“Protesta y rendimientos”. Octubre 1971.

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••••• EFRAIN HUERTA . PROTESTA Y RENDIMIENTOS 1 Un niño dormido abrió las puertas de la noche, las desnudas y lúcidas piernas de la noche, para que tejieses el manantial de la complicidad en los segundos abrazos, los terceros goces, la cuarta palabra -j óyeme! - y los innumerables trasmundos que habrían de postrarnos como a dos sollozantes y espesas iarvas. La joven tiniebla pudo ser transitada por las anchas palabras de pena y dos o tres prodigiosos acordes de guitarra. Arrimado a tu tierra, te deslicé las diez de la noche y mis manos de sucio cristal aletearon y ondularon y bajaron y treparon las caderas cantoras de la retórica sexuaL La noche originaria, el verano espigado y el solícito amasar las horas, habitaron por siempre la prieta multitud de minutos. ¿O eran tus cabellos llamados camaradas, o era tu voz diciéndome el lejano relato del día perdido? Primero creces para que yo pr9teste Primero floreces para que yo te rechace Primero viene la primera batalla Primero es el cráter -después vienen los edificios y las estatuas. j Oh seductora seducidísima! '. Para Teresa Una humilde polvaderita es la señal dejada por el poeta en el recto camino. La gemidora torcaz lo mira pasar, U1

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• •••••EFRAIN HUERTA

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PROTESTAY

RENDIMIENTOS

1Un niño dormido abrió las puertas de la noche,las desnudas y lúcidas piernas de la noche,para que tú tejieses el manantial de la complicidaden los segundos abrazos, los terceros goces,la cuarta palabra -j óyeme! - y los innumerables trasmundosque habrían de postrarnos como a dos sollozantes y espesas iarvas.

La joven tiniebla pudo ser transitadapor las anchas palabras de penay dos o tres prodigiosos acordes de guitarra.

Arrimado a tu tierra, te deslicé las diez de la nochey mis manos de sucio cristal aletearony ondularon y bajaron y treparonlas caderas cantoras de la retórica sexuaL

La noche originaria,el verano espigado y el solícito amasar las horas,habitaron por siempre la prieta multitud de minutos.¿O eran tus cabellos llamados camaradas,o era tu voz diciéndome el lejano relato del día perdido?

Primero creces para que yo pr9testePrimero floreces para que yo te rechacePrimero viene la primera batallaPrimero es el cráter -después vienen los edificios y las estatuas.j Oh seductora seducidísima!

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Para Teresa

Una humilde polvaderita es la señal dejada por el poeta en el recto camino.La gemidora torcaz lo mira pasar,

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la dorada flor del huizache lo insulta a más no poder,los delgados lomeríos lo pierden de vista.Entonces el poeta vuelve a las andadas,a su noche, a su cementerio,a la liviana playa de tus orejas,al adorable infierno del agua auroral,al venusino cielo que circunda la cicatriz de tu equilibrio.Vuelve al lugar del crimen.El asesinado retorna al hogar, hijo pródigo de todas las edades,de todos los libros, idiomas y religiones,deshecho, desecho, desasido.i Ah vencedora vencidísima!

Te dejo a solas como en un panal,porque a nadie se le dice que durmió con una gallina blanca debajo de la cama.Yo hubiera preferido una abeja reina, lo realmente ambarino,lo adorable hasta la picazón y la tortuosa muerte del zángano.¿Sabes? La muerte lánguida, la muerte en el adoratorio,mirando sin mirar pero sufriendo la herida de tu brazo,la memoria de nuestro primer viaje por lo velozmente subterráneo.

Necesito tiempo para chillar mi protesta.Necesito una hora de pavor para rendirme.(Que haya un amante más,

¿qué importa al mundo? )

Tu hija duerme y tú me cuentaslas cosas olvidabIes, lo rugiente y <h,llce de tus recuerdos.Llano y selva, cataratas, caballos para retratarlos humarascales nacidos en el horror de una piel.i Nacidísima! Mil veces paloma, palomísima

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de rojos ojos estivales,pómulos ansiosamente reverberantesdientes trigales para un domfugo en el céspedlabios que me lleva el Diablolabios arcángeles para la voz arrullantelabios para comérmeloslabios miel mordedura mansa muertelabios baldíos en espera de mi salivalabios de sol arena conchitas nacaradaslabios carey espuma ronlabios cacao cafetal borracheralabios amurallados torreones puentes levadizoslabios ideales para mi edad bizarralabios en ejercicio (de frente: ¡besen! )labios liberadores cuando me das la luz verde y avanzolabios nidal de las corolaslabios para la guirnalda de las embriagueceslabios consagrados a decir que allí donde nos amamos ya no crece la hierba.

II

El retablo a la derecha es un mar de espejos,pero a la izquierda miras el panteóny sus pétreos ataúdes a ras del suelo¿Qué ocurre cuando la devorante Muertesale a flote y agrieta el arco de luz de la dicha?Ocurren los poderes de la tierray su musgosa estirpe, las amargassombras de la congoja;suceden las muertes grandes, los musicales velorios,las losas que hablan de gracia eterna;vienen los niños muertos con su puñito de goce.

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Asoman, Teresa, los desasistidos,los tristes que cortarán amapolaspara poblar con ellas los ríos de aire que respiran Monte Albán y Tilantongo.

En lo hondo del alborozo funeral,el poeta y su alma (alma opalinapara jugar solitarios fácilmente descifrables)reanudan la férvida cantilena de lo animalesco.El poeta ladra a la perra lunacon un deseo casi solar de caer otra vez muerto.

Del solitario se extravió la llanera sota de espadas.Mi apacible pasión un tanto carcelaria se pierde a su vezen lo dulcemente acerado de una callecísima abismada de yácatas y de coecillos.

En mi sueño se me reveló que yo era la gallina blanca,La gallina atrozmente idiota que no supo besar tu pie derecho,porque el río sabe su negocio y conoce su poderoso testimonioy las amapalas van a dar al océanoy un ejército de tristes pasa a cuchillo al padre y a la madre.

Cuando, Teresa a solas, te abandoné en aquella humedady yo empecé los viajes súbitamente inventados,pensé que nunca debí amar tanto y tan mal;vamos, que mejor hubiera sido querernos de una manera exquisitamente estúpida,porque la Estupidez (del árbol pasmado todos hacen leña)es la madre de los desmadres -y someterse después de la protestaes tanto como alcanzar corriendo con la lengua de fuerala abominable paz del rendimiento.

(México-Tenochtitlan)

febrero y marzo de 1970