QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN DERECHO
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES
ARAGÓN SEMINARIO DE DERECHO DEL TRABAJO,
AGRARIO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL
RESTRICCIÓN DE LA PRUEBA EN
CONTRARIO PREVISTA EN EL ARTÍCULO
879 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO EN
UN JUICIO ORDINARIO EN MATERIA
LABORAL
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADA EN DERECHO
P R E S E N T A:
MITZI NAYELY SOTO ORTIZ
ASESORA:
LIC. ROSA DE JESUS VIVAS GUZMAN
MÉXICO, ARAGÓN , NOVIEMBRE DE 2012
“A MIS PADRES Y HERMANOS POR SER CÓMPLICES DE MI VIDA, DE MIS TRIUNFOS Y FRACASOS Y
SOBRE TODO POR CREER EN MI”
“AL LIC. CESAR PEREZ FUENTES POR SER PARTICIPE DE ESTE LOGRO”
INTRODUCCION
Cuando en un conflicto individual del trabajo y en especifico en un
procedimiento ordinario laboral, a la parte demandada se le tiene por
contestada la demanda en sentido afirmativo en la Etapa de Demanda y
Excepciones, y una vez celebrada y cerrada la misma se pasa a la etapa
de Ofrecimiento y Admisión de Pruebas y es hasta entonces que la parte
demandada comparece a juicio con el objeto de ofrecer prueba en
contrario, es claro que esta figura jurídica reviste ciertas particularidades y
alcances que tanto la Ley Federal del Trabajo, así como los diversos
criterios jurisprudenciales de nuestros más altos tribunales en materia de
Amparo han emitido, y que en muchas ocasiones la Junta de Conciliación
y Arbitraje que conoce de este tipo de juicios, no valora debidamente las
probanzas ofrecidas con tal carácter al momento de dictar el laudo.
Con la presente tesis se busca que cuando los medios de prueba
que sean ofrecidos con el carácter de contrario en un juicio ordinario en
materia de trabajo, al momento de resolver, la Autoridad los de valorar
englobando y analizando los supuestos que establece el artículo 879 de la
Ley Federal del Trabajo, cuestiones que a lo largo del presente trabajo se
aludirán, pues veremos que este tipo de pruebas de ninguna manera
pueden referir o pretender acreditar cuestiones encaminadas a
excepciones no opuestas, derivado de una sanción procesal que la propia
Ley establece.
Pretendo crear un criterio bajo el cual queden establecidas las
limitaciones y alcances que la prueba en contrario puede contener, cuando
en un procedimiento ordinario en materia de trabajo tratándose de asuntos
de carácter individual, la parte demandada no concurra a la etapa de
II
Demanda y Excepciones, pues al no existir litis y al habérsele tenido por
contestada la demanda en sentido afirmativo a la parte patronal, es claro
que todas aquellas cuestiones que refirió la parte actora en su demanda
inicial se tuvieron por ciertas, por la falta de contestación de la parte
rebelde en la etapa aludida.
Es mediante la recopilación de información tanto de libros como
jurisprudencia que ha emitido la SCJN respecto a este tema, que se trata
de buscar y delimitar el espíritu de la génesis de esta figura jurídica, pues
el problema estriba en que la Autoridad al momento de valorar la prueba
en contrario debe atender a los fines que esta persigue de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo y a las
limitantes que puede traer aparejada dada la sanción procesal que
previamente recayó sobre la parte demandada en la etapa de demanda y
excepciones, ya que muchas veces las Juntas de Conciliación y Arbitraje
al momento de resolver un juicio en donde se ofreció prueba en contrario,
valoran dichas probanzas como si hubieran sido materia de excepción y
por consiguiente valoradas como “pruebas ordinarias”.
1
RESTRICCIÓN DE LA PRUEBA EN CONTRARIO PREVISTA EN EL ARTÍCULO 879 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO EN UN JUICIO
ORDINARIO EN MATERIA LABORAL
INTRODUCCION I
INDICE CAPITULO I: LA PRUEBA 4
1.1. DEFINICION DE PRUEBA 5
1.2. OBJETO DE LA PRUEBA 6
1.3. PRINCIPIOS QUE RIGEN LA PRUEBA 8
1.4. CLASIFICACION DE LAS PRUEBAS 9
1.5. EL FIN DE LA PRUEBA 12
1.6. TIPOS DE PRUEBAS 12
1.6.1. CONFESIONAL 12
1.6.2. TESTIMONIAL 14
1.6.3. DOCUMENTAL 16
1.6.4. INSPECCION 17
1.6.5. PRESUNCIONAL 21
1.6.6. INSTRUMENTAL 22
1.6.7. PERICIAL 22
1.7. LA CARGA DE LA PRUEBA 23
1.7.1. DEFINICION DE CARGA 23
1.7.2. DEFINICION DE LA CARGA DE LA PRUEBA 25
CAPITULO II: PRINCIPIOS QUE RIGEN EL PROCEDIMIENTO LABORAL Y LA AUDIENCIA TRIFASICA 28
2.1. PRINCIPIOS DEL PROCESO LABORAL 29
2.2. AUDIENCIA TRIFASICA 34
2.2.1. CONCILIACION 35
2
2.2.1.1. DESARROLLO DE LA ETAPA
2.2.1.2. CONSECUENCIAS PROCESALES
2.2.2. DEMANDA Y EXCEPCIONES 37
2.2.2.1. DESARROLLO DE LA ETAPA
2.2.2.2. CONSECUENCIAS PROCESALES
2.2.3. OFRECIMIENTO Y ADMISION DE PRUEBAS 47
2.2.3.1. DESARROLLO DE LA ETAPA
2.2.3.2. CONSECUENCIAS PROCESALES
CAPITULO III: LA PRUEBA EN EL PROCESO LABORAL 52
3.1. TIPOS DE PRUEBAS QUE PREVE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO 53
3.1.1. CONFESIONAL 53
3.1.1.1. DEFINICION
3.1.1.2. OFRECIMIENTO
3.1.1.3. DESAHOGO
3.1.2. DOCUMENTALES 59
3.1.2.1. DEFINICION
3.1.2.2. OFRECIMIENTO Y DESAHOGO
3.1.3. TESTIMONIAL 63
3.1.3.1. DEFINICION
3.1.3.2. OFRECIMIENTO
3.1.3.3. DESAHOGO
3.1.4. INSPECCION 70
3.1.4.1. DEFINICION
3.1.4.2. OFRECIMIENTO
3.1.4.3. DESAHOGO
3.1.5. PRESUNCIONAL 73
3.1.5.1. DEFINICION
3
3.1.5.2. OFRECIMIENTO Y DESAHOGO
3.1.6. INSTRUMENTAL 75
3.1.6.1. DEFINICION
3.1.6.2. OFRECIMIENTO Y DESAHOGO
3.1.7. PERICIAL 76
3.1.7.1. DEFINICION
3.1.7.2. OFRECIMIENTO
3.1.7.3. DESAHOGO
3.2. CARGA DE LA PRUEBA EN MATERIA LABORAL 79
CAPITULO IV: LA PRUEBA EN CONTRARIO EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL 84
4.1. ANTECEDENTES DE LA PRUEBA EN CONTRARIO 85
4.2. CONCEPTO 87
4.3. OFRECIMIENTO DE PRUEBA EN CONTRARIO 95
4.4. PRUEBAS EN CONTRARIO SUCEPTIBLES DE 98
OFRECIMIENTO
4.4.1. INSTRUMENTAL 99
4.4.2. PRESUNCIONAL 100
4.4.3. CONFESIONAL 101
4.4.4. DOCUMENTAL 105
4.4.5. INSPECCION 129
4.4.6. TESTIMONIAL 132
4.4.7. PERICIAL 133
4.5. LIMITACION DE LA PRUEBA EN CONTRARIO 134
CONCLUSIONES 137
FUENTES CONSULTADAS 145
4
CAPITULO I: LA PRUEBA
5
1.1. DEFINICION DE “PRUEBA”
En primer término comenzaremos por entender lo que es una
prueba en la vida cotidiana, para esto atenderemos a la definición que nos
da el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre la
palabra “prueba” y que a continuación se transcribe: “Del latín –
probandum-(probar o hacer fe). La acción o efecto de probar y también la
razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar
y hacer patente la verdad o falsedad de una cosa”. De lo anterior se puede
observar que a lo largo de la historia la “prueba” siempre ha seguido un
mismo enfoque, siendo este el pretender “probar” algún hecho o cosa que
se encontrara en cuestión o duda para una persona.
Así mismo y de entre tantas definiciones también se encuentra en el
Diccionario del Pequeño Larousse y la que más se adecúa al tema a tratar
es la siguiente: “Justificación de la verdad de los hechos controvertidos en
un juicio, hecha por los medios que autoriza y reconoce por eficaces la
ley.” 1 Vemos que esta definición cumple con los requisitos mínimos o
necesarios que cualquier ley adjetiva o procedimental puede prever para
la tramitación de un juicio, de donde de la litis o controversia que se
suscite, se llegue a la verdad por medio de los instrumentos o formas
necesarias que previamente el legislador haya establecido. Un punto en
contra sobre esta definición es lo referente a que no hace hincapié en cuál
o cuáles son esos medios para llegar a esa verdad y que cualquiera de las
partes dentro de un juicio pueden ofrecer, es por lo que esta definición
únicamente nos puede servir como referencia para entender de forma
general lo que puede llegar a constituir una prueba en un juicio.
1 EL PEQUEÑO LAROUSSE ILUSTRADO. Editorial Larousse. México 1999. Pág. 831
6
Ahora bien el Instituto de Investigaciones Jurídicas, a través de su
Diccionario Jurídico Mexicano define a la prueba de la siguiente forma:
“(Del latín -probo- bueno, honesto/ -probandum- recomendar, aprobar,
experimentar, patentizar, hacer fe); En el sentido estricto, la prueba es la
obtención del cercioramiento del juzgador acerca de los hechos discutidos
y discutibles, cuyo esclarecimiento resulte necesario para la resolución del
conflicto sometido a proceso. En este sentido la prueba es la verificación o
confirmación de las afirmaciones de hecho expresadas por las partes. En
sentido amplio, designa como prueba a todo el conjunto de actos
desarrollados por las partes, los terceros y el propio juzgador, con el
objeto de logar la obtención del cercioramiento judicial sobre los hechos
discutidos y discutibles”.2 La definición antes referida empieza a ser más
amplia, ya que la prueba tiene dos enfoques que al final de cuentas
convergen en un mismo punto y que es “la obtención del cercioramiento
por parte del juzgador”; además de que delimita someramente los sujetos
procesales que en un juicio pueden llegar a intervenir para que se lleve a
cabo el esclarecimiento de uno o varios hechos que sean materia de
controversia.
1.2. OBJETO DE LA PRUEBA
Para el tratadista Ángel Ascencio Romero, el “Objeto de la Prueba” se puede definir de la siguiente manera: “El objeto de la actividad
probatoria son los hechos controvertidos, el juzgador debe de desechar
por improcedentes todas aquellas probanzas de las partes que no tengan
relación directa con los hechos que han dado motivo a la controversia o
2 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURIDICAS. Diccionario Jurídico Mexicano. Tomo 4. Editorial
Porrúa. 12ª edición. México 1998. Págs. 2632, 2633.
7
que no hayan sido alegados previamente por los litigantes”.3 Esto es, que
la materia surge de uno o varios hechos controvertidos, o propiamente
hablando, de la litis que en un juicio se presente, para esto el juzgador
deberá de analizar en conciencia cuales pruebas pueden ser admitidas
por la Autoridad para el mejor esclarecimiento de la verdad, las que
deberán de relacionarse con la litis que previamente se debió de haber
fijado en el procedimiento.
No difiere mucho el autor antes citado, de lo que sostiene el
Maestro Miguel Bermúdez Cisneros respecto al Objeto de la Prueba,
quien refiere que se debe de entender como “aquellos hechos
controvertidos y dudosos y no el derecho ya que éste no está sujeto a
prueba”4 ; lo anterior ya delimita que sólo son hechos controvertidos, los
que pueden constituir materia de prueba para el esclarecimiento de la
verdad, y no así el derecho pues el mismo ya esta previamente
establecido por la legislación que al respecto se ha emitido.
La doctrina francesa, en especial lo sostenido Garsinnet y Cesar
Bru en Traité Theoriqué et Practiqué de Procedure, determina las
características que deben de reunir los hechos a fin de poder ser objeto de
prueba tal como:
1. Que los hechos sean negados.
2. Que no sean tenidos por legalmente verdaderos.
3. Que no esté prohibida la prueba de los mismos. 3 ASCENCIO ROMERO Miguel. Manual de derecho procesal del trabajo. Editorial Trillas. 1ª edición,
México 2000. Pág. 51.
4 BERMUDEZ CISNEROS Miguel. La carga de la prueba en el derecho del trabajo. 3ª Edición,
Editorial Cárdenas editor y distribuidor. México 1983. Pág. 11
8
4. Que sean admisibles
5. Que los hechos sean alegados por las partes, esta última
característica aportada por el maestro Porras López.
1.3. PRINCIPIOS QUE RIGEN LA PRUEBA.
Estos principios fueron aportados por el maestro Devis Echandía y
a continuación se enlistan:
a) Principio de inmediatez. Consiste en la necesaria presencia del
juzgador dirigiendo la recepción de las pruebas; principio que se convierte
en garantía jurídica, con el fin de evitar que la controversia llegue a
convertirse en una contienda privada, en la que la prueba deje de tener el
carácter de acto procesal. Es imprescindible mencionar que la dirección e
intervención del juzgador en la audiencia de recepción de pruebas, debe
de satisfacer no sólo un carácter receptivo ante las pruebas que se le
presenten, sino por el contrario, el juzgador debe de tomar participación
activa en el desahogo de las pruebas estableciendo contacto con las
partes y testigos.
b) Principio de igualdad de oportunidad probatoria. Este principio se
convierte en fundamental no tan sólo dentro del campo de la prueba, sino
en todo el campo del derecho ya que viene a ser un reflejo dentro de la
teoría general de la prueba, es decir, la de igualdad que las partes y que
deben observar ante la ley. A través de él se trata de garantizar que las
oportunidades que el juzgador brinde para la admisión y recepción de las
pruebas sean iguales en cualquier momento del proceso para las dos
partes.
c) Principio de la concentración de la prueba. Es el que viene a
garantizar a las partes en el juicio unidad en cuanto al desahogo de las
9
pruebas a fin de facilitar el convencimiento que el juzgador pueda obtener
mediante la confrontación de los diversos elementos probatorios; ya que
una práctica dividida en la recepción de las pruebas, lleva el riesgo de que
se desvirtúen algunas de ellas, es por ello que la concentración se
considera el principio rector de todo sistema de pruebas cualesquiera que
sea la rama del derecho en que se desarrollen, el que estas pruebas
deban recibirse en una sola audiencia buscando la concentración de las
mismas.
d) Principio de la contradicción de la prueba. Este principio
establece la oportunidad procesal de que la parte contra quien se ofrezca
una prueba, pueda conocerla y controvertirla haciendo uso del ejercicio de
su derecho de contraprueba. Para algunos connotados autores, este
principio de la contradicción, es necesario para la calidez de la prueba, ya
que resulta fundamental para lograr la paridad procesal, a efecto de que
no se vulneren los derechos procesales que las partes tengan.
1.4. CLASIFICACION DE LAS PRUEBAS.
El Autor Miguel Bermúdez Cisneros, en su obra literaria “La carga
de la prueba en el derecho del trabajo”, hace una clasificación sobre los
grupos más comunes que existen de la prueba: reales y personales;
originadas y derivadas; preconstituidas y por constituir; pruebas plenas y
semiplenas; pruebas nominadas e innominadas; históricas y criticas y
eficaces e ineficaces.5
1. Pruebas reales y personales.
5 Óp. Cit. Bermúdez Cisneros. Pp. 13-16
10
Prueba real: todas aquellas de las que el conocimiento que de las
mismas se desprende, se adquiere por medio o a través de una secuela
de inspección o análisis de un hecho material ya consumado de donde se
deduce la veracidad, o en su caso la falsedad del hecho que fue objeto de
la prueba en sí, supone un sistema inductivo o deductivo para logar su
finalidad.
Prueba personal: pruebas que nos proporcionan la certeza de la
veracidad o no veracidad de un hecho, mediante el simple testimonio de
personas que comparezcan a declarar en juicio en calidad de testigos;
aunque para la finalidad de esta clasificación personal también lo podría
ser la prueba confesional.
2. Pruebas originales y derivadas
Pruebas originales: comprenden los documentos que mantengan tal
calidad de originalidad y no tan sólo los documentos originales que se
aporten al juicio, así como también el dicho de los testigos, cuando estos
fueran presenciales de los hechos sobre los cuales deponen.
Pruebas derivadas: se entiende a aquellas pruebas no originales
sino que con calidad de copias hayan sido aportadas al juicio cuando se
trata de documentos.
3. Pruebas preconstituidas y por constituir. Aquí es importante
señalar que respecto a esta clasificación, la misma se basa en el factor tiempo en que se realizan dichas pruebas..
Prueba preconstituidas: se realiza con anterioridad al proceso, no
es óbice señalar que en no pocos sistemas jurídicos se limitan, se
restringen o se les niega valor probatorio a este tipo de pruebas y más aun
en el procedimiento del derecho del trabajo.
11
Prueba constituida: se realiza durante la tramitación del proceso.
4. Pruebas plenas o semiplenas
Prueba plena: es aquella que alcanza un resultado positivo que
permite sea aceptada sin temor fundado de incurrir en el error; luego
entonces, este tipo de prueba puede ser definida como: “aquella situación
ideal buscada por el derecho y la justicia, o sea ante la verdad y sin el
mínimo error de incurrir en una equivocación.
Prueba semiplena: este tipo de pruebas si pudieran llegar a estar
afectadas de un posible error y por lo mismo chocaran con los principios
rectores de la prueba misma, y como consecuencia podría llegar al
extremo del error o la injusticia.
5. Pruebas nominadas e innominadas
Pruebas nominadas: simplemente se trata de las señaladas por la
ley, en los sistemas jurídicos que las hacen.
Pruebas innominadas: se refiere a que no se encuentran de manera
expresa en la Ley o en las codificaciones y no representa la no aceptación
de las mismas en el proceso.
6. Pruebas históricas y críticas
Pruebas históricas: suponen que el resultado de la prueba debe de
fundarse única y exclusivamente en la observación que haga el juez o el
tribunal frente al hecho de probar.
Pruebas críticas: se refiere al raciocinio por parte del tribunal para
que partiendo de un hecho conocido se pueda llegar a uno desconocido y
que por tanto sea materia del juicio.
12
7. Pruebas idóneas e ineficaces
Pruebas idóneas: son las que se ajustan a las cuestiones que se
llegaran a suscitar en el juicio y que tienen la finalidad de probar un hecho
a la no existencia de tal que sea materia de litis.
Pruebas ineficaces: se refiere a aquellas que resultan ser ineficaces
en virtud de que los hechos probados por tal medio no sean materia de la
litis planteada dentro del juicio.
1.5. EL FIN DE LA PRUEBA
Para el maestro Bermúdez Cisneros, el fin de la prueba es aquello que busca el oferente al llevar la prueba hasta el juzgador, por otra
parte refiere el mismo autor que dentro de este “fin” existen a su vez dos
corrientes: por un lado señala que existen pruebas judiciales aportadas a
fin de esclarecer la verdad; y por otro lado existen aquellas que considera
como fin de la prueba judicial, el lograr el convencimiento en el juzgador
en relación con los hechos a que se refiere la prueba, tomándose a esta
ultima como la correcta, puesto que “la verdad” no es más que la identidad
de conocimiento o de idea con el objeto.6
1.6. TIPOS DE PRUEBAS
1.6.1. CONFESIONAL
Para el Derecho Procesal Civil; por confesión se entiende como el
acto de prueba que realiza cualquiera de las partes por el que se reconoce
o admite, en su perjuicio la verdad de los hechos aseverados por el
adversario. Esta declaración debe de provenir de una persona capaz de
6 Óp. Cit. Bermúdez Cisneros. Pág. 12
13
obligarse, con la finalidad de atribuirle el reconocimiento que haga sobre la
aceptación de una obligación o de un derecho susceptible de producir
efectos de derecho.
La confesión versara sobre hechos que producen consecuencias
jurídicas, pero sin llegar hasta el extremo de considerar como confesión el
reconocimiento de las pretensiones de la contraparte, porque ello en todo
caso se convertiría prácticamente en un allanamiento, ni mucho menos
debe de referirse a preceptos jurídicos dado que sólo le incube tal cuestión
a un órgano jurisdiccional.
Para el Derecho Procesal Civil, se le ubica a este tipo de prueba
dentro de las personales, atendiendo a que se requiere de una persona
como aquel elemento productor de la misma.
Para algunos tratadistas, el nombre de esta prueba está en dilema
puesto que refieren que el calificativo que recibe es impropio, ya que no
alude a cualquier persona, sino que el resultado de esta probanza se
obtiene cuando alguna de las partes reconoce aquellos hechos que le son
perjudiciales.
Para otros tratadistas existen sinónimos de la prueba de confesión
ejemplo de ello serian “prueba de posiciones” o “prueba de juramento”.
En cambio en el Derecho Procesal Penal; una confesión de delito
no puede atribuirse a otro que no sea el reo o en su caso a aquella
persona a quien se le imputa un hecho delictivo, (el imputado).
En el Derecho Procesal Laboral; la confesión es una declaración,
una exteriorización voluntaria de la parte por la que reconoce o admite en
su perjuicio, la verdad de un hecho aseverado por el colitigante.
14
A continuación se citaran definiciones de diversos tratadistas sobre
esta prueba:
1. Rafael de Pina: “La Confesional consiste en una declaración de
parte que contienen el reconocimiento de un hecho de consecuencias
jurídicas desfavorables para el confesante”.
2. Mattirolo: “Es el reconocimiento que uno de los litigantes hace de
la verdad de un hecho susceptible de producir consecuencias jurídicas a
su cargo”.
3. Trueba Urbina: “La confesión es la declaración judicial o
extrajudicial, con la cual una parte capaz de obligarse, con perjuicio suyo,
reconoce total o parcialmente la verdad de una obligación o de un hecho
que es susceptible de efectos jurídicos”.
De las definiciones que arrojan los autores citados, no existe mucha
discrepancia sobre los elementos que debe de reunir la confesional;
basándose todos en que es UNA DECLARACION DE PARTE que la
contraparte ofrecerá para tratar de buscar la afirmación de aquellos
hechos materia de controversia y que le son atribuibles.
1.6.2. TESTIMONIAL
El testimonio es una de las formas probatorias más antiguas en la
impartición de justicia, habida cuenta la expresión oral del lenguaje entre
los humanos existió primeramente a la escritura y por ende, al
instrumento.
Conforme avanza el tiempo en el progreso de la escritura y en la
civilización de los pueblos, el testimonio ha ido perdiendo terreno en la
preferencia de su utilización en progreso, al grado, que en la actualidad la
15
mayoría de los tratadistas la repudian por considerarla peligrosa e
insegura en la búsqueda de la verdad.
El Doctrinario Carnelluti refirió que por testimonio se entiende como
aquella representación de cualquier hecho, y que constituye su objeto. El
testimonio resulta ser un acto de una persona que declara, es decir, un
testigo.
Para el doctrinario Rafael de Pina, la prueba testimonial sería la
más perfecta de las pruebas si se pudiera suponer que los hombres son
incapaces de mentir o de errar; la experiencia por desgracia demuestra
que es la más falible y la más débil de las pruebas, razón que ha
conducido a los legisladores a darle el valor relativo, considerándola
incluso como prueba complementaria o subsidiaria.
Sáenz Jiménez; establece que existen dos corrientes sobre la
prueba testifical siendo estas la viabilidad y eficacia.
1. La primera tiene su máximo exponente en el Código
Napoleónico, probablemente inspirado en la legislación francesa de la
Edad Moderna (Ordennance de Moulins, 1566; Ordennance de Luis XIV,
1667) y que su influencia se habría de manifestar en nuestro
ordenamiento jurídico privado y en los requisitos exigidos a los testigos
(incapacidad y tachas), que tienden a limitar este tipo de prueba, ya por
falta de confianza en la veracidad del testigo, o por la posibilidad del error
que en su apreciación o manifestación se llegare a dar.
2. En el segundo caso, el juzgador cuenta con amplitud de criterio
para valorarla.
La calidad de la persona es un elemento determinante de la
idoneidad o veracidad del testimonio.
16
Refiere el doctrinario Climent Beltrán que la idoneidad es la
“capacidad testimonial”, es decir, la capacidad procesal a la imparcialidad
del testigo. Atribuyéndose la calidad de testigo al tercero declarante, pues
la declaración de parte es confesión y sólo hace prueba en lo que le
perjudica, mientras que el testimonio a su declaración.
1.6.3. DOCUMENTAL
1. Etimológicamente deviene de Documentum. Título o prueba
escrita. Implica medio de enseñanza o todo aquello que nos enseña algo.
2. Documento en el sentido estricto, se entiende como el testimonio
humano consignado gráficamente en un instrumento material e idóneo que
crea, modifica o extingue una relación jurídica.
3. Gramaticalmente “Documento” es toda escritura o cualquier otro
papel autorizado con que se demuestra, confirma o corrobora una cosa o
un acto.
4. En el sentido procesal, el documento es un medio de probar, se
reduce por un acto y se expresa mediante un objeto (como acto es
resultante de la voluntad humana; como objeto es una cosa creada
deliberadamente, por una actividad específica del hombre.
Carnelluti, se refiere a las pruebas directas cuando el juez percibe
algo con los propios sentidos, es decir, que vea los hechos ejemplo de
ello: una inspección judicial, pero cuando el hecho a probar es un hecho
jurídico pasado, se trata de pruebas indirectas tal es el caso de
documental o testimonial.
17
Para este autor, la palabra Documento, proviene del latín Docere;
que significa enseñar, es una cosa representativa, es decir, capaz de
representar un hecho.
El tratadista Climent Beltrán en su obra literaria “Derecho Procesal
del Trabajo” cita a Carnelluti para tratar lo que constituye un documento; y
refiere que cuando el documento está formado por la persona a la que se
atribuye el hecho representado en el mismo, se trata de un documento
autógrafo, que suele coincidir con el documento privado. Pero cuando no
se encuentra firmado por la persona que realiza el hecho documentado, se
trata de un documento heterógrafo, que suele tratarse de un documento
público. Más adelante veremos que en materia laboral las acepciones de
documento público y privado tienen diferente matiz.
Marco Antonio Díaz de León, refirió que dentro de los medios de
probar reconocidos por la Doctrina Procesal y la Ley, uno de los más
importantes es el “Documento”, atendiendo a la eficacia probatoria que
representan, esta prueba refleja por sus características una mayor
seguridad si se comparan con otras pruebas tales como una testimonial7
1.6.4. INSPECCIÓN
El reconocimiento judicial es una de las formas de examinar
cuestiones de litigio de forma directa, más seguras en el logro de
conocimientos ciertos, tal reconocimiento es el acto probatorio realizado
por el magistrado (refiriéndonos a materia civil) en el cual somete a su
personal a la observación de determinadas situaciones que requieran de
7 DIAZ DE LEON Marco Antonio. La prueba en el proceso laboral II. 1ª edición. Editorial Porrúa.
México 1990. Pág. 831
18
demostración en el proceso. Se trata de un medio de comprobación
objetivo y directo.
Algunos tratadistas la llaman “inspección ocular”, sin embargo, esta
acepción únicamente refiere al sentido de la visión, es decir, captar ciertos
hechos mediante la vista, pero no sólo se trata de este sentido, sino que
también pueden verse involucrados otros sentidos tales como el oído, el
olfato, el tacto, por tanto esta acepción no resulta conveniente para esta
probanza.
