Pena Muerte Educadores

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I. Guía para los Educadores y Educadoras Orientaciones didácticas ¿Qué es la pena de muerte? Buenas razones en contra de la pena de muerte El marco legal La pena de muerte en cifras La pena de muerte y España El trabajo de AI contra la pena de muerte Bibliografía Actúa: casos de apelación Filmografía II. Propuestas didácticas Actividades didácticas para Educación Primaria Actividades didácticas para Educación Secundaria Actividades didácticas para Bachillerato y Educación de Personas Adultas 3 3 2 7 8 9 10 11 12 12 13 17 25 ÍNDICE TEMÁTICO

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  • I. Gua para los Educadores y Educadoras

    Orientaciones didcticas

    Qu es la pena de muerte?Buenas razones en contra de la pena de muerte

    El marco legal

    La pena de muerte en cifras

    La pena de muerte y Espaa

    El trabajo de AI contra la pena de muerte

    Bibliografa

    Acta: casos de apelacin

    Filmografa

    II. Propuestas didcticasActividades didcticas para Educacin Primaria

    Actividades didcticas para Educacin Secundaria

    Actividades didcticas para Bachillerato y Educacin de Personas Adultas

    332

    789

    10111212

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    17

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    NDICETEMTICO

  • 2 AMNISTA INTERNACIONAL

    PARA LOS EDUCADORESY EDUCADORAS

    ORIENTACIONES DIDCTICASAmnista Internacional ofrece este material didctico con el objetivo de acercar

    al alumnado, desde diferentes ngulos, a la realidad de la pena de muerte. La finalidad es abrir una reflexin que les permita abordar con argumentos slidos que la pena de muerte es la negacin mxima del derecho fundamental a la vida proclamado en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos.

    Se podr comprobar, adems, que aunque sea una violacin de los derechos humanos, la pena de muerte no se oculta ni se niega; al contrario, forma parte de las leyes de los pases que la siguen aplicando.

    El docente contar con suficiente informacin sobre el tema para abordar esta cuestin dentro del aula, y una serie de propuestas didcticas dirigidas a potenciar la reflexin, la discusin y la toma de conciencia sobre la dimensin de este problema. Encontrar en todas las actividades propuestas, objetivos, edades recomendadas, materiales precisos e instrucciones para el desarrollo de la actividad adaptada a las caractersticas de cada grupo.

    Para Primaria, las actividades estn centradas en el derecho a la vida, recogido en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos y la Convencin de los Derechos del Nio. En las etapas de Secundaria, Bachillerato y Educacin de Personas Adultas (EPA), las actividades tienen por objetivo que el alumnado, a travs de debates o reflexiones personales, y basndose en la documentacin que se le proporciona o que pueda encontrar, se forme una opinin personal y fundamentada sobre la pena de muerte.

    Objetivos de la unidad didctica sobre Pena de Muerte

    Aunque en nuestro pas la pena de muerte est abolida, es especialmente preocupante que estas ideas vuelvan a resurgir entre el colectivo de jvenes. Por ello hemos elaborado este material con los siguientes objetivos:

    Reconocer el sentido de la vida como un valor fundamental de todo ser humano y relacionarlo con los fines de la Ley Orgnica de Educacin (LOE): La formacin para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en comn, la cohesin social, la cooperacin y so- lidaridad entre los pueblos as como la adquisicin de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos. (Ley Orgnica de Educacin 2/2006).

    Sensibilizar al alumnado sobre el sufri- miento que implica la pena de muerte.

    Conocer y valorar a las personas, orga- nizaciones y pases que estn por la abolicin de la pena de muerte.

    Adquirir conocimientos generales sobre la legislacin internacional que se ha ido promoviendo para la proteccin de la vida.

    Los destinatarios de este material:

    Alumnado de Educacin Primaria (6-12 aos).

    Alumnado de Educacin Secundaria (13-16 aos).

    Alumnado de Bachillerato (17-18 aos).

  • 3NO A LA PENA DE MUERTE

    Alumnado de Formacin Profesional.

    Alumnado de Escuelas de Educacin de Personas Adultas, grupos juveniles, etc.

    Este material didctico tiene su mbi- to de aplicacin ideal en la materia de Educacin para la Ciudadana y los Derechos Humanos y Educacin tico -cvica. Tambin puede ser utilizado en diversas reas de conocimiento de forma transversal: en Lenguaje, tica, Sociales, Historia, Religin, Sociedad, Cultura y Religin como complemento de los aprendizajes de contenidos es- pecficos de cada materia.

    BUENAS RAZONES EN CONTRA DE LA PENA DE MUERTE

    La pena de muerte viola dos derechos humanos bsicos

    La pena de muerte atenta contra el derecho a la vida, proclamado en el artculo 3 de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

    La pena de muerte vulnera el dere- cho de todas las personas a no ser sometidas a penas crueles, inhumanas y degradantes, proclamado en el artculo 5 de la Declaracin: Nadie ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

    Toda ejecucin es un acto brutal que deshumaniza a quienes la realizan y disminuye el valor que la sociedad atri- buye a la vida humana. A la crueldad de la propia ejecucin, se aade la de tener que esperar a menudo durante muchos aos el momento en que sta ocurre.

    QU ES LA PENA DE MUERTE

    La pena de muerte es la violacin ms extrema de los derechos humanos ya que atenta contra el derecho a la vida, proclamado en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos. Consiste en el homicidio premeditado a sangre fra de un ser humano a manos del Estado y en nombre de la justicia.

    La pena de muerte no disuade de cometer un delitoLos defensores de la pena de muerte

    sostienen que reduce el ndice de delitos graves. Sin embargo, no se han hallado pruebas convincentes que demuestren que la pena capital tiene un mayor poder disuasorio frente al delito que otros castigos.

    El estudio ms reciente sobre la rela- cin entre la pena de muerte y los ndices de homicidios, elaborado para la ONU en 1988 y actualizado en 1996 y 2002, llegaba a la siguiente conclusin: [...] la investigacin no ha conseguido demostrar cientficamente que las eje- cuciones tengan mayor efecto disua- sivo que la cadena perpetua. Y no es probable que lo consiga prximamente. En conjunto, las pruebas cientficas no ofrecen ningn respaldo a la hiptesis de la disuasin. (Fuente: Roger Hood, The Death Penalty: A Worldwide Perspective, Oxford University Press, 2002).

    2 AMNISTA INTERNACIONAL

    PARA LOS EDUCADORESY EDUCADORAS

    ORIENTACIONES DIDCTICASAmnista Internacional ofrece este material didctico con el objetivo de acercar

    al alumnado, desde diferentes ngulos, a la realidad de la pena de muerte. La finalidad es abrir una reflexin que les permita abordar con argumentos slidos que la pena de muerte es la negacin mxima del derecho fundamental a la vida proclamado en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos.

    Se podr comprobar, adems, que aunque sea una violacin de los derechos humanos, la pena de muerte no se oculta ni se niega; al contrario, forma parte de las leyes de los pases que la siguen aplicando.

    El docente contar con suficiente informacin sobre el tema para abordar esta cuestin dentro del aula, y una serie de propuestas didcticas dirigidas a potenciar la reflexin, la discusin y la toma de conciencia sobre la dimensin de este problema. Encontrar en todas las actividades propuestas, objetivos, edades recomendadas, materiales precisos e instrucciones para el desarrollo de la actividad adaptada a las caractersticas de cada grupo.

