Quidam Cicero: la influencia de Cicerón en el pensamiento ...

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BIVIANA UNGER PARRA QUIDAM CICERO: LA INFLUENCIA DE CICERÓN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTÍN PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofía Bogotá, 6 de diciembre de 2017

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BIVIANA UNGER PARRA

QUIDAM CICERO LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTIacuteN

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofiacutea

Bogotaacute 6 de diciembre de 2017

QUIDAM CICERO LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTIacuteN

Tesis Doctoral presentada por Biviana Unger Parra bajo la direccioacuten del Profesor Alfonso Floacuterez Floacuterez como requisito parcial para optar al tiacutetulo de Doctora en

Filosofiacutea

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofiacutea

Bogotaacute 6 de diciembre de 2017

7 de diciembre de 2017 Profesor Diego Antonio Pineda Rivera Decano Facultad de Filosofiacutea Apreciado Sentildeor Decano Reciba un cordial saludo Es para miacute muy grato hacer presentacioacuten a la Facultad de la tesis titulada ―Quidam Cicero la influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten con el que la alumna Biviana Unger Parra cumple su compromiso fundamental en el programa de Doctorado en Filosofiacutea El estudio de Biviana del pensamiento de Agustiacuten es una labor que ya se remonta a maacutes de una deacutecada habiendo formado parte de ello sus trabajos de pregrado y maestriacutea diversos artiacuteculos en revistas indexadas y varias estancias de investigacioacuten en Italia la uacuteltima de ellas durante el primer semestre de este antildeo con el reconocido profesor de la Universidad de Padua Giovanni Catapano Como resultado de sus intensas investigaciones agustinianas Biviana pudo constatar la situacioacuten paradoacutejica en la que se encuentra el estudio de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Nadie niega por supuesto la presencia ciceroniana en el corpus agustiniano a cuya constatacioacuten se dedican las importantes contribuciones de Testard y de Hagendahl que ya tienen cincuenta antildeos de haber sido publicadas pero se echa de menos un estudio teoacuterico fuerte que deacute cuenta en los oacuterdenes formal y temaacutetico de la influencia del Arpinate en el Hiponense Junto con algunos estudios recientes la presente investigacioacuten quiere prestar su propia contribucioacuten en esta descuidada aacuterea de los estudios agustinianos Para ello la autora delinea con todo cuidado su propia comprensioacuten del pensamiento de los dos autores y dentro de este marco ofrece una interpretacioacuten rigurosa apropiada y tambieacuten novedosa del significado de la presencia de Ciceroacuten en Agustiacuten Por motivos evidentes de economiacutea acadeacutemica el estudio ha tenido que referirse a aquellas obras iniciales y constitutivas del pensamiento de Agustiacuten los Diaacutelogos de Casiciaco incluidos los Soliloquios La doctrina cristiana y las Confesiones Esta investigacioacuten es el resultado de este compromiso interpretativo Sus resultados son fundamentales y abren prometedoras viacuteas de indagacioacuten para el corpus agustiniano Como su Director siento un legiacutetimo orgullo en presentar a la comunidad acadeacutemica este trabajo claro completo y estimulante sobre el pensamiento siempre actual de Agustiacuten de Hipona Atentamente Alfonso Floacuterez Profesor Titular

AGRADECIMIENTOS

A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en

estos felices antildeos de estudios agustinianos

A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y

comprensioacuten

A mi esposo por su amor y simpatiacutea

A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo

ABREVIATURAS

En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas

Obras de Agustiacuten

Epistulae ep

Confessiones conf

Contra Academicos cAcad

De catechizandis rudibus cat Rud

De beata vita bvita

De civitate Dei civDei

De dialectica Dial

De doctrina christiana Docchr

De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl

De magistro mag

De ordine ord

De Trinitate Trin

Retractationes retr

Soliloquia sol

Otras obras claacutesicas

Ciceroacuten

Academici libri Acad

Brutus Brut

De inventione Inv

De divinatione Div

De fato Fat

De finibus bonorum et malorum Fin

De Natura Deorum ND De oratore de Orat

De officiis off

De Republica Rep

Disputationes Tusculanae Tusc

Orator Orat

Topica Top

Quintiliano

Institutio oratoria Inst

Ambrosio

De Officiis De Off

Ticonio

Liber regularum Lr

Dioacutegenes Laercio

Vitae philosophorum DL

TABLA DE CONTENIDO

Paacuteg

INTRODUCCIOacuteN 13

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la

recepcioacuten del Liber regularum 131

12

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175

CONCLUSIONES 183

BIBLIOGRAFIacuteA 197

INTRODUCCIOacuteN

La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo

de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica

que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses

filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten

con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el

recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada

con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas

de la Antiguumledad

En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados

como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten

del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el

conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar

fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten

agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de

componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de

la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este

proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y

la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se

escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea

Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe

anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida

1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)

14

Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un

listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado

cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo

terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron

las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo

que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse

como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo

Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en

el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el

papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten

determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas

resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se

destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3

En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un

estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo

sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura

occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de

manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de

este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su

aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este

vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar

especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus

ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten

algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para

examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la

identificacioacuten de temas o herramientas comunes

2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas

15

En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014

Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico

de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea

gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de

Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes

importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea

En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han

caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan

brevemente a continuacioacuten

El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten

e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera

evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por

uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta

idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical

en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de

un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto

creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro

de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se

afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio

(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en

cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una

clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus

antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que

vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era

el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos

(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre

las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo

en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue

defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los

cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e

16

irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown

1967 Flasch 1994)

La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una

prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del

pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro

Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a

diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo

del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten

escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina

Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la

obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de

Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe

entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute

se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso

programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su

pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De

diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea

platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores

al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria

doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri

considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras

agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un

Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda

sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro

La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias

i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea

ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos

iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y

iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento

de Agustiacuten

17

En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison

Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no

es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre

filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer

Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la

gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual

es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia

estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o

punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la

conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad

Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de

Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo

pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea

sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las

reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo

que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en

la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el

neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan

ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se

afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de

otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)

La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto

por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones

i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea

ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales

iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y

iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el

pensamiento de Agustiacuten

18

El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la

influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente

y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras

de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La

pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los

dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera

superficial

En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de

referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de

Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un

importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas

las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los

diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De

Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the

Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius

las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no

siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios

fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the

Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la

tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los

diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera

recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006

Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten

(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten

entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la

razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten

Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo

de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate

en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se

limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin

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profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica

(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un

pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico

y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015

Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de

la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor

recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace

un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes

La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es

innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha

influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda

del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad

de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la

composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la

escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta

antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate

no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud

sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten

agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina

Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han

llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl

1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de

motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De

beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten

de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es

una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos

temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el

caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se

encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator

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Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos

filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras

concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no

soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de

referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y

estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo

Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero

propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos

de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten

las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que

escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas

fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica

En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten

del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se

completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la

comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras

grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten

permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante

tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten

en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute

sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento

agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri

2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la

obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del

De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra

agustiniana

Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en

consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en

la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la

retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre

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el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a

la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a

concluir despueacutes esta obra

Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus

Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-

44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en

cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron

de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y

bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten

Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en

la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et

Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con

introduccioacuten y notas completas y precisas

En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista

se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la

autora

22

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN

Introduccioacuten

La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las

Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius

obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El

pasaje en cuestioacuten reza asiacute

Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea

iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)

En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro

con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico

Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el

momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso

24

a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido

ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes

plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se

situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten

el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y

no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten

conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de

Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda

de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en

la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las

cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter

exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no

conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar

en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal

del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y

conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo

retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en

contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica

(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como

necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el

Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en

clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria

debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su

auditorio

Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou

1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues

Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un

sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que

dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino

tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una

25

caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por

otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis

en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato

del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo

al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de

un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre

las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana

es fundamental

Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el

Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo

por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel

mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir

al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que

interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse

su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum

acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en

cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del

encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le

produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum

Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)

Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la

apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de

las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius

fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica

perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se

manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio

26

El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute

lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea

de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se

ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri

gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la

disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del

Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que

cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la

de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles

fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas

de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de

maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus

joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de

su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras

dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras

escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la

misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro

intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de

llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la

filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea

acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes

la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los

libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En

este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues

cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el

joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es

Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento

de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos

tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio

27

retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el

que se define el error (I24)

Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de

Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de

estudio y de lectura

[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)

Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a

C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas

disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos

el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se

constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como

Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6

En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito

escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de

Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida

causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea

las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las

desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones

del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras

como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones

directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)

28

civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar

cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para

exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)

De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e

intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de

madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar

que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la

lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes

de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y

dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4

IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la

pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta

para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten

de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)

Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino

conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que

Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio

asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones

con las siguientes palabras

[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)

El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten

acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al

servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela

iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta

el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal

29

platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para

reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto

modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea

determinado su proceso de formacioacuten7

En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco

en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los

sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los

Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos

se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones

relatan esta lectura con las siguientes palabras

iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)

Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera

la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8

En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino

un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su

aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en

el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el

siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario

entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las

7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)

30

Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio

durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el

grupo de fieles se hallaba Moacutenica

la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)

En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el

acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues

recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que

Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la

predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica

del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue

cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad

una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea

alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute

a este encuentro

advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)

Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas

equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento

permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son

el primer fruto

De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos

una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y

la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su

31

pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura

de Cristo

La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric

(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una

cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea

se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del

desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y

pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en

Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que

circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los

textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten

Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes

extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo

11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad

En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano

encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la

preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y

Trigecio a propoacutesito de los que se afirma

al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)

Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo

modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea

tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos

9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)

32

que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental

tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual

permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la

refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al

conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario

dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios

sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)

El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este

diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus

lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la

verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas

que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en

comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual

inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un

campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida

de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible

encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de

la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean

estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del

mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la

fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error

maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean

surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de

las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no

compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente

evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual

se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra

10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)

33

Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este

interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De

Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta

Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso

de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se

retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras

obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter

propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas

La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer

libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el

segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora

II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a

cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro

como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero

dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra

La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su

intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo

intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como

bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el

contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de

las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede

establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y

las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa

de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a

su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las

propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante

gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y

11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente

34

sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica

de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud

anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la

posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica

de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la

posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse

presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la

Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un

escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una

vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente

declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum

debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)

Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante

de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas

liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las

nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean

sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y

en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este

tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que

Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)

La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone

su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje

35

que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los

estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos

dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la

copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno

de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma

Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)

En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de

escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que

Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la

verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura

del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo

Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en

cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte

motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que

conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces

iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo

iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra

Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy

controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena

tener en cuenta la Carta a Hermogeniano

Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si

12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)

36

no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)

Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta

al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del

platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al

epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida

para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de

ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta

hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer

lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta

filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la

narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido

logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la

investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el

materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo

falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo

y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un

periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo

Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)

37

Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente

al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento

propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos

de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que

se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un

momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se

relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito

En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo

probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo

estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o

actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra

Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la

verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un

principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que

unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas

cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no

es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la

posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia

frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la

parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a

Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al

respecto

Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)

La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo

no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite

comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los

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grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda

que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un

Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a

defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad

III2045)

iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus

argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse

que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los

diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar

cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este

sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas

posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo

mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten

con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde

entenderse desde este punto de vista

Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)

Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el

elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten

y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la

filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo

acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista

pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en

este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido

victorioso

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12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico

Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la

buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender

no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del

proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad

que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual

Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo

permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea

Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a

sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica

De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem

para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual

valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por

estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos

sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro

y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor

pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no

pueden ser muy extensas

Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para

defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro

Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten

opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio

mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven

Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos

respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede

ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que

14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)

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ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la

conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla

contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en

cuanto estrategia antidogmaacutetica

El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)

Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono

muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones

Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)

La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el

Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos

esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem

Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los

discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir

de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la

razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la

argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que

concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en

la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y

Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las

afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

41

No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)

Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario

tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y

respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad

apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este

recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra

Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el

hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el

conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha

verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto

su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las

etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse

En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel

de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la

intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas

en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone

fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su

concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda

cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos

concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca

del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes

15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco

42

121 iquestQuieacuten es el sabio

En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la

estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se

presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio

con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues

la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la

verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten

todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)

Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que

Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe

entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del

dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los

estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten

de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo

filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del

sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la

oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de

sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre

Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten

sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues

si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su

veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten

toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este

punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se

demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un

16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten

43

academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la

temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas

122 Platonis schola del tribunal a la escuela

La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes

extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El

cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten

Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)

El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que

tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que

buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la

sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter

exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones

de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se

puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman

Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el

adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los

estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio

a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz

de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como

conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter

exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental

confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos

estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera

del pensamiento de Platoacuten

17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)

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El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar

que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma

Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de

alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se

admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse

de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa

Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia

porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute

hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o

pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y

realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso

luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)

Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de

verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de

verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de

proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier

persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el

sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea

pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten

de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el

segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo

resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes

emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta

referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el

probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis

agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a

abandonar la filosofiacutea acadeacutemica

18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)

45

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)

En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la

reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que

ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una

norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica

Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo

verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la

probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con

la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los

Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una

respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de

Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al

menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la

acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la

habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a

la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud

―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas

Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica

me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)

Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede

concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la

imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en

este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia

confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue

iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)

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Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este

punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia

platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha

escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la

comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con

Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute

presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)

Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)

La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que

caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como

condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata

vita se reitera en las siguientes liacuteneas

Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)

47

El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que

Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos

neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente

verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que

involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos

estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente

moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos

de Casiciaco

La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no

soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten

sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del

cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas

La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes

liacuteneas

Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera

No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)

iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente

verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y

dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se

aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a

Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las

48

verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de

dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia

fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los

Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador

de esta escuela

Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del

paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina

de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al

Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la

verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano

afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la

llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo

una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria

celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)

Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error

el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a

las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en

cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como

el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y

perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del

error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la

verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las

ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos

mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su

comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los

platonicorum libri

En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al

camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el

periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como

resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el

49

escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el

camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de

los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras

palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como

la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma

Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las

Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera

1 Materialismo maniqueo (V610)

2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)

3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)

4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)

5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)

Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra

Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten

de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri

no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de

las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse

seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una

superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular

Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)

Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de

partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos

fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras

ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute

50

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las

Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el

hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de

haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino

mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho

recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto

conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le

ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su

produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano

13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz

Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco

Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos

entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las

Retractationum donde leemos

El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)

La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del

mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace

referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un

artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida

entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el

que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten

51

cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya

enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento

maduro de Agustiacuten

De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe

en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos

literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si

el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas

acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la

apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a

la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra

Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible

afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas

fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a

saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien

En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius

en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La

disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos

en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea

como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar

el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son

acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar

olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya

sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute

exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su

resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la

nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En

este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que

narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No

sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como

ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de

52

estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este

caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se

tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten

que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad

iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el

encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha

de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un

caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la

accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de

Agustiacuten

Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)

La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer

encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final

de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de

las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito

interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten

Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me

53

deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)

Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre

algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como

en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como

guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter

tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad

131 El alma y su alimento

Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a

sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la

felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza

ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea

los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este

argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el

colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo

que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que

bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que

trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos

axioloacutegicos

La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable

Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre

sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser

54

la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues

tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de

perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el

hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede

saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo

(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le

permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien

supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)

llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que

Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma

que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la

miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad

Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta

evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute

en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios

iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los

comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro

que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios

es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios

el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro

Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento

deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece

a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los

acadeacutemicos

El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser

feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero

fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido

a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan

delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo

Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar

55

de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en

contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee

lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este

interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante

Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De

beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar

la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar

fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes

que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la

intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la

dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que

dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y

que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo

Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los

comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a

Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica

formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato

requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu

impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido

se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los

sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda

acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un

alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre

feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado

Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre

feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del

pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual

no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y

cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada

el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento

56

una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la

posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es

propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que

tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya

habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio

llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha

conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel

que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en

consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y

determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble

significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es

esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se

identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la

buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)

Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre

Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador

La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo

de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su

Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del

diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la

buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario

buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda

sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder

de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen

de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a

recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado

por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra

anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino

fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma

purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten

57

entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el

virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso

monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante

Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es

caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad

presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es

aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso

a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser

del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme

Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene

que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del

primer diacutea de investigacioacuten

mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)

Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado

en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un

sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten

entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la

virtud como elemento regulador

No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del

diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea

de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz

Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen

necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con

los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta

situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades

amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues

comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de

58

perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que

quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y

toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando

requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana

pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte

aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus

acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las

acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se

dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El

sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor

palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de

opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el

concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el

Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos

Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)

Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia

de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda

de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a

que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida

del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la

abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el

punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por

esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el

concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en

la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del

59

aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse

maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por

las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son

buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee

pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de

este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del

diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer

a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se

logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la

sabiduriacutea Agustiacuten concluye

iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)

El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en

cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la

Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y

caridad

La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras

que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la

fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)

que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de

manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la

lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la

que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo

tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino

que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute

podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)

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para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros

diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una

relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De

esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de

establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema

que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de

plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la

investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres

y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su

forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio

esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con

claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este

motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo

ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las

dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento

de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico

ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho

orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a

comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino

debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con

aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace

alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo

intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las

cosas mismas

Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos

problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen

ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor

algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual

de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una

clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los

61

diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en

cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la

caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes

cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la

felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se

manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador

14 De ordine el camino hacia el encuentro

141 Schola nostra

En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas

que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final

de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se

plantea de la siguiente manera

Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)

La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia

del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la

Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El

mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por

Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura

deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende

la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las

consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su

vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de

partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz

pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco

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instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a

concebir el orden y la armoniacutea del universo

En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine

constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la

fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse

esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse

conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta

entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho

ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos

podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se

involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de

su maestro Interior

La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que

Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la

naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido

del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un

insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que

todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los

inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de

la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la

cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto

con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de

su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la

dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma

con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la

verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida

Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten

que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece

la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita

muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera

63

en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la

buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la

investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al

maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto

―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto

no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico

como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud

fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la

verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a

lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro

en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como

compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del

puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con

Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre

los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a

consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la

verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista

Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una

interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de

proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser

valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la

aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven

estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde

No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel

19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)

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a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)

Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo

los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las

discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten

La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que

involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la

buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de

los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural

disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los

habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la

administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los

cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras

en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes

entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te

han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius

compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se

articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la

autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los

diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la

verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale

la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe

considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten

que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las

caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa

que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de

manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y

su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de

verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana

65

142 Las artes liberales y el orden moral

En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo

cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden

divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y

toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas

para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos

momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo

a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a

abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente

capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una

investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se

dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se

dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable

Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es

razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a

su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse

con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad

de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una

vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios

para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la

comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la

multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo

y los nuacutemeros

A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto

es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las

palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La

dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el

meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su

valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos

66

(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del

cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario

recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad

por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica

instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda

demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten

maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)

afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la

mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p

29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada

en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a

la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden

acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de

manera independiente

Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer

contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos

en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los

nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay

nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La

combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que

soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que

toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de

la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por

su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen

la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos

relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la

uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se

puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa

admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea

67

Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el

nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten

necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes

liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute

creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute

dispuesta

primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)

Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en

este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute

disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera

desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto

es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a

su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no

puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de

caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no

como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de

dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al

abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita

y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del

mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la

preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los

diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es

necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel

a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la

formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene

una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como

68

oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la

obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra

no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la

juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo

un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto

de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz

No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido

luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la

formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la

sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato

representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado

las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los

preceptos que deben seguir

Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)

Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De

officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las

que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que

por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a

los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)

En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan

pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia

con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como

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una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos

los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten

ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para

alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un

ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el

resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se

ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de

dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a

su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico

Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes

del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el

acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las

cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden

de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de

Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para

beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el

texto pudiera ser de utilidad

Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las

siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo

por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten

corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en

Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la

filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia

Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del

conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la

naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la

20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)

70

escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria

constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten

entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la

unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de

lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el

discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes

elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos

cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute

en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones

y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea

misma y se expresa en los siguientes teacuterminos

Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)

Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma

y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y

sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute

consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo

que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su

superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las

proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada

tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy

definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal

(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades

absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no

ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma

descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe

71

de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la

unidad de lo superior

En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a

saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la

razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las

pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los

Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse

como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a

Dios

Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)

Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la

Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las

cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se

entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas

las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la

propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se

da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se

plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como

clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco

sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como

conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas

consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las

siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma

bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a

la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema

tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe

comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo

72

razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la

belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio

orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la

virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la

que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo

encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos

caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten

agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por

completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para

concluir el diaacutelogo

verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)

La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en

la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la

atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que

ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece

entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la

pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara

expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)

representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo

Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales

han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como

la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984

73

Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como

hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental

15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21

El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las

reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y

soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de

una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-

filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones

agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender

aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un

momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute

[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)

La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la

investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito

expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un

ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de

aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la

conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales

Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y

su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a

Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene

un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra

21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)

74

algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y

estructura (Fleming 1984 p 61)

Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma

el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que

pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten

Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)

Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por

el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por

los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por

dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la

memoria en el conocimiento

Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda

de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea

expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida

en el camino hacia la verdad

Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los

temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y

la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente

declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de

inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se

trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto

como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de

Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento

en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de

inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)

75

para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel

que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute

pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y

limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea

establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra

a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc

IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el

alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza

y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria

para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para

poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del

cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de

prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como

una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la

decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en

consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres

queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en

segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal

y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado

mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo

hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que

se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino

que se remonta a la lectura del Hortensius

No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)

24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre

76

Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una

actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y

que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia

la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al

maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las

riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la

escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente

a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma

que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro

a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la

ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo

El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el

objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las

pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea

entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea

Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su

constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que

el cuerpo

De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)

La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal

es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con

seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso

conocido por Agustiacuten

25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros

77

Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo

se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se

afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este

mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la

Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada

alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es

necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este

ejercicio

Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)

La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede

considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual

Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea

platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la

atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten

platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia

versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos

visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten

del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro

Ambrosio

El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se

trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la

verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo

26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)

78

verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto

de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una

perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella

la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los

cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna

(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable

(XXIX71)

Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de

verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer

lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera

que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su

relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de

ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales

Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos

gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son

aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es

el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el

hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como

modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que

por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas

determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en

el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven

por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir

que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la

relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al

original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute

se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no

nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra

distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que

es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El

79

primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el

segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita

Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)

Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias

no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo

falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa

tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no

puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en

cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en

cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso

En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es

algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de

verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a

pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el

agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado

por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la

pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son

verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues

un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues

las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o

ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica

ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su

verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la

que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el

videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en

80

cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo

de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de

los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta

por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una

cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en

elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de

la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes

por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza

con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la

ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual

recoge un proyecto fundamental

La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea

ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre

intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas

aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta

como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser

de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de

falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes

artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su

esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende

es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que

aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las

faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el

caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de

Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que

estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas

falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a

saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de

27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras

81

ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea

falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos

coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de

las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer

real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la

proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten

misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es

esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad

depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual

consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes

Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las

cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La

disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de

indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes

―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las

demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)

La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene

que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma

Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que

contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a

la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica

Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se

identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten

es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se

halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad

que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este

problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten

a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino

maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la

verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le

82

habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad

Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por

lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este

punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute

limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera

verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del

cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que

se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto

de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas

Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)

iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten

aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella

distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan

deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su

incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los

cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades

con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras

La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia

intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el

nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La

imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las

figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente

inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras

geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea

las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es

uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la

83

imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo

del pensamiento (sol II2035)

Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas

con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas

pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no

buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca

maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los

productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es

incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de

imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste

en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer

tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden

trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el

centro

Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra

en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una

representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser

verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten

Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el

camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que

es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la

verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la

imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con

el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima

distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en

cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten

exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las

almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de

los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio

platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la

84

elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno

maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se

encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las

extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y

no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las

almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su

relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a

cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de

la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y

suficiente los dos temas fundamentales de la misma

quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)

Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero

carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al

precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante

en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se

reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se

mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius

(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de

los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y

la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia

en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura

y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el

28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento

85

hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del

De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la

posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y

monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de

Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de

los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la

embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea

en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los

pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia

Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)

Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho

natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten

estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten

defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla

en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la

justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de

repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la

existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute

pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la

ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido

provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida

seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este

interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido

como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central

86

de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la

tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p

172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un

fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse

dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de

Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en

los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y

determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo

para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le

da a su hijo Escipioacuten

[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)

Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten

ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el

principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el

alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe

ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el

contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus

deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde

por naturaleza

Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten

pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad

del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la

obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De

Republica

A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute

87

R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)

El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su

conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la

praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica

como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la

existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la

idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en

Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una

comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo

con la razoacuten

88

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA

Introduccioacuten

El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo

de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes

de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su

composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el

desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al

proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a

un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra

Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten

lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona

a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten

alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha

ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre

griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de

Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era

consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz

de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten

decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para

que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante

Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al

estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de

90

Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito

del encargo del obispo Agustiacuten afirma

Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)

Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de

prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos

que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo

como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da

a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado

―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente

me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi

hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El

segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y

en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada

por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y

juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese

maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta

dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven

profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue

designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten

sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten

por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes

91

obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes

por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su

posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a

Jeroacutenimo en la que se lee

Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)

La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en

formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son

el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La

primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los

resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y

cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y

explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una

parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco

y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales

del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las

verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un

papel fundamental30

Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del

teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la

tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)

anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe

29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)

92

entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal

intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de

este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico

del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se

afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera

has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria

laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se

emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se

recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta

en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten

tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash

praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane

(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea

pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como

―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito

de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las

teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema

educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten

la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes

profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan

dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas

herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos

frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una

interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos

elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las

Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su

composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se

31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)

93

enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de

continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos

momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con

obras tempranas y posteriores de Agustiacuten

Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la

composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura

insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis

acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como

―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las

causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina

christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la

vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum

propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para

Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores

compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que

permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a

la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea

preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la

composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede

recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de

Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista

Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la

impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de

Hipona

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)

Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia

ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca

94

de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que

eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y

tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que

Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por

considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si

esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las

reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De

consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra

epistolam Parmeniani

En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la

interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia

recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De

este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra

determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte

neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y

de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se

sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con

todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a

la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia

con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute

presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten

humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de

una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y

sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta

obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un

claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo

Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos

95

y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)

Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito

de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y

teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca

dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener

que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten

especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en

especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten

de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la

comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la

posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la

primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica

pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y

ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas

trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)

Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de

Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es

posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por

Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten

filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y

de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)

96

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es

necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la

doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se

debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da

justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad

Simplicianum y las Confessiones

Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo

cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los

teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son

el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico

como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda

de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En

dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes

filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor

recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute

en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge

continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos

En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten

los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la

relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en

ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones

de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni

doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la

comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en

cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que

determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos

coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra

incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten

97

21 El proacutelogo al De doctrina christiana

El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio

fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane

1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su

datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un

grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974

Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del

libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y

con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow

1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen

argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina

maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la

misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer

1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado

en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad

cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la

adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)

Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica

existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De

magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el

De doctrina christiana

Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero

es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el

manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta

del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)

33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el

98

Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la

cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la

importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos

ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual

del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De

magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en

particular en su relacioacuten con Ciceroacuten

En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la

terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash

pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del

uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de

modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta

como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro

romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse

a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo

afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de

opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no

entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no

seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos

expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas

humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la

intervencioacuten divina

Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra

Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio

de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el

libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en

ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los

que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma

cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)

99

Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35

La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la

visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que

cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)

El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de

Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un

ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una

tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de

Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la

iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede

prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las

ensentildean

Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda

de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus

conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido

cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta

razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)

100

la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la

ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra

Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre

tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el

caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la

Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste

Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que

recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)

Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las

disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico

relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la

comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de

detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la

mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea

negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes

adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra

permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el

proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con

el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como

mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)

De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la

actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se

encuentra

una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)

101

En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la

intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende

soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra

pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda

comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido

sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al

que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes

siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero

afirma que

asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)

El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura

del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara

que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente

convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta

22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica

La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de

encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se

ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten

es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender

Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver

con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues

asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para

despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados

hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo

37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo

102

tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la

realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como

fundamento una doctrina unitaria de la verdad38

El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa

pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende

aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que

no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y

demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas

palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear

Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)

Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39

por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una

distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de

cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las

que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la

vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar

es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado

38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)

103

(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por

otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A

propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia

precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que

ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica

con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el

amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten

escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor

del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un

summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos

podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in

Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces

entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero

concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre

mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del

hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto

alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando

el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo

El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)

En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue

necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello

que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta

por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre

amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en

las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu

corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos

se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este

pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros

104

de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor

hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo

como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo

amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios

Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia

Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se

considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo

cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten

ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco

normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale

la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a

Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que

el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)

La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia

el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico

pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el

siguiente pasaje

El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)

Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura

ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y

termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para

que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede

amar aquello en lo que no se cree

105

La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de

Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya

se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la

caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel

cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el

fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede

amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la

antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el

hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo

puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite

ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad

Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la

caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los

preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama

Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y

profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que

basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros

pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal

El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales

todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de

una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la

exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a

explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad

debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive

seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de

una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente

remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y

ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de

que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la

esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida

106

del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten

retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero

En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo

que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en

cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar

lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha

entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten

uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que

gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido

Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad

hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es

el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe

pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se

perfecciona en la vida eterna

pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)

De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el

horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto

la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten

existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate

donde se afirma que

si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)

107

23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica

Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio

de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y

con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado

Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)

Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva

implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica

relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el

estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la

que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real

1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo

de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero

se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el

signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto

el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo

que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento

Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y

la segunda que remite al pensamiento

41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)

108

En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)

Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten

de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la

voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo

tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y

numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten

general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del

lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten

Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido

fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los

signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre

que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es

caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en

la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo

por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo

que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a

que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras

que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo

destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera

del oiacutedo (mag IV39)

En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la

ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la

soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a

las cosas de faacutecil comprensioacuten

42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)

109

Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras

se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a

la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya

se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica

ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la

misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula

a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado

que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente

que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la

felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos

que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por

considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la

ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas

Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a

Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha

tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al

reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza

gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres

temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios

Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la

misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el

sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la

verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se

llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea

En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer

grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los

precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera

regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos

en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son

los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los

110

preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la

Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje

escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos

pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de

conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las

costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la

siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las

locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes

desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas

Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son

la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o

metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas

para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para

referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el

problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de

las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el

hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para

poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten

surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la

lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten

que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten

consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al

sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio

retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil

traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la

interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten

pertinente

44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina

111

Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos

propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este

interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos

figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a

vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el

conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la

Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan

de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de

las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en

virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico

En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben

despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el

cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de

identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone

una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por

Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el

campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello

dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la

cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia

sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten

de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las

45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)

112

costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta

observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la

responsabilidad moral

Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a

tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles

Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas

mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los

signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la

sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo

concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de

gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite

comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados

para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una

interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en

cuestioacuten se expone de la siguiente manera

Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)

Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio

se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas

fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en

113

sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse

entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la

actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a

propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de

la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan

trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma

nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de

enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores

cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que

Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el

pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo

entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p

91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores

cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes

paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)

que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio

en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las

cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del

precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este

pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos

acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo

como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la

certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por

una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del

mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una

condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se

inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el

uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se

47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)

114

configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute

propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para

justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que

justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento

de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo

del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y

eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)

En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina

disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis

(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y

resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr

II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del

funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia

―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la

foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el

crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la

presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica

tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido

instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello

que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que

existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas

48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)

115

reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)

La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta

interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica

y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los

hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la

retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta

la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros

dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo

dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la

que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo

para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la

hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la

interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre

dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria

determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de

Agustiacuten en general

No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la

clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que

conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que

busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje

del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua

sentildealando la sangre del cordero con el hisopo

esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar

116

continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)

Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio

hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor

dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de

la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa

todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el

texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues

es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para

subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una

interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis

que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo

anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de

la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los

signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero

No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)

Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de

la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras

propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer

lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe

verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma

liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a

ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe

enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los

problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro

anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo

117

Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)

La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada

con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que

en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de

significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse

al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la

afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten

hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es

posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto

Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta

expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta

la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para

la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina

Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que

somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la

comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento

fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y

mediador pues

en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)

El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de

puntuacioacuten es el siguiente

Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la

118

sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)

La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla

pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del

Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los

ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el

libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que

ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten

entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro

octavo de las Confessiones donde se lee

cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)

El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las

Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra

seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre

liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La

repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por

Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del

yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la

carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta

119

Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)

Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que

concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la

primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas

por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al

primer escaloacuten

Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una

perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo

del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum

signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos

(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a

la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr

II4162)

En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte

eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros

deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma

expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por

el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar

conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este

modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras

propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula

fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua

original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de

49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)

120

la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana

(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se

presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la

combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La

definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la

ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas

linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede

aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

121

que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el

tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la

letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu

vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en

sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y

spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se

retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su

uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se

dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues

esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende

entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten

de los judiacuteos con el signo

La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51

Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que

aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los

judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo

Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento

La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)

La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro

de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten

entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)

122

no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio

corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el

mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no

interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del

yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos

tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten

mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)

Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos

con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos

histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el

histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos

mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales

(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se

refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la

cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten

humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al

hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la

institucioacuten de los sacramentos

Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones

figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es

propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla

propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido

52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)

123

propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en

sentido figurado (Docchr III1014)

La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad

mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo

Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de

los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre

nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base

de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la

existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues

se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos

correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que

se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su

entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el

pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito

de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas

viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que

todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de

manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto

enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce

a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr

III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que

lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se

entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y

del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr

III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute

mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el

problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a

53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)

124

Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto

cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento

Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la

maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos

inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se

afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como

locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las

mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las

cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone

como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En

contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la

posicioacuten de sus adversarios expone la propia

ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)

Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten

sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin

embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que

hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por

Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que

debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de

justicia

Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la

125

manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)

La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)

y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta

como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la

maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es

injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se

afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella

que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno

aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la

naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma

tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma

(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el

tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y

no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de

ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector

para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que

seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica

Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado

en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De

republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei

en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las

nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica

en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega

en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los

argumentos paganos en contra del cristianismo

La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje

anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas

aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el

126

libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse

con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para

llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)

Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son

figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se

sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la

caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se

opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla

universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo

que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van

dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que

se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener

en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los

protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la

interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues

mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres

por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes

ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido

de la Escritura

Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero

compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena

detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del

libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro

tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las

reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en

cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en

―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que

se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de

exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas

127

necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa

los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile

dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer

los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean

usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a

determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general

cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten

que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la

utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el

cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones

(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que

para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza

violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en

modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la

retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de

este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la

comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que

durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la

obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos

espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que

el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio

54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)

128

se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de

los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la

Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en

muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de

ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y

decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso

de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis

de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y

hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras

de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la

argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en

el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de

motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de

exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone

un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al

lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia

vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la

pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que

seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la

justicia En el De officiis se afirma

Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)

El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio

expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser

un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y

129

santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel

mismo sino sobre alguien maacutes

Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De

doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la

Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un

ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos

que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos

interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale

la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la

destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la

semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera

Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)

En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a

un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura

retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma

palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en

cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es

siempre la misma

Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)

130

En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje

sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no

se vaya en contra de la regula fidei

En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo

ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos

de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la

Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un

momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios

aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto

claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que

determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un

interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la

estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se

retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido

para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas

interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe

llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre

los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la

composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de

estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas

de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas

hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el

tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas

(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos

o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr

III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr

III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la

57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que

131

utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe

entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las

reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las

diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las

reglas

24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum

Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de

la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los

estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en

teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones

doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales

(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten

estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre

las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de

la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y

profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de

este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute

anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual

el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las

razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una

concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del

investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)

132

De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri

que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la

ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro

Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este

autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico

de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una

teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que

hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana

Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la

interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se

centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten

de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide

con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)

Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que

mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que

Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del

mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la

redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del

libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la

interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues

cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)

133

Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los

aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten

de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas

deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas

perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad

de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la

composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que

durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al

no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una

interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas

(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le

pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con

las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana

un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)

En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de

las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o

incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de

proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En

58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)

134

consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las

reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que

no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados

por Dios

se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)

En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el

que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se

presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de

la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su

eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu

santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el

geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)

Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el

estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas

suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece

maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la

opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)

no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)

Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de

Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene

en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam

Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo

tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana

135

Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta

cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la

exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras

usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original

de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin

embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las

reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra

pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en

realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que

Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre

erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje

donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus

afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de

las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes

muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su

modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose

de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no

utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las

reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten

de las mismas

Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la

exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera

regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de

distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a

Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio

nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el

siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una

sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena

anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la

136

promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente

en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61

El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de

criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al

lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute

haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que

siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse

como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser

―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr

III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los

cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la

criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y

pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio

como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa

como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se

interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y

hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento

evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea

deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten

(Mt 330)

La tercera regla se presenta de la siguiente manera

trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten

61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)

137

maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)

Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra

las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era

posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la

unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no

compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por

Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la

gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres

ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera

regla en el Liber regularum

La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten

los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al

establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el

geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente

manera

la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)

La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que

se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que

continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la

62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)

138

exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la

Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia

La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con

la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la

Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los

nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la

parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un

determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando

uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63

mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se

recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel

evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la

parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute

estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es

a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar

un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos

nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se

ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)

La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el

inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado

de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el

uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza

Ticonio en el Liber regularum

el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)

63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)

139

Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como

como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute

pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato

para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el

presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los

pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal

que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico

(Pollmann 1996 p 207)

La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras

saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos

razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por

viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de

que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en

contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la

misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera

por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio

podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla

estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones

ticonianas (p 239)

En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya

planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426

concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena

detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten

todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)

Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el

argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los

140

signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la

comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la

redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en

la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes

tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la

obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos

formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y

comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que

han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la

interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la

vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti

1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa

distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la

pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra

En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los

antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la

relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la

propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a

Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos

El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)

De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En

primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten

se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia

141

difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de

Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un

lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para

referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del

donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en

contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al

problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la

controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos

primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben

entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana

Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de

las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para

pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse

como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta

retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del

aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)

64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana

142

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA

Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto

es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no

significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las

reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma

lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)

La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la

introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie

de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud

sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes

ciudadanos (I23)

Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten

establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser

usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la

consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no

pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella

es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el

caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya

que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas

(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que

144

sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para

defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)

La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del

libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto

en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario

puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene

que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente

conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales

se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo

anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el

aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que

Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro

propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la

imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede

sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo

divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana

se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo

afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)

Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten

ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer

lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta

no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar

Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu

discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no

aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)

Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del

estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y

escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que

determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que

se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues

145

como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer

momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de

los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro

tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir

un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso

Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de

hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha

establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)

La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la

retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador

sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la

relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De

oratore en los que se aborda esta cuestioacuten

he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)

Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos

Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)

iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito

de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten

entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente

sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la

146

elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro

cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano

anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que

es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una

clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un

momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia

La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra

estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los

primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la

filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute

maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana

Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale

la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el

orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65

se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta

En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear

dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala

que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios

y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)

Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en

caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto

por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es

ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos

las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven

para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)

El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia

oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el

65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el

147

De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore

es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten

demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar

las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los

officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la

primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres

uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La

definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala

Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la

encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se

pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes

deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente

debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos

relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan

los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67

Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)

Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)

No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos

pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y

reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)

afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana

orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)

148

en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl

(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo

principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una

presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la

composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)

Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han

llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten

dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido

asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica

llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)

Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar

detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la

segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana

31 Elocuencia cristiana

Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al

estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que

el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)

Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores

que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho

que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de

manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin

elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi

siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se

hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las

Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar

haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y

149

elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya

que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la

composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus

inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa

en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por

medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la

hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso

produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende

pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia

como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual

es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma

Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)

La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota

Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores

cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se

encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las

composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p

68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)

150

535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos

sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute

estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta

afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y

retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de

significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha

intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del

Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos

pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la

misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia

especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de

esta manera

en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)

En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada

seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como

se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina

ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran

distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten

entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya

presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la

filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la

70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)

151

comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad

de Dios (Catapano 2001 p 250)

Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano

pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las

Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que

la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la

elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado

sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto

Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como

fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator

(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y

reacutetor Absoluto (p 466)

Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el

momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo

nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)

En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten

gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74

las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de

modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de

sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir

tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas

de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa

la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos

72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno

152

de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les

hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)

Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la

Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los

profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los

impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a

Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio

―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para

que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la

manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la

variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso

excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes

importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace

referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento

de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues

se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A

propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma

no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)

Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en

los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra

divina discurso siempre eficaz de Dios

Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de

153

doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)

Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la

relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos

Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir

aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos

otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo

afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero

vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro

cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y

eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que

hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los

exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y

textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un

caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina

no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea

afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la

resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte

fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por

otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la

estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla

una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los

exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de

partida como ya se vio al signo por excelencia

La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se

desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de

la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica

de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica

154

como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto

puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la

retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura

en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello

El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)

Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el

sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato

(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que

la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)

En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y

el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes

oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen

una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su

conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la

mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas

no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A

continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen

cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara

inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera

El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)

El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el

siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las

palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable

negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)

155

El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los

vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a

expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional

retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75

En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en

puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho

puacuteblico y sus reacciones pues

suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76

El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere

a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es

claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino

pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en

el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el

puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque

ha sido comprendido

El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute

Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo

75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)

156

cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)

Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a

saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como

ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a

la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre

eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la

pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)

la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)

Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir

esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a

la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana

32 Docere delectare flectere

Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para

157

ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)

Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que

se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que

Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare

para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de

esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos

en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados

mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga

precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es

ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos

officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende

de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar

el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer

aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su

eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite

por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su

accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que

conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no

soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten

mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de

fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece

ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten

praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto

puede sostenerse con Pizzolato (1995) que

77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano

158

si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)

Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en

Milaacuten79

Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de

necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que

se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar

el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como

Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en

este punto Agustiacuten declara

iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)

Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear

un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia

afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti

1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya

habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea

que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la

79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)

159

reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana

En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador

cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la

sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe

causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute

determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a

este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han

sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la

interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe

y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado

por la sabiduriacutea pues

iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)

Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los

primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten

con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras

del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten

con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren

ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre

hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de

82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)

160

la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor

la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana

Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)

iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las

disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo

afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la

retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu

Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto

Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la

figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana

doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya

mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten

de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A

partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre

caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos

Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la

caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de

su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al

texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85

84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)

161

Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema

del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi

es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como

anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como

punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia

oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)

El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del

Orator se presenta de la siguiente manera

El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)

La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse

en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que

atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana

En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es

posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se

ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse

siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No

pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la

162

intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de

manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo

sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas

de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo

sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple

tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas

En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos

en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que

su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su

estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que

como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia

categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De

doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea

el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio

en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten

presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro

de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia

como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute

debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades

hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en

la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda

suscitar

Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se

recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el

primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son

pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la

presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son

figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las

oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los

cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se

163

presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el

objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato

de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical

Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)

En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las

Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo

moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo

usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten

Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)

Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente

relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)

seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este

motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido

poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo

aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma

iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)

86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)

164

Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con

fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los

argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-

11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los

ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten

Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera

natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su

lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a

colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la

esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades

Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que

pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y

ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores

cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la

predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las

han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso

del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina

cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo

La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e

importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del

orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten

En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual

se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave

pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la

exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado

Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay

ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas

87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento

165

praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un

cambio en el comportamiento

Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos

caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden

mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se

logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber

coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y

determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el

moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en

comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las

sombras de aquellas (Docchr IV2352)

Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe

tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca

que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo

sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo

el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado

Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr

un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su

comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les

enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de

manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y

moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este

orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en

cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los

tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de

la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar

y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al

puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo

reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar

con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo

166

moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su

mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una

cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten

cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues

se afirma que

nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)

La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la

comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe

en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88

tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de

la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la

necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la

comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)

Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se

recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia

y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que

Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)

La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute

expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que

Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor

88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)

167

de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de

cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en

el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus

acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene

Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)

Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)

A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la

pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las

ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del

ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores

retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las

costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes

ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de

conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la

caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)

En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De

ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten

entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano

asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la

retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una

referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en

168

sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En

este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la

caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de

la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la

vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha

visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe

deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de

la primera

Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don

de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del

auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el

orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten

Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)

En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica

entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute

tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el

conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues

eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos

estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las

mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad

169

que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la

que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido

instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual

es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de

la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados

sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la

doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de

la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina

christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten

ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en

Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que

desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el

De doctrina christiana

33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina

christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de

ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90

Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las

inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las

Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de

algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de

ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)

170

hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92

La explicacioacuten ofrecida reza asiacute

hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)

De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se

debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute

solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la

ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley

es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay

un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa

humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye

en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado

que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento

de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar

del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser

una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la

que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute

soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el

gusto que define al hombre espiritual

La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol

―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)

171

doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e

interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es

esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos

Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente

entre ambos En el De doctrina christiana se afirma

Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)

Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos

Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)

En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo

librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin

embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera

expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia

existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar

por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos

no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre

la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea

172

la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la

composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del

libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia

En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras

obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial

de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no

es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para

incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la

razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al

teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a

la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p

100)

Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes

problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una

postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los

textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la

eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo

principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los

meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues

―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de

otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a

la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse

respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de

Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la

gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso

admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)

afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que

93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)

173

en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)

La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)

constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues

como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de

modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento

recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la

relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las

categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el

trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la

gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo

en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a

las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de

los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se

dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel

es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que

antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]

no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe

por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta

pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la

justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no

dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que

justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede

afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea

aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe

Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien

94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)

174

(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)

El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten

entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten

del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta

que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de

los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del

Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt

2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del

evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos

Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)

Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta

permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el

uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina

pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica

de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las

siguientes conclusiones

1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten

por la cual su efecto effectus no depende del hombre

2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser

apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva

e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)

3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de

la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)

175

la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera

(Lettieri 2001 p 87)

Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea

entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el

esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad

Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas

interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en

el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que

no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse

retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del

De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las

cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del

episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida

en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los

meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad

filosoacutefica

34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana

En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro

del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del

orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la

Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se

afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es

decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la

predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como

―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia

96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)

176

experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de

terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual

le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del

meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura

La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe

caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De

doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica

(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo

y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una

reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina

con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo

en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)

El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas

para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de

manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente

al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532

conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)

A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica

ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina

Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)

Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de

97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)

177

partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del

Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana

Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)

Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se

configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten

sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana

dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99

Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad

Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues

Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la

manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina

christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble

dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe

afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es

irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que

98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten

178

en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)

No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten

del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En

el De gratia et libero arbitrio se afirma

pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)

Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De

doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado

con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima

no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el

conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria

En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre

officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia

oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de

retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas

que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la

manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se

100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)

179

afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a

cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute

como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra

parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer

lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en

evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los

profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la

eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena

detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya

que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo

un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del

oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la

retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto

manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la

distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se

habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la

eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en

cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la

persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la

propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse

ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una

funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se

aplica desde la subjetividad

A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena

tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede

entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe

perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a

traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que

Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo

medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la

180

persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El

esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla

presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto

del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se

exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados

justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues

fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)

En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes

apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a

los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes

exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo

medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare

Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)

Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan

estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y

siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de

artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi

affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo

181

Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)

Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso

de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos

mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa

es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la

cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio

ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es

reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De

doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de

Jesucristo (1Cor 117)

182

CONCLUSIONES

El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y

Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del

pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la

obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el

estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia

del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten

basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber

la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De

doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426

El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama

complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento

de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos

autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las

cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar

menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual

se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos

postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988

Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que

aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha

determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban

ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento

de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el

184

acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec

1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de

manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra

agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar

un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es

posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten

El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que

Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente

relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De

doctrina christiana en sus dos redacciones

En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un

malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a

Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo

Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten

imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan

estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es

una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al

arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los

diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el

profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina

sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana

En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de

Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela

neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo

resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta

imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el

Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que

el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten

185

(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un

proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la

siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la

relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece

elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la

tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos

intelectuales de la peniacutensula

El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos

diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de

temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la

armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)

rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que

la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de

Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los

temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer

la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo

se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido

la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de

todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la

pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su

reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos

establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina

cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se

afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en

la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso

102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss

186

que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden

alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio

Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea

del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se

esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de

madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente

filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado

importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la

Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una

continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior

desarrollo en el antildeo 397

En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo

y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus

agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran

―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la

filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el

punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su

propoacutesito con claridad

Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)

La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el

pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute

variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre

187

otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el

pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones

El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un

caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa

ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y

reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un

grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere

ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal

corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del

Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo

de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido

de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la

cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre

dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)

sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad

Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera

obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos

despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute

expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y

la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la

forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento

de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae

en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y

el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana

pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa

una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo

188

caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances

alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia

cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas

exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras

obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de

comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta

perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones

irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter

teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De

doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber

sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten

en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que

me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de

Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina

christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del

proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para

entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer

2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten

con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los

comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer

1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426

junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten

usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un

atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra

considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de

estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera

parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden

destacarse el Contra Academicos y el De magistro104

104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende

189

Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se

derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En

primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se

estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras

ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi

(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv

II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino

llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos

cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido

configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos

posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la

retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor

138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo

tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la

distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro

primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan

propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica

claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano

Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la

definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica

(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que

la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)

190

hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia

scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo

no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de

Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de

indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La

palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del

lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten

de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de

una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta

es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un

ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se

comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda

significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar

central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le

permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento

en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz

del precepto de la caritas

Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten

fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los

signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la

utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)

191

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

que concierne a las palabras metafoacutericas translata

En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio

Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a

las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura

Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea

concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede

apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del

De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten

latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la

mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se

192

pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello

que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente

acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del

libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con

la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en

la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma

que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la

identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del

conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten

(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se

lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo

con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en

la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las

principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la

siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros

del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la

apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una

mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente

apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de

los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra

y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten

por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a

favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los

libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la

idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba

demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo

de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426

La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso

debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo

largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del

193

396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute

resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti

(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina

christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel

al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que

concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten

luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos

y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de

esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la

dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)

representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten

con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento

de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)

que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina

christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a

la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad

Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis

sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida

a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona

En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma

Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)

A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel

(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual

habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los

194

primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido

por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del

compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le

planteaban

Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y

terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto

es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas

fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe

entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la

comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando

elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La

pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina

christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra

Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que

desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle

inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este

sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes

filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la

articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter

ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera

exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe

resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por

recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario

compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina

christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en

sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas

107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)

195

de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a

manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum

habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con

su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en

consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana

enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en

muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido

puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes

por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final

de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la

comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que

podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)

En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena

anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico

De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en

un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare

las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten

platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal

cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una

afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de

elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee

deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de

que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl

1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a

las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten

Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el

proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que

Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una

de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La

verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la

196

creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que

en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De

doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten

de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la

Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo

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Animus 4 08ndash123

Wisse J (2002) De oratore Rhetoric Philosophy and the making of the ideal orator

En J May (Ed) Brill Companion to Cicero Oratory and Rhetoric (pp 375ndash

400) Leiden Brill

Woolf R (2015) Cicero The Philosophy of a Roman Sceptic Nueva York

Routledge

Page 2: Quidam Cicero: la influencia de Cicerón en el pensamiento ...

QUIDAM CICERO LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN EL PENSAMIENTO DE AGUSTIacuteN

Tesis Doctoral presentada por Biviana Unger Parra bajo la direccioacuten del Profesor Alfonso Floacuterez Floacuterez como requisito parcial para optar al tiacutetulo de Doctora en

Filosofiacutea

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Filosofiacutea

Bogotaacute 6 de diciembre de 2017

7 de diciembre de 2017 Profesor Diego Antonio Pineda Rivera Decano Facultad de Filosofiacutea Apreciado Sentildeor Decano Reciba un cordial saludo Es para miacute muy grato hacer presentacioacuten a la Facultad de la tesis titulada ―Quidam Cicero la influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten con el que la alumna Biviana Unger Parra cumple su compromiso fundamental en el programa de Doctorado en Filosofiacutea El estudio de Biviana del pensamiento de Agustiacuten es una labor que ya se remonta a maacutes de una deacutecada habiendo formado parte de ello sus trabajos de pregrado y maestriacutea diversos artiacuteculos en revistas indexadas y varias estancias de investigacioacuten en Italia la uacuteltima de ellas durante el primer semestre de este antildeo con el reconocido profesor de la Universidad de Padua Giovanni Catapano Como resultado de sus intensas investigaciones agustinianas Biviana pudo constatar la situacioacuten paradoacutejica en la que se encuentra el estudio de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Nadie niega por supuesto la presencia ciceroniana en el corpus agustiniano a cuya constatacioacuten se dedican las importantes contribuciones de Testard y de Hagendahl que ya tienen cincuenta antildeos de haber sido publicadas pero se echa de menos un estudio teoacuterico fuerte que deacute cuenta en los oacuterdenes formal y temaacutetico de la influencia del Arpinate en el Hiponense Junto con algunos estudios recientes la presente investigacioacuten quiere prestar su propia contribucioacuten en esta descuidada aacuterea de los estudios agustinianos Para ello la autora delinea con todo cuidado su propia comprensioacuten del pensamiento de los dos autores y dentro de este marco ofrece una interpretacioacuten rigurosa apropiada y tambieacuten novedosa del significado de la presencia de Ciceroacuten en Agustiacuten Por motivos evidentes de economiacutea acadeacutemica el estudio ha tenido que referirse a aquellas obras iniciales y constitutivas del pensamiento de Agustiacuten los Diaacutelogos de Casiciaco incluidos los Soliloquios La doctrina cristiana y las Confesiones Esta investigacioacuten es el resultado de este compromiso interpretativo Sus resultados son fundamentales y abren prometedoras viacuteas de indagacioacuten para el corpus agustiniano Como su Director siento un legiacutetimo orgullo en presentar a la comunidad acadeacutemica este trabajo claro completo y estimulante sobre el pensamiento siempre actual de Agustiacuten de Hipona Atentamente Alfonso Floacuterez Profesor Titular

AGRADECIMIENTOS

A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en

estos felices antildeos de estudios agustinianos

A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y

comprensioacuten

A mi esposo por su amor y simpatiacutea

A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo

ABREVIATURAS

En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas

Obras de Agustiacuten

Epistulae ep

Confessiones conf

Contra Academicos cAcad

De catechizandis rudibus cat Rud

De beata vita bvita

De civitate Dei civDei

De dialectica Dial

De doctrina christiana Docchr

De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl

De magistro mag

De ordine ord

De Trinitate Trin

Retractationes retr

Soliloquia sol

Otras obras claacutesicas

Ciceroacuten

Academici libri Acad

Brutus Brut

De inventione Inv

De divinatione Div

De fato Fat

De finibus bonorum et malorum Fin

De Natura Deorum ND De oratore de Orat

De officiis off

De Republica Rep

Disputationes Tusculanae Tusc

Orator Orat

Topica Top

Quintiliano

Institutio oratoria Inst

Ambrosio

De Officiis De Off

Ticonio

Liber regularum Lr

Dioacutegenes Laercio

Vitae philosophorum DL

TABLA DE CONTENIDO

Paacuteg

INTRODUCCIOacuteN 13

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la

recepcioacuten del Liber regularum 131

12

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175

CONCLUSIONES 183

BIBLIOGRAFIacuteA 197

INTRODUCCIOacuteN

La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo

de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica

que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses

filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten

con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el

recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada

con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas

de la Antiguumledad

En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados

como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten

del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el

conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar

fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten

agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de

componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de

la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este

proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y

la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se

escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea

Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe

anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida

1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)

14

Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un

listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado

cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo

terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron

las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo

que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse

como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo

Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en

el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el

papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten

determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas

resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se

destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3

En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un

estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo

sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura

occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de

manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de

este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su

aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este

vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar

especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus

ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten

algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para

examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la

identificacioacuten de temas o herramientas comunes

2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas

15

En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014

Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico

de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea

gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de

Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes

importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea

En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han

caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan

brevemente a continuacioacuten

El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten

e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera

evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por

uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta

idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical

en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de

un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto

creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro

de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se

afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio

(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en

cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una

clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus

antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que

vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era

el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos

(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre

las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo

en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue

defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los

cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e

16

irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown

1967 Flasch 1994)

La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una

prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del

pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro

Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a

diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo

del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten

escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina

Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la

obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de

Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe

entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute

se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso

programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su

pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De

diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea

platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores

al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria

doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri

considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras

agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un

Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda

sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro

La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias

i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea

ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos

iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y

iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento

de Agustiacuten

17

En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison

Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no

es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre

filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer

Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la

gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual

es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia

estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o

punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la

conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad

Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de

Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo

pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea

sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las

reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo

que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en

la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el

neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan

ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se

afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de

otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)

La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto

por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones

i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea

ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales

iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y

iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el

pensamiento de Agustiacuten

18

El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la

influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente

y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras

de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La

pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los

dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera

superficial

En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de

referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de

Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un

importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas

las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los

diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De

Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the

Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius

las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no

siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios

fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the

Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la

tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los

diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera

recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006

Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten

(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten

entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la

razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten

Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo

de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate

en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se

limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin

19

profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica

(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un

pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico

y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015

Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de

la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor

recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace

un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes

La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es

innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha

influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda

del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad

de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la

composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la

escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta

antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate

no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud

sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten

agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina

Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han

llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl

1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de

motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De

beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten

de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es

una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos

temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el

caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se

encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator

20

Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos

filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras

concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no

soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de

referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y

estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo

Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero

propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos

de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten

las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que

escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas

fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica

En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten

del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se

completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la

comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras

grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten

permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante

tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten

en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute

sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento

agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri

2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la

obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del

De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra

agustiniana

Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en

consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en

la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la

retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre

21

el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a

la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a

concluir despueacutes esta obra

Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus

Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-

44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en

cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron

de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y

bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten

Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en

la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et

Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con

introduccioacuten y notas completas y precisas

En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista

se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la

autora

22

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN

Introduccioacuten

La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las

Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius

obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El

pasaje en cuestioacuten reza asiacute

Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea

iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)

En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro

con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico

Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el

momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso

24

a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido

ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes

plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se

situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten

el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y

no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten

conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de

Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda

de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en

la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las

cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter

exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no

conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar

en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal

del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y

conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo

retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en

contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica

(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como

necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el

Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en

clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria

debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su

auditorio

Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou

1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues

Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un

sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que

dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino

tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una

25

caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por

otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis

en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato

del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo

al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de

un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre

las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana

es fundamental

Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el

Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo

por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel

mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir

al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que

interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse

su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum

acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en

cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del

encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le

produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum

Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)

Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la

apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de

las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius

fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica

perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se

manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio

26

El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute

lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea

de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se

ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri

gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la

disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del

Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que

cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la

de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles

fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas

de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de

maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus

joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de

su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras

dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras

escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la

misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro

intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de

llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la

filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea

acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes

la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los

libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En

este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues

cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el

joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es

Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento

de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos

tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio

27

retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el

que se define el error (I24)

Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de

Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de

estudio y de lectura

[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)

Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a

C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas

disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos

el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se

constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como

Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6

En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito

escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de

Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida

causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea

las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las

desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones

del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras

como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones

directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)

28

civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar

cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para

exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)

De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e

intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de

madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar

que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la

lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes

de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y

dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4

IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la

pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta

para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten

de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)

Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino

conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que

Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio

asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones

con las siguientes palabras

[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)

El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten

acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al

servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela

iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta

el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal

29

platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para

reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto

modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea

determinado su proceso de formacioacuten7

En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco

en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los

sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los

Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos

se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones

relatan esta lectura con las siguientes palabras

iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)

Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera

la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8

En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino

un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su

aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en

el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el

siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario

entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las

7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)

30

Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio

durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el

grupo de fieles se hallaba Moacutenica

la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)

En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el

acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues

recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que

Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la

predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica

del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue

cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad

una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea

alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute

a este encuentro

advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)

Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas

equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento

permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son

el primer fruto

De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos

una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y

la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su

31

pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura

de Cristo

La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric

(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una

cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea

se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del

desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y

pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en

Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que

circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los

textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten

Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes

extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo

11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad

En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano

encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la

preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y

Trigecio a propoacutesito de los que se afirma

al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)

Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo

modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea

tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos

9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)

32

que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental

tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual

permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la

refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al

conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario

dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios

sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)

El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este

diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus

lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la

verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas

que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en

comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual

inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un

campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida

de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible

encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de

la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean

estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del

mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la

fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error

maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean

surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de

las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no

compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente

evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual

se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra

10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)

33

Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este

interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De

Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta

Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso

de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se

retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras

obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter

propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas

La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer

libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el

segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora

II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a

cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro

como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero

dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra

La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su

intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo

intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como

bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el

contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de

las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede

establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y

las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa

de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a

su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las

propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante

gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y

11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente

34

sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica

de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud

anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la

posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica

de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la

posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse

presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la

Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un

escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una

vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente

declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum

debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)

Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante

de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas

liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las

nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean

sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y

en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este

tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que

Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)

La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone

su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje

35

que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los

estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos

dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la

copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno

de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma

Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)

En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de

escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que

Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la

verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura

del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo

Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en

cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte

motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que

conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces

iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo

iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra

Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy

controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena

tener en cuenta la Carta a Hermogeniano

Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si

12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)

36

no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)

Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta

al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del

platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al

epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida

para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de

ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta

hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer

lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta

filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la

narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido

logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la

investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el

materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo

falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo

y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un

periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo

Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)

37

Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente

al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento

propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos

de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que

se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un

momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se

relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito

En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo

probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo

estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o

actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra

Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la

verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un

principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que

unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas

cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no

es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la

posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia

frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la

parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a

Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al

respecto

Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)

La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo

no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite

comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los

38

grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda

que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un

Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a

defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad

III2045)

iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus

argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse

que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los

diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar

cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este

sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas

posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo

mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten

con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde

entenderse desde este punto de vista

Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)

Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el

elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten

y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la

filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo

acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista

pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en

este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido

victorioso

39

12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico

Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la

buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender

no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del

proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad

que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual

Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo

permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea

Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a

sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica

De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem

para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual

valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por

estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos

sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro

y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor

pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no

pueden ser muy extensas

Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para

defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro

Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten

opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio

mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven

Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos

respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede

ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que

14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)

40

ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la

conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla

contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en

cuanto estrategia antidogmaacutetica

El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)

Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono

muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones

Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)

La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el

Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos

esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem

Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los

discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir

de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la

razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la

argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que

concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en

la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y

Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las

afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

41

No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)

Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario

tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y

respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad

apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este

recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra

Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el

hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el

conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha

verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto

su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las

etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse

En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel

de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la

intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas

en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone

fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su

concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda

cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos

concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca

del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes

15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco

42

121 iquestQuieacuten es el sabio

En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la

estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se

presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio

con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues

la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la

verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten

todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)

Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que

Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe

entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del

dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los

estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten

de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo

filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del

sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la

oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de

sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre

Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten

sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues

si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su

veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten

toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este

punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se

demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un

16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten

43

academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la

temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas

122 Platonis schola del tribunal a la escuela

La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes

extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El

cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten

Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)

El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que

tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que

buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la

sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter

exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones

de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se

puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman

Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el

adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los

estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio

a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz

de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como

conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter

exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental

confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos

estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera

del pensamiento de Platoacuten

17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)

44

El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar

que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma

Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de

alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se

admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse

de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa

Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia

porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute

hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o

pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y

realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso

luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)

Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de

verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de

verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de

proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier

persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el

sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea

pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten

de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el

segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo

resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes

emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta

referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el

probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis

agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a

abandonar la filosofiacutea acadeacutemica

18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)

45

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)

En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la

reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que

ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una

norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica

Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo

verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la

probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con

la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los

Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una

respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de

Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al

menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la

acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la

habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a

la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud

―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas

Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica

me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)

Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede

concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la

imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en

este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia

confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue

iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)

46

Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este

punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia

platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha

escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la

comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con

Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute

presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)

Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)

La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que

caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como

condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata

vita se reitera en las siguientes liacuteneas

Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)

47

El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que

Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos

neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente

verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que

involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos

estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente

moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos

de Casiciaco

La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no

soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten

sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del

cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas

La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes

liacuteneas

Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera

No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)

iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente

verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y

dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se

aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a

Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las

48

verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de

dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia

fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los

Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador

de esta escuela

Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del

paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina

de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al

Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la

verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano

afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la

llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo

una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria

celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)

Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error

el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a

las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en

cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como

el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y

perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del

error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la

verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las

ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos

mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su

comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los

platonicorum libri

En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al

camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el

periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como

resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el

49

escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el

camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de

los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras

palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como

la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma

Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las

Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera

1 Materialismo maniqueo (V610)

2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)

3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)

4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)

5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)

Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra

Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten

de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri

no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de

las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse

seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una

superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular

Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)

Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de

partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos

fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras

ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute

50

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las

Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el

hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de

haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino

mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho

recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto

conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le

ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su

produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano

13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz

Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco

Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos

entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las

Retractationum donde leemos

El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)

La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del

mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace

referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un

artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida

entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el

que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten

51

cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya

enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento

maduro de Agustiacuten

De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe

en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos

literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si

el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas

acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la

apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a

la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra

Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible

afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas

fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a

saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien

En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius

en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La

disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos

en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea

como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar

el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son

acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar

olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya

sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute

exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su

resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la

nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En

este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que

narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No

sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como

ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de

52

estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este

caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se

tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten

que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad

iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el

encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha

de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un

caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la

accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de

Agustiacuten

Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)

La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer

encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final

de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de

las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito

interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten

Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me

53

deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)

Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre

algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como

en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como

guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter

tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad

131 El alma y su alimento

Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a

sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la

felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza

ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea

los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este

argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el

colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo

que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que

bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que

trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos

axioloacutegicos

La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable

Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre

sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser

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la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues

tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de

perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el

hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede

saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo

(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le

permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien

supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)

llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que

Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma

que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la

miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad

Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta

evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute

en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios

iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los

comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro

que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios

es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios

el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro

Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento

deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece

a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los

acadeacutemicos

El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser

feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero

fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido

a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan

delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo

Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar

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de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en

contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee

lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este

interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante

Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De

beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar

la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar

fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes

que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la

intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la

dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que

dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y

que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo

Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los

comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a

Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica

formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato

requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu

impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido

se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los

sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda

acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un

alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre

feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado

Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre

feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del

pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual

no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y

cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada

el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento

56

una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la

posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es

propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que

tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya

habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio

llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha

conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel

que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en

consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y

determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble

significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es

esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se

identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la

buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)

Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre

Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador

La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo

de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su

Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del

diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la

buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario

buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda

sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder

de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen

de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a

recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado

por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra

anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino

fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma

purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten

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entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el

virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso

monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante

Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es

caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad

presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es

aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso

a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser

del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme

Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene

que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del

primer diacutea de investigacioacuten

mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)

Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado

en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un

sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten

entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la

virtud como elemento regulador

No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del

diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea

de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz

Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen

necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con

los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta

situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades

amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues

comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de

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perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que

quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y

toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando

requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana

pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte

aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus

acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las

acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se

dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El

sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor

palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de

opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el

concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el

Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos

Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)

Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia

de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda

de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a

que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida

del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la

abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el

punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por

esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el

concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en

la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del

59

aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse

maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por

las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son

buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee

pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de

este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del

diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer

a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se

logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la

sabiduriacutea Agustiacuten concluye

iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)

El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en

cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la

Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y

caridad

La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras

que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la

fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)

que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de

manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la

lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la

que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo

tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino

que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute

podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)

60

para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros

diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una

relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De

esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de

establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema

que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de

plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la

investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres

y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su

forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio

esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con

claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este

motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo

ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las

dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento

de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico

ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho

orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a

comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino

debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con

aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace

alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo

intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las

cosas mismas

Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos

problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen

ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor

algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual

de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una

clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los

61

diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en

cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la

caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes

cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la

felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se

manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador

14 De ordine el camino hacia el encuentro

141 Schola nostra

En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas

que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final

de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se

plantea de la siguiente manera

Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)

La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia

del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la

Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El

mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por

Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura

deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende

la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las

consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su

vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de

partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz

pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco

62

instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a

concebir el orden y la armoniacutea del universo

En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine

constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la

fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse

esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse

conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta

entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho

ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos

podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se

involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de

su maestro Interior

La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que

Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la

naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido

del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un

insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que

todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los

inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de

la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la

cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto

con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de

su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la

dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma

con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la

verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida

Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten

que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece

la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita

muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera

63

en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la

buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la

investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al

maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto

―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto

no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico

como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud

fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la

verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a

lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro

en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como

compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del

puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con

Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre

los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a

consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la

verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista

Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una

interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de

proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser

valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la

aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven

estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde

No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel

19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)

64

a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)

Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo

los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las

discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten

La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que

involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la

buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de

los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural

disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los

habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la

administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los

cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras

en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes

entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te

han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius

compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se

articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la

autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los

diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la

verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale

la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe

considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten

que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las

caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa

que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de

manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y

su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de

verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana

65

142 Las artes liberales y el orden moral

En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo

cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden

divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y

toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas

para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos

momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo

a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a

abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente

capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una

investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se

dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se

dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable

Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es

razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a

su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse

con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad

de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una

vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios

para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la

comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la

multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo

y los nuacutemeros

A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto

es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las

palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La

dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el

meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su

valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos

66

(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del

cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario

recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad

por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica

instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda

demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten

maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)

afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la

mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p

29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada

en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a

la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden

acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de

manera independiente

Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer

contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos

en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los

nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay

nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La

combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que

soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que

toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de

la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por

su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen

la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos

relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la

uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se

puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa

admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea

67

Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el

nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten

necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes

liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute

creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute

dispuesta

primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)

Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en

este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute

disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera

desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto

es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a

su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no

puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de

caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no

como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de

dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al

abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita

y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del

mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la

preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los

diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es

necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel

a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la

formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene

una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como

68

oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la

obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra

no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la

juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo

un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto

de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz

No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido

luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la

formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la

sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato

representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado

las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los

preceptos que deben seguir

Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)

Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De

officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las

que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que

por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a

los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)

En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan

pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia

con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como

69

una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos

los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten

ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para

alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un

ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el

resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se

ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de

dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a

su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico

Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes

del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el

acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las

cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden

de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de

Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para

beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el

texto pudiera ser de utilidad

Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las

siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo

por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten

corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en

Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la

filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia

Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del

conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la

naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la

20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)

70

escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria

constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten

entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la

unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de

lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el

discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes

elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos

cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute

en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones

y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea

misma y se expresa en los siguientes teacuterminos

Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)

Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma

y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y

sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute

consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo

que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su

superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las

proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada

tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy

definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal

(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades

absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no

ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma

descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe

71

de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la

unidad de lo superior

En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a

saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la

razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las

pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los

Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse

como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a

Dios

Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)

Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la

Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las

cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se

entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas

las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la

propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se

da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se

plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como

clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco

sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como

conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas

consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las

siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma

bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a

la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema

tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe

comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo

72

razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la

belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio

orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la

virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la

que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo

encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos

caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten

agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por

completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para

concluir el diaacutelogo

verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)

La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en

la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la

atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que

ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece

entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la

pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara

expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)

representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo

Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales

han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como

la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984

73

Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como

hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental

15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21

El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las

reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y

soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de

una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-

filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones

agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender

aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un

momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute

[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)

La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la

investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito

expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un

ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de

aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la

conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales

Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y

su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a

Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene

un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra

21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)

74

algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y

estructura (Fleming 1984 p 61)

Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma

el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que

pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten

Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)

Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por

el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por

los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por

dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la

memoria en el conocimiento

Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda

de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea

expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida

en el camino hacia la verdad

Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los

temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y

la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente

declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de

inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se

trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto

como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de

Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento

en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de

inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)

75

para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel

que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute

pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y

limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea

establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra

a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc

IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el

alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza

y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria

para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para

poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del

cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de

prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como

una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la

decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en

consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres

queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en

segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal

y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado

mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo

hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que

se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino

que se remonta a la lectura del Hortensius

No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)

24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre

76

Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una

actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y

que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia

la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al

maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las

riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la

escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente

a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma

que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro

a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la

ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo

El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el

objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las

pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea

entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea

Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su

constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que

el cuerpo

De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)

La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal

es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con

seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso

conocido por Agustiacuten

25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros

77

Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo

se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se

afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este

mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la

Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada

alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es

necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este

ejercicio

Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)

La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede

considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual

Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea

platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la

atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten

platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia

versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos

visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten

del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro

Ambrosio

El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se

trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la

verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo

26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)

78

verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto

de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una

perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella

la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los

cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna

(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable

(XXIX71)

Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de

verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer

lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera

que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su

relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de

ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales

Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos

gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son

aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es

el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el

hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como

modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que

por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas

determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en

el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven

por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir

que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la

relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al

original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute

se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no

nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra

distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que

es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El

79

primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el

segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita

Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)

Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias

no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo

falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa

tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no

puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en

cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en

cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso

En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es

algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de

verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a

pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el

agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado

por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la

pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son

verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues

un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues

las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o

ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica

ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su

verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la

que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el

videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en

80

cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo

de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de

los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta

por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una

cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en

elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de

la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes

por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza

con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la

ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual

recoge un proyecto fundamental

La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea

ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre

intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas

aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta

como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser

de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de

falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes

artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su

esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende

es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que

aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las

faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el

caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de

Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que

estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas

falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a

saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de

27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras

81

ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea

falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos

coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de

las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer

real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la

proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten

misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es

esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad

depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual

consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes

Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las

cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La

disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de

indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes

―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las

demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)

La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene

que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma

Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que

contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a

la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica

Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se

identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten

es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se

halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad

que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este

problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten

a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino

maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la

verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le

82

habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad

Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por

lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este

punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute

limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera

verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del

cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que

se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto

de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas

Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)

iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten

aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella

distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan

deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su

incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los

cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades

con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras

La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia

intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el

nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La

imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las

figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente

inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras

geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea

las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es

uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la

83

imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo

del pensamiento (sol II2035)

Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas

con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas

pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no

buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca

maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los

productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es

incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de

imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste

en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer

tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden

trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el

centro

Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra

en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una

representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser

verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten

Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el

camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que

es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la

verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la

imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con

el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima

distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en

cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten

exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las

almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de

los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio

platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la

84

elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno

maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se

encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las

extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y

no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las

almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su

relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a

cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de

la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y

suficiente los dos temas fundamentales de la misma

quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)

Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero

carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al

precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante

en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se

reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se

mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius

(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de

los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y

la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia

en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura

y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el

28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento

85

hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del

De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la

posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y

monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de

Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de

los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la

embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea

en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los

pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia

Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)

Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho

natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten

estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten

defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla

en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la

justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de

repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la

existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute

pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la

ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido

provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida

seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este

interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido

como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central

86

de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la

tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p

172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un

fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse

dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de

Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en

los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y

determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo

para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le

da a su hijo Escipioacuten

[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)

Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten

ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el

principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el

alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe

ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el

contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus

deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde

por naturaleza

Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten

pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad

del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la

obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De

Republica

A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute

87

R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)

El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su

conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la

praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica

como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la

existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la

idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en

Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una

comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo

con la razoacuten

88

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA

Introduccioacuten

El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo

de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes

de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su

composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el

desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al

proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a

un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra

Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten

lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona

a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten

alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha

ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre

griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de

Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era

consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz

de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten

decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para

que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante

Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al

estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de

90

Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito

del encargo del obispo Agustiacuten afirma

Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)

Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de

prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos

que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo

como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da

a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado

―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente

me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi

hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El

segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y

en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada

por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y

juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese

maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta

dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven

profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue

designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten

sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten

por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes

91

obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes

por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su

posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a

Jeroacutenimo en la que se lee

Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)

La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en

formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son

el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La

primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los

resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y

cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y

explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una

parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco

y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales

del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las

verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un

papel fundamental30

Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del

teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la

tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)

anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe

29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)

92

entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal

intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de

este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico

del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se

afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera

has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria

laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se

emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se

recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta

en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten

tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash

praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane

(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea

pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como

―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito

de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las

teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema

educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten

la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes

profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan

dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas

herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos

frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una

interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos

elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las

Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su

composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se

31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)

93

enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de

continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos

momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con

obras tempranas y posteriores de Agustiacuten

Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la

composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura

insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis

acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como

―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las

causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina

christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la

vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum

propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para

Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores

compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que

permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a

la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea

preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la

composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede

recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de

Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista

Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la

impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de

Hipona

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)

Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia

ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca

94

de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que

eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y

tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que

Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por

considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si

esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las

reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De

consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra

epistolam Parmeniani

En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la

interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia

recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De

este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra

determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte

neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y

de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se

sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con

todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a

la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia

con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute

presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten

humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de

una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y

sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta

obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un

claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo

Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos

95

y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)

Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito

de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y

teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca

dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener

que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten

especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en

especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten

de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la

comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la

posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la

primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica

pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y

ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas

trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)

Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de

Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es

posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por

Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten

filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y

de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)

96

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es

necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la

doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se

debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da

justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad

Simplicianum y las Confessiones

Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo

cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los

teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son

el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico

como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda

de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En

dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes

filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor

recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute

en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge

continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos

En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten

los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la

relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en

ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones

de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni

doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la

comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en

cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que

determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos

coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra

incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten

97

21 El proacutelogo al De doctrina christiana

El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio

fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane

1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su

datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un

grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974

Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del

libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y

con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow

1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen

argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina

maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la

misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer

1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado

en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad

cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la

adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)

Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica

existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De

magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el

De doctrina christiana

Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero

es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el

manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta

del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)

33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el

98

Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la

cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la

importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos

ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual

del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De

magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en

particular en su relacioacuten con Ciceroacuten

En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la

terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash

pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del

uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de

modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta

como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro

romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse

a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo

afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de

opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no

entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no

seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos

expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas

humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la

intervencioacuten divina

Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra

Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio

de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el

libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en

ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los

que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma

cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)

99

Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35

La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la

visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que

cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)

El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de

Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un

ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una

tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de

Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la

iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede

prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las

ensentildean

Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda

de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus

conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido

cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta

razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)

100

la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la

ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra

Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre

tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el

caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la

Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste

Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que

recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)

Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las

disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico

relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la

comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de

detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la

mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea

negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes

adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra

permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el

proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con

el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como

mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)

De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la

actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se

encuentra

una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)

101

En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la

intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende

soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra

pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda

comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido

sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al

que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes

siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero

afirma que

asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)

El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura

del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara

que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente

convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta

22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica

La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de

encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se

ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten

es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender

Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver

con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues

asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para

despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados

hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo

37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo

102

tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la

realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como

fundamento una doctrina unitaria de la verdad38

El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa

pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende

aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que

no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y

demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas

palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear

Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)

Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39

por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una

distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de

cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las

que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la

vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar

es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado

38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)

103

(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por

otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A

propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia

precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que

ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica

con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el

amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten

escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor

del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un

summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos

podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in

Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces

entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero

concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre

mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del

hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto

alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando

el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo

El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)

En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue

necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello

que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta

por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre

amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en

las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu

corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos

se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este

pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros

104

de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor

hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo

como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo

amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios

Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia

Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se

considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo

cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten

ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco

normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale

la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a

Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que

el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)

La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia

el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico

pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el

siguiente pasaje

El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)

Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura

ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y

termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para

que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede

amar aquello en lo que no se cree

105

La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de

Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya

se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la

caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel

cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el

fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede

amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la

antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el

hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo

puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite

ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad

Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la

caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los

preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama

Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y

profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que

basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros

pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal

El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales

todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de

una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la

exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a

explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad

debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive

seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de

una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente

remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y

ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de

que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la

esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida

106

del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten

retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero

En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo

que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en

cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar

lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha

entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten

uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que

gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido

Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad

hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es

el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe

pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se

perfecciona en la vida eterna

pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)

De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el

horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto

la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten

existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate

donde se afirma que

si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)

107

23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica

Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio

de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y

con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado

Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)

Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva

implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica

relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el

estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la

que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real

1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo

de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero

se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el

signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto

el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo

que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento

Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y

la segunda que remite al pensamiento

41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)

108

En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)

Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten

de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la

voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo

tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y

numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten

general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del

lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten

Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido

fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los

signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre

que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es

caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en

la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo

por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo

que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a

que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras

que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo

destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera

del oiacutedo (mag IV39)

En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la

ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la

soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a

las cosas de faacutecil comprensioacuten

42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)

109

Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras

se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a

la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya

se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica

ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la

misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula

a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado

que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente

que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la

felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos

que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por

considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la

ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas

Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a

Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha

tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al

reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza

gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres

temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios

Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la

misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el

sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la

verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se

llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea

En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer

grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los

precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera

regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos

en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son

los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los

110

preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la

Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje

escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos

pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de

conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las

costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la

siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las

locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes

desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas

Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son

la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o

metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas

para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para

referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el

problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de

las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el

hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para

poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten

surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la

lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten

que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten

consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al

sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio

retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil

traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la

interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten

pertinente

44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina

111

Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos

propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este

interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos

figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a

vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el

conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la

Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan

de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de

las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en

virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico

En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben

despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el

cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de

identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone

una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por

Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el

campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello

dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la

cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia

sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten

de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las

45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)

112

costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta

observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la

responsabilidad moral

Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a

tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles

Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas

mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los

signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la

sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo

concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de

gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite

comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados

para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una

interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en

cuestioacuten se expone de la siguiente manera

Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)

Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio

se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas

fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en

113

sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse

entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la

actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a

propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de

la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan

trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma

nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de

enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores

cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que

Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el

pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo

entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p

91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores

cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes

paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)

que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio

en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las

cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del

precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este

pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos

acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo

como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la

certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por

una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del

mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una

condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se

inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el

uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se

47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)

114

configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute

propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para

justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que

justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento

de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo

del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y

eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)

En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina

disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis

(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y

resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr

II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del

funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia

―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la

foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el

crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la

presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica

tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido

instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello

que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que

existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas

48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)

115

reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)

La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta

interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica

y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los

hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la

retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta

la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros

dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo

dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la

que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo

para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la

hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la

interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre

dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria

determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de

Agustiacuten en general

No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la

clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que

conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que

busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje

del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua

sentildealando la sangre del cordero con el hisopo

esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar

116

continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)

Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio

hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor

dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de

la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa

todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el

texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues

es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para

subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una

interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis

que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo

anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de

la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los

signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero

No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)

Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de

la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras

propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer

lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe

verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma

liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a

ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe

enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los

problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro

anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo

117

Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)

La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada

con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que

en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de

significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse

al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la

afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten

hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es

posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto

Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta

expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta

la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para

la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina

Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que

somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la

comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento

fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y

mediador pues

en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)

El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de

puntuacioacuten es el siguiente

Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la

118

sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)

La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla

pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del

Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los

ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el

libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que

ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten

entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro

octavo de las Confessiones donde se lee

cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)

El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las

Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra

seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre

liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La

repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por

Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del

yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la

carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta

119

Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)

Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que

concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la

primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas

por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al

primer escaloacuten

Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una

perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo

del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum

signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos

(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a

la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr

II4162)

En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte

eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros

deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma

expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por

el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar

conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este

modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras

propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula

fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua

original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de

49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)

120

la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana

(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se

presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la

combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La

definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la

ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas

linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede

aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

121

que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el

tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la

letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu

vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en

sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y

spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se

retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su

uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se

dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues

esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende

entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten

de los judiacuteos con el signo

La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51

Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que

aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los

judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo

Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento

La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)

La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro

de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten

entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)

122

no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio

corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el

mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no

interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del

yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos

tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten

mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)

Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos

con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos

histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el

histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos

mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales

(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se

refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la

cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten

humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al

hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la

institucioacuten de los sacramentos

Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones

figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es

propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla

propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido

52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)

123

propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en

sentido figurado (Docchr III1014)

La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad

mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo

Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de

los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre

nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base

de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la

existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues

se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos

correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que

se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su

entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el

pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito

de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas

viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que

todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de

manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto

enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce

a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr

III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que

lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se

entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y

del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr

III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute

mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el

problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a

53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)

124

Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto

cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento

Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la

maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos

inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se

afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como

locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las

mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las

cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone

como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En

contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la

posicioacuten de sus adversarios expone la propia

ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)

Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten

sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin

embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que

hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por

Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que

debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de

justicia

Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la

125

manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)

La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)

y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta

como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la

maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es

injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se

afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella

que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno

aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la

naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma

tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma

(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el

tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y

no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de

ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector

para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que

seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica

Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado

en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De

republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei

en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las

nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica

en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega

en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los

argumentos paganos en contra del cristianismo

La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje

anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas

aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el

126

libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse

con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para

llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)

Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son

figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se

sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la

caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se

opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla

universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo

que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van

dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que

se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener

en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los

protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la

interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues

mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres

por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes

ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido

de la Escritura

Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero

compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena

detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del

libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro

tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las

reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en

cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en

―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que

se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de

exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas

127

necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa

los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile

dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer

los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean

usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a

determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general

cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten

que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la

utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el

cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones

(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que

para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza

violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en

modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la

retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de

este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la

comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que

durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la

obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos

espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que

el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio

54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)

128

se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de

los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la

Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en

muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de

ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y

decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso

de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis

de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y

hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras

de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la

argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en

el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de

motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de

exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone

un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al

lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia

vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la

pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que

seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la

justicia En el De officiis se afirma

Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)

El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio

expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser

un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y

129

santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel

mismo sino sobre alguien maacutes

Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De

doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la

Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un

ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos

que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos

interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale

la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la

destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la

semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera

Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)

En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a

un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura

retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma

palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en

cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es

siempre la misma

Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)

130

En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje

sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no

se vaya en contra de la regula fidei

En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo

ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos

de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la

Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un

momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios

aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto

claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que

determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un

interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la

estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se

retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido

para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas

interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe

llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre

los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la

composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de

estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas

de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas

hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el

tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas

(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos

o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr

III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr

III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la

57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que

131

utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe

entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las

reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las

diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las

reglas

24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum

Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de

la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los

estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en

teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones

doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales

(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten

estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre

las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de

la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y

profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de

este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute

anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual

el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las

razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una

concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del

investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)

132

De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri

que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la

ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro

Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este

autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico

de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una

teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que

hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana

Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la

interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se

centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten

de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide

con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)

Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que

mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que

Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del

mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la

redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del

libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la

interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues

cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)

133

Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los

aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten

de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas

deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas

perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad

de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la

composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que

durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al

no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una

interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas

(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le

pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con

las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana

un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)

En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de

las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o

incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de

proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En

58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)

134

consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las

reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que

no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados

por Dios

se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)

En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el

que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se

presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de

la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su

eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu

santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el

geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)

Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el

estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas

suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece

maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la

opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)

no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)

Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de

Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene

en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam

Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo

tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana

135

Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta

cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la

exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras

usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original

de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin

embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las

reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra

pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en

realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que

Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre

erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje

donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus

afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de

las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes

muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su

modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose

de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no

utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las

reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten

de las mismas

Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la

exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera

regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de

distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a

Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio

nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el

siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una

sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena

anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la

136

promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente

en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61

El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de

criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al

lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute

haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que

siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse

como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser

―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr

III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los

cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la

criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y

pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio

como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa

como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se

interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y

hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento

evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea

deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten

(Mt 330)

La tercera regla se presenta de la siguiente manera

trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten

61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)

137

maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)

Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra

las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era

posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la

unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no

compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por

Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la

gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres

ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera

regla en el Liber regularum

La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten

los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al

establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el

geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente

manera

la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)

La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que

se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que

continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la

62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)

138

exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la

Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia

La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con

la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la

Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los

nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la

parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un

determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando

uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63

mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se

recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel

evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la

parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute

estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es

a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar

un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos

nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se

ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)

La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el

inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado

de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el

uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza

Ticonio en el Liber regularum

el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)

63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)

139

Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como

como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute

pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato

para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el

presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los

pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal

que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico

(Pollmann 1996 p 207)

La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras

saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos

razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por

viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de

que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en

contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la

misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera

por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio

podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla

estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones

ticonianas (p 239)

En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya

planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426

concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena

detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten

todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)

Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el

argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los

140

signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la

comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la

redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en

la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes

tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la

obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos

formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y

comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que

han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la

interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la

vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti

1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa

distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la

pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra

En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los

antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la

relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la

propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a

Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos

El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)

De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En

primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten

se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia

141

difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de

Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un

lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para

referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del

donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en

contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al

problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la

controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos

primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben

entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana

Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de

las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para

pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse

como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta

retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del

aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)

64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana

142

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA

Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto

es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no

significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las

reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma

lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)

La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la

introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie

de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud

sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes

ciudadanos (I23)

Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten

establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser

usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la

consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no

pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella

es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el

caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya

que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas

(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que

144

sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para

defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)

La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del

libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto

en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario

puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene

que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente

conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales

se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo

anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el

aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que

Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro

propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la

imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede

sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo

divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana

se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo

afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)

Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten

ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer

lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta

no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar

Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu

discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no

aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)

Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del

estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y

escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que

determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que

se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues

145

como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer

momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de

los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro

tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir

un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso

Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de

hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha

establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)

La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la

retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador

sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la

relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De

oratore en los que se aborda esta cuestioacuten

he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)

Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos

Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)

iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito

de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten

entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente

sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la

146

elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro

cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano

anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que

es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una

clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un

momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia

La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra

estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los

primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la

filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute

maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana

Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale

la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el

orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65

se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta

En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear

dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala

que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios

y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)

Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en

caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto

por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es

ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos

las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven

para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)

El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia

oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el

65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el

147

De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore

es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten

demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar

las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los

officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la

primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres

uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La

definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala

Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la

encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se

pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes

deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente

debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos

relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan

los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67

Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)

Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)

No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos

pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y

reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)

afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana

orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)

148

en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl

(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo

principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una

presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la

composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)

Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han

llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten

dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido

asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica

llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)

Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar

detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la

segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana

31 Elocuencia cristiana

Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al

estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que

el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)

Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores

que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho

que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de

manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin

elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi

siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se

hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las

Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar

haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y

149

elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya

que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la

composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus

inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa

en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por

medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la

hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso

produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende

pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia

como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual

es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma

Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)

La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota

Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores

cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se

encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las

composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p

68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)

150

535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos

sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute

estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta

afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y

retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de

significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha

intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del

Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos

pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la

misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia

especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de

esta manera

en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)

En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada

seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como

se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina

ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran

distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten

entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya

presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la

filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la

70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)

151

comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad

de Dios (Catapano 2001 p 250)

Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano

pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las

Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que

la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la

elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado

sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto

Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como

fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator

(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y

reacutetor Absoluto (p 466)

Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el

momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo

nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)

En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten

gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74

las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de

modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de

sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir

tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas

de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa

la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos

72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno

152

de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les

hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)

Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la

Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los

profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los

impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a

Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio

―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para

que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la

manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la

variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso

excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes

importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace

referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento

de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues

se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A

propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma

no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)

Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en

los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra

divina discurso siempre eficaz de Dios

Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de

153

doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)

Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la

relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos

Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir

aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos

otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo

afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero

vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro

cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y

eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que

hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los

exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y

textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un

caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina

no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea

afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la

resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte

fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por

otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la

estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla

una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los

exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de

partida como ya se vio al signo por excelencia

La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se

desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de

la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica

de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica

154

como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto

puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la

retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura

en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello

El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)

Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el

sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato

(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que

la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)

En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y

el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes

oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen

una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su

conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la

mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas

no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A

continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen

cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara

inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera

El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)

El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el

siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las

palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable

negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)

155

El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los

vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a

expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional

retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75

En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en

puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho

puacuteblico y sus reacciones pues

suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76

El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere

a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es

claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino

pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en

el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el

puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque

ha sido comprendido

El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute

Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo

75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)

156

cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)

Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a

saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como

ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a

la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre

eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la

pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)

la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)

Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir

esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a

la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana

32 Docere delectare flectere

Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para

157

ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)

Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que

se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que

Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare

para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de

esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos

en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados

mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga

precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es

ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos

officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende

de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar

el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer

aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su

eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite

por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su

accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que

conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no

soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten

mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de

fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece

ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten

praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto

puede sostenerse con Pizzolato (1995) que

77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano

158

si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)

Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en

Milaacuten79

Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de

necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que

se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar

el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como

Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en

este punto Agustiacuten declara

iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)

Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear

un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia

afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti

1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya

habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea

que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la

79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)

159

reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana

En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador

cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la

sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe

causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute

determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a

este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han

sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la

interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe

y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado

por la sabiduriacutea pues

iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)

Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los

primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten

con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras

del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten

con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren

ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre

hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de

82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)

160

la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor

la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana

Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)

iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las

disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo

afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la

retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu

Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto

Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la

figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana

doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya

mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten

de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A

partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre

caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos

Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la

caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de

su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al

texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85

84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)

161

Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema

del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi

es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como

anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como

punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia

oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)

El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del

Orator se presenta de la siguiente manera

El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)

La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse

en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que

atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana

En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es

posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se

ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse

siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No

pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la

162

intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de

manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo

sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas

de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo

sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple

tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas

En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos

en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que

su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su

estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que

como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia

categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De

doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea

el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio

en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten

presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro

de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia

como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute

debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades

hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en

la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda

suscitar

Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se

recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el

primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son

pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la

presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son

figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las

oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los

cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se

163

presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el

objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato

de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical

Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)

En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las

Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo

moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo

usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten

Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)

Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente

relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)

seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este

motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido

poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo

aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma

iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)

86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)

164

Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con

fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los

argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-

11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los

ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten

Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera

natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su

lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a

colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la

esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades

Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que

pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y

ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores

cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la

predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las

han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso

del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina

cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo

La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e

importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del

orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten

En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual

se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave

pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la

exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado

Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay

ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas

87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento

165

praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un

cambio en el comportamiento

Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos

caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden

mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se

logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber

coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y

determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el

moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en

comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las

sombras de aquellas (Docchr IV2352)

Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe

tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca

que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo

sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo

el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado

Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr

un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su

comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les

enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de

manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y

moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este

orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en

cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los

tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de

la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar

y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al

puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo

reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar

con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo

166

moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su

mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una

cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten

cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues

se afirma que

nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)

La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la

comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe

en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88

tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de

la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la

necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la

comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)

Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se

recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia

y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que

Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)

La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute

expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que

Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor

88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)

167

de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de

cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en

el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus

acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene

Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)

Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)

A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la

pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las

ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del

ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores

retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las

costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes

ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de

conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la

caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)

En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De

ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten

entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano

asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la

retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una

referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en

168

sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En

este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la

caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de

la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la

vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha

visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe

deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de

la primera

Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don

de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del

auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el

orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten

Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)

En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica

entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute

tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el

conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues

eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos

estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las

mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad

169

que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la

que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido

instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual

es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de

la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados

sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la

doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de

la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina

christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten

ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en

Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que

desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el

De doctrina christiana

33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina

christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de

ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90

Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las

inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las

Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de

algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de

ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)

170

hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92

La explicacioacuten ofrecida reza asiacute

hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)

De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se

debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute

solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la

ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley

es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay

un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa

humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye

en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado

que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento

de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar

del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser

una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la

que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute

soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el

gusto que define al hombre espiritual

La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol

―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)

171

doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e

interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es

esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos

Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente

entre ambos En el De doctrina christiana se afirma

Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)

Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos

Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)

En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo

librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin

embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera

expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia

existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar

por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos

no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre

la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea

172

la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la

composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del

libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia

En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras

obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial

de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no

es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para

incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la

razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al

teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a

la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p

100)

Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes

problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una

postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los

textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la

eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo

principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los

meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues

―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de

otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a

la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse

respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de

Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la

gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso

admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)

afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que

93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)

173

en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)

La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)

constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues

como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de

modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento

recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la

relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las

categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el

trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la

gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo

en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a

las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de

los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se

dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel

es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que

antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]

no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe

por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta

pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la

justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no

dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que

justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede

afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea

aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe

Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien

94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)

174

(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)

El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten

entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten

del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta

que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de

los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del

Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt

2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del

evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos

Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)

Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta

permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el

uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina

pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica

de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las

siguientes conclusiones

1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten

por la cual su efecto effectus no depende del hombre

2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser

apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva

e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)

3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de

la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)

175

la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera

(Lettieri 2001 p 87)

Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea

entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el

esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad

Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas

interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en

el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que

no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse

retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del

De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las

cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del

episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida

en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los

meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad

filosoacutefica

34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana

En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro

del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del

orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la

Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se

afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es

decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la

predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como

―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia

96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)

176

experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de

terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual

le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del

meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura

La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe

caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De

doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica

(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo

y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una

reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina

con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo

en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)

El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas

para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de

manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente

al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532

conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)

A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica

ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina

Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)

Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de

97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)

177

partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del

Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana

Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)

Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se

configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten

sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana

dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99

Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad

Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues

Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la

manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina

christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble

dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe

afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es

irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que

98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten

178

en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)

No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten

del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En

el De gratia et libero arbitrio se afirma

pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)

Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De

doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado

con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima

no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el

conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria

En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre

officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia

oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de

retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas

que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la

manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se

100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)

179

afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a

cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute

como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra

parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer

lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en

evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los

profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la

eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena

detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya

que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo

un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del

oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la

retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto

manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la

distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se

habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la

eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en

cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la

persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la

propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse

ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una

funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se

aplica desde la subjetividad

A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena

tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede

entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe

perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a

traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que

Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo

medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la

180

persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El

esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla

presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto

del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se

exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados

justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues

fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)

En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes

apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a

los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes

exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo

medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare

Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)

Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan

estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y

siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de

artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi

affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo

181

Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)

Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso

de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos

mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa

es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la

cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio

ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es

reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De

doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de

Jesucristo (1Cor 117)

182

CONCLUSIONES

El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y

Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del

pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la

obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el

estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia

del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten

basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber

la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De

doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426

El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama

complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento

de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos

autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las

cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar

menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual

se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos

postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988

Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que

aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha

determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban

ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento

de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el

184

acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec

1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de

manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra

agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar

un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es

posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten

El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que

Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente

relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De

doctrina christiana en sus dos redacciones

En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un

malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a

Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo

Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten

imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan

estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es

una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al

arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los

diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el

profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina

sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana

En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de

Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela

neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo

resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta

imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el

Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que

el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten

185

(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un

proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la

siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la

relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece

elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la

tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos

intelectuales de la peniacutensula

El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos

diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de

temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la

armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)

rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que

la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de

Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los

temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer

la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo

se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido

la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de

todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la

pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su

reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos

establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina

cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se

afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en

la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso

102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss

186

que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden

alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio

Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea

del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se

esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de

madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente

filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado

importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la

Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una

continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior

desarrollo en el antildeo 397

En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo

y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus

agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran

―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la

filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el

punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su

propoacutesito con claridad

Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)

La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el

pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute

variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre

187

otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el

pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones

El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un

caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa

ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y

reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un

grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere

ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal

corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del

Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo

de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido

de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la

cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre

dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)

sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad

Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera

obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos

despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute

expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y

la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la

forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento

de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae

en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y

el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana

pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa

una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo

188

caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances

alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia

cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas

exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras

obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de

comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta

perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones

irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter

teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De

doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber

sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten

en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que

me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de

Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina

christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del

proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para

entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer

2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten

con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los

comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer

1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426

junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten

usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un

atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra

considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de

estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera

parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden

destacarse el Contra Academicos y el De magistro104

104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende

189

Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se

derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En

primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se

estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras

ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi

(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv

II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino

llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos

cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido

configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos

posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la

retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor

138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo

tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la

distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro

primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan

propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica

claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano

Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la

definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica

(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que

la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)

190

hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia

scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo

no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de

Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de

indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La

palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del

lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten

de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de

una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta

es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un

ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se

comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda

significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar

central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le

permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento

en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz

del precepto de la caritas

Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten

fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los

signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la

utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)

191

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

que concierne a las palabras metafoacutericas translata

En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio

Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a

las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura

Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea

concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede

apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del

De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten

latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la

mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se

192

pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello

que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente

acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del

libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con

la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en

la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma

que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la

identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del

conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten

(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se

lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo

con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en

la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las

principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la

siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros

del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la

apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una

mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente

apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de

los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra

y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten

por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a

favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los

libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la

idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba

demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo

de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426

La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso

debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo

largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del

193

396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute

resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti

(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina

christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel

al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que

concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten

luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos

y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de

esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la

dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)

representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten

con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento

de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)

que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina

christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a

la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad

Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis

sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida

a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona

En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma

Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)

A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel

(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual

habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los

194

primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido

por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del

compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le

planteaban

Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y

terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto

es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas

fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe

entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la

comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando

elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La

pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina

christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra

Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que

desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle

inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este

sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes

filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la

articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter

ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera

exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe

resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por

recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario

compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina

christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en

sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas

107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)

195

de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a

manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum

habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con

su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en

consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana

enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en

muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido

puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes

por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final

de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la

comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que

podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)

En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena

anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico

De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en

un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare

las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten

platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal

cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una

afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de

elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee

deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de

que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl

1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a

las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten

Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el

proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que

Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una

de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La

verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la

196

creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que

en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De

doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten

de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la

Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo

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400) Leiden Brill

Woolf R (2015) Cicero The Philosophy of a Roman Sceptic Nueva York

Routledge

Page 3: Quidam Cicero: la influencia de Cicerón en el pensamiento ...

7 de diciembre de 2017 Profesor Diego Antonio Pineda Rivera Decano Facultad de Filosofiacutea Apreciado Sentildeor Decano Reciba un cordial saludo Es para miacute muy grato hacer presentacioacuten a la Facultad de la tesis titulada ―Quidam Cicero la influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten con el que la alumna Biviana Unger Parra cumple su compromiso fundamental en el programa de Doctorado en Filosofiacutea El estudio de Biviana del pensamiento de Agustiacuten es una labor que ya se remonta a maacutes de una deacutecada habiendo formado parte de ello sus trabajos de pregrado y maestriacutea diversos artiacuteculos en revistas indexadas y varias estancias de investigacioacuten en Italia la uacuteltima de ellas durante el primer semestre de este antildeo con el reconocido profesor de la Universidad de Padua Giovanni Catapano Como resultado de sus intensas investigaciones agustinianas Biviana pudo constatar la situacioacuten paradoacutejica en la que se encuentra el estudio de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Nadie niega por supuesto la presencia ciceroniana en el corpus agustiniano a cuya constatacioacuten se dedican las importantes contribuciones de Testard y de Hagendahl que ya tienen cincuenta antildeos de haber sido publicadas pero se echa de menos un estudio teoacuterico fuerte que deacute cuenta en los oacuterdenes formal y temaacutetico de la influencia del Arpinate en el Hiponense Junto con algunos estudios recientes la presente investigacioacuten quiere prestar su propia contribucioacuten en esta descuidada aacuterea de los estudios agustinianos Para ello la autora delinea con todo cuidado su propia comprensioacuten del pensamiento de los dos autores y dentro de este marco ofrece una interpretacioacuten rigurosa apropiada y tambieacuten novedosa del significado de la presencia de Ciceroacuten en Agustiacuten Por motivos evidentes de economiacutea acadeacutemica el estudio ha tenido que referirse a aquellas obras iniciales y constitutivas del pensamiento de Agustiacuten los Diaacutelogos de Casiciaco incluidos los Soliloquios La doctrina cristiana y las Confesiones Esta investigacioacuten es el resultado de este compromiso interpretativo Sus resultados son fundamentales y abren prometedoras viacuteas de indagacioacuten para el corpus agustiniano Como su Director siento un legiacutetimo orgullo en presentar a la comunidad acadeacutemica este trabajo claro completo y estimulante sobre el pensamiento siempre actual de Agustiacuten de Hipona Atentamente Alfonso Floacuterez Profesor Titular

AGRADECIMIENTOS

A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en

estos felices antildeos de estudios agustinianos

A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y

comprensioacuten

A mi esposo por su amor y simpatiacutea

A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo

ABREVIATURAS

En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas

Obras de Agustiacuten

Epistulae ep

Confessiones conf

Contra Academicos cAcad

De catechizandis rudibus cat Rud

De beata vita bvita

De civitate Dei civDei

De dialectica Dial

De doctrina christiana Docchr

De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl

De magistro mag

De ordine ord

De Trinitate Trin

Retractationes retr

Soliloquia sol

Otras obras claacutesicas

Ciceroacuten

Academici libri Acad

Brutus Brut

De inventione Inv

De divinatione Div

De fato Fat

De finibus bonorum et malorum Fin

De Natura Deorum ND De oratore de Orat

De officiis off

De Republica Rep

Disputationes Tusculanae Tusc

Orator Orat

Topica Top

Quintiliano

Institutio oratoria Inst

Ambrosio

De Officiis De Off

Ticonio

Liber regularum Lr

Dioacutegenes Laercio

Vitae philosophorum DL

TABLA DE CONTENIDO

Paacuteg

INTRODUCCIOacuteN 13

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la

recepcioacuten del Liber regularum 131

12

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175

CONCLUSIONES 183

BIBLIOGRAFIacuteA 197

INTRODUCCIOacuteN

La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo

de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica

que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses

filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten

con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el

recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada

con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas

de la Antiguumledad

En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados

como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten

del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el

conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar

fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten

agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de

componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de

la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este

proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y

la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se

escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea

Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe

anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida

1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)

14

Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un

listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado

cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo

terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron

las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo

que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse

como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo

Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en

el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el

papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten

determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas

resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se

destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3

En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un

estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo

sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura

occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de

manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de

este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su

aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este

vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar

especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus

ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten

algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para

examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la

identificacioacuten de temas o herramientas comunes

2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas

15

En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014

Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico

de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea

gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de

Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes

importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea

En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han

caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan

brevemente a continuacioacuten

El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten

e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera

evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por

uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta

idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical

en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de

un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto

creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro

de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se

afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio

(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en

cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una

clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus

antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que

vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era

el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos

(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre

las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo

en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue

defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los

cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e

16

irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown

1967 Flasch 1994)

La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una

prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del

pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro

Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a

diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo

del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten

escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina

Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la

obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de

Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe

entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute

se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso

programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su

pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De

diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea

platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores

al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria

doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri

considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras

agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un

Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda

sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro

La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias

i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea

ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos

iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y

iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento

de Agustiacuten

17

En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison

Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no

es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre

filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer

Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la

gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual

es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia

estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o

punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la

conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad

Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de

Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo

pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea

sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las

reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo

que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en

la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el

neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan

ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se

afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de

otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)

La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto

por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones

i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea

ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales

iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y

iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el

pensamiento de Agustiacuten

18

El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la

influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente

y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras

de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La

pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los

dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera

superficial

En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de

referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de

Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un

importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas

las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los

diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De

Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the

Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius

las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no

siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios

fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the

Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la

tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los

diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera

recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006

Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten

(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten

entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la

razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten

Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo

de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate

en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se

limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin

19

profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica

(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un

pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico

y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015

Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de

la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor

recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace

un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes

La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es

innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha

influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda

del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad

de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la

composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la

escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta

antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate

no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud

sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten

agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina

Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han

llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl

1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de

motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De

beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten

de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es

una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos

temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el

caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se

encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator

20

Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos

filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras

concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no

soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de

referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y

estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo

Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero

propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos

de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten

las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que

escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas

fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica

En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten

del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se

completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la

comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras

grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten

permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante

tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten

en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute

sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento

agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri

2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la

obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del

De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra

agustiniana

Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en

consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en

la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la

retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre

21

el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a

la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a

concluir despueacutes esta obra

Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus

Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-

44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en

cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron

de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y

bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten

Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en

la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et

Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con

introduccioacuten y notas completas y precisas

En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista

se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la

autora

22

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN

Introduccioacuten

La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las

Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius

obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El

pasaje en cuestioacuten reza asiacute

Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea

iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)

En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro

con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico

Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el

momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso

24

a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido

ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes

plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se

situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten

el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y

no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten

conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de

Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda

de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en

la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las

cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter

exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no

conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar

en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal

del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y

conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo

retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en

contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica

(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como

necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el

Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en

clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria

debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su

auditorio

Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou

1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues

Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un

sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que

dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino

tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una

25

caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por

otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis

en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato

del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo

al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de

un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre

las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana

es fundamental

Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el

Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo

por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel

mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir

al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que

interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse

su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum

acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en

cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del

encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le

produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum

Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)

Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la

apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de

las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius

fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica

perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se

manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio

26

El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute

lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea

de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se

ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri

gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la

disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del

Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que

cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la

de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles

fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas

de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de

maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus

joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de

su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras

dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras

escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la

misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro

intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de

llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la

filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea

acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes

la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los

libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En

este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues

cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el

joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es

Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento

de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos

tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio

27

retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el

que se define el error (I24)

Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de

Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de

estudio y de lectura

[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)

Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a

C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas

disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos

el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se

constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como

Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6

En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito

escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de

Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida

causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea

las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las

desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones

del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras

como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones

directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)

28

civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar

cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para

exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)

De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e

intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de

madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar

que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la

lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes

de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y

dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4

IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la

pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta

para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten

de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)

Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino

conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que

Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio

asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones

con las siguientes palabras

[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)

El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten

acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al

servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela

iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta

el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal

29

platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para

reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto

modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea

determinado su proceso de formacioacuten7

En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco

en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los

sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los

Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos

se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones

relatan esta lectura con las siguientes palabras

iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)

Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera

la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8

En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino

un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su

aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en

el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el

siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario

entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las

7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)

30

Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio

durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el

grupo de fieles se hallaba Moacutenica

la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)

En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el

acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues

recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que

Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la

predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica

del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue

cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad

una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea

alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute

a este encuentro

advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)

Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas

equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento

permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son

el primer fruto

De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos

una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y

la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su

31

pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura

de Cristo

La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric

(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una

cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea

se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del

desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y

pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en

Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que

circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los

textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten

Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes

extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo

11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad

En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano

encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la

preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y

Trigecio a propoacutesito de los que se afirma

al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)

Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo

modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea

tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos

9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)

32

que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental

tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual

permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la

refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al

conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario

dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios

sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)

El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este

diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus

lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la

verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas

que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en

comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual

inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un

campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida

de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible

encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de

la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean

estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del

mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la

fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error

maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean

surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de

las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no

compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente

evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual

se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra

10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)

33

Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este

interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De

Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta

Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso

de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se

retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras

obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter

propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas

La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer

libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el

segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora

II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a

cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro

como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero

dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra

La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su

intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo

intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como

bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el

contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de

las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede

establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y

las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa

de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a

su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las

propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante

gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y

11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente

34

sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica

de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud

anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la

posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica

de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la

posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse

presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la

Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un

escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una

vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente

declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum

debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)

Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante

de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas

liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las

nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean

sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y

en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este

tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que

Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)

La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone

su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje

35

que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los

estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos

dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la

copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno

de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma

Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)

En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de

escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que

Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la

verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura

del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo

Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en

cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte

motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que

conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces

iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo

iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra

Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy

controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena

tener en cuenta la Carta a Hermogeniano

Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si

12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)

36

no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)

Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta

al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del

platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al

epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida

para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de

ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta

hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer

lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta

filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la

narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido

logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la

investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el

materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo

falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo

y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un

periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo

Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)

37

Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente

al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento

propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos

de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que

se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un

momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se

relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito

En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo

probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo

estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o

actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra

Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la

verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un

principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que

unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas

cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no

es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la

posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia

frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la

parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a

Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al

respecto

Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)

La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo

no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite

comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los

38

grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda

que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un

Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a

defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad

III2045)

iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus

argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse

que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los

diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar

cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este

sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas

posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo

mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten

con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde

entenderse desde este punto de vista

Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)

Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el

elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten

y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la

filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo

acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista

pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en

este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido

victorioso

39

12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico

Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la

buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender

no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del

proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad

que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual

Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo

permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea

Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a

sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica

De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem

para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual

valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por

estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos

sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro

y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor

pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no

pueden ser muy extensas

Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para

defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro

Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten

opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio

mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven

Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos

respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede

ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que

14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)

40

ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la

conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla

contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en

cuanto estrategia antidogmaacutetica

El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)

Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono

muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones

Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)

La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el

Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos

esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem

Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los

discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir

de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la

razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la

argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que

concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en

la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y

Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las

afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

41

No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)

Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario

tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y

respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad

apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este

recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra

Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el

hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el

conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha

verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto

su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las

etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse

En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel

de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la

intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas

en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone

fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su

concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda

cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos

concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca

del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes

15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco

42

121 iquestQuieacuten es el sabio

En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la

estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se

presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio

con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues

la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la

verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten

todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)

Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que

Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe

entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del

dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los

estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten

de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo

filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del

sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la

oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de

sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre

Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten

sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues

si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su

veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten

toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este

punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se

demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un

16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten

43

academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la

temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas

122 Platonis schola del tribunal a la escuela

La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes

extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El

cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten

Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)

El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que

tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que

buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la

sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter

exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones

de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se

puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman

Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el

adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los

estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio

a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz

de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como

conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter

exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental

confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos

estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera

del pensamiento de Platoacuten

17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)

44

El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar

que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma

Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de

alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se

admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse

de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa

Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia

porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute

hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o

pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y

realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso

luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)

Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de

verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de

verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de

proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier

persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el

sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea

pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten

de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el

segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo

resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes

emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta

referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el

probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis

agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a

abandonar la filosofiacutea acadeacutemica

18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)

45

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)

En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la

reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que

ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una

norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica

Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo

verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la

probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con

la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los

Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una

respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de

Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al

menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la

acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la

habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a

la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud

―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas

Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica

me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)

Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede

concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la

imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en

este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia

confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue

iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)

46

Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este

punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia

platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha

escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la

comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con

Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute

presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)

Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)

La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que

caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como

condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata

vita se reitera en las siguientes liacuteneas

Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)

47

El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que

Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos

neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente

verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que

involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos

estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente

moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos

de Casiciaco

La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no

soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten

sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del

cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas

La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes

liacuteneas

Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera

No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)

iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente

verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y

dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se

aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a

Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las

48

verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de

dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia

fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los

Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador

de esta escuela

Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del

paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina

de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al

Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la

verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano

afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la

llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo

una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria

celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)

Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error

el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a

las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en

cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como

el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y

perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del

error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la

verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las

ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos

mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su

comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los

platonicorum libri

En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al

camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el

periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como

resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el

49

escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el

camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de

los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras

palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como

la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma

Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las

Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera

1 Materialismo maniqueo (V610)

2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)

3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)

4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)

5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)

Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra

Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten

de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri

no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de

las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse

seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una

superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular

Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)

Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de

partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos

fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras

ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute

50

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las

Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el

hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de

haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino

mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho

recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto

conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le

ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su

produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano

13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz

Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco

Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos

entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las

Retractationum donde leemos

El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)

La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del

mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace

referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un

artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida

entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el

que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten

51

cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya

enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento

maduro de Agustiacuten

De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe

en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos

literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si

el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas

acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la

apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a

la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra

Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible

afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas

fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a

saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien

En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius

en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La

disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos

en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea

como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar

el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son

acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar

olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya

sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute

exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su

resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la

nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En

este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que

narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No

sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como

ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de

52

estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este

caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se

tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten

que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad

iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el

encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha

de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un

caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la

accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de

Agustiacuten

Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)

La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer

encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final

de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de

las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito

interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten

Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me

53

deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)

Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre

algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como

en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como

guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter

tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad

131 El alma y su alimento

Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a

sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la

felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza

ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea

los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este

argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el

colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo

que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que

bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que

trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos

axioloacutegicos

La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable

Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre

sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser

54

la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues

tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de

perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el

hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede

saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo

(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le

permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien

supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)

llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que

Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma

que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la

miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad

Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta

evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute

en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios

iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los

comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro

que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios

es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios

el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro

Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento

deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece

a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los

acadeacutemicos

El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser

feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero

fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido

a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan

delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo

Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar

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de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en

contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee

lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este

interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante

Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De

beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar

la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar

fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes

que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la

intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la

dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que

dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y

que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo

Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los

comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a

Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica

formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato

requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu

impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido

se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los

sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda

acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un

alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre

feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado

Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre

feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del

pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual

no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y

cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada

el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento

56

una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la

posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es

propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que

tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya

habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio

llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha

conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel

que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en

consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y

determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble

significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es

esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se

identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la

buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)

Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre

Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador

La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo

de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su

Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del

diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la

buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario

buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda

sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder

de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen

de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a

recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado

por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra

anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino

fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma

purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten

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entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el

virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso

monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante

Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es

caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad

presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es

aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso

a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser

del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme

Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene

que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del

primer diacutea de investigacioacuten

mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)

Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado

en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un

sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten

entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la

virtud como elemento regulador

No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del

diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea

de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz

Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen

necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con

los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta

situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades

amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues

comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de

58

perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que

quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y

toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando

requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana

pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte

aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus

acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las

acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se

dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El

sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor

palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de

opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el

concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el

Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos

Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)

Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia

de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda

de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a

que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida

del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la

abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el

punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por

esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el

concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en

la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del

59

aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse

maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por

las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son

buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee

pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de

este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del

diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer

a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se

logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la

sabiduriacutea Agustiacuten concluye

iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)

El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en

cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la

Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y

caridad

La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras

que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la

fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)

que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de

manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la

lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la

que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo

tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino

que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute

podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)

60

para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros

diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una

relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De

esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de

establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema

que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de

plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la

investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres

y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su

forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio

esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con

claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este

motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo

ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las

dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento

de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico

ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho

orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a

comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino

debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con

aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace

alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo

intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las

cosas mismas

Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos

problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen

ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor

algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual

de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una

clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los

61

diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en

cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la

caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes

cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la

felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se

manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador

14 De ordine el camino hacia el encuentro

141 Schola nostra

En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas

que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final

de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se

plantea de la siguiente manera

Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)

La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia

del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la

Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El

mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por

Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura

deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende

la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las

consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su

vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de

partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz

pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco

62

instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a

concebir el orden y la armoniacutea del universo

En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine

constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la

fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse

esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse

conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta

entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho

ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos

podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se

involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de

su maestro Interior

La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que

Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la

naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido

del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un

insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que

todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los

inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de

la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la

cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto

con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de

su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la

dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma

con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la

verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida

Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten

que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece

la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita

muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera

63

en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la

buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la

investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al

maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto

―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto

no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico

como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud

fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la

verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a

lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro

en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como

compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del

puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con

Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre

los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a

consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la

verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista

Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una

interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de

proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser

valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la

aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven

estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde

No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel

19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)

64

a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)

Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo

los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las

discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten

La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que

involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la

buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de

los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural

disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los

habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la

administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los

cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras

en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes

entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te

han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius

compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se

articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la

autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los

diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la

verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale

la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe

considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten

que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las

caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa

que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de

manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y

su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de

verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana

65

142 Las artes liberales y el orden moral

En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo

cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden

divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y

toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas

para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos

momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo

a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a

abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente

capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una

investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se

dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se

dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable

Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es

razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a

su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse

con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad

de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una

vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios

para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la

comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la

multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo

y los nuacutemeros

A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto

es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las

palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La

dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el

meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su

valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos

66

(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del

cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario

recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad

por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica

instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda

demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten

maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)

afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la

mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p

29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada

en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a

la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden

acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de

manera independiente

Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer

contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos

en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los

nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay

nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La

combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que

soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que

toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de

la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por

su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen

la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos

relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la

uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se

puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa

admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea

67

Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el

nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten

necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes

liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute

creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute

dispuesta

primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)

Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en

este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute

disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera

desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto

es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a

su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no

puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de

caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no

como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de

dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al

abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita

y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del

mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la

preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los

diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es

necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel

a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la

formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene

una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como

68

oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la

obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra

no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la

juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo

un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto

de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz

No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido

luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la

formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la

sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato

representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado

las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los

preceptos que deben seguir

Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)

Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De

officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las

que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que

por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a

los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)

En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan

pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia

con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como

69

una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos

los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten

ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para

alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un

ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el

resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se

ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de

dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a

su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico

Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes

del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el

acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las

cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden

de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de

Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para

beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el

texto pudiera ser de utilidad

Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las

siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo

por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten

corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en

Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la

filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia

Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del

conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la

naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la

20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)

70

escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria

constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten

entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la

unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de

lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el

discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes

elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos

cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute

en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones

y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea

misma y se expresa en los siguientes teacuterminos

Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)

Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma

y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y

sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute

consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo

que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su

superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las

proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada

tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy

definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal

(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades

absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no

ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma

descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe

71

de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la

unidad de lo superior

En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a

saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la

razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las

pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los

Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse

como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a

Dios

Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)

Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la

Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las

cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se

entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas

las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la

propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se

da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se

plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como

clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco

sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como

conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas

consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las

siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma

bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a

la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema

tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe

comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo

72

razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la

belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio

orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la

virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la

que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo

encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos

caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten

agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por

completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para

concluir el diaacutelogo

verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)

La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en

la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la

atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que

ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece

entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la

pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara

expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)

representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo

Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales

han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como

la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984

73

Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como

hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental

15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21

El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las

reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y

soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de

una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-

filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones

agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender

aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un

momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute

[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)

La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la

investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito

expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un

ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de

aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la

conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales

Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y

su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a

Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene

un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra

21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)

74

algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y

estructura (Fleming 1984 p 61)

Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma

el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que

pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten

Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)

Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por

el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por

los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por

dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la

memoria en el conocimiento

Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda

de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea

expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida

en el camino hacia la verdad

Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los

temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y

la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente

declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de

inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se

trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto

como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de

Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento

en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de

inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)

75

para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel

que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute

pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y

limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea

establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra

a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc

IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el

alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza

y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria

para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para

poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del

cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de

prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como

una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la

decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en

consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres

queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en

segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal

y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado

mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo

hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que

se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino

que se remonta a la lectura del Hortensius

No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)

24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre

76

Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una

actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y

que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia

la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al

maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las

riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la

escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente

a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma

que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro

a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la

ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo

El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el

objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las

pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea

entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea

Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su

constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que

el cuerpo

De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)

La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal

es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con

seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso

conocido por Agustiacuten

25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros

77

Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo

se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se

afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este

mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la

Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada

alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es

necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este

ejercicio

Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)

La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede

considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual

Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea

platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la

atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten

platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia

versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos

visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten

del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro

Ambrosio

El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se

trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la

verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo

26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)

78

verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto

de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una

perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella

la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los

cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna

(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable

(XXIX71)

Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de

verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer

lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera

que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su

relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de

ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales

Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos

gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son

aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es

el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el

hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como

modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que

por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas

determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en

el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven

por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir

que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la

relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al

original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute

se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no

nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra

distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que

es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El

79

primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el

segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita

Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)

Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias

no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo

falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa

tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no

puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en

cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en

cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso

En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es

algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de

verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a

pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el

agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado

por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la

pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son

verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues

un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues

las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o

ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica

ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su

verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la

que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el

videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en

80

cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo

de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de

los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta

por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una

cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en

elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de

la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes

por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza

con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la

ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual

recoge un proyecto fundamental

La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea

ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre

intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas

aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta

como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser

de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de

falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes

artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su

esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende

es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que

aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las

faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el

caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de

Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que

estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas

falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a

saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de

27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras

81

ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea

falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos

coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de

las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer

real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la

proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten

misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es

esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad

depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual

consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes

Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las

cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La

disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de

indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes

―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las

demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)

La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene

que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma

Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que

contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a

la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica

Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se

identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten

es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se

halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad

que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este

problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten

a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino

maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la

verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le

82

habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad

Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por

lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este

punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute

limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera

verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del

cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que

se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto

de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas

Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)

iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten

aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella

distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan

deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su

incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los

cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades

con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras

La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia

intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el

nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La

imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las

figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente

inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras

geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea

las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es

uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la

83

imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo

del pensamiento (sol II2035)

Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas

con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas

pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no

buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca

maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los

productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es

incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de

imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste

en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer

tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden

trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el

centro

Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra

en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una

representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser

verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten

Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el

camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que

es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la

verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la

imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con

el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima

distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en

cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten

exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las

almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de

los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio

platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la

84

elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno

maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se

encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las

extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y

no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las

almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su

relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a

cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de

la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y

suficiente los dos temas fundamentales de la misma

quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)

Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero

carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al

precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante

en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se

reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se

mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius

(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de

los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y

la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia

en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura

y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el

28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento

85

hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del

De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la

posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y

monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de

Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de

los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la

embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea

en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los

pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia

Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)

Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho

natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten

estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten

defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla

en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la

justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de

repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la

existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute

pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la

ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido

provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida

seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este

interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido

como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central

86

de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la

tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p

172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un

fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse

dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de

Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en

los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y

determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo

para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le

da a su hijo Escipioacuten

[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)

Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten

ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el

principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el

alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe

ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el

contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus

deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde

por naturaleza

Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten

pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad

del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la

obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De

Republica

A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute

87

R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)

El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su

conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la

praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica

como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la

existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la

idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en

Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una

comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo

con la razoacuten

88

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA

Introduccioacuten

El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo

de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes

de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su

composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el

desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al

proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a

un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra

Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten

lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona

a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten

alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha

ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre

griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de

Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era

consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz

de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten

decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para

que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante

Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al

estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de

90

Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito

del encargo del obispo Agustiacuten afirma

Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)

Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de

prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos

que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo

como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da

a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado

―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente

me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi

hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El

segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y

en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada

por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y

juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese

maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta

dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven

profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue

designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten

sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten

por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes

91

obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes

por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su

posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a

Jeroacutenimo en la que se lee

Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)

La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en

formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son

el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La

primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los

resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y

cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y

explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una

parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco

y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales

del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las

verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un

papel fundamental30

Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del

teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la

tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)

anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe

29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)

92

entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal

intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de

este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico

del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se

afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera

has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria

laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se

emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se

recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta

en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten

tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash

praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane

(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea

pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como

―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito

de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las

teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema

educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten

la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes

profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan

dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas

herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos

frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una

interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos

elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las

Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su

composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se

31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)

93

enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de

continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos

momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con

obras tempranas y posteriores de Agustiacuten

Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la

composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura

insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis

acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como

―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las

causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina

christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la

vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum

propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para

Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores

compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que

permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a

la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea

preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la

composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede

recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de

Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista

Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la

impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de

Hipona

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)

Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia

ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca

94

de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que

eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y

tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que

Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por

considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si

esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las

reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De

consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra

epistolam Parmeniani

En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la

interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia

recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De

este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra

determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte

neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y

de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se

sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con

todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a

la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia

con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute

presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten

humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de

una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y

sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta

obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un

claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo

Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos

95

y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)

Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito

de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y

teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca

dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener

que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten

especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en

especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten

de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la

comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la

posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la

primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica

pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y

ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas

trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)

Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de

Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es

posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por

Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten

filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y

de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)

96

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es

necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la

doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se

debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da

justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad

Simplicianum y las Confessiones

Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo

cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los

teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son

el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico

como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda

de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En

dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes

filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor

recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute

en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge

continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos

En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten

los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la

relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en

ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones

de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni

doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la

comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en

cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que

determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos

coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra

incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten

97

21 El proacutelogo al De doctrina christiana

El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio

fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane

1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su

datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un

grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974

Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del

libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y

con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow

1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen

argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina

maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la

misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer

1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado

en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad

cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la

adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)

Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica

existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De

magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el

De doctrina christiana

Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero

es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el

manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta

del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)

33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el

98

Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la

cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la

importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos

ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual

del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De

magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en

particular en su relacioacuten con Ciceroacuten

En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la

terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash

pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del

uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de

modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta

como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro

romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse

a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo

afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de

opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no

entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no

seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos

expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas

humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la

intervencioacuten divina

Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra

Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio

de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el

libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en

ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los

que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma

cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)

99

Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35

La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la

visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que

cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)

El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de

Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un

ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una

tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de

Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la

iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede

prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las

ensentildean

Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda

de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus

conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido

cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta

razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)

100

la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la

ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra

Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre

tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el

caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la

Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste

Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que

recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)

Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las

disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico

relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la

comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de

detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la

mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea

negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes

adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra

permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el

proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con

el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como

mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)

De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la

actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se

encuentra

una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)

101

En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la

intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende

soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra

pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda

comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido

sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al

que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes

siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero

afirma que

asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)

El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura

del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara

que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente

convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta

22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica

La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de

encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se

ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten

es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender

Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver

con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues

asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para

despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados

hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo

37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo

102

tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la

realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como

fundamento una doctrina unitaria de la verdad38

El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa

pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende

aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que

no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y

demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas

palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear

Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)

Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39

por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una

distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de

cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las

que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la

vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar

es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado

38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)

103

(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por

otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A

propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia

precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que

ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica

con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el

amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten

escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor

del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un

summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos

podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in

Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces

entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero

concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre

mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del

hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto

alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando

el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo

El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)

En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue

necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello

que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta

por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre

amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en

las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu

corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos

se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este

pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros

104

de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor

hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo

como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo

amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios

Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia

Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se

considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo

cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten

ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco

normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale

la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a

Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que

el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)

La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia

el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico

pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el

siguiente pasaje

El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)

Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura

ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y

termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para

que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede

amar aquello en lo que no se cree

105

La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de

Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya

se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la

caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel

cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el

fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede

amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la

antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el

hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo

puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite

ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad

Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la

caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los

preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama

Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y

profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que

basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros

pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal

El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales

todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de

una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la

exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a

explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad

debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive

seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de

una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente

remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y

ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de

que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la

esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida

106

del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten

retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero

En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo

que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en

cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar

lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha

entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten

uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que

gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido

Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad

hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es

el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe

pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se

perfecciona en la vida eterna

pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)

De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el

horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto

la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten

existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate

donde se afirma que

si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)

107

23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica

Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio

de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y

con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado

Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)

Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva

implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica

relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el

estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la

que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real

1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo

de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero

se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el

signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto

el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo

que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento

Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y

la segunda que remite al pensamiento

41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)

108

En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)

Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten

de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la

voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo

tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y

numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten

general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del

lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten

Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido

fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los

signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre

que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es

caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en

la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo

por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo

que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a

que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras

que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo

destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera

del oiacutedo (mag IV39)

En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la

ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la

soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a

las cosas de faacutecil comprensioacuten

42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)

109

Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras

se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a

la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya

se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica

ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la

misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula

a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado

que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente

que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la

felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos

que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por

considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la

ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas

Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a

Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha

tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al

reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza

gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres

temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios

Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la

misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el

sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la

verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se

llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea

En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer

grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los

precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera

regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos

en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son

los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los

110

preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la

Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje

escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos

pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de

conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las

costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la

siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las

locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes

desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas

Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son

la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o

metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas

para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para

referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el

problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de

las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el

hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para

poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten

surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la

lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten

que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten

consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al

sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio

retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil

traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la

interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten

pertinente

44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina

111

Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos

propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este

interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos

figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a

vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el

conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la

Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan

de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de

las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en

virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico

En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben

despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el

cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de

identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone

una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por

Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el

campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello

dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la

cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia

sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten

de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las

45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)

112

costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta

observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la

responsabilidad moral

Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a

tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles

Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas

mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los

signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la

sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo

concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de

gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite

comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados

para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una

interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en

cuestioacuten se expone de la siguiente manera

Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)

Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio

se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas

fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en

113

sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse

entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la

actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a

propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de

la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan

trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma

nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de

enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores

cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que

Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el

pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo

entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p

91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores

cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes

paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)

que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio

en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las

cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del

precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este

pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos

acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo

como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la

certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por

una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del

mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una

condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se

inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el

uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se

47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)

114

configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute

propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para

justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que

justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento

de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo

del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y

eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)

En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina

disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis

(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y

resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr

II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del

funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia

―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la

foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el

crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la

presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica

tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido

instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello

que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que

existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas

48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)

115

reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)

La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta

interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica

y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los

hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la

retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta

la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros

dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo

dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la

que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo

para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la

hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la

interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre

dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria

determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de

Agustiacuten en general

No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la

clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que

conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que

busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje

del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua

sentildealando la sangre del cordero con el hisopo

esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar

116

continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)

Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio

hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor

dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de

la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa

todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el

texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues

es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para

subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una

interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis

que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo

anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de

la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los

signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero

No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)

Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de

la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras

propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer

lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe

verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma

liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a

ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe

enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los

problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro

anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo

117

Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)

La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada

con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que

en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de

significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse

al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la

afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten

hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es

posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto

Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta

expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta

la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para

la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina

Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que

somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la

comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento

fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y

mediador pues

en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)

El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de

puntuacioacuten es el siguiente

Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la

118

sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)

La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla

pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del

Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los

ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el

libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que

ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten

entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro

octavo de las Confessiones donde se lee

cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)

El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las

Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra

seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre

liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La

repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por

Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del

yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la

carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta

119

Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)

Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que

concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la

primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas

por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al

primer escaloacuten

Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una

perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo

del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum

signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos

(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a

la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr

II4162)

En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte

eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros

deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma

expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por

el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar

conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este

modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras

propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula

fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua

original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de

49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)

120

la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana

(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se

presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la

combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La

definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la

ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas

linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede

aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

121

que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el

tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la

letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu

vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en

sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y

spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se

retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su

uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se

dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues

esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende

entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten

de los judiacuteos con el signo

La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51

Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que

aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los

judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo

Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento

La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)

La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro

de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten

entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)

122

no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio

corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el

mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no

interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del

yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos

tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten

mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)

Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos

con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos

histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el

histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos

mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales

(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se

refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la

cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten

humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al

hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la

institucioacuten de los sacramentos

Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones

figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es

propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla

propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido

52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)

123

propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en

sentido figurado (Docchr III1014)

La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad

mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo

Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de

los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre

nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base

de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la

existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues

se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos

correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que

se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su

entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el

pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito

de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas

viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que

todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de

manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto

enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce

a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr

III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que

lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se

entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y

del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr

III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute

mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el

problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a

53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)

124

Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto

cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento

Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la

maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos

inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se

afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como

locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las

mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las

cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone

como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En

contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la

posicioacuten de sus adversarios expone la propia

ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)

Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten

sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin

embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que

hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por

Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que

debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de

justicia

Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la

125

manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)

La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)

y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta

como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la

maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es

injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se

afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella

que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno

aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la

naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma

tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma

(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el

tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y

no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de

ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector

para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que

seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica

Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado

en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De

republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei

en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las

nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica

en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega

en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los

argumentos paganos en contra del cristianismo

La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje

anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas

aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el

126

libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse

con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para

llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)

Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son

figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se

sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la

caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se

opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla

universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo

que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van

dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que

se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener

en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los

protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la

interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues

mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres

por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes

ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido

de la Escritura

Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero

compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena

detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del

libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro

tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las

reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en

cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en

―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que

se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de

exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas

127

necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa

los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile

dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer

los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean

usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a

determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general

cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten

que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la

utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el

cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones

(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que

para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza

violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en

modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la

retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de

este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la

comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que

durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la

obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos

espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que

el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio

54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)

128

se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de

los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la

Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en

muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de

ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y

decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso

de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis

de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y

hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras

de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la

argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en

el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de

motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de

exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone

un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al

lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia

vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la

pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que

seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la

justicia En el De officiis se afirma

Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)

El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio

expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser

un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y

129

santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel

mismo sino sobre alguien maacutes

Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De

doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la

Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un

ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos

que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos

interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale

la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la

destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la

semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera

Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)

En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a

un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura

retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma

palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en

cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es

siempre la misma

Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)

130

En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje

sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no

se vaya en contra de la regula fidei

En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo

ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos

de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la

Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un

momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios

aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto

claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que

determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un

interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la

estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se

retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido

para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas

interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe

llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre

los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la

composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de

estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas

de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas

hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el

tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas

(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos

o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr

III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr

III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la

57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que

131

utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe

entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las

reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las

diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las

reglas

24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum

Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de

la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los

estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en

teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones

doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales

(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten

estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre

las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de

la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y

profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de

este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute

anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual

el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las

razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una

concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del

investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)

132

De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri

que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la

ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro

Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este

autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico

de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una

teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que

hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana

Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la

interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se

centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten

de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide

con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)

Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que

mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que

Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del

mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la

redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del

libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la

interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues

cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)

133

Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los

aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten

de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas

deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas

perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad

de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la

composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que

durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al

no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una

interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas

(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le

pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con

las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana

un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)

En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de

las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o

incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de

proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En

58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)

134

consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las

reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que

no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados

por Dios

se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)

En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el

que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se

presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de

la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su

eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu

santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el

geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)

Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el

estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas

suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece

maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la

opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)

no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)

Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de

Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene

en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam

Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo

tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana

135

Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta

cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la

exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras

usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original

de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin

embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las

reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra

pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en

realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que

Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre

erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje

donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus

afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de

las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes

muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su

modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose

de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no

utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las

reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten

de las mismas

Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la

exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera

regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de

distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a

Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio

nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el

siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una

sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena

anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la

136

promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente

en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61

El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de

criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al

lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute

haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que

siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse

como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser

―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr

III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los

cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la

criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y

pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio

como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa

como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se

interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y

hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento

evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea

deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten

(Mt 330)

La tercera regla se presenta de la siguiente manera

trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten

61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)

137

maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)

Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra

las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era

posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la

unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no

compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por

Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la

gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres

ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera

regla en el Liber regularum

La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten

los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al

establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el

geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente

manera

la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)

La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que

se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que

continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la

62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)

138

exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la

Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia

La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con

la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la

Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los

nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la

parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un

determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando

uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63

mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se

recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel

evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la

parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute

estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es

a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar

un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos

nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se

ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)

La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el

inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado

de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el

uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza

Ticonio en el Liber regularum

el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)

63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)

139

Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como

como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute

pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato

para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el

presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los

pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal

que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico

(Pollmann 1996 p 207)

La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras

saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos

razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por

viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de

que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en

contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la

misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera

por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio

podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla

estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones

ticonianas (p 239)

En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya

planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426

concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena

detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten

todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)

Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el

argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los

140

signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la

comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la

redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en

la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes

tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la

obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos

formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y

comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que

han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la

interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la

vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti

1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa

distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la

pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra

En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los

antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la

relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la

propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a

Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos

El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)

De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En

primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten

se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia

141

difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de

Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un

lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para

referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del

donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en

contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al

problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la

controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos

primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben

entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana

Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de

las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para

pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse

como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta

retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del

aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)

64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana

142

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA

Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto

es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no

significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las

reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma

lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)

La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la

introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie

de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud

sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes

ciudadanos (I23)

Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten

establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser

usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la

consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no

pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella

es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el

caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya

que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas

(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que

144

sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para

defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)

La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del

libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto

en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario

puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene

que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente

conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales

se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo

anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el

aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que

Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro

propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la

imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede

sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo

divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana

se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo

afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)

Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten

ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer

lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta

no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar

Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu

discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no

aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)

Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del

estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y

escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que

determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que

se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues

145

como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer

momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de

los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro

tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir

un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso

Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de

hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha

establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)

La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la

retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador

sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la

relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De

oratore en los que se aborda esta cuestioacuten

he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)

Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos

Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)

iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito

de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten

entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente

sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la

146

elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro

cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano

anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que

es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una

clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un

momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia

La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra

estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los

primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la

filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute

maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana

Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale

la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el

orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65

se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta

En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear

dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala

que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios

y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)

Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en

caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto

por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es

ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos

las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven

para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)

El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia

oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el

65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el

147

De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore

es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten

demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar

las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los

officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la

primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres

uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La

definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala

Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la

encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se

pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes

deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente

debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos

relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan

los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67

Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)

Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)

No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos

pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y

reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)

afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana

orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)

148

en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl

(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo

principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una

presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la

composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)

Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han

llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten

dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido

asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica

llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)

Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar

detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la

segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana

31 Elocuencia cristiana

Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al

estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que

el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)

Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores

que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho

que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de

manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin

elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi

siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se

hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las

Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar

haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y

149

elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya

que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la

composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus

inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa

en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por

medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la

hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso

produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende

pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia

como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual

es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma

Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)

La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota

Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores

cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se

encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las

composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p

68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)

150

535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos

sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute

estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta

afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y

retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de

significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha

intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del

Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos

pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la

misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia

especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de

esta manera

en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)

En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada

seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como

se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina

ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran

distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten

entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya

presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la

filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la

70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)

151

comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad

de Dios (Catapano 2001 p 250)

Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano

pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las

Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que

la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la

elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado

sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto

Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como

fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator

(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y

reacutetor Absoluto (p 466)

Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el

momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo

nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)

En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten

gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74

las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de

modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de

sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir

tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas

de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa

la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos

72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno

152

de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les

hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)

Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la

Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los

profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los

impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a

Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio

―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para

que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la

manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la

variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso

excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes

importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace

referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento

de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues

se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A

propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma

no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)

Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en

los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra

divina discurso siempre eficaz de Dios

Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de

153

doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)

Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la

relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos

Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir

aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos

otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo

afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero

vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro

cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y

eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que

hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los

exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y

textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un

caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina

no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea

afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la

resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte

fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por

otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la

estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla

una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los

exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de

partida como ya se vio al signo por excelencia

La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se

desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de

la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica

de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica

154

como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto

puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la

retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura

en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello

El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)

Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el

sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato

(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que

la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)

En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y

el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes

oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen

una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su

conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la

mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas

no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A

continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen

cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara

inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera

El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)

El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el

siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las

palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable

negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)

155

El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los

vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a

expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional

retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75

En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en

puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho

puacuteblico y sus reacciones pues

suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76

El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere

a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es

claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino

pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en

el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el

puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque

ha sido comprendido

El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute

Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo

75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)

156

cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)

Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a

saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como

ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a

la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre

eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la

pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)

la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)

Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir

esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a

la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana

32 Docere delectare flectere

Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para

157

ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)

Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que

se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que

Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare

para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de

esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos

en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados

mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga

precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es

ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos

officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende

de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar

el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer

aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su

eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite

por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su

accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que

conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no

soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten

mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de

fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece

ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten

praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto

puede sostenerse con Pizzolato (1995) que

77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano

158

si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)

Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en

Milaacuten79

Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de

necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que

se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar

el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como

Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en

este punto Agustiacuten declara

iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)

Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear

un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia

afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti

1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya

habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea

que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la

79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)

159

reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana

En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador

cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la

sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe

causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute

determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a

este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han

sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la

interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe

y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado

por la sabiduriacutea pues

iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)

Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los

primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten

con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras

del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten

con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren

ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre

hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de

82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)

160

la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor

la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana

Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)

iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las

disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo

afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la

retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu

Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto

Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la

figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana

doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya

mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten

de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A

partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre

caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos

Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la

caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de

su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al

texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85

84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)

161

Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema

del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi

es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como

anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como

punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia

oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)

El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del

Orator se presenta de la siguiente manera

El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)

La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse

en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que

atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana

En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es

posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se

ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse

siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No

pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la

162

intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de

manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo

sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas

de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo

sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple

tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas

En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos

en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que

su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su

estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que

como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia

categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De

doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea

el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio

en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten

presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro

de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia

como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute

debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades

hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en

la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda

suscitar

Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se

recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el

primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son

pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la

presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son

figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las

oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los

cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se

163

presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el

objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato

de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical

Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)

En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las

Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo

moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo

usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten

Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)

Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente

relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)

seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este

motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido

poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo

aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma

iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)

86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)

164

Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con

fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los

argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-

11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los

ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten

Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera

natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su

lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a

colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la

esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades

Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que

pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y

ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores

cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la

predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las

han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso

del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina

cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo

La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e

importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del

orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten

En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual

se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave

pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la

exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado

Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay

ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas

87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento

165

praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un

cambio en el comportamiento

Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos

caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden

mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se

logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber

coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y

determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el

moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en

comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las

sombras de aquellas (Docchr IV2352)

Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe

tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca

que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo

sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo

el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado

Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr

un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su

comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les

enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de

manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y

moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este

orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en

cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los

tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de

la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar

y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al

puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo

reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar

con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo

166

moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su

mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una

cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten

cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues

se afirma que

nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)

La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la

comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe

en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88

tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de

la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la

necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la

comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)

Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se

recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia

y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que

Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)

La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute

expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que

Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor

88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)

167

de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de

cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en

el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus

acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene

Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)

Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)

A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la

pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las

ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del

ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores

retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las

costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes

ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de

conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la

caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)

En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De

ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten

entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano

asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la

retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una

referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en

168

sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En

este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la

caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de

la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la

vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha

visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe

deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de

la primera

Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don

de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del

auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el

orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten

Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)

En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica

entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute

tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el

conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues

eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos

estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las

mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad

169

que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la

que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido

instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual

es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de

la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados

sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la

doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de

la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina

christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten

ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en

Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que

desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el

De doctrina christiana

33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina

christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de

ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90

Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las

inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las

Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de

algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de

ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)

170

hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92

La explicacioacuten ofrecida reza asiacute

hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)

De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se

debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute

solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la

ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley

es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay

un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa

humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye

en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado

que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento

de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar

del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser

una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la

que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute

soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el

gusto que define al hombre espiritual

La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol

―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)

171

doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e

interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es

esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos

Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente

entre ambos En el De doctrina christiana se afirma

Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)

Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos

Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)

En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo

librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin

embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera

expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia

existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar

por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos

no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre

la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea

172

la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la

composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del

libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia

En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras

obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial

de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no

es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para

incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la

razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al

teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a

la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p

100)

Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes

problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una

postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los

textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la

eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo

principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los

meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues

―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de

otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a

la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse

respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de

Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la

gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso

admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)

afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que

93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)

173

en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)

La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)

constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues

como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de

modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento

recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la

relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las

categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el

trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la

gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo

en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a

las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de

los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se

dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel

es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que

antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]

no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe

por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta

pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la

justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no

dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que

justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede

afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea

aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe

Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien

94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)

174

(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)

El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten

entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten

del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta

que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de

los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del

Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt

2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del

evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos

Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)

Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta

permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el

uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina

pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica

de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las

siguientes conclusiones

1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten

por la cual su efecto effectus no depende del hombre

2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser

apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva

e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)

3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de

la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)

175

la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera

(Lettieri 2001 p 87)

Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea

entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el

esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad

Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas

interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en

el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que

no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse

retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del

De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las

cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del

episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida

en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los

meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad

filosoacutefica

34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana

En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro

del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del

orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la

Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se

afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es

decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la

predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como

―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia

96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)

176

experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de

terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual

le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del

meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura

La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe

caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De

doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica

(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo

y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una

reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina

con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo

en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)

El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas

para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de

manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente

al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532

conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)

A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica

ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina

Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)

Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de

97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)

177

partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del

Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana

Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)

Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se

configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten

sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana

dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99

Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad

Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues

Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la

manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina

christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble

dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe

afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es

irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que

98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten

178

en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)

No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten

del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En

el De gratia et libero arbitrio se afirma

pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)

Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De

doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado

con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima

no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el

conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria

En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre

officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia

oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de

retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas

que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la

manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se

100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)

179

afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a

cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute

como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra

parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer

lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en

evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los

profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la

eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena

detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya

que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo

un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del

oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la

retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto

manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la

distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se

habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la

eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en

cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la

persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la

propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse

ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una

funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se

aplica desde la subjetividad

A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena

tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede

entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe

perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a

traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que

Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo

medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la

180

persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El

esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla

presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto

del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se

exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados

justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues

fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)

En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes

apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a

los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes

exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo

medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare

Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)

Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan

estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y

siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de

artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi

affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo

181

Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)

Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso

de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos

mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa

es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la

cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio

ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es

reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De

doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de

Jesucristo (1Cor 117)

182

CONCLUSIONES

El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y

Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del

pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la

obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el

estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia

del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten

basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber

la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De

doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426

El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama

complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento

de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos

autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las

cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar

menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual

se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos

postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988

Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que

aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha

determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban

ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento

de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el

184

acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec

1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de

manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra

agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar

un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es

posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten

El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que

Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente

relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De

doctrina christiana en sus dos redacciones

En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un

malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a

Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo

Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten

imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan

estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es

una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al

arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los

diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el

profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina

sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana

En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de

Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela

neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo

resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta

imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el

Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que

el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten

185

(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un

proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la

siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la

relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece

elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la

tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos

intelectuales de la peniacutensula

El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos

diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de

temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la

armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)

rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que

la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de

Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los

temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer

la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo

se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido

la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de

todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la

pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su

reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos

establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina

cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se

afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en

la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso

102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss

186

que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden

alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio

Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea

del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se

esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de

madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente

filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado

importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la

Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una

continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior

desarrollo en el antildeo 397

En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo

y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus

agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran

―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la

filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el

punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su

propoacutesito con claridad

Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)

La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el

pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute

variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre

187

otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el

pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones

El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un

caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa

ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y

reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un

grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere

ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal

corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del

Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo

de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido

de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la

cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre

dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)

sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad

Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera

obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos

despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute

expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y

la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la

forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento

de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae

en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y

el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana

pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa

una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo

188

caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances

alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia

cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas

exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras

obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de

comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta

perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones

irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter

teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De

doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber

sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten

en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que

me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de

Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina

christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del

proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para

entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer

2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten

con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los

comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer

1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426

junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten

usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un

atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra

considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de

estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera

parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden

destacarse el Contra Academicos y el De magistro104

104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende

189

Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se

derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En

primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se

estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras

ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi

(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv

II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino

llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos

cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido

configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos

posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la

retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor

138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo

tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la

distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro

primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan

propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica

claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano

Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la

definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica

(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que

la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)

190

hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia

scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo

no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de

Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de

indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La

palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del

lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten

de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de

una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta

es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un

ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se

comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda

significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar

central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le

permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento

en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz

del precepto de la caritas

Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten

fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los

signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la

utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)

191

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

que concierne a las palabras metafoacutericas translata

En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio

Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a

las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura

Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea

concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede

apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del

De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten

latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la

mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se

192

pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello

que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente

acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del

libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con

la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en

la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma

que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la

identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del

conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten

(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se

lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo

con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en

la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las

principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la

siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros

del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la

apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una

mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente

apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de

los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra

y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten

por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a

favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los

libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la

idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba

demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo

de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426

La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso

debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo

largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del

193

396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute

resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti

(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina

christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel

al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que

concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten

luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos

y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de

esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la

dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)

representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten

con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento

de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)

que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina

christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a

la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad

Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis

sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida

a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona

En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma

Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)

A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel

(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual

habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los

194

primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido

por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del

compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le

planteaban

Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y

terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto

es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas

fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe

entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la

comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando

elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La

pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina

christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra

Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que

desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle

inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este

sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes

filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la

articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter

ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera

exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe

resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por

recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario

compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina

christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en

sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas

107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)

195

de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a

manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum

habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con

su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en

consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana

enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en

muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido

puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes

por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final

de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la

comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que

podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)

En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena

anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico

De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en

un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare

las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten

platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal

cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una

afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de

elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee

deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de

que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl

1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a

las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten

Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el

proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que

Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una

de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La

verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la

196

creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que

en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De

doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten

de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la

Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo

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400) Leiden Brill

Woolf R (2015) Cicero The Philosophy of a Roman Sceptic Nueva York

Routledge

Page 4: Quidam Cicero: la influencia de Cicerón en el pensamiento ...

