Relatos Amazonicos1

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ALTA DIRECCIÓN

Carlos Malpica Faustor

Ministro de Educación

Juan Chong Sánchez

Viceministro de Gestión Pedagógica

Nidia Puelles Becerra

Viceministra de Gestión Institucional

PROYECTO HUASCARÁN

Ing. César Espinoza Soto

Director Ejecutivo

Marco Briones Gutiérrez

Coordinador de Educación Secundaria a Distancia

Diseño gráfico e impresión: Gráfica Técnica S.R.L.

Copyright, Ministerio de Educación, 2003.

Derecho Editorial Reservado. Hecho el Depósito Legal Nº 1501032003-3344

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ALUMNOS Y TUTORA DEL CENTRO PILOTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

DE PAMPA TIGRE (CHANCHAMAYO, JUNÍN)

QUE RECOPILARON LOS RELATOS:

Del Primer Grado: Katipsa Ayala Cachique, Florentino De la Cruz Rabel,

Julián Luis Castillo Góngora, Ener Castillo Navarro,

Nilton Condezo Sánchez, Vanesa Acosta Aldana y Jovana Gonzales Villena

Del Segundo Grado: Junior Valverde Caja, Óscar Acosta Aldana y Jámilton Aguirre Villena

Del Tercer Grado: Isaac Inga Ortiz, Diana Cusi Dávila y Marilín Cusi Dávila

Tutora Recopiladora: MARIVEL LUZ CARHUALLANQUI ALVARADO

Otros autores y recopiladores:

José Luis Jordana (Mitos e historias aguarunas) Róger Rumrill (Amazonía Mágica)

André Marcel D’Ans (La Verdadera Biblia de los Cashinahua)

P. Ricardo Álvarez O.P. (Los Piros: Mitos, cuentos y leyendas)

Hérbert H. Arévalo Bartra (Lecturas Amazónicas)

Elmo Ledesma Zamora (leyendas machiguenga y pira)

M. Valerio, Julio Gaspar, Miguel Martín (autores) y Raúl Sinacay (traductor): Relato

amuesha.

Hipólito Rojas Curimoza (informante) y Gloria Soto (recolectora): Relato chayahuita, de

Cahuapanas, Alto Amazonas.

Juan José Salas (narrador) y Olinda Adauto (recopilador) de Pamashto.

Luis Augusto Silva (Cajamarca)

José Roque (recopilador): Leyenda Conibo-Shipiba.

Bautista Pisango Sande: Relato del grupo Achual del río Corrientes.

EQUIPO DE PLANIFICACIÓN Y PRODUCCIÓN

COORDINACIÓN GENERAL: ELMO LEDESMA ZAMORA

INVENTARIO DE LAS GRABACIONES MAGNETOFÓNICAS: Julia Cristel Silva León

TRANSCRIPCIÓN DE LAS GRABACIONES EN CASTELLANO: Miguel Hermenegildo Coletti

SELECCIÓN Y NORMALIZACIÓN DE LOS TEXTOS:

E. Ledesma Z., Carlos Estela Vilela y Ricardo Oliveros Mejía

NOTAS SOBRE LOS CPED,TOPONIMIA Y GLOSARIO: Leonidas Casas Ballón y E. Ledesma Z.

CORRECCIÓN DE ESTILO: Pedro Sanz Elguera

COORDINACIÓN PEDAGÓGICA: ANA AYALA FLORES

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Estimada Tutora o Estimado Tutor:

l PROYECTO HUASCARÁN, a través de su UNIDAD DE EDUCACIÓN A DISTANCIA, te presenta

los libros RELATOS ANDINOS, RELATOS AMAZÓNICOS Y RELATOS COSTEÑOS, que contienen

ejemplos de la riqueza literaria popular de nuestro país. Son ejemplos recopilados por los alumnos y

alumnas de los 101 Centros Pilotos que desde el año 2000 ofrecen esta modalidad educativa en áreas rurales de

diecisiete regiones.

Para formar esta serie de obras invitamos a fines del año 2001 a ustedes, como tutores y tutoras de los 101 CPED,

a que ayudasen a sus alumnos y alumnos a iniciar una recopilación de relatos orales tradicionales de sus

comunidades. En esa labor de recopilación, de acuerdo con las orientaciones enviadas por la internet, los ayudaron

a registrar en grabaciones magnetofónicas los cuentos, leyendas, fábulas, mitos y tradiciones. Para ello debían

escuchar y escoger las mejores versiones que les contasen sus padres, los ancianos y otras personas, identificadas

como conocedoras y buenas narradoras. Esa labor de recopilación fue asumida con entusiasmo por los alumnos,

y en el primer semestre del 2002 comenzamos a recibir decenas de cassettes con grabaciones, unas en castellano

y otras en quechua. Iniciamos entonces la ardua labor de transcribir y en algunos casos traducir las recopilaciones,

debiendo lamentar que en muchos casos las grabaciones no fueran lo suficientemente nítidas, por lo cual no

pudieron utilizarse.

Como muchos relatos aparecían en diversas versiones con distinta riqueza de detalles, optamos por seleccionar las

mejores. Procedimos luego a la normalización o estandarización de su habla, corrigiendo los inevitables y

comprensibles errores que ocurren en toda expresión oral, pero, al mismo tiempo, procurando mantener su tono

coloquial y sabor regional. Por esa razón no aparecen en estos libros todos los relatos enviados, pero guardamos

las grabaciones originales, como un archivo para futuros estudios o tratamientos editoriales.

Queremos destacar, asimismo, que en la preparación de estas tres obras han participado al lado de todos ustedes

y con gran entusiasmo centenares de informantes adultos y de estudiantes de los CPED de las diecisiete regiones

atendidas. A esa valiosa labor recopiladora se ha sumado el tratamiento de los originales por parte de los consultores

del equipo de Educación Secundaria a Distancia del Proyecto Huascarán. Se trata, pues, de una obra colectiva,

dentro del mejor espíritu cultural andino, y de la cual todos con justicia podemos sentirnos partícipes y orgullosos.

Como sabes, estas obras tienen una finalidad pedagógica, que responde a las exigencias curriculares de las áreas

de COMUNICACIÓN y de REFORZAMIENTO DEL CASTELLANO COMO SEGUNDA LENGUA. De

modo específico, apoyan el desarrollo de las habilidades de los alumnos y alumnas en cuanto a comprensión de los

textos que leen, y les ofrecen variados ejemplos de expresión escrita en castellano estándar. En tal sentido, los tres

libros están estrechamente relacionadas con los contenidos y metodologías de aprendizaje desarrollados para

dichas áreas en los libros TELESABER y CONSTRUYENDO 1, 2 y 3 así como CHASKA, respectivamente.

Por tal razón, hemos agregado algunos relatos recopilados por diversos autores en ambientes rurales similares.

Los libros tienen además una finalidad de política cultural: buscar el rescate, revaloración y desarrollo de los

elementos culturales propios de las comunidades rurales. Los relatos seleccionados fortalecen una de las

características de la peruanidad: la pluriculturalidad. No mantener viva la riqueza creada durante siglos por

nuestros antepasados sería imperdonable. Sería como arrasar un templo, una fortaleza o un barrio prehispánico

o colonial para injertar justamente ahí un edificio moderno, rompiendo la unidad histórica y estética del lugar. En

este sentido, aspiramos a coadyuvar a que nuestros colegiales tomen conciencia de cuánto pueden ellos hacer para

que esta riqueza en vez de perderse no sólo permanezca sino que se goce, difunda, se mantenga vigente y crezca.

Tus amigos y amigas del equipo de

Educación Secundaria a Distancia

del Proyecto Huascarán.

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Querida alumna o querido alumno:

Tienes en tus manos tres libros —RELATOS ANDINOS, RELATOS AMAZÓNICOS

y RELATOS COSTEÑOS— que contienen cuentos, fábulas, leyendas, mitos y tradiciones

que se relatan en las comunidades rurales de nuestro país. Se trata de narraciones

creadas por nuestros antepasados a lo largo de muchos siglos. Son relatos que

constituyen un tesoro cultural que debes respetar, como se debe respetar un templo,

una fortaleza o una huaca, porque fueron construidos y utilizados por la gente de

tu comunidad desde mucho antes de cuando vivían los bisabuelos de los abuelos de

tus bisabuelos.

Pero no son lecturas sólo para respetarlas por ser obra de nuestros antepasados.

También son obras para gozar leyéndolas, para aprender sobre lo que sentía,

experimentaba y pensaba la gente de tu comunidad, sobre sus dudas, temores, in-

quietudes, intereses, creencias y valores.

Por otra parte, estos relatos pueden ser utilizados para que mejores de modo

ameno tus habilidades de comprensión de lo que lees. Asimismo, encuentras ahí

múltiples ejemplos de lo interesante, curioso y hermoso que son los relatos

populares

de tradición oral.

No olvides que estos libros son, en gran parte, obra tuya y de tus padres, tus

abuelos, los ancianos de tu comunidad y los tutores de tu CPED. Por ello, este

tesoro cultural debes difundirlo y no sólo dejar que no se pierda sino que debes

también procurar mantenerlo vivo, mejorarlo y aumentarlo.

Es nuestra esperanza que muy pronto puedas ayudarnos a rescatar —con tu

activa participación— muchos de los tesoros culturales de tu comunidad, que apenas

se conocen sólo en forma oral, y que para su conservación, desarrollo y difusión

deben estar registrados por escrito.

Tus amigos y amigas del equipo de

EDUCACIÓN SECUNDARIA A DISTANCIA

del PROYECTO HUASCARÁN

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ÍNDICE

LA LEYENDA DE PAMPA TIGRE ..................................................................... 10

EL OSO HORMIGUERO Y EL MONO ............................................................... 11

EL CERRO SACHAVACA ............................................................................... 12

EL GENEROSO PÁJARO CARPINTERO ............................................................. 14

LOS CAZADORES Y LOS DOS TIGRES .............................................................. 16

EL MIEDO ................................................................................................ 17

LA ACONSEJACIÓN ................................................................................... 18

EL AYAYMAMAN BUSCA A SU MADRE EN EL BOSQUE .......................................... 20

LOS HUAIRUROS ........................................................................................ 23

EL CHULLACHAQUI, DIOS ECOLÓGICO DEL BOSQUE AMAZÓNICO ........................... 24

EL TIGRILLO Y EL CHANCHO DE MONTE ......................................................... 28

EL TIGRE Y EL OSO HORMIGUERO ................................................................ 29

LA CUCHARA MÁGICA DE LOS SAPOS ........................................................... 30

EL MONO CHORO ..................................................................................... 32

ISHYAN, EL HOMBRE PEZ ............................................................................ 35

EL AÑUJE Y EL CAMPESINO .......................................................................... 36

LA CULEBRA VENENOSA ............................................................................. 37

LA LECHUZA UKUTUNKI ............................................................................... 38

EL PÁJARO DORMILÓN ............................................................................... 41

CÓMO FUE DESCUBIERTA LA GIMEKA (LEYENDA DE LA APARICIÓN DE LA YUCA) ......... 42

EL PUMA Y EL SOLDADO ............................................................................. 44

EL PICURO O MAJÁS, LA HUANGANA Y EL RONSOCO ......................................... 46

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EL TIGRE NEGRO Y EL MONO BLANCO ........................................................... 48

EL OSO Y EL CAZADOR .............................................................................. 49

LA LEYENDA DE LOS CUATRO HOMBRES ......................................................... 50

LOS DOS TIGRES Y LOS DOS COMPADRES ........................................................ 52

EL TIGRE Y EL MONO ................................................................................ 53

EL ENCANTO DE LA SIRENA .......................................................................... 54

EL CORAZÓN DEL TIGRE ............................................................................. 55

EL FUEGO (EL ORIGEN DEL USO DEL FUEGO POR LAS MUJERES Y HOMBRES PIROS) ...... 56

LAS SIETE DIABLAS ................................................................................... 58

PERRO Y GATO ........................................................................................ 60

EL ZORRO Y EL HUANCAHUI ......................................................................... 61

LA HISTORIA DEL TUNCHI VAGABUNDO DEL TERRABONA .................................... 62

EL PICAFLOR Y EL PAUJIL ............................................................................ 64

EL MAL CAZADOR AL QUE ICARÓ EL TIGRE (CUENTO CHAYAHUITA) ...................... 65

LA GARZA BLANCA ................................................................................... 66

EL RINAHUI Y EL UCUHUASHERO ................................................................... 68

TSUNKI, LA SIRENA DEL ALTO MARAÑÓN ........................................................ 69

AUJU, EL PAJARO NOCTURNO ...................................................................... 73

EL TUCÁN Y EL PÁJARO CARPINTERO SE HACEN AMIGOS .................................... 74

EL ZORRO Y EL TIGRE APRENDEN A MATAR ANIMALES ....................................... 76

EL ARMADILLO QUE APRENDIO A VOLAR ......................................................... 79

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LA LEYENDA DE PAMPA

TIGRE

Hace muchos años, en los tiempos salvajes, un grupo de personas

que no conocían la selva llegaron en busca de terreno. En la

caminata pensaban encontrar tierras vírgenes para poder habitar.

Muchos de ellos vieron animales salvajes, asícomo también plantas

curativas y venenosas. Después de tanto caminar, cuando la tarde

llegó, vieron que el terreno era muy plano y decidieron quedarse.

Cuando dormían al pie de un gran árbol, escucharon muchos

sonidos aterradores, pero el más aterrador era el del tigre muy

hambriento. En ese momento se asustaron y uno de ellos dijo:

“Prendan la fogata que vienen los tigres”. Y los tigres al ver el fuego,

huyeron. Al día siguiente decidieron cazar al tigre y vender su piel.

Y asílos años transcurrieron y la selva se transformó en terreno de

cultivo y la gente decidió ponerle un nombre al lugar que habitaban

y entonces quisieron ponerle Pampa Tigre, porque allí vivían

muchos tigres. Nota:

El aumento de población y la falta de tierra, empujó a mucha gente

andina hacia la selva. Los andinos no sabemos que el tigrillo no

come gente, ni siquiera animales domésticos.

Matarlo por miedo acabó con este hermoso felino, divinizado y

venerado por los nativos Asháninka.

Isaac Inga Ortiz 3er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Pampa Tigre:

es uno de los doce centros piloto

de Educación Secundaria a

Distancia-CPED que tiene el

Programa Huascarán en el

departamento Junín. Está en el

distrito Perené.

Es una pequeña localidad rural

con clima, paisaje, producción y

estilo de vida propios de la selva

alta peruana. Está ubicada en el

centro de caseríos vecinos como

Pampa del Oso, Alto y Bajo

Kimarini y Villa Moretti, de

donde proviene la mayoría de sus

cien alumnos.

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EL OSO HORMIGUERO Y

EL MONO

Cierta vez un oso

hormiguero se encontraba

comiendo hormigas. De

pronto se apareció un

mono que le hacía la vida

imposible para que él no

pueda comer a las

hormigas. Pero el pobre

oso se puso triste y le dijo:

“¿Por qué no puedo subir

yo también a los árboles al

igual que ese mono

infeliz?”

El mono lo escuchaba atentamente y le dijo: “Porque eres muy

pesado y todos los días comes hormigas, más hormigas, por eso

estás muy gordo”.

-Te propongo un trato, dijo el mono.

-¿Cuál es?, preguntó el oso.

-Hagamos una competencia entre los dos.

-Como tú quieras, amigo.

Antes de empezar la competencia, el mono cruzaba de rama en

rama, y llegó de pronto a un panal de hormigas. Entonces el mono

dijo: “Quien llega último será castigado”. Y el oso aceptó, pero pidió

a sus amigos que lo entretengan al mono con miel y plátanos. Les

dijo: “Asílograré ganar la competencia”.

El día llegó e hicieron todo como lo habían planeado; el oso ganó al

fin. El mono, por querer ganar, salió perdiendo y recibió su castigo.

Junior Valverde Caja 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo Junín)

Pampa Tigre:

Igual que todos los caseríos y

pueblos del valle de

Chanchamayo, produce café, piña

de exportación, cítricos y yuca.

También produce miel de abeja.

La TILAPIA, es un pez nativo que

se cría en pozos de lodo, donde

los alimentan con termitas o

comejenes. En menor escala se

cultiva el maíz amarillo duro o

morocho. Todas las familias crían

animales menores como cuyes,

gallinas, patos, pavos y chanchos,

que les sirven para su

alimentación como para

venderlos.

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EL CERRO SACHAVACA

Katipsa Ayala Cachique 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

PROYECTOS

PRODUCTIVOS:

El CPED de Pampa Tigre

desarrolla una serie de proyectos

productivos, que cumplen varios

objetivos pedagógicos y sociales,

tales como: poner en práctica los

conocimientos adquiridos,

experimentar con técnicas

productivas innovadoras,

contribuir al mejoramiento de la

producción, economía,

alimentación y nutrición de la

familia, desarrollar iniciativas y

capacidades empresariales,

adquirir hábitos de trabajo en

equipo, aplicar criterios de

equidad, etc. Dichos proyectos

son: crianza del pez tilapia,

abejas, pollos de carne y gallinas

de monte, así como el cultivo de

café orgánico, piña y maíz

morocho. El ingreso económico por

la venta de estos productos es

repartido en forma equitativa

entre los alumnos, con lo que ellos

solventan la mayor parte de sus

gastos de alimentación, útiles, etc.

En el camino que une la vía del Perené a Pampa Tigre se encuentra

un cerro denominado Sachavaca. Se llama asíporque antiguamente

en esa zona abundaban las sachavacas. Había tantas, que eran un

peligro para los viajeros que querían pasar por ahí. Las sachavacas

podían atropellarlos corriendo en manada contra ellos y además

podían morderlos por intrusos.

Las sachavacas son animales grandes, más grandes que un

chancho, su cara es pequeña, pero su nariz se prolonga como una

trompa gruesa, aunque no tan larga como la del elefante. Viven

agrupados en manadas. Comen plantas, pero tienen una dentadura

poderosa y son muy desconfiados y, al darse cuenta de un peligro,

huyen todos juntos, produciendo gran ruido con sus pezuñas.

Los caminantes conocían el peligro a que se exponían al pasar por

una zona habitada por estos animales. Por eso cuando pasaban por

esos lugares lo hacían agrupados y armados con palos, machetes y

lanzas.

Los colonos que recién se habían instalado en Pampa Tigre vivían

de cultivar café, yuca, maíz, cacao, pituca, naranjas, plátano,

papaya, bijao, cocona, maracuyá, entre otros productos de

panllevar.

Cierta vez unos colonos, después de una faena de limpieza de

trochas, caminaban presurosos por llegar temprano a sus casas,

porque ya estaba anocheciendo. Para asombro de todos, de pronto

se les apareció una sachavaca. Sorprendidos, por la oscuridad

creyeron que se trataba de un toro bravo y entonces huyeron

corriendo, pero grande fue su sorpresa al toparse de pronto con

una colpa donde

estaban reunidos

muchos de esos

animales.

Uno de los

colonos, el más

valiente, animó a

sus compañeros

para cazar una

de las

sachavacas, y fue

con varios de

ellos y les dieron

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Page 11: Relatos Amazonicos1

muerte a dos de esos enormes animales, a punta de golpes con

palos y machetes.

Al día siguiente, llamaron a todos los lugareños para que realicen un

gran festín y cocinaron carne de sachavaca, de gallina, de pituca y

yuca en una gran pachamanca, imitando la costumbre y la comida

típicas de la sierra central.

Pasaron muchos años y poco a poco el exceso de caza furtiva de

sachavacas, la destrucción de su habitat, la ampliación de las tierras

de cultivo y el poblamiento de la zona hicieron desaparecer de la

zona todas las sachavacas, asícomo muchas otras especies.

Hoy en día, de toda esa abundancia sólo queda en el recuerdo el

lugar denominado Cerro de las Sachavacas, que ahora la gente

llama simplemente Cerro Sachavaca.

Sachavaca:

Literalmente, significa vaca del

bosque. Es el mamífero más

grande de la selva peruana, pues

mide hasta metro y medio de

largo y 1 metro de alto, con un

peso de hasta 320 kilos. Es un

paquidermo que pertenece al

orden de los ungulados,

suborden perisodáctilos, con una

pequeña trompa como elefante. Se

le conoce más por el nombre de

tapir. Hay también un tapir de

altura, más pequeño, que vive

en las provincias de Ayabaca y

Huancabamba, del

departamento de Piura, y en las

provincias de Jaén y Cutervo, de

Cajamarca. Ambas especies

están legalmente protegidas por

el Estado.

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EL GENEROSO PÁJARO

CARPINTERO

Leyenda aguaruna (Recopilador: José Luis Jordana L.)

