Perdimos nuestro camino

Solos, están perdidos. Juntos, encuentran el camino. Freya pierde la vozmientras graba su álbum debut.Harun está planeando escapar de todos losquealgunavezquiso.NathanielestállegandoaNuevaYorkconunamochila,un plan desesperado y sin nada que perder. Y en ese instante, un giro deldestino reúne a estos tres extraños y sus secretos comienzan a develarsemientrassedancuentadequeparasuperarsuspérdidasquizás,simplemente,tenganqueayudarseunosaotrosaseguiradelante.Perdimosnuestrocaminoeshistoriaemocionalycatárticasobreperderelamor,encontrarloydescubrirlapersonaenlaqueestásdestinadaaconvertirte.

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GayleForman

PerdimosnuestrocaminoePubr1.0

maherran30.06.2019


Títulooriginal:IHaveLostMyWayGayleForman,2018Traducción:MaríaCelinaRojasEditordigital:maherranePubbaser2.1


ParaKenWright,AnnaJarzabyMichaelBourret


Ven,ven,quienquieraqueseas.Infiel,religiosoopagano,pocoimporta.Nuestracaravananoesladeladesesperación.Ven,aunquehayasrotomilvecestuspromesas.Ven,unavez

más,ven,ven.

—JalaluddinRumi

Notodoslosquedeambulanestánperdidos.

—J.R.R.Tolkien


1

HeperdidomicaminoHeperdidomicamino.Freyaobservalaspalabrasqueacabadeteclearenelteléfono.Heperdidomicamino.¿Dedóndehasalidoeso?—Disculpe,señorita—diceelconductor—.Creoqueheperdidoelcamino.

—YFreyaregresaalarealidaddeformaabrupta.Seencuentraenelasientotraserodeuncocherumbohacialaséptima(¿uoctava?)consultamédicaenlasúltimasdossemanas,yelchófersehaperdidofueradeltúnel.Freyamiraladirecciónensumóvil.—ParkylacalleSetenta—leindicaalconductor—.Girealaderechaenla

TercerayluegoalaizquierdaenlaSetentayuno.Vuelvesuatenciónalapantalla.Heperdidomicamino.Veintecaracteres,

pero laspalabras suenanverdaderas, demanera indiscutible, como la sílabadocentral.Comosoloalgunaspocasdesuspublicacionesdelosúltimosdías.Más tempranoestamañana, alguiende laoficinadeHaydenha subidounafotodeellasujetandounmicrófonoysonriendo.#NacidaparaCantar,diceenla descripción. #JuevesdeAgradecimientos. En realidad debería decir #TBT,porquelaimagennosoloesdelasemanapasada,sinoquetambiénesdeunapersonaqueyanoexiste.Heperdidomicamino.¿Quésucederíasiescribieraeso?¿Quédiríansilosupieran?Solocuandosuteléfonoemiteunsonidosedacuentadequehasubidola

frase. Las respuestas comienzan a llover, pero antes de llegar a tener laposibilidaddeleerlas,recibeunmensajedesumadre:ParkAvenue,720,yuna chincheta. Porque, por supuesto, su madre está siguiendo todas sus


publicacionescontantaatencióncomoFreya.Yquedaclaroquesumadrenolahaentendido.Freyanohaperdidosucamino.Haperdidosuvoz.Borralapublicación,conlaesperanzadehabersidotanrápidacomopara

que nadie haya tenido tiempo de hacer una captura de pantalla o decompartirla, pero sabe que nada en internet, a menudo, desaparece porcompleto.Adiferenciadeloqueocurreenlavidareal.Sumadrelaestáesperandocuandollegaelcoche,caminadeunladoaotro,

sostiene los resultados del último análisis médico que ha tenido que ir abuscarconurgenciaalaciudad.—Bien, bien, estás aquí —dice, abriendo la puerta, antes de que el

conductorsehayadetenidoporcompleto,y tirandodeFreyahacia laacera,antesdequeellatengalaposibilidaddeentregarlelapropinadediezdólaresqueestásosteniendo—.Yahecompletadolosformularios.—Lodicecomosilohubierahechoparaahorrartiempo,perocompletalosformulariosdetodaslasconsultasmédicasdeFreya.Lashacenpasardeformadirectaalasaladereconocimientosindetenerse

enlarecepción.Esaeslaclasedeservicioqueobtienesalpagarunaconsultade1500dólaresquenoaceptacoberturas(gracias,Hayden).—¿Cuáleselproblema?—preguntaelmédicomientrasselavalasmanos.

NomiraaFreya.Esprobablequenosepaquiénes.Parecemayor,comounabuelo, aunque supuestamente ha tratado a la clase de estrellas en la queFreyaestabaapuntodeconvertirseunassemanasatrás.Freya desearía haber leído algunas de las respuestas antes de borrar el

tweet.Quizásalguienlehabríamostradoquéhacer.Quizásalguienlehubieradichoquenoimportasinopuedecantar.Queaunasílaquieren.Perosabequeesoseríamentira.Elamorescondicional.Todoloes.—Ha perdido la voz —dice su madre—. Temporalmente. —Repasa la

tediosa cronología habitual («tercera semana en el estudio de grabación» y«todo iba perfecto» y blablablablá) y, durante todo el relato, la frase heperdidomicaminodavueltasenlacabezadeFreya,comounamelodíaqueserepite,talcomoSabrinayellasolíanrepetirlamismacanciónunayotravezhasta que la diseccionaban, hasta que descubrían todos sus secretos y seapropiabandeella.Esosolíavolverlocaasumadre,hastaquedescubriósuutilidad.Elmédicolepalpaelcuello,lemiralagarganta,lasfosasnasales.Freyase

preguntacómoreaccionaríasicarraspearayescupiera.Silamiraríacomounapersona de verdad en lugar de como una pieza de maquinaria que se haaveriado.Silaescucharía,convozdecantanteosinella.


—¿Puedescantarundoagudoparamí?—lepregunta.Freyacantaundoagudo.—Puedellegaralasnotasindividuales—explicasumadre—.Ysutonoes

perfecto.Haydendicequenuncahaescuchadountonocomoeseantes.—¿Esesocierto?—preguntaelmédico,palpándolelascuerdasdelcuello

—.Cantaunacanción.Algosencillo,comoelCumpleañosfeliz.ElCumpleaños feliz. ¿Quién no es capaz de cantar elCumpleaños feliz?

Hasta un niño puede cantar elCumpleaños feliz.Hasta una persona que notiene ni idea de cantar puede entonar elCumpleaños feliz. Paramostrar suopinión sobre semejante petición comienza a cantar, pero con un acentofrancésbienmarcado.—Cumpleaños feligs… —gorjea. Su madre frunce el ceño, y Freya se

esfuerzaenmarcarmáselacento—.Cumpleañosfeligs…Perosuvozesmásinteligentedeloqueellapiensa.Nosedejaráengañar

portretasridículasoporunfalsoacentofrancés.Ycuandolacanciónhaceelsaltitoenlaoctava,desol3asol4,separadegolpe.Elpánicoseapoderadeella.Surespiraciónseconvierteenplomo.—Te degseamogs todos…—Y en el todos sucede. El aire se corta. La

canciónsequedaamedias,comosilamelodíanuncahubierallegadoanacer.—Cumpleaños feliz—termina conun acentonorteamericano sarcásticoy

atonal, haciendo un gesto de corte en el cuello por si elmensaje no habíaquedadodeltodoclaro.—¿Es parálisis?Hemos escuchado que le sucedió algo así a…—dice su

madreenvozbaja—…Adele.Freyaescucha la esperanzaen lavozde sumadre.Noporquequieraque

seaparálisisvocal,sinoporquequiereconectaraFreyaconAdele.Unosañosatrás, leyóese libro,Elcamino,ycreyó todo loquedecíaenundoscientosporciento.Suéñalo,hazlo;eseessulema.—Teencargaréalgunaspruebas—diceelmédico,volviendoautilizaruna

jergayafamiliar—.UnatomografíaTAC,unabiopsia,unaelectromiografíalaríngea,quizásunosrayosX.—Cogeunatarjeta,ladeslizahaciaFreyaylelanzaunamiradaquenopareceenabsolutohipocrática—.Yquizáspodríasconsiderarhablarconalguien.—Yalohemosintentado,perolalobotomíanohafuncionado.—¡Freya!—protesta sumadre.Y luegosedirigealmédico—.Yahemos

visitadoaunterapeuta.Hemos visitado. Como si lo estuvieran haciendo juntas. Como si ambas

estuvieran tomando las pastillitas que, al parecer, tienen que calmar la


ansiedadqueestáreprimiendolavozdeFreya.—Estosimplementesucedió.Deundíaparaotro.Sifuera—yaquílavoz

desumadreseconvierteenunsusurro—algopsicológico,nosucederíaenunabrirycerrardeojos,¿verdad?Elmédicoemitesonidosevasivos.—Concertaremosunavisitadeseguimientoparadentrodedossemanas.Dossemanasesdemasiadotiempo.Haydenhadejadoesobastanteclaro.Se

ha cobrado algunos favores para conseguir una consulta con el famosomédico, especialista de estrellas comoAdele,Lorde yBeyoncé.Hapagadounaconsultade1500dólaresporqueestetipoes,segúnHayden,milagroso,yde esemodo ha dejado implícito que lo que Freya necesita no es atenciónmédicasobrevalorada,sinounmilagrodeverdad.Fuera, el coche de Hayden y su chófer están esperando, aunque este no

hubierallevaboaFreyahastalaconsulta.Elconductorabrelapuertayhaceunapequeñareverencia.—ElseñorBoothmehapedidoquelallevealasoficinas.Freya ha pasado gran parte de los últimos dos años en las oficinas de

Hayden,perolapeticiónlerevuelveelestómago.Sumadre,quiendespuésdetodoeste tiemposigueactuandocomosiHaydenfueraunemperadoryellaunacampesina, semuestra aterrada.Revisa susmensajesde textode formafrenética.—Esprobablequesoloquierasabercómonoshaido.HaydenBoothnollamaaalguiensinningunarazón,ylarazónnoeslade

obtenerinformación.Freyaestáseguradequeélharecibidounallamadadelmédicojustoenelmomentoenquelapuertasehacerradodetrásdeellas.O,quiénsabe,quizásteníaunacámarasecretagrabandotodalaconsulta.Siunárbolcaeenelbosqueynadieloescucha,¿hacealgúnsonido?Sino

se dirige a la oficina de Hayden, no puede despedirla. Y si no puededespedirla,sucarreranohabráterminado.Ysisucarreranohaterminado,lagenteaúnlaquerrá.¿Verdad?—Estoycansada—lediceasumadrecondesgana—.Vetú.—Hapedidoquefuéramoslasdos.—Miraalconductor—.¿Hapedidoque

fuéramoslasdos?Elchófernotieneniidea.¿Porquédeberíatenerla?—Estoy harta de todas estas estúpidas consultas médicas —dice Freya,

adoptandoloquesumadrellama:sumododiva.Elmododivaconfundeasu


madre,porqueporunladoestáelSuéñalo,hazlo,yporelotroesmuyjodidoymolesto.Cuando sumadre se enfada, aprieta los labiosde tal formaque separece

muchísimoaSabrina,opuedequeSabrinaseparezcaunmontónaella.«Escomosilosgeneshubieranescogidobandos»,solíabromearsuantigua

niñera. Queriendo decir que Freya se parecía a su padre (la piel rojiza, lafrenteamplia,loscaracterísticosojosetíopes),mientrasqueSabrinaeramáscomo su madre, el cabello ondulado, no rizado, y la piel lo bastante claracomoparapasarporblanca,oalmenosporpuertorriqueña.Peroluegosumadreloreconsidera,ylasarrugasensubocadesaparecen.—¿Sabesqué?Quizásesosea lomejor.Hablaréconél.Le recordaréque

tienessolodiecinueveaños.Quehasllegadomuylejos.Quetenemosmuchopotencial. Que hacerlos esperar los pondrá mucho más hambrientos. Solonecesitamosunpocodetiempo.—Devuelvelaatenciónasuteléfono—.TepediréunUber.—Mamá.Sécómovolveracasapormímisma.Sumadre continúa tocando la pantalla del teléfono. Se supone que ahora

Freya no tiene permitido coger el metro sola. Su madre ha instalado unlocalizador en su teléfono. Es cautelosa, aunque, al igual que la actitud dedivadeFreya,estacautelatambiénesprematura.Freyanoesfamosa.EstáamitaddecaminoentrealguienmuyconocidoyunacelebridadenlaescaladeHayden.Sisaleabailaradiscotecasoentraenbaresocafeteríasfrecuentadasporactores,modelosocantantesenplenaefervescencia,lareconocen;sihaceun evento en un centro comercial (cosa que ya no hace puesto que noconcuerdaconsuimagen,segúnsusagentes),todosseagolpanasualrededor.Peroenelmetro,entre lagentecomún,essimplementeanónima.Yparasumadre,cadaunadesusaccionestienequeapuntaraunobjetivo.—Caminaréunrato—leinformaFreyaasumadre—.Quizásatravieseel

parque,despejemicabezayveaquéhayenofertaenBarneys.Sabe que su madre no rechazará el poder curativo de Barneys. Aunque

Freya aún se siente un tanto incómoda en sitios así. Siempre la siguen, ynuncaestáseguradesisedebeaqueesmediofamosaomedionegra.—Veycómpratealgobonito—dicesumadre—.Distráete.—¿Quémáshay enmi agenda?—preguntaFreyapor costumbre, porque

siempretienealgoysumadreselosabedememoria.Lapausaincómodadeesta es dolorosa. Porque la respuesta es nada. No hay nada en su agendaporque en estemomento debería estar presente en el estudio de grabación.Ahoramismo,sesuponequedeberíaestar terminando.Lapróximasemana,


Hayden irá a una isla privadadurante siete días, y luegovolverá al estudioconLulia,lacantantededientesseparadosquedescubriótocandoenelmetrodeBerlínyaquienhahechotanfamosaquesurostrosonríeconsuficienciadesdeuncartelpublicitarioenTimesSquare.«Esapodríassertú»,ledijounavezHayden.Yano.—Nada—asegurasumadre.—Entoncesteveréenelapartamento.—Bueno,esjueves.LosjuevesporlanochesumadreySabrinatienenunacitafijaparacenar.

Engeneralnolamencionan.NuncainvitanaFreya.Porsupuesto.—Puedoposponerlasimenecesitas—afirmasumadre.La amargura es horrible.La siente en la boca. Se pregunta si derretirá el

esmaltedesus(reciénblanqueados)dientes.Tambiénlaavergüenza.¿Porquédeberíasentiramarguracuandosetratade

su hermana? Sabrina, quien, como dice su madre, ha sacrificado tanto.SusurraestoúltimodelamismaformaenlaquesusurrarespirocadavezquehablasobreloquesucedeconFreya.«Soloestástomándoteunrespiro».(Respirocomocódigoparaautoinmolación).—Serámejorquevayas—lediceFreyaasumadreantesdequelatristeza

derrita sus entrañas y deje solo una bolsa de piel vacía—. Hayden te estáesperando.Sumadreechaunvistazoalcoche,alchófer.—Tellamaréencuantotenganovedades.—Subealvehículo—.Despéjate.

Tómateeldíalibre.Nopiensesennadadeesto.Nuncasesabe…Quizásesoseajustoloquenecesitas.Apuestoaquesipuedespasarelrestodeldíasinpensarenesto,tesentirásmejor.Vetedecompras.LuegoquédateencasayhazteunamaratóndeScandal.Sí, eso es exactamente lo que necesitaFreya.Y tal vez un vaso de leche

tibia.Yunasegundalobotomía.Esperaaqueelcochesealejeantesdecomenzaracaminar,nohaciaelsur,

a Barneys, sino hacia el oeste, al parque. Coge su teléfono y revisa suInstagram. Encuentra otra fotografía suya, fuera del estudio en la SegundaAvenida,debajodeuncerezoreciénflorecido.Ladescripcióndice:#Música#Flores #Vida #Cosas-Bonitas, y los comentarios están repletos de frasespositivas que deberían hacerla sentir mejor. Nada + bonito que tú. OQUEREMOSUNVÍDEONUEVO!OSíguemexfavor!!!


Suenaunclaxon,yalguienlahaceregresaralaaceradeuntirón.—Prestaatención—leordenaconimpaciencia.Freya no se lo agradece, sino que camina hacia el parque, donde no hay

tráficoydondepuedeleerloscomentariosenpaz.AbresucanaldeYouTube.SiguiendolasórdenesdeHayden,nohasubido

nada enmeses. Él quería que sus fans estuvieran «desesperados» por tenernovedades para que devoraran el álbum y los vídeos nuevos. A Freya lepreocupabaquelaolvidaran,peroHaydenlehabíaaseguradoquehabíaotrasformasdeestarenelojopúblicoyhabíacontratadoaunaagentecuyotrabajoerafiltrarunaseriedeexclusivasanónimassobreella.Freyasubeporunacolinahaciaunpequeñopuente.Ungrupodeciclistas

pasanvolandojuntoaella,cortandoelaireconsus timbresensordecedores,como si fueran los dueños del parque. Abre Facebook. Teclea SabrinaKebede.Apesardequesoloselopermiteunavezalmes,Freyasabequenoencontraránadainteresante.LapáginadeFacebookdesuhermanahaestadoinactivadurantelosúltimosdosaños.Quizáshayahechotrespublicaciones,casisiempreconetiquetas.Y sin embargo, encuentra uno, un post nuevo, de hace algunas semanas.

UnafotografíasubidaporuntalAlexTakashidamostrandoaunhombre,alparecer el mismoAlex Takashida, que sostiene unamano delicada con unpequeñoanillodezafiros.Enladescripciónsepuedeleer:¡Hadichoquesí!Aunconelrostrocortado,Freyareconoceesamano.¡Hadichoquesí!Freya tardaunminutoenentender loqueesosignifica.

Suhermanaestácomprometida.ConAlexTakashida.AlguiendequienFreyanuncahaescuchadohablar,ymuchomenoshallegadoaconocer.FreyahaceclicenelperfildeAlexydescubrequesuspostssonpúblicos,y

Sabrina,aunquenoestéetiquetada,estápresenteencasitodosellos.SepuedeveraSabrinabrindandoconAlexenun restaurante.SabrinayAlexenunaplaya. Sabrina sonriendo de oreja a oreja entre Alex y la madre de ellas.Sabrina, que no parece alguien que se haya sacrificado tanto, sino alguienfeliz.Hace que Freya quiera vomitar. Para consolarse, abre la aplicación que

rastrealoquesumadreahorallama:susinteracciones.Yanisiquieranecesitaver los comentarios para sentirsemejor. Solo necesita saber que están allí.Que los me gusta y los seguidores siguen creciendo. El incremento de losnúmeros es reconfortante. El descenso ocasional hace que sienta que suestómagoseestádesplomando.


Hoy,losnúmerosestánsubiendo.Suspublicacionesenelestudiosiempredanbuenosresultados.Lagenteestáentusiasmadaporsuálbum.Sepreguntaquésucederácuandopasenlosmesesynohayaningúnálbum.Soloellalosabe.EnlaprimerareuniónconHayden,élledijoconexactitud

loquesucedería.Abreloscomentariosdelpostfalsodeestamañana.Meencantanlasflores.

Nopuedoesperaraquesalgaelálbum.Actualizalapáginaparaversihayalgúncomentarionuevo,peronohaynada,yapesardequesabequesololahará sentirpeor,vuelvea la fotografíade lamanodeSabrina.Losciclistaspasan a toda velocidad, tocando sus horribles timbres, gritándole para quepresteatención,peroFreyanopuedequitarlosojosdesuhermanaydetodaesafelicidad.Nopuedeeludirlasensaciónenfermizadequelohahechotodomal.Heperdidomicamino,piensaunavezmás,ycomprende lociertoquees

eso.Otrociclistapasatimbrandojuntoaella,yFreya,queaúnmiralaimagendel anillode zafirode suhermana, daun saltohacia atrásy tropieza, y, depronto,nosoloestáperdidasinoqueestácayendo,cayendodelpuentesobreotrapobrealma.

EnelmismomomentoenelqueFreyaestáhablandoconotromédicoquenopuedeayudarla,Harunestáintentandorezar.Mientrasloshombresentranenlamezquitaysecolocanensussitiossobre

lasalfombrasalrededordeHarunydesupadre,él intentadaraconocer suintenciónaDios.Perosinimportarlomuchoquelointente,nolologra.Yanosabecuálessonsusintenciones.Él tedaráunasalida, lehabíaescritosuprimoenunmensajede texto.

¿Perocuáleraesasalida?Heperdidomicamino,piensaHarunmientrascomienzalaoración.—AllahuAkbar—escuchaquecantasupadrejuntoaél.Y una vez más, vuelve el pensamiento: He perdido mi camino. Harun

intentaconcentrarse.Peronolologra.NopuedepensarennadamásqueenJames.Perdóname,habíaescritoHarunenunmensajedetextoestamañana.Noharecibidorespuesta.Nisiquieraunsaldemividadeunaputavez,quefueloúltimoqueJames

ledijo.Novaarecibirunarespuesta.Jamesnuncadicealgoquenoquieredecir.


AdiferenciadeHarun.Cuandoelzuhr termina,Harunysupadresalenparabuscarsuszapatose

intercambiar saludos con los demás hombres. Todos hablan de HassanBahara,quemuriólasemanapasadamientrasechabagasolinaenlaestacióndeservicio.—Fuesucorazón—lediceNasirJanjuaaAbu.Acontinuación,lesiguenchasquidosdelengua.Confesionessobreniveles

decolesterolalto.Esposasinsistiendoconquedeberíanhacermásejercicio.—No,no—diceNasirJanjua—.Fueunfallocardíaco,asintomáticohasta

ahora.Unfallocardíaco.Harunsabealgunascosassobreeso.Pero,adiferenciade

HassanBahara,sufallonoesasintomático.Loconocedesdehaceaños.AbudejacaerunbrazosobreelhombrodeHarun.—¿Todobien?Heperdidomicamino.SeimaginacontándoleesoaAbu.Perosoloconseguiríaromperelcorazóndesupadre.Suproblemasiempre

ha sido una decisión sobre qué corazón romper. En cuanto al suyo, unaconclusión inevitable. Roto de cualquier forma. Es lo que sucede con loscorazonesdefectuosos.—Sí,Abu,estoybien—afirma.—¿Estás seguro?—pregunta—.Ya no vienes tanto a lamezquita.—No

hayreprocheensuvoz.SuhermanomayorSaifempezólasecundariatrasel11deseptiembre,ydespuésdeesocomenzóallamarseasímismoSteveynoquisovolver a ir a lamezquita.ParacuandoHarundejóde ir, labatallayaestabaperdida.Oganada.Dependiendodecómounolamirara.—Hesupuestoquecomoiréa…—Suvozsedesvanece—.Amirvatodos

losdías.—Sí, tu primo es muy devoto.—Abu le revuelve el cabello—. Eres un

buenchico.HashechomuyfelizaAmmi.—¿Yati?—Siempre.Esporesesiemprepor loqueél lohace.Paracontinuarconesesiempre.

Paranoperdernuncaesesiempre.Llegan a la interseccióndeSip yWestside.Harungira a la izquierda, en

direcciónopuestaasucasayalatiendadeAbu.—Pensabaquenohabíaclaseshoy—diceAbu,asumiendoqueHarunse

dirigehaciaalli.


Nunca hay clases los jueves. Los jueves son los días invisibles, queañadieron al calendario el año pasado. Los jueves son los días para estarjuntosenManhattan,dondepuedendeslizarseporlascallescomofantasmas.En invierno, se encuentran en el Chelsea Market y pasean entre los

restaurantes en los que no pueden permitirse comer mientras James, quequiere ser chef algún día, devora con la mirada las pastas frescas, loscruasanes de mantequilla, las salchichas secándose, y describe todos losplatos que cocinará para ellos algún día. Cuando el clima es cálido, seencuentranbajounpequeñopuentearqueadoenCentralPark.No se han perdido ni un solo jueves. Ni cuando una tormenta de nieve

canceló los trenes, ni cuando James tuvo bronquitis y todo lo que Harunqueríahacererallevarloaalgúnlugarcálidoyseco,aunquenienunmillónde años pudiera llegar a imaginarse dónde podría estar ese lugar. Solíanacabarenalgunacafetería,bebiendoté,viendovídeosdeYouTube,fingiendoqueestabanensuapartamento.—Solovoyairaocuparmedealgunosasuntos—lediceaAbu.—Nollegues tardeacenar—pideAbu—.Tumadresehacogidolosdos

últimosdíaseneltrabajoparacocinar.Vendrátuhermano.Consuesposa.—SupadreintentanofruncirelceñoalmencionaralaesposadeSaif,peronololograporcompleto.—Nollegaré tarde—aseguraHarun,aunque,antesdesalirdesucasa,ha

cogidosupasaporteylosquinientosdólaresqueteníareservadosparaelviajedemañanayloshaguardadoenelbolsillo.Fuealgoapresuradoydeúltimomomento,pero sehaplanteado laposibilidaddeno subirse a ese avión,deescapardeunavezportodas,encuyocasollegaríamuytardealacena.Cobarde.Heperdidomicamino.Sedespidedesupadreconunabrazo,algoquenohaceconfrecuencia,le

preocupaqueelgestodespiertesospechas,peronolohace,porqueAbusolodice:—Llegaacasaatiempo.Yasabescómoseponetumadre.En cuantoAbudesaparecede suvista,Harun envíaunmensaje de texto:

Voyhaciaelparque.Espéramedondesiempre.EnJournalSquare,entraenlaestacióndetrenesdelPATH.Elolordelos

túneles—húmedo,mohoso,similaraldelosgarajesantiguos—consiguequeechedemenosaJames.Casicualquiercosaloconsigue.


CogeeltrenhacialaterminalenlacalleTreintaytresy,alsalir,pasajuntoa loscartelesdeneónde lasgrandes tiendasde ropa.Alprincipio,antesdequedescubrieranlosespaciospúblicossecretosdelaciudad,solíandetenerseavecesenunadeesastiendasyseprobabantodaclasedejerséisypantalonesqueningunoteníalamásmínimaintencióndecomprar,porquedeesemodopodíanescabullirsedentrodelmismoprobadory,detrásdelascortinas,conlos jerséis desparramados a sus pies amodo de camuflaje, podían darse unbeso.Devezencuandosecomprabanalgo, como loscalcetinesqueHarunllevapuestoshoy.Lollamabanelalquiler.ElteléfonosuenaensumanoyHarunpegaunsalto,laesperanzaloinunda

comounamareaalta,peronoesJames.—Estabapensandoqueseríatodoundetallecomprarleunadeesascremas

demanosaKhala—diceAmmi,aunqueyahayunamaletarepletaderegalosparaKhalayKhalu,paralosprimos,yporsupuestoparalasfuturasfamiliasqueconocerá—.¿PasarásporelHudson?Hudsonesuncentrocomercialubicadocercadesucasa.—Porsupuesto—respondeHarun,porque,¿quéesunamentiramásenuna

piladementiras?—Yunpocodejengibre.Quierohacertetéparaelavión.—Nomedejaránpasarlíquidosenelcontroldeseguridad.—Bueno,puesparaantesdeque lleguesal control—diceAmmi—.Para

mantenertubuenasalud.Selecierralagarganta.Esuncobardeyunmentirosoyunmalhijo.Corta

la comunicación y, un minuto más tarde, su teléfono vibra y aparece unmensajedetexto,loabre,denuevoesperanzado,peroesAmir:Teverépronto,Inshallah.Inshallah,responde.Se adentra en el parque, guiado por el piloto automático y la esperanza,

haciaelpuente,dondesiempreseencuentran.Cuandoveaalguienesperandoarriba, bajo el cerezo en el que se besaron el último día, sus esperanzasresurgen. Puede que sea él, se dice a sí mismo, a pesar de que su piel esdemasiadoclara,sucomplexióndemasiadopequeñaytambiéndequesetratadeunamujer.SiJamesfueraunamujer…Ja.Estoyaquí,escribe.Nohayrespuesta,peroesonoimpidequeveaaJamesportodaspartes.Allí

está,enmallasencimadesubicicleta,aunqueJamessehorrorizaríasialguienloimaginaseconunavestimentatanridícula.Allíestá,empujandouncarrito


deportivoparabebés,aunqueJamesodiaelejercicio.Allíestá,acercándoseaél,atravésdeltúneldebajodelpuente.NingunadeesaspersonasesJames,yporeso,Harunlasodia.Odiatodoya

todosenestemundo.SiAlácreóelmundo,¿porquécreómalaHarun?SiAláesamor,entonces¿porquénoesJameselqueestáatravesandoeltúnelenlugardeesechicoblanco?Esoesloqueestápensandoenelmomentoexactoenelquelachicaqueno

es James cae del puente y aterriza con un golpe sordo sobre el chico quetampocoesJames.

EnelmismomomentoenelqueFreyaestáhablandoconotromédicoquenopuedeayudarlayenelqueHarunestáintentandoorar,NathanielestásaliendoaunaabarrotadacalledeManhattansintenerniideadedóndeseencuentra.—Heperdidomicamino—dicemientraslagentepasacomounacorriente

a su alrededor. Cuando nadie responde, no se sorprende tanto. Ha sidoinvisibledurantealgúntiempo.Haseguidolasindicacionesdelcarteldelaeropuertoalpiedelaletra.Ha

caminado hasta el fondo de la terminal, se ha subido a un autobús que sedirigíaaManhattan.Perohadebidoquedarsedormido,porquecuandosehadespertadoconelsiseodelapuertaneumáticadelautobús,todoelmundosehabíabajado.Intentaconcentrarse,peroestádesorientadoysoñoliento.Elvueloenelque

haviajado,unvuelonocturno,lohadejadoexhausto.La noche anterior, mientras el avión sobrevolaba el terreno dividido en

parchesdeunpaísqueNathanielnuncahallegadoaconocer,laspersonasasu alrededor roncabanmientras dormían con sus antifaces sobre el rostro ysuscojinesparaelcuello,trashabertomadopastillasparaengañarseycreerqueestabanenlascamasdesuscasas.Peroélnohadormidoenlasúltimasdossemanas,demodoquehabíamuypocasprobabilidadesdequedurmieraenelavión.Trasdespegar,elpasajerodedelanteinclinóelasientohaciaatrásehizoqueNathanieltuvieraquellevarlasrodillasalpecho.SehabíaquedadodespiertolamitaddelanocheleyendolacopiadesupadredeElseñordelosanillos,y,cuandonopudosoportarlomás,pasóalaguíaquehabíarobadodela biblioteca. En la luz tenue de la cabina, aprendió sobre los lugares quejamás visitaría. El Empire State. ElMuseoMetropolitano de Arte. CentralPark.Losjardinesbotánicos.Hojeóelíndiceymiróeltrozodepapelquelehabíacogidoasupadre.Supuntodeencuentro.


Fuera,alaluzdeldía,Nathanielparpadeaeintentaorientarse.Todoestannuevoytandiferente.Losedificiossoninclusomásaltosquelosárbolesmásgrandes.Las nubes no ocultan la claridad, el ruido es tan intenso que tienequecerrarlosojosparapoderprocesarlo(allí,losgolpessordosdelbajodelamúsicareggae;allí,elsonidodistantedelosmartillosneumáticos;allí,vocesdiscutiendo;allí,unbebéllorando).Despuésdetantosilencio,experimentaunshockdeculturaauditiva,siesquetalcosaexiste.Regresadegolpealpresentecuandoalguienpasajuntoaélylepropinaun

empujón. Es un gesto maleducado, un gesto de Nueva York incluso, perodisfrutadelcontactohumano.Haestadosolodurantedossemanas,perobienpodríahabersidounaeternidad,yaceptaráloquevenga.Aunasí,cuandootrotranseúnterefunfuñaparaquesemueva,éllohace.Se

apartadelamareadepeatonesyserefugiabajountoldo.Desdeallí,puedeobservar.Haygente,másgentedelaquealgunavezhavistoenmismositio,y lo hacen todo rápido, desde fumar cigarrillos hasta tener conversacionesanimadasatravésdesusteléfonos.Nadielomira.Enrealidadnisehabíadadocuentadeello.Lagente.Laciudad.Sienteuna

oleada de arrepentimiento porque no tendrá tiempo para experimentarla.Ahora,¿adóndese suponeque tieneque ir?Elmetro,unasopade letrasynúmeros. Él lo tiene fácil. El metro A. Según el mapa del aeropuerto, elautobúsdeberíahaberlodejadojustoenlaesquina,dondesesuponequetienequeestarelmetro.Peronoseencuentraenlaesquinasinoenmediodeunacalle larga.Caminahacia laesquinamáscercana.Elcartelde lacalledice:Cuarentaydos.Enfrentedelacallehayunparque,unparchedeverdeenelmediodelosrascacielos.Loqueesagradable,inesperado—inclusoelparqueparecesorprendidodeencontrarseallí—,peroesonoloayudaasaberdóndeestáydóndesesuponequetienequeestar.—Heperdidomicamino—ledicea lamareade transeúntes—.¿Alguien

mepuededecirdóndeseencuentraelmetroA?Pero se sigue moviendo, un organismo de mil miembros en lugar de

personasindividuales,yallíestáNathaniel,elmutilado.Enelavión,en laguía,había leídoqueManhattaneraunacuadrícula, las

avenidasibandenorteasur,lascallesdeesteaoeste,losnúmerosascendíanamedidaquetedirigíashaciaelnorte,lasavenidassedividíanenesteyoesteylaQuintaAvenidaatravesabalaciudadcomounacolumnavertebral.Siteperdías, decía el libro, los puntos de referencia podían ser de ayuda paraorientarte:lasTorresGemelasalsur,elEmpireStatealnorte.


Las Torres Gemelas desaparecieron, eso lo sabe. Es un tanto arroganteponeralgocomoesoenunlibrocomopuntodereferencia,comoindicador,asumirquesiempreestaríaallí.«UndíairemosaNuevaYork»,lehabíaprometidosupadre,garabateando

elnombreenlalistaqueteníaenlaparedinternadesuhabitación.«UndíairemosalmonteDenali»,lehabíaprometidosupadre.«¿Y a la Comarca?», había preguntado Nathaniel cuando era demasiado

pequeñocomoparaconocerladiferenciaentrelugaresrealesyficticios.«También»,habíaprometidosupadre.«Iremosallítambién».Los taxis amarillos pasan con prisa y son iguales a los que salían en los

programasdetelevisiónqueélysupadresolíanverdeformaocasionalentredocumentales. Simplemente podría coger un taxi hacia su destino. Saca sucartera y cuenta demanera furtiva el resto de su efectivo (la guía advertía:«Tengacuidadoconloscarteristasylosestafadores»).Despuésdevaciarsucuentabancaria,lehabíaquedadoeldinerosuficienteparaunbilletedeavión,paraunbilletedeautobúshaciaydesdeelaeropuertoycercadecientoveintedólaresmás.Unapartedeél sabíaque ir acualquier lugar,ymuchomásaNuevaYork, con tan pocomargen económico era una locura. Pero esa erajustolacuestión.Saltarsinlared.Sinposibilidadderetroceder.Aun así, tras tanto tiempo siendo prudente y frugal, no puede deshacerse

por completode sus antiguoshábitos.Decidenocogerun taxi.No tieneniidea de cuánto le costará el viaje. Huele a campo, a pueblo, y quizás elconductorloestafe.(«Tengacuidadoconloscarteristasylosestafadores»).Yademás,nosabecómohacerqueeltaxisedetenga.Vecómolohacenotraspersonas,saltanalacalle,extiendenlamano,perosospechaquesiéllohace,loscochespasarándelargo.Cogesu teléfono,echa tantodemenosa supadreque leduele.Marcasu

número.Trestonosantesdequesalteelbuzóndevoz.«Dimealgobueno»,dicelagrabacióndesupadre.—Hola,papá—diceNathaniel—.Lohelogrado.Cuelgaelteléfono,abrelaguíaylahojeahastadarconelmapagrandeen

medio.LocalizalacalleCuarentaydosytrazaunalíneasobreellahastaqueencuentra un cuadrado verde, y se siente sorprendido, aliviado, exultanteincluso, de toparse con algún tipo de representación, con alguna prueba dedóndeseencuentra.ElparcheverdeesBryantPark.LaSextaAvenidabordeaelparqueporel

oesteyterminaenCentralPark.¡CentralPark!Eseeraunodeloslugaresde


laguía.AlaizquierdadelparqueveelgrancírculoazuldelmetroA.Puedecaminarhaciaallí.¿Porquéno?Emprendelamarcha,sintiendolamismaligerezaqueexperimentócuando

tomó la decisión de venir aquí. Pasa la calle Cincuenta, los carteles queanuncianconestrépitoelRockefellerCenter,másgentecruzandoenunasolainterseccióndelaquehabíaentodasuclasedegraduacióncompleta.CaminaporlacalleCincuentaycuatroyveloscartelesdelMuseodeArteModerno,yaunqueno lovisitará, sientequehavistoalgodeél. («Undíaveremos laMona Lisa», había prometido su padre y, a pesar de que Nathaniel estábastante seguro de que la Mona Lisa no está allí, aún siente que se haacercadounpocoacumpliresapromesa).Llega a Central Park más rápido de lo que esperaba. Demasiado rápido.

PuedeverqueellímiteoestedelparquellegahastaelgrancírculodondeseencuentraelmetroA,peroabreelmapadelaguíadenuevo.ElparqueensímismollegahastalacalleCientodiez.Puedecaminarhastaallí.Ollegarmásarriba.Enelautobús,antesdequedarsedormido,hapodidoecharunvistazoalperfilde losaltísimosrascacielosdeManhattandesdeelotro ladodelríojusto antes de entrar al túnel. Le ha parecido inconcebible que él pudierairrumpir en semejante fortaleza, pero aquí está. Se puede dar el lujo detomarsesutiempo.Supadreloentenderá.Alentrarenelparque,sesorprendeantelofamiliarqueleparece.Esuna

clase de naturaleza completamente diferente a esa en la que él creció, peroresulta que los árboles son árboles, las flores son flores, los pájaros sonpájarosyelvientoesviento.Porencimadesucabeza,elsolestásituadounpocoaloestedelmediodía.

Sabe dónde se encuentra. Sabe dónde está el norte. Abandona el caminoprincipalparacogerunode loscaminosmáspequeños.Quizássepierdaunpoco, pero el sueño lo ha abandonado de golpe. Se sientemás despierto yvivodeloquesehasentidoendías.Sabehaciadondeseestádirigiendo.El camino serpentea debajo de un pequeño puente arqueado, un portal

abovedadohaciaelparque.Observacondetenimientolosladrillos.Sonmuyantiguos,lapiedraclavequeunelosdoslateralesescasiinvisible.Debajodelpuenteelaireesoscuroymohoso.Contienelarespiracióncomosolíahacercuandoconducíana travésde los túneles,y supadre ledabaánimosen losmáslargos(Yacasillegas,amiguito).

Yallegasestá,lediceasupadremientrassaledeltúnel.Sienteunacorrientedeairequeresultaser

Freyacayendo,peronotienetiempodeverquésucede,ymuchomenosdecomprenderlo,porqueella

aterrizaencimadeélytodosevuelveoscuro.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEI

FreyaCuandoteníaunminutodevida,cantémiprimeracanción.Esaeralahistoriaquemehabíacontadomipadre.Cuandonací,nolloréniemitíningúnsonido,yduranteunminuto, segúnmipadre, sucorazónsedetuvoporquepensabaquealgoibamal.Todoslosmédicosyenfermerosseabalanzaronsobremí.Luegohiceunsonido,nounsonidodebebé,nounllantoounchillido,sinoalgodefinitivamentemusical.«Fueunperfectolasostenido»,habíadichomipadre, y aseguró que duró al menos un segundo o dos. Todo el personalmédicocomenzóareírconalivio.«Nacistecantando»,mehabíacontadomipadre.«Ynotehasdetenidodesdeentonces».«Eso es estúpido», decía mi hermana Sabrina. «Los bebés no nacen

haciendocosas,ymuchomenoscantando».Perosololodecíaporqueestabacelosa.Nuestropadrenohabíaestadoenlasaladepartoscuandoellahabíanacidocuatroañosantesqueyo.Estabatocandoenunconcierto,ycuandolellególanoticiadequemimadreestabadeparto,Sabrinayahabíanacido,yaunque nadie le había dicho nada, me imagino que ella no había nacidocantando,sinorefunfuñando.Quizásporqueélestabapresenteenlasaladepartos,quizásporquehabía

nacidocantando,oquizásporquenosparecíamos,yolepertenecíaamipadreySabrinaamimadre.Fuecomosihubieranllegadoaunacuerdodecustodiacompartida incluso antes de divorciarse. Sabrina pasaba las tardes con mimadre, haciendo crucigramas u ordenando los armarios de la cocina. Yopasaba las tardes con mi padre, apiñados en la habitación diminuta queutilizaba como estudio. Allí, entre las cajas de antiguos LPs y casetes, mehacía escuchar grabaciones de sus artistas favoritos: cantantesnorteamericanos como Billie Holiday, Nina Simone y Josephine Baker, y


cantantesetíopescomoAsterAwekeyGigi.«¿Oyescómocantansuspenas?¿Cómo cantan lo que no pueden decir?».Memostraba fotografías de esasmujeres,queteníanvocesmaravillosasyrostrospreciosos.«Bendecidasdosvecescomoelárboldejacarandá.Comotú»,decía.No había árboles de jacarandá en White Plains, donde vivíamos en ese

entonces,peromipadreyamehabíacontadocómoenlaprimaveraenAddisAbeba florecían con brotes magníficos, violetas y fragantes, dos vecesbendecidos.Me contó cómoen los inviernos, que eran fríos, perono comoaquí, el aire se llenaba con el aromadel humode los eucaliptos.Me contósobre lacomidade sumadre,queechaba tantodemenos.Los tibs queellapreparabaparaél,elshiro,lacabraqueasabanantesdelosdíasdeayunoyelpan fermentado injera.En laciudadme llevóa los restaurantesqueservíansus comidas favoritas, que se volvieron las mías. Me dejó probar el caféamargoyeldulcehidromiel.Memostrócómocomerconlosdedossintirarnada. «Konjo, konjo», le decían las camareras que se parecían a mí.«Preciosa».MeprometióqueundíamellevaríaaEtiopíaconél.Meprometióqueun

díame llevaría a los clubes enNuevaYork donde una vezCharlie Parker,Miles Davis y John Coltrane habían tocado. Me prometió que un día mellevaríaaescucharasuhéroe,elmúsicoetíopedejazzMulatuAstatke,cuyacarreramipadrequisoemularenEstadosUnidos.«Lagentepiensaquenoesposible combinar lo etíope con lo norteamericano, pero esta es la verdad»,decía, haciendo sonar a Astatke. «He aquí la evidencia», aseguraba,mirándomeconunasonrisa.«Cantaconmigo,Freaulai»,pedía,yyocantaba.Ycadavezquelohacía,él

cerrabalosojosysonreía.«Nacidacantando».«¡Cállate!»,gritabamihermanadesdelaotrahabitación.Comomimadre,

noteníaningúninterésenAstatkeotibsoeniraEtiopíaenalgúnmomento.«Vivimos aquí», le decían a mi padre cuando él pensaba en la idea demudarnos a su casa,más cerca de su familia. «Nosotras somos tu familia»,recalcaban.«¡Dejadecantar!»,vociferabaSabrinasiyonomecallaba.«Prométemequenuncadejarásdecantar»,mesusurrabamipadre.Loprometí.Y,adiferenciadeél,yocumplímispromesas.

Sabrinaasegurabaquehubounavezenlaquenuestrospadressereíanjuntosybailabanenlasaladeestar.Quemimadresolíaira laspresentacionesde


nuestro padre, con los ojos comoplatos, convencida de que el amor podríareducirlaampliabrechaentreunachicajudíadeWestchesteryunmúsicodejazzdeAddis.Sabrinadecíaquetodohabíacambiadocuandoyonací.¿Seríaesocierto?

¿O Sabrina estaba solo siendo Sabrina? Sabrina, quien solía retorcerme lamuñeca hasta dejarme marcas rojas. «Marcas de amor», decía, pararecordarmequiénmequería.Sabrina,quienmesusurrabaaloído:«Tualientoapesta.Tucabelloestáencrespado»,yquienseenfadabasiyolloraba.«Silaspersonasquetequierennotedicenlaverdad,¿quiénlohará?»,decía.Simispadres sequisieronalgunavez,yono lohabíavivido.El ritmoen

staccatoyloscrucesdesuspeleasfueronunabandasonoracasitanconstantedurantemiinfanciacomolamúsicaquemipadremehacíaescuchar.Aunquecomomuchas otras cosas, en realidad nome di cuenta de eso hasta que elsonidosedetuvoyelsilencionosenvolvió.

Cuando tenía diez años, volví a casa del colegio yme encontré ami padredespierto, lo cual era algo inusual. Era chófer en un servicio de cochesnocturnodelaciudad,suturnoacababatardeeintentabadisfrutarunoodosminutos del escenario de alguno de los pocos clubes que quedaban en elVillage. Solía llegar a casa cuando Sabrina y yo nos estábamos levantandoparairalcolegioydormíahastaqueeralahoradeirdenuevoatrabajarporla noche. Pero, ese día, estaba despierto. La mesa estaba puesta con lasfuentesredondastípicasdelacomidaetíope.Estabatanentusiasmadaporlacomidayporquemipadreestuvieraencasa

que no vi su maleta y el estuche de la trompeta en el vestíbulo. Pero nohubierasacadoningunaconclusióndeaquello.Noerainusualquemipadresemarchaseparatocarentourscortos,aunquehacíaalgunosañosquenoseiba.—¿Adóndevas?—preguntóSabrina,quesíquesehabíadadocuenta.—Mimadreestáenferma—respondió,ynossirvióunmontóndecomida

—.Iréacasaavisitarla.—¿Se pondrá bien?—pregunté.Nunca llegué a conocer aAyate. Estaba

muydébilparaviajar,ymimadredecíaquenoteníamoseldinerosuficienteparacomprarbilletesparairaEtiopía.—Estarábien—asegurómipadre.—¿Cuándovolverás?—preguntóSabrina.—Pronto,Sipara.


Sabrinafruncióelceño.Nolegustabacuandoéllallamabaporsunombreetíope.—¿Cuándoespronto?—preguntó.—Pronto—repitió—.¿Hayalgoquequeráisqueostraiga?—¿Nos traerías uno de esos vestidos blancos?—pregunté. Se los había

visto a lasmujeres del restaurante y en algunas fotos demis primas. Eranpreciosos, traslúcidosyblancos,y teníandelicadosbordados.Memoríaporteneruno.—¿Un habesha kemis? —Sonrió—. Lo prometo. —Miró a Sabrina—.

¿Quieresquetetraigauno?—No,gracias.Terminamosdecomerysepusodepieparairse.Teníalágrimasenlosojos

cuandomeabrazófuerteymecantó,nolascancionesdeBillieHolidayodeNina Simone que solíamos cantar juntos sino Tschay Hailu, la canción decuna rítmicaquemecantaba todas lasnoches.Eshururururu,eshururururu,ye binyea enate tolo neyelete dabowen beheya wetetune beguya yezesheletneyeyezesheletneye.—Cantaconmigo,Freaulai—pidió,ylohice.Cuandolacanciónterminó,mealejóaunbrazodedistancia, las lágrimas

corriendoporsurostro.—Prométemequenuncadejarásdecantar.Dijeloquesiempredecía…queloprometía.Seenjugóelrostro,cogiósumaletaylatrompetaysemarchó.Loperseguí

hastaelvestíbulo.—Noteolvidesdelvestidoblanco—grité.Peroélyasehabíaido.

Miabuelamuriócincosemanasmástarde.Llorémucho.Noporqueestuvieratriste, sino porquemi padre debía quedarse para el funeral y para poner enorden sus asuntos.Y las semanas sin él ya habían sido suficientes.Con suausencia,mifamiliaeracomounasilladetrespatas.—¿Cuánto tiempo más vas a tardar? —le pregunté a través de la línea

telefónica,entrecortada,cuandoyahabíanpasadodosmeses.—Nomuchomás—respondió.—Ynoteolvidesdelvestidoblanco.—Noloharé.


