Robles Gómez Héctor Daniel Resumen 5

ECONOMÍA POLITICA

El capítulo inicia con la fecha en que se inicia la economía política de la comunicación que es en los años sesenta. Primero hace una especie de reflexión sobre el desequilibrio de los flujos de información y de los productos culturales entre los países situados uno y otro lado de la línea de demarcación del desarrollo.

A partir de 1975 la economía política se abre paso a una reflexión ya no sobre la industria cultural sino a las industrias culturales. El paso del plural revela el abandono de una visión demasiado genérica de los sistemas de comunicación. Las políticas gubernamentales de democratización cultural y la idea de servicio y monopolio público afronto la lógica comercial de un mercado en vías de internacionalización, se trata de entrar en la complejidad de estas industrias para intentar comprender el proceso de crecimiento de las actividades culturales por el capital. El desarrollo de una sociedad depende de la evolución de sus estructuras. Paul Baran que coincide con el historiador Inmanuel Wallerstein nos dan una hipótesis sobre la integración mundial que nos dice que el objeto de la historia es el capitalismo en numerosos países corresponde a este esquema y que el desarrollo no es ineludible. Porque más bien es el desarrollo del subdesarrollo a lo que estamos haciendo numerosas regiones del mundo. La unidad del análisis del capitalismo moderno no puede ser la sociedad nacional, sino el sistema-mundo cuyas naciones solo son componentes.

El concepto economía-mundo se define en una triple realidad: un espacio geográfico dado; la existencia de un polo, centro del mundo, zonas intermedias alrededor de este eje central y márgenes muy amplios que en la división de trabajo se hallan subordinado y dependientes de las necesidades del centro. La polarización engendrada por la guerra fría señala la discrepancia que se operan en las ciencias sociales de la comunicación e incita reforzar sus lazos con los grupos e instituciones que son los actores de esta escena social. La visión del espacio internacional como lugar de enfrentamiento entre dos bloques o ideologías, estimula la investigación y desarrollo industrial y militar de las nuevas tecnologías de información y comunicación desde la computadora hasta el satélite, también la investigación funcionalista sobre comunicación internacional.

El imperialismo cultural es el conjunto de procesos por los que una sociedad es introducida en el seno del sistema moderno mundial y la manera en que su capa dirigente es llevada, por la fascinación, la presión, la fuerza o la corrupción, a moldear las instituciones sociales para que correspondan con los valores y las estructuras del centro dominante del sistema o para hacerse su promotor.

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Thomas Guback nos dice que es indispensable el análisis de las estrategias de penetración de las grandes empresas cinematográficas norteamericanas en los mercados europeos desde 1945. Mientras que las aportaciones importantes de Stuart Ewen es una historia del dispositivo publicitario que sigue siendo uno de los pocos estudios sobre las bases de la ideología del consumo asociado a cierta idea de la democracia. Peter Holding nos dice “la crítica radical de las teorías de la modernización aplicadas a la comunicación”. Jeremy Tunstall demuestra que el marco organizativo de los medios de comunicación en el mundo es fundamentalmente norteamericano.

La teoría de dependencia conoce numerosas variantes que dependen de la apreciación del margen de maniobra y del grado de autonomía del que cada nación es acreedora en relación con las determinaciones del sistema-mundo estos autores con sus trabajos provocan la ruptura con la sociología funcionalista en los estados unidos, Pasquali (1963), Schmucler (1974), Capriles (1976), Beltran (1976), Beltrán y Fox (1980). El nuevo orden mundial de la información y comunicación (NOMIC) esta sostenido por el movimiento de los países no alineados, el debate sobre los desequilibrios de los flujos y los intercambios alcanza al conjunto de la comunidad en los años sesenta, dando como resultado la década del nuevo orden mundial de información. Mientras que Mc Bride nos dice en su informe que trata sobre el primer documento oficial emitido bajo los auspicios de un organismo representativo de la comunidad internacional, que reconoce y expone claramente la cuestión del desequilibrio de los flujos y que reflexiona sobre las estrategias que han de ser puestas en marcha para ponerles remedio. Bernard Miege reflexiona sobre la naturaleza de la mercancía cultural e intentan responder a la pregunta: que problemas específicos encuentra el capital para producir valor a partir del arte y la cultura? Refutan la idea, muy estimada por la escuela de Fráncfort, según la cual la producción de la mercancía cultural (libro, disco, cine, tv, prensa, etc.) responde a la única y misma lógica. Para ellos la industria cultural no existe en sí: es un conjunto compuesto, hecho con elementos que se diferencian extraordinariamente con sectores que tienen sus propias leyes.

Patrice Flichy se dedica a analizar esa cultura de oleada, ese continuum de programas en el que cada elemento cuenta menos en sí mismo que por el conjunto de la programación ofrecida, que caracteriza la economía de lo audiovisual. Interesándose tanto por las industrias de Hardware (Continente) como el Software (contenido), el autor aborda la formación de usos sociales de las máquinas de comunicar, la transformación de innovaciones tecnológicas en mercancías renovando así las bases de una historia de las técnicas.

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Dallas Snythe dice que la televisión es un producto de audiencias vendibles a los publicistas y que en el capitalismo contemporáneo la audiencia constituye la forma de mercancía de los productos de comunicación, Nicholas Graham le replica que su situación lleva a un callejón sin salida en lo referente a la dimensión política y cultural de la televisión, tan constitutiva como su lógica económica. El debate era más pertinente cuanto confrontaba dos experiencias y dos modos de institucionalización del medio de comunicación electrónico: el régimen comercial y el servicio público, en un momento que en Europa se anunciaban los primeros signos de liberalización y privatización de lo audiovisual. Las obras que consagraron la nación global son: War and Peace in the Global Village, de Marshall McLuhan y Between Two Ages, America´s Rloe un the Technotrinic Era, de Zbigniew Brzezinnski. Las ideas centrales de la obra de Marc Uri Dorat que fue publicado en 1977: reparte la información en tres categorías fundamentales, la información finanzas, seguros, contabilidad, y el conjunto almacenado en bases y bancos de datos, la información cultural y la información del conocimiento o el conjunto de saberes.

Simón Nora y Alain Minc inauguraron el termino telemática, proponen contar con la nueva tecnología para salir de la crisis económica y política calificada de crisis de la civilización, gracias a un nuevo modo global de regulación de la sociedad entera debería recrear una ágora informativa ampliada a las dimensiones de la nación moderna y dejar florecer el desarrollo de la sociedad civil.

Ellul insistía en el hecho de que la técnica que había pasado de la condición de instrumento a la creadora de un medio artificial, se convertía en un sistema gracias a la conexión intertecnica posibilitada por la informática. Según él era urgente reflexionar sobre la función social que la técnica había asumido.