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1 Quince años de evaluación de sustentabilidad en agroecosistemas de Íberoamérica: señales desde el Programa MESMIS Marta Astier, Luis García-Barrios, Omar Masera y Yankuic Galván-Miyoshi Resumen A pesar de las dos décadas de investigación intensa sobre sustentabilidad, el diseño de marcos de evaluación robustos teóricamente y aplicables a diferentes circunstancias, todavía representa un reto importante. La mayoría de los marcos de evaluación de sustentabilidad (MES) desarrollados son demasiados teóricos para poderse aplicar o son sólo aplicables en casos muy particulares. En este tipo de enfoques la sustentabilidad es concebida de una manera estática, falta integrar de manera efectiva los resultados del conjunto de indicadores utilizados y no se provee de herramientas pedagógicas. Si el concepto de sustentabilidad tiene todavía una oportunidad, aquí argumentamos que los MES deben de ser consistentes teóricamente y los propios actores sociales necesitan tener las herramientas para poder aplicar estos marcos en una práctica común. En este artículo se expone el Programa MESMIS, un esfuerzo coordinado por un grupo de instituciones de México, y se revisan críticamente 29 estudios de caso (EC) de los más de 40 que han aplicado la metodología MESMIS en Íbero América. El enfoque de investigación para la evaluación de sustentabilidad (ES) de dicho programa integra cuatro componentes que se retroalimentan continuamente: a) el marco teórico, b) el marco operativo, c) una serie de EC en donde se aplica el marco operativo y, d) las herramientas pedagógicas que sirven para que los usuarios puedan aplicar el primer y segundo componente en los sistemas socio-ecológicos de sus EC. Palabras clave: evaluación de sustentabilidad, sistemas socio-ecológicos, sistemas alternativos agroecológicos 1. Introducción Cada vez es más común reconocer que las actividades humanas (sociales, economicas, etc.) y el medio ambiente son sistemas acoplados y mutuamente determinados (Gallopin et al 2001). Un sistema socio-ecológico incluye el componente ecológico (y biofísico) y el humano, y puede ir de la escala hogar hasta el planeta (Gallopín et al. 1989). Los sistemas socio-ecológicos (SSE) se conciben como totalidades auto-organizadas (Garcia 1994); organizadas en escalas jerárquicas espaciales y temporales las cuales están en proceso continuo de regulación-transformación (Holling 2001, Gunderson & Holling 2002). Se argumenta que los SSE acoplados en diferentes escales, representan la unidad fundamental del desarrollo sustentable y, por lo tanto, la unidad de análisis escogida (Gallopín 1991, Gallopin et al. 2001). En la práctica, en la aplicación local, regional y nacional, se muestran las dificultades de operacionalizar el axioma de desarrollo sustentable transgeneracional y transescalar planteado el siglo pasado por los diferentes Consejos y Comisiones Intergubernamentales. Varios autores reconocen las discrepancias entre el concepto de desarrollo sustentable en su visión global y su interpretación y aplicación por los grupos sociales en sus perspectivas locales (Kammenvauer 2001). Muchas veces el discurso de sustentabilidad es ambiguo porque se aplica y se maneja a nivel general pero es

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Quince años de evaluación de sustentabilidad en agroecosistemas de Íberoamérica: señales desde el Programa MESMIS

