Museo de Geología y Museo de Historia Natural

En la entrada del Museo de Geología, es posible ver el esqueleto de una Mamut Imperator,

fue encontrado a 16.6 kilómetros de distancia de la carretera México-Puebla. En un inicio,

este ejemplar fue llevado al Museo de Historia Natural del Chopo, pero el mal

mantenimiento daño el ejemplar por lo que fue trasladado al Museo de Geología y tuvo que

ser reconstruido comparando los restos fósiles con los de otros doce mamutes encontrados

en el país que estaban en las bodegas del Museo de Geología.

La edad de este ejemplar se calcula entre los 7,000 a los 9,000 años de antigüedad y es

considerado de la época del Pleistoceno tardío.

También se puede ver en el museo un ejemplar de un omóplato, una mandíbula y un cráneo

de un mamut fósil encontrado en el Estado de México. Es de la época geológica del

cuaternario y proviene de un Mamut Imperator.

Además, el Museo cuenta con un cráneo y cuerpo mandibular de un mastodonte. Los

mastodontes, hoy extintos, fueron abundantes en otras épocas geológica, alcanzando su

mayor desarrollo hace 10,000 años. Su desaparición fue consecuencia de los cambios

físicos y de las transformaciones climáticas de la corteza terrestre. Los cambios de las

condiciones ambientales del viejo mundo provocó que estos animales invadieran las tierras

americanas a través del paso entre Siberia y Alaska hace aproximadamente 15 millones de

años, logrando sobrevivir hasta el Pleistoceno en todo el continente.

Hay un esquema en el que se muestra que en la época del Mioceno existía el Trilophodon,

el cual evolucionó en Plioceno en el Stegodon, el cual, en esta misma época evolucionó en

el Mamut Imperator y posteriormente, en el Pleistoceno, dio origen al Mastodon, mientras

que en el Holoceno, el Stegodon derivó en el Elephas y en el Loxodonta.

También podemos ver en el Museo de Geología un ejemplar de cuernos de bisonte

encontrada en el Estado de México. Los bisontes de dispersaron, en primer lugar, por

Eurasia y probablemente llegaron a América junto con los elefantes. A pesar de su

capacidad para resistir climas extremos, estos animales no llegaron hasta América del Sur,

sino que llegaron hasta la zona sur de El Salvador.

Los depósitos fósiles de los bisontes conocidos en América provienen de las últimas fases

del Pleistoceno; en el Valle de México, se han encontrado en capas de 10,000 a 20,000 años

de antigüedad.

En este mismo museo se puede ver un caparazón de armadillo gigante, el cual es de la

época del Cuaternario. Durante el Pleistoceno, vivieron desde Estados Unidos hasta

Argentina, pero al final de esta época se empezaron a extinguir hasta su total desaparición.

Una de las características sobresalientes de su carpacho es que está formado por capas

óseas poligonales fusionadas entre sí, las cuales daban el aspecto de un mosaico. Esta

característica los coloca como parientes cercanos de los armadillos prehistóricos.

También es posible ver un cráneo de tigre dientes de sable, el cual se encontró en Nuevo

León y se considera que tiene una edad que varía entre los 45,000 y los 10,000 años de

antigüedad.

Además, en la colección de Museo de Geología, es posible ver una mandíbula de

rinoceronte. En México, se han encontrado restos de rinocerontes en Guanajuato y Jalisco,

en rocas cuyas edades fluctúan entre los dos millones y los 10,000 años antes del presente.

Mientras que en Hidalgo y Sinaloa se han encontrado otros rinoceróntidos.