Ésta es una historia que nos cuentan nuestros abuelos. El pájaro

carpintero es una de las aves más trabajadoras. Siempre está

trabajando, golpeando con su durísimo pico árboles y palos secos,

haciendo huecos para construir sus nidos y también para buscar

insectos con qué alimentarse.

Una mañana, cuando apenas el sol estaba levantándose, el pájaro

carpintero dijo:

—Voy a construirme una casa en un nuevo árbol.

Y diciendo estas palabras, se fue volando y se detuvo en un alto

palo, agarrándose con sus uñas. Y con su pico golpeaba y golpeaba

y golpeaba haciendo

hueco. Cuando terminó

su casa, se metió dentro

y la probó. Y vio que

estaba muy bien.

Mirando arriba y abajo, a

izquierda y derecha,

dijo:

—Sí, está bien. Aquíme

quedo.

Y se quedó a vivir allí.

Apenas había comenzado

a descansar en su nueva

casa, llegó volando el

tucán chico Kejua y

habló diciendo:

—Cuñado, quisiera que

me regales tu casa. Yo no

tengo casa. Necesito una

casa. Y yo no sé

construir casa. Tengo pico grande y grueso, pero no me vale para

hacer hueco. Y como tú sabes bien hacer casa, por eso te pido que

me regales tu casa. Tú puedes hacerte otra.

El pájaro carpintero al principio mezquinaba, no quería dar su casa.

Mucho trabajo le costaba hacerla. Pero después el pájaro carpintero

se animó y le dijo al tucán chico:

—Bueno, toma, te la regalo.

Y el pájaro carpintero se fue volando alto y pasó a otro tronco que

era mejor y allíempezó otra vez a hacerse su casa a golpe de pico.

Y mientras golpeaba y golpeaba se decía:

—De aquíno me saca nadie. Ya no voy a mudarme a ninguna parte.

Aunque me pidan otra vez, no voy a dar.

Y terminó de huequear el palo. Y metiéndose dentro se puso a

Page 13: Relatos Amazonicos1

descansar y a dormir.

Muy pronto se presentó un tucán grande, llamado Tsukanká, que le

dijo:

—Cuñado, por favor, dame tu casa. Tú sabes siempre construir tu

casa y nunca te falta, en cambio yo no sé hacer casa.

Entonces el pájaro carpintero tuvo pena en su corazón y respondió

al tucán grande:

—Bueno, te la dejo para que la uses. Yo me voy a buscar otro árbol

para hacer casa para mí.

Y le entregó su casa y el pájaro carpintero se fue volando y pasó a

otro palo que estaba a orillas del río Marañón. Era un árbol muy

alto. Y decía el pájaro carpintero:

—Aquívoy a construir mi casa. Porque desde aquíarriba puedo ver

bien las aguas del río Marañón y las gentes que pasan con sus

balsas y canoas.

Y empezó a golpear la corteza del árbol. Golpeó duro hasta que tuvo

su casa terminada. Y metiéndose dentro dijo:

—Aquíme quedaré a vivir. Esta casa no la voy a regalar ni tampoco

la voy a cambiar. Ésta es una hermosa casa.

Y diciendo esto, como estaba cansado de tanto golpear con su pico,

se echó a dormir.

Y cuando estaba durmiendo, en ese momento sobrevino un viento

muy fuerte y derribó el árbol. Y el árbol cayó en medio del río

Marañón. El tronco flotaba, pero la casa del pájaro carpintero se

había quedado bajo el agua y no podía salir. Y pensó:

—Tengo que hacer otro hueco por la parte de arriba para poder salir

y no ahogarme.

Y comenzó a golpear con todas sus fuerzas. Tenía que trabajar

incómodo echado de espaldas. Golpeando, golpeando, consiguió

hacer una ventanita. La hizo más grande. Y pudo salir afuera con

grandes esfuerzos. Y como estaba bien mojado por el agua del río

Marañón no podía volar, asíque se quedó en el tronco que flotaba y

se puso a secarse al sol, sacudiendo sus alitas.

Cuando quedó bien seco, el pájaro carpintero se fue volando muy

triste. Y se fue muy lejos internándose en la selva. Y construyó su

nueva casa lejos del río. Y por eso, desde entonces, nunca más se

ve al pájaro carpintero cerca de las orillas de los ríos y quebradas

de la selva. Hay que caminar bastante por la trocha para

encontrarlo y escuchar el golpeteo de su pico contra la corteza de

algún árbol.

Aguaruna:

(Forma castellanizada de la voz

nativa awajún) Nombre

castellano que se da a los

miembros del grupo étnico

amazónico más numeroso del

Perú (más de 40 000 hablantes)

y por extensión, llámase así

también a su lengua. Los

aguarunas se llaman a sí mismos

―awajún‖, y mayormente habitan

el territorio de selva alta del Alto

Marañón, en las provincias de

Bagua y Condorcanqui, del

departamento de Amazonas, así

como en la provincia de Jaén, en

Cajamarca. El aguaruna es

lengua hermana del huambisa y

el achual, y las tres, por su

origen, pertenecen a la familia

lingüística jíbara. Cultural y

socialmente, los miembros de esos

tres grupos étnicos se reconocen

como integrantes de la “jibaría”.

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Page 14: Relatos Amazonicos1

LOS CAZADORES Y LOS

DOS TIGRES

Había una vez un ganadero que tenía más de treinta vacunos.

Según la leyenda que me contó mi abuelo, había dos tigres, hembra

y macho, de gran tamaño. Los tigres se habían comido cinco vacas

y el dueño se sintió triste. Con la ayuda del pueblo buscaron buenos

cazadores, pidieron coca, cigarro, y después de una hora de

caminata llegaron al sitio. Los cazadores hicieron su tarima en el

árbol y se alistaron, uno a la derecha y el otro a la izquierda, y ahí

esperaron la venida de los tigres.

A eso de las 10 u 11 de la noche, aparecieron los tigres con sus

ojos brillantes y se acercaron. Los cazadores alistaron sus armas y

se comunicaron en voz baja: “Tú a la hembra y yo al macho”, y les

dispararon. Uno de los tigres murió y el otro escapó herido.

Al día siguiente los cazadores bajaron del árbol y comenzaron a

seguir al tigre herido, guiándose por la sangre que había dejado

entre los arbustos y lo encontraron al tigre refugiado en una cueva y

ahílo remataron.

Volvieron cargando al tigre amarrado por las patas a un palo largo.

El dueño se sintió alegre e hizo pachamanca y fiesta.

Oscar Acosta Aldava 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Crianza de pollos de carne y

gallinas de monte:

Al hablar de la crianza del pez

tilapia hemos hecho referencia a

los comejenes o termitas que

abundan en el monte. Estos

insectos, engordados con agua,

más el maíz morocho que ellos

también cultivan, y con buenas

porciones de hojas tiernas de

yuca y otras hierbas que abundan

en la zona, los alumnos del

CPED de Pampa Tigre tienen

todo lo necesario para criar dos

tipos de aves de corral: el pollo de

carne y la gallina de monte. El

primero se vende en pollerías a la

brasa y la segunda es muy

apreciada para caldo, tanto en el

hogar como en los restaurantes.

Como las demás actividades, este

trabajo se asume por grupos.

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Page 15: Relatos Amazonicos1

EL MIEDO

Había una vez en los

tiempos antiguos un

niño y un joven.

—Vamos a robar aquel

maizal, dijeron muy

contentos y seguros.

Después de

transcurrir el día,

llegó al noche y

fueron al maizal que

acordaron robar.

Cuando estaban

cosechando

rápidamente el maíz, vieron que venía de un cerro una luz muy

blanca, como si fuera una bola de candela que poco a poco se

acercaba hacia ellos. Al ver esa luz se aterrorizaron y los dos sin

poder hablar se escondieron detrás de una roca.

Cuando ya se había acercado esa cosa con fuego, el niño y el

hombre pudieron ver de cerca que era una caballito muy lindo pero

que todavía le salía por la boca gran cantidad de fuego. El joven

sabía que una cosa asíera diabólica, que era un condenado y que los

condenados comían a la gente, pero también sabía el joven que

estando con un niño el condenado no podría acercarse. Entonces el

condenado volteó su cabeza y miró hacia abajo, donde estaba el río,

y se fue huyendo como una bola de fuego que rodaba y se

desbarrancaba.

Asífue, por suerte, que el joven y el niño se salvaron.

Se preguntarán tal vez dónde sucedió esta historia. Este caso pasó

aquí, amigos, en el lugar de San José, y que fue contado por mi

abuelito.

Junior Valverde Caja 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Cultivo de maíz morocho:

Esta variedad de maíz, llamado

también amarillo duro, tiene

muchos usos, desde la fabricación

de sémola y alimentos

balanceados para aves, hasta los

tamales. Pero, en lo que

seguramente se utiliza más el

maíz morocho producido por los

alumnos del CPED de Pampa

Tigre debe ser en la preparación

de la rica chicha de jora, tan

nutritiva e inseparable para

asentar un cuycito, un

chicharrón, o un rocoto relleno,

así como para apagar la sed en

los duros trabajos de la chacra,

para la tinka a los apus y

wamanis y para los pagos a la

Pacha Mama.

17

Page 16: Relatos Amazonicos1

LA ACONSEJACIÓN

“No seas rabioso, hijito. Has de entender, has de escuchar. Para que

vivas, hijito.

La abuelita, el abuelito, todos los miembros de la casa le aconsejan.

Así, antiguamente se aconsejaba a nuestros hijos. De igual modo,

hoy se aconseja a los hijos, para que realicen los trabajos de la

comunidad.

“Las pretinas de los hombres has de pensar para que no compres,

has de pensar, hijita, has de trabajar duro para que hiles la pretina

para tu marido.

“Para que no seas un haragán, hijito. No has de ser perezoso, hijito.

En mi hablar no existe esa palabra. Sólo bizarro existe. Para que no

seas mentiroso y no vivas engañando a los demás, debes trabajar.

Así, con el trabajo puedes obtener muchas cosas. Para cuando

tengas un hijo, para encontrar comida, para poder comer, para

tener dinero, hay que trabajar. Aunque seamos pobres, no hay que

abandonarnos, hay que trabajar. Asíse debe hacer. Quizá algún día

nosotros tendremos algo, hijito. Asíes, hijito. Has de trabajar, hijito.

“Vete, hijito, a trabajar en nuestra chacra. Vete a traer nuestro

choclito. Anda con tu padre a traer el maíz.

“Las mujercitas van a traer agua. Ellas van a traer el agua. Asíte

digo: las mujeres, las esposas, las madres tienen que mandar a sus

hijos para que trabajen y que hagan todo. Las mujercitas, que

aprendan a cocinar. Los hombres mandan a sus hijos y les enseñan

a trabajar en la chacra. Las mujeres tienen muchas cosas que

aprender, tienen que limpiar la casa, embarrar sus ollas, platos, las

tinajas, luego tienen que tejer los cinturones de diferentes formas.

Las que saben urdir, ellas solas hacen las pretinas para su esposo e

hijos.

Juan José Salas (narrador) y Olinda Adauto (recopiladora) (Lugar: Pamashto)

“Los hombres además de poner leña, llevar los plátanos, pueden

tener un oficio, pueden ser carpinteros. Si tienes el cogollo de la

shapaja, puedes hacer tu estera, tus canastas. Después ya quedas

libre, desocupado. En cambio, las mujeres tienen más cosas que

hacer. Ahítambién se aconseja, la madre, la madre aconseja a los

hijos: ¡Hijito, hijito! ¡Quiéreme, quiéreme! Hijito, prepara tu pretina,

también tu chumbe.

“Las muchachas tienen que hilar, tienen que hacer su chumbe, su

pretina. No hay dinero para comprar, y si lo hay no alcanzaría para

comprar otras cosas. Por eso, las madres enseñan a sus hijos para

que aprendan y hagan sus propias cosas.

“En este tiempo los jóvenes ya no quieren hacer nada. Quieren tener

todo, pero todo comprado. Eso es lo que observo. Los jóvenes ya no

18

Page 17: Relatos Amazonicos1

hacen chumbe, no embarran, sólo desean comprar. No quieren hilar

ni tejer.

“Por ejemplo, mi mujer sabe urdir, confeccionar el chumbe. Pero

ahora la gente no desea aprender. Yo tengo dos hijas casadas, una

tiene dos hijos, la otra cinco y yo aquítengo cuatro hijas. Ellas

hacen chumbes, pretinas, tinajas, ollas, en fin todo trabajo que

saben las mujeres. Pues, claro, la mamá les dice, la mamá les

enseña: “Esto tienes que hacer, hija. Esto tienes que hacer, hijo.

Alguna vez cuando ya no estés en mi poder, en verdad te han de

servir estos consejos. Eso es una verdad. Todo el tiempo no se vive

con el padre, ni con la madre. Así, nosotros les enseñamos a

nuestros hijos, varones y mujercitas. Tampoco nuestros hijos van a

vivir en la casa sin hacer nada. Los hijos tienen que aprender algo.

“La juventud de ahora son malcriados, parece que no tuvieran

padre ni madre. No les corrigen, no les aconsejan. Son malcriados e

igualados. Se igualan con los mayores.

“Yo tengo dos jovencitos, yo siempre los corrijo, siempre los

aconsejo, tal como me aconsejaron mis padres. De la misma

manera nuestros hijos tienen que aprender a no olvidar todo aquello

que se le aconseja. Tienen que aprender a escuchar, a obedecer, no

vaya a ser que le entre por una oreja y le salga por la otra. Hay que

tratar de que lo graben en la cabeza, para que se acuerden y digan:

Papá me ha enseñado, mi mamá me ha enseñado todo. Nosotros no

sabíamos nada, pero nuestros padres nos han enseñado.

“Algunos problemas de la vida, como es la vida del agricultor, cómo

se siembra la raíz del plátano. Asíse siembra, hijo, para que alguna

vez vivas con algo, para que tengan plátanos, yuca, maíces, frijoles.

Algo que puedan encontrar y comer, asínos aconsejan nuestros

padres. Es la pura verdad. Asíhemos aprendido de ellos. Primero

hemos hecho nuestra casa. Yo me he casado a los 22 años,

después de regresar del

servicio militar. Yo he

servido hace treinta años.

Yo servíen el año 1950.

Soy de la clase 50.

Después de regresar, a

los 22 años, me he

casado. Después de venir

del servicio. Tengo 30

años de casado.

19

Page 18: Relatos Amazonicos1

EL AYAYMAMAN BUSCA A

SU MADRE EN EL BOSQUE

El sol, que hace poco era como un incendio, se apagaba lentamente en las aguas del Amazonas. —Queremos escuchar la historia del ayaymaman—pidió Gabriela, a quien le decían la Pacuchita por el color castaño de sus cabellos. —Bien, les contaré del ayaymaman— aceptó el viejo Oroma y, curiosa y coincidentemente, en ese mismo momento el ayaymaman cantaba en el cercano bosque del pueblo.

Roger Rumrrill (De Amazonía Mágica)

El narrador miró a los niños, sorprendidos, los calmó y dijo: —Las

aves en el bosque amazónico han sido bautizadas por el pueblo por

la forma de su canto. Sus nombres son onomatopéyicos. El pájaro

“Victordíaz” se llama asíporque en su canto dice: víctor díaz, víctor

díaz, víctor díaz. El huancahui, que come serpientes, se llama así

porque cuando canta dice: huancahuiii, huancahuiiii. El ayaymaman,

al cantar, dice su nombre: ayaymaman, ayaymaman.

Los pájaros y todas las aves conocen el secreto de la naturaleza y

son anunciadores de buenas y malas nuevas para el hombre del

bosque. La garza rosada para los sharanahuas anuncia el verano y

el retorno de un ser querido. El huancahui cuando canta está

anunciando alguna mala noticia para el que lo escucha. Puede ser

un accidente o la muerte de un familiar o de un amigo muy querido.

El picaflor es un buen y mal mensajero entre los aguaruna-

huambisas. Si vuela con alegría, como bailando y danzando

suspendido en el aire, significa buena y abundante cacería. Si pasa

como una flecha, huyendo vertiginosamente del peligro, algo malo va

a pasar.

El martín pescador, conocido también en la Amazonía como catalán,

avisa a los ribereños y pescadores si la creciente del río, en el invierno,

será alta o baja. Cuando la creciente se anuncia alta y

habrá inundación, el catalán traslada su casa de la parte baja a la

parte alta del acantilado y el barranco. Es una señal infalible que los

ribereños esperan para tomar sus

previsiones.

Para los shipibo-conibo-shetebo, el

martín pescador es un tótem, un

dios protector. Ellos han vivido por

milenios en las orillas de los grandes

ríos, sobre todo en el Ucayali,

mirando los cielos y viviendo del río.

Este es su fuente de vida, y el martín

pescador les avisa, tanto en el

verano como en el invierno, dónde

están los bancos de peces o los

20

Page 19: Relatos Amazonicos1

mijanos, como se dice en la Amazonía. El martín pescador y los

shipibo-conibo-shetebo son los mejores pescadores de la Amazonía.

El canto del ayaymaman es uno de los más tristes que es posible

escuchar en la Amazonía. Es más triste aún porque el ave canta en

el crepúsculo, cuando el sol se ha puesto y el bosque y los hombres

sucumben a la fatiga del día.

Los ayaymaman cantan casi siempre en pareja. Antes, ellos fueron

dos niños que vivían en un pueblo del Amazonas, felices; pero, un

día, la madre murió, mordida por una serpiente shushupe, mientras

recogía agua en su cántaro, en una quebrada de aguas claras y

profundas.

El padre, que era un mitayero o cazador, se casó por segunda vez

con una mujer que había venido de la ciudad y nadie sabía quién era

ni qué había hecho durante su vida. Tenía un carácter violento y

amargo. Ni bien se hizo cargo de la casa, la madrastra empezó a

mirar con cólera a los niños. Por quítame estas pajas los castigaba,

especialmente a la niña de nueve años, sobre quien había descargado

prácticamente todas las obligaciones de la cocina. Flor

de Belem, que asíse llamaba la niña, era despertada a las cuatro de

la mañana para prender el fogón, lavar las ollas y los platos, traer el

agua en un cántaro grande y pesado para su edad y tamaño y,

luego, cocinar la yuca, el pescado y preparar la mazamorra de

plátano, que tanto le gustaba al padre; mientras tanto, la mujer

dormía a pierna suelta hasta las seis de la mañana.

Por su lado, Santiago o Shanti, como le decían al niño que era un

año mayor que su hermanita, tenía también que madrugar a cortar

leña para el fogón, revisar las trampas para sachacuyes y

quirquinchos que su padre colocaba, al atardecer, en el bosque, a

buena distancia de la casa.

El padre miraba con indiferencia el maltrato que la mujer daba a los

niños. Es más, lo alentaba cuando decía:

—Hazlos trabajar duro. Que coman con el sudor de su frente. Y, si

haraganean, castígalos y auméntales las tareas.

La madrastra odiaba tanto a los niños, que no quería verlos un día

más en su casa. Asíque tramó un plan. Aprovechando que el padre

había ido al pueblo a vender el producto de su cacería —carne y

pieles de cerdos salvajes, huanganas y sajinos— les dijo con una

falsa y aparente bondad y ternura:

—Hijitos, hoy quiero que descansen de tanto trabajo. Vamos a ir al

monte a buscar frutos de sachamangos que le gustan tanto a su

papá.

Con ésta y otras tretas llevó a los niños lejos de la casa, monte

adentro. Cuando tuvo a los niños en un lugar distante,

ROGER RUMRRILL GARCÍA:

Fecundo y prolífico ensayista,

narrador, poeta y periodista

amazónico. En 1963 fundó,

animó y dirigió en su natal

Iquitos el grupo cultural

―BUBINZANA‖. Ha publicado

quince libros. Entre sus ensayos

destacan: Reportaje a la

Amazonía (1973), Amazonía

hoy, crónicas de emergencia

(1982), Los condenados de la

selva (1984), Narcotráfico y

violencia política en la Amazonía

(1987), Pioneros de Loreto

(1995). Como narrador

sobresale con: Vidas mágicas de

tunchis y hechiceros (1983 y

1985), El venado sagrado

(1992), La anaconda del

Samiria, narraciones para niños

(1997), Amazonía mágica,

Ediciones CHIRAPAQ (2000).

Como poeta publicó: Magias y

canciones (1971), Axpikondiá

(1972), Memorias desde un otoño

(1975).

21

Page 20: Relatos Amazonicos1

completamente desconocido para ellos, un lugar desolado del

bosque, les dijo con voz acaramelada, fingida:

—Voy un ratito a hacer mis necesidades. Espérenme aquíy no se

muevan —y diciendo esto se internó en el bosque y, utilizando otro

camino, se alejó del lugar y regresó a la casa.

