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Transcript of re · desde la profundidad de sus fundamentos éticos. Y así debe seguir haciéndolo, hilvanando...

elandoVelandoVrereEl Programa Somos Defensores (Programa No Gubernamental de Protección a Defensores de Derechos Humanos – PNGPDDH –) es un espacio de protección adscrito a las ONG: Asociación MINGA; Benposta Nación de Muchachos-Colombia; CINEP y la Comisión Colombiana de Juristas.

Comité DirectivoTito Augusto Gaitán Crespo José Luis Campo RodicioGustavo Gallón Giraldo Mauricio García Durán S.J

EditoraCarolina Aldana García

Fotografías• Portada: Minga Humanitaria Pueblo Indígena Awa, Nariño, marzo de 2009 Foto: Carlos Andrés Guevara• Contraportada: Acompañamiento a Defensores de Agenda Caribe y Víctimas, Albania Guajira, julio de 2009 Foto: Carolina Aldana

Corrección de EstiloMaría del Pilar Hernández Moreno

Diseño y DiagramaciónRicardo Álvarez Gallego - [email protected]

ImpresiónFactoría Gráfica Editores ltda.

Se autoriza la reproducción total o parcial, citando la fuente.

Esta publicación es posible gracias al auspicio de la Unión Europea a través del proyecto: “Garantías y protección para los defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia CRIS 2006/131-828”.

El contenido de esta revista es responsabilidad de sus autores y no compromete a la Unión Europea.

Calle 19 No. 4 -88 oficina 1302Teléfonos: 2813048 – 2814010 www.somosdefensores.org [email protected]á, febrero de 2010

Revista anual para la protecciónde los Derechos Humanos

reVelando es una propuesta de comunicación para sacar a la luz historias, pensamientos, pérdidas, agresiones, resistencias y amparos

3

UNION EUROPEA

La incidencia social de las víctimas ha avanzado y ha tocado limitados espacios sociales

desde la profundidad de sus fundamentos éticos.

Y así debe seguir haciéndolo, hilvanando la dignificación de los restos con la reivindicación

de la historia y de los sueños de las víctimas, a través de monumentos, publicaciones,

conmemoraciones y expresiones multifacéticas de la memoria. Erich Fromm, quien señalaba

con crudeza el mecanismo más eficaz de alienación humana en las sociedades modernas,

que es el miedo al ostracismo, al ser diferentes del rebaño, a pensar a contracorriente del

pensamiento legitimado mediáticamente, señaló al mismo tiempo la raíz de lo que puede

superar ese mecanismo de alienación: el miedo a separarse de los rasgos más valiosos de

la especie humana: su sentido de humanidad y su solidaridad de especie. Ese sentido de

humanidad y esa solidaridad de especie es lo que alimenta nuestra lucha de contracorriente.

Javier Giraldo Moreno, S.J.Bogotá, 2010

Homenaje de Agenda Caribe a exconcejal Jhonny Duitez,San Juan de Betulia, Sucre, agosto de 2009

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elandoVreRevista anual para la protección de los Derechos Humanos

Integrado por:

Programa Somos Defensores - PNGPDDH -

Asociación para la Promoción Social Alternativa - MingaBenposta Nación de Muchachos - Colombia

Centro de Investigación y Educación Popular - CINEPComisión Colombiana de Juristas

Financiada por:

3

Comisión Europea para Colombia

Embajada de Suecia en Colombia

Fastenopfer

Misereor

Christian Aid

Diakonia Suecia

Oxfam G.B.

Amnistía Internacional

Front Line Defensores

Human Rights First

Durante 2009 el trabajo del Programa Somos Defensores fue posible

gracias al apoyo, el acompañamiento y la solidaridad de las siguientes

instituciones y agencias:

Agradecemos especialmente el aporte de la Comisión Europea para

Colombia, proyecto CRIS 2006/131828, que apoyó la publicación de

esta revista.

Contenido

3 -

7 -

15 -

25 -

33 -

38 -

45 -

Presentación: Por un derecho fundamental: El derecho a defender los derechos humanos

Coyuntura: Defender sus derechos es defender tus derechos. Campaña por el Derecho a defender

Coyuntura: El Auto 092 y la desprotección de las mujeres en situación de desplazamiento Corporación Sisma Mujer

El Derecho a Defender: Defender y proteger. Garantías: Saldo en rojo.Techo Común

El Derecho a Defender: ¿Quién es un defensor o defensora de derechos Humanos?Carolina Aldana y Jerry Garavito

Memoria: Yolanda Becerra Vega y la OFP: una fuerza vital que no da marcha atrásCarolina Aldana García

Memoria: Carmelo AgámezMOVICE

Voces regionales: La defensa de los DDHH en el Nororiente colombianoCOMPROMISO

Experiencias de protección: Los Señores de la SelvaCarlos Guevara - Programa

Experiencias de protección: Visibilizar la realidad regionalOXFAM GB

Logros del proyecto Unión Euopea:Resultados ProyectoPROGRAMA SOMOS DEFENSORES

59 -

74 -

80 -

52 -

PresentaciónPresentación

A pesar del contexto adverso, estigmatizante

y altamente violento, los defensores y

defensoras de derechos humanos en Colombia

continúan en su titánica labor por preservar

su vida y defender los derechos de las

comunidades y colectivos a los cuales

pertenecen.

Por un derecho fundamental: El derecho a defender los derechos humanos presentación3

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Defensoras de Derechos Humanos,Ayutla, Guerrero, Mexico, noviembre de 2009

reVelando

Vale la pena aclarar que estas acciones de

agresión no sólo han sido señaladas, denunciadas

y condenadas públicamente por los defensores

de derechos humanos de Colombia;

organizaciones internacionales de derechos

humanos (Anmistia Internacional, Human

Rigths Watch, Human Rigths First, Front Line,

International Crisis Group), gobiernos extranjeros

(Secretaria de Estado de Estados Unidos,

Gobierno Británico, Parlamento Europeo), y

organismos multilaterales de Derechos

Humanos (Relatores especiales de Naciones

Unidas para Ejecuciones Extrajudiciales,

Indígenas, Defensores de derechos humanos, e

Independencia de la Justicia; Comisión

Interamericana de Derechos Humanos) han

recogido juiciosamente las situaciones que

aquejan a los defensores. Estos pronunciamientos

han sido de un valor incomparable para poner

bajo la lupa la situación de Colombia en cuanto

a los derechos humanos y a sus defensores.

Pero aún así, con un panorama tan

poco alentador, son más las

actividades que propenden a

proteger y mantener la vida,

la integridad y la labor de

los defensores en Colombia.

Por ejemplo, gracias al

empoderamiento e impulso

de nuestra vibrante y

compromet ida

sociedad civil,

se puso en

discusión

con el

Tres años han pasado desde el inicio del proyecto

“Garantías y protección para los defensores y

defensoras de derechos humanos en Colombia

CRIS - 2006 / 131828” de la Unión Europea. En

estos tres años, las realidades nacionales e

internacionales han cambiado a niveles casi

impredecibles. Ante esta situación, los defensores

y defensoras de los derechos humanos de

Colombia, han cambiado y adoptado nuevas

estrategias y mecanismos para proteger su vida

y su labor (...)”.

Desafortunadamente a la par de este cambio

positivo, la violencia y los actos de agresión han

cambiado igualmente sus formas y mecanismos

de presión: las declaraciones de estigmatización

pública de altos funcionarios del Gobierno, no

han sido corregidas, a pesar de su disminución;

los esquemas de protección a defensores y líderes

sociales se encuentran en proceso de

privatización; se incrementó la judicialización

infundada basada en falsos testigos o montajes

judiciales; la impunidad en casos de

defensores es total sin mostrar

avances ni pronunciamientos

de la justicia nacional y el mal

uso de la inteligencia estatal

en contra de los hombres y

mujeres que defienden los

derechos humanos se hizo

evidente en la opinión

pública, luego de que los

defensores denunciaran

estas actividades

i legales de l

Estado.

4 Ramiro Orjuela, defensor dederechos humanos, Meta, 2008

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Ramiro Orjuela, defensor dederechos humanos, Meta, 2008

presentación

Gobierno Nacional y con el acompañamiento

de la Comunidad internacional y el PNUD, el

tema de las garantías para la labor de defensa

de derechos humanos en Colombia mediante

la Mesa Nacional de Garantias.

Esta iniciativa de la sociedad civil representada

en las organizaciones de derechos humanos,

contó con el acompañamiento metodológico del

Programa Somos Defensores. En este proceso

se han realizado 11 foros preparatorios con

organizaciones regionales e igual número de

audiencias regionales de garantías. Es importante

aclarar que muchos de estos procesos aún están

en ejecución y no han dado resultados concretos,

pero, también debe recalcarse el trabajo

mancomunado de las organizaciones en las

regiones y su articulación con el nivel nacional

lo que permitió mejores canales de divulgación

y comunicación de intereses, propuestas y

directrices.

Esta y otras experiencias positivas son el objeto

de nuestra edición número 3, que hace un

recorrido por las iniciativas, historias y casos, y

que, en 2009, dieron ejemplo de tenacidad,

entrega, dedicación, y respeto por la defensa de

los derechos humanos en nuestro país.

Iniciando este recorrido, en Coyuntura,

pondremos nuestro lente sobre una gran

iniciativa nacional e internacional que busca

apoyar la labor de los defensores de Colombia;

la Campaña “Por el derecho a defender los

derechos humanos en Colombia”. Esta gran

campaña es conformada por 275 organizaciones

de derechos humanos de 34 países del mundo

5

y coordinada por un equipo impulsor con

representación de organizaciones nacionales e

internacionales, entre ellas el Programa Somos

Defensores. Veremos sus propuestas,

perspectivas, avances y retos para 2010. En este

mismo recorrido, daremos un vistazo al tema

de las garantías a los defensores de derechos

humanos en Colombia y al proceso de

negociación con el Gobierno nacional que

presenta un “Saldo en rojo”, de acuerdo con el

artículo elaborado por las Plataformas del Techo

Común.

También haremos un poco de memoria y

conoceremos dos casos emblemáticos de defensa

de derechos humanos: el de la lideresa Yolanda

Becerra y la tenacidad de las mujeres del

Magdalena Medio para enfrentar a quienes

trataron de “aniquilarlas”. Un poco más hacia el

norte encontraremos el inverosímil caso del

defensor Carmelo Agámez Berrío, detenido en

una cárcel de Sucre, sindicado injustamente de

paramilitarismo, muy a pesar de haber sido

durante años, el principal denunciante de los

excesos y crímenes de los paramilitares en su

natal San Onofre.

En las Voces Regionales, escucharemos la situación

del nororiente colombiano en el artículo

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labor aquí y en cualquier parte del mundo es

necesaria para la construcción de la democracia

y de la paz. Al mismo tiempo es legal y legítima

y, en consecuencia, debe ser apoyada y respetada.

Tres años es muy poco tiempo para cambiar la

realidad, pero es más que suficiente para

diseminar una idea, consolidar un concepto:

proteger la vida de los defensores es preservar

la democracia. Este es uno de los mayores

resultados del proyecto Unión Europea: inspirar

a las organizaciones beneficiarias a continuar, a

pesar de las adversidades, en su justo trabajo

por los derechos humanos, mediante la

protección de su vida y de la de los demás.

elaborado por la Corporación Compromiso, de

Bucaramanga, que describe la difícil situación

de derechos humanos en esta región del país

que se ha convertido en un “laboratorio de la

guerra” y los aportes que las organizaciones

regionales han hecho para contrarrestar este

proyecto de muerte.

Nos adentraremos en las selvas de Nariño y

junto con “Los señores de la selva” (los indígenas

Awá), caminaremos por un pasado salpicado

de tristeza, violencia y muerte que han sabido

enfrentarlos indígenas con la ayuda y protección

ofrecidos de amigos y personas cercanas a esta

comunidad.

Para finalizar presentaremos la recopilación de

las experiencias positivas de visibilización y

divulgación de situaciones críticas en derechos

humanos, como producto de las misiones de

prensa realizadas en 2009. En esta parada,

descrita por la agencia Oxfam Gran Bretaña,

veremos cómo las organizaciones avanzan en

el uso de los medios masivos de comunicación

como una herramienta de protección y

posicionamiento de sus temas en la agenda

informativa y en la opinión pública.

El cierre del proyecto “Garantías y protección para

los defensores y defensoras de derechos humanos en

Colombia CRIS - 2006 / 131828” de la Unión

Europea, arroja resultados altamente

satisfactorios. Si bien las afectaciones a las y los

defensores aún no han sido erradicadas, el trabajo

de la sociedad civil colombiana representado en

las organizaciones de derechos humanos, ha

contribuido a posicionar y dejar claro que esta

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Resguardo indígena, Awá, Nariño.

7 coyuntura

Defendersus derechoses defendertus derechos

Coyuntura

Comunicaciones Campaña. “Por el derecho a defender los derechos humanos en Colombia”

Defendersus derechoses defendertus derechosComunicaciones Campaña. “Por el derecho a defender los derechos humanos en Colombia”

“Si bien reconozco los esfuerzos del Gobierno...para mejorar la situación de los defensores de derechos humanos,

aún queda mucho por hacer para garantizar un entorno seguro y propicio para los defensores de derechos

humanos. A la luz de lo que he visto y oído...puedo concluir que siguen existiendo en Colombia patrones de

hostigamiento y persecución contra los defensores de derechos humanos, y a menudo contra sus familiares…Una

razón central para el clima de inseguridad que viven los defensores está en la estigmatización sistemática a

la que los somete el mismo gobierno.”

Declaración Final Señora Margaret Sekaggya, Relatora

Especial de las Naciones Unidas para defensores/as, en

visita oficial a Colombia, Bogotá, 18 de septiembre 2009.

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8reVelando

Por décadas,

los defensores

y defensoras

de derechos

humanos han

sido objeto de todo

tipo de agresiones. Las

personas que defienden los

derechos humanos y el Estado Social de Derecho

en Colombia han sido siempre víctimas de

señalamientos sistemáticos, amenazas, violencia

sexual, judicializaciones sin fundamento, ataques

violentos y asesinatos perpetrados por todos los

actores del conflicto: paramilitares, guerrillas e

incluso fuerzas del Estado. Así, Colombia

continúa siendo uno de los países donde se

registran más ataques contra los defensores/as

de derechos humanos.

Pero ahora, esta situación ha alcanzado un nuevo

nivel de crisis. En abril de 2009 se hicieron

públicos documentos que demuestran la

existencia de una gigantesca operación de

espionaje ilegal del servicio de inteligencia del

país, el Departamento Administrativo de

Seguridad (DAS), que depende de la Presidencia

de la República, contra aquellas personas que

promueven y defienden los derechos humanos,

con el objetivo, según los responsables, de

“restringir o neutralizar sus acciones”.

El DAS no sólo intercepta ilegalmente llamadas

telefónicas privadas de los defensores(as) de

derechos humanos, también les hace

seguimientos y les toma fotos, a ellos y a sus

familias. Unidades de la Policía y del Ejército

Nacional también usan operaciones de

inteligencia para restringir la labor de los

defensores(as). Esta inteligencia estratégica

vulnera los principios democráticos y constituye

un atentado contra los derechos humanos en

Colombia.

Esta es sólo la más reciente de una larga lista de

prácticas aberrantes entre las que cabe destacar

la parapolítica (la infiltración del Congreso

colombiano por los grupos paramilitares), las

ejecuciones extrajudiciales de civiles a manos

del ejército y los ataques en contra de la Corte

Suprema de Justicia, que ponen en tela de juicio,

si existe, la voluntad política para garantizar el

Estado Social de Derecho y el respeto de los

derechos fundamentales de todos y todas los

colombianos y las colombianas. Muchos de estos

escándalos han sido revelados debido al trabajo

de los defensores(as) en su lucha por la verdad,

la justicia y la paz.

¿Quiénes son los defensores y defensoras de derechos humanos?

Un defensor o una defensora de derechos

humanos es toda persona que, individualmente

o junto con otras, profesionalmente o de forma

voluntaria, y de manera no violenta, promueve

y protege los derechos humanos (civiles,

políticos, económicos, sociales y culturales).

Líderes sindicales, periodistas, académicos,

profesores, artistas, ministros y sacerdotes de

las iglesias, abogados, jueces, miembros de

organizaciones no gubernamentales y de

9 cuyuntura

movimientos sociales, líderes de comunidades

indígenas y afrodescendientes, activistas de los

derechos de las mujeres y de la población LGBT

representantes de las millones de personas

internamente desplazadas en Colombia, todos

y todas son defensores(as) de derechos humanos.

¿Qué significa defender los derechos humanos?

La defensa de los derechos humanos es una

responsabilidad de carácter moral, orientada a

salvar vidas, a prevenir las violaciones graves

de derechos humanos y a evitar que la violencia

permanezca en la impunidad. Los defensores(as)

trabajan para fortalecer el Estado Social de

Derecho y exigen cambios en las políticas del

Gobierno y del Estado.

Los defensores(as) de derechos humanos deben

tener libertad para denunciar violaciones a los

derechos humanos, expresarse

libremente, desarrollar

su labor investigativa

o judicial, resguardar

a las víctimas de la violencia, proteger a la

población civil, exigir el respeto del Derecho

Internacional Humanitario y promover la paz.

Pero hubo un detonante en este camino tortuoso

de persecuciones y amenazas contra los

defensores. El 9 de septiembre de 2008 Juan

Manuel Santos, en ese entonces Ministro de

Defensa, emitió una serie de declaraciones en

las cuales criticaba duramente un informe, que

según el Ministro, publicaría una importante

organización de derechos humanos sobre los

mal llamados Falsos Positivos, y que detrás de

este trabajo estarían miembros del PC3 (Partido

Comunista Clandestino, filial de las Farc).

Esta situación prendió las alarmas de las

organizaciones de derechos humanos en

Colombia y en el mundo, porque el supuesto

documento, mencionado por el ministro, era el

Informe Final de la Misión Internacional de

Observación sobre las Ejecuciones Extrajudiciales

e Impunidad en Colombia, impulsado por

la Coordinación

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Lanzamiento de la campaña “Defender sus derechos, es defender tus derechos” Bogotá, septiembre de 2009

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Colombia - Europa - Estados Unidos (CCEEU),

y se supone que era una investigación

internacional privada, que aún no había sido

terminada. Estas afirmaciones originaron una

serie de suspicacias y dudas de cómo el Ministro

de Defensa y su oficina, obtuvieron dicha

información si era reservada. Meses después

saldría a la luz el escándalo por las

interceptaciones ilegales que ponía en la picota

pública la manera como altos funcionarios del

Estado ordenaban espiar correos electrónicos y

teléfonos de las organizaciones de derechos

humanos.

Las declaraciones del ministro fueron la gota

que rebosó la copa, porque no eran un hecho

aislado, sino que era una etapa más de una

campaña por enlodar la imagen de los defensores

de derechos humanos en Colombia. Ante este

escenario de amenaza y persecución contra los

defensores y defensoras, un grupo significativo

de organizaciones de derechos humanos

nacionales y extranjeras, decidió construir y

promover la campaña Por el derecho a defender

los derechos humanos en Colombia.

Esta campaña reunió, en principio, a más de 150

organizaciones nacionales e internacionales, en

torno a una declaración común y a 15

recomendaciones al Gobierno nacional acerca

de la situación de los defensores con respecto a

cinco temas concretos:

1- Poner fin a la impunidad a violaciones contra

los defensores(as)

La única manera sustantiva de poner fin a las

amenazas, hostigamientos y asesinatos en contra

de defensores(as) de derechos humanos es

realizar investigaciones imparciales para

identificar a los culpables, incluyendo los autores

intelectuales, y llevarlos ante la justicia, enviando

así una clara señal de que la violencia y la

persecución serán castigadas.

2- Poner fin al mal uso de la inteligencia estatal

Existe información difamatoria y falsa sobre

defensores(as) de derechos humanos que ha

sido consignada en los archivos de inteligencia

civil, policial y militar. Esta información es

utilizada para perseguirlos, amenazarlos,

desprestigiarlos, judicializarlos y, en algunos

casos, asesinarlos.

3- Poner fin a los señalamientos sistemáticos

Las declaraciones públicas de altos funcionarios

gubernamentales, incluido el Presidente de la

República, tienden a descalificar la defensa de

los derechos humanos y a señalar a los

defensores(as) como aliados de la guerrilla, lo

que los pone en una situación de mayor riesgo.

coyuntura11

4- Poner fin a las judicializaciones sin

fundamento

En Colombia se viene presentando otra forma

de persecución: las judicializaciones sin

fundamento que suelen sustentarse en falsos

testimonios, pruebas manipuladas e informes

de inteligencia sin ninguna base real y a menudo

conducen a la privación ilegal de la libertad de

los defensores(as).

5- Mejorar de manera estructural los programas

de protección para personas en riesgo

Es importante que el Estado colombiano ofrezca

programas de protección a defensores(as) de

derechos humanos, porque los existentes han

demostrado ser insuficientes e incluso en algunos

casos han sido usados para obtener información

que luego es utilizada en contra de los mismos

defensores(as). Se requiere de una mejora

estructural con participación de los

beneficiarios(as).

Una labor legal y legítima

En los últimos años, ante la opinión pública, la

labor de defensa de los derechos humanos ha

sido conectada de forma perversa, vale la pena

decir, con la actividad insurgente o de oposición

al actual Gobierno. A partir de señalamientos y

demás actividades de estigmatización, la gente

que transita por las calles de las ciudades

colombianas, ha referenciado el tema de derechos

humanos y de sus defensores, como estrategias

para entorpecer los logros del Gobierno Uribe.

Pero lejos de esta segmentada concepción, los

defensores de derechos humanos forman parte

de una sociedad civil colombiana, propositiva,

incluyente, respetuosa de las diferencias y, ante

todo, lejana a la carga ideológica de la

insurgencia, porque por naturaleza, el defensor

de derechos humanos evita cualquier contacto

con las armas o mecanismo de violencia y terror

como manifestación de la posición política y de

la exigencia de los derechos, aferrándose para

tal acción a las vías legales y a las acciones

democráticamente correctas. Esto ha derivado

en que la actividad de defensa de los derechos

humanos en nuestro país sea vista por muchos

sectores como algo casi ilegal, clandestino,

ilegítimo y apátrida. Nada más lejano a la

realidad.

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12reVelando

Es por ello que esta campaña Por el derecho a

defender… pretende, además de generar y

promover cambios estructurales en las

problemáticas que afrontan los defensores, dar

un giro real a la percepción de la opinión pública

nacional e internacional sobre la imagen

tergiversada que existe de los defensores y

defensoras. En este marco se conforma un equipo

de impulso integrado por delegados de

organizaciones nacionales y extranjeras que

lanzan el 9 de septiembre de 2009, el Día Nacional

de los Derechos Humanos (y aprovechando la

visita de la Relatora Especial de Naciones Unidas

para Defensores de DDHH, Señora Margaret

Sekaggya), la campaña Por el derecho a defender

los derechos humanos en Colombia, con el eslogan

“Defender sus derechos, es defender tus

derechos”.

