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1 TRANSCRIPCIÓN PATRICIA VERA Fecha de grabación: Jueves 25 de junio de 2014 (día 1) Lugar: Departamento de Patricia INICIO VIDEO 01 00:00:00 – 00:00:33 Periodista (Walter Roblero): Estas son las entrevistas del Archivo Oral del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, el proyecto que nos convoca es “Los caminos del exilio”. Proyecto 2014. Hoy es miércoles veinticinco de junio del año dos mil catorce, estamos en la casa de Patricia Vera. Muchas gracias por invitarnos a tu casa. Patricia, lo primero que te voy a preguntarno preguntar, sino que me gustaría que te presentaras tu misma. 00:00:34 – 00:00:52 Patricia Vera: Mi nombre es Patricia Mónica Vera Traslaviña, nombre completo. y. Chilena holandesa ahora después de lo que vamos a contar aquí. Puedo decir eso, tengo dos nacionalidades ahora. 00:00:53 – 00:00:54 Periodista (Walter Roblero): ¿Tu cuándo naciste Patricia? 00:00:55 – 00:01:03 Patricia Vera: Nací el primero de octubre de 1952 en Santiago. Santiago Centro, Santa Rosa. 00:01:04 – 00:01:10

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TRANSCRIPCIÓN PATRICIA VERA

Fecha de grabación: Jueves 25 de junio de 2014 (día 1)

Lugar: Departamento de Patricia

INICIO VIDEO 01

00:00:00 – 00:00:33

Periodista (Walter Roblero):

Estas son las entrevistas del Archivo Oral del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, el proyecto que nos convoca es “Los caminos del exilio”. Proyecto 2014. Hoy es miércoles veinticinco de junio del año dos mil catorce, estamos en la casa de Patricia Vera.

Muchas gracias por invitarnos a tu casa. Patricia, lo primero que te voy a preguntar… no preguntar, sino que me gustaría que te presentaras tu misma.

00:00:34 – 00:00:52

Patricia Vera:

Mi nombre es Patricia Mónica Vera Traslaviña, nombre completo…. y…. Chilena holandesa ahora después de lo que vamos a contar aquí. Puedo decir eso, tengo dos nacionalidades ahora.

00:00:53 – 00:00:54

Periodista (Walter Roblero):

¿Tu cuándo naciste Patricia?

00:00:55 – 00:01:03

Patricia Vera:

Nací el primero de octubre de 1952 en Santiago. Santiago Centro, Santa Rosa.

00:01:04 – 00:01:10

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Periodista (Walter Roblero):

Cuéntanos un poco de acerca de tus orígenes, quiénes eran tus Padres, a que se dedicaban.

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Patricia Vera:

Bueno, la historia de mis padres es súper eh… yo creo que es bastante común, pero para mi ha sido muy… hasta el día de hoy curiosas y como ellos se conocieron muy jóvenes. Mi Padre es hijo de un español, de un inmigrante español que se enamoró de una chilena del sur y quedó embarazada la chilena y el se fue. Y lo volvió a encontrar a los quince años.

Periodista (Walter Roblero):

¿Esos eran tus abuelos?

Si, mi Padre era huacho. Hijo de Rosa, que venían de San Carlos, migrante… mi abuela migrante y el padre también. Español migrante. Ese era mi padre, muy pobre, tuvo que trabajar, a los ocho años se murió su madre. Se quedó huérfano y tuvo que criar a sus hermanos que eran de otros distintos padres hasta que encontró a sus padres a los quince años y que el Padre el español lo reconoció después, porque no pudo tener hijos de su matrimonio con la española. Se casó con una española. Esa es más o menos como la historia de mi padre, mucha pobreza, mucho… trabajado, siempre trabajador ocasional, nunca con un contrato, nunca vivió así como con estabilidad.

Periodista (Walter Roblero):

¿Cuál es su nombre?

Patricia Vera:

Jorge Vera Rojas

Periodista (Walter Roblero):

Y él conoció a su Papá, lo fue a buscar a España?

Patricia Vera:

El Padre se vino. El vivió acá hasta su muerte. Creo que murió el año setenta y dos. Yo debo haberlo conocido de niña, pero no lo recuerdo y él… lo que yo sé que nunca se nacionalizó chileno, sin embargo sus hermanos si. El viene de una familia influyente, de los Vera… de estas familias que se enlazan con otras familias y se casan entre ellos, una especie de endogamia y forman consorcios y forman grupos económicos. Entonces este era la familia Vera que se casó con la

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familia ………… (03:27) Allanini. Entonces después tuvieron negocio, Colegios, una gran imprenta, la imprenta ……….. (03:34), uno de los hermanos era aficionado a los caballos, otros tenían panaderías, carnicerías, pero mi Padre era el hijo no reconocido, el hijo natural, entonces nunca tuvo acceso a esa riqueza o a ese bienestar. Mi Padre siempre fue el trabajador, no? Y así en esa circunstancia conoció a mi Madre, mi Madre que también era hija de una mujer sola que fue abandonada con cinco hijos y muy trabajadora, mi abuela cantaba, en el día planchaba en ……………… (04:15) no sé si te acuerdas esa lavandería, tintorería súper antigua y según me contaba mi Madre el Presidente Alessandri le llevaba las camisas para que ellas se las planchara… mi abuelita, porque ella planchaba muy bien las camisas y en la noche ella cantaba en los bares, cantaba con guitarra.

¿Folclore?

No, creo que no, creo que era como bolero, ese tipo de cosas, entonces… sus hijos ella los crió sola y mi Madre me habla de momentos de mucha pobreza también, de andar sin zapatos, de tener que dormir en el suelo, de que ella mientras trabajaba ellos se quedaban jugando afuera en los bares.

¿Cuál es el nombre de tu Madre?

María Magdalena Traslaviña.

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Periodista (Walter Roblero):

¿Y de qué barrio eran ellos?

00:05:10 – 00:05:27

Patricia Vera:

De… creo que yo sé que venían de Doñihue, Valparaíso, pero vivían en el centro. Me hablaba de las calles Maipú, del antiguo Santiago.

Del barrio Yungay.

Barrio Yungay. Si.

Ahí donde está el Museo.

Claro.

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Periodista (Walter Roblero):

Bueno, ¿y cómo se conocen con tu Papá?

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Patricia Vera:

Mi Papá y mi Mamá se conocieron en una sala de baile jeje, es súper divertido, porque ellos igual fueron buenos bailarines y les gustaba mucho la música. A mi Mamá siempre la mandaban con un chaperón a salir cuidándola, fueron a una sala de baile y ahí encontraron a mi Papá. Mi Papá me cuenta también… me contaba que mi Mamá era muy alta, entonces dice que nadie la sacaba a bailar porque era muy alta, entonces a él le gustó mucho. Igual la sacó a bailar aunque fuera más alta que él. Y ahí ya se enamoraron, mi Mamá tenía quince años. Se casaron a los quince años, cuando mi Mamá cuando lo conoció a los quince años se casaron y mi hermano mayor nación cuando ella tenía diecisiete años… mi hermano mayor. Tuvieron cinco hijos ellos, pero siempre apoyados por mi abuelita, no por parte de mi Mamá, porque mi abuelita por parte de mi Papá se había muerto cuando él tenía ocho años.

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Periodista (Walter Roblero):

Y tu de todos esos hermanos, cuál es tu…

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Patricia Vera:

Soy la segunda. Nació mi hermano cuando mi Mamá tenía diecisiete años, después nació otra hermana, pero falleció de difteria cuando era guagüita antes de un año creo, la Delfina que llevaba el nombre de mi abuela. Mi abuela se llamaba Delfina Traslaviña y mi Madre María Magdalena Traslaviña Traslaviña, porque no fue reconocida tampoco. Entonces mi hermana mayor se llamaba delfina por mi abuelita, pero ella falleció, entonces a mi me da la impresión de que como había muchas enfermedades morían muchos niños. Cuando quedó embarazada de mi mi Mamá parece que me cuidó mucho. Me cuido mucho, mucho, mucho, porque yo nací súper sana y yo fui la única que nací en una clínica, en la Clínica Madre e Hijo en la calle Santa Rosa, entonces mi Mamá vivía siempre con mi tío, su hermano. Mi tío murió hace dos años… músico, pianista bastante reconocido Rafael Traslaviña, especializado en cueca, le daba un toque especial a las cuecas. Era cuequero, estaba trabajando con los tres hasta que… un poco antes que muriera y él aprendió, porque mi abuela se compró un piano, mi abuela cantaba y

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tocaba la guitarra, entonces se compró un piano y mi tío aprendió a tocar el piano, según él me contó después de ver una película que le impactó mucho con… que yo no me acuerdo del nombre, pero era… trataba de un músico de jazz y él se aprendió toda la música y la reprodujo en el piano de mi abuela y de ahí para adelante. Entonces él fue autodidacta. Y mi Madre por razones de género, que lo podemos decir ahora, razones de género, no desarrolló ninguna aptitud artística, pero si que tenía talento, porque según ella que ella empezó primero a tocar el piano. Esa fue como la historia de mis Padres, no?

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Periodista (Walter Roblero):

Y…

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00:00:00 – 00:00:07

Patricia Vera:

… talento, porque según ella que ella empezó primero a tocar el piano. Esa fue como la historia de mis Padres, no?

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Periodista (Walter Roblero):

Y ellos…digamos tú cuando… tu infancia, podrías decir que fue de esfuerzo, ellos tenían buena situación?

00:00:25 – 00:06:04

Patricia Vera:

No pues, ellos eran súper pobres, o sea mi infancia fue muy pobre pero muy rica. O sea yo cuento ahora y le cuento a mis hijos y a todos, que tuvimos una infancia

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feliz, muy feliz. Mi abuelita le ayudó a mi papá a comprar una casita de esas de casitas de pasaje, de adobe en esa época que estaba muy de moda, construían pasajes en Santiago Centro.

- cómo cités asi?

los cités, claro cités, con casitas todas iguales. Entonces mi abuelita le ayudó a mi papá a comprar una casa ahí en Santa Elena, en el barrio Matta, y todavía está esa casita, entonces nos fuimos a vivir ahí porque antes vivían mi mamá con mi papá y mi tío el pianista con su pareja, con su mujer mi tía, dos familias, siempre vivíamos juntos, arrendaban piezas. Entonces después mi mamá se independizó con ayuda de mi abuelita y compraron esa casita en Santa Elena y ahí crecí yo. yo me fui de meses, me fui de meses a esa casita, así que mi recuerdo es solamente esa casa, no tengo recuerdos anteriores, sólo que mi mamá me decía aquí naciste tú en la calle Santa Rosa, en la maternidad, pero también vivíamos en esta casa, arrendábamos una piececita y mi madre en esa época lo único que quería, tenía que hacer, el rol de su vida era criar los niños lo mejor posible, ser buena esposa y buena madre, pero como la situación económica no daba para seguir ese modelo tan norteamericano en esa época, los años cincuenta era el estilo americano de vida. La mujer en la casa, bonita, siempre bonita, siempre lista, con la comida rica y todo lindo, los niñitos todo y el hombre trabajando afuera y así eran felices… no daba poh, no era la realidad, entonces mi Mamá siempre o lavaba ropa en la casa, daba pensión, siempre ayudaba al ingreso familiar, además que mi Papá no tenía trabajo siempre, mi Papá como no tenía oficio tampoco, trabajaba en cualquier cosa y él me cuenta haber pasado hambre, o sea de antes de juntarse con mi mami él pasó hambre. Él me cuenta que trabaja en fábricas… una fábrica de sombreros, en la construcción y en los momentos que había una pausa de almuerzo por ejemplo la colación, él no tenía colación, entonces mientras todos comían él se iba a dar una vuelta de manzana. Eso me contaba él. Y también me contaba que tomaba choca , tomaba choca en un tarrito se hacía un tecito y ese era su comida cuando trabajaba en la construcción. Trabajaba de todo mi Papá en todo, entonces lo que yo tengo recuerdo si, que trabaja vendiendo vino en viñas, en bodega, no? Salía como vendedor, no como chofer, porque nunca aprendió a manejar, pero iba… tenía su chofer y sus pionetas y salía a repartir vino. Y eso lo hizo hasta después del golpe, hasta que lo echaron. Yo me acuerdo que ese era el trabajo de mi Papá, pero cambiaba de viñas. A veces estaba sin trabajo y yo me acuerdo cuando estaba sin trabajo, todos teníamos que trabajar, o sea nosotros estudiábamos los hijos, pero en la casa trabajábamos. Mi Mamá daba pensión y todos trabajábamos. Antes de irme al Liceo, tenía que dejar puesta la mesa, servir.

(04:01)

Pero, yo nunca vi violencia en mi casa. Mi Papá y mi Mamá se querían mucho y cumplieron cincuenta años de casados y ellos siempre andaban de la mano, se decían viejo y vieja. Mi viejo, mi vieja, me parece raro a mi ahora, pero… he vivido tantos años en Holanda… y no lo había escuchado… y después no lo escuché nunca más. Antes era muy común escuchar viejo y vieja, mi viejo, mi vieja y a mi Mamá todo el mundo le hablaba de mi viejo, no le hablaban de su marido. Decía

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“Mi viejo”… y después me pareció tan raro, pero ellos se quisieron siempre, siempre, siempre… entonces no… nunca yo vi violencia por ejemplo, a pesar de que mi Papá no tuvo educación formal, era un hombre excepcional en el sentido de saber mucho, de mucha sabiduría que la traía, no sé de donde, de otras vidas, pero él era un maestro, un buen maestro, un muy buen Padre, no sé como habrá sido como esposo, pero a mi me parece que bien, que es aburrido, pero no sé. No lo sé.

(05:18)

Él se enfermó muy joven, a los cuarenta años tenía reumatismo, entonces eso fue también un punto en contra que le jugó en contra… no pudo bailar, no pudo jugar al futbol. Fue dirigente también él de Asociaciones de fútbol, pero mi Papá no era político, mi Mamá tampoco. Era muy así como el común, que había que ser como tenía que ser. El modelo de la Mamá en la casa y él tratando de trabajar afuera para llevar el sustento a la casa, pero no había una conciencia más allá, solamente una conciencia de que había que tratar bien a los niños, no a la violencia, la formación era muy importante, el cariño, la unidad de la familia. Eso.

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Periodista (Walter Roblero):

Patricia y… ¿dónde estudiaste tú?

00:06:09 – 00:07:23

Patricia Vera:

Yo estudié en la básica en la Escuela República de Bolivia, en la Escuela treinta y seis en Tocornal con Victoria… y… casi toda la básica, excepto un año que nos fuimos a San Miguel, porque mi Mamá y mi Papá quisieron intentar algo distinto y arrendaron una casa en San Miguel que tenía una botillería, y mi Papá que trabaja en vino, entonces para tener un negocito nos fuimos un año allá… fue un solo año de experimento y ahí yo estudié en una escuela en San Miguel paradero trece, pero fue un año, después nos devolvimos, porque el experimento fracasó y después de que empecé la secundaria, en esa época era la secundaria estudié en el Liceo cinco, Liceo de niñas número cinco que está… que estaba en Portugal con Marcoleta que ahora es parte de la Universidad de Chile, no? Ese edificio todavía está igual de color amarillo. Ahí estudié yo hasta el cuarto medio, después cambió el sistema.

Y …

Y después de ahí entré a la Universidad de Chile a estudiar Psicología

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00:07:24 – 00:07:28

Periodista (Walter Roblero):

¿Y dónde comienza tu vinculación política? De a donde sale.

00:07:29 – 00:09:38

Patricia Vera:

Sale del barrio y de la iglesia. A mi también como te digo mi Mamá y mi Papá que trataban de cumplir los roles establecidos muy bien, me cuidaban mucho como niña, entonces no me dejaban salir. Solamente al colegio… al liceo, pero ahí en la parroquia de Avenida Matta, San Andrés que estaba en Avenida Matta con Santa Helena, yo iba al mes de María, entonces era mi única salida donde veía jóvenes. Yo debo haber tenido trece años y veía jóvenes, entonces para mi era lo más entretenido ir al mes de María. Y mi Mamá no me podía negar el permiso, así que… yo ahí conocí el club de jóvenes de la parroquia y nunca me voy a olvidar de una amiga que todavía es mi amiga que vive aquí. Tenía como trece años que me invita a formar parte del club de jóvenes, entonces para mi yo dije eso está bien, no me van a poder negar el permiso y así entre un poco en la vida asociativa digamos social de la juventud. Y además siguiendo clases de inglés, de matemáticas, todo lo que tenía que ver con lo que yo tenía que cumplir, mis roles que tenía que cumplir, pero ahí en las comunidades cristianas de jóvenes que después se armaron en todo el decanato de Avenida Matta empecé a conocer más jóvenes, distintos tipos de jóvenes, pero también los curas misioneros. Los curas misioneros que venían de Canadá y venían de Holanda… uno venía de Holanda… no tiene nada que ver con mi exilio, fue casualidad. Canadá, Holanda, Nueva Zelandia… eran casi todos extranjeros, ellos eran muy de avanzada en esa época a diferencia de los chilenos. Los chilenos trataban de que los jóvenes no tuvieran ninguna conciencia social política. Pero estos si venían… eran además muy modernos, porque no usaban sotanas… en esa época los curas de aquí andaban todos con sotana. Ellos no usaban sotanas, eran muy jóvenes de treinta y dos años suponte así… eran misioneros…

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Patricia Vera:

Ellos no usaban sotanas, eran muy jóvenes de treinta y dos años suponte así… eran misioneros. Entonces ellos intercambiaban con nosotros los jóvenes como de igual a igual y ellos fueron los que…empezamos juntos a crecer a pesar de que ellos eran curas, entonces tenían una formación ya adelantada, teórica, pero nosotros no teníamos la formación de la vida, vivir la pobreza, ver como la gente sufría aquí, la injusticia social, que es algo que a mi siempre me llamó la atención también. Yo desde que tengo uso de razón, que me preguntaba qué estoy aquí, también tenía una inquietud social de preguntarme por qué las cosas eran tan injustas, por qué mi papá y nosotros teníamos que sufrir de pobreza digamos material, aunque igual teníamos pobreza espiritual, pero pa mi era natural eso, normal, y también como mujer, yo veía a mi mamá y yo decía pero por qué mi mamá no puede salir a trabajar, o sea hacer otras cosas. No por qué no se puede desarrollar de otra manera y cuál va a ser mi futuro en ese sentido, entonces empezaba a hacerme esas preguntas y después con los curas jóvenes estos y siguiendo el cristianismo empezamos como a hacernos preguntas y a formularnos respuestas, entonces nos fuimos más que nada.. en esa época también estaba el concilio Vaticano II, estaban los curas obreros, había sido también la revolución cubana, entonces había como todo un ambiente así revolucionario digamos de cambio, el nuevo hombre, se hablaba del hombre nuevo. La mujer no pero era el hombre… en esa época, pero pa nosotros era como , seguíamos eso no más, el hombre nuevo, se suponía que nosotros también entrábamos ahí, en el hombre nuevo, la nueva sociedad. Entonces en toda esa efervescencia yo crecí, o sea fue como mi adolescencia y juventud temprana digamos, con todas esas ideas y los curas entonces que, después los grupos clubes juveniles que habían en la parroquia, pasamos a constituir comunidades de jóvenes, comunidades de concientización se llamaban de jóvenes y estos curas se conseguían, como venían de países industrializados, se conseguían entonces dinero para…el de las platas para la ayuda al desarrollo que tenían esos países, pero canalizados a través de la iglesia, se conseguían dinero para proyectos de jóvenes acá, entonces ellos manejaban esas platas, pero sabíamos que venían de afuera y que nos beneficiaban a nosotros en el sentido de hacer por ejemplo jornadas de estudio, íbamos a campamentos juveniles que para nosotros fueron inolvidables porque nos íbamos una semana. En vez de hacer esos retiros religiosos, eran campamentos juveniles pero de concientización, o sea nosotros estudiábamos y discutíamos temas sociales y políticos, entonces ahí naturalmente cuando se crea la Unidad Popular, nosotros pasamos a ser cada vez más políticos como grupos juveniles y un poco antes de la campaña de Allende, de la Unidad Popular, la mayoría de los jóvenes que estaban en estas comunidades cristianas, pasaron a ser militantes del Mapu, así como…. Era el camino natural, ni siquiera…yo nunca me pregunté por ejemplo si tenía que militar en el Partido Socialista o en el Comunista, no era como el camino natural, que pasábamos todos al Mapu.

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Periodista (Walter Roblero):

Y cómo se da, cómo se da esa conexión con el Mapu, cómo….

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Patricia Vera:

Fue a través de los curas. Los curas, me acuerdo el Nelson ….. y alguno de nuestros jóvenes más… los líderes más avanzados que estaban más cercanos a ellos, fueron los primeros que entraron a militar, entonces….y ellos nos organizaron a nosotros, nos invitaron a formar parte de los GAPS que eran los grupos de acción política. Entonces como nosotros teníamos ya un trabajo poblacional desarrollado desde las comunidades cristianas, se daba mucho más fácil, o sea … el trabajo lo hacíamos a nombre del partido ahora y también hacíamos mucho trabajo voluntario en poblaciones y también entonces lo que fue nuevo para nosotros fue meternos en los cordones industriales, en los sindicatos, los que se estaban creando. Eso era nuevo, pero nosotros teníamos el trabajo poblacional ya desarrollado de hacía tiempo, entonces nos constituimos en GAPS, grupos de acción política por comunas, entonces yo pasé muy joven a ser líder de una comuna o de dos comunas, de la novena y la décima.

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Periodista (Walter Roblero):

Y qué…cuál eran los trabajos que desarrollaban ahí?

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Patricia Vera:

Eran fundamentalmente eran trabajos de concientización y meterse en las organizaciones funcionales de las comunas para ayudar a los lideres poblacionales. Meterse a las juntas de vecinos, a los comités de adelanto, a eso y a los grupos de jóvenes también, después a la JAP no, estar allí apoyando y después entonces ahí en los sindicatos del sector, porque nosotros éramos de la décima y novena comuna, entonces nos correspondía Vicuña Mackenna, entonces ahí había industrias, estaba la Cristalería Chile que era muy importante, entonces nosotros ayudamos ahí a organizarlos y fortalecer los sindicatos desde el Mapu y ahí claro, en colaboración con otros, los otros partidos de la Unidad Popular, el Partido Socialista, Comunista.

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Periodista (Walter Roblero):

O sea te… te metiste de lleno digamos en el trabajo con los cordones ahí…

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Patricia Vera:

Me metí claro, me metí en el trabajo de… sindical también en la Cristalería Chile, en Laboratorio Hecka, en todas esas industrias que había ahí.

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Periodista (Walter Roblero):

Y en paralelo tú ya habías entrado a la universidad ahí en esa época.

00:06:35 – 00:09:22

Patricia Vera:

Estaba todavía…no en los últimos años, yo era o sea en esa época por ejemplo el movimiento estudiantil era súper fome, no tenía ninguna conciencia política, el movimiento estudiantil escolar digamos de los liceos. Entonces yo era, yo y otra compañera éramos las únicas que militábamos, una que era del Partido Comunista, todavía tengo contacto con ella, la Ana y la Ana era comunista y yo era del Mapu, entonces éramos las únicas que teníamos una actividad política, pero el resto de las chiquillas eran bien pavas, o sea ellas si solamente hablaban de sus problemas personales, los pololos y ese tipo de cosas y qué iban a estudiar después, pero no había como una conexión con la realidad que estaban viviendo, cómo ahora, si ahora a mi, o sea desde los pingüinos, el movimiento de los pingüinos son cabros chicos en esa época pa nosotros, era inimaginable que hubiera habido una marcha de escolares o de cabras de segundo medio, no poh. En esa época y yo era bastante avanzada en ese sentido y éramos pocas, pocas, entonces así fue como el paso a la universidad y en la universidad por ejemplo no me atraía el movimiento estudiantil, yo estaba de lleno en el movimiento poblacional y sindical, entonces los estudiantes se reunían aparte y yo tenía mi trabajo en el otro frente y así fue que…claro después pasamos a ser parte de la orgánica del Regional Sur del Mapu, donde ahí conocí a Carlos Montes que era nuestro dirigente, a quién le teníamos que dar informes, qué se yo. Era dirigente regional del Mapu él, nacional y Eugenio Tironi por ejemplo, conocí ahí, era muy joven también, que era el dirigente regional y yo era dirigente local y que después Eugenio Tironi me desconoció, o sea después que a vuelta del exilio me encontré

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con él y me dijo que él prefería olvidar esos tiempos, me dijo así directamente, pa mi quedó siempre una figura así súper rara. Bueno así fue que me metía al Mapu, junto con compañeros del barrio también, yo tenía un amigo, dos amigos que éramos como los tres mosqueteros que íbamos juntos, con ellos me daban permiso pa salir en mi casa, uno vivía en el mismo pasaje, en el mismo cité donde vivía yo y el otro vivía en Padre Orellana, o sea otra cuadra, a una cuadra de ahí de Santa Elena y los tres salíamos juntos, entonces con Jorge nos fuimos, nos metimos al Mapu, él era más adelantado que yo, entonces él…

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Patricia Vera:

… nos fuimos, nos metimos al Mapu, él era más adelantado que yo, entonces él me metió al Mapu y el otro no quería, el Gigo, fue mi otro amigo, pero al final igual, terminamos todos en el Mapu y después dos exiliados, otro preso y…. Esos eran mis amigos de la infancia. Yo tenía más amigos que amigas justamente por esto, porque tenía como una conciencia política y social que para esa época no se veía mucho en las mujeres, había pocas militantes y las militantes que habíamos mujeres, siempre tenían una función de asistencia, asistencial de acuerdo a su rol, era la secretaria, las que tomaban los apuntes, las que servían el café, las chiquillas y súper inteligentes, pero no, las dirigencias de los partidos eran fundamentalmente de hombres, entonces yo era una de las pocas y por eso tenía amigas que me seguían y yo trataba de enseñarles, pero me juntaba más que nada con hombres, por eso justamente.

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Periodista (Walter Roblero):

Y tú si tuvieras que decir cómo fue para ti tu época, tu experiencia con la unidad Popular, qué podrías decir?

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Patricia Vera:

De militante, súper bonita. Yo ayer le hablaba yo a Licha que lo importante que es ahora después del exilio, empezar a hablar de esa época porque, es que todavía

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hay como un tabú y quién me decía…ah una compañera, la compañera de Jorge me decía que antes ni siquiera podíamos nombrar el nombre de Allende, porque era como o sea era tabú, entonces era…. Es que esto ha ido como muy lentamente, yo espero alcanzar a verlo de que se pueda hablar, se pueda reivindicar el programa de la Unidad Popular y todas las ideas bonitas porque para nosotros realmente jóvenes, realmente era como una esperanza, era… estábamos muy contentos, tan contentos que yo politicé a mi papá, a mi mamá, a mi hermano mayor, a mis hermanos menores porque después tuve tres hermanos menores que yo, los politicé a todos, yo a todos los metí en política, a mi papá lo metí en sindicato, a mi mamá la metí primero en las comunidades de adultos cristiana de ahí de la parroquia, pa que saliera de la casa. A mi papá lo metí en sindicato porque, o sea no es que yo lo metí, sino que yo le promoví su participación, porque él se quejaba claro de injusticias en el trabajo, entonces yo le dije bueno esta es la mejor manera de poder conseguir cambios y incluso mi hermano mayor que era muy reacio, él era muy autoritario, no quiso meterse en el Mapu él a militar, pero una vez lo vi marchando con el MIR en la calle, pa callado porque nunca nos contó nada. Entonces era una época de mucha esperanza, mucha ilusión, decir era como increíble y de mucho trabajo también, porque además veíamos tanta inconciencia. Había mucha pobreza, pero también en las masas mucha inconciencia. Yo me acuerdo por ejemplo de todas las medidas de la Unidad Popular, pero una que eran bien populares, que beneficiaban a la gente más pobre, a los trabajadores fundamentalmente, pero una de ellas que me recuerdo tanto y que pasamos tanta rabia porque por ejemplo nosotros en esa época, los teléfonos celulares no existían naturalmente, pero la gente que tenía teléfono era poca, entonces tú tenías que… en el cité nuestro por ejemplo, había una señora que tenía teléfono, entonces… o fuera y uno tenía que ir allá a pedir el teléfono prestado para comunicarse o tener monedas y, pero en los barrios no había, no había teléfonos públicos, entonces la Unidad Popular una de las medidas fue crear, instalar los teléfonos rojos en las poblaciones y en los barrios populares. Los teléfonos rojos era gratis, no se si tú te acuerdas o sabes de eso, los teléfonos rojos, entonces fue tan maravilloso tener en la esquina de Santa Elena con Victoria un teléfono rojo y después en Maule por allá otro teléfono rojo y eran gratis, o sea tú, la gente de ahí podíai hablar, pero qué pasaba, que al mes ya le habían robado la… parte a los teléfonos, estaban destrozados, se llevaban los auriculares, me entiendes, ese tipo de cosas para nosotros era un desafío de tener que educar, para nosotros la educación popular era una de las tareas más importantes y para los jóvenes, tanto como para los trabajadores sacar la producción adelante, la producción porque después empezó la crisis porque bueno esto fue como un cambio, el cambio de sistema económico, de pasar de la importación a la sustitución de las importaciones de materiales elaborados, porque nosotros éramos exportadores de materia prima, entonces ese cambio fue un cambio económico que los trabajadores tenían bastante conciencia de ellos, incluso inventaban cosas porque empezó a haber, inmediatamente empezó a haber boicot de importaciones, sobre todo de Estados Unidos, entonces los trabajadores era tan hábiles y tenían tanta conciencia los que estaban en los sindicatos de la Unidad Popular, que empezaron a idear y los profesionales también, técnicos a idear por ejemplo repuestos que antes se compraban en

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extranjero, repuestos nacionales con materias primas nacionales. Ese era un poco también el desafío, era un desafío muy grande y además aún con el boicot, con el boicot que empezó a haber casi inmediatamente, o sea yo me acuerdo, primero empezamos nosotros como jóvenes a hacer trabajo voluntario en las poblaciones, cada vez que llovía quedaba la escoba, todos se inundaban, quedaban todos en el barro y todos enfermos, ahí íbamos nosotros a hacer trabajo voluntario, a construir casas, baños y después empezamos a… pasamos de eso a trabajar casi en la producción o movilización de… en movilización porque del setenta y uno, setenta y dos ya habían grandes boicot al gobierno, boicot al gobierno, entonces por ejemplo la crisis del, en octubre del setenta y dos hubo un gran paro, hubo un gran paro, fue la crisis del setenta y dos, paro de camiones y qué pasó ahí, bueno se movilizó la gente y los jóvenes salieron a las calles todos a cargar, todos se iban al sur, o sea para parar el país, para que el país siguiera funcionando, porque la idea de la derecha y bueno de Estados Unidos era paralizar el país para que…profundizar mucho más la crisis y pudiera haber un golpe de estado, suponíamos eso antes, o una intervención que no sabíamos cómo era, cómo podía ser. Entonces para nosotros era como un gran desafío, mucha esperanza también, porque había… veíamos gestos del gobierno, del estado veíamos gestos de justicia y de acceso a recursos para los más pobres, entonces a nosotros nos llenaba de esperanza eso y veíamos que era bueno, que era muy bueno, entonces y teníamos el desafío también de empezar a hacer mucha concientización y trabajo de educación popular, entonces nosotros salíamos a pintar en las noches, teníamos brigadas. Mi papá y toda mi familia empezó a politizarse también, entonces yo después de la universidad a veces, llegaba a la casa y mi papá me esperaba con el tarro, con el delantal y salíamos a pintar en las noches. Esa fue una época muy bonita, muy bonita, me duró re poco si.

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Periodista (Walter Roblero):

Y cuando ya empieza a digamos, eso a revertirse digamos, cómo y cuando se empieza…. Tú empiezas a notar que ya la cosa se está… se empieza a poner complicada.

00:08:43 – 00:08:43

Patricia Vera:

Bueno siempre teníamos la… en los análisis políticos del partido se sabía de los boicot y esto que podía pasar a mayores, se hablaba de guerra civil, se hablaba eso, pero a mi no… yo pa mi eso estaba como muy lejos, no tenía conciencia de que podía ser real aquí, además pa mi era muy lejano, mi papá siempre me decía no si aquí en Chile no va a pasar na, no pasa nada, si nunca ha pasado nada, guerra no puede haber en Chile, guerra civil. Más aún nosotros trabajamos

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activamente en campañas parlamentarias del setenta y tres, trabajamos mucho y la campaña del setenta y tres la ganó la Unidad Popular, ahí conseguimos mayoría, amplia mayoría en el parlamento, si la gente no se acuerda pero esas cosas hay que recordarlas, hay que buscar, buscar y recordarlas porque es verdad….

