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Edición quincenal. Martes 17 de Mayo del 2011

Es esta edición:

Arroja tú la primera piedrapag2

Jugando con perrospag4

La práctica de robarpag6

¿Donde están?pag8

Sobre la violencia revolu-cionaria y el reformismo

moral en la sociedadpag�2

Alientopag16

Borges y la histeria de la historiapag18

Las problemáticas sociales, se hacen cada vez más múltiples e incomprensibles. Formando diversas corrientes sociales que sepa-radas luchan por causas distintas, dando a entender que la causal de aquellos males a atacar, son excepciones. Fallas del sistema, que desde una postura ciudadana y constitucional se pueden mejorar,

sin alterar el orden. Iniciativas como “Un techo para chile”, “Teleton”, “Geenpeace”, “Legaliza tus derechos”, “World vision” y un sin fin de instituciones fundadas en nada mas que contener de forma pacifica y rentable el descontento. Ante los ojos del sentido común, perte-necer a uno de los grupos recién nom-brados es participativo, y sus integran-tes son tratados de activistas. Hay quienes conciben las mismas pro-blemáticas, como consecuencias de un

modelo económico, que genera proble-mas a la salud, al medio ambiente y que cuarta practicas culturales. Es decir, se en-tiende una causal común entre todos los

problemas ya nombrados, y la solución esta en acabar con la causa y no con el síntoma. Esta última visión es la división entre la voluntad ciudadana y voluntad de querer subvertir eter-namente el orden. Cuando se tiene en mente que la causal de los males es una sola,

se tiene en mente entonces una Revolución, un quiebre social,

un shock que volverá todo a su estabilidad y equilibrio. ¿Resulta tan ridículo pensarlo, que es incomodo

hasta escribirlo?, y es que la opinión publica (opinión condi-cionada por los medios de comunicación, masiva.) volvió

Arroja Tú, “Sobre el derecho a la rabia.”

La Primera Piedra.Por: Pank Attak

po y sin alterar el orden. In

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equilibrio. ¿Resulta tan ridíchasta escribirlo?, y es que la

cionada por los medios d

¡Disparad! 2

absurda esta palabra, y la manoseo hasta volverla una tontería, a los oídos de nosotros los mortales. Siendo que posiblemente el real sen-tido, de tornar ridículo el hecho de pensar una revolución tiene sus raíces en el miedo. Así es. Es terror a pasar a llevar el “Orden”, del cual hablo diego portales, el orden del estado. Ese que no se toca, y jamás se cuestiona. ¿Acaso no es dictadura una democracia? En democracia, los únicos dueños, amos y señores del uso legítimo de la violencia es el Estado, porque solo por este medio se resguarda la seguridad del orden. Y es por esta razón, que la legitimidad desde el aspecto jurídico y mercantil, ampara la fragmentación de las proble-máticas. Con el fin evitar que estas confluyan en una sola voluntad de cambiar lo impuesto, y lo molesto. Toda esta patraña, se fundamenta en contener el descontento, y la irascibilidad causada por las inmensas frustraciones de la vida, de el no poder estudiar lo que se decea, el no poder consumir lo que se quiere. Y se sataniza la violencia, cuando esta en realidad es un impulso tan humano y biológicamente legitimo como el amor. Maquiavelo, en uno de sus textos reflexiona que al ciudadano se le aplica el derecho, y al enemigo la guerra. Dando a entender, que para abatir al enemigo, no hay medida ni moderación, si no que solo existe la eminencia del orden.

“Un conjunto de ciudadanos chilenos,

que comparten una ideología, que es el

anarquismo, están en contra de la forma

en que nosotros, como país y el mundo

en general se desarrolla, que han opta-

do por, lo que ellos la denominan, “una

guerra”. Que utilizan un mismo sistema de hacerlo que es poner explosivos en

lugares, que para ellos reflejan emble-

máticamente todo aquello que despre-

cian”

Rodrigo Hinzpeter:

Ministro del interior, comentario emitido

el 2011 enmarcado en el contexto del caso

bombas.