Colguéel teléfono.Sabrinaestabaallí,observándome.Habíahabladoconél solo durante unos pocosminutos, respuestasmonosilábicas de sí/no. Eracomo si no lo echara de menos en absoluto. ¿Pero por qué lo haría? Ellapertenecíaanuestramadre,ynuestramadretodavíaestabaallí.Tenía losbrazoscruzadosenelpechoymeestabamirandoconlamisma

expresiónmezquinaquemostrabacadavezqueseñalabaalgunodemisfallos.—Sabesquenovolverá,¿verdad?—¿Dequéestáshablando?—Estáensucasaahora—dijo—.Noquierevolver.—Peronosotrasestamosaquí.—Detodasformasmamáibaaecharlo—continuóSabrina—.¿Piensasque

volverásoloporti?—Soloestássiendomalaconmigo.Me miró. Tenía catorce años, pero ya poseía una mirada que podía

incomodaraunadulto.—Se llevó su trompeta,Freya. ¿Porqué se llevaría la trompeta si fueraa

volver?—QuizásqueríatocarparaAyate—dije.—Novolverá—aseguróSabrina.—¡Sílohará!—legrité—.Soloestáscelosaporqueélmequieremásamí.

Porquepuedocantar.¡Volverá!Ni siquierapareció enfadarse.Memirócasi con lástima.Porque lo sabía.

Sabrinasiemprelosabía.—No,nolohará.

Unos meses más tarde recibí un paquete por correo. Los sellos tenían laescrituradecurvasirregulareseindescifrablesdelamáricoymostrabanqueelpaquetehabíasidoenviadosemanasatrás.Dentrohabíaunvestidoblanco.Eraprecioso.Traslúcido,bordadoconhilos

violetas y dorados.Me quedaba perfecto. Había una nota de mi padre. Loprometí,decía.YfueentoncescuandomedicuentadequeSabrinateníarazón.Tiré el vestido a la basura. Luego fui ami habitación, subí ami cama y

comencéallorar.—¿Quétepasa?—preguntómimadrecuandomeencontróallíesanoche.

TodavíafaltabanvariassemanasparaquenossentaraamíyaSabrinaenunreservadoenelStarDineryanunciaradeformaoficial loqueyasabíamos:


queellaynuestropadreseestabandivorciando;queélsequedaríaenAddisporelmomento,peroqueibanapensarenalgoparaquepudiéramosvisitarlo.Otrapromesaincumplida.Norespondí.Soloseguíllorandocontralaalmohada.—No sé qué le pasa.—Escuché que le decíamimadre a Sabrina—.Ni

cómohacerqueselepase.Ese había sido el trabajo de mi padre. Era él quien se sentaba conmigo

cuando estaba enferma o asustada. Era él quien no pedía explicacionescuandoyomesentíasobrepasadaporlascircunstanciasynosabíaquéhacer.«Cantaloquenopuedesdecir,Freaulai»,meaconsejaba.Todavíaestaballorandocuandoescuchéquelapuertaseentreabría.Noera

mimadre,queyahabíaentradovariasvecespararegañarmeyordenarmequemecallara.EraSabrina.Ensilencio,sesubióalacama,yluegomihermana,aquiennolegustaba

quelaabrazaranolabesaranoquelatocaran,meenvolvióconsucuerpo.—Notepreocupes—murmuró—.Yocuidarédetiahora.Pero no la creí. Sabrina, quienmepropinaba pellizcos de amor y soltaba

críticasmordaces. Quien odiaba el shiro y los tibs yme ordenaba quemecallaracuandocantaba.¿Cómopodríacuidardemí?Como si escuchara mis pensamientos, mi hermana comenzó a cantarme.

Eshururururu,eshururururu,yebinyeaenatetolo.Nuncahabíaescuchadoamihermanacantar,nisiquieraenlosdíasfestivos.Nosabíaquepodíacantar.Y, sin embargo, cantó la canción de cuna con una voz clara y pura.Cantócomosiellatambiénhubieranacidocantando.—Cantaconmigo—pidió.Ylohice.Eshururururu,eshururururu,sefechemeazeyeasegagereazeyea

seserameazeyea sehedemeazeyea yenimabiniyeawerede ke jerbayea.Nosquedamos allí juntas, cantando, entonando sin siquiera intentarlo. Nuestrasvoces se fundierona laperfección, con facilidad,deunamaneraquenuncahabíasucedidoenlavidareal.

Cantamosydejédellorar.Penséquemientrascantáramosjuntas,yoestaríabien.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEII

HarunCuando tenía nueve años, Ammi anunció que la familia de su hermanavendríadevisitadesdePakistán.Yoestabamuyentusiasmado.NuncahabíaconocidoaKhala,aKhalu,niamistresprimos.Usnateníadiecinueveaños,era demasiado mayor para despertar mi interés, pero los gemelos, Amir yAyisha, teníanmiedad.Ayishaera ruidosay rebeldeyno tardóenhacerseamigademihermanamenor,Halima,ambasseescabullíanaun7-ElevenyparacomprarpastelillosLittleDebbieyDoritos.Eso me dejaba con Amir, que era pequeño, callado y circunspecto, lo

opuestoasuhermana.Noqueríairalcineoajugaralgolfenminiatura,nisiquieraaventurarseenManhattanapasear.Demodoquenosquedábamosenla casa, jugando a juegos de mesa o acostados boca arriba en el jardín,observandocómodespegabanlosavionesdelaeropuertodeNewark.—Ese es el vuelo diecisiete de Continental Airlines con destino a Los

Ángeles—ledijeaAmir.Cuandomepreguntócómo lo sabía, lemostréelcuaderno que tenía con todas las salidas y llegadas. Lo había mantenidoocultodesdequeSaifmehabíaadvertidoquesialguienloveía,seharíaunaideaequivocada.PeroAmirnopensóqueelcuadernofuerararo,ycuandoleconfesémisueñodeconvertirmeenpilotoalgúndía,tampocopensóqueesofueraunalocura.—PuedesvolaraPakistánparavisitarme—dijo.Amiribaconsupadrearezartodoslosdías,yesasemanameuníaellos,

aunquenormalmentesoloibaconAbulosviernesylosdíasfestivos.—Tuprimoteestáhaciendodevoto—comentóAbu.—Tuprimoteestáconvirtiendoenunlameculos—dijoSaif.


Undía,regresédelamezquitaymeencontréaAmmiyaKhalasentadasenlamesadelcomedor,dondeAmmitrabajabaconfrecuencia.Teníasuslibroscontables abiertos y su taza de té humeando. Khala se estaba quejando deAyisha, quien había estado escondiendo comida basura y arrojando laspruebasdeelloalcubodelabasura,dondeAmmilahabíadescubiertoporqueAmmilodescubríatodo,yafueranrecibosquefaltabanoniñostraviesos.—Estámuygorda—dijoKhala,sacudiendolacabeza.—No debería mentir —respondió Ammi, revisando un recibo y

transfiriéndolodeunapilaaotra.—Estoy menos preocupada por la mentira que por el hecho de que esté

gorda—replicóKhala—.Másgorda.Ammichasqueólalengua.—Se encuentra en desventaja—continuó Khala—. Amir le robó toda la

belleza cuandoestaban en el útero.Seríamás fácil encontrarleunmarido aAmirqueaAyisha.Nocomprendídel todoloqueestabandiciendo,perola ideadequeAmir

encontraraunmaridomeprovocóuncosquilleoextrañoenlabarriga.Despuésdeeso,nopudedejardeecharlemiradasaAmir.Eraguapo.Tenía

laspestañaslargas,alparecerenvidiables,ysucabelloformabaunpequeñosignodeexclamación justoenmediodesu frente,y sus labioseran rojosybrillantes,comoeranlosdeHalimacuandosepintabaensecretoconelbrillodelabiosrojoqueescondíaensumochila.Observécómosubocaformabauncorazóncuandosebebíaunrefrescoconunapajita,ymeimaginécómoseríaseresapajitaentreloslabiosdeAmir.—¿Qué?—preguntóAmircuandomepillómirándolo fijamentemientras

sebebíaunSprite.Yallíestaba,esecosquilleo.Durante el ’Asr del día siguiente, me encontré absorto, murmurando las

oraciones mientras observaba la oreja de mi primo. ¿Cómo no me habíapercatadoantesdelaformadesusorejas?Elpatrónintrincado,lospliegues,ladelicadaperlade los lóbulosque,enalgunaspersonas,comoAbu,estabapegadaalcuellomientrasqueenotros,comoAmir,seencontrabaseparada.Toquémipropiaorejacomosifueralaprimeravez,yelcosquilleoregresó.Esa noche, todos vimos una película. ElegimosAladdín, porque nuestros

primosnuncalahabíanvisto.KhalunoaprobabalaformaenlaqueelIslamestabarepresentado.—Tampocoestádeacuerdo—añadióAmir—con la formaatrevidaen la

quevavestidaJasmín.


Todos nos apiñamos alrededor de la televisión en el sótano y pusimos lapelícula. Losmásmayores parecían aburrirse. Saif no dejaba de interpretartodas laspartesdeRobinWilliams,perohabíapasadomucho tiempodesdequehabíavistolapelículaporúltimavezynoparabadeequivocarse.—¡Shhh!—dije,pensandoennuestrosprimos.—Estapelículaesunaporquería—protestómihermanoAbdullah.—Me está trayendo recuerdos—dijo Saif—. Solía tener tantas fantasías

conJasmín…—Esta conversaciónno es apropiadapara los niños—comentóUsna con

recato.—Nisiquierasabendequéestamoshablando—sequejóSaif.Yosí, quise responder.Soloqueno lo sabía.Nodel todo, apesardeque

sabíaconcertezaqueestaba relacionadocon laconversaciónentreAmmiyKhalasobreAmir,yconelcosquilleoextrañoenmiestómago.SabíaqueJasmíndebíaparecermeguapayquesuformadevestirteníaque

ser sexy, y sabía que era un objeto de deseo por la manera en la que mihermano estaba hablando. Pero a mí no me importaba Jasmín. El que eraobjetodemismiradaseraAladdín.Teníaunrostromuybonito,delicado,unpococomoeldeAmir.YlasescenasenlasqueAladdínaparecíaconeltorsodesnudohacíanqueelcosquilleodemiestómagosevolvieraaunmayor.TerminamosAladdínycomenzamosaverLaSirenita,peroelDVDestaba

rayado,yalamitaddelapelículanosrendimosynosfuimosalacama.Dimosvariasvueltaspara acomodarnos todosypoderdormir.Amiryyo

habíamossidorelegadosalasaladeestarauncolchónhinchablequeteníaunpinchazo.Habíamosestadodurmiendoallídurantetodalasemanaynohabíasucedidonada,exceptoporunoodoscalambresenmicuello.Esanoche,soñéconAladdín.Estábamosenlaalfombra,soloquenoerala

delapelícula,sinoladelamezquita.Podíasentirsuaromaaalmizcleenelsueño.Aladdínestabaconeltorsoaldescubierto,yyoestabapasandolamanopor

supielsuave.Noeraundibujito;erareal.Enelsueño,AladdínseconvirtióenAmir.Estábamosvolando.YyomeagarrabaaAmircomoJasmínlohabíahechoconAladdín.Elcolchónsemovió.Entreabrílosojos,yelcosquilleofloreciócomoalgo

másfuerte,unhormigueomerecorriótodoelcuerpo,unasensaciónpulsanteentrelaspiernas.Unabrisafrescasusurróatravésdeunarendijaenlaventana,abrílosojos

porcompletoyviqueenelsueñomehabíaabrazadoaAmir.Teníalamano


sobre su pecho, cálida y sudorosa. Mi corazón se sintió completo. En esemomentoentendíqueeseeraquien,enrealidad,erayo.Elcolchónsemovióunavezmás,yAmirabriólosojos.—¿Qué…?—comenzó a decir, de esa misma forma culpable que había

empleadocuandopensóqueleregañaríanporbeberdemasiadorefresco.Mirómimano—.¿Quéestáshaciendo?Retirélamanodegolpe.—Mosquito—mentí.Sediolavueltayvolvióadormir,peroyomequedéallí,rígido,temeroso

dequesimeacercabademasiado,él losabría,comoyo losupede repente,quehabíaalgoenmíqueestabamuymal.Lanochesiguiente,metrasladéalsillón con la excusa de que Amir pateaba, y, después de eso, rechacé suspeticiones de seguir observando aviones. Parecía dolido, pero dolido eramejorqueasqueado.Elviernes,despuésdequesefuerannuestrosprimos,Abumepreguntósi

queríairal’Asrdenuevo.Megustabairalamezquitaconélypasartiempoasolas. Perome habían enseñado que Alá podía ver lo que había dentro denuestros corazones.Él podía verme.Y sabía que nodebía permitir que esosucediera.LedijeaAbuqueyanoqueríavolverair.Abu suspiró y frunció el ceño, pero no discutió. Saif había preparado el

camino para mí. Pensaba que solo estaba siendo rebelde. Que solo estabasiendonorteamericano.Dejéquepensaraeso.

Fuelaprimeravezquelementí.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEIII

NathanielCuandoteníasieteañosmipadremeleyóElseñordelosanillosporprimeravez.—Noselocuentesatumadre—susurró.«¿Porquéestátodavíadespierto?»,sequejabamimadrecuandomediahora

más tarde aún seguíamos leyendo, y yo estabamás exaltadoquenuncaporculpade lasvisionesde losorcosyde los elfosgirandoenmi cabeza.«Sesuponequedebesdormirlo».Entoncesmipadreescondíaellibrodebajodelasmantasymeguiñabaun

ojo.«Túyyo»,susurrabadespuésdequeellasefuera.«ComoFrodoySam».«Unacomunidad»,respondíayo,entrerisitas.«Unacomunidaddedos».Buscóunbolígrafoygarabateóunanota en el

margendesulibroantesdeesconderlodebajodemicama.Unacomunidaddedos…ymimadre.Nosotrosdosvagandoporelbosque,

buscando hongos comestibles un día, y ents al siguiente. Los dosquedándonos despiertos toda la noche para ver un eclipse lunar (invisible,graciasalasnubesomnipresentes).Losdostrepandoárboles,oconstruyendofuertes, o emprendiendo un viaje inesperado sin importar que fuera día decolegioyquenohubiéramosllevadoropaextra.«¿Porquénecesitamoseso,amiguito?»,decíamipadre.«Nostenemoselunoalotro.Somostodoloquenecesitamos».Cuandomimadrenosanuncióquese iba,nisiquieramesentídemasiado

triste.Nosteníamoselunoalotro,despuésdetodo.«Lo sientomucho,Nathaniel»,medijo. «Peroyanopuedovivir condos

niños».Quiso quememudara con ella aCalifornia, donde había sol. «¿No


suena bien?». No, no sonaba bien. No quería irme a California. Queríaquedarme aquí, en mi casa, con mis amigos y mi padre. Éramos unacomunidad,despuésdetodo.«No te dejaré solo con ese niñohombre», dijomimadre, y cuando se lo

contéamipadre,lepidióalaabuelaMaryquevinieraavivirconnosotros.«Ysiellaestanmadura,¿porquésehaidoyhaabandonadoaunniñode

ochoaños?»,preguntóMaryeldíaquesemudó,dejandosumaletafloreadaenelsuelodelvestíbuloycogiendounpardeguantesdelátexdesubolso,como si hubiera anticipado, de forma correcta, la pila de platos sucios quehabíaenel fregadero.«No tepreocupes»,medijomientras restregabaunoshuevosrevueltosdehacíatresdíasdeunplato.«Yocrieatupadre,ytecriaréatitambién».Echóunvistazoamipadre,queestabaenelsillónenpijama,leyendolashistorietasdelperiódico.«Oscriaréalosdos,alparecer».Mipadremeguiñóunojo,ysupeloqueestabapensandosinquemedijera

nada.Éramossolonosotros.Unacomunidaddedos.Una vez que la abuelaMary semudó, se adueñó de lo que había sido la

habitación de mis padres, y mi padre se trasladó a la cama libre de midormitorio.Yasídesimplepareciórenunciarporcompletoaunrolenelquenunca se había sentido totalmente cómodo.Nada de ese rollo padre e hijo,ahora éramos una comunidad de verdad. Nos quedábamos despiertos hastatardepor lanoche,hablandode todaclasedecosas: ¿habíavida inteligenteallí fuera? Mi padre estaba seguro de que sí. ¿Y sería posible que noestuviéramos en realidad viviendo, sino que fuéramos parte de algúnvideojuego que alguien estaba jugando? Mi padre pensaba que era unaposibilidad.Hablamosde los lugares a los que iríamos algúndía.MipadrequeríaverlostemplosescondidosdeAngkorWat.YoqueríairaNuevaYorkporque había comenzado a quedarme despierto para ver SNL y quería vercómosegrababa.«Hechoyhecho»,prometiómipadre,añadiendoloslugaresanuestralista.

«Visitaremostodosesossitios.Conoceremoselmundo,juntos».«Unacomunidaddedos»,dije.Todo se desarrolló así durante años. Yo vivía mi vida, iba a la escuela,

jugaba al fútbol en otoño y al béisbol en primavera. Estaba empezando adestacarcomopitcherycomoprimerabase,ymientrenadordecíaquequizáspodría llegar a una liga más importante. La abuelaMary hacía la compra,limpiabayseocupabademipadreydemí.Mipadre todavía trabajabacomotécnico informático,peroyano teníaun

trabajoestable;era loqueél llamabaun freelance.Mimadre lo llamabade


otramanera.Perodespuésdealgunosañossevolvióacasarytuvootrohijo.Dejódequejarsede lacantidadde tiempoquetrabajabamipadreydejódepreguntarmesiqueríairavivirconellaaCalifornia.LaabuelaMaryeraunamujerdehábitos.Llevabapuestoelmismodelantal

todoslosdías.Asistíaalamismamisatodoslosdomingos.OlíaaNiveayaPalmolive,ysiempretosía.Demodoque,alprincipio,nadiesediocuentadequesutoshabíaempeorado,máscarrasposaymásrepletadeflema.Ynadiesepercatódelospañuelitosmanchadosdesangresobrelosquetosía,porquelostirabaalinodoro.Cuandosuresfriadoseconvirtióenunaneumonía,unaradiografíadepecho

revelóqueteníacáncerdepulmón.Estadiocuatro,dijeronlosmédicos.Yo tenía un compañero de equipo llamado Tyler cuyo tío había muerto

recientementedecáncerdecolon.Élfuequienmecontóloquesignificabaelestadio cuatro. Mi padre se negaba a creerlo. Insistía en queMary estaríabien.—No,enestadiocuatronoloestará—aseguróTyler.—Mipadreencontraráunasolución—lerespondíaTyler,porqueesoera

loquemipadrehabíaafirmado.Pasóhoraseninternet,comprandocristalesmilagrososundíaypolvodealetade tiburónal siguiente.Enunmomento,estaba listo para comprar billetes de avión a Israel, donde le ofrecieron unnuevotratamientodecélulasmadre,soloparafrustrarsecuandolacomprafuerechazada.«Saldráadelante»,insistía.Mientras tanto, Mary enfermaba cada vez más. Pasó por dos rondas de

quimioterapiayluegolepusounpuntofinal.«¿Cómopuedocuidarlossiestoycorriendoalbañocadacincominutos?»,

preguntó.Undía,lleguéacasadeunentrenamientodebéisbolyencontréalaabuela

Mary desplomada en el suelo. Mi padre estaba sentado a su lado con laspiernas cruzadas, sosteniéndole la mano, y las lágrimas le corrían por elrostro.—¿Estámuerta?—pregunté.—Nolosé,nolosé—respondió.Corríhaciaella,apoyéundedosobresucuellocomohabíavistoquehacían

en la televisión,y sentí elpulsoallí.Solo teníaonceaños,peromantuve lacalma, como si ya supiera qué hacer, como si ya me hubiera estadopreparandoparaesemomento.Cuandollegaronlosparamédicos,unodeellospreguntó:—¿Hacecuántoqueestáinconsciente?


Miréamipadre,queseguíasentadoenelmismositioenelsuelo,apesardeimpedirleselpasoalosparamédicos.—¿Cuántotiempo?—No lo sé.No lo sé—respondiómi padre, balanceándose hacia atrás y

haciadelante.Maryestuvoenelhospitaldurantetressemanas.Losmédicosdijeronque

probablementenopodríavolveracasa.—Esoesunamierda—dijomipadre.Einsistióentraerladevuelta—.Lo

quenecesita es estar fuera de este sitio, lejos de todos esos venenos que leestánmetiendo.Marynoestabaencondicionesdetomarsemejantedecisión;mipadreerael

adultooficial.Losmédicosnotuvieronmásremedioquehacerloquepedía.Perofuiyoquiensereunióconelcoordinadordelhospitalparaenfermos

terminales.Quiencompletótodoelpapeleo,quienhizoquemipadrefirmaralalíneadepuntos,quienconsiguióquepusieranunacamillaennuestracasayqueelenfermerodelhospitalvinieraaatenderamiabuela.ElenfermerosellamabaHector.Vinocasitodoslosdíasdurantetodoaquel

veranoenelqueMaryestuvomoribunda.Alprincipiosoloduranteunahorao algo así, para regularle la medicación para el dolor y asegurarse de queestuvieracómoda.«¿Dónde está tu padre?», me preguntaba los días en los que él estaba

ausente.«Oh, en el trabajo», mentía. No sabía dónde estaba. Dando un paseo.

Jugandoalbillar.Buscandolacuraparaelcáncerenlosbosques.Amedida que la abuelaMary empeoraba,Hector se quedabamás ymás

tiempo, toda la tarde, incluso hacia el final, cuando lo único que hacíamiabuelaeradormir.Avecessequedabaconmigoen lacocina,yunavezmecocinó lo que parecía una banana verde, pero que resultó ser algo llamadoplátano, que me pareció delicioso. Otras veces, se sentaba con Mary y lepasabacremaporlasmanos,lepeinabaelcabello,lehablabaylecantaba.—¿Puedeoírte?—lepreguntéunavez.—Creoquesí.—Mehizoseñasparaquemeacercara.Nomegustabaestar

enaquellahabitación.Olíaamargocomoalecheenmalestado,yMaryhacíaunterriblesonidoestertorosocuandoluchabaporrespirar.PeroconHectornomesentíatanasustado.Me situé a su lado mientras cuidaba de mi abuela. Él tenía una mirada

serenaenelrostro,inclusofeliz.Noloentendí.—¿Noestristeveratantagentemorir?—pregunté.


—Todosmorimos—dijoHector,restregandolasmuñecasdeMary—.Eslaúnicacertezadelavidayloúnicoquetenemosencomúnconlosdemásseresdelplaneta.—Soltólamanodemiabuelaylacolocósobrelamía.Sentísupulso,erráticoydébil.—Creoqueesunhonorestarconlagentecuandoabandonaestemundo—

meexplicó.—¿Unhonor?—Un honor—repitió—. Y una vocación. ¿Sabes qué? Yo tenía tu edad

cuandomedicuentadequequeríadedicarmeaesto.—¿Enserio?—Quizás no de una forma tan definida, pero sí. Estuve con mi propia

abuela cuando ella se estabamuriendo.Eso fue enmi casa, enWashingtonHeights,enNuevaYork.Ellaaduraspenashabíahabladoensemanas,pero,justoantesdemorir, sesentóycobróvida,y tuvounaconversacióndedoshoras con alguien en la habitación. En español. Yo no sabía hablar bienespañol,asíquesupequenomeestabahablandoamí.—¿Aquiénleestabahablando?—Solo ella lo sabía, pero estaba seguro de que era ami abuelo.Llevaba

muertoveinteaños.Nuncaloconocí.Peroenesemomentosupequeestabaenlahabitaciónconella,listoparaescoltarlaaloqueleesperaba.Unescalofríometrepóporlaespalda.—Hevistocómosucedeestomásvecesdelasquepuedocontar—continuó

Hector—.Losmoribundoshablancon losmuertos.Losmuertosguíana losmoribundoshacialoquevieneacontinuación.—¿Quévieneacontinuación?—pregunté.Sonrió.—Eso no lo sé.Y, desafortunadamente, ninguno de nosotros lo descubre

hasta que nos llega nuestro turno, y luego no estamos en posición decontárseloanadie.Dos semanasmás tarde, la abuelaMarymurió apaciblemente. Si alguien

vinoaescoltarlaaloquesiguieraacontinuación,lohizoentotalsilencio.«Soloquedamosnosotros»,dijomipadrecuandosellevaronelcuerpodeMary.Porprimeravezlo

sentímenoscomounapromesaymáscomounaamenaza.


2

TodoestábienTodoestábien,intentadecirNathaniel.Soloqueparecequenopuedehablar.Omoverse.Opensarconclaridad.O

veralapersonaborrosaqueseciernesobreél,queleacaricialafrenteylepideque,porfavor,porfavorsedespierte.Lascariciaslesientanbien,sinembargo.Todolodemás,notanbien.—¿Puedesescucharme?—preguntalavoz—.¿Puedesmoverte?Esunavozpreciosa.Inclusoensuestadoactualpuedesaberlo.Siunavoz

emitieraunaroma,estaoleríaadátiles.LaabuelaMarysolíacomprardátilessecos.Se loscomíanyescupían las

cáscarasenel jardín,deseandoquecrecieraunapalmeradedátiles,perolosdátilescreceneneldesierto,yélviveenelbosque.Vivíaenelbosque.Sienteunarespiracióncontrasucuello,susurranteycálida.Larespiración

dice:—Abrelosojos.Despierta.«Porfavor».Es esepor favor el que lo logra.Hay algomuy crudo y lastimero en él.

¿Cómopuedenoobedecer?Abre los ojos.Otro par le devuelven lamirada. Son quizás los ojosmás

agradablesquehayavistonunca.Ylosmástristes.Tantristesquepodríanserlos suyos propios, excepto porque estos son de color café y los suyos—elsuyo—esverde.—¿Cómo te llamas? —susurra ella en su oreja. Y esa voz envía un

escalofríoporsuespalda,noporqueseapreciosayconaromaadátiles,sino


porqueleresultafamiliar;ynopuedeserfamiliarporqueélnoconoceniaunalmaen…¿dóndeestá?Noimporta.Noconoceniaunalmaenelmundoquetengaunavozcomoesa.—¿Cómotellamas?—repitelavoz.Sunombre.Sabesunombre.Estáahí,enelestantemásalto,alfondodel

armario.Tienequealcanzarlo.Es…—Nathaniel—dicelavoz—.NathanielHaley.¿Eseerestú?¡Sí!¡Ese!NathanielHaley.¿Cómolosabe?—DelestadodeWashington.¡Sí!,quieregritar.Desdeunacasaquesehatragadolatierraenellímitede

unbosque.¿Cómolosabe?—Yacabasdellegaraquí…hoy.Sí.Sí.Sí.¿Perocómolosabe?—BienvenidoaNuevaYork—dice—.Unconsejo:noteguardeslacartera

enelbolsillo.Hastaunancianopodríarobártela.Sucartera.Intentalocalizarla.Veunacartera.Unafotografía.—¿Puedessentarte?—preguntalachica.Nathanielnoquieresentarse,pero

allí están esas puntas de los dedos, y esa voz, llamándolo, Nathaniel,Nathaniel,regresa.Yesavoz,tanfamiliarqueescomouncosquilleo,ytanbonitacomounacanción.Puedelevantarsecondificultad.Paraveralavoz.Durante un momento agradable, vale la pena el esfuerzo, estar frente a

frenteconeserostro.Hastaque…Eldolorsedetiene,peronotardaenreaparecer—siemprereaparece,éllo

sabe—ysucabezaestáenarmoníaconély suestómagose retuercecomorespuesta. Lo deshace. Está flotando, pero no en este mundo. Necesita unancla,ylaencuentraenlosbonitosytristesojosdelachica.Unriachuelopequeñodesangre—odos,porquetodoestáduplicado—cae

porlasiendeellahastasumejilla.Pareceunalágrima,y,duranteunsegundo,Nathanielpiensaqueellaestállorandoporél.SoloNathaniel sabeque esonopuede ser real.Las lágrimasno tienen el

colordelasangre,ynadielloraporél.Aunasí,seencuentracautivadoporelrastro de lágrimas sangrientas que recorren la mejilla de la chica. Son lasflores más preciosas, las cicatrices más adorables. Se estira para tocarle lamejilla.Y,aunquetodoestéinclinado,borrosoydoble,nofalla.Y,apesardequeesguapísimayunacompletadesconocida,ellanoretrocede.


No,Freyanoretrocede,perosuestómagotambiénseretuerce.Yanadiemetocadeesaforma,piensa.Loqueesbastanteraroporque,últimamente,todoslatocan:susestilistaseinstructores,sumadre,unaseriedemédicos,Haydeny losejecutivosdelsellodiscográfico,quienescolocansusmanossobresushombros,piernasycinturaduranteunos segundosmásde lonormal.Todasesaspersonasqueestánallíparaella,paraayudarla,susrocessoncomoalgomuerto,peroelrocedeesteextrañohahechoquesucorazónpegueunsalto.¿Quédemonios?

LasangredesumejillaestáeneldedodeNathaniel.Élnosabequéhacerconella.¿Limpiarla?¿Lamerla?¿Hacerunatransfusión?—Ey,tú—llamalachica—.¿Creesquepuedesecharnosunamanoaquí?Eltúencuestiónseacercaycomienzaachasquearlosdedosjustoenfrente

delosojosdeNathaniel.Esextremadamentedesagradable.—Estoyseguradequeesonoesnecesario—diceella—.Estádespierto.Elchasquidodededoscontinúa.—¿Estásbien?—preguntaelotrochico.Loestásllevandobien,¿verdad?Aveces,lagentesolíapreguntarleesoa

Nathaniel, los compañeros de equipo con los que entrenaba, las chicas quesolían revolotear a su alrededor, los entrenadores que pensaban que teníafuturo.¿Loestás llevandobien?, preguntaban.Despuésdeque sumadre semarchara.DespuésdequelaabuelaMarymuriera.Despuésdeperdersuojo.Estásbien,¿verdad?(Solonosotros,amiguito).Más adelante, Nathaniel se dio cuenta de que no era realmente una

pregunta. La gente quería seguridad; quería desentenderse, de modo que,aunqueélnoseencontrarabien,aunquefueraunaranahirviendoenunaolla,aunque la tierra se lo estuviera tragando, igualmente respondía: «Todo estábien».Loqueesunamentiramuyevidente.Cuandoestá,enrealidad,todobien.Perolagentelocree.Cuandoéldicequetodoestábien,lagentesonríe.Su

alivio siempre es palpable y es siempre desgarrador, porque, una vezmás,Nathaniel se ha permitido pensar que en esta ocasión la preocupaciónrealmenteesverdadera.EscomoCharlieBrownconeseestúpidobalón.Sinecesitasalgo,llámame,dicentodos,recitandolaslíneasdeunguion.A

lo queNathaniel responde como se espera: Eso haré.Y duele el doble por


permitirsealbergaresperanzas.No.Novolveráacaerdenuevoeneso.Noterminarádeespaldas.Yaestá

sobresuespalda.Comienzaaincorporarse.—Ayúdalo—ordenalachica,cogiendounadesusmanos,y,elotrochico,

laotra.Dame tu mano, Nat, solía decir su padre mientras le enseñaba a trepar

árboles,más ymás alto, por encima de la copa, donde él afirmaba que sepodíaverhastaCanadá.Sumadreseenfadabamucho.«Noséquiénesmásniño».Seencuentramásestableahora.Estábien.(Nobien,noenrealidad,peroerguido).Solonecesitaunmomento,paratranquilizarse,paraorientarse,paraquedos

extrañossujetensusmanosantesdequelosuelten.—¿Estásbien?—preguntaelotrochicounavezmás.—Todoestá…—comienzaaresponder,paraliberarlosdelaculpa.Y,antes

de que pueda terminar la frase, antes de que pueda decir la palabra bien,vomita.Justosobrelospiesdelachica.

Freya se mira los pies.Manchados de vómito. Tiene poca tolerancia estosdías.Cualquiercosaconsiguequeseenfade: las lucesde lossemáforosquetardandemasiado,lainformacióndeltiempoqueseequivocaportresgrados,cualquiercosaquealguienlediga.Unextrañoacabadevomitarensuspies.Ytieneganasdellorar,peronoporqueestémolestaoasqueada.¿Quédemonios?Sedisculpaysealejaparalimpiarselospies.

QueHarunesuncobardenoesdiscutible.Cuandohavistoalachicacaerdelpuentesobreelchicoqueseencontraba

debajo, ¿cuál ha sido su primer impulso? ¿Socorrerlos? ¿Llamar a unaambulancia?¿Pedirayuda?No,hasidohuir.Unavezmás:sucobardíanoesdiscutible.LarazónporlaqueHarunhaqueridoescapar,enunprincipio,hasidoque

teníaesaterriblesensacióndequeelaccidentehabíasidoculpasuya.Minutos


antes,haestadomaldiciendoaestosdosextrañospornoserJames.Sibiennolohaexpresadoconpalabras,ha tenido la intencióndepedirlo,queél sabeque es lo que Dios escucha. La gente miente todo el tiempo sobre lo quequiere,perolasintencionessonpuras.Demodoque,alprincipio,hapermanecidoaunladointentandopensaren

laoraciónapropiadaquerezarcuandounolepidedeformaaccidentalaDiosque haga algomalo a otras personas.As›'aluAllah al ‹'azim rabbil ‹'arshilazimanyashifika,hasidotodoloqueselehaocurridoparasuplicarleaAláquelossanara.(Hadejadodepediresoparasímismo).Peroquieredejarclaroque,cuandohavisto loscuerposapiladosy losha

imaginadomuertosalosdos,oalmenosgravementeheridosporculpadesuspensamientos, ha salido de ese estado de fuga demanera repentina y se haacercado,conlaintencióndehacerLoCorrecto,hacerlesunaRCP,llamaral911orezarlaoraciónadecuada.Pero,enesemomentoenparticular,suscuerpossehandesenganchadoyla

jovensehasentado.Élestabacerca,tancercacomoparaverleelrostro:lospómulosaltos, losojosovaladosyprominentes, el cuello regio.Yentoncesellalehapedidoayuda.Conesavoz.«Undía,laconoceremos»,solíadecirJamesmientrasmirabanunojuntoal

otrounvídeodeellaenel teléfono.«Lediremosquesomossusprimerosymásgrandesfans.Seráfamosa,másqueBeyoncé,peroseremossusmejoresamigos.Cantaráennuestraboda».Declaraciones como esa le quitaban el aliento a Harun. Ya le parecía

atrevido imaginar un futuro con James, imagina una boda, una boda, en laque,además,lacantantefavoritadeJames,alaquenuncahabíanconocido,cantaraparaellos.Ahora,mientrasobservacómoellasequitabaloszapatosyseenjuagalos

piesconunabotelladeaguaPolandSpring,loasaltantrespensamientos:El primero:No puede ser ella. No puede serlo.No esta persona, en este

parque,enestedía.LaestáinvocandocomounamaneradetraerderegresoaJames.Susegundopensamiento:James,cuyasúltimaspalabras fueron saldemi

vidadeunaputavez.Sutercerpensamiento:Siesella,Jamestendráqueperdonarme.EljovenalqueestásosteniendoseinclinacontraHarun,yHarundesvíala

mirada de ella hacia él. Quien, ahora ve, es muy guapo, la clase de chicoblancoyatractivoalqueJamescalificabacomo:unadelicia.


—Estoybien—repiteeljoven,inclusomientrassebalanceacomounárbolverdeazotadoporunvendavalfuerte.Ella(élnopuedelograrsiquierapensarennombrarla)regresa,descalza,y

vuelveasujetarsumitaddelchico.Harunnopuedemirarsurostro,demodoquemirasuspies.Quetodavíaestánmojados.—Graciasportuayuda—diceconsuvozroncatancaracterística.—Ehh—diceHarun.—Todoestábien—aseguraeljoven.AHarun no le parece que todo esté bien.Aparte del balanceo, están los

ojos.Doscoloresdistintos.¿Puedeunacaídaocasionareso?—¿Hayalguienaquienpodamosllamar?—preguntaella.James, piensa Harun. Pero no, esto no se trata de él. Se vuelve hacia el

chico,queestáentrecerrandolosojoscomosialguienacabaradepreguntarlecuáleslaraízcuadradade17432.—¿Mipadre?—diceporfinNathaniel.—Tupadre.¿Asíquesupongoquetupadreestáaquí?—preguntaella.Nathanielsebalanceayasiente.—¿Tienesformadeponerteencontactoconél?Harun ve su teléfono en el suelo, junto con el resto del contenido

desparramadodesumochila.Seagachaparacogerlo.—¿Quizáspodríasllamarlo?Nathaniel abre el teléfono, uno de esos antiguos modelos con tapita, y

presionaunbotón.Suenamuyaltoytodosloescuchan.Saltaelbuzóndevoz.Lavozdeunhombre:«Dimealgobueno».Laorden irritaaHarun.¿Ysinohaynadabuenoparacontar?¿Entonces

qué?Seescuchaunpitidolargo,seguidodeunavozrobóticaqueinformaqueel

buzón de voz está lleno, yHarun comprende que él debe ser parte de unaminoría,quemuchagentetienetantascosasbuenasparacompartircomoparaquesubuzóndevozestéllenodebuenasnoticias.—Creo que deberíamos llevarte a un hospital, Nathaniel —dice ella,

volviéndosehaciaHarun—.Parecebastanteperdido.Bueno, un ser humano acaba de caerle encima. Y a pesar de que el ser

humanoesella (estácasi segurodequese tratadeella),hadebidodolerle.Harunsospechaqueelchicotieneunaconmocióncerebral.AAbdullahunavezlogolpearonconunbatedecríquetynopodíarecordarsudirecciónnisufechadenacimiento.—¿Quécreestú?—preguntaella.


AHarunlellevaunossegundosdarsecuentadequeellaleestápidiendoaélsuopinión.Harunleresponde,demaneramuyútil,conotro:—Ehhh…—¿Creesquepodríasbuscarsihayalgunocercadeaquí?—Sí,sí,hospital,hospital—respondeHarun,recobrandoelhabladeforma

doble. Coge su teléfono, enormemente aliviado de tener que concentrar suatenciónenotracosaquenoseaella.Perosupulgartienevidapropia,porqueestámoviéndose sobre la aplicación demensajes de texto,muy tentado decontarleaJamesconquiénestá,desacarunafotoensecreto.Seguramente,siJameslosupiera,cedería.Lorecuperaría.—¿Hasencontradoalguno?—preguntaella,yHarunsientequelasorejas

le arden porque este pobre chico realmente no está bien y él aún estápensandoenJames.¿Dejaráalgunavezdehacerlo?Amirlehaaseguradoquesí,queundíamiraráatrásynocreeráquenadadeestohapasado.Quedaráborradodesumemoria.Ruegaqueasísea.Ruegaquenosuceda.Ellaseaclaralagarganta.Harunseapresuraamirarelmapayencuentraunaclínicadeurgencias.—Sí,sí.HayunaenColumbusAvenue.Dicequeestáamediokilómetrode

aquícaminando.—¿Puedescaminaresadistancia?—lepreguntaellaaNathaniel—.¿Si te

ayudamos?—¿Ayudamos? —suelta Harun con alegría y alivio, y se da cuenta,

demasiado tarde, de que eso ha sonado como si estuviera en contra deayudarlocuandoenrealidadeselpluralloquelohaconfundido—.Sí,sí.Porsupuesto,porsupuesto.Teayudaremos,teayudaremos.—Enserio,noesnecesario—aseguraNathaniel—.Todoestábien.—Seguroque sí, pero serámejorque te veaunmédico—insiste ella.Se

inclinapararecogerelrestodelcontenidodelamochiladeNathaniel,comosifueraunserhumanonormalynoella.Harundeberíaayudarla(élessolounapersonacomún)perola imagende

los calzoncillos, los libros, las camisetas, hace que recuerde de pronto lamaletaqueAmmihapreparadoconamorpara él, llenade ropanueva, unakurta nueva, regalos…Y cuando lo hace, lo paraliza la vergüenza. Él, quehabía pensado que había tocado el fondo de la vergüenza cuando, en elextremodeesemismoparque,Jameslehabíapedidoquesealejaradesuvidadeunaputavez.


—Ok—diceella,colgándoselamochiladelhombro—.Vamos.—En serio, no es necesario—insisteNathaniel—.Quedaré conmi padre

mástarde.Todoestábien.—¡Dejadedecireso!—Harunsesorprendeyseavergüenzaporladureza

desutono.Notienemotivosparaestarenfadadoconestechico,quepuedenoser James, pero que solo estaba caminando por el parque, inmerso en suspropiosasuntos,cuandoalguienselehacaídoencima.NoesculpasuyaqueJameslehayapedidoaHarunquecreyeraque,aunquenotodoestababien,algunavezpodría llegaraestarlo,cuandoHarunsabe,ysiemprehasabido,quenolohaestado,quenopodríallegaraestarlo.Eslaesperanzaloquehacequeduela.Harunlosabe.

Nathaniellosabe.

Freyatambiénlosabe.

Si es completamente sincera, Freya tiene que admitir que sus intencionestampocosonhonorablesporcompleto.Ahoraquelanieblasehadisipadoysedacuentade loquehahecho—sehacaídodeunpuentesobreunchicomientrasrevisabalasfotosdesuhermanafeliz,quiensehacomprometido—supreocupaciónnoestátancentradaenelbienestardelchico,sinoenelsuyopropio.Velasituaciónatravésdelosojosdesumadre—«Podríademandarnos»—

y de los ojos deHayden—«La clase de atención incorrecta»—, y, aunquenormalmente piensa que su madre en particular no solo es paranoica deantemano con respecto a la gente que quiere demandar a Freya, sino quetambién lo es concierta ambición (suéñalo,hazlo),Freyaestá evaluando lasituacióndemaneraadecuada.Se ha caído de un puente, sobre un transeúnte inocente.Y otro chico ha

presenciadotodalasituación.Tieneunteléfonoenlamano.Hastadondeellasabe,podríahaberlograbadotodoenvídeoysoloestáesperandoenviarlelasfotospore-mail a algunapáginade cotilleoso subirlas aTwitter. ¿Cuántas


visitas tendría eso?Loúnicoquea lagente legustamásquepresenciarunsucesoesobservarunacaídaendesgracia.Elchicosobreelquehacaídonoparecereconocerla(noparecereconocerse

niasímismo),peroelotromuchachosí.Enelpasado,cuandoFreyafuelosuficiente mayor como para comenzar a recibir comentarios negativos, avecesse involucrabacon laspersonasque losescribían.«Ey,soyhumana»,decía. O: «Eso ha dolido». Y era sorprendente, porque algunas veces seretractaban.Desdehaceuntiempoyanolohace.Haydenlehaordenadonoresponderalosfansdeformatandirecta.Nisiquieraleerloquedicensobreella.«Eseesmitrabajoahora»,habíadicho.Aunasí,lamejorformadedesarmaraalguienesmatarloconamabilidad.

EsporesarazónquehaacorraladoalotrochicoparaqueayudeaNathanielallegaralaclínica.(Está siendo prudente, eso es todo. No tiene nada que ver con cómo su

estómagohadadounsaltocuandoNathanielhatocadosurostro).Cuandolleganalaclínicadeurgencias,lospiesdeFreyaestánnegrosysu

humorinclusomásoscuro.Sedacuentadequesehaobligadoahaceralgoestúpido, que se ha atado a estas dos personas que podrían hacerle daño.Debería haber llamado a su agente, pero no está segura de que ella sigaaceptandosusllamadas.—¿Quéhapasado?—preguntalarecepcionistadelaclínica.—Estábamos en el parque—explica el chico— y ella se ha caído de un

puentesobreélylohadejadoinconsciente.Freyaseimaginacómosonaríatodoestoeneltribunaldelasredessociales.Ensuteléfono.Absorta,mirándoseelombligo.¡Típico!Antesmegustaba,peroahoraesdemasiadocreída.Cierto.Quéperra.Sabéisquearrojóasuhermanadebajodeunautobús.La recepcionista, que tiene la expresión aburrida de alguien que ha

escuchadoestahistoriaenparticularunadecenadevecessolohoy,lesentregaunmanojodepapeles.—Completadestoynecesitarélatarjetadelseguro.Freya se vuelve haciaNathaniel, quien no ha dichomás de dos palabras

además de asegurarles de forma automática que todo estaba bien, y ella sepreguntasinotendráalgúndañocerebral.Eraunmatemáticobrillante,dirían.Apuntodecurarelcáncer.Hastaque

ellacayósobreél.


Otravidaarruinada.Odioaesaperra.—La tarjeta del seguro —insiste la recepcionista—. De lo contrario,

necesitaréquealguienpaguelaconsulta.—¿Tieneslatarjetadetuseguro?—lepreguntaFreyaaNathaniel.Peroél

noparececomprenderla—.¿Puedovertucartera?Élse laentrega,yella la revisa.Tieneuncarnetdeconducir,unpocode

efectivo,unatarjetadeembarque,unatarjetadepresentacióny,escondidaenel forro rasgado, una tira de fotos arrugada. Echa un vistazo a la tira, quemuestracasiconseguridadaunNathanielmuchomásjovenyaunhombremayor que anticipa cómo será Nathaniel en unos diez años, ¿quizás es supadre?Sienteuntirónenlomásprofundodesuinterior,comosihubieraunacuerdainvisibleenvolviendolazonadondedeberíaestarsucorazón.Buscaensucarteraycogesupropiatarjetadecrédito.Escuchaasumadre,

aHaydenyalosagentesadvertirledequeacabadedejarunrastroenpapeldesuculpabilidad.Perosoloestabaintentandohacerlocorrecto,lesdiceasusjuecesinvisibles.¿Quésabestúacercadeloqueescorrecto?LarecepcionistaleentregaaFreyaunsujetapapelesconvariosformularios

médicos. Su intención era traerlo hasta aquí, a una clínica de urgencias, yseguirsucaminodeprimente,peroahora,alescucharaloscríticosinvisiblesque la arrinconan (Pagaste por él porque eras culpable), no puede escaparcon tanta facilidad. Con un suspiro de agobio, conduce a Nathaniel a losasientosyleentregalosformularios.Elotrochicoaúnestáaquí.QuizásellapuedaconseguirqueélolvidesuteléfonoporahíparapoderborrarcualquierfotografíaquehayasacadoantesdequeterminenjuntoauntítulodelPost:Divaabandonaapeatóninconsciente.¿A quién pretende engañar? No puede cantar, y, si no puede cantar,

entonces no habrá fama; ymuchomenos popularidad o siquiera interés, y,definitivamente, tampoco cotilleos en el Post. Los fans desaparecerán. Yluego…Parpadea con fuerza, intenta eliminar el pensamiento, se gira hacia

Nathaniel, que está mirando el sujetapapeles como si estuviera escrito conjeroglíficos. A este paso, estarán aquí todo el día. Freya le quita elsujetapapelesdelasmanos.—¿Qué tal si completo esto por ti? —propone, y trata de que su

impaciencianoseamuyevidente.Élasiente.


Sabeelnombre:NathanielHaley.—¿Dirección?¿Fechadenacimiento?—Notengouna—respondeél,yFreyapiensaquerealmenteestáaturdido.

Todavía sostiene su cartera, de modo que se la quita, coge el carnet deconducirycopialainformaciónpertinentedeallí.Unmetroochentaysiete.Cabello color café, ojos verdes.Diecinueve años. La dirección es solo unacarreteraestatalenWashington,perocuandolacopiaseimaginaunacasaenelextremodeunbosque.Escuchacantaralospájaros.—¿Contactodeemergencia?—pregunta.Surostrosequedaenblanco.Cogelatarjetadepresentaciónyleeelnombre:HectorFuentes.¿Eseseel

hombredelatiradefotos?—¿HectorFuentes?¿Estupadre?—pregunta,apesardequeNathanielno

parecelaclasedepersonaquetengaunpadrellamadoHectorFuentes,pero,pensándolomejor,Freyanoparece laclasedepersonaque tieneunamadrellamadaNancyGreenberg.Nathanieldudauninstanteysacudelacabeza.—¿Puedesdecirmeelnúmerodeteléfonodetupadre?Cuandoledevuelveunamiradaenblanco,ellanoloculpa.¿Quiénsesabe

de memoria números de teléfono todavía? Puede copiarlo de ese antiguoteléfono con tapita que él ha utilizado para llamar a su padre en el parque,peronoestá seguradecómofuncionanesosmóviles,demodoque,aunqueesolacomprometeaunmás,escribesupropionúmero.

HarunescuchacómoFreyainterrogaaNathanielsobrealergias(camarones).Sesienteexcluido.Desearíatenerunaalergiaqueofrecer.Peronoesalérgicoanada,exceptotalvezasímismo.Esoexiste.Lobuscóunavez.Puedeserfatal.—¿Has tenido algode esto?—Freya (ahoraHarun está segurode que es

ella,havistosutarjetadecrédito)enumeraunalistadeenfermedades.Incluyetuberculosis, arritmias y enfisema, y Harun no puede evitar notar que lospadecimientos más comunes, los que realmente dañan a una persona(vergüenza corrosiva, corazón destrozado, familia traicionada) no seencuentranincluidos.Ella termina de completar los formularios y los entrega. Harun sabe que

cualquierutilidadqueélpudierateneryahaexpirado,peroellaessuúltima


oportunidad de recuperar a James. ¿Cuál es la probabilidad de que ellos sehayanencontrado,justohoy?Debehallarunaformadeextendersuutilidad.LaenfermerallamaaNathaniel.—¿Estarásbien?—preguntaFreya.Nathanielcomienzaaresponder,peroHarunlointerrumpe:—Deberíamosirconél.Parahablarconelmédico.AFreyanolegustalaidea,pero,conunsuspiro,seponedepieyaccedede

formareticente.

