¿Por qué no consigo conectar con la música clásica?
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¿Por qué no consigo conectar con la música clásica? “Me
da igual que suene Bach,Chopin, Mahler, Beethoven o
el Rachmaninov ese”. Eso es lo que piensa la gran
mayoría de los 47 millones de españoles, aunque bien es
cierto que el número de melómanos no puede ni
compararse con el que había en España probablemente
hace 20 años, ni tan siquiera hace 10. El Auditorio
Nacional y el Teatro Real están llenos normalmente
hasta la bandera, pero... siempre por los mismos.
Para poder entender cómo es posible disfrutar de la
música quizás habría que explicar que existen cuatro
planos diferentes para escucharla. Uno de ellos es
elplano pasivo y se da "cuando la música penetra sólo en
el cerebro, pero no en el alma”, según el
musicólogo Mariano Pérez en El universo de la
música (Editorial Musicalis). Esta forma de oír la música es,
por ejemplo, la que engloba, según Pérez, la música
de cine, que no busca más que reforzar ciertas escenas
visuales.
El segundo plano sería el sensual, un plano en el que el
oyente presta atención, pero se queda “en el puro placer
sonoro” y “no comprende la música”.
El plano emocional e intelectual sería el tercero y se
corresponde con todos "los que escuchan la música única y
exclusivamente por las explosiones sentimentales que la
misma levanta en su subconsciente o por el estímulo
intelectual que la audición de la misma provoca”, afirma
Pérez en el tratado. Además, “es imposible separar ambos
planos a la hora de escuchar. El hombre en la vida real obra
impulsando únicamente por la razón o por las emociones”.
Y en la música, muchas veces ocurre de la misma forma.
Por último estaría el plano de la percepción puramente
musical en el que el oyente se concentra en la música
en sí misma, en su parte formal: ritmos, armonías,
timbre…
Sin embargo, ninguno de estos planos individualmente sirve
para el disfrute real porque todos estos no pueden darse
por separado. Lo ideal es que el oyente vaya saltando
de un plano a otro para tomar consciencia real y
disfrutar de verdad del placer de una buena obra
clásica.
¿Cómo conseguir mezclarlos todos y llegar, por ejemplo al
plano de la percepción? Es simple, requiere de una
cultura musical más amplia por parte del oyente. La
pregunta ahora es: ¿cómo solucionarlo? La editorial
Akal da algunas pautas en el libroDisfrutar de la
música, que ha publicado recientemente. Se trata de la
traducción al castellano de la 10ª edición de Enjoyment of
music, un clásico que tiene más de 50 años de vida y que
ha introducido a millones de personas en el goce musical.
Además, contiene una serie de guías de audición que
analizan 100 obras de diferentes periodos y estilos, e
incluye un CD con más de 500 minutos de música.
Para aquellos que necesiten una disección rápida sobre
cómo lograr conectar con los clásicos, un pequeño
resumen:
1. Todo requiere práctica y motivación
Normalmente oímos música como fondo de otra actividad y
por ello no estamos concentrados en ella. Si embargo, "con
la práctica uno desarrolla las destrezas auditivas y expande
su memoria musical".
2. Escuchar varias veces el mismo tema
Para conseguirlo, lo primero de todo es elegir una obra
conocida y escucharla varias veces concentrándose
únicamente en lo que está oyendo. Así se pasa del oír al
escuchar, por ejemplo. Poco a poco la percepción inicial de
la obra va cambiando.
3. Buscar una guía descriptiva del tema que
queramos escuchar
Además de escuchar la obra varias veces conviene buscar
una guía descriptiva de la misma que inicie y revele
algunos datos sobre la misma muy básicos. El libro Disfrutar
de la música contiene una gran cantidad, pero
en internet pueden encontrarse todo tipo de guías de
escucha de los clásicos más populares como de la 9ª
Sinfonía de Bethoveen o la 5ª de Mahler, por ejemplo.