¡Disparad!3

¡Disparad! 4

¿Cuanto tiempo pasamos encerrados? Empecemos del principio.Mi primer recuerdo se remonta a la portería de un jardín escolar, me veo de pie y llorando porque no quiero estar ahí, la rejita que sostenía mi llanto, se parecía al corral que mi padre me construyó con mucho esfuerzo, estructura de donde me escapaba trepando cada vez que la oportunidad se presentaba, ¿Por qué siempre volvía a entrar?, creo que era mi madre, la que fastidiada por mi presencia, me devolvía al espacio construido solo para mi. ¡Que afortunado era!Hasta ahora solo me recuerdo arrinconado por maderas astilladas, clavos, pin-tura, juguetes, y mi madre. Desde el portón del jardín escolar veía a los perros jugando en la calle, que-ría ser como ellos por solo unos segundos, pero la compuerta era demasiado fuerte.Cuando cumplí una pactada edad, me recluyeron en una cosa que le llamaban Escuela, lugar también construido con rejitas y ladrillos, pero ahora los muros eran hermosamente adornados por puntas gruesas y filudas, desde aquí, mien-tras el profesor hablaba, miraba a los perros jugando en la calle. Al terminar la jornada escolar, mi madre me confinaba a los resguardos de mi dulce, dulce, dulce hogar, espacio pintado con colores calidos, colores que por ninguna ra-zón podían presentar una raya o tono distinto al que tenían, que abominación seria manchar ese fastuoso tabique, mi padre decía que rayarlo no cuadraba con la casa ¿No cuadraba? ¡Que afortunado era!Creo que la casa representaba metafóricamente nuestra manera de vivir en familia, armonizada, embellecida por fuera, podrida por dentro.Mientras estaba internado en mi dulce, dulce, dulce hogar, desde adentro, en-tre el espacio que dejaba la televisión y el refrigerador, brotaba un pedacito de ventana, por ahí, veía a los perros follando, que gracioso era. Un día intenté salir a jugar con esos felices animales que tanto miraba, pero mi madre me decía que la calle era peligrosa, que en ese lugar había algo muy protervo, algo llamado droga, oscuridad, delincuencia, mujeres, armas y muerte, los perros para ella no existían.Sin darme cuenta y sin previo aviso, a un Liceo Industrial fui a dar, disparado por un cañón lleno de rostros y consejos, así debes vivir me decían, así debes ser me decían, ojala los perros hablaran. Mi madre me repetía una y otra vez, que la disciplina, el orden y el trabajo me harían salir del barrio donde crecí. No recuerdo haberle dicho que me quería ir de ahí.En esta nueva institución educativa, las murallas eran mucho mas altas, la cam-pana que en la escuela nos decía cuando entrar y salir de la jaula, quise decir el aula, aquí tenia un sonido mas electrónico diría yo. El lugar era fastuosamente adornado con overoles, grasa, fierros, soldaduras y alambres ¿Para que me estaban

JUGANDO CON PERROS

un Liceo Industrial fui a dar, disparado os, así debes vivir me decían, así debes an. Mi madre me repetía una y otrarararararararara abajo No ir r r r r r

las m-ndo aula, diría yo. El overoles, grasasasasasasa, , , , , , , , , , , , , , , ue me estaban

