Revista Árula 4

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Nº4 Enero 2013 ¡Escápate del aula! Sueños compartidos Recarga tus baterías

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Revista de los alumnos y profesores del colegio Árula.

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REVISTA ÁRULA Nº4 Enero 2013

Forjadores de sueños

¡Escápate del aula!

Sueños compartidos

Recarga tus baterías

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CONTENIDOSEnero 2013

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005 Colegio

005 EDITORIAL:Forjadores de sueños

006 PSICOÁRULA:

Sueños

008 Infantil

ARTÍCULOS

008 Eco-arte para todas las edades

012 Reflexiones de una

maestra

016

024

008

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016 Primaria

ARTÍCULOS

016 ¡Escápate del aula!

022 Secundaria y Bachillerato

ARTÍCULOS

022 Sueños compartidos

024 ¡Fuegoooo!

RINCÓN LITERARIO:

028 El último TIC-TAC

012

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REVISTA ÁRULA

STAFFCONTENIDOS:

Responsables de contenidos:

Sagrario Medina y Lourdes Pindao

ARTE

Diseño y Maquetación: Lourdes Pindao y Sagrario Medina

Fotografía: Manuel Ávalos, Carlos Gª Fiestas

Ilustración: Elvira Conti

Colaboran en este número:

Enrique Costalago, Nuria Molleja, Carlos Díaz, Tania Aparicio, Jorge Romero, Vanessa Orgaz, Raquel Montano, Elena Ceballos, Raúl Bermejo y profesores de todas las etapas.

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Editorial

Sin los sueños el mundo sería un lu-gar sombrío, triste y sin expectativas. Precisamente por eso, la diferencia entre las personas y los grandes hombres ra-dica en el esfuerzo por alcanzar sus sue-ños: los hombres que mueven y cambian el mundo son aquellos que luchan con más ahínco y perseverancia por alcan-zarlos. Aquellos que no sueñan con algo, permanecen inmóviles, sin dirección y nunca cambiarán nada.

La búsqueda de “ningún lugar” no tiene sentido, lo importante no es el destino, lo importante es el camino y no dejar de mi-rar a donde queremos llegar.

Nosotros, como educadores, intentamos avivar la llama para que sigan forjando sus sueños.

Forjadores de sueños

Enrique Costalago, Director

No se puede entender la vida sin sueños, NO.

Los sueños son un misterio que no ha dejado de preocupar al ser humano a lo largo de la historia. Los dioses hablaban a través de ellos creando un punto de en-cuentro entre la fantasía y la verdad. ¡Qué socorrida es la mitología!

En realidad, cuando dormimos, recupe-ramos las energías perdidas durante el día, esas que, paradójicamente, hemos gastado en perseguir nuestros sueños.

“Soñar despiertos”, tener ilusiones y ha-cer realidad nuestras quimeras nos per-mite avanzar, aunque el camino no siem-pre sea agradable o seductor.

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6 Ilustración: Elvira Conti, 1º Bach A

Recarga tus baterías

Jorge Romero, Dpto Orientación.

Pensamos que las actividades más importantes se desarrollan mientras estamos despiertos, sin ser conscientes de que hay procesos esenciales para nuestra salud que ocurren durante el sueño. Dormir se impone como una función primordial: no solo determina nuestra supervivencia, sino también nuestra capacidad de aprendizaje, y de adaptación al medio natural y social.

“Los sueños son a menudo experimentos seguros para preparar la manera de sobreponerse a un futuro que puede provocar ansiedad” Cartwright, 1978

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Psico-Árula

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que volamos, que nos desplazamos en el tiempo y en el espacio, o encontrar la solución de a problemas que nos venían atormentando durante mucho tiempo. En este sentido, cada vez es más fre-cuente que artistas, científicos o técnicos busquen liberar la creatividad a través de los sueños, y encontrar así nuevas ideas en las que inspirarse para sus trabajos. Sirva de ejemplo los casos de Albert Eins-tein quién soñó que viajaba en un trineo a la velocidad de la luz, influyendo en el desarrollo de la Teoría de la Relatividad, y el premio Nobel en Física Neils Bohr que tras soñar con caballos galopando le dio una pista sobre la composición de la es-tructura atómica.

