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POESÍA Y MADRES Revista mensual de la Asociación Madres de Plaza de Mayo ISSN: 1853-9785 Nº 24 – Septiembre de 2013 – Argentina – Precio de tapa $ 3 Sale con la edición de Tiempo Argentino del 06/09/13 EL TEÓLOGO RUBÉN DRI POR HEBE ESPECIAL: IGLESIA Y PODER ESCRIBEN: FREI BETTO/ IVONE GEBARA/ FORTUNATO MALLIMACI/ EDUARDO DE LA SERNA/ MARTA VASALLO/MARÍA GABRIELA PISANI (FRATERNIDAD MISIONERA)/ SANDRA CONTE/ ADRIÁN GONZÁLEZ/ RAFA TANO/MARÍA SUCARRAT QUÉ DIRÁ EL SANTO PADRE 3

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POESÍA Y MADRES

Revista mensual de la Asociación Madres de Plaza de MayoISSN: 1853-9785

Nº 2

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El TEólogo RubéN DRI PoR HEbE

ESPECIAL: IGLESIA Y PODER ESCRIbEn: FREI bEttO/ IvOnE GEbARA/ FORtunAtO MALLIMACI/ EDuARDO DE LA SERnA/ MARtA vASALLO/MARíA GAbRIELA PISAnI (FRAtERnIDAD MISIOnERA)/ SAnDRA COntE/ ADRIán GOnzáLEz/ RAFA tAnO/MARíA SuCARRAt

QUÉ DIRÁEL SANTO PADRE

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eDItoRIalsumario

juLiO

CuAnDO LA IGLESIAES EL OtROPor Sandra Conte

LO IMPORtAntE ES EL PAPADO, nO EL PAPAPor Eduardo De la Serna

DESAFíOS A LA IGLESIA EnAMÉRICA LAtInAEscribe Frei betto

EntRE EL CIELOY EL InFIERnO

CEMoP

Permítame que me dirija a usted como Don Francisco, ese Francisco que descubrí ahora. Mi padre también se llamaba Fran-cisco y era un santo trabajador de manos muy encallecidas de tanto trabajar para mantenernos. Don Francisco, no sabía de su trabajo pastoral, sólo sabía que el máxi-mo dirigente de la iglesia argentina habita-ba en la catedral; esa catedral que cuando marchábamos y pasábamos por delante, le cantábamos: "ustedes se callaron cuando se los llevaron".

Hoy, ante mi sorpresa, escucho a muchos compañeros explicar de su entrega y trabajo en las villas. Me alegro infinitamente al saber de su trabajo y siento esperanzas de un cam-bio en el Vaticano. Hemos sufrido mucho en esta latinoamérica que hoy se levanta ergui-da gracias a sus dirigentes. Me enteré que es posible que beatifique al Padre Murias. Por este motivo me atrevo a enviarle la lista de sacerdotes y obispos del Tercer Mundo desaparecidos y asesinados para solicitarle que, como en la Asociación Madres de Plaza de Mayo pedimos por todos, usted, como un acto de solidaridad los recuerde a todos por su entrega en la lucha por la patria.

Ahora le solicito, desde lo más profundo de mi corazón, no luchar por una iglesia para

los pobres: únase a todos los que en este mundo injusto luchamos para que se termine la pobreza y alguna vez la igualdad sea una realidad y entonces lograremos un mundo de niños felices y sonrientes. basta de niños descalzos y con grandes pancitas. En nuestra Patria grande latinoamericana de San Mar-tín y bolívar miles dieron la vida para lograr la erradicación de la pobreza que, junto con la educación y el trabajo, eran los grandes sue-ños de nuestros hijos desaparecidos. gracias Don Francisco y cuando se encuentre con el Papa en el Vaticano cuéntele de mi pedido, que es el de millones de Madres. gracias por leer la carta de una Madre a la que le arran-caron toda la familia y que, junto a mi hija y a muchas Madres de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, sigo luchando desde hace 36 años por una Patria libre, justa y soberana. un abrazo respetuoso.

Hebe de BonafiniLa Plata, 21 de marzo de 2013

Carta al Papa Francisco

¡NI uN PASo ATRÁS!/ Asociación Madres de Plaza de MayoAño 3 Nº 25/ SEPTIEMbRE 2013/ REPÚblICA ARgENTINAEditorial: Asociación Madres de Plaza de Mayo/ ISSN: 1853-9785/ Propiedad Intelectual: Fundación Madres de Plaza de Mayo, Registro Nº 5072645 - Hipólito Yrigoyen 1578, “Pb” C.A.b.A.Director: Demetrio Iramain. Editora general: lucía garcía Itzigsohn. Redacción: Sandra Conte/ Adrián gonzález/ leonardo gorbacz/ Fortunato Mallimaci/ María Sucarrat/ Rafa Tano/ Marta Vasallo. Escriben en este número: Frei betto/ Ivone gebara/ María gabriela Pisani. Eduardo de la Serna. Asesora de Producción: Teresa Pacitti. Historietas: Mariano José Utin. Humor gráfico: Fabián Prol. Fotografía nota de tapa: Sebastián Romero. Asesoramiento de Arte: Belén Dezzi. Diseño y diagramación: leonardo Solari. Asistente en diseño: uriel Elía Martínez. Impresión: g1S.A./ Domicilio: Hipólito Yrigoyen 1584. CP 1089 Ciudad Autónoma de buenos Aires. Tel/ Fax: (0054 11) 4383 0377. E mail: [email protected]. Facebook: Ni un Paso Atrás

2013Hebe de Bonafini

un DESAFíO COntRACuLtuRAL,

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MuChO RuIDO Y POCAS nuECESEscribe Fortunato Mallimaci

TEÓLOGO RuBÉN DRi X HEBE

Ni un paso atrás . 3

TEÓLOGO RuBÉN DRi X HEBE

Rubén Dri, teólogo de la Liberación, analiza la estrategia de la Iglesia en la designación de Bergoglio al frente del Vaticano. En plena crisis del mundo neoliberal, con un catolicismo que pierde fieles a manos de las iglesias pentecostales, un Papa latinoamericano intenta reconstruir la hegemonía perdida. La mirada lúcida de Dri revela las contradicciones de un crítico de los neopopulismos que se presenta como popular y que

suma gestos que hasta ahora no transforman.

Edición: lucía garcía ItzigsohnFotografía: Sebastián Romero

“Nosotros lo únicoque tenemos

es la política”

4 . Ni un paso atrás

TEÓLOGO RuBÉN DRi X HEBEHebe de Bonafini: Tengo muchísimo respeto por lo que decís y hacés, siempre has sido un tipo muy inteligente para plantear las cuestiones de la Iglesia. En este momento tan difícil me interesa muchísimo tu posición. Porque hay mu-cha confusión, el Papa parece una vedet-te de las revistas, todo el mundo se quie-re sacar una foto con él. ¿Cómo ves a la iglesia nuestra, la iglesia de abajo? ¿Sigue habiendo curas del Tercer Mundo?Rubén Dri: Hebe, creo que hay que tener en cuenta que la Iglesia de hoy es la que se construyó en el siglo IV o V, la Iglesia sacer-dotal que construye poder. Si no hacemos análisis político nos equivocamos comple-tamente. Esa Iglesia tuvo un período que va de 1959 a 1979 en el cual comenzó a hacer una revisión, a abrirse, a dar paso a las corrientes liberadoras que latían en su seno y se expresaban. Ese período termi-nó con el advenimiento de Wojtyla, Juan Pablo II. Y se destruyó completamente lo que había comenzado a partir del Concilio Vaticano II.

H: Se destruyó por la persecución, también.R: Por la política eclesiática de ir desban-cando a los obispos comprometidos con el proceso de liberación de sus propios pue-blos, quitándoles poder, desarticulando los espacios de la Teología de la Liberación. Esta reflexión parte de mi experiencia per-sonal. Yo, exiliado en México, era profe-sor en el Instituto Teológico de Estudios Superiores, en la línea de la Teología de la Liberación. El Instituto comenzó a recibir presiones del Vaticano con Juan Pablo II para cerrarlo y nombró una comisión para juzgar la teología del Instituto. Se negoció presentarnos todos los profesores juntos frente al tribunal. Fuimos con nuestros programas, la bibliografía y presentamos el contenido. No encontraron los errores porque el problema no era teológico, era político. Y ese Instituto no era marginal, estaba sostenido por nueve congregaciones religiosas. Vino la orden directa del Vatica-no del cierre del instituto. Se quiso resistir, pero no fue posible, el Instituto se cerró.

H: Ahora la fe está centrada en los san-tos, las marchas, en ir a la puerta de una iglesia y estar 40 horas para tocarle los pies al santo. Antes era diferente, en la iglesia del barrio estaban todos juntos, se crecía de otra manera. Me acuerdo porque los chicos trabajaban con un

cura al que también se lo llevaron.R: Estás hablando de las décadas del '60 y del '70, cuando recuperamos las raíces liberadoras del cristianismo. Reinterpretá-bamos el cristianismo, la iglesia, a nosotros mismos desde la liberación, desde la lucha contra la opresión. Ahí no importaba tan-to que hubiese estos o aquellos santos sino qué significaban. Cuando eso se ha perdi-do, revive con muchísima fuerza el símbo-lo de identidad de los sectores populares. A mí no me enojan el Gauchito Gil, la Di-funta Correa, me encanta – incluso- que sean creaciones populares porque no han sido cooptados por la Iglesia.

H: ¿Vos pertenecés a alguna congregación?R: Pertenecí a los salesianos, pero no me ordené con ellos, como cura fui diocesa-no, pertenecí a la Diócesis del Chaco en las décadas del '60 y '70. En el barrio, hacía-mos el novenario de la Virgen de Itatí, la virgen decía que teníamos que luchar por nuestros derechos, reestructurar el barrio, crear poder popular. Si uno interroga a los devotos que están esperando para tocar a San Cayetano, se da cuenta que ahí se re-cuperan lazos, se crea un espacio utópico. El devoto te dice: “Aquí puede dejar las co-sas que nadie le va a tocar”; salimos de acá y nos van a robar. Hay que trabajar sobre esa utopía, sobre ese tipo de relaciones que se crean. La devoción no es puro fetichis-mo, hay fe; y se presta también para el co-mercio, claro.

H: Y llegamos a este Papa que nadie co-nocía. La gente de la Villa 21 me contaba que Bergoglio cuando llovía llegaba an-tes que La Cámpora, de botas y de gorra en colectivo. ¿Tenía dos caras?R: Bergoglio es un gran político. De re-pente apareció un personaje extraordinario que va a revolucionar el mundo. Francisco es Bergoglio y tiene una historia acá. Y él recomienda que leamos el documento de Aparecida, del cual es redactor fundamen-tal. Eso permite ver cuál fue la actuación de Bergoglio frente a los movimientos po-pulares, al kirchnerismo y con la pobreza.

H: Y con las Madres.R: Con las Madres, los derechos humanos, los 30.000 desaparecidos.

H: Nosotras tomamos la Catedral y nos cerró los baños.R: Da la impresión que Bergoglio no se en-

teró de que aquí hay 30.000 desaparecidos. ¿Alguien lo escuchó hablar alguna vez? Pero yo quiero hablar del proyecto de él. Frente a la pobreza, que es un término abstracto, los pobres, que es un término naturalizado, yo hablo de empobrecidos: no hay pobres, hay empobrecidos. Pero en el proyecto de él lo que hay son pobres; una Iglesia po-bre para los pobres. ¿Cuál es el enemigo? Un proyecto popular porque crea poder, y entonces los pobres dejan de ser de la Igle-sia. En el momento de crecimiento de los movimientos populares en América Latina que está unido a la crisis del neoliberalismo sobre todo en Europa, hay una Iglesia que siente que está en bancarrota completa y nombra a un Papa que tiene un proyecto precisamente para América Latina, donde está la mayoría de los fieles cristianos, el potencial de la Iglesia. Hay una lucha en dos frentes, pero no es enfrentamiento, es una lucha política. Y eso está en el docu-mento de Aparecida con mucha claridad, dice que a través de procesos democráticos y por elecciones se va llegando a un estado autoritario y neopopulista. O sea el chavis-mo, el socialismo del buen vivir de Rafael Correa, el socialismo comunitario de Evo Morales, el kirchnerismo acá. Por eso en

Si uno interroga a los devotos que están

esperando para tocar a San Cayetano, se

da cuenta que ahí se recuperan lazos, se crea un espacio utópico. El devoto te dice: “Aquí puede dejar las cosas

que nadie le va a tocar”; salimos de acá y nos van a robar. Hay que trabajar sobre esa utopía, sobre

ese tipo de relaciones que se crean.

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TEÓLOGO RuBÉN DRi X HEBEBrasil da la pelea en el espacio público, en la calle con todos los enemigos: los popu-lismos y las iglesias pentecostales que le han ganado millones de fieles ya. Monta un gran espectáculo, favoreciendo la con-cepción de un verdadero fetichismo, una papamanía exaltada.

H: En el Vaticano los Papas nunca te atendían. Y él atiende a todo el mundo. R: Y eso parece una revolución. A él se lo elige teniendo en cuenta que en el Vaticano hay que poner un poco de orden porque es una cueva mafiosa donde hay lavado de di-nero, chantaje sexual, pedofilia, el banco.

H: Deja los zapatos colorados, cocina, no duerme más en la cama del Papa. R: Son grandes gestos. Pero los signos que da son contradictorios. Elige a ocho cardenales que deben proyectar las transformaciones, y como coordinador a Rodrigo de Madariaga, el cardenal golpista de Honduras. Bergoglio no puede ignorar eso. Tres de los cardena-les están acusados de proteger pedófilos. El tema de la pedofilia es central.

H: Un tema gravísimo.R: Acá tenemos el caso de Grassi y no creo

que Bergoglio haya dicho nada. Él se re-laciona con todo el mundo, acepta, recibe, también le escribe a la señora Pando, y no solamente, sino que reza por todos aquellos “presos políticos”. ¿Son los genocidas a los que se está refiriendo? A no confundirse, hay que analizar un poco su historia, sus proyec-tos y después ir viendo, en la medida en que se produzcan transformaciones vamos a estar de acuerdo, no nos vamos a cerrar.

