Personalidad.JCFilloux

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Artículo para la comprensión de “La personalidad” de Jean Claude Filloux, ed. Eudeba La psicología indiscutiblemente es una ciencia –en tanto posee método y objeto de estudio- y como tal busca leyes generales que rigen la conducta humana. Hablar de leyes generales parece una redundancia dado que cuando hablamos de una ley sabemos que no existe una ley de lo particular. El problema es que la psicología debe abordar a un objeto de estudio, el ser humano que justamente se caracteriza por ser único, singular, individual; esto parece una contradicción de principio ya que cómo hace la psicología para, a través de sus leyes (generales) abordar la singularidad humana. Apartémonos por un momento de la psicología y pensemos en otra ciencia, la física; pensemos en alguna ley como la de caída libre: la ley es una pero la caída de un piano, una maceta o una pluma desde un séptimo piso tendrá características diversas en cada caso. Volviendo a la psicología, tomemos la ley de percepción, la misma consiste en la aprehensión de un objeto por parte de un sujeto a través de los receptores neurofisiológicos añadiendo una connotación personal; ahora bien, no percibimos todos de la misma manera, cada uno de nosotros lo haremos particular, singular y únicamente. La psicología elabora sus leyes a partir de denominadores comunes que luego, en forma única se articularán en todos y cada uno de nosotros. De momento, a esta característica individual, particular, singular la llamaremos PERSONALIDAD. El concepto de personalidad es y fue abordado por distintos autores de múltiples formas, podríamos decir que “cada maestrito con su librito”. La propuesta es postergar su definición y que en todo caso sea un punto de llegada. Admitamos que la palabra personalidad la escuchamos cotidianamente, con diversos sentidos y, me atrevería a sostener que hay un abuso de ella: hoy una casa puede tener personalidad, un loro tiene personalidad, alguien puede tener mucha o poca personalidad según el grado de influencia que ejerza sobre otros, adoptamos una personalidad “rolinga”, etc. Empecemos definiendo a la personalidad por aquello que no es, en otras palabras, definamos a la personalidad a contrario-sensu, entonces diremos que personalidad NO es: Influencia que un sujeto ejerce sobre otro; uno no tiene personalidad por ejercer poder sobre otra persona;

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Artículo para la comprensión de “La personalidad” de Jean Claude Filloux, ed. Eudeba

La psicología indiscutiblemente es una ciencia –en tanto posee método y objeto de estudio- y como tal busca leyes generales que rigen la conducta humana.Hablar de leyes generales parece una redundancia dado que cuando hablamos de una ley sabemos que no existe una ley de lo particular.El problema es que la psicología debe abordar a un objeto de estudio, el ser humano que justamente se caracteriza por ser único, singular, individual; esto parece una contradicción de principio ya que cómo hace la psicología para, a través de sus leyes (generales) abordar la singularidad humana.Apartémonos por un momento de la psicología y pensemos en otra ciencia, la física; pensemos en alguna ley como la de caída libre: la ley es una pero la caída de un piano, una maceta o una pluma desde un séptimo piso tendrá características diversas en cada caso.Volviendo a la psicología, tomemos la ley de percepción, la misma consiste en la aprehensión de un objeto por parte de un sujeto a través de los receptores neurofisiológicos añadiendo una connotación personal; ahora bien, no percibimos todos de la misma manera, cada uno de nosotros lo haremos particular, singular y únicamente.La psicología elabora sus leyes a partir de denominadores comunes que luego, en forma única se articularán en todos y cada uno de nosotros.De momento, a esta característica individual, particular, singular la llamaremos PERSONALIDAD.El concepto de personalidad es y fue abordado por distintos autores de múltiples formas, podríamos decir que “cada maestrito con su librito”. La propuesta es postergar su definición y que en todo caso sea un punto de llegada.Admitamos que la palabra personalidad la escuchamos cotidianamente, con diversos sentidos y, me atrevería a sostener que hay un abuso de ella: hoy una casa puede tener personalidad, un loro tiene personalidad, alguien puede tener mucha o poca personalidad según el grado de influencia que ejerza sobre otros, adoptamos una personalidad “rolinga”, etc.Empecemos definiendo a la personalidad por aquello que no es, en otras palabras, definamos a la personalidad a contrario-sensu, entonces diremos que personalidad NO es:

Influencia que un sujeto ejerce sobre otro; uno no tiene personalidad por ejercer poder sobre otra persona;

Apariencia de que uno se reviste: uno no adopta una personalidad intelectual por calzarse unas gafas o por vestirse con tal o cual atuendo;

Ideal al que se apunte como cuando alguien pretende “mejorar” o “pulir” la personalidad; la personalidad no es ni ideal ni objetivo y

Esencia metafísica como cuando se supone que la personalidad es como un núcleo profundo al que se pueda acceder (“la personalidad es inviolable”).