No hay evidencias científicas que aporten información sobre cuál es la función de los sueños, pero se reconoce que entre sus funciones principales se encuentra el permitir ajustar nuestras emociones, ya que permite revelar de forma encubierta preocupaciones y sentimientos, al igual que protege el sueño a pesar de la acti-vación fisiológica del cerebro. Detrás de los sueños existe una simbología donde se van a expresar deseos y conflictos disfrazados, que ha de ser interpretada para conocer su verdadero significado.

El sueño repara, facilita el aprendizaje, nos permite descansar, aliviar tensiones emocionales o solucionar problemas presentes y futuros. Por todo ello es ne-cesario respetar las horas de sueño, sa-biendo que para cada edad la cantidad de sueño es diferente.

Tener una buena higiene en el sueño nos ayudará a sentirnos despiertos, relajados y preparados para la actividad diaria, por lo que nuestro rendimiento y percepción de capacidad será mayor en todas aque-llas tareas que abordemos desde el es-tudio o trabajo, hasta actividades de ocio

personal.

¿Quién no ha escuchado alguna vez que podemos aprender algo mientras dor-mimos? Tal fenómeno, aunque no es del todo cierto, posee una verdad incuestio-nable: el sueño es nuestro “procesador de datos”, un gran sistema de clasifica-ción de archivos que se pone en marcha para seleccionar las cosas importantes, permite que queden almacenadas y des-carta aquellas que no tienen valor.

Nuestro reloj interno, que se organiza en ciclos de 24 horas, determina la cantidad de sueño que necesitamos diariamente. Si no descansamos lo suficiente, nues-tro rendimiento se verá afectado cuando estemos despiertos. La falta de sueño se puede manifestar con falta de atención al trabajo y despreocupación. Mientras dormimos debemos pasar por la fase de sueño profundo y la fase REM. Si se nos despierta mientras estamos en sueño profundo a la mañana siguiente nos sentiremos cansados y con falta de vitalidad, mientras que si nos despiertan durante la fase REM nos sentiremos ner-viosos, irritables, con dificultad para con-centrarnos. Hay que resaltar por tanto, que descansar de forma correcta resul-ta imprescindible para poder desarrollar nuestras actividades cotidianas de la for-ma más eficaz.

En ambas fases ocurre uno de los fenó-menos que despierta gran interés para todos nosotros: los sueños. Mientras que en la fase del sueño profundo los conte-nidos de los sueños suelen presentar un carácter lógico, muy parecido a los con-tenidos que ocupan nuestro pensamien-to mientras estamos despiertos y cons-cientes, en la fase REM los sueños son visuales, fantásticos y carentes de relación o explicación lógica.

Durante esta fase no se tienen en cuenta ni el tiempo ni el espacio, y las leyes que ri-gen nuestro pensamiento racional dejan de estar presentes. Así, podemos soñar

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Un año más seguimos trabajando desde Ecoescuela y este curso contamos con el apoyo de los profesores de Creatividad Plástica.

Esta materia pretende favorecer la estimulación de nuestros alumnos de infantil y, a su vez, conseguir que sean ellos los creadores de las distintas producciones. Para ello no se utilizan materiales comprados, sino que hemos apostado por otros objetos que tenemos a nuestro alrededor, a los que podemos dar uso, y conseguir así nuevas creaciones.

Raúl Bermejo - Ecoescuela - yNuria Molleja, Jefa de estudios de Infantil

Eco-Arte para todas las edades

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Una garrafa convertida en un conjunto de ramas de árboles de navidad, adornos navideños elaborados con tetinas reutili-zadas de los bebés, maravillosos y colo-ridos árboles de navidad creados con CD de música que ya no suenan… Todo ello conseguido con la valiosa colaboración de todos vosotros, LAS FAMILIAS.