AGRADECIMIENTOS

A mi maestro y amigo Alfonso Floacuterez por su compantildeiacutea iluminadora y atenta en

estos felices antildeos de estudios agustinianos

A mi familia profesores y amigos por sus ensentildeanzas paciencia apoyo y

comprensioacuten

A mi esposo por su amor y simpatiacutea

A Dios por permitir que encontrara en la filosofiacutea el maacutes bello consuelo

ABREVIATURAS

En las notas se han utilizado las siguientes abreviaturas

Obras de Agustiacuten

Epistulae ep

Confessiones conf

Contra Academicos cAcad

De catechizandis rudibus cat Rud

De beata vita bvita

De civitate Dei civDei

De dialectica Dial

De doctrina christiana Docchr

De diversis quaestionibus ad Simplicianum Simpl

De magistro mag

De ordine ord

De Trinitate Trin

Retractationes retr

Soliloquia sol

Otras obras claacutesicas

Ciceroacuten

Academici libri Acad

Brutus Brut

De inventione Inv

De divinatione Div

De fato Fat

De finibus bonorum et malorum Fin

De Natura Deorum ND De oratore de Orat

De officiis off

De Republica Rep

Disputationes Tusculanae Tusc

Orator Orat

Topica Top

Quintiliano

Institutio oratoria Inst

Ambrosio

De Officiis De Off

Ticonio

Liber regularum Lr

Dioacutegenes Laercio

Vitae philosophorum DL

TABLA DE CONTENIDO

Paacuteg

INTRODUCCIOacuteN 13

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN 23 Introduccioacuten 23 11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad 31 12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico 39 121 iquestQuieacuten es el sabio 42 122 Platonis schola del tribunal a la escuela 43 13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz 50 131 El alma y su alimento 53 14 De ordine el camino hacia el encuentro 61 141 Schola nostra 61 142 Las artes liberales y el orden moral 65 15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia 73

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA 89 Introduccioacuten 89 21 El proacutelogo al De doctrina christiana 97 22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica 101 23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica 107 24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la

recepcioacuten del Liber regularum 131

12

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA 143 31 Elocuencia cristiana 148 32 Docere delectare flectere 156 33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

169 34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana 175

CONCLUSIONES 183

BIBLIOGRAFIacuteA 197

INTRODUCCIOacuteN

La inmensa obra agustiniana ha suscitado un intereacutes extraordinario a lo largo

de maacutes de quince siglos dejando como resultado una gran produccioacuten bibliograacutefica

que se ha desarrollado desde distintos puntos de vista corrientes e intereses

filosoacuteficos Para los historiadores de la filosofiacutea el estudio de la relacioacuten de Agustiacuten

con las fuentes claacutesicas ha representado un problema de difiacutecil abordaje pues el

recorrido vital e intelectual del autor se enmarca en una situacioacuten particular conectada

con la cuestioacuten del uso que la cultura cristiana debiacutea hacer de las fuentes filosoacuteficas

de la Antiguumledad

En los primeros escritos de Agustiacuten los diaacutelogos de Casiciaco considerados

como la clave de su pensamiento filosoacutefico emerge de manera constante la cuestioacuten

del lugar que deben ocupar las disciplinas provenientes de la cultura claacutesica en el

conjunto formativo cristiano1 En este contexto las artes liberales ocuparaacuten un lugar

fundamental en el proyecto intelectual de los primeros antildeos de produccioacuten

agustiniana No sorprende entonces que Agustiacuten se haya dado a la tarea de

componer unos libros sobre las disciplinas libri disciplinarum dedicado al estudio de

la gramaacutetica la retoacuterica la dialeacutectica la aritmeacutetica la geometriacutea y la muacutesica Este

proyecto no se llevoacute a teacutermino soacutelo se finalizaron los textos acerca de la gramaacutetica y

la dialeacutectica y se avanzoacute en aquel dedicado a la muacutesica del cual uacutenicamente se

escribieron los seis libros dedicados al ritmo pero no aquellos sobre la melodiacutea

Aunque se ignoran las razones por las cuales no se terminoacute este programa debe

anotarse que Agustiacuten se refiere a las disciplinas en varias obras a lo largo de su vida

1 Acerca de la apropiacioacuten agustiniana de las disciplinas procedentes de la cultura claacutesica veacutease (Shanzer 2009 pp 70-112)

14

Tanto en el De ordine (II1235) como en las Confessiones (IV1630) se ofrece un

listado en el que se enumeran las artes anteriormente enunciadas y que seraacute retomado

cuarenta antildeos despueacutes en las Retractationes donde se afirma que habiendo soacutelo

terminado el libro sobre la gramaacutetica y adelantado aquel sobre la muacutesica se iniciaron

las obras acerca de las otras disciplinas pero no se concluyeron2 Contrariamente a lo

que podriacutea pensarse el hecho de no haber concluido este proyecto no debe entenderse

como un rechazo a las disciplinas pues como se demostraraacute en el presente trabajo

Agustiacuten construiraacute el De doctrina christiana a partir de un modelo retoacuterico claacutesico en

el que gramaacutetica filosofiacutea y retoacuterica operan de manera indisoluble Justamente el

papel central que cumple la retoacuterica en el desarrollo del pensamiento de Agustiacuten

determinaraacute su relacioacuten con los autores claacutesicos latinos En este orden de ideas

resulta imposible desconocer la importancia de las fuentes claacutesicas entre las cuales se

destacan Ciceroacuten Terencio Salustio Varroacuten y Virgilio3

En el caso particular de Ciceroacuten existen varias razones para emprender un

estudio acerca de la relacioacuten entre eacuteste y Agustiacuten no soacutelo por el influjo que tuvo

sobre eacutel sino por la importancia que ambos tienen en la constitucioacuten de la cultura

occidental De modo un tanto sorprendente dicho estudio no ha sido emprendido de

manera exhaustiva y unitaria por los comentaristas pues las obras que se ocupan de

este tema (Testard 1958 Hagendahl 1967 Foley 1999) son fundamentales por su

aporte informativo pero no asumen un compromiso interpretativo La razoacuten de este

vaciacuteo estaacute relacionada con la vastedad de la obra de Agustiacuten y la dificultad de situar

especiacuteficamente el pensamiento filosoacutefico dentro del tambieacuten amplio corpus

ciceroniano Teniendo en cuenta lo anterior en la presente investigacioacuten se tomaraacuten

algunas opciones metodoloacutegicas que permitiraacuten ofrecer una perspectiva diferente para

examinar la relacioacuten entre los dos autores cuyo estudio tradicional se ha limitado a la

identificacioacuten de temas o herramientas comunes

2 Con relacioacuten a la cuestioacuten de la enumeracioacuten de las disciplinas en las distintas obras de Agustiacuten veacutease (Marrou 1948 pp 189 ss) 3 Al claacutesico de Hagendahl (1967) debe sumarse el estudio de Oroz Reta (1988) el cual ofrece un completo panorama acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y las fuentes claacutesicas latinas

15

En primer lugar se tendraacuten en cuenta estudios recientes (Mc Connell 2014

Woolf 2015 Altman 2016) en los que se busque revalorizar el contenido filosoacutefico

de los diaacutelogos ciceronianos y la estrecha relacioacuten existente entre retoacuterica y filosofiacutea

gracias a lo cual seraacute posible acceder a una nueva comprensioacuten del pensamiento de

Ciceroacuten que permita ademaacutes entender su influencia y recepcioacuten en uno de sus maacutes

importantes lectores de la Antiguumledad Tardiacutea

En segundo lugar se asumiraacute una posicioacuten frente a los debates que han

caracterizado la comprensioacuten del pensamiento de Agustiacuten los cuales se presentan

brevemente a continuacioacuten

El historicismo de finales del siglo XIX pone el eacutenfasis en la figura de Agustiacuten

e inaugura la tesis seguacuten la cual su pensamiento debe entenderse de manera

evolucionista a partir de una serie de conversiones maniqueiacutesmo platonismo y por

uacuteltimo cristianismo (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Seguacuten esta

idea la conversioacuten uacuteltima y definitiva al cristianismo implicariacutea una ruptura radical

en el pensamiento de Agustiacuten por lo que se habla de un primer Agustiacuten filoacutesofo y de

un segundo Agustiacuten cristiano que expresa por primera vez su pensamiento en cuanto

creyente en las Confessiones Esta posicioacuten obtuvo su maacutexima expresioacuten en el libro

de Prosper Alfaric (1918) Lrsquoeacutevolution intellectuelle de Saint Augustin en el cual se

afirma que en el 386 se da una conversioacuten al neoplatonismo y no al Evangelio

(Alfaric 1918 p399) y que soacutelo a partir del 397 es posible hablar de Agustiacuten en

cuanto cristiano En esta misma liacutenea Pierre Courcelle (1950) afirma que hay una

clara evolucioacuten en el pensamiento de Agustiacuten pero identifica a diferencia de sus

antecesores una conversioacuten neoplatoacutenica y a la vez cristiana ocurrida en el 386 que

vino causada por la influencia del ciacuterculo neoplatoacutenico milaneacutes del cual Ambrosio era

el representante emblemaacutetico (p 190) Para muchos criacuteticos contemporaacuteneos

(Mohrmann 1961 Catapano 2000) el aporte de Courcelle puso fin al debate sobre

las conversiones de Agustiacuten y la ruptura entre el filoacutesofo y el cristiano Sin embargo

en antildeos posteriores la interpretacioacuten basada en la evolucioacuten y las conversiones fue

defendida y asumida por importantes estudiosos como Peter Brown y Kurt Flasch los

cuales apoyan la idea de la existencia de dos modelos de pensamiento distinto e

16

irreconciliables correspondientes a la juventud y a la madurez de Agustiacuten (Brown

1967 Flasch 1994)

La monumental obra de Gaetano Lettieri Lrsquoaltro Agostino (2001) es una

prueba evidente de los alcances que dicho debate ha tenido en la interpretacioacuten del

pensamiento del Hiponense Para Lettieri es claro que hay una ruptura y habla de otro

Agustiacuten en cuanto identifica dos momentos irreconciliables entre siacute sin embargo a

diferencia de Alfaric y Courcelle considera que la escisioacuten no se da en el 397 antildeo

del inicio de la composicioacuten de las Confessiones sino en el 396 cuando Agustiacuten

escribe De diversis quaestionibus ad Simplicianum e interrumpe el De doctrina

Christiana En su estudio Lettieri hace un detallado anaacutelisis de la primera parte de la

obra interrumpida haciendo notar su cercaniacutea estiliacutestica y temaacutetica a los diaacutelogos de

Casiaciaco con la intencioacuten de mostrar que el De doctrina Christiana debe

entenderse como la culminacioacuten del proyecto filosoacutefico del joven Agustiacuten iquestPor queacute

se abandona este proyecto Seguacuten Lettieri Agustiacuten interrumpe el ambicioso

programa del De doctrina Christiana debido a una revolucioacuten decisiva en su

pensamiento la explicacioacuten de la doctrina de la gracia llevada a cabo en el De

diversis quaestionibus ad Simplicianum El comentarista sostiene que ―la teologiacutea

platonizante del primer bloque de la obra congruente con todos los escritos anteriores

al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a la nueva y revolucionaria

doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia con von Harnack Lettieri

considera que la doctrina de la gracia no estaacute presente en las primeras obras

agustinianas y que se debe distinguir entre un Agustiacuten humanista y platoacutenico y un

Agustiacuten traacutegico y anti-humanista sostenedor de una doctrina de la gracia y la caiacuteda

sobre la cual se basa todo su pensamiento teoloacutegico maduro

La adopcioacuten de este modelo interpretativo tiene las siguientes consecuencias

i Escisioacuten definitiva entre filosofiacutea y teologiacutea

ii marginacioacuten de los primeros escritos agustinianos

iii incomprensioacuten del proyecto dialogal de Agustiacuten y

iv preeminencia del neoplatonismo como fuente claacutesica del pensamiento

de Agustiacuten

17

En contra del modelo interpretativo imperante la obra de Carol Harrison

Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) resulta iluminadora Para Harrison no

es posible hablar de una ruptura en los teacuterminos usados por Brown o Lettieri entre

filosofiacutea y teologiacutea de la misma manera que no es posible identificar un primer

Agustiacuten filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la

gracia y de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison sostiene que en el

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea razoacuten por la cual

es necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador Se afirma entonces que la doctrina de la gracia

estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se debe hablar de crisis o

punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten se da justamente en el antildeo de la

conversioacuten y no en el de la composicioacuten del De diversis quaestionibus ad

Simplicianum y las Confessiones (Harrison 2006) Seguacuten esto el pensamiento de

Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo cual no excluye la idea de un desarrollo

pero siacute la de una ruptura radical en los teacuterminos que hasta el momento se habiacutea

sostenido De esto resulta que los diaacutelogos deben entenderse como el fruto de las

reflexiones de un pensador cristiano que elige el diaacutelogo filosoacutefico como vehiacuteculo

que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda de la verdad en

la que eacutel mismo estaacute involucrado como interlocutor En dicha buacutesqueda el

neoplatonismo y el pensamiento de Ciceroacuten funcionan como herramientas y aportan

ciertos elementos a los cuales recurre el autor A propoacutesito del neoplatonismo se

afirma que su influencia ha sido sobrevalorada causando asiacute el oscurecimiento de

otras influencias fundamentales como las de Platoacuten y Ciceroacuten (Harrison 2006 p 8)

La propuesta de Harrison inspirada en Madec y retomada hasta cierto punto

por Catapano (Catapano 2001) tiene las siguientes implicaciones

i conciliacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea

ii recuperacioacuten de los diaacutelogos como obras fundamentales

iii comprensioacuten del proyecto hermeneacuteutico agustiniano y

iv revaluacioacuten de la importancia de otras fuentes claacutesicas en el

pensamiento de Agustiacuten

18

El compromiso que se asumiraacute con esta propuesta permite entender la

influencia de Ciceroacuten en el pensamiento de Agustiacuten desde una perspectiva coherente

y unitaria y responder a cuestiones como la del recurso al pensador romano en obras

de madurez en particular en el uacuteltimo libro del De doctrina Christiana La

pertinencia de esta propuesta radica en que como ya se afirmoacute la relacioacuten entre los

dos autores se ha abordado desde un punto de vista meramente teacutecnico o de manera

superficial

En el inmenso universo de la bibliografiacutea agustiniana existe soacutelo un texto de

referencia acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten Se trata de la obra de

Testard Saint Augustin et Cicegraveron (1958) en la cual el acadeacutemico franceacutes realiza un

importante y exhaustivo trabajo de recopilacioacuten de referencias ciceronianas en todas

las obras de Agustiacuten lo cual permite constatar el caraacutecter ciceroniano no soacutelo de los

diaacutelogos sino de obras de otros periodos como el De doctrina Christiana y el De

Trinitate En la misma liacutenea de Testard Harald Hagendahl publicoacute Augustine and the

Latin Classics en 1967 En su investigacioacuten Hagendahl muestra coacutemo el Hortensius

las Tusculanae y el De natura deorum aparecen de manera recurrente aunque no

siempre expliacutecita en innumerables pasajes de la obra agustiniana Estos dos estudios

fueron retomados por Michael Foley en su artiacuteculo ―Cicero Augustine and the

Philosophical Roots of the Cassiciacum Dialogues (1999) en el cual se adelanta la

tesis seguacuten la cual los diaacutelogos de Casiciaco pueden entenderse como respuesta a los

diaacutelogos filosoacuteficos de Ciceroacuten Aunque estos tres autores son citados de manera

recurrente en la mayoriacutea de estudios dedicados a los diaacutelogos (Harrison 2006

Benelli 2010 Marchand 2013) o en las presentaciones generales de Agustiacuten

(Catapano 2010 Lancel 2002) no se ha abordado con exhaustividad la relacioacuten

entre Agustiacuten y Ciceroacuten asumiendo un claro compromiso hermeneacuteutico iquestCuaacutel es la

razoacuten por la cual los estudiosos no han dedicado suficiente atencioacuten a esta cuestioacuten

Uno de los motivos tiene que ver con el problema que suscita el pensamiento mismo

de Ciceroacuten pues la relevancia filosoacutefica de su obra ha sido objeto de un largo debate

en el que es posible identificar dos posiciones La primera considera que Ciceroacuten se

limita a presentar y recoger las ideas de diferentes escuelas filosoacuteficas sin

19

profundizar en ninguna de ellas asumiendo una posicioacuten entendida como ecleacutectica

(Narducci 1997 Gluumlcker 1988) La segunda en cambio ve en el Arpinate a un

pensador original que si bien se apropia de la tradicioacuten lleva a cabo un trabajo uacutenico

y novedoso que logra introducir a la filosofiacutea en el mundo romano (Woolf 2015

Altman 2016) El punto de quiebre en la discusioacuten se da gracias a la publicacioacuten de

la impresionante obra Cicero Academicus de Carlos Leacutevy (2001) en la que el autor

recorre toda la historia de la Nueva Academia y de sus principales exponentes y hace

un estudio exhaustivo de los diaacutelogos ciceronianos su estructura y sus fuentes

La presencia de Ciceroacuten en el desarrollo vital e intelectual de San Agustiacuten es

innegable por lo que entender las etapas los elementos y el caraacutecter de dicha

influencia resulta fundamental para acceder a una comprensioacuten unitaria y profunda

del pensamiento del Hiponense Asiacute a causa de la dificultad que presenta la vastedad

de la obra agustiniana me centrareacute en tres periodos distintos que corresponden a la

composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco (386) el inicio e interrupcioacuten de la

escritura del De doctrina Christiana (396) y la conclusioacuten de esta misma obra treinta

antildeos despueacutes (426) Este panorama permitiraacute entender que la influencia del Arpinate

no se limita a la asuncioacuten de temas o modelos retoacutericos en los diaacutelogos de juventud

sino que tambieacuten hace referencia a aspectos temaacuteticos durante toda la produccioacuten

agustiniana Tanto en los diaacutelogos de juventud como en las dos partes del De doctrina

Christiana la presencia de Ciceroacuten determina no soacutelo la forma sobre lo cual han

llamado la atencioacuten varios estudiosos (Marrou 1958 Testard 1958 Hagendahl

1967) sino el contenido pues se lleva a cabo una apropiacioacuten y recomprensioacuten de

motivos filosoacuteficos claacutesicos Asiacute podemos afirmar con Foley (Foley 1999) que el De

beata vita retoma y revisa algunas de las propuestas de Ciceroacuten en torno a la cuestioacuten

de la felicidad y la virtud en las Tusculanae Disputationes el Contra Academicos es

una clara respuesta a los Academici libri por uacuteltimo el De ordine recoge algunos

temas fundamentales desarrollados en el De natura deorum y en el De fato En el

caso del De doctrina Christiana se mostraraacute que las obras ciceronianas que se

encuentran a la base de su composicioacuten son el De oratore y el Orator

20

Sin embargo teniendo en cuenta el caraacutecter de la relacioacuten entre ambos

filoacutesofos no se debe caer en el error de simplificar este viacutenculo estableciendo meras

concordancias temaacuteticas entre los diaacutelogos pues considero que Ciceroacuten ofrece no

soacutelo motivos sino que se constituye en un modelo a seguir que se articula a partir de

referencias y alusiones concretas a un coacutedigo precedente en su caso platoacutenico y

estoico como se mostraraacute a lo largo del presente trabajo

Estas cuestiones se abordaraacuten en tres capiacutetulos En el capiacutetulo primero

propongo una interpretacioacuten de la influencia de Ciceroacuten en los tres primeros diaacutelogos

de Agustiacuten compuestos en el antildeo 386 en Casiciaco y en los Soliloquia Se mostraraacuten

las coincidencias biograacuteficas estiliacutesticas y temaacuteticas entre los dos autores que

escogen el diaacutelogo como geacutenero filosoacutefico privilegiado para abordar problemas

fundamentales de la tradicioacuten filosoacutefica

En el segundo capiacutetulo examinareacute el inicio de la composicioacuten y la suspensioacuten

del De doctrina Christiana que empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se

completariacutea sino luego de treinta antildeos lo que constituye un hito decisivo en la

comprensioacuten del desarrollo intelectual de Agustiacuten Se trata de una de las primeras

grandes obras agustinianas que gracias al caraacutecter particular de su composicioacuten

permite asistir al proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se desarrolla durante

tres decenios Un sector de la criacutetica ha considerado la interrupcioacuten de la composicioacuten

en teacuterminos de una fractura insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute

sostener la renombrada tesis acerca de las diferentes etapas del pensamiento

agustiniano conocidas como conversioneslsquo (Alfaric 1918 Courcelle 1950 Lettieri

2001) En contra de dicha opinioacuten mi intencioacuten es la de demostrar la unidad de la

obra a partir de la influencia de Ciceroacuten fundamental no soacutelo para la comprensioacuten del

De doctrina Christiana y la defensa de su coherencia sino de toda la obra

agustiniana

Por uacuteltimo y a la luz de las observaciones anteriores se tomaraacute en

consideracioacuten la conclusioacuten del De doctrina Christiana llevada a cabo en el 426 en

la cual con base en la importancia que Agustiacuten le concede a la disciplina de la

retoacuterica y en la reapropiacioacuten e interpretacioacuten del Orator se opera una siacutentesis entre

21

el pensador romano y la cultura cristiana Se busca asiacute ofrecer una nueva respuesta a

la pregunta multisecular acerca de queacute llevoacute a Agustiacuten a interrumpir primero y a

concluir despueacutes esta obra

Para todas las obras de Agustiacuten se consultaraacute la edicioacuten criacutetica del Corpus

Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL) vols12 25 28 33 34 36 40 41-

44 51-53 57 58 60 63 Para el caso de los diaacutelogos de Casiciaco se tendraacute en

cuenta la reciente edicioacuten criacutetica de Therese Fuhrer (2017) Todas las citas se tomaron

de la traduccioacuten espantildeola de la BAC pues se trata de una edicioacuten comentada y

bilinguumle que permite un trabajo de revisioacuten del texto original en latiacuten

Para las obras de Ciceroacuten se consultaraacuten las ediciones criacuteticas mencionadas en

la bibliografiacutea y las ediciones en espantildeol de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et

Romanorum Mexicana las cuales son de suma utilidad por ser bilinguumles y contar con

introduccioacuten y notas completas y precisas

En cuanto a la bibliografiacutea secundaria tantos libros como artiacuteculos de revista

se citaraacute en espantildeol dentro del cuerpo del texto siendo todas las traducciones de la

autora

22

1 LA INFLUENCIA DE CICEROacuteN EN LOS DIAacuteLOGOS DE CASICIACO DE AGUSTIacuteN

Introduccioacuten

La relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten suele centrarse en el famoso episodio de las

Confessiones en el que se recrea el encuentro que Agustiacuten tuvo con el Hortensius

obra compuesta seguacuten el modelo del protreacuteptico griego alrededor del 45 a C El

pasaje en cuestioacuten reza asiacute

Entre estos tales estudiaba yo entonces en tan flaca edad los libros de la elocuencia en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana Mas siguiendo el orden usado en la ensentildeanza de tales estudios llegueacute a un libro de un tal Ciceroacuten cuyo lenguaje casi todos admiran aunque no asiacute su fondo Este libro contiene una exhortacioacuten suya a la filosofiacutea y se llama el Hortensio Semejante libro cambioacute mis afectos y mudoacute hacia ti Sentildeor mis suacuteplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros De repente aparecioacute a mis ojos vil toda esperanza vana y con increiacuteble ardor de mi corazoacuten suspiraba por la inmortalidad de la sabiduriacutea y comenceacute a levantarme para volver a ti Porque no era para pulir el estilo mdashque es lo que pareciacutea debiacutea comprar yo con los dineros maternos en aquella edad de mis dieciocho antildeos haciendo dos que habiacutea muerto mi padremdash no era repito para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro ni era la elocucioacuten lo que a ella me incitaba sino lo que deciacutea

iexclCoacutemo ardiacutea Dios miacuteo coacutemo ardiacutea en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti sin que yo supiera lo que entonces tuacute obrabas en miacute Porque en ti estaacute la sabiduriacutea Y el amor a la sabiduriacutea tiene un nombre en griego que se dice filosofiacutea a la cual me encendiacutean aquellas paacuteginas (conf III47-8)

En primer lugar debe afirmarse que la situacioacuten cronoloacutegica del encuentro

con la primera obra filosoacutefica del reacutetor Ciceroacuten es precisamente un artificio retoacuterico

Si bien muchos especialistas (Pellegrino 1956 Tescari 1961) afirman que hasta el

momento esto es durante la formacioacuten en Madaura Agustiacuten soacutelo habiacutea tenido acceso

24

a las obras retoacutericas del Arpinate es muy difiacutecil sostener que no se hubiera tenido

ninguacuten tipo de contacto con la maacutes conocida de sus obras filosoacuteficas Resulta maacutes

plausible en cambio afirmar que en la construccioacuten literaria de las Confessiones se

situacutea el encuentro con la filosofiacutea seguacuten el modelo establecido por el mismo Ciceroacuten

el cual afirma (Brut 306) haberse acercado a la filosofiacutea desde muy temprana edad y

no haber nunca abandonado su estudio Sabemos que a los quince antildeos Ciceroacuten

conocioacute al epicuacutereo Fedro pero que fue el encuentro con el neoacadeacutemico Filoacuten de

Larisa ocurrido cuando teniacutea dieciocho antildeos el que definioacute su amor por la buacutesqueda

de la sabiduriacutea Dicha buacutesqueda determinaraacute su oficio de reacutetor y hallaraacute concrecioacuten en

la escritura de las obras filosoacuteficas compuestas entre el 46 a C y el 44 a C de las

cuales el Hortensius es la primera En este punto debe considerarse el caraacutecter

exhortativo del Hortensius sobre el cual Agustiacuten llama la atencioacuten Aunque no

conservamos la obra sabemos que la intencioacuten de Ciceroacuten en la misma era mostrar

en contra de la posicioacuten de Hortensio famoso orador y adversario suyo que el ideal

del orator consistiacutea en la perfecta sintoniacutea entre dignidad eacutetico-poliacutetica y

conocimiento filosoacutefico del cual dependiacutea la obtencioacuten de la felicidad De este modo

retoacuterica y filosofiacutea no estaacuten separadas sino que seguacuten las palabras de Ciceroacuten en

contra de Hortensio la dialeacutectica juega un papel fundamental en la retoacuterica

(Schlapbach 2006) Por este motivo el conocimiento filosoacutefico se presenta como

necesario e inevitable siguiendo la advertencia aristoteacutelica manifiesta en el

Protreacuteptico modelo a su vez de la obra de Ciceroacuten Para Hortensio en cambio en

clara consonancia con la tradicioacuten sofiacutestica griega la finalidad uacutenica de la oratoria

debiacutea limitarse a la persuasioacuten y no a la formacioacuten del ethos ni del orador ni de su

auditorio

Por uacuteltimo y sobre esto han llamado la atencioacuten varios especialistas (Marrou

1938 Pellegrino 1956) considerareacute la calificacioacuten que se le otorga a Ciceroacuten pues

Agustiacuten se refiere a su maestro como cuiusdam Cicero lo cual podriacutea tener un

sentido peyorativo En contra de esta idea Testard (1958) demuestra con claridad que

dicho adjetivo es usado en varias ocasiones no soacutelo con referencia a Ciceroacuten sino

tambieacuten respecto de otros autores y que su empleo no estaacute relacionado con una

25

caracterizacioacuten negativa sino que tiene una connotacioacuten de respeto o distancia Por

otra parte el contexto mismo tiene un caraacutecter entusiasta que quiere poner el eacutenfasis

en la funcioacuten exhortativa de la obra del Arpinate para darle fuerza retoacuterica al relato

del inicio de la buacutesqueda de la verdad Por esta razoacuten considero que el pasaje alusivo

al encuentro con el Hortensius es una construccioacuten literaria que quiere dar cuenta de

un nuevo modo de comprensioacuten y en este sentido debe entenderse la relacioacuten entre

las Confessiones y los diaacutelogos de Casiciaco en los cuales la influencia ciceroniana

es fundamental

Asiacute pues tenemos que en su narracioacuten literaria del encuentro con el

Hortensius Agustiacuten hace un ajuste de cuentas con la tradicioacuten filosoacutefica entendiendo

por esto la asuncioacuten y la referencia consciente a dos modelos que le permiten a eacutel

mismo inscribirse en dicha tradicioacuten Ademaacutes de ello la narracioacuten nos permite asistir

al ejercicio hermeneacuteutico llevado a cabo por el escritor de las Confessiones que

interpreta su encuentro juvenil con la filosofiacutea afirmando que de ella debiacutea admirarse

su fondo y no su forma La tensioacuten entre forma y contenido entre pulchrum y verum

acompantildearaacute a Agustiacuten toda su vida tanto en cuanto receptor de la filosofiacutea como en

cuanto maestro obispo y pensador No sorprende entonces que en su narracioacuten del

encuentro con el Hortensius afirme que las palabras contenidas en esa obra soacutelo le

produciacutean deleite haciendo impliacutecita la contraposicioacuten entre pulchrum y verum

Mas entonces mdashtuacute lo sabes bien luz de mi corazoacutenmdash como auacuten no conociacutea yo el consejo de tu Apoacutestol soacutelo me deleitaba en aquella exhortacioacuten que me excitaba encendiacutea e inflamaba con su palabra a amar buscar lograr retener y abrazar fuertemente no esta o aquella secta sino la Sabiduriacutea misma estuviese dondequiera (conf III48)

Aquella lectura se quedaba en el mero deleite de la forma pero tras la

apariencia de la belleza auacuten no se revelaba la verdad razoacuten por la cual la lectura de

las Escrituras que seguacuten la narracioacuten de las Confessiones le sucedioacute al Hortensius

fue un encuentro desafortunado y descorazonador El joven estudiante de retoacuterica

perdido auacuten en la voluptuosidad de la forma buscaba la sabiduriacutea con ansias pero se

manteniacutea todaviacutea en el aacutembito de la persuasio sin lograr dar el salto a la conversio

26

El camino hacia la sabiduriacutea que se inicia con la lectura del Hortensius estaraacute

lleno de obstaacuteculos y laberintos en uno de los cuales el maniqueiacutesmo Agustiacuten habriacutea

de permanecer perdido durante casi una deacutecada Pero una vez maacutes una lectura se

ofrece como luz y guiacutea se trata de los libros de los platoacutenicos platonicorum libri

gracias a los cuales se abandona el materialismo maniqueo y se encuentra la

disposicioacuten adecuada para tratar aquellos problemas que habiacutea suscitado la lectura del

Hortensius los cuales hallaraacuten concrecioacuten en Casiciaco Es importante anotar que

cuando la pequentildea comunidad de cristianos se alberga en la Brianza la intencioacuten es la

de dedicarse al estudio de la filosofiacutea y prepararse para recibir el bautismo iquestCuaacuteles

fueron las lecturas que acompantildearon dicha preparacioacuten y coacutemo transcurriacutean los diacuteas

de los habitantes de Casiciaco Teniendo en cuenta que Agustiacuten asume el rol de

maestro podemos pensar que eligioacute con particular atencioacuten las lecturas para sus

joacutevenes disciacutepulos aunque estos podiacutean tambieacuten dedicar su tiempo libre a temas de

su eleccioacuten como lo haraacute Licencio en su aficioacuten por la poesiacutea Seguacuten las palabras

dirigidas a Romaniano en el Contra Academicos el Hortensius es una de las obras

escogidas para la preparacioacuten intelectual y espiritual de los joacutevenes y los frutos de la

misma resultan abundantes (cAcad I4) La eleccioacuten del Hortensius tiene un claro

intereacutes propedeacuteutico que se halla en estrecha consonancia con la decisioacuten vital de

llevar una vida comunitaria dedicada al estudio y a la contemplacioacuten es decir a la

filosofiacutea entendida como forma de vida iquestA cuaacuteles otras obras de Ciceroacuten teniacutea

acceso la comunidad de Casiciaco A propoacutesito de esto resulta de particular intereacutes

la posicioacuten de Altman (2016) seguacuten la cual es posible avanzar una hipoacutetesis de los

libros conocidos por los participantes de los diaacutelogos seguacuten sus intervenciones En

este orden de ideas podriacutea afirmarse que Trigecio soacutelo conoce el Hortensius pues

cuando Licencio recurre a ideas presentes en el Academici para refutar su posicioacuten el

joven le responde que no reconoce esas palabras de Ciceroacuten y que no sabe quieacuten es

Carneacuteades (cAcad I37) Por otra parte Licencio demuestra un amplio conocimiento

de las doctrinas de los acadeacutemicos y en varias ocasiones cita de memoria fragmentos

tanto del Hortensius como del Academici en momentos cruciales del ejercicio

27

retoacuterico-filosoacutefico presente en el Contra Academicos por ejemplo en el pasaje en el

que se define el error (I24)

Otro autor claacutesico que ocupa un lugar preponderante en las jornadas de

Casiciaco es el poeta latino Virgilio4 al cual se dedicaba gran parte del tiempo de

estudio y de lectura

[hellip] y mirando por mi salud nada hice maacutes aquel diacutea soacutelo antes de la cena teniacutea costumbre de escuchar con ellos todos los diacuteas la lectura de medio volumen de Virgilio y era nuestra ocupacioacuten considerar el admirable modo de ser de las cosas (ord I826)

Desde la reforma educativa llevada a cabo por Cecilio Epirota en el antildeo 26 a

C Virgilio seraacute el modelo escogido para el estudio de la gramaacutetica en las escuelas

disposicioacuten que se manteniacutea intacta en tiempos de Agustiacuten El poeta es durante siglos

el siacutembolo de la cultura romana5 y la fuente principal de la misma por lo que se

constituye en ejemplo de composicioacuten y estilo influyendo asiacute en pensadores como

Seacuteneca San Jeroacutenimo y San Ambrosio entre otros6

En el caso de Agustiacuten el encuentro inicial con Virgilio se da en el aacutembito

escolar como parte de la formacioacuten en gramaacutetica llevada a cabo en la ciudad de

Madaura En las Confessiones (I1320) se relata coacutemo las historias de la Eneida

causaban un profundo sobrecogimiento en el aacutenimo del joven lector el cual preferiacutea

las letras latinas sobre las griegas Si bien el entusiasmo del estudiante que llora las

desgracias de Dido se iraacute atenuando los versos del poeta acompantildearaacuten las reflexiones

del filoacutesofo a lo largo de toda su vida Aunque es cierto que en las primeras obras

como en el caso de los diaacutelogos de Casiciaco encontramos innumerables alusiones

directas e indirectas al poeta noster en obras maduras como el De Trinitate y De 4 Acerca de la relacioacuten entre Agustiacuten y Virgilio veacutease la obra claacutesica Augustine and the Latin Classics (Hagendahl 1967) en la cual se hace un estudio detallado de la relacioacuten entre Agustiacuten y los claacutesicos latinos Tambieacuten resulta de gran utilidad el artiacuteculo de Oroz Reta (1963) 5 A propoacutesito del valor cultural de la Eneida McCarthy (2009) afirma que dicha obra ―representa una especie de testamento cultural que no soacutelo ejemplifica un estilo literario propio latinitas sino que perpetuacutea los ideales del imperium Los grammatici y rhetores que manteniacutean los estaacutendares de la elocuencia virgiliana (entre los cuales el joven Agustiacuten era una estrella en ascenso) teniacutean la importante funcioacuten poliacutetica de propagar los valores imperiales que Virgilio representaba (p 470) 6 Entre los estudios dedicados a la influencia de Virgilio en la literatura latina se destacan Vergil in the Works of S Ambrose (Diederich 1931) y Virgilio nel Medioevo (Comparetti 1986)

28

civitate dei se recurre a pasajes de la Eneida las Geoacutergicas y las Eacuteglogas para ilustrar

cuestiones fundamentales como el problema de la memoria (Trin XIV1114) y para

exponer temas relacionados con la historia y la cultura romanas (civDei II22)

De este modo vemos coacutemo Virgilio acompantildea y determina el camino vital e

intelectual de Agustiacuten desde su primer contacto con las letras hasta sus antildeos de

madurez En el caso del periodo de Casiciaco que aquiacute nos concierne cabe anotar

que tanto en el Contra Academicos como en el De ordine se hace mencioacuten de la

lectura de Virgilio a la cual se dedicaban con entusiasmo y placer todos los hueacutespedes

de Verecundo recurriendo a sus versos en repetidas ocasiones para enriquecer y

dirigir sus discusiones o amparar alguacuten punto bajo su autoridad (cAcad II4

IVI18 ord IV10 VIII26 XI34) Entre las diversas alusiones a Virgilio vale la

pena destacar el pasaje del Contra Academicos en el que Licencio recurre al poeta

para avanzar en el examen del problema central del diaacutelogo la cuestioacuten de definicioacuten

de la verdad y refutar la posicioacuten de su adversario Trigecio (I514)

Tenemos pues que los dos grandes modelos del pensamiento latino

conduciacutean las jornadas del grupo que se habiacutea instalado en la Brianza luego de que

Agustiacuten renunciara a su cargo de reacutetor en la ciudad imperial de Milaacuten Este episodio

asiacute como la intencioacuten de los hueacutespedes de Verecundo se narra en las Confessiones

con las siguientes palabras

[hellip] por fin llegoacute el diacutea en que debiacutea ser absuelto de hecho de la profesioacuten de retoacuterico de la que ya estaba suelto con el afecto y asiacute se hizo Tuacute sacaste mi lengua de donde habiacuteas ya sacado mi corazoacuten Y te bendeciacutea con gozo con todos los miacuteos camino de la quinta de Verecundo en donde queacute fue lo que hice en el terreno de las letras puestas ya a tu servicio pero auacuten respirando como en una pausa la soberbia de la escuela lo testifican los libros que discutiacute con los presentes y conmigo mismo a solas en tu presencia de lo que trateacute con Nebridio ausente claramente lo indican las cartas habidas con eacutel (IX67)

El testimonio de las Confessiones nos permite acceder al juicio de Agustiacuten

acerca de sus primeros diaacutelogos los cuales como eacutel mismo afirma estaban ya al

servicio de Dios aunque su estilo auacuten permaneciacutea fiel a los principios de la escuela

iquestA queacute principios se hace referencia Como queda claro por lo que se ha dicho hasta

el momento no puede tratarse maacutes que de los principios que guiacutean al modelo dialogal

29

platoacutenico ciceroniano y varroniano que seraacute elegido tanto como vehiacuteculo para

reinterpretar los problemas filosoacuteficos claacutesicos en clave cristiana como cuanto

modelo de pensamiento que le permite inscribirse en la tradicioacuten que habiacutea

determinado su proceso de formacioacuten7

En lo concerniente a las lecturas cristianas realizadas en la villa de Casiciaco

en los diaacutelogos es posible constatar una reiterada alusioacuten a los Salmos y a los

sermones de Ambrosio No sorprende que el maestro Agustiacuten haya escogido los

Salmos para la preparacioacuten espiritual de sus disciacutepulos pues la belleza de los mismos

se constituye como una entrada privilegiada a los misterios de la fe Las Confessiones

relatan esta lectura con las siguientes palabras

iexclQueacute voces te di Dios miacuteo cuando todaviacutea novicio en tu verdadero amor y siendo catecuacutemeno leiacutea descansado en la quinta [Casiciaco] los salmos de David mdashcaacutenticos de fe sonidos de piedad que excluyen todo espiacuteritu hinchadomdash en compantildeiacutea de Alipio tambieacuten catecuacutemeno y de mi madre que se nos habiacutea juntado con traje de mujer fe de varoacuten seguridad de anciana caridad de madre y piedad cristiana iexclQueacute voces siacute te daba en aquellos salmos y coacutemo me inflamaba en ti con ellos y me encendiacutea en deseos de recitarlos si me fuera posible al mundo entero contra la soberbia del geacutenero humano Aunque cierto es ya que en todo el mundo se cantan y que no hay nadie que se esconda de tu calor (IX48)

Con estas palabras Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten cristiana que considera

la lectura de los Salmos como cura del alma y fuente privilegiada de espiritualidad8

En los Salmos Agustiacuten encuentra no soacutelo la belleza retoacuterica de su composicioacuten sino

un contenido que le permite expresar una nueva condicioacuten y una disposicioacuten de su

aacutenimo determinada por el rechazo de la soberbia y el orgullo La alusioacuten a Moacutenica en

el pasaje citado no es casual pues recordemos que en los diaacutelogos la madre es el

siacutembolo de la Iglesia y ella misma se presenta como un vehiacuteculo y un intermediario

entre Agustiacuten y las costumbres de la iglesia cristiana A propoacutesito de esto en las

7 Fuhrer (2013) afirma que Agustiacuten se inscribe en la tradicioacuten de los diaacutelogos de villa tomando como modelo el De oratore y el De legibus de Ciceroacuten los cuales a su vez se inspiran en el Fedro platoacutenico Del mismo modo que en los diaacutelogos ciceronianos Agustiacuten se sirve del entorno para establecer una distancia espacial y mental entre la vida de la ciudad necotium y la vida entregada a la sabiduriacutea otium (p 2) 8 ―El desarrollo de la tradicioacuten asceacutetica y monaacutestica durante el siglo IV aseguroacute completamente el lugar de los Salmos como oracioacuten de la Iglesia (McCarthy 2009 p 456)

30

Confessiones se narra coacutemo la feligresiacutea milanesa acompantildeoacute a su obispo Ambrosio

durante la persecucioacuten emprendida por Justina la madre del emperador Entre el

grupo de fieles se hallaba Moacutenica

la primera en solicitud y en las vigilias que no viviacutea sino para la oracioacuten Nosotros todaviacutea friacuteos sin el calor de tu Espiacuteritu nos sentiacuteamos conmovidos sin embargo por la ciudad atoacutenita y turbada Entonces fue cuando se instituyoacute que se cantasen himnos y salmos a la usanza oriental para que el pueblo no se dejase abatir por la tristeza o aburrimiento Desde ese diacutea se ha conservado hasta el presente siendo ya imitada por muchas casi por todas tus iglesias en las demaacutes regiones del orbe (conf IX715)

En cuanto a la influencia de Ambrosio es fundamental tener en cuenta que el

acercamiento de Agustiacuten al obispo de Milaacuten estuvo determinado por la retoacuterica pues

recordemos que Ambrosio era un profundo conocedor de la cultura claacutesica y que

Ciceroacuten tuvo una gran influencia en su pensamiento Agustiacuten comenzoacute a escuchar la

predicacioacuten de Ambrosio movido sobre todo por la atraccioacuten que la teacutecnica retoacuterica

del afamado obispo le suscitaba empero poco a poco el intereacutes de Agustiacuten fue

cambiando y encontroacute en las palabras de Ambrosio maacutes que elocuencia y suavidad

una interpretacioacuten diferente de la Sagrada Escritura y una orientacioacuten que le permitiacutea

alejarse del maniqueiacutesmo bajo una nueva ontologiacutea En el De beata vita se refiere asiacute

a este encuentro

advertiacute raacutepidamente en los sermones de nuestro obispo [hellip] que cuando se piensa acerca de Dios nuestros pensamientos no deberiacutean hacer hincapieacute en la realidad material cualquiera que esta sea ni siquiera en el caso del alma que es la cosa del universo maacutes proacutexima a Dios (I4)

Asiacute pues vemos coacutemo las palabras del obispo lo ayudaron a resolver algunas

equivocaciones basadas en una interpretacioacuten tergiversada del Antiguo Testamento

permitieacutendole asiacute proseguir en la buacutesqueda de la verdad de la cual los diaacutelogos son

el primer fruto

De este modo vemos que Agustiacuten lleva a cabo desde sus primeros escritos

una siacutentesis de las dos fuentes que determinan su pensamiento su formacioacuten claacutesica y

la fe cristiana las cuales operan de manera conjunta en la conformacioacuten de su

31

pensamiento filosoacutefico que en cuanto amor por la sabiduriacutea estaacute anclado en la figura

de Cristo

La tradicioacuten que durante deacutecadas fue la maacutes aceptada inaugurada por Alfaric

(1918) ha querido poner el eacutenfasis en la comprensioacuten de la vida de Agustiacuten como una

cadena de conversiones como una evolucioacuten intelectual en la que filosofiacutea y teologiacutea

se contraponen9 Apoyar esta postura no soacutelo supone una visioacuten muy restringida del

desarrollo vital e intelectual de nuestro autor sino una concepcioacuten fragmentada y

pobre de la construccioacuten de su pensamiento Cuando Agustiacuten se encuentra en

Casiciaco seguramente teniacutea a la mano algunos de los libros platoacutenicos que

circulaban en el inquieto ambiente milaneacutes pero tambieacuten y sin duda consultaba los

textos de quien habiacutea sido su maestro y modelo desde la infancia Ciceroacuten

Para apoyar esta idea pasaremos a considerar el Contra Academicos el maacutes

extenso y complejo de los diaacutelogos de este periodo

11 Contra Academicos la buacutesqueda de la verdad

En las primeras paacuteginas de la obra en la dedicatoria a Romaniano

encontramos una declaracioacuten que suele pasar desapercibida eacutesta tiene que ver con la

preparacioacuten de los joacutevenes acompantildeantes de Agustiacuten en Casiciaco Licencio y

Trigecio a propoacutesito de los que se afirma

al verlos mucho maacutes dispuestos y ansiosos de lo que yo me habiacutea imaginado intenteacute entonces probar de queacute eran capaces a su edad porque me pareciacutea que un libro de Ciceroacuten el Hortensius les habiacutea ganado en gran medida para la filosofiacutea (cAcad I14)

Esta declaracioacuten nos ofrece un dato fundamental Agustiacuten recurre al mismo

modelo que utilizaraacute en las Confessiones pues asiacute como el diaacutelogo de Ciceroacuten habiacutea

tenido valor propedeacuteutico para su vida un asiacute mismo lo tendriacutea para todos aquellos

9 En lo concerniente al debate de la separacioacuten entre filosofiacutea y teologiacutea en el pensamiento de Agustiacuten el aporte de Madec (1998) es fundamental en tanto afirma ―no venero la distincioacuten escolaacutestica entre filosofiacutea y teologiacutea no soacutelo porque me impediriacutea hacer correctamente mi trabajo sino porque la considero deleteacuterea en la medida en que hipostatiza dos disciplinas que tienden a definirse y a neutralizarse reciacuteprocamente (p 15)

32

que quisieran dedicar su vida a la indagacioacuten de la verdad Ademaacutes es fundamental

tener en cuenta que esta obra se inscribe en la tradicioacuten griega del protreacuteptico lo cual

permite entender la finalidad de la misma y la iacutentima conexioacuten existente entre la

refutacioacuten del escepticismo acadeacutemico y la posibilidad de dedicar su vida al

conocimiento La invitacioacuten y el propoacutesito en la dedicatoria son claros es necesario

dedicarse a la filosofiacutea pues ―ella nos promete conocer claramente al Dios

sumamente verdadero e inefable (cAcad I13)

El Hortenisus se constituye entonces como punto de partida no soacutelo de este

diaacutelogo sino del amplio proyecto agustiniano en cuanto su contenido dispone a sus

lectores hacia la recta senda que corresponde a la buacutesqueda de la sabiduriacutea y la

verdad Asiacute pues tanto la influencia de las lecturas claacutesicas literarias y filosoacuteficas

que acompantildearon a Agustiacuten durante toda su vida como la eleccioacuten de una vida en

comunidad alejada de los placeres del mundo y dedicada al crecimiento espiritual

inspirada en la tradicioacuten del otium liberale le permitieron a Agustiacuten encontrar un

campo de movimiento intelectual del cual ya nunca se apartariacutea El punto de partida

de dicha actividad es la afirmacioacuten en contra del escepticismo de que siacute es posible

encontrar la verdad Agustiacuten habiacutea hallado en las lecturas platoacutenicas una ontologiacutea de

la espiritualidad que le permitioacute resolver algunas cuestiones que siempre habiacutean

estado en el centro de sus reflexiones a saber la naturaleza de Dios y el problema del

mal La incorrecta ontologiacutea maniquea es remplazada ahora y puesta al servicio de la

fe esto no puede menos que entusiasmar a Agustiacuten que consciente del error

maniqueo buscaba desesperadamente respuestas a los interrogantes que habiacutean

surgido de su propia investigacioacuten y del contacto con la retoacuterica y la filosofiacutea Asiacute de

las lecturas platoacutenicas se tomaron ciertos elementos y se desecharon otros no

compatibles con el cristianismo adoptando una postura criacutetica que queda claramente

evidenciada en el rechazo hacia la posicioacuten esceacuteptica10 de la Nueva Academia la cual

se declaraba a siacute misma heredera del pensamiento platoacutenico iquestEs entonces el Contra

10 A propoacutesito del conocimiento de Agustiacuten acerca del escepticismo Kirwan (1989) anota que deriva en su mayor parte si no completamente de Ciceroacuten y de su obra Academici libri aunque no es posible establecer a cuaacutel de las dos ediciones de esta uacuteltima habiacutea tenido acceso (p 16)

33

Academicos una respuesta al escepticismo ciceroniano Para contestar este

interrogante debemos entender la naturaleza del diaacutelogo ciceroniano titulado De

Academici Libri y la postura esceacuteptica en ellos expuesta

Ciceroacuten escribe el diaacutelogo De Academici Libri en un momento muy fructuoso

de su produccioacuten intelectual cuando se aparta de los avatares de la vida puacuteblica y se

retira a su villa de Tuacutesculo para entregarse de lleno a la filosofiacutea Las dos primeras

obras de este periodo comprendido entre el 45 a C y el 43 a C tienen un caraacutecter

propedeacuteutico y exhortativo se trata de la Consolatio y el Hortensius ambas perdidas

La tercera obra compuesta es De Academici Libri de la que conservamos el primer

libro de la tercera edicioacuten incompleto conocido como Academica posteriora I y el

segundo libro de la primera redaccioacuten conocido como Lucullus o Academica priora

II Se habla de diferentes ediciones porque durante su composicioacuten Ciceroacuten llevoacute a

cabo varios cambios tanto en la estructura de la obra que pasoacute de dos libros a cuatro

como en los personajes de la misma Esto uacuteltimo no debe entenderse como un mero

dato anecdoacutetico carente de importancia para la comprensioacuten de la finalidad de la obra

La eleccioacuten de los personajes de sus diaacutelogos estaba estrechamente ligada con su

intencioacuten de darle dignidad a la filosofiacutea en las maacutes altas esferas del mundo

intelectual romano por esta razoacuten elegiacutea cuidadosamente a sus interlocutores como

bien puede constatarse en las cartas a Aacutetico el cual le sugirioacute algunos cambios en el

contenido de la obra y en la dedicatoria Aunque no se conoce el contenido exacto de

las partes perdidas gracias a las reconstrucciones y citas de otros autores se puede

establecer que se trataba de la exposicioacuten de las posturas de Carneacuteades y de Antiacuteoco y

las refutaciones de cada una de ellas En lo que conservamos encontramos la disputa

de Antiacuteoco de Ascalona en contra de Arcesislao y Carneacuteades en lo que concierne a

su teoriacutea del conocimiento 11 Antiacuteoco disciacutepulo de Filoacuten habiacutea seguido las

propuestas de los creadores de la Nueva Academia Arcesislao y Carneacuteades durante

gran parte de su vida aunque en los uacuteltimos antildeos de su vida abrazoacute el estoicismo y

11 Arcesislao (315-249 a C) fundador de la Nueva Academia rechazoacute el principio estoico del asentimiento συγκατάϑεσις seguacuten el cual se puede garantizar la absoluta veracidad de las sensaciones cuando el alma frente a una representacioacuten cataleacuteptica la aprueba como verdadera en cuanto le resulta evidente

34

sostuvo que los estoicos eran los verdaderos continuadores de la tradicioacuten platoacutenica

de la Academia alejaacutendose del escepticismo neo-acadeacutemico que proponiacutea una actitud

anti-dogmaacutetica basada en la suspensioacuten del juicio y en la probabilidad iquestCuaacutel es la

posicioacuten que asume Ciceroacuten en esta disputa y cuaacutel es su intencioacuten al exponer la criacutetica

de Filoacuten Para responder a estos interrogantes es necesario preguntarse cuaacutel fue la

posicioacuten de Ciceroacuten respecto a la cuestioacuten de la verdad En primer lugar debe tenerse

presente que en el escepticismo de dos de los maacutes significativos representantes de la

Nueva Academia hay una discrepancia pues mientras Arcesislao proponiacutea un

escepticismo radical Carneacuteades recurriendo a la probabilidad representa una

vertiente moderada de la propuesta esceacuteptica Vale la pena tener presente la siguiente

declaracioacuten de Ciceroacuten en el De natura deorum

debido a que nosotros no nos encontramos en la posicioacuten de negar la existencia de la verdad sino de decir que cada verdad viene acompantildeada del error debemos admitir que eacuteste es tan similar a aqueacutella que no podemos darle nuestro asentimiento De esto deriva que muchos conocimientos son probables y aunque no los entendamos gobiernan la vida del sabio porque presentan un aspecto notable e ilustre (I12)

Tenemos entonces que si bien Ciceroacuten se considera el uacuteltimo representante

de la Nueva Academia y gran admirador de Carneacuteades como eacutel mismo lo afirma unas

liacuteneas despueacutes del anterior pasaje es claro que su academicismo reinterpreta las

nociones de suspensioacuten del juiciolsquo epocheacute y probabilidadlsquo pithanon que habiacutean

sostenido sus predecesores proponiendo una buacutesqueda de la verdad anti-dogmaacutetica y

en continua transformacioacuten La acusacioacuten inmediata frente a una propuesta de este

tipo es la de relativismo moral y puede recogerse recurriendo a las palabras que

Luacuteculo le dirige a Ciceroacuten en las De Academici Libri

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (61-62)

La auto-ironiacutea ciceroniana del anterior pasaje no es casual El Arpinate expone

su pensamiento a traveacutes de todos los personajes que utiliza y no soacutelo en el personaje

35

que lleva su nombre Ciceroacuten buscoacute la verdad durante toda su vida no soacutelo en los

estrados y la vida puacuteblica romana sino en sus escritos sobre todo en aquellos

dedicados a la filosofiacutea compuestos en los uacuteltimos tres antildeos de su existencia y en la

copiosa correspondencia que se conserva12 Si admitimos esto podemos entender uno

de los pasajes maacutes discutidos del Contra Academicos en el que se afirma

Para que los razonamientos de los acadeacutemicos no parezcan extender como ciertas nieblas ni les parezca a algunos que nos oponemos eneacutergicamente a la autoridad de muy doctos varones y especialmente a la de Tulio Ciceroacuten quien no puede dejarnos indiferentes hareacute antes un breve comentario si os parece oponieacutendome a quienes creen que sus ensentildeanzas van contra la verdad (III714)

En este punto debemos preguntarnos con Catapano (2006) ―iquestqueacute tipo de

escepticismo critica Agustiacuten en el Contra Academicos (p 4) Debe sostenerse que

Agustiacuten critica el tipo de escepticismo que niega la posibilidad de encontrar la

verdad pues en su indagacioacuten ha puesto innumerables esfuerzos desde que la lectura

del Hortensius lo incitoacute a tomar el camino de la filosofiacutea asiacute como tambieacuten lo hizo

Ciceroacuten en su vida y obras Tanto para Agustiacuten como para Ciceroacuten la filosofiacutea ―en

cuanto inquisitio veri es una empresa intelectual y existencial que requiere una fuerte

motivacioacuten interior motivacioacuten que el escepticismo acadeacutemico en la medida en que

conduce a la desperatio veri podriacutea destruir (Catapano 2006 p 9) Pero entonces

iquestcoacutemo se explica el escepticismo de Ciceroacuten y la afinidad de Agustiacuten con el mismo

iquestPuede hablarse de un escepticismo en Agustiacuten En el tercer libro del Contra

Academicos y en la Carta a Hermogeniano Agustiacuten propone una hipoacutetesis muy

controvertida13 acerca del caraacutecter esoteacuterico de la Nueva Academia Vale la pena

tener en cuenta la Carta a Hermogeniano

Nunca me hubiera yo permitido ni aun en broma la osadiacutea de combatir a los acadeacutemicos ndashiquestcoacutemo no iba a impresionarme la autoridad de tan graves varonesndash si

12 Un aporte fundamental al estudio del caraacutecter filosoacutefico de las cartas de Ciceroacuten lo debemos a McConnell (2014) 13 Brittain (2000) uno de los opositores maacutes fuertes de la hipoacutetesis presentada por Agustiacuten afirma que este uacuteltimo ―ofrece una increiacuteble e implausible teoriacutea de la historia griega desde Soacutecrates hasta Plotino a saber la teoriacutea del esoterismo platoacutenico en la Academia esceacuteptica e interpreta los objetivos filosoacuteficos de Ciceroacuten en las Cuestiones Acadeacutemicas a partir de esta hipoacutetesis (pp 85 ss)

36

no fuese porque estimo que su doctrina es muy otra de la que el vulgo les atribuye Mejor que refutarlos lo que no puedo trateacute de imitarles como podiacutea Pienso que en aquel tiempo era maacutes oportuno encauzar la corriente platoacutenica si algo manaba puro de su fuente por un boscaje sombriacuteo y espinoso a disposicioacuten de unos pocos que dejarla correr a campo abierto ante los rebantildeos que aparecen a cada momento e imposibilitan el conservarla pura y limpia iquestNo es lo maacutes conveniente para una bestia opinar que el alma es corporal Pienso pues que contra esta gente se urdioacute uacutetilmente el arte y razoacuten de ocultar la verdad (ep I1)

Seguacuten Agustiacuten el escepticismo de la Nueva Academia surge como respuesta

al materialismo estoico incapaz de comprender las verdades metafiacutesicas del

platonismo y se opone tambieacuten al dogmatismo que caracterizaba al estoicismo y al

epicureiacutesmo Frente a la fuerza con la que estas escuelas se imponiacutean la uacutenica salida

para salvaguardar la verdad esto es las verdades socraacuteticas pareciacutea ser la de

ocultarlas tras un manto misterioso Dejemos de lado la veracidad histoacuterica de esta

hipoacutetesis presentada por Agustiacuten y centreacutemonos en su utilidad Para esto en primer

lugar debe tenerse en cuenta el papel que tuvo el escepticismo como propuesta

filosoacutefica en el desarrollo vital e intelectual del joven Agustiacuten Sabemos que seguacuten la

narracioacuten de las Confessiones la lectura del Hortensius habiacutea alcanzado su cometido

logrando que el joven estudiante de retoacuterica se llenara de deseos por dedicarse a la

investigacioacuten de la verdad Como ya se afirmoacute el camino no fue faacutecil y el

materialismo y el dogmatismo maniqueos se presentaron seductores proponiendo

falsedades como verdades absolutas Ante la desilusioacuten causada por el maniqueiacutesmo

y su incapacidad para responder a las maacutes agudas cuestiones Agustiacuten entroacute en un

periodo que eacutel mismo llamoacute esceacutepticolsquo

Sin embargo considerando y comparando maacutes y maacutes lo que los filoacutesofos habiacutean sentido acerca del ser fiacutesico de este mundo y de toda la Naturaleza que es objeto del sentido de la carne juzgaba que eran mucho maacutes probables las doctrinas de eacutestos que no las de aqueacutellos [maniqueos] Asiacute que dudando de todas las cosas y fluctuando entre todas seguacuten costumbre de los acadeacutemicos como se cree determineacute abandonar a los maniqueos juzgando que durante el tiempo de mi duda no debiacutea permanecer en aquella secta a la que anteponiacutea ya algunos filoacutesofos a quienes sin embargo no queriacutea encomendar de ninguacuten modo la curacioacuten de las laceriacuteas de mi alma por no hallarse en ellos el nombre saludable de Cristo (conf V1425)

37

Con los elementos recogidos podriacutea afirmarse que la actitud de Agustiacuten frente

al escepticismo no es negativa en cuanto eacuteste se constituye como momento

propedeacuteutico para el encuentro con la verdad Asiacute puede distinguirse entre dos tipos

de escepticismo a saber uno radical que se vuelve dogmaacutetico y otro moderado que

se presenta como estrategia en la buacutesqueda de la verdad en cuanto se trata de un

momento criacutetico y necesario Ahora queda todaviacutea abierta la cuestioacuten de coacutemo se

relacionan Ciceroacuten y Agustiacuten con estos dos tipos de escepticismo que hemos descrito

En cuanto al orador romano puede sostenerse con Powell (2002) que su escepticismo

probabilista es una estrategia realista frente al materialismo epicuacutereo y al dogmatismo

estoico (p 23) De ser esto asiacute tendriacuteamos que el escepticismo en cuanto estrategia o

actitud cumple el mismo papel propedeacuteutico en ambos pensadores iquestCoacutemo logra

Agustiacuten desprenderse del error maniqueo y de sus falsas pretensiones de alcanzar la

verdad a traveacutes de un racionalismo materialista y dogmaacutetico Haciendo suyo un

principio de su maestro Ciceroacuten el cual afirma ―mientras que los demaacutes dicen que

unas cosas son ciertas y otras son inciertas yo disintiendo de ellos digo que unas

cosas son probables y otras improbables (off II17) El probabilismo ciceroniano no

es seguacuten como la lectura agustiniana un escepticismo radical que niegue al sabio la

posibilidad de alcanzar la verdad sino que funciona maacutes bien como una advertencia

frente a la posibilidad latente de caer en el error y mantenerse en eacutel Por esto en la

parte final del Contra Academicos se afirma en consonancia con la carta a

Hermogeniano que los acadeacutemicos ocultaban su doctrina Agustiacuten sostiene al

respecto

Me he persuadido entretanto con cierta probabilidad y dentro de mis posibilidades de esto tocante a los acadeacutemicos Si no es verdad me importa poco porque me basta creer que el hombre puede encontrar la verdad Quien crea que los acadeacutemicos han pensado de esta manera lea al mismo Ciceroacuten Porque eacutel nos dice que teniacutean la costumbre de ocultar su doctrina y descubrirla uacutenicamente a aquellos que habiacutean permanecido en sus escuelas hasta la ancianidad (cAcad III2045)

La doctrina oculta corresponderiacutea a la platoacutenica que seguacuten Agustiacuten no soacutelo

no se opone a los misterios de la fe y a la autoridad de Cristo sino que permite

comprender la fe a traveacutes del ejercicio la razoacuten Encontramos asiacute esbozado uno de los

38

grandes proyectos agustinianos el cual se articula desde la exhortacioacuten a la buacutesqueda

que concluye con estas palabras ―leed Los Acadeacutemicos y cuando alliacute encontreacuteis a un

Ciceroacuten victorioso de estas bagatelas (iquesthay cosa maacutes faacutecil) obligad a Alipio a

defender mi discurso contra los invencibles argumentos de Ciceroacuten (cAcad

III2045)

iquestDe queacute manera aparece Ciceroacuten como vencedor iquestCuaacuteles son sus

argumentos invencibles y contra quieacuten estaacuten dirigidos En este punto podriacutea pensarse

que Agustiacuten asume una interesante posicioacuten interpretativa que le permite ver los

diaacutelogos ciceronianos como el ejercicio dialeacutectico-filosoacutefico de un autor capaz de dar

cuenta de las diferentes perspectivas de las escuelas filosoacuteficas de su tiempo En este

sentido su victoria consistiriacutea en mostrar su habilidad para defender las distintas

posiciones pero sin dejarse seducir por las falsas promesas del dogmatismo

mantenieacutendose estable en su propoacutesito de alcanzar la verdad La reacuteplica de Ciceroacuten

con la que se inicia el cierre de los Academica posteriora podriacutea entenderse desde

entenderse desde este punto de vista

Cuando disputo con los demaacutes sobre todo acerca de cuestiones morales no pretendo engantildearlos a ellos ni tampoco a miacute mismo ni soy partidario de la obstinacioacuten o sofisteriacutea Por lo cual si fuera pertinente jurariacutea por Juacutepiter que tengo el mayor deseo de encontrar la verdad y que digo lo que pienso Si me gozo al descubrir algo verosiacutemil iquestcoacutemo puedo no ansiar descubrir lo verdadero (Acad 61)

Esa disposicioacuten hacia lo verdadero entendida como amor a la sabiduriacutea fue el

elemento que desde la lectura del Hortensius determinoacute la proximidad entre Agustiacuten

y su maestro de retoacuterica iquestCoacutemo podriacutea alguien exhortar con tal ardor al estudio de la

filosofiacutea si no cree posible encontrar la verdad Que Ciceroacuten haya escrito su diaacutelogo

acadeacutemico justo despueacutes de sus dos obras exhortativas no debe perderse de vista

pues puede tomarse como una amonestacioacuten como un llamado a la prudencia y en

este sentido en cuanto indicador en el camino hacia la verdad Ciceroacuten ha salido

victorioso

39

12 El Contra Academicos como ejercicio filosoacutefico y retoacuterico

Si se admite que el objetivo principal del Contra Academicos es exhortar a la

buacutesqueda del conocimiento en la liacutenea de la tradicioacuten protreacuteptica podemos entender

no soacutelo su estructura sino la razoacuten de su composicioacuten como obra inaugural del

proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en el cual jugaba un papel fundamental la comunidad

que se habiacutea establecido en Casiciaco La recta buacutesqueda de la verdad a la cual

Agustiacuten ha decidido dedicar su vida es un proceso comunitario un diaacutelogo

permanente que no se agota y que se construye en el ejercicio mismo de la filosofiacutea

Los diaacutelogos de Casiciaco dan cuenta de este ejercicio en el que Agustiacuten interroga a

sus interlocutores siguiendo el meacutetodo ciceroniano utilizado en las obras Academica

De finibus y De natura deorum Ciceroacuten recurre a la discussio in utramque partem

para mostrar que a todo discurso corresponde un discurso contradictorio de igual

valor Esta teacutecnica retoacuterica procedente del aacutembito forense se caracteriza por

estructurarse a partir de dos discursos alternativos que presentan argumentos opuestos

sobre un mismo asunto El orden de la exposicioacuten del discurso tiende a ser muy claro

y a apoyarse en eslabones reconocibles para que una vez pronunciado el interlocutor

pueda reconocer los puntos de oposicioacuten Por esta misma razoacuten las intervenciones no

pueden ser muy extensas

Asiacute como en su Academici Ciceroacuten construye dos discursos paralelos14 para

defender y atacar la tradicioacuten de la academia esceacuteptica sostenida por su maestro

Filoacuten de Larisa a los discursos de aquellos que defienden a los acadeacutemicos Agustiacuten

opone los de sus detractores En la primera liacutenea se inscriben Licencio y Alipio

mientras que en la segunda tenemos al mismo Agustiacuten acompantildeado del joven

Trigecio El primer ejemplo de la discussio in utramque partem lo encontramos

respecto de la cuestioacuten de la buacutesqueda de la verdad pues Licencio afirma que puede

ser feliz quien auacuten busca mientras que Trigecio sostiene que soacutelo es feliz aquel que

14 Woolf (2015) expone con claridad el meacutetodo ciceroniano usado en el Academici aquiacute retomado por Agustiacuten y afirma que se trata de un ejercicio cuya finalidad es la buacutesqueda de la verdad a partir de la construccioacuten de argumentos que tengan en cuenta las posturas opuestas con vistas a garantizar la imparcialidad (p16)

40

ya estaacute es posesioacuten de la verdad pues el que indaga sin encontrar yerra A la

conclusioacuten de Trigecio Licencio opone su definicioacuten del error en la cual se halla

contenido el principio fundamental del escepticismo defendido por Agustiacuten en

cuanto estrategia antidogmaacutetica

El error pienso yo consiste en afirmar lo falso por verdadero Pero jamaacutes puede admitir esto quien piense que es necesario buscar la verdad ya que no puede admitir la falsedad quien no admite nada Por tanto no puede caer en el error (cAcad I411)

Con estas palabras de Licencio Agustiacuten resume su propio camino en un tono

muy cercano al que utilizaraacute en las Confessiones

Y asiacute tanto maacutes agudamente me roiacutea el corazoacuten la preocupacioacuten de alcanzar algo cierto cuanto maacutes me confundiacutea el haber vivido tanto tiempo engantildeado y burlado con la promesa de cosas ciertas y haber sostenido con pueril empentildeo y animosidad tantas cosas dudosas como ciertas Sin embargo ya era cierto para miacute que eran dudosas no obstante que en alguacuten tiempo las creiacute ciertas es decir cuando con mis ciegas disputas combatiacutea a tu Catoacutelica a la cual aunque entonces no conociacutea por maestra de la verdad al menos sabiacutea que no ensentildeaba aquellas cosas de que gravemente la acusaba (VI45)

La duda esceacuteptica que habiacutea tenido una funcioacuten liberadora se retoma en el

Contra Academicos a partir de la implementacioacuten de modelos argumentativos

esceacutepticos como la discussio in utramque partem y la argumentacioacuten ad hominem

Asiacute pues la verdad no se presenta de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una construccioacuten retoacuterica comunitaria La finalidad de la contraposicioacuten de los

discursos no es la de anular al adversario sino la de establecer un consensus a partir

de los argumentos probables presentados por cada uno de los interlocutores Esta es la

razoacuten por la cual en el uacuteltimo libro del Contra Academicos se recurre a la

argumentacioacuten ad hominem para refutar el escepticismo sobre todo en lo que

concierne a sus consecuencias en el aacutembito de la moral De la misma manera que en

la obra Academica (II2269 II2478) Ciceroacuten habiacutea refutado las tesis de Zenoacuten y

Antiacuteoco a partir de sus propios argumentos Agustiacuten toma como punto de partida las

afirmaciones de los esceacutepticos para impugnarlas El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

41

No digo nada de los homicidios parricidios sacrilegios y de cuantos criacutemenes pueden cometerse o pensarse y que con breves palabras suelen justificarse -y esto es lo maacutes grave- por jueces sapientiacutesimos no he consentido luego no he errado iquestY coacutemo no iba a hacer lo que me parecioacute probable Quienes crean que tales cosas no pueden persuadirse probablemente lean el discurso de Catilina con que persuadioacute el parricidio de la patria crimen que resume todos (cAcad III1536)

Como anota Marchand (2013) Agustiacuten se apoya en la tesis del adversario

tomaacutendola como punto de partida para demostrar que la misma es insostenible y

respecto de los efectos morales de la aplicacioacuten de la doctrina de la probabilidad

apela al caso juriacutedico maacutes emblemaacutetico de la carrera forense ciceroniana Con este

recurso entonces se quiere reforzar y anticipar la idea con la que se cierra el Contra

Academicos y que tambieacuten estaacute presente en el Academica (61-62) seguacuten la cual el

hombre no soacutelo debe dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sino que el

conocimiento de la misma es posible y necesario iquestCuaacutel es el camino hacia dicha

verdad El Contra Academicos nos ofrece una muestra de dicho itinerario en cuanto

su construccioacuten como ejercicio retoacuterico y filosoacutefico da cuenta del proceso y de las

etapas que seguacuten el modelo propuesto por Ciceroacuten deben recorrerse

En la oratio perpetua15 con la que se cierra el diaacutelogo Agustiacuten deja su papel

de maestro y asume eacutel mismo el ejercicio de composicioacuten retoacuterica de la oratio con la

intencioacuten de recorrer los pasos de su maestro y de recoger las conclusiones obtenidas

en la obra Academica La oratio puede dividirse en dos partes la primera expone

fielmente la explicacioacuten ciceroniana de la relacioacuten entre las escuelas filosoacuteficas su

concepcioacuten acerca de la figura del sabio y las consecuencias de la misma la segunda

cambia el tono forense por uno maacutes filosoacutefico y presenta los argumentos

concluyentes en contra del escepticismo dogmaacutetico y la controvertida hipoacutetesis acerca

del esoterismo acadeacutemico A continuacioacuten veremos en detalle las dos partes

