mejor manera de no frustrarnos, es no crearnos falsas
expectativas, tener la expectativa justa, conocer o por lo menos intentar conocer a
la persona con la que vamos a planificar convivir o conocer cómo funciona una
fábrica. No es que de repente yo soy carpintero y abro una fábrica de autopartes
porque me dijeron que es así, cuando encaro algo es porque yo tengo que tener
un mediano conocimiento de causa de lo que voy a hacer. Pero por sobre todas
las cosas, cuando hago una propuesta a alguien que está frente a mí – y aquí está
el kit de la cuestión- la tengo que hacer con claridad, con el convencimiento de lo
que yo voy a proponer y sin creerme el dueño de la razón, poniendo el oído
abierto al otro, pero también sabiendo decir no, como dije al comienzo, cuando la
contrapropuesta del otro no me convence y entonces quedamos en cero, como
estamos, ni gané ni perdí, de eso se trata todo, de proponer, de tener amplitud de
criterio, oído para escuchar, pero también la autoestima de carácter como para
decir no cuando algo no nos conviene a nosotros también, no estamos
perjudicando al otro, directamente quedamos neutros, de eso se trata la amplitud
de criterio y de tener un criterio sin ego.
APENDICE
A veces aun estando convencidos de que diciendo “NO” y siendo lo correcto nos
sentimos mal yo mismo te digo a ti:
- Préstame mil el día viernes – y tú dices
- Pero no tengo
- Escúchame, pero si acabo de ver tu billetera y tienes un poquito más de mil
- Si, pero el Lunes me viene un pedido y tengo que pagar 980
-¿A qué hora tienes pedido?
-Y… mira 9:30, 10:00 de la mañana
- ¡Ah, pero vamos hombre! a las 8:30 estoy en tu casa y te llevo la plata, pero
préstame que lo necesito este fin de semana.
Obviamente el lunes no voy, porque estoy manipulado, lo correcto era que tú me
digas:
-Mira, no puedo prestártelo.
-Ah no me puedes prestar, no puedo confiar en ti, no sé para que vine a perder
tiempo, me voy.
Y tú te quedas:
-¿Por qué le dije no? Se ha enojado conmigo.
¡Pero que te importa si yo te estaba manipulando!
Pero tú, en esos juegos contradictorios, buscas justificar mi actitud manipuladora
-Estuve mal, seguramente me traía el dinero antes de las 9:00
Eso es muy peligroso, el justificar, y ahora voy a cambiar de tema.
El 25 de noviembre es el día de la violencia de género, Hay muchas mujeres que
son cómplices del mal. Perdón, mujeres, las amo… pero hay muchas mujeres que
justifican al varón sometedor, golpeador. “Algo habré hecho para que se ponga
así”. Hay mujeres que denuncian y que luego retiran la denuncia, y capaz que al
mes o a la semana esa mujer está muerta.
Mucho cuidado con justificar el error, mucho cuidado con las justificaciones al otro
“por algo lo habrá hecho” “por algo me trató así”, “por algo se enojó”. Cuidado con
las justificaciones, cuidado de ser cómplices de la violencia. ¡Mucho cuidado con
ser cómplices del error!
Ser cómplices del error es SER PARTE DEL EROR, los actos hostiles JAMÁS
deben justificarse, “seguramente hizo eso porque yo lo provoqué” ¡Mucho cuidado
con eso!