Existen varios criterios sobre este tema; a continuación se hará
referencia a algunos autores que han tocado con especial cuidado esta
prueba:
A. OPINION DE CHIOVENDA. Mediante la inspección ocular el
juez recoge las observaciones directas de sus sentidos sobre las cosas que son objeto del pleito o que tienen relación con él. Esta
prueba puede referirse a cosas muebles o inmuebles; y que puede
desahogarse en el mismo lugar del tribunal o en los lugares donde se
encuentran las cosas a examinar; que por esto, el acceso judicial no es
más que una forma de inspección ocular, y frecuentemente se sustituye el
acceso judicial por la simple inspección ocular, haciendo planos, tipos,
fotografías y hasta reproducciones plásticas de los lugares, modelos de
madera de casas, etc. un documento también puede ser objeto de
inspección ocular (por ejemplo: en materia procesal del trabajo), ya
cuando se presenta como medio de prueba, ya cuando es objeto de la
prueba el mismo.
B. OPINIÓN DE MANZINI. La inspección ocular o también
llamada por éste autor como observación judicial inmediata, es el acto
procesal que cumple el magistrado, con las formas prescritas por la ley, a
19
objeto de una inmediata recepción de la prueba, sometiendo a su propia y
directa percepción sensorial determinadas materialidades probatorias. Las
cuales son expresivas, a los fines de la prueba por sí mismas, o sea, como
elementos indicadores o en otra forma comprobadores de un hecho, ya
mediante su sola existencia, ya mediante su propiedad o constitución
global, ya por el lugar donde se encuentran o por el tiempo de su
existencia, o finalmente por su conexión con otros elementos.
C. OPINION DE BONNIER. Refiere que los casos en que toma
el juez conocimiento por sí mismo de los hechos que hay que probar deben de ser muy limitados. Por lo general los hechos que ocurrieron
fueron fuera del recinto donde se administra justicia, en cuyo caso no
podrá sentenciar sino sobre la fe de otro, guiándose por presunciones.
D. OPINION DE LESSONA. El reconocimiento judicial es el acto
por el cual el juez se traslada al lugar a que se refiere la controversia, o en que se encuentra la cosa que la motiva, para obtener mediante el
examen personal, elementos de convicción.
E. OPINION DE FRANCISCO CARNELUTTI. El conocimiento
de un hecho por parte del juez, no se puede tener sin que el mismo
perciba algo con los propios sentidos, y para ello es inevitable el contacto entre el juez y la realidad acerca de la cual debe juzgar. Ese algo que
el juez percibe con los propios sentidos, puede ser el hecho mismo que se
debe probar o un hecho distinto. Aquí la superioridad de la prueba directa
sobre la indirecta no tiene necesidad de ser subrayada, puesto que la
prueba en tanto más segura cuanto más próximo a los sentidos se halle el
hecho de probar. Existe una desventaja en la aplicación de esta prueba,
puesto que la misma tiene límites manifiestos de posibilidad y de
conveniencia, ya que el juez conoce directamente los hechos presentes y
20
por ende, los hechos permanentes. Y los hechos transeúntes que se
desenvuelvan en su presencia durante el curso del proceso. Lo anterior
con independencia de que no es conveniente de que el juez conozca
directamente los hechos, aun cuando pueda conocerlos, cuando la ventaja
del conocimiento directo quede neutralizada por el daño que la pérdida del
tiempo y los gastos inherentes pueda ocasionar.
F. OPINION DE CLARIÁ OLMEDO. En los primeros momentos
de la investigación, el juez instructor, debe de procurar su inmediato contacto con todos los elementos materiales que puedan
proporcionarle los más precisos y originales datos referentes al hecho
imputado. Que según sea cual sea el tipo tratará de adquirir para el
proceso toda la materialidad que a él se vincula directa o indirectamente, a
cuyo fin procederá a practicar la inspección de personas, cosas o lugares
con las garantías perceptuales por las leyes.
G. OPINION DE SILVA ROMERO. La percepción misma del hecho a probar por el juez, llamada “inspección”, “acceso”,
“reconocimiento” o “comprobación judicial”, en la doctrina representa un
gran problema, puesto que se difiere entre que si se trata de un medio de
prueba o por el contrario no tiene tal carácter.
H. OPINION PERSONAL. De todas las definiciones anteriores,
se puede llegar a la determinación de que este tipo de prueba va a ser
aquella mediante la cual el juez va a entrar en contacto directo con
aquellos hechos materiales que pueden ser percibidos por los sentidos, y
de acuerdo a ello se podría llegar a tener convicción sobre aquellos puntos
que se encuentran en controversia. Veremos más adelante que en materia
de trabajo, que esta prueba puede ser desahogada por aquel funcionario
investido de fe pública, es decir, el actuario que estará facultado para ello.
21
1.6.5. PRESUNCIONAL
El doctrinario Devis Echandía define a la PRESUNCION como un
juicio lógico del juez, en virtud del cual se considera como cierto o
probable un hecho.
El mismo autor, hace hincapié, en que esta probanza se funda en
un indicio, el cual constituye la prueba sobre la cual se establece la
presunción, entendiéndose como indicio a cualquier hecho material o
humano, físico o psíquico, simple o compuesto, es decir, se le da el
concepto de hecho el significado amplio que se utiliza para determinar en
abstracto el objeto de las pruebas judiciales)
Muchos doctrinarios han discutido sobre esta prueba en el sentido
de que si se debe o no considerar como tal. Pero el autor citado con
anterioridad establece que si se le debe de considerar como prueba.
En la Ley Federal del Trabajo, se define a esta prueba de la
siguiente manera: “Presunción es la consecuencia que la ley o la junta
deducen de un hecho conocido para averiguar la verdad de otro
desconocido, y que se encuentra en el artículo 830 de dicho
ordenamiento.
TIPOS DE PRESUNCIONES
A) LEGAL. Son reglas jurídicas sustanciales para la aplicación del
derecho objetivo a ciertos casos concretos, cuyos efectos sustanciales se
producen fuera del proceso y son reconocidos en éste, donde además
influye la carga de la prueba.
22
B) HUMANA. O llamadas también “judiciales”; son reglas de
experiencia para la valoración de las pruebas, lo que las identifica como
reglas de prueba pero no como medios de prueba.
1.6.6. INSTRUMENTAL
Es el conjunto de actuaciones que obren en el expediente, formado
con motivo del juicio.
El maestro Néstor de Buen, refiere que la Instrumental no puede
tener el carácter de prueba, y por tanto corresponde a la idea de que el
juzgador, al resolver tendrá que tomar en cuenta a favor de cada parte, no
sólo lo alegado y probado por ésta sino los fenómenos de adhesión
procesal y aquellas otras circunstancias que se pongan de manifiesto
colateralmente, al desahogar una prueba específica.
1.6.7. PERICIAL
Primero citaremos la definición que se encuentra en el Diccionario
Jurídico Laboral sobre la palabra Perito: “del latín peritus: sabio,
experimentado, hábil, practico en una ciencia o arte. El que en alguna
materia tiene el titulo de tal, conferido por el Estado…” 8
Jaime Guasp lo define como la persona que, sin ser parte, emite,
con la finalidad de provocar la convicción judicial en un determinado
sentido, declaraciones sobre datos que habían adquirido ya índole
procesal en el momento de su captación.
Pero para este autor surge una interrogante: ¿al perito se le debe
de tomar como medio de prueba, en sí mismo, o como un auxiliar del juez 8 DICCIONARIO JURIDICO LABORAL. 1ª edición. Editorial Cárdenas Editor Distribuidor. México
2002. Pág. 239.
23
que coopera con las partes en la calidad de asesor técnico? De esta
pregunta llega a la conclusión de que es: “un medio de prueba procesal”,
porque las declaraciones que emite el perito no tienen otra finalidad que la
de convencer al juez de la existencia o inexistencia de ciertos datos
procesales.
Para el maestro Miguel de Bermúdez Cisneros, la prueba pericial es
definida como: “La opinión sobre algún hecho u objeto, basada en el
conocimiento y experiencia, que un docto externa ante un juez o tribunal al
ser requerido para ello en juicio”.
Este tipo de prueba tiene varios elementos:
a) Que la persona designada sea técnico o experto en la materia
sobre la que va a dictaminar.
b) Que el peritaje sea un acto ordenado por el Tribunal.
c) Que el hecho u objeto sobre el que verse el dictamen requiera de
conocimientos técnicos o especializados.
d) Sostengo que otro elemento respecto de esta prueba es que
resulta ser colegiada, pues no basta con que se haya emitido un dictamen
por una de las partes, sino que también la contraparte debe de ofrecer su
pericial y en dado caso de que exista discrepancia entre los mismos, se
tendría que recurrir a un perito tercero en discordia, es por ello la cuestión
referente a lo COLEGIADO.
1.7. LA CARGA DE LA PRUEBA
1.7.1. DEFINICION DE CARGA.
24
A) SIGNIFICADO ETIMOLÓGICO. Carga: Cosa que hace peso
sobre otra.
B) CARNELUTTI. Carga: Una facultad cuyo ejercicio es necesario
para la obtención de un interés.
C) BERMUDEZ CISNEROS: Indica que la lógica procesal impone
como necesaria la existencia de ciertas cargas durante un juicio, tales
como: carga de demanda, carga de impulso procesal, carga de la prueba.
Así pues en su obra literaria “La carga de la prueba en el derecho del
trabajo” hace una diferenciación entre aquellos autores que establecen
que por un lado se ha dicho que toda la carga impone un deber, otros
afirman que la carga es una obligación jurídica a que se ven sujetas las
partes en un juicio.
Para este autor la institución de la “carga procesal” se determina
cuando la ley en determinados casos, atribuye al sujeto de poder o lo
ubica en la necesidad de desarrollar actividades procesales a fin de que
se obtenga resultados favorables a sus intereses, amonestado de la
posible sanción de resultar vencido ante su omisión.9
D) PALLARES. Afirma que se puede distinguir la carga del ejercicio
de los derechos que tienen las partes para realizar determinados actos, y
sostiene que carga y ejercicio en el derecho son la misma cosa.
De lo anterior se infiere que la carga conduce a lo siguiente: el
titular de un derecho tiene la carga de su ejercicio.
E) MICHELI. Deber y carga son nociones heterogéneas en sí,
puesto que la primera de ellas indica la necesidad jurídica en orden a la 9 Óp. Cit. Bermúdez Cisneros. Págs. 108-109
25
satisfacción de un interés de un sujeto al que se concede un correlativo
poder individual; en cambio la segunda indica la necesidad practica de que
el titular de un determinado poder lo ejercite cuando quiera obtener un
efecto a favor propio.
1.7.2. DEFINICION DE LA CARGA DE LA PRUEBA.
1.- DEVIS ECHANDIA. “La carga de la prueba es una noción
procesal que contiene las reglas de juicio por medio de la cual se le indica
al juez como debe fallar cuando no encuentra en el proceso pruebas que
le den certeza sobre los hechos que deban fundamentar su decisión e
indirectamente establece a cuál de las partes le interesa la prueba de tales
hechos para evitarse las consecuencias desfavorables”.
2.- TRUEBA URBINA. “La carga de la prueba es la necesidad de
justificar las aseveraciones o hechos en el proceso por su propio interés y
no por deber”.
3.- ROCHA ALVIRA: “Se quiere indicar la actividad correspondiente
a cada una de las partes en la tarea de hacer conocidos del juez los
hechos en que basen sus afirmaciones de la demanda o de la defensa”.
4.- BERMUDEZ CISNEROS. “La carga de la prueba en una noción
procesal que contiene una regla de juicio… y por medio de la cual se le
indica al juez como debe fallar lo que notara al cotejar las definiciones”10.
5.- RAFAEL DE PINA. La carga de la prueba, representa el
gravamen que recae sobre las partes de facilitar el material probatorio
10
Óp. Cit. Pág. 113. Bermúdez Cisneros
26
necesario al Juez para formar su convicción sobre los hechos alegados
por las mismas.11
La carga de la prueba no constituye una obligación jurídica; en el
proceso civil moderno no cabe hablar de la obligación de probar, sino el
interés de probar. La carga de la prueba se concreta en la necesidad de
observar una determinada diligencia en el proceso, para evitar una
resolución desfavorable. Constituye una facultad de las partes que
ejercitan en su propio interés y no un deber.
6.- CARNELUTTI. La diferencia entre carga y obligación se funda
sobre la diversa sanción que en uno u otro caso amenaza a quienes no
cumplen un determinado acto: obligación existe cuando la inactividad, da
lugar a una sanción jurídica (ejecución o pena); si por el contrario, la
abstención, en relación con un determinado acto, hace perder solamente
los efectos útiles del acto mismo, nos encontramos frente a la figura de la
carga.
La carga de la prueba tiene una doble función en el proceso:
1. Como regla de observancia para el juez le indicara el sentido del
resultado con un carácter de sucedáneo de la prueba.
2. Se convierte en una regla a seguir por las partes en el juicio,
regla que les indicará cuales hechos deben probar si aspiran a obtener
una resolución favorable en el juicio.
11
DE PINA, Rafael. Curso de Derecho Procesal del trabajo. Editorial Botas. 1ª edición. México
1952. Pág. 192
27
La esencia y valor de las normas sobre la carga de la prueba
consisten en aquella instrucción dada al juez acerca del contenido de la
sentencia.
La carga de la prueba sólo puede tener aplicación ante cuestiones
de hecho, ya que ante cuestiones de derecho resulta suficiente el
contenido de los preceptos jurídicos materiales.
Para el maestro Rafael de Pina la carga de la prueba no se
concreta en la necesidad de observar una determinada diligencia en el
proceso para evitar una resolución desfavorable, sino a una facultad de
las partes que ejercitan en su propio interés, y no un deber.
Para los procesalistas modernos la carga se refiere a una
necesidad que tiene su origen no en una obligación legal, sino en la
consideración de tipo realista, ya que aquella parte dentro de un juicio que
pretenda que la sentencia que se dicte favorablemente deberá de aportar
todo el material probatorio que considere para el efecto de que enfoque su
atención a las pruebas ofrecidas y poder así lograr una convicción al juez.
Muchos confunden a la obligación con la carga; la primera de ellas
se da cuando la inactividad da lugar a una sanción jurídica; la segunda de
ellas hace perder solamente los efectos útiles del acto mismo.
No necesitan prueba las normas jurídicas nacionales, los hechos
notorios, los que tienen a su favor una presunción legal y los ya probados
y confesados. El derecho resulta relevado de prueba, porque el juez debe
de conocerlo, no como ciudadano sino como funcionario público
encargado de aplicarlo.
28
CAPITULO II: PRINCIPIOS QUE RIGEN EL PROCESO
LABORAL Y LA AUDIENCIA TRIFÁSICA
29
2.1. PRINCIPIOS DEL PROCESO LABORAL
En primer término es importante señalar que la Ley Federal del
Trabajo en su artículo 685, prevé que el proceso del trabajo será público,
gratuito, inmediato, predominantemente oral y se iniciará a instancia de
parte.
Partiendo del punto anterior, abordaremos los principios del proceso
laboral, y que fueron establecidos con las reformas realizadas en el año de
1980, y que el Tratadista Climent Beltrán determinó en la Ley Federal del
Trabajo Comentada12
1. Publicidad. Se puede tomar desde dos puntos de vista; en lo
referente a las audiencias y que el procedimiento en general es público, y
sólo en casos excepcionales, se llevaran diligencias a puerta cerrada; otro
punto de vista es el que señala que el interés público y social se
sobrepone a la voluntad de las partes.
2. Gratuidad. Todas las actuaciones laborales son gratuitas, dicho
principio se encuentra consagrado en el artículo 19 de la Ley Obrera, por
consiguiente todos los actos y actuaciones que se relacionen con la
aplicación de las normas de trabajo no causaran ningún impuesto; máxime
que en dicha ley también se establece que cuando un actor no esté en
posibilidades económicas para cubrir los honorarios derivados de la
designación de un perito la Junta tendrá la obligación de nombrarle a uno
a efecto de que dicho perito pueda emitir su dictamen respecto de las
materias o técnicas para las cuales fue propuesto. Otro ejemplo de
gratuidad es lo referente a la inscripción en el Registro Público de la
12
Ley Federal del Trabajo Comentarios y Jurisprudencia. Editorial Esfinge. 13ª edición. Naucalpan
Estado de México 1997. Pp. 444-447.
30
Propiedad de los bienes inmuebles que hubieran sido embargados por los
trabajadores.
3. Inmediación. Este término refiere en primer lugar en que en la
etapa Conciliatoria tanto la parte actora como la demandada puedan
comparecer a efecto de dirimir sus controversias, antes de que se
desarrolle propiamente el proceso, y con intervención de un funcionario de
la Junta que conoce del conflicto.
Así mismo refiere que el auxiliar de la Junta de Conciliación y
Arbitraje que conozca del juicio debe de compenetrarse desde la etapa
conciliatoria, en el desarrollo del juicio, con la finalidad que al momento de
emitir el Laudo este sea dictado a verdad sabida y a buena fe guardada,
analizando los hechos en conciencia.
4. Oralidad. La gran ventaja de este principio en el derecho procesal
del trabajo es que existe una mayor comunicación directa entre las partes
y la Autoridad, siendo requisito indispensable al inicio de cada audiencia
que las personas que sean parte integrante del juicio comparezcan ya de
forma personal o por conducto de apoderado, la finalidad es tener fluidez
en el procedimiento, en virtud de que en el desarrollo de la audiencia
trifásica tanto la parte actora como la demandada deben de formular en el
acto su réplica, duplica y objeciones realizadas a las pruebas ofrecidas por
su contraparte, lo que da como resultado una mayor concentración y
economía dentro del procedimiento.
5. Principio inquisitorio y de participación activa. El proceso laboral
se iniciará a instancia de parte, luego entonces la actividad jurisdiccional
se ejercitará a petición de los particulares.
31
No es óbice señalar que en la actualidad, este principio
primordialmente inicia con la interposición de una demanda por un
trabajador que alega un despido injustificado, así como por la facultad de
las partes para promover las actuaciones que a sus intereses convengan;
aquí se hablaría propiamente de un principio dispositivo.
Sin embargo se habla de principios inquisitivo o inquisitorio, cuando
se manifiesta en el impulso de oficio y en la participación activa de las
Juntas en el desarrollo del proceso y la amplia facultad para recabar
pruebas, y que inclusive como refiere el autor Climent Beltrán se ha
llegado a hablar de una trilaterialidad en el proceso, ejemplo de ello lo
encontramos en que es la Autoridad quien también debe de cuidar que los
juicios no queden inactivos y en dado caso que se llegue a presentar tal
situación se debe de requerir a un trabajador cuando sea necesaria su
promoción e efecto de no evitar la caducidad; así como a practicar
diligencias que juzgue convenientes; requerir a la parte patronal la
exhibición de todas aquellas documentales que este obligado a conservar
y a exhibir en juicio, de conformidad con el artículo 804 de la Ley Federal
del Trabajo, llevar a cabo la práctica de diligencias para mejor proveer, así
como la ejecución de laudos.
6. Economía. Refiere a resolver de manera inmediata en la mayor
parte de los casos las audiencias incidentales, este principio va
estrechamente relacionado en el de concentración, y que como veremos
más adelante el procedimiento ordinario se desarrolla en tres etapas
(Conciliación, Demanda y Excepciones, Ofrecimiento y Admisión de
Pruebas).
7. Concentración. Se da básicamente en la acumulación de juicios,
se relaciona al principio de economía procesal, con la finalidad de que al
32
momento de resolver no se emitan resoluciones contradictorias entre los
juicios a los cuales se hicieron referencia, así mismo trata de mantener la
unidad en la continencia de la causa.
Este principio es a petición de parte, ya que tanto la parte actora,
como la demandada lo pueden promover, pero sólo en la etapa de
Demanda y Excepciones, (momento procesal en donde queda fijada la litis
dentro de un juicio); se tramita por cuerda separada la Junta le debe de
dar entrada siempre y cuando el mismo se encuentre debidamente
fundado y sea acompañado con todos los elementos necesarios para que
la Autoridad pueda estar en posibilidad de resolver dicha cuestión.
8. Sencillez. Básicamente es la ausencia de formalismos en el
procedimiento, en donde las partes únicamente pueden precisar los
puntos petitorios, sin requerirse señalar las disposiciones legales que los
fundamenten. Se equipara con la informalidad, y que se ve cuando por
ejemplo: el trabajador desconoce el nombre real de aquella persona física
o moral que fungió como su patrón, pues sólo bastara con que al momento
de realizar su demanda precise el lugar en donde prestaba sus servicios,
así como el giro de la empresa o del patrón.
Otro ejemplo de este principio se ve en el proceso laboral cuando
los representantes de los trabajadores o de los sindicatos al momento de
comparecer y acreditar su personalidad y tomando en cuenta los
documentos exhibidos, no necesariamente deben de sujetarse a las reglas
que establecen los artículos 692 y el 693 del Código Obrero; así mismo,
en el poder que se otorgue por parte del trabajador para ser representado
en juicio se entenderá conferido inclusive para poder reclamar tanto las
prestaciones principales como las accesorias.
33
9. Celeridad. Este principio es indispensable dentro de la justicia
laboral, ya que mediante el mismo se busca que los juicios que se lleguen
a tramitar se desarrollen en los tiempos que se encuentran establecidos
en la parte adjetiva de la Ley Federal del Trabajo.
10. Tutelar o de equilibrio procesal. Se prevén dos hipótesis, ya que
establece el artículo 685 de la Ley Federal del Trabajo. En un primer caso
la Junta actúa de oficio para subsanar una demanda que esté incompleta;
en el segundo caso le corresponde al trabajador aclarar la demanda que
sea oscura o irregular, en los términos o cuestiones que la Autoridad
estime.
Ya delimitados todos los principios y antes de entrar a la Audiencia
de Ley conviene definir que son las excepciones, así como la acción y
pretensión, para que con base en esto nos adentremos al tema materia de
tesis.
ACCION.- Facultad o poder que tienen las personas para provocar
la actividad de los órganos jurisdiccionales, a fin de que resuelvan su
pretensión. En mi opinión es el poder que el estado le otorga a un
individuo para poner en marcha al órgano jurisdiccional.
PRETENSIÓN.- Es la reclamación específica que el demandante
formula contra el demandado, o sea, es la exigencia que el individuo
solicita a aquella parte que vulnero sus derechos, o se abstuvo de hacer o
realizar determinados actos.
DEMANDA.- Constituye el acto procesal concreto, a través del cual
el actor inicia el ejercicio de la acción y expresa sus pretensiones contra el
demandado. En la especie, es aquel escrito que formalmente se presenta
34
ante la autoridad para que a partir de la acción ejercitada por el actor, la
parte demandada conozca de las pretensiones que se le reclaman.
EXCEPCIONES.- La doctrina procesal en un sentido amplio la ha
definido como la oposición que el demandado formula frente a la
demanda, ya como un obstáculo definitivo o provisional a la actividad
provocada mediante el ejercicio de una acción ante el órgano
jurisdiccional, bien para contradecir el derecho material que el actor
pretende hacer valer con objeto de la sentencio que ha de pronunciarse y
que ponga fin a la relación procesal, lo absuelva de manera parcial o
totalmente. Simplemente se puede definir como aquella oposición que se
formula a la demanda.
La doctrina procesal ha clasificado a las excepciones de diversas
maneras, pero las más conocidas son las vinculadas con el fondo del
negocio y con el procedimiento.
Excepciones de Fondo del negocio.- tienden a provocar la ineficacia
definitiva de la acción.
Excepciones del procedimiento.- se subclasifican en perentorias y
dilatorias. Las primeras de ellas son las encaminadas a destruir la acción
(ejemplo: excepción de falta de acción y de fundamento legal, excepción
de pago, falta de acción derivada de la inexistencia de la relación laboral,
excepción de oscuridad y defecto legal, excepción de plus petitio,
excepción de prescripción etcétera); y de las segundas se destacan la
litispendencia, la conexidad de la causa, falta de personalidad, falta de
cumplimiento en el plazo, incompetencia del juez, entre otras.
2.2. AUDIENCIA TRIFÁSICA.
35
Teniendo ya más claros los principios que rigen el procedimiento
laboral ahora nos corresponde avocarnos al desarrollo de la audiencia
trifásica que establece la Ley Federal del Trabajo en los juicios ordinarios
en conflictos individuales.
En materia laboral, la Audiencia de Ley consta de Tres etapas:
Conciliación, Demanda y Excepciones, Ofrecimiento y Admisión de
Pruebas, y que para un mejor entendimiento a continuación nos
avocaremos al estudio de cada una de las etapas
2.2.1. CONCILIACION
El artículo 876 de la Ley Federal del Trabajo, señala los
mecanismos a seguir al momento en que es abierta la etapa conciliatoria.
2.2.1.1. DESARROLLO DE LA ETAPA
El maestro Néstor de Buen L. en su obra literaria “Derecho Procesal
del Trabajo”, señala que en esta etapa se debe de dar la comparecencia
de forma personal de las partes que intervienen en el juicio laboral, esto
es, que tanto el trabajador como el patrón deben de presentarse ante la
Junta sin la intervención de abogados patronos, asesores o apoderados, a
efecto de que la Autoridad analice los puntos que son materia del juicio, y
así medie entre las partes para una posible solución.
El intento de conciliación debe de ser procurado por la Junta que
conozca del conflicto a fin de exhortar a las partes a llegar a un arreglo,
pero lo anterior en la especie no acontecía hasta hace algún tiempo
puesto que la Autoridad debido a las grandes cargas de trabajo derivadas
de todos los juicios que se promueven con motivo de un despido
injustificado, no tenían el tiempo suficiente para tratar de mediar los
conflictos, no obstante que existía un área especializada para Conciliar.
36
Hoy en día en el caso de la Junta Local del Conciliación y Arbitraje
del Distrito Federal, la conciliación resulta ser más dinámica, puesto que
los funcionarios llamados conciliadores se encargan de buscar los mejores
términos para dirimir o dar por terminado un juicio, exhortando a las partes
para tal efecto y haciéndoles ver los pros y contras que un juicio podría
tener.
2.2.1.2. CONSECUENCIAS PROCESALES
El Articulo 876 de la Ley Federal del Trabajo establece los
mecanismos de cómo se debe de desarrollar esta etapa por lo que una
vez que las partes comparecieron a juico y que la Junta intervenga para
conciliar pueden pasar diversas hipótesis:
1. Si las partes dentro del juicio llegan a un acuerdo conciliatorio
dentro del convenio que se realice se estipulara en una clausula que
ambas partes darán por terminado el conflicto, y que será previamente
aprobado por la junta y en consecuencia producirá todos los efectos
jurídicos inherentes a un laudo.
2. Si ambas partes no pueden el día de la Audiencia Trifásica
resolver o mediar sus diferencias, podrán solicitar de común acuerdo y por
una sola vez que se difiera ésta. En estricto derecho la Junta debe de
señalar dentro de los siguientes ocho días la Audiencia de Ley para
reanudarla, sin embargo, en la práctica no opera, puesto que como hemos
venido refiriendo las Juntas debido a la excesiva carga de trabajo y dada
el cumulo de demandas pueden inclusive señalarla después de este
periodo y las partes quedarán notificadas debidamente de la siguiente
audiencia y apercibidas en términos de ley.
37
3. Cuando las partes no puedan dirimir sus controversias, se les
tendrá por inconformes con todo arreglo y una vez de celebrada y cerrada
esta etapa la Junta ordenará se continúe con la secuela procesal y en
consecuencia se pase a la etapa de Demanda y Excepciones
4. Si por el contrario, las partes no concurren a esta etapa, se les
tendrá por inconformes pasando a Demanda y Excepciones en donde
deberán presentarse de forma personal.