Los niños, creyendo a la madrastra, se pusieron a jugar mientras

esperaban que regresara; pero el tiempo pasaba, las horas corrían, se

acercaba la noche y la mujer no regresaba. Cuando la noche

llegó, Flor de Belem y Shanti comprendieron que habían sido

abandonados.

Muchos días vagaron por el bosque, hambrientos, heridos por las

espinas y las zarzas, picados por las alimañas. En las noches, los

niños trepaban como podían por el tallo de un árbol hasta llegar a la

copa, huyendo de los tigres y las serpientes, y lloraban clamando por su

madre:

—Ayaymaman, huishchurhuarca.

Después de escuchar durante tantas noches este lamento que

significa: “Nuestra madre ha muerto y nos han abandonado”, la

madre del bosque se compadeció de los dos niños y los convirtió en

pájaros, en aves nocturnas, de plumaje marrón oscuro, que se

mimetizan y se confunden con las hojas de los árboles donde

duermen. Así, la madre naturaleza los protege de los cazadores.

—Estos dos ayaymaman que ahorita están cantando en el bosque son

los dos niños de nuestra historia —concluyó su relato el viejo Oroma. Los

niños habían enmudecido con la historia. Estaban sumergidos en

el silencio cuando éste, súbitamente, se rompió con un silbido

próximo que heló de miedo a todos los niños.

—¡El tunchi, el tunchi! —gritaron los niños y todos se agolparon

alrededor del viejo Oroma, buscando protección.

—Tranquilos, muchachos, tranquilos. Es un tunchi vagabundo que

está de paso por el pueblo —clamó Oroma, con voz sosegada y

segura.

Nelly, a quien llamaban con cariño Negrita por el hermoso color

caoba de su piel, se atrevió a romper la temerosa atmósfera de

silencio, preguntando tímidamente:

—Don Oroma, ¿existe de verdad el tunchi?

Oroma paseó sus ojos pequeños, húmedos y vivaces sobre los niños.

Luego miró al exterior, a la noche del bosque, por encima de la

baranda de la casa construida sobre pilotes de la dura madera de

huancapu para escapar de las inundaciones en las grandes

crecientes del río Amazonas.

—Les contaré la historia del tunchi, brevemente, porque ya es hora

de la merienda y tienen que volver a sus casas —dijo. 22

Page 21: Relatos Amazonicos1

LOS HUAIRUROS

una mancha roja... ¡eran huairuros!

Una vez, mi amiga Albertina se

fue al monte a buscar semillas

para hacerse un collar. Machete

en mano, se abrió paso entre

las ramas. Deteniéndose de rato

en rato, recogía semillas de

diferentes formas, tamaños y

colores: unas negras, redondas

y brillosas como ojos de buey,

otras blancas y pequeñas como

dientes de leche, algunas

amarillas en espiral y... ¡ahí!,

en el suelo de un claro del

bosque, de donde un

guacamayo acababa de volar,

vio unas semillas negras con Albertina recordó entonces que las viejecitas de su pueblo decían

que el rojo y el negro representan la noche y el día, la muerte y la

vida, el amor y la pena, y que por eso los huairuros dan suerte a

quien los lleva. Al recordar la ingenua creencia, sonrió y se detuvo al

pie del árbol de huairuros. Las hermosas semillas habían saltado de

sus vainas y no había más que recogerlas.

Tiempo después encontré a Albertina en la plaza del pueblo. Era la

fiesta de San Juan y había ahímucha gente. Mi amiga llevaba

puestos unos hermosos aretes rojinegros y vendía pulseras y

collares de diversas semillas, pero, sobre todo, de huairuros.

—¿Y...? ¿Te dieron suerte los huairuros?— le pregunté, bromeando.

—¡Claro, claro, mucha suerte! Me han dado trabajo. Ahora los junto

para hacer adornos que vendo. Asíme gano la vida, ¿ves?— me

contestó apurada, mientras volteaba para atender a unos turistas

que se acercaban con curiosidad a mirar sus adornos.

23

Luis Augusto Silva (Cajamarca)

Page 22: Relatos Amazonicos1

EL CHULLACHAQUI, DIOS ECOLÓGICO DEL BOSQUE AMAZÓNICO

Roger Rumrrill (De Amazonía Mágica)

Don Oroma dio inicio a su

relato de la siguiente

manera:

—Asícomo los cerros

tienen sus dioses, que son

sus guardianes y

protectores, los muquis,

los bosques de la

Amazonía también tienen

sus dioses, sus

protectores y sus

guardianes, son los sacha-

runa, chullachaquis,

yashingos, shapshicos,

shapingos, shatucos,

shitacos, shollacos. Les

contaré sobre los

chullachaquis.

Los chullachaquis son de

pequeña estatura, por lo que pueden moverse mejor en el bosque.

Son de color oscuro y tienen una cabeza desproporcionada para su

tamaño; pero más que por su pequeña estatura, su cabezota y su

color oscuro, el chullachaqui tiene una característica muy especial

en sus pies. Éstos son desiguales y de ahíviene su nombre en el

idioma de los incas, chulla, desigual, y chaqui, pie. Uno de sus pies

apunta hacia delante y el otro, hacia atrás.

Y en sus pies está la clave de su secreto, el enigma de su existencia

y el misterio de su relación con los hombres. Muchas veces, los

hombres y las mujeres, caminando en el bosque y en la orilla de un

arroyo, encuentran las huellas de un pie que ha caminado en una

dirección. Si están desorientados, puede ser que sigan la dirección

de esas huellas que no conducen a ninguna parte; pero también

puede ocurrir que sigan las huellas en dirección contraria y ocurra

que vuelvan y retornen al punto de donde partieron.

Entonces, los hombres y mujeres, siguiendo estas huellas, van y

vienen en una ida y un retorno sin término, circulando, girando

como es el tiempo y la vida en el bosque, que no tiene principio ni

fin.

El chullachaqui tiene buen humor, le gusta jugar y es un ser

sonriente. Le encantan los niños. Cuando éstos están solos en sus

chozas, porque los padres se han ido a la chacra, de pesca o de

cacería, se acerca y juega con ellos. Para no asustarlos con su

Page 23: Relatos Amazonicos1

cabezota y sus pies desiguales, se transforma en el padre, la madre,

el hermano o hermana, el tío o el amigo.

Cuando decide irse, porque supone que los padres de los niños

están por llegar, el niño, la niña o los niños le siguen por el bosque,

confundidos por la apariencia del chullachaqui; por eso muchas

veces se han encontrado niños perdidos en el bosque, llorando y

abandonados.

El chullachaqui se enoja mucho cuando los hombres talan los

árboles del bosque en exceso, más allá de sus necesidades, sobre

todo no le gusta que corten las grandes lupunas, las catahuas y los

renacos, es decir, los árboles que tienen madre porque, en el

bosque, los árboles, los ríos, las cochas, el arco iris, todos los seres

tienen madre. Para evitar que los hombres destruyan el bosque, el

chullachaqui usa todas sus artes. Lanza truenos y rayos que asustan

a los hombres, hace llover copiosamente para apagar el fuego del

bosque, avisa a las isulas, las grandes hormigas venenosas, para

que ataquen a los taladores; también, a las huairangas, las avispas

gigantes, para que piquen y produzcan fiebre.

El chullachaqui castiga a los hombres que son enemigos de los

animales del bosque, a los cazadores que matan con crueldad y

demasía a la fauna de sajinos, huanganas, venados, tapires,

ronsocos, majases, añujes, carachupas, otorongos, monos, aves

como paujiles, trompeteros, pavas, pucacungas y perdices.

Para castigar a un cazador, el chullachaqui se transforma en

venado, la pieza de caza más apetecible y más buscada del

cazador. Convertido en venado, se deja ver por el cazador a tiro de

arma, luego rápidamente se aleja y, después, se detiene,

esperándole. Cuando éste le da alcance y otra vez lo tienen en la

línea de mira de su escopeta, el venado se aleja otra vez y así

prosigue con este juego hasta llevar al cazador al interior del

bosque donde lo deja, finalmente, perdido.

Lo mismo hace con los cazadores de monos. Se transforma en un

hermoso mono choro o un maquisapa y se hace perseguir por el

cazador hacia el interior del bosque. Ahídesaparece de la vista de

éste que, al final, pierde no sólo al mono sino también la trocha

para regresar. El chullachaqui también puede transformarse en un

paujil, la gran ave del tamaño de un pavo que vive en el corazón de

la selva, para engañar a los cazadores ambiciosos y llevarlos a lo

más profundo del bosque y dejarlos perdidos.

El chullachaqui también hace su chacra en medio del bosque.

Muchas veces se puede escuchar, en plena selva, un golpe seco de

Chullachaqui:

De quechua chulla (uno, único) y

chaki (pie, pata). Es un ser

mítico-religioso de la selva

peruana, equivalente a los apus y

wamanis andinos, protector de

los bosques y animales de la

Amazonía, magistralmente

pintado por Róger Rumrrill en su

relato de la página 22. Otros

nombres del chullachaqui son:

sacha runa, shapshico, yashingo,

shatuco, shollaco, etc.

25

Page 24: Relatos Amazonicos1

machete o de hacha como de alguien que está trabajando en el

bosque. Es el chullachaqui que está haciendo su chacra.

—Don Oroma, ¿usted ha visto alguna vez un chullachaqui? —

preguntó Camuchín, interrumpiendo el relato del viejo, sin poder

contener su curiosidad. Los demás muchachos estaban muy

atentos, imaginando estar en el bosque, siguiendo las huellas de los

pies desiguales.

—Sí, he visto no sólo una sino varias veces al chullachaqui. Les voy a

contar sobre aquella vez que me encontré con él y que se

transformó en mi hermano Otoniel. Vengan todos conmigo —dijo y

comenzó su relato—. Era el mes de enero de un año que recuerdo

muy bien, que se ha quedado fijo en mi memoria, porque ese año el

río Amazonas se desbordó, creció como no lo había hecho en

mucho tiempo, inundando las chacras y las casas en todos los

pueblos. Con la naturaleza que cambia y se transforma, también

cambia la vida de los hombres porque, como ustedes saben, la vida

del hombre en el río y en el bosque tiene dos etapas muy

marcadas, el invierno y el verano, las dos únicas estaciones que

conocemos del clima y que también son estaciones de nuestras

vidas.

En ese mes de enero, sólo conocíamos el agua y el bosque

inundado. Sólo había tierra en la restinga, una parte alta del boque

donde los animales habían buscado refugio. Tomé mi canoa y me

dirigía la restinga para buscar tortugas motelos y huevos de perdiz.

Desde que puse los pies en la restinga, mientras caminaba por la

hojarasca húmeda del monte, presentíque algo extraño me iba a

pasar. El primer aviso fue el canto de la chicua, el pájaro de mal

agüero. Luego una serpiente loro machaco se cruzó en mi camino.

La serpiente también es un mal anuncio. Súbitamente escuché

voces a mi espalda. Giré rápidamente el rostro y, asombrado, vi que

mi hermano Otoniel avanzaba hacia mí.

—¿Qué haces aquí? ¿Cuándo has retornado de Tapira? —le

pregunté. Él había viajado al pueblo de Tapira recién el día anterior

y tenía previsto regresar el fin de semana.

—Llegué esta mañana y como me enteré que has venido a la

restinga, he venido a darte alcance —contestó con naturalidad.

—Pero no has traído tu escopeta. ¿Con qué vas a balear? —le dije,

sorprendido de que estuviera en la restinga sin su arma.

—Te voy a ayudar a cargar lo que tú mates —respondió prestamente.

El bosque, que hacía sólo unos instantes era un concierto de cantos

de pájaros, de aullidos de monos, de la estridencia de las cigarras y

de algún lejano rugido del tigre otorongo, se había quedado 26

Page 25: Relatos Amazonicos1

extrañamente en silencio.

El silencio se quebró con las palabras de Otoniel:

—Estoy escuchando el canto de un paujil —me dijo apuntando en la

dirección de una hilera densa de palmeras tagua.

—Ven, sígueme —dijo y caminó con gran agilidad y destreza debajo

de las palmeras.

En ese instante volvió a cantar la chicua y tuve miedo. Empecé a

correr detrás de Otoniel y grité:

—Espérame.

Se detuvo para mirarme y fue, en ese momento, en que pude ver

sus pies desiguales en la hojarasca.

—¡El chullachaqui! —grité aterrorizado y emprendíuna loca carrera

con dirección a mi canoa.

Después de ese susto, abandoné la cacería de animales para

siempre.

Puma:

Nombre quechua del llamado

león americano, felino más largo

que el otorongo, pero más esbelto

y de menor peso, que vive en los

bosques andinos cálidos,

templados o fríos, así como en la

selva alta. Su presa preferida son

los venados o tarucas, aunque

devora también muchos

mamíferos pequeños y aves. Sólo

cuando está viejo ataca ovejas,

cabras, gallinas, etc.

27

Page 26: Relatos Amazonicos1

EL TIGRILLO Y EL

CHANCHO DE MONTE

Hace mucho tiempo había muchos tigrillos, que se comían a todos

los animales que encontraba en el monte y también en las casas.

Por eso nosotros siempre estábamos bien alertas. Si nos

descuidábamos ya se perdían las gallinas. Y al tigrillo le gustaban

más las gallinas que otros animales y el tigrillo no se comía toda su

carne de la gallina, sino sólo bebía su sangre y se comía su cabeza

con toda su cresta y su pico.

Pero una vez lo vi al tigrillo comiendo a un chancho de monte. Al

verme ese gato no sabía qué hacer, pero conmigo estaba yendo un

perro y el tigrillo al ver al perro se escapó, pero el chancho de

monte ya estaba bien muerto y destrozado.

Mi abuelo, todas las noches iba a cazar al monte y mataba a los

tigrillos.

Asídesaparecieron los tigrillos. Ahora ya no se ve ni uno.

Florentino de la Cruz Rabel 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Cultivo de café orgánico:

El valle de Chanchamayo

produce un café exquisito, muy

apreciado en el el mercado

internacional. Pero ahora los

consumidores exigen un café

orgánico, producido sin

fertilizantes ni pesticidas

químicos, tanto porque atentan

contra la ecología, como por ser

cancerígenos. Los alumnos del

CPED de Pampa Tigre,

ecologistas y emprendedores, han

asumido el reto de conducir una

hectárea de café orgánico, cuyo

precio en el mercado es casi el

triple. La diferentes tareas las

asumen organizados en grupos y

por turnos.

28

Page 27: Relatos Amazonicos1

EL TIGRE Y EL OSO

HORMIGUERO

Un día se encontraron el

tigre y el oso

hormiguero, y el primero

dijo al segundo:

—¿Adónde vas,

compadre?

—Estoy yendo a pasear

por allá —respondió el

oso hormiguero.

Entonces el tigre dijo:

—Por favor, préstame tu

cushma un momentito,

compadre.

Y el oso hormiguero

inmediatamente se quitó

la cushma y se la dio a

su compadre tigre sin

ninguna desconfianza.

—En cambio, tú te vestirás con la cushma que es mía —le dijo el

tigre risueñamente, al tiempo que le entregaba sus prendas de

vestir, que el oso hormiguero sin darse cuenta se puso alegremente.

Después de vestirse, el tigre a la carrera empezó a huir de su

compadre. Al darse cuenta que ya le había robado con la astucia, el

oso hormiguero corrió tras él, para alcanzarlo. Después de seguir

una larga distancia a su compadre, y al darse cuenta de que ya no

lo podría alcanzar, dejó de seguirlo y se puso muy triste.

Según cuentan, la cushma del tigre antiguamente era puramente

negra. Mientras que la del oso hormiguero era lujosa, pintada y con

diseños. De esta manera se cambiaron las cushmas el uno con el

otro.

Ahínació la enemistad que perdura entre estos dos animales hasta

nuestros días, y por eso se pelean cada vez que se encuentran.

Leyenda conibo-shipiba Recopilador y traductor: José Roque

Shipibo-conibo-shetebo:

Grupo étnico amazónico

asentado en la cuenca del río

Ucayali, en el departamento del

mismo nombre. Cabe aclarar que

los grupos conibo y shetebo han

sido paulatinamente asimilados

por el grupo shipibo original,

aunque aún se reconocen algunas

diferencias, de modo que por ello

al referirse al grupo se usa este

nombre compuesto. Sin embargo,

para referirse a la lengua suele

usarse sólo el nombre shipibo. Es

una lengua hermana de lenguas

como el cashinahua, amahuaca,

cashibo, yaminahua, etc., con las

cuales forma la familia

lingüística pano.

29

Page 28: Relatos Amazonicos1

LA CUCHARA MÁGICA

DE LOS SAPOS

André-Marcel D´Ans (Relato en ―La verdadera biblia de los Cashinahua‖)

Cuentan los cashinahuas que, antiguamente, hubo una mujer que,

llegada la noche, apenas oía el canto del sapo de verano bajaba al

río y capturaba al cantor; lo llevaba a su casa y ahílo cocinaba para

comerlo.

Un día, un enfriamiento repentino cayó sobre el bosque. Los sapos

de verano casi no cantaban: un frío asídesanimaba a cualquiera.

Sin embargo, la mujer decidió ir al río e intentar capturar su presa

acostumbrada. Tomó entonces una pequeña antorcha y descendió.

Primero escuchó un cantito río arriba; luego, otro río abajo. Apagó

su antorcha para no asustar al animal. Se acercó al sitio de río

arriba donde primero había escuchado el canto del sapo. Esperaba

oírlo de nuevo para poder localizar mejor al animal.

De pronto, su acecho fue interrumpido por un hombre que luz en

mano descendía hacia ella por el lecho del río. Todavía no se había

repuesto de su sorpresa cuando vio que otro hombre, también

provisto de una antorcha, venía de la misma manera, desde río

abajo. Los dos hombres se encontraron justo frente a ella.

—¿Has visto? —dijo uno de ellos. —Hay una mujer en la oscuridad.

Y el otro la interpeló:

—¿Qué haces aquíen lo oscuro?

—¡Shit! ¡No hagas tanta bulla! He venido a cazar un sapo; lo he oído

cantar por aquí, dijo ella.

— ¡Ah! dijeron los hombres. —Justamente nosotros somos sapos .

— ¡Qué tontería!, exclamó la mujer. —Sin duda ustedes también

están porque quieren cazar sapos.

— No—, insistieron ellos. —Somos realmente sapos y tú eres la que

viene a cazarnos. Comprendemos que sufres escasez. ¿No tienes

ningún hombre que vele por ti?

La mujer se quedó muda, sin responder.

— Bueno, poco importa, después de todo. Lo que nos interesa es no

verte ya privada de alimentos para que termines de cazarnos sin

piedad. Te vamos a hacer un regalo.

En ese momento, uno de ellos le tendió una de esas grandes

cucharas en forma de remo que nuestras mujeres emplean para

remover el contenido de sus ollas.

— Cuida bien este regalo y no digas una palabra a nadie. Si nuestro

secreto fuese revelado un día, perdería inmediatamente su poder

mágico.

En efecto, bastaba sumergir la gran cuchara en el agua hirviente,

pensando en un animal de la selva o en un pescado y, enseguida,

jugosos trozos de la bestia imaginada aparecían en el agua. Ésta se

transformaba asíen el más apetitoso de los potajes. Hicieron una

Page 29: Relatos Amazonicos1

deslumbrante demostración allímismo en la playa. Luego, tras

recomendarle absoluta discreción, le entregaron la cuchara y la

enviaron a su casa.

Al comienzo, la mujer usaba la cuchara mágica con discreción.

Daba de comer solamente a su esposo e hijos. Pero un día fue

atacada por una ambición desmedida.

— ¡Voy a dar de comer a todo este pueblo!, se retó.

Entonces tomó un ollón enorme. Lo llenó de agua hasta el tope y

trabajó todo el día ayudada por su cuchara mágica, hasta acumular

una cantidad impresionante de manjares.

Esa noche fue una verdadera fiesta. Todos sus paisanos se

repletaron a reventar con todo lo que jamás imaginaron comer.

Aunque ya no les cabía ni un bocado, los mates que tenían en la

mano aún estaban semillenos. Entonces, asqueados por tanta

comida, empezaron a tirarla al suelo.

La mujer, ante tanto espectáculo, dijo: ¡Ah! ¿Ven cómo he logrado

hacerles botar la comida? Y todo gracias a mi cuchara de sapo.

¡Soy la única en poder realizar este prodigio!

- ¿De qué está hablando ésta? se preguntaron todos. No

comprendemos nada. Explícanos .