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00:00:00 – 00:03:04

Patricia Vera:

… mayoría, amplia mayoría en el parlamento, si la gente no se acuerda pero esas cosas hay que recordarlas, hay que buscar, buscar y recordarlas porque es verdad. Bueno, la derecha dirá de los que fueron a votar que eran ustedes, ahí sacamos la mayoría, pero había mayoría y yo me acuerdo que para la primera decepción fue sabes qué? Fue el quiebre del partido, porque nosotros trabajamos en la campaña parlamentaria del setenta y tres, trabajamos por candidatos del Mapu, Carmen Gloria Aguayo que estuvo ahí el otro día, con José Antonio Vieragallo, bueno ellos que iban a candidato a cenadores y diputados y los sacamos, salieron y después de eso el partido se divide y ellos se van, crean otro partido. Entonces pa mi fue como ya en esa época el setenta y tres fue, el principio del setenta y tres, claro yo tenía veintiún años, fue una gran decepción y además que no entendía yo, mis amigos también se fueron al partido al Mapu obrero y campesino, que el dirigente era Gazmuri y nosotros los más cercanos nos quedamos en el Mapu de Garretón que le llamaban, que después le llamó histórico porque hubieron incluso problemas legales de nombre, de registro, de nombre, una estupidez no y ya eso pa mi ya fue como la primera decepción porque me separó de mis amigos, con los que habíamos crecido juntos, entonces…. Y después empecé a escuchar, ya yo me había, ahí conocí a otros compañeros, porque empecé a relacionarme con otros compañeros del partido y conocí el que fue mi pareja, que era encargado militar del Mapu y él había sido oficial del ejército, entonces él se movía mucho en esos temas, sabía mucho lo que podía pasar, de ahí yo empecé a escuchar los análisis políticos que hacían de la posible división de las Fuerzas Armadas, que decían que se va a dividir así horizontalmente o se va a dividir verticalmente y cómo nos convenía más a nosotros, nos convenía naturalmente una división vertical porque horizontal para enfrentar una guerra popular, necesitaríamos muchas armas y no teníamos. Esas eran las discusiones del año setenta y tres, ya y que para mi eran preocupantes, era un momento ya no era como el principio que era lleno de esperanza y de construcción y que bonito esto que vamos a tener un país con justicia, ahora era como qué va a pasar, algo va a pasar y algo terrible que no teníamos conciencia de cómo podía ser.

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Periodista (Walter Roblero):

Y tú en ese momento, cuál a parte de digamos de analizar la situación como que estaba complicada. Tú sentías que estabas dispuesta a arriesgar lo que se estaba discutiendo ahí, o sea era… lo que se estaba discutiendo era agarrar las armas, defender…

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Patricia Vera:

Si pero yo lo encontraba bien tonto porque yo, o sea en esos momentos estábamos dispuesto a todo todos nosotros porque era como un proyecto nuestro, entonces encontrábamos súper injusto que hicieran esas cosas que estaban haciendo en ese momento, por ejemplo en el boicot y en… cuando eh la gente rica empezó a, los burgueses le llamamos nosotros, cuando los burgueses empezó a acumular cosas para producir una escasez y producir el mercado negro, esas cosas yo las vi, o sea las vimos porque todos teníamos algún familiar en el barrio alto, qué se yo. Un amigo mío, uno de estos que se metió al Mapu conmigo, me dijo una vez vamos a ver a mi tío que me dejó las llaves para que le cuidara su casa y yo fui a ver y fuimos al subterráneo y un subterráneo de una casa inmensa y donde yo no podía creer que habían pero montones de neumáticos por ejemplo, porque había escasez de neumáticos, había escasez de todo lo que tú te puedes imaginar y… había escasez de pasta de dientes imagínate, por lo tanto cuando había….así nos organizábamos, cuando había escasez de pasta de dientes, donde se producía la pasta de dientes era el laboratorio Heka por ejemplo, donde nosotros trabajábamos con los sindicatos, qué hacíamos nosotros? Nosotros organizábamos, nos organizábamos con las organizaciones de las poblaciones o de los barrios y con las juntas de abastecimiento y control de precio, nosotros llevábamos y repartíamos la pasta de dientes, pa que se vendiera a precio justo, no?

(05:02)

Entonces ese tipo de cosas estaban acumuladas en las bodegas de la gente del barrio alto, pero inmenso, cantidades inmensas, que tu dices “para que quieren tanto neumático”. Es pa` provocar una escasez de esos productos, no? Entonces ya esas cosas te estaban dando tanta rabia que tu decías no, esto es injusto, esto es malo, no puede ser, entonces ya el miedo a nosotros se nos acababa, porque mi hermana pequeña, la más chica siempre me preguntó “¿no te daba miedo?”. No poh, no nos daba miedo, porque estábamos todos juntos en esto y estábamos construyendo algo que era muy justo para todos que va a ser bueno, entonces estábamos combatiendo entonces una maldad, porque eso era malo, era súper

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maldadoso lo que hacía la gente y justamente para perjudicar a gente que estaba trabajando a gente pobre poh, para confundir y eso era lo peor todavía, lo más siniestro para confundir. Había gente pobre que decía no este gobierno ya la está embarrando. No, mira si que no es nada, hay escasez, por eso salíamos a veces a las marchas… y hay unos gritos en las marchas que se ven… te los vas a encontrar seguramente por ahí en la documentación. Nosotros salíamos a marchar y gritábamos esa, no sé si tu la sabes, esas consignas imitando a los grupos políticos que también salían a marchar como Patria y libertad por ejemplo, jóvenes, no? Y gritábamos nosotros… gritábamos “No hay whisky gueón, no hay queso gueón, que chucha es lo que pasa gueón” Porque decíamos, eso es lo que están ellos, los ricos eran sus consignas, no? y lo que estaba metiendo la gente en la cabeza de que la conciencia de que había escasez, pero nosotros decíamos hay escasez de esas cosas seguramente, por eso están tan preocupados, pero después empezaron a provocar la escasez ya de productos de primera necesidad. Ahí comenzó como la guerra y nosotros estábamos dispuestos a todo, porque ya era nuestra lucha y de toda la gente, de todo de lo que había tenido algún avance en el nivel de conciencia. De que si, de que había que seguir y ya no sabíamos hasta donde íbamos a llegar, porque no nos imaginábamos nunca… nunca que podía ser lo que fue.

00:07:50 – 00:08:00

Periodista (Walter Roblero):

Y bueno y a propósito de lo que fue, cuéntanos como fue tu experiencia del golpe.

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Patricia Vera:

¿El día del golpe? Bueno, nosotros ya sabíamos que algo se venía, no? No sabíamos como ni que. Seguramente algunos tenían algún nivel alto de información, pero compartimentada. La cosa es que nosotros ya nos estábamos preparando con una información militar básica, más que nada de inteligencia, temas de compartimentación, ponernos otros nombres, chapas, prepararnos… nosotros que teníamos… hacíamos trabajos poblacional, preparar lugares de refugios en caso de emergencias para proteger a los dirigentes políticos, los dirigentes del partido. Ese tipo de cosas. Yo por ahí escuché que había una que otra arma, cosas, pero nada tan significativo. Cuando en agosto se aprueba la ley de control de armas que postuló el partido comunista para bajar un poco los ánimos que ya la derecha decía que estaban ingresando armas de Cuba, que se yo, entonces se aprueba es ley en agosto y empiezan en agosto a allanar. En agosto empiezan a allanar, me acuerdo que a nosotros nos allanaron en la calle justo cuando recién habíamos ido a botar unos explosivos que ni siquiera eran

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explosivos… botellas para hacer bombas molotov que habían guardadas en un departamento de mi pareja, ah?...

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Patricia Vera:

… a nosotros nos allanaron en la calle justo cuando recién habíamos ido a botar unos explosivos que ni siquiera eran explosivos… botellas para hacer bombas molotov que habían guardadas en un departamento de mi pareja, ah? Y creo que habían dos pistolas que tenía él ahí, no se él era como había sido militar, él se manejaba a ese nivel, pero yo de lo que vi esa cagá de armas poh, o sea y me acuerdo que las fuimos a tirar al Río Mapocho por allá abajo y yo iba ahí poh. Ah y lo que me habían pedido ellos, porque yo colaboraba entonces en el tema de inteligencia militar, porque yo era jovencita entonces yo podía entrar en todas partes y sin ser sospechosa, además me tenía que vestir con mini falda, con el pelo… en esa época era Música Libre, un programa de puras lolas así, Música Libre, entonces yo tenía que tener ese aspecto, así yo podía entrar en todas partes, entonces ya como en agosto más o menos, todo el trabajo político que tenían con las fuerzas armadas, del partido con las fuerzas armadas, a nivel de suboficiales, yo tenía que hacer algunas cosas ahí, hacer algunos contactos. Esa era como mi tarea que me habían pedido, entonces yo andaba con un… había… andábamos con unos cuadernos con datos de gente uniformados, suboficiales que eran de izquierda, era todo un trabajo que tenía mi ex compañero dentro del ejército. Entonces esa noche que nos allanaron en el auto, recién habíamos tirado esto en el río y nos paran en la calle, la Avenida Santa María creo que fue, los militares, si estaban los militares en la calle en agosto, porque estaban allanando en todas partes para buscar armas, no si eso que yo digo, me acuerdo y digo pero…que no tenía lógica nada, despojarnos de todas el poco de armas que habían, para después dar el golpe y pillarnos así indefensos totalmente. Y me recuerdo que los milicos, pelados poh, o sea que nos pararon y los tiran al suelo a los compañeros y a mi no y me revisan la cartera, me revisan todo, empiezan a revisar el auto y yo y justo abre la guantera uno de ellos y se cae el cuaderno donde teníamos los datos, los contactos, y se cae así abierto y yo así que ahí yo estaba transpirando poh y dije nos habíamos salvado porque no teníamos armas y el tipo llega y toma el cuaderno, lo cierra y lo guarda. Uuff y ya empezamos nosotros como a sufrir, ya en agosto empezamos ya cono esto así y además

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cuando íbamos a hacer rayados en la noche, la brigada esta de Patria y Libertad brigada, cómo se llama esta brigada? Que eran un grupo de choque, ellos nos iban a pegar, nos iban a atacar, o sea que esta cuestión empezó antes, ellos nos pegaban, nos sacaban la cresta y eran karatecas y que yo digo cómo la gente no se acuerda de esas cosas, el dirigente de Patria y Libertad en esa época que eran fachos, fachos, este tipo era el abogado este que era abogado de Pinochet poh, cómo se llama? Tú te acuerdas cómo se llama…

- el si si, eehh ese que era de la Fundación…

Pablo…

- si poh uno de bigotes, cómo se llama?

Ese tipo, ya me voy a acordar porque hay que decirlo, hay que decirlo y hay que…

- Si si si

sabes por qué, porque después que yo volví acá, yo vi que a él se lo trataba incluso en democracia, digan democracia, se lo trataba como el abogado… Pablo Rodríguez

- Pablo Rodríguez

Pablo Rodríguez…. Y yo pero si ese tipo era un asesino, ese tipo era el dirigente de Patria y Libertad, era el presidente no se qué, él era el que instaba a que nos sacaran la cresta, que a que nos mataran, si andaban con armas, antes del golpe, era altamente peligroso y después era el abogado Pablo Rodríguez, yo pero cómo, y creo que todavía debe andar por ahí poh o sea totalmente impune, cuando él fue el que más sembró odio, él sembró odio en esa época, le teníamos miedo, o sea le teníamos terror. Entonces así estaban todos y yo mira, iba a la universidad, hacíamos turnos, guardias en la noche en las fábricas, nos turnábamos porque no sabíamos en qué momento iba a pasara algo, ya se sabía que iba a pasar pero… entonces los que más sabían, teníamos códigos, los que hacíamos guardia, teníamos que tener la radio prendida con los dirigentes sindicales ahí y de los distintos partidos de la Unidad Popular y ya en esa época habían interventores, te acuerdas que habían… se crearon tres áreas de la economía y el área mixta era…privada, mixta y área social, entonces las empresas que fueron expropiadas, las grandes empresas expropiadas, que se les pagó algo a los dueños y los echaron y se armaron ahí comités de administración de las empresas y se nombraban interventores. Los interventores eran dirigentes de la Unidad Popular, eran políticos, pero ellos eran como los que coordinaban a los grupos estos de… comités de administración de la empresa que estaba conformada por trabajadores, los trabajadores dirigían sus empresas, entonces con ellos nosotros hacíamos guardia en las noches porque pensábamos que podía haber una retoma de las empresas y perder todo, entonces todo desde agosto, desde antes de agosto ya pa delante, nosotros casi no dormíamos porque hacíamos turnos y al otro día yo me iba directo a la universidad y veía yo en las clases, yo estudiaba sicología, veía a varios compañeros que andaban en las

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mismas, todos andábamos cabeceando, todos nos quedábamos dormidos y seguro que andábamos en la misma haciendo turno. Hasta que el día que no fui a hacer turno yo, me fui a dormir, ese fue el día… el diez en la noche, el diez de septiembre en la noche. Yo tenía una responsabilidad a nivel local, no es mucho pero estaba a cargo de dos GAP ahí en la comuna, entonces habían compañeros que esperaban instrucciones mías, qué se yo y yo esa noche me fui a dormir y…. Hubo una anécdota porque, una anécdota, nosotros a través de la radio teníamos que escuchar un paso doble, cuando tocara el paso doble, significaba que había un golpe de estado o se había levantado el ejército y ninguno de nosotros sabía cómo era el paso doble, así que seguramente que esa noche tocaron el paso doble y no lo supimos reconocer. Era un poco cómico, pero tragicómico, no sabíamos cuál era el paso doble, mala elección. Entonces ese día en la mañana yo me desperté y mi hermano puso la radio, me desperté con el anuncio que habían bombardeado una radio, entonces ahí yo me levanté corriendo o sea porque era el momento y yo no estaba, así es que me vestí rapidito, mi papá se iba a trabajar me acuerdo y yo le dije papá golpe de estado! Golpe de estado! Y se devuelve porque me había dicho no en Chile no pasa nada, si en Chile no va a pasar nada y se devolvió mi papá, se sentó y dice no lo puedo creer, no lo puedo creer, estábamos todos así no lo puedo creer y yo corriendo, vistiéndome y les dije voy a la universidad, o sea yo iba al laboratorio Hecka por supuesto, pero para no intranquilizarlos les dije que iba a la universidad. Me fui al laboratorio a coordinarnos con los compañeros, recibir las instrucciones del partido. Nosotros de todas maneras en la comuna, teníamos lugares de refugio ya… fuimos los que nos portamos mejor porque ahí se salvó mucha gente, gente que se pudo ir a esconder, entonces nosotros partimos con los compañeros del laboratorio Hecka a las empresas grandes, a la Summa, a la Yarur, a todos eso, a recorrer el cordón Vicuña Mackenna, porque sabíamos que iban a llegar ahí los milicos y ahí los compañeros se cortaban el pelo y cambiaban su aspecto porque hasta el momento andábamos todos así con pantalones, los compañeros con chaquetas verdes olivo, con barba, pelo largo. En esos momentos entraban ellos y salían señores de terno con pelo corto, porque sino nos iban a agarrar, nosotras las mujeres también, faldas, vestidos porque en esos momentos prohibieron a las mujeres andar con pantalones, el primer día del golpe, entonces y le cortaban los pantalones así con bayoneta los milicos a las mujeres, así que con falda, pero ya más o menos estábamos preparados nosotros, teníamos cierta formación que se nos había dado, compañeros que estaban especializados. Así es que nos fuimos a sacar el dinero y los bienes que habían en las industrias porque las iban a tomar lo milicos, entonces con esa plata, yo me acuerdo que fuimos en una citroneta creo y le pusimos un cartel de prensa pa que nos dejaran pasar. Fuimos dos compañeras y dos compañeros y nos fuimos a sacar plata poh, la plata, llevarnos las platas porque los milicos se las iban a tomar las empresas y con esa plata, teníamos un fajo…yo nunca había visto tanta plata, fajos de billetes nos metíamos entre las faldas, así por todas partes, debajo de los asientos. Mira una suerte que no… una vez nos pararon pero no nos revisaron, porque ya…

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Patricia Vera:

… Mira una suerte que no… una vez nos pararon pero no nos revisaron, porque ya habían salido los milicos y los carabineros a las calles y con esa plata me acuerdo que teníamos que comprar cualquier cosa, todo lo que había en los almacenes para que se llevaran los compañeros, porque iban a pasar a la clandestinidad, entonces para preparar la protección y la clandestinidad. Ese fue mi primer día y me acuerdo que mi compañero fue a la casa y mi compañero era, que había sido militar pero ya no era militar, ese día se vistió de milico o sea de batalla, graso error porque ellos andaban todos con cómo se llaman estos, con estos que se ponen los cintos acá

- como una gineta de… como una…

tenían, no tenían cintos de colores

- ya

pero ellos estaba organizados los carabineros, el ejército, entonces el que no tenía nada, por supuesto que no era de ellos, entonces mi compañero no tenía nada, andaba de verde no más con bototos, entonces claro era súper peligroso y me acuerdo que él fue a la casa a decirle a mis padres que no me dejaran salir, porque era muy peligroso y yo llego a mi casa, claro llego después de esto a cambiarme de ropa y no me dejan salir y yo decía pero no puedo si yo tengo que salir, no puedo. Y no se ponían a llorar todos y era lo más divertido que yo siempre lo cuento porque es como una contradicción de género también, porque yo era la niña, me tenía que proteger pero yo tenía responsabilidades afuera poh, así que bueno pasaron los dos días de toque de queda que estuvimos adentro, yo sin saber de mis compañeros y bueno se perdieron los contactos, todos se quedaron donde quedaron no más. Después se levantó el toque de queda unas horas para que la gente comprara víveres y después volvía así, porque en esos momentos era donde se allanaba y se iba a recoger a la gente, primero empezaron los más peligrosos que se presentaran, tú ya lo debes saber no? los ministros, qué se yo, que se presentaran y si no se presentaban los iban a buscar y después empezaron así como a allanar, a llevarse a la gente, por lo tanto la gente que era como más conocida, más buscada, no tenía que estar en su casa, tenían que salir y sumergirse porque o sino los iban a ir a buscar, entonces una tarea nuestra en esos momentos era también buscar protección para los dirigentes más conocidos y lo cuál era muy difícil porque en esos momentos se dio la delación, delación incluso dentro de la familia, entonces fue una cosa que… así se fue pasando el horror ves? Y a darse cuenta de cosas que nunca tú habías vivido antes poh,

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entonces mi compañero tampoco ya podía estar en ninguna parte porque él era demasiado conocido, si él había…. Los que ejecutaron el golpe, habían sido compañeros de él, porque eran de su misma edad más o menos, entonces los ejecutores eran tenientes, coroneles, eran coroneles los que ejecutaban y él más o menos a ese era a ese nivel, habían sido compañeros o sea que era súper conocido entre los milicos, entonces había que conseguirle protección y ya nadie más lo quería tener porque la gente también tenía miedo, o sea lo tuvimos en nuestra casa con mis padres y mis padres le dijeron ya Carlos ya váyase ahora, váyase a otro lugar ahora, porque nos van a venir a buscar aquí a nosotros. Después nosotros con toda mi familia tuvimos que salir también a otro, a Carrascal a otra casa también porque empezaron a haber rumores de que iban a bombardear el cordón Vicuña Mackenna, entonces nosotros nos arrancamos y después cuando se acercaron también a y se llevaron presos a unos compañeros del Partido Socialista que vivían en el mismo cité, ya que nosotros nos fuimos, después volvimos y así fue, empezó la búsqueda de protección, cuando en un momento yo me encuentro en la calle con Carlos Montes que era él en esos momentos dirigía el partido y no lo reconocí porque estaba sin barba, como andábamos todos, entonces me dice quiñen eres, bueno me meto al auto con él y me dice si que nosotros tenemos que salir, que tenemos que irnos del país, váyanse a la isla, es era la onda, era váyanse a la isla, cómo salías a la isla si ya la embajada se había cerrado inmediatamente después del golpe, era una sede diplomática ya que no… no grata, entonces no había como irse a la isla. La cosa era que teníamos que salir, entonces empezamos a buscar posibilidad a través de los contactos de los compañeros del partido, que era muy difícil hacer contacto, de repente te encontrabas en la calle con alguien pero no te miraba o de repente te mandaban mensajes en tal lugar, así, no era como antes que te podías reunir, si nos juntábamos en la plaza Ñuñoa, no era así. Lo más divertido era que habíamos dicho nosotros, si pasaba algo, nos juntaríamos en el pilucho del Estadio Nacional, mira poh, nunc pensamos que el Estadio Nacional iba a ser el campo de concentración más grande de Santiago, y nosotros habíamos dicho en el pilucho, menos mal que no lo hicimos poh, o sea cada se fue pa otro lado, así que…. Y cómo mira, en esos momentos era tal caos y tal desconfianza y tal terror, terror porque ya habían cosas y la gente común y corriente, mi papá llegó un día a la casa me dijo no puedo creerlo, vi cadáveres en el estadio… en el Río Mapocho, como iban corriendo. Mi padre, yo los vi, él que no creía na poh, era súper incrédulo mi papá, entonces y se escuchaba ya que si salías a la calle y ay Disparaban, disparos, disparos, disparos día y noche, entonces era realmente terrorífico y había que, había que ver la manera entonces de o que la gente no le pasara nada y los que más peligrosos ya sacarlos, entonces de esa manera las embajadas empezaron a abrir sus puertas, las embajadas por ejemplo como la de Argentina, la gente subía y subía ahí en Vicuña Mackenna, llena, llena, llena, la gente subía, saltaba, saltaba los muros y pedían acilo porque…. Ahí supimos lo del convenio este de Ginebra del año cincuenta y dos creo, de que cuando tú entras a un territorio de otro país y te sientes perseguido, tú puedes pedir acilo y no te pueden echar, es un convenio que si todos los estados han firmado, no pueden echar fuera a una persona que entra a su territorio y dice pide acilo político, esa es la palabra mágica, pido acilo político, no lo pueden echar, entonces

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por eso la gente saltaba y se metía y pedían acilo político, entonces y no los podían echar, entonces les llenó la embajada, me acuerdo que Argentina estaba llena, llena, llena, la de Francia estaba… porque igual la gente en esos momentos se iban a lo que más conocían, Francia, los dirigentes políticos casi todos se fueron a Francia o a algunos países de América Latina como México que era más conocido, viste que Luis Maira dijo la otra vez que él había elegido el país y el país que era muy cercano a él. Hubo gente dirigente que pudieron hacer eso, pero la mayoría no poh, la mayoría era salvar el pellejo a donde fuera, es así por ejemplo como nosotros con mi compañero dijimos vamos a Francia por supuesto, Francia la ciudad luz, siempre Paris, qué poh, no podías elegir, o sea nosotros no pudimos, o sea algunos si poh, algunos pudieron que tenían contactos de antes quizás y nosotros que nunca pensamos que íbamos a tener que salir arrancando de esa manera, no pudimos elegir, entonces a través de una posibilidad que se dio de un contacto de otro militante, llegamos a tomar contacto con la embajada de Holanda y la embajada de Holanda en esos momentos, yo eso lo conté en el, está en lo que escribí paralelamente, las Memorias de Exilio, ahí está toda la entrada, no voy a… no se si detalle o no, pero…

- pero sería bueno contar algo por lo menos, no si…

dejarlo aquí? Bueno yo, entonces la embajada, todas las embajadas estaban protegidas y estaban vigiladas por carabineros y por ejército, eran pelados que estaban ahí, unos cabros que hacían el servicio militar, pero ellos tenían prohibición de dejar pasar a nadie o meterlos presos porque así sabían que ahí se iba a escapar la gente, entonces nosotros…

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Patricia Vera:

… o meterlos presos porque así sabían que ahí se iba a escapar la gente, entonces nosotros, un compañero…nosotros…andaban dos compañeros escapando y tenían cada uno sus parejas, nosotras. Esos dos compañeros, que era mi compañero y otro que había estado ya preso y tenía que irse, andaban por ahí por las calles deambulando, nosotras hacíamos los contactos, las mujeres hacíamos los contactos y los ubicábamos y eso, entonces a través de él supimos que la embajada de Holanda nos iba a recibir a los cuatro, porque dijimos bueno si hay un cupo, quién sale, el más jodido sale primero. Si hay dos o tres, bueno salen los dos hombres si hay dos, los dos hombres, que ya uno había estado preso, el otro estaba perseguido y sino si pueden entrar todos, vamos todos, entonces ahí nos dice que podía, que nos esperan a todos, entonces bueno yo hice el operativo

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de… ah pero primero uno y después los otros, de ir a vigilar, a ver cómo se movía la embajada porque además la embajada de Holanda no tenía refugiados en su embajada, sino que los tenía en la casa, en la oficina agrícola que era otra casa aparte que estaba en Ricardo Lyon, la embajada estaba en las Violetas. En Ricardo Lyon había una casa, una oficina agrícola, era una casa y ahí tenían los refugiados, pero eso no sabíamos nosotros, después nos enteramos, entonces cuando nos dijeron eso, yo fui a vigilar los movimientos, cómo se movían los milicos y donde estaba la puerta y todo de manera que ellos pudieran entrar, así es que pudieron entrar en un momento que los milicos se descuidaron, qué se yo, ahí hicimos eso y entraron ya, quedaron ya a salvo. Después nos tocaba a nosotros, entonces pero, porque tenía que estar de acuerdo con la gente de adentro, con los funcionarios. Cuando yo llamé al señor Hoiten, que me dijeron que era el consejero, el señor Hoiten me dijo nosotros no sabemos nada de ustedes, entonces fue gua! No no puede ser, no puede ser, entonces y yo le dije pero está el compañero tal y con la compañera que entraron ayer que yo les ayudé, qué se yo. Si si si ellos están aquí, pero no, de ustedes no sabemos nada nosotros, entonces gua! Yo dije ya no puede ser, otra traición, otra traición, entonces yo rápidamente porque ya en momentos así en que tú tienes que, tienes que sobrevivir, parece que va todo más rápido no, tu cerebro funciona más rápido, entonces le dije yo necesito hablar con usted, me tiene que recibir, aunque sea en la embajada, porque la embajada está rodeada por milicos pero también por carabineros. No dejaban entrar a nadie. Yo voy, yo me arriesgo porque es de vida o muerte, caso de vida o muerte le dije yo y todo por teléfono, es caso de vida o muerte y tiene que ser rápido, entonces me dice bueno venga, así que yo partí, a todo esto, todos esos días anteriores que nosotros buscábamos maneras de acilarnos, yo salía todos los días con un poco de ropa interior en la cartera y un cepillo de dientes y todos los días yo me despedía en mi casa y les decía no se si vuelvo, todos los días era así y volvía, mi mamá contenta. No se si vuelvo, volvía y hasta que un día no volví más, no volví en diez años. Entonces me fui a hablar con él y no me dejaban entrar los carabineros, así que yo les dije que tenía una beca, eso que yo era estudiante, menos mal que tenía mi carné de estudiante y que iba a hablar por una beca adentro. Yo a todo esto con mini falda, bien así lola pava, así que así pasaba y entré y no estaba el señor Hoite, pero yo me quedé esperándolo, me querían echar, yo no, tengo que esperar. Los veo entrar, vienen en auto con otros diplomáticos y yo me voy le dije yo tengo que hablar con usted, tengo que hablar con usted, así que ahí me recibieron y me presenta a otro diplomático que habían ido a buscar al aeropuerto, que el señor ………, que era el consejero de la embajada de Holanda en Argentina, que venía a hacer práctica de cómo tratar los temas de… y los refugios, o sea que ellos sabían que venía el golpe de estado en Argentina dos años después, entonces yo ahí hablé con ellos y ellos me dijeron cómo, le conté yo todo, ah yo estaba embarazada me acuerdo, tenía tres meses de embarazo, entonces cómo, lo que nosotros necesitábamos era protección más que nada por mi compañero y él me dice cómo usted me puede probar de lo que está hablando es cierto, entonces yo dije ya o sea claro yo puede ser cualquiera, todo el mundo se quiere ir, todos se quieren arrancar pero, y justo veo que tenía el libro blanco ahí en su biblioteca tenía el libro blanco, entonces le dije présteme el libro, menos mal que lo habíamos comprado

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nosotros, habíamos visto y estaban los datos de mi compañero ahí, así que le dije mire esto ve? O sea que esto es una prueba, más no le puedo probar, o sea él es conocido y él está ahí sindicado como esto y esto y lo otro, por lo tanto usted comprenderá que si a él lo detienen, entonces dijeron ya, de acuerdo dijo pero el procedimiento es el siguiente dijo, el señor ….. los va a recibir, pero nosotros nos hacemos responsables desde que ustedes están adentro, en territorio, porque ese es territorio Holandés, de cómo entran ustedes, nosotros no nos hacemos responsables, si a ustedes los matan, les disparan, nosotros nada. Una vez que están adentro, nosotros si respondemos, así que justo y el señor …. Me da un papelito me dice su nombre ….. y los espero a las diez cuarenta y cinco, me pone en un papelito así cortado, yo aproveché ese papelito, entonces inventamos un cuento como yo ya sabía los movimientos ahí de la embajada, en la puerta, era una casa esquina, pero la puerta no estaba en la esquina, estaba un poco más acá por Ricardo Lyon y los militares se paseaban así, se cruzaban así, daban la vuelta así y después se paraban en la esquina a conversar y dejaban la puerta desprotegida, entonces les pedí que dejaran la puerta junta, no nosotros no podemos, no pero déjela junta, le dije yo no más, así es que… mira nos costó ir porque teníamos todo un cuento, que éramos estudiantes, que íbamos a la oficina agrícola a pedir información sobra la agricultura Holandesa porque teníamos que hacer un trabajo, ese era como el cuento, entonces que teníamos una cita con el señor ….. a las diez de la mañana, ahí está el papelito. Nos costó tanto, mira y llegábamos a la esquina y nos retrocedíamos, llegábamos y nos retrocedíamos, era bien difícil porque además mi compañero andaba sin documentos, se los habían robado, entonces al final fuimos ya, hagamos como que no sabemos nada, no hay golpe de estado, no pasa nada, somos súper ya y vamos a tocar el timbre, nos acercamos a tocar el timbre y corren los milicos y nos agarran a los dos y nos llevan pa la esquina, entonces nos preguntan qué vamos a hacer y todo y yo dije bueno venimos a lo que habíamos dicho, venimos a buscar información sobe la agricultura Holandesa, porque somos estudiantes y teneos que hacer un trabajo y tenemos una cita, entonces ellos después dicen no no se puede, aquí no se puede entrar, aquí nadie entra, por qué aquí, porque esta es la oficina agrícola, nos dijeron que era aquí, entonces no aquí no se puede entrar. Pero si… quién les dijo y ahí le mostré el papelito, entonces el señor ….. ve? Y estaba la dirección también, entonces dice no no se puede, aquí no entra nadie, a ver entre usted me dice, ya él se queda esperando aquí, sus documentos ah documentos, muestro yo mis documentos, el carné de la universidad y él no tenía nada, nada, se lo habían robado, entonces le dijo él no tiene, entonces bueno ah entonces no puede entrar, que entre ella, en ese momento dije yo, no sabís que no, es que él, lo traigo a él porque él es el que le pega más al tema, yo soy re floja en esta cuestión, no se na y él es súper buen alumno por eso lo traje, por favor yo no vale nada la pena que entre sola, así que por favor y se miraban, eran jóvenes fíjate, jovencitos, seguramente estaban haciendo el servicio militar y se miraban entre ellos y con los fusiles, entonces dijo bueno a ver vamos a preguntar y nos llevan a los dos para allá a la puerta y tocan la puerta, tocan el timbre entonces le dice y salió un gringo de dos metros jovencito también, un holandés y le dice ellos dicen que tienen una cita aquí y el holandés lo único que decía era si si si, no sabía hablar castellano, después supimos, entonces con el señor …… y él si….

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Patricia Vera:

… el holandés lo único que decía era si si si, no sabía hablar castellano, después supimos, entonces con el señor …… y él si si si y en ese que están conversando, el holandés agarra al Carlos y lo mete, entonces ellos se turbaron con eso y dice agárrala a ella y entonces me agarran a mi con los fusiles acá y el holandés me estaba tironeando por el otro lado, porque él agarro al Carlos y lo metió y me empezó a tironear para yo entrar también, pero ahí se dieron cuenta ellos de que la cosa no era… que estaba arreglada, entonces y a mi empieza revísala! Y me tenían el fusil aquí y revisándome la cartera por otro lado y como estaban tan turbados, como que les dio vergüenza y dijo ya déjala, pero ya estaba toda desarmada yo, estaba adentro, entonces y él dice diez minutos no más… pobre, pero se habían dado cuenta de que había sido un escape y eso lo estaba mirando el cambio de guardia, el oficial y los mira y esto me lo contaron los compañeros que estaban mirando todos porque estaba cerrado pero por las rendijas miraban, entonces cuando entramos fue así como gua! Y yo entro y estaba lleno de gente adentro, lleno de chilenos poh, estaban todos los refugiados ahí, habían como cuarenta y todos llorando cuando entramos así gua! Y abrazo y todo el llanto pero es que era muy, era muy emotivo porque después de esa tensión y los otros que se quedaron mirando, me contaron que llegaron los oficiales, el oficial a hacer el cambio de guardia y les así poh, weones si mira, entonces se los llevaron a patadas a esos cabros, se los llevaron a patadas, entonces el oficial va toca el timbre y a preguntar, esas dos personas que entraron que se presenten inmediatamente y ahí sale entonces …., el consejero dice ya yo voy y nosotros estábamos ya tomando café, estábamos así como nos estaban entrevistando y dice sale y ahí yo escucho que el oficial quiere hablar con él, entonces sale el ……, el consejero y le dice los siento, estas personas están ahora en este momento bajo la protección del Reino de los Países Bajos, ya entonces y vuelve y dice ustedes está protegidos. Así empezó nuestra vida ahí, de exiliados.

