REVIS'TA VETERINARIADE ESPAÑA Apartado .463 BARtE18NA · Fundada en 1906, por don José Farreras...

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Enero 1936 Vol. XXI-N.o 1 PubJlcación men.ual de información cientifica '\ Fundada en 1906, por don José Farreras Medalla de Oro en la Exposición Híspenofrancesa de 1908 \ PRECIO DE SUSCRIPCIÓN EN ESPAÑA. AMÉI{ICA y PORTUGAL, 10 pesetas al año. OTI<OS PAISES. 15 petietéls Las suscripciones se cuentan siempre de enero a diciembre de cada año, y se consideran renovadas anualmente mientras el suscriptor no ordene lo contrario Gerente PEDRO PARRI3RAS Médico militar y Veterinario Administrador PRANCISCOPAllRERAS Abogado ANDRÉS HUERTA Veterinario militar Redactores C. R. DANÉS CASAROSCH Veterinario muntcfpal de Barcelona c. SANZ EOAÑA Director del Matadero de Madrid COLABORACION Agradeceremos a nuestros lectores el envío de ar- ticulas de investigación científica originales, notas elí- o nicas interesantes, observaciones curiosas, casos raros y cuantos detalles, innovaciones o perieccionamientos o técnicos de su experiencia profesional merezcan ser publicados. .' Además de dar a esos trabajos generosa acogida . en la REVISTA, obsequiaremos a sus respectivos auto- res con 10 ejemplares del número en que se inserten. la corrcspondcncla y 105 elros dlrllansc slcmPrc aSI: REVIS'TA VETERINARIADE ESPAÑA Apartado .463 BARtE18NA

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Enero 1936 Vol. XXI-N.o 1

PubJlcación men.ual de información cientifica'\

Fundada en 1906, por don José FarrerasMedalla de Oro en la Exposición Híspenofrancesa de 1908 \

PRECIO DE SUSCRIPCIÓN EN ESPAÑA. AMÉI{ICA y PORTUGAL,10 pesetas al año. OTI<OS PAISES. 15 petietéls

Las suscripciones se cuentan siempre de enero a diciembre de cada año,y se consideran renovadas anualmente mientras el suscriptor no ordene lo contrario

GerentePEDRO PARRI3RAS

Médico militar y Veterinario

AdministradorPRANCISCOPAllRERAS

Abogado

ANDRÉS HUERTAVeterinario militar

RedactoresC. R. DANÉS CASAROSCH

Veterinario muntcfpal de Barcelona c. SANZ EOAÑADirector del Matadero de Madrid

COLABORACIONAgradeceremos a nuestros lectores el envío de ar-

ticulas de investigación científica originales, notas elí-o nicas interesantes, observaciones curiosas, casos raros y

cuantos detalles, innovaciones o perieccionamientos o

técnicos de su experiencia profesional merezcan serpublicados. .'

Además de dar a esos trabajos generosa acogida. en la REVISTA, obsequiaremos a sus respectivos auto-

res con 10 ejemplares del número en que se inserten.

la corrcspondcncla y 105 elros dlrllansc slcmPrc aSI:REVIS'TA VETERINARIADE ESPAÑA Apartado .463 BARtE18NA

SUMARIO DE ESTE NÚMERO,

ACTUALIDAD. Los premios Nobel de fí-sica, Química Y Biología de 1935, porP. Farreras.

ARTICULOS. - Roberto Plata G1Ie;rero.-Sobre el moquillo de los perros o en-fermedad de Carré. - Raymond MOUS.S1t.Sobre el aborto" epizoótico de los bóvidos :un tratamiento nuevo.-R. Willems. Lasprincipales parálisis de la gallina Y Del lla':llue1o.-A. Curbelo, G. Insúa Y V. T010SGómez. Estudio general sobre los virus fil-trables o ultravirus.

CURÍOSO y. PRACTICO.- Un procedí-miento sencillo para el drenaje quirúrgico.~Mientras están matando un cerdo. - Cu-riosa: sensibilidad de los roedores a la ac-ción del Sol..:.-" Chantage "descubierto porun veterinario.

EXTRACTOS. -ANAToMÍA.-J. Calvet. In-fluencia de la castración en la laringe delcaballo.~Calvet y' Arminqaud, Variacionessexuales de la sínfisis isquiopübiana en losbóvidos y. équidos: - BAcTERIOLOGÍA.-'-Rai-mundo Loi. El caldo de carne cafeinadopara el diagnóstico diferencial .entre el Có-'lera Y la tifosis de las aves.-Wasmoclier,Janos 'Y Vasarleyi. Tétanos experimenta1.-D1AGNÓSTICo.-Dr. A. Martílt. Diagnósticoradiestésico en medicina veterinaria.e-S'e-melanqe. A propósito de la radiestesÏ<i,.-PATOLOGÍA.-J. Leqendre. De algunos modosde contagio de la tuberculosis. - Knapo.Acerca de. la botriomicosis.-Arany. La tu-

berculosis del palomo Y su diagnóstico pre-coz. - Hupka. Mastitis parapléjica. en .lavaca.-H. Getas. Enzootia de para~tu1J~-mo en el ca.ballo.-E. H. Drake. Epidemiade triquinosis en Maine (Estados Unidos).-Taylor, Vidal Y Román. Persistencia dela Br. rnelitensis (variedad caprina)e~ va-cas naturalmente infectadas. - Oberlinq yGuerin. Osteopatías por carencia en las ga-llinas; sus relaciones con la osteítis fibrosaY con las paraÜrqides.-Grash111s. Pseudo-viruela én los lechones.- TERAPÉÚT1CA.K. J. Skriobine. Profilaxis y' tratamientode la helmintiasis de las ovejas en la UniónSoviética.-Gaubert. Urotropina-suero en eltratamiento del téta!los.-Veerrelldael. Em-pleo de enemas para provocar el' vómito enel perro. - OBSTETRICIA.-:-E.. Ç'uboni. Una'reacción rápida para dIagnosticar· la ges-tación en' la ye~ua.'--E. Wisnumt. Acercade la posición mas adecuada que debe darsea las VAcas durante el parto.c-Bnouxrosco-pÚ",- Yves' B aro/t. El caballo de camiceria.-F. Arana Saqaseta. Valor nutritivo delbacalao salado. -. T(. Veloppe Y Jauberi.Quesos frescos Y. fiebre ondulante.e-Zoorsc- .

:,"NIA.-R. Goetze .. Sobre el' nuevo métodoruso de inseminación artificial de los aní-males domésticos.

TEMAS JURlDICOVETERINARIOS. Lagestación en el comercio de animales, porF. Forrerus,

VARIEDADES. Locomoción moderna Y ani-males accidentado , .por H. R. Bredo. .

EnferDlédade8de las ave8 dQDl~.tit:a8

Por el doctorJ. Lahaye

Profesor d~ la Escuela de Veterinaria de Cureghem (Bélgica)

Traducción considerablemente ampliada porPed..oFa ....e..as

Un tomo en 4.°, de 396 páginas, ilustrado con 150 gra-bados y encuadernado en tela, Iol pelleta.

El incremento que de día en día adquiere la avicultura y la impor-tancia que tiene para la economía nacional, exigen que Id veterinarios inter-vengan con sus conocimientos en la conservación y fomento de semejanteriqueza, para contrarrestar eficazmente .las enfermedades que a veces diez-man de modo aterrador los gallineros y para aconsejar prudentemente alos avicultores que Ies consulten. .

El profesor Lahaye, que desde muchos años se dedica al estudio dela patología avícola en su laboratorio de la Escuela de Veterinaria de Cu-reghem es un especialista de fama mundial que expone en esta obra elresultado de sus investigaciones. Por esto es tan original y rica en obser-vaciones personales, particularmente cuando trata de las enfermedades delos palomos.

Por su parte, el traductor ha intercalado en la obra numerosas ense-ñanzas de los más autorizados especialistas veterinarios alemanes y norte-americanos, a fin de aumentar la utilidad y el valor práctico de la misma.

PASTEUR

Bevlsta Veterinaria................de Esnañ .__.-::::::::::::::::e spana '-:-...-

Fundada por D. JOSE FARRERAS en 1906

MEDALLA DE ORO en la exposición Hispannírancesa de 1908

Gerente

PEDRO FARRERASMédico militar y Veterinario

ANDRÉS HUERTAVeterinario militar

Administrador

FRANCISCO FARRERASAbogado

Redactores

C. R. DANÉS CASABOSCHVeterinario municipal de' Barcelona

C. SANZ EGAÑADirector del Matadero de Madrid

Wt~Vnil'crsiwl AUlònoma de BarceJon.

ServeI ele Bltllote~iilC;(}J8IbUo~et"'.a de Yeierinàrla

Año 1936

VOLUMEN PASTEURX X I LA REVISTAD E

Vol. XXI. Barcelona : Enero de 1936 Núm.1

ACTUALIDAD

Los premios Nobel de Física, Químicay Biología de 1935

(.~:" , . -- ~.-"'.

Se han otorgado, respectivamente, al Resumamos la historia. En 1895,'profesor James Chadwick, del labora- Roentgen descubre sus famosos rayostorio Cavendish (Universidad de Carn- que, además de atravesar los cuerposbridge) por sus jrabajos acerca del que creíamos opacos, hacen fosfores-neutrón, a los esposos Frédéric .Toliot cer o [luorescer a muchos otros. Henrie Irene Curie (hijo político e hija de Poinoaré supone inmediatamente quelos inmortales Pedro y María Curie) los cuerpos fluorescentes y fosfores-por su descubrimiento de la radiactivi- centes emiten también rayos Roentgen.dad artificial, y a Hans Spemann y Henri Becquerel comprueba que una(zoólogo de Freiburgo), por sus notabi- sal uránica, el sulfato doble de uranio1ísimas investigaciones embriológicas. y potasio, impresiona, incluso en plena

* obscuridad, placas fotográficas envuel-** tas en papel negro. A esta propiedad

Para comprender la obra de los tres la denomina radiactividad. María Cu-primeros 'es necesario tener idea de rie concentra su atención en el .fenó-cómo se concibe actualmente la mate- meno, investiga las condiciones de suria. Roger Simonet ha dedicado a este producción en los minerales uraníferos,asunto un concienzudo artículo en Le ve .que ciertas porciones de los mismosSiecle M édical, de 1 de diciembre ofrecen una radiactividad mayor iy adi-de' 1935, del que tomaré las principa- vina que hay algún otro cuerpo másles ideas. Hasta el descubrimiento de radiactivo que el uranio. Para encon-los rayos Roentgen y de la radiactivi- trarlo, ella y su esposo trabajan deno-dad, la materia se consideraba forma- dadamente. Y, con la colaboración deda, en último análisis, por átomos, es Debierne, descubren -el polonio, el ra-decir, por elementos indivisibles. Hoy dio,el torio, el actinio.se conceptúan constituídos éstos por El estudio de la radiactividad revelauna masa nuclear central y otras que que los elementos químicos radiactivosse mueven a enorme distancia relativa van modificándose a medida que vande aquélla, como los planetas en torno perdiendo su radioactividad. Se analiza.-del sol, y la materia se puede compa- ésta, y se ve que la forman rayos orar a las nebulosas. Los diversos "áto- partículas diversos (que se llaman, pormes" están formados por elementos de pronto, alfa, beta y gamma) emiti-111ás sencillos, llamados protones, elec- r dos con velocidades de 20 mil, 30 mil,trenes, neutrones y partículas o rayos - 80 mil, 290 mil kilómetros por segun-alfa, beta y gam.ma, que se asocian y do. Intervienen varios físicos geniales,mueven de maneras diferentes. principalmente ingleses y alemanes, y

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nace la nueva concepción del átomo.Este ya no es indivisible ni simple; yano es tal átomo. Si lo fuese, ¿ cómo po-dría emitir tan diversas partículas?Tampoco permanece idéntico; a medi-da que desprende corpúsculos, se trans-forma de modo sucesivo en emanaciónde radio (radón), luego en los radiosA, B, 'C y D; a continuación en ra-dio F, que ya no es radio, sino polonio,y, por .último, en radio G, que no esotra cosa que plomo. Los elementosquímicos no son inmutables. La piedrafilosofal no parece ya un anhelo y undelirio; puede ser una realidad. Cuan-do se pueda modificar a voluntad laconstitución del átomo, se lo transfor-mará en otro distinto. Y algún día, qui-zá no lejano, se obtendrá oro de cual-quier cuerpo "simple".

¿ Qué es, pues. el átomo? Ahora sele considera formado por un protón onúcleo electrizado 'positiva111,ente y unao más porticulas electrisadas negativa-mente (negatrones' o electrones negati-'vos). El átomo menos complejo, e! delhidroqeno, está formado por un protóny un sólo negatrón. El átomo más com-plejo, el del uranio, consta de un pro-tón y 92 negatrones. La condensacióneléctrica de! protón es enormementemayor que la de los electrones. Por lomismo, aquél es muchísimo menor. Siel protón del hidrógeno fuese como unacabeza de alfiler situada en medio dela plaza de la Concordia de París-diceSimonet-, el único electrón de dichoátomo sería comparable a una colosalburbuja de jabón, de 228 litros de ca-pacidad, que giraría en torno del pro-tón describiendo una circunferencia quepasaría por Reims, .Orleans y Rauen.Pero la cantidad de electricidad positi-va del protón o núcleo es igual a la can-tidad de electricidad negativa de! elec-trón o de los electrones.

El protón o núcleo tampoco resultasimple. Hoy se le conceptúa compuestode uno o más corpúsculos electrizadosnegativamente (negatrones), otros elec-

trizados positivamente (positrones), he-liones o núcleos de átomos de helio (queson las antes llamadas particulas alfa,formadas por 4 positrones y 2 negatro-nes) y neutrones (cada uno de los cua-les consta de un protón y un negatrón).De modo que todos los elementos" sim-ples" de la química (que, hasta pocoha, eran cerca de un centenar) son com-puestos. En último análisis, no hay másque dos cuerpos simples: el positron yel neqatron, que quizá son un mismocorpúsculo electrizado de distinto mo-do. Los innumerables cuerpos com-puestos de! Cosmos; todos los astros,todos los minerales, todos los vegeta-les y todos los animales, no son másque combinaciones de positrones y ne-gatrones. El misterio estriba hoy en sa-ber qué o cómo son estas partículas yqué o cómo es la electricidad quellevan.

Los rayos, corpúsculos o partículasal fa, beta y gamma tampoco son otracosa que positrones y negatrones. Losrayos alfa, particulas lanzadas al espa-cio con velocidades de 16.000 a 20.000

kilómetros por segundo, acabamos dever que son los heliones o núcleos de!helio, formados por cuatro positronesy dos negatrones. Los rayos beta sonnegatrones que se mueven con veloci-dades todavía mayores; recorren deoohenta mil a doscientos noventa milkilómetros por segundo (son casi tanveloces como la luz). Y los rayos gam-ma son corpúsculos de luz o fotones ytambién rayos cósmicos o Roentgen,capaces de atravesar espesores de dieza quince centímetros de hierro. Lo quecreíamos "átornos ", no son, pues. cor-púsculos indivisibles, ni compactos, niopacos.

Naturalmente, pueden ser atravesa-dos por las radiaciones o partículas alfa,beta y gamma, como los espacios inter-·planetarios por los haces luminosos,por los cometas y por el "polvo" me--teórico. Y se comprende, que dichasparticulas, al chocar con las del "áto-

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mo ", desprendan de! mismo algunas, ose agreguen a él y lo transformen en-otro distinto. Bombardeando e! beriliocon partículas alfa, emitidas por el polo--nio, e! berilio capta estas partículas y setransforma en carbono, con desprendi-miento de una radiación '/nUY penetran-te. Semejante radiación .se producetambién, aunque menos, bombardeando'Con aquellas partículas boro, litio, flúor,sodio, magnesio y aluminio; mas no seproduce si se bombardea hidrógeno,ázoe, oxígeno, carbono, neón, plata, co-bre, níquel, estaño, etc. Las radiacionesque se originan al bombardear los cuer-pos indicados con partículas alfa, sonlos neutrones, de Chadwick, formados,como el hidrógeno, por un protón (quedifiere del positrón por ser 1850 vecesmás pesado) y un negatrón. La masadel neutrón es también la del hidróge-no, pero mucho más concentrada. Sucarga eléctrica es nula, por estar neu-tralizada. La tensión que une los COI11-

ponentes del neutrón es de un millónde voltios (la que une' al protón 'y alnegatrón del hidrógeno es de sólo 13voltios) y el diámetro del neutrón esdiez mil veces menor que el del hidró-geno. Los neutrones recorren 20.000kilómetros por segundo y atraviesanespesores de cuarenta centímetros deplomo.

El bombardeo con partículas al fa, nosólo desprende neutrones; produce tam-bién emisión de positrones. y esta emi-., . , . .

sien persiste mas o menos tiempo yconstituye la radiactiuulad artificial,descubrimiento de los esposos Joliot-Curie. Bombardeando aluminio con losrayos alfa del polonio, cada uno de los'''átomos'' de aquél emite un neutrón,es radiactivo durante tres minutos quin-ce segundos y se transforma en- un isó-topo (es decir, en un elemento que figura en el mismo lugar de la serie deMendelejeff) del fósforo, llamado 1'a-d·iofósforo. Haciendo lo propio con elboro y el magnesio, se obtienen, res-pectivamente, radionitráçeno y radiosi-

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licio. Son ya más de 60 los elementosradiactivos artificiales, inexistentes an-tes en la naturaleza. También se puedenproducir bombardeos con otras partí-culas. Así, bombardeando el carbono conel dentón o diplón (núcleo del hidró-geno pesado), el carbono emite una ra-diación y se transforma en el núcleodel radionitràqeno . Mediante corrientesde más de un millón de voltios, las ve-locidades de las partículas alfa y de losprotones, neutrones y dentones aumen-tan progresivamente y se logran cuer-pos cada vez más radiactivos, no estan-do lejos el día en que, gracias a ellos,la curieterapia se facilitará y abarataráconsiderablemente.

El premio de Medicina y Fisiologíalo ha obtenido Hans Spernann, por susluminosas investigaciones embriológi-cas. Nacido en Stuttgart en 27 de ju-nio de 1869, Spemarm cursa, primero,medicina e n Heidelberg, Munich y\iV urzburgo, pero, en seguida se con-sagra definitivamente a la zoología,para cuyo profesorado se habilita en1898, después de asisti r al InstitutoZoológico de la última población, des-de 1895 a 1897. En 1908 sucede aO. Seeliger en Rostock, y se le nom-bra, en 191'4, director de! Instituto deBiología de Berlín y, en 1919, conti-nuador de F. Doffiein en Freiburgo.Su obra principal es la investigacióndel desarrollo embrionario. Mediante lallamada microciruqia, utilizando pinzasde relojero y, como bisturíes, pipetas yagujas de vidrio afiladisimas en micro-llamas, disocia las dos células resultan-tes de la' primera división de aquél, sec-ciona partecitas de los embriones enlos primeros momentos del desarrolloy las injerta en otros, aplicándolas unosminutos mediante tiritas de cubreobje-tos encorvadas.

Con estos _ procedimientos, empiezapor separar una de otra las dos prime-ras células en que se dividen los óvu-

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Jos de anfibios y consigue que cada unodesarrolle un embrión completo. Elóvulo, que sólo habría originado un an-fibio, ahora produce .dos exactamente.iguales y acabadísimos; dos gemeloshijos de un solo huevo. (Este descu-brimiento muestra ya claramente la gé-nesis de los gemelos uniovulares: porcausas ignoradas, las dos primeras cé-lulas resultantes de la división inicialdel óvulo fecundado, se separan y sedesarrollan independientemente, comosi fuesen dos óvulos). Diviendo el em-brión en la fase de gástrula, el resul-tado es igual en muchos casos; enotros, en cambio, únicamente se des-arrolla un embrión completo y, además,un pelotón de células en el que se ini-cian las tres hojas blastodérmicas, perono pasa de aquí. ¿ Por qué? Porque,según otros experimentos, no siemprese consigue dividir la gástrula de lamisma suerte; produce dos embrionesgemelos cuando se la logra escindir enuna mitad derecha y otra izquierda; nolos engendra si se la secciona de otrosmodos.

Cuando se la secciona en una partedorsal y otra ventral, acontece queaquélla desarrolla un embrión acabadoy la segunda solamente una especie deabdomen. Por lo. tanto, a esta partedebe faltarle algún elemento capaz deorçaniearla perfectamente. ¿ Cuál? Des-pués de varios años de pacientes tras-plantaciones de pedacitos diversos deunas gástrulas a otras, Hans Spemanndescubre que la parte organizadora sehalla en la zona correspondiente al pri-mitivo labio superior o prolabio, del queproceden la placa o cuerda dorsal (me-dula y sentidos) y las primeras porcio-nes musculares. El poder organizadorde semejante zona es tal que, injertadaen la ventral de otra gástrula, es decir,en la región que había de ser piel, nosólo arraiga, sino que determina en estazona un cambio evolutivo radical, y laúltima, en vez de formar piel, forma

L. _

otra cuerda dorsal y otros vestigios-musculares. Y el embrión así operadose desarrolla y acaba por poseer, en laporción ventral, otra medula esp·i:nal.otros ojos, otros oídos y otras narices,además de la medula y los ojos, oídosy narices desarrollados en la porcióndorsal propia.

Existe, por lo tanto, en el prolabiosuperior algo que impone la formaciónde tales órganos; el .llamado por Spe-mann " organizador". ¿ Cómo actúa?Químicamente. Tanto que, hoy, se pue-den obtener ef.ectos muy parecidos, im-plantando en la parte ventral de una_gástrula, en vez del' pedacito de prola-bio, un trocito de gelatina impregnadacon ciertos ácidos. Y no paran aquí loscuriosísimos descubrimientos del genialernbriólogo de Freiburgo. La vesículaocular y, por 10 mismo, el ojo, se des-arrolla de mod análogo, mediante unorganizador secundario, dependiente delque determina la formación de la pla-ca medular o cuerda dorsal. Y así, conarreglo a la teoría de los orqanisadoresde Spemann, todo el desarrollo embrio-nario resulta de una serie sucesiva deacciones organizadoras cada vez más.especializadas, de partes del embriónque, a la vez que se desarrollan, inci-tan el desenvolvimiento de las ulterio-res.

Además de gran investigador. Spe-mann es el jefe de una numerosa es-cuela de investigadores de la fisiologíadel desarrollo embrionario. Sus traba-jos han satisfecho una gran curiosidadcientífica y han transformado algunos.misterios en conocimientos, particular-mente por lo que atañe a la teratolo-gía. Muchos de sus discípulos estudianactualmente la formación de los mons-truos y anomalías, tales como el siiusinuersus y otras. N o creo, sin embar-·go, que sus descubrimientos puedan ser'muy fecundos en el campo de la zcotec-nia, y menos en el de la eugenia hu-omana. - P. FARRERAS.

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Sobre el moquillo de los perroso enfermedad de Carré

Por ROBERTO PLATA GUERRERO

Rector de la Escuela de Veterinaria de Bogotá

Las investigaciones que en los últi-mos años se han llevado a cabo sobreel moquillo de los perros o enfermedadde Carré, han contribuído a aclarar enalto grado nuestros conceptos sobre suetiología y desarrollo y nos han propor-cionado nuevos medios de lucha en eltratamiento y en la profiJaxia de estaenfermedad. sin duda alguna. la queproduce mayor mortalidad en la espe-cie canina.

HISTORIA DE LA ENFERJ\IEDAD

Ya desde el siglo pasado se encuen-tran en la literatura resultados de es-tudios sobre las causas del moquillo.J enner lo describe en los "Fox-hounds"comparándolo con las fiebres infeccio-sas humanas. Rener, Karlte, Laossony otros prueban la naturaleza infeccio-sa de la enfermedad, transmitiéndolaexperimentalmente a perros sanos conel flujo nasal; Ven uta hace experimen-tos de transmisión con la saliva.. Indudablemente, la enfermedad fuéconfundida varias veces con la rabia ycon el .tifo canino; sin embargo, su na-turaleza 'infecciosa fué ampliamente re-conocida, y de aquí que los estudios se

.orientasen hacia la búsqueda de un mi-croorganismo que pudiera ser conside-rado como el agente causal de ella.

N umerosos investigadores, entre loscuales citaremos a Friedberger (1886),Mathis (1887), Galli Valerio (1895),Jess (1899), Van Wunscheim (1905)aislaron varios gérmenes y aun prepa-raron vacunas y sueros inmunizantes,'cuyo empleo nunca dió resultado com-pleto.

Carré, en 1905, verificó interesantesexperiencias con filtrados de material in-feccioso, y concluyó que con ellos sepodía reproducir la enfermedad de talmanera que ésta - según él - era de-bida a un virus filtrable y ultramicros-cópico. Aun cuando estos. experimentosfueron confirmados por Lignières, quese adhirió a la opinión de Carré, y porEigen, estudios bacteriológicos de otroscientíficos pusieron en duda las conclu-siones de Carré.

Este estado contradictorio de las ex-periencias fué reafirmado con las con-clusiones de los estudios que simultá-nea e independientemente llevaron acabo los investigadores americanos Fe-rry, Torrey y M. Gowan (1910-1915)quienes atribuyeron al Bacillus bron-chisepticus, que aislaron repetidas vecesde la mayoría de los casos de moquillo,el papel etiológico primario.

INVESTIGACIONES RECIENTES

Esta situación continuó más o me-nos indecisa hasta la publicación de lasexperiencias de Laidlaw y Dunkin en1926,experi-encias que confirmaron ple-namente las conclusiones a. que habíallegado Carré en 1905. Bueno es hacernotar que la escuela francesa de Carrétuvo en los Estados Unidos séquito nu-meroso e importante entre los estudio-sos de la materia, y que, no obstantelas publicaciones hechas por Ferry,Torrey y Mc Gowan, en las cátedrasde patología veterinaria se defendía conahinco la teoría de Carré. .

Las experiencias de Laidlaw y Dun-kin, verificadas con lujo de detalles,

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fueron desarrolladas bajo los auspiciosdel Medical Research Council, de Lon-dres, con fondos especiales colectadosal efecto, y con un costo excepcionalque incluyó la construcción de edificiosespeciales destinados a la cría de perrosde cuya susceptibilidad pudiera estarseseguro, alejándolos por completo de lasposibles infecciones accidentales, tanfrecuentes en la experimentación con'enfermedades determinadas por virusfiltrables, cuando no se toman -comoen el caso a que nos venirnos refirien-do - precauciones de todo género paraevitarlas.

Los experimentos de los autores ci-tados, les permitieron concluir que elprincipio infeccioso pasa a través debujias Pasteur Chamberland L. 2, de fil-tros Mandler y de filtros de membranacuya porosidad sea conocida. Con el fil-trado abacteriano pudieron reproducira voluntad en animales susceptibles elmoquillo típico sin complicaciones, esdecir, sin que los organismos de infec-ción secundaria hubiesen alterado elcuadro clínico, lo que es regla en loscasos que los veterinarios tenemosoportunidad de observar por cuanto es-tos organismos secundarios determinancontagios que agravan y complican laenfermedad producida por el virus.

Debemos, pues, considerar que el v;-rus filtrable determina una infección

. que rebaja las defensas orgánicas y queproporciona así la oportunidad para eldesarrollo ele infecciones secundarias.

EL MOQUILLO Y SUS COMPLICACIONES

Según los estudios experimentales deLaidlaw y Dunkin el cuadro clásico delmoquillo, sin complicaciones, se presen-ta como sigue:

"Hipertermia que puede llegar a másde 40° e en 24 horas. Congestión dela conjuntiva. Flujo ocular y nasalacuoso, que se hace purulento en 24 ho-ras y que puede persistir durante todoel curso de la enfermedad. La tempe-ratura desciende a su nivel normal al

segundo o tercer día, para elevarsenuevamente, de manera lenta, y persis-tir así por tiempo variable (2 días encasos leves y hasta tr·es semanas en ca-sos graves). Hay anorexia y vómito alprincipio. Más tarde, con la baja dela temperatura, el apetito vuelve, peroa medida que la hipertermia se mani-fiesta de nuevo, el apetito desaparece.Existe diarrea durante el segundo pe-ríodo febril en casi todos los casos,diarrea que es hemorrágica a veces yde un olor fétido característico, siem-pre. El animal se agota rápidamente.A pesar de una ligera tos, no se des-arrolla bronquitis ni bronconeumonía.Las manifestaciones nerviosas puedenpresentarse al principio o cuando laenfermedad ya está avanzada".