Lostresseamontonanenlasaladereconocimiento,donde,despuésdequelaenfermerahayarevisadolossignosvitalesdeNathaniel,sehaceevidentequeellossonunoscompletosextrañosquenotienennadaencomúnninadaquedecirselosunosalosotros.Sobrevieneunsilencioincómodomientrascadaunointentaencontraralgún

lugarenlapequeñasalahaciaelquemiraryasíevitarmirarseentresí.Freya coge su teléfono. La pantalla, ahora se da cuenta, está rota por la

caídaenelparque,congeladaenlaimagendesuhermana—¡Hadichoquesí!—consuestúpidoprometido.Elotrochicotambiéntienesuteléfonoenlamano. ¿Está tuiteando algo sobre ella? ¿Ya ha subido fotos? Deberíacomprobarlo. Debería decírselo a alguien. Pero no lo puede tolerar. No loquieresaber.Apagalapantalla,perofingeestarocupadaconsuteléfonoparatomarseunmomentoyevaluarensecretoasusnuevoscompañeros.Unodeellosestánervioso,susgrandesojososcurosdestacansobresupiel

color café un tono o dos más oscura que la de ella. Emana una clase deenergíanerviosaquelerecuerdaaunanimalasustadoyempañaelhechodeque,debajodetodoesesobresalto,hayunchicoguapo,muybienvestido,queintentafingirquelotienetodobajocontrolcondesesperación.Elotro,Nathaniel,parecelaclasedepersonaquenuncahafingidotenerel

control en su vida. Por su apariencia, no es que lo necesite. Es la clase depersona atractiva —alto y esbelto, y con una estructura ósea que muchosdesearían—quehacequelosdemássínecesitenmantenerelcontrolcuandoseencuentranasualrededor.NoeselcasodeFreya.Haestadotanrodeadadebellezaqueyanolaimpresiona.TampocolaimpresionaríaNathanielsinofueraporsusojosdesparejos,unoverde,elotrogris.Estropeansuperfección.Hacenquequiteelaliento.«Túeresbastanteguapa»,ledijounavezHayden,«peroestuvozloquete

distingue».Sededucequesinvozellaesindistinta.Noesnadie.


Se escucha un golpe en la puerta y entra elmédico. Freya lo analiza deinmediato: joven y con una dentadura perfecta, pero con una sonrisa desuficienciaqueloestropeatodo.—¿Quéhapasado?—pregunta.Eslamismafraseinicialquehautilizadoel

médicoqueellahavisitadoestamismamañana.¿Porquépreguntaneso?¿Nopueden simplemente leer los formularios?Peroenestaocasión lamadredeFreyanoestáaquíparaintervenirconlaexplicación,yNathanielpermanecemudo.—Estábamosenelparque—comienzaadecirFreya—.Ymehecaídode

unpuente,sobreNathaniel.—¿Tehascaídodeunpuente?¿Tehasdesmayado?—No—respondeFreya.Sepreguntasideberíahaberdichoquesí,porque

eso la haría parecermenos culpable.No ha sido culpa suya, tuitearían.Hacaído tras desmayarse. Pobrecita. Ha perdido la voz—. Simplemente heperdidoelequilibrio.SedeslizaensuasientohaciaFreya,ysedetienedegolpejustodelantede

suspiesdescalzos.—¡Ey!—exclama,comosiacabaradenotarquesuspiesestánamputados

yqueestácaminandosobremuñonesensangrentados—.¿Quéleshapasado?—¿Amispies?Soloestánsucios—respondeFreya.—¿Porqué?—Porlatierra—murmuraelotrochicoentredientes,yFreyacasisonríe.Elmédicosegirahaciaél.—¿Ellasetehacaídoencima?—No—respondeél—.SoyHarun.Solopasabaporallí.—Unsamaritano,realmente.HarunmehaayudadoatraeraNathanielaquí

—explica Freya, aliviada de haberse enterado del nombre deHarun de unaformatancasual.Aellaleenseñaronallamarsiemprealaspersonasporsunombre.Lashacesentirimportantes.Siellalollamaporsunombre,quizásélnopongaatodointernetensucontra.—¿QuiénesNathaniel?—preguntaelmédico.Ellaseñalahaciaelrincón,dondeNathaniel,paraseralguientanalto,está

haciendounbuentrabajoparaintentardesaparecer.ElmédicofinalmenteapartalamiradadeFreyayobservaelformulario.—NathanielHaley—lee.—Sí—diceNathanielconunavoztenuecomolaneblina.—¿Demodoqueellasetehacaídoencima?—HaceungestohaciaFreya.—Sí,esocreo—respondeNathaniel.


—Noes lapeorformadeperderelconocimiento—comentaelmédico,yecha una mirada cómplice en dirección a Freya. Ella mira hacia abajo,pensando:Basta.Porfavor,basta.«El factor X», había dicho Hayden. «Esa cualidad invisible que tienen

algunas personas y que provoca que otros quieran acercarse. No puedesfingirla.Olatienesono.Freyalatiene,Sabrinano»,dijoHayden.—¿Ytehasdesmayado?—preguntaelmédico.Nathanielseencogedehombros.—Sí—respondeFreya.—Debecontestarmeelpaciente.Nathaniel no responde. Freya empieza a preguntarse si realmente tiene

algúndañocerebral.—Sí—asienteHarun—.Sehadesmayado.Ellasehacaídosobreél.Élse

hadesmayado.—Os agradecería —dice el médico con un tono antipático— que me

dejáraisentrevistaralpaciente.—¿Pero cómo va a contar lo que ha pasado si le ha ocurrido a él? —

preguntaHarun—.Yoestabaallí.Yolohevisto.

Lohevisto.Harunnotieneformadesaberenestemomentoqueesaspalabrassonmás

sanadoras para Nathaniel que cualquier cosa que el médico pueda hacer.Alguienlohavisto.—¿Entonces,hasperdidolaconsciencia?—levuelveapreguntarelmédico

aNathaniel.NathanielmiraaFreya,aHarun,yambosasienten.—Sí—responde.—Yhavomitado—agregaHarun—.Sobreloszapatosdeella.—¡Así que por eso estás descalza! —le dice el médico a Freya—. No

deberíascaminarasíporlaciudad.Verésitepodemosconseguirunoszapatosdeobjetosperdidos.—Estarébien—respondeella.—Podríaspisaralgoycortarte.—No, en serio. Todo está bien —dice, echando un vistazo a Nathaniel

comosifueraunabromaprivadaqueellaleestuvieralanzando.Peroélnolapilla. (Solía sermuy bueno atrapando bolas, cuando era primera base). Noporquenopueda,sinoporquenoseatreve.


Estoyahaidodemasiadolejos.Nohaynecesidaddeesto.Peroelmédicoacabadecogerunalinternadesubolsilloyleestárevisando

losojosaNathaniel.—Heterocromía—declara.—¿Escomounhematoma?—preguntaHarun.—No.Escuandotieneslosojosdedoscoloresdistintos.Aunquelapupila

izquierdaestárealmentefija.—¿Terefieresalapupilademiprótesisocular?—preguntaNathaniel.—Claro.Porsupuesto.Mehasdesorientadoconloscoloresdiferentes.Pero

megusta.¿EsalgúntributoaDavidBowie?—¿Podríamos continuar con el reconocimiento? —pregunta Freya con

impaciencia—.Notenemostodoeldía.Elmédicodeslizasuasientohaciaelordenador.—Ok,Nate.Tepreguntarésobrelossíntomas,yresponderásutilizandouna

escaladeceroaseis,ceroparaningúnproblema,tresparanivelmoderadoyseisparanivelsevero.¿Entiendes?—Esocreo—respondeNathaniel.—¿Dolordecabeza?—Sí.—¿Deceroaseis?Esuncuatro,peroélnoquierequenadiesepreocupe.—Talvezundos.—¿Presiónenlacabeza?—Sí.Quizásuntres.—¿Visiónborrosa?—Ahoraveobien.—Unnúmero.—Cero,quizásuno.Elmédico continúa con la lista: dolor de cuello, problemasde equilibrio.

Nathanielrespondecontonomonótono:dos,tres,dos.—¿Yquéhaydelatristeza?—pregunta.—¿Tristeza?—Sí,tristeza.—¿Quieresqueevalúelatristeza?—Sip—respondeelmédico—.Deceroaseis,porfavor,Nate.


Freya está harta.Harta de losmédicos que fingen saberlo todo, que actúancomosipudieranarreglarla,quepreguntancuáleselproblemasinleerlahojaclínica,quelepidenalagentequecanteelCumpleañosfelizoquemidanlatristezautilizandounaescaladelceroalseis.—¡SunombreesNathaniel!—gruñeconunaconfianzairritadaalaqueno

tienederecho.Hastadondeellasabe,quizássílollamenNate.

Nolohacen.AunquesupadrelollamaNat.

—¿Yquétienequeveresoconunaconmocióncerebral?—preguntaHarun.¿Esestemédicounmédicodeverdad?Buscaenlasparedesundiploma.—Ey,yonoheescritoesta lista—respondeeste,ya sinpaciencia—.Así

que,¿porquénomedicesunnúmeroparaquetepuedasirdeaquí?.Tristeza,¿deceroaseis?—No,nopuededarteunnúmero—protestaHarun.—Esimposiblemedirlatristezaconnúmeros—añadeFreyamuyseria.—¿Entonces cómo la mediríais? —pregunta el médico—. Por favor,

decídmelo para que pueda comentárselo a la Academia Americana deNeurología.

La pregunta está formulada con un tono sarcástico e incisivo, pero Freya,HarunyNathanielselatomanenserio.

Freyapiensaenlamúsica,yluegoenelsilencio,yenestarsolaporcompleto.

Harunpiensaenelamor,enlafamiliayensaldemividadeunaputavez.

Nathanielpiensaensupadre,enSamyFrodoyenunacasasiendodevoradaporelbosque.


Quizás sean unos completos extraños, con vidas diferentes y problemasdiferentes,peroallí,enlasaladereconocimientoestánmidiendolatristezadelamismaforma.Laestánmidiendoenpérdidas.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEIV

Nathaniel—Nat,tienesqueveresto—gritómipadreencuantocrucélapuerta.Respiréhondoycontuvelairritación.Estabasudadoporelentrenamiento

debéisbol,necesitabaducharme,lavarlosplatossuciosdeldesayunoydelacomidademipadre,prepararlacenayregistrarmeonlineenuncursogratisdepreparaciónparaelSAT.El día anterior, mi madre me había llamado, quería saber si había

comenzadoapensarenlauniversidad.«Estásenterceraño.¿Tupadrenohaempezadoaúnaprepararlotodo?».Le aseguréque sí lo habíahecho, balbuceé algunamentira acercadeque

estábamosplaneandojuntosvisitasauniversidades,loqueesalgoquesabíaque algunos chicos habían hecho con sus padres.Mimadre no insistió. Lamujerqueunavezdijoquenopodíavivircondosniñosahorateníadosniñosnuevos y estaba saturada de trabajo, así que supe que no me haría unseguimiento.Aunasí,habíaconseguidounacitaconunaconsejeraescolarylahabíavisitadoantesesemismodía.—Nat,¡dateprisa!—gritómipadredesdelasaladeestar.Algunasveces,siloignoraba,sedistraía.Lamayorpartedeltiempo,solo

sevolvíamásinsistente,yeramuchomásdifícilcalmarlo.Eramejorverquélo había alterado tanto, hablarle un poco y, quizás, luego podría utilizar elordenador.La consejera escolar se había sorprendido de que no la hubiera visitado

antes. «Tus calificaciones son bastante buenas y ser un estudiante desecundaria que forma parte del equipo de béisbol universitario esimpresionante», afirmó. Habíamos conseguido llegar a las finales de ladivisiónyalgunoscazadoresde talentoshabíanasistidoanuestrospartidos.


«Con tus notas podrías entrar en una buena universidad. Quizás inclusopodríasobtenerunabecaparcialsi juegasalbéisbol.Noenunauniversidadqueparticipeenunagranliga,sinoenalgunamáspequeña,sitevabienenelSAT.Debesinscribirteenuncurso».—¡Nat!Entré en la sala de estar. La televisión estaba encendida, como lo estaba

siempredesdequemipadrehabíadejadode trabajar.Yohabíaaprendidoaevaluar suhumor, nopor sus acciones, sinopor lo que estabaviendo en latelevisión. Los dibujos animados, la CNN yReal Housewives significabanqueestabacontrolado.Losdocumentalessignificabanqueestababien.Amipadreleencantabanlosdocumentales,noporloquedecían,sinoporloquesugerían.Entrecerré los ojos hacia la televisión. Un tipo estaba montando en

bicicleta.—¿Quépasa?—pregunté.—El tipo que está montado en la bici es ciego. —Mi padre sonrió de

maneratriunfante.Perosupequehabíamás.Siemprehabíamás—.¿Escuchasesesonido?Eradistanteperoinconfundible,comounpájarocarpintero.—Estáhaciendochasquidos—señaló—.Comounmurciélago.—Ecolocalizando—dije.Mipadrechasqueólosdedos.—¡Exacto!Haestadohaciendoesodesdequeerapequeño,cuandoperdió

ambos ojos a causa del cáncer. No tiene ojos, pero puede ver… realmentepuedever.—Nopuedesverrealmentesinotienesojos.—¿No?—preguntómipadreconesebrilloensupropiamirada,ysuspiré

porque sabía lo que eso significaba—.Me ha hecho pensar—continuó. Yluego le dio rienda suelta a una explicación, la última teoría que pretendíademostrar.Siunhombre ciegopodíaver conotraspartesdel cerebro, ¿quémásseríacapazdehacer?—.Colocamosobstáculosennuestramentequenoslimitan. Pero también podemos eliminarlos. ¿Qué fue lo que dijo WilliamBlake?:«Silaspuertasdelapercepciónsepurificaran,todoseleapareceríaalhombrecomoes,infinito».Comenzóahablaratodavelocidad,talcomolohacíacuandoerapresade

unagranexcitación.Prontoestaríasinalientoylospensamientosloasaltaríantanrápidoquenopodríamantenerelritmo.


—¿Lo ves? ¿Lo ves? —preguntó—. ¿Qué pasaría si pudiéramosdesbloquearnos,sisolopudiéramosliberarnuestrasmentes?—Sedetuvoparagolpearselasien,nodeformasuave,parahacerénfasis,sinoconintensidad,comosiquisieramenearsucerebro.Le cogí la mano con suavidad y la mantuve en mi regazo hasta que se

calmó.—¿Noloves?—Lavozdemipadreeraunsusurroreverente—.Loqueeso

significa es que la única limitación sobre cómovivimosnuestras vidas estáaquíarriba.—Tocómisienestavez,consuavidad.Cogiódostirasdeteladealgodón,cortadas, segúnvi,deunode lospocos juegosdesábanas intactosqueaúnteníamos.—Vamos al bosque —propuso mi padre—. Vayamos a ver si podemos

expandirnuestraconsciencia.Yo no quería expandir nada. Tenía deberes que hacer. Y un curso de

preparación para el SAT en el que inscribirme. Los platos del día todavíaestabanenlamesa,yhabíaqueempezaraprepararlacena.Perosabíaquesinoiba,mipadreiríasinmí.Queríaadentrarseenlosbosques,perologréconducirlohaciaunclaroque

noestabatanlejos,unlugarlibredeobstáculos,acantiladosyrocasgrandes.Allí,cuatroañosatrás,habíamosesparcidolascenizasdelaabuelaMary.—Túprimero—dijomipadre.—Estábien.—Noteníaintencióndepermanecerconlosojosvendados,de

ecolocalizar. Estaba allí para asegurarme de que él no se cayera por unacantilado.Dejéquemipadremecolocaralavenda.Laatóconfirmeza,ylaoscuridad

fuerepentinayabsoluta.Mesentéconcuidadoenuntroncocaído,demodoque mi padre, que no era tonto, pensara que estaba participando en estaactividadynosolosiguiéndolelacorriente.Alprincipio,sentíelestremecimientofamiliareirritantedelaimpaciencia.

¿Cuántoduraríaesto?Peromientrasestabasentadoallí,enlaoscuridad,algoextrañocomenzóasuceder.Fuecomosialguienhubierasubidoelvolumendelbosque.Pudeescucharelsonidodeunahojacayendosobrelatierra,cómose degradaba y se convertía en mantillo. Pude escuchar a los castoresempujandopiedrasal río.Y luegosentíqueescuchabamásalládelbosque.En la oscuridad, percibí el tañido de la campana de una iglesia lejana.Escuchéunaviónvolandoamilkilómetrosdedistancia.Escuchéelsonidodeuna niña cantando.Y luegomis otros sentidos comenzaron a activarse.Olí


dátiles, como si las semillas que la abuela Mary y yo habíamos plantadohubierandadofruto.Degustésaboresquenopodríadescribir.Esoeraloquemeexasperabademipadre.Justocuandoqueríatacharlede

loco o dePeter Pan, él hacía que deambulara con los ojos vendados por elbosqueyrozaraelbordedealgomisterioso.—¡Maldición!—aullómipadre—.¡Mierda!Mearranqué la vendayvolvió la luz, y los secretos que el bosquehabía

estadoapuntodedesvelarmeseacallaron.Allí estaba mi padre, chasqueando a lo loco, agitando las manos,

balanceándosehaciaunazanja.—¡Papá!—Comencéa correr—. ¡Papá, espera!—Loalcancéunospocos

metros antes de un barranco, pero siguió avanzando, sacudiendo los brazoscomoaspasdeunmolino—.¡Papá,espera!—Meestiréparasujetarloytirardeélhaciaatrás,peroélseinclinóhaciaadelanteyempujóunaramaverdedeunárbolquevolvióhaciaatrásconlafuerzadeunlátigo.Nosentídolor.Fuesolocuandolasangrecálidacomenzóarecorrermela

mejillaqueentendíquealgohabíasucedido.—Papá—grité—.Creoqueestoyherido.Nosevolvió.—Estásbien—aseguró.La sangre corríahaciamiboca,y lavisióndemiojo izquierdo se estaba

volviendoborrosa.—Estoysangrando.—Siunciegopuedever,túpuedessoportarunpocodesangre.Eramásqueunpoco,perosabíacuándoélseadentrabaenuncaminosin

retorno.—Ponte algunas hojas —propuso—. ¿Quién sabe? Quizás tengan

propiedades antibacterianas como la rana arborícola. —Había visto undocumentalsobreesounosañosatrás.—¡Papá!—Nodescubrirásnadasinotearriesgas.Estarásbien.—Papá.—ImaginasiFrodoySamsehubieranrendidocadavezqueseencontraban

conunproblema.Imagínatelo.Sabíabienquenodebíadiscutirconélcuandoentrabaeneseestado.Mis

opciones eran regresar a casa y ocuparmede la herida o esperar aquí fueraconél.


Esperé allí en el bosque durante al menos una hora, mientras mi padreexpandía su consciencia y yo sangraba sobre las hojas húmedas. Cuandollegamosacasa,miojoestabacerradoporlahinchazón.Fuialbañoylimpiélaheridalomejorquepude.Cuandosalí,mipadreestabaenlacocina,lavandolosplatosyencendiendo

latrituradoraderesiduos,algoquenuncahacía.—Hasidorevelador,¿verdad?—preguntó.Meechóunvistazoyporfinse

percatódelaherida—.Deberíasponerteunpocodehielo.Pero no había hielo en el congelador, era demasiado tarde y tenía que

empezar ya a preparar la cena.Así que coloqué un paño sobre la herida ypenséquesemejoraría.Yanomedolíayestabacomenzandoaprovocarmecomezón.Aldíasiguientefaltéalinstitutoymequedéencasaporquehabíadormido

mal y tenía un aspecto horrible. El ojo estaba hinchado y cerrado. Penséduranteuninstanteeniralmédico,peronoteníamosuno,salvoesealquemipadre recurría para obtener sus medicamentos en la clínica gratuita de laciudad. Pensé en ir a la sala de emergencias, pero me preocupaba cuántocostaríayquépasaríasimimadreseenteraba.Yaerademasiadomayorparalasbatallasporlacustodia,peronuncaestabademástomarprecauciones.Mi padre se quedó encerrado en su habitación, garabateando en sus

cuadernos. Se quedaría así hasta que el frenesí desapareciera, y luegocomenzaría el próximo documental —sobre asesinos en serie, gorilas demontaña, sal, turismo suicida—queencenderíauna idea en su cerebroy loharíavolarunavezmás.Cuando desperté a la mañana siguiente, tenía el ojo en llamas, y una

supuracióndepus sangrientome recorría lamejilla.Fuia laenfermeríadelinstitutoymeenviaronde inmediatoaurgencias,yallí losmédicosdijeronque la cuenca entera del ojo estaba infectada y que el globo ocular en símismo había estado sin circulación de sangre durante tanto tiempo que eltejidoprobablementeestuvieramuerto.Elojotendríaqueserextirpado.Lacirugíaseretrasóporquenecesitábamoselconsentimientoparentalymi

padre no respondía el teléfono. Inventé una historia acerca de que él eraescritoryapagabael teléfonocuandoestaba trabajando.Noestaba tan lejosdelarealidad.—¿Ytumadre?—mepreguntaron.Mimadre no podía enterarse de esto.Me aseguraría de ello de lamisma

formaquehicequenuncaseenterarade la semanaen laqueestuvimossinelectricidadolavezquemipadremedejósoloenelbosquetodalanoche.


(Noselocuentesatumadre).—Mimadreestámuerta—ledijealosmédicos.Alfinallograroncomunicarseconmipadreymellevarondeurgenciaala

saladeoperaciones.Despertésolo,enunahabitaciónoscura,ysupequemiojo había desaparecido. Mientras yacía allí, atontado, con la cabezalatiéndome, quería que alguien me envolviera en sus brazos, me besara lafrenteymedijeraquetodoestaríabien.Peronadielohizo.Condelicadeza,toquélagasaquemecubríaelojo,ymedicuenta,apartesigualesdeterroryalivio,dequeseríaimposibleocultarleestesecretoamimadre.Porqueellaloveríaylosabría,ysilosabía,nomedejaríaquedarmeaquí.¿Verdad?Mipadreentróenlahabitación,ycuandomeviodespierto,seechóallorar.—Ay,Nat.Ay,amiguito—dijo—.Mírate.Alveramipadrederrumbado,sollozando,entendíquenolediríanadaami

madre.Ladecisiónestabatomadadesdehacíamuchotiempo.Y,conella,lamentira que le había contado a los médicos sobre su muerte de pronto sevolvióunarealidad.Paraguardarelsecreto,tendríaquedistanciarmedeella.Esa realidad hizo que una descarga de furia me atravesara y eliminara losrestos de la anestesia. En esemomento terrible e ínfimo no solo odié amipadre,sinoquedeseéqueestuvieramuerto.Solofueunmomento,peromedejóexhaustoymellenódevergüenza.No

odiabaamipadre.Loqueríayélmequeríaamí.Mi padre había comenzado a sollozar de forma compulsiva, como si

estuvieraescuchandomishorriblespensamientos.Sabíaquesinolocalmaba,soloempeoraría.Demodoqueledijeloqueyahabíaaprendidoquelagentequeríaescuchar.—Todoestábien.—Perohasperdidoelojo—dijo.«Nohabíaformadesalvarlo»,mehabíandicholosmédicos.Asíquesalvé

loúnicoquetodavíapodíasalvar.Oalmenoslointenté.—Quizásteníaqueperderelojoparaganarsabiduría—ledije.Laexpresióndesurostrofuetanesperanzadaquemeresultódolorosa.—¿Deverdad?¿Deverdadpiensaseso?Nolopensaba.Yanocreíanilamitaddeloquemipadremedecía,perono

podía ignorarlopor completo.Porque aveces tenía razón.Yporque eramipadre.Yéramosunacomunidaddedos.

—Deverdad.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEV

FreyaElprimer vídeohabía sido, en realidad, un accidente.Lagente no lo creía.Pensabanqueerapartedeunahistoriainventada,perofueelúnicodetalledetodoestoqueHaydennohabíainventado.Solohabíasucedido.Sabrina tenía razón. Dos añosmás tarde, nuestro padre todavía no había

regresado. Las promesas de volver, de que lo visitáramos, eran cortinas dehumo.LasllamadassemanalesporSkypehabíancomenzadoaespaciarse,ycuandohablábamospor teléfononodabamuchosdetallessobresuvida.Yanonospreguntabasiqueríamosvisitarlo.Yanomepreguntabasicantaba.Peroyosíseguíacantando,soloqueahoralohacíaconSabrina.Todoslos

días.Despuésdel colegio,Sabrinahacía losbocadillos (dequeso fundidoyrodajas de tomate) y me ayudaba con los deberes. Ella era mucho mejorestudiante que yo, sobresaliente en todo. Cuando los terminábamos,escuchábamosmúsica juntas, escogíamos las canciones que nos gustaban yprobábamossipodíamoscantarlasmejor.Avecesnosconectábamosa internetyveíamosvídeosenYoutube.Otras

veces,iniciábamossesiónenFacebookconelpropósitodeecharunvistazoala vida de nuestro padre. Cuando vivía aquí, su Facebook era su páginaprofesional,dondeteníavídeosdeéltocandoenconciertosuofrecíaclasesdemúsicadespuésdequeamimadreseleocurrieralaideadequepodíaenseñarparaganaralgodedinero.Últimamente,laspublicacioneslomostrabanenlaiglesia,encomidasfamiliares,conunagransonrisa,abrazandoatíasytíosyprimosquenuncaconocimos.¿Nosechabademenos?Nopodíasaberlo.Losestadosengeneralestabanenamárico.Ese día, estábamos viendo su Facebook cuando nos topamos con una

fotografíadeunamujersosteniendounbebéenvueltoenunamantaverde.El


comentariodecía: .—Busquémoslo—dijoSabrina,ycopiamoslaspalabrasenunprogramade

traducción.Penséquediríaalgosobreunsobrinonuevo,unprimonuevoparamí, pero el traductor reveló: Por fin, tenemos un hijo. Y, de pronto,comprendíporquélasllamadassehabíanespaciado.Meechéa llorar,algoquehacíaconfrecuencia, loque irritabaaSabrina,

quenuncalloraba.Peroestavez,mediounapalmaditaenelhombro.—Losiento—dijo.Sucompasiónprovocóquelloraraaúnmás.Mirólapantalla.—Solomonnomerece tus lágrimas.—Solomon,nopapá—.Quierodecir,

¿cómohapodidoolvidarteasí?Olvidarte.Comosisolomeafectaraamí.—¿Sabes lo que deberías hacer?Deberías subir una canción o algo.Que

vealoincreíblequeeres.Loquesehaperdido.«Cantaloquenopuedesdecir»,habíadichomipadre.EsoeraloqueBillie

yNinayJosephineyGigihicieron.—Estábien.—Déjamelimpiarteelrostroprimero.Sabrinamelavólacaraconunatoallaymemaquillóconcuidado.—¿Sabesquéquierescantar?—preguntó.Sí. Quería cantar Tschay Hailu, la canción de cuna que mi padre había

cantado paramí y que ahora estaría cantando para su nuevo hijo. Cogí uncubo de basura a modo de cajón para acompañar la canción, y Sabrinapresionógrabar.Mi intención había sido enviar un saludo a mi nuevo hermano, un

recordatorioamipadre,pero,cuandocomencéacantar,salióalgomás,algoprimitivoydolorosoypuro.Seguícantando,golpeteandoinclusomásfuerte,ymivozalcanzólugaresquenuncaanteshabíaalcanzado.Cuandoterminé,mesentímejor,talcomolanocheenlaqueSabrinahabía

cantado conmigo por primera vez. Ni siquiera quería postearlo. Habercantandolacanciónhabíasidosuficiente.—Oh,estámásqueclaroquelasubiremos.—Sabrinasubióelvídeoasu

páginadeFacebook.«Uh», dijo Sabrina al día siguiente cuando revisamos el post. Había

etiquetado a nuestro padre, de modo que el vídeo había aparecido en supágina,peroéldebióhabersedesetiquetado,porqueyanofigurabaallí.Pero en la página de Sabrina, vimos que el vídeo había sido compartido

sesentaysieteveces.Habíaobtenidomásdeciencomentarios,algunosdelos


amigosdeSabrina,perootrosdegentequenoconocía.Yoestabadevastadaporque mi padre se hubiera desetiquetado. ¿Por qué había hecho eso? ¿Sesentíaavergonzadodenosotras?¿Seavergonzabaporhabernosdejado?¿Nolehabíagustadoelvídeo?Loúnicoquealiviómidolor fueron todos loscomentarios.Másadelante,

cuandomimadreregresóacasaySabrinalaestabaayudandoconlacena,losleítodos.Dosveces.Eranmuyagradables.Yllenaronelhuecoqueelsilenciodemipadrehabíadejadoenmí.Cogíunacopiadelvídeo,loeditéylosubíaTwitter.Aldíasiguiente,habíasidoretwitteadocientosdeveces,teníamilesdeme

gusta,ymuchísimoscomentariosmás.Los leí todos.Y losvolvía leer.Mehicieronsentirmuybien.SeloenseñéaSabrina.—¿Porquélohasvueltoasubir?—preguntó—.SeguramenteSolomonno

tieneTwitter,yyalohavistoenFacebook.—Peromiracuántagentelohacompartido.Sabrinamiró.Noparecióimpresionada.—Quizásdeberíamosenseñárseloamamá.—Sí—dijo—.Estoyseguradequeleencantaráquelehayasenviadouna

canciónanuestropadre.—Peroesraroquesehayacompartidotantasveces.—Intentésonarcasual

—.Escomosisehubieravueltoviral.Deberíamoscontárseloantesdequeseentereporotrapersona.Sabrinasuspiró.—Estábien.Seloenseñaré.

—Ah —dijo mi madre—. He estado leyendo sobre cómo internet estácreandounanuevaclasedeestrella.Haypotencialparaganardineroreal.—¿Cómo?—preguntóSabrina.—No estoy segura—respondió nuestra madre—. Deberíamos subir otro

vídeo.¿Porquénolohacéisjuntasestavez?Lasdoscantáismuybien.¿Quéopinas,Sabrina?Inclusoentonces,debíahaberunapequeñabellotaenmicorazón.Porquela

sentí,nudosayarrugada,ygritó,¿yyoqué?cuandomimadredijoeso.Yoerala que había nacido cantando.Yo era la que había obtenido todos esosmegustaenelvídeo.Peroamínadiemepreguntó.—Estábien—aceptóSabrina—.¿Porquéno?


Losprimerosvídeosfuerondeprueba.Peromimadre,bajoelencantodeElcamino, estaba convencida de que si lo deseaba lo suficiente, sucedería.Comenzóaleersobreloquehacíaquelosvídeostuviesenéxito.Decidióquenecesitábamosungancho,unestilo,unsonido.El sonido, engranparte, estabadictadoporcovers.Todavíanohabíamos

empezadoacrearnuestropropiomaterial.Elestilofueobramía:queríaalgoquesonaseaBillieyaJosephineyaGigi.Yelganchofuequeéramosdoshermanasquenoseparecíanennada.—¿Cómodeberíamosllamaros?—preguntómimadre—.¿LasKebede?Sabrinaarrugólanariz.—Las hermanas Kebede—sugirió. Sacudió la cabeza—. Suena raro.—

Hizounapausaysediounosgolpecitosenelmentónconlosdedos—.¿QuéospareceLashermanasK?—LasHermanasK—repitiómimadre—.Megusta.

Paracuando,cuatroañosmástarde,fuimoscitadasenlasoficinasdeHaydenBooth, lasHermanasK tenían un canal deYoutube (220000 suscriptores),una cuenta de Instagram (780000 seguidores), una de Twitter (375000seguidores),unapáginaoficialdeFacebookyvariashechasporfans,ademásdeuncanaldeSoundCloudconmásdeveintecancionesoriginales.También teníamos una manager: mi madre. Miraba obsesivamente los

vídeos con muchas visitas de otras personas, intentaba descubrir quéfuncionaba y qué no. Planeaba cronogramas semanales, analizaba el tráficowebparadeterminarcuándodebíapostear.Sequedabadespiertahastatarde,revisando los comentarios y la cantidad de veces que alguien compartíanuestraspublicaciones.Cuandonuestrosvídeosganaronporprimeravezunapequeña retribución dineraria gracias a la publicidad, ella lo utilizó paracontratar a una asesora que nos ayudara a pulir nuestro estilo y nuestrainfluencia—o,comodijo,«monetizar»—nuestrapopularidadenascenso.—Esinteresante—dijolaagente,revisandoalgunosdeloscomentarios—.

ParecequeconectandemanerapersonalconFreya.—Probablementeporqueellarespondetodossuscomentarios—respondió

Sabrinacondesdén—.Cada.Uno.De.Ellos.Meruboricéymiréhaciaabajo,avergonzada.PorqueSabrinateníarazón.

Leíaloscomentariosyrespondíacasitodos,enespeciallosprimerosdías.Era


loúnicoquemehacíasentirqueformabapartedeaquello.Aunque nos llamábamos las Hermanas K, en realidad era el show de

Sabrinaymimadre.SibienSabrinayyohabíamoscantadojuntas,yavecesescribíamoscanciones,ellaymimadreeranlasquedebatíancadaaspectodelnegocio, y Sabrina acudía a ella siempre que escribía una canción nueva.Conspiraban.Planeaban.Ynuestrafamiliavolvióaserunasilladetrespatas.Los comentarios, sin embargo, lo eran todo paramí. Cuando comencé a

responderles a los fans, ellos empezaron a dirigirse a mí directamente.MientrasmimadreySabrinasesentabanenfrentedeunordenadoraanalizarlasinteraccionesenlasredessocialesyahablardemí,yoabríaensilenciomiteléfonoyestablecíaintercambiosreales,sabiendoquehabríaalguienahíparamí.—En realidad —comentó nuestra agente—, esa es una estrategia muy

inteligente. Hace que los seguidores sientan que son parte de tu éxito. Esaclase de superfans son los que te llevarán de ser una novedad al próximonivel.—¡Maravilloso!—exclamómimadre—.Freya,siguehaciendoloqueestás

haciendo.Sabrinayyoteseguiremoselritmodesdenuestrositio.

Comenzamos a ganarmás dinero publicitario gracias a nuestros vídeos.Mimadre pasó de trabajar a tiempo completo a hacerlo amedia jornada comoadministrativa en un hospital. Leía artículos sobre las celebridades mejorpagadasde internet.«¡Algunasgananmillones!».Estabaconvencidadequepodíamosganarmuchodinero.Elsuficientecomopagarnuestrasdeudas, launiversidady—¿quiénsabe?—quizásinclusohacernosunpocoricas.Pero en sus planes no estaba Hayden Booth. Ni siquiera mi madre,

sumergida en la agonía de suéñalo, hazlo, se imaginó que Hayden Boothllamaríaanuestrapuerta.Cuandonosllamarondesdesuoficinaparasolicitarunareunión,mimadre

estaba conmocionada.Casi asustada.Como si hubiera recibidouna llamadadeDios.En losartículos sobreHaydenBooth (quemimadre leyó,obsesivamente,

despuésdequenosllamara)ledescribíanavecescomoproductordemúsica,otrascomomanagerdetalentos,otrascomoadministradorderedessociales.«No existía una palabra para lo que hacía antes de que yo apareciera»,alardeabaenunodeesosartículos.«Simplementemeconsiderouncreador».


Suhistoriadeorigensehabíaconvertidoenunaespeciedemito.Diezañosatrás había sido un chico desaliñado y sin dinero de los clubes deLondrescuando,viajandocomomochileroporBerlín,vioaestachicatocandoenelU-Bahn.Lahabíaescuchadocantarytocarlaguitarra,yhabíavistotodasutrayectoriadeinmediato.Fuecomounavisión.Élnosabíacómo,perosupoqueseríaenorme,yélpodíaserelquelacondujeraaeso.Cuandoterminódecantar,seacercóaella,sinnisiquierasabersihablabainglés,yledijo:«Teharéfamosa».Ylohizo.Noscontóunaversióndeesahistoriaennuestraprimerareunión,cuando,

despuésdehacernosesperardurantedoshorasenlarecepción,finalmentenosinvitóasuoficinayaquenossentáramosenunpequeñobancomientrasélsesituóensutrono,iluminadodesdeatrásporunaseriedeventanas.Cuando terminó de contarnos cómo había creado a Lulia, y luego a

Mélange y a Rufus Q, dijo que siempre estaba a la caza de la siguienteestrella.Memiró,losojosabiertosyfijos.Fueaterrador.Yoechéunvistazoasuoficina,enbuscadeunlugarseguro,mirélaventana,lapared,elextrañografitiquedecía:Elarteespersonal.Losnegociosnoloson,cualquierlugarexceptoaHayden.Alfinal,preguntó:—¿Sabéisloquesignificaserfamosas?Mimadre comenzó a responder, pero Hayden levantó la mano y ella se

quedóensilencio.—Quieroescucharlasaellas.Hubounapausa.Sabrinamemiró,elrostroinsegurodemanerapocousual.—¿Ser conocidapor loquehaces?—respondióSabrina almismo tiempo

queyodecía:—Quetequieran.—Mi contable es conocido por idear formas creativas de esconderle el

dineroaHacienda.¿Esfamoso?—lepreguntóaSabrina.Sabrinasacudiólacabeza.—Ymiabuelaeramuyquerida.Peroapuestoaquenuncahanescuchado

hablardePaulineHowarth,¿verdad?—lepreguntóamimadre.Ellasacudiólacabeza.—Lamayoría de las personas no saben lo que es la fama.Confunden la

fama con ser conocido, y ser conocido con despertar la atención. Pero oscontaré cómo funciona—lo dijo como si estuviera a punto de revelar unsecreto.


Sepusodepie,diounaszancadasalrededordelamesayseapoyócontraelborde,cercadeSabrina.—Primero, hay que despertar la atención.—Hizo que sumano izquierda

formaraunaC—.Vosotrasyalohabéishecho.Perolaatenciónesbarata.Sonvuestrosquinceminutosdefama.Esloquepuedelograrunamujerhaciendoel tonto y vestida de Chewbacca. Va y viene. A menos que… —En esemomentoformóotraCconladerecha—.Laatenciónsesostengalosuficientecomopara hacerte conocido.Loque dura unpocomás, pero sigue estandoconstruidosobrearenasmovedizas.Ahorabien,sielhechodeserconocidosepuede transformar en un producto, entonces has logrado algo. Te dará decomer.Lasestrellasdeportivas.LosactoresdeclaseB.Estrellasderealities.Losmúsicosdesegunda lleganaesepunto,unbuclesinfindedespertar laatención,volverseconocidos,lograrconvertiresoenunproducto.Enese instanteunió lasdosmanosparaquecrearanuncírculo,sin juntar

losdedosporcompleto.—Puedessubirteaesetrenyllegarlejos,ganartelavidadeesaforma,pero

todavíanohasllegadoalafama.—Hizounapausa.Susdedoscomenzaronatemblar,como lasalasdeunpájaroquequiere levantarelvuelo—.Vuestramadre ha hecho un trabajo excepcional haciéndoos llegar tan lejos. Quizásinclusopodéisganarunabuenasumadedineroduranteuntiempo,consigáisfirmaralgunoscontratospublicitariosdecentesyobtenerganancias,peroosprometo esto: no durarámás de algunosmeses o, si tenéis suerte, algunosaños.Pero,tardeotemprano(probablementetemprano),lagentecentrarásuatención en la siguiente cosa que brille, y no seréis vosotras. Cuando esoocurra,vuestros fansosolvidarán.Vuestrosnúmerosbajarán.Yvolveréisasercomotodoslosdemás.—¿Ycómoevitamosqueesosuceda?—preguntómimadre.—Esonosdeja la fama—dijoHayden, ignorándola—.Aveces, si tienes

talento,sitienesalgoextra,ysiestásrodeadodelagentecorrecta,tienesunaoportunidaddeescapardeesebucle.Deesameraatención,queesefímera…—Hizo que sus manos explotaran, que sus dedos de pájaro se elevaran alcielo—.Escaparysaltarhacialafama,queeseterna.El teléfono de Hayden comenzó a sonar, vibrando en el escritorio. La

pantalla decíaLulia, como si el universo hubiera querido confirmar lo queHaydenhabíadicho.—Lafama—continuóHayden—.Esoesloquehago.Creofama.Perosolo

bajolascircunstanciascorrectas,conlosartistasadecuados.Conaquellosque


tieneneltalentosuficiente.Yelhambresuficiente.—Sedetuvoparamirarme—.Lapreguntaes:¿tieneselhambresuficiente?Yonosabíasiteníaelhambresuficiente,nisiquierasabíaquésignificaba

eso, qué me estaba prometiendo. Pero había entendido una cosa. Vuestrosnúmerosbajarán.Vuestrosfansosolvidarán.Entendíaloqueesosignificaba.—¿Tieneselhambresuficiente?Mi madre y Sabrina hablaron como una y respondieron por mí como

siemprelohacían.—Latenemos—aseguraron.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEVI

HarunEncontréaJamesporunbilletedeundólaryloperdíporunodecincuenta.Lo que supone simplificar demasiado las cosas, pero ¿de qué otra formaexplicasalgotaninexplicablecomoelamor?—Ey. ¿Se te ha caído esto? —Levanté la mirada. Allí estaba James,

sosteniendounbilletearrugadodeundólar.—Creo que no —tartamudeé. Era mi primera semana en la universidad

comunitaria,y,aunqueelcampuserapequeñoyseencontrabaen laciudaddondehabíapasadotodamivida,yomesentíaperdido.Aferrandomihorarioyunmapa,estabaintentandoencontrareledificiodondetendríamiclasedeEstadística.Levanté lamirada demi horario impreso y vi su rostro por primera vez.

Todo en él parecía indicar amabilidad: el brillo de su piel oscura; la barbacandadoquehacíaqueparecieraquesusonrisaerapermanente,losojoscolorcafé,titilantes,comosiseestuvieranriendodeunabromaingeniosa.—¿Adóndetienesqueir?—mepreguntó.Unextrañopensamientomeinvadió:Aquímismoesdondenecesitoestar.Jamescogiómihorario.—EstásenNewkirk.TienesqueiraledificioG,alotroladodeBergen.Te

acompaño—dijo,ymecogióporelcodo,alqueinmediatamenteleprendiófuego.Ese día no presté atención en Estadística. Me dediqué a restregarme el

codo, aún sentíaun cosquilleo, ypensé en el chicodeojos sonrientes cuyonombrenisiquierahabíaescuchadoyaquienprobablementenuncavolveríaaver.Demodoquecuandosalídeledificioyloviapoyadocontraelsoporteparabicicletas,miprimerpensamientofuequeeraunmilagro.Luegorecordé


queeraimposiblequefueraeso.Perocuandomepreguntósiqueríairatomaruncafé,meparecióunaespeciedeintervencióndivina.Caminamossinparardurantedoshoras,haciendopausassolopararespirar.

James me contó que estaba en su segundo año de universidad estudiandoGestióndeAlimentos,conlaesperanzadeconvertirseenchefalgúndía.Veíaprogramasde cocinademanera obsesiva, y podía coger cinco ingredientes,cuaquieraquefuesen,yconvertirlosenalgodelicioso.Erahijoúnico,criadopor su madre, hasta que un fin de semana ella lo dejó con su padre y novolvió.SehabíamarchadodelacasadesupadrehacíapocoyahoraestabaquedándoseconunprimoenHeightsmientrasresolvíalascosas.Le conté a James que estaba estudiandoNegocios y Contabilidad con la

esperanzadeque,algúndía,seríajefedelatiendademecánicademispadres(y,siAmmino teníaningunaobjeción, lograríaexpandirla).LecontécómoAbu había obtenido una visa en la lotería cuando tenía diecinueve y cómohabía llegado al JFK con una sola maleta. Durante diez años tuvo trestrabajos,avecesjornadasdeveinticuatrohoras,ycadamesenviabadineroacasayahorraba loquepodíahastaque tuvo lo suficientepara comprarunatienda.Soloentoncesregresóacasaparabuscarunaesposa.LecontétodosobreAmmi,cómosehabíamudadoalextranjeroparavivir

con un esposo al que apenas conocía, cómo llegó en invierno y se sintióatacada por el frío. Había llorado todos los días y no había dejado la casahastaquevioelprimercroco,momentoenelquesehabíadirigidoalatiendadeAbuylehabíapedidoqueledieraalgoquehacer.Éllehabíaenseñadoallevar sus libros contables, y ahora ella hacía lomismo para tantas tiendasdiferentesquehabíatenidoquerechazartrabajo.Abuavecesbromeabaconque era algo bueno que estuvieran casados porque, de lo contrario, ella nohubieratenidotiempoparallevarsucontabilidad.A las seis, Ammi me envió un mensaje de texto preguntándome dónde

estaba.Jamesyyointercambiamosnuestrosnúmerosdeteléfonoyduranteelrestodelasemanaseguimoschateandopormensajesdetexto.—¿Conquiénestáshablando?—preguntóHalima.—Jabir.—Lamentirasaliódemibocaautomáticamente.—¿Esunamigonuevodelauniversidad?—preguntóAmmi.—Sí—respondí.Esanoche,enmiscontactos,cambiéelnombredeJames

porJabirycomencéaborrarsusmensajesalfinaldecadadía.Lepropusequequedásemosotravezparatomarcafélejosdelcampus,en

unadeesascafeteríasexclusivasdelcentrocomercial.—¿Estássaliendoconalguien?—mepreguntóJamesdemaneracasual.


—Ahoramismono—respondí.—¿Ahoramismono?—repitióarrastrandolaspalabrasamododebroma,

comosiyasupieralaverdad.—Nunca…nunca he salido con nadie—admití—.Nunca he hecho nada

con…nadie.Duranteunsegundo,tuvemiedodequeserierademí,omerechazara,pero

solamenterecorrióelbordedesutazadecaféconeldedo,asintiendo,comositodotuvierasentidoparaél,comosiyotuvierasentidoparaél.—Supongoquenohassalidodelarmarioparatufamilia—dijo.—Nohesalidodelarmarioparanadie.—Exceptoparamí.Larevelaciónmedejóatónito,peroenelbuensentido,comosiyohubiera

sido una lata de refresco apoyada sobre un estante, inmóvil y polvorientahastaquealguiensehabíaacercadoymehabíaagitado.Porprimeravezenmi vida, alguienmás sabía quién era yo. Esome dejómareado, aturdido yebrio(oloquemeimaginabaqueseríaestarebrio).—Exceptoparati—ledije.Jamessonrióysehumedecióloslabios.—Yaquetúmehascontadounsecreto,supongoquetedebouno.—Yamehashabladosobreesacantanteconlaqueestásobsesionado.—Freya.—Sacudiólacabeza—.Nah.Ellano.—Bajólamirada,yunpoco

derubortrepójuntoasuspatillas.Estabaavergonzado.Yyoestabaperdido—.Túnodejastecaeresedólar.—Hizounapausa—.Yolohice.—¿Tú?¿Porqué?Susojosviajaroncon lentitudysomnolencia, subiendoparaencontrar los

míoscomounamanecer.—Paraconocerte.Yconeso,agitólalataaunmásfuerte,ylasensaciónefervescentesehizo

máspoderosadeloquehabíasidoaquellanocheconAladdín,máspoderosade lo que había sido con todos los enamoramientos de chicos reales eimaginarios con los que había fantaseado durante años, pero con los quenuncamehabíaimaginadoestar.—Tengootrosecretopara ti—dijoJames.Se inclinósobre lamesayme

hizoungestoparaqueme acercara.Suboca estaba cercademioreja y sudedoestabaapuntodeabrirlalata.Silaabría,nohabríavueltaatrás.—¿Qué?—pregunté.Micuerpoenteroenestadolíquido.—Tevoyabesarahoramismo—susurró.