15 En el aacutembito forense la oratio perpetua consiste en un discurso continuacuteo pronunciado por el demandante en el que se hace una extensa recopilacioacuten de los dantildeos causados por el acusado pero sin mostrar las pruebas que lo inculpen Como anota Kennedy (1994) este tipo de exposicioacuten alcanzoacute su maacutexima expresioacuten con la retoacuterica juriacutedica de Ciceroacuten Fuhrer (2012) por su parte llama la atencioacuten acerca de la utilizacioacuten de Agustiacuten de la oratio perpetua en los tres primeros diaacutelogos de Casiciaco

42

121 iquestQuieacuten es el sabio

En la primera parte de la oratio perpetua Agustiacuten sigue con fidelidad la

estructura de la misma en la tradicioacuten forense pues construye un discurso en el que se

presentan las consecuencias de la concepcioacuten acadeacutemica acerca de la figura del sabio

con el fin de mostrar que eacutesta es insostenible sobre todo en el aacutembito juriacutedico pues

la funcioacuten del juez es justamente la de determinar cuaacutel de las dos partes dice la

verdad El punto de partida es el siguiente fragmento de Ciceroacuten

todas las demaacutes sectas que se creen en posesioacuten de la sabiduriacutea otorgan un segundo lugar al sabio acadeacutemico reivindicando el primer puesto para el suyo De donde se puede concluir con probabilidad que seguacuten su recto juicio el primero es aquel que seguacuten el juicio de los demaacutes es el segundo (Acad sect 20)

Aunque no se conserva esta obra en su totalidad el problema sobre el que

Ciceroacuten quiere llamar la atencioacuten se retoma en varias partes de su obra y debe

entenderse una vez maacutes como una advertencia acerca de los peligros del

dogmatismo Agustiacuten reconstruye los argumentos ciceronianos en contra de los

estoicos y los epicuacutereos y muestra coacutemo ambas escuelas pretenden estar en posesioacuten

de la verdad negando el espacio de la discusioacuten necesario para entablar un diaacutelogo

filosoacutefico Sin embargo Agustiacuten da un paso maacutes y demuestra que la posicioacuten del

sabio acadeacutemico aunque prudente16 es tambieacuten insostenible La primera parte de la

oratio se cierra con la acusacioacuten frente a los jueces de la dificultad praacutectica de

sostener la tesis seguacuten la cual el sabio no sabe nada En un juicio hipoteacutetico entre

Carneacuteades sostenedor de la imposibilidad de conocer la verdad y Agustiacuten

sostenedor de la tesis contraria seriacutea imposible determinar quieacuten dice la verdad pues

si el juez se pronuncia a favor de cualquiera de los dos se le podraacute decir que su

veredicto no es vaacutelido en cuanto no es posible saber si dice la verdad Si bien Agustiacuten

toma como punto de partida a Ciceroacuten no debemos pensar que su intencioacuten en este

punto es la de criticar al pensador romano pues como ya hemos afirmado y como se

demostraraacute en la segunda parte de la oratio es necesario distinguir entre un

16 Leacutevy (1992) llama la atencioacuten sobre el concepto de temeritas con el cual Ciceroacuten se refiere a la actitud antifilosoacutefica que asume verdades absolutas sin someterlas al examen de la razoacuten

43

academicismo dogmaacutetico y uno moderado que se rige por la prudencia y rechaza la

temeridad de aquellos que afirman verdades que no han sido probadas

122 Platonis schola del tribunal a la escuela

La segunda parte de la oratio perpetua (cAcad III918-III2043) es la maacutes

extensa y contiene algunos de los pasajes maacutes controvertidos de toda la obra El

cambio de tono es introducido por Agustiacuten con la siguiente afirmacioacuten

Retireacutemonos por fin de este ruidoso tribunal amigo de pleitear a un lugar donde no nos moleste el alboroto de las gentes y ojalaacute sea a la misma escuela de Platoacuten llamada asiacute seguacuten se dice por estar retirada del pueblo y alliacute en la medida de nuestras fuerzas discutamos no de la gloria que es cosa superficial y pueril sino de la vida misma y de una cierta esperanza de la felicidad del alma (cAcad III918)

El movimiento literario propuesto en el diaacutelogo evoca el movimiento que

tanto Agustiacuten como Ciceroacuten llevaron a cabo al retirarse de la vida puacuteblica en la que

buscaban la gloria y decidieron entregarse a la buacutesqueda e investigacioacuten de la

sabiduriacutea Asiacute pues esta parte final del Contra Academicos refuerza su caraacutecter

exhortativo razoacuten por la cual se ocupa de refutar con contundencia las afirmaciones

de los acadeacutemicos dogmaacuteticos seguacuten las cuales ―nada puede ser percibido y ―no se

puede dar asentimiento a ninguna cosa Sin embargo en contra de lo que afirman

Mourant (1966) y Marchand (2012) considero que en la parte final de la obra el

adversario de Agustiacuten no es Ciceroacuten sino el dogmatismo encarnado no soacutelo por los

estoicos y epicuacutereos sino por los maniqueos que en su racionalismo no dejan espacio

a la fe A mi modo de ver las pruebas ofrecidas por Agustiacuten deben leerse bajo la luz

de la necesidad de reafirmar la posibilidad del encuentro de la verdad como

conclusioacuten del camino de buacutesqueda Asiacute en esta seccioacuten se refuerza el caraacutecter

exhortativo que determina toda la obra y en razoacuten del cual resulta fundamental

confutar de manera definitiva la tesis del escepticismo y no como afirman algunos

estudiosos17 hacer una criacutetica a Ciceroacuten y a la Academia en cuanto escuela heredera

del pensamiento de Platoacuten

17 Veacutease (Marchand 2012 p 11)

44

El primer paso para alcanzar el propoacutesito establecido consiste en demostrar

que la definicioacuten de Zenoacuten 18 en que se ancla el escepticismo seguacuten lo afirma

Ciceroacuten en su Academici libri (II17) no justifica la negacioacuten de la posibilidad de

alcanzar un conocimiento verdadero La impugnacioacuten de Agustiacuten se basa en que si se

admite como verdad que una representacioacuten es verdadera cuando puede distinguirse

de lo falso se admite que la definicioacuten no es falsa

Pues aun estando inciertos de ella no nos desampara por eso la ciencia

porque sabemos que es verdadera o falsa Luego sabemos algo Aunque nunca lograraacute

hacerme un ingrato juzgo dicha definicioacuten como absolutamente verdadera Pues o

pueden percibirse las cosas falsas hipoacutetesis a que tienen favor los acadeacutemicos y

realmente es absurda o tampoco pueden percibirse las cosas semejantes a lo falso

luego aquella definicioacuten es verdadera (cAcad III919)

Una vez refutada la definicioacuten de Zenoacuten se pasa a demostrar la existencia de

verdades innegables y accesibles a todos para lo cual se recurre a ejemplos de

verdades necesarias como las matemaacuteticas el conocimiento del mundo a partir de

proposiciones tautoloacutegicas y las sensaciones que derivan de los sentidos Si cualquier

persona puede acceder a estas verdades con mayor razoacuten deberaacute poderlo hacer el

sabio el cual debe admitir necesariamente que si es tal debe conocer la sabiduriacutea

pues si la desconociera no seriacutea sabio Establecido esto se pasa a considerar la nocioacuten

de probabile para demostrar su incompatibilidad con la accioacuten moral Si bien en el

segundo ejemplo utilizado se afirma que Ciceroacuten es defensor del probabilismo

resulta muy interesante que para concluir esta seccioacuten se refiera al caso maacutes

emblemaacutetico de la carrera forense de Ciceroacuten la acusacioacuten de Catilina Con esta

referencia Agustiacuten quiere dar a conocer su posicioacuten acerca del escepticismo y el

probabilismo ciceroniano la cual consiste en la negacioacuten de los mismos La tesis

agustiniana se sostiene en las palabras del mismo Ciceroacuten cuando Luacuteculo lo exhorta a

abandonar la filosofiacutea acadeacutemica

18 Para un estudio detallado de la construccioacuten loacutegica y la validez de los argumentos presentados por Agustiacuten en contra del escepticismo veacutease (Kirwan 1989 pp15-34)

45

despueacutes de que tributaste (en el Hortensio) tan grandes alabanzas a la filosofiacutea iquestseguiraacutes esas doctrinas que todo lo confunden que nos despojan del juicio del asentimiento y de los sentidos Despueacutes de haber dicho bajo juramento que tuacute estabas seguro de aquellas ocultas maquinaciones (las de Catilina) iquestvas a decir ahora que nada se puede conocer o percibir (Acad 61-62)

En una amplia seccioacuten de los Academici libri (33-42) Ciceroacuten expone la

reacuteplica de Antiacuteoco de Ascalona a las doctrinas de la Nueva Academia afirmando que

ni el escepticismo de Arcesislao ni el probabilismo de Carneacuteades pueden ofrecer una

norma de vida praacutectica y moral En lo concerniente a la cuestioacuten gnoseoloacutegica

Antiacuteoco objeta que si no se tiene una norma con la cual efectuar una distincioacuten ente lo

verdadero y lo falso no es posible establecer un criterio que permita declarar la

probabilidad de una representacioacuten iquestCuaacutel es la posicioacuten de Ciceroacuten en relacioacuten con

la criacutetica de Antiacuteoco Debido a que no se conserva maacutes que un fragmento de los

Academici libri de Ciceroacuten no es posible establecer con certeza si se dio una

respuesta directa a la posicioacuten de Antiacuteoco sin embargo el Contra Academicos de

Agustiacuten permite acceder a la posicioacuten de Agustiacuten el cual parece seguir a Antiacuteoco al

menos en este punto Esta seriacutea la razoacuten por la que se recurre al episodio de la

acusacioacuten de Catilina si Ciceroacuten no pensara que es posible conocer la verdad no la

habriacutea defendido como lo hizo en el tribunal y no se habriacutea dedicado a la filosofiacutea a

la cual como sostiene en el Brutus se entregoacute con pasioacuten desde los antildeos de juventud

―en esos antildeos habiacutea llegado a Roma junto con los personajes maacutes ilustres de Atenas

Filoacuten escolarca de la Academia que huiacutea de su patria a causa de la guerra mitridaacutetica

me entregueacute a eacutel encendido de pasioacuten por la filosofiacutea (306)

Una vez refutadas las tesis acadeacutemicas de manera contundente Agustiacuten puede

concluir su exhortacioacuten a la filosofiacutea libre del temor causado por la creencia en la

imposibilidad de acceder a la verdad No sorprende entonces que sea justamente en

este punto donde se recurra a la controvertida tesis del esoterismo de la Academia

confirmada tambieacuten por Ciceroacuten (Acad 1134) e introducida por Agustiacuten como sigue

iquestqueacute pretendieron aquellos grandes varones con sus eternas y tenaces disputas para excluir de todo la ciencia de lo verdadero Oiacuted ahora maacutes atentamente no lo que seacute sino lo que opino he aplazado para el final el declarar si puedo mi parecer acerca de todo el plan o consejo de los acadeacutemicos (cAcad III1737)

46

Cabe recordar que los acadeacutemicos a los cuales se hace referencia en este

punto con el apelativo de platoacutenicos para Agustiacuten son los herederos de la academia

platoacutenica razoacuten por la cual presenta una reconstruccioacuten de la historia de dicha

escuela desde su fundacioacuten Este pasaje resulta de fundamental importancia para la

comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten filosoacutefica antigua y con

Ciceroacuten el cual representa la fuente principal de la mayor parte de las ideas aquiacute

presentadas (Rep I1016 Tusc I1638 V39 Acad I59 Fin V224)

Platoacuten el hombre maacutes sabio y erudito de su tiempo que de tal modo disertaba que todo al pasar por su boca cobraba grandeza y elevacioacuten y tales cosas habloacute que de cualquier modo que las dijese nunca se empequentildeeciacutean en sus labios despueacutes de la muerte de Soacutecrates su maestro a quien distinguioacute con singular predileccioacuten seguacuten dicen tomoacute muchas doctrinas de la escuela de Pitaacutegoras Y eacuteste insatisfecho de la filosofiacutea griega que entonces o no existiacutea o estaba muy oculta despueacutes que por los razonamientos de Fereacutecides de Siria se persuadioacute de la inmortalidad del alma emprendioacute largas y vastas peregrinaciones para escuchar a gran nuacutemero de sabios Platoacuten pues antildeadiendo a la gracia y sutileza socraacutetica en las cuestiones morales la ciencia de las cosas divinas y humanas que diligentemente habiacutea indagado en la mencionada escuela y coronando despueacutes estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos esto es la dialeacutectica -la cual o es la misma sabiduriacutea o un medio indispensable para llegar a ella- se dice que sistematizoacute la filosofiacutea como ciencia perfecta de la que no es ahora tiempo de discurrir Para mi propoacutesito baacutesteos saber que sintioacute Platoacuten que habiacutea dos mundos uno inteligible donde habitaba la misma verdad este otro sensible que se nos descubre por los oacuterganos de la vista y del tacto Aqueacutel es el verdadero eacuteste el semejante al verdadero y hecho a su imagen alliacute reside el principio de la Verdad con que se hermosea y purifica el alma que se conoce a siacute misma de eacuteste no puede engendrarse en el aacutenimo de los insensatos la ciencia sino la opinioacuten (cAcad III1737)

La uacuteltima parte de este pasaje quiere llamar la atencioacuten a un tema que

caracteriza a los primeros diaacutelogos de Agustiacuten a saber el conocimiento de siacute como

condicioacuten de la sabiduriacutea Esta idea que seraacute ampliamente elaborada en el De beata

vita se reitera en las siguientes liacuteneas

Estas y otras verdades de la misma clase fueron conservadas entre los disciacutepulos de Platoacuten seguacuten era posible y guardadas en forma de misterios Pues ellas no pueden ser faacutecilmente percibidas sino por los que purificaacutendose de todo vicio se han consagrado a un geacutenero de vida maacutes que humano ni peca gravemente el que conocieacutendolas las quisiere ensentildear a cualquiera (cAcad III1738)

47

El conjunto de estas verdades constituye un uacutenico sistema filosoacutefico al que

Agustiacuten retomando un vocablo ampliamente difundido en ambientes platoacutenicos

neoplatoacutenicos y cristianos (Fuhrer 1997 p 451) llama filosofiacutea perfectamente

verdadera Dicha filosofiacutea se encuentra estrechamente ligada a un estilo de vida que

involucra todas las esferas de la existencia del hombre Por esta razoacuten algunos

estudiosos (Heil 1972) han visto en el Contra Academicos una obra esencialmente

moral afirmacioacuten que podriacutea extenderse al conjunto formado por todos los diaacutelogos

de Casiciaco

La importancia de la caracterizacioacuten agustiniana de la filosofiacutea platoacutenica no

soacutelo resulta interesante en lo concerniente a la relacioacuten de Agustiacuten con la tradicioacuten

sino que permite establecer cuaacutel era la concepcioacuten existente en los primeros siglos del

cristianismo acerca de la relacioacuten entre Platoacuten Aristoacuteteles y las escuelas filosoacuteficas

La historia de la filosofiacutea propuesta por Agustiacuten puede encontrarse en las siguientes

liacuteneas

Asiacute ahora apenas tenemos maacutes filoacutesofos que los ciacutenicos peripateacuteticos y platoacutenicos y los ciacutenicos porque les place cierta libertad y licencia de la vida Mas en lo que atantildee a la erudicioacuten y doctrina como tambieacuten a la moral que mira a la salud del alma no han faltado hombres de suma agudeza y diligencia que con sus discursos han mostrado la concordia vigente entre las ideas de Aristoacuteteles y Platoacuten que soacutelo a los ojos de los distraiacutedos e ignorantes parecen disentir entre siacute asiacute despueacutes de muchos siglos y prolijas discusiones se ha elaborado una filosofiacutea perfectamente verdadera

No es eacutesta la filosofiacutea de este mundo que nuestras sagradas Letras justamente detestan sino la del mundo inteligible al que la sutileza de la razoacuten no habriacutea podido guiar a las almas cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales si el sumo Dios descendiendo con su misericordia al seno del pueblo no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino para que estimuladas las almas con sus preceptos y sobre todo con sus ejemplos sin luchas de disputas pudiesen entrar en siacute mismas y volver los ojos a la patria (cAcad III1942)

iquestQuieacutenes fueron los hombres que ensentildearon esta filosofiacutea perfectamente

verdadera Aquellos que la pusieron a salvo del error materialista estoico y

dogmaacutetico Si bien no puede restaacutersele valor a la tesis seguacuten la cual en este pasaje se

aluda a los neoplatoacutenicos seguacuten Fuhrer (1997 p 449) y Olsquo Meara (1959 p 172) a

Porfirio tanto por el caraacutecter de la obra como por el afaacuten de mostrar cuaacuteles eran las

48

verdaderas intenciones de los acadeacutemicos y de Ciceroacuten como uacuteltimo representante de

dicha escuela podriacutea pensarse que los hombres de ―suma agudeza e inteligencia

fueran justamente los acadeacutemicos De hecho el mismo Ciceroacuten tanto en los

Academici (I57) como en las Tusculanae (IV36) confirma el caraacutecter conciliador

de esta escuela

Que esta verdadera filosofiacutea sea una se explica en la segunda parte del

paraacutegrafo en el momento en el que se trae a colacioacuten de manera expliacutecita la doctrina

de la encarnacioacuten ndashno hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al

Verbo divinondash que en el libro VII de las Confessiones (VII913) se expone como la

verdad encontrada en los libros de los platoacutenicos A propoacutesito de esto Catapano

afirma que ―la encarnacioacuten del intelecto divino fue la conditio sine que non de la

llamada al mundo inteligible formulada por la filosofiacutea platoacutenica ya que llevoacute a cabo

una excitatio tan poderosa sobre las almas que les permitioacute convertirse a la patria

celeste sin necesidad de largas y extenuantes discusiones (Catapano 2001 p 170)

Se trata de la retoacuterica divina siempre eficaz en contraposicioacuten a la humana del error

el cuerpo y la ceguera sin la cual la filosofiacutea platoacutenica no habriacutea podido persuadir a

las almas de los hombres de forma definitiva La relacioacuten entre la encarnacioacuten en

cuanto misterio mediador y posibilitador del conocimiento se retomaraacute en obras como

el De vera religione (III3) y el De Trinitate (XII1722) en las que se reiteraraacute y

perfeccionaraacute esta consideracioacuten juvenil las almas ―enceguecidas por las tinieblas del

error no habriacutean visto la luz de la verdad sin la obra mediadora de Cristo que es la

verdad misma El caraacutecter ontoloacutegico de la verdad y su unicidad estaacuten a la base de las

ideas que constituyen esa filosofiacutea perfecta y verdadera la doctrina de los dos

mundos la cual fue escondida por los acadeacutemicos a causa de la dificultad de su

comprensioacuten y la doctrina del Logos divino que Agustiacuten encontroacute en los

platonicorum libri

En la hipoacutetesis histoacuterica trazada por Agustiacuten se puede entrever una alusioacuten al

camino recorrido por eacutel mismo en el cual como se afirma en las Confessiones el

periodo de materialismo maniqueo fue seguido de una fase esceacuteptica que tuvo como

resultado el abandono de la secta En este caso como en el Contra Academicos el

49

escepticismo se presenta como un instrumento uacutetil y la duda esceacuteptica prepara el

camino para la asimilacioacuten de las palabras de Ambrosio que iluminaraacuten la lectura de

los libros de los platoacutenicos en los cuales Agustiacuten encontraraacute aunque con otras

palabras (conf VII913) las verdades fundamentales de la doctrina cristiana como

la encarnacioacuten del Verbo y la inmortalidad del alma

Quizaacutes valga la pena presentar en este punto el camino seguido en las

Confessiones que puede esquematizarse de la siguiente manera

1 Materialismo maniqueo (V610)

2 Prudencia acadeacutemica y escepticismo (V1019-V1425)

3 Recepcioacuten del nombre de Cristo en las palabras de Ambrosio (VI24)

4 Lectura de los platonicorum libri (VII913)

5 Entrega total a la autoridad de Cristo (VIII1230)

Del mismo modo que en la hipoacutetesis histoacuterica expuesta tanto en el Contra

Academicos como en el Carta 118 la encarnacioacuten es necesaria para la comprensioacuten

de las ideas platoacutenicas en el recorrido de Agustiacuten la lectura de los platonicorum libri

no habriacutea tenido el mismo efecto en eacutel de no haber sido por la anterior asimilacioacuten de

las palabras de Ambrosio En este sentido deben entenderse las palabras de Crouse

seguacuten las cuales en la relacioacuten entre fe y razoacuten doctrina y filosofiacutea no hay una

superacioacuten en teacuterminos destructivos sino una siacutentesis particular

Indudablemente la fe precede al entendimiento y el entendimiento precede a la fe en el ciacuterculo hermeneacuteutico pero en el fondo la unioacuten con el Dios trino es una unioacuten contemplativa que se da en la memoria el entendimiento y el amor Entonces la fe no es para Agustiacuten una facultad distinta ni una sustitucioacuten del intelecto sino la salvacioacuten del mismo No se trata entonces de una contradiccioacuten o destruccioacuten del platonismo sino de su conversioacuten o redencioacuten (Crouse 2000 p 42)

Podemos concluir que el punto de llegada de la oratio perpetua es el punto de

partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten en cuanto le permite sintetizar las dos

fuentes principales de su pensamiento bajo el propoacutesito de conocer en palabras

ciceronianas las cosas divinas y humanas Dicho proyecto se enuncia asiacute

50

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten (pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Puede verse coacutemo el Contra Academicos en sintoniacutea con el sexto libro de las

Confessiones se configura como una muestra de la construccioacuten del camino que el

hombre debe recorrer en su buacutesqueda de la verdad En su oratio perpetua luego de

haber ejercitado a los maacutes joacutevenes en la dialeacutectica Agustiacuten reconstruye un camino

mostrando coacutemo al final de la errancia resplandece la verdad En las etapas de dicho

recorrido el escepticismo metodoloacutegico ocupa un papel fundamental en cuanto

conlleva compromisos no soacutelo de tipo praacutectico sino programaacutetico y en cuanto le

ofrecen a Agustiacuten una fuente de autoridad diferente a la fe necesaria para iniciar su

produccioacuten filosoacutefica como pensador cristiano

13 Agustiacuten y Ciceroacuten la buacutesqueda de la vida feliz

Durante la composicioacuten del Contra Academicos primer diaacutelogo de Casiciaco

Agustiacuten escribioacute tambieacuten el De beata vita redactado con ocasioacuten de su cumpleantildeos

entre el 13 y el 15 de noviembre del antildeo 386 seguacuten la declaracioacuten presente en las

Retractationum donde leemos

El libro de La vida feliz lo escribiacute no despueacutes de los libros Contra los Acadeacutemicos sino a la vez que ellos porque nacioacute con ocasioacuten de mi diacutea natalicio y quedoacute completo despueacutes de tres diacuteas de discusioacuten como se indica alliacute suficientemente En este libro hubo acuerdo entre nosotros que investigaacutebamos de consuno sobre que la vida feliz no es otra cosa sino el conocimiento perfecto de Dios (I2)

La precisioacuten de la situacioacuten cronoloacutegica del diaacutelogo resulta sorprendente del

mismo modo que la alusioacuten a la celebracioacuten de su natalicio pues Agustiacuten no hace

referencia a esta festividad en ninguna otra obra Puede tratarse maacutes bien de un

artificio retoacuterico que pone el eacutenfasis en la importancia del antildeo 386 en su vida

entendieacutendolo con Harrison (2006) como ―la revolucioacuten del 386 (p 20) antildeo en el

que se da inicio a un proyecto que toma como punto de partida la apropiacioacuten

51

cristiana de la tradicioacuten filosoacutefica ciceroniana y platoacutenica y en el que estaacuten ya

enunciadas algunas de las ideas teoloacutegicas que suelen ubicarse en el pensamiento

maduro de Agustiacuten

De la misma manera que el Contra Academicos el De beata vita se inscribe

en la tradicioacuten retoacuterica ciceroniana asumiendo de la misma no soacutelo recursos

literarios sino motivos filosoacuteficos que determinaraacuten el proyecto del joven Agustiacuten Si

el primero puede entenderse como un ajuste de cuentas con las propuestas

acadeacutemicas en particular con el escepticismo eacuteste debe asumirse como la

apropiacioacuten de un tema filosoacutefico claacutesico al cual se accede en gran medida gracias a

la labor transmisora de Ciceroacuten Del mismo modo si podemos afirmar que el Contra

Academicos quiere responder a las cuestiones expuestas en el Academica es posible

afirmar que el De beata vita estaacute construido sobre el horizonte de dos problemas

fundamentales que ocupan a Ciceroacuten tanto en las Tusculanae como en el De finibus a

saber la cuestioacuten de la vida feliz y la existencia del sumo bien

En la dedicatoria a Teodoro el punto de partida es una vez maacutes el Hortensius

en el cual se afirma que ―todos los hombres quieren ser felices (Muumlller sect 36) La

disposicioacuten natural del hombre hacia la felicidad es presentada en teacuterminos naacuteuticos

en consonancia con la declaracioacuten de Ciceroacuten en las Tusculanae sobre la filosofiacutea

como puerto del reposo que permite a los navegantes luego de la tempestad retomar

el camino (Tusc V3) Muchos son los peligros que surgen pues continuamente son

acechados la nave por las olas y el navegante por el deseo de adentrarse en alta mar

olvidando el camino de regreso a la patria Sin embargo aun quien logra regresar ya

sea por el esfuerzo de sus remos o porque los vientos lo conducen de regreso no estaacute

exento del peligro pues en el puerto mismo se yergue un monte luminoso que con su

resplandor enceguece al navegante desviaacutendolo de su objetivo iquestCoacutemo conducir la

nave sin perderse en la inmensidad de las aguas o atracar en el puerto equivocado En

este punto Agustiacuten nos ofrece una interesante referencia autobiograacutefica en la que

narra en algunas liacuteneas aquello que expondraacute con detalle en las Confessiones No

sorprende que el episodio de inicio sea el del encuentro con el Hortensius pues como

ya se afirmoacute la reconstruccioacuten del propio camino se basa en la utilizacioacuten de

52

estructuras de sentido que obedecen a unos modelos retoacutericos y filosoacuteficos en este

caso ciceronianos Por esta razoacuten en la referencia biograacutefica del De beata vita se

tocan algunos puntos esenciales que le permiten a Agustiacuten inscribirse en una tradicioacuten

que considera que la filosofiacutea constituye el punto de la buacutesqueda de la felicidad

iquestPero coacutemo llegar a la filosofiacutea Tanto Ciceroacuten como Agustiacuten consideran que el

encuentro con la sabiduriacutea se da luego de recorrer un camino en el que el error acecha

de manera constante y que si bien supone un esfuerzo de la voluntad tiene un

caraacutecter repentino como aquel que Agustiacuten otorgaraacute expliacutecitamente maacutes adelante a la

accioacuten de la gracia En las Tusculanae leemos una declaracioacuten que bien podriacutea ser de

Agustiacuten

Pero la correccioacuten de esta falta y de todos los demaacutes defectos y equivocaciones nuestros hay que buscarla en la filosofiacutea Habieacutendome impulsado mi voluntad y mi afaacuten desde los primeros antildeos de mi vida a su regazo ahora en tan graviacutesima situacioacuten sacudido por una terrible tempestad busco refugio en el mismo puerto del que habiacutea zarpado (V2)

La construccioacuten del recorrido propuesto por Agustiacuten para referirse a su primer

encuentro con la filosofiacutea los antildeos de errancia en el maniqueiacutesmo y la decisioacuten final

de dedicar su vida a la buacutesqueda de la verdad sigue muy de cerca las liacuteneas citadas de

las Tusculanae lo cual no obedece a una mera casualidad sino a un claro propoacutesito

interpretativo y filosoacutefico Pasemos entonces a considerar el pasaje en cuestioacuten

Desde que en el antildeo decimonono de mi edad leiacute en la escuela de retoacuterica el libro de Ciceroacuten llamado Hortensio se inflamoacute mi alma con tanto ardor y deseo de la filosofiacutea que inmediatamente penseacute en dedicarme a ella Pero no faltaron nieblas que entorpecieron mi navegacioacuten y durante largo tiempo vi hundirse en el oceacuteano los astros que me extraviaron Porque cierto terror infantil me retraiacutea de la misma investigacioacuten Pero cuando fui creciendo saliacute de aquella niebla y me persuadiacute que maacutes vale creer a los que ensentildean que a los que mandan y caiacute en la secta de unos hombres que veneraban la luz fiacutesica como la realidad suma y divina que debe adorarse No les daba asentimiento pero esperaba que tras aquellos velos y cortinas ocultaran grandes verdades para revelaacutermelas a su tiempo Despueacutes de examinarlos los abandoneacute y atravesado este trayecto del mar fluctuando en medio de las olas entregueacute a los acadeacutemicos el gobierno de mi alma indoacutecil a todos los vientos Luego vine a este paiacutes y halleacute el norte que me guiara Porque conociacute por los frecuentes sermones de nuestro sacerdote y por algunas conversaciones contigo que cuando se pretende concebir a Dios debe rechazarse toda imagen corporal Y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades maacutes cercanas a eacutel Maacutes todaviacutea me

53

deteniacutean confieso la atraccioacuten de la mujer y la ambicioacuten de los honores para que no me diera inmediatamente al estudio de la filosofiacutea Cuando se cumpliesen mis aspiraciones entonces finalmente como lo habiacutean logrado varones feliciacutesimos podriacutea a velas desplegadas lanzarme en su seno y reposar alliacute Leiacute algunos -poquiacutesimos- libros de Platoacuten a quien eras tuacute [Manlio Teodoro] tambieacuten muy aficionado y comparando con ellos la autoridad de los libros cuyas paacuteginas declaran los divinos misterios tanto me enardeciacute que hubiera roto todas las aacutencoras a no haberme conmovido el aprecio de algunos hombres iquestQueacute me faltaba ya para sacudir mi indolencia y tardanza a causa de cosas superfluas sino que me favoreciese una borrasca contraria seguacuten mi opinioacuten Asiacute me sobrevino un agudiacutesimo dolor de pecho y entonces incapaz de soportar la carga de mi profesioacuten por la que navegaba hacia las sirenas todo lo echeacute por la borda para dirigir mi nave quebrada y fija al puerto del suspirado reposo (bvita I4)

Este primer esbozo de lo que seraacuten las Confessiones estaacute construido sobre

algunos motivos ciceronianos que podemos identificar tanto en el Hortensius como

en las Tusculanae entre los cuales se destacan la concepcioacuten de la filosofiacutea como

guiacutea para el cuidado del alma la relacioacuten entre sabiduriacutea y felicidad y el caraacutecter

tempestivo de la decisioacuten definitiva de entregarse a la buacutesqueda la verdad

131 El alma y su alimento

Luego de saciar el cuerpo con un suculento banquete Agustiacuten quiere ofrecer a

sus invitados un manjar para el alma la investigacioacuten acerca de la posibilidad de la

felicidad en la vida del hombre Es indudable que todo hombre desea por naturaleza

ser feliz sin embargo iquesten queacute consiste dicha felicidad Parece que aquel que desea

los bienes y los tiene es feliz Citando a Ciceroacuten (Muumlller sect 39) y para reforzar este

argumento enunciado por Moacutenica se afirma que ―desear lo que no conviene es el

colmo de la desventura No lo es tanto no conseguir lo que deseas como conseguir lo

que no te conviene Porque mayores males acarrea la perversidad de la voluntad que

bienes la fortuna (bvita II10) La felicidad entonces tiene un caraacutecter que

trasciende a la mera voluntad pues su objeto estaacute determinado en teacuterminos

axioloacutegicos

La cuestioacuten que surge en este punto es entonces la de queacute es lo deseable

Debe tratarse en primer lugar de una cosa permanente y segura que no se encuentre

sujeta a los avatares de la vida pues aquello que no depende de nosotros no puede ser

54

la causa de la felicidad Entran en esta categoriacutea todos los bienes de la fortuna pues

tanto el que los ama y no los posee como el que los posee vive con el temor de

perderlos En este punto de nuevo Moacutenica antildeade una precisioacuten fundamental ―[el

hombre] aun teniendo seguridad de no perder aquellos bienes con todo no puede

saciarse con ellos y es tanto maacutes infeliz cuanto es maacutes indigente en todo tiempo

(bvita II11) La posesioacuten de los bienes es pues una posesioacuten imperfecta que no le

permite al hombre salir de su situacioacuten de ser carente soacutelo la posesioacuten del bien

supremo garantizaraacute el paso de la indigencia a la plenitud Alonso del Real (2001)

llama la atencioacuten acerca de la relacioacuten entre egestas y plenitudo indicando que

Ciceroacuten tanto en las Tusculanae (I36) como en el Hortensius (Muumlller sect 39) afirma

que el indigente egens es aquel que carece carere de algo y en el caso de la

miseria eacutesta consiste en la carencia de la felicidad

Una vez descartado cualquier bien mundano pasajero y contingente resulta

evidente a los ojos de todos los asistentes al banquete que la felicidad puesto que estaacute

en aquello que es permanente y eterno debe buscarse en Dios iquestQuieacuten posee a Dios

iquestQuieacutenes son entonces los verdaderamente felices Tres respuestas nos ofrecen los

comensales a manera de abrebocas Para Licencio aquel que tiene a Dios no es otro

que el que vive bien Trigecio sostiene que quien en todo cumple la voluntad de Dios

es aquel que lo posee Adeodato pone el eacutenfasis en el alma del hombre tiene a Dios

el hombre cuya alma estaacute limpia del espiacuteritu impuro

Con el fin de evitar una indigestioacuten el tema central por ser el maacutes suculento

deberaacute tratarse con un nuevo apetito al diacutea siguiente Sin embargo el anfitrioacuten ofrece

a sus invitados un postre sazonado con miel escolaacutestica la contienda con los

acadeacutemicos

El argumento procede de la siguiente manera es manifiesto que no puede ser

feliz aquel al que le falta lo que desea Los acadeacutemicos desean hallar la verdad pero

fracasan siempre en su buacutesqueda Al no poseer lo que desean son infelices y debido

a que el sabio es feliz los acadeacutemicos no son sabios iquestCoacutemo negar la eficacia de tan

delicioso razonamiento compuesto de miel harina y almendra Sin embargo

Licencio amparado bajo la autoridad del ausente Alipio prefiere no dejarse encantar

55

de aquella golosina sin antes poner a prueba uno de los ingredientes del argumento en

contra de los acadeacutemicos la premisa seguacuten la cual no puede ser feliz el que no posee

lo que desea iquestEs acaso posible la felicidad para el que no tiene lo que quiere A este

interrogante se daraacute respuesta maacutes adelante

Teniendo en cuenta que la composicioacuten del Contra Academicos y del De

beata vita coincide en alguacuten momento esta digresioacuten acadeacutemica nos permite reforzar

la idea ya presentada seguacuten la cual el ejercicio retoacuterico filosoacutefico ocupa un lugar

fundamental en la preparacioacuten al bautismo del grupo de habitantes de Casiciaco Maacutes

que demostrar que el sabio acadeacutemico no es feliz por no poseer lo que desea la

intencioacuten de Agustiacuten aquiacute es la de advertir en consonancia con lo afirmado en la

dedicatoria a Teodoro acerca de los peligros del dogmatismo y el racionalismo que

dirigen la voluntad a objetos perecederos que no pueden saciar el apetito del alma y

que por lo tanto no permiten el paso de la egestas a la plenitudo

Al diacutea siguiente y con un nuevo gusto seguacuten la disposicioacuten del anfitrioacuten los

comensales se disponen a degustar el manjar prometido el diacutea anterior iquestquieacuten posee a

Dios Las respuestas ofrecidas por Licencio y Trigecio pueden reducirse a una uacutenica

formulacioacuten vivir bien es hacer lo que a Dios agrada La propuesta de Adeodato

requiere en cambio un anaacutelisis maacutes profundo que parte de la pregunta por el espiacuteritu

impuro pues con este teacutermino se designan dos cosas distintas En un primer sentido

se dice de un espiacuteritu impuro que es aquel que invade un alma perturbando los

sentidos del cuerpo y causando un estado de delirio incontrolable La segunda

acepcioacuten ndashque es la que nos interesa para la definicioacuten del hombre felizndash indica un

alma que se encuentra corrompida por los vicios y el pecado Asiacute pues el hombre

feliz debe ser aquel cuya alma se halle libre de pecado

Una vez establecido esto queda claro cuaacuteles son las caracteriacutesticas del hombre

feliz el que busca a Dios vive bien sigue la voluntad de su Creador y estaacute libre del

pecado Sin embargo la buacutesqueda misma implica un no tener auacuten razoacuten por la cual

no puede decirse que lo posea el que vive bien estaacute libre del espiacuteritu inmundo y

cumple la voluntad de Dios Seraacute necesario entonces revaluar la definicioacuten aceptada

el diacutea anterior seguacuten la cual la felicidad consiste en tener a Dios En este momento

56

una vez maacutes Moacutenica encamina el discurso indicando coacutemo deber entenderse la

posesioacuten de Dios ―a Dios nadie lo posee sino que cuando se vive bien Eacutel es

propicio cuando mal es hostil (bvita III20) En este orden de ideas es feliz el que

tiene favorable a Dios Empero admitir esta definicioacuten implica admitir algo que ya

habiacutea sido descartado esto es que es feliz aquel que no tiene lo que quiere Navigio

llama la atencioacuten sobre este punto y se abstiene de dar su asentimiento a dicha

conclusioacuten aludiendo a la condicioacuten de aquel que busca iquestEs Dios hostil frente a aquel

que lo busca Antes de responder a esta pregunta vale la pena tomar en

consideracioacuten la cuestioacuten de la buacutesqueda presente a lo largo de todos los diaacutelogos y

determinante en la eleccioacuten de este geacutenero El verbo latino quarere tiene la doble

significacioacuten de buscar y preguntar de manera que la pregunta quaestio es

esencialmente una buacutesqueda La pregunta por la felicidad tema del diaacutelogo se

identifica entonces con la buacutesqueda de la misma que a su vez coincide con la

buacutesqueda de Dios pues ―nadie puede llegar a Dios sin buscarlo (bvita II19)

Estamos aquiacute frente a un tema central del pensamiento agustiniano la relacioacuten entre

Dios y el hombre y la actitud que debe tener este uacuteltimo frente a su Creador

La buacutesqueda se constituye asiacute en la condicioacuten esencial del hombre haciendo

de este un ser en camino un ser itinerante que estaacute en continuo movimiento hacia su

Creador de ahiacute la importancia de la metaacutefora naacuteutica y del viajero a lo largo del

diaacutelogo El encuentro con Dios no se da nunca de manera total y plena por ello la

buacutesqueda es incesante y no se llegaraacute nunca a un punto en el que no sea necesario

buscar maacutes porque el buscar bien implica ya un encontrar que no cesa la buacutesqueda

sino que la aumenta Teniendo esto en cuenta queda ahora claro el modo de proceder

de Agustiacuten en este diaacutelogo La imagen inicial de la navegacioacuten constituye una imagen

de la preparacioacuten del hombre y de su condicioacuten antes de encontrar el camino a

recorrer el hombre se encuentra sujeto a las adversidades de la fortuna se ve tentado

por la soberbia desviado y extraviado por el pecado Sin embargo una vez se logra

anclar la barca la tierra firme de la buacutesqueda de la felicidad se abre como un camino

fecundo que seraacute recorrido incesantemente De ahiacute la importancia de un alma

purificada libre del espiacuteritu inmundo y consagrada a la virtud La contraposicioacuten

57

entre pecado y virtud aparece desde la introduccioacuten y recorre todo el diaacutelogo soacutelo el

virtuoso logra dirigir su barca hacia el puerto y frente a la tentacioacuten del luminoso

monte de la soberbia responde con humildad y escoge la senda del caminante

Maacutes adelante al principio de la primera conversacioacuten el hombre ignorante es

caracterizado como un ser fameacutelico y vaciacuteo pues al ser nada la nequicia y maldad

presente en su alma eacutel mismo se convierte en un ser esteacuteril ―porque la nada es

aquello que fluye que se disuelve que se licuacutea y siempre perece y se pierde Por eso

a tales hombres llamamos tambieacuten perdidos (bvita II8) En contraposicioacuten al no ser

del vicio la virtud estaacute llena de ser permanece y se mantiene firme

Otra esfera en la que aparece de manera constante el tema de la virtud tiene

que ver con el banquete Asiacute lo comprueba la admonicioacuten que se presenta al final del

primer diacutea de investigacioacuten

mas por tratarse de un tema prolijo ndashpues tambieacuten en los convites espirituales se puede pecar por intemperancia cebaacutendose vorazmente en lo manjares de la mesa de donde vienen las malas digestiones no menos funestas a la salud espiritual que la misma hambrendash dejaremos esta cuestioacuten para mantildeana si os place (bvita II13)

Al voraz y desmesurado se contrapone el digno y el mesurado representado

en la figura de aqueacutel que en un convite donde todos son voraces no participa por un

sentido de dignidad y mesura Desde el inicio del diaacutelogo se hace patente la relacioacuten

entre el alimento del cuerpo y el del alma de esta manera en los dos aacutembitos cabe la

virtud como elemento regulador

No sorprende que en el momento crucial en el que se inicia el desenlace del

diaacutelogo la virtud sea el tema central iquestCoacutemo se introduce esta cuestioacuten El tercer diacutea

de la investigacioacuten tiene como objetivo llegar a una uacutenica definicioacuten del hombre feliz

Para esto es necesario entender en primer lugar si todos los desgraciados padecen

necesidad La necesidad consiste en no tener y el no tener tiene que ver no soacutelo con

los bienes materiales sino con la sabiduriacutea misma El ejemplo que mejor ilustra esta

situacioacuten es traiacutedo por Ciceroacuten se trata de Sergio Orata hombre rico en propiedades

amistades riquezas y fortuna al que su buen ingenio le impediacutea ser feliz pues

comprendiacutea la caducidad de sus bienes (Muumlller sect 76) La esclavitud del temor de

58

perderlo todo no es maacutes que falta de sabiduriacutea lo que demuestra con claridad que

quien no es feliz carece de algo de manera que toda necesidad equivale a miseria y

toda miseria implica necesidad Al sabio en cambio nada le hace falta cuando

requiere algo para el cuerpo lo toma si lo tiene a la mano pero si no no se afana

pues entiende la inutilidad de toda perturbacioacuten personal evita los males y la muerte

aunque no siente temor ante ellos no le sucede nada contrario a su voluntad y sus

acciones se encuentran regidas por la virtud y la ley de la sabiduriacutea divina Las

acciones del necio por el contrario estaacuten dominadas por el vicio y eacuteste como ya se

dijo anteriormente se opone a la frugalidad y en cuanto carencia no es nada El

sabio que posee la mayor riqueza de todas se encuentra lleno en su ser y la mejor

palabra para designar su estado es plenitudlsquo Una vez maacutes tenemos un juego de

opuestos frugalitas-nequitia plenitudo-egestas esse-non esse Agustiacuten retoma el

concepto ciceroniano de frugalitas a partir de una interesante reflexioacuten ofrecida por el

Arpinate seguacuten la cual modestia temperantia y frugalitas son sinoacutenimos

Con razoacuten llamaron algunos a la frugalidad madre de todas las virtudes Admitiendo esta idea dice Ciceroacuten en un discurso popular cada cual ateacutengase a lo que quiere pero yo juzgo que la frugalidad esto es la moderacioacuten y templanza es la maacutes excelente virtud Muy sabia y oportuna sentencia Teniacutea la mira puesta en el fruto esto es en la fecundidad del ser contraria al no ser Pero como el uso vulgar ha limitado la frugalidad a la sobriedad o parsimonia antildeadioacute dos nombres maacutes la moderacioacuten y la templanza (bvita I31)

Agustiacuten prosigue con el anaacutelisis y llama la atencioacuten acerca de la procedencia

de modestia y temperantia pues la primera viene de modus mientras que la segunda

de temperies Ambas tienen que ver con la proporcioacuten y la justa medida y debido a

que la medida excluye tanto lo excesivo como lo defectuoso se diraacute que la medida

del alma seraacute pues aquello que se oponga tanto a la pobreza egestas como a la

abundancia abundantia En este punto se retoma la nocioacuten de plenitudo como el

punto medio entre la egestas y la abundantia que se identifica con la sabiduriacutea Por

esta razoacuten se concluye que la sabiduriacutea es la plenitudo del alma y como en el

concepto de plenitudo estaacute incluido el modus se diraacute que la medida del alma estaacute en

la sabiduriacutea Establecido esto se pasa a definir la sabiduriacutea como ―la moderacioacuten del

59

aacutenimo por la que se conserva un equilibrio sin derramarse demasiado ni encogerse

maacutes de lo que pide la plenitud (bvita I33) El hombre sabio no se deja seducir por

las cosas vanas y mantiene su alma unida al sumo Bien por el que todas las cosas son

buenas y en la posesioacuten de este Bien se encuentra su felicidad De este modo ―posee

pues a Dios el hombre feliz seguacuten estamos de acuerdo todos desde el primer diacutea de

este banquete (bvita I34) Ahora es posible dar respuesta a la pregunta inicial del

diaacutelogo que se interrogaba acerca de coacutemo se posee a Dios o queacute quiere decir poseer

a Dios Moacutenica y Adeodato habiacutean dado los puntos de partida gracias a los cuales se

logroacute establecer que el alma pura esto es virtuosa es aquella en la que habita la

sabiduriacutea Agustiacuten concluye

iquestpero queacute es la sabiduriacutea de Dios sino la Verdad Porque Eacutel ha dicho yo soy la Verdad Mas la verdad encierra una suprema Medida de la que procede y a la que retorna enteramente [hellip] Y asiacute como la Verdad procede de la Medida asiacute esta se manifiesta en la Verdad Nunca hubo Verdad sin Medida ni Medida sin Verdad iquestQuieacuten es el Hijo de Dios Escrito estaacute la Verdad iquestQuieacuten es el que no tiene Padre sino la suma Medida Luego el que viniere a la suprema Medida por la Verdad es el hombre feliz (bvita I34)

El cierre del diaacutelogo como era de esperarse estaacute a cargo de Moacutenica que en

cuanto encarnacioacuten de las virtudes y de la Iglesia invoca un himno ambrosiano a la

Trinidad seguido de una exaltacioacuten de las virtudes teologales de fe esperanza y

caridad

La conclusioacuten del De beata vita se halla en clara consonancia con las palabras

que cierran el Contra Academicos el cristianismo en cuanto filosofiacutea verdadera es la

fuente de conocimiento y felicidad Asiacute pues podemos afirmar con Harrison (2006)

que los diaacutelogos de Casiciaco deben entenderse como una unidad en la que operan de

manera conjunta la autoridad de Cristo y las nociones filosoacuteficas provenientes de la

lectura de los platoacutenicos Sin embargo no debe perderse de vista que la manera en la

que operan estas uacuteltimas estaacute determinada por una estructura ciceroniana que no soacutelo

tiene que ver con la intencioacuten expliacutecita de responder a los diaacutelogos del Arpinate sino

que implica una apropiacioacuten sobre la que se construyen las obras de Agustiacuten Asiacute

podemos recurrir a la terna modus species ordo de origen ciceroniano (off I15)

60

para entender mejor la manera en la que se da la relacioacuten entre los tres primeros

diaacutelogos de Agustiacuten La lectura propuesta consiste entonces en establecer una

relacioacuten entre los tres primeros diaacutelogos y cada uno de los elementos de la terna De

esta forma el De beata vita responderiacutea a la exigencia vital y metodoloacutegica de

establecer un principio ordenador de la constitucioacuten misma del ser el modus tema

que cierra el diaacutelogo y que en cuanto medida implica una idea de perfeccioacuten y de

plenitud Una vez establecido el modus se pasa a considerar el objeto mismo de la

investigacioacuten la species esto es la forma el sello distintivo de la verdad de los seres

y la posibilidad de su conocimiento Por uacuteltimo el diaacutelogo De ordine tanto en su

forma como en su contenido representa el esfuerzo por hacer evidente el principio

esteacutetico que determina toda la naturaleza el ordo En este diaacutelogo se muestra con

claridad que el orden se manifiesta en todas las esferas de la creacioacuten y que por este

motivo nadie es insensible ante la accioacuten de la belleza El mundo es un mundo

ordenado pues luego de establecer la materia Dios da forma a las cosas y luego las

dispone ordenadamente creando asiacute las relaciones que permitiraacuten el funcionamiento

de todo el conjunto El mundo contemplado de manera correcta se muestra armoacutenico

ordenado y bello empero aquellos que no saben mirar no podraacuten comprender dicho

orden Es necesario entonces disponer el aacutenimo de manera tal que puedan llegar a

comprender coacutemo Dios gobierna todo con orden iquestCoacutemo lograr esto iquestQueacute camino

debe seguirse para llegar a entender algo que estaacute en aparente contradiccioacuten con

aquello que muestra la experiencia En varios pasajes del De ordine Agustiacuten hace

alusioacuten a la necesidad de preparar y purificar el alma a traveacutes de un arduo trabajo

intelectual que comienza con las artes liberales y termina con el conocimiento de las

cosas mismas

Podemos decir entonces que en los diaacutelogos de juventud se recogen algunos

problemas fundamentales organizaacutendolos seguacuten un esquema tripartito de origen

ciceroniano basado en la terna modus species ordo y usando como hilo conductor

algunas categoriacuteas que seraacuten fundamentales a lo largo del camino vital e intelectual

de Agustiacuten a saber veritas caritas y pulchritudo las cuales a su vez constituyen una

clave hermeneacuteutica dentro de la construccioacuten de su pensamiento En el caso de los

61

diaacutelogos puede afirmarse que el Contra Academicos es el libro de la veritas en

cuanto se ocupa de su posibilidad y su buacutesqueda el De beata vita es el libro de la

caritas en cuanto en esta virtud cristiana estaacuten contenidas todas las virtudes

cardinales de la Antiguumledad y se configura como condicioacuten de la consecucioacuten de la

felicidad y por uacuteltimo el De ordine es el libro de la pulchritudo de la belleza que se

manifiesta en el mundo creado y que repite a la belleza primera del creador

14 De ordine el camino hacia el encuentro

141 Schola nostra

En la dedicatoria al poeta Cenobio Agustiacuten introduce uno de los problemas

que habiacutean determinado su intereacutes en la filosofiacutea y del cual se ocuparaacute hasta el final

de su vida el problema del mal y su relacioacuten con la Providencia La cuestioacuten se

plantea de la siguiente manera

Y con todo tal es el ideal de los mejores ingenios y hasta los que contemplan ya como quien dice con la cabeza erguida los escollos y tempestades de la vida nada desean tanto como aprender y conocer coacutemo gobernando Dios las cosas humanas cunde tanta perversidad por doquiera de modo que al parecer ha de atribuirse su direccioacuten no ya a un reacutegimen y administracioacuten divinos pero ni siquiera a un gobierno de esclavos al que se dotara de suficiente poder (ord I12)

La cuestioacuten problemaacutetica para Agustiacuten radica en que a causa de la experiencia

del mal algunos consideran que las cosas humanas no estaacuten regidas por la

Providencia divina o que lo que estaacute fuera del orden ha sido querido por Dios El

mismo problema aunque con un eacutenfasis poliacutetico y moral habiacutea sido abordado por

Ciceroacuten en tres obras que se encuentran temaacuteticamente relacionadas el De natura

deorum el De fato y el De divinatione En esta trilogiacutea el maestro romano defiende

la importancia de admitir la existencia de la providencia frente al fatalismo y las

consecuencias morales que eacuteste traeriacutea para la ciudad (ND I11-4) Agustiacuten a su

vez asume la cuestioacuten desde una perspectiva maacutes amplia tanto en su punto de

partida como en los alcances de su propuesta La solucioacuten al problema tiene un matiz

pedagoacutegico ya que se afirma que se trata de un error comuacuten entre los hombres poco

62

instruidos que como consecuencia de la estrechez de su pensamiento no alcanzan a

concebir el orden y la armoniacutea del universo

En este punto se puede sostener que las afirmaciones del De ordine

constituyen un momento crucial en la estructuracioacuten del proyecto agustiniano de la

fundacioacuten de una paideia cristiana para comprender el ordo es menester ordenarse

esto es seguir un camino dispuesto de tal manera que el alma luego de haberse

conocido a siacute misma logre conocer el mundo y su artiacutefice Teniendo esto en cuenta

entendemos coacutemo el diaacutelogo mismo representa un esfuerzo por lograr dicho

ordenamiento del alma de manera que en sintoniacutea con el Contra Academicos

podemos entenderlo como un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el que Agustiacuten se

involucra tanto como maestro de sus joacutevenes acompantildeantes cuanto como alumno de

su maestro Interior

La ocasioacuten del inicio del diaacutelogo entre los hueacutespedes de Casiciaco a los que

Agustiacuten se refiere como scholam nostram proviene del orden que se manifiesta en la

naturaleza misma y de la admiracioacuten que eacuteste provoca en el alma humana El sonido

del agua que muda seguacuten su recorrido la perfeccioacuten en las partes del cuerpo de un

insecto una pelea de gallos constituyen ejemplos que dan cuenta de la manera en que

todo obedece a un orden superior y motiva diversos cuestionamientos entre los

inquietos asistentes al espectaacuteculo de la naturaleza El joven Trigecio consciente de

la altura del asunto que ocupa sus reflexiones afirma estar a favor de la idea seguacuten la

cual todo estaacute regido por la Providencia pero manifiesta el deseo de tratar el asunto

con suma diligencia puesto que tiene muchas incertidumbres En la misma liacutenea de

su compantildeero Licencio confirma que se trata de una cuestioacuten muy aguda pero la

dificultad del tema lejos de apartarlo de su investigacioacuten lo compromete en la misma

con maacutes empentildeo seguro de llegar a buen destino confiado en la promesa de la

verdad pues la duda esceacuteptica ya habiacutea sido vencida

Noacutetese coacutemo la unidad de los diaacutelogos de Casiciaco se confirma en la funcioacuten

que cada uno tiene dentro de un proyecto formativo el Contra Academicos establece

la necesidad y la posibilidad de la investigacioacuten de la verdad el De beata vita

muestra coacutemo en dicha verdad se halla la vida feliz y el De ordine ordena la manera

63

en la que debe planearse dicha investigacioacuten El inicio del recorrido se da en la

buacutesqueda de ahiacute el eacutenfasis que se le da a la pregunta como meacutetodo en la

investigacioacuten No sorprende entonces la premura con la que el joven le pide al

maestro Agustiacuten que emprenda cuanto antes la tarea que se han propuesto

―preguacutentame pues ya te ruego para poder explicar con tus palabras y las miacuteas esto

no seacute queacute tan grande que siento (ord I411) La adopcioacuten del meacutetodo socraacutetico

como instrumento pedagoacutegico se encuentra en clara consonancia con la actitud

fundamental que se habiacutea asumido en el Contra Academicos en relacioacuten con la

verdad pues eacutesta no debe entenderse de manera dogmaacutetica sino como el resultado de

una buacutesqueda incesante que se inicia desarrolla y perfecciona en el diaacutelogo Si bien a

lo largo de los diaacutelogos de Casiciaco Agustiacuten asume con claridad el papel de maestro

en ninguacuten momento se presenta como poseedor de la verdad sino maacutes bien como

compantildeero de viaje de ahiacute el recurso constante a las imaacutegenes ciceronianas del

puerto19 la roca el mar y el camino A propoacutesito de lo anterior podemos afirmar con

Catapano (2006) que se evita la tendencia al orgullo desordenado tan comuacuten entre

los estudiantes de retoacuterica gracias a la decisioacuten metodoloacutegica de poner a

consideracioacuten de los interlocutores cada una de sus reflexiones buscando construir la

verdad en el ejercicio del diaacutelogo y no imponer el propio punto de vista

Frente al entusiasmo de Licencio el maestro Agustiacuten responde con una

interpelacioacuten que pretende evidenciar la agudeza del asunto tratado y la necesidad de

proceder siguiendo el meacutetodo dialoacutegico pues los razonamientos de todos pueden ser

valiosos siempre y cuando sigan un orden y sean el resultado del proceso y la

aplicacioacuten de la teacutecnica adecuada Asiacute como respuesta a la exigencia del joven

estudiante de obtener respuestas por parte del maestro se responde

No te rebajes tanto ni me encumbres a miacute demasiado porque en filosofiacutea soy un nintildeo auacuten ni me preocupo al dirigir mis preguntas por medio de quieacuten me responde Aquel

19 A propoacutesito de la metaacutefora del puerto y de la relacioacuten de eacutesta con la filosofiacutea Antigua Catapano afirma que comparar la filosofiacutea con ―un puerto que repara de las vicisitudes de la vida y da acceso a la felicidad implica evidentemente considerarla bajo una mirada que no es meramente teoacuterica En este sentido Agustiacuten es todaviacutea disciacutepulo de Ciceroacuten de aquel Ciceroacuten de las Tusculanae que habiacutea buscado en la filosofiacutea un remedio para los males de la vida (Catapano 2001 p 178)

64

a quien presento todos los diacuteas mis lamentos de quien te auguro que seraacutes vate alguacuten diacutea y ese alguacuten diacutea tal vez no se halle tan lejano Otros tambieacuten separados de esta clase de estudios pueden ensentildearnos algo cuando se asocian a los que discuten con el sistema de haacutebiles preguntas (ord I513)

Estas liacuteneas nos permiten entender el espiacuteritu de la schola Cassiciaci no soacutelo

los estudiosos de los claacutesicos las artes liberales y la filosofiacutea teniacutean acceso a las

discusiones pues el saber no depende exclusivamente de la posesioacuten de informacioacuten

La filosofiacutea entendida como modo de vida se presenta como una actividad que

involucra a todos aquellos que esteacuten dispuestos a recorrer el arduo camino de la

buacutesqueda de la verdad De ahiacute el papel fundamental que ocupa Moacutenica a lo largo de

los diaacutelogos pues ella en cuanto siacutembolo de la Iglesia representa la natural

disposicioacuten del hombre hacia la buacutesqueda su condicioacuten peregrina y comunitaria Los

habitantes de Casiciaco se reuacutenen alrededor de la madre ella se ocupa de la

administracioacuten de las labores de la casa y dispone los alimentos no soacutelo para los

cuerpos sino tambieacuten para las almas pues sus reflexiones se presentan iluminadoras

en los momentos maacutes aacutelgidos de la discusioacuten suscitando en sus oyentes las maacutes

entusiastas reacciones ―madre has conquistado el castillo mismo de la filosofiacutea Te

han faltado las palabras para expresarte como Ciceroacuten en el libro titulado Hortensius

compuesto para defensa y panegiacuterico de la filosofiacutea (bvita II10) En Moacutenica se

articulan la sabiduriacutea cristiana y la filosofiacutea la figura de Ambrosio y la de Ciceroacuten la

autoridad y la razoacuten motivo por el cual su presencia en la composicioacuten de los

diaacutelogos determina y reorienta las discusiones en cuanto siacutembolo de la unidad de la

verdad y la posibilidad abierta a todos los hombres de alcanzarla En este punto vale

la pena afirmar con Catapano (2001) que la importancia del elogio a Moacutenica debe

considerarse a la luz de la relacioacuten que se establece entre virtud y sabiduriacutea cuestioacuten

que como se veraacute maacutes adelante seraacute fundamental para la determinacioacuten de las

caracteriacutesticas del orador cristiano Asiacute continua el mismo estudio ―Agustiacuten observa

que el origen de la sorprendente sabiduriacutea de Moacutenica no puede ser sino divino de

manera que es una sabiduriacutea que proviene de la atencioacuten que la madre pone en Dios y

su Palabra (p 199) De este modo se reconoce que la auctoritas es una fuente de

verdad y sabiduriacutea tal y como se mostraraacute en el De doctrina christiana

65

142 Las artes liberales y el orden moral

En el segundo libro del De ordine se ofrece un completo programa formativo

cuya aplicacioacuten garantizaraacute el acercamiento de las almas a la comprensioacuten del orden

divino presente en el universo La parte inicial del programa es de caraacutecter praacutectico y

toma como punto de partida la afirmacioacuten seguacuten la cual la ley divina prescribe reglas

para el buen vivir y para la instruccioacuten El acceso a dichas reglas opera en dos

momentos la autorictas y la ratio La primera si bien precede en el orden del tiempo

a la razoacuten es menos preferible que esta uacuteltima debido a que la primera se limita a

abrir las puertas de la segunda La razoacuten se define como ―el movimiento de la mente

capaz de discernir y enlazar lo que conoce (ord II1130) para luego dar paso a una

investigacioacuten que mostraraacute la diferencia entre lo racional y lo razonable iquestCuaacutendo se

dice de algo que es racional Cuando usa o puede usar la razoacuten y en este sentido se

dice del hombre que es un ser racional iquestCuaacutendo se dice de algo que es razonable

Cuando se dice o se hace conforme a la razoacuten por ejemplo se afirma que algo es

razonable cuando se ve que estaacute compuesto por partes congruentes y afines Gracias a

su potencia razonadora el hombre ve la necesidad de vivir en sociedad y comunicarse

con aquellos seres con los que comparte dicha racionalidad De ahiacute nace la necesidad

de nombrar las cosas por lo que se le otorga significado a determinados sonidos Una

vez establecidos dichos sonidos la razoacuten toma a los sentidos como intermediarios

para hacer posible la comunicacioacuten oral y luego inventa las letras instituyendo asiacute la

comunicacioacuten escrita A partir del lenguaje la razoacuten ve la necesidad de delimitar la

multitud inmensa de cosas sobre las que se puede hablar y escribir a traveacutes del caacutelculo

y los nuacutemeros

A la caligrafiacutea y al caacutelculo siguen la gramaacutetica la dialeacutectica y la retoacuterica esto

es las artes del trivium La primera es la encargada de clasificar los sonidos y las

palabras y de perpetuar por escrito todo lo que sea digno de ser recordado La

dialeacutectica se define como disciplina disciplinarum y su funcioacuten consiste en dar el

meacutetodo para ensentildear y aprender ya que ―en ella se nos declara lo que es la razoacuten su

valor sus aspiraciones y potencia Nos da la seguridad y certeza de lo que sabemos

66

(ord II1338) Sin embargo la dialeacutectica necesita de una herramienta por medio del

cual hacer entender las verdades a los hombres no instruidos por lo que es necesario

recurrir a la retoacuterica que tiene la tarea de atraer al pueblo hacia el bien y la verdad

por medio del discurso De este modo la retoacuterica debe entenderse como la teacutecnica

instrumental de la cual se sirve la dialeacutectica con fines educativos tal como queda

demostrado en los ejercicios llevados a cabo en la schola Cassiciaci entre Agustiacuten

maestro de retoacuterica y sus acompantildeantes A propoacutesito de lo anterior Catapano (2006)

afirma que Agustiacuten estaacute en contra de la concepcioacuten de una educacioacuten basada en la

mera adquisicioacuten de una teacutecnica es decir sin tener en cuenta su papel formativo (p

29) Esta concepcioacuten de clara procedencia ciceroniana seraacute retomada y profundizada

en el De doctrina christiana en donde se afirmaraacute que la retoacuterica estaacute subordinada a

la dialeacutectica conocimiento de todas las cosas al que soacutelo las almas preparadas pueden

acceder directamente mostrando asiacute que filosofiacutea y retoacuterica no pueden concebirse de

manera independiente

Una vez tratadas las artes del trivium se pasa a considerar las artes del placer

contemplativo en un estudio que toma como punto de partida el papel de los sentidos

en cada una de ellas De este modo se afirma que la razoacuten nota que ―reinaban los

nuacutemeros y que todo lo haciacutean ellos (ord II1441) y descubre tambieacuten que hay

nuacutemeros divinos y eternos gracias a los cuales todas las artes se hallan dispuestas La

combinacioacuten de estos nuacutemeros eternos con los sonidos sensibles y perecederos que

soacutelo pueden durar en cuanto conservados en la memoria da origen a la muacutesica que

toma su nombre del mito hesioacutedico seguacuten el cual las Musas son hijas de Juacutepiter y de

la Memoria En cuanto al sentido de la vista se afirma que ella estaacute determinada por

su gusto hacia la belleza la proporcioacuten y el orden En esta investigacioacuten tiene origen

la geometriacutea cuya funcioacuten consiste en distinguir y ordenar los conocimientos

relacionados con las figuras Empero la hermosura de las figuras terrestres no es la

uacutenica que llama la atencioacuten de la razoacuten pues los movimientos del cielo en los que se

puede notar el influjo de las dimensiones y los nuacutemeros le produjeron inmensa

admiracioacuten de donde proviene la astronomiacutea

67

Una vez finalizado el recorrido por las artes liberales la razoacuten concluye que el

nuacutemero es el principio profundo de toda medida modus y por ende la condicioacuten

necesaria para la sabiduriacutea Asiacute pues aquel que se dedique al estudio de las artes

liberales dispondraacute y prepararaacute su aacutenimo para el estudio de las cosas divinas y podraacute

creer en ellas y contemplarlas comprenderlas y retenerlas en su memoria El alma asiacute

dispuesta

primeramente examiacutenase a siacute misma y si estaacute persuadida ya por la erudicioacuten de que la razoacuten es una fuerza propia o que ella misma es la razoacuten y que en la razoacuten no hay cosa mejor ni maacutes poderosa que los nuacutemeros o que no es maacutes que un nuacutemero ella misma tendraacute consigo este discurso yo con un movimiento interior y oculto puedo separar y unir lo que es objeto de las disciplinas y esta fuerza se llama razoacuten (ord II1848)

Una de las preguntas fundamentales de los tres diaacutelogos halla respuesta en

este punto el sabio es decir el hombre feliz es aquel que logra unir aquello que estaacute

disperso diffusa en las diferentes disciplinas y que al ser contemplado de manera

desordenada no pude conducir al conocimiento de la verdad El orden propuesto esto

es el programa que debe seguirse en el estudio de las disciplinas estaacute determinado a

su vez por un principio de caraacutecter moral pues un aacutenimo desordenado y disperso no

puede alcanzar la sabiduriacutea En este punto se ofrecen una serie de precepta de

caraacutecter praacutectico anclados en la concepcioacuten de la filosofiacutea como modo de vida y no

como mera adquisicioacuten de saberes y disciplinas La enunciacioacuten y aplicacioacuten de

dichos preceptos tienen un fuerte eco ciceroniano asiacute como la exhortacioacuten al

abandono de los placeres mundanos como condicioacuten de la obtencioacuten de la beata vita

y la sabiduriacutea Si bien los temas de la Providencia y la disposicioacuten ordenada del

mundo se abordan de manera expliacutecita en el De natura deorum y el De fato la

preocupacioacuten formativa que aparece como principio ordenador a lo largo de todos los

diaacutelogos de Agustiacuten tambieacuten es de origen ciceroniano Para entender esta relacioacuten es

necesario remitirse al De officiis obra en la que el Arpinate ofrece a su hijo y con eacutel

a todos los joacutevenes romanos un amplio compendio pedagoacutegico y moral orientado a la

formacioacuten de los buenos ciudadanos El contacto de Agustiacuten con el De officiis tiene

una doble fuente pues se acercoacute a eacutel tanto como alumno y maestro cuanto como

68

oyente de Ambrosio el cual escribioacute su De Officiis ministrorum sobre el modelo de la

obra ciceroniana La intencioacuten del obispo de Milaacuten en la composicioacuten de dicha obra

no dista mucho de la de Ciceroacuten pues asiacute como el Arpinate dirige la obra a la

juventud romana en formacioacuten Ambrosio la dirige a la juventud cristiana ofreciendo

un conjunto de preceptos y normas morales que en ambos casos toma como punto

de partida una consideracioacuten acerca de la virtud y la vida feliz

No sorprende entonces que en el proyecto de una paideia cristiana surgido

luego de los encuentros con Ambrosio Agustiacuten le otorgue un papel fundamental a la

formacioacuten moral como condicioacuten indispensable para emprender el camino hacia la

sabiduriacutea y la felicidad Los joacutevenes Licencio Trigecio y el pequentildeo Adeodato

representan esa juventud a la que sus maestros Ciceroacuten y Ambrosio habiacutean dedicado

las obras acerca de los deberes y en consonancia con eacutestas Agustiacuten expone los

preceptos que deben seguir

Los joacutevenes dedicados al estudio de la sabiduriacutea se abstengan de todo lo veneacutereo de los placeres de la mesa del cuidado excesivo y superfluo ornato de su cuerpo de la vana aficioacuten a los espectaacuteculos de la pesadez del suentildeo y la pigricia de la emulacioacuten murmuracioacuten envidia ambicioacuten de honra y mando del inmoderado deseo de alabanza Sepan que el amor al dinero es la ruina de todas sus esperanzas No sean flojos ni audaces para obrar En las faltas de sus familiares no den lugar a la ira o la refrenen de modo que parezca vencida A nadie aborrezcan [hellip] No busquen los cargos de la administracioacuten del Estado sino los perfectos Y traten de perfeccionarse antes de llegar a la edad senatorial o mejor en la juventud Y los que se dedican a estas cosas no crean que no les conciernen estos preceptos porque los guardaraacuten mejor en la edad avanzada En toda condicioacuten lugar o tiempo o tengan amigos o buacutesquenlos (ord II825)

Las normas aquiacute presentadas condesan la uacuteltima parte del libro primero del De

officiis ciceroniano (I102-141) y la conclusioacuten del libro segundo (II84-II89) en las

que el Arpinate se ocupa de la honestidad entendida como decorum esto es lo que

por su conformidad con la naturaleza refleja ―la moderacioacuten y la templanza unidas a

los modales de una educacioacuten perfecta (off I97)

En este punto puede afirmarse que el programa de Casiciaco en cuanto plan

pedagoacutegico estaacute basado en una formacioacuten integral que se halla en iacutentima consonancia

con la concepcioacuten de filosofiacutea de Agustiacuten entendida como modo de vida y no como

69

una mera disciplina de caraacutecter teoacuterico (cAcad II922) Esta idea se expone en todos

los diaacutelogos y asiacute como los preceptos presentados se inspira en la concepcioacuten

ciceroniana de la filosofiacutea como investigacioacuten y ensentildeanza de las normas para

alcanzar una vida honrada feliz y virtuosa20 (off II6) La filosofiacutea es entonces un

ejercicio continuo y comuacuten que encuentra en el diaacutelogo entendido eacuteste como el

resultado de una construccioacuten colectiva un vehiacuteculo privilegiado en el que como se

ve en todos los escritos de Casiciaco la verdad se muestra en cuanto producto de

dicho ejercicio El entrenamiento de los disciacutepulos tal y como lo proponen Ciceroacuten a

su hijo Ambrosio a los joacutevenes cristianos y Agustiacuten a los hueacutespedes del gramaacutetico

Verecundo tiene la doble funcioacuten de ordenar sus pensamientos y acciones a traveacutes

del buen uso de la palabra y del seguimiento de preceptos praacutecticos y de permitir el

acercamiento a los objetos propios del estudio esto en teacuterminos ciceronianios a las

cosas humanas y divinas (off II5 cAcad I925 bvita I4 ord I25) En este orden

de ideas queda clara la razoacuten por la cual una de las preocupaciones fundamentales de

Agustiacuten es la de consignar por escrito dichos encuentros y hacerlos puacuteblicos para

beneficio no soacutelo de su expliacutecito destinatario sino todos de los joacutevenes a los que el

texto pudiera ser de utilidad

Luego de exponer su doble programa Agustiacuten se dirige a Moacutenica con las

siguientes palabras ―tu ingenio me parece nuevo cada diacutea y tu espiacuteritu alejadiacutesimo

por la edad y la templanza de todas las bagatelas y limpio de toda corrupcioacuten

corporal se ha erguido a una maravillosa altura (ord II1745) Una vez maacutes en

Moacutenica encontramos la eruditio necesaria para acceder a las cuestiones de la

filosofiacutea en este caso el agudo problema de la relacioacuten entre el mal y la providencia

Su espiacuteritu en cuanto ordenado se ha erguido alcanzando las maacutes altas esferas del

conocimiento filosoacutefico y sus herramientas pues conoce ―la fuerza casi divina y la

naturaleza de la gramaacutetica (ord II1745) la cual en cuanto encargada de la

20 A propoacutesito de la filosofiacutea como forma de vida en Ciceroacuten y su dimensioacuten eacutetico-praacutectica Woolf (2015) afirma que a la base de la composicioacuten de las obras eacuteticas esto es el De finibus y el De Officiis estaacute la idea del poder que tiene la filosofiacutea para cambiar vidas ―Ambas obras muestran la relacioacuten existente entre teoriacutea y praacutectica relacioacuten que se vuelve especialmente importante cuando se trata de la cuestioacuten baacutesica de la eacutetica coacutemo vivir mejor (p125)

70

escritura y la ensentildeanza de todo aquello que es digno de conservarse en la memoria

constituye el fundamento de la eruditio Esta uacuteltima debe entenderse como la unioacuten

entre la dialeacutectica y la potencia de los nuacutemeros esto es la capacidad de conocer la

unidad numeacuterica y de remitir el conocimiento sensible a dicha unidad A propoacutesito de

lo anterior puede afirmase que las artes liberales juegan un papel fundamental en el

discernimiento de dicha unidad a la cual la filosofiacutea aspira de un ―modo mucho maacutes

elevado y divino (ord II1845) Nos encontramos aquiacute con uno de los momentos

cruciales en la determinacioacuten del proyecto filosoacutefico agustiniano que se desarrollaraacute

en los diaacutelogos posteriores y alcanzaraacute su maacuteximo florecimiento en las Confessiones

y en el De doctrina christiana Se trata de la estipulacioacuten del objeto de la filosofiacutea

misma y se expresa en los siguientes teacuterminos

Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios El primero nos lleva al propio conocimiento el segundo al conocimiento de nuestro origen El propio conocimiento nos es maacutes grato el de Dios maacutes caro aqueacutel nos hace dignos de la vida feliz eacuteste nos hace felices El primero es para los aprendices el segundo para los doctos He aquiacute el meacutetodo de la sabiduriacutea con que el hombre se capacita para entender el orden de las cosas conviene a saber para conocer los dos mundos y el mismo Padre del Universo del cual en el alma no hay otra ciencia que la de saber que de Eacutel no hay ciencia (ord II1847)

Asiacute el alma consagrada a la filosofiacutea en primer lugar se examina a siacute misma

y en ella encuentra que el nuacutemero es aquello que le permite separar analizar unir y

sintetizar lo que es objeto de las disciplinas entendiendo de este modo en queacute

consiste su actividad racional En virtud de esta uacuteltima el hombre puede ordenar lo

que le ofrece la naturaleza y producir obras y objetos gracias a los cuales entenderaacute su

superioridad en cuanto son el resultado de la aplicacioacuten del conocimiento de las

proporciones Si bien la racionalidad del hombre lo situacutea en una posicioacuten privilegiada

tambieacuten lo pone frente a una dificultad ―iquestcoacutemo pues siendo inmortal la razoacuten soy

definido yo como un animal racional y mortal iquestAcaso la razoacuten no es inmortal

(ord II1950) La inmortalidad de la razoacuten tiene que ver con la posesioacuten de verdades

absolutas objetivas y universales como las verdades matemaacuteticas las cuales por no

ser mudables no dependen de las cosas perecederas En el momento en el que el alma

descubre esa racionalidad que la determina y le permite conocer y hacerse partiacutecipe

71

de la inmortalidad y la verdad querraacute alejarse de todo lo inferior en busca de la

unidad de lo superior

En este punto Agustiacuten retoma una de las cuestiones centrales del diaacutelogo a

saber la relacioacuten entre conocimiento y virtud afirmando que gracias a la guiacutea de la

razoacuten el alma se eleva a la pureza en las costumbres alejaacutendose de los vicios y las

pasiones carnales Retomando una idea que ya habiacutea sido expuesta en el Contra los

Acadeacutemicos Agustiacuten afirma que este recorrido que hace el alma debe entenderse

como un embellecimiento pues soacutelo un alma bella y pura es capaz de contemplar a

Dios

Mas cuando el alma se arreglare y embelleciera a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (ord II1951)

Dicha contemplacioacuten mostraraacute la fuente de la verdad y la belleza esto es la

Verdad por la que todas las cosas son verdaderas y la Belleza por la que todas las

cosas son bellas logrando asiacute la comprensioacuten del orden de la creacioacuten pues se

entenderaacute que todo es ordenado por un principio supremo que le da la medida a todas

las cosas Aquiacute una vez maacutes vemos coacutemo las categoriacuteas ciceronianas operan en la

propuesta agustiniana pues en la misma liacutenea de lo afirmado en el De beata vita se

da una apropiacioacuten de la terna modus species ordo (off I15) a partir de la cual se

plantea el problema del diaacutelogo y su solucioacuten Asiacute pues esta terna no soacutelo sirve como

clave de lectura para comprender la unidad y relacioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco

sino que en el caso del De ordine se configura tanto como punto de partida como

conclusioacuten Una vez establecido que el orden a seguir en el estudio de las disciplinas

consiste en el embellecimiento del alma Agustiacuten se dirige a sus compantildeeros con las

siguientes palabras ―estas y otras muchas reflexiones se hace consigo misma el alma

bien instruida pero las omito no sea que al daros mis lecciones sobre el orden falte a

la moderacioacuten que es el padre del orden (ord II1950) En estas liacuteneas y en el tema

tratado antes de las mismas se alude a la terna y a la manera en la que eacutesta debe

comprenderse El modo en cuanto Padre es el elemento que dispone y ordena todo

72

razoacuten por la cual se afirma que es el padre del orden la species esto es la forma es la

belleza que permite acceder a la comprensioacuten del orden y el ordo es el principio

orientador del alma humana y de toda la creacioacuten El orden del alma no es otro que la

virtud y la praacutectica de eacutesta es condicioacuten de la eruditio que ya mencionamos y de la

que Moacutenica se presenta como ejemplo La madre a lo largo de todo el diaacutelogo

encarna un principio ordenador y en la conclusioacuten de la obra se exaltan sus dos

caracteriacutesticas fundamentales la erudicioacuten y la fe Esta es la razoacuten por la cual Agustiacuten

agradece los ruegos de su madre gracias a los cuales eacutel ha decidido entregarse por

completo al estudio de la filosofiacutea en compantildeiacutea de Alipio el cual toma la palabra para

concluir el diaacutelogo

verdaderamente has hecho revivir ante nuestros ojos la memoria de los grandes y doctos varones que algunas veces nos pareciacutea increiacuteble por su elevacioacuten y grandeza pero aquiacute por la observacioacuten de todos los diacuteas y por la admiracioacuten que sentimos hacia ti no soacutelo no nos parece dudosa aquella imagen sino que estamos dispuestos a jurar por ella iquestPues queacute iquestNo nos ha introducido acaso en la venerable disciplina de Pitaacutegoras justamente estimada como casi divina Porque con tanta concisioacuten y plenitud nos has descubierto las normas de la vida y los caminos y campos y los mares cristalinos de la ciencia y todo lo que era objeto de gran veneracioacuten para aquel y doacutende estaacuten los santuarios de la verdad y cuaacuteles y queacute exigen a sus investigadores (ord II2053)