00:02:37 – 00:02:39

Periodista (Walter Roblero):

Cuánto tiempo estuvieron adentro?

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00:02:40 – 00:04:03

Patricia Vera:

Nosotros estuvimos dos meses como contaba Luis Maira el otro día, habían los diferidos, nosotros fuimos diferidos. Habían algunos que entraban y estaban una semana, entonces lo que hacia la embajada, hacia el trámite de pedirle a la junta, en esos momentos era la junta, autorización, le mandaba una lista de las personas que estaban bajo su protección y les pedía un salvo conducto para poder enviarlos a Holanda y cuando obtenían el salvo conducto, Holanda les daba una carta que yo la tengo, la voy a donar al Museo, una carta de la embajada de los Países Bajos, dice estas personas viajarán en tal vuelo, qué se yo, con el salvo conducto de los milicos. Con esos dos papeles salíamos nosotros, pero entonces los milicos, había gente que ellos no pudieron agarrar nunca, entonces para castigarlos de alguna manera, nos diferían, no nos daban el salvo conducto, entonces unos salían una semana, otros salían después de dos semanas, otros salían después de quince días, después de un mes, qué se yo, a nosotros nos dejaron dos meses adentro y al final nos dieron un salvo conducto, un papel todo feo y después de dos meses nos fuimos.

00:04:04 – 00:04:09

Periodista (Walter Roblero):

Y cómo era la, cómo era las condiciones adentro de vida?

00:04:10 – 00:04:41

Patricia Vera:

Igual que una cárcel, lo que pasa que era elegante porque era en Ricardo Lyon, una casa bonita, pero esa casa era una casa de familia, no era casa para cuarenta personas, entonces adentro como supongo que tiene que ser en las cárceles, también uno tiene que organizarse y ahí habían dos policías holandeses, un policía y un milico holandés que nos cuidaba, ellos vivían ahí y el resto habíamos como cuarenta en esos momentos, fue el momento que mas hubo refugiados ahí chilenos.

00:04:42 – 00:04:44

Periodista (Walter Roblero):

Y de varios partidos políticos.

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00:04:45 – 00:08:29

Patricia Vera:

Claro, eso fue, fueron dos meses muy intensos y bueno muchas anécdotas, mucha gente tiene que empezar a escribir esas cosas porque, bueno nosotros por ejemplo estábamos organizados por tendencias políticas o por niveles. Mira había una, por supuesto que ahí empieza la gente a inventar cosas. Había una habitación, un dormitorio que se llamaba el convento y ahí estaba Orlando Millas, que era Ministro de Economía, del partido comunista, un señor muy así circunspecto, muy culto también, con dos militantes del partido comunista que lo cuidaban, entonces le decíamos el convento porque se iban a acostar temprano, se levantaban como a las seis de la mañana. Después estaban… la pieza de las brujas creo que era, donde estaba la Gladys Marín, estaba la Julieta Campusano y estaba la Mirella Baltra. La Mirella Baltra había sido ministra del trabajo y bueno la Gladys era la secretaría general de las Juventudes Comunistas y la señora Julieta era la senadora poh, todas del partido comunista. Después estaba la Carreta, que habían, eran unos intelectuales, uno que había sido el… Marcos Colodro que había sido, qué era? Presidente del banco… había tenido un puesto así y otros que eran de la universidad, qué se yo, y después estaba el sindicato y ahí estaban todos los que no tenían, no habían tenido ningún puesto en el gobierno, pero que eran dirigentes estudiantiles o sindicales, muchos jóvenes, jóvenes. Y los últimos éramos nosotros, estas dos parejas que entramos, que nos dejaron ahí en una… nos dieron un camarote a cada uno, en una sala grande que era la sala de juegos de ellos, que antes era sala de juegos, donde tenían un gran puzzle, un rompecabezas que es el típico holandés, tenían un gran rompecabezas pa que no se aburrieran, entonces yo no lo alcanzamos a terminar, no se si alguien lo terminó, de esos gigantes, entonces ahí nos pusieron dos camarotes, entonces nosotros pa tener un poco de privacidad, colgábamos dos frazadas y el camarote era nuestra habitación. Entonces ahí habían turnos de limpieza, muchas peleas también, a la Mirella Baltra le decían la ministra de cultura porque era muy buena pa los garabatos, entonces si habían muchas peleas. Nos llegaban cuatro ejemplares del diario por ejemplo en la mañana, se los peleaban, toda la gente se los peleaba pa saber qué pasaba y yo capté que don Orlando Millas tenía memoria visual, él sabía los diarios de memoria, entonces yo venía más tarde y me sentaba al lado de él y le decía que me contara las noticias y él me contaba las noticias y me decía además de qué quiere, de política, economía, cultura, entonces yo le decía después me cuenta algo de la política. Ya con el tiempo fue así como más….uno se va adaptando a los… esto pasa hasta en los campos de concentración, uno se va adaptando a las condiciones pa poder sobrevivir. Ahí aprendí a jugar cartas por ejemplo, jugábamos cartas todo el día, yo no tenía, nunca había aprendido a jugar cartas, ahí la señora Julieta me tejió un vestidito pa mi niña, porque pensábamos todos decían que iba a ser una niña, porque empezó a crecer la barriga allá adentro, entonces me tejió unas cositas que me las regalaba pa la navidad. Pasamos navidad y año nuevo ahí dentro. Nosotros organizamos fiestas también, eran así bueno estábamos viviendo todos juntos hacinados ahí.

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00:08:30 – 00:08:36

Periodista (Walter Roblero):

Y cómo eran tratados ustedes por digamos por la gente de ahí de la embajada, las autoridades?

00:08:37 – 00:08:29

Patricia Vera:

No, las autoridades iban de vez en cuando, cuando se iba un grupo ellos iban a despedirlo o nos daban alguna instrucción y no teníamos mucho contacto, no teníamos mayormente contacto, con los que teníamos contacto era con los dos policías, que de hecho uno de ellos se casó con una chilena después y ah ya por ejemplo la comida nos llegaba del alto comisionado de Naciones Unidas, porque además de las embajadas , tú sabes que hubieron, se instalaron refugios de Naciones Unidas para los que no eran chilenos, porque había… acuérdate que habían muchos refugiados acá de otros países

- uruguayos, brasileños

uruguayos, colombianos, brasileros, claro entonces a ellos los acogió las Naciones Unidas y les puso como hace siempre sus refugios, entonces y ellos se encargaron de alimentarnos a todos nosotros, o sea ellos llegaban con… no se si yo creí escuchar que en algunas partes cocinaban, pero yo se que a nosotros nos llegaba todos los días, yo miraba del segundo piso y veía lo que venía para comer, porque…

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00:00:00 – 00:02:41

Patricia Vera:

… que en algunas partes cocinaban, pero yo se que a nosotros nos llegaba todos los días, yo miraba del segundo piso y veía lo que venía para comer, porque abrían el portón abajo y traían las ollas con comida, dos veces al día, entonces y mi papá, resulta que mi papá cuando se enteró que yo… cuando yo no volví más, cuando la gente quedaba dentro, iba un cura holandés, tomaba los datos de su dirección e iba entonces a, iba a las familias, a las casas de las familias a avisarles entonces que estaban protegidos, o sea que estaban bien, porque tú claro tú

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desaparecías y tu familia no sabía que si estabas muerto, preso, asilado, no sabían poh entonces ellos se encargaban de ir a avisar que estaban, estabas en buenas condiciones y estabas en la embajada y además ellos llevaban entonces les pedían ropa y ellos llevaban la ropa, porque nosotros entramos así no más, teníamos nada, entonces ellos rápidamente hacían eso. Cuando mi papá se enteró de que estaba ahí, entonces él usó su trabajo que hacía de repartir vino y empezó entonces inmediatamente fue a los dos días llegó allá y tocó el timbre que traía un pedido de vinos y empezó a ir todas las semanas, nos llevaba una caja, una java de botellas de vino y las pagaba él, una java de botellas de vino y las regalaba poh pa nosotros y era solamente para verme, entonces yo bajaba, abría las puertas y yo lo veía de lejos no más, yo trataba de tocar, no me dejaban porque estábamos todos, no podíamos tener las ventanas abiertas, siempre estábamos oscuros, no se podía porque estaban los militares afuera, entonces nos podían ver y podían disparar, entonces tampoco nos permitían el contacto con el exterior, entonces mi papá lo que hizo fue que también vio que los milicos tenían un hoyito ahí donde dejaban sus cosas, agüita, bebida, qué se yo y cada vez que iba les dejaba una botella de vino, entonces ya después ya lo dejaban, lo dejaban pasar, pero no… o sea hasta la puerta no más, la segunda puerta, o sea la del jardín, la puerta ahí, pero no pa dentro, entonces yo ahí una vez le toqué la cabeza a mi papá, yo me acuerdo eso y el último día ya cuando nos avisaron que ya nos íbamos después de dos meses y tantos, mi papá entró, lo dejaron entrar y llevó por supuesto otra java de vino y lo dejaron entrar y él se pudo despedir de mi ahí.

00:02:42 – 00:02:54

Periodista (Walter Roblero):

El mismo día…

- si

y cómo fue la salida de ustedes Patricia, cuéntanos cómo fue el…

- ahí, ese día

si, ya cuando les llega el salvo conducto y ya se tienen que ir de ahí.

00:02:55 – 00:12:16

Patricia Vera:

Claro, mira todos los lunes llegaban, se leían las listas, todos los lunes había un patio que era así pequeñito, que era el único patio donde nosotros podíamos salir a tomar sol como las lagartijas, entonces nos sentábamos en el suelo donde daba el sol, apretados y nos peleábamos ahí, porque a los antejardines no podíamos

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salir nosotros, ese era el único pedacito de aire y solo que teníamos y ahí nos peleábamos y ahí llegaban y leían la, pasaban la lista a alguien que estaba encargado, no se ahí se hacían encargados, se nombraban solos la gente, se organizaban, se nombraban solos, yo me acuerdo que habían hartas peleas por eso, entonces nombraban y decían ya estos se van tal día, tal esto, esto , esto se van el lunes o el martes no se, diferidos ya la lista de los restos diferidos y hacían muchas bromas con eso, muchas bromas porque yo estaba diferida al igual que mi compañero, siendo que… o sea mi compañero que tenía más, según nosotros más grado de peligrosidad pa la junta, pa los milicos, entonces hacían bromas, decían se va este, este, este y a veces lo nombraban a él y decían diferido, Patricia Vera, me entiende, hacían bromas así como que… esa era la broma que hacíamos adentro, era la más peligroso, quién era más el peligroso, quién se iba, quién no se iba. Bueno al final cuando nos fuimos nosotros, salió un grupo grande, fue un grupo grande que dejaron irse, entonces mandaron los salvo conductos que eran unas hojas escritas a máquina, dando autorización para que cruzáramos la ciudad y tomáramos el avión y nos fuéramos y el otro papelito de… que nos prepara la embajada holandesa diciendo que nosotros íbamos a viajar tal día, en tal vuelo y que estábamos autorizados para entrar a Holanda, con esos dos salíamos, como era un grupo grande, nos pusieron una micro, nos fueron a buscar, entonces y los milicos vigilaron esa salida, entonces nos dijeron que tuviéramos cuidado, nos sentáramos en los asientos de adentro porque nos tiraban piedras, tiraban piedras ahí la gente que vivía por ahí salían, váyanse comunistas, no vuelvan más! Y nos tiraban piedras, entonces cuando salimos así, salió mi compañero por ahí, el que dirigía todo ese operativo dijo a este yo lo conozco, bueno lo metieron rápidamente a la micro, pero ya sabíamos entonces que algo, que era peligroso. Cuando llegamos al aeropuerto estaba lleno, lleno, lleno de gente que nos había ido a despedir, entonces hicieron una cadena los militares y yo en un momento que me llama mi mamá y me salgo de la cadena, yo ya iba con guata poh, embarazada, súper embarazada. Ah y la onda esa de comprar ropa, yo necesitaba ropa gruesa porque allá era enero, allá hace mucho frío, aquí era un verano caluroso, caluroso, yo a mi me faltaba aire, yo estaba súper mal, súper enferma, yo me enfermé dentro de la embajada porque empezó a desarrollarse mi embarazo no en las mejores condiciones, entonces iba a verme un médico holandés y me decía señora ojalá que se vaya pronto porque sino vamos a tener que hospitalizarla y al hospitalizarla va a tener que salir de aquí y ya no la podemos proteger, entonces afortunadamente salí, yo tenía seis meses cuando salí, justo me consiguieron poder salir porque un poco más ya no me dejaban, entonces todo eso era mucho más emotivo pa mi familia, entonces mi familia, mi mamá bueno me vio, me llama y yo me salgo de la… me salí de la, de ese cordón humano que había de milicos y no me quería ir, yo dije me quedo aquí, me quedo aquí y entonces después de eso no, no tiene que irse, tiene que irse, así que me metieron pa dentro y ahí en el aeropuerto el funcionario de la embajada, discutió con el militar que estaba a cargo del aeropuerto porque empezó a interrogar a mi compañero, le empieza a preguntar de donde es, que donde trabajaba porque lo reconoció, le habían dicho ya que era un ex militar, entonces el funcionario se paró ahí y dijo no, usted no tiene derecho, no puede interrogarlo porque está bajo la protección de los Países Bajos y el tipo le dijo no

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dijo, está en territorio chileno, en aeropuerto y aquí yo tengo el poder y yo la autoridad, yo mando aquí y ahí se pusieron a discutir, fue…súper bien los holandeses porque dijeron que iban a entrar entonces en problemas diplomáticos con el país, entre país, entonces y ahí ya lo dejaron. Ya nos fuimos, ahí nos fuimos y lo más curioso fue para mi raro porque, yo nunca había andado en avión en primer lugar y por supuesto que yo siempre soñé con ir a estudiar inglés a Inglaterra por ejemplo, pero ir a estudiar y volver, no en esas condiciones, entonces me acuerdo que el sonido de los motores fue tan terrible así que suena súper fuerte, fue pa nosotros como que se terminaba algo y el llanto salía, así fue bien terrible, peor cuando la azafata dice que comunica a los pasajeros que en este vuelo van unos fugitivos, esos éramos nosotros, porque traducen y lo tradujeron del alemán yo creo, entonces dice, se tradujeron literalmente los refugiados son fugitivos, nosotros le ponemos más bonito que somos exiliados, refugiados, pero ellos tradujeron y dijeron van unos fugitivos, pero no tengan cuidado, no son peligrosos. Así salí yo y de ahí pa allá pa adelante , yo hablaba inglés entonces eso me sirvió mucho, llegamos a suiza, nos fuimos en un vuelo Sas y en Suiza tuvimos que hacer cambio y ahí ya estábamos libres, entonces para nosotros fue muy raro porque hacía tanto tiempo que no estábamos libres, entonces andaba todo el grupo detrás de mi porque yo hablaba inglés, entonces podía preguntar y todo y llegamos con un montón de gente, llegamos a Holanda después, nos metimos ahí a una nube, una nube tan gruesa, yo siempre me acuerdo que allá debajo de esa nube está Holanda, todo el resto había sol, pero abajo estaba Holanda y claro abajo porque nunca más vimos el sol y ahí nos estaban esperando unos funcionarios supongo que del gobierno, no se de qué ministerio y hablaba inglés, ahí todos ya nadie más habló castellano nunca más. Afortunadamente había algunos que ya habían llegado antes, entonces nos estaban esperando porque igual nos hicimos muchos amigos, con los que salieron antes y nos decían pídele que vayan a Rotterdam, nosotros estamos en Rotterdam, estamos re bien ahí, estamos en un ex convento, estamos todos juntos y otros me decían no que no los lleven para allá y yo llegando, tú no podía… yo no podía elegir nada, yo lo único que quería algo más familiar no más, entonces después me enteré que los que los tenían en Rotterdam, era un convento entonces vivían en celdas y con familias, pero además los tenían a lis refugiados de Chile escapando del fascismo, los tenían juntos a los refugiados de los países comunistas, entonces se armaban unas peleas y pa lo holandeses eran simplemente refugiados todos, entonces se armaban unas tremendas peleas, entonces menos mal que nosotros dijimos no si nos llevan, a donde nos llevan, nos llevaron a Amsterdam, bueno ahí todo era distinto, los olores, la luz, las luces amarillas, nunca me voy a olvidar, todo el camino a Amsterdam del aeropuerto iluminado con luces amarillas, se notaba que era como otro mundo, otro mundo, además era de noche, todo oscuro, no se si era tan de noche, la cosa es que estaba oscuro, súper oscuro. Llegamos y nos dicen que nos van a llevar a un hotel donde va a ser nuestra residencia temporal, eso me dijo en inglés el funcionario y yo se lo dije a los demás, entonces llegamos a un hotel y todo raro, todo raro, hacía mucho frío, mucho frío y se abre la puerta del bus y un compañero dice, hay un chileno afuera y dice bienvenidos compañeros, su casa, adelante, aquí estamos en su casa. Fue para nosotros te juro que un alivio, yo le digo al Pedro,

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Pedro Campos lo dijo, él estaba ahí desde antes, se había pasado por la embajada una semana y lo habían mandado así que estaba ahí desde hacía mucho tiempo, hacía como dos meses en el hotel, ya conocía todo, entonces fue para nosotros una acogida maravillosa de llegar ahí, alguien conocido que te hable castellano y te dice bienvenido, su casa. Divertido.

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00:00:00 – 00:00:15

Periodista (Walter Roblero):

Patricia entonces habíamos quedado en tu llegada a Holanda, cuando son recibidos digamos por un compañero chileno ahí que ya había llegado antes. Este lugar qué era?

00:00:16 – 00:09:42

Patricia Vera:

Un hotel, nosotros llegamos al hotel …. que se llama. Para nosotros todo era raro, de partida el nombre del hotel, nunca lo podíamos pronunciar porque es IJ, ij pero se pronuncia ai …., ya todo todo raro, todo distinto, era como estar en otro planeta realmente, o sea escuchaba a la gente hablar una cosa gutural, yo nunca había escuchado, si de Holanda qué sabíamos nosotros acá? Poco, nosotros…. Yo en la embajada me enteré un poco más porque me olvidé de mencionar que nos pusieron en la embajada una profesora de holandés, que yo la fui a buscar ahora a ver si podía dar algún testimonio, pero ella era la mujer de un funcionario alemán, un funcionario alemán, que trabajaba para la embajada de Holanda, una persona, muy raro, pero ella era holandesa y ella nos enseñó holandés, las primeras palabras en holandés en la embajada, ahí supimos que había un idioma holandés porque yo pensé que hablaban inglés o alemán, ahí después nos enteramos de que había una monarquía y tampoco sabía que tipo de gobierno había. Nos enteramos por qué se llamaba Países Bajos, Holland es tierra de hoyo, tierra en un hoyo, Holland y Netherland que es los Países Bajos, ahí nos enteramos de que los Países Bajos es Holanda solamente, no como pensábamos que era Benelux por ejemplo, cosas que nosotros, información errada que teníamos en Chile, no solamente yo, un montón, entonces y lo único que sabíamos de Holanda, sabíamos de los molinos, de los diques sabíamos y ahí nos mostraron en la embajada, nos pasaron un documental sobre como se habían hecho los diques, se había ganado tierra al mar, el plan delta, orgullosos los holandeses porque ellos dicen Dios creó al hombre y a Holanda los holandeses,

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eso nos enseñaron ahí, entonces los tulipanes y todo eso y las vacas y el queso, eso sabíamos nosotros, pero el resto no y además imaginarse cómo es llegar a un país así como Holanda, es otro mundo, es realmente otro mundo. Primer lugar para nosotros era un alivio porque respirábamos aire de libertad, o sea llegar, llegamos en la noche y lo primero que hicimos fue salir, salimos un grupo, vamos caminar de noche porque nosotros que nos caminábamos de noche desde antes del golpe y libres además, caminar libre, que nadie te diga nada, sin tener cuidado de nada, entonces lo primero que hicimos fue salir, llegamos hasta la esquina porque nos morimos de frío, era enero. A mi me consiguieron ropa, esta misma señora que nos enseñaba holandés, me consiguió un jumper, pudo encontrar de lana en enero, aquí en Chile era re difícil y me acuerdo que como yo iba muy hinchada con las piernas hinchadas, me fui con unas zapatillas de levantarse de mi hermana, con una abrigo de mi hermana que era más gordita, llegamos así poh, entonces tampoco estábamos en condiciones como para enfrentar el clima de Holanda, así es que encerraditos en el hotel no más, habían dos… el mismo hotel …. Era de una familia, familia clase media, digamos empresarios ni tan grandes holandeses, una familia que tenía dos hoteles ahí en la misma calle, entonces en uno el Ministerio de Finanzas hizo un convenio con ellos, en uno pusieron a la familia sin hijos y a los solteros que llegaban refugiados y en el otro las familias, parejas o familias con hijos. Nos tocó en el otro a nosotros que era el principal digamos, donde se cocinaba, todos iban a comer ahí. Ahí nos tocó y afortunadamente al lado de este compañero que nos acogió , Pedro, entonces era súper bueno porque él ya había hecho su excursión en Amsterdam, nos contó que estábamos detrás del barrio rojo, pero que no nos asustáramos, que el barrio rojo era súper turístico que podíamos ir solas las mujeres también a comprar papas fritas, porque vendían papas fritas ahí y la gente comía papas fritas en la calle y también lo que habían descubierto ellos, era tomar tecito de rosas, de jazmín, porque habían muchos chinos, en el barrio rojo estaba el barrio chino también, entonces podíamos ir a comprar tecito y entonces hacíamos como rituales, todas las noches nos invitaban a tomar tecito a su habitación, a su pieza. Nosotros estábamos en la pieza de al lado. Entonces ellos eran…. Era una pareja que tenía dos niñitas y las niñitas le hicieron un dormitorio en el baño que tenía esa pieza, una pieza con baño y en el baño pusieron dos camitas y ahí entonces estaba la familia y a nosotros al lado debajo de la escalera, el primer piso del hotel, nos tocó una pieza sola con un baño chiquitito, pieza chiquitita. Yo estaba embarazada, yo pensaba cómo va a ser cuando tenga que ir a dar a luz, entonces esa familia fue muy importante para nosotros porque, yo siempre les digo ahora cuando los veo, porque a ellos se les olvidó, pero para nosotros fue muy importante, pa mi sobretodo que yo era regalona de mi papá y mi mamá, yo realmente…. Fue el castigo más grande ha sido pa mi el exilio y no ver más a mi familia, mis padres y de irme y no volver más y pensar que no sabías cuando ibas a volver, de no verlos más, de vivir todas esas experiencias tan extrañas lejos de los tuyos y nuestra familia siempre fue muy muy muy unida y yo era fundamental ahí, yo era muy regalona, entonces en esos momentos que echas de menos, que no sabes cuando los vas a volver a ver, es terrible…

- ahí tuviste que crecer forzadamente, como madurar.

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Si no todo, de todo porque de pasar primero de ser estudiante, niña, regalona, sin hijos nada, yo era hija, era hija y de llegar a un lugar primero lugar desconocido, con idioma desconocido, con todo desconocido, sin saber cuando los vas a ver, vas a ser madre, esposa además porque no yo no había, o sea no habíamos vivido juntos casi con mi pareja y en ese momento o sea de sopetón, te enfrentas a eso. Claro era como empezar a aprender a cocinar, empezar… era todo una vida nueva realmente y sabes qué, que yo me doy cuenta que yo desarrollé una personalidad nueva allá, yo aquí me acuerdo que en castellano, yo pienso que era en un momento pensé que era el idioma, pero no, fue toda la vida porque yo pensaba, en castellano soy muy tímida pero en holandés no, entonces fue como que… porque yo era muy tímida, para hablar en público me costaba mucho también y allá empecé como a desarrollar otra parte de mi misma, de mi personalidad, otra vida, era como estar en otra dimensión, entonces fue otra la persona que… además que el hecho de perder mi identidad, es decir porque en ese momento yo empecé a llamarme con el apellido de mi pareja y los holandeses me inscribieron así, o sea yo, o sea mi identidad se perdió, ya no fui más la Paty Vera, la Paty ni la Paty Vera, era la Paty de.. él, el nombre de él o con los apellidos de él, era la señora tanto, entonces fue una experiencia bien rara además, súper rara, era como estar en otro planeta. Afortunadamente yo hablaba un poco inglés, entonces me podía yo comunicar con los holandeses porque hablan inglés, entonces yo también fui traductora para mis compañeros en el hotel cuando llegaba el funcionario del Ministerio de Finanzas, llegaba una vez a semana a dejarnos una mesada, porque ahí no teníamos que pagar nada en el hotel, nos daba la comida y vivíamos ahí y una vez a la semana nos daban florines, era la… florines era la moneda, nos daban me acuerdo que eran veinticinco florines pa cada persona soltera…

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00:00:00 – 00:08:01

Patricia Vera:

… florines, era la… florines era la moneda, nos daban me acuerdo que eran veinticinco florines pa cada persona soltera y treinta y cinco pa parejas, para cada pareja y eso era para… porque no era pa la micro tampoco, porque ahí nos sacaron como un abono, un carné entonces podíamos ir, estaba pagado el abono, entonces era como pa comprar estampillas, pa comprar alguna fruta, algo porque de repente estando meses y meses comiendo lo mismo, todos los días porque el hotel tiene su, tiene su su su su rutina, o sea todos los… como es un hotel, es pa los clientes que viene de afuera, todos los lunes hacen suponte no cazuela, pero la comida era rara también, la comida era… la comida holandesa es todos los días lo mismo, todos los días papas cocidas, con verdura cocida y con un pedazo de

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carne, eso es todos los días. Lo que varían ellos, varían el tipo de verdura y el tipo de carne, pero las papas es así todos los días, entonces y le ponen un jugo, un jugo de carne que no es ni de carne porque es de sobre, ya entonces era todos los días carne o con porotos verdes y con carne de vacuno o con coliflor, que carne de pollo, o con así poh o con espinacas y salchicha, pero esa era la comida todos los días, entonces después de un tiempo uno ya no quiere ver más, ya sabe oh hoy día toca tanto, oh hoy día… y el día domingo pollo asado con papas fritas y puré de manzanas, eso era y yo como estaba embarazada me daban un litro de leche todos los días, la leche rica, leche fresca y yo me la tomaba así, súper rico. Entonces eso nos daban ellos y con la otra plata, nosotros comprábamos fruta, yo compraba fruta, me iba al barrio rojo, barrio chino, que estaba detrás del hotel, yo iba sola, embarazada iba a comprar papas fritas, la uva, lo que necesitaba, pero igual se nos hacía poca la plata y después de un tiempo, nos trataban así como los huerfanitos, andábamos en grupo achoclonados y estábamos todos poh, si los que habíamos sido unos grandes dirigentes políticos o los militantes de base, éramos todos allá refugiados, refugiados de afuera, todo éramos negros, todos éramos… así nos trataban, o sea todas esas diferencias que teníamos aquí, allá desaparecían y eso para los hombres fue fatal. Los hombres que ostentaban títulos y no se, eran dirigentes, llegar a Holanda y ser tratados a todos iguales, les fue mal, les fue súper mal, hubieron muchos divorcios, el noventa por ciento de las parejas se separaron allá por distintas razones, una porque las mujeres, la mujeres nos adaptamos más rápidamente, más que nada por los niños, las que tenían niños. Yo hice una investigación después allá sobre las mujeres chilenas refugiadas en Holanda, el año ochenta y… después de diez que llegué más o menos, ochenta y tres y claro la mayoría de las mujeres por los niños, se tuvieron que relacionar con los holandeses con la vida cotidiana, entonces aprendieron más rápido el holandés, aprendieron como era el sistema de escuela, aprendieron todo, o sea la vida cotidiana pa sobrevivir. Los hombres perdieron sus funciones políticas, sus roles que tenían acá, los perdieron allá, no los tenían y tampoco los podían recuperar porque no estaban en su país, entonces tenían que empezar como de cero y fue fatal. Después los que llegaron después, porque ese fue el primer contingente. El primer contingente que le llamaron allá contingente de refugiados, fueron los refugiados invitados que se llamaban, pero también de las embajadas, esos fuimos nosotros. El segundo contingente empezó a llegar ya desde los campos de concentración o de las cárceles y esos también fueron invitados, pero fueron gestionados a través de Naciones Unidas y también a través de nosotros mismos que ya estábamos allá, que hacíamos gestiones para sacar compañeros nuestros, de los partidos, de gente que sabíamos nosotros más indirecto que llegar a pedir asilo, pero también más directamente que llegaran solos y después los otros eran los refugiados individuales que les llaman, esta es una categoría que hacen los holandeses y yo no se si en otros países la hacen también, pero la hacen los holandeses y yo lo se porque yo trabajé después siempre con el tema del refugio, refugiados, exiliados, entonces la primera categoría fuimos nosotros, los que nos llevaron ellos digamos. La segunda categoría fueron segundo contingente que venía de las cárceles, que necesitaban más atención también y en ese momento se creó en Holanda un grupo de salud para atender a refugiados, que ahora se transformó en una institución, pero en ese

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momento era un grupo de médicos y sicólogos y algunos sicólogos o trabajadores sociales chilenos mismo que ya estábamos más tiempo allá, se conformó para acoger a los refugiados del segundo contingente, porque ya venían, venían…bueno ya desde el hotel empezaron a llegar algunos que venían muy maltratados, muy torturados, qué se yo, venían de las cárceles y venían ya con sus familias, se juntaban ellos en el aeropuerto y se venían con sus familias. De los… nosotros los que éramos asilados, muchas familias llegaron antes, se iban antes a Holanda porque mientras estábamos en la embajada, nosotros estábamos diferidos, diferidos, que no nos dejaban salir los milicos, la embajada holandesa gestionaba que sus familias se fuera allá, entonces cuando nosotros llegábamos, estuviera la familia allá. Eso lo que no estaban refugiados, porque generalmente fueron los hombres los que se refugiaron, hombres y las mujeres llegaron como acompañantes de sus maridos porque estaban en la embajada. A parte de los personajes que te mencioné, que eran personajes que habían un rol de dirigencia importante durante el gobierno de la Unidad Popular, porque eran ministros, ministros, senadores, la ministra, senadora, pero el resto de militantes común y corrientes en la embajada, habíamos dos mujeres, tres que éramos militantes, dirigentes de base y el resto de las mujeres eran ministras y senadoras parlamentarias, dirigentes de partidos a alto nivel, como las que te mencioné, conocidas y el resto no, entonces esa era una modalidad y después entonces en la otra fue de los que venían de las cárceles y de los otros fueron los individuales, que yo noté también en la discusión anterior, que había así como cierto diciendo cierto como discriminación diciendo los económicos, esos eran los refugiados económicos que no eran los políticos como nosotros. A mi, yo siempre tuve cuidado con esa distinción, porque en el fondo también si eran militantes de base ponte y también eran refugiados, pueden ser perseguidos y después ya tú no puedes hacer tanta distinción, este es económico y este no me entiendes?, escapando de una dictadura, es lo mismo que escapan de una guerra, cuando hay guerra y llegan los africanos allá, o sea cuál es político y cuál es no político, o sea todos políticos, esos son todos refugiados políticos.

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Periodista (Walter Roblero):

Oye Patricia y digamos cuando ustedes después que llegaron, cuánto tiempo estuvieron ahí en viviendo en ese hotel, cuánto?

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Patricia Vera:

Nosotros, porque también fue diverso, igual que en la embajada, era diverso. Había gente, hubo gente como en la embajada hubo gente que estuvo una semana y otros que estuvieron un año casi, los más buscados, los más… unos

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que venían del MIR del sur, que también uno quiere contar su testimonio, uno de ellos. En el hotel o en los lugares de acogida, nosotros estuvimos en hotel en Amsterdam y los de Rotterdam estaban en este convento, también era diverso, hubo gente que se fue rápidamente del hotel y otra gente que estuvo más de un año. Nosotros queríamos irnos rápido porque yo estaba embarazada, yo iba a tener al niño y de echo yo lo tuve, lo tuve estando en el hotel, entonces lo que a mi me….