    Para Primaria, las actividades estn centradas en el derecho a la vida, recogido en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos y la Convencin de los Derechos del Nio. En las etapas de Secundaria, Bachillerato y Educacin de Personas Adultas (EPA), las actividades tienen por objetivo que el alumnado, a travs de debates o reflexiones personales, y basndose en la documentacin que se le proporciona o que pueda encontrar, se forme una opinin personal y fundamentada sobre la pena de muerte.

    Objetivos de la unidad didctica sobre Pena de Muerte

    Aunque en nuestro pas la pena de muerte est abolida, es especialmente preocupante que estas ideas vuelvan a resurgir entre el colectivo de jvenes. Por ello hemos elaborado este material con los siguientes objetivos:

    Reconocer el sentido de la vida como un valor fundamental de todo ser humano y relacionarlo con los fines de la Ley Orgnica de Educacin (LOE): La formacin para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en comn, la cohesin social, la cooperacin y so- lidaridad entre los pueblos as como la adquisicin de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos. (Ley Orgnica de Educacin 2/2006).

    Sensibilizar al alumnado sobre el sufri- miento que implica la pena de muerte.

    Conocer y valorar a las personas, orga- nizaciones y pases que estn por la abolicin de la pena de muerte.

    Adquirir conocimientos generales sobre la legislacin internacional que se ha ido promoviendo para la proteccin de la vida.

    Los destinatarios de este material:

    Alumnado de Educacin Primaria (6-12 aos).

    Alumnado de Educacin Secundaria (13-16 aos).

    Alumnado de Bachillerato (17-18 aos).

  • 4 AMNISTA INTERNACIONAL

    Las cifras ms recientes de criminalidad no demuestran que la abolicin haya producido efectos negativos. Por ejemplo, en Canad en 2006, el ndice de ase- sinatos haba descendido un 44 por ciento respecto a 1975, ltimo ao en el que se mantuvo la pena capital. Mientras, en Estados Unidos en 2004 el ndice medio de asesinatos en los estados con pena de muerte fue de 5,71 por cada 100.000 habitantes, pero en los estados sin pena capital fue slo de 4,02.

    No se ha podido demostrar que la pena de muerte tenga un especial efecto disuasorio sobre los ndices de criminalidad, lo que indica la inutilidad y el peligro que entraa basarse en la hiptesis de la disuasin para desarrollar una poltica pblica sobre la pena de muerte. La pena capital es un castigo duro con el delincuente, no con el delito.

    La pena de muerte es irreversible

    Es inevitable que la pena de muerte se cobre vctimas inocentes. Mientras la justicia humana siga siendo falible, no se podr eliminar el riesgo de ejecutar a un inocente. sta es una de las principales motivaciones por las que no debera aplicarse la pena de muerte.

    La condena a muerte depende de muchos factores. Por un lado, est la capacidad de los abogados defensores de probar que su defendido no merece tal pena si ha cometido un delito, y, de ser inocente, poder demostrarlo. Si se da un error en el proceso, las consecuencias son irreversibles, puesto que una vez ejecutada la pena es imposible devolverle la vida al acusado.

    No hay sistema de justicia penal en el mundo que pueda reivindicar su in- falibilidad para determinar la culpabilidad o la inocencia. Sin embargo, todos deberan esmerarse en garantizar la im- parcialidad. Un sistema de justicia no

    slo debe esforzarse por ser ecunime, sino que tambin debe reconocer sus imperfecciones y rendir cuentas de ellas. Esto significa que debe admitir la posi- bilidad de un error, compensando al inocente cuando esto ocurre.

    En Estados Unidos, desde el ao 1973, ms de 120 personas condenadas a muerte han quedado en libertad tras demostrarse que eran inocentes o que sus condenas se haban basado en pruebas de cargo insuficientes. Algunos estuvieron a punto de ser ejecutados tras pasar muchos aos en el corredor de la muerte. En todos estos casos hay varios factores que se repiten: conducta indebida por parte de los fiscales o de la polica, el uso de testimonios, pruebas materiales o confesiones poco fiables y una asistencia letrada inadecuada.

    A pesar de existir serias dudas sobre su culpabilidad, se siguen ajusticiando a los presos en muchos lugares del mundo. Es imposible determinar el nmero de personas inocentes ejecutadas, ya que despus de la aplicacin de la pena de muerte rara vez se llevan a cabo revisiones judiciales o se investigan posibles errores.

    En algunos pases basta la confesin del reo como prueba. Amnista Inter- nacional est en contra de esta prueba ya que favorece que se pueda obtener bajo tortura. En China, She Xianglin y Teng Xingshan fueron declarados culpables del asesinato de sus esposas y condenados a muerte en 1994 y 1987, respectivamente, a pesar de haberse declarado inocentes y haber afirmado que haban confesado bajo tortura. En ambos casos, las supuestas vctimas reaparecieron varios aos despus. En 2005, She Xianglin fue puesto en libertad tras pasar 11 aos en la crcel y ser absuelto de todos los cargos de manera oficial. Teng Xingshan no pudo ser liberado. Haba sido ejecutado en 1989.

    La pena de muerte es discriminatoria

    La pena de muerte a menudo se utiliza de forma desproporcionada contra perso- nas sin recursos econmicos, minoras y miembros de comunidades raciales, tnicas y religiosas.

    Disponer de un buen abogado, por ejemplo, es un factor fundamental a la hora de obtener una sentencia u otra. Los presos ejecutados no son necesa- riamente aquellos que cometieron los peores delitos, sino los que eran de- masiado pobres para contratar a un abogado hbil para defenderlos o los que se enfrentaron a fiscales ms duros o jueces ms severos.

    En un informe de 1990, en Estados Unidos, la Oficina de Controladura Ge- neral descubri un patrn de evidencia que indica disparidades raciales en la acusacin, sentencia e imposicin de la pena de muerte. El estudio concluy que un acusado tena ms posibilidades de ser sentenciado a muerte si la vctima del asesinato era blanca. Esto confirma los resultados de varios estudios en los que al mantener los dems factores constantes, el nico indicador ms fiable de si una persona ser sentenciada a muerte es la raza de la vctima. Lo que se oculta tras la estadstica es el trato diferencial de las personas de raza negra en cada instancia del sistema de justicia criminal. Desde las decisiones de acusacin hasta las apelaciones de la sentencia del jurado, a estas personas se las trata con mayor dureza cuando son acusadas y sus vidas tienen menos valor cuando son las vctimas. Adems, los jurados formados por blancos o con mayora de blancos todava son algo comn en muchos estados.

  • 4 AMNISTA INTERNACIONAL

    Las cifras ms recientes de criminalidad no demuestran que la abolicin haya producido efectos negativos. Por ejemplo, en Canad en 2006, el ndice de ase- sinatos haba descendido un 44 por ciento respecto a 1975, ltimo ao en el que se mantuvo la pena capital. Mientras, en Estados Unidos en 2004 el ndice medio de asesinatos en los estados con pena de muerte fue de 5,71 por cada 100.000 habitantes, pero en los estados sin pena capital fue slo de 4,02.

    No se ha podido demostrar que la pena de muerte tenga un especial efecto disuasorio sobre los ndices de criminalidad, lo que indica la inutilidad y el peligro que entraa basarse en la hiptesis de la disuasin para desarrollar una poltica pblica sobre la pena de muerte. La pena capital es un castigo duro con el delincuente, no con el delito.

    La pena de muerte es irreversible

    Es inevitable que la pena de muerte se cobre vctimas inocentes. Mientras la justicia humana siga siendo falible, no se podr eliminar el riesgo de ejecutar a un inocente. sta es una de las principales motivaciones por las que no debera aplicarse la pena de muerte.

