RECUERDOSDELPASADO Laedaddeorodelos...

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EL DÍA, domingo, 1 de marzo de 2015 p1 revista semanal de EL DÍA del domingo E l orgullo de la Alemania Imperial y la ventaja que las compañías británicas habían adquirido en la ruta del Atlántico con la entrada en servicio de sus nuevas unidades obligan a los responsables de Hapag a construir tres grandes y lujosos bu- ques: el “Imperator”, el “Vaterland” y el “Bismarck”. Era una cuestión de prestigio nacional y porque no podían quedar en inferioridad en este importante tráfico, donde la gran mayoría de los emigrantes alemanes con destino a Norteamérica lo hacían en esta compañía, que operaba desde el puerto alemán de Hamburgo. El “Imperator” fue botado el 23 de mayo de 1912 y era la nave de pasa- jeros más grande del mundo, hasta la aparición de su hermano, el “Va- terland”, en 1914. Con 52.200 tone- ladas de registro bruto y una eslora de 277 metros, era un buque de tres chimeneas y dos mástiles, que tenía una gran capacidad para 4.234 pasa- jeros y 1.200 tripulantes. En su proa llevaba un gran mascarón en bronce, de un águila dorada con sus alas des- plegadas hacia atrás, llevando en su cabeza una réplica de la corona im- perial de Alemania y entre sus garras una esfera terrestre, símbolo de los buques de Hapag. Su viaje inaugural lo realizó el 11 de junio de 1913 al mando del pres- tigioso capitán y comodoro de la flota Hans Ruser, constituyendo esta pri- mera travesía un éxito económico al salir el buque con todas sus plazas de pasajeros ocupadas. Sin embargo, en el aspecto técnico, sus inicios fue- ron muy complicados al detectarse diversos problemas y serias defi- ciencias en su construcción, que afec- taban gravemente a la navegabilidad de la nave. Por ello el buque se vio obligado a entrar nuevamente en los astilleros A.G. Vulcan Stettin, de Ham- burgo, que había abandonado cua- tro meses antes con el fin de corre- gir tales defectos, especialmente los importantes problemas de esta- bilidad. Durante toda la Primera Guerra Mundial el buque permaneció ama- rrado en el puerto de Hamburgo y no se le destinó a uso militar alguno, debido a las conocidas deficiencias padecidas. Después del armisticio, pasó a la Armada de Estados Unidos y posteriormente a los ingleses de Cunard como reparación de daños por la pérdida del “Lusitania”. Con su nuevo nombre “RMS Berengaria”, en recuerdo de la esposa de Ricardo Co- razón de León, rey de Inglaterra en el siglo XII, reanudó sus servicios tra- satlánticos en marzo de 1921, al mando del laureado sir Arthur Ros- tron, excapitán del famoso buque “Car- pathia”, que rescató a los supervi- vientes del “Titanic”. A pesar de su herencia alemana, estuvo navegan- do como buque insignia de Cunard durante 14 años, siendo su vida de mar una constante pesadilla para los armadores por los contratiempos téc- nicos y algunos incendios sufridos en su envejecido cableado eléctrico. Después de cinco lustros de nave- gación, finalmente fue dado de baja en 1938 y durante siete largos años se sometió al desguace que finalizaría Texto: Manuel Marrero Álvarez (exdelegado de la Cía. Trasatlántica Española en Canarias) “Imperator”. (Archivo Histamar) NUEVOS DATOS de Carlos Acosta en busca de aclarar si la fotografía más antigua de España fue hecha en Garachico. 6/7 RECUERDOS DEL PASADO La edad de oro de los grandes trasatlánticos (II)

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EL DÍA, domingo, 1 de marzo de 2015 p1

revista semanal de EL DÍAdel domingo

E l orgullo de la AlemaniaImperial y la ventaja quelas compañías británicashabían adquirido en la rutadel Atlántico con la entrada

en servicio de sus nuevas unidadesobligan a los responsables de Hapaga construir tres grandes y lujosos bu-ques: el “Imperator”, el “Vaterland”y el “Bismarck”. Era una cuestión deprestigio nacional y porque nopodían quedar en inferioridad en esteimportante tráfico, donde la granmayoría de los emigrantes alemanescon destino a Norteamérica lo hacíanen esta compañía, que operabadesde el puerto alemán de Hamburgo.

El “Imperator” fue botado el 23 demayo de 1912 y era la nave de pasa-jeros más grande del mundo, hastala aparición de su hermano, el “Va-terland”, en 1914. Con 52.200 tone-ladas de registro bruto y una eslorade 277 metros, era un buque de treschimeneas y dos mástiles, que teníauna gran capacidad para 4.234 pasa-jeros y 1.200 tripulantes. En su proallevaba un gran mascarón en bronce,de un águila dorada con sus alas des-plegadas hacia atrás, llevando en sucabeza una réplica de la corona im-perial de Alemania y entre sus garrasuna esfera terrestre, símbolo de losbuques de Hapag.

Su viaje inaugural lo realizó el 11de junio de 1913 al mando del pres-tigioso capitán y comodoro de la flotaHans Ruser, constituyendo esta pri-mera travesía un éxito económico alsalir el buque con todas sus plazasde pasajeros ocupadas. Sin embargo,en el aspecto técnico, sus inicios fue-ron muy complicados al detectarsediversos problemas y serias defi-ciencias en su construcción, que afec-taban gravemente a la navegabilidadde la nave. Por ello el buque se vioobligado a entrar nuevamente en losastilleros A.G. Vulcan Stettin, de Ham-burgo, que había abandonado cua-tro meses antes con el fin de corre-

gir tales defectos, especialmentelos importantes problemas de esta-bilidad.