Entonces ella les contó la historia de su encuentro con los sapos en

el río y del regalo mágico que le habían hecho.

— ¡Increíble! ¡fantástico! Queremos ver. Usa delante de nosotros esa

famosa cuchara mágica.

Así, la mujer puso a hervir un poco de agua en una ollita. Exhibió su

cuchara y la zambulló. Y bien hubiese podido seguir removiendo

hasta hoy. Los sapos habían retomado su poder mágico y,

naturalmente, nunca lo devolvieron.

Cashinahua:

Grupo étnico amazónico, de

cuyos 4 000 miembros la

mayoría vive en territorio

brasileño, y sólo la cuarta parte

radica en territorio peruano, en

las cuencas de los ríos Purús y

Curanjá, en el departamento de

Ucayali. Por extensión llámase

así también a su lengua, que por

su origen es hermana del shipibo-

conibo, formando ambas parte de

la familia lingüística pano.

31

Page 30: Relatos Amazonicos1

EL MONO CHORO

Bautista Pisango Sande (Relato del grupo Achual del río Corrientes)

Mono choro:

Hermoso ejemplar de simio

amazónico y peruano. El de color

oscuro es más grande y

corpulento, llegando a pesar

hasta diez kilos, por lo que es

cazado por los mitayeros,

poniendo en peligro su existencia.

El de color pardo es más pequeño

y esbelto, pesando hasta cinco

kilos. Su cola amarilla es

distintiva. Se lo creía extinguido,

hasta que se descubrieron

sobrevivientes, hoy protegidos en

el Parque Nacional del Río Abiseo

y Alto Mayo, en el departamento

de San Martín.

Mi padre solía contarlo. Hace mucho tiempo había mucha gente.

Algunos no eran buenos cazadores. Otros eran como yo. Como

cazan ahora con la pucuna, lo hacían entonces, y había un hombre

casado que no era buen cazador. Entonces dijeron: —Vamos a hacer

fiesta—, y se fueron a cazar.

Andando por el monte, cazaron animales y ya estaban por regresar.

Los cazadores que se habían ido después, ya habían cazado

muchos monos choros y, algunos, habiendo cazado bastante, fueron

a buscar a su cuñado. No lo encontraron. Por fin llegó él. Llegó sin

haber cazado nada, aunque había tirado todos los virotes. Aunque

había visto monos choros, no había cazado ni uno. Cuando él dijo:

“No hay, no hay, no hay”, sus cuñados le dieron un mono choro

nomás.

Los otros cuñados se fueron otra vez a cazar, cuando los choros

estaban más gordos. Yendo a cazar los choros gordos, llegaron al

lugar donde estaban. Llevaron a su cuñado diciendo: “Ahora vamos

a cazar”; pero él no cazó nada. Entonces su mujer se enojó. ¿Por

qué será que mis hermanos son tan buenos cazadores, y tú no

puedes cazar nada? ¿Acaso era cazador? ¿Cómo iba a cazar?

Entonces, avergonzado, se fue y vio a unos monos choros. A los

choros que estaban por ahílos seguía y seguía. ¿Cuánto tiempo los

habría seguido? Él pensó: —Que duerman, y cuando duerman, voy a

subir con un palo y pegándoles voy a matarlos. Entonces la luna no

aparecía muy clara todavía. Cuando la luna brillaba, y los monos ya

estaban durmiendo, se fue a la maleza grande. Entonces, ahí

estaban durmiendo los choros. Yendo adonde estaban durmiendo

los choros, ya había hecho una escalera amarrada con sogas, y

piezándola con otra, subió por otra soga, y allíestaban los

choros.

Y pensando que iba a golpearlo

por el cuello, pau, le falló el

golpe, y derribó

una galonera,

que talán,

talán se cayó

abajo. Entonces, el

dueño de esta maleza, el

curaca de los choros,

hablando como un

hombre dijo: —

¿Quién está

andando por aquí?

¿Quién está

haciendo esto a mis

32

Page 31: Relatos Amazonicos1

animalitos? Entonces el hombre contestó: —Abuelito, yo lo hice. —

¿Por qué estás andando así? —Ya que no puedo cazar a tus hijos,

estoy aquípara matarlos pegándoles con un palo— dijo. Entonces el

curaca de los choros dijo: —Bájate de allí. No me tengas miedo. Lo

que tengo aquílo voy a preparar y te lo voy a dar para que lo

tragues”. Porque había dicho: “No me tengas miedo”, el hombre

bajó, y el choro le sopló humo de tabaco a la boca.

Y le dijo: “Ahora cuando veas a una manada de choros, no los mates

a todos. Cuando vayas a cazar mañana, caza tres no más. De otra

manada de choros caza la misma cantidad —dijo. Entonces el

hombre dijo: —Bueno—y haciendo exactamente como le había dicho,

cuando amaneció vio una manada de choros y cazó tres, de otra

manada de choros también tres, de otra manada la misma cantidad,

y se los llevó.

Y su esposa pensó “Mi esposo se habrá perdido” Y yendo a buscarlo

¡qué sorpresa! Aunque nunca había cazado así, el cazador trayendo

la caza lo botó al suelo y dijo: —Aquítraigo la caza.

Entonces la mujer dijo: —¿Por qué mi esposo se habrá convertido en

un buen cazador?— y le preguntó: ¿cómo los has cazado? Cuando

ella le preguntó cómo los había cazado, el hombre contestó: “No,

no, yo solito los he cazado. Sufriendo los he cazado”. Y no quiso

decirle cómo.

El curaca de los choros le había dicho: “Si tú cuentas cómo te has

convertido en un cazador, te vas a quedar como antes”. Por eso no

quería decir nada.

Entonces dijo: “Voy a ir otra vez. He dejado más choros”. Y se fue

ganando a los otros cazadores. Haciendo una gran barbacoa estaba

amontonando a los choros después de ahumarlos. Al día siguiente lo

hizo igual. Ganando a los otros cazadores que antes habían cazado

choros, él estaba haciendo montones, dicen. Él hizo cinco montones,

mientras los que habían sido cazadores, desde antes solamente

hicieron dos. Mientras su cuñado estaba haciendo más montones,

ellos decían: “Ahora vámonos”, y se fueron. Mientras estaban

regresando, una gran manada de choros estaba cruzando una

quebradita. Entonces ellos dijeron: “A ver, ¿quién va a cazar el

primer choro”. Mientras ellos estaban persiguiendo a los choros, él

viroteó una, dos y tres veces y los mató solamente parado. Y cuando

llegó su cuñado, que era tan buen cazador, él había matado sólo

uno.

Entonces, pensando: “¿Por qué me estará ganando mi cuñado?”, se

enojó con él. Su cuñado pensó: “Está bien. ¿Por qué ha de

aborrecerme?”. Entonces otra vez se quedaron en el monte. Otra vez

dijeron: “Vamos a cazar bastantes animales”, y se juntaron para

Achual o Achuar-shiwiar:

Grupo étnico amazónico,

asentado en la selva alta del

departamento de Loreto cercana

al Ecuador, entre los ríos Morona

y Tigre. Llámase así también a su

lengua, hablada por más de 5000

personas.

33

Page 32: Relatos Amazonicos1

hacer fiesta. Entonces mientras se iban al monte, el guacamayo, que

era brujo, le hizo daño al cuñado que se había convertido en

cazador. Donde vivían los guacamayos, las crías estaban gritando en

un árbol seco. Entonces este hombre, haciendo una escalera se hizo

daño. Entonces el hombre dijo: “Cuñado, allá hay crías de

guacamayo que se pueden agarrar fácilmente”. Y aunque el cuñado

dijo: “dejémoslo”, él contestó: “De veras, cuñado, yo subo. Yo voy a

agarrarlos. A tu hermana le gustan los guacamayos”. Entonces,

mientras estaba haciendo una escalera para subir, ellos lo dejaron.

“Tú solo, cuñado, agárralos. Y ven cuando los hayas agarrado. Yo

voy a tirotear animales”. Diciendo esto lo dejaron solo.

Entonces el hombre subió por la escalera. Y allá estaban los

guacamayos gritando. Entonces él metió la mano al hueco. En este

momento, algo como una boa agarró su mano y lo jaló a nuestro

antepasado al hueco, dicen. Entonces éste tratando decir “Cuñado”

dijo “Juu..., juu..., juu...” y ya se había convertido en sapo. Cuando

pasó esto, sus cuñados ya se habían ido y estaban regresando a su

casa. Y cuando llegaron, su hermana preguntó: —¿Qué han hecho

con su cuñado?

—Cuando mi cuñado dijo que fuéramos a agarrar guacamayos, yo le

dije que iba a tirotear animales, y lo he dejado atrás. Tal vez venga

ahora, dijo el cuñado.

Pero, aunque lo esperaron hasta la noche, su cuñado no llegó.

Cuando no vino al día siguiente, su mujer dijo: —Ustedes son unos

malvados, y no lo dicen porque lo han matado—, y poniendo masato

en una olla*, aunque su esposo quiso decir”Taa”, como se había

convertido en sapo dijo “Juu..., juu..., juu...”.

Entonces, cuando su mujer vio la escalera, que se había quedado

arrimada a un árbol, ella pensó “aquíle ha ‘‘pasado algo a mi

esposo”. Y diciendo “¿qué será?” subió. Pero él, en vez de decir

“Aquíestoy” dijo “Juu..., juu...”. Entonces, botando el masato y

dejándolo en el monte, llegó a donde estaban sus hermanos y les

dijo llorando: “¿Por qué han hecho esto? Ustedes me han

engañado. ¿Quién haría algo semejante a su cuñado? ¿Qué clase de

gente son ustedes? ¿Qué ha hecho él para que ustedes le hagan tal

cosa?” Asíle pasó.

Mi tío Tsaangku asílo contaba a sus hijos diciendo: “Asíle pasó a

mi antepasado”.

34

Page 33: Relatos Amazonicos1

ISHYAN, EL HOMBRE PEZ

Había una vez un hombre llamado Ishyan que, por sobre todas las

cosas, amaba anzuelear.

Un día, dedicado a su pasión, lo sorprendió una lluvia torrencial. Las

aguas, al subir, empezaron a cubrir los pies del pescador. Él estaba

muy concentrado en su pesca y entonces el agua le llegó a los

muslos, a la cintura... al pecho, ¡al cuello! ¡No hizo un solo gesto!

La creciente ganó sus ojos; lo sumergió. Pronto su cabeza también

desapareció bajo el agua. Entonces, el pescador se transformó en

pez. Al cesar la lluvia, sus paisanos lo buscaron, pero fue en vano. Un

día, uno de sus antiguos compañeros, llegando en canoa, vio un

pescado que se doraba al sol, sobre una piedra chata.

Al aproximarse, su sorpresa casi lo hace caer de la canoa: ¡el pez

cantaba! y en él reconoció a Ishyan, el pescador perdido.

André Marcel D´DANS (de La verdadera Biblia de los Cashinahua.)

Boquichico:

Cierto pez comestible que abunda

en los ríos amazónicos.

35

Page 34: Relatos Amazonicos1

EL AÑUJE Y EL

CAMPESINO

Katipsa Ayala Cachique 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Añuje:

Roedor amazónico, sin cola, del

tamaño de un conejo o liebre,

muy apetecido por su carne, de

consistencia y sabor parecidos a

la del cuy. Se alimenta de yuca,

por lo que es fácil cazarlo con

trampas en los yucales de las

chacras, donde causan grandes

daños. En la selva de Cusco,

Puno y Madre de Dios se le llama

siwayro.

Hace muchos años en Pampa Tigre aconteció que cierto día un

campesino se encontraba muy molesto porque su sembrío de yuca

se iba perdiendo cada día. Él pensaba que eran personas que le

robaban, hasta que un día decidió cuidar y se alojó en una chocita

provisional para pernoctar.

En la noche, su esposa siempre le llevaba sus alimentos, hasta que

una noche, cuando se estaba quedando dormido, sintió que alguien

rascaba con fuerza la tierra. Las plantas se movían con fuerza.

Grande fue su sorpresa al ver que se trataba de un añuje que

estaba comiendo la yuca.

En ese momento extrajo su escopeta y le disparó un tiro hiriéndole

una pata. Arrastrándose varios metros del lugar, el campesino se le

acercó para dispararle otro tiro. El añuje —dando gritos de dolor—

dijo: “No me maten, no me maten. Por favor, yo solamente lo hago

por hambre, no soy un ladrón”.

El campesino quedó sorprendido al escuchar esa vocecita aguda

que le suplicaba por su vida. Y el campesino dijo: “Ya no te voy a

matar más”.

Arrepentido, el campesino alzó entre sus brazos al añuje. Vio que de

los ojitos del animalito brotaban lágrimas y de su patita manaba

abundante sangre. Lo llevó a su casa gritando: “El cuerpecito se nos

muere. Ayúdennos, por favor”.

Todos los vecinos salieron de su casa para socorrer al animalito. En

ese momento lo llevaron al veterinario. Pasaron varias semanas y,

para superar los problemas, decidieron establecer como regla la

siguiente: Siembra para el vecino, para el forastero y para ti.

El campesino, conmovido por lo sucedido, con arrepentimiento hizo

una promesa: “Nunca más dañaré a un

animalito indefenso, porque ellos, como

nosotros, también tienen derecho a vivir”.

Y asítodos ellos tuvieron abundante

producción y vivieron felices.

36

Page 35: Relatos Amazonicos1

LA CULEBRA VENENOSA

Había una vez dos

hombres que se

llamaban Gregorio y

Juan.

Eran amigos y fueron a

la chacra de uno de

ellos, paseando,

conversando,

distraídos, sin fijarse

bien por donde

caminaban. De pronto

se encontraron con una

serpiente entre la

hierba. Era muy

grande, gruesa, de

colores muy bonitos, y

le picó a Gregorio en la pantorrilla y luego huyó deslizándose

velozmente. Juan empezó a gritar:

—¡Amigo, amigo!

Con gran susto empezaron a correr a su casa gritando:

—¡Auxilio, auxilio!

—¡Ayúdennos, ayúdennos!

Y nadie los escuchaba.

Gregorio comenzó a sentirse cansado, tenía fiebre y la pierna se le

comenzó a hinchar. Entonces Juan tuvo que llevarlo cargado a su

casa, y luego con ayuda de la gente lo condujo a la posta médica y

ahíle dieron medicinas, pero el picado seguía enfermo, estaba mal,

se sentía cada vez peor.

Entonces su amigo y su familia, con desesperación lo llevaron a La

Merced, al hospital.

Pero Gregorio no sanó. Luego de dos días murió y todos se pusieron

muy tristes.

Julián Luis Castillo Góngora 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Cultivo de piña:

Como todos sabemos, la piña es

una deliciosa y fragante fruta,

abundante y barata hasta en

ciudades de gran altura como

Puno o Cerro de Pasco. Aparte de

su sabor delicioso y sus

propiedades nutritivas, también

se utiliza mucho en la medicina

natural como diurético. Por todas

estas razones, los alumnos del

CPED Pampa Tigre cultivan

esta fruta, asumiendo por grupos

y turnos las diversas

responsabilidades de la

plantación, deshierbe, cosecha y

comercialización.

37

Page 36: Relatos Amazonicos1

LA LECHUZA UKUTUNKI

chacra más cercana y segura.

En la selva las

lluvias son diarias y

copiosas desde

diciembre hasta

febrero. En esa

temporada es muy

difícil y agobiante

caminar por el

bosque y resulta

peligroso navegar

en los ríos, cuyas

aguas corren

crecidas,

turbulentas y

turbias. La gente de

los bosques

amazónicos no sale

entonces a cazar ni

pescar, y se

alimenta de las

gallinas y patos que

cría y de lo poco

que cosecha de la

Relato Machiguenga Elmo Ledesma Zamora

Durante esos meses, hombres, mujeres y niños permanecen largas

horas bajo techo. Pero no se quedan ociosos viendo y oyendo llover.

En esos días hilan, tejen hamacas, bolsos o canastas, y fabrican o

reparan sus utensilios y herramientas. También producen entonces

las artesanías que meses después venderán a los turistas y a los

intermediarios que las llevan a revender en las ciudades.

En esas ocasiones, sin dejar de trabajar, la gente de los bosques

conversa largamente y los ancianos cuentan historias del lejano

pasado. Historias de cuando no había radio ni avioneta, ni

pequepeque, ni escuela, ni ollas de aluminio, ni fósforos, ni lámpara

de querosene, ni linterna de pilas, ni escopeta, ni machetes y

hachas de acero. Hablan del tiempo en que tenían que hacer hilos

de algodón silvestre o usar fibras de algunas hojas para elaborar

sus telas. El tiempo en que para coser sus vestidos tenían que

fabricar sus agujas usando huesos y espinas. Cuando cada familia

fabricaba todos los objetos que necesitaba. Para hacerlos usaban

arcilla, madera, varas, semillas, fibras vegetales, piedras, huesos y

aun escamas de grandes peces, y para encender fuego frotaban

38

Page 37: Relatos Amazonicos1

largo rato con fuerza dos palos secos, hasta que éstos se

calentaban, comenzaban a humear y se encendían. Asíera en los

tiempos antiguos a que se referían sus relatos.

Uno de esos relatos es el de la lechuza Ukutunki, que escuché una

tarde lluviosa de febrero de 1986 a un anciano machiguenga en un

caserío a orillas del Urubamba. Fue un relato hecho en un

castellano muy interferido por la lengua indígena, pero con una

gracia, naturalidad y autenticidad que no puedo reproducir, por lo

cual lo escribo a mi manera:

Según aquel machiguenga, en tiempo de los tatarabuelos de los

bisabuelos de los abuelos de sus papás, la lechuza Ukutunki podía

transformarse en ser humano. Decía que si la lechuza era macho se

volvía hombre, y que si era hembra se volvía mujer.

Su transformación era muy buena, casi perfecta. Sólo los brujos

muy poderosos podían descubrir si una persona machiguenga era

lechuza o gente de verdad.

Para saberlo, el brujo primero observaba a toda la gente de la

comunidad, para descubrir quiénes miraban de modo raro, quiénes

tenían los ojos muy abiertos, y quiénes podían sostener su fuerte

mirada. Para él, todas esas personas eran sospechosas de ser

lechuzas. Pero, claro, no todas lo eran. Por eso, luego el brujo

averiguaba con disimulo cuáles de ellas demoraban mucho en

dormirse en las noches o si se despertaban y levantaban a

medianoche.

Asítenía que escoger a las siete personas más sospechosas.

Después, cuando ya tenía esa información, el brujo se aislaba largas

horas y al llegar la noche tomaba ayahuasca. Entonces invocaba a

Ukutunki, el Espíritu de la Lechuza, para preguntarle en cuál de

esas siete personas estaba convertida. El brujo, alucinado por la

ayahuasca, veía y escuchaba a la lechuza Ukutunki, pero ésta no le

contestaba de inmediato. Para responderle, Ukutunki le exigía que le

hiciera las preguntas siguiendo ciertas reglas, que eran las

siguientes:

Primero: el brujo debía dividir en dos grupos los nombres de los

siete sospechosos.

Segundo: debía referirse a cada grupo de sospechosos, y

preguntarle del modo siguiente: Ukutunki, ¿estás convertida en

alguna de estas personas cuyos nombres son los siguientes...?

Tercero: Al responder, Ukutunki siempre diría la verdad.

Cuarto: Su respuesta siempre sería: “Entre éstas estoy” o “Entre

éstas no estoy”.

Machiguenga:

Grupo étnico amazónico que se

llama así mismo matsigenka, que

significa gente indígena. Radica

en el Alto y Bajo Urubamba ysus

afluentes, y en los afluentes de la

margen izquierda del Alto Madre

de Dios. Por extensión, llamamos

así a su lengua, aunque ellos la

llaman niaganstsi, que significa

precisamente nuestra lengua y

palabra,la cual está emparentada

con las lenguas campas,

formando parte de la familia

lingüística Arahuaca. Camisea,

el tan mentado yacimiento de gas

natural, está en su territorio. Este

grupo étnico amazónico está

formado por unos diez mil

habitantes.

39

Page 38: Relatos Amazonicos1

Quinto: Una vez que la Ukutunki identificaba al grupo entre cuyos

integrantes estaba transformada, el brujo dividiría el grupo señalado

convirtiéndolo en dos subgrupos menores y volvería a hacer la

pregunta Ukutunki, ¿estás convertida en alguna de las personas

llamadas ....? y aquímencionaba sus nombres.

Sexto: la lechuza sólo respondería hasta tres veces.

Sétimo: si entre las siete personas seleccionadas como

sospechosas por el brujo ninguna era una lechuza convertida en ser

humano, entonces el brujo era castigado convirtiéndose él mismo en

lechuza durante siete años.