Dailey confirma 10 anterior en unestudio clínico muy interesante sobre elmoquillo de los perros; y observa queen esta enfermedad hay dos curvas hi-pertérmicas marcadas.

Según Verge, 'en las infecciones se-cundarias pulmonares predominan elB. coli, el estreptococo, el bacdlus bron-chisêpticus, el pamtífico B.) el [luore-cens liquefaciens y otros gérmenes. Esindudable que a tales microbios se debeen gran parte la gravedad de estascompl icaciones,

En un estudio reciente publ icado porSchlingman aparece que este autor haencontrado el B. bronch.isepticus en el80 por 100 de los casos, y de aquí erró-neamente este investigador ha conclui-do afirmando que el B. bronchisepticuses el agente primario de la en fermedad,

Con Eichorn no vaciJamos en opi-nar, fundados en Jas extensas investi-gaciones que tanto en los Estados Uni-dos como en Inglaterra han confirma-do Jos trabajos de' Carré, Laidlaw yDunkin, que el moquillo es determina-do por un ultravirus y que la presen-cia del B. bronchisepticus y de otrosgérmenes debe ser considerada comoinfecciones secundarias que agravan ycomplican el aspecto clínico de la en-

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fermedad. De aquí que la inmuniza-ción que se ha pretendido conseguircon productos preparados a base de es-tos gérmenes no haya dado resultadossatisfactorios., Estas consideraciones nos serán de

gran utilidad para razonar los trata-mientos curativo y profiláctico quedeben emplearse en el moquillo y lasbases generales que nos guíen en laselección de medidas terapéuticas apro-viadas.

TRATAMIENTO CURATIVO DE LAENFERMEDAD DE CARRÉ

Siendo el moquillo una enfermedadfebril, decurso relativamente largo,en la cual se mani fi.estan sobre todouna profunda toxemia y una marcadadesmineralización, estamos convencidosde que requiere como ninguna un tra-tamiento higiénico y dietético apropia-do, a fin de sostener ante todo la vita-lidad de! paciente, cuyas fuerzas tien-den a agotarse en poco tiempo. Por 10tanto nuestro primer cuidado debe serel procurarle un sitio cómodo y abri-gado de alojamiento, en el que la tem-peratura pueda mantenerse 10 más uni-forme posible, a fin de impedir los en-friamientos, cuya consecuencia inme-diata es el descenso de las fuerzas or-gánicas y la manifestación de gravescomplicaciones.

Los alimentos deben ser muy nutri-tivos y fácilmente digeribles: leche,huevos, carne cruda, caldos, etc. Estosalimentos deben ser administrados confrecuencia (por lo menos cuatro vecesdiarias) y más bien en pequeñas canti-dades, lo cual es preferible a dos o tresgrandes comidas, las que fatigan enor-memente al enfermo, haciéndose muydifícil su asimilación. Recordemos queel aparato digestivo se afecta en el mo-quillo desde el comienzo de la enfer-medad, y por lo tanto no conviene en-torpecer su di fícil 'funcionamiento congrandes cantidades de alimento en unacomida.

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Si tuviésemos ocasión de ver al pa-ciente en un principio (primera sema-na) el empleo de un suero homólogoespecífico es nuestra primera recomen-dación. Desde 193 I hemos tenido oca-sión de emplearlo, en clientela particu-lar y de aconsejar su uso en la ClínicaMédica de la Escuela Nacional de Me-dicina Veterinaria, siendo los resulta-dos ampliamente satisfactorios. Auncuando este suero es preparado con elfin de que sirva como inmunizante. ypor 10 tanto a título preventivo, decidi-mos ensayar su empleo en el trata-miento curativo del moquillo, basándo-nos en su especificidad, y pudimos com-probar que cuando se utiliza en los pri-meros dias de la infección por vía en-dovenosa y en cantidad de 10 c. c., suempleo es decisivamente favorable.

La temperatura desciende en 214 ho-ras; la gravedad se atenúa y e! pacien-te, en dos a tres días, vuelve a su es-tado normal,

OBSERVACIONES

A continuación presentamos dos ob-servaciones del uso del suero homólo-go específico:

OBSERVACIÓN r ."

El día 28 de marro de 1932 ingresó a laClínica de la Escuela Nacional de MedicinaVeter inaria una perra S pcmiel, de colorcarmelita con blanco, de 18 meses de edad.

Anamnesis.-Decaimi'ento general, falta deapetito, tos, vómitos, diarrea sanguinolenta,uagrimeo y flujo nasal.

Exomen especial. - Temperatura 40° C.Pul50 acelerado. Mucosas congestionadas.Disnea. Vesiculas en Ja parte interna de lapierna .y en la piel del abdomen. Aumentedel murmullo vesicular. Secreción naríticay ocular.

Trtuamiento, - Día 28. Inyección subeu-tánea de ro c. c. de suero homólogo especí-fico- contra el moquillo canino.

Día 29. Temperatura 38,8° C. Disminu-ción de la tos. No hay vómito ni diarrea.Se le administra un desinfectante intestinala ba-se de calomel y aceite de olivas.

10 REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

Día 30. Temperatura 39,2° C. Estado ge-neral satisfactorio. Para reafirmar el trata-miento se le aplica otra inyección de sueroen la misma dosis y por la misma vía.

Día 4 de abril. Temperatura 39° C. Buenestado general. Se ordena la aplicación deuna serie de ampolletas de Omnadina.

Día 14 de abril. Se le da de baja porcuración.

OBSERVACIÓN 2.'

El día 18 de abril de 1932 se da de altaen la Clínica de la Escuela Nacional de Me-dici na Veterinaria a una perra de 8 mesesde edad (raza lobo, de color pardo).

Ancmnesis. _ Decaimiento general, ano-rexia, vómito, supuración por los ojos y na-riz, vesículas en Ja parte interna de la piely en el abdomen. Excrementos fétidos y es-típticos.

Ex amen especial. - Temperatura 40° C.Disneico. Pulso debilitado. Mucosas bastantecongestionadas. Los excrementos duros y fé-tidos. Los pulmones con zonas de maciceza la percusión. Disminución del murmullovesicular en Jas zonas de macicez y aumen-to en las otras.

Trrüonuento, - Dia 19. Se le aplica porvia endovenosa una inyección de 10 c. c.de suero homólogo especifico contra el mo-quillo canino.

Día 20. Temperatura 39° C. El animal semuestra menos decaído, pero persiste la supu-ración por los ojos y la nariz. Se administraun desinfectante intestinal, a ·ba·se de calo-mel y aceite de r.icino.

Día 21. Temperatura 39° C. El animalse muestra alegre, come bien, no vomita.

Día 28. Se le da de baja por curación.

Observaciones semejantes han sido.recientemente hechas por Wright, quienutilizando un suero homólogo inmuneconcentrado, preparado por Laidlaw yDunkin, ha obtenido resultados muyhalagadores aun en casos muy gravesde la enfermedad.

Es indudable que para conseguir es-tas curaciones rápidas precisa usar unsuero de alto valoren anticuerpos, 10cual depende de la actividad del virus

y del momento en que se obtenga delanimal.

El empleo del suero homólogo espe-cífico es, pues, un poderoso recurso te-rapéutico con el cual aumentan en altogrado las probabilidades de vencer lainfección, sobre todo si como hemosobservado, se le aplica oportunamente.Si el animal presentado a nuestra ob-servación acusa sintomas de complica-ciones secundarias, nos veremos en lanecesidad de recurrir a la medicaciónsintomática o para-especifica, teniendopresente que no debemos multiplicar lasintervenciones terapéuticas, sino másbien tratar de que la medicación sea lomás sencilla y 10 menos fatigante po-sible.

Aconsejaremos como primera medi-da el empleo de una bacterina poliva-lente preparada con los gérmenes quecomúnmente determinan las infeccionessecundarias. Es manifiesta la acción ate-

.Imante de esta medicación biológica. queal mismo tierno aumenta las defensas delpaciente de manera notable. A estas in-dicaciones debemos agr·egar el trata-miento sintomático de la bronquitis yde la bronconeumonía.

Deben vigilarse de manera especial lafunción renal y la función hepática me-diante oportunos análisis de orina, cuyoresultado nos servirá de norma para sa-ber si se pueden emplear ciertas medidasterapéuticas, tales como el uso de la uro-formina y la aplicación de los abscesosde fijación, dado que ambos procedi-mientes están contraindicados en las al-teraciones orgánicas renales.

En general, en vista de la profundatoxemia, evidente en el moquillo canino,nuestro tratamiento debe ser, ante, todo,antitóxico, antiséptico y derivativo.

El yoduro de calcio es, para Dailey,una droga inmejorable en dosis de .o.r agramos bien diluída en agua, cada treshoras al principio de Ja enfermedad. mástarde cada cuatro horas, vigilando el vo-dismo que pueda presentarse como con-secuencia del uso prolongado de la dro-

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ga. Igualmente se recomiendan los anti-tóxicos generales: colargol, electrargoLetcétera.

El aceite de hígado de bacalao, enpequeñas dosis, mezclado con agua decal, es una medicación sostenida quehemos usado con éxito en las formastoxémicas prolongadas. Es indudable quesu acción benéfica se debe a su altocontenido en vitaminas fijadoras del cal-cio sanguíneo.

La hipertermia y la intoxicación tien-den a afectar al miocardio en esta en-fermedad. Por lo tanto debemos vigilarcuidadosamente el funcionamiento car-díaco y tonificar el corazón usando pru-dentemente digital, digitalina, etcétera.Debemos tener muy en cuenta que elempleo de los estimulantes cardíacospuede ser fatigante y producir una hi-perexcitación consecuente a su uso exa-gerado.

De acuerdo con Antaine y Liegeoiscreemos que en las complicaciones ner-viosas debe proscribirse el tratamien-to clásico, a base de revulsivos, pur-gantes, hipnóticos, excitantes o resoluti-vos, como absolutamente inútil.

La terapéutica para-específica a basede opoterapia, quimioterapia y proteino-terapia deben ser nuestros recursos enestos casos. La tiroidina y la paratiroi-dina están altamente recomendadas porDailey en los tics, coreas y parálisis delos miembros posteriores. Esta medica-ción debe ser: empleada al comienzo dela complicación nerviosa.

Panisset y Verge recomiendan de ma-nera especial el empleo ele la uroformi-na, pues tiene la ventaja de atravesar lasmeninges en forma de formol y, por lotanto, se puede usar ventaj osamente porsu marcacla acción bactericida en las for-mas nerviosas que complican común-mente el moquillo y que son difícilmen-te atacables con otra clase dè medica-ción (parálisis, corea, meningoencefali-tis). La uroformina debe emplearse so-bre todo al principio de las manifestacio-nes nerviosas. En ciertos casos no obra

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de manera definitiva pero, a pesar de-esto, es una preciosa medicación que'modifica favorablemente los procesosmórbidos.

Los resultados del empleo de las dro-gas arsenicales como el N ovarsenoben-zol, el Sulfarsenol, el Estovarsol sódico.y de los derivados bismúticos, halaga-dores en unos cuantos casos, han sido.por el contrario, completamente negati-vos en la mayoría de ellos. Lo mismo.puede decirse del Azul tripán, tan reco-mendado por algunos autores.

La Septisemina, recomendada porTaillandier en inyecciones intra-raquí-deas, no produce los resultados que sele atribuyen.

Conocida es la teoría que atribuye lamayoría de los síntomas nerviosos en elmoquillo canino a una prematura y con-tinua decalcificación. Bajo este supues-to puede aconsejarse el empleo de lassales orgánicas de calcio, solas o combi-nadas con la proteinoterapia, a base deleche o de sangre. El doctor Jorge E.Albornoz ha instituido repetidas veceestos tratamientos en la Clínica Médicade la Escuela Nacional de Veterinaria enperros afectados de moquillo nerviosoparalítico, con resultados halagadores,que serán motivo de un estudio especial.

En conclusión puede decirse que lamedicación por choc, manejada conconstancia y en casos especiales, consti-tuye un arma' eficacisima en el trata-miento de las graves complicaciones ner-viosas del moquillo canino.

A pesar de este nuevo y numerosoarsenal terapéutico, el moquillo de losperros constituye la más grave enferme-dad que afecta a esta especie y la quemayor mortalidad determina en lòs ani-males de razas puras.

TRATAMIENTO PREVENTIVO DELMOQUILLO

Una vez que Laidlaw y Dunkin com-probaron las teorías de Carré sobre laetiología del moquillo dedicaron sus es-fuerzos a la obtención de un producto

12 REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

eficaz que pudiera emplearse con éxitoen la profilaxia de esta enfermedad. YaLebailly había preparado una vacuna conextractos de bazo de perros muer-tos a causa de moquillo con resultadosque, según él, eran satisfactorios. Pun-toni había conseguido igual éxito conextractos de' cerebro. Con estos ante-cedentes Laidlaw y Dunkin, despuésde numerosas experiencias practicadassobre hurones, llegaron a la conclusiónde que podía obtenerse una inmunidadduradera y sólida, sometiendo a losperros a la inoculación de una vacunapreparada con el virus muerto obtenidopor el filtrado de macerados de bazo,cerebro y ganglios de perro cuyo con-tenido activo hubiera sido previamentedeterminado por medio de experirnen-tación sobre hurones.

La inoculación de esta vacuna muer-ta, combinada con la de virus vivo he-cha posteriormente producía una inmu-nidad tal que los animales resistíanperfectamente varias dosis mortales,pasado cierto tiempo.

Este tipo de vacunas ha sido ensa-yado en muchos miles de animales des-de 1928 para acá, tanto en los EstadosUnidos como en Inglaterra. Desde 1930nosotros 10 hemos empleado en nuestraclientela particular con éxito constante,a pesar de que solamente hemos usadoel virus muerto, combinándolo, eso sí,

con la exposición post-erior de! animalal contacto con animales enfermos, yhasta la fecha no hemos tenido ningu-na pérdida debido a la vacunación.

El suero homólogo específico, es de-cir, preparado en perros hiperinmuni-zados contra la en f.ermedad mediantelas inoculaciones con virus de activi-dad reconocida, es otra de las medica-ciones biológicas con que contamos enla actualidad para el tratamiento pre-ventivo del moquillo canino. La inmu-nidad que produce no es larga, pero síla suficiente para proteger a los ani-males contra las infecciones que pue-den adquirir, sobre todo en sitios endonde hay gran número de perros, co-moexposiciones, etc.

La superioridad de los productosbiológicos preparados a base de virusdel moquillo es manifiesta sobre las nu-merosas vacunas que exist-en todavíaen el mercado, elaboradas con los or-ganismos de infección secundaria. Losmuchos miles de animales inmunizadoshasta ahora por estos medios son tes-tigos fehacientes de la bondad del mé-todo y del adelanto a que se ha llega-do en el estudio de las enfermedadesdeterminadas por virus filtrables, quehasta hace algún tiempo eran conside-.radas como escollos insuperables en laterapéutica biológica.

Sobre el aborto epizoótico de los bóvidos.Un tratamiento nuevo

Por RA'YMOND Moussu

Desde que Bang y Stribolt descu-brieron en 1896 el Bacillus abortus, e!aborto epizoótico ha sido' objeto en elmundo entero de numerosas investiga-ciones que han logrado levantar sólo enparte el velo que oculta esta infecciónque, por su importancia económica,

ocupa en Europa el primer lugar enpatología animal.

El aborto epizoótíco se considera ac-tualmente como una enfermedad gene-ral de las madres, provocada, en la granmayoría de casos, por la Br. abortus,y caracterizada no sólo por los abor-

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tos sino también por esterilidad, reten-ción de las secundinas, artritis y mor-talidad de los recién nacidos. Este cri-terio, que es el de los bacteriólogos, nocreo que corresponda a la realidad delos hechos. Para aquéllos aborto yBr. abortus son sinónimos; se han de-jado hiptonizar por el microbio deBang que les ha ocultado la enferme-dad.

Este papel de la Br, abortus comoagente de infección primitiva específi-ca, he intentado refutarlo (Rec. deNI éd. Vet., junio, 1931), haciendo re-saltar que si el aborto era uno desdeel punto de vista clínico, era, bacterio-lógicamente, mucho más complejo. Allado de los abortos por Br. abortus sehan visto otros provocados por vibrio-nes, hongos, y diversos bacilos... Porel contrario, es sabido que la presen-cia del microbio de Bang en el orga-nismo de una vaca en gestación nobasta, en gran número de casos, paraprovocar el aborto. Las investigacionesde Samsonoff, que yo cité a este res-pecto, han sido confirmadas por otrosautores, en particular por Graub (Schw.Archiu, julio 193,3), según el cual, en104 explotaciones donde jamás se ha-bía practicado ninguna vacunación, yen las que desde hacía dos años nohabía ocurrido ningún caso de aborto,se descubrió la Br. abortus en la lechede 24 por roo. Gwatkin (Cornell Vei.,enero 1932), en cuatro vacas que aglu-tinaban entre el I por 500 y el I pormil, halló Br. obortus, en la leche detres de ellas, al paso que sus investi-gaciones resultaron negativas en lasmembranas fetales. K I i m m e r (Ber.Tier, W och., 5 febrero, 1932), refirién-dose a la excreción bacteriana por laleche ha dicho que puede persistir sieteaños y más, y que se le puede hallarmucho tiempo después de ocurrir losnacimientos normalmente. En una ex-plotación que había sufrido el aborto,Tartarano ha observado. después delargos períodos durante los cuales las

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. gestaciones se habían producido nor-malmente, no sólo animales que agluti-naban en proporción elevada, sino in-cluso vacas que, sin síntomas sospecho-sos, daban hernocultivos positivos. Má5aún: en el informe emitido en 1931por una comisión encargada de estudiarel aborto en Suiza, se hace constar queen 65 vacas y I I terneras tratadas concultivos vivos después de cubiertas, seregistraron 16 abortos (r4 en las vacasy 2en las terneras), es decir, única-mente el 2,1 por roo (Schnueiser Ar-cliiu., noviembre 1931).

Estos documentos bibl iográficos, aun-que incompletos, demuestran amplia-mente que la Br. abortus es incapaz.por sí sola. ele provocar el aborto. Esun germen patógeno accidental, o me-jor, según la sujestiva expresión de Ni-calle, "un simple aprovechador de Jaocasión", que solamente actúa cuandoencuentra un terreno especial favora-ble para multiplicarse.

Esta noción del terreno, que en 1931yo quise introducir en la patogenia delaborto epizoótico me parece capital. Suimportancia es, por lo demás, de carác-ter general, como hace resaltar el pro-fesor J. Basset al afirmar que "cuan-to más se experimentan los virus másvariados en las especies animales másdiversas, más se persuade uno de que.incluso en la especie más sensible, elmismo germen más patógeno es insu-ficiente si no encuentra el individuo re-ceptible, el terrena preparada por tancausa que le favorece y que muchasveces desconocemos".

¿ Cuáles son los factores creadores'de la ocasión que permiten la aparició.ide las manifestaciones del aborto epi-zoótico? Este es el problema que heintentado resolver en los ensayos he-chos desde hace unos cinco años.

La idea directriz que me guió al co-menzar estas investigaciones difierecompletamente del dogma clásico queconsidera el aborto epizoótico como

Li- REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

una en fermedad general de las madres,y he recogido la tesis sostenida por mimaestro el profesor G. Moussu, segúnel cual la Br. abortus no es patógenapara las hembras bovinas y sólo actúasobre las envolturas fetales y el feto.

, El aborto epizoótico es una eniermedaddel huevo.

Pero, la expulsión prematura delfeto no es, ni con mucho, todo el abor-to; se traduce también por esterilidad,retención de las secundinas, artritis, ymortalidad de los recién nacidos. En el'macho se manifiesta por lesiones testi-culares, con o sin esterilidad.

Desde hace algunos años ha recaídola atención sobre ciertas lesiones pro-vocadas por la Br. abortus. Rinjard yHilger fueron quienes la hallaron pri-mero en la matadura de la cruz y dela nunca del caballo. Van der Hoeden,Magnuson y otros la han señalado enlos higromas del buey. Estas observa-ciones no carecen de interés; la cues-tión está en saber si se trata de lesio-nes primitivas producidas por la Br.abortus, Esta opinión se ha sustentadorespecto a la matadura de la cruz. apesar de que han fracasado todas lastentativas de reproducción experimen-tal hechas en Europa y en Norteamé-rica. Las inyecciones, en la profundi-dad de los tejidos de la región de la

,cruz o de la nuca, de cultivos virulen-tos de B1~. aborius, sólo provocan unareacción de importancia secundaria ynunca van seguidas de la aparición delos síntomas conocidos de la matadu-ra de la cruz o de la nuca (Van xlerHoeden, Delbé ... ). Parece evidente quela Br. abortus no puede provocar la'matadura de la cruz y de la nuca enel caballo si no encuentra un terrenopreparado (tejidos previamente lesiona-clos), que permiten su puJulación. Vander Hoeden ha demostrado que en uncaballo portador de Br. abortus, unainyección subcutánea de los mismos-gérmenes muertos provoca una reac-ción local bajo la forma de una turne-

facción supurada. La existencia de bru-celas vivas en este pus se explica porsu movilización sanguínea a partir defocos infecciosos preexistentes acumu-ladas en un locus minoris resistentiae.

Los higromas del buey proporcionanun ejemplo del mismo orden, aunqueligeramente diferente. Nadie cree q~ela Br. abortus sea la causa de 105 hi-gramas, sino que se trata de una sim-ple localización del microbio de Bangen tej idos lesionados o contusionados.

En los casos citados se ve que laBr, abortus se fija y se multiplica mer-ced a una alteración previa de los te-j idos, de una modificación local del te-rreno que es la causa determinante dela localización. Estos dos casos ofrecentambién una diferencia importante: enel uno (matadura de la cruz) la multi-plicación local determina una lesión su-purada que en el otro no se produce.La naturaleza o la intensidad de lasmadi ficaciones locales de los tej idos es10 que determina las di Ierentes mane-ras de manifestarse las localizacionesde un mismo microbio.

He dicho anteriormente que la Br,aborius no podía causar- por sí sola elaborto epizoótico; que, en vacas degestación normal. se podía observarcon freucnecia aglutinación positiva enproporción elevada, excreción de ba-cilos con la leche y hemocultivos posi-tivos. Acabo de indicar que, gracias alesiones de los te j idos, a modificacioneslocales del terreno, el microbio de Bangpodía colonizar, para, según los casos,multiplicarse simplemente o provocarlesiones más o menos acentuadas. Talesson, a mi juicio, los dos factores delproblema del aborto epizoótico. .

Se ha dicho, hablando del aborto epi-zoótico ele los bóvidos, que las lesionesconsideradas en su conjunto traducenla afinidad patógena general de la Br,abortus por las glándulas sexuales ysus anexos, por el epitelio del coriónplacentario, por las sinoviales articula-res y tendinosas y las bolsas serosas.

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA ISEsto es completamente inexacto, puesson en extremo frecuentes los casos devacas portadoras de Br, abortus que nomanifiestan ninguna lesión o trastornosfuncionales de los tejidos o de los ór-ganos antes mencionados. Dichas loca-lizaciones son clásicas, pero, en mi opi-nión, no son primitivas, sino que apa-recen solamente gracias a las modifica-ciones previas de los tejidos.

Debemos, pues, buscar un factor (ovarios) que pueda obrar en serie' y pro-vocar modificaciones en los tej idosque permitan la fij ación y el desarrollode la Br, abortus.

Podemos clividir las mani festacionesdel aborto en: 1.0 Manifestaciones fe-tales (esterilidad), aborto, mortalidadde los recién nacidos y retención de lassecundinas. 2.° Manifestaciones mater-nas: artritis. 3.° Manifestaciones delmacho: lesiones testiculares.

Las investigaciones de Evans (So-ciété d' H ygiC'Jle alimentaire, sesión de30 de marzo de 1928), han demostradoque los fenómenos de la reproducciónnecesitan, en los mamíferos, la presen-cia de un factor liposoluble denomina-do factor o uitanuna E. La carencia deeste factor se traduce por trastornos'que se manifiestan en las hembras yen los machos. En aquéllas la ovulaciónse hace regularmente; el ovario v elútero no presentan alteración alguna(Zagami, Rivista di Pat. S oerimentale,2 S agosto 1932); la fecundación es po-sible, pero el huevo sucumbe rápida-mente (en la rata hacia' los trece días),se resorbe en el mismo lugar y la hem-bra permanece estéril. El estudio aria-tomopatológico de los embriones caren-ciados descubre lesiones muy marcadasen la placenta y en los embriones mis-mos, en particular trastornos de la he-matopoyesis con anemia intensa. En elmaoho se producen trastornos de la es-permatogenesis, los espermatozoidespierden su motilidad, se aglutinan, suscabezas desaparecen }T el macho perma-nece estéril.

Estas manifestaciones obtenidas ex-perimentalmente con regímenes com-pletamente privados de factor E, sonexcepcionales en las condiciones en quenormalmente se alimentan los bóvidos,Pero, al lado de esas carencias totalesexisten, debido a las prácticas actualesde alimentación, carencias parciales,precarencias, cuya frecuencia ha seña-lado Mouriquand paTa la avitamino-sis C. Tal es, a mi juicio, 10 que creala ocasión a la Br. abortus. Es a causade la alteración de los tej idos del huevoprovocada por la deficiencia de la vita-mina E que el microbio de Bang sehace patógeno, y es esta idea la queha originado el método de prevencióndel aborto epizoótico que expongo másadelante dando a conocer sus resulta-dos. .

El factor o vitamina E, de natura-leza y composición química todavía in-determinadas, existe sobre todo en elgermen de las gramíneas, constituyen-do una especie de influjo vital indis-pensable para el desarrollo del embrión.Del germen, el factor E pasa a la plan-ta tierna. La proporción de factor Econtenida en los vegetales, por 10 me-nos en las gramíneas, disminuye con elcrecimiento y cuando el grano se for-ma ya no se encuentra más que en éste.El factor E abunda mucho menos, engeneral, en las leguminosas que en lasgramíneas. Los animales no pueden ha-cer la síntesis del factor E; deben ha-llarIo en su alimentación para atendera las necesidades del desarrollo ernbrio-nano.

La carencia en factor E se traduceen los bóvidos por mani Iestaciones queestán, naturalmente, en razón directade su intensidad. En las formas muygraves, ocurre, como en las experien-cias de Evans, la muerte precoz del em-brión, su resorción y la de sus envol-turas. La vaca parece estéril; el celoreaparece cada tres semanas. Esta esla única explicación aceptable de la es-terilidad. He hecho practicar numero-

16 REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

SOS exámenes uterinos de mucosas devacas estériles procedentes de establosen los que reinaba el aborto, sin quejamás se hayan descubierto lesionesapreciables. A veces, la muerte delhuevo es menos rápida; falta un pe-ríodo de celo y reaparece el siguiente.N o ha habido expulsión embrionaria,la vaca no ha arrojado nada, ni muchomenos ha abortado; en ciertas regionesdicen que la vaca se ha corrido. Estosabortos precoces, embrionarios, bienconocidos, son no obstante, excepcio-nales, y ordinariamente es más tarde,a partir del cuarto mes, y sobre tododel séptimo cuando se produce la ex-pulsión del feto. En este caso hay, porregla general, la acción simultánea dedos factores: carencia de la vitaminaE, y más a menudo, infección micro-biana por la El'. abortus.

Esta frecuencia particular del abor-to hacia el séptimo mes no es desdeluego casual. Las necesidades del fetoen factor E. varían con la rapidez desu crecimiento, mejor dicho, la caren-cia relativa es tanto más acentuadacuanto más intenso es el crecimientodel feto, y en la especie bovina. segúnha demostrado G. Belle, la gestaciónalcanza su máxima intensidad entre elquinto y el séptimo mes.

