Presentación

3
5 Presentación No le faltó razón a Galeno Lacerda cuando afirmó que la parte más im- portante de un código procesal es la relativa a las nulidades. Ciertamente, dándole un vistazo a las reglas que atañen a dicha materia es posible deter- minar con bastante certeza si dicho proceso es capaz de cumplir con las fina- lidades que se ha propuesto y –esto es lo más importante– verificar cómo se conjugan los valores que lo inspiran. Si hallamos reglas que permiten la configuración de la nulidad por causa del más mínimo incumplimiento de una formalidad se concluye que el proceso no es otra cosa que una misa jurídica, como sugirió el inolvidable maestro Eduardo J. Couture. Afortunadamente, esta no es la realidad de los ordenamientos procesales contemporáneos. Nos encontramos en una etapa de evolución del proceso –sea este jurisdiccional (civil, penal, laboral, etc.), estatal no jurisdiccional (administrativo o legislativo) o no estatal– en donde su razón de ser es cumplir con sus fines; de ahí que su esencia sea instrumen- tal o teleológica. Así, su estructuración y funcionamiento deberán encontrar- se inspirados en los fines a los que aspire a conseguir (en mi opinión, estos siempre deben estar inextricablemente vinculados con la Constitución), en tanto que sus instituciones que le dan vida deben ser siempre concebidas y empleadas acorde con ellos. Esta es una orientación que los principales res- ponsables por la idónea configuración del proceso –legislador y juez– jamás pueden ignorar ni olvidar. Y considero, sin temor a equivocarme, que este es también el pensa- miento que inspiró a los autores a escribir los trabajos que componen esta obra colectiva, cada uno desde la materia de su especialidad. A través del discurrir de dichos ensayos el lector podrá apreciar no solo propuestas teó- ricas, críticas y reflexiones, sino también la preocupación por concebir la

description

Presentación a libro "Estudios sobre la nulidad procesal"

Transcript of Presentación

Page 1: Presentación

5

Presentación

No le faltó razón a Galeno Lacerda cuando afi rmó que la parte más im-portante de un código procesal es la relativa a las nulidades. Ciertamente, dándole un vistazo a las reglas que atañen a dicha materia es posible deter-minar con bastante certeza si dicho proceso es capaz de cumplir con las fi na-lidades que se ha propuesto y –esto es lo más importante– verifi car cómo se conjugan los valores que lo inspiran.

Si hallamos reglas que permiten la confi guración de la nulidad por causa del más mínimo incumplimiento de una formalidad se concluye que el proceso no es otra cosa que una misa jurídica, como sugirió el inolvidable maestro Eduardo J. Couture. Afortunadamente, esta no es la realidad de los ordenamientos procesales contemporáneos. Nos encontramos en una etapa de evolución del proceso –sea este jurisdiccional (civil, penal, laboral, etc.), estatal no jurisdiccional (administrativo o legislativo) o no estatal– en donde su razón de ser es cumplir con sus fi nes; de ahí que su esencia sea instrumen-tal o teleológica. Así, su estructuración y funcionamiento deberán encontrar-se inspirados en los fi nes a los que aspire a conseguir (en mi opinión, estos siempre deben estar inextricablemente vinculados con la Constitución), en tanto que sus instituciones que le dan vida deben ser siempre concebidas y empleadas acorde con ellos. Esta es una orientación que los principales res-ponsables por la idónea confi guración del proceso –legislador y juez– jamás pueden ignorar ni olvidar.

Y considero, sin temor a equivocarme, que este es también el pensa-miento que inspiró a los autores a escribir los trabajos que componen esta obra colectiva, cada uno desde la materia de su especialidad. A través del discurrir de dichos ensayos el lector podrá apreciar no solo propuestas teó-ricas, críticas y refl exiones, sino también la preocupación por concebir la

Page 2: Presentación

PRESENTACIÓN

6

verdadera dimensión de la nulidad procesal: la de ser una técnica indispen-sable para el correcto desarrollo del proceso, pero que debe producirse solo cuando sea absolutamente necesaria. Es que el inexorable retroceso que toda declaración de nulidad presupone hace que el cumplimiento de los fi nes del proceso se retrase; es por ello que su aparición –causada siempre por la vio-lación de la forma preestablecida por ley– debe ser muy restringida.