La alusioacuten a Pitaacutegoras no es casual pues luego de la intervencioacuten de Alipio en

la que eacuteste este exalta los preceptos praacutecticos propuestos por Agustiacuten se llama la

atencioacuten sobre la cuestioacuten de la antiguumledad de los mismos y el lugar central que

ocupan en ―libros de hombres grandes y casi divinos (ord II1028) Parece

entonces que los dos pasajes hacen referencia a la misma disciplina filosoacutefica la

pitagoacuterica la cual era conocida gracias a la transmisioacuten de Varroacuten como se declara

expliacutecitamente (ord II2054) y a la de Ciceroacuten el cual como afirma Doignon (1977)

representa la fuente principal de los elementos neoplatoacutenicos presentes en el diaacutelogo

Este uacuteltimo punto ha sido objeto de un intenso debate entre los estudiosos los cuales

han centrado su atencioacuten en el problema de las fuentes filosoacuteficas de cuestiones como

la aspiracioacuten a la unidad la belleza y la nocioacuten misma de orden (Hadot 1984

73

Cipriani 2000) dejando de lado el aspecto moral y formativo en los cuales como

hemos demostrado hasta ahora la influencia ciceroniana es fundamental

15 El diaacutelogo con la razoacuten Soliloquia21

El uacuteltimo de los diaacutelogos de Casiciaco debe entenderse como el fruto de las

reflexiones a las que Agustiacuten dedicaba las horas nocturnas meditando en silencio y

soledad (ord I36) Sabemos que los diacuteas transcurriacutean entre los trabajos propios de

una villa de campo la lectura de Virgilio y Ciceroacuten la oracioacuten y el ejercicio retoacuterico-

filosoacutefico en el que los maacutes joacutevenes poniacutean a prueba su ingenio frente a cuestiones

agudas bajo la guiacutea del maestro Agustiacuten Sin embargo el deseo de comprender

aquellas cuestiones que durante el diacutea eran objeto de discusioacuten haciacutea de las noches un

momento de diaacutelogo interior que en las Retractationum se describe asiacute

[hellip] escribiacute tambieacuten entonces dos voluacutemenes siguiendo mi intereacutes y el amor que teniacutea por indagar la verdad sobre lo que maacutes deseaba saber interrogaacutendome y respondieacutendome como si fueacutesemos dos la razoacuten y yo siendo uno solo Por eso llameacute a esta obra Soliloquia (I41)

La adecuacioacuten del diaacutelogo ciceroniano 22 como meacutetodo filosoacutefico en la

investigacioacuten de la verdad se encuentra en clara consonancia con el propoacutesito

expuesto en los tres diaacutelogos anteriores para filosofar es necesario llevar a cabo un

ejercicio en el que a traveacutes de preguntas y respuestas se accede a la comprensioacuten de

aquello sobre lo que se indaga (ord I411) Mientras en los tres primeros diaacutelogos la

conversacioacuten se llevaba a cabo entre un grupo de interlocutores entre los cuales

Agustiacuten tomaba el papel de maestro en los Soliloquia los participantes son Agustiacuten y

su razoacuten y en este caso es ella la que opera como guiacutea Podriacutea pensarse siguiendo a

Fleming que el motivo del diaacutelogo interior y de la personificacioacuten de la razoacuten tiene

un antecedente en la Consolatio de Ciceroacuten pues aunque no conservamos la obra

21 Vale la pena anotar que tanto el teacutermino soliloquialsquo como la idea de un diaacutelogo interior es una creacioacuten original de Agustiacuten aunque estaacute basada en el principio platoacutenico seguacuten el cual cuando el alma piensa dialoga consigo misma interrogaacutendose y respondiendo (Teet 189e-190a) 22 Acerca de la relacioacuten entre diaacutelogo y filosofiacutea en los Soliloquia veacutease (Catapano 2005 pp 37-57)

74

algunas alusiones a la misma nos permiten tener una idea aproximada de su tema y

estructura (Fleming 1984 p 61)

Las primeras liacuteneas de la obra nos situacutean en el problema central de la misma

el conocimiento de siacute y ademaacutes nos permiten asumir una liacutenea interpretativa que

pone el acento en la relacioacuten entre Agustiacuten y Ciceroacuten

Andando yo largo tiempo ocupado en muchos y diversos problemas y tratando con empentildeo durante muchos diacuteas de conocerme a miacute mismo lo que debo haber y lo que he de evitar de improviso viacutenome una voz no seacute si de miacute mismo o de otro desde fuera o dentro porque esto mismo es lo que principalmente quiero esclarecer diacutejome pues aquella voz Razoacuten- Suponte que has hallado alguna verdad iquesta quieacuten la encomendaraacutes para seguir adelante Agustiacuten- A la memoria (sol I11)

Este pasaje es un claro eco de la introduccioacuten del De oratore (I1) no soacutelo por

el estilo literario y la cercaniacutea linguumliacutestica23 sino tambieacuten por los temas expuestos por

los dos autores entre los cuales se destacan el conocimiento de siacute el anhelo por

dedicar la vida a la buacutesqueda de la verdad la naturaleza de eacutesta y el papel de la

memoria en el conocimiento

Tenemos asiacute que esta obra presenta a un hombre que en su ardua buacutesqueda

de la verdad lleva a cabo una indagacioacuten de su situacioacuten vital pues como ya se habiacutea

expuesto en el De ordine el conocimiento de siacute mismo constituye el punto de partida

en el camino hacia la verdad

Luego de una extensa invocacioacuten a Dios en la que se retoman muchos de los

temas ya tratados en los diaacutelogos haciendo especial eacutenfasis en el orden la creacioacuten y

la posibilidad de alcanzar la verdad Agustiacuten resume su objetivo en la siguiente

declaracioacuten ―quiero conocer a Dios y al alma (sol I27) La pregunta que surge de

inmediato es la de coacutemo es posible conocer a Dios y de queacute tipo de conocimiento se

trata En primer lugar se afirma que el conocimiento de Dios debe ser tan cierto

como el conocimiento matemaacutetico y geomeacutetrico Ahora bien el conocimiento de

Dios no puede ser como el de los objetos pero puede entenderse como el momento

en el que el sol se muestra a los ojos razoacuten por la cual Eacutel es principio de

inteligibilidad de los objetos Sin embargo los ojos no soacutelo deben estar dispuestos 23 Sobre este punto veacutease Selbstgespraumlche von der Unterblichkeit der Seele (Muumlller 2002)

75

para mirar sino tambieacuten para ver la luz del sol del mismo modo que el alma de aquel

que desea conocer debe estar ordenada y dispuesta de una manera determinada Asiacute

pues ―el ojo del alma es la mente pura de toda mancha corporal esto es alejada y

limpia del apetito de las cosas corruptibles (sol I612) Siguiendo la liacutenea

establecida en el De ordine se afirma que el proceso de purificacioacuten del alma se logra

a traveacutes del ejercicio de la virtud la cual se define con Ciceroacuten (off I618 Tusc

IV15 34) como la ―recta y perfecta razoacuten (sol I613)24 Sin embargo para que el

alma pueda mirar directamente a la luz debe estar acompantildeada por la fe la esperanza

y la caridad pues las tres virtudes teologales se constituyen en la condicioacuten necesaria

para el conocimiento de Dios Es necesario entonces examinar la propia alma para

poder constatar si eacutesta vive seguacuten las virtudes en las que debe basarse la vida del

cristiano Recordemos que Agustiacuten se encontraba en Casiciaco con la intencioacuten de

prepararse para el Bautismo razoacuten por la cual podemos considerar esta obra como

una introspeccioacuten en la que se lleva a cabo una evaluacioacuten de la propia vida y de la

decisioacuten consagrarse al estudio de la verdad En primer lugar se toman en

consideracioacuten los miedos que acechan al alma a saber la peacuterdida de los seres

queridos el dolor y la muerte temas especiacuteficos de la tradicioacuten consolatoria en

segundo lugar se examina la relacioacuten con los honores las riquezas la vida conyugal

y otros placeres corporales Frente a los primeros Agustiacuten afirma sentirse turbado

mientras que respecto al segundo grupo nota un progreso creciente en su rechazo

hacia los honores las riquezas y el matrimonio En este punto vale la pena anotar que

se hace un particular eacutenfasis sobre el hecho de que dicha actitud no es reciente sino

que se remonta a la lectura del Hortensius

No data de ahora mi renuncia a ellas (riquezas) Ya tengo treinta y tres antildeos y hace unos catorce dejeacute de desearlas Caso de ofreceacuterseme soacutelo me serviriacutea de ellas para mi sustento necesario y el uso liberal Un libro de Ciceroacuten me persuadioacute faacutecilmente de que no se ha de poner el corazoacuten en las riquezas y en caso de tenerlas han de administrarse con suma cautela y prudencia (sol I1017)

24 Fleming (1984) llama la atencioacuten sobre este punto y afirma que Ciceroacuten es aqueacutel que introduce la definicioacuten de virtud como perfecta ratio en el mundo latino y que Agustiacuten construye sobre la misma no soacutelo su definicioacuten de virtud sino la distincioacuten fundamental entre mirar adspicere y ver videre

76

Una vez maacutes queda claro que la buacutesqueda de la sabiduriacutea requiere de una

actitud vital y de una disposicioacuten estrechamente ligada a las ensentildeanzas de Ciceroacuten y

que Agustiacuten declara no haber abandonado nunca desde que comenzoacute su camino hacia

la verdad Ahora en el momento crucial de la estancia en Casiciaco se emula al

maestro no soacutelo en sus estilo y lenguaje sino tambieacuten en su decisioacuten de alejarse de las

riquezas los honores y los placeres mundanos para entregarse a la reflexioacuten y a la

escritura tal como lo hiciera el Arpinate en su villa de Tuacutesculo De este modo frente

a la cuestioacuten de los honores y la fama provenientes de la vida puacuteblica Agustiacuten afirma

que ha dejado de ambicionarlos justamente en esos diacuteas lo cual muestra que el retiro

a la vida comunitaria en la villa de Verecundo se presenta como un remedio ante la

ambitio saeculi y la aficioacuten a los demaacutes placeres del cuerpo

El paso por las pasiones y los diferentes tipos de concupiscencia tiene el

objetivo de indicar en liacutenea ciceroniana (off II84ndashII89) que todos los deseos y las

pasiones deben ordenarse al sumo bien (Fin I4 II2) el cual es la sabiduriacutea

entendida como la praacutectica de la virtud (Fin II11) Con el fin de reforzar esta idea

Agustiacuten recurre a Cornelio Celso 25 para ilustrar que el hombre debido a su

constitucioacuten ontoloacutegica debe situar el sumo Bien en su alma pues eacutesta es mejor que

el cuerpo

De dos partes estamos compuestos de alma y cuerpo y la mejor es el alma y la maacutes vil el cuerpo y el sumo Bien es lo mejor de la porcioacuten excelente y el sumo mal lo peor de la porcioacuten inferior y es lo mejor en el aacutenimo la sabiduriacutea y lo peacutesimo en el cuerpo el dolor Concluyese pues evidentemente que el sumo Bien lo constituye la sabiduriacutea y el sumo mal los padecimientos corporales (sol I1221)

La idea seguacuten la cual el sumo bien es la virtud y el sumo mal el dolor corporal

es recurrente en el pensamiento de Ciceroacuten (off I618 Tusc II5) el cual con

seguridad constituye una de las fuentes maacutes importantes del tratado de Celso

conocido por Agustiacuten

25 Aulio Cornelio Celso es el autor de un tratado enciclopeacutedico que no conservamos acerca de arte militar retoacuterica filosofiacutea y medicina De su produccioacuten escrita llegoacute hasta nosotros el De re medica en el cual se lleva a cabo un resumen de la tradicioacuten hipocraacutetica y algunos fragmentos de otros libros

77

Asiacute pues si el sumo Bien es la sabiduriacutea deberaacute entonces investigarse coacutemo

se da el camino a la misma En la liacutenea ya trazada en los anteriores diaacutelogos se

afirma que se trata de un recorrido ascendente en el que se parte de la belleza de este

mundo para subir por grados hacia la verdadera Hermosura26 En este punto la

Razoacuten interviene y afirma que el camino variacutea seguacuten las fuerzas y la salud de cada

alma pues mientras a algunas les basta con creer esperar y amar a otras les es

necesario el ejercicio para que al ver la luz no se enceguezcan iquestDe queacute se trata este

ejercicio

Primero se les mostraraacuten objetos opacos pero bantildeados con la luz como un vestido un muro algo semejante Han de pasar despueacutes a fijar la vista en las cosas que brillan con mayor belleza no por siacute mismas sino con el reverbero solar como el oro la plata y cosas similares cuyo reflejo no dantildee a los ojos Entonces con moderacioacuten se les podraacute mostrar el fuego terreno y sucesivamente los astros la luna el rosicler de la aurora y el caacutendido resplandor celeste Habituaacutendose cada cual maacutes pronto o maacutes tarde seguacuten su disposicioacuten a este orden de cosas en su integridad o parcialmente podraacute ya carearse con el mismo sol sin titubeo y con gran deleite (sol I1323)

La inspiracioacuten platoacutenica del pasaje anterior (Rep 514a-517c 518c-d) puede

considerarse siguiendo a Altman (2016) una prueba a favor de la idea seguacuten la cual

Agustiacuten y Ciceroacuten juegan un papel fundamental en la recepcioacuten de la filosofiacutea

platoacutenica y en la comprensioacuten del aspecto moral de la misma Altman (2016) llama la

atencioacuten sobre el hecho de que Ciceroacuten retoma aspectos fundamentales de la nocioacuten

platoacutenica de justicia en el De officiis y en su De Republica donde ofrece ―su propia

versioacuten de la alegoriacutea de la caverna el Somnium Scipionis (p 87) Como hemos

visto hasta el momento el De officiis ocupa un lugar preponderante en la apropiacioacuten

del pensamiento del Arpinate llevada a cabo tanto por Agustiacuten como por su maestro

Ambrosio

El primer libro de los Soliloquia termina con una anticipacioacuten de lo que se

trataraacute en el segundo para conocer a Dios y al alma es necesario comprender la

verdad la cual debe entenderse como distinta de lo verdadero pues cuando algo

26 En estas liacuteneas de los Soliloquia se retoma uno de los temas centrales del De ordine pues en esta obra se afirma que el recorrido gradual por las artes liberales gracias al cual el alma se purifica estaacute movido por la belleza y el efecto que eacutesta produce en el alma (ord II1439 II1543)

78

verdadero muere no muere con ello la verdad Tenemos entonces que el tema objeto

de ejercicio retoacuterico-filosoacutefico en el Contra Academicos se aborda ahora desde una

perspectiva distinta cuyo objetivo es probar la inmortalidad de la verdad y con ella

la del alma En este punto Agustiacuten seguiraacute algunos pasajes de las Tusculanae en los

cuales Ciceroacuten sostiene que el alma es celeste y divina y por lo tanto eterna

(XXVII66) y que por su constitucioacuten no es divisible concreta o duplicable

(XXIX71)

Se da asiacute en el segundo libro una discusioacuten acerca de las nociones de

verdadlsquo y falsedadlsquo ofreciendo tres definiciones distintas para cada una En primer

lugar se afirma que lo falso ―es lo que no es como aparece (sol II33) de manera

que la falsedad no depende de los sentidos del hombre sino del objeto y de su

relacioacuten de similitud con la verdad Todas las cosas que se relacionan por el hecho de

ser similares pueden organizarse en dos grupos distintos las iguales y las desiguales

Las iguales son aquellas que tienen el mismo valor ontoloacutegico por ejemplo dos

gemelos o las impresiones de un mismo sello mientras que las desiguales son

aquellas en las que una cosa es inferior por ser semejante a otra que es mejor Este es

el caso de la imagen reflejada en un espejo o de las pinturas y ficciones creadas por el

hombre Seguacuten esto en la relacioacuten de similitud una de las partes funciona como

modelo original verdadero mientras que la otra debe entenderse como imitacioacuten que

por no alcanzar las determinaciones del original es falsa iquestCuaacuteles son esas

determinaciones Las imaacutegenes que se ven en los suentildeos asiacute como las reflejadas en

el espejo o las representadas en las pinturas no se pueden tocar ni oiacuter no se mueven

por siacute mismas y no es posible atribuirles vida pues si asiacute fuera se tendriacutea que admitir

que son verdaderas Seguacuten esto la falsedad no podriacutea entenderse basada en la

relacioacuten de similitud sino en la de diferencia pues una cosa que se asemeje al

original y tenga todas sus caracteriacutesticas se identifica con el original mismo De aquiacute

se deriva que lo falso depende tanto de la similitud como de la diferencia lo cual no

nos permite establecer una definicioacuten definitiva Es necesario entonces acudir a otra

distincioacuten seguacuten la cual lo falso es aquello que finge lo que no es o que finge lo que

es pero no llega a ser es decir no alcanza las determinaciones de aquello que es El

79

primer tipo de falsedad se identifica con la mentira y el engantildeo mientras que el

segundo no pues hay una aspiracioacuten de ser como aquello que se imita

Y toda pintura estatua y otros geacuteneros de arte iquestno aspiran a ser aquello cuya semejanza remedan [hellip] Porque una cosa es ser falso y otra no poder ser verdadero Y asiacute aquellas obras de los hombres como las comedias y tragedias o las farsas y ficciones de este geacutenero podemos unirlas a las obras de los pintores y demaacutes clases de arte Porque tan imposible es que sea verdadero un hombre pintado aunque propenda a remedar el ser humano como aquellas ficciones escritas en los libros de los coacutemicos (sol II1018)

Es claro que las artes imitativas como la pintura las comedias y las tragedias

no tienen como fin el engantildeo sino el deleite por lo que representan una esfera de lo

falso que no puede considerarse negativa y que de una cierta forma participa

tambieacuten de la verdad La esencia del arte reside en su falsedad pues el artista no

puede alcanzar su fin si evita lo falso Asiacute se sostiene que el arte es verdadero en

cuanto es falso en relacioacuten con otra cosa pues un actor soacutelo es un verdadero actor en

cuanto finge ser otro del mismo modo un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso

En este sentido aunque la imagen no es lo que parece es imposible afirmar que es

algo negativo o completamente falso pues lo que aparece tiene un cierto iacutendice de

verdad Sin embargo la falsedad de las artes no reside en el hecho de inducirnos a

pensar que algo es verdadero como en el ejemplo del remo que parece roto en el

agua o de las torres que parecen estar en movimiento Sabemos que lo representado

por las artes no puede ser verdadero en el sentido de real es decir sabemos que la

pretensioacuten de las artes no es la de inducirnos a pensar que sus representaciones son

verdaderas el aacuterbol pintado no pretende ser percibido como un aacuterbol verdadero pues

un verdadero aacuterbol pintado es un aacuterbol falso Lo mismo sucede con las faacutebulas pues

las historias narradas en eacutestas no tienen ninguna pretensioacuten de verdad son mentiras o

ficciones compuestas con fines educativos y recreativos De este modo no se califica

ni la imagen ni la ficcioacuten escrita como algo negativo sin embargo se afirma que su

verdad es bifronte y contradictoria por lo que debemos remitirnos a una esfera en la

que la verdad se muestre como ella es como una esto es como coincidencia entre el

videtur y el quod est Asiacute la verdad debe buscarse en su unidad es decir sin tener en

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cuenta el caraacutecter contradictorio del que hemos hablado hasta ahora que es exclusivo

de las artes imitativas27 iquestDoacutende buscar esa verdad En este punto se introduce uno de

los temas maacutes relevantes de la reflexioacuten agustiniana las artes liberales La pregunta

por el caraacutecter de verdad de la gramaacutetica y de la dialeacutectica tiene como trasfondo una

cuestioacuten que hallaraacute concrecioacuten en De doctrina christiana y que se constituye en

elemento recurrente y fundamental del pensamiento de Agustiacuten la cristianizacioacuten de

la paideia claacutesica Ya en Contra Academicos y en De ordine era manifiesto el intereacutes

por el papel que las artes liberales ocupan en el camino hacia la Verdad y la Belleza

con los Soliloquia asistimos al primer intento de conjugar el meacutetodo dialeacutectico con la

ensentildeanza cristiana Asiacute la forma misma del texto nos remite a su contenido el cual

recoge un proyecto fundamental

La forma y el contenido de los Soliloquia estaacute determinada por la idea

ciceroniana (de Orat V17) de la cultura entendida como la conciliacioacuten total entre

intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre dialeacutectica y retoacuterica entendidas

aqueacutella como el paso de los signos signa sensibles a las cosas ideales res y eacutesta

como comunicacioacuten persuasiva de la verdad ―Luego la gramaacutetica ha recibido su ser

de disciplina verdadera de la dialeacutectica a la que has vindicado de todo reproche de

falsedad y esto no debe limitarse a la gramaacutetica sino extenderse tambieacuten a las demaacutes

artes liberales (sol II1121) iquestEn queacute radica la verdad de las disciplinas En su

esencia misma pues disciplina viene de discere aprender y aquello que se aprende

es verdadero pues nadie puede decir que sabe cosas falsas o que ignora lo que

aprendioacute y conserva en la memoria Sin embargo seguacuten esto podriacutea pensarse que las

faacutebulas falsas aprendidas y conservadas deben tomarse como verdaderas como es el

caso de la historia de Deacutedalo del cual se dice que salioacute volando por los aires o de

Medea que voloacute en un carro halado por serpientes iquestCreeraacuten acaso los nintildeos que

estas historias son verdaderas iquestDiremos entonces que la gramaacutetica ensentildea cosas

falsas No pues ―de aquiacute resulta lo que antes nos parecioacute admirable conviene a

saber que la faacutebula del vuelo de Deacutedalo no pudo ser verdadera sino a condicioacuten de

27 Aquiacute se hace alusioacuten a la pintura la escultura y la poesiacutea dejando de lado la arquitectura y la muacutesica a las cuales se les da un tratamiento diferente en otras obras

81

ser falso su vuelo (sol II1120) Asiacute pues no podemos afirmar que la gramaacutetica sea

falsa por el hecho de estudiar las diferentes composiciones poeacuteticas pues ya vimos

coacutemo en ellas al igual que en la pintura hay un tipo de verdad que es exclusivo de

las artes imitativas y que no es engantildeosa en cuanto no tiene pretensiones de parecer

real Lo que imitan las proposiciones falsas presentes en los relatos es la forma de la

proposicioacuten verdadera pues como a ellas no se les da alguacuten creacutedito la imitacioacuten

misma no lleva al engantildeo En cambio la verdad de la gramaacutetica como disciplina es

esa verdad uacutenica en la que lo que aparece no se distingue de lo que es Dicha verdad

depende de la forma en la que opera la gramaacutetica y todas las artes liberales la cual

consiste en formular definiciones distinciones y divisiones en geacuteneros y partes

Ademaacutes las disciplinas tambieacuten elaboran discursos acerca de la naturaleza de las

cosas otorgando a cada una lo que le pertenece sin sumarle nada ni restarle nada La

disciplina disciplinarum es la dialeacutectica a la que atantildeen las tareas que acabamos de

indicar motivo por el cual eacutesta se configura como el fundamento de todas las demaacutes

―iquestQuieacuten se maravillaraacute pues de que aquella ciencia por las que son verdaderas las

demaacutes sea por siacute misma y en siacute misma la verdad verdadera (sol II1121)

La importancia que se le otorga al caraacutecter de verdad de las disciplinas tiene

que ver con la buacutesqueda de una prueba contundente sobre la inmortalidad del alma

Luego de afirmar que la verdad es eterna se hace necesario encontrar un objeto que

contenga y al mismo tiempo se identifique con dicha verdad por lo que se propone a

la dialeacutectica como principio y fuente de la misma iquestDoacutende se halla la dialeacutectica

Como todas las disciplinas la dialeacutectica subsiste en el alma y debido a que se

identifica con la verdad y la verdad es inmortal deberaacute afirmarse que el alma tambieacuten

es inmortal pues no es posible que la verdad subsista separada del sujeto en el que se

halla De este modo el alma es inmortal y verdadera en cuanto sede de una verdad

que no perece iquestQueacute sucede con el cuerpo iquestCuaacutel es su relacioacuten con la verdad Este

problema se enuncia en los siguientes teacuterminos ―veamos pues ya la uacuteltima cuestioacuten

a saber si el cuerpo es en verdad verdadero esto es si no estaacute en eacutel la verdad sino

maacutes bien una imagen de la misma (sol II1832) De admitir que en el cuerpo estaacute la

verdad del mismo modo que en el alma se le estariacutea restando la importancia que ya le

82

habiacutea sido conferida a la dialeacutectica como disciplina disciplinarum fuente de verdad

Sin embargo las realidades materiales esto es los cuerpos parecen verdaderos por

lo que es necesario indagar cuaacutel es el tipo de verdad que los caracteriza En este

punto se nos ofrece una definicioacuten de cuerpo seguacuten la cual eacuteste es aquello que estaacute

limitado y contenido por una forma y especie iquestDe queacute tipo es dicha forma Si fuera

verdadera el cuerpo ya no seriacutea tal seriacutea maacutes bien alma por lo que la forma del

cuerpo no es verdadera en el mismo sentido en el que lo es la forma de las figuras que

se encuentran en el alma Este es el caso de las figuras geomeacutetricas que por ser objeto

de la disciplina geomeacutetrica son verdaderas y sempiternas

Las figuras concebidas por la ciencia geomeacutetrica estaacuten en la misma verdad y la verdad en ellas mientras que las figuras de los cuerpos aspiran a ser lo que ellas con cierto remedo de la verdad y en este aspecto son falsas (sol II1832)

iquestCoacutemo puede entenderse la falsedad de los cuerpos a la que se hace alusioacuten

aquiacute iquestPodemos decir que se trata de un engantildeo En este punto cabe recordar aquella

distincioacuten seguacuten la cual algunas cosas son engantildeosas en cuanto buscan

deliberadamente engantildear mientras que otras como el arte son falsas debido a su

incapacidad de ser iguales a lo real iquestA cuaacutel de estos dos grupos pertenecen los

cuerpos Para responder este interrogante es necesario tener en cuenta las facultades

con las que el hombre concibe estos dos tipos de figuras

La verdadera esto es la figura geomeacutetrica se concibe gracias a la inteligencia

intelligentia mientras que la figura de los cuerpos a la que tambieacuten se le da el

nombre de fantasiacutea o fantasma se forja con la imaginacioacuten fingit cogitatio La

imaginacioacuten no puede representar con claridad aquello que la razoacuten siacute como las

figuras y relaciones geomeacutetricas por lo que todos sus productos son ontoloacutegicamente

inferiores Sin embargo la razoacuten no soacutelo representa con claridad las figuras

geomeacutetricas o matemaacuteticas pues como ya se establecioacute en el De ordine la razoacuten crea

las artes liberales donde podemos ―contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II 2035) Dicha verdad es

uacutenica e invariable diferente de la verdad aparente de las artes imitativas y de la

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imaginacioacuten las cuales se presentan como ilusiones que ―cambian al variar el espejo

del pensamiento (sol II2035)

Parece ser que la verdad de las artes imitativas y la verdad de los fantasmas

con los que trabaja la imaginacioacuten se encuentran en un mismo nivel pues ambas

pertenecen al tipo de verdades que lo son soacutelo en apariencia y que sin embargo no

buscan engantildear deliberadamente Asiacute del mismo modo que el aacuterbol pintado no busca

maacutes que ser un verdadero aacuterbol falso pues nunca podraacute ser un aacuterbol verdadero los

productos de la imaginacioacuten no buscan pasar por verdaderos pues la imaginacioacuten es

incapaz de representar algunas de las cosas que la razoacuten ensentildea Si tratamos de

imaginar un ciacuterculo inconcebiblemente pequentildeo e intentamos trazar los radios de eacuteste

en el centro nos encontraremos con que la imaginacioacuten se declara incapaz de hacer

tal cosa pues no podriacutea representaacuterselo Sin embargo la razoacuten ensentildea que pueden

trazarse innumerables radios sin que las liacuteneas trazadas se toquen maacutes que en el

centro

Podriacutea pensarse que esta primera concepcioacuten de la imaginacioacuten se encuentra

en consonancia con la idea seguacuten la cual aqueacutella se limita a ofrecer una

representacioacuten incompleta de la realidad una representacioacuten que no alcanza a ser

verdadera pues la verdad uacutenica pertenece exclusivamente al aacutembito de la razoacuten

Debemos decir entonces que la imaginacioacuten constituye un momento inicial en el

camino del conocimiento en el cual lo que parece videtur no corresponde a lo que

es quod est Del mismo modo el arte imitativo no puede permitir el acceso a la

verdad pues los cuerpos que apreciamos como obras de arte a traveacutes de la

imaginacioacuten son fantasmas que no poseen la forma de las figuras que se perciben con

el entendimiento y por lo tanto son verdaderas La Razoacuten presenta esta uacuteltima

distincioacuten con el fin de reafirmar el argumento inicial seguacuten el cual las disciplinas en

cuanto verdaderas existen siempre y es imposible pensarlas sin un sujeto que tambieacuten

exista de manera imperecedera Sin embargo surge la cuestioacuten de queacute pasa en las

almas que no poseen las disciplinas esto es tanto las de los ignorantes como las de

los nintildeos antes de recibir la instruccioacuten Una vez maacutes se recurre a un principio

platoacutenico el de la reminiscencia (Catapano 2008 p 72) que estaacute a la base de la

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elucidacioacuten aquiacute ofrecida en la que se distinguen tres tipos de olvido a saber uno

maacuteximo uno medio y uno miacutenimo Los conocedores de las artes liberales se

encuentran en el estadio miacutenimo de olvido ya que al aprenderlas las almas ―las

extraen y desentrantildean en cierto modo de donde estaban soterradas por el olvido y

no se contentan ni descansan hasta contemplar en toda su extensioacuten y plenitud la

hermosa faz de la verdad que en ellas resplandece (sol II2035) La situacioacuten de las

almas en estado medio y maacuteximo de olvido asiacute como la funcioacuten de la inteligencia y su

relacioacuten con la verdad se prometen como temas de un tercer libro que no se llevoacute a

cabo Aunque en las Retractationum no encontramos las razones de la interrupcioacuten de

la obra siacute podemos asumir que Agustiacuten considera haber tratado de manera amplia y

suficiente los dos temas fundamentales de la misma

quedoacute sin acabar con todo de manera que en el primer libro se indagase y apareciese siempre coacutemo debe ser el que quiera percibir la sabiduriacutea que ciertamente no la perciben los sentidos del cuerpo sino el sentido del alma (razoacuten) y al final se deduce con un razonamiento que las cosas que son verdaderamente son las inmortales En el segundo se trata ampliamente de la inmortalidad del alma y no se termina (IV1)

Sin embargo no debe pensarse que los temas propuestos para el libro tercero

carezcan de importancia por el contrario es tal su agudeza que Agustiacuten fiel al

precepto acadeacutemico de no obrar de manera temeraria28 prefiere tratarlos maacutes adelante

en obras como el De quantitate animae y el De Trinitate en las cuales si bien se

reformularaacuten algunas cuestiones concernientes sobre todo al conocimiento se

mantendraacuten vigentes los principios fundamentales de la propuesta del Hortensius

(Altman 2016 p 66) y del De Republica sobre los cuales se articula la reflexioacuten de

los Soliloquia a saber la inmortalidad del alma y su relacioacuten con el conocimiento y

la praacutectica de la virtud No sorprende entonces que Agustiacuten termine los Soliloquia

en la misma liacutenea del De Republica de Ciceroacuten el cual a su vez es fiel a la estructura

y al propoacutesito de la Repuacuteblica platoacutenica esto es demostrar que lo mejor para el

28 A lo largo de toda la obra Agustiacuten cita de manera recurrente el principio acadeacutemico de no dar asentimiento a aquello sobre lo que no se tiene certeza En su proceso de indagacioacuten se muestra que el conocimiento va maacutes allaacute de una explicacioacuten acerca de los sentidos y que conocer la razoacuten implica un camino difiacutecil en el cual es necesario dialogar con ella misma De este modo se muestra la dimensioacuten hermeneacuteutica de la razoacuten que es sujeto y objeto de conocimiento

85

hombre es la justicia pues eacutesta constituye el mayor bien del alma En el libro III del

De Republica Ciceroacuten lleva a cabo una feacuterrea defensa de la justicia en contra de la

posicioacuten de Carneacuteades el cual en cuanto representante de un discurso inmoral y

monstruoso no debiacutea ser escuchado por la juventud romana La posicioacuten de

Carneacuteades se reconstruye a partir de los escritos de Clitoacutemaco y de los recuerdos de

los presentes en las conferencias del filoacutesofo griego llevadas a cabo durante la

embajada de los atenienses a Roma en el antildeo 155 a C Su punto de partida consistiacutea

en la constatacioacuten de la relatividad en lo concerniente a las costumbres entre los

pueblos de donde deduciacutea que no existe un concepto natural de justicia

Pero son tan aberrantes las tradiciones humanas que los cretenses y los etolios tienen el robar como cosa honesta los espartanos soliacutean decir que eran suyos todos los campos que podiacutean alcanzar con su dardo los atenienses soliacutean jurar incluso puacuteblicamente que les perteneciacutea toda la tierra que produjera aceite y cosechas los galos tienen como verguumlenza el cultivar los campos y por eso cosechan con las armas en las manos los campos ajenos y nosotros que nos tenemos por los maacutes justos no permitimos que los pueblos transalpinos planten olivos y cepas (Rep III16)

Ademaacutes seguacuten Carneacuteades no es posible hablar de la existencia de un derecho

natural pues eacuteste nace de las relaciones de poder entre los hombres y cambia seguacuten

estas mismas relaciones con la intencioacuten de favorecer al maacutes fuerte La posicioacuten

defendida por Ciceroacuten a lo largo de todo el diaacutelogo (Rep II3357 II4470) se halla

en clara contraposicioacuten a la expuesta por el neo acadeacutemico Para el Arpinate la

justicia es la base de la sociedad y se encuentra impliacutecita en la nocioacuten misma de

repuacuteblica pues aquella en cuanto la maacutes espleacutendida de todas las virtudes garantiza la

existencia de la concordia sin la cual no se puede pensar una comunidad poliacutetica Asiacute

pues cada uno de los individuos que participa de manera activa en la vida de la

ciudad debe hacerlo seguacuten la justicia y ―no causar dantildeo a nadie si no ha sido

provocado por una ofensa y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) Pero iquestcoacutemo garantizar que cada individuo rija su vida

seguacuten la mejor de todas las virtudes Puede encontrarse una respuesta a este

interrogante en la uacuteltima parte del diaacutelogo el cual ha sido muchas veces entendido

como un apeacutendice literario y no se ha visto su iacutentima conexioacuten con la cuestioacuten central

86

de la obra Se trata del Suentildeo de Escipioacuten con el cual Ciceroacuten se apropia de la

tradicioacuten filosoacutefica griega de los suentildeos profeacuteticos y escatoloacutegicos (Zaranka 1963 p

172) con el fin de cerrar su diaacutelogo ofreciendo una justificacioacuten teoacuterica y un

fundamento eacutetico a la accioacuten poliacutetica En la estructura del epiacutelogo pueden distinguirse

dos partes La primera es una narracioacuten profeacutetica acerca del futuro poliacutetico de

Escipioacuten (9-13) la segunda es escatoloacutegica y exhortativa (13-29) Eacutesta se centra en

los premios que reciben los buenos gobernantes en el cielo en ―un lugar cierto y

determinado donde gozan de una edad feliz y eterna (Rep III16) Sin embargo

para alcanzar dicha felicidad sin fin es necesario seguir el consejo que el Africano le

da a su hijo Escipioacuten

[hellip] practica la justicia y la piedad la cual asiacute como es de importante en las relaciones con los padres y allegados es de maacuteximo valor en la patria Esta vida es el camino al cielo y la asamblea de aquellos que vivieron ya y libres de las ataduras del cuerpo habitan en aquel lugar que ves (Rep IV17)

Tal como va a ocurrir en la seccioacuten conclusiva de los Soliloquiacedil Ciceroacuten

ofrece en el Somnium un argumento a favor de la inmortalidad del alma basado en el

principio seguacuten el cual aquello que se mueve por siacute mismo es eterno y dado que el

alma tiene dicha propiedad se concluye que es eterna y por este motivo debe

ocuparse de las mejores cosas como el propio cuidado y el de la patria por el

contrario el alma que se entrega a los placeres del cuerpo y se hace sierva de sus

deseos no puede emprender el camino de retorno hacia la morada que le corresponde

por naturaleza

Si bien el argumento utilizado por Agustiacuten no es el mismo que el de Ciceroacuten

pues en los Soliloquia se afirma que la inmortalidad del alma depende de la eternidad

del objeto que conoce llama la atencioacuten que no se lleve a teacutermino el plan inicial de la

obra y que la uacuteltima intervencioacuten de la razoacuten sea tan cercana a la conclusioacuten del De

Republica

A- iquestCuaacutel seriacutea la vida eterna o queacute muerte no habriacutea de preferirse a ella si alliacute se vive como el alma por ejemplo de un recieacuten nacido para no hablar de la vida uterina pues tambieacuten hay vida alliacute

87

R- Aniacutemate Dios nos asistiraacute como ya lo experimentamos a quienes buscamos y promete despueacutes de la muerte corporal un reposo beatiacutesimo y la posesioacuten completa de la verdad sin engantildeo (sol II2034)

El caraacutecter exhortativo de los Soliloquia queda asiacute confirmado por su

conclusioacuten la aplicacioacuten al conocimiento de Dios y el alma debe entenderse como la

praacutectica de la justicia propuesta por Ciceroacuten tanto en el Hortensius y el De Repuacuteblica

como por Platoacuten en la Repuacuteblica La relacioacuten entre el cuidado de la propia alma y la

existencia de una comunidad justa se presenta en los tres pensadores a partir de la

idea comuacuten de que la justicia es lo mejor para el ser humano razoacuten por la cual en

Agustiacuten la buacutesqueda de la verdad de la felicidad y del orden requieren de una

comprensioacuten completa del alma tarea inagotable a la que se da inicio en el diaacutelogo

con la razoacuten

88

2 EL PROYECTO DE UNA PAIDEIA CRISTIANA

Introduccioacuten

El De doctrina christiana primera obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo

de Hipona empezoacute a gestarse en el antildeo 396 aunque no se completariacutea sino despueacutes

de treinta antildeos durante la redaccioacuten de las Retractationes La particularidad de su

composicioacuten debe entenderse como una oportunidad uacutenica para comprender el

desarrollo intelectual de Agustiacuten pues se trata de una obra que nos permite asistir al

proceso de culminacioacuten de un pensamiento que se elabora durante tres decenios y a

un ejercicio hermeneacuteutico en el que el autor se interpreta a siacute mismo y a su obra

Cuando se da inicio a la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten

lleva cinco antildeos dedicado a sus ocupaciones como presbiacutetero en la ciudad de Hipona

a la que se habiacutea trasladado con la intencioacuten de dedicarse al estudio y la oracioacuten

alejado de los avatares de la vida sacerdotal Sin embargo a su llegada a dicha

ciudad en el antildeo 391 se encontroacute con que Valerio el obispo local era un hombre

griego de avanzada edad que no dominaba con fluidez la lengua latina El obispo de

Hipona vio en Agustiacuten a un perfecto sucesor y un gran colaborador pues era

consciente de la necesidad que teniacutea su comunidad de un presbiacutetero que fuera capaz

de ensentildear deleitar y persuadir De este modo Valerio tras la ordenacioacuten de Agustiacuten

decidioacute levantar la prohibicioacuten seguacuten la cual soacutelo los obispos podiacutean predicar para

que el otrora reacutetor se valiera de sus habilidades para servir a la feligresiacutea No obstante

Agustiacuten auacuten no se sentiacutea preparado para predicar y consideraba necesario dedicarse al

estudio de las Escrituras para poder instruir tanto al clero de la Iglesia del norte de

90

Aacutefrica como a sus fieles y para combatir de manera eficaz las herejiacuteas A propoacutesito

del encargo del obispo Agustiacuten afirma

Y si Dios no lo hizo para condenarme sino para compadecerme -confiacuteo en eso con certeza por lo menos ahora que conozco mi debilidad- debo examinar todas las medicinas contenidas en sus Escrituras y dedicarme a la oracioacuten y a la lectura para que mi alma logre una salud idoacutenea para tan peligrosas ocupaciones Antes no lo hice porque no tuve tiempo precisamente fui ordenado cuando planeaba un tiempo de retiro para estudiar las divinas Escrituras y queriacutea arreglarme para lograr tiempo libre para esa ocupacioacuten Auacuten no conociacutea bastante mis deficiencias para ese empentildeo que ahora me atormenta y aterra Los hechos me han dado experiencia de lo que necesita un hombre para administrar al pueblo el sacramento y la palabra de Dios Pero ahora no puedo adquirir lo que comprendo que me hace falta (ep XXI)

Llama la atencioacuten que un maestro experimentado sintiera la necesidad de

prepararse con particular empentildeo en el estudio de las Escrituras empero sabemos

que su relacioacuten con las mismas habiacutea presentado dificultades tanto por el estilo

como por la complejidad de su contenido Acerca del primer encuentro el cual se da

a muy temprana edad luego de la lectura del Hortensius ya Agustiacuten habiacutea afirmado

―al fijar la atencioacuten en ellas no penseacute entonces lo que ahora digo sino simplemente

me parecieron indignas de parangonarse con la majestad de los escritos de Tulio Mi

hinchazoacuten recusaba su estilo y mi mente no penetraba su interior (conf III59) El

segundo intento no fue maacutes afortunado pues aunque se dio muchos antildeos despueacutes y

en circunstancias distintas la reaccioacuten a propoacutesito de la lectura de Isaiacuteas aconsejada

por Ambrosio fue de desconcierto ―no habiendo entendido lo primero que leiacute y

juzgando que todo lo demaacutes seriacutea lo mismo lo dejeacute para volver a eacutel cuando estuviese

maacutes ejercitado en el lenguaje divino (conf IX139) Podriacutea pensarse que esta

dificultad se presentoacute en aquel entonces debido a la poca familiaridad que el joven

profesor de retoacuterica teniacutea con la Escritura Sin embargo en el momento en que fue

designado para predicar a pesar de llevar varios antildeos dedicado al estudio Agustiacuten

sentiacutea la necesidad de profundizar y sistematizar los conocimientos adquiridos razoacuten

por la cual emprendioacute un proyecto que hallariacutea concrecioacuten en dos de sus maacutes grandes

91

obras a saber las Enarrationes in Psalmos29 y el De doctrina christiana El intereacutes

por acceder a una comprensioacuten e interpretacioacuten profunda de la Escritura para su

posterior exposicioacuten se evidencia con claridad en la carta del 392 dirigida a

Jeroacutenimo en la que se lee

Te pido y te lo pide conmigo la entera comunidad estudiosa de las Iglesias africanas que te animes a emplear tu esmero y trabajo en traducir a aquellos autores griegos que se distinguieron en la exposicioacuten de nuestras Escrituras Puedes hacer que los conozcamos tambieacuten nosotros y especialmente a ese [Oriacutegenes] a quien tanto citas (ep XXVIII)

La carta a Jeroacutenimo nos presenta un panorama en el que la escuela africana en

formacioacuten busca instrumentos para abordar el estudio de las Escrituras las cuales son

el contenido y el punto de partida en la constitucioacuten de una paideia cristiana La

primera obra escrita por Agustiacuten luego de su ordenacioacuten como obispo recoge los

resultados de estos antildeos de estudio y ofrece una herramienta pedagoacutegica educativa y

cultural basada en la utilizacioacuten de las artes liberales para la interpretacioacuten y

explicacioacuten de la Escritura Asiacute pues el De doctrina christiana se presenta por una

parte como concrecioacuten del proyecto educativo esbozado en los diaacutelogos de Casiciaco

y por otra como respuesta a una exigencia particular de la Iglesia africana de finales

del siglo IV que requeriacutea de un aparato de interpretacioacuten y divulgacioacuten de las

verdades de la fe aparato en el que los modelos retoacutericos ciceronianos cumplen un

papel fundamental30

Para entender mejor esta cuestioacuten vale la pena detenerse en la eleccioacuten del

teacutermino doctrina pues su estudio permite establecer una primera aproximacioacuten a la

tarea de apropiacioacuten de la tradicioacuten que se lleva a cabo en esta obra Press (1984)

anota que doctrina en su uso latino de la tradicioacuten cercana a Agustiacuten debe

29 Las Enarrationes in Psalmos son el resultado del ejercicio de Agustiacuten en cuanto predicador y recogen los comentarios a los salmos realizados en un periodo de treinta antildeos (392-421) Por esta razoacuten se constituyen en una obra fundamental para acceder al proceso de comprensioacuten de la Escritura y de los temas que ocuparon las reflexiones de Agustiacuten durante este espacio de tiempo 30 En el debate acerca del destinatario de la obra vale la pena mencionar la propuesta de Hill (1962) seguacuten el cual a partir de una declaracioacuten expliacutecita de Agustiacuten en el De catechizandis rudibus podriacutea pensarse que la obra fue compuesta por un encargo expliacutecito de Aurelio que como puede verse en la correspondencia teniacutea un claro intereacutes en la instruccioacuten de los miembros de la Iglesia (p 444)

92

entenderse como una ―instruccioacuten en cuanto ideal cultural esto es un ideal

intelectual romano relacionado con el ideal griego de paideia (p 100) Dentro de

este contexto se ha de notar que en Ciceroacuten doctrina se emplea en el aacutembito teacutecnico

del sistema educativo romano referida a la formacioacuten recibida por los joacutevenes asiacute se

afirma en el Brutus ―iexclOh Bruto Cuando te veo me pregunto con temor queacute carrera

has de seguir con tu gran ingenio tu refinada cultura [doctrina] y tu extraordinaria

laboriosidad (VI22) En el De oratore (I623 II9 38 III1659) doctrina se

emplea para designar una etapa en el proceso educativo en particular aquella que se

recibe en la juventud a traveacutes del estudio de algunos libros y los preceptos praecepta

en ellos consignados Teniendo en cuenta que en el proacutelogo de su obra Agustiacuten

tambieacuten usa praecepta para referirse a lo que se dispone a entregar en la misma ndash

praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash podemos afirmar con Kevane

(1966) que el intereacutes del obispo es el de ofrecer en cuanto maestro una guiacutea

pedagoacutegica para una sociedad cristiana en formacioacuten entendida con Ciceroacuten como

―un proceso educativo que desarrolla y humaniza la naturaleza (p 127) A propoacutesito

de lo anterior se afirma que ―praecepta es un teacutermino teacutecnico que se refiere a las

teacutecnicas y los procedimientos que constituyen una disciplina acadeacutemica o un sistema

educativo (Kevane 1966 p 102) En este sentido la propuesta de Marrou31 seguacuten

la cual el De doctrina christiana es un compendio cultural adquiere un alcance maacutes

profundo pues por la intencioacuten caraacutecter contenido y composicioacuten que caracterizan

dicha obra debe afirmarse que su aporte no se limita a ofrecer unas determinadas

herramientas para uso exclusivo del cristianismo sino que con ella nos encontramos

frente a un proceso hermeneacuteutico que se enriquece justamente por tratarse de una

interpretacioacuten que se lleva a cabo durante tres decenios en los que confluyen diversos

elementos Se trata pues de un diaacutelogo entre Agustiacuten y la tradicioacuten Agustiacuten y las

Escrituras Agustiacuten y la Iglesia y esa misma naturaleza dialogal determina su

composicioacuten la cual no podiacutea darse sino como resultado de un camino que se

31 Marrou (1987) considera que el De doctrina christiana debe entenderse como una obra que se define por su valor cultural en cuanto fundadora de una postura intelectual exclusivamente cristiana que rompe de manera violenta y radical con el mundo cultural y las tradiciones de su tiempo (pp 285 ss)

93

enriquece con el tiempo Por esta razoacuten la obra debe entenderse en teacuterminos de

continuidad y no de ruptura tanto en lo que concierne a ella misma y los dos

momentos en los que se da su composicioacuten como en lo relativo a su relacioacuten con

obras tempranas y posteriores de Agustiacuten

Un amplio sector de la criacutetica habla en teacuterminos de interrupcioacuten en la

composicioacuten de la obra pues quiere enfatizar en lo que se considera una fractura

insalvable entre las dos partes de la obra queriendo asiacute sostener la renombrada tesis

acerca de las diferentes etapas del pensamiento agustiniano entendidas como

―conversiones (Boissier 1888 von Harnack 1888 Alfaric 1918) Acerca de las

causas concretas de la decisioacuten de Agustiacuten de posponer la conclusioacuten del De doctrina

christiana algunos autores (Simonetti 1994) consideran que ella se debioacute a la

vacilacioacuten en el uso de las reglas del donatista Ticonio el cual en su Liber regularum

propone siete reglas de interpretacioacuten de la Escritura Seguacuten Simonetti (1994) para

Agustiacuten era esencial incluir los aportes de Ticonio en su obra ya que ambos autores

compartiacutean el mismo intereacutes exegeacutetico y queriacutean ofrecer una metodologiacutea que

permitiera elaborar una correcta interpretacioacuten de la Escritura Sin embargo debido a

la poleacutemica que podriacutea generarse por la fuerte controversia con los donatistas habriacutea

preferido no hacerlo por cuanto esperoacute treinta antildeos y al momento de retomar la

composicioacuten lo hizo con la inclusioacuten de las reglas Para apoyar esta propuesta puede

recurrirse a la Epistola 41 del 396 en la que Agustiacuten le pide a Aurelio obispo de

Cartago y primado de Aacutefrica su opinioacuten acerca del libro del donatista

Desconocemos si hubo una respuesta pero la carta es un importante testimonio de la

impresioacuten que el Liber regularum habiacutea causado en el recieacuten ordenado obispo de

Hipona

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste Todaviacutea espero conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo he escrito repetidamente (ep XLI)

Podemos afirmar en consonancia con la tesis de Simonetti que la insistencia

ndashsicut saepe iam scripsindash de Agustiacuten en querer conocer la opinioacuten de Aurelio acerca

94

de la obra del donatista es una clara toma de posicioacuten en relacioacuten con la utilidad que

eacutesta representa para el problema de comprensioacuten de la Escritura Sin embargo y

tomando distancia de la propuesta de Simonetti (1994) parece apresurado asumir que

Agustiacuten hubiera interrumpido la obra al no recibir la autorizacioacuten de su superior y por

considerar poco oportuno servirse de Ticonio en plena controversia antidonatista Si

esto hubiera sido asiacute Agustiacuten no habriacutea recurrido de modo expliacutecito y claro a las

reglas mencionadas como efectivamente lo hace tan soacutelo tres antildeos despueacutes en el De

consensu Evangelistarum ni habriacutea asumido la defensa de Ticonio en el Contra

epistolam Parmeniani

En contra de Simonetti Lettieri (2001) sostiene que la causa de la

interrupcioacuten radica en el descubrimiento teoloacutegico de la doctrina de la gracia

recogida en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum compuesto en el 397 De

este modo se propone una ruptura insalvable entre la primera parte de la obra

determinada por la defensa del libero arbitrio y una ontoteologiacutea del orden de corte

neoplatoacutenico y la segunda compuesta treinta antildeos despueacutes a manera de retractatio y

de compendio de una teologiacutea de la gracia desarrollada durante ese periodo Asiacute se

sostiene que ―la teologiacutea platonizante del primer bloque de la obra congruente con

todos los escritos anteriores al episcopado se muestra arcaica y superficial respecto a

la nueva y revolucionaria doctrina de la gracia (Lettieri 2001 p 7) En consonancia

con von Harnack (1888) Lettieri considera que la doctrina de la gracia no estaacute

presente en las primeras obras agustinianas y que debe distinguirse entre un Agustiacuten

humanista y platoacutenico y otro Agustiacuten traacutegico y antihumanista este uacuteltimo defensor de

una doctrina de la gracia y de la caiacuteda expuesta en la obra dirigida a Simpliciano y

sobre la cual se basaraacute todo su pensamiento teoloacutegico maduro Sin embargo en esta

obra si bien se tratan los temas del libre albedriacuteo la justificacioacuten y la gracia hay un

claro intereacutes hermeneacuteutico como puede constatarse en el proacutelogo

Has hecho llegar hasta miacute iexcloh padre miacuteo Simpliciano el enviacuteo agradabiliacutesimo y delicadiacutesimo de tu cuestionario y si no procurara satisfacerte no soacutelo seriacutea desobediente sino tambieacuten ingrato Ya he discutido y publicado algo sobre las dificultades que me has propuesto de algunos pasajes del apoacutestol San Pablo Mas poco satisfecho de mi primera investigacioacuten y comentario y a fin de evitar descuidos

95

y omisiones he vuelto a someter a un examen maacutes diligente y serio las mismas palabras y razonamientos del Apoacutestol Si su interpretacioacuten fuera obvia y faacutecil no las creeriacuteas tuacute dignas de nueva discusioacuten (Simpl I)

Noacutetese que la terminologiacutea hermeneacuteutica empleada para exponer el propoacutesito

de la obra es muy cercana a la utilizada en el proacutelogo al De doctrina christiana y

teniendo en cuenta que en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum se busca

dilucidar e interpretar los pasajes difiacuteciles de las cartas del Apoacutestol podemos sostener

que la intencioacuten de ambas obras es la misma y que en la segunda se da una aplicacioacuten

especiacutefica de la hermeneacuteutica desarrollada en el 39632 De esta uacuteltima se retoma en

especial la distincioacuten entre los signos metafoacutericos y propios asiacute como la utilizacioacuten

de la interpretacioacuten alegoacuterica en los casos en los que sea necesaria para la

comprensioacuten de un pasaje oscuro Lo anterior mostrariacutea una de las debilidades de la

posicioacuten asumida por Lettieri seguacuten el cual a la luz de la doctrina de la gracia la

primera parte del De doctrina christiana deberiacutea considerarse primitiva y arcaica

pues en ella se trata acerca de ―la cultura o doctrina cristiana reducida a mero y

ambiguo fenoacutemeno a signo necesario pero insuficiente frente a una caritas

trascendente y enigmaacutetica (Lettieri 2001 p 9)

Frente a los modelos interpretativos expuestos resulta iluminadora la obra de

Carol Harrison Rethinking Augustinersquos Early Theology (2006) Para Harrison no es

posible hablar de una ruptura entre filosofiacutea y teologiacutea en los teacuterminos usados por

Flasch o Lettieri de la misma manera que no es posible identificar un primer Agustiacuten

filoacutesofo neoplatoacutenico que se distinguiriacutea de un segundo Agustiacuten teoacutelogo de la gracia y

de la caiacuteda Siguiendo a Madec (1996) Harrison (2006) sostiene que en el 32 Seguacuten las Retractationes (II11) el De diversis quaestionibus ad Simplicianum es anterior al De doctrina christiana sin embargo esto no significa que su composicioacuten sea anterior sino que debido a que el segundo se encontroacute incompleto se archivoacute despueacutes del primero el cual fue iniciado y terminado en el 397 A propoacutesito de esto Catapano (2010) afirma que ―maacutes o menos durante el mismo periodo en el que Agustiacuten respondiacutea a Simpliciano estaba dedicado a la redaccioacuten de una obra cuya intencioacuten seriacutea la de afrontar los problemas interpretativos de las Escrituras desde un punto de vista teoacuterico y metodoloacutegico (p 97) Llama la atencioacuten que los estudiosos no hayan profundizado en la relacioacuten temaacutetica entre el De doctrina christiana y el De diversis quaestionibus ad Simplicianum pues mientras aqueacutel ha sido objeto de varias investigaciones que se centran en su valor pedagoacutegico o exegeacutetico este uacuteltimo ha sido tenido en cuenta sobre todo en lo concerniente a su aporte doctrinal dejando de lado su valor hermeneacuteutico (Stark 1989 Flasch 1995 Lettieri 2001)

96

pensamiento de Agustiacuten es imposible deslindar filosofiacutea y teologiacutea por cuanto es

necesario establecer un nuevo modelo interpretativo que a partir de los diaacutelogos

identifique un criterio unificador de su pensamiento Se afirma entonces que la

doctrina de la gracia estaacute ya presente en los primeros escritos del 386 y que si se

debe hablar de crisis o de punto de quiebre en el pensamiento de Agustiacuten eacuteste se da

justamente en el antildeo de la conversioacuten y no en el de la composicioacuten del Ad

Simplicianum y las Confessiones

Seguacuten esto el pensamiento de Agustiacuten debe asumirse como una unidad lo

cual no excluye la idea de un desarrollo pero siacute la de una ruptura radical en los

teacuterminos en que hasta el momento se ha sostenido Los diaacutelogos en este sentido son

el fruto de las reflexiones de un pensador cristiano que utiliza el diaacutelogo filosoacutefico

como vehiacuteculo que le permite llevar a cabo un proyecto enmarcado en una buacutesqueda

de la verdad donde el mismo Agustiacuten se encuentra involucrado como interlocutor En

dicha buacutesqueda como quedoacute establecido en el capiacutetulo anterior las fuentes

filosoacuteficas funcionan como herramienta y aportan ciertos elementos a los que el autor

recurre sin perder por ello su caraacutecter distintivo de pensador cristiano como lo haraacute

en el De doctrina christiana que en cuanto proyecto de una paideia cristiana recoge

continuacutea y profundiza muchos de los avances llevados a cabo en los diaacutelogos

En este orden de ideas en el presente capiacutetulo en primer lugar se expondraacuten

los contenidos de los tres primeros libros del De doctrina christiana mostrando la

relacioacuten de esta obra con los diaacutelogos y con los elementos retoacutericos ciceronianos en

ella presentes En segundo lugar se buscaraacute probar la tesis seguacuten la cual las razones

de la particularidad de la composicioacuten del De doctrina christiana no son ni

doctrinales ni teoloacutegicas sino hermeneacuteuticas y por lo tanto tienen que ver con la

comprensioacuten de las Escrituras pero tambieacuten con la comprensioacuten del autor mismo en

cuanto autor y de su relacioacuten con las fuentes filosoacuteficas literarias y retoacutericas que

determinan su pensamiento a lo largo de toda su produccioacuten En este sentido veremos

coacutemo Ciceroacuten ocupa un lugar fundamental en la composicioacuten de toda la obra

incluyendo su interrupcioacuten y posterior culminacioacuten

97

21 El proacutelogo al De doctrina christiana

El proacutelogo al De doctrina christiana se configura como un testimonio

fundamental para entender el caraacutecter e intencioacuten de la obra en su conjunto (Kevane

1996 p 112) asiacute como para situarla en el pensamiento de Agustiacuten Acerca de su

datacioacuten se ha presentado un importante debate entre los estudiosos pues mientras un

grupo considera que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer 1974 Pincherle 1974

Kevane 1996) otros afirman que se redactoacute en el 426 junto con la parte final del

libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten usanza de escribir el proacutelogo al final y

con la clara intencioacuten de responder a un grupo preciso de adversarios33 (Duchrow

1965 Opelt 1966) A propoacutesito de lo anterior Alici (1995) afirma que existen

argumentos vaacutelidos para sostener cualquiera de las dos posiciones aunque se inclina

maacutes por la segunda dadas las siguientes razones (1) en el proacutelogo se reconoce la

misma estructura que divide a lo largo de la obra la realidad en signa y res (Mayer

1974 p 101) (2) el proacutelogo ofrece un programa que seraacute efectivamente desarrollado

en la obra (Kevane 1996 p 112) (3) en las Retractationes se explica con claridad

cuaacutel es el punto del libro tercero en el cual se retoma la escritura en el 426 y la

adicioacuten del libro cuarto sin hacer ninguacuten tipo de alusioacuten al proacutelogo (Pincherle 1974)

Ademaacutes de los puntos expuestos por Alici es oportuno sentildealar la cercaniacutea temaacutetica

existente entre el proacutelogo y los diaacutelogos tempranos entre los cuales se destaca el De

magistro cuya propuesta educativa y semaacutentica se constituye en trasfondo de todo el

De doctrina christiana

Otra razoacuten para sostener la contemporaneidad del proacutelogo con el libro primero

es que no existen manuscritos en los que no esteacute presente el proacutelogo en cambio el

manuscrito maacutes antiguo el Codex Leningradensis34 prueba que la edicioacuten incompleta

del 396 conteniacutea el proacutelogo (Green 1962)

33 El argumento maacutes fuerte de Duchrow (1963) consiste en afirmar que en el proacutelogo se hace una alusioacuten a los monjes secuaces de Casiano en la misma liacutenea argumentativa usada en el De correptione et gratia (p 69) Esta interpretacioacuten no deja de ser cuestionable como lo anota Toom (2002) 34 Green (1962) anota que el Codex Leningradensis es el manuscrito agustiniano maacutes antiguo afirmando que es probable que haya sido escrito en Hipona alrededor del 396 ―Eacuteste contiene cuatro textos enumerados por Agustiacuten como aquellos compuestos durante el episcopado de los cuales el

98

Si bien es difiacutecil adoptar una postura concluyente respecto de la cuestioacuten de la

cronologiacutea del proacutelogo puede afirmarse con Toom (2002) que es posible negar la

importancia del mismo en lo que concierne a la comprensioacuten de la obra pues ―nos

ofrece importantes claves para entender no soacutelo el tratado sino la relacioacuten conceptual

del mismo con otros escritos tempranos como el Contra Academicos y el De

magistro (p 75) asiacute como la actitud de Agustiacuten a propoacutesito de la tradicioacuten y en

particular en su relacioacuten con Ciceroacuten

En efecto en la primera oracioacuten como ya se afirmoacute se recurre a la

terminologiacutea ciceroniana ndashsunt praecepta quaedam tractandarum Scripturarumndash

pero vemos ademaacutes coacutemo la obra se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica por medio del

uso de la insinuatio la cual seguacuten Ciceroacuten en el De inventione tiene la finalidad de

modificar el aacutenimo del oyente cuando eacuteste es hostil ante un tema que se presenta

como novedoso y admirable (Inv I1723) Por esta razoacuten siguiendo al maestro

romano Agustiacuten afirma que es menester responder a aquellos que pudieran oponerse

a su obra iquestCuaacuteles seriacutean las causas de dicha oposicioacuten En consonancia con lo

afirmado por Ciceroacuten (Inv I1723) Agustiacuten sostiene que existen tres tipos de

opositores En primer lugar estaacuten aquellos que rechazariacutean este trabajo por no

entender lo que en eacutel se expone en segundo lugar los que aprendiendo las reglas no

seriacutean capaces de aplicarlas y por uacuteltimo quienes se consideran a siacute mismos

expertos en la exposicioacuten de las Escrituras y sostienen que no hay necesidad de reglas

humanas pues cualquier dificultad de interpretacioacuten se superariacutea gracias a la

intervencioacuten divina

Luego de enunciar las posiciones de los posibles detractores de su obra

Agustiacuten procede a dar respuesta a cada una de las objeciones expuestas en el ejercicio

de la insinuatio Con respecto a la primera se afirma que aquellos que no entienden el

libro no deben culpar a su autor sino que deben buscar la causa de su falencia en

ellos mismos En cuanto a la segunda objecioacuten esto es la que es sostenida por los

que conocen las reglas pero no logran aplicarlas Agustiacuten afirma

cuarto es la primera parte del De doctrina christiana que contiene los libros I y II (Green 1962 p 226)

99

Sin duda pueden ver mi dedo mas los astros que con eacutel se les procura sentildealar no pueden verlos Por lo tanto unos y otros dejen de reprocharme y pidan a Dios que les deacute luz a los ojos Pues si yo puedo mover mi miembro para sentildealarles algo no puedo iluminarles los ojos con los que contemplen o mi propia demostracioacuten o lo que pretendo demostrarles (3)35

La respuesta a este grupo de opositores nos remite al tema de la cura de la

visioacuten ya abordado de manera exhaustiva en el De ordine donde se afirma que

cuando el alma se arreglare y embelleciera (sic) a siacute misma hacieacutendose armoacutenica y bella osaraacute contemplar a Dios fuente de todo lo verdadero y padre de la misma verdad iexclOh gran Dios coacutemo seraacuten entonces aquellos ojos iexclCuaacuten puros y sanos cuaacuten vigorosos y firmes cuaacuten serenos y dichosos (II1951)

El embellecimiento del alma al que se hace alusioacuten en los diaacutelogos de

Casiciaco tiene que ver con el estudio de las artes liberales el cual se inscribe en un

ideal de vida filosoacutefico que compromete todas las esferas de la vida humana en una

tensioacuten constante hacia la sabiduriacutea Esto nos permite entender mejor la respuesta de

Agustiacuten al tercer grupo de opositores36 pues se afirma que si bien es necesaria la

iluminacioacuten divina tal como se habiacutea sostenido en el De magistro no puede

prescindirse de las letras las cuales se aprenden a traveacutes de los hombres que las

ensentildean

Asiacute pues Agustiacuten considera que es necesario aceptar con humildad la ayuda

de aquellos que se encuentren en capacidad de compartir y transmitir sus

conocimientos pues el hombre gracias a los signos que eacutel mismo ha instituido

cumple un papel fundamental en la administracioacuten de la palabra de Dios Por esta

razoacuten pide a sus oponentes que recuerden recordor que ellos tienen la capacidad y 35 Pollmann (1996) afirma que en esta imagen se sintetiza la funcioacuten del De doctrina christiana en su totalidad pues la obra puede entenderse como el ―dedo que sentildeala y la Sagrada Escritura como los ―astros sentildealados (p 109) Esta imagen habiacutea ya sido usada en el De magistro a propoacutesito de la ensentildeanza ―si buscase la significacioacuten de estas tres siacutelabas paries [pared] seguramente me podriacuteas mostrar con el dedo la cosa cuyo signo son estas tres siacutelabas de tal manera que yo la viese y esto sin proferir tuacute palabra alguna sino mostraacutendola (III5) 36 No hay una postura uniforme relativa a la identificacioacuten de este tercer grupo de oponentes Seguacuten Toom (2002) aunque algunos estudiosos afirman que podriacutea tratarse de Ticonio lo maacutes probable es que Agustiacuten tuviera en mente la actitud de los sectores de la Iglesia que estaban en contra de la utilizacioacuten de las herramientas de la cultura claacutesica (p 77) Llama la atencioacuten la posicioacuten de Prestel (1992) seguacuten el cual este grupo profesa un fundamentalismo carismaacutetico al que Agustiacuten considera muy perjudicial en el contexto de la presentacioacuten de una paideia cristiana (p 38)

100

la habilidad de comunicar a traveacutes de la palabra escrita y hablada gracias a la

ensentildeanza de un maestro mostrando asiacute como lo habiacutea hecho en el Contra

Academicos la contradiccioacuten presente en la posicioacuten de los adversarios Se recurre

tambieacuten a un grupo de exempla tomados de las Escrituras entre los que se halla el

caso de Pablo que fue enviado a un hombre para recibir los sacramentos y unirse a la

Iglesia a pesar de haber sido instruido instructum por la voz divina y celeste

Tambieacuten se recurre al ejemplo de Moiseacutes que

recibioacute sin soberbia y prudentiacutesimamente de su suegro siendo un hombre y ademaacutes extranjero el consejo de regir y gobernar a pueblo tan grande Conociacutea aquel varoacuten que de cualquiera persona que procediese el sabio consejo no era propio de ella sino de aquel que es la Verdad es decir el Dios inmutable (7)

Las razones para demostrar la utilidad epistemoloacutegica y hermeneacuteutica de las

disciplinas tienen del mismo modo que en los diaacutelogos un trasfondo teoloacutegico

relacionado con la condicioacuten del hombre y la necesidad de la mediacioacuten en la

comunicacioacuten de eacuteste con Dios Seguacuten esto ―de manera impliacutecita el tercer grupo de

detractores estariacutea negando la necesidad de la encarnacioacuten al negar la necesidad de la

mediacioacuten (Toom 2002 p 79) Al negar la necesidad de la mediacioacuten se estariacutea

negando la dimensioacuten comunitaria basada en la caritas que como se veraacute maacutes

adelante opera como nocioacuten retoacuterica hermeneacuteutica y moral a lo largo de toda la obra

permitieacutendonos comprender la unidad de la misma A propoacutesito de la caritas en el

proacutelogo se afirma que ―la misma caridad que estrecha mutuamente a los hombres con

el nudo de la unidad no tendriacutea entrada en las almas para fundirlas y como

mezclarlas entre siacute si los hombres nada aprendieran por medio de los hombres (6)

De este modo compartimos el juicio de un estudioso cuando afirma que en la

actitud de quienes teorizan una autonomiacutea carismaacutetica para acceder a las Escrituras se

encuentra

una postura impliacutecita que lleva a Agustiacuten a hacer una importante aclaracioacuten en el plano teoloacutegico el don de la gracia no se manifiesta necesariamente en la forma directa e individual de la comprensioacuten sino tambieacuten en aquella comunitaria e indirecta de la interpretacioacuten (Alici 1995 p 20)

101

En este orden de ideas debe afirmarse que la uacuteltima respuesta no soacutelo tiene la

intencioacuten de contestar a aquellos que consideran que la palabra de Dios se entiende

soacutelo gracias a un don divino sino que estaacute dirigida a todos los lectores de la obra

pues en ella se legitima la necesidad de la hermeneacuteutica y su relacioacuten con la buacutesqueda

comunitaria de la verdad De este modo Agustiacuten justifica la tarea que ha emprendido

sentildealando que ―el que advierte coacutemo se han de entender las Escrituras es similar al

que ensentildea las letras es decir al que prescribe coacutemo se ha de leer (9) Ademaacutes

siguiendo a Ciceroacuten y anticipando la estructura que presentaraacute en el libro primero

afirma que

asiacute como eacutestos que entienden todas estas cosas las dan a conocer a los demaacutes hablando o escribiendo igualmente yo no debo sin duda ser criticado porque no soacutelo exponga las cosas que deben entender sino tambieacuten los preceptos que han de observar para entender (8)

El proacutelogo se cierra con un epiacutelogo tambieacuten muy cercano al tono de clausura

del De magistro (X3295) y del Contra Academicos (III512) en el que se declara

que habiendo ya respondido a los posibles adversarios de manera suficiente

convenienter responsum es menester dar inicio a la tarea propuesta

22 El horizonte normativo de la hermeneacuteutica

La exposicioacuten de la Escritura se basa en dos fundamentos a saber el modo de

encontrar lo que se debe entender modus inveniendi y el modo de explicar lo que se

ha entendido modus proferendi37 El libro primero se ocuparaacute de la primera cuestioacuten

es decir de la manera en la que se debe encontrar lo que se quiere entender

Siguiendo a Pollmann (1996 p 128) podemos afirmar que esta divisioacuten tiene que ver

con la manera en la que el meacutetodo hermeneacuteutico-exegeacutetico se halla configurado pues

asiacute como el exegeta tiene que reconocer primero el sentido de la Escritura para

despueacutes transmitirlo a otros Agustiacuten necesita para la exposicioacuten de sus postulados

hermeneacuteuticos seguir en orden esos mismos dos pasos metodoloacutegicos Sin embargo

37 El esquema es ciceroniano (Orat XXIII8 De orat III519) y se halla ya enunciado en el proacutelogo

102

tambieacuten es importante sentildealar que esta distincioacuten se ancla en una concepcioacuten de la

realidad que como ya se habiacutea anticipado en los diaacutelogos de Casiciaco tiene como

fundamento una doctrina unitaria de la verdad38

El primer paso consiste en una distincioacuten entre cosas res y signos signa

pues toda instruccioacuten se reduce a la ensentildeanza de cosas o de signos Queacute se entiende

aquiacute por res nos lo explica el mismo Agustiacuten ―denominamos ahora cosaslsquo a las que

no se emplean para significar algo como son una vara una piedra una bestia y

demaacutes cosas por el estilo (Docchr I22) Por signa se entienden todas aquellas

palabras que se usan para dar a conocer alguna cosa esto es para ensentildear

Entonces en sentido propio se llama cosalsquo la cosa que no se usa para significar algo y se llama signolsquo la cosa que se usa para significar algo Signo y cosa reciben una definicioacuten reciacuteproca y excluyente seguacuten se usen o no para significar (Floacuterez 2015 p 90)

Una vez hecha esta distincioacuten el primer tema a tratar seraacute el de las cosas39

por ello procede a hacer una divisioacuten de las mismas Se sostiene siguiendo una

distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione (II53159) que hay tres tipos de

cosas Estaacuten en primer lugar aquellas de las que se debe gozar en segundo lugar las

que deben ser usadas y por uacuteltimo las que pueden ser objeto de gozo y uso a la

vez40 Gozar se entiende como ―adherirse a una cosa por el amor de ella misma Usar

es emplear lo que estaacute en uso para conseguir lo que se ama si es que debe ser amado

38 La conclusioacuten del Contra Academicos se presenta como punto de partida del proyecto reflexivo de Agustiacuten en cuanto el resultado del ejercicio retoacuterico-filosoacutefico que alliacute se lleva a cabo se constituye en conditio sine qua non de la filosofiacutea misma entendida esta uacuteltima como buacutesqueda la sabiduriacutea Asiacute una vez establecido que la verdad puede ser encontrada (III2043) se presenta en primer lugar que su encuentro es la condicioacuten de la vida feliz (bvita I34) y en segundo lugar en el De ordine que el camino que el hombre debe recorrer para llegar a ella se muestra en las artes liberales 39 En este punto con Toom (2002 p 87) anota que el orden expuesto en el De doctrina christiana estaacute invertido en relacioacuten con el que se usa en el De magistro donde Agustiacuten trata de los signos (IV710) en primer lugar y de las cosas en segundo lugar (VIII2225) La razoacuten de esta inversioacuten podriacutea obedecer a razones metodoloacutegicas y a una influencia ciceroniana que puede rastrearse en la afirmacioacuten ya citada en el Contra Academicos seguacuten la cual ―el sabio debe ser averiguador de la verdad no artiacutefice de las palabras (II1126) 40 La pareja uti-frui estaacute presente en obras anteriores (Div 30) y podemos encontrar su origen en la distincioacuten ciceroniana presente en el De inventione donde se afirma que ―lo honesto es lo que se desea o entero o en alguna parte a causa de siacute mismo (II53159) mientras que lo uacutetil es aquello que se busca en virtud de otra cosa (II53166)

103

(Docchr I44) El uacutenico objeto de gozo debido a que se ama por siacute mismo y no por

otra cosa es Dios razoacuten por la cual todas las otras cosas deben solamente usarse A

propoacutesito de esto Alici (1995) afirma que resulta de fundamental importancia

precisar que la nocioacuten de uti no debe ser entendida en teacuterminos utilitaristas sino que

ella se halla inscrita en una oacuteptica teleoloacutegico-eudamonista ―la actitud que se indica

con la categoriacutea de uti no debe interpretarse seguacuten una loacutegica del poder sino seguacuten el

amor maacutes precisamente seguacuten el amor liberado en su originaria proyeccioacuten

escatoloacutegica (p 31) Teniendo en cuenta lo anterior deberaacute concluirse que el amor

del hombre hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo debe estar siempre orientado hacia un

summum bonum lo cual permitiraacute un frui de otro orden Asiacute pues los seres humanos

podraacuten ser objeto de frui en el sentido propio del teacutermino sin embargo es un frui in

Deo porque soacutelo Dios lleva la vida humana a bienaventuranza El amor entonces

entendido como ordinata dilectio se aplica a cuatro geacuteneros de cosas El primero

concierne a aquello que estaacute sobre el hombre el segundo tiene que ver con el hombre

mismo el tercero con su proacutejimo y el cuarto con lo que se encuentra debajo del

hombre En este punto se llama la atencioacuten sobre el hecho de que no exista precepto

alguno con respecto al amor que el hombre debe tener de siacute mismo pues aun cuando

el ser humano se aparte de la verdad le queda el amor por su alma y por su cuerpo

El alma que huye de la luz inmutable que reina sobre todos los seres lo hace para imperar en siacute misma y en su cuerpo y por lo tanto no puede menos de amarse a siacute misma y a su cuerpo (Docchr I2322)

En lo que concierne a los seres inferiores a los hombres tampoco fue

necesario que se diera una norma que prescribiera amarlos puesto que todo aquello

que es inferior pertenece al hombre y se ama por ley inviolable de la naturaleza Resta

por considerar la cuestioacuten de si hubo necesidad de dar un precepto para que el hombre

amase aquello que estaacute sobre eacutel y aquello que estaacute junto a eacutel Agustiacuten lo encuentra en

las palabras de Mateo ―amaraacutes a tu Dios y Sentildeor con toda tu alma con todo tu

corazoacuten con toda tu mente y a tu proacutejimo como a ti mismo En estos dos preceptos

se incluye toda la ley y los profetas (Mt 2237-40) iquestCoacutemo debe entenderse este

pasaje Como el precepto del amor pues aquiacute no se excluye ninguno de los geacuteneros