Marta Astier, Luis García-Barrios, Omar Masera y Yankuic Galván-Miyoshi

Resumen A pesar de las dos décadas de investigación intensa sobre sustentabilidad, el diseño de marcos de evaluación robustos teóricamente y aplicables a diferentes circunstancias, todavía representa un reto importante. La mayoría de los marcos de evaluación de sustentabilidad (MES) desarrollados son demasiados teóricos para poderse aplicar o son sólo aplicables en casos muy particulares. En este tipo de enfoques la sustentabilidad es concebida de una manera estática, falta integrar de manera efectiva los resultados del conjunto de indicadores utilizados y no se provee de herramientas pedagógicas. Si el concepto de sustentabilidad tiene todavía una oportunidad, aquí argumentamos que los MES deben de ser consistentes teóricamente y los propios actores sociales necesitan tener las herramientas para poder aplicar estos marcos en una práctica común. En este artículo se expone el Programa MESMIS, un esfuerzo coordinado por un grupo de instituciones de México, y se revisan críticamente 29 estudios de caso (EC) de los más de 40 que han aplicado la metodología MESMIS en Íbero América. El enfoque de investigación para la evaluación de sustentabilidad (ES) de dicho programa integra cuatro componentes que se retroalimentan continuamente: a) el marco teórico, b) el marco operativo, c) una serie de EC en donde se aplica el marco operativo y, d) las herramientas pedagógicas que sirven para que los usuarios puedan aplicar el primer y segundo componente en los sistemas socio-ecológicos de sus EC. Palabras clave: evaluación de sustentabilidad, sistemas socio-ecológicos, sistemas alternativos agroecológicos 1. Introducción Cada vez es más común reconocer que las actividades humanas (sociales, economicas, etc.) y el medio ambiente son sistemas acoplados y mutuamente determinados (Gallopin et al 2001). Un sistema socio-ecológico incluye el componente ecológico (y biofísico) y el humano, y puede ir de la escala hogar hasta el planeta (Gallopín et al. 1989). Los sistemas socio-ecológicos (SSE) se conciben como totalidades auto-organizadas (Garcia 1994); organizadas en escalas jerárquicas espaciales y temporales las cuales están en proceso continuo de regulación-transformación (Holling 2001, Gunderson & Holling 2002). Se argumenta que los SSE acoplados en diferentes escales, representan la unidad fundamental del desarrollo sustentable y, por lo tanto, la unidad de análisis escogida (Gallopín 1991, Gallopin et al. 2001). En la práctica, en la aplicación local, regional y nacional, se muestran las dificultades de operacionalizar el axioma de desarrollo sustentable transgeneracional y transescalar planteado el siglo pasado por los diferentes Consejos y Comisiones Intergubernamentales. Varios autores reconocen las discrepancias entre el concepto de desarrollo sustentable en su visión global y su interpretación y aplicación por los grupos sociales en sus perspectivas locales (Kammenvauer 2001). Muchas veces el discurso de sustentabilidad es ambiguo porque se aplica y se maneja a nivel general pero es

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imposible de aterrizar y poner en la práctica en el contexto de sistemas concretos; por ejemplo, en sistemas agro-forestales en comunidades indígenas. En la última década se desarrolla una teoría bastante detallada sobre sustentabilidad y SSE la cual cada vez se vuelve más sofisticada conforme pasa el tiempo. Sin embargo, los SSE sujetos a transformaciones productivas –y relaciones sociales entre los actores sociales involucrados en su manejo- son complejos. Es muy importante ayudar a la gente a entender la naturaleza dinámica de los atributos de sustentabilidad y poder así enfrentar, con más elementos, las relaciones sinérgicas y de competencia - trade offs - y los conflictos asociados al manejo sustentable de los recursos naturales (García-Barrios et al. 2008). Existen esfuerzos incipientes en esta dirección que están empezando a emerger en la literatura: ligando la teoría con la práctica pero con los propios manejadores del SSE. Se están empezando a documentar esfuerzos internacionales encaminados a la evaluación de la sustentabilidad (ES) o sustainability assessment. Esto se debe a que la ES es un instrumento estratégico porque es holístico y de largo plazo y representa un apoyo clave para la gestión política, para poder elegir y decidir sobre futuras prioridades de desarrollo. Los resultados de procesos de la ES son mucho más relevantes y poderosos cuando se involucran actores sociales de múltiples orígenes (Partidario et al. 2009).Nos llama la atención, por ejemplo, el trabajo sobre irrigación comunal en Marruecos reportado por Dionnet et al (2008) donde la modelación y el juego de roles fueron elementos pedagógicos estratégicos para llevar a cabo dicho proyecto. En este sentido, identificamos todavía un vacío en los esfuerzos para ES en SSE: siendo todavía experiencias top-down y con muy poca validación en EC reales, enfrentándose a retos reales. Argumentamos que para hacer el concepto de sustentabilidad verdaderamente operativo se requiere de: 1) que existan enfoques sistemicos/integrales que permitan aproximarnos y poder entender mejor cómo funcionan y cómo resolver los problemas de los SSE; 2) generar procesos (herramientas pedagógicas) de acompañamiento para entender tanto el concepto de sustentabilidad como todos los pasos implicados en el ejercicio de la evaluación y, 3) que se elimine la brecha entre el discursos y la acción. Hacen falta recomendaciones concretas para mejorar los sistemas de manejo a nivel local que tengan un impacto global. Teniendo este enfoque será mucho más fácil aterrizar y poner en la práctica el discurso de sustentabilidad. La investigación debería dirigirse así simultáneamente al mejor entendimiento de los problemas y a la transformación de los sistemas actuales -i.e., procesos de investigación-acción (o investigación-transformación). El programa Metodología para la Evaluación de Sustentabilidad (MESMIS) lleva quince años haciendo frente los retos planteados anteriormente. En este artículo, por consiguiente, se muestran los últimos avances y resultados de este programa. En la primera sección se compara el marco MESMIS con otros esfuerzos internacionales. Teniendo este contexto como referencia, en la segunda parte se expone el programa integral MESMIS, el cual se expresa a través de cuatro componentes principales. En la tercera sección, se analizan los resultados metodológicos y sobre sustentabilidad que arrojan los estudios de caso (EC) que han aplicado el marco MESMIS.