La presente obra se divide en dos partes: la nulidad procesal en el Derecho peruano y la nulidad procesal en el Derecho Comparado. La prime-ra cuenta con diversos ensayos que tratan sobre la nulidad en el proceso civil, penal y contrataciones con el Estado, partiendo de la regulación prevista en nuestra normativa procesal. Ahí se encuentran los ensayos de las doctoras Eugenia Ariano Deho y Karina Vilela Carbajal (Derecho Procesal Civil), de los doctores Percy Velásquez Delgado, Alcides Chinchay Castillo y Carlos Machuca Fuentes (Derecho Procesal Penal) y de los doctores Cristhiam León Orosco y César Rubio Salcedo (Contrataciones con el Estado). Por su lado, la segunda parte está compuesta por un importante artículo de legisla-ción comparada del profesor Lorenzo Zolezzi Ibárcena y por cuatro trabajos –inéditos en nuestro idioma– de autorizada doctrina brasileña contemporá-nea. Me refi ero a los destacados procesalistas Daniel F. Mitidiero, Fredie Didier Júnior, Augusto Tanger Jardim y Eduardo Scarparo, quienes con gran cordialidad y amistad me autorizaron la traducción y publicación de sus ensayos que, sin duda alguna, constituyen una fuente bibliográfi ca impor-tantísima para profundizar en la compleja teoría de la nulidad procesal, aún inexplorada en nuestro país. Aprovecho estas líneas para agradecerles su en-tusiasmo de compartir su pensamiento con los lectores peruanos.

Por otro lado, permítaseme unas líneas respecto a la traducción de los artículos originalmente escritos en portugués. Al traducir un texto en otro idioma buscando la mayor rigurosidad posible, siempre se encuentran inconvenientes difíciles de superar (inclusive siendo el portugués una len-gua tan cercana al castellano), cuya solución no estriba necesariamente en un profundo conocimiento de la lengua foránea. En efecto, por lo general se presentan palabras de orden técnico en donde el traductor, para expresar su verdadero signifi cado, no debería identifi carla con algún término de su cul-tura jurídica, sino consignar aquellas palabras o frases que mejor se adapten a las necesidades de la traducción. Este es el caso, en la presente obra, de los términos deconstituição y decretação, estrechamente vinculados al tema de la invalidez procesal. En el primer caso, la literal equivalencia en caste-llano (deconstitución) no existe; y en el segundo, el término “decretación”

Page 3: Presentación

ESTUDIOS SOBRE LA NULIDAD PROCESAL

7

adquiere un signifi cado técnico distinto al coloquial. No obstante ello, he de-cidido emplear un neologismo y una nueva acepción del vocablo, pues solo de esa manera el lector podrá apreciar, junto con el sentido del texto, lo que el autor desea expresar.

En efecto, es deseable referirse a “deconstitución” para señalar cómo es que opera la nulidad frente a los efectos sobre los cuales recaerá (la nu-lidad deconstituye los efectos de los actos viciados). Así, se busca aludir a una eliminación o supresión de tales efectos. Por otro lado, considero que es conveniente aludir a “decretación” y no a decreto, pues podría confundir-se con aquella resolución de mero trámite contemplada en nuestro Código Procesal Civil. Más aún, en la doctrina brasileña se habla de decretación y no de declaración de nulidad, precisamente porque dicho pronunciamiento no se limita a declarar, sino a extinguir actos y situaciones acontecidos en el proceso.

Existen otros tecnicismos presentes en algunos de los artículos tradu-cidos. Algunos han permanecido como en el original con la fi nalidad de ser fi el al idioma y por ser su traducción inadecuada, como por ejemplo la ter-minología de los recursos del ordenamiento procesal civil brasileño (agravo regimental, embargos de declaração); pero otros sí han sido traducidos y se encuentran con su respectiva nota del traductor [N. del T.], como sería el caso de las expresiones juntada o falar nos autos.

Para terminar, solo me resta señalar que este libro no tiene otra inten-ción que ser una pequeña contribución en la búsqueda que el proceso (que es el Derecho al fi nal del día) se convierta en lo que todos queremos: un instru-mento ético que traiga paz con justicia a la sociedad.

RENZO I. CAVANI BRAIN Coordinador de la obra