104

de las cosas que deben amarse Al decir que debe amarse a Dios se prescribe el amor

hacia aquello que estaacute encima del hombre y al decir que debe amarse al proacutejimo

como a siacute mismo se preceptuacutea que el hombre ame a su proacutejimo y se ame a siacute mismo

amor que para ser ordenado debe ir dirigido a Dios

Luego de haber aclarado coacutemo se da la relacioacuten de amor del hombre hacia

Dios hacia el proacutejimo y hacia siacute mismo se retoma la cuestioacuten del uti-frui pues se

considera que auacuten no es clara la afirmacioacuten seguacuten la cual se goza de una cosa soacutelo

cuando se la ama por siacute misma y lleva a la bienaventuranza Asiacute pues la distincioacuten

ciceroniana uti-frui y el precepto evangeacutelico de la caridad constituyen el marco

normativo de la hermeneacuteutica presentado en este primer libro razoacuten por la cual vale

la pena preguntarse por la relacioacuten existente entre la cuestioacuten del amor al proacutejimo y a

Dios y la interpretacioacuten de la Escritura A propoacutesito de esto se afirma que

el compendio de todo lo expuesto desde que comenzamos a tratar de los objetos o cosas es entender que la esencia y el fin de la divina Escritura es el amor de la Cosa que hemos de gozar y de la cosa que con nosotros puede gozar de Ella pues para que cada uno se ame a siacute mismo no hubo necesidad de precepto (Docchr I3539)

La caridad concebida como ese doble movimiento de amor hacia Dios y hacia

el proacutejimo debe entenderse como precepto eacutetico y como principio hermeneacuteutico

pues ser un buen inteacuterprete implica ser virtuoso Lo anterior puede corroborarse en el

siguiente pasaje

El que juzga haber entendido las divinas Escrituras o alguna parte de ellas y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del proacutejimo auacuten no las entendioacute Pero quien hubiera deducido de ellas una sentencia uacutetil para edificar la doble caridad aunque no diga lo que se demuestra haber sentido en aquel pasaje el que la escribioacute ni se engantildea con perjuicio ni miente (Docchr I3640)

Sin embargo aquel que entiende algo distinto a lo que el autor de la Escritura

ha querido decir debe ser corregido pues resulta peligroso que el error se arraigue y

termine pesando maacutes que la verdad La autoridad de la Biblia debe mantenerse para

que se mantenga la fe que se entiende como la base de la caridad pues no se puede

amar aquello en lo que no se cree

105

La terna de fe esperanza y caridad tiene un gran valor en el pensamiento de

Agustiacuten y aquiacute se encuentra relacionada con el aacutembito de la hermeneacuteutica Como ya

se vio la caridad se constituye en la norma fundamental de interpretacioacuten y si la

caridad no puede darse sin fe debe decirse que esta uacuteltima tambieacuten juega un papel

cardinal en el proceso interpretativo de la Escritura Para Agustiacuten la fe es el

fundamento de la caridad debido al principio axiomaacutetico seguacuten el cual no se puede

amar aquello que no se conoce En este punto encontramos otro elemento de la

antropologiacutea agustiniana que permite completar la comprensioacuten de la relacioacuten entre el

hombre y el objeto de su amor Mientras el hombre se encuentre en la tierra soacutelo

puede emprender el camino hacia el conocimiento a traveacutes de la fe la cual le permite

ver como en espejo y enigma aquello que en la vida eterna veraacute con claridad

Teniendo esto en cuenta puede entenderse por queacute la fe es el fundamento de la

caridad Asiacute pues el hombre que ―cree y ama obrando bien y sometieacutendose a los

preceptos de las buenas costumbres llega a tener esperanza de conseguir lo que ama

Tres cosas la fe la esperanza y la caridad son las que encierra toda ciencia y

profeciacutea (Docchr I3741) En consonancia con las anteriores palabras aquel que

basa su vida en la fe la esperanza y la caridad estaacute capacitado para instruir a otros

pues posee la maacutexima perfeccioacuten a la que se puede aspirar en la vida terrenal

El libro primero finaliza aludiendo a las palabras de Pablo seguacuten las cuales

todo el que sepa que el fin de la ley es la caridad proveniente de un corazoacuten puro de

una conciencia buena y de una fe auteacutentica puede dedicarse con tranquilidad a la

exposicioacuten de las Escrituras Luego de exponer este pasaje Agustiacuten procede a

explicar su significado En primer lugar cuando el Apoacutestol afirma que la caridad

debe ser de un corazoacuten puro debe entenderse que se trata de una persona que vive

seguacuten una ordinata dilectio En segundo lugar hay que saber que cuando se habla de

una conciencia buena se hace referencia a la esperanza pues ―el que siente

remordimiento de una mala conciencia desespera de llegar a conseguir lo que cree y

ama (Docchr I4044) Por uacuteltimo se sostiene que una fe sincera es la garantiacutea de

que no se ame aquello que no debe amarse y de que por lo tanto no se engantildee la

esperanza Seguacuten Toom (2002) el recurso al texto paulino y la interpretacioacuten ofrecida

106

del mismo tienen la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten

retoacuterica la distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (p 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural del libro primero

En este orden de ideas podriacutea afirmarse que el libro primero es ya un ejemplo de lo

que Agustiacuten se propone desarrollar en la totalidad de la obra Asiacute pues si tenemos en

cuenta que el proyecto se presenta como una exposicioacuten acerca del modo de encontrar

lo que se debe entender modus inveniendi y del modo de explicar lo que se ha

entendido modus proferendi podriacuteamos decir que justamente gracias a la distincioacuten

uti-frui encontramos la res esto es aquello que se debe entender mientras que

gracias a la caridad encontramos el modo de explicar aquello que se ha entendido

Para entender mejor la determinacioacuten hermeneacuteutica de la nocioacuten de caridad

hay que tener en cuenta tambieacuten su caraacutecter escatoloacutegico Para Agustiacuten la caritas es

el elemento maacutes importante de la terna que conforma junto con la esperanza y la fe

pues siguiendo el texto paulino se afirma que eacutesta aumenta trasciende y se

perfecciona en la vida eterna

pues lo eterno se ama con maacutes intensidad cuando es poseiacutedo que cuando se desea porque a nadie que lo desea se le concede apreciar en maacutes lo deseado que lo que ello es en siacute mismo de suerte que pueda despreciarlo por encontrarlo inferior antes bien por mucho que alguno imagine sea lo eterno hallaraacute que es mucho maacutes cuando lo alcance (Docchr I3943)

De este modo vemos coacutemo ―la agustiniana caritas-etica constituye el

horizonte formativo para la tractatio scripturarum eso quiere decir que ella es tanto

la meta como tambieacuten su condicioacuten (Pollmann p 136) La iacutentima comunioacuten

existente entre eacutetica e interpretacioacuten se explicaraacute maacutes adelante en el De trinitate

donde se afirma que

si difiacutecil es entender sea purificada la mente por la fe se abstenga cada diacutea maacutes de pecar obre el bien y suplique con el gemido de los santos deseos para que progresando con el auxilio del cielo comprenda y ame (IV2131)

107

23 Semaacutentica retoacuterica y hermeneacuteutica

Una vez establecido en el libro primero que el acceso a la res se da por medio

de los signa el segundo libro se abre con una recapitulacioacuten del plan de toda la obra y

con una definicioacuten del tema principal que aquiacute seraacute abordado

Cuando escribiacute de las cosas advertiacute de antemano que nadie preste atencioacuten en ellas sino a lo que son y no por ende a si significan algo ademaacutes de siacute mismas Por el contrario ahora que trato de los signos digo que nadie preste atencioacuten en ellos a lo que son sino maacutes bien a que son signos es decir que significan Pues el signo es una cosa que ademaacutes de la forma que impone a los sentidos hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Docchr II11)

Esta advertencia inicial no debe pasar desapercibida pues conlleva

implicaciones que van maacutes allaacute de su funcioacuten introductoria y metodoloacutegica

relacionadas con una concepcioacuten propia de la manera en la que debe abordarse el

estudio de la realidad Seguacuten la distincioacuten semioacutetica hecha en el libro primero y la

que ahora se presenta aquiacute puede afirmarse que hay dos maneras de estudiar lo real

1) atendiendo a la esencia de las cosas lo que son las cosas y 2) atendiendo al modo

de ser de las cosas el cual en el caso de los signos es significar En el libro primero

se tratoacute de las cosas seguacuten lo que ellas son ahora en el libro segundo se abordaraacute el

signo a partir no de lo que son sino de su acto de significar Una vez establecido esto

el signo se define siguiendo la definicioacuten ciceroniana del De inventione41 como algo

que se presenta a los sentidos y a partir de siacute hace que algo llegue al pensamiento

Asiacute el signo despliega dos fases la primera que estaacute relacionada con los sentidos y

la segunda que remite al pensamiento

41 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I3048) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy similar vale la pena tener presente que el contexto ciceroniano en el que se ofrece la distincioacuten es el de la argumentatio y como afirma Manetti (1993) no hay ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (p 145) Jackson (1969) en la misma liacutenea de Manetti anota que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) que como veremos estaacute a la base de la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (p 31)

108

En la primera faz y dada la realidad de la cosa que es el signo los sentidos reciben la forma de dicha cosa o en otras palabras dicha cosa graba su impronta en los sentidos En la segunda faz ademaacutes de lo anterior la cosa que es el signo hace a partir de siacute que algo maacutes llegue al pensamiento (Floacuterez 2015 p 94)

Los signos se clasifican en naturalia y data los primeros no tienen intencioacuten

de significar mientras que los segundos son intencionales 42 pues derivan de la

voluntad voluntas humana de transmitir sensaciones y pensamientos De este uacuteltimo

tipo de signos unos pertenecen al sentido de la vista y otros los maacutes importantes y

numerosos pertenecen al del oiacutedo En este punto pasamos de una caracterizacioacuten

general del signo a una maacutes especiacutefica que lo entiende desde la perspectiva del

lenguaje lo cual se constituye en un aporte fundamental del pensamiento de Agustiacuten

Se afirma que el grupo de signos que pertenece al sentido del oiacutedo estaacute constituido

fundamentalmente por las palabras las cuales ―han logrado ser entre los hombres los

signos maacutes principales para dar a conocer todos los pensamientos del alma siempre

que cada uno quiera manifestarlos (Docchr II34) El proceso linguumliacutestico es

caracterizado de la siguiente manera el que habla ofrece un signo de lo que tiene en

la mente que es un sonido unido a una significacioacuten que se emite para que sea oiacutedo

por otro Cuando el oyente escucha las palabras eacutestas se adhieren a la memoria lo

que permite que no se olvide el significado de las mismas43 Sin embargo debido a

que las palabras soacutelo duran mientras son pronunciadas el hombre inventoacute las letras

que son los signos de las palabras ―asiacute resulta que la palabra escrita es un signo

destinado a los ojos por medio del cual viene a la mente lo que pertenece a la esfera

del oiacutedo (mag IV39)

En la Escritura el lector se enfrenta a numerosas dificultades a causa de la

ambiguumledad y oscuridad de algunos pasajes cuya funcioacuten es la de quebrantar la

soberbia y apartar el desdeacuten del entendimiento el cual tiende a atribuir menor valor a

las cosas de faacutecil comprensioacuten

42 Pollmann (1996) llama la atencioacuten sobre la intencionalidad en contraposicioacuten a la convencionalidad pues Agustiacuten subraya la voluntad de querer transmitir algo (p 179) 43 En el De magistro se habiacutea ya afirmado que una de las finalidades del lenguaje es recordar (VI5)

109

Luego de exponer la razoacuten y utilidad de los pasajes oscuros de las Escrituras

se procede a exponer el tema de los grados que el hombre debe recorrer para llegar a

la sabiduriacutea los cuales tienen un valor tanto eacutetico como hermeneacuteutico pues como ya

se afirmoacute al tratar sobre la caritas no hay independencia entre eacutetica y hermeneacuteutica

ya que Agustiacuten aborda la existencia humana en cuanto unidad y entiende que la

misma estaacute determinada por una tarea constante de interpretacioacuten de siacute que se articula

a partir de la de la fe la esperanza y la caridad Es por esta razoacuten que el primer grado

que aquiacute se presenta es el del temor de Dios que consiste en tener siempre presente

que la muerte hace parte de la condicioacuten humana y que la soberbia impide alcanzar la

felicidad Al temor de Dios sigue la piedad don que calma los aacutenimos de aquellos

que contradicen la Escritura sea por no entender lo que en ella se dice sea por

considerar que sus propios conocimientos son mejores Luego de la piedad estaacute la

ciencia la cual debe entenderse como el ejercicio del estudioso de las Sagradas

Escrituras y cuyo fruto consiste en la caritas esto es en hallar que ―se ha de amar a

Dios por Dios y al proacutejimo por Dios (Docchr II79) y en arrepentirse si no se ha

tenido en cuenta este precepto ya enunciado y explicado en el libro primero Al

reconocimiento de la propia debilidad que implica la ciencia le sigue la fortaleza

gracias a la cual el hombre logra separarse de la alegriacutea que proporcionan los placeres

temporales y concentrarse en alcanzar lo uacutenico que debe ser objeto de gozo Dios

Una vez lograda la fortaleza se pasa al quinto grado el del consejo de la

misericordia en el que el alma purificada se ejercita en el amor al proacutejimo En el

sexto grado el corazoacuten se purifica de tal manera que ya no quiere alejarse de la

verdad que puede contemplar con una mirada clara Luego de estos seis grados se

llega al seacuteptimo y uacuteltimo que es la sabiduriacutea

En consonancia con la intencioacuten de la obra Agustiacuten se centra en el tercer

grado pues aquiacute la ciencia se identifica con el estudio de las Escrituras y ofrece los

precepta necesarios para enfrentarse a la investigacioacuten de las mismas La primera

regla consiste en tener presentes los textos canoacutenicos si no en la memoria al menos

en el ejercicio de una lectura constante Una vez el estudioso tiene claro cuaacuteles son

los textos que debe leer se debe investigar con suma atencioacuten cuaacuteles son los

110

preceptos de buen comportamiento y de fe expuestos con claridad a lo largo de la

Escritura El objeto de este primer paso es adquirir familiaridad con el lenguaje

escrituriacutestico lo cual permitiraacute al lector enfrentarse con mayor seguridad a aquellos

pasajes que resulten oscuros y confusos Dadas las dos condiciones fundamentales de

conocer los textos canoacutenicos y extraer de ellos las reglas concernientes a las

costumbres la fe la esperanza y la caridad que aparezcan con claridad se expone la

siguiente regla hermeneacuteutica las expresiones oscuras se deben aclarar a traveacutes de las

locuciones diaacutefanas asiacute gracias al testimonio de las sentencias evidentes

desapareceraacute toda duda acerca de las inciertas

Las dos causas por las que no se entiende lo que se dice en las Escrituras son

la ambiguumledad y el desconocimiento de los signos los cuales pueden ser propios o

metafoacutericos Los primeros son aquellos que se usan con el fin de denotar las cosas

para las que se instituyeron mientras que los segundos son los que sirven para

referirse a otras cosas ademaacutes de las que por siacute mismas significan Para enfrentar el

problema del desconocimiento de las palabras se plantea como solucioacuten el estudio de

las lenguas pues en el caso de la Biblia es fundamental que el inteacuterprete conozca el

hebreo y el griego no soacutelo para entender las palabras hebreas y griegas sino para

poder comparar las diferentes traducciones ofrecidas Los problemas de traduccioacuten

surgen debido a que ―muchas veces el inteacuterprete se engantildea por la ambiguumledad de la

lengua original pues no calando bien en el pasaje traduce dando una significacioacuten

que estaacute muy lejos de la del autor (Docchr II1218) La solucioacuten a esta cuestioacuten

consiste en ir a la lengua original o a las versiones que se cintildeeron maacutes a la letra que al

sentido Una de las dificultades para el traductor surge cuando se enfrenta a vicio

retoacutericos como modismos solecismos o barbarismos 44 que resultan de difiacutecil

traduccioacuten Sin embargo la presencia de estos uacuteltimos no deberiacutea interferir en la

interpretacioacuten y soacutelo cuando afecten el verdadero sentido debe hacerse la traduccioacuten

pertinente

44 Las definiciones aquiacute presentadas siguen fielmente a las consignadas en la Rhetorica ad Herenium (IV 17) Se define solecismo como el enlace de las palabras sin las normas con las que las acoplaron las autoridades de la lengua latina y barbarismo como el escribir o pronunciar una palabra de modo diferente al establecido seguacuten los padres de la lengua latina

111

Ya vimos coacutemo el conocimiento de la lengua ayuda para aclarar los signos

propios pero iquestcuaacutel es la solucioacuten en relacioacuten con los metafoacutericos La respuesta a este

interrogante retoma la distincioacuten entre cosas y signos ―respecto a los signos

figurados decimos que cuando algunos que son desconocidos obliguen al lector a

vacilar deberaacuten ser desentrantildeados o por el estudio de las lenguas o por el

conocimiento de las cosas (Docchr II1623) Asiacute pues para entender las res de la

Escritura es necesario tener un conocimiento de las ciencias humanas que se ocupan

de tales res pues eacuteste puede ayudar al inteacuterprete Sin embargo el valor simboacutelico de

las res que aparecen en la Biblia no debe ser asumido de manera arbitraria sino en

virtud de una similitudo entre la cosa y su valor simboacutelico

En este punto se llama la atencioacuten al hecho de que estas disciplinas no deben

despreciarse porque pertenezcan al patrimonio cultural de los gentiles pues el

cristianismo debe tomar todo cuanto le sea uacutetil para la interpretacioacuten Con el fin de

identificar con mayor claridad queacute sea aquello a lo que se debe recurrir se propone

una divisioacuten entre lo que fue instituido por los hombres y lo que fue instituido por

Dios seguida por una distincioacuten entre lo que es supersticioso y lo que no lo es en el

campo de las ciencias instituidas por los hombres Lo supersticioso45 es todo aquello

dirigido hacia la adoracioacuten de iacutedolos a la adivinacioacuten y a las artes maacutegicas entre la

cuales se le dedica atencioacuten particular a la astrologiacutea46 Asiacute a propoacutesito de la creencia

sobre poder predecir la vida de los hombres a partir de la observacioacuten de la posicioacuten

de los astros se afirma que ―es un error craso y una gran locura querer pronosticar las

45 El tema de la supersticioacuten se trata de manera muy amplia constituyendo una digresioacuten en la estructura del libro segundo A propoacutesito de la funcioacuten de la misma puede afirmarse con Simonetti (1994) que la intencioacuten de Agustiacuten es la de combatir la supersticioacuten en cuanto conjunto de praacutecticas altamente difundidas no soacutelo entre paganos sino entre cristianos cultos los cuales las recibieron como herencia romana (p 455) 46 Este asunto seraacute tratado en diferentes momentos de la obra agustiniana entre los cuales puede destacarse el libro VII de las Confessiones donde se narra el rechazo a la astrologiacutea de la siguiente manera ―Asimismo yo habiacutea ya rechazado las engantildeosas predicciones e impiacuteos delirios de los astroacutelogos Soacutelo tuacute procuraste remedio a aquella terquedad miacutea con que me oponiacutea a Vindiciano anciano sagaz y a Nebridio joven de un alma admirable los cuales afirmaban -el uno con firmeza el otro con alguna duda pero frecuentemente- que no existiacutea tal arte de predecir las cosas futuras y que las conjeturas de los hombres tienen muchas veces la fuerza de la suerte y que diciendo muchas cosas acertaban a decir algunas que habiacutean de suceder sin saberlo los mismos que las deciacutean acertando a fuerza de hablar mucho (VII68)

112

costumbres las acciones y los acontecimientos de los que nacen fundaacutendose en esta

observacioacuten (Docchr II2233) pues con esto se negariacutea la libertad humana y la

responsabilidad moral

Habiendo considerado las instituciones humanas supersticiosas se pasa a

tratar acerca de aquellas que no lo son las cuales se dividen en superfluas y uacutetiles

Entre las primeras se enuncian el teatro el baile el arte la pintura y las faacutebulas

mientras que entre las segundas se situacutean el vestido la moneda las letras y todos los

signos que identifican a los pueblos entre siacute y hacen posible la vida en comunidad y la

sociedad humana Vale la pena detenerse en la consideracioacuten que se lleva a cabo en lo

concerniente a la historia en cuanto institucioacuten humana uacutetil Se afirma que eacutesta es de

gran provecho y que lo que se aprende durante la puericia en esta materia permite

comprender mejor no soacutelo pasajes de la Escritura sino conocer los hechos pasados

para entender el orden divino de los tiempos En este punto Agustiacuten recurre a una

interesante hipoacutetesis que presenta como perteneciente a Ambrosio La tesis en

cuestioacuten se expone de la siguiente manera

Ya que hablo de la utilidad de la historia dejando a un lado la de los griegos iexclcuaacuten grave cuestioacuten resolvioacute nuestro Ambrosio a los calumniadores del Evangelio que leiacutean y admiraban a Platoacuten los cuales se atrevieron a decir que todas las sentencias de nuestro Sentildeor Jesucristo que se veiacutean obligados a propagar y admirar las aprendioacute de los libros de Platoacuten dando por razoacuten que no puede negarse que Platoacuten existioacute mucho antes de la venida humana del Sentildeor iquestAcaso el mencionado obispo considerada la historia profana y viendo que Platoacuten fue en tiempo de Jeremiacuteas a Egipto donde se hallaba por aquel entonces el profeta no demostroacute que es mucho maacutes probable que maacutes bien Platoacuten bebioacute en nuestra doctrina mediante Jeremiacuteas de modo que asiacute bien pudo ensentildear y escribir las cosas que se alaban con razoacuten en sus escritos Anterior a los libros del pueblo hebreo en quien resplandecioacute el culto de un solo Dios y de quien seguacuten la carne descendioacute nuestro Sentildeor no fue ni aun Pitaacutegoras de cuyos sucesores aseguran los gentiles que Platoacuten aprendioacute la teologiacutea Por tanto examinados los tiempos resulta mucho maacutes creiacuteble que Platoacuten y Pitaacutegoras maacutes bien tomaron de nuestros libros todo lo bueno y verdadero que dijeron ellos que no nuestro Sentildeor Jesucristo de los de Platoacuten lo que seriacutea una locura creerlo (Docchr II2843)

Si bien en las Retractationes Agustiacuten afirmaraacute que esta atribucioacuten a Ambrosio

se dio por un error de la memoria (II4) la idea seguacuten la cual Moiseacutes y Jeremiacuteas

fueron anteriores a Platoacuten y eacuteste habriacutea tomado de aquellos cuanto de verdad hay en

113

sus ensentildeanzas corresponde a una antigua tradicioacuten cuyo origen puede rastrearse

entre los apologistas47 Lo interesante del recurso a esta hipoacutetesis tiene que ver con la

actitud de Agustiacuten que en consonancia con lo afirmado en el Contra Academicos a

propoacutesito del esoterismo de la Academia se sirve de esta idea para justificar el uso de

la filosofiacutea en la configuracioacuten de la paideia cristiana idea que se recoge en el plan

trazado en el proacutelogo y en el libro primero del De doctrina christiana La misma

nocioacuten se retomaraacute maacutes adelante como conclusioacuten del libro segundo con el fin de

enfatizar el recurso a la filosofiacutea y en particular a Platoacuten por parte de los pensadores

cristianos En este punto Agustiacuten se apropia de la interpretacioacuten alegoacuterica que

Oriacutegenes y Ambrosio habiacutean hecho del pasaje del Eacutexodo en el que se narra que el

pueblo de Israel tomoacute el oro de los egipcios al huir de la esclavitud (Ex 321) iquestCoacutemo

entender esta apropiacioacuten Tanto Simonetti (1994 p 462) como Oroz Reta (1988 p

91) ponen el acento en la presencia recurrente de esta tesis en otros autores

cristianos cuyo objetivo igual que el de Agustiacuten era justificar el uso de las fuentes

paganas en el pensamiento cristiano A dichos pensadores se opone Lettieri (2001)

que afirma que esta interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo estigmatiza el uso impropio

en cuanto idolaacutetrico de las verdades universales conocidas por los paganos las

cuales si bien son uacutetiles deben ser admitidas soacutelo si son entendidas a partir del

precepto hermeneacuteutico de la caritas (p 26) Para una adecuada comprensioacuten de este

pasaje no debe perderse de vista la actitud de Agustiacuten en el Contra Academicos

acerca de la hipoacutetesis histoacuterica acerca de los acadeacutemicos presentada por eacutel mismo

como poco probable (III2043) En contra de un dogmatismo histoacuterico para el cual la

certeza sobre la veracidad de la tesis seriacutea lo maacutes importante Agustiacuten se inclina por

una postura utilitarista que debe ser entendida seguacuten el uti que lleva al frui Del

mismo modo hay que asumir la hipoacutetesis aquiacute propuesta No se trata entonces de una

condena del uso de la cultura pagana sino por el contrario de una apropiacioacuten que se

inscribe en el horizonte de la distincioacuten retoacuterica uti-frui Asiacute puede afirmarse que el

uso que Agustiacuten hace de Platoacuten y Ciceroacuten es un frui in Deo pues la filosofiacutea se

47 En la Apologiacutea I Justino afirma que Moiseacutes e Isaiacuteas fueron anteriores a los escritores y filoacutesofos griegos los cuales tergiversaron el mensaje de los profetas dando lugar a mitos paganos (44-46)

114

configura como condicioacuten esencial del proyecto hermeneacuteutico-retoacuterico aquiacute

propuesto Ademaacutes de las fuentes cristianas en las que Agustiacuten se apoya para

justificar el uso de la filosofiacutea debemos recordar con Pollmann (1996 p 193) que

justamente Ciceroacuten en el De oratore haraacute eacutenfasis en la importancia del conocimiento

de la filosofiacutea por parte del orador cuando se pregunte si es posible mover el aacutenimo

del auditorio sin tener un profundo conocimiento de todas las teoriacuteas psicoloacutegicas y

eacuteticas desarrolladas por los filoacutesofos (I61)

En este orden de ideas la dialeacutectica definida en el De ordine como disciplina

disciplinarum (II1338) y en el Contra Academicos como scientia veritatis

(III1329) se presenta aquiacute como ciencia ―de muchiacutesimo valor para penetrar y

resolver todo geacutenero de dificultades que se encuentren en los libros santos (Docchr

II3148) En este punto teniendo en cuenta que la dialeacutectica es el estudio del

funcionamiento de la razoacuten vale la pena anotar con Pizzani (1995) que la relevancia

―que aquiacute se le asigna en relacioacuten con la exeacutegesis de la Escritura demuestra que la

foacutermula intellige ut credas se armoniza con el otro arco del ciacuterculo hermeneacuteutico el

crede ut intelligas que se enraiacuteza en la Escritura (p 73) Esta idea toma fuerza con la

presentacioacuten de la loacutegica48 y la retoacuterica como disciplinas que junto con la dialeacutectica

tienen que ver con el conocimiento del orden racional de la realidad que no ha sido

instituido por los hombres sino por Dios y en este sentido forman parte de aquello

que se debe creer Acerca del caraacutecter de dichas disciplinas se afirma que

existen ciertas reglas de una controversia maacutes extensa que se llama elocuencia las cuales no obstante son verdaderas aunque con ellas puedan persuadirse cosas falsas Y como ellas tambieacuten pueden persuadir cosas verdaderas no es culpable la retoacuterica sino la perversidad de los que usan de ella malamente Tampoco ha sido instituido por los hombres que las muestras de elocuencia del orador arrastren al oyente o que una breve y clara narracioacuten insinuacutee faacutecilmente lo que intenta y que la variedad mantenga atentos sin fastidio a los oyentes y otras observaciones semejantes que ya en asuntos verdaderos ya en falsos son siempre verdaderas en cuanto que o hacen creer o conocer alguna cosa o mueven los aacutenimos a desearla o aborrecerla Estas

48 Jackson (1969) lleva a cabo una exposicioacuten muy completa de las fuentes conocidas por Agustiacuten en lo que concierne a las disciplinas aquiacute referidas A propoacutesito de la loacutegica afirma que a diferencia de muchos reacutetores Agustiacuten tomoacute en serio a Ciceroacuten lo cual permite comparar su semaacutentica con la de Aristoacuteteles y la de los estoicos (pp 33-49)

115

reglas maacutes bien han sido encontradas existiendo asiacute que instituidas para que existiesen de esta suerte (Docchr II3654)

La importancia de esta afirmacioacuten no debe pasar desapercibida y su correcta

interpretacioacuten debe inscribirse en una comprensioacuten de la relacioacuten entre hermeneacuteutica

y retoacuterica Cuando se afirma que los officia oratoria no fueron instituidos por los

hombres sino encontrados se quiere poner el acento en la conexioacuten existente entre la

retoacuterica y la comprensioacuten de la realidad Esto se entiende mejor si se tiene en cuenta

la estructura de toda la obra pues debe recordarse que los tres primeros libros

dedicados al modus proferendi presentan una hermeneacuteutica mientras que el uacuteltimo

dedicado al modus inveniendi corresponde a la propuesta retoacuterica de Agustiacuten en la

que como se veraacute maacutes adelante la retoacuterica claacutesica seraacute una herramienta de trabajo

para el predicador cristiano A propoacutesito de lo anterior Eden (1990) afirma que ―la

hermeneacuteutica agustiniana no soacutelo mantiene las estrategias legales y estiliacutesticas de la

interpretatio scripti de la retoacuterica claacutesica sino tambieacuten la distincioacuten teoacuterica entre

dichas estrategias (p 47) lo que implica una apropiacioacuten que en cuanto unitaria

determina no soacutelo la estructura del De doctrina christiana sino del pensamiento de

Agustiacuten en general

No sorprende pues que el segundo libro que se inicia con la definicioacuten y la

clasificacioacuten del signo en general concluya con un ejercicio hermeneacuteutico que

conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se comprende la verdad que

busca el cristiano la cruz Dicho ejercicio consiste en la interpretacioacuten de otro pasaje

del libro del Eacutexodo donde se afirma que el pueblo de Israel celebroacute la Pascua

sentildealando la sangre del cordero con el hisopo

esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista En este signo de la cruz se encierra toda la vida cristiana como es el obrar bien en Jesucristo el estar

116

continuamente unido a Eacutel el esperar los bienes del cielo el no divulgar los divinos misterios (Docchr II4162)

Como ya se habiacutea visto la caridad debe asumirse como un criterio

hermeneacuteutico en la interpretacioacuten de la Escritura que por esto adquiere una mayor

dignidad ya que permite la comprensioacuten del signo fundamental principio mismo de

la significacioacuten la cruz En el pasaje anteriormente citado la cruz no soacutelo representa

todas las dimensiones de la vida del cristiano sino tambieacuten la humildad a la que el

texto paulino hace referencia (1Cor 81) y que permite comprender la Escritura pues

es el uacutenico remedio frente a la soberbia que aleja al hombre de la verdad Asiacute ―para

subrayar la necesidad de una disposicioacuten humilde en el exegeta Agustiacuten propone una

interpretacioacuten cristoloacutegica del hisopo (Toom 2002 p 203) hierba humilis et mitis

que limpia el corazoacuten orgulloso y dispone a la caridad En consonancia con lo

anterior el libro segundo del De doctrina christiana se cierra con la confirmacioacuten de

la infalibilidad del precepto hermeneacuteutico de la caritas y da paso al examen de los

signos ambiguos el cual se abordaraacute en el libro tercero

No siendo ya un obstaacuteculo los signos desconocidos para el lector dotado de esta instruccioacuten manso y humilde de corazoacuten sometido con suavidad al yugo de Cristo y cargado con peso ligero fundado y afianzado y formado en la caridad a quien no puede ya hinchar la ciencia aceacuterquese a considerar y discutir los signos ambiguos que en las Escrituras se hallan sobre los cuales me propongo hablar en el libro tercero lo que Dios se digne concederme (Docchr II4263)

Despueacutes de recordar cuaacutel es la disposicioacuten necesaria para abordar el estudio de

la Escritura Agustiacuten sostiene que la ambiguumledad de eacutesta se halla en las palabras

propias o en las metafoacutericas que ya fueron explicadas en el libro segundo En primer

lugar se afirma que cuando la ambiguumledad depende de las palabras propias debe

verificarse si es incorrecta la puntuacioacuten distinctio o la pronunciacioacuten En la misma

liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio Agustiacuten recurriraacute a

ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a las que debe

enfrentarse el estudioso de la Escritura El primer ejemplo utilizado para explicar los

problemas de puntuacioacuten se halla en iacutentima conexioacuten con la conclusioacuten del libro

anterior razoacuten por la cual es necesario hacer una consideracioacuten detenida del mismo

117

Consideremos algunos ejemplos Sea el primero aquella puntuacioacuten hereacutetica en el principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y Dios era El Verbo este estaba en el principio en Dios Escrito asiacute tenemos un sentido distinto al verdadero por el cual se pretende no confesar la divinidad del Verbo Semejante puntuacioacuten debe rechazarse en virtud de la regla de la fe que nos prescribe confesar la igualdad de la Trinidad Y por lo tanto puntuaremos de este modo y el Verbo era Dios Y antildeadamos a continuacioacuten Eacuteste estaba en el principio en Dios (Docchr III23)

La eleccioacuten del ejemplo cristoloacutegico se encuentra estrechamente relacionada

con la enunciacioacuten de la cruz como signum signorum Una vez se ha establecido que

en la cruz en cuanto signo de la Encarnacioacuten se encierra el poder mismo de

significacioacuten esto es la posibilidad de ser signo de los signos es necesario remitirse

al origen de dicho acontecimiento fundamental la Encarnacioacuten Asiacute pues en la

afirmacioacuten de la divinidad del Verbo no hay solo un intereacutes doctrinal sino tambieacuten

hermeneacuteutico pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios soacutelo es

posible gracias a la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto

Harrison (1992) afirma que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta

expresioacuten de la unidad y la identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta

la posibilidad del conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para

la salvacioacuten (p 212) Por esta razoacuten los tres pasajes reportados del Doctrina

Christiana deben considerarse en su conjunto pues el signo de la cruz (II4162) que

somete con suavidad al lector alejaacutendolo de la soberbia y permitieacutendole la

comprensioacuten de los signos de la Escritura (II4263) anuncia el acontecimiento

fundamental la encarnacioacuten de Cristo (III23) Cristo es maestro interior ejemplo y

mediador pues

en sus obras y palabras no hay brecha entre el signo y lo que se significa o entre la palabra pronunciada y la noticia interior tal como siacute se da cuando habla un ser humano pues en el caso de la Palabra hecha carne Eacutel mismo es la verdad que Eacutel ensentildea (Harrison 1992 p 67)

El segundo ejemplo que se trae a colacioacuten en relacioacuten con las dificultades de

puntuacioacuten es el siguiente

Caso distinto de ambiguumledad procedente de la puntuacioacuten que de ninguacuten modo se opone a la fe y por consiguiente debe resolverse por el mismo contexto de la

118

sentencia existe donde dice el Apoacutestol No seacute queacute he de escoger porque de ambos lados me veo apremiado tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo porque esto es con mucho lo mejor pero permanecer en la carne es necesario para vosotros [Fil I22] Lo dudoso es si se ha de entender de ambos lados tengo vehemente deseo o soy apremiado de ambos lados de modo que a esto se antildeada tengo vehemente deseo de ser desatado y estar con Cristo Mas como prosigue diciendo porque esto es con mucho lo mejor se ve claramente que San Pablo dice que teniacutea vehemente deseo de esto mejor de suerte que al ser empujado de ambos lados teniacutea del uno deseo y del otro necesidad deseo de estar con Cristo necesidad de permanecer en la carne (Docchr III24)

La solucioacuten formal a la dificultad que presenta la puntuacioacuten es muy sencilla

pues el contexto mismo permite identificar coacutemo debe entenderse el pasaje del

Apoacutestol Sin embargo teniendo en cuenta el valor que se le otorga a cada uno de los

ejemplos anteriores y la funcioacuten que cumplen en la manera en la que se estructura el

libro vale la pena detenerse en su contenido La pertinencia de esta eleccioacuten tiene que

ver con la centralidad que tiene el tema de la voluntad en el pensamiento de Agustiacuten

entendida en particular a la luz del tratamiento que se le da a esta cuestioacuten en el libro

octavo de las Confessiones donde se lee

cuando yo deliberaba sobre consagrarme al servicio del Sentildeor Dios miacuteo conforme haciacutea ya mucho tiempo lo habiacutea dispuesto yo era el que queriacutea y el que no queriacutea yo era Mas porque no queriacutea plenamente ni plenamente no queriacutea por eso contendiacutea conmigo y me destrozaba a miacute mismo y aunque este destrozo se haciacutea en verdad contra mi deseo no mostraba sin embargo la naturaleza de una voluntad extrantildea sino la pena de la miacutea Y por eso no era yo ya el que lo obraba sino el pecado que habitaba en miacute como castigo de otro pecado maacutes libre por ser hijo de Adaacuten (VIII1022)

El ejemplo paulino se halla en clara consonancia con lo que se expresa en las

Confessiones el hombre oprimido y desgarrado por la consuetudo del pecado obra

seguacuten la necessitas que esa misma consuetudo le impone iquestCoacutemo logra el hombre

liberarse iquestCoacutemo vencer la pasioacuten que somete en un viacutenculo necesario a la carne La

repuesta a estos interrogantes se encuentran en el tercero de los exempla ofrecidos por

Agustiacuten para concluir el problema de la puntuacioacuten el hombre logra liberarse del

yugo del pecado soacutelo en el momento en el que purificado por Cristo se aleja de la

carne y rompe definitivamente su viacutenculo con eacutesta

119

Cuando ni por la prescripcioacuten de la fe ni por el contexto del discurso puede resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar conforme a cualquiera de los sentidos que se presentan Tal acontece con aquel pasaje de la epiacutestola a los Corintios [1Cor 71] teniendo estas promesas amados miacuteos purifiqueacutemonos de toda mancha de carne y de espiacuteritu perfeccionando la santidad en el temor de Dios Dadnos cabida a nadie hemos agraviado (Docchr III25)

Con este ejemplo se cierra la primera seccioacuten del libro tercero En lo que

concierne al problema teacutecnico presentado al inicio del mismo debe afirmarse que la

primera solucioacuten deriva del aacutembito de la gramaacutetica una de las disciplinas instituidas

por Dios que seguacuten el ordo studiorum establecido en el De ordine corresponde al

primer escaloacuten

Con relacioacuten a la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se lleva a cabo una

perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo con el comienzo

del tercero en una estructura circular que enfatizar en la centralidad del signum

signorum la cruz en la comprensioacuten humana Asiacute pues el uacuteltimo de los ejemplos

(Docchr III25) relacionado con el tema de la concupiscencia nos lleva de nuevo a

la cruz (Docchr II4162) pues en ella ―se encierra toda la vida cristiana (Docchr

II4162)

En el caso en el que la aplicacioacuten de estas normas de puntuacioacuten no resulte

eficaz se recurriraacute al principio de la regula fidei seguacuten el cual los pasajes oscuros

deben aclararse a la luz de los maacutes claros esto es aquellos en los que de forma

expliacutecita se cimienta la caridad ―En caso de que ni por la prescripcioacuten de la fe ni por

el contenido del discurso pueda resolverse la ambiguumledad nada impide puntuar

conforme a cualquiera de los sentidos que se presenten (Docchr III36)49 De este

modo podemos concluir que en lo que concierne a las ambiguumledades de las palabras

propias la solucioacuten radica en el examen del contexto y la aplicacioacuten de la regula

fidei en la comparacioacuten entre los traductores y en el anaacutelisis del texto en su lengua

original A propoacutesito de la ambiguitas varios estudiosos llaman la atencioacuten acerca de

49 Vale la pena anotar con Toom (2001) que el tema de la puntuacioacuten tiene que ver con el hecho de que en este momento histoacuterico todaviacutea no se usan los signos de puntuacioacuten ni la divisioacuten de pasajes ni las letras mayuacutesculas todo lo cual lleva a que por supuesto no pueda existir una edicioacuten de la Escritura que fuera ampliamente aceptable (p 208)

120

la consideracioacuten de la misma en la Antiguumledad y en la tradicioacuten retoacuterica romana

(Toom 2002 p 205 Eden 1987 p 76) Seguacuten Aristoacuteteles la ambiguumledad se

presenta cuando una misma palabra tiene distintos significados o cuando de la

combinacioacuten de las palabras pueden derivarse uno o maacutes sentidos (Sophel 166a) La

definicioacuten estoica recogida por Dioacutegenes Laercio reza de la siguiente manera ―la

ambiguumledad amphiboliacutea es la expresioacuten verbal leacutexis que significa dos o maacutes cosas

linguumliacutestica y baacutesicamente y de acuerdo con la norma misma de modo que puede

aplicarse al mismo tiempo a varios usos con la misma diccioacuten (DL VII62) La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca a las anteriormente citadas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

121

que concierne a las palabras metafoacutericas translata La primera advertencia sobre el

tratamiento que debe daacutersele a las locuciones figuradas es la de evitar tomarlas a la

letra A la luz de las palabras del Apoacutestol seguacuten las cuales ―la letra mata el espiacuteritu

vivifica (2Cor 36) se afirma que cuando lo dicho de forma figurada se toma en

sentido literal se conoce soacutelo seguacuten la carne50 La contraposicioacuten entre corpus y

spiritus que habiacutea sido ya tratada en el libro primero (Docchr I2445 I2526) se

retoma ahora y se constituye en criterio hermeneacuteutico fundamental A propoacutesito de su

uso en Pablo Eden (1990) anota que la distincioacuten es retoacuterica y que el Apoacutestol que se

dirige a un auditorio judiacuteo remplaza rhetos y dianoia por gramma y pneuma pues

esta uacuteltima pareja es maacutes cercana al lenguaje forense judiacuteo (p 51) No sorprende

entonces que justamente en este punto Agustiacuten haga referencia expliacutecita a la relacioacuten

de los judiacuteos con el signo

La servidumbre que conservoacute a los signos el pueblo judiacuteo era muy distinta de la que acostumbraban a seguir las demaacutes naciones pues de tal modo estaban sometidos a las cosas temporales que en todas ellas se les recomendaba un solo Dios Y aunque tomasen los signos de las cosas espirituales por las mismas cosas por no saber lo que representaban sin embargo teniacutean grabado en su alma que con tal servidumbre agradaban al uacutenico Dios de todas las cosas a quien no veiacutean (Docchr III610)51

Debe anotarse que aquiacute la relacioacuten entre signa y res es maacutes compleja que

aquella presentada en el libro segundo pues cuando se hace alusioacuten a los signa de los

judiacuteos debe tenerse en cuenta que eacutestos remiten a res prescripciones del Antiguo

Testamento que a su vez son signa que remiten al Nuevo Testamento

La relacioacuten no es de dos signum es decir palabra y res sino que se trata de una triple relacioacuten verbum figura (del Antiguo Testamento) y res (del Nuevo Testamento) que en cuanto signum unifica las funciones del verbum y de la figura (Simonetti 1994 p 486)

La primera parte del libro tercero dedicada a la advertencia acerca del peligro

de la interpretacioacuten literal de las locuciones metafoacutericas se cierra con una distincioacuten

entre signa utilia y signa inutilia Los primeros son aquellos que son uacutetiles aunque 50 En este punto Simonetti (1994) llama la atencioacuten sobre el caraacutecter origeniano de esta distincioacuten que luego de ser asumida por la exegesis alejandrina llega a los padres latinos (p 485) 51 Acerca de la relacioacuten de signa-res en el aacutembito judiacuteo (Enps 68 2 TrIo 1142)

122

no sean comprendidos como es el caso de los judiacuteos los segundos en cambio

corresponden a los siacutembolos paganos como la estatua de Neptuno que simboliza el

mar aunque ―mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no

interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del

yugo de la servidumbre (Docchr III913) La posicioacuten del cristiano frente a estos

tipos de signos se sintetiza en la siguiente afirmacioacuten

mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor (Docchr III913)

Los ejemplos ofrecidos concernientes a la relacioacuten de los paganos y los judiacuteos

con los signos tienen la funcioacuten de mostrar y aclarar que las cosas y los eventos

histoacutericos tienen un significado que desborda tanto su significado literal como el

histoacuterico De la misma manera que Oriacutegenes Agustiacuten considera que algunos eventos

mencionados en las Escrituras deben tomarse como signos de realidades espirituales

(Toom 2002 p 214) Por esta razoacuten despueacutes de dar los ejemplos mencionados se

refuerza el argumento a traveacutes del recurso al modelo52 mismo de la significacioacuten la

cruz Asiacute debe entenderse que la cruz por sus implicaciones en la comprensioacuten

humana estaacute en el centro mismo de la historia y su funcioacuten liberadora le permite al

hombre acceder a un conocimiento sagrado y puro pero a la vez sencillo gracias a la

institucioacuten de los sacramentos

Luego de dar las razones por las cuales no se deben entender las locuciones

figuradas seguacuten la letra Agustiacuten ofrece el criterio para saber cuaacutendo una expresioacuten es

propia o figurada y asiacute evitar tomar una expresioacuten propia como metafoacuterica La regla

propuesta reza asiacute ―todo cuanto en la divina palabra no pueda referirse en un sentido

52 A propoacutesito del modelo como recurso retoacuterico Garciacutea (2016) afirma que Agustiacuten ―comprendiacutea la importancia del modelo por su utilidad e importancia como una especie de axioma de comportamiento e incluso de referencia entitativa (p 34) pues se juzga con referencia a los rasgos establecidos en el modelo de ahiacute su valor extremo (p 34)

123

propio a la bondad de las costumbres ni a las verdades de la fe hay que tomarlo en

sentido figurado (Docchr III1014)

La bondad y la pureza de las costumbres tienen que ver con la caridad

mientras que las verdades de la fe conciernen al conocimiento de Dios y del proacutejimo

Del provecho que se consiga del amor de Dios y del proacutejimo y del conocimiento de

los mismos dependeraacute la esperanza de cada persona Vemos que aquiacute se recurre

nuevamente a la terna fe esperanza y caridad que como ya se afirmoacute estaacute a la base

de la hermeneacuteutica desde la cual se busca la comprensioacuten de la totalidad de la

existencia humana Tambieacuten se refuerza el caraacutecter hermeneacuteutico de la caritas pues

se afirma que eacutesta debe ser el uacutenico criterio para interpretar los hechos

correspondientes a otros periodos histoacutericos Asiacute pues al abordar pasajes en los que

se relaten haacutebitos que vayan en contra de aquellos aceptados por el lector y su

entorno debe tenerse en cuenta que la Escritura narra las cosas que se dieron en el

pasado anuncia las futuras y muestra las que ocurren en el presente con el propoacutesito

de fortalecer la caritas y vencer la cupiditas Esta oposicioacuten entre caritas y cupiditas

viene a completar la distincioacuten uti-frui del libro primero De este modo se afirma que

todo aquello que a la letra no esteacute dirigido hacia la caritas debe ser interpretado de

manera figurada En este punto y con el fin de distinguir con claridad el precepto

enunciado Agustiacuten define la caridad como el ―movimiento del alma que nos conduce

a gozar de Dios por Eacutel mismo y de nosotros y del proacutejimo por Dios (Docchr

III1016) Lo que hace la caritas en provecho propio se llama utilitas mientras que

lo que tiene que ver con el proacutejimo es beneficientia Por otra parte la cupiditas se

entiende como el ―movimiento del alma que arrastra al hombre al goce de siacute mismo y

del proacutejimo y cualquier otra cosa corpoacuterea sin preocuparse de Dios (Docchr

III1016) De la codicia cupiditas surgen dos tipos de pecado el flagitium contra siacute

mismo y el facinus contra el proacutejimo53 A partir de estas distinciones se aborda el

problema de coacutemo deben interpretarse aquellos pasajes de la Escritura aplicados a

53 El leacutexico utilizado en estas distinciones proviene de la retoacuterica forense ciceroniana aunque en el caso de flagitium y facinus debe afirmarse que Agustiacuten les otorga un sentido que no estaba presente en el Arpinate que los utiliza como sinoacutenimos (Catil I18)

124

Dios o a los hombres en los que al parecer se actuacutea seguacuten el pecado En este punto

cabe anotar que en lo concerniente a la interpretacioacuten del Antiguo Testamento

Agustiacuten debiacutea exponer con solidez una propuesta exegeacutetica que se opusiera a la

maniquea seguacuten la cual muchos pasajes de esta parte de la Escritura incitaban a actos

inmorales Asiacute en contra del maniqueiacutesmo y de otras formas de interpretacioacuten se

afirma que todas las palabras o hechos que parezcan inicuos deben entenderse como

locuciones figuradas y por lo tanto debe desentrantildearse el significado adecuado de las

mismas Para lograr lo anterior es necesario tener en cuenta las circunstancias en las

cuales se da la accioacuten a la que la Escritura se refiere sin embargo esto no supone

como afirman algunos que la justicia depende de las costumbres de cada pueblo En

contra de los sostenedores del relativismo moral Agustiacuten luego de presentar la

posicioacuten de sus adversarios expone la propia

ciertos hombres adormitados por decirlo asiacute que ni estaban enteramente poseiacutedos del suentildeo de la ignorancia ni podiacutean por completo despertar a la luz de la sabiduriacutea ante la innumerable variedad de costumbres juzgaron que no existiacutea la justicia en siacute misma sino que para cada nacioacuten su propia costumbre era justicia Como la costumbre es diversa para cada nacioacuten y la justicia debe permanecer inmutable es evidente que jamaacutes existioacute la justicia Los que tal pensaron no entendieron por no citar otras muchas la siguiente maacutexima ―lo que no quieras que hagan contigo no lo hagas tuacute a otros la cual no puede en modo alguno variar por mucha que sea la diversidad de naciones Cuando esta sentencia se refiere al amor de Dios mueren todos los vicios cuando se aplica al amor del proacutejimo perecen todas las iniquidades o criacutemenes Nadie quiere que le corrompan su morada luego no debe eacutel corromper la morada de Dios es decir su propia alma (Docchr III1422)

Algunos comentaristas sostienen que Agustiacuten hace alusioacuten aquiacute a la posicioacuten

sofiacutestica concerniente a las costumbres morales (Simonetti 1994 p 500) sin

embargo vale la pena anotar con Toom (2002 p 219) y Schaumlublin (1995 p 58) que

hay una innegable cercaniacutea entre la posicioacuten aquiacute presentada y aquella sostenida por

Ciceroacuten en el De republica donde se afirma que los acadeacutemicos aseguraban que

debido a la gran variedad de costumbres entre los pueblos no podiacutea hablarse de

justicia

Carneacuteades en oposicioacuten a Platoacuten y Aristoacuteteles defensores de la justicia recogioacute todos los argumentos a favor de la justicia para despueacutes rebatirlos lo hizo a la

125

manera retoacuterica es decir como mera ejercitacioacuten sin tener en cuenta la ―coherencia y el rigor de la filosofiacutea (Rep III912)

La posicioacuten de Ciceroacuten tanto en el De republica como en el De legibus (I18)

y el De officiis (I20 I25) puede resumirse en la afirmacioacuten de la justicia perfecta

como condicioacuten necesaria para la vida en comunidad La justicia entendida como la

maacutes perfecta de todas las virtudes reside en ―no causar dantildeo a nadie si no es

injustamente provocado y usar los bienes comunes como comunes y los privados

como propios (off I20) En la misma liacutenea en el libro tercero del De Republica se

afirma que el hombre honesto y justo sigue a la justicia en cuanto tal y no a aquella

que se presenta como justicia sosteniendo que el justo es aquel que da a cada uno

aquello que merece Las razones por la cuales obra el justo se identifican con la

naturaleza del alma humana pues las consecuencias de la injusticia como se afirma

tambieacuten en el Suentildeo de Escipioacuten comportan terribles penas y suplicios para la misma

(Rep III2233) A propoacutesito de esto vale la pena afirmar con Altman (2015) que el

tema central del De republica ciceroniano coincide con el de la Repuacuteblica de Platoacuten y

no es otro que la justicia ―[l]os dos diaacutelogos tienen el mismo propoacutesito luego de

ensentildear la ratio rerum civilium el maestro y el disciacutepulo quieren persuadir al lector

para que practique la justicia a traveacutes del regreso voluntario a la caverna (p 5) que

seguacuten Altman (2015) representa la vida poliacutetica

Si bien es cierto que en el De doctrina christiana Agustiacuten no estaacute interesado

en las consecuencias poliacuteticas de las afirmaciones ciceronianas presentadas en el De

republica debe tenerse presente que esta cuestioacuten seraacute retomada en el De civitate Dei

en donde a partir de las definiciones ciceronianas de repuacuteblica y de justicia y de las

nociones de uti-frui y ordo-amoris se construye una reflexioacuten histoacuterica y filosoacutefica

en la que Agustiacuten se sirve de la autoridad de los claacutesicos de la cultura latina y griega

en particular de la visioacuten platoacutenico-ciceroniana de justicia para rebatir los

argumentos paganos en contra del cristianismo

La exhortacioacuten al cuidado del alma con la que se cierra el pasaje

anteriormente citado ademaacutes de las consecuencias poliacuteticas que no seraacuten abordadas

aquiacute adquiere una dimensioacuten hermeneacuteutica en consonancia con lo afirmado desde el

126

libro primero del De doctrina christiana en las siguientes palabras ―ha de examinarse

con diligente consideracioacuten lo que se lee durante el tiempo que sea necesario para

llegar a una interpretacioacuten que nos conduzca al reino de la caridad (III1523)

Tambieacuten se examinan aquiacute las locuciones preceptivas y se afirma que entre eacutestas son

figuradas las que aparentan mandar la maldad y prohibir el bien Una vez maacutes se

sostiene que en eacutestas la regla interpretativa que siempre debe tenerse presente es la

caritas de modo que cuando una frase admita una interpretacioacuten de doble sentido se

opte por aquella que resulte maacutes apta para la edificacioacuten del amor A la regla

universal de la caritas se adiciona una particular que consiste en saber que no todo lo

que prescribe la Biblia es de caraacutecter general sino que tambieacuten hay preceptos que van

dirigidos a un tipo especiacutefico de personas que deben buscar el sentido de aquello que

se les manda seguacuten su propia situacioacuten Retomando el tema de la necesidad de tener

en cuenta las condiciones particulares en las que se hallaban inmersos los

protagonistas de las historias narradas en el Antiguo Testamento se afirma que la

interpretacioacuten de ellas depende en gran medida del caraacutecter del lector Asiacute pues

mientras los concupiscentes juzgan que los antiguos varones teniacutean varias mujeres

por complacer sus instintos y no por otras razones el justo ve en estos pasajes

ejemplos de obediencia y humildad disposicioacuten fundamental para entender el sentido

de la Escritura

Antes de dar paso al tratamiento de la uacuteltima seccioacuten del libro tercero

compuesta en el 426 cuando la obra se retoma para ser culminada vale la pena

detenerse sobre el amplio uso que se hace de los exempla en la primera seccioacuten del

libro En primer lugar puede afirmarse que por la posicioacuten que ocupan en el libro

tercero su funcioacuten es fundamental respecto a la comprensioacuten y aplicacioacuten de las

reglas ofrecidas tanto en el libro segundo como en el final del tercero Si se tiene en

cuenta que seguacuten la definicioacuten claacutesica de Quintiliano el uso del ejemplo consiste en

―la mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que

se pretende (Inst V116) no sorprende que Agustiacuten recurra a un gran nuacutemero de

exempla para persuadir acerca de la utilidad del uso de las reglas hermeneacuteuticas

127

necesarias para la comprensioacuten de la Escritura54 Fiel a la tradicioacuten latina Agustiacuten usa

los tres tipos de exempla en esta seccioacuten del De doctrina christiana a saber simile

dissimile y contrarium Los 3555 ejemplos usados tienen la funcioacuten tanto de esclarecer

los signos ambiguos a traveacutes de la comparacioacuten con un pasaje en el que estos sean

usados de manera clara como de sentildealar el correcto uso y aplicacioacuten de las reglas a

determinados pasajes de la Escritura En segundo lugar los ejemplos en general

cumplen la funcioacuten de ―proponer una ilustracioacuten que haga patente la argumentacioacuten

que se ha venido desarrollando a lo largo del texto (Garciacutea 2016 p 11) En la

utilizacioacuten de los ejemplos con este fin Agustiacuten sigue muy de cerca a Ambrosio el

cual habiacutea logrado deleitar al joven reacutetor gracias a la ―suavidad de sus sermones

(conf V1424) Acerca de las elecciones estiliacutesticas de Ambrosio debe anotarse que

para el obispo de Milaacuten ―si las ensentildeanzas se imponen a traveacutes de la fuerza

violentiora praecepta no tienen el mismo efecto que si se exponen con elegancia y en

modo tal que causen placer (Expl ps I10) razoacuten por la cual los tres fines de la

retoacuterica deben ir siempre unidos Una obra en la que encontramos la aplicacioacuten de

este principio es el De officiis que como ya se afirmoacute antes es fundamental para la

comprensioacuten de la recepcioacuten agustiniana de Ciceroacuten No sorprende entonces que

durante la composicioacuten del De doctrina christiana Agustiacuten tenga muy presente la

obra en la que su maestro en cuanto obispo se propone ensentildear a sus hijos

espirituales haciendo propios los exempla del Antiguo Testamento los praecepta que

el cristiano56 debe seguir en su vida Si bien es cierto que el De officiis de Ambrosio

54 Garciacutea (2016) llama la atencioacuten sobre la conexioacuten existente entre la exposicioacuten de contenidos y la ensentildeanza de la retoacuterica pues eacutesta ―maacutes que un aprendizaje de reglas es un aprendizaje por modelos mediante la experiencia extraiacuteda de los que son buenos oradores (p 26) Teniendo en cuenta el procedimiento agustiniano en los primeros tres libros del De doctrina christiana podriacutea decirse que esta misma afirmacioacuten vale para la hermeneacuteutica pues no puede entenderse como un simple compendio de reglas sino como la aplicacioacuten de las mismas en un contexto maacutes amplio 55 Se recurren a ejemplos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento aunque se les da preeminencia a pasajes del Evangelio y en particular a las cartas de San Pablo a las que se alude en doce ocasiones 56 En la Epiacutestola 82 dirigida a Jeroacutenimo Agustiacuten se refiere a la obra en cuestioacuten de la siguiente manera ―quizaacute te cause extrantildeeza el nombre porque esa palabra oficio no es muy usada en los libros eclesiaacutesticos pero nuestro Ambrosio no halloacute inconveniente en su empleo pues puso el tiacutetulo de Oficios a algunos de sus libros llenos de preceptos provechoso (ep LXXXII21)

128

se presenta como un texto de moral no debe perderse de vista que en la exposicioacuten de

los deberes se recurre en cuanto al contenido a temas y exempla extraiacutedos de la

Escritura lo cual supone una interpretacioacuten de la misma que Agustiacuten sigue en

muchos aspectos Asiacute el De officiis ambrosiano consiste en un compendio de

ensentildeanzas morales que en cuanto ensentildeanzas son presentadas con suavidad y

decorus para alcanzar el fin que se proponen esto es persuadir al lector En el caso

de la correspondencia entre el tercer libro del De doctrina christiana y el De officiis

de Ambrosio pueden destacarse tres elementos (1) la relacioacuten entre retoacuterica y

hermeneacuteutica (2) la relacioacuten entre retoacuterica y eacutetica y (3) el recurso a modelos y figuras

de la retoacuterica claacutesica en particular a los exempla como instrumento en la

argumentacioacuten Este uacuteltimo punto determina la composicioacuten misma del De officiis en

el que sobre la base del homoacutenimo ciceroniano se lleva a cabo una siacutentesis de

motivos de la moral latina y los praecepta presentados en la Escritura a traveacutes de

exempla Asiacute Ambrosio opera con suma claridad pues para cada precepto propone

un ejemplo escrituriacutestico que tiene el fin de reforzar la idea presentada y ensentildear al

lector la manera en la que puede aplicarlo a la comprensioacuten no soacutelo de su propia

vida sino de la Escritura Para entender mejor el meacutetodo usado por Ambrosio vale la

pena detenerse en uno de los pasajes en los que se aborda una cuestioacuten central que

seraacute retomada por Agustiacuten en el libro tercero del De doctrina christiana el tema de la

justicia En el De officiis se afirma

Asiacute pues la gloria de la fortaleza no consiste soacutelo en las fuerzas del cuerpo y del brazo sino sobre todo en la virtud del espiacuteritu y la ley de la virtud no consiste en cometer la injusticia sino en rechazarla Quien pudiendo no rechaza la injusticia lejos de su compantildeero incurre en culpa tanto como el que la comete Tambieacuten el santo Moiseacutes comenzoacute con fortaleza a partir de aquiacute sus gestas beacutelicas Pues habiendo visto a un hebreo que sufriacutea la injusticia por parte de un egipcio lo defendioacute de tal manera que llegoacute a abatir al egipcio y a esconder su cuerpo en la arena (I36179)

El anterior pasaje consta de dos partes en la primera se enuncia el principio

expuesto por Ciceroacuten (off I2379) seguacuten el cual debe rechazarse la injusticia por ser

un vicio del alma en la segunda se muestra mediante un ejemplo que el virtuoso y

129

santo Moiseacutes rechazoacute la injusticia aun cuando la accioacuten de eacutesta no recayera sobre eacutel

mismo sino sobre alguien maacutes

Agustiacuten retoma el modelo propuesto por Ambrosio y en el tercer libro del De

doctrina christiana dedicado a las reglas necesarias para la interpretacioacuten de la

Escritura se sirve de eacuteste Asiacute puede verse que a cada regla hermeneacuteutica sigue un

ejemplo de su aplicacioacuten y uso lo cual tiene como objetivo ensentildear a todos aquellos

que quieran dedicarse al estudio de la Biblia la manera de proceder seguacuten los casos

interpretativos que puedan presentarse y que ya se enunciaron Para aclarar esto vale

la pena tomar en consideracioacuten dos casos a saber la regla concerniente a la

destruccioacuten de la cupiditas y aquella relacionada con el uso de la figura retoacuterica de la

semejanza en las locuciones figuradas La primera se enuncia de la siguiente manera

Todo lo que en las Santas Escrituras se lee de aacutespero y cruel en hechos y dichos atribuyeacutendolo a Dios o a los santos sirve para destruir el imperio de la concupiscencia o codicia Cuando esto es claro y patente no se ha de aplicar a otra cosa como si se hubiera dicho figuradamente Asiacute es aquello que dijo el Apoacutestol Atesoras ira para el diacutea de la venganza y de la manifestacioacuten del justo juicio de Dios el cual daraacute a cada uno seguacuten sus obras A los que perseveraron en el bien obrar buscando la gloria el honor y la inmortalidad se les daraacute la vida eterna a quienes son contenciosos y desconfiacutean de la verdad y creen a la iniquidad se les otorgaraacute la ira y la indignacioacuten La tribulacioacuten y la angustia seraacuten para toda alma del hombre que obra el mal ante todo para el judiacuteo y el griego Todo esto lo dice el Apoacutestol de aquellos que pereceraacuten con la misma concupiscencia porque no quisieron vencerla (Docchr III 1117)

En cuanto a la explicacioacuten del uso de la locucioacuten figurada Agustiacuten recurre a

un ejemplo para advertir al inteacuterprete que no debe perder de vista que la figura

retoacuterica de la semejanza no siempre se usa de la misma manera pues una misma

palabra puede usarse para significar cosas distintas o incluso opuestas El ejemplo en

cuestioacuten muestra el error de juzgar que la significacioacuten de una semejanza similia es

siempre la misma

Asiacute pues el Sentildeor usoacute la comparacioacuten de la levadura por viacutea de reproche al decir guardaos de la levadura de los fariseos y por alabanza cuando dijo semejante es el reino de los cielos a una mujer que esconde la levadura en tres medidas de harina hasta que fermentoacute toda la masa (Docchr III2535)

130

En consonancia con esta misma regla se afirma que nada impide que un pasaje

sea entendido de diversas maneras siempre y cuando como ya se habiacutea afirmado no

se vaya en contra de la regula fidei

En los dos pasajes examinados puede verse que Agustiacuten se apropia del modelo

ambrosiano que a su vez constituye una siacutentesis entre las herramientas y contenidos

de la cultura claacutesica en particular ciceroniana y la verdad revelada presente en la

Escritura El libro tercero del De doctrina christiana debe entenderse como un

momento crucial en el proyecto agustiniano heredero de Ambrosio en varios

aspectos pues eacuteste surge del diaacutelogo incesante de Agustiacuten con sus maestros tanto

claacutesicos como cristianos y la Escritura En este diaacutelogo en esa buacutesqueda continua que

determina la concepcioacuten agustiniana de la filosofiacutea Ticonio se presenta como un

interlocutor que ocuparaacute un lugar fundamental en el pensamiento de Agustiacuten y en la

estructura del De doctrina christiana pues en el momento en el que la obra se

retoma treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de la primera parte el tema elegido

para concluir el libro tercero seraacute justamente la enunciacioacuten de las reglas

interpretativas propuestas por Ticonio en su Liber regularum Sin embargo debe

llamarse la atencioacuten sobre un hecho que ha gozado de muy poca consideracioacuten entre

los comentaristas se trata de la cuestioacuten de los tropos tema con el cual se retoma la

composicioacuten de la obra Como se veraacute en seguida parece que la mayoriacutea de

estudiosos asume que la redaccioacuten del 426 se inicia con la enunciacioacuten de las reglas

de Ticonio lo cual les permite centrarse en esta cuestioacuten para ofrecer las distintas

hipoacutetesis acerca de la interrupcioacuten Empero entre el ejemplo con el que se cierra el

tema de las locuciones figuradas (Docchr III2535) y la enunciacioacuten de las reglas

(Docchr III3042) Agustiacuten retoma el tema de las expresiones que pueden tener dos

o maacutes sentidos haciendo uso de ejemplos como en las secciones anteriores (Docchr

III2536-37) lleva a cabo una justificacioacuten de la tarea interpretativa (Docchr

III2738)57 y por uacuteltimo trata acerca de los tropos presentes en la Escritura y de la

57 Vale la pena traer completo el pasaje en el que se lleva a cabo la justificacioacuten de esta tarea ―Cuando de las mismas palabras de la Escritura se deducen no uno sino dos o maacutes sentidos aunque no se descubra cuaacutel fue el del escritor no hay peligro en adoptar cualesquiera de ellos si puede mostrarse por otros lugares de las Santas Escrituras que todos convienen con la verdad Sin embargo el que

131

utilidad de los mismos para la hermeneacuteutica (Docchr III2939) iquestCoacutemo debe

entenderse esta seccioacuten intermedia iquestCuaacutel es su relacioacuten con la enunciacioacuten de las

reglas de Ticonio Para responder a estos interrogantes es necesario detenerse en las

diferentes propuestas concernientes a la interrupcioacuten y en la presentacioacuten de las

reglas

24 Agustiacuten y Ticonio la pausa en la composicioacuten del De doctrina christiana y la recepcioacuten del Liber regularum

Como ya se afirmoacute en la introduccioacuten al presente capiacutetulo la peculiaridad de

la composicioacuten del De doctrina christiana ha suscitado no pocas cuestiones a los

estudiosos del pensamiento de Agustiacuten Un amplio sector de la criacutetica habla en

teacuterminos de interrupcioacuten queriendo enfatizar en una ruptura causada por cuestiones

doctrinales (Lettieri 2001) hermeneacuteuticas (Kannengiesser 1996) o circunstanciales

(Simonetti 1994 Pincherle 1974) La primera postura a la que ya se hizo alusioacuten

estaacute relacionada con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual existe una escisioacuten entre

las dos partes del De doctrina christiana debido a la crisis que el descubrimiento de

la doctrina de la gracia causoacute en el pensamiento de Agustiacuten Si bien la amplitud y

profundidad de la obra de Lettieri requiere un estudio que desborda las intenciones de

este capiacutetulo es importante tener presente que el desacuerdo con su propuesta estaacute

anclado en una eleccioacuten interpretativa que sigue a Madec y a Harrison seguacuten la cual

el pensamiento de Agustiacuten debe entenderse de manera unitaria y coherente Las

razones de la interrupcioacuten aducidas por el estudioso italiano estaacuten ancladas en una

concepcioacuten en la que no existe espacio alguno para una interpretacioacuten unitaria ni del

investiga la palabra divina ponga todo su empentildeo en llegar a lo que quiso decir el autor por quien el Espiacuteritu Santo compuso aquella Escritura ya lo consiga o ya obtenga otro sentido de aquellas palabras que no se oponga a la pureza de la fe teniendo un testimonio de cualquier otro lugar de la divina Escritura Porque tal vez el autor en aquellas palabras que pretendemos esclarecer vio el mismo sentido que nosotros les damos por lo menos es cierto que el Espiacuteritu Santo que las compuso por medio de eacutel previoacute sin lugar a duda eacutesta que habiacutea de ocurriacutersele al lector o al oyente es maacutes puesto que se halla fundada en la verdad proveyoacute para que se le ocurriera iquestPues queacute cosa pudo Dios proveer con maacutes abundancia y liberalidad en las divinas letras que el hacer que unas mismas palabras se entiendan de modos distintos los cuales son confirmados por otras no menos divinas palabras contestes de la Escritura (Docchr III2738)

132

De doctrina christiana ni del proyecto filosoacutefico agustiniano pues considera Lettieri

que el primer Agustiacuten esto es el Agustiacuten de la caritas de la libertas y de la

ontoteologiacutea platoacutenica se contrapone de manera radical e irreconciliable al otro

Agustiacuten el Agustiacuten de la veritas de la revelatio y del Evangelio Asiacute seguacuten este

autor ―el irrumpir de la desconfianza en relacioacuten con el autoacutenomo poder anagoacutegico

de la doctrina christiana coincide con el traacutensito de una teologiacutea de la suasio a una

teologiacutea de la persuasio o de la confessio (Lettieri 2001 p 98) irrupcioacuten que

hallaraacute su concrecioacuten en las Confessiones y en el libro IV del De doctrina christiana

Por otra parte Kannengiesser aunque tambieacuten pone el acento en la

interrupcioacuten como ruptura aduce razones muy distintas a las de Lettieri pues se

centra en la dificultad que seguacuten eacutel comportoacute para Agustiacuten el estudio y la aplicacioacuten

de las reglas de Ticonio Para apoyar esta idea recurre a la carta en la Agustiacuten le pide

con insistencia a Aurelio que se pronuncie acerca del libro del donatista

Te rogamos por quien te dio tales dones y por ti con esa bendicioacuten los derrama sobre el pueblo a cuyo servicio vives que ordenes enviarnos escritos y corregidos todos los sermones de los presbiacuteteros que gustares No hemos olvidado lo que mandaste y todaviacutea esperamos conocer tu opinioacuten acerca de las siete reglas o claves de Ticonio como te lo hemos escrito repetidamente (ep XLI)

Seguacuten Kannengiesser (1995) la oracioacuten ―no hemos olvidado lo que

mandaste estaacute conectada al resto de la frase razoacuten por la cual debe asumirse que

Aurelio entregoacute a Agustiacuten el libro de Ticonio para que lo ayudara en la lectura del

mismo (p 9) Sin embargo esto no significa que Agustiacuten haya interrumpido la

redaccioacuten del De doctrina christiana por no recibir la opinioacuten de Aurelio acerca del

libro que al parecer este uacuteltimo le habiacutea entregado El comentarista sostiene que la

interrupcioacuten obedecioacute a razones hermeneacuteuticas pues

cuando Agustiacuten quiso explicar algunas de las expresiones figuradas en el capiacutetulo 25 del libro tercero ya no estaba satisfecho con sus propias distinciones La necesidad de comprometerse en una discusioacuten directa con las categoriacuteas de Ticonio que se centra precisamente en las locuciones figuradas se volvioacute imperativa pero auacuten no estaba preparado para eso (Kannengiesser 1995 p 8)

133

Seguacuten esto Agustiacuten no esperaba la aprobacioacuten de Aurelio para incluir los

aportes del donatista en su obra sino una opinioacuten que complementara su comprensioacuten

de los mismos pues la postura de Ticonio seguacuten la cual las reglas por eacutel ofrecidas

deben entenderse como principios intriacutensecos a la Escritura58 suscitaba no pocas

perplejidades para el proyecto trazado iquestPuede entonces afirmarse que la dificultad

de la comprensioacuten del caraacutecter de las reglas llevoacute a Agustiacuten a interrumpir la

composicioacuten de la obra Algunos estudiosos consideran que siacute afirmando que

durante los antildeos de la interrupcioacuten Agustiacuten no abandonoacute el libro de Ticonio y que al

no lograr conciliar su objetivo con la propuesta del donatista optoacute por ofrecer una

interpretacioacuten de las reglas que llevariacutea a una incomprensioacuten histoacuterica de las mismas

(Kannengiesser 1995 p 10 Ayaacuten Calvo 2009 p 35 ss)59 En este punto vale le

pena detenerse en la presentacioacuten que hace Agustiacuten antes de exponer las reglas con

las que cierra el libro tercero del De doctrina christiana

un tal Ticonio que escribioacute de manera irrefutable contra los donatistas a pesar de ser eacutel mismo donatista compuso un libro al que llamoacute De las reglas porque en eacutel expuso siete reglas con las cuales a manera de llaves se pueden abrir los misterios de las Escrituras divinas (III3042)

En contra de la lectura agustiniana Ayaacuten Calvo (2009) sostiene respecto de

las reglas que ―Ticonio afirma expliacutecitamente que pueden provocar confusioacuten o

incluso que son un obstaacuteculo para la comprensioacuten y que son un modo divino de

proceder para hacer la verdad maacutes grata o atractiva a quienes la buscan (p 37)60 En

58 Tanto Bright (1988) como Kannengiesser (1995) afirman que para Ticonio las reglas no deben entenderse como herramientas creadas por eacutel para facilitar la comprensioacuten de la Biblia se tratan en cambio de ―principios literarios que gobiernan la formacioacuten del texto de la Escritura (Bright 1988 p 186) y que en cuanto tales dependen del Espiacuteritu Santo Siguiendo la terminologiacutea ticoniana Ayaacuten Calvo las define como ―algo con lo que el Espiacuteritu selloacute la Ley son sellos del Espiacuteritu mediante los cuales protege el camino de la luz (Ayaacuten Calvo 2009 p 37) 59 Pollmann (1996) se opone tanto a Kannengiesser como a Bright afirmando que ―no se puede sostener que la recepcioacuten agustiniana de Ticonio pueda entenderse como una malinterpretacioacuten (p 215) pues se trata de una apropiacioacuten y de una interpretacioacuten que cumple un objetivo muy claro en la obra de Agustiacuten (Pollmann 1996 p 215) 60 En la regla VI concerniente a la recapitulacioacuten Ticonio afirma ―entre las reglas con las que el Espiacuteritu selloacute la Ley para que fuese custodiado el camino de la luz el sello de la recapitulacioacuten custodia algo con tal sutilidad que maacutes que recapitulacioacuten parece una continuacioacuten de la narracioacuten (VI1)

134

consonancia con esta postura Ayres (1995) considera que el caraacutecter miacutestico de las

reglas de Ticonio consiste en que eacutestas actuacutean para esconder la verdad a aquellos que

no creen y que soacutelo revelan el verdadero mensaje del texto a quienes son inspirados

por Dios

se supone que las reglas son una parte inherente al texto un conocimiento secreto siempre presente que se revela al verdadero exegeta La interpretacioacuten es el resultado de la inspiracioacuten de la gracia y en casos discutibles Ticonio insiste en que las reglas estaacuten todaviacutea presentes pero que se necesita una inspiracioacuten adicional para comprenderlas exactamente (p 17)

En este punto vale la pena tener presente el estudio de Camastra (1996) en el

que se afirma que el Liber regularum debe entenderse como una obra en la que se

presentan algunos principios eclesioloacutegicos que pueden ayudar en la comprensioacuten de

la Escritura razoacuten por la cual no se puede escindir la hermeneacuteutica ticoniana de su

eclesiologiacutea (p 262) En lo que concierne al mysterium se afirma que ―el Espiacuteritu

santo quiso velar el verdadero sentido de las Escrituras escondiendo por ejemplo el

geacutenero en la especie (Camastra 1996 p 266)

Teniendo en cuenta lo afirmado hasta el momento podriacutea considerarse que el

estudio de Ticonio y la impresioacuten que su obra causoacute en Agustiacuten fueron causas

suficientes para la suspensioacuten temporal del De doctrina christiana Esta tesis parece

maacutes fuerte que aquella seguacuten la cual Agustiacuten interrumpioacute la obra al no recibir la

opinioacuten que en reiteradas ocasiones habiacutea pedido a Aurelio Seguacuten Simonetti (1994)

no puede imaginarse que Aurelio haya olvidado dar respuesta a la peticioacuten de Agustiacuten sin una motivacioacuten o buena razoacuten en cambio se puede sostener la hipoacutetesis seguacuten la cual Aurelio no queriacutea dar un juicio negativo de una obra que consideraba valiosa y que sabiacutea que Agustiacuten teniacutea en alta estima pero tampoco queriacutea aprobar su uso por pertenecer a un donatista (p 12)

Aunque puede afirmarse con seguridad que la opinioacuten de Aurelio primado de

Aacutefrica era fundamental para Agustiacuten esta hipoacutetesis pierde su fuerza cuando se tiene

en cuenta que Agustiacuten emprende la defensa de Ticonio en el Contra epistulam

Parmeniani escrita en el antildeo 400 esto es en plena controversia antidonatista y soacutelo

tres antildeos despueacutes del abandono de la composicioacuten del De doctrina christiana

135

Si bien es muy difiacutecil ofrecer una solucioacuten concluyente respecto a esta

cuestioacuten para ello debe tenerse en cuenta la manera en la que Agustiacuten introduce la

exposicioacuten de las reglas y la interpretacioacuten que hace de las mismas Las palabras

usadas para introducir el tema justifican el recurso a las reglas seguacuten el plan original

de la obra que nunca se abandona ni modifica haciendo eacutenfasis en su utilidad Sin

embargo se adopta tambieacuten una posicioacuten criacutetica no soacutelo frente al contenido de las

reglas sino tambieacuten frente a la actitud del donatista respecto de la eficacia de su obra

pues para Agustiacuten Ticonio atribuye maacutes importancia a sus reglas de la que en

realidad tienen Por otra parte Agustiacuten llama la atencioacuten sobre el hecho de que