Por eso, los brujos machiguengas eran muy prudentes antes de

sospechar si una persona era una ukutunki disfrazada. Por eso

también se fijaban mucho con disimulo en los ojos de todas las

personas y siempre andaban averiguando qué hacían en las

noches.

40

Page 39: Relatos Amazonicos1

EL PÁJARO DORMILÓN

Con el nombre de tuco conocen en todo el anexo de Bajo Kimarini a

un pájaro nocturno de plumaje terroso que no tiene nido. Solo

cuando siente frío hace su nido y a través de su canto dice:

“Mañana voy a hacer mi casa. Mañana sin falta la voy a hacer”.

Sin embargo, llega el día siguiente y el tuco olvida su promesa, no

hace su casa. Ni siquiera empieza a construirla. Por el contrario, se

duerme en cualquier rama.

Los otros pájaros le desprecian. Le dicen haragán y dormilón.

Pero él se ríe de que le consideren así. Se dedica sólo a comer, a

volar de aquípara allá, por gusto, vagando, canta su canción y

dormita.

Sólo cuando la lluvia y el frío de la noche lo afectan, el muy tío se

lamenta y chilla a los cuatro vientos.

Pero, cuando pasa la noche y llega el día o deja de hacer frío, el

tuco bohemio se ríe de todo y de todos. Asíes. Siempre ha sido así.

Ya está acostumbrado a esa vida.

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Ener Castillo Navarro 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Page 40: Relatos Amazonicos1

CÓMO FUE DESCUBIERTA

LA GIMEKA (LEYENDA DE LA APARICIÓN DE LA YUCA)

Los piros antiguos no conocían la yuca. Solamente se alimentaban

con plátanos, preparándolos de distintas formas: asados, hervidos,

crudos o disueltos como refresco o en chicha. Pero esta

alimentación era deficiente. Por eso los piros tenían que salir cada

día al monte a buscar frutas, hojas y raíces que remediaran esa

deficiencia.

En cierta ocasión, un piro salió al monte a buscar alimentos

vegetales. Buscaba y rebuscaba en los árboles y debajo de la tierra,

pero sin encontrar nada. Hambriento y decepcionado se sentó en la

orilla de una quebrada a pensar en su desdicha. De pronto oyó un

ruido que parecía articular una palabra. El piro entendió “GIMEKA”,

que en castellano significa “yuca”. Miró y vio una sachavaca, que

caminaba dentro de la quebrada. Quiso seguirla con las flechas.

Pero, cuando iba a dispararle, la sachavaca volvió a estornudar,

diciendo. “gimeka”. El piro se asustó. Pero observó que el animal

movía la cabeza adelante y hacia atrás, como para indicarle que

siguiera sus pasos, repitiendo “gimeka”, “gimeka”... O sea, yuca,

yuca...Ya no intentó dispararle, sino que se fue detrás de ella. La sachavaca entró en una gran chacra, limpia de maleza, y en ella

crecían unos palos con hojas, en forma de arbustos. Por el centro

de la chacra cruzaba un camino amplio y limpio.

Por este camino llegó a una casa. Era la casa de la sachavaca. Allí

había varias sachavacas grandes y pequeñas, pintadas y negras... A

un lado se veía un montón de yucas sin pelar, en otro lado una

candela con rajas de yuca asándose y una olla en que hervían más

yuca. Más allá había una tinaja con masato o chicha de yuca.

La sachavaca invitó al piro a comer yuca asada y sancochada y a

tomar masato. El piro comió y tomó. Le pareció muy agradable todo.

La sachavaca le entregó varias yucas crudas, y una olla de masato

para que las llevase a los piros; y le dio también una carga de palos

de yuca para que sembrase en su chacra.

El piro, muy contento, recibió los encargos, le agradeció y

emprendió el viaje de retorno. Estaba asísolucionado el problema

de la alimentación. Plantaría yuca, la propagaría entre sus paisanos,

y habría comida y bebida todo el tiempo.

Leyenda del Pueblo Piro Recopilador: Ricardo Álvarez O.P.

Mientras caminaba, iba diciendo: Gimeka, gimeka, gimeka... para

que no se la olvidara el nombre de la planta. Pero al querer entrar

en una quebrada resbaló, cayó y tanto volvía a recoger las cosas y a

levantarse, se le olvidó el nombre de la yuca. Fue de nuevo a la casa

de la sachavaca a preguntársela y vino rápidamente repitiendo el

42

Page 41: Relatos Amazonicos1

gimeka, gimeka. Volvió a resbalar y a caer en el mismo sitio, y

también se le fue el nombre. Otra vez regresó a la chacra de la

sachavaca para que le repitiera el estornudo. La sachavaca se lo

dice por tercera vez. El piro quiere tomar otro camino para evitar el

resbalarse, pero llega a pisar un palo húmedo y se resbala, cae y

olvida el nombre de gimeka. Pero, por vergüenza, no volvió a la

casa de la sachavaca.

Por fin el piro llegó a su casa. Le esperaban su mujer e hijos,

impacientes y con hambre. El piro les mostró los tubérculos, los

palos, el masato... Les habló de cómo los adquirió y les explicó

cuántas comidas se pueden hacer con ellos. La mujer, contenta y

admirada, exclamó: “GIMEKA”. Entonces recordó el piro que el

nombre que su mujer le puso era el mismo que estornudaba la

sachavaca. Desde entonces se llamaría “gimeka”, yuca. Nadie olvida

este nombre.

El piro hirvió una parte de la yuca, otra la asó y de otra hizo masato.

Dio de comer y de beber a su familia, e hizo probar a los demás

piros del caserío. A todos les gustó. Inmediatamente plantaron los

palos de yuca. La yuca creció y se propagó. Por eso en el día de

hoy no les falta a los piros la yuca para comer y para el masato.

Gracias a la sachavaca.

Piro:

Grupo étnico amazónico llamado

así por los hispanohablantes,

pues sus miembros se identifican

entre sí por el nombre yiné o

yiné-piro. Están asentados en la

boca del río Cushabatay (afluente

del Ucayali, en el departamento

del mismo nombre), en el Bajo

Urubamba, en los departamentos

de Ucayali y Cusco, en el río

Manu y sus afluentes de la

margen derecha, y en el río Acre

en el departamento de Madre de

Dios. Sus miembros suman entre

3 500 y 4 000.

43

Page 42: Relatos Amazonicos1

EL PUMA Y EL SOLDADO

José Luis Jordana (Mitos e historias Aguarunas)

El puma es un animal muy grande. Es del tamaño de una vaca. Mejor

dicho, su cuerpo es parecido a una sachavaca. Es un animal muy

inteligente. Sabe construir casa igual que los hombres. Sabe trabajar

la chacra, cultivar y sembrar. Pero es un animal muy peligroso.

Cuando ve un hombre, le mira entre ojos. Persigue a los hombres. Y

los mata. Y los come. También sabe comer sajino y sachavaca. Corre

mucho, más que ningún otro animal.

Una vez había un puma que estaba echado en el suelo descansando.

Este puma tenía su chacra. En la chacra del puma había toda clase

de frutas sembradas: naranjas, piñas. Plátanos, caimitos y mangos.

Un día llegaron varios soldados. Unos venían a cortar árboles con

hacha. Buscaban cedros para después cortar tablas de madera para

construir casas y botes. Otros soldados buscaban árboles de jebe

para enjebar sus botas de viaje. Y un soldado se fue lejos por el

boque en busca de mitayo. Y caminando, caminando, el soldado llegó

a una chacra muy grande. Había abundancia de plantas y de frutas. Y

el soldado tenía mucha hambre. Y, entrando a la chacra, agarró un

caimito y se lo comió. Y después iba a cortar plátano de seda.

Pero esa chacra era del puma. Y el puma estaba escondido,

observando al soldado que agarraba caimitos. Y el soldado vio de pronto

también al puma. Se asustó. El soldado temblaba de miedo. Cortó dos

palos y los puso en forma de cruz clavándola en la tierra. Y

en esa cruz de palo colgó su camisa y su pantalón. Y encima puso su

gorra de soldado. En forma de hombre lo hizo. Igual que hombre lo

dejó para que asuste al puma y no avance. Y el soldado se marchó

corriendo al campamento a avisar a sus compañeros. Y les gritaba:

—¡He visto a un puma! Estaba en una chacra. ¡Tenemos que

marcharnos rápido! ¡Puede venir y matarnos! ¡El puma es peligroso!

Y los demás soldados no le hacían caso. Y le hacían bromas:

—Seguro por miedo te has regresado. No nos engañes.

Y el soldado que había visto el puma les volvía a decir:

—¡He visto al puma! ¡He visto al puma! ¡No los engaño! Digo verdad.

Hay que ir rápido a otra parte para que nos salvemos. Si nos

quedamos aquínomás, vendrán los pumas cuando estemos dormidos

y nos van a caer toditos.

Y los otros soldados no le querían creer. Y le decían:

—Estás mintiendo. Aquíen esta zona no se encuentran pumas. Tal vez

en sueños hayas visto. Mejor vete a matar sajino para que podamos

comer alguna cosa.

—Si no matas nada, te vamos a castigar. Tú estás hablando por gusto.

Quieres asustarnos. ¿No será que has confundido a un sajino con el

puma?-le decía un sargento. Y siguieron trabajando jebe y cortando

cedro sin hacer caso al soldado.

Page 43: Relatos Amazonicos1

Llegó la noche. Todos los soldados se fueron a dormir. Menos el

soldado que había visto al puma, que se subió a un árbol llevando su

fusil y su puñal. Y cuando los soldados dormían tranquilamente,

vinieron los pumas al campamento. Eran bastantes. Entraron

rompiendo el cerco que rodeaba el campamento. Y mordían en sus

cabezas a los soldados. Los pumas gritaban como si fueran vacas. Y

los comieron a todos los soldados. No dejaron ni los huesos.

Solamente quedaron las frazadas tiradas por el suelo.

Y los pumas habían contado a todos los soldados. Y se dieron cuenta de

que faltaba un soldado. Y lo buscaban por todas partes. El soldado

estaba subido en lo alto de un árbol. Tenía su fusil y su puñal. El

soldado, cuando subió al árbol, se llevó yuca y plátano maduro. Ahora

estaba haciendo su barbacoa para que pueda dormir. El soldado

había visto cómo los pumas terminaban con todos sus compañeros. Y

lloraba diciendo así:

—Yo les había avisado. ¡Yo vi al puma! ¡Yo vi al puma! No me quisieron

creer. Ahora toditos han muerto. Los pumas acabaron con todos. El

puma venía buscando al soldado que faltaba. Miraba por todos lados.

Ya se iba a regresar el puma, cuando vio al soldado subido a un

árbol. Y el puma también sabía subir a los árboles. Y empezó a subir

adonde estaba el soldado. Y el soldado, con valentía, le clavó el puñal

en su garganta. Luego le disparó bala con su fusil. El primer disparo

no le entró. El segundo disparo le entró y le mató. Asíterminó el

soldado con el puma. El puma se soltó del palo y cayó a tierra.

El soldado se bajó del árbol y le cortó el rabo al puma muerto. Y se

fue corriendo al río para que no le persiguiera otro puma. Llegó

adonde estaba amarrado el bote de los soldados. Soltó su soga y lo

empujó al centro del río. Ya estaban llegando los otros pumas a

matarle. Pero el soldado se escapó con su bote salvando su vida. Y se

fue a su casa y avisó a sus familias y a sus amigos que él había

matado al puma. Y para que no dijesen que era mentira, les enseñaba

el rabo del puma que él había cortado con su puñal.

En Iquitos piensa la gente que al puma nadie lo puede matar. Que a

ese animal solamente con bombas se le puede exterminar.

45

Page 44: Relatos Amazonicos1

EL PICURO O MAJÁS, LA

HUANGANA Y EL RONSOCO

El picuro o majás había decido sembrar

maíz en su chacra. Pero como la tierra

estaba muy dura, le resultaba

difícil abrir los hoyos.

“Buscaré ayuda” —pensó, y

se dirigió a la casa del

ronsoco.

—Amigo -le dijo—, ¿puedes

ayudarme a sembrar maíz?

—Claro que puedo, pero

Hérbert H. Arévalo Bartra (Lecturas Amazónicas)

Huangana:

Especie de jabalí o cerdo silvestre,

más grande y corpulento que el

sajino, pero igualmente de carne

magra y agradable que se come

en muchas formas. Suele avanzar

en piaras que arrasan cuanto de

comestible hallan.

trabajaré sólo de noche.

—Gracias —dijo el picuro o majás muy contento— Entonces yo

trabajaré de día.

En cuanto a la forma de pago, el ronsoco pidió la mitad de la

cosecha. Al picuro o majás no le gustó mucho aquella condición,

pero la aceptó.

—¡De acuerdo! Te esperaré al anochecer. Mi chacra está junto a

aquellos estoraques que ves desde aquí—le dijo—, señalándole el

lugar.

Y despidiéndose del ronsoco se dirigió al río, donde encontró a la

huangana que, como todos los días, estaba bañándose.

—Huangana —le dijo—, quiero que me ayudes a sembrar maíz. Yo

trabajaré de noche y tú de día. Y como pago de tu trabajo te daré la

mitad de la cosecha.

La huangana aceptó la propuesta y se dirigió a la parcela, donde de

inmediato comenzó a trabajar.

El picuro o majás, luego de contemplar un rato el trabajo de la

huangana, se retiró a su guarida, diciendo que volvería al

anochecer.

Cuando comenzó a oscurecer, el picuro o majás volvió a la chacra.

La huangana ya se había retirado y se acercaba el ronsoco.

—Te felicito por tu puntualidad. Mira cuánto he trabajado ya —dijo,

dirigiéndose al ronsoco.

—Es increíble —respondió el ronsoco—. No me imaginé que tú fueras

capaz de abrir tantos hoyos en tan poco tiempo.

—Aunque me ves tan pequeño, pero soy muy ágil y trabajador—. Y

diciendo esto se retiró a dormir.

Muy temprano llegó la huangana y no podía creer lo que veía.

La chacra estaba casi lista. Y dirigiéndose al picuro o majás que en

ese momento también llegaba, le dijo:

—No entiendo cómo has podido sembrar tanto.

—¡Muy fácil! Ni siquiera he tenido que esforzarme tanto —respondió

46

Page 45: Relatos Amazonicos1

el picuro o majás.

El ronsoco y la huangana regresaron al monte para esperar la

cosecha. Llegado el día, el ronsoco fue el primero en buscar al

picuro o majás.

—Amigo picuro o majás —le dijo—, ¿cuándo vamos a cosechar el

maíz?

—Discutamos primero qué vamos a hacer con la cosecha.

—¿Qué? ... ¿Tal vez intentas incumplir tu palabra?

—¡No! —exclamó el picuro o majás, haciéndose el ofendido.—. Si nos

repartimos la cosecha en partes iguales, nos tocará muy poco a

cada uno. Mejor sería que uno de los dos renuncie a su parte.

—¿Y quién renunciará a su parte?

—El que tenga menos fuerza.

El ronsoco mirando fijamente el cuerpo pequeño del picuro o majás

dijo:

—¿Y cómo probaremos nuestras fuerzas?

—Fácil. ¿Ves esa soga larga? Toma una punta y yo agarraré la otra y

me iré lo más lejos posible. Cada cual empezará a jalar la soga con

mucha fuerza. Quien jale más fuerte se quedará con toda la

cosecha, ¿de acuerdo?

El ronsoco, volviendo a mirar el cuerpo del picuro o majás, esta vez

más fijamente, aceptó la propuesta.

—Bien —dijo el picuro o majás—. Toma una punta de la soga. Y

cuando yo grite “¡Listo!” comienza a jalar.

El ronsoco pisó fuertemente la soga con sus patas delanteras,

mientras el picuro o majás corría adonde se encontraba la

huangana. Le dijo lo mismo que al ronsoco y le entregó la otra

punta de la cuerda.

El ronsoco y la huangana empezaron a tirar de la soga, cada uno

por su lado.

Mientras tanto el

picuro o majás

cosechó todo el

maíz y lo guardó

en un lugar bien

seguro.

Picuro:

Roedor amazónico más grande

que el añuje, pero no tanto como

el ronsoco. Como estos dos, es

apreciado por su exquisita carne,

parecida a la del cuy. También se

le conoce con el nombre de

majás.

47

Page 46: Relatos Amazonicos1

EL TIGRE NEGRO Y EL

MONO BLANCO

Nilton Condezo Sánchez 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

El tigre negro, el más feo animal de la selva, buscaba un lugar para construir

su casa y lo encontró junto a un río. Al mono blanco, el más tímido de los

animales de la selva, le pasó una cosa igual y, por coincidencia, eligieron el

mismo lugar donde abundaban árboles junto a un río caudaloso.

Al día siguiente, antes que saliera el sol, el mono blanco cortó la hierba y los

árboles. Después se fue y de pronto llegó el tigre negro que, al ver al mono,

exclamó:

—Eres un buen amigo que ha venido a ayudarme a trabajar, pues ahora

trabajaremos juntos para avanzar nuestro trabajo.

El tigre y el mono construyeron la casa haciendo mucho ruido.

—Ahora que ya está lista nuestra casa la dividiremos en dos partes, un cuarto

para ti, el otro cuarto para mí.

Y el mono blanco dijo:

—¿Quieres que vivamos juntos?

—Sí.

—Si vivimos juntos, un día irás a buscar comida y el otro día iré yo, dijo el

tigre.

El mono blanco se fue en busca de comida y volvió a la medianoche,

cargando plátanos y los arrojó al lado del tigre negro diciendo:

—Toma, tigre negro, cocina la comida.

—No cocinaré tus horribles bananas. Si quieres, cómetelas tú, mono

asqueroso— dijo, porque no le gustaban los plátanos y agregó: “Ahora me

toca a mí. Iré en busca de comida, de verdadera comida”.

El mono blanco, contento, esperaba que el tigre negro le traiga su comida

preferida, pero el tigre sólo le trajo carne, como venganza porque el mono

sólo trajo plátanos a casa.

El mono blanco, renegando, fue a buscar comida sin esperar las ganas del

tigre.

Y asífue pasando todas las veces.

Cansados los amigos que tanto tiempo pasaron juntos y siempre

contradecían sus gustos y necesidades de ambos, decidieron vivir aparte y

cada uno por su cuenta. El día que se despidieron desamarraron la casa.

“Para nadie”, dijeron, para que nadie se pudiera quedar con la casa.

Después de un largo tiempo se volvieron a encontrar:

—Hola, querido míster mono

blanco, ¿cómo te ha ido vivir solo?

—Bien, aunque no acompañado

por ti, pero acompañado de mi

mona lo pasé mejor, ja, ja, ja. Y

cada uno sabía la dirección de su

casa y siempre se fueron a visitar

y desde ese momento vivieron

felices, cada uno en su casa.

48

Page 47: Relatos Amazonicos1

EL OSO Y EL CAZADOR

En el año mil novecientos cincuenta y cinco llegaron los primeros

pobladores a un lugar que tenía una pampa entre los montes.

Talaron los árboles y sembraron plantas como maíz, yuca, plátano y

café. Pasaron los meses y las plantas produjeron, pero los animales

comenzaron a comerse los choclos, las yucas, los plátanos y otros

productos que habían sembrado. Lo hacían muy astutamente, sin

dejar huellas. Sólo arrancaban lo que les gustaba.

Las personas se dieron cuenta de que algo pasaba con los frutos,

porque no cosechaban nada. Pero no sabían quién se los comía. Sin

embargo, poco a poco se dieron cuenta de que eran osos. Osos que

comían frutas. Eran unos osos negros que tenían pelo blanco

alrededor de los ojos-.

Las personas se reunieron para matarlos a los osos y ni uno de los

campesinos dejó de ir solo de su casa al maizal. Y un hombre llegó a

su chacra y se escondió en una mata de plátano y vio que llegó un

oso al maizal y comenzó a arrancar las mazorcas de maíz. Las

amontonaba, las pelaba y se comía los choclos

tiernos y jugosos. Era un oso

enorme, negro, con pelaje blanco

alrededor de los ojos.

El hombre al ver al oso sacó su

escopeta y le quiso matar

disparándole un tiro. Pero no

salió el tiro. A lo mejor el

cartucho estaba pasado o

mojado o el gatillo no funcionó.

Entonces el oso lo oyó, volteó

la cabeza y lo vio y se fue

hacia él. El hombre se asustó

y gritó y entonces los

vecinos lo oyeron y fueron

corriendo a ayudarlo a

matar al oso. Corriendo y

gritando, los campesinos

lograron matar entre todos

al enorme eso de anteojos.