H: Transformaciones que se vean, que las podamos sentir. Igual va a tener que cor-tar un poco con eso de atender a todos. El otro día con el equipo de fútbol, a mí me da vergüenza ajena, los regalos que le lle-van. Me preguntaron si lo iba a ir a ver. Si cuando estaba acá nunca me atendió qué lo voy a ir a ver a Roma, está muy lejos. R: Lo que pasa es que él ha dado pie para todo eso, ¿no? Dan un poco de vergüenza algunos que han ido a verlo para alabar-lo cuando aquí decían otra cosa. Hay que tener un poco de dignidad. Es muy inteli-gente Bergoglio y suele largar frases, metá-foras. Cuando él dice: “¿Quién soy yo para juzgar a un gay?” Pero después agrega, y todo el mundo se olvida, que “el compor-tamiento con respecto al gay está muy bien

establecido en el catecismo de Juan Pablo II y dice que al gay hay que tratarlo con consideración porque en último término es un enfermo. Y ¿qué puede hacer el gay? Aceptar la cruz que se le ha dado y observar la castidad”. Es terrible. Esto cambiaría si él aceptara la categoría de género. En el do-cumento de Aparecida se habla de la ideo-logía de género que atenta contra la fami-lia. Frei Betto dijo que espera que ahora las mujeres puedan llegar al sacerdocio, que los sacerdotes se puedan casar.

H: ¿Y esto de que haga santos a esta gen-te que es tan facha?R: Él va a canonizar a Juan Pablo II y por otra parte a Juan XXIII, son dos proyectos de Iglesia que se dan de patadas totalmen-te. Y también al sucesor de Escriva de Ba-laguer del Opus Dei.

H: ¿Hicieron milagros, salvaron a al-guien? ¿Qué es la canonización?R: Son grandes medidas político-religiosas. Hay una lucha de las congregaciones para lograr la beatificación y canonización de algunos de sus miembros porque da poder. Para una congregación que se dedica a la educación, por ejemplo, el mejor fruto es

TEÓLOGO RuBÉN DRi X HEBE

un santo que haya sido educado por ellos. Canonizar a una persona significa mostrar-la como cristiano ejemplar. Para eso se hace un estudio de su vida y después se requie-ren para la canonización dos milagros, para la beatificación creo que uno.

H: ¿Qué pensás de los sacerdotes que levantan a Bergoglio? La gente de la pa-rroquia de Mugica dice que todos los años va a la misa de Mugica, y que este año mandó una carta. Y por otro lado está con Macri.R: Sigue haciendo la misma política, pero ahora con un efecto mucho mayor. Él ahora se siente bien. No sé si vos te diste cuenta que sonríe, ¿le conocías la sonrisa antes? Se transformó, llegó donde quería llegar, tiene todo el poder para hacer lo que siempre quiso hacer en su vida. Y eso le da mucha salud y lo pone muy bien.

H: ¿Vos esperás algo de él?R: No, no espero nada. Creo que cuando él dice: “Hagan lío” está dando una señal de

que realmente quiere un movimiento de iglesia que gane la calle, algo parecido a lo que en su momento fue la Acción Católi-ca, el partido Demócrata Cristiano cuando la Iglesia perdió poder frente a los estados modernos, laicos y comenzó a reconquis-tar la hegemonía en la sociedad civil. Hay mucho de eso en la consigna que él propo-ne. Va a haber un cambio en la manera de acercarse a la gente, pero no en cuanto al proyecto que es la construcción de poder en un momento en el cual hay una gran crisis. ¿Por qué desde 1959 hasta 1979 se produce esta apertura de la Iglesia? En ese

momento está en crisis el capitalismo, hay una avanzada de movimientos populares, el imperio tiene su primera derrota en Viet-nam, Argelia consigue su liberación, en Latinoamérica hay movilizaciones popula-res muy fuertes; la Iglesia también expresó eso y se sintió impulsada. Cuando muere Pablo VI, después de lo de Juan Pablo I, viene Juan Pablo II en el momento en que llega Reagan a la presidencia de Estados Unidos y Margaret Tatcher a Inglaterra. Esta Iglesia que destruye a la anterior es la del neoliberalismo: hoy neoliberalismo en crisis, iglesia en crisis.

H: Muchos dicen que los yanquis tienen que ver con el nombramiento de Bergoglio. R: Los yanquis siempre tienen que ver, tie-nen mucha influencia en el Vaticano. La CIA manda sus informes. La Iglesia es una construcción de poder que está ligada a los poderes, por eso es que no se puede esperar una revolución a menos que haya una re-volución popular muy fuerte.

H: Esta papamanía, ¿cómo la ves en el contexto político que estamos viviendo?R: El proyecto nacional, popular y latino-americano que aquí lo expresa el kirchne-rismo no se puede desvincular de la Patria Grande latinoamericana y caribeña. El proyecto de la Patria Grande fue derrotado allá cuando las guerras de la Independen-cia. El de Artigas, de San Martín, de Bolí-var fue vencido por los proyectos de patria chica dependientes del imperio de ese mo-mento, que era el de Gran Bretaña. Todas naciones que surgen dependiendo absolu-tamente del imperio. La reconstrucción de la Patria Grande tuvo esbozos frustrados, el último fue la destrucción de Paraguay. El primer intento serio que veo es el que co-mienza en el 2000. Por primera vez no es solamente una idea sino que hay una ma-terialidad. Se ha derrotado al ALCA - cosa que era impensable- y es el indicio de que la Patria Grande comenzó a tener poder, se construye Mercosur, Unasur, Celadec,

Elige a ocho cardenales que

deben proyectar las transformaciones, y

como coordinador a Rodrigo de

Madariaga, el cardenal golpista

de Honduras. Bergoglio no puede

ignorar eso. Tres de los cardenales

están acusados de proteger pedófilos.

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Alba. Se pueden parar algunos golpes, el que se le quiere dar a Evo, a Rafael Correa, el golpe que se le quiere dar a Cristina. Pero también hay derrotas, la de Honduras y la de Paraguay.

H: Lo de Honduras fue trágico, sigue siendo trágico.R: No podemos ignorar que Francisco nombró al cardenal golpista. Por otra parte ahora se construye la alianza Pacífico con Chile, con Perú, Colombia y México con impulso de Estados Unidos para destruir esta construcción de la Patria Grande. No-sotros en este momento tenemos la muerte de Kirchner, uno de los grandes líderes de esta construcción, la muerte de Chávez, otro líder formidable.

H: Irrecuperables.R: Ahora asume Cartes en Paraguay que tiene un pie ya en la alianza Pacífico. Y en Uruguay termina el período de Pepe Muji-ca y probablemente el candidato sea Taba-ré Vázquez que pensó en un momento en pedir la protección de Estados Unidos por si entraba en guerra con Argentina. Una cosa demencial. Maduro no es lo mismo que Chávez. Hay un debilitamiento, aquí hemos visto qué nos ha pasado en las elec-ciones: hay una derrota, no hay que mag-nificarla, pero sí reconocerla. Y además te-ner en cuenta que Massa expresa la vuelta a la década del '90. Sus expresiones frente a los empresarios no dejan dudas.

H: Está Duhalde metido ahí. No pode-mos perder en los barrios más populo-sos, en Moreno. Yo creo que hay que ba-jar un poco más a esos lugares. R: Es una alerta muy seria. Hay que militar más y ver cómo llega la propuesta. Es la única manera porque los proyectos final-mente triunfan si triunfan en la concien-cia. Hay construcciones materiales que son fundamentales pero si la conciencia no se transforma, el célebre Hombre Nuevo del que hablaba el Che Guevara nunca llega. Han triunfado concepciones de desideolo-gización, de desprecio a la política y esto es grave porque la política es el instrumento de transformación.

H: El único que hay.R: Es el único para los sectores populares, la derecha no necesita la política, al contra-rio no la quiere, para qué. Si tiene el poder

grandes expectativas ha despertado su visita a brasil. los encuentros de la juventud en ese país son maravillosos. las Madres lo sabemos porque hemos participado de esos encuentros.El 5 de julio de 1980 fuimos recibidas por el Papa Juan Pablo II. Nos recibió, en el estadio del gigantinho, a 20 Madres de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, ante una multitud de jóvenes que nos aplaudió de pie en el estadio.Fueron cinco días inolvidables en Porto Alegre, atendidas por todos los parlamentarios y, sobre todo, por un gran hombre que es Jair Christie, un abogado que dirige una comisión de derechos humanos.las Madres le queremos decir, Papa Francisco, que estamos mirando con mucha atención todas sus intenciones de transformar, en parte, el poder del Vaticano.Nos sentimos satisfechas ante muchas de sus actitudes. lo leemos, lo miramos, escuchamos sus palabras, pero sabemos que hablarles a los jóvenes en un país tan enorme como brasil, ir a las favelas, no es poca cosa.

Como le dije antes, peleemos por un mundo en donde no haya pobres. luchemos por la justicia, por la libertad, por la igualdad, la inclusión, por el amor y la esperanza. las Madres estamos convencidas que en lugar de luchar contra la pobreza hay que luchar contra la riqueza.Este mundo no puede ser de unos pocos, tiene que ser de todos nosotros.Desde aquí, desde la Casa de las Madres, les quiero mandar, a todos los jóvenes del mundo que van a participar de este encuentro, el abrazo más grande. ustedes, los jóvenes de hoy, pasaron a ser nuestros hijos. Nuestra lucha es por ustedes y para ustedes. Queremos felicitar a la presidenta de brasil, a esa Dilma querida, por recibirlo como estoy segura que lo van a recibir. Siempre nuestra lucha ha sido a través de la esperanza, como ve, no la hemos perdido tampoco con usted.Desde buenos Aires, abrazamos a todos aquellos que participen con grandes expectativas en todo los actos que usted conduzca. gracias, por ahora, y permítame que lo abrace.

La carta de Hebe por eL encuentro de La Juventud

económico, el poder mediático, muchas veces tiene el poder militar, el eclesiástico. Pero nosotros lo único que tenemos es la política. Esa política tiene que convocar a millones porque las grandes transformacio-nes las producen movimientos populares que necesariamente son contradictorios.

H: Y necesitan tiempo.R: Necesitan maduración, procesar las contradicciones. No hay movimientos puros. A nosotros nos ha convencido la lucha que se dio en el 2008 contra las corporaciones agrarias. A la posibilidad de una transformación profunda, noso-tros la llamamos socialismo, palabra que debemos agradecerle a Chávez que haya recuperado. Pero no significa copiar. Ma-duro tuvo una expresión muy interesante, dijo: “Nosotros como militantes nos he-

mos formado leyendo a Marx, a Lenin, a Trotsky. Vino Chávez y nos compuso la cabeza”. No para que dejasen de leer esos instrumentos de conocimiento de la reali-dad fundamentales, sino porque hay que construir desde abajo, desde la propia rea-lidad histórica, popular. Si no es una im-posición de arriba y eso nunca es liberador ni puede durar. Como decía el Che Gue-vara, los gérmenes del socialismo están el pueblo. Los gérmenes de lo mejor están el ser humano, también los de lo peor. Esta-mos en una construcción formidable que es la de la Patria Grande, que tiene fuer-za, tiene poder -lo ha demostrado- tiene debilidades, ha sufrido derrotas. Hay que agradecer poder vivir en una época en que podemos mirar como proyecto posible el de la Patria Grande. Es lo más grande que nos puede pasar.

8 . Ni un paso atrás

la opción por los pobres

CUANDO LA IGLESIA ES EL OTRO

¿Qué lleva a un sacerdote a optar por los pobres? Es una pregunta que nos hacemos cada vez que observamos las prácticas de los curas que eligen caminar junto a su

pueblo. Nos lleva a pensar en la instancia de formación que transitan los seminaristas, muy especialmente aquellos que optan por trabajar en barrios vulnerables.

Por Sandra Conte

¿Qué prácticas cotidianas forjan a es-tos habitantes de lo popular? Pensando en cuáles son las experiencias que ha-cen que, más allá de las estructuras ins-titucionales, algunas personas decidan construir una religión viva y actuante. Para conocer un poco más acerca de la formación de seminaristas en el contex-to actual, consultamos al Pbro. Ignacio blanco, de la Diócesis de Quilmes.

¿Qué particularidades tiene o debería tener la formación de un seminarista para trabajar en contextos vulnerables?

la formación actual en los seminarios busca integrar (o al menos es lo que po-demos leer en sus documentos orienta-dores) cuatro dimensiones: la dimensión humana, con la correspondiente madu-rez psicoafectiva y la capacidad para la

construcción comunitaria; la dimensión espiritual, la dimensión intelectual y la dimensión pastoral o apostólica. Cua-tro áreas o dimensiones de la vida que fueron profundizadas en el documento de Juan Pablo II, “Pastores dabo vobis”, referido a la formación en los Semina-rios. Innumerables son los escritos que refieren a esta formación; pero, a mi en-tender, el desafío de ser cura en medios vulnerables propone interrogantes.

El primero es develar qué imagen de cura o identidad presbiteral persigo: ¿un cura dedicado “a las cosas” de Dios, se-parado de la vida cotidiana del pueblo?; ¿un cura o “sacerdote del templo”?; ¿un cura solidario con la “angustias y las es-peranzas” de la humanidad, cercano a la vida cotidiana de su pueblo? Todavía esta identidad presbiteral es motivo de

discusiones al interno eclesial.En segundo lugar, y de acuerdo a la

imagen de cura, se propone una forma-ción teórico-práctica. Y en este punto también creo que hay tela para cortar. ¿Cómo se puede preparar una persona para el trabajo en contextos vulnerables a partir de una estructura formativa como la del Seminario que provee de todo al seminarista? Ni qué decir de jóvenes que provienen de contextos vulnerables y, al paso por el seminario, se “descla-san” y su horizonte es “ir a estudiar a Roma”, como testimoniaba amargamen-te un formador latinoamericano en un encuentro al que pude asistir. Si bien es cierto que, en mi etapa de formador, he acompañado a jóvenes de sectores muy pobres ingresando al Seminario de Quil-mes; y que han logrado mantener una

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la opción por los pobres

clara opción por los pobres y un deseo profundo de jugarse en ese sentido, no creo que la estructura como tal favorezca esta decisión.