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2. La evaluación de la sustentabilidad de SSE: los principales retos y esfuerzos internacionales En las últimas dos décadas se han desarrollado diversos marcos metodológicos para medir la sustentabilidad en los SES. Estos constituyen un avance metodológico importante en relación a los esfuerzos tempranos basados en índices de sustentabilidad y listas de indicadores (Galván-Miyoshi et al. 2008). Surgen en respuesta a la necesidad de establecer bases teórico-conceptuales y metodológicas para la derivación de indicadores de sustentabilidad en sistemas de manejo y contextos socioculturales y biofísicos diversos (von Wirén- Lehr 2001). Comúnmente presentan una estructura jerárquica que va de lo general (principios o atributos) a lo particular (indicadores). Los principios están predefinidos, y cada marco propone diferentes aspectos básicos a considerar; mientras que los indicadores son caso-específicos, y se definen tanto en función de un contexto particular como de los principios o los atributos (Galván-Miyoshi et al. 2008).

Algunos marcos se proponen simplemente como evaluaciones de expertos (Stockle et al.1994; Lewandowski et al.1999), con poca posibilidad de retroalimentación por parte de los actores locales u otros grupos de interés como las instituciones de gobierno y las organizaciones sociales. Otros marcos enfatizan la importancia de incorporar en la evaluación a diversos actores sociales (académicos, organizaciones sociales, productores, gobierno), sin embargo trabajan pobremente los aspectos operativos para lograrlo. En las experiencias de aplicación, es frecuente que la participación se incorpore sólo en una de las etapas de evaluación (por ejemplo, en la definición de los objetivos, la selección de indicadores o el análisis de los resultados); sin embargo, es importante recalcar la necesidad de llevar a cabo las diferentes fases de la evaluación de manera participativa. En particular falta trabajo en procesos participativos para la planificación y la toma de decisiones (Galvan-Miyoshi et al.2008). La aplicación en EC es otro aspecto fundamental en las propuestas metodológicas analizadas. Para que la ES sea más que un mero ejercicio académico, se debe poner especial atención en la validación y el desarrollo de las metodologías a través de su puesta en práctica. La aplicabilidad de un marco de evaluación depende de su flexibilidad para adaptarse a diversos sistemas de manejo y capacidades técnicas. Algunos de los marcos son diseñados para sistemas muy específicos y ello limita su replicabilidad en diferentes tipos de sistemas de manejo; por ejemplo, el marco del CIFOR 1 para sistemas forestales, y para sistemas agrícolas los marcos FESLM, Stockle y colaboradores y Lewandowski y colaboradores. El marco MESMIS, por ejemplo, se ha aplicado principalmente en sistemas de manejo de tipo campesino, y ha mostrado una gran flexibilidad para adaptarse a condiciones contrastantes en cuanto a capacidades técnicas, recursos económicos y condiciones biofísicas. Hasta 2007, se registraron más