Durante toda la Primera GuerraMundial el buque permaneció ama-rrado en el puerto de Hamburgo y nose le destinó a uso militar alguno,debido a las conocidas deficienciaspadecidas. Después del armisticio,pasó a la Armada de Estados Unidosy posteriormente a los ingleses de

Cunard como reparación de daños porla pérdida del “Lusitania”. Con sunuevo nombre “RMS Berengaria”, enrecuerdo de la esposa de Ricardo Co-razón de León, rey de Inglaterra enel siglo XII, reanudó sus servicios tra-satlánticos en marzo de 1921, almando del laureado sir Arthur Ros-tron, excapitán del famoso buque “Car-pathia”, que rescató a los supervi-vientes del “Titanic”. A pesar de su

herencia alemana, estuvo navegan-do como buque insignia de Cunarddurante 14 años, siendo su vida demar una constante pesadilla para losarmadores por los contratiempos téc-nicos y algunos incendios sufridosen su envejecido cableado eléctrico.Después de cinco lustros de nave-gación, finalmente fue dado de bajaen 1938 y durante siete largos añosse sometió al desguace que finalizaría

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Texto: Manuel Marrero Álvarez(exdelegado de la Cía. Trasatlántica

Española en Canarias)

“Imperator”.(Archivo Histamar)

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NUEVOS DATOS de CarlosAcosta en busca de aclarar si lafotografía más antigua de Españafue hecha en Garachico.�6/7

RECUERDOS DEL PASADO

La edad de oro de losgrandes trasatlánticos (II)

domingo, 1 de marzo de 2015, EL DÍAp2

en 1946.En cuanto a su hermano, el “Vater-

land”, pudo erigirse en una de las másextraordinarias epopeyas maríti-mas de toda la guerra, siendo su vidade mar una constante odisea. Nuncabarco alguno encarnó de forma másheroica todas las aspiraciones depo-sitadas en un gran trasatlántico y nin-gún otro como él sufriría tanto las con-secuencias de humillaciones y ago-nías.

Mayor que su hermano el “Impe-rator”, desplazaba 54.282 toneladas,tenía una eslora de 290 metros y alcan-zaba una velocidad de crucero de 26nudos, que le proporcionaban sus 28calderas de vapor, que movían cua-tro gigantescas hélices de seis metrosde diámetro girando a 180 RPM. Supala de timón pesaba 50 toneladasy disponía de tres anclas de fondeo,tres chimeneas de 19 metros de al-tura y dos mástiles de 60. Tenía capa-

EN PORTADA

“Vaterland”.(Archivo Histamar),arriba.

“NorMandie”.(foto Alex Linghorn),abajo.

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“RMS Majestic”ex- “Bismark”.(foto G. O. Stuart).

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cidad para 4.050 pasajeros y 1.234 tri-pulantes.

El viaje inaugural se produjo el 14de mayo de 1914, constituyendotodo un acontecimiento al tratarsedel barco más gigantesco y suntuosojamás construido. Su capitán, elmismo que mandó el “Imperator” ensu primer viaje, el comodoro HansRuser, comentó a la salida: “Yosolamente enfilaré al “Vaterland” haciaAmérica y dejaré que el océanopase”.

Tres meses después, estalló laPrimera Guerra Mundial y el buque

quedó inmovilizado durante tres añosen el puerto norteamericano deNew Jersey, en espera de órdenes quenunca llegaron. Nadie se ocupó deél, como tampoco de los más de 300tripulantes que quedaron a bordo yfueron totalmente olvidados a susuerte, tanto por parte de sus arma-dores Hapag, como por el Gobiernoalemán.

Cuando Estados Unidos declaró laguerra a Alemania, en abril de 1917,el barco fue requisado y cambiadoel nombre por “USS Leviathan”. Delos 300 miembros de la tripulación,250 aceptaron la ciudadanía norte-americana y se quedaron en EstadosUnidos, mientras que el capitánRuser y 49 oficiales y subalternos quese negaron a ello fueron llevados aCarolina del Norte y permanecierondetenidos en un hotel hasta su re-patriación.

El barco fue restaurado y recon-

vertido en transporte de tropas y es-tuvo más de dos años al servicio dela armada USA. Una vez finalizadoel conflicto, fue traspasado como com-pensación de guerra a la United Sta-tes Lines, que durante cuatro añoslo reparó y modernizó, recuperandotodo el lujo y esplendor originales,volviendo a la línea del Atlántico Nortecomo “SS Leviathan”.

Y así, el navío más grande del mun-do, construido para orgullo de la Ale-mania imperial, estuvo navegandobajo pabellón norteamericano hasta1934 en que, debido a las cuantiosaspérdidas producidas, en especial, porla “ley seca” impuesta a bordo y laGran Depresión de los años 30, quearruinaron la vida del buque, fue ama-rrado en New Jersey, particular pur-gatorio que ya conocía de su largaestancia de tres años a comienzos dela comentada Primera Guerra Mun-dial.

EL DÍA, domingo, 1 de marzo de 2015 p3

Cuatro años más tarde, en enerode 1938, navegó por última vez ca-mino de su tumba en Escocia, dondesería desguazado. Su capitán, un viejolobo de mar llamado J.M.Binks, seatrevió a decir que se alegraba de sudefinitivo amarre, porque era un barcode muy mala suerte.

Por último, el “SS Bismarck”, ter-cero de la serie “Imperator”, fuebotado el 20 de junio de 1914 con lapresencia de la condesa Hanna vonBismarck y el Káiser Guillermo II, peroel inicio de las hostilidades de la GranGuerra paralizó las obras. Los arma-dores tenían planes para efectuar elcrucero de la victoria con la familiaimperial en dicho buque si Alema-nia ganaba la guerra, circunstanciaque obviamente no se produjo.

Nunca navegó bajo pabellón ale-mán y una vez finalizados los trabajosy de acuerdo con el Tratado de Ver-salles impuesto por los vencedores,fue transferido a White Star Line comocompensación de guerra por la pér-dida del “Britannic”. El 12 de mayode 1922, con su nuevo nombre,“RMS Majestic”, realiza su viajeinaugural Southampton-New York,mostrando la grandeza de ser el barcomás largo y lujoso del mundo, hastala aparición del “Normandie”, en 1935.Tenía 56.551 toneladas de registro bru-to, 292 metros de eslora y una velo-cidad de 23 nudos.

Con motivo de la fusión de las com-pañías Cunard y White Star es dadode baja y en 1937 se vende al Minis-terio de Marina inglés. Renombrado“HMS Caledonia”, permanece alservicio de dicho Ministerio hasta 1939en que un incendio lo destruye par-cialmente. Cuatro años más tarde sedesguaza.