En tercer lugar, quiero indicar un ele-mento configurador de la formación que a mi juicio es determinante: el trabajo. Me parece que la dimensión del trabajo es una clave madurativa necesaria en toda formación. El Seminario, tal como lo conocemos, es una estructura del si-glo XVI que se fue aggiornando, pero que sigue siendo un reservorio alejado de las problemáticas y las necesidades de nuestro pueblo.

¿Qué herramientas son necesarias para una tarea como ésta? ¿Alcanza con la fe?

Entiendo que una tarea de entrega generosa en medios vulnerables requie-re el impulso de la fe, de la capacidad de sostener la utopía, de una mirada “místi-ca” en el sentido más genuino. Pero ese “motor” de la vida necesita ser equipado de otros instrumentos.

No alcanza una “vida de oración” para decodificar los innumerables sentidos que propone la complejidad de la pobreza. Necesitás una construcción más interdis-

ciplinar, mayor apertura a otros saberes que no son sólo los filosófico-teológicos.

Pero donde ciertamente el sujeto de la formación puede ser más vulnerable es en su dimensión humano-afectiva. la experiencia de la fragilidad emocional; las heridas narcisistas por las derrotas o los fracasos; la necesaria crisis de los moldes de la formación en su colisión con la realidad; la irrupción de la ternura y el encuentro con la mujer en el trabajo pastoral cotidiano proponen al novel sa-cerdote repensarse una y otra vez.

la vulnerabilidad del medio se con-vierte en un espejo de la vulnerabilidad interior y hay que asumirla. o irse.

También me parece clave un mayor desarrollo de la lectura política de la rea-lidad. lograr una síntesis de fe y política sigue siendo una deuda de nuestra for-mación.

¿Cómo se construye desde la etapa de for-mación el sujeto con el que van a trabajar, el "otro" villero, marginal, pobre?

Como dije antes, la percepción del “otro” queda supeditada a la experiencia concreta del compartir esa realidad.

En Quilmes, gracias a Dios,

contamos con experiencias que acer-can al seminarista con la realidad de la persona en situación de vulnerabilidad: la Carpa Misionera, los encuentros de evangelización popular, las misiones ba-rriales.

Pero me parece que hay una pregun-ta siempre de fondo: ¿el pobre es desti-natario o sujeto de la acción pastoral?; ¿nuestras prácticas están pensadas desde la prioridad del po-bre o son planifica-ciones de

Obispado de Quilmes. vicaria de Ministerios: Carlos Pellegrini 3280 (1879) Quilmes Oeste, provincia de buenos Aires. tel.:

(011) 4250-2323. [email protected] Facebook: Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.

“¿Cómo se puede preparar una persona para el trabajo en contextos

vulnerables a partir de una estructura formativa como la del Seminario que provee de todo al

seminarista?”

10 . Ni un paso atrás

escritorio?; ¿el pobre es alguien a quien voy a ayudar o me dispongo a intentar un “ascenso a lo popular” como decía Cami-lo Torres?

¿Qué aprendizajes no se construyen en el seminario? Y en ese caso: ¿dónde se construyen?

Creo que en general, este “ascenso al pueblo” no se construye en el semina-rio, sino fuera, en el contacto con nuestro pueblo. Así también el valor del trabajo y el contacto con los avatares cotidianos de nuestra gente sólo comienza a ser percibida de verdad en la práctica pas-toral. Hay demasiada distancia, todavía, entre la vida cotidiana de la formación en el Seminario y la vida de nuestro pueblo.

Podríamos sumar a esto la realidad económica de los curas: no es igual la vida y el ministerio en un medio pobre, marginal; que en una parroquia céntrica. la lucha por la subsistencia hace que el cura comience a dimensionar las con-tradicciones e injusticias no sólo de la sociedad en que vive, sino de la misma institución eclesial.

¿Qué cambios notás con respecto a la enseñanza de otras épocas?

Hay un esfuerzo de acercar la forma-ción a la realidad, pero entiendo que el Seminario como tal es una estructura que necesita ser seriamente cuestio-nada. También entiendo que con esto se juega no sólo la lucha por la identidad del cura; sino también la búsqueda

de otra imagen de Iglesia y una profunda deuda que sostiene la Institución con el mundo de los pobres para el que Jesús tuvo predilección.

¿Cómo les enseñan a enfrentarse a la complejidad y diversidad de los territo-rios, particularmente desde Quilmes?

Desde el Seminario de Quilmes se intenta que los seminaristas, además de su formación académica, logren un acer-camiento pastoral a través de la práctica durante los fines de semana en parro-quias y capillas distintas.

Además, se los anima a la misión permanente en medios populares. Como dije, la Carpa Misionera, los encuentros de evangelización popular, las colonias de vacaciones para los pibes más pobres de nuestros barrios, son algunos de los medios que contamos para acercar a los seminaristas a la realidad de vulnerabi-lidad.

Desde este año, el Seminario sostie-ne una experiencia de cuatro seminaris-tas mayores que conviven como comuni-

dad en la zona de la Ribera de Quilmes, asistiendo pastoralmente esa realidad compleja de la Diócesis.

Si algo caracteriza a nuestro tiempo es la capacidad que nos hemos dado co-lectivamente de revisar aquellas institu-ciones que habían quedado ancladas en un pasado para algunos, más feliz, para otros, menos, pero que permanecían en uso entre nosotros casi como por inercia. Saludablemente parece haber llegado la hora de cuestionar, en el sentido de inte-rrogar por la vigencia de sus prácticas a todas ellas y lo más potencialmente fértil parece ser que los mismos sujetos que las conforman sean quienes lo hagan. Vivimos buenos tiempos.

Seminario

“Cristianismo revolucionario, política y sociedad”

Programa 1. los distintos procesos políticos en América latina y el aporte del Cristianismo Revolucionario2. El debate sobre el poder. Construcción del poder popular3. Educación Popular, Tl, cine y militancia.4. Cristianismo y marxismo en América latina. El cruce entre Jesús, Marx y Freüd5. Cristianismo y Movimientos revolucionarios en América latina. Iglesia y Derechos Humanos

Docente: Rubén Dri y colectivo Teología de la liberación “Pichi Meisegeier”Día y horario: Miércoles de 17 a 19 hs.Duración: 5 encuentrosInicio: Miércoles 18 de septiembreSecretaría de Extensión universitariauniversidad Popular Madres de Plaza de Mayo

“La vulnerabilidad del medio se convierte en un

espejo de la vulnerabilidad interior y hay que asumirla. O irse.”

la opción por los pobres

Ni un paso atrás . 11

Un Papa de gestos desafiantes

Por Fortunato Mallimaci*

Sin proyecto a la vista de transformación

estructural

Un Papa de gestos desafiantes

El catolicismo es un mundo… así decía el principal investigador del cato-licismo contemporáneo Emile Poulat en un libro de título memorable cuyo subtí-tulo era “eclesiosfera”. Y sí, es una ins-titución, un movimiento, una cultura, un imaginario dentro del cual conviven múl-tiples y diversos catolicismos.

la renuncia de benito XVI a su cargo de “sumo pontífice” es el signo visible de la crisis profunda de ese catolicismo ro-mano y del fracaso de construcción de un tipo de ingeniería simbólica e institucional para regular, centralizar y mantener el poder luego del “cimbronazo” de las refor-mas del Concilio Vaticano II en los 60.

El gran tema que desde numerosos lustros recorre al mundo católico sigue siendo qué hacer frente a la modernidad capitalista del Dios mercado, Dios dinero y Dios imperio. Modernidad que secula-rizó produciendo sus propias religiones. Adaptarse, conciliarse, enfrentarse y ne-garse fueron y son posibles caminos que el mundo católico viene realizando. Des-de el liberalismo es pecado mortal del siglo XIX; al comunismo intrínsecamente perverso del siglo XX y al actual enfrenta-miento en el siglo XXI al relativismo, he-donismo, consumismo y constructivismo -especialmente de género- hay una pro-funda continuidad en las líneas centrales que provienen del “magisterio” y el caris-ma romano. Hay otros catolicismos como el burgués, el místico, el emocional pero subordinados a ese catolicismo integral.

Dado que la modernidad latinoame-ricana se construyó con un fuerte entra-mado entre los universos simbólicos polí-ticos y religiosos -en especial católicos- el impacto de que un especialista católico argentino llegue a un puesto de poder “universal” como es el ser Papa, lo con-vierte en un significativo actor político-religioso en la región y en cada estado nación. No se trata de un mero acto de razón instrumental (vínculos entre jefes de estados latinoamericanos con el jefe de estado del Vaticano) sino que actúa sobre las creencias y representaciones políticas - cristianas de la gran mayoría de los partidos políticos y grupos dirigen-ciales que gobiernan en la región. No es sólo la “utilización política de lo religioso

y la utilización religiosa de la política”, son las creencias y subjetividades de compartir imaginarios y universos simbó-licos lo que los lleva a estar juntos en la supuesta “construcción del bien común”, concepto de tradición católica y tomista si los hay. la construcción de la Patria grande de inspiración católica es una tentación para unos y otros.

Juan Pablo II expandió el carisma de función papal a la mayoría de los rinco-nes del mundo. Visitó 129 países y se calcula que lo vieron, tocaron y sintieron cerca, casi 600 millones de personas. benito XVI lo expandió desde su función intelectual y dogmática. Ambos homo-geneizaron ideológicamente – dado los largos años que gobernaron- a todos los responsables del catolicismo universal. A ese “dinamismo desde arriba” se lo acompañó con la creación y revitaliza-ción de “nuevos movimientos religiosos” desde abajo como los de inspiración ca-rismática, espiritual, social o empresarial . Sin embargo todos estos esfuerzos no revitalizaron la institución. la raciona-

lidad restauradora y los escándalos de los especialistas y los nuevos movimien-tos de la Iglesia Católica –denunciados públicamente los últimos días de papado por el propio benito XVI con una crudeza no conocida en esos ambientes – forman parte de un mismo proyecto y es lo que ha explotado y minado la credibilidad en la institución. En la Argentina, en los últimos años, decenas de especialistas religiosos (varones y mujeres) abandona-ron sus puestos: unos castigados, otros llamados al orden y expulsados; otros hartos de no encontrarle sentido a la vida eclesial. los malestares –como re-sumía un notable teólogo argentino- son de “inadecuación, de extrañeza y de falta de reacción pastoral” y por eso pedía ur-gente “algo inédito, creativo y audaz”. No hubo respuestas. En nuestro país no visi-tó ni se solidarizó con los organismos de DDHH ni con las víctimas del terrorismo de estado, ni como arzobispo de buenos Aires, ni como presidente de la Confe-rencia Episcopal Argentina. Su prioridad fueron las víctimas inocentes. Sigue sien-do una asignatura pendiente.

Argentina es hoy un claro ejemplo de la lucha por las interpretaciones: hay tantas lecturas del Papa como intereses cultura-les, políticos y económicos hay en juego. la mayoría de los líderes políticos buscan la foto, la carta, el llamado telefónico, el afi-che y la cercanía. los grandes diarios ha-cen los mismo publicando libros y revistas con su foto y obsequios “religiosos”. Cada uno hace suyo el sueño del Papa “propio”.

Es innegable que si la persona “un-gida” le agrega gestos, actos, movimien-tos, palabras, mediaciones, o sea su propio carisma personal hecho habitus en tierras lejanas - ayer en Polonia, hoy en el fin del mundo-, lo mediático lo to-mará y lo expandirá hasta el infinito. Los tiempos carismáticos del líder del catoli-cismo no son iguales a liderazgos políti-cos o culturales dado que provienen de la larga historia, son densos y profunda-mente cargados de poder simbólico re-forzado por la misa mediática celebrada con 6000 periodistas y cámaras a nivel mundial solamente para esta persona. En sociedades mediáticas globales como las que vivimos, en plena búsqueda de lo

Argentina es hoy un claro ejemplo

de la lucha por las interpretaciones: hay tantas lecturas del

Papa como intereses culturales, políticos y económicos hay en juego. La mayoría de los líderes políticos buscan la foto, la carta, el llamado

telefónico, el afiche y la cercanía.

Un Papa de gestos desafiantes

extraordinario, su figura, presencia, fama y testimonio prevalece sobre el resto del mundo católico que es ninguneado.

Eso sucedió con las importantes ex-presiones críticas católicas que buscan ampliar el derecho y la justicia para to-dos los ciudadanos y ciudadanas, en co-munidades de base, en las luchas de los movimientos sociales por vivienda, tierra, derechos lgbT, de las mujeres, los niños, los ancianos, etcétera y que fueron igno-

radas en el reciente viaje a brasil por la autoridad papal que, al no nombrarlas, invisibilizó esa diversidad de experiencias también a nivel de la prensa. He aquí otro fenómeno a tener en cuenta.

los gestos simples, sus testimonios críticos – en el cual se destaca la visita a la isla de lampedusa en Sicilia para so-lidarizarse con los inmigrantes africanos que mueren o son dejados morir cuan-do intentan llegar a Europa- y palabras

inclusivas – como tener misericordia y compasión con cualquier persona – han creado un clima de expectante espera en un mundo católico cansado de condenas y reprimendas. Pero eso no alcanza pues aún no ha comenzado a realizar accio-nes que muestren el rumbo de su pro-yecto para el catolicismo. Sus palabras también comienzan a ser cuestionadas. Cuando se le preguntó sobre la ordena-ción de mujeres y dijo que el tema estaba cerrado, produjo numerosas reacciones en contra en el movimiento de teólogas católicas. Cuando habló del diablo, nu-merosos teólogos lo criticaron.

