Psicologia_positiva Tercer Parcial Sofi
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Universidad Catlica del Uruguay
Facultad de Psicologa
PSICOLOGA POSITIVA Y RESILIENCIA:
Un corolario particular en pro de la salud y el bienestar humano.
Memoria de Grado presentada para obtener el grado de Licenciado en Psicologa por:
Viviana del Valle Valdz Arteaga
Tutor: Dra. Lilian Daset Carretto
Noviembre, 2009
Montevideo, Uruguay
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RESUMEN
La presente memoria de grado muestra un breve recorrido acerca del Enfoque Salugnico, hasta
llegar a dos temticas particulares como la Resiliencia y la Psicologa Positiva, dada la
importancia de los mismos. Primero, se introducen los aspectos relevantes de cada unos de ellos,
se visualizan sus races profundas y nos encaminamos a asir los puntos de convergencia y
divergencia, que derivan a su vez en los aportes en pro de la salud y el bienestar. Segundo,
encontramos puntos de convergencia entre Psicologa Positiva y Resiliencia, entre ellos: a)
ambos son desarrollos en Psicologa con un notable matiz salugnico; b) sus resultados finales o
ltimos (que implican favorecer, potenciar la salud mental y emocional, el bienestar psicolgico
y el crecimiento, as como el logro de una mejor calidad de vida de las personas); c) a la visin
del hombre (como un ser bio-psico-social, con una orientacin positiva; en busca de sentido y
propsito, y bienestar) y del rol del profesional (como explorador, catalizador de aspectos
positivos, fortalezas, virtudes); d) a nivel conceptual: particularmente lo vinculado a los aspectos
individuales (los factores protectores Resiliencia-; y las fortalezas del carcter, las virtudes, las
emociones positivas Psicologa Positiva-) pero tambin sobre los aspectos interpersonales, del
contexto (como son los factores protectores externos Resiliencia-; y los temas situacionales o
habilitadores Psicologa Positiva-). Paralelamente, encontramos puntos de divergencia entre las
temticas de inters, que atae a sus races; a los riesgos y se plantea lo que denominamos punto
de encuentro, que nos lleva a las conclusiones. Por ltimo, se concluye que el Enfoque de la
Resiliencia se construye entre el individuo y su entorno, frente al alto riesgo; centrando su inters
en actuar sobre los factores protectores o resilientes por sobre los factores de riesgo; de all las
derivaciones de la prctica y su mayor eficacia en los resultados de prevencin y promocin de
la salud. Mientras que el paradigma, el modelo explicativo complementario: la Psicologa
Positiva, se ocupa de las emociones positivas, de los rasgos positivos individuales (las fortalezas
y virtudes) y de las instituciones positivas (que fomentan las virtudes y las emociones positivas),
en busca del bienestar y la felicidad, de alcanzar una buena vida. Asimismo, los efectos
salugnicos de la PP se amplan, ya que promueve y habilita la Resiliencia, y fortalece a los
individuos frente a las dificultades inevitables de la vida; derivando as en un punto de encuentro
entre los enfoques de inters. Esto revela que la PP incluye el estudio de la resiliencia como un
factor ms de proteccin y salud, y plantea nuevos caminos y desafos a los profesionales
de la salud, en particular de la salud mental.
Palabras claves: Psicologa Positiva, Resiliencia psicolgica, Modelo biopsicosocial, Enfoque
Salugnico, promocin de la salud, prevencin, salud mental.
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A mi mam, Ana.
A Jean-Pierre.
A mis hermanos y hermanita. A mis sobrinos adorados, Noelia y Nahuel.
A todas mis amigas y amigos.
A todos aquellos con quienes tengo la dicha de compartir el camino.
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AGRADECIMIENTOS
Antes de desarrollar este trabajo, quiero agradecer especialmente a la Universidad
Catlica del Uruguay, al rector y a sus docentes, particularmente al Dr. Ariel Cuadro y a Mara
Gonzalez, por su ayuda en mi retorno a la universidad.
A mi tutora, Lilian, por su gua, sus comentarios y su disposicin (ya que gran parte del
trabajo debi ser realizado a la distancia, a travs de internet); y por ser un honor para m contar
con su tutora siendo ella representante de la Comisin Iberoamericana de Psicologa Positiva.
A James Pawelski, por sus aportes y su disposicin.
A mi esposo, Jean Pierre, por su amor, su apoyo y generosidad.
A toda mi familia, en especial, a mi madre que aunque ya no est con nosotros, ha dejado
una huella en m; al ensearme acerca de la bondad y la generosidad, de ayudar a otros como lo
ms dignificante y enriquecedor en la vida.
A mis hermanos, Eduardo, Guillermo, Luis y Mariana, por su cario, apoyo y paciencia.
A mis primas, especialmente a Karen y a Fernanda por sus nimos.
A mis amigas y compaeras de ruta a lo largo de mi paso por la facultad y en este pas, y
ellas son Anabel Alfano, Andrea Arotce, Fabiana Albernaz, Federica Billig, Karina Horta,
Lorena Dieguez, Emilia Segredo, Ins Canedo, y a sus respectivas familias; por su maravillosa
amistad, por su apoyo, por ser ejemplo de la solidaridad y del buen corazn uruguayo. A Denise
Del Arca y Lilian Ru, por su amistad e invalorable apoyo. A Cecilia, Luly y Carolina, por su
amistad y nimos. A mis otros amigos, en Tucumn y en Crdoba, entre ellos especialmente,
Magui, Ftima, Mara Jos, Silvia, Mirta; que siempre estuvieron presentes.
A todas aquellas personas que de una forma u otra me ensearon, me ayudaron, me
acompaaron para que llegase a concretar mi carrera, este trabajo, y en consecuencia, mi sueo
de poder ser psiclogagracias.
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NDICE
RESUMEN...................................................................................................................................................I
DEDICATORIA .........................................................................................................................................II
AGRADECIMIENTOS .............................................................................................................................III
INDICE .............IV LISTA DE ABREVIACIONES..................................................................................................................V
INTRODUCCIN.....................................................................................................................................VI
PRIMERA PARTE
MARCO TEORICO
CAPTULO 1: EL ENFOQUE SALUGNICO .................................................................................02 1.1 Algunos antecedentes del Enfoque Salugnico ...........................................................................02
1.1.1 Organismos Internacionales interesados en el bienestar y la salud de las personas: ONU,
OPS, OMS .....................................................................................................................................02
1.1.2 OMS: Definicin de Salud, Prevencin y Promocin de la Salud ......................................03
La Declaracin de Alma Ata ............................................................................................03
La Carta de Ottawa ...........................................................................................................04
Calidad de vida..................................................................................................................05
1.2 Paso del Modelo Mdico al Salugnico.........................................................................................05
1.2.1 El Modelo Mdico: aspectos relevantes y crticas ...............................................................05
1.2.2 El Modelo Biopsicosocial o Integral de la salud ..................................................................06
1.3. El Enfoque Salugnico ................................................06 1.3.1 La Psicologa y el Enfoque Salugnico.................................................................................07
Psicologa Humanista .......................................................................................................07
Psicologa de la Salud ......................................................................................................08
1.3.1 El Modelo Salutognico de Antonovski ..............................................................................08
CAPTULO 2: PSICOLOGA POSITIVA..................................................................................................09
2.1 Una breve revisin acerca la Psicologa Positiva enfocada en el plano temporal y con nfasis
en aspectos relevantes ...............09 2.1.1 Plano retrospectivo ...............................................................................................................09
2.1.2 Plano actual...........................................................................................................................11
2.1.3 Plano prospectivo .................................................................................................................13
2.2 La Psicologa Positiva y algunos conceptos fundamentales ........14 2.2.1 Definicin de Psicologa Positiva ....14 2.2.2 Una visin positiva acerca del Bienestar y la Felicidad ..........15
2.3 Carcter, Fortalezas del Carcter y Emociones Positivas ....16 2.3.1 Carcter ....16 2.3.2 Fortalezas humanas ......17
Virtudes y Fortalezas del carcter ........17 Temas Situacionales ........18
Emociones Positivas ........18 2.4 Algunos hallazgos y evidencia emprica a favor de las fortalezas del carcter y las emociones
positivas .....20 2.4.1 Algunos hallazgos y evidencia emprica a favor de las Fortalezas del Carcter ........20 2.4.2 Algunos hallazgos y evidencia emprica a favor de las Emociones Positivas ....22
2.5 Inventarios, cuestionarios positivos ....22 2.6 Crticas a la Psicologa Positiva ..23
CAPTULO 3: RESILIENCIA ......................................................................................25 3.1 Una revisin acerca del origen y desarrollo de la Resiliencia desde el punto de vista
psicolgico.....25 3.1.1 La Resiliencia: etimologa del concepto .............25
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3.1.2 Desarrollo histrico y terico de la Resiliencia ligado a la investigacin ...........25 Vulnerabilidad ........26 Invulnerabildad ......26 Modelo de la Resiliencia y los Factores de Proteccin ......27 Dos generaciones de investigadores ..27 3.2 Perspectivas actuales en relacin a la Resiliencia ........29
3.2.1 Perspectivas, corrientes acerca de la Resiliencia .......29 3.2.2 La resiliencia un rasgo o un proceso? . ........30 3. 3. Aspectos centrales y principales hallazgos sobre Resiliencia Psicolgica ............31
3.3.1 Definicin general de Resiliencia.....31 3.3.2. Algunos conceptos claves vinculados a la Resiliencia Psicolgica 32 3.3.3 Los factores resilientes, los factores protectores y principales hallazgos sobre la
resiliencia..34 En nios y Adolescentes .....35
Adultos ....36 A lo largo del ciclo vital;;37 En distintos dominios y situaciones de alto riesgo y estrs .......38
3. 5 Evaluacin y medicin de la Resiliencia ...39 3.6 Crticas acerca de la Resiliencia .39
SEGUNDA PARTE
UN COROLARIO PARTICULAR
CAPTULO 4: EN BUSCA DE PUNTOS DE CONVERGENCIA Y DIVERGENCIA ENTRE
PSICOLOGA POSITIVA Y RESILIENCIA .....................................................................42 5.1 Puntos de Convergencia entre Psicologa Positiva y Resiliencia ...42
Como enfoques desarrollados en Psicologa, con un notable matiz salugnico...............42 Respecto a la visin del hombre ..43 En relacin a la prevencin y promocin de la salud ..43 Convergencia a nivel conceptual: particularmente sobre los aspectos individuales pero tambin
sobre los aspectos interpersonales, del contexto..44 Respecto del rol del profesional...46 Respecto a sus resultados finales o ltimos..48
5.2 Puntos de Divergencia entre Psicologa Positiva y Resiliencia..48 Respecto de sus races......48 Respecto de los riesgos .......49
5.3 Un Punto de Encuentro entre Psicologa Positiva y Resiliencia.....50
CONCLUSIONES ...............51 GLOSARIO .............................................................................................................................................56
BIBLIOGRAFIA .....................................................................................................58 FUENTES DE INTERNET .....................................................................................................................65
ANEXO .......................................................................................................................67
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LISTA DE ABREVIACIONES
APA American Psychological Asociation
Encyclopdie du CEDJE Enciclopedia acerca del desarrollo de los nios pequeos
(Encyclopdie sur le dveloppement des jeunes enfants)
perteneciente al Centro de Excelencia para el desarrollo de nios
pequeos (Centre dexcellence pour le dveloppement des jeunes
enfants, CEDJE). GRIP-Universit de Montral, Canad
IPPA International Positive Psychology Association
ONU Organizacin de las Naciones Unidas
OMS/WHO Organizacin Mundial de la Salud/World Health Organization
OPS Organizacin Panamericana de la Salud
PP Psicologa Positiva
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
VIA-IS Values in Action Inventory of Strengths, o Cuestionario de
Fortalezas Personales
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INTRODUCCIN
Desde el nacimiento de la psicologa como ciencia, en el siglo XIX; gran parte de su
acervo terico y prctico redundaba en torno a la patologa y la urgencia de su tratamiento
(Seligman, 2003), en la categorizacin de lo anterior; en un lenguaje impregnado por el modelo
mdico, y en una visin del hombre matizada por el determinismo. Aunque ya existan
desarrollos que abarcaban otros aspectos ms positivos, estos fueron levemente olvidados en la
comprensin del ser humano; posteriormente emergen con fuerza los abordajes orientados a lo
salugnico.