Si algo podemos tener en claro es que la personalidad no es un concepto mensurable que se pueda medir, pesar y mucho menos observar empíricamente.J.C.Filloux destaca las siguientes características que hacen a la personalidad:

La personalidad es única, propia de un individuo aún cuando éste comparta rasgos en común con otros;

La personalidad no es una sumatoria de funciones (algo así como sumar historia, percepción, emoción, etc.) sino una integración;

La personalidad, al menos para la psicología, es temporal, esto es, comienza con la concepción y termina con la muerte (a diferencia de algunas posiciones filosóficas o religiosas que sostienen la pre existencia del alma, la reencarnación, la vida celestial, eterna, etc.)

La personalidad se afirma como un estilo a través de la conducta y por medio de ella.

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J.C.Filloux define a la personalidad como a la configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo, el conjunto de sistemas responsables de su conducta.

Les propongo repetir la lectura de la misma al menos tres veces; parece entendible pero enseguida se nos sale al cruce algo que Filloux no desarrolla “sistemas responsables de la conducta”, ¿cuáles son esos sistemas?Les propongo pensar dos tipos de sistemas:

1. Fisiológicos (la genética, la alimentación, lo orgánico, etc.) y2. Psicológicos.

Tanto lo fisiológico como lo psicológico conforman sistemas que dan cuenta de nuestra conducta.Para esta altura quisiera destacar que lo que vamos a situar como “sistema psicológico” que da cuenta de la conducta es el complejo de Edipo, sin ser propiamente un sistema; con esto quiero que tengamos presente que hay un antes y un después del complejo y, en tal sentido S.Freud habla de estructuras psicopatológicas de la personalidad:

Estructura neurótica: el sujeto neurótico atravesó por los avatares del complejo de Edipo y luego, el mismo cae sepultado (con la consecuente formación del superyó, ley de interdicción del incesto, etc.);

Estructura perversa: el sujeto perverso atravesó por los avatares del complejo pero queda fijado al mismo y

Estructura psicótica: el sujeto psicótico no atraviesa el complejo de Edipo y, por lo mismo, no lo sepulta, con las consecuencias del caso (no hay ley ni medida superyoica que le permita discernir el bien del mal, alucinaciones, delirio, etc.).

En la jerga cotidiana se habla de neurótico, perverso o psicótico como si se tratara de adjetivos descalificatorios; son estructuras –psicopatológicas- de personalidad.

Tenemos que desarrollar –comparativamente al de personalidad- el concepto de carácter que con frecuencia muchos autores lo toman como sinónimo de personalidad aún cuando se trata de conceptos diferentes. En lo sucesivo utilizaremos el término de carácter para designar exclusivamente al aspecto expresivo de la personalidad. Ejemplos de carácter: amable, hostil, colérico, temerario, timorato, audaz, prudente, obsecuente, pusilánime, prepotente, etc. Pero fijémonos que se trata siempre de un adjetivo calificativo (por lo mismo es incorrecto hablar de carácter “bueno”, “malo”, “mucho carácter”, “poco carácter”).

En la obra de Henrik Ibsen, “Un enemigo del pueblo” podrán extraer muchos ejemplos de carácter, especialmente en el personaje del alcalde y del Dr. Stockmann.

A continuación vamos a presentar un cuadro comparativo de personalidad y carácter

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CARÁCTER PERSONALIDAD Modo expresivo de la personalidad Configuración única…Dato inmediato (aquí y ahora) Dato mediato, sólo accesible al profesionalDato descriptivo Dato profundo y explicativoPuede ser múltiple ÚnicaSusceptible de modificación No se modificaLo aborda el caracterólogo PersonólogoAbordaje transversal Abordaje longitudinal, a lo largo de la vidaAquí y ahora (como fotógrafo) tal como lo haría un arqueólogo