De afuera hacia adentro

Esta campaña empezó con mucha fuerza

fuera del país. Las

organizaciones con

mayor prestigio y peso

internacional apoyaron

l a i n i c i a t i v a y

desarrollaron actividades

desde distintas partes del

planeta en beneficio de

los defensores y

defensoras de Colombia.

Protection International,

Amnesty International,

Human Rights Watch

(HRW), Front Line, Human Rights First, Cristhian

AID, entre muchas otras, convocaron a

organizaciones nacionales a trabajar en la

propuesta de un manifiesto conjunto y unas

recomendaciones puntuales sobre los cinco

temas de campaña.

En Colombia esta campaña cuenta con el apoyo

de la Coordinación Colombia- Europa-Estados

Unidos; la Asamblea Permanente de la Sociedad

Civil por la Paz; Plataforma de derechos

humanos, paz y desarrollo; La Alianza de

organizaciones sociales y afines; el Programa

Somos Defensores; Diálogo Interagencial (Dial);

Plataforma de organizaciones de desarrollo

europeas en Colombia (Podec) y más de 70

organizaciones de derechos humanos de carácter

nacional.

Así las cosas, a febrero de 2010, esta campaña

cuenta con más de 270 organizaciones vinculadas

de Colombia, América Latina, Estados Unidos,

Europa y Australia, y más de 700 personas

inscritas mediante redes

sociales (Facebook,

Twitter, etc.).

El lanzamiento de la

campaña tuvo como

primer nicho de impacto,

la visita de la Relatora

Especial de la ONU,

S e ñ o r a M a r g a r e t

Sekaggya. Un logro

importante de este

evento puntual fue la

inclusión, en el informeFoto

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Señora Margaret Sekaggya, Relatora Especial para Defensores (as) de la ONU

13 coyuntura

preliminar y en el informe final de la visita, los

cinco temas de campaña, en torno a los cuales

giraron las apreciaciones de la Relatora.

Luego de esta visita, la campaña se difundió

internacionalmente en Ginebra (Suiza), Madrid

y Barcelona (España), Bruselas (Bélgica), Londres

(Reino Unido), Dublín (Irlanda) y Washington

D.C. (Estados Unidos). Estos eventos contaron

con la participación de organizaciones suscritas

a la campaña en el exterior, representantes de

instituciones nacionales y autoridades de

gobiernos locales, como el de Washington donde

se realizó una audiencia especial del Congreso

estadounidense para el tema de defensores en

Colombia o en Londres donde participó y apoyó

el Canciller Británico, David Miliband.

En Colombia se lanzó en las principales ciudades

del país y tuvo una gran acogida de las

organizaciones defensoras de los derechos

humanos y de la comunidad internacional.

Situación contraria se presentó con los gobiernos

locales, regionales y del nivel nacional, que si

bien respetaron la iniciativa, tomaron distancia

y, en muchos casos, mostraron apatía por el

tema y por la intención de la campaña.

Visión hacia el futuro

Por el derecho a defender… ha logrado significativos

avances mediante una convocatoria, bajo un

mismo mensaje y propósito, a la diversidad de

organizaciones nacionales y extranjeras. De igual

forma, ha impulsado el posicionamiento en los

medios de comunicación, de los temas de

campaña involucrando a distintos sectores que

tradicionalmente no participan en espacios

provenientes de las organizaciones sociales en

la defensa y lucha por los derechos humanos en

Colombia, como la iglesia, la academia, las

agremiaciones, los medios masivos y alternativos

de comunicación, entre otros.

Para la campaña es importante

promover la idea de que la

problemática de los defensores

afecta directamente a todos los

ciudadanos del país, porque al

atacar o restringir las actividades

de estos trabajadores de la paz,

Plataforma de Dublin, Front Line D e f e n d e r s , febrero de 2009

la justicia y la verdad en Colombia, se perturba

la salvaguarda y capacidad de reclamar el goce

efectivo de los derechos humanos. Por ello el

lema: “Defender TUS derechos, es, defender

SUS derechos”.

En 2010, entre otros temas de importancia, la

campaña abordará la contienda electoral,

involucrando a los posibles candidatos a

corporaciones públicas, en la discusión sobre

temas relacionados con derechos humanos y

garantías a los defensores en Colombia, buscando

incidir positivamente en las políticas públicas

que desarrollen los ganadores a favor de los

defensores.

También, la campaña trabajará con mayor fuerza

en el ámbito regional apoyando los procesos

locales y regionales de defensa de los derechos

humanos, siempre con un claro derrotero

marcado por el Artículo 1 de la Declaración de

las Naciones Unidas sobre Defensores (as) de

Derechos Humanos de Diciembre 1998 el cual

señala que: “Toda persona tiene derecho,

individual o colectivamente, a promover y

procurar la protección y realización de los

derechos humanos y las libertades

fundamentales en los planos nacional e

internacional”. En ese orden de ideas, la campaña

elimina clasificaciones de los defensores de

derechos humanos, universaliza el concepto e

insta a otros líderes y luchadores de derechos a

que se reconozcan como defensores de los

derechos humanos de los colombianos y las

colombianas.

La defensa de los derechos humanos en

Colombia es una actividad legal y legitima que

se encuentra bajo amenaza. En muchos casos es

riesgosa a tal punto que puede significar la

muerte en algunos contextos. Es responsabilidad

de cada colombiano proteger y apoyar esta labor

que, en últimas, sólo pretende defender lo que

otros no pueden, no se atreven o sencillamente,

no quieren defender.

Ayúdenos a defenderla, entérese y únase a la

campaña: www.colombiadefensores.org o al

correo: [email protected]

reVelando 14

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M o v i l i z a c i ó n e s t u d i a n t i l , Bogotá, 2007

coyuntura15

El Auto 092 y la desprotección de las mujeres en situación de desplazamiento

Sisma Mujer

Luego de los pronunciamientos de la Corte

Constitucional en los que se le exige al gobierno un

cambio profundo para proteger a las mujeres

desplazadas, las condiciones no mejoran y por el

contrario se agravan. El Estado colombiano ha

incumplido ampliamente las órdenes de la Corte; y

los actores armados han vuelto a hacer blanco de sus

amenazas y ataques a las lideresas de la población en

situación de desplazamiento. Este análisis de la

organización SISMA MUJER para la revista

reVelando aborda una estricta revisión de los

incumplimientos gubernamentales y de la

crítica situación de las mujeres.

El Auto 092 y la desprotección de las mujeres en situación de desplazamiento

CoyunturaFo

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16reVelando

De los casi cuatro millones de personas

reconocidas oficialmente como desplazadas en

Colombia, cerca del 70% son mujeres, niños y

niñas. El desplazamiento forzado afecta de

manera desproporcionada a las mujeres quienes

en razón de la histórica discriminación de la que

son víctimas, ven exacerbadas las violaciones

a sus derechos humanos y están expuestas a

mayores riesgos en el marco del conflicto

armado. Por ejemplo, de los hogares desplazados

con jefatura femenina, el 86% tiene ingresos por

debajo de la línea de indigencia1, el 64% de las

mujeres desplazadas por el conflicto armado ha

sido objeto de toda clase de intimidaciones, el

18.3% de violencia física y el 3.7% de violencia

sexual2.

De manera expresa el Auto 092 de 2008 proferido

por la Corte Constitucional colombiana constata

que “la situación de las mujeres, jóvenes, niñas y

adultas mayores desplazadas por el conflicto armado

en Colombia constituye una de las manifestaciones

más críticas del estado de cosas inconstitucional

declarado en la Sentencia T-025 de 2004, por ser

sujetos de protección constitucional múltiple y

reforzada cuyos derechos están siendo vulnerados en

forma sistemática, extendida y masiva a lo largo de

todo el territorio nacional”. La Corte también

expresa en esta providencia que “la respuesta

estatal ha sido manifiestamente insuficiente para hacer

frente a sus deberes constitucionales en el área, y que

los elementos existentes de la política pública de

atención al desplazamiento forzado dejan vacíos

críticos que resultan en una situación de total

desamparo de las mujeres desplazadas ante las

autoridades obligadas a protegerlas”.

Es preciso recordar que la Corte Constitucional,

específicamente en el ámbito de las políticas

públicas para las mujeres en situación de

desplazamiento, profirió varios tipos de órdenes:

i. La creación de 13 programas específicos para

colmar los vacíos existentes en la política pública

para la atención del desplazamiento forzado

desde la perspectiva de los derechos de las

mujeres, ii. El establecimiento de dos

presunciones constitucionales que amparan a

las mujeres desplazadas, y, iii. La adopción de

órdenes individuales de protección concreta

para seiscientas (600) mujeres desplazadas en

todo el país.

Adicionalmente, la Corte Constitucional incluye

en el Auto 092 de 2008, una orden dirigida al

Fiscal General de la Nación con el fin de

comunicarle y solicitar investigación de

numerosos relatos de crímenes sexuales

cometidos en el marco del conflicto armado

Siembra y Canto, Plaza de Bolívar, julio de 2007Fo

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17 coyuntura

interno colombiano, tema que no será abordado

en el presente informe.

A pesar de las reiteradas órdenes y

recomendaciones de diferentes instancias al

Gobierno colombiano que pretenden incorporar

el enfoque diferencial de género en las políticas

públicas de atención al desplazamiento forzado,

aún existe un vacío crítico reconocido por la

Corte Constitucional y la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos en este

sentido.

Valoración sobre el cumplimiento del

Gobierno nacional a las órdenes del Auto 092

de 2008

La realidad de las víctimas del desplazamiento

forzado en Colombia es que no se han adoptado

las medidas necesarias para cumplir las órdenes

impartidas al Gobierno colombiano en torno a

las garantías de protección y goce efectivo de

los derechos de las mujeres en esta situación.

Se ha insistido -y la Corte Constitucional así lo

ha reconocido- sobre el incumplimiento de las

órdenes proferidas mediante el Auto 092 de 2008

para colmar los vacíos críticos de la política para

la atención del desplazamiento forzado desde

la perspectiva de los derechos de las mujeres.

Si bien el Gobierno nacional ha avanzado en el

diseño de los programas específicos para las

mujeres desplazadas se deben señalar algunas

de las falencias presentadas en la respuesta

gubernamental para este proceso: el Gobierno

no acató los plazos decretados mediante el Auto

092 de 2008 para cumplir las órdenes de creación

e implementación de los 13 programas, y solo

en razón de un nuevo pronunciamiento de la

Corte Constitucional -Auto 237 de 2008-, avanzó

parcialmente en el diseño que fue presentado

en el mes de diciembre de 2008.

Asimismo, el Gobierno no impulsó un proceso

participativo de la sociedad civil en el diseño de

los programas y -solo con ocasión del Auto 237-

citó a las organizaciones de mujeres, de derechos

humanos, de mujeres desplazadas y organismos

internacionales a jornadas de socialización de

los avances en la materia.

Otra de las debilidades del proceso de diseño

es la precariedad en la incorporación -en los

programas diseñados- de los Lineamientos para

un Plan Integral de prevención y protección del

desplazamiento forzado sobre las mujeres colombianas

adoptados formalmente por la Corte

Constitucional como los elementos mínimos

que debían ser incluidos en los programas

gubernamentales.

Adicionalmente, los programas diseñados y

socializados en los diferentes documentos de

Gobierno carecen de una descripción detallada

y efectiva de los criterios mínimos de

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18reVelando

racionalidad exigidos por la Corte Constitucional,

situación que impide una valoración objetiva

de la oportunidad y pertinencia de los contenidos

de cada uno de los programas para atender y

proteger los derechos de las mujeres víctimas

de desplazamiento forzado en Colombia.

De los documentos de Gobierno se deducen

avances poco significativos en relación con el

proceso de implementación de los 13 programas

y específicamente en el campo de la planeación

y el fortalecimiento de las capacidades

institucionales que distan considerablemente de

acciones concretas para la protección de los

derechos fundamentales de las mujeres en

situación de desplazamiento. Los informes se

refieren a la elaboración de manuales

operativos, la contratación y capacitación

de funcionarios, el diseño de materiales de

difusión, la socialización de los contenidos

de los programas ante funcionarios y

mujeres desplazadas beneficiarias

de órdenes individuales de

protección y la formalización

de convenios, entre otras

acciones, que no conducen

a la superación de los vacíos

críticos de género en la

política pública de

a t e n c i ó n a l

d e s p l a z a m i e n t o

forzado.

I g u a l m e n t e , e l

Gobierno colombiano

sigue definiendo como

un reto, los temas de

“Implementación de los programas con apoyo y

concurrencia de las entidades territoriales” y “La

articulación de los 13 programas alrededor de una

estrategia integral que permita establecer

procedimientos, protocolos y mecanismos de

interconexión entre los programas”3.

El Gobierno nacional continúa reportando

acciones que ni siquiera están dirigidas de

manera específica a las mujeres en situación de

desplazamiento o que no aportan a la superación

de las facetas identificadas por la Corte para las

mujeres víctimas de este delito4.

Respecto a la orden impartida por la Corte

Constitucional en materia de

aplicación las presunciones

c o n s t i t u c i o n a l e s d e

i.Vulnerabilidad acentuada de

las mujeres desplazadas para

efectos de su acceso a los

distintos componentes del

SNAIPD y ii. Prórroga

automática de la ayuda

h u m a n i t a r i a d e

emergencia a favor de las

mujeres desplazadas,

hasta que se compruebe

la autosuficiencia integral

y en condiciones de

dignidad de cada mujer, es

preciso advertir que el

Gobierno ha reconocido “la

débil capacidad institucional

para dar respuesta a las

diferentes órdenes dadas por la

Corte Constitucional en esta

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19 coyuntura

materia, en especial aquellas referentes a la presunción

de la continuidad de la entrega de AHE para mujeres,

afrocolombianos y discapacitados”5.

En audiencia del 10 de julio de 2009, el Consejero

Presidencial para la Acción Social y la

Cooperación Internacional expresó la

imposibilidad del Gobierno colombiano de dar

cumplimiento a la presunción constitucional de

prórroga automática de la AHE aduciendo

razones presupuestales que conducirían al cierre

del Programa Familias en Acción para garantizar

los recursos necesarios para hacer efectiva dicha

orden.

Finalmente, respecto a las órdenes individuales

de protección a mujeres en situación de

desplazamiento cuyos casos fueron remitidos y

valorados por la Corte Constitucional en razón

de las múltiples violaciones a sus derechos se

deben reconocer los esfuerzos del Gobierno

colombiano para identificar y ubicar a las mujeres

beneficiarias. Sin embargo, aún es precario el

cumplimiento en las garantías de protección

integral a las mujeres con órdenes concretas e

individuales, en tanto que los programas

destinados a superar los vacíos críticos para la

defensa de sus derechos no se están

desarrollando y el Gobierno -según lo ha

expresado- se encuentra en el proceso de

valoración integral de las mujeres desplazadas

para orientar y articular la intervención

institucional, situación que ha dilatado la

posibilidad de que ellas accedan de manera

efectiva a la atención del Estado y sus derechos

sean privilegiados de manera oportuna.

El reiterado incumplimiento del Gobierno,

ante las órdenes decretadas por la Corte

Constitucional, ha contribuido a mantener y a

reforzar la afectación desproporcionada del

conflicto armado interno sobre los derechos de

las mujeres en Colombia.

Luego de la reiteración que hiciera la Corte

Constitucional de la gravedad de las violaciones

a los derechos humanos de las mujeres en

situación de desplazamiento forzado concluimos:

i. La persistencia del estado inconstitucional de

cosas en materia de desplazamiento forzado

reflejado de manera especial en el impacto

desproporcionado que este delito sigue

generando en la vida de las mujeres, ii. La

ausencia de avances efectivos del Gobierno para

colmar los vacíos existentes en la política pública

para la atención del desplazamiento forzado

desde la perspectiva de los derechos de las

mujeres y iii. La agudización de las graves

amenazas y ataques en contra de las mujeres en

situación de desplazamiento que se han

visibilizado en razón del liderazgo para la

exigibilidad de sus derechos.

Persistencia de las situaciones de

hostigamiento, amenazas y ataques contra las

mujeres lideresas y defensoras de sus derechos

humanos

En el segundo semestre de 2009 se registra un

incremento en las amenazas, ataques y

hostigamientos en contra de las mujeres y las

organizaciones defensoras de sus derechos

humanos en Colombia en diferentes regiones

del país mayoritariamente bajo la

20reVelando

responsabilidad de presuntos paramilitares, de

manera particular, el grupo Águilas Negras.

Según el Observatorio de derechos humanos de

las mujeres en Colombia y algunas

organizaciones y lideresas de la Mesa Nacional

de Fortalecimiento a Organizaciones de

Población Desplazada en cinco regiones del país,

al menos 36 mujeres han sido amenazadas,

cuatro fueron asesinadas, de las cuales una de

ellas fue víctima, antes de su muerte, de tortura

y violación. A dos lideresas les han asesinado a

sus hijos y a una más a su esposo; tres mujeres

han sido víctimas de violación sexual y una más

ha sido agredida físicamente.

Son una constante los hostigamientos y

persecuciones en todas las regiones y en algunos

casos esta situación ha derivado en nuevos

desplazamientos. También las organizaciones

acompañantes de los procesos de las mujeres

han sido intimidadas, entre ellas, la Corporación

Jurídica Yira Castro, Ecomujer (Cundinamarca),

Taller Abierto (Valle) y la Corporación Sisma

Mujer (nacional). Las tres primeras hacen parte

de la Red Nacional de Mujeres y las dos últimas

del Observatorio de Derechos Humanos de las

Mujeres.

En el contexto del reconocimiento de los riesgos

que enfrentan las mujeres en el marco del

conflicto armado, la Corte Constitucional ha

constatado cómo, por las dinámicas mismas que

tiene la confrontación, la pertenencia a

organizaciones sociales y el ejercicio

del liderazgo constituyen

factores de riesgo para la vida,

integridad personal y seguridad de las mujeres

en múltiples regiones del país y ha afirmado

que estas situaciones activan las obligaciones

estatales que se derivan de los deberes de (i) Proteger

la vida y la integridad personal de las personas en

riesgo, (ii) Combatir la violencia contra la mujer, y

(iii) Eliminar la discriminación contra la mujer en la

vida política y pública del país -garantizando, entre

otras, el derecho de las mujeres en igualdad de

condiciones con los hombres a “participar en la

formulación de las políticas gubernamentales y en su

ejecución”, así como a “participar en organizaciones

y en asociaciones no gubernamentales que se ocupen

de la vida pública y política del país”. (Convención

para la eliminación de todas las formas de

discriminación contra la mujer, Art. 7)-.6

Uno de los riesgos que detectó la Corte, ligado

a la condición femenina en el conflicto armado,

fue el derivado de la pertenencia

a organizaciones sociales y

comunitarias de mujeres o

de sus labores de

liderazgo y promoción

de los derechos

humanos en zonas

afectadas por el

conflicto armado. Al

respecto señaló:

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21 coyuntura

“Las mujeres colombianas que adquieren

visibilidad pública por sus labores como líderes

o promotoras sociales, cívicas o de los derechos

humanos, están expuestas, como lo están los

hombres que adquieren tal visibilidad, a la

violencia propia del conflicto armado que se

desarrolla en nuestro país, y como tal sufren actos

criminales de esta índole. Sin embargo, en los

últimos años ha habido una alarma creciente

entre las entidades nacionales e internacionales

que protegen los derechos humanos, sobre el

incremento en la incidencia de crímenes de

naturaleza socio-política contra mujeres líderes

en el marco del conflicto armado, y dentro del

grupo de mujeres víctimas, contra las líderes

sociales y sindicales, defensoras de derechos y

representantes de organizaciones políticas, cívicas,

comunitarias y económicas (…)”.

Ausencia de una respuesta institucional

oportuna

Para hacer frente a esta situación, y luego de

constatar los vacíos en la política pública de

atención a la población desplazada, se ordenó

al Gobierno nacional adoptar un “Programa de

promoción de la participación de la mujer desplazada

y de prevención de la violencia contra las mujeres

líderes o que adquieran visibilidad pública por sus

labores de promoción social, cívica o de los derechos

humanos”.

Este programa al igual que los demás debe

cumplir con los criterios de racionalidad mínima

que son esbozados en el mismo Auto, y con el

enfoque de derechos consolidado en la

jurisprudencia de la Corte Constitucional, de

manera que debe responder adecuadamente a

los contenidos de los derechos involucrados, en

este caso los derechos a la vida, la integridad

física, la seguridad personal y la participación.

Si bien la orden contemplada en el Auto 092/08

fue la creación de un programa específico

dirigido a la “Promoción de la participación de la

mujer desplazada y la prevención de la violencia

contra las mujeres líderes o que adquieran visibilidad

pública por sus labores de promoción social, cívica o

de los derechos humano”, el Gobierno no ha

cumplido con tal compromiso.

La respuesta institucional del Gobierno a los

requerimientos de las mujeres en esta materia

se están tramitando por medio del único

programa estatal existente para la atención de

los líderes y lideresas de la población desplazada

que son víctimas de amenazas: el Programa de

Protección de Derechos Humanos del Ministerio

del Interior, reglamentado por el Decreto 2816

de 2006.

Este programa, que no fue creado pensando en

las especificidades propias de atención que

requieren las mujeres y que no ha sido objeto

Mujeres Wayuú, Albania, Guajira, 2009

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22reVelando

de una evaluación de sus componentes en

materia de género es, actualmente, la respuesta

institucional brindada a las lideresas de la

población desplazada víctimas de coacción,

ataques, agresiones e incluso de violencia sexual.

Aunque este no es el programa ordenado por

la Corte, brevemente evaluaremos si se ajusta a

las reglas que la jurisprudencia ha definido como

los criterios a partir de los cuales es posible

determinar si el Estado está cumpliendo

satisfactoriamente con el deber de protección

de los derechos, o si por el contrario, está

quebrantando el mandato constitucional y las

obligaciones internacionales en materia de

protección.

La jurisprudencia constitucional ha indicado

que las medidas estatales para la atención de las

mujeres en situación de desplazamiento deben

adecuarse a unos criterios de racionalidad

mínima, generalizables para todos los programas

dirigidos a esta población. Pero así mismo, la

Corte ha establecido una serie de principios

específicos que deben observarse en el diseño

de una estrategia de protección. Estos son8:

“(i) Deber de identificación del riesgo.

(ii) Especificidad y exhaustividad en la

valoración del riesgo y de los factores

que lo generan.

