Pinto, Julio - Cuestión social o cuestión política
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“¿Cuestión social o cuestión política? La lenta politización de la sociedad popular tarapaqueña hacia el fin de siglo (1889-1900)” Julio Pinto Vallejos.
‘Cuestión social’ tomado como la ‘incorporación a la política del bajo pueblo’, ya que el fenómeno es nuevo y marca diferencia con respecto a su condición tradicional anterior: “cuestión social servía para denotar nuevas modalidades de existencia popular, asociadas al hacinamiento urbano, el trabajo industrial, o la despersonalización de las relaciones laborales. Pero también, y tal vez más determinantemente, para dar cuenta de nuevas formas de interpelación popular, más organizadas y discursivas, más explícitamente políticas […] se van apropiando de distintas corrientes del pensamiento social europeo (desde el socialismo científico hasta el anarquismo)” (p.212). Aunque algunos autores no lo consideran político y otros enfatizan la marginalidad de su forma de actuar en relación al orden establecido. En un inicio, los movimientos obreros tienen carácter de luchas reivindicativas, sin proyección política.
“Aquellos trabajadores que optaron por el anarquismo o anarcosindicalismo rechazaban la política como entonces se la entendía formalmente, pero lo hacían desde una óptica igualmente política. Ser anarquista era, sin lugar a dudas, ser político” (p.215)
Interés popular en lo político es anterior a 1850 y continúa luego con ‘liberalismo popular’.
1887 Fundación Partido Democrático: “culminación de una estrategia política que sentaba sus bases en el mundo popular; y como apertura de un espacio desde el cual se fue gestando el movimiento propiamente socialista del siglo XX” (p.216); tónica ‘legalista’ porque se desenvuelven dentro de la normativa, aunque no se puede considerar que encaje en lo común de los partidos políticos ya sea por una solución política a los problemas sociales y el acercamiento de lo popular a lo político.
“Fue sólo durante la primera década del siglo XX que se decantó de verdad una propuesta propiamente ‘socialista’, diferenciada del anarquismo por su adhesión a la lucha política, y del Partido Democrático por su reivindicación de la autonomía de clase y de un programa al menos nominalmente revolucionario. Sobre tales bases se fundaría en 1912 el Partido Obrero Socialista de Luis Emilio Recabarren” (p.219)
Uso del pueblo en la política agitación callejera a través de las ‘asambleas electorales’ y ‘asambleas pobladas’. E
“La politización popular podía ser un agente de integración tanto como un elemento de ruptura social” (p.211) manejo desde arriba lo que explicaría el cambio en los discursos cada vez más ‘sociales’ en los partidos tradicionales.
Partido Balmacedista luego de 1891 formuló un discurso violentamente anti oligárquico para generar apoyo popular.
Cohecho y ‘caciquismo electoral’
Oligarquía logró que todos estuvieran enseñados en la lógica del ‘ciudadano’. Dominaron la educación desde el Estado por casi todo el siglo anterior.