Desde hace ms de cinco dcadas, el estudio y la investigacin acerca de las fortalezas,
los potenciales del ser humano as como de su capacidad de recuperacin ante traumas, alto
riesgo (Luthar, 2006; en Yates, 2006); ha sido de inters para distintas disciplinas y en particular
para la psicologa. Dada la relevancia de los desarrollos tericos y prcticos cuyo eje gira
alrededor de lo salugnico; su incidencia ha sido muy importante en la investigacin, en las
teoras explicativas, en el rol y quehacer profesional de la psicologa enfocado particularmente
durante mucho tiempo, en el tratamiento de trastornos, patologas. Hasta ir avanzando y
comenzar a desarrollar la prevencin y la promocin de la salud, la bsqueda de una mejor
calidad de vida. En la presente memoria de grado, a travs de una investigacin bibliogrfica,
intentar profundizar acercar de dos temticas centrales en la actualidad de la psicologa, la
Psicologa Positiva1 y la Resiliencia.
El motivo de esta eleccin se articula adems con mis propios intereses e inquietudes.
Asimismo, un motivo de justificacin relevante y al mismo tiempo apremiante, de la presente
memoria; radica en los informes y datos ms recientes de la Organizacin Mundial de la Salud
(OMS, 2001, 2004, 2005, 2007), la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS, 2005, 2007a),
los cuales destacan a nivel mundial el incremento de patologas, la escasez y negligencia en
materia de salud (World Health Organization, 2001). Siguiendo en la misma direccin en materia
de salud mental, en Amrica Latina y el Caribe se incrementarn notablemente los trastornos
mentales (Kohn et al, 2005; OPS, 2005). Se estima que el nmero de personas con trastornos
mentales en la Regin de las Amricas aumentar de 114 millones en 1990 a 176 millones en el
2010 segn Roses Periago (2005, en OPS, 2005). Conjuntamente, ya en el ao 2000, este tipo
de trastornos representaba un 24% de la carga de enfermedades en la Regin, siendo la depresin
el principal componente de esa carga. A su vez, este trastorno est clasificado como la causa
ms importante de discapacidad a nivel mundial (OMS, 2009a).
1 En adelante, se usa PP para referirnos a la Psicologa Positiva.
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Kohn et al (2005, 238) sealan que del campo de la salud mental se espera que
desempee un papel cada vez ms importante en la prevencin y el tratamiento de las
enfermedades crnicas y emergentes, trayendo a los profesionales de la salud mental una mayor
conciencia acerca del desafo que implica el ejercicio de su profesin en el contexto y en las
circunstancias en que se despliega. Por lo tanto, las acciones en pro de la prevencin y de la
promocin de la salud, incumben no slo al sector sanitario sino tambin a la comunidad, lo cual
a su vez permitir hacer frente a las necesidades actuales y futuras de una manera ms eficaz
(OPS, 2005).
Respecto de Uruguay, los datos ms fehacientes con los que contamos corresponden a
aquellos de la OMS (2005) que revelaban las carencias en materia de salud mental.
Recientemente, desde la OPS (2008), se escuchan voces optimistas, y resaltan que Uruguay
progresa en el desarrollo de sus servicios de salud mental, esto se visualiza en la incorporacin
de la salud mental en el nuevo Sistema Nacional Integrado de Salud; en especial, en impulsar el
desarrollo de servicios de salud mental en hospitales generales y centros de atencin primaria, as
como sistematizar labores intersectoriales. Adems, se est trabajando para la elaboracin de un
nuevo plan de salud mental y en la redaccin del anteproyecto de ley nacional de salud mental, al
mismo tiempo sobre desarrollos a nivel de promocin de la salud; pero que an son insuficientes.
Dado lo anterior, las preguntas que guan mi labor, giran en torno a las dos grandes
temticas de inters. En un primer momento, de forma introductoria, me pregunto acerca de
cmo se da el paso del Modelo Mdico organicista (Daset Carretto, 2005) al Enfoque
Salugnico, qu aspectos relevantes del mismo nos permiten tener un panorama ms amplio y
sus consecuencias en desarrollos posteriores como son los que nos ocupan en la presente
memoria. Acerca de la PP, las preguntas se refieren a: es un movimiento de corte cientfico o
una moda pasajera? Cul es su origen, y su posible desarrollo? Cules son sus objetivos? Qu
aspectos en los que se centra, pueden servir de base para la promocin de lo salugnico en los
individuos partiendo de nuestro quehacer como psiclogos, como terapeutas?. Respecto de la
Resiliencia, las preguntas giran acerca de: Qu es y cmo se define la Resiliencia psicolgica?
Cules son los modelos o abordajes tericos relevantes sobre Resiliencia?. Cules son los
factores que permiten que las personas se sobrepongan ante las adversidades?. Dichos factores
sustentados por evidencia emprica, son permeables, modificables o inmodificables?, es
posible desarrollarlos?. Dando un paso ms en este cuestionamiento, aparecen otros
interrogantes; es decir, tanto el paradigma, la ciencia de la PP y el enfoque de Resiliencia:
tienen objetivos, propsitos dispares o reconciliables?. Existen puntos de convergencia o
divergencia entre ambos, y qu pueden aportar tanto la Resiliencia como la PP a quienes se
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ocupan de la salud, en particular la salud mental?. Aadimos, la cuestin que hoy est bastante
allanada que es: la PP incluye el estudio de la resiliencia como un factor ms de proteccin y
salud?. Estas preguntas, van modelando el camino; y me propongo como objetivo el indagar a
travs de la mayor parte de la bibliografa disponible, profundizar acerca de aspectos centrales y
generales de la PP y la Resiliencia.
El trabajo llevado a cabo en esta memoria de grado, fue todo un desafo, por la amplitud y
la complejidad de los temas elegidos. Una limitacin respecto al desarrollo general, es centrarse
en aspectos de tipo psicolgico, clnico por sobre otras reas del quehacer del psiclogo.
Primero, porque la importancia y la evolucin de la Resiliencia en las ciencias psicolgicas,
amerita abordarlo como un nico contenido de una memoria de grado. Segundo, en relacin el
tema de la PP, me result difcil ahondar en todos los tpicos en forma equitativa. Por lo cual
prioric aquellos que consider necesarios aunque quizs no suficientes para explicarla en su
totalidad; y que se corresponden a aspectos relevantes y apoyados en investigaciones empricas,
en trabajos reconocidos a nivel cientfico en diferentes idiomas (espaol, ingls, francs,
portugus).
Esta memoria de grado est dirigida a todos los profesionales del mbito de la salud, y a
todos aquellos interesados en conocer acerca de la PP (como paradigma, como modelo
explicativo complementario al abordaje de la psicologa tradicional) y la Resiliencia (como
enfoque) que poseen con un fuerte matiz salugnico. Puede ser tambin de inters y utilidad para
los profesionales de la salud mental; en especial para aquellos que desde la prctica clnica estn
interesados en la prevencin y en la promocin de la salud.
En la primera parte, nos ocupamos de introducir el Enfoque Salugnico y otros temas
asociados, evidenciando la relacin con desarrollos posteriores; y as tambin de responder a las
preguntas acerca de la Resiliencia, de la PP. Presentamos el desarrollo histrico, definicin y
conceptos esenciales de cada enfoque, as como investigaciones que avalan sus aportes. Lo
anterior, nos lleva al desarrollo de la segunda parte, dedicada a la bsqueda de puntos de
divergencia y convergencia entre la PP y la Resiliencia en pro de la salud y el bienestar.
Finalmente, elaboramos unas conclusiones acerca de las temticas que nos ocupan, de nuestro
trabajo en s. A continuacin, nos embarcamos en el desarrollo de la presente memoria.
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PRIMERA PARTE
MARCO TERICO
El disfrute del mayor nivel de salud alcanzable
es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano
sin distincin de raza, religin, conviccin poltica, condicin econmica o social.
OMS, 1998.
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CAPTULO I
EL ENFOQUE SALUGNICO
En este captulo, abordaremos un enfoque que actualmente es foco de inters en el mbito
de la salud en general, y es el Enfoque Salugnico; el cual se vincula a aquellos desarrollos que
tienen en comn un inters en la salud, particularmente en generar y proteger, promover e
incrementar la salud, basndose en una visin integral de la misma. A su vez, trasciende
ampliamente los planteos de Antonovski (1979, 1987, 1996) o de la Psicologa de la Salud; y
abarca a distintas disciplinas, entre ellas la psicologa.
1.1 Algunos antecedentes del Enfoque Salugnico.
Nos centramos en el desarrollo acerca de algunos antecedentes del Enfoque Salugnico
con el simple fin de tener un panorama general, reconociendo su brevedad dado que excede los
objetivos de la presente memoria.
