La presentación de los productos. El empaque, el envase y la envoltura como fortalezas frente a los competidores.

Packaging, la visibilidad de la elección Por José David Vergara López.

Cómo acercarnos a nuestros clientes o consumidores y lograr en ellos el más elevado grado de satisfacción. El empaque, poder comunicativo, de conexión y de atracción fundamental en la decisión de compra. Frases como: “Una imagen vale más que mil palabras”, o “todo entra por los ojos”, son una realidad, sobre todo cuando se trata de la presentación de un producto y de cómo hallar la manera para atraer, informar, sugerir y convencer al cliente para que lo elija. El proceso de packaging traspasa la frontera que hay entre lo racional, lo sensorial y la conexión emocional, este concepto denota características de comunicación, difunde la imagen de la empresa, interactúa con la emotividad del consumidor, amplía su percepción sobre el producto, y enriquece el valor funcional y práctico del empaque, el envase y la envoltura. Como podemos observar, el packaging no sólo sirve para envolver, proteger, transportar y resguardar, hoy por hoy es la herramienta de marketing más importante ya que tiene la labor más difícil, llamar la atención del consumidor y lograr que éste prefiera el producto, todo en cuestión de segundos. Alrededor de tres (3) de cada cinco (5) compras o decisiones finales se realizan en el punto de venta, cada cliente o consumidor frente al lineal o anaquel se tarda en elegir un producto aproximadamente cinco (5) segundos. Lo anterior, debe inquietar a las MYPES y PYMES que sacan al mercado productos y marcas nuevas y no posicionadas, las cuales salen a enfrentarse con más de 60.000 referencias entre tiendas y supermercados, por lo que es necesario asesorarse bien profesionalmente en Imagen Corporativa, Comunicación publicitaria, Creación de personajes y Diseño de empaques, ya que es fundamental tener una idea general de los patrones de preferencia de los consumidores, factores motivacionales que intervienen en su proceso de toma de decisiones, las tendencias del mercado, y los materiales a utilizar, entre otros elementos esenciales. No cabe la improvisación a la hora de la creación o concepción del envase apropiado, y no se debe escatimar en gastos, muchas MYPES y PYMES lo hacen, sacrifican calidad de producto y presentación, por un supuesto “ahorro” en la producción de su ropaje, sin entender que exterior e interior son sólo uno y menosprecian la antesala que anuncia al producto, El Packaging. Un packaging bien pensado debe prevalecer en la mente del consumidor, debe concebirse con el análisis de las distintas variables sociales y ambientales que pueden afectar a los productos en el futuro, debe amoldarse a los avances tecnológicos, buscar la mayor comodidad, salud e inmediatez, y sobre todo, un packaging bien pensado, debe lograr cambios positivos en la sociedad.