(iii) Oportunidad en la respuesta.

(iv) Adecuación de la respuesta a las

circunstancias.

(v) Actualización del estudio de riesgo

(evaluación periódica).

(vi) Prohibición a la administración de

generar riesgos extraordinarios (no

perjudicar).

(vii) Capacitación de los encargados de

operar el programa.

(viii) Incorporación al programa de expertos

en experiencias traumáticas y asesores

sicológicos.

(ix) Información adecuada.

(x) Logística segura.

(xi) Garantía de atención de necesidades

básicas”.

A la luz de los anteriores principios es posible

evaluar el funcionamiento del Programa de

Protección de Derechos Humanos del Ministerio

del Interior que, como se mencionó antes, es la

única oferta vigente del Estado para atender a

las lideresas de la población desplazada. Algunos

de los aspectos para resaltar son:

a. El Programa de Protección dirigido a líderes

de la población desplazada no atiende el

principio de especificidad en la valoración

de los riesgos y los factores que lo generan,

porque no incorpora un enfoque diferencial

de género ni los subenfoques de pertenencia

étnica, edad y discapacidad.

b. El principio de oportunidad en la respuesta

aparece también seriamente debilitado,

porque los términos en los cuales se realizan

los trámites y el estudio de riesgo que

culmina con la inclusión de las mujeres en

el programa son excesivos. Esto a pesar de

que el Artículo 14 del Decreto 2818 de 2006

dispone que “los estudios técnicos de nivel

de riesgo o grado de amenaza deberán

realizarse a más tardar dentro de los quince

(15) días siguientes a la fecha de recibo de

la solicitud elevada por el Programa de

Protección de Derechos Humanos del

Ministerio del Interior y de Justicia”. En

tales condiciones no hay mecanismos para

reaccionar de manera inmediata ante los

peligros que en muchos casos son

inminentes.

c. El principio de adecuación de la respuesta

tampoco se satisface si se tiene en cuenta

que no existe un tratamiento diferencial,

que considere los riesgos derivados de la

actividad de liderazgo y defensa de los

derechos que afectan a las mujeres, con

respecto a los varones y que generalmente

están estrechamente ligados a los de sus

hijos e hijas, que suelen también ser blanco

de amenazas de los actores armados, en el

entendido de que en su condición de

madres este es un elemento que las hace

más vulnerables.

d. En cuanto a las acciones de capacitación es

claro que no hay ningún tipo de

sensibilización de los funcionarios que

realizan los informes de riesgo y demás,

que tienen el trato personal con las mujeres.

En algunos casos, los encargados de las

entrevistas han sido irrespetuosos con ellas,

al punto de cuestionar por ejemplo sus

horas de salida y llegada a la casa, bajo

concepciones propias del modelo patriarcal

que no tolera su autonomía e

independencia. Los informes de riesgo

terminan desconociendo de manera

infundada su condición de lideresas porque

se les evalúa de manera arbitraria. Esta es

una demostración de la falta de precisión

en los análisis y valoraciones que se hacen

sobre la situación de las mujeres.

e. Varias de las mujeres que en algún momento

han sido beneficiarias del Programa de

Protección reportan demoras e

incumplimientos en las fechas estipuladas

para los pagos de los subsidios o apoyos

económicos que se otorgan, lo que les afecta

en cuanto a la atención de sus necesidades

básicas y ocasiona la distorsión de sus

actividades de liderazgo.

f. El componente de atención psicosocial

dentro del Programa de Protección. A pesar

de las graves afectaciones que producen

en la vida de las mujeres las amenazas y

ataques directos, lo mismo que respecto

de sus hijos y esposos o compañeros, no

hay información que dé cuenta de la

incorporación a las estrategias de protección

de expertos al manejo de los traumas

derivados del miedo y la zozobra

generados por las amenazas, de las

consecuencias que deja la violencia sexual

y de todas las demás afectaciones

psicológicas que padecen las mujeres y sus

familias, como trastornos del sueño,

paranoia y ansiedad, entre otros.

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1 Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado. Séptimo informe de verificación sobre el cumplimiento de derechos de la población desplazada. Bogotá, 30 de octubre de 2008.

2 Ojeda, Gabriel; Murad, Rocío. Salud Sexual y Reproductiva en zonas marginadas. Situación de las mujeres desplazadas 2005. Profamilia. Bogotá, junio de 2006.

3 Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada (SNAIPD). Informe del Gobierno Nacional sobre los avances en el cumplimiento de la Sentencia T-025 y sus autos de seguimiento. 30 de junio de 2009.

4 Se pueden verificar algunos ejemplos en los documentos de socialización de los programas para la protección de los derechos fundamentales de las mujeres víctimas del desplazamiento forzado interno en Colombia, que circularon entre diferentes organizaciones de mujeres en situación de desplazamiento y promotoras de sus derechos el pasado 5 de agosto. En la fase de sensibilización del Programa de abordaje psicosocial y salud mental se hace referencia, dentro de la población atendida, a hombres y mujeres, desplazados y vulnerables. En el marco del programa de promoción y participación de la mujer desplazada y de prevención de la violencia sociopolítica contra las mujeres líderes, las entidades responsables del programa (Acción Social y Ministerio del Interior y de Justicia) reconocen que éste se fundamenta en el trabajo que desarrolla Acción Social desde 2005 que busca fortalecer los espacios de interlocución y consulta con organizaciones de población desplazada, sin atribuir ninguna especificidad derivada de los riesgos y facetas identificados en el Auto 092 de 2008.En la audiencia de rendición de cuentas de Acción Social, realizada el 10 de julio de 2009, el presidente de la Corte Constitucional, señaló a propósito de este tema, que “hasta ahora toda la información presentada habla de propósitos futuros concentrados principalmente en la identificación de obstáculos, muchos de ellos ya diagnosticados desde el año 2004; el diseño de instrumentos, la presentación de lineamientos de manera verdaderamente vaga y la conformación de diferentes grupos de trabajo que están abordando de manera separada cada tema”. Ver:http://www.codhes.org/images/stories/pdf/relatoria%2010%20julio%2009.pdf

5 Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada (SNAIPD). Informe del Gobierno Nacional sobre los avances en el cumplimiento de la Sentencia T-025 y sus autos de seguimiento. 30 de junio de 2009.

6 Auto 092/08, fundamento IV.B.4.2.11.

7 Se incluye aquí el derecho a la seguridad personal puesto que como lo ha señalado la jurisprudencia constitucional “en el contexto colombiano este es un derecho fundamental de los individuos. Con base en él, pueden exigir, en determinadas condiciones, medidas específicas de protección de las autoridades, con el objetivo de prevenir la materialización de cierto tipo de riesgos extraordinarios contra su vida o integridad personal, que no tienen el deber jurídico de soportar, y que las autoridades pueden conjurar o mitigar”. Sentencia T-713 de 2003.

8 Sentencia T-496 de 2008, M.P. Jorge Córdoba Triviño, fundamento 8.1.3. Aunque estos criterios han sido desarrollados en el ámbito específico de la protección de las víctimas en los procesos penales, consideramos que los componentes que lo integran son perfectamente extrapolables a otro tipo de programas de protección, como el que nos ocupa.

Conclusión

Estas intimidaciones y ataques obedecen al

empoderamiento de las mujeres considerado

subversor del orden, en una sociedad

profundamente discriminatoria en razón del

género y que atraviesa un conflicto armado que

profundiza y agrava esa y otras arbitrariedades.

En efecto, la expansión de este poder de las

mujeres lideresas de la población desplazada y

de las organizaciones defensoras de sus derechos

que las acompañan, se ha hecho más visible a

partir de los procesos de exigibilidad de derechos

fortalecidos con los pronunciamientos de la

Corte Constitucional, en particular el Auto 092

de 2008, que ordena al Gobierno nacional tomar

medidas ante los impactos desproporcionados

del conflicto armado sobre las mujeres.

Esto ha generado una cruel paradoja, expresada

en que, por un lado los contenidos del Auto 092

de 2008 suministraron a las mujeres un marco

normativo específico para la exigibilidad de sus

derechos y favorecieron su posicionamiento en

los procesos de control de las políticas públicas

locales, mientras que simultáneamente este

mismo trabajo en defensa de sus derechos, las

ha hecho más visibles y vulnerables a las

coacciones y ataques de quienes obstruyen y

persiguen el ejercicio de la defensa de los

derechos humanos en Colombia.

reVelando 24

Nada ha sido más prioritario para las Plataformas de Derechos Humanos y Paz en los últimos

años que el diálogo y la interlocución con el Gobierno y las distintas ramas del Estado. En el centro

de esta determinación se encuentra el convencimiento genuino de que la dramática situación de

derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario que vive el país pasa necesariamente

por la concreción de estos en una política pública de Estado.

El Derecho a defender

Techo Común1

Defender y proteger. Garantías: saldo en rojo.

Techo Común1

Defender y proteger. Garantías: saldo en rojo.

25 derecho adefender

Albania, Guajira, julio de 2009

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26reVelando

El Proceso Nacional de Garantías, iniciado

formalmente en 2009, derivado de los

requerimientos de garantías para el pleno

ejercicio de la labor de defensa de los derechos

humanos2, presentada por las Plataformas de

derechos humanos y paz, al Gobierno y a las

entidades estatales en noviembre de 2008, ha

logrado poner en el centro de la agenda nacional

y territorial la necesidad de ofrecer seguridad a

quienes se dedican a la tarea de defender los

derechos humanos, como elementos sustantivos

de la democracia y la paz.

En consecuencia, valoramos la voluntad de

interlocución del gobierno, así como de varias

entidades del Estado, al tiempo que agradecemos

el decidido acompañamiento de la comunidad

internacional a través del G-24 y la OACNUDH,

en dicha apuesta.

El antecedente más cercano de este Proceso3 se

remonta a la interlocución iniciada en abril de

2004 cuando la OACNUDH y el Programa

Presidencial de Derechos Humanos y Derecho

Humanitario convocan a las plataformas a

formular el Plan Nacional de Acción en Derechos

Humanos y Derecho Humanitario

(PNADHDIH). Con este ejercicio se avanzó en

la concreción de acuerdos en materia de

conceptos, temáticas mínimas4 y fundamentos

del diagnóstico: en la definición de rutas

metodológicas y en el establecimiento de una

Instancia de Coordinación.

En este contexto, entre marzo y abril de 2008, se

presentaron un continuo de graves hechos de

intimidación, amenaza, hostigamientos,

estigmatización y persecución contra defensoras,

defensores de derechos humanos y líderes/as

sociales que finalmente condujeron a la

suspensión del proceso de concertación.

A renglón seguido y para buscar una solución

al problema, las plataformas señalamos la

urgente necesidad de adoptar medidas políticas

y de protección para garantizar el legítimo

ejercicio de defensa de los derechos humanos,

por medio de la implementación de una

estrategia que involucrara al conjunto del Estado

colombiano. La iniciativa se puso a consideración

del Gobierno nacional en noviembre de 20085 y

se oficializó concertadamente el 30 de abril de

2009 con la instalación de la Mesa Nacional de

Garantías. A la fecha, se han realizado dos Mesas

Nacionales de Garantías y una extraordinaria

en presencia de la Relatora Especial sobre la

situación de defensores y defensoras de Naciones

Unidas6.

El proceso ha permitido levantar diagnósticos

de la grave situación de falta de garantías para

defensoras, defensores de derechos humanos y

líderes/as sociales en 11 departamentos, así

como identificar eventuales propuestas y

estrategias de superación a las situaciones de

amenaza y riesgo.

Infortunadamente, este esfuerzo no se

corresponde aún con el grave riesgo que corren

diariamente los defensores, defensoras y

líderes/as sociales en todo el territorio

colombiano. El gran número de propuestas

presentadas por la sociedad civil los ámbitos

nacional y territorial no ha tenido el trámite y la

27

celeridad que demandan las situaciones mediatas

e inmediatas de ausencia de garantías expresadas

tanto en las Mesa Nacional como en las

Audiencias Territoriales. En la mayoría de los

casos las respuestas no se relacionan

coherentemente con los compromisos adquiridos

por el Gobierno y por las entidades del Estado

en los órdenes nacional y territorial. En otros,

las respuestas son contradictorias como en la

exigencia de la depuración de archivos de

inteligencia a lo que se ha respondido con la

obligación de la divulgación de la ley de

inteligencia.

Hay que señalar que las exigencias de defensoras,

defensores y líderes sociales no superan las

responsabilidades constitucionales que tiene el

Estado de garantizar el ejercicio de la labor de

defensa de los derechos humanos y las libertades

fundamentales. Adicionalmente, los

compromisos adquiridos no se han cumplido

en los tiempos establecidos, ni se ha hecho un

seguimiento riguroso a ellos. Como sociedad

civil no tenemos informe de ello, no obstante

nuestra constante solicitud.

Las responsabilidades hasta ahora adquiridas

no satisfacen las expectativas de cambios en la

política pública en relación con las garantías

requeridas, es decir, no derivan en los cambios

estructurales esperados y reiterados por la

sociedad civil. A pesar del desarrollo formal de

las Audiencias y las reuniones de la Mesa

Nacional de Garantías, todavía no se impacta

de manera positiva y real el ambiente político

adverso en el que se ejerce la labor de defensa

y promoción de los derechos humanos en

Colombia.

Sin duda el proceso ha significado para las partes

una constatación de la grave situación de

defensores, defensoras, líderes/as sociales y sus

comunidades. Al tiempo que se ha convertido

en un insumo invaluable para la comprensión

de la complejidad de las dinámicas locales y las

dificultades de la sociedad civil para ejercer

plenamente las libertades constitucionales.

Departamentos como el Cauca o Norte de

Santander, donde se han establecido mecanismos

para el seguimiento de los compromisos

adquiridos en la audiencia territorial son un

ejemplo de la persistencia en la interlocución,

derecho adefender

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Audiencias de Garantías

28reVelando

no obstante, los constantes ataques,

señalamientos, amenazas y persecución a

defensores, defensoras y líderes/as sociales. Hoy

la situación en cada uno de estos departamentos

es más crítica en materia de garantías para la

labor de defensa de los derechos humanos.

Risaralda, Atlántico, Cesar, Santander,

Barrancabermeja, Antioquia y Valle presentan

situaciones similares.

Temas tan apremiantes y tan necesarios para la

generación de un clima propicio para el ejercicio

de la labor de defensa de los derechos humanos,

como la rectificación o retractación pública del

señor Presidente en relación con sus

pronunciamientos estigmatizantes contra

defensores, defensoras y líderes/as sociales, o

propuestas como la de implementación de una

directiva como la 007 de 2003 que reconoce y

establece como un imperativo el respeto por la

labor de defensa de derechos humanos y de

quienes la ejercen, o la solicitud de sanción a

funcionarios públicos que señalen, estigmaticen

o pongan riesgo la vida e integridad de

defensores, defensoras y líderes/as sociales,

han sido subestimados o atendidos con

insuficiencia.

Paradójicamente y en contravía de una expresa

voluntad política del Gobierno para avanzar en

compromisos con respecto a las garantías para

el ejercicio de la defensa de los DDHH en

Colombia, constatamos cómo durante más de

cinco años, de manera ilegal, se realizaron

seguimientos, hostigamientos, amenazas,

entrega de listados a los paramilitares,

escuchas ilegales y un sin número de violaciones

a los derechos fundamentales de líderes/as,

defensores y defensoras de DH, desde una

institución dependiente de la Presidencia de la

República.

Observamos con preocupación que el Presidente

no se ha referido en ningún momento a la

responsabilidad política que le compete por

estas acciones realizadas por el DAS en contra

de defensores, defensoras y líderes/as sociales.

De tiempo atrás hemos expresado nuestra

intranquilidad por el seguimiento ilegal que

hacen y continúan haciendo los organismos del

Estado, soslayando las expresiones de

desasosiego compartidas por organismos

internacionales de derechos humanos.

Es evidente que esta es una

práctica sistemática de

p e r s e c u c i ó n y

h o s t i g a m i e n t o

contra defensores,

d e f e n s o r a s y

líderes/as sociales

y que el accionar

del DAS, expresa

c l a r a m e n t e l a

decisión de sectores Foto

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Steffan Offteringer, observador Internacional Misión sobreejecuciones extrajudiciales, Bogotá, 2008

29

del Gobierno de

equiparar los con

enemigos y delincuentes

que amenazan el Estado,

contra quienes se

justifica una estrategia

ilegal de persecución,

i n t i m i d a c i ó n y

hostigamiento.

Se mantiene la apertura

de investigaciones a

defensores con base en

informes de inteligencia

y de procesos llevados

por fiscales adscritos a

brigadas militares (p. ej.

en el Departamento de

Arauca), y se mantienen

casos a partir de

declaraciones pagas del erario público o

realizadas a cambio de beneficios jurídicos. En

este sentido, la demanda de la sociedad civil ha

sido categórica en el sentido de insistir en la

autonomía plena de la rama judicial y en

consecuencia exigir el retiro de las oficinas de la

Fiscalía de guarniciones militares así como el

desmonte del convenio CTI - RIME.

Mención particular merece el tema del enfoque

diferencial, sectorial y de género. Llama la

atención cómo las demandas y propuestas

hechas por el grupo poblacional de mujeres han

sido respondidas con evasivas e insuficiencia

en relación con los riesgo que corren. Temas

como el seguimiento al Auto 092, el sistema de

alertas tempranas

implementado con

enfoque diferencial y

las solicitudes de

reestructuración del

p r o g r a m a d e

protección para

responder a las

n e c e s i d a d e s

part iculares de

grupos poblacio-

nales, no se han

a t e n d i d o , n i

respondido con el

rigor y la importancia

que merecen, dadas

las graves amenazas

y la persecución y

muerte de lideresas

s o c i a l e s q u e

defienden sus propios derechos, los de sus

familias, comunidades y organizaciones.

Nos preocupa también que continúen e incluso,

se incrementen las amenazas, hostigamientos y

ataques contra los defensores y defensoras

durante el proceso de garantías y en algunos

casos contra personas que han participado en

las Audiencias Públicas. En este sentido, es muy

alarmante la situación del Programa de

Protección del Ministerio del Interior y de Justicia,

puesto que hay incertidumbre acerca de quién

va a manejar los esquemas de protección dura

que se encuentran suspendidos. Sobre el

particular, la sociedad civil ha presentado la

propuesta de crear un programa especial de esa

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Astrid Suárez

30reVelando

cartera que cuente con escoltas independientes

de cualquier organismo de inteligencia del

Gobierno: las autodefensas han tenido acceso a

información proveniente de los sistemas de

escoltas.

La celeridad en las judicializaciones a los

defensores y defensoras contrasta con la grave

impunidad a los ataques en contra nuestra. Lo

que hemos corroborado es la impunidad total

ante amenazas, robos de información,

hostigamientos, entre otros, realizados en todas

las regiones. En ese sentido demandamos

compromisos serios para garantizar la

individualización y judicialización de los

responsables materiales e intelectuales de estas

violaciones y que se establezca una comisión

especializada de fiscales que avance en el

esclarecimiento de los casos relativos a hechos

contra líderes sociales, defensores y defensoras

de derechos humanos.

Es necesario resaltar que, pese a la solicitud

explícita y reiterada de que la Fiscalía General

de la Nación haga presencia con funcionarios

de alto nivel del orden nacional en las audiencias

territoriales, la respuesta ha sido su inasistencia

y la delegación de su responsabilidad ha recaído

en las Fiscalías Seccionales, que tampoco han

dado respuestas satisfactorias.

Finalmente, creemos que no es posible avanzar

hacia la superación de la grave situación de falta

de garantías para esta labor sin la definición de

un mecanismo eficiente de seguimiento al

cumplimiento de los compromisos sobre el cual

insistimos en una respuesta del Gobierno y de

las entidades del Estado compelidas.

Reiteramos nuestros agradecimientos a la

comunidad internacional por su papel de

facilitadora y observadora en el proceso y los

convocamos a continuar en la consolidación de

un diálogo útil para superar los factores de riesgo

e impunidad que atentan seriamente contra

cualquier posibilidad de interlocución

constructiva.

Coincidimos con el Gobierno en que esta no

puede ser una conversación de sordos porque

como lo dijo la Relatora Especial de Naciones

Unidas, Señora. Margaret Sekaggya en la

audiencia convocada por la Comisión para los

Derechos Humanos de la Cámara de

Representantes de los Estados Unidos, no es

aceptable “…sentarnos alrededor de una mesa y que

al día siguiente siga pasando lo mismo".

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1 Documento presentado por las Plataformas de Derechos Humanos y Paz y sectores sociales, sobre el proceso nacional de garantías a la comunidad internacional G-24, Bogotá, 5 de marzo de 2010.

2 Documento Estrategia de garantías para la protección de defensoras, defensores y líderes sociales. Plataformas de Derechos Humanos y Paz. Bogotá noviembre de 2008.

3 En el año 1993 cerca de 170 Estados, entre ellos el colombiano, asumieron en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena, el compromiso de elaborar “un plan de acción nacional en el que se determinen las medidas necesarias para que ese Estado mejore la promoción y protección de los derechos humanos”. (Parte II párrafo 71). Sólo 11 años después de haberlo asumido, Colombia se activa en esta materia, gracias a las reiteradas recomendaciones de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos al Estado colombiano para que elaborara el Plan, concertándolo con amplios sectores de la sociedad e incorporando un enfoque integral de género (Informes anuales de OACNUDH de 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004 y 2005). Por otro lado, fueron fundamentales las acciones y solicitudes de las Plataformas y el Movimiento Social de Derechos Humanos en diferentes ámbitos, tanto de los órdenes nacional como internacional.

4 Derechos a la vida, a la libertad y a la integridad personal (diferenciando las perspectivas de derechos humanos y derecho humanitario); Administración de justicia y estado social de derecho; Derechos económicos, sociales, culturales y del medio ambiente; Cultura de derechos humanos; Discriminación y reconocimiento de la identidad y grupos de oposición.

5 Documento Estrategia de garantías para la protección de defensoras, defensores y líderes sociales. Plataformas de Derechos Humanos y Paz. Bogotá noviembre de 2008.

6 Señora Margaret Sekaggya

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Rueda de prensa en la visita oficial de la Relatora Especial de la ONU para defensores, Bogotá, septiembre de 2009.

El Derecho a defender

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¿Quién es un defensor o defensora de derechos Humanos?

Carolina Aldana* y Jerry Garavito**

¿Quién es un defensor o defensora de derechos Humanos?

derecho adefender

Carolina Aldana* y Jerry Garavito**

* Periodista. Magistra en Estudios Latinoamercanos. Coordinadora del Programa Somos Defensores.* * Abogado. Investigador en derechos humanos.

