Presentación1 hiperactividad
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TDAHTrastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
Rocío
Cudeno
MARCO TEORICO:
Definición:
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): es el término que se utiliza en la actualidad para describir un
trastorno del comportamiento que presentan tanto niños como adultos, con manifestaciones diferentes según la edad y la educación
recibida.
Este trastorno implica, primordialmente una dificultad generalizada en el espacio y en el tiempo (ocurre en cualquier lugar ytodos los días), para mantener y regular la atención, y una actividad motora excesiva (hiperkinesia o hiperactividad).
Secundariamente, se manifiesta en forma de déficit de reflexibilidad: actúa con impulsividad o con escasa reflexión.
En general, la persona, niño, joven o adulto, se muestra a los demás como un individuo con escaso auto - control, dejándose
llevar con frecuencia por sus emociones: ira, tristeza, alegría, ansiedad,... sus deseos o sus necesidades.
La detección puede realizarse en la Consulta de Atención Primaria y en los Centros Educativos de Escuelas Infantiles y
Primaria, utilizando instrumentos y métodos de “exploración” de niños con Problemas de comportamiento o de Aprendizaje.
CURSO CLÍNICO
Si atendemos a la historia preescolar, sus padres los describen como:
. Niños difíciles de manejar, activos, enérgicos, a quienes es necesario vigilar constantemente para prevenir accidentes.
.Se caracterizan por su tendencia al rechazo de nueva estimulación, dificultades con los cambios en la rutina y reacciones
muy intensas a los cambios en el ambiente.. Son muy irritables y duermen de forma muy irregular. Suelen ser obstinados y caprichosos en relación a la alimentación y
pueden mostrarse bastante agresivos.
Frecuentemente muchos preescolares temperamentales y con un nivel de actividad superior al normal se convierten en
hiperactivos.
Durante el período escolar aparecen los problemas de comportamiento en clase. No permanece el tiempo suficiente en las
tareas, molesta a sus compañeros, etc., todo lo cual recaba la atención del profesor. El profesor centra su atención en el niño hasta
que éste vuelve a implicarse en la tarea. Así, el profesor tiende a focalizar su atención en las conductas inapropiadas más que en las
adecuadas. De esta forma el profesor actúa como un reforzador negativo: el niño reiniciará la tarea pero no mantendrá mucho tiempo
en ella porque conoce la consecuencia negativa de esto: el profesor dejará de ocuparse de él. La consecuencia directa del escaso
tiempo que permanece trabajando se traduce en un bajo rendimiento académico. No se trata de niños poco inteligentes como en
ocasiones se ha argumentado.Obtienen bajas puntuaciones en los testo de inteligencia debido en gran parte al impacto que ejerce su conducta sobre su
desempeño en los mismos.
Las relaciones con sus compañeros no son buenas por lo que tiende a buscar amigos más pequeños.
Durante la última infancia persisten las dificultades para el estudio, la conducta disruptiva y la ausencia de amigos, todo lo
cual contribuye a mantener baja su autoestima e incrementa la probabilidad de padecer trastornos de tipo depresivo.
Ya en la adolescencia si bien la actividad motora gruesa ha descendido el déficit atencional, la impulsividad y la inquietud
persisten. Se trata de sujetos con bajos niveles de responsabilidad que a menudo abusan del alcohol y otras drogas. Goldstein y
Goldstein (1987) señalan que entre el 30 y el 40% de hiperactivos se han involucrado al menos una vez en una conducta de tipo
antisocial, mientras que el porcentaje que hace esto mismo en la población normal está entre el 3 y el 4%. Parece ser, por tanto, que
los adolescentes con déficit atencional continúan teniendo problemas sociales, académicos y emocionales. Los profesores siguen
quejándose de su inatención, nerviosismo sobreexcitación y mala ejecución de las tareas. Muchos muestran signos de indefensión y
depresión pues son conscientes de su larga historia de problemas. Cuando eran más pequeños sus problemas a menudo les
llevaban a los servicios de educación especial y a frecuentes avisos a sus padres. Posteriormente, durante la adolescencia, un nivel
similar de problemas les trae como consecuencia el ser expulsado de la escuela y excluido del sistema educativo (Goldstein y
Goldstein, 1990).