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preparando? ya lo recuerdo, creo que mi padre trabajaba en algo parecido. Ahora podía ver la calle desde un tercer y cuarto piso, que perspectiva más admirable, desde aquí los perros que jugaban en la calle se veían más pequeños y difusos. Lo de pequeños es por la altura supongo, lo de difusos es por la rejilla metálica que engalanaba todas la ventanas del lugar. ¡Que afortunado era!Después de cuatro años me entregaron un pedazo de papel con mi nombre y apellido, enclaustrado en un enorme salón, pronunciaron mi número, o sea mi nombre, por un micrófono, ¿Y ya está? Desde el escenario no podía ver a los perros jugando, pero los imaginaba, ba-beando, follando, mordiéndose, ¡Que afortunado era!Como si flotara en un caudaloso río de excremento, llegue a una suerte de mausoleo, aquí me pagaban por venderle cosas a la gente, cosas que las perso-nas vendían a otras personas, y estas las empleaban para crear sujetos pareci-do a mi. Librería lo llamaba su añoso dueño.Encerrado aquí, veía pasar nueve horas del día, dos horas pasaba sentado en una casita con ruedas y ventanas que se movía de mi casa a mi trabajo, dor-mía confinado en mi pieza por unas siete horas, ¿cuantas horas van? dieciocho creo, las otras seis las usaba para ver televisión, ahora mi mente tomaba su propio presidio.Por obra y gracia del espíritu santo, me cayó un préstamo monetario que me permitía seguir estudiando, me pregunté muchas veces cual reclusión era la mejor, la de mi trabajo, la de mi casa o la populosa universidad, de la última no estaba muy al tanto, así que a conocer nuevas cárceles me dije. Nunca pen-sé que mi vida seria tan extraordinariamente calculada en su orden cronológi-co ascendente. Ahora las rejitas metálicas, son maquilladas con hombrecitos con gorritos y walkie talkies, existen ojos en cajas que me observan todo el día, ¡como me quieren! ¡Que afortunado soy! Estos lindos ojitos me miran de todos lados y para saber como estoy en cada instante, tienen una pantallita donde, dividida en muchos cuadraditos, pueden protegerme en cada rincón donde me pose. ¡Como me aman! A veces me siento en unos banquitos puestos al sol, para recordar a esos

perros que jugaban tan cerca de mí, pero siem-pre inalcanzables. Me pregunto que me espe-ra para el futuro, según lo vivido, creo que nuevamente me van a embotellar, pero ahora me ofrecen un asiento cómodo y mi propio computador, ¡no lo puedo creer!, ¡mi propio computador! ¡Que fascinante es la vida! Pero existe algo que no encaja en todo este

sistema creador de momentos, algo que me molesta, creo que el sentimiento es algo parecido al aburrimiento, al asco, al recelo,

al agotamiento, creo que renuncio al computadorcito, a la cómoda sillita, tengo tantas ganas de jugar con los perros de la calle.

***

DO CON PERROS

A veces me siento en unos banquipepepepepepepepepepeperros

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Por:LucianoFleurier

¡Disparad! 6.etnemlanoicanretni e lanoican adaruatsni ay aserpme

anu a olrecah euq ,laicremoc lacol oñeuqep nu a elra-bor omsim ol se on ,sám se ,orcul ed senif noc nóicu-titsni anu a o etnemacimónoce adadomoca anosrep anu a euq ,ralimis anosrep anu a elrabor omsim ol se oN

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Práctica de Robar..

La Práctica de Robar..

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POR: UNX ESTÚPIDX MÁS

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**íuqA edseD reeL a raznemoC**Robar por necesidadRobar por venganza Robar para devastar al enemigoRobar en símbolo de estafaRobar al que tiene más que uno mismoLa institución se encuentra como objetivo, la visualizo, la estudio y establezco una acción.Ingreso, miro a mi alrededor –lo que más me llama la atención es ver a todos con rostros de inocentes siendo participes de un engaño-.Tengo ganas de continuar be-biendo, me aproximo al pasillo de licores, tengo en mis manos una bebida alcohólica, abro mi mochila, nuevamente observo a mi alrededor, ¿será que tengo mayor vi-sibilidad cuando estoy alcoholizado?, no lo sé, solo se que el licor está dentro de mi mochila.Emprendo el camino hacia la puerta de sa-lida, mi sonrisa comienza a hacerse notar al pensar que me estoy convirtiendo en una hormiga.Si me preguntan acerca de si creo que habré realiza-do algún daño a tal institución, de inmediato digo que no. Pero sí creo que haríamos daño –un mínimo daño- un tumulto de personas con la misma sed de robar, al igual que como un escuadrón de hormigas en busca de sus ali-mentos saquea a personas haciendo picnic, o si talvez el mismo tumulto de personas incendiáramos tal institu-ción, estaríamos haciendo un diminuto daño, pero enton-ces, no tendríamos por un tiempo a tal institución para abastecernos de bienes. Entonces retraso la segunda opción. Tener en cuenta de antemano que la idea no es robar por robar. No es lo mismo robarle a una persona simi-lar, que a una persona acomodada económicamente o a una institución con fines de lucro, es más, no es lo mismo robarle a un pequeño local comercial, que hacerlo a una empresa ya instaurada nacional e internacionalmente.

La Práctica de Robar..