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Patricia Vera:

… porque yo estaba embarazada, yo iba a tener al niño y de echo yo lo tuve, lo tuve estando en el hotel, entonces lo que a mi me preocupaba era porque decían que en Holanda los niños se tienen en las casas, el parto se hace en las casas y un parto se hace lo más natural posible con una matrona en la casa, con la matrona que te controla se hace en la casa, entonces te dan el seguro médico también te cubre por ejemplo una ayuda de una enfermera los primeros días y las enfermeras estas que son especializadas para los partos, te hacen el aseo y la comida, atienden al marido normalmente, si, entonces yo estaba preocupada porque pensaba si yo estoy en una pieza de hotel, cómo voy a tener el niño acá, me da miedo. Nunca había tenido un hijo yo y además decía yo lo único que quiero es anestesia, ya todo equivocado, todo era… nada, nada que ver, la cosa es que vino el momento del parto y yo estaba en el hotel todavía y nosotros no podíamos irnos porque había todo un equipo que se estaba armando ahí, recién empezó a armarse una organización que se llama trabajo con refugiados, se armó con motivo de nuestra llegada y ahora también es una institución que tiene gran experiencia, pero comenzó con nosotros y con los vietnamitas, también habían vietnamitas. Nosotros dependíamos de las gestiones que hacía el gobierno a través de esta organización y también las asistentes sociales o trabajadores sociales de las municipalidades, para irnos de ahí porque ellos nos encontraban, eran los municipios, yo lo se ahora, en esa época no sabía cómo funcionaba, yo lo se ahora que los municipios eran los que te decían yo acojo cincuenta refugiados en mi municipio y les busco casa y los inscribimos en la oficina de trabajo pa encontrarle trabajo también, entonces dependíamos de eso, de qué municipio nos podía acoger y además en las entrevistas que nos hacían todas las semanas venían a entrevistarnos, qué sabíamos hacer nosotros, qué habíamos hecho antes, pa ubicarnos también en trabajos, entonces de eso dependía. Nosotros no sabíamos así que, mi compañero había dicho lo que había trabajado en logística en el ejército antes y que de eso podía trabajar en cualquier cosa, pero había gente que dijo yo soy, yo soy ingeniero de tal y yo quiero trabajar en tal cosa y en

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tal empresa, no en otra y quiero una casa en tal parte. Esos son los que se demoraron más en irse, pero tuvieron lo que quisieron y los otros no poh, habían unos, habían algunos que no querían nada poh si querían una casa no más y vivir libres y trabajar en cualquier cosa, entonces habían esas distinciones. A nosotros lo que me llama mucho la atención, me llamó siempre mucho la atención, cuando entramos la primera entrevista en la embajada, cuando entramos de este tira y afloja con los milicos en la puerta de la embajada, cuando entramos había un funcionario que venia de Holanda a hacernos una entrevista, la primera entrevista que tuvimos nosotros fue que nos contaron cómo era Holanda y nos preguntaron qué hacíamos nosotros, nuestro nivel de educación, profesión y me acuerdo que nos dijeron hay trabajo en los altos hornos y hay trabajo en los jardines municipales, nosotros yo me acuerdo que dijimos si si cualquier cosa, o sea en esos momentos… si nosotros estábamos escapando, o sea buscando seguridad, no estábamos haciendo carrera ni emigrando así para conseguir mejores condiciones de trabajo, entonces ahí es después donde se producen las confusiones, pero después de la práctica va quedando clarito. Por ejemplo aquí lo que tú me preguntabas, nosotros estuvimos por el hecho de que yo había tenido la guagua allá, apuraron encontrarnos una cosas, entonces tuvimos dos meses en el hotel, dos meses que fue para nosotros ya más que suficiente porque te imaginas en una pieza chica ahí, es un hotel poh, un hotel chico además, que tú no puedes comer cuando tú quieras, tomarte un tecito cuando quieres poh, o sea o hacerte una comida, además las comidas raras, los sabores raros, muchos… unos condimentos que se llaman ….., no se cómo se llama acá, que yo lo tengo aquí todavía, ese es holandés, holandés. Entonces tú perdiste los olores, perdiste todo de tu país, o sea los sonidos. Yo la primera vez que me desperté en ese hotel, yo no sabía donde estaba, yo pensé que estaba en otro planeta, porque yo escuchaba gente hablar y hablaban una cosa gutural. Yo sentí unos olores raros y miraba y una pieza chica llena de flores me acuerdo, flores, parece que en la época era en los murales, papeles murales eran así flores, que ahora están de moda, diseños flores oscuras con blanco y unos olores raros y todo raro y frío y calor. Frio y calor porque afuera hacía mucho frio y la calefacción te mantenía la pieza muy calurosa y a mi me costaba, mira estuve durante un año más o menos que todas las mañanas que me despertaba, donde estuviera, me costaba como un par de segundos darme cuenta de lo que había pasado y qué me había pasado y donde estaba, no era así como ah me acuesto hoy día y mañana si, no… como normalmente. Era todas las mañanas, en un momento que yo despertaba y tenía que ubicarme así que donde estoy, qué pasó, fue durante un año más o menos todo eso.

(06:10)

Entonces nosotros tuvimos… nos dieron una casa en un pueblo que se llama ……… (06:17), nosotros le decíamos Witor, porque no sabíamos pronunciar y por supuesto que muchos compañeros llegaban pa` otro lado pa` cuando decían donde iban. Era muy difícil la pronunciación. Nos dieron una casa en ……….. (06:32) era una casa de ancianos, pa´ nosotros súper linda, porque era una casita como letra A, las primeras fotos que mandamos pa` ca mi Mamá decía que

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preciosa la casa, que se yo, pero eran casitas de anciano que tenían. Esas casas son de ancianos, porque son sin subir escaleras. Ni edificios, ni otras casas… antiguas. Así que ahí nos dieron a nosotros y en ese pueblo, porque estaba cerca del aeropuerto y a mi compañero le habían conseguido… “le habían conseguido” un trabajo en el aeropuerto de logística, una cosa así, no sé de que era, pero la cosa es que fue todo mal, porque nosotros primero… ah… de partida yo pude dar a luz al hospital, porque yo me tenía preocupada sobre todo de cómo lo iba a hacer en la cama y además me asustaba mucho, me asustaba todo si nunca había tenido hijos yo poh. Me asustaba todo. Entonces me dijeron, porque yo estaba en malas condiciones, tenía una preeclampsia, estaba totalmente inflada, no me podía poder zapatos, nada. Tenían un envenenamiento en la sangre, no tenía casa. Yo iba a tener al niño… a la niña… no sabíamos que era en el hospital, entonces yo me fui creo que un día antes al hospital, tenía muchos dolores de antes. Tuve antes… ya había estado con tratamiento, sin comer nada no sé cuántos días me tuvieron, además yo no entendía nada lo que me decían, no todos hablaban inglés en el hospital no me hablaban, no me hablaban. Me acuerdo que me hicieron una punción, no me preguntaron, fue algo muy doloroso, yo ahora se lo que es una punción. Todo lo que me decían, yo no sabía lo que me decían porque no…. yo era súper joven, no hablaba holandés, ellos no se veían con la obligación de explicarme todo, entonces me hicieron una punción así directamente y me dolió mucho, mucho, yo no sabía lo que me hacían. La cosa que yo cuando tuve que parir digamos, yo pedí anestesia, anestesia y me dijeron, ahí me dijeron en inglés si estaba loca, que eso no que en Holanda los partos eran normales, que eso le hacía mal al bebé y que no, así que y si no me apuraba iban a tener que apurar el parto, fue bien terrible eso también, la cosa es que el niño nació anticipado además a los ocho meses y era demasiado chico en comparación a los que habían ahí, lo metieron en una incubadora y era como un ratoncito así chiquitito y moreno, negro y peludo y los otros eran así, eran como esos muñecos así como grandes como ya crecidos y todos pelados, rubios, rosados y éste era así, que yo me acuerdo que lo vi y después me lo quitaron altiro y lo llevaron a incubadora y después fui a descansar, al día siguiente cuando voy a verlo y me dice ahí está su niño, veo todos los niños ahí en la incubadora y voy mirando, cuál será el mío decía yo poh y yo vi a éste y tan feito el pobrecito dije yo, pobrecito…

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00:00:00 – 00:09:32

Patricia Vera:

… cuál será el mío decía yo poh y yo vi a éste y tan feito el pobrecito dije yo, pobrecito de donde será este niñito, con sus manos así y así negrito coloradito y con pelo y los otros eran todos así como esos muñecos que venden de goma y me

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dicen ahí está su hijo, pobrecito, yo le cuento todo ahora y digo oh que lindo pobrecito perdón, perdón, lo había encontrado tan pobrecito, ese era mi hijo, en comparación con los otros. Pero mira ahí el primer tiempo, los holandeses estaban aprendiendo con nosotros también, como a acogernos y también lo de la diversidad porque todo lo que era diverso era como inferior pa ellos y ellos tenían que dar la lección, entonces conmigo hicieron cosas bastante inhumanas encuentro yo porque a mi nunca me informaron, lo que es ahora ley de informar a los pacientes de todo lo que están haciendo y evitar el dolor y en esa época a mi no me informaron nada lo que me hicieron, después a mi me sacaron la leche, no me preguntaron, me la sacaron de una manera dolorosa, porque estaban haciendo clases, enseñando cómo se hacía seguramente en otros países, entonces me la hicieron a presión amarrándome un pañal así en las pechugas y me dieron dos pastillas y nada pal dolor, no dormí en toda la noche, lloré toda la noche y después yo pregunté, yo quería darle leche al niño porque yo había aprendido aquí y mi mamá a pura leche de ella hacía crecer a los niños y como este era prematuro y ahí me dijeron no, no aquí no es necesario, la leche de aquí de Holanda es casi igual que la de la madre, así que no y además tú ya no tienes leche, o sea así me trataron y entonces él… tampoco yo sabía que la leche era, se podía encontrar en distintas marcas por ejemplo, entonces yo buscaba siempre la leche de Nutricia, es como Nestlé una cosa así, Nutricia esa era la marca y mira a veces no había Nutricia y yo recorría todo Holanda buscando la maraca Nutricia, nunca me explicaron que se podía tomar otra leche y de otra marca poh. Ese tipo de cosas ves, entonces yo le digo a mi hijo que a él no lo crío la Patricia sino la Nutricia. Entonces claro al principio fue así como que los holandeses en general nos recibieron muy bien, políticamente muy bien porque era un gobierno social-demócrata y que se la jugó porque recibía…Holanda recibiera refugiados, que habrán recibidos unos tres mil y tantos, tres mil y tantos, tampoco es mucho, pero es que el embajador que había antes por ejemplo, el gobierno de antes no quería nada pero justo hubo un cambio ahí, entonces a nosotros nos acogieron bien. Había un movimiento de solidaridad con Chile bastante grande, entonces nosotros en general, los estudiantes, la gente, los políticos, para ellos éramos como héroes y todo porque habían seguido mucho el proceso de Allende y lo admiraban , entonces para ellos fue un golpe también muy grande, el golpe de estado acá , entonces fue muy terrible y tenernos ahí era que todos querían hablar con nosotros, todos querían que nosotros le contáramos cómo había sido, estas mismas entrevistas así en todas partes querían hablar con nosotros, entonces los estudiantes sobre todo y nos hacían entrevistas, nos pedían y nos trataban súper bien, pero en la así lo que te cuento anteriormente, la vida cotidiana, así la relación cotidiana, ocurrían ese tipo de cosas, también mucho ignorancia también por parte de funcionarios para acoger a refugiados también, yo me doy cuenta después cuando venían refugiados de guerra y todo eso, bastante ignorancia al principio. De ahí, bueno ….. estuvimos un año, nos fuimos a …. Finalmente con el niño, el niño lo saqué de la incubadora y a los días después le dio una infección y yo no tenia idea, yo lo fui a devolver, no sabía donde llevarlo, no sabía porque ya nos habíamos cambiado a ese pueblito ….. y ahí no había hospital, no había nada, era como un pueblito de cuentos, de cuentos, era todo lindo, todo limpiecito, no había un papel en la calle, nada era todo así ordenadito, el agüita donde tiene que estar,

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el pastito como tiene que estar, las casitas así, dos edificios no más, todo muy ordenadito, yo no veía un hospital, había un centro comercial chiquitito, ahí había un supermercado para ir a comprar, era como que te habían metido en un cuento, en un libro de cuentos y tú habías salido de afuera de todo este horror, pero también familiar y te habías metido en un libro de cuentos. Entonces por un lado era bien bonito, pero por otro lado era, o sea no sabía, o sea pa tu vida cotidiana, tus familiares tampoco, tu comida rica tampoco, no había nunca más cazuela, nunca más empanada, nunca más nada de eso, pero también tú prendes la radio, nunca más escuchaste nada en castellano que te digan buenos días o te digan este es Radio Cooperativa no se, nada, nada, o sea puras cosas que tú no entiendes y de música, nunca más música cómo la que escuchamos nosotros, la que escuchas tú todos los días, la que se escucha aquí, nunca más, todo me parecía marcha, todo era como marcha, todo en alemán, holandés y de repente entonces de repente escuchabas a George Baker Selection que era conocido aquí y como eran holandeses se tocaba allá, esa como era lo más cercano, Abba que era famoso en todo el mundo, fue mi grupo preferido, todos los días Abba porque lo había escuchado acá y el resto nada, a otro el Demis Roussos sonaba allá y también sonaba acá, entonces eso era como lo conocido allá y el resto nada, olvídate o sea esas eran mis músicas más latinas, más que me acompañaban todos los días. Así que, así fue los primeros años, fueron súper terribles, el trabajo en el aeropuerto fracasó, o sea nos cambiamos de casa y todo por ese trabajo, pero resulta que ese trabajo no se lo quisieron dar porque éramos refugiados políticos, ellos, los refugiados políticos éramos conflictivos para ellos, de donde fuéramos, de derecha, izquierda, no importa eran refugiados políticos, gente conflictiva, entonces no podía estar una persona así en el aeropuerto, porque es un lugar de seguridad pa ellos, entonces no funcionó eso y no se cómo fue, a través de la misma asistente social de la municipalidad que fue encargada de comprar los enceres para la casa, llegó a trabajar en una fábrica de lámparas , como operario para armar lámparas, las lámparas ….. y esa fábrica traía la materia prima de España, entonces algo tenía así como… ahí bueno lo aceptaron ahí y después yo también fui a trabajar con la guagua y todo, pero yo iba a hacer limpieza, a limpiar los baños, las oficinas, todo eso, porque la señora asistente social dijo que yo también tenía que trabajar y ella recibió un dinero del Ministerio de Finanzas, todos los municipios que acogieron a refugiados, recibieron un dinero para comprar, eran los presupuestos que habían para la acogida de refugiados, entonces para que nos compraran ropa y nos compraran enceres para la casa, pero la señora decidía qué enceres yo necesitaba, por ejemplo a mi me compró una máquina de coser, yo no sabía coser poh, pero ella decidió que yo necesitaba una máquina de coser. Yo prefería un equipo de música y yo le dije yo no se coser, pero esa plata yo prefiero cambiarla por un equipo de música y la señora dijo pero qué va a hacer con la música. La máquina de coser usted porque cualquier cosa usted puede coser y vender, entonces mira fue una pelea ahí, fue una discusión no que pa nosotros los latinos la música es muy importante y porque nosotros y bueno… al final tuve las dos cosas, máquina de coser y equipo de música, pero ella decidía. Por ejemplo cuando nos salieron a comprar ropa, éramos como los huerfanitos, la ropa la compramos cuando estábamos en el hotel, el señor Faber que era el funcionario del Ministerio de Finanzas, nos

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acompañó en grupo a comprar ropa, entonces él tenía una lista, un impermeable y un abrigo para cada mujer, íbamos en grupo de mujeres y los hombres a parte y tenía lista así poh, un abrigo y un impermeable, ropa interior ésto, un chaleco, tenía así una lista….

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00:00:00 – 00:01:24

Patricia Vera:

… y los hombres a parte y tenía lista así poh, un abrigo y un impermeable, ropa interior ésto, un chaleco, tenía así una lista, entonces todos teníamos… nos llevó al mismo almacén, entonces todas nos compramos la misma ropa, entonces andábamos todas, andábamos como con uniforme, cuando salimos a la calle todas con un abrigo de piel blanco, los hombres todos con una chaqueta verde olivo porque se quedaron picado con el golpe, tuvieron que quemar todas esas cosas y allá todos compraron impermeable verde olivo y el señor Faber el funcionario nos llevaba a comprar esas cosas. Yo tengo entendido que en Francia por ejemplo, después de los tres meses ya no los ayudaron más poh, cada uno se las tenía que arreglar. No aquí en ese sentido, nos acogieron bien y esa fue una de las razones por las cuáles no nos fuimos porque la idea nuestra era, como lo hicieron otros no, salir por Holanda y después irse a otro país. Los comunistas se fueron todos a la DDR o a la Unión Soviética, los que salieron todos por Holanda, salieron por Holanda y nosotros entonces pensábamos irnos a Francia y resulta que cuando vimos esto nos dijeron no! no se vengan, algunos no se vengan a Francia que aquí no tenemos na, no tenemos ni trabajo, no sabemos cómo comer, entonces nos quedamos poh dijimos bueno y con la guagua y todo, dijimos no nos conviene, después más adelante nos vamos.

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Periodista (Walter Roblero):

Y cuando sentiste tú que se afirmaron un poco ya?

- no nunca

Nunca, siempre fue…

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00:01:34 – 00:07:58

Patricia Vera:

No después…. Es que la onda era, el primer año era todo así tan incierto, todos pensábamos que en ese año volvíamos, si era una cosa de meses o máximo un año. Los análisis políticos de la Unidad Popular, que nunca aceptaron la derrota, nunca se sintieron derrotados, entonces también habían peleas políticas. A nosotros en el hotel nos hicieron, parece que lo mencionaron en la discusión, la primera también, de que como habían muchas infiltraciones también acá, algunos compañeros, no se si los nombraba el partido o se arrogaban ellos ese rol, empezaban a investigar a los compañeros refugiados, entonces a nosotros nos hicieron algo, cometieron muchas injusticias nuestros compañeros también y por ahí corrió la voz de que nosotros éramos agentes, o sea que mi compañero como había sido militar y eso, era agente del CIM, del CIM de esa época, entonces empezaron a… a nosotros nos aislaron en el hotel y yo sin saber, nosotros no sabíamos qué pasaba, no sabíamos y después fue un compañero del MIR y un compañero brasilero que estaba con nosotros en el hotel, el que nos dijo, oye hubo una reunión de la Unidad Popular y dijeron esto, esto y esto, arréglenlo ustedes porque va a ser muy feo. Así nos enteramos y por curas holandeses, que yo te conté que yo había conocido de antes aquí, los curas holandeses con los que empezamos a militar, que los encontré allá y cuando me acerqué a ellos, uno no quería hablar conmigo, dijo yo no puedo hablar contigo, o sea todos tuvieron orden de no hablar con nosotros y uno de ellos dijo yo lo único que te puedo decir, es que a ustedes, están siendo investigados y se los van a llevar a una casa en el bosque, así que ten cuidado y yo… eso fue antes que naciera el niño, yo no entendía que pasaba, entonces eso se solucionó cuando nosotros hablamos, pudimos contactar al jefe del MAPU en esos momentos allá, que iba al hotel. El jefe del MAPU en ese momento allá afuera en Holanda, era Miguel Ángel Solar, que fue dirigente de la toma de universidad en los años, a fines de los años sesenta, que fue un personaje y él no estaba en el hotel porque lo habían sacado antes y estaba trabajando con los altos Hornos y pedimos hablar con él y él me dijo, él dijo yo soy cristiano por eso voy a hablar con ustedes, cuando le contamos lo que estaba pasando, entonces él empieza a preguntar de donde veníamos y empieza a preguntarle a mi compañero todos sus antecedentes y se dio cuenta que mi compañero conocía muy bien al Secretario General del MAPU, que había vivido con él en Concepción, entonces sabía detalles que nadie más podía saber, él dijo ya yo voy a investigar esto dijo y dijo si me equivoco, soy cristiano dijo, si me equivoco espero convertirlo a ustedes y si tengo razón es que cumplí con mi deber. Se demoró como un año, él investigó todo eso, pero nosotros por mientras… ah y se dio cuenta, dijo yo no creo que vayan a mandar a un agente con la mujer a punto de tener un hijo, ni es un agente tampoco a punto de tener un hijo, así que ahí no me cabe mucho. Nosotros fuimos uno de los sospechosos para la Unidad Popular, hasta que se limpió nuestro nombre por supuesto porque él hizo la investigación y después volvió claro y dijo que esto había sido un rumor mal intencionado de uno de los compañeros, entonces ahí quedaron todos, todos quedaron suspendidos y él dijo yo voy a construir el partido con ustedes acá. Pero

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después con esas cuestiones políticas que pasaron, a mi después me echaron del partido, o sea me suspendieron porque mira habían muchas rencillas por poder y ese tipo de cosas, entonces yo ya como ya venía del año setenta y dos que te decía, cuando el movimiento sobre pasa la dirección de los partidos, yo ya venía yo esta cuestión no calza, la manera de funcionar de los partidos tan piramidal, tanta pelea por el poder, o sea que se olvidan del para qué están peleando, o sea pa mi… yo empecé a hacer entrevista con los compañeros. Yo era la única mujer que participaba de todas estas discusiones políticas y las compañeras estaban en la cocina. Ahí me hice feminista también y nosotros conversando de alta política y ni nos dábamos cuenta quién nos llenaba el vaso de café o nos ponía unas sopaipillitas cachai, ni bola con eso y yo le empiezo a preguntar a los compañeros, porque me parecían unas discusiones súper vacías de contenido, hablaban de la causa, estamos todos en la causa porque hay que trabajar para la causa, cuando yo empecé a preguntar cuál es la causa compañero? Empecé a preguntar, a ver cuál es la causa porque me parece aquí algo que no estoy de acuerdo y sabes que, bueno empezaron a discriminarme, a decir que yo no tenía nivel político, que la compañera no tenía nivel político, que va a venir un compañero de Francia a hablar con usted, mejor que no haga nada y yo tenía un rol importante porque yo hablaba, como hablaba idiomas yo era como la relacionadora pública con las organizaciones holandesas y partidos políticos holandeses y ellos no hablaban, entonces me prohibieron hacer eso, entonces y yo mira, sabes qué más yo cuando me empezaron a decir de la causa y que el partido tenía que dirigir y que los compañeros obreros no podían porque con ese nivel de obrero cómo van a poder dirigir un país, estamos totalmente en otra causa entonces. En esos momentos y que a mi me dijeron no haga nada compañera hasta que venga el compañero a hablar con usted para que le de la línea política y yo dije yo no, no era pa esto poh, no era para esto, entonces ahí nosotros… y yo me retiro del partido y se retiran todos mis otros compañeros y después de todo lo que nos hicieron pasar, que yo temí hasta por mi vida aquí y después con ellos, dije no.

00:07:59 – 00:09:45

Periodista (Walter Roblero):

Patricia, qué te parece si dejamos la entrevista hasta acá, vamos a tener que hacer otra sesión.

- Ya poh

Ya, así que nada, no….

- Pero te parece que

No te preocupes por el tema tiempo, nosotros estas cosas….

- Ni los detalles, porque yo me meto en otras….

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Estas cosas las tenemos contempladas y para nosotros es mucho mejor que tengas este nivel de descripción y de detalle en la entrevista.

- Si?

Así que vamos a ver cuando logramos así hacer coincidir nuestros horarios para hacer la segunda parte, en estas mismas condiciones.

- Ya

Tú ahora vas…

- Pero acuérdate que yo voy a viajar poh

….vas a viajar si, te vas la próxima semana

- Yo me voy el siete

El siete

- o sea queda toda la, queda ésta y toda la próxima.

Déjame, mira las cámaras se van mañana pa regiones, vuelven la próxima semana, la próxima semana lo tenemos casi agendado todo, pero yo creo que podría ser entre jueves y viernes que pudiéramos hacer la entrevista.

- De esta semana?

No de la próxima

- De la próxima

si

- Qué día es, a ver, qué día es? Mira ahí , ahí está julio, arriba, la primera semana.

Primero martes, miércoles dos, jueves tres.

- Jueves tres o viernes cuatro?

O viernes cuatro. Claro déjame ver la agenda allá en el trabajo…

- ya

… y te lo confirmo, te llamo cuando esté allá, te parece?

- ya perfecto

Pero de todas maneras lo vamos, yo creo que lo vamos a hacer la próxima semana

- ya

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ya. Entonces vamos a anotar aquí adonde quedamos…

- eso, tienes que acordarme porque sino…

quedamos en cuando decides irte del partido.

- del partido y estábamos viviendo en …..

ya

- en ….

Voy a cortar…

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FIN DÍA 1

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TRANSCRIPCIÓN PATRICIA VERA

Fecha de grabación: Viernes 4 de julio de 2014 (día 2)

Lugar: Departamento de Patricia

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Periodista (Walter Roblero):

Estas son las entrevistas del Archivo Oral del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, este proyecto se llama “Los caminos del exilio”. Hoy es viernes cuatro de julio del año dos mil catorce, esta es la segunda sesión de la entrevista con Patricia Vera, estamos acá en su casa.

Te agradecemos Patricia de nuevo por recibirnos para esta segunda entrevista.

- Bienvenidos

En la sesión anterior, habíamos quedado bueno, nos contaste de los problemas que tuviste tú y tu pareja cuando llegan a Holanda y digamos comienzan a ser investigados por tus compañeros del MAPU y posteriormente nos contabas también cómo te habías salido, te habías desvinculado del partido ahí en Holanda. Ahí quedamos digamos…

- ya

…así que podemos seguirle dando pa delante.

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Patricia Vera:

Bueno, en esa época yo estaba viviendo en ese pueblo que te dije que se llama ….., que te dije cómo se escribía porque es difícil pronunciar, pero fue en ese año en que se aclaró la situación política nuestra, gracias a la acción y la investigación de Miguel Ángel Solar que era el digamos el jefe o encargado del partido en, allá en Holanda y en esa época era casi clandestino incluso en Holanda, porque él quería regresar, quería regresar lo antes posible a Latinoamérica por lo menos, entonces por eso su acción no era muy pública, pero él fue pieza clave en esto. La situación se aclaró y por supuesto que nosotros quedamos comprometidos ahí en el partido, pero también en esos momentos había un gran grupo de exiliados que

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habían sido dirigentes sindicales fundamentalmente, que estaban como desencantados con sus partidos, entonces ahí tuvimos un… hubo, podría decirse como dos corrientes de acción política y solidaria entre los exiliados y también con los holandeses, porque los holandeses seguían las actividades de la Unidad Popular, formal digamos, los partidos formales y la CUT, que la CUT no existía porque había sido totalmente destruida, pero igual había un representante allá, que nosotros pensábamos representa no se a quién representa, porque el movimiento estaba totalmente destruido acá y lo que había como para reconstituir o pelear, defender un poco qué derechos laborales, derechos humanos, era el CODEHS, que era el Comité de Defensa y los Derechos Humanos y Sindicales de Clotario Blest, que era lo único que hacían acciones y trabajaban con un grupo de mujeres feministas también, en esa época, entonces la solidaridad holandesa seguía como los cauces conocidos de antes de la Unidad Popular, apoyando los partidos, organizando acciones con los partidos con la Unidad Popular y paralelamente había un movimiento como alternativo de trabajadores que se llamó incluso, se llamó el Grupo de Trabajadores Independientes, del cuál yo formé parte también, porque me parecía después de toda esta experiencia, de que en realidad había que como adaptarse a las circunstancias nuevas, si la Unidad Popular ya no, o sea estaba como en el exilio, otras estaban…las estaban destruyendo acá, estaban en clandestinidad, pero había otra cosa, otro movimiento que estaba como surgiendo ahí y resistiendo no, resistiendo aquí a la dictadura y también organizándose y lo lideraba Clora ….., entonces con don Clotario Blest, nosotros bueno, creamos el CODEHS allá en Holanda y después en Europa, o sea nos coordinamos y ellos acá, el CODEHS de acá con don Clotario editaban un boletín del CODEHS, el cuál nos mandaban para allá con noticias y nosotros editábamos el boletín del CODEHS en Holanda y después europeo, entonces eran como dos grupos como alternativos y por eso que también nosotros por ejemplo, después nos vinculábamos más con movimientos, los movimientos crackers que se llamaban allá, que son como los quoters, no se si… los movimientos que se toman las casas…

- si, si

Los crackers, ellos eran muy… bastante radicales y habían también algunos anarcos, pero no como los anarcos como los que se conocen ahora, sino que anarcos sindicalistas, de la corriente de los españoles, de la resistencia española y eso, entonces y yo y nosotros después nos dedicamos más a trabajar en ese ámbito, más que con los partidos políticos tradicionales, ya sea de la Unidad Popular o de Holanda porque también nos pareció una responsabilidad muy grande que el partido… ahora es uno de los partidos más importantes y que representa la izquierda en Holanda, el partido socialista holandés que pequeñito, siempre fue pequeñito, pero a nosotros nos pareció una irresponsabilidad muy grande de que ellos después de que se echó a correr el rumor de que nosotros veníamos como agentes del SIM en esa época, era el Servicio de Inteligencia Militar Chileno, que el partido socialista, que creció en …., nació en …., en el sur, en la provincia del sur de Holanda, dijo que habían hecho una investigación y que en realidad nosotros no éramos agentes del SIM, sino que éramos agentes de la

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CIA, entonces y eso agrandó más y agravó más la situación, por eso que después posteriormente cuando se aclaró todo, nosotros ya no quisimos seguir trabajando digamos con ellos, porque nos parecía que eran muy irresponsables, entonces muy muy liviano, todo muy liviano, cuando en realidad, la realidad aquí en Chile era distinta, o sea la Unidad Popular ya no existía aquí, o sea la CUT había sido destruida, yo me acuerdo que escribí un artículo que lo llamé La CUT ha muerto, viva la CUT, haciendo toda una trayectoria de toda la historia de la CUT, fundada por don, no cuál fue, Clotario Blest el primer presidente hasta el golpe de estado con la destrucción de la CUT, entonces nosotros pensábamos que había que hacer un homenaje, pero ahora hay otra cosa, ya no existía más la CUT, pero sin embargo en Holanda y en el exilio seguían habiendo dirigentes de la CUT y que iban a hablar a nombre de la CUT, entiende, entonces a nosotros nos parece que eso no era correcto, no porque estaban como reviviendo un muerto y no se adaptaban a las necesidades de los trabajadores, de la gente que estaba siendo torturada, asesinada aquí en Chile. Esa fue como la posición política nuestra, no lo quiero llamar disidente sino que alternativa y conseguimos si solidaridad con grupos en toda Europa.

00:07:25 – 00:07:27

Periodista (Walter Roblero):

Toda esta situación…

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Patricia Vera:

y conseguimos si solidaridad con grupos en toda Europa.

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Periodista (Walter Roblero):

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Toda esta situación que se generó con esta investigación y a que ustedes los pusieran en tela de juicio, hizo que te desencantaras de los partidos?

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Patricia Vera:

Claro, claro por supuesto, pero no solamente eso, no solamente eso… fue el llegar allá, el ponernos en una situación distinta… cuando te quitan el escenario donde tu te mueves, tienes roles, juegas roles, te quitan el escenario tu quedas como más desnudo jugando al rol sin el escenario o el ambiente que te ayuda, entonces eso fue lo que a mi me mostró por ejemplo lo que muchos compañeros hombres, militantes eran súper machistas, eran… no sabían pa` donde meter los goles, me entiendes, o sea, hablaban muy en abstracto de… me parece que lo dije la otra vez… muy en abstractos en de la causa. Creo que lo dije, la causa. Esa pa mi fue fundamental también y el rol de las mujeres que estaba escondidas. Pa` mi fue un conflicto porque a mi igual me gustaba la política, me gustaba discutir de política, en vez de estar en la cocina hablando de los niños poh. O sea me gustaba. Me gustaba las dos cosas, entonces por eso esas dos cosas contribuyeron a que yo me desencantara de los partidos políticos.

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Periodista (Walter Roblero):

Y en ese sentido, hablando de cómo desde un… quizás desde una perspectiva de genero, entrar en el contacto con la sociedad holandesa hizo que te pudieras desarrollar más como mujer, en tus ideas, en tu forma de ver el mundo…

00:01:52 – 00:10:07

Patricia Vera:

Si, por un lado si, pero por otro esto que te estoy contando yo no tenía como un… una base ideológica o no lo podía poner en ideas o en palabras o en teoría. Algo que no encajaba, algo muy grave que no encajaba. Esto que te estaba contando, o sea conversar con los compañeros que ellos tenían que ser los que dirigían el proceso revolucionario. Ellos no y no los trabajadores porque no tenían la capacidad, menos las mujeres por supuesto, ni se hablaba, las mujeres eran las que tenían que llenar las tasas de café, las copas de vinos, servir las cosas para los compañeros dirigentes y cuidar los niños y a la vez yo veía como las mujeres se adaptaban súper fácil y aprendían el idioma, porque estaban ellas en la vida cotidiana. Y a los hombres les fue pésimo, porque perdieron su rol, perdieron su trabajo, el rol político, el prestigio que tenían político, porque allá eran unos extranjeros más. Y además éramos todos cabezas negras, entonces para los

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holandeses éramos de cualquier lado, o sea en general, el que sabía quién era más consiente políticamente y sabía que veníamos de Chile, sabía todo el proceso que había pasado en Chile, lo respetaba mucho, pero el pueblo en general… nosotros éramos extranjeros migrantes común y corrientes tal como los turcos, los españoles que íbamos a trabajar allá. Entonces, claro, todo eso hizo que los hombres cayeran en unas depresiones terribles, entonces se refugiaban en sus partidos, no? y organizaban peñas y ellos daban los discursos y las mujeres hacían las empanadas y atendían, entonces todo eso yo no encontraba un… el… contexto teórico, no lo podía ubicar y el año setenta y seis yo entré estudiar en la universidad… ah, pero yo me salté un año si poh, porque yo de ahí cuando empezó la… que me retiré del partido y este desencanto, nos fuimos a …………… (04:02), porque… yo no sé si conté, pero cuando estábamos en ……………… (04:06) estábamos ahí, porque nos iban a dar trabajo a mi compañero en el aeropuerto y al final no lo aceptaron y terminamos los dos trabajando en una fábrica de lámparas, ya?