1 El marco del CIFOR es uno de los más ampliamente utilizados en la evaluación de sistemas forestales, en particular en aquéllos que buscan una certificación. De acuerdo con Spilsbury (2005), un total de 37.1 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo han obtenido la certificación por parte del FSC (Forest Stepwardship Council, por sus siglas en inglés), con base en el uso de criterios e indicadores obtenidos con este marco. Una de sus grandes ventajas la flexibilidad que tiene para adaptarse a sistemas de manejo forestal en condiciones diversas, desde grandes empresas privadas con unidades de manejo forestal del orden de millones de hectáreas de bosque hasta empresas comunales que manejan menos de 100 hectáreas

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de 40 EC, realizados principalmente en Latinoamérica, que abarcan sistemas agrosilvopastoriles, agrícolas y pecuarios (ver Astier et al. 2007, Masera & López-Ridaura 2000, Speelman et al. 2007, 2008). Sin duda, los marcos de evaluación realizaron una contribución importante para operativizar el concepto de sustentabilidad. Sin embargo, aún quedan grandes retos para mejorar los aspectos conceptuales y metodológicos de las ES. En particular, éstos tienen que ver con el grado de involucramiento y participación de los actores en los diferentes estadios del proceso de evaluación pero también en la aplicación, y por lo tanto validación, de estos marcos en casos y situaciones reales de los SES.

Cualquier esfuerzo dirigido a ES de los SSE tendrá que probarse no solo a través del propio ejercicio de la evaluación si no también a través de la validación de la metodología generada en diversos EC y de la generación de capacidades entre sus usuarios. Por lo mismo, el proceso de acompañamiento en las evaluaciones es tan importante como el resultado final de las mismas. Si queremos una evaluación participativa verdadera, la teoría de sistemas dinámicos tiene que construirse en las mentes y en las prácticas cotidianas de los manejadores de los SSE. Ningún marco de evaluación podría hacer este trabajo por si solo; hace falta un programa integral a través del cual se lleve a cabo: 1) la generación del protocolo metodológico; 2) su aplicación en realidades diversas y, 3) el desarrollo de capacidades y del conocimiento sobre sistemas dinámicos entre los usuarios. 3. El Programa MESMIS El Programa MESMIS lo desarrolla un grupo de investigación constituido por varias instituciones académicas.2 Intenta ayudar a resolver varios de los problemas asociados con las ES que se indicaron en la sección anterior. En la Figura 1 se describen los componentes más importantes del programa que consisten en:

a) La investigación en temas emergentes sobre sustentabilidad, la generación de un Marco Teórico que es la base conceptual y sirve de referencia para los otros tres;

b) El Marco Operativo, es el protocolo metodológico que ha sido validado a lo largo de los años a través de su aplicación en un sinnúmero de EC en el sector rural y la posterior sistematización y análisis crítico del conjunto de experiencias generadas. El Marco MESMIS sirve para evaluar, a través de la comparación, el funcionamiento socio-ecológico de sistemas productivos alternativos y de referencia a través de un conjunto de indicadores generados en los primeros pasos metodológicos. El objetivo de la evaluación es el proceso de aprendizaje que se genera en el ejercicio mas que el resultado final de ésta, por eso la participación de los usuarios en todo los pasos es fundamental.

c) Los EC son impulsados por proyectos de desarrollo dirigidos a promover SSE alternativos a escala finca-comunidad en diferentes partes del mundo y bajo diversos contextos socio-económicos.

2 El Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada, el Centro de Investigaciones en Ecosistemas y el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de la Frontera Sur y el Centro de Investigaciones en Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma del Estado de México.

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d) El componente Capacitación del programa sirve para llevar el marco teórico y el marco operativo a los diferentes actores sociales que participan en los EC pero también a otros grupos sociales (estudiantes, miembros de ONGs y organismos gubernamentales) involucrados en la ES. Se hace especial énfasis en generar herramientas pedagógicas diseñadas para facilitar la participación y el entendimiento de los diferentes actores sociales del proceso de ES —desde la definición del concepto, la selección de los indicadores y hasta la discusión de los resultados y alternativas—, para que puedan entender mejor las consecuencias de distintas decisiones de manejo. Por ejemplo, en el tutorial LINDISSIMA se ilustran escenarios de manejo de recursos naturales donde existen diversos actores sociales en conflicto (García-Barrios & Pimm 2008).