2.2.2. DEMANDA Y EXCEPCIONES
Esta es la segunda etapa de la Audiencia trifásica que marca la
LFT, el artículo 878 de este ordenamiento señala el procedimiento que se
sigue en el desarrollo de esta.
2.2.2.1. DESARROLLO DE LA ETAPA
Una vez celebrada y cerrada la etapa de Conciliación, y abierta la
etapa de Demanda y Excepciones, el Presidente de la Junta volverá a
exhortar a las partes para tratar de llegar a un arreglo, sin embargo, si las
partes siguen renuentes a conciliar, dará primeramente el uso de la
palabra a la parte actora para que ratifique su demanda o en su caso la
modifique, amplíe, aclare o inclusive pudiera enderezar la demanda en
contra de diversas personas que en un principio fue omisa en hacerlo,
(aunque esta figura no se encuentre redactada de forma expresa en la
LFT en la práctica resulta ser el momento procesal para realizarlo, pero
dicho criterio no es uniforme para todas las JCA, ya que al no encontrarse
de manera expresa la figura de “enderezamiento” en la LFT, en muchas
ocasiones no acuerdan favorable el mismo). Por otra parte si la Junta
notare alguna irregularidad en la demanda, es decir, que este reclamando
prestaciones que se opongan a la acción principal que se reclama, o
38
exista controversia en el capítulo de hechos, la Junta lo deberá de
prevenir, para que en su caso haga las manifestaciones correspondientes.
Si las aclaraciones, ampliaciones o modificaciones que la parte
actora realizo son consideradas de fondo, a efecto de no dejar en estado
de indefensión a la parte demandada suspenderá la audiencia y señalará
de nueva cuenta día y hora para la continuación de la misma en su etapa
correspondiente, para que la parte demandada de contestación tanto al
escrito inicial de demanda, como a las aclaraciones, ampliaciones y
modificaciones realizadas a la misma, lo anterior en concordancia con la
Tesis Jurisprudencial número :2ª/J.11/98 y que para mejor proveer a
continuación se transcribe:
AUDIENCIA LABORAL. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA CUANDO
EL ACTOR MODIFICA SUSTANCIALMENTE SU ESCRITO INICIAL.
Del análisis relacionado de los artículos 871, 873, 875, 878 y 879 de la
Ley Federal del Trabajo, se desprende, en términos generales, que en la
etapa de demanda y excepciones el actor puede ratificar o modificar su
escrito inicial de demanda. En el primer supuesto debe estimarse que el
demandado está en aptitud de responder a las pretensiones del actor y,
por ello, debe proceder a dar contestación a todos y cada uno de los
hechos aducidos por éste, oponiendo, además, sus excepciones y
defensas, y aun reconvenir al demandante. En cambio, cuando el actor
modifica sustancialmente su escrito inicial de demanda (lo cual ocurrirá
cuando aduzca hechos nuevos, desvirtúe los alegados para introducir
otros que contradigan los que originalmente narró, o bien ejercite
acciones nuevas o distintas de las inicialmente planteadas), el
demandado no se encuentra obligado a producir la contestación al
escrito inicial de demanda en el momento en que se realiza esa
modificación porque no tendría oportunidad para preparar sus
excepciones y defensas, ni las pruebas respectivas, atendiendo a los
cambios efectuados por el demandante. En este orden de ideas, debe
concluirse que si en la audiencia se introducen modificaciones al escrito
inicial de demanda que no son fundamentales, el demandado está
obligado a producir en ese acto su contestación a la demanda, pero si
se introducen modificaciones sustanciales, la Junta deberá suspender
39
la audiencia y señalar nueva fecha para su realización, en la cual podrá
aquél contestar la demanda en su totalidad.
Contradicción de tesis 14/97. Entre las sustentadas por el Tercer
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito. 23 de enero de 1998. Cinco
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Luz Cueto
Martínez.
Tesis de jurisprudencia 11/98. Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión pública de veintitrés de enero de mil
novecientos noventa y ocho.
Una vez hecho lo anterior la parte demandada dará contestación a
la demanda ya de forma escrita u oral, en el primero de los casos deberá
de correr traslado con copia simple del mismo a la parte actora, si no es
así la Junta la expedirá a costa del demandado.
En el escrito contestatorio deberá de oponer sus excepciones y
defensas, y como la propia ley lo señala deberá de ceñirse a todos y cada
uno de los hechos de la demanda, sin hacer referencia específica a cada
uno de ellos, ya sea afirmándolos o negándolos y en dado caso expresar
lo que ignore, cuando no sean propios.
Concuerdo con el Maestro Néstor de Buen Lozano, en el sentido de
que si en la práctica procesal el demandado no se constriñe a especificar
cada uno de los hechos de la demanda y sin hacer referencia específica,
estaría incurriendo en la segunda parte de la fracción IV del artículo 878
de la LFT, y por ende las consecuencias procesales serían aun mas
catastróficas que si el mismo no hubiese concurrido a dar contestación a
la demanda en la audiencia de ley, ya que se tomaría como silencio o
evasivas y como resultado se tendrán por admitidos aquellos sobre los
que no se suscite controversia, no admitiéndose prueba en contrario, sirve
40
para robustecer lo antes manifestado con la siguiente tesis jurisprudencial
que para mejor proveer a continuación se transcribe:
Registro No. 213461
Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XIII, Febrero de 1994
Página: 310
Tesis: VI.1o.121 L
Tesis Aislada
Materia(s): laboral
DEMANDA. SU CONTESTACION DEFICIENTE EN MATERIA
LABORAL. Cuando la parte demandada al dar contestación a la
demanda laboral no hace referencia a cada uno de los hechos
contenidos en ella, sino de manera general se concreta a negarlos, dicha
contestación debe estimarse hecha de manera deficiente, por no
cumplirse con lo que establece la fracción IV, del artículo 878 de la Ley
Federal del Trabajo, pues propiamente no se controvierten los hechos
expuestos por el trabajador y ante tal situación deben tenerse por
admitidos o aceptados los hechos planteados en la demanda.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo directo 381/93. Mario Rubén González Ramírez. 5 de
noviembre de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Dueñas
Sarabia. Secretario: Ezequiel Tlecuitl Rojas.
Es en este punto en donde en la práctica muchos abogados no
saben hacer una distinción entre las consecuencias procesales de, por un
lado tener “por contestada la demanda en sentido afirmativo, salvo prueba
en contrario” y por otro tener “por admitidos los hechos, sin derecho a
ofrecer prueba en contrario”. Para diferenciar ambas hipótesis la siguiente
tesis jurisprudencial que para mejor proveer a continuación se transcribe:
Registro No. 163649
Localización:
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
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Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXXII, Octubre de 2010
Página: 2984
Tesis: IV.3o.T.311 L
Tesis Aislada
Materia(s): laboral
DEMANDA LABORAL. LAS CONSECUENCIAS DE QUE SE LE TENGA
POR CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO A LA DEMANDADA
QUE NO ACREDITÓ SU PERSONALIDAD EN LA AUDIENCIA
TRIFÁSICA SE CONTIENEN EN EL ARTÍCULO 879 Y NO EN EL
DIVERSO 878, FRACCIÓN IV, AMBOS DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO. El artículo 878, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo
establece, entre otros supuestos, que cuando el demandado al
excepcionarse guarde silencio o se conduzca con evasivas se le tendrán
por admitidos los hechos sobre los que no se suscite controversia, sin
que pueda admitirse prueba en contrario, lo que supone
necesariamente su presencia en la etapa de demanda y excepciones.
Por su parte, el artículo 879 de la citada ley dispone que en caso de no
comparecer el demandado a la aludida fase, la demanda se tendrá por
contestada en sentido afirmativo, sin perjuicio de que en la etapa de
pruebas pueda demostrar que no es trabajador o patrón, que no existió
el despido o que no son ciertos los hechos narrados en la demanda.
Ahora bien, el examen de ambas disposiciones pone de manifiesto que
el legislador se refiere a supuestos distintos, ya que el referido artículo
879 establece la consecuencia legal en el caso de que a la demandada
se le tenga por contestando en sentido afirmativo, con independencia de
que ello obedezca al hecho de no haber demostrado su personalidad, o
bien, por no acudir al juicio, pues ambos casos se traducen en su
incomparecencia legal, lo que trae como consecuencia que en la
siguiente fase del juicio, esto es, la de ofrecimiento y admisión de
pruebas, solamente pueda aportar aquellos elementos probatorios
tendentes a justificar los supuestos a que se contrae el propio numeral.
En cambio, la sanción contenida en la fracción IV del mencionado
artículo 878 se actualiza cuando habiendo comparecido el demandado,
guarda silencio o se conduce con evasivas, al excepcionarse respecto a
la demanda enderezada en su contra, lo que trae consigo que no pueda
admitirse prueba en contrario.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
CUARTO CIRCUITO.
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Queja de queja 5/2010. Rafael Burguet Hernández. 23 de junio de
2010. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Esparza Alfaro.
Secretaria: Karla Medina Armendáiz.
En el primero de los casos, (tener por contestada la demanda en
sentido afirmativo, salvo prueba en contrario), puede haber varias
hipótesis que la originen:
1. Si en la etapa de Demanda y Excepciones la parte demandada
no concurre, la Junta hará efectivos los apercibimientos decretados en el
auto de radicación y en consecuencia se le tendrán por contestada en
sentido afirmativo, sin perjuicio de que en la etapa de Ofrecimiento y
Admisión de Pruebas pueda comparecer para ofrecer prueba en contrario,
para demostrar los tres supuestos que se establecen en la segunda parte
del artículo 879 de la Ley Obrera.
2. Otro caso surge cuando después de realizada la contestación a
la demanda por la parte demandada, y la parte actora se percata que el
apoderado o representante de una moral o de unos físicos, no tiene
facultades para poder representarlos en juicio, la parte actora podrá
objetar su personalidad, promoviendo un incidente de previo y especial
pronunciamiento referente a la cuestión de personalidad y en
consecuencia la falta de personalidad de los apoderados que comparecen
en nombre y representación de los demandados, en este caso al tratarse
de un incidente de previo y especial pronunciamiento la Autoridad deberá
en la misma audiencia substanciarlo y resolverlo de plano, oyendo a las
partes, esto de conformidad con el los artículos 761,762,763 y demás
relativos y aplicables a la Ley Laboral. Si el incidente promovido por la
parte actora es declarado procedente, la Junta deberá de tener por no
reconocida la personalidad de aquella persona que dijo comparecer a
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nombre de la demandada, y en consecuencia se le tendrá por contestada
la demanda en sentido afirmativo, salvo prueba en contrario.
En el segundo de los casos, (tener por admitidos los hechos, sin
derecho a ofrecer prueba en contrario), sucede otra cuestión:
1. Supongamos que en un juicio donde hay diversidad de
demandados, todos son representados por una mismo apoderado, quien
produce su contestación por una de esas demandadas, pero se le olvida
dar contestación por los demás demandados restantes, una vez concluido
su uso de la voz; aquí la consecuencia jurídica es diferente, pues no se
trata de una “ausencia” o incomparecencia, puesto que el apoderado o
representante previamente en la comparecencia acredito su personalidad
ya mediante cartas poder o por medio de testimonio notarial, y en la etapa
de Demanda y Excepciones fue omiso en hacer manifestación alguna por
los demás demandados para contestar la demanda, luego entonces, en
este supuesto se trata de una hipótesis diversa cuyo resultado tiene como
consecuencia que a los demandados por los que no se dio contestación a
la demanda se les tenga por admitidos los hechos sin derecho a ofrecer
prueba en contrario, es decir, que una vez que fue cerrada y celebrada
esta etapa, en la posterior etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas,
los demandados que no dieron contestación previamente, no tendrán
derecho para ofrecer prueba en contrario, sirve para robustecer lo antes
señalado con la siguiente jurisprudencia que para mejor proveer a
continuación se transcribe:
Registro No. 216113
Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
66, Junio de 1993
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Página: 28
Tesis: I.1o.T. J/53
Jurisprudencia
Materia(s): laboral
DEMANDA, EFECTOS DE LA NO CONTESTACION EN LA AUDIENCIA
RESPECTIVA. En términos del artículo 879 de la Ley Federal del
Trabajo, si la demandada no ocurre a la audiencia de conciliación,
demanda y excepciones, se debe tener por contestada la demanda en
sentido afirmativo, salvo prueba en contrario; pero si el patrón no
contesta en su oportunidad la demanda, no obstante haber
comparecido a la audiencia de conformidad con lo dispuesto en la
fracción IV del artículo 878 de la Ley de referencia, se le deben tener por
admitidos los hechos por no haber suscitado controversia alguna
respecto de ellos, sin que pueda admitirse prueba en contrario, ya que
solamente los hechos controvertidos son materia de prueba.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 185/87. Mónico Hernández Sánchez y otros. 24 de
septiembre de 1987. Unanimidad de votos. Ponente: Pedro Esteban
Penagos López. Secretaria: Margarita Pérez Ávila.
Amparo en revisión 866/87. Domingo Lince Farías. 4 de febrero de
1988. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Gómez Argüello.
Secretario: Gilberto León Hernández.
Amparo en revisión 896/87. Ricardo Braojos Grajales y otros. 25 de
marzo de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Gómez
Argüello. Secretario: Gilberto León Hernández.
Amparo en revisión 431/90. Ferrocarriles Nacionales de México. 31 de
mayo de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: María Simona Ramos
Ruvalcaba. Secretario: Alfonso Hernández Suárez.
Queja 59/93. Ferrocarriles Nacionales de México. 1o. de abril de 1993.
Unanimidad de votos. Ponente: Horacio Cardoso Ugarte.
Genealogía:
Apéndice 1917-1995, Tomo V, Segunda Parte, tesis 662, página 446.
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En ese mismo tenor se encuentra la tesis jurisprudencial que lleva
como rubro: DEMANDA LABORAL. EFECTOS QUE PRODUCE LA FALTA DE CONTESTACIÓN CUANDO EL DEMANDADO COMPARECE PERSONALMENTE A LA AUDIENCIA DE DEMANDA Y EXCEPCIONES. Que sostiene que cuando de la contestación que
produzca la parte demandada se desprendan tanto el silencio como
evasivas harán que se tengan por admitidos aquellos hechos sobre los
que no se suscite controversia, la consecuencia jurídica es que se tenga
por cierto lo manifestado por el actor en su escrito inicial de demanda,
incluyendo prestaciones extralegales que establezcan beneficios
superiores a los previstos en la ley, pues esa es una sanción que
estableció el legislador ante la falta de respuesta a la demanda.
En ese mismo tenor se encuentra la tesis jurisprudencial OMISION DE DAR CONTESTACION A LA DEMANDA CUANDO COMPARECE EL DEMANDADO A LA AUDIENCIA DE LEY. EFECTOS JURIDICOS DE LA. Y que para mejor proveer a continuación se transcribe:
En términos del artículo 878, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo,
la parte demandada tiene la obligación de contestar la demanda,
oponiendo las excepciones y defensas, debiendo referirse a todos y cada
uno de los hechos de la demanda, ya sea afirmándolos o negándolos, y
expresando los que ignore cuando no le sean propios; pudiendo agregar
las explicaciones que estime convenientes. Asimismo, el propio precepto
legal sanciona el silencio y las evasivas al contestar la demanda,
teniendo por admitidos los hechos respecto de los que no se suscite
controversia, de los que no podrán admitirse pruebas en contrario; en
tal virtud, si la parte demandada comparece a la audiencia de ley y no
contesta, deben tenerse por admitidos los hechos de la demanda, sin
que se puedan ofrecer pruebas en contrario, toda vez que el supuesto
en que éstas son admisibles es el regulado por el artículo 879 párrafo
segundo de la Ley Federal del Trabajo, cuando el demandado no
concurre a la etapa de demanda y excepciones, o sea que es una
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hipótesis distinta a la en que sí comparecen a esta fase pero omiten
contestar la demanda.
2. Cuando la parte demandada da contestación a la demanda y
considere que la Junta que conoce del juicio es incompetente para
conocer del mismo, podrá en su caso promover un incidente de
competencia, pero por ese simple hecho no lo exime de contestar la
demanda, pues sería imprudente de que para el caso de que el mismo
fuera declarado como improcedente, dejaría a su representado sin
excepciones ni defensas que oponer, y como se establece en la fracción V
del artículo 878 de la LFT, se tendrá por confesada la demanda y como ya
lo habíamos explicado con anterioridad la parte demandada no tendría
derecho para ofrecer prueba en contrario.
Ya aclarados los dos conceptos antes mencionados, nos
avocaremos de nueva cuenta al desarrollo normal de la multicitada etapa.
Las partes podrán replicar y contra replicar por una sola vez, sus
manifestaciones deberán de quedar asentadas en el acta.
La parte demandada, con independencia de oponer sus
excepciones y defensas podrá reconvenir al actor, y éste podrá dar
contestación en el acto o en su caso solicitar a la junta un término
prudente para hacer manifestaciones respecto de la reconvención
planteada, por lo que la Autoridad dentro del término de 5 días siguientes
señalará día y hora para la audiencia en su continuación.
Rara vez dentro de los procedimientos ordinarios ambas partes
están de acuerdo con los hechos, quedando la controversia reducida en
un mismo punto de derecho, en estos casos en esta etapa se declarará
cerrada la instrucción.
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2.2.2.2. CONSECUENCIAS PROCESALES
La audiencia se llevará a cabo, aun cuando no concurran las partes.
Si el actor no concurre a la etapa a la cual hemos venido haciendo
referencia, la consecuencia procesal es que se le tendrá por reproducida
su demanda y será ratificada de oficio por la Junta al momento de tener
por celebrada y cerrada esta etapa.
Sin embargo, si la demandada no concurre la demanda se tendrá
por contestada en sentido afirmativo, sin perjuicio de que en la etapa de
ofrecimiento y admisión de pruebas comparezca y ofrezca prueba en
contrario para acreditar que el actor no era trabajador, que no existió el
despido o que no son ciertos los hechos afirmados en la demanda.
2.2.3. OFRECIMIENTO Y ADMISION DE PRUEBAS
El Artículo 880 del Código Obrero establece la forma en que se
debe desarrollar, y que a continuación se explicará.
2.2.3.1. DESARROLLO DE LA ETAPA
La fracción primera del artículo referido establece el orden para
ofrecer pruebas, dando primeramente el uso de la voz a la parte actora
para que ofrezca pruebas, y que deberán de estar relacionadas con los
hechos controvertidos. Para el doctrinario Néstor de Buen Lozano este
hecho importa dos cuestiones: por una parte refiere que el actor deberá de
ofrecer pruebas que se encuentren relacionadas con los hechos
controvertidos; y por la otra refiere que si a la parte demandada
previamente se le tuvo por contestada la demanda en sentido afirmativo y
no habiendo hechos controvertidos el actor no tendrá que ofrecer pruebas.
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En el segundo caso diferimos con dicho autor, puesto que no valora
aquellas prestaciones que tienen el carácter de extra legales, y en donde
la parte actora tiene la carga de la prueba; ejemplo de ello pudiera ser el
reclamo de tiempo extraordinario, prestaciones superiores a las
establecidas por la Ley Laboral como vacaciones, prima vacacional,
aguinaldo, comisiones, gratificaciones, bonificaciones, etc., y que tales
cuestiones se acreditarían con las diferentes pruebas que prevé la LFT,
tales como confesionales fictas, testimoniales, documentales no
objetadas, etc. y que ayudarían a obtener un laudo más favorable al
demandante.
Inmediatamente después de que el actor haya ofrecido sus
pruebas, el apoderado de la parte demandada ofrecerá sus pruebas y este
podrá objetar las ofrecidas por el demandante, quien a su vez en un uso
posterior de la voz objetara de igual forma las pruebas de su contraparte.
En la fracción II del multicitado artículo, refiere que las partes
podrán ofrecer nuevas pruebas, siempre que se relaciones con las
ofrecidas por la contraparte, y aun cuando no se haya cerrado la etapa,
por ejemplo: si la parte demandada ofrece una documental consistente en
renuncia acompañándola con sus elementos necesarios para su desahogo
y la parte actora la objeta en cuanto a su autenticidad de contenido y firma
y para efecto de acreditar su objeción ofrece la pericial caligráfica
grafométrica, grafóscopica y dactiloscópica a cargo de un perito en dichas
materias, este tipo de pruebas se denominan indirectas, puesto que
derivan de la objeción que una de las partes realiza respecto de las
pruebas de su contraparte, en este caso la Junta dará de nueva cuenta y
si la demandada lo solicitare el uso de la palabra para que manifieste
sobre las objeciones hechas valer por la parte actora y sobre las pruebas
aportadas (ejemplo: pruebas indirectas).
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En la segunda parte de esta fracción existe un supuesto que muy
pocos abogados saben diferenciar en la práctica y que para mejor proveer
a continuación se transcribe:
“…Así mismo, en caso de que el actor necesite ofrecer
pruebas relacionadas con hechos desconocidos que se
desprendan de la contestación de la demanda, podrá
solicitar que la audiencia se suspenda para reanudarse a
los diez días siguientes a fin de preparar dentro de este
plazo las pruebas correspondientes a tales hechos…”
¿Cuándo se da este supuesto, o sea, cuando se puede hablar de
un “hecho desconocido”?. Ejemplo de ello se da cuando la parte
demandada al momento de producir su contestación y oponer sus
excepciones y defensas, se desprenda que está pretendiendo hacer valer
alguna de las causales a las que refiere el artículo 47 de la Ley Federal, y
por tanto manifestar que el actor fue rescindido de su empleo mediante un
aviso de recisión, el hecho de que la parte demandada advierta la
existencia de este aviso, para el actor, resulta ser un hecho desconocido,
luego entonces, es claro que la parte actora deberá de hacer del
conocimiento de la Junta tal cuestión para el efecto de que en el término
que refiere la Ley Obrera, es decir, 10 días, el demandante prepare
aquellas probanzas tendientes a desvirtuar la defensa opuesta por la
parte demandada.
Así mismo la fracción III del artículo 880 de la LFT, establece que
las partes ofrecerán las pruebas que prevé dicho ordenamiento, y que
más adelante nos avocaremos a estudiar de forma particular, pero no es
ocioso enunciarlas desde este momento: Confesional, Documental
50
(pública o privada), testimonial, pericial, inspección, presuncional,
instrumental de actuaciones, fotografías así como aquellos medios
aportados por los descubrimientos de la ciencia.
El artículo 880 fracción IV de la LFT en concordancia con el artículo
883, refiere que una vez que las partes ofrecieron pruebas y a su vez
objetaron las de su contraparte, la Junta deberá de tener por cerrada y
celebrada esta etapa, en donde acordará y resolverá sobre las pruebas
que admite, así como las que desecho, en ese mismo acuerdo deberá de
señalar día y hora para los desahogos de aquellas probanzas que
ameriten tal cuestión, así como en todo caso ordenará se giren oficios a
las instituciones a las cuales solicitaron los oferentes de las pruebas para
recabar informes o en dado caso copias que deba expedir alguna
autoridad o exhibir persona ajena al juicio, con los apercibimientos que en
la Ley Obrera se señalan, dictando de igual forma las medidas que sean
necesarias para que el día o días señalados para los desahogos de las
probanzas se puedan llevar a cabo.
En el párrafo segundo del artículo 883 de la LFT, refiere que el
periodo en el cual se deben de desahogar todas las probanzas, no debe
de exceder de 30 días, lógicamente en la práctica no sucede esto, ya que
las Juntas debido a la excesiva carga de trabajo impide que se respeten
los lapsos que refiere el multicitado ordenamiento, lo que trae como
consecuencia juicios que se llegan a alargar incluso por varios años, en
perjuicio del trabajador.
Posterior al ofrecimiento de pruebas ya no se podrán ofrecer
nuevas pruebas, salvo en lo referente a hechos supervenientes, así como
las tachas hechas valer respecto de los atestes.
51
2.2.3.2. CONSECUENCIAS PROCESALES
Si ambas partes ya sea actora o demandada no comparecen a la
etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas, la consecuencia procesal,
se les tendrá por perdido su derecho para ofrecer pruebas con
posterioridad.
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CAPITULO III: LA PRUEBA EN EL PROCESO
LABORAL
53
3.1. TIPOS DE PRUEBAS QUE PREVE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO
La Ley Laboral de sus artículos 776 al 785 establece las reglas
generales los medios de prueba de las pruebas en el proceso laboral, es
en este capítulo en donde nos enfocaremos más en cada una de ellas, así
mismo determinaremos cuales son los alcances que pueden llegar a tener
en el desarrollo de un juicio al momento en que se emite el laudo.
3.1.1. CONFESIONAL.
3.1.1.1. DEFINICIÓN
Como ya habíamos referido en el primer capítulo, la prueba
confesional en el Derecho Procesal Laboral, consiste en una declaración,
una exteriorización voluntaria de la parte por la que reconoce o admite en
su perjuicio, la verdad de un hecho aseverado por el colitigante.
En esta rama del Derecho el sujeto que actué como confesante
debe de tener la capacidad para ser parte (restringe a la personas
morales como empresas y sindicatos; la capacidad legal de confesar a
través de personas físicas que se encuentren con facultades para absolver
posiciones a nombre y representación de las mismas), capacidad procesal (si un individuo carece de ella no puede confesar, ya que tal y
como se encuentra establecido en la Ley Obrera sólo los mayores de 16
años pueden prestar libremente sus servicios, aun con las limitaciones
establecidas en el ordenamiento citado; así pues los mayores de catorce
años y menores de dieciséis necesitan de la autorización de sus padres o
tutores, a falta de ellos, del sindicato a que pertenezcan, de la Junta de
Conciliación y Arbitraje, del inspector del trabajo o de la Autoridad
Política); y legitimación (se refiere a que sólo pueden confesar aquellos
54
que por su relación con el objeto del litigio asumen la calidad de partes en
el proceso).
Es la prueba tradicional por excelencia y uno de los medios
probatorios más usuales en el proceso laboral.
El tratadista Tena Suck e Ítalo Morales en su obra literaria “Derecho
Procesal del Trabajo” citan lo que los diversos criterios jurisprudenciales
de nuestros más altos tribunales en materia de amparo han establecido
sobre esta probanza, la cual debe de entenderse como el reconocimiento
tácito o expreso, que hace una de las partes, de los hechos que le son
propios o que tiene obligación y que le perjudican. De este concepto se
pueden desprender lo siguiente13:
Es una prueba en contra de quien la desahoga y a favor de
quien la formula, respecto de aquellos hechos litigiosos que le
perjudiquen.
De la declaración del confesante sólo debe considerarse
aquella que beneficia a la contraria.
Debe de efectuarse dentro del proceso, para otorgarle
validez.
Para los autores antes mencionados esta prueba se puede
clasificar de la siguiente manera:
a) JUDICIAL. Es la que se hace en el juicio y ante el juez
competente.
13
TENA SUCK, Rafael e ITALO MORALES, Hugo. Derecho Procesal del Trabajo. 6ª edición. Editorial
Trillas. México 2001. Pág. 109
55
b) EXTRAJUDICIAL. Es la que se hace fuera del juicio o ante el
juez incompetente.
c) EXPRESA. Es la que se lleva a cabo mediante una declaración
escrita u oral.
d) FICTA. La que se infiere del silencio o evasivas, inclusive por la
incomparecencia a la audiencia respectiva.
e) SIMPLE. Es la que se realiza de forma lisa y llana, sin ninguna
aclaración a lo confesado.
f) COMPLEJA. Después de confesar un hecho se agrega alguna
modificación o aclaración a sus alcances.
Por otra parte el maestro Díaz de León respecto a esta prueba hace
una diferenciación entre la confesión judicial y extrajudicial, pero en
tratándose del proceso laboral únicamente existe la confesión judicial, por
ser esta la que contempla la Ley Federal del Trabajo.14
Para el tratadista Climent Beltrán la confesional en materia de
trabajo, no puede tomarse al pie de la letra la confesión del trabajador que
verse sobre hechos o cuestiones que requieran una preparación técnica o
jurídica para entenderlos, en este caso la confesional debe ser
adminiculada con otros medios de prueba15, esto es así porque en otras
ramas del derecho el confesante declara no para que el juez conozca el
14
Óp. Cit. DIAZ DE LEON, Marco Antonio. La prueba en el proceso laboral II. 1ª edición. Editorial
Porrúa. México 1990. Pág. 619-621.