DIAGNÓSTICO DE LA HIPERACTIVIDAD
Si bien el profesor no es el profesional a quien compete realizar el diagnóstico del TDA-H, sí que es conveniente que conozca
cuáles son los criterios que en la actualidad están vigentes puesto que su aportación es fundamental para detectar precozmente el
problema y alertar a los padres para que busquen ayuda especializada (además de que resultará inestimable su colaboración en el
tratamiento). ETIOLOGÍAMiranda y Santamaría (1986) realizaron una revisión crítica que recoge los enfoques clínicos, evolutivos, psicobiológicos y
ambientales-familiares que puede haber en la base de este síndrome, gran parte de los cuales se resumen a continuación.
Factores neurológicos
Inicialmente se consideró la hipótesis del origen neurológico del trastorno a partir de la observación de que muchos niños con
encefalitis mostraban a su vez signos de hiperactividad. Ante la imposibilidad de detectar el déficit neurológico específico se postulóel concepto de Disfunción Cerebral Mínima, para subrayar la existencia de una causa fisiológica a pesar de que el examen
neurológico fuera incapaz de detectarla. Sin embargo, la mayoría de niños hiperactivos no presentan síntomas de lesión cerebral, y
de entre los niños con lesión cerebral, pocos podrían considerarse hiperactivos.
Retraso madurativo
Esta hipótesis implícitamente defiende que cuando madure el niño el problema desaparecerá, cosa que en realidad no
ocurre.
Factores genéticos
En cuanto a los factores de tipo genético, efectivamente existen datos que apoyan dicha consideración, defendida por
autores como Goldstein y Goldstein (1987). La hiperactividad es mucho más frecuente en niños que en niñas.
Los estilos de vida impulsivos e inatentos de muchos padres de niños hiperactivos dificultan enormemente el manejo de sus
hijos cuando éstos también experimentan problemas de esta índole.
Complicaciones perinatalesUn elevado número de niños hiperactivos nació de forma prematura y/o tuvo un bajo peso al nacer. Este hecho ha llevado a
algunos autores a considerar estos factores como posibles causantes del trastorno. En esta línea, también se ha considerado el
grado de estrés psicológico experimentado por la madre durante el embarazo.
Alcoholismo maternoEsta hipótesis defiende que la hiperactividad se manifiesta cuando la madre ha ingerido con frecuencia alcohol durante su
embarazo. Pero la investigación demuestra que ni todos los niños con síndrome de alcoholismo fetal son hiperactivos ni en todos los
hiperactivos podemos hallar antecedentes de ingesta excesiva materna de alcohol. Alergógenos
B.Feingold defiende que ciertos colorantes artificiales, conservantes y salicilatos naturales de los alimentos agravan o tal vez
causan los déficits atencionales. Sus propuestas se derivan de la observación personal de pacientes bajo su cuidado y no de
investigaciones sistemáticas. Inicialmente los resultados indicaban cierta mejoría en los pacientes de cuya dieta se eliminaba ciertos
aditivos. Sin embargo, estudios más rigurosos en los que ni padres ni profesores eran conocedores de la presencia o ausencia de
estos aditivos en la dieta, no mostraron diferencias en cuanto a las valoraciones acerca de la conducta efectuadas por ambos tipos
de evaluadores.
Nivel socio-económico
Es un hecho objetivo que la incidencia de la hiperactividad es más elevada en clases bajas. Otra cuestión es dilucidar a quése debe esto. En este sentido habría que considerar no sólo las pautas sanitarias, alimenticias, de ingesta de alcohol, etc., sino
también la frecuencia con que se aplican prácticas de disciplina impositivas, modelado de agresión, etc.
Clima familiarEn muchos casos nos encontramos con que estos niños están inmersos en ambientes estresantes y desoraganizados. Sus
madres son más críticas, impositivas, no pueden mantener un orden ni ellas mismas, etc. Sin embargo, los efectos de la interacción
raramente son unidireccionales. Es decir, un niño irritable, infeliz, es probable que tenga un impacto negativo sobre sus padres. Ese
impacto influye en el modo en que los padres le responden al niño. Es por eso que este no puede mantener un orden en su propia
mente y en sus acciones, ya que su contexto del cual deriva es un caos.