1.1.1 Organismos Internacionales interesados en el bienestar y la salud de las personas:
ONU, OPS, OMS
Existen distintos hechos o sucesos que a lo largo de la historia de la humanidad puedan
asociarse a indicios del enfoque salugnico en el devenir del hombre, en las ciencias en general.
Lo cual a su vez llevara a diferentes posturas y tal vez largas discusiones. Sin embargo, nos
centramos particularmente en un hecho que azot a la humanidad entera, y nos referimos a la
Segunda Guerra Mundial; dado el horror y los desmanes que conllev y sus posteriores
consecuencias en distintos niveles del quehacer humano, sea cientfico, legal, social, cultural,
comunitario. Un punto de referencia, una consecuencia de lo anterior, se refleja en la creacin
de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) para fomentar la paz, llegar a acuerdos
internacionales y solucionar los conflictos por vas pacficas, intentando la unidad entre todos los
pueblos del mundo.
Desde 1902, la OPS ya se ocupaba de temas vinculados a la salud, y es la organizacin de
salud pblica ms antigua del mundo. Sin embargo, aos posteriores, fue fundada la OMS
(1948), el cual es un organismo especializado dentro de la Carta de las Naciones Unidas. La
OMS representa la culminacin de los esfuerzos de cooperacin internacional en materia de
salud (OMS, 1998) desde hace ms de cien aos y al mismo tiempo, en respuesta al apremio del
contexto y las circunstancias.
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1.1.2 OMS: Definicin de Salud, Prevencin y Promocin de la salud
Nos parece oportuno, retomar la definicin de salud planteada en la Constitucin de la
OMS (1948), concebida como un estado de completo bienestar fsico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Dicha definicin puede ser criticada por su
contenido utpico, sin embargo es un aporte innovador dada la poca en que fue concebido. A
partir de tal definicin de la salud, surgen dos estrategias principales que son la Prevencin y la
Promocin de la salud; ambas tienen como meta capacitar a los individuos y a la comunidad
para controlar los determinantes de la salud (es decir, el comportamiento y el medio ambiente,
tanto fsico como social). La prevencin se ocupa de reducir o eliminar aquellas conductas que
suponen riesgo para nuestra salud, as como modificando los factores ambientales que pueden
ponerla en peligro, mientras que la promocin de la salud busca instaurar o incrementar los
comportamientos asociados positivamente con la salud (Barriga Jimenez et al, 2004; en Herrera
Sanchez et al, 2004).
Al hablar de promocin de la salud, incluimos y enfatizamos el papel de la salud mental.
La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de
sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructfera y es capaz de hacer una contribucin a su comunidad (OMS,
2009a). Cabe agregar que el nfasis en la promocin de la salud mental no implica que la
prevencin de trastornos mentales no sea importante o necesario, sino que estas actividades son
complementarias y parcialmente superpuestas, pero sin embargo basadas en paradigmas
diferentes (Funk et al, 2005; en WHO, 2005). Asimismo, Nutbeam (2000, 11) sostiene que
existe evidencia considerable que demuestra que las estrategias de promocin de la salud
mental han reducido la depresin, las tasas de suicidios y los problemas de conducta, lo que
remarca la eficacia de la promocin de la salud es notable, generando beneficios sanitarios,
sociales y econmicos (WHO, 2004, 2005). En consecuencia, lo anterior nos seala la urgencia
del desarrollo y particularmente, la aplicacin de programas eficaces en promocin de la salud
mental.
Lo anterior, nos lleva a considerar, algunas de las grandes acciones en pro de la salud,
bajo la direccin de la OMS; retomamos particularmente la declaracin de Alma Ata (1978)
vinculada a la prevencin; y la Carta de Ottawa (1986) siendo la primera conferencia vinculada
especialmente a la promocin de la salud.
La Declaracin de Alma Ata. La Conferencia Internacional sobre Atencin Primaria
en 1978, deriv en lo que se conoce como la Declaracin de Alma Ata, que revelaba la urgencia
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15
de acciones por parte de todos los gobiernos, trabajadores de la salud y la comunidad
internacional, para proteger y promover el modelo de atencin primaria de salud para todos los
individuos en el mundo. Se haca hincapi en la salud como un derecho fundamental, en la
necesidad de una intervencin articulada entre todos los sectores (sean sociales y econmicos)
conjuntamente al sector de la salud. Adems, se seala la grave desigualdad existente en el
estado de salud da la poblacin, especialmente entre los pases en desarrollo y los desarrollados,
as como dentro de cada pas (OPS, 2009). Sin embargo, an en nuestros das las brechas
permanecen y tienden a acentuarse, dada la falta de puesta en prctica de los objetivos
planteados en la declaracin citada (Chan, 2008).
La Carta de Ottawa. La primera conferencia internacional para la promocin de la
salud fue celebrada en Canad, de la cual se desprende la Carta de Ottawa (1986), que aporta una
definicin consensuada de promocin de salud como el proceso que permite a las personas
incrementar el control sobre su salud para mejorarla. La definicin anterior, implica considerar a
los determinantes de la salud (conjunto de factores personales, sociales, econmicos y
ambientales) como aquello que condiciona el estado de salud de los individuos o poblaciones.
Esta primera carta de promocin de la salud, trae como aporte el identificar tres estrategias
bsicas para la promocin de la salud. stas son la abogaca por la salud con el fin de crear las
condiciones sanitarias esenciales antes indicadas; facilitar que todas las personas puedan
desarrollar su completo potencial de salud; y mediar a favor de la salud entre los distintos
intereses encontrados en la sociedad. Dichas estrategias bsicas a su vez derivan en cinco reas
de accin prioritarias centradas en la promocin de la salud: 1) establecer una poltica pblica
saludable, 2) crear entornos que apoyen la salud, 3) fortalecer la accin comunitaria para la
salud, 4)desarrollar las habilidades personales, y, 5)reorientar los servicios sanitarios. La Carta
de Ottawa, marca un hito en el desarrollo de las estrategias de promocin de salud (Gancedo,
2008a, 16), y estos esfuerzos siguen fortalecindose a travs de sucesivas conferencias
internacionales en pro de la salud (OMS, 2009).
Adherimos al planteo de Manciaux, Lecomte, Vanistendael, Schweizer (2003, en
Manciaux, 2003), esta carta nos inspira como ciudadanos y profesionales. En su declaracin
final, se retoma el concepto de salud y aade que la salud es un recurso de la vida cotidiana, no
el objetivo de la vida. Es tambin un concepto positivo que subraya los recursos sociales y
personales as como las capacidades fsicas (OMS, 1986). Por lo tanto, la salud mental est
incluida en tal definicin, destacndose su dimensin esencial (WHO, 2007).
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Calidad de vida. Siguiendo en la misma lnea, un concepto de inters, es el de calidad de
vida, que la OMS intent operativizar y desarrollar instrumentos de medida del mismo (Vzquez
y Hervs, 2008), as como fomentar su inclusin en la agenda de la salud mundial, ya que los
mbitos de la salud y la calidad de vida son complementarios y estn entrelazados. Resaltamos la
principal contribucin de este concepto, es la importancia en la evaluacin de los resultados en
salud, pero adems el considerar la percepcin del paciente, sus deseos y motivaciones en el
proceso de toma de decisiones en salud as como en la evaluacin de la calidad de la asistencia
sanitaria (Schwarztmann, 2003).
1.2 Paso del Modelo Mdico al Modelo Salugnico
Los desarrollos desde los organismos internacionales abocados a la salud, como la OMS;
desterraron al Modelo Mdico organicista (Daset Carretto, 2005), hegemnico por mucho
tiempo en las Ciencias de la Salud; al sealar sus falencias y la necesidad de nuevas acciones,
nuevas estrategias. Paralelamente, nos ocupamos del paso del Modelo Mdico al Modelo
Salugnico, y de otras cuestiones relacionadas este ltimo y a la psicologa en s.
1.2.1 El Modelo Mdico: aspectos relevantes y crticas
El Modelo Mdico imperante en gran parte del siglo pasado, sienta sus bases en el
pensamiento cartesiano, que ha dominado las ciencias, y que plantea una separacin entre mente
y cuerpo; y adems plantea un reduccionismo de tipo biolgico (Becoa y Oblitas, 2004; Len
Rubio et al, 2004) que se resume as: todos los fenmenos biolgicos son reducibles a procesos
bioqumicos bsicos(Becoa y Oblitas, 2004, 4). Estos supuestos derivan en algunas
consecuencias como concebir la salud como algo esttico, como un problema debido a una nica
causa; hacer hincapi en la curacin de la enfermedad olvidando la prevencin y el fomento de la
salud. Asimismo, este modelo mdico genera relaciones autoritarias entre los proveedores de
salud y los usuarios e impeda los abordajes interdisciplinarios (Cohen, 1998; Len Rubio et al,
2004).
Sumando a los planteos anteriores, Bishop (1994; en Becoa y Oblitas, 2004; Oblitas,
2007) seala tres factores: 1) el cambio en la prevalencia de enfermedades infecciosas a
enfermedades crnicas; 2) el coste elevado de los cuidados de salud; y, 3) un mayor nfasis en la
calidad de vida; que profundizaron la urgencia de una mirada distinta a la del Modelo Mdico o
biologicista.
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De este Modelo Mdico y a partir de los trabajos de Kraepelin (1896), se sientan las bases
de la Psicopatologa de tipo categorial que desde el 1800 hasta hace pocas dcadas dominaba las
concepciones en salud mental (Daset Carretto, 2005).
1.2.2 El Modelo Biopsicosocial o Modelo Integral de la salud.
Distintos autores y de distintas reas que se ocupan de la salud, advierten de la necesidad
de un nuevo modelo que permita avanzar en la comprensin y control de la enfermedad (Brody,
1973; Engel, 1977; Jasnoski y Schwartz, 1985; en Becoa y Oblitas, 2004). Engel (1977)
introduce un nuevo modelo mdico, y este se denomina Modelo Biopsicosocial. Dicho modelo
pondera el peso y la importancia de los factores biolgicos, psicolgicos y conductuales, y
sociales en la salud y en la enfermedad (Becoa y Oblitas, 2004; Len Rubio et al, 2004), es
decir sus causas son mltiples y su tratamiento es afn a mltiples intervenciones (Cohen, 1998).