Es importante educar y favorecer el crear, pero sin olvidar algo que es igual de importante: el cuidar y respetar. La educación artística se concentra en el de-sarrollo de las experiencias sensoriales. Cuando un niño se identifica con su traba-jo, aprende a entender y a apreciar las co-sas que le rodean, a respetar su entorno

más cercano y surge en él una actitud de compromiso con el mismo.

Darle al niño la oportunidad de crear cons-tantemente con sus conocimientos, sin coartarle, es la mejor manera de incentivar su función creadora, y es en la etapa de educación infantil donde se conformarán estructuras de pensamiento inamovibles que le acompañarán durante el transcur-so de su vida. Los niños pequeños hacen arte para conocer, investigar y experimen-tar, por lo que el arte les permite descubrir y explorar el mundo. Unas veces, el proceso, solo es una sensación pegada a los dedos, pero otras el misterio de la manipulación y la mezcla de materiales y colores añade

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multitud de percepciones sensoriales.

Hemos conseguido que nuestros alumnos disfruten del contacto directo con los mate-riales que nos ofrece nuestro entorno y los han mezclado consiguiendo con ello una explosión de colores que les ha cautivado.

Cada representación artística infantil, indica los sentimientos, el desarrollo físico, las apti-tudes perceptivas, la capacidad intelectual, los factores de la creatividad, el gusto esté-tico y el desarrollo social del niño.

“La educación artística debe ser, antes de nada, la educación de la espontaneidad es-tética y de la capacidad de creación que el

niño manifiesta. Menos aún que cualquier otra forma de educación, no puede conten-tarse con la transmisión y la aceptación pa-siva de una verdad o de un ideal completa-mente elaborado: la belleza, como la verdad, no tiene valor sino es recreada por el sujeto que la persigue.”

Jean Piaget, Psicólogo.

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Vanessa Orgaz, Maestra Infantil 3 años

Reflexiones de una maestra

Una mañana de sábado otoñal, en la que apenas he desconectado pensando y ordenando en mi cabeza las miles de ideas que quiero llevar al aula, hago balance de este primer trimestre de adaptación.

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A los niños de infantil les dedico mi jornada lectiva, pero también muchas horas de tra-bajo “oculto” preparando los proyectos, las clases, buscando recursos …

Ya sabéis ¡Somos profes 24 horas!. Si va-mos por la calle y vemos unas cajas de cartón, en nuestro cerebro se empiezan a crear castillos medievales, tipis indios, o in-cluso grandes rascacielos.

Hoy estoy preocupada. Me quedo perple-ja al observar el cambio que experimentan nuestros niños año tras año. Nunca hay dos grupos iguales, cada uno tiene sus peculiaridades, sus inquietudes, diferentes aptitudes y actitudes.

Las cuatro compañeras de 1º de Ed. Infantil coincidimos en que algo está ocurriendo y no dejo de pensar en que nosotros, papás y maestros, somos los responsables. Vivi-mos en una sociedad cambiante, donde se vive al segundo y no tenemos tiempo para nada y a veces es necesario pararse un minuto, el minuto que os pido para ha-cer una reflexión sobre nuestros niños.

Hemos observado que en nuestras aulas hay niños que con 3 años utilizan el teléfo-

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no móvil, la tablet, o el ordenador de clase mejor que muchos adultos. Por eso nues-tro centro está preparado para trabajar es-tas demandas. Destinamos un número de horas a trabajar las TIC´S, tenemos pizarras digitales en las aulas y salas de informática.

Lo curioso es que estos mismos niños, que son maestros para sus propios padres en la utilización de nuevas tecnolo-gías, no saben subirse o bajarse el panta-

lón para hacer pis, o vestirse y desvestirse para ir a la piscina. Otros incluso no saben limpiarse al estornudar.