FIGURA 1

4. La aplicación del marco MESMIS en estudios de caso Una de las principales preocupaciones del proyecto es la validación del marco MESMIS en una serie de EC, así como la sistematización de las experiencias que se han generado a partir de su aplicación. Desde que el marco se desarrolló ha recibido considerable atención y ha sido aplicado a más de 42 EC en España, Latino América y Estados Unidos de América (Orozco et al. 2009); 12 de estos estudios han sido documentados en libros y artículos (Astier & Hollands 2007, López-Ridaura et al. 2002, Masera & López-Ridaura 2000); otros 30 están publicados en forma de tesis de maestría y doctorado, informes de proyectos y reportes de diversas organizaciones. Speelman et al. (2007) hacen una síntesis de los resultados de 28 EC en cuanto aspectos metodológicos y de sustentabilidad.

Como se mencionó anteriormente, cuando se aplica el marco MESMIS se persiguen dos objetivos al mismo tiempo (1) identificar los aspectos de metodología y manejo en los SSE que necesitan ser mejorados y, (2) analizar los aspectos o variables que alejan o

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acercan a los SSE de ser sistemas más resilientes, confiables, estables, adaptables, equitativos y empoderantes. Es decir, el objetivo central no es la evaluación en si misma si no generar un proceso de monitoreo continuo que le permita al grupo de manejadores y tomadores de decisiones la planeación para el mejoramiento de los SSE.

4.1. Resultados metodológicos Al aplicar el marco MESMIS en diferentes EC, el equipo de trabajo aprende diferentes aspectos sobre la metodología. Varios autores (Astier et al. 2009, Ortiz-Ávila 2008, Speelman et al. 2008) reportan que el marco permite que los usuarios construyan modelos conceptuales sobre sus SSE lo que requiere una intensa colaboración entre los investigadores, los técnicos y las familias campesinas para poder describir la unidad de análisis como un sistema integrado (Ver Foto 1). FOTO 1

En muchos de los diagramas de flujo citados en estos trabajos se observa fácilmente cómo se organiza el sistema familiar en torno a los subsistemas agrícola, forestal, pecuario y sociocultural. Las flechas indican los insumos y los productos que entran y salen de cada subsistema. De esta manera, este paso permite entender el sistema como unidad organizada dependiente de la interacción de múltiples elementos que no pueden estudiarse de manera aislada (Ver Figura 2).

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FIGURA 2

Otro aspecto fundamental de la metodología es la identificación de una serie de indicadores que respondan a los atributos sistémicos pero también a espectos críticos de los SSE (Ver Cuadro 1). Los resultados obtenidos de los indicadores –cualitativos y cuantitativos- se normalizan como en el Cuadro 2 y se integran haciendo un análisis multicriterial (mapas tipo amiba como el que se ilustra en la Figura 3). Estas herramientas visuales sirven para llegar a conclusiones sobre el funcionamiento de los SSE y para que se concreten recomendaciones dirigidas a mejorar el funcionamiento de los SSE en el futuro. CUADRO 1

Atributo Criterio Indicador Productividad Rendimientos por especie

Biomasa cosechada Ingresos brutos Ingresos por producto

vendido Biodiversidad/opciones generación de ingresos

Número de especies útiles y productos

Conservación de suelos Área afectada por el fuego Concentración de oxígeno Concentración de nitritos