15 CLIMENT BELTRÁN JUAN B. Elementos de derecho procesal del trabajo. 2ª edición. Editorial
Esfinge. Naucalpan, Estado de México 1999. Pág. 146
56
hecho declarado, sino para que fije el hecho tal y como ha sido declarado,
prescindiendo de la verdad del mismo
3.1.1.2. SU OFRECIMIENTO
Encuentra sustento legal de los artículos 786 al 789 de la Ley
Federal del Trabajo. Cada parte podrá solicitar se cite a su contraparte
para que concurra a absolver posiciones. En tratándose de personas
morales esta prueba deberá de ser desahogada por conducto de su
representante legal, que tenga amplias facultades para absolver
posiciones; pudiendo inclusive solicitar que los directores,
administradores, gerentes y en general, a las personas que ejerzan
funciones de dirección o administración, miembros de la directiva de los
sindicatos (cuando los hechos que dieron origen al conflicto les sean
propios), comparezcan ante la Junta de Conciliación y Arbitraje para el
desahogo de la prueba.
La Junta en el acuerdo respectivo ordenará se cite a los
absolventes ya sea por conducto de sus apoderados o por conducto del
Actuario adscrito a esa autoridad, apercibiéndolos de que en caso de
incomparecencia en el día y hora que la Junta señale se les tendrá por
fictamente confesos de las posiciones que previamente se formulen y
sean calificadas de legales.
Cuando un confesante no concurra el día y hora fijados para el
desahogo de la probanza en comento, la Junta hará efectivos los
apercibimientos previamente decretados y tendrá al confesante por
fictamente confeso de aquellas posiciones que le fueron formuladas por el
oferente de la prueba y que previamente fueron calificadas de legales por
la Autoridad.
57
3.1.1.3. SU DESAHOGO
La forma en que la confesional debe de ser desahogada se
encuentra establecida de los artículos 790 al 794 de la Ley Federal del
Trabajo.
Esta prueba se desahoga con base en una serie de posiciones, a
las que el maestro Néstor de Buen refiere como una serie de preguntas
que implican la afirmación de un hecho, cuya respuesta debe de ser
necesariamente, afirmativa o negativa, sin que sea valido una respuesta
que contenga evasivas (no recuerdo, no me consta en lo personal, etc.), ni
la negativa a responder.16
Las posiciones se formularan de forma oral o mediante escrito que
haya exhibido el oferente de la prueba (pliego de posiciones),
formulándose libremente, pero constriñéndose a los hechos que son
controvertidos, es decir, a los que forman parte de la litis en el juicio
laboral, no debiendo de ser insidiosas (que tiendan a ofuscar o confundir
la inteligencia del que ha de responder) o inútiles (aquellas que versan
sobre hechos que ya hayan sido previamente confesados o que no están
en contradicción con alguna prueba o hecho fehaciente que conste en
autos o sobre aquellos hechos sobre los cuales no exista controversia).
Cuando el absolvente tenga su residencia fuera de la jurisdicción de
la Junta que conozca del juicio, ésta librará el exhorto correspondiente en
donde se acompañara en sobre cerrado y sellado, el pliego de posiciones
previamente calificadas de legales, debiendo conservar para posterior
aclaración copia del mismo.
16
DE BUEN LOZANO, Néstor. Derecho Procesal del Trabajo. 10ª edición. Editorial Porrúa. México
2001. Págs. 443
58
La Junta Exhortada recibirá y desahogara la prueba confesional
estrictamente en los términos solicitados por la Junta exhortante, ya que
aquella desconoce los antecedentes del juicio e invadiría de competencia
cualquier acto que pudiera modificarlos.
Queda en tela de juicio lo establecido en el párrafo III del artículo,
en el sentido de que los confesantes deberán de declarar ante la
Autoridad “bajo protesta de decir verdad”. Pero en la práctica esa frase no
opera, ya que los abogados de las partes suelen preparar o aleccionar
previamente al desahogo de la probanza a sus clientes, y en su caso
hacerles la recomendación de que nieguen los hechos que en las
posiciones se contengan, por lo cual esta prueba, ya no se puede
considerar como anteriormente se le calificaba: “prueba reina”. En tal caso
esta probanza sólo es efectiva cuando el confesante no concurre a la
audiencia y en consecuencia se le tiene por fictamente confeso de las
posiciones que previamente se le formularon.
Una vez admitida por la Junta la Confesional respecto de algún
confesante como demandado y para hechos propios, la cual ya no labora
para la empresa que es demandada dentro del juicio laboral, previa
comprobación del hecho, el oferente de la prueba será requerido por la
Autoridad para el efecto de que proporcione el domicilio donde debe de
ser citada. En caso de que lo ignore, deberá de hacerlo del conocimiento
de la misma antes de la celebración de la audiencia de desahogo de
pruebas, con el fin de que ésta requiera a la empresa para que
proporcione el último domicilio que tenga registrado.
Si dicha persona que previamente fue propuesta como confesante
no concurre el día y hora señalados, la JCA lo hará presentar por
conducto de la policía dado el desacato judicial al que fue objeto.
59
Suponiendo sin conceder que dicha persona sea imposible de
localizar, es imposible declararlo como fictamente confeso, en todo caso la
naturaleza jurídica de la probanza en comento cambiaria convirtiéndose
ahora en prueba testimonial.
3.1.2. DOCUMENTALES
3.1.2.1. DEFINCION
Lo concerniente a esta prueba encuentra sustento legal en la Ley
Federal del Trabajo de su artículo 795 al 812.
Existen dos tipos de documentales: documentos públicos y
documentos privados, para esto el autor Francisco Ross Gámez, en su
obra literaria “Derecho Procesal del Trabajo” rescata la definición de la
Suprema Corte y las resume de la siguiente forma:17
“DOCUMENTO PRIVADO. Son aquellos en donde se hace constar
exclusivamente la celebración de actos particulares.”
“DOCUMENTO PÚBLICO. Aquel expedido por un funcionario
público que tenga atribuciones de acuerdo con la Ley, con fe pública, en
ejercicio de sus funciones y dentro de los límites de su competencia. Los
pueden expedir las autoridades de la federación, del los Estados, del
Distrito Federal o de los municipios.”
Para el autor antes citado así como para diversos doctrinarios, lo
que denota mayor trascendencia es la autenticidad de un documento, en
virtud de que el mismo ya tratándose de una documental publica como en
17
ROSS GAMEZ, Francisco. Derecho Procesal del Trabajo. 1ª edición. Editorial Cárdenas Editor y
Distribuidor. Tijuana B.C.N. 1990. Pág. 406
60
una privada las mismas pueden resultar ser o no ser autenticas y por lo
mismo constituir o no prueba plena.
Cuando hablamos de que algo es “autentico”, primero guiémonos
por su etimología, deviene “auto” que quiere decir por si mismo/uno mismo
y “eis entos” del verbo eimi, enviar: el que envía por sí mismo. La
autenticidad de un documento deriva concretamente en la identificación
del continente con el contenido, tomando en cuenta que el acto de la
declaración es cosa diversa que la declaración misma.
El Maestro Néstor de Buen establece que también pueden ser
considerados como documentos públicos aquellos expedidos por los
notarios públicos, de conformidad con el artículo 2 de la Ley del Notariado
del D.F., pues el Notario es el funcionario que tiene fe pública para hacer
constar los actos y hechos a los que los interesados deben o quieren dar
autenticidad conforme a las leyes. Los documentos formalizados por el
notario público, al mismo le deben de haber constado; ejemplo de ello
sería: la constitución de una sociedad, la formulación de un testamento
público abierto, o una fe de hechos.
Para el doctrinario Pallares la declaración es un acto, mientras que
el documento es el continente. De ahí que el documento puede ser
verdadero y la declaración falsa, o viceversa; y el documento puede ser
hecho por persona diversa de la que hace declaración como sucede en las
escrituras públicas.
Porras López, resume los elementos esenciales que un documento
debe de tener: a) que tengan suscripción (la persona o personas que lo
suscriben); b) que tenga la fecha de suscripción (fecha de estructuración,
tales como día, hora, lugar en que fue creado el documento) y c) las
61
formalidades del documento que los establecen las leyes positivas, los
usos y las costumbres.
La LFT, en los artículos 795 y 796 clasifica a los documentos de la
siguiente forma:
Documentos públicos. Aquellos cuya formulación está
encomendada por la Ley a un funcionario investido de fe pública, así como
los que expida en ejercicio de sus funciones.
Documentos privados. Son documentos que no reúnen las
condiciones previstas de un documento público.
3.1.2.2. OFRECIMIENTO Y DESAHOGO
Las partes en el juicio podrán ofrecer los documentos privados que
tengan en su poder, si estos se llegan a objetar por la contraparte se
dejaran en autos hasta su perfeccionamiento; en cambio si los mismos no
son objetados en ese sentido, el oferente de dicha probanza podrá
solicitar la devolución del original previa copia certificada que obre en
autos.
Compulsa.- Implica el hecho de confirmar la existencia de un
documento cuyo texto exacto se ignora y mediante esta diligencia se
demuestra el sentido de sus alcances.
Cotejo.- Es la comparación o coincidencia entre dos o más
documentos, en cuyo caso, hace prueba plena como si se tratara del
original, y por ende acredita su existencia.
Si el documento privado se trata de una copia simple o fotostática,
se podrá solicitar en caso que sea objetado, la compulsa o el cotejo con el
original; señalando la parte que lo ofrezca, el lugar donde el documento
62
original se encuentre. El artículo 798 tiene relación con el 810 de la LFT, y
que establece que una copia hace presumir la existencia de los originales,
pero si se pone en duda su exactitud, deberá ordenarse su cotejo con los
originales y cuando así se hayan ofrecido.
Cuando un documento original sobre el que deba de practicarse el
cotejo o compulsa, lo tenga en su poder un tercero ajeno a juicio, el mismo
está obligado a exhibirlo.
Ratificación de contenido y firma.- Se refiere a la acción de probar
o confirmar el contenido o firma de un documento o de una declaración
que se represente en el procedimiento, asentándola como cierta con
efectos jurídicos. Si la persona que debe de confirmar ya el contenido o
suscripción de un documento desconoce como suyas tales cuestiones el
documento en cuestión deberá de perfeccionarse mediante una prueba
indirecta que debe de ser ofrecida por las partes, esto es, la pericial sobre
las materias o técnicas que estén en cuestión.
La Ley Laboral en su artículo 802 establece lo siguiente:
“Se reputa autor de un documento privado al que lo
suscribe.
Se entiende por suscripción, la colocación al pie del escrito
de la firma o huella digital que sean idóneas, para
identificar a la persona que lo suscribe.
La suscripción hace plena fe de la formulación del
documento por cuenta del suscriptor cuando sea ratificado
en su contenido y firma o huella digital…”
63
Es de hacer notar que cuando las partes lleguen a ofrecer
documentales, las mismas deben de ser acompañadas con todos los
elementos necesarios para su desahogo, de conformidad con lo que
establece el artículo 780 del Código Obrero, de lo contrario la Junta
mediante su acuerdo respectivo podrá desechar la probanza por no
encontrarse ofrecidas conforme a derecho.
Dentro de este apartado de la LFT, se impone al patrón la
obligación de conservar y exhibir en juicio documentos tales como:
contratos individuales de trabajo (cuando no exista contrato colectivo o
contrato ley aplicable); listas de raya o nómina del personal (cuando se
lleven en el centro de trabajo); recibos de pago de salarios; controles de
asistencia (cuando se lleven en el centro de trabajo); comprobantes de
pago de participación de utilidades, vacaciones, aguinaldo, así como las
primas que se refieren en el ordenamiento en comento.
Si un documento es presentado en idioma extranjero deberá de
acompañarse su traducción, y la Junta de manera inmediata deberá de
nombrar traductor oficial, quien presentará y ratificará, bajo protesta de
decir verdad, la traducción que se haga, dentro del término de cinco días,
término que podrá ser ampliado por la Autoridad cuando así lo considere
pertinente.
3.1.3. TESTIMONIAL
3.1.3.1. DEFINICION
Primero comenzaremos con la figura de Testigo y que se define de
la siguiente manera: es la persona extraña al juicio que declara acerca de
los hechos o aspectos controvertidos de la relación procesal y que le
hubieran constado.
64
Estas personas físicas aseveran hechos conocidos, por medio de
los sentidos, cabe hacer mención que las partes dentro de un juicio no
pueden fungir como testigos por su interés que tienen en el mismo, ya que
en todo caso y de ser así habría parcialidad por parte de éstos.
Este tipo de prueba está sujeta tanto a la buena memoria del que
ha de declarar, así como a la buena fe de los que han de rendir su
testimonio; por tanto no puede proporcionar la garantía tanto de precisión,
así como de exactitud de otros medios de prueba como documentales.
Características de la Testimonial:
a. Es un acto jurídico conscientemente ejecutado.
b. Es un acto procesal.
c. Es un medio de prueba.
d. Es una prueba indirecta y personal.
e. Es una prueba representativa de hechos.
f. Es histórica y narrativa de hechos, (forma detallada o
amplia).
g. Es una declaración específica.
h. Es constancia de lo que vio o presenció un tercero o la
impresión de sus sentidos.
i. Se desahoga por una persona extraña al juicio.
Clasificación de los testigos.
65
1) Testigos contestes. Coinciden con el fondo de los hechos
controvertidos.
2) Testigos abonados. Son aquellos que no pudiendo calificarse
su declaración por haber muerto o hallarse ausentes son
tenidos por idóneos y fidedignos mediante justa apreciación
que se hace de su veracidad y no tener tacha legal.
3) Testigos idóneos. Por sus condiciones personales y el
conocimiento de los hechos controvertidos, merecen fe y
credibilidad sobre lo que testifican.
4) Testigos aleccionados. Con declaraciones iguales o
uniformes, de lo que se desprende, fueron preparados
previamente para responder de forma idéntica.
5) Testigos sospechosos. Sus declaraciones no son validas,
toda vez que la uniformidad del contenido hace presumir que
fueron aleccionados para declarar.
Como lo refiere el maestro Climent Beltrán, la calidad de la persona
es un elemento determinante de la idoneidad o veracidad del testimonio, y
que en el proceso laboral mexicano, las tachas a la prueba testimonial,
tienden a invalidar el testigo y como consecuencia al testimonio.
Un testigo reviste de las siguientes características:
1. Debe de declarar sobre un hecho que presenció.
2. Dice de palabra lo que vio.
3. No puede ser auxiliar de la justicia.
4. Se concreta a decir lo que percibió con los sentidos.
66
5. La declaración que rinda debe de ser analizada y valorada por el
tribunal.
3.1.3.2. OFRECIMIENTO
La Ley Federal del Trabajo en su artículo 813 establece que sólo
podrán ofrecerse un máximo de tres testigos por cada hecho controvertido
que se pretenda probar, pudiendo válidamente ofrecer diverso grupo de
testigos si se encuentran cada uno debidamente relacionados con hechos
independientes.
Se debe de indicar los nombres completos y correctos, así como los
domicilios de los testigos, si por algún motivo o causa que se encuentre
debidamente justificada, podrá válidamente el oferente de dicha probanza
solicitar a la Autoridad los cite por conducto de la persona que para tal
efecto encomiende, señalando el motivo por el cual es imposible su
presentación.
Cuando un testigo radique fuera de la jurisdicción de la Junta que
conoce del conflicto, al momento de ofrecer su prueba, deberá de
acompañarla con el interrogatorio por escrito a cuyo tenor deberá de ser
examinado el ateste, ya que ante la omisión del mismo, la Junta
válidamente podrá decretarle la deserción de su testimonial; de igual
forma deberá de exhibir copias del interrogatorio, y que se pondrán a
disposición de las demás partes, para que dentro del término de tres días
se formulen las repreguntas que se estimen convenientes, y que deberá
de ir en un sobre cerrado.
El desahogo de la testimonial por exhorto se debe de presentar por
escrito y en un sobre cerrado tanto el interrogatorio como el pliego de
repreguntas ante la Junta exhortante, pudiendo inclusive dicha autoridad
67
suprimir la facultad de formularlas ante la Autoridad exhortada, situación
que es adecuada, ya que la última de las autoridades desconoce cuál es
la litis del juicio, y por tanto ignora los antecedentes del conflicto.
Si una persona que es propuesta como testigo tiene el carácter de
funcionario público, a juicio de la Junta podrá rendir su declaración por
medio de oficio, ya que sería inadecuado que tuviese que desatender
asuntos de mayor importancia.
Los diversos criterios jurisprudenciales de nuestros más altos
tribunales en materia de amparo han sostenido que esta prueba debe de
reunir alguno de los siguientes requisitos:
a. La prueba testimonial ha de reunir características de absoluta
certidumbre, para que por se acrediten los hechos controvertidos.
b. Cuando el testigo no exprese la razón de su dicho o éste no
se infiera de su declaración, tal probanza resulta ineficaz.
c. La prueba testimonial resulta ineficaz, si el testigo tiene
interés de amistad o es socio de la empresa.
d. El gerente de una sociedad no puede ser testigo imparcial
porque representa a la sociedad.
e. Los testigos aleccionados son aquellos que anticipan en sus
respuestas, y oficiosos, aquellos que dice que nadie le pidió que declarara,
por lo que carecen de validez, ya que es evidente que fueron preparados
para declarar.
f. Los testigos deben de proporcionar las circunstancias de
modo, tiempo, lugar, personas, etcétera sobre aquellos hechos que
declaran para integrar prueba plena.
68
3.1.3.3. DESAHOGO
1. El oferente de la prueba deberá de presentar a sus testigos e
identificarlos ante la Junta salvo que este imposibilitado para presentarlos.
2. Los testigos serán examinados por separado y en el orden en el
que fueron ofrecidos, el interrogatorio que se les realice deberá de
practicarse en forma oral, salvo lo establecido en el artículo 813 fracciones
III y IV de la Ley Laboral.
3. La Junta a través de sus funcionarios públicos después de
tomarle la protesta de conducirse con verdad, los apercibirán y les harán
saber las penas en las que incurren las personas que declaran con
falsedad ante la Autoridad, y después procederán a tomarle sus generales
tales como: nombre, edad, estado civil, domicilio, ocupación y lugar en el
que trabaja.
4. Después se procederá a su desahogo, en donde el oferente de la
prueba le hará una serie de preguntas que se encuentren relacionadas
con los puntos de controversia, sin que dichas preguntas sean indicativas,
lleven implícita una respuesta, o que no tengan relación con la litis dentro
del juicio, si se llegara a presentar cualquier cuestión la contraparte podrá
válidamente oponerse ante tal pregunta y hacerle ver a la Autoridad del
porque no debe de pasar o no calificarla de legal ya sea de forma escrita y
que quede asentado en el acta o ya de manera verbal dependiendo del
criterio que la Junta adopte.
5. Una vez que el testigo haya sido examinado por su oferente y
haya dado la razón de su dicho, la contraparte podrá válidamente si lo
desea, repreguntarle con base al interrogatorio que previamente le fue
69
realizado siguiendo la misma línea sobre la debida formulación de
preguntas, para su debida calificación de legal.
6. Posteriormente y concluido el desahogo de la Testimonial, el
ateste queda enterado de su declaración y firmará al margen para
constancia en el acta de la audiencia, hecho que se hará constar por
medio del Secretario, si no sabe o no puede leer o firmar su declaración,
será leída por el funcionario e imprimirá su huella digital y una vez
ratificada, no podrá variarse el acta en la sustancia ni en la redacción.
7. La parte contraria deberá de formular de manera oral las debidas
tachas a los testigos que depusieron en la audiencia, en donde por medio
de sus razonamientos lógico-jurídicos tratara de restarle valor jurídico a la
declaración del testigo que depuso, lo anterior encuentra sustento legal en
el artículo 818 de la Ley Federal del Trabajo.
Las tachas se tramitan por vía incidental, en donde se ofrecen de
igual forma pruebas, se puede tachar al testigo de la siguiente manera:
a) Tachas al examen. Las que se fundamentan en violaciones en el
ofrecimiento o recepción de pruebas.
b) Tachas al dicho. Se refieren a las manifestaciones del testigo, las
que se impugnan por considerarlas oscuras, contradictorias, inverosímiles
o falsas.
c) Tachas a la persona. Existiendo tacha absoluta, la declaración
efectuada carece de valor por referirse a la capacidad y aptitud de ser
testigo. Las tachas relativas se fundan en causales que pueden afectar la
declaración del testigo, pero no la privan automáticamente de validez.
70
El interés, parentesco, amistad, odio, la relación laboral de
confianza, los vínculos sociales o comerciales, entre otros, resultan ser
circunstancias que disminuyen la eficacia probatoria del testimonio.
TESTIGO SINGULAR. Esta figura jurídica se encuentra
contemplada en el artículo 820 de la Ley Federal del Trabajo, que refiere
que un sólo testigo podrá formar convicción, si en el mismo concurren
circunstancias de veracidad que lo hagan insospechable de falsear los
hechos sobre los que declara si fue el único que presenció los
acontecimientos, que su declaración no se encuentre en oposición con
otras pruebas que obren en autos, así como que en dicha persona
concurran circunstancias de veracidad.
Respecto a los testigos singulares en menester hacer notar que al
momento en que se ofrecen pruebas se debe de especificar que se trata
de este tipo de testigo, puesto que no resulta valido que al momento de
ofrecer sus pruebas se haga mención de una testimonial a cargo de por
ejemplo tres personas y el día del desahogo de dicha probanza por alguna
razón se declare la deserción de dos testigos y sólo quede uno, por lo que
es claro que un sólo testigo no puede crear convicción alguna, pues se
insiste que al momento de ofrecer dicha prueba no se ofreció en tales
términos, por lo que la Junta no debe de darle valor jurídico alguno al
momento de resolver.
3.1.4. INSPECCION
3.1.4.1. DEFINCION
Es el acto procesal en el que el órgano jurisdiccional conoce o
examina personas, actos, documentos y cosas en general materia de
controversia.
71
Esta prueba tiene las siguientes características:
a. Es una verificación o reconocimiento de hechos o datos,
realizados por los propios funcionarios del tribunal.
Los diversos criterios jurisprudenciales en materia de amparo han
sostenido que esta prueba lleva por objeto probar, aclarar o fijar hechos de
la contienda, que no requieren de conocimientos o técnicos especiales.
Esta prueba se introdujo con las reformas a la Ley Federal del
Trabajo en 1980 ya que en la de 1970, no se encontraba prevista.
3.1.4.2. OFRECIMIENTO
El artículo 827 de la LFT establece lo siguiente:
“La parte que ofrezca la inspección deberá precisar el
objeto materia de la misma; el lugar donde debe practicarse;
los períodos que abarcará y los objetos y documentos que
deben ser examinados. Al ofrecerse la prueba, deberá
hacerse en sentido afirmativo, fijando los hechos o cuestiones
que se pretenden acreditar con la misma.”
De lo anterior se señalan cuales son los requisitos con los que se
debe de contar en esta prueba y que son:
1. Sobre que objetos habrá de desahogarse la inspección que se
ofrece. En materia laboral versa más sobre documentales, esto es sobre
aquellos a los que se hace referencia en el articulo 804 (contratos
individuales de trabajo contrato colectivo o contrato Ley aplicable, listas de
raya o nómina de personal, recibos de pagos de salarios, controles de
72
asistencia, comprobantes de pagos de participación de utilidades, de
vacaciones, de aguinaldos, etc.)
2. Lugar en donde habrá de practicarse la inspección. En la práctica
si la parte actora es la que ofrece esta prueba tanto por estrategia jurídica,
así como por economía procesal la ofrecerá para que la misma se
desahogue en el local de la Junta que conoce del juicio. Si la parte
demandada llegare a ofrecerla, buscara que sea desahogada en el
domicilio de su representado, es decir, del patrón, siguiendo de igual
forma su estrategia jurídica.
3. Periodo que abarca la inspección. Esto es si la parte actora
ofrece la prueba desde el inicio del vinculo laboral y la demandada no
opuso la excepción a que se refiere el artículo 516 de la Ley Obrera, la
Junta deberá de aceptarla en tales términos apercibiendo a la demandada
de tener por presuntivamente ciertos de los extremos que se pretendan
probar.
Si por el contrario la demandada opuso tal excepción, únicamente
versara por un periodo comprendido por un año anterior a la fecha de
presentación de la demanda.
4. Los extremos que se pretendan probar deberán de ser realizados
en forma positiva, no se deben de hacer pretendiendo probar hechos
negativos; ejemplo de ello que la parte demandada pretenda probar que
alguna persona o inclusive el actor no laboraba al servicio de la
demandada, esto implica que la junta en su acuerdo admisorio de pruebas
la deseche al no encontrarse ofrecida conforme a derecho la deseche.
La sanción procesal que recae en esta prueba, va encaminada a
que el día y hora señalados para el desahogo de la inspección la Junta
73
previamente apercibirá a las partes de que para el caso de no exhibir los
documentos base de la inspección se les tendrá por presuntivamente
ciertos los hechos o extremos que se pretenden probar.
3.1.4.3. DESAHOGO
1. El actuario para el desahogo de la prueba, se ceñirá
estrictamente a lo ordenado por la Junta.
2. Requerirá se le pongan a la vista los documentos y objetos que
deben inspeccionarse.
3. Las partes y sus apoderados podrán concurrir a la diligencia de
inspección y formular las objeciones u observaciones que estimen
pertinentes.
4. De la diligencia se levantará acta circunstanciada, que firmaran
los que en ella intervengan, la cual se agregara al expediente, previa
razón que obre en autos.
3.1.5. PRESUNCIONAL
3.1.5.1. DEFINICION
En la Ley Federal del Trabajo, se define a esta prueba de la
siguiente manera: “Presunción es la consecuencia que la ley o la junta
deducen de un hecho conocido para averiguar la verdad de otro
desconocido”, y que se encuentra en el artículo 830 de dicho
ordenamiento. Refiere el maestro Néstor de Buen L. que esta prueba se
gana sencillez y se pierde en eficacia ya que la ley en ningún momento se
74
preocupa por averiguar la verdad sino, simplemente de tener algo por
cierto a partir de una determinada situación jurídica18
Para los Autores Tena Suck e Italo Morales esta prueba es el
resultado de una operación lógica mediante la cual, partiendo de un hecho
probado, se llega a la aceptación como existente de otro desconocido. 19
Existen dos tipos de presunciones:
A. LEGAL. O llamada también por el resultado de raciocinio
jurisdiccional, es la consecuencia de las máximas de principios jurídicos
que las Juntas deducen de su propia valoración en conciencia. Por lo que
se llega a la conclusión que el elemento fundamental de esta probanza lo
es la “existencia del enlace entre la verdad conocida y la que se busca”.
En pocas palabras es aquella que la Ley establece expresamente.
B. HUMANA. Se da cuando un hecho debidamente aprobado se
deduce de otro que es consecuencia de aquél.
Las presunciones tanto legales como humanas admiten prueba en
contrario, por lo que deben de valorarse en relación con todas y cada una
de las pruebas ofrecidas y desahogadas en el procedimiento.
3.1.5.2. OFRECIMIENTO Y DESAHOGO
Tanto esta prueba como la Instrumental (que veremos adelante), al
momento de ofrecerlas en la etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas
no presentan complejidad, puesto que las partes únicamente pueden
18
Óp. Cit. Néstor de Buen Lozano. Derecho Procesal del Trabajo. página 495
19 Óp. Cit. TENA SUCK, Rafael e ITALO MORALES, Hugo. Derecho Procesal del Trabajo. Pág. 131
75
referirlas y en dado caso y dada la litis planteada hacer hincapié en la
cuestión que sea controversia.