Finalizada la tan repetida y desgra-ciada Primera Guerra Mundial, paí-ses como Francia, Italia y los Esta-dos Unidos, que apenas tuvieron pro-tagonismo en los primeros momen-tos de esta época dorada de los trasat-lánticos, entran en escena, paraproseguir la gran fiesta de la nave-gación oceánica. Los primeros conel “Paris”, el popular y exitoso “Ilede France” y más tarde con el inno-vador y majestuoso “Normandie”; Ita-lia, con su buque insignia, el hermosoy rápido “Rex” y el fastuoso “Contedi Savoia”. Los Estados Unidos, conel “America” y, posteriormente, conel barco más veloz que ha cruzadoel Atlántico Norte, “United States”.El “America”, como es sabido, consu último nombre “American Star”,terminó encallado, fracturado ysaqueado por los lugareños, en lascercanas costas de la isla de Fuer-teventura, un triste espectáculo quepodía apreciarse hasta hace bien poco.

Sobre el “Ile de France”, consideradoel barco de los años 20, fue uno delos trasatlánticos más fiables de la his-toria y jamás sufrió un accidente. Nue-ve veces en su carrera fue al rescatede otros barcos, entre ellos el último,ocurrido un año antes de su retirada,que fue el salvamento de 750 náu-fragos del “Andrea Doria”, hundido

en el océano Atlántico.Otros buques más, como los gran-

diosos “Queen Mary” y “Queen Eli-zabeth”, de Cunard, que superabanlas 80.000 toneladas de registrobruto y los alemanes, que quierenrenacer de sus cenizas con los fan-tásticos “Bremen” y “Europa”, sesuman a una extensa lista quedurará hasta finales de los años 60,tiempo en que la edad de oro de losgrandes vapores había terminado ycasi todos los trasatlánticos desa-parecido, aunque siguen viviendo enlos recuerdos que conforman la his-toria, porque fue un espectáculoespléndido mientras duró.

Otra navegación, la aérea, acabócon ellos. La frenética actividad de

los enormes muelles de Nueva Yorky Southampton, entre otros, acon-dicionados expresamente para alber-gar este monumental tráfico, y queen esos tiempos tenían totalmentecubiertas sus líneas de atraque conestos majestuosos buques, quedaronen soledad, huérfanos, y así per-manecen.

Afortunadamente, una de estas joyasnavales tuvo la gran suerte de esca-par del desguace y tener el retiro másfeliz y acertado de cualquier trasat-lántico, para convertirse en centro deconferencias, hotel y museo. Se tra-ta del que fuera buque insignia deCunard, el “Queen Mary”, esbelto yelegante barco de tres chimeneas, quese encuentra actualmente atracado

en Long Beach, California, paragozo y disfrute de las actuales y veni-deras generaciones.

Signo contrario corrió el “Queen Eli-zabeth”, que tuvo la desgracia de car-gar con la cruz del peor final para quienfuera reina de los océanos y que bus-caba una vida nueva y joven comouniversidad flotante. Mientras se rea-lizaban los trabajos de su reconver-sión, fondeado en el puerto Victoriade Hong Kong y con su nuevo nom-bre “Seawise University”, fue des-truido por un voraz incendio,hundiéndose en aguas pocos pro-fundas. Durante unos años, suenorme mole parcialmente sumer-gida fue reclamo turístico hasta sudesmantelamiento, en 1975.

EN PORTADA

“America” y“United States” secruzan en NewYork. (foto KenMarschall), arriba.

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“Queen Mary”,hotel flotante enLong Beach, (fotoAlex Linghorn), abajo.

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domingo, 1 de marzo de 2015, EL DÍAp4

sar en su descargo otros dos mil escu-dos procedentes de recargos munici-pales, pero, por orden del GobiernoSupremo, se les obliga a mantenerlosen depósito.

Concluye reseñando que, a día de lafecha, esta institución pública nocuenta con los fondos necesarios “niparapagaralospresosdelacárcel”.Comoúltimo y desesperado intento de cobro,los señores de Ghirlanda Hermanos ha-bían planteado el cobro a través de losvalores de las láminas al precio de coti-zación. Resulta muy triste estar tra-bajando por conseguir un buen resul-tado, lamentan, para finalmente que-darse como ahora, sólo en ofreci-mientos. Estamos ante otra nuevaintentona fallida.

Entre multitud de solicitudes, pro-puestas, ruegos y súplicas por parte delos perjudicados, de largas, excusas, diva-gaciones y alguna que otra disonanciapor parte de la entidad pública, estaúltima finalmente se declararía insol-vente. El expediente concluye sinexpresión de pago alguno, más allá delos sobredichos veinte mil reales des-cargados al inicio de la transacción. Tanformidable deuda bien pudiera en laactualidad mantenerse aún en pasivo,prescrita, desde luego, después de unsiglo y medio de contraída.

Notas documentales- Archivo Municipal de San Cristóbal

de La Laguna.-Expedientereseñadobajolasignatura:

(S. II), (F – 2 – 22).- Actas de la época estudiada.

Según acta del 5 de mayo de1868, el expediente se iniciacon un acuerdo municipal se-gún el cual el alcalde de tur-no, Juan del Hoyo y Peraza,

a través de su accidental en esa sesión,da cuenta de haber encargado, al pa-recer por iniciativa propia, a los seño-res Ghirlanda Hermanos, del comerciode Santa Cruz de Tenerife, una monu-mental fuente de mármol para colocaren el centro de la plaza del Adelantado,complementada con una artística reje-ría de hierro batido, que es más dura-dero, y cuatro candelabros con farolesque rodeen la dicha fuente. Aquel Con-sistorio, en claro apoyo a su titular, leaprueba indicando que lo asume comosuyo propio. Ya unos días antes, el Ecodel Comercio, en su edición correspon-diente al 22 de abril de 1868, recogía lanoticia extraída de El Guanche.

El ayuntamiento que asumió tan pere-grina decisión en ese acto no estuvo pre-sidido por su titular, sino por el acci-dental Ramón de Castro, asistido porel también accidental teniente de alcaldeAntonio Díaz Llanos, acompañados porlosregidoresJuandeLeónHuertas,Fran-cisco García Mesa, Victoriano Pestana,Ventura Ríos y José Hernández Díaz.En el mismo acto se decide solicitar auto-rización del gobernador civil para con-signardiezmilducadosenelpresupuestoadicional, a efectos de atender a estosobjetivos. El alcalde titular Juan del HoyoyPerazahabíaentradoenrepentinaenfer-medad, falleciendo cuatro días despuésde la celebración del dicho consejo, 9de mayo del mismo año, tras perma-necer quince días en cama.