Calidad de agua

Transparencia

Estabilidad, resiliencia y adaptabilidad

Estabilidad y adaptabilidad

Número de subsistemas productivos independientes

Regeneración natural Tasa de reemplazo de especies

Auto-suficiencia Insumos internos Número de participantes

Empoderamiento

Participación en el diseño y monitoreo Frecuencia en la asistencia

Equidad Beneficiarios Número por género y edad

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CUADRO 2

FIGURA 3

Las características principales que muestran los 29 EC de Íbero América analizados en Speelman et al. (2007, 2008) son las siguientes: • Incluyen sistemas de producción agrícolas, pecuarios, forestales, así como

complejos sistemas multipropósito de tipo agrosilvopastoril éstos últimos son el grupo más amplio en el conjunto de experiencias revisadas (como los sistemas agro-forestales cafetales de sombra o los agro-silvo-pastoriles como las dehesas de Extremadura) pero el siguiente sistema más común son los comerciales con cultivos como, por ejemplo, las hortalizas de las Chinampas de México o los viñedos en Argentina o Chile). La mayoría de los sistemas son de tipo campesino, caracterizados por una producción de pequeña escala, de subsistencia y organizada en unidades familiares.

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• La mayor parte de los estudios realizaron comparaciones transversales en las que se evalúan dos sistemas con características similares, generalmente ubicados en la misma localidad, pero con estrategias de manejo distintas. En cambio, casi no se realizan estudios longitudinales, es decir las evaluaciones de un mismo sistema a lo largo del tiempo; esto puede deberse a la dificultad de obtener series históricas y de hacer predicciones para los indicadores, así como de capturar los aspectos dinámicos de los sistemas de manejo. El sistema de referencia generalmente constituye un sistema típico de la región, mientras que el sistema alternativo integra prácticas y principios agroecológicos, entre los que se encuentran: la diversificación del sistema de referencia, el mejoramiento de las propiedades del suelo y la reducción en la dependencia de insumos externos.

Organizaciones No Gubernamentales, centros de extensión agronómicos de gobierno y por organizaciones campesinas (por ejemplo, la organización indígena Unión de Ejidos Majomut, en Chiapas).

• La escala espacial que predomina es la comunidad (pueblo, villa o aldea), seguida

por las organizaciones de agricultores y la unidad de producción (o finca) ó parcela.La mayoría de los sistemas alternativos que se avalúan llevan menos de cinco años de haber sido adoptados aunque se encontraron diez EC que llevan más de cinco años.

4.2. Resultados en términos de sustentabilidad Otro objetivo de la ES, cuando se utiliza el marco MESMIS, es identificar los retos en el diseño de sistemas de manejo más sustentables: cuáles son las estrategias de manejo que se están adoptando para enfrentarlos y cuáles son los resultados principales de éstas para alcanzar el manejo sustentable de los SSE. Los principales problemas que afectan la sustentabilidad de los SSE tienen que ver con las condiciones bio-físicas y climáticas desventajosas con las que se inician los proyectos de desarrollo. Muchos de los sistemas productivos vienen de la revolución verde los cuales, paulatinamente, han disminuido su capacidad productiva, incrementando su vulnerabilidad y su dependencia externa (Speelman et al. 2008). En los trabajos donde se analizan los EC se concluye que, en efecto, las innovaciones que se han realizado en los sistemas de manejo de referencia muestran importantes mejoras en aspectos como la productividad, la conservación de sus recursos, el nivel de autosuficiencia y de equidad. Son sistemas multi-funcionales que hacen un uso más integral y eficiente de sus recursos, son más organizados, y las familias que los han incorporado son más participativas (Astier & Hollands, 2007, Astier et al. en preparación, Masera & López-Ridaura, 2000, Speelman et al. 2007). La Figura 4 muestra los resultados del análisis de quince EC, en el que se compara el desempeño del sistema alternativo en relación con el sistema de referencia para cuatro indicadores de sustentabilidad. Arriba de la línea se muestran los casos en los cuales el sistema alternativo presentó mejoras con respecto al sistema de referencia. Se puede apreciar que, aunque las propuestas de manejo alternativas tuvieron un efecto positivo en algunas propiedades —como los rendimientos, los ingresos y la agrodiversidad—,

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para otros fue negativo. Muchos de estos sistemas alternativos se hacen más dependientes de insumos externos en comparación con el sistema de referencia. Aunque los sistemas alternativos son más rentables, su implementación requiere de una inversión inicial alta, debido principalmente a que requieren más trabajo y capacitación, así como nuevos insumos e infraestructura. En el corto plazo, los sistemas alternativos suelen ser menos autosuficientes, requieren de capacidades organizativas mayores y, por lo tanto, son difíciles de adoptar (Astier et al. en preparación). Este fenómeno de relaciones sinérgicas o de competencia entre indicadores de sustentabilidad demuestra la dificultad de implementar de manera directa las alternativas de manejo en sistemas complejos como los sistemas de manejo campesinos, en donde las diferentes actividades y subsistemas están fuertemente interrelacionados. FIGURA 4