“En conclusión, a partir de la Guerra Civil de 1891 la sociedad chilena vivió un proceso mediante el cual algunos segmentos del mundo popular incursionaron en los espacios políticos que antes les habían sido vedados – o en los que nunca se habían interesado -, transformándolos tan profundamente que sus efectos dominarían la problemática nacional durante casi todo el siglo XX. Según la argumentación hasta aquí desarrollada, esto se verificó básicamente a través de tres conductos, que a menudo se transitaron en forma combinada: deslegitimación frontal del Estado y la priorización de la sociedad civil postuladas por el anarquismo; la interlocución más o menos beligerante y programática propia del socialismo; y la cooptación en diversos grados que ofrecían un Partido democrático ya ‘domesticado’ o unos partidos tradicionales con posturas cada vez más ‘populistas’ […] (Zona geográfica de estudio:) provincia de Tarapacá, uno de los principales núcleos del emergente proletariado industrial y temprano bastión de politización popular” (p. 224)
Primera agrupación que se identificó con clase trabajadora fue Partido Democrático (1889) artesanos en minoría. “La formación del Partido democrático iquiqueño se justificaba más por la necesidad de movilizar electoralmente al pueblo que por buscar soluciones políticas a los problemas de orden social” (p.226) inscripción de votantes
El Obrero (1896) diario obrero “no dedicó ninguno de sus veinte números siquiera a informar sobre el partido, cuidándose por el contrario de explicitar taxativamente su voluntad de no prestar sus columnas para registrar ‘nada concerniente a la política’” (p.228)
Bajo número de votantes en todos los lugares de acción del partido, puesto que no se poseían los recursos que los otros partidos usaban para el cohecho. Por lo que apoyaban a candidatos radicales o balmacedistas, “parece ser que los demócratas tarapaqueños se inclinaron por defender su autonomía electoral más bien en el plano local” (p.230)
1891-1900 intensa sociabilidad obrera en Tarapacá, aumento en organizaciones y asociados, aunque esto no era suficiente para garantizar el éxito en las urnas (del partido obrero).
Durante este período no existía mayor diferenciación entre demócratas, socialistas y anarquistas. Aunque ‘socialismo’ (como tal) aparece en Iquique, siendo unos de los primeros espacios en usar la palabra tal cual.
“Así, la impresión general es que ‘el amanecer del socialismo chileno’ no tuvo una presencia muy marcada en las provincias del salitre […] [Por] incapacidad para aglutinar ‘a la clase obrera’ […];
[segundo] el silencio casi absoluto que rodea al tema en la prensa regional ‘burguesa’ de los noventa, sugiriendo que la amenaza socialista aún no se percibía allí claramente como tal” (´p.236)
“Las expresiones de esta naturaleza (lucha de ideas y libertad) fueron haciéndose progresivamente más comunes en la sociedad tarapaqueña de los ’90, pero es de notar que ellas, y otras de sentido análogo, en ningún momento emplean en forma explícita la palabra ‘socialismo’, ni llaman a organizarse políticamente en torno a tales principios” (p.237)
“Las únicas herramientas organizativas que sus personajes populares parecían concebir como vehículo de defensa de sus intereses eran las cajas de ahorro, las sociedad cooperativas y las sociedades de socorros mutuos, todas ellas bastante alejadas de una propuesta política o subversiva” (p.239)
Antes de comienzo de siglo socialismo es un fenómeno casi inexistente.
“El énfasis en la lucha entre capital y trabajo, además del llamado a formar organizaciones obreras autónomas con un sentido más que implícito de resistencia, eran rasgos que […] resultaban muy propios del anarquismo de orientación sindicalista. Por lo demás, el nacimiento de la ‘Gran Unión Marítima de Iquique’ formó parte de una verdadera explosión organizativa que, partiendo desde Valparaíso, dio lugar durante 1892 a una serie de ‘Uniones de Protección al Trabajo’ con presencia entre los trabajadores marítimos […] la importancia que la GUMI le confirió al instrumento de la huelga” (p.241); inspiradas en las ‘sociedades de resistencia’ inicios posee corte anarquista, pero luego, en los ’90, posee un carácter de ‘movimiento obrero’.