Daset Carretto (comunicacin personal, 7 de octubre, 2009) propone agregar lo axiolgico,
constituyendo as un Modelo Biopsicosocialaxiolgico, donde cada vez ms los valores son un
elemento relevante a la hora de considerar la salud. En tanto cada vez se pone ms de manifiesto
que los grupos humanos y las personas en forma individual, conceptan su salud en base a un
grupo de creencias que les son propias, desconocer este aspecto sera no atender a la realidad que
nos circunda (Daset Carretto, comunicacin personal, 23 de octubre, 2009).
Conjuntamente, el Modelo Biopsicosocial o Integral de la salud revitaliza la relacin
mdico-paciente que antes era distante, tendiendo hacia una relacin ms emptica (Cohen,
1998). En suma, podemos afirmar que este nuevo modelo humaniza a las Ciencias de la Salud,
sin embargo tanto el Modelo Biopsicosocial como el Mdico organicista se vinculan a la
atencin de los problemas de salud de los individuos (Colomer y Alvarez-Dardet, 2000).
Revisando el camino recorrido hasta este momento, adherimos al planteo de Antonvoski
(1996) quien afirma que an continuamos atados al mbito de la prevencin de enfermedades.
1.3 El Enfoque Salugnico
1.3.1 La Psicologa y el Enfoque Salugnico
Segn distintos autores (Rodin y Stone, Stone, 1979; en Oblitas, 2007), los psiclogos se
han interesado por cuestiones de salud desde los inicios del siglo pasado, un ejemplo de ello son
los trabajos de Hall (1904; en Oblitas, 2007) y James (1922, en Oblitas, 2007; Pawelski, 2003);
pero slo cobra vida tal inters, en los aos posteriores a los sesenta.
-
18
El cambio de visin en psicologa y de ciencias afines, hacia lo salugnico, se fue
gestando desde tiempos anteriores. En primer lugar, destacamos a la Psicologa Humanista,
cuyo fundador fue Abraham Maslow, y quien propone que la Psicologa estudie el
comportamiento y la mente humana a partir de sus capacidades y no solamente sus falencias
(Gancedo, 2008a). Gancedo (2008a, 19) refiere que la Psicologa Humanista equipara, salud
psquica a desarrollo de potencialidades del psiquismo con conceptos tales como el de
autoactualizacin, de Maslow (2007), y de funcionamiento ptimo de la personalidad, de Carl
Rogers (1971). Destacamos que tales conceptos resultaron novedosos, ya que se apartaban de
los planteos tericos dominantes de la poca teidos por una visin pesimista de la psique, de la
salud. Sin embargo, se destaca que tal psicologa; no logr desarrollarse e imponerse en el medio
acadmico, dada su falta de ajuste o adhesin al paradigma cientfico preponderante (Seligman y
Csikszentmihalyi, 2000; Seligman, 2003), mas no desmerecemos sus invalorables aportes a la
clnica, en particular la psicoterapia, y asimismo, el introducir explcitamente los aspectos
salugnicos y potenciales del ser humano en la psicologa.
En la misma poca, que los desarrollos humanistas se abran espacio en el terreno
dominado por el Psicoanlisis y el Conductismo, la APA (American Psychological Asociation)
crea la Divisin 38, conocida como Psicologa de la Salud.
La Psicologa de la Salud se define como una disciplina (Matarazzo; 1980; citado en
Remor, 2008; Becoa y Oblitas, 2004) o un campo de especializacin (Carrobles, 1993; en Len
Rubio et al, 2004) de la psicologa. Esta psicologa se apoya en el Modelo Biopsicosocial y se
rige por los estndares cientficos rigurosos a los que adhiere la Psicologa cientfica, esto influye
a su vez en sus objetivos e intereses. La Psicologa de la Salud tiene como objetivo prioritario la
prevencin (Becoa y Oblitas, 2004; Len Rubio et al, 2004), se ocupa del mbito de los
problemas de la salud, a nivel fsico o mdico (Carrobles, 1993; en Len Rubio et al, 2004), o
ms especficamente modificando las conductas determinantes de la salud y la enfermedad,
como son los hbitos y estilos de vida inadecuados de los individuos (Becoa y Oblitas, 2004).
Destacamos sus aportes significativos en materia de prevencin de tabaquismo, adicciones, y
otras enfermedades (Len Rubio et al, 2004; Remor, 2008), y el abrir un nuevo campo de accin
para los psiclogos. En consecuencia, la Psicologa de la Salud, a pesar de su nombre, an
guarda una estrecha relacin con la enfermedad y es menor el nfasis en la salud propiamente
dicha.
1.3.2 La Orientacin Salutognica
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19
Desde el mbito de la Sociologa de la Medicina, Antonovski (1979,1987) postula la
Orientacin Salutognica con fuerte influencia en el Modelo de Promocin de la Salud y en el
Enfoque Salugnico (Gancedo, 2008a; Eriksson y Lindstrm, 2008). Nos remite a una
concepcin de la salud as como la enfermedad, situados a lo largo de de un continuo dejando de
lado la vieja concepcin de tipo dicotmica, y se interesa por estudiar aquellos factores
vinculados a la salud por sobre los factores de riesgo (Antonovski, 1996).
Antonovski (1987, 1996) aporta, entre otros, los conceptos de recursos generalizados de
resistencia y sentido de coherencia. Este ltimo como una orientacin global del ser humano que
expresa el grado en que posee sentimientos de confianza acerca de: a) los hechos que le toca
vivir; b) los recursos con los que cuenta para responder a los estmulos de dichos hechos; y c)
el desafo permanente que resulta del solo hecho de vivir (Gancedo, 2008a). Por lo tanto, el
modelo de salutognico es un marco ms viable para la promocin de la salud (Antonovski,
1996); contribuye al mantenimiento y el desarrollo de salud, y la calidad de vida (Eriksson y
Lindstrm, 2008).
De esta forma, cerramos este apartado con un panorama un poco ms amplio, con una
esperanza que se cuela definitivamente en desarrollos salugnicos, como son la PP y la
Resiliencia de los que nos ocuparemos ms adelante.
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20
CAPTULO II
PSICOLOGA POSITIVA
Seligman (2000a, 2003) afirma que la psicologa despus de la Segunda Guerra Mundial,
se convirti en una ciencia abocada a curar, a reparar daos; sustentndose en un modelo de
enfermedad del funcionamiento humano. Siguiendo a dicho autor, se destaca que antes de tal
acontecimiento; la psicologa tena tres misiones: curar trastornos mentales, hacer la vida de las
personas ms productivas y feliz, e identificar y crear talentos. La psicologa se ha enfocado en
slo una parte de su quehacer, en la comprensin del ser humano, y esta es la cura de patologas,
en reparar daos, evidenciando as el predominio del modelo mdico en su mirada y en sus
acciones, como afirma Seligman (2003) y lo ha logrado con xito, ya que contamos con un acervo
de tcnicas, tratamientos y manuales para lograr eficazmente tal cometido. Sin embargo, las otras
dos misiones de la psicologa, los aspectos positivos y salugnicos, las fortalezas, las
potencialidades de los seres humanos quedaron en un segundo plano, dada las urgencias del
contexto y del momento. Un ejemplo de ello es la escasez de modelos sobre el bienestar humano
(Vzquez & Hervs, 2008) en contraposicin de la abundancia de teoras e investigaciones acerca
de los trastornos, del sufrimiento.
En este captulo, nos ocupamos de la PP; se desarrolla una breve revisin desde su origen
hasta la actualidad, se incluyen definiciones y conceptos relevantes de la misma as como
intervenciones, cuestionarios y algunas de las crticas que se le hicieron; en orden a alcanzar un
panorama ms amplio acerca de esta.
2.1 Una breve revisin acerca la Psicologa Positiva enfocada en el plano temporal y con
nfasis en aspectos relevantes de la misma
Buscamos en este apartado, realizar una breve revisin acerca de la PP desplegada en una
lnea temporal, que dividimos a su vez en distintos cortes, que denominamos, plano temporal
retrospectivo, actual y prospectivo, sin embargo dada la vida relativamente corta de este
movimiento cientfico, observamos que estos se rozan o se confunden. Por lo tanto, este es un
intento de poner un orden en la presentacin y a su vez remarcamos su carcter provisorio, ya
que la PP est en una constante y sostenida expansin.
2.1.1 Plano Retrospectivo
Al referirnos al plano retrospectivo acerca de la PP, nos centramos en su origen y antecedentes, y
los aportes de distintos autores acerca de este tema.
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21
El nacimiento o el punto de partida explcito de la PP, se vincula al discurso inaugural de
Martn Seligman (1998) como presidente de la American Psychological Asociation (APA).
Gancedo (2008a) destaca que en tal discurso, Seligman afirma que centrar el inters en una
Psicologa ms positiva ser la misin que guiar su mandato como presidente. Segn Seligman
(1998, 2000, 7): La Psicologa no es slo el estudio de la debilidad y el dao, es tambin el
estudio de la fortaleza y la virtud. El tratamiento no es solo arreglar lo que est roto, es tambin
alimentar lo mejor de nosotros.
Se rastrean sus bases en otras ramas de las Ciencias Sociales, y particularmente en la
Psicologa Humanista (Gancedo, 2008a; Posek, 2006; Seligman, 2003). Seligman y
Csikszentmihalyi (2000), plantean que la PP es una concepcin con larga trayectoria, con races
en desarrollos previos que fracasaron en su intento en abrirse un espacio y un lugar o que fueron
abandonados en la psicologa cientfica.
Seligman (2003) refiere que la PP se centra en el estudio de las emociones positivas, de
los rasgos positivos individuales (las fortalezas y virtudes) y de las instituciones positivas (las
cuales generan y propugnan las virtudes y las emociones positivas anteriormente mencionadas).
Es decir, se valoran aquellos aspectos positivos del ser humano, sin embargo ello no implica
dejar de lado o negar los aspectos negativos que tambin le incumben, le definen. La felicidad o
en trminos psicolgicos- el bienestar psquico subjetivo, son los resultados que desea
obtener la PP, segn Seligman (2003, 346). Siguiendo a dicho autor, remarcamos que plantea
un marco que incluye tres vas (vida placentera, comprometida y significativa; que
desarrollaremos ms adelante) que parecen encaminarnos al bienestar y felicidad (Vazquez,
Hervs y Ho, 2006), a una buena vida; al mismo tiempo permita en los inicios orientar la
investigacin realizada en este campo y de proyectarla hacia el futuro (Duckworth, Steen y
Seligman, 2005).