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34reVelando

Era la tercera vez que un funcionario le negaba

la ayuda humanitaria a doña Sara. Con esta

mala noticia buscó ayuda: “Don Ernesto, escríbame

una tutela p'a ver si así me ponen cuidado en Acción

Social”. Pero el defensor le respondió que no era

necesario este recurso de amparo y le hizo una

carta sencilla en la que le recordaba a la entidad

oficial su responsabilidad de brindar atención

inmediata a la señora y a su familia desplazada

por el conflicto armado.

Doña Sara Jiménez no sabía, ni mucho menos

se imaginaba que desde 2008, el auto 092 de la

Corte Constitucional protege a las mujeres

desplazadas cabeza de familia y para eso ordenó

al gobierno colombiano crear 13 programas

especiales para esta población. “Mientras entran

en funcionamiento esos programas, la Corte decidió

que mujeres como usted deben recibir la ayuda

humanitaria de emergencia. Por eso con esta carta es

suficiente, llévela y exija ese derecho”, le dijo Ernesto.

Incrédula, la señora Sara recibió el escrito y al

día siguiente visitó las oficinas oficiales, donde

otro empleado leyó la carta, le puso un sello y

agregó una autorización para que retirara el

mercado que debía durarle un mes. Con una

gran felicidad la señora Jiménez pensó que

habían sido asombrosas las instrucciones del

defensor y que le debía algo, sin embargo estaba

equivocada.

Todos los miércoles en la tarde, Ernesto Rivera

abre su oficina en una calle céntrica de

Barranquilla para asesorar a personas

desplazadas; lo hace por convicción, sin esperar

ningún pago ni contraprestación, lo hace porque

desde hace ocho años cuando, siendo estudiante

de derecho en la Universidad del Atlántico, con

un sacerdote jesuita aprendió la teoría y la cruda

realidad de los derechos humanos.

“Antes... mucho antes, no sabía que existiera un

mundo real de derechos, de esos que están más allá

y por encima de un bien o una simple concesión. No

creía en la posibilidad de disfrutar de un conjunto de

prerrogativas que nacieron conmigo y contigo, que

han estado allí y que limitan el actuar de un poder

que puede llegar a ser abusivo, excesivo. Aprendí que

muchos hombres y mujeres desde la vida secular

reclaman igualdad y justicia, bregan por la

construcción de una sociedad más equitativa e

incluyente y denuncian la barbarie y terror de unos

cuantos cubiertos con el manto del poder”.

Historias como estas son cada vez

más comunes en Colombia. Sus

protagonistas son hombres y

mujeres que sin darse cuenta o sin

proponérselo, empiezan por

conocer los derechos

humanos, luego aprenden

a reclamarlos, a exigirlos y

a promoverlos para sí

mismos y para otros,

trabajando por la

eliminación definitiva

de las violaciones a los

derechos humanos en el

plano nacional o regional,

tal y como lo reconocen la

Declaración de Naciones

Unidas sobre Defensores

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de Derechos Humanos y la Resolución de la

Organización de Estados Americanos (OEA).

Esta es la definición básica de quién es un

defensor de derechos humanos sobre la cual

trabaja el Sistema de Información sobre

Agresiones a Defensores de Derechos Humanos

(SIADDH) del Programa Somos Defensores,

creado en 2006 con el apoyo humano y técnico

del Banco de Datos del Cinep, pero que a partir

de 2008 empezó a reformarse, como resultado

del trabajo de protección que desarrolla el

Programa el cual concluyó que el perfil de los

defensores ha cambiado de acuerdo con: los

derechos que defienden; las actividades que

realizan; los procesos colectivos que integran y

la temporalidad en el trabajo de defensa. Pero

hay más...

En el SIADDH, también son defensores quienes

defienden los derechos humanos desde

organizaciones de la sociedad civil local, nacional

o intergubernamental, en movimientos sociales,

sindicales, movimientos de víctimas y que

reciben remuneración económica por esta labor

o si hacen trabajo voluntario sin percibir ningún

pago por ello. De igual manera, son defensores

los profesionales de Naciones Unidas y agencias

de cooperación internacional, incluso aquellos

que desempeñan labores de promoción de

desarrollo.

Asimismo son defensores las personas que

trabajan en instituciones del Estado donde tienen

funciones relacionadas con la promoción y

protección de los derechos humanos. Por ello,

en caso de que un funcionario de la Defensoría

de Pueblo, las Personerías, la Procuraduría, o

Unidades de la Fiscalías especializadas en

derechos humanos, así como los magistrados,

jueces, abogados, sean víctimas de actos que

directa o indirectamente impidan o dificulten

sus tareas o sean perseguidos por otros agentes

por desarrollar su labor, estas personas son

incluidas en el SIADDH.

Para los defensores y defensoras hay muchos

momentos memorables. Para Andrea González,

la periodista, su mejor crónica es hablar del valor

que tienen las comunidades afrocolombianas

que persisten en la artesanía tradicional y se

enfrentan con paciencia a los que promueven

los cultivos de coca y de palma africana en el

Pacífico. La vida de Miguel Andrade es una

lucha por los derechos desde temprana edad

porque, inconforme con el sexo femenino que

tuvo al nacer, a partir de los cinco años rechazó

las conductas femeninas a las que le obligaban

la familia y la sociedad y cuando fue adulto

decidió trabajar por su derecho a un nuevo

género como hombre y hoy promueve la

identidad de género en el movimiento LGBT.

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Agenda Caribe, 2009

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Los costos de defender los derechos humanos

Faltaban diez minutos para las 6:00 de la mañana

del sábado 5 de julio de 2008 cuando María

Cardona escuchó tres balazos y el ruido de dos

motos de alto cilindraje, a pocas cuadras de su

casa. Un mal pálpito le removió el estómago,

pero en lugar de abrir inmediatamente la puerta

decidió demorar su salida. Con las manos

trémulas, guardó unos papeles en su maletín,

mientras con voz entrecortada repetía para sí

misma la ruta que ese día haría por varios lugares

cercanos a Manizales, para visitar a víctimas de

ejecuciones extrajudiciales.

De nuevo miró el reloj, con sigilo abrió la puerta

de su casa y un rápido vistazo a la calle le dio

la certeza de que era momento de salir, de lo

contrario llegaría tarde a recoger a su compañero

de correría. “Yo lo sospeché pero aún con miedo,

caminé rápido hasta la casa de Jhon Freddy García

Falla, un líder campesino que dirigía el movimiento

de víctimas de Chinchiná”. María confirmó su

presentimiento a las 6:10 de la mañana cuando

encontró gritando a la esposa de John Freddy

con su cadáver en los brazos. “Todo fue

como el

amanecer

en época de

verano: de un solo

golpe aparece el sol, los

pájaros dejan de cantar, las

luces de las calles se

apagaban, te das cuenta

de que es otro día, todo de

un solo golpe. Así lo

mataron, así quedó Jhon”.

María como muchos otros defensores han

sufrido algún un tipo de daño. Por eso, cuando

directa o indirectamente se impide u obstaculiza

las labores de defensa, protección, promoción,

realización de los derechos, se configura una

agresión contra los defensores y defensoras en

su dimensión individual, colectiva o social

porque algo que les sucede a estas personas no

sólo impide la realización de sus derechos sino

la de los otros.

El año anterior en el marco de la Campaña por el

Derecho a Defender los Derechos Humanos, el

Sistema de Información sobre agresiones a

Defensores y Defensoras de Derechos Humanos,

reportó entre 2002 y 2008, 610 casos, entre ellos

figuran 455 casos de amenazas, 75 de

desapariciones, 60 de asesinatos, 17 de atentados,

7 de heridas, 6 de desapariciones, 4 de tortura,

3 de secuestros y 1 de violencia sexual. En el

mismo informe aparecen como presuntos

responsables en un 59% los paramilitares, en

otro 23 % las distintas fuerzas de seguridad e

inteligencia del Estado, en un 15 % agentes

desconocidos y en un 3 % la insurgencia.

Según el SIADDHH, todo acto de violencia

cometido por agentes del Estado o por

particulares que actúan con el apoyo o

aquiescencia del Estado o por grupos

insurgentes, dirigido a quebrantar la vida,

libertad e integridad de una persona, en razón

a la labor que realiza en defensa y promoción

de los derechos humanos, es considerada una

agresión contra este grupo de personas.

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También se enmarcan, dentro del contexto en

que vivimos, aquellas actividades que tienen

por objetivo, además de causar un daño físico

al defensor o defensora, las actividades tendientes

a deslegitimar, descalificar, ofender reprimir,

judicializar, perseguir, la labor de los defensores

y defensoras, regularmente este tipo de acciones

se dan cuando los funcionarios del Estado

realizan declaración en contra de aquellos,

cuando se utilizan los medios e instituciones del

mismo Estado en labores encubiertas o legales

como la judicialización de esta labor.

Por todo lo anterior, el SIADDHH considera

que una agresión puede constituir una violación

a los derechos humanos, un acto de violencia

político-social o una infracción al derecho

internacional humanitario, motivado por causas

de persecución política, abuso de autoridad y

trato indigno al ser humano que, dependiendo

del autor y la materia puede clasificarse de la

siguiente forma: (1) Si el autor es un agente del

Estado o particular que actúa con el apoyo,

tolerancia o aquiescencia del Estado, el derecho

violado está considerado dentro del derecho

internacional de los derechos humanos y está

motivado por causas de persecución política o

abuso o exceso de autoridad, es una violación

de los derechos humanos. (2) Si el autor no ha

sido identificado y de los hechos se desprende

que la motivación de la agresión es la labor que

realiza el defensor o defensora de derechos

humanos, es decir, por causas de persecución

política, se considera un acto de violencia política

y social. (3) Si el autor es un grupo insurgente

se considera infracción grave al derecho

internacional humanitario. De estas tres

categorías, tres motivaciones y tres posibles

autores se desprende una serie de tipos de

agresiones”.

Aún con todas las consecuencias, pues la realidad

de los abusos y la barbarie ha superado la ficción,

para Ernesto Rivera, el abogado, defender los

derechos humanos es una opción de vida.

“Cuando logro acompañar la tristeza de una madre

que busca a sus tres hijos desaparecidos o cuando

visito algunos grupos y comunidades que han padecido

el despojo, el desplazamiento y veo que mi presencia

significa la posibilidad de ser escuchados, de transmitir

su voz para crear lazos de solidaridad y para que ellos

descubran el mundo de derechos fundamentales

arrebatados, en esos días siento que vale la pena vivir

desde mi derecho a defender a otros. Yo defiendo para

que un día, más personas como doña Sara comprueben

que sus derechos no pueden ser negados por el uso

arbitrario del poder y para que más funcionarios

públicos entiendan que exigir los derechos no es

ningún delito”.

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Agenda Caribe, 2009

Yolanda Becerra Vega y la OFP: una fuerza vital que no da marcha atrás

Memoria

Carolina Aldana García

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Foto tomada de: www.123people.es/s/yolanda+becerra

Muchas historias colombianas despiertan

dolor, rabia, asombro y hasta son poco creíbles,

como la de una casa en Barrancabermeja que

desapareció de la noche a la mañana; literalmente

no quedó ni un ladrillo de ella, porque fue

destruida por unos gatos rabiosos que no aceptaron

la firmeza de unas mujeres.

Y en el centro de esa historia está una mujer

menudita, de acento santandereano muy suave

y de sonrisa que evoca la niñez. La presencia de

Yolanda Becerra Vega irrefutablemente ocupa

un lugar en esas páginas de memoria porque la

vida de ella es como la de muchas defensoras de

derechos humanos cuyos destinos están ligados

a procesos sociales, a territorios y a la búsqueda

de justicia.

Para hablar de Yolanda primero hay que hacerlo

de la Organización Femenina Popular (OFP).

Esta organización, nacida en las entrañas del

Magdalena Medio, fue creada por la iglesia

católica de Barrancabermeja en 1972, en medio

39 memoria

del fragor de una región marcada por las luchas

sindicales de la empresa petrolera y por las

movilizaciones agrarias lideradas por los

migrantes colombianos que llegaban al puerto

sobre el río Grande de la Magdalena a buscar el

sentido para sus vidas.

En ese contexto, y mientras estudiaba en el

colegio Camilo Torres Restrepo, desde los 15

años Yolanda vivió la teoría de la liberación,

trabajo liderado por sacerdotes comprometidos

con el cambio social. “La OFP es hija de la

Pastoral Social del nororiente de Barranca: allí

la iglesia apoyó la participación de las mujeres

que, junto con sus hijos, estaban de primera en

las manifestaciones cuando la policía llegaba a

reprimir para evitar que los terrenos baldíos

fueran ocupados por nuevos habitantes”.

Así fue como Yolanda ingresó a la OFP en 1988:

dos años antes la organización y la iglesia habían

cortado el cordón umbilical. Para algunas fue

una separación innecesaria porque el proyecto

era de la iglesia católica, pero para ellas era el

momento adecuado de empezar el proyecto de

una organización para la región que concretara

proyectos de salud sexual y reproductiva,

vivienda, alimentación y liderazgo de las mujeres

populares.

A mediados de la década de los 90

Barrancabermeja ya era un referente obligado

del movimiento sindical colombiano

representado en la Unión Sindical Obrera (USO),

pero también tenía una historia con iniciativas

de articulación social en la que confluían sectores

populares, campesinos, iglesia, movimientos

políticos: de un paro cívico como el de 1982

nació la Coordinadora Popular y de ésta surgió

el Comité Regional para la Defensa de los

Derechos Humanos (Credhos), en 1987. Mientras

aumentaban las demandas de los movimientos

campesinos en el Sur de Bolívar y en el Carare,

el paramilitarismo, nacido en Puerto Boyacá,

avanzaba en su guerra sucia contra el tejido

social del Magdalena Medio, apoyado por las

estructuras oficiales.

El punto de quiebre fue la masacre del 16 de

mayo de 1998. Ese día lo recuerdan los

barranqueños como el principio de un proyecto

totalitario en el que participaron paramilitares

acompañados por miembros de la policía y del

ejército y que empezó con la muerte de siete

personas y la desaparición de 25 más, acusadas

de pertenecer a la guerrilla. Yolanda promovió

que todas las mujeres fueran vestidas de negro

al lugar de la velación, la gente llegaba y les

daba el sentido pésame a ellas y no a las familias.

Cuando las madres se dieron cuenta de esto se

hicieron al lado de las mujeres de la OFP. De

pronto, todas eran hermanas y madres de los

jóvenes muertos. Durante varios días toda la

ciudad vio a mujeres vestidas de negro que al

cruzar las calles paraban el transporte, nadie se

atrevía a protestar.

Los paramilitares imponían su ley. Castigos

como barrer las calles, azotar públicamente a

los jóvenes hombres o mujeres; atarlos y atarlas

durante 24 horas o más y exponerlos al sol, al

agua, a la noche; cortarles el cabello con armas

cortantes; raparles las cejas, la cabeza y,

finalmente, después de haber pasado por varios

40reVelando

de estos castigos “si no se corrigen”, los y las

asesinan. Son varios los casos, en que las mujeres

jóvenes o adultas, son asesinadas después de

torturas crueles: arrodillamientos para obligarlas

a pedir perdón, corte de sus senos, introducción

de objetos en su vagina, descuartizamiento de

sus cuerpos, extracción de los ojos y luego, sus

cadáveres son desprovistos de sus órganos

internos y arrojados a fosas comunes, al río o a

las ciénagas de los alrededores .

Ante esta cruda realidad la OFP cambia. Para

evitar el desplazamiento forzado interurbano,

entre 1998 y 2000, traslada su acción a los

derechos civiles y políticos, sin dejar de lado

otros derechos como la alimentación con ollas

comunitarias, huertas urbanas y rurales; atención

médica y ginecológica, actividades para jóvenes

y niños, proyectos de vivienda. En este periodo

se construyó el barrio Pablo Acuña de

Barrancabermeja y para reducir el problema

alimentario de las familias desplazadas y más

pobres del Magdalena Medio, construyó una

Red de comedores

populares que cumple

otra función: “El comedor se volvió un lugar de

denuncia; una persona recibía el plato de sopa

y aprovechaba para entregarle con sigilo a la

compañera que atendía el comedor un papel

donde decía cosas como: En tal casa tienen a

unos muchachos secuestrados; en el barrio

mataron anoche a tal persona”. Con esta

información las mujeres acudían a la policía o

al ejército y les exigían que tenían que ir al lugar

a salvar esas vidas. En otros momentos, cuando

en los barrios alguien se daba cuenta de que

unos jóvenes eran reunidos por los paramilitares

en la cancha de fútbol con diversos fines, una

llamada a la OFP alertaba sobre la situación y

entonces en breve llegaban las madres, las

vecinas, entre regaños y presencia pacífica, a

reclamar a los hijos de las otras.

“Después de matar a sus maridos o desplazarlos,

ellos les quitaban las llaves de las casas a las

mujeres, las sometían a malos tratos y hasta las

obligaban a servirles. Las Casas de la Mujer de

la OFP se convirtieron entonces en refugio para

huir de los paramilitares. Lo que hacíamos era

disputarle el sujeto a la guerra porque el objetivo

de nosotras como civiles es no dejarnos someter

por ellos ni tampoco entregarles nuestros hijos

e hijas: por eso ellos nos perseguían sin ningún

freno”, afirma con orgullo Yolanda y añade que

la OFP crece en medio de la guerra como una

organización de base y movimiento político de

mujeres que va definiendo símbolos y propuestas

para el país. Las mujeres vestidas con batas

negras declaran que no parirán hijos ni hijas

para la guerra, hacen marchas con llaves y cintas

de colores para declarar su autonomía, su

derecho a seguir en el territorio. La autonomía

Movilización de vícitmas, 2009

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y la civilidad de las mujeres son dos principios

que ellas ratifican ante todos los grupos armados

de derecha y de izquierda. Con estos principios

la OFP logra en 2002 la movilización de más de

40 mil mujeres hasta la Plaza de Bolívar de

Bogotá a rechazar la guerra que se intensifica

en todo el territorio.

La exigencia de justicia

Fue una noche de abril de 2001 cuando hombres

que recibían órdenes del jefe paramilitar conocido

como 'El Gato', destruyeron la casa de la OFP

ubicada en el barrio La Paz. Al día siguiente,

ante el impacto de no encontrar ni las ruinas

porque los agresores se llevaron todos los

escombros en cuatro camiones, las mujeres

entendieron que era hora de exigir justicia ante

tanto silencio estatal, pero el miedo de los vecinos

a contar lo que habían visto, dificultó la denuncia.

Así nació la figura de testigos sociales. En

comunicaciones que respaldaban las denuncias,

la USO, Credhos y la misma OFP declararon

que tenían conocimiento de que José David

Navarro Londoño, alias 'El Gato' mandaba en

la zona donde estaba ubicada la Casa de la

Mujer.

Por estos hechos el paramilitar fue condenado

a ocho años de cárcel. Sin embargo, ésta fue una

justicia a medias porque no se estableció quién

dio la orden para destruir la casa ni se dio

ninguna reparación material ni simbólica a la

OFP. Donde se ha obtenido justicia ha sido por

la acción de las víctimas, porque mostraron las

pruebas, los testimonios como en los homicidios

de Yamile Agudelo, Diofanol Sierra y Esperanza

Amarís. Por estos casos los paramilitares han

sido condenados a penas que van entre los 20

y los 40 años de prisión.

Por el homicidio de Diofanol Sierra, profesor de

danzas de la OFP, ultimado a tiros el 8 de abril

de 2002, el paramilitar César Julio Reina Flórez,

alias “Tamarindo”, fue condenado a 21 años de

prisión en noviembre de 2004. Por el caso de

Esperanza Amarís, lideresa de la OFP, que fue

asesinada el 16 de octubre de 2003, en

Barrancabermeja, fueron condenados a 40 años

de prisión los paramilitares José Ricardo

Rodríguez, Yan Alberto Manjares y Margen del

Cristo Aldana Maures. Los tres paramilitares

llegaron en un vehículo de servicio público hasta

la casa de Esperanza, en el barrio Versalles de

Barrancabermeja, después de amenazarla la

sacaron a la fuerza de su vivienda. Cinco minutos

después, Esperanza fue asesinada frente al

Colegio Camilo Torres Restrepo y su cadáver

arrojado en la vía pública.

En marzo de 2006 fue asesinada Yamile Agudelo

Peñaloza de 26 años de edad, madre de una

niña de 8 años, luego de ser torturada y violada.

Su cuerpo fue encontrado en un basurero, en la

41 memoria

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vía al corregimiento El Llanito e identificado

dos días después por sus padres. Por este crimen,

el 10 de noviembre de 2009, fue condenado a 16

años y ocho meses de prisión, Charlys Manuel

Arévalo Quintero, desmovilizado de las

Autodefensas, quien tras su captura el 17 de

julio de 2008 llegó a un preacuerdo con la Fiscalía

con el que logró obtener el 50% de rebaja en la

pena por el delito de homicidio agravado.

Pero, la desaparición de Katherine González,

sucedida en 2007 y quien apareció 29 días

después en Bucaramanga, ha significado otro

viacrucis para la familia y para la OFP. “Todo

se ha revertido contra la víctima. Cuando

asesinaron a Yamile el comandante de la policía

salió a decir que Yamile no era de la OFP,

entonces la investigación fue contra la OFP

porque estaba asumiendo muertos que no eran.

Con la desaparición de Katherine fue lo mismo,

dijeron que la OFP se inventó todo, que era un

asunto de amores por los que ella despareció.

Cada semana en el periódico La Noticia había

notas en contra de la OFP y desde que fui

obligada a salir de Barranca, ahora paramilitares

desmovilizados dicen que yo me fui a reunir

con ellos en el Sur de Bolívar”.

Para Yolanda ésta es una muestra de la poca

eficacia de la justicia y es que en los procesos de

Justicia y Paz que llevan casos del Magdalena

Medio ha sucedido algo muy particular: ningún

paramilitar ha declarado en contra de militares

ni de políticos, la responsabilidad intelectual no

se sabe, se ignora quiénes diseñaron la estrategia

y ordenaron los crímenes. El aparato judicial no

ha hecho ninguna investigación para buscar la

verdad y para sancionar a todos los responsables

ni mucho menos ha reparado a las víctimas de

más de 130 agresiones que han recaído en la

OFP desde 2001.

Todos los casos de amenazas, de tortura y

constreñimiento se han denunciado pero no se

investigan. Cuando Eduardo Cifuentes era el

Defensor del Pueblo, Yolanda le consultó si era

posible pedir a la Fiscalía que uniera todos estos

casos en un solo proceso como un caso tipo de

persecución sistemática a una organización

social. El Defensor consideró que eso era posible,

pero la entidad rechazó esta solicitud.