    La condena a muerte depende de muchos factores. Por un lado, est la capacidad de los abogados defensores de probar que su defendido no merece tal pena si ha cometido un delito, y, de ser inocente, poder demostrarlo. Si se da un error en el proceso, las consecuencias son irreversibles, puesto que una vez ejecutada la pena es imposible devolverle la vida al acusado.

    No hay sistema de justicia penal en el mundo que pueda reivindicar su in- falibilidad para determinar la culpabilidad o la inocencia. Sin embargo, todos deberan esmerarse en garantizar la im- parcialidad. Un sistema de justicia no

    slo debe esforzarse por ser ecunime, sino que tambin debe reconocer sus imperfecciones y rendir cuentas de ellas. Esto significa que debe admitir la posi- bilidad de un error, compensando al inocente cuando esto ocurre.

    En Estados Unidos, desde el ao 1973, ms de 120 personas condenadas a muerte han quedado en libertad tras demostrarse que eran inocentes o que sus condenas se haban basado en pruebas de cargo insuficientes. Algunos estuvieron a punto de ser ejecutados tras pasar muchos aos en el corredor de la muerte. En todos estos casos hay varios factores que se repiten: conducta indebida por parte de los fiscales o de la polica, el uso de testimonios, pruebas materiales o confesiones poco fiables y una asistencia letrada inadecuada.

    A pesar de existir serias dudas sobre su culpabilidad, se siguen ajusticiando a los presos en muchos lugares del mundo. Es imposible determinar el nmero de personas inocentes ejecutadas, ya que despus de la aplicacin de la pena de muerte rara vez se llevan a cabo revisiones judiciales o se investigan posibles errores.

    En algunos pases basta la confesin del reo como prueba. Amnista Inter- nacional est en contra de esta prueba ya que favorece que se pueda obtener bajo tortura. En China, She Xianglin y Teng Xingshan fueron declarados culpables del asesinato de sus esposas y condenados a muerte en 1994 y 1987, respectivamente, a pesar de haberse declarado inocentes y haber afirmado que haban confesado bajo tortura. En ambos casos, las supuestas vctimas reaparecieron varios aos despus. En 2005, She Xianglin fue puesto en libertad tras pasar 11 aos en la crcel y ser absuelto de todos los cargos de manera oficial. Teng Xingshan no pudo ser liberado. Haba sido ejecutado en 1989.

    La pena de muerte es discriminatoria

    La pena de muerte a menudo se utiliza de forma desproporcionada contra perso- nas sin recursos econmicos, minoras y miembros de comunidades raciales, tnicas y religiosas.

    Disponer de un buen abogado, por ejemplo, es un factor fundamental a la hora de obtener una sentencia u otra. Los presos ejecutados no son necesa- riamente aquellos que cometieron los peores delitos, sino los que eran de- masiado pobres para contratar a un abogado hbil para defenderlos o los que se enfrentaron a fiscales ms duros o jueces ms severos.

    En un informe de 1990, en Estados Unidos, la Oficina de Controladura Ge- neral descubri un patrn de evidencia que indica disparidades raciales en la acusacin, sentencia e imposicin de la pena de muerte. El estudio concluy que un acusado tena ms posibilidades de ser sentenciado a muerte si la vctima del asesinato era blanca. Esto confirma los resultados de varios estudios en los que al mantener los dems factores constantes, el nico indicador ms fiable de si una persona ser sentenciada a muerte es la raza de la vctima. Lo que se oculta tras la estadstica es el trato diferencial de las personas de raza negra en cada instancia del sistema de justicia criminal. Desde las decisiones de acusacin hasta las apelaciones de la sentencia del jurado, a estas personas se las trata con mayor dureza cuando son acusadas y sus vidas tienen menos valor cuando son las vctimas. Adems, los jurados formados por blancos o con mayora de blancos todava son algo comn en muchos estados.

    5NO A LA PENA DE MUERTE

    La condena a muerte suele ser resultado de juicios injustos

    Como ha documentado el Relator Especial de la ONU sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias, la pena de muerte suele imponerse y ejecutarse despus de juicios injustos en los que se ha violado la mayora de los derechos humanos bsicos de los acusados, como el derecho a la presuncin de inocencia, a disponer de asistencia letrada, a ser juzgado por un tribunal imparcial e independiente, a apelar a un tribunal superior y a solicitar un indulto o la conmutacin de la pena.

    En algunas jurisdicciones, tribunales militares o especiales, utilizando pro- cedimientos sumarios, se obtienen con- fesiones y otras pruebas por tortura y se admiten a menudo en actuaciones judiciales que tienen como resultado la imposicin de la pena capital.

    Cul es el mejor mtodo de ejecucin? NINGUNO.

    Los mtodos de ejecucin que se han empleado desde el ao 2000 son los siguientes: la decapitacin (en Arabia Saud e Irak); la electrocucin (en Estados Unidos); el ahorcamiento (en Egipto, Irn, Japn, Jordania, Pakistn, Singapur y otros pases); la inyeccin letal (en China, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, Tailandia); el fusilamiento (en Bielorrusia, China, Somalia, Taiwn, Uzbekistn, Vietnam y otros pases), y la lapidacin (en Afganistn e Irn).

    Todos los mtodos de ejecucin son espantosos y pueden fallar, alargando la agona del sentenciado. La idea de que la inyeccin letal es una forma humana de matar es absurda. El condenado sufre el terror de esperar el momento de su muerte, establecido de antemano.

    Inyeccin letalLa inyeccin letal, como mtodo de

    ejecucin, se introdujo por primera vez en Estados Unidos en 1977. Aunque ya haba sido propuesta en un estudio presentado en 1888 en la Cmara de Representantes del Estado de Nueva York, no entr en vigor por la oposicin de la profesin mdica.

    El primer ejecutado mediante este sistema fue Charles Brooks Jr., en diciembre de 1982, en la prisin de Huntsville (Texas). Ningn otro pas del mundo la haba utilizado antes. China, en 1997, se convirti en el segundo pas en utilizarla, y, posteriormente, ha sido usada en Guatemala, Filipinas y Tailandia. Tambin est prevista en la legislacin de Taiwn, aunque no se ha usado hasta el momento.

    En Estados Unidos se ha abierto un debate sobre la inyeccin letal. En varias ocasiones este mtodo de ejecucin ha sido motivo de recursos en los tribunales. El 25 de septiembre de 2007, la Corte Suprema de Estados Unidos acord revisar la constitucionalidad de la aplicacin de la inyeccin letal. El Supremo tiene previsto analizar si esta forma de ejecucin viola la octava enmienda de la Constitucin, que prohbe los castigos crueles.

    Diversas organizaciones del mbito sanitario se han unido a Amnista Internacional y a otras organizaciones de derechos humanos en su exigencia de que la inyeccin letal sea finalmente prohibida.

    En las ejecuciones por inyeccin letal se suele inyectar al condenado una dosis masiva de tres sustancias qumicas: tiopental sdico, que provoca una rpida prdida del conocimiento; bromuro de pancuronio, que causa parlisis muscular; y cloruro de potasio, que produce un paro cardiaco.

    La profesin mdica en distintas ocasiones ha alertado que si el procesado recibe una cantidad insu- ficiente de tiopental sdico (debido, por ejemplo, al uso de una dosis err- nea, a la insercin incorrecta de la lnea intravenosa o a la precipitacin de las sustancias qumicas), el efecto anestsico no ser lo bastante profundo o desaparecer rpidamente y el con- denado experimentar un fuerte dolor a medida que el cloruro de potasio penetra en las venas y se produce el paro cardiaco. Debido a la parlisis muscular causada por el bromuro de pancuronio, al reo le resultara imposible manifestar su padecimiento.