¿ Cuál es la causa de la muerte delfeto? Esta es la cuestión que ha plan-teado Haupp en la Berliuer Tier.JlV och., núm. 52 de 1932. ¿ La prevo-can las alteraciones de los cotiledonesy Ja aportación insuficiente de oxígeno,o resulta de la en fermedad del feto?Ambas causas son para mí insepara-bles, van íntimamente unidas, pues lasalteraciones cotiledonarias son conse-cuencia de la enfermedad, de la caren-cia fetal. Si las alteraciones cotiledona-rias sólo obrasen de una manera mecá-nica, expoliadora, serían insuficientespara explicar la muerte del feto en loscasos - y son muchos - en que lamayoría de las vellosidades placenta-rias permanecen intactas.

La mortalidad de los recten nacidoses una manifestación del mismo ordenaunque tal vez algo más compleja.Aquí no hay aborto; los nacimientosocurren a término o poco menos, perolos terneros sucumben rápidamente yen algunos días a lo que ~e ha llamadosepticemia de los recién nacidos. Haygranjas que ven desaparecer de esemodo la mitad, las tres cuartas partes,.la casi totalidad de sus terneros en la.primera semana del nacimiento.

Las relaciones entre la septicemia delos recién nacidos y el aborto, aunqueimperf.ectamente precisadas son indis-cutibles. Se admite por todos que estasepticemia es la consecuencia de unainfección prenatal por el coli o para-coli; pero, ¿ cuál es el papel del abortoen -la génesis de esta septicemia? Heaquí, a mi ver, cómo se encadenan loshechos: debido ;¡ una carencia en fac-tor E, posiblemente muy poco acentua-da, la El'. abort ••s provoca en la pla-centa lesiones discretas, insuficientespara provocar el aborto. Aunque pocoextensas, esas lesiones bastan para rom-per la barrera placentaria y permitir lainfección del feto por colibacilos deorigen materno. La septicemia estallapoco después del nacimiento, cuando elrecién nacido ya no está protegido porlos anticuerpos de la madre y se des-arrolla rápidamente en un organismocareuciado de resistencia disminuida,Es todavía la carencia fetal primitivala que desempeña aquí el principal pa-pel; sin ella las lesiones placentariasno se producirían nunca y la infeccióndel feto no sería posible.

No es preciso insistir mucho sobre lano expulsión de las secundinas, en laque 11él!Yunánime acuerdo. Las lesionesinflamatorias producidas en la placen-ta por la Br. abortus, provocan sobretodo cuando evolucionan lentamente. esdecir, cuando la carencia en factor' E ,no es muy marcada, adherencias anor-males con los cotiledones, una especiede sínfisis, cuya consecuencia es la re-

filrlDilcoloèí-a pafa Veterinarios. Por el doctor

E. FrohnerCatedrático de la Escuela de Veterinaria de Berlín

Traducción de la 13.a edición alemana, por

Pedro FarrerasMédico militar y Veterinario

Gerente de la REVISTAVETERINARIADEESPAÑA

Un tomo en 4.°, de más de 500 páginas, encuadernadoen tela, 20 pesetas

Ninguno de los diversos tratados de Farmacología existentes en labibliografía veterinaria de todo el mundo ha logrado el éxito de este deFròhner, Desde que apareció en 1888 han ido agotándose en corto plazo.sus ediciones, hasta llegar a la décimatercera publicada en 1929. Gracias aello, el autor ha podido incesantemente perfeccionar y modernizar su obra,expurgándola de lo superfluo y enriqueciéndola con los progresos, de la.materia médica. -

Esta última edición la ha publicado Fróhner después de ser jubilado,por edad, del desempeño de sg cátedra. No es la obra de un neófito inex-perto que se deja deslumbrar fácilmente por la novedad de ciertos medica-mentos, sino el resultado de la práctica vastisima de un gran clínico y ex-perimentador que habla de muchos fármacos por experiencia propia y que,con la autoridad de quien lo domina a fondo, expone concisamente casitodo el inmenso caudal de los numerosísimos medicamentos y medios diag-nósticos, inmunizantes, opoterápicos, etc., de la Farmacología del momen-to actual.

La obra consta de los siguientes capítulos: Introducción. - Genera- .lidades. -:- Febrifugos, - Medicamentos' cardíacos. ,- Sedantes, calman-'tes, narcóticos. - Excitantes del sistema nervioso. - Antisépticos. - Me-tales y metaloides. - Astringentes vegetales. - Amargos. - Alcalis y'

.:ácidos. - Aceites etéreos, esencias. - Purgantes vegetales. - Antihel-mínticos. - Medicamentos indiferentes. ,---,'Medios diagnósticos.

N o dudamos de que 'los veterinarios españoles e hispanoamericanos dis-pensarán a esta nueva obra' de Fròhner la misma acogida favorable tangenerosamente otorgada a las otras obras del mismo autor publicadas poresta editorial. '

OER.A DE -CONSULTA

PATOlOGIA Y TERAPEUTI(ll ESPE(IAIE5DE LOS ANHfAlES DOHÉSTIf:OS

Por los doctores

F. ,HUTYQA y J. MA~EKCatedráticos de la Escuela de Veterinarios de Budapest .

Traduuilln' españolll considerablemente ampliadaPor Pedro Farreras

Médico militar y VeterinarioGerente de la REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

Tomo II

Enfermedades de lOSaparatos dieesti'o~respiratorio y circulatorio

Un volumen de 840 páginas, ilustrado con 167grabadosy 3láminas, encuadernado en tela, 30 pesetas

Es ésta una obra de consulta que deben poseer odas los veterinarios.ilustrados, por ser el mejor tratado de medicina interna de los animalesdomésticos existente hoy. Pregonan' sus excelencias la rapidez con que sesuceden sus copiosas ediciones en Alemania, y el haberse publicado dosediciones de la traducción italiana y tres de la traducción inglesa hecha enNorteamérica De nuestra traducción española sólo hemos de decir que porhaberse agotado ya la edición del primer tomo {Enfermedades infecciosas}nos vernos obligados a preparar una nueva edición del mismo, y que el se-gundo torrio recientemente publicado, y el tercero; que aparecerá en breve,los solicitan con ansia todos los veterinarios cultos de habla española.

Por su extensión, por su método, por su claridad y por el caudal deconocimientos que contiene, la Patología de Hutyra y Marek supera ven-tajosamente a todas' sus similares y será por espacio de muchos años ellibro de consulta obligado que figurará en la biblioteca del veterinariopráctico, como un elemento indispensable de trabajo.

A continuación reproducimos un extracto del índice del tomo II:

ENFERMEDAJDES DE LOS ORIGANOS DIGESTIVOS.. SECCIÓN I. Enfer-medades de la boca. - SECCIÓNIl. Enfermedades de las glándulas salivales. - SEC-CIÓ!'\ III. Enfermedades de la faringe. - SECCIÓNIV. Enfermedades -iie! esófago. ~SECCIÓNV. Enfermedades del estómago e intestinos. - SECCIÓN VI. Enfermedadesdel hígado. - SECCIÓNVII. Enfermedades del pánc1·~as. - SECCIÓNVIII. Enferme-dades del peritoneo.

ENFERMEDADES DE. LOS ORGANOS RES~PlRATORIOS. SECCI'ÓNI. En-ll'rtnedades de las fosas nasales y cavidades accesorias. - SECCIÓNIl. Enfermedadesde la laringe. - SECCIÓNIII. Enfermedades de los bronquios. - SECCIÓN IV. En-fermedades de los pulmones. - SECCIÓNV. Enjermedades de la pleura. '

ENFERMEDADES DE LA CIRCULAJCION. 'SECCIÓN I. Enfermedades delpericardio, - SECCIÓNH. Enfermedades del corasán, - SECCIÓNIII. Enfermedadesde los vasos .sanguíneos.

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tención de las envolturas. Estas reten-ciones son' mucho más excepcionales enlos abortos precoces de tres a cuatromeses, porque entonces predomina lacarencia, y las lesiones placentarias deevolución aguda generalmente no tie-nen tiempo de provocar alteraciones de'tipo adhesivo. Por el contrario, en losabortos tardíos (del séptimo mes enadelante), las lesiones placentarias deevolución lenta se adhieren de mane-ra más o menos firme y entonces escuando la retención de las secundinases particularmente frecuente y cuancIose presentan casos cIe solcIaduras ínti-mas que hacen tan penosa y delicadala intervención cIel práctico.

Las artritis cIel aborto merecen es-pecial mención; se las conoce desdelargo tiempo y representan la gran ma-yoría cIe 10 que antes se llamaba artri-tis infecciosa de las vacas lecheras. Lasrelaciones entre las artritis y el abortonadie las discute, a pesar de que jamásse ha precisado su naturaleza.

Estas artritis se observan casi exclu-sivamente en las hembras; por excep-ción se han visto casos en los machos(toros y bueyes). En la casi totalidadde los casos son artritis post partwni,y si con frecuencia se presentan de ma-nera esporádica no es raro observar ca-sos múltiples en una misma granja;conozco establos en .los que han debidos'er sacrificadas la tercera parte de lasvacas por padecer artritis incurables.Dichas artritis con frecuencia convier-ten el aborto en un verdadero desas-tre.

¿ Por qué esas artritis, y sobre todo.por qué ocurren en serie? He aquíotros tantos enigmas. Decir que laBr. aborius tiene una afinidad especialpor las sinoviales articulares, es unaexplicación que nada aclara y sólo ocul-ta nuestra ignorancia. ¿ Por qué en unagranja se observan varios casos de ar-tritis y se desconocen en otro establopróximo visitado igualmente por elaborto? ¿ Por qué, en fin, estas lesio-

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nes se producen solamente después delaborto, al paso que son, podríamos de-cir, desconocidas antes de la expulsióndel feto. mientras ya existen extensaslesiones placentarias?

He dicho antes que la Br. abortusera un agente patógeno accidental quesólo podía actuar si hallaba un ten-e-na favorable, modificaciones de los te-jidos que permitiesen su multiplicación.Las modificaciones del esqueleto y enparticular la decalcificación provocadapor la gestación, ele una parte, y deotra el aumento de la lactación canse,cutíva al aborto, son las causas a lasque atribuyo, en este caso, la menorresistencia de los tejidos que permitela fijacíón de la B1'. abortus y el des-arrollo de su acción patógena. Y es enlas granjas en que la tierra es pobre omal equilibrada en elementos mineralesen las que los animales tienen un es-queleto deficiente en sales de cal y es-tán en un estado de carencia o preca-rencia donde las artritis del aborto apa-recen en serie. Esas artritis se presen-tan así corno reveladoras de la caren-cia que hasta entonces permanecía mu-da. He aquí por qué. he clasificadoaparte esas artritis del aborto y las con-sidero como manifestaciones de origenmaterno.

En el macho, el aborto apenas semanifiesta - si prescindimos de las ar-tritis excepcionales cuya patogenia en-tra en el cuadro antes indicado - másque por lesiones en los testículos. Altratar de las investigaciones de Evansya he hablado de la espermatogénesis,de las alteraciones del tej ido testicularprovocadas por la carencia en factor Eque es, a mi juicio, el origen de laslesiones observadas en el toro en el cur-so del aborto. La Br. abortus halla unterreno favorable en el que determinaalteraciones especiales, como hace en lacruz o en la nuca en el caballo en ca-sos particulares. No es menos ciertoque esas lesiones del toro son excepcio-nales si se las compara con las mani-

..

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festaciones del aborto en la vaca, y ellopor dos razones: primero por la pro-porción reducida de toros en relacióncon el número de vacas (I por 50, portérmino medio) y en segundo lugar poruna razón de carácter alimenticio deque trataremos más adelante.

En resumen: las manifestaciones delaborto aparecen bajo la acción de doscausas que se completan: La Un fe-nómeno de carencia en vitamina E enla inmensa mayoría de los casos vsólo excepcionalmente carencia cálcic~,2." La infección. De ambas causas laprimera es primordial, es la causa pri-mitiva determinante, sin la cual la se-gunda no podría actuar. La infección,que basta hoy era considerada como elfactor único del aborto, 'pasa a segun-do término; es la causa ocasional, laque determina el accidente. Sin embar-go, ésta era la única que hasta ahorase tenía en cuenta, debido a que se reve-la por la presencia de los microbios, alpaso que la carencia no se percibe ; lainfección es el signo revelador de lacarencia : sin carencia no bay infección.Por regla general la infección la pro-duce la Br. abortus, muy extendida enel medio exterior, donde se conservaviva durante' meses (Cameron, TheCOTneU Vét., julio, 1932). Por otraparte, ella parece ser la más apta paraaprovecharse de la modificación del te-rreno motivada por la carencia en fac-tor E. A falta de la, bruceJa, hay otrosagentes, conocidos desde hace tiempo:uibrio foetus, coli, paracoli, b. pyoge-nes, levaduras, hongos, etc., que apro-vechan la ocasión y producen lesionesplacentarias cuya consecuencia es laexpulsión anticipada del feto. Ya he di-cho antes que el aborto, que desde elpunto de vista clínico, es uno, 10 handividido los bacteriólogos; pero la clí-nica es la que está en 10 cierto, y launidad del aborto se restablece si seadmite que la carencia en factor E· esla causa determinante y primordial detodos los casos.

Por último, es indudable que la ca-rencia actúa por sí sola en casos excep-cionales, Ya he dicho que la creía res-pensable de la mayor parte de casos deabortos embrionarios y de esterilidad.Pero, no es esto sólo; las carencias demediana o de escasa intensidad no com-plicadas de infección parecen cornpati-bles con una gestación normal sin abor-to. En ésta, no obstante, el feto ha pa-decido, nace anémico, frecuentementeflaco, raquítico, en estado de menor re-sistencia que 10 convierten en presa fá-cil de las múltiples infecciones que leacechan desde que nació. Además. lacarencia sufrida durante su vida fetalpersiste después del nacimiento, porquela misma leche de su madre es muydeficiente en vitamina E. En tales con-diciones, M orelle (Société Beige deBioloqie, '311 octubre 1931), ha obser-vado en la rata trastornos graves que,en casos extremos. pueden llegar hastala parálisis del tercio posterior y lamuerte. En estos últimos años se habablado m ucho en Francia de la "en-fermedad de los recién nacidos". Ten-go la convicción de que, en la granmayoría de casos la explicación se en-cuentra en 10 que acabo de exponer.Los animales jóvenes, carenciados du-rante su vida uterina y después del na-cimiento, están predispuestos, y sucum-ben en gran número por enteritis, bron-coneumonías ...

De la idea que acabo de exponer,según la cual, la Br. abortus es unagente de infección secundaria, unasimple causa ocasional, se deduce uncorolario algo inesperado que .. no obs-tante, aclara ciertos detalles de la teo-ría clásica. Se admtite que la aglutina-ción, utilizada en general para diagnos-ticar el aborto epizoótico, no dice nadarespecto a, la evolución de la gestación,a la posibilidad del aborto. Cuando espositiva sólo revela una cosa: la pre-sencia anterior o actual de la bruceladel aborto en el organismo que ha pro-porcionado el suero. Y no puede ser

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de otro modo, porque el microbio deBang es impotente por sí solo para pro-ducir el aborto; es el terreno carencia-do quien le convierte en agente pató-geno, y 10 importante para prevenir elaborto no es la presencia del microbio,'sino más bien la existencia del estadode carencia, Con la aglutinación seadmite que - no corresponden al abortoepizoótico propiamente dicho, abortosen serie provocados .por infecciones dis-tintas de la de la Br, abortus, y se eli-mina animales portadores de bacilos deBang perfectamente capaces de llevara término una gestación normal. Laaglutinación, que sólo revela un fenó-meno secundario y deja en la sombrael factor primordial, no cumple su ob-jetivo.

Es, por tanto, el estado de carenciala causa esencial y determinante delaborto epizoótico. ¿ De qué modo seproduce? Prescindiendo de la deficien-cia cálcica que determina la apariciónde las manifestaciones maternas delaborto y que por' tanto no necesita ma-yor explicación, consideremos tan sólola carencia de la vitamina E, muchomás importante y frecuente.

La proporción en que dicha vitaminaestá contenida en el organismo depen-de: LO, de su aportación; 2.°, de su pér-dicla.

La vitamina E existe en abundanciaen los granos de las gramíneas; perono es aquí donde los animales la en-cuentran, porque al final del verano yen otoño, cuando, las gramíneas hangranado y son duras los animales lasdejan y ino las consumen. De los gra-110S, el factor E pasa a las plantas tier-nas, y los animales lo absorben al con-sumir la hierba verde y tierna de lasgramíneas en crecimiento. Tal es, paralos bóvidos, la fuente más importantesi no única, del factor E. En prima,vera y en verano es cuando se aprovi-sionan de esta vitamina, y hasta es po-sible que en esta época haya acumula-ción que el organismo guarda como de

reserva. Por el contrario, en invierno,período de alimentación seca, el déficites constante y casi completo.

La pérdida, es decir, la eliminación delfactor E se produce, sobre todo con laleche, y es tanto más importante cuan-to más elevado es el rendimientolácteo.

Estos datos explican ciertas particu-laridades de la 'epidemiología del abor-to. Se sabe que, por lo general, se, pre-senta al compás de las estaciones; esespecialmente frecuente en invierno,pero disminuye de intensidad y hastallega a desaparecer después de llevarlos animales a los pastos. Está igual-mente demostrado que la vida pratensees uno de los mejores medios de luchacontra la esterilidad y contra la sep-ticemia de los recién nacidos. Final-mente, sabemos que el aborto se cebaprincipalmente 'en los establos especia-Iizados en la producción lechera, envacas de .gran rendimiento sometidas aestabulación permanente y a un régi-men intensivo rico en alimentos con-centrados. Estos detalles permiten tam-bién comprender la relativa rareza delesiones testiculares en el toro) el cual,en muchas granjas recibe un suplemen-to de ración de grano, en particular deavena. - En ésto veo también la exnli-cación de la extrema rareza del ab~rtoen la yegua producido por la Br. abar-tus. Si en esta especie, sensible en otroscasos al bacilo de Bang (mataduras dela cruz y de la nuca), no se produce elaborto, es porque la carencia, del fetoen factor E es evitada por su aporta-ción regular y constante mediante laavena, y por una pérdida en extremoreducida, limitada estrictamente a lasnecesidades nutritivas del potro.

En la génesis de la carencia de apor-tación interviene también la calidadbiológica de la hierba verde. La me-jora del cultivo de los prados por losabonos azoados que hoy empleamos, setraduce, sobre todo, por una modifi~'cación de la flora. por Ja substitución

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de las gramíneas por las leguminosas.Si con ello la ración en cierto modogana, pierde desde eI punto de vista enque aquí la estudiamos. Las condicionesde la vegetación tampoco son indife-rentes; la planta es el reflejo del me-dio, del suelo, de la humedad, de lasequía, y de todos los elementos atmos-féricos que rigen la composición de lasplantas, ~os granos y ta proporciónde los diversos principios que las com-ponen. Cada vez que esos elementos seapartan sensiblemente de lo normal, lacomposición de las plantas y sus cuali-dades biológicas varían ven mayor omenor intensidad, y esto tal vez ex-plica los llamados años de aborto porlos autores antiguos, que lo atribuíanunas veces a la humedad excesiva yotras a la sequía anormal. Yo más biencreería que los abonos que. como anteshe dicho, madi fican la flora, intervie-nen igualmente, provocando en lasplantas y en sus granos una variaciónde composición intima y modificandosu valor biológico.

El aborto me parece, pues, una en-fermedad creada por el progreso ínti-mamente unido a la técnica de las pro-ducciones vegetal y animal. Nuestrosanimales domésticos están actualmentemuy alejados de su vida natural, y lanaturaleza, que no quiere dejarse vio-lentar, se venga.

Examinemos ahora brevemente loque ocurre después de penetrar la El'.abortus en el organismo de la vaca. Lainvasión es casi siempre por la vía di-gestiva, los microbios atraviesan e! in-testino y pasan a la sangre. Si en elcurso de su circuito encuentran un ór-gano alterado, lesionado, en estado demenor resistencia, se instalan en él Vallí colonizan y se multiplican con v¡-riable actividad. En el adulto esto esla regla, pero en el ternero es la ex-cepción, porque sus tejidos, en plenaproliferación, en pleno crecimiento, pre-sentan un medio menos favorable. Enla vaca adulta esta colonización tiene

lugar principalmente en los ganglios, ysobre todo en la mama. Esta es un ór-gano en estado de infección perma-nente; con frecuencia sólo presenta le-siones discretas sin repercusión aparen-te en la leche, pero tales lesiones nopor ello dejan de existir y son las quefacilitan, las que permiten la fijacióny la multiplicación ele la El'. aborius.La prueba de la influencia de esas le-siones previas yo la veo en eI hecho,frecuentemente señalado, de laexcre-ción de la brucela del aborto por unoo dos cuartos de la mama solamente. Eneste caso, toda la mama ha sido inva-dida por el microbio de Bang, pero nose ha instalado más que en el lugardonde ha hallada condiciones favora-bles para su fijación. Los demás gér-menes que no han encontrado su refu-gio hospitalario son eliminados por losexcrementos y la orina. A cada nuevapenetración de El'. obortus en la san-gre se producen así, de modo irregu-lar, nuevas descargas microbianas. Alllegar la gestación se producen o nose producen lesiones en la placenta, se-gún la proporción de vitamina E con-tenida en el organismo.

e,

**Hasta." aquí he expuesto hechos ya

conocidos interpretados con un criterionuevo, original, que permite compren-der las ideas clásicas, pero que tam-poco dej aría de ser una teoría y unahipótesis si no lo justificase con losresultados del tratamiento inspiradopor él.

Si, como yo opino, el aborto es laconsecuencia de una carencia de! fetoen vitamina E, bastará, para evitar suaparición, dar al feto por intermedia-ción de la madre, el elemento que lefalta. para ponerle, como ya indiqué en1931, en condiciones de asegurar supropia defensa.

En los comienzos de 193 I en queemprendí mis investigaciones partía deuna idea absolutamente nueva, sin nin-guna base, sin guía, sin ninguna clase

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de informes; todo estaba por hacer.Con la colaboración particularmente

. pr·eciosa de numerosos compañeros, aquienes expreso desde aquí mi agrade-cimiento, ya que sin ellos no hubierapodido proseguir mis investigaciones,he podido continuar mis ensayos hastahoy.

La idea directriz era proporcionar ala madre, durante la gestación, la vi-tamina E que faltaba en el huevo paraque se pudiese desarrollar normalmen-te. No vaya detallar esos ensayos; in-dicaré solamente sus líneas generales.

Comencé dando cada día en la racióngérmenes de trigo, pero esto ofrecía dosdificultades: una de orden práctico, im-posibilidad del control de la adminis-tración regular y,. otra de orden cientí-fico, mucho más graves. la destrucciónde la vitamina E por oxidación. Estavitamina es termoestab1e. resiste unatemperatura de 1700; pero la oxidaciónla 'destruye rápidamente. Los gérmenesde trigo, en las condiciones de su uti-1ización práctica, se aglutinan, se tor-11an rancios y pierden en poco tiempoS'U actividad.

Recurrí entonces al aceite de gérme-nes de .gramíneas. Fué preciso fijar sudosis, determinar el ritmo de las inyec-ciones, lo cual motivó muchos tanteosy hasta fracasos. Aquí tuve que lucharde nuevo con la dificultad que crea ladestrucción de la vitamina E por oxi-dación, y sólo tras repetidos ensayos'logré eliminar este inconveniente '1 ob-tener un aceite estabilizado de gérme-

. nes seleccionados de gramíneas que hoyda en casi todos los casos resultadospoco menos que perfectos. He debidoseleccionar los gérmenes para asegurar

. un valor biológico casi constante en elaceite así obtenido. La proporción defactor E. contenida en los gérmenesvaría según su procedencia, y' a faltade un método de dosificación biológico,11e tenido que recurrir a gérmenes dediverso origen para obtener un produc-to dotado siempre de análoga actividad.

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El tratamiento requiere tres inyec-ciones subcutáneas de 30 a 40 c. c. cadauna en el curso de la gestación; la pri-mera en las proximidades de la cubri-ción, la segunda al final del tercer mesde la gestación y la tercera al final delsexto mes.

Estos ensayos me han permitido ha-cer interesantes' observaciones; he com-probado que dosis que en determinadacomarca evitaban el aborto eran insufi-cientes en otra. He podido, por de-cirlo así, medir la carencia en factor E,la cual se ha mostrado más intensa enlas regiones del Oise, Seine y Oise,Seine y Mame y Some, al paso queera mucho menos marcada en N orman-día, Calvados, Manche y Orne. La do-sis eficaz en Calvados no lo era enSeine y Mame, por ejemplo, y en todoslos casos es preciso llegar a la dosisútil, por debajo de la cual el fracasoes completo; es la ley del "todo o nada"que en vitaminoterapia tiene caráctergeneral.

He comprobado también que el tra-tamiento precoz era indispensable paraintervenir con éxito; es en la fecun-dación, en el momento de la montacuando se debe poner la primera inyec-ción; más tarde, en las vacas que lle-van varios meses de gestación he. vistofracasos, porque ya no parece posible 'laregresión de las lesiones producidas; eltratamiento es preventivo; no parece te-ner acción curativa o la tiene insufi-ciente.

Hasta hoy he tratado unas 7.000 va-cas en diversos puntos de Francia; hetenido fracasos por las causas antes ci-tadas, pero ahora el éxito es regular,y en todas partes se ve desaparecer elaborto, la retención de las parias y lamortalidad de los recién nacidos. Laesterilidad es la manifestación más te-naz; a veces se debe repetir la inyec-ción con tres semanas de intervalo paralograr la fecundación. En fin, en cier-tos casos, sobre todo' en establos contuberculosis, he visto, esterilidad que

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resiste dos y tres inyecciones. Estos soncasi los únicos fracasos. N o he tenidoocasión de ensayar este tratamiento enl3JSartritis, pero creo que sería ineficaz,porque no puede obrar sobre la causaprimitiva.

Se trata, pues, de un método fisio-lógico de prevención del aborto epizoó-tico que nada tiene de común con la

Al.)

vacunacion y que no actúa sobre el mi-crobio, sino exclusivamente sobre el te-rreno: feto y envolturas, que permane-oen indi Ierentes en presencia de laBr, abortus o de los otros gérmenes ha-bituales del abortoepizoótico. (Rec, deM éd. V éi., diciembre, 1935). - Trad.por F. S.

Las principales parálisis de la gallina y del polluelo

Por R. W ILLEMS

La parálisis verdadera es la imposibi-lidad del movimiento voluntario; seIaobserva, especialmente, en las gallinas,en el curso de la polineuritis. Sin em-bargo, en ciertos casos, el ave, aunqueno esté paralizada (en el sentido propiode la palabra), tampoco hace ningúnmovimiento voluntario. La gota. porejemplo, a causa de los dolores que pro-voca, obliga, a veces, al ave atacada apermanecer inmóvil. Aunque en estecaso la parálisis no existe, el avicultorque no hace esta distinción afirma quesu ave está paralítica. Tratemos pri-nl"ero de los pseudo parálisis y despuésde las parálisis verdaderas.

Entre las primeras, figura, como de-cimos, la gota muy frecuente en lasaves; es una' afección general que noataca únicamente a los órganos de lalocomoción, pero que, por ser ordina-riamente las articulaciones y los tendo-nes las partes afectadas se producen do- .lores muy vivos que impiden los mo-vimientos del ave. La gota suele atacara las gallinas de engorde y a las que.viviendo en un espacio reducido, reci-ben, además, una alimentación muy ricaen proteínas.

Las articulaciones afectadas aparecenhinchadas, calientes y dolorosas; el avepierde el apetito y cojea. En casos más

graves permaneoe estirada en el sueloy parece atacada de parálisis.

El tratamiento medicamentoso no esrecomendable; el número de aves ata-cadas simultáneamente, raras veces es:muy elevado; mejor es sacrificarlas.Para evitar que tales accidentes se re--pitan se procurará que las gallinas en-jauladas hagan el mayor ejercicio y selas dará una ración menos rica en ma-terias azoadas.