Donde sí han obtenido respaldo es en las

comunidades nacional e internacional que en

distintos momentos han contribuido, de alguna

manera, a la reparación por los daños sufridos

y al esclarecimiento de algunos hechos. Por

ejemplo, con una campaña construyen de nuevo

la casa arrasada y con el respaldo de muchas

organizaciones logran mantenerse en la región;

la nominación de Yolanda al premio Nobel de

Paz de 2005, en la propuesta de 1.000 mujeres

del mundo y un premio de paz, es una forma

de protección cuando viven los momentos más

agudos de la guerra.

Para que la Fiscalía avanzara en las

investigaciones por el homicidio de Esperanza

Amarís, luego de que una delegación de 12

embajadas visitara la sede de la OFP en

Barrancabermeja, Holanda dio un aporte

económico importante a la entidad oficial. Los

resultados saltan a la vista, pero a la vez

evidencian la incapacidad estatal para disuadir

a los agresores con una justicia eficiente y digna.

43 memoria

La mujer, la familia, el DAS, el futuro…

Sentada en la silla reclinable en una playa de

Santa Marta, Yolanda tiene un poquito del

descanso que le debe a su cuerpo desde hace

mucho tiempo. Sonríe cuando habla de los

buenos tejidos que ha hecho la OFP por más de

treinta años; sonríe con todo el rostro cuando se

da cuenta de que sus compañeras también gozan

del mar como niñas, porque todas necesitaban

estos días de serenidad para retomar fuerzas,

para acompañarse en el proyecto de resistencia

a la guerra que adquiere más raíces más allá el

Magdalena Medio, en Bucaramanga, Girón,

Bogotá, Cauca y Huila.

Es febrero de 2010, y aunque está tranquila, ella

no deja de mirar el pasado y el futuro. Recuerda

que siendo muy joven coincidía con los hombres

en que un solo movimiento social era suficiente,

que los cambios vendrían con la revolución:

“Cuando llegue ese momento todo va a cambiar,

pero ahorita hablemos de lo general, decían los

compañeros y yo lo creía”. Y fue a los 24 años

que empezó a entender las diferencias. Yolanda

no quería tener más hijos, “quería hacerme la

pomeroy”, así le decían a la esterilización

femenina, pero su

esposo tenía que

firmar la autorización

para la cirugía. Esto la

afectó porque tocaba

su l ibertad, su

autonomía.

También sintió la

necesidad de cambios

demostrar fuerza y capacidad en los espacios

colectivos, se vio en las mismas prácticas de los

hombres que tanto cuestionaba. “Entendí que

las mujeres necesitamos de espacios propios

para empoderarnos, para alimentarnos, para

llorar nuestras tristezas; también para aprender

a reconocernos a nosotras mismas y a las otras

mujeres porque a veces es más posible que un

hombre reconozca nuestras capacidades a que

nosotras lo hagamos con las demás. No fue fácil

pero logramos hacer desde los derechos de las

mujeres, una labor profundamente femenina

sin romper con el movimiento sindical ni

divorciarnos de los procesos populares”.

Las relaciones evidentemente cambian.

Convencida de que la defensa de la vida

empezaba en su casa hizo un pacto con sus dos

hijos y su familia: si la actividad, las denuncias,

las luchas de la OFP los ponían en riesgos,

cambiarían muchas rutinas. Era más seguro

que en sus actividades públicas la vieran sola.

Que sus hijos salieran con las hermanas de

Yolanda, que en el colegio ella sólo fuera a las

reuniones de padres de familia y no participara

en las fiestas.

Pero en diciembre de 2009 Yolanda se dio

cuenta de que en el

DAS le hacen

un seguimiento

desde 1996, que

tienen fotos de

sus hijos, del

papá de sus

hijos, de la

familia. Hay

Santa Marta, febrero de 2010

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sendos folios de un accidente de carretera que

ella y varios defensores sufrieron en 2004, en la

carretera de Bucaramanga a Barrancabermeja:

“Veníamos de una reunión en la que

promovimos la Coordinadora de derechos

humanos del Nororiente y, de repente, apareció

una moto con dos hombres en la carretera, la

camioneta se volteó, quedó como pérdida total.

¿Por qué tanto interés en ese accidente si no

recibimos ayuda de ninguna autoridad a pesar

de que los escoltas pidieron auxilio?”.

En los archivos del DAS, que ahora reposan en

la Fiscalía, hay órdenes de hacer seguimientos

a organizaciones nacionales e internacionales

relacionadas con la OFP y todo lo que se sabe

ahora tiene un impacto muy grande porque

Yolanda como muchos defensores se

cuestiona todo: las renuncias que hicieron

para protegerse, para alejar a sus familias

del peligro y nadie imaginaba la

magnitud de una persecución desde

entidades oficiales.

en el Caribe, las mujeres regresan de

una caminata larga. Se han vestido

de arena, se han bañado de sal

y han prometido volver

pronto para visitar la

S i e r r a ; Y o l a n d a ,

rozagante,

se despide porque

mañana desde

m u y temprano,

emprenderán camino

hacia todas las sedes

de las OFP en el país.

La vida sigue aunque el futuro no será fácil, las

bases militares de Estados Unidos aquí, la salud

más privatizada y la reducción de Estado, serán

los temas del Encuentro Internacional de Mujeres

de las Américas, el nuevo reto de la OFP durante

este año y el otro. Pero ella no retrocede porque

una mujer tiene ganado medio mundo, si está

convencida y si es capaz de convencer a miles

puede transformar a millones, como lo hace

Yolanda.

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45 memoria

CarmeloAgámez,14 mesesen prisión

“Carmelo Agámez es defensor de derechos

humanos y líder del Movice en San Onofre

(Sucre). Su vida ha estado consagrada a

denunciar los crímenes cometidos por los

paramilitares y los políticos corruptos (…) En

la década de los 80 militó en la Unión Patriótica

y por esa causa sufrió un atentado, la prisión y

el exilio. Luego, como el resto de sus coterráneos,

soportó los rigores del régimen de terror y

esclavitud que se instauró bajo el mando del jefe

local de las Auc, Rodrigo Mercado Peluffo, alias

'Cadena'. Vio cuando a muchos de sus amigos

y vecinos se los llevaron a la hacienda El Palmar,

donde fueron torturados, asesinados y

enterrados en fosas comunes, por órdenes de

los jefes políticos del departamento. No obstante,

a diferencia de muchos de los que se sometieron,

Carmelo inició una resistencia silenciosa.

Organizó a los campesinos a quienes les

arrebataron las tierras, contribuyó a formar a

otros líderes y, cuando maduraron las

condiciones, impulsó la revuelta que permitió

romper el miedo colectivo”1.

Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Movice

MemoriaFo

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Movi

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46reVelando

Contexto

Entre 1994 y 1997 se desarrollaron las

asociaciones Convivir en el departamento de

Sucre. Desde ese entonces “Sucre, y en particular

el municipio de San Onofre, han sido escenarios

de hechos de violencia múltiple que, sin lugar

a dudas, pueden ser catalogados como crímenes

contra la humanidad. Entre estos actos se cuentan

la desaparición forzada masiva y el asesinato

de al menos 3.000 personas, 75 masacres desde

1999 a 2000 que dejaron 329 víctimas, el

ocultamiento de los cadáveres en cientos de

fosas comunes, el desplazamiento forzado de

70.000 personas en Sucre y de 2.162 familias de

San Onofre, según el dato del personero

municipal, además de la práctica regular de la

tortura y de tratos inhumanos o degradantes,

el exterminio de 90 militantes de la Unión

Patriótica, la aniquilación de organizaciones

agrarias como la Anuc, la usurpación de tierras

y bienes a la población, el sometimiento a formas

de esclavitud y de control político, el saqueo de

los bienes y recursos públicos. En un estudio

del Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD), que data de 2005, en San

Onofre el 90% del control territorial lo ejercían

los paramilitares”2.

En el departamento de Sucre el paramilitarismo

se incrustó en la vida política económica y social:

“La elite regional y política ayudó a la

conformación de grupos de autodefensas en la

región y, en algunas ocasiones, fueron autores

intelectuales de las masacres perpetradas por

las Auc”3.

Desde el 2006, 35 políticos (dos gobernadores,

cuatro representantes a la cámara, tres senadores

y siete diputados, entre otros) son investigados

por la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía,

por sus nexos con grupos paramilitares. Entre

1994 y 2008, la época en que estas personas

ejercían cargos públicos, el departamento vivió

masacres como la de Ovejas (16 de enero de

2000, que dejó 42 muertos) y la de Chengue (17

de enero de 2001, con un saldo de 31 muertos).

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones

Unidas en Colombia declaró en ese momento:

“En estas masacres existen fuertes indicios de

responsabilidad directa de servidores públicos

de la región, tanto civiles como militares”.

Sin embargo, pese a las detenciones y al supuesto

proceso de desmovilización paramilitar, las

estructuras siguen vigentes en la región mediante

los patrullajes, toques de queda y prácticas de

limpieza social expuestas en los diferentes informes

del Sistema de Alertas Tempranas de la

Defensoría del Pueblo, desde 2006.

El Capítulo de Movice en Sucre surge como una

apuesta que se niega a la impunidad y a la

perpetuación del paramilitarismo en la vida

política, económica y social del departamento.

Se conforma desde las experiencias de

organizaciones de derechos humanos, sociales

y de oposición política que trabajaron en el

departamento durante muchas décadas.

En agosto de 2006, miembros del Movice

Capítulo Sucre hicieron una marcha en Sincelejo

para denunciar la reactivación del

paramilitarismo en la región. A raíz de esta

47 memoria

manifestación ciudadana se

desplegaron graves

amenazas contra defensores

y víctimas del Capítulo, se

conoció una lista de

exterminio que al parecer

fue elaborada por políticos

de la región por la cual el 8

de noviembre de 2006 la

Comisión Interamericana

de Derechos Humanos

(DDHH) previó medidas

cautelares para 17 líderes

sociales, entre ellos Carmelo

Agámez.

En el marco de sus

estrategias de lucha contra

la impunidad y por el derecho a la verdad, el

27 de noviembre de 2006 el Movice realizó, junto

con la Comisión de DDHH del Senado, una

Audiencia Ciudadana por la Verdad en el

municipio de San Onofre que contó con la

presencia de 1.500 personas y en la que se

hicieron cerca de 300 denuncias de violaciones

a los DDHH y actos de corrupción.

A raíz de las denuncias presentadas en la

Audiencia fueron detenidos semanas después

varios paramilitares y políticos y el ex alcalde

de San Onofre, Jorge Blanco Fuentes. Luego del

evento se incrementaron los hostigamientos

contra miembros del Movice que

desencadenaron el desplazamiento forzado de

alrededor de quince miembros del Capítulo

Sucre hacia otras partes del país y en un caso,

al exilio.

La detención de Carmelo

El 13 de noviembre de 2008,

hacia la 1:00 de la

madrugada, cinco hombres

vestidos de civil que se

ident i f i caron como

miembros de la policía

ingresaron violentamente a

la vivienda de Carmelo

Agámez, sin orden de

allanamiento ni de captura.

Insultaron a la esposa del

S e ñ o r A g á m e z y

peguntaron por el paradero

de su esposo. Luego

requisaron todas las

habitaciones. Después de

media hora los hombres salieron de la casa y

se marcharon en un carro oficial.

El montaje judicial contra Carmelo

El 15 de noviembre de 2008, el Señor Carmelo

Agámez se presentó voluntariamente en

compañía de su abogado a la Fiscalía de Sincelejo,

el Fiscal le hizo la indagatoria y durante tres

horas Carmelo insistió en su inocencia. Pese a

ello, el fiscal le impuso medida de aseguramiento.

El defensor de derechos humanos fue

investigado absurdamente por el delito de

concierto para delinquir, por pertenecer a grupos

paramilitares, los mismos que él ha denunciado

vehementemente y que en varias ocasiones lo

han declarado objetivo militar.

Imagen campaña por la libertad de Carmello Agámez

48reVelando

El proceso judicial se caracteriza por sus graves

irregularidades. Por ejemplo, están investigados

varios políticos de la región realmente

comprometidos con el paramilitarismo. La

inexplicable vinculación de Carmelo puede ser

una retaliación de ellos en contra del defensor

de derechos humanos o un mecanismo para

impedir que el Movice sea actor civil popular

dentro del proceso.

Se le señala de haber participado en una reunión

en el corregimiento de Berrugas, municipio de

San Onofre, en 2002 en la que políticos del

departamento tuvieron nexos y recibieron apoyo

del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de

Colombia para acceder a cargos públicos.

Nunca se ha precisado la fecha exacta en la que

esta tuvo lugar pese a que la defensa ha insistido

en la importancia de señalar el día exacto del

supuesto encuentro.

Carmelo se presentó a las elecciones del periodo

2004-2007 y sus electores y bases de apoyo fueron

sistemáticamente amenazados por las estructuras

paramilitares en plena campaña electoral. Los

resultados electorales fueron totalmente

desalentadores para Carmelo, quien obtuvo sólo

80 votos en la contienda electoral.

Testigos contra Carmelo

Carmelo Agámez es señalado por la esposa del

ex alcalde Jorge Blanco, quien afirmó haber

escuchado a su esposo mencionar que Carmelo

había estado en esa reunión. Este testigo se

retractó posteriormente: aún así, la Fiscalía no

lo tuvo en cuenta.

También es señalado por el ex concejal, Luis

Carlos Hocón Blanco, del municipio de Rincón

del Mar, a quien se le ha probado judicial y

extrajudicialmente sus reales vínculos con el

paramilitarismo y quien fue arrestado después

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Movi

ce

49 memoria

de que Carmelo Agámez y Movice lo

denunciaran públicamente por sus supuestos

vínculos con los paramilitares.

Otro testigo es Guillermo Gómez Balseiro, quien

como lo ha señalado la defensa, ha tenido

enemistad con la familia Agámez por una

denuncia que hizo el hermano de Carmelo y

que implicó la detención por narcotráfico de

miembros de la familia Gómez Balseiro.

Todas las declaraciones de los testigos son

contradictorias, algunas señalan haber visto a

Carmelo en la primera fila de la reunión y otros

en la última.

La sinrazón de la justicia

El proceso penal contra Carmelo Agámez se ha

caracterizado por violaciones al debido proceso

y son, en últimas, la mejor manera de acallar los

reclamos de verdad y justicia de las víctimas en

Sucre.

Por las violaciones al debido proceso y a las

garantías judiciales la defensa de Carmelo

interpuso una acción de tutela resuelta

favorablemente el 13 de mayo en un fallo en el

que la Sala Penal del Tribunal Superior de

Sincelejo reconoció la vulneración al derecho

fundamental al debido proceso quien tiene el

derecho a conocer las pruebas en su contra y a

controvertirlas.

La defensa también solicitó el domicilio de

Carmelo Agámez como lugar de detención

preventiva en vista de que a varios políticos

vinculados a la investigación y altamente

comprometidos con el paramilitarismo en la

región les habían otorgado este beneficio. Sin

embargo, a Carmelo le fue negado este recurso.

El 21 de mayo 2009, el fiscal Rodolfo Martínez

Mendoza negó la detención domiciliaria para

Carmelo y argumentó que “el actuar de los

procesados dentro del proceso de la referencia

hace suponer al Despacho que estando en sus

sitios de residencias (sic) constituirían un peligro

para la seguridad de la Sociedad de San Onofre,

ya que desde el sitio de residencias (sic),

eventualmente podrían seguir delinquiendo

dentro de la empresa criminal de las AUC”.

En julio de 2009, el Fiscal General de la Nación

emitió una resolución en la que ordena una

investigación penal en contra del fiscal que abrió

la investigación contra Agámez por presuntos

actos de corrupción en conexión con su acusación

contra Agámez ”4. Citando algunos comunicados

de Human Rigths First, el Fiscal General llamó

la atención sobre la falta de imparcialidad e

independencia del fiscal de conocimiento, por

lo cual, ordenó su reasignación a Bogotá.

La investigación fue asignada al Fiscal 28 de la

Unidad Nacional Antiterrorismo de Bogotá. El

6 de noviembre de 2009, Rafael Calderón

Valbuena, y sin tener en cuenta todas las

irregularidades evidenciadas dentro del proceso,

resolvió acusar y llevar a juicio al defensor de

derechos humanos.

“La inversión de las cargas de responsabilidad,

que ubican a Carmelo, como parte de la estrategia

paramilitar o beneficiario de esta, pretenden

50reVelando

silenciar las operaciones de reingeniería del

paramilitarismo en el departamento de Sucre,

que hoy continúa operando en esa región, aun

dentro del poder institucional. Detrás de su

judicialización se pretende ocultar la

responsabilidad del Estado en el desarrollo de

esta estrategia criminal que se consolidó en los

últimos 12 años con el apoyo militar, policial,

empresarial y del poder político. Carmelo, junto

con otros integrantes del Capítulo Sucre, ha

animado el fortalecimiento del Movice,

propiciando que se haya ido desenmarañando

toda la estructura y estrategia paramilitar,

identificando los beneficiarios políticos, entre

otros, y la responsabilidad de agentes estatales”5.

Situación de detención de Carmelo

Además del injusto proceso judicial en contra

de Carmelo Agámez, sus condiciones de

detención se enmarcan en un clima de

inseguridad preocupante: en un principio, se

encontraba recluido en la cárcel de Sincelejo, en

este centro penitenciario enfrentaba difíciles

condiciones de seguridad toda vez que allí

mismo estaban recluidos paramilitares y

miembros de las hoy llamadas Águilas Negras

denunciados por el defensor de derechos

humanos.

Sólo hasta el 28 de enero de 2009, semanas

después de la solicitud, Carmelo fue trasladado

a la cárcel de Corozal, en donde se encuentran

recluidos los políticos y autoridades civiles

procesadas por los nexos con grupos

paramilitares.

El 9 de septiembre de 2009 el Subdirector del

Inpec a nivel nacional visitó la penitenciaría y

ordenó la reubicación de Carmelo en otro pasillo

dentro de la misma cárcel. Con ello se desmejoró

su calidad de vida.

1 Iván Cepeda Castro. La venganza. El Espectador. Bogotá, 21 de diciembre de 2008.

2 Informe 2001 OACNUDH presentado el 18 de abril de 2002 en Ginebra ante la Comisión de Derechos Humanos.

3 El paramilitarismo en Sucre un proyecto Armado desde su clase política. http://nuevoarcoiris.org.co/sac/?q=node/300

4 Human Rights First 10/11/2009

5 Desde la injusta prisión 25: urge traslado de Carmelo Agámez. Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, 28 de noviembre de 2008

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El trabajo de la Comisión Colombiana de Juristas está orientado a contribuir al desarrollo del derecho internacional de derechos humanos y del derecho internacional humanitario de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, y a la plena vigencia del Estado social y democrático de derecho en Colombia.

Concebimos los derechos humanos como un valor en sí, que no puede estar supeditado a otros propósitos. Constituimos una organización pluralista, aconfesional, no vinculada a partidos políticos.

Para lograr nuestros objetivos, realizamos labores de recolección y análisis de información sobre derechos humanos y derecho humanitario; hacemos pública esa información y promovemos el conocimiento y uso de los instrumentos jurídicos que protegen los derechos humanos y el derecho humanitario.

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Bogotá, D.C., ColombiaFoto tomada de: www.123people.es/s/yolanda+becerra

Voces regionales - Nororiente colombiano

Un laboratorio de guerra o un lugar para vivir el Desarrollo Social Alternativo

Más de cuatro millones y medio de personas

de Norte de Santander, Arauca, Santander, Sur

del Cesar y Sur de Bolívar habitan en la región

nororiental de Colombia. Esta es una zona con

grandes riquezas:

La riqueza natural: surte de agua diversos

territorios con las cuencas Catatumbo, Arauca,

Lebrija y Sardinata que nacen de los páramos

de Santurbán y del Almorzadero. En la región

también se encuentran otros corredores de

montaña de Bosque Alto Andino, como

Guantiva-La Rusia (cubierto por bosques de

roble), las Serranías de los Agataes; de los

Yariguíes, del Perijá (Norte de Santander y

Cesar).

En estos relictos de bosques se aprecian valiosas

reservas de flora y santuarios de fauna, muy

importantes para la región. Además, las tierras

son fértiles y prósperas en sus laderas y en sus

valles.

Un laboratorio de guerra o un lugar para vivir el Desarrollo Social AlternativoCorporación CompromisoCorporación Compromiso

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53 vocesregionales

Sin embargo este patrimonio natural se encuentra

bajo la presión de la frontera agrícola, de colonos,

de la ganadería extensiva, de la agroindustria

palmera, de las multinacionales del agua y del

petróleo. Desafortunadamente al lado de tanta

riqueza natural, crecen el olvido y la violencia.

En Nororiente posee una riqueza petrolera

distribuida así: las zonas de reserva y de

explotación de petróleo se localizan enTibú y

Caño Limón y el complejo petroquímico en

Barrancabermeja (Santander). Posee grandes

yacimientos de carbón, a lo largo de su territorio

en el Catumbo, en El Carmen, el Cerrito

(Santander), en la serranía de San Lucas (Sur de

Bolívar), en los Municipios de La Loma y La

Jagua de Ibirico en el Cesar; ahora en Arauca en

el pozo Gibraltar se produce gas y se transporta

hasta chimita (Bucaramanga) por el gasoducto

que tiene 135 Km; igualmente, es pródigo en

valles, sabanas y montañas para la producción

ganadera y agrícola.

A su turno, las comunidades indígenas como

los U´was y los Motilón Barí constituyen una

riqueza cultural, que también está amenazada

por la presencia de las multinacionales del

petróleo como la Oxy que pretenden extraer las

riquezas de sus territorios. Esta situación genera

conflictos culturales muy fuertes.

La región Nororiental es geopolíticamente

estratégica. Tres elementos la caracterizan y

explican las múltiples violencias que se

entrelazan y la mantienen en una crisis

humanitaria permanente. En primer lugar,

posee amplias reservas naturales en riesgo,

debido a procesos de colonización. En segundo

lugar, es una zona de frontera con Venezuela

que vincula al Norte de Santander, Arauca y

Cesar, y por último, priman los intereses

económicos y comerciales de poder en disputa

por actores legales como las multinacionales,

los empresarios y los políticos, así como actores

ilegales, entre los que se encuentran los

narcotraficantes, la guerrilla y los paramilitares.

Territorios de colonización

En las zonas de colonización como El Catatumbo,

el Sur de Bolívar y Arauca, la presencia del

Estado es prácticamente nula. En razón a ello

no se construyen procesos de desarrollo social

que mejoren la calidad de vida de la población.

Tampoco se reconocen los derechos ciudadanos

ni se aprovechan las potencialidades de esas

regiones.