Esta formidable deuda no pudo pormenos que asombrar a la Corporaciónentrante. De inmediato hace respon-sable de la misma al grupo municipalsaliente. No obstante ello, el 26 de abrildel siguiente año se comisiona al pri-mer edil para que se encargue de todoloconcernienteasucolocación.Lafuentebien empaquetada había llegado a laisla el 14 de abril de 1869 en el buque“Marie Honoré”, procedente de Mar-sella, por un precio superior a los cua-renta y dos mil reales.

Se le añaden los gastos de flete, des-carga y pescante de las treinta y seis cajascon la piedra de mármol, junto con losimpuestosporderechosdepuertofranco.La correspondiente factura se expideel 20 del corriente mes. En ella se incluye

el costo y gasto en Marsella de una vallade hierro por un montante superior alos siete mil reales más (este artísticoforjado llegaría a Tenerife el 5 de juniodelmismoañoenelvaporespañol“Amé-rica”. Viene empaquetada en cinco pesa-dos bultos y la sube a La Laguna Valen-tín Alonso. Con fecha 13 de diciembrede1869,elAyuntamientolagunerodepo-sita a cuenta veinte mil reales. Elresto lo negocia a interés compuesto(los réditos no pagados en los plazosestipulados pasan a formar parte de capi-tal para el subsiguiente ejercicio). Coneste ruinoso plan de retraso en el pago,la deuda va a crecer de una manera casiexponencial, como se verá.

El descubierto inicial resultante ne-gociable ascendió a los 70.607,81 rea-lesparaelañode1870,incluyendofuente,rejería y otros gastos menores. Comono se amortizaba la deuda ni tampocolos intereses generados, cuatro años des-pués el pasivo superaba en sesenta yseis céntimos la más que respetable cifrade 93.978 reales, último asiento con-table que incluye el expediente. Estacantidad se correspondería con la to-talidad de la deuda contraída por el Con-sistorio con los señores de GhirlandaHermanos por razón del susodicho con-cepto.

El 2 de agosto del citado año, la Cor-poración de turno cursa una reclama-ción que se podría calificar de ignorante,pues alega en ella que a la fuente le fal-tan algunas piezas. Trasladada la quejaal fabricante a través del proveedor, éstele expresa su sorpresa, porque las pie-zas a las que alude van dentro de la tazapara descansar en ellas el total del pesodel monumento. Informa que puedenserdeunapiedracualquiera.Esosí,fuerteo construida en base sólida, al gusto delresponsable o del técnico encargado demontarla. La fuente se debe ensamblarsobre bases muy robustas porque pesamásdetreintatoneladasy,almenorjuegode la base, dejaría inutilizada lacorriente del agua en las conchas.

Añade el productor que la cimenta-ciónnotieneporquécontarconunexqui-sito acabado, puesto que va a estar cu-bierta por el agua. Complementa afir-mando que muy pronto será revestidadesedimentosymusgo“quehaceninne-cesaria la perfección”. Considera el fabri-cante que el envío solicitado significaun gasto añadido totalmente innece-sario. No se considera preciso enviar pie-

dras vulgares hacia la isla, donde se sabeque existen de reconocida calidad, parasuplirlas sin grandes costos adiciona-les. En este mismo sentido, el Consis-torio solicita que se le encargue a laempresa proveedora de una pátina parael mármol. Los señores de Ghirlandase niegan a cursar un nuevo pedido entanto no se asuma, en su totalidad o enparte, el descubierto.

Viendo los avalistas que la deuda nomenguaba en el tiempo, va proponiendosucesivamente al Pleno distintas moda-lidades de financiación para su cobro.Entre otras figura la activación, en loque sea posible, de la cobranza de loscréditos que tiene pendientes medianteingresos especiales, o bien a través delos valores de las láminas municipalesal precio de cotización.

En abril del año corriente de 1870, losacreedores se enteran de que habíanentrado fondos en las arcas municipalespor productos de rentas propias. La Cor-poración de entonces dejó fuera el com-promiso de la fuente, dedicando los cau-dales disponibles a otras partidas. Elalcalde se excusa alegando que tales eco-nomías habían ido a cubrir otras nece-sidades igualmente perentorias. Añadequeesoscincomilescudosaqueserefiereel solicitante apenas cubrieron los pa-gos de los colaboradores por apremioy los emolumentos de los trabajadoresmás necesitados, “que se encuentrancon muchos atrasos de sueldos”.

En esta sucesión de dimes y diretes,los responsables locales afirman quesiempre estuvo en su voluntad –de elloque no quepa la menor duda– el ingre-

Por extraño que pudiera parecer, en el expediente que contiene toda la memoria sobre la preciosa fontana de mármol que adorna el círculocentral de la lagunera plaza del Adelantado, traída de Marsella en el año de 1869, incluida su rejería, faroles y otros gastos menores, no figura

que haya sido pagada en su totalidad. Sólo un descargo en torno al veinte por ciento de su costo total aparece abonado, unos 20.000 reales devellón, equivalente a cinco mil de las recién estrenadas pesetas de las de aquel tiempo, de un montante de 94.000 reales, aproximadamente,

que alcanzó finalmente la deuda. Incluyendo, claro está, los intereses generados por demora.

LA LAGUNA, FUENTE PARA LA PLAZA DELADELANTADO: UNA DEUDA AÚN PENDIENTE

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Texto: Emiliano Guillén Rodríguez(periodista, cronista oficial y miembro del Instituto de Estudios Canarios)

Foto: Doña Julia

Fuente de la plazadel Adelantado enun foto de principiosdel siglo XX.

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EL DÍA, domingo, 1 de marzo de 2015 p5

INVESTIGACIÓNEN PORTADATURISMO

Serie “Pintores canarios”, cuadro Nº 6(técnica mixta sobre papel de acuarela)