Desde ese tiempo la gente

denominó a ese lugar con

el nombre de Pampa del

Oso, porque es pampa y

había bastantes osos. Por

eso.

49

Diana Cusi Dávila 3er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Page 48: Relatos Amazonicos1

LA LEYENDA DE LOS

CUATRO HOMBRES

Marilin Cusi Dávila 3er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Hace muchos

años, cuatro

hombres de la

sierra habían

llegado a una

selva llamada

Perené. En ese

lugar adonde

llegaron vivían dos

campesinos que

eran agricultores.

Al llegar donde el

campesino,

preguntaron

dónde podrían

encontrar un

buen terreno para

trabajar.

—Por ahí, no muy

lejos, hay una

pampa con pocos árboles—, les dijeron los dos campesinos, y uno

de ellos agregó: —Cierto día yo llegué a un lugar parecido, que era

una bonita pampa y crecía muy bien todo lo que uno sembraba. En

esa pampa había muchos animales salvajes.

Se quedaron muy pensativos los hombres de la sierra. Uno de ellos

dijo:

—Sería bueno que usted nos lleve a conocer.

El campesino dijo: “Claro, cómo no. Vamos a llevar motosierra, y

hacha para poder abrir el monte”.

Entonces fueron allá. Cargando todas sus armas y herramientas

pasaron montes y montes. Desde que llegaron al lugar vieron que

ahíhabía animales salvajes. Buscaron un sitio para descansar,

porque se habían hecho tarde. Cuando estaban durmiendo al pie de

una palmera, oyeron gritos de animales temerosos. Ellos se

asustaron, porque se dieron cuenta de que había cerca un tigre,

pero éste se asustó también y se fue lejos de ellos. Se quedaron

alerta y, apenas amaneció, empezaron a trabajar para limpiar el

terreno. Un día rozaron tres hectáreas. Y al día siguiente, igual.

Entonces, en primer lugar empezaron a sembrar. Uno de los

hombres opinó:

—Sembremos plátano, piña y otras frutas más.

Entonces el campesino dijo:

Page 49: Relatos Amazonicos1

—Claro, vamos a hacerlo.

Empezaron a sembrar. Pasó el tiempo y ya tenían sus casas y sus

cultivos. Se dieron cuenta de que los esperaba todo un futuro de

abundancia y felicidad. Y, a los hombres que comenzaron a llegar,

ya les vendían terrenos, casas, chacras. Y así fueron aumentando

los pobladores y se formó un caserío y el pueblo que ves ahora.

Entonces, un día los cuatro hombres convocaron a una asamblea

para ponerle nombre al lugar, porque hasta entonces sólo la

llamaban “la pampa”. Uno de los hombres recordó que cuando

recién llegaron a vivir ahí había muchos tigres. Siempre estaban

todos con miedo de que les comiera a una de sus criaturas, como

ocurrió después en dos ocasiones a familias recién llegadas.

Entonces uno de los cuatro hombres dijo:

—Sería bueno que le pongamos el nombre de Pampa Tigre.

Todos estuvieron de acuerdo con él.

Por eso, hasta hoy nuestra comunidad se ha quedado con el

nombre de Pampa Tigre.

51

Page 50: Relatos Amazonicos1

LOS DOS TIGRES Y LOS

DOS COMPADRES

Vanessa Acosta Aldava 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Crianza de TILAPIA:

Este es un pez del valle de

Chanchamayo, selva alta de

Junín. Su carne es muy agradable

y nutritiva. Su crianza es

bastante fácil, pues lo único que

necesita son pozos con fondo de

lodo. Se alimenta de termitas o

comejenes que abundan en la

zona. Los alumnos del CPED de

Pampa Tigre están organizados

para esta actividad en cuatro

grupos de cinco integrantes cada

uno. Cada grupo se encarga por

turnos de buscar en el bosque

cercano los panales de comejenes.

Luego de varios días de regar

dichos nidos con abundante agua,

las termitas crecen, engordan y

adquieren un color blanco y

textura suave, muy apetecido por

los peces, igual que por los

animales domésticos. Cuentan

con la asesoría de técnicos del

Ministerio de Agricultura.

En aquellos tiempos, a mediados de la década del 70, vivía en el

anexo de Villa Moreti un señor llamado Antonio. Este señor tenía

más de treinta carneros, y un día los dejó en un pastizal y se fue a

trabajar a su chacra. Cerca al atardecer, fue a juntar todas sus

ovejas y quedó sorprendido al notar que le faltaban tres carneros.

Con preocupación y tristeza fue a buscarlos, pensando que andaban

por ahícerca.

De pronto, caminando, vio rastros de sangre y huellas parecidas a

las de felinos. El hombre se preguntó: “¿Qué animal podrá ser?”

Estaba sorprendido y desconcertado y regresó lleno de amargura

adonde había dejado al resto de su ganado.

En el camino se encontró con su compadre Juan y le preguntó:

“¿No habrás visto, compadre, a mis tres carneros?” Y éste le

contestó: “No, compadre, no los he visto.

No se volvieron a ver huellas

como las de los felinos y sólo

había comentarios entre los

vecinos, quienes decían que

sus carneros se habían

perdido.

Un día, los compadres

Antonio y Juan echaron su

ganado en el mismo pastizal,

pero ellos vigilaban ocultos

desde una parte alta. De

pronto vieron aparecer dos

enormes tigres que se

acercaron rugiendo hacia el

ganado. En ese momento los

compadres Antonio y Juan

alertaron gritando a los

vecinos y todos salieron con palos y piedras. Algunos sacaron

escopetas y los tigres, al ver eso, empezaron a correr.

Uno de los compadres apuntó bien con su escopeta. El otro

compadre también apuntó bien con su escopeta. Se oyeron dos

disparos y los dos tigres cayeron muertos y todos se alegraron.

Luego, todos vivieron tranquilos y felices, sin que nunca nadie más

haya visto un tigre por esta zona.

52

Page 51: Relatos Amazonicos1

EL TIGRE Y EL MONO

cuantos.

Había una vez un mono

que estaba pescando en el

río Anashirona y, de

pronto, llegó un tigre y le

saludó:

— Hola mono, ¿cómo

estás?

— Muy bien, amigo.

— ¿Cuántos pescados

tienes?, preguntó el tigre.

El mono respondió: Unos

Y el tigre preguntó: ¿Cuántos anzuelos tienes?

Y el mono respondió: Dos, amigo.

— ¿Me puedes prestar uno?

—Por supuesto que sí.

Y el mono le dio un anzuelo.

Cuando el mono estaba con cinco peces, el tigre se sentía cansado

al ver que él no tenía nada, asíque le dijo al mono:

— ¿Me puedes invitar tus pescados? O te mataré.

— No, dijo el mono al escuchar lo que dijo el tigre y, rápidamente, se

subió a un árbol con todos sus pescados. Desde allá arriba le dijo:

—Si quieres que te invite corre con tus ojos cerrados.

Al ver que el tigre estaba con los ojos vendados, el mono aprovechó

para bajar rápidamente al suelo a recoger una piedra.

Cuando el mono estaba en el árbol le dijo al tigre: Ahora puedes

abrir tus ojos.

— Apura, mono, que tengo mucha hambre—, exclamó el tigre.

Y el mono le dijo sonriendo: Puedes abrir tu boca y cerrar tus ojos.

Y el tigre obedeció lo que le dijo el mono. El mono contó hasta tres y

soltó una piedra y asíderramó por el suelo todos los dientes del

tigre y el mono agarró rápidamente sus pescados y se fue saltando

por entre los árboles y el tigre nunca más fue a buscar al mono.

53

Oscar Acosta Aldava 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Page 52: Relatos Amazonicos1

EL ENCANTO DE LA

SIRENA

Había una laguna cerca del

anexo de Pampa Tigre. En

aquella laguna se encontraba

una sirena de cabellos rubios y

la mitad de su cuerpo era de

un pez.

Cierto día dos hermanos fueron

a trabajar cerca de la laguna,

entonces de repente se presentó

la sirena, blanca y tan rubia

que su cabello brillaba como oro

y como el sol.

La sirena estuvo sentada en una piedra que nacía dentro de la

laguna y los hermanos viendo se quedaron admirados al verla tan

hermosa. No les faltó la curiosidad y se acercaron a preguntarle:

—¿Qué hace usted, señorita, en medio de la laguna?

Y la sirena le respondió con una pregunta:

—¿Qué curiosidad les da de preguntar a ustedes, jóvenes?. Luego

agregó: — Acérquense a mi lado los dos, para que nos conozcamos

mejor.

Los hermanos dieron pasos para acercarse a la hermosa sirena, y

ésta hizo que la tierra que pisaban los jóvenes se volviera movediza

y ambos dieron un paso más y se hundieron en la laguna.

Desde esa vez la tierra alrededor de esa laguna se quedó

pantanosa.

Por eso ahora las personas que conocen esta historia no se acercan

por ahí, porque tienen temor de encontrarse con la hermosa sirena

y de que ella los encante.

Jovana Gonzáles Villena 1er grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

54

Page 53: Relatos Amazonicos1

EL CORAZÓN DEL TIGRE

Hace tiempo, cuando mi mamá era chica y tanto mi abuelito como mi

abuelita aún vivían, mi abuelito se fue al monte. Mi abuelita dijo:

—Vayan al yucal a traer yuca, pues pronto vendrá papá.

En ese tiempo tenían perros. Entonces mi mamá se fue con

Mashoque, llevándose todos los perros. El yucal estaba un poco

alejado. Llegaron y después de sacar yucas, regresaron subiendo la

montaña. Los perros se habían ido adelante.

Cuando mi mamá llegó a la purma, los perros comenzaron a ladrarle

a un tigre. En ese momento mi mamá se fue de ahírápidamente. De

pronto sintió un olor feo y cuando ladró un perrito, miró y vio que el

tigre había matado a un perro. El tigre la vio y caminó hacia mi mamá

y ella corrió hacia una

roca.

En ese momento mi

abuelito estaba asando

lo que había traído del

monte. Oyó el ladrar

de los perros; sacó su

escopeta y corrió a

donde estaban. Mi

mamá se había subido

a la roca. Al llegar, mi

abuelito gritó. El tigre

oyó su grito y corrió a su encuentro.

Mi abuelito se había subido a un árbol. Allícrecía bastante hierba; por

eso mi abuelito no vio al tigre hasta que estaba muy cerca. Le

disparó y el tigre corrió y se fue gritando; luego cayó bien echado en

el camino. Mi abuelito cargó nuevamente la escopeta, siguió al tigre y

lo encontró en el camino. Le disparó de nuevo y el tigre murió. Mi

abuelito se lo llevó cargando hasta la casa. El tigre era grande y

pesaba mucho. Cuando llegaron a la casa, le sacó el corazón y

amontonó leña y la prendió. Cuando la leña ardió quemaron el tigre.

Mi abuelito se quedó mirando el tigre mientras se quemaba, para

asegurarse de que se quemaba bien. Cuando ya estaba seguro, mi

abuelito puso el corazón del tigre en la repisa.

Cuando anocheció, comenzó a relampaguear y parecía que los

truenos venían de la repisa. Todos dormían. Cuando amaneció, mi

abuelito quemó el corazón del tigre.

Relato Amuesha Autores: Miguel Valerio I., Julio Gaspar V. y Miguel Martín A. Traductor: Raúl Sinacay P.

Amuesha o Yanesha:

Grupo étnico amazónico

asentado en la selva de los

departamentos de Pasco y Junín.

La lengua amuesha ––hablada

por 8 000 de los 10 000

miembros del grupo–– pertenece

a la familia lingüística Arahuaca,

por lo cual está emparentada con

lenguas como el piro, asháninka

y machiguenga.

55

Page 54: Relatos Amazonicos1

EL FUEGO

(EL ORIGEN DEL USO DEL FUEGO POR LAS MUJERES Y HOMBRES PIROS)

Leyenda del Pueblo Piro Recopilador: Ricardo Álvarez O. P.

Los primeros piros comían crudos los plátanos, la yuca y todos sus

alimentos. La carne y el pescado los asoleaban y asínomás los

comían. Pero una noche en que estaban durmiendo cayeron varios

rayos sobre algunos árboles y produjeron un incendio. Los piros se

despertaron y vieron con asombro que el fuego al producir luz hacía

desaparecer la oscuridad, y notaron que su calor entibiaba el frío

aire del invierno.

Pero el fuego se apagó. Y ellos no sabían cómo encenderlo. Sólo el

gallinazo conocía el secreto de encender el fuego. Él nunca dejó de

comer crudos el pescado y la carne, pero le gustaba mucho la

chicha, y para hervirla usaba el fuego. Cuando la chicha estaba

lista, guardaba en una olla unos tizones encendidos y lo demás lo

apagaba con agua.

Los piros estaban ansiosos de poseer candela. La querían para

cocinar. También por su luz y para calentarse cuando hacía frío. Se

la pedían al gallinazo, pero él se la negaba. Varias veces fueron a la

casa del gallinazo en su ausencia, para robársela, pero no pudieron

encontrarla.

Este gallinazo criaba como hijastro a un lorito de pico largo y

blanco. Los piros rogaron al lorito que robara unas brasas y se las

vendiera. El lorito, por miedo al gallinazo, se negó. Pero el gallinazo

—envidioso y mal pensado— lo vio hablando con los piros y

sospechó que estaban poniéndose de acuerdo para robarle la

candela. Por esto se enojó y con su duro pico golpeó fuertemente a

su hijastro hasta dejarlo casi muerto.

Ante tan cruel e injusto castigo, el lorito no gritaba, callaba. Pero

después bajó a la casa, sacó de la olla un tizón y voló con él en su

largo pico. El gallinazo lo persiguió, pero no pudo darle alcance. El

lorito se estaba quemando el pico y dejó el tizón en un árbol de

capirona seco. La capirona comenzó a quemarse poco a poco. El

gallinazo regresó a su casa sin poder quitarle el tizón al lorito y

encontró que las brasas de la olla se habían apagado. Se había

quedado sin fuego. El lorito abandonó a su padrastro el gallinazo y

se fue a vivir al monte, pero quedó con el pico pequeño y negro a

causa de la quemadura, como hasta ahora lo tiene.

Días después, un piro fue al monte a cazar. Al regresar con dos

maquisapas, pasó al lado de la capirona seca y vio en el suelo un

palo que humeaba. Lo cogió con los dedos de su pie y se quemó.

Dio un grito y un salto de susto. Pero pensó que aquello sería la

candela de la que hablaban sus paisanos, y lo llevó a la casa. En su

casa la mujer juntó palos y hojarasca y los colocó sobre el tizón.

Aquel montón comenzó a arder. Metió adentro yuca y plátano y se

56

Page 55: Relatos Amazonicos1

asaron. La mujer se puso contenta. Entonces dieron la noticia a los

demás piros, quienes llevaron leña, la echaron a la candela y la leña

ardió.

Cada piro llevó a su casa un palo encendido. Desde ahíse propagó

el fuego. Desde entonces, todos los piros pudieron comer

cocinados o asados sus alimentos.

57

Page 56: Relatos Amazonicos1

LAS SIETE DIABLAS

Elmo Ledesma Zamora Leyenda del Pueblo Piro

Aguas abajo del pongo de Mainique, el Urubamba tiene siete

grandes muyunas o remolinos. Cuando los piros viajan por esas

aguas en sus frágiles y veloces canoas, reman con especial fuerza,

y en el instante preciso, la desvían con ímpetu del centro del río

hacia la banda izquierda. Ellos saben que si la canoa se desvía

hacia la derecha, la atrapará de modo inevitable la fuerte corriente

circular de uno de los grandes remolinos. Estaría condenada

entonces a girar acercándose hacia el hoyo central del remolino que

la sorberá entera con pasajeros y carga.

Dicen los piros que antiguamente el Urubamba era un río manso y

que no existían muyunas. Dicen que eso fue en tiempo de los

abuelos de los bisabuelos de sus abuelos.

Dicen que en aquel tiempo la gente cruzaba el río nadando de una

banda a otra, y que sin ningún peligro bajaban en balsas y canoas

por el pongo, desde donde el río Urubamba aún se llama Vilcanota,

como cuando circunda la base de Machu Picchu.

Pero un día llegó desde la Tierra del Amanecer un feroz pueblo de

caníbales. Dicen que aquellos salvajes atacaban a los piros de día y

de noche, en sus casas, en las chacras, en el monte y en el río,

para matarlos y comérselos. Entonces los piros se defendieron con

sus lanzas, flechas y garrotes de caza.

58

Page 57: Relatos Amazonicos1

Entre los caníbales destacaban por su ferocidad siete mujeres. Eran

muy fuertes, astutas, despiadadas y terriblemente feas. A esas

horribles criaturas sus paisanos las consideraban diosas. En

cambio, los piros, que sufrían su crueldad, les tenían terror y las

llamaban Las Siete Diablas.

La guerra con los caníbales de la Tierra del Amanecer fue larga y

dura, pero finalmente la ganaron los piros, por su mayor inteligencia

y disciplina. Entonces los caníbales huyeron río abajo y los piros los

persiguieron durante días y fueron exterminándolos. Finalmente sólo

quedaron vivas Las Siete Diablas, que huyeron a bordo de dos

canoas negras, desde las cuales, mientras unas remaban, las otras

lanzaban flechas y virotes envenenados.

Al llegar al centro del pongo de Mainique, a las caníbales se les

acabaron las flechas y los virotes, por lo cual hicieron embravecer

para siempre las aguas de este famoso río. Ahíse ahogaron

muchos piros, pero los sobrevivientes continuaron implacables la

persecución. Al salir del pongo al valle, las siete diablas vieron que

los piros de las orillas corrían a subir a sus balsas y canoas para

sumarse a la persecución, y asíse dieron cuenta de que siendo

tantos ya las iban a atrapar o a matar. Entonces, lanzando terribles

maldiciones contra sus perseguidores, saltaron de sus negras

canoas y dando pavorosos alaridos se hundieron en las aguas, que

al cubrirlas se convirtieron en remolinos que atrajeron mortalmente

a las canoas de los piros.

Asíes como se volvió bravo el Urubamba y fue entonces que se

formaron a la salida del Mainique los remolinos o muyunas llamadas

ahora Las Siete Diablas, que siempre están girando, resonando y

sorbiendo. Los piros y quienes viajan con ellos en sus angostas y

veloces canoas callan con respeto y temor cuando por ahípasan,

mientras el caudaloso río avanza impetuoso y resonando por su

lecho rocalloso, bajo el ardiente sol como una brava y gigantesca

anaconda que huye ondulando entre los hermosos cerros verdes de

la selva alta de Cusco y Ayacucho.

Catahua:

Árbol gigantesco de madera muy

dura, y cuyo tronco cilíndrico,

recto y de corteza espinosa es

utilizado en la Amazonía para

tallar de una pieza las canoas.

59

Page 58: Relatos Amazonicos1

PERRO Y GATO

asolearse.

En una casa del

pueblo tenían un

gato. Cuando hacía

frío, el gato no salía

de la casa. Pero,

cuando brillaba el

sol, el gato salía al

patio y se echaba a

Jámilton Aguirre Rosales 2do grado Pampa Tigre (Chanchamayo - Junín)

Crianza de abejas:

La inmensa selva alta es un

verdadero paraíso de flores:

grandes plantaciones de cítricos,

plátanos, cafetos, pacaes y

papayos, cada cual un verdadero

emporio de miel. Agreguemos a lo

anterior los miles de especies

silvestres como las achiras,

orquídeas, etc. Todo es pues muy

propicio para la crianza de abejas

y producir cantidades

importantes de miel que, como

sabemos, tiene una gran

demanda en el mercado por su

alto valor nutritivo y sus

propiedades medicinales. Los

alumnos del CPED de Pampa

Tigre, organizados en grupos de

ocho alumnos, crían abejas en

seis panales.

En la casa vecina tenían un perro, un perro cazador, bravo, Una vez, el perro vino y empezó a corretear al gato por el todo patio. El gato huyó

corriendo velozmente y se subió a un árbol.

Los dueños del gato ya se habían ido a trabajar. También se habían ido los

amos del perro. Entonces nadie oyó los ladridos del perro ni los bufidos

del gato. Por eso ambos animales estuvieron asílargo rato: el gato arriba

en el árbol, y el perro al pie del tronco o dando vueltas alrededor, mirando

para arriba y ladrando con furia.

Pasaron unos cinco minutos y el perro se aburrió y ya estaba yéndose.

Entonces el gato empezó a decir burlonamente:

—No me puede agarrar ese perro viejo.