—Pensabaquemarzoempezabacon fríoy terminabaconcalor—murmuróJames aquel día helado un año y medio después—. Y ya casi es abril. Sesuponequenodeberíahacerestefrío.JamesyanovivíaenJersey,yano ibaa launiversidad, razónpor lacual

habíamosdecididoencontrarnoslosjuevesenlaciudad.Sequejabadequeundíaalasemananoerasuficiente,yyopensabalomismo,peroalgunosdíasestábamosjuntosdurantediezhorasycreíaque,amortizadasenunasemana,noestabatanmal.James odiaba el frío en general, pero particularmente en nuestros jueves,

cuandoseconvertíaenunrecordatoriopunzantedequenoteníamosningúnsitio adonde ir. Lo habían echado de casa de su padre antes de que yo loconociera, y, desde entonces, había estado yendo y viniendo de casa deamigosacasadeparientes,primeroenHeights,luegoenGrandConcourseyahoraestabaenInwoodconuna tíacomprensivaquecasisiempre trabajabaporlasnoches.—Venapasarlanoche—mepropuso.Queríahacerlo.Peronopodía.»Podríashacerlosilecontaseslaverdadatufamilia—señalóJames.—¿Ycómotehaidoaticontándoselaalatuya?Fueungolpebajo,sabíaquelarazónporlaqueJamesyanovivíaconsu

padrehabíasidoporqueél lohabíaechadodespuésdequeJameslecontaraqueeragay,yesoreforzabamisilencio.Y,esarazón,engeneral,hacíaqueJamessecallara.Cuandohacíafríofuera,quedábamoseíbamosaunacafeteríaenlaquenos

quedábamos durante horas e imaginábamos estar en otro lado. «Algún día,iremosaBrasil.OaFiji»,decíaJames.HabíavistofotografíasdecasasdelárbolenelAmazonas,bungalósenFijielevadossobreunaguatanazulcomouna piscina. Abría las imágenes en su teléfono y me las enseñaba. «Seráspilotoynosllevarásacualquierladoalquequeramosir»,dijo,apesardequesabíaqueyoyahabíadejadodeladomissueñosdeserpilotoyquetambiénhabíadejadodefijarmeenlosaviones.Avecesintentabaimaginarnosrecorriendolaselva,zambulléndonosenesa

aguadeunazulimposible,peroeracomointentarleerunlibroenunsueño:nuncallegabaaverloporcompleto.Esedíafríodeprimavera,Fijiparecíaestarmáslejosquenunca.Condujea

JameshastaelStarbucksmáscercano,sabiendoqueunchocolatecalienteyunrincónagradableeraloquemejornosvendría.Peroélnoqueríamoverse.Noqueríairaningúnlado.—Estoycansadodeesto—murmuró.


Cansado de esto fue un puñetazo en el estómago. Cansado de esto, enrealidad,significabacansadodemí.—¿Esporquesoynegro?—preguntóJames—.¿Cristiano?Nopuedohacer

nadaparacambiarmicolor,peromepodríaconvertir.TuveuntíoqueestuvoenlaNacióndelIslamduranteuntiempo.Tardéunratoencomprenderloqueestabadiciendo.Queélpensabaqueno

sermusulmáneraelfactorproblemáticoconrespectoamifamilia.—Esonoayudaría.—Almenosestoydispuestoaintentarlo—dijo.—¿Creesqueteinvitaríanacenar?¿Queestaránfelicesdequedurmamos

juntos? —Sacudí la cabeza, enfadado—. Mi madre dejó de hablarle a mihermanoduranteseismesesporquesecasóconunamujerblanca.—¿Entonces,vasaseguirasí?¿Seguirásmintiéndolesaellosyatimismo

porqueeresdemasiadocobardeparasersincero?—¿Cómomeestoymintiendoamímismo?—Todoloquehacesesseguiractuandocomoelhijobuenoyobediente,y

esoesunaverdaderamierda.—Sedetuvoymemiróconundisgustoferoz—.¿Algunavezlehascontadoatuspadresquequeríasserpiloto?—¿Qué tienequevereso?Todos losniñospiensanen loquequieren ser

cuandocrezcan.¡AbdullahqueríaserBobelConstructor!Halimaqueríaseruna princesaDisney.No significa que eso sea lo que vayan a hacer.Y, decualquier forma,unaaerolíneanorteamericananoestaríademasiadofelizdecontrataraunpilotollamadoHarunSiddiqui.—¡Loves!—dijoJames,clavándomeunodesusdelicadosdedos—.Esoes

loquehaces.Alejasalagentesinsiquieradarleunaoportunidad.—No—respondí—.Vivoenlarealidad.Jamesgruñóycaminódelantedemí.Sedetuvodemaneraabrupta,loque

mehizopensarqueestabalistoparareconciliarse.Nuncaseenfadabadurantedemasiado tiempo.Pero se inclinóycogióalgodel suelo.Eraunbilletedecincuentadólares.Miprimerpensamientofuequelohabíahechoapropósito,perosabíaque

Jamesnoteníabilletesdecincuentadesobra.Ymedicuentaporlasonrisasorprendida de su rostro de que él no lo había dejado caer. Lo habíaencontrado.—Deberíamosversialguienlohaperdido—dije.—¿Y dejar que otra persona se lo lleve?—Sacudió la cabeza—.Oh, de

ningunamanera.—Estoesrobar—protesté.


—No es robar. Es encontrar. Se le ha podido caer a cualquiera, peronosotroslohemosencontrado.—Aunasíestámal.—PiensaqueesunregalodeDios.—TúnocreesenDios.—Nah,querido.TúereselquenocreeenDios.—¿Porquédiceseso?—Porquenotienesfe.Nosupequéresponderaeso.—¿Tienesalgodeefectivo?—preguntó.Teníaveintedólaresyalgodecambio.Jamescomenzóa tocar lapantalla

desuteléfono.—Entrelosdostenemoscasinoventa.Tienequehaberunhotelbaratoque

ofrezcahabitacionesporeseprecio.—Tocólapantallaunpocomás,yluegosu rostrodibujóunaampliasonrisa—.HayunsitiocercadePennStationanoventaytreslanoche.—Notenemosnoventaytres.—Perocasi.Vamos.Caminamos hacia el hotel, el viento, áspero y cruel, empujándonos las

espaldas.Elempleadodelhotelnosdijoquelahabitaciónenrealidadcostabaciento

veinticinco dólares la noche, más impuestos, pero que si pagábamos enefectivoydejábamoslahabitaciónalfinaldesuturnoynoutilizábamoslastoallas,nosladejaríaporochenta.Cogimoselascensorhaciaelpisonueve. Jamesestaba temblandocuando

abrimos la puerta, pero dijo que era por el frío, y lo primero que hizo fueencenderlacalefacción.Lahabitaciónerafeayoscura,yteníaunaventanaquedabaaunconducto

deaire.Cuandonosimaginéenotrolugarjuntos,noseparecíaennadaaesto.OalasaguastropicalesdeFiji.Eramásbiencomomicasa,micama.Esa era mi fantasía de escaparnos juntos. Poder dormir haciendo la

cucharitaenmicama,encasa,conJames,sinescondernos.PeroesoparecíaaúnmáslejanoqueelbungalódeFiji.Nos sentamos en lados opuestos de la cama. Habíamos deseado esto

durantemuchotiempo,unlugarprivadoparaestarjuntos,yahoraloteníamosynosabíamosquéhacer.Noeraquenuncahubiéramos tenidosexo.En los rinconesescondidosde

Central Park, en el baño vacío de señoras del último piso de una de las


antiguas y decaídas tiendas de la ciudad, habíamos explorado los rinconesescondidos del cuerpo del otro. Pero esos encuentros habían sido, pornecesidad,siemprerápidosyfurtivos:camisetassubidas,pantalonesbajados,laspartesimportantesexpuestas…peroambossiemprelistosparaescapar.Realmente,siemprefueasíconJames:siemprelistosparaescapar.Pero aquí, en esta habitación, con la calefacción encendida, podíamos

tomarnos nuestro tiempo. De manera tentativa, comenzamos a besarnos,soltando risitas nerviosas.Nos quitamos los zapatos.Nos besamos un pocomás, un pocomás lento, y nos quitamos las camisetas. Fuimos despacio, apesardequefueagonizante,porque,porprimeravez,podíamoshacerlo.Al tomarnosnuestro tiempo,vi cosasquenuncahabíavisto.Unacicatriz

dura en su hombro izquierdo. Cómo la piel de su barriga era de un colordistintoaladelrestodesucuerpo,másparecidoamitonodepielquealdeél.Suspies,todoslosdedosigualdelargos.—Mi madre solía llamarlos pies de bailarina —dijo cuando hice un

comentariosobreellos.—Nuncahablasdetumadre.—Notengomuchoquedecir.—¿Laquerías?—¿Quéclasedepreguntaesesa?Porsupuestoque laquería.—Hizouna

pausa para morderse la uña del pulgar—. Y sé que ella me quería, peroalgunasvecesesonoessuficiente.—Túsiempremedicesqueelamorestodoloquesenecesita—recalqué.—Quizásyotambiéndeberíacomenzaravivirenlarealidad—respondió.Tuveesamalasensaciónunavezmás.—Tequiero—ledije—.Losabes,¿verdad?—Peronolosuficientecomoparahaceralgoalrespecto.Nolosuficiente

como para arriesgarte. Yo se lo conté a mis padres. No pensé en lasconsecuencias.—Esonoesjusto—protesté—.Selocontasteatupadreantesdequenos

conociéramos.Ydéjamerecordartequeteechó.—Déjamerecordarte—imitó—.Comosipudieraolvidarlo.Yselocontéa

mispadressabiendoquealgúndíaconoceríaaalguiencomotú,y,cuandoesosucediera,estaríapreparado.Elradiadorhizounruidoyseapagó.Lahabitaciónseenfrió.Sabíaloque

élqueríadecir,oloquepensabaqueélqueríadecir.Selohabíacontadoasupadre para hacer lugar para mí. Pero lo único que escuché en ese alguiencomotúfuealguienquenofuerayo.


—Nada cambiará si no estás dispuesto a ello—dijo—.Y si no lo estás,seguiremosescondiéndonosypagandocincohorasenunhotel.—Cuatrohorasapartirdeahora—comenté—.Yhasidoideatuya.—Muybien.¿Quierestenersexo?—Sebajólacremalleradelospantalones

ytiródelosmíos.En esemomento, quise que el frío de la habitacióndesapareciera.Quería

que ladistanciaentrenosotrosseacortara.Queríacompraralgunosminutosmásdetiempoprestado.Demodoqueledijequesí,quequeríahacerlo.Se lanzó sobre mí, y yo me lancé sobre él. No sabía si estábamos

peleándonos o disculpándonos, declarándonos o despidiéndonos, teniendosexoohaciendoelamor.Quizástodoeso.Luego,nosquedamosdormidos,abrazadosencucharita.Medesperté,mi teléfonoparpadeandocon llamadasperdidas.EraAmmi.

Eranmásdelasseisdelatarde.Sesuponíaquedebíaestarencasa.DejéaJamesenesahabitacióndehotel,echéacorrerhaciaelPATHyvolé

acasa.Intentéimaginarcómoseríacontárseloamispadres.PeroeracomoelbungalódeFiji;existíaenalgúnlugardelmundo,peronoeraunlugaralqueyopudierallegar.Llegué tarde a casa, planeando mentirle a Ammi y decirle que había

perdidolanocióndeltiempomientrasestudiabaparaunexamenimportante,ymepreparé,comohacíatodoslosjueves,paraelmomentoenelqueAmmisedieracuentademimentiraconeseradarsuyoquelepermitíadetectarquefaltaban cinco dolares en los libros contables de sus clientes y olfatearcualquiernegocioremotamenteturbioensucontabilidad.Peronuncasucedió.Me creyó porque, a diferencia de las personas cuyos libros controlaba, ellaconfiabaenmí.Hiceaunladolacomidaenelplatoeinventéquehabíamoscomidopizza

mientras estudiábamos.Ammi frunció el ceño pero se llevómi plato, y yosubíaducharmeparaquitarmeaJamesdelapiel.Enmidormitorio,revisémiteléfono,peronohabíaningúnmensajedeél.

EstabaencendiendoelordenadorparaversimehabíaenviadounmensajeporFacebook cuando Abu asomó la cabeza por la puerta. Me apresuré aminimizarlapantalla.—¿Todobien?—preguntó.Por la millonésima vez, intenté imaginar cómo sería contárselo. Estoy

enamorado,podríadecir.SunombreesJames.—¿Puedopreguntartealgo?


—Puedespreguntarmeloquequieras.—¿PorquéAmmiseenfadótantocuandoSaifsecasóconLeesa?—Esamujernosiempreloponefácil.—Losé,peroAmmiestabaenfadadainclusoantesdeconocerla.AbususpiróysesentóenelbordedelacamadeAbdullah.—Tienesqueentender,Beta—medijo—.Tumadredejóasufamiliaatrás

paramudarse a EstadosUnidos. Y a veces siente que EstadosUnidos estáconvirtiendoasushijosenextraños.—Hizounapausaysonrió—.¿Porqué?¿Hasconocidoaunachica?Estoyenamorado.SunombreesJames.—No—respondí,diciendolaverdadporunavez.Recibí una notificación de Facebook, y mi corazón saltó ante la idea de

hablarconJames.—Deberíavolveramiscosas.ElmensajenoeradeJames,sinodemiprimoAmir.Nonoshabíamosvisto

desde aquella vez que vino a Estados Unidos, pero en los últimos añoshabíamoshabladoonline.¿Cómoestás,primo?,decíaelmensaje.Nodemasiadobien,escribí.Élestabaen línea,apesardequeeran lascincode lamañanaallí.Vi los

puntitos mientras tecleaba. Cuéntame qué pasa. Inshallah, puedoayudarte.

Laspalabras queno le podía confesar amipadre lucharonpor salir, desesperadaspor teneruna

audiencia, y mi primo, a dieciséis mil kilómetros de distancia, la semilla de todo, parecía no solo

alguienseguro,sinoelqismat,unallamadadeldestino.


3

HambreMientrasterminanenlaclínicadeurgencias,esperandolospapelesdelaltadeNathaniel,elmédicolepideaFreyasunúmero.Yaunqueestehadejadounaevidenciacontundentedequeestantounincompetentecomounpervertido,ya pesar de que el radar de pervertidos deFreya está tan bien calibrado quepodríavendérseloa laCIA, lapetición leprovocaalgoa sucorazón.SehadesignadoasímismacomoelcontactodeemergenciadeNathaniel,yahoraelmédicoleestáotorgandooficialmenteesepapel.Freyanuncahaestadoacargodenadie.Siemprehahabidoalguienacargo

de ella: primero supadre, luegoSabrina, ahoraHayden.Escribe sunúmeropara el médico, un poco avergonzada por esta erupción de sensacionesbuenas.EllaeselcontactodeemergenciadeNathaniel.Almenosporhoy,ellase

encargarádeél.Yanoleimportasilapuededemandarono,osiHarunvaavenderlasfotografías.Ellaeslapersonadesignadaparaalguien.Después de que Freya le entregue el papel, el médico lo dobla y se lo

guarda en el bolsillo superior de su bata, y, con una sonrisa aduladora,pregunta:—¿Tegustanlosmartinis?—AFreyalellevaunosminutosdarsecuentade

que lo ha entendido todo mal (era de esperar) y de que el médico estácoqueteandoconella.Freya es un recipiente vacío una vez más, más vacío incluso por haber

estadolleno,almenostemporalmente.Ydeprontoestádeunhumorterrible—loscambiosdehumorextremossonlossíntomasdelmododiva,segúnsumadre—, sintiéndose peor de lo que se ha sentido cuando el médico


milagrosolahamandadoacasasinelmilagro.Peorqueenelparque,cuandohavistolafotodeAlexTakashida(¡Hadichoquesí!).AFreyanuncalehacenpreguntasalasquequieraresponderquesí.Freya

noestáacargodenadie.AFreyalaquierenmillonesdepersonas,peronadielanecesita.Mierda.YanoleimportasiHaruntienefotografíasdeellaensuteléfono.

Que lasvenda.¿PorquénodeberíaélganardineroconelestatusdeFreya,situadoenalgúnlugarentreserconocidaydespertarinterés,antesdequeseademasiadotarde?Alguientienequehacerlo.Sumadreteníarazón.DeberíairseacasayverScandal.Excepto porquenoquiere ir a casa y verScandal.Noquiere hacer nada.

Lasúltimassemanashansidodesoladoras.Horaslargasydesalentadoras.Loqueantessolíaapaciguarla—navegaren internet,chatearconsus fans,oalmenosverquéestándiciendodeella—ahoralaatormenta.NopuededejardeescucharlaprofecíadeHayden:vuestrosfansosolvidarán,vuestrosnúmerosbajarán,volveréisasercomotodoslosdemás.—Asíque—lediceaNathaniel—.¿Adóndevasair?—Supongoquequedaréconmipadre—respondeNathanielvacilante.Eso es lomáximo que ha dicho, así que, al menos, no tiene algún daño

cerebral.Aunquetodavíaparecebastantemareado,ymirarlohacequeFreyasienta,deformadesconcertante,unestadodenostalgia.—¿Tequedarásconalgúnamigo?¿Enunhotel?¿OenunAirbnb?Noreciberespuesta.—¿Otupadreviveaquí?—Ehh.Mipadresehaocupadodeeso.Esella,¿oloqueélestádiciendonotienemuchosentido?MiraaHarun,

inclina la cabeza hacia un lado. Él le responde asintiendo de maneraimperceptible.—Quizásdeberíasllamaratupadre—sugiereHarun.—Noquieropreocuparlo—diceNathaniel.—No creo que debas andar deambulando por ahí después de una

conmocióncerebral—insisteHarun.—¡Es verdad! —asiente Freya, recordando algo de un programa de

televisión. ¿Era de Anatomía de Grey? Ella y Sabrina solían verloreligiosamente—.Encasodequetequedesdormido.—¿Dequemequededormido?—Espeligroso—aseguraFreya.No tieneni ideadesiestáen lociertoo

no, pero, como diría Hayden, la verdad depende de cómo uno la venda—.


Podríasnodespertarte.—Elmédiconohadichonadasobreeso—señalaNathanielconpalabras

lentas ymedidas—.Ni siquiera estaba seguro de que fuera una conmocióncerebral.—Elmédicoeraunincompetente—protestaHarun—.Cuandomihermano

Abdullah sufrió un golpe similar, se le ordenó dormir bajo supervisión, encaso de que tuviera un hematoma subdural. Si te ocurre eso, temueres.—HarunsevuelvehaciaNathaniel—.Noquieresqueesotesuceda,¿verdad?CuandoNathanielnoresponde,Freyalohaceporél:—No—dice—.Noquieres.

Ahora que la cabeza de Nathaniel se está aclarando, se encuentra másconfundidoquenunca.Entiendeloquelehasucedido.Lachica,Freya,hacaídosobreél,yelotro

chico —¿Harun?— la ha visto caer, pero lo que no entiende es por quétodavíaestánconél.Comprende por qué no lo han dejado en el parque, aunque no se habría

sorprendidoonisiquieradesilusionadosilohubieranhecho.Yentiendeporqué lo han llevado a un médico e incluso han pagado la consulta, se hansentidoculpablesyendeudaconél.Pero cualquier deuda que hubiera podido existir ya ha sido saldada. Son

libresparairse.Élleshaaseguradomuchasvecesquetodoestábien.Y,sinembargo,aúnsiguenaquí.Lo que lo desconcierta. Casi tanto como las preguntas que le siguen

disparando.Porquedespuésdeadvertirleacercadesumuerteinmediata—loquecasi lohahecho reír—hancomenzadoa interrogarlo sobre susplanes,pidiendodetalles, talescomolosdóndes, loscuándos, lasdirecciones,cosasparalasqueNathanielnoestápreparado.—Quizásdeberíamosesperaraquehablescontupadre—proponeFreya.Nathaniel no es por naturaleza una personamentirosa, pero ha aprendido

algunostrucosalolargodelosañosparadespistaralagente,paraprotegerasupadre,paraprotegerseasímismo.Nathanielcogesuteléfono.—Ah,mirad.Mehamandadounmensaje.—Noheescuchadotuteléfonosonar—señalaHarun.—Estáensilencio.


Noselovanaponerfácil,estosdos.Nathanielsedisculpayfingequeestáescuchandoelbuzóndevoz,devolviéndolelallamadaasupadreyhablandocon el aire. «Sí», le dice a su padre, y le cuenta lo genial que es estar enNuevaYork.«Yotambién»,respondecuandosupadredicequeesperaverlopronto. Unos minutos más tarde, corta la llamada y vuelve al lugar dondeestánlosotros.—¿Ybien?—preguntaHarun.—Dicequepodemosquedarahora—informaNathaniel.—¿Ahora?—preguntaHarun.Nathanielasiente.—Talvezdeberíamosacompañarlohastaallí—leproponeHarunaFreya

—.Llevarloconsupadre.Lasituaciónescadavezpeor.¿Porquésontaninsistentes?—Bueno, no ahora ahora —aclara Nathaniel, enredándose en su propia

historia—.Enunashoras.Estáocupado.—¿Ocupado? ¿Acaso no le has dicho que tienes una conmoción? —

inquiereHarun.Pareceofendidopor lasupuestanegligenciaporpartedesupadre.YNathanielsientecómoseenciendeeseantiguoinstintodeprotegerlo.—Nolehecontadonada—explica—.Noqueríapreocuparlo.Espera una protesta de Harun, quien hasta el momento ha sido un

interrogadorferoz,peroélsoloasiente,comosiestuvieradeacuerdoconlanecesidaddenopreocuparalospadresinnecesariamente.—Almenosdéjamequetepidauntaxi—intervieneFreya.Yahandesperdiciadodemasiado tiempoy dinero en él. Pero si acepta la

oferta,todohabráterminado.—Ok—asiente.—¿Hacíadóndevas?—Ehhh,alacalleCientosetentaycinco—arriesgaNathaniel.—¿Dóndeteestásquedando?—preguntaFreya.—Conunosamigosdemipadre.Parecensatisfechos,peroNathanielaúnseencuentrainquieto.¿Ysiquieren

irconél?¿Ysiquierenconocerasupadre?—¿Cuálesladirección?—preguntaella.¿Por qué están haciendo esto? Nathaniel les ha brindado muchas

oportunidadesparamarcharse.¿Porquéseloestánponiendotandifícil?Sabeque son buenas personas que tienen buenas intenciones, pero ¿no se dancuentadequeunavezquecomienzasaalimentaraungatocallejero,esegatovolveráydependerádeti?


No tiene una dirección. ¿Puede inventar una? ¿Como el número 43 de lacalleCientosetentaycinco?¿Esoexiste?—MiUber no funciona—protestaFreya, golpeando el teléfono contra el

muslo.Unaprórroga.Nathanielexhala.—Puedocogerelmetro.—No—sueltaFreyaconuntonocortante—.Tesubiréauntaxiyledaré

efectivoaltaxista.Baja a la calle para llamar a un taxi, y Nathaniel la observa. Levanta la

manoconconfianza,comosiestuvieraseguradeque laverán.Nathanielsepreguntacómodebesereso.Aunqueselashaingeniadoparamarcharse,yaestálamentandolaausencia

de esta chica maravillosa y de este chico persistente. Ya los está viendodesaparecer por el parabrisas trasero del taxi. Ya está sintiendo el pesoenormedesusoledad.Almenosveráasupadrepronto.Freyavuelvedeunsaltoalaacera,cogiéndoseelpieymaldiciendo.Unas

gotasdesangrecaenalsuelo.Untrocitodecristalverdebrillaensutalón.—¿Estásbien?—preguntaHarun.—Supongoquehayunarazónporlaquelagentenocaminadescalzaporla

ciudad—sequejaconpesar,saltandosobreunpie.—Notienebuenapinta—comentaHarun—.Quizásdeberíasregresarala

clínicadeurgencias.—De ninguna manera. El médico era un imbécil, y me cobrarán cien

dólaresporun trozodegasa.—Mira supie.La sangreestámanchandosusvaqueros—.Genial.Parezcounaasesinaenseriecallejera.Engeneral,Nathanielsiemprellevaconélunbotiquíndeprimerosauxilios;

comenzóallevarlotrasloquelepasóenelojo.Esprobablequeunpocodegasa y algo deNeosporin no hubieran cambiado nada, pero esmejor estarpreparado.Peroestavezhadejadosubotiquínencasa.Noveíalanecesidaddellevarlo.—Yopuedocurarte—anunciaNathaniel—.Solonecesitamosunpocode

gasaypañosantisépticos.—Hayunafarmaciaenfrente—indicaHarun.Lostrescruzanlacalle,unacadenatambaleantecomoladeantesperocon

el orden alterado: dondeunavezhubounNathaniel tembloroso flanqueadoporFreyayHarun,ahoraestáFreyarenqueandoentreellos.Sigueinsistiendoenque se encuentrabien,pero esa esunamentiraqueNathaniel conocedesobra.


Harun seofrece a buscar los productos, demodoqueNathaniel se quedafueraconFreyaysupieensangrentado.—Losientomucho—sedisculpaconella.—¿Porquélosientestú?—preguntaconlavozcortante.—Porqueesmiculpa.—¿Cómovaaserestotuculpa?—Hevomitadosobretuszapatos.—Lohashechoporquehecaídoencimadeti—replicaFreya—.Sialguien

sedebedisculpar,esasoyyo.—No—diceNathaniel.—¿No?—Notedisculpes.Mealegraquetehayascaídosobremí.—¿Porquétealegraeso?—preguntaFreya.Porquenopuedescaertesobrealgoquenoexiste,piensaNathaniel.Quizás

élseaunsalvaje,peronohaestadofueradeestemundodurantetantotiempoparaignorarquedeciresoesraro.Demodoquenolodice.

Enlafarmacia,Haruncompramássuministrosdelosnecesarios.Creequesilograhacerseconunbotiquíndeprimerosauxiliosdecente,podrámantenercercaaFreyaduranteunpocomásdetiempo,elsuficientepara idearcómollevarlaconJames,quienclaramentelohabloqueadoynoleeningunodesusmensajes,eincluso,silohiciera,esprobablequenolocreyera.Sinembargo,unavezque JamesveaaFreyaenpersona, tendráqueentenderqueesunaseñaldequedeberíanestarjuntos.Colocaunabotelladeaguaoxigenadaen lacesta,unacajadevendas,un

rollodegasa,unpocodecinta,unNeosporinyunpardetijeras.DescartalosproductosgenéricosyescogelasmarcasmáscarasporqueesFreya.Entotal,soncasi treintadólares,ypagaconeldineroquehabíacogidode su fondopara el viaje. Comprar algo caro con tu propio dinero te hace sentir bien,incluso si sus intenciones no son tan nobles. Pero le gustaría pensar queestaríaayudandodelamismamaneraaunsinosetrataradeFreya.Soloquequizáshubieracompradolasvendasmásbaratas.

MientrasFreyaestásentadaenunmaceterodecemento,Nathanielutilizalastijerasparaextraerelcristaltodavíaalojadoensupie.Limpiaconsuavidadla


zona con agua oxigenada, y, a pesar de que sabe que debe doler, Freya nisiquierahaceunamuecadedolor.Maravillosa,piensa.Untasupieconungüentoyenvuelveconlentitudeltalónconlagasa.Se toma su tiempo. Porque es metódico por naturaleza, pero también

porquesientaincreíblementebientocaraotroserhumano,enespecialaeste.Hapasadodemasiado tiempo,ymientras sostieneelpiedeFreyacontra surodilla y se mancha la parte delantera de sus vaqueros con un poco de susangre (que combinará con la gota de sangre en su camisa de cuando él lelimpió el rostro anteriormente), siente que algo eclosiona en su interior. Seimaginaaunpájaro,pequeñoydesamparado.Recuerdacuandounnidocayóde la cornisa de su casa y él y su padre intentaron salvar a los polluelos,alimentándolosconuncuentagotas.«Laesperanzaesesacosaconplumas»,había dicho su padre citando a Emily Dickinson, pero luego los pájaroshabíanmuertoyNathanielsehabíadadocuentadeque,enrealidad,eldoloreraesacosaconplumas.No quiere tener esperanzas. No puede darse el lujo de tenerlas. Pero ahí

están, aleteando en su pecho, todo porque una chica bonita (una chicapreciosa)deojosdeotromundo(ojostristes)leestápermitiendosostenersupiedescalzomientrasélvendaunaheridaqueélmismohacausado.Noquiereteneresperanzas.Peronoquieredejarlasirtodavía.¿Hayalgoen

medio, un espacio donde pueda permitirse un poco de bondad humana sinapegarse demasiado? Es muy fácil apegarse. Tres polluelos, una caja dezapatos y un cuentagotas. Habían enterrado a los pájaros no muy lejos dedondelascenizasdeMaryestabanesparcidas.Supadrehabíallorado.ElpiedeFreyaestávendado,peroNathanielaúnnopuededejarlair.Solo

unospocosminutosmás.Asupadrenoleimportará.Haperdidolabatalla,yhaganadolaesperanza,yladesesperaciónporescaparseharevertido.Todoacausa de un pie. Un pie que al parecer no puede dejar ir. Un pie que,milagrosamente,todavíadescansaensuregazo.Observaelpiedeestachicamaravillosaycontieneelaliento,porquesise

mueve apenas un centímetro romperá el hechizo y seguramente Freya sealeje.

Elhechizofuncionaenambossentidos.Freya tampocosepuedemover.Noquiere hacerlo. Nathaniel está sosteniendo su pie sucio, pero es como siestuvierasosteniendosucorazón.Escomosiellatuvierauncorazón.


«Porfavornomesueltes»,piensa.

Nathanielnolasuelta.

Haruntampocoquieresoltarlos.—Quizásdeberíamosconseguirteunoszapatos—sugiere.Freyadeverdad

necesitazapatos.Peromásenconcreto,iracomprarzapatosleotorgarámástiempo—.Hayunatiendaunacallemásabajo.

—¡Zapatos!—exclama Nathaniel. Qué idea tan brillante. Podría abrazar aHarun—.Tengoquecomprarteunoszapatos.—Ah,no,estoybien—diceFreya,retirandoelpie.—No—insisteNathaniel,tirandodelpiehaciaél—.Tengoquereemplazar

losqueteheestropeado.—Nisiquieramegustabanesoszapatos—comentaFreya—.Mehashecho

unfavor.A él no le importa si le gustaban o no. Es él quien necesita el favor.

Necesitaesto.Solounpocodetiempomás.¿Esmuchopedir?Probablemente.Peroloestápidiendodetodasmaneras.—Tengoquecomprarteunoszapatos.ElpiedeFreyasetensa,yNathanielsabequehareveladounapartedesí

mismoquedebíamantenerensecreto.Lapartesalvajequesupadredecíaquepodíanmostrarse entre ellos pero no a otras personas (No se le digas a tumadre) porque no lo entenderían.Nathaniel intenta recordar la persona quealgunavezfue,atlético,inclusopopular.Intentafingirserél.—Eslocorrecto,comprarteunoszapatosnuevos,¿sabes?—Suvozsuena

extraña, como alguien de la televisión. ¿Se lo está creyendo ella? ¿Puedefingirsersuantiguoyo?¿Algunavezfuesuantiguoyo?—Nonecesitoquemecompresunoszapatos—afirmaFreya.Comienza a retirar la pierna, pero Nathaniel no la puede soltar. Es un

hombrequeseestáahogando,yeltobillodeellaessusalvavidas.PeroFreyaseestáalejando,ynoledejaotraopciónmásquerevelaralhombresalvajequellevaensuinterior.—Porfavor—suplica—.Déjamecomprarteunoszapatos.


Freyanonecesitaunoszapatosnuevos.Encasa,tienedemasiados;muchosdeellos, como el par que ha descartado antes, los había recibido a cambio demencionar lamarca online. Solían fascinarla, todos los regalos solo por supalabra. Pero ahora que sabe que todo puede esfumarse en cualquiermomento,escomollevarpuestoszapatosdeplomo.De cualquier manera, no necesita que Nathaniel le compre zapatos. En

especial no zapatos de trescientos setenta y cinco dólares, que es lo quecuestan los que Nathaniel ha estropeado hoy. Se pregunta si él tienetrescientossetentaycincodólares.RecuerdalacarteradeNathaniel,losbilletessolitarios,latiradefotografías

arrugada, la tarjeta doblada. Echa un vistazo a los zapatos que él llevapuestos,unpardezapatillasdelonasuciasqueapostaríatrescientossetentaycincodólaresaquetienenagujerosenlasuela.

Esaesunaapuestaqueganaría.

Yenesemomentoloentiende:élessuresponsabilidad.Almenosporhoy,éles supersona.Nonecesita zapatosnuevos,peronecesitaqueestocontinúe.DemodoquesiNathanielquierecomprarlezapatos,elladejaráquelohaga.—Estábien—accede—.Compraremosloszapatos.

¿Aquiénhacemás feliz esadeclaración?¿AHarun,NathanieloFreya?Esdifícilsaberlo.

LatiendaquehapropuestoHarunesunacadena,laclasedelugarenelqueFreyasolíacomprar,peroquedesdehaceañosnolohacedebidoalsuéñalo,hazlo.Estávacía,yhayasientoscómodosensuinterior,peroFreyahaceungesto

haciaunbanco.—Vosotrosesperadaquífuera.—Salecomounaorden.Lehandichoque

puede sonar impertinente, grosera.Ha leído cómo la gente se queja de eso.


«Nos necesitaba cuando estaba empezando, pero ahora es demasiado paranosotros», escriben. «No», quiere responder Freya. «Todavía os necesito».Pero ya no tiene permitido responderle a nadie, de modo que su silencioparececonfirmarlassospechasdelosfans.Enfin,Haydenlehadichoquenose preocupe por ello. Algunos de los primeros fans siempre se sentiríantraicionadoscuandosudescubrimientosalgaalaluz.EsonohacequeFreyasesientamejor.Noquieretraicionaranadie.PeronoquierequeNathanielentreenlatiendadezapatos,porquenotiene

intención alguna de gastar el billete de cincuenta que él ha colocado en sumano.Asíquesuavizalavozydice:—Queunachicacomprezapatospuedellevaruntiempo.EslaprimeravezqueFreyavesonreíraNathaniel.—Tómatetodoeltiempoquenecesites—dice,yparecedecirloenserio,lo

quedebeserunanovedadentrefilasyfilasdehombresjóvenes.—Sí,nohayprisa—añadeHarun.Otranovedad.Los deja allí y entra en la tienda, observando los zapatos, inhalando el

aromaacueronuevo.—¿Vesalgoqueteguste?—preguntaelempleado.Antes de asistir a un evento, ella y su madre consultan una serie de

fotografías que un estilista saca para ellas, combinaciones de vestuariodistintasparaocasionesdistintas.Nuncarepiteelmismoatuendo.Aveceslegustalaropa,avecesno,perosiempresientecomosiestuvieradisfrazándose.«Eseeselquiddelacuestión»,dicesumadre,quecadavezsuenamáscomoHayden.Freyaobservaloszapatosysedetienedelantedeunpardetacónbajocolor

naranja con suela de goma. Les da la vuelta. Ochenta dólares pero con uncincuenta por ciento de descuento. Cuando Nathaniel ha colocado loscincuentadólaresensumano,ellaloshacogido,perosoloparaconformarlo,imaginandoqueencontraríalamaneradedevolvérselosmástarde.Aunasí,leparececorrectoadecuarsealpresupuestodeNathaniel.—Mellevaréestosenlatallaocho—leindicaaldependiente.Mientrasesperaloszapatos,cogesuteléfono,peroantesdemirarlosusojos

viajanhacialaventana.Fuera,HarunyNathanielestánsentadosunoalladodelotroconlasmanosentrelazadassobresusregazos,comoniñosobedientesesperandoasumadre.Mirándolos,sienteotrasacudidaenelpecho.Guardaelteléfono.ElempleadotraeloszapatosyFreyaselosprueba.Le

quedanperfectos.Pagaconsutarjetadecréditoyregresajuntoaloschicos.


—Estoymuerta de hambre—anuncia Freya, aunque no tiene hambre enabsoluto—.¿Dóndepodríamoscomeralgo?Utilizasuvozdemandoconlaesperanzadequesuenecomosielalmuerzo

hubiera estado programado durante semanas. Está intentando esconder elhechodequesiestosdosextrañosdicenqueno,Freya,quetienemillonesdeamigos,notieneanadiequelehagacompañíahoy.Mira a Harun. Ha sido su aliado durante todo el día. ¿Le seguirá la

corriente?—Hay una cafetería cerca —comenta, y Freya quiere abrazarlo—. He

estado allí antes.No es demasiado cara, no es que tú…—tartamudea y sesonroja—.Lacomidaesbuena,ynolesimportasitequedasunrato.—Perfecto —dice Freya. Harun se pone de pie. Nathaniel permanece

sentado.—¿Vienes? —pregunta Freya. Una parte de ser una buena vocalista

consiste en hacer que tu voz proyecte sentimientos que no necesariamenteposeas,asíqueFreyahacequesuvozsueneautoritariaaunqueleenfermalaposibilidaddequeNathanieldigaquenoyquetodosuendebleplancolapseytenganquesepararse,dejándolacompletamentesola.—¿Amenosquenotengashambre?—preguntaHaruncuandoNathanielno

responde. Freya quiere golpearlo por haberle dado siquiera a Nathaniel laposibilidaddeescapar.¿Novelomuchoqueseestáesforzando?¿Cuántolonecesita?—No,laverdadesquetengohambre—admiteNathaniel.

Nathaniel no solo tiene hambre. Está famélico. No ha comido un platocalienteenmásdedossemanas.Másqueeso,nohacompartidounacomidaconotrapersonaendossemanas.Peroesonoesalgoquepuedadecir.Noenvozalta.Nomientrastieneuna

buenaoportunidad,almenosdeformatemporal.

Nathanielestáhambriento.Freyasesienteridículamentealiviada.—Genial—dice, apaciguando su entusiasmo ahora que han llegado a un

acuerdo—.Vamosacomeralgo.


Elcamarerode lacafeteríaesungriegoviejoygruñóncuyosmalosmodosnuncaflaquean,yapuedespedirunatazadetéounacenaqueincluyacarne(loqueJamespidióunavezparacompartiryfueunerror,enretrospectiva:tenía la consistencia deuna soga), que temiramal; y da igual si te quedasmediahoraopermanecesallídurantemuchotiempo.Poresarazón,eraunodesuslugaresfavoritos.James quería gustarle al camarero, aunque eso nunca lo hizo cambiar de

actitud.Aunasí,noserendía.«Puedoganarmeacualquiera»,dijo,ylelanzóunamiradaaHarunparademostraraquécualquieraseestabarefiriendo.Nohayrazónparapensarquepuedaestaraquí.Inclusoaunqueseajueves.

EsprobablequeJamesnohayavenidoalcentrohoy.¿Porquéloharía?Perosi lo hubiera hecho, si estuviera aquí… Harun se imagina la situación.EntrandoenlacafeteríaconFreya.EntregándolesuregaloaJames.Noseríacapazderechazarlo.Sebesarían.Elcamarerogruñónfinalmentesonreiría.Jamesnoestáaquí.Elcamareroestáfrunciendoelceño.La cafetería está mayormente vacía. Un viejo que siempre está en el

mostrador.Unreservadorepletodechicas.Lamesadelrincón—enlaquesesentabanporqueestabacercadelbañoyparecíalamenosdeseabley,porlotanto,laindicadaparapasartardesenteraspidiendosolosopa—estávacía.Sesientanenunreservado.Elcamarerogruñónlesentregalosmenúscon

un suspiro sufrido, apoya con brusquedad tres vasos de agua, y salpica losmantelesindividualesquetienenelmotivodelmapadeManhattan.El menú es el típico de las cafeterías de Nueva York, lo que significa

páginas y páginas laminadas de fotos de comida que siempre parece mástentadora que en la vida real. Harun casi siempre pide sopa. No te puedesequivocardemasiadoconlasopa.Además,untazóndesopasolocuestacincodólaresyelcamarerogruñónesextrañamentegenerosoconlasgalletas.Nathaniel observa las fotografías borrosas de tortillas, hamburguesas y

bocadillos gigantescos con gran concentración. Freya, que supuestamentetenía tantahambre,nisiquierahacogidoelmenú.Estámirandosu teléfonoconelceñofruncido.—¿Qué vais a pedir? —pregunta el camarero, golpeando su bolígrafo

contraelbloccomosi tuvieraqueestarenunadecenade lugaresalmismotiempootuvieseunadecenademesasqueatender.—Yoquierolasopaminestrone—diceHarun.—¿Tazaotazón?—Taza.Elcamarerogruñe.


—¿Tú?—lepreguntaaNathaniel.Nathanielestámirandoelmenúconunaexpresióndesconcertada.—Ehh,lomismo,creo.A veces Ammi hablaba sobre cómo era todo cuando semudó a Estados

UnidosparacasarseconAbu.Habíaestudiadoinglésenelcolegio,peronoleresultó suficiente como para mantener conversaciones reales. Aprendióimitandoloquedecíanlosnativos.CuandoHarunsedacuentadequeesoesjustoloqueNathanielacabadehacer,searrepienteprofundamentedehaberpedidolasopa.—YoquierounaensaladaCobb,sinbeicon,sinhuevoyeladerezoaparte

—pideFreya,mostrándosetancomplacidaconsupedidocomoHarunconeldeél.—DostazasdeminestroneyunaCobbsinaderezo—repiteelcamarero,ya

alejándose.EstáamitaddecaminodelacocinacuandoFreyalollama.—Espere.Hecambiadodeopinión.Harunsepreparaparalairadelcamarero.Ydichoyhecho,regresaconuna

expresiónasesinaenelrostro.—Losiento—sedisculpaFreyasonriéndole,comosiestuvieraplaneando

laestrategiade«mátalosconamabilidad».Aellatampocolefunciona.—Megustaríaunbocadillodequesofundidoyrodajasdetomateenpande

centeno. —Se relame los labios—. Y queso americano. Tiene que seramericano.—¿Ensaladaopatatasfritas?—preguntaelcamarero.Freyadudauninstante.—Alamierda—decide—.Patatasfritas.Extracrujientes.—¿Extracrujientes?—preguntaelcamarero.—Sí,pasadasdosvecesporlafreidora.Elcamareroparecehorrorizadoantelarespuesta.—Yconunpocodemiel.—¿Miel?—Paralaspatatasfritas.Elcamarerosehorrorizainclusomás.Freyasonríe.HarunmiraaNathaniel,aldemacradoNathaniel,ysientesuhambrecomo

si fuera propia, aunque su apetito desapareció cuando James le dijo quesalieradesuvidadeunaputavez.Conociendolosriesgos,vuelveallamaralcamarero.Porlaexpresióndesurostro,Harunestámuysegurodequealguno


de ellos tendrá su comida adornada con un acompañamiento saludable desaliva.—Megustaríapedirlomismoqueella—diceHarun.—¿Quieres lo que quiere ella?—El camarero parece incrédulo, como si

supieraqueaHarunnisiquieralegustanlosbocadillosdequesofundido.—Exactamente.Patatasfritasextracrujientes.—¿Tútambiénquieresmiel?—Sí—asienteHarun.MiraaNathanielypiensaenAmmiimitandoloque

hacíanlosnativos—.¿Deberíamospedirlostreslomismo?Hay una mirada en el rostro de Nathaniel (alivio, gratitud) y Harun se

preguntaporquéesolollenadevergüenza.

Cuando llega la comida, aNathaniel lo abruma la fuerza de su apetito. Suúltimacomidafueronseisbolsitasdepretzelsqueconsiguiórobardelcarritodelaviónyquedevoróconprisaenelbañodiminuto.Lossaboresdelacomidacasilodestrozan.Lasensacióndelquesofundido

ensulengua,lasdiminutassemillasdecominoqueexplotanbajolafuerzadesusmolares, el exquisito dulzor de lamiel que acompaña las patatas fritas,queFreyahainsistidoqueambos,élyHarun,probaran,sosteniendolapatatatancercadelabocadeNathanielqueesunpequeñomilagroqueélnohayadevoradosudedotambién.SolocuandolevantalamiradayvequeFreyayHarunloestánmirandocon

unaexpresiónsimilaryextraña,sedacuentadequehahechoalgoincorrecto,dequehareveladoalhombresalvajequehabitadentrodeél(Noseledigasatu madre). Mira hacia abajo, a su plato vacío. Lo ha devorado todo: elbocadillo, las patatas fritas, el pepinillo, incluso la lechuga marchita que,ahora se da cuenta, era parte de la decoración.Mientras tanto, ni Freya niHarunhancomidosiquieralamitaddesusbocadillos.Estámortificado.Haestadodemasiadotiempofueradeestemundo.Seha

vueltoincivilizado.Solonosotros,amiguito.Sinmediarpalabra,Haruntomalamitaddesubocadilloylocolocaenel

platodeNathaniel.Freyahacelomismo.Nathanielprotesta,perolohacencallar.—Notengohambre—diceHarun.—Yotampoco—admiteFreya.Nathanielcontemplacómosuplatosehavueltoallenarmágicamente.


—Si no teníais hambre, ¿por qué habéis pedido toda esta comida? —pregunta.HayunapausamientrasHarunyFreyasemiranentresí.Luegolomirana

él.—Porquetúsíteníashambre—responden.

Nathanielsedisculpaparairalbaño.Allí, enuncubículonomásgrandequeeldel avióndondehabía comido

porúltimavez,sepellizcalapartesuperiordelanarizparaevitarquebrotenlaslágrimas.Luegocogesuteléfonoyllamaasupadre.

Cuandosale,algohacambiado.Por un lado, un grupito de chicas está rodeando la mesa. Pero lo que

realmentehacambiadoesFreya.Élnosabecómoexplicarlo,soloquepareceunapersonadiferente.Seacercaconvacilaciónyescuchaalaschicaschillar,y recuerda cómo las chicas de su instituto solían vitorear de esa maneracuando él bateaba una pelota lejos hasta el campo izquierdo, cuando era almenosmediohumano.—¡AyDios,erestú!—estádiciendounadelaschicas—.¡Oslohedicho!

¡Oshedichoqueeraella!—lesgritaasusamigas.—Losé.Pero¿quéestáhaciendoFreyaennuestracafetería?—¿Mepuedesfirmarunautógrafo?—preguntalatercerachica,blandiendo

unbolígrafo.—Porsupuesto—accedeFreya.Apareceuntrozodehojadecuaderno.—Puedes dedicarle uno a Violet. Uno a McKenzie, M mayúscula, K

mayúscula,ysina.YunoparaGia.Esasoyyo.—SunombrerealesGina.—¡Cállate! —Gia/Gina se vuelve hacia Freya—. Gia es mi nombre

artístico.Freyaasiente.—¿EsFreyatunombreartístico?—preguntaGia.—No—respondeFreya.—Tienesmuchasuertedetenerunnombretanbonito.Freyaesbozaunasonrisacontenidayledevuelveelpapel.


—Enmarcaréesto—anunciaGia.—Ponloenalgún lugar seguro—diceMcKenzie—.Valdrámuchodinero

cuandoellaseconviertaenunaestrella.Anteeso,Freyafrunceelceño.—Noesquevayaavendertuautógrafo—aclaraMcKenzieconrapidez.Cuandolosautógrafosyaestánfirmados, laschicaspidenunselfie.Freya

tiene que salir del reservado para acomodarse junto a ellas. NathanielaprovechalaoportunidadparasentarsejuntoaHarun.—¿Quéestápasando?—pregunta.—Sonfans.—¿Fansdequé?—DeFreya.Nathaniel tambiénes fandeFreya.Sehavueltounfanmuyfervorosoen

lasúltimashoras,peroaúnnocomprendequiénessonestaschicas.—¿NohasescuchadohablardeFreya?—preguntaHarun.Nathanielsacudelacabeza.Harun lemuestraaNathanielunvídeoensu teléfono.Allí,en lapantalla

diminuta, pero de alguna manera más imponente que en la vida real, estáFreya.—Esunacanciónvieja—comentaHarun—.AJamesle…—Sedetiene—.

Amímegustamucho.Nathaniel echa un vistazo al teléfono deHarun, luego a Freya y luego a

chicadelapantalla.—¿Esella?—lepreguntaaHarun.—Losé.Detodaslaspersonasquepuedencaerteencima.Peroesonoesloquequieredecir.Nosabecómoreconciliaraesapersona

de lapantallacon lapersonaqueenelparquehasusurradosunombre,quesabíacosasacercadeél.Pero segúnHarun, Freya parecer ser una especie de cantante conocida y

muy querida. Solo escucha a medias la respuesta porque está mirandofijamentealapersonadelapantalla.¿Cómoesellalamismapersonaconlaquehaestadotodalatarde?¿Yporquélacanciónleresultafamiliar?¿Dóndelahaescuchado?ComosilaFreyadelapantallahubieraregistradosuincredulidad,dejade

tocarelpianoymirahacialacámara.Mientrashacesonarunritmosobreelbancodelpiano,cantandosinacompañamiento,unavezmásseconvierteenlaFreyaqueNathanielreconoce.Conunavozcálidayroncaquesuenacomolaquelehasusurradoensuorejaantes,canta:


Sinopuedesverrecurreamí.Yoveosuficienteporlosdos.