Como papa tendrá entonces que definir sus prioridades estructurales en el mundo católico realmente existente y teniendo en cuenta los otros mundos. Sanear la curia, un banco y perseguir a los que cometen delitos de abuso sexual, no es un proyecto sino cumplir con las normas mínimas de toda gestión transparente. Quizás sea ha-cer algo para que todo siga igual.

las grandes expectativas que él mis-mo ha creado le urgen a mostrar cuáles son los caminos para llegar a su pro-puesta de “Iglesia pobre y de los pobres”. ¿Quiénes son esos pobres y como llegan a ser protagonistas de la historia? ¿Será con los movimientos hegemónicos hoy en Roma como Comunión y liberación, opus Dei, Movimiento de Focolares, Comuni-dad de San Egidio, Renovación en el Espí-ritu Santo o hay o habrá otros? ¿Será una apuesta a la pluralidad y a la diversidad? ¿Será haciendo memoria de los mártires de América latina asesinados por dicta-duras cívico-militar-religiosas? Prioridades que debe comenzar a plantear urgente y sumar a aquellos grupos y personas que él quiera que lo acompañen en esa mi-sión. ¿Existirán esas personas y grupos? ¿Formará equipos? Ha repetido todas las veces que ha sido consultado que su pro-puesta es la prolongación de lo realizado por Juan Pablo II y benito XVI. En esto ha sido consecuente.

Comprender hacia donde va esa insti-tución con su cultura, sus imaginarios, sus subjetividades y sus sociabilidades múlti-ples no nos puede dejar indiferentes.

*ubA/CoNICET

Las grandes expectativas que él mismo ha creado le urgen a mostrar cuáles son los caminos para llegar a su propuesta de “Iglesia pobre y de los

pobres”. ¿Quiénes son esos pobres y como llegan a ser protagonistas de la historia?

Una mirada desde la teología de la liberación

14 . Ni un paso atrás

Por Frei betto*

Expresión de la vivencia y de la inteligencia de la fé cristiana de los pobres, la teología de la liberación insiste en priorizar el don de la vida como manifestación suprema de Dios, sobre todo en un contexto en que la opresión produce tantas formas de muerte,

como es el caso de América Latina. Ella resiste también a aquellos que pretenden vaciar el don teologal de la esperanza proclamando "el fin de la historia", como si el

futuro pudiese ser encarado como mera extensión del presente.

Asegurar la fé cristiana como buena noticia para los pobres es la señal, por excelencia, de fidelidad de la

Iglesia a Jesucristo - criterio suficien-te para determinar quién se aleja o se aproxima a la propuesta evangélica.

Si algunos sectores de la teología de la liberación ahora se retraen, no es de-bido a la caída del Muro de berlín, que sin duda impone serias reflexiones a to-dos los que buscan un modelo alternati-vo de sociedad, cristianos y no cristianos. la razón reside en las presiones oriun-das de sectores del centro de poder en

la Iglesia Católica, que se empeñan en la restauración de la hegemonía institucio-nal, en detrimento de las Iglesias loca-les, de los avances representados por el Concilio Vaticano II y de la evangelización inculturada.

En los últimos años, además de las advertencias formuladas por el cardenal Ratzinger en dos Instrucciones, algunos teólogos sufrieron reprimendas y cen-suras sin que, sin embargo, haya sido apuntada en sus obras ninguna formula-ción doctrinaria contraria a la ortodoxia romana. lo que incluso constituye una

situación curiosa: se acusa a la teología de la liberación de ser "ideológica" y, al mismo tiempo, se emiten sobre ella críti-cas ideológicas, sin fundamentos doctri-narios consistentes.

la colección de obras teológicas en la óptica de la teología de la liberación,

Desafíos a la iglesia en América Latina

Se acusa a la teología de la

liberación de ser "ideológica" y,

al mismo tiempo, se emiten sobre

ella críticas ideológicas, sin fundamentos doctrinarios consistentes.

Ni un paso atrás . 15

Una mirada desde la teología de la liberación

cuyos primeros ejemplares llegaron a ser editados simultáneamente en diferentes idiomas, entró en un impasse. Algunos episcopados prohibieron a editoriales católicas proseguir con su publicación y Roma ajustó los criterios de concesión de imprimatur por la multiplicación de instancias que deben juzgar cada nuevo escrito. Tales hechos evidencian algo más profundo: la confrontación entre diferen-tes concepciones de Iglesia. En síntesis, un modelo jerárquicamente centralizado, universalmente reproducido, volcado a los pobres en una postura asistencialista; y, otro, fundado en la "comunión y parti-cipación" (Puebla), inculturado, inserto en el esfuerzo de liberación de los pobres y, como la Iglesia primitiva, teniedo el mis-mo rostro de los fieles que la integran en cada nación o etnia.

Aun si no hubiese ese contrapunto y la teología de la liberación permanecie-se en total silencio, hay cuestiones que se imponen al poder romano como con-secuencia de la nueva coyuntura inter-nacional. No se puede ignorar el factor cultural en África, en Asia y en América latina; la urgencia de una teología mo-ral actualizada; los avances de la bio-genética; la transnacionalización de la economía; la miseria que afecta a más de la mitad de la población del globo; e, inclusive, los nuevos vientos democráti-cos que no dejan de cuestionar el perfil imperial adoptado por la Iglesia Católica a partir del siglo IV. unanse a eso ciertas

cuestiones polémicas que ni el Sínodo de 1990 conseguió evitar: el fin del ce-libato sacerdotal y la ordenación de las mujeres.

En el esfuerzo de tratar los valores culturales sin partir de sus raíces es-tructurales e históricas, ciertos sectores eclesiásticos parecen no querer asumir la modernidad. Aun no se acostumbraron al hecho de que los fieles - pobres, sin escolaridad, impelidos por la sabiduría de la vida y el Espíritu - participen de la vida de la Iglesia y de la reflexión teológi-ca, com un amor que, por ser auténtico, no deja de ser crítico. Para quien vive en una institución cerrada – a semejanza de los antiguos partidos comunistas del Este europeo - la transparencia es siem-pre incómoda.

ocurre que el mundo se transformó en una pequeña aldea y - así como lo que pasa en Kuwait interfiere eb la vida de quien vive en Argentina, en Canadá o en la Polinesia - no hay más posibili-

dad de erguir Cortinas de Hierro o de bambu, impidiendo que los medios de comunicación penetren. Parafrasean-do el Evangelio, ahora la casa no tie-ne más tejado, el ojo electrónico capta todo y socializa las informaciones, in-clusive las que circulan en las esferas eclesiásticas.

la renuncia del papa benedicto XVI y la elección de un papa latinoamerica-no, el cardenal bergoglio, que adoptó el nombre emblemático de Francisco, indican cambios de la Iglesia Católica. Todavía es temprano para afirmar cuan profundos serán. El hecho es que los pobres esperan que el nuevo papa sea fiel al nombre adoptado y a la propuesta evangélica de Jesús, que vino “para que todos tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10, 10).

* Escritor, autor de la novela “un hombre llamado Jesús” (Editorial Caminos, la Habana),

entre otros libros.

Aun no se acostumbraron al hecho de que los fieles - pobres, sin escolaridad, impelidos por

la sabiduría de la vida y el Espíritu - participen de la vida de la Iglesia y de la reflexión

teológica, com un amor que, por ser auténtico, no deja de ser crítico.

Por Eduardo de la Serna *

Lo importante es el papado, no el Papa

16 . Ni un paso atrás

Hacer un comentario sobre el Papa y el papado no siempre resulta fácil, especialmente

porque se mezclan cosas, y –además- porque es necesario conocer los oyen-tes-lectores para estar seguros que al decir algo, decimos/leemos lo mismo. Por ejemplo, ¿qué se lee cuando se lee Iglesia? Porque muchos entenderán ins-titución, otros entenderán obispos, otros entenderán templos, y otros una comuni-dad creyente. Decir que durante la dicta-dura las iglesias se cerraron es verdadero si entendemos templos (particularmente los céntricos, porque eso no vale para la Santa Cruz), bastante verdadero si nos referimos a los obispos (porque unos po-cos fueron receptivos y comprometidos con el dolor y las víctimas), y nada exacto si nos referimos a la comunidad creyen-te que padeció miles de víctimas entre laicas/os, religiosas/os, curas y hasta obispos.

Por tanto, entrando en tema, es impor-tante saber qué entendemos por Papa, y por papado. Es evidente que en la larga historia de la Iglesia hubo Papas maravi-llosos y Papas perversos; también es evi-dente que cada cosa debe evaluarse y mi-rarse en su tiempo, porque el anacronismo es una peligrosa herramienta de análisis; y también es cierto que mirar las cosas en nuestro tiempo nos quita muchas po-sibilidades de analizar de un modo más panorámico. Pero no podemos leer sino

desde nues-tro aquí y aho-ra, y es desde él que podemos –con cierta caute-la- mirar el papado de Francisco.

Creo que lo primero que llama la atención es el contraste. Evidentemente Francisco es muy distinto de benedicto XVI. Ratzinger desde que se ordenó de cura vivió toda su vida detrás de un escri-torio, fue un brillante profesor e intelec-tual, pero sin ninguna calle. No tuvo ex-periencia pastoral, es decir, no tuvo que escuchar y compartir la vida y la muerte cotidiana de los varones y mujeres de su ambiente, no tuvo que poner el oído a los llantos y risas del pueblo; miraba la reali-dad desde los libros; bergoglio –en cam-bio- caminaba las calles, iba a los barrios, se sentaba en confesionarios… si algo tiene es calle. Y sin duda alguna, eso se percibe: habla el lenguaje de la gente, no el de los libros. Sabe bien que para el co-mún, no importa tanto qué piensa o qué dice este cura, sino que vino a mi casa, y tomó mate conmigo. Ese contraste se acentúa en otros gestos que se perciben fácilmente, desde los zapatos hasta el saludo, desde la sonrisa hasta el abrazo a niños y enfermos, desde el ropaje hasta los gestos simples, se trata de cercanía, sencillamente. Y sería muy pobre y muy discutible antropológicamente negar la

importancia y lo positivos que son los gestos y signos. los se-res humanos nos manifestamos más por signos que por palabras, y si algo caracteriza el papado de Francisco son los gestos. Y si algo caracterizó a benedicto XVI fue la

¿CaMBIa la IGleSIa?

La Iglesia no debe seguir dependiendo del Papa, que no es el jefe de la Iglesia, ni su santidad, ni el vicario de Cristo. El Papado no tiene por qué ser una monarquía absoluta, un Jefe

de Estado, un Dios en la tierra. Pero eso ocurre todavía.

Lo primero que llama la atención es el contraste. Evidentemente Francisco es muy distinto de Benedicto XVI. Ratzinger no tenía calle; Bergoglio, sí.

¿CaMBIa la IGleSIa?

ausencia de éstos, o algunos pocos muy espantosos (zapatos, gorros, ausencia de sonrisas, distancia…).

otro elemento importante para el aná-lisis tiene que ver con su ser latinoame-

ricano. los dos papas ante-riores vinieron del frío, y eso trajeron a la Iglesia: invierno. Con los matices propios de cada cultura, los latinoame-ricanos tienen una calidez muy distinta. Y una calidez que llama la atención y sor-

p r e n d e en otras

partes. Si pro-vocará un deshielo

en la Iglesia es dema-siado pronto todavía para

saberlo, hay gestos que invi-tan a esperarlo, aunque otros no insinúan demasiados cam-bios más que de formas. Pero precisamente ese ser latino-americano debería ponernos en alerta a la hora del análisis: muchos comentan o se pregun-tan qué dirá o hará sobre los homosexuales, anticoncepción, aborto, divorcios, los derechos de las mujeres, que si bien son temas importantes (y debemos celebrar cada paso adelante) no son temas esenciales en el Tercer Mundo, donde es más urgente el hambre, la pobreza, la “muerte antes de tiempo”, la violencia. un ejemplo para que se me entienda: le pregunté a una teóloga feminis-ta colombiana, que con toda jus-ticia pelea por un lugar más justo

de la mujer en la Iglesia: “¿Qué preferís, que la mujer pueda llegar al sacerdocio o que se acabe el conflicto en Colombia?”. “Sin ninguna duda el fin del conflicto”, contestó. A eso me refiero, a que hay te-mas importantes, pero hay otros temas más urgentes; y desde el Primer Mundo se vuelven mucho más difíciles de mirar o escuchar, especialmente cuando no se escuchan los llantos y las risas sino que se lee la realidad desde los libros, o desde el etnocentrismo europeo. En este sentido que en la Jornada Mundial de la Juventud,

el Papa no haya dicho

una palabra sobre esos te-

mas que impor-tan en Europa,

resultó positivo (especialmente

cuando el Arzobis-pado de Rio de Ja-

neiro había prepa-rado un digesto indigesto

de moral para los peregrinos). Pero mirar el papado –si quiere ha-

cerse desde una perspectiva amplia- debe tener en cuenta que hay temas intraeclesiales que son importantes en la Iglesia, otros de la misma Iglesia en su relación con la sociedad, y otros que la sociedad está mirando a ver cuáles son las respuestas o acciones, ¿de qué temas habla a la sociedad? ¿Cuáles son sus prioridades? Dos ejemplos de esto: la reforma –urgente- de la curia vaticana, no parece fundamental vista desde afue-ra, aunque afecte particularmente a la gente (porque es la curia la que nombra obispos, la que se relaciona con gobier-nos, por ejemplo); los casos de pedofilia –también urgentes- son un gravísimo es-cándalo y delito hacia la sociedad, han mejorado mucho en su tratamiento y búsqueda de transparencia y justicia con benedicto XVI y es de esperar que esto continúe y se profundice todavía más.