La Práctica de Robar.. **

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puerta de sa-hacerse notar al endo en una hormiga.

POR: UNX ESTÚPIDX MÁS

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DONDEESTAN?

Por: QuemaTuVidaYCorre.

Donde están los que no están. Aquellos que por miedo o por dinero o por mujeres, nunca cruzaron la línea.

Donde están los que soñaron con cambiarlo todo y no cambiaron ellos en lo mas mínimo. Donde están los que pedían fuego para alimentar sus cuervos, que tiempo después morirán ahogados por lo abrumador y toxico del aire que respiran.

Aquellos que crecieron mirando el reloj y aun así pensaron que no servía de nada, para luego volver a confiar en él.

Donde están los eternos ausentes de todo, que anhe-laron siempre estar en todo.

Aquellos que se han apagado sin conocer la vida y ahora caminan muertos por ahí.

Donde están los que siempre apoyaron moralmente y nadie los escucho lo suficiente para gestionar sus apoyos.

Aquellos tragados, engullidos, morfados que no tu-vieron más opción.

Aquellos actores que no protagonizaron ni sus propias vidas.

Los culpables del todo fallido, que no era nada, pero que para los “nadies” era todo.

Aquellos eternos observadores que frustraron su paso y aceptaron las condiciones.

Donde están los que concientes de su miseria decidie-ron vivir como todos igual.

Aquellos que no atravesaron al otro lado, porque lo moral fue más fuerte y su vida pesada.

¡Disparad!9

¡Disparad!

Martes 10 de Mayo del 2011, UCSH.

Merecen

recibi

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fruto d

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Por: Quem

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Sobre

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No pocas veces se ha visto chillar ha diversas individualida-des (si se les puede llamar así) cuando el tímido y apacible ambiente de nuestra putrefacta institución se ve ensombrecido por la tensión generada en el ambiente por un grupo de explotadxs que toman la decisión del enfrentamiento físico, la de atacar a quien nos somete. Me parece que la violencia revolucionaria en las condiciones actua-les de vida no necesita de justificaciones para ser llevada a cabo, pero en vista de tanto borregx suelto que vocifera a favor de la co-municación y el dialogo, definiré mi postura y -creo no equivocarme- la de varios compas. Somos enemigos del capitalismo, sistema coercitivo y violen-to por naturaleza, en donde nosotros lxs esclavxs siempre nos en-contraremos en un estado de legítima defensa ante los embates del poder, por ende la violencia contra el patrón o quienes resguarden su poder siempre será moralmente justificada. Esto no quiere decir que

la violencia sea justificable solo en circunstancias defensivas, puesto que como explotadxs nos encontramos en una

constante situación de sometimiento y violencia, por tanto es absolutamente nuestro el derecho de ataque a quien nos explota. Ahora, es sabido que actos como estos son constantemente juzgados tanto por el discurso de la prensa burguesa como por lxs babosxs que lo internalizan. Una serie de prejuicios que nacen

desde la moral dominante y son esparcidos a las masas que como buenxs borregxs asumen y repro-

ducen. Contradictoriamente es una moral que exalta valo-res como el dialogo, el consenso, la comunicación, etc. lo

paradójico de todo esto es que lo hace sobre un sistema que esclaviza y mata. La moral no es más que un im-

des (si se les puedede nuestra putrefactgenerada en el ambdecisión del enfrentMe parece que la vles de vida no necpero en vista de tanmunicación y el dialla de varios compas. Somos enemito por naturaleza, econtraremos en un poder, por ende la vpoder siempre será

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“Renunciar a la violencia libera-dora, cuando esta es la única ma-nera de poner fin al sufrimiento diario de las masas y a las crue-les tragedias que azotan la huma-nidad, sería responsabilizarse de los odios que se lamentan y de los males que del odio surgen”.

Errico Malatesta

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Por: Quem

aTuVidaYCorre.