Por lo mismo al momento de ofrecerla, la misma únicamente se
desahoga por su propia y especial naturaleza y si es valorada al momento
de emitir la resolución correspondiente por el juzgador.
El artículo 834 de la Ley Federal del Trabajo establece que ambas
partes al ofrecer la prueba presuncional deberán de indicarán en qué
consiste y lo que se pretende acreditar con ella. Sin embargo cabe hacer
notar que la juzgadora al momento de resolver tiene la obligación de
analizar la controversia planteada, las pruebas ofrecidas y desahogadas
en el procedimiento, emitiendo su dictamen fundado y motivado, dictado a
verdad sabida y a buena fe guardada.
3.1.6. INSTRUMENTAL
3.1.6.1. DEFINICION
Se encuentra establecida en el artículo 835 de la Ley Obrera, es el
conjunto de actuaciones que obren en el expediente, formado con motivo
de un juicio.
La regulación de esta prueba no presenta una técnica compleja, ya
que la misma resulta ser el conjunto de actuaciones derivadas del
expediente del juicio, y por tanto a la misma se le debe de considerar
como un documento público, con todos sus efectos y consecuencias
jurídicas, por ser el género de la prueba documental.
Sin embargo, la Autoridad al momento de valorar y analizar el
expediente laboral, está obligada a tomar en cuenta las actuaciones que
76
obren en el expediente del juicio, ello en concordancia con lo dispuesto
por los artículos 14 y 16 de la Carta Magna.
3.1.6.2. OFRECIMIENTO Y DESAHOGO
Al momento de ofrecerla en la etapa de ofrecimiento y admisión de
pruebas, no presenta complejidad, puesto que las partes únicamente
pueden referirla y al igual que la presuncional se desahoga por su propia y
especial naturaleza.
3.1.7. PERICIAL
3.1.7.1. DEFINICION
En la obra literaria Derecho Procesal del Trabajo, los autores
definen a esta prueba como aquella apreciación de un hecho controvertido
que requiere de la observación o preparación especial, obtenida por el
estudio de una materia específica o simplemente por la experiencia
personal que proporciona el ejercicio de una profesión u oficio.
La prueba pericial se relaciona con el carácter técnico o científico
de las cuestiones que conforman el conflicto.
Perito: es aquella persona que versa en alguna ciencia o arte, que
pueda ilustrar al tribunal sobre algún aspecto de la controversia. Teniendo
las siguientes características:
1. Declarara sobre las características de un hecho ocurrido.
2. Expone su criterio u opinión de la ciencia o arte respecto del
hecho controvertido.
3. Es auxiliar de la justicia.
77
4. Interpreta el hecho controvertido, ayudando por tanto a la
Autoridad a dilucidar la litis.
5. Se puede llegar a dar el caso de que el tribunal llegare a omitir un
dictamen pericial.
Tanto la parte actora como la demandada podrán ofrecer a su perito
quien previa protesta y aceptación del cargo conferido deberá de rendir su
dictamen al tenor del cuestionario que le llegaren a formular las partes, si
en dado caso los dictámenes rendidos fueran discrepantes, la Autoridad
deberá de nombrar a un perito tercero en discordia, por tanto esta prueba
resulta ser colegiada.
Elementos:
A. La persona que es designada como perito debe de ser técnico o
experto en la materia sobre la cual habrá de rendir su dictamen.
B. El peritaje debe de ser un acto ordenado por la Autoridad.
C. Que el hecho objeto del dictamen requiera de conocimientos
técnicos especializados.
D. Que la prueba pericial la propongan las partes, una de ellas o el
propio tribunal.
3.1.7.2. OFRECIMIENTO
Esta prueba debe de ofrecerse indicando la materia sobre la que
deberá de versar, acompañando el interrogatorio respectivo, ya que de no
ser así, dicha probanza no puede ser admitida por la autoridad, en virtud
de que tal y como lo establece el artículo 780 de la LFT, todas las pruebas
78
deberán de ofrecerse acompañadas de todos los elementos necesarios
para su desahogo.
La Junta tendrá la Obligación en cuanto al perito del trabajador de:
1. Nombrarle a un perito; 2. Designar a uno si el día de la pericial no
comparece por alguna causa el perito propuesto para rendir su dictamen y
3. Cuando un actor no cuente con los medios económicos suficientes
como para poder tener a su cargo la presentación de un perito.
Caso contrario ocurre con los peritos propuestos por la demandada,
en el sentido de que si el perito propuesto por éste el día de la Audiencia
no llegara a rendir su dictamen, en estos casos, la Junta como sanción
procesal le decretara la deserción de su probanza.
3.1.7.3. DESAHOGO
El día y hora fijado para el desahogo de esta prueba el desarrollo
de la misma será de la siguiente manera:
1. Ambas partes el día señalado para la pericial deberán de
presentar a sus peritos, salvo los casos que previamente se han señalado
respecto del actor.
2. Los peritos se deberán de identificar, y después deberán de
aceptar y protestar el cargo que les fue conferido, en lo sucesivo rendirán
su dictamen, salvo que soliciten una nueva fecha para rendirlo.
3. La prueba se desahogará con el perito que concurra, salvo que el
propuesto por la parte actora no acuda a la audiencia, en cuyo caso la
Autoridad deberá de señalar nueva fecha para el desahogo, dictando en
dado caso las medidas de apremio necesarias para asegurar su
asistencia.
79
4. Tanto las partes del juicio como la propia autoridad podrán en su
caso formular a los peritos las preguntas que consideren pertinentes.
5. Si de los dictámenes rendidos existe discrepancia, la Junta
deberá de designar a un perito tercero en discordia.
3.2. CARGA DE LA PRUEBA EN MATERIA LABORAL
La carga de la prueba es la necesidad de justificar las
aseveraciones o hechos en el proceso por propio interés, y no por deber.
Los procesalistas modernos consideran esta carga como una necesidad
que tiene su origen, no en la obligación legal sino en consideraciones de
tipo realista de quien quiera eludir el peligro de que el laudo le sea
favorable, porque la aportación de pruebas conducen a formar la
convicción de las Juntas sobre los hechos, de las acciones o excepciones,
es decir, de las pretensiones procesales.
La carga de la prueba en el derecho procesal del trabajo es
actividad esencial de las partes, sin embargo, en la LFT, autorizan a
practicar de oficio diligencias probatorias, y a recabar elementos de
convicción necesarios para el mejor esclarecimiento de la verdad.
Para los doctrinarios Ítalo Morales y Tena Suck la carga de la
prueba representa el gravamen o peso que recae sobre las partes, para
que suministren obligatoriamente el material probatorio que la Autoridad
requiere para formar su convicción sobre los hechos alegados en el
juicio.20
El Maestro Bermúdez Cisneros concibe a la carga de la prueba
como la actividad correspondiente a cada una de las partes en la tarea de 20
TENA SUCK, Rafael; ÍTALO MORALES, Hugo. Óp. Cit. Pág. 107.
80
hacer conocidos los hechos en los que basen sus afirmaciones de la
demanda o de la defensa.
Quien plantea una excepción debe de probar el hecho que opone.
Cuando se trata un derecho en donde estén en juego los intereses
de la parte trabajadora, no se puede hablar de paridad procesal y a la que
aducen otros derechos. Es por lo anterior que en la carga de la prueba
surgen inversiones frente a lo que podría considerarse como principios
clásicos y principios tradicionales de cargas procesales, al respecto y
tratándose de cuestiones referentes al derecho del trabajo y de
conformidad con lo que han establecido los diversos criterios
jurisprudenciales de nuestros más altos tribunales en materia de amparo
dicha inversión procesal opera cuando por ejemplo: cuando se determina
que el patrón es el obligado a probar el pago de salario por ser quien tiene
los medios idóneos para la comprobación; un segundo caso se da cuando
se establece que corresponde al patrón probar el abandono de trabajo.
En ese orden de ideas en el artículo 784 de la Ley Laboral, refiere
la aplicación de la carga de la prueba en contra de la demandada para
probar cuestiones tales como: fecha de ingreso del trabajador; antigüedad
del trabajador; faltas de asistencia del trabajador; causa de rescisión de la
relación de trabajo; terminación de la relación o contrato de trabajo para
obra o tiempo determinado, en los términos del artículo 37 fracción I y 53
fracción III de esta Ley; constancia de haber dado aviso por escrito al
trabajador de la fecha y causa de su despido; contrato de trabajo; duración
de la jornada de trabajo; pagos de días de descanso y obligatorios;
disfrute y pago de las vacaciones; pago de las primas dominical,
vacacional y de antigüedad; monto y pago del salario; pago de la
participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas y
81
incorporación y aportación al Fondo Nacional de la Vivienda. Todos los
documentos antes referidos la parte patronal tiene la obligación de
conservar y exhibir en juicio, pues la Ley le impone tal obligación en el
artículo 804 de la Ley Federal del Trabajo, ya que el incumplimiento trae
aparejada la sanción de tener por ciertos los hechos que el actor afirma en
su demanda; luego entonces en materia de trabajo no se puede aplicar el
principio que refiere que “el que afirma está obligado a probar”.
INVERSION DE LA PRUEBA. La inversión de la carga de la prueba
puede definirse como la alteración de su orden natural, en virtud de la cual
se atribuye a ciertos casos, señalados previamente, a quien, conforme al
mismo, no estaría sujeto a ella.21
Para el maestro Trueba Urbina la inversión de la carga de la prueba
en el proceso laboral, cumple una función tutelar, que constituye, por otra
parte, la finalidad de toda la legislación social, la que, sin perjuicio de
garantizar los derechos de todos los factores activos de la producción,
mira con especial atención cuanto se refiere al elemento obrero. La
inversión de la carga de la prueba en el proceso del trabajo, se ha
particularizado a través de los diversos criterios jurisprudenciales de
nuestros más altos tribunales en materia de amparo, en los casos en que
haya de acreditar el patrón que no adeuda salarios, cuando el obrero ha
probado la existencia del contrato de trabajo, cuando se trate de probar
que el obrero no sufre enfermedad profesional, en la prueba de que la
enfermedad profesional no fue ocasional u originada por el trabajo, cuando
la misma se encuentre comprendida en la tabla de enfermedades
profesionales, cuando el patrón pretenda probar que fue el obrero quien
21
DE PINA, Rafael. Curso de Derecho Procesal del trabajo. Editorial Botas. 1ª edición. México
1952. Pág. 196
82
decidió separarse voluntariamente del trabajo o que lo abandonó; y
siempre que quiera demostrar la falta de dependencia económica, cuando
exista parentesco entre el beneficiario de la indemnización y el obrero
fallecido a consecuencia de un riesgo profesional.
En el Derecho probatorio del trabajo rige, aunque a título
excepcional, el sistema de inversión de la prueba, que pone a cargo del
patrono la necesidad de justificar ciertos hechos expresamente
determinados en la Ley. La inversión de la prueba, en los casos estatuidos
expresamente actúa a favor del obrero. 22
En el Proceso del trabajo moderno, debe de probar el que esté en
mejor aptitud o disposición de hacerlo, independientemente de las
afirmaciones o negaciones producidas, por lo que es una obligación y un
derecho de las partes cumplir con este impulso procesal que la LFT les
impone.
De todo lo antes referido se puede tomar el eje de lo que constituye
la prueba en contrario en materia de derecho del trabajo, y las cuales
podríamos resumir de la siguiente manera:
a. La carga de la prueba en los juicios laborales es una regla de juicio
para el tribunal y una pauta para la actividad de las partes que
conforman el conflicto.
b. Forma parte integrante de la teoría General de la prueba.
22
DE PINA, Rafael. Curso de Derecho Procesal del Trabajo. Editorial Botas. 1ª edición. México
1952. Págs. 196-197
83
c. En la Ley Federal del Trabajo se acepta este concepto, sin embargo
no en todos los casos se aplica, pues está dotada de características
de cambio, que la convierte en carga móvil dentro del juicio.
d. Por tanto la carga de la prueba no es una regla sustantiva en los
procesos laborales, sino una regla auxiliar y de uso obligado en
varios casos jurídicos.
84
CAPITULO IV: LA PRUEBA EN CONTRARIO
EN MATERIA LABORAL
85
4.1. ANTECEDENTES
Es en el Código Obrero de 1931 cuando tiene su origen la prueba
en contrario, misma que se incorporó en su artículo 517, y que para mejor
proveer a continuación se transcribe:
"Artículo 517. Si el demandado no comparece o
resulta mal representado en la audiencia de
demanda y excepciones, se tendrá por contestada la
demanda en sentido afirmativo, salvo prueba en
contrario."
Este precepto resultaba muy poco basto sobre los alcances o
aspectos que se podían llegar a acreditar a través de la prueba en
contrario, pues se limitaba a referir las consecuencias jurídicas que traía
consigo la omisión de comparecer o resultar mal representada la parte
demandada.
En el año de 1942, la Suprema Corte de Justicia de la Unión emitió
dos ejecutorias: la del 24 de abril de 1942, (relativa a la demanda de
amparo enderezada por Julieta Rafols) y la de 17 de julio de 1942,
(referente al juicio de amparo promovido por Macario Mejía), y que
sostuvieron que la prueba en contrario tenía por objeto: "comprobar la inexactitud de los hechos fundatorios de la acción ejercitada".
En los 50´s, el Alto Tribunal emitió un criterio en el sentido de que
la prueba en contrario se debía enfocar al hecho de acreditar que: “no existe vínculo de trabajo o, en otras palabras, que no existe contrato o relación de trabajo.”; y que quedo plasmado en la tesis jurisprudencial
de la quinta época cuyo rubro lleva: "DESPIDO DEL TRABAJADOR,
PRUEBAS QUE PUEDE RENDIR EL DEMANDADO CUANDO SE TIENE
86
POR CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO”. Este criterio tenía por
objeto explicar las pruebas que podía llegar a rendir el demandado en el
caso en que se le hubiera tenido por contestada la demanda en sentido
afirmativo (mismas que no debían referirse a excepciones que no se
hicieron valer en el momento procesal oportuno); refiriendo que podían
llegar a rendirse aquellas encaminadas a destruir la acción, tendentes a
probar que no existió vínculo contractual entre actor y demandado o
cualquiera otra particularidad estrictamente negativa de los hechos
fundamentales de la demanda, y que no constituyeran excepciones, por
no ser hechos generadores de derechos distintos que controvirtieran los
de la demanda.
El criterio anterior no era claro, pues no refería que tipos de
pruebas eran las aptas para ser aportadas en un juicio laboral como
prueba en contrario: ¿una confesional?, ¿una testimonial?,
¿documentales?, etcétera, siguiendo por lo tanto aquella laguna o
deficiencia que la Ley Federal del Trabajo tenía.
En la Sexta época se emitió un criterio jurisprudencial cuyo rubro
lleva el siguiente: "DESPIDO DEL TRABAJADOR. PRUEBAS QUE
PUEDE RENDIR EL DEMANDADO CUANDO SE TIENE POR
CONTESTADA LA DEMANDA EN SENTIDO AFIRMATIVO”. La idea
principal de esta tesis se enfocaba, de igual manera, a referir las pruebas
que podía llegar a rendir el demandado si se le tuvo por contestada la
demanda en sentido afirmativo (pero sin especificar cuáles y porque), no
debían referirse a excepciones que no se hicieron valer, pues no sólo la
sanción resultante de la falta de contestación habría sido nugatoria, y en
todo caso se le hubiera colocado al actor en estado de indefensión para
preparar pruebas y aun para impugnar las rendidas por la contraria,
creándose una situación antijurídica, precisamente en favor del contumaz
87
y en perjuicio de quien lo fue causante de ese procedimiento excepcional;
pero sí se podían ofrecer aquellas que hubieran podido tener por objeto
destruir la contestación en sentido afirmativo.
En otra época y antes de la reforma de 1980 a la Ley Federal del
Trabajo, la prueba en contrario se encontraba contemplada en el artículo
754 de dicho ordenamiento, y que hasta la fecha con la Ley Federal del
Trabajo sigue el mismo tenor y que se encuentra establecido en su
artículo 879.
4.2. CONCEPTO
Si tratamos de buscar el significado en la doctrina de lo que es la
prueba en contrario ningún autor ha hecho tanto hincapié en este tema,
por lo tanto la misma no ha sido definida con precisión ya que muchos
autores y tratadistas del Derecho Procesal del Trabajo, sólo la refieren
como una figura jurídica, resultado de un acto procesal, derivado de la
incomparecencia de la parte demandada en la etapa de Demanda y
Excepciones, sin especificar los alcances y debida aplicación a los 3 casos
concretos que la misma tiene.
La definición más acertada es la que la Suprema Corte de Justicia
de la Nación nos ha proporcionado y que se encuentra en el registro
Número 170524 de la novena época y que para mejor proveer a
continuación en su parte conducente a la letra dice:
“Las pruebas en contrario son aquellas tendentes a demostrar las cuestiones antes precisadas ( a) el actor no era su trabajador o patrón; b) no existió el despido; o c) sean para desvirtuar los hechos que se tuvieron por ciertos
88
oportunamente en juicio), como lo son las encaminadas a justificar los motivos por los cuales se realizaron los hechos descritos en la demanda, o que busquen demostrar otros independientes de los afirmados por el trabajador y con los cuales se pretenda acreditar una situación legal diferente”
De la definición anterior se desprenden varios elementos:
1. Tratan de demostrar las hipótesis previstas en la segunda parte
del artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo: Que el actor no era
trabajador, o patrón; que no existió el despido o que no son ciertos los
hechos afirmados en la demanda.
2. Trata de justificar aquellos motivos constitutivos de la demandada
del actor.
3. Busca la demostración de hechos independientes a los afirmados
por el actor en su demanda y en consecuencia pretende demostrar una
situación jurídica diferente.
4. No pueden ser ofrecidas como materia de excepción, esto es, al
haber tenido por contestada la demanda en sentido afirmativo, con la
misma se le tuvo por perdido su derecho para dar contestación a la
demanda, luego entonces, no pueden ser ofrecidas bajo ese tenor, sino
que ha de constreñirse a justificar que los hechos tenidos presuntivamente
como ciertos y que pudieran llegar a constituir la verdad legal del proceso.
Por otro lado el siguiente criterio jurisprudencial de la sexta época
comenzaba a definir con más precisión la figura de la prueba en contrario,
y que para mejor proveer a continuación se transcribe:
89
Registro No. 274667
PRUEBA EN CONTRARIO. El principio que norma toda la teoría
jurídica procesal, es el de que sólo los hechos admitidos quedan fuera
del contradictorio y como consecuencia natural fuera de la prueba; por
lo mismo, si el demandado es declarado rebelde, resultan objeto de
prueba solamente los extremos que invoca el actor, aun cuando pueda
aplicarse menor rigor en la apreciación de la prueba, en atención a la
propia actitud del demandado; pero ello no significa que si se le ofrece
la oportunidad de rendir tal prueba en contrario, por otro principio, el
de adquisición procesal, quede relevado de toda obligación de acreditar
ante el juzgador que la afirmación que haga su contradictor, no sea
correcta. El derecho moderno no priva al rebelde de producir prueba,
porque se presupone en la actualidad que el carácter común bilateral de
ésta facilita la tarea de juzgar al hacerse el análisis de las recíprocas
refutaciones de ambas partes para allegarse el máximo de elementos de
convicción que beneficien la obra de la justicia; pero de tal posición no
se concluye que una Junta de Conciliación y Arbitraje, otorgue a
pruebas ofrecidas para acreditar hechos distintos, un valor general y
amplio, en favor de defensas que ni siquiera fueron expuestas. La
prueba en contrario, concede tan sólo una oportunidad al demandado
para acreditar que los hechos que se han tenido presuntivamente por
ciertos, carecen de tales atributos y se apartan de la verdad que se ha
considerado como legal. Consecuentemente es muy distinto hablar de
prueba en contrario que de falta de prueba.
Amparo directo 6524/60. Lanas Australianas, S. de R. L. 1o. de marzo
de 1962. Unanimidad de cinco votos. Ponente: Angel Carvaj
En ese mismo tenor se encontraba la siguiente tesis aislada que
para mejor proveer a continuación se transcribe:
PRUEBA EN CONTRARIO. La prueba en contrario no puede admitirse
para acreditar excepciones no opuestas, sino que ha de constreñirse a
justificar que los hechos tenidos presuntivamente como ciertos y que
constituyen la verdad legal del proceso, no tuvieron lugar en la forma en
que han quedado admitidos, para que tenga oportunidad el juzgador de
apreciarlos como en realidad hayan ocurrido a efecto de resolver en
estricto derecho.
Amparo directo 7959/60. Jorge Ramírez. 13 de abril de 1962.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Angel Carvajal.
90
Luego entonces y de las jurisprudencias antes invocadas, la prueba
en contrario es la oportunidad procesal que la Ley Federal del Trabajo
otorgaba a la parte demandada en la etapa de Ofrecimiento y Admisión de
pruebas por habérsele tenido por presuntivamente ciertos en la etapa de
Demanda y Excepciones.
De igual manera y como lo referimos en el capítulo 2, aun entre los
postulantes de derecho en material procesal del trabajo, existe una falsa
apreciación de las sanciones procesales que establece la LFT, en especial
por una parte la incomparecencia de la parte demandada en la etapa de
Demanda y Excepciones y por otro la comparecencia de la demandada en
la etapa antes referida cuando la misma no produce contestación total o
se conducen con evasivas.
El primero de los supuestos se da cuando en un juicio que se
ventila ante la Junta de Conciliación y Arbitraje se señala día y hora para
que tenga verificativo la Audiencia Trifásica, y la parte demandada no
asiste, la SANCION PROCESAL es la siguiente: “SE LE TENDRÁ POR CONTESTADA LA DEMANDA EN SENTIDO AFIRMATIVO, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO”. Hasta este momento los hechos afirmados
en la demanda pueden ser desvirtuados por la parte demandada, por lo
tanto de conformidad con el segundo párrafo del artículo 879 de la Ley
Federal del Trabajo, se puede ofrecer en juicio y en la etapa de
ofrecimiento y admisión de pruebas la prueba en contrario, para acreditar:
que no era trabajador o patrón, que no existió el despido o que no son
ciertos los hechos afirmados en la demanda, por lo tanto única y
exclusivamente se deben de aportar aquellas probanzas que tendentes a
justificar los tres supuestos antes citados, pero con las salvedades que
más adelante se precisaran.
91
Otro ejemplo de lo anterior, se da cuando una vez celebrada y
cerrada la etapa de Demanda y Excepciones, con posterioridad derivado
de una concesión de sentencia de amparo indirecto en donde se combatió
una resolución incidental sobre la personalidad de la parte demandada
emitida por la JCA, esta amparó y protegió al quejoso (actor dentro del
juicio laboral), y por ende se desconoció la personalidad de quien dijo
comparecer a nombre del patrón, pues en este caso se entiende que éste
no compareció, y por ello la Junta deberá tener por contestada la
demanda en sentido afirmativo, salvo prueba en contrario, y por tanto se
deberá dejar sin efectos todo lo actuado a partir de la contestación de la
demanda, señalando día y hora para la continuación de la audiencia
trifásica en la etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas, a la cual
evidentemente puede concurrir la demandada, personalmente o por
conducto de apoderado, a ofrecer las pruebas en contrario que estime
pertinentes para destruir las acciones intentadas por el actor, pues de
considerar lo contrario resultaría absurdo imponer una doble sanción al
demandado, por una parte tenerlo por contestada la demanda en sentido
afirmativo derivado de la procedencia del incidente de personalidad; y, por
otra, perdido su derecho para ofrecer prueba en contrario, lo anterior
encuentra sustento en la Tesis Jurisprudencial cuyo rubro es “INCIDENTE DE FALTA DE PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. SI LA RESOLUCIÓN FUE IMPUGNADA MEDIANTE AMPARO, Y ÉSTE SE CONCEDE PARA EFECTOS DE QUE SE DESCONOZCA LA DEL PATRÓN, SU CONSECUENCIA SERÁ QUE SE LE TENGA POR CONTESTADA LA DEMANDA EN SENTIDO AFIRMATIVO, SIN PERJUICIO DE QUE EN LA ETAPA CORRESPONDIENTE PUEDA APORTAR PRUEBAS PARA ACREDITAR LO CONTRARIO”. En este
supuesto es importante aclarar que aun cuando no se le haya reconocido
la personalidad en la etapa de Demanda y Excepciones por el instrumento
92
notarial que fue objetado en vía incidental y al no tener plenamente
acreditada su personalidad la parte demandada debe de volver a acreditar
la misma, para poder intervenir en el juicio y por tanto aportar aquel
material probatorio que juzgue conveniente.
Por otra parte el segundo de los casos (tener por admitidos los
hechos) se refiere a que estando en la etapa de Demanda y Excepciones,
en donde previamente la parte demandada acredito personalidad, una vez
abierta la etapa referida y posterior a la ratificación de la demanda por el
demandante, la parte patronal por alguna causa omite dar contestación a
la misma, o guarda silencio o se conduce con evasivas, o no contesta
todos los hechos que se le imputan la SANCION PROCESAL es la
siguiente: “SE LE TENDRAN POR ADMITIDOS LOS HECHOS, SIN DERECHO PARA OFRECER PRUEBA EN CONTRARIO”, lo que
lógicamente implica que en este supuesto la parte demandada ya no
puede ofrecer pruebas en contrario.
Lo anterior encuentra sustento en los artículos 878 fracción IV y 879
de la Ley Federal del Trabajo, y en concordancia en el siguiente criterio
jurisprudencial que nuestros más altos tribunales en materia de amparo
han establecido y definido, y que para mejor proveer a continuación se
transcribe:
DEMANDA LABORAL. EFECTOS QUE PRODUCE LA OMISIÓN DE
CONTESTARLA CUANDO EL DEMANDADO ASISTE O NO A LA
AUDIENCIA TRIFÁSICA. De acuerdo con los artículos 878, fracción IV
y 879 de la Ley Federal del Trabajo, cuando la parte demandada asiste
a la audiencia trifásica sin dar contestación a la demanda, le
corresponde como sanción procesal la prevista en la citada fracción IV,
esto es, su silencio provoca que se tengan por admitidos los hechos
sobre los cuales no se suscitó controversia y, por ende, no puede
admitirse prueba en contrario de su parte, siempre y cuando no
hubiesen aclaraciones o precisiones que modificaran sustancialmente el
93
escrito inicial de demanda; circunstancia diversa a la prevista por el
segundo numeral mencionado, en la que como premisa para decretar
dicha sanción resulta necesaria la inasistencia de la parte demandada a
dicha audiencia, omitiendo también dar contestación a la demanda
entablada en su contra, ante lo cual la demanda deberá tenerse por
contestada en sentido afirmativo, sin perjuicio de que en la etapa
de ofrecimiento y admisión de pruebas pueda demostrar que el
actor no era su trabajador, o bien, que no existió el despido, o que
no son ciertos los hechos afirmados en la demanda.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL QUINTO CIRCUITO.
Amparo directo 537/2004. Maribel Monge Andrade. 25 de mayo de
2005. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Ramírez Ruiz. Secretaria:
Laura Catalina Maldonado Arce.
En ese mismo tenor se encuentra la jurisprudencia cuyo rubro
refiere:
DEMANDA LABORAL. LAS CONSECUENCIAS DE QUE SE LE TENGA
POR CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO A LA DEMANDADA
QUE NO ACREDITÓ SU PERSONALIDAD EN LA AUDIENCIA
TRIFÁSICA SE CONTIENEN EN EL ARTÍCULO 879 Y NO EN EL
DIVERSO 878, FRACCIÓN IV, AMBOS DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO. El artículo 878, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo
establece, entre otros supuestos, que cuando el demandado al
excepcionarse guarde silencio o se conduzca con evasivas se le tendrán
por admitidos los hechos sobre los que no se suscite controversia, sin
que pueda admitirse prueba en contrario, lo que supone
necesariamente su presencia en la etapa de demanda y excepciones.