Pero en lo personal –y más allá de esto o lo otro que pueda decirse del pa-pado de Francisco- creo que hay algo que se analiza poco, y que entiendo que es fundamental en este tema y frente a lo

cual todo lo demás es accesorio: el papa-do. Porque la Iglesia no puede –no debe- depender del Papa, éste no es el jefe de la Iglesia, ni su santidad, ni el vicario de Cristo. Entonces, no debería ocurrir que sea fundamental si el Papa es maravillo-so o perverso para que la Iglesia esté en invierno o primavera. Pero eso ocurre. Y precisamente por eso, creo que lo que debe cambiar es el papado. lo teológica-mente preciso sería preguntarse ¿Cómo debe ser el ministerio de Pedro? ¿Cómo es el Papa que Jesús quería, si es que lo quería? ¿Qué dice la biblia sobre Pedro? Y después de esto –que es lo fundamen-tal, lo sin lo cual no- mirar el presente, la realidad que nos toca y ver cómo eso que Pedro es se puede vivir mejor hoy. El Papado no tiene por qué ser una monar-quía absoluta, un Jefe de Estado, un Dios en la tierra. Y esta reforma profunda del papado no parece –al menos visiblemen-te- que esté en curso, y entonces, el papa actual (y el que venga) será maravilloso o será el peor de todos, pero no se estará dando respuesta a lo fundamental en la Iglesia.

* Coordinador del grupo de Sacerdo-tes en opción por los Pobres

Ni un paso atrás . 17

Lo teológicamente preciso sería

preguntarse ¿Cómo debe ser el ministerio de Pedro? ¿Cómo es el Papa que Jesús quería, si es que lo

quería? ¿Qué dice la Biblia sobre Pedro?

18 . Ni un paso atrás

la MUJeR Y la IGleSIa

“Hubo alguna apertura,pero casi todo sigue igual ”

Ivone Gebara es monja y feminista. Su apoyo público al aborto le valió la condena de la jerarquía eclesiástica. Escritora, teóloga y

filósofa, la brasileña hace un repaso de su vida relegiosa, y aborda la problemática de una relación siempre compleja: la mujer y la Iglesia.

Entrevista: l. g. I.

-¿Cómo surgió su vocación religiosa?-Es muy difícil precisar todos los ele-

mentos que marcaron una elección de juventud. Somos seres muy complejos. lo que puedo decir es que desde joven yo tenía mucha inquietud y preocupa-ción con el sufrimiento humano. Siempre me preguntaba si no era posible cambiar las cosas para que la gente, sobre todo los más pobres, no sufran tanto. Muchas historias de sufrimiento de gente cerca-na y lejana habitaron mi vida. Yo pensa-ba que algo debía hacer para aliviar las injusticias y sufrimientos. También, para mí algunas personas parecían ser más sensibles que otras para acciones de so-lidaridad y búsqueda de justicia y mucha de esta gente estaba en la Iglesia Cató-lica. Con esto en mi mente, conocí a las hermanas de mi Congregación cuando era estudiante de filosofía. Percibí algo de su manera de vivir y de su lucidez polí-tica y religiosa. Estábamos en tiempos de dictadura militar en brasil. Entonces, en contra de la voluntad de mi familia cuan-do terminé el curso de filosofía con 22 años entré para la vida religiosa. Era un camino para intentar vivir en lo que creía y en lo fundamental he podido vivirlo con libertad.- ¿Qué soñaba hacer cuando se ordenó?

-Nosotras hacemos votos de pobreza, castidad y obediencia pero no somos or-denadas como los sacerdotes. Hay una diferencia. Yo quería una vida de compro-miso con los más pobres para cambiar el mundo marcado por tantas injusticias. Quería también un grupo para apoyarnos mutuamente y quería algo litúrgico con bellas celebraciones que podrían tocar el corazón humano e invitarnos a querer la belleza. Querer la belleza tiene que ver con querer la justicia pues ambas viven en la profundidad del ser humano.-¿Cuál es la historia de la congregación a la pertenece?

-Pertenezco a la “Congregación de las hermanas de Nuestra Señora”, una congregación de origen francés fundada en los fines del siglo XVI. La fundadora de mi Congregación era una mujer frágil y fuerte, Alix le Clerc, aunque la presen-taron muchas veces como débil y some-tida a la voluntad de la Iglesia jerárquica. Se dedicó con otras compañeras a la educación de las niñas pobres en aquel tiempo bastante abandonadas. También se descubrió, recientemente, su compro-miso con algunas jóvenes abandonadas por sus familias y su proximidad con al-gunas mujeres que en aquel tiempo eran sospechas de brujería. Tenemos también

un fundador que era el cura de la parro-quia donde vivía Alix. Se llamaba Pedro Fourier y después de su muerte fue ca-nonizado santo.- ¿Cuáles son los fundamentos eclesiás-ticos por los cuales las mujeres no pue-den ejercer el sacerdocio ni el Papado?

-La teología oficial de la Iglesia Católi-ca sigue afirmando que la razón principal es que Jesús sólo eligió a hombres como apóstoles. Y por eso la representación pública del divino en la Iglesia Católica Romana es sólo masculina. Esta interpre-tación es fruto de un tipo de lectura del Nuevo Testamento bastante fundamen-talista y subraya demasiado la sociedad patriarcal. Todavía los jerarcas y muchos teólogos incluso laicos no han cambiado la manera de leer los textos bíblicos ni la tradición para ver a las mujeres en la Iglesia. Hubo alguna apertura pero se puede decir que desde el punto de vista de las órdenes y representaciones públi-cas todo sigue igual.

¿Son cuestionados? ¿Por qué sectores de la Iglesia?

-Por supuesto que son cuestionados sobre todo por nosotras, las mujeres. Hace más de treinta años que existe el Movimiento por la ordenación de las Mu-

Ni un paso atrás . 19

la MUJeR Y la IGleSIa

jeres en la Iglesia Católica y hasta hay alguna ya ordenadas por algunos pocos obispos que son abiertos a esa proble-mática. Estos obispos no muestran la cara oficialmente y por eso las cosas no cambian como se espera. El Vaticano considera estas ordenaciones inválidas. Además de eso está el intenso trabajo de las teólogas feministas en todo el mundo que intentan reinterpretar las tradiciones cristianas y subrayar mucho más la di-mensión ética de los textos y menos su carácter marcado por la centralidad mas-culina. las publicaciones de las mujeres en teología, ciencias de la religión, relec-tura de la biblia son numerosas y muy va-liosas para una nueva comprensión del cristianismo. Pena que son poco estudia-das en América latina en los Seminarios y centros de formación religiosa. Tampoco son difundidos en la mayoría de las pa-rroquias ni en las congregaciones religio-sas femeninas. la sospecha, en relación al valor de la inteligencia de las mujeres, parece fuerte aunque se niegue.-¿Es público que usted apoya la legali-zación del aborto? ¿Cómo sostiene esta posición desde el catolicismo?

-Sí, esta es una posición pública que incluso me valió muchas recriminaciones por parte de la jerarquía de la Iglesia y de algunos grupos conservadores. Para mí la cuestión del aborto, más que religiosa es de salud pública. No se puede ignorar la mortalidad materna por abortos mal hechos con consecuencias desastrosas

para la vida de la mujer y de su familia. Aunque una religión no defienda el abor-to para sus fieles ella no puede impedir que el Estado tome las medidas necesa-rias para implementar una salud pública digna. En una sociedad pluralista como la nuestra una religión no puede domi-nar el escenario político y hacer presio-nes sobre los gobiernos. la educación de la consciencia es un valor que tiene que ser desarrollado en diferentes nive-les para que el derecho a decidir pueda hacerse efectivo en medio a las muchas contradicciones de la vida.-¿Cree que Francisco democratizará la Iglesia?

-la historia humana y la historia de la Iglesia Católica son procesos largos y llenos de contradicción. No se puede esperar que Francisco en un corto espa-cio de tiempo transforme una tradición secular teocrática en democrática. él puede sin duda abrir espacios, invitar al diálogo y participación de los fieles, ensayar una nueva forma de gobernar, pero no puede hacer milagros. Además de eso hay que pensar que no todos los fieles católicos quieren democracia en la Iglesia Católica Romana. Hay fuertes grupos y movimientos opositores que sólo ven el Cristianismo en sus formas tradicionales elitistas y jerárquicas. Para ellos esto es casi sinónimo de “sa-grado”. Y estos grupos son muy fuertes y actuantes y representan élites finan-cieras. Sin duda hacen y harán presión

sobre el Papa Francisco. basta leer la prensa internacional para darnos cuen-ta de las presiones existentes.

-¿Cómo cree que impactará en la Iglesia a nivel mundial este Papado?

-Pienso que es todavía muy temprano para hacer previsiones. Además el Papa sólo no puede hacer todo. lo importante es que las comunidades católicas en todo el mundo se sientan con ganas de cam-biar las cosas en la Iglesia y que hagan nuevas propuestas, que discutan, que sal-gan a las calles como el proprio Francisco afirmó cuando visitó Brasil. Las creencias humanas son creencias humanas y por tanto sujetas a cambios y quien las cam-bia es el pueblo creyente y no solamente sus representantes. la posible construc-ción de la democracia en la Iglesia tiene que empezar en los pequeños grupos, en las parroquias, en las universidades, en las escuelas, en los barios, o sea, que cada una, cada uno de nosotros tiene que sentirse agente de sus propias creencias, de su interpretación del Evangelio y de la construcción de la comunidad humana. las creencias no caen del cielo. Nacen de la tierra humana según sus necesidades y éstas cambian como todo cambia. Hay mucho camino a andar para que una Igle-sia plural y más democrática sea posible. Espero que el Papa Francisco tenga inspi-ración y fuerza para hacer cambios pero siempre con el apoyo y la colaboración de la comunidad católica.

la cultura del secreto

Por Marta Vasallo

20 . Ni un paso atrás

Resulta difícil hacer un análisis del sentido de la designación del ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio como Papa

Francisco si ignoramos – como es mi caso y el de tantos otros - las circunstancias y razones de la renuncia de Benedicto XVI. Sólo

podemos intuir allí una reafirmación de esa “cultura del secreto” en que el Vaticano es maestro, adivinar un contexto irrespirable

de coacciones, intrigas y amenazas, graves crímenes ocultos que a cada momento amenazan con emerger a la superficie.

FRANciScO, QUe eS BeRGoGlIo

Ni un paso atrás . 21 Ni un paso atrás . 21

la cultura del secreto

Hay factores que saltan a la vista aun a pesar de esta ignorancia. la Iglesia católica romana nece-

sitaba como del aire para respirar un cam-bio. un cambio en la imagen empañada por crímenes que la cultura del secreto no alcanza para ocultar, entre los cuales los abusos sexuales contra niños y adoles-centes a cargo de autoridades eclesiás-ticas han sido los más difundidos; y un cambio en el estilo de comunicación de la máxima autoridad de la Iglesia católica con sus fieles.

bergoglio aparece en la escena como un caso de excepción: procede de un país “periférico”, perteneciente a América la-tina, el continente católico por excelen-cia. En este continente la Iglesia católica pierde a diario fieles a favor de las iglesias pentecostales y los cultos carismáticos. la misión de bergoglio es retener en el seno de la Iglesia de Roma a las poblacio-nes de la región, en una etapa de cambios políticos, sociales y económicos encarna-dos en los gobiernos de Venezuela, Ecua-dor, brasil, bolivia, Argentina y uruguay en América del Sur.

Mientras que benedicto XVI era un sólido intelectual de actitud retraída, que desandó en poco tiempo los pasos ade-lante que había dado su predecesor en materia ecuménica, bergoglio, jesuita, con las connotaciones de cultura mun-dana, cosmopolitismo y apertura propias de esa orden, relegada por Juan Pablo II que la sustituyó por el opus Dei, tiene el sentido de comunicación masiva de Juan Pablo II, pero al estilo latino, lo que lo acerca más a las poblaciones de Améri-ca latina. Es indudable que reúne rasgos que lo contrastan con sus predecesores y que responde en ese sentido a cambios que la Iglesia necesita. Sus declaraciones contra la corrupción, a favor de la pobre-za y la austeridad, su estilo coloquial, por momentos popular, lo confirman.

Francisco habla de los pobres y de su voluntad de pertenecer a una iglesia pobre. la “pobreza” en boca de una autoridad del catolicismo no tiene un sentido único: es “pobreza de espíritu” en algunos casos, es una elección que hace a la perfección mo-ral en otros (como es el caso de Francisco de Asís, en cuyo honor bergoglio eligió su

nombre, Francisco). ¿De cuál pobreza, de cuáles pobres habla Francisco?

la pobreza resultante del funciona-miento económico, social y aun cultural de una sociedad, la pobreza padecida, no elegida, no encuentra en las concepciones del Papa una estrategia para combatirla.

En la Argentina asistimos a un vuel-co en el modo de mirarlo que no puede reducirse a mero oportunismo. bergoglio pertenece a una Iglesia que protagonizó la conquista y colonización del continente (en un momento en que emergen las po-blaciones originarias y sus movimientos como actores de la actualidad política), y cinco siglos después avaló la política de represión clandestina del terrorismo de Estado en la Argentina. Fue un adversario de las gestiones presidenciales de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner; en la ciudad de Buenos Aires era fluido su diálogo con el PRo, la fuerza de derecha liberal que la gobierna.

Desde Roma su rol cambia objeti-vamente, es un argentino colocado en la cima de un poder eclesiástico que ha atravesado veintiún siglos, y él se amolda inteligentemente a ese cambio, invitando en primer lugar a la presidenta argentina al Vaticano, mirando a Argentina no como parte de un sector, sino como un todo al que ama; la presidenta responde en sinto-nía, percibiendo la significación de Bergo-glio a nivel continental y mundial.

El kirchnerismo se mostró dividido ante el hecho: hubo quienes evocaron la trayectoria de bergoglio y persistieron en una actitud sumamente crítica hacia él; otros prefirieron leer el hecho positiva-mente, por el lugar protagónico internacio-nal que da a Argentina y a América latina.Según en cuál posición de esas dos nos ubiquemos, destacamos las “innovacio-nes” que representa el papa Francisco o leemos su actuación como Papa a la luz del bergoglio que conocimos. Sentimos esperanza, o apatía, o aun contrariedad.