La tecnología es importante, sin duda, pero ¿Ayuda a nuestros hijos a ser seres autó-nomos, capaces de vestirse o limpiarse cuando van al baño?. Solicitamos más ho-ras de conversación en inglés,pero no estamos prestando atención a normas tan importantes como aprender a

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estar sentado, respetar el turno de palabra o relacionarnos con los compañeros.

Descubrimos que, en un aula, las palabras más pronunciadas son: “ayúdame tú que yo no puedo”. - ¿Cómo que no puedes? No lo has intentado. Es triste pensar en la posibilidad de que nadie le haya enseñado a intentarlo. ¡No tenemos tiempo de ense-ñar a nuestros propios hijos!

Todos somos modelos de conducta y for-mamos parte de su vida y su educación y por ellos debemos trabajar de manera coordinada. Queremos que nuestros niños sean autónomos, que tengan empatía y la suficiente autoestima como para sentirse capaces, incluso, de tolerar la frustración. No importa que no sean buenos en todo, lo importante es que sepan que son espe-ciales por ser como son, con la valentía de levantarse cada vez que tropiezan.

Nosotros no podemos vivir su vida, pero sí podemos ir de la mano acompa-ñándoles en su camino.

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Otro lunes al cole y ya sabemos lo que nos espera: abre el libro, saca el cuaderno, ejercicios del dos al siete, enunciados en bolígrafo azul, esquema de las páginas veintiuno y veintidós… ¿Es esto acaso lo que me espera los próximos nueve meses?

¡Ni lo pienses!

¡Escápate del aula!

Carlos Díaz,Jefe de estudios de Primaria

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El colegio Árula ofrece a sus alumnos todo un abanico de actividades que complementen su formación, a través de una propuesta que aporte matices lúdicos a la vida en el centro. Para ello, además de las excursiones programa-das para cada uno de los niveles edu-cativos y directamente relacionadas con las programaciones de los mis-mos, hemos diseñado un calendario de eventos en los cuales, tanto niños como familias están invitados a partici-par de una manera diferente del día a día dentro del colegio.

¿TRUCO O TRATO?

Hemos de reconocer que en el cole-gio Árula nos encanta dar la bienveni-da al mes de noviembre, celebrando a lo grande la jornada más terrorífica del año. Por eso, todos nos disfrazamos el día 31 de octubre con nuestras ropas más monstruosas y dedicamos la tarde a realizar multitud de actividades aterra-doras entre risas y algún que otro grito: trick or treat, maquillaje facial, taller de máscaras, juegos tenebrosos, talleres de cocina visceral, cuentos de miedo…

Pero lo que realmente marca a los chi-

cos son los 10 minutos de auténtico infarto dentro de nuestro Pasaje del Terror, ambientado este año en un hospital de los horrores. Sólo los más valientes pudieron enfrentarse a sus miedos y atravesar los lúgubres pasillos de nuestro sanatorio plagados de pe-sadillas en cada una de sus dependen-cias.

CROSS SOLIDARIO 2012

Era difícil superar el tremendo éxito de nuestro Cross Solidario del año pasado, coronado con la multitudinaria paella que organizamos al finalizar en el patio del colegio.

Este curso hemos decidido adelantar la fecha de la popular competición a prin-cipios de noviembre, para coincidir con el comienzo de la temporada de carre-ras populares de la Federación.

Aunque más abrigados que en la an-terior edición, de nuevo ha supuesto un lugar de encuentro fantástico para profesores, alumnos y familias con el inmejorable telón de fondo que supone unificar solidaridad y deporte para dar sentido a esta gran fiesta.

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Con más de doscientos participantes en total divididos en cada una de las 6 categorías, el Cross Solidario de este curso se ha convertido de nuevo en una alternativa fantástica, para disfrutar juntos de la jornada del domingo, com-pletada en esta ocasión con una taza de caldo y un guiso de patatas con carne que recuperaban al más ex-hausto de nuestros corredores.