La escasa institucionalidad se expresa en los

gobiernos locales, en las Alcaldías que, como

entes descentralizados, cooptados por poderes

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54reVelando

privados, en muchos casos los corruptos tienen

a su disposición actores armados que controlan

el territorio, crean corredores para movilizar

drogas, favorecer el contrabando, apropiarse de

las rentas del municipio, acomodar las políticas

públicas y neutralizar las instancias de defensa

de derechos de los ciudadanos como la

Personería y las de control de la gestión pública.

Los distintos actores se apoyan en la violencia

para ganar espacio en la contienda político-

electoral y garantizar su dominio. En suma, estos

son líderes regionales, pero con intereses

particulares.

El Gobierno nacional ha convertido la región de

El Catatumbo en un laboratorio de guerra para

combatir actores. Por eso esta es una zona de

intensa intervención militar llamada de

recuperación desde el año 95. Hoy recibe el

nombre zona de consolidación. En efecto, en la

zona predomina una política cívico-militar del

Gobierno que crea polaridad y origina la ruptura

del poco tejido social que resiste en la región.

Un ejemplo de ello lo constituye la presencia

armada de los Batallones Minero-Energético,

Vial y el de alta montaña, así como las Brigada

18 y Móvil 30.

Territorio de frontera

La frontera con Venezuela es importante desde

los puntos de vista económico y comercial; de

gran movilidad poblacional que además genera

múltiples vínculos sociales y culturales. Allí,

desemboca la ruta de conexión de la costa:

Aguachica, Ocaña, Venezuela; del centro:

Bucaramanga, Aguachica, Ocaña, Cúcuta y

Venezuela. Por su importancia se ha convertido

en un territorio controlado por los actores

armados ilegales ubicados a ambos lados de la

frontera. La guerrilla controla las mafias para el

contrabando; los paramilitares para el tránsito

del narcotráfico, insumos, coca y para las

empresas multinacionales, la salida del carbón,

el oleoducto. La dinámica del narcotráfico ha

establecido un complejo marco de relaciones

entre grupos guerrilleros y paramilitares para

el cultivo, tratamiento y comercialización de la

coca y el control de corredores estratégicos.

Territorio poder y disputa

El conflicto armado y los diversos intereses de

los actores legales como las multinacionales del

petróleo (Drummond, Oxy), los latifundistas,

ganaderos, inversionistas y los palmicultores,

así como los ilegales entre los que se destacan

los narcotraficantes, las guerrillas, los

paramilitares y las mafias, afecta a la población

campesina, a las comunidades indígenas, y a

los pobladores que han ido afianzándose en ese

territorio después de muchos años de trabajo.

En El Catatumbo las guerrillas han ejercido el control

del territorio a través del dominio sobre corredores

estratégicos que les garanticen el paso de sus ejércitos.

La extorsión y el secuestro a ganaderos y comerciantes

de la región han sido instrumentos y prácticas de

financiación. Las FARC vigilan los cultivos de coca

y en el mercado de droga se organizan bandas de

narcotráfico que se extienden por Venezuela.

55 vocesregionales

El paramilitarismo hace presencia en la región desde

1999, cuando llegaron provenientes del sur del Cesar

y Tierralta (Córdoba), su primera acción de terror fue

la masacre de La Gabarra que dejó 27 personas

asesinadas. Se establecieron el frente La Gabarra, el

Bloque Móvil del Catatumbo, y la Comisión de

Frontera. El Bloque Norte de las AUC controlaba la

provincia de Ocaña1.

Los efectos que causa en la población la

presencia de actores y de intereses

Hay que señalar que en gran parte de esta zona

el proyecto paramilitar dejó de ser

contrainsurgente y se convirtió en un proyecto

político y económico. En virtud de ello controla

el territorio y, además, despoja a los campesinos

de las tierras, impulsa megaproyectos de palma

aceitera, explotación de carbón y ampliación de

los cultivos ilícitos. Esta dinámica genera

prácticas y formas de relacionamiento social y

económicas ilegales que, con el paso de los años

y a fuerza de la costumbre, se van legitimando

entre la población. Algunas de estas prácticas

son:

• Una delincuencia organizada: organizaciones

delictivas de contrabando, de fleteo.

• Una cultura de narcotráfico que genera mafias,

círculos de poder y de control para la

producción y comerciliazacion de la coca.

Hay que señalar que en zonas como El

Catatumbo, parte de la organización de los

paramilitares, como el Bloque Fronteras no

se desmovilizó y quedaron redes que se

han activado en la zona. Por otra parte, las

Farc y el Eln se han involucrado en estas

redes, hacen acuerdos para financiar sus

y para controlar el territorio.

• Violaciones sistemáticas de derechos humanos:

secuestro, extorsión, desapariciones

forzadas, ejecuciones extrajudiciales se han

convertido en prácticas donde los afectados

son, en su mayoría, población civil que en

un momento dado se convierten en

obstáculo para sus intereses.

En este contexto es que las organizaciones

sociales resisten y avanzan en reconstruir el tejido

social que fue destruido al asesinar sus líderes,

al generalizarse una cultura de corrupción, la

economía ilícita y sus formas de operar, con los

pimpineros, las redes de servicios de vigilancia

privada, las redes de contrabando, el

mototaxismo, la cooptación de los Gobiernos

locales por actores armados ilegales, que además

de apropiarse de las rentas del municipio,

disponen de las políticas públicas que les

favorecen y neutralizan las instancias de defensa

de derechos de los ciudadanos como la

Defensoría y las instancias de control de la

gestión pública.

En este contexto de conflicto los principales

afectados son los jóvenes, muchos de ellos

reclutados para las filas de los ejércitos ilegales;

también los indígenas Motilón Bari, a quienes

se les ha ido despojando de su territorio y se les

confina. Los campesinos y colonos expropiados

son obligados a desplazarse a zonas urbanas,

donde aumentan los cordones de pobreza en

Ocaña, Barrancabermeja y en las Áreas

Metropolitanas de Cúcuta y Bucaramanga.

Las organizaciones defensoras de Derechos

Humanos como la Fundación de Derechos

Humanos Joel Sierra, el Comité Permanente de

Derechos Humanos, organizaciones sociales

como Ascamcat, Cisca y ACA; organizaciones

no gubernamentales como Minga, Fundación

Progresar, Cencooser

y P a r c o m u n ;

movimientos de la

Iglesia católica

como la Pastoral

Social y la

presencia del

sistema de

Naciones Unidas hacen esfuerzos y aportes para

la construcción de procesos de movimientos de

víctimas, experiencias de desarrollo local, de

vigencia de los derechos humanos, de garantía

de condiciones para permanecer en el territorio,

para disfrutar y edificar formas de vida social,

económica, política y para proteger los recursos

naturales.

Las organizaciones sociales han denunciado de

forma permanente la persecución de líderes

sociales y de sus organizaciones; la falta de

garantías para el ejercicio de los defensores de

derechos humanos y prácticas comunes del

Estado como la estigmatización y la

judicialización sin fundamento, contra líderes y

defensores de derechos humanos.

El Observatorio de Derechos Humanos2 asegura

que durante el primer semestre de 2009 la

dinámica del conflicto armado interno en el

Nororiente colombiano marcó nuevas y mayores

complejidades. En este periodo se registraron

199 casos, de los cuales 112 son violación de

derechos humanos;119 casos de infracciones al

DIH y 51 casos de violencia político-social. Estos

datos fueron tomados de artículos de prensa

y de organizaciones sociales y de derechos

humanos de la región. La gravedad del conflicto

limita o impide la denuncia.

La fundación Joel Sierra señala que en “Arauca

hay una estrategia de agresión por parte del Estado

y otros actores armados, que la han llevado a una

crisis social y humanitaria. Hay un interés

por favorecer los intereses económicos de

grandes transnacionales desde la estrategia

56reVelando

57 vocesregionales

de los megaproyectos, la exploración y explotación

petrolera por la OXY y Repsol; la construcción del

canal seco Ruta de los Libertadores, entre otros.

Advierte también que en el primer semestre de 2009

el índice de muertes mantuvo su ascenso: se superó

la cifra de 200 homicidios. Los municipios más

afectados fueron: Saravena, Arauquita y Tame. Han

sido asesinados dirigentes del sector obrero-sindical,

tres profesores afiliados a Asedar (Asociación de

Educadores del Departamento de Arauca) y del sector

Cívico Comunal, Campesino e Indígena. En lo que

hace referencia al eje de judicialización contra líderes

sociales y defensores de derechos humaos se siguió

estigmatizando y persiguiendo a la gente con las

capturas masivas3.

Según informes de la Comisión Nacional de

Reintegración y Reconciliación (CNRR), se

desmovilizaron alrededor de 32.000

paramilitares, pero en el proceso de Justicia y

Paz aparecen sólo 3.810, de los cuales 2.927

pertenecían a los grupos paramilitares y 131

58reVelando

miembros de grupos guerrilleros4 lo cual

representa menos del 11.9% de los responsables

de las violaciones de los derechos de los

colombianos. En la unidad regional Nororiente

de Justicia y Paz las víctimas ascienden a 22.000

y cuentan con solo diez Defensores Públicos que

acompañan las versiones y una psicóloga adscrita

a la Defensoría del Pueblo que los atiende. Esta

situación demuestra que el Estado no garantiza

ni defiende los derechos de las víctimas a tener

una asistencia jurídica y psicológica.

Hoy las organizaciones sociales nos planteamos

y trabajamos por la construcción de un modelo

alternativo de desarrollo para el nororiente,

donde la economía extractiva, los enclaves, no

1 Las otras caras del poder. CD estudios regionales. Capítulo Santander. Foro Nacional por Colombia. GTZ. 2009. Pp.237- 238.

2 Informe primer semestre de 2009. Informe “Los defensores en l a m i ra” . Co rpo rac ión Compromiso . 2009 http://www.corporacioncompromiso.org/?apc=I1--83-83-&x=164

3 El 9 de mayo del presente año, se detuvo a trece pobladores de la región (comerciantes, conductores, estudiantes y dirigentes comunales y sindicales), a quienes se les acusó de pertenecer a las milicias urbanas de las Farc y del Eln, y de cometer delitos de rebelión, terrorismo, concierto para delinquir, homicidio y extorsión, con base en testigos falsos, es decir, personas que reciben beneficios económicos y jurídicos por esta labor.

4 Informe primer semestre de 2009. Observatorio Regional de Derechos Humanos.

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Fundaci

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Mundos

sean un modelo porque no dejan sino pobreza

y exclusión, marginación y deterioro y

descomposición de la vida social y comunitaria.

Los señores de la selva

59 experienciasde protección

Experiancias de protección

“Si somos violentos, si matamos a ellos (a los actores armados en el territorio) también vamos a morir los indígenas, campesinos y negros…tenemos que resistir”.

(Rosalba Paí, Indígena Awá, 2005).

Carlos Andrés Guevara Jiménez*

* Coordinador de Comunicaciones Programa Somos Defensores

El año 2009 puede ser tristemente recordado como el tiempo de la visibilización tardía de las vulneraciones y violaciones a los derechos humanos de la que fue, y es víctima, la etnia indígena Awá en Nariño. Dos masacres, decenas de homicidios selectivos, torturas, d e sapar i c i ones , inc r iminac i ones , judicializaciones infundadas, un clima de tensión, amenaza y hostigamiento constante, hicieron que este pueblo indígena gritara desde la selva su desgracia para exigir el apoyo nacional e internacional.

reVelando hace un recuento de los hechos más significativos que hicieron de la historia reciente de los Awá, un ejemplo de vida en medio de un escenario de muerte.Fo

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60reVelando

Desde una ciudad tan convulsionada como

Bogotá es difícil entender porqué algunos

colombianos dicen que un árbol, que esté en

un sitio de reunión, tiene un espíritu positivo

o negativo y que de ello depende hacer dicho

encuentro; o porqué hay que recibir las cosas

de un extraño con la mano izquierda para evitar

las malas energías. Pero en un rincón de Nariño,

donde habita la etnia Awá, estos saberes

tradicionales cobran mayor sentido, sobre todo

si de proteger sus vidas, sus territorios y sus

almas se trata.

El calor de un sol cubierto por nubes grises que

como legiones, colman el cielo; una espesa

neblina que va y viene sobre las serpenteantes

carreteras que atraviesan el territorio; un tono

verde esmeralda que emana de cientos de

kilómetros de selva y montaña; el sonido de

una marimba que retumba una y otra vez en

nuestra mente; un pegajoso sudor casi

imperceptible al tacto hasta que el visitante está

embargado en él y la tenue pero constante

sonrisa característica de estos hombres, mujeres,

niños y ancianos que no superan el metro

setenta de estatura, son señales tangibles de

que estamos cerca a un reguardo indígena

Awá.

Y es allí, en los resguardos y tierras Awá, donde

comienza esta historia de dolor, muerte,

superación, retoma de la cultura y por encima

de muchas adversidades, una historia con

futuro. Bienvenidos a una tierra de tristes

contrastes, de hombres pequeños de tamaño

pero gigantes en la selva, de árboles con espíritu,

de espantos vestidos de violencia y armados

con el terror, y de sonrisas que contrarrestan

el dolor… Bienvenidos a territorio Awá.

Caminar…Caminar

Gabriel Bisbicus, presidente de UNIPA dice:

“…no amigo, nuestra tierra es mucho más que hasta

donde le alcanza la vista, para conocerla hay que

caminar, y caminar y caminar el territorio.” Esa es

la única forma de conocer y

entender el

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61

significado de la primera base espiritual, social

y cultural que une a la etnia Awá; la única

manera de conocer el territorio es caminando.

Siguiendo esta recomendación vemos que los

indígenas Awá están distribuidos en tres

organizaciones que los agrupan: UNIPA

(Unidad Indígena del Pueblo Awá) y

CAMAWARI (Cabildo Mayor Awá de

Ricaurte) en Nariño; y ACIPAP (Asociación de

Cabildos Indígenas del Pueblo Awá del

Putumayo). Cabe aclarar que esta etnia es de

carácter binacional, ya que también hace

presencia en el vecino país del Ecuador en las

provincias de Carchi, Esmeraldas e Imbabura,

limítrofes con Colombia.

Específicamente, las organizaciones Awá de

Nariño representan a cerca de 30.000 indígenas

distribuidos en 33 resguardos (22 de UNIPA y

11 de CAMAWARI), ubicados en los

municipios de Tumaco, Roberto Payán,

Samaniego, Barbacoas y Ricaurte. Estos

territorios, que se enmarcan entre las

encumbradas montañas de la cordillera oriental

y la costa pacífica nariñense, constituyen uno

de los mayores tesoros para los Awá, ya que,

como ellos mismos lo señalan: “un indígena sin

tierra, es como un árbol sin raíces, o sea un árbol

muerto”.

Esta última frase define la importancia de la

tenencia de la tierra para los Awá, y todo lo

que sufren al ser desplazados, separados de su

hábitat natural por la fuerza, y arrancados de

donde jamás debieron salir. Y es que las

anteriores son sólo algunas de las consecuencias

de la guerra que golpea con crueldad, desde

el año 2007, a estos territorios ancestrales. Pero,

¿por qué, para qué y quiénes quieren a los

Awá fuera de sus tierras?

La casa de la esquina

“Imagine por un momento que somos grandes

empresarios, y que en el ejercicio de expandir nuestro

poder, es necesaria la compra de ciertos terrenos en

zonas estratégicas para la salida y entrada de nuestras

mercancías, así como para controlar y vigilar los

movimientos de nuestros competidores; digamos

entonces, que para ganar ese territorio estratégico

debemos obtener “la casa de la esquina”, la cual

limita con la principal avenida de salida de nuestro

pequeño vecindario. Y para completar, el dueño de

estos territorios estratégicos, no quiere vender”.

señala un analista del Sistema de Alertas

Tempranas de la Defensoría del Pueblo.

Sin ir más lejos, esta es una lúdica explicación

de la importancia que tiene para los actores

armados lograr (bajo el método que sea

necesario), el control sobre los territorios Awá,

ya que como se puede observar en el mapa,

los resguardos son “la casa de la esquina” en

un pequeño vecindario llamado Nariño, que

limita con una gran avenida llamada océano

pacífico y lo único que se interpone para su

control y dominio, son los indígenas Awá,

dueños naturales de estas tierras.

experienciasde protección

reVelando 62

Mapa Resguardos Awá

Pero no sólo el control del territorio para su

uso como rutas de salida del narcotráfico es

importante para los actores armados; otros

intereses se ciernen sobre estas tierras bañadas

por innumerables cascadas naturales y la sangre

de inocentes. La explotación maderera de

extensas zonas selváticas, la posible siembra

de monocultivos como la palma aceitera,

proyectos de explotación minera y la

implementación de megaproyectos viales de

interconexión continental, son sólo algunos de

los intereses que mueven a distintos grupos

armados ilegales para adueñarse a sangre y

fuego de los 33 resguardos pertenecientes a

UNIPA y CAMAWARI.

Históricamente la insurgencia ha presionado

e intimidado a las organizaciones indígenas de

esta zona del país, pero la disputa territorial

en los resguardos y zonas indígenas Awá se

agudizó a raíz de la confrontación entre nuevas

estructuras paramilitares y guerrilleras. Grupos

de ascendencia paramilitar como ‘Las Águilas

Negras’, ‘Los Rastrojos’, y la ‘Organización

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Educa

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63

Nueva Generación - ONG’; o de la insurgencia

como las Farc y el Eln, implemen métodos para

generar terror y zozobra en la población,

acusándolos de auspiciadores de uno u otro

grupo.

Esta delicada situación de vulnerabilidad para

los Awá, es elevada a su máximo exponente

con la fuerte presencia de la Fuerza Pública en

dichos territorios y la puesta en marcha de

intensas operaciones militares enmarcadas en

la Política de Seguridad Democrática impulsada

por el Gobierno Nacional, y recientemente

bautizada como el Plan Nacional de Consolidación

Territorial.

Este escenario de

guerra es abonado por

históricas condiciones

de exclusión social y

abandono estatal, lo

que pone en mayor

r i e s g o a e s t o s

indígenas, de ser

fácilmente víctimas de

los efectos directos o

indirectos de la

confrontación armada,

ya sea entre grupos

ilegales, o en confrontación directa de los

ilegales armados contra fuerzas del Estado.

Por estas condiciones es que el tejido social,

construido desde la sabiduría indígena, es

golpeado incansablemente por quienes no

quieren a los Awá en su región y se valen de

métodos tan denigrantes e inhumanos como

los utilizados en 2009, cuando Nariño y

Colombia entera conocieron su tragedia.

Cronología de un genocidio

La crueldad y vileza de los violentos contra el

pueblo Awá, parece venir desde la misma

época de la conquista contra uno de sus

antepasados: “Los Sindaguas:….”En

1635…expedicionarios españoles tomaron como

prisioneros a más de 80 indígenas, entre ellos a 16

caciques o capitanes a quienes juzgaron y condenaron

a muerte mediante el sistema denominado pena del

garrote o empalamiento, en el sitio denominado

El Castigo… Posteriormente, sus cuerpos fueron

desmembrados y sus

cabezas y extremidades

exhibidas en lugares

públicos.”1

L a p e r s e c u c i ó n

histórica contra las

c o m u n i d a d e s y

pueblos indígenas en

Nariño, así como en

distintas zonas del

país, dan cuenta de un

plan de exterminio

contra estas poblaciones, que a la luz del

Derecho Internacional Humanitario, podría

catalogarse como genocidio. En los últimos 10

años, como consecuencia del conflicto armado,

se han registrado ocho desplazamientos

masivos de gran envergadura (más de 1.000

personas por desplazamiento), desplazamientos

individuales continuos hacia dentro y fuera

"Somos Gente de la Montaña, hijos de la selva y por ella nos van a sacar muertos", declaró premonitoriamente Eder Burgos, Coordinador de Camawari, el 10 de Agosto de 2008, durante la Audiencia Defensorial que dio cuenta de la crítica situación de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (DIH) que vive el pueblo indígena Awá.

experienciasde protección

64reVelando

del territorio, migración transfronteriza, cuatro

masacres, aproximadamente 200 asesinatos

selectivos, 50 víctimas por minas antipersonal,

secuestros, detenciones arbitrarias,

confinamiento de comunidades, señalamientos,

amenazas, reclutamiento forzado, bloqueo de

alimentos y medicamentos, utilización de bienes

civiles, y presión a los indígenas para que sirvan

de informantes, entre otros factores de riesgo

identificados.2

Todo lo anterior ha sido objeto de permanente

denuncia a nivel nacional e internacional hasta

tal punto que en el año 2008 la Defensoría del

Pueblo, luego de advertir estas situaciones

mediante sus Informes de Riesgo, emitió la

Resolución Defensoríal No. 53 demostrando la

gravedad de la situación del pueblo Awá y

planteando una serie de recomendaciones al

Estado para garantizar la protección de este

pueblo.

Hablando del pasado reciente, si bien desde

2007 ha habido amenazas contra las etnias Awá,

Eperara Siapidara, Ingas, Pastos, Cofan y

Quillacinga, presentes en el departamento de

Nariño, entre 2008 y 2009, la situación se

agudizó a tal nivel que los homicidios y

desplazamientos forzados se incrementaron

desproporcionadamente, específicamente contra

el pueblo Awá.

Pero vale la pena recordar (con mucho dolor

y tristeza y a fin de buscar la no repetición) que

las prácticas de los violentos hace 400 años,

fueron retomadas en 2009. A continuación dos

de los muchos hechos que demuestran la

barbarie:

El pasado 4 de febrero de 2009, hombres

armados con distintivos de las Farc retuvieron

a 20 personas, las amarraron y las llevaron a la

quebrada denominada El Hojal de la

comunidad El Bravo - resguardo Tortugaña

Telembí perteneciente a UNIPA en jurisdicción

del municipio de Barbacoas, y las obligaron a

observar el asesinato de sus compañeros con

armas blancas y de fuego. Dentro de las víctimas

fatales hubo niños y una mujer con 7 meses de

embarazo a quien le fue sacado el feto a la

fuerza. Según información dada por la

comunidad, estos mismos hombres regresaron

el día siguiente por los niños que quedaron en

las casas y de quienes se desconoce su paradero.

Miembros de las comunidades informaron que

esta actuación de las Farc se dio como retaliación

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por considerar que soldados del Ejército

Nacional ocuparon casas indígenas del

resguardo y se les brindó colaboración.