Como bien lo ha señalado el investiga-dor de la universidad Nacional de Córdo-ba Juan Marco Vaggione, el Papa al insis-tir en la pobreza y la necesaria austeridad de los miembros de la iglesia, desplaza la moral sexual del eje central que significó en los mandatos de Juan Pablo II y bene-

dicto XVI; pero eso no significa que haya abandonado esa moral. En su visita a bra-sil defendió el Estado laico; pero al mismo tiempo distribuía material que difundía la misma moral sexual predicada por sus predecesores: exclusión de las mujeres del sacerdocio, condena de toda sexuali-dad que no esté dirigida a la procreación, asimilación del aborto al homicidio, exal-tación de la maternidad como rol exclusi-vo de las mujeres.

los avances laicos que registró nues-tra sociedad en los últimos diez años es-tán en peligro. Francisco, que es bergoglio, inteligentemente distribuye sus atenciones entre los jóvenes, los pobres, los futbolis-tas, los inmigrantes perseguidos, al mismo tiempo que responde a una misiva de Ceci-lia Pando, defensora de los militares argen-tinos condenados por crímenes de lesa hu-manidad. Pando le había pedido que rezara “por los más de mil militares ilegalmente detenidos, los 200 presos que murieron en cautiverio por abandono, y por sus familias que están sufriendo mucho”. El sustituto Angel becciu le respondió que “el Papa es consciente de que una sociedad más justa sólo puede nacer de corazones reconcilia-dos con Dios y con la historia… pide a Dios que conceda al pueblo argentino avanzar por las sendas de la fraternidad, la concor-dia y la reconciliación…”

*Periodista. Integrante de Católicas por el derecho a decidir.

La misión de Bergoglio es retener en el seno de la Iglesia de Roma a las

poblaciones de la región, en una etapa de cambios

políticos, sociales y económicos encarnados en los gobiernos de Venezuela,

Ecuador, Brasil, Bolivia, Argentina y Uruguay en

América del Sur.

22 . Ni un paso atrás

eS HoRa De SUPeRaR el PatRIaRCaDo eN la IGleSIa

Por María gabriela Pisani*

¿Qué decir en relación a la figura del nuevo papa Francisco? Sinceramente, no creo poder sumar ningu-na novedad a lo que ya se dice; comparto apenas, des-de la vivencia personal, lo que suena y me resuena en esta breve gestión transcurrida hasta el momento.

Recibí el “habemus papam” del pasado 13 de mar-zo mientras cuidaba a mi madre, en la habitación de un sanatorio. Creo que el hecho de estar ocupada en atenderla, me sirvió de alguna manera de excusa u oportunidad para tomar distancia emocional de lo que mostraban las imágenes desde Roma. la tele quedó como un lejano telón de fondo, y opté por el silencio. Ya había bastante ruido alrededor, seguido de la “pa-pamanía” desatada por aquellos días, una explosión de entusiasmo, casi como si hubiéramos ganado un mundial. Ahí estaba: Jorge bergoglio. Y me extrañaba tanto su nuevo nombre como su hasta entonces des-conocida sonrisa.

Ciertamente, la noticia no podía ser buena para quienes teníamos todavía tan grabada en la memoria su imagen y su praxis de obispo conservador; su du-dosa actuación (o no actuación) en los tiempos más oscuros de la Argentina, su postura opositora a las

Un desafío contracultural,

urgente y necesario

La autora de esta nota es monja. Mujer. Aquí su particular

impresión sobre el nuevo Papa y una reflexión sobre todo lo que falta

transformar en la Iglesia.

22 . Ni un paso atrás22 . Ni un paso atrás

Ni un paso atrás . 23

eS HoRa De SUPeRaR el PatRIaRCaDo eN la IGleSIa

políticas sociales del gobierno nacional en los últimos años, y por supuesto para quienes, sobre todo en Quilmes, segui-mos manteniendo viva la memoria de orlando Yorio.

lo cierto es que, para quien concor-dara y para quien no, de bergoglio pasa-mos a Francisco; son ya cinco meses, y casi un mes de su primera e impactante visita a América latina como pontífice, en las últimas Jornadas de la Juventud cele-bradas en brasil.

Desde esos días hasta hoy la imagen del nuevo Papa se ha vuelto cada vez más popular y cercana a la gente. Miles de personas rescatan favorablemente ¡cómo no! los múltiples gestos de senci-llez y austeridad desplegados por Fran-cisco en cuanta oportunidad tuvo. Como muchas y muchos, sostengo que por maravillosos y conmovedores que estos sean, no son necesariamente garantía de los cambios que se esperan, ni mucho menos un proyecto programático concre-to de renovación. Más bien, como dice el sociólogo Mallimaci (ver nota), la reac-ción de la sociedad ante estos hechos, “expone la enorme crisis de representa-tividad que está teniendo el papado en este momento de la historia”.

la profecía de Nanni Moretti en su película “Habemus Papam” lo sugie-re claramente: no basta que cambie el Papa si no cambia el Papado. Con solo repasar ese discurso final, tan conmove-dor, interpretado por Michel Piccoli, en el que resplandece su humanidad, al mis-mo tiempo que se estrella contra una es-tructura institucional que ya no responde a las reales expectativas del mundo de hoy, aunque sus cardenales bailen al son de: “Cambia, todo cambia”

Cierto: los cambios que se esperan son tantos, y tan fuertes, que el desafío resulta impensable para un solo ser hu-mano, por decidido y evangélico que sea. Que el Papa vuelva a ser un obispo, un Pastor, el que vela por todas y todos, y no un Jefe de Estado sería apenas un buen comienzo. Alejarse del Estado Vaticano y de toda su Corte significaría un buen pri-mer paso en dirección al Evangelio y al fin del largo invierno eclesial posconciliar.

Pasando por alto los comentarios so-bre los ecos de la visita al brasil, me de-tengo en el tema de la mujer. Realmente da ganas de reír -por no llorar- que el Papa dijera, en el vuelo de vuelta a Roma, que la mujer “tendría que tener más espa-cio en la pastoral”. Justamente, por ser dichas como al pasar, sus palabras “re-velan la cara oculta, el lado sombrío que hay también en nosotros” como sostiene

Ivone gebara (ver nota). ¿Acaso desco-noce que son las mujeres las fuerzas vi-vas de la iglesia, las que llevan adelante mayoritariamente los proyectos pastora-les y misioneros? ¿Más trabajo aún? ¿No habrá querido decir: más espacio en la toma de decisiones? El Concilio Vaticano II rechazó toda forma de discriminación por razón de sexo como contraria al plan de Dios; pero a renglón seguido nos de-muestra, en la práctica, que eso no tiene vigencia en la institución. bastante más de la mitad de sus miembros sigue pa-sando silenciosa y esperando permisos. Y no se trata solamente de la “puerta ce-rrada” a la ordenación sacerdotal feme-nina - digámoslo: sin que existan razones teológicas ni exegéticas que sustenten “el cerrojo”-. Ese problema quedaría re-suelto en el momento en que la mujer fuera equiparada al varón en todos los

ámbitos de la estructura eclesial. Se tra-ta de una lucha por el poder, sin más. Si no, ¿por qué tiene que ser el varón el que toma decisiones, incluso en temas que afectan exclusivamente a la mujer?

Es hora de superar el patriarcado, empezando por nuestras propias con-ciencias. las mujeres, que una vez se sintieron comprendidas y liberadas por Jesús, como muestra el evangelio en múltiples ocasiones, son discriminadas por sus sucesores. Sabemos que los verdaderos cambios suelen venir desde abajo. Y no hay más que abrir los ojos: son muchas las mujeres y los varones que desde los caminos del discipulado, la teología y la práctica pastoral vienen abriendo caminos de integración y de vida más humana y fraternal en el seno de las comunidades en la iglesia. Son semilla de novedad evangélica en la misión.

Es hora también de actuar en conse-cuencia. Decía una amiga, conversando sobre estos temas, que a las mujeres que pertenecemos a la Iglesia, laicas o reli-giosas, nos falta la madurez de nuestras carencias. Falta todavía que esa concien-cia crezca en muchas de nosotras y nos anime a poner en juego nuestra propia palabra y nuestro modo. Porque, ¿cómo alcanzar la meta que ni siquiera hemos dibujado en nuestros sueños? ¿Cómo poder poner en concretas realizaciones aquello que todavía no nos atrevemos a poner en palabras? El desafío es fuerte, contracultural; urgente y necesario.

Es imprescindible recordar que iglesia somos todos y todas quienes recibimos el bautismo; somos el Pueblo de Dios, y como tal estamos llamadas y llamados a seguir construyendo la iglesia, desde donde estamos, como espacios de Rei-no en la base; generando comunidades vivas, que defiendan la vida en medio de tanta muerte, la que sigue aportando este sistema capitalista y deshumani-zante. El Espíritu sigue soplando donde quiere y un corazón se deja. Hay que es-cuchar su Voz.

*Fraternidad Misionera - Quilmes

Es hora de superar el patriarcado, empezando por nuestras propias conciencias. Las mujeres, que una vez se sintieron comprendidas y liberadas por Jesús,

como muestra el evangelio en múltiples ocasiones,

son discriminadas por sus sucesores.

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De alguna manera,Mugica volvió al Vaticano

En 1950 Carlos Mugica estuvo en el Vaticano. Tanto rezó en Roma que fue allí donde encontró su vocación. Sesenta y tres años después, un cura argentino asiste a la asunción de Bergoglio con una estola bordada con el

rostro de aquel legendario cura de los pobres.

Por María Sucarrat *

el PaPa FRaNCISCo Y aQUel CURa VIlleRo

El camino de Bergoglio a Francisco tiene

puntos de contacto con el de Mugica, y a

la vez es inverso: “Del asfalto al Vaticano”,

sería tal vez el derrotero del Papa.

El 19 de marzo, el día de la asun-ción de Jorge Mario bergoglio, periodistas del mundo entero via-

jaron a Roma para registrar un hecho his-tórico. Dentro del Vaticano, congregacio-nes religiosas de todas partes, vistieron sus mejores galas para recibir al nuevo Padre de la Iglesia. En las fotos de las agencias nacionales y extranjeras, llamó la atención una en la que aparecía un grupo de curas, todos vestidos de inma-culado blanco, una suerte de uniforme de verano, de lino sencillo y noble. uno de ellos, Enrique Evangelista, fotografia-do por un enviado del diario la Nación, tenía una particularidad. En su estola blanca, bordado en color negro, estaba el rostro de Carlos Mugica. Tres cuartos de perfil, la cara de aquel cura del Tercer Mundo asesinado por la Triple A, decía presente, de alguna manera, en esa fies-ta del mundo católico.

¿Habrá reparado bergoglio, ya con-vertido en Francisco, en la estola blanca de aquel curita? Difícil. Fueron miles las personas que estuvieron allá y la imagen bordada de Mugica pudo haber pasado desapercibida.

¿Habrá pensado Francisco en Mugi-ca, en Angelelli, en Ponce de león, en los Palotinos al momento de convertirse en Papa?

¿Habrá rezado por ellos, por sus me-morias, por su recuerdo, por la injusta

manera en la que murieron, por sus cuer-pos maltratados y por sus almas sorpren-didas por la muerte? Nadie lo sabe.

Carlos Mugica, en carne y hueso, es-tuvo en el Vaticano. Fue en 1950 cuando la institución religiosa obra del Cardenal Ferrari organizó un viaje a Europa con mo-tivo del Año Santo convocado por el papa Pío XII. Viajó a Roma con su confesor, An-tonio Aguirre, y otros jóvenes, entre ellos su mejor amigo, Alejandro Mayol. Viajó en barco. Tardó en llegar 30 días. una vez allá, Mugica rezó tanto, tanto, que encontró su vocación. Al llegar a buenos Aires dejó la Facultad de Derecho y entró al seminario. Siguió rezando Mugica, que era un gran rezador, y volvió a encontrar su vocación. Sería un cura de los pobres. un cura para los pobres. Y así, esquivó su alcurnia, su apellido, su acomodaticio puesto muy cerca del Cardenal Caggiano y se entregó a la vida que más quería: se convirtió en villero.

Sin pensarlo, sin querer, se manchó los zapatos de barro, aprendió a mani-pular garrafas, a hacer ollas populares, a organizar a los que necesitaban organi-zación. Rezó mucho para poder sostener que sus nombres y apellidos, Carlos Fran-cisco Sergio Mugica Echagüe, quedaran atrás. El orden mundial se sumó al rezo. El 26 de marzo de 1967 el Papa Paulo VI dio a conocer la encíclica Populorum Progressio. El documento vaticano ponía

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Mugica, pequeño, estaba en el barro. Francisco, enorme, mundial, planetario, parece estar en los detalles. En todos

los detalles.

a los pobres en el centro de la escena. Combatir la pobreza había trascendido lo estrictamente religioso para colocar-se en el centro de la cuestión política. El peronismo, originalmente rechazado por Mugica, entonces, completaba la idea.

El camino de bergoglio a Francisco parece tener puntos de contacto con el de Mugica. Parece inverso también aun-que sin barro. “Del asfalto al Vaticano” sería tal vez el derrotero de ese sacerdo-te porteño que hoy transmite en su rostro la idea de que desde siempre fue Fran-cisco. Algunos gestos de su cotidianei-dad impresionan al mundo: la renuncia a vivir en el departamento pontificio del Palacio apostólico y a usar el auto oficial y la escolta, la invitación diaria a los tra-bajadores del Vaticano a escuchar la pri-mera misa del día, su viaje a lampedusa, el pedido de sensibilidad a la comunidad internacional ante la situación siria. otros tantos impresionan a los argentinos: el llamado telefónico que le hizo a Alejan-dra Pereyra, víctima de abuso sexual, el uso de las hostias elaboradas por una presa, el apoyo al descanso dominical propuesto por CAME, el mensaje a los fieles de San Cayetano.