    Tina Morris con el cuerpo inerte de su hermano, James Colburn, minutos despus de su ejecucin en el estado de Texas (EEUU) en marzo de 2003.

  • 6 AMNISTA INTERNACIONAL

    Lapidacin

    Amnista Internacional considera que la ejecucin por lapidacin agrava la brutalidad de la pena de muerte y es un mtodo concebido especficamente para aumentar el sufrimiento de la vctima.

    En los ltimos aos se tiene cono- cimiento de que slo Irn ha empleado este mtodo de ejecucin para casos de adulterio. El Cdigo Penal iran es muy concreto sobre la forma en que se llevar a cabo la ejecucin y los tipos de piedras que deben emplearse. El artculo 102 establece que para la ejecucin por lapidacin, los varones sern enterrados hasta la cintura y las mujeres hasta el pecho. El artculo 104 establece, en re- lacin con la pena por adulterio, que las piedras empleadas debern no ser lo suficientemente grandes como para matar a la persona de una o dos

    pedradas, ni debern ser tan pequeas que no puedan calificarse de piedras.

    La muerte por lapidacin viola los artculos 6 (derecho a la vida) y 7 (pro- hibicin de la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, del que Irn es Estado Parte.

    Colectivos especialmente vulnerablesMenores

    El derecho internacional prohbe clara- mente la imposicin de la pena de muerte en los casos de delitos cometidos por menores de 18 aos. A pesar de ello todava un reducido grupo de pases la mantiene.

    Desde 1990, Amnista Internacional ha tenido constancia de al menos 59 ejecu- ciones de personas que eran menores en el momento de cometer el delito en 10 pases: Afganistn, Arabia Saud, China, Estados Unidos, Irn, Nigeria, Pakistn, Repblica Democrtica del Congo, Sudn y Yemen. Varios de estos pases ya han modificado sus leyes para excluir esta prctica.

    La ejecucin de menores representa una nfima parte del total de ejecuciones que se llevan a cabo en el mundo y de las que Amnista Internacional tiene conocimiento cada ao. Estados Unidos e Irn han ejecutado cada uno a ms menores de edad que los otros ocho pases juntos, e Irn ha superado ya el total estadounidense de 19 ejecuciones de menores desde 1990.

    Estados Unidos finalmente aboli la pena de muerte a menores en 2005. La Corte Suprema prohibi la ejecucin de menores el 1 de marzo de 2005, haciendo as que Estados Unidos cum- pliera las normas internacionales que han abolido esas ejecuciones.

    Por su parte, Irn se ha convertido en los ltimos aos en el principal ejecutor de menores a pesar de ser Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos y en la Convencin sobre los Derechos del Nio, que prohben esta prctica.

    Existe un consenso internacional en contra de las ejecuciones de menores dada la inmadurez, impulsividad, vulne- rabilidad y capacidad de rehabilitacin que caracteriza a este colectivo. Por atroces que puedan ser los delitos por los que hayan sido condenados se a- puesta por aprovechar al mximo el po- tencial que tiene el menor para acabar integrndose en la sociedad. La ejecu- cin es la negacin extrema de esa conviccin generalizada.

    Personas con enfermedades mentales

    Desde que se reanudaron las ejecucio- nes en Estados Unidos en 1977 hasta diciembre de 2007 haban sido ejecu- tadas en Estados Unidos ms de 1.099 personas. Al menos cien de estas perso- nas padecan enfermedades o problemas mentales graves, bien antes de los delitos por los que fueron condenadas a muerte, bien en el momento de su ejecucin. Para algunas, el diagnstico fue trastornos mentales causados por terribles malos tratos en la infancia, la violencia carcelaria o sus experiencias como soldados envia- dos a combatir por su gobierno. En otras, parece que la enfermedad mental era hereditaria.

    Una mujer espera a la entrada de la prisin central de mujeres de Kabul en Afganistn.

  • 6 AMNISTA INTERNACIONAL

    Lapidacin

    Amnista Internacional considera que la ejecucin por lapidacin agrava la brutalidad de la pena de muerte y es un mtodo concebido especficamente para aumentar el sufrimiento de la vctima.

    En los ltimos aos se tiene cono- cimiento de que slo Irn ha empleado este mtodo de ejecucin para casos de adulterio. El Cdigo Penal iran es muy concreto sobre la forma en que se llevar a cabo la ejecucin y los tipos de piedras que deben emplearse. El artculo 102 establece que para la ejecucin por lapidacin, los varones sern enterrados hasta la cintura y las mujeres hasta el pecho. El artculo 104 establece, en re- lacin con la pena por adulterio, que las piedras empleadas debern no ser lo suficientemente grandes como para matar a la persona de una o dos

    pedradas, ni debern ser tan pequeas que no puedan calificarse de piedras.

    La muerte por lapidacin viola los artculos 6 (derecho a la vida) y 7 (pro- hibicin de la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, del que Irn es Estado Parte.

    Colectivos especialmente vulnerablesMenores

    El derecho internacional prohbe clara- mente la imposicin de la pena de muerte en los casos de delitos cometidos por menores de 18 aos. A pesar de ello todava un reducido grupo de pases la mantiene.

    Desde 1990, Amnista Internacional ha tenido constancia de al menos 59 ejecu- ciones de personas que eran menores en el momento de cometer el delito en 10 pases: Afganistn, Arabia Saud, China, Estados Unidos, Irn, Nigeria, Pakistn, Repblica Democrtica del Congo, Sudn y Yemen. Varios de estos pases ya han modificado sus leyes para excluir esta prctica.

    La ejecucin de menores representa una nfima parte del total de ejecuciones que se llevan a cabo en el mundo y de las que Amnista Internacional tiene conocimiento cada ao. Estados Unidos e Irn han ejecutado cada uno a ms menores de edad que los otros ocho pases juntos, e Irn ha superado ya el total estadounidense de 19 ejecuciones de menores desde 1990.

    Estados Unidos finalmente aboli la pena de muerte a menores en 2005. La Corte Suprema prohibi la ejecucin de menores el 1 de marzo de 2005, haciendo as que Estados Unidos cum- pliera las normas internacionales que han abolido esas ejecuciones.

    Por su parte, Irn se ha convertido en los ltimos aos en el principal ejecutor de menores a pesar de ser Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos y en la Convencin sobre los Derechos del Nio, que prohben esta prctica.

    Existe un consenso internacional en contra de las ejecuciones de menores dada la inmadurez, impulsividad, vulne- rabilidad y capacidad de rehabilitacin que caracteriza a este colectivo. Por atroces que puedan ser los delitos por los que hayan sido condenados se a- puesta por aprovechar al mximo el po- tencial que tiene el menor para acabar integrndose en la sociedad. La ejecu- cin es la negacin extrema de esa conviccin generalizada.

    Personas con enfermedades mentales

    Desde que se reanudaron las ejecucio- nes en Estados Unidos en 1977 hasta diciembre de 2007 haban sido ejecu- tadas en Estados Unidos ms de 1.099 personas. Al menos cien de estas perso- nas padecan enfermedades o problemas mentales graves, bien antes de los delitos por los que fueron condenadas a muerte, bien en el momento de su ejecucin. Para algunas, el diagnstico fue trastornos mentales causados por terribles malos tratos en la infancia, la violencia carcelaria o sus experiencias como soldados envia- dos a combatir por su gobierno. En otras, parece que la enfermedad mental era hereditaria.