Todo alrededor de él se queda inmóvil y, durante un segundo,Nathanielregresaalbosque,conlosojosvendados,y,cuandovuelvealacafetería,estáseguro de que la canción se ha escrito para él. Obviamente, no es así. Noconocía a Freya antes, ¿y por qué ella, o cualquiera, escribiría una canciónpara él? Pero durante un segundo fugaz, está tan seguro de esto como decualquierotracosaensuvida.Laschicas,habiéndoseaseguradosusautógrafosyfotografías,comienzana

retirarse,perotrasunabrevereuniónsusurradaregresanalamesa.—Bueno, puedes decirnos que no—diceGia—, pero solemos venir aquí

connuestraamigaSasha.Esdecir,casi todos losdías.Esteesnuestrositio.Asíque,normalmente,Sashaestaríaaquíconnosotras.Peroestáenferma,asíquenohavenidoalinstituto.—Yessucumpleaños—añadeViolet.—Quémal—diceFreya—.Estarenfermaentucumpleaños.—¿Verdad que sí? Se querrá morir cuando se entere de lo que se ha

perdido.Freyaasienteconcompasión.—¿Podríasgrabarleunmensaje?—¡Porfavor!—pideMcKenzie.—Porsupuesto.GiaapuntaelteléfonohaciaFreya.—Hola,Sasha.Esperoqueestésmejoryquetengasunfelizcumpleaños.Laschicasintercambianunamirada.—¿Podríascantarlealgo?—preguntaGia.Nathaniel lo siente, una sacudida en el estómago, antes de levantar la

miradayverqueFreya,quesehamostradobondadosaygenerosa,deprontopareceacongojada.—Nolocreo—dice.—Nadadelotromundo.SolocantaelCumpleañosfeliz.Freya duda, la mirada de su rostro pasando de la incomodidad a la

desesperación,uncaminoqueNathanielconocetanbienquepodríarecorrerloconlosojosvendados.—No lo subiríamos a ninguna red social ni nada por el estilo—promete

Violet.


—Ehhh,enrealidadnocreoquedeba—diceFreya.Nathaniel escucha de nuevo la canción. Ya le resulta familiar, algo que

siemprehaconocido.

—Bueno,mehaparecidodemuymalaeducación—diceHaruncuando laschicasseretiran—.Túhassidomuyamableconellas,yellasnodejabandepedirtemáscosas.SuenacomoJames,queavecesmeditabasobrecómoreaccionabalagente

con Freya como si fuera su guardaespaldas personal. En su mente lo era.HabíadescubiertoaFreyacantandoIWillSurviveeldíaenelquesupadreloechódesucasa,ysintióqueleestabacantandoaél.Habíaposteadoalgoenlos comentarios, algoquenohabía hecho antes o desde entonces:NoestoysegurodesiSOBREVIVIRÉ.YlamismísimaFreyalehabíarespondido:Sí,loharás.Quizásnolocreas,peroyosí.Ydesdeesemomento,Jamessequedóembelesadoporella.—Ypedirtequecantes.¿DeverdadpiensasquehayunaSasha?—continúa

Harun—.Esdecir,noeresunmonodecirco,¿verdad?—añade,apesardequehacecuarentaminutos,élsehabíaimaginadoaJamesenlacafeteríayaFreyacantándoleunadesuscancionesyaJamesperdonándolo—.Debeseragotador.Avecesdesearásquetodostedejensola.

Esonoesloqueelladesea.Esloqueteme.Vuestrosnúmerosbajarán.Vuestrosfansosolvidarán.¿Yluegoqué?¿Quiénqueda?Freyamirahaciaabajoycomienzaallorar.

NathanielestiralamanoylimpiaunalágrimadelamejilladeFreya.

Yoveosuficienteporlosdos.

Y,enesemomento,Nathanielescuchasuficienteporlosdos.—Nopuedescantar—diceNathaniel.


AFreyaselehaordenadonocontarleanadiesusproblemasactuales.Haydenlehaadvertidoquepodríaalterartodoporloquetantohantrabajadoconella.Freyaesfuerte.Freyaesimparable.Freyaeseldestino.«Noselocuentesanadie.Niatusfansniatusamigos»,lehabíaadvertidoHayden.¿Quéamigos?Susfanssonsusamigos.MiraaNathanielyaHarun,queledevuelvenlamiradaconunamezclade

terroryternura.Mirándolanocomoextraños,sinocomoamigos.—Nopuedocantar—confiesa.

—¿Aquéterefieresconquenopuedescantar?—Harunestádesconsolado.Si Freya no puede cantar, todo se desmorona. Si no puede cantar, ¿cómorecuperaráaJames?—Merefieroaquenopuedocantar—repite—.Cuandolointento,cuando

piensoenintentarlo,mivozseestrangula.—Quizásestáscansadaporhaberestadoenelestudioygrabandotuálbum.—Nohepisadoelestudiodurantetressemanas—responde.—Perolasfotos…—Nohacemásdeunasemana,élyJameshabíanvisto

imágenes de ella acompañadas por actualizaciones de lo bien que estabayendotodo.—Fueron sacadas antes—explica—.Posteadasparamantener la fachada.

Hastaquerecuperelavoz.—¿Perolarecuperarás?¿Yloterminarás?Sacudelacabeza.—Quizásno.HarunimaginaaJamesenterándosedeloqueleocurreaFreyaysuálbum

incompleto,y,aunqueacabadeconocerlayclaramentenotienenadaqueverconesto,dealgunamanerasientequeesculpasuya.Laslágrimascomienzanabrotarledelosojos.Cuandoerapequeñolloraba

muy a menudo, sus hermanos mayores solían reírse de él y Ammi leregañaba.«¿Porqué lloras tanto?Nisiquiera tuhermana lloraasí».Sinquenadie se lo dijera, sabía que las lágrimas llevaban su secreto de la mismaformaenlaquelasangrellevaelADN.Aprendióanollorar.Nisiquierahallorado con James.Ni siquiera cuando James lo hizo y él pensóque eso lomataría.—Ey—diceFreya,secándosesuspropiaslágrimas.Apoyaunamanosobre

ladeél,yNathanielapoyalasuyasobreladeFreya,yHarundisfrutadeese


pesocomo loharíaconunabuenamantayqueabrigaenunanoche fría—.Noestuproblema.Notetienesquepreocupar.Peroseequivoca.Quizásellanoseasusolución,peroesteessuproblema.—PeroJamestequiere.Estufannúmerouno.Freya sonríe con tristeza. Nathaniel termina de masticar el resto de su

segundobocadillodequesofundido.—¿QuiénesJames?—preguntaNathaniel.—Esmi…—comienzaadecirHarun.LoqueHarundeberíadecir esque Jameses suexnovio.Porquedesde la

semanapasada(Saldemividadeunaputavez),esoesloquees.PeroHarunnuncahapensadoenJamescomosunovio.Nuncalehacontadoanadienadaacerca de este chico del que ha estado enamorado durante los últimosdieciochomeses.Inclusocuandoselocontóasuprimo,nohabíautilizadolapalabranovio.NuncahabíadichoelnombredeJames.Yno leparece justodecir que él es su exnovio cuando ni siquiera llegó a pedirle que fuera sunovio.—Minovio—sueltaHarun—.Yestácompletamenteobsesionadocontigo.

Peronoenplanpervertido.—¿Ahsí?—Freyasuenadivertida.—Sí.—Yes como si lo hubierandescorchadoy fluyeran todas las cosas

que nunca había sido capaz de decirle a nadie acerca de James. De cómoJamescreeenlomejordecadauno,decómoodiaelfrío,ydecómoaseguraquepuedecogercincoingredientescualquierayconvertirlosenalgodelicioso(una hazaña queHarun nunca ha visto en proceso, pero sí ha saboreado laevidencia, los envases repletos de estofadoypastas que Jamesha cocinadopara él).Y de cómo, cuando eramás joven, su apartamento venía con unacortinadebañoqueeraunmapadelmundo,yélgastabatodoelaguacalientememorizando todos los países, incluso los que ya no existían (comoYugoslavia), y de cómo, a pesar de que nunca ha dejado el áreametropolitana,tieneelespírituviajeromáspoderosoqueexiste.Decómoenlosdíasfríos,élyHarunfingenviajaralugaresremotos.YleexplicaaFreyatodaladevociónqueJamessienteporella,cauteloso

deatenuar su fanatismode lamismamaneraque James lohabíahechounavez.«Hayalgoquedeberíassaberdemí»,lehabíadichoaHarun,yHarunsehabía preparado para enfrentar alguna clase de motivo de ruptura (Tengonovio, soy un extraterrestre del espacio), pero, en cambio, James habíaconfesado que él tenía una extraña obsesión con una cantante. Le contó aHaruncómosehabíatopadoconlasHermanasKcantandoIWillSurviveel


mismodía en el que supadre lo había echadode su casa, y sintió como siFreya estuviera cantando directamente para él. Y él le escribió. Y ella lerespondió.

Haleídomilesdecomentariosentodoestetiempo.PeroFreyarecuerdaese.Recuerda haberle respondido a ese chico. Recuerda leer su comentario ypensarenlanocheenlaquesediocuentadequesupadrenovolveríayqueellanosobreviviría.Lohabíahecho,yéltambiénloharía.

MiraaHarun,aNathaniel.Adiferenciadesumadre,oHayden,ellanocreeennadaqueseparezca

aldestino.Pero,enesemomento,esdifícilnocreerquelostresestabandestinadosaencontrarse.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEVII

FreyaHaydennonosvolvióallamarhastapasadosseismeses.Mimadreintentabamantenersepositiva.Debidoaqueahoraleíatodosobre

él, sabíaqueestabaenelestudioconMélangeydespuésdeesoenun tourconLulia.—Cuando está trabajando con un artista, está inmerso por completo —

declarómimadre—. Cuando sea tu turno de estar en el estudio con él, loagradecerás.—Nosucederá—dijoSabrinaconsuseguridadhabitual.Asentíyfingíestardeacuerdo.Peroaunquemihermana,engeneral,tenía

razón, aunque sentía que no todo había terminado, seguía escuchando supregunta:¿Tieneselhambresuficiente?Élmehabíahechoesapreguntaamí.Yo no había respondido. Pero, en algún momento, ya fuera a Hayden o aalguienmás,sabíaquetendríaquehacerlo.Volvimos a hacer lo que habíamos estado haciendo: vídeos semanales de

canciones nuevas, publicaciones diarias de fotografías.Mimadre preparabamaterial con semanas de antelación. Nuestros números continuabanescalando.Sieloptimismodemimadreflaqueó,nolodejóentrever.—Llamará—aseguró.Cuandofinalmentesuoficinallamó,pidiendounasegundareuniónparael

díasiguiente,mimadresemostrótriunfante,comosiHaydenhubieraestadoapuntodedescartarnos,peroellanoshubierahechovolveral ruedocon lamente.—Ha pedido mucho más esta vez —dijo, leyendo las notas que había

tomado—.Quiereunanálisisde todas lasplataformas.Un registrocontable


de las ofertas de patrocinio, licencias.Ah, y quiere escuchar algonuevodevosotras.Unacanciónoriginal,quenohayáissubidotodavía.—Notenemosnadalisto—respondióSabrina—.Nopodemossimplemente

sacarnosunacanciónnuevadelamanga.—¿Yqué pensáis deThe SpaceBetween?—preguntómimadre. Esa era

unacanciónen lahabíamosestado trabajando.Mimadrevolvióasusnotas—.Dejadmever.Suasistentedicequeélquiereescucharalgoúnicoy…—Mimadrebuscóentresusnotasparadecirlaspalabrasexactas—.Yqueseaexclusivoparaél.Exclusivoparaél.Unaadvertenciaimplícita.—Supongo que tendremos que hacer The Space Between —accedió

Sabrina,sonandoderrotada—.Nospodríahaberdadomástiempo.—Enrealidad—comencéadecir—.Tengootracosa.—No, no es verdad—soltó Sabrina con brusquedad. Esa era Sabrina de

piesacabeza.Siellanoloveía,noexistía.Mimadrememiró.Cuandonoañadínada,dijo:—Sitienesalgoenproceso,escuchémoslo.—Sí—agregóSabrinacontonomordaz—.Escuchémoslo.—Enrealidad,yalohashecho—ledijeaSabrina.—¿Qué?—¿El vestido blanco? Esa que tú llamaste «una mierda patética y

sentimental».—Cogímiteléfonoyabríelarchivodeaudio.El rostro de Sabrina, normalmente impasible, dejó traslucir muchas

emocionesalavez:enfadoydisgustoydolor.—¿Túhasgrabadoeso?¿Sinmí?—No toda la canción…—tartamudeé—. Solo algunas partes vocales, la

percusióndelcoroyelpuente.Porquepensabaquesilaescuchabas…Meinterrumpióconungestodelamano.—Nadameharácambiardeopiniónsobreesacanción.Estabaacostumbradaa lasopiniones rotundasdeSabrinaya supoderde

veto,peroalgoensuprepotenciamemolestó.Yesofueantesdequedijera:—Mira.Yosoylaúnicaqueserásinceracontigo.Ylaverdadesqueeres

unacompositoradébil.Tumaterialesmuysentimental,muyinfantil.Tehacesonarcomounaamateur.—¡Tengodiecisieteaños!Y,hastadondeyosé,lasdossomosamateurs.—¿Laideanoerallevarlascosasalpróximonivel?Bueno,conesacanción

noloharemos.—¿Porquéestásponiéndotetan…?


—¿Celosa?—interrumpió.Soltóunarisasarcástica—.¿Celosadeti?Loqueyoibaadecireracontroladora.Perocelosatambiénencajaba.—Vamosatranquilizarnosunmomento.—MimadresegiróhaciaSabrina

—. ¿Al menos podemos escucharla? —Incluso al tratarse de mi canción,todavíateníaquelidiarconellasdos.Siempreseríanellasdos.Sabrinaserecostósinpresentarmásobjeciones.Mefulminóconlamirada

comodesafiándomeallevareldedoalbotóndereproducción.Presionéelbotón.

Loúnicoquedijequequeríaeraunvestiditoblanco,unvestiditoblanco.Loúnicoquedijequenecesitabaeraunvestiditoblanco,unvestiditoblanco.Ah,¿Lorecuerdas?Solíamoscantar:Eshururururu,eshururururu.eshururururu,calma,calma,calma.

Habíadosestrofasmás,peroconSabrinafulminándomeconlamirada,nopodíaseguirescuchando.Apaguélagrabación.—Yatehacesunaidea—ledijeamimadre.Estabaatónita,comosinoreconocieralacanciónoalacantante.—Bueno—dijo—.Definitivamenteesalgodiferente.—Faltanlosarreglos,peroestabaapuntandoaalgomásaustero—comenté

—.Quizássolopercusiónyunpocodepiano.—Es única —señaló mi madre—, con las melodías etíopes presentes.

ImaginoqueHaydennohaescuchadoalgocomoestoantes.Le había gustado la canción. Me daba cuenta de eso. También podría

gustarleaSabrina.Golpeóelsueloconelpie.—Nocantaréeso.—Querida—dijomimadre—.Seamosprofesionales.—¿Profesionales? ¿Cómopuede serprofesionalventilar losproblemasde

FreyaconpapáfrenteaHaydenBooth?—¿Dequéestáshablando?—chillé.—Hanpasadosieteaños—respondió,golpeándoseelpecho—.Supéralo.—¡Supéralotú!—grité.—Quizáslohaga.Quizásestécansadadecuidardeti.—¿Así es cómo lo llamas? Porque yo lo llamaría menoscabarme. O

aprovecharsedemí.Cuandome enfadaba, hervía. Cuando Sabrina se enfadaba, se congelaba.

Era una de las millones de cosas que nos diferenciaban. Pero, en ese


momento,elclimacambió.Sabrinahirvióconunafuriaquehizoardertodalahabitación, antes de que el fuego se extinguiera, su rostro quedara sinexpresiónysuvozsevolvieragélida.—Sicantasesacanción—meadvirtió—,lacantarássola.

AcordamoscantarTheSpaceBetweenypracticamostodalanochesinmediarpalabra. Aún no nos hablábamos cuando nos dirigimos a las oficinas deHaydenaldía siguiente.Peronadamásabrirse laspuertasdel ascensor,mienfado se evaporó y me quedó una extraña sensación de nostalgia. Queríaretirar todo lo dicho. Cantar como lo habíamos hecho aquella noche en lacamaocogernosdelasmanoscomolaúltimavezquenoshabíamosreunidocon Hayden. Pero Sabrina permaneció con los brazos rígidos, los puñoscerrados,elrostroinmóvilcomoeldeunaestatua.Mimadresepresentóantelaasistente.Sabrinayyonossentamos.—Sabrina—susurré—.ConrespectoaElvestidoblanco…—¡No! —siseó. Se dio la vuelta con rapidez hacia mí, sus ojos como

pequeñas semillas duras, y abrió la boca para continuar, pero, en esemomento,laasistentedeHaydenlallamóporsunombre.Ellaseincorporó.Yotambién.—Estavezquiereverosporseparado—indicólaasistente.Unsentimientodepánicomeinvadió.Fuecomoverbajarsolaalsótanoa

lachicade lapelículade terror.Queríasadvertirle,peroaunque lohicieras,ellanuncaescuchaba.Sabrina entró en la oficina, y yome senté junto amimadre, las rodillas

subiendoybajando,subiendoybajando.Mimadreapoyólasmanosenellas,peroesonoayudó.AtravésdelapuertaescuchéaSabrinacantarTheSpaceBetween,lacanciónquedebíamoscantarjuntas.Cuandoterminó,sequedóunpocomásde tiempo,y los tonosbajosde suconversaciónsusurrada fueronimposiblesdedescifrar.Mimadrecomenzóaponersenerviosa.—¿Dequéestaránhablando?—dijo,mirandosinpararsuteléfono,comosi

Sabrinafueraatransmitirlementalmentelasnoticias.IntentéconvencermedequeHaydenleestabadandootralecciónacercade

lafama.MedijequeHaydenleestabapreguntandoalgodenuestrosvídeos,onuestraestrategiademarca,opreguntándoledóndeseveíaendiezaños.Peronopodíaeliminar lamala sensacióndequehabíamosentradoaeste

edificiocomolasHermanasKysaldríamoscomoalgodiferente.


Escuché a Sabrina cantar de nuevo. Pero no The Space Between ocualquiera de las otras canciones que habíamos cantado juntas. EstabacantandoTschayHailu.Lacanciónquemipadremecantabaamí.Laprimeracanciónquealgunavezhabíamoscantadojuntas.

Yenesemomentolosupe.Mehabíatraicionado.


4

Debeshacerlascosasdelaformacorrecta

Cuandoabandonanlacafetería,algohacambiado.Ningunodelostrespuededecir qué. Pero Nathaniel sabe que ha escuchado la canción de Freya conanterioridad,apesardequenohavistounvídeomusicaldeYoutubeensuvida.YFreya recuerdaalnoviodeHarun, apesardeque recibecientosdemilesdecomentarios.YHarunestáaquíhoy,conFreya,apesardequeellaesFreya.

Mientrascaminansinrumbo,Nathanielhacepreguntas tímidassobre loquehasucedidoconlavozdeFreya.Ella sehahecho lasmismaspreguntas,pero todavíanopuedeexplicar la

pérdida.LescuentaaNathanielyaHarun loquehizoeldíaanterioraquetodo se desmoronara, cómo había cantado con fuerza, demasiada fuerza,cómo se había exigido más allá de sus límites, de modo que cuando a lamañana siguiente no pudo cantar, todos pensaron que había sido por elesfuerzoexcesivo.Lehabíandado lamañana libreyunmasajeporcortesíade lamasajista personal de Hayden. Pero esa tarde fue aun peor, y, al díasiguiente,peortodavía.Yellasabíaquenohabíasidoporelesfuerzo,podíasentirlo.Estoeracomounaausencia.Estoeraloqueellahabíahechotodasuvida,loquesiemprehabíasabidohacer,yahoralaestabaabandonando,comoun alma que abandona el cuerpo después de la muerte. «No piensesdemasiado en ello», le había aconsejado su madre, pero eso suponía queFreya alguna vez había pensado en cómo cantar por primera vez. Había


cantadosuprimeranotacuandoteníaunminutodevida.Cantareraalgoquehabíahechodeformatanautomáticacomorespirar.Y,depronto,nopodía.Algunosdías,apenaspodíarespirar.—¿Cuándohasucedidotodoesto?—preguntaHarun.Freya suspira.Hace unmillón de años.Así se siente por lo cansada que

está.—Hacetressemanas.—¡Tres semanas! —exclama Harun—. Eso no es nada. ¿No pueden

esperarte?—Pueden,peronoloharán—respondeFreya—.Despuésdelaconsultaal

médico esta mañana, Hayden me ha llamado para que fuera a su oficina.Estoyseguradequeeraparadespedirme.Yporesarazónnoheido.Nomepuedeecharsinoestoyallí.—Perosolohanpasadotressemanas—repiteHarun.Parecemuyaferrado

aeso.NosabequeeltiempodeHaydensemideenoro,yquetressemanasperdidasesunacuentaqueningunodeellospuedepagar.—Heperdidomi lugar—explicaFreya—.En dos semanas irá al estudio

conLulia.—¿NopuedesgrabardespuésdeJulia?—preguntaNathaniel.—Lulia—corrigeHarun.—Bueno,Lulia.—No funciona así. —Freya está cansada de hablar de esto, cansada de

intentaradivinarcómofuncionalamentedeHaydenBooth.Quélocomplace.Quélomolesta.Quécuentacomolealtadyquécuentacomotraición.Sabe,en su interior, que él la echará. Sumadre no lo cree así. ¿Por qué alguieninvertiríaenunapersonadurantedosañossoloparaluegohacerlaaunlado?Noesunbuennegocio.PeroFreyasabeque,apesardesuafirmacióndequeel arte es personal y los negocios no lo son, conHayden, todo se trata denegociosytodoespersonal.—Escomoquesehavueltolegendario,porsuhabilidadparalanzarartistas

—lesexplicaaHarunyNathaniel—.Tieneunafórmulayfunciona.Siempreha funcionado. Por esa razón es tan quisquilloso cuando elige con quiéntrabajar.Estaspersonasdebentenercualidadesmuyespecíficas.Como talento. Y el factor X. Y hambre. Esa debe ser la fortaleza

verdaderamentesuperhumanadeHayden:sercapazdedetectarquiéntieneelhambresuficienteparahacerloquesenecesita,parasacrificarcosascomolaprivacidad,laautonomía…lafamilia.


PeronolesconfiesaesoaHarunyNathaniel.Encambio,leshablasobrelatercera reunión con Hayden, la primera después de que Sabrina fueraapartada,cuandosoloquedaronFreyaysumadre.Élhabíaexpuestotodosuplan.Necesitaríandosaños,dijo.LasHermanasKeranconocidas,peroFreyano lo era. Necesitaban convertir a los fans de las Hermanas K en fans deFreya,yatraeramuchosmásfansnuevoshaciaella.Construiríansuperfilentodas las plataformas, elegirían apariciones donde ella ganara muchacobertura,laacostumbraríanacantarenfrentedeunamultitud,aumentaríanlacalidaddesumaterial, laconvertiríanenfamosa.Entoncespodríansacarsuprimer sencillo. Después de eso, se echarían hacia atrás, generarían másmisterio,máshambre.Soloentoncesiríanalestudio.Cuandoelálbumsaliera,Haydenpredijo,suéxito,talcomoeldeLuliayMélangeantesqueella,seríainevitable.La madre de Freya se había emocionado frente a todo eso, pero Freya

estabaintranquila.Parecíaquemuchaspiezasdedominóteníanquecaerbien.¿Ysilascosasnosalíandeesaforma?Haydenparecíadesconcertadoporsuescepticismo.Yluegocomenzóuno

desusdiscursos.«¿Túpiensasquealagentelegustaelarte,lamúsica,porsugustopersonal?»habíadicho,burlándoseantelaideadealgotanindividual.«Noesmásqueposicionamiento, querida.Unoenmarca las cosasde ciertamanera.Estoesgenial.Estoesprovocador.Estoes lopróximoquequerránsaberprimero.Sihacesbieneso,notienesquehacernadamás.Tuproductonisiquieratienequesertanbuenosiloenmarcascorrectamente».Sacudiólacabeza, sonriendo, ante lo fácil que era todo. «Las personas son como laspolillas,sesientenatraídasporlaluz.Nuestrotrabajoesconvertirteenlaluzmásbrillante».—Puede que eso haya sido lo que le ha molestado —les dice Freya a

NathanielyHarun—.Notantoqueestéteniendoproblemasconmivoz,sinoque he alterado su camino hacia la inevitabilidad. —Durante un breveinstante,eseentendimientocasi lepermitesentirempatíaporHayden.Crearestrellas es lo que siempre ha hecho naturalmente, tan naturalmente comorespirar,yFreyalohaarruinadotodo—.Antesusojoshasidounatraición.—Aquílatraicionadaerestú—afirmaHarun.Freya sabemuybienque esono esverdad, pero le agradeceque lohaya

dicho.—Nodebería despedirte—continúaHarun, la voz entrecortada y urgente

—.Necesitasmástiempo.Deberíadartemástiempo.Laspersonastienenqueser pacientes con otras personas. Para entender que a veces las cosas no


suceden como están programadas, que ciertas cosas no pueden acelerarse.Quecuandopresionasaalguien,secometenerrores.Harun habla con mucha vehemencia, como si eso le importara

profundamente.ComosielcomportamientodeHaydenlohubierainsultado.Freyaseconmueve,peroesonocambianada.Hayden balancea su poder como unmazo. Puede hacer lo que quiera; si

quieresestarensuuniverso(ytodosloquieren),loaceptas.EnlascontadasocasionesenlasquelamadredeFreyaseatreveadeciralgonegativosobreHayden,lohaceenunsusurro,inclusoaunquelasdosseencuentrenasolasenelapartamento.—Deberías ir adefenderte—insisteHarun—.Pedirlemás tiempo.Tienes

quehacerlo.FreyamiraaNathaniel,quenohahechoniuncomentario.—¿Túquépiensas?—¿Quépasasitedespide?—preguntaNathaniel.Vuestrosnúmerosbajarán.Vuestrosfansosolvidarán.—Lopierdotodo—respondeFreya.

Nathanielsabeloquesignificaperderlotodo.Enrealidadsignificaperderseaunomismo.Eslopeorquetepuedepasar.Haríaloquefueraporevitarqueesoleocurraaotrapersona.—¿Quépuedohacer?—pregunta.

—¿Quépodemoshacer?—corrigeHarun.Élno sabequé significaperderlotodo,perosospechaqueestápeligrosamentecercadedescubrirlo.

Su entusiasmo —su enfado justificado— es contagioso. Hace que Freyaquierahaceralgoquenuncahasidocapazdehacer:hablarporellamisma.Solo que eso implicaría enfrentarse con Hayden a solas. Suceden cosas

malascuandoellaestáasolasconél.Peroquizásnotengaqueestarsola.—¿Vosotros vendríais conmigo?—pregunta en voz baja—. ¿Para poder

enfrentarmeaél?


Acabadeconocerlos.Ellosnosaben loqueplaneahacer.Ellanosabe loqueplaneahacer.Estávolandoaciegas.Ellosdebenverlo.Peronodudan.—Sí—responden.

Cuandollegana lasoficinasdeHaydenenelSoHo,Freyasientequeestáapuntodevomitar.—Tengoganasdevomitar—anuncia.—Puedeshacerloenmiszapatos—ofreceNathaniel.Esgracioso,peroellanoseríe,porquerealmentequierevomitar,yesmejor

notentaralasuerte.Cogen el ascensor hacia las oficinas de Hayden. Las rodillas de Freya

comienzanadoblarsecuandosedacuentadequeestáapuntodeenfrentarseaHaydenynotieneniideadequédecir.Durantesupreparaciónparatratarconlosmedios,habíaaprendidoaplaneartrespuntosdeconversaciónantesde cada entrevista, y, sin importar lo que el entrevistador preguntara, debíaresponder con esos tres puntos. Cuando la gente se desviaba se metían enproblemas,decíancosasquenopodíanretirar.Peroaquíestáella,enelascensorqueconducealaoficinadeHayden,yni

siquierahaplaneadoquédecir.Loqueesunmovimientodeamateur;noteenfrentas aHaydenBooth sin un planeamiento estratégico, una lecciónqueFreyadeberíahaberaprendido.Sedesmayará.Laspuertasdelascensorseabren.Freyatieneunrecuerdoinesperadodela

primera vez que ella y Sabrina vinieron aquí, cómo, cuando las puertas seabrieron, se habían cogido de lasmanos. Todavía puede sentir lamano deSabrina,estáseguradequesimirahaciaabajo,lasmedialunasdelasuñasdesuhermanaestaránallí.Mira.Noestán.Hasidounaideaestúpida.Nohaynadaquepuedahacerodecirquevayaa

cambiar algo. Pero luegoNathaniel coloca sumano en la parte baja de suespalda y Harun hace un gesto de «después de vosotros», sosteniendo laspuertasdelascensorabiertas,yambosladirigenconprisahaciaelvestíbulodeHayden,yantesdequepuedacambiardeopinión,laspuertasdelascensorsecierrandetrásdeella.El vestíbulo está repleto de enormes fotos enmarcadas de Hayden, esa

sonrisatorcidatantípicadeélmientrasposaparalacámaracon,bueno,todas


laspersonasimportantesdelmundodelamúsicapop.Alverlas,Harunsueltaungrititoahogado.Loqueresultagracioso.UnadelastantasasistentesdeHayden—hermosademaneraintimidante,y

con los auriculares puestos como un androide— levanta la mirada delescritorio.—Freya—diceconfrialdad—.Teesperábamosmástemprano.—Noestabadisponiblemástemprano—comentaFreya,intentandorecrear

la Freya de la narrativa que han creado para ella, la que es dura como lasuñas, despiadada como el hombre que la ha descubierto (solo hay quepreguntarleaSabrina).LaFreyaquenosesienteintimidadaporunaasistente—.¿EstáHaydendentro?—Noestádisponible—informalaasistente.—¿Estáaquí?—No.—¿Sehaidoporhoy?—Yasonmásdelascinco,peroHaydenamenudo

sequedahastatardeenlaoficina.—No,peroestaráfueraduranteunrato.Nadanuevo.—Esperaremos—anunciaHarun.Freya quiere decirle que podrían pasar horas. Hayden disfruta de hacer

esperaralagentecasitantocomoodiaesperar.PeroHarunyaestásentadoenelsillóndecuero.Nathanielestájuntoaél.

Handejadounespacioparaellaentrelosdos.FreyasesientaymiralapuertadelaoficinadeHayden.Grisplomizoconunpomobrillante.Podríaestarallí.Podría estar castigándola o burlándose de ella o solo siendo Hayden. Laprimera vez, las había hecho esperar dos horas.Las asistentes no le habíandado ninguna explicación, no se habían disculpado y ni siquiera le habíanofrecidoagua.—¿Quieres un vaso de agua? —pregunta la asistente, y Freya se siente

momentáneamentemejorporquealmenosahora(todavía)ellaesunapersonaalaqueleofrecenaguaalllegar.Soloquelaestúpidaasistentenisiquieraselaestáofreciendoaella.Leestá

preguntandoaNathaniel.—Claro—aceptaNathaniel.—¿Congasosingas?Laasistenteloestáadulando,comosiNathanielfueraalguiencasifamoso,

yFreyaentiendequeesosedebeaqueéleslosuficienteatractivocomopara


ser famoso, y esa clase de apariencia (en Nueva York, al menos) es unaprofecíarealizada.—¿Eh?—preguntaNathaniel.—¿Congasosingas?—Ehh,congas,supongo.—Enseguida vuelvo—responde la asistente sin preguntarle a Freya o a

Harunsiquierenagua,ymuchomenossilaquierencongasosingas.Laoladecelosavanzafuerte,rápidoydemanerarepentina.Freyanoestá

celosa porque aNathaniel le ofrezcan agua.Está celosa porque esa imbécilestácoqueteandoconél.Yéllepertenece.Ellaessucontactodeemergencia.Y,enesemomento,FreyasedacuentadequeyanosesientesimplementeresponsabledeNathaniel.Legusta.LasensacióndealeteoensuestómagonopuedeseratribuidaporcompletoalaideadeenfrentaraHayden.Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que sintió algo por un

chico,odesdequesepermitióquelegustarauno.NodesdeTai.Surelaciónhabía sido acordada hacía un tiempo, dos promesas cuyo poder estelarcombinado generaría un alboroto. Fingieron ser pareja, ocasionaron unrevuelomenor,aparecieronenalgunosperiódicossensacionalistas,locualerapartedelplan,yaelladeverdadlehabíagustadoél,locualnoerapartedelplan.Durmieronjuntosenlasuitedeunhoteldedosmildólareslanochequese

les había otorgado gratis a cambio de una publicación de la «pareja delmomento»enelnuevobardelaterraza.Alamañanasiguientealdespertarselo había encontrado hablando por FaceTime con su novio. El novio habíasaludado a Freya con la mano. «No te preocupes», dijo Tai. «Somos unapareja fluida y abierta». Cuando Freya se había enfadado, él se habíamostradoconfundido.«Peronoshemosdivertido,¿verdad?Yestasuiteestágenial. ¿Deberíamos sacarnos un selfie en el balcón antes de irnos?». Ellaestuvodeacuerdo.Lainstantáneaaúnerareblogueada,ylosfanstodavíalosqueríanverjuntos.LaasistenteregresaconunabotelladePellegrinoyunvaso.Unvaso.¿Enserio?Freyaseaclaralagarganta.—Ah,disculpa.¿Tútambiénquieresagua?—preguntalaasistente.Freyapreferiríacogerlabotellaymetérselaenel…—Sí—diceHarun—.Singas.—Yoigual—añadeFreya.—Está bien. Enseguida vuelvo. —Le esboza una sonrisa a Nathaniel—.

Avísamesinecesitasalgomás.


Nathanielparecedespistadopor laatención,yFreyavequenisiquierasepercatadequelaasistenteestácoqueteandoconél.Laciudadestárepletadegente que sobrevalora su talento, su apariencia, su carisma. Alguien comoNathanielesúnico.—Estoybien—ledicealaasistente.Freyaobservalapuertadelaoficina,cerrada,talcomoestabaesedía.Las

traiciones raramente ocurren al descubierto.Ha estado tantas veces allí quepuededibujarlaoficinaensumente:suescritoriodemármol,pesado,caroyfrío.Losdiscos enmarcadosde las paredes.Las fotografías de él junto a laverdaderaelitedelamúsicapop:LuliayRufusQ,quesonsusprotegidos,yotrosartistasyproductores famosos,élyKanyeyKim,élyJayandBeyyBonoyBowieyotrosaquienestienecomoamigos,o,mejordicho,aquienespuedemostrarcomoamigos.Elgrafitienmarcado.Elordenadorcubiertoconnotasadhesivas,porque—yFreyaencuentraestountantogracioso—,apesardequeHaydenesungeniocuandosetratademanipularlasredessociales,esuntecnófoboquenosabecómoutilizarsuordenador.Eneseordenadorhayunacarpetadearchivosconsunombre.Laprimera

vez que la había visto, había sentido una oleada de euforia, al igual que lahabíasentido laprimeravezquesuvídeosehabíavueltoviralocuandosuprimer vídeo de YouTube había sobrepasado el millón de visitas. Unmomentodealivio.Casihabíacruzado la líneademeta,despuésde lacualtodo estaría bien. No había sabido qué contenía esa carpeta, solo que, dealgunamanera,eraunapruebadealgo.Ahorasabeloquehayallí:básicamentetodo.Haydentieneasistentesque

seleccionancadanoticia,cadasucesodelasredessociales,cadapublicación.Además de toda su información, sus contratos, sus e-mails (y los de sumadre), y los vestigios de su voz en todas las grabaciones que tiene. Encuantoalalíneademeta,onoestácercaoesalíneasesiguemoviendo.Seponedepiedeunsalto,sabiendodeprontoyporprimeravezdespuésde

muchotiempoquéesexactamenteloquequierehacer.—Nathaniel—susurra—.Necesitoquecoqueteesconlaasistente.—¿Qué?—Coquetea.—¿Yo?¿Cómo?—Hazleojitos.Sétúmismo.Yalegustas.Solodilequehemostenidoque

irnos,ycoqueteaparaqueseolvidedehacercualquierpregunta.—SevuelvehaciaHarun—.¿Esverdadquetunovioesmifannúmerouno?


VequeHaruntitubea,unaarrugaleatraviesaelrostro,peroserecuperaconrapidez.—Sí—dice,conalgunasdudasalprincipio.Luegoconmásseguridad—.

Loes.Freya está totalmente en modo diva, pero, por primera vez, no está

actuando.Sabeexactamenteloquequierehacer.—Entoncesélquerríaquehicierasesto.Vamos.

Laasistentevuelvecondosvasosmásdeagua.Miraasualrededor.—¿Adóndehanido?—lepreguntaaNathaniel.Nathaniel se queda paralizado. Freya le ha ordenado coquetear. No sabe

cómocoquetear.Unavezlohizo.Debióhaberlohecho.Recuerdalaschicas,lasnovias,peroesofuehacemuchotiempo,antesdequesevolvierasalvaje.Pero coqueteará porque Freya se lo ha ordenado, y si ella le pidiera quehicieralaverticalygraznaracomounpato,éltambiénobedecería.—Sehanido—lemientealaasistente,y,porsiacaso,batealaspestañas

—.Peroyosigoaquí.Ellalesonríe.Sehumedeceloslabios.—Siguesaquí.Quizássísepacómocoquetear.

Freya ha decidido borrarse del ordenador de Hayden. Es un movimientosimbólico. Comprende lo que eso significa. Pero es necesario de todasmaneras. Hayden lo entenderá. Freya no puede perder una carrera que serehúsaacorrer.Élnolapuededespedirsiellarenuncia.Sedirigedeinmediatoalordenador.Haceclicconelratónylapantallase

ilumina.NotienecontraseñaporqueunavezaHaydenselehabíaolvidadoyle había llevado veinte minutos enteros encontrar a una asistente, y perderveinteminutosdeHaydenesunpecado.Tiene el calendario abierto en la pantalla. El bloque de las semanas a

principiosdelmestienensunombreencadaunodelosdíasylamayoríadelasotrascitasbloqueadas—sumadreteníarazónacercadeladevociónquelesentregaasusartistas,siempreycuandosecomportensegún loesperado—,perolasúltimasdossemanashansidoactualizadas,yloshuecosqueellaha dejado en el calendario han sido reemplazados con facilidad. En dossemanas,despuésde susemanaen la islaprivada,eselnombredeLuliael


que bloquea el calendario. Freya está segura de queLulia ocupará sus seissemanascompletas.Nodejaráhuecos.Primero, Freya se borra a sí misma del calendario. Borra la sesión de

grabación.Borralaconsultaconelmédicodeldíadehoy.Loborratodo.—¿Quéestáshaciendo?—preguntaHarun.—Nada. Solo avísame si viene la asistente, ¡y mantente en silencio!—

susurra.Freya cierra el calendario. El fondo de pantalla de Hayden es Lulia, por

supuesto. Es como si Hayden hubiera sabido que Freya iba hacia allí yhubiera decorado su oficina para jugar con su mente. En el escritorio hayvarias carpetas, cada una con el nombre de los artistas con los que trabaja:Lulia,Mélange,RufusQyFreya.Abresucarpeta.Dentroestátodo.TodoloquelehadadoaHayden.Ytodo

loqueélhacogidodeella.

—Meresultasconocido.¿Eresmodelo?—lepreguntalaasistenteaNathaniel—.¿Actor?—Ehhh,¿no?—Podríasserlo.—Ehh, ¿gracias?—Y porque tiene que estar coqueteando, sonríe con lo

queélpiensaqueeslasonrisamásseductoradeunactorounmodelo.—Podría sacarte algunas fotos si quieres. Es lo que hago, soy fotógrafa.

Esto—señalasuescritorio—esalgotemporal.—Lamayoríadelascosasloson—diceNathaniel.Laasistenteseríe.Nathanieltambiénríe,aunquenolohadichoamodode

broma.—Meencantantusojos—comentalachica—.¿Porquélostienesasí?Nathanielnuncalehacontadoanadielahistoria,peroduranteuninstante

se imagina cómo sería explicar lo que realmente le había pasado, no solocómo perdió el ojo, sino por qué. Cómo ha sido vivir en esa casa en elextremo del bosque con su padre. La comunidad de dos. Echa un vistazohacialaoficina,dondeestánHarunyFreya.Seimaginacontándoselo.Vuelveaposarlamiradaenlaasistente.—Heterocromía—miente—.Esgenético.


—¿Quéestáshaciendo?—preguntaHarun, espiando lapantallapor encimadelhombrodeFreya.—Meestoyborrandoamímismaantesdequeélpuedahacerlo.—¿Estásqué?—Estoyborrandotodosmisarchivos.Exceptouno.—¿Cuál?Mira la pantalla mientras Freya busca entre cientos de archivos: PDFs,

JPEGs,vídeos.—Lacopiamaestra.—¿Quéesunacopiamaestra?—Lasgrabacionesoriginales,antesdequesemezclelacanción.—¿Paraquélasquieres?—Nolasquierotodas.Solouna.—¿Porqué?—Porquemepertenece.Siguebuscandohastaquelaencuentra.Elvestidoblanco.ptx.Bingo.—¿Sabes cuál es la mejor forma de transferir un archivo y borrarlo por

completo?—lepreguntaaHarun.—Sí,pero¿esonoesrobar?—Técnicamenteesmáscomohackear.—Sitepertenece,¿porquénopuedessimplementepedirqueladevuelvan?—No funciona así.Hayden es el dueñode las copiasmaestras.Tiene los

derechos. Es el dueño de todo.—Ese era el acuerdo que habían firmado.Freya recuerda estar sentada en esa enorme sala de conferencias: Freya, sumadre,Hayden,elequipodeabogados.Eranlosabogadosdeladiscográfica.EranlosabogadosdeHayden.«¿Nodeberíamostenernosotrasunabogado?».Freyalehabíapreguntadoasumadre.«Nosotrossomosvuestrosabogados»,habían respondido los abogados de Hayden. «Nosotros, los creativos,debemospermanecerjuntos»,habíadichoHayden.Freyaobservalaleyendaenlapared.Elarteespersonal.Losnegociosno

loson.NopodíadecirqueHaydennoleshubieraadvertido.El resto de las canciones se las puede quedar y utilizarlas para lo que

quiera,descartarlas,reutilizarlasparalapróximachicaprometedora.Peronoestacanción.Estacanciónleperteneceaella.Abreele-maileintentaadjuntarelarchivo.Harunlaobserva,sindeciruna

palabra.


Harunesuncobarde.¿Cuántasvecestienequedecirlo?Eslaclasedecobardeque destroza corazones. La clase de cobarde que permite que su familiaparticipe en un engaño gigantesco. La clase de cobarde que no irrumpe demaneracasualenlasoficinasdehombrespoderososcomoHaydenBooth.QuiereayudaraFreyadecualquierformaquepueda,peroinclusolohace

porrazonescobardes.PararecuperaraJames.Poresemotivohadichoquesíatodoesto.¿Perorobar?Harunesunbuenchico.CuandoSaifserebelóynoquisoir

más a la mezquita, Harun había seguido yendo. Cuando Saif había hecholloraraAmmiporcasarseconunachicablanca,HarunhabíahecholoposibleporevitarqueAmmillorara.Porqueesunbuenhijo.Peroaquíestáél,participandoenundelito.¿Quépasaríasi loarrestaran?

¿Quépensaríalagente?¿Quédiríansuspadres?¿Loseguiríanqueriendo?

El archivo es demasiadopesado.No lopuede adjuntar.Freya sabequehayquecomprimirlosarchivosoalgoporelestilo,peronorecuerdacómo.Harunsimplementelaobserva.—¿Meayudarásono?—pregunta.

HarunseimaginaaAbuyendoalaestacióndepolicíaabuscarlo,elarrestoporrobo,grabadoensusantecedentes.Lavergüenzaenlosojosdesupadre.Aunquesiloarrestaran,nopodríasalirmañana.Tendríaunaexcusaparano

subiraeseavión.Unavezmás,uncobarde.

Freyasientecrecersufrustración.Intentaadjuntarelarchivoaune-mailunavezmás.Cuandoesonofunciona,golpealamáquina.—Mierda—protesta.

HarunobservaaFreya,sabiendoquenofuncionará;elarchivoesdemasiadopesado,y,decualquiermanera,quedaríaunacopiaenlacarpetadeenviados,einclusosiellapiensaeliminaresotambién,lahuelladigitalpermaneceráenelservidor.


En su interior se encuentra ansioso a causa de la frustración y laimpaciencia, y al ver la expresión de Freya, entiende que está sintiendoexactamentelomismoqueella.Loestásintiendoennombredeella,comosiduranteun instante sehubiera apartadode suspropiosproblemasyhubierasaltadoalosdealguienmás,yfrancamente,esunalivio.Enparticularcuandoesteesunproblemaquepuederesolver.Freya intentaunavezmásadjuntarelpesadoarchivo.Estavez,Harun se

interponeentreellayelordenador.—Debeshacer las cosasde la formacorrecta—dicecogiendo su llavero,

quecontienelasllavesdesucasa,unaidentificaciónparalauniversidad,ylapequeñamemoriaUSBquehabíacompradoexclusivamenteparaalmacenarfotografías,e-mailsylosmensajesdeJamesenunlugarseguro.Peronuncalohizo.Teníademasiadomiedodequealguienlodescubriera,demodoquelamemoriaseencuentravacía.Insertalamemoriaenelpuerto.Elsonidodelasrisas,larisadeNathaniel

entremezclada con la de la asistente, viaja desde el vestíbulo y atraviesa lapuertacerrada.—Parecequeestácoqueteandobien—comentaHarun.Freyafrunceelceño,yHarunsesientemal.Ahoraquesehaapartadodesí

mismo durante cinco segundos, se da cuenta de que algo ha estadochisporroteandoentreesosdosdurantetodoeldía.—Notepreocupes—añade—.Tútambiénlegustas.—¿Esocrees?—preguntaFreya,yeldeseodesusojosestanfamiliarque

Harunyanoestásegurodesieseldeseodeellaoelbombeodesuspropiasvenas.Suena un teléfono: la extensión de la oficina deHayden, así como la del

escritoriodelaasistente.Freyaechaunvistazoalidentificadordellamadas.—EselmóvildeHayden—susurra.—Silaasistentenosabequeestamosaquí,éltampoco—aclaraHarun,de

prontoinvadidoporunaconfianzatranquila.—Nocontaríaconeso.Haydenlovetodo—afirmaFreya.—Nadie lo ve todo. —Hace una pausa durante un instante—. Excepto

quizásDios.—HaydenesDios.—Laluzenelteléfonoparpadea—.Dateprisa.

Mientraslaasistenteestáalteléfono,NathaniellaescuchamencionaraFreya.


—Haestadoaquí,peroyasehaido.—MiraaNathanielconunaexpresiónuntantosuspicaz,yélesbozasusonrisamásradiantehastaahora—.No,nodijoquéquería.—Unapausa—.Sehaidosinesperar.Yonolacontrolo.—Unquejidoaladefensivaensuvoz—.Estábien,estábien.Haréqueregrese.—CuelgaelteléfonoymiraaNathaniel,queyanosonríe—.¿Adóndesehaido?Quizásnoseabuenocoqueteando,peroesunmentirosoexperto.—Noestoyseguro.—Cogesuteléfono—.Déjamellamarla.—Sedisculpa

ysedirigealasaladeesperayllamaalúniconúmeroquetienealmacenadoensuteléfono.«Dimealgobueno»,dicesupadre.—Ey, soy yo—anuncia Nathaniel. Le habla al vacío, como ha hecho a

menudoen lasúltimassemanas.Soloquenopareceque leestéhablandoalfantasma de su padre. Porque en su mente, le está hablando a Freya y aHarun.

—¿Cuántotiempomás?—preguntaFreya.—Nomucho.Estoytransfiriendoelarchivo.Freyaobservaelprogreso,impacienteantelapantalla:10porciento,18por

ciento.26porciento.Sucorazóncomienzaaacelerarse.43porciento.—Vamos—ledicealordenador,quehacecasoomiso.Laluzdelteléfonodelaoficinaseapagayluegoseenciendeunavezmás.68porciento.—Vamos—ruega.—Esunordenador—advierteHarun—.Nopuedeentenderte.Elordenadoralcanzael73porcientoyluegosedetiene.—¿Quéhapasado?—preguntaFreya—.¿Sehainterrumpido?—Nosehainterrumpido.Soloestáprocesando—informaHarun.—Hazqueprocesemásrápido—chillaFreya,ylepropinaunbuengolpeal

ordenador.—Debeshacerlascosasdelaformacorrecta—repite.Lapantallamuestrael80porciento.—Estoycansadadelaformacorrecta—protesta.93y100.Freyaselanzasobrelamemoria.