El propsito de la PP es ampliar el foco de la Psicologa Clnica ms all del sufrimiento
y su consecuente alivio (Duckworth, Steen y Seligman, 2005). Asimismo, como sealan distintos
autores (Peterson y Seligman, 2004; Lopez y Snyder, 2003; en Vazquez, Hervs y Ho, 2006),
contamos con instrumentos vlidos que nos permiten evaluar sntomas y trastornos; pero muy
pocos para evaluar capacidades, bienestar y fortalezas a nivel psicolgico. Por lo tanto, esto se
vincula a las temticas de inters para la PP como son la felicidad, la creatividad, el optimismo,
la Resiliencia, el humor, la sabidura, entre otras; y proporcionar un marco terico sistemtico y
estructurado a partir del cual, evaluarlas y desarrollarlas.
Seligman es uno de los exponentes ms notables por su labor de divulgacin as como de
investigacin cientfica vinculada a la PP (Gancedo, 2008a; Posek, 2006). La obra introductoria
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22
a esta nueva ciencia, es por excelencia, La autntica felicidad, publicado en varios idiomas. La
aparicin en el ao 2000 de un artculo en la revista American Psychologyst, y luego la
aparicin del Journal of Positive Psychology(2000), revista cientfica que est destinada
especficamente al estudio e investigaciones acerca de la PP; de esta forma se va consolidando su
presencia en el mbito cientfico.
La PP representa un nuevo paradigma de reflexin terica y metodolgica (Casullo,
2000). Segn Gancedo (2008a, 13), el aporte de Seligman se centra en identificarla, nombrarla
y adaptarla a los cnones ortodoxos de la ciencia, organizarla en una estructura programtica e
impulsar su investigacin y difusin. Otros autores coinciden y anticipaban esta afirmacin
(Casullo, 2006b; en Carlos, 2007; Keegan, 2007), y agregan que este movimiento cientfico
deber ser concebido como una contribucin al avance general del conocimiento experto (Serroni,
2006; en Carlos, 2007).
2.1.2 Plano actual
Nos adentramos en este plano, ms bien recientes acerca de los desarrollos y avances
vigentes de la PP. Segn distintos autores (Gancedo, 2008a; Linley et al, 2006; Paludo y Koller,
2007; Pawelski, 2008), se constata a nivel internacional una gran y creciente cantidad de
investigaciones y publicaciones, conferencias, seminarios, pginas web, cursos introductorios o
de postgrado, y otros tipo de actividades dedicadas a difundir lo relacionado con la PP. Esta
cuenta con su propia red, llamada International Positive Psychology Association (IPPA),
fundada en 2007, y dedicada a promover la ciencia y prctica de la PP, buscando facilitar la
colaboracin y comunicacin entre investigadores, docentes, estudiantes y profesionales en todo
el mundo. Existen adems, otros centros dedicados al rea aplicada de la PP en otras latitudes
como por ejemplo en Inglaterra (Linley, 2007); y en Espaa (Vzquez, 2006), pero todos
estrechamente vinculados entre s (Daset Carretto, comunicacin personal, 23 de octubre, 2009).
En el plano actual, destacamos la bsqueda de crear una clasificacin y un sistema de
medicin fidedignos de las fortalezas humanas, siendo dicha clasificacin la contraparte del
DSM2 (Seligman, 2003; Pawelski, 2004). Lo anterior, se cristaliza en el manual de sanidades
3
conocido como Character Strengths and Virtues, A handbook of Positive Psychology de
Seligman y Peterson (2004), que va dejando poco de lado la imposicin del modelo mdico y su
terminologa, abriendo paso al surgimiento de trminos positivos, de una cosmovisin
compartida en la que se revaloriza una perspectiva impregnada por las fortalezas y virtudes de
2 Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM) publicado por la Asociacin Americana de
Psiquiatra (American Psychiatric Association). 3 Tambin conocido como UN-DSM-I, por ser el opuesto al DSM.
-
23
las personas, as como el aumento del bienestar de las mismas, en los distintos contextos en que
se desarrolla su vida. Agregamos tambin la publicacin de dos libros acerca de la PP y su
aplicacin, llevado a cabo por dos referentes iberoamericanos, como son Casullo (2008) y
Vzquez (2008), quienes nos aportan en su compilacin, valiosas herramientas tericas y
prcticas dentro de este marco positivo.
Zingman (2008) seala que el estudio del bienestar psicolgico, las fortalezas y virtudes,
los valores humanos, el humor, entre otros constructos positivos, resultan muchas veces el
motor del cambio psicolgico y la llave de una mejor calidad de vida; remarcando y
vigorizando as el inters vigente y el aporte de la PP. Segn Castro Solano (2008), la PP no
busca de sustituir el estudio de los aspectos negativos por aspectos positivos, sino integrarlos en
un esquema de trabajo doble, es decir, por un lado, tratar de aliviar el sufrimiento humano
y, por el otro, fomentar aquellas fortalezas que poseen las personas.
Cabe considerar en este momento, las tcnicas y las intervenciones en relacin a la PP.
Por un lado, se destaca la existencia de instrumentos de evaluacin de aspectos positivos como
son las fortalezas, virtudes, emociones positivas que se desarrollan ms detenidamente en otro
apartado. Por otro lado, Vzquez, Hervs, y Ho (2006) sealan que las intervenciones clnicas
basadas en la PP estn ya apareciendo en la literatura cientfica, lo cual se asocia a su mayor
solidez y consistencia como campo prctico de la psicologa. Afirman adems, que las
intervenciones positivas (como se denominan las intervenciones bajo este modelo) en el rea
clnica, deberan estar slidamente guiadas por los datos empricos referidos a la abundante
investigacin sobre felicidad y bienestar psicolgico. La cristalizacin de lo anterior, se puede
ejemplificar en el desarrollo de estrategias e intervenciones positivas y de un tipo de
Psicoterapia Positiva (Seligman, Rashid y Parks, 2006), como lo es la Terapia del Bienestar
(Fava, 1999; Fava y Ruini, 2003; Berrocal, Ruini y Fava, 2008, citados en Vzquez y Hervs,
2008), o la terapia Dialctica Cognitivo Conductual (Linehan, 2003; Mombelli y Boggiano,
2008; Pechon y Fabris, 2008) y la terapia de Aceptacin y Compromiso (Mombelli y Boggiano,
2008). La puesta en marcha de intervenciones que abarcan los rasgos individuales positivos
como ser el optimismo (Seligman, 1999; 2003; Seligman, Schulman y Tryon, 2007) la capacidad
de perdn (Enright, Mullet y Fitzgibbons, 2001; Harris et al, 2001; citado en Seligman, 2003;
Worthington, 2001; citado en Seligman, 2003), el humor (Juregui, 2008; en Vzquez y Hervs,
2008), las experiencias de flujo (Csikszentmihalyi, 2007), gratitud (Emmons y McCullough,
2003), la esperanza (Cheavens, Feldman, Woodward y Snyder, 2006; Klausner, Snyder y
Cheavens, 2000), entre otros. Gran parte de estas intervenciones positivas incrementan el
bienestar y asimismo, se perfilan como una herramienta efectiva para reducir la sintomatologa
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depresiva (Hervs, Sanchez y Vzquez, 2008; en Vzquez y Hervs, 2008; Sin y Lyubomirsky,
2009). Destacamos que gran parte de estos desarrollos son recientes, y an se precisan de ms
comprobacin emprica y mayor sustento cientfico que los avalen, sin por ello opacar su
contribucin invalorable a la prctica profesional.
El concepto Salud Positiva y sus implicancias en el marco de la PP, nos llevan a
considerar fugazmente dicho trmino. El hablar de salud positiva conlleva incorporar los
aspectos salugnicos y no solo de los vinculados a la enfermedad o a su simple ausencia, en
relacin a la salud en general, implica incluir en la labor de los profesionales de la salud, no slo
el tratamiento y la prevencin de los trastornos, sino tambin la promocin de la salud (Vzquez
y Hervs, 2008). La postura general de la PP hacia la prevencin (Buchanan, Gardenswartz y
Seligman, 1999; Seligman, 2000; Seligman y Csiskzentmihalyi, 2000; Seligman y Peterson,
2007; en Aspinwall y Satudinger, 2007; Seligman, Schulman y Tryon, 2007) implica considerar
un conjunto de amortiguadores contra la psicopatologa, es decir, las tendencias humanas
positivas y la lista de la clasificacin de fortalezas y virtudes. Dicha clasificacin a su vez se
convertir en los pilares cientficos bsicos (Seligman y Peterson, 2007; en Aspinwall y
Satudinger, 2007) de la prevencin propiamente dicha. Otro trmino asociado a salud positiva, es
el de bienestar psicolgico y sus implicancias, sobre el cual tambin se han desarrollado planteos
desde la PP (Ryff y Singer, 1996; en Vzquez y Hervs, 2008; Seligman, 2003), que
retomaremos ms adelante.
Otro tema importante, es el desarrollo de intervenciones dedicadas a promover
Instituciones Positivas, en particular en organizaciones y escuelas, como es el caso de los
trabajos que realiza Linley y sus colaboradores (2006) en Inglaterra, un ejemplo de ello es la
gestin positiva de recursos humanos (Page et al, 2008; en Vzquez y Hervs, 2008); y las
relaciones saludables en el lugar de trabajo (Turner, Barling y Zacharatou, 2002; en Paludo y
Koller, 2007) que impiden que los riesgos conocidos que presenta, como el estrs y la depresin
y al mismo tiempo, promover el bienestar psicolgico y fsico (Paludo y Koller, 2007, 10).
2.1.3 Plano prospectivo
Provisoriamente damos por acabado algunos de los ms recientes desarrollos y avances
en relacin a la PP, para incursionar en algunas cuestiones ms bien prospectivas sobre la misma.
La PP, segn Vzquez (2006), promover e investigar como hasta ahora lo viene haciendo,
aquellos aspectos relacionados con el bienestar y la felicidad humana. En la misma lnea,
Mischel y Mendoza-Denton (2007; en Aspinwall y Staudinger, 2007) afirman que el desafo de
la ser iluminar aquellos procesos psicolgicos que conduzcan al funcionamiento positivo u
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ptimo, a la fortaleza y al bienestar (p. 345), y agregamos adhiriendo a mtodos comprobables
y rigurosos, adaptados a la cultura y al contexto de su aplicacin.