El perro no le hizo caso, se hizo el que no lo había oído. Disimulando se

fue nomás. Pero el perro se iba hacia su casa pensando. Se preguntaba:

“¿Cómo no voy a poder atrapar a ese gato negro si yo he cazado

animales más grandes? ¿Cómo no voy a poder cogerlo a ese pedazo de

hueso y pellejo o será porque estoy viejo? Pero ese gato no se me va a

escapar. De mañana no pasa.

Regresó al día siguiente, pensando coger desprevenido al gato. Pero el astuto gato era desconfiado y estaba alerta. Al llegar el perro, el gato estaba echado en el mismo sitio donde lo había encontrado el primer día.

El perro se fue directamente hacia el gato, y lo correteó por todo el patio

y el gato, corriendo, iba pensando: “Voy a seguir corriendo hasta que

salga mi dueño y me defienda”.

Sus dueños estaban tomando desayuno. De pronto escucharon los ruidos

del perro y el gato corriendo y salieron rápido para evitar la pelea.

Entonces le han dicho al perro:

—Fuera, perro maldito. Si vuelves a corretearlo otro día a mi gato, te

mataré.

Y el perro regresó triste a su casa. Llegó cansado, agitado de haber

correteado al gato y se preguntaba: “Mejor voy a pedir perdón al gatito”.

Y volvió donde el gato a disculparse.

—Otro día no te voy a volver a corretear, amigo gato. Desde ahora hay que

vivir como animalitos decentes que somos. Nos vamos a respetar el uno al

otro, siempre.

Desde aquel día los dos animalitos viven felices. Sin fastidiarse.

60

Page 59: Relatos Amazonicos1

EL ZORRO Y EL

HUANCAHUI

El zorro se moría de hambre. Toda la mañana buscó qué comer,

pero nada.

Al borde de la desesperación se tendió en el suelo, justo en el cruce

de dos caminos. Casi inmediatamente un gallinazo y un huancahui

se posaron en la rama de un árbol que crecía allícerca. Al darse

cuenta que el zorro yacía en el suelo, las dos aves bajaron para ver

qué le ocurría.

El astuto animal no daba la menor señal de vida. Las aves se le

aproximaron más. El gallinazo le picoteó la pata y el atrevido

huancahui se posó en el hocico, al mismo tiempo que decía:

—Pobre mi amigo, ahora nos servirá de rico banquete.

No bien terminó de

hablar el huancahui,

cuando el zorro, que

simulaba estar muerto,

le atrapó por las alas.

—Quien servirá de

banquete eres tú —le

dijo.

—Está bien, zorrito. Pero

no te apures —le rogó el

huancahui—. Como

despedida te enseñaré

un juego que aprendíde mis abuelos. Tráeme dos canastas de

(Tamshi), una un poquito más pequeña que la otra.

Curioso por saber en qué consistía el juego, el zorro trajo

inmediatamente las cestas.

—Ahora, méteme en una canasta, tápala con la otra y tírame al

abismo. Te reirás mucho.

Imaginándose cómo se revolcaría su prisionero dentro de las

canastas, el zorro lo largó al vacío, pero en el aire las canastas se

abrieron y el huancahui se escapó volando.

Hérbert H. Arévalo Bartra (Loreto)

61

Huancahui:

Ave de rapiña de la Amazonía

peruana. Es grande y fornida, y

está provista de espolones en alas y

patas. Se alimenta mayormente de

culebras.

Page 60: Relatos Amazonicos1

LA HISTORIA DEL TUNCHI

VAGABUNDO DEL TERRABONA

Roger Rumrrill (De Amazonía Mágica)

Ante la expectativa de los niños, el anciano Oroma dijo:

Los tunchis son las almas errantes de los muertos. Son las almas que

recogen los pasos que los hombres y mujeres dieron cuando estaban

vivos. Algunos hombres viajaron mucho, caminaron bastante por el

mundo. Las almas de estos hombres tienen que viajar, recoger sus

pasos que dieron cuando estuvieron vivos. Son viajes interminables.

Otros viajaron menos, se quedaron en sus pueblos, caminaron por el

bosque cazando y fueron a sus chacras todos los días. Los pasos de

estos muertos son recogidos en poco tiempo.

Los hombres y mujeres, mientras estaban en la tierra vivos, tenían

todas las virtudes y los defectos de los seres humanos: eran

orgullosos o humildes, sabios o ignorantes, sencillos o soberbios,

violentos o pacíficos y locuaces o callados. Los tunchis expresas esas

cualidades cuando silban en las noches, cuando recogen sus pasos.

Silban fiiiiuuu... fiiiiuuu... Si el silbido es fuerte, estridente, largo, que

hasta parece que romperá los tímpanos, seguro que era un hombre,

o una mujer, orgulloso, soberbio y poderoso. Si el silbido es suave,

bajo y hasta musical, se trata de alguien que en vida era pacífico,

tranquilo, amable y bueno.

Las almas de los muertos que en vida fueron malvados, crueles y

desalmados son los malignos. El silbido del maligno estremece y

paraliza. Hay que taparse los oídos y rezar para conjurar el silbido del

maligno.

Los tunchis, tanto de los que en vida fueron buenos como de los que

fueron malos, curiosamente, recogen los pasos; pero sin pisar tierra.

Caminan o viajan sobre el aire, a unos diez o quince centímetros de la

tierra. No hacen ruido sino cuando silban. Son como un viento. Son

visibles o invisibles. Cuando son visibles, se los ve sólo como bultos.

Jamás se dejan ver la cara, porque se morirían de vergüenza por el

estado en que se encuentran. Aunque algunos dicen que los tunchis

no se dejan ver el rostro para no lastimar a quien los mire y también

porque es un secreto que ellos guardan hasta la eternidad. El

tunchi que ha silbado hace un momento es el alma de un

vagabundo que llegó a Terrabona hace siete años, el mismo año que

yo llegué a Terrabona procedente de Bretaña. Ustedes eran muy

pequeños, por eso no se acuerdan de ese vagabundo que nadie sabe

de dónde ni para qué llegó al pueblo.

Tenía el pelo largo y los ojos claros, las piernas largas y flacas. Comía

papayas en las huertas y cuando tenía mucha hambre, pedía comida.

No hablaba. Muchas veces quise sacarle algunos secretos, pero lo

único que pude saber es que venía de muy lejos y estaba buscando

algo que nunca pudimos saber qué era.

62

Page 61: Relatos Amazonicos1

Sentado sobre los troncos del puerto se pasaba horas interminables,

mirando el río como esperando la llegada de alguien por el horizonte

del río. Un día lo encontramos ahogado entre los troncos de cedro del

puerto.

—El tunchi del vagabundo se pasea, silbando en las huertas del

pueblo; luego se va al puerto y sigue silbando interminablemente. Es

un tunchi que recoge sus pasos en Terrabona. Tal como era en vida

es de muerto. Solitario, callado, apacible. No hay por qué tenerle

miedo —les dijo.

Los niños estaban apretujados entre sí, rodeando a Oroma, cuando

éste concluyó la historia del tunchi. La noche, más o menos lóbrega

pese a que recién eran las siete, había contribuido a crear un clima

de desasosiego y temor.

Este clima se rompió abruptamente con las voces y gritos que salían

de las cercanas casas llamando a los muchachos:

—Camuchín, pacuchita, negrita, es hora de merendar.

—Selvita, Olinda, Serafina, la comida se enfría...

—Muchachos, se hace tarde, no voy a quedarme toda la noche en la

cocina...

—Mañana será otro día y esta noche soñaré las historias que les

contaré mañana. Guarden estas flores en sus bolsillos —les dijo el

viejo Oroma, entregándoles pequeñas flores amarillas a cada uno de

ellos. Se puso de pie y vio cómo los muchachos fueron tragados por

la noche mientras caminaban en dirección a sus casas. A Chava, que

fue el último en bajar las escaleritas de la casa, le dijo:

—Mañana a la misma hora, avísales a todos.

Tunchi:

Alma de un nativo amazónico,

que anda errante para recoger

los pasos que dio en vida.

63

Page 62: Relatos Amazonicos1

EL PICAFLOR Y EL PAUJIL

Leyenda Aguaruna Versión: José Luis Jordana

Paujil:

Ave amazónica de la familia de

las gallináceas, muy parecida al

pavo, aunque de cuerpo más

pequeño que la gallina, por lo que

se la conoce también como pava.

En las selvas del sur se llama

mana qaraku, por su canto.

Existe una variedad más grande

en los bosques secos de la costa

norte, llamada ―aliblanca‖.

Cuentan nuestros

abuelos que, al

principio del tiempo,

Jempue, el picaflor,

cantaba. Su canto era

hermoso y muy

sonoro.

Un día Jempue estaba

cantando mientras iba

y venía entre los

árboles para chupar el

néctar de las flores. Su

canto se oía a larga distancia. Mashu, el pájaro paujil, al escucharlo

desde el interior de la selva, se preguntó:

— ¿Qué animal será ese que canta tan fuerte y tan lindo? Iré a ver

quién es.

Y se fue volando a buscarlo. Llegó después de un buen rato al lugar

de donde procedían tan lindas melodías, pero miraba y miraba por

todas partes y no lograba ver a nadie. Porque Jempue es un ave

bien chiquita. Mashu, el paujil, se preguntaba:

— ¿Dónde estará escondido ese pájaro que canta tan fuerte?

Y siguió buscándolo, hasta que por fin encontró al picaflor que

cantaba. Y Mashu quedó admirado de que un pájaro tan diminuto

pudiese cantar tan fuerte. Y entusiasmado, rogó al picaflor,

diciéndole:

— Préstame tu canto. Yo también deseo cantar un poco.

Pero Jempue, que estaba enamorado de su canto, mezquinaba y no

quería prestárselo. Por esto, el paujil se enojó y quería matar al

picaflor. Entonces éste, por miedo al paujil que era un pájaro bien

grandazo, le prestó su canto.

Y el paujil, agarrando el canto del picaflor, se fue volando bien lejos

y nunca se lo quiso devolver. El picaflor quedó triste y lloroso sin sus

lindas canciones.

Desde aquel tiempo, el paujil canta muy fuerte y su estridente canto

se oye desde larga distancia. Por el contrario, al pequeño picaflor,

desde entonces, apenas se le oye silbar un poco y hasta dicen

muchos que no sabe cantar.

64

Page 63: Relatos Amazonicos1

EL MAL CAZADOR AL QUE

ICARÓ EL TIGRE (CUENTO CHAYAHUITA)

Habían ido al monte a buscar mitayo diez padres de familia y luego

de estar varios días, habían cazado bastante mitayo nueve de ellos;

pues el otro, cada vez que quería cazar algo, a pesar de tener el

animal al frente, siempre fracasaba y no acertaba. Pues bien, sus

amigos lo han dejado solo y ellos han regresado a su casa con el

mitayo.

El hombre estaba solo y, como ya llegaba la noche, se había

sentado. En eso se le ha aparecido un tigre con forma humana y le

ha preguntado por qué estaba solo en el monte. Él le ha contado su

problema. Entonces el tigre le ha dicho que le va a curar.

Le ha hecho echar y le ha dado de tomar. Luego le ha icarado y ya

al día siguiente estaba curado y pudo cazar varios animales. Y ya

regresó a su casa, mas el tigre le había advertido que no contara lo

que con él había hecho y asíse lo prometió.

Cuando el hombre regresó, todos le preguntaban y él sólo les

hablaba de la caza. Pero, por la noche, luego de tomar harto

masato, contó a todos acerca de que lo había curado el tigre.

Y cuando regresó al monte a cazar, de nuevo no acertaba y no

lograba conseguir mitayo.

Hipólito Rojas Curimozu (Informante) Gloria Soto V. (Recolectora) Cahuapanas (Alto Amazonas, Loreto)

Chayahuita:

Grupo étnico amazónico de la

provincia de Maynas,

departamento de Loreto,

radicado en la cuenca del río

Paranapura y sus afluentes como

el Cahuapanas, Sillay, Supayacu

y Shanusi, es decir, entre la

margen derecha del Marañón y

la margen izquierda del Huallaga

antes que éste desemboque en

aquél. Por extensión, llámase

también así a su lengua.

El chayahuita ––hablado

aproximadamente por catorce

mil personas–– es lengua

hermana del Jebero, y ambas por

su origen pertenecen a la familia

lingüística cahuapana.

65

Page 64: Relatos Amazonicos1

LA GARZA BLANCA

Algunos de los peces más abundantes y sabrosos de los ríos

amazónicos se caracterizan por su peligrosa cantidad de espinas

gruesas y finas, grandes y chicas. Por ello, a los foráneos que van

a saborearlos les aconsejan hacerlo siempre con mucho cuidado. Es

una habilidad que requiere paciencia y estar alerta, por lo cual uno

como forastero siempre se admira de que la gente de la selva —

inclusive los niños tiernos— quiten rápidamente con labios y lengua

esas peligrosas espinas sin detenerse mientras comen y sin dejar

de hablar y reír.

Para explicar esa rara habilidad, la gente de los ríos Amazonas,

Napo, Huallaga y Ucayali cuenta la siguiente leyenda:

Dicen que a orillas del Napo vivía un matrimonio que tenía una hija

única, llamada Blanca. Haciendo honor a su nombre, gustaba

mucho de vestir trajes blancos. Quería estar siempre limpia.

Además, a Blanquita le gustaba mucho comer pescado, por lo cual

todas las tardes después de clases iba al río a lavar su ropa, a

pescar y a bañarse.

Era una niña hermosa, estudiosa, trabajadora, delgada, alta, de

piernas largas, de carácter muy dulce y muy bonita. Entonces, el

diablo, que nunca duerme, metió su cola: algunas malas personas

comenzaron a sentir envidia de que esa familia tuviera una hija así.

Y la envidia fue tan grande que llegaron a desear su muerte.

Por eso, una tarde, Blanquita bajó al río como de costumbre.

Probablemente hizo lo de siempre: pescar, lavar su ropa y bañarse.

Pero algo ocurrió porque no regresó a su casa y no volvió a saberse

de ella.

Su familia la buscó desesperadamente por los ríos, pensando que la

habían secuestrado, que alguna banda la había robado para llevarla

lejos y venderla como sirvienta o esclava. Pero nadie había visto

nada extraño en la zona y entonces pensaron que la pobre

muchacha se había ahogado.

Pasó el tiempo y la gente se dio cuenta de que desde el día de la

desaparición de Blanquita, todas las tardes una hermosa garza

blanca llegaba al río y ahíse quedaba horas de horas bañándose y

pescando.

Muchos años después, al sentir la cercanía de su muerte, una bruja

malera confesó arrepentida que, a pedido de algunos malos

vecinos, ella había convertido a Blanquita en una bella garza, y que

no pudiendo reconvertirla en persona, en homenaje a su memoria

Leyenda Amazónica Popular Versión: De Elmo Ledesma Zamora

66

Page 65: Relatos Amazonicos1

había dado a los niños de la selva la cualidad de ser estudiosos,

trabajadores y limpios, asícomo la de comer cualquier clase de

pescado con gran habilidad y mucho gusto.

67

Page 66: Relatos Amazonicos1

EL RINAHUI Y EL

UCUHUASHERO

Hérbert H. Arévalo Bartra (Loreto)

Rinahui:

Ave rapaz de regular tamaño,

cabeza roja, nuca clara, plumaje

oscuro, patas grises y cola

alargada.

Desde la rama más alta de una enorme

lupuna, un rinahui contemplaba extasiado

el lento discurrir de las aguas del riachuelo.

Un ucuhuashero que volaba por ese lugar

se le acercó y le saludó con mucho respeto:

—Buenos días, señor rinahui.

El rinahui al parecer no escuchó el saludo y

siguió absorto en la contemplación del bello

paisaje.

La pequeña ave insistió:

—Buenos días, señor rinahui.

El rinahui, volviéndose hacia el

ucuhuashero, le contestó a secas:

—Buenos días.

El ucuhuashero entonces le dijo:

—Ojalá que todo lo que haga hoy le salga bien.

—Claro —respondió el rinahui. —A mítodo me sale bien. Pero quiero

decirte que tú no tienes por qué hablarme si antes no te dirijo yo la

palabra. Soy mejor que tú. Y más importante.

—Pero si pertenecemos a la misma familia... Puedo volar como

usted. Además, mi canto y el color de mi plumaje gustan mucho a

todos, mientras que usted apenas es el ave un poco más grande

que nosotros y nada más.

Enfurecido, el rinahui le respondió:

—Insignificante y jactancioso. Podría matarte en estos instantes de

un solo picotazo.

El ucuhuashero, al darse cuenta de las malas intenciones del

rinahui, se elevó y se dejó caer de golpe sobre el lomo de la

negruzca ave y empezó a picotear sus plumas.

El rinahui, al sentir los agudos picotazos, voló velozmente

procurando librarse del pajarillo. Pero por más esfuerzos que hizo

no lo consiguió. Se vio obligado entonces a posarse en tierra,

torturado por el ucuhuashero que tenía encima.

Un viejo perezoso que miraba la escena se rió a carcajadas, tanto

que casi se suelta de la rama donde estaba colgado. El rinahui,

mirándolo fijamente, le dijo:

—Tú, el ser más lento de la tierra, ¿de qué te ríes?

—Me río de verte convertido en caballo y conducido por un

pajarillo— le contestó.

—Mira, pelejo, no te metas en mis cosas. Éste es un asunto de

familia entre mi hermano ucuhuashero y yo.

68

Page 67: Relatos Amazonicos1

TSUNKI, LA SIRENA DEL

ALTO MARAÑÓN

Una vez un aguaruna

se fue temprano al

bosque a cazar

acompañado de su

mujer. También

llevaba sus perros

bien adiestrados en

perseguir y acorralar

a los animales de la

selva.

Cuando ya estaban

pensando en

regresarse a la casa

con las manos vacías, los perros descubrieron un majaz (25). El

majaz corría tratando de escabullirse, pero los perros le perseguían.

Cuando los perros estaban por alcanzarle, el majaz se arrojó al

agua del río Marañón (26). Los perros que no se atrevían a neterse

en las turbulentas aguas del Marañón, ladraban frustrados desde la

orilla.

El hombre que no estaba dispuesto a perder esta presa, siguió al

majaz corriendo por la playa y, cuando eI majaz se metió en un

remanso, el hombre se tiró al agua, nadó con fuerza y agarrándolo

por su patas traseras, lo mantuvo unos instantes debajo del agua,

hasta que el majaz murió ahogado.

Cuando el hombre aguaruna con su mujercita se regresaba alegre a

su casa, con su majaz colgado a la espalda, encontraron una

viborita que estaba colgada de un palo (27) al canto del rió

Marañón. La viborita estaba atajada, por una soga vegetal. El

aguaruna dijo:

- Pobrecita víbora, debe estar sufriendo mucho. La voy a sacar.

Y diciendo esto, ayudado de su tangana (28), la sacó del palo y la

botó al agua.

Pero la viborita al tocar el agua no se ahogaba, nadaba muy bien y

se metió debajo del agua. Nadaba como pescado. Al llegar a su

casa, al fondo del Marañón, la viborita se hizo mujer.

El aguaruna llegó a su casa, peló (29) el majaz, le quitó su cuero y

lo pusieron a cocinar. Después, toda la familia comió el majaz.

Solamente quedaron los huesos de la cabeza.

Al día siguiente, cuando el aguaruna estaba trabajando en abrir una

nueva chacra y tumbaba árboles con su hacha, de pronto se le

apareció una joven bien linda, y le habló así:

- Mi mamá me envió para avisarle a usted si le puede mandar la

cabeza del majaz, porque ella también estaba buscando ese majaz

69

Relato Aguaruna Versión: J. L. Jordana Laguna

Page 68: Relatos Amazonicos1

para matarle, y lo dejó porque usted con sus perros se adelantó a

matarlo.

El aguaruna admirado de la belleza de la joven y extrañado de lo

que le decía, le contestó:

- Pero yo ayer a nadie he visto mientras cazaba el majaz. Solamente

encontré al regresarme a mi casa una viborita atrapada por una

soga vegetal colgando de un palo.

-Con la tangana la ayudé a salir y la boté al Marañón, porque me

daba pena verla sufrir.

- Pues esa viborita a la que usted ayudó no era una culebrita, es mi

mamá. Respondió la hermosa jovencita. El aguaruna más admirado

siguió preguntando:

- Tu mamá, ¿cómo se llama? .

- Mi mamá, se llanta Tsunki (30).

Respondió la mujer. El aguaruna le preguntaba:

-- Tú ¿cómo te llamas? ¿Dónde vives? .

- Yo no sé cómo me llamo. Vivo con mi mamá en el fondo del río

Marañón. ¿Me vas a dar la cabeza del majaz para que lleve a mi

mamá? .