Néstor��� Néstor Martín-Fernández dela Torre (Las Palmas de Gran Cana-ria, 1887–1938) fue un pintor que par-ticipó ampliamente de las corrientessimbolista y modernista europeas, de-jando una obra considerada impres-cindible para conocer en detalle esosmovimientos artísticos. Néstor co-menzó a desarrollar su vocación ar-tística en Gran Canaria cuando aúnera niño, haciendo sus primeros di-bujos con tan sólo siete años de edad,cuando estudiaba en el Colegio SanAgustín, donde recibió lecciones dedibujo de Nicolás Massieu. En 1899,recibe las primeras orientaciones ar-tísticas de su primer profesor, el ma-rinista y paisajista español Eliseo Mei-frén, con el que consigue pintar su pri-mera obra. Con quince años, Néstorse trasladaría a Madrid, donde RafaelHidalgo de Caviedes le acoge comodiscípulo. A partir de 1904, saldría aEuropa (París, Bruselas, Gante, Bru-jas y Londres) para perfeccionar sutécnica. Fueron los años durante losque residió en París los que terminaronde cincelar al artista, dándole su granalcance decorativo, renombre que ad-quirió con su intervención orna-mental en edificios públicos y en eldiseño de decorados teatrales y ves-timenta. En Barcelona organiza su pri-mera exposición en 1908, en el Cír-culo Ecuestre, con una colección deretratos con influencias de los gran-des retratistas ingleses, pero dotadosdel toque personal de Néstor, con unariqueza en detalles y por su idealizaciónde los modelos. En 1909 presenta enParís cuatro plafones decorativosdestinados al salón de Fiestas del Ti-bidabo, inspirados en los poemas deJacinto Verdaguer “L’Atlàntida” y“Canigó”. De vuelta a Londres, rea-liza grabados al aguafuerte, “El Ga-rrotín” y la “Macarena”, por los querecibió el primer premio de la EscuelaMunicipal Londinense; también lo ha-ce en París y en Madrid. En estos agua-fuertes, Néstor recurría con frecuen-cia a la representación de cuerpos re-torcidos cubiertos de mantones y ca-lados. Viajó también por África, porlas colonias españolas, y regresó a Ca-narias en los años treinta. Pasó sus úl-timos años en las Islas, desde dondecomenzó su etapa de tipismo en 1934,y realizó la decoración del Casino deTenerife y el teatro Pérez Galdós deLas Palmas.

Néstor falleció cuando estaba a puntode cumplir los 51 años, dejando sinterminar “Poema de la Tierra” y enbocetos “Poema del Aire” y “Poemadel Fuego”, los cuales iban a ser el com-plemento de su gran obra. Su sepe-lio fue todo un acontecimiento socialen la época, congregando a multitudde personas.

domingo, 1 de marzo de 2015, EL DÍAp6

opinión de mi amigo santacrucero Fran-cisco Siliuto, para quien en la fotografíase aporta un dato muy a tener en cuenta.Para él es definitorio. Se refiere mi amigoal hecho incuestionable de que en laimagen aparece un farol de los utiliza-dos en una época para el alumbradopúblico, bien a base de petróleo, deaceite o de belmontina, que de los treselementos se hizo precisión en Gara-chico, según me han contado los an-cianos de entonces. “¿Cuándo llegó laluz a tu pueblo?”, me pregunta Fran-cisco. Decidí entonces dirigirme al ayun-tamiento para ver si me era posible con-testar a su pregunta. Entré en el ar-chivo municipal y solo me fue posi-

ble encontrar lo acordado en la sesióncelebrada por los ediles y su alcaldeel 19 de noviembre de 1871. Allí seaprobó “la colocación de 8 faroles enla zona de la calle de San Roque, cuyoimporte ascendió a ciento ochenta y nuevereales de vellón y noventa y un cénti-mos, o sean cuarenta y siete pesetas ycuarenta y ocho céntimos. Y se acordóaprobarla”.

Claro que yo había olvidado un deta-lle, que ahora se me hacía otra vez pre-sente. Pero el recuerdo me sirve de bienpoco porque, con fecha 6 de enero de1896, un terrible mar de leva –yo nuncalo llamo maremoto– se llevó consigoel edificio del Ayuntamiento, con susmuebles y documentos. El edificiomunicipal estaba en la ya citada calleEsteban de Ponte (o de San Agustíno de San José, como ustedes quieran),concretamente en el solar que hoyocupa la casa que seguimos llamandode don Teógenes y a la que otros lla-man de doña Concha. Allí, en tal casa,vivió primeramente el médico que hecitado con su nombre y apellido y luegola maestra de escuela que también hecitado y cuyo apellido era de Armas.El ayuntamiento está hoy en el viejoconvento franciscano de NuestraSeñora de los Ángeles. Y he de decir-les, porque se me antoja de cierto inte-rés, que el primer cónclave munici-pal –quiero decir la sesión– se celebró,el día siguiente del oleaje, en la casaparticular de don José Matías Brier. Perotal vez todo esto sea secundario. Loimportante es que, al perderse el pri-mer libro de actas, nos quedamos sinconocer todo lo ocurrido en nuestropueblo antes de la fatídica fecha enque el mar decidió encresparse, comolo hace cada vez que se le antoja.

Debo tener en cuenta, además,que la zona donde se ubica la calle SanRoque no es céntrica; está en lo quesuele llamarse extrarradio de la pobla-ción, aunque este vocablo –extrarra-dio– parezca tener connotacionesdespectivas. Pero no es el caso. Y menostratándose del nombre de nuestro santomás querido. Pienso, de todos modos,que los primeros faroles con gas o aceiteo belmontina, que de todo hubo, secolocarían en las zonas más céntricasdel urbanismo garachiquense: plazade Arriba, plaza de Abajo, zona delAyuntamiento, calle Esteban de Ponte,calle Pérez Zamora, calle del Norte (hoyCalvo Sotelo). Es, de todos modos, unasimple opinión personal, que podráser aceptada o rechazada por quienesestén en poder de datos más signifi-cativos que los míos.

Ustedes saben que más de una vezse me ha tachado de reiterativo. Nolo puedo evitar, señores. Diré, por lotanto, que tengo en mi poder muchoscentenares de fotografías antiguas, alas que acudo un tanto desalentadoporque no aclaran fechas de modo satis-factorio. Así que he preferido volversobre el libro que el catedrático donDomingo Martínez de la Peña nos hadejado sobre el convento e iglesia desan Agustín (o de san Julián, su ver-dadero nombre, aunque lo habitaranfrailes de la orden de los agustinos).

Mantener durante añosy años, escondidas oguardadas en unacaja de zapatos, en unrincón del armario o

en el tan cacareado baúl de la abuelauna o varias fotografías de distintasépocas apenas sirve de nada si su pro-pietario no tuvo la iniciativa de colo-car al dorso la fecha precisa. Porque,con el paso del tiempo, cuando el nuevopropietario de las imágenes desee hacerel mejor uso de ellas, se encontrará conuna férrea pared que le impedirá se-guir avanzando en sus averiguacionessobre el tiempo ido. La fotografía ser-virá solo de adorno, como creo que meocurre hoy a mí. Acompaño este mo-desto trabajo de cinco fotografías: unadel siglo XIX y cuatro del siglo XX, peronada sé del año en que fueron dis-paradas las máquinas de los fotógra-fos de la época. No puedo demostrar,por lo tanto, algunos de los detallesque he citado en determinadas oca-siones y sobre los que hoy vuelvo conel mejor de los deseos.