Casullo (2008) afirma que la PP al momento de su desarrollo terico y metodolgico, se
debate entre ser un rea ms de la Psicologa o integrarse a la misma, y a otras disciplinas afines
como la Sociologa, Antropologa, Economa, Neurociencias. Gancedo (2008b) aade que la PP
ser absorbida como subsistema comn a todos los enfoques vigentes -Gestalt, Psicoanlisis,
humanstico, Cognitivismo, entre otros-, resultando en dos campos autnomos y
complementarios dentro de la psicologa general. Una muestra de lo anterior, se manifiesta en
un simposio acerca de la PP y distintas escuelas de psicoterapia y sus implicancias, entre ellas el
Psicoanlisis (Imbriano, 2008), Psicoterapia Sistmica (Ceberio, 2008b), Logoterapia (Oro,
2008), Psicoterapia Cognitiva (Bregman, 2008) y Gestalt (Cohen, 2008) en el Tercer Encuentro
de PP en Buenos Aires.
Seligman y Peterson (2007; 411) plantean algunos criterios acerca del impacto futuro
de la PP, en orden a ser concebido como fructfero o no. El primer criterio implica un
establecimiento de un descubrimiento cientfico serio; no solo basado en los desarrollos o
especulaciones tericas, as como la necesidad de un modelo epistemolgico unificado y
coherente que organice, sistematice y gue el conocimiento acerca del bienestar psquico
(Gancedo, 2008b). El segundo criterio conlleva el desarrollo de una bien aceptada
clasificacin de los aspectos de la excelencia humana y de los medios vlidos y confiables de
medir sus posibilidades. El ltimo criterio sealado por Seligman y Peterson (2007; en
Aspinwall y Staudinger, 2007), implica la aplicacin til y bien conocida en los distintos
dominios de la vida, a saber; en la industria, en la familia, en la educacin, en la comunicacin y
en la clnica. Los autores citados sealan su posicin optimista acerca del progreso de la ciencia
de la PP.
2.2 La Psicologa Positiva y algunos conceptos fundamentales
2.2.1 Definicin de Psicologa Positiva
Distintos autores (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000; Sheldon, Fredrickson, Rathunde,
Csikszentmihalyi, 2000; en Pawelski, 2003; Sheldon y King, 2001, en Vzquez y Hervs, 2008;
Gable y Haidt, 2005; en Amoros Gmez, 2007; Editorial, The Journal of Positive Psychology,
2005; en Linley, Harrington y Word, 2006) plantean similares definiciones acerca de la PP,
intentan identificar su objetivo, su propsito. Gancedo (2008a, 24) cita la definicin de PP que
sigue los lineamientos aportados por Linley y sus colaboradores (2006), que abarca y resume
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claramente los planteos anteriores, y es la siguiente:
La PP es el estudio cientfico del funcionamiento psquico ptimo. Desde un nivel meta-
psicolgico, intenta corregir el desbalance histrico en la investigacin y la prctica
psicolgica llamando la atencin sobre los aspectos positivos del funcionamiento y la
experiencia humana. En un nivel pragmtico, se trata de entender las condiciones, los
procesos y los mecanismos que llevan a aquellos estados subjetivos, sociales y culturales
que caracterizan una buena vida.
Esta definicin resume en gran medida lo que es la PP en s, y su concepcin ms actual.
Retomamos las palabras de dicho autor quien afirma que necesitamos de una psicologa que
este a la altura de las circunstancias, porque esa es la pieza que falta en el rompecabezas de la
prediccin del comportamiento humano (Seligman, 2003, 29), es aqu donde una vez ms, se
refleja el aporte que renueva y potencia la PP.
2.2.2 Una visin positiva acerca del Bienestar y la Felicidad
Presentamos brevemente el encuadre positivo acerca del Bienestar Psicolgico, y uno de
los modelos explicativos. Seguimos a Seligman (2003), quien concibe la investigacin sobre el
bienestar en enfoques de tipo hedonistas (centrados en la emocin) y enfoques eudemnicos
(centrados en el pleno funcionamiento de la persona), adhiriendo a este ltimo.
Siguiendo a Vzquez y Hervs (2008) quienes citan los distintos modelos psicolgicos
acerca del bienestar con un matiz positivo, como el Modelo de Carol Ryff (Ryff y Singer, 1996;
en Vzquez y Hervs, 2008). Este modelo trae como principal aporte el delimitar dimensiones
bsicas (autoaceptacin, relaciones positivas, autonoma, dominio del entorno, propsito en la
vida, y crecimiento personal) que reflejan la salud mental en las personas.
Seligman (2003) plantea que existen tres vas fundamentales que conduciran a la
felicidad: la vida placentera (pleasant life), que incluira aumentar las emociones positivas
sobre el pasado, el presente y el futuro; la vida comprometida (engaged life), que se refiere a la
puesta en prctica cotidiana de las fortalezas personales con el objetivo de desarrollar un mayor
nmero de experiencias ptimas (flow); y la vida significativa (meaningful life), que incluira el
sentido vital y el desarrollo de objetivos que van ms all de uno mismo. Tanto la vida
comprometida como la significativa, se asocian ms a la satisfaccin con la vida. Seligman
(2003) agrega que las tres vidas, no son incompatibles, y en cierta forma nos desafa a
procurarlas y a su vez esto sirvi de base para dar origen a estrategias e intervenciones cuya meta
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es incrementar el bienestar en los tres niveles o vidas. Un ejemplo de lo anterior, buscando
aumentar el nivel de flow, se propone un ejercicio que consiste en pensar cmo usar ms a
menudo en el da a da cotidiano sus fortalezas personales (Vazquez, Hervs y Ho, 2006).
2.3 Carcter, Fortalezas del Carcter y Emociones Positivas
2.3.1 Carcter
El Carcter es un trmino de la Psicologa de la Personalidad, que fue abandonado por
su falta de objetividad, su fuerte carga de moralidad; y dificultad en la medicin (Seligman,
2003). El Carcter como concepto implica adems, la nocin de rasgo y a su vez, la influencia
del entorno y al mismo tiempo, abre la posibilidad de aprendizajes.
Seligman (2003) seala que existe una naturaleza humana de tipo positiva buscando
desterrar el dogma imperante en la mirada psicolgica, acerca de que buenas acciones provienen
de intentos por reprimir impulsos o instintos inaceptables o negativos. Dicho autor aade que la
accin deriva del carcter, que el carcter se manifiesta de dos maneras, ambas igualmente
fundamentales: el mal carcter y el carcter bueno o virtuoso4 (good character) (Seligman,
2003,173). Asimismo, toda ciencia que busque explicar y comprender la actividad humana debe
recurrir a la nocin de Carcter, o al menos explicar acertadamente el carcter y la capacidad de
eleccin (Seligman, 2003). De all, que el inters se dirige hacia la creacin de una taxonoma
del buen carcter, de cmo medirlo para luego ir deslizndose hacia la tarea de intervencin para
mejorar el carcter.
En desarrollos ms recientes, el Carcter se entiende como un conjunto, una familia de
caractersticas positivas reflejadas en sentimientos, pensamientos, y acciones, cada una de las
cuales se extienden a lo largo de un continuo (Park y Peterson, 2009, 3). De esta manera, el
carcter implicara un compendio de rasgos positivos (Martines Mart, 2006), en suma se concibe
como un umbrella term (Seligman, 2004).
El buen carcter est en funcin de las virtudes centrales de las que se ocupa la PP
(Seligman, 2003; Pawelski, 2004). Seligman (2003) afirma que considerar que una persona
virtuosa es aquella que slo posee todas las virtudes (de inters para la PP), es un criterio
demasiado estricto para los pobres mortales. Dicho autor, aade que concibe al carcter como
algo plural, y la existencia de actividad no virtuosa con respecto a una fortaleza no significa que
esa persona no pueda tener y mostrar otras fortalezas, o que no pueda ser una persona
virtuosa.Como Park y Peterson (2009), sealan, el buen carcter es multidimensional, y para
4 Se utiliza las expresiones carcter bueno o virtuoso o buen carcter como sinnimos.
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28
evidenciar tal particularidad, se define por sus componentes que son las fortalezas del carcter.
Dichos autores, advierten que tal tipo de carcter se captura mejor a travs de un perfil, ms que
slo por un simple indicador o presencia de una fortaleza. Por ejemplo, una persona puede ser
muy amable u optimista pero no posee otros elementos del buen carcter; se describe como tal
pero esto no implica que posea dicho carcter.
2.3.2 Fortalezas Humanas
Desde la PP, se consideran tres niveles conceptuales en la clasificacin de las fortalezas
humanas, y estos son: las Virtudes, las Fortalezas del Carcter, y los Temas Situacionales, y as
tambin nos ocupamos de las Emociones Positivas.
Virtudes y Fortalezas del Carcter. Una fortaleza es un rasgo, por ende se despliega en
distintas situaciones y a lo largo del tiempo; es valorada por derecho propio y frecuentemente sus
consecuencias son positivas (Seligman, 2003). Desde la PP, nos centramos en las Fortalezas
Personales o del Carcter, que son vas para alcanzar la Virtud (Seligman y Peterson, 2001; en
Carr, 2007), y son a su vez mensurables y adquiribles (Seligman, 2003).
En 2004, Seligman y Peterson, publican los resultados de investigaciones acerca de las
fortalezas del carcter o personales que derivan en un compendio acerca de las mismas (ya citado
anteriormente), el cual a su vez es provisional y seguir amplindose a medida que aumenten los
desarrollos tericos y prcticos al respecto. Segn Seligman (2003) tales fortalezas son
seleccionadas segn tres criterios: a) que se valoren en prcticamente todas las culturas; b) que se
valoren por derecho propio, no como medio para alcanzar otros fines; y c) que sean maleables.
La eleccin de cada una de las fortalezas y virtudes de la clasificacin sigui un proceso donde
se citan algunos aportes de la filosofa, las religiones y la psicologa (Seligman, 2003; Gancedo,
2008a); finalmente, se recogen aquellas fortalezas y virtudes consideradas al menos ubicuas u
omnipresentes.
Se priorizan 24 fortalezas del carcter (Peterson y Seligman, 2004; Seligman, 2003), que
derivan en categoras compuestas por seis virtudes, que han probado consenso a travs de
culturas y de los tiempos, y se presentan en la tabla No. 1. Tales fortalezas y virtudes hacen a la
personalidad positiva, y promueven en esta las emociones de orden positivo. Las fortalezas y las
virtudes actan a modo de barrera contra la desgracia y los trastornos psicolgicos y pueden ser
clave para aumentar la capacidad de recuperacin, la Resiliencia (Masten, 2001; Scales, Benson,
Leffer y Blyth, 2000; Taylor et al, 2000).