Ticonio se equivocoacute en muchas de sus afirmaciones ―no soacutelo porque como hombre

erroacute en ciertas cosas sino principalmente porque habloacute de otras como hereje

donatista (Docchr III3043) razoacuten por la cual es necesario acercarse a sus

afirmaciones con cierta cautela La actitud del obispo que interrumpe la redaccioacuten de

las Retractationes para culminar el propoacutesito que se habiacutea trazado treinta antildeos atraacutes

muestra que su juicio sobre Ticonio no ha cambiado con el paso de los antildeos Fiel a su

modo de proceder Agustiacuten toma de Ticonio aquello que considera uacutetil apropiaacutendose

de su propuesta y reinterpretaacutendola a la luz de las necesidades de la obra por ello no

utiliza los mismos ejemplos ofrecidos por el donatista para ilustrar cada una de las

reglas o se centra soacutelo en uno de ellos con el fin de reforzar su propia interpretacioacuten

de las mismas

Teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento es pertinente pasar a tratar la

exposicioacuten y apropiacioacuten que hace Agustiacuten de las siete reglas de Ticonio La primera

regla se denomina del Sentildeor y su cuerpo y en ella se destaca la importancia de

distinguir cuaacutendo un texto hace referencia a Cristo en siacute mismo y cuaacutendo se refiere a

Cristo como conjunto de los que creen en Eacutel es decir como Iglesia Del amplio

nuacutemero de ejemplos ofrecidos por Ticonio para exponer esta regla Agustiacuten escoge el

siguiente ―no en vano se dijo a los fieles sois descendencia de Abraham siendo una

sola la descendencia de Abraham es decir Cristo (Docchr III3144) Vale la pena

anotar que la exeacutegesis universalista de este pasaje paulino (Gal 316) seguacuten la cual la

136

promesa fue hecha a Cristo pero se cumple en los que son uno con Eacutel es recurrente

en la controversia donatista que ocupoacute a Agustiacuten durante dos deacutecadas61

El nombre de la segunda regla ―del doble cuerpo del Sentildeor es objeto de

criacutetica por parte de Agustiacuten La intencioacuten de esta norma es la de llamar la atencioacuten al

lector sobre el hecho de que en las Escrituras no siempre resulta claro a quieacuten se estaacute

haciendo referencia si a aquella parte de la Iglesia compuesta por herejes o a los que

siguen la fe verdadera Puesto que para Agustiacuten las herejiacuteas no pueden considerarse

como el verdadero cuerpo de Cristo afirma que el nombre de esta regla deberiacutea ser

―del cuerpo del Sentildeor verdadero y mezclado o del verdadero y fingido (Docchr

III3245) Agustiacuten usa esta regla para oponerse a los correligionarios de Ticonio los

cuales consideraban que la Iglesia debiacutea ser una pura e inmaculada A la base de la

criacutetica ticoniana estaacute la concepcioacuten de que la Iglesia se halla conformada por justos y

pecadores hasta el momento del Juicio Final El ejemplo utilizado tanto por Ticonio

como por Agustiacuten es el pasaje del Cantar de los cantares ―soy morena y hermosa

como las tiendas de Cedar como los tapices de Salomoacuten (Cant I5) el cual se

interpreta seguacuten la sincroniacutea de los atributos Asiacute la Iglesia es a la vez morena y

hermosa y no puede afirmarse que se trate de dos momentos distintos El fundamento

evangeacutelico de esta concepcioacuten se encuentra en la afirmacioacuten el trigo y la cizantildea

deben crecer juntos hasta que llegue el momento de su uacutenica y definitiva separacioacuten

(Mt 330)

La tercera regla se presenta de la siguiente manera

trata de ―las promesas y la ley la que puede llamarse de otra manera ―del espiacuteritu y de la letra conforme la denomineacute yo en el libro que escribiacute sobre esta materia Puede asimismo llamarse ―de la gracia y del mandamiento Esta me parece cuestioacuten

61 En el Contra epistulam Parmeniani leemos ―Para que no piensen los donatistas que este oraacuteculo fue dicho soacutelo a los judiacuteos expliacutequenos el Apoacutestol cuaacutel es el sentido del teacutermino descendencia de Abraham por la cual seriacutean benditos todos los pueblos A Abraham -dice- le han sido hechas promesas asiacute como a su descendencia No dice descendencias como si fueran varias sino en tu descendencia en singular refirieacutendose a una sola Esta descendencia es Cristo Porque es en Cristo donde estaacute prometido con aplastante autoridad y demostrado con la realidad maacutes palmaria que todas las razas alcanzariacutean la bendicioacuten de Dios iexclY todaviacutea lo niegan quienes desean llamarse cristianos (I22) Veacutease Epistula ad catholicos de secta donatistarum (611ndash2470) y Contra Cresconium (II3645)

137

maacutes importante que la regla que deba emplearse para resolver cuestiones Los pelagianos por no haber entendido esta cuestioacuten o doctrina inventaron su herejiacutea o la acrecentaron Ticonio trabajoacute muy bien por aclararla pero de modo incompleto porque tratando de la fe y de las obras nos dijo que las obras se dan por Dios debido al meacuterito de la fe pero la misma fe es de tal modo nuestra que no la recibimos de Dios (Docchr III3346)

Puede verse que esta regla se usa como punto de partida para acometer contra

las herejiacuteas tanto pelagiana como donatista Los pelagianos consideraban que era

posible librarse del pecado y por lo tanto merecer en virtud de los buenos actos la

unioacuten con Dios y su contemplacioacuten Por su parte los donatistas aunque no

compartiacutean la posicioacuten pelagiana consideraban que las obras del hombre se dan por

Dios gracias a le fe pero que esta uacuteltima le pertenece al hombre y no depende de la

gracia divina Para tomar distancia de Ticonio en este punto Agustiacuten propone tres

ejemplos paulinos que no habiacutean sido tenidos en cuenta en la exposicioacuten de la tercera

regla en el Liber regularum

La cuarta regla de Ticonio reza asiacute se habla de la especie y el geacutenero ―seguacuten

los misterios de la sabiduriacutea celeste gracias al magisterio del Espiacuteritu Santo que al

establecer la fe como precio de la verdad habloacute misteriosamente pues escondioacute el

geacutenero en la especie62 (Lr IV1) Agustiacuten por su parte la resume de la siguiente

manera

la cuarta regla de Ticonio trata de laquola especie y el geacuteneroraquo La llama asiacute queriendo que se entienda por especie la parte y por geacutenero el todo del cual es parte la que denomina especie asiacute como cada ciudad es ciertamente parte del universo (Docchr III3447)

La utilidad de esta clave radica en que advierte al lector sobre el cuidado que

se debe tener cuando la Escritura pasa del geacutenero a la especie pero parece que

continuara refirieacutendose al primero En consonancia con el tono que se adoptoacute en la

62 En consonancia con lo afirmado en la introduccioacuten al Liber regularum en la exposicioacuten de la cuarta regla Ticonio reafirma la posicioacuten ―el Espiacuteritu santo es autor e inteacuterprete de la Escritura inspirador del texto y maestro que dicta los criterios hermeneacuteuticos para su comprensioacuten La docilidad hacia su magisterium permite la interpretacioacuten correcta seguacuten la intencioacuten de Aqueacutel que la inspiroacute (Camastra 1998 p 206)

138

exposicioacuten de la tercera regla Agustiacuten aplica la cuarta a diversos pasajes de la

Escritura teniendo como trasfondo su doctrina de la gracia

La quinta regla de Ticonio se denomina ―de los tiempos y tiene que ver con

la forma de entender el tiempo en el que se desarrollaron las acciones narradas en la

Escritura Esta regla puede aplicarse con la figura retoacuterica de la sineacutecdoque o con los

nuacutemeros legiacutetimos Recurrir al tropo de tomar la parte por el todo o el todo por la

parte es necesario cuando se presentan contradicciones temporales respecto de un

determinado hecho Asiacute por ejemplo los Evangelios parecen contradecirse cuando

uno afirma que la resurreccioacuten de Cristo se dio luego de seis diacuteas de su muerte63

mientras que otro afirma que tal acontecimiento tuvo lugar luego de ocho diacuteas Si se

recurre a la sineacutecdoque para explicar esta aparente contradiccioacuten se diraacute que aquel

evangelista que afirma que transcurrieron ocho diacuteas al contar como un diacutea entero la

parte del diacutea en que Cristo predijo dicho suceso y la parte del diacutea en el que se verificoacute

estaacute tomando la parte por el todo En lo que respecta a los nuacutemeros legiacutetimos esto es

a los que se reconocen con facilidad se afirma que muchas veces quieren significar

un tiempo indefinido ―de donde se infiere que no soacutelo se han de resolver con estos

nuacutemeros cuestiones de tiempo sino que sus significaciones tienen maacutes amplitud y se

ramifican en muchos sentidos (Docchr III3550)

La sexta regla se denomina ―recapitulacioacuten y resulta de suma utilidad para el

inteacuterprete en aquellos pasajes en los que se narran sucesos como si se hubieran dado

de manera lineal cuando en realidad se silencian hechos intermedios Para ilustrar el

uso que debe hacerse de esta norma Agustiacuten recurre al mismo ejemplo que utiliza

Ticonio en el Liber regularum

el diacutea que salioacute Lot de Sodoma llovioacute fuego del cielo y abrasoacute a todos conforme a esto seraacute el diacutea en que se manifestaraacute el Hijo del Hombre En aquella hora el que estuviere en el tejado y tuviere sus muebles en casa no baje a tomarlos el que se halle en el campo no vuelva atraacutes Acueacuterdese de la mujer de Lot (Lr 1729)

63 A propoacutesito de la cuestioacuten del tiempo transcurrido entre la muerte y la resurreccioacuten de Cristo Camastra (1998) anota que el detalle y el tipo de argumentacioacuten con el que Ticonio se dedica a la misma permiten suponer que se trataba de un objeto de debate en la iglesia donatista (p 219)

139

Seguacuten la regla de la recapitulacioacuten estas palabras deben entenderse como

como la descripcioacuten de dos momentos que no guardan entre siacute ninguna linealidad Asiacute

pues el precepto de no volver atraacutes la mirada no debe entenderse como un mandato

para el momento futuro de la manifestacioacuten del Hijo en el Juicio Final sino para el

presente El valor hermeneacuteutico de esta regla consiste en que ayuda a aclarar los

pasajes oscuros o contradictorios de la Escritura mediante el recurso al sentido literal

que en las pocas ocasiones en que puede ser usado debe preferirse al alegoacuterico

(Pollmann 1996 p 207)

La seacuteptima y uacuteltima regla de Ticonio permite al estudioso de las Escrituras

saber cuaacutendo se estaacute haciendo referencia al diablo o a su cuerpo que son los impiacuteos

razoacuten por la cual se llama ―del diablo y su cuerpo en este sentido corresponde por

viacutea negativa a la primera regla Pollman (1996) llama la atencioacuten sobre el hecho de

que Agustiacuten le dedica poco espacio a la exposicioacuten de esta regla (p 211) en

contraposicioacuten a Ticonio que se extiende en la presentacioacuten y ejemplificacioacuten de la

misma Esto se debe a que Agustiacuten la interpreta en el mismo sentido de la primera

por tanto no considera oportuno extenderse En cuanto a Ticonio en cambio

podemos afirmar con Camastra (1998) que la importancia otorgada a esta uacuteltima regla

estaacute relacionada con el profundo intereacutes eclesioloacutegico que anima las reflexiones

ticonianas (p 239)

En este punto y con la intencioacuten de ofrecer una solucioacuten a la cuestioacuten ya

planteada acerca de la relacioacuten entre la seccioacuten del libro tercero compuesta en el 426

concerniente a los tropos y la exposicioacuten de las reglas de Ticonio vale la pena

detenerse en la conclusioacuten presentada por Agustiacuten

todas estas reglas menos una la llamada laquode la ley y las promesasraquo sirven para que se entienda de una cosa otra distinta lo cual es propio de la expresioacuten troacutepica la que a mi ver se extiende maacutes de lo que puede encerrase una regla general Porque en cualquier parte donde se diga algo para que se entienda otra cosa distinta de lo dicho hay locucioacuten troacutepica aunque no aparezca el nombre de este tropo en el arte de hablar o la retoacuterica (Docchr III3756)

Teniendo en cuenta este pasaje puede afirmarse con Pollmann (1996) que el

argumento central del libro tercero del De doctrina christiana no es otro que el de los

140

signa ambigua Por ello Agustiacuten recurre a Ticonio por la utilidad de sus reglas para la

comprensioacuten de las expresiones troacutepicas (p 213) Esta es la razoacuten por la cual la

redaccioacuten de la parte conclusiva del libro tercero inicia justamente con la seccioacuten en

la que de manera teacutecnica como lo anota Hill (1996) Agustiacuten expone los diferentes

tropos presentes en la Escritura Fiel al estilo de composicioacuten usado a lo largo de la

obra Agustiacuten presenta las figuras retoacutericas y luego mediante los ejemplos

formulados por Ticonio ofrece una explicacioacuten que permita esclarecer su uso y

comprensioacuten En este orden de ideas podriacutea afirmarse que en contra de aquellos que

han sostenido que la interrupcioacuten de la obra tuvo que ver con la dificultad en la

interpretacioacuten del Liber regularum (Kannengiesser 1995 Bright 1995) o con la

vacilacioacuten para recurrir a Ticonio en plena controversia antidonatista (Simonetti

1994) Agustiacuten utiliza las reglas con una intencioacuten ilustrativa tomando cautelosa

distancia de los errores humanos y doctrinales de Ticonio sin perder de vista la

pertinencia de las mismas para la culminacioacuten de esta parte de su obra

En este punto vale la pena tener presente una epiacutestola redactada durante los

antildeos de la interrupcioacuten que nos permite acceder a una comprensioacuten maacutes clara de la

relacioacuten entre Agustiacuten y Ticonio en lo que concierne sobre todo a la utilidad de la

propuesta ticoniana para el proyecto hermeneacuteutico agustiniano En la carta enviada a

Restituto entre el antildeo 400 y el 411 leemos

El hermano Deogracias tan fiel a miacute como sabes me ha indicado los ardores que hablan de la piadosa llama existente en tu corazoacuten ardores de los que participa eacutel mismo Lee pues a Ticonio a quien bien conoces aunque no vas a dar tu aprobacioacuten a todo Bien sabes lo que se ha de evitar en dicho autor pero me parece que ha tratado y solucionado con valentiacutea ese problema iquestcoacutemo hemos de mantener en la Iglesia de Dios el viacutenculo de la unidad y tolerar los sucesos perversos o aun criminales que no podemos corregir o suprimir En los escritos de Ticonio hay que corregir su intencioacuten tambieacuten hay que recurrir a las divinas fuentes de las santas Escrituras para advertir cuaacuten pocos testimonios doctrinales o ejemplos histoacutericos ha anotado para resolver este problema y coacutemo nadie puede ponerlos todos si no quiere intercalar al su escrito casi todas las paacuteginas de los Libros santos (ep CCXLIX)

De las palabras dirigidas a Restituto podemos hacer tres consideraciones En

primer lugar no debe pasar desapercibido el tono de familiaridad con el que Agustiacuten

se refiere a Ticonio quem bene nosti lo cual indica que su obra gozaba de amplia

141

difusioacuten y era objeto de estudio por parte de toda la comunidad cristiana del norte de

Aacutefrica En segundo lugar debe resaltarse que Agustiacuten usa el mismo tono y un

lenguaje muy cercano al que utilizaraacute en el De doctrina christiana (III3042) para

referirse al proceder del inteacuterprete caute sane legendus est con respecto a la obra del

donatista pues se afirma que debe tomarse lo uacutetil y rechazarse aquello que se halla en

contradiccioacuten con la doctrina catoacutelica Por uacuteltimo noacutetese que en la referencia al

problema tratado por Ticonio el cual se encuentra justamente al centro de la

controversia entre donatistas y catoacutelicos64 se alude de forma indirecta a las dos

primeras reglas del Liber regularum que como se afirmoacute anteriormente deben

entenderse desde la perspectiva eclesioloacutegica ticoniana

Por uacuteltimo debe anotarse que la conclusioacuten de Agustiacuten a la presentacioacuten de

las reglas de Ticonio con la que se cierra el libro tercero brinda elementos para

pensar la relacioacuten existente entre retoacuterica y hermeneacuteutica lo cual puede entenderse

como una introduccioacuten al libro cuarto que se ocuparaacute ya no soacutelo de los praecepta

retoacutericos sino de la consuetudo linguae que como anota Pizzolato (1995) ―deriva del

aprendizaje del uso de los buenos autores y del ejercicio de la imitacioacuten (p 103)

64 El cisma donatista se originoacute en Cartago a principios del siglo IV a causa de la impugnacioacuten del obispado de Ceciliano por parte del primado de Numidia Este uacuteltimo no consideraba vaacutelida la eleccioacuten de Ceciliano pues alegaba que entre los obispos que lo habiacutean consagrado se encontraba un traditor esto es un cristiano que habiacutea entregado los libros sagrados durante las persecuciones imperiales Si bien Constantino se pronuncioacute a favor de Ceciliano en el 314 (ep XCIII1044) la herejiacutea donatista se reforzoacute y expandioacute a lo largo de todo el siglo IV razoacuten por la cual Agustiacuten tuvo que hacerle frente y defender su posicioacuten en una confrontacioacuten que habiacutea llegado a asumir tintes violentos Los primeros escritos antidonatistas se situacutean en el periodo presbiteral y los uacuteltimos son anteriores al 411 antildeo en el cual un edicto imperial condenoacute el donatismo de manera definitiva aunque como ya se vio haraacute algunas alusiones a la secta en el De doctrina christiana

142

3 CICEROacuteN EN EL LIBRO CUARTO DEL DE DOCTRINA CHRISTIANA

Seguacuten lo expresado en el proacutelogo el uacuteltimo libro se ocupa del modus proferendi esto

es del modo como debe exponerse lo que se ha entendido en la Escritura lo cual no

significa que la obra se considere como un manual de retoacuterica en el que se brindan las

reglas concernientes a la expositio A propoacutesito de esto Agustiacuten afirma

lo primero que prevengo en este proacutelogo a mis lectores a los que quizaacutes piensen que he de darles los preceptos retoacutericos que aprendiacute y ensentildeeacute en las escuelas del siglo es que no esperen de miacute tal cosa no porque no tengan alguna utilidad sino porque si la tienen deben aprenderse aparte (Docchr IV12)

La cercaniacutea de la advertencia agustiniana con la admonicioacuten ciceroniana en la

introduccioacuten al De oratore no puede pasar desapercibida ―no expondreacute aquiacute una serie

de preceptos partiendo de las nociones escolaacutesticas aprendidas en mi lejana juventud

sino aquellos principios que pude recibir de algunos de nuestros maacutes elocuentes

ciudadanos (I23)

Acerca de la utilidad de la retoacuterica y en consonancia con la divisioacuten

establecida en el libro primero entre uti y frui se establece que la retoacuterica debe ser

usada con vistas a un fin mayor la defensa de la verdad En este punto se retoma la

consideracioacuten del libro segundo (Docchr II3655) seguacuten la cual la retoacuterica no

pertenece al grupo de cosas instituidas por los hombres sino por Dios por cuanto ella

es buena y verdadera en siacute misma aunque pueda ser usada para fines inicuos seguacuten el

caraacutecter de quien la emplee Asiacute pues Agustiacuten se pregunta acerca de la retoacuterica ya

que si ella sirve ―[hellip] en gran manera para persuadir las cosas buenas o las malas

(Docchr IV23) luego ―iquestpor queacute los buenos no se dedican a conseguirla para que

144

sirva a la virtud cuando los malos la emplean en uso de la iniquidad y del error para

defender vanas y perversas causas (Docchr IV23)

La concepcioacuten de retoacuterica en la que se apoyan las afirmaciones iniciales del

libro cuarto del De doctrina christiana estaacute anclada en la tesis latina presente tanto

en Ciceroacuten como en Quintiliano que considera a la retoacuterica como un saber unitario

puesto que su objeto no puede ser otro que la verdad En el De oratore se sostiene

que ―existe aquella famosa verdad afirmada por Platoacuten y que tuacute Catulo ciertamente

conoces seguacuten la cual todo el conocimiento teoacuterico de las artes humanas y liberales

se mantiene unida por una especie de viacutenculo comuacuten (de Orat III621) De lo

anterior resulta que ―la elocuencia es una sola independientemente del campo y el

aacutembito de la discusioacuten a la cual se dedique (de Orat III623) En la misma liacutenea que

Ciceroacuten y apoyaacutendose en eacutel Quintiliano afirma en su Institutio oratoria ―nuestro

propoacutesito no es el de definir al orador del pasado o del presente sino el de crear la

imagen de la perfeccioacuten absoluta y constante (I105) En este punto puede

sostenerse con Fabrizi (1995) que para Agustiacuten en virtud de la relacioacuten del Verbo

divino con el acto comunicativo humano la eloquentia esto es la expresioacuten humana

se halla necesariamente dispuesta hacia la Verdad (p 154) y en este sentido como lo

afirma Ciceroacuten no puede separarse de la filosofiacutea (de Orat III1972 III35142)

Una vez establecida la utilidad de la retoacuterica para el orador cristiano Agustiacuten

ofrece algunas recomendaciones concernientes al estudio de la misma En primer

lugar se menciona que la elocuencia debe ser estudiada en la juventud pues si eacutesta

no se aprende en el tiempo conveniente en la madurez resulta muy difiacutecil de asimilar

Esta idea se encuentra expresada ya en el De oratore de la siguiente manera ―en tu

discurso Craso me llamoacute particularmente tu afirmacioacuten seguacuten la cual aqueacutel que no

aprende algo raacutepidamente no podraacute aprenderlo nunca de manera suficiente (III146)

Sin embargo se anota que el aprendizaje de la retoacuterica se da no soacutelo por medio del

estudio de sus reglas sino que tambieacuten se adquiere habilidad en ella leyendo y

escuchando a aquellos que escriben y hablan con elocuencia Esta tesis que

determina la composicioacuten del libro cuarto y se halla en clara consonancia con lo que

se sostiene al inicio del mismo tambieacuten encuentra un antecedente en Ciceroacuten pues

145

como ya se afirmoacute el orador romano sostiene que las reglas constituyen un primer

momento de formacioacuten que se perfecciona en el estudio de los exempla tomados de

los oradores maacutes ilustres (de Orat I23) En este mismo orden de ideas en el libro

tercero de la misma obra ante la insistencia de los interlocutores de Craso por recibir

un compendio y explicacioacuten de las reglas que sirven para embellecer el discurso

Craso responderaacute ―me preguntas acerca de cosas de sobra sabidas por todos de

hecho no desconocidas por ti Sulpicio pues iquestquieacuten no ha impartido lecciones no ha

establecido reglas y no ha dejado escritos concernientes a esto (III37148)

La actitud de Ciceroacuten estaacute relacionada con una concepcioacuten naturalista de la

retoacuterica seguacuten la cual el estudio sistemaacutetico de sus reglas no garantiza que un orador

sea elocuente Por la pertinencia del pasaje para la recepcioacuten agustiniana de la

relacioacuten entre retoacuterica y elocuencia vale la pena considerar uno de los pasajes del De

oratore en los que se aborda esta cuestioacuten

he llegado a la conclusioacuten de que todos estos preceptos no deben su validez a que los oradores que los han seguido han alcanzado la fama por su elocuencia sino sobre todo al hecho de que aquellos estudiaron y extrajeron los principios a partir de lo que los oradores haciacutean espontaacuteneamente sua sponte Asiacute pues la elocuencia no deriva de la retoacuterica sino que la retoacuterica deriva de la elocuencia (I146)

Agustiacuten a su vez se refiere a este argumento en los siguientes teacuterminos

Pues tambieacuten de los mismos que los aprendieron y que hablan copiosa y elegantemente no todos cuando hablan pueden pensar en los preceptos para hablar conforme a ellos a no ser que traten de los mismos auacuten maacutes creo que apenas habraacute alguno de ellos que al mismo tiempo sea capaz de hablar bien y de pensar mientras habla en aquellos preceptos que es menester observar para hablar bien Se ha de pensar evitar que escapen de la memoria las cosas que han de decirse por atender a decirlas con arte Sin embargo en los discursos y charlas de los oradores se hallan empleadas las reglas de la elocuencia de las cuales ni se acordaron para hablar ni cuando hablaban ya las hubieran aprendido ya ni siquiera las hubieran saludado Puesto que las observan porque son elocuentes no es que las empleen para serlo (Docchr IV34)

iquestCoacutemo entiende Agustiacuten la relacioacuten entre rhetorica y eloquentia A propoacutesito

de esta pregunta Fabrizi (1995) anota que no debe perderse de vista la distincioacuten

entre rhetorica y eloquentia aunque dicha distincioacuten no tiene un caraacutecter excluyente

sino que se trata de momentos distintos del proceso comunicativo en el que la

146

elocuencia tendriacutea un caraacutecter maacutes originario (p 154) El uso del teacutermino en el libro

cuarto del De doctrina christiana y la apropiacioacuten del pasaje ciceroniano

anteriormente citado muestran que el aacutembito de la retoacuterica es el de los praecepta que

es maacutes especiacutefico y restringido que el de la elocuencia en efecto la retoacuterica tiene una

clara funcioacuten pedagoacutegica y se aplica a los joacutevenes en formacioacuten representando asiacute un

momento en la instruccioacuten doctrina Pero entonces iquestcoacutemo entender la eloquentia

La respuesta a este interrogante se daraacute a lo largo del libro cuarto y se encuentra

estrechamente relacionada no soacutelo con la propuesta hermeneacuteutica presentada en los

primeros libros sino con la concepcioacuten maacutes comprehensiva que Agustiacuten tiene de la

filosofiacutea presente ya desde los diaacutelogos de Casiciaco y tambieacuten como se abordaraacute

maacutes adelante con la doctrina de la gracia y su relacioacuten con la retoacuterica ciceroniana

Volviendo al tema de la retoacuterica seguacuten como se presenta en esta seccioacuten vale

la pena detenerse en las consideraciones de Agustiacuten acerca de su utilidad para el

orador cristiano En un tono muy cercano al usado en el De catechizandis rudibus65

se ofrecen algunos preceptos que el expositor de las Escrituras debe tener en cuenta

En primer lugar se afirma que se debe ensentildear docere lo bueno y desensentildear

dedocere lo malo teniendo en cuenta la fe y la verdad en segundo lugar se sentildeala

que mediante el discurso el orador debe ―apaciguar los contrarios alentar a los tibios

y enunciar a los ignorantes de queacute se trata y queacute deben esperar (Docchr IV46)

Una vez el orador haya dominado el aacutenimo pathos de su auditorio debe proceder en

caso de que ese sea el fin que persigue a ensentildear docere aquello que se ha propuesto

por medio de la narracioacuten y mencioacuten de pruebas y exempla Si lo que busca no es

ensentildear sino persuadir movere entonces debe apelar a elementos como ―los ruegos

las suacuteplicas las reprensiones y las amenazas y todos los demaacutes recursos que sirven

para conmover los aacutenimos (Docchr IV46)

El esquema asiacute presentado consiste en la apropiacioacuten agustiniana de los officia

oratoris presentados por Ciceroacuten66 en sus obras retoacutericas maacutes relevantes a saber el

65 En relacioacuten con el caraacutecter originalidad estructura y propoacutesito de esta obra veacutease (Harmless 1995) 66 El esquema ciceroniano retoma a su vez la cuestioacuten de las tres modalidades de prueba ndashloacutegica eacutetica y pateacuteticandash asiacute como el tema de los fines de las tres clases de oratoria presentados por Aristoacuteteles en la Retoacuterica ―El fin para cada uno de estos geacuteneros es distinto y como son tres tres son los fines para el

147

De oratore el Brutus y el Orator La primera definicioacuten encontrada en el De oratore

es la siguiente ―el arte de hablar se asienta en estos tres medios de persuasioacuten

demostrar la veracidad de la propia tesis obtener el favor del auditorio y provocar

las emociones necesarias seguacuten la causa (II115) Unas liacuteneas maacutes adelante los

officia oratoris se precisan asiacute ―No me rehusareacute a tratar con cuidado y suficiencia la

primera parte esto es aquella relacionada con lo necesario para alcanzar los tres

uacutenicos objetivos que pueden convencer persuadir ensentildear y deleitar (II121) La

definicioacuten ofrecida en el Brutus es de fundamental importancia pues como sentildeala

Kursawe (2000) en ella se utiliza la terna docere delectare y movere tal y como la

encontramos en el De doctrina christiana ―tres son a mi juicio los efectos que se

pueden conseguir a traveacutes de la palabra a saber ensentildear doceatur a los oyentes

deleitarlos delectur y conmoverlos moveatur profundamente (p 185) Finalmente

debe considerarse la definicioacuten del Orator uacuteltimo de los textos ciceronianos

relacionados con la retoacuterica compuesto en el 46 a C en el que no soacutelo se presentan

los officia oratoris sino que se ponen en relacioacuten con los estilos del discurso67

Seraacute entonces un perfecto orador ndashy eso es lo que buscamos en la liacutenea de Antoniondash aquel que sabraacute tanto en los discursos del foro como en los tribunales probar deleitar y persuadir El probar se requiere por necesidad el deleitar por placer y el persuadir por el eacutexito esto es la maacutes importante para ganar una causa (69)

Es elocuente el que puede expresar con sencillez los asuntos humildes con majestuosidad los superiores y en estilo templado los medianos (101)

No pocos estudiosos han llamado la atencioacuten sobre la importancia de estos

pasajes en la recepcioacuten agustiniana de la retoacuterica claacutesica su apropiacioacuten y

reinterpretacioacuten cristiana A propoacutesito de la lectura de (Orat 69101) Testard (1969)

afirma que sobre ambos pasajes se construye la totalidad de la reflexioacuten agustiniana

orador deliberativo lo uacutetil y dantildeoso pues el que persuade aconseja en cuanto le parece mejor y el que disuade disuade en cuanto le parece peor y todo lo demaacutes lo antildeaden sobre esto como accesorio lo justo o injusto hermoso o feo Para los que abogan en justicia lo justo y lo injusto y lo restante lo antildeaden estos a su vez como accesorio Para los que ensalzan y reprochan lo honroso y lo feo y lo demaacutes tambieacuten eacutestos lo ponen como antildeadidura (1358 b) 67 A propoacutesito de esto vale la pena traer la posicioacuten de Douglas (1957) seguacuten la cual la unioacuten de los officia con los estilos se trata de un aporte original de Ciceroacuten a partir de las distinciones llevadas a cabo por Aristoacuteteles y Teofrasto (pp 18-27)

148

en el libro cuarto del De doctrina christiana (p 28) en la misma liacutenea Hagendahl

(1967) sostiene que en estos pasajes ciceronianos Agustiacuten encuentra el motivo

principal de su exposicioacuten (p 20) por uacuteltimo Kursawe (2000) lleva a cabo una

presentacioacuten detallada en la que muestra la influencia de las liacuteneas del Orator en la

composicioacuten de la segunda parte del libro cuarto del De doctrina christiana (p 35)

Lettieri (2001) por su parte va maacutes allaacute y afirma que si bien los estudiosos han

llamado la atencioacuten a la influencia de la retoacuterica ciceroniana en la retoacuterica de Agustiacuten

dicha influencia se ha relegado al aacutembito meramente teacutecnico lo cual ha impedido

asumir con profundidad la consciente y radical apropiacioacuten de la retoacuterica claacutesica

llevada a cabo por Agustiacuten (p 465)

Para entender mejor la propuesta de Lettieri es necesario en primer lugar

detenerse en el tratamiento de la relacioacuten entre retoacuterica y sabiduriacutea que se da en la

segunda parte del uacuteltimo libro del De doctrina christiana

31 Elocuencia cristiana

Una vez establecidos los fines a los que debe tender el orador que se dedica al

estudio y a la ensentildeanza de las Sagradas Escrituras se advierte que

el orador que deja fluir de sus labios una necia elocuencia tanto maacutes debe evitarse cuanto maacutes se deleita el oyente en las cosas inuacutetiles que de eacutel oye pues como lo oyen hablar con elegancia juzgan que tambieacuten dice verdad (Docchr IV57)

Asiacute pues no se debe anteponer la retoacuterica a la sabiduriacutea pues hay oradores

que aunque no sean elocuentes dicen la verdad lo cual representa mayor provecho

que un discurso adornado con artificios retoacutericos pero falso Aunque no se cita de

manera expliacutecita Agustiacuten se apoya en la aseveracioacuten de Ciceroacuten ―la sabiduriacutea sin

elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi

siempre estorba demasiado nunca aprovecha (Inv I1) iquestDe queacute depende que se

hable con sabiduriacutea De la manera en la que se entiendan modus inveniendi las

Sagradas Escrituras y se indague su sentido Asiacute pues es necesario en primer lugar

haber comprendido el mensaje divino para poder explicarlo con sabiduriacutea y

149

elocuencia Esto no debe entenderse como una mera recomendacioacuten metodoloacutegica ya

que Agustiacuten estaacute haciendo referencia al modo como eacutel ha procedido en la

composicioacuten de su obra donde el modus proferendi va precedido del modus

inveniendi Asiacute una vez que se ha indagado el sentido de la Escritura que se expresa

en teacuterminos retoacutericos con ayuda de la hermeneacuteutica se pasa a su exposicioacuten por

medio de la retoacuterica El orador que logra conjugar la sabiduriacutea que proviene de la

hermeneacuteutica y la elocuencia en la que se basa la retoacuterica es aquel cuyo discurso

produce mayor provecho en el auditorio En este punto surge la pregunta sobre doacutende

pueden encontrarse exempla de discursos que se caractericen tanto por su elocuencia

como por su sabiduriacutea Retomando la afirmacioacuten de (Docchr IV34) seguacuten la cual

es posible hallar ejemplos de elocuencia en los escritores cristianos se afirma

Ahora tal vez pregunte alguno si nuestros autores cuyos escritos divinamente inspirados componen nuestro canon de provechosiacutesima autoridad han de ser llamados solamente sabios o tambieacuten elocuentes Faacutecilmente se descubre esta cuestioacuten por lo que a miacute toca y a los que conmigo sienten lo que digo Donde los entiendo me parece que no soacutelo no puede darse otra cosa maacutes sabia ni maacutes elocuente Y me atrevo a decir que todos los que entiendan bien lo que ellos dicen al mismo tiempo entienden que no debieron haber hablado de otro modo Pues asiacute como hay cierta elocuencia que es maacutes propia de la edad juvenil y otra que conviene a la senil y no puede llamarse con tal nombre si no corresponde al orador asiacute tambieacuten hay una elocuencia que conviene a estos hombres digniacutesimos de suma autoridad y profundamente divinos Con esta elocuencia hablaron aquellos autores sagrados y ni a ellos conveniacutea otra ni a otros conveniacutea eacutesta (Docchr IV69)

La primera cuestioacuten que debe tenerse en cuenta es que Agustiacuten como lo anota

Simonetti (1994) toma distancia de las apreciaciones tradicionales de los escritores

cristianos68 y paganos69 que consideraban que el valor estiliacutestico de las Escrituras se

encontraba en la simplicidad de su estilo lo que las diferenciaba de las

composiciones paganas ricas en artificios retoacutericos pero pobres en contenido (p

68 Noacutetese el tono de la aseveracioacuten origeniana ―hice estas observaciones para justificar en contra de Celso y de otros autores la simplicidad de expresioacuten de las Escrituras que parece eclipsado por el brillo de la composicioacuten literaria Nuestros profetas Jesuacutes y sus apoacutestoles escogieron un meacutetodo de predicacioacuten que no solamente dijera la verdad sino que tuviera el poder de entrenar las almas de la multitud (cCelsum VI2) 69 Acerca de las valoraciones de los reacutetores paganos contemporaacuteneos de Agustiacuten respecto del estilo de las Escrituras veacutease (Capua 1931 pp 615 ss)

150

535) Agustiacuten no soacutelo afirma la presencia de la elocuencia en los escritores cristianos

sino que considera que se trata de una elocuencia particular cuya valoracioacuten estaacute

estrechamente ligada a la comprensioacuten del contenido que se expresa en ella En esta

afirmacioacuten puede verse una vez maacutes la relacioacuten existente entre hermeneacuteutica y

retoacuterica 70 en cuanto que el uso de las palabras depende de una intencioacuten de

significacioacuten que debe ser interpretada por el lector En el caso de la Escritura dicha

intencioacuten asiacute como la eleccioacuten de las palabras es fruto de la obra inspiradora del

Espiacuteritu Santo razoacuten por la cual la oscuridad que la Biblia presenta en algunos

pasajes no debe entenderse como falta de elocuencia sino como una variacioacuten de la

misma que se presenta de tal manera por razones pedagoacutegicas La elocuencia

especial altera eloquentia propia de los autores sagrados puede caracterizarse de

esta manera

en los pasajes en los que los doctos la descubren se dicen tales cosas que las palabras con que se dicen ni parecen empleadas por el que las dice sino como naturalmente unidas a las cosas como si se nos quisiera dar a entender que la sabiduriacutea sale de su misma casa es decir del corazoacuten del sabio y que la elocuencia como criada inseparable la sigue aun sin ser llamada (Docchr IV610)

En estas liacuteneas hay un eco de la tesis ciceroniana anteriormente abordada

seguacuten la cual la eloquentia no puede considerarse separada de la filosofiacutea pues como

se afirma en el De oratore ―entre los antiguos al parecer la misma doctrina

ensentildeaba ya a actuar honestamente ya a hablar correctamente y los maestros no eran

distintos los mismos hombres eran maestros de vida y de oratoria (III57) La unioacuten

entre retoacuterica y filosofiacutea estaacute anclada en la concepcioacuten unitaria de la verdad ya

presente en los diaacutelogos de Casiciaco y en la consideracioacuten agustiniana de la

filosofiacutea 71 como amor sapientiae que en teacuterminos cristianos se traduce en ―la

70 Acerca de la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en la Antiguumledad resulta iluminador el artiacuteculo de Eden (1987) en el que se lleva a cabo un detallado estudio de esta cuestioacuten desde Platoacuten hasta la retoacuterica latina A propoacutesito de Ciceroacuten afirma ―sobre la cuestioacuten particular de la interpretatio scripti la interpretacioacuten de textos escritos Ciceroacuten elabora sus reglas interpretativas basado en la Retoacuterica de Aristoacuteteles (p 75) 71 Para un estudio profundo y exhaustivo del concepto de filosofiacutealsquo en Agustiacuten veacutease (Catapano 2001)

151

comprensioacuten intelectual del misterio fundacional de fe cristiana la unidad y trinidad

de Dios (Catapano 2001 p 250)

Esta idea toma fuerza en la consideracioacuten de la eloquentia del sabio cristiano

pues corresponde al modo en el que estaacute expresado el mensaje divino en las

Escrituras esto es el discurso de Dios que siempre es verdadero y eficaz de ahiacute que

la altera eloquentia siempre esteacute determinada por la sabiduriacutea Asiacute mientras la

elocuencia pagana no implica de modo necesario la sabiduriacutea en el discurso inspirado

sabiduriacutea y elocuencia se encuentran esencialmente relacionadas A propoacutesito de esto

Lettieri (2001) sostiene que la palabra humana inspirada debe entenderse ―como

fenoacutemeno del Verbo divino de manera que el juego etimoloacutegico en el vocablo orator

(orador-orante) revela el sentido maacutes profundo de la relacioacuten entre reacutetor humano y

reacutetor Absoluto (p 466)

Con el fin de corroborar y dar un ejemplo de la tesis presentada hasta el

momento Agustiacuten recurre al siguiente pasaje de San Pablo

nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulacioacuten labra la paciencia la paciencia la prueba la prueba la esperanza y la esperanza no nos engantildea porque el amor de Dios se difundioacute en nuestros corazones por el Espiacuteritu Santo que nos ha sido dado (Docchr IV711)

En estas palabras se identifican tres figuras retoacutericas a saber la gradacioacuten

gradatio72 el uso de miembros e incisos membra et caesa73 y el circuito circuitos74

las cuales no provienen del estudio de las reglas de la retoacuterica sino que se siguen de

modo natural de la sabiduriacutea con que se aborda el tema Esta combinacioacuten de

sabiduriacutea y elocuencia constituye un discurso eficaz capaz de deleitar y persuadir

tanto a los doctos como a los indoctos a los creyentes y a los que no creen Las cartas

de San Pablo son un ejemplo de la eficacia del discurso sabio y elocuente que expresa

la voluntad de Dios ―si tomamos algo de eacutel para ejemplo de elocuencia lo tomamos

72 La gradacioacuten consiste en conectar las palabras o sentencias una con otra 73 De la definicioacuten que se da de esta figura y de la del circuito podemos deducir que se trata de algo muy similar a la puntuacioacuten Agustiacuten afirma que el uso de membra et caesa tiene la funcioacuten de separar las frases o sentencias entre siacute 74 El circuito estaacute compuesto por miembros de manera que en el pasaje del Apoacutestol hay dos circuitos compuestos por tres miembros cada uno

152

de las cartas de sus mismos detractores [que] despreciando sus palabras cuando les

hablaba confesaron que eran eficaces y graves (Docchr IV715)

Con el fin de hacer patente el hecho de que la elocuencia caracteriza a toda la

Escritura Agustiacuten pasa a considerar algunos exempla tomados de los libros de los

profetas En primer lugar se refiere a la obra del profeta Amoacutes cuando se dirige a los

impiacuteos y a los soberbios para mostrarles que a causa de sus actos no son gratos a

Dios Se destaca del discurso de Amoacutes el tono con el que se dirige a su auditorio

―iexclcon queacute iacutempetu la invectiva [invectio] golpea los sentidos como adormecidos para

que se despierten (Docchr IV717) En segundo lugar se llama la atencioacuten a la

manera en la que se adorna el discurso mediante el uso de nombres de ciudades y la

variacioacuten de los verbos En tercer lugar se afirma que el profeta hace un uso

excelente de los miembros y los circuitos gracias a lo cual logra que las partes maacutes

importantes se destaquen y puedan ser mejor pronunciadas Por uacuteltimo se hace

referencia a la oracioacuten ―los lujuriosos permaneciacutean impasibles ante el aplastamiento

de Joseacute debido a que se utiliza el nombre de Joseacutelsquo para referirse a hermanolsquo pues

se estaacute hablando en general de aquellos que no se compadecen de su proacutejimo A

propoacutesito de este uacuteltimo punto Agustiacuten afirma

no seacute si en el arte de la retoacuterica que aprendimos y ensentildeamos se hable de este tal tropo en el que se da a entender cualquier hermano con el nombre de Joseacute iexclCuaacuten hermoso sea y cuaacutento impresione a los lectores que lo entienden es inuacutetil explicaacuterselo a ninguno si eacutel mismo no lo advierte (Docchr IV720)

Para concluir la reflexioacuten acerca de la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea en

los textos sagrados Agustiacuten retoma la idea de que la Biblia es expresioacuten de la palabra

divina discurso siempre eficaz de Dios

Ciertamente otros muchos adornos que atantildeen a las normas de elocuencia pudieran anotarse en este mismo pasaje que como ejemplo exemplo adujimos Pero al buen oyente no es tanto lo que le instruye el examen diligente de un pasaje como le excita pronunciado con entusiasmo Estas palabras no han sido compuestas por industria humana sino que emanaron sabia y elocuentemente de la mente divina no intentando la sabiduriacutea que a ella le siguiese la elocuencia sino que la elocuencia no se apartoacute de la sabiduriacutea Porque si es cierto como pudieron decirlo y observarlo ciertos varones sapientiacutesimos y agudiacutesimos que no se hubieran observado y anotado aquellas reglas que se aprenden en el arte de la oratoria ni se hubieran reducido a este cuerpo de

153

doctrina si antes no se hubieran encontrado en los ingenios de los oradores iquestpor queacute se ha de admirar que se encuentren en los ingenios de estos hombres a quienes envioacute Aquel que hace los mismos ingenios Por lo tanto confesemos que nuestros autores y doctores canoacutenicos no soacutelo son ciertamente sabios sino tambieacuten elocuentes pero con tal elocuencia cual conveniacutea a semejantes personas (Docchr IV721)

Este pasaje es de fundamental importancia para la reflexioacuten concerniente a la

relacioacuten entre sabiduriacutea y elocuencia en los autores cristianos

Por una parte es necesario detenerse en la primera consideracioacuten es decir

aquella seguacuten la cual en el ejemplo traiacutedo a colacioacuten podriacutean encontrarse muchos

otros elementos concernientes a las reglas de la elocuencia Teniendo en cuenta lo

afirmado en el capiacutetulo anterior acerca del uso de los ejemplos en el libro tercero

vale la pena retomar la cuestioacuten a la luz del tema presentado en esta parte del libro

cuarto esto es la elocuencia cristiana iquestQueacute relacioacuten hay entre exemplum y

eloquentia Si se mantiene la distincioacuten propuesta maacutes arriba debe sostenerse que

hay una relacioacuten entre exemplum y rhetorica relacionada con el uso retoacuterico de los

exempla su aprendizaje durante la juventud y el uso de los mismos en los ejercicios y

textos retoacutericos La relacioacuten entre exemplum y eloquentia en cambio tiene un

caraacutecter distinto pues los textos sagrados en cuanto expresioacuten de la palabra divina

no son meros exempla pues son siempre eficaces En este orden de ideas podriacutea

afirmarse que los exempla de la Escritura operan siempre como modelos y que la

resignificacioacuten del teacutermino llevada a cabo por Agustiacuten se constituye como un aporte

fundamental para la comprensioacuten de la apropiacioacuten cristiana de la cultura claacutesica Por

otra parte gracias a esta distincioacuten es posible avanzar un paso maacutes en el sentido de la

estructura de la obra pues si se tiene en cuenta que en el libro segundo se desarrolla

una doctrina de los signos puede afirmarse que en el libro tercero cimentado en los

exempla se desarrolla una doctrina de los signos efectivos que tiene como punto de

partida como ya se vio al signo por excelencia

La idea de la eloquentia como institucioacuten divina que apoya esta tesis se

desarrolla en las liacuteneas siguientes del pasaje en cuestioacuten Noacutetese que la apropiacioacuten de

la idea ciceroniana sobre una elocuencia natural que no deriva de la puesta en praacutectica

de las reglas de la retoacuterica toma forma en la afirmacioacuten agustiniana de la retoacuterica

154

como creacioacuten divina que es otorgada a los ingenios de los hombres En este punto

puede afirmarse con Lettieri (2001) que Dios mismo es el autor supremo de la

retoacuterica ya que habla a los hombres a traveacutes de los profetas y autores de la Escritura

en un lenguaje que en tanto proveniente de Eacutel es sabio y bello

El reacutetor sagrado que hablando ardenter accendit al proacutejimo aunque aplique las reglas ciceronianas es un mero instrumento del Verbo Detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica ndashteacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesicandash opera el Acto retoacuterico divino (Lettieri 2001 p 468)

Asiacute pues en este punto la sabiduriacutea no debe identificarse con una virtud en el

sentido ciceroniano del teacutermino sino que se trata maacutes bien como afirma Pizzolato

(1994) del Verbo que se manifiesta en la Escritura a traveacutes de un lenguaje en el que

la verdad es necesariamente persuasiva (p 109)

En relacioacuten con la naturaleza del texto inspirado el estudioso el inteacuterprete y

el predicador deben mantener una actitud reservada sobre todo en los pasajes

oscuros pues como ya se afirmoacute en el libro segundo (Docchr II67) estos tienen

una clara finalidad orientada a mantener la atencioacuten del lector o a favorecer su

conversioacuten La tarea del orador cristiano debe ser entonces la de exponer con la

mayor claridad posible el sentido de la Escritura teniendo presente que algunos temas

no deben ser tratados por la dificultad y oscuridad inherente a los mismos A

continuacioacuten y a manera de introduccioacuten al tema de los genera dicendi se ofrecen

cinco preceptos de predicacioacuten para el orador cristiano El primero de clara

inspiracioacuten ciceroniana reza de la siguiente manera

El deseo diligente de dar claridad al discurso descuida a veces las palabras maacutes cultas y no se preocupa de cuaacuten bien suenen sino de cuaacuten bien declaren y expliquen lo que se intenta manifestar Por eso dijo cierto autor al tratar de esta clase de locucioacuten que hay en ella cierta diligente negligencia Sin embargo esta negligencia de tal suerte se despoja del adorno que no se viste con desdoros (Docchr IV1024)

El pasaje del Orator al que Agustiacuten hace referencia de manera indirecta es el

siguiente ―tampoco ha de ponerse grande esfuerzo en el encadenamiento de las

palabras Admite el hiato y concurso de vocales que indica una no desagradable

negligencia como de hombre que se cuida maacutes de las cosas que de las palabras (78)

155

El segundo precepto tiene que ver con el uso del latiacuten y la pureza de los

vocablos en caso de ser necesario en virtud de la claridad el orador puede recurrir a

expresiones que no sean correctas o que vayan en contra de la regla tradicional

retoacuterica que poniacutea el acento en la ausencia de barbarismos y solecismos75

En tercer lugar se trata la cuestioacuten del auditorio pues cuando se habla en

puacuteblico a los fieles se recomienda tener siempre presentes las necesidades de dicho

puacuteblico y sus reacciones pues

suele el auditorio aacutevido de instruccioacuten significar con alguacuten movimiento personal si ha entendido y hasta que no lo manifieste debe dar vueltas al asunto de que trata variando la explicacioacuten de muchos modos lo que no podraacuten hacer los que pronuncian sus discursos preparados y aprendidos de memoria (Docchr IV1025)76

El cuarto precepto se halla relacionado con el anterior pues tambieacuten se refiere

a la relacioacuten entre orador y auditorio pues se afirma que cuando el argumento es

claro y ha sido comprendido por el puacuteblico no debe volverse sobre el mismo sino

pasar a otro tema con el fin de mantener viva la atencioacuten de los oyentes En el caso en

el que el fin del orador sea el delectare la repeticioacuten es un recurso muy uacutetil pues el

puacuteblico reacciona de manera positiva cuando se repite algo que le causa placer porque

ha sido comprendido

El quinto y uacuteltimo de los preceptos ofrecidos en este punto reza asiacute

Pero ahora no trato del modo de agradar hablo siacute del modo coacutemo haya de ensentildearse a los que desean aprender Pues bien la mejor forma de ensentildear es aquella por la cual hace que el que oye oiga la verdad y entienda lo que oye Conseguido esto ya no se debe trabajar maacutes en este asunto como si auacuten debiera emplearse maacutes tiempo en ensentildearla a lo maacutes se detendraacute en recomendarla para imprimirla en el corazoacuten lo

75 En la Rhetorica ad Herennium se afirma ―hablar latiacuten correctamente significa hablarlo sin vicios Los vicios que impiden que el discurso sea correcto pueden ser dos solecismos y barbarismo (IV17) Acerca de este asunto Agustiacuten ya se habiacutea pronunciado en el libro cuando tratoacute la cuestioacuten de las dificultades y ambiguumledades que podiacutean surgir en la interpretacioacuten 76 A propoacutesito de esto vale la pena traer las palabras de Simonetti (1991) ―recueacuterdese que en el aacutembito grecorromano era usual que el orador improvisara sobre un esquema que serviacutea de guiacutea El caso de discursos aprendidos de memoria y repetidos al puacuteblico era excepcional y no muy bien visto En aacutembito cristiano los obispos que debiacutean predicar con mucha frecuencia y no se sentiacutean muy preparados aprendiacutean homiliacuteas de memoria Esta tendencia se estaba difundiendo y tomando fuerza en la Iglesia debido a la condicioacuten cultural (p 547)

156

cual si se juzga que debe hacerse se ha de ejecutar con tal moderacioacuten que no se llegue a causar aburrimiento (Docchr IV1025)

Con este pasaje se introduce una de las cuestiones centrales del libro cuarto a

saber la apropiacioacuten cristiana de los officia oratoris y los genera dicendi que como

ya se habiacutea afirmado tiene como punto de partida el Orator de Ciceroacuten entendido a

la luz de la relacioacuten que a lo largo de toda la obra se ha venido construyendo entre

eloquentia y sabiduriacutea Acerca de la originalidad del Orator en este aspecto vale la

pena tener presente la afirmacioacuten de Narducci (2001)

la novedad del Orator tal vez la contribucioacuten ciceroniana maacutes original a la teoriacutea retoacuterica derivada con seguridad de su propia experiencia oratoria es el enlace entre los tres genera dicendi y los tres deberes del orador docere corresponde al estilo llano delectare al medio y flectere al elevado (esta teoriacutea sobrevive a lo largo de toda la Edad Media y seraacute retomada por la cultura del Humanismo) (p 434)

Como se veraacute en la siguiente seccioacuten Agustiacuten seraacute el encargado de transmitir

esta innovacioacuten retoacuterica ciceroniana y de introducirla en el mundo cristiano gracias a

la apropiacioacuten llevada a cabo en el uacuteltimo libro del De doctrina christiana

32 Docere delectare flectere

Dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes laquoel ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoriaraquo De estas tres cosas la primera que se dijo esto es la necesidad de ensentildear se halla situada en las cosas que decimos las otras dos en el modo de decirlas Luego el que habla con intento de ensentildear no juzgue haber dicho lo que quiso mientras no sea entendido por aquel a quien quiso ensentildear Pues aunque haya dicho lo que eacutel mismo entendioacute todaviacutea no ha de pensar que lo dijo para aquel que no lo ha entendido Si lo entendioacute de cualquier modo que lo haya dicho ya lo dijo Si ademaacutes quiere deleitar o mover a los que ensentildea no es indiferente el modo como hable para conseguirlo interesa el modo de decirlo Asiacute como se ha de deleitar al auditorio a fin de que atienda a lo que oye del mismo modo se le ha de convencer para que se mueva a ejecutar lo que ha oiacutedo Y como se deleita si le hablas con amenidad igualmente (observaraacutes que) se mueve si ama lo que le prometes teme lo que le amenazas odia lo que le reprendes abraza lo que le recomiendas se duele de lo que le inculcas digno de dolor se alegra de lo que le propones como objeto de alegriacutea se conduele de aquellos que le presentas como dignos de misericordia ante sus ojos huye de aquellos a quienes le has propuesto con terror que se aparte de ellos y por fin si hace caso de todos cuantos medios puede emplear una gran elocuencia para conmover los aacutenimos de los oyentes no para

157

ensentildearles queacute deban hacer sino para que ejecuten lo que ya saben que debe ejecutarse (Docchr IV12 27)

Agustiacuten sigue muy de cerca el pasaje ciceroniano Orator (69) sobre el que

se construye esta parte del libro cuarto con excepcioacuten del uso de docere77 ya que

Ciceroacuten interesado en gran medida en la elocuencia forense usa el verbo probare

para describir el primero de los objetivos a los que debe tender el orador Respecto de

esto Hagendahl (1967) afirma que ―los propoacutesitos de la elocuencia son los mismos

en los dos autores aunque Ciceroacuten tiene en mente a hombres de estado y abogados

mientras que Agustiacuten se refiere al predicador cristiano y al escritor (p 563) ndashvalga

precisar del escritor que su principal objetivo relacionado con el contenido es

ensentildear Asiacute pues el docere va unido a la necesidad y es condicioacuten de los otros dos

officia y no estaacute subordinado a la manera en la que se digan las cosas pues depende

de las cosas mismas La necessitas de la ensentildeanza radica en que si en primer lugar

el auditorio o el interlocutor no es instruido no podraacute ni sentir placer ni querer hacer

aquello que desconoce La importancia del docere se encuentra tambieacuten en su

eficacia pues muchas veces la fuerza de aquello que se ensentildea no soacutelo causa deleite

por siacute misma sino que modifica el comportamiento del auditorio y determina su

accioacuten Sin embargo cuando esto no sucede se afirma siguiendo a Ciceroacuten que

conviene ―que el orador sagrado cuando aconseja alguna cosa que debe ejecutarse no

soacutelo ensentildee para instruir y deleite para retener la atencioacuten del auditorio sino tambieacuten

mueva para vencer (Docchr IV1329) Este uacuteltimo objetivo el flectere es de

fundamental importancia pues no debe olvidarse que el orador cristiano78 ofrece

ensentildeanzas que implican una forma de vida se trata de una orientacioacuten tambieacuten

praacutectica relativa a todas las dimensiones de la existencia humana En este punto

puede sostenerse con Pizzolato (1995) que

77 Como ya se habiacutea anotado anteriormente Agustiacuten usa el verbo docere en la definicioacuten de los officia oratoris presentada en el Brutus (II121) 78 La expresioacuten eloquentem ecclesiasticum referida al orador cristiano elocuente es utilizada por Marrou como un argumento a favor de la tesis seguacuten la cual Agustiacuten compone el De doctrina christiana movido por la necesidad de ofrecer un manual de predicacioacuten para el clero africano

158

si el querer sin conocer es indigno de la racionalidad humana el conocer sin modificar la propia vida seguacuten aquello que se conoce no seriacutea maacutes que aquella doctrina sine corde que Agustiacuten habiacutea visto como un liacutemite suyo en el momento maacutes agudo su vida (p104)

Esto es en los meses previos a la decisioacuten de unirse a la Iglesia Catoacutelica en

Milaacuten79

Si bien en el pasaje citado Agustiacuten sostiene que el docere tiene el caraacutecter de

necessitas no debe afirmarse que los otros dos officia carecen de importancia o que

se toma distancia de la propuesta original ciceroniana con la intencioacuten de minimizar

el papel de la retoacuterica en la predicacioacuten cristiana En efecto tanto Agustiacuten como

Ciceroacuten sosteniacutean que la retoacuterica no debe perseguirse como un fin en siacute misma y en

este punto Agustiacuten declara

iexclOh elocuencia tanto maacutes terrible cuanto maacutes simple y tanto maacutes concreta cuanto maacutes vehemente iexclOh hacha verdadera que rompe las piedras Dios mismo dijo a un hacha por medio de este profeta que son semejantes las palabras que Eacutel pronuncia por boca de los profetas Aparte aparte Dios de nosotros que los sacerdotes aplaudan a los que dicen cosas inicuas y que el pueblo de Dios ame esto mismo (Docchr IV1430)

Algunos estudiosos sostienen que en las anteriores liacuteneas es posible rastrear

un eco ciceroniano soacutelo en la parte concerniente a la alabanza de la elocuencia

afirmando que el trasfondo moral y religioso es del todo ajeno al Arpinate (Simonetti

1994 p 553 Francey 1920 p 23) Sin embargo debe considerarse que Agustiacuten ya

habiacutea hecho alusioacuten en diversos pasajes80 a la relacioacuten entre elocuencia y sabiduriacutea

que sin duda alguna es de clara inspiracioacuten ciceroniana81 y que estaacute a la base de la

79 Veacutease (conf VIII819) 80 Veacutease (Docchr IV57) 81 Cabe traer a colacioacuten de nuevo una de las afirmaciones con las que se abre el De inventione seguacuten la cual ―la sabiduriacutea sin elocuencia aprovecha poco a las ciudades pero la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba demasiado nunca aprovecha (I1) Si bien el De inventione es un escrito de juventud puede sostenerse que la afirmacioacuten anteriormente citada se retoma en los escritos de madurez llegando a su forma maacutes completa en obras como el Orator y el De oratore A propoacutesito de la relacioacuten entre retoacuterica y filosofiacutea en el De oratore Wisse (2002) anota que lo que caracteriza al orador es la sabiduriacutea y que eacutesta debe ser universal Ademaacutes sostiene que ―En un pasaje crucial (III 56-73) Craso insiste en que la querella entre retoacuterica y filosofiacutea se remonta a Soacutecrates y su hostilidad hacia la elocuencia lo cual causoacute la separacioacuten entre ambas Asiacute aboga por una siacutentesis entre retoacuterica y filosofiacutea en cuanto restauracioacuten de su unidad original (Wisse 2002 p 390)

159

reflexioacuten agustiniana presentada en el libro IV a propoacutesito de la elocuencia cristiana

En este punto se retoma la cuestioacuten de los officia oratoris y se afirma que el orador

cristiano que habla de lo justo y lo bueno es decir con sabiduriacutea y acerca de la

sabiduriacutea misma debe ser comprendido por su auditorio para poder ensentildear debe

causar agrado para deleitar y debe ser obedecido a traveacutes de la persuasioacuten Pero iquestqueacute

determina el modo y el contenido de aquello que expresa el orador Para responder a

este interrogante se recurre una vez maacutes a dos categoriacuteas fundamentales que han

sido abordadas a lo largo del De doctrina christiana relacionadas con la

interpretacioacuten a saber la fides y la caritas De este modo aquel que habla seguacuten la fe

y la caridad no debe dudar de que el contenido de cuanto afirma estaraacute caracterizado

por la sabiduriacutea pues

iquestquieacuten se daraacute cuenta perfecta de lo que conviene [que] se diga por nosotros y se oiga por el auditorio sino Eacutel que conoce los corazones de todos iquestQuieacuten es el que hace que digamos lo que conviene y en el modo en el que conviene sino Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestras palabras (Docchr IV1532)

Se retoma aquiacute el tema del maestro interior sugerido por Agustiacuten ya en los

primeros diaacutelogos82 y desarrollado en obras exegeacuteticas83 articulaacutendose en relacioacuten

con la cuestioacuten del orador cristiano De este modo y en consonancia con las palabras

del proacutelogo y lo que ya se ha establecido sobre la teoriacutea de los signos y su relacioacuten

con la hermeneacuteutica se sostiene que Cristo habla a traveacutes de aquellos que quieren

ensentildear su palabra Asiacute pues puede verse que hay una iacutentima conexioacuten y unidad entre

hermeneacuteutica y retoacuterica en cuanto ambas dependen de Cristo como principio y fin de

82 En el De magistro se afirma ―ahora bien comprendemos la multitud de cosas que penetran en nuestra inteligencia no consultando la voz exterior que nos habla sino consultando interiormente la verdad que reina en la mente las palabras tal vez nos muevan a consultar Y esta verdad que es consultada y ensentildea y que se dice habita en el hombre interior es Cristo la inconmutable Virtud de Dios y su eterna Sabiduriacutea (XI38) Noacutetese la cercaniacutea entre las palabras utilizadas en el diaacutelogo y aquellas del De doctrina christiana 83 A propoacutesito de esto Piccolo (2014) afirma que en el De magistro se hace referencia a un ―maestro que ensentildea adentro intus usando un adverbio de lugar y no un adjetivo La identificacioacuten expliacutecita entre el maestro interior y Cristo se daraacute maacutes adelante y en textos especiacuteficamente exegeacuteticos In Iohannis epistulam ad Parthos III 13 y In Iohannis evangelium tractatus XCVI 4 y XCVII 1 (p 262)

160

la comunicacioacuten humana Las palabras del De magistro permiten comprender mejor

la idea expuesta en esta seccioacuten del De doctrina christiana

Cuando se trata de lo que captamos con la mente es decir con el entendimiento y la razoacuten hablamos lo que vemos presente en la luz interior de la verdad con que estaacute iluminado y de que goza el llamado hombre interior pero entonces tambieacuten el que nos oye si eacutel mismo ve con una mirada simple y secreta esas cosas conoce lo que yo digo en virtud de su contemplacioacuten no por mis palabras Luego ni a eacuteste que ve cosas verdaderas le ensentildeo yo algo dicieacutendole la verdad pues aprende no por mis palabras sino por las mismas cosas que Dios le muestra interiormente por lo tanto si se le preguntase sobre estas cosas tambieacuten eacutel podriacutea responder (mag XII40)

iquestCoacutemo deben entenderse estas palabras a la luz de la necesidad de las

disciplinas humanas La respuesta a esta cuestioacuten se inscribe en la misma liacutenea de lo

afirmado en el proacutelogo en el cual se justifica la existencia de la hermeneacuteutica y la

retoacuterica en contra de aquello adversarios que consideran que el auxilio del Espiacuteritu

Santo es suficiente para la comprensioacuten y la ensentildeanza de la Escritura En este punto

Agustiacuten recurre a exempla tomados del Evangelio para justificar la necesidad de la

figura del orador cristiano cuya funcioacuten principal consiste en ensentildear la sana

doctrina Asiacute se lo compara con un meacutedico que entrega la cura al paciente pero cuya

mejoriacutea soacutelo depende de la gracia divina la cual debe entenderse como la operacioacuten

de Dios en los hombres que los mueve a amarlo como supremo Bien de la creacioacuten A

partir de esta afirmacioacuten puede sostenerse tanto la iacutentima conexioacuten existente entre

caritas y gratia como la unidad de la obra a partir de la relacioacuten de estos elementos

Asiacute el objetivo principal del discurso del orador cristiano debe ser la edificacioacuten de la

caritas razoacuten por la cual antes de dirigirse al auditorio debe orar84 pues ―el eacutexito de

su intervencioacuten estaacute en las manos de Dios lo cual se justifica a traveacutes del recurso al

texto de 1Cor 37 (Kursawe 2000 p 41)85

84 En este punto se da un juego de palabras entre el verbo orare y el sustantivo orator cuya funcioacuten es la de enfatizar que el eacutexito del discurso del orator no depende soacutelo de sus habilidades sino de la gracia divina la cual es invocada a traveacutes de la oracioacuten 85 ―Asiacute que ni el que planta es algo ni el que riega sino Dios que da el crecimiento Y el que planta y el que riega son una misma cosa aunque cada uno recibiraacute su recompensa conforme a su labor (1Cor 37)

161

Una vez justificado el recurso a la disciplina retoacuterica se aborda el uacuteltimo tema

del libro dedicado al caraacutecter del orador cristiano a propoacutesito de los genera dicendi

es decir de los estilos que deben usarse seguacuten el tema que se vaya a tratar Como

anota Hagendahl (1974) Agustiacuten recurre a un pasaje del Orator que opera como

punto de partida para su argumentacioacuten y como conector en la relacioacuten entre officia

oratoris y genera dicendi (p 567) El pasaje en cuestioacuten es el siguiente

Ya hemos alcanzado Bruto lo que buscaacutebamos pero soacutelo lo hemos alcanzado con el entendimiento Porque si yo pudiera asir con la mano a este orador perfecto ni eacutel mismo con toda su elocuencia podriacutea persuadirme a que lo soltara Digo que hemos encontrado al varoacuten elocuente que nunca logroacute ver Antonio iquestY doacutende estaacute esa maravilla Lo direacute en pocas palabras para declararlo luego maacutes extensamente Es elocuente el que puede decir con agudeza las cosas humildes con riqueza y esplendidez las de maacutes alta importancia y en estilo templado las medianas (101)

El pasaje del De doctrina christiana en el que Agustiacuten cita estas liacuteneas del

Orator se presenta de la siguiente manera

El que hablando intenta persuadir lo que es bueno sin despreciar ninguna de estas tres cualidades a saber que ensentildee que deleite y que mueva ore y trabaje como hemos dicho arriba para que lo oigan inteligente agradable y obedientemente Si hace esto de modo apto y conveniente puede ser llamado con derecho elocuente aun cuando no consiga el asentimiento del oyente A estas tres cosas de ensentildear de deleitar y de mover parece que quiso referirse el mismo orador de la romana elocuencia cuando en el mismo lugar afirmoacute ―seraacute elocuente aquel que puede decir las cosas pequentildeas con sencillez las medianas con moderacioacuten y las grandes con sublimidad Lo cual es como si juntara a estos preceptos aquellos tres oficios y de esta suerte expusiera una uacutenica sentencia diciendo seraacute elocuente aquel que para ensentildear pueda decir las cosas pequentildeas con sencillez para deleitar diga las medianas con moderacioacuten y para mover exponga las grandes con grandilocuencia (IV1734)

La divisioacuten presentada por Ciceroacuten y retomada por Agustiacuten debe entenderse

en el contexto de las causas forenses en el cual las causas pequentildeas son aquellas que

atantildeen al dinero y las grandes son las que conciernen a la salud y a la vida humana

En el tipo de discurso del que trata Agustiacuten es decir el del orador cristiano no es

posible distinguir entre temas pequentildeos y grandes pues el orador sagrado siempre se

ocupa de materias elevadas iquestSe diraacute entonces que dichas materias deben exponerse

siempre siguiendo el estilo elevado y buscando mover el aacutenimo del auditorio No

pues aunque se digan cosas elevadas deben seguirse los tres estilos seguacuten sea la

162

intencioacuten del orador De este modo es posible que un mismo tema sea tratado de

manera llana si se quiere ensentildear de forma moderada si lo alaba y seguacuten el modo

sublime si el fin es la persuasioacuten Estos tres genera estaacuten presentes tanto en las cartas

de San Pablo como en otros textos de doctores de la Iglesia Con el fin de aclarar lo

sostenido hasta el momento en el libro se ofrecen algunos ejemplos del estilo simple

tomados de la Carta de Pablo a los Gaacutelatas

En la misma liacutenea de lo que ya se afirmoacute con respecto al uso de los ejemplos

en el libro tercero debe decirse que estos no tienen una mera funcioacuten ilustrativa y que

su contenido debe tenerse en cuenta a la luz del intereacutes general de la obra y de su

estructura En el caso de los ejemplos del estilo sencillo el tema central es la ley que

como se veraacute maacutes adelante se halla en estrecha conexioacuten con la cuestioacuten de la gracia

categoriacutea sobre la que se articula la relacioacuten entre hermeneacuteutica y retoacuterica en el De

doctrina christiana Ademaacutes de esto llama la atencioacuten que el exemplum utilizado sea

el mismo traiacutedo en la exposicioacuten de la primera regla del Liber regularum de Ticonio

en el libro tercero enfatizando su sentido cristoloacutegico El pasaje paulino en cuestioacuten

presenta no pocas dificultades interpretativas razoacuten por la cual se halla en el centro

de la discusioacuten tanto con el donatismo en lo concerniente a la unidad de la Iglesia

como con el pelagianismo en lo que respecta al tema de la ley y de la gracia iquestQueacute

debe hacer el orador frente a situaciones en las que el pasaje presenta dificultades

hermeneacuteuticas Se afirma que debe explicar todo aquello que resulte oscuro y que en

la exposicioacuten se debe responder a todas las posibles objeciones que el tema pueda

suscitar

Con el fin de mostrar coacutemo se utiliza el estilo moderado en la Escritura se

recurre de nuevo a San Pablo Agustiacuten expone y analiza siete ejemplos paulinos el

primero de los cuales es tomado de la Carta a Timoteo mientras que los demaacutes son

pasajes de la Carta a los Romanos Si bien hay una clara intencioacuten teacutecnica en la

presentacioacuten pues se evidencian los tropos usados por el autor que en este caso son

figuras de diccioacuten y elocucioacuten asiacute como la meacutetrica elegida en la construccioacuten de las

oraciones no debe perderse de vista el caraacutecter de los ejemplos elegidos entre los

cuales se destaca el texto de Rm 138 Llama la atencioacuten que este pasaje que aquiacute se

163

presenta como ejemplo del estilo moderado es decir aquel relacionado con el

objetivo de deleitar sea el mismo que en las Confessiones en el conmovedor relato

de la conversioacuten cumple una funcioacuten persuasiva definitiva y radical

Asiacute que apresurado volviacute al lugar donde estaba sentado Alipio y yo habiacutea dejado el coacutedice del Apoacutestol al levantarme de alliacute Lo tomeacute lo abriacute y leiacute en silencio el primer capiacutetulo que se me vino a los ojos que deciacutea ―no en comilonas y embriagueces no en lechos y en liviandades no en contiendas y emulaciones sino revestiacuteos de nuestro Sentildeor Jesucristo y no cuideacuteis de la carne con demasiados deseos No quise leer maacutes ni era necesario tampoco pues al punto que di fin a la sentencia como si se hubiera infiltrado en mi corazoacuten una luz de seguridad se disiparon todas las tinieblas de mis dudas (VIII1229)

En el De doctrina christiana treinta antildeos despueacutes de la composicioacuten de las

Confessiones Agustiacuten no soacutelo presenta el mismo texto como ejemplo de estilo

moderado sino que ademaacutes hace algunas observaciones concernientes al estilo

usado por el traductor86 de Pablo al latiacuten

Si esto uacuteltimo lo hubiera alguno modificado asiacute ―y de la carne en sus deseos no hagaacuteis caso sin duda que hubiera halagado a los oiacutedos con una claacuteusula mucho maacutes armoniosa pero el traductor austero prefirioacute conservar el orden de las palabras De queacute modo suene esto en el griego en que habloacute el Apoacutestol veacuteanlo los que esteacuten en eacutel tan instruidos que lleguen a percibir eso pero a miacute me parece por la traduccioacuten que sigue el orden de las palabras que su curso no sigue un orden meacutetrico (IV2040)

Las razones de la criacutetica a la meacutetrica de la traduccioacuten estaacuten estrechamente

relacionadas con la recomendacioacuten de Quintiliano en la Institutio Oratoria (IX466)

seguacuten la cual no se debe cerrar un periodo con una frase de muchas siacutelabas Por este

motivo Agustiacuten considera que la mejor solucioacuten en la traduccioacuten habriacutea consistido

poner el verbo feceritis al final para garantizar la sonoridad del pasaje tal como lo

aconseja Ciceroacuten en el Orator cuando afirma

iquestVes coacutemo en alterando un poco el orden de las palabras aunque que sean las mismas y no variacutee el pensamiento desaparece toda armoniacutea De la misma suerte tomando una frase desalintildeada de cualquiera y mudando un poco el orden de las palabras resulta elegante y numerosa (233)

86 Acerca de la cuestioacuten de la traduccioacuten en Agustiacuten y la relacioacuten de la misma con la Escritura veacutease (Marrou 1949 p 477)

164

Por uacuteltimo en relacioacuten con el estilo elevado esto es ―aquel que expresa con

fuerza los sentimientos del espiacuteritu (Docchr IV2042) a partir del poder de los

argumentos se expone como ejemplo un amplio pasaje tomado de Pablo (2Cor 62-

11) seguido de otros dos textos (Rm 828-39) y (Ga 410-20) En consonancia con los

ejemplos utilizados para los otros dos genera dicendicedil en conformidad con Ciceroacuten

Agustiacuten se preocupa por demostrar coacutemo en estos textos el autor sigue de manera

natural lo propio de cada geacutenero En el caso del estilo elevado el decor debe ceder su

lugar a la vis persuasiva del discurso tal y como se muestra en los ejemplos traiacutedos a

colacioacuten en los cuales el Apoacutestol exhorta a los fieles a mantener siempre viva la fe la

esperanza y la caridad frente a las persecuciones las tribulaciones y las dificultades

Luego de justificar una vez maacutes la necesidad de un orador instruido que

pueda explicar a los fieles el sentido de la Escritura aclarar los pasajes oscuros y

ensentildear por medio de los ejemplos se procede a examinar dos casos de autores

cristianos Cipriano y Ambrosio que siguiendo el camino del estudio y la

predicacioacuten ―han progresado en la ciencia de las verdades divinas y saludables y las

han comunicado a la Iglesia (Docchr IV2145) En primer lugar se ilustra el uso

del estilo sencillo aplicado a cuestiones de fundamental importancia en la doctrina

cristiana a saber la celebracioacuten de la Eucaristiacutea87 y la naturaleza del Espiacuteritu Santo

La utilizacioacuten del estilo sencillo tiene que ver justamente con la dificultad e

importancia doctrinal de las cuestiones tratadas razoacuten por la cual la finalidad del

orador debe ser la ensentildeanza y la aclaracioacuten

En segundo lugar se recurre a ejemplos del estilo moderado a traveacutes del cual

se ilustra la cuestioacuten de la virginidad haciendo uso de un lenguaje adornado y suave

pues la intencioacuten de los dos autores no es la exhortacioacuten a la consagracioacuten sino la

exposicioacuten de la vida de las mujeres que ya se han consagrado

Por uacuteltimo para demostrar coacutemo tanto en Cipriano como en Ambrosio hay

ejemplos de uso del estilo elevado se exponen dos pasajes concernientes a algunas

87 Agustiacuten trae a colacioacuten la propuesta de Cipriano de celebrar la Eucaristiacutea con vino en cuanto signo de la sangre de Cristo y no soacutelo con agua Para demostrar el valor del signo en cuestioacuten el padre africano recurre a diversos ejemplos extraiacutedos del Antiguo Testamento

165

praacutecticas culturales acerca de las cuales los autores quieren prevenir y provocar un

cambio en el comportamiento

Aunque los ejemplos traiacutedos a colacioacuten muestran pasajes de discursos

caracterizados por un solo estilo no debe pensarse que en un discurso no se pueden

mezclar los tres modos de hablar pues justamente gracias al cambio de uno a otro se

logra retener y aumentar la atencioacuten del auditorio Sin embargo es necesario saber

coacutemo alternar los estilos y cuaacutel de ellos es el maacutes apropiado para ciertos y

determinados lugares Asiacute se afirma que por lo general al estilo elevado precede el

moderado ―a fin de que las cosas que se dicen en estilo sublime aparezcan en

comparacioacuten con las otras muchos maacutes elevadas y se vean maacutes luminosas con las

sombras de aquellas (Docchr IV2352)

Debido a que cada estilo corresponde a un determinado fin el orador debe

tener siempre presente queacute efecto quiere lograr en su auditorio Asiacute cuando se busca

que las personas cambien su comportamiento ethos el orador debe usar el estilo

sublime cuyo efecto queda evidenciado por las laacutegrimas los gemidos y sobre todo

el cambio de vida que se verifica luego de oiacuter un discurso sabio y de estilo elevado