(04:19)

La fábrica de lámparas… el dueño de la fábrica de lámparas traía los accesorios desde España y tenía un hijo el dueño que era un hippie… le decíamos.. y todos le decían el hippie, pero era un hippie con plata… bueno, como eran los hippies. Y él había vivido en Chile, entonces él hablaba español y cuando supo que su padre tenía un obrero y una obrera… bueno yo limpiaba, limpiaba las oficinas, los baños y con mi guagua recién nacida, porque tan poco tenía donde dejarla… la dejaba por ahí con vecinas mientras iba a limpiar. Igual teníamos que trabajar. Cuando él se enteró que habían chilenos en la fábrica de su Papá nos fue a conocer. Él iba como… como interprete, cuando venían los españoles a hacer negocios con su Papá aparecía él y así lo conocí yo, súper elegante, con un pelo largo, rubio largo, así como Jesucristo. Claro, no sabemos como fue Jesucristo, pero se lo pinta así. Y con un terno –que me llamaba mucha la atención- era un terno azul, claro de terciopelo, súper raro… entonces nos fue a conocer. El padre nos presenta y le dice que nosotros somos chilenos y él habla perfectamente castellano. Dijo que había estado en Chile y que conocía gente del MIR, entonces mira que raro todo esto. Y creo que era el aniversario del MIR en esa fecha y el nos invita, “vamos a Amsterdam al aniversario del MIR y quiero que conozcan a un amigo holandés que es casado con una chilena”. O sea él nos quería relacionar con la gente que conocía y eso lo hicimos. Al final terminaos re-amigos del hippie y el hippie nos presentó a un holandés ……….. (06:17) que trabajaba y estudiaba en la Universidad de ……….. (06:23), que es la Universidad agrícola y ahí …. Es una ciudad en Holanda que está en el sur, casi pal lado de Alemania y que está como en el campo. Y ahí está la Universidad agrícola… no es la universidad, le decimos universidad, pero es la Escuela Superior, porque allá no todo se estudia en la Universidad. La Escuela Superior de agricultura de ………… (06:47) es la más prestigiosa del mundo… era en esa época y ahí mismo al lado tenía el Centro Nacional de agricultura donde venían inminencia de todas partes del mundo, entonces era un pueblito con puro olor a vaca, súper campesino, chiquitito, pero súper internacional, pero no de los migrantes trabajadores así como en

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Amsterdam. Eran estudiantes y profesores. Entonces este amigo vivía ahí en …………. (07:21), entonces él nos dijo que durante la Unidad Popular había habido un convenio entre esa Universidad y el gobierno de Allende para llevar estudiantes, entonces… y como hubo el golpe quedaron un montón de becas, entonces él nos invita, nos dice “váyanse para allá a estudiar”, porque hay becas, entonces dejen este trabajo de mierda que estábamos haciendo ahí… y ustedes son… éramos… yo era estudiante, mi compañero había estudiado sociología, pero él era oficial, o sea, él era profesional. El dice… váyanse pa` allá.

(07:55)

Así nos fuimos. Eso fue terrible, porque había que hacer todos los trámites para entrar a la Universidad, los trámites los hacía yo, porque mis compañeros trabajaban. Lo hice para nosotros y para otros compañeros que vivían en ……….. (08:14) dos familias de chilenos en ese pueblo y los otros chilenos casualmente conocían a la esposa del …………… (08:24) que era chilena. Del sur, entonces ellos se conocían, así que armamos un grupo como para irnos todos a …………. (08:32) juntos. Bueno, y yo iba a ser los trámites, porque yo hablaba inglés y un poquito holandés. Entonces los compañeros me cuidan… ahí nos turnábamos, trabajaban, el otro me cuidaba la guagua y yo partía de viaje a ……… (08:46) a hacer los trámites, a preguntar que teníamos que hacer, a buscar casas, como entrar a la Universidad. Los otros compañeros podían entrar fácilmente, porque eran Ingenieros y técnicos agrícolas y mi compañero también, tenía que dar un examen, pero como el había estudiado Ciencias Exactas podía, y yo no, porque había estudiado psicología en Chile, entonces no tenía ciencias exactas. Para mi fue siempre más difícil todo. Desde mi postural al género, no?, entonces tuve que dar exámenes y tuve que seguir cursos y cuidar la guagua y mis compañero no eran como… que… no poh, súper machistas todos poh, entonces empezamos a tratar de usar esa becas para sacer gente de las cárceles, sobre todo a los compañeros del MIR … estos compañeros eran del MIR, del sur, eran compañeros que estaban en el centros… en los centros de tortura o en las cárceles acá, campos de concentración, usar esa becas para ofrecerlas y sacarnos, no? Eso empezamos a hacer, pero nosotros estuvimos un año solamente y después del año empezaron a llegar los compañeros de las cárceles, pero en ese año yo no pude entrar a la universidad de ………….. (10:06).

00:10:08 – 00:10:17

Periodista (Walter Roblero):

Esos compañeros que estaban prisioneros políticos era gente que estaba en los procesos de conmutación de pena?

00:10:18 – 00:13:01

Patricia Vera:

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Eso se pedía, nosotros el trabajo solidario que hacíamos allá junto con Amnistía International, era eso… era solicitar la conmutación, pedir que se decretara el decreto 504, Era el trabajo político nuestro de solidaridad. Uno, mandar el dinero… juntábamos el dinero, mandábamos dinero a la… a la resistencia, nunca supe pa` donde iba…

Periodista (Walter Roblero):

Al FASIC seguramente…

Patricia Vera:

No sé…

Periodista (Walter Roblero):

Era como el organismo que estaba metido en eso…

Patricia Vera:

No sé, a través de los partidos también…

Periodista (Walter Roblero):

Ahhh

Patricia Vera:

Claro… eso era a través de los partidos, pero claro… eran como las acciones más masivas de solidaridad que seguramente eso iba al FASIC o a Sindicatos, no sé. Nosotros mandábamos a Clotario Blest al CODEHS… pero, el trabajo era juntar la plata, pero también difundir la situación en Chile, lo que estaba pasando, tratar de mantener contacto y de sacar a los compañeros. Conseguir de que Holanda presionara para que se les conmutara la pena a determinados compañeros que nosotros conocíamos poh. Uno era la pelea general contra la dictadura, que se yo, y por la liberación de los presos políticos, pero la otra era como la particular de la gente que tu conocías. Por ejemplo ellos que eran del MIR o los compañeros que eran de sur incluso, de su ciudad de Concepción y de sus alrededores que estaban presos, se trabajaba en ……………… (11:58) por ejemplo específicamente por ellos, no? y nosotros teníamos unos compañeros que estaban libres y todo, pero como nos habíamos retirado nosotros trabajábamos con los que venían, con los compañeros del MIR, compañeros amigos no?... y hacíamos ese trabajo de traer, de conseguir y en eso yo tenía un papel importante, porque… por el tema del idioma. Pero, los compañeros nuestros eran bastante machistas, entonces cuando llegó la compañera de uno de ellos con sus hijos a …………….. (12:41) nosotros ya nos habíamos cambiado a ………… (12:42). Nos conseguimos departamento para ellos primero y al final no me conseguí pa` mi, pero yo llegué de allegada a una casa de holandeses que se iban de vacaciones, entonces pa` que yo les cuidara la casa, me pasaron las llaves y nosotros vivimos ahí.

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00:00:18 – 00:03:06

Patricia Vera:

Entonces claro yo tuve que luchar en contra el machismo de los compañeros, porque cuando llegó la compañera de uno de ellos con los niños y yo no podía entrar a la Universidad, porque tenía que hacer un curso para preparar exámenes y eso me significaba estar casi todo el día afuera, por lo tanto no podía cuidar a mi niño. Uno de ellos dijo: “yo propongo…”… por que nosotros nos reuníamos entre nosotros los chilenos que vivíamos ahí. Entre nosotros y también nos reuníamos con gente internacional… y bueno teníamos todas esas actividades, pero el núcleo éramos nosotros los chilenos. Un compañero propuso comprar para las compañeras un curso de inglés en cassette para que no tuviéramos que salir de la casa. Esa fue una solución jeje, entonces alguna compañera dijo “si, buena idea”. Y yo salté, o sea, cómo se les ocurre… me van a meter a la casa. Como que no se daban cuenta, como que era una solución. Así que no… fue… al final yo terminé estudiando economía doméstica en una academia, porque no pude entrar a la academia de alto estudio agrícola, entonces terminé estudiando en una academia educación media, economía doméstica. Era como para dirigir por ejemplo hoteles o dirigir hospitales o hacer… de instrucciones o manuales de artefactos de la casa… como las lavadoras, los refrigeradores, todas esas cosas… Pa` eso terminé estudiando… no alcancé a terminar, porque igual me las arreglé con el niño y el niño se enfermó y una vez enfermo… o sea, yo tenía que volver a la casa. Así que volví a la casa otra vez. Estuvimos una año en …………(01:59) y en ese año se fue mi Papá. Mi Papá había quedado sin trabajo, porque a él cuando hacía eso de llevarnos el vino a la Embajada el chofer que tenía… ¿te acuerdas que conté eso? Que llevaba vino a la Embajada cuando yo estaba en la Embajada. El chofer que tenía lo denunció, entonces a mi padre lo echaron del trabajo y empezó a ser perseguido, entonces todos esos años… esos dos años fue bien terrible, entonces yo conseguí… le dije que se fuera pa` Holanda y que pidiéramos asilo allá para él y se quedara allá. No puede estar así, entonces llegó mi Papá. Lo trajimos, y lo llevamos a ………….. (02:47) el año setenta y seis, pero fue terrible. Mi Papá nunca había salido de Chile, nunca se había separado de mi Mamá más de un… nunca… ni días, entonces fue horrible, fue terrible… y llegar allá mi Papá enfermo de reumatismo. Fue un drama.

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Periodista (Walter Roblero):

¿Cómo cuánto años tenía tu Papá ahí en ese momento?

00:03:11 – 00:09:55

Patricia Vera:

Cincuenta y tanto… era joven si yo miro pa` atrás, pero ellos habían quedado muy afectado con esto del golpe, con que se les fue su hija regalona sin saber de ella, porque… yo les conté de los primeros días, primero meses no teníamos comunicación. No había comunicación y había que enterarse a través de otros países sobre la situación de nosotros, porque mandábamos cartas. Las cartas no llegaban o llegaban abiertas en bolsas plásticas, entonces fue todo el primer año de sin saber donde estábamos nosotros, como estábamos, como nos iba… y ya setenta y tres, setenta y cuatro, setenta y cinco ya empezó… empezamos a tener como más relación y ahí nos dimos cuenta lo que estaba pasando aquí con nuestras propias familias, porque también iban a la casa… algunos agentes iban a la casa disfrazado de gente de iglesia a decirnos que nosotros íbamos a volver… desinformando, entonces ahí nos enteramos que mi Papá estaba teniendo problemas y entonces le propusimos que se fuera. Y el entró por España, porque como nosotros los chilenos teníamos… problemas de visa. No necesitábamos visa para entrar a España, entró por España y después por tierra hacia… hacia Holanda. En ese año que se fue mi Papá yo no podía entrar a España, porque no sé si Franco se había muerto recién… o estaba vivo todavía… el setenta y seis… entonces… él era aliado de Pinochet, por lo tanto los exiliados chilenos no podíamos entrar a España. No nos dejaba entrar.

(04:59)

Yo no pude ir a esperar a mi Papá, entonces fue una amiga mía, lo recibió en España y mi Papá por su historia familiar con españoles que yo te conté… la historia familiar con los españoles que… el padre la abandonó… eso, no le gustan los españoles, entonces no quería quedarse ni un día ahí jeje. Fue terrible, porque yo llegué… fui a París y en París me quedé esperándolo, diciéndole a mi amiga que lo pusiera en el tren y me lo mandara a París, entonces mi Papá no quiso aguantar una noche. Llegó muerto a París de cansado y nos fuimos en auto… fue todo así con una trayectoria súper larga para poder recibir a mi Papá en Holanda en ………………. (05:43) donde estábamos nosotros. Porque nosotros también teníamos, le habíamos hecho… planificado como una estrategia con los compañeros, de sacar gente de la cárcel, sacar gente que necesitaba que estaba perseguida, gente que tenía problema. Nos dedicábamos a eso, entonces por eso hicimos toda una red. Y una de ellas viajé a España (que ya estaba en Holanda) a buscar a mi Papá, después con otro compañero fuimos a París a esperarlo. Esas eran cosas que se hacían mucho, no? sacando gente de Chile. Entonces sacamos a mi Papá… y mi Papá alcanzó a estar… tres meses o algo así y dijo que no soportaba estar lejos de mi Mamá con los dos niños. Tenían dos niños chicos, o

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sea mis hermanos menores… eh con los dos niños. Y mi Mamá que no era nada de tonta empezó a hacer trámites acá con… creo que con FASIC… no con OIM y ella… mi Papá estaba tratando de conseguir los pasajes allá para que se la llevaran, hacer el uso del derecho de reunificación familiar, pero mi Mamá ya tenía casi, ya tenía los pasajes conseguidos por OIM y mi Papá sin saber esto entró en una crisis terrible y nos hizo una huelga de hambre, porque quería venirse y nos hizo a nosotros una huelga de hambre y se encerró en la pieza y no quería saber nada, o sea, se sentaba a escuchar tango… a escuchar unos discos que me había llevado de regalo. Cumbias, tangos, cosas de chile, porque allá no se escuchaba nada. Allá yo le contaba que es otro mundo, o sea tu prendes la radio, la tele y es algo que tu… no te dice nada, entonces… y él fue tan terrible el desarraigo, además sólo, que empezó a adelgazar, adelgazar… y tuvimos que decidir… mandarlo de vuelta, o sea… ir a dejarlo a París… lo fuimos a dejar a París. Fue súper terrible, porque mi Mamá tenía los pasajes listos pa` venirse… pa` irse… y mi Papá llega sin avisar, llega golpeando la puerta. De nuevo devuelta en la casa, flaco y mi Mamá decía qué vamos a hacer con él. Fue un drama terrible.

(08:14)

Tanto así que después, a los dos años después tuve que llevarlos juntos, porque ellos que se querían tanto y siempre estuvieron enamorados, estuvieron a punto de separarse por esa razón. Por ese drama tan terrible, si estaba la escoba, o sea, la hija por allá, él se había ido, perseguido, mi Mamá tratar de irse con los niños, después llega a la casa… no. Fue terrible. Entonces eso también, ese año ahí, en ………………..(08:49) paso esto con mi Papá… él estuvo en …………….. (08:50), mi compañero entró otra vez en discusión con los compañeros del MIR de allá. Digo él, porque yo no. Estábamos con las mujeres, o sea, ellos peleaban mucho, se discutía mucho y peleaban, entonces se peleó con todos allá, se quitaron la amistad, porque recuerdo que oficialmente dijeron “Te quito mi amistad”. Fue así poh. Era nivel político, no? Te quito mi amistad política, entonces yo estuve ahí mal, porque estuve a punto de separarme también, porque él tampoco entendió esta situación o reacción de mi Padre. No entendía que nosotros nos quisiéramos tanto tampoco, que mi Madre y mi Padre fueran tan unidos, entonces le parecía como ridículo los sentimentalismo. Eso. Entonces fue bastante terrible, yo estuve a punto de separarme de él, porque empezó a tratarme mal…

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00:00:00 – 00:05:05

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Patricia Vera:

… bastante terrible, yo estuve a punto de separarme de él, porque empezó a tratarme mal, a tratar mal a mi Papá, entonces cuando mi Papá se fue… ah… porque él dijo, si tu padre se va yo también me voy, entonces bueno yo… ya me daba lo mismo. La cosa es que el finalmente accedió que mi Papá se fuera y lo fuimos a dejar a París y ahí en París, mi Papá había juntado dinero, y se compró… no había pasaje y me acuerdo que se compró en primera, porque había primera clase no más, gastaba toda la plata que tenía, que había juntado en esos meses. Y se fue en primera, y se fue, ni se afeitó, se fue así golpeando la puerta acá. Si como se hubiera ido a la esquina. Si mi Mamá casi se murió cuando llegóa aquí poh, bueno y de ahí nosotros pa` proseguir nuestra vida allá con la maleta lista año setenta y seis y no había… no se veía luces que… imagínate el año setenta y seis de que fuera a terminar la dictadura. Entonces ¿cómo volver?... la pregunta era como nos acercamos a América Latina, porque estábamos sufriendo mucho en ese país. Yo creo que él sufría más que yo en realidad, porque como te digo las mujeres como que nos adaptábamos más por la relación cotidiana que teníamos los colegios, con los niños, con los vecinos. Las mujeres aprendimos más rápido a hablar holandés, entonces sufríamos menos. Yo creo que los hombres sufrían más. Sufrían más, porque no tenían el espacio de prestigio que tenían acá como dirigentes políticos o tenían un trabajo. Su espacio en lo público, no? Y nosotras las mujeres estábamos como relegadas, doméstico. Allá nos manejábamos bien, además era mucho mejor para nosotros que teníamos ayuda. Todo era más fácil, todo era más cómodo. Vivir, las casas eran más cómodas, afuera hacía mucho frio. Todas las casas tenían calefacción, todas las casas eran alfombradas, en esa época estaban de modas las alfombras. Todavía no se usaba esto o no existía, pero todas las casas alfombradas, todas calentitas. El orden en los horarios, en los colegios. Los colegios eran espectaculares para los niños, entonces para nosotros era más fácil, pero para los hombres no… fue terrible.

(02:42)

De esa época el año setenta y seis una compañera, la Jeanette Miranda que sus compañeros eran del MIR, ella hizo una investigación sobre las parejas de chilenos el año setenta y seis y llegó a la conclusión de que el noventa por ciento de las parejas que llegaron juntas se separaron allá en Holanda, o sea fue un fenómeno social y fue justamente por este tipo de cosas, porque resulta que el otro fenómeno era que los hombres llegaban de las cárceles cuando ya las mujeres tenían armada su vida con los niños si ellos poh. No había espacio pa` ellos… en la vida cotidiana no había, porque ellos iban a llegar a una sociedad que no era la chilena, porque hubiera sido distinto, porque ellos se van un tiempo y vuelven acá, no sé como habrá sido aquí con los relegados cuando volvían. No lo sé. Per, si los hombres quedaban en las cárceles ponte ella se iban después de años… un año o meses volvían y las mujeres tenían sus vidas montadas con los niños, no? Y llegaban ellos y no había… estaban en la casa cesantes poh y muchos se negaban a hacer tareas domésticas, entonces tenías a un tipo ahí que no servía pa` nada, porque entonces… no había tampoco públicamente no…

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tenían un rol que jugar, porque no sabían el idioma, por lo tanto no tenían amistades, amigos holandeses, no tenían actividades afuera. La única actividad era juntarse con los amigos de partido. Ahora si tenían problemas con el partido, se quedaban solos aislados. Y para ellos fue súper difícil superar esa situación y las mujeres felices de la vida. Entonces ahí se produjeron muchas crisis y la mayoría de las separaciones fueron por eso. La mayoría… hubieron muchas que los compañeros, los dirigentes políticos se enamoraron de las traductoras. Los veían así como los héroes… los héroes que venían de la revolución y ellas los seguían pa` todas partes y traducían. Fueron muchas parejas en Holanda de hombres chilenos con holandesas.

00:05:06 – 00:05:10

Periodista (Walter Roblero):

¿Fue tu caso también el de la crisis? ¿Tu relación entró en crisis?

00:05:11 – 00:07:34

Patricia Vera:

Si, así entró en crisis mi relación también, pero con la diferencia que yo era militante y en los otros casos que te cuento, las mujeres fueron llevadas por sus maridos. Ellas nunca quisieron salir de Chile, pero por la situación política de los maridos pa` poder vivir en libertad juntos ellas tuvieron que irse, porque ellos eran los presos políticos, los exiliados, los que le dieron asilo, los que consiguieron ir a Holanda, entonces llevaron a sus mujeres. Entonces esa es la diferencia. Yo no sé cuál de las dos sufrimos más, pero fue así, entonces ellas estaban bien como te contaba, entonces fue mucho más fácil que se separaran, porque allá en Holanda ya no dependían del marido tampoco económicamente, dependían del estado holandés. Lo que yo digo, yo estuve… mi mejor amante o marido fue el estado holandés, porque te permitió o sea liberarte poh. No estar con una persona, porque te mantiene. Si estás con una persona, es porque quieres. Y eso lo podíamos hacer allá. Aquí se confundía eso, si el marido se iba, se quedaban todos en la calle sin ver a los niños. Y allá no, porque además habían ya comenzado a vivir solas, porque los maridos están presos, entonces cuando llegaron se producían unas crisis terribles. Crisis matrimoniales, los hombres con depresión y las mujeres también… ellas ya no querían volver atrás. Yo hice una investigación el año setenta… a ver… no, fue el año ochenta y tres. Después hicimos una investigación con las mujeres chilenas refugiadas en Holanda, que ahora que yo voy a Holanda voy a tratar de conseguirla, porque tenemos una versión en castellano que es más doméstica, pero está en castellano y donde nosotros descubrimos por ejemplo ya el año ochenta y tres… ochenta y cinco fue… descubrimos que la mayoría de las mujeres que se habían ido no querían volver a Chile y no lo podían decir, porque era mal visto políticamente. No podía, si

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las mujeres, las compañeras de los compañeros tenían que decir que tenían que volver lo antes posible. Y ellas decían, nosotros no podemos decir esto, pero no quiero volver a Chile. Y ese fue un fenómeno bien… especial.

00:07:35 – 00:07:39

Periodista (Walter Roblero):

Bueno, eso se conecta con un punto de que tu finalmente pudiste estudiar allá?

00:07:40 – 00:09:56:21

Patricia Vera:

Yo… claro, cuando volvimos de ……………..(07:43) cuando fue esa crisis nos fuimos a Amsterdam y ahí conocimos una pareja de amigos… de chilenos que estudiaban… Antropología… en Amsterdam.

Resulta que cuando yo… no sé si lo dije la otra vez, cuando yo llegué… que yo estaba embarazada yo presenté mis papeles… no sé si conté eso, pero yo estudiaba psicología y yo presenté mis papeles a la ………………………… (08:12) que era el fondo de asilo universitario que daba becas y gestionaba todo lo de los estudiantes asilado. Presenté mis papeles, porque el director fue a ver quienes eran los estudiantes pa` poder ayudarlos, darles becas, hacerles curso de holandés más rápido para que se metieran a estudiar. Y yo presenté mis papeles, y me dijo que me recibía los papeles, pero que yo estaba altamente embarazada y que ahí las mamás de iban a la casa. Me dijo un holandés y no fui la única. Hay más… hay más testigo que le dijo lo mismo, y me recibieron todos los papeles de la universidad y me los perdió. Se perdieron todos los originales, además yo te conté que salimos así no más. Yo con lo que pude llevar de papeles que me consiguió mi hermana, mi Mamá y con un salvoconducto. No teníamos documentos poh. No podíamos… a donde íbamos a buscar documento si nos estaban buscando poh. S i te vas a presentar te agarran. Eso es lo que no entendían nunca los holandés hasta el día de hoy. No entienden eso… que por qué un asilado no puede llegar con su documento de identidad o con pasaporte. No pueden entender eso. Pero si te andan buscando. Entonces eh… cuando conocimos a estos chilenos que estudiaban antropología. Tu viste que no pude estudiar… hasta ese momento no podía… no pude entrar a la universidad… volver a la universidad. Estos amigos nos dicen, vénganse a Amsterdam, hagan un cambio de vida y aquí estudiando Antropología ustedes van a poder seguir desarrollándose intelectualmente…

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00:00:00 – 00:00:36

Patricia Vera:

… hagan un cambio de vida y aquí estudiando Antropología ustedes van a poder seguir desarrollándose intelectualmente o políticamente para poder hacer un aporte y no se van a estancar, porque aquí en Holanda era difícil seguir haciendo política a nivel chileno, latinoamericano. Entonces nos pareció. Era una oportunidad como para saber si podíamos conservar la relación. Así que nos fuimos a Amsterdam. Ahí comenzó mi vida en Amsterdam el años setenta y seis hasta ahora.

00:00:37 – 00:00:49

Periodista (Walter Roblero):

- Y a qué universidad entraste ahí?

- Entramos a la Universidad de Amsterdam… a la universidad municipal.

- Los dos entraron como estudiante.

- Si, los dos…

- ¿Y tu pareja que estudió?

00:00:50 – 00:02:31

Patricia Vera:

Lo mismo. Entramos a estudiar Antropología y con la suerte de que como los profesores ya conocían todo el proceso de la Unidad Popular . Era súper conocido… o sea la vida chilena hacia el socialismo, sin armas, sin violencia. Era súper conocido y admirado. Y el golpe de estado y todo eso, nos recibieron con los brazos abiertos y nos dieron mucha facilidad, porque se estudiaba en holandés, entonces yo me acuerdo de haber estado en clases… cátedra de horas en holandés que yo no entendía nada… nada… entonces conseguimos de cambiar libros por ejemplo en la literatura buscábamos los libros que estuvieran en inglés o en francés, o sea mi compañero podía leer en francés, entonces y yo leía inglés poh. O por ejemplo cuando dábamos exámenes nos permitían sentarnos

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juntos, porque pa` los exámenes te ponen individuales las mesas y bien alejados… salas grandes y a nosotros nos permitían sentarnos juntos y usar… jeje me da tanta risa, porque me estoy acordando, nos permitían usar diccionarios y mi compañero hacía trampa, escribía en los diccionarios las materias más difíciles que no nos podíamos aprender jeje

- Su torpedo en el diccionario…

- Eso… los torpedos jeje, claro, entonces teníamos diccionarios holandés-castellano. Además me copiaba, todas esas trampas las podíamos hacer, porque se portaron bien con nosotros.

00:02:32 – 00:02:34

Periodista (Walter Roblero):

¿Y cómo fueron tus años universitarios allá?

00:02:35 – 00:09:52

Patricia Vera:

Pa` mi fueron bonitos, mi vida universitaria yo la viví allá, aquí no alcancé casi a tener vida universitaria, pero era bien especial, porque nosotros éramos parejas con hijo y la mayoría de los otros estudiantes eran solteros poh. Entonces era especial, como mi compañero era bastante machista, yo me veía bien… oprimida, no podía hacer lo que quería. Por ejemplo, después de una clase todos se iban al bar de la esquina a tomar una cerveza. Yo no podía poh, tenía que irme a cuidar al niño, él no aguantaba mucho con el niño. Y tratábamos de seguir siempre los mismos ramos, pero como te digo, siempre con la idea de volver, volver… volver y como ya veíamos que pa` Chile ya no podíamos volver, eh… y él se sentía tan mal, tan frustrado… yo empecé a buscar otras posibilidades. Yo empecé a decir, bueno, si no podemos volver a Chile vamos a otro país de América Latina, no? Después muchos se fueron a Nicaragua… fueron a pelear a Nicaragua. Bueno, nosotros no hicimos eso y no lo íbamos a hacer por el niño, pero yo empecé a buscar alternativas pa` salvar la relación también, porque también me daba cuenta que él no era feliz, además el odiaba a los holandeses. No aprendió el holandés, hablaba súper mal y no entendía el sistema, no le gustaba, no respetaba el sistema. Por ejemplo allá los holandeses te mandan una carta y te dicen en cinco días los vamos a ir a visitar o en cinco días me tiene que mandar una cosa… Impuestos Internos, la Municipalidad, lo que sea, si tu no reaccionas nada es terrible, porque te puedes meter en unos líos terribles… te pueden demandar. Eso lo aprende uno con el tiempo a convivir en esa cultura, si tu dices… le mandas una carta de vuelta y dices recibí su carta y no tengo esos papeles o deme más tiempos… ahí va todo sobre ruedas o llamas y dices “si, pero no puedo”. Si tu entras en ese interactuar interacción va todo sobre ruedas, pero si tu te pones

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rebelde y dices este sistema de mierda, que se cree la burocracia, que se yo que me viene a exigir y rompe las cartas entras en problemas poh. Al principio los chilenos eran así. Eran digo, porque yo nunca fui así… aquí tenemos que adaptarnos para no tener más problemas. Y la mayoría de mis compañeros eran así, no entendían nada y botaban las cartas, botaban y luego se metían en líos, entonces iba yo y siempre ayudaba como traductora, a leer las cartas, a acompañar a la gente y mi compañero también era así, entonces llegaban cartas y las botaba a la basura y después venían a golpear… ya no estoy… y yo tenía que salir a responder y arreglar todas esas cosas. Era bien terrible, era bien angustiante estar así. Y vivir en un lugar que no quería, aparte del clima, porque tuvimos que aprender a vestirnos, porque uno tiene que vestirse de manera distinta como se viste acá por ejemplo. Allá no puedes andar tan abrigado todo el día, porque hay calefacciones, entonces tienes que aprender a no usar los chalecos de lana. Son cosas así, es la vida cotidiana te lo va mostrando eso. Son cosas importantes que la gente lo sepa, porque pueden no ser importante, pero te da una visión de cómo se vive en otra cultura. Esas pequeñas cosas que te van marcando y te van haciendo la vida más difícil también para poder adaptarme y te agranda la nostalgia de querer volver a lo tuyo… quiero andar con un poncho y muchos lo hacían, pero nada que ver, se mojaban entero, porque allá llueve mucho y hace mucho frio afuera, por lo tanto tienes que tener cosas delgadas, pero, contra el agua, contra el viento. De una cosa que te la puedas sacar y adentro estás así. Eso se aprende. Son cosas bien tontas, pero en el fondo son pa` poder sobrevivir, pero si esto tu no lo aprendes y se va juntando… con que tu estás rebelde, no quieres aprender el idioma, no entiendes nada, que te tratan mal, que te sientes nada, que todo lo que sufriste, tus compañero muertos, o sea es terrible.

(07:24)

El exilio vivirlo así es terrible, no es nada de exilio dorado por mucho que te pongan una casa con calefacción central, por mucho que te paguen… que no tengas que pagar la escuela de los niños, que te den una ayuda social, que te ayuden. No hay exilio dorado. No existe, porque estás constantemente estás pensando en la gente tuya, que no quieres estar ahí. Tu no quieres. Esa es la diferencia que nosotros le decíamos a los holandeses y a todos. Un exiliado es muy distinto a un migrante que migra por voluntad propia, porque tu cuando te aburriste o no soportaste más te vuelves poh. Vas, te compras tu pasaje y te vuelves. Juntas plata por último si no tienes. Te consigues, pero está la posibilidad de volver. Nosotros no teníamos esa posibilidad. Eso era lo más terrible, porque trataba de adaptarte y cuando no podías tampoco te podías ir. No podías, no te quedaba otra. Lo único que podíamos hacer era movernos fuera de chile poh, o sea buscando cosas como más… o lugares más amigables digamos o más parecido a nuestras raíces, a nuestras culturas. Y eso fue lo que yo hice, viendo a mi compañero tan mal que me afectaba a mi, le afectaba a mi hijo. Yo traté de buscar… por ejemplo le propuse… por eso nos fuimos a ……………. (08:49) que pensamos mira… había una carrera que se llamaba Agricultura en Occidental, entonces al segundo año que tu estabas estudiando te mandaban a hacer práctica

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a algún país de América Latina o de Asia, entonces yo dije esa es una estrategia. Nos metemos a la universidad los dos años y nos vamos a América Latina y ahí estamos cerquita poh. Cuando se pueda vuelvo a Chile… Y no nos resultó. Después pensé… ah… y como no nos resultó estudiar a mi, incluso me iba a meter a estudiar, antes de la antropología enfermería y mi compañero no me dejó. No me dejó, porque tenía que hacer turnos de noche, entonces. La otra cuando volvimos a Amsterdam también pensamos que podíamos hacer trabajos de campo en América Latina. Entonces por eso empezamos a estudiar antropología. Pero, igual mi compañero estaba mal, mal, mal y se estaba demasiado agresivo, entonces yo inventé cuando se murió Franco….

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00:00:00 – 00:05:40

Patricia Vera:

… se estaba demasiado agresivo, entonces yo inventé cuando se murió Franco…. fuimos de vacaciones a España y me encontré con una amiga del liceo que éramos compañeras de banco. Estuvimos siempre nos sentábamos juntas y ella estaba viviendo allá. Se había ido con su hermana como enfermera a trabajar y vivía allá en Barcelona. Se murió Franco y nos fuimos a vivir allá. Necesitábamos ir a un país donde se hablara castellano y fue increíble, fue como vivir a… a Chile. Llegar allá y escuchar por ejemplo las canciones que se escuchaban acá poh. Era como salir de un planeta y volver a entrar a otro, lo olores, la gente… a pesar que todos hablaban como españoles, pero para nosotros era que entendíamos todo. Y el Rodrigo, mi hijo… porque en Holanda yo le enseñé a hablar en castellano, le enseñé a leer castellano también… a leer y escribir con el hispano americano, me lo mandó mi Papá, entonces mi hijo me hablaba en castellano y me decía “Oh mamá mira a esa vieja”… me decía cualquier cosa, porque en Holanda nadie nos entendía jeje… entonces estaba acostumbrado a sí… a no… que te van a retar, le decía. Y los holandeses no nos entendían y luego en España seguía hablando así, entonces era súper raro… “no aquí no puedes, tu calladito no puedes decir eso, porque la señora te entiende jaja” y fue súper raro, porque todo el mundo le entendía.