CONCURSO DECHRISTMAS Y BELENES

Vista la buena acogida que tuvo el Be-lén que montamos entre todos los gru-pos de Primaria el pasado año, este curso nos hemos lanzado a participar en el certamen de la Fundación Reale: El Belén de mi Colegio. Para ello hemos confeccionado un Belén que estará ex-puesto en la entrada del centro durante los días previos a las vacaciones en el que han tenido participación todos los cursos de la etapa de Primaria, desde las estrellas los más pequeños de 1º, hasta las casas y castillos de los chicos y chicas de 6º.

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Igualmente hemos querido comple-tar esta actividad con un concurso de christmas navideños cuyos ganadores podéis ver junto a estas líneas. Seguro que os sonarán porque son los diseños con los que os hemos felicitado las fies-tas este año.

TORNEO BALÓN PRISIONERO

Otro clásico bien asentado en la cultura popular del colegio es el Torneo de Ba-lón Prisionero organizado por el depar-tamento de Educación Física.

Tiene lugar los días previos a las vaca-ciones y se ha convertido en un punto de encuentro para todas las clases del ciclo que compiten durante una tarde para divertirse y, ya aprovechando, de-cidir qué equipo juega más compene-trado y logra alzarse con el trofeo en este popular juego.

¿Lograrán los ganadores del año pasa-do revalidar su título o se alzarán nuevas

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estrellas este curso para pelear por tan preciado galardón?

FESTIVAL DE NAVIDAD

Y para ponerle el primer punto y segui-do a este año escolar, despediremos el trimestre con nuestro Festival de Navi-dad. Niños y niñas de todos los cursos han convertido las aulas, los pasillos, las salas de psicomotricidad, los halls e in-cluso los patios, en improvisados es-cenarios en los que practican a diario las actuaciones que, con tanta ilusión, lucirán el penúltimo día de clase antes de tomarnos nuestras merecidas vaca-ciones.

Como ya es costumbre, tuvo lugar el día 20 de diciembre en el salón de actos del centro, con tres horarios diferentes para cada uno de los ciclos. Fuimos testigos durante la jornada de la faceta más ar-tística y desenfadada de nuestros alum-nos, que seguro pusieron todas las ga-nas del mundo para repetir los éxitos de cursos anteriores.

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La realización de este pequeño artículo me ha hecho mirar hacia atrás y valorar todo lo conseguido en los pocos años de vida de Árula. El camino andado has-ta ahora en Secundaria está lleno de sueños cumplidos…

Comienzo nombrando el sueño que cualquier docente de Árula valora por encima del resto: Nuestros Alumnos del Cole. Durante los primeros años el alumnado del colegio era muy dispar, esta situación supuso un reto para el profesorado que trabajaba por conso-lidar el aula. Hoy podemos afirmar que, la gran mayoría de los alumnos, siente el cole como suyo, conocen a los pro-fesores y los compañeros se han con-vertido en amigos.

Una parte muy importante de la tarta Árula son las porciones de proyectos que, gracias a la ilusión de docentes y a la implicación de padres y alumnos, se han ido instaurando como propios del centro: Carrera solidaria, Baile de No-chevieja, Fiesta de verano, Carnaval, Festival de música...

Finalizo con los sueños materiales, y no por ello menos importantes, consegui-dos gracias al esfuerzo de las familias del cole. En mi primer año como do-cente en el colegio, recuerdo el olor a pintura de aulas casi vacías, los restos de yeso en el suelo y las pizarras verdes recién instaladas. Actualmente nues-tras aulas están dotadas de materiales auxiliares (tablón de anuncios, armarios

Tania Aparicio,Jefa de estudios de Secundaria

Sueños compartidos

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o taquillas) y sobre todo de pizarras digitales en todos los cursos de ESO y bachillerato; las clases se hacen más amenas y eficientes, pues los con-tenidos creados por el profesorado o el alumnado se pueden exponer directa-mente a través de ejercicios multime-dia, problemas interactivos, reportajes u otros formatos.