Sobre

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moral

en la

socied

ad

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pedimento para quien quiere atacar al poder, por tanto la moral busca sofocar nuestros deseos en prejuicios heredados por la sociedad. Me pregunto si aquellxs moralistas que arremeten contra quie-nes ocupan la violencia como forma de lucha se han cuestionado si trabajarle a un gordo burgués la mayor parte del día y toda la vida (incluyendo el endeudarse por consecuencia del ingreso escaso, com-prando cosas que no nos importan pero que la TV nos impone), ¿es la vida que todos quieren elegir? O simplemente es el camino al cual nos somete el sistema porque de otra manera no tendremos forma de sobre-vivir, que es esto sino más que violencia simbólica. Para que hablar de la represión continúa que ejercen las fuerzas del orden sobre cualquier forma pacífica de expresión popular. Hoy por hoy, el poder perfecciona sus aparatos ideológicos y propagandísticos en donde difunde las ideas de paz y consenso social, mientras esencialmente practica y prepara la guerra. La moral burguesa es hipócrita, y eso lo sabemos. Ya nos aburri-mos de parlamentar, no queremos dialogo, a veces el silencio comunica mejor.

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Malatesta decía; para que dos vivan en paz, es necesario que los dos quieran la paz; si uno de los dos se obstina en querer obligar por la fuerza a que el otro trabaje para él y que le sirva, el otro si quiere conservar la dignidad como persona y no ser reducido a la más abyecta esclavitud, a pesar de todo su amor por la paz y la armonía, se sentirá obligado a resistir mediante la fuerza con los medios adecuados.( “Pen-siero e Volontà”, Errico Malatesta, 1924) La acción violenta tiene como característica la búsqueda de la diversión y el placer en el ataque a quien nos oprime. Es una práctica sencilla que todos y todas pueden realizar. Con el ataque se desmiti-fica al poder rompiendo la falsa apariencia de paz y control social, y mientras más continuos y seguidos sean los enfrentamientos más se reproduce la revuelta y el ambiente de tensión social. Practiquemos el vandalismo. Ningún acto de revuelta es ciego o inútil. El sencillo alardeo de poder o despilfarro de dinero por quien nos explota es una provocación para quienes sufrimos las consecuencias de ambas. Mere-cen recibir el fruto de nuestra rabia.

Pablo caminaba somnoliento por quien sabe que ca-lle, al paso se agregaba la pregunta constante, condición ingrata, penumbra incesante, ¿soy culpable de esta excita-ción que siento hacia la muerte? se cuestionaba mirando la acera. Recuerda a su madre y se entristece. En el pecho un apremio reconocido le propone una dificultad para respi-rar, los pasos apresurados lo agitan mas y mas, piensa en el dolor que siente en su corazón, pero Pablo no le teme a la muerte.Las manos le tiemblan como anciano enfermo, las gotas de sudor recorren su nariz y cuello, las piernas parecen de papel, el seísmo en su cuerpo es casi insoportable, siente nauseas acompañadas de un liquido brío que recorre como ladera por su garganta, recuerda la primera vez que tomó un vaso de alcohol.Los pasos se apresuran como multiplicados por la angustia de la incomprensión del momento, recuerda a su padre en una combinación de amor y desprecio, no sabe cual de esos sentimientos logra ganar la pugna. Piensa en su hermano y en lo mucho que lo extraña. A Pablo le aterrorizaba mirar los rostros de las perso-nas que lo rodeaban, mientras caminaba en la desconocida avenida, encontraba en sus inmundos rostros, personajes monstruosos y asquerosos, pensaba que seria mejor obser-var el suelo y sentir el viento en su amplia frente, o sim-plemente merodear con la vista y el pensamiento, el sutil y erótico baile de las hojas en los árboles.Su corazón latía tan rápido, que veía palpitar a tumbos los botones de su camisa, de pronto, como cachetada dolorosa, su destino se posó frente a su alma, recuerda a su madre ALIENTO

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con lagrimas en los ojos, Pablo esta agotado, siente como a borboto-nes se termina el tiempo. Sin darse cuenta se apoya en un pilar de acero instalado a un costado de la calle, piensa en lo frío que esta, lo divierte los pensamientos vulgares que se presentan en su cabeza durante esos instantes de in-cesante dolor, toma el tubo de metal con ambas manos, quieres sentir que aun existe, sus ideas se vertían en un espacio irreconocible para el, mas su pensamiento se centra en el gusto que siente de acercarse a la muerte, la reconoce, la hace suya, la penetra como animal deseoso, la envuelve y la deja ir.Pablo ya no puede respirar, siente la mirada de una mujer que se atrinchera a su costado, el olor a flores que trae con ella le repugna, le gustaría abrir y violar su rostro para quemar su pregunta estupida, pero admite el regocijo de sentirse observado, no esta solo, pero la mujer se marcha, Pablo le desea la muerte entre tumbos de vértigo que golpean su estomago.Reflexiona sobre lo que le esta pasando, mas no comprende nada, pero no teme en lo absoluto. Sus rodillas se doblan, abraza el piso con ambas palmas, siente los granos de tierra entre sus dedos, el calor del suelo, sus manos se ven gigantes, mas no se atemoriza, sus pensamien-tos se aferran a momentos perdidos. Se asombra de sentirse tan ajeno a su cuerpo, a su aliento, a su vida, a todo.El sabor que siente en su boca es algo parecido a la sangre, de pronto no puede sostenerse más, la espalda y el suelo se vuelven uno. Una lagrima recorre su ardiente mejilla, ya no quiere vivir mas, pero re-cuerda el abrazo calido de su pequeño hermano, lo ama como a nadie, las uñas en la acera intentan escribir algo, talvez es solo una idea vaga, porque sus extremidades están entumecidas. Pablo recuerda la hermosa sonrisa de su querido hermano, se aferra a ella, entre el so-llozo y el llanto, el rostro de ese ser amado es su único pensamiento.

Por. Luciano Fleurier

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Borges además de ser “gorila” y un “pollerúo” era dueño de una lucidez excepcional, decía que la democracia, tal como hoy la entende-mos, es una superstición que basa su ejercicio en “ese curioso abuso de la esta-dística”. La estadística, que sin duda es un instrumento valioso para entender ciertos fenómenos y para la toma de decisiones, se ha vuelto en nuestra época la piedra filosofal. Antes todo querían convertirlo en oro, los de ahora todo lo convierten en cifras. Todos los días nos bombardean con cifras, que nos producen la ilusión de que todo es medible y cuantificable, y a veces perdemos la visión de la com-plejidad de los hechos gracias a la ilusión de que entendemos el mundo sólo porque conocemos sus porcentajes. Cifras rimbombantes que cambian día a día. Los gobernantes suben y bajan en popularidad como en una montaña rusa al empuje de los aconteci-mientos, y saben que a punta de escándalos, de riesgos, alarmas, balazos y te-rror es posible mantener en la estupidez y lograr hasta la aprobación de la masa humana... “apagón del sistema interconectado central y la masa pide sulfurada una planta nuclear que satisfaga su hambre de energía eléctrica. Terremoto en Japón y las plantas nucleares existentes cerca del epicentro filtran radiación al medio ambiente y la misma masa aun mas indignada ahora enrostra como cresta se les podía ocurrir semejante disparate con lo de la energía nuclear”. Nadie parece preguntarse si detrás de esas cifras hay hechos profundos y da-tos verdaderos, si alguna vez debió plantearse el tema de la energía nuclear, o

si alguna vez en realidad se planteó algo que no haya salido de las ávidas mentes que en $hile lo controlan

todo. Si detrás de esos éxitos atronadores hay verdaderas transformaciones históricas. Solo importa el circo, lo inmediato, lo que da para hoy, total mañana veremos que se hace. Roma creyó que era posible gobernar con pan y circo. El mundo actual le está demostrando que en esa fórmula el pan no tiene mucha importancia. Vivimos en la edad del espectácu-lo, en la edad de la satisfacción inmediata, ya quieren que nadie se pregunte de donde viene ni para dónde va sino cual es el próximo movimiento, cual es el último acontecimiento, cual es la última chupá del mate.

Las modas han reemplazado a las costumbres, las no-ticias a las tradiciones, la farándula a la política. Paul Valery decía que llamamos civilización a un proceso cultural por el cual la humanidad tiende a ponerse de acuerdo sobre valores cada vez más abstractos. Y es verdad que allí donde las sociedades pri-mitivas luchan por la tierra, por el oro, por la acumu-lación personal, las supuestas sociedades en las que

viviríamos en el siglo XXI lucharían por la libertad, por

orges y la histeria de la historiaPor. Mandrilista al Acecho

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la justicia, por la dignidad, por la legalidad. Al carajo todo!. Seguimos tan bestias como siempre y la única forma de hacernos escu-char es mediante la rabia que sentimos algunos pocos de ver como la “sociedad“ deja a los protagonistas de siempre más fuertes que nunca, y la comunidad inevitablemente se cae a pedazos. Hay una “conspiración” en el mundo contra la lucidez, contra la lentitud, contra las serenas maduraciones, contra los ritmos naturales, contra el esfuerzo, contra la responsabilidad, contra el compromiso La inteligencia, por ejemplo, estorba a la hora de lograr la unanimidad, es mucho mejor la disciplina y la sumisión. Las cosas profundas maduran lenta-mente, como el buen tintoleo, pero ahora se quiere que todo se enseguida o me-jor dicho “para ayer”, no viajar sino llegar, no aprender sino saber, no estudiar sino graduarse, y terminamos creyendo que vale más el resultado que el proceso, vale mas lo que se compra que lo que se hace. Si las semillas tardan en retoñar, piensan que hay que intervenir los procesos para que estas revienten antes, para que la planta brote más pronto, para que la tierra extreme su trabajo y las cose-chas se multipliquen. Sin embargo nunca hubo tanta hambre en el mundo como la hay ahora y nunca hubo tanta ganas de cagarse en todo lo cagable.

La propiedad es un robo!Solo circulan 100 ejemplares.

LEALO Y PÁSELO.Cualquier reclamo, puteada u APORTE:

revistadisparad@gmail.com

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ELMETODOPOSTMODERNODELDESPOJO

Eternos transeúntes. Dueños de nada, responsables de todo.

estos, tornándolos lugares de transito y no espacios habita-bles y acogedores, ya que esto atrofia la pertenencia que uno como transeúnte pueda llegar a tener con el espacio. Es decir “Yo no pertenezco a este lugar, porque este lugar no me acoge”. Estos métodos de despojo, pue-den resultar bastante útiles en espacios con lógicas mercantiles como en una universidad priva-da del barrio república. Donde los estudiantes tienen por cam-pus un edificio. A este edificio solo se ingresa a clases y lue-go durante el tiempo libre, “la organización universitaria” es decir, los directivos, se lavan fácilmente las manos dejando que la masa de estudiantes se aglu-tine en la calle. Y es con esta estrategia poco paternalista que los campus expulsan a los estu-diantes de los lazos afines que puedan llegar a construir.

Ahora una ves mas, somos testigos de como en la $ilva se recurre a este método para descomponer las relaciones sociales que los es-tudiantes han gestado. Y que para ellos se a traducido en las ma-rejadas de agitación social que por estos días fluyen por la uni-versidad, causando el temor en quienes para mantener su ideal de santuario universitario, puro e inmaculado, se vuelven amantes de Rejas y muros que limitan, no solo la movilidad, si no que tam-bién. El pensar.

En la urbe de santiago, en la región de $hile, la plaza de ar-mas, no siempre fue una bosta mas de cemento. Durante muchos años, antes de su remodelación, este lugar disponía de pasto que invitaba a las familias y cami-nantes a sentarse y compartir. Hasta hace comienzos de este año, la plaza de Maipú, antes de ser remodelada por la extensión de la línea cinco, cobijaba en su espacio, iniciativas artís-ticas, como “Lxs sin carpa”, un grupo de malabaristas autodidac-tas que no requerían mas que sus manos, para enseñar y aprender haciéndolo.

La posmodernidad, no ha deja-do de moldear todo a su orden y conveniencia, volviendo lo que antes era pasto en asfalto, lo que antes era bosque, en ciudad y lo que antes era amistad, en conveniencia. Todo en nombre del progreso, el orden y la unifor-midad.

Esta concepción sobre como debe-mos modificar nuestro medio, es la que nos ha hecho naturalizar, la construcción indiscriminada de edificios, represas, farma-cias, cámaras de vigilancia pero por sobre todo; REJAS. Muros, que nos hagan olvidar, quienes somos y de donde venimos.

La puesta de cemento en espa-cios públicos repercute en el imaginario que se tiene para con

Por: Pank Attak