En relación con mi trabajo “¿Cuál esla fotografía más antigua de España?”,dado a conocer en LA PRENSA el pasado4 de enero, he recibido algunas llamadastelefónicas (ninguna de Garachico, claro)en la que varios de mis interlocuto-res me han manifestado puntos de vista,no solo no coincidentes con los míos,sino absolutamente antagónicos. Pa-rece lógico que así sea, además de queyo pedí ayudas a los lectores, aun enel caso de que se produjeran tales des-conexiones con mis puntos de vista.Se me ocurrió pensar que podría ha-llar aclaraciones que nos llevaran a todosa encontrar el ovillo a través del hilo.

En una llamada desde Madrid, medice una garachiquense allá radi-cada que ella conocía la foto objeto demi comentario, pero que siempre ledijeron que correspondía a la calle deun pueblo grancanario. Tal opinión meparece lógica. Si en Gran Canaria tie-nen el mejor café del mundo (Agaete),las mejores papas del mudo (Artenara),la mejor sira del mundo, el mejor aceitede oliva del mundo, el mejor vodkadel mundo y hasta los huevos de gallinamás grandes del mundo, parece nor-mal que tengan también la fotografíamás antigua del mundo, con lo queFrancia, que ha presumido de ello, sequedará un tanto defraudada. Pero esotendrán que disputárselo a los cata-lanes, quienes dicen tener, desdelos años 30 del siglo XIX, esa dichosafotografía. Pero yo quiero decirle a mipaisana residente en Madrid y atodas las personas, jóvenes o viejas,que opinen de igual modo que se acer-quen por Garachico y tendrán ocasiónde ver, vivitas y coleando, algunas delas casas y paredes que se muestranen aquella fotografía, en la que no soloaparecían camellos y personas.

Quiero decir, una vez más, que lafoto pertenece a la calle hoy llamadaEsteban de Ponte y que antes se llamóde San Agustín por estar en ella el desa-

parecido convento agustino juntocon la iglesia del santo de Hipona, yque también se llamó (la calle) de SanJosé, en “honor” del incendio decla-rado en Garachico en 1697 el día de SanJosé, o en la víspera para ser más exac-tos. Pero la duda no está ahí, sino ensaber si la foto es muy posterior a 1825,fecha del segundo incendio, o si se hizosemanas, meses o años después,porque aún quedan en pie las pare-des exteriores del complejo religiosoque fundaron Julián Moreno y su esposaen 1621, y que aparecen incólumes enla fotografía.

A mí, y supongo que también a deter-minados lectores, me interesa más la

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Texto: Carlos Acosta

HISTORIA

GARACHICO:¿FOTOGRAFÍAS

ANTIGUAS? SÍ, PERO…

Al fondo, iglesia yconventoagustinos, quesufrieron un incendioen 1825 (arriba).

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Calle Esteban dePonte con su faroldel alumbradopúblico con gas. Año1928 (abajo).

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EL DÍA, domingo, 1 de marzo de 2015 p7

alguna que otra vez a mis vecinos másancianos.

Como creo haber hablado demasiadode Santa Cruz, vuelvo a mi pueblo. Diréque conocí a don Práxedes, que fueel último farolero (así se les llamaba)que tuvo Garachico. Lo conocí perono trabajando, sino como un vecinojubilado y anciano. Conocí también asus hijos Carmen y Domingo, que vivíanen Las Cruces, concretamente en lazona denominada El Carmen. Recuerdotambién que la gente de entonces sequejaba porque la luz que nos rega-laba el aceite no era muy clara, ade-más de ensuciar constantemente loscristales de las farolas (o los faroles,que no sé qué vocablo suena mejor).

Pero lo malo, amigos, en este deseomío de contar datos fiables, es que conla llegada del mar al Ayuntamiento eldía 6 de enero de 1856, me he quedadosin fuentes fiables. ¿Quién iba a de-cirle a mi amigo santacrucero Fran-cisco Siliuto que me metería –sin que-rer, por supuesto– en semejantesembrollos, galimatías o jeroglíficos?Mucho le agradezco al bueno deFrancisco su sana intención, aunquede poco me haya servido.

Nadie duda de que las fotografíasantiguas seguirán siendo una excelentefuente de conocimiento para de-

sentrañar situaciones del pasado;pero solo servirán si alguien escribióal dorso, como dije antes, la fecha opor-tuna. Como las que poseo, aun siendomuchas, no cumplen tal requisito, meabstendré de seguir escribiendo eno-josas elucubraciones.

Me queda, sin embargo, una esperan-za: que los historiadores garachiquen-ses Juan Manuel Castañeda Contre-ras y Cirilo Velázquez Ramos, o el cro-nista oficial, José Velázquez Méndez,ayer mi alumno y hoy mi amigo, meechen una manita. Creo que vale la penaganarle a la ciudad de Barcelona esteenvite de poseer la fotografía más anti-gua de España. La de Barcelona per-tenece, ya lo saben ustedes, a 1839.El convento agustino de Garachico ardióen 1825. Hay catorce años de diferenciaa nuestro favor. Pero uno se ve obli-gado a preguntarse otra vez: ¿cuántotiempo permanecieron en pie lasparedes de la incendiada iglesia? Dela recuperación del convento en sí yahemos hablado. Pero nada, absolu-tamente nada, sabemos de la iglesia.Y quiero pensar que ustedes estaránconmigo a la hora de decir que la His-toria, con mayúscula, merece un res-peto. O se tiene la seguridad absolutade lo que se cuenta o se dejan las cosasen su lugar.

Me encuentro allí con decenas de datos,facturas, recibos y nombres de per-sonajes de los años 1830– 1835, períodode tiempo que se empleó en remodelarun sector del derruido convento,aunque no de la iglesia. En las foto-grafías que acompaño se aprecian sindemasiados tropiezos las afinidadesde los muros de ayer del convento ylos de hoy. Pero quiero ofrecerles algu-nos fragmentos de los que nos ha dejadodon Domingo y que dicen así: “Agus-tín Fleytas, carpintero, como encargadode don Felipe Adán del cuidado de lostrabajos y cuentas, de los días de jor-nal de pedreros y peones empleados enla fábrica del colegio (obsérvese queno se cita para nada la iglesia), que pagadon Felipe Adán desde el 4 de noviem-bre de 1830 hasta el final de diciem-bre fueron 81 pesos, 6 reales de platay 8 cuartos…”.