Los espacios actuales nada tienen que ver con los iniciales: laboratorios a ple-no rendimiento, talleres de plástica o tecnología completos de instrumental y material, aula de dibujo propia para el alumnado de bachillerato, salas de in-formática perfectamente equipadas, piscina, y rocódromo.

Hoy miro desde la ventana. Son las 14:15 h y están ensayando los alumnos de teatro de secundaria; un grupo de adolescentes practica natación antes de la hora de la comida y muchos otros realizan alguna actividad extraescolar o están inmersos en el torneo de fútbol en el patio. En una hora comienzan las cla-ses y el pequeño mundo en Árula sigue girando. Solo tengo palabras de gra-titud hacia las familias que hacen que esto sea posible y hacia el excelen-te equipo de profesores que trabaja día a día para que los sueños del presente y del futuro se sigan cumpliendo.

GRACIAS.

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¡Fuegoooo!

El sueño de cualquier docente es sentir que sus alumnos están implicados y se sienten motivados por la asignatura. A través de diferentes talleres, que aportan ese lado científico y empírico a la asignatura Historia, les ayudaremos en su aprendizaje. Les mostraremos el lado lúdico y divertido de la enseñanza y satisfaremos su curiosidad acercándoles situaciones muy lejanas para ellos en el tiempo.

Los alumnos de 1º de ESO serán los protagonistas.

Raquel Montano, Dpto. de Humanidades

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¿Cómo demonios podían hacer fuego sin cerillas?

Hacer fuego como lo hacían en la Prehistoria, no ha sido nada fácil. Utilizamos un montoncito de paja, una piedra de pirita y una piedra normal. Lo cierto es que finalmente tuvimos que cambiarla por una varilla de hierro, hacerlo con la piedra nos resultó real-mente complicado.

Durante los cuatro días previos a la presentación a los niños, Raquel Mon-tano, profesora de Historia en 1º de ESO y yo mismo, lo intentamos en di-ferentes lugares pero sin éxito. Poste-riormente decidimos ponerle un poco de algodón a la paja y ¡voilá! FUEGO.

Cuando llegó el día “D”, ya con público, me puse un poco nervioso por si no nos salía y los niños se sentían decep-cionados. Llegó la primera clase, me puse a ello, y lo conseguí. Después dejamos que fueran los alumnos quie-nes lo intentaran y esto les encantó. Ninguno de ellos consiguió hacer fue-go pero pusieron todo su empeño en ello.

Definitivamente creo que todos he-mos aprendido un par de cosas: los hombres de la Prehistoria te-nían muchas dificultades para poder subsistir y ser ``profesor´´, en ocasiones, es muy divertido.

¿Conocéis el “efecto venturi”?

Pintar como hacían en la Prehistoria ha sido toda una aventura. He de ad-mitir que este taller me resultó mucho más fácil que el anterior pero, aún así, no ha estado exentó de dificultades. Hemos tenido que medir la cantidad de pigmentos en relación con el agua y para colmo, mis compañeras, que se supone que debían ayudarme, me dejaron solo pintando con el “efec-to Venturi”. No querían mancharse la ropa. ¡Yo lo hice varias veces y no me manché!

Pusimos a los alumnos de dos en dos, de tal modo que se pintaran las manos el uno al otro. Mientras lo ha-cíamos, varios profesores e incluso nuestro director, Enrique Costalago, se ofrecieron para que les pintásemos las manos. Éstas quedaron marcadas en nuestro mural con sus nombres.

Mientras unos pintaban, los otros de-bían mirar lo que hacían y, en ocasio-nes, los chicos ser revolucionaban un poco. Siento que no todos quisieran participar en el taller, por eso de man-charse, pero a pesar de todo lo pasa-mos muy bien.