- Ya hemos comido todo el majaz. Solamente han quedado los

huesos de la cabeza. Voy a traértelos para que le lleves a tu mamá.

Y el homhre se fue a su casa, recogió los huesos de la cabeza del

majaz y se los entregó a la hija de Tsunki, la sirena del Alto

Marañón. La hermosa jovencita se metió al río y desapareció

enseguida. Antes de despedirse tocó al hombre con una hierba de

piripiri .

El aguaruna, aquella noche no podía dormir, acordándose de la hija

de Tsunki, y por efecto del piripiri le había agarrado una pena tan

grande que no podía olvidarla. Al día siguiente, el aguaruna se fue a

anzuelear al río Marañón y, cuando estaba pescando, otra vez salió

del agua la hermosa joven que le habló de esta manera;

- Mi mamá, Tsunki, quiere que venga usted a mi casa. Quiere

conversar con usted. Yo le voy a llevar.

Pero el hombre tenía miedo y no quería ir a casa de Tsunki. La

joven entristecida se regresó a su casa en lo profundo del Marañón.

Aquella noche, el aguaruna de tanto que amaba a la hija de Tsunki,

lloraba fuertemente en su cama. Al día siguiente, otra vez se le

apareció la linda joven que lucía un bonito vestido de colores

brillantes. Otra vez le habló así:

- Vengo a llevarte a mi casa. Mi mamá quiere hablarte. Para que no

tengas miedo sígueme y haz como yo.

Entonces le invitó a que le siguiera. El aguaruna admirado de la

belleza y de la amabilidad de la joven sirena, le siguió hasta llegar a

un remanso del río Marañón. La hija de Tsunki le dijo al hombre:

Page 69: Relatos Amazonicos1

Ahora vamos a sumergirnos en el río. Tápate bien la nariz y agárrate

fuertemente a mí. Si sientes que te ahogas, me pellizcas y yo te

ayudaré.

Se sumergieron ambos en las profundidades del río Marañón y, en

un abrir y cerrar de ojos, se encontraron en una hermosa casa

tallada en la roca. Todo era fantástico allí. Pero se asustó cuando la

joven se sentó sobre una panki, que estaba enroscada. La joven le

tranquilizó y le ofreció otra boa para que se sentase cómodamente

sobre ella. Los lagartos y caimanes eran los perros que cuidaban la

casa; las carachamas, buquichicos, zúngaros, y toda clase de peces

eran para la hija de Tsunki cucarachas diversas.

Después llegó Tsunki, la Sirena del Alto Marañón y dijo estas

palabras:

- Esta joven que has visto es mi hija y te la entrego por esposa. Mi

deseo es que te cases con ella.

Se celebró entonces una gran fiesta. Se sirvió abundante masato y,

al ritmo de los tambores, se bailó hasta la madrugada.

Hasta hoy día con mucha frecuencia, los aguarunas habitantes del

Alto Marañón pueden oír el tam-tam-tam de los tambores de Tsunki,

escuchando en silencio con la oreja pegada a la superficie del río.

Cuando se oye el sonido de los tambores dicen:

¡Tsunki está hoy de fiesta!

Aquel hombre aguaruna afortunado que se casó con la hija de

Tsunki, quiso regresar a su casa y manifestó a Tsunki su

intranquilidad y su miedo por los animales que le rodeaban.

Tsunki le dijo:

- Está bien. Te permito que vayas a tu casa llevándote a mi hija. Pero

¡cuidado!, porque si alguien se atreve a causar daño a mi hija,

mandaré estos mismos animales que ves para que acaben con

todos los aguarunas y huambisas.

Asípues, el aguaruna se agarró fuertemente a su nueva esposa y

tapándose la nariz, fue trasladado nuevamente a la orilla del río. Y

se dirigió a su casa. Y para que su primera esposa no se percatase

de la hija de Tsunki, ésta se convirtió en una pequeña culebra. Y el

aguaruna la escondió en su canasta bien encerrada para que no la

viesen. Y por la noche, una vez dormida la primera esposa, la hija

de Tsunki recobraba su forma de mujer y jugaba con el aguaruna

sobre la cama en la oscuridad, se reían y dormían juntos.

Y su mamá del aguaruna se preguntaba al oír las risas:

- ¿Con quien estará jugando?

Y encendía su lamparin de kerosene y se levantaba a ver, pero no

veía a nadie.

Cuando el aguaruna se marchaba a cazar algún animal con sus

perros, dejaba la hija de Tsunki, convertida en viborita, bien 71

Page 70: Relatos Amazonicos1

escondida en una tinaja pintadita de achiote y siempre salía de la

casa diciendo:

-- No han de tocar esa tinajita rojita. Si alguien la toca, lo azotaré y

lo picaré con cuchillo.

Asídecía amenazando. Pasaron semanas y como la primera mujer

ya no era cuidada como antes por su marido, sospechó algo, y un

buen día, movida por la curiosidad, quiso ver qué tenía la tinajita

roja, que con tanto cuidado guardaba su marido. Destapó la tinaja y

encontro la viborita. La mujer se dijo:

- Con esta culebrita siempre juega mi marido de noche en la cama.

La voy a matar.

Y diciendo esto, la tiró al suelo y con un palo la quería matar. La

viborita quería escapar, pero la mujer le perseguía y le golpeaba con

rabia. La víbora no moría y se escapaba al monte. Y la mujer agarró

un tizón encendido de la candela de la cocina y lo arrimó al reptil

para quemarlo.

En ese momento el cielo se puso bien negro y empezó a llover.

Llovía bastante. Se iba formando lodo. Todo se hacía cocha. Y con

las lluvias, la viborita iba creciendo. Cada vez se hacía más grande.

Las nubes se hacían más negras, la lluvia más intensa. Los ríos

empezaban a crecer, se desbordaban. Todo se estaba inundando de

agua. La hija de Tsunki desapareció hundiéndose en el lodo.

El aguaruna que estaba en el interior del bosque buscando fruta de

buito para la hija de Tsunki, pensaba al ver estos fenómenos:

- ¿Qué estarán haciendo? ¿Habrán maltratado a mi linda esposa, la

hija de Tsunki?

Y sospechando lo ocurrido y viendo que las aguas seguían

creciendo, corrió a la cumbre de un monte elevado y se subió a lo

más alto de una palmera.

Mientras tanto, Tsunki, la sirena, disgustada porque habían osado

maltratar a su hija, envió a los aguarunas los terribles animales que

obedecen sus órdenes: las boas, los lagartos y los bufeos. Y estos

animales acabaron con todos en una gran matanza y solamente se

salvó el hombre aguaruna porque las aguas que crecieron hasta

cubrirlo todo, no llegaron a lo más alto de la palmera donde estaba

refugiado.

La boa y los lagartos no mataron a este aguaruna porque era el

marido de la hija de Tsunki. Y el aguaruna, corno estaba solo sobre

la tierra, se fue a vivir a lo más profundo del río Marañón. En casa

de Tsunki, tallada en la roca en el fondo del río, el aguaruna se

quedó a vivir con la joven sirena para siempre.

72

Page 71: Relatos Amazonicos1

AUJU, EL PAJARO

NOCTURNO

Había una vez en la selva del Alto

Marañón un pájaro nocturno,

llamado Auju, que comía bastante

zapallo. Y el dueño de la chacra,

cuando se iba a cultivar y limpiar sus

terrenos, no encontraba nada de

zapallo. Y se preguntaba:

-¿Quién estará comiendo mis

zapallos?

Y se encontró al pájaro nocturno y el

dueño de la chacra le preguntó:

- ¿Eres tú el que come mi zapallo?

Y el pájaro nocturno contestó:

- ¿Cumu vuy a cumer yu tu zapallú si

yu nu, tengu buca? ¿Acusu sin buca se puede cumer alguna cusa?

Auju, el pájaro nocturno, hablaba asíporque se había cosido la

boca.

Y otra vez, cuando nadie le veía, el pájaro nocturno se iba a la

chacra a comer zapallo.

Y el dueño de la chacra era la luna llena.

Y la luna, cuando el pájaro se marchó, se subió al cielo trepando

por una soga.

El pájaro nocturno viendo que la luna estaba subiendo al cielo,

corrió y también comenzó a subir agarrándose de la soga con su

pico. La luna que subía primero llegó al cielo y viendo que detrás venía

también subiendo Auju, le cortó la soga.

En ese momento, el pájaro nocturno, como estaba bien gordo de

tanto comer zapallo, se cayó a tierra y se reventó su barriga.

Y al caer al suelo, el pájaro nocturno se convirtió en arcilla.

Asímurió el pájaro nocturno por estar robando zapallo.

Y el dueño de la chacra de zapallo era la luna llena.

Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna

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Page 72: Relatos Amazonicos1

EL TUCÁN Y EL PÁJARO

CARPINTERO SE HACEN AMIGOS

Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna

El tucán es un ave trepadora de pico muy grueso y casi tan largo

como su propio cuerpo.

En la selva a todos los niños nos gusta cogerlo porque se domestica

fácilmente y porque tiene un plumaje de colores muy vivos en su

pecho y en su cuello. Con sus plumas hacemos adornos, como

coronas para la cabeza y aretes para las orejas. También las

mujeres tejen lindos collares con las plumas rojas y amarillas del

pájaro tucán.

El pájaro carpintero es un ave trepadora, pero tiene un pico tan

fuerte que, golpeando con él, hace huecos en los palos y en los

árboles. Es un pájaro que trabaja mucho. Este pájaro no sabe

sentarse como los demás pájaros, si no que se prende con sus uñas

y su cola en los palos. El pájaro carpintero es pequeño pero muy

poderoso. Se alimenta de insectos. Con su pico rompe las cortezas

de los árboles buscando los nidos de insectos y se los come uno a

uno. Duerme en los huecos de los árboles que él mismo hace con

su pico y sabe volar fuerte y alto.

Un día, el pájaro carpintero estaba trabajando duro, haciendo un

hueco en lo alto de un árbol, porque quería poner su huevo. En ese

momento apareció volando un tucán. Venía a ver córno el pájaro

carpintero hacía su nido, porque él también quería poner su huevo

y no tenía nido, puesto que él no sabía hacer huecos en los palos. Y

le habían dicho al tucán que el pájaro carpintero sabía hacer muy

lindos huecos. Y los hacía rápido.

Y el tucán preguntó al carpintero:

- ¿Tú sabes hacer huecos?

Y el pájaro carpintero le contestó:

- Sí, mira cómo los hago.

Y siguió golpeando fuerte en el palo. Y el tucán volvió a hablar,

diciendo:

- Cuñado, a míme gustaría tener un hueco asípara poder poner mi

huevo y vivir tranquilo.

Y el pájaro carpíntero respondió:

- Mira cuñado, si tú quieres que te regale mi nido, tú regálame a mí

las plumas de colores que tienes sobre tu cabeza, que son muy

lindas.

Y los dos se pusieron de acuerdo y dijeron:

- Ya. Está bien.

Y el tucán le regaló las plumas de su cresta al pájaro carpintero y

éste le regaló al tucán su nido. Y desde aquel día los pájaros se

hiceron muy buenos amigos.

El pájaro carpíntero se fue un poco triste porque había regalado su

74

Page 73: Relatos Amazonicos1

nido y ahora le iba a costar bastante trabajo hacerce otro hueco

para vivir dentro.

Pero, por otra parte, el pájaro carpintero estaban muy alegre,

porque desde entonces él y sus familiares llevan sobre su cabeza

una linda cresta de colores muy vivos, rojo y amarillo.

El tucán también estaba un poco triste porque había regalado las

bonitas plumas de su cabeza, aunque le quedaban todavía

hermosas plumas en su pecho y en su cuello.

Pero, por otro lado, estaba muy feliz porque ahora tenía un buen

nido y le estaba muy agradecido al pájaro carpintero por su regalo.

Por eso, hasta ahora al tucán nunca le falta su nido.

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Page 74: Relatos Amazonicos1

EL ZORRO Y EL TIGRE APRENDEN A MATAR ANIMALES

Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna

Antiguamente, asínos cuentan los viejos, el zorro no sabía matar

animales. El zorro nunca antes comía carne. Se alimentaba de

hojitas, tallos verdes y frutos.

Un día, el zorro estaba buscando hojas para comer. Siempre

caminaba comiendo hojitas. Asíera su vida. Asípasaba todos los

días del año. Pero ese día, al salir de su casa, se encontró con una

perdiz que estaba parada en medio del camino.

- Voy a probar a matar esa perdiz y comerla.

Asípensó. El zorro se acercó despacio a la perdiz. Sin hacer ruido

el zorro sorprendió a la perdiz. Le cayó encima de un salto. Ahí

mismo la comió.

- ¡Qué rica carne!

Decía el zorro.

- Recién he aprendido a comer carne. Ahora tengo que matar y

comer gallinas, pollos, pavos, patos ... Y de ahíen adelante el zorro

siempre mataba pollos, gallinas, patos y pavos. Y se los comía. Y le

gustaba mucho la carne de esos animalitos. Y luego se iba a una

cueva a descansar y a dormir.

Un día, al salir de su cueva se encontró con el tigre.

- Hola, compadre tigre.

Le saludó el zorro.

- Hola, compadre zorro.

Contestó el tigre.

El tigre tampoco sabía comer animales. Solamente comía hojas de

palos. De hongos siempre se alimentaba. Antes el tigre no sabía

matar como ahora mata. El tigre saltaba ágilmente sobre los hongos

como si fueran animales vivos. Saltaba haciendo ruido con su boca:

- ¡Juum! ¡Juum! ¡Juum!.

Con sus brazos golpeaba duramente a los hongos, los agarraba y se

los comía. Al observar esto, el zorro se le acercó al tigre y le dijo:

- Cuñado,

¿cómo tú,

siendo tan

grande, no

sabes matar?

¿No te da

vergüenza

cómo yo tan

pequeño,

mato animales

y tú, siendo

tan grándazo,

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Page 75: Relatos Amazonicos1

te contentas con comer solamente hongos?

El tigre preguntó al zorro:

- ¿De verdad, amigo zorro, tú sabes matar y comer animales?

El zorro le decía:

- Yo mato hasta por gusto. Vamos allá y te enseñaré cómo matar.

El zorro llevó al tigre. Juntos se acercaron lentamente a un animal

que descansaba echado en el suelo. A ese animal le llamamos

sachavaca. Estaba durmiendo. El zorrito con cuidado se acercó a la

sachavaca, le abrió su tremenda boca y se metió dentro mordiendo,

mordiendo, hasta que mató a la sachavaca. Le sacó un pedazo de

su hígado. Le dio de comer al tigre. El tigre comió con gusto.

Entonces le dice el zorro:

- Ahora ya sabes comer carne. También sabes cómo hay que matar.

Ahora prueba tú solo. Mata algún otro animal. No tengas miedo.

Mata y come. Al día siguiente, el zorro le hizo cazar al tigre un

venado. El tigre sin tener miedo mató al venado. Desde entonces el

tigre aprendió a matar animales sin miedo. Y los comía a todos.

Después del venado, el tigre mató un añuje. Al día siguiente, mató

una sachavaca. Otro día mató un majaz. Asi todos los días mataba

algún animal para comer. Ya nunca más comía hojas, tampoco

comía hongos. El tigre y el zorro se habían hecho muy buenos

amigos. Siempre andaban juntos como hermanos.

Un día, el tigre y el zorro su fueron a defecar a un árbol donde

siempre hacían sus necesidades. El zorro terminó primero de

defecar y se limpió con un palo.

- ¡Vamos ya! dijo el zorro, pero el tigre le decía:

- Espérame, que ya termino. Yo también voy a limpiarme. Búscame

un palito.

Y el zorro por hacer broma le dio al tigre un palo llamado sunkip,

que cuando se toca da mucha comezón.

- Toma, limpiate con este palo -le dijo el zorro. Y el tigre se sobó su

trasero con el palo.

Y le entró una fuerte comezón y se quedó raspándose el trasero.

- ¿Qué te sucede, compadre? le preguntaba el zorro aguantando la

risa.

- Nada, que me da mucha comezón en mi trasero -decía el tigre,

que se rascaba y se rascaba una y otra vez.

-Si quieres yo puedo curarte. Yo tengo un buen remedio para la

comezón, decía el zorro. A lo que el tigre le contestó:

- Por favor, préstame tu remedio, cúrame la comezón.

Y el zorro, siguiendo la broma, le dijo al tigre:

- Párate y sácate la trusa. 77

Page 76: Relatos Amazonicos1

Y el zorro raspaba el trasero del tigre con malicia.

Y de pronto el tigre malició, no le gustó lo que le hacía el zorro y

dando un salto quería matar y comer al zorro. Y el zorro se metió

en un hueco. Y el tigre esperaba y esperaba. Pero el zorro no salía

afuera porque tenía miedo. Y el tigre se fue a una quebrada muy

lejos a esperar al zorro. Y el tigre soñó que el zorro le había hecho

malas cosas y más quería matar al zorro. Y de repente vio que el

zorro venía a lo lejos. Y se escondió detrás de unos palos.

El zorro avanzaba distraído. El tigre le saltó encima y de un

zarpazo le arañó el rabo. El zorro viendo las malas intenciones del

tigre, se metió en otro hueco.

Y cuando, después de mucho rato, el zorro salió otra vez afuera

del hueco, el tigre dio otro gran salto y de un manotazo le arañó

su nariz.

Es por eso que, desde entonces, el zorro quedó para siempre con

su nariz blanca y con su rabo también blanco.

Asílo vemos hasta hoy día.

- De ahora en adelante ya no serás más mi amigo.

Asíle decía el tigre al malcriado zorro. Y de esta forma, el zorro en

adelante siempre se escondía en su cueva y en los huecos que

encontraba en su diario caminar.

Pero llegó un día en que el tigre de pronto se encontró al zorro. Y

el tigre, dando un enorme brinco, le cayó encima de su espinazo.

Y mató al zorro. Toda su carne le comió.

Puro hueso dejó.

El tigre al zorro, por hacer bromas de mal gusto, como a enemigo

mató.

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Page 77: Relatos Amazonicos1

EL ARMADILLO QUE

APRENDIÓ A VOLAR

Antiguamente, al principio de los tiempos, el armadillo era como

persona. Vivía como los hombres. Al armadillo, nosotros que vivimos en

la selva, le conocemos mejor por el nombre de carachupa.

El armadillo, antes tenia su casa como los hombres, comía como los

hombres, tomaba masato entre amigos como los hombres, trabajaba

como los hombres.

Uno de los mejores amigos del armadillo era el gallinazo. El gallinazo,

como tenía alas, sabía volar bien por el aire. Subía fácilmente a las

alturas, donde no había árboles, ni palos ni raíces ni piedras y por allí

podía pasear tranquilo sin tropezarse con nada ni con nadie. Viendo

esto, el armadillo dijo al gallinazo:

- Cuñado, yo también quiero volar como tú y pasear por arriba

tranquilo, como veo que haces tu

El gallinazo, respondiendo dijo así:

- Está bien. Pero te voy a decir una cosa que no debes olvidar. Si tú

deseas volar y pasear por arriba, no lo hagas cuando el sol está

encima y calienta fuerte. Cuando el sol aprieta y te empiece a quemar,

bájate a tierra. Asípodrás volar y pasear como yo hago.

- Estoy de acuerdo, cuñado. Enséñame, pues -contestó el armadillo muy

alegre. Entonces el gallinazo fabricó unas alas y se las puso al

armadillo. Con cera de abeja se las pegó a los costados. Lo empujó

para que volase, y el armadillo, dando un salto y moviendo las alas, se

fue volando a las alturas. Mientras el armadillo volaba tranquilo por el

aire, el sol subía lentamente por el cielo y empezaba a calentar. Pero el

armadillo seguía volando, volando, volando. A las doce el sol estaba

bien derechito. El sol apretaba mucho, quemaba. El armadillo,

olvidando lo que le había avisado el gallinazo, paseaba feliz. De pronto,

la cera de las alas se derritió y las alas se despegaron. El armadillo,

desde bien alto, cayó al fondo de un barranco. Al llegar al suelo, ¡túnk!

resonó en el bosque y el armadillo se hundió profundamente en la

tierra. Entonces, sabiendo esto, asíhabló el gallinazo:

- En adelante, cuando los hombres tengan hambre y salgan a mitayar,

al encontrar un armadillo se dirán: “Vamos a matarlo y a comerlo”.

Y el gallinazo, escupiendo al suelo, aleteando, se marchó a lo alto. Por

eso, desde entonces el

armadillo o carachupa se

esconde debajo de la tierra y

huyendo pasa toda su vida.

Así, nos cuentan los viejos.

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Relato Aguaruna Versión de: J. L. Jordana Laguna

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