(01:37)

Después de tres años más o menos o cuatro años que vivimos en un planeta desconocido, entonces ahí se nos ocurrió… a mi se me ocurrió irnos a España con mi compañero. Vamos los tres a Barcelona y mi amiga dijo “si, vénganse pa` ca, yo los ayudo acá”. Así que empezamos a planear eso y nos fuimos. Dejamos

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congelados lo estudios. Mira, él quería quemar todas las naves y yo no quería, porque… yo no sabía, no tenía ninguna seguridad más que el país que nos había acogido, no podíamos volver a nuestro país, entonces yo le decía no cerremos, o sea vamos y dejemos todo abierto, porque no sabemos con que nos vamos a encontrar. Y el no, lo único que quería era irse, quemar todas las naves, irse. Y fue un cura belga, que hablaba español que nos dijo “tienes que tener cuidado, porque la madre tierra no vaya a convertirse en la puta madre que te parió”. Me acuerdo que le dijo eso, porque el decía vamos a la Madre Patria… tuvieron muchas ilusiones. Entonces nos fuimos, yo dejé todo congelado en la universidad, porque yo además yo manejaba todo eso, a él no le interesaba la universidad… nada… si lo único que quería era recuperar lo que había perdido, pero yo era mucho más pragmática, más práctica, entonces yo dejé la beca incluso, la dejé guardada. Dije, metí una chiva que teníamos que ir a España, porque mi Padre se había ido a España que estaba enfermo y vamos a probar, entonces no les dije que íbamos a emigrar. Me guardaron la beca, porque teníamos buenos resultados hasta ese momento. Teníamos buenos resultados, porque nosotros hacíamos trabajos sobre Chile y éramos dirigentes políticos, o sea sabíamos todo, así que en comparación con los otros estudiantes nos sacábamos las mejores notas.

(03:47)

Entonces nos fuimos guardando la beca, teníamos un departamento así también y lo arrendé… lo subarrendé a otro estudiante y nos fuimos. Per, la aventura duró 6 meses… siete meses para él, seis para mi, porque nosotros nos habíamos puesto de acuerdo que allá en España él iba a trabajar y yo iba a estudiar, porque era mi oportunidad para estudiar. Yo quería estudiar psicología, quería retomar psicología y no resultó, porque él se metió en política de nuevo con unos anárquicos sindicalistas a hacer revistas y no quiso trabajar, no trabajó o no encontraba… la cosa que se nos empezó a acabar la plata poh de la beca… y llegó un momento en enero que hacía frio ya, diciembre, enero Barcelona puede ser muy helado también muy helado, pero no hay calefacción, entonces no es como en Holanda, porque te puedes morir de frio, te puedes enfermar. Nos enfermamos poh, el niño y yo, y él no encontraba trabajo y no se avanzaba en nada y se acabó toda la plata, entonces yo dije “me voy… me voy de vuelta”. Y voy recupero vuelvo a la universidad y le dije “tu quédate, si te resulta trabajo me mandas a buscar y yo me vengo y si no yo te espero allá”. Al mes llegó allá. Claro, no encontró trabajo. Así que esa fue nuestra aventura española de cinco, seis meses…

- Eso en qué años fue

- Fue el setenta y… ocho… setenta y ocho.

00:05:41 – 00:05:45

Periodista (Walter Roblero):

¿Y ahí bueno retomaron la vida tal como lo habías dejado ahí?

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00:05:46 – 00:09:54

Patricia Vera:

Volvimos a estudiar si, pero él dice que no quería estudiar, entonces me criticaba porque yo estudiaba. Él decía que teníamos que aprovecharnos de ese status, pero no estudiar de verdad. Teníamos que hacer sólo actividades políticas y aprovechar de la beca… yo además había aprendido más holandés, entonces yo trabajaba como intérprete, trabajaba para los inmigrantes españoles que estaban ahí no sé cuánto años y no hablaban nada poh, no hablaban holandés, no entendían nada, entonces yo trabajaba para la municipalidad, así free lance me llamaban cuando necesitaban mandar a un trabajador a un control médico, de unos médicos de estos de empresa, entonces les tenían miedo los trabajadores, porque dicen que los médicos, los interpretes siempre trabajaban a favor de la empresa, por lo tanto trataban de pillarlos de que estaban mintiendo de sus enfermedades, entonces yo tenía buena entrada con ellos, porque yo les decía que no iba a hacer eso, todo lo contrario, yo lo iba a favorecer a ellos que son los que trabajan más duro. Así que tenía bastante pega ahí, me llamaban y era bien pagado. Yo trabajaba aparte y hacía traducciones también y más la beca. Y él no… la beca y se dedicaba a actividades políticas. Él era buen político… yo ya a esa alturas no encontraba el sentido de hacer tanta política, la encontraba que era como una necesidad personal más que nada, porque primero estábamos fuera de Chile, o sea que podías hacer ahí, de reunirte tanto, reunirte tanto para analizar, analizar si la actividad política efectiva para Chile allá en el exilio era difundir lo que estaba pasando en Chile, por lo tanto tenías que tener buena… flujo de información.

(07:41)

Difundir las actividades de solidaridad, mandar plata. Eso, pero más no, qué ibas a cambiar tú haciendo tantos análisis y peleándote entre tus compañeros. Así que nosotros seguimos ahí, él haciendo política y yo haciendo estos trabajos con el niño creciendo y el año setenta y seis en la universidad fue una compañera que me dijo “yo que defendía tanto a las mujeres, que debiera seguir el curso del estudio de la mujer que se iba a comenzar a dar en la universidad”. Fueron los inicios de los estudios de genero, el año setenta y seis en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Amsterdam se dio el primer curso de estudio de la mujer, se llamaba. Todavía no existía el término de género… estudio de la mujer. Entonces yo me metí ahí. Lo hice con holandesas… y yo era la única chilena… claro… escribí sobre cómo te enseñaban aquí en Chile a ser señorita, no?... que tenía que ser siempre señorita y que se contradecía con la actividad política. Esa fue mi trabajo final que hice, pero pa` mi fue como un abrir los hijos, porque estudiar desde el punto de vista antropológico y sociológico todo el tema de la opresión de las mujeres como género… o sea, me daba razón a todo lo que yo iba sintiendo, pensando, pero no le tenía la conceptualización teórica y eso era… bueno empecé a estudiar y a leer a las feministas de la segunda ola, porque esa

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era la segunda ola feminista… la segunda ola de feminismo comenzó con el estudio de la mujer y como autoras como Rubinstein… todas estas gringas, no? La mayoría eran gringas que habían escrito sus libros poh… y se había en Holanda estaba el movimiento FEMSOC, que estaba como de moda… Feministas Socialistas…

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00:00:00 – 00:07:04

Patricia Vera:

… habían escrito sus libros poh… y se había en Holanda estaba el movimiento FEMSOC, que estaba como de moda… Feministas Socialistas, entonces ahí es que encontré como mi… dije yo, por aquí me voy. Me voy, pero yo pongo la parte la parte del tercer mundo, porque yo vengo del tercer mundo, ellas están en el primer mundo, entonces tenemos una especificidad, tenemos algo distinto que además somos discriminadas por clase, por razones de clase. Entonces yo ahí claro me ubiqué mejor con las FEMSOC, con las feministas socialistas y empecé a hacer trabajo con las mujeres chilenas… quedó la escoba ahí, porque los hombres empezaron a alegar poh, o sea que queríamos… yo quería holandizar a las compañeras chilenas, que las quería europeirizar cuando la lucha estaba en Chile y no acá. Ahí empezó esa pelea en los años setenta y siete… esa pelea.

(01:08)

Nosotros formamos después con las mujeres allá una asociación de mujeres chilenas exiliadas en Holanda y tuvimos grupos de bases en distintas ciudades, en ………….(01:16), en Amsterdam, en Rotterdam, en La Haya con distintas características. Unas eran más intelectuales, profesionales… nosotras éramos como más de base, nos dedicábamos más a nosotras mismas, salíamos solas. Yo ahí me separé, porque ahí quedó la escoba poh, porque mi compañero no entendía, no le gustaba nada. Y se puso más violento. Yo mira, me fui dos veces de la casa. La primera vez me fui con el niño, porque yo ya no quería estar más con él, porque me sentía demasiada oprimida, o sea yo ahí perdí hasta mi identidad, porque yo era -no sé si lo dije la otra vez- pero, mi apellido no se mencionaba, o sea nadie sabía que yo me llamaba Vera… Patricia Vera… Vera Traslaviña. Nadie, yo llevaba los apellido de él… era la Paty de Carlos. Así me conocían todos, como la Paty de Carlos o la Paty con el apellido de él. Nadie sabía como me llamaba, entonces pa mi eso era terrible, porque yo en Chile era

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súper conocida con mi nombre poh… hija de mi Papá y mi Mamá, entonces yo ya en esos momentos dije yo ya no quiero seguir en esta situación de violencia, ni tampoco estar fingiendo. Sabes lo que pasaba, es que a mi no me gusta la violencia, entonces yo no… trataba… le buscaba por todos lados para que él fuera feliz, para que estuviera bien también. Tratamos de irnos a …………… (02:45), América latina, España y nada… nada resultó, porque yo no encontraba que se hacía el mismo esfuerzo, entonces yo dije ya, no quiero seguir esta situación, pero él me insistía que volviera porque él había cambiado jeje … la típica. No, si cambié… pero el cambio no le duraba más de un mes. Y ahí nuevamente la violencia… y el niño vivía todo eso. Fueron ya… las últimas veces no me dejó irme sola, las dos últimas. Me tomó el niño, se dio cuenta que con el niño iba a tener que volver y la última vez… ah… en el intertanto llegó mi hermana, porque mi hermana, la Rosi que es tres años menor que yo, era… porque se murió hace poquito… ella estaba metida en un sindicato de las ferias persas y había un plebiscito en los años ochenta o no? El Plebiscito de los ochenta.

- Si

- Y ella había estado súper metida , entonces mi Mamá me había dicho… yo había traído a mi Mamá y a mi Papá para que tuvieran una luna de miel, porque después del descalabro que quedó ellos ya ni se hablaban y llevé a mi Mamá, porque dije… mi Mamá tiene que venir a ver como vivo yo también y pa` que se junten los dos. Estuvieron seis meses con nosotros. Fue súper bueno… pa mi fue excelente. Mi Mamá se quería quedar en Holanda, le encantaba… quería fumar hasta marihuana, estaba así encantada. Ella volvió y ahí me contó en el problema que estaba mi hermana y entonces yo le dije, bueno… trate que se venga, yo me consigo un préstamo que se venga para acá, entonces mi hermana se fue con su hija chiquitita de seis años… la Carola y la recibimos allá y a mi compañero no le gustó nada.

(04:49)

Él nunca entendió que yo tuviera una relación tan estrecha con mi familia. Nunca, nunca y siempre estuvo muy celoso con ese cariño, que él no lo tuvo… no lo tuvo… pero tampoco quería compartir el cariño de mi familia… lo querían harto a él poh. Había como una envidia, algo muy feo para mi… si ve esto algún día no sé que irá a decir. No va a estar de acuerdo, pero no importa, cada uno su opinión. Entonces la venida de mi hermana fue decisiva, porque él se sintió como atacado por un bloque… nosotras dos con los niños, entonces se puso cada vez más agresivo y agresivo con mi hermana, también con todos, así que al final andábamos arrancándonos de él, o sea yo salía a trabajar y volvía a la casa, mi hermana me hacía señales si estaba o no estaba. Me entiendes? Ya una situación de violencia terrible… situación de violencia fuerte, Fuerte conmigo, con los niños, con mi hermana… mi hermana se enfermó, le daban ataque de hiperventilación. Fue una acogida para ella terrible, bien terrible, entonces ya último momento hablé con él para decirle que… no le podía mencionar la palabra separación, porque no la aceptaba, pero le dije que yo necesitaba espacio, necesitaba respirar, entonces yo me iba a ir unos días donde una amiga en Rotterdam y que mi hermana se iba

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a quedar con los niños y con él jeje… Entonces me dijo que si, pero que no me llevara al niño por nada… me fui y no volví más… no volví más. Entonces… dejé todo, me fui así, tal como me fui de la casa a la Embajada… así me fui. Entonces yo estoy acostumbrada a hacer esos movimientos y que las cosas pa` mi no… las cosas materiales no tienen mucho valor cuando tu peleas por tu libertad. Lo más importante es estar libre, o sea con bufanda o sin bufanda te consigues otra.

00:07:05 – 00:07:11

Periodista (Walter Roblero):

- Oye, ¿y ahí comenzaste digamos de nuevo en Róterdam?

- No, yo me fui a Róterdam un tiempo no más...

- Ah ya, muy bien...

00:07:12 – 00:09:47

Patricia Vera:

No… después de ahí… ah y yo le dije a mi hermana que cuando ella pudiera ver que el niño estaba sólo agarrara al niño y la niña y se fueran a Róterdam, pero con el niño, no sola. Y mi hermana a los días llega a Róterdam con su hija, pero sin mi hijo. Y me dijo que en ningún momento él lo descuidó. No se los pudo llevar, entonces bueno de ahí nos organizamos para volver a Amsterdam y me conseguí otro departamento de estudiantes cerca, al frente, de manera que… como a dos cuadras pero para yo poder vigilar y ver cuando prendía la luz… la apagaba la luz donde vivía mi hijo con su Padre. Y yo empecé a… él me prohibió verlo… yo lo iba a ver al colegio, lo miraba así escondida… y me dijo que él no … yo no lo podía ver, porque tampoco quería que tuviera la influencia de mi familia y de mi hermana y que si yo me había querido ir que tenía que aceptar las consecuencias, pero el niño se quedaba con él.

(08:27)

Nosotros no estábamos casados… y toda esta parte… como legal, burocrática era súper… en mi caso siempre ha sido como muy… porque el golpe de estado me fui sin ningún papel… nada nada, nunca nos casamos. Allá nos pusieron casados, después no casados… no tenía papeles de nada, o sea era súper ilegal, de hecho nunca… no se podía pedir tuición, nada porque no había papel de nada, entonces eh… y él me decía tampoco que… estábamos de acuerdo de no llegar a esos niveles jurídicos por el niño, porque le iba a hacer muy mal a él, además estábamos en una situación súper irregular nosotros poh. En todas partes, si no teníamos papeles. Como exiliado tu te vas… no tienes nada. Muchas parejas se fueron así… y así muchas parejas aprovecharon… hombre que tenían dos

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mujeres, que nunca pudieron resolver su problema familiar en Chile en el momento de exiliarse, se llevaron a las dos poh o dejaron a lo que no querían y se fueron con la que querían. Jeje muchos casos así. Es bien así, bien curioso…

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00:00:00 – 00:04:56

Patricia Vera:

… muchos casos así. Es bien así, bien curioso… entonces no queríamos meternos en ese lío. La cosa es que… y nosotros tuvimos incluso una separación pública, política. Fue un dirigente sindical de Chile allá a Holanda, hicimos una reunión con chilenos hombres y mujeres y él se mete en temas bien machistas, entonces nosotros empezamos a enfrentarlo al dirigente sindical, este que no me acuerdo como se llama… y mi compañero empieza a defenderlo y se arma una pelea pública entre él y yo, así que ahí fue nuestra separación política también, porque muchos compañeros se fueron al lado mío y otros pal lado de él, así que ahí estaba la crisis… te estoy hablando año… ochenta y uno. El ochenta y uno ya… ahí me separé, pero tenía que recuperar al niño y mi madre… como había estado mi madre y mi padre habían estado conmigo vieron como era él… la relación conmigo y ellos ¿sabías lo que me decían?... porque mi Mamá me decía “déjalo con él… déjalos que vivan ellos… tú eres joven” (yo no tenía ni treinta años) “tu eres joven y puedes comenzar otra vida y puedes tener más hijos”. Yo decía “para usted es fácil decir eso, ¿usted se hubiese separado de un hijo?... mire lo que le dolió que yo me fuera. No me puede decir eso”. “Pero, es chico” me decía Paty… “Es chico, tiene cuatro años. Que crezca con su padre, y tú puedes tener otros hijos”. Y yo decía mi Mamá… súper feminista, pero mira yo lo encontraba súper raro… no podía porque el niño en realidad por supuesto lo había criado yo y me costó tanto tenerlo. No, dije yo, lo voy a pelear sea como sea lo voy a pelear y estuve mira como dos años… estaba mirándolo, viéndolo así si lo podía ver… y ahí yo conocí a Claudio Parra. Lo conocí incluso cuando yo estaba viviendo con mi compañero. Ahí llegaron Los Jaivas a Holanda el año setenta y ocho parece, porque ellos habían llegado a Francia, y lo primero que hicieron se fueron un mes a Holanda, porque tenían un montón de actuaciones y giras dentro de Holanda, pero cuando se fueron un mes yo no lo conocí y la segunda vez que fueron a tocar mis amigos hippie estos que me hicieron estudiar Antropología… ellos como habían sido hippie aquí le gustaban Los Jaivas… a mi no me gustaban… Inti Illimani, Quilapayún y en esos momentos que llegaron allá me invitaron mis amigos hippie, entonces yo… fuimos, porque si llegaba un grupo chileno lo que fuera… si te gustaba o no era como obligación emocional ir a

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verlo… era como volver un poquito a tu tierra, igual seguramente iban a ver empanadas, iba a ver cosas chilenas y gente chilena, entonces uno iba. Por eso yo fui y ahí yo conocí a Claudio.

(03:30)

Lo conocí en el Cosmos… el Cosmos era un Centro de meditación y hacían yoga, un sauna donde la gente mixta sin ropa, se metían al sauna y eso nos llamaba mucho la atención y el hotel donde nosotros llegábamos estaba al lado de ese centro… y ese centro de yoga, de meditación tenía un espacio para hacer concierto y ahí tocaron Los Jaivas. Y ahí yo fui la primera vez a verlo. Ahí lo conocí. Fui con mi compañero, nos hicimos amigos entre todos con los chilenos. Los chilenos empezamos a organizar más conciertos para ellos y fuimos amigos como dos años. Yo me separé antes, después seguimos amigos con todo el grupo. Al final el grupo llegaba a mi casa, porque ellos siempre… no como ahora… antes llegaban a dormir a las casas los músicos, porque los conciertos los organizaban los chilenos, realmente eran conciertos de solidaridad, no solamente Los Jaivas, Quilapayún, todos los grupos que andaban afuera Inti Illimani, pero Los Jaivas eran los más hipientos, dormían en el suelo, a veces no tenían que comer, no les pagaban igual íban… andaban en una camioneta recorrían por todas partes e iban a tocar.

00:04:57 – 00:05:00

Periodista (Walter Roblero):

¿Ellos tenían su centro de operaciones en París?

00:05:01 – 00:09:44

Patricia Vera:

Ellos habían llegado… habían estado en Argentina setenta y siete… setenta y ocho, llegaron a España, se fueron a Biarritz, después le consiguieron esta casa grande, esa casa que le decían El Palacio en las afueras de París y allí se instalaron con la familia, los niños, con lo que tenían todo…. Hombres salían en una camioneta de gira, entonces yo los conocí cuando estaban aquí en Amsterdam y entonces Claudio sabía lo que me estaba pasando a mi… y bueno no solamente a mi, muchas amigas también. Mis amigas muchas se separaron antes que yo, porque yo traté de estirar la cuerda lo que más pude, porque yo sabía también que era una situación que podía ser artificial, porque los hombres la estaban pasando mal y las mujeres también. Entonces yo decía a lo mejor si estuviéramos en nuestro medio las cosas serían distintas, pero por eso yo insistía, insistía, pero al final había una cuestión súper fuerte de egoísmo y machismo que al final había una persona que estaba sobreviviendo oxígeno de otra que la estaba asfixiando, por eso fue que hice lo que hice. No vi vuelta pa ni uno de los dos, o

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nos íbamos los dos y me moría yo para una vida de miera de él o nos salvábamos los dos y la sufrí harto, pero fue bien, él a los tres meses que nos separamos ya tenía una compañera. Se llevó a la misma casa que yo dejé… le dejé todas las cosas, dejé las fotos de mi familia, las cartas, mi ropa… todo, todo, todo… hasta mi hermana jeje… me fui así no más y ahí llegó una compañera, una argentina que había sido casada con un holandés. Tenía dos hijitas y no sé como se conocieron… con los argentinos y terminaron viviendo ahí. Ella vivía ahí, entonces yo dije bueno, vi esa posibilidad de hacerme amiga de ella para poder ver a mi hijo, pero ella no sabía como era la relación nuestra. Me decía “Vos hablá con él” Ella me daba como ejemplo de cuando ella se separó se había dividido las cosas con su marido, uno se llevaba los cassette y el otro los discos. Uno las fotos y el otro los negativos, así para que se dividieran bien las cosas de igual e igual.

(07:50)

Yo le dije, yo con él no podía, él me dijo tu te vas de aquí y no te llevas nada. Nada tuyo. No tienes derecho a nada. Y ella me decía “Hablá con él”… es que tu no sabes, no sabes como es la relación, le decía yo. Y cuando yo iba a hablar con él me aprovechaba de llevar cositas mías, entonces fue súper difícil recuperar mis cosas, yo quería las cartas, mis cassette. En esa época ya se acabaron las cartas, nos mandábamos cassette… todos, entonces mi Mamá empezaba una semana y grababa un cassette, todos los días un poquito mientras cocinaba, cuando venían las visitas, gravaba un programa de televisión con música, mi hermano cantaba… llenaban una hora y me la mandaban y nosotros hacíamos lo mismo, salíamos pa afuera… mira los sonidos de la calle, un nieto te va a decir algo. Así pueh, así crecimos, así nos desarrollamos, entonces lo que más sentí eran esas cosas los cassette que había perdido, las cartas, las fotos, las músicas. Poco recuperé. Pero lo más importante era mi hijo, entonces yo estaba con mi hermana y él me dijo yo que él me iba a permitir ver a mi hijo o tenerlo algunos días si yo no vivía con mi hermana. Me tenía que conseguir otro lugar, las mismas condiciones que él le tenía, tampoco teníamos tanto si éramos estudiantes, pero igual tenía televisión, tenía no sé una alfombra, su cama propia, entonces yo me conseguí todo eso, con asistente social en la universidad, la municipalidad y todo para tener las condiciones… dejé a mi hermana sola…

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Patricia Vera:

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… con asistente social en la universidad, la municipalidad y todo para tener las condiciones… dejé a mi hermana sola, mi hermana era terrible, no podía vivir sola, tenía terror. Igual la dejé sola para poder tener al niño… pero, fíjate que… no… igual no me lo pasaba…

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Periodista (Walter Roblero):

¿Y al final cómo pudiste recuperarlo?

00:00:30 – 00:08:00

Patricia Vera:

Me lo rapté… en esos momentos ya… yo tenía una relación con Claudio el año ochenta y dos. Comenzamos una relación así muy inocente que se yo, pero al final… o sea al principio fue así no más, unas salidas no más y después terminamos de ir a todas las giras juntos. Y el ya metido en mi casa con mi hermana, mi sobrina, entonces él me ayudo. Él me ayudó y planeamos… fue idea de él en realidad. Para Navidad del ochenta y tres… ah lo que pasa es que yo no podía volver a Chile…

- O sea tu te perdiste esa gira que hicieron acá que fue súper… que cuando vuelven a Chile, o sea cuando vienen a Chile y tocan en el Festival de Viña y toda esa onda…

- El ochenta y tres…

- Claro… ahí tu no pudiste venir…

- Claro no podía venir, además estaba todo así como yo tratando de ver al niño, él estaba casado también y se había arrancado su mujer… líos así. Después se fueron con las mujeres, las mujeres llegaron a Chile cuando se alargó la gira, porque habían venido tocar a un programa y después se quedaron pal Festival… eso, venía una gira y después se quedaron para el Festival y se fueron todas la mujeres. Nosotros teníamos algo, pero… estaba como muy turbulento en todo ese tiempo. Claro y yo no podía entrar a Chile, entonces resulta que ese año el volvió, todo se aclaró más y que quería estar conmigo… estábamos súper enamorados.

(02:15)

Y tenía problemas del niño. Yo quería a mi niño poh. Entonces en octubre creo que empiezan a salir las listas para retornar y yo había ido a hablar con el cónsul… el cónsul honorario que era un holandés… el cónsul honorario chileno era un holandés y ese él me dijo que era cónsul honorario y que no se metí en política… claro había sido cónsul con Pinochet. Me dijo, “yo le recomiendo señora

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que tome la nacionalidad holandesa” eso me había dicho él, porque yo quería volver poh y mi compañero decía que no. Estás loca, te vas a teñir el pelo rubio, te vas a poner los ojos verdes, claro, todo eso te faltaba. Esa era la onda, como las ondas feministas europerizante, te olvidaste de Chile, ahora te quieres hacer holandés… así… entonces yo nunca lo hice por eso, tuve que esperar, esperar… igual él me dijo, pero firme esto porque a lo mejor puede entrar a la ley de amnistía, entonces me hizo firmar él una declaración de que yo había sido militante del MAPU y que yo nunca más me iba a meter en política y que si yo volvía algún día a Chile que yo no iba a atentar contra la seguridad… ah… todas esas cuestiones del estado y que…

Ya, yo dije, firmo todo no más, yo me voy a portar bien, lo único que quiero es volver, ver a mi familia, ver a mis hermanos… ya llevábamos como diez años afuera. Yo escuchaba por cassette como crecían mis hermanas y mi hermano poh que eran chicos. Y los líos que tenían, eran desconocidos para mi. Para ellos yo era un mito, la hermana que se fue cuando eran chiquititos. Diez años poh. Entonces en esos momentos salen las listas, y en las segunda lista aparece mi nombre y yo estaba trabajando… ahí terminé mi diploma que cuando me separé de mi compañero pude dar los exámenes y terminar no ves que no me dejaba tampoco. No estaba de acuerdo. Entonces yo ahí terminé, tengo fotos con mi hermana las dos solas con mi diploma.

(04:43)

Mi diploma fue de Sociología Occidental y Antropología Cultural. Entonces la celebramos las dos en la feria tomándonos un café. Yo tenía mi diploma, salen las listas y me llaman de Chile. Alguien me llama de Chile, una vecina… “Saliste en las listas”… mi Mamá lo vio en el diario, en la tele, no sé dónde… y ella me avisó. Yo estaba trabajando para en una Agencia de cooperación internacional de la iglesia, ahí estaba trabajando yo y estaba estudiando poh… seguía estudiando, entonces ahí los curas y ex – curas, porque era una organización de puros ex – curas se pusieron súper contentos, porque yo podía volver poh. Ellos me querían harto. Yo trabajaba ahí, yo soñaba con que volaba por América latina, porque recibíamos solicitudes de apoyo para proyectos, entonces yo me volaba con los proyectos que financiábamos, las fotos y todo… yo soñaba que estaba acá, entonces yo por eso estaba muy feliz.

(05:55)

En esos momentos fue que Claudio me dice que… venía la Navidad que me viniera con el niño, que él iba a hablar con mi compañero para que me pasara el niño para yo comprarle juguetes y que pase la Navidad conmigo, entonces con la Navidad anterior la habíamos pasado en París con el niño, pero el niño se lo prestó a Claudio para que pasara la Navidad conmigo en París. Y este año entonces se le ocurrió que de nuevo se lo iba a pedir prestado para que pasara la Navidad conmigo y en esos momentos me dijo él “Tú te vas a Chile… tú te vas a Chile” Entonces ahí saqué pasaporte, porque yo tenía un pasaporte con “L”, no me servía para nada, me lo había dado el Cónsul honorario para que tuviera algo,

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entonces saqué pasaporte sin “L” de verdad y planeamos todo y él si le dijo que si a Claudio. Le dijo “y qué si es mentira todo”… si ya estaba sospechando algo. La cosa es que yo me lo llevé poh. Fue terrible esa cuestión, porque igual él nos siguió un tiempo, nos siguió un rato, cuando me lo pasó en la Estación Central al niño le había dado… le había dado monedas para que llamara por teléfono. Tenía nueve años mi hijo. Mi hijo tiene un poco más que tú, tenía dos años más que tú… nació el setenta y cuatro.

(07:29)

Le había dado unas monedas, le dio una tarjeta, de esas pa` las micros, o sea pal bus de allá se pagaban… se metían unas tarjetas. Todo eso lo dejó bien aleccionado, le dijo que no podía salir de Amsterdam, que si salía de Amnsterdam tenía que escaparse y tenía que llamarlo por teléfono. Y claro… ya lo sospechaba, entonces yo lo llevé al niño a comprar un regalo y me acuerdo que estaba de moda Star Wars, la película La Guerra de las Galaxias…

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Patricia Vera:

… y me acuerdo que estaba de moda Star Wars, la película La Guerra de las Galaxias, entonces… y vendían la nave, esa nave grande y era re cara, yo le había comprado algo, los monitos no más, y en esos momentos le compré la nave pa` llevarlo entusiasmado y que no pusiera atención en otras cosas… así una caja y no lo podía creer. Cuando estábamos en la juguetería vimos que el padre andaba por ahí, o sea nos siguió. Y en esos momentos yo llamo a mi hermana y le digo “tengo al niño”. Mi hermana hace una maleta y se va con un amigo en auto a esperarme a la vuelta de la juguetería, entonces toma la nave, el Rodrigo estaba feliz y ya él ya se había ido ya, porque yo ya lo había llevado a la juguetería y nos metimos en el auto y nos vamos a la casa de mi jefe. Mis jefes metidos en todo este lío, dijeron que me iban a ayudar, entonces… y Claudio me iba a esperar en París, entonces nos fuimos a la casa de mi jefe fuera de Amsterdam y el niño no se percató, porque iba muy entusiasmado con la nave, pero en un momento me dice “¿estamos saliendo de Amsterdam?”… y yo le digo si, pero vamos a cenar con Mathieu que tu lo conoces y después volvemos. Pero, después se dio cuenta… llegamos a la casa de Mathieu, mi jefe, y el niño ahí se da cuenta que se hace de noche y que no ha vuelto, entonces me dice que tiene que volver, que

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tiene que irse a la casa de su Papá y nosotros ahí le dije “no, nos vamos a quedar y vamos a dormir aquí”, lo llevo al dormitorio y le cuento que tenemos los pasajes, que Claudio nos está esperando en París, vamos a tomar el avión en París y nos vamos a ir a Chile a la casa de los abuelitos.

(02:06)

Y le da un ataque… terrible. Empieza a gritar… abre las ventanas y empieza a pedir ayuda pa fuera… así “help, help”… y yo me sentí así como “qué estoy haciendo, no le puedo hacer esto”… lloraba, lloraba y lloraba. Dije “si no quiere nos vamos de vuelta donde el Papá”. Y bajo y Mathieu me estaba esperando, mi jefe y su señora y les digo “no, no lo tengo que llevar de vuelta”. Entonces me dicen “mañana lo llevamos de vuelta y yo te acompaño eso si, por cualquier cosa yo te acompaño”. Y en esos momentos que yo estaba yo con él, él se había dado cuenta ya o había ido a hablar a mi jefe… al director de esta organización. Estuvo metida el director de …………….(03:01) la Interpol, todos… fue así bien… bien fuerte. Entonces en el momento que le dijimos a Rodrigo “nos vamos a ir, ya no te preocupes, nos vamos a ir mañana a la casa”, entonces Mathieu le dice, “ya, para tranquilizarte vamos a armar la nave, los monitos, pegarle la calcomanía, todo”… y ahí conversando. Él me mira y me abraza, me dice “Mamá, vámonos a Chile, vámonos rápido, pero rápido, que mi Papá no nos encuentre”. Ya, nos miramos nosotros, y yo había llamado a mi hermana… mi hermana había tomado el tren y todo, porque él le tenía mucha confianza a mi hermana, porque cuando yo salía de gira con Claudio él se quedaba con mi hermana. Mi hermana fue su segunda Mamá. No lo podíamos llevara todas partes de gira, porque él estaba en el colegio, entonces mi hermana se quedaba con él. Era como su segunda Mamá y le tenía harta confianza, eran más compinches, mi hermana era buena para el garabato, pa´ las tallas, lo tenía aquí así en la mano. Entonces yo había llamado a mi hermana… y mi hermana fue y justo llegó cuando él dijo que nos fuéramos a Chile.