5. Conclusiones Una novedad en el Programa MESMIS es la consolidación del componente capacitación con todas sus herramientas diseñadas ex profeso. Se están ya utilizando modelos cualitativos de simulación y herramientas pedagógicas El otro componente del Programa tiene que ver con la aplicación del marco MESMIS en un sinnúmero de EC

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en Íbero América, a lo largo de sus quince años de existencia. Aquí exponemos los retos identificados más importantes: Ha resultado difícil generar un conjunto de indicadores equilibrado en calidad y de cantidad. Es decir, un conjunto de indicadores que pueda medirse, sea manejable para las condiciones locales del proyecto y/o la comunidad de estudio.

Es muy difícil desarrollar estudios longitudinales, de un mismo sistema a lo largo del tiempo, que permitan dar a los sistemas de manejo un seguimiento permanente, o por lo menos en esquemas de más largo plazo. Una escala temporal de largo plazo es inherente al concepto de sustentabilidad y a los atributos y, por lo tanto, es de gran importancia para las ES. La evaluación debe ser vista cada vez más como una película y no como una “fotografía” de los sistemas en un tiempo dado. Hay que garantizar y fortalecer la participación de los productores durante todas las etapas de la evaluación. Sólo mediante la apropiación de cada paso del ciclo de evaluación por parte de los actores locales se podrá implementar el proceso de acción-evaluación como un mecanismo permanente en el diseño de sistemas de manejo más sustentables. La necesidad de incorporar en la toma de decisiones para el mejoramiento de los SSE y la planeación participativa a las relaciones sinérgicas que se presentan entre distintos indicadores cuando se pretenden optimizar de manera simultánea. Los sistemas de manejo analizados en este documento muestran resultados positivos en cuanto a los principios de la sustentabilidad. Sin embargo, si estas propuestas de manejo alternativas no forman parte de programas de carácter gubernamental que acompañen y apoyen dichos procesos, sobre todo en estadios de transición, se corre el peligro de que permanezcan como experiencias excepcionales pero con baja tasa de adopción. Tenemos que lograr un proceso de derivación de indicadores (el esquema jerárquico atributo-criterio de diagnóstico-fortalezas / debilidades-indicador) más sencillo e integrar modelos de toma de decisiones que consideren las relaciones sinérgicas y de competencia entre distintos actores sociales y dimensiones de sustentabilidad.

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6. Leyenda CUADRO 1. Un conjunto de indicadores para evaluar la sustentabilidad de humedales en la Cuenca Alta del Río Lerma, México. La selección de estos indicadores se basa en los atributos de sustentabilidad y en los criterios de diagnóstico propuestos por el marco MESMIS (Adaptada de Móctezuma-Malagón et al., 2008). CUADRO 2. Matriz de resultados de la evaluación en una granja lechera en Northland, NY (Tomado de North y Hewes, 2006). Figura 1. Los cuatro componentes metodológicos del programa MESMIS. Figura 2. Diagrama de flujo de un sistema productivo tipo proveniente de la Asociación de Cafeticultores Orgánicos de Colombia (Tomado de Cárdenas el at.,2006) Figura 3. Gráfica tipo AMIBA de la evaluación de la granja lechera en Northland, NY (Tomada de North y Hewes, 2006). Figura 4. Resultados de los indicadores de los sistemas alternativos comparados con los de referencia en lo estudios de caso MESMIS (Tomada de Speelman et al.,2008). Foto 1. La generación de un modelo de SSE.(Foto Marta Astier) 7. Referencias bibliorgráficas Astier M, Speelman E, Masera OR, González C. En prensa. Sustainability indicators, trends and trade-offs in peasant agroecosystems: analysing fifteen case studies from Latin America. International Journal of Sustainable Agriculture.

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