Se dice allí que hubo trabajos entre1830 y 1835 y se detallan facturas y másfacturas, pero ninguna posterior a lasfechas que dejo explicadas. Tam-bién dice el catedrático de Historia otraspalabras que copio de las 31 páginasque componen el apéndice documen-tal del libro, en el que se hace alusión,varias veces, a la reedificación del con-vento (cuatro dormitorios, cocina, refec-torio, despensa y pasillos) pero no dela iglesia. Se llega a afirmar que nun-ca volvió a levantarse el templo por-que su destrucción había sido total.Esto hace pensar que los muros queaparecen hoy intactos en la fotogra-fía nada tienen que ver con retablos,techos, imágenes, vigas… que desa-parecieron en la catástrofe. Incluso apa-recen en la foto ventanas, aunque nolas puertas de tea del templo.

Por si pudieran tener algún interéspara futuras investigaciones, copia-mos determinados párrafos alusivosa los distintos trabajos de restauracióno reedificación, que se limitaron a unlustro (1830-1835). Con frecuencia apa-recen las palabras vigas, andamios,arena, sogas, cestos, escaleras, pestillera,llave, almellas (¿se habrá queridoescribir almilla?), cerrojos, sacas de cal,ripias…

En un momento determinadoescribe el profesor Martínez de la Peña:“Don Felipe Adán entrega a Gaspar Bení-tez cuatro pesos y medio por una ripiaque tomó de la casa denominada de Bau-tista para forrar la cocina del conventoque se estaba reedificando. 2 de enerode 1831”. Y en marzo del mismo añose está labrando madera, al tiempo quese abren huecos y se colocan puertas.

Por lo menos anecdóticamenteinteresa resaltar que “fueron entregados2 reales de plata y 3 cuartos para el brin-dis por hacer las fajas de las celdas porla calle, y escobas para barrer”. Y digoque interesa resaltarlo porque tales fajas,así como las ventanas, no solo aparecenen la fotografía que dimos a conoceren nuestro trabajo del día 4 de enero,sino que permanecen intactas en la ac-tualidad, al igual que las ventanas. Yhabría que decir también, al menos co-mo curiosidad, que “don Felipe Adánentregó al herrero Jerónimo y a su cuñadoMatías 5 pesos por hacer clavos durante

ocho días, a medio duro diario”.Se habla luego de labrar forros y forrar

las dos celdas primeras del conventoen noviembre de 1831. Me entero ahorade que las palabras “forro” y “forrar”hacen alusión a cerrar, en este caso,a “cubrir el interior y el exterior de untecho con tablones”.

Y finalizo el apéndice documentaldel profesor icodense diciendo que,ya en 1827, solo dos años después delincendio, se pagaron facturas sobre laadquisición de maderas para la fábricadel convento, lo que pone de mani-fiesto que las obras para disipar los malesque dejó el incendio se comenzaronpronto.

Dispongo de otros datos, pero de añosmuy posteriores a 1871, fecha del mare-moto (perdón: quise decir mar de leva);y al mar no se le pueden pedir cuen-tas de su furioso comportamiento. De-cido ir a la biblioteca municipal paraver si hay más suerte. Extraigo de losestantes (con permiso de Evelia, claroestá) el tomo III de la “Historia de SantaCruz de Tenerife”, de don AlejandroCioranescu, y encuentro entre las pá-ginas 357 y 364 amplios detallessobre el alumbrado público en SantaCruz, con lo que sigo el consejo de miamigo Francisco Siliuto. Creo que, porcomparación y salvando las distancias,puedo aprovechar tales datos para acla-rar los que me interesan. En los pri-meros renglones se dice: “Como ser-vicio público solo existía en la alamedade Branciforte”. ¿No dije antes que, enGarachico, iluminar la zona de sanRoque debió ser una iniciativa posteriora la de las zonas más céntricas, alre-dedor del nuevo Ayuntamiento?

Sigo con Santa Cruz para decir queen 1823 se pensó en iluminar toda laciudad. Lo afirma el señor Cioranes-cu. Pero la proyectada iniciativa tardódiez años en llegar. ¿Ocurriría en Ga-rachico otro tanto para iluminar SanRoque después de que el gas, el acei-te o la belmontina hubieran llegadoa la hoy denominada Villa y Puerto?

Sigo un momento con Santa Cruzpara decir que en 1834 hubo diez faro-les en la plaza de la Constitución. Ylos vecinos iluminaron con su dinerola plaza de San Francisco en 1839. Sehabla también de faroles de reverbero,palabra que me suena porque la oí

HISTORIA

La calle se llamahoy EutropioRodríguez de laSierra. Hacia 1917(izqda.)

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Calle PérezZamora, en 1901,antes de serasfaltada. Farol congas a la derecha(dcha.).

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El conventoagustino en laactualidad. Sepresentaexactamente igualque en la fotografíanúmero 1.

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domingo, 1 de marzo de 2015, EL DÍAp8www.eldia.es/laprensawww.eldia.es/laprensa

Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 969

Crisis de la adolescenciaEste “totum revolutum” creado a

partir de la necesidad de descifrar eljeroglífico de la vida que le rodea, deemociones más que de razones, delsentido de la inmediatez, de la prisa,de la exigencia de la autonomía, eslo que se entiende por “crisis de ado-lescencia”.

Esta crisis (“krisis”, del griegoelección, decidir) se resuelve para mu-chos con toma de decisiones que con-dicionarán su futuro y, en el mejor delos casos, les llevarán a realizar unatransición moderada a la adultez. Perotambién puede traer consigo el ger-men del sufrimiento psíquico, lasensación de “lo imposible de sopor-tar”. Se vive una urgencia en la to-ma de decisiones frente a una reali-dad amenazante que se ubica allí dondesurge la angustia del adolescente. Estoslugares más frecuentes son la fami-lia, el ámbito escolar y el contexto socialinmediato.

En la familia, la negación de los idea-les parentales genera, por un lado, unvacío y, por otro, el inevitable con-flicto con las figuras de autoridad. Elvacío se intenta llenar con nuevasidentificaciones de figuras exitosas:cantantes, deportistas, actores. Pero

también con otras más cercanas, ladel más provocador o provocadora dela clase o del barrio.