Igualmente, el 26 de agosto de 2009, hombres

armados, vestidos esta vez de civil y al parecer

pertenecientes a un grupo paramilitar,

asesinaron a 12 indígenas Awá e hirieron a

otros tres en el resguardo Gran Rosario

perteneciente a UNIPA en jurisdicción del

municipio de Tumaco. Dentro de los indígenas

ases inados se

encontraban seis

menores de

edad que oscilan entre los 6 meses de nacidos

y los 17 años de edad. Muchos de ellos fueron

degollados. Entre las víctimas estaba Tulia

García, quien había recibido sucesivas

amenazas de muerte tras el homicidio de su

esposo, Gonzalo Rodríguez Guanga, en mayo;

este caso estaba siendo investigado dentro de

los mal llamados “Falsos Positivos” ya que

Rodríguez fue presentado como un guerrillero

dado de baja en combate por el Ejército

Nacional.

El listado de hechos violentos que

afectaron al pueblo Awá en 2009 es

dramático: 32 muertes violentas,

seis desplazamientos masivos,

más de 10 amenazas

directas o colectivas, y la

lista continúa.

Pero estos hombres y

mujeres, ante la

adversidad, y en su

territorio, cambian su

aparente perfi l de

indígenas golpeados, y

s e c o n v i e r t e n e n

auténticos señores de la

selva. Un ejemplo claro de

e l lo fue la Minga

Humanitaria por la Vida y

la Dignidad AWÁ,

realizada en marzo de 2009,

en la cual convocaron a más

de 700 indígenas Awá, Nasa y

Zenú, así como funcionarios de la Defensoría

del Pueblo, de organizaciones de derechos

experienciasde protección

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66reVelando

humanos del nivel nacional e internacional y

medios de comunicación de Colombia y el

mundo. Esta Minga hizo lo que ni el Ejército

Nacional, ni el CICR, ni ninguna institución

del Estado se atrevió a hacer: entrar a los

territorios Awá infestados de minas

antipersonal, en medio de combates entre Farc

y Ejército, para recuperar los cuerpos de sus

hermanos asesinados.

La minga Awá fue conocida en Colombia y en

el exterior, como un éxito y una muestra

palpable de autonomía y coraje contra la guerra,

al igual que de neutralidad ante los actores del

conflicto y exigencia por el respeto de los

derechos humanos.

Enfrentando la amenaza con una sonrisa

“Pudo ser peor, incluso podría ponerse más feo, pero

como pueblo Awá vamos a seguir”, responde, con

un esbozo de sonrisa, Gabriel Bisbicus,

presidente de UNIPA quien en 2009 se convirtió

en fuente obligada para los medios nacionales

e internacionales que cubrían la crisis

humanitaria que afrontó (y aún afronta) este

pueblo indígena de Nariño.

La sonrisa espontánea, algo tan poco común

en citadinos nacionales y extranjeros, es una

constante en estos hombres y mujeres, que muy

a pesar de su tragedia y del dolor que les ha

producido la violencia, siguen hablando con

vehemencia y autoridad ante su pueblo y ante

cualquiera que se interese en su historia;

compartiendo con nuevos y viejos amigos sin

distinciones de origen; construyendo en sus

mingas, puentes de comunicación con su gente

para preservarse ante la amenaza de exterminio

que los aqueja.

Este buen ánimo de los indígenas Awá, que

para algún desprevenido observador podría

ser tomado como casi irónico, es una de las

tantas herramientas culturales y tradicionales

que estos indígenas del sur del país, han puesto

en práctica para hacer frente a un escenario de

muerte de dantescas proporciones.

“Para la protección de nuestro pueblo se han hecho

muchas cosas por tanta violencia: desde el trabajo

espiritual con los mayores; hasta el trabajo con las

organizaciones de fuera de Colombia para buscar

apoyos”, señala Gabriel Bisbicus, quien establece

varios escenarios en donde la organización

UNIPA, apoyada por diferentes organizaciones

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67

de derechos humanos entre ellas el Programa

Somos Defensores, ha construido planes de

protección con miras a generar prácticas seguras

para continuar con el proceso de formación y

crecimiento de UNIPA a pesar de las amenazas

y la violencia.

También CAMAWARI ha construido, entre

2007 y 2009, de la mano del programa Somos

Defensores, protocolos y planes de protección

encaminados a preservar la vida. “Hemos

aprendido del dolor, y nuestros mecanismos de

supervivencia se han transformado en mecanismos

de protección”, comenta Rolando Canticus,

representante legal de CAMAWARI. “…el

gobierno central se le olvida, que aquí, cuando ellos

(los actores armados) se proponen algo, no importa

que manden a 100 delegados con palabras bonitas,

los que quedamos en el territorio somos nosotros…por

eso es que la protección empieza por nosotros, porque

el gobierno no ofrece otra cosa que Ejercito y teléfonos,

cuando lo que se necesita es trabajar la tierra, somos

indígenas, y eso es lo primero”, concluye.

Al abordar las prácticas de protección de la

vida y la organización en el territorio, UNIPA

y CAMAWARI cuentan con procesos diferentes

pero no separados, porque en el camino por

cuidar la vida de 30.000 indígenas, muchas

iniciativas los han unido. En el caso de UNIPA

las amenazas han generado una celeridad por

alcanzar resultados en la protección. En el caso

de CAMAWARI estos procesos se dan con un

mayor tiempo porque su época de crisis se dio

entre 2005 y 2007, luego de una andanada de

coacciones y homicidios selectivos a manos de

distintos grupos armados legales e ilegales.

Pero entendamos más de cerca cada proceso.

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68reVelando

Protegiendo a “Inkal Awá”

Un mayor indígena Awá se sienta sobre las

escalinatas de la casa de UNIPA, ubicada en

El Diviso, resguardo el Gran Sábalo y mira con

un poco de desconfianza, pero sin dejar de

sonreír. Ante la pregunta ¿Qué es INKAL

AWÁ?, bebe un poco de café en una taza de

plástico y dice: “ Gente de selva. Eso somos,

aquí vivimos y aquí vamos a morir”. Desde la

comodidad de Bogotá es difícil imaginar el

enfrentarse sólo con bastones de mando y

sabiduría indígena a cientos de hombres

armados ilegales y del Estado, pero sobre todo

vivir con la zozobra de que la muerte les sigue

de cerca los pasos. Y dadas las condiciones

actuales, en las que la muerte literalmente está

tras este pueblo, los mecanismos de protección

cobran vital importancia para perseverar en la

difícil lucha por no ser exterminados.

Con UNIPA, la protección se ha trabajado

desde la construcción de planes para tal fin,

posterior a un análisis de riesgo. Estos

lineamientos generales han dinamizado nuevos

procesos mucho más específicos a raíz del

análisis de los riesgos encontrados. Mecanismos

como el cabildeo político ante entidades del

Estado y de la comunidad internacional, el uso

de herramientas de comunicación como forma

de protección y la retoma de tradiciones

ancestrales como el idioma y la consulta

constante a las autoridades tradicionales,

permitieron que UNIPA tenga muchas más

formas de advertir y prevenir los peligros a los

que se enfrenta y también de generar, a tiempo,

mecanismos de defensa.

Un proceso que llama particularmente la

atención es la sinergia de UNIPA con distintos

medios de comunicación como la Revista

Semana, Caracol Radio, BBC News y otros que, en

2009, mantuvieron vigente en la opinión

pública, los casos de violaciones masivas y

particulares a los derechos humanos de los

indígenas Awá. Sumado a esto, podemos

destacar la creación de la Emisora La Voz de los

Awá, que transmite programación de interés

para toda la comunidad seis horas al día, siete

días a la semana, en su idioma natal (el Awapit)

y comunica a todo el territorio indígena, cuanta

información produzca la organización.

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69

Esta emisora constituye un eje fundamental

para el concepto Comunicar para Proteger

promovido por el Programa Somos Defensores,

porque habilita la difusión de contenidos, el

registro de llamados urgentes, la divulgación

de decisiones que afecten a la comunidad y

genera un mecanismo de integración de estas

poblaciones que viven muy distantes,

territorialmente hablando, unas de otras.

Mientras José Libardo Pai, gobernador indígena

del resguardo Tortugaña Telembi, sitio de la

masacre de marzo, enseñaba las instalaciones

de la emisora, un sonido de marimba y canto

interrumpe la visita. En las calles empantanadas

de El Diviso, aproximadamente 50 jóvenes,

hombres y mujeres Awá, forman juiciosamente

en filas de 10 personas, a la voz de un líder. Es

la guardia indígena Awá, otro de los

mecanismos de protección establecidos por la

organización para salvaguardar su territorio y

poner en ejercicio la jurisdicción propia. “La

guardia indígena es una tradición de algunos pueblos,

no todos la tienen, pero para nosotros es y será una

forma de cuidarnos a nosotros mismos, armados

solamente con el coraje y el bastón de autoridad y

mando”, responde sonriente el gobernador.

También es importante recalcar las sinergias

que UNIPA ha creado con organizaciones

nacionales e internacionales de derechos

humanos, que les ha permitido hacer giras de

incidencia política en instancias regionales,

nacionales y en el exterior.

Otro proceso de importancia para UNIPA es

el trabajo de firmeza espiritual promovida e

impulsada por su dirigencia y de otras

instituciones como la Organización Nacional

Indígena de Colombia (ONIC). Este trabajo ha

retomado espacios tan importantes como las

prácticas tradicionales de la caza, la pesca, la

siembra y la comunicación con los espíritus

como formas de proteger a su gente dentro y

fuera del territorio. “Estos conocimientos que han

mantenido los mayores, es lo que como pueblo

indígena nos ha permitido pervivir a través de la

práctica de nuestros usos y costumbres y del aprender

mirando, caminado y haciendo, de generación a

generación. El contacto con la sociedad no- indígena

ha generado que algunas de nuestras costumbres se

estén perdiendo, porque algunos mayores y jóvenes

poco valoramos y practicamos, desconociendo la

importancia de seguir fortaleciendo la comunicación

con los espíritus de la naturaleza que existen en

nuestro entorno para garantizar nuestra pervivencia

como pueblo indígena“.3

experienciasde protección

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Transmisión desde la emisoraLa Voz de los Awá

70reVelando

Con CAMAWARI el proceso es diferente

porque la violencia los golpeó con mayor

contundencia mucho antes que a UNIPA. En

consecuencia, los Awá iniciaron un proceso

por su propia cuenta y riesgo a fin de no ser

exterminados. Esa determinación los llevó a

pensar en el poder político local como

mecanismo de protección. Y así fue: desde 2001

conquistaron la Alcaldía del municipio de

Ricaurte (Nariño). Con ello, además de exigir

desde el derecho propio el amparo de sus

comunidades, también han logrado avanzar

en la construcción e implementación de políticas

públicas locales que persiguen tal fin.

El acompañamiento de organizaciones externas

a casos de vulneración de los derechos humanos

es otra de las estrategias trabajadas por

CAMAWARI. La Asociación MINGA, por

ejemplo, ha acompañado estos casos

visibilizando y gestionando sinergias

interinstitucionales para colaborar a nivel

nacional, con la resolución de estos casos.

De igual manera, CAMAWARI ha apuntado

a la línea de salud y educación tradicional de

sus comunidades y la formación de líderes

como otra forma de preservar la vida. Este es

uno de los ejemplos de la protección entendida

con integralidad que no sólo suple las

emergencias humanitarias derivadas de las

situaciones de riesgo, sino que a su vez, se

piensa a mediano y largo plazo: una comunidad

saludable y capacitada, resiste y piensa

soluciones mucho más efectivas a la

intervención y agresión de los actores, que una

comunidad mendiga de sus derechos.

Otro de los logros alcanzados por CAMAWARI

en cuanto a su propia defensa es el enfoque

diferencial de género. Sus políticas internas y

externas dan cuenta de la mujer como sujeto

activo de las comunidades y como parte

fundamental de la toma de decisiones que

afectan a todos. Este posicionamiento es posible

gracias a las reflexiones internas de la

organización y al acompañamiento de

instituciones internacionales como Acnur.

Si bien existen aprendizajes individuales en

cada organización, hay algunos que convergen

hacia el mismo punto. Como es el caso de los

planes de salvaguarda, derivados del Auto 004

de la Corte Constitucional donde se asegura

que el pueblo Awá vive bajo amenaza de

exterminio cultural y físico, situación que impulsa

a las comunidades indígenas a formular estos

proyectos para evitar su desaparición.

Estos planes se convirtieron en el escenario

propicio para la discusión y construcción de

conceptos colectivos de protección como el

respeto por el territorio, la autonomía, el

Foto

: D

. Fe

llous

71

derecho, la consulta previa, la educación y la

salud propias, entre otros. “Estos planes obedecen

al ideal de vida que nosotros hemos construidos

desde hace varios años. Pero ante semejante amenaza

es necesario gestionar planes mucho más ágiles….

Pero lo que necesitamos es que el Gobierno cumpla

con lo que ya se ha comprometido y no ha hecho,

porque el Plan de Salvaguarda va a quedar muy

bien en el papel pero ¿si el Gobierno sigue

incumpliendo?”, señala Rolando Canticus,

representante legal de CAMAWARI.

Sueños y futuro

En agosto de 2009, cuando el Relator Especial

de las Naciones Unidas para pueblos Indígenas,

vino en visita oficial a Colombia, para verificar

la situación de exterminio de estas

comunidades, jamás imaginó encontrar un

panorama tan contradictorio y denigrante. Sólo

en esa semana dos indígenas Awá fueron

asesinados y uno más desaparecido. Por esto

y muchas razones de peso como la muerte

sistemática de cientos de indígenas, el informe

final del relator consigna en su punto número

11: “Para el Relator Especial resulta de extrema

gravedad y preocupación alarmante que, a pesar del

plan de salvaguarda, poco tiempo después de realizada

su misión, en agosto de 2009, se hubiese perpetrado

una nueva masacre contra el pueblo Awá.”4

Es por ello que, con un presente de tanta

incertidumbre y amenaza, el futuro no pinta

nada bien. “Nuestra cultura nos enseña que los

sueños son un reflejo del futuro; cuando un sueño

importante llega a nuestra vida, hay que atenderlo,

eso nos protege y nos prepara para lo que

viene…hemos tenido sueños, sueños de muerte, de

camiones y aviones, helicópteros y personas extrañas,

por eso podemos decir que el futuro trae cosas malas”

indica Gabriel Bisbicus de UNIPA, quien con

su sonrisa característica, asegura que el peligro

de exterminio para el pueblo Awá de Nariño

continúa.

“Pero, aunque los sueños nos traigan cosas malas,

los mayores han dicho que no vamos a irnos del

territorio y que la fuerza del pueblo Awá va a resistir

si estamos unidos, si trabajamos con los demás

‘hermanos menores’ que nos apoyan y, sobre todo,

si respetamos a la madre tierra, limpiándola de

sangre y muerte, que es lo único que nos han dejado

los armados”, concluye.

“Los espíritus pueden llegar a matar a una persona

comiéndosele el alma o “izput”. La Vieja, quien

antiguamente fue quemada por los Awá y desterrada

de sus viviendas por comerse a los niños, y que

actualmente vive en las peñas, es dueña de la peña

blanca, se baña en las chorreras y caza cangrejos de

los ríos, es verdaderamente un espíritu peligroso

que, aunque actualmente ya no come niños, es capaz

de comerse el espíritu de un cazador que haya matado

más de tres perdices…”. Parece que “la vieja”,

efectivamente, vive aún entre las peñas y

montañas del territorio Awá, pero este espíritu,

ahora viste de camuflado o de civil, con armas,

expirando por sus fosas el humo de la muerte,

arrancando de la tierra la vida de los indígenas

con tal crueldad y sevicia, que intenta

exterminarlos para siempre.

Los árboles de los resguardos Awá que durante

experienciasde protección

72reVelando

1 Resistencia Indígena en el Sur de Colombia (Nariño).29 de septiembre de 2007. http://soldelospastos.nireblog.com/post/2007/09/20/resistencia-indigena-en-el-sur-de-colombia-narino

2 Datos consolidados por UNIPA 2010.

3 Pai, José Libardo; Bisbicus, Gabriel y Nastacuas, Rider Pai. Comunicación con los espíritus de la naturaleza para la cacería, pesca, protección, siembra y cosecha en el pueblo indígena Awá de Nariño. Universidad Autónoma Indígena Intercultural (UAIIN). 29 de noviembre de 2009

4 La situación de los pueblos indígenas en Colombia: seguimento a las recomendaciones hechas por el Relator especial anterior. Consejo de Naciones Unidas. 8 de enero de 2010

cientos de años han sustentado sus tierras y su

cultura, hoy son convidados de piedra ante la

brutalidad de la guerra. Sus espíritus, que se

manifiestan en los sueños, el clima, y hasta en

tareas tan sencillas como la caza y la pesca,

señalan un peligro que viene de otras tierras.

Pero ante una amenaza que sobrepasa la

capacidad del mismo gobierno, sólo el retomar

las prácticas tradicionales y los fundamentos

mismos de la cultura Awá, combinados con

algunas experiencias occidentales, garantizarán

la pervivencia de esta comunidad indígena

nariñense.

Puede que estos señores de la selva hayan sido

golpeados, y su desaparición sea casi inminente,

pero su coraje y fortaleza espiritual, los ha

hecho resistir, y lo seguirán haciendo. Pero,

nosotros, desde distantes zonas de la geografía

nacional podemos apoyar y acompañar a los

indígenas Awá, ya que también depende del

ciudadano común el protegerlos de su

desaparición, no con las armas o el dinero,

simplemente con no condenarlos al peor de los

exterminios: el olvido.

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reVelando

Experiencias de protección

Oxfam Gran Bretaña*

Visibilizar la realidad regional: un reto de la comunicación desde las organizaciones

74

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Equipo Salud, Misión Chocó. Riosucio, Chocó, 2009

protección75

Bien lo decía Edward Barneys -considerado

el padre de las relaciones públicas- sobre la

importancia de la opinión pública y su capacidad

no sólo de juzgar sino también de posicionar,

exaltar o hacer fracasar cualquier institución. Y

es que la opinión pública, sin duda, constituye

la voz viva de cada uno de los ciudadanos que

luchan por el fortalecimiento de la democracia

y por un Estado Social de Derecho.

Sin embargo, en Colombia el libre desarrollo de

una ciudadanía activa se ha visto gravemente

afectado por la imposición de un discurso que

invoca un Estado de opinión por encima de un

Estado de Derecho y persuade a una gran parte

de la población a estigmatizar y señalar a aquellos

que trabajan por los derechos de los más

vulnerables.

Las organizaciones de la sociedad civil han

padecido esta política de pensamiento único

porque han visto opacada su labor debido a la

construcción y divulgación de mensajes que

llevan al señalamiento y a deslegitimar el trabajo

que realizan en favor de la democracia. En

consecuencia, este ambiente de polarización ha

reducido sus espacios de acceso e interacción

con la opinión pública.

¿El reto? Desarrollar estrategias dirigidas a

difundir información, así como a formar una

ciudadanía más activa y buscar canales y

mecanismos que generen un mayor

acercamiento hacia la opinión pública para que

conozca y reconozca la labor de las

organizaciones y actúe conjuntamente en la

defensa de los derechos de la sociedad.

Es necesario que las organizaciones construyan

un diálogo con aquellos canales encargados de

informar e influir en la percepción de la sociedad:

los medios de comunicación.

Organizaciones y medios: una buena alianza

Desde hace más de un año se desarrolla la

iniciativa de invitar a periodistas de diferentes

medios de comunicación nacional e internacional

a visitar las zonas más alejadas del país y

evidenciar la problemática social que se vive,

así como la difícil situación de derechos humanos.

Con esta idea se busca afianzar el diálogo entre

las organizaciones y los medios de comunicación

y consolidar los espacios orientados a la difusión

de una información equilibrada y veraz sobre

esta realidad en el país.

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Misión Chocó. Riosucio,Chocó, 2009

La Misión Periodística a terreno es parte del

proyecto de fortalecimiento de opinión pública

que desarrolla Oxfam Gran Bretaña con el apoyo

de la Embajada del Reino Unido. Esta actividad

ha contado con el apoyo y la coordinación del

Programa Somos Defensores y con la

participación en una de las misiones del proyecto

Reporteros de Colombia (CINEP - Programa

por la Paz, Medios para la Paz y la Universidad

Javeriana).

El proyecto nace de la necesidad de generar

espacios de interacción entre las poblaciones

más vulnerables y los medios, en donde las

comunidades puedan describir sus realidades

sin ningún tipo de sesgo o temor y los periodistas

difundan la información, no desde las salas de

redacción, sino desde el lugar de los hechos.

Para dar paso a este proceso, se hizo inicialmente

un mapeo para identificar aquellas zonas que

viven una crítica situación social y de derechos

humanos y que además han sido totalmente

ignoradas por los medios. Este seguimiento

permitió escoger algunos sectores de la población

que no han sido escuchados. Después del análisis

se estableció una agenda de acción, así como los

medios de comunicación que podrían asistir y

presentar una información más ajustada a la

realidad.

Inicialmente se evidenció cierto hermetismo de

los medios, pues pensaron que al aceptar y

trabajar en estas propuestas podrían enfrentarse

a algún tipo de manipulación de la información,

argumento que fue totalmente superado tras el

exitoso primer viaje con un medio internacional

a Nariño.

Hasta hoy se han realizado cuatro misiones

periodísticas a los departamentos de Cauca,

Chocó y Nariño, donde las comunidades

indígenas han retratado la problemática social

en el Chocó, la lucha por la vida en Villa Nueva,

después de la terrible masacre en Bojayá, hasta

el esfuerzo y la dedicación de un equipo de

fútbol infantil en ese departamento, que guarda

la esperanza de conseguir un gran patrocinador.

Esta iniciativa abre la posibilidad de generar

nuevos espacios a las organizaciones y a las

comunidades para transmitir su propia realidad

y convertirse en protagonistas ante los medios

de comunicación.

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Misión Cauca2009

Acceso a la información desde la región

Las misiones no

sólo les generan un

beneficio a las

c o m u n i d a d e s

s i n o a l o s

comunicadores

y a las empresas

periodísticas que

r e p r e s e n t a n

p o r q u e h a n

encontrado un

lugar para elaborar

i n f o r m e s

profundos a partir

del encuentro con diversidad de fuentes y con

una perspectiva actual de país.

Pero la gran beneficiaria ha sido la opinión

pública, al conocer de primera mano a las

comunidades más vulnerables -algunas de ellas

poco conocidas- y tener la posibilidad de hacer

una lectura más precisa sobre la coyuntura

política y social.

Según Marisol Manrique, directora de la

organización Medios para la Paz, el proceso de

investigación que desarrollan los comunicadores

en torno a conflictos regionales no logra abordar

toda la realidad: “Hay algunos esfuerzos por

profundizar sobre temáticas con enfoques

regionales, pero estos de ningún modo son

prioritarios en la agenda de los medios

nacionales. Esto hace que la gente del común

sólo conozca una parte de lo que ocurre

regionalmente y no pueda hacer las conexiones

necesarias para entender el conflicto y sus

consecuencias”.