(04:22)

Entonces le dice, “¿qué te pasó, por qué te pusiste tan cobarde, qué pasa con mi hermana?... no ti, no tía si nos vamos a ir a Chile”, pero él decía “per, rápido, pero, rápido”. Así que al día siguiente llegó mi otro jefe en un auto con un chofer que también era funcionario de esta agencia. El chofer dijo “ yo no sé lo que estoy haciendo, pero me dijeron que tenía que conducir no más y no preguntar nada”. Fue para ellos como una película de James Bond poh, todos estaban con misiones. Así que me llevaron a Amberes, salimos por tierra en el auto a Amberes y ahí esperamos al intercity que me llevaba a París y el niños decía rápido… nos apuraba que fuéramos rápido. Nos metimos en el tren y en la frontera de… pa` pasar a Francia sube la policía… y el pobrecito se pone verde, sin color en los labios, estaba tan asustado porque nos habían dicho que la Interpol nos andaba buscando. Él fue a decirle al director de la organización que ellos estaban involucrados, que iba a hacer una denuncia en la Interpol, entonces que nos iban a buscar, que igual nos iban a encontrar, así que todo el otro día viajando, llegamos en la noche a París en el último tren a las estación del norte donde nos

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esperaba Claudio se supone… y no había Claudio… no había nada. Y que hago con el niño ahora en la noche… pa` donde me voy? Y llamaba, llamaba y no estaban. La casa de ellos estaba en las afueras, no me podía ir a esa hora para allá, no me contestaban. Además en esa situación quedamos en que todo el resto no iba a saber, nadie iba a saber. Entonces me metí en el hotel del frente de la estación donde yo había estado con mis padres y el niño también había estado ahí, así que nos vamos ahí. Estuvimos ahí y tratando de comunicarme con Claudio para ver que pasaba y al día siguiente partía el vuelo. Tenía los pasajes todo, entonces en la mañana salimos a llamar por teléfono a la estación, a tomar desayuno… miramos pal frente y llega la Interpol al hotel, así que nosotros esperando ahí en la estación si llega Claudio… fue una situación de estrés terrible… y al final llega Claudio y había un drama porque él… Carlos había amenazado a la comunidad. Había quedado la escoba la noche anterior, entonces confiaba que yo me metiera al hotel, pero no se podía comunicar conmigo… bueno llegó al otro día y tomamos un taxi y nos fuimos al aeropuerto, pero rápido… así vámonos, vámonos. En la mitad quedamos en pana, el taxi, ahora nos reímos cuando nos acordamos, que tuvimos que ayudarle al chófer a cambiar la rueda de repuesto y el Rodrigo atrás… rápido, rápido. Llegamos allá al aeropuerto, rapidísimo nos metimos a la sala y nosotros sin saber y Claudio me decía “vuelve, vuelve, tienes que volver” y yo “no sé, nos sé”… me vine pueh. Así volví yo a Chile. Me fui arrancando y volví arrancando.

00:08:02 – 00:08:06

Periodista (Walter Roblero):

¿Y tu tenías todos los documentos de tu hijo? Estaba pensando en ese… detalle…

00:08:07 – 00:08:45

Patricia Vera:

Tenía… parece que yo se la saqué un pasaporte, parece que le saqué un pasaporte, pero eso no más si no… él estuvo un tiempo apátrida, porque como él no nació en Chile no tenía derecho a la nacionalidad chilena y como en Holanda se usa la línea de sangre y no era hijo de holandeses de sangre, tampoco tenía derecho, entonces tenía un pasaporte de Naciones Unidas… apátrida, pero después yo le regularicé eso y le conseguí un pasaporte.

00:08:46 – 00:08:49

Periodista (Walter Roblero):

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¿Hagamos un brake?

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00:00:00 – 00:00:21

Periodista (Walter Roblero):

- Paty, nos estabas contando cuando vienes de vuelta con tu hijo acá a Chile…

- Claro.

- Digamos, ¿cómo fue este retorno, porque tu habías estado diez años afuera?

- Sí.

- ¿Cómo… que fue lo que encontraste?

00:00:22 – 00:04:05

Patricia Vera:

Fue increíble, fue increíble realmente… de todo poh, porque en la situación que venía además. No fue así un retorno “vuelvo a mi tierra feliz”… no venía arrancando otra vez con la esperanza de quedarme aquí con mi hijo. Dejé todo el resto… dejé hasta mi hermana, el amor, todo, me vine aquí. Y de partida encontrarme con lo que había en Chile también, pero la felicidad de encontrarme con mi familia y pensando de que todos me iban a apoyar. Y para Rodrigo, mi hijo, era primera vez que iba a ver a su familia, a conocer a sus abuelitos a los cuales les conocía su voz, fotos… y bueno ya los había visto a los tíos no… no sabía de tíos él, no sabía de primos, no conocía esa faceta de la vida… no la había vivido. Y conocer Chile pueh. Por ejemplo antes mi Papá le mandaba Condoritos al niño pa` que leyera Condoritos y no le gustaba, porque lo encontraba fome, fome. Después de haber estado aquí en Chile pedía los Condoritos y se moría de la risa, porque le hizo sentido todo lo que veía, porque antes no lo había visto. No veía lo que Pepo dibujaba… no lo veía, no entendía. Y eso fue… encontrarse con Condorito para Rodrigo. De partida cuando llegamos al aeropuerto había no sé, mucha gente como veinte personas esperándonos, pero espérate… pasamos primero… llegamos a Buenos Aires y de Buenos Aires tuvo que cambiar de aeropuerto y fue tan terrible llegar a Buenos Aires… mucha gente… igual esperando yo creo que retornados… todos haciendo así bienvenidos… todos

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llorando y a nosotros nadie nos esperaba, fue terrible, pero lo tuvimos cuando llegamos a Santiago. Y venían en un auto que se habían conseguido, un auto destartalado, que Rodrigo no había visto en su vida, porque esos autos no existían en el mundo de donde él creció, entonces se reía tanto, porque le faltaba una rueda, una puerta, no sé. Era así como empujarlo, era como abierto así… y se llamaba el palomo, porque era como una joyita del vecino que lo prestó para que me fueran a esperar. De partida esa fue la bienvenida para él, palomo con toda su familia, así como de Pelotillehue, porque así él decía Pelotillehue.

(03:03)

Entonces fue bonito al llegar, pero también estábamos en plena dictadura. Por ejemplo le tocó… se fue con mi hermano, conoció a su tío que tenía como 10 o 15 años mayor que él, igual se hicieron yunta. Mi hermano que no lo veía… lo dejé de ver a los ocho años, me encontré con él cuando tenía dieciocho, entonces… y mi hermana… mi hermana chica de acá también… yo la crié a ella prácticamente y después era una señorita y me miraba así con recelo, porque éramos desconocidos, pero la alegría de estar ahí, el niño era… fue el primer nieto de mis padres. Fue bonito, fue súper lindo, súper emotivo, pero también con ese aspecto oscuro de que yo tenía que quedarme ahí, porque estábamos siendo perseguidos ahora por la persona que me fui escapando.

00:04:06 – 00:04:35

Periodista (Walter Roblero):

- Yo supongo que esa misma situación, digamos de que tu te llevaste a tu hijo y te viniste para acá… también repercutía en que había una cosa de incertidumbre, qué es lo que ibas a hacer, cuáles eran los siguientes pasos. También había que considerar que tenías una vida allá…

- Y yo me vie así poh claro.

- ¿Cómo se fueron dando las cosas?

00:04:36 – 00:09:07

Patricia Vera:

Lo primero es que yo me quería quedar aquí, porque me daba seguridad pa` estar con mi hijo. Lo único que me importaba era recuperar a mi hijo. Eso era lo más importante, el resto ya lo iba a ver. Mi hermana quedó allá, la dejé con todas mis cosas… Claudio quedó por allá también, o sea yo todo así… lo único que había cerrado era el trabajo, porque ellos me apoyaron y me dieron plata incluso. Sé feliz, no sé. Eso quedo como cerrado, pero el resto no…. la cosa era instalarse acá. Acá no tuve mucho apoyo, porque la gente estaba asustada y nadie tenía

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plata, no podían hacerse cargo de un niño además. Rodrigo pa` ellos a pesar de todo era desconocido, era un niño con otras costumbres, que apenas hablaba castellano, que no entendía nada, o sea, era muy difícil. El único que dijo, déjamelo yo me hago cargo y tu me mandai plata, fue mi hermano, pero mi hermano era muy chico pa` eso, o sea tenía dieciocho años, pero no lo podía dejar con ese… con esa responsabilidad, o sea yo al principio me quería quedar, pero después vi eso, que dijiste tu, tenía que ir yo a cerrar cosas. A saber que pasaba con mi hermana, a entregar la casa, mis cosas, en la parte legal todo eso, pero por otro lado tampoco podía ir, porque si había una denuncia en Interpol me iban a tomar presa. Entonces estuvimos igual como cuatro meses aquí tratando de disfrutar también. Yo pedí la tuición de mi hijo a través de un amigo que tenía una amiga… conocía muchos jueces, entonces… y él era amigo de mi compañero y después él con toda esta conducta él quedó amigo mío. Era un abogado de la Vicaría, entonces él como muchos amigos de él lo pusieron de mi lado y él me consiguió mi tuición acá, o sea yo aquí tenía la tuición, pero sabes lo que pasó que cuando estábamos en la casa de mis papás, mi Mamá llegó la madre de él… mi suegra, llegó a la casa y dijo que quería conocer a su nieto. Ellos nunca habían tenido buena relación, pero en esos momentos vino a conocer a su nieto, entonces yo dije, no le puedo quitar ese derecho.

(07:10)

Y nos invitó para otro día a su casa a tomar once y era todo muy raro, porque ella siempre había sido de derecha y criticaba a su hijo porque se había metido en un partido de izquierda… incluso lo fue a acusar al ejército que estaba metido en política, entonces para mi era súper sospechoso, pero mi papá dijo igual yo voy contigo, vamos a su casa. Y ahí en la casa nos hizo una tremenda once, súper acogedora, cuando nunca fue así. Estaban los sobrinos, se habló de política, me acuerdo que hablamos de política y en esa mesa cuando ella nunca lo permitió. Y en un momento… claro uno de los sobrinos… de los sobrinos de él, dice que va a llevar al niño a conocer a su esposa que vive ahí en la esquina. Y nosotros ya que vaya y te vuelves luego, porque nos vamos… y se demoraron como una hora. Entonces cuando volvimos en la micro de vuelta con mi Papá, y él me dice “hablé con mi Papá”… que lo habían hecho llamar por teléfono a su padre… a Holanda o él llamo… no sé, la cosa que lo hicieron hablar y en esa llamada telefónica lo interroga. El Padre lo interroga y le pide nombres. Si esta cuestión fue así como política casi. Nombres, con quién había ido, quién lo sacó del país, quién los acogió en la casa, quién me había ayudado a mi??? Y el anotó todo eso, entonces con esos datos grabó toda la conversación con el niño y con esos datos me hizo la demanda de rapto. Y demandó a todas las personas involucradas que según él se equivocó en algunos nombres, pero quedó gente de mi trabajo involucrados ahí en esa demanda…

00:09:08 – 00:09:19

Periodista (Walter Roblero):

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- Y perdón, ¿tu crees que toda esta reunión, esta once, no sé…?

- Fue planificada…

- ¿Sí?

- Claro, si.

- Se habían puesto de acuerdo para hacer todo esto.

00:09:20 – 00:09:46

Patricia Vera:

Se habían puesto de acuerdo, si ellos tenían contacto ya, fue justo ese momento… querían hablar con él… o sea que el niño hablara con él, para pedirle la información y hacer la demanda. Él se dedicó a eso, todo el tiempo se dedicó a eso. Lo que yo digo, todo lo que aprendió de inteligencia para usarla en política contra sedición y el fascismo lo ocupó en contra mía.

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00:00:00 – 00:09:56

Patricia Vera:

… lo que aprendió de inteligencia para usarla en política contra sedición y el fascismo lo ocupó en contra mía. Eso fue lo más terrible, dramático encuentro yo. La cosa que no pude dejar al niño aquí y yo no me pude quedar tampoco, tenía que volver, entonces después de cómo cuatro meses yo volví. Me puse de acuerdo con Claudio y yo volví a París, yo tenía miedo de volver a Amsterdam, tenía una demanda, entonces llegamos… y Claudio en su dinámica de gira y todo eso… tampoco se podía hacer cargo, pero cuando yo llegué a París estaba mi hermana con su hija… la tenía ahí, estaban ahí y él se iba de gira, era todo un caos, no se podía… ¿qué hacemos entonces? Y yo le digo… le paso las maletas y nosotros siempre con la nave… con la nave de Star Wars. Y Rodrigo no se despegaba de su nave y los monitos… lo cual le ayudó mucho también a pasar todo esto no?

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Volvimos entonces. Mandé a la Rosi, mi hermana con su hija de vuelta a Amsterdam con mis maletas y Claudio me dijo, “Te vas conmigo… se van conmigo de gira, vamos a Alemania. Vamos al Festival Política de Alemania Oriental”. Ellos se iban en avión, ya estamos listos. “Ustedes se van en tren poh”. Así que nosotros tomamos un tren que iba a Polonia toda la noche Rodriguito y yo… y con la nave. Un bolsito y la nave y mi hermana partió con todas las maletas a Amsterdam. Llegamos, allá nos estaba esperando… nunca había ido yo a Alemania Oriental. Había ido a Alemania con Claudio, con Los Jaivas yo recorrí toda Alemania… y llegamos con el niño, pasamos al otro lado a Alemania Oriental, nos estaban esperando, porque la organización del Festival de la canción política, estuvimos con la Mercedes Sosa, fue súper bonito y nosotros con la nave… andábamos pa` todos lado con la nave.

(02:26)

Ya nos empezamos a cansar, porque en realidad andábamos en una situación dramática. Imagínate, si no andábamos de gira, venía de vuelta con el niño y me esperaba una demanda. No sabía que íbamos a hacer. Y Claudio me decía “tu andas conmigo, tú te vas conmigo y el niño y después volvemos a París y tu no te vas a Amsterdam”. A mi me pareció demasiado incierto, inseguro, demasiado inestable, ya no soportaba la tensión de tantos meses. Entonces cuando íbamos camino al aeropuerto para ir a Finlandia con Los Jaibas se me iluminó la ampolleta y dije “no, me vuelvo a Holanda a enfrentar la situación”. Entonces le dije que pararan… íbamos en una van camioneta y que me pararan en una estación de trenes y que me iba a devolver. Así que nos devolvimos, me dejaron en una estación de trenes, ellos siguieron y yo me devolví. Llegué al cruce de la frontera con Alemania Occidental… y nadie nos estaba esperando, nadie nos acompañaba para explicar ahí que teníamos que salir y no nos dejaban salir, porque normalmente te daban una VISA por 24 horas, pero como a mi me estaban esperando dijeron que yo venía al festival, entonces me dejaron entrar, pero ahora se había acabado el festival y para salir no tenía nada y no había nadie esperándome, entonces detenidos. Nos encerraron todo el día con el niño y con la nave de Star Wars jeje… estuvimos todo el día ahí… no hablaba alemán, pero entre holandés e inglés que se yo… que ubicaran a la Elque, que era la organizadora y le daban número y decían que llamaran y la Elque no aparecía. Al final en la noche… en la noche apareció… menos mal. Y ahí nos dejaron libre poh. Pudimos pasar al otro lado a Alemania Occidental y ahí fue lo primero que vimos Coca Cola, Mc Donalds y el Rodrigo estaba feliz, porque al lado de acá no había nada, no hay luces de neón, no hay nada. Era como “ya nos vamos acercando”… como la seguridad.

(05:00)

Llegamos ahí y no había trenes a Amsterdam hasta el día siguiente y nosotros con la nave… jeje… esa nave era así de grande, al final yo no la quería yo. Nos metimos en un cine nocturno, que empezaba a las doce de la noche, para que el niño durmiera un poco. Yo vi la película y a las dos de la mañana ya se había terminado, teníamos que irnos, así que ahí nos fuimos a un Bar árabe, los bar

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árabes están abiertos toda la noche hasta tarde. Es pa` los que salen de carrete y después quieren comer algo se van ahí. Son los únicos que tienen licencia y el Alemania también, así que ahí nos fuimos poh, nos sentamos ahí hasta como las seis de la mañana y nos fuimos a la estación y ahí tomamos el tren de las siete de la mañana y llegamos a Amsterdam, donde estaba mi hermana y de ahí fui al abogado. El abogado habló con el juez y el juez dijo que se iba a hacer una investigación y que para no dañar más al niño, que el niño se quedaba conmigo mientras duraba la investigación, pero que él tenía derecho a verlo los fines de semana. Ah… y a mi me quitaron el pasaporte… jeje… otra vez me quitaron el pasaporte que no podía salir de Holanda durante un año. Entonces se hizo la investigación, porque también había una demanda ante la… Fundación de la protección infantil. Ahí había una demanda también… son los que defienden a los niños poh. Una demanda de rapto, entonces venía todos los niños una asistente social a hablar con él, para investigar como vivía él y se estaba preparando como el juicio, entonces él empezó a hacer una campaña de gente que… declarara en contra mía. Eso me avisaron unos amigos, entonces el momento del juicio en el lado mío, estaba mi hermana, Claudio y una amiga. Y en el lado de él estaba lleno, todo lleno de gente. Y yo miraba y había gente que yo no conocía, que llevaba como testigos, pero en el momento del juicio ya estaba… el juicio está hecho… te dan los resultados no más. O sea, no tenía por qué haber llevado tanta gente.

(07:35)

Pero mira, estuvimos un año en investigación. Cuando yo volví lo puse en un colegio a mi hijo, en el barrio donde estábamos viviendo con mi hermana y ese colegio, era un colegio donde había muchos niños extranjeros y el director era de Surinam. Al director yo le expliqué todo. El director me dijo, “yo soy latinoamericano, yo sé como pasan estas cosas”… era un negro.

Bueno, me hicieron investigación el Consejo de protección infantil, después me mandaron a un psicólogo especializado en temas familiares y ahí me entrevistaban a mi, le hacían pruebas al niño, lo entrevistaba a él también, a su pareja… a mi me preguntaban por mi pareja, pero yo no quise involucrar a Claudio, porque no… para nada… este asunto es mío. Pero él si, había dicho que tenía una relación con un hippie. O sea, él me atacó por todos lados, que no le daba estabilidad al niño. La cosa es que esto duró mucho tiempo, yo estuve a punto de perderlo, porque él iba con su compañera y le mostraban una situación de estabilidad al Juez y yo le mostraba una situación de inestabilidad, según los parámetros que se consideran que es bueno pal niño, entonces ahí empecé a conocer mejor la sociedad holandesa. Como el juez iba cayendo en esas cosas poh, entonces fueron dos cosas que me salvaron. Una, que nos hicieron un careo. Y en el careo el juez le dice a mi compañero… ahhh, porque él decía que quería volver con su compañera a Argentina y se quería llevar al niño. Entonces el juez le dice, “no será mejor para el niño que se quede en Amsterdam por la inestabilidad política que hay en América Latina?” Y se enoja poh y explota y dice, “Cómo usted siempre los Holandeses nos miran como inestables, no… él va a estar feliz en

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nuestra tierra…” Y yo le digo “cálmate, cálmate”. Entonces el psicólogo dice “Así son las peleas…”, porque yo le había dicho que él se sulfuraba muy rápido…

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00:00:00 – 00:02:28

Patricia Vera:

…” Y yo le digo “cálmate, cálmate”. Entonces el psicólogo dice “Así son las peleas…”, porque yo le había dicho que él se sulfuraba muy rápido y yo siempre estaba calmando. Y yo le dije “si pueh, si es así es la relación”.

Después llamó… o pidió un testimonio al director de la escuela de mi hijo. Y el director le mandó una tremenda carta y le dijo que él era… siendo latinoamericano conocía el machismo de los latinoamericanos, y que este caso él consideraba que este era un asunto de honor de macho no más, y que no había interés efectivo y real por el niño, porque él nunca lo había visto acercarse a preguntar… nada.

Y sabes que todas esas cosas y no sé que más habría sido, que me dieron la tuición a mi. Después de un año me dieron la tuición a mi y él tenía los pasajes listos para irse. Sabes que él incluso pidió la asignación familiar, todo aunque yo lo tenía él la recibía, porque estaba juntando plata para irse a Argentina. Tenía los pasajes listos, estaba seguro que se lo llevaba. Después fue el juicio y fue a saludarme blanco, pero como… me ganaste… de la mano. Me dio la mano y me dijo “Me ganaste”… y así blanco. Dijo “No creí que me ibas a ganar”… Y no lo vi nunca más.

(01:42)

Entonces yo le dije, me acuerdo… ah, porque no le dieron visita, porque no había ninguna garantía de que si el niño iba a visitarlo a Argentina, que lo dejara volver a Holanda. Y al niño cuando le preguntaban qué quería… el niño no puede elegir, porque el niño quiere a sus dos padres. No le pueden preguntar con quién quiere vivir… quiere vivir con los dos, si no es culpa de él que nos hayamos separado.

Entonces… siempre le preguntaban… entonces él tomó la estrategia de decir: “Yo quiero vivir en Amsterdam… yo quiero vivir en Amsterdam“… hasta el día de hoy me dice. Yo no podía decir que quería dormir contigo.

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00:02:29 – 00:02:32

Periodista (Walter Roblero):

Y de hecho vive en Amsterdam todavía.

00:02:33 – 00:05:20

Patricia Vera:

Y tu sabes que de ahí… ah, porque yo le dije a él a mi ex compañero “hagamos un acuerdo, que tu lo vengas a ver o yo lo llevo”. Y el me dijo “No, yo no quiero”. Yo quiero ser Padre 100% o nada, así que ahora perdí… no me interesa. Entonces de ahí no lo vio en veinte años… si, cuando cumplió treinta años… hace diez años atrás que vinimos a Chile, nosotros lo acompañamos con mi otro hijo, con el Erasmo… lo acompañamos a Buenos Aires a encontrarse con su Padre. En veinte años no lo vio, él nunca quiso acercarse y él intentó varias veces el niño y él le mandaba a decir que él no estaba preparado. Y ahora… hace poquito que cumplió cuarenta años mi hijo, le mandó una carta y le dice que todavía está en desacuerdo con lo que pasó y con lo que yo hice. Pero, si el niño tenía nueve años y lo crié yo poh. Nunca lo ayudó, si nunca quiso saber de él.

(03:52)

Y con la nueva pareja, con la Argentina, tuvo otro hijo… y se separaron también. Vive sólo ahora en Argentina. Él tiene un rol importante en la organización de chilenos exiliados en Argentina y ahora va a ver un encuentro y seguro que va venir. Yo después me encontré con él, en uno de esos encuentros acá.

Esa fue la historia de cómo recuperé a mi hijo. Y mi hijo siguió conmigo, seguimos en Amsterdam, con mi hermana… y seguimos en Amsterdam. Después volvió Claudio y claro nosotros hicimos una casa con mi hermana, un departamento grande, bonito… de aquí no nos vamos a mover, así que tú te vienes para acá y seguimos… mi hermana me ayudó con el niño, porque quedó muy dañado psicológicamente, entonces mi hermana y mi sobrina, la hija de mi hermana, tuvieron que aguantar mucho, porque yo les pedí por favor, porque había que sanarlo, estaba muy dañado, así que tuvimos que aguantarlo harto. Igual me ayudaron ellas bastante. Después ella… yo salí saliendo de gira con Claudio y mi hermana se hacía cargo de los dos.

00:05:21 – 00:05:24

Periodista (Walter Roblero):

¿Y tu hermana a qué se dedicó?

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00:05:25 – 00:05:51

Patricia Vera:

Ella… estudiaba… hacía cursos… nada especial. Cuidaba a los niños, hacía trabajitos, hacía cursos y se dedicó a la solidaridad. A ella la querían todos. Acto que había ahí estaba ella, era como la Mamá de todos. La Rosi, mi hermana… todas la querían.

00:05:52 – 00:06:02

Periodista (Walter Roblero):

Y tu seguiste esta relación con Claudio así a punta de viaje, o sea, tu tenías tu centro de operaciones ahí en Amsterdam, pero él estaba en Francia…

00:06:03 – 00:06:35

Patricia Vera:

Claro, él en París, pero igual… estaba ahí pa` los ensayos. Se iba con los chiquillos de gira, nos encontrábamos donde estaban… donde iban a tocar y de ahí se iba pa` la casa, pa` la nuestra… y después volvía a los ensayos y se volvían de gira así poh. Fue una vida bien movida también y para las vacaciones, cuando no habían conciertos, ya estaba más rato en la casa. Los veranos.

00:06:36 – 00:06:43

Periodista (Walter Roblero):

Y tu continuaste… digamos, seguiste estudiando, seguiste concentrada en la antropología y en la investigación?

00:06:44 – 00:09:56

Patricia Vera:

Yo seguí… seguí estudiando antropología para el doctoral mientras viajaba con Claudio y estaba con mi hijo. Y trabajaba con el grupo de mujeres. Yo fui activa en el movimiento feminista, pero de la visión de las extranjeras. Porque igual las holandesas tienen su… igual que las Catalanas, tienen su movimiento. Somos feministas, pero somos del tercer mundo, somos latinas, distintas… Entonces allá se creó un movimiento que se llama De Negras Migrantes y Refugiadas, y ese era el movimiento más activo que hay en Holanda, más combativo, porque las

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holandesas no… en esta época, aparte de la primera ola… la segunda ola feminista…. La primera fue de la sufradista… antigua, la segunda, cuando empezaron los estudios de la mujer y peleamos por la ley del aborto por ejemplo, por cambiar la ley de aborto el año ochenta y tres… hicimos una huelga de mujeres y ahí eran activas para pelear por sus derechos, pero después se empezó a poner el movimiento más pasivo y las que empezaron a ser más activas, fuero las negras. Las negras, las refugiadas, las migrantes… nosotras pertenecíamos ahí si éramos negras. Nosotras políticamente éramos negras. Ellos hablan de la política blanca y la política negra, no? Entonces yo seguí militando ahí, seguí muy activa en todo el movimiento de mujeres extranjeras, de mujeres refugiadas, sobre todo fui co-fundadora del Consejo de Mujeres Refugiadas, de la Organización de Refugiadas de Holanda. Cuando te hablo de refugiado, los chilenos casi no contamos, éramos muy pocos… de todo el mundo, su mayoría de Africa. No, de Somalia, de Afganistán… después en los años noventa Bosnia. Yo seguí ahí y en el tema ese de mujeres migrantes, los temas de migración, hice también mi tesis fue sobre las acciones colectivas en Chile y la conciencia de género y la influencia del exilio. Esa fue mi tesis. Seguí también en el ámbito de la cooperación internacional. Allí yo trabajaba y seguí viniendo pa` ca cada dos años. Cada dos años me venía en el verano, me venía para Navidad para pasarlo con mi familia desde que me dieron permiso para venir, o sea me salí de la lista, cada dos años venía. Juntaba plata cada dos años. Me gastaba toda la plata, quedaba encalillada, después llegaba otros dos años a trabajar y… y venía. Y con Claudio no habíamos venido nunca, porque él nunca podía tomarse vacaciones cuando nosotros nos tomábamos vacaciones, siempre tenía gira… hasta que nació Erasmo.

FIN VIDEO 28

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00:00:00 – 00:05:24

Patricia Vera:

... nosotros nos tomábamos vacaciones, siempre tenía gira… hasta que nació Erasmo.

Y cuando nació Erasmo yo terminé mis estudios, estaba embarazada, fue súper planificado el Erasmo, porque los años antes yo no quería. Con todo lo que me había pasado y además una vida así de gira y todo, sin estabilidad con una casa en París. Uno vive en París y el otro en Amsterdam… yo no quería, pero lo planificamos y lo hicimos el ochenta y siete… ochenta y seis… y el ochenta y siete

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nació. Me fui embarazada la última gira a Estados Unidos, fue la última gira larga que hice embarazada y después no. El ochenta y siete nació Erasmo y a fines del ochenta y siete quisimos venir por primera vez con Claudio juntos de vacaciones para mostrar a Erasmo, para presentarlo, entonces fue la primera vez que en su vida que tomaba vacaciones para venir a Chile. Nos vinimos en diciembre a pasar Navidad, Año Nuevo con su familia y mi familia y ahí en ese viaje conocimos a unos jóvenes que tenían una productora que organizaba eventos, entonces lo vieron en la calle y lo reconocieron y nos invitaron a tomar un trago y al Bar Nacional, que después fue nuestro bar, a tomar borgoña me acuerdo, porque era un verano y se les ocurrió… le propusieron hacer una gira, que volvieran Los Jaivas después de cinco años. No habían venido en cinco años, entonces nos entusiasmaron y yo pensé oh… que sería bueno, porque nos quedamos más tiempo. Y andábamos con Rodrigo también, con mi hijo mayor y con Erasmo recién nacido. No tenía un año. Entonces Claudio se entusiasmó con la gira y entonces yo me quedé y empezamos a organizar la gira y yo me quedé a cargo representándolo a él, porque él se fue… fue a dejar a Rodrigo, porque tenía que volver al colegio a Holanda y él se fue de gira con Los Jaivas a Suecia y ahí los entusiasmó al resto. Los entusiasmó de volver a hacer una gira acá en Chile y de la importancia que tenía de volver. Bueno, yo quedé como la intermediaria y ahí fue Gabriel que se entusiasmó. Él dibujó el escenario del Estadio Santa Laura, que era como con forma de Jaiva, con patas de Jaiva… venían todos entusiasmados.

(02:50)

Aquí los chiquillos me presentaron a su tío, que iba a ser el manager de la gira Los ……………(02:56) producciones, porque se venía algo muy grande y no tenían la experiencia, entonces el mánager era Patricio Toro, que era un militante comunista, que tenía una librería Martin Fierro en la calle Bandera, bien conocida. Y él se iba a hacer cargo, porque estaba acostumbrado a organizar eventos grandes. Entonces, ya poh, yo empecé a tratarme con él y aquí se empezaron a hacer los afiches, yo le mandaba a decir a Claudio. Y así organizamos la gira hasta que volvieron… mi hijo Rodrigo se quedó en Amsterdam lamentablemente, porque tenía que ir al colegio. Allá no te dan… cuando la educación es obligatoria… es obligatoria y si tu faltas sin permiso, te denuncian, te demandan y te pasan una multa o vas a juicio. Me pasó a mi después… Me pasó, porque siempre me los traía para Navidad y nos quedábamos aquí. Más que dos semanas. Las vacaciones de Navidad son dos semanas, entonces él tuvo que volver y yo me quedé con Erasmo aquí y mi hermano entonces se hizo cargo de Erasmo… el hermano mayor… yo tenía a toda mi familia, estaban todos vivos, vivos y coleando y todos felices que volviéramos

(04:20)

Mi hermano mayo se hizo cargo de Erasmo mientras yo me iba de gira con Claudio, porque iba a ser muy dura para él que era muy chiquitito, pero felices… estaba en la casa de los tíos con los abuelitos y nosotros hicimos toda una gira al sur, después volvimos al Estadio Santa Laura el ochenta y ocho, no sé si tu… ¿qué edad tendrías? ¿tu te acuerdas?

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- Tenía… como doce años… o trece, no sé…

- Claro, Rodrigo tenía catorce. Ese fue grande ese concierto. Yo al final terminé en un zoriilo, con los pacos, porque tuve que ir a buscar a los pacos, porque era tal la efervescencia que casi no se hacía el concierto, porque la gente empezó a tirar las rejas al suelo. Era parece, que era la primera vez que se hacía un acto masivo, entonces la gente aprovechó eso pa` gritar contra Pinochet. Quedó la escoba… quedó la escoba… y Los Jaivas adentro del camarín y diciendo ¿qué hacemos? ¿salimos o no salimos?... estaba la escoba.

00:05:25 – 00:05:27

Periodista (Walter Roblero):

¿Y eso fu antes de que empezara el concierto?

00:05:28 – 00:09:56

Patricia Vera:

Si poh, cuando la gente empezó a llegar, o sea estaba todo ordenadito, era primera vez que se hacía un evento así, entonces fue todo muy organizado, entonces teníamos incluso abajo los asientos preferenciales para los invitados… bueno iba a estar Embajadores, que se yo… la familia, mi Mamá y mi Papá estaban con el niño… mi hermano con el niño… y mis otros hermanos, mis hermanos chicos, los menores estaban vendiendo discos con camisetas… para que vendieran en las graderías. Pero, la gente empezó a meterse, con escaleras se subían. Los pacos en el suelo… no quedó la escoba, las rejas que separaban la platea… de los sitios preferenciales todas abajo. Nosotros teníamos un equipo de seguridad que anduvieron todas las giras… un bus con unos cabros que era la seguridad poh de los conciertos. Había un equipo periodistas, había un equipo de técnicos, en la gira era como una caravana, camiones, buses, entonces todos estaban ahí en ese concierto, entonces no se podía contener a la gente y la gente gritando, gritando… y dejando la cagada ahí.

Y Los Jaivas decían ¿salimos o no salimos? ¿qué hacemos? Entonces me mandaron a buscar a los pacos… mira el año ochenta y ocho, ¿cómo iba a buscar a los pacos?... no… yo no quiero ir, tenía miedo, yo les tenía terror. Tuvimos que ir con una de las chiquillas de producción por siaca, para proteger, porque no sabíamos si iban a atacarlos o no poh cuando salieran a tocar. No sabíamos.

(07:21)

Yo llegué en un zorrillo, me subieron arriba. Jeje… aquí vengo yo… oye, la gente arrancaba. Había tal inseguridad, yo me acuerdo abrirle la puerta del camarín a la Isabel Parra… “Ábranme soy la Isabel Parra… ábranme por favor…”… y le

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abríamos y se protegía adentro. Estaba la escoba… la ambulancia, heridos, mis hermanos igual, no alcanzaron a vender ni una cuestión… vamos a guardar los discos… nada… no se pudo hacer nada. Entonces la pregunta era si podían tocar o no… Entonces decidieron tocar si venían los pacos… fuerzas especiales y los protegían poh. Pero si la gente los ve, se van a enojar más, va a ser peor, entonces llegamos y los milicos… los pacos… eran los carabineros, pero venían como fuerzas especiales, se metieron debajo del escenario. Nosotros les pedimos que la gente no los viera. Se metieron debajo del escenario y era por si pasa algo, para que los protegieran y ahí tocaron. Tocaron un poco con toda la gente arriba del escenario. Al final la gente estaba al lado del la batería… un caos… fue un caos terrible, yo no lo vi, porque nos quedamos… fui a buscar al niño cuando empezó a quedar esa escoba… fui a buscar al niño ahí en la cancha y me los pasaban fuerzas de seguridad… de la seguridad nuestra… me lo pasó mi hermano, lo tomaron ellos y empezaron a la gente a pasarlo así encima y yo le agarré una patita, y no soltaba una patita… y así lo pude recuperar. No si estaba así la escoba. Ese fue el Santa Laura.