Élladetiene,expulsalamemoria,lecolocalatapayvuelveaengancharlaensullavero.Freyaarrastralacarpetahacialapapelera.—Nodeesamanera—diceHarun.Abrelacarpetayenlugardearrastrarla

hacia la papelera, elimina los contenidos y deja el nombre de la carpetaintacto. Hace una búsqueda de carpetas con el mismo nombre y repite elprocesoconunaversiónalmacenadaenlanube.Freyavequeelnombredelacarpetaapareceenelbuscador.—Pensabaquelahabíaseliminado—sequejaFreya.—Lohehecho.Estaesunacarpetafantasma.Heeliminadoloscontenidos

perohedejadolacarpetaahí.—Harunsonríe—.Paraevitarsospechas.Freyatieneprisa,perosetomaunossegundosparaobservaraHarun.—Eresbastantemalvado,¿verdad?Harunsepermiteesbozarunasonrisaínfima.—Notehacesunaidea.

NathanieltodavíaestáhablandoconFreyaporteléfonocuandoellayHarunsalendelaoficina,riendo,victoriosos.—¿Qué…?—preguntalaasistente.—Ah,ahíestán—diceNathaniel,colgandoelteléfono.—¿Quéestábaishaciendoahídentro?—inquierelaasistente.Freyanoresponde.CogelamanodeNathaniel.—Nostenemosqueir—anuncia.—¿Sabías que estaban ahí dentro?—le pregunta la asistente aNathaniel.

LuegosegirahaciaFreya—.AHaydennolegustaráesto.—Ay, bueno—dice Freya, cogiendo lamano deHarun y conduciéndolo

hacialazonadelosascensores.—¿Quédeberíadecirle?—preguntalaasistente.Harun presiona el botón del ascensor. Justo cuando las puertas se abren,

Freyasegirahacialaasistente.—Dilequeelarteespersonal.Losnegociosnoloson.—Ylaspuertassecierran.Lostresdescienden,

cogidosde lasmanos,cadaunodeellosexperimentandoalgoquesolohorasantescreían imposible:

felicidad.


5

FelicidadCorren hasta que están a varias calles de la oficina de Hayden, no porquepiensen que alguien los esté siguiendo, sino porque incluso con unaconmoción cerebral y un talón herido, sienta ridículamente bien estarcorriendo por la calle, cogidos de las manos, una cadena de tres, riendomientrashacenquelospeatonesirritadossalganvolandocomopalomasparaevitarlos.Giranhacialaderecha,atraviesanunparque—sisepuedellamarparquea

un grupito de bancos y un campo de béisbol— y entonces Nathaniel sedetienedepronto, lanarizmoviéndosecomosiolieraunpartidodebéisbolimprovisado.Losequiposestáncalentando,lopuedeasegurar.Elpitcherhaceun lanzamiento en caída y el bateador golpea la bola fuera del campo dejuego,haciaellos.Siguiendosuinstinto,Nathaniellevantadeprontoelbrazoizquierdo,despuésdeverensumentelajugada,antesdequesuceda.Elgolpedelcuerocontrasupalmasuenacomounbeso.Solocuandomirahaciaabajosedacuentadequehaatrapadoel fouldel

partidodeunosextraños.—Losiento—grita,observandoconasombrolabolaensumano,incapaz

decreerquelahayaatrapado.Perolohahecho.Yelpitcherestáesperando,demodoque,graciasaquesumemoriamotorasehaceconelcontrolunavezmás,lanzalabolaconunapunteríatanperfectaqueelpitchersolotienequelevantarelguanteparaatraparla.—Gracias—vocifera el pitcher, corriendo hacia donde se encuentran los

tres—.¿Juegas?—lepreguntaaNathaniel.—Jugaba.


—Genial,genial.¿Veisaesostiposdeallí?—Haceungestoconelmentónhacia un grupo de jugadores situados en un lateral del campo. Son másgrandesyllevanpuestasunasimpecablescamisetasarayas,alcontrarioquelos equipos que están jugando, unos chicos de unos veintitantos que vistenropadecalle—.SonlosdelaLigadeAbogados.Estánintentandoquitarnosel campoporquenos faltanalgunos jugadoresy se suponequenodebemosocuparelcamposinlosequiposcompletos,peroelhechoesquesíestamoscompletos, solo que algunos de los nuestros llegarán tarde.—Extiende sumanoderechaysetocaelpechoconlamanoenguantada—.SoyFinny.Nathanielleestrechalamano,sepresentayluegohacelomismoconFreya

yHarun.—¿Cuántososfaltan?—Tres de nuestro equipo, están todos atrapados en el mismo atasco.

MalditoMTA.—Finny sacude la cabeza—. Estamos jugando con algunosjugadoresdemenosenlazonadelosjardines,peroellosnosestánrespirandoen lanuca.—Echaunvistazo aNathaniel,HarunyFreya—.Vosotros soistres.¿Queréisentrarhastaquelleguennuestrosjugadores?Nathanielnohajugado,nohaqueridojugardesdeesedía,casicuatroaños

atrás,cuandosuentrenadorloinvitóapracticarunasjugadas.Perohoysíquequiere.—¡Sí!—respondeNathanielenfáticamente.—¡No!—respondenFreyayHarunconelmismoénfasis.Nathaniel no quiere ser insistente. Pero se muere por jugar. La mano

todavíalecosquilleaacausadehaberatrapadolabola.—Ytútampocodeberíasjugar—agregaHarun—.Elmédicohadichoque

nodebíashaceractividadfísicaenexceso.—Estoybien—respondeNathaniel—.Mejordeloqueheestadoenaños.

Yvosotrosdoshabéisdichoqueelmédicoeraunincompetente.—Asíquejugarás—diceHarun.—Nosivosotrosnojugáis.—Yonojuegoalbéisbol.Juegoalcríquet—señalaHarun.—¿Enquéposición?—preguntaNathaniel.—Wicket-keeper.—Noestandiferentealadecatcher,¿verdad?—Nathanielsevuelvehacia

Finny—.¿Necesitáisuncatcher?—Loquesea. Jugamosacambiodecerveza,asíque lasexpectativas son

muybajas.Además,habrácervezaganemosoperdamos.


—¿Porquésabesjugaralcríquet?—lepreguntaHarunaNathaniel—.Losnorteamericanosnuncasabendecríquet.—ViundocumentalsobreunequipodeAfganistán.—¿Has vistoEl peso del pasado?—pregunta Harun—.Me encantó esa

película.Nathanielasiente.—Ytambiénladelequipoantillano.Mipadreatravesóunaetapaobsesiva

conelcríquet.Lollamóelúnicodeportedecaballeros.

El padre deHarun suele decir lomismo.Muchas veces dice que el críquetenseñalasreglasdecivismo.«Sineso,lasociedadsedesmorona».Harun intentó enseñarle las reglas a James una vez, en un día

particularmentefeodefebrero,peroJamesnoqueríasabernadadecríquet.NisiquieradespuésdequeHarunleenseñarafotosdeShahidAfridi,nisiquieradespuésdeverlasfotosdeImranKhandejoven.Harun no quiere jugar al béisbol. Pero Nathaniel sabe de críquet. Se

imaginaalpadredeNathanielyasupropiopadreteniendounaconversaciónsobreesotomandoelté.—El problema es que, en realidad, no sé cómo jugarmás allá de lo que

aprendíenelcolegio—admiteHarun.—No te preocupes. Te pondremos como catcher —dice Finny—. Solo

tienesqueatraparlabolaylánzamelaamí.Harun se enfrenta a ser humillado, o ser el objeto de las risas, o a

estropearlo todo.PeroNathaniel nohapedidonada en todo el día.Y sehasentido muy bien al haber hecho algo por Freya antes. La cobardía y elegoísmosonagotadores.—Mira,enrealidadnonosimportasinojugáisbien—aclaraFinny—.Solo

necesitamosgenteenelcampohastaquelleguennuestrosjugadores.HarunsevuelvehaciaFreya.Esatodoonada.Noestásegurodecuándoha

sucedidoeso.Peroesloquehay.

—Ah,no—diceFreya—.Nomemiréisamí.Yonohagodeporte.Yohagomúsica.Hacíamúsica.—Noloharésitúnolohaces—aclaraNathaniel.


—Tepondremoscomooutfieldercentral—le indicaFinnyaNathaniel—.Túirásalcampoderecho—lediceaFreya—.Éltecubrirá.—Peronotengo…¿cómosellama?¿Guante?—Nosotrostenemoselequipamiento.—Pero soyzurda—diceFreya, recurriendoa laversióndebéisboldeun

paseAveMaría—.¿Nonecesitounguantedistinto?—Tenemosguantesparazurdos.Nathaniel, Harun y Finny miran a Freya con ojos de cachorro, un triple

golpebajo.—Noesjusto—protestaFreya—,ponertantapresiónsobremí.—Peroestá

sonriendo.—Acabodecometerundelitoporti—lerecuerdaHarun.—Y yo he coqueteado con esa asistente espantosa por ti —agrega

Nathaniel.—Y,ey,yoacabodeconocerte,peromeestaríashaciendoungranfavor—

añadeFinny.—Así que la asistente era espantosa, ¿verdad? —le pregunta Freya a

Nathaniel, completamente avergonzada por cuánto la complace esa críticamaliciosa.—Nohasidosuculpa—aclaraNathaniel—.Soloesqueellanoeratú.Yconesoessuficiente.Freyaestáperdida.Iríaahacerparacaidismosiél

se lo pidiera, y a ella la aterran las alturas. Unos minutos más tarde, estáirreconocible, llevapuestoundesgastadoguanteparazurdosyunagorradebéisbol ajena. Situada en el jardín derecho, se pregunta: «¿Cómo heterminado aquí?». Solo que no está pensando en el campo de juego,específicamente,sinoaquíconHarunyNathaniel.Ytambiénenelcampodejuego.Nuncahajugadobéisbolensuvida.«¿Cómohe terminadoaquí?», sepreguntaunavezmás.Pero la respuesta

noimporta.Loqueimportaesquelohahecho.

MientrasHarun está de cuclillas detrás delhome, su teléfono vibra con unmensaje.Lacenaensuhonornocomenzarátodavía,peroAmmisiempreseponenerviosasinollegaporlomenosmediahoraantes.Puede imaginarse a toda su familia sentada alrededor de la mesa del

comedor,lamesaagrandadaparaquequepantodosellosyparalosmúltiplesplatosqueAmmihaestadopreparando.Ammicaminarádeunladoaotro.Nosedetendráhastaquetodosesténsentadosycomiendo.Cuantomáslargasea


su ausencia, más rápido caminará ella.Mirará el reloj sobre la repisa y seretorcerá lasmanos. «Fikar ne kero», le diráAbu. «No te preocupes». Lostrenesvanconretraso,eltráficoeslento,loschicospierdenlaconscienciadeltiempo.Esocontinuaráhastaquepasedemasiadotiempoparaquelasexcusassean creíbles, e incluso el rostro de Abu comenzará a evidenciarpreocupación.—Somos un equipo completo ahora—les está diciendo Finny al furioso

equipo de abogados con uniformes de rayas—.Así que ya podéis largaros.Estecampoesnuestrohastalassiete.El teléfono de Harun vuelve a vibrar. Finny vuelve dando zancadas a la

posicióndepitcher.—¿Estáslisto?—legritaaHarun.—No.—Prepárate.—Finnysonríe.

—¿Sabesqueno tengoni ideade loqueestoyhaciendo?—lediceFreyaaNathanieldesdesuposiciónseguraeneljardín.—Yotecubro—aseguraNathaniel.Freyasabequeestáhablandodebéisbol,pero,detodasformassienteque

unacalidezlainvade.—Tetomolapalabra.

Nathanielse loestápasandodemaravilla.Norecuerdalaúltimavezquesedivirtiótanto.Elaromadelcésped,latierra,elsonidoparticularquehacelabolacuandochocaconelbate.Hacequetodovuelvaalavida.Nisiquieraimportaquelesesténganandoporgoleada;elequipocontrario

llevaventaja, cubre todas las bases, completa algunas carreras antesdequeellospuedanlogarunout.Cuandounamujerfornidapisaelhome,Nathanielve que la bola se dirige hacia ella casi antes de que suceda, con lamismaclaridad inexplicable con la que antes, cuando ha escuchado la canción deFreya,hasabidoque,dealgunamanera,estabadedicadaaél.Demodoquetambién sabe que la jugada será un fly e irá directamente hacia el jardínderecho,directohaciaFreya.Antesdequeelbategolpee labola,élyaestáyendohaciaFreya,quien,cuandovelapelotaviajandohaciaella,seinclinaunpocoyestiraconindecisiónsumanoizquierda,singuante,paraatraparla.


Nathanielsabequesellenarádemagulladurassilaatrapayaplastarásurostrosinolohace.Seacercapordetrásdeella.—La tengo—grita,pasaunbrazoalrededordesuhombro,atrapa labola

confacilidadyselalanzaalatercerabaseatiempoparatocaralcorredor.—Buenajugada—vociferaFinny.—Sí,muybuena—diceFreya.—Cuandoqueráis—respondeNathaniel.Unamaravilla.Unatotalmaravilla.¿Cuántotiempohapasadodesdequebalanceóunbate?¿Desdequeatrapó

una bola alta? ¿Desde que sintiómariposas en el estómago por una chica?Cuandoregresóalinstitutoconelparcheenelojo,suscompañerosdeequipolotratarondemaneraamableperofría.Yanobromeabanasualrededor,yano lo invitaban a salir los viernes por la noche. Él iba a todas losentrenamientos,perosesentabaenelbanquillo.Cuando le colocaron su prótesis ocular temporal—que se transformó en

permanente por defecto— su entrenador lo invitó al campo, solo ellos dos,para practicar unas jugadas. Nathaniel atrapó con facilidad los primeroslanzamientos,peroluegoelentrenadorlanzóalgunasbolasmásaltasyhaciala izquierda.Nathaniel estiró lamano enguantada hacia donde pensaba quedebíairlabola,perosuguantepermanecióvacío.Esosucedióunayotravez.Losmédicos le habían advertido que su percepción de la profundidad se

veríaafectada.Quealgunascosas,comobajarlasescaleras,seríandifíciles,yotras,comoverpelículasen3-D,serían imposibles,pero,conel tiempo, suojobuenoaprenderíaacompensar.Élledijoesoasuentrenador.Yprometiópracticardíaynoche.—Estoyperdiendoacasitodoslosjugadoresmásfuertesesteaño—dijoel

entrenador—. Esta quizás sea nuestra última oportunidad de ganar elcampeonato en un tiempo.—Miró aNathaniel y no dijo nadamás.No fuenecesario.Nathanielsediocuentadeloqueseesperabadeél.—Todo está bien —le dijo al entrenador. Les dijo lo mismo a sus

compañerosdeequipocuandoanuncióqueseretiraba. Intentóno tomárselodeformapersonalcuandotodoslocreyeronsinreparos.Ahora le roba miradas a Freya como alguna vez robó bases. Tiene la

habilidad suficiente para que ella no se dé cuenta, pero cuando Finny grita«¡Muévete,fielder!»justocuandounabolabajapasaatodavelocidadjuntoalsegundo base, él se da cuenta de que no ha estado prestando atención alpartido en absoluto. La bola va directamente hacia Freya, demasiado tardeparaqueNathaniellaintercepte.


PeroFreyaestavezrecogelapelotaconsumanoenguantada.—¡Lohice!—grita,volviéndosehaciaNathaniel—.¿Yahoraqué?—Tíramela—responde,trotandohaciaella.FreyahaceunlanzamientobajoqueNathanielatrapaconfacilidad.Élgira,

lanzalabolamásalládeFinny,directamentehaciaHarun.Dosjugadoreshanllegado al home, y el tercero está dirigiéndose allí, y Finny espera queNathaniellelancelaboladevuelta,peroNathanielsabequehoytodosellostienenunasuertemágicadesu lado,demodoque le lanza labolaaHarun,seguro de que la atrapará, y lo consigue iluminado desde atrás por el solponiente.—¡Out!—gritaelárbitro.—¿Lohemosconseguido?—preguntaFreya.—Lohemosconseguido—respondeNathaniel.Freyavitoreayhaceunpequeñobailecitodetriunfo.—¡Bien,Harun!—ChocaloscincoconNathaniel,yahorasumanoderecha

cosquilleatantocomolaizquierda.—¡Ja!—gritaFinny—.¡Ahílotenéis!—¿Tenemosqué?—diceelcapitándelotroequipo—.Ganamosporcuatro.—¡Ahí lo tenéis de cualquier manera! —responde Finny, y luego,

envalentonado por algún poder mágico, procede a dejar fuera al próximobateador,yesossontresouts.Eselturnodeellosparabatear,FreyayNathanielocupansusasientosenel

banquillo.HarunsesitúajuntoalcercodetelametálicayconversaconFinny.—Notendréquebatear,¿verdad?—preguntaFreya.—Hayungrupodebateadoresdelantedeti,asíquenotepreocupes—dice

Nathaniel.—Porquenosébatear.—Tepuedoenseñarsiquieres.—Quizás acabe golpeándote la cabeza. De nuevo. Ocasionándote una

segundaconmocióncerebral.—Correréelriesgo.Sedirigenalabolsadebates,yNathanielbuscaensuinterior.—Primero,necesitaselbatecorrecto.—¿Cuáleselbatecorrecto?—Para ti —dice, tomando uno delgado de madera— tiene que ser un

LouisvilleSlugger.Leentregaelbate,yellalosujetacomosiestuvieraintentandoapagarlo.


—Relájate—aconseja Nathaniel, y se sitúa detrás de ella—. Coloca lasmanosunaunpocomásarribadelaotra,alineandolosnudillos.—Larodeaparaajustarlaposicióndesusmanosyenvuelvesucuerpoalrededordeldeella.—¿Así?—preguntaFreyaconlavozacelerada.Suagarreescorrecto,peroélnoquieresoltarla.Estádemasiadocansadode

dejarir.—Sí,así.Ahoraseparalaspiernas.—Engeneralloschicosmeinvitanacenarantesdedecireso.La erección de Nathaniel es inmediata, tan rígida como el Louisville

Slugger.SeapartadeFreyaparaqueellanolaperciba.—Aestadistancia.—Nathaniel ledaunempujoncitoa lospiesdeFreya,

deseandoque suereccióndesaparezca.Nohabía sentidoalgoasídesdequeteníatreceaños—.Eltrucoesrelajarse.Noteanticipes,recibelabola.—Recibe la bola —bromea Freya—. ¿Estamos jugando al béisbol o

teniendo…?—Nathaniel—interrumpeFinny—.¿Quieresbatear?¡No!Nathanielnoquierebatear.Quiere llevaraFreyahaciaesegrupode

arbustos, arrancarle la ropa y acercarse tanto a su piel cálida que no quedeespacioentreellos.Luegolainvitaráacenar.—Toma, aquí tienes el Slugger —dice Freya, entregándole el bate a

Nathaniel,y,apesardequeesmuyligeroparaél,locogeporquenoquierenegarlenadaaestachica.Sesitúaenelhome,eldeseotamborileandoensucuerpo.Elpitcherlanza,

la trayectoriade labolanoes lacorrecta.Nathanielpodríaapartarseyseríauna bolamala, pero, en lugar de eso, batea fuerte.Necesita hacer algo contodoeldeseoyanheloquehabíapensadoquehabíanmuertoenél,peroquesoloestabandormidosy ahora le estánprovocandounaerupciónvolcánica.Labolaproducesucaracterísticosonidoysaledisparada.Homerun.Porsupuesto.

Los tres jugadores que faltaban aparecen al final de la tercera entrada, yFreya,NathanielyHarunsondespedidosconunaluvióndeagradecimientos,doscervezas,unaCoca-Colayunainvitaciónparavolverlapróximasemana.—Volveríasivosotrostambiénlohacéis—diceFreya—.Hasidodivertido.

—Pero recuerda que Nathaniel no es de por aquí. Es un turista que va areunirseconsupadre—.¿Túestarásporaquílapróximasemana?


—Es posible —responde Nathaniel, encogiéndose de hombros mientrasabreunacerveza.Laespumalebañalasmanos.Selamelosdedos,yaFreyalaasaltandiezmilpensamientossuciosacerca

deloquelegustaríahacerconellos.Peroantesdehacerotraestúpidabromasexual, bebe un gran trago de cerveza y deja escapar un eructo igualmentegrande.NathanielyHarunlamiran,ambosprofundamenteimpresionados.—Mihermanayyo solíamoshacercompetenciasdeeructos—explica—.

AunqueconFanta,noconcerveza.Siempreganabayo.—Nolodudaba—diceHarun.—PodíaeructarJingleBells,ABC,elCumpleañosfeliz.Mmmm.Quizássi

nopuedocantardeverdad,puedocantareructando.—Freyabebeotrotragode cerveza—. ¿Se puede tener una carrera como eructadora cantanteprofesional?—Esprobable—respondeHarun—.Existenlosquesegananlavidacomo

devoradoresprofesionalesdeperritoscalientes.Asíque,¿porquéno?—¿Devoradoresprofesionalesdeperritoscalientes?—preguntaNathaniel.—Compiten. Hay un gran desafío todos los cuatro de julio —comenta

Freya—.Esejaponéssiempregana.—No—corrigeHarun—.Fuedescalificado.—¿Enserio?—preguntaFreya.—Sí.—Me estáis gastando una broma—se quejaNathaniel, riendo—.Eso no

puedeexistirdeverdad.—Escierto—afirmaFreya—.Demodoquequizáshayaesperanzaparamí

y mi carrera como eructadora después de todo.—Bebe otra vez e intentaeructarelABC,peroloúnicoquelesaleesunapatéticaydébilA—.No.Nisiquierapuedocantareructando.Loschicoslamiranconunagentilezaqueescasiinsoportable.—Estoysegurodequevolverásacantar—diceHarun.—¿Sí?—preguntaFreya—.Porqueyonoloestoy.—¿Robarlacanciónnohaayudado?—preguntaNathaniel.Freyasuspira.Sabequesi lavidafueraunapelícula,habríabajadoenese

ascensor cogida de las manos de Harun y Nathaniel, y, tan pronto comohubierasalidoporlapuerta,fueradelasgarrasdeHayden,habríaestalladoenunacanción.Ytodoshabríanbailado.Haciendomanosdejazz.Pero sabe que la vida real no funciona así. Lo que sea que ha estado

obstruyendosugargantadurantelasúltimassemanastodavíaseencuentraahí.


—Haayudado—señalaFreya—.Peronodeesaforma.—¿Qué vas a hacer?—pregunta Nathaniel. Freya comienza un discurso

sobresusfans,ganardineroytodoporloqueellahatrabajadotantocuandoNathaniellainterrumpe.—NomerefieroasiHaydentedespide.¿Quéharássinopuedescantar?Vuestrosnúmerosbajarán.Vuestrosfansosolvidarán.Peroesonoeslopeor.Esonoesloquelaaterraoloquelaimpulsa.Nunca

lo fue. A pesar de toda su experiencia con la fama, Hayden nunca lo haentendidorealmente.QuizáseslacervezaolaadrenalinaolaformaenlaqueHarunyNathaniel

hanreaccionadocuandoellahaperdidoelcontrolenlacafeteríaolamaneraen la que la miran ahora. O tal vez es esa sensación, que ha estadovolviéndosemásymásintensaalolargodeldía,lasensacióndequeconoceaestosdoschicosdesdesiempre,apesardeque loshayavistoporprimeravez hoy mismo. Pero algo le da coraje. O quizás esperanza. O tal vez laesperanzaleestédandocoraje.Encualquiercaso,respirahondoydejaescaparalmonstruo:—Sinopuedocantar,sinopuedohacerloquemegustahacer,porloque

mequieren,mequedarésola.Yahíestá.Alfinlohadicho.Sumayormiedo.

Elmayormiedodetodos.

—Noestarássola—señalaHarun—.Tienesmuchosfans.—Esono es amor—aclaraFreya—.Esono esduradero.Te aseguroque

conel tiempo (meses, tal vez años) si dejode cantar, inclusomis fansmásfervorososperderánelinterés.—Haruncomienzaaobjetar,peroFreyaignorasu protesta—.Respóndeme con sinceridad. Tu novio, que es tan fan demimúsica,¿creesqueaúnmequerríasinopudieracantar?¿Creesquealguienloharía?

AHarunlegustaríadecirleaFreyaqueJamesnuncadejaríadequererla.PerosiJamespuededejardequererloaél,¿quiénesélparaafirmarlo?Lagentedejadequereraotrostodoeltiempo.


—Yotequerríainclusosinopudierascantar—declaraNathaniel.

ElcorazóndeFreyasedetiene.Oquizásempiezaalatir.—¿Loharías?

Ya lo hago, piensa Nathaniel. Pero eso es una locura. Ese es su padrehablando,oelhombresalvajeyhambrientoqueviveensu interior,asíqueunavezmás,permaneceensilencio.

Harunpiensaqueéltambiénlaquerría.NoporqueseafamosaoporquepuedaayudarloarecuperaraJames,sinoporqueellaesella.Deberíadecirlealgo—algoreconfortante—,peroestádemasiadodistraídoporculpadesuteléfono.Estávibrando,losmensajessoncasiconstantes,laurgenciadeAmmiestanprofunda que puede ver sus hombros encorvadosmientrasmira la pantallacon los ojos entrecerrados, tocando las letras con sus dedosmanchados detinta.¿ESTÁSBIEN?¿Dóndeestás?Si Harun y Nathaniel pueden querer a Freya incluso si no puede cantar,

¿seríacapazsufamiliadequererlosiélnopuedeserlapersonaquequierenquesea?Einclusosinopueden,¿puedeélpermitirlesquesiganqueriendoaunamentira?Seimaginaatodasufamiliareunidaalrededordelamesaparahonrarauna

personaqueélnuncahasido.Lasmismaspalabrasque lehadichoaFreyaantessevuelvenensucontra:Debeshacerlascosasdelaformacorrecta.Laformacorrectanoescambiarunatraiciónporotra.Laformacorrectano

es dejar que la comida sobre la mesa de Ammi se enfríe, dejar que supreocupaciónse transformeenmiedoy luegoenuncorazónroto.La formaadecuadaesdejardementir.Comprende por qué Freya teme estar sola.A algunas personas les puede

pareceruna locuraqueHarun,que tieneuna familia tangrande, también sesientadeesamanera.Perohacargadoconestesecretodesdequetienenueve


años. Y los secretos tallan fisuras, hasta que esas fisuras se convierten entrincheras, y las trincheras se convierten en canales, y los canales seconviertenengrietas,y,depronto,estássolo,enunbloquedehielo,separadodetodoslosqueteimportan.Sehasentidosolodurantemuchotiempo.Loextrañoesquehoy,entretodoslosdías,nosehasentidoasí.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEVIII

HarunNuncalehabíacontadoanadietodalaverdad.LomáscercaqueestuvefuecuandoledijeaAmir,noqueestabaenamoradodeJames,sinoqueconvivíaconundefectoyquetemíaqueesedefectoavergonzaseamifamilia.—Pero¿porqué?—mepreguntócuandoleconfiémisecretoporteléfono

undíadespuésdehaberleenviadoesemensajedeFacebook.La comunicación se entrecortó entre nosotros, pero los dieciséis mil

kilómetrosnoeranelmotivoprincipal.—Estoyenamoradodelapersonaequivocada—dije.Respiróhondo.—Unagori.Si el problema fuera tan simple como una chica blanca. Saif ya había

despejadoesecaminoparamí.—No—ledije—.Peorqueunagori.Enelsilencioquesobrevinosupequeestabaintentandodescifrarquésería

peorqueunachicablancanomusulmana.Noseleocurrióunarespuesta.—Noesunachica—dijealfin.La líneasequedóensilencio,peroescuchéelcambioensurespiracióny

supeque lohabíaentendido.Enesemomento,antesdequehablara,nomeimportaba si estaba horrorizado.Solo sentí alivio.Alguiendemi familia losabía.Convozcalmada,respondió:—«¡No os desaniméis ni estéis tristes, ya que seréis vosotros quienes

triunfen!Siesquesoiscreyentes».—Habíapasadomuchotiempodesdequehabía ido a lamezquita o leído el Corán, pero reconocí la cita. Lo que nosabíaerasitodavíasemepodíaconsideraruncreyente,habiéndomealejado


tanto del camino—. No te preocupes, primo. Con la ayuda de Alá, yo tepuedoayudar.—¿Sí?—Creoquepuedo. ¿Quieresque recitemos laoraciónSalatUl-Istikharah

juntos?NohabíarecitadolaSalatUl-Istikharah,laoraciónqueusamosparapedir

unaguía(ocualquierotraoración)enmuchotiempo.—Estábien—dije.Recitamoslaoraciónjuntos,einmediatamentemesentímásligero,mejor.

Pero esa noche comencé a entrar en pánico. ¿Qué pasaría si Amir se locontabaamispadres?¿Quéharíanellos?No hablé con él al día siguiente, y le envié un mensaje de texto,

suplicándolequenoselocontaraanadie.Élmerespondió.AquienletemeaAlá,Élledaráunasalidayproveeráporéldeun

modo insospechado. A quien confíe en Alá, Él le es suficiente. Aláconsigueloquesepropone.Él le dará una salida. Repetí eso en mi cabeza. Una salida. Amir me

ayudaríaaencontrarunasalida.CuandoAmirme llamó de nuevo dos díasmás tarde,mi calma se había

crispado al imaginarlo contándoselo aKhalu, que a su vez se lo contaría aKhala,quienselocontaríaaAmmi.—¿Selohascontadoatuspadres?—lepregunté.—Todavíano.Soloamiimán.Élmehaayudadoaelaborarunplan.—¿Dequésetrata?—¿Confiarásenmí?—Tehecontadomisecreto.—¿Confiarásenmí?—repitió.Noimportabasiconfiabaenél.Selohabíacontado.Noteníaelección.—Sí.—Sépaciente—meaconsejó—.Teayudaré,perodebesconfiarenmí.—Estábien.Dos días más tarde, cuando volví a casa de la escuela, mis padres me

estabanesperandoenlasaladeestar,juntoconAbdullahyHalima.Yenesemomento,vimisalida.Ammiestaballorando,loqueeradeesperar.Respiréhondoymepreparéparaenfrentarloquefuera.Abu me abrazó. Y en ese instante de verdad creí que me querían sin

reparos. Pensé que James tenía razón: el amor lo conquistaría todo. Y que


Amirtambiénteníarazón:Alámedaríaunasalida.—HablamosconKhaluporteléfono—dijoAbu,soltándome.Mealejé.«Sévaliente»,medije.«Sévaliente».—¡Estamosmuy felices!—exclamóAmmi,enjugándose las lágrimascon

elbordedesudupatta.¿Felices?Ammi había llorado durante seismeses después de que Saif se

casaraconLeesa.Quemeestuvierahablandoamíeraunmilagro.¿Estabanfelices?Algoibamal.—Khalunoshascontadoloquequieres—dijoAmmi—.Noséporquélo

hasmantenidoensecreto.—Quizásporqueél…—comenzóadecirHalima.Sacudiólacabezayme

mirófijamente—.Tienediecinueveaños—terminódedecir.—Diecinueve años, bah —dijo Ammi, restándole importancia con las

manos—.Yoeraasídejovencuandomecasécontupadre.«Yellacantaráennuestraboda»,escuchéprometeraJames.Meinundóunasensación,pesadayfría,comosimeestuvierancubriendo

concementofresco.—Hehablado con tu tío, y sí,Harun es joven, perono tieneque suceder

ahora mismo. Y si ocurre rápido, puede vivir aquí hasta que termine launiversidad—dijoAbu.—Y tu padre ya ha buscado vuelos. Puedes ir allí en cuanto termine el

semestre—propusoAmmi—.Peronecesitarás irde inmediatoa solicitar tuvisa.—Todavía no entiendo por qué no puede encontrar una chica aquí como

unapersonanormal—protestóAbdullah.—Oporquétienetantaprisa—agregóHalima,mirándomefijamente.—Quiere hacerlo a la antigua —explicó Ammi. Me miró con mucho

orgulloenlosojos—.Quiereencontrarunanoviaallí,encasa,ytraerlaaquícomohizotupadreconmigo.Esunbuenchico.Halimarioconsarcasmoymelanzóunamiradafulminante.—Sí,unbuenchico—dijo.—Ay,nolaescuches—sequejóAmmi.YluegoellayAbucomenzarona

hablar sobre los preparativos. Fue como cuando hablaban en urdu. Pudeentenderfragmentos,peronolaideacompleta.Fechas.Novias.Visas.Micabezacomenzóaentenderquéestabasucediendo,peronomicorazón.

Amicorazónsiemprelehabíasidodifícilaceptarlarealidad.—Sé que le has dicho a tu primo que querías hacer esto lo más pronto

posible—dijoAmmi—.Perotenemosqueesperarparadecidircuándo.Osi


labodaseráaquíoallí.Esodependedelafamiliaydelmomento.—Ammihizounapausaparapensar—.Ydelachica.—¿Cómosabráquéchicaeslacorrecta?—preguntóAbdullah.—Losabrá—aseguróAmmi,sonriendohaciaAbu—.Tupadreconocióa

tresposiblesnovias,yyonoerani lamásguapani lamásrica,peroélmeeligióamí.Dijoquelosupo.—¿Cómo?—preguntóAbdullah.Abuhizounapausapararascarselabarba.—Solo sentí que era lo correcto. —Miró a Ammi—. Y fue la decisión

correcta.RecordéelprimerdíaqueconocíaJames,cuandohabíaestadoperdidoen

elcampusyélmehabíapreguntadoadóndeteníaqueiryyohabíapensado:Aquímismoesdondenecesitoestar.Lohabíasabido.Opensabaquelohabíahecho.Abudejócaerunamanosobremihombro.—Mealegraquehayas recurridoa tuprimo—dijo—.Peropodríashaber

habladoconmigo.Melopodríashaberdicho.Eraunaventanapequeñaentreabierta,miúltimaoportunidaddecontarlea

Abulaverdadsobremí.Supequenolaaprovecharía.Yoera,despuésdetodo,uncobarde.—QueríasorprenderaAmmi—mentí.—¡Ylohiciste!Ay,notienesideadelofelicesquenoshaceestoatupadre

yamí—declaróAmmi.Aquímismoesdondenecesitoestar.Yano.Laventanasehabíacerrado.Nohabríaunasalidaparamí.


6

PlanesC—¿Beta,erestú?—gritaAbuencuantoHarunabrelapuerta.Harun les hace un gesto a Freya y a Nathaniel para que esperen en el

vestíbuloysedirigealacocina,dondeesfrecuenteencontraraAmmi,peroellanoestáallí.Atraviesalacocinayentraalsalón.AbdullahyHailmaestánsentados en el borde del sillón de brocado mientras Saif y su esposacompartenun sofádedosplazas.Abuestá situado en su sillónde respaldoalto.Comoeradeesperar,Ammiestácaminandodeunladoaotro.—Llegas tarde —saluda Ammi—. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no has

llamado?¿Ohasrespondidoatuteléfono?Harun no ha preparado ningunamentira, ninguna excusa. Que suceda lo

que tenga que suceder. Se prepara.Y luegoFreya yNathaniel entran en lasala.—Perdónporhacerlollegartarde—sedisculpaFreya.LallegadadeFreyayNathaniel,doscompletosextraños,estaninesperada

que reacomoda los átomos de la estancia. La preocupación de Ammi setransformaenconfusión.LahospitalidaddeAbusehaceconelcontrol.—Hastraídoamigos—señala,levantándoseconlasmanosextendidas.—Sí,hetraídoaunosamigos—comentaHarun.—¿Amigos?—diceHalima,losojosbienabiertos.—Amigos—afirmaAbu,actuandocomosifueraperfectamentenormalque

Harun traiga invitados (uno de ellos una chica) a casa sin avisar—.Pondremosdossillasmásenlamesa.Vamos,Rabia, teayudaré—lediceaAmmi.Harunescuchaelruidodelassillassiendoarrastradas,elentrechocardelos

platosycubiertos adicionalesprovenientesdel comedor, la conversaciónen


vozbajaentreAmmiyAbu,quenonecesitaescucharclaramenteparasaberdequésetrata.¿QuiénessonestosextrañosquehatraídoHarun?Sospechas.Estábien.Poresemotivoloshatraído.Parasometerseaunade

lasinspeccionesescrupulosasdeAmmi.Mientras los asientos se reacomodan en el comedor, algunas miradas

inquisidoras se intercambian en la sala de estar. Ninguno de sus hermanoshabla.Sondemasiadoeducados.EslaesposadeSaif,Leesa,quienfinalmentepregunta:—¿Sonamigosdelauniversidad?YaunqueenrealidadélnoleshacontadonadaaFreyaoaNathanielacerca

de esta comida, de su familia, de su dilema o de sí mismo, sin perder unminuto,Freyasonríeyresponde:—Sí.Por laformaen laqueseagrandanlosojosdeHalima,Haruncomprende

que él no es el único fan de Freya en la familia. Siente una punzada deremordimiento por no haber hablado nunca de esto. Hubiera sido bonitocompartiralgoconalguiendeestafamilia.—¿Quéesloqueestudiáis?—preguntaAbdullah.—Música—respondeFreya.—Enfermería—diceNathaniel.—No sabía que la universidadofrecía unplande estudios tan diverso—

comentaHalima.—Oqueloshombrespudieranserenfermeros—diceSaif.—Noseasunidiotasexista—sequejaHalima—.Porsupuestoquepueden.

Laspersonaspuedensermuchascosas.—ApesardequeleestáhablandoaNathaniel,miraaHarun.—Porfavor—pideAmmi,regresandoalasala—,sentarosalamesa.LamesaestápuestaconlosmantelesqueAmmitrajoconellacuandollegó

aEstadosUnidos,casitreintaañosatrás,yseencuentracargadaconsamosascrujientesquebrillanporelaceite,pakoras,salsasmulticolores,dahibharas.Todos se sientan. Ammi comienza a pasar las fuentes de bocadillos.

Después de recordar lo hambriento que estaba Nathaniel antes, Harun leindicaaAmmiquelesirvadosdecadauno,yleexplicaquéescadacosa.CuandolafuentellegaaLeesa,larechazaydirigesuatenciónaFreya.—No quiero ser maleducada, pero ¿cómo pensáis ganar dinero los

graduadosenMúsica?Ammitose.


—Estoy segura de que ella encontrará la manera —asegura Halima,lanzándoleunamiradaaHarun.—No es fácil tener éxito como artista—insiste Leesa—. Cuando yo era

joven quería ser patinadora artística, pero tampoco ganas dinero con eso, ytienes que viajar constantemente.—Sacude la cabeza—.Me gusta estar encasa, así que no, gracias. Por suerte, tenía un planB: bienes raíces. DebestenerunplanB.¿Verdad?—No—admiteFreyaenvozbaja.—Deberías—afirmaLeesa—.Quierodecir, esprobableque seganemás

dineroconlaEnfermería.Y,definitivamente,conlosbienesraíces.ASteveyamínosvabastantebien,¿verdad,cariño?—Haymásenlavidaqueeldinero—aseguraAmmi—.Ymuchoscaminos

porrecorrer.—SiempreycuandoesoscaminosconduzcanalaMedicina,alosnegocios

oalDerecho—diceHalima.—Peronoolvidéis esto—agregaAbdullah—.La Ingeniería también está

bien.—Eso no es justo—le diceAmmi aHalima—.Tú quieres ser una…—

muevelosdedos—.Creadoradedibujitosanimados.—Unaanimadoragráfica,Ammi.ComolosdePixar.Harunobservatodoconincredulidad.¿Porquéestánhablandodeelección

decarrerasprofesionales?AmmisevuelvehaciaNathaniel.—¿QuéespecialidaddeEnfermeríavasahacer?—Deja de interrogar a mis amigos—pide Harun. Sabe que está siendo

brusco, pero quiere que el interrogatorio gire deNathaniel hacia él, que eshaciadondedebeir.—Cuidadodeenfermosterminales—respondeNathaniel.—¿Congentemoribunda?—preguntaLeesa—.Quédeprimente.—Creoqueesunhonoracompañaralaspersonascuandollegalahorade

su muerte. —Nathaniel hace una pausa para lamer un poco de salsa detamarindodesusdedos—.Todosmorimos.Eslaúnicacertezadelavidayloúnicoquetenemosencomúncontodoslosdemásseresdelplaneta.—Esverdad,peroalosqueestamosaquí,esperoquetodavíanonosllegue

lahora,Inshallah—diceAbu—.¿Pasamosalplatoprincipal?Ammiseponedepie.—Beti,ayúdameatraerlacomida.


Halimaseponedepie.Freyatambién.Lastresdesaparecenenlacocinayvuelvenconcomidasuficienteparadiezinvitadosmás.FreyaapoyaelpollokarhaienfrentedeHarun.—Tumadredicequeestufavorito.Pollo karhai, cordero biryani y carne keema. Todos esos platos son sus

favoritos.Peroélnohavenidohastaaquíparadisfrutardeunaagradablecenaconsusplatos favoritos.Havenidoparaforzarel tema.¿Porquénadieestáforzandonada?—¿Estodopicante?—preguntaLeesa,mirandolacomida.Sevuelvehacia

Nathaniel—.Siempretengounamaladigestióncuandomevoydeaquí.—Tehehechoalgoespecial,sinpicante—diceAmmi.Señalauntazónde

fideossincondimentar.Leesahaceunamuecadedisgusto.—Nopuedocomerpasta.Tengoalergiaalgluten.—¿Alergiaalgluten?—preguntaAmmi.—Sí,nopuedocomerpan,nipastas,nipasteles.Esaclasedecosas.—Saifnomencionóningunaalergia.—Estábien.Solocomeréarroz.—Pruebalaslentejas,cariño—diceSaif.—¿Sonpicantes?—preguntaLeesa.—Paramíno—respondeAmmi.—¿Quésesuponequesignificaeso?—Significa que ella no cree que las lentejas estén picantes —resopla

Halima.Leesasuspira.—¿Quéos parece si abrimos ese vino?—Haceun gesto hacia la botella,

aúnenvueltaenpapelbrillantesobreelaparador—.Esdetapónderosca.—SegirahaciaFreya—.Heaprendidoporexperienciaqueestafamilianotienesacacorchos.—No bebemos vino—explica Halima—. ¿Por qué deberíamos tener un

sacacorchos?—Paracuandohayinvitados—respondeLeesa.Ammicogelabotelladelaparador,sujetándolaconsumocuidado,comosi

contuvieraestricnina.—¿Queréisvino?—lespreguntaaFreyayaNathaniel.—Yobeberéagua—diceFreya.—Yotambién—diceNathaniel.


Harunmiraasusamigos,sorprendidoporloagustoqueparecen.Cuandoles ha preguntado si querían acompañarlo a una cena familiar, no les haexplicadoquiénestaríaallí,quédinámicadebíanesperar,ocuáleraelmotivode la cena. No había sido necesario. Aceptaron tan pronto como él habíamencionadolacomida,yunavezqueestuvieronenel tren,Harunnohabíaencontrado la formacorrectadeaclarar:«Ah,dichoseadepaso, lacenaesunadespedidaparamíporquemañanamevoyaPakistánaencontrarunaesposa,apesardeque todavíaestoyenamoradodeJamesynoquierounaesposay,paraquelosepáis,Jamesmehadichoquesalgadesuputavida».Esanoeslaclasedecosaquemencionascomosinada.Enespecialsieresuncobarde.LeesaseponedepieycogelabotelladelasmanosdeAmmi.—Yo me sirvo—anuncia, y se dirige a la cocina—. ¿Quieres un poco,

Steve?—No,gracias,cariño.Cuandoseretira,sobrevieneotrosilencioincómodo.Unavezextinguidala

rabietadeLeesa,Haruncontienelarespiración,esperandoaquecomienceelverdadero evento. Que Ammi mire con mayor detenimiento los libroscontables,quehagapreguntasacercadeFreyayNathaniely laconexióndeHarun con ellos. Una vez que eso suceda, todo se desvelará, y Harun notendráotraopciónquedecirlaverdad.PeroAmmisololepreguntaaNathanielsiéltampocopuedecomergluten,

comosipensaraqueesoesunaexcentricidaddelagenteblanca.—Definitivamente no —niega Nathaniel, llenando su plato—. ¿Qué es

esto?—Señalaunadelasfuentes.—Seekhkebabs—respondeAbdullah.—¿Yese?—Achargosht—diceHalima—.Muypicante.—Quizásdeberíascomenzarconelkebab—proponeAmmi.Nathanielcogetres.Ammisonríe.—Tienes unos amigos muy agradables —declara—. Deberías haberlos

traídoantes.Harunnoledevuelvelasonrisa.Nohatraídoasusamigosparaimpresionar

a Ammi. Los ha traído para activar su olfato de sabueso. Seguramente sufamiliaquerríasaberquéestabahaciendoélconesasdospersonasalasqueellosnuncaanteshabíanvisto.SeguramenteAbuharíamáspreguntasquelassuperficialesquehabíahechoLeesa.SeguramentelacuriosidaddeAmmicon


respectoalosinvitadosinesperadosnoseríaapaciguadaporlaimagendeunodeellosabalanzándosesobreelplatocomosinohubieraunmañana.

Hablandodeeso.Nathaniel no puede dejar de comer. Ya está lleno gracias a la primera

ronda, pero este es un banquete épico.Nunca ha tenido un banquete épicosemejante.Nosabesilovolveráatener.Yestacomida.Cierralosojosparaprocesarlossabores.Nuncahacomido

nadaigual,perolossaboresleresultan,deciertamanera,familiares,inclusoaunquecarezcaporcompletodelvocabularioparanombrarlos.

Freyapuedenombrarlos: ajo, comino, jengibre, cardamomo, nuezmoscada,clavodeolor…sonlasespeciasconlasquecocinabasupadre.—¿Estotienefenogreco?—preguntaFreya,señalandoelbiryani.ElrostrodelamadredeHarunseilumina.—Ninguno demis hijos sabe qué es el fenogreco, ymuchomenos cómo

distinguirlodeotrasespecias.—Seusaenlacomidaetíope—explicaFreya.—Nunca he comido comida etíope —responde la madre de Harun—.

¿Cómoes?—Muchos guisos y salsas, y especias similares. Se come con pan

fermentadoyutilizandolasmanos.—Cuando estábamos enPakistán, también comíamos con lasmanos—le

cuentaAbu, antes de limpiarmeticulosamente sumano derecha y utilizarlaparatomarcondestrezaunpocodecarne,arrozysalsaycolocarlosdentrodeunnaanperfectamentedoblado.Freyaloobservayhacelomismo,soloqueconmenordestreza,yunpoco

delasalsasederramasobreelmantel.LamadredeHarunlolimpia,desestimandolasdisculpasdeFreya.—Me gusta ver a la gente comer.—Echa un vistazo a la cocina, donde

Leesatodavíaestáhaciendoalgoconelvino.—He perdido práctica —advierte Freya—. Mi padre es etíope, y él se

marchóhacemuchosaños.Amimadrenuncalehagustadolacomidaetíope,así que, cuando se fue, dejamos de comerla.—Freya se pregunta por quésucedióeso.Durantelosúltimosaños,hatenidomuchodineropropio,acceso


aunaciudadenteradesabores.Podríahabertenidocomidaetíopesihubieraquerido.—Perorecuerdaslasespecias—resaltalamadredeHarun—.Esapartede

tinuncadesaparece.—Esoespero—respondeFreya.—Deberíascocinartupropiacomidaencasa.—Enrealidadnosécocinar.—Esfácil.Puedoenseñarte—ofrecelamadredeHarun—.Estoysegurade

queaprenderacocinarcomidapunyabínoestandiferente.—Meencantaría—diceFreya.—Daloporhecho.PuedesveniraunaclasedecocinamientrasHarunestá

deviaje.¿Deviaje?Freyaasimilalanoticia.¿Deviajeadónde?Leechaunvistazo

casualaHarun,perosurostroestácongeladoenlaimagenmismadelhorror.YFreyaentiende,depronto,yunpocotarde,queellayNathanielnohansidoinvitadosaestacenaporquesí.«Tengo que pediros un favor», había dicho Harun mientras estaban

sentadosen lasgradas,observandoaFinnyyasusamigos jugaralbéisbol.Enesemomento,Freyahubierahechocualquiercosaporestosdoschicos.Yunacenafamiliarnoparecíaserungranfavor.—¿Merepitescuántotiempotevasdeviaje?—lepreguntaFreyaaHarun,

su voz casual y ligera, no porque quiera saberlo, sino porque quiere queHarunsepaqueellaleseguirálacorrienteylomantendráseguro.—Seis semanas —responde la madre de Harun—. Estaré muy sola.