TRATAMIENTO Tratamiento farmacológico
Los fármacos que más se han utilizado en el tratamiento de este trastorno son los psicoestimulantes. Aunque parezca una
paradoja que se prescriban psicoestimulantes (el más utilizado es el metilfenidato [Rubifen]) en niños hiperactivos parece ser que
estos fármacos potencian la acción de ciertos neurotransmisores que actúan no sólo sobre el sistema de activación reticular sino
también sobre el sistema límbico y otras regiones del cerebro que se consideran relacionadas con los procesos de atención,
activación e inhibición (Evans, Gualtieri y Hicks, 1986).
Sin embargo, al optar por este tipo de tratamiento hay que valorar las ventajas y los inconvenientes que supone. En este
sentido, no debemos olvidar que pueden conllevar efectos secundarios tales como:
. Pérdida del apetito
. Aumento de la tasa cardiaca.
. Dificultad en el inicio del sueño, etc.
Por otra parte, a la hora de introducir en el hogar un fármaco de este tipo hay que tener en cuenta las características de los
demás miembros de la familia y valorar la posibilidad de uso incorrecto.
El profesor cumple una función inestimable al informar al médico acerca de los efectos que las distintas dosis ejercen sobre el
comportamiento del niño en el aula.
Tratamientos psicológicos: Métodos cognitivo-conductuales
El primer ámbito de intervención, es la familia. Los padres deben actuar como modelos positivos y, en general, aprender a emplear la
disciplina de forma adecuada, es decir:
•Ser consistentes en sus prescripciones y conductas
•Utilizando correctamente las recompensas.El profesor cumple un importante papel a la hora de informarles y enseñarles a manejar a sus hijos.
Desde el ámbito escolar, propiamente dicho, es importante diseñar el ambiente de aprendizaje de forma que el niño pueda
desarrollar al máximo sus potencialidades. En este sentido, paralelamente a la intervención individual que se lleve a cabo, resulta
conveniente adecuar el patrón instruccional.
Las técnicas más comúnmente utilizadas y que mejores resultados han proporcionado son:
•La economía de fichas y el contrato de contingencias.
La economía de fichas
Esta técnica resuelve el problema que estos niños tienen para demorar las gratificaciones. En ella, el niño sabe que sus
acciones se traducen en la adición o sustracción de una serie de “fichas” que al final de un período preestablecido pueden
intercambiarse por refuerzos reales. Es decir, si realiza una conducta deseada, automáticamente recibe el número de fichas
previamente fijado (éste variará, claro está, en función del tipo de conducta de que se trate), y si realiza una conducta no deseable se
verá penalizado con la supresión de las mismas. De esta forma el niño obtiene contingentemente los refuerzos, aprendiendo, a la
vez, a demorar las gratificaciones.
El contrato de contingencias
Este procedimiento consiste en discutir, redactar y acatar (en los términos en que se establezca) un contrato que, en su
forma, sigue las directrices de los contratos al uso. En él deben quedar plasmados aquellos aspectos que el niño se compromete a
cambiar y aquellos otros que el segundo firmante (los padres, el profesor, etc.) se compromete, por su parte, a mejorar. Ambas
partes firman, ante un testigo (que generalmente es el/la psicólogo/a que traga al niño) que acatarán los pactos que se han
negociado existiendo, normalmente, una serie de penalizaciones para ambas partes en caso de incumplimiento del contrato.
Consejos para los padres:
Deben ayudarles a controlar su comportamiento en su casa, lo que repercutirá en unas mejores relaciones familiares y
una mejor relación de él consigo mismo; seguir un programa de control de su comportamiento indicado por el profesional
elegido.
Proporcionarle ayuda especializada (llevarlo a sesiones de habilidades atencionales y sociales).
Supervisar el trato que recibe de sus profesores y requerir un trato adecuado a sus circunstancias.
No se debe castigar al niño por su excesivo movimiento lo que tiene que hacer es intentar que ese movimiento sea
adaptativo.
Nunca se debe castigar la falta de atención, se puede castigar para eliminar algo pero no para conseguirlo. Si
queremos que preste más atención habrá que recompensar los momentos en los que esté atento.
Para que el niño nos preste atención es importante conseguir que nos mire a los ojos, hablándole suavemente pero
con firmeza. Pídale a continuación que repita lo que se le ha dicho para ver si ha entendido el mensaje.