    Una mujer espera a la entrada de la prisin central de mujeres de Kabul en Afganistn.

    7NO A LA PENA DE MUERTE

    Para algunos de los ejecutados, los aos vividos en el corredor de la muerte les haban provocado problemas de salud mental o exacerbado los que ya tenan. Entre las personas que desde 1977 han retirado sus apelaciones y dado su consentimiento a su propia ejecucin, hay varias con enfermedades mentales. Este deseo de morir facilita la labor de un Estado ms que dispuesto a llevar la libertad de eleccin de estas personas hasta su conclusin letal.

    Segn cifras de la Asociacin Nacional de Salud Mental estadounidense, las personas con enfermedades mentales representan entre el 5 y el 10 por ciento del total de la poblacin reclusa en el corredor de la muerte.

    La ejecucin de personas con disca- pacidad intelectual fue declarada ile- gal por la Corte Suprema de Estados Unidos al entender que disminuye la culpabilidad de la persona. Es cierto que discapacidad intelectual y enfermedad mental no son lo mismo, pero pueden tener consecuencias similares, por lo que resulta incoherente eximir a los discapacitados de la pena de muerte y no hacerlo con personas que padecen enfermedades mentales y que a menudo ni siquiera comprenden la gravedad de su delito o los cargos que se presentan contra ellas. A veces comparecen bajo los efectos de una fuerte medicacin, causando una errnea impresin en el jurado, e incluso en algunas ocasiones se les ha obligado a tomar dosis elevadas de medicamentos para hacerlas aptas para ser ejecutadas.

    Los pronunciamientos recientes de los tribunales de Estados Unidos han de- jado buenas y malas noticias. En virtud de una resolucin adoptada el 28 de junio de 2007, la Corte Suprema de Estados Unidos impidi la ejecucin de Scott Panetti, condenado a muerte en Texas, que sufre graves delirios. En la re-

    solucin se defina con mayor precisin el criterio para determinar si una persona reclusa est mentalmente enferma desde un punto de vista legal. Al hacerlo, el tribunal reconoca tambin la dificultad de formular un juicio al respecto. Sin embargo, el 27 de junio de 2006, se ejecut en Texas a ngel Maturino Resndiz. La ejecucin se llev a cabo a pesar de existir slidos indicios de que padeca graves trastornos mentales, incluida esquizofrenia paranoide.

    Es imposible saber cuntas personas con problemas mentales graves estn condenadas a muerte o han sido ejecu- tadas.

    MARCO LEGAL Moratoria universal. Un gran logroLa Asamblea General de las Naciones

    Unidas aprob el 18 de diciembre de 2007 una resolucin histrica a favor de una moratoria de la pena de muerte en todo el mundo.

    La resolucin fue adoptada por una amplia mayora. Ciento cuatro pases votaron a favor, 52 en contra y 29 se abstuvieron.

    La aprobacin de esta resolucin es un gran paso para lograr un mundo sin pena de muerte. Es, adems, una prueba ms de la tendencia global hacia la abolicin.

    Aunque no es jurdicamente vinculante, el llamamiento de la ONU en favor de la suspensin de las ejecuciones tiene considerable peso poltico y moral, sobre todo al haber sido adoptada por amplia

    mayora. Esta resolucin recuerda a los Estados miembros de las Naciones Unidas su compromiso de trabajar por la abolicin de la pena de muerte, y constituye un importante instrumento para persuadir a los que siguen aplicando la pena capital de que reconsideren su empleo.

    Qu dicen las leyes internacionales sobre la penade muerte?

    La Declaracin Universal de los De- rechos Humanos, adoptada por la Asam- blea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1948 en respuesta al grado de brutalidad y terror estatal de la Segunda Guerra Mundial, reconoce el derecho del individuo a la vida y afirma categricamente que nadie ser sometido a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

    Posteriormente la comunidad de na- ciones ha aprobado cuatro tratados internacionales que establecen la abo- licin de la pena de muerte. Uno de ellos es de mbito mundial y los otros tres regionales:

    El Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civi- les y Polticos (PIDCP): Adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, es un tratado de mbito mundial que establece la abo- licin total de la pena de muerte, pero permite a los Estados Partes man- tenerla en tiempo de guerra si hacen una reserva a tal efecto en el mo- mento de ratificar el Protocolo o ad- herirse a l.

  • 8 AMNISTA INTERNACIONAL

    El Protocolo de la Convencin Ame- ricana sobre Derechos Humanos: Adoptado por la Asamblea General de la Organizacin de los Estados Americanos en 1990, establece los mismos acuerdos que el anterior.

    El Protocolo nmero 6 del Convenio Europeo para la Proteccin de los De- rechos Humanos y las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos): Adoptado por el Consejo de Europa en 1982, establece la abolicin de la pena de muerte en tiempo de paz. Sin embargo, los Es- tados Partes pueden mantenerla por actos cometidos en tiempo de guerra o de peligro inminente de guerra.

    El Protocolo nmero 13 del Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos): Adoptado por el Consejo de Europa en 2002, establece la abolicin de la pena de muerte en cualquier circunstancia, incluidos los actos cometidos en tiempos de guerra o de peligro inminente de guerra.

    En los cuatro tratados se establece que los Estados Parte de cualquiera de los convenios a los que estn adheridos pueden convertirse en Estados Parte del correspondiente Protocolo.

    Salvaguardias especialesEl artculo 6.5 del Pacto Internacional de

    Derechos Civiles y Polticos dispone que "no se impondr la pena de muerte por delitos cometidos por personas de menos de 18 aos de edad, ni se aplicar a las mujeres en estado de gravidez". Lo mismo manifiesta el artculo 4.5 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos.

    El artculo 37.a de la Convencin sobre los Derechos del Nio establece que "no se impondr la pena capital ni la de prisin perpetua sin posibilidad de excarcelacin por delitos cometidos por menores de 18 aos de edad". Tambin lo afirma la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Nio.

    El punto 3 de las Salvaguardias para Garantizar la Proteccin de los Derechos de los Condenados a la Pena de Muerte, aprobadas por el Consejo Econmico y Social de la ONU en 1984, estipula que "no sern condenados a muerte los menores de 18 aos en el momento de cometer el delito, ni se ejecutar la sentencia de muerte en el caso de mujeres embarazadas o que hayan dado a luz recientemente, ni cuando se trate de personas que hayan perdido la razn".

    En la Resolucin 1989/64, aprobada el 24 de mayo de 1989, el Consejo Eco- nmico y Social de la ONU recomienda a los Estados miembros de la ONU que eliminen la pena de muerte "en el caso de personas aquejadas de retraso mental o con capacidad mental sumamente limitada, bien fuere en el momento de imposicin de las sentencias o de la eje- cucin". El Consejo Econmico y Social recomienda tambin que los Estados miembros establezcan un "lmite de edad despus del cual nadie podr ser condenado a muerte ni ejecutado".

    LA PENA DE MUERTE EN CIFRASLa tendencia hacia la abolicin de la

    pena de muerte a escala mundial parece imparable. Si en 1977 slo 16 pases haban abolido la pena de muerte pa- ra todos los delitos, en enero 2008 ya son ms de 90. Desde 1990, ms de 50 pases y territorios han abolido la pena capital para todos los delitos.

    Segn los datos de los que dispone Amnista Internacional en enero 2008:

    91 pases y territorios han abolido la pena de muerte para todos los delitos.