El cuestionamiento de las normas,que no acata ni quiere compren-

der, ofrece las condiciones idó-neas para el enfrentamien-

to paterno-filial. Segúnel contexto familiar,socioeconómico y edu-cativo, la red familiartiene más o menos ca-pacidad de sujeción de

la conducta del ado-lescente, que no parará

de provocar una res-puesta inmediata de estas

figuras.En un número cada vez mayor,

las agresiones hacia los padres, en elintento de imponer “sus normas”, seconvierte en una solución aceptablepara el adolescente. Una gran partede las denuncias de agresiones en esteámbito ponen de manifiesto que hafracasado un modelo parental sin capa-cidad de contención. Porque tanperjudicial resulta la respuesta hos-til familiar como la sobreprotección.

En el instituto, el desafío a las nor-mas, la oposición a la autoridad in-telectual del docente, la negación delcompromiso académico, el no recono-cimiento de ese espacio como lugaradecuado para la transición están enla base de un gran número de aban-donos escolares y de no pocas agre-siones a docentes.

En el ambiente social, el deseo deidentificación puede pasar factura:las figuras que ocupen el lugar de auto-ridad –“otros” con capacidad pro-vocadora, bandas más o menosorganizadas– serán clave para el ini-cio o no de conductas de riesgo. Desdeponer en peligro su salud –alcoholismo,toxicomanías y tentativas de suicidio–a trastornos alimentarios o velocidaden la carretera. Son todos comporta-mientos que pueden hacer peligrarla existencia del adolescente que buscaser reconocido, tener su lugar entrelos demás y darle sentido a su vida.

Ayudarle a formularse preguntasComo psicoterapeutas, podemos

ayudar al adolescente a poner pala-bras en ese sentir sin límites. Tenerla posibilidad de interrogarse en vozalta acerca de su malestar, de lo queno va bien, de lo real. Esto supone acep-tar un acompañamiento en esta cri-sis que le ayude a contener ese odioa sí mismo, origen de diversas pato-logías depresivas o suicidas.

No se trata tanto de ofrecer todaslas respuestas para el adolescente comode ayudarle a formular las preguntas.Favorecer una elaboración, lo más ajus-tada posible a su realidad, de los escla-recimientos que vaya encontrando.Estos hallazgos le ayudarán a sopor-tar las numerosas frustraciones a lasque tendrá que hacer frente a la largode esta etapa vital, su deseo de au-tonomía se irá haciendo realidad y ter-minará aceptando la idea de que elfuturo no se puede construir con pri-sas.

Etimológicamente, ado-lescente deriva del verbolatino “adolecere” (cre-cer), es decir, “elque está cre-

ciendo”, frente aladulto, el que ya hacrecido. Inmedia-tamente poste-rior al períodode la puber-tad, según quéautores, la eta-pa de la adoles-cencia se sitúaentre los 14 y los 19años de edad.

Resulta convenienteestablecer una breve revi-sión del término adolescente, por-que esto nos permitirá ubicarlo en elcontexto histórico-social de la culturaoccidental.

Fueron los filósofos de la Ilustra-ción quienes empezaron a dedicarleuna atención especial a un períodosituado entre la infancia y la edadadulta, y a intentar diseñar unaeducación específica para esos años.En la Revolución Francesa, se eliminala distinción entre clases sociales: todosson ciudadanos. Es el momento dela Declaración de los Derechos delHombre y la distinción se hace a par-tir de las edades de la vida: infancia,adolescencia, adultez y senectud. Seestablece la idea de la necesidad depensar la educación que se podía yse debía dar a los jóvenes para queen el futuro pudieran ser buenos ciu-dadanos.

En los núcleos más pobres, el tra-bajo de los jóvenes era necesario parala supervivencia de la familia y se veíala escuela como una amenaza. Lamecanización del trabajo en la Revo-lución Industrial deja a una gran masade niños sin trabajo y se legislapara que los adultos asuman su cui-dado.

A finales del siglo XIX, una gran partede los jóvenes, sobre todo entre los14 y los 18 años, ya dependen de lafamilia y de las instituciones. Es eneste período cuando los sistemas nacio-nales de escolarización se organizany la escuela se especializa por gru-pos de edad: la escuela primaria, parala infancia, y la escuela secundaria,para la adolescencia.

No es casualidad que el término ado-lescencia surja al mismo tiempoque la palabra delincuencia. La ideadel vagabundo peligroso se asocia aun joven errante, trasgresor, viola-dor de las normas, que se resiste a asu-mir los planteamientos del Estado:la educación obligatoria, el serviciomilitar, etcétera. Estas ideas persis-ten en el tiempo y han creado un valorde verdad sobre la adolescencia.Así, los prejuicios llegan hasta nues-tros días y es frecuente acompañar“delincuencia” de la palabra “juve-nil”.

Sin embargo, resulta necesariohablar de una adolescencia “normal”,con las características propias de unmomento de la vida en el que está en

juego el futuro adulto. Esta norma-lidad pasa por entender que “ya noes un niño” y por elaborar un vínculocon sus progenitores que no es de pa-dres a hijo, sino de adulto a adulto.Para ello debe encontrar una fórmulasin renunciar a ser él mismo.

Este esfuerzo lo debe hacer en soli-tario y fuera de la familia, ya que éstano le proporciona el material nece-sario para construir alternativas.Por el contrario, ese mundo familiarpuede resultar incomprensible, inso-portable en sus contradicciones, ca-rente de respuestas novedosas, inca-paz de contener su angustia ante laincertidumbre del futuro.

El cuestionamiento del mundoadulto implica un rechazo a susnormas, obligaciones y también a susvalores. Los ideales parentales no secomparten. Lo que viene de los pa-dres es “chungo”, “cosas de puretas”,“te comen la oreja”... La búsquedase dirige a lo nuevo con un lenguajepropio, provocador, que los padresdesconocen y que por lo tanto los ex-cluye: música hip-hop, rap, hardcore;videojuegos online, chat con perso-nas que dicen sentirse como ellos, peroque están a miles de kilómetros dedistancia.

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Texto: Guillermo Marrero Santana(psicólogo psicoterapeuta Colg. T-532.

Miembro de la Sociedad Española de Psiquiatría yPsicoterapia del Niño y Adolescente (SEPYPNA).

[email protected])

ADOLESCENCIA:

FRONTERAY

TRANSICIÓN