Sergio López Besalduch, Alumno 4º A

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Me preguntaba cómo todas las chicas de mi clase tenían novio menos ella, para mí era realmente guapa: sus largos cabellos dora-dos le caían por la espalda como una cas-cada, y aunque no te sonriera con la boca, la mayoría de las veces lo hacía con sus precio-sos ojos verdes. Hacía mucho frío y todos echamos a correr para resguardarnos entre las calientes pare-des de la escuela.

Entre Alice y yo dejamos a todos mis herma-nos en sus respectivas clases y nos dirigimos hacia la nuestra. Las clases se nos hicieron eternas, y cuando por fin llegó la hora de irnos todos dimos un suspiro de alivio.

Todos juntos volvimos a casa, donde nos es-peraba una sorpresa que tiempo después íbamos a lamentar.

Nada más entrar, me di cuenta de que ocu-rría algo raro, no olía a comida como todos los días y el fuego de la chimenea estaba apagado.

Entré y vi a mi madre tumbada en el peque-ño diván y con la cara muy pálida, el médico estaba auscultándola. Rápidamente le pre-gunté qué la ocurría y me contestó que ne-cesitaba medicación rápidamente o moriría en menos de un mes, y acto seguido me dijo lo que costaba el medicamento.

Por el rabillo del ojo vi a Alice diciéndole con lágrimas al doctor que no teníamos ese dine-ro, y a éste no se le inmutó la cara y salió por la puerta diciéndole a mi madre que esperaba que se mejorase pronto.

Alice se llevó a los pequeños a la cocina y les preparó un caldo. Mientras, yo subí las esca-leras y cogí de mi habitación una almohada y una colcha para acomodar a mi madre; que me miró a los ojos con lágrimas, y me abra-zó de una forma de la que solo abrazan las madres.

Cuando llegué a la cocina evité la mirada de Alice y me bebí mi caldo rápido.

En apenas unos segundos mi mundo se ha-bía desmoronado más de lo que ya lo estaba anteriormente.

Por la noche mientras todos dormían ideé un plan y me propuse llevarlo a cabo así que me

El último TIC-TAC

Hola, me llamo Jack y vivo en una isla al norte de Irlanda, por lo general, hace mucho frio. Os voy a contar mi historia:

Aquella mañana del 20 de diciembre era ex-tremadamente fría. Me levanté perezosa-mente y miré el pequeño reloj de mi difunto padre.

Las 7:05h, sabía que si no me daba prisa lle-garía otra vez tarde.

Abrí el armario y rebusqué en los cajones la ropa que me iba a poner: unos pantalo-nes de pana viejos con un roto en la rodilla, una camiseta roja que patrocinaba a Coca-Cola y la antigua camisa verde de mi padre. Rápidamente me lo puse todo y lo acompa-ñé con unos gruesos calcetines de lana con un tomate en el dedo gordo y mis desgasta-das botas de montaña.

Mirando de nuevo el reloj me acerqué al ba-rreño de agua que había al lado de mi des-vencijada cama y con las manos hice un cuenco para lavarme la cara. Bajé corriendo a la cocina donde esperaba sobre la mesita de madera un vaso de leche.

Mis hermanos: Noah, Billie, Charlie, Alice y Jack estaban ya poniéndose los abrigos, go-rros y bufandas.

Le dije buenos días a mi madre y deposité sobre su mejilla un suave beso, a lo que ella me contestó con otro. Me senté en una de las dos sillas de la mesa y cogí el vaso, todos los días desayunaba lo mismo, y me pregun-taba porqué si tomaba tanto calcio todos los días, no era tan alto como aquel jugador de baloncesto tan famoso.

Cuando acabé me puse mi abrigo y eché a correr para alcanzar a mis hermanos, que iban todos agarrados de las manos de mi hermana Alice, en una pequeña cadena.

Paula Pacheco 1º A

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empecé a vestir sin hacer nada de ruido, es-tábamos a cinco grados bajo cero por lo que me abrigué realmente bien.