    11 pases han abolido la pena de muerte para todos los delitos salvo los excepcionales, como son los cometidos en tiempo de guerra.

    32 pases son considerados aboli- cionistas de hecho: aunque mantienen en su legislacin la pena de muerte, no han llevado a cabo ninguna ejecucin en los ltimos 10 aos o ms y se considera improbable que lo hagan.

    Esto supone que un total de 134 pases han abolido la pena de muerte en su legislacin o en la prctica. Sin embargo, 63 pases y territorios mantienen y aplican la pena de muerte, aunque el nmero de los que realmente ejecutan a presos en un ao determinado es mucho menor.

    A esta tendencia hacia la abolicin, respaldada por la moratoria universal aprobada en Naciones Unidas, podran sumarse prximamente ms pases, ya que son varios los que estudian leyes abolicionistas.

  • 8 AMNISTA INTERNACIONAL

    El Protocolo de la Convencin Ame- ricana sobre Derechos Humanos: Adoptado por la Asamblea General de la Organizacin de los Estados Americanos en 1990, establece los mismos acuerdos que el anterior.

    El Protocolo nmero 6 del Convenio Europeo para la Proteccin de los De- rechos Humanos y las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos): Adoptado por el Consejo de Europa en 1982, establece la abolicin de la pena de muerte en tiempo de paz. Sin embargo, los Es- tados Partes pueden mantenerla por actos cometidos en tiempo de guerra o de peligro inminente de guerra.

    El Protocolo nmero 13 del Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo de Derechos Humanos): Adoptado por el Consejo de Europa en 2002, establece la abolicin de la pena de muerte en cualquier circunstancia, incluidos los actos cometidos en tiempos de guerra o de peligro inminente de guerra.

    En los cuatro tratados se establece que los Estados Parte de cualquiera de los convenios a los que estn adheridos pueden convertirse en Estados Parte del correspondiente Protocolo.

    Salvaguardias especialesEl artculo 6.5 del Pacto Internacional de

    Derechos Civiles y Polticos dispone que "no se impondr la pena de muerte por delitos cometidos por personas de menos de 18 aos de edad, ni se aplicar a las mujeres en estado de gravidez". Lo mismo manifiesta el artculo 4.5 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos.

    El artculo 37.a de la Convencin sobre los Derechos del Nio establece que "no se impondr la pena capital ni la de prisin perpetua sin posibilidad de excarcelacin por delitos cometidos por menores de 18 aos de edad". Tambin lo afirma la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Nio.

    El punto 3 de las Salvaguardias para Garantizar la Proteccin de los Derechos de los Condenados a la Pena de Muerte, aprobadas por el Consejo Econmico y Social de la ONU en 1984, estipula que "no sern condenados a muerte los menores de 18 aos en el momento de cometer el delito, ni se ejecutar la sentencia de muerte en el caso de mujeres embarazadas o que hayan dado a luz recientemente, ni cuando se trate de personas que hayan perdido la razn".

    En la Resolucin 1989/64, aprobada el 24 de mayo de 1989, el Consejo Eco- nmico y Social de la ONU recomienda a los Estados miembros de la ONU que eliminen la pena de muerte "en el caso de personas aquejadas de retraso mental o con capacidad mental sumamente limitada, bien fuere en el momento de imposicin de las sentencias o de la eje- cucin". El Consejo Econmico y Social recomienda tambin que los Estados miembros establezcan un "lmite de edad despus del cual nadie podr ser condenado a muerte ni ejecutado".

    LA PENA DE MUERTE EN CIFRASLa tendencia hacia la abolicin de la

    pena de muerte a escala mundial parece imparable. Si en 1977 slo 16 pases haban abolido la pena de muerte pa- ra todos los delitos, en enero 2008 ya son ms de 90. Desde 1990, ms de 50 pases y territorios han abolido la pena capital para todos los delitos.

    Segn los datos de los que dispone Amnista Internacional en enero 2008:

    91 pases y territorios han abolido la pena de muerte para todos los delitos.

    11 pases han abolido la pena de muerte para todos los delitos salvo los excepcionales, como son los cometidos en tiempo de guerra.

    32 pases son considerados aboli- cionistas de hecho: aunque mantienen en su legislacin la pena de muerte, no han llevado a cabo ninguna ejecucin en los ltimos 10 aos o ms y se considera improbable que lo hagan.

    Esto supone que un total de 134 pases han abolido la pena de muerte en su legislacin o en la prctica. Sin embargo, 63 pases y territorios mantienen y aplican la pena de muerte, aunque el nmero de los que realmente ejecutan a presos en un ao determinado es mucho menor.

    A esta tendencia hacia la abolicin, respaldada por la moratoria universal aprobada en Naciones Unidas, podran sumarse prximamente ms pases, ya que son varios los que estudian leyes abolicionistas.

    9NO A LA PENA DE MUERTE

    A pesar de ello, en 2006:

    1.591 personas fueron ejecutadas en 25 pases. Se considera que se trata de una cifra mnima. La real podra ser mucho ms elevada.

    El 91 por ciento de todas las eje- cuciones conocidas tuvieron lugar en seis pases: China (al menos 1.010; otras fuentes elevan la cifra a 8.000), Estados Unidos (53), Irn (al menos 177), Irak (al menos 65), Pakistn (82) y Sudn (al menos 65).

    Aunque es difcil establecer una cifra exacta, se estima que el nmero de condenados a muerte y a la espera de ejecucin a 1 de enero de 2008 era de entre 19.185 y 24.646.

    LA PENA DE MUERTE Y ESPAAQu dice la Constitucin sobre la pena de muerteEn Espaa las ltimas ejecuciones tu-

    vieron lugar en septiembre de 1975, cuando dos militantes de ETA y tres de las FRAP fueron fusilados. Fue en 1978, con la Constitucin actual, cuando se aboli la pena de muerte en Espaa, excepto en los casos en los que la legislacin militar estableca para tiempo de guerra.

    Hasta 1995, el Cdigo Penal militar prevea la pena de muerte como pena mxima para casos de traicin, rebelin militar, espionaje, sabotaje o crmenes de guerra. Tras una larga campaa de organizaciones sociales y de iniciativas

    individuales, qued abolida con el acuer- do final de todos los partidos polticos. La ley Orgnica 11/1995 de 27 de noviembre, que abola la pena de muerte en tiempo de guerra, vino a completar la abolicin y a convertirla en absoluta.

    Aunque la pena de muerte desapareci del Cdigo Penal Militar espaol, an no se ha retirado la mencin a la misma en el artculo 15 de la Constitucin, donde se establece: "Todos tienen derecho a la vida y a la integridad fsica y moral sin que, en ningn caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra".

    Teniendo en cuenta que en ms de 40 pases sus constituciones proh- ben expresamente la pena capital, Am- nista Internacional considera que la Constitucin espaola debera eliminar la mencin a la pena de muerte e incluso prohibir expresamente la aplicacin de la misma.

    Legislacin internacionalEspaa todava no ha firmado el Pro-

    tocolo nmero 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que establece la abolicin de la pena de muerte en cual- quier circunstancia, incluidos los actos cometidos en tiempos de guerra o de peligro inminente de guerra.

    Espaoles condenados a muerte en el mundo

    A 1 de enero de 2008 haba dos es- paoles condenados a muerte en el mundo: Pablo Ibar en Estados Unidos y Nabil Manakli en Yemen.