No exigir a su hijo más de lo que éste pueda resolver.
Rodearlo de un entorno afectivo, disciplinado, sereno, ordenado y organizado.
Cuidar la alimentación y el sueño (horarios, ritmos y costumbres).
Evitar las grandes excitaciones.
Animarlo, identificarse con él y corregirle sin juzgarlo ni descalificarlo.
Ayudarle a organizarse.
Enseñarle a reflexionar, pensar, analizar serenamente. Es aconsejable repasar cómo ha ido el día a la hora de ir a
dormir, convirtiendo el análisis en propósitos para mañana, pero propósitos que sean alcanzables y que, poco a poco,
iremos ampliando.
HIPOTESIS:¿Un ambiente familiar estresante y desorganizado puede acentuar la hiperactividad en el niño?
DESARROLLO:
TDA: Trastorno por déficit de atención (más difícil de detectar).
Es la dificultad que tienen las personas, especialmente niños en la escuela,
para poner atención y concentrarse en una actividad, lo que puede limitarles adquirir información y logros en sus aprendizajes.
Muchas veces captan algunas partes de la información, dejando de lado aspectos fundamentales, teniendo dificultades para tener
un hilo conductor y manejar una situación o contenido en forma coherente. Normalmente un déficit atencional repercute en el
rendimiento académico, los resultados pueden ser muy bajos o nulos en algunos casos. Los niños con este síndrome, también
pueden presentar conflictos con sus pares y profesores, debido a que son incapaces de cumplir o seguir algunas instrucciones,
reglas o normas sociales.
Características:
•Fácilmente distraídos por estímulos externos.
•Dificultad para escuchar y seguir instrucciones.•Le cuesta focalizar y prestar atención.
•Un día resuelve y otro día no (desempeño escolar errático)
•Se desconecta, “vuela”, “está en las nubes.”•Es desorganizado.
•Pocas actitudes para el estudio.•Le es difícil trabajar con independencia.
TDAH: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Es un síndrome conductual con bases neurobiológicas y un fuerte componente genético. Es una enfermedad muy prevalente
que, según estimaciones, afecta entre un 5 y un 10% de la población infanto-juvenil, siendo unas 3 veces más frecuente en varones.
Se trata de un trastorno neurológico del comportamiento caracterizado por distracción moderada a severa, períodos de
atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.
Los niños con TDAH empiezan a andar precozmente, pero más que andar lo que hacen es correr "como si tuvieran
un motor dentro", refieren algunos padres. En sus inicios escolares tienen problemas con la lectoescritura y las matemáticas,
habilidades que requieren un esfuerzo de concentración más prolongado.
Como características se destacan:
•Alto nivel de actividad, en constante movimiento, se cae, se mueve, toma objetos para jugar, deambula por el
aula.
•Impulsividad y falta de auto control. Tiene estallidos verbales inadecuados, no puede esperar su turno, interrumpe, se entromete con otros, habla en exceso, responde primero y piensa después.
•Realiza actividades físicas peligrosas sin tener en cuenta las consecuencias.
•Se lastima con frecuencia.
•En su casa tiene dificultades para seguir directivas, para organizarse y parece que no escucha cuando se le
habla.•Son torpes para escribir o dibujar, tienen mala letra y cometen grandes errores de ortografía.
•Presentan cambios bruscos de humor, tienen un concepto pobre de sí mismo y no aceptan perder, por lo que no
asumen sus propios fracasos.
CAUSAS
Se trata de un trastorno neuroconductual de origen fundamentalmente genético. Se han demostrado factores de
origen hereditario (es decir, heredados, no adquiridos en el curso de la vida) en un 80% de los casos.
En contraste, cabe destacar que la contribución estimada de factores no hereditarios a todos los casos de
TDAH es de sólo un 20%.Para explicar esa minoría de casos se ha propuesto la intervención de causas
multifactoriales, que suponen también factores genéticos aunque en combinación con factores ambientales,
contextos familiares que pueden agravar dicho trastorno, etc.
EDUCACIÓN E HIPERACTIVIDAD
Se conoce que un ambiente estresante y desorganizado puede acentuar la hiperactividad en el niño. Las
psicopatologías paternas, el bajo nivel económico, la marginalidad, el estrés familiar, en fin, un entorno inestable
podría agravar el trastorno.