Necesitaréalgoparapasarelrato.—Disculpad—sequejaHalima—.Estoysentadajustoaquí.—Sí—reconocelamadredeHarun—.Perotúnoquieresqueteenseñea

cocinar.—MiraconadoraciónaFreya—.YFreyasí.—Freya sí, ¿verdad?—diceHalimaenel tonouniversalde rivalidadque

adoptanlashermanasmenores.—Quizáspodríamosaprenderjuntas—leproponeFreyaaHalima.Durante

un segundo, olvida que solo le está siguiendo la corriente a Harun y seimaginaenlacocinadesumadre,elvaporelevándosedelascacerolassobreelfuegolentodelacocina,unacucharademadera,sumergidaysoplada,paradegustarlacomida.Echaunvistazo aHarun, queparece completamentedesolado.Siente ese

tirón en su cuerda, y Freya experimenta el dolor de Harun de manera tanintensacomosifuerapropio,auncuandonoentiendesuorigen.


—Siaprendesacocinarcomidapunyabí,puedescocinarparatuNathaniel—comentalamadredeHarun.TuNathaniel.EscucharalamadredeHarundecirlo,validarlo, lallenade

calidez.Nopuedeocultarlasonrisa.Nisiquieralointenta.—Talvezlohaga—asienteFreya.—Parece que le gusta mucho la comida —señala la madre de Harun,

observandocómoNathanielrepasalosúltimosrestosdesalsaconuntrozodenaan.—Nomegusta.Meencantaestacomida—aclaraNathaniel.—¿Noesdemasiadopicante?—preguntalamadredeHarun.—Puedosoportarlo—responde.—Noestámalparaungora—diceAbdullah.—Goraesunapersonablanca—leexplicaLeesaaNathaniel,saliendode

lacocinaconunvasodeplástico repletodecubosdehieloy loqueparecevinoenunamanoyunabotellamediovacíaenlaotra—.¿Noessimpático?—Noesdegradante—explicaHalima—.Solodescriptivo.Comollamara

unapersonarubia.—Esuncumplidoenestecaso—aclaraAbdullah—.Nocualquierapuede

conlacomidadeAmmi.—Por«nocualquiera»,¿terefieresamí?—replicaLeesa.—Merefieroa lagentequenoestáacostumbradaa lacomidapicante—

diceAbdullah—.ComoNathaniel.—¿Esoesundesafío?—preguntaNathaniel.—Bueno, todavíanohasprobadoelachargosht—señalaAbdullah—.Si

puedestolerareso,teganarásmieternorespeto.Nathanielsesirveuncucharónllenodeguisodecordero.Freyavequela

porciónquesehaservidotieneunpequeñochiliverde.—Espera—grita. Pero es demasiado tarde. El rostro de Nathaniel es un

incendiogradotres.Estiralamanoparabeberagua.—Aguano—advierteHalima—.Soloempeorarálascosas.Nathaniellaignoraeintentaalcanzarelagua.—Necesitas yogur—recomienda la madre de Harun, yendo a buscar un

poco.FreyaobservaaHarun,cuyorostroparececenicientoypálidomientrasque

el de Nathaniel se encuentra encendido, su plato tan lleno como el deNathanielvacío.SiNathanielsehadadocuentadelaincomodidaddeHarun,no lo demuestra. Freya intenta atraer la mirada de Harun, para enviar unmensajesilencioso,peronoreciberespuesta.


CuandoNathanielhalimpiadosuplatoporterceravezylosdemásyahanapartadolossuyos,lamadredeHarunselevantapararecogerlamesa.—Por favor —pide Freya, colocando una mano sobre la muñeca de la

madredeHarun—.Nosotrosnosencargamos.—Noesnecesario—dicelamadredeHarun.Nathanielseincorporayasiente.—Insistimos.—¿Harun? ¿Nos ayudas?—pregunta Freya.Quiere que vaya a la cocina

conellos.Loquieredevueltaenel refugiosegurodesu trío.Quiereque lecuentequéestásucediendoycómopuedenayudarlo.Perotodoloqueéldicees:—Estaréallíenunminuto.Freyallevaunapiladeplatosalacocina.Tienelaintencióndecompartirsu

preocupaciónsobreHarunconNathaniel,perocuandoélsesitúajuntoaellaen el fregadero, sus caderas rozándose, vuelve al parque, detrás del cercometálico, sosteniendo elLouisvilleSlugger,Nathaniel tan cerca de ella quepuedesentircadapartedeél,ysumenteseconvierteenunapizarraenblancosobrelaqueestádibujandocorazonesconarabescos.—Ey.—Esloúnicoquepuededecir,mirandoelreflejodeNathanielenla

ventanaquehaysobreelfregadero.—Ey—lerespondeNathanielalreflejodeella.Enjuaganlosplatosyloscolocanenellavavajillas.Unodelostazonesse

resbaladelamanodeFreya,yNathanielloatrapa.—Acabasdesalvarmeunavezmás—comentaFreya—.Parecequelohas

estadohaciendotodoeldía.—Tútambién.—Teolvidasdequemehecaídosobreti.—Noloheolvidado.Mealegraquelohayashecho.—Hasdichoesoantes.¿Acasodisfrutasdetenerconmocionescerebrales?—No.—¿Entoncesporquéestaríascontentodequemehayacaídosobreti?—Porqueesomehasalvado.—¿Tehasalvado?¿Dequé?Nathaniel deja de enjuagar los platos, y, a pesar de que está mirando el

reflejodeFreya,ellasientesumiradapenetrante.Lacuerdaquelosconectasetensatodavíamás,demodoqueyanoquedaespacioentreellos.—DemiplanB—diceNathaniel.


—¿CuáleratuplanB?—preguntaFreya,suvozestranguladadeunaformatotalmentediferentealadelasúltimassemanas.PeroNathanielnoresponde.Halimaaparececonunanuevapiladeplatos.—Vosotrosmeestáishaciendoquedarmal—gruñe.—¿Cuálera tuplanB?—preguntaFreyadespuésdequeHalimasehaya

marchado.Nathanielcierralosojosysacudelacabeza.—Notieneimportancia.AhoraestoyenmiplanC.—¿Serunenfermeroparaenfermosterminales?—Quizás—respondeNathaniel,mirándolafijamente—.Oquizásesto.Yluegolabesa.

Labocadeélsobrelabocadeella.Larespiracióndeellaenlospulmonesdeél.Nathanielpuederespirar.Los dedos de él entrelazados en el cabello de ella. Los dedos de ella

sujetandolacaderadeél.Nathanielpuedesentir.Lalenguadeélcontraelcuellodeella.Loslabiosdeellacontraelcuello

deél.Nathanielpuedesaborear.El quejido de él en el oído de ella. El suspiro de ella en la oreja de él.

Nathanielpuedeoír.Losojosdeélseabren.Losojosdeellaseabren.Nathanielpuedever.MientrasNathanielbesaaFreyayFreyabesaaNathaniel,cadapartedeél,

quepensabaqueestabamuerta,quepensabaqueyanomerecíaexistir,vuelvealavidaconunrugido.Unbeso.Nathanielestávivo.

—¿Habéisterminadoconlosplatos?—preguntaHalima.NathanielyFreyaseapartandegolpe.—Ehh—diceHalima, ruborizándosey tartamudeando—.Mipadrequiere

darundiscurso.Asíquequizás…Pasasumiradadeunoalotro,susojosviajandodeaquíparaalláhastaque

aterrizanenNathaniel,cuyoLouisSluggerharegresadoconganas.Halimasalecorriendo,mirandohaciacualquierpartemenosaellos.


Comienzanareír.—Creoquedeberíamosvolver—indicaFreya,peronoestáseguradepoder

hacerlo. Su deseo quizás no sea tan evidente como el de Nathaniel, pero,literalmente,leestádoblandolasrodillas—.Necesitounminuto.

Nathanielnecesitamásqueunminuto.Necesitatodoslosminutos.—¿Dóndeestáelbaño?—Creoquearriba.La besa una vezmás.Más bien un besito esta vez, en la comisura de su

bocasonriente.Mientrasretrocede,sudeseoamenazaconexplotarfueradesucuerpo.—Continuará—lediceFreyaasusespaldas—.Mástarde.Subirlasescalerasleresultadoloroso,peroesunaclasebuenadedolor.La

clasededolorquelohacesentirvivo.LaclasededolordeunplanC.Mástarde.Nohabíaconsideradoesaposibilidad.

Freya vuelve a la mesa, flotando, derritiéndose, teniendo la clase depensamientosquenodeberíaestarteniendoenlamesadelafamiliadeHarun.—¿DóndeestáNathaniel?—lepreguntaalguien.—Vendrá enseguida—respondeFreya, y la anticipación de su regreso la

hacesentirmareada.—Papá,tenemosquetrabajarporlamañana—recalcaSaif.—Vamos—insistelamadredeHarun—.Todavíafaltaelpostre.—Estábien,estábien.—SupadremiraaHarun,quemirahaciaabajo—.

Beta,mañanatemarcharásalatierradetufamiliaparaparticiparenunritotradicional,yalhacerlo,haráscreceranuestrafamiliaaunmás.Inshallah.Inshallah se repite en coro alrededor de lamesa. Lamadre deHarun se

enjugasuavementelosojosconunaservilleta.—Ytalveznuestra familiacrezcanuevamente—dice lamadredeHarun

—.Siempresepuedeponerlamesaparamáspersonas.Arriba,elsuelocruje.ProntoNathaniel regresará.LesonreiráaFreya.Se

comeránelpostre,lavaránlosplatos.Yluego…—Así que levantemos las copas para brindar por Harun —continúa su

padre—.Esperamosqueencuentreunabuenaparejacomolohiceyo.Todoslevantanlascopas,exceptoLeesa,quesueltaunarisaburlona.


—¿Pareja? ¿Así es como lo llamáis?—SevuelvehaciaFreya—. ¿Soy laúnicaquetieneproblemasconesto?Freya,todavíalevitandosobreelsuelo,noentiendedeltodolapreguntade

Leesa.¿NoestádeacuerdoconqueHarunseagay?—Silohacefeliz,¿porquéaalguiendeberíaimportarle?—¿Habéisvisto?—dicelamadredeHarun—.EsprobablequeenEtiopía

tambiénseaalgohabitual.—Esalgoqueestáentodoslados,porloquesé—respondeFreya.—Yenrealidadnoveoqueestoseadetuincumbencia—lediceHalimaa

Leesa—.Essuelección.—¿Y qué sucede con la chica? ¿Esa es su elección también? —Leesa

sacudelacabeza.¿Chica?¿Quéestápasando?Freya intentaatraer lamiradadeHarunpara

decirle:Ayúdameaentenderlo.Estoyaquíparaayudar.PuedosertuplanCtambién.Peroélnolamira.—Noquiero ser irrespetuosa, pero entre los burkas y losmatrimonios de

conveniencia—continúa Leesa—, la forma en la que vosotros tratáis a lasmujeresdejabastantequedesear.—Cariño—comienzaadecirSaif.—¿Nosotros? —replica Halima con furia—. Mis padres se conocieron

gracias a un matrimonio de conveniencia y han estado felizmente casadosdurantemás de veinticinco años.—Entrecierra los ojos—.Veamos si tú yStevelográispermanecerjuntosdurantelamitaddeesetiempo.Porqueporloquesé…—Muybien—interrumpeSaif,poniéndosedepie—.Horadeirse.—Perononoshemostomadoelpostre—protestalamadredeHarun.—Noquieropostre—diceSaif—.Leesa,nosvemosenelcoche.—Estupendo—responde.Saledandozancadasysindespedirse,yselleva

labotelladevinomediovacíaconella.Cuandolapuertasecierra,Saifsevuelvehaciasufamilia.—Poresonuncavenimos.Porqueningunodevosotroslaacepta.—¿Aceptarla?—pregunta lamadredeHarun—.¿Cuandodiceesascosas

terriblessobrenosotros?—Sacudelacabeza—.¿Porquétuvistequecasartecon…?—¿Unanorteamericana?Porqueyosoynorteamericano.—Conalguienquenonosrespeta—terminalamadredeHarun.—Ah, ¿demodoque se suponeque todosdebemos ser comoHarun?¿El

hijobuenoyobediente?


—Yonosoyunbuenhijo—murmuraHarun.—Por favor —suelta Saif—. Tú eres el mismo lameculos que has sido

siempre.—¡Saif!—exclamaelpadredeHarunconundejodeadvertenciaenlavoz.Freyaestáprestandolamitaddesuatenciónaladiscusiónylaotramitada

lossonidosqueprovienendearriba.Unadescargadeaguaenelinodoro.Elagua del lavabo corriendo. El sonido de pasos en las escaleras.Un silbido.Nathanielestásilbando.Estásilbandoysonriendocuandoentraenelcomedor.Freyaintentaatraer

sumiradaparaadvertirleloqueestáocurriendo,peroélnosedacuenta.Peroella sí.Enunacámara lentaespantosa,deprontoveque todoestáa

punto de empeorar. Se ha sentido así antes. Y una vez más, siente laimpotenciadenopoderhacernadaalrespecto.

—Nosoyunbuenhijo—repiteHarun.—Por supuesto que lo eres—afirma Ammi—. Y te casarás con alguien

buenoytraerásfelicidadatodatufamilia.

Nathaniel,quesoloescuchaqueHarunvaacasarse,yqueestáembriagadoporelbeso,sienteeuforiaporsuamigo.Yalivio.Durantetodoeldía,Harunha estado irradiandomelancolía, incluso cuando ha hablado de su novio, yNathanielsehapreguntadoporquénohallamadoaestetalJames,sialgonovabien.HasentidounaconexiónconlatristezadeHarun,consussecretos.Peroahoraesdiferente.Nathanieltieneunmástarde.YHaruntambién.—¿AsíquevasacasarteconJames?—pregunta.

Harunexhala.Ahí.Ahíestá.Porfin.—¿James?—preguntaSaif—.¿Quiénesese?

Hector, el enfermero del hospital para enfermos terminales, le dijo aNathanielunavezquetepodíasdarcuentacuandoalguiensemoríaporqueelairecambiaba.«Escomosielalmaquesemarchadejaraunasombradetrás».


Nadie ha muerto, pero Nathaniel siente el cambio repentino en lahabitación.DondeminutosanteshabíaplanesCymástardes,ahorahaysolounvacío.Esunasensaciónqueconocemuybien.Regresa de golpe a la realidad cuando asimila la pesadumbre de la

habitación. Lasmanos temblorosas deHarun. El rostro contraído de Freya.¿Élhaprovocadoesto?—¿QuiénesJames?—preguntaelhermanodeHarununavezmás.NathanielveladesesperaciónenelrostrodeHarun.Esunaexpresiónque

conocedemasiadobien.¿Quédemonioshahecho?

—¿EsesteJamesotroamigodelauniversidad,Beta?—preguntaAbu.CuandoHarun se gira haciaAmmi, su rostro semuestra tan esperanzado

quecasiquieredecirquesí.Se habían conocido en la universidad, después de todo. Harun estaba

perdidoyJameslehabíamostradoelcamino.Noseríaunamentira.Pero acaba de escuchar a su padre nombrar a James en voz alta. No lo

negarámástiempo.—James es un chico —explica Harun—. Un chico del que estoy

enamorado.—Perovasairabuscarunachicaparacasarte—dicesumadre—.Tevas

mañana.KhalayKhaluyalohanarreglado.—Losiento,Ammi—sedisculpaHarun—.Nopuedohacerlo.Yesenesemomento,suspendidoenelsilencioque invade lahabitación,

mientras se rellenan los huecos, se confirman las sospechas y emergen lascosasmás inadvertidas desde sus rincones, Harun cree que lo que sea quesucedaacontinuación,habrávalidolapena.Élledaráunasalida.—¿Porquénopuedeshacerlo?—preguntaAmmi.Elsilencioeshorrible.PeroHarunesincapazdehablar.AsíqueHalimalo

haceporél.—Porqueesgay—dice.Saifsueltaunacarcajada.—Unmomento,¿Harunesmarica?—¡Nolollamesasí!—protestaHalima.—Noloentiendo—diceAmmi.


—Séquenoloentiendes—respondeHalima,dándoleunapalmaditaenlamano—. Significa que le gustan los chicos, no las chicas. Como a AssadKhan.—¿Elactor?—preguntaAmmi,ahoramásconfundida.—Sí,¿yconocesalahijadelatíaZahar,Na’ila?Ellatambiénesgay.—MehabéisestadocriticandoporqueestoycasadoconLeesa,peroHarun

esunchaka—diceSaif,cambiandoaurdu—.Losabía.Juroquelosabía.—Silosabías—gritaHarun—,¿porquénuncahasdichonada?¿Porqué

mehasdejadosoportarlosolo?

El hermano de Harun está gritando. Y su madre está llorando. Y ahora lamaravillosaFreyatambiénestállorando.Nathanielobservatodosumidoenelpánico.Élhaprovocadoesto.Nosabe

cómo,perosabequelohahecho.Todoibabien,lacenadiscurríatranquilayfelizmente, hasta que él ha aparecido, y ahora esta familia se estádesintegrando. Delante de sus ojos. Como su propia familia se desintegrófrenteaél.Yo he hecho esto, piensa Nathaniel. No son los demás. Es él. Él es la

píldora venenosa. Es él quien hace que las cosas se desmoronen, que laspersonas desaparezcan, una detrás de otra. El que lo convierte todo encenizas.Conrazóntodoshuyen.Solonosotros,amiguito.Unacomunidaddedos.Su padre es la única persona a quien entiende y que lo entiende a él. La

personaque loprotege.Laúnicapersonaaquienpertenece.¿Enquéestabapensando? ¿Partidos de béisbol una vez a la semana? ¿Cenas familiares?¿BesarchicascomoFreya?¿PlanesC?¿Mástardes?No existe el más tarde. Esa era la idea al venir aquí. Eliminar la

posibilidad,decapitarlaesperanzadeunmástarde.Sucorazóngolpeaconfuerza,latierraseabre.Yasehatragadotodoloque

conoce,todoloquetoca.Vieneaporéltambién.Estámuycansado.Yacasillegas,amiguito.

Ammi está llorando, repitiendo «No lo entiendo», lo que ya esmalo. PerocuandoAbudice«¿Noshasengañado?»conun tonoascendente,comouna


pregunta, como si no creyera que Harun fuera capaz de hacer tal cosa, sucorazóndefectuososerompedeunavezportodas.—Nunca ha sido mi intención—aclara Harun—. Nunca he querido que

todoesto…—Haceungestohacialamesa—.Estabaintentandoprotegeros.—¿Protegernosdequé?—preguntaAbu.Dejacaer sucuerposobreelde

Ammi,yHarunsedacuentadequelohaceparaprotegerladeél.—Deesto.

Nathanielcogesumochiladeuntirón.Todosucontenidosedesparrama.Lodeja en el suelo, exceptoun librogrueso, que coge antesde salir disparadohacialapuerta.—¡Nathaniel!—vociferaFreyadetrásdeél—.¡Espera!Nathanielnolaescucha.Pasavolando,losojosbienabiertosysinver.—¡Nathaniel!—gritaFreya—.Mírame.Élnolamira.Nolave.Freya se estira para sujetarle lamano. Él la retira con violencia, y Freya

pierde el equilibrio por segunda vez en el día. Solo que esta vez, no hayNathanielqueamortigüesucaída.

Harunobservacómosederrumbasufamilia.Ammisehamarchadocorriendohacia arriba, y Halima y Abu han ido tras ella. Saif se está regodeando.Abdullahnolomira.Sinembargo,eslaimagendeFreyayNathanielloqueamenaza con destrozarlo.Antes de estemomento,Harun pensaba que nadapodíasertandevastadorcomolamiradaqueJameslehabíalanzadocuandolohabíallamadocobardeylehabíadichosaldemividadeunaputavez.PerocómoveaNathanielcuandosalecorriendodelcomedor,empujandoaFreyaalsuelo,esoeslopeor.

¿Quiénsinouncobardeutilizaríaaunosextrañosparahacersemejantetrabajosucio?¿Quiénsino

uncobardeimaginaríaqueestaeslamaneracorrectadehacerlascosas?


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEIX

Nathaniel¿Conocéisesedichodelaranaenunaolla?¿Cómopuedeserquesimetesauna rana en agua hirviendo esta salte de inmediato hacia fuera, pero si lacolocas en agua tibia y aumentas la temperatura gradualmente, la rana seadaptaráhastamorir?Mipadreunavezdecidióhacerunexperimentoparaversieracierto.Cazó

unaranaenelarroyo,lametióenunaollaconaguaypusolatemperaturaalmínimo.Sequedómirandolaolla,hablándolealarana.Estabaconvencidodeque saltaríaunavezqueel aguacaliente sevolviera insoportable,peroestasolosequedóallí,dócil,nadando.Cuandodejódenadar,mipadrelasacódelaguaylavolvióallevarfuera,

peroyaestabamuerta.Mipadrepareció sorprendidodehaberlamatado.Elagua no había hervido, solo estaba muy caliente. Se quedó muy callado ytaciturno, y se encerró en su habitación durante varias horas.Cuando salió,teníaelrostroceniciento.«Noeramiintención»,susurró.

Medicuentadequeyohabíasidolaranadentrodelaolla.Habíatenidotodaunavidaparaentenderlo,perosolomehabíanbastadoesasdossemanasensoledadparadarmecuentadequeestabahirviendo.Quizás dos semanas no parezcan demasiado, pero intentad pasar dos

semanassolosenunacasa.Completamentesolos.Sintelevisión.Sinllamadastelefónicas.Sinvisitasdelcartero.Nada.Yolohabíahecho.Pensabaqueelmundohabíaterminado.Habíaterminado.


Esperéaquealguienllegara,llamara.Nadielohizo.Fuera,lalluviaeraimplacable.Bíblica.Siseguíaasí,lleguéapensarquela

casa entera sería arrasada, devorada por un hueco en la tierra, y no dejaríahuellasdesuexistencia.Soloelbosque.Ylasranas.Quizásasíescómodebíaser.Unosañosatrás,mipadrehabíavistoundocumentalsobreelfindelmundo

y se había obsesionado con la idea de prepararse para sobrevivir a unacatástrofe, por lo que acondicionó la casa de todas las maneras posibles.Encargóunagrancantidaddecomidadeshidratada,bidonesdeagua,zumosyfrutas enlatadas, barritas de cereales, contenedores de tamaño industrial demantequilladecacahuete.«Losuficienteparasobrevivirunmes»,dijo.Yohabíapensadoqueesoerasuimpulsividadhabitual.Pensabaqueestaba

siendo mi padre. Pensaba que la comida acumularía polvo en el sótanodurantedécadas.Nuncahabíapensadoquemelacomería.Pero lo había hecho.Había vivido en ese escondite durante dos semanas.

Sinembargo,noestoysegurodehabersobrevivido.

Dossemanassoloenunacasa.Esopuedecambiaracualquierpersona.Todos esos años solo enuna casa conmipadre.Lohabíahechocambiar

comopersona.Veíaesomientrasdeambulabapor lacasavacía, esperandoaquealguien

llamara,aquealguienaparecieraydijeraminombre.Nadielohizo.¿Poribanahacerlo?Yaestabamuerto.

Mientraslalluviacontinuabacayendoyelteléfonocontinuabasinsonaryeltimbrepermanecíaensilencio, revisé lascosasdemipadre.Sin tenerloallíparaponertodoencontexto,parahacerquetodoparecieratípico,normal,oalmenosmi padre, entendí que el agua había estado hirviendo durante algúntiempo.Debajo de su cama encontré una reserva de antidepresivos, lasmedicinas

quemimadre le había insistido que tomara si quería la custodia completadespuésdequeMarymuriera, lasmedicinasqueyobuscaba religiosamenteen la farmaciade laciudad todos losmeses, lasmedicinasquevertíaenunvasodeaguatodaslasnochesantesdeirmealacamaparaqueéllastomara.Lashabíaestadoacumulando.Duranteaños,alparecer.


Junto a la caja estaba la antigua maleta de Mary. Dentro estaban loscuadernos donde había anotado sus teorías, deducidas de los documentalesque había visto a lo largo de los años: las ranas arborícolas sanadoras y sucerteza absoluta de que la cura para el cáncer de Mary estaba en nuestrobosque. El hombre que había escrito la novela más larga de la historia,descubierta solo años después de su muerte, y que lo había impulsado abuscaresacosaqueélcrearíaparadejardespuésdesumuerte.Lateoríasobrelosémpatas,ladelturismosuicida,ladelhombreciegoquepodíaver.Habíapáginasypáginasdenotas,dibujos,citas.Parecíabastantenormal.Bastantecomo mi padre. Hasta que llegué a la entrada sobre personas que habíanaprendidoaemplearelcienporciendesuscerebros.Mi padre había escrito páginas y páginas sobre este documental en

particular.De acuerdo con sus notas, lamayoría de los humanos utilizabansolo el diezpor cientode sus cerebros, pero lagentede estapelículahabíaencontrado la habilidad de acceder casi al cien por cien y había logradohazañas sobrehumanas como volar y aprender decenas de idiomas. Si laspuertas de la percepción se purificaran, todo se le aparecería al hombrecomoes,infinito,habíagarabateadomipadre.Recordécuandomehabíadichoesoporprimeravez;habíasidoeldíaenel

quenosadentramosenelbosqueconlosojosvendados,enbuscadelavisiónilimitada. Supe que mi vida había cambiado ese día, pero comprendídemasiadotardequelasuyatambiénlohabíahecho.Muchas de las películas que mi padre veía estaban plagadas de teorías

conspiratorias,y,poresarazón,yohabíadejadodeverlasconél.Estaúltimateoríamehabíaparecidoparticularmentedescabellada,perotambiénfamiliar.Intenté recordarla, y, cuando lo hice, me di cuenta de que no era undocumentalenabsoluto.Eraunapelículadecienciaficción.Nomuchodespués,descubrílacopiadeElseñordelosanillosdemipadre.

Las páginas estaban oscurecidas con pasajes subrayados, repletas degarabatosy llamadasdecitas, teorías escritas en losmárgenes, ideas épicasacerca de la ubicación de la Tierra Media. ¿Había perdido mi padre lacapacidaddedistinguirentrelacienciaficciónyundocumental,entrelorealy lo imaginario, entre la Tierra Media y la Tierra? ¿Había tenido esacapacidadenprimerlugar?Comunidaddedos.¿Lahabíatenidoyo?Solonosotros,amiguito.


Fue difícil leer el libro con todos sus garabatos, pero mientras la lluviacontinuaba,me obligué a hacerlo. Lo leí de principio a fin, en voz alta, aligualquemipadremelohabíaleídoamítodosesosañosatrás.Aéllehabíallevadoseismesesleérmelo.Amímehabíallevadocincodías

leérseloaél.Lalluviacontinuócayendo.Elaguacontinuóhirviendo.

Lloviódurantetodoeltiempoqueestuveleyendo.Solocuandolleguéalfinal,cuando Sauron había sido derrotado y Frodo y Bilbo dejan la Comarca, lalluviacomenzóaconvertirseenunallovizna.Me detuve un instante en la última página. Tenía la voz ronca. Estaba

agotado.Teníaelcorazónroto.Y,duranteuninstante,metransportéaldíaenelqueterminamosdeleerellibroporprimeravez,antesdequemimadrenosdejara,antesdequeMarymuriera.—¿PorquétienequemarcharseFrodo?—lehabíapreguntadoamipadre,

desconsoladoporladisolucióndelacomunidad—.¿PorquéSamnovaconél?—PorqueFrodoestabadañadodeunaformaenlaqueSamnoloestaba—

explicómipadre.—¿Porqué?—Porlamajestuosayterriblecargadelanillo.—¿AdóndesedirigeFrodo?—Aloeste.AlasTierrasImperecederas.—¿Sedirigeallíparanomorir?—Creoquelohaceparapodersanarse.—¿Podemosirallí?—Algúndía.Silonecesitamos.

Dejéellibro.Caminéhaciaelarmariodemipadreyacariciéconlosdedosladeterioradalista.Todosnuestroslugaresestabanapuntadosenella.LaciudaddeNuevaYork.Rivendell.ElmonteDenali.LaComarca.AngkorWat.LasTierras Imperecederas.Decenasde sitios, algunos reales, otros ficticios.Nohabíamosidoaninguno.Juntoalalistahabíaunespejo,viejoyrayado.Echéunvistazoamireflejo.

Nomehabíabañado,niafeitado,nicambiadoderopaendossemanas.Mehabíavueltosalvaje.Parecíaunloco.Parecíamipadre.


Lalluviacesó.Llaméalacompañíaaérea.

Reuní todos los cuadernos de mi padre y fui al bosque, al lugar dondehabíamosesparcidolascenizasdelaabuelaMary,dondehabíamosenterradoalospájarosquenopudimossalvar,alaranaqueélnohabíaqueridohervir,allugardondemipadrehabíaintentadoencontrarlavisiónilimitadaydondeyohabíaperdidolamitaddelamía.Arranquéunasolapáginadeunodeloscuadernos y acomodé el resto en una pila. Les prendí fuego. Las llamasdanzaron y sisearon, la tierra empapada soltó vapor por debajo de ellos, yprontoloscuadernos,comotodolodemás,seconvirtieronencenizas.Meduché.Meafeité.Mecambiéderopa.Vaciéelfrigorífico.Preparéuna

mochilapequeñaconunascuantasmudaslimpiasquenonecesitaríayconlacopia de mi padre deEl señor de los anillos. Escondí la llave debajo delfelpudo. Caminé por la entrada de la casa por última vez. Caminé treskilómetroshacialaparadadelautobús.Cuandomesubí,habíapersonasallí,peroyoyanomesentíacomounadeellas.Miejesehabíadesplazado.Erainvisible.YaestabaenlasTierrasImperecederas.

Fuialbancoy retiréel restodeldineroque laabuelaMarymehabíadejado.Fuia labibliotecay

solicitéunaguíaantiguaquesabíaquenuncadevolvería.Tirémi tarjetade labibliotecaa labasura.

Cogí otro autobús hacia el aeropuerto.Mientras el avión ascendía sobre los árboles, las nubes y las

montañas,nomiréhaciaabajo.


7

TragandosecretosFreya recorre con prisa calles desconocidas, deja atrás las casas demaderatradicionales y modestas, el cementerio, sus árboles en flor de aspectofantasmal en la noche tranquila iluminada por la luz de la luna. Grita:Nathaniel.Nathaniel.Nathaniel.

En el silencioquehadescendido sobre el comedor,Harun escucha aFreyallamando aNathaniel. Su voz se entremezcla con el sonido ahogadode lossollozosdeAmmienelpisodearribaylas inaudiblespalabrasdeconsuelodeHalima.Hastahaceunmomento,todosestabanallí—suspadres,sushermanos,sus

amigos—y ahora no queda nadie excepto él yAbdullah, que estámirandofijamente a lamesa, como si desviar lamirada, aunque sea un centímetro,fueraacostarlealgopreciado.—Abdullah—diceHarun—.¿Quédeberíahacer?Suhermanonoloayudará.Nisiquieralomirará.Es lo que sabía que sucedería, lo que temía que pasaría, ser desterrado,

quedarsesolo.Perosoloporque lohayaanticipadonoquieredecirqueestépreparadoparaello.El impactode laangustiaes tanpoderosoqueseparaaHarundesucuerpo,demodoqueestáflotandofueradesímismo,observandodesdearribamientrascoge lamochilaolvidadadeNathaniel, abre lapuertadelúnicohogarquealgunavezhaconocido.Antesdecerrarlapuertadetrásdeél,sevuelvehaciasuhermano.—Siemprequiseserpiloto—ledice—.¿Sabíaseso?


Abdullahnoresponde.Porque,porsupuesto,nolosabía.

Freya se detiene,momentáneamente desorientada, en frente de un taller deautomóviles cerrado. «¿Cómo he llegado hasta aquí?», se pregunta porsegundavezeneldía.Peroluegolorecuerda.Harun,Nathaniel.Sereorienta.Continúabuscando.

Fuera,Haruncaminacalleabajo,dejaatrástodaslasotrascasas,desdedondese reflejan las luces cálidas de las lámparas, y el destello azul de lastelevisionessefiltraatravésdelascortinas.Casasquealberganfamiliasaúnintactas.EscuchaeltristelamentodeFreya:«¡Nathaniel!».Durantetodoeldía,hasidotestigodecómoellosseenamorabanmientras

élmismotambiénseenamorabadeellos.Laspersonascreenqueelamornopuede suceder de manera tan rápida, pero él ha querido a James desde elminutoenelquelohabíavisto.—¡Nathaniel!—llamaFreya.Haruncontieneelaliento,esperandoaqueNathanielresponda.

Nathanielno responde.¿Cómopodría?Nopuedeescuchar.Nopuedeveroser visto. Su mundo se ha derrumbado una vez más, un agujero negro haabsorbidotodoelespaciodondelaluz,elamorylosmástardepodríanvivir.Solohayvacío.Solonosotros,amiguito.Comosiemprelohasido.Comosiempreloserá.

Freya vuelve a la casa de Harun. Halima está sentada en el escalón decementojuntoalaentrada.—¿HasencontradoaNathaniel?—preguntaHalima.Freya sacude la cabeza.No lo ha encontrado. Ella no lo ha puesto sobre

aviso.Nisiquieralehadevueltosubilletedecincuentadólaresyahoraélestáahífuera,soloysindinero.—¿Harunestábien?—preguntaFreya.


—No lo sé.—Halima inclina la cabeza—.Hebajado,y sehabía ido.Norespondeasuteléfono.—¿QuizáshayaidoenbuscadeJames?—Lodudo.CuandoHalimadiceeso,algunascosasseaclaranparaFreya.Harunnoha

hablado con James en todo el día, a pesar de que se supone que ella es sucantantefavorita.—Creoquehancortado—diceHalima—.Esdecir,noloséconseguridad.

Élnuncame lohadicho.Peroyosospechabaqueéleragayy tambiénqueestabaconalguien,yunavezloseguíalaciudadyviquehabíaquedadoconunchico.—¿James?—preguntaFreya.—Esocreo.Peronuncaselohellegadoadecir.Nisiquieracuandoempezó

todoestelíodelmatrimoniodeconvenienciaysupequealgoibamal.—Secubre el rostro con lasmanos—.Pero nunca le he dicho que sabía que eragay.Hedejadoque lo soportara solo.—Levanta lamiradahaciaFreya, losojosmuysolemnes,muyparecidosalosdesuhermanomayor—.Creoquelehefallado.—Creoqueyotambién—comentaFreya.Halimasesecaunalágrimasolitaria.—Nosueloconducirdenoche,perovoyairabuscarlo.Talvezhaidoala

estacióndelPATH.Noestátanlejos.¿Vienes?—Porsupuesto—asienteFreya.Suben al coche y avanzan lentamente por SipAvenue. Todas las tiendas

están cerradas. Casi no hay nadie fuera. Es como si la noche se hubieratragadoatodoelmundoytodossussecretos.CuandolleganaJournalSquare,Halimasuspira:—Quizásseamejorquevuelvaacasa,porsidecideregresar.—Ok—diceFreya,sinsaberadóndeir—.Creoquemebajaréaquí.Quizás

meencuentreconéleneltren.—Peroloduda—.Encontrarseelunoalotrocomo lo han hecho fue… ella no sabe qué palabra emplear para llamarlo.¿Suerte?¿Destino?¿Milagro?Peroestá seguradeunacosa, sea loque sea,sololoobtienesunavezenlavida,yraramenteenundía.—Sitellama…—comienzaHalima.—No puede—responde Freya—. Nos hemos conocido hoy. Ni siquiera

tieneminúmerodeteléfono.—Entonces dámelo a mí —pide Halima—. Te enviaré por mensaje su

númeroyleenviaréaéleltuyo.Túmellamarássisabesalgodeélyyoharé


lomismo.—Estábien.—FreyaledasunúmeroaHalima.Abrelapuertadelcoche.—Siloves,dile…—LavozdeHalimasedesvaneceyhaceungestohacia

atrás, hacia las calles en silencio, hacia su casa—. Mis padres necesitantiempo. Pensaban que iría a Pakistán a casarse con una chica. Estánconmocionados.Peroloquieren.Solonecesitantiempo.—¿Eso crees? —pregunta Freya. ¿Acaso el tiempo lo sana todo? ¿O

algunascosasnotienenarreglo?—Nolosé—admiteHalima—.PerosihanpodidoacostumbrarseaLeesa,

podránacostumbrarseacualquiercosa.Freyachasquealalenguaconpesar.—Buenaapreciación.HalimaseinclinaparaabrazaraFreya.—Esperaba con ansias aprender a cocinar contigo —susurra al oído de

Freya—.Siemprehequeridotenerunahermana.—Yotambién—respondeFreya.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEX

FreyaEl primer movimiento de Hayden cuando se hizo con el control total fuerenombrardemanerasutilelcanaldelasHermanasKcomoelcanaldeFreyaK,y,algunosmesesmástarde,habíasuprimidolaKdemanerainadvertida.Asídefácilhabíasidohacerdesapareceramihermana.Yo seguí grabando canciones y haciendo vídeos, aunque ahora era su

equipoelquelosproducía.Alprincipio,noerannisonabantandiferentesalosvídeosqueSabrinayyohabíamosidosubiendo.Salíansemanalmente,losmartes,igualquesiempre.Peroconcadanuevaproducción,Haydeneliminabaunpardevídeosdelas

HermanasK.Sieragradual,decía, losfansnisiquieralonotarían.«Subelatemperatura lentamente y las ranas de la olla no se darán cuenta de que seestán abrasando». Me miró. «Pronto, nadie recordará que las Hermanas Khayanexistidoalgunavez».Para entonces, me preguntaba si mi propia hermana recordaba que yo

existía. Sabrina no había dicho ni una palabra cuando mi madre le habíaanunciadoquesoloyotrabajaríaconHayden.Nisiquierasehabíamostradomuysorprendida,probablementeporquemimadrehabíahabladoconellaconantelación.Nomedirigióniunapalabradeenfado.Nomeacusódetraicionarlaode

habermevendido.Nomegritóomellamóperra.Másbien,fuemásamableconmigodeloquejamáshabíasido.Perodosmesesmástarde,trasfirmarelcontratoconHayden,semudóalnortedelestadoparaterminarlauniversidadynovolvióacasanimedirigiólapalabranuncamás.Pocoapoco,Haydencomenzóacambiarelsonidoylaaparienciademis

vídeos,volviéndolos—volviéndome—cadavezmásatrevidos,ytransformó


loqueél llamabacondesdén laartista suburbanadecovers enalguienmásprovocador, glamuroso y crudo. «No te estoy cambiando», afirmaba. «Teestoydescubriendo».Vivíamos en White Plains, pero, después de un año, nos mudamos a

Williamsburg, que estaba mucho más cerca de su oficina y más enconsonancia con mi marca. Hayden tenía un apartamento amueblado quepodíamos alquilar a bajo precio. Mi madre dejó el apartamento dondehabíamos crecido, y la familia que alguna vez fuimos desapareció porcompleto.

Hayden se atuvoa suplandedosañoscon laprecisióndeun trenalemán.Después del primer año, un año para construir mi marca, de exponerme yvolverme más visible, de convertirme en un producto, sacamos el primersencilloyeliminamoscasi todoel trabajopreviodeSoundCloud.«Hayqueacostumbraratusfansaquepaguenporelproducto»,dijoHayden.Huboalgunosfansqueprotestaron,quemeacusarondevenderme.Algunos

inclusopreguntaronquéhabíapasadoconSabrina.¿Hamuertotuhermana?,habían escrito. Pero esos comentarios eran la minoría, y mientras yo eradescubiertapormásymásfansnuevosquenuncahabíanescuchadohablardeSabrina.Yo era el talento, me decían, porque yo era la voz. Pero, en realidad,

Hayden era la voz. Hayden había hecho las llamadas. Mi apariencia, migancho,misonido.Éldictabatodoeso.Cuandollegóelmomentodegrabarelálbum,contratóunequipodecompositoresparacrear loqueélhabíadichoqueseríaunálbumtemperamental,atmosféricoy—conundejodeironía—confesional. Utilizó a un director que grabaría varios vídeos de manerasimultáneaparaafianzarlamarca.«Lagentequiereverdentrodetuyoreal»,dijo.«Seloenseñaremos».Mepresentóunalistadecancionesquehabíaelegidoparaeldisco.Docede

ellashabíansidoescritasporsuequipo.Perolanúmerotreceeramicanción.EraElvestidoblanco.«Cántameuna canciónque lopruebe», habíaordenadoHaydennadamás

había cerrado la puerta detrás demí ese día fatídico en su oficina. Sabrinahabía terminado de cantar Tschay Hailu y cuando salió de la oficina deHayden,nomemiróalosojos,disipandoasícualquierdudaqueyohubierapodidoteneracercadeloqueellahabíahecho.«¿Quepruebequé?»,lehabíapreguntado.


«Quetúereslaúnicaquequiero»,habíarespondido.Esafuelaprimera,laúltimaylaúnicavezquelehabíacantadoElvestido

blanco.—¿Elvestidoblanco?—lepreguntéaHaydendosañosmástarde,mirando

sulistadecanciones—.¿Cómovoyagrabarla?—¿Cómonovasahacerlo?Meobservóduranteun instante en silencio e incómodo.Élno conocía la

historiadelacanción,exceptoquesabíaqueeralaqueyohabíacantadoparaél, conteniendo las lágrimas y pensando todo el tiempo que si Sabrinamehabía traicionado, yo la traicionaría a ella. ¿Había visto Hayden la dagasangrienta en mi mano? ¿Había sido él quien me la había dado en primerlugar?—Habráquereescribirla,porsupuesto—aclaróHayden,tomandodenuevo

lalista—.Pero,deverdad,meencantaesacanción.

Para cuando su equipo terminó con ella, la canción era completamentediferente.Lo que solo habían sido voces y percusión ahora incluía un granacompañamiento instrumental. La letra había sido reescrita de modo queahora sonaba como una canción de amor y enfado. Los versos en amáricohabíandesaparecido.PeroelADNdelacanciónaúnseguíaallí.Lamelodíaeramía.Ylahistoriadetrásdeella,era,apesardetodo,aúnmía.Ya llevábamos tres semanas en el estudio cuando llegó el momento de

grabarlacanción.Todocomenzócomoundíabastantenormal.Medespertéalas ocho, hice algo de yoga, tomé un desayuno ligero (aprobado por lanutricionista), bebí algo de té de hierbas (nada de café los días de cantoporqueera irritante,aunqueHaydenavecesmedabauna tabletadecafeínapara compensar). Hice gárgaras con bicarbonato y agua. Precalenté aconcienciaenelasientotraserodelcochequeHaydenenvióparallevarnosalestudio.Cuando llegamosallí aquellamañanaya estaba llenodegente,másde la

usual.AdemásdeHayden,susasistentesylostécnicos,habíaunpuñadodeejecutivos de marcas y otras personas que no conocía. Todos estabanapiñadosalrededordeunapantalla.—Freya,mira—dijomimadre—.Hancreadoalgunosprototiposestéticos

paraladireccióndearte.—Noteentusiasmesdemasiado—advirtióHayden—.Sonsoloideas.


Espiélasimágenes.Prendasenblancoynegro,seductoras,elrostrovisibleamedias.ElnombreFreyaenuna tipografíaenorme.Nomereconocíamímisma.HabíasidoFreyaKebede.LashermanasK.YahorasoloeraFreya,unacoleccióndeextremidadesbieniluminadas.—Pongámonosatrabajar—ordenóHayden.En general hacíamos una toma o dos para precalentar. Luego

comenzábamos a grabar. A veces, Hayden me frenaba entre tomas parahacermealgúncomentario:«Mássuaveaquí,más fuerteenesanota».Peroestavez,nodejabadesacudirlacabeza.—No—decíaunayotravez—.Nollegas.Niteacercas.Continuamos así toda la mañana. Cuando llegó la hora del almuerzo,

Haydenquisoquetodossalierandelacabinayregresóalestudioparahablarasolasconmigo.Nodijonadaduranteunbuenrato,solomemirófijamente.Yomiréamialrededorenbuscademimadre,unaasistente,cualquiera.Peromehabíandejadoasolasconél.—Freya—dijo—.Mírame.Meobliguéamirarlo.—Nomeestásdandoloquequiero.—Estoyhaciendoloquehagosiempre—respondí—.Asíquenoséquées

loquequieres.—Tequieroati—señaló—.Quierotuyoreal.¿Peroquiéneraesa?¿Lachicaquehabíanacidocantando?¿Lachicaque

había traicionadoa suhermana?¿Lachicaquepodía ser lapróximaLulia?¿Lachicadesmembradadelapantalladelordenador?—Noséquiénesesa.Haydensediounosgolpecitosenelpecho.—Yo sé quién es—aseguró—. Siempre lo he sabido. Por esemotivo te

elegí.Paraquemedierasloquequiero.—Acabodedecirquenoséquéquieres.¿Más intensidad?¿Unavozmás

visceral?¿Mayorvolumen?Dime.Desde el interior de la cabina, vi que Nick, el técnico, había vuelto.

Presionóelintercomunicador.—Tenemos unas grabaciones bastante buenas, Hayden. Quizás pueda

cantaralgunaslíneasmásyluegolasincluiremosenlamezcla.—Cuandoquieratuopinión,telapediré—ledijoHaydenaNick.Sevolvió

haciamí—. Esta canción no puede hacerse por partes, Freya. Esta canciónsolo funciona si podemos escuchar tu interior servido en una bandeja,escucharcómoseabretucorazón.Asíquebuscabienprofundoyencuentrala


maneradecantarlamalditacancióndelamismaformaenquelacantasteenmioficina.Hayden regresó a la sala de control y se sentó junto a Nick, que ahora

fruncíaelceño.Mevolvíacolocarlosauricularesycanté.Cantélacanciónhastalamédula.Hicequemivozsonaramásáspera,volvíatráseneltiempo,año tras año, a través de todas las capas de barniz, a través de todas laspromesas rotas e intenté recuperar a la chica que había nacido cantando.Canté con crudeza, con el corazón hecho trizas en busca de esa chica. ¿Laencontré?¿Habíaexistidoalgunavez?La oscuridadme envolvió cuando alcancé la nota final, y la más difícil.

Haydencomenzóaaplaudirlentamente.Estabasonriendoconorgulloycasi,podríadecirse,demanerapaternal.

—Esta—dijo—,estaeslacanciónqueteharáfamosa.


8

AlamaneradeSabrinaFreyasiemprehasabidodóndeencontraraSabrina.Cuandosuhermanasemudóaesauniversidaddelnorte,Freyalabuscópor

internet. Pasó horas en la páginawebde la universidad, imaginándose a suhermanaviviendoenunadelashabitaciones,cogiendoapuntesenlassalasdeconferenciasotocandoelpiano—sitodavíatocaba—enlasaulasdemúsica.CuandoSabrinasegraduó,Freyasupoquehabíavueltoalaciudad,aunque

alladoopuestodedondeseencontrabaella.Freya ha trazado muchas veces la ruta desde su apartamento en

WilliamsburghastaelapartamentodeSabrinaenHarlem.ElmetroLhastaelmetroAen lacalleCientocuarentaycinco.Unahorahasta lapuertadesucasa,segúnGoogleMaps.Asíque,apesardequenuncahaestadoallí,sabecuáleselcamino.Fueradeledificio,elcorazóndeFreyaretumbaensucabeza,unritmode

percusiónconstante.Buscaelnombredesuhermanaenel telefonillo,yallíestá,Kebede/Takashida.(¡Hadichoquesí!)Alguien está saliendo del edificio, así que Freya se escabulle hacia el

vestíbulosinllamar.Elapartamentoseencuentraenelsextopiso.Elascensorchirríatodoelcaminohaciaarriba,babum,babum,haciendoecodelcorazónagitadodeFreya.Sumanotiemblacuandollamaalapuerta.Le abre un hombre, alto, delgado, de aspecto delicado y aire profesional.