4. Entender el contexto histórico que normalmente
se corresponde con su homónimo en otras artes:
literatura, filosofía, pintura…
La música puede dividirse en diferentes periodos tal y como
ocurre en otras artes como la literatura o la pintura. Si se
entiende que existe la música antigua o renacentista,
música barroca, clásica, romántica, impresionista y
vanguardista, quizás el oyente entienda que tiene un
amplio catálogo para elegir y que siempre tiene la
oportunidad de escoger como probablemente hace en otras
artes.
5. Presenciar música clásica en directo, ¿por qué no
probar algo desconocido?
Nada puede compararse al momento de la escucha en
directo. La estimulación visual es un factor muy importante
a añadir para alguien que no suele ir a conciertos clásicos,
además están las vibraciones de la sala, los protocolos, las
variaciones y sorpresas del director...
6. Elegir cuidadosamente lo que se va a ver en
directo
Los directos no suelen defraudar, a no ser que no se elija
con detalle el lugar del concierto, el programa y las
localidades. A alguien que no ha podido disfrutar con
anterioridad de un concierto de música clásica le conviene
saber si los intérpretes son buenos o que al menos tocan en
un lugar de cierto prestigio, que hará también que la
acústica sea buena. Si no vives en una gran ciudad
tampoco debes preocuparte, ya que normalmente el nivel y
la oferta que hay ahora mismo en todos las ciudades
españoles es muy interesante y recomendable.
El programa de obras que se interpretarán es esencial, es
decir, que debes elegirlo muy bien. Si alguien con pocas
nociones de música clásica elige un programa con música
deStravinsky o Schoenberg, por ejemplo, es más
complicado que consiga desarrollar todos los planos de
escucha que si acude a escuchar obras
de Mozart, Chopin, Bach oVivaldi.
7. Preparar las obras que se van a escuchar
Una vez que se conocen las obras que se van a tocar en el
concierto, estaría muy bien buscar información sobre los
compositores, obras, géneros y estilos. Por ejemplo, si se va
a ver una ópera es altamente recomendable saber 'a priori'
de qué va y cuáles son lospersonajes, ya que
probablemente estará en otro idioma -alemán, italiano o
francés normalmente-, aunque aparecerán los subtítulos
traducidos al español.
8. La llegada al concierto
Es mejor ir con tiempo a los conciertos, ya que a diferencia
de otros espectáculos empezará a la hora exacta
programada y no te dejarán entrar hasta el descanso (si es
que lo hay). No te olvides tampoco de coger el programa de
mano o de pedírselo al acomodador, ya que te será muy útil
para seguir el concierto. Ah! Tampoco de apagar tu móvil
completamente. Es cierto que tampoco se permite en el
cine o el teatro pero en un concierto de música clásica
puede ser un desastre completo que suene, como pasó por
primera vez en un concierto de la Filarmónica de Nueva
York recientemente.
9. Ampliando glosario de términos
Poco a poco, siguiendo los pasos anteriores cualquiera
puede ir haciéndose con un vocabulario básico que le hará
disfrutar más. De hecho, diría que a medida que se van
conociendo más pequeños detalles, el disfrute es mayor
porque pueden combinarse mejor los planos de escucha
para vivir una auténtica experiencia musical.
Entonces, sabrás por qué no se aplaude entre
movimiento y movimiento de una sonata o
sinfonía(están compuestas como un todo), sabrás que
un cuarteto clásico está formado por dos violines (violín
primero y violín segundo), una viola y un violonchelo, y
que 'el concertino' es el violinista solista de la orquesta
sinfónica, por ejemplo.
10. ¡A disfrutar!
Sólo déjate llevar, relájate, sé curioso y consciente por un
momento de que "la música divorciada del oyente no
existe. La música está incompleta hasta que no ha
penetrado en nuestros oídos", como solía decir Yehudi
Menuhin, violinista y director de orquesta de origen ruso.
Voilà!