Por su parte, el artículo 879 de la citada ley dispone que en caso de no
comparecer el demandado a la aludida fase, la demanda se tendrá por
contestada en sentido afirmativo, sin perjuicio de que en la etapa de
pruebas pueda demostrar que no es trabajador o patrón, que no existió
el despido o que no son ciertos los hechos narrados en la demanda.
Ahora bien, el examen de ambas disposiciones pone de manifiesto que
el legislador se refiere a supuestos distintos, ya que el referido artículo
879 establece la consecuencia legal en el caso de que a la
demandada se le tenga por contestando en sentido afirmativo, con
independencia de que ello obedezca al hecho de no haber
94
demostrado su personalidad, o bien, por no acudir al juicio, pues
ambos casos se traducen en su incomparecencia legal, lo que trae
como consecuencia que en la siguiente fase del juicio, esto es, la de
ofrecimiento y admisión de pruebas, solamente pueda aportar
aquellos elementos probatorios tendentes a justificar los supuestos
a que se contrae el propio numeral. En cambio, la sanción contenida
en la fracción IV del mencionado artículo 878 se actualiza cuando
habiendo comparecido el demandado, guarda silencio o se conduce con
evasivas, al excepcionarse respecto a la demanda enderezada en su
contra, lo que trae consigo que no pueda admitirse prueba en contrario.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja de queja 5/2010. Rafael Burguet Hernández. 23 de junio de
2010. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Esparza Alfaro.
Secretaria: Karla Medina Armendáiz.
Es óbice señalar que en muchas ocasiones se puede llegar a
confundir el apercibimiento del artículo 873 de la Ley Federal del Trabajo
y la sanción procesal del 879 del mismo ordenamiento, sin embargo
ambos preceptos marcan supuestos distintos, pues en el primero de los
artículos referidos únicamente se refiere a que dentro del auto de
radicación que se emita se señalaran aquellos requisitos y formalidades
que debe de revestir dicho acuerdo, sin que los apercibimientos
decretados en el mismo sean aplicados a todos los juicios por igual, pues
eso dependerá del desarrollo de cada juicio, en las etapas procesales
correspondientes; sin embargo en el segundo de los casos son como tal
las consecuencias jurídicas que se dan cuando se le ha tenido a la parte
demandada por contestada la demanda en sentido afirmativo, sirve para
sustentar lo antes referido la siguiente tesis aislada de la novena época
que para mejor proveer a continuación se transcribe:
AUDIENCIA DE LEY EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. LAS
CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE COMPARECENCIA DE LAS
95
PARTES A LA ETAPA DE DEMANDA Y EXCEPCIONES, SE
ENCUENTRAN ESTABLECIDAS EN EL ARTÍCULO 879 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO Y NO EN SU DIVERSO NUMERAL 873. De
la interpretación del artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo se
desprende que en este precepto se establecen las consecuencias en caso
de que las partes no comparezcan a la etapa de demanda y excepciones
de la audiencia de ley, y no en el diverso numeral 873 de la misma, que
señala que el Pleno o la Junta especial, en el acuerdo en que admita la
demanda, ordenará el emplazamiento a juicio a la parte demandada,
con el apercibimiento de tenerla por inconforme con todo arreglo, por
contestada la demanda en sentido afirmativo y por perdido el derecho
de ofrecer pruebas, si no ocurre a la audiencia de ley, pues esto se
refiere únicamente a los términos en que debe admitirse la demanda y
los requisitos que debe contener el acuerdo respectivo; sin que ello
implique necesariamente que el apercibimiento que se hace a la
patronal en dicho proveído al ordenar su emplazamiento, deba hacerse
efectivo en toda su extensión, toda vez que esa situación dependerá de
las circunstancias especiales de cada caso y de la manera en que se
desarrollen las etapas del juicio laboral.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
CUARTO CIRCUITO.
Amparo directo 591/2001. Felipe Rodríguez Guel y otros. 17 de octubre
de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Rodolfo R. Ríos Vázquez.
Secretaria: Myrna Gabriela Solís Flores.
4.3. OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA EN CONTRARIO
Como hemos venido refiriendo la prueba en contrario son aquellas
ofrecidas por la parte demandada tendentes a demostrar las cuestiones a
que refiere el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo: Que no era trabajador o patrón; que no existió el despido o que no son ciertos los hechos afirmados por el demandante.
Aun con las restricciones y argumentos a los que me enfocare con
posterioridad sobre el debido ofrecimiento y admisión de las pruebas en
96
contrario, la Suprema Corte emitió una jurisprudencia con número de
registro 204584, de la novena época cuyo rubro refiere: “PATRON DEMANDADO, AUN CUANDO NO CONTESTE LA DEMANDA, TIENE DERECHO A OFRECER Y DESAHOGAR PRUEBAS EN TERMINOS DEL ARTICULO 879 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO.” En esta
tesis se estableció que a la parte demandada se le debe de dar el derecho
de ofrecer pruebas que tiendan a acreditar los extremos a que se refiere el
artículo 879 del Código Obrero cuando se le tuvo por contestada la
demanda en sentido afirmativo pues si la Junta de una manera indebida
desecha las probanzas que se ofrecen en tales términos, por estimarlos
inidóneos, estaría prejuzgando sobre el alcance probatorio de los medios
de prueba, de ahí que es hasta el momento de valorarlas es cuando se
está en aptitud de saber si las mismas son o no el medio idóneo para
acreditar que los hechos de la demanda no son ciertos, que no era
trabajador o patrón o que no existió el despido, sin embargo, el criterio
antes referido no es claro ni preciso sobre los alcances de cuales
probanzas pueden en primer término ser ofrecidas, en segundo término
admitidos y el tercer lugar valorados.
La prueba en contrario es la oportunidad procesal que se le
concede al demandado para desvirtuar los hechos afirmados previamente
en la demanda, cuando se le ha tenido por no compareciente en la etapa
de Demanda y Excepciones y en consecuencia por contestada la
demanda en sentido afirmativo, con el fin de aportar aquellos elementos
probatorios tendentes a justificar los supuestos del referido artículo 879 de
la Ley Laboral.
La prueba en contrario no puede ser ofrecida para tratar de
acreditar el supuesto al que se refiere el artículo 878 fracción IV de la LFT
y que a la letra dice: “La etapa de demanda y excepciones, se
97
desarrollará… IV. En su contestación opondrá el demandado sus
excepciones y defensas, debiendo de referirse a todos y cada uno de los
hechos aducidos en la demanda, afirmándolos o negándolos, y
expresando los que ignore cuando no sean propios; pudiendo agregar las
explicaciones que estime convenientes. El silencio y las evasivas harán
que se tengan por admitidos aquellos sobre los que no se suscite
controversia, y no podrá admitirse prueba en contrario…”, ya que este
supuesto refiere a una sanción procesal diversa en donde la Autoridad
tiene a la parte demandada por admitidos los hechos sobre los cuales no
se suscitó controversia, sin derecho a que la moral demandada pueda
ofrecer prueba en contrario; pues es claro que no encuadra dentro del
supuesto del segundo párrafo del artículo 879 de la Ley Federal del
Trabajo. Lo anterior encuentra sustento en lo que ha quedado definido por
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia respectiva,
cuyo rubro es PRUEBA EN CONTRARIO. CASO EN QUE NO PUEDE OFRECERSE.
Las pruebas que sean ofrecidas como “en contrario”, al momento
de su ofrecimiento se deben de precisar que es de conformidad con el
precepto legal antes invocado y no como si se tratase de materia de
excepción, puesto que las probanzas que se oferten sólo serán aptas para
el efecto de tratar de desvirtuar los hechos afirmados por el actor en su
demanda.
Las pruebas en contrario como hemos venido refiriendo al momento
de su ofrecimiento no pueden estar encaminadas a tratar de evidenciar
excepciones no opuestas, en particular para tratar de acreditar aquella
excepción de falta de acción derivada de la inexistencia de la relación de
trabajo, que básicamente se traduce en negativa de la relación laboral, ya
que el multireferido artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo, en muchas
98
ocasiones la literalidad de dicho precepto respecto a que “no era
trabajador o patrón”, abogados lo confunden
4.4. PRUEBAS EN CONTRARIOSUCEPTIBLES DE OFRECIMIENTO
Dada la naturaleza jurídica de la prueba en contrario las únicas
pruebas que puede ofrecer la parte demandada, cuando se le ha tenido a
la parte demandada por contestada la demanda en sentido afirmativo, son
aquellas que tiendan a demostrar la inexistencia de la relación laboral, la
inexistencia del despido o la falsedad de los hechos contenidos en el
escrito inicial, pero siempre y cuando no pretendan evidenciar excepciones que en el momento procesal oportuno no fueron opuestas, esto es, que admitiendo los hechos fundatorios de las
reclamaciones tiendan a comprobar otro nuevo que destruya la acción.
Antes de entrar al fondo de este tema en conveniente referirnos al
termino: “SINE ACTIONES AGIS”, término que tanto la doctrina como la
jurisprudencia han considerado a la misma no como una excepción sino
como la negación de la demanda, que equivale a la negación lisa y llana
de la demanda que tiene como objeto arrojar la carga de la prueba al actor
en un juicio.
Este tipo de pruebas al momento de ser ofrecidas se debe de
expresar que es de conformidad con el artículo 879 de la Ley Federal del
Trabajo, la forma en que se podrían ofrecer desde el inicio seria de la
siguiente manera:
“Con fundamento en el artículo 879 de la Ley
Federal del Trabajo, se ofrecen como prueba en
contrario las siguientes:... ”
99
4.3.1. INSTRUMENTAL
Como ya habíamos referido en el capitulo anterior, este tipo de
prueba se desahoga por su propia y especial naturaleza, hasta cierto
grado se puede asemejar con el criterio de las pruebas ordinarias que se
ofrecen en un juicio laboral, en donde la Autoridad al momento de valorar
y analizar el expediente laboral, está obligada a tomar en cuenta las
actuaciones que obren en el expediente del juicio, con el objeto de dictar
un laudo a verdad sabida, y buena fe guardada, apreciando los hechos en
conciencia, sin necesidad de sujetarse a reglas o formulismos sobre
estimación de las pruebas, expresando desde luego los motivos y
preceptos de derecho en los cuales se apoyen, tal y como lo establece el
artículo 841 de la Ley Laboral.
Desde mi punto de vista esta prueba si puede ser ofrecida como
prueba en contrario siempre y cuando se ofrezca con tal carácter e
inclusive sin especificar cuál de los 3 supuestos a los que se refiere el 879
de la Ley Federal del Trabajo se quieren acreditar
Ahora bien la interrogante surge: ¿Cómo debe de ser ofrecida esta
prueba tratándose de prueba en contrario?, la redacción y ofrecimiento de
este tipo de probanza no guarda ningún grado de complejidad, la forma en
la que se ofrecería ésta sería la siguiente:
“LA INSTRUMENTAL PUBLICA DE
ACTUACIONES, consistente en el expediente
integro en el que se actúa, en todo aquello que
beneficie y favorezca los intereses de la parte que
represento.”
100
4.3.2. PRESUNCIONAL
Al igual que la instrumental publica de actuaciones, si puede ser
ofrecida como prueba en contrario, no siendo preponderante especificar
que es lo que se pretende probar pues la Autoridad deberá de tomar en
cuanta aquellas presunciones que tanto legales como humanas marca la
Ley, con el fin de poder descubrir la verdad de aquellos hechos
desconocidos partiendo de los conocidos, a partir de las constancias o
actuaciones que obran glosadas en el expediente laboral .especificando
de igual manera que es lo que se pretende probar de conformidad con el
879 de la Ley Laboral:
Esta prueba como he referido sigue el mismo camino de la
instrumental publica de actuaciones en lo tocante a que se desahoga por
su propia y especial naturaleza; y que como ya habíamos visto en el
capitulo anterior en la Ley Federal del Trabajo, se define a esta prueba
como “…la consecuencia que la ley o la junta deducen de un hecho
conocido para averiguar la verdad de otro desconocido…”; de lo anterior
se insiste una vez más que la Autoridad tendrá la obligación de valorar y
analizar las cuestiones de derecho y humanas que se suscitaron durante
el desarrollo del juicio con el fin de averiguar la verdad de aquellos hechos
desconocidos y que se pueden deducir de los hechos conocidos.
La forma correcta en que se podría ofrecer esta probanza seria la
siguiente:
“LA PRESUNCIONAL LEGAL Y HUMANA, derivada
de los hechos conocidos a fin de llegar a los
desconocidos, en todo aquello que beneficie y
favorezca los intereses de mi representada
Alimentos del Valle, S.A. de C.V.”
101
4.3.3. CONFESIONAL
En primer término y atendiendo a la naturaleza de esta probanza, la
misma debe versar sobre aquellos hechos que fueron materia de litis y
que quedaron previamente fijados en la Etapa de Demanda y
Excepciones, con el fin de que una persona a la que le constaron los
hechos declare bajo ese tenor respondiendo “si” o “no”, o si lo desea,
hacer alguna aclaración después de la contestación positiva o negativa
que proporcione durante el desahogo de esta probanza, luego entonces
esta probanza puede solicitarse por la contraparte en un juicio cuando se
fijo previamente la litis en un juicio laboral.
Esta prueba no puede ser considerada en muchos casos como
prueba en contrario, cuando de las posiciones que se formulen por la parte
demandada, ya mediante el pliego respectivo o de manera oral el día del
desahogo de la prueba, pretenda evidenciar en las posiciones formuladas
cuestiones que en su momento pudieron haber sido materia de excepción,
por lo tanto es óbice señalar que en la Ley Federal del Trabajo en su
artículo 790 fracción II, establece que las posiciones que se formulen
libremente, deberán de concretarse a los HECHOS CONTROVERTIDOS¸
es decir, a la litis, pero la interrogante surge ¿Qué pasa cuando a la
demandada se le tiene por contestada la demanda en sentido afirmativo?,
o ¿Si no hubo controversia o materia de litis en el juicio como se deben de
formular las posiciones? ¿Sobre qué hechos deben de versar si no hay
litis? ¿Si la confesional debe de ceñirse a aquellos puntos controvertidos,
es válido formular posiciones sobre hechos que previamente fueron
admitidos y que no son punto de controversia?
De todas las interrogantes previamente establecidas, se llega a la
conclusión de que esta probanza, en determinados casos, de ninguna
102
manera puede ser admitida como prueba en contrario y la Autoridad en su
acuerdo admisorio, no la debería de admitir, pues se insiste una vez más
que al no haber litis en un juicio por la incomparecencia de la parte
demandada en la etapa de Demanda y Excepciones, se le tuvo por
perdido su derecho para oponer sus excepciones y defensas, luego
entonces sería absurdo y contrario a derecho admitir una probanza de
este tipo dada la naturaleza que tiene la misma en la doctrina procesal, no
obstante de que no se podría articular ninguna posición sobre un hecho
que ya quedo afirmado.
Por ejemplo supongamos que en un juicio laboral que se ventila
ante la JCA, es el día y hora señalado para el desahogo de la confesional
de la moral demandada quien previamente ha reconocido la relación de
trabajo, y que entre tantas cuestiones ha controvertido el salario que el
trabajador percibía, afirmando que al actor le era cubierta la cantidad de
$200.00 diarios, y por otra parte la parte actora afirma que el salario real
era el de $500.00 diarios, este hecho es materia de litis, y en
consecuencia la forma en que la parte demandada debe de formular este
punto de controversia sería la siguiente:
“Que el absolvente percibía un salario diario de
$200.00”
La posición anterior al tratarse de pruebas ordinarias y al
encontrarse formulada conforme a derecho debe de ser calificada de legal,
pues resulta ser un hecho controvertido.
Sin embargo tratándose de una confesional ofrecida como prueba
en contrario, esta no puede dar lugar a su admisión por parte de la
Autoridad respecto de aquella parte en el juicio a la se le tuvo por
contestada la demanda en sentido afirmativo, pues se pretendería con que
103
con las posiciones que se formulen acreditar excepciones que no opuso,
por lo tanto esta prueba de plano al momento de la Admisión debe de ser desechada por la Autoridad, bajo la tesitura del artículo 790 fracción
II, pues las posiciones que se formularían por la parte demandada serian
tendientes a acreditar cuestiones referentes al salario, horario, categoría,
jornada, prestaciones, etcétera y que en el caso concreto en la especie no
se podrían llegar a acreditar, por la sanción procesal de la que
previamente fue objeto la parte patronal.
A mi juicio sólo podría existir un supuesto en el cual esta prueba si
pudiera formar parte de aquellas probanzas que pueden llegar a ser
ofrecidas como prueba en contrario, pero siempre y cuando sea ofrecida
de la forma correcta y cuidando la redacción sobre que se pretende probar
del artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo, este caso sería el de una RENUNCIA DE CARÁCTER VERBAL QUE PUDO HABER REALIZADO UN ACTOR A LA PARTE DEMANDADA EN LA FECHA QUE SE ARGUMENTO EL DESPIDO, se llega a esta determinación ya que si bien
a la parte demandada previamente se le pudo haber tenido por contestada
la demanda en sentido afirmativo, con la renuncia de carácter verbal con
la que se pudiera llegar a defender la parte demandada al momento de
ofrecer prueba en contrario, con una confesional de este tipo, de ninguna
manera se podrían evidenciar excepciones, ya que únicamente se
probaría que: 1. QUE NO EXISTIO EL DESPIDO y 2. QUE NO SON
CIERTOS LOS HECHOS AFIRMADOS EN LA DEMANDA, y que en todo
caso para que esta probanza quedara robustecida debe ir adminiculada
con una testimonial, que desde luego, seguiría el mismo curso que la
confesional, es decir, que las personas que sean propuestas como
testigos declaren sobre aquella renuncia verbal presentada por el actor, en
la fecha que se haya indicado para tal efecto, lo anterior desde luego seria
104
parte de la estrategia que válidamente la parte patronal pudiera llegar a
utilizar en un juicio para acreditar aquellos supuestos que prevé el artículo
879 de la Ley Federal del Trabajo.
La forma en que este tipo de probanza puede válidamente ser
ofrecida, sería la siguiente:
“La confesional a cargo del actor el C. RAFAEL
FLORES PEREZ, al tenor de las posiciones que se
le formularan, y que deberá de absolver de manera
personal, el día y hora en que esta autoridad
designe, quien deberá de ser citado por conducto de
su apoderado; dicha probanza se ofrece de
conformidad con el precepto 879 de la Ley Federal
del Trabajo, para acreditar que NO SON CIERTOS
LOS HECHOS AFIRMADOS EN LA DEMANDA Y
POR CONSIGUIENTE NO OCURRIO EL DESPIDO
QUE NARRA EL MISMO, toda vez que con fecha 15
de marzo de 2012, el actor RAFAEL FLORES
PEREZ, se presento ante el C. CARLOS FUENTES
GONZALEZ, encargado del área de recursos
humanos, en el domicilio de mi representada LAS
FLORES, S.A. DE C.V. ubicado en Dr. Velasco
Numero 34, Colonia Doctores, Delegación
Cuauhtémoc, en México Distrito Federal, quien le
manifestó “A PARTIR DE ESTA FECHA RENUNCIO
A MI EMPLEO”.
A mi parecer este sería el único supuesto en el que válidamente
puede ser ofrecida la Confesional tratándose de prueba en contrario, pues
105
se insiste una vez más que de ninguna manera pretende acreditar
cuestiones que probablemente pudieran llegar a ser materia de
excepción, si no que en todo caso buscaría demostrar una situación
jurídica diversa sobre aquellas cuestiones que ya quedaron previamente
afirmadas.
4.3.4. DOCUMENTAL
Las documentales que se ofrezcan bajo este apartado deberán de
ser ofrecidas para tratar de acreditar lo dispuesto por el artículo 879 de la
Ley Federal del Trabajo y ser descritas con tal carácter; es decir, que no
era trabajador o patrón; que no existió el despido o que no son ciertos los
hechos narrados en la demanda.
Máxime que al momento de ofrecerse como cualquier tipo de
prueba ordinaria debe de ir acompañada de todos los elementos
necesarios para su desahogo de conformidad con el artículo 780 de la
LFT, para que la misma pueda en primer término ser admitida por la
Autoridad y en segundo término para que la juzgadora al momento de
resolver le de la debida valoración.
Es en la novena época es cuando se empiezan a emanar diversos
criterios respecto a ciertas documentales que pueden ser ofrecidas como
prueba en contrario o la valoración que a las mismas se les debe de dar al
momento de emitir la resolución, unas a favor de la parte demandada y
otras en su perjuicio. A continuación se enunciaran algunas de las
documentales que en un procedimiento ordinario de un juicio laboral se
pudieran llegar a ofrecer, pero haciendo ver los posibles alcances y en su
caso la ineficacia de dichas probanzas dada la naturaleza que persigue la
prueba en contrario:
106
1. RENUNCIA DEL TRABAJADOR.
La SCJN en sus respectivas jurisprudencias ha establecido los
alcances de una documental de este tipo, ya que por una parte refieren
que este tipo de documento no puede revestir el carácter de prueba en
contrario y otro criterio refiere que si puede llegar a ser aportada en el
juicio para acreditar cualquiera de los tres supuestos del artículo 879 de la
Ley Federal de Trabajo.
El primer criterio, que sostiene que NO TIENE EL CARÁCTER DE PRUEBA EN CONTRARIO, refiere que este tipo de documental se puede
usar como un medio ENCAMINADO A DESTRUIR LA ACCIÓN y que en
todo caso debe de ser materia de excepción al contestar la demanda. Lo
anterior basándose en el argumento que de conformidad con el artículo
879 de la Ley Federal del Trabajo establece las tres hipótesis que el
demandado debe de probar si no acude al periodo de demanda y
excepciones, es decir, si se le tiene por contestada la demanda en sentido
afirmativo los hechos en que funda las pretensiones del actor, la parte
demandada puede ofrecer pruebas en contrario; ejemplo de esto se
materializaría cuando se reclama por parte de un actor ya sea la
indemnización o reinstalación de un trabajador derivado de un despido
injustificado y no se contesta la demanda, la prueba en contrario
consistiría, en que el trabajador ya no sigue laborando para el patrón, por
lo tanto, para este criterio sería ilegal que la Autoridad admita el escrito de
renuncia como prueba en contrario, ya que dicho aspecto se debe de
considerar como materia de excepción al momento en que se contesta la
demanda, ya que la misma resulta ser un medio encaminado a destruir la
acción del demandante.
107
De lo anterior se infiere que lo que pretendió el legislador con este
criterio es que si en un juicio laboral se quería acreditar la inexistencia del
despido, y se ofrecía la renuncia de un trabajador, ésta probanza no debía
de ser admitida por la Junta pues pretendería evidenciar excepciones no
opuestas en el momento procesal oportuno.
En yuxtaposición con el criterio antes invocado está el referente a
que la RENUNCIA POR ESCRITO QUE HAGA EL TRABAJADOR PARA CON EL DEMANDADO, SI PUEDE SER EXHIBIDA COMO PRUEBA EN CONTRARIO EN EL JUICIO LABORAL, esto con el fin de desvirtuar la
presunción de certeza de los hechos que se deriven de la falta de
contestación por parte de la demanda, pudiendo quedar a valoración de la
Junta para emitir el dictamen. Ya que de conformidad con el artículo 879
del Código Obrero, las tres hipótesis pueden en todo caso acreditarse a
través del escrito de renuncia que haya hecho el trabajador, esto
atendiendo a que si dicho precepto no hace restricción alguna sobre tal
aspecto, el juzgador no tiene por qué hacerla, luego entonces y para
desvirtuar la presunción de certeza del despido derivada de la falta de
contestación a la demanda laboral; para este criterio emitido por la
Suprema Corte, si podrá ser admisible dicho escrito, en virtud de que al
contener la voluntad del trabajador de dar por terminada la relación laboral
y encaminado a demostrar que no existió el despido que refiere el
demandante o que no son ciertos los hechos afirmados en la demanda,
puesto que con dicha documental se puede acreditar que el trabajador
renunció y por tanto se tendría por acreditado el hecho de la separación
voluntaria, y que se traduce en la negación de los hechos en que se
sustenta la acción ejercitada, ello con independencia de que
corresponderá a la JCA valorar y analizar dicha documental al momento
de resolver y desde luego tomando en consideración las pruebas
108
exhibidas y desahogadas conforme lo dispuesto por el artículo 880 de la
Ley Federal del Trabajo, pues para este criterio emitido este tipo de
prueba no constituye en estricto rigor una excepción, habida cuenta de
que no presupone la admisión del hecho fundatorio: despido, ya de la
acción de indemnización constitucional o de la reinstalación por
separación injustificada, sino que pretende acreditar su inexistencia y
únicamente quedaría su valoración sujeta al prudente arbitrio de la
Juzgadora.
A continuación se enunciara un ejemplo que a mi parecer puede
llevar la redacción correcta que debe de seguir esta probanza al ser
ofrecida como prueba en contrario cuando en la fecha que refirió el
demandante aconteció el despedido, y la parte demandada en la etapa de
Ofrecimiento y Admisión de Pruebas, pretende ofrecer como prueba en
contrario esa renuncia de la misma fecha en que se dijo despedido:
“…Con fundamento en el artículo 879 de la Ley
Federal del Trabajo se ofrece como prueba en
contrario la documental consistente en renuncia de
fecha 23 de marzo de 2012, con la cual se acredita
que en dicha fecha fue el propio demandante quien
dio por terminada la relación de trabajo con mi
representada en términos de lo dispuesto por el
artículo 53 fracción I de la ley federal del trabajo, por
lo tanto no son ciertos los hechos afirmados en la
demanda y por consiguiente no pudo haber ocurrido
el despido que aduce...”
En el criterio anterior que emitió la SCJN, se establecieron los
alcances a favor de la demandada que podía llegar a tener una renuncia
109
de un actor, pero a mi criterio esa jurisprudencia únicamente puede surtir
efectos jurídicos cuando la fecha del despido aducido y la fecha en que
renuncio según la demandada fue en el mismo día; pues de lo contrario no
podría surtir efecto jurídico alguno ese criterio y menos aun tratándose de
prueba en contrario, pues supongamos que si el actor refiere que el
despido ocurrió el 12 de mayo de 2012, y la parte demandada pretende
exhibir una renuncia del 29 de mayo de 2012, la carga procesal le
correspondería a la parte patronal, para acreditar en especial la
subsistencia de la relación de trabajo, pues en primer término y de
conformidad con los artículos 784, 804 y 805 de la Ley Federal del
Trabajo, establece al patrón la carga de probar aquellos elementos
básicos de la relación laboral que lo unió con un trabajador, así como las
causas de rescisión, si es que llegaran a existir, esto atendiendo a que la
parte demandada es quien dispone de mejores elementos para la
comprobación de los hechos propios de tal relación, en el entendido que si
no lo hace, se deben presumir ciertos los hechos aducidos por el
trabajador en su demanda.
Ya delimitadas las cargas procesales, si bien una renuncia con
fecha cierta puede determinar que hasta esa data subsistió la relación de
trabajo, también es cierto ese elemento no hace prueba plena por si
mismo, sino que únicamente constituye un indicio que, por sí sólo, no
puede válidamente desvirtuar la presunción legal de los artículos que en el
párrafo anterior se mencionaron, situación que en parte se acoplaría al
tema que nos ocupa pero con algunas limitantes referentes a la prueba en
contrario, pues supongamos que el patrón pretende acreditar que el
vinculo laboral continuó hasta la fecha de la renuncia, la Ley Federal del
Trabajo le atribuye a la demandada la carga de probar que hasta entonces
el trabajador estuvo laborando, y que no basta la sola exhibición de la
110
renuncia, para acreditar su dicho sino que debe en todo caso ir
robustecida o adminiculada con otras probanzas; pero el problema surge
en el sentido de que tratándose de prueba en contrario si bien el patrón
tiene en su poder diversas documentales como lo pueden ser tarjetas
checadoras, controles de asistencia o recibos de pago con este tipo de
documentales no se podría hacer valer el hecho de acreditar la
subsistencia de la relación de trabajo pues al tratarse de un supuesto
diverso con las mismas únicamente se acreditarían cuestiones que no se
hicieron valer con excepciones no opuestas en el momento procesal
correspondiente. Por lo tanto, el escrito de renuncia únicamente se
tomaría como simple indicio, que por sí sólo no podría crear convicción
alguna en el juzgador.