El raquitismo puede también iracorn-pañado de una pseudo parálisis. Estaen Iermedad es bastante frecuente enlas razas gruesas muy seleccionadas.Los polluelos raquíticos tienen las pa-tas tumefactas y deforrnadas; su ester-nón está a menudo también deforma-do. Las aves atacadas andan dificilrnen-te y se aguantan en pie con dolor. Lasmuy atacadas pemanecen echadas sobreel suelo; diríase que están paralíticas.

Sin querer abordar, ni siquiera de·modo superficial, la patogenia del ra-quitismo, recordemos, no obstante, lainfluencia del régimen alimenticio, ymencionemos, de paso, el papel impor-tante que hoy se atribuye a la vitaminaD como agente fijador del calcio {acei-te de hígado de bacalao). .

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. Pasemos.· por alto los diversos acci-dentes traumáticos, el reumatismo y laartritis tuberculosa que van general-mente acompañados de cojeras y no depseudo parálisis, y examinemos lasprincipales parálisis verdaderas.

Al comenzar hemos mencionado lapolineuritis aviar, que es, con respectoa las aves de corral lo que el berihericon relación a la especie humana. Esuna enfermedad nerviosa de dichasaves caracterizada por neuritis múlti-ples. Comienza por ataxia locomotrizque se transforma progresivamente enparálisis total. La autopsia apenas des-cubre lesiones características. Por elcontrario, el examen histológico perrni-te constatar alteraciones graves de losnervios.

La polineuritis la origina una ali-mentación deficiente en vitamina B.Desde que los avicultores conocen me-jor la importancia de la elección de losalimentos y la composición de las ra-ciones que los casos de polineuritis sonmás raros. El tratamiento consiste enincorporar a la ración alimenticia la vi-tamina B que le falta, por ejemplo, enforma de levadura de cerveza o de tri-go germinado.

La carencia ele vitamina A, caracteri-zada especialmente por lesiones ocula-res (xeroftalmia de las aves), tambiénpuede provocar parálisis. El tratamien-to consistirá en la administración dealimentos que contengan dicha vitamina, tales como las zanahorias, las espi-nacas, o el aceite de hígado de bacalao.

Ciertas intoxicaciones también vanacompañadas de parálisis; citaremos, enprimer lugar, las intoxicaciones por elplomo. En el curso de este envenena-miento crónico el estado general de! en-

. fermo empeora mucho; la intoxicacióndel sistema nervioso produce excitaciónde los centros motores, luego paresia y

23finalmente parálisis. La autopsia reve-la enflaquecimiento acentuado, anemiay enteritis. Los nervios, aunque rna-croscópicamente normales, están dege-nerados.

Esta .intoxicación no es muy fre-cuente.

Las intoxicaciones alimenticias tam-bién se deben tener en cuenta, ya queciertos venenos del tubo digestivo tie-nen una marcada acción sobre e! siste-ma nervioso. Algunos alimentos averia-dos, en particular ciertas harinas decarne o de pescado, son, a veces, muynocrvos,

Las intoxicaciones alimenticias afec-tan casi siempre varias aves al mismotiempo. Comienzan bruscamente. En al-gunas horas, el avicultor encuentra iner-tes en el suelo varias aves que hastaentonces gozaban de excelente salud.Los síntomas son alarmantes: el siste-ma nervioso está muy deprimido; lasgallinas atacadas permanecen tumbadasde costado, inmóviles, con las patas y.las alas paralizadas; una respiracióndi ficil es la única señal ele que todavíavIven .

. La aparición brusca de estos sínto-nias simultáneamente en varias aveshace pensar en una intoxicacum. Elpronóstico es muy grave. Desde luegohay que suprimir los alimentos sospe-chosos y administrar' un purgante. Lamortalidad en ocasiones es tan consi-derable que hace sospechar una enfer-medad contagiosa. La anarnnesis y unaautopsia minuciosa permitirán la dis-tinción.

*,~*

Entre las intoxicaciones alimenticiashay una, el botulismo, que merece men-ción especial. En las aves se manifies-ta por síntomas bastante característi-cos. La enfermedad sue!e evolucionarrápidamente, como la mayor parte delas intoxicaciones, aunque también se

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pueden observar casos de evoluciónmás lenta. En general, los enfermosmueren dentro las 24 a 36 horas.

Desde el comienzo hay paresia delas patas y de las alas, de suerte queel ave apenas se puede mover. Perma-nece acurrucada, CDn las alas péndulas,y, - síntoma bastante caracteristico,-debido a la parálisis de los músculosdel cuello, la cabeza permanece incli-nada hacia el suelo. Muy pronto la pa-rálisis se hace total y el enfermo mue-re en el coma.

Es difícil hacer un diagnóstico pre-ciso; la autopsia no descubre ningunalesión específica. Sólo un examen delaboratorio podría revelar, eventual-mente, que se trata de botulismo. Elaccidente se debe a la acción de unatoxina secretada por un bacilo anaero-bio (Clostridiu11'! botulinum, tipo C),que puede contaminar ciertos alimen-tos.

El tratamiento será más bien pre-ventivo que curativo. Se evitará dar alas gallinas alimentos averiados, en

. particular de origen animal. Las quehayan sido sacrificadas serán declara-das impropias para el consumo.

* \**

Durante mucho tiempo se ha consi-derado que la mayor parte de las pará-lisis de las aves de corral se debíanatribuir a la acción tóxica de parási-tos intestinales. Indudablemente se haexagerado el papel de estos últimos enla etiología de las parálisis. Sin ern-bargo, muchos autores creen - y nos-otros compartimos esta opinión - quelos parásitos intestinales son responsa-bles de cierto número de parálisis.

En el polluelo, la coccidiosis seacompaña a veces de parálisis de laspatas. Leinen hace unos años que re-firió un 'caso en los siguientes térmi-nos: "Losen Iermos - se trataba depolluelos - permanecían echados conlas patas estiradas, se arrastraban ba-tiendo las alas contra el suelo; éstas

generalmente no estaban paralizadas.Al cabo de algunos días, aparecieronllagas producidas por decúbito en lasarticulaciones de las patas. y en el es-ternón. La enfermedad evolucionaba en7 a IS días y llevaba a los enfermosa un estado esquelético".

Dicho se está que la coccidiosis semanifiesta sobre todo por síntomas deenteritis. No obstante, como en el casoreferido, se podrá atribuir la parálisisa la coccidiosis, cuando, la autopsia dediversas aves, permita descartar la exi-s-tencia de otras causas de parálisis ycuando los cadáveres presenten ema-ciación, anemia y lesiones de enteritiscon abundantes parásitos.

En el adulto, la coccidiosis tiene so-lamente una importancia relativa; porel contrario, las verminosis son en ex-tremo frecuentes. Las tenias son a me-nudo responsables de parálisis de na-turaleza parasitaria. La tenia que mása menudo se halla en el intestino delas gallinas paralizadas es la Davaineaproglottina;es muy pequeña y se lo-caliza principalmente en el duodeno yen las primeras porciones del intestinodelgado.

Las gallinas atacadas de helmintia-sis, y más especialmente de tenias, en-flaquecen y presentan a intervalos unaligera diarrea. Se apartan y permane-cen con las alas colgantes, están anémi-cas, languidecen cada vez más, y sumarcha es envarada y vacilante. Haciael final aparece la parálisis y la muer-te no tarda en llegar.

Téngase en cuenta que en el cursode la enfermedad los síntomas de ata-xia locomotriz pueden mejorar o puedenagravarse por intervalos, y a la in-versa

La autopsia revela emaciación, ane-mia, engrosamiento de la mucosa infla-mada del duodeno y una abundancia,a veces considerable, de pequeñas te-mas.

Los autores atribuyen a la acción delas toxinas la influencia del parasítis-

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mo en la aparición de las paresias yparálisis.

Recordemos, sin embargo, que sepueden hallar tenias en el intestino deaves que jamás han sufrido parálisis.Por otra parte, sólo se podrá acusarcon certeza a la teniasis como provoca-dora de parálisis cuando la anamnesisy la autopsia permitan descartar lasotras causas de parálisis, especialmen-te la parálisis infecciosa de Marek oneurolinfomatosis. En el tratamiento dela teniasis de las aves de corral se re-comienda el polvo de kamala mezcla-do con los al imentas.

En {lIltimo término, queremos lla-mar la atención cie nuestros compañerosacerca cie una afección hasta hoy pococonocida. Se trata cie una parálisis in-fecciosa descrita en la literatura cientí-fica con nombres muv cliversos; entreotros, los cie neurolinjonuuosis de la"aves, neuromieliiis de las aves, neU1'D-granulomatosis infecciosa, fo'Zvl para-l'jISis, ranqe pamJ'jlsis y parálisis aviarde Mtirek, que fué quien la observópor prrmera vez.

En efecto, la neurolinfomatosis cie lasaves (y éste es el nombre que hemosacloptaclo, porque se ha generalizaclo yexpresa bastante bien las lesiones queprovoca), la señaló por primera vezMarek en Hungría en 1907. Durantelargo tiempo esta dolencia no llamó laatención cie los investigadores, sin dudaporque estaba poco extendida. Despuésde la guerra munclial, y en particularen los tres últimos años, se ha empren-dido su estuclio cie manera más con-tinua.

La neurolinfomatosis ha, acle¡ui ridouna extensión muy considerable, ya quese la encuentra en casi todos los paísesque se dedican a la avicultura.' La bi-bliografía científica abunda en trabajosrelativos a este tema. A ella hemosacudido para recoger las principales no-cienes de interés' para el clínico.

25

Se trata de una enfermedad nervio-sa, ele evolución sobre todo crónica, queataca a las aves jóvenes caracterizadaprincipalmente por síntomas de paráli-sis progresiva. Muy probablemente laprocluce un virus filtrable, y por ellose la debería incluir entre las enferme-dades infecciosas. Es una enfermedadpropia cie las aves jóvenes; se manifies-ta en las que tienen cie 4 a 16 meses yprincipalmente hacia el ç y 6.° mescie su vida. Es especialmente frecuenteal final del verano y al comenzar elotoño. A nuestro juicio, la estación notiene influencia alguna, pero como enaquella época del año suelen ser mu-chos los pollitos CJ ue llegan a la eclaclde cinco a seis meses, es entonces cuan-cio hay el mayor número de atacados.

La neurolinfornatosis, tiene, según di-versos investigaclores, un períoclo cieincubación muy largo. El virus parecepenetrar en el organismo clurante lasprimeras semanas de la vida, pero lossíntomas se mani fiestan, en general,mucho más tarcle. Clínicamente, la en-fermeclacl se caracteriza por la súbitaaparición cie parálisis progresivas, sinque. cie ordinario, puedan observarseotros síntomas. Las primeras manifes-taciones consisten en movimientos atá-xicos; la marcha ele los enfermos eslenta, vacilante, incierta. Las más de lasveces los signos de parálisis sólo apa-recen en un lacio, y es de notar la im-posibilidad del animal de extencler lasfalanges cie los dedos, que están comoencogiclos. En los casos muy recientesel estaclo general se conserva toclavíabueno, las aves continúan vivarachas yse esfuerzan en escapar cuando se lasquiere coger. La puesta persiste aún du-rante cierto tiempo. Las deyeccionesson a veces más blanclas que lo normal,pero, aparte de los trastornos locomo-tores del comienzo no se observa naclamás. Cuando están afectados. los closcostados. los enfermos suelen acloptarla posición sentacla. con las alas más omenos extencliclas. como para sostener-

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se. Más adelante, esta posición resultaimposible y los 'enfermos quedan ten-didos en el suelo en decúbito lateral,con las patas más o menos estiradas ylas fa:langes de los dedos encogidas.En este momento el estado general to-davía no está muy comprometido, y sientonces los enfermos comienzan a en-flaquecer, se debe, probablemente, aque los paralíticos no se pueden moverpara ir en busca de alimento. A partirde este momento la situación se agravarápidamente, aparece la caquexia y lamuerte no tarda en llegar.

Cuando se trata de gallinas Leghomblancas se ha observado que la paráli-sis de un miembro se acompaña, a ve-ces, del cambio de color del extremodel mismo, es decir, su color normal-mente amarillo se toma blanquecino.Este hecho no se puede atribuir a laanemia, ya que se observa también enlos enfermos recientes.

La parálisis de las patas es la ma-nifestación más frecuente de la neuro-linfomatosis, pero no es la única, yaque, como veremos luego. pueden apa-recer lesiones en los puntos más diver-sos del sistema nervioso. Así, una o lasdos alas, en particular, pueden tam-bién quedar paralíticas y entonces apa-recen como colgantes. La parálisis delas alas, puede, pues, aparecer sola oacompañada de la de las patas. Cier-tas alteraciones de los nervios del cue-llo pueden paralizar algunos músculosde la región cervical, con desviación delcuello y de la cabeza. Esta última ma-nifestación es, sin embargo. más rara.La sensibilidad táctil y dolorosa de lasextremidades de los miembros afectosgeneralmente está muy disminuida.

Hay un síntoma muy importante quepuede manifestarse sólo o acompañadode otros, y consiste en alteraciones ocu-lares de variable intensidad. En su co-mienzo, el límite entre el iris y la DU-pila no es muy claro; al mismo tie~Doaparece en el iris una zona circular Úi-sácea. Esta coloración anormal se va

extendiendo poco a poco y da al irisun aspecto como de hinchado. La' in-flamación del iris acaba por hacer des-aparecer casi del todo el orificio pu-pilar, tan perceptible. en las gallinasLeghom blancas cuyo iris es normal-mente moreno claro; en los casos an-tiguos la córnea puede aparecer opaca.Cierto número de aves quedan ciegasa consecuencia de estas alteracionesoculares o por otras lesiones graves delos nervios ópticos o del cerebro, segúnvamos a ver.

En más de una ocasión, en ciertosgallineros, solamente hemos podidocomprobar estas lesiones oculares conexclusión de las mani festaciones para-líticas. Tal vez ello sea casual o debidoa una afinidad particular de ciertas ra-zas de virus para los órganos de la vi-sión. Recordemos. incidentalmente. ypor vía de comparación la afinidad queparecen presentar ciertos virus de ladifteria por la mucosa laríngea. No esexcepcional, en efecto, comprobar múl-tiples casos de difteria o epitelioma. Lamayoría de los autores están de acucr-do en que los síntomas oculares men-cionados, incluso cuando no hay ma-nifestaciones de parálisis han de atri-buirse al virus de la parálisis deMarek.

Para terminar el estudio de los sín-tomas añadiremos algunos relacionadoscon el mal funcionamiento del tubo di-ge'stivo, taJes como la indigestión delbuche y con gran frecuencia, diarrea.H conjunto de estas observaciones clí-nicas y en especial los trastornos .de lavisión deben hacernos sospechar la neu-rolinfomatosis, pero' la confirmación deldiagnóstico solamente se obtendrá des-p.ués de una o varias autopsias minu-ciosas.

Las lesiones que se encuentran en elcadáver de las gallinas muertas o. sacri-ficadas, varían evidentemente, según laduración y la intensidad de la dolen-

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cia. Cuando los síntomas de parálisisdatan de muy poco tiempo las lesionesanatómicas faltan a veces totalmente;algún tiempo después se encuentraatrofia muscular. Los órganos internosa menudo parecen indemnes ; única-mente en la mucosa del duodeno apare-ce con frecuencia una inflamación cata-rral' pero no es sobre estos órganosdonde recae el interés de la autopsia,sino sobre el sistema nervioso, especial-mente el periférico, que lleva las seña-les tangibles de la actividad nefasta delvirus. Por 'eso, al hacer la autopsia deaves que ya estaba paralizadas desdealgún tiempo, se hallan casi siempreuna o varias tumefacciones o pequeñostumores grisáceos en sitios variables delos nervios de los órganos paralizados.Los nervios paralizados 'pierden su to-nicidad y su color normal; parece comosi se alargasen un poco y su estriaciónfibrilar se borra. De blanco nacaradosque eran, se tornan, ,en los puntos en-fermos, amarillentos y hasta grisáceosen los casos muy avanzados. Insistimosen el hecho de que se pueden hallar le-siones en todos 10s nervios de la eco-nomía, pero, sin embargo, suelen loca-lizarse en determinados puntos de elec-ción. Así, en la parálisis de las alassuele estar afecto el plexo braquial. Secompone de los tres últimos pares cer-uicales y de la primera dorsal v sesitúa a la entrada del pecho. dando ori-gen . a los nervios que inervan losmúsculos del ala y ciertos músculospectorales, Este plexo braquial puedeestar muy hipertro fiado y hasta, a ve-ces, como englobado en una neoplasia

. bastante mal circunscrita, compuesta deun tejido más o menos grisáceo que re-cuerda algo el aspecto de un sarcoma.

***La inervación de las patas se hace

por nervios salidos del plexo lumbosa-croo Dicho plexo se descubre fácilmen-te al separar los riñones, y se divide endos partes, La primera, formada por

los tres últimos pares lumbares inervala pata por el nervio crural, el safenainterno y el obturador. La parte poste-rior del plexo lumbosacro es el resul-tado de la fusión de una parte del úl-timo par lumbar y de los tres primerospares sacros. La fusión de estos ner-vios da nacimiento a Jos nervios glú-teos y también a un doble cordón ner-vioso bastante desarrollado, compuestodel grande y del pequeño ciático reu-nidos.

Así que se nota parálisis de las patasse encuentran casi siempre lesiones 'enel plexo lumbosacro. La parte posteriorde este plexo ·enferma con gran fre-cuencia, lo mismo que, también muy amenudo, el cordón ciático en un lugarcualquiera de su trayecto.

En el curso de una autopsia hemospodido encontrar una dilatación biencircunscrita en el trayecto de uno de losneumogástricos, en las proximidadesdel ventriculo succenturiado.

Repetimos de nuevo que, si las loca-lizaciones que acabamos de señalar, sonlas más interesantes por su frecuenciay por la facilidad con que se las puedeevidenciar, en las autopsias se podránhallar casualmente lesiones en la ma-yor parte de nervios· de la economía.Puede ocurrir que' una diseccción mi-nuciosa no permita la demostración delesiones características, pero no por ellohemos de negar la existencia de la neu-rolinfomatosis, puesto que las lesionesno pueden aún haberse desarrollado losuficiente. para ser vistas. En tal caso,un examen histológico de los cortes delos nervios o de 10s centros nerviosospermitirá sentar el diagnóstico. Muyrecientemente, en una circunstancia aná-loga, y después de inútiles investiga-ciones en los nervios ciáticos, encontra-mas las alteraciones características enlos ganglios espinales del plexo lumbo-sacro posteroir.

Veamos, pues, en qué consisten laslesiones histológicas de la neurolinfo-matosis o parálisis de Marek. Las le-

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sienes de los nervios consisten en unadegeneración de los elementos nervio-sos, especialmente de la vaina de mie-Iina y del cilindro-eje, y por una infil-tración del tejido nervioso por elemen-tos celulares extraños. Las células de-vastadoras del tej ido nervioso, son engran parte, y particularmente al co-mienzo, linfocitos e histocitos. N o obs-tante, y sobre todo en las. lesiones muydesarrolladas se encuentra en desordencélulas muy diversas, tales como plas-mocitos, eritrocitos, polinucleares y cé-lulas de la neuroglia. La imagen histo-lógica de las alteraciones iniciales o demediana intensidad se caracteriza casisiempre por infiltración perivascular,con algunos pequeños focos, de pulu-lación 'celular diseminados de un ladoél otro. Más tarde, la infiltración celu-lar se puede generalizar, hasta el puntode destruir, a veces completamente, loselementos nerviosos.

El hecho de encontrar una abundan-'cia celular del todo anormal facilita eldiagnóstico. No ocurre lo mismo cuan-do sólo hay infiltración perivascular ylos cilindros que rodean ciertos peque-ños capilares están muy poco desarro-Ilados ; en este caso es di fícil distinzuirla estructura histológica normal d~ lapatológica.

En el cerebro se puede ver infiltra-ción perivascular o encefalitis difusaacompañada, a veces, de fenómenos evi-dentes de neuronofagia. Hasta hoy nose conoce inclusión protoplásmica o nu-dear específica como las que se ven enotras enfermedades causadas por virus(por ejemplo, la enfermedad de Borna).La medula puede también presentar al-teraciones especificas análogas.

..t..':Hemos dicho anteriormente que la

enfermedad que nos ocupa parece al-canzar gran extensión desde hace al'-gunos años, considerándola ciertos auto-res como una de los mayores peligrosactuales para la avicultura. Se ha dis-

cutido mucho su etiología, y aunque elacuerdo no es todavía unánime hay po-derosos motivos para creer, después delos trabajos de Lerche y de Fritzsche,que la produce un virus específico. Sepuede contaminar polluelos durante lasdiez primeras semanas de su vida, coninyecciones intracerebrales o intraperi-toneales de una emulsión de cerebro,de nervio o de sangre de un enfermo.En esa edad los polluelos pueden tam-bién infectarse espontáneamente por in-gestión .de virus, conviviendo con avesparalizadas. A los que tienen más dediez semanas ya no es posible infectar-los. Por el contrario, los polluelos in-fectados en las primeras semanas desu vida no manifiestan síntomas de pa-rálisis hasta algunas semanas más tar-de y, en general, hasta el quinto o sex-to mes.

La' neurolinfornatosis es muy a me-nudo fatal; no obstante, se han vistocuraciones y se cree que las aves cu-radas continúan siendo portadoras devirus y propagadoras de la infección.El virus se elimina con las deyecciones.

Hay poderosos motivos para creerque ciertas av,es contaminadas en suprimera edad, jamás presentan sínto-mas y sin embargo eliminan virus du-rante mucho tiempo. La enfermedadpodría transmitirse también con loshuevos, pero mientras no tengamos ma-yores pruebas no se debe dar a ese me-dio de difusión una importancia de quetal vez carece y consideremos comopunto esencial que los polluelos son so-br~ todo receptibles durante sus diez .pnmeras semanas.

El diagnóstico no es muy difícilcuando existen signos clínicos de pará-'lisis y la autopsia ayuda poderosamen-te a evidenciar la neurolin íomatosis.Pero, ya se comprende el interés quetendría poder descubrir las infecciones

. latentes, a fin de separar de la repro-ducción las aves atacadas y eliminar dela" crías a las portadoras de virus.

Los exámenes suerológicos no pres-

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tan aquí ninguna ayuda y, hasta ahorala desviación del complemento medianteextracto de tejido nervioso no ha dad)resultados prácticos. En Inglaterra seha intentado resolver el problema conel examen morfológico de la sangre. Larelación glóbulos blancos: glóbulos ro-jos normalmente es de 1:100; ahorabien, en el curso de la neurolinfomato-sis, los linfocitos aumentan fuertemen-te y la relación puede llegar a I :20. Estemétodo se ha ensayado en Alemania;evidentemente, la modificación histoló-gica señalada no es patognomónica dela parálisis de Marek. Sin embargo, di-cho método de investigación es intere-sante y merece ser estudiado con ma-yor detenimiento.

Hasta hoy no existe ningún trata-miento específico de la neurolinfoma-tosis. Los ensayos de vacunación efec-tuados han resultado poco demostra-tivos.

.,.**

¿ Cómo debemos luchar contra la pro-pagación de esta enfermedad en los ga-Ilineros ? Inspirándonos en los resulta-dos de Fritzche hemos de considerar:1.0 Las precauciones que hemos deadoptar para evitar, en lo posible, la in-troducción de la enfermedad en un ga-,llinero hasta entonces indemne. 2.° Laconducta que hemos de seguir al inter-venir en un gallinero ya infectado. Encuanto a lo primero, conviene que losavicultores sepan que es peligroso corn-prar polluelos de algunas semanas. Enefecto ; éstos acaban de atravesar el pe-ríodo en que son particularmente sen-sibles a la infección, y si la enfermedadreina en el gallinero de, donde proce-den, algunos de ellos estarán muy pro-bablemente ya contaminados. Adqui-riendo con preferencia, huevos para in-cubar y polluelos de un día se dismi-

nuye el riesgo, siempre, claro está. enla hipótesis, de que la transmisión me-diante los huevos no sea lo corriente.Igualmente es peligroso confiar los hue-vos para incubar, a incubadoras de ungallinero ya infectado. En fin, convienemantener separadas las aves jóvenes delas adultas. Los compradores de huevospara incubar o de polluelos, deberíanexigir de sus vendedores la seguridad

. de que los gallineros de éstos están li-bres de neurolinfomatosis. Si, en uncorral hasta entonces indemne, apareceun caso entre las aves jóvenes adquiri-das, se deberá aislar todo el lote y noutilizarlo para la reproducción.

En el segundo caso, es decir, en unaexplotación avícola evidentemente con-taminada, se adoptarán las siguientesmedidas: 1.0 Sacrificio de todas las avessospechosas o atacadas de parálisis. 2.°

Adoptar medidas de higiene y limpieza.Los excrementos se extraerán diaria-mente y el gallinero se desinfectará ylimpiará con frecuencia. 3.° Los alimen-tos se darán mediante distribuidoresadecuados para que no los ensucien lasmaterias fecales. 4.° Conviene tener lasaves adultas én una parte del corral yen otra parte las jóvenes. A título deindicación diremos que, según Seagar,un corral infectado que ha permaneci-do desocupado durante un año ya nocontiene el virus de la neurolinfornato-sis. S.° Abstenerse de recoger para in-cubar los huevos que procedan de unlote de gallinas entre las que han ocu-rrido casos de parálisis. Añadiremos.para terminar, que 'debe tenerse encuenta la posibilidad de aplicar medi-das de policía sanitaria, tales como ladenuncia obligatoria, el sacrificio de las

.aves enfermas o sospechosas y la vigi-lancia de las explotaciones avícolas in-fectadas. (Anuales de NI éd V ét., mayo1935). - Trad por F. S.

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Estudio general sobre los virusfiltrables o ultravirus

Por A. CURBELO, G. INSÚA y' V. TOYOS GÓMEZ

INTRODUCCIÓN.- Íntimamente liga-do a la Bacteriología está el estudio deciertos virus, invisibles aun con el auxi-lio de los microscopios más perfeccio-nados, y de cuya existencia no hayduda, pues los conocernos por sus efec-tos. Estos virus invisibles, que atravie-san los filtros y ultrafiltros que se uti-lizan en Bacteriología, son de una pe-queñez extremada, y reciben el nombrede virus filtrables, ultravirus, ultrami-crobios o inframicrobios.

D'Hérelle los supone constituídospor una micela viviente, y ha dado aeste grupo de seres el nombre genéri-co de "·Protobios". De ahí el nombrede Protobiología que se ha dado al es-tudio de los ultravirus. Recordemos quela Bacteriología estudia las bacteriaspropiamente dichas; la Protobiologíaestudia los inframicrobios o ultravirus;la Protozoología los protozoos, y la Mi-cología los hongos. Estas cuatro cien-cias son otras tantas ramas que reuni-das constituyen la Microbiología.

DEFINICIÓN. - Podemos definir losultravirus diciendo que son ciertosagentes activos transmi sibles, invisiblesy que son capaces de producir lesionespatológicas en las bacterias, plantas, in-sectos, peces, aves y mamíferos, dandoorigen a ciertas enfermedades.

El número de las enfermedades pro-ducidas por ultravirus crece de día en'día. y la ya larga lista de ellas es pro-bable que continúe aumentando a me-dida que se hagan nuevas investigacio-nes de en íermedades transmisibles, enlas que hasta el momento actual no hapodido encontrarse un agente etiológi-co definido.

HISTORIA,. - Ya en 1881, Pasteurclaramente manifiesta en relación conel agente productor de la rabia, que sieste virus no podía evidenciarse me-diante el microscopio era porque susdimensiones eran demasiado pequeñaspara los límites de la visibilidad dedicho instrumento.

En r893 I wanowski demostró queuna enfermedad contagiosa de la plan-ta del tabaco, que se denomina mosaico,es producida. por un agente invisibleque pasa a través de las buj ías de por-celana.

Poco más tarde, Bei jerinck demostróla extremada pequeñez del elementocontagioso, y adelantó la hipótesis deque se trataba de un "flúido vivo con-tagioso".