Mugica, pequeño, estaba en el barro. Francisco, enorme, mundial, planetario, parece estar en los detalles. En todos los

detalles. Sin embargo, algo que no fue un gesto sino una acción fue la decisión de nombrar una comisión llamada a es-tudiar la reforma del Instituto de obras de religión, más conocido como el banco del Vaticano, institución escandalosas, si las hay. En octubre, en tanto, falta poco, otra comisión comenzará a investigar cómo se realizará la reforma de la curia, según informó la oficina de prensa de la Santa Sede.

gestos, decisiones, actos, entrega. Definiciones.

Si acaso el alma de Mugica rondara el Vaticano. Si acaso el pensamiento de Francisco se posara en el barro. Si am-bas cosas sucedieran en el mismo ins-tante, quizás, aparecería una puerta que conduzca al único camino a seguir: cómo hacer para que los pobres sean menos pobres. Y entonces el mundo se converti-ría en un lugar mejor. Esa es la esperanza de los que son católicos y de quienes no lo son. Que el Papa argentino siga a los pobres y que su camino se vuelva con-tagioso. Y para eso hay que mirar hacia atrás. Mugica lo sabía bien. Y sus segui-dores también. Por eso, su rostro volvió al Vaticano, bordado en la estola del curi-ta villero Enrique Evangelista.

* Autora de “El inocente. Vida, pasión y muerte de Carlos Mugica”

el Banco del Vaticano

Francisco, entre el cielo y la tierra“No es en función de un vago sentimentalismo, ni en función de una opción teórica que el verdadero

cristiano es necesariamente un ‘revolucionario’. En efecto: si ‘paternidad divina’ y ‘fraternidad universal ’ son para nosotros algo más que palabras vacías de sentido, ¿cómo podríamos tolerar que haya en el mundo

tanta desigualdad, tanto odio, tanta injusticia?” (Ignace Lepp, Escándalos y consuelo)

Entre los múltiples desafíos que le esperan a Francisco y para los cuales comenzó a dar señales,

está resolver los escándalos financieros que esconde el llamado “banco del Vati-cano”, sospechado de lavado de dinero. En realidad su nombre oficial es Instituto de obras de Religión (IoR).

Creado el 27 de junio de 1942, su nacimiento se relaciona con el Tratado de letrán (1929), mediante el cual be-nito Mussolini le otorgó a la Iglesia una serie de garantías y medidas de protec-ción. Pero el dinero del Duce -un 3,7% del presupuesto italiano de aquel ejercicio-, fue sólo el comienzo de un colosal impe-rio económico que creció en poco tiempo alrededor de la Santa Sede.

Para administrar la fortuna obtenida a través del Tratado, el papa de enton-ces creó la Administración Especial de la Santa Sede a cuyo frente colocó a ber-nardino Nogara. Anteriormente habían existido en el seno de la Iglesia órganos similares. En 1887 león XIII constituyó una comisión cuya función consistía en “guardar y administrar los capitales de las fundaciones pías” y en 1904 Pío X cambió su nombre por el de Comisión para las obras de Religión, ampliando su actividad a toda Italia. Sin embargo, nunca antes en los tiempos modernos se

había verificado una entrada semejante de capitales, que fue invertida por ter-cios en acciones de industrias italianas, inmuebles y en divisas y oro.

Tras el crack de 1929, gran parte de las inversiones vaticanas en diversas entidades bancarias corrían un serio pe-ligro. Sin embargo el Vaticano consiguió proteger sus intereses vendiendo sus ac-tivos en estas entidades a un organismo gubernamental: el Istituto di Ricostruzio-ne Industríale (una institución creada por el fascismo) a su valor nominal en lugar del depreciado valor de mercado. la Santa Sede obtuvo de esta operación unos 630 millones de dólares que salie-ron directamente del gobierno italiano.

Cuando en 1935 Italia invadió Etiopía, las empresas financiadas por el Vaticano se convirtieron en los principales provee-dores de armas y municiones del Ejército italiano, convirtiéndose así en uno de los motores de la economía italiana.

uno de los mayores escándalos de esta institución se relaciona con el caso de la quiebra del banco Ambrosiano, que tenía al Vaticano entre sus principales ac-cionistas. En 1968, el financista siciliano Michele Sindona –miembro de la mafia- fue nombrado por el papa Pablo VI para gestionar las inversiones extranjeras. Trajo con él a Roberto Calvi, un banquero

católico del norte de Italia. Ambos esta-ban ligados a la logia masónica P2.

El banco Ambrosiano se derrumbó en 1982 en medio de uno de los casos de fraude más grandes de Italia, tras la des-aparición de 1300 millones de dólares en préstamos a empresas fantasma en Amé-rica latina. Al poco tiempo, Calvi fue halla-do ahorcado colgando de un puente.

Mucho más próximo en el tiempo, en enero de 2012, la prensa italiana divulgó documentos confidenciales que confirmaron la lucha interna por el cum-plimiento de las normas sobre la "trans-parencia" en la Santa Sede, sospechada de lavado de dinero.

un año después, el banco Central Euro-peo (bCE) suspendió todos los pagos elec-trónicos en el Vaticano como resultado de la falla en la implementación de las regula-ciones en materia de lavado de dinero.

Cuando benedicto XVI renunció dejó atrás ocho años de un papado complejo y un Vaticano sumido en serios proble-mas financieros. La investigación por la-vado de dinero del banco del Vaticano, entre otros escándalos, le esperan al nuevo pontífice que ya ordenó crear una comisión especial para que lo informe directamente sobre las actividades del controvertido Instituto.

*CEMoP

Por Adrián gónzalez*

26 . Ni un paso atrás

el MatRIMoNIo IGUalItaRIo, la IGleSIa Y el MUNDo GltBI

Bergoglio es Francisco, y hace tres años, cuando se debatía la Ley de Matrimonio Igualitario, llamó a una guerra de dios, en una carta a las carmelitas descalzas,

donde advertía: "No se trata de una simple cuestión política, sino de la pretensión de destruir el plan de Dios", tarea que atribuía a "una movida” del "Padre de la Mentira", uno de los tantísimos nombres que la Iglesia le atribuye a Satanás.

"Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mu-cha angustia: 'Esta guerra no es vuestra sino de Dios'. Que ellos nos socorran, de-fiendan y acompañen en esta guerra de Dios" seguía su enardecida misiva soste-niendo.

Quien se autobautizó Franciso para ejercer el papado afirma sobre “los gays”:

"Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién

soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que inte-grarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser her-manos. El problema es hacer un lobby". Evidentemente “el problema es hacer un lobby” cuando lo hacen otros; cuando él mismo es quien lo hace es otra historia, ya que hace poco Francisco recordó que Francia, en donde fue adoptada recien-

temente una ley que autoriza el matri-monio entre personas del mismo sexo, “es una nación que otros países miran a menudo", y ahí aludió a este y otros te-mas (eutanasia, aborto, bioética) cuando recibió a una delegación de senadores y diputados franceses.

la guerra de dios se cargó a varios curas que, lejos de toda contienda mar-cial, proclamaban y proclaman el amor entre dos personas. uno de ellos es Nicolás Alessio, de Córdoba, quien hoy

De aMoR Y DE GuERRA

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Por Rafa Tano

28 . Ni un paso atrás

el MatRIMoNIo IGUalItaRIo, la IGleSIa Y el MUNDo GltBI

afirma: “Antes del debate de la Ley de Matrimonio Igualitario, no era un tema que yo hubiera reflexionado o profundi-zado; tenía una vaga sensación de que, como en muchos otros temas de la mo-ral vaticana, aquí no coincidíamos. Sólo una vez, una amiga de mi hermana quiso una bendición con su pareja lesbiana. la propuesta me puso frente al tema, me ayudó a ver la cuestión, me parecía algo totalmente novedoso, y que rompía todos los esquemas, pero es obvio que no pude ni quise negarme. Hicimos la celebración en la casa de una de ellas. Recién mucho tiempo después se da el debate en la so-ciedad argentina, y ya en ese momento no tenía ninguna duda de que podía y debía darles la bendición, el casamiento, si me lo pedían. Fueron dos situaciones con varones y dos con mujeres.”

Sin embargo la institución eclesiás-tica, como explica Alessio: “se opuso to-talmente a que se usara la palabra 'ma-trimonio', sólo aceptaban de mal gusto el 'mal menor' como una salida legal a ciertas situaciones y que por lo tanto se llamara 'unión civil' pero que nadie crea que es era un 'matrimonio'. Mi obispo, al principio, redactó un comunicado con los obispos de la zona aclarando que la opinión de un grupo de curas a favor del Matrimonio Igualitario era una opinión contraria a la de la Iglesia, y que jamás lo aceptaría. Es decir, tomó distancia, lo cual era obvio, porque yo sabía que no decíamos lo mismo el grupo de curas y la Iglesia oficial. Y como yo seguí hablando del tema públicamente, primero me amo-nestó para que me retracte de mis opinio-nes. luego me inicia un juicio canónico, y al final me suspenden en el ejercicio del ministerio. Pasado casi un año, en Roma toman la decisión de desvincularme del 'estado clerical' o sea, me quitan todos los derechos y obligaciones como cura, me dan de baja. Ese fue el final en tér-minos canónicos según las leyes eclesia-les. la sociedad, en general, ha estado a favor de esta ley, pero la sociedad cor-dobesa, de cuño muy conservador, se ha resistido fuertemente.

Alan Thomas, militante de Putos pe-ronistas (PP), recuerda especialmente

a este cura y su lucha: “No queremos olvidar a Nicolás Alessio, el cura cordo-bés que pagó con su expulsión el apoyo al matrimonio igualitario, algo que ni el torturador Christian Von Wernich, ni el pederasta de (Julio) grassi -ambos con-denados- sufrieron por parte de sus su-periores. PP tuvo una discusión al inte-rior, porque en ese momento, y en este, nosotros/as estábamos más interesados en la marginación de las compañeras travestis y trans. Consensuamos en que había que aprovechar el empujón grande que bajaba desde la Presidenta, y tenía

a Néstor en la bancada militando por el matrimonio, sin dejar de recordar que las compañeras trans también tenían un pro-yecto súper vital como el de Identidad”.

Alessio sostiene que “en lo eclesial no se ha avanzado absolutamente nada. Todavía en los sermones los obispos si-guen hablando 'del mal llamado matri-monio que atenta contra los valores, la familia y la sociedad'. Con Francisco no creo que se avance en este sentido, más allá de algunos gestos de sentido común, y de hombre simpático, no ha tenido nin-gún gesto en el que se puedan vislum-

Alan Thomas, militante de Putos Peronistas destaca: “No queremos olvidar a Nicolás Alessio,

el cura cordobés que pagó con su expulsión el apoyo al matrimonio igualitario, algo que ni el

torturador Christian Von Wernich, ni el pederasta de JulioGrassi -ambos condenados- sufrieron por

parte de sus superiores.”

Ni un paso atrás . 29 Ni un paso atrás . 29

brar deseos de cambios en lo doctrinal, lo dogmático, lo disciplinar, y, menos, en estos temas”.

Cecilia Jaimes, responsable del área trans de Sociedad de Integración gay lésbica Argentina (SIglA) ve ciertos cambios con respecto a la iglesia y la homosexualidad: “Hace años que vengo hablando con curas católicos y con teólo-gos, y la visión de la Iglesia ha cambiado con respecto a la homosexualidad y la transexualidad. Ya no se las considera un pecado, sino una condición, que no es voluntaria sino que se tiene de naci-miento, y para haber pecado tiene que haber voluntad de ir contra Dios. Estoy yendo a un Seminario de biblia, cursan-do el tercer año; es un seminario del cual van a surgir pastores, y respetan mi iden-tidad de género; me tratan como mujer, y no me atacan. un día fui a la catedral y estuve hablando con un subordinado de bergoglio y le pregunté la postura de la Iglesia frente al matrimonio igualitario y si era posible casarme por la Iglesia, él me dijo qué por ahora no, pero quién sabe luego, porque el pensamiento de la Iglesia ha cambiado respecto a esto, pero los cambios en la Iglesia son lentos por su misma estructura. En el seminario uno de los pastores dijo explícitamente qué era necesario rever el tema porque siempre hay cosas que no están escritas en la palabra, la biblia”.

Adolfo Pribluda, coordinador del gru-po de reflexión de varones gays de SIGLA, tiene una visión diferente: “lo de la igle-sia es una postura declamatoria, más hu-mana y políticamente correcta. No cam-bia en nada la situación actual respecto a la aceptación de beneficios legales; no habla de desvíos, pero habla de acepta-ción, ¿aceptación de qué?” se pregunta molesto. “No nos acepta en plenitud. Es lógico que sea así”.

Y esteban Palladino, Secretario de SI-glA, concuerda: “la posición de la igle-sia no me sorprendió para nada, aunque sí me sorprendió la cantidad de gente que juntaron en la 'marcha naranja'. En lo personal no me cambia demasiado que la iglesia acepte o no el matrimonio igualitario, lo único que me preocupaba

era la influencia que podían tener sobre los legisladores, sobretodo de las pro-vincias más conservadoras como Entre Ríos, Salta, San luis, por ejemplo. Nunca necesité de la iglesia o la religión para validarme ni para reclinarme en momen-tos de penurias, si alguna vez lo llegara a necesitar buscaré una religión o ver-tiente que me acepte como soy. Creo que en algún punto la posición de la iglesia

por ser tan retrógrada y reaccionaria nos sirvió para dar el debate delante de la so-ciedad, la gente podía elegir de qué lado estaba”.

