Bosques Naturales S.A.

¿Por qué invertir en naturaleza?

Grupo Delta

¿Qué nos aporta la Naturaleza?

“La inversión en la naturaleza es la mejor inversión que se puede hacer, la más inteligente, porque nos ayuda a mejorar la productividad, a reducir inundaciones, a proteger las fuentes de agua, a aumentar las reservas de peces, que son recursos invaluables. Resulta vital para la estabilidad financiera de un país. Si se quiere ganar dinero y reducir pérdidas, lo mejor es asignar recursos para el cuidado de los recursos biológicos.” Mark Tercek, Presidente de “THE NATURE CONSERVANCY”.

¿Es un bien ilimitado o limitado?

Según la Evaluación de los Ecosistemas para el Milenio (EEM), aproximadamente el 60% de los servicios prestados por los ecosistemas del planeta se han deteriorado en estos últimos años. No reconocer el valor de los ecosistemas y de la biodiversidad, constituye una mala opción para afrontar los desafíos a los que se enfrenta el planeta.

¿Por qué árboles?

Los árboles son un recurso al que en ocasiones no se le da el valor que corresponde. Sin árboles, el aire del que todos dependemos sería muy poco denso y tendríamos dificultades a la hora de absorber el oxigeno del mismo.

Los árboles absorben bióxido de carbono por sus hojas y lo descomponen, liberando oxígeno al aire. Un árbol maduro puede producir suficiente oxígeno para hasta 18 personas, dependiendo del tamaño y el tipo de árbol.

¿Por qué invertir en Bosques Naturales?

Bosques Naturales S.A. es una oportunidad importante para promover inversiones tendientes a incrementar la población mundial de árboles.

¿Qué podemos hacer?

Lo mejor que podemos hacer es cuidar de nuestros recursos naturales e invertir en ellos, no sólo por el hecho de que son bastantes, o que otros animales los utilizan, sino que también dependemos de ellos para sobrevivir.

¿Posible solución a “la crisis”?

Una inversión bien orientada hacia el capital natural consiste en apoyar un amplio abanico de sectores económicos además de mantener y ensanchar nuestras opciones para la prosperidad económica y el desarrollo sostenible. Estas inversiones bien podrían ser una respuesta eficaz a la crisis actual, ofreciendo un valor monetario, estimulando a las economías locales para la creación de empleo y manteniendo los beneficios derivados de los ecosistemas a largo plazo.