La directora de esta

organización opina

q u e e s t a s

iniciativas son

muy importantes

porque acercan al

periodista a un

contexto más

palpable que, a su

vez, es transmitido

a la ciudadanía.

“Hay dos valores

fundamentales en

una idea como

ésta: el primero, que se brinden las condiciones

necesarias para que los colegas lleguen a distintos

lugares y realicen trabajo de campo, tan limitado

ahora en los medios de comunicación. El

segundo, que quien lidera la iniciativa no incida

en la información que resulta de este ejercicio y

que respete el enfoque que los reporteros quieran

dar a sus trabajos”.

Las misiones también contribuyen a la

construcción de mensajes que promuevan su

labor e incrementen los niveles de protección

tanto de las comunidades como de las

organizaciones.

Por su parte, Juan Esteban Mejía, periodista de

Semana.com y quien ha participado en varias

de las misiones desarrolladas en las regiones,

tiene su propia visión: “Es una idea muy astuta

de las organizaciones, porque independien-

temente de los informes y estudios que realicen

77 protección

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Misión de prensa,Chocó, 2009

y expongan a la opinión pública, uno como

periodista necesita el acceso a la información,

para contar historias diferentes. Además, le abre

los ojos a una realidad distinta de la que se

maneja desde Bogotá... definitivamente es un

muy buen ejemplo de trabajo en equipo”.

Resultados como la oportunidad de acceder a

los medios de comunicación y mejorar el diálogo

entre estos y las organizaciones, se han dado

gracias a la transparencia con la que se ha

manejado este proceso, sin ningún tipo de

presión o influencia en el manejo de la

información y respetando siempre el enfoque

periodístico de los participantes.

El reto ahora es llegar a una gama amplia de

ciudadanos en Colombia que reconozcan la

situación y el esfuerzo valeroso de las

comunidades por sobrevivir a pesar del peso

del conflicto y que comprendan la importancia

de las organizaciones sociales en el país, su

trabajo y contribución a la democracia y al

ejercicio de la libre expresión.

“La opinión pública es el producto del proceso

transformativo de información introducida en el

sistema abierto de clima de opinión pública”,

Otto Baumhauer

Familia wayuúhabitantes de la

Alta Guajira.

78reVelando

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80 logros

Logros del ProyectoUnión Europea-año 3Garantías y protección para los defensores ydefensoras de derechos humanos en Colombia-CRIS2006/1318228- Año Dos

Eje de protección y pedagogía

En el último año esta estrategia respondió a las demandas de

capacitación y protección de las organizaciones de mujeres,

organizaciones de comunidades afrodescendientes, pueblos indígenas,

redes regionales y plataformas nacionales en situación de riesgo por

su labor. Se realizaron 22 talleres en varias regiones del país.

• Un total de 661 personas, entre hombres y mujeres, lograron

sensibilizarse y capacitarse en temas como análisis y evaluación

de riesgo y formulación de planes de protección y autoprotección.

Igualmente, el equipo del Programa Somos Defensores apoyó

procesos de actualización de los planes elaborados el año

anterior.

• Un 43% del total de la población beneficiaria de capacitación,

correspondió a lideresas y defensoras de derechos humanos

en situación de riesgo ubicadas en zonas urbanas y rurales de

Bogotá, Guajira, Huila, Cauca, Nariño, Valle, Santander, Norte

81reVelando

de Santander, Atlántico, Bolívar,

Magdalena Medio.

• El 57% del total de beneficiarios de la

capacitación fueron hombres, defensores

de derechos humanos, líderes de

o r g a n i z a c i o n e s i n d í g e n a s ,

afrodescendientes, campesinas y de

pescadores. Los procesos pedagógicos se

orientaron a actualizar y promover planes

de protección y autoprotección

(formulados el año anterior) y a buscar

nuevas alternativas en protección que

respondan a las necesidades concretas,

por razones de género y etnia, de acuerdo

con los Autos 092, 004 y 005 de 2009

promulgados por la Corte Constitucional.

• En alianza con la embajada de Suecia y

Front Line Defenders, el Programa Somos

Defensores y la Asociación Minga

realizaron el segundo Seminario Nacional

de Protección de carácter descentralizado

(Bucaramanga, Cali y Bogotá). El evento

se orientó a la identificación de

experiencias exitosas en protección

desarrolladas en Colombia.

• Con el apoyo del Centro de Atención

Psicosocial se efectuó en Bogotá el tercer

seminario del proyecto en Actualización

de riesgos y estrategias psicosociales para

manejo del miedo.

Durante el último año, con el auspicio del

proyecto de la Unión Europea y otras

financiadoras, se alcanzaron los siguientes

objetivos en materia de protección directa:

• Proteger a 82 defensores y defensoras de

derechos humanos, hombres, entre

quienes se encontraban líderes

campesinos, afrodescendientes e

indígenas, lideresas sociales y de

organizaciones de víctimas, defensoras y

una periodista.

• El 69% del total de beneficiarios

corresponde al género masculino. Un gran

porcentaje de ellos obtuvo protección en

la modalidad de ayudas humanitarias

(38), seguidos de pasantías nacionales

(31), pasantía internacional (5) proyectos

productivos (4) y apoyo de posretorno (4).

• Un total de 37 mujeres, es decir el 31%

del total de la población, defensoras de

derechos humanos y líderes sociales,

recibió protección en la modalidad de

apoyo humanitario (13), seguido por

pasantía nacional (12), proyecto

productivo (6), pasantía internacional (3),

y apoyo posretorno (3).

82 logros

• El Programa otorgó un total de 119 ayudas

entre marzo de 2009 y febrero de 2010.

En concordancia con el deber que tiene el Estado

de proteger a defensores y líderes sociales, el

equipo de protección apoyó a la Asociación

MINGA en su representación ante el Comité de

Evaluación y Reglamentación de Riesgos (Crer).

• Durante este periodo, en 15 sesiones del

Crer, se aprobaron medidas colectivas e

individuales para 530 defensores y líderes

sociales en alto riesgo.

• También participó en cuatro reuniones

del Crer para concertación de medidas

cautelares.

• Igualmente, el Programa hizo seguimiento

y acompañamiento para cumplir con las

medidas aprobadas en estas reuniones.

Este proceso se extendió a organizaciones

de víctimas, de indígenas, de

afrodescendientes y de mujeres en

diferentes regiones, así:

• El Encuentro Nacional de Víctimas en

Bogotá (marzo de 2009); la Minga

humanitaria del Pueblo Awá en Nariño;

la Conmemoración del décimo aniversario

de las masacres en el Catatumbo y el

trabajo de protección de los pueblos

ancestrales de la Sierra Nevada de Santa

Marta, Guajira y el Pacífico Caucano.

• Se acompañó a defensores y defensoras

pertenecientes a Agenda Caribe en el

proceso de exigibilidad de derechos de

las víctimas en Atlántico, Sucre y Guajira.

• De igual manera, se promovió y apoyó el

intercambio de experiencias en protección

de diferentes organizaciones de derechos

humanos, organizaciones sociales y redes,

mediante dos seminarios nacionales y

encuentros en las regiones donde

participaron las organizaciones hermanas,

plataformas y redes aliadas del Programa.

Eje de comunicación y sensbilización

En la perspectiva de comunicar para proteger,

el Programa Somos Defensores, con el apoyo

de la UE, logró:

• Visibilizar en los niveles nacional e

internacional las graves situaciones de

derechos humanos en territorios indígenas

(Pueblos Kankuamo y Awá) y

afrodescendientes (pacífico caucano), a

través de medios masivos de

comunicación, como la televisión.

83reVelando

• Publicar en la página web del Programa,

www.somosdefensores.org, 24 boletines

virtuales y piezas comunicativas, entre

otras, que revelan la delicada situación

de riesgo de los defensores y defensoras

de derechos humanos en Colombia.

• Publicar 34 notas, dos videos (Misión a

la Sierra Nevada a los resguardos

indígenas Kankuamos) realizados por el

Coordinador de Comunicaciones del

proyecto; entrevistas y reportajes sobre

los procesos de las víctimas, en la

comunidad nacioinvisible.com (alianza

entre la revista semana.com, Asociación

Minga, Corporación Nuevo Arco Iris y el

Programa).

• Realizar dos foros en las Universidades

Santo Tomás y de Los Andes sobre

Aplicación de la ley de justicia y paz en

Colombia: logros y dificultades desde la

perspectiva de las víctimas, que tuvieron

cubrimiento e impacto en medios de

comunicación alternativos y masivos.

• Acompañar a la organización Unipa del

pueblo indígena Awá de Nariño, en

lacorrección de estilo, diseño,

diagramación e impresión del libro

Comunicacióncon los espíritus de la naturaleza

para la cacería, pesca, protección, siembra y

cosecha en el pueblo indígena Awá de Nariño.

Febrero de 2010.

• Publicar el tercer número de la revista

reVelando. Febrero de 2010.

• Publicar el Manual para proteger a

defensores y defensoras: Un canto

paraPersistir. Febrero de 2010.

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84 logros

• El Programa Somos Defensores se

posicionó como un espacio de protección

gracias al fomento de unas mejores

relaciones y contactos con la prensa del

país; al monitoreo de medios de

comunicación y a la remisión de 48 noticias

y 14 informes relevantes sobre los

resultados de su trabajo, entre marzo de

2009 y marzo de 2010. Así mismo, se

actualizó la base de datos de más de 50

periodistas que cubren el tema de la

protección de derechos humanos en todo

el país.

Mediante el trabajo de Comunicaciones se acercó

a los periodistas y medios de comunicación a la

problemática que se presenta en este territorio.

Esto con el fin de brindar las mejores herramientas

de juicio para el cubrimiento de los hechos que

allí suceden. En tal sentido se logró:

• Dar apoyo a la difusión de comunicados

y acompañar a los comunicadores

durante la Misión humanitaria del pueblo

Awá de Nariño. Hacer un cubrimiento

fotográfico y fílmico del desarrollo de la

Minga en el lugar de salida. Elaborar un

video documental para medios de

comunicación.

• Realizar dos misiones periodísticas a los

departamentos de Cauca, Chocó y Nariño,

con la participación de la comunidad y

de la dirigencia indígena, afrodescendiente

y de otras organizaciones de las regiones.

• Publicar ocho informes especiales en

medios masivos nacionales y uno

extranjero y cuatro programas especiales

de televisión emitidos por Cable noticias.

Con respecto a la asesoría permanente en

comunicaciones a organizaciones sociales,

de derechos humanos nacionales y

plataformas se concretó lo siguiente:

• Realizar cinco talleres regionales para

formar en diálogos estratégicos en

comunicación, Voceros y Voceras de las

Plataformas (Nacional, Nodos Caribe,

Nororiental y Suroccidente) y diez talleres

locales para enseñar sobre herramientas

comunicativas.

• Capacitar a la Mesa de Pueblos Indígenas

del Putumayo y a la organización

Acsomayo en Comunicar para proteger,

usando herramientas técnicas y

conceptuales sobre la comunicación en

las organizaciones y el perfil de voceros

y voceras en la organización e identificar

escenarios propicios para el desarrollo de

la comunicación por dentro y por fuera

de cada organización y para la producción

radial comunitaria. Como producto de

este proceso se instalaron dos centros de

producción radial y se capacitó en edición

radial y producción a un grupo de cada

organización.

• Acompañar a la Misión al Catatumbo,

evento conmemorativo en el marco de la

Campaña Mira al Catatumbo. En el

certamen que se realizó del 17 al 19 de

julio de 2009 participaron 150 personas.

85reVelando

• Hacer dos entrevistas a víctimas de la

masacre para publicar por Minga en

acuerdo con una Corporación Cultural

que realizará los productos finales de la

Misión. Realizar registro fotográfico y

fílmico de la jornada como insumos para

la elaboración de materiales.

• Participar en la creación del espacio de

articulación interinstitucional: Opinión

pública, derechos humanos y comunicación,

con la participación de los coordinadores

(as) de comunicaciones de las

organizaciones de derechos humanos,

desarrollo y paz de OXFAM GB, Medios

para la Paz, Reporteros por Colombia,

Universidad Javeriana, Codhes y

Programa Somos Defensores (cinco

mujeres, tres hombres). Entre agosto 2009

y febrero 2010 se realizaron 11 reuniones

en las que se discutieron las líneas

temáticas y conceptuales de la

comunicación y sus discursos desde la

sociedad civil, dirigido a la opinión pública

nacional e internacional por medio de los

medios masivos de comunicación. Con

estas reuniones se definieron temas

importantes para las organizaciones y la

sociedad civil colombiana que deben ser

visibilizados y posicionados en la opinión

pública.

• Diseñar el componente de comunicaciones

y opinión pública de la Campaña nacional

e internacional para los defensores y defensoras

de los derechos humanos: por el derecho a

defender los derechos humanos en Colombia.

El equipo de comunicaciones del Programa

promovió reuniones con las comunicadoras de

organizaciones y propuestas con publicistas

externos, pero finalmente estuvo a cargo de toda

la estrategia de lanzamiento de la Campaña

realizada en Bogotá en septiembre de 2009.

Como resultado de esta gestión se obtuvieron

los siguientes resultados:

* Publicación de un comunicado de

prensa.

* Cubrimiento fotográfico del evento.

* Grabación del evento. Convocatoria

masiva de prensa. Realización de clip

promocional de campaña. Publicación

de 22 notas de prensa en medios

nacionales y extranjeros.

• Apoyar a Oxfam GB en varias actividades

de visibilización que tiene el Programa, a

través de los contactos con medios:

Lanzamiento de informe de ABColombia

junto con la Embajada Británica en Bogotá

con 35 participantes el 14 de mayo de

2009. Un comunicado de prensa. 12 salidas

en prensa nacional e internacional;

mercados campesinos, julio 2009.

• Apoyar a la Corporación Reiniciar en el

Lanzamiento del Informe Anual 2009 del

Observatorio para la Protección de los

Defensores de Derechos Humanos,

programa conjunto de la Organización

Mundial contra la Tortura (OMCT) y de

86 logros

la Federación Internacional de Derechos

Humanos (FIDH) - La perseverancia del

testimonio. Difusión de comunicado,

informe de prensa, cubrimiento

fotográfico del evento, el 22 de julio de

2009.

• Apoyar al Techo Común integrado por

las plataformas de derechos humanos en

la preparación y realización de las visitas

de los relatores especiales de la ONU,

cumplidas entre junio y septiembre de

2009, sobre ejecuciones extrajudiciales,

para pueblos indígenas y para

defensores(as).

Con la colaboración del equipo de

comunicaciones del Programa y de las

comunicadoras de las organizaciones que

integran las Plataformas se logró la

publicación de seis comunicados de

prensa y de 46 noticias en medios

nacionales e internacionales.

• Participar en reuniones de preparación de

las comunicaciones - agenda de difusión,

o incidencia- de la visita de la Misión de

verificación de la situación de derechos

humanos en Colombia realizada por un

grupo de diputados españoles, en las que

participaron delegados de las Plataformas

de Derechos Humanos y Paz de

Colombia, el Programa Somos

Defensores, delegados de la Plataforma

por la paz y los derechos humanos en

Colombia. La directora de comunicaciones

del Programa realizó cubrimiento en

video de toda la misión; los casetes

originales fueron entregados a la

plataforma española para su edición y

publicación. Con la participación del

equipo de comunicaciones del Programa

y de las comunicadoras de las

organizaciones que integran las

plataformas se logró, en enero de 2010, la

publicación de cuatro comunicados de

prensa y el registro de 32 noticias en

medios regionales, nacionales e

internacionales sobre la Misión.

En incidencia política

Durante este tiempo, con el apoyo de la Unión

Europea, el trabajo de incidencia política para

fortalecer la protección del Estado a los

defensores y defensoras en Colombia, presentó

los siguientes resultados:

• Con otras ONG de derechos humanos, la

CUT, la Asociación MINGA y la

Coordinadora del Programa formularon

una propuesta para que una unidad

especial adscrita al Ministerio del Interior

asuma los esquemas de protección para

defensores y líderes sociales en riesgo. La

idea fue presentada al Gobierno nacional

en el marco de la visita de la relatora

especial de la ONU para la situación de

los defensores, en septiembre de 2010.

• En este período se realizaron en Bogotá

diez agendas de incidencia con Gobierno,

Estado y cuerpo diplomático para

87reVelando

promover medidas de protección política

y material para los procesos acompañados

directamente por el Programa.

• La Coordinadora del Programa asesoró,

gestionó y asistió a organizaciones sociales

en reuniones de interlocución con

embajadas en Bogotá, para solicitar

acompañamiento y apoyo diplomático a

los procesos de exigibilidad de derechos

que desarrollan organizaciones de

víctimas, afrodescendientes, indígenas y

defensores y defensoras en las regiones.

• La interlocución con la Policía Nacional,

con el Ministerio del Interior y Justicia, la

Fiscalía General de la Nación y la

Defensoría del Pueblo de acuerdo con los

espacios y mandatos de cada una, ha sido

de utilidad para mantener el nivel de

presión sobre el Estado colombiano en

materia de cumplimiento de sus

obligaciones nacionales e internacionales

en cuanto a la protección de los defensores

y defensoras y líderes y lideresas.

• Apoyo a la visita de la Relatora Especial

de Naciones Unidas para los defensores

de derechos humanos en los niveles

nacional y regional. Participación en

reuniones de seguimiento de las

recomendaciones de la ONU al Estado

colombiano en materia de derechos

humanos.

Para fortalecer redes de apoyo a los defensores

y defensoras y líderes y lideresas sociales en los

ámbitos nacional e internacional, el equipo del

proyecto contribuyó a:

• La preparación de la visita de la relatora

Especial de Naciones Unidas para

defensores de derechos humanos, donde

se logró presentar la situación de los

defensores y defensoras en Colombia.

88 logros

• Comunicación permanente y articulación

de acciones con Human Right First y

USOC en Washington, ABColombia en

Londres, Oidhaco en Bruselas para

incidencia política en Estados Unidos que

contribuya a la protección de los

defensores(as) en Colombia.

• Formación y capacitación a organizaciones

de derechos humanos en el Estado de

Guerrero (México), en los temas de riesgo

y protección; con la asesoría de la

coordinadora del Programa y la

coordinadora de Protección se inició un

proceso de formulación de planes de

protección de las organizaciones de

derechos humanos, en Tlapa de

Comonfort, Chilpancingo, Ayutla de los

Libres y reuniones con OACNUDH y el

Centro PRODH Agustín Juárez en el

Distrito Federal (abril -noviembre de 2009).

• Concretar el apoyo de más de 270

o r g a n i z a c i o n e s c o l o m b i a n a s ,

estadounidenses, europeas y de América

Latina, que suscribieron la Campaña por

el Derecho a Defender los Derechos

Humanos en Colombia.

Para lograr una declaración y

recomendaciones sobre cambios en la

política de garantías y protección a

defensores y defensoras, documentos que

son la base para las acciones desarrolladas

por la Campaña, hubo un trabajo previo

de varios meses. El Programa impulsó

desde principios de 2009, diversas acciones

de información y comunicaciones para

estructurar la propuesta de Campaña, con

el apoyo decidido de la agencia Christian

Aid; propició un equipo dinamizador a

través del cual se logró que en julio las

Plataformas de Derechos Humanos y

DIAL, retomaran la iniciativa y se

comprometieran a trabajar conjuntamente

en una sola propuesta de Campaña.

El lanzamiento de la Campaña se hizo en

Bogotá el 9 de septiembre con presencia

de la relatora de Naciones Unidas para

la situación de Defensores, de visita oficial

a Colombia. El evento logró un importante

cubrimiento de prensa y elevó la atención

de sectores de la opinión pública a las

propuestas presentadas por los defensores

colombianos, apoyadas por las

organizaciones internacionales que

suscriben la Campaña.

• Para fortalecer las acciones de la Campaña,

el Programa coordinó la estrategia de

Información consistente en la producción

de informes sobre agresiones a defensores

y defensoras. Por ello, entre marzo y

septiembre de 2009, el Programa coordinó

diversas acciones para definir el marco

conceptual, las categorías, los cambios

técnicos y la actualización del Sistema de

Información sobre Agresiones a

Defensores y Defensoras en Colombia

(SIADDHH) del Programa.

• Actualización de casos, redacción y

publicación de un informe sobre

89reVelando

agresiones en el período 2002-2008,

septiembre de 2010.

• Definición de casos tipo, redacción y

publicación de un informe sobre

impunidad en casos de defensores(as) en

Colombia. Primera versión para revisión:

febrero de 2010.

• Elaboración de agenda y acompañamiento

a la visita de Front Line para visibilizar la

situación de los defensores y defensoras

de derechos humanos de los niveles

nacional y regional. Se realizaron

reuniones con organizaciones del nivel

nacional, del suroccidente y del nororiente

del país.

En medio de un contexto complejo caracterizado

por la estrategia de recuperación social del

territorio del actual gobierno, las confrontaciones

entre guerrilla y Fuerza Pública, principalmente

en el suroccidente, la expansión del narcotráfico

sobre el Pacífico, las mutaciones de los

paramilitares en todo el país, este año se mantuvo

la interlocución con el Gobierno alrededor de

las garantías políticas para los defensores de

derechos humanos.

• El equipo del Programa Somos Defensores

apoyó Metodológicamente a las

plataformas de derechos humanos para

asegurar que el Estado brinde garantías

políticas a los defensores y defensoras

colombianas.

• Igualmente, acompañó el proceso

preparatorio nacional de las

84 logros

organizaciones sociales y de derechos

humanos en la Mesa Nacional de

Garantías. Asesoró metodológicamente

la realización de 13 audiencias en Bogotá,

Pasto, Popayán, Medellín, Pereira, Cali,

Cúcuta, Bucaramanga, Barrancabermeja,

Barranquilla, Sincelejo, Arauca y Mocoa

con la participación de más de 700

Personas: 52% hombres y 48% mujeres,

representantes de organizaciones sociales

y de derechos humanos. El resultado de

esta gestión se evidencia en propuestas

organizadas y concretas sobre el tema

para presentar, discutir y concertar en la

audiencia regional de garantías con el

Estado Colombiano.

• También hizo parte del comité de

seguimiento, junto con representantes del

Estado y la comunidad internacional al

proceso de garantías, haciendo propuestas

técnicas para el seguimiento y monitoreo

de los compromisos acordados entre el

Estado colombiano y la sociedad civil.

• El equipo preparó y participó en reuniones

con el G-24 que agrupa a siete embajadas,

la Embajada de Estados Unidos y el

Sistema de Naciones Unidas, para poner

en conocimiento de estas entidades

situaciones individuales y colectivas de

riesgo de organizaciones de derechos

humanos e incidir políticamente ante el

Estado colombiano.