(09:20)

Y después del Santa Laura, hubo un concierto más intimo en el teatro de la Teletón y ahí nos despedimos… cada uno por su lado, Gato volvió a Francia, nosotros nos íbamos a quedar con Eduardo y Claudio con la familia, para despedirnos de la familia y Gabriel se fue a Perú, para ver como proseguir la gira, porque esta vez había sido un descalabro, porque además el organizador no les pagó y se fue poh… Esa fue otra cuestión terrible…

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00:00:00 – 00:06:58

Patricia Vera:

… para ver como proseguir la gira, porque esta vez había sido un descalabro, porque además el organizador no les pagó y se fue poh… Esa fue otra cuestión terrible. El Patricio Toro, no le pagó a nadie y se fue. Y a Los Jaivas ya le pagó, porque el Gato se puso antes. Páganos la mitad antes y después nos pagas el resto. Por lo menos había recibido antes, pero él se desapareció… creo que estuvo preso. Fue puros dramas y por eso se fue Gabriel al norte a ver si podían organizar otra cosa y nosotros estábamos a punto de irnos… mira el 15 de abril del 88, nosotros estábamos de aniversario con Claudio, entonces nos fuimos a

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celebrar al Giratorio, a tomar pisco sour y en esos momentos Gabriel se estaba muriendo… se murió. El mismo 15 de abril, mientras nosotros estábamos disfrutando, él se estaba muriendo. Tuvo un accidente en la carretera camino a Nazca y ahí él falleció, pero nosotros no sabíamos… al día siguiente Claudio se fue… era el último fin de semana que teníamos aquí, entonces quedamos en que él se iba al día siguiente a Viña y yo me quedaba con mi familia. Quería que nos fuéramos a Viña, pero yo dije mejor el último fin de semana, tú con la tuya y yo con la mía, aprovechemos…. Nos íbamos el lunes, algo así.

Ese día en la mañana se había ido, y me llaman por teléfono… a una vecina, porque estábamos en la casa de mi Mamá, no teníamos teléfono ahí… una vecina tenía que nos conocía igual… y como a las seis de la mañana mi Mamá me fue a buscar… te están llamando de Francia y yo atiendo el teléfono… y es Gato… me dice “Paty, te estoy llamando de Francia, ¿dónde está Claudio?”… yo le dije que estaba en Viña, que se había ido… y me la lanza así… “No, es que hay que ubicarlo, porque Gabriel tuvo un accidente y se murió”… Qué! “Falleció, a nosotros nos llamaron de la Embajada de Perú, así que… y se murió… y todo lo que sabemos” Llamaron a la Kena… me dijo “llama a Claudio y avísale”… Yo le dije, “Yo no puedo darle esa noticia, por favor llámalo tú, debe estar en la casa de la tía”. Yo no me atrevía de decirle a Claudio. El Gato me avisó a mi y después avisó a Claudio, pero Claudio no estaba… andaba en la casa de otros amigos y ya en esos momentos, todavía no sabía Claudio, ya en las calles, en la radio ya se sabía, ya se sabía que había muerto, empezaron a decir en las noticias, a tocar la música de Los Jaivas en las radios y me llama mi cuñada, llorando y me dice “¿dónde está Claudio?”… yo era la única que podía saber donde se iba a meter y me decían “no quiero que se entere así por la radio, tenemos que hablarnos nosotros” Le dije, ándate donde la Bernardita o donde el Nacho, porque esos son los lugares donde se va.

(03:17)

Y llegó justo a tiempo, cuando estaba Claudio en la casa de la Bernardita… y lo llaman los vecinos, que estaban escuchando las noticias, y mi cuñada Carmen le dice “Claudio pasó esto…”. Alcanzó justo fíjate.

Esa muerte nos retrasó el viaje… nos quedamos aquí mucho tiempo más… mucho tiempo. Nos quedamos hasta abril… mayo… abril o mayo quedé yo y el pobre Rodrigo estaba sólo con amigos, porque en el intertanto mi hermana se había venido. Mi hermana se vino a Chile definitivamente con su hija, entonces Rodrigo estaba sólo con amigos allá y yo me quedé hasta mayo y Claudio se quedó hasta junio. Y ahí volvimos… esa cuestión fue terrible poh. Volvimos a Amsterdam nosotros, después Claudio a París y para nosotros fue otra vez… ¿Y ahora qué… ahora qué vamos a hacer? Yo quería volver. El niño estaba chico, tenía que crecer, entonces ya era… un drama… fue una situación de crisis, bien de crisis. Y ahí comenzamos con Claudio a alejarnos. Empezamos a alejarnos y bueno ahí se metieron otras personas… y yo quería quedarme en Chile y yo todas las veces que quería quedarme no podía, le puse mi país esquivo. Se me hace esquivo, no me puedo quedar, entonces yo ahí decidí venirme, cada uno con su

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vida y yo no tengo nada que hacer en Holanda… había terminado mis estudios, pero no tenía trabajo, entonces… postulé a una Beca Wus (the Word university service), que eran súper buenas para empezar a retornar, porque creo que eran de Unesco o Naciones Unidas. Te daban la posibilidad de una beca que tu te conseguías un trabajo aquí en Chile como voluntario y ellos te pagaban cuarenta mil pesos ponte en esa época. Era la beca Wus, una beca de reinserción.

(05:50)

Y yo había escrito al instituto de la Mujer de Santiago, diciendo que yo quería trabajar con ella y todo lo yo había hecho. Ellas me dijeron, si te consigues plata para proyectos bienvenida poh. Así que presenté un proyecto donde yo había trabajado en esa agencia que me ayudaron del CMC. Presenté un proyecto ahí y me vine con la beca Wus. Me vine, cerré todo y ahí yo saqué a Rodrigo que tenía 16 años que lo saqué de su ambiente, que fue súper terrible. Ahora yo he sabido que para él había sido súper terrible. Él estaba comenzando con hip-hop a los 16 años allá y por estas circunstancias que yo decidí volver. Erasmo tenía dos años y él tenía 16. Me los traje, no podíamos seguir, no los podía dejar sólo, pero pa` el fue bastante traumático para la vuelta… el retorno de Rodrigo.

00:06:59 – 00:07:03

Periodista (Walter Roblero):

¿Eso fue como el noventa?

00:07:04 – 00:09:06

Patricia Vera:

Si, exactamente como el 90, mi retorno fue así con la beca Wus, al final me salió el proyecto, me vine con un financiamiento para trabajar en el Instituto de la Mujer con las mujeres de la industria pesquera para estimular y promover la organización sindical de las mujeres de la industria pesquera. Me tocó ir a trabajar a la empresa …………………….. (07:30) donde trabajaban 90 % de mujeres en el tema de pelar los camarones y 10% de hombres con la beca Wus, pero después con este financiamiento y yo me conseguí un contacto con esta organización, porque mandaban misioneros. Conseguí que me contrataran como misionera laica, entonces al Instituto nunca le costé plata, porque me contrataron los holandeses como misionera y además había plata para contratar a más personas y para ejecutar el proyecto con las pesqueras. Ahí estuve 3 años. En el intertanto, el pobre Rodrigo arreglándosela para insertarse y metió el hip hop acá en Chile. El trajo el Hip hop y creó La Pose Latina con un amigo retornado de Alemania y después con otro de…

- Con el de Panamá… El Jimi…

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- Venía de Italia el Jimi…

- Ah, de Italia venía.

- Si, su Mamá estaba exiliada en Italia y se juntó con él, pero Rodrigo había creado ya antes la latin Pozze, o sea la Pozze Latina en inglés era su grupo y cuando se juntó con estos con los tres le cambió el nombre a la Pozze Latina. Después lo borraron a él, se pelearon que se yo, pero todo el primer disco lo hizo mi hijo, para mi fue la mejor música… la hizo él.

00:09:07 – 00:09:09

Periodista (Walter Roblero):

Él era el que hacía las bases… todas esas cosas.

00:09:10 – 00:09:52

Patricia Vera:

- Él hacía toda la música…

- Claro, pero no era el que cantaba… hacía la música…

- Claro, en algunos temas cantaba él. En el primero, pero sabes tu después le borraron hasta las voces. Se portaron súper mal con él. Si todavía está en el litigio con ellos, porque además yo tengo el nombre de La Pozze Latina… tienen una demanda, no sé… fue a tantos años… años 90… noventa y tanto. Les ha ido súper bien… y súper mal en su retorno. El Rodrigo si… es interesante. Yo voy a traducir su historia que está ahí… claro que es cortita, pero es interesante…

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00:00:00 – 00:09:51

Patricia Vera:

… su retorno. El Rodrigo si… es interesante. Yo voy a traducir su historia que está ahí… claro que es cortita, pero es interesante la vuelta de él, porque fue uno de los primeros niños que nació en el exilio y que retornó el 90 y vivió tres años aquí… y tuvo que volver. Y ahí también conoció a Jorge González por ejemplo de

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Los Prisioneros y al Claudio Narea, entonces cuando terminó de trabajar con… o sea cuando peleó con este grupo digamos… trabajó con Jorge González, cuando Jorge también se separó… él tocaba con Jorge y salían de gira. Todavía son amigos, también hace música para él.

Tres años trabajando en el Instituto de la Mujer y el Instituto cambia su política. En vez de trabajar con estos tipos de proyectos como lo estábamos haciendo con la sociedad civil, empieza a cambiar su dirección hacia el Estado. Prestar servicio al Estado, por lo tanto mi proyecto no les servía, no querían más, así que me dijeron último mes trabajo, tómatelo libre diciembre y terminamos con este proyecto. Y yo tenía plata para seguir tres años más. No, no quisieron, entonces yo dije ¿qué hago ahora?... me tengo que volver, porque no tengo trabajo… no podía encontrar trabajo. Me tuve que devolver, porque además me iba a quedar sin ingreso acá y sin embargo, si volvía a Holanda, iba a tener el seguro de cesantía, que era bastante bueno y con mi hijos yo sola… entonces volví.

(01:41)

Además aquí, año 93, había una efervescencia… así es todavía vivir en Santiago, es súper estresante… todo es estresante. Yo dije vuelvo, vivo de mi paro de cesantía, descanso… porque Holanda es como un sanatorio, si tu lo comparas con el movimiento de acá, llegar a Holanda. En primer lugar, los decibeles son mucho menos, cero ruido, no hay ruido en las calles. Hay, pero si tú lo comparas… llegas allá… el aire es puro, el agua es pura, tu puedes quedarte ahí y descansar, entonces yo pensé me voy a quedar máximo un año descansando y después voy a volver a la lucha, a la pelea. Bueno y ese año casi se transformó en 10, porque yo realmente tenía el pago de mi cesantía y empecé a hacer trabajos voluntarios en una organización que hacía evento sobre América Latina, que es lo que antes había sido el Chile Comité y yo me encargué de meter el tema de género ahí. No tenían idea, entonces lo hice voluntario. Eso me significó poder ir como reportera a la conferencia de la mujer en Beijing el 95. Me significó poder ir a varias partes y de ahí que casi se me acababa el paro, me llaman de una institución de salud de Tilburgo, del sur de Holanda. Me llaman para, a ver si podía trabajar, para ayudar a las mujeres bosnias refugiadas que venían llegando a Holanda. Venían con serios problemas de traumas, de violencia sexual y de guerra, de la guerra de Bosnia, entonces Holanda refugió a montón de gente de Bosnia y las mujeres necesitaban ayuda, entonces con una organización la Casa de la Mujer de …………… (03:52) de la ciudad . Querían hacer un trabajo con ella, me estaban pidiendo a mi que fuera.

(04:00)

Tilburgo está a una hora y media en tren de Amsterdam. Yo vivía sola con Erasmo. Rodrigo volvió… como se quedó trabajando con Jorge… con giras y después se volvía, estaba sola con Erasmo. Era la duda, cómo iba a dejar a Erasmo solo y yo me voy a trabajar todos los días tengo que tomar el tren una hora y media, o sea me demoraba dos horas… mínimo dos horas pa` allá y dos horas pa` cá. El que me llamó que era un holandés que hablaba castellano, había

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trabajado con refugiados chileno, era mi jefe… y yo le dije “yo no puedo hacer eso… es un niño”. Y me dice “Patricia, aquí los Holandeses hacemos eso. Nosotros por el trabajo nos sacrificamos. Y si tu necesitas sobrevivir, con esto… no es mucho lo que te vamos a pagar, pero si que vas a sobrevivir y lo vas a poder hacer”. Así que lo hice. Lo hice, porque o si no, se me acaba el pago y no tenía más. El Claudio de vez en cuando mandaba una ayuda, y el otro había desaparecido, así que lo hice y estuve trabajando ahí por varios años… varios años y… pero en el intertanto, cuando volví de Chile, en una conferencia de la mujer, me encuentro con una holandesa, que trabajaba en una organización feminista que recaudaba fondos y financiaba proyectos de mujeres, pero de base… de todo el mundo y súper radicales. Era algo que nunca había escuchado. Me pareció tan lindo. Y me ofrecieron trabajar voluntariamente, porque ellas no entendían los proyectos que llegaban en castellano de América Latina, de toda América Latina. No había nadie que hablara castellano. Entonces yo dije si… hacía mucho trabajo voluntario y todo eso me sirvió. Mira, me fui a trabajar a ……………(05:50), después pasé a hacer directora del consejo directivo de esta Fundación que se llamaba …………….. (05:59). El primer fondo de mujeres feministas de mujeres del mundo. Pasé a ser miembro de la directiva yen el trabajo que yo tenía en Etilburgo en el sur, me tocó hacer una investigación súper importante que la concursamos con la institución. Esta era una institución de salud, de asesoría a los profesionales de salud. Era todo el tema de salud, entonces yo trabajaba en el departamento de salud multicultural con refugiados y con migrantes, entonces me tocó hacer una investigación muy buena que ganamos el concurso. Yo propuse el proyecto, lo ganamos, para hacer una investigación sobre… por encargo del Ministerio de salud holandés… sobre las necesidades de atención en salud de refugiados de distintas nacionalidades de distintas etnias, como nueve etnias y su experiencia con el sistema de salud holandés y sus necesidades desde ellos mismos como pacientes.

(07:09)

Fue muy bonito, la hicimos en seis meses muy rápido, pero trabajamos… hicimos una investigación rápida, pero con nueve nacionalidades hombres y mujeres, le puse un poco de ……………. (07:25) genero en sus propios idiomas, focus group… mira fue súper lindo y fue muy importante. Fue tan importante, que debelaron tanto tales cosas que el ministerio me prohibió publicarlo. O sea, lo publicaron , pero me prohibieron difundirlo, porque iba a hacer una investigación desde el otro lado, desde el lado de la oferta… de cuál era el sistema de salud, lo que ofrecía. Mientras tanto no podía difundirlo, porque había mucha crítica del sistema de salud, entonces alcancé solamente a hacer unas dos charlas al Colegio Médico y me pedían mucho… me pedían mucho. Hay tanto refugiados, tantas culturas distintas y los médicos no saben que hacer, entonces esto estaba como que daba claves, pautas… pero el ministerio no quería todavía, porque iban a exigir, entonces me prohibieron mostrarla, pero es súper importante, porque en esos momentos ya recién se estaba hablando del síndrome de stress post-traumático, fue a mediado de los años 90, porque esto se inventó después.

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Después de descubrió, entonces era ese informe que está en holandés, no lo tengo traducido todavía, fue súper importante.

(08:47)

Bueno, yo me cansé mucho de estar viajando y el niño quedaba solo. Erasmo se crió prácticamente sólo, después de vuelta de Chile, de los siete años hasta los catorce, prácticamente sólo. Lo dejaba sólo en Amsterdam, yo llegaba después de las 8 de la noche, a veces me tomaba el tren equivocado. Ahí hay montón de anécdotas pa` contar. En esos momentos yo quería trabajar en Amsterdam, entonces con esa experiencia empecé a solicitar, renuncié… y me tocó por el diario mirando y me tomaron para hacer un trabajo de investigación y de promoción en un instituto de salud de la homosexualidad. Era súper divertido, porque era un tremendo instituto, un montón de plata, había que hacer investigación y también asesorar a los servicios de salud de Amsterdam con respecto al tema de salud sexual…

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00:00:00 – 09:49:27

Patricia Vera:

… y también asesorar a los servicios de salud de Amsterdam, con respecto al tema de salud sexual, de homosexuales y yo la primera vez que voy ahí a la entrevista, me hacen pasar a una sala de espera y estaba llena de posters de puros hombres desnudos y otros de travestis y trans y con falos y… una cosa así chocante y la secretaria que me viene a buscar era una transexual, no era transexual era travesti, con una voz así súper masculina pero totalmente… era súper raro el ambiente y los que me hacen la entrevista eran señores y señoras muy formales pues, una señora muy formal con sus vestidos largos así, un señor con corbata, pero eran todos lesbianas y gays o sea todos gay, entonces y entré a trabajar ahí porque me eligieron porque querían tener diversidad y yo era lo más diverso posible porque yo era extranjera, era heterosexual, era mujer, entonces era como la joya, entonces yo hice investigación ahí hasta el año dos mil sobre homosexuales cero positivo y porque… la pregunta era por qué detienen sus tratamientos contra el sida, entonces y ahí ese lugar, ese ambiente era muy bonito, pero tenía… moría mucha gente, todavía moría mucha gente de sida,

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entonces había mucha muerte, mucho…. incluso en el salón más grande que había un piano, el salón rojo, piano porque era todo muy gay también, había un lugar así como de recogimiento donde se prendían velas y las fotos de todos los pacientes se morían, y había un programa muy bonito que era el (01:55)… que era… ahí se formaban personas que acompañaran a los enfermos de sida hasta su muerte. Y que eso después se traspasó para acompañar a enfermos de… terminales de otras enfermedades. Era muy importante también y muy bonita la investigación que estaba haciendo, pero vinimos… de repente supe que…habíamos venido aquí… ah vinimos el año dos mil, ese fue el año dos mil. Vinimos a recibir el milenio nuevo con mi mamá, vinimos todos, mis hermanos, todos y fue la última vez que estuvimos juntos. O sea de partida mi papá se había muerto la primera vez que yo volví, la primera vez que yo volví a quedarme mi papá se murió y se murió de una manera también terrible porque se me cayó, se me cayó a mi y… por algo salté ese cuento, y el año dos mil vinimos, estuvimos todos juntos. Cuando volvimos a Holanda en marzo, yo estaba trabajando en este instituto que se llama (03:06) y en marzo supe que Eduardo estaba aquí, Eduardo Parra y que estaba alojando en la casa de mi hermano que vivía en Pudahuel, y la mujer de Eduardo estaba en Colombia, entonces la iban a recibir antes que se fuera a Paris porque tenían un niño. Fue su última mujer, la que tiene ahora, y quería mostrar al niño también, entonces pasaron a la casa de mi hermano. Mi hermano se ofrece entonces para ir a buscarla al aeropuerto a las tres de la mañana, que venía su vuelo de Colombia pasando por Chile de vuelta a Paris y mi hermano le dio un infarto mientras entraban al aeropuerto conduciendo, un infarto masivo y chocó y se murió ahí en el aeropuerto. Iba Eduardo atrás y mi cuñada ahí al lado. Mi hermano murió el catorce de marzo del dos mil y me tocó venir. Me llamaron por teléfono, la mujer de Eduardo me llama, porque Eduardo todavía estaba en interrogatorio, la policía, no querían que se supiera tampoco públicamente y mi hermano tirado en la calle todavía ahí en aeropuerto. Entonces me llaman por teléfono, ella me llamó para decirme eso y que nadie sabía, me llamó a mi a Holanda, yo estaba en Holanda, yo le dije: no, tú tienes que llamar a mi familia. Es que ahí yo dije, mi mamá se va a morir, porque mi hermano mayor era el regalón, si de toda la vida imagínate. Entonces al final llamé yo, claro quedó la escoba. Mis hermanos desesperados partieron a la posta, nadie sabía donde estaba, yo consiguiendo dinero para venir, venir para acá, venirme, porque fue un drama terrible lo que pasó, una desgracia terrible, porque nadie se esperaba. Mi hermano trabajaba, mi hermano era puntal de mi mamá, era el puntal de todos nosotros y el más fuerte, o sea y se había muerto. Y yo pregunté y qué le pasó a los demás, no entendía yo porque, ah porque ella me dijo que había habido un accidente y mi hermano se murió, entonces yo pregunté qué pasó con Eduardo y con mi cuñada, no no ellos están bien. Entonces yo no entendía qué había pasado, después me enteré que había sido que le dio un infarto. Entonces yo me vine, fue… igual fue multitudinario ese entierro, lo enterré, ya me fui, mi mamá quedó mal, me quedé un mes porque mi mamá no mi mamá no, mi mamá decía que se quería morir, se quería morir, se quería morir, no quería ir al cemeterio. Cuando la llevé al cementerio hizo un… ohh quería empezó a raspar ahí, a sacar el pasto para sacar a su hijo. Fue terrible, entonces yo dije me la llevo pa Holanda y fui a hablar con el médico, el médico me dijo que no podía hasta tres meses,

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tenía que hacer su duelo en el lugar tres meses y después la podía llevar. Bueno, esperamos tres meses, yo me fui y en tres meses ya compré el pasaje y ella se preparó, se hizo un trajecito con una tela que mi hijo Rodrigo le había traído de África, sus regalitos, todo y se murió. Le dio una muerte súbita, se acostó así y se murió, a los tres meses, entonces…. Y yo trabajando con temas de muerte y muerte, así que yo no quería trabajar más en el tema del sida tampoco. Me tuve que venir a enterrar a mi mamá de nuevo y ahí me estaba esperando mi hermana, mi hermana la Rosi, que siempre me acompañó, que ella esperando para que yo llegara, guardó el certificado de defunción para que no se la llevaran, para que yo llegara a sacarla, entonces por eso como guardó el certificado de defunción, la llevaron a la morgue y tuvieron que hacerle autopsia y eso todo ella lo hizo para que yo llegara y la saqué yo de la morgue. Yo llegué del aeropuerto a la morgue, no me lavé las manos en todo el día después que… después las iglesia.

Entonces cuando volví a Holanda, esa vez vine con mis dos hijos, porque ellos dijeron no, ahora vamos nosotros, ahora vamos nosotros también, se nos está muriendo toda la familia, así que ya en Holanda dejé de trabajar ahí y me contrataron en (07:48) como Gerenta del Fondo Internacional, el Fondo ya era grande, era súper grande, teníamos ya, manejábamos como… ya era más de un millón de florines, florines todavía, el dos mil pasó a euro, entonces teníamos harta plata y ya cada vez más trabajo, era mucho trabajo y la chica que estaba hí no daba abasto y no…. había más mucho más personal, entonces me contrataron, así que yo trabajé ahí en (08:20) hasta… como gerenta ahí viajé mucho, me fui a India, a China, Tailandia, fui a … América Latina a todas partes, porque teníamos los contactos, que era parte del movimiento de mujeres, entonces había que fortalecer el movimiento de mujeres, movilizábamos recursos y financiábamos proyectos, los más bacanes. Los que más financiábamos, son los proyectos que no podían conseguir recursos de otras partes porque no cumplían con los requisitos. Para nosotras si. Era un trabajo súper lindo, pero exhaustivo, o sea era cansador, yo trabajaba como diez horas diarias, por lo tanto Erasmo que era chico odiaba (09:00). Me iba a buscar a la oficina, ya vámonos, me sacaba así de la oficina. Entonces trabajé ahí hasta el dos mil tres, porque yo siempre quise volver poh, quise volver y volví el dos mil tres. Yo misma me… como yo era gerenta ahí y yo hice unas movidas de alianzas con Organizaciones Internacionales de Holanda o con Organizaciones del Estado que mandaban funcionarios internacionales a trabajar. Entonces yo me conseguí un contrato así y me vine a trabajar acá el dos mil tres, ahora con el Erasmo de la edad de la otra vez que me había traído a Rodrigo, de dieciséis años, que también fue fuerte pa él, porque ya estaba otra vez adaptado allá…

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00:00:00 – 00:05:01

Patricia Vera:

… el Erasmo de la edad de la otra vez que me había traído a Rodrigo, de dieciséis años, que también fue fuerte pa él, porque ya estaba otra vez adaptado allá, había crecido allá, también se había metido en hip hop, en la música de hip hop allá y me lo traigo yo para acá. Acá otra vez tiene que… ha tenido que adaptarse, pero ya otra onda porque han pasado diez años. Entonces acá yo vine a fortalecer el Fondo Alquimia que es un fondo que es como (00:32) pero que es chileno, porque pensábamos que esas organizaciones que hay también en Estados Unidos, Holanda, Estados Unidos, también se podían hacer en los países, donde haya una estabilidad económica y política más o menos, se podía hacer una organización de movilización de recursos como filantropía. Filantropía, tú haces recaudación y después tú distribuyes y financias proyectos, entonces se creo el fondo Alquimia aquí, entonces yo fortalecí el Fondo Alquimia, les traje dinero, les traje…. Me acuerdo que yo como renuncié allá a (01:11), me regalaron un computador, yo pedí subsidio para poder arrendar una casa acá y ahí instalamos el Fondo Alquimia, que todavía existe y estuve trabajando tres años ahí para fortalecerlo, crear las áreas de trabajo y todo eso y a los tres años se me acabó el contrato, el contrato de allá, igual siempre contratos holandeses. Ese contrato era excelente, yo junté plata y me compré esto, si era bueno porque era… era donante… era un buen, buen contrato, el mejor que he tenido en toda mi vida y el año dos mil tres se acabó el contrato de allá, entonces acá pedí quedarme en la misma organización, dije yo me puedo quedar aunque gane menos, pero en realidad era demasiado poco lo que me iban a pagar en comparación otra vez lo mismo poh. Si yo volvía me iban a pagar como mil quinientos euros de cesantía y si yo me quedaba aquí me iban a pagar doscientos mil pesos. Qué hacía. Me tuve que volver.

Pero ahora, no se poh dije yo no me voy a quedar diez años, pero ando por ahí. me volví el dos mil tres y cree mi propia fundación porque empezó el tema del fenómeno de la migración masiva de mujeres desde América Latina a España ahora, porque antes se iban a Estados Unidos, pero después de las torres gemelas, se empiezan a trasladar todas a España, entonces pensamos que… y ellas empiezan a mandar, las mujeres trabajadoras, mandan dinero en remesas a sus países de origen, por lo tanto tienen una influencia en el desarrollo económico de sus países, sin embargo no tienen ningún derecho, no les respetan sus derechos ni las defienden ni en el país de origen ni en el país de acogida. En el país de acogida sobre todo, las discriminan, entonces nosotros recaudábamos fondos y ayudábamos al movimiento de mujeres y organizaciones de mujeres. Yo dije bueno voy a crear una fundación que trabaje con las diásporas y que sean

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solidaria o sea no filantrópica, no voy a poner filantrópica pero si solidaria, porque filantropía además tiene una.. como tiene una mirada como desde arriba. Yo soy rico te doy. Por eso que no se llama filantrópica y es solidaria porque entre nosotros nos podemos ayudar. Nosotros de a poquito, a poquito, a poquito podemos juntar un poco de plata y financiamos un proyecto. Entonces yo cree esa fundación de Holanda para trabajar con las mujeres latinas, pero allá no había muchas latinas, toda la masa estaba en España y como yo ya tenía una historia en España y mi hermana la menor, que tuvo su drama, se había ido a España, me fui a instalarla allá también, o sea la tengo en Amsterdam y en Cataluña y allá trabajamos en Cataluña con la fundación, en toda Cataluña y también en Madrid. Esto fue lo que hice cuando yo volví, con la mala suerte, la mala suerte de que con la crisis económica se acabaron los subsidios, con la crisis económica de España y bueno de Europa en general, a las organizaciones más pequeñas como la nuestra, ya no les daban subsidio, entonces eso fue ahí quedé, quedamos sin nada. Afortunadamente pude pedir una pensión anticipada de lo que yo trabajé, así que en esas condiciones estoy, y ahora llegué acá porque mi hermanita la que me acompañó toda la vida, se me murió también, la Rosi.

00:05:02 – 00:05:05

Periodista (Walter Roblero):

- La que se quedó viviendo en Holanda

- y vivió conmigo en Holanda

- ¿Cuando murió?

00:05:06 – 00:05:12

Patricia Vera:

El año antes pasado, ayer, antes de ayer, el primero se cumplió un año y seis meses.

00:05:13 – 00:05:25

Periodista (Walter Roblero):

Y ahora no habías vuelto… bueno, digamos que el lunes te vas a ir a de nuevo a Amsterdam. No has vuelto a Amsterdam desde esa fecha. Ah ya ya.

00:05:26 – 00:07:32

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Patricia Vera:

De que me vine. No de que me vine porque, es que ella, ella cayó en coma el dos mil doce y yo vine y la sacamos del coma, estuvo como un mes en coma, si se había muerto. Hicimos una cadena no se, la saqué del coma, la saqué del coma, no se cómo yo con mi sobrina y ella empezó a recuperarse y yo me fui y me fui a Holanda y en ese intertanto que se estaba recuperando la agarró un virus y como ella se atendió en la salud pública, sabes que la mejoraron de lo que tenía en el pulmón, pero no le atendieron el resto del cuerpo y ella se murió de inanición, en la casa, sin atención, yo me la llevé pa la casa porque ella estaba bien y la íbamos a cuidar, pero no… bajó sesenta kilos, no tenía potasio, no tenía magnesio, no tenía nada, o sea no se pudo mover más y después le empezó a fallar el hígado y se empezó a poner…. Yo la veía por Internet, qué te está pasando, me decía no se, pero no si se me va a pasar y se me murió. La llevaron a la posta y ahí también, la dejaron tirá ahí no se cuántas horas con dolor y se murió. Así de mal cuidado. Eso fue el dos mil doce, pero yo estaba allá poh. No pude venir porque había venido ya recién cuando estaba en coma, me había ido a descansar, se estaba reponiendo y se murió. No pude venir, no tenía plata tampoco, me había gastado todo, entonces ahora que tuve plata el dos mil trece, me vine, me vine a hacer el duelo, me vine todos los primeros porque ella se murió el día de los muertos y el día tres estaba de cumpleaños y estábamos preparándonos para su cumpleaños y no alcanzó. Entonces fue súper fuerte, yo me vine, yo necesitaba venir y estar como un año sabático digamos, gracias a esa pensión que tengo, un año sabático y yendo todos los meses al cementerio y ahora ya como ahora cerré el ciclo y me devuelvo.

00:07:33 – 00:07:35

Periodista (Walter Roblero):

Y ahora cuánto tiempo piensas estar en… allá?

00:07:36 – 00:08:20

Patricia Vera:

Eh no se todavía, en principio dos meses y medio, en principio porque, es que quiero estar aquí, que este país no… ahora mismo mira, ahora con el mismo Fondo Alquimia, con el mismo Fondo Alquimia, que yo todavía soy directora de ahí, echaron al personal, hay cambio de personal y yo me ofrecí, digo yo puedo trabajar aquí, no importa que me paguen poco, ahora en estos momentos necesito plata, no importa y no poh, me dijeron que no. entonces… y he solicitado pega en otras partes y tampoco no. Por ejemplo en la universidad quieren… necesitaba un doctorado para trabajar en la Alberto Hurtado, que era el tema que yo manejo y

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no, sabes que no, entonces no… me tengo que ir otra vez. Siempre me pasa lo mismo.

00:08:21 – 00:09:18

Periodista (Walter Roblero):

- Claro. De aquí y de allá no.

- mi país esquivo

- Bueno Paty, se nos está acabando también la tarjeta, nos queda unos minutos pero creo que hemos redondeado bastante lo que ha sido tu vida, que todavía está entre allá y acá.

- si

- Tienes un hijo aquí y tienes un hijo allá…

- si

- … y bueno, vida en los dos lados, así que nada. Esta entrevista va a quedar para el centro de documentación del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, como material que va a servir a la investigación…

- perfecto

- …para las personas que estén investigando sobre, bueno sobre todas las cosas que hemos hablado. Una popular dictadura, exilio, retorno, no retorno…

- claro

- … así que nada, te damos muchas gracias por el testimonio y por abrirnos digamos hasta las cosas más íntimas de la vida.

00:09:19 – 00:09:44

Patricia Vera:

Si poh, no yo igual estoy contenta de que esto quede, porque igual mi hijo había empezado a grabarme porque yo a veces le cuento cosas y me dice ay tengo que grabarla, grabarla. Había empezado y yo le dije bueno, ya están haciendo el trabajo por ti, pa que quede, que quede y que sirva de algo no a la gente que quiera saber temas que yo he tocado, que también me pasa a mi, pero a a otras le pueden pasar otras cosas.

00:09:45 – 00:09:47

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Periodista (Walter Roblero):

Bueno, gracias.

00:09:48 – 00:09:54

Patricia Vera:

De nada, mucho gusto.

FIN VIDEO 33