Esto no significa que por medio de los estilos sencillo y moderado no se pueda lograr

un efecto sobre el aacutenimo de los oyentes pues muchas veces los hombres cambian su

comportamiento cuando se les habla de algo que desconociacutean o cuando se les

enuncian las virtudes de algo que les era conocido pero indiferente Esto pone de

manifiesto que los fines de ensentildear y deleitar propios de los estilos sencillo y

moderado son fines subordinados al objetivo fundamental la persuasioacuten En este

orden de ideas se afirma que como ―el oficio general de la elocuencia es en

cualquiera de estos tres geacuteneros hablar de manera persuasiva en cualquiera de los

tres geacuteneros el elocuente habla para persuadir pero si no lo logra no alcanza el fin de

la elocuencia (Docchr IV2555) Asiacute pues el orador debe intentar ensentildear deleitar

y persuadir en todos los casos y con independencia del estilo en el que se dirija al

puacuteblico En el caso del geacutenero sencillo se debe procurar que el auditorio no soacutelo

reciba el mensaje con inteligencia sino tambieacuten con agrado para que pueda aplicar

con obediencia aquello sobre lo que se le ha instruido Cuando usa el estilo

166

moderado no se trata soacutelo de adornar el discurso pues si eacuteste no es entendido su

mensaje no puede ni persuadir ni deleitar En este punto Agustiacuten se ocupa de una

cuestioacuten fundamental que se halla relacionada con la particularidad de la predicacioacuten

cristiana sapienter y eloquenter y su relacioacuten con los tres genera dicendi Asiacute pues

se afirma que

nosotros ordenamos este fin a otro fin es decir que lo que pretendemos hacer cuando empleamos el elevado esto mismo lo pretendemos en eacuteste a saber que se amen las buenas costumbres y se eviten las malas a no ser que los hombres se hallen tan alejados de este modo de obrar que sea preciso urgirlos a obrar con el estilo elevado o si lo hacen para que lo ejecuten con maacutes intereacutes y perseveren en ello maacutes firmemente Asiacute se logra que usemos el adorno del estilo moderado no con jactancia sino con prudencia no contentaacutendonos con su propio fin que es uacutenicamente deleitar al oyente sino procurando maacutes bien que este fin sirva de medio para ayudar al bien que queremos persuadir (Docchr IV2555)

La persuasioacuten entonces se halla estrechamente relacionada con la

comprensioacuten de aquello sobre lo que se quiere persuadir que no es otra cosa que la fe

en aquellos textos basados en los divinos testimonios (Sal 925) El recurso al salmo88

tiene que ver como anota Kursawe (2000) con la intencioacuten de concluir la cuestioacuten de

la relacioacuten entre los officia oratoris y los genera decendi haciendo eacutenfasis en la

necesidad de la ayuda divina tanto en la exposicioacuten por parte del orador como en la

comprensioacuten del mensaje por parte del auditorio (p 45)

Este pasaje introduce la seccioacuten conclusiva del libro cuarto en la que se

recogen algunos temas ya tratados poniendo el acento en la relacioacuten entre elocuencia

y ethos a propoacutesito del caraacutecter del orador cristiano Se afirma entonces que

Para que al orador se le oiga obedientemente maacutes peso tiene su vida que toda cuanta grandilocuencia de estilo posea Porque el que habla con sabiduriacutea y elocuencia pero lleva una vida perversa ensentildea sin duda a muchos que tienen empentildeo en saber aunque para su alma es inuacutetil seguacuten estaacute escrito (Docchr IV2760)

La idea de la coherencia entre las acciones y la predicacioacuten del orador estaacute

expresada en dos pasajes del De oratore en los que puede verse con claridad que

Ciceroacuten se alinea con Aristoacuteteles y Catoacuten en contra de los sofistas e Isoacutecrates a favor

88 ―Tus testimonios se han hecho sumamente creiacutebles (Sal 925)

167

de la tesis seguacuten la cual la retoacuterica debe estar al servicio de la justicia por encima de

cualquier otro intereacutes Por este motivo el orador no soacutelo ha de ser un hombre haacutebil en

el uso de la palabra sino un hombre de bien que tanto por su discurso como por sus

acciones logra persuadir al auditorio El Arpinate sostiene

Tan gran ornato para la entera comunidad cifro yo en un orador ilustre que al mismo tiempo es un hombre de bien pero si tras haber puesto en juego todas sus fuerzas con todo da la impresioacuten de que va a ser un orador de los del montoacuten le permitireacute que haga lo que quiera no sereacute muy pesado mas si fuera totalmente inadecuado y fuera de tono le aconsejareacute que se contenga o que pase a otras aficiones (II85)

Pues de entre las mayores excelencias la elocuencia es en cierto modo uacutenica Y aun cuando todas las excelencias son iguales y parejas hay con todo por su aspecto unas maacutes hermosas y brillantes que otras como este poder que tras haber dominado la naturaleza de la causa expone mediante palabras lo que su mente ha pensado y planeado de modo que es capaz de empujar al auditorio a donde se lo propone Y precisamente porque eacutesta es una facultad mayor ha de estar maacutes unida a la honradez y a una extraordinaria prudencia Pues si le proporcionaacuteramos teacutecnicas oratorias a quienes carecen de estas virtudes a la postre no los habriacuteamos hecho oradores sino que les habriacuteamos dado armas a unos locos (III55)

A propoacutesito del compromiso de Agustiacuten con esta postura ciceroniana vale la

pena tener presente la relacioacuten anotada por Conybeare (2017) que se da entre las

ideas presentadas en el De doctrina christiana y las del De ordine a propoacutesito del

ethos del orador En los uacuteltimos pasajes del diaacutelogo en relacioacuten con los errores

retoacutericos cometidos por los oradores se afirma que son maacutes importantes las

costumbres mores que se han obtenido por la fe que la sabiduriacutea en las diferentes

ciencias (ord II1746) Ademaacutes en las uacuteltimas liacuteneas Alipio recoge a manera de

conclusioacuten uno de los motivos ciceronianos maacutes importantes del diaacutelogo la

caracterizacioacuten del sabio como hombre docto y virtuoso (ord II2052)

En consonancia con las palabras de Ciceroacuten y con las conclusiones del De

ordine en este punto del De doctrina christiana se retoma la cuestioacuten de la relacioacuten

entre sabiduriacutea y elocuencia afirmando que la vida y las obras del orador cristiano

asiacute como la verdad deben anteponerse a la elocuencia El peligro de entender la

retoacuterica como fin en siacute misma y no como expresioacuten de la verdad se enuncia con una

referencia paulina que permite retomar el tema central de toda la obra ―no en

168

sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de Jesucristo (1Cor 117) En

este punto debe recordarse que en el libro segundo a propoacutesito de la exposicioacuten de la

caritas como criterio hermeneacuteutico se afirma que la finalidad uacuteltima del inteacuterprete de

la Escritura es comprender la cruz pues ella representa todas las dimensiones de la

vida humana Esta consideracioacuten puede extenderse a la retoacuterica que como ya se ha

visto opera en una doble dimensioacuten la humana que permite al reacutetor ensentildear la fe

deleitar en el amor y persuadir sobre el bien y la divina que se manifiesta a traveacutes de

la primera

Por esta razoacuten la eficacia de la operacioacuten retoacuterica debe entenderse como don

de Dios como un acto independiente tanto del arte del reacutetor como de la voluntad del

auditorio Por este motivo en la uacuteltima parte del libro cuarto la relacioacuten entre el

orador y su puacuteblico se resume en una exhortacioacuten a la oracioacuten

Cuando un orador tenga que hablar al pueblo o a un grupo maacutes reducido o dictar lo que se ha de decir puacuteblicamente o lo que se ha de leer por otros -si quieren y pueden- ore para que Dios ponga en sus labios palabras propicias Porque si la reina Ester que habiacutea de hablar al rey en favor de la salud temporal de su pueblo oroacute para que Dios diese a sus labios palabras convenientes iquestcuaacutento maacutes debe orar a fin de que reciba tal don el que trabaja con su palabra y doctrina por la eterna salud de los hombres Aquellos que han de decir lo que recibieron de otros tambieacuten oren antes de recibirlo por aquellos de quienes lo reciben para que se les deacute lo que por ellos desean recibir Y una vez recibido oren a fin de que ellos mismos lo pronuncien como conviene y lo tomen aquellos para quienes lo pronunciaron Y finalmente den gracias por el feliz eacutexito del sermoacuten de Aquel de quien no dudan que recibieron el don de hablar para que asiacute el que se gloriacutea se gloriacutee en Aquel en cuyas manos estamos nosotros y nuestros discursos (Docchr IV3063)

En este pasaje se muestra con claridad el viacutenculo entre la gracia y la retoacuterica

entendida en el aacutembito de las teacutecnicas y las relaciones humanas Asiacute como se afirmoacute

tanto en lo concerniente a la hermeneacuteutica como en lo relacionado con la retoacuterica el

conocimiento de las reglas no garantiza el feliz teacutermino de la accioacuten humana pues

eacutesta se halla sometida a Dios De esto no se sigue como afirman algunos

estudiosos89 que las disciplinas humanas pierdan validez o que su relacioacuten con las

mismas tenga una connotacioacuten meramente utilitarista Se trata en cambio de un uti 89 Se trata de la posicioacuten de Flasch (1994) y sus sostenedores seguacuten la cual la doctrina de la gracia es incompatible con la postura filosoacutefica de Agustiacuten relacionada con las artes liberales y su utilidad

169

que estaacute anclado en la relacioacuten esencial existente entre Dios y toda la creacioacuten en la

que se incluye tanto lo que ha sido instituido por el hombre como lo que ha sido

instituido por Dios mismo como es el caso de la retoacuterica Esta es la razoacuten por la cual

es necesario resaltar con Lettieri (2001) que ―todos los teacuterminos teacutecnicos decisivos de

la teologiacutea agustiniana de la gracia son los mismos ciceronianos usados

sistemaacuteticamente en la segunda parte del De doctrina christiana para articular la

doctrina retoacuterica eclesiaacutestica (p 466) Pensar esta relacioacuten implicariacutea un anaacutelisis de

la doctrina de la gracia y del lugar de la misma en la composicioacuten del De doctrina

christiana teniendo en cuenta la particularidad de su redaccioacuten A continuacioacuten

ofrezco algunos de los hitos principales del desarrollo de la doctrina de la gracia en

Agustiacuten con miras a su articulacioacuten con la retoacuterica sin embargo por ser un tema que

desborda los alcances de este trabajo me centrareacute solamente en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum que como se veraacute confluye en varios puntos con el

De doctrina christiana

33 Doctrina agustiniana de la gracia en el De diversis quaestionibus ad Simplicianum

Una de las primeras obras escritas luego de la suspensioacuten del De doctrina

christiana fue el De diversis quaestionibus ad Simplicianum aunque la cronologiacutea de

ambas obras y su relacioacuten ha sido objeto de un extenso debate90

Seguacuten las palabras del proacutelogo la intencioacuten de Agustiacuten es responder a las

inquietudes expuestas por Simpliciano respecto de algunos pasajes oscuros de las

Cartas de San Pablo91 Para lograr esto se lleva a cabo una detallada exeacutegesis de

algunos pasajes cuya interpretacioacuten suscita no pocas perplejidades el primero de

ellos es el siguiente 90 En las Retractationes se afirma que la obra dirigida a Simpliciano fue la primera escrita en calidad de obispo ―de los libros que compuse siendo obispo los dos primeros son para Simpliciano prelado de la Iglesia de Milaacuten que sucedioacute al beatiacutesimo Ambrosio Tratan de Cuestiones diversas dos de las cuales las tomeacute de la Carta del apoacutestol Pablo a los Romanos para el libro primero (II11) 91 A propoacutesito del intereacutes exegeacutetico en San Pablo vale la pena tener presente que en ello ―Agustiacuten fue precedido por Mario Victorino el Ambrosiaster en Italia y el donatista Ticonio en Aacutefrica (Stark 1989 p 346)

170

hemos sido desligados de la ley de muerte a que estaacutebamos sujetos de manera que sirvamos en espiacuteritu nuevo no en la letra vieja iquestQueacute diremos entonces iquestQueacute la ley es pecado iexclNo por Dios Pero yo conociacute el pecado sino por la ley Yo no conoceriacutea la codicia si la ley no dijera no codiciaraacutes (Rm 725)92

La explicacioacuten ofrecida reza asiacute

hay que advertir desde luego que la ley no fue dada para provocar al pecado ni para extirparlo sino soacutelo para darlo a conocer para que el alma humana que se creiacutea afianzada en su inocencia palpase la evidencia del mal y no pudiendo vencerlo maacutes que con el favor de Dios con el escozor mismo de su culpabilidad se moviese a pedir la gracia (Simpl I22)

De esto resulta que la ley posibilita el conocimiento de todo aquello que se

debe evitar y el reconocimiento de la incapacidad del hombre para apartarse por siacute

solo del pecado Las palabras de Pablo seguacuten las cuales con ocasioacuten del mandato la

ley lleva a los hombres a la muerte deben interpretarse teniendo en cuenta que la ley

es buena siempre y cuando se haga buen uso de la misma pero es nociva cuando hay

un abuso de ella Asiacute ―abusa de la ley el que no se somete a Dios con piadosa

humildad para poder cumplirla por medio de la gracia (Simpl I16) lo cual confluye

en el pecado Se ve entonces que la ley no es la causa de la muerte sino el pecado

que deriva de la inobservancia de eacutesta Hay que tener presente que el cumplimiento

de la ley no depende de la voluntad del hombre pues es la gracia la que permite pasar

del estadio carnal al espiritual en el que el acatamiento del mandamiento deja de ser

una carga pues ―la gracia perdona los pecados e infunde el espiacuteritu de caridad por la

que la praacutectica de la justicia resulta no ya penosa sino agradable (Simpl I17) Asiacute

soacutelo aquel que es liberado por la gracia de Dios puede proceder seguacuten la ley con el

gusto que define al hombre espiritual

La reflexioacuten sobre la ley se concluye con las siguientes palabras de Apoacutestol

―la letra mata el espiacuteritu vivifica (2Cor 36) las cuales remiten a la seccioacuten del De 92 ―Pocos pasajes en la exeacutegesis paulina han recibido tan extensas variadas y contradictorias explicaciones como el pasaje de Rm 77-25 La explicacioacuten de Agustiacuten ocupa un lugar preponderante en la historia de la exeacutegesis del pasaje en cuestioacuten (Stark 1989 p 346) En lo concerniente a la influencia de Pablo en Agustiacuten debe anotarse con Harrison (2006) que desde los primeros diaacutelogos del 386 es posible establecer una fuerte presencia de la concepcioacuten paulina de la gracia que habriacutea determinado la comprensioacuten agustiniana de la conversioacuten que hallaraacute concrecioacuten en las Confessiones (p118)

171

doctrina christiana en la que se establece la relacioacuten entre interpretacioacuten literal e

interpretacioacuten espiritual Asiacute como el hombre que no ha sido liberado por la gracia es

esclavo de la ley aquel que no interpreta seguacuten la caritas es esclavo de los signos

Vale la pena examinar los dos textos con el fin de resaltar la consonancia existente

entre ambos En el De doctrina christiana se afirma

Mas en este tiempo cuando por la resurreccioacuten de nuestro Sentildeor Jesucristo brilloacute clariacutesimo el signo de nuestra libertad no estamos ya oprimidos con el grave peso de aquellos signos cuya inteligencia tenemos sino que el mismo Sentildeor y la ensentildeanza apostoacutelica nos transmitieron unos pocos entre tantos antiguos y estos faciliacutesimos de cumplir sacratiacutesimos en su significacioacuten y puriacutesimos en su observancia como son el sacramento del bautismo y la celebracioacuten del Cuerpo y la Sangre del Sentildeor Cualquiera que los recibe bien instruido sabe a queacute se refiere de modo que no los venera con carnal servidumbre sino maacutes bien con la libertad espiritual Asiacute como seguir materialmente la letra y tomar los signos por las cosas que significan denota debilidad servil asiacute interpretar inuacutetilmente los signos es propio del error miserablemente libre El que no entiende lo que significa un signo y sin embargo conoce que aquello es signo eacuteste no estaacute agobiado por la servidumbre Mejor es verse agobiado por signos desconocidos pero uacutetiles que no interpretaacutendolos inuacutetilmente enredar en los lazos del error la cerviz que salioacute del yugo de la servidumbre (III913)

Por su parte en la obra dirigida a Simpliciano leemos

Y asiacute un mismo precepto para los que temen es ley y para los que aman gracia De donde aquello del Evangelio la ley fue dada por Moiseacutes la gracia y la verdad vino por Jesucristo En efecto la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo a fin de cumplir la ley que dio Moiseacutes para inspirar temor Se dijo pues Habeacuteis muerto a la ley como diciendo Estaacuteis libres del suplicio de la ley por el cuerpo de Cristo pues por eacutel os han sido perdonados los pecados merecedores de justo castigo (I117)

En los dos pasajes se afirma que gracias a la venida de Cristo el hombre pudo

librarse tanto de la esclavitud de los signos como de la servidumbre de la ley sin

embargo debe tenerse en cuenta que en el Ad Simplicianum se introduce de manera

expliacutecita el tema de la accioacuten de la gracia Teniendo presente la evidente equivalencia

existente entre ambos temas y la forma en que son abordados vale la pena preguntar

por queacute en la explicacioacuten de la liberacioacuten del hombre de la esclavitud de los signos

no se recurre a la gracia Podriacutea pensarse que ello no ocurre porque la doctrina sobre

la gracia auacuten no habiacutea sido desarrollada de manera sistemaacutetica Esta posicioacuten apoyariacutea

172

la tesis de que los tres primeros libros del De doctrina christiana son anteriores a la

composicioacuten de la obra dirigida al obispo de Milaacuten mientras que la uacuteltima parte del

libro tercero y todo el libro cuarto estariacutean determinados por la doctrina de la gracia

En contra de esta tesis puede afirmarse con Harrison (2006) que ya en las primeras

obras es posible rastrear diversos elementos que corresponden a un momento inicial

de un desarrollo coherente y unitario de la doctrina de la gracia motivo por el que no

es posible afirmar en el antildeo 396 Agustiacuten no tuviera los elementos necesarios para

incluir el tema de la gracia en el De doctrina christiana En este orden de ideas la

razoacuten por la cual en el De doctrina christiana no se recurre de manera expliacutecita al

teacutermino gratia estariacutea relacionada con una concepcioacuten maacutes amplia de eacutesta que atantildee a

la comprensioacuten de la estructura sacramental de toda la realidad (Harrison 2006 p

100)

Sin duda alguna las preguntas de Simpliciano acerca de los pasajes

problemaacuteticos del Apoacutestol exigen un esfuerzo interpretativo que desemboca en una

postura de la cual Agustiacuten ya no se alejaraacute en sus reflexiones posteriores Uno de los

textos en cuestioacuten es (Rm 910-29) en donde Pablo hace referencia al problema de la

eleccioacuten y recurre al ejemplo de Jacob y Esauacute93 Agustiacuten afirma que el objetivo

principal de la Carta a los romanos es evitar que los hombres se gloriacuteen de los

meacuteritos de sus obras y que consideren que por ellas se recibe la gracia de Dios pues

―por lo mismo que es gracia el Evangelio no se debe al meacuterito de las obras pues de

otro modo la gracia no es gracia (Simpl I22) Asiacute pues las obras no se anteponen a

la gracia sino al reveacutes pues eacutesta posibilita el buen obrar Lo mismo debe decirse

respecto de la fe pues eacutesta no es el resultado de la voluntad humana sino un don de

Dios cuya relacioacuten se caracteriza como sigue ―comienza el hombre a recibir la

gracia desde que comienza a creer en Dios movido a abrazar la fe por un aviso

admonitione interno o externo (Simpl I22) A propoacutesito de esto Harrison (2006)

afirma que Agustiacuten sostiene en el Ad Simplicianum que

93 La interpretacioacuten de este pasaje ha despertado el intereacutes de los estudiosos pues muchos ven en ella una clara toma de distancia respecto a la concepcioacuten de la justificacioacuten y la gracia (Catapano 2010 p 94 Lettieri 2001 p 86) A favor de una propuesta unitaria de la doctrina de la gracia que no excluye un cambio pero siacute una radical transformacioacuten veacutease (Harrison 2006 p 283)

173

en primer lugar Dios llama a la fe y hace posible la respuesta llamando de manera apta a la voluntad gracias a esto el hombre tendraacute la capacidad de hacer el bien Agustiacuten describe con detalle en teacuterminos de placer queacute es lo que motiva a la voluntad a creer y queacute hace que el llamado de Dios sea congruente con la voluntad del hombre (p 148)

La clave esteacutetica de la presentacioacuten agustiniana resaltada por Harrison (2006)

constituye un elemento maacutes para afirmar la unidad del pensamiento de Agustiacuten pues

como se afirmoacute a propoacutesito de los diaacutelogos la categoriacutea de la belleza y la terna de

modus species ordocedil con la que se halla en iacutentima conexioacuten es un elemento

recurrente en los diaacutelogos a partir del cual se construye una interpretacioacuten de la

relacioacuten entre Dios y las criaturas Teniendo esto en cuenta puede afirmarse que las

categoriacuteas esteacuteticas presentes en los primeros diaacutelogos de Agustiacuten constituyen el

trasfondo conceptual de lo que se configuraraacute maacutes adelante como doctrina de la

gracia Esta uacuteltima seguacuten un amplio grupo de estudiosos94 llega a su punto maacuteximo

en la interpretacioacuten de Rm 912 donde con el fin de ilustrar coacutemo precede la gracia a

las obras y pertenece al que llama vocat Agustiacuten expone el caso de Jacob y Esauacute de

los cuales antes de nacer y por lo tanto antes de que realizaran cualquier obra se

dijo ―el mayor serviraacute al menor (Rm 912) En este punto surge la pregunta de cuaacutel

es el fundamento de la eleccioacuten en la que se premia a Jacob teniendo en cuenta que

antes de nacer los hermanos no han cumplido todaviacutea ninguna obra ―Ella [la gracia]

no proviene de las obras por ser nulas antes de nacer no proviene tampoco de la fe

por ideacutentica causa iquestDe doacutende pues proviene (Simpl I26) La solucioacuten a esta

pregunta recoge los puntos fundamentales de las doctrinas agustiniana de la

justificacioacuten y de la gracia En primer lugar se afirma que la eleccioacuten de Jacob no

dependioacute ni de las obras ni de la fe sino de la voluntad de Dios que es Aquel que

justifica a los hombres llamaacutendolos a la fe por la gracia Por esta razoacuten no puede

afirmarse que la eleccioacuten se deacute a causa de la presciencia divina pues esto implicariacutea

aceptar que se eligioacute a Jacob por sus obras o por su fe

Luego si la misericordia de Dios no se adelanta llamando nadie puede conseguir la fe que es la base y principio para justificarse y conseguir la facultad de obrar bien

94 (Lettieri 2001 Catapano 2010)

174

(hellip) Luego por la voluntad del que llama vocante no por ninguna obra meritoria suya consiguioacute el menor el traspaso del mayorazgo (Simpl I27) (Eacutenfasis del autora)

El uso del teacutermino vocatio llamada busca poner el acento en la correlacioacuten

entre el que llama y el que es llamado relacioacuten que se establece sin la intervencioacuten

del hombre pues auacuten el consensus de este uacuteltimo es un don divino De esto resulta

que la llamada de Dios es siempre eficaz lo cual permite la conversioacuten incluso la de

los corazones maacutes soberbios95 Empero esta idea parece contraponerse al texto del

Evangelio seguacuten el cual ―muchos fueron los llamados y pocos los elegidos (Mt

2016) Si el llamado de Dios es siempre eficaz iquestcoacutemo explicar las palabras del

evangelista En la solucioacuten a esta cuestioacuten Agustiacuten recurre a teacuterminos retoacutericos

Asiacute aunque muchos fueron llamados de una manera sin embargo como no estaban en las mismas disposiciones affecti soacutelo respondieron a la vocacioacuten los que estaban dispuestos a recibirla lo cual nos autoriza para decir con verdad luego no depende del que quiere o corre sino de Dios que obra misericordia pues llamoacute como era conveniente aptum a los que siguieron la vocacioacuten vocationem (Simpl I213)

Noacutetese coacutemo la utilizacioacuten de los teacuterminos retoacutericos affectus y vocatio apta

permite resolver la dificultad de la interpretacioacuten de ambos pasajes Sin embargo el

uso de la retoacuterica no debe entenderse como la aplicacioacuten extriacutenseca de una disciplina

pues se recurre a las categoriacuteas retoacutericas humana en cuanto expresioacuten fenomenoloacutegica

de las divinas De esta breve consideracioacuten del Ad Simplicianum pueden extraerse las

siguientes conclusiones

1 El llamado eficaz de Dios esto es su voluntad es irresistible e infalible razoacuten

por la cual su efecto effectus no depende del hombre

2 La vocatio de Dios actuacutea en diferentes niveles ya que para algunos puede ser

apta persuasiva y eficaz mientras que para otros es inadecuada no persuasiva

e ineficaz seguacuten sea la voluntad divina (Lettieri 2001 p 86)

3 La conversioacuten de aquel que es llamado vocatus depende de forma directa de

la modalidad de la vocatio ―de la misteriosa y no uniforme intencionalidad de 95 A propoacutesito de esto Drecoll (2004) afirma que ―la conversioacuten de Pablo se constituye en un paradigma de la doctrina de la gracia agustiniana pues el perseguidor de la Iglesia Saulo precisamente se convierte sin ninguacuten meacuterito (p 226)

175

la retoacuterica divina que llama a todos los hombres pero de distinta manera

(Lettieri 2001 p 87)

Debe resaltarse como ya se afirmoacute en el capiacutetulo anterior que la cercaniacutea

entre ambas obras no soacutelo es temaacutetica sino metodoloacutegica pues las dos siguen el

esquema ciceroniano96 del modus inveniendi y el modus proferendi En el caso del Ad

Simpliacianum puede verse que la obra se ocupa en primer lugar de los problemas

interpretativos desde una perspectiva hermeneacuteutica y en segundo lugar del modo en

el que se debe decir aquello que se ha entendido desde un punto de vista retoacuterico que

no se limita a la retoacuterica humana sino que sienta las bases de los que podriacutea llamarse

retoacuterica divina Esta uacuteltima se desarrollaraacute treinta antildeos maacutes tarde en el libro cuarto del

De doctrina christiana en el cual se lleva a cabo una siacutentesis de varias de las

cuestiones que habiacutean ocupado las reflexiones de Agustiacuten desde los primeros antildeos del

episcopado En este sentido puede afirmarse que el De doctrina christiana entendida

en su conjunto y como unidad es una obra en la que el autor da cuenta de los

meacutetodos y modelos que eacutel mismo ha puesto en praacutectica durante su actividad

filosoacutefica

34 Retoacuterica de la gracia en la conclusioacuten del De doctrina christiana

En las primeras secciones del presente capiacutetulo se mostroacute que el uacuteltimo libro

del De doctrina christiana ofrece las herramientas necesarias para la preparacioacuten del

orador cristiano el cual una vez haya realizado un trabajo de interpretacioacuten de la

Escritura podraacute proceder a la explicacioacuten de cuanto alliacute ha comprendido Como ya se

afirmoacute teniendo en cuenta que esta parte de la obra fue compuesta en el antildeo 426 es

decir cuando ya Agustiacuten llevaba tres decenios dedicado a la interpretacioacuten y a la

predicacioacuten se trata de una seccioacuten de la obra que puede caracterizarse como

―retroprogramaacutetica es decir que en su composicioacuten el autor se vale de su propia

96 En los Topica Ciceroacuten afirma ―como toda razoacuten diligente del disertar tiene dos partes la una del invenir la segunda del juzgar el priacutencipe de ambas -seguacuten en verdad me parece- fue Aristoacuteteles Los estoicos empero trabajaron en la segunda [hellip] Nosotros ya que en ambas la utilidad es suma y si hubiera tiempo pensariacuteamos perseguir ambas comenzaremos por aquella que es la primera (II6)

176

experiencia llevando a cabo un ejercicio de autocomprensioacuten Asiacute la decisioacuten de

terminar la obra interrumpida se inscribe en el espiacuteritu de las Retractationes lo cual

le permite a Agustiacuten hacer una revisioacuten retoacuterica de su obra de sus fuentes y del

meacutetodo empleado en la interpretacioacuten y la predicacioacuten de las verdades de la Escritura

La utilidad de la exposicioacuten de estas reglas es innegable sin embargo no debe

caerse en la simplificacioacuten defendida por muchos comentaristas que considera el De

doctrina christiana como un manual ya sea de hermeneacuteutica ya sea de retoacuterica

(Simonetti 1983 Schaumlublin 1995) Se trata en cambio de un ejercicio interpretativo

y retoacuterico en el que a partir de las categoriacuteas claacutesicas ciceronianas se construye una

reflexioacuten que desborda los liacutemites de las disciplinas humanas y por esa razoacuten culmina

con la exposicioacuten de lo que con Lettieri (2001) puede llamarse persuasioacuten divinalsquo

en el libro cuarto del De doctrina christiana se elabora una teoriacutea consciente y revolucionaria de la retoacuterica divina esto es de la palabra humana como fenoacutemeno del Verbo divino Asiacute el juego etimoloacutegico sobre el teacutermino orator (oradororante) revela el maacutes profundo sentido de la relacioacuten entre reacutetor humano y Reacutetor absoluto (p 466)

El orador debe orar a Dios para que ponga en su boca las palabras adecuadas

para que pueda pronunciarlas de manera adecuada y para que el puacuteblico las reciba de

manera adecuada No sorprende que al final de su obra Agustiacuten recurra nuevamente

al siguiente pasaje escrituriacutestico ya citado en IV1532

conceacutedame Dios hablar seguacuten eacutel quiere y concebir pensamientos dignos de sus dones porque eacutel es quien guiacutea a la sabiduriacutea y quien dirige a los sabios que nosotros y nuestras palabras en sus manos estamos con toda nuestra prudencia y destreza en el obrar (Sab 716)

A continuacioacuten se presentaraacuten tres elementos tomados de la retoacuterica

ciceroniana a partir de los cuales puede entenderse la accioacuten de la retoacuterica divina

Uno de los teacuterminos ciceronianos que seguacuten la propuesta de Lettieri (2001)

Agustiacuten utiliza para estructurar su retoacuterica de la gracia es el de victoria97 El punto de

97 A propoacutesito de la victoria en las contiendas retoacutericas Ciceroacuten afirma en el De oratore (II1772)

177

partida para el tratamiento de esta nocioacuten es una vez maacutes uno de los pasajes del

Orator98 sobre el que se articula el libro cuarto del De doctrina christiana

Seraacute elocuente pues (ya que buscamos al orador perfecto siguiendo las huellas de Antonio) el que en el foro y en las causas civiles hable de tal manera que pruebe deleite y convenza El probar es de necesidad el deleitar de utilidad En el convencer estaacute la victoria final de toda causa Cuantos son los oficios del orador tantos son los modos de decir Sutil en el probar templado en el deleitar vehemente en el persuadir aquiacute estaacute toda la fuerza del orador (69)

Para el Arpinate el persuadir flectere uacuteltimo de los officia oratoris se

configura como el objetivo fundamental de la retoacuterica en esta concepcioacuten Agustiacuten

sigue a su maestro y lo cita textualmente cuando afirma en el De doctrina christiana

dijo pues un maestro de elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee deleite y mueva Y antildeadioacute despueacutes el ensentildear es propio de la necesidad el deleitar de la amenidad y el mover de la victoria (IV1227)99

Como se vio en la seccioacuten anterior el De diversis quaestionibus ad

Simplicianum permite conectar el tema de la retoacuterica con la doctrina de la gracia pues

Agustiacuten se sirve en dicha obra de algunas categoriacuteas retoacutericas claacutesicas para explicar la

manera en la que opera la accioacuten eficaz y movente de la gracia En el De doctrina

christiana es posible establecer dicha relacioacuten si se tiene en cuenta la doble

dimensioacuten de la retoacuterica Asiacute desde el punto de vista de la retoacuterica divina debe

afirmarse que eacutesta siempre alcanza la victoria en la persuasioacuten pues su llamado es

irresistible A propoacutesito de esto puede afirmarse con Marone (2008) que

98 La eleccioacuten del Orator y la preeminencia de su uso en el libro cuarto no son casuales Podriacutea pensarse que Agustiacuten consciente del desplazamiento llevado a cabo por Ciceroacuten del orador al oyente y de lo particular a lo universal encuentra en el Orator nociones maacutes precisas para la configuracioacuten retoacuterica de la doctrina de la gracia A propoacutesito de dicho desplazamiento ciceroniano se afirma que ―para el Ciceroacuten del Orator eacuteste ya no es el que domina al puacuteblico por la fuerza casi taumatuacutergica de su elocuencia sino el que se adapta a eacutel el que moldea no soacutelo su discurso sino tambieacuten su manera de ser (Levy 2012 p 27) 99 Es sorprendente el silencio de los comentaristas acerca del recurso de Agustiacuten a Ciceroacuten en esta seccioacuten del De doctrina christiana En primer lugar debe anotarse que la cita del Orator (69) es textual lo cual supone un uso teacutecnico consciente y voluntario a una de las nociones maacutes importantes de la retoacuterica del Arpinate Resulta muy notable que la uacutenica palabra que se cambia probare del aacutembito juriacutedico por docere del aacutembito pedagoacutegico tambieacuten haya sido usada por Ciceroacuten al enunciar los officia oratoris en el Brutus (185) El tema no menos sorprendente de la valoracioacuten de las palabras del maestro romano se abordaraacute en la conclusioacuten

178

en la teologiacutea de la gracia pueden identificarse el docere de la ley que habiacutea arrancado del hombre sus instintos animales la suasio cristiana que habiacutea permitido el conocimiento del Antiguo Testamento y el flectere infalible de la gracia que habiacutea quebrado la dureza del corazoacuten (p 309)

No sorprende que en otra obra compuesta en el mismo antildeo de la culminacioacuten

del De doctrina christiana se recurra al teacutermino victorialsquo paulino y ciceroniano En

el De gratia et libero arbitrio se afirma

pero iquestde queacute sirve un buen combate si no es coronado por la victoria Y iquestquieacuten da la victoria sino aquel de quien el mismo Apoacutestol dice pero gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Sentildeor Jesucristo (VII16)

Estas palabras se hallan en clara consonancia con la conclusioacuten del De

doctrina christiana de nada sirve un buen combate certamen100 si no es coronado

con la victoria de la persuasio que culmina en la conversio Sin embargo esta uacuteltima

no depende de la voluntas del hombre ni de su doctrina pues ni la voluntad ni el

conocimiento son suficientes por siacute solos para garantizar la victoria

En segundo lugar vale la pena volver sobre la cuestioacuten de la relacioacuten entre

officia oratoris y genera dicendi A partir de la enunciacioacuten ciceroniana de los officia

oratoris y de los genera dicendi Agustiacuten construye como ya se vio un sistema de

retoacuterica cristiana que tiene una doble dimensioacuten Por una parte se trata de las reglas

que el orador y el predicador deben aplicar a sus discursos101 y por otra se trata de la

manera en la que la retoacuterica divina se manifiesta En cuanto a las primeras ya se

100 El teacutermino certamen lucha disputa o contienda proviene del verbo certāre que puede traducirse como combatir o disputar En su acepcioacuten retoacuterica Agustiacuten lo utiliza en el Contra academicos (I38) y en el proacutelogo al libro tercero del De doctrina christiana donde se afirma ―el hombre que teme a Dios indaga con diligencia su voluntad en las Santas Escrituras Pero antes haacutegase por la piedad manso en el trato para no amar las contiendas fortifiacutequese de antemano con el conocimiento de las lenguas a fin de no vacilar en las palabras y expresiones desconocidas preveacutengase por la instruccioacuten de ciertas cosas necesarias para no ignorar la virtud y naturaleza de aquellas cosas que se aducen por viacutea de semejanza y finalmente ayudaacutendole la veracidad de los coacutedices a los que procuraraacute depurar con una cuidadosa diligencia aceacuterquese ya pertrechado de este modo a discutir y solucionar los pasajes ambiguos de las Santas Escrituras (III11) La importancia de este proacutelogo es fundamental pues en eacutel se anticipa el programa de los dos uacuteltimos libros del De doctrina christiana y el espiacuteritu que determinaraacute la composicioacuten del libro cuarto treinta antildeos despueacutes si las contiendas humanas no estaacuten dirigidas por la caritas son palabras vaciacuteas 101 A propoacutesito de esto Lettieri (2001) afirma ―detraacutes del fenoacutemeno de la palabra biacuteblica y eclesiaacutestica teacutecnicamente construida seguacuten las normas de la retoacuterica claacutesica opera el Acto retoacuterico divino del cual aquellas categoriacuteas representan un vestigio (p 468)

179

afirmoacute que el orador debe buscar la claridad en sus discursos y que puede recurrir a

cualquiera de los tres genera dicendi seguacuten sea su finalidad o mezclarlos entre siacute

como de hecho lo han hecho autores cristianos como Cipriano y Ambrosio Por otra

parte en cuanto a la manifestacioacuten divina debe afirmarse que eacutesta se da en primer

lugar en la Escritura razoacuten por la que Agustiacuten a traveacutes de los exempla pone en

evidencia los diferentes estilos de los que se sirve Dios cuando habla por medio de los

profetas o del autor inspirado Teniendo en cuenta que seguacuten la retoacuterica claacutesica la

eleccioacuten de los estilos estaacute relacionada con el argumento a tratar vale la pena

detenerse en este aspecto pues esta distincioacuten no se aplica en la retoacuterica divina ya

que todas las materias abordadas son materias elevadas En este punto se lleva a cabo

un desplazamiento del contenido de la Escritura hacia la intencioacuten del orador y del

oyente el cual puede entenderse en un cierto sentido como una subjetivacioacuten de la

retoacuterica Si la Escritura es un espacio de objetividad absoluta en cuanto

manifestacioacuten divina es necesario recurrir a la intentio subjetiva para mantener la

distincioacuten claacutesica Esta consideracioacuten nos permite volver sobre una cuestioacuten que se

habiacutea presentado como problemaacutetica en la parte inicial del presente capiacutetulo la

eleccioacuten del pasaje de Rm 138 como exemplum de estilo moderado Teniendo en

cuenta que el mismo pasaje se utiliza en la reconstruccioacuten del momento de la

persuasio definitiva en las Confessiones esto es en la presentacioacuten literaria de la

propia conversio llevada a cabo por el Agustiacuten obispo en el antildeo 397 puede afirmarse

ahora que la razoacuten por la que en el De doctrina christiana este pasaje cumple una

funcioacuten distinta obedece a la utilizacioacuten del principio seguacuten el cual la Escritura se

aplica desde la subjetividad

A propoacutesito de la relacioacuten entre officia oratoria y genera dicendi vale la pena

tener presente la propuesta de Lettieri (2001) seguacuten la cual la revelacioacuten puede

entenderse bajo el mismo esquema de los genera ciceronianos aunque no debe

perderse de vista que la caritas de la gracia puede alcanzar su cometido la victoria a

traveacutes de cualquier estilo en el que se exprese su mensaje Seguacuten esto se afirma que

Dios se revela en el estilo sencillo en la doctrina y en la lex siguiendo el estilo

medio en la suasio evangeacutelica de la Iglesia y a traveacutes del estilo elevado en la

180

persuasio accioacuten interior e irresistible del Verbum (Lettieri 2001 p 473) El

esquema ofrecido por Lettieri se halla en clara consonancia con los exempla

presentados por Agustiacuten para el tratamiento de los genera dicendi en el libro cuarto

del De doctrina christiana Vale la pena recordar que para el estilo sencillo se

exponen varios pasajes de la Carta a los gaacutelatas de San Pablo relacionados

justamente con la ley acerca de la cual es necesario instruir a los hombres pues

fue dada por motivo de la transgresioacuten hasta que viniese la semilla a quien se hizo la promesa ley dispuesta por medio de los aacutengeles en la mano del Mediador Mas el mediador no es entre uno solo y Dios es uno (Ga 315)

En lo que concierne al estilo moderado se ofrecen tambieacuten varios pasajes

apostoacutelicos de iacutendole praacutectica muy cercanos tanto en el estilo como en la finalidad a

los preceptos ofrecidos por Ciceroacuten y Ambrosio en el De officiis En los pasajes

exhortativos del Apoacutestol Agustiacuten encuentra la belleza retoacuterica caracteriacutestica del estilo

medio cuya finalidad es la suasio a traveacutes del delectare

Casi todo este pasaje de la misma exhortacioacuten tiene un estilo moderado pero los trozos son maacutes bellos donde se suceden elegantemente las cosas propias con las propias como si fuesen tributos que se pagan a un deudor por ejemplo ―teniendo dones diversos conforme a la gracia que se nos ha dado ya sea profeciacutea a proporcioacuten de la fe ya ministerio para administrar el que ensentildea en la ensentildeanza el que exhorta en la exhortacioacuten el que distribuye en la sencillez el que preside en la solicitud el que obra misericordia con alegriacutea El amor sin fingimiento odiando el mal apegaacutendoos al bien En la caridad fraterna amaacutendoos unos a otros previnieacutendoos mutuamente en el honor en la obligacioacuten no perezosos en el espiacuteritu fervientes sirviendo al Sentildeor en la esperanza gozosos sufridos en la tribulacioacuten en la oracioacuten perseverantes caritativos en las necesidades de los santos ejercitando la hospitalidad Bendecid a los que os persiguen bendecidlos y no los maldigaacuteis Alegraos con los que se alegran llorad con los que lloran sintiendo lo mismo unos con otros (Rm 121) (IV2040)

Por uacuteltimo los exempla ofrecidos para ilustrar el estilo elevado se hallan

estrechamente relacionados con la persuasioacuten entendida como accioacuten irresistible y

siempre eficaz de la gracia De hecho Agustiacuten sostiene que el Apoacutestol no requiere de

artificios estiliacutesticos pues se trata de palabras que expresan violentum animi

affectibus como puede verse en el siguiente pasaje de Pablo

181

Sabemos que todas las cosas cooperan en bien de los que aman a Dios de aquellos que son llamados seguacuten la voluntad de Dios Porque a los que preconocioacute tambieacuten los predestinoacute a ser conformes a la imagen de su Hijo a fin de que Eacutel sea el primogeacutenito entre muchos hermanos A los que predestinoacute a eacutesos llamoacute y a los que llamoacute a los mismos tambieacuten justificoacute a los que justificoacute tambieacuten los glorificoacute (Rm 828) (IV 2043)

Como se afirmoacute antes a lo largo de toda la obra se ve con claridad que el uso

de los exempla tiene una funcioacuten que desborda el plano de la doctrina pues ellos

mismos se instalan en la persuasio objetivo uacuteltimo y maacutes elevado de la retoacuterica Esa

es la razoacuten por la cual hay una perfecta concordia entre forma retoacuterica y contenido la

cual halla su maacutexima expresioacuten en la eleccioacuten de los exempla Asiacute el principio

ciceroniano seguacuten el cual la elocuencia sin sabiduriacutea en nada aprovecha (Inv I1) es

reinterpretado a la luz de la sentencia paulina que encierra todo el propoacutesito del De

doctrina christiana ―no en sabiduriacutea de palabras no sea que quede vaciacutea la cruz de

Jesucristo (1Cor 117)

182

CONCLUSIONES

El recorrido llevado a cabo en el presente trabajo aborda la relacioacuten entre Agustiacuten y

Ciceroacuten uno de los autores claacutesicos maacutes influyentes en la configuracioacuten del

pensamiento cristiano medieval Teniendo en cuenta la vastedad y complejidad de la

obra de Agustiacuten fue necesario fijar un criterio metodoloacutegico que se centrara en el

estudio de algunos textos que fueran particularmente representativos de la influencia

del maestro romano en el Hiponense Por este motivo se establecioacute una distincioacuten

basada en tres momentos coyunturales del desarrollo intelectual de Agustiacuten a saber

la composicioacuten de los Diaacutelogos de Casiciaco en el 386 la primera redaccioacuten del De

doctrina christiana en el 396 y la culminacioacuten de esta uacuteltima en el 426

El conjunto de diaacutelogos compuestos en Casiciaco ofrece un panorama

complejo y rico de motivos claacutesicos y filosoacuteficos que permite acceder al pensamiento

de Agustiacuten en los antildeos inmediatamente posteriores a la conversioacuten Si bien no pocos

autores han notado la belleza estiliacutestica de los mismos y la profundidad de las

cuestiones alliacute tratadas el juicio que se ha impuesto los ha confinado a un lugar

menor dentro de la totalidad del corpus pues es comuacuten la consideracioacuten seguacuten la cual

se trata de obras juveniles muy cercanas al neoplatonismo (Alfaric 1918) cuyos

postulados son revisados y superados por el teoacutelogo de la gracia (von Harnack 1988

Lettieri 2001) Esta valoracioacuten se halla ligada al debate de las ―conversiones que

aunque identificado por Courcelle como un falso dilema (1968 p106) ha

determinado la recepcioacuten de los diaacutelogos y la consideracioacuten seguacuten la cual eacutestos deban

ser objeto de un estudio inherente al momento filosoacutefico temprano del pensamiento

de Agustiacuten En contra de las tesis evolucionistas algunos estudiosos han puesto el

184

acento en la unidad y continuidad en el desarrollo intelectual de Agustiacuten (Madec

1992 Harrison 2006) Si bien ninguna de las dos posiciones puede dar cuenta de

manera exhaustiva de las muacuteltiples dificultades que suscita el estudio de la obra

agustiniana en el presente trabajo se rastrearon algunas pistas que permiten avanzar

un poco en la direccioacuten de una continuidad y sostener la tesis seguacuten la cual siacute es

posible hablar de un pensamiento unitario en Agustiacuten

El hilo conductor de la investigacioacuten fue Ciceroacuten y la manera en la que

Agustiacuten recurre a su obra y pensamiento en momentos distantes pero estrechamente

relacionados entre siacute como la composicioacuten de los diaacutelogos de Casiciaco y el De

doctrina christiana en sus dos redacciones

En el antildeo 386 Agustiacuten habiacutea abandonado su caacutetedra de retoacuterica aduciendo un

malestar de salud que no le permitiacutea atender a tan extenuante labor Se retira a

Casiciaco con el fin de prepararse para recibir el bautismo de manos del obispo

Ambrosio y llevar una vida tranquila alejada de los avatares de la administracioacuten

imperial Una lectura desprevenida del pasaje de las Confessiones en donde se relatan

estos acontecimientos podriacutea llevar a considerar que la renuncia a la retoacuterica no es

una renuncia al cargo de orador imperial y sus implicaciones sino una renuncia al

arte pagano siacutembolo del mundo romano Sin embargo el anaacutelisis atento de los

diaacutelogos escritos en dicho periodo arroja elementos que demuestran con claridad el

profundo compromiso de Agustiacuten no soacutelo con la retoacuterica claacutesica en cuanto disciplina

sino sobre todo con la concepcioacuten filosoacutefica ciceroniana

En el Contra Academicos primero de los diaacutelogos escritos en la villa de

Verecundo se lleva a cabo una imponente defensa de Ciceroacuten y de la escuela

neoacadeacutemica luego de haber realizado un ejercicio retoacuterico-filosoacutefico cuyo

resultado no fue otro que la refutacioacuten de las tesis esceacutepticas seguacuten las cuales resulta

imposible acceder a la verdad Animado por la promesa de eacutesta presentada en el

Hortensius Agustiacuten y sus interlocutores se entregan a la ardua tarea de demostrar que

el sabio puede conocer siendo eacuteste el resultado de dicho conocimiento

para mi es evidente que jamaacutes debo apartarme de la autoridad de Cristo ya que no encuentro otra maacutes fuerte En cuanto a lo que ha de buscarse con la fuerza de la razoacuten

185

(pues mi estado de aacutenimo es tal que estoy deseando con impaciencia conocer la verdad no soacutelo mediante la fe sino comprenderla tambieacuten con la inteligencia) espero entretanto poder encontrar en los platoacutenicos una doctrina que no se oponga a nuestros sagrados misterios (cAcad III2044)

Asiacute el primero de los diaacutelogos de Agustiacuten se cierra con la formulacioacuten de un

proyecto filosoacutefico en cuanto orientado a la buacutesqueda de la verdad que se ancla en la

siacutentesis entre la autoridad de Cristo102 y la razoacuten Si bien no se tratoacute en detalle la

relacioacuten de Agustiacuten con el platonismo la lectura del Contra Academicos ofrece

elementos fundamentales para la comprensioacuten de la relacioacuten de Agustiacuten con la

tradicioacuten platoacutenica que a traveacutes de Ciceroacuten se habiacutea instalado en los ciacuterculos

intelectuales de la peniacutensula

El proyecto agustiniano halla una primera concrecioacuten en los otros dos

diaacutelogos escritos en el antildeo 386 en los que es posible identificar el tratamiento de

temas claacutesicos de la filosofiacutea griega y romana como la cuestioacuten de la felicidad la

armoniacutea del universo y el alma humana En un interesante artiacuteculo Foley (2009)

rastrea las raiacuteces filosoacuteficas de los diaacutelogos de Casiciaco poniendo en evidencia que

la discusioacuten acerca del neoplatonismo de Agustiacuten ha ensombrecido la presencia de

Ciceroacuten en el cual Agustiacuten se inspira no soacutelo en lo concerniente al estilo sino en los

temas abordados Si bien el artiacuteculo de Foley resulta de gran utilidad para establecer

la apropiacioacuten agustiniana del pensamiento del Arpinate es necesario entender coacutemo

se da dicha apropiacioacuten desde la perspectiva de un filoacutesofo cristiano En este sentido

la conclusioacuten del Contra Academicos debe tenerse presente en la consideracioacuten de

todos los diaacutelogos como unidad temaacutetica y metodoloacutegica A propoacutesito de esto vale la

pena traer a colacioacuten la consideracioacuten de Fuhrer (2017) en la introduccioacuten a su

reciente edicioacuten criacutetica de los diaacutelogos de Casiciaco ―cada uno de los tres diaacutelogos

establece maacutes allaacute de sus fundamentos filosoacuteficos la capacidad que tiene la doctrina

cristiana para revelar la verdad (p7) Para el caso particular del De beata vita se

afirma que ―la peculiaridad del tratamiento agustiniano de este tema claacutesico reside en

la forma en la que concilia la tradicioacuten filosoacutefica con elementos cristianos proceso

102 Acerca del caraacutecter cristoloacutegico de los primeros escritos de Agustiacuten y de su ortodoxia veacutease Harrison 2006 p 255 ss

186

que culmina en el reconocimiento de que la beata vita y la sapientia pueden

alcanzarse a traveacutes de lo que Agustiacuten llama Deum habere Deo perfrui o cognitio

Dei (Fuhrer 2017 p9) El aporte del De beata vita en la comprensioacuten de la filosofiacutea

del joven Agustiacuten resulta fundamental pues como se demostroacute en este trabajo alliacute se

esbozan algunos de los temas que se trataraacuten en las Confessiones y en las obras de

madurez En lo concerniente a la tan debatida cuestioacuten del caraacutecter exclusivamente

filosoacutefico de los diaacutelogos Catapano (2006) y Harrison (2006) han presentado

importantes avances concluyendo que hay una evidente caracterizacioacuten cristiana de la

Verdad como objeto de la indagacioacuten filosoacutefica y que es posible establecer una

continuidad entre los primeros acercamientos a la cuestioacuten de la gracia y su posterior

desarrollo en el antildeo 397

En relacioacuten con el De ordine vale la pena detenerse en el caraacutecter del diaacutelogo

y la importante funcioacuten que cumple en la trilogiacutea de Casiciaco y en el corpus

agustiniano A propoacutesito de su particularidad puede afirmarse que en eacutel se encuentran

―las afirmaciones maacutes expliacutecitas acerca de la naturaleza las tareas y las partes de la

filosofiacutea seguacuten la acepcioacuten agustiniana Catapano 2006 p153) En este sentido el

punto de partida del proyecto filosoacutefico de Agustiacuten se completa estableciendo su

propoacutesito con claridad

Y para que nadie piense que he emprendido un tema vastiacutesimo lo resumo todo maacutes llana y brevemente Y digo que al conocimiento de todos estos problemas nadie debe aspirar sin el doble conocimiento de la buena argumentacioacuten y de la potencia de los nuacutemeros Si aun esto les parece mucho aprendan bien o la ciencia de los nuacutemeros o el arte de razonar bien Si todaviacutea les acobarda esto ahonden en el conocimiento de la unidad numeacuterica y de su valor sin considerarla en la suprema ley y sumo orden de todas las cosas sino en lo que cotidianamente sentimos y hacemos Se afana por esta erudicioacuten la misma filosofiacutea y llega a la unidad pero de un modo mucho maacutes elevado y divino Dos problemas le inquietan uno concerniente al alma el otro concerniente a Dios (ord II3347)

La empresa propuesta en el De ordine en el antildeo 386 determinaraacute el

pensamiento agustiniano y si bien en los cuatro decenios siguientes mostraraacute

variaciones en el recurso a las fuentes o en la predileccioacuten de ciertas temaacuteticas sobre

187

otras resulta muy difiacutecil sostener que se haya presentado un cambio radical en el

pensamiento de Agustiacuten o una renuncia a sus primeras reflexiones

El uacuteltimo de los diaacutelogos compuestos en este periodo los Soliloquia tiene un

caraacutecter particular pues en eacutel se toma distancia del geacutenero del ―diaacutelogo de villa

ciceroniano y se inaugura un estilo propiamente agustiniano la indagacioacuten intimista y

reflexiva del soliloquio Asiacute el intercambio dialogal se desplaza del coloquio entre un

grupo de amantes de la sabiduriacutea al diaacutelogo de un alma consigo misma que quiere

ahondar en sus propios misterios Sin embargo el recurso mismo al geacutenero dialogal

corresponde a una eleccioacuten claacutesica asiacute como los elementos provenientes del

Hortensius la Consolatio el De oratore y el De republica103 evidenciados a lo largo

de la obra En este sentido vale la pena destacar que tanto la forma como el contenido

de los Soliloquia estaacuten determinados por la tesis ciceroniana (De orat V17) de la

cultura como concordancia entre intelligendi disciplina y dicendi disciplina entre

dialeacutectica y retoacuterica donde aqueacutella se entiende como el paso de los signos (signa)

sensibles a las cosas ideales (res) y eacutesta como comunicacioacuten persuasiva de la verdad

Eacuteste es justamente el punto de partida del De doctrina christiana primera

obra compuesta por Agustiacuten en calidad de obispo de Hipona y redactada diez antildeos

despueacutes de los diaacutelogos de Casiciaco pero que se articula a partir de las ideas alliacute

expuestas Como se demostroacute en el presente trabajo la cercaniacutea entre los diaacutelogos y

la obra iniciada en el 396 es innegable pues tanto en los contenidos como en la

forma hay una continuidad esencial que apoya la idea de la unidad del pensamiento

de Agustiacuten En primer lugar debe destacarse la importancia que tienen las disciplinae

en las reflexiones de Agustiacuten en el decenio que transcurre entre el periodo milaneacutes y

el regreso al norte de Aacutefrica Si bien no considero que el De doctrina christiana

pueda reducirse a un manual teacutecnico es importante tener presente que siacute representa

una continuidad temaacutetica de cuestiones referidas a las disciplinas su funcioacuten y su 103 A propoacutesito de la relacioacuten entre el del De republica ciceroniano y la Repuacuteblica de Platoacuten vale la pena tener presente la propuesta de Altman (2016) en su obra The Revival of Platonism in Cicerorsquos Late Philosphy la cual presenta una tesis incisiva concerniente a la asimilacioacuten ciceroniana de la filosofiacutea de Platoacuten El papel que se le otorga a Agustiacuten en la construccioacuten de dicha recepcioacuten me permitioacute proponer una lectura poliacutetica de los Soliloquia que puede tomarse como punto de partida para futuras indagaciones en este campo

188

caraacutecter ya abordadas en los primeros diaacutelogos Asiacute muchos de los avances

alcanzados en el De ordine que presenta un programa provisional para una paideia

cristiana seraacuten retomados y profundizados en el 396 bajo la oacuteptica de las nuevas

exigencias impuestas por el obispado La cercaniacutea entre este aspecto de las primeras

obras y el De doctrina christiana ha sido notada y abordada por un amplio grupo de

comentaristas (Marrou 1949 Kevane 1966 Toom 2002) sin embargo esta

perspectiva ha contribuido a la tendencia de dividir la obra en dos secciones

irreconciliables entre siacute una de talante pedagoacutegico-cultural y otra de caraacutecter

teoloacutegico (Lettieri 2001) Mi intencioacuten al tratar esta cuestioacuten fue la de abordar el De

doctrina christiana como una obra dotada de unidad y coherencia a pesar de haber

sido suspendida en el 396 y retomada treinta antildeos maacutes tarde De este modo tambieacuten

en su relacioacuten con los diaacutelogos de Casiciaco propuse una lectura de continuidad que

me permitioacute no soacutelo establecer los puntos de confluencia sino rastrear la presencia de

Ciceroacuten tanto en los diaacutelogos como en los cuatro libros que componen el De doctrina

christiana En este propoacutesito fue de fundamental importancia la consideracioacuten del

proacutelogo de la obra pues eacuteste se configura como un testimonio imprescindible para

entender su caraacutecter e intencioacuten en cuanto conjunto (Kevane 1996 112 Kraumlmer

2006 101) asiacute como para situarla en el desarrollo intelectual de Agustiacuten En relacioacuten

con la datacioacuten del proacutelogo se ha presentado un intenso debate entre los

comentaristas pues mientras un grupo afirma que fue escrito en el antildeo 396 (Mayer

1974 Pincherle 1974 Kevane 1996) otros consideran que se redactoacute en el 426

junto con la parte conclusiva del libro tercero y el libro cuarto seguacuten la comuacuten

usanza de escribir el proacutelogo al final (Duchrow 1965 Opelt 1966) Luego de un

atento anaacutelisis del proacutelogo y de una consideracioacuten comprehensiva de toda la obra

considero que puede adoptarse con mayor fuerza la propuesta del primer grupo de

estudiosos Esta eleccioacuten ademaacutes permite entender mejor la cercaniacutea de la primera

parte del De doctrina christiana a otros escritos tempranos entre los cuales pueden

destacarse el Contra Academicos y el De magistro104

104 Toom (2002) aborda con claridad y profundidad la relacioacuten entre el De magistro y el De doctrina christiana sobre todo en lo concerniente al caraacutecter cristoloacutegico presente en ambas obras Sorprende

189

Del estudio del proacutelogo y del primer libro del De doctrina christiana se

derivan importantes conclusiones en lo relativo a la influencia del Arpinate En

primer lugar debe anotarse que las distinciones fundamentales sobre las que se

estructura la obra son de origen retoacuterico y se encuentran enunciadas en varias obras

ciceronianas Se trata de la distincioacuten entre modus inveniendi y modus proferendi

(Orat XXIII 8 Top II6) entre signa y res (De Inv I3048) entre uti y frui (De Inv

II53159) Estas categoriacuteas le permiten a Agustiacuten no soacutelo estructurar su obra sino

llevar a cabo una siacutentesis entre los modelos retoacutericos claacutesicos y los contenidos

cristianos de los que se ocupa en esta obra Asiacute la cuestioacuten exegeacutetica que se habiacutea ido

configurando como un problema central en el pensamiento de Agustiacuten en los antildeos

posteriores a la conversioacuten y en los primeros del obispado encuentra su lugar en la

retoacuterica A propoacutesito de esto Toom considera que el recurso al texto paulino de 1 Cor

138 en la parte conclusiva del libro primero y la interpretacioacuten ofrecida del mismo

tiene la importante funcioacuten de asociar los elementos de la tradicioacuten retoacuterica la

distincioacuten uti-frui con la terna de fe esperanza y caridad (Toom 2002 101) gracias

a lo cual es posible establecer y comprender la unidad estructural no soacutelo del libro

primero sino de toda la obra En el libro segundo luego de recapitular el plan

propuesto se ofrece una definicioacuten de signo que se inscribe en la tradicioacuten retoacuterica

claacutesica del De inventione105 de Ciceroacuten y del De Institutione Oratoria de Quintiliano

Si bien algunos estudiosos han puesto el acento en la falta de originalidad de la

definicioacuten agustiniana y en la poca profundidad en el tratamiento de la semioacutetica

(Kirwan 1989 p35) es importante resaltar como se hizo en el presente trabajo que

la exposicioacuten agustiniana del signo se inscribe en el marco del intereacutes retoacuterico- sin embargo que el autor restrinja su presentacioacuten a los tres primeros libros del De doctrina christiana pues es innegable la centralidad del problema cristoloacutegico en el uacuteltimo libro de dicha obra 105 Ciceroacuten en el De inventione afirma que ―el signo es lo que cae bajo alguacuten sentido y significa algo que parece salido de eacutel mismo (I 30 48) Aunque la definicioacuten de Agustiacuten es muy cercana vale la pena anotar que el contexto ciceroniano en el cual se ofrece esta distincioacuten es el de la argumentatio y no hay en ella ninguacuten recurso al vocabulario semioacutetico tradicional pues esta definicioacuten se refiere al mecanismo del signo en el aacutembito juriacutedico (Manetti 1993 p145) Jackson en la misma liacutenea de Manetti sostiene que tanto Quintiliano como Ciceroacuten se refieren al signo en el aacutembito forense sin embargo llama la atencioacuten sobre la recomendacioacuten ciceroniana del estudio de la semaacutentica en el Orator (115) obra fundamental para la composicioacuten del libro cuarto del De doctrina christiana (Jackson 1969 p31)

190

hermeneacuteutico de la obra que no persigue la intencioacuten de delinear una scientia

scientiorum per se En lo concerniente al aporte de Agustiacuten en relacioacuten con el signo

no debe perderse de vista la anotacioacuten de Simonetti (1994) seguacuten la cual antes de

Agustiacuten incluso en aacutembito estoico la nocioacuten de signo se identificaba con la de

indicio y no habiacutea una teoriacutea del signo desde la dimensioacuten linguumliacutestica (p420) La

palabra entendida como signo representa el aporte fundamental de la filosofiacutea del

lenguaje agustiniana la cual se inscribe en un horizonte maacutes amplio de comprensioacuten

de lo humano pues como afirma Alici (1976) ―el lenguaje es signo y testimonio de

una presencia espiritual que evoca e invoca a otra presencia espiritual (p 143) Esta

es la razoacuten por la cual el libro segundo del De doctrina christiana concluye con un

ejercicio hermeneacuteutico que conduce al signo por excelencia en el cual se vive y se

comprende la verdad que busca el cristiano la cruz Eacutesta es culmen y causa de toda

significacioacuten tanto por lo que significa como por lo que ella misma es El lugar

central que ocupa la interpretacioacuten del pasaje del Eacutexodo106 no es casual pues le

permite a Agustiacuten articular hermeneacuteutica semaacutentica y retoacuterica y pasar al tratamiento

en el libro tercero de los signos ambiguos los cuales deben ser interpretados a la luz

del precepto de la caritas

Del estudio del libro tercero del De doctrina christiana se deriva una conclusioacuten

fundamental fiel a la tradicioacuten retoacuterica romana Agustiacuten aborda el problema de los

signos ambiguos afirmando que la ambiguumledad presente en la Escritura depende de la

utilizacioacuten de palabras metafoacutericas o propias que tengan distintos significados La

primera definicioacuten de ambiguitas ofrecida por Agustiacuten en el De dialectica (10) sigue

muy de cerca las definiciones claacutesicas aunque en el tratamiento de esta cuestioacuten

106 ―Acueacuterdese de aquellos que celebraban en aquel tiempo la pascua en imagen de sombras cuando se les mandoacute sentildealar las puertas con la sangre del cordero lo cual hicieron con hisopo (Ex 1222) Esta hierba es suave y humilde sin embargo nada hay maacutes fuerte y penetrante que sus raiacuteces Lo que nos manifiesta que estando arraigados y cimentados en la caridad podemos comprender con todos los santos cuaacutel sea la anchura la longitud la altura y la profundidad esto es la Cruz del Sentildeor donde se entiende por anchura el madero transversal en que se hallan extendidas las manos por longitud lo que hay desde la tierra hasta este madero y en ella se fija todo el cuerpo de manos abajo por altura desde la anchura hasta lo maacutes alto hacia arriba donde se apoya la cabeza por profundidad lo que metido en la tierra se oculta a nuestra vista (II4162)

191

recurre a Ciceroacuten de manera expliacutecita no solo para precisar su significado sino su

solucioacuten

Y asiacute con plena razoacuten dicen los dialeacutecticos que toda palabra es ambigua Y no nos desconcierte que en [una obra de] Ciceroacuten Hortensio los acuse falsamente en estos teacuterminos laquoDicen que ellos se atreven a explicar con claridad las cosas ambiguasraquo Dicen asiacute mismo que toda palabra es ambigua iquestCoacutemo entonces van a explicar lo ambiguo con lo ambiguo Pues esto no es sino introducir en las tinieblas una luz apagada Es verdad que no le ha faltado chispa y astucia al decirlo pero esto es lo que en [otra obra del] mismo Ciceroacuten dice Esceacutevola a Antonio laquoY a la postre como dejas la impresioacuten de que los sabios hablan con elocuencia la dejas tambieacuten de que los necios hablan con verdadraquo Pues iquestqueacute otra cosa hizo Hortensio en aquel pasaje sino esparcir tinieblas entre los inexpertos con agudeza de ingenio y un gracioso discurso como si se tratase de una bebida pura y agradable En efecto lo afirmado esto es que toda palabra es ambigua estaacute dicho respecto de cada palabra singular Ahora bien las palabras ambiguas se explican mediante la discusioacuten y nadie ciertamente discute con palabras singulares Asiacute pues nadie explicaraacute las palabras ambiguas con palabras ambiguas (Dial 10)

En un tono muy similar al utilizado en el Contra Academicos en este pasaje

del De dialeacutectica Agustiacuten advierte sobre los peligros de este tipo de escepticismo

cuya refutacioacuten es fundamental para la justificacioacuten de un proyecto interpretativo

como aquel que se propone en el De doctrina christiana Es por esta razoacuten que en

este punto se ofrecen las reglas que deben ser aplicadas en los casos de ambiguitas y

posteriormente se llevaraacute a cabo una aplicacioacuten de las mismas apelando al recurso

retoacuterico de los exempla esto con el fin de resolver la cuestioacuten de la ambiguitas en lo

que concierne a las palabras metafoacutericas translata

En la misma liacutenea del De officiis tanto del de Ciceroacuten como del de Ambrosio

Agustiacuten recurriraacute a ejemplos para ilustrar cada una de las dificultades interpretativas a

las que debe enfrentarse el estudioso de la Escritura

Como experimentado maestro de retoacuterica Agustiacuten conociacutea muy bien la teoriacutea

concerniente a la utilizacioacuten de los ejemplos en la argumentacioacuten lo cual puede

apreciarse en la perfecta composicioacuten retoacuterica de sus sermones y de algunas partes del

De doctrina christiana como se vio a lo largo del presente trabajo Fiel a la tradicioacuten

latina y a la definicioacuten de Quintiliano seguacuten la cual el exemplum consiste en ―la

mencioacuten de un hecho real o presuntamente real uacutetil para persuadir de aquello que se

192

pretende (InsV116) Agustiacuten se sirve de los ejemplos no soacutelo para ilustrar aquello

que quiere explicar sino tambieacuten y sobre todo para persuadir movere al oyente

acerca de cuestiones centrales de la doctrina cristiana anticipando asiacute el tema del

libro cuarto La eleccioacuten de los exempla de caraacutecter cristoloacutegico estaacute relacionada con

la hermeneacuteutica pues la interpretacioacuten cuyo fin es el conocimiento de Dios se da en

la revelacioacuten de Dios en el Verbo encarnado A propoacutesito de esto Harrison afirma

que Agustiacuten encuentra en el Evangelio de Juan la maacutes alta expresioacuten de la unidad y la

identidad del Padre y el Hijo sobre la cual se fundamenta la posibilidad del

conocimiento de Dios de la significacioacuten y la eficacia de la fe para la salvacioacuten

(Harrison 1992 212) En relacioacuten con la cuestioacuten temaacutetica debe resaltarse que se

lleva a cabo una perfecta composicioacuten en la que se enlazan el final del libro segundo

con el comienzo del tercero en una estructura circular que quiere poner el eacutenfasis en

la centralidad de la cruz signum signorum en la comprensioacuten humana Las

principales consecuencias del anaacutelisis aquiacute presentado pueden sintetizarse de la

siguiente manera (1) la unidad temaacutetica y metodoloacutegica de los tres primeros libros

del De doctrina christiana puede sintetizarse en la terna signum res exempla (2) la

apropiacioacuten cristiana de la tradicioacuten retoacuterica claacutesica no debe entenderse como una

mera asimilacioacuten teacutecnica sino que se trata maacutes bien de una radical y consciente

apropiacioacuten cristiana del modelo ciceroniano (Lettieri 2001 465) (3) la unidad de

los primeros tres libros se halla estrechamente relacionada con la totalidad de la obra

y la fidelidad al proyecto y al disentildeo inicial de la misma ideados en el antildeo 396 razoacuten

por la cual la estructura de los libros segundo y tercero ofrece un argumento maacutes a

favor de la unidad del De doctrina christiana (4) la utilizacioacuten de los exempla en los

libros segundo y tercero del De doctrina christiana permite pensar la cercaniacutea entre la

idea ciceroniana seguacuten la cual ―la elocuencia sin sabiduriacutea casi siempre estorba

demasiado nunca aprovecha (Inv I 1) y la propuesta agustiniana presente a lo largo

de toda la obra en particular en el uacuteltimo libro compuesto en el antildeo 426

La particularidad de la composicioacuten de la obra ha sido objeto de un extenso

debate entre los especialistas en el pensamiento de Agustiacuten Como se afirmoacute a lo

largo del presente trabajo la posicioacuten de los que consideran que la interrupcioacuten del

193

396 representa una ruptura que quiebra la obra en dos partes irreconciliables entre siacute

resulta muy difiacutecil de sostener A nivel estiliacutestico seguacuten afirmacioacuten de Simonetti

(1994) y de Marone (2008) la diferencia entre las dos partes del De doctrina

christiana resulta imperceptible A nivel de contenido el uacuteltimo libro se mantiene fiel

al programa presentado en el proacutelogo y confirmado en el libro primero En lo que

concierne a las razones de la suspensioacuten de la redaccioacuten se llegoacute a la conclusioacuten

luego de un detenido estudio de la obra y de las diferentes posturas de los estudiosos

y sus argumentos que se tratoacute de una cuestioacuten praacutectica y no teoacuterica Las razones de

esta conclusioacuten tienen que ver con la debilidad de la tesis seguacuten la cual ante la

dificultad doctrinal (Simonetti 1994) o hermeneacuteutica (Kannengiesser 1995)

representada por el recurso a Ticonio Agustiacuten decidioacute abandonar la obra En relacioacuten

con la propuesta de Lettieri seguacuten la cual la interrupcioacuten se debioacute al ―descubrimiento

de la doctrina de la gracia (Lettieri 2001) llevado a cabo en el De diversis

quaestionibus ad Simplicianum se intentoacute demostrar de la mano de Harrison (2006)

que tanto en los diaacutelogos de Casiciaco como en la primera parte del De doctrina

christiana es posible identificar nociones que representan primeras aproximaciones a

la cuestioacuten de la gracia que hallaraacute su determinacioacuten maacutes madura en el Ad

Simplicianum y en obras posteriores De este modo resultariacutea maacutes plausible la tesis

sostenida entre otros por el mismo Agustiacuten seguacuten la cual la obra quedoacute interrumpida

a causa de las muchas ocupaciones que se le imponiacutean en cuanto obispo de Hipona

En el pasaje de las Retractationes en el que aborda esta cuestioacuten se afirma

Como encontrase que estaban sin terminar los libros de La doctrina cristiana preferiacute terminarlos antes que dejarlos asiacute y pasar a retractar otros tratados Asiacute pues termineacute el libro tercero que estaba escrito hasta aquel pasaje donde se recuerda el testimonio del Evangelio sobre la mujer que esconde el fermento en tres medidas de harina hasta que fermenta todo Antildeadiacute tambieacuten un libro nuevo y completeacute toda la obra con cuatro libros Los tres primeros ayudan a entender las Escrituras el cuarto coacutemo debemos exponer lo que entendemos (II41)

A propoacutesito de la decisioacuten de terminar la obra encontrada inconclusa Lancel

(2002) llama la atencioacuten al profundo compromiso de Agustiacuten como autor el cual

habiacutea dado respuesta en su vida praacutectica a las cuestiones teoacutericas propuestas en los

194

primeros antildeos del episcopado De este modo el libro cuarto se presenta enriquecido

por treinta antildeos de experiencia (p199) pero su conclusioacuten se inscribe dentro del

compromiso original de Agustiacuten de dar respuesta a las cuestiones que se le

planteaban

Asiacute mismo dentro de este contexto hay que hacer notar que la continuacioacuten y

terminacioacuten del De doctrina christiana se inscribe en el espiacuteritu de la retractatio esto

es en la necesidad de esclarecer y precisar algunas posturas referentes a problemas

fundamentales de su pensamiento Asiacute la decisioacuten de completar la obra debe

entenderse como un ejercicio hermeneacuteutico que se configura a partir de la

comprensioacuten que Agustiacuten tiene del conjunto de la obra y del corpus aportando

elementos fundamentales para la interpretacioacuten de lo afirmado treinta antildeos atraacutes La

pregunta esencial entonces no es por queacute Agustiacuten interrumpe el De doctrina

christiana sino por queacute lo completa El Agustiacuten del 426 no es otro Agustiacuten ndashcontra

Lettierindash sino un autor que ya ha arribado a la madurez de su pensamiento y que

desde alliacute retoma y precisa aspectos cruciales de su desarrollo intelectual para darle

inteligibilidad al proyecto presentado en el 396 con el cual se identifica En este

sentido debe considerarse su relacioacuten con Ciceroacuten y el recurso al Orator el maacutes

filosoacutefico entre los escritos retoacutericos ciceronianos107 como punto de partida para la

articulacioacuten del libro cuarto Si bien todos los comentaristas resaltan el caraacutecter

ciceroniano de la parte final del De doctrina christiana no se ha abordado de manera

exhaustiva un trabajo sobre las implicaciones de dicho caraacutecter En primer lugar debe

resaltarse que el Agustiacuten de las Retractationes es decir un autor que se preocupa por

recorrer su propia obra matizaacutendola y precisaacutendola en caso de ser necesario

compone el final del libro tercero y la primera parte del libro cuarto del De doctrina

christiana con la intencioacuten de recoger elementos que habiacutean sido fundamentales en

sus antildeos de experiencia Fiel al propoacutesito inicial del 396 Agustiacuten incluye las reglas

107 Acerca de esta cuestioacuten Pierini (1979) ofrece una iluminadora reflexioacuten a partir de los pasajes del Orator 7-10 en los cuales Ciceroacuten expone su concepcioacuten de las ideas platoacutenicas para iniciar su caracterizacioacuten del orador ideal ―Ciceroacuten a partir de la utilizacioacuten de la teoriacutea platoacutenica de las ideas y la comparacioacuten con el artifex que crea basado en un modelo ideal se presenta a siacute mismo como demiurgo del orador ideal (p101)

195

de Ticonio en la parte final de la seccioacuten dedicada al modus inveniendi pues a

manera de una retractatio a la inversa reconoce la influencia que el Liber regularum

habiacutea tenido para su propia comprensioacuten de la Escritura y cuestiones relacionadas con

su eclesiologiacutea Una vez hecho esto procede a ocuparse del modus proferendi y en

consonancia con su formacioacuten retoacuterica presenta las reglas de la retoacuterica cristiana

enmarcadas en una relacioacuten filosoacutefica que recoge no soacutelo los temas abordados en

muchas de sus obras sino su propia experiencia pastoral y lieraria En este sentido

puede afirmarse con Johnson a propoacutesito del Agustiacuten del 426 (1976) que ―su intereacutes

por el significado y el valor de la retoacuterica nunca cesa asiacute el libro que termina al final

de su vida sea un libro que teniacutea que terminarse Eacutel termina su vida asiacute como la

comienza defendiendo la retoacuterica con toda la honestidad y toda la pasioacuten con la que

podiacutea hacerlo (Johnson 1976 p 219)

En lo que concierne al lugar que ocupa Ciceroacuten en el libro cuarto vale la pena

anotar que el recurso a la retoacuterica del Arpinate no puede reducirse a su valor teacutecnico

De hecho los pasajes del Orator que Agustiacuten cita textualmente se hallan inmersos en

un contexto que tiene como trasfondo la intencioacuten ciceroniana de delinear inchoare

las caracteriacutesticas del orador perfecto sobre una base filosoacutefica de clara inspiracioacuten

platoacutenica Asiacute cuando Agustiacuten se propone delinear las caracteriacutesticas del orador ideal

cristiano recurre a su maestro Ciceroacuten y aunque no lo nombra directamente hace una

afirmacioacuten que no se puede dejar pasar desapercibida ―dijo pues un maestro de

elocuencia y dijo la verdad que el orador de tal modo debe hablar que ensentildee

deleite y mueva (IV1227) Si bien los comentaristas se han centrado en el hecho de

que Agustiacuten se refiere indirectamente a Ciceroacuten (Testard 1958 p 297 Hagendahl

1967 p699) lo maacutes notable e indicativo de este pasaje es la atribucioacuten de verdad a

las palabras del romano asiacute mismo reconocido como maestro Con esta afirmacioacuten

Agustiacuten cierra con coherencia el compromiso adquirido treinta antildeos antes y el

proyecto trazado en el Contra Academicos En la buacutesqueda de la verdad a la que

Agustiacuten dedica toda su vida Ciceroacuten y con eacutel la filosofiacutea platoacutenica constituye una

de las herramientas fundamentales para la construccioacuten de su pensamiento La

verdad que es una sola trasciende los liacutemites de la historia y se manifiesta en la

196

creacioacuten y en la Escritura de ahiacute la necesidad de comprenderla y de transmitir lo que

en ella se encuentra El papel que se le otorga al Arpinate en el uacuteltimo libro del De

doctrina christiana debe entenderse como el bautismo de la retoacuterica y la inauguracioacuten

de un proceso de apropiacioacuten que determinaraacute la permanencia de la cultura de la

Antiguumledad en Occidente a traveacutes del cristianismo

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