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Desde la PP (Seligman, 2003; Seligman, Steen, Park, y Peterson, 2005; Park y Peterson,
2009) se plantea que la verdadera felicidad o el funcionamiento ptimo; deriva de la
identificacin y el cultivo de la fortalezas distintivas de la persona, y de su uso cotidiano en el
trabajo, el amor, el ocio y la educacin de los hijos. Lo anterior, se asocia a una de las vas
fundamentales (la vida comprometida o engaged life), hacia la felicidad segn Seligman (2003).
En resumen, esta clasificacin de fortalezas humanas refleja que: las fortalezas de la
realidad psquica humana existen per se no como defensas o derivados de enfermedades-,
pueden observarse en la conducta, y pueden ser estudiadas en profundidad por la ciencia
psicolgica (Gancedo, 2008a, 27). A su vez, trae una perspectiva optimista acerca de la visin
del hombre. Seligman (2003) afirma que la PP se apoya en la capacidad de eleccin y la
voluntad del ser humano. Siguiendo en esta lnea, el hombre es un ser con aspectos positivos y
negativos, con fortalezas y debilidades, con cierto determinismo que pesa sobre sus espaldas;
pero a la vez con cierta libertad en sus pensamientos y acciones (Pawelski, 2003), con
posibilidad de crecimiento. Asimismo, Peterson y Seligman (2004) refieren en forma optimista
que esperan, con esta clasificacin de las fortalezas del carcter; abrir a los psiclogos los
caminos de profundizacin e investigacin sobre los mismos.
Temas Situacionales. Los Temas Situacionales o habilitadores son factores que hacen
que una persona manifieste unas fuerzas dadas en una situaciones concretas y, en consecuencia,
contribuyen al logro de las virtudes (Peterson y Seligman, 2001, en Carr, 2007). Segn Carr
(2007, 83), las condiciones habilitadoras pueden ser contar con oportunidades educativas y
profesionales, gozar de un entorno familiar slido y de unas escuelas seguras, y vivir en una
situacin de estabilidad poltica y de democracia. Dicho autor agrega adems como condiciones
habilitadoras a los otros, los vnculos interpersonales, como ser la presencia de mentores,
modelos de roles y buenos compaeros en la familia inmediata o fuera de ella. Otros aspectos
situacionales pueden fomentar fortalezas y virtudes como, por ejemplo, aspectos del entorno
fsico y del social es decir la previsibilidad y la capacidad de control o la novedad de los mismos
(Carr, 2007).
Emociones Positivas. Seguimos a Fredrickson (1998, 2001), quien plantea que las
emociones positivas amplan los repertorios de pensamiento y accin, y construyen los recursos
personales (sean fsicos, intelectuales, psicolgicos y sociales). Simultneamente, debemos
recordar que las emociones positivas estn ligadas a factores genticos, pero hay una parte
importante que depende de circunstancias vitales y; sobre todo, de factores controlables
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intencionalmente (Lyubomirsky et al, 2005) abriendo la posibilidad de intervencin en este
nivel.
Segn Seligman (2003), las emociones positivas pueden centrarse en el pasado, el
presente o el futuro, y hacen parte de la vida placentera (pleasant life), es decir, es una de las vas
hacia la felicidad, el bienestar. Las emociones positivas respecto al futuro son el optimismo, la
esperanza, la fe y la confianza. Las relacionadas con el presente son la alegra, el xtasis, la
tranquilidad, el entusiasmo, la euforia, el placer y -la ms importante- la fluidez o flow (en
ingls). Las emociones positivas sobre el pasado incluyen la satisfaccin, la gratitud, la
realizacin personal, el orgullo y la serenidad. Nos abocamos a algunas de las emociones
positivas citadas, entre ellas, la esperanza, la fluidez y la gratitud; como ejemplos sucintos que
as tambin cuentan con una notable evidencia emprica a su favor.
La esperanza es el proceso cognitivo que lleva a los sujetos a persistir en sus objetivos
hasta alcanzarlos (Cheavens, Feldman, Woodward y Snyder, 2006). Este es un concepto
fuertemente ligado al optimismo, dada la perspectiva de futuro que les incumbe. Segn Snyder
(2000) la esperanza implica la capacidad de planificacin de vas o rutas para alcanzar objetivos
deseados a pesar de los obstculos y una agencia o motivacin para seguirlas. Por lo tanto, las
emociones positivas y negativas son el resultado de un pensamiento esperanzado o
desesperanzado dirigido a objetivos (Carr, 2007, 123). Destacamos que existe una gran cantidad
de evidencia emprica a favor de la esperanza y el optimismo, como predictores de buena salud
fsica y mental (Peterson, 2000, Scheier et al, 2000; citado en Carr, 2007; Taylor et al, 2000).
Csikszentmihalyi (2007) denomina fluidez o flow, al estado psicolgico particular que
surge al realizar tareas o actividades que son difciles pero controlables, que requieren de
motivacin intrnseca y de cierta capacidad para realizarlas. A su vez tales tareas implican metas
claras y retroalimentacin inmediata, una notable concentracin y adems se altera la percepcin
del tiempo (los minutos parecen horas, y las horas parecen minutos). Las experiencias de fluidez
pueden ocurrir por ejemplo al practicar deportes, al leer, en actividades creativas (artsticas y
musicales), as como en la realizacin de ciertos trabajos, un ejemplo de ello podra ser la tarea
de los psiclogos al acompaar a sus pacientes en un proceso teraputico. Al experimentar
fluidez, los individuos experimentan un crecimiento de la personalidad, es decir, trascendencia;
disfrute y un mejoramiento en la calidad de vida.
La gratitud concebida como una emocin, es aquella que se experimenta cuando las
personas reciben un regalo valioso o un favor que fue intencionalmente dado por otro
(McCullough et al, 2001). La gratitud contribuye a aumentar la satisfaccin con la vida ya que
ensancha los recuerdos positivos sobre el pasado: su intensidad, su frecuencia y las etiquetas de
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estos (Seligman, 2003). Fomentar la gratitud incrementa el funcionamiento ptimo y el bienestar
(Emmons y McCullough, 2003; Sheldon y Lyubomirsky, 2006), es un poderosa emocin para
afrontar la adversidad (Fredrickson, 2004, en Emmons y McCullough, 2004); y promueve las
conductas prosociales dando lugar a un enorme altruismo (Nowack y Roch, 2007).
2.4 Algunos hallazgos y evidencia emprica a favor de las fortalezas del carcter y las
emociones positivas
2.4.1 Algunos hallazgos y evidencia emprica a favor de algunas fortalezas del carcter
El optimismo es una de las fortalezas de carcter con mayor sustento cientfico, y apoyo
terico. Definido como caracterstica psicolgica disposicional (Scheier y Carver, 1993, citado
en Vzquez y Hervs, 2008), ha sido relacionado en numerosos estudios con el xito personal, la
salud fsica y el bienestar psicolgico (Avia y Vazquez, 1998; citado en Vzquez y Hervs,
2008). El optimismo, conceptualizado y evaluado de muchas maneras, ha sido vinculado al
humor positivo; a la perseverancia y solucin eficaz de los problemas; al xito acadmico,
atltico, militar, ocupacional, y poltico; a la buena salud; y tambin a la vida larga y a la
liberacin del trauma (Peterson, 2000; Snyder, 2000; citado en Carr, 2007). El optimismo en los
inicios de la adultez predice una salud mejor en la madurez, durante perodos de hasta ms de
treinta aos (Peterson et al, citado en Carr, 2007).
La vitalidad como fortaleza de carcter que implica pasin por las cosas, entusiasmo,
vigor, energa habituales frente a la vida; predice aquellos que conciben su trabajo como una
vocacin, y se vincula a la satisfaccin laboral y satisfaccin con la vida en general. Estudios
recientes, indican que esta fortaleza es el mayor factor predictivo de trabajo como una vocacin
(Peterson et al, 2009), lo cual abre un panorama optimista en relacin al rea laboral.
El perdn es una de las fortalezas del carcter que se ha sido ms estigmatizada, o
relegada a lo religioso, o tratada desde una ptica nave, desde nuestra opinin. Desde una
perspectiva psicolgica, el perdn est asociado a un mayor bienestar fsico y psicolgico, a una
mayor satisfaccin marital, a una menor criminalidad y a un mejor ajuste a la muerte de un ser
querido (McCullough, Pagarment y Thoresen, 2000; McCullough y Witvliet, 2002; Oyen et al,
2001; citado en Carr, 2007). Adems, las intervenciones que incrementan el perdn refuerzan el
bienestar psicolgico y fsico (Friedman et al, 1986; en Carr, 2007) y se asocia a disminucin de
sentimientos de afliccin y dolor (Coyle y Enright, 1997), de sntomas depresivos (Mauger,
Perry, Freeman, Grove y McKinney, 1992; citado en Casullo y Fernandez Liporace, 2006) y
estados ansiosos (Freedman y Enright, 1996; citado en Casullo y Fernandez Liporace, 2006). El
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perdn cumple una funcin importante en la psicoterapia individual y de pareja (Carr, 2007;
Ripley y Worthington, 2002).
Otras fortalezas de carcter que se inscriben en la virtud de trascendencia, son el humor y
la espiritualidad (religiosidad, f, propsito). El uso del humor que adquiere diversos sentidos:
como promocin del humor, como estilo cognitivo de pensamiento, como actividad salutgena
promotora de estado de nimos positivos (Klein y Simonton, 2002; citado en Vzquez y Hervs,
2008) y emociones positivas (Jauregui, 2008; en Vzquez y Hervs). El uso intencionado o
espontneo del humor en el marco de una psicoterapia para facilitar el insight del paciente
(Franzini, 2001; en Vzquez y Hervs, 2008), puede facilitar y mejorar el vnculo teraputico
(Salameh, 1987; citado en Camacho, 2004). Adems, permite tener una nueva perspectiva de una
situacin dolorosa o difcil, asimismo facilita el proceso de cambio (Dunkelblau, McRay y
McFadden, 2001; citado en Camacho, 2004).
La espiritualidad, la religiosidad, la fe, y las instituciones que las promueven traen
beneficios a la salud de las personas. Al proporcionar un marco moral claro, ayudan a construir
significado y ofrecen un sentido de propsito, esperanza y apoyo emocional (Dull y Skokan,
1995; Maton y Pargament, 1987; en Martinez Mart, 2006).