Bajé a la cocina y rebusqué en uno de los cajones de madera hasta dar con un lápiz y escribí en un papel una nota para Alice por si se despertaba diciéndole que volvería antes de que se despertase.

Salí de casa y me acerqué al quiosco más cercano; y nada más entrar el calor de la instancia me invadió inmediatamente. Pedí hablar con el jefe, y me extrañó que todavía estuviese abierto, pues eran las dos de la madrugada. Tras cinco minutos que a mí me parecieron una eternidad, apareció el jefe. Le conté mi historia y le pregunté si por ca-sualidad tendrían un trabajo para mí. El jefe se compadeció de mí, y me dijo que si durante una semana repartía todos los periódicos por la noche, al acabar la semana me entregaría la cantidad de dinero acordado.

Acepté, y me puse a trabajar enseguida. Nada más salir del quiosco, un aire helador me paralizó, pero me dije a mí mismo que la vida de mi madre corría peligro y continué con la aventura.

Me recorrí toda la ciudad dejando delante de cada puerta el periódico que por la mañana cada familia recogería. Y cuando acabé, volví al quiosco y le enseñé a mi jefe que había re-partido todos los periódicos y había cumplido con mi trabajo de aquella noche.

Cuando llegué a mi casa, subí con sigilo los escalones y cerré la puerta de mi habitación. Miré el reloj de mi padre y me quité rápida-mente la ropa. Era muy tarde. A las siete me tendría que despertar y apenas me quedaba una hora y media para dormir. Dormí como un tronco, y a las siete me desperté. Bajé a la cocina, tomé mi vaso de leche de todas las mañanas y acompañé a mis hermanos al colegio.

Alice me preguntó si había dormido bien por-que notó mis ojeras, y yo le contesté que no era nada importante.

Aquella mañana no estaba pendiente de las clases y varias veces me llamaron la aten-ción mis profesores.

Cuando llegué a casa con mis herma-nos, mi madre estaba más pálida que el día anterior y el miedo me inundó por dentro. La dejé dormir en el salón y me apresuré a ir a la cocina, donde mi her-mana había preparado una buena en-salada.

Esta noche no hubo luna. Iba con mie-do, pues no sabía dónde iba, pero aún así conseguí llegar sano y salvo al quios-co. Repetí la operación de la noche an-terior, aunque sabía que cada día que pasaba me encontraba peor. Pero no pensaba en eso, solo pensaba en con-seguir el dinero para darle la medicina a mi madre.

El jueves por la noche, cuando volvía a casa después de repartir todos los pe-riódicos, me encontré un globo engan-chado a un árbol y escribí una nota en un papel para enviárselo al cielo: “He tenido una semana de aventuras y he descubierto que soy noctámbulo, pues todas ellas han pasado de noche”. Y sonriente, lo dejé ir.

Al día siguiente, en el primer recreo, me miré en el espejo del baño de los chicos y me di cuenta de que había adelga-zado visiblemente y tenía unas ojeras demasiado marcadas como para ser reales. ¡Me asusté, pues ya no me reco-nocía a mí mismo!

Cuando íbamos todos camino de casa, miré el reloj de mi padre y, sonriente, al llegar a casa entregué el medicamento a mi madre, que me miró con lágrimas en los ojos.

Argumentando que estaba muy cansa-do, me subí a mi habitación y me acosté en la cama. Tenía demasiado frío y em-pecé a soñar que estaba en un lugar donde, además de vasos de leche, ha-bía bollos para desayunar, y donde no existía el frío ni los medicamentos caros.

Y justo en el momento en el que el reloj de mi padre daba su último tic-tac, caí dormido en un feliz sueño del que ya no despertaría nunca más.

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COLEGIO ÁRULA ALALPARDOC/ALCALÁ, 23

ALALPARDO 28130 (MADRID)TLF.: 91 620 51 98

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