“Para comenzar, el propio manifiesto fundacional de 1892 hacía una referencia muy poco anarquista a los trabajadores convocados como ‘amantes de nuestra patria’ […] para las huelgas que protagonizó se solicitara y valorara reiterativamente la mediación de las autoridades, otro rasgo muy ajeno a las tradiciones anarquistas” (p.242)
“Así, ni demócratas, ni socialistas, ni anarquistas parecen haber tenido mayor eco en las jornadas populares tarapaqueñas de los ’90, pese a ser una década, como se ha dicho, de ingente acción organizacional y reivindicativa. Si bien las sociedades obreras multiplicaron sus números y ámbitos de intervención, al mismo tiempo que las expresiones de rebeldía obrera tomaban un giro cada vez más sistemático y confrontacional, lo señalado hasta aquí indicaría que el campo de la política aún no se percibía como uno en que valiera la pena incursionar. Esta, sin embargo, es una verdad sólo parcial” (p.244)
Ley de Elecciones de 1890 poder real de los votos “y capacidad de los partidos para movilizar un electorado, situación que antes había neutralizado el sufragio censitario y sobre todo la intervención presidencial […] Puesto que la ley hacía de los municipios el elemento clave en la realización de las elecciones, la nueva situación derivó rápidamente en lo que llegó a conocerme como ‘caciquismo electoral’ o el manejo de la opinión política por los personajes más influyentes a nivel local” (p.244-245) + compra de votos aunque en un inicio no parece una práctica común.
Alta población masculina alfabetizada trabajadores aptos para votar, muchos son artesanos (clasificados como jornalero, minero o trabajador) “cualquier apelación a ese electorado debía necesariamente contemplar una variable de orden social” (p.246)
Uso de cohecho y caciquismo
a) Partido Radical: “un partido que exhibía tal preocupación por las penurias del pueblo, y que incluso titulaba uno de sus periódicos en su honor, ciertamente debía hacerse merecedor del apoyo trabajador” (p.249)
b) Partido Liberal Democrático, heredero del balmacedismo: “La apelación del balmacedismo al mundo popular tarapaqueño parece haberse canalizado al menos en dos grandes planos: por una parte, una estrecha relación de sus militantes más destacados con organizaciones sociales de raigambre popular: mutuales, sociedades de instrucción y otras por el estilo. Por la otra, el desarrollo, sobre todo a través de su prensa partidaria, de un discurso fuertemente ‘democrático-obrerista’” (p.250) “Así, por mucho que se insistiera en fue la reorganización del gremio sólo descansaba en consideraciones de orden social (la ‘protección del peón chileno’) y en la falta de trabajo que se venía sintiendo en Iquique producto de la ‘crisis general por la que atraviesa el país’, no era difícil que en su justificación se deslizaran pensamientos más nítidamente políticos” (p.251); discurso con miras de público popular.
Distinción: 1) democrática: “apelaba más directamente a la necesidad de que el pueblo trabajador se incorporase a la esfera política” (p.252); principio del gobierno ‘del pueblo por el pueblo’. Sub división entre I) aliancistas & II) coalicionistas “prédica ‘social’ habría rendido buenos frutos. De hecho, el predominio electoral balmacedista en la zona no sería seriamente comprometido hasta fines del período parlamentario [con la llegada de Alessandri]” (p.257)
2) nacionalista-popular & 3) obrerista ramas de orden social
Discurso anti oligárquico
“La clase obrera, en otras palabras, debía politizarse no sólo por el poder electoral que el conferían sus números, sino para asumir con sus propias manos las responsabilidades de gobierno. Por el bien de Chile, era ya tiempo de que lo social deviniera finalmente político” (p.255)
El ideal del partido no se funda en ningún dicho ni hecho del presidente; “asociado tal vez al discurso ‘nacionalista’ emitido ocasionalmente por ese mandatario frente a la penetración del capital extranjero en la principal industria nacional” (p.258) ‘ingeniería política’: uso de la figura del presidente, asociarle un discurso de carácter ‘popular’.
“Si hubo alguna politización visible del pueblo tarapaqueño hacia fin de siglo, ella parece haber estado más asociada a los partidos pertenecientes al sistema que a los que portaban una propuesta estrictamente ‘obrera’” (p.259)
Cuestión social orden político reconocimiento oficial de demandas de justicio e integración a la comunidad nacional
“A nivel especulativo, podría conjeturarse que dicha experiencia facilitó, al familiarizar a los sectores populares con el discurso y la práctica partidista, la penetración de las ideas más rupturistas que eventualmente darían su sello a la región” (p.261)