En 1898. Loefler y Frosch demos-traron que el agente productor de la fie-bre aftosa del ganado atravesaba los fil-tros BerkeHed. Desde entonces se handescubierto muchos virus filtrables. Ac-tualmente es uno de los capítulos másinteresantes de la Biología, y se reali-zan innumerables investigaciones sobrelas enfermedades que, se supone, sonproducidas por diohos agentes.

Como antes hemos dicho, se han des-crito ultravirus productores de enfer-medades en las bacterias (Bacterió ía-gas), en las plantas (mosaico del ta-baco. caña); en los peces (viruela de'la carpa); en las aves (peste aviaria);en los mamíferos (fiebre aftosa del ga-nado, cow-pox); y por último en elhombre (viruela, tracoma, sarampión,herpes, etc.).

CULTIVO DE LOSULTRAVIRUS.- Losultravirus no han podido ser cultivados

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en los medios artificiales, como corrien-temente se hace con las bacterias. Enninguno de los intentos que se han rea-lizado con este objeto, en los más va-riados medios de cultivo, ha podido ob-tenerse ninguna colonia, ninguna mani-festación ostensible, ni ningún efectopor el cual pudiéramos deducir que ta-les elementos se hayan multiplicado. Noobstante, se pensó que si ellos atacandeterminadas células vivientes, dichascélulas constituirían el medio apropia-do para e! cultivo de dichos virus. Eneste sentido se han realizado pacientesy delicadas investigaciones, y actual-mente sabemos que para el cultivo dedichos ultravirus es necesario "utilizarun medio diferente de los medios usua-les, completamente nuevo, poco em-pleado todavía, es cíerto, porque es di-fícil de manejar, el cual está compues-to de células vivientes" (Hauduroy).

Esto no debe extrañarnos sobrema-nera, pues la existencia de células vi~vientes necesarias para el cultivo de losultravirus, es comparable a la necesi-dad de la glicerina para el buen culti-vo del bacilo tuberculoso. y a la espe-cia! necesidad de ausencia de oxígenopara e! cultivo de las bacterias anaero-bias, etc.

Los ultravirus parece que son pará-sitos obligados, es decir, que son inca-paces de reproducirse fuera del cuerpodel huésped al cual parasitan.

A esta afinidad por las células vi-vientes se ha dado el nombre de B1:0-tropisnco, que es una característica ge-neral de los' ultravirus. Por tanto, ha-bía que enfocar el problema de! cultivode los ultravirus desde un punto' de vis-ta indirecto. Si' logramos cultivar omantener vivas las células huéspedes in:uitro, obtendremos un medio de cultivoapropiado para e! desarrol1o de los vi-rus que viven a expensas de ellàs. Estose ha negado a realizar: se ha podidocultivar tejidos. y se han precisado téc-nicas (Carrel, Borrel, etc.). Es en estoscultivos de tejidos apropiados. que han

podido sembrarse y comprobarse, me-diante experiencias, que algunos de losultravirus estudiados hasta ahora, sonsusceptibles de multiplicarse.

Es este un asunto científico de ac-tualidad, pudiéramos decir, y se estálaborando intensamente, aunque por e!momento aún no se ha llegado a con-clusiones definitivas. Así por ejemplo,el Bacteriófago, considerado como uninframicrobio parásito de las bacterias,puede cultivarse a expensas de cultivosartificiales de las bacterias. sobre lascuales dichos bacteriófagos actúan, y esposible obtener cultivos puros de dichosbacteriófagos, que por otra parte nopueden cultivarse directamente en losmedios artificiales .usuales en Bacterio-logía.

AISLAMIENTO DE LOS ULTRAVIRUS. -Una vez que se obtengan abundantes yfáciles cultivos de ultravirus, se conci-be que sea de relativa facilidad su ais-lamiento en estado de pureza, median-te disoluciones y filtraciones de dichoscultivos.

PROPIEDADES DE LOS ULTRAVIRUS.-Invisibilidad. - Como hemos dicho, losultravirus no han podido ser vistos apesar de los perfeccionamientos ópticosy de coloraciones bacteriológicas': nicon e! microscopio ni con el ultrami-croscopio han podido evidenciarse.

Se supone que su tamaño es tan pe-queño, que jamás podrán ser vistos di-rectamente por el ojo· humano, cuyapropiedad de percibir las ondas lumi-nosas está limitada a una longitud deonda de alrededor de 300 milimicras,calculándose que el tamaño de los ul-travirus es bastante in feriar a .dichalongitud de onda. Incansables en sustrabajos, los investigadores que afano-samente se han dedicado a estos estu-dios, han ideado las más delicadas ex-periencias para ver. aunque indirecta-mente, estos elementos infinitamentepequeños, y escudr iñar ese gran mundodesconocido, que acaso dé la clave queresuelva innumerables problemas bioló-

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gicos actualmente envueltos en las bru-mas de la ignorancia.

Una de estas experiencias propues-tas, consistiría en fotografiar los ul tra-virus con radiaciones cuya longitud deonda fuera vecina a 30 milimicras. Seha intentado esta experiencia, habién-dose necesitado la construcción de unmicroscopio cuya parte óptica fuerapermeable a dichas radiaciones. Puedeimaginarse cuántas dificultades y cuán-ta delicadeza técnica requieren estostrabajos. Se ha creído ver así, sobreuna placa fotográfica, el virus de lafiebre aftosa, pero los exámenes reali-zados no han confirmado este descubri-miento.

Ttnnaiio, - Mediante artificios di-versos, especialmente por la investiga-ción de su paso a través de membranascuyos poros son conocidos, se ha calcu-lado que la mayoría de los ultravirustienen aproximadamente de 20 a 40 mi-limicras ; pero estas experiencias no sonincontestables.

IV! orfología.-Siendo invisibles los ul-travirus, lógico es que no se conozcala forma que presentan. Y no cono-ciéndose la forma de dichos ultravirus,no podemos contar con este carácter,como 10 hacemos con las bacterias, parael diagnóstico de las enfermedades queproducen. Se ha descrito la existenciade formaciones especiales, en los órga-nos y tejidos al terados por estos ele-mentos, que se supuso fueran ultravi-rus, pero se tiencTeen general a consi-derar diohas formaciones como reaccio-nes celulares contra el elemento pará-sito invisible, algunas de cuyas forma-ciones se consideran especificas de cier-tos virus, y los cuales sí son de valordiagnóstico histopatológico. (corpúscu-los de Negri de la rabia).

Vitalidad. - La vitalidad de los ul-travirus es muy variable. No se ha po-dido precisar para la mayor parte deellos. Es di fícil determinarla porque enla investigación de esta propiedad hayque tener en cuenta que no es 10 mis-

mo la vitalidad que la virulencia, y unultravirus determinado puede perder suvirulencia, mientras que puede conti-nuar su vitalidad. Esta relación entrevirulencia y vitalidad tiene gran impor-tancia en Epidemiología, y en relacióncon los portadores de ultravirus. Igual-mente es de gran interés el conocimien-to de la virulencia y vitalidad de losultravirus en la práctica de la Profila-xis de las enfermedades que ellos pro-ducen.

Adsorción. - Es la' propiedad quetienen ciertas substancias de fijarse aotras sólidas sin que entre ellas se rea-lice ni reacción química ni disoluciónpropiamente dicha. Los ultravirus gÇl-zan de esta propiedad de ser adsorbi-dos, y todos 10 son ·en mayor o menorgrado. Precisamente esta propiedad deser adsorbidos es de tenerse muy encuenta en la filtración por bujías deporcelana, tierra cie in íusorios. etc.,pues un vi rus muy adsorbible correriesgo de no atravesar esos filtros,cuanclo 10 que en real idad sucede esque dichos elementos han sido adsorbi-dos por la materia que constituye lasparedes de esos filtros. Inclusive se hatenido que recurrir a ciertos artificiosde técnica para evitar en 10 posible lapérdida de ultravirus cuando son filtra-dos a través de esas substancias adsor-bentes.

Adaptación, variabilidad. - Los ul-travirus poseen la facultad de adaptar-se a distintas condiciones o circunstan-cias del medio en que se desarrollan.Cuanto más simple es un ser, tanto másfácilmente se adapta al medio. Siendolos ultravirus los' seres vivientes mássimples, su capacidad de adaptación esenorme. Y como consecuencia de estaadaptabilidad. la variabilidad de carac-teres es notable en alto grado.

ACCIÓN DE LA TEMPERATURA SOBRELOS ULTRAVIRUS. - Calor. - La re-sistencia de los ultravirus al calor esmuy variable de unos a otros. Mien-tras que los hay que son destruídos por

Por el doctor

, .

Razas Bovinas, Equinas,Porcinas, Ovinas y Caprinas

F. FaeUiDirector del gabinete de Zootecnia de la Escuela

de Veterinaria de Turín

Veterinario' militar

Traducción de la tercera edición italiana, por

T. de la Fuente

Un tomo de 42Qpáginas, ilustrado con 210 grabados yencuadernado en tela, 15 pesetas

No es necesario demostrar la utilidad y la importancia que tiene la- zootecnia especial para veterinarios' y ganaderos, es decir, el conocimiento

de los caracteres étnicos de las distintas razas de los animales domésticosmayores, en particular cuando se trata de elegir ejemplares para destinarlosa la reproducción. Por esto, c¡'eemos que sed. recibida con agrado' la tra-:ducción española de esta obra, en la ,que s.e estudian, siguiendo un ordengeog~áfico, las razas bovinas, equinas, porcinas,' ovinas y caprinas másimportantes del mundo.

El profesor Faelli describe los caracteres distintivos de cada raza sindetenerse en. las minuciosidades y detalles de interés secundario que tantoabundan en las obras de zootecnia extensas y que acaban por fatigar al

, '-lector.

En la traducción española se han' ampliado convenientemente' las des-. cripciones de las. razas del país a fin de que destaque su importancia al

lado de las extranjeras ..La obra' está ilustrada con 210 fotograbados que facilitan el conocí-

miento de los rasgos característicos de los ~ñimales descritçs.

. ,

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Solicita se le envíe en paquete certificado y por el precio especialde suscriptor, indicado".a continuación, un ejemplar de los libros seña-lados en la lista siguiente .con las letras : .' '., cuyo .importe abonará contra reembolso en el acto de recibirlos.

................ ~ de de ·'1936 ................ ! .

(Firma)

. IPtas.

26'-5'-2'50

a)b)c)q)

Hutyra y Marek. Patològía y Terapéutica (tomo II)'Regenbogen. Arte de recetar (2:edición) ... ... .., .~.Hinz. Arte de aplicar vendajes ... ... ... .., .. , . ',' ...MaJkmus. Dí'agnóstico clínico de las eniermedades internas

(2. a edición) ... ... i" ••• ••• ••• ••• •••. ••• ••• ••• .,.. 8'-Moller. Diagnóstico clinico 'd'e las enfermedades exiemas.Ó, 7'-.-Lahaye. Eniermedades de las aves 'doméstica» ... ... ..; ... l' l'-

I

Fadli. Razas bovinas" equinas, porcinas, ovinas y caprinas. 12'-. .' \

SanzEgaña. Sociología veterinaria ... ~.. ... ... ... .... 4'-.,Frohn,er-Si'lhersiepe. Patologia quirúrgica ,(2: edición) , 1,4'-Frohner-Zwick. Patología y Terapéutica especiales (2: ed.). 12'50Farreras-Sanz 'Egaña~ La Inspección Veterinaria (3: ed.}. 30'-

o I, I

Fròhner, F armacoiogia para veterinarios .. . ... . .. 17'- ,'Weber'. Enfermedades del ganad; vacuno .15'- .

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NOTA. -' . Córtese esta hoja y remítase en sobre abierto, franqueado conun sello de 2 céntimos, a, la Administracién' de la' Revista Veteri-naria de España, Apartado, 463. Barcelona.

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Universitat Autònoma de Barcelona

Servei de Bll:,lIoteql.lceREVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA la "3• BIblioteca de v.rterl"àr '"

la acción del calor a 55 grados centí-grados, durante unos minutos, otros encambio resisten temperaturas de 80 y90 grados centígrados ,(como el mosai-co). Unos, muy frágiles, na soportanuna temperatura de 37 grados centí-grados durante varios días: otros, encambio, se conservan activos por largotiempo. Aún para el mismo ultravirusse han señalado resultados contradicto-rios por distintos autores. Es de supo-ner que las experiencias no han sidorealizadas en las mismas condiciones.La suspensión en medios albuminososaumenta la resistencia al calor.

Frío. - Mucho más curiosa es la re-sistencia al frío. Los ultravirus resis-ten perfectamente el frío, y en generalpuede decirse que el frío no mata a losultravirus. La mayor parte de ellos re-sisten la temperatura del aire líquido(-180 grados C.), He aquí un datoimportante y de utilidad práctica quepodemos deducir, Cuando se quieraconservar un ultravirus debe mantener-se a bajas temperaturas, en la nevera.Esto es 10 que se practica precisamentecon el virus vacunal, que es un ejem-plo de esta regla.

Desecación. - Resisten perfectamen-te a la desecación, Aún más: sin quesepamos la verdadera causa, resisten eneste estado mucho mejor el calor. Elvirus vacunal, por ejemplo, desecadopuede permanecer virulento durantemucho tiempo, mientras que conserva-do en glicerina tiene una resistenciamás débil.

Acción de las substancias químicas.- Antisépticos. - Se ha estudiado laacción de diversos agentes químicos conmiras al descubrimiento de antisépticoscontra los ultravirus. Pero estos estu-dios no han sido terminados, y sólo seconoce la acción de algunas substanciasen términos generales. Así, la gliceri-na al 50 por 100 no parece destruir losultravirus, y hasta favorece en algu-nos casos su conservación. Por el con-trario. la glicerina, a alta concentración

(95 por 100) tiene una acción muy des-favorable y rápidamente inactiva alasultravirus.

El cloroformo, éter y ácido fénicoson menos efectivos contra los ultra-virus que contra las bacterias.

En cambio, los ultravirus son des-truídos bajo la acción del alcohol y dela acetona al 80 por 100.

En general puede decirse que los ul-travirus son más resistentes a los anti-sépticos usuales, que las formas vege-tativas de las bacterias y menos resis-tentes que los esporas.

NATURALEZA DE LOS ULTRAVIRUS. -Sin entrar a analizar y discutir las múl-tiples hipótesis de la naturaleza de losultravirus, diremos simplemente que lasdos teorías fundamentales son: la queconsidera a los ultravirus como enzi-mas o fermentos productos de la célu-la misma contra la cual actúan dichosvirus, y la teoría corpuscular, es de-cir, la que considera a esos elementoscomo seres vivientes, infinitamente pe-queños. Muy debatidas discusiones sehan establecido alrededor de la natura-leza de los ultravirus. Estos debatescientíficos han lindado con el campo dela Filosofia especulativa, y nos dan tinaidea de 10 mucho que aún queda porestudiar y. descubrir en este inmensohorizonte que nos ofrece la llamadaProtobiología.

No obstante, de las experienciasrealizadas y de las observaciones ano-tadas, sobre las propiedades que hansido estudiadas en relación con esteasunto, parece deducirse que está fue-ra ele dudas que dichos ultravirus sonde naturaleza viviente, corpuscular, yde ahí el nombre de ultramícrobios, in-framicrobios y protobios.

CLASIFICACIÓN DE LOS ULTRAVIRUS.- Siendo tan poco conocido todavíaeste extenso campo de los ultravirus,fácil es comprender que no puede ha-cerse aún una clasificación verdadera-mente formal. Sin embargo, ya se hanrealizado intentos de clasificación. N o

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conociéndose la morfología de los ul-travirus, no puede hacerse una clasifi-cación morfológica, como se hace conlas bacterias. Los caracteres de ultra-filtración no son bien conocidos.

U n a clasificación tomando e o m oapoyo las afinidades de los ultraviruspara determinados tej idos, aunque in-teresante, no parece suficientementejustificada.

La que se basa en la marcha clínicade las enfermedades producidas por losultravirus no presentaría unidad.

Se ha tomado como base la clasifi-cación de los huéspedes sobre los cua-les actúan los ultravirus, pero esto se-ría una agrupación, no una clasifica-ción.

Como no podemos profundizar enestos estudios de interés biológico ge-neral; sólo diremos que se conocen ul-travirus que actúan sobre bacterias(Bacteriófagos); sobre plantas, aves,peces, mamíferos, y sobre ei hombre.

Los MICROBIOSVISIBLES Y FILTRAN-

TES Y LAS FORMASFILTRANTES DE LASBACTERIAS.- Para terminar sólo di-remos unas palabras sobre los micro-bios visibles y filtrantes y las formasfiltrantes de las bacterias.

Existen ciertas bacterias, de tamañopequeñísimo, pero' visibles en prepara-ciones coloreadas, cultivables en mediosespeciales; pera que debido a su extre-mada finura son capaces de atravesar10s filtros; a este grupo de bacteriascorresponde el microbio de la perineu-monía de los bóvidos (asterococo my-

coi des) ; el microbio de la gnppe (E.pneumosintes), etc.

Por otra parte, se ha observado ycomprobado por varias experiencias,que algunas bacterias perfectamentevisibles, cultivables, etc., presentan fa-ses, pudiéramos decir, en que se haceninvisibles, atraviesan los filtros, y pos-teriormente, cual si realizaran una evo-lución, vuelve a aparecer en forma vi-sible y con todos los caracteres ordi-narios de dicha bacteria, Así sucede,por ejemplo, con el bacilo tuberculoso.Entre los investigadores que han reali-zado estas observaciones y experimen-taciones sobre el asunto, debemos ci-tar a Fontes, Vaudremer, Arloing, etc.

Estas observaciones tan interesantesnos ofrecen un interés práctico de pri-mer orden, y vienen a hacer aún máscomplejo el problema de los virus fil-trables. Propiamente nocorrespon'denni los microbios visibles y filtrables, nilas formas filtrantes .de las bacterias alantes estudiado grupo de los ultraviruspropiamente dichos. Por eso, aunquepor 10 general se dice indiferentementevirus filtrable o ultravirus, en realidadno son nombres sinónimos; aún más,hay ultravirus que difícilmente atravie-san los filtros, no porque 10 impida sutamaño, sino por los fenómenos de ad-sorción de que hablamos antes, y porel contrario, existen gérmenes filtra:"bIes, es decir, que atraviesan los filtroscorrientes, sin que por eso sean verda-deros ultravirus, (Rev. de M ed y Ci-ruqia de La Habana,3'I octubre 1935).

CURIOSO Y PRÁCTICO

'UN PROCEDIMIENTOSENCILLOPAR.'"ELDRENAJE QUIRÚRGICO.- No teniendoa mano un tubo de drenaje adecuadoque necesitaba en una intervención qui-rúrgica, el veterinario italiano Mazzara,ideó un medio -del que- dice ha obteni-do felices 'resultados. Consiste en' un

muelle metálico" construí do arrollandoun alambre alrededor de una varilla deldiámetro necesario. Con el alámbre seva dando vueltas a la varilla procuran-do que cada espiral o vuelta toque a lasiguiente. Una vez concluído el alam-bre, se saca la varilla y, 'tirando de los

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extremos del muelle así formado, se daa las espirales la separación que se de-sea. Por entre ellas, pasará el pus o ellíquido desinfectante que se quiere des-aguar.

Según su autor. este aparato tan sen-cillo como práctico, de cuyo empleo noha encontrado antecedente alguno en lostratados de cirugía veterinaria consul-tados, ofrece las siguientes ventajas encomparación con los tubos de drenajede caucho utilizados hasta ahora:

1. Posibilidad de desinfectarlo con'Cualquier antiséptico químico, con elagua hirviente, y hasta con la llama.

2. Facilidad de construirlo con arre--gla al diámetro y longitud que se quiera.

3· Igual flexibilidad que los tubosde caucho.

4· Mayor duración, porque no sepudre ni se obstruye.

5· Número de agujeros puede de-cirse elevado al infinito. Sobre estepunto hay que observar que los tubosde drenaje de caucho tienen un núme- .ro de agujeros limitado, porque, si -fue-sen muchos, el tubo se rompería al me-

- -nor esfuerzo . .En cambio, en la espiralmetálica el número de agujeros (si asíse quiere llamar al espacio que separauna vuelta de otra) es muchísimo ma-yor, lo cual constituye una ventaja deinapreciable valor en el tratamiento delas heridas.

••MIENTRAS ESTÁN MATANDOUN CER-

DO. - Con este título un diario fran-cés contaba recientemente el siguientesuceso ocurrido en una granja de 103

.Altos Alpes: El granjero estaba dego-llando un cerdo cuando, atraídos sinduda por los gruñidos de éste, apare-cieron cuatro magníficos jabalíes. Elgranjero' corrió a su casa en busca de'su escopeta y logró matar tres de losjabalíes y dejó herido al cuarto.

Corroborando un hecho parecido, elveterinario M. B., que 'ejerce en la re-

35gión de la Nièvre refiere que en di-versas ocasiones al asistir al sacrificiode cerdos para el consumo particularen casas de campo, ha visto aparecerlos jabalíes de los bosques inmediatos,como si acudiesen a defender a su her-mano el cerdo doméstico. "Hace pocosdías - escribe dicho veterinario --unos granjeros de Saint Sauver (Niè-vre) sacrificaban un cerdo. Los gritosde éste atrajeron a un viejo jabalí deun bosque próximo, el cual acometiófuriosamente a las personas que dego-llaban al cerdo, que sorprendidas portan inesperada visita, huyeron precipi-tadamente".

Del cerdo se aprovecha todo, menoslos gruñidos, dicen los norteamericanosponderando el rendimiento económicode este paquidermo. Tal vez en lo su-cesivo convendrá suprimir la últimaparte de aquella frase, porque los he-chos que acabamos de relatar demues-tran que también los gruñidos del cer-do tienen utilidad; pueden servir de re-clamo para la caza del jabalí.

••'CURIOSA SENSIBILIDAD DE LOS ROE-

DORES A LA ACCIÓN DEL SOL. - Losdoctores Remlinger y Bailly, del Ins-tituto Pasteur de Tánger, han podidocomprobar por una casualidad, lo muysensibles que son los roedores, en par-ticular las ratas, a la acción (fe los rayosdel Sol.

Un mozo del rqferido Instituto dejóal Sol una ratonera con varias ratasde alcantarilla a las que debía matar,y al cabo de media hora aproximada-mente, al ir a cumplir su 'cometido vió,con sorpresa, que todas aquellas ratashabían muerto.. Comunicado el hecho a los doctores

Remlinger y Bailly, éstos quisieroncomprobar si se trataba de un sucesopuramente casual y si' otros roedoresmanifestaban lá misma sensibilidad alos rayos solares, hallando que, en efec-

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to, el mismo fenómeno se observa, enmayor o menor grado, en los conejosy conejillos de Indias.

Es extraño que este hecho no hayasido observado con anterioridad y queen una época en que la helioterapia gozade tanto favor existan unos mamífe-ros a los que los rayos solares puedancausarles tan fácilmente la muerte.

Las experiencias efectuadas en elInstituto Pasteur de Tánger por Rem-linger y Bailly, tuvieron lugar en losmeses de mayo a noviembre de 1932,

período en el que la temperatura má-xima alcanzó 28° c., que no es cier-tamente superior a la de nuestro climatemplado, y recayeron en varios cente-nares de ratas, ratones, conejos y co-nejillos de Indias.

El primer síntoma que presentabanestós animales 'era una salivación tanabundante que les salía de la boca, se-guida de un estado de astenia o, a ve-ces, de agitación y fenómenos de po-lipnea. Luego el animal se tumbaba so-bre su flanco, pre-sentaba generalmenteparálisis del tercio posterior, con tern-blores o convulsiones, a las que seguíala muerte en breve tiempo.

Las investigaciones anatomopatológi-cas casi resultaron negativas; nunca secomprobó congestión de las meningeso del encéfalo, y sí, en cambio, unamanifiesta vascularización del tejidoconjuntivo subcutáneo, y tal vez unamenor irrigación sanguínea de los pul-mones, hígado y riñones.. Se hicieron pruebas de control en elerizo, las que demostraron que este ani-mal, cuyas costumbres, aunque sea in-sectívoro, son parecidas a las de losroedores, resiste mucho más que éstoslos rayos del Sol. Igualmente se hicie-ron ensayos en perros y gatos, que to-leraron sin trastorno alguno larguísi-mas permanencias al Sol.

Se investigaron después diversosfactores, tanto internos como externospara determinar su acción, viendo qu~la ventilación tiene un efecto favorable

y contribuye a que los animales resis-tan bastante más. Igualmente se aumen-ta su resistencia bañándolos de vez encuando en agua. En fin, administrán-doles agua por la boca o subcutánea-mente se consigue retardar algo losefectos de la insolación.

La edad de los animales parece queno tiene influencia alguna. La tiene, encambio, el color del pelo, pues los de'pelo negro mueren antes que los depelo blanco.

Los ensayos hechos para acostum-brar gradua·lmente los animales a la ac-ción del Sol también fueron negativos.

Es difícil explicar las causas y elmecanismo de esa curiosa sensibilidad-de los rodeares a la influencia solar.Decir que se trata de animales que vi-ven habitualmente a la sombra o que-hacen vida nocturna es una explicaciónin sufici ente.

Se han hecho también experimentospara determinar si el efecto del Sol de-

. pendía de los rayos térmicos, lumino-sos o químicos. Que el calor por sísólo no es una causa suficiente lo demuestra el hecho de que los mismosanimales podían resistir perfectamente-la permanencia en una caja calentadacon lámparas eléctricas a la temperatu-ra de 49° C.

Alguna sospecha sobre la influenciade los rayos químicos podía surgir delhecho de que los animales bañados enagua o sumergidos en agua algunos in-tervalos resistí-an, como antes hemos'dicho, la acción del Sol, y ya es sabidoque el agua intercepta el paso de lòsrayos químicos. Parece confirmar estasuposición el hecho de que, si en vezde agua se usaba glicerina (que, comose sabe, permite el paso de dichosrayos), los animales' morían igualmente.

Pero, que la' acción mortífera del'Sol no debe atribuirse -exclusivamentea sus rayos químicos se demostró cum-plidamente colocando los animales de-

. bajo de una campana de cristal, los'cuales morían igualmente a pesar de-

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que, como es bien sabido, los rayos ul-travioleta y, en general, los rayos quí-micos, no atraviesan el cristal. Todoello permite afirmar que el agua noobra porque intercepta el paso de losrayos químicos, sino por alguna otra desus propiedades ignorada.

Parece que los rayos térmicos son losque tienen una influencia mayor en laproducción del fenómeno de que trata-1110S, pero es tan complejo que proba-bl-emente también intervienen en suproducción los químicos y los lumino-sos.

De todas maneras, la cuestión mereceser estudiada más a fondo, y si bien10 que hasta ahora sabemos de ella noes bastante para afirmar, con Haus-mann, que la luz es más perjudicial quebeneficiosa, demuestra, sin embargo,que puede resul tal' dañosa y hasta mor-tal, para animales que ocupan en la es-cala zoológica un sitio no excesivamen-te lejano del que ocupa el hombre.

• •"CHANTAGE" DESCUBIERTO POR lJN

VETERINARIO. - El profesor Bongertha referido en la Zeitschrift fii¡' Fleischund Milchhygiene, un caso de tentati-va de chantaqe poco común y que éllogró descubrir científicamente.