Un niño con ambiente familiar desorganizado y ajeno a dicha situación, puede agravar el trastorno. Ya que
la familia es el primer pilar en la educación, y si este niño se halla en un entorno donde no es contenido ni
acompañado, es muy poco probable que pueda salir adelante y evidenciar algún cambio en su estilo de vida y su
relación con los demás.
El papel de los padres resulta imprescindible para la recuperación del niño hiperactivo. Los padres
representan la fuente de seguridad, los modelos a seguir, el reflejo de lo que los hijos sienten que son, la base
fundamental sobre la que construyen su propia escala de valores y el concepto de disciplina y autoridad. De los padres depende en gran medida, la mejor o peor evolución de la sintomatología que presenta el niño hiperactivo.
Lograr un ambiente familiar estructurado es una de las condiciones más difíciles de conseguir. La familia de un
niño hiperactivo necesita una organización y una estructuración muy clara, sin embargo, algunos aspectos
relacionados con la propia enfermedad neurológica que tiene el niño, dificultan que sea así:
1. Adulto hiperactivo. En algunas ocasiones, esta enfermedad es hereditaria y por lo menos uno de los padres es un adulto hiperactivo, al que a su vez le cuesta organizarse, ser ordenado y no alterarse.
2. Ansiedad. Los padres suelen mostrar mucha ansiedad ante las dificultades con las que se encuentra su
hijo.
3. Expectativas. En ocasiones las expectativas no son las adecuadas para el niño. Se le exige mucho en
unos aspectos y se le sobreprotege en otros.
4. Límites educativos. El niño hiperactivo es más difícil de llevar si no se marcan unos límites educativos
claros y consistentes.
5. Tiempos concretos. Los padres ponen frecuentemente un límite a las malas costumbres (le llaman a
bañarse y si no viene, le obligan a hacerlo), pero no en el momento adecuado (le llaman 10 veces antes de ir a
por él), lo que provoca que apliquen los límites, cuando ya están hartos, en momentos de descontrol emocional.
6. Mala conducta. Muchos padres no pueden prever situaciones de alto riesgo, por lo que no pueden evitar
el mal comportamiento de sus hijos.
Conclusión
En esta monografía pudimos conocer que la hiperactividad es un problema que se da en tanto
en niños como en adolescentes y que esto se da a causa de un problema neurológico y que puede
agravarse aun mas si la propia familia del niño se halla ajena a dicho trastorno o no le resta
importancia. Esto hace que ellos mismos, ya sea por no tener tiempo o por estar ocupados en
otras actividades, no lleven adelante los diferentes métodos y acciones propuestas por
especialistas, para poder ayudar a sus propios hijos y para que ellos también puedan sobrellevar
de la mejor manera posible este trastorno.
Por otro lado, es una tarea difícil para nosotros los docentes de hoy en día. Ya que por un lado
debemos procurar una educación adecuada para nuestros alumnos, pero esta tarea se vuelve más
ardua, cuando nos encontramos con niños con estos problemas, y en muchos casos en algunas
aulas, son varios los que presentan estas características; y no son pocos los momentos en que
vemos que se nos acaban las estrategias y los métodos, y la paciencia parece abandonarnos,
dejándonos cansados y con poca tolerancia para con estos casos. Y es ahí donde debemos tomar
aire, contar varias veces hasta diez, sonreír y preguntarse… ¿y si este niño o niña, fuera mi hijo o
hija?
BIBLIOGRAFÍA•Como vivir con un niño hiperactivo. C.Avila y A. Polaino – Lorente, Ed: Narcea.
•Déficit de atención con hiperactividad. Isabel Orjales Villar, Ed: CEPE.
•El niño muy movido o despistado. Christopher Green. Kit Chee, Ed: Medici.
•Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Una guía práctica. Ana Miranda Casas,
Ed. Aljibe.
•Como tratar y enseñar al niño con TDA/TDAH de Sandra Rief; Ed Paidós.
Internet:
•http://monografías.com/trabajos14/nuevmicro.doc
•http://www.monografias.com/trabajos55/reconocer-hiperactivos/reconocer-hiperactivos.shtml•http:/es.wikipedia.org/wiki/Hiperactividad