La religin es relevante en el afrontamiento de duelos (Yoffe, 2006), la enfermedad y el
estrs psicolgico (Handal, Black-Lopez y Moergen, 1989; Williams, Larson, Buckler,
Heckmann y Pyle, 1991; Pargament, 1997; citado en Martines Mart, 2006). La religin tambin
est asociada a la capacidad de perdonar (Rye et al, 2000, en Martines Mart, 2006); y la
compasin (Wuthnow, 1991; en Martines Mart, 2006); y la implicacin en la iglesia es a
menudo un predictor de altruismo, voluntariado y filantropa (Hodgkinson, Weitzman y Kirsch,
1990; Schervish, 1990; Regnerus, Smith y Sikkink, 1998; Smith, Fabricatore y Peyrot, 1999;
Mattis et al, 2000, citado en Martines Mart, 2006). Por ltimo, la religin se considera como un
elemento potencialmente protector de salud mental (Shafranske, 1996; en Yoffe, 2008), que
fomenta el autocontrol o la autorregulacin (McCullough y Willoughby, 2009).
Segn datos de distintas investigaciones (Park y Peterson, 2009), las fortalezas de
carcter consistentemente relacionadas con la Satisfaccin con la vida -un indicador importante
del bienestar personal- son la gratitud, la esperanza, el entusiasmo, la curiosidad, y el ms
importante, el amor (Park y Peterson, 2006; Park, Peterson, y Seligman, 2004; en citado en Park
y Peterson, 2009). Dado lo anterior, se hace hincapi en que los individuos tienen que cultivar
estas fuerzas para lograr una buena vida a nivel psicolgico (Park y Peterson, 2009). En
resumen, gran parte de las fortalezas de carcter cuentan con slido apoyo cientfico, y acumulan
crecientemente cada vez ms evidencia en su haber, gran parte de ellas se vinculan al bienestar,
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la salud fsica y psicolgica, tanto a nivel individual como de toda la sociedad (Park y Peterson,
2009).
2.4.2 Algunos hallazgos y evidencia emprica a favor de las emociones positivas
Las investigaciones sobre las emociones positivas y su funcin adaptativa, en el marco de
la PP (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000) son numerosas, y sus aportes son muy importantes
para los profesionales de la salud. Las emociones positivas incrementan los recursos
intelectuales, fsicos (predice el estado de salud y la longevidad) y sociales (fomenta una vida
social rica y plena), segn distintos autores (Fredrickson, 1998, 2001, 2003; Salovey et al, 2000).
Asimismo, tales emociones mejoran la capacidad de afrontamiento ante situaciones adversas ya
que fomenta la Resiliencia psicolgica en las personas (Aspinwall y Staudinger, 2007;
Fredrickson, 2001, 2003; Lyubomirsky, King y Diener, 2005; Tugade et al, 2004). Isen (1987;
en Aspinwall y Staudinger, 2007) agrega que las emociones positivas promueven la capacidad de
ayuda, generosidad y responsabilidad social.
2.5 Inventarios, cuestionarios positivos
En el marco de la PP, encontramos una creciente batera de inventarios, escalas positivas.
Uno de ellos, es el cuestionario comnmente conocido como VIA-IS (Values in Action Inventory
of Strengths) o Cuestionario de Fortalezas Personales. Segn Seligman (2002; en Carr, 2007)
cada persona tiene sus fortalezas distintivas o principales, son las fortalezas del carcter
definidas y evaluables segn el cuestionario de fortalezas personales en las que una persona
obtiene puntuaciones especialmente elevadas (Carr, 2007).
El cuestionario consta de 240 tems, es autoadministrado y puede realizarse va internet,
y el tiempo requerido para su realizacin es de 30 minutos aproximadamente. Al completar el
cuestionario, se obtiene un perfil donde el orden de las fortalezas refleja las puntuaciones
globales en las 24 fortalezas del cuestionario, es decir, en qu grado estn presentes cada una de
ellas en el evaluado. Las cinco primeras fortalezas, son las fortalezas personales principales, y
son estas las que desde la PP se recomienda de poner en prctica ms frecuentemente para
incrementar el bienestar y la felicidad (Seligman, 2003; Seligman, Steen, Park, y Peterson,
2005). Las subescalas de fuerzas del carcter del VIA-IS presentan una buena fiabilidad (Carr,
2007, Linley et al, 2007) y una consistencia interna aceptable ( > 0.70). En la actualidad, el
cuestionario se encuentra en proceso de validacin (Carr, 2007; Gancedo, 2008a; Park y
Peterson, 2005).
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Seguimos a Gancedo (2008a), y citamos algunos de los cuestionarios sobre fortalezas y
virtudes bajo el marco de la PP: 1) Values in Action Inventory of Strengths (VIA-IS; inventario
para adultos, se correlaciona con las medidas de bienestar subjetivo y la felicidad); 2)Values in
Action Rising to de Occasion Inventory (VIA- RTO; indaga sobre la respuesta a situaciones que
podran poner en juego las fortalezas del carcter); 3) Values in Action Inventory for Youth (VIA-
Youth; inventario similar al VIA-IS para ser administrado en nios y adolescentes entre 10 y 17
aos); y, 4)Values in Action (VIA) Structured interview (cuestionario para administrar en
entrevista individual que indaga la manera como el entrevistado acta habitualmente ante
situaciones que corresponden a cada fortaleza del carcter en particular). Tales instrumentos
positivos, han sido traducidos a otros idiomas (como espaol, chino, etc.). Se muestran muy
promisorios para la obtencin de datos que podran ayudar en un futuro, a realizar diagnsticos e
intervenciones desde la perspectiva de la PP (Gancedo, 2008a; Linley et al, 2007; Park, Peterson
y Seligman, 2004; Park y Peterson, 2009) as como propulsar investigaciones sobre las
interacciones etiolgicas de las fortalezas humanas con los trastornos clnicos (Seligman y
Peterson, 2007; en Aspinwall y Staudinger, 2007).
2.6 Crticas a la Psicologa Positiva
Desarrollamos algunas de las crticas hechas a la PP, particularmente en relacin a su
denominacin (que ya fue sealada anteriormente), a la creencia errnea de que este movimiento
cientfico es una filosofa o una simple moda, por el contrario y dado lo reseado en este trabajo,
afirmamos que es una ciencia propiamente dicha, es la ciencia de la PP (Seligman, 2003; Posek,
2006; Seligman y Peterson, 2007; en Aspinwall y Staudinger, 2007) es adems un modelo
explicativo complementario al modelo tradicional centrado en el dficit. Lo anterior se asocia
al origen de la PP, vinculado al paso del Modelo Mdico dominante de tono ms organicista
en la psicologa a un Enfoque Salugnico (Daset Carretto, comunicacin personal, 12 de febrero,
2009). Otra de las crticas, gira en torno a exaltar una visin dualista y dicotmica de la realidad
(Gancedo, 2008a); donde se privilegian los aspectos positivos, se descalifican o ignoran los
negativos (Held, 2002,2004; en Casullo, 2008). Lo anterior, refleja la influencia de la
idiosincrasia americana, donde el optimismo y el pragmatismo son centrales, y a los cuales
parecera drseles la categora de verdad cientfica (Held, 2002, 2004; en Casullo, 2008),
corriendo el riesgo de caer en una visin dicotmica del ser humano enfocada slo en lo positivo
(Gancedo, 2008a), y de alguna forma caer en errores ya cometidos en psicologa y la tendencia a
la fragmentacin de la experiencia y las vivencias humanas. Finalmente, consideramos el peso de
la impronta cultural de su creador y de sus promotores en todo el cuerpo terico y prctico de la
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PP, sin embargo, esto se ve cada vez ms acotado, dado a los trabajos de investigacin y de
aplicacin en pases iberoamericanos, por nombrar algunos de ellos, que ejemplifican una
apropiacin y adaptacin de los planteos de la PP. Sin embargo, la necesidad de una mayor
evidencia y eficacia de las intervenciones bajo el marco de la PP, se hace necesario con el fin de
su inclusin en la prctica clnica y no-clnica (como son las escuelas o las organizaciones) en
otros pases adems de su lugar de origen.
Cerramos este captulo, afirmando optimistamente que la PP es una ciencia con races
profundas en desarrollos anteriores, que crece a pasos agigantados. En el prximo captulo,
abordaremos otro Enfoque Salugnico, la Resiliencia y ciertos aspectos relevantes del mismo.
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CAPTULO III
RESILIENCIA
La Resiliencia psicolgica en el mundo actual, cambiante y complejo, en el que vivimos;
es cada vez ms importante ya que humaniza y ampla la mirada sobre el ser humano y su modo
de enfrentar la adversidad; y al ubicarnos desde una perspectiva salugnica esto se vislumbra an
ms. En cierta forma, buscamos comprender y aprender acerca de la resiliencia, lo cual lleve a su
vez al desarrollo de estrategias de prevencin y promocin de los factores que la fomenten
(Sameroff, 2006, en Encyclopdie du CEDJE; Yates y Masten, 2004; en Linley y Joseph, 2004),
trayendo as un poco ms de esperanza en las ciencias psicolgicas (Cyrulnik, 2006).
En este tercer captulo, atendiendo a las preguntas iniciales en esta memoria sobre la
Resiliencia; realizamos una revisin acerca del origen y desarrollo de la Resiliencia desde el
punto de vista psicolgico, incluyendo la etimologa del concepto, su definicin hasta algunas
perspectivas actuales en relacin a la Resiliencia como la perspectiva del desarrollo, ecolgica, y
as tambin de fortalezas. Nos ocupamos de una pregunta particular: la Resiliencia es un rasgo o
un proceso?. Continuamos con los aspectos centrales y principales hallazgos sobre Resiliencia,
como los factores resilientes o protectores en relacin a diferentes etapas del ciclo vital (nios,
adolescentes, adultos, entre otros). Y por ltimo, nos ocupamos de la evaluacin y medicin de
la Resiliencia as como de las crticas acerca de la misma.
3.1 Una revisin acerca del origen y desarrollo de la Resiliencia desde el punto de vista
psicolgico
3.1.1 La Resiliencia: etimologa del concepto
El vocablo Resiliencia tiene su origen en el idioma latn, en el trmino resilio que
significa volver atrs, volver de un salto, resaltar, rebotar (Diccionario Esencial Vox, 1999).
Resiliencia es un concepto que proviene de la Fsica, el cual denota la propiedad de un material
para retornar a su forma original luego de ser expuesto a una presin alta o deformadora. Por lo
tanto, este concepto es tomado de la Fsica, y adaptado a las Ciencias de la S