    De padres vascos emigrados en los aos 70 a Estados Unidos, Pablo Ibar fue condenado a muerte en el ao 2000 y, desde entonces, est en el corredor de la muerte de la penitenciara de Starke (Florida). Los hechos se remontan a 1994 cuando Pablo Ibar fue acusado junto a otro hombre de asesinar a tres personas durante un robo en una mansin. En 1998, un jurado del condado de Broward no pudo llegar a un veredicto unnime de culpabilidad y el juez declar nulo el juicio. Sin embargo, en un segundo juicio celebrado en el ao 2000 se le consider culpable del triple asesinato. La acusacin se apoya, principalmente, en unas imgenes que quedaron grabadas en el vdeo de seguridad de la casa y en las que, segn el fiscal, aparece Pablo Ibar, lo que para la defensa es ms que dudoso.

    El 9 de marzo de 2006, el Tribunal Su- premo de Florida confirm su condena

  • 10 AMNISTA INTERNACIONAL

    a pesar de no haber pruebas consistentes que le inculpen y de que el Tribunal Su- premo reconociese que hubo irregulari- dades en el juicio. La vida de Pablo Ibar depende ahora del recurso que su nuevo abogado prepara para intentar que el juicio en el que fue condenado sea declarado nulo y vuelva a ser juzgado. Su abogado tena previsto presentar los nuevos argumentos a principios de 2008, y el juez podra dictaminar a finales de ao o incluso durante 2009. Si su decisin fuera negativa, queda la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Supremo de Florida, ante el Tribunal Supremo de Esta- dos Unidos y ante un tribunal federal.

    Nabil Manakli Kasaybati, ciudadano espaol de origen sirio, fue condenado a muerte en Yemen en 1997 tras ser acusado de planear actos de sabotaje y asesinatos, por un atentado con bomba ocurrido en Adn en julio de ese ao. Fue inculpado junto con 27 personas ms, algunas de las cuales, incluido l, fueron torturadas, segn informes, para obligarlas a confesar. El tribunal admiti como prueba estas confesiones. En marzo de 2003, el Tribunal Supremo confirm la condena de muerte impuesta a Nabil Manakli y el 11 de septiembre de ese mismo ao el presidente yemen, Ali Abdullah Saleh, ratific su condena de muerte.

    Finalmente no fue ejecutado y, en abril de 2006, el Gobierno yemen decidi tomar en consideracin la peticin espa- ola de conmutar la pena de muerte. El 18 de octubre de 2007, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperacin anunci la firma con Yemen de un Convenio sobre el traslado de personas condenadas que abre las puertas a que Nabil Manakli cum- pla el resto de su condena en Espaa.

    EL TRABAJO DE AMNISTA CONTRA LA PENA DE MUERTEAmnista Internacional se opone a la

    pena de muerte en toda circunstancia y trabaja por el fin de las ejecuciones y la abolicin de la pena de muerte en todo el mundo. Poco despus de su fundacin en 1961, Amnista Internacional empez a enviar llamamientos para impedir la ejecucin de presos de conciencia. Con el tiempo, su oposicin a la pena de muerte se ha ampliado hasta incluir a todas las personas privadas de libertad, independientemente del delito por el que hayan sido condenadas.

    Aunque los logros han sido especta- culares en los ltimos decenios, muchas personas siguen siendo ejecutadas ca- da ao. Por eso Amnista Internacional contina su lucha por la abolicin total de la pena de muerte.

    Amnista Internacional mantiene un pro- grama de trabajo constante contra la pena de muerte, que incluye campaas en pases concretos. Ese trabajo se realiza

    en colaboracin con otras organizaciones y representantes de la sociedad civil.

    La organizacin es miembro fundador de la Coalicin Mundial contra la Pena de Muerte, compuesta por ms de 40 organizaciones de derechos humanos, colegios de abogados, sindicatos y autori- dades locales y regionales que han unido sus fuerzas para librar al mundo de la pena capital. Amnista Internacional tam- bin coordina la Red Asitica contra la Pena de Muerte, establecida en 2006 y compuesta por profesionales del derecho, parlamentarios y activistas de numerosos pases de la zona.

    Amnista Internacional pide:

    Una suspensin de las ejecuciones en todo el mundo.

    La abolicin de la pena de muerte para todos los delitos.

    La ratificacin universal de los tratados que establecen la abolicin, incluido el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos.

    El cumplimiento, por parte de todos los pases que mantienen la pena de muerte, de su obligacin internacional de no utilizarla contra menores.

    Nanon Williams (en la foto junto a su madre) fue condenado a muerte en Estados Unidos por un asesinato que supuesta- mente cometi cuando tena 17 aos. A Nanon Williams le conmutaron la pena capital por cadena perpetua cuando la Corte Suprema de Estados Unidos declar inconstitucional la aplicacin de la pena de muerte a menores el 1 de marzo de 2005.

  • 11NO A LA PENA DE MUERTE

    Jos Luis Corral, historiador y novelista, hace una aproximacin histrica a este castigo. Su evolucin en la historia y sus manifestaciones en la literatura y el arte. Destaca las reivindicaciones del abolicionismo. La pena de muerte sigue vigente en muchos pases, pero para el autor es un instrumento en manos de personas que apelan a la defensa de la sociedad, aunque slo quieran mantener sus intereses y privilegios. Este libro plantea las grandes preguntas en torno al asesinato legal de seres humanos.

    En Estados Unidos, Sandra y Troy esperan el da en que debern sentarse en la silla elctrica. Tienen 15 aos. Una infancia cruel y desgraciada no es una circunstancia atenuante para el tribunal. Pero el color de su piel s es una circunstancia agravante. Dos testimonios aterradores que ayudarn a comprender este problema de difcil solucin.

    Extranjero en su tierra, extranjero de s mismo, Meursault vive una angustiosa situacin. ntimamente ajeno al alcance moral de sus actos, llega a asesinar, a la prisin, al patbulo, y no hay para l, en este inevitable proceso, ni rebelda ni esperanza. En estas pginas magistrales, el realismo logra la perfeccin: Meursault nos refiere su historia, no la de sus razones y sentimientos, sino la de su imposible destino.

    Desde su celda, un condenado a muerte comparte con el lector, hora por hora, minuto a minuto, los ltimos momentos de su vida. Para aliviar su intolerable espera, escribe sobre sus vanas esperanzas de ser indultado, su ltimo viaje en furgn, o su miedo a enfrentarse a la multitud en la plaza de ejecuciones, pero tambin sobre el recuerdo de sus ltimos paseos por Pars o la sonrisa de su hija Marie. Publicado en 1829, el relato es un conmovedor alegato contra la pena capital.

    La experiencia muestra que las ejecuciones embrutecen a quienes participan en ellas. No hay ningn lugar en el que se haya demostrado que la pena de muerte posea una eficacia especial para reducir la delincuencia o la violencia poltica. Su aplicacin recae desproporcionadamente sobre los pobres o las minoras raciales o tnicas. Con frecuencia se utiliza como instrumento de represin poltica. Se impone y se ejecuta de manera arbitraria. Es un castigo irrevocable que, inevitablemente, puede dar lugar a la ejecucin de personas inocentes. Adems, la pena capital viola los derechos humanos fundamentales.

    La profesin mdica ha expresado preocupacin por el hecho de que, de recibir el condenado una cantidad insuficiente de tiopental sdico (debido, por ejemplo, al uso de una dosis errnea, a la insercin incorrecta de la lnea intravenosa o a la precipitacin de las sustancias qumicas), el efecto anestsico no ser lo bastante profundo o desaparecer rpidamente y el condenado experimentar un fuerte dolor a medida que el cloruro de potasio penetre en las venas y se produzca el paro cardiaco.