Se trataba de una mujer que com-pró en una chacinería un embutido cor-to y grueso formado a base de una pas-ta de hígado, de los que suelen consu-mir con tanta abundancia los alemanes.Al día siguiente, se presentó de nuevola citada mujer en la tienda y, de unenvoltorio que llevaba, sacó una cace-rola que contenía aquel embutido asa-do y cortado por la mitad, en cuya su-perficie de sección aparecía un raton-cilla muy pequeñito. El chacinero des-pués de la breve conversación sosteni-da con aquella mujer, se dió cuenta enseguida de que 10 que ésta pretendía

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era hacerle víctima de un cluuitaqe, exi~giéndole una cantidad para no divulgaraquel hallazgo y evitar así el descrédi-to comercial de su establecimiento. Paraesclarecer el caso. fué designado el pro-fesor Bongert, el cual practicó las si-guientes investigaciones, referidas mi-nuciosamente en el informe que emi-tió:

Al dividir por al mitad elratoncillohallado en el embutido vió que sus vís-ceras eran frescas y de color normaly que comprimiendo la tráquea salíauna espuma roja. A-l hacer una inci-sión en el corazón salía también san-gre roja, cuyos eritrocitos aparecían in-tactos al· examen microscópico. Los pe-los de la parte izquierda, del ratoncillo,que era la que aparecía a la superficiede sección del embutido, estaban cha-.muscados hasta la piel y ensuciados congrasa y pasta del embutido, al paso quelos de la parte derecha permanecían in-tactos y limpios. Además, tanto las vís-ceras como las porciones de músculo dela mitad derecha del ratoncillo, tratadascon agua oxigenada desprendían clara-mente burbujas de oxígeno, lo que de-mostraba que dicha mitad estaba cru-da; tal reacción no se producía con laspartes musculares de la parte izquierdadel ratoncillo porque había sido cocidasuperficialmente.

Todos estos detalles demostraroncumplidamente que el ratoncillo no es-taba mezclado con la pasta que sirviópara elaborar el embutido durante I sufabricación, sino que _fué introducidoposteriormente mediante un corte he-cho en la tripa que le servía de envol-tura y luego asado superficialmente.

Basándose en el dictamen pericial delprofesor Bongert, se incoó un procesopor tentativa de estafa, en méritos delcual aquella muj-er fué condenada acuatro meses de cárcel y su hjo, con-siderado como cómplice, a dos mesesde la misma pena.

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EXTRACTOS

ANATOMIA]. CALVET. Influencia de la castración en

la laringe del cabaílo. (Soc. de Biol.,10 marzo, 1933).

De una estadística de unas cincuenta di-secciones, resulta que la castración tiene unaacción especial sobre el cricoaritenoides pos-terior, al que disminuye enormemente.

En el macho este músculo pesa cuatro ocinco gramos más que en la hembra de lamisma raza y análoga constitución.

En el caballo castrado el peso del cr i-coaritenoides posterior tiende a igualarse alde la yegua. Esta regresión tiene como con-secuencia producir como un agrandamiento.de la abertura glótica, Tal vez se debe· aello la casi imposibilidad de relinchar de loscaballos castrados.-F .. S.

CALVET y AR;IllNGAUD. Variaciones sexua-les de la sínfisis lsqulopubiana en losbóvidos y équidos. (Soc. de Biol., 3 mar-zo, 1933).

En los bóvidos de 8 a 12 meses de edadno es posible encontrar ninguna diferenciade forma entre el pubis del toro y el de .lavaca.

Hacia el mes décimosexto, el pubis delmaoho se desarrolla para formar una masaredondeada, y en la hembra se alarga paraconvertirse en una verdadera lámina ósea.

En el buey se observa un fenómeno pare-cido de regre~.ión que se efectúa en seismeses aproximadamente.

En los équidos, las modificaciones del pu-bis en relación con el sexo se producen demanera análoga a lo que hemos dicho deJos bóvidos. En cambio, el pubis de los ovi-nos y porcinos no ofrece ninguna diferen-cia sexua1.-F. S.

BACTERIOLOGIARAIMONDO LaI. El caldo de carne cafeína-

do, para el diagnósticco diferencial' en-tre el cólera y la tifosís de las aves.(ll Nuouo Ere olani, IS enero, 1934).

La necesidad de un diagnóstico cierto, rá-pido y seguro en las numerosas infecciones.determinadas en los animales domésticos porbacterias ovoides y del grupo coli-paratífi-00, ha llevado a los investigadores a estu-diar ciertos métodos de cultivo de vasto ern-¡pleo en los laboratorios.

Refiriéndonos más particularmente al diag-nóstico experimental entre la ti íosis y elcólera de las aves debemos recordar que,con frecuencia, requiere investigaciones bac-teriológicas y biológicas, que, si bien noofrecen grandes dificultades, tienen todavíael defecto de exigir cierto tiempo que enocasiones puede perj udicar la profilaxis dela enfermedad.

Por esto, los laboratorios que han de darmuchos dictámenes necesitan disponer de unmedio que permita formular un diagnósticodiferencial rápido y lo más exacto posible,entre el cólera y la tifosis aviar.

Staub y Truche,en 1923, fundándose enel antiguo experimento de Pasteur consis-tente en que el agua de levadura de cer-

. vezai·nihibe el desarrollo del 'Boc, auisepti-C1tS, afirmaron que ,en este medio de cultivono crece ninguna de las pasteurelas patóge-nas de los animales domésticos, y en cam-bio se multiplica con gran lozania el ger-

, men de Ia tiíosis aviar,Belin, en 1927, propuso para diferenciar

'la bacteria ovoide del cólera de las gallinasdel bacilo del grupo colitífico y para corn-'Probar la pureza de aquélla, el caldo decarne de ternera .peptonado no alcalinizado(,pH. 5,8). Afirmaba Belin que el Bac. aui-

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septicus y las demás bacterias ovoides, per-rnaneciendo hasta tres días en la estufa ana temperatura' de 37° no se desarrollaban,y, sólo por excepción, si la siembra, se hacíacon abundancia (0 c. c. inicial), se obtenían'cultivos, muy pobres, al paso que los para-tíficosdan siempre cultivos discretamente lo-zanos. Añadía, además, que es posible con-trolar la pureza de la pasteurela si se adi-ciona al caldo ácido algunas gotas de suerode caballo, calentado a 55-56° durante unahora, para favorecer su desarrol1o.

Pero, ni el método de Staub y Truche, niel de Belin han encontrado en la prácticagran acogida, porque tales medios de culti-vo si se siembran directamente con materialorgánico también permiten, a veces, el des-arrol1o de la pasteurela,

Cernaianu, en 1928 propuso y empleó, paradiferenciar el Bac, ouisepticu s de los gér-menes del grupo ,tifa-coli la bilis del buevpura. En ésta, al cabo de 18-24 horas dehaber sembrado pequeñas cantidades de me-dula ósea y sangre de animales infectadosno se desarrollan .nunca pasteurelas, al pasoque crecen bien el B. qallinaruan. y el B. coli.

Además, la bilis serviría para controlarde modo seguro la pureza de los cultives enmedio líquido de la bacteria ovoide, agentedel cólera de las gallinas, porque añadién-dole cierta cantidad de aquélla (;:li., }Iz,igual vo-lumen), se produciría la lisis de estegermen y la mezcla perrnanecer ia perfecta-mente límpida.

Cerruti, en 1931, estudiando la acción delcloruro sódico sobre ciertos microorganis-mos, notó que la adición de esta substanciaá los medios de cultivo usuales (caldo y

'<I!gar-carne) dificulta el desarrollo de la pas-teurela., mientras que, en la misma concen-tración, no tiene acción alguna sobre losgérmenes del grupo colitífico. Además, afir-mó que añadiendo el 4 por lOO de clorurosódico a los expresados medios de cultivose impide el desarrol1o de la pasteurela, in-cluso si los cultivos se preparan directamen-te con material obtenido de animales infec-tados (medula ósea, sangre, pulpa de órga-nos).

En el mismo año, Bardanzellu hizo inves-

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tigaciones sistemáticas sobre la manera decomportarse el Bac, ouisepticus y el Bac. ga-lliuarum en los medios sólidos de Gassner yde Klimmer, y observó que en el primerode ellos el desarrollo de la ¡pasteurela aviares casi nulo y 'sólo excepcionalmente se lo-gran algunas pequeñas colonias de color ver-de oscuro, fácilmente diferenciables de lasde color amarillo producidas por el Bac. ga-lluuirusn, que se desarrol1a en abundancia.

En el medio de Klirnmer, pues, ambos gér-menes crecen con lozanía, pero las coloniasdel Bac. qaiiinaruni aparecen de color viola-do intenso, mientras que las del Bac. avi-septicus tienen un color amarillo de limón.

El autor utiliza ampliamente y con éxitoen el diagnóstico di-ferencial del cólera y lati fosis aviar, tanto el caldo Sallado propues-to por Cerr uti como los medios sólidos de

. Gassner y Klirnmer, pero ha querido ensayarotro medio líquido que permíta diferenciarrápidamente las dos citadas infecciones de'las aves y, eventualmente, las vanas pas-teurelas, del! grupo colitífico.

Se ha servido del caldo simple, al que aña-día en diversa cantidad y concentración, so-luciones de cafeina en agua destilada, mé-todo que se usa mucho en bacteriologia 'parael enriquecimiento de los materiales que con-tienen el bacilo de Eberth,

Después de numerosas pruebas y tanteospara encontrar la cantidad exacta de cafeínaque debía emplear vió que el germen delcólera aviar no se desarrolla en el caldo alque se ha añadido el 50 por lOO de una so-lución acuosa de cafeína al 2 por 100. Esdecir, el medio de cultivo que propone elautor se compone de caldo de carne cafeína-cio (caldo + solución de cafeína al 2 por lOOen partes iguales) esterilizado a i ro" du-ran-te 20 minutos. 'En este medi-o, se desarro-llan con gran abundancia y produciendo ungran enturbiamiento el Bac. çoüinorwm y losbacilos del grupo colitífico 'lo mismo si pro-ceden de cultívos que de porciones de órga-nos infectados, al paso que en los tubos delmismo medio sembrado con porciones de ór-ganos de aves muertas del cólera nunca seobserva el desarrollo del Bac. auisepticus in-dluso dejándolos en la estufa 7 u 8 días.

4° REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

Para determinar la asción que ejerce lacafeína sobre las pasteurelas, el autor tomócon una pipeta estéril, respectivamente des-¡pués de uno, dos, tres y cuatro dias de lasiembra en caldo cafeinado, porciones de pe-queños fragmentos de órganos de aves muer-tas de có-lera, que habían permanecido en elfondo de los tubos y los trasplantó a otrostubos con agar común. Así pudo comprobarque los fragmentos de medula ósea, de hí-gado y de bazo que habian permanecido undia o dos en el caldo cafeinado a la tem-peratura de 37" permitían todavía el desarro-llo, respectivamente después de 24 y 48 ho-ras, del Bac. ouisepticus, conservando ínte-gras sus características de cultivo y su po-der patógeno. Las siembras resultaron, porel contrario, estériles cuando se hacían des-pués del tercer día de permanecer en el cal-do cafeinado mantenido síempre a 37°.

De aquí se deduce que la cafeína conte-'nída en el medio de cultivo manifiesta suacción, primero,impídiendo la mul triplicaciónde la pasteurela y después (tres días a 37°)matándola. - F. S.

WAMOSCHER, JANOS y V. VA ARLEn. Téta-nos experimental. (Zeits. f¡ir Hyg. tind

lnf eck. B. II 5· H. 3· s. 535,).

Los experimentos clásicos de Kitasato,Tizzoni y otros, demostraron la posibili-daci de conseguir infecciones mortales en ra-tas blancas con cultivos puros del baca lo te-tánico. Vaillarcl, Vincent y Rouget, atribuye-ron esta acción mortal a la presencia de to-xinas ,preformadas en el ma erial inyectado,y pudieron comprobar que, des ruyendo lastoxinas por el calor (3 horas a 80° C) enlos mismos animales y con numerosos gér-menes, no se produ.cía el tétanos. Ante estasmaterias bacilares privadas de toxinas reac-cionarba el organismo de igual modo que antematerias inertes (tierras estériles, clorurocálcico, etc.).

\iV amoscher, Janos y VasarIeyí han ex-,perimentado con dos razas de bacilos tetáni-cos (r. Rockefeller y r. Masburg) que, cul-tivadas en caldo eran, casi ígualmente, tóxi-cas a los seis días. Dosis letal para la ratade 20 gramos : 0.00001 c. c. La muerte ocu-

rre dentro de las veinticuatro primeras horas.Emplearon también la técnica de Fortuer

(agar-sangre), haciendo emulsión con solu-ción salina, que (cultivos de ocho días), con-tenia ocho mil millones de gérmenes por cen-tí metro cúbico. Esta emulsión, sin calentar,presentaba como dosis letal mínima [a de100.000 gérmenes, y 30.000 gérmenes cuandola emulsión procedía de un cultivo de cincodías. La asociación con estafilococos (1.000

gérmenes), conseguía que resultasen morta-les inyectados intramuscularrnente esporas te-tánicos en número de r.ooo (Weis·se),. suce-diendo lo mismo cuando los esporos eranasociados a tierras estériles.

Con frecuentes lavados en solución fisio-lógica, centrifugados y nuevos lavados, seconsiguió arrastrar La toxina y obtener unoscuatro a seis millones de gérmenes par cen-timetro cúbico, cuya dosis letal era 100.000

gérmenes para el mismo animal de experi-mentación (rata de 20 gramos) dosis tresveces mayor que la necesaria de gérmenesno 'lavados. Con estos gérmenes sucedía lomismo que con los esporas al añadirles es-treptococos, tierras estériles, virutas de ma-dera, etc.

Los au tares no han encontrado gérmenesni 'en la herida ni en otros órganos de losanimales muertos. Sus estudios les permitenconcluir que: los génmenes desprovistos detoxina, no provocan la muerte, y aun inyec-tados en grandes cantidades" no es posibleencontrarlos al poco tiempo -clelexperimento.

Por el calor, (3 horas a 80° C), en el Sopor 100 de los cultivos, los esporos perdíanla capacidad ele germinar.

N o han encontrado ningiún caso en la lite-ratura que se refiera a la infección experi-mental con escaso número ele gérmenes, ypiensan que este hecho es de gran interés.A este respecto, de sus investigaciones conbacilos contados, deducen: que se necesitancondiciones previas jj/.1ty favorables paraproducir la infección con escasos gé-rmenes(IS a IOD); que los esporas en tejidos sa-nos o poco alterados, no proliferan ni sedesarrollan, no dando lugar, por tanto, a laproducciÓn de toxinas. Asocianelo escaso nú-mero de gérmenes con otras materias, COI1-

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siguieron, en 61 ratas, tan sólo tres casos demuerte por tétanos, no presentándose ningúncaso de tétanos tardío. - R.

DIAGNOSTICO

DR. A. MARTÍN. Diagnóstico radiestésicoen medicina veterinaria. (Tesis del doc-torado).

En esta tesis .para obtener el doctorado,trata su autor de ola aplicación al diagnós-tico de las enfermedades, de ciertos proce-dimientos usados por los zahoríes para des-cubrir aguas subterráneas.

El principio en que se funda este meto-·does el siguiente: todos los cuerpos de lanatura'leza vibran o emiten radiaciones; siun individuo, dotado de la sensibilidad nece-saria, se encuentra en el campo de influenciade un cuerpo radiante, percibe radiaciones deeste cuerpo. La sensibilidad a tales radiacio-nes se llama radiestesia. Ciertas personas, po-seedoras de dotes excepcionales, pueden re-cibir en su corteza cerebral una impresióniParticulal', pero, con f.recueucia, el fenómenopasa inadvertido, porque sólo provoca peque-ños movimientos musculares involuntariosproducidos por una acción reflej a inconscien-te del sistema nervioso. Mediante el pénduloo ola varilla que utilizan los zahoríes en susinvestigaciones, se exteriorizan y amplificanesos movimientos musculares reflejos quetraducen una de las reacciones de nuestroorganismo entero a las radiaciones,

Según e'l autor, en un organismo enfer-mo "la lesión produce una perturbación delequilibrio electromagnético", que se mani-fiesta modificando las oscilaciones de UL pen-dulo utilizado formado por una bola de ma-dera de U110S 40 gramos de peso, suspen-dida de un hilo de cáñamo de ro a IS cen-tímetros atado a un palito que se aguantacon los dedos índice y pulgar cie una mano,mientras la otra mano se extiende a mane-ra de antena, en la dirección del órgano {J

parte que se va a explorar.Cuando nos hallamos ante un animal en

buen estado de salud, elpénclulo, sea cual-quiera na ,parte que se investigue, gira en

senticlo contrario al de las saetas del reloj.Cuando, por el contrario, nos hallamos anteun animal enfermo, el .péndulo gira en laspartes sanas y se limita, simplemente, a os-cilar, al colocarlo ante la parte u órganoafecto.

La simple prospección cie los enfermos conel péndulo permite ya localizar -el trastor-no, pero podemos concretar más y precisarla naturaleza cie la lesión valiéndonos de tes-tigos, sensibiliead ores o sintonizadores queno son otra cosa que un cuerpo idéntico alque se investiga o que se sospecha existe enla lesión. Por ejemplo: si al explorar unavaca el péndulo ha oscilado al negar ante lazona pulmonar, hace presumir una lesión tu-berculosa. Entonces, se usará como testigo latuberculina, que se tendrá en la misma manoque sostiene el péndulo y en contacto conéste. Si la lesión es tuberculosa, el péndu-lo que antes había oscilado al llegar a ella.ya no oscilará, sino que empezará a dar vuel-tas en sentido contrario a las manecillas delreloj, como si se tratase de una región sana.Igualmente será 'Posible determinar el agenteterapéutico que deba utilizarse. Por ejemplo:en presencia de un caballo con una indiges-tión intestinal, se observa que, entre los al-caloides empleados como testigos, la pilo-carpina restablece ~a rotación del péndulo enseguida, mientras que la arecolina lo resta-blece sólo al cabo de varias horas.

Conviene hacer notar, que un tejido sanodeja pasar las radiaciones que caracterizanel desequilibrio patológico de iguañ modo:que, en sentido contrario, la lesión no difi-cul ta el paso de las radiaciones del estado desalud. Esto demuestra la importancia que sedebe asignar a na posición de la mano queactúa cie antena, con respecto al organismoque se explora. En efecto, según la profun-didad a que se halle situado el órgano en-fermo, con relación al exterior, la mano quehace de antena con relación a esta lesión,recibirá, según la distancia a que se encuen-tre del cuerpo del animal, las radiacionesemitidas por las partessuperficiales (que pue-den estar sanas), o las radiaciones profundasemitidas por el órgano enfermo, y viceversa.

No seria difícil oponer objeciones y re-

cuerpo extraño, auscultó el corazón y palpócon resultado negativo toda la región xr-foidea.

N o hallando la causa de la dolenc:ia (ertoro había sido tuberculinizado con resulta-do negativo), se decidió a utilizar el péndulocomo medio de diagnóstico. La exploracióndel rumen, de la redecilla y de los órganosdigestivos no indicó ninguna lesión; por elcontrario, al explorar el hígado indicó unalesión muy clara al nivel del sexto espaciointercostal derecho, hacia su mitad, frentea la vesícula biliar, y que ocupaba una zonade! diámetro de un plato. El autor pensó en-tonces que podía hallarse ante un absceso yutilizó como testigo una ampolla de vacunapolivalente para el tratamiento de las heri-das; la rotación del péndulo se restablecióinmediatamente y en vista de ello, diagnos-ticó un absceso del hígado al nivel de lavesícula biliar 'y aconsejó al propietario de!toro que llevase éste al matadero con todaurgencia. Una vez sacrificado el toro, sepudo ver, al abrirle, que tenia la vesículabiliar grande como Ja cabeza de un niño yllena de pus, adherida en más de la mitadal hígado y al rumen, La causa de esteabsceso quedó ignorada,

Obseruacián 2," - Esta es todavía másdemostrativa. Se trata de una vaca holande-sa, de seis años, en excelente estado, peroque desde hace una s,emanapierdeel ape-tito y produce menos leche, La auscultaciónno descubre nada de particular y el autorsomete la vaca a la prueba de la tubercu-lina y prescribe tónicos y estimulantes delapetito. La reacción es negativa, pero la en-f.erma no mejora. Entonces recurre a la ra-diestesia ; el péndulo revela una lesión alnivel de las 'sexta y séptima articulacionescondrocostales y .un poco por debajo de di-olras articulaciones, es decir, en una regiónque interesa a la vez el rurnen 'y el bazo.Sospechando un absceso por un cuerpo ex-traño, el autor toma como testigo un trozode alambre y una ampolla de vacuna poli-valente para la herida. Cada uno de esto,testigos sintonizadores r,estableceinmecliata-mente e! movimiento giratorio del péndulo;en vista de 10 cual el autor diagnostica un

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paros a este método de diagnóstico que pre-coniza el autor, pero es más interesante re-ferir, de entre las experiencias de que dacuenta, la que causa mayor impresión. Enuna granja que contaba 40 bóvidos sometidosanteriormente a la prueba de la tuberculina,con resultado positivo en 38 de ellos. elautor, en presencia de otros dos veter inarios,descubrió la tuberculosis en 39 deJos cita-dos bóvidos. En e! que hacía 40 el pénduloy la tuberculina dieron el mismo resultadonegativo.

"N o puede megar se - acaba diciendo elautor _ que algunas de mis afirmacionestienen a·lgo de extraordinario. Sólo pido amis compañeros que hagan, con igual buenafe que yo, las comprobaciones necesarias, Siéstas demuestran que una serie de coinciden-cias me han inducido a error, me inclinaréante este veredicto, Pero, aun así, mi tra-bajo no habrá sido inútil, porque habrá sus-citado muchas observaciones de comproba-ción que permitirán formarnos una idea de-finitiva sobre el valor de un método de diag-nóstico que en la actualidad está en manosde curanderos ignorantes, y que tal vez me-rece una acogida mejor" .-F. S,

SSMELAGNE. A propósito de la radiestesis(Rec. de M. éd. V éi., agosto, 1932).

,

El autor que,según afirma, conocía el mé-todo diagnóstico de Martín por habérselodado éste a conocer antes de publicarlo ensu tesis de doctorado, .refiere las dos obser-vaciones siguientes que vienen a corroborarla exactitud de dicho método,

Observación La - Un toro en muy buen·estado de carnes y que, según manifestaciónde su dueño, habia gozado siempre de salud,enfermó con síntomas de sobrecarga estoma-cal complicada con ligera enteritis. Tratadocon la terapéutica clásica, pareció curar, Unmes y medio más tarde enfermó de nuevoyel autor fué Ilarnado otra vez para quelo visitase. El toro había enflaquecido mu-cho, comía poco, gemía de vez en cuando,la rumia era irregular y periódicamenteofrecía ligeras señales de cólico que dura-ban poco. Sospechando la presencia de un

I

l.

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absceso por un cuerpo extraño de hierro enlos reservorios gástricos y aconseja el envíoinmediato de [a res al matadero. La autop-sia no descubrió más lesión que un abscesoen el 'bazo, del tamaño de un huevo de pava,dentro del cual, al abrirlo, apareció un tro-zo de alambre clavado en la pulpa esplénica.El tejido fibroso reacciona! que rodeaba elabsceso establecía una adherencia del b'J.7.0con el rurnen,

La radiestesia hizo posible también en estecaso un diagnóstico preciso, rápido y exac-to. - F. S.

PATOLOGIAJ. LEGENDRE. De algunos modos de con-

tagio de la tuberculosis. (La Presse M é-dicale, 25 abril, 1934).

Si la tuberculosis humana fuese tan fre-cuente corno la bovina, y la proporción depersonas tuberculosas en las familias fueseigual a la de los bóvidos en los establos, lacifra de personas tuberculosas sería eleva-disima. La tuberculosis animal no limita susdaños al ganado vacuno; se propaga tam-bién a las aves de corral y a los cerdosque consumen residuos de lechería no este-rilizados por la pasteurización o la ebulli-ción.

En las aves, "el hecho sorprendente deque del 8 al 24 por 100 ele las gallinas adul-tas sacrificadas en ciertos establecimientosestén infectadas de tuberculosis, ha alarma-do al público.- ..-.·.. Es causa de numerosasvíctimas, infecta los cerdos de las porqueri-zas...... Los criaderos de aves seleccionadasdeberán someterse periódicamente a la prue-ba tuberculínica, eliminando rápidamenteaquellas que reaccionen" (Informe de la Co-mión especial de la tuberculosis", Boletin In-ternacional de Epizootias, 1932, pág. 764).

En Inglaterra se ha visto la tuberculosisdebida al bacilo aviar en tres carneros y endos bóvidos adultos pertenecientes à tres es-tablos a los cuales tenían libre acceso lasaves de corral de la misma granja, que pa-

. decían tuberculosis.Incluso los peces que viven en las proxi-

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midades de la casa o del establo no se librande la tuberculosis. En 18<;7, Bataillon, Du-bard y Terre observa~on carpas criadas enuna balsa que morían presentando tumoresvoluminosos en los costados. En dichos tu-mores se encontraron numerosos bacilos deKoch; el agua de la balsa estaba infectadapor los esputos y deyecciones de una perso-na tisica.

Nicolás y Liseueur logra.ron tuberculizarcarpas y peces de acuario rojos, dá.ndolesesputos de personas tuberculosas. Estos pe-ces sucumbieran a. una infección tuberculosadifusa sin presentar señales de tumores otubérculos, Los piscicultores deben, pues, es-tar prevenidos contra la tuberculosis bovina,porque los residuos de lecher ia distr ibuidosa los peces contienen con frecue-ncia gran can-tidad de bacilos tuberculosos (G. G'¡énaux,Piscicultura, pág. 459).

Si se investigase cuidadosamente, ¿ 110 sehallaría tuberculosos algunos peces de aguadulce o salada que viven j unto a la desern-·bocadura de alcantar illas r

El bacilo de Koch está muy extendido enel mundo animal del cual, y junto al cual,nosotras vivimos. ¿ Existe un bacilo únicopolivaleute, o bien varios bacilos monova-lentes, humano, bovino, aviar, pisciario,respectivamente patógenos .para le hombre,los bóvidos, las aves y los peces? Esta úl-tima opinión es la clásica y en ella se fundatoda la profilaxis de la tuberculosis huma-na. Sin embargo, los· hechos anteriormentecitados militan en favor de. la unicidad. Cuan-do la clínica y el laboratorio no estáp deacuerdo 'es a la clínica a quien hemos deescuchar. El espíritu de observación no pue-de sustituirlo el microscopio.

Que el hombre puede infectar al hombrees cosa innegable. Entre otros ejemplos, Risty M. Simón refieren en La Presse M édica.lede 18 de octubre de 1933, los casos halla-cios en los enfermeros empleados en el exa-men de esputos tuberculosos. En su mesa detraba] o ti-enen a veces el pan de su merien-da. Con frecuencia se olvidan de lavarse lasmanos después de manipular esputos. Hay uncontraste que sorprende entre la alarmantefrecuencia de casos de tuberculosis, ob-

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servados entre estos enfermeros y la extre-ma rareza entre los que cuidan a los enfer-mos tuberculosos. Esto demuestra que elcontagio se produce desde luego .por la viadigestiva.

También es innegable que la tuberculosisin fantil es, con frecuencia, debida al bacilobovino. "Entre las formas extra.pulmonaresde tuberculosis humana, la 'localización enlos ganglios del cuello tiene el porcentajemás elevado de infección por el bacilo bovi-no (85 por IDO en Inglaterra, 84 por IDO

en Escocia), en los niños de menos de cincoaños. En los enfermos de todas las edadesla proporción es de 55 por 100 en Ingla-terra y de 73 por 100 en Escocia (A. H.Griffith, Britisli Medica! Iournal, julio de!932, pág. ja!).

Se ha demostrado que el perro y el gatose infectan por la vía digestiva cuando es-tán en contacto con el hombre, y que el perrotambién se infecta comiendo carne tubercu-losa; sa.bemos asimismo que los cerdos seinfectan con leche de vaca ; que los cerdosy las aves de corral se infectan cogiendoel bacilo de Koch del suelo donde 10 hanarrojado con sus deyecciones otros anima-les tuberculosos. "Es posible reproducir enel buey lesiones de la tuberculos·is perladainoculándole o haciéndole ingerir tubérculosde origen humano. (Vallée y Panisset).

Existe cierto paralelismo entre la expan-sión de la tuberculosis bovina y la humana.Siendo cierto el contagio del niño lactáneopor el bacilo bovino podemos preguntarnossi no 10 favorece la lactancia artificial, cadavez más extendida, cdn leche insuficiente-mente calentada. En Dinamarca, Holanda,Gran Bretaña, Estados Unidos, donde secombate enérgicamente la tuberculosis en losestablos y donde se exige la pasteurizaciónde la leche de gran consumo y se toman me-didas contra la propagación de la tubercu-losis por la Ieohe y los productos lácteos, latuberculosis retrocede. En cambio, no pare-ce disminuir en Francia, donde la pasteuri-zación en las Iecher ias no 'es obligatoria ydonde la nata, la mantequilla y ciertos que-sos son elaborados con leche insuficiente-mente calent~da.

¿ Por qué vía se produce el contagio? Se-gún la doctrina clásica, por la vía aérea.Sin embargo, en un matrimonio uno de cuyoscónyuges es tuberculoso, el otro cónyuge, apesar de respirar el mismo ai¡'e durante mu-chos años, permanece indemne de cada diezveces nueve, y aún en este caso queda pordemostrar que 10 haya contagiado el cón-yuge tuberculoso. En, cambio, el niño criadocon aquel matrimonio se infecta con granfrecuencia. Los partidarios del contagio porel aire explican estos hechos contradictoriospor la alergia, la premunición contraída enla infancia por el cónyuge que permanecesano. Pero, para el cónyuge atacado y parael niño seria oportuno averiguar si eT conta-gio no se ha producido por el consumo deleche, que es alimento exclusivo o principaldel niño ·por lo menos hasta un año y usadotambién diariamente por los adultos.

Que el contagio del niño lactáneo se pro-duce por v ia digestiva lo ha demostrado demanera dramática e irrefutable 10 ocurrido

'en Lubeck, donde' perecieron más de cienniños que recibieron, por equivocación, ba-cilos humanos de Koch virulentos en vez dela vacuna B. C. G., que es avirulenta y deorigen bovino.

Debido a que no todas las inmundicias quetoca con sus manos llegan a su boca, elhombre no contrae' con tanta f recuencia latuberculosis como los animales, cuya boca esel único órgano de prehensión, donde llegan,con los alimentos, las materias tuberculosasvirulentas de que muchas veces están ensu-ciados. Otro motivo que disminuye conside-rablemente los riesgos del hombre es la cos-tumbre de cocer la mayor parte de alimen-tos tuberculigenos, cuya virulencia queda asídestruida o aminorada. Este hecho queda co-rroborado en los cerdos alimentados con re-siduos de lechería que contienen bacilos deKoch : permanecen sanos o se infectan enmasa, según que consuman dichos residuoscocidos o crudos.

La posesión de miembros prensares y lacocción de los alimentos son las principalescausas de la menor frecuencia de la tuber-culosis en el 'hombre que en los animales.El niño, que es más sensible y se lleva a

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la boca con gran frecuencia sus manos su-cias es atacado por la tuberculosis' más Ire-cuenternente que el adulto.

Respecto a .los 'peces, es evidente que nopodemos afirmar ',que contraen la tubercu-losis por via aérea.

Parecería lógico admitir .el contagio por elaire ~n una enfermedad que ataca con másfrecuencia el "parata respiratorio. Pero, ac-tualmente, que sabemos la frecuencia de latuberculosis de los animales domésticos ad-quirida por la vía digestiva; que sabemosque no es raro que la tuberculosis infantilse deba alba,ci10 bovino, no es ya posibleadmitir la doctrina exclusiva del contagiointerhurnano por el aire y descuidar el con-tagio por la vía digestiva y por intermediode los' animales.

La prevención de la tuberculosis consiste,pues, en primer término, en evitar la in-gestión de bacilos de Koch de procedenciahumana o animal,

Además de este contagio exógeno, la tu-berculosis hereditaria o endógena, vieja con-cepción de la que Lumiere es el más' entu-siasta defensor, reclaman su pacte en el re-clutamiento de los efectivos tuberculosos tan-to en la especie humana como en los ani-males. En Wurtemberg, investigando de dón-de provenía la tuberculosis observada en losterneros del matadero se ha visto, con sor-presa, que muchas de sus madres ,padecíañendornetritis tuberculosa, lo que ha induci-do a Gminder y Sickrnuller a concluir que"la infección congénita es más frecuente delo que parecía hasta ahora; muchas infec-ciones de origen alimenticio debían ser im-putadas a la transmisión congénita". Allado de la tuberculosis adquirida existiría,pues, la hereditaria.

Estas ideas nuevas demuestran que la pro-filaxis actual de la tuberculosis humana, li-mitada a] hombre y a sus expectoracionesbacilíferas no tiene la precisión ni el alcan-ce que reclaman el origen y la extensiónde la plaga. La profilaxis actual no debeconsiderarse, pues, más que como una de lasformas de protección de las personas sanascontra la tuberculosis. - F. S.'

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KNAPP. Acerca de la botriomicosis. (Tier.Ruudsclian),

A juicio del autor, la botriomicosis es más-frecuente de 10 que se cree, sobre tocio cuan-do se trata de lesiones cutáneas producidaspor llagas estivales y eczernas Que sueicr,complicarse con una infección botrornicótica.Entre los casos interesantes que refiere, me-rece especial mención el de un caballo en elque la afección estaba localizada en un pár-pado. Logró la curación aplicando la poma-da de Imminger, compuesta de:

Azufre sublimado 50 gramosPolvo de cantáridas 20Mercurio metálico 50Vaselina amarilla ... 400El mismo caballo volvió a padecer la mis-

ma afección al cabo cie un año, dos añosmás tarcle una localización ·en la corona clelcasco cie un miembro torácico, y tres añosdespués una lesión botriomicótica en las bra-gadas, La curación se logró siempre en poco.tiempo con la ¡]Jornada citada. Es digno denotar que ninguno de los otros seis caballosque vivían en la misma cuadra que el en-fermo contraj eran la botr iornicosis.

La pomada de Irnminger respondió siem-pre perfectamente en otros casos de infec-ción botriomicóti.ca tratados por el autor.-R.

ARANY. La tuberculosis del palomo y sudiagnóstico precoz. (Tesis de Budapest,año 1934).

La tuberculosis de! palomo es más fre-cuente de lo que ordinariamente se supone(el autor la ha observado en e! 13'79 par lOO

del efectivo cie un palomar), y 'ataca prefe-rentemente a los de razas seleccionadas. El

. agente causal es el bacilo aviar ; la sintoma-tología se manifiesta sobre todo por artri-tis; los enfermos patean, cojean y enflaque-cen; las articulaciones afectadas se tumefac-tan y a veces aparecen en ellas úlceras yfístulas. Con frecuencia también se desarro-llan tubérculos salientes y hemisféricos en lacabeza, en los párpaclos y sus alrededores, enlas comisuras del pico, alrededor de ·los ori-ficios nasales y en los repliegues per iaur icu-

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lares. Estas lesiones se transforman even-tualmente en úlceras sanguinolentas, nenasde caseum y con los bordes roídos. Algunostubérculos, perceptibles al tacto y a veces asimple vista asientan igualmente en el teji-do conjuntivo periauricular, lo propio que alnivel del antebrazo y en los músculos pec-torales. Raras veces se observa disnea. Enun caso, las manifestaciones se reducían asimples trastornos de la muda, con supura-ción de la glándula uropigia.

Según los resultados de la autopsia, laslocalizaciones interesan principalmente el hí-gado (63 por 100), las articulaciones de losmiembros (56 por 100), el pulmón (37 pordento), el intestino (z6 por 100), el bazo(z6 por 100), los huesos (26 por IOO), losreservorios aéreos (19 por IOO), y la piel(r r por 100).. El corazón, los riñones, losmúsculos, las s-erosas y el páncreas estánafectos en la proporción del 7 por 100, yla maneja y los ovarios en la del 4 por 100.

En el palomo se puede usar también C01

éxito la tuberculinación intradérmica (0,1

centímetro cúbico de tuberculina aviar al 50por 100, introducida mediante una aguja deI centímetro de longitud y del calibre de 0,5milímetros). La inyección debe ser estricta-mente intradérmica. La prueba se puedeapreciar al cabo de 36 horas, pero es pre-ferible esperar 48. La reacción positiva semani fiesta por una tumefacción total del re-pliegue auricular, que, cuando es muy in-tensa, puede invadir hasta la región inme-diata. Por el contrario, el resultado es du-doso cuando dicha tumefacción se limita alborde del repliegue.-(Anna./es de Méd. V éi.,noviembre, 1935).-F. S.

HUPKA. Mastitis parapléjica de la vaca.tDeuts. Tier. H/och., 1934, núm. 38).

El autor ha estudiado Z2 casos de mas-titis dé la vaca acompañada de paraplejía.

La enfermedad aparece bruscamente yataca sólo a las vacas buenas lecheras quehan parido 2-5 meses antes. Los fenómenosinflamatorios afectan únicamente los cuartosmamarios posteriores (el derecho o el iz-quierdo), 'Pero nLU1Calos anteriores, y se pre-

sentan junto con las manifestaciones de pa--resia con tanta rapidez, que el ordeñador,que nada anormal había notado en el últi-mo ordeño, halla en el siguiente, que lavaca no puede levantarse. La temperatun semantiene casi normal, y sólo en algún casoes, al principio, algo elevada; no raras ve-ces es inf ranorrnal. Hay completa anorexia;paresia gastrointestinal; orina escasa; de-presión del sensorio; gemidos; decúbito per-sistente, pero, a diferencia del colapso puer-peral, es siempre esternal y nunca lateral.El pulso es muy frecuente (70-IZ0) desde elcorrnenzo.

Los fenómenos locales del cuarto enfermojamás son muy. intensos y resultan despro-porcionados con la g.ravedad de los sintomasgenerales.

La leche se hace pronto densa, mucilagi-nasa, análoga al calostro, luego acuosa y senormaliza otra vez. Cuando la enfermedadse prolonga a veces aparecen tumefaccionesarticulares en los miembros posteriores.

El examen bacteriológico hecho al princi-pio, generalmente es negativo. En los 22 ca-sos estudiados se obtuvieron los siguientesresul tados: 9 veces el coli, 2 veces estrep-tococos y r [ veces ningún germen especí-fico.

En las vacas muertas o sacrificadas, ade-más de las lesiones de mastitis aguda, hay

'manifestaciones inflamatorias con degenera-ción de los parénquimas viscerales y espe-cialmente del hígado .

En cuanto al tratamiento, se empleó lainfusión intravenosa de caldo en 14 vacas,cinco dé las cuales fueron sacrificadas denecesidad, a pesar de que se asoció con lainsuflación de aire en las mamas. Esto úl-timo resultó igualmente ineficaz en otras dosvacas que también debieron ser sacrificadas.

Los mej ores efectos se obtuvieron con or-deños repetidos cada hora, asociados a ma-saje y a baños calientes del cuarto enfer-mo. También parece favorable la abundanteadministración de purgantes indicada por lapresencia de graves trastornos del aparatodigestivo desde el comienzo de la enferme-odad.

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Respecto al pronóstico, se puede decir quees malo cuando al tercer día la enferma nologra levantarse y aumentan las pulsacionesy la temperatura,

La etiología y la patogenia permanecen to-davía oscuras. No parece que puedan atri-buirse a una alteración del recambio orgá-nico mineral. Primero hay mastitis, y pro-

.bablernente en' el cuarto enfermo se formansubstancias muy tóxicas (no se ha probadosu origen bacteriano) que, al ser absorbidas,determinan primero lesiones del sistema ner-vioso y más tarde alteraciones en los demásórganos. (La Clin. V ét., enero, 1935).-F. S.

H. GETAS. Enzootia de parabotulísmo enel caballo. (Rev. Gén. de M é. V éi., mar-zo, 1932).

En la granja donde ocurrió esta enzootiahabía 12 caballos cuya edad oscilaba entre4 y IS años y estaban en buen estado denutrición y trabaj ando.

Una mañana dos de esos caballos aparecie-ron echados en decúbito lateral y sin quepudiesen levantarse, por estar paralizado sutercio posterior, que se mostraba por com-pleto insensible a los pincharos con un alfi-ler. Su temperatura era de 38'7° a 38'2°.

Se procedió a un tratamiento sintomáticoa base de pilocarpina y eserina, sangría, yaplicación de sinapismos al tercio posterior,sin lograr mejoría alguna. A la mañana si-guiente ambos caballos murieron sin mani-festar otro síntoma que movimientos' desor-denados de los miembros y respiración des-acorde. La autopsia tampoco descubrió nadadigno de mención.

Los otros JO caballos, que permanecían enexcelentes condiciones de salud y con tem-peratura normal, fueron llevados al día si-guiente al mismo prado doncle habían esta-do los que fallecieron. Al cabo de dos días,otro caballo de aquellos JO enferma de im-proviso con los mismos síntomas '<d~ paráli-sis y muere a las 24 horas. Las vísceras deeste caballo fueron Ilevadas al laboratoriopara investigar el carbunco. El resultado fuénegativo.

Una inspección hecha al depósito del agua

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de que se surte el abrevadero donde bebíanlos caballos descubrió, en el fondo del mis-mo, el cadáver putrefacto de un gato. Rela-donando este heoho con los datos clínicos,el autor supone que la muerte de los caba-llos a que se refiere esta nota se debe a unainfección de parabotulisrno de origen hídri-ca. En apoyo de su tesis, recuerda que Thei-ler, atribuyó los casos de parabotulismo ob-servados en los animales en el Transvaal alos cadáveres putrefactos de ratas 'que in-fectaban los forraj es con que dichos anima-les se alimentaban.

Inmediatamente se procedió a la limpiezadel depósito del agua y del abrevadero, y alos restantes caballos se les dió agua per-f.ectamente potable. Además, se añadió a supienso granos de lino y sulfato de sosa, yse les administró per os IS gramos diariosde urof ormina (hexametilenotetramina) porespacio de diez a doce días.

A pesar de estas medidas y de haber des-infectado cuidadosamente la cuadra, seis díasmás tarde en ferrnaron otros cinco caballos.Se los trató con inyecciones intravenosas de10 gramos de urotropina en 20 c. c. de aguay con inyecciones subcutáneas de I centí-gramo de arseniato de estricnina en ro c. c.de agua destilada, sin obtener grandes resul-tados, toda vez que murieron otros cuatrocaballos en un período de 18 a 90 horas deaparecer los primeros síntomas.

Solamente sufrieron la infección los caba-llos que bebían en el abrevadero que se sur-tía del agua del depósito contaminado. Trespotros que hadan vida pratense y que nobebían de' esta agua permanecieron indem-nes, así como los bóvidos y las ovejas dela misma granja aunque bebieron del aguainfectada, lo que se explica panque estas es-pecies animales son mucho menos sensiblesal botulismo que los équidos.-F. S.

E. H. DRAKE. Epidemia de triquinosis enMaine (Estados Unidos). (The Iour. olAmerican M ed. Assoc .. octubre, 1935).

Basta un ligero estudio para convencersede 'que la triquinosis no es rara en N orte-amé rica. En 1915, las estadísticas oficiales re-

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gistraron 1.550 casos con 240 defunciones.Durante 1932 ocurrieron 263 casos en losquince Estados. Aún son más convincentes.para apreciar la frecuencia de la triquino-sis, los datos procedentes de las salas deautopsia y disección. En 190I, Williams en-contró triquinelas en 'un 5'34 por 100 de :;05autopsias. Queen estudió en Rochester, en1901, los diafragmas por el método de di-gestión y halló 17'5 por lOO de resultadospositivos en 344 autopsias. Riley y Scheifley,en 1934, encontraron larvas enquistadas en17'9 por 100 de 117 cadáveres, y en otrnserie de cincuenta cadáveres las hallaron e11el 20 por 100.

El parásito se alberga en muchas partesdel cuerpo. En 1909 Herich y ]aneway ad-virtieron por primera vez su presencia en 13sang.re ; en 1906, Frothingham descubrió tri-quinelas en el cerebro. En 1914 Van Cott yLintz encontraron el parásito en el líquidocerebroespinal. .En 19 J 7 Van Her rensch-wand descubrió numerosas tr iquinelas en losmúsculos oculares externos. En 1919, H'Jr-Iich y Bicknell encontraron esas larvas enel músculo cardíaco. También se han halla-do en la vesícula biliar. en el hígado, 011 underrame pleural, -en la leche de una mujerlactante, en el pus de un furúnculo, en el¡páncreas, en los riñones y en la pared in-testinal.

Cuando no se ha tratado de una epidemia,los síntomas variables de la triquinosis hanhecho pensar en otras enfermedades. Los vó-mitos y la diarrea se han atribuído a unaintoxicación por alimentos ocasionalmenteasociada con la triquinosis. La fiebre inex-plicada, ha hecho diagnosticar influenza. Eldolor del abdomen puede hacer sospechar unaenfermedad inflamatoria del apéndice, intesti-nos o vesícula biliar, o bien una úlcera pép-tica. El edema de los pánpados ha hechopensar en una nefritis aguda o en una sinu-sitis frontal. Los síntomas oculares, los cons-tituyen la fotofobia, la hinchazón de la con-juntiva y las hemorragias subconj untivales,de suerte que el oftalmólogo puede ser elprimer médico que vea al enfermo. La dia-rrea, somnolencia y fiebre sugieren la f¡~bretifoidea; y el descubrimiento de manchas ro-

sadas o esplenomegalia reforzará esta opi-mon. También puede observarse urticaria.El signo de Kering positivo y la falta dereflejo rotuliano, han planteado la cuestónde la meningitis. En casos de encefalitis seha demostrado la presencia de larvas en elcerebro. El dolor y la sensibilidad muscu-lar se han conceptuado como neuritis perifé-ricas. La hipotensión extrema puede ser elsigno presente. La neumonía y la miocardi-tis son las complicaciones corrientes más se-rias. Una marcada debilidad muscular, quepersiste durante muchas semanas o meses du-rante la convalescencia, es una secuela nadarara y denota una infestación seria.

A continuación los autores describen unaepidemia de triquinosis presentada en el Es-tado de Maine y una de Jas más extensas decuantas se han registrado en los Estados Uni-dos. Ocurrió a principios de 193.5. La infes-tación se debió a la ingestión de embutidosde cerdo, hechos en casa y mal cocidos; to-dos los enfermos, excepto uno, eran italianos.Encontróse la triquinela en la carne infesta-da y en la musculatura estriada de dos casosmortales, al efectuar la necropsia. Se sabeque comieron de dichos embutidos setenta yun individuos y cincuenta y seis presentaronsíntomas de infestación. Treinta y seis perso-nas enfermaron probablemente de triquinosis;a veinticuatro de estos pacientes se les hizola prueba cutánea y en todos los casos .lareacción intradérrnica fué positiva. Otros dosindividuos, con historia de infestación de lasvías respiratorias altas, mostraron eosinofilia,pero dieron una prueba cutánea negativa.Veinticinco de los setenta y un individuos quehabían comido carne de cerdo infestado, noaquejaron enfermedad, pero teníaneosinofi-lia ; doce de este grupo reaccionaron a laprueba cutánea y trece no.

La prueba cutánea fué la intradérrnica deBachman. Este autor, en 1927 describió unaprueba precipitinica en los animales de labo-ratorio y -en 1928 una reacci6n intradérrnicausando. como antígeno larvas de triquina. En1932 Aug ustine y T'heiler hallaron esta re-acción positiva en personas y cerdos enfermosde triquinosis y en 1933 Me, Coy, Miller yFr iedlander publicaron que la reacción int ra-

. Por losjdoctoresB. Malkmus y Th. Oppermann

Catedráticosjde la Escuela Veterinaria de. Hannover

Segunda]ledlol ón espafiolatraducida'[de la 11 alemana, porIPedro Farreras

Un tomo en 8.°, de 366 páginas, ilustrado con 80 grabadosy una lámina en color, encuadernado en tela, 10 ptas.

El presente libro resume de modo preciso y claro cuanto conviene saberpara hacer un diagnóstico exacto, y representa el resultado no sólo de lapráctica de sus autores, sino de la experiencia veterinaria general.

La predilección que sienten por esta' obra los veterinarios de los paísesmás cultos, según demuestra el haberse publicado once ediciones en su idio-ma original y el hallarse también traducida al francés, al italiano y alinglés es la mejor prueba de su utilidad y valor práctico.

En la segunda edición española, muy mej orada y puesta al día, se hantenido en cuenta de modo debido los recientes progresos en el diagnósticode las enfermedades internas, mereciendo especial mención el capítulo rela-tivo al estudio de la sangre, que es completamente nuevo y mucho másextenso que en la edición anterior .

ElEMEUTO~ 'DE DlAfiUÓUI[O [tInI[O DE LUEUfERMEDADES IUHRUA~ DE LO~ A"IMALE~ DOMÉ~TI[O~

. DlAfiUÓUl[o [tIUI[O DE 1A~ EUfERMEDADES EXTER"A~DE LO~ A"IMALE~ DOMUTl[O~ y E~pE[IALMEnTE' DE

LA~ [OJERA~ DEL [ARAUOPor el doctor

H. MollerProfesor de la Escuela superior de Veterinaria de Berlín

Traducción de la 6.a edición alemana, por

C. Sanz Egaña y P. FarrerasUn tomo en 8.°, de 268 páginas, ilustrado con 34 grabados

y encuadernado en tela. 9 pesetas

Complemento obligado de la obra que antecede es ~ste compendio ~ecliagnóstico de las enfermedades externas, que hemos publicado por no eXIS-tir en español ninguna obra similar. La mayor parte del libro está dedi-cada a exponer de un modo claro el diagnóstico de las cojeras del caballo,que tanto preocupan al veterinario práctico, y el' rest? trata. de los mét?dosde exploración clínica que conviene conocer para diagnosticar con aciertolas enfermedades externas de nuestros animales, cosa .no siempre fácil yque pone a prueba muchas veces la pericia y la reputación del profesor.

Elementos dE DrtE dE HE~etar J Eole~tióndE RE~BtBS para VEtErin~rios· J Estndii1ntEs

Por los doctores()tto ~egeubogeu y Wilhehn Hiuz

Catedráticos de la Escuela de Veterinaria de'BerlinSegunda edición espaíioJa

'traducida de la tercera edición alemana, porPedro Farreras .

Un tomo en 8.°, de 342 páginas, encuadernado en tela,6'50 pesetas

Por haberse agotado la primera edición española de esta obra, ha sidopreciso publicar esta segunda, traducida de la última alemana, en la queha colaborado el Dr. Wilhelm Hinz, sucesor del Dr. Regenbogen en lacátedra que éste ocupaba. . .

El Dr. Hinz ha perfeccionado la nueva redición, incluyendo en elladiversas prescripciones especialmente aplicables a los animales domésticospequeños.

De las I.300 recetas que figuran en este libro, la mayor parte son frutode la experiencia de sus autores, y las demás han sido escrupulosamenteseleccionadas de las obras clásicas y modernas, a 'fin de ofrecer al lectoruna colección de fórmulas de verdadera eficacia.

a los'Arte deanimales

,A pesar de ser harto frecuente tener que curar y vendar animales do-

mésticos pequeños, todavía no existía en la literatura veterinaria libro al-guno que tratara de manera especial este asunto, hasta que el doctor Hinzpublicó en I92I esta obrita, exponiendo en ella la experiencia adquiridaacerca de la técnica de los apósitos y vendajes en la Clínica de animalesdomésticos pequeños de la Escuela Superior de Veterinaria de Berlín.

Durante siglos, los veterinarios casi no se dedicaron a otra cosa quea tratar las enfermedades de los équidos, pero hoy, que la tracción mecá-nica hace disminuir el número de éstos, 'debe el veterinario extender suacción hacia los restantes animales domésticos, .especialmente los pequeñosque de día en día aumentan de valor. '

aplicar vendajesdomésticos pequeños'

Por el doctor

Wilhelni HiuzCatedrático de la Escuela de Veterinaria de Berlín

Traducción por .

Pedro FarrerasUn tomito en 8.°, de 120 páginas en papel couché , ilustradocon 41 grabados y encuadernado en tela, ~'50 pesetas

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

dérmica fué positiva en 90 por TOO de 88casos conocidos de triquinosis. De 34 casosde triquinosis examinados por Spink yAugustine, todos menos uno dieron reaccióncutánea positiva. Otros autores han descri-to reacciones positivas en pequeño número deinfestados. Kilduffe, después de probar lareacción cutánea en 33 casos, durante unaepidemia, concluye que no es más venta iosaque la numeración de la eosinofilia, peroFriedlander objeta que las reacciones nofueron observadas oportunamente.

En la epidemia del Maine se usó como an-tígeno polvo de larvas desecad .s. emulsiona-do en solución fisiológica de clor uro sédicoy adicionada de 0'25 por TOO de tricresol :empleóse para cada prueba 0'1 C. c. de laemulsión al I :TO.OOO. Se hizo la prueba en68 personas que habían comido carne tri-quinada y se leyeron los resultados a losS-T'O minutos. Todas las personas enfermasla dieron positiva. Otras dos con fiebre y

trastornos en la garganta, presentaban eosi-nofilia, pero la reación fué negativa en ellasdos veces. Probablemente se trataban de ca-sos de triquinosis leves, con reacción cutá-nea negativa.

Cinco personas no enfermas en las que nose halló eosinofilia dieron marcada reaccióncutánea, por ]0 que se incluyen en los 26casos positivos. En seis enfermos hospitali-zados por otras enfermedades efectuóse lareacción de contraste con el mismo antígeno.Sólo la dió fuertemente positiva un niñoconvaleciente de quemaduras.

Las tentativas de curación de la triquino-sis con tartrato antimónico potásico, suero-terapia, inyecciones intravenosas de acr ifla-vina, violeta de genciana, metafeno y vadono han dado resultado. La catarsis pareceutilizable durante la diarrea inicial, pero raravez es posible diagnosticar la triquinosis eneste' período.

La profilaxis pueden ser de sumo valor:cocción o refrigeración de la carne de cerdo,educación del público acerca de los peligrosde las carnes crudas y quizá en el ensayode la reacción intradérrnica en los cerdosdestinados al matadero y en la triquinosco-pía de los sacrificados.e--E. F. V.

49TAYLOR, VIDAL Y RO~I.\N. Persistencia de

la Br. melitensis (variedad caprina) envacas naturalmente infectadas. Cc. R.de la Soc. de Biologie, T2 mayo, T934)·

Los autores han aislado de leohe de 35 va-cas no la Br. abortus CB. de Bang), que sehalla frecuentemente en estos animales, sinola Br. ntelite nsis, Esta observación es de lasmás inquietantes respecto al porvenir de lame1itococia, porque si el bacilo de Bang esraramente patógeno el rnelitensi s es siempremuy virulento. Todavía contribuye a hacermás grave la situación el hecho de que TS

meses después del primer aislamiento del mi-crobio, se le ha vuelto a encontrar, con susmismos caracteres, en la leche de 5 de ellasele un lote de 9 que han podido ser exami-nadas de nuevo. Ya se comprende el peli-gro que representa la eliminación perma-nente por la leohe de microbios tan pató-genos.-F. S.

OBERLING Y GUERIN. Osteopatías por ca-rencia en las gallinas; sus relacionescon la osteitis fibrosa y con las pa-ratiroides. 'CSoc'iété Anotoniique, 6 no-viembre, I933).

Lo , autores han demostrado que las galli-nas criadas en - iaulas metál icas presentan. alcabo de algunos meses, lesiones óseas muymarcadas, que unas veces se parecen a laosteomalacia y otras a la osteitis fibrosa. Elparecido con esta última, en particular, esnotable y en muchos casos hasta se puedemanifestar por la aparición de quistes múl-tiples. Diversas series de experimentos handemostrado que el factor etiológico esencialconsiste en la supresión del casquijo; se tra-ta, pues, de osteítis por carencia mineral.sobre todo de calcio. La adición ele vita-mina D, no impide de ninguna manera laaparición de esas lesiones óseas. Estas os-teopatias van acompañadas siempre de unatumefacción de las paratircides, que puedealcanzar proporciones considerables. Losautores se apoyan en estos hechos para dis-cutir el papel de .Ias paratiroides en las os-teopatias humanas y especialmente en la os-teitis fibrosá.c-F. S.

50 REVISTA VETERINARÍA DE ESPAÑA

GRASHUIS. Pseudoviruela en los lecho-nes. (Tijdschrift voor Dier qeneeskutule,I junio, 1932).

Con el nombre de pseudoviruela de los le-chones el autor describe una enfermedad queataca a los cerditos durante el verano. A ve-ces se limita a una lechigada, pero 10 co-rriente es que ataque a todos los lechonesde 2 a 5 semanas de una porqueriza y hastaa veces a cerdos de más edad.

Los síntomas suelen comenzar bruscamen-te por un prurito muy intenso; los lechonesse frotan sin cesar y se muerden mútuarnen-te sobre todo las orejas. Al día siguienteaparece un edema difuso que comienza enla cabeza y cuello y se extiende rápida-mente por todo el cuerpo. Al palpar la pielse nota una sensación grasosa, viscosa; suscerdas se aglutinan formando pequeños me-chones; se trata de una verdadera seborrea.Esta untuosidad cutánea se deseca y formacostras moreno negruzcas.

Cuando se tiene cuidado de limpiar bienla piel apenas se notan alteraciones en su'superficie, porque no se trata de viruela. Nose han producido ni vesículas ni pústulas,lo que permite distinguir la enfermedad deque tratamos del eczema pustuloso costrosoque con frecuencia se encuentra en los le-chones.

El curso de la enfermedad es muy rapi-do; en pocos días pueden aparecer atacadostodos los cerditos. Enflaquecen tan rápida-mente que, incluso los más gordos, en dosdías quedan en los huesos.

Al iniciarse la enfermedad, los atacadostie.nen constipación que muy pronto se con-vierte en diarrea.

Las marranas suelen presentar en las ma-mas unas manchas del tamaño de dos cén-timos, que se cubren de una pequeña costranegra. Tal vez son pequeños furúnculos envía de curación. El autor cree que debehabe'r cierta relación etiológica entre la afee-ció)l de las marranas y la de Ios lechones.

Como tratamiento, recomienda friccionar. la piel de todos los cerditos, tanto sanos

como enfermos, una vez al día, con aceitede cacahuetes o vaselina bórica. No se de-

ben emplear soluciones irritantes (creolina,cresil, etc.), porque aumentan la mortalidad.

La enfermedad se vence pronto cuando eltratamiento se aplica bien. A veces convienedar un ligero laxante a las marranas y a loscerditos. _ (Anna/es de Méd. Vét.,abl'l!,1933).-F. S.

TERAPEUTICA

K. 1. SKRJABINE. Profilaxis y tratamientode la helmintiasis de las ovejas enla Unión Soviética. (Off. lnt . des Epi.sooties, núm. I, [932.

Las infestaciones verrninosas de las ove] asconstituyen uno de los peligros más gravesde la cría del ganado lanar, porque todoslos rebaños están infestados con más o me-nos intensidad, por diversas especies de hel-mintos. Las pérdidas son especialmente ele-vadas entre las reses jóvenes. cuya morta-lidad puede llegar al 50-70 por roo.

Aparte del daño directo a la salud de losanimales, la helmintiasis ocasiona las siguien-tes pérdidas: I. disminuye el rendimientoeconómico en lana y carne de las reses ata-cadas; 2. facilita las infecciones bacteria-nas secundarias; 3. obliga a destruir los ór-ganos parasitados o a veces toda la res sa-crificada en el matadero; 4. es un peligropara la salud humana porque algunos helmin-tos de las ovejas (equinococos, etc.), puedentransmitirse al hombre,

En la Unión de Repúblicas Socialistas So-viéticas la lucha contra la helmintiasis delganado lanar la dirige un Instituto del Es-tado y las infestaciones 'principales a las quese dedica son: la distomatosis, la teniasis, laestr ongilosis y la bronconeumonía verrninosa.

Contra la distornatosis se emplea con buenresultado el tetracloruro de carbono, que seprepara en la misma Unión Soviética.' En1932 se trataron 1.900.000' reses lanares.

Contra la teniasis (anaplocef alosis), se usaen la práctica corriente, el rizoma de hele-cho macho a la dosis de 10-30 gramos acada res seguida de un purgante salino.

La lucha contra las infestaciones del apa-rato gastroentérico es más difícil. Según las

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

investigaciones del Instituto del Estado, in-cluso la forma más .grave, que en primaveradetermina una gran mortalidad en las resesjóvenes, puede ser tratada eficazmente consulfato de cobre. La dosis es de lOO c. c. porcabeza, de una solución de sulfato de cobreal I por lOO, con 10 que se logra alejar casitotalmente los parásitos del aparato gastro-entérico.

La broncopulmonía verminosa ha sida ob-j eto de investigaciones especiales por partedel 'referido Instituto. En el animal vivo, eldiagnóstico ha de acompañarse del axemende las heces, ·porque el catarro bronquial que-contiene huevos y fragmentos de ver mes esdeglutido apenas llega a la faringe. El exa-men se hace según el método de Berman:se toman del recto del animal que se exa-mina, 20-25 escioalos que se aplastan conuna espátula y luego se colocan sobre unpequeño filtro de tela metálica que se pone'sobre un embudo de metal en cuyo pico seenchufa un tubo de goma de 15-25 centíme-tros cerrado en su extremo libre con una-pinza.

Se echa en el embudo agua calentada a36-40 grados y al cabo de tres horas de' re-poso se abre la pinza y se recoge la parteinferior del líquido del embudo en un tubo-de centrifugar. Se centrífuga a mano duo.rante un minuto y se tira la parte superior-del líquido; el sedimento .se emulsiona conJaspocas gotas de líquido que han quedadoen el tubo y se examina al microscopio. Enuna infestación de mediana importancia seobservan de 5 a IO larvas de S. filaria porcada gota del Iiquido examinado. Las lar-vas son muy móviles, de 0'54 milímetros delongitud, y en su parte cefálica llevan. unaprotuberancia como un botón. Este métodode examen se basa en el hecho de que lasIarvas del S. [ilaria se albergan en el intes-tino, lo que no ocurre con otros verrnes, En.el embudo, las larvas móviles contenidas enlas heces se separan del agua y, por la ac-ción de la gravedad o porque el agtia per-.manece caliente algo más tiempo en el tubode goma, se acumulan en éste.

El Instituto experimentó una larga. serie.de medicamentos contra la broncopulrnonia

..

verminosa, llegando a la conclusión de queel más eficaz es la creosota, a la que siguenlos preparados a base de yodo.

La fórmula adoptada fué la siguiente:Tintura de yodo I gramoGlicerina ... ... 50

Agua destilada o •• o'' oo. -,",7' ISO '"

La mezcla se prepara en el momento deusarla en inyección traqueal a la dosis deIO c. c. por cabeza, repitiendo la misma do-sis al siguiente día. Para facilitar la entra-da del medicamento a las ramificaciones bron-quiales donde anidan los parásitos se acon-seja hacer la inyección intratraqueal tenien-do la res tendida sobre el dorso sobre unaespecie de tolva inclinada. El punto más in-dicado para poner la inyección previamentedesinfectado con yodobencina, es el tercio su-perior de la tráquea, al nivel de los anillosIQ-I2. Se debe procurar inocular el remediodurante la fase inspiratoria de la respira-ción. El resultado del tratamiento se puedeapreciar examinando las heces transcurridosdiez o doce días después de la última in-yección.

Este tratamiento no asegura la esteriliza-ción completa de los pulmones parasitados,pero produce un gran descenso del númerode parásitos, evita algunos casos de muertey mejora visiblemente el estado general delos enfermos .

Las medidas profilácticas contra la bronco-pulmonía verminosa se fundan en la esterili-zación lo más completa posible de los porta-dores de parásitos, a cuyo objeto es útil usarel tratamiento descrito dos veces al año, esdecir, en otoño antes de la estabulación inver-nal y en primavera antes de llevar las resesal pasto. No deben olvidarse tampoco las nor-mas higiénicas, la primera de las cuales. esla instalación de a:brevaderos adecuados, yaque el abrevar el ganado en charcas o fosases uno de los modos más frecuentes de con-tagio .

El Instituto ha ideado, además, un sistemaregular de alternativas en los pastos, basadoen el hecho de que las larvas caídas en tierracon las heces necesitan un período de S a ISdías para ser infestantes para el ganado y que,una vez han alcanzado esta última fase evo-

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

lutiva mueren dentro del año si no han po-dido encontrar un huésped en el que puedandesarrollarse. Sernej ante método solamente sepuede emplear en paises que tengan numero-sos y extensos prados, como ocurre en Rusia,y consiste en trasladar los rebaños a un pra-do distinto cada 5-12 días y no volverlos allevar al mismo prado mientras no haya trans-currido por 10 menos un año.-F. S.

I

GAUBERT. Urotropina-suero en el trata-miento del tétanos. (Rev. V ét., diciem-bre, 1932).

En 1926, Le Fevre de Arric y Millet vieronque -hay sustancias que, inyectadas debajode la piel del conej o, pueden llegar hasta elIíquido cefalorraquídeo, al paso que otras nolo consiguen inyectadas en las mismas con-diciones. Entre las primeras figura la uro ..tropina, Convenía saber si era posible uti-lizar esta sustancia modificadora de la per-meabilidad del endotelio nervioso como auxi-liar de ciertos medicamentos 'o sueros. Losreferidos autores inyectaron varios conej osde -un lotecou suero antitetánico asociado ala urotropina y los restantes con igual do-sis de suero solo. Todos ellos fueron infec-tadospor inyección intracerebral de toxinatetánica : los primeros, es decir, los inyec-tados con suero y urotropina sobrevivieron;los inyectados con suero solo, murieron to-dos.

De estos resultados dedujeron que, gra-cias a la urotropina, la antitoxina tetánicalogra :ponerse en contacto con la masa.' ner-viosa de manera mucho más íntima, reali-zando asi una inmunidad pasiva del cerebroque la inyección de igual dosis de suero pre-ventivo era incapaz de conseguir.

En medicina humana se han tratado yadiversos casos de tétanos con las inyeccionesde suero y urotro.pina, obteniendo resulta-dos excelentes. Los doctores Assali, Larnberty' Popoff han publicado un trabajo relatando3Ò casos de tétanos, 3 de ellos muy graves,de los cuales curaron 26 con este trata-miento.

Las dosis de urotropína administradas enmedicina humana en inyecciones subcutáneas

o intravenosas, o per os a los runos son de'I a u r gramos en la totalidad del tratamien-to. En veterinaria, el autor ha usado la si-zuiente técnica modificándola luego en con-o:ideración a la' rapidez y a la .~conomía del

tratamiento.Algunos enfermos fueron tratados inyec-

tándoles en las venas suero de 5.000 unida-des o suero antitetánico ordinario, despuésde haberles inyectado dos horas antes .Uf.{}-

tropina por vía subcutánea, pero en defini-tiva adoptó el suero de de 5,.000 unidades'porque es más sencillo y económico,

He aquí resumidos algunos casos tratados.

por el autor:I. Caba.l1o entero, de 10 años. Entra en

Ja enfermería el 22 de febrero de 1930 at~-cado de tétanos grave. El mismo día recibe'I gramo de urotro.pinaen inyecciónsubcu-tánea y ID C. c. de suero de 5.000 unidadespor vía intravenosa. Se repite el tratamien-·to los días 23 y 25; el día 26 el enfermo,mejora; el 27 vuelve a recibir. las mismas.cantidades de ur otr opina y suero y el die. 3'de marzo sale de la enfermeria en francaconvalecencia.

Il. Caballo entero, de 7 años. Entra en la'enfermería el 17 de junio de 1930; el mismo'día recibe 2 gramos de urotropina subcutá-JleOS y 200 'c. e, de suero antitetánico ordi-nario. Los días 18 y 19, 1 gramo de uro-,tropina y 100 C. c. de suero. El 20, I gramode urotropina y 50 c. c. de suero. El enfer-mo mejora progresivamente yel ].°de ju-lio sale curado.

III. Mulo de 14 años. Entra en la' enfer-mería el 23 de junio de 1930. El mismo díarecibe 1 gramo de urotropina subcutáneo ylOO c. c. cie suero antitetánico ordinario. Eldía 24 se repite el tratarniento ; los, días 25,26 y 27 recibe 1 gramo de urotr opina y50 c.c. de suero antitetánico ordinario. El5 de julio sale curado.

IV .. Caballo entero, de 14 años. Entra .enla enfermeria el 20 de octubre de 1930 contétanos grave. El mismo día y al siguiente'recibe I gramo de urotropina 'subcutáneo' yID C. c. de suero de 5.000 unidades por vía:intravenosa. Los sintomas se agravan y mue-~re el día 22, -segurarnente por haber sido

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

sometido a tratamiento ya demasiado tarde.V. Caballo entero, Entra en la clínica el

20 de abril de 1931. Recibe el mismo díaI gramo de urotropina subcutáneo y ro c. c.de suero de 5.000 unidades en las venas. Sugravedad es extremada y muere al día si-guiente.

VI. Caballo -entero, de 7 años. Entró. "enla enfermería el L° de m3JYo de 1931 y re-cibe I. gramo de urotropina subcutáneo y10 c. c. de suero de 5.000 unidades, Se re-pite el tratamiento los días 2, 4 y 5; el en-fermo va mejorando y el día 14 se hallacurado.

VII. Caballo entero, de 8 años. Entra enla enf.ermeria el 4 de septiembre de 1931atacado de tétanos grave. El mismo día yel siguiente recibe I gramo de ur otropinasubcutáneo y 20 c. c. de suero antitetánicode j.ooo unidades, El 11 de septiembre otrogramo de urotropina y 20 C. c. de sueroordinario. El 2 de octubre sale curado, Estecaso es muy interesante. El enfermo fué tra-tado al comienzo de la enfermedad y seagravó muy rápidamente el primer día, peroa los dos siguientes, el tratamiento asociadoa enemas de hidrato de cloral provocó tansensible mejoría que el autor interrumpió lamedicación urotropina-suero, continuando so-lamente con el hidrato de cloral. El 11 de

'septiembre -e1estado del enfermo era esta-cionario, por lo cual reanudó el autor e'tratamiento urotropina-suero. A partir deese día entró en franca mejoría y el 18 es-taba curado.

VIII. Caballo entero, de 13 años. Entra-en la enfermería el II de mayo de 1932, re-

, cibiend~el mismo día 50 c. c. de suero y2 gramos de urotropina. El día 13, 40 c. c.de suero y 2 gramos de urotropina y losdías 14 y IS, 20 C. c. de suero y 2 gramosde urotropina. El día 25 estaba curado.

Durante los tres últimos años - acabadiciendo el autor - he tratado S ca os de'tétanos (de ellos 5 muy graves) de los cua-Ies murier-on z por haber llegado demasia-do tarde a la clínica. Este método parece,'Pues muy interesante y merecerla ser ensaya-do de modo general en veteri~aria.-F. S.

53VEERRENDAF..L, Empleo de enemas para

provocar el vómito en el perro. (Tijds-chrij t V001' Dierqeneskwnde, 1-12-32).

En IS9S Dauviac demostró que con 'la in-yección de líquidos por via rectal se podíaprovocar el vómito tanto en el hombre comoen el perro, En cadáveres de personas in-yectó por el recto 1I litros de agua a unapresión de So centímetros, aproximadamen-te y vió que el agua salía par la boca deaquéllas. Lo mismo observó en el ,perro yesto le hizo pensar que semejante procedi-miento podía tener cierta aplicación tera-péutica ..

El autor ha hecho también algunos en-sayos. Un perro afecto de diarrea profusarecibió una inyección rectal de siete litrosde una solución al T por, TOO de ácido lác-tico. El líquido salió por la boca y el efec-to logrado fué sorprendente, ya que la dia-rrea se contuvo en seguida.

Con el mismo procedimiento se han tra-tado diarreas fétidas en los niños y hastadiarreas tifódicas, ictericia catarral, etc., lo-grando posiblemente aseptizar todo el canalintestinal.

A pesar de ello no se ha generalizado enla práctica. Sin embargo, Horneck en ca-sos de enevenenamientos o de ingestión decuerpos extraños ha inyectado en el perro.agua más o menos salada calentada a 40°,previa la evacuación del recto mediante unalavativa.

El perro se mantiene con el tercio poste-rior algo levantado y luego se inyecta ellíquido por medio de un simple irrigador.El vómito se produce en general después de3 a 5 minutos.

En América se ha preconizado este mé-todo para expulsar los parásitos intestinales.

En la Clínica de Utrecht se han comen-zado a utilizar esos lavados en varios pe-rros de experimentación, empleando un irri-gador de 6 a 12 litros de cabida provistode un tubo de caucho de paredes alg-o rí-gidas, El liquido inyectado es agua 'del grifocalentada a 'la temperatura del cuerpo. Elirrigador se mantiene a una altura de 2 a2 y.; metros sobre el nivel del animal.

54 REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

Se comienza con un enema or-dinario paraevacuar el recto y el colon ; el animal' semantiene con el tercio posterior levantado.En este momento se introduce el tubo delirrigador hasta el colon y se deja salir <.'1agua. Al principio el perro se defiende UP

poco, pero a medida que su vientre se vahinchando, se calma. Tiene náuseas y algu-nos instantes después vomita. Los vómitosse repiten con intervalos de medio minutoaproximadamente.

Primero el líquido que sale por la bocava mezclado con contenido del estómago eintestinos, pero bien pronto aparece comple-tamente claro. No se observa ningún sínto-ma alarmante; lo perros corren de un ladopara otro y hacen algunos esfuerzos expul-sivos, pero pronto se restablecen totalmentey comen bien.

E] método parece ideal en Jos casos enque el veneno ha penetrado en el organis-mo por vía bucal y cuando se trata de cuer-pos extraños de superficie lisa. El autor haconseguido evacuar de este modo un trozode cartílago grande detenido en el esófagode un perro en la entrada del pecho: (Anl1.'de MM. V ét., julio, 1933).-F. S.

OBSTETRICIAt, '. E. Cunonr. Una reacción rápida para

diagnosticar la gestación en la yegua.(Bulletín de I'Academie V étérinaire, oc-tubre, 1935).

Ante lo complicadas que son las reaccio-nes biológicas hasta hoy conocidas paradiagnosticar la preñez de la yegua, el autorha ideado una reaccron quimica para inves-tigar el hormón folicular en la orina ins-pirándose en los trabajos de WieJand,Straub y Dorfrnueller, según los cuales elhormón folicular tratado por el ácido sul-f.úrico concentrado a calor, produce unafluorescencia verde. He aquí la técnica:1. Se filtra a través de papel la orina quese va a investigar. 2. Se ponen ISC. c. eleesta orina filtrada en un tubo de ensayo, y.se le añaden 3 c. c. de ácido clorhídricoconcentrado, lo que suele producir despren-

dimiento de gas y formación de espuma, aveces en tanta abundancia que, si se usa untubo pequeño se sale del mismo. Para evi-tarlo se debe emplear un tubo de 23 centí-metros de alto por 30 milímetros de diáme-tro. 3. Este tubo, que contiene, como hemosdicho, IS c. c. de orina filtrada + 3 c. c.de ácido clorhídrico, se sumerge en un bañomaría en ebullición, previamente preparado.Transcurridos diez minutos se saca el tuboy se enfría poniéndolo debajo del chorro deun grifo. 4. Se vierte el contenido del tubo.·en un embudo separador, de 50 a 75 c. c.de cabida y se le añade IS c.c. de benzol.5. Se agita (bastan unas 50 sacudidas) y seIe deja en reposo, con lo cual el benzol sesepara de la orina, formando encima de ellaal cabo de algunos minutos una capa bienvisible. A veces esa separación no es per-fecta, porque queda espuma en el benzol,'Pero se la puede hacer desaparecer agitandosuavemente el embudo separador o en la for-ma indicada en el párrafo siguiente. 6. Seabre el grifo de ese embudo separador paraque salga la orina y se cierra así que éstaha pasado completamente. De este modo sóloqueda en el embudo el extracto benzólicode la orina. Si ese extracto es lirnpido, sele hace pasar a otro embudo separador; si,por el contrario, contiene espuma o burbu-jas, se filtra a través de papel en un tubo,logrando así que el benzol y la orina se su-perpongan; en seguida se puede aspirar fá-cilmente con una pipeta el extracto benzó-lico sólo. 7. En el embudo separador en elque se han transvasado los 1,8 c. 'C. apro-xirnadarnente del extracto benzólico obteni-do anteriormente (téngase cuidado de notransvasar más que el extracto benzó¡'¡co'completamente desprovisto de orina) se vier-ten, mediante una pipeta graduada, IQ c. c.de ácido sulfúrico concentrado y se agita(unas cinouenta sacudidas o más). 8. Se dejaen reposo y, al cabo de ¿inca a quince mi-nutos, el ácido sulfúrico, fuertemente colo-reado y perfectamente transparente irá a de-positar se en la parte más baja del embudoseparador, por debajo del benzol, que Per-manece limpio e incoloro. El ácido sulfú-rico y el benzol se separan siempre perfec-

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tamente sin ninguna dificultad. 9. Se abre elgrifo del embudo separador para que salgael ácido sulfúrico (transparente y fuerte-mente coloreado), que se recoge en un tubo,cerrando el grifo así que acaba de pasar elácido y todo el benzol está aún en el ern-budo separador. Sí casualmente pasasen tam-bién alguna gotas de benzol, no tiene irn-portancia, El benzol que queda en el embu-do separador después de cada reacción, sepuede aprovechar para otras pruebas regene-rándolo con carbón animal. Para ello se leañade un poco de dicho carbón y se le fil-tra a través de papel. la. El tubo en el quehemos recogido el ácido sulfúrico muy co-loreado, se sumerge durante cinco minutosen un baño maria a unos 800 c., después delo cual se le enfría poniéndolo bajo unchorro de agua. l I. Inmediatamente que eltubo se haya enfriado se debe leer el resul-tado de la reacción, Si ésta es negativa elácido sulfúrico tiene un color rojo-málagao roj o-moreno y no es fluorescente; es de.cir, tiene el mismo color tanto si se le mirapor transparencia como a la luz incidente.Si, por el contrario, la reacción es positiva(gestación) el ácido sulfúrico que, miradopor transparencia tiene un color roj o comoel vino Málaga o roj o moreno, mirado a laluz incidente presenta una fluorescencia quele da un color verde guisante. Dicha fluores-cencia se ve muy fácilmente durante el día(es decir, cuando hay luz solar directa), po-niendo el tubo de modo que el SO'I. lo ilu-mine totalmente; entonces se le examina co-locándonos de espalda a la ventana y diri-giendo la vista hacia el lado de la habita-ción que tenga menos luz. En los días nu-blados o cuando no 'hay sol, no se puedever la fluorescencia de manera clara y fá-cil. Entonces se recurre a la luz artificial yse procede de este modo: se utiliza un porta-lámparas dispuesto de manera que proyectela luz en una dirección única y deje oscuraIa cara del observador; es suficiente unalámpara solar Osram de 40 vatios. El ob-servador se coloca en la zona oscura y poneante su vista, en el centro del haz luminosoproyectado por la lámpara y a muy pocadistancia de esta última el tubo que contie-

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ne el ácido sulfúrico colorado, Así, la fluo-rescencia se ve bien. Para facilitar la lec-tura del resultado conviene tener prepara-dos dos tubos testigos; uno que contengael ácido sulfúrico procedente de una pruebahecha con la orina de un caballo castrado ode una yegua de la que se tenga absolutaseguridad que no esté preñada, y otro quecontenga el ácido sulfúrico de una reacciónhecha con la orina de una yegua preñadacon certeza. De este modo, bastará compararla orina que se investiga con la contenídaen estos dos tubos testigos, los cuales seguardarán en la oscuridad (encerrados enuna caja o armario).

Después de numerosos ensayos el autor!ha visto que si los tubos que contienen elácido sulfúrico que se ha vuelto fosfores-cente, se exponen a la luz y al aire, la fluo-rescencia se vuelve menos resplandeciente en,las reacciones positivas, al paso que en lasnegativas puede aparecer una débil fluores-cencia verde.

El autor termina afirmando que esta reac-ción no es utilizable para investigar la pre-ñez en la mujer ni en la vaca; sólo es apli-cabl a la yegua, en la cual da resultadosabsolutamente ciertos.c-F. S.

E. WISMANN. Acerca de la posicron másadecuada que debe darse a las vacasdurante el parto. tSclneeíser Arch, f·Tier., agosto, )934).

Aunque sobre este punto hay diversas opi-niones, en general se considera útil - diceel autor - mantener la vaca de pie cuan-do el producto de la concepción sea de di-mensiones inferiores a lo normal (abortones,gemelos, fetos momificados), porque, paraexpulsarlos, bastan leves esfuerzos de la ma-dre o una ligera tracción. La misma posi-ción estaría igualmente indicada en los ca-sos de enfermedades del aparato respirato-rio, hidropesía del amnios o partos geme-lares, porque Ja; dificultades respiratoriasque les acompañan harían más incómodacualquier otra posición.

La posición dorsal tiene muchos partida-rios, y es la más conveniente en los par-

.56 REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

tos lacoriosos y distócicos, porque favoreceen grado máxinto la dilatación de la pelvisy elimina en gran parte' la, acción antago-nista de algún grupo muscular, especialmen-te si, además de mantener la vaca en POé;-ción dorsal se procura al mismo tiempo man-tener elevado el tercio posterior.

Menos importancia concede el autor a laposición ventral, que se adoptará solamentecuando existan .hernias ventrales volumino-sas o en las vacas con "el vientre relaj ado.

Finalmente, recuerda que la posición la-teral (derecha o izquierda), es la que seadopta con más frecuencia, porque facilitala reducción de numerosas distocias, y reco-mienda que en cada caso se adopte una uotra de las posiciones correctivas indicadas,antes de decidirse a realizar una traccióndemasiado violenta o una eventual embrio-tomía. (La cu« V ét. enero, I934).-F. S.

BROMATOSCOPIAIVES BARoN. !31

(Tesis para elAlfort, 1932),

caballo de carnicería.doctorado en Veterinaria,

En esta tesis estudia su autor -la ,historiade la hipo íagia en Francia, sus progresos,su estado actual y sus consecuencias econó-micas desde un punto de vista general y

desde el punto de vista particular de nues-tra profesión.

El consumo de la carne de caballo enFrancia autorizado Iegalmente en 1866, haido adquiriendo notable incremento. En 1902fueron sacrificados en París 40.000 équi-dos, en 1910 la cifra se elevó a 60.000 y en1917 alcanzó a 72.000. En los años siguien-tes sufre un descenso notable, pero luegovuelve a aumentar, llegando en 1929 a 73-400.Se calcula que en dicho año fueron sacri-ficados ,en todo el terri torio francés unos300.000 équidos para el abasto público, esdecir, casi el 10 por 100 de su censo ca-.ballar.

El número decaballos sacrificados dependede la demanda que tienen los caballos utili ..zados para la tracción. Cuanc(o' éstos 'esca-sean, o tienen' mucha demanda y alcanzan

precios altos, disminuye su venta para lacarnicería, y viceversa. Bajo este aspecto,el autor estudia la producción de potrospara la carnicería en el departamento deFinister re, donde la tercera parte de loséquidos consumidos en 1929, eran potros, de-bido a la abundancia con que aparecían enel mercado. Esta abundancia produj o unanotable depreciación en los potros destina-dos al trabajo, mientras que el precio deIos destinados al matadero continuaba sien-do bastante remunerador.

El mayor consumo de Ia carne de caba-llo ha hecho aumentar su precio de ventaen las tabla] erías; así, el filete que en 1917se vendía a 6 f rancos el kilogramo, se hallegado a vender, más tarde, a 28 francos.En la actualidad el kilo de carne de caba-llo se cotiza a los siguientes precios: Pri-mera categoría, 5'20 francos; segunda, 3'60y tercera 2' 10.

Para satisfacer las demandas del merca-do, Francia en 1930 importó 17.690 caballospara la carnicería y en los nueve primeros'meses de 1931 esta i.mportación se elevó a44.231 équidos procedentes en gran parte, r~eAlemania, Bélgica, Polonia, España e Ita-lia.

La primera consecuencia económica de lahipofagia ha sido la creación de un nuevocomercio y una nueva industria, hoy muyflorecientes. El precio de venta de los ca-ballos de desecho que, por no servir parael traqaio, son nevados al matadero es,aproximadamente el 30 por 100 de lo quese pagó