ALIANZAS ESTRATÉGICAS ¿ Qué hay que hacer y qué no hay que hacer?
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www.kenkobiotech.com QUÉ HAY QUE SABER SOBRE La autovacuna QUÉ HAY QUE SABER SOBRE La autovacuna EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO, ¿QUÉ SON LAS INFECCIONES? Durante toda nuestra vida, desde el mismo momento del nacimiento, nuestro organismo está en contacto con microorganismos. Algunos colonizan nuestro intestino y cavidades interiores conviviendo con nosotros y aportándonos diferentes beneficios, como la síntesis de vitaminas o impidiendo que nos colonicen microorganismos extraños, a estos microorganismos se les conoce como el microbioma humano, que es propio de cada individuo y de su correcto balance depende muchas veces el estado de salud o enfermedad. Pero hay otros cuya colonización desemboca en un proceso patológico que es combatido por nuestro sistema inmunitario, este proceso de colonización, seguido de un proceso patológico, es a lo que conocemos por infección. Existen diferentes tipos de microorganismos capaces de desarrollar infecciones: bacterias, virus, hongos, parásitos o priones. LAS INFECCIONES PUEDEN SER DE TRES TIPOS: Agudas: son aquellas que suceden en un momento puntual y su curación se consigue por métodos naturales (el sistema inmune) o por una medicación adecuada recetada por un facultativo. Crónicas: son infecciones que perduran en el tiempo y frecuentemente se deben a la formación de biofilms. Los biofilms son auténticas sociedades de diferentes especies bacterianas que interactúan beneficiándose unas a otras e impidiendo la acción eficaz del sistema inmune y de los medicamentos. Recurrentes o de repetición: cuando se producen dos infecciones iguales en un semestre o tres en un año decimos que se sufre de infecciones recurrentes. Se suelen deber a un tratamiento inadecuado o a la resistencia de los microorganismos a los antibióticos. ¿QUÉ ES EL SISTEMA INMUNITARIO? El sistema inmunitario humano es el encargado de defender de forma natural al cuerpo frente a las infecciones. Mediante una serie de acciones, este sistema identifica y destruye los microorganismos patógenos. ¿CÓMO SE ACTIVA EL SISTEMA INMUNITARIO? Desarrollando dos tipos de respuestas para proteger al organismo: la inmunidad natural y la inmunidad adquirida. Inmunidad natural: es capaz de prevenir y controlar gran cantidad de infecciones a partir de tres líneas de defensa. La primera es la piel, que actúa como barrera física, la segunda los leucocitos, fagocitos, diversas proteínas circulantes y células “killer”.
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QUÉ HAY QUE SABER SOBRE
La autovacunaQUÉ HAY QUE SABER SOBRE
La autovacuna
EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO, ¿QUÉ SON LAS INFECCIONES?
Durante toda nuestra vida, desde el mismo momento del nacimiento, nuestro organismo está en contacto con microorganismos.
Algunos colonizan nuestro intestino y cavidades interiores conviviendo con nosotros y aportándonos diferentes beneficios, como la síntesis de vitaminas o impidiendo que nos colonicen microorganismos extraños, a estos microorganismos se les conoce como el microbioma humano, que es propio de cada individuo y de su correcto balance depende muchas veces el estado de salud o enfermedad.
Pero hay otros cuya colonización desemboca en un proceso patológico que es combatido por nuestro sistema inmunitario, este proceso de colonización, seguido de un proceso patológico, es a lo que conocemos por infección.
Existen diferentes tipos de microorganismos capaces de desarrollar infecciones: bacterias, virus, hongos, parásitos o priones.
LAS INFECCIONES PUEDEN SER DE TRES TIPOS:
Agudas: son aquellas que suceden en un momento puntual y su curación se consigue por métodos naturales (el sistema inmune) o por una medicación adecuada recetada por un facultativo.
Crónicas: son infecciones que perduran en el tiempo y frecuentemente se deben a la formación de biofilms. Los biofilms son auténticas sociedades de diferentes especies bacterianas que interactúan beneficiándose unas a otras e impidiendo la acción eficaz del sistema inmune y de los medicamentos.
Recurrentes o de repetición: cuando se producen dos infecciones iguales en un semestre o tres en un año decimos que se sufre de infecciones recurrentes. Se suelen deber a un tratamiento inadecuado o a la resistencia de los microorganismos a los antibióticos.
¿QUÉ ES EL SISTEMA INMUNITARIO?