AlexTakashidaenpersona.—¿Puedoayudarte?—pregunta.AFreya,depronto,seletrabalalengua,incapaznosolodecantar,sinode

hablar.¿Porquéhaidoallí?¿PensabaquerobarleunacanciónaHayden,una


canciónqueSabrina siemprehaodiado, podríadeshacerlo todo? ¿Acasohacreído que un abrazo con la hermana de Harun le devolvería a su propiahermana?—Estoybuscandoamimadre—logradecirfinalmenteFreya.Alexlamiraconlosojosentrecerradosdesdedetrásdesusgafas.AFreya

se le ocurre que quizás él ni siquiera sepa quién es ella. Cuando Freya sereunióporprimeravezconunexpertoenmediosparapracticarcómohablarsobre varios aspectos de su vida, había preguntado: «¿Qué digo sobre mihermana?»,yestelehabíarespondido,«¿Quéhermana?».Este hombre que va a casarse con su hermana, ¿sabe siquiera que Freya

existe?¿LahaeliminadoSabrinadesuvida?¿NohahechoFreyaexactamentelomismo?—Porsupuesto—diceAlex—.Pasa.Freya entra en un apartamento espacioso, suelos demadera, ventanas de

cristal,vistasalascopasdelosárboles.Hayunpianoubicadoenunrincón,ypartiturasylápicessobreunescritorio.Adiferenciadelapartamentoenelquehaestadoviviendoduranteelúltimoaño,queyaestabaamueblado:lastoallasya dispuestas en el armario, los platos ya guardados en las alacenas de lacocinayunpianoquenohavistounacomposiciónnuevadurantelaestanciadeFreya,esteapartamentoparececomosigentedeverdadvivieraenél.—DéjameavisaraSabrina—diceAlex.Enuncontextodiferente,Freyaquizásnoreconoceríaasuhermana.Tiene

elrostromásdelgadoyelcabello,quesiemprehasidolargo,ahoraescorto.Define sus ángulos. Resalta sus ojos. Freya se da cuenta de que se parecemuchoasupadre.—¿Estásaquípormamá?—preguntaSabrinadespuésdeunaínfimapausa.

Sacudelacabeza—.Quéoportuno.Ellateestábuscandoati.—¿Porqué?Alex y Sabrina intercambian una de esas miradas, sin palabras pero

significativa.Freya sienteeldolor, esedeseo inmemorialde teneraalguienquelaentiendadeesaforma.—Estápreocupada—diceAlex.—Pero¿porqué?Sabrinafrunceelceño.—Nohasrespondidoningunallamadaomensaje,yharastreadotuteléfono

ytemostrabainmóvilenCentralPark,ydespuéshuboungastoconlatarjetaAmex en una clínica de urgencias. De modo que ha pensado que quizás


estabasherida.Oquetehabíashechodañoatimisma.Hapuestosobreavisoalapolicía.«¿Qué?Esonotienesentido.LamadredeFreyanohallamadoentodoel

día.Nadielohahecho».Freya coge su teléfono por primera vez y se da cuenta de que no lo ha

miradodesdequehanestadoenlacafetería,hacealgunashoras.Engeneral,sino tocasu teléfonodurantemásdealgunosminutos, lapantallade inicioexplotaconmensajesynotificaciones,peroahoraestáenblanco.Presionaelbotóndeinicioperonopasanada.LepideaSabrinaquelallame.Sabrinalohace,peroelteléfonoenlamano

deFreyapermaneceoscuro.Ydeprontotodocobrasentido.—Yo,eh,semecayóelteléfonoenelparque—lecuentaasuhermana—.

PoresoelGPSpiensaqueestoyallí.—Quizássehaaflojadolaantena—diceAlex—.Puedoecharleunvistazo.—Oh,gracias.FreyaleentregaelteléfonoaAlex,quesealejaconprisa,aliviadodepoder

evitareldrama.Freyanopuedeculparlo.—Deberías llamar a mamá —dice Sabrina, entregándome su propio

teléfono—.Estádesesperada.Freya sacude la cabeza. Si llama a sumadre, terminará hablando con su

manager,yyaestáhartadequelacontrolen.—¿Puedessimplementeenviarleunmensajeydecirlequenoestoymuerta?Sabrinatecleaensuteléfono.Larespuestaescasiinmediata.—Quierequelallames—informaSabrina,leyendolosmensajesamedida

que van llegando—. Ahora. Dice que es urgente. Dice que Hayden la hallamadoy…—¡Basta!—LavozdeFreyaesfuerteyfirme,yporprimeravezSabrinala

escucha—.Noestoyaquíparahablarconmamá.—Yaveo.—Sabrinabajaelteléfonoycaminahacialamesadelcomedor,

dondehayunabotelladevino abierta.Se sirveuna copa—.¿Porquéestásaquí?Freyanotieneunarespuesta.Loúnicoquesabeesquedespuésdetodolo

quehasucedidohoy,lodelmédicomilagrosoyHaydenyHarunyNathaniel,ellanecesitaestaraquí.—Parafelicitarte—sueltaFreya—.Portucompromiso.—Parasusorpresa,

lasfelicitacionessonsinceras.EstáfelizdequeSabrinaseafeliz.Sabrinalevantalamano,yelpequeñoanillodecompromisoarrojaprismas

contra la pared. Semuestramaravillada, no tanto por el anillo sino por su


propiabuenafortuna.—Gracias—diceenvozbaja.Dejacaerlasmanosensuregazo—.¿Telo

hacontadomamá?—Mamánomehacontadonadasobretiendosaños—señalaFreya—.Me

heenteradoporFacebook.—Nohesubidonada.—Alexsí.¡Hadichoquesí!—Ahh.—SabrinasonríecomplacidahacialahabitaciónadondeAlexseha

dirigidopararepararelteléfono.LuegomiraaFreya—.¿TodavíaacechandofantasmasenFacebook?—Soloeltuyo.Sabrinaenarcalascejasconsorpresa.—¿Porqué?—¿Por qué? ¿Hablas en serio? Eres mi hermana. Al menos pienso que

todavíaloeres.—Nolosé.¿Losoy?—preguntaSabrina,suvozsuenainsegura,comosi

deverdadnolosupiera.Eso desconcierta a Freya. Está acostumbrada a la coraza de Sabrina. Ha

venidopreparadaparaconfrontaraesaSabrina.Peronosabequéhacerconestapersonatiernaeinsegura.—¿Tehaspuestoencontactoconél?—preguntaSabrina.—¿Conquién?Sus ojos en blanco le resultan, al menos, familiares de manera

reconfortante.—Conpapá.NoSolomon,sinopapá.—Nodesdehacealgúntiempo—indicaFreya—.¿Ytú?—No.Peroyonosoytú.—¿Quésesuponequesignificaeso?—Significaqueyoyanosoyfamosa.Ocasifamosa.—Yotampoco.—Peroseguroquetieneslafamasuficienteparallamarsuatención.Haydolorenlosojosdesuhermana,yFreyasepreguntacuáldelasdosha

estadointentandollamarlaatencióndesupadredurantetodosestosaños.Freyaseencogedehombros.—Nosoyfamosa,y,sisoycasifamosa,noserápormuchotiempo.—¿Aquéterefieres?¿Noestátodoapuntodeexplotar?—Sabrinahaceun

gestodeestallidoconlasmanos,idénticoalqueHaydenhizoparaellasaños


atrás.—¿Notelohacontadomamá?—¿Contarmequé?—Noimporta.—MiraaSabrinayrespirahondo.Esahoraonunca—.¿Por

quécantasteTschayHailuenlaoficinadeHaydenesedía?En el momento en el que ve cómo la sangre abandona el rostro de su

hermana,Freyaentiendequeellanoeslaúnicaqueharevividoesedíaunayotravez.Sabrinaseponedepiepararellenarsucopa,ysirveotraparaFreyatambién.—¿Sabes qué me dijo Hayden en su oficina ese día? —pregunta,

entregándoleaFreyalacopadevino.—¿Cómopodríasaberlo?—Penséquequizáste lohabíadicho.—Sabrinasacudelacabeza—.Pero

unavezmás,¿porquéloharía?—¿Quédijo?—Dijoqueyoteníaunavozpreciosa,quizásinclusomásquelatuya,yque

había escrito una canción decente, pero que él no estaba interesado enmí,soloenti.Lepreguntéporqué.Solomedijoqueyoeramejorcantantequetú,yambassabemosqueyoescribíamejorescanciones.Fuetajante.Dijoqueno era tan interesante, tan especial, y queno tenía el hambre suficiente.—HaylágrimasenlosojosdeSabrinamientrascontinúa—.Ynoeraquenolosupiera.Habíavistocómo los fans reaccionabanante ti.Cuántonecesitabaseso.Peroestabademasiadoenfadada.AsíqueledijeaHaydenquesehabíaequivocado.Quetúnoteníashambre.Queestabasdesesperada.Quenuestropadretehabíacontadounahistoriaacercadehabernacidocantandoyluegohabía desaparecido, dejándote solo un legado falso y un patético vestidoblanco.Lecontéquecadacanciónquecantaste,desdeelprimervídeoviralhastaElvestidoblanco en realidadhabían sidoun intentopor tuparteparahacerqueélregresara.Noconocía el vídeooriginal, así quemepreguntóqué canciónera.Se la

canté.Cuandoterminé,memiróydijo:«¿Dedóndepiensasqueprovieneelhambre?De ladesesperación».Yeso fue todo.Medio lasgracias.Medijoquehabíasidomuyútil.Ymedicuentadeloquehabíahecho.Haydenerauntiburón,nadandoencírculosalrededordeti.Yyohabíaechadosangreenelagua.Peroantesdepoderarreglarlooadvertirte,medespidióytellamóati.—YyocantéElvestidoblanco.—YtúcantasteElvestidoblanco.—Tetraicioné.


—Soloporqueyotetraicionéprimero.—¿Hasescuchadoalgunavezesacanción,Sabrina?—Porsupuestoquesí.—Séquelahasoído,peronocreoquelahayasescuchado.—¿Cuálesladiferencia?—Sabrinaponelosojosenblanco,escéptica.La diferencia es todo. Pero Freya no sabe cómo explicarlo, así que en

cambio canta lo que no puede decir, canta lo que su hermana no puedeescuchar.

Debesconfesar:soyundesastreblancoytenecesitoaquí.Tenecesitocercaparacalmarmimiedo.

La voz de Freya suena estrangulada, tan mal como sonó ese día en elestudio,tanmalcomohasonadodesdeentonces.Siguecantando:

Hiceloquedijequeharía.Dejéquelamúsicahicieraloquelaspalabrasnopodían.Eresunaespinaenmicostado,peroquererteesmiformadesobrevivir.

Loúnicoquedijequequeríaeraunvestiditoblanco,unvestiditoblanco.Loúnicoquedijequenecesitabaeraunvestiditoblanco,unvestiditoblanco.

¿Lorecuerdas?Solíamoscantar:Eshururururu,eshururururuEshururururu,calma,calma,calma.

Yaunquenodejodepensarquesoyundesastrenegroalquitrán,preferiríatenerteatienlugardetenerunvestidoblanco.

La canción no suena en absoluto como sonó en el estudio de grabación,comohasonadoeneliPhonedeFreyatodosesosañosatrás.Nosuenaparanada como sonó cuando se la cantó a su hermana por primera vez, cuandointentócantarloquenopodíadecir.Nomedejessola.Tenecesito.Tequiero.Peroquizásasísesuponequedeberíasonarlacanción.Porque,porprimera

vez,Sabrinapareceescucharla.Hayuntemblorensumentón.Sabrinaintentareprimirlo,peroeltemblorse

vuelvemásfrenéticoyluegosuexpresióndepiedraseresquebrajayrevelaal


serhumanoquesiemprehavividodebajo.—Esacanciónnoesparapapá—diceSabrina.—No—respondeFreya—.Noloes.—Escribisteesosobremí.—Escribíesosobrenosotras.SabrinahacealgoqueFreyanuncalahabíavistohacer:comienzaallorar.

YFreyahacealgoque,hastahoy,nuncahabíatenidolaoportunidaddehacer:rodeaasuhermanaconlosbrazosylaconsuela.No dura mucho, porque sigue siendo Sabrina. Seca sus lágrimas con

rapidezyseapartadelabrazo.—¿Quélehapasadoatuvoz?—dice,haciendolapreguntadeunamanera

muydirectaypocodelicada.LamaneradeSabrina.Y,poresa razón,hacereíraFreya.—No lo sé —responde, partiéndose de la risa—. Simplemente la he

perdido.—¿Lahasperdido?—Lacarcajadaescontagiosa,yacontinuaciónSabrina

tambiénestádoblándosedelarisa—.¿Cómoquelahasperdido?,¿telahasdejadoenuntaxi?EsohacequeFreyasuelteotracarcajada.—Noséporquémeestoyriendo—diceFreya—.Hemostenidoquedejar

degrabar.Esuncompletodesastre.—Quéhorror—respondeSabrina,respirandocondificultad—.¿Quévasa

hacerahora?—Nolosé—admiteFreya,yrecobraunpocolaseriedad.—Bueno, será mejor que lo resuelvas en dos años—dice Sabrina, y se

limpiaunalágrimaperdida.—¿Quésucedeendosaños?—Miboda.—¿Por qué tendría que…? —La voz de Freya se desvanece cuando

entiendeloqueSabrinaleestápidiendo.Sabrina,quientampocosuponuncacómodecirlascosas—.¿Quieresquecanteentuboda?—Nosituvozsiguesonandoasí…—¿Ysi…suenaasí?La pregunta queda suspendida en el aire. Y a Freya le preocupa lo que

acabadepreguntar,yloqueSabrinapuedaresponderle.Yluegosuhermanadicelosiguiente:—YapensaremosenunplanB.


Algo se expande en el pechodeFreya.Las bellotas, después de todo, enalgúnmomentoseabren.Siembranroblesnuevos,bosquesenteros.—OinclusounplanC—murmuraFreya.—Ya lo he arreglado —anuncia Alex, acercándose con el teléfono de

Freya. Está repleto de notificaciones ymensajes de todo el día. Todas susmenciones,susvisitas,susmegusta,susinteracciones,todossusmensajes,e-mailsyllamadasperdidas.HayvariosmensajesdevozdeHaydenquesabeque nunca escuchará y decenas de mensajes de su madre para los cualestendráqueencontrarunnuevolenguajesiquiereresponderlos.El teléfonocontinúa sonandocon lascosasqueFreyahacreído todoeste

tiempoquehabíansidomuestrasdeamor.EntretodoelruidoestáelmensajedeHalima con el númerode teléfonodeHarun.Entre todo el ruido está elamorverdadero.En la tranquilidad de esemomento, en el santuario de ese amor, algo le

sucedeaFreya.Seelevafueradesímisma,fueradelapartamento,fueradesupropiapérdidahacialadeHarun.Todaslashistoriasqueéltodavíatienequecontarle—sobreaviones,AladdínyJames—sedesenrollandentrodeellayseconviertenenpropias.Enesemomentoentiende, lapérdidadeNathanielde alguna forma se ha fusionado con la de ella. Suena como una carga,echarse eso encima, pero en realidad es todo lo contrario. Albergar laspérdidasdeotraspersonasesunaformadeprotegersuamor.Compartirunapérdidaconlosdemásesotraformadebrindaramor.Y,depronto,Freyasabeloquevaahacer.Abrazaráasuhermanayluego

saldrá de allí y buscará a Nathaniel y a Harun, esos dos extraños que hanentradoen suvidahoyy lehanenseñadocómoesel amoren realidad.Notieneniideadedóndeestán,perosiHaydenBoothlehaenseñadounalecciónesque si deseas algo conmuchas ansias, encontrarás unamaldita formadeconseguirlo.Losencontrará.Elrestoseresolverásolo.TocaelnúmerodeHarunparaenviarleunmensaje:Dimedóndeencontrarte.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEXI

HarunLa última vez que vi a James fue un bonito día de primavera, tan cálido ysuave como frío e inestable había sido el día en el que nos encontramos elbillete de cincuenta dólares semanas atrás.Los árboles estaban en flor.Lasmujeresdelaciudadllevabanvestidos,yloshombres,camisetassinmangasquemostrabangradosvariablesdeperfecciónesculpida.Ese día quedamos en el parque. James parecía feliz. Estaba hablando sin

parar sobre obtener su matrícula para ser residente del estado después dehabervividoenNuevaYorkduranteunañoycómoseríacapazdeempezarenLaGuardiaCommunityCollegeenotoño,ycómoteníanunprogramadegestión alimenticia, que no era exactamente lo que él quería, pero tal vezpodríatransferirsealInstitutodeEducaciónCulinaria.Sololoestabaescuchandoamedias.Eldíaanterior,Ammihabíahechouna

listade regalosparacomprar.Mehabíamedidounsastreparahacermeunakurtaformal.Elconsuladohabíaenviadomipasaporteconlavisapegadaenunadesuspáginas.Intercambiaba e-mails y mensajes de texto con Amir todos los días. Y,

cuando por finme di cuenta de lo que él había hecho,me había enfadadomucho:¿Quélehabíadadoesederecho?¿Quiénlehabíadadoesederecho?Pero me di cuenta de que había sido yo. Por ser un cobarde, por dejar ladecisiónensumano.Y,decualquierforma,miprimoparecíamuyoptimistasobrecómoestabansaliendolascosas.—¿Teestoyaburriendo?—preguntóJames.Volvíalarealidaddegolpe.—¿Qué?


—Teestoyhablando,yapuestoaquenopuedesrepetirniunasolapalabradeloquehedicho.—InstitutoCulinario—dije—.Dospalabras.Sacudiólacabeza.—Estás distraído. —Hizo un gesto hacia los chicos sin camiseta que

tomabanelsolenelcésped—.Sinoteconociera,diríaquemeestásdejandoporotro.Estaba muy equivocado (nunca he tenido ningún interés en otros chicos

más allá de lo estético) y sin embargo, estaba completamente en lo cierto.Porque¿noeracasarseconotrapersonaladefinicióndedejarlo?Élhabíaestadobromeando,hastaqueviomiexpresión.Seledesencajóel

rostro.Pero no estaba triste. Todavía no. No me diría que lo había devastado

(destrozado)hastadentrodealgunashoras.Enesemomento,pensabaquetalvezmehabíaacostadoconalgúnotrochico.—Ja…—comencé.Sostuvoenaltolamano.—¿Aúnquieresestarconmigo?Noqueríaotracosaenelmundomásqueeso.Asentí.—Entonces no quiero saber nada. Haz lo que tengas que hacer. Soy tu

primeramor,yplaneoserelúltimo,pero,sinecesitasdescifrarquéesloquenoteestásperdiendo,notedetendré.AsíeraJames.Medabapermisoparaestarconalguienmás,paraqueme

diera cuenta de que era él a quien realmente quería. Porque era generosoyvalienteyporquemequería.—Toma precauciones, porque no quiero que me contagies ninguna

porquería—dijo.—Esonopasará.—Ynoteenamores,porquenopodrésoportarlo.—Noloharé—prometí.Duranteelrestodelatarde,dejéquepensaraqueestabaconotrochico,y

mepermitípensarquesiparaélestababienqueyoestuvieraconotro,quizástambiénentenderíaqueyoestuvieraconalgunachicacon laquenisiquierameacostaría(noconfrecuencia,entodocaso)ydequien,deverdad,nuncameenamoraría.Después de eso pasamos una tarde tranquila. Descansamos en Sheep

Meadow, compramos comida del carrito dehalal food favorito de James yrecorrimostodoelparquehastaarriba,donde,escondidosporelfollajeylos


helechosyacariciadosporlaacogedorabrisaprimaveral,nosquisimosdelaformaenlaquesolonosotrossabíamoshacerlo.En general James solía hablar mientras teníamos sexo, pero ese día,

abrumado por lo que él pensaba que era mi infidelidad, había estado ensilencio.Yo,porotrolado,queengeneraleracallado,estabatansobrepasadoporelamor,elmiedoylaangustiaquemepuseallorar.—Solo intenta encontrar a alguienmejor que yo—dijo luego. Esbozó la

sonrisa más triste, y supe que casarme con una chica para poder seguirescondiendoaJamesdemifamilianoeralomismoqueacostarmeconalgúnotrochico.—Hastaelpróximojueves—sedespidiócuandointercambiamosunúltimo

besobajo un cerezo antes de que él siguiera su caminohacia el norte y yovolvieseacasa—.Enelparqueotravez,sieltiempolopermite.Quéfácilhubierasidodecirquesí.Aprovecharundíamás.Inventaralguna

excusadeporquéestaríaausenteduranteseissemanas.SeguirhaciendoestoconJamesdurantetantotiempocomofueraposible.Seguirhaciéndolepensarquehabíaunfuturoparanosotroscuandoyosabía,todoeltiempo,quenolohabía.Apoyé lamanosobreelpechode James.El latido fuerteyhonestode su

corazón debajo de las puntas demis dedos, su corazón abierto, amoroso ydispuestoaprotegermeamí, amis secretose inseguridades, e inclusoamiinfidelidad.Dispuestoapagarunprecioporlascosasqueleimportaban.Micorazóneradefectuoso,noporquemehubieseenamoradodelapersona

equivocada,sinoporquelatíaenelpechodeuncobarde.Pero incluso un cobarde tiene sus límites. Incluso un corazón defectuoso

distingueelbiendelmal.Agarré su rostro entremismanos, atrayéndolohaciamí comoél lohabía

hecholaprimeravezquenosbesamos.—Tengoquecontarteunsecreto—susurré.Y durante ese único instante hermoso, antes de volver a hablar, allí estaba el rostro de James,

exquisito,expectante,purocalorycalidezyoptimismograciasalregresodelaprimavera,delsolque

volveríaabrillarsobrenosotros,esperandorecibirmisecretocomoélmehabíarecibidoamí.


9

CorazonesrotosHarun siempre ha sabido dónde encontrar a James.Cuando él semudó delapartamentodesuprimoaldesutía,Harunhabíadescubiertolaubicacióndelúltimo sitio donde se encontraba y lamemorizó. Eso lo había hecho sentirmejor,saberdóndeencontrarloencasodeperderlo.PodríahaberidoalapartamentodelatíadeJamesencualquiermomento.

Podríahaberinventadoalgunaexcusasobreellugaralquesedirigíayhabercogido el PATH hacia Manhattan, luego el metro hacia el norte hasta laúltimaparada,hastaelfinaldelrecorrido,segúnJames,ycaminadolascincocalles para golpear la puerta y sorprender a James sin ningún motivo enespecial,exceptoqueloquería.Peronolohabíahecho.Hastaahora.Letiemblalamanocuandotocaeltimbre.Haytantoquelequieredecirlea

James…Quelehacontadolaverdadasufamiliayquehasidotanmalocomohabía

pensadoquesería,peroque,finalmente,comprende,talvezunpoco,loquequeríadecirJamescuandohabíaafirmadoquesalirdelarmarioantesupadrehabía valido la pena. Nunca superaría lo que le había obligado hacer aNathanielporél.Perolavergüenzaquehacargadoenloshombrosdesdequeteníanueveaños,comounpolizóninvisibleypesado,hacomenzado,sinoadesembarcarporcompleto,porlomenosahacerlasmaletas.Yeso,comodiríaJames,noespoco.Yquiere hablarle sobreFreya.Acerca de este día increíble.Quizás no lo

crea,peroHarun reproducirá lacanciónque tieneguardadaensu llavero,ycuandoescucheesavoz,locreerá.


PeromásqueningunaotracosaquieredecirleaJamesquelosiente.Yqueloquiere.Lo hacen pasar, y sube las escaleras hacia el apartamento 3C.Golpea la

puerta.Una mujer mayor vestida con uniforme de enfermera, que lleva una

identificacióndelHospitalPresbiterianocolgandodelcuello,abrelapuerta.—¿Puedoayudarte?—pregunta.—¿EstáJamesaquí?Lamujer, que debe serColette, la tía de James,mira de forma directa a

Harun.Susojos,observa,sonigualesquelosdeJames,castaños,doradosycálidos,almenoshastaqueellaparececomprenderquiénesél,ylasospechaavanzacomounanubeyeliminatodalacalidez.—¿Tú?—preguntaColette—.¿Túeresél?Harunasiente.ColettecaminahaciaelsillóndondeestádurmiendoJames.—J—dicesutía—.Alguienquiereverte.Hay un instante cuando James despierta (unas arrugas de la almohada

marcadas en su rostro hermoso y los ojos hinchados) en el que aún seencuentraeneselimbonebulosoentreelsueñoylavigilia.Harunconoceeseestadogracias a lasveces en lasque sehanquedadodormidos juntos enelparqueoenunrincóntranquilodeunStarbucks,oinclusoenelmetrocuandoJames se adormecía. Siempre le llevaba un instante espabilarse, recordardóndeseencontraba.Enesemomento,HarunvequeJamesaúnloquiere.Pero, de pronto, parpadea y desaparece, y James se muestra despierto y

distante.—¿Quéestáshaciendoaquí?—Yo…hevenidoaverte.—Osdejarésolos—diceColette,tocandoelhombrodeJames.—Yatelohabíadicho.Noquierovolveraverte.—No iré a Pakistán. No me casaré con una chica. Se lo he dicho a mi

familia,anoche.—Laspalabrasseagolpanenunaconfesiónsinaliento.HayundestellodeinterésenelrostrodeJames,ysuexpresiónsesuaviza

unpoco.Asiente.Esuncomienzo.—¿Cómohaidotodo?—Comoeradeesperar.Jamesasienteunavezmás,comosilosupiera.Porquelosabe.—Ytequieroylosiento.—Haruncomienzaallorar.Daunpasovacilante

haciaJamesycaesobresusrodillas—.Losientotanto,tanto.


Al principio, James se queda rígido como una tabla, yHarun piensa quetodohaterminadoparaél,peroluegosientelacariciadubitativadeJamesensucabeza,escuchasuvozsuavedecir:—Estábien.Harunpiensaquequizástodofuncione.James levanta con gentileza a Harun y dice las palabras que él necesita

escucharestanoche.—Yo también te quiero. —Pero suenan diferentes a cómo solían sonar,

ahorasontristes,yHarunsedacuenta,conunpuñetazoenelestómago,dequehabráunpero.—Peronopuedoestarcontigo.—¿Porquéno?Nomecasaréconunachica.Yselohecontadotodoami

familia.Parapoderestarcontigo.—Nah,querido.Selohascontadoatufamiliaparapoderestarbiencontigo

mismo.Paravivircontigomismo.—Noquierovivirconmigomismo—lloraHarun—.Quierovivircontigo.

Quieroestarcontigo.VolaraFijiyaBrasilyatodosnuestrossitios.—Tendrásquevolarallísinmí.—Peroacabasdedecirquemequieres.—Sí.Perocasimeabandonas.Nohayvueltaatrásdespuésdeeso.—Sílahay—insisteHarun—.Meganarédenuevotuconfianza.Jamesuspira.—Que me engañes con algún otro chico… Puedo soportarlo. ¿Con una

chica? También. Pero estabas planeando marcharte. Sin decirme ni unapalabra. Aún pienso que, ¿si no hubiera dicho nada en el parque, me lohubieras contado? ¿O me hubieras dejado sin más, tal como lo hizo mimadre?Y es ante la mención de su madre cuando Harun entiende que no es la

acción, sino el engaño. A James. A su familia. Quizás James lo quiera yquizásalgúndíaloperdone,peronoloaceptarádenuevo.—¿Entoncestodoestohasidoenvano?—lloraHarun.—No ha sido en vano —dice James con suavidad—. Solo que no es

suficiente.Jamessealejadeél.¡Perono!Harunnopuededejarloir.Todavíano.—¡Espera!—llama,tirandodeJames.LaexpresióndeJamesestanvacía,surostrotandesgastadoporlaangustia,

yesverloasíloquehacequeHarunserinda.InsistirlemásaJamesinfligiríamásdolor,másdaño.Seríaelactodeuncobarde.


YHarundesea,conmuchasansias,servaliente.Desengancha lamemoriaUSBde su llavero y la coloca en lasmanos de

James.«Ellacantaráennuestraboda»,habíaprometidoJamesunavez.—Estoesparati—diceHarun.James observa lamemoria durante un instante, pero no pregunta qué es.

Solo la encierra en sumano, asiente una vezmás y se aleja por el pasillo.Harunescuchaunapuertacerrarse.Elclicessuaveysuenaafinal.Colette vuelve a la habitación y mira a Harun con una expresión de

compasiónangustiada.—Estarásbien—afirma.—¿Cómopuedessabereso?—preguntaHarun.—Cuandounhuesorotosana,sevuelvemásfuertedeloqueeraantesde

romperse—responde—.Lomismosucedeconloscorazonesrotos.Harun asiente. Ruega que sea verdad. Por su propio corazón. Por el de

JamesyeldeAmmiyeldeAbu.ColetteabrelapuertaylehaceungestoaHarunparaquesalga.—Veaestarcontugente—ledice.Mientrasbajalasescaleras,deregresoalanocheiluminadaporlaluzdela

luna, sepregunta:¿Quiénessugente?¿James?Yano.¿Sufamilia?Quizásalgúndía,peronoahora.Arriba, escucha el sonido de un avión, levanta la mirada y ve un 737

dirigiéndosehaciaelaeropuertodeLaGuardia,y,duranteunbreveinstanteéltodavía es el niño que alguna vez fue, sin secretos, solo amor. Parpadea yluegoveaNathaniel, llegando,esamismamañana,enunavióncomoeldearriba,tanllenodesecretos,contanpocoamor.Sienteun tirónen lacuerdaqueenvuelvesucorazón,una llamadaensus

huesos.BuscaelnúmerodeNathaniel.Llamaráasupadre,hablaráconNathaniel,

leaseguraráquenohahechonadamalo.LoayudaráabuscaraFreya,paraquepuedancontinuarenamorándose.Eslomenosquepuedehacer.Peroesextraño.Tansolohayuncontactoensuteléfono.Revisaelhistorial

dellamadas.Haydecenasdellamadassalientes, todasaesemismonúmero.Presiona llamar y recibe el saludo de «Dime algo bueno» del padre deNathaniel.Cuelgayrevisa las llamadasentrantes,perosolohayunnúmero.Llama y salta directamente el contestador automático del despacho de lamédicaforensedelcondadodeSkagit.Corta la comunicación y abre la guía. Un papel cae al suelo. Harun lo

levantaylee.


MonteFujiViaductoPríncipeEduardoPuenteGoldenGatePuenteGeorgeWashington130km/h.Laformamásrápidademorir.

Alprincipio,nocomprendeelsignificadodelanotadelpadredeNathaniel,soloqueleerlaagitaunapercepciónqueyaresideensuinterior,delamismamaneraquesupropiosecretohavividosiempreensucorazón.Lapunzadadeangustiaqueloatraviesaesdistintaalmiedoylaincertidumbreconlosqueha vivido durante tanto tiempo. Lo empuja fuera de sí mismo, y, cuandoregresa,todosehavueltosilenciosoyquieto,y,eneseprecisomomento,todoseaclara.LaubicaciónmarcacercadelacalleCientosetentaycinco,elpadrequenuncaharespondidoalasllamadas.«As’aluAllahal‘azimrabbil‘arshilazimanyashifika».La oración llega a sus labios de forma automática. Le pide a Dios que

ayudeaNathaniel.Que lo ayude a encontrarlo.Que lo ayude a encontrar aFreya.Quelosayudealostresasanar.PorqueNathanielyFreya,ellossonsugente.Sonlagentedecadaunodelostres.Cuandosuenasuteléfono,sabesinmirarlapantallaquiénes,sabequeDios

harespondidoasuoración.YleeelmensajedeFreya.LedicedóndeseencuentraNathaniel.Yluegocomienzaacorrer.


ELORDENDELAPÉRDIDA

PARTEXII

NathanielLanocheenlaqueencontréamipadreenelsuelodelacocina,tuveeldéjàvumáspoderosodemivida.Alprincipiopensabaqueeraporquemipadresehabíadesmayadonomuy

lejosdedondelaabuelaMarysehabíacaídotodosesosañosatrás.Más tarde, después de que llegaran los paramédicos, que ni siquiera

intentaron resucitar a mi padre o bombear su corazón porque ya no teníasentido, después de encontrar el acopio de pastillas en una caja de zapatosdebajodelacama,entendíquelarazónporlacualveramipadremuertoenelsuelodelacocinamehacíasentircomositodoyahubieraocurridoantes,eraporquelohabíaestadoimaginandodurantetodamivida.Lohabíaimaginadocuandomimadresemarchóyyoerademasiadojoven

parasaberloqueestabaimaginando.LohabíaimaginadocuandolaabuelaMarymurió.Lohabía imaginadocuandoenterramosa lospichonesya laranamuerta.

Lohabíaimaginadocuandolohabíavistosollozarenelhospitaldespuésdequeyosalierade lacirugía.Lohabía imaginadocadavezqueatravesaba lapuerta después de llegar del instituto y veía ami padre en el sillón con latelevisión encendida, y exhalaba una respiración que había estadoconteniendoamediasdesdequemehabíaidoesamañana.Lo había imaginado cada vez queme decía: «Somos solo nosotros, Nat.

Unacomunidaddedos».Esahabíasidolarazónporlaquenomehabíaido.Pensabaquesimeiba—alauniversidad,conmimadre,enbuscadeunavida—encontraríaamipadre,algúndía,enelsuelodelacocina.Demodoquemehabíaquedado.Y,alfinal,decualquiermanera,lohabía

encontradoenelsuelodelacocina.


Déjàvu.Después de que los paramédicos se llevaran a mi padre, esperé a que

llegaranlasllamadas.DespuésdelodelaabuelaMary,esoeraloquehabíasucedido.Vinogente.Susamigosdelaiglesia.Misprimos.Gente.Pero la única persona que llamó durante esas dos semanas fue lamédica

forense para darme el informe toxicológico, al cual se refirió como «noconcluyente». Había opioides y benzos en la sangre de mi padre, no engrandescantidades,noencantidadesqueevidenciaranunabusodedrogasoque sugirieran que esto había sido intencionado, pero, a veces, explicó laforense,aunpequeñasdosisinteractúandemanerasinesperadas.—Estamos considerando la causa de la muerte como una sobredosis

accidental—medijo.Noconcluyente.Accidental.¿Quésignificabaeso?—¿Quéquieresquehacerconelcuerpo?—preguntó.Yo no tenía ni idea. Cuando la abuela Mary murió, Hector se había

encargadodearreglarlotodo.Habíallamadoalforense,buscadosupólizadeseguro de vida y hecho los arreglos necesarios con la morgue. En esemomento supe que él estaba haciendo algo que le correspondía hacer amipadre,comportándosedelamaneraenlaqueunpadredeberíacomportarse.«Soloespartedemitrabajo»,habíadichoHector,apesardequemehabía

dadocuentadequeeraunamentirapiadosa.Sehabíaquedadohastatardeesanoche,yhabíaregresadoaldíasiguiente,apesardequeyanoerasuturno.«MemudarédenuevoaNuevaYorkafinalesdeaño»,medijo,ycolocósutarjetaenmimano.«Peropuedesllamarmeencualquiermomento.Detrásdela tarjeta estámi número de teléfono.Me puedes encontrar siempre en esenúmero».Guardélatarjeta,pensandoqueélestabasiendoamable,yloestabasiendo,peroenretrospectivacomprendíqueHectorsehabíadadocuentadequeyoeraunaranaenunaollamuchoantesdequeyolohiciera.—Noséquéhacerconelcuerpo—lerespondíalaforense.Ellameexplicólasopciones,siendolacremaciónlamásbarata.¿Teníami

padresegurodevida?,quisosaber.—¿Lohizoapropósito?—lepregunté.Otrapausa.—Pensamos que la causa fue una sobredosis accidental —informó—.

Todavíapuedescobrarsusegurodevidasiesquetieneuno.Esonoeraloqueestabapreguntando.—¿Fueapropósito?—repetí, ymivozcomenzóaquebrarse—.Necesito

saberlo.


—No podemos saberlo, pero estamos considerando una sobredosisaccidental.—¿Hizoélestoapropósito?El silencio en el teléfono fue terrible porque fue muy familiar. Era ese

instante que transcurre cuando la gente te pregunta si estás bien y esperaescucharqueloestás.—Algunas veces —comenzó con vacilación—, es mejor dejar las cosas

comoestán.—¿Cómolohago?—Bueno—dijo—,simplementelohaces.Hizounanuevapausa.Podíaescucharloansiosaqueestabaporterminarla

conversación.Estenoerasutrabajo.Ellanoeraunaterapeutadedueloounapsicóloga.Eraunaforensequeestaba llamandocon labuenanoticiadequepodíacobrarelsegurodevida inexistentedemipadre.Queríaque ledijeraquetodoestababien.Eraloquetodosesperabanquedijera.Aunquedeberíanhabersabidoquenotodoestababien.¿Cómopodíaestartodobien?—¿Tienesalguienaquienllamar?—preguntó.¿Quién?¿Mimadre?Laúltimavezquehabíamoshabladohabíasidocuatro

añosatrás,cuandolehabíadichoqueyanolaqueríavolveraver.Larazónqueledifue,noquehabíaperdidounojoyqueteníamiedodequeellamehiciera perder a mi padre, sino que yo ya no encajaba en su vida y, másconcretamente,queellanoencajabaen lamía.Mimadrehabía lloradoconamargura,acusándomedequerermásamipadrequeaella.Yonomemostréen desacuerdo. Y desde entonces no había sabido nada más de ella. Nisiquierasabíaqueelhombreconelquemehabíaengendradohabíamuerto.¿Aquiénmásdebería llamar?¿Amientrenador,quemehabíaexpulsado

del equipo? ¿A mis amigos, quienes, habiéndose asegurado de que todoestababien,nohabíantardadoendesaparecer?¿AHector,quienhabíasentidolástimapormíyhabíavisto,deunamanera

enlaquepocoslohabíanhecho,cómoeratodoentremipadreyyo?Peroesohabía sido años atrás, y de cualquier manera, él ya no vivía aquí. ¿Y quésucedíasiélhacíalomismoquelosdemás?Preguntarme,conimpacienciaenlavoz,siyoestaríabien.Esonolopodríasoportar.Ydecualquiermanera,solohabíaunapersonaaquienqueríallamar.«Dimealgobueno»,dijocuandolollaméunayotravez.Peronoteníanadabuenoquecontar.Solonosotros,amiguito.Yanosolonosotros.Soloyo.


10

SolonosotrosNathanielnotieneniideadedóndeencontrarasupadre.NotieneniideadesiHectortienerazónyloencontraráeneseespacioentrelavidaylamuerte,donde los que ya se hanmarchado aparecen para guiar a los que se estánmuriendo.Osiseencontraránenelmásallá.Siesqueexisteunmásallá.Oquizás incluso en las Tierras Imperecederas, uno de los muchos lugaresimposibles adonde su padre le había prometido que irían juntos. ¿Sabrá laverdadeneseinstantequeseparalavidadelamuerte?¿Marcaráesoalgunadiferencia?¿Dolerá?Uncuerpoquesaltadeunpuentegolpeaelaguaacientotreintakilómetros

porhora.Laformamásrápidademorir,habíaescritosupadreensusnotas.Dios,esoespera.Ruegaquenoduela.Yatienesuficientedolorparatodaunavida.Sedetienejustoalllegaralbordedelpuente,llorando.Estállorandoporque

hacefríoyelvientosoplaconfuerza,porqueleduelelacabezayporqueestáasustado. Está llorando porque su padre lo ha dejado, quizás a propósito,quizás sin saberlo, y ahora estámirando hacia un abismo negro, esperandoencontrarloallí,peronovenadamásqueoscuridad.Pero más que nada está llorando porque en el transcurso de un día, ha

tenidounpantallazode lavidaquenuncaanteshabía tenido, lavidaque lehubieragustado tener, lavidaquenopuede teneracausade lavidaquehatenido.Noquieremorir.Estonuncahatenidonadaqueverconquerermorir,pero

yanoquiereseguirestandosolo.


Haestadosolodurantedemasiadotiempo.No solo durante esas dos semanas insoportables, sinodurante los últimos

años.Élysupadreenlacasadelbosque.Solonosotros.Sucomunidaddedoslo ha hecho incapaz de vivir entre el resto delmundo. El día de hoy es laprueba de eso. El rostro de Harun es la prueba de eso. Incluso el beso deFreyaeslapruebadeeso.Lo que duele no es no haber tenido nunca esas cosas. Es tenerlas y no

tenerlasalmismotiempo.Es tenerunmejoramigocomopadre.Y tenerunlunático comopadre.Es tener unamadre que te quiere.Y tener unamadrequeteabandona.EssiemprehabersabidoquepersonascomoFreyayHarunestabanahífuera,peroserincapazdealcanzarlas.—¿Papá,estásahí?—gritahacialanochevacía—.¿Puedesverme?Nohayrespuesta,exceptoelrugidodeltráficodebajo,elsonidodeunrío,

todavíasalvaje,inclusoaquí.En su mano sostiene todo lo que le queda, la copia de El señor de los

anillosdesupadre.Cuandosupadreloshabíadeclaradounacomunidaddedos,élsehabíasentidoungido.Unamisiónsagrada.Teníasieteaños.Demasiadojovenparasaberquenoexistetalcosacomo

unacomunidaddedos.Unacomunidadesungrupo.Unejército.Unamasa.Dospersonasnosonsuficientes.Dospersonasnopuedensalvarselaunaalaotra.¿Cuántasveceshaescuchadohistoriassobreunapersonaahogándoseyotraintentandosalvarla,peroquesearrastranentresíhaciaelfondo?Sucedetodoeltiempo.Nathaniel grita hacia el vacíomientras tira con fuerza de las páginas del

libro.Laencuadernaciónesmuyviejayestágastadayelpegamentoesdébil,peroellibroserehúsaaceder.Soloconsiguearrancarunpequeñopuñadodepáginas.Sesientecomosieldolor loestuvierapartiendopor lamitad.¿Quées lo

que está tan mal en su interior? ¿Qué lo ha hecho tan pocomerecedor deamor?¿Taninvisible?—Papá,¿meves?—grita—.¿Vesloquemehashecho?¿Porqué?Enelsilencioquesobreviene,Nathanielcomprendequeleestáhaciendola

preguntaequivocadaalapersonaequivocada.Nosetratadeporquésupadrelehahechoestoaél.Setratadeporquétodoslosdemásnoreaccionaronylodejaron.Supadrenosabía loquehacía.Pero¿ytodos losdemás?¿Porquénadie apagó el hornillo? ¿Por qué nadie lo sacó con cautela de la olla y loapoyóenlahierbasuaveyfrondosaantesdequefuerademasiadotarde?


Nathanielsujetaellibro,lasemilladesucomunidadenferma,y,concadaápicedevoluntadquelequeda,lolanza.Alaluzdelaluna,observacómolaspáginasaleteanamedidaqueellibrovuelaenelaire,másaltodeloquelasleyesfísicasdeluniversodictanquedebería,ydesciende,noacientotreintakilómetros por hora, sino de manera suave, lenta, como si la gravedad sehubiera, por este único momento, revertido, permitiéndole a Nathanielretrocedereimaginarsuvidaconunacomunidaddiferente.Enesanuevaversión,Nathanieljuegaalbéisbolunavezporsemanaenun

miserable trozode césped conpersonas queya conocen sunombre.En esaversión,Nathanielestásentadoenunagranmesadecomedor,nocomiendofideosconmantequillaconunasolapersona,sinosentadocongrandesgruposde gente, comiendo comida cuyos nombres todavía no conoce, pero cuyossaboreshaconocidosiempre.Enesaversión,Nathanielnoestásaltandohaciasupropiamuerte,sinoacompañandocondulzuraaotroscuandolesllegasuturno,comohabíahechounavezHectorconMary,ayudándolosadecir lascosasquenecesitandecirmientrastodavíatienenaliento,ayudandoaaquellosque quedaron atrás a luchar con las preguntas que él sabe que a veces notienen respuesta. En esa versión, está besando a una chica cuya voz puedeescucharinclusocuandoellanoestácantando.Enesaversión,Nathanielnoestásolo.Porquehoy,Nathanielnohaestadosolo.Ningunodeelloslohaestado.Nodespuésdehaberseencontradolosunosa

losotros.Está a demasiada altura para escuchar cómo cae el libro, pero sabe el

instanteenelqueentraenelagua,porqueenesemomentose leescapaunsollozodesde lomásprofundodesuser,y,cuando lodeja salir,quinientoskilos de tristeza—más que toda una vida— fluyen fuera él. ¿Se sintió asíFrodo cuando finalmente Gollum cayó en el Monte del Destino, y asídestruyó el anillo y lo liberó, de una vez por todas, de esa carga terrible ymagnífica?Nathanielsealejade labarandilla.Noveráasupadreestanoche.Quizás

nunca lo vuelva a ver. Quizás nunca sepa por qué ha abandonado sucomunidaddedos,oporquélacreóenprimerlugar.Quizássupadrenosabíaque una comunidad de dos es demasiado pequeña. Necesitas a más gente.Madres a quienes perdonarás y que te perdonarán, sabios enfermeros decuidados paliativos que te enseñarán a acompañar a la gente a las TierrasImperecederas, compañeros de equipo a quienes no les importará si puedesverconunsoloojoporquesabránquelaclaveparaunabuenajugadaesver


labolaconelojodelamente.Necesitaspersonasquetedenlacomidadesuplatoporquesiententuhambre,quesenieguenadejartedeambularsolosinimportar cuántas veces digas que todo está bien, que chasqueen los dedosdelante de tu rostro y susurren muy suavemente en tu oreja. «Nathaniel,regresa,regresa»,hastaquelohaces.«Nathaniel,Nathaniel».Escuchasuvoz.Inclusoconlosojoscerrados,reconoceríaesavoz.Laha

estadoescuchandodesdeaqueldíaenelbosque.«Nathaniel,Nathaniel».AbrelosojosyveaFreyayHaruncorriendohaciaél.«Nathaniel,Nathaniel».Siesonoescantar,Nathanielnosabequéotracosapuedeser.«Nathaniel,Nathaniel».Loven.Éllosescucha.Seencuentran.


Agradecimientos

Comoconcualquierlibro,muchagentemehaayudadoconPerdimosnuestrocamino, y ni siquiera estoy segura de que hubiera llegado a existir si KenWright,AnnaJarzabyMichaelBourretnomehubieranayudadoaencontrarmicamino.Kenmesostuvolamanoconpacienciaycompasiónatravésdemi crisis (varias crisis) de confianza y demismúltiples fracasos, hasta quevolví a encontrar mi voz. Anna leyó un primer borrador desastroso y meconvenciódequeestoschicosyahabíanentradoensucorazónydequesushistorias eran dignas de contarse, y luego se pasó horas (literalmente)ayudándome a descifrar qué historias serían esas. Y Michael creyó en mícuandoyoeraincapazdehacerlo.PondríaaFreyaensusmanossiélfueseunrepresentantedemúsicos(ysiellafuera,yasabéis,real).GraciasatodoslosqueformanPenguinYoungReaders,enespecialaJen

Lojaporserelcapitándeestebarco:aLeilaSales,porarreglarlaspalabras;aElyseMarshal, por la difusión; a Kristin Gilson, por hacerme parecer quejuegoalbéisbolyaTheresaEvangelista,poresachaquetaincreíble.Muchosabrazos y agradecimientos a Erin Berger, Rachel Cone-Gorham, ChristinaColangelo,AneekaKalia,EmilyRomero,EloraSullivan,FelicityVallence,CaitlinWhalen y a todos los representantes de ventas que están al frente ydifundenloslibros.Gracias.Graciasamipequeñoejércitodelectoresquemehicieronpensar

más,ahondarenmisconocimientos,reconocermispuntosdébilesyquemeayudaronaacercarmeaalgoqueseparecieraalaverdad:ImamShairAbdul-Mani, Arvin Ahmadi, Libba Bray, Tamara Glenny, Marjorie Ingall, FarahJanjua,JustineLarbalestieryJacquelineWoodson.Gracias a los miembros de LadySwimTM por su apoyo, hermandad e

ímpetu.GraciasalBrooklynMama(yPapa)Brigadeporserlafamiliademiciudad natal. Gracias amis padres, hermanos y familia política por sermifamiliafamilia.Unagradecimientoespecialparamihermanayenfermeradecuidados paliativos, Tamar Schamhart, por haber inspirado el personaje de


Hector.GraciasaYosefAyeleporserpartedemi familiaetíope.GraciasaIsabel Kyriacou por tu ferocidad. Gracias a LaurenWalters por Todas lasCosas.GraciasaEricGordonporlosdiezañosquellevamoshaciendoesto.Gracias a Lauren Abramo, Kieryn Ziegler y a todos los demás en Dystel,Goderich&Bourret.Graciasatodosloslibreros,losbibliotecariosylosprofesoresquecolocan

estospequeñosdispositivosdeliberacióndeempatíaquellamamoslibrosenlasmanosdeloslectores.Losnecesitamosahora,másquenunca.

GraciasaNick,WilliayDenbeleporinspirarmedeformaconstanteparasermejorymejoryporser

micomunidad,mifamilia.


Perdimos nuestro camino

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