    La ejecucin por lapidacin es un castigo especialmente atroz que Irn contina aplicando a hombres y mujeres acusados de cometer adulterio, incumpliendo las normas internacionales. Este informe recoge los casos recientes de lapidacin y los de las personas sentenciadas a morir apedreadas. Tambin recoge la lucha de activistas iranes por acabar con esta violacin de los derechos humanos.

    Irn est en la vergonzosa situacin de ser el ltimo pas que ejecuta a personas por delitos cometidos cuando eran menores de 18 aos. Tambin tiene el macabro honor de haber ejecutado a ms personas menores de edad en el momento del delito que cualquier otro pas del mundo desde 1990, segn la informacin de que dispone Amnista Internacional.

    Desde que en agosto de 2004 se reinstaur la pena capital en Irak, se ha condenado a muerte a ms de 270 personas y, segn informes, se ha ejecutado al menos a un centenar. En 2006 fueron ejecutadas como mnimo 65 personas, entre ellas al menos dos mujeres.

    En este informe Amnista Internacional incluye un listado ilustrativo de 100 hombres y mujeres ejecutados en Estados Unidos desde 1977. Cada una de esas personas sufra algn tipo de enfermedad o problema mental grave distinto de la discapacidad intelectual.

    Este documento incluye, organizados por temas, extractos de instrumentos internacionales y otras declaraciones autorizadas relacionadas con la abolicin de la pena de muerte.

    2005

    2001

    2007

    2003

    2007

    2007

    2008

    2007

    2007

    2006

    2006

    Historia de la pena de muerte

    Quince aos, edad para morir: Condenados a la pena de muerte

    El extranjero

    El ltimo da de un condenado a muerte

    Los derechos humanos frente a la pena de muerte. Por qu abolir la pena capital?

    Ejecucin por inyeccin letal: Un cuarto de siglo de muertes por envenenamiento a manos del Estado. Datos y cifras

    Irn: Detener las ejecuciones por lapidacin

    Irn: El ltimo verdugo de menores

    Pena de muerte en Irak: Arbitraria e injusta

    Estados Unidos: La ejecucin de personas con enfermedad mental

    Normas internacionales sobre la pena de muerte

    Corral La Fuente, Jos Luis

    Jocelyne Sauvard

    Camus, Albert

    Hugo, Vctor

    Amnista Internacional

    Amnista Internacional

    Informe de Amnista Internacional

    Informe de Amnista Internacional

    Informe de Amnista Internacional

    Informe de Amnista Internacional

    Informe de Amnista Internacional

    Editorial Aguilar

    Coleccin Yo acuso. Editorial Bruo - Amnista Internacional

    Editorial Planeta

    El Aleph Editores

    Editorial EDAI

    Editorial EDAI

    TTULO AUTOR EDITORIAL AO RESUMEN

    Ms informacin en: www.es.amnesty.org/temas/pena-de-muerte www.amnistiacatalunya.org/edu/material/tema/index.html#pm

    BIBLIOGRAFA

  • 12 AMNISTA INTERNACIONAL

    Un nio que trabaja para ayudar a su familia, una mujer encarcelada por decir lo que piensa, un hombre que va a ser ejecutado. Tres miradas, tres voces, una sola historia. Una pelcula sobre los que viven en la espalda del mundo.

    1920, Estados Unidos. Dos emigrantes italianos de ideologa anarquista son acusados de haber participado en disturbios, robo y asesinato.

    Alegato contra la pena de muerte; una mujer es condenada a morir en la silla elctrica.

    La condena a muerte de una mujer por haber abortado en Francia a mediados del siglo XX.

    Inspirada en un hecho real. Cuenta la conmovedora relacin que se establece entre un condenado del corredor de la muerte y una monja, que, a la vez que se adentra en el horror de los delitos del reo, trata de retrasar la ejecucin y demostrar que nadie merece ser ejecutado.

    Comedia agridulce en la que un hombre, para sobrevivir econmicamente, tiene que aceptar el puesto de verdugo, que deja vacante su suegro por jubilacin.

    La milla verde (un pasillo con linleo de ese color) es el nombre que los funcionarios de una prisin dan a lo que hoy suele llamarse "el corredor de la muerte". La accin se sita en un contexto muy determinado, Louisiana, 1935, una sociedad racista.

    Basada en hechos reales. En 1974 el joven anarquista Salvador Puig Antich se convirti en el ltimo preso poltico ejecutado en Espaa mediante garrote vil.

    Narra el caso de una mujer convicta autora de dos asesinatos y condenada a muerte. Con una interesante descripcin de la angustiosa bsqueda de la conmutacin de la pena. Una denuncia de la primaca del inters poltico sobre la propia reinsercin.

    Documental sobre la pena de muerte. A travs del testimonio de los tres verdugos existentes en Espaa a principios de los aos setenta.

    Basada en un hecho real, cuenta la historia de un pobre hombre que, tras robar cinco dlares, es empujado por el sistema penal a un paso del corredor de la muerte.

    Un veterano periodista intuye que un condenado a muerte es inocente. En las horas previas a la ejecucin emprende una carrera contrarreloj para averiguar la verdad.

    2000

    1971

    1952

    1989

    1996

    1963

    1999

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    La espalda del mundo

    Saco y Vanzetti

    Quiero vivir!

    Asunto de mujeres

    Pena de muerte

    El verdugo

    La milla verde

    Salvador

    Condenada

    Queridsimos verdugos

    Homicidio en primer grado

    Ejecucin inminente

    Javier Corcuera

    Giuliano Montaldo

    Robert Wise

    Claude Chabrol

    Tim Robbins

    Luis Garca Berlanga

    Frank Darabont

    Manuel Huerga

    Bruce Beresford

    Consejo de Europa.

    Marc Rocco

    Clint Eastwood

    TTULO DIRECTOR AO EDAD RESUMEN

    Acta: Casos reales de apelacin Se pueden escribir apelaciones para impedir que personas condenadas a

    muerte sean ejecutadas. Accede a la pgina de Amnista Internacional:

    http://www.es.amnesty.org/temas/pena-de-muerte/tp/acciones/

    FilmografaLa siguiente relacin es una pequea muestra de algunas pelculas comerciales que pueden ilustrar un debate sobre la pena de muerte. En el apartado EDAD, se sugiere la mnima recomendada.

  • Amnista Internacional Publicaciones, 2008C/ Fernando VI, n 8 - 1 izda28004 Madridwww.es.amnesty.org

    Depsito Legal:ISBN: 978-84-935397-5-7

    CRDITOS FOTOGRFICOSLas fotografas utilizadas en esta publicacin tienen los derechos reservados por los siguientes depositarios: AI: pginas 3, 6, 14, 15, 21 (centro

    izquierda e inferior izquierda), 23, 24 y 32 (superior e inferior).

    AI/Ina Tin: pgina 8. Amnesty International/Bilan: pginas 19

    (superior) y 20. Arthur Judah Angel: pginas 26 y 30. Fabian Biasio-pixsil: pgina 5. Florida Department of Corrections: pgina

    19 (inferior). Grupo local de Guadalajara (AI): pgina 32

    (centro). Javier Prendes: pginas 18, 21 (centro

    derecha e inferior derecha). Kikkut/Amnesty International: pgina 18

    (inferior) Private: pginas 10 y 12. Ruben Mangasarian: pgina 9.

    Diseo grfico: Yamil Cure.Impresin: Artes Grficas Palermo.

    Reservados todos los derechos.

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