El presidente de SIglA, Rafael Fre-da, expresa que, si bien es peronista, no le creyó a Néstor cuando prometió en campaña el matrimonio y adopción ho-moparentales, por el poder de la iglesia, y agrega: “El avance del proyecto no me sorprendió en lo más mínimo; lo único que me sorprendió realmente fue que solamente San Juan se rebelara contra la Nación en el debate del Senado, y llamase a la resistencia civil. Esperaba que las provincias del norte forzaran a sus senadores a votar en contra. Creo que las mismas provincias se dejaron estar, confiadas en el poder de sus igle-sias: la senadora puntana que lideró la resistencia eclesiástica (liliana Negre), se reunió con el obispo de Salta toda la mañana mirando en calma y sereni-dad la provincia tendida a sus pies - ella misma lo cuenta- y llegó tardísimo a la legislatura, donde la gente esperaba desde hacía horas, y donde casi nadie pudo exponer su postura, y menos los gays. Pero el Senado, igual, gracias a la astucia política de Cristina - ese viaje-cito al exterior con tres senadoras anti-gay de voto en contra cantado fue una genialidad- votó a favor. Sensacional, asombroso. Y la guerra de Dios fue la última guachada del futuro Papa, sobre todo para conformar al obispo de la Pla-ta, Héctor Águer”.

Thomas remata: “Muchas y muchos salieron del armario para hablar a favor, como diría el general, todos tenemos un bastón de mariscal y hubo cientos de personas que se comprometieron con esta causa y la militaron hasta el fin”.

Este tema, como muchos otros fun-dantes y fundamentales en esta última década, marcó una divisoria de aguas, donde cada quien tuvo que mostrarse y plantarse de un lado o del otro. Fue uno de esos debates que dejan una marca en la historia. Y que, como preguntara ino-centemente Matías Martín en un progra-ma de televisión, nos interpeló popular-mente “Y vos, ¿de qué lado estás?”.

El presidente de SIGLA, Rafael Freda, recuerda que:

“El Senado gracias a la astucia política de Cristina - ese viajecito al exterior con tres senadoras antigay de

voto en contra cantado fue una genialidad- votó a favor. Sensacional, asombroso. Y la guerra de Dios fue la última guachada del futuro Papa, sobre todo para conformar

al obispo de La Plata, Héctor Águer”.

el MatRIMoNIo IGUalItaRIo, la IGleSIa Y el MUNDo GltBI

Calderón de la barca, con sus casi 200 obras fue fundamental para el teatro español y era sacerdote. “Don gil de

las calzas verdes” es una genial comedia de intriga y enredos y su autor es Tirso de Molina, seudónimo de fray gabriel Téllez. Para ahondar en esta relación histórica de encuentros y desencuentros entre Teatro e Iglesia entrevistamos a Eduardo graham, licenciado en Teología, cura párroco de la Iglesia de Santa María en pleno barrio de Caballito y director teatral.

Iglesia y Teatro construyen de alguna manera la memoria social, ¿lo que los une es también lo que los separa?

No, yo creo que ahí se encuentran. la relación ambivalente se debe más a cier-tos prejuicios de índole moral. Esa idea

que asocia la actividad tea-tral con la prostitución,

con las pérdidas de identidad, con la ambigüedad de las ideas de la vida, y todo un pen-s a m i e n t o que no es c r i s t i a n o pero que toda una

c o r r i e n t e cristiana lo

sostuvo y aún perdura. Si ha-

blamos de arte, en un ambien-

te de iglesia, el pintar o hacer música es un arte digno, pero hacer teatro parecie-ra estar lindando con algo impropio, con sectores sociales con menos ética, lo que es una absoluta falacia.

Han convivido el rechazo y la atracción.Claro, pensemos que en Madrid en la

época de lope de Vega, a veces cerraban teatros y lope de Vega muy hábilmente hacía temáticas religiosas hasta que se reabrieran. Con astucia lograba eludir todo ese puritanismo que se presentaba como evangélico y que no lo es. El tea-tro en occidente tuvo impulsos cristia-nos desde la dramatización litúrgica del medioevo; los autos sacramentales son los que dan pie a las representaciones en plazas y eso hace surgir a los grandes dramaturgos de occidente que siempre mantienen un vínculo con el aspecto del misterio del origen sacral y con el sentido crítico que el teatro tiene sobre los abu-sos de poder de la sociedad.

Esto es profundamente cristiano, por eso personalidades como bertolt brecht que conocía muy bien la biblia, en sus in-terrogantes finales siempre bordea la di-mensión más trascendente del hombre.

Y en nuestro ámbito, Abelardo Castillo que ha recibido una profunda formación católica ha escrito “El otro Judas” y Juan Carlos Gené de quien sos discípulo es autor de “Golpes a mi puerta”.

“Salomé de Chacras” de Kartún, pre-senta la figura de Juan Bautista con una gran creatividad y con una preferencia

del público que demuestra un enorme interés por estos temas.

Respecto a la obra de gené, él vuel-ca una cosmovisión cristiana de los años 70, a partir de una Iglesia pobre y humil-de, tanto en las dos hermanas como en el obispo que tratan de resistir con la in-defensión evangélica pero con la defen-sa trágica de la verdad, a las ideologías que se presentaban falsamente como cristianas. Todos conocemos la supues-ta “tradición occidental y cristiana”, el liberal de la obra el personaje Cerone se presenta como un humanista cuando en realidad es todo lo contrario y la defensa trágica de la verdad que hace el persona-je de Ana desnuda las verdaderas raíces egoístas y violentas de este personaje. la obra muestra desde una cosmovisión evangélica, pobre, austera y auténtica, la fuerza capaz de desnudar esas prepo-tencias que se presentan como benefac-toras de la sociedad, cuando claramente son lo contrario.

Si bien la siguen representando en An-damio 90, eligieron un jueves, el del 12 de setiembre, para hacer una función especial en la Iglesia de la Santa Cruz

Algunos concurrentes a la Iglesia vi-nieron a ver la obra y de ahí nació la idea de hacerla allí, como una comunión en-tre el arte teatral y la memoria viva, que esa comunidad de Santa Cruz sostiene tan vivamente desde los orígenes de las Madres de Plaza de Mayo.

*Miembro de la Asoc. Arg. de Invest. y Crítica Teatral

Por Roberto Famá Hernández*

Hubo tiempos en que cualquier representación escénica era considerada una herejía, una actividad inmoral y los artistas teatrales sufrían persecución y en algunos casos eran condenados a muerte. Sin embargo, el teatro fue una herramienta útil para transmitir con mayor fuerza emocional determinados

pasajes bíblicos, en especial a los fieles analfabetos que no comprendían el rito litúrgico.

IglesIa y TeaTro

El rito sagrado

30 . Ni un paso atrás

IglesIa y TeaTro

XII CoNGReSo De SalUD MeNtal Y DD.HH.

Un horizonte cada vez más cercano: no al manicomio

En medio de importantes avances con miras a la implementación de la Ley Nacional de Salud Mental, una vez más nos reunimos alrededor de las Madres para seguir empujando un proceso que tiene un horizonte claro:

no al manicomio.

Por leonardo gorbacz*

Primero fue la militancia por la ley Nacional de Salud Mental, luego por su reglamentación y en esta oportu-nidad, para construir un Plan Nacional de Salud Mental:

cada año un paso más, lo que demuestra que la participación y militancia, en diálogo con un gobierno popular, nos permite hacer realidad tantos sueños que venimos compartiendo.

El Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos ya for-ma parte de la historia grande de la salud en nuestro país. la búsqueda permanente de articular salud y derechos a partir de nuevas experiencias, así como la creación y fortalecimiento de lazos solidarios y afectivos entre profesionales, usuarios, familiares y militantes sociales, ha consolidado año tras año un camino distinto que pone cada vez más en evidencia una realidad que lamentablemente muchos, todavía, se niegan a ver: la flagrante violación a los derechos humanos de miles de ciudadanos y ciudadanas argentinos que, más allá de sufrir o no un padecimiento mental, son capturados por un sistema de opresión que, como dijera nuestra querida Presidenta con relación al Código Civil, atrasa siglos.

Todas esas experiencias que tenemos la oportunidad de contar, de escuchar, de ver, de compartir de carpa en carpa, nos inspiran y nos ayudan a recrear y repensar nuestro tra-bajo, y se multiplican en cada uno de los rincones de nuestro país y de nuestra Patria grande latinoamericana.

Ese gran objetivo ordenador, que es el “no al manicomio”, sólo se puede convertir en realidad si somos capaces de cons-truir, en base a esas experiencias compartidas, un sistema de atención socio-sanitario de inclusión social y subjetiva, es decir, que permita que cada persona se integre a los intercam-bios sociales desde su propia singularidad.

Eso nos obliga, a su vez, al trabajo conjunto para poner en juego las distintas herramientas que en cada caso nos permiten operar sobre el sufrimiento mental y los contextos sociales y culturales en que éste se produce: la modificación de los prejuicios que producen exclusión, el apoyo para poder tener una vivienda digna o para poder trabajar y procurarse

el sustento, son tan importantes como la escucha que aloja una subjetividad mortificada por una historia, la interpretación de un síntoma que no está allí para ser acallado, o la cons-trucción de un espacio confiable de circulación para quien se siente amenazado por un otro omnipresente.

Tenemos que ser claros. El manicomio no es tal por los tra-bajadores que intentan construir allí algo distinto, sino por una lógica institucional cuya determinante esencial es el sentido y el lugar que la sociedad le da a la “locura”. Por lo tanto, si

Ni un paso atrás . 31

32 . Ni un paso atrás32 . Ni un paso atrás

queremos cambiar esa configuración de sentido, tenemos que terminar con esas instituciones que además de producir encierro y violación de derechos, produ-cen sentidos. Y en eso no hay transfor-mación, modernización, ni humanización posibles.

Se nos dirá que podemos “transfor-mar” esos hospitales monovalentes en hospitales polivalentes y generales: de acuerdo, en algunos casos podrá y debe-rá ser así. Pero no llamemos a eso trans-formación, sino cierre de un manicomio y apertura de un nuevo servicio de salud general para la población. No es una transformación, porque una institución asilar no se puede transformar en una institución de salud, como una cárcel no se puede transformar en un jardín de in-fantes, porque son instituciones radical-mente diferentes. En todo caso se podrá utilizar, o no, el mismo edificio o el mismo terreno.

Hay que decir también que muchos de los nuevos dispositivos de atención en los que basamos nuestra propuesta sustitutiva del orden manicomial han nacido tras los muros del asilo, como cuerpo anómalo que busca deconstruir, desde adentro, la lógica asilar. Pero tam-bién que hemos sido testigos, a través del tiempo, de cómo la hegemonía ins-titucional tiende a incorporar esas expe-riencias alternativas para legitimar su supervivencia, pretendiendo utilizarlas para dar un revoque progresista a sus viejos muros. Hay que resistir, y rescatar entre todos esas herramientas para que cumplan con el objetivo por el cual nacie-ron y logren, cuando sea necesario, salir también del encierro para insertarse en la comunidad.

Que la brutalidad de la derecha que gobierna la Ciudad de buenos Aires no nos haga perder la brújula: la represión desenfadada de la policía metropolitana no se enfrenta con más manicomio, sino con el cumplimiento de las leyes de sa-lud mental 448 y 26657, es decir, más servicios de salud mental en hospitales generales, más trabajo y más vivienda y menos declaraciones de insania.

Aprendamos de las Madres: lo que

estamos obligados a reconstruir no son los derruidos pabellones del manicomio sino las vidas de sus habitantes, inclu-yendo la de los trabajadores que también merecen un mejor horizonte.

El cierre de los manicomios es la condición necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de un sistema de sa-lud mental con enfoque de derechos. la lógica manicomial se puede reproducir en un hospital general, en una casa de medio camino y hasta en un consultorio privado. Pero no hay forma de trabajar sobre el cambio cultural que necesita-mos si mantenemos vigente la institu-ción que históricamente le ha dado a la

locura el sentido social que tiene y que ha construido y consolidado la demanda central que la sociedad hace en relación a las personas con padecimiento mental: el encierro.

El autoritarismo no se terminó con la dictadura, sino que sobrevive aún en distintas formas sutiles y larvadas de nuestra cultura. Pero sólo a partir de la construcción de una democracia partici-pativa podemos trabajar sobre ese auto-ritarismo para modificarlo.

Aprovechemos este momento históri-co que nos toca vivir y este Congreso que las Madres nos ofrecen, y seamos capa-ces de escribir juntos, de carpa en carpa, un nuevo capítulo en la historia de las conquistas populares y emancipadoras de América latina.

* Psicólogo, Diputado Nacional (MC), autor del proyecto que dio lugar a la Ley

Nacional de Salud Mental Nº 26657. Secretario Técnico de la Comisión Inter-ministerial en Políticas de Salud Mental

y Adicciones - Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación

El cierre de los manicomios es la

condición necesaria, pero no suficiente,

para el desarrollo de un sistema de salud mental con enfoque

de derechos.

XII CoNGReSo De SalUD MeNtal Y DD.HH.

el día que las madres tomaron la catedral

Madrugada del 9 de julio de 1996. En el atardecer previo al feriado nacional por el Día de la

Independencia, trece Madres de Plaza de Mayo ingresan sigilosamente a la Catedral metropolitana

con la intención de permanecer allí durante toda la noche y presenciar al día siguiente el tradicional

Te Deum, que encabezaría el entonces presidente Carlos Menem. Su intención es orar delante de

las máximas autoridades políticas y eclesiásticas por los humildes y los desocupados que luchan por

trabajo digno en Cutral Co y la Quiaca.

A las 18 horas del jueves 8 de julio, el párroco a cargo del templo, alegando que ésa es “su casa”, les

comunica que va a tener que proceder a cerrarlo, y que deben marcharse. las Madres rechazan la

“invitación” y se quedan. A las pocas horas, cientos de policías rodean la Catedral, y tras una resolución

urgente del juez federal ballesteros, y bajo el cargo de "usurpación", la Catedral es desalojada por la

fuerza. Madres de entre 61 y 84 años de edad son arrancadas de los bancos en donde rezan y llevadas

luego por los oficiales a distintos hospitales de la ciudad. Como toda respuesta, ellas distribuyen un

texto titulado “En el mundo del revés ¿de quién es la Catedral?". El operativo demuestra la acción

coordinada de la Iglesia, y de los poderes político y judicial cuando se trata de impedir rápidamente las

justas protestas de quienes denuncian a viva voz, exponiendo el propio cuerpo, el drama social de la

falta de trabajo y la miseria planificada.