2. CONVENIO FINIQUITO.
Los diversos criterios jurisprudenciales ha establecido que este tipo
de documental resulta apta para ser ofrecida como prueba en contrario
para desvirtuar el hecho del despido, cuando se le ha tenido por
contestada la demanda en sentido afirmativo dada la incomparecencia de
la parte demanda en la etapa de Demanda y Excepciones, ya que lo
previsto en el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo de tener por
contestada la demanda en sentido afirmativo por no comparecer el
demandado en el periodo de demanda y excepciones a la audiencia a que
se refiere el artículo 873 de la Ley Laboral, no impide a éste ofrecer
pruebas en contrario en la etapa correspondiente, pero con el único fin de
acreditar que: a) el actor no era su trabajador; b) no existió el despido; o c)
sean para desvirtuar los hechos que se tuvieron por ciertos.
De lo anterior resulta que un convenio finiquito exhibido por el
patrón puede constituir un medio idóneo para desvirtuar el despido
111
injustificado alegado por el accionante, ya que serviría como material
probatorio para que, por una parte, se tuviera por acreditado un acuerdo
de voluntades en donde se ha dado por terminada la relación de trabajo; y,
por otra, porque no constituye propiamente una excepción, ya que lo que
se demostraría con él es la inexistencia de la separación injustificada
alegada, es decir, el despido; por lo tanto válidamente si puede llegar a ser
ofrecida en la etapa probatoria como prueba en contrario, lógicamente
describiéndola y ofreciéndola con tal carácter tanto para su debida
admisión como para su valoración al momento de emitir la resolución final.
A continuación se enunciara un ejemplo que contendrá la redacción
correcta que debe de seguir esta probanza al ser ofrecida como prueba en
contrario:
“…La documental consistente en convenio finiquito
de fecha 10 de septiembre de 2010 debidamente
firmado por el C. Carlos Peralta Ruiz, de la cual se
desprende que en la fecha citada dio por terminada
la relación de trabajo que lo unía con mi
representada LA CONCORDIA, S. DE R.L. DE C.V.
estampando para tal efecto su firma y huella dactilar;
convenio finiquito que fue aceptado por mi
representada en términos del articulo 53 fracción I de
la Ley Federal del Trabajo, y con la cual se acredita
que no son ciertos los hechos afirmados en la
demanda y por lo tanto no pudo haber ocurrido el
despido que refiere …”
A mi criterio esta prueba si puede ser admitida e incluso a la misma
se le puede dar valor probatorio por el juzgador al momento de emitir la
112
resolución correspondiente, pues como previamente se hizo valer con el
criterio jurisprudencial, dicha documental no puede constituir de manera
alguna materia de excepción, si no que en todo caso trata de probar que
en la fecha que el actor pudo argumentar ocurrió el despido, el mismo en
dicha fecha pudo haber suscrito un convenio finiquito en el cual daba por
terminada la relación de trabajo con la parte patronal.
No es óbice insistir que la correcta redacción y ofrecimiento de esta
probanza puede de igual forma constituir su debida aceptación y
valoración por parte de la Autoridad.
3. RECIBOS DE PAGO, TARJETAS O CONTROLES DE ASISTENCIA, CONTRATO INDIVIDUAL DE TRABAJO, CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO Y CONTRATO LEY.
La carga de probar cuestiones inherentes a las condiciones de
trabajo corresponde a la parte patronal, es decir, acreditar el horario,
salario, jornada, categoría, antigüedad, pago de prestaciones de un
trabajador, etc.; cuestiones que son materia de excepción en un juicio
ordinario y que la parte patronal debe acreditar con diversa documentación
que obre en su poder; sin embargo cuando se le ha tenido por contestada
la demanda en sentido afirmativo, todas aquellas documentales que obren
en su poder de ninguna manera pueden ser aptas para ser ofrecidas en el
juicio y pretender acreditar cuestiones materia de excepción.
Hasta la fecha, la SCJN no se ha pronunciado respecto a los
alcances de dicha documentales y en dado caso para que supuestos
tratándose de prueba en contrario podrían surtir efectos jurídicos, a mi
criterio los recibos de pago, tarjetas de checar o de asistencia, listas de
raya o nómica, recibos de pago de salarios, recibo de pago de
prestaciones, contrato individual de trabajo, contrato colectivo de trabajo,
113
entre otros, no pueden ser ofrecidas como prueba en contrario ya que
llegaríamos al absurdo de que la parte demandada pudiera llegar hasta la
etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas y acreditar todas aquellas
excepciones y defensas que no hizo valer en Demanda y Excepciones, sin
necesidad alguna de poderse defender debidamente y conforme a
derecho y por consiguiente se vulnerarían los derechos del demandante,
inclusive hasta el punto de dejarlo en estado de indefensión y de
incertidumbre jurídica, lo que a todas luces es evidente que viola los
principios que sigue el Código Obrero. Por lo anterior y al no existir litis en
un juicio donde a la parte demandada previamente se le tuvo por
contestada la demanda en sentido afirmativo, con posterioridad no puede
ofrecer pruebas como si se hubieran excepcionado así, pues basta y
sobra analizar que las pruebas que sean ofrecidas como en contrario
única y exclusivamente han de constreñirse a justificar los hechos tenidos
presuntivamente como ciertos y que constituyen la verdad legal del
procedimiento.
Lo anterior atendiendo que si bien la prueba en contario resulta ser
la oportunidad procesal que tiene la parte demandada para acreditar y
tratar de desvirtuar aquellos hechos que se tuvieron por afirmados, esta de
ninguna manera se puede constreñir para tratar de acreditar ya sea la
jornada en la que se desempeño un actor, el salario que pudo haber
percibido, el horario que pudo haber pactado, pues tales cuestiones son
materia de excepción, pues de admitirse dichas documentales se llegaría
al absurdo de que la parte patronal optaría por doblegarse a la sanción
procesal que impone la ley de la materia por la incomparecencia en la
etapa de demanda y excepciones de tenerle por contestada la demanda
en sentido afirmativo, sin perjuicio que en la etapa de Ofrecimiento y
admisión de Pruebas pueda comparecer y demuestre que no era
114
trabajador, que no existió el despido o que no son ciertos los hechos
narrados en la demanda y acreditar todas aquellas cuestiones que no
hizo valer en el momento procesal oportuno.
La estrategia jurídica debe de ir más allá de el pretender acreditar
condiciones generales de trabajo con las documentales que previamente
hemos citado, en especial a los recibos de pago y tarjetas checadoras o
controles de asistencia, ya que estos dos tipos de documentales en
algunos casos si podrían llegar a ser ofrecidas con tal carácter, para
acreditar que no era trabajador o patrón, que no existió el despido, o que
no son ciertos los hechos afirmados en la demanda.
Como ejemplo de lo anterior, en primer término nos avocaremos a
determinar los alcances que válidamente podrían llegar a tener los recibos
de pago.
A. Supongamos que un trabajador argumenta en su demanda que
fue despedido con fecha 12 de agosto de 2012, (hecho que quedo
afirmado desde el momento en que se le tuvo por contestada la demanda
en sentido afirmativo a la parte patronal por no haber acudido a la etapa
de Demanda y Excepciones).
B. La parte demandada comparece hasta Ofrecimiento y Admisión
de pruebas, y buscara desvirtuar el hecho del despido que se tuvo por
cierto con prueba en contrario, conforme lo establece el artículo 879 de la
Ley Federal del Trabajo para acreditar que no son ciertos los hechos y que
no ocurrió el despido de que se aqueja el actor.
C. La parte demandada tiene en su poder 2 recibos de pago
semanales correspondientes a los periodos 12 al 18 de agosto y 19 al 25
de agosto de 2012, con los mismos acreditaría que no existió el despido,
115
ya que la relación de trabajo continuo inclusive con fecha posterior a la
que afirmó el actor en su escrito inicial de demanda.
La forma en la que se podrían ofrecer documentales de este tipo
sería la siguiente:
“La documental consistente en dos recibos de pago,
por los periodos comprendidos del 12 al 18 de
agosto de 2012 y 19 al 25 de agosto de 2012,
expedidos por mi representada Gomitas S.A., a favor
del C. RUBEN VELAZQUEZ RIOS, y que se
encuentran debidamente firmados por el mismo, con
los cuales se acredita que no son ciertos los hechos
afirmados en la demanda, y por lo tanto que no
existió el despido en la fecha que refiere el actor,
pues como se desprende de dichas documentales la
relación de trabajo subsistió con fecha posterior a la
que se dice supuestamente despedido, pues
inclusive recibió el pago de su salario por los
periodos antes indicados, firmando de conformidad
dichos documentos al margen superior derecho.”
“Para el caso de que las documentales fueran
objetadas en cuanto a su autenticidad de contenido
y firma, se ofrece como medio de perfeccionamiento
la ratificación de contenido y firma a cargo del actor
Rubén Velázquez Ríos, quien deberá de quedar
citado por conducto de su apoderado
compareciente”
116
Por otra parte los controles de asistencia o tarjetas checadoras
también serian validas para acreditar cualquiera de los tres supuestos que
establece el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo: que no era
trabajador o patrón, que no existió el despido, o que no son ciertos los
hechos afirmados en la demanda, pues pongamos como ejemplo el
siguiente:
I. El actor se dice despedido el 15 de junio de 2010.
II. La parte demandada se le ha tenido por contestada la demanda
en sentido afirmativo, sin embargo tiene en su poder tarjetas checadoras
que abarcan 15 días, de las que se desprende la hora de entrada y de
salida del demandante de cada día que estuvo laborando ; y en la etapa
de ofrecimiento y admisión de pruebas, comparece y ofrece pruebas en
contrario, para tratar de acreditar que no son ciertos los hechos y que no
existió el despido.
III. Las tarjetas de checar que tiene en su poder la parte
demandada y con la que pretende probar los dos supuestos referidos, son
por los periodos comprendidos del 01 al 15 de junio de 2010 y del 16 al 31
de junio de 2010, misma que se encuentra debidamente firmada por el
actor y checada inclusive con fecha posterior hasta el 20 de junio de 2010,
luego entonces este tipo de documento válidamente puede ser ofrecer
como prueba en contrario para acreditar cuestiones inherentes al artículo
879 de la Ley Federal del Trabajo, pues no trataría de evidenciar
excepciones que no fueron opuestas.
La forma en que se debería de ofrecer sería la siguiente:
“La documental consistente en dos tarjetas
checadoras, que comprenden las quincenas
117
correspondientes del 01 al 15 de junio de 2010 y del
16 al 31 de junio de 2010, la cual se encuentra
debidamente signada por el actor Oscar Jiménez
Méndez, y de las que se desprende que el actor
continuó laborando con fecha posterior al 15 de junio
de 2010, pues se encuentra checada la entrada y
salida del demandante los días 15,16,17,18,19,20;
por lo tanto no pudo haber ocurrido el despido que
refiere pues el actor continuo laborando con fecha
posterior a la que argumenta ocurrió el despido, y en
consecuencia no son ciertos los hechos afirmados
en la demanda”.
“Para el caso de que las documentales fueran
objetadas en cuanto a su autenticidad de contenido
y firma, se ofrece como medio de perfeccionamiento
la ratificación de contenido y firma a cargo del actor
Oscar Jiménez Méndez, quien deberá de quedar
citado por conducto de su apoderado
compareciente”
4. CERTIFICADOS MÉDICOS.
Este tipo de documentales, cuando sean ofrecidas en un juicio
laboral válidamente pueden ser aportados como prueba en contrario, ya
que buscan crear convicción sobre una situación jurídica diferente a
aquella verdad que previamente se ha tenido por acreditada en la etapa
procesal correspondiente, pues se puede encuadrar en cualquiera de los 3
supuestos a los que hemos venido haciendo referencia y que están
previstos en el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo, esto es; que no
118
era trabajador o patrón, que no existió el despido o que no son ciertos los
hechos narrados en la demanda, siendo aplicables los últimos dos,
pongamos como ejemplo el siguiente:
El actor al momento de narrar los hechos de su demanda y en
específico lo concerniente al hecho del despido, lo narra de la siguiente
manera:
“Con fecha 15 de enero de 2012 siendo
aproximadamente las 08:00 cuando el actor se
encontraba en la entrada y salida de la fuente de
trabajo fue despedido de forma injustificada de su
empleo por conducto de JORGE ESPINDOLA
MARQUEZ, quien le manifestó al actor, “JOSE, a
partir de esta fecha quedas despedido”, hechos que
sucedieron ante la presencia de diversas personas
que se encontraban presentes”.
Del ejemplo anterior supongamos que la parte demandada ya se
tuvo por contestada la demanda en sentido afirmativo y comparece en la
etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas para ofrecer prueba en
contrario y por consiguiente tratar de desvirtuar los hechos constitutivos de
la acción del actor, en especifico el hecho del despido, y para tratar de
acreditar que no existió el despido ofrece un certificado médico de donde
se desprende que en el caso concreto JORGE ESPINDOLA MARQUEZ,
persona a quien se le imputo tal cuestión en la fecha indicada se
encontraba incapacitado al presentar cierto padecimiento clínico, hecho
que no puede pasar la barrera de lo absurdo, ya que el actor
deliberadamente en su demanda pudo haber argumentado que tal o cual
persona lo pudo haber despedido, correspondiéndole la carga de la
119
prueba a la parte demandada para probar que no aconteció el despido que
adujo el demandante.
A mi criterio este tipo de documentales, si es que se llegan a tener
en poder de la parte demandada puede ser ofrecida como prueba en
contrario, esto atendiendo al principio de “donde la ley no distingue no ha
lugar a distinguir” por lo tanto la parte patronal válidamente puede
acreditar de conformidad con el precepto legal al que hemos hecho
referencia con un certificado médico, que: 1. Que no son ciertos los
hechos y 2. Que no existió el despido.
La forma en la que se podría ofrecer este tipo de documental seria
la siguiente:
“La documental consistente en certificado médico de
fecha 15 de enero de 2012, expedido por el Dr.
Sergio Alcalá de la Peña; del que se desprende que
en dicha fecha mi representado Jorge Espínola
Márquez se encontraba incapacitado para poder
realizar cualquier tipo de actividades, toda vez que le
fue diagnosticado un cuadro agudo de salmonelosis
acompañado de temperatura de 38.5°, motivo por el
cual se ordeno su reposo por un periodo
comprendido de diez días a partir de esa fecha, por
lo tanto, no pudo haber existido el supuesto despido
a que refiere la parte actora y por consiguiente no
son ciertos los hechos afirmados por el demandante”
“Para el caso de que dicha documental fuera
objetada en cuanto a su autenticidad de contenido y
firma, se ofrece como medio de perfeccionamiento la
120
ratificación de contenido y firma a cargo del Dr.
Sergio Alcalá de la Peña, debiendo de ser citado en
el domicilio ubicado en Dr. Erazo Numero 3, Colonia
Doctores, Delegación Cuauhtémoc en México
Distrito Federal, el día y hora en que esta autoridad
designe”
De lo anterior es claro que este tipo de probanza válidamente
puede ser ofrecida como prueba en contrario, pues no está enfocada de
ninguna manera a oponer una excepción que jamás se hizo valer, sino
que trata de acreditar una situación diferente sobre aquellos hechos que
se tuvieron por afirmados.
La Autoridad tendrá la obligación de analizar en conciencia esta
prueba en contrario, pues tiende a demostrar, cuestiones relativas a
hechos que se tuvieron por ciertos, sin necesidad de acreditar
excepciones no opuestas.
5. ACTAS DE DEFUNCION
Al igual que el certificado médico del cual hemos hecho referencia
con anterioridad, se puede llegar a suscitar que el hecho del despido que
narra un actor en su demanda por indicaciones de su abogado en
ocasiones puede imputarles tal cuestión a diversas personas sin saber si
esas personas quienes probablemente se ostentan con cargos de
dirección o administración para alguna empresa aun viven.
El hecho del despido puede quedar acreditado desde el momento
en que la demandada se le ha tenido por contestada la demanda en
sentido afirmativo en Demanda y Excepciones, sin embargo en la etapa de
ofrecimiento y admisión de pruebas, dicha parte puede ofrecer prueba en
121
contrario de conformidad con el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo
para acreditar en el caso concreto que no existió el despido pudiendo
ofrecer como prueba en contrario válidamente un acta de defunción de la
persona que probablemente se le imputo la cuestión del despido, sin
embargo dicha documental publica no necesariamente debe de estar
fechada con el día que adujo el actor en que ocurrió el supuesto despido,
sino probablemente uno anterior, situación que al tratarse de una
documental publica hará fe en el juicio sin necesidad de legalización, tal y
como lo establece el artículo 795 en su segundo párrafo de la Ley Federal
del Trabajo; y en consecuencia con su ofrecimiento se puede tener
válidamente por acreditado que el hecho del despido no se pudo haber
suscitado.
Es menester hacer notar que tanto con esta documental como con
el certificado médico previamente aducido se trata de crear en la
juzgadora que no existió el despido, no como materia de excepción o
defensa que se pudiera llegar a confundir con la inexistencia del despido
con la cual la parte demandada se puede llegar a defender cuando ha
comparecido debidamente en la etapa de demanda y excepciones y ha
dado contestación oponiendo sus excepciones y defensas.
6. AVISO DE RESCISIÓN
Hemos hecho mucho hincapié que la SCJN aun no delimita los
alcances y debida valoración de la prueba en contrario, así pues hemos
visto que en materia laboral habrá infinidad de documentales que podrán
obrar en poder de tanto la parte actora como la parte demandada, siendo
esta ultima sobre quien recae más peso respecto a la carga de probar en
un juicio ordinario laboral, situación que aun se ve más grave cuando se le
tuvo por contestada la demanda en sentido afirmativo; dentro de ese
122
universo de documentos podrá existir un aviso de rescisión, sin embargo
tratándose de prueba en contrario, tal documento no resulta ser válido
para acreditar cualquiera de los supuestos que enmarca el 879 de la Ley
Federal del Trabajo, pues como es de explorado derecho que un aviso de
rescisión “es el acto por virtud del cual uno de los sujetos de la relación
laboral da por terminada esta de manera unilateral, invocando una causa
grave de incumplimiento imputable al otro sujeto”; o en otras palabras, es
aquella disolución de relaciones de trabajo, decretadas por uno de los
sujetos cuando el otro incumple gravemente con sus obligaciones; luego
entonces tomando en cuenta esto, la parte demanda pretenderá hacer
valer alguna de las causales a que se refiere el artículo 47 de la Ley
Federal del Trabajo siguiendo los lineamientos del mismo artículo que en
sus últimos párrafos se establece, esto es que el patrón deberá dar al
trabajador aviso escrito de la fecha y causa o causas de la rescisión; luego
el aviso deberá hacerse del conocimiento del trabajador, y en caso de que
éste se negare a recibirlo, el patrón dentro de los cinco días siguientes a la
fecha de la rescisión, deberá hacerlo del conocimiento de la Junta
respectiva, proporcionando a ésta el domicilio que tenga registrado y
solicitando su notificación al trabajador.
Por lo anterior es claro que si un trabajador argumenta un despido
en determinada fecha y la parte demanda previamente lo había rescindido
inclusive haciéndolo del conocimiento de la Junta, pero el trabajador con
posterioridad lo demanda y este a su vez es omiso en acudir a la
Audiencia de ley, en especial a la etapa de demanda y excepciones y
pretende comparecer hasta Ofrecimiento y Admisión de Pruebas para
hacer valer como prueba en contrario ese aviso de rescisión, es claro que
el mismo no resulta ser apto para poder ser aportado como prueba en
contrario, pues en dado caso pretendería evidenciar aquellas excepciones,
123
que no se hicieron valer oportunamente, pues como se ha establecido
durante el desarrollo de esta tesis se llegaría al absurdo de darle
oportunidad a la parte patronal para que hiciera valer cuestiones que no
fueron opuestas, vulnerando los derechos del trabajador, pues con este
tipo de documentales de ninguna manera se busca crear una situación
jurídica diversa sobre aquellos hechos que se tuvieron por afirmados, por
lo tanto no debe de ser valorada como prueba en contrario, y que para el
caso de que la misma fuera en primer término admitida por la Autoridad y
en segundo término valorada al momento de resolver, no se le debe de
dar valor probatorio alguno, pues se insiste una vez más que puede ser
considerada como materia de excepción.
7. PASAPORTE
Primero entendamos que el pasaporte es aquel documento en que
consta la identidad de una persona, necesaria para viajar por algunos
países. Por otro lado al tratarse de un documento público, no necesita
perfeccionarse, siempre y cuando se exhiba en original, pues al ser un
documento expedido por las autoridades de la Federación, en el caso
concreto por la Secretaria de Relaciones Exteriores, en ejercicio de sus
funciones, es claro que hará fe en el juicio sin necesidad de legalización.
Este tipo de documento sí podría ser apto para ser ofrecido como
prueba en contrario, pues pretende crear una situación jurídica diversa
sobre aquellos hechos que ya han quedado afirmados, pues pongamos
como ejemplo el siguiente:
Un trabajador refiere en el hecho del despido de la siguiente
manera:
124
“Con fecha 10 de abril de 2012, siendo
aproximadamente las 09:00 horas cuando se
encontraba en la entrada y salida de la fuente de
trabajo, fue despedido injustificadamente de su
empleo por conducto de Carlos López Rivas quien
le manifestó: Joel a partir de esta fecha quedas
despedido; hechos que fueron presenciados por
diversas personas que se encontraban presentes”.
Al no haber comparecido la parte demandada, el hecho anterior
se tuvo por acreditado, sin embargo, la persona a quien le imputan el
hecho del despido, un día antes salió de viaje al extranjero y lógicamente
obra en su poder su pasaporte en el cual se determina la fecha en la que
tuvo que viajar.
Válidamente el pasaporte podría ser ofrecido como prueba en
contrario, para acreditar que no existió el despido y por consiguiente no
son ciertos los hechos afirmados en la demanda, pues con una
documental de este tipo de ninguna manera se puede evidenciar
excepción alguna, si no que trata de destruir la procedencia de la acción
intentada, de conformidad con el artículo 879.
Si el pasaporte se exhibe en original, la forma en la que se podría
ofrecer sería la siguiente:
“La documental consistente en pasaporte expedido
por la Secretaria de Relaciones Exteriores, a favor
del C. Carlos López Rivas, en donde consta que con
fecha 09 de abril de 2012, dicha persona sello su
pasaporte ante la Agencia de Migración de los
Estados Unidos de América, estado visitado por
125
dicha persona, por lo tanto no pudo haber existido el
despido que refiere la parte actora, y por
consiguiente no son ciertos los hechos de la
demanda”.
Por otro lado si la parte patronal pretende exhibir una copia simple
de la documental en cuestión, la misma de ninguna manera podrá ser
admitida o en su caso valorada por la Junta, toda vez que al ser
propiamente un documento cuya posesión corresponde al físico a quien se
le imputo el hecho, es lógico que quien tendrá en su poder el original será
el mismo, por lo tanto resultaría absurdo el pretender exhibir una copia
simple, aun cuando la misma fuera acompañada con los elementos
necesarios para su desahogo, en el caso concreto el medio de
perfeccionamiento, por lo tanto en estos casos únicamente se pretendería
sorprender la buena fe de la Autoridad, aunado que no podría crear
convicción en la Juzgadora al momento de resolver.
No sería aplicable el supuesto anterior cuando se pretende exhibir
copia certificada ante notario público del pasaporte, ya que como hemos
hecho mención que de conformidad con el artículo 795 de la Ley Federal
del Trabajo, se considera documento público aquel cuya formulación está
encomendada por la Ley a un funcionario investido de fe pública, en el
caso concreto, a un notario público; por lo tanto una documental de este
tipo hará fe en el juicio sin necesidad de legalización; la forma en que se
podría ofrecer dicha documental sería la siguiente:
“La documental pública consistente en copia
certificada del pasaporte expedido por la Secretaria
de Relaciones Exteriores, a favor del C. Carlos
López Rivas, ante el notario público Número 208 del
126
Distrito Federal, Licenciado Carlos Talavera, en
donde dicho funcionario hizo constar que con fecha
09 de abril de 2012, el C. Carlos López Rivas arribo
a Estados Unidos de América, hecho que se
desprende con el sello de la agencia de migración
de dicho país; por lo tanto no pudo haber existido el
despido que refiere la parte actora, y por
consiguiente no son ciertos los hechos de la
demanda”.
Cabe hacer notar que esta documental por sí sola no podría crear
convicción y certeza plena ante la Juzgadora que conoce del juicio al
momento de emitir el laudo, pues en todo caso debe de ir adminiculada
con otra probanza, que en el caso concreto podría ser un boleto de avión,
para que quede debidamente robustecida y la Autoridad resuelva
analizando los hechos en conciencia sin necesidad de sujetarse a
formalismos con estas dos pruebas (pasaporte y boleto de avión).
8. BOLETO DE AVION
Puede llegar a suscitarse que en la data en la cual la parte actora
argumento el despido o en una fecha anterior, la persona a la que le
imputan tal cuestión no se encontraba en el momento en el que ocurrieron
tales eventos, pues se encontraba abordando un avión para su traslado a
cierto lugar.
Un boleto de avión, en estos casos puede ser apto para ser ofrecido
como prueba en contrario, pues no se constriñe a tratar de acreditar
excepción alguna, si no que por el contrario trata de ceñirse a cualquiera
de las tres hipótesis del artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo: que no
127
era trabajador o patrón, que no existió el despido o que no son ciertos los
hechos afirmados en la demanda.
Como hemos hecho mención cualquier medio de prueba debe estar
adminiculado con otras probanzas para crear convicción en la juzgadora
sobre determinados hechos al momento de resolver, en el caso concreto
tratándose del tipo de documental que estamos abordando válidamente se
puede adminicular con diversa documental, es decir, con el pasaporte con
el cual se tendría por acreditado aquel hecho que se tuvo por cierto, pues
de ambas documentales se desprendería que la persona que tuvo que
salir de viaje en determinada fecha, le fue expedido un boleto para abordar
el avión y por otra parte registrando su salida del estado en el cual reside,
sellándole para tal efecto el pasaporte de tal persona.
La forma en que se podría llegar a ofrecer esta documental sería la
siguiente:
“La documental privada consistente en Boleto de
Avión expedido por la Aerolínea Aerovías de México
S.A. de C.V. conocida comercialmente como
Aeroméxico, de fecha 15 de marzo de 2011, a favor
de Carlos Ruíz Gómez, de la que se desprende la
fecha y la hora de salida en la que dicha persona
tuvo que abordar el vuelo numero 239 de la Ciudad
de México con destino a los Ángeles California, por
lo tanto no son ciertos los hechos afirmados en la
demanda y por consiguiente no existió el despido
que aduce la parte actora.”
“Para el caso de que dicha documental fuera
objetada en cuanto a su autenticidad de contenido,
128
se ofrece como medio de perfeccionamiento el
cotejo o compulsa que se practique con su original,
misma que obra en poder de Aerovías de México
S.A. de C.V., con domicilio ubicado en Capitán.
Piloto Aviador Carlos León, Peñón de Los Baños,
Ciudad de México, Distrito Federal, solicitando se
comisione al C. Actuario a efecto de llevar la
diligencia en comento, el día y hora que esta
Autoridad designe.”