El sistema inmunitario humano es el encargado de defender de forma natural al cuerpo frente a las infecciones. Mediante una serie de acciones, este sistema identifica y destruye los microorganismos patógenos.
¿CÓMO SE ACTIVA EL SISTEMA INMUNITARIO?
Desarrollando dos tipos de respuestas para proteger al organismo: la inmunidad natural y la inmunidad adquirida.
Inmunidad natural: es capaz de prevenir y controlar gran cantidad de infecciones a partir de tres líneas de defensa. La primera es la piel, que actúa como barrera física, la segunda los leucocitos, fagocitos, diversas proteínas circulantes y células “killer”.
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QUÉ HAY QUE SABER SOBRE
La autovacuna
La inmunidad adquirida: se trata de la tercera línea de defensa, da una respuesta más específica, sus componentes principales son linfocitos y anticuerpos. Presentan una memoria inmunitaria específica que protege al organismo de futuras infecciones.
La inmunidad adquirida pasiva: suceso que puede ocurrir de manera natural, es un ejemplo, cuando los anticuerpos fabricados por la madre pasan al feto o de manera artificial, a través de preparados biológicos (sueros).
La inmunidad adquirida activa puede ser:
1. Natural: cuando el propio individuo ha desarrollado una respuesta frente a unos microorganismo (antígenos) concretos al estar en contacto previamente con ellos.
2. Artificial: cuando se utilizan vacunas, con ellas se introducen en el organismo patógenos muertos o atenuados para generar esta respuesta inmunitaria, siendo esta una manera de prevenir posibles infecciones futuras.
¿QUÉ ES UNA INFECCIÓN RECURRENTE?
Cuando un microorganismo patógeno sobrepasa los mecanismos de inmunidad natural y en ocasiones incluso la acción de la respuesta inmunitaria específica, el germen invade el organismo y le provoca algún daño.
La entrada de microorganismos se produce generalmente a través de las superficies de contacto externas: piel, mucosas del aparato respiratorio, conjuntivas oculares, vías digestivas o vías genitourinarias.
Para que se produzca una infección se han de tener en cuenta dos factores:
Virulencia del agente infeccioso, su capacidad para traspasar los sistemas defensivos del individuo.
Susceptibilidad: eficacia del sistema inmunitario.
Enfermedades infecciosas recurrentes o crónicas: en algunas personas los mecanismos de respuesta natural y adquirida son incapaces de limitar las infecciones y esto hace que las infecciones se repitan con frecuencia.
LA RESISTENCIA BACTERIANA
Según la OMS, la resistencia bacteriana a los antibióticos es la principal amenaza para la salud mundial.Cada vez un mayor número de infecciones son más difíciles de curar debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos, aumentando los costes médicos y la mortalidad.
La resistencia bacteriana a los antibióticos es un proceso natural, un mecanismo más de su evolución.
TRATAMIENTO:
1a fase: tratamiento con antibióticos para resolver la infección actual.
2a fase: prevención para disminuir en lo posible nuevas infecciones, tratamiento con inmunoterapia (autovacunas).
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LA AUTOVACUNA: HISTORIA
En 1910 CRG Forrester utilizó por primera vez este concepto (autovacuna) en un documento sobre infecciones traumáticas.
Pero fue Wright Alrmroth quien desarrolló la vacuna tifoidea. Se basó en la idea de que los microorganismos muertos no solo podían ser utilizados para la prevención (vacunas), sino también en el tratamiento de las infecciones (autovacunas).
Desde inicios del pasado siglo se conocía el efecto inmunoestimulador de las bacterias muertas, aunque la época de mayor apogeo de las autovacunas se produjo entre las dos guerras mundiales.
Alexander Fleming, en sus primeros años como investigador, trabajo en las autovacunas hasta que descubrió el primer antibiótico: la penicilina.
Así en Europa Occidental fue superada por los antibióticos y pasó a quedar en desuso, manteniéndose el interés en Europa Oriental.
Durante más de 100 años, la terapia con autovacunas ha demostrado su eficacia.
¿QUÉ SON LAS AUTOVACUNAS?
Las autovacunas son el método eficaz y natural para combatir las infecciones recurrentes o crónicas, ya que activan el sistema inmunitario del paciente contra los microorganismos que están produciendo la infección.
La autovacuna es un medicamento individualizado, ya que usamos las bacterias del propio paciente en su elaboración.
Estas bacterias son cultivadas y procesadas de forma individual para garantizar que cada paciente recibe sus propios microorganismos.
La autovacuna es un medicamento biológico, ya que se fabrica a partir de muestras biológicas de origen natural.
Administración Posología Duración
ESPRAY (oral / sublingual)
Adultos: 2 aplicaciones al día 3 meses
Niños: 1 aplicación al día 6 meses
QUÉ HAY QUE SABER SOBRE
La autovacuna
VÍAS/PAUTAS DE ADMINISTRACIÓN: Kenkoautovacuna
PRESENTACIONES
Espray (oral / sublingual): espray de uso sublingual.
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QUÉ HAY QUE SABER SOBRE
La autovacuna
La autovacuna se puede usar con cualquier proceso infeccioso crónico o de repetición, ya sea en procesos de garganta, nariz, oídos, ojos, infecciones genitourinarias, dermatológicas, bucodentales, etc.
Útil en la prevención de infecciones que originan agudizaciones de enfermedades respiratorias.
Es un método preventivo, que utiliza la respuesta natural y fisiológica del individuo para la defensa ante los microorganismos infecciosos, evitando utilizar antibióticos, ya que el uso de los mismos contribuye a la aparición de resistencias bacterianas.
La autovacuna busca la modulación sostenida del sistema inmunitario de manera que este aprende a responder apropiadamente a los antígenos.
En la actualidad es una alternativa a los antibióticos ya que los patógenos se vuelven cada vez más resistentes.
¿QUÉ INFECCIONES SE PUEDEN TRATAR CON AUTOVACUNAS?
Se ha demostrado que es una alternativa natural para el tratamiento de enfermedades recurrentes o crónicas tales como:
Infecciones otorrinolaringológicas: sinusitis, otitis, rinitis, faringitis, amigdalitis, laringitis, etc.
Infecciones de vías respiratorias: traqueítis, bronquitis y/o una mejora en enfermedades respiratorias crónicas como el asma bronquial, EPOC, etc.
Infecciones cutáneas: como abscesos, acné, forunculosis, dermatitis atópica, eczema, etc.
Infecciones de colonización intestinal.
Infecciones de tracto urinario: uretritis, cistitis, pielonefritis, prostatitis, etc.
Infecciones estacionales.
Infecciones oftalmológicas: blefaritis, conjuntivitis, etc.
Puede aliviar los síntomas de infecciones vaginales recurrentes, sin desequilibrar la ecología vaginal, adecuada en el tratamiento de candidiasis, vaginosis bacteriana, etc.
Infecciones bucodentales: periimplantitis, periodontitis, etc.
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QUÉ HAY QUE SABER SOBRE
La autovacuna
✔ Mejora la respuesta inmunitaria.
✔ Reduce la cantidad de infecciones recurrentes.
✔ Activa el sistema inmunitario frente a infecciones bacterianas.
✔ Reduce las actuaciones a realizar al paciente: analíticas repetidas, exploraciones a veces molestas o de cierto riesgo, etc.
✔ Mejora la calidad de vida personal y social del paciente, al no producirse la infección, o mejorar sus síntomas.
✔ El tratamiento es seguro para la salud, con lo que se evitan riesgos para el paciente.
✔ Se pueden utilizar otras acciones terapéuticas a la vez, sin riesgo para el paciente.
✔ Reduce la utilización de antibióticos y en algunos casos de intervenciones quirúrgicas.
✔ Todo ello le confiere valor añadido, que economiza recursos médicos y procura mayores beneficios al paciente.
¿SON SEGURAS?
En la UE, las autovacunas se elaboran a partir de bacterias inactivadas. La fabricación se produce bajo las normas Good Manufacturing Practice (GMP), que garantizan la máxima calidad del producto.
¿CÓMO SE PRODUCEN?
Para elaborar una autovacuna se toma una muestra del foco infeccioso del paciente.
Una vez identificado el patógeno se procede a obtener un cultivo puro, se reproduce hasta obtener una concentración eficaz para estimular el sistema inmunitario y una vez conseguido, se somete a un tratamiento por calor que inactiva (mata) los patógenos. Estos patógenos inactivados serán inoculados al paciente.
¿QUÉ BENEFICIOS APORTA EL TRATAMIENTO CON LA AUTOVACUNA?
La autovacuna tiene el objetivo de restablecer la capacidad de autocuración en el propio individuo, y aportar como valor añadido la reducción del uso de antibióticos, lo que contribuye a controlar la generación de resistencias.
En la actualidad, las autovacunas utilizadas en el tratamiento de pacientes con cuadros infecciosos recurrentes o crónicos están dando resultados excelentes.