9. AVISO DE BAJA O ALTA ANTE EL IMSS
El patrón desde el momento en que contrata a un trabajador para
que labore, tiene la obligación de proporcionarle seguridad social a que
tiene derecho con motivo de la prestación de un servicio personal y
subordinado, en el caso concreto debe de dar de alta a dicha persona ante
el Instituto Mexicano del Seguro Social, tratándose de aquellos
trabajadores que se rigen conforme al artículo 123 apartado A de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Si la relación laboral se da por terminada, el patrón ya no tendrá la
obligación de tener dado de alta a esa persona que en su momento fue
trabajador para seguir haciendo las aportaciones respectivas ante dicho
Instituto.
Supongamos que en un juicio ordinario laboral, uno de los puntos
de controversia se centra en la Seguridad Social, ya porque el patrón no
tenia dado de alta ante el IMSS a su trabajador o porque se presentaban
ciertas anomalías referentes a las aportaciones correspondientes o tal vez
porque se pretendía demostrar un despido, este tipo de documental puede
ser apta para acreditar las cuestiones que previamente referimos; sin
129
embargo, tratándose de prueba en contrario, un aviso de alta o de baja
ante el IMSS no podría ser ofrecida para estos casos, pues en todo caso
con la misma se pretenderían acreditar cuestiones que pudieran ser
consideradas como materia de excepción, en el caso concreto: acreditar
salario, o acreditar que el actor no era trabajador de cierto patrón en
determinada fecha, situación que para el caso de que fuera admitida
dejaría al trabajador en estado de indefensión si la Autoridad al momento
de resolver le otorga valor probatorio, pues este tipo de prueba por si
misma no resulta ser apta para acreditar los supuestos que enmarca el
artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo: que no era trabajador o patrón,
que no existió el despido o que no son ciertos los hechos afirmados en la
demanda.
4.3.5. INSPECCION
Este tipo de probanza únicamente en un juicio ordinario en materia
de trabajo tratándose de conflictos individuales, puede ser ofrecida por
ambas partes (actor o demandado) revistiendo ciertas características al
momento de su ofrecimiento y teniendo relación directa con los puntos
materia de litis que se susciten.
La parte demanda previas sus excepciones y defensas hechas
valer puede válidamente ofrecer este tipo de probanzas para tratar de
acreditar en el caso concreto aquellas condiciones generales de trabajo
tales como: salario, horario, categoría, jornada, entre otras y que fueron
materia de controversia previamente en la etapa de demanda y
excepciones y en consecuencia para tratar de acreditar las excepciones
hechas valer por la misma.
Sin embargo, la situación jurídica cambia y los alcances de esta
probanza también, cuando se refiere a prueba en contrario pues dicha
130
probanza va encaminada primordialmente (si la ofrece la parte
demandada) a tratar de acreditar aquellas excepciones opuestas en la
etapa de demanda y excepciones, por lo que a mi criterio este tipo de
probanza no puede ser ofrecida como “en contrario” ya que la parte
demandada podría llegar a acreditar aquellas cuestiones que no hizo valer
en el momento procesal oportuno y por consiguiente se pasarían por alto
las sanciones jurídicas que impone la legislación, si la Junta de una
manera por demás indebida admitiera este tipo de prueba, no
considerando los alcances que pudiera a llegar a tener y el valor
probatorio que erróneamente se le pudiera llegar a dar al momento en que
se emitiera el laudo y vulnerando desde luego los intereses de la parte
obrera.
Existe al respecto una tesis aislada sobre este tipo de probanza
como prueba en contrario para acreditar en específico la inexistencia de la
relación laboral, misma que para mejor proveer a continuación se
transcribe:
PRUEBA DE INSPECCIÓN OFRECIDA POR EL PATRÓN PARA
DESVIRTUAR LA RELACIÓN DE TRABAJO CUANDO SE LE TUVO
POR CONTESTADA LA DEMANDA EN SENTIDO AFIRMATIVO. LA
CIRCUNSTANCIA DE QUE AL DESAHOGARSE EN LOS
DOCUMENTOS SEÑALADOS PARA TAL EFECTO NO APAREZCA EL
NOMBRE DEL TRABAJADOR, ÚNICAMENTE CONSTITUYE UN
INDICIO AL QUE, POR SÍ SÓLO, NO PUEDE CONCEDÉRSELE VALOR
PROBATORIO EN CONTRARIO PARA ACREDITAR LA INEXISTENCIA
DE DICHA RELACIÓN LABORAL. El artículo 879, último párrafo, de la
Ley Federal del Trabajo establece que si el demandado no concurre al
periodo de demanda y excepciones de la audiencia de ley, la demanda
se tendrá por contestada en sentido afirmativo, sin perjuicio de que en
la etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas demuestre que el actor
no era trabajador o patrón, que no existió el despido o que no son
ciertos los hechos afirmados en la demanda. Ahora bien, cuando al
patrón se le tiene por contestada la demanda en sentido afirmativo, y
para desvirtuar la relación de trabajo ofrece como prueba la
131
inspección ocular sobre nóminas, inscripción al Instituto Mexicano del
Seguro Social, recibos de salario, tarjetas y listas de asistencia,
inscripciones al Infonavit, recibos de prestaciones, tales como
vacaciones, prima vacacional, etcétera, y el actuario al desahogarla da
fe de que en ellos no figura el nombre del actor como empleado o
trabajador; tal probanza constituye únicamente un indicio al que, por sí
sólo, no puede concedérsele valor probatorio para acreditar que no
existió relación laboral. Lo anterior es así, porque la Junta, de
conformidad con el artículo 841 de la citada ley, está obligada a dictar
sus laudos bajo los principios de verdad sabida, buena fe guardada y
apreciando los hechos en conciencia, y debe tomar en cuenta que el
patrón puede exhibir aquellos documentos que corresponden al resto de
sus trabajadores, en los que obviamente no se incluyen los relativos al
actor, o porque a éste no lo hubiere incorporado a pesar de ser su
trabajador.
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL SEGUNDO
CIRCUITO.
Amparo directo 1327/2008. Enrique Zael Vera García. 19 de junio de
2009. Unanimidad de votos. Ponente: Arturo García Torres. Secretaria:
Rosario Moysén Chimal.
Aunque dicha tesis se inclina hacia el trabajador, buscando proteger
sus intereses, determinando que dicha probanza no es apta para acreditar
la “Inexistencia de la relación laboral” por las cuestiones que en la
misma se mencionan, a mi criterio los términos utilizados en dicha
jurisprudencia no son los acertados para referir del artículo 879 de la Ley
Federal del Trabajo: “QUE NO ERA TRABAJADOR O PATRON”, pues de
la literalidad de tal tesis se enfoca a abordar una inexistencia de la relación de trabajo que propiamente es materia de excepción, y que
como hemos visto, no se deben de confundir tales términos, pues cuando
la parte demandada contesta la demanda argumentando que no existió
vinculo laboral con el actor, se trata propiamente de la excepción de falta
de acción derivada de la inexistencia de la relación de trabajo; en el
segundo de los casos, ya hablando propiamente de prueba en contrario y
132
los fines que persigue, la parte demandada, al haberse quedado sin la
oportunidad de oponer excepciones y defensas únicamente se enfocara
en tratar de desvirtuar aquellos hechos que hasta el momento constituyen
la verdad legal en el juicio, máxime que de ninguna materia podría ser
apta para ser aportada como prueba en contrario, y suponiendo sin
conceder que la ofreciera la Autoridad no la debería de admitir.
4.3.6. TESTIMONIAL
Hemos venido refiriendo que no cualquier probanza puede ser
ofrecida como prueba en contrario, a mi criterio la testimonial no puede ser
ofertada con tal carácter, en casi todos los supuestos, como una prueba
de este tipo.
Recordemos que testigo es la persona extraña al juicio que declara
acerca de los hechos o aspectos controvertidos de la relación procesal y
que le hubieran constado; sigue la misma tesitura de una confesional, que
en la mayoría de los casos no puede ser considerada como prueba en
contrario, pues los testigos al igual que un confesante van a deponer
sobre aquellos hechos que fueron materia de controversia, luego entonces
al habérsele tenido por contestada la demanda en sentido afirmativo a la
parte demandada es claro que todo lo que adujo la parte actora se tuvo
por cierto.
Sin embargo, sólo existe un caso que a mi criterio va ligado al
supuesto del que se hizo mención cuando se trato la confesional como
prueba en contrario, esto es el hecho de pretender hacer valer una
renuncia verbal realizada por el actor en la fecha en la que se dijo
despedido, obviamente tanto la confesional como la testimonial tratándose
de este caso estarán adminiculadas con el fin de crear convicción en la
Juzgadora, pues tenderían a destruir la procedencia de la acción intentada
133
por el actor, la forma de ofrecer esta probanza en estos casos es la
siguiente:
“La Testimonial a cargo de los C.C. Daniel Cruz Ruíz
y Rita Delgado Trejo, con domicilios respectivamente
ubicados en Calle Iris Numero 20, Colonia
Insurgentes, Delegación Tlalpan, en México Distrito
Federal y Calle Doctor Velasco Numero 38, Colonia
Doctores, Delegación Cuauhtémoc, en esta Ciudad,
quienes declararan al tenor del interrogatorio
respectivo que se les formulara el día y hora en que
esta Autoridad designe, y con los cuales se
acreditara que el actor Iván Rojo con fecha 18 de
enero de 2012, se presento ante el área de
Recursos humanos a presentar su renuncia verbal, y
que fue presenciado por los mismos, por lo tanto no
son ciertos los hechos de la demanda y por
consiguiente no existió el despido del que se aqueja
el actor”
En cualquier otra circunstancia y para pretender acreditar
cuestiones materia de excepción esta probanza no puede ser tomada en
cuenta como prueba en contrario.
4.3.7. PERICIAL
Respecto a esta probanza únicamente lo que se puede mencionar,
es que la misma dependiendo la objeción que se realice a las pruebas
aportadas dependerá su ofrecimiento y desahogo; es decir, si se ofrece
una documental y de la misma se desprende la firma de cierta persona y
se acompaña los medios necesarios para su desahogo en el caso
134
concreto la ratificación de contenido y firma (como medio de
perfeccionamiento) y se objeta en cuanto autenticidad de contenido y firma
y se ofrece un medio de prueba indirecta, en el caso concreto la pericial
caligráfica, grafóscopica y grafométrica a cargo de cierto perito, es decir,
su ofrecimiento dependerá de la objeción que se realice a cualquier
documental que sea aportada.
4.4. LIMITACION DE LA PRUEBA EN CONTRARIO.
La debida valoración que debe de realizar la Junta de Conciliación y
Arbitraje de la prueba en contrario debe de ceñirse a todas las limitantes y
alcances de todas aquellas probanzas que enmarca la Ley Federal del
Trabajo, pues como hemos visto no todas las pruebas pueden ser
ofrecidas como prueba en contrario, pues esta figura jurídica reviste
ciertas cualidades, ya que pretende acreditar los tres supuestos que prevé
la Ley Federal del Trabajo: QUE NO ERA TRABAJADOR O PATRÓN;
QUE NO EXISTIÓ EL DESPIDO O QUE NO SON CIERTOS LOS
HECHOS NARRADOS EN LA DEMANDA.
Al respecto se ha emitido un criterio jurisprudencial que refiere
cuando se podría considerar inconstitucional y cuando no, la falta de
análisis de aquellas probanzas que pudieran ser ofrecidas como prueba
en contrario, mismo que para mejor proveer a continuación se transcribe:
PRUEBA EN CONTRARIO. CUANDO ES INCONSTITUCIONAL Y
CUANDO NO LO ES, SU FALTA DE ANALISIS. Es indudable que si las
Juntas de Conciliación y Arbitraje se abstienen de analizar las pruebas
en contrario rendidas por la parte que no tuvo la carga de probar, no
incurren en violación de garantías si la contraparte no logró probar el
hecho a que lo obligó la debida distribución de las cargas probatorias.
Sin embargo, la falta de examen de tales pruebas en contrario deviene
inconstitucional en la hipótesis de que las referidas Juntas estimen que
la parte que soportó dichas cargas demostró con sus probanzas los
135
hechos que se le obligó a probar, ya que precisamente la prueba en
contrario tiende a demostrar la falsedad de tales hechos.
La Junta tendrá la obligación de analizar en conciencia cuando se
lleguen a ofrecer pruebas en contrario si efectivamente se logro acreditar
lo establecido por el artículo 879 del Código Obrero, pues no basta exhibir
en juicio cualquier tipo de documental como pudieran ser tarjetas de
checar, controles de asistencia, listas de raya o nómina, contratos
individuales de trabajo, recibos de pago de salarios, recibos de pago de
prestaciones, etcétera, para pretender acreditar cuestiones que
probablemente pudieran evidenciar excepciones no opuestas en el
momento procesal oportuno, como es el caso de pago de prestaciones,
jornada legal de 48 horas semanales, categoría, entre otros; ya que en
todo caso se estaría dejando a la parte actora en estado de indefensión y
a la parte demandada se le estaría dando oportunidad para acreditar todo
aquello que no hizo valer, vulnerando en todo caso los derechos y
principios que rige la Ley Federal del Trabajo en contra del actor,
inclinando la balanza a favor de la parte patronal.
Si bien el Código Obrero otorgo la oportunidad a la parte demanda
para pretender acreditar cualquiera de los tres supuestos del multicitado
articulo del que hemos hecho referencia en este capítulo, la Junta al
momento de resolver debe de dictar sus laudos a verdad sabida y a buena
fe guardada sin necesidad de sujetarse a formulismos, y determinando los
alcances de la prueba en contrario, pues no basta argumentar que las
aquellas probanzas que fueron aportadas como en contrario son
suficientes para que en todo caso se absolviera a la demandada del
cumplimiento y pago de las prestaciones que le fueron reclamadas.
No es ocioso volver a referir que las pruebas en contrario son
aquellas tendentes a demostrar que el actor no era su trabajador o patrón;
136
que no existió el despido; o para desvirtuar los hechos que se tuvieron por
ciertos oportunamente en juicio, como lo son las encaminadas a justificar
los motivos por los cuales se realizaron los hechos descritos en la
demanda, o que busquen demostrar otros independientes de los
afirmados por el trabajador y con los cuales se pretenda acreditar una
situación legal diferente, situación que la Autoridad debe de tomar en
cuenta al momento de emitir el laudo en determinado juicio laboral cuando
se trate de esta figura jurídica.
137
CONCLUSION
138
PRIMERA. La prueba resulta ser el medio por el cual se busca
probar la verdad o falsedad de una cosa.
Trasladando la prueba dentro del ámbito jurídico, y en especial al
procesal, esta será el medio por el cual se obtendrá el cercioramiento del
juzgador sobre aquellos hechos controvertidos, con el fin de buscar un
mejor esclarecimiento de la verdad para la resolución de determinado
conflicto en un proceso; el objeto de la misma, se centra básicamente que
las probanzas aportadas por las partes en un juicio estarán encaminadas
a probar aquellos hechos o cuestiones que son materia de litis, ya porque
los hechos sean negados o porque no se tuvieron por legamente
verdaderos.
Todas las pruebas que sean ofrecidas no deben de estar prohibidas
por la ley, con el fin de que las mismas sean admisibles por la Autoridad,
refiriendo únicamente aquellas cuestiones que sean alegadas por las
partes.
SEGUNGA. La prueba se rige bajo varios principios como lo son el
principio de inmediatez (presencia del juzgador dirigiendo la recepción de
las pruebas), principio de igualdad de oportunidad probatoria (el juzgador
brinda durante la admisión y recepción de las pruebas igualdad a las
partes en cualquier momento del proceso), principio de la concentración
de la prueba (unidad en cuanto al desahogo de las pruebas ofrecidas por
ambas partes a fin de facilitar el convencimiento del juzgador mediante la
confrontación de los diversos elementos probatorios), así como el principio
de la contradicción de la prueba (parte contra quien se ofrezca una
prueba, pueda conocerla y controvertirla haciendo uso del ejercicio de su
derecho de contraprueba). Los principios referidos resultan de suma
importancia ya que hablando propiamente en materia de derecho procesal
139
del trabajo se llevan a la práctica, tanto en la Audiencia Trifásica como
durante el desahogo de aquellas pruebas que ameritan tal cuestión.
TERCERA. Para el mejor esclarecimiento de la verdad, los diversos
ordenamientos jurídicos han regulado diversos tipos de pruebas tales
como la confesional, la testimonial, la documental (pública o privada), la
inspección, la instrumental pública de actuaciones, la presuncional (legal y
humana), la pericial, entre otras.
CUARTA. No obstante que en diversas ramas del Derecho la carga
de la prueba resulta ser el gravamen que recae sobre las partes que
pretenden probar la verdad o falsedad de determinado acto o hecho, en
materia de Derecho Procesal del Trabajo la carga de la prueba
corresponde al patrón para acreditar condiciones generales de trabajo en
una relación laboral, tales como salario, horario, categoría, jornada, pago
de prestaciones, etcétera.
QUINTA. El proceso laboral se rige por varios principios dentro de
los que se encuentra el de publicidad, gratuidad, inmediación, oralidad,
principio inquisitorio y de participación activa, economía, concentración,
sencillez, celeridad, tutelar o de equilibrio procesal; y de los cuales se
hace referencia en el artículo 685 de la Ley Federal del Trabajo.
SEXTA. La Audiencia de Ley en materia de derecho del trabajo, se
divide en tres etapas: Conciliación, Demanda y Excepciones, Ofrecimiento
y Admisión de Pruebas, encontrando sustendo en la Ley Federal del
Trabajo, y dentro de la cual se establece la forma en que habrá de
desarrollarse cada una de estas, estableciéndose incluso las
consecuencias procesales para el caso de incomparecencia de cualquiera
de las partes durante la celebración de la misma.
140
Sobre el problema a tratar en el presente trabajo resulta importante
el desarrollo de la etapa de demanda y excepciones, pues es en esta
etapa en donde quedara fijada la litis o los puntos de controversia en un
juicio ordinario en materia de trabajo tratándose de conflictos individuales,
ya que la actora al ratificar su demanda, la parte patronal procederá a
producir su contestación oponiendo desde luego sus excepciones y
defensas.
Por lo anterior y centrándonos más a las sanciones procesales que
recaen en esta etapa sobre la parte demanda, si esta no comparece a la
misma, se le tendrá por contestada la demanda en sentido afirmativo salvo
prueba en contrario, esto con el fin de que en la Etapa de Ofrecimiento y
Admisión de Pruebas, si comparece se le conceda la oportunidad de
probar que el actor no era trabajador o patrón, que no existió el despido, o
que no son ciertos los hechos narrados.
SÉPTIMA. Ley Federal del Trabajo del artículo 776 al 785 establece
que tipos de pruebas pueden ser aportadas en el juicio y a su vez
establece las reglas y requisitos bajo los cuales deberán de ser ofrecidas,
mismas que deberán de constreñirse a los puntos de controversia, ya que
el ofrecimiento de alguna probanza que resulte ocioso o innecesario, por
no resultar materia de litis obliga a la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje a desechar la misma.
OCTAVA. Una vez determinados los alcances de la prueba en un
juicio ordinario en materia de derecho procesal del trabajo, cuando existe
fijada previamente la litis, señalaremos por otro lado que si bien la Ley
Federal del Trabajo, en su artículo 879, estableció las consecuencias
procesales dada la falta de comparecencia de la parte demandada en la
Etapa de Demanda y Excepciones, también es cierto que dentro de dicho
141
precepto legal se otorga a dicha parte la oportunidad de desvirtuar
aquellos hechos que previamente se tuvieron por ciertos, esto es: que no
era trabajador o patrón, que no existió el despido o que no son ciertos los
hechos narrados en la demanda
NOVENA. De lo anterior se llega a la conclusión de que las pruebas
en contrario son aquellas tendentes a demostrar los tres supuestos del
artículo 879 del Código Obrero, y que estarán encaminadas a justificar los
motivos por los cuales se realizaron los hechos descritos en la demanda, o
que busquen demostrar otros independientes de los afirmados por el
trabajador y con los cuales se pretenda acreditar una situación legal
diferente
DÉCIMA. Considero que en la actualidad tanto los litigantes como
la Autoridad, cuando se llega a presentar este tipo de problema
(ofrecimiento de la prueba en contrario y valoración de la misma al
momento de resolver), existe discrepancia sobre los alcances y limitantes
que la misma trae consigo, pues no se trata de probar cuestiones que
pudieran ser materia de excepción, pues si a la parte demandada
previamente se le tuvo por contestada la demanda en sentido afirmativo,
es claro que todo lo reclamado y señalado por el actor se tuvo por
afirmado o cierto, luego entonces, al no existir propiamente litis,
corresponderá a la parte demandada probar en la etapa de Ofrecimiento y
Admisión de pruebas una situación jurídica diferente.
DÉCIMA PRIMERA. Considero que desde el momento en que se
ofrece la prueba en contrario se debe de indicar que es de conformidad
con el artículo 879 de la Ley Federal del Trabajo, pues la falta de este
señalamiento indicaría que se trata de pruebas ordinarias las cuales
únicamente se ofertan cuando resultan ser materia de excepción; y que en
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el caso concreto al no haberlas opuesto en el momento procesal oportuno
es claro que se trata de un supuesto diverso, por lo tanto tal cuestión debe
de ser valorada por la Autoridad al momento de entrar al estudio de su
debida admisión o en su caso Desechamiento.
DÉCIMA SEGUNDA. Durante el desarrollo del trabajo se realizo un
razonamiento lógico-jurídico del porque las probanzas que prevé la Ley
Laboral pueden o no ser ofrecidas como prueba en contrario en un juicio
ordinario de carácter individual, ya que muchas de ellas tienden a
pretender acreditar cuestiones que probablemente resultan ser materia de
controversia y que en la especie no operaria pues se trata de un supuesto
diverso en el cual no existe fijada propiamente la litis. En todo caso por un
lado el indebido ofrecimiento de ciertas probanzas demostraría el total
desconocimiento de la ley por parte de quien la ofrece, y en otro caso
reflejaría que únicamente se pretende sorprender la buena fe de la
Autoridad para pretender acreditar todo aquello que no se hizo valer ante
la falta de contestación a la demanda.
DÉCIMA TERCERA. La falta de criterios jurisprudenciales sobre
qué tipos de pruebas pueden ser aportadas para acreditar que no era
trabajador o patrón, que no existió el despido o que no son ciertos los
hechos de la demanda, ha llevado a la práctica que la Autoridad al
momento de resolver lo haga bajo una falsa apreciación de esta figura
jurídica y sobre los alcances que la misma conlleva, máxime que la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje debe de dictar sus laudos bajo los
principios del artículo 841 del Código Obrero, esto es a verdad sabida y a
buena fe guardada, apreciando y analizando los hechos en conciencia.
DÉCIMA CUARTA. Las pruebas que pretendo que se valoren con
tal carácter son la instrumental publica de actuaciones, la presuncional
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legal y humana, la confesional a cargo del actor y testimonial (únicamente
cuando se pretenda probar que no existió el despido si no que fue el
demandante quien dio por terminada la relación de trabajo de manera
verbal en la fecha en que argumento existió el despido), documentales
tales como renuncia o convenio finiquito suscritos por el trabajador,
(siempre y cuando sea la misma fecha en que argumento ocurrió el
despido), recibos de pago de salario y tarjetas checadoras o controles de
asistencia (únicamente para acreditar que el actor continuo laborando con
fecha posterior a la que se dijo despedido), certificados médicos,
pasaporte, boleto de avión (con el fin de probar que no existió el despido,
pues a la persona a quien le imputa tal hecho en la fecha en que el actor
se dijo despedido estaba en lugar diverso, realizando actividades diversas)
y actas de defunción (para acreditar que la persona a quien le imputa el
hecho del despido había fallecido con anterioridad a la fecha en que adujo
la parte actora, máxime que la misma al tratarse de una documental
publica por si sola hace fe plena en el juicio sin necesidad de legalización).
Es por lo que considero que estas pruebas si pueden ser ofrecidas como
prueba en contrario.
DÉCIMA QUINTA. Considero que las pruebas que señala la Ley
Federal del Trabajo tales como confesional a cargo del actor (cuando no
se especifique desde su ofrecimiento cual de los tres supuestos del 879 de
Código Obrero, así como en su indebida admisión y desahogo se pretenda
acreditar condiciones generales de trabajo que propiamente constituirían
materia de excepción), documentales como recibos de pago de salario,
tarjetas checadoras, controles de asistencia, contrato individual de trabajo,
contrato colectivo de trabajo o contrato ley (cuando pretenda probar
jornada y horario, salario, categoría, pago de prestaciones, pago de
prestaciones), aviso de rescisión (cuando intente probar que el trabajador
144
incurrió en alguna de las hipótesis del artículo 47 de la Ley Laboral); aviso
de baja o alta ante el IMSS (pues pretendería acreditar salario con el que
se encontraba dado de alta de demandante por el patrón o pretender
acreditar que el actor era trabajador de diverso patrón en determinada
fecha), la inspección (para pretender acreditar mediante todos aquellos
documentos que está obligado a conservar y a exhibir en juicio la parte
patronal condiciones esenciales de trabajo, que propiamente serian
materia de excepción), todas estas no pueden ser ofrecidas con el
carácter de prueba en contrario pues evidenciarían excepciones que no
fueron opuestas en la etapa de Demanda y Excepciones, y se dejaría a la
parte actora en completo estado de indefensión ante tales cuestiones,
situación que la Autoridad para el indebido caso de admitir estas
probanzas al momento de emitir el Laudo no deberá de otorgarles valor
jurídico alguno, pues incluso el principio general del derecho “Dura lex sed
lex”, refiere tal hecho.
DÉCIMA SEXTA. Considero que la Autoridad al momento del
resolver debe de realizar una debida valoración de la prueba en contario y
analizar en conciencia las limitantes y alcances de aquellas probanzas que
sean aportadas en el juicio con tal carácter, únicamente para acreditar:
QUE NO ERA TRABAJADOR O PATRÓN, QUE NO EXISTIO EL
DESPIDO O QUE NO SON CIERTOS LOS HECHOS AFIRMADOS EN LA
DEMANDA., pues una indebida valoración dejaría a la parte actora en
completo estado de indefensión, y a la parte demandada con la
oportunidad de acreditar todo aquello que no hizo valer en su oportunidad.
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FUENTES
146
LEGISLACIÓN:
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México 2012.
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1983. Pp. 225.
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trabajo. 2ª edición. Editorial Esfinge. Naucalpan, Estado de México 1999.
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5. DE BUEN LOZANO, Néstor. Derecho Procesal del Trabajo. 10ª edición.
Editorial Porrúa. México 2001. Págs. 661
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7. ROSS GAMEZ, Francisco. Derecho Procesal del Trabajo. 1ª edición.
Editorial Cárdenas Editor y Distribuidor. Tijuana B.C.N. 1990. Págs. 682
8. DE PINA, Rafael. Curso de Derecho Procesal del trabajo. Editorial
Botas. 1ª edición. México 1952. Págs.296
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9. TRUEBA URBINA, Alberto. Nuevo Derecho Procesal del Trabajo.
Editorial Porrúa. 5ª edición. México 1980. Págs. 596
10. TENA SUCK, Rafael e ITALO MORALES, Hugo. Derecho Procesal del
Trabajo. 6ª edición. Editorial Trillas. México 2001. Págs. 263
DICCIONARIOS:
1. EL PEQUEÑO LAROUSSE ILUSTRADO. Editorial Larousse. México
1999. Págs. 1792
2. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURIDICAS. Diccionario Jurídico
Mexicano. Tomo 4. Editorial Porrúa. 12ª edición. México 1998. Págs. 3272
PAGINAS WEB:
1. http://ius.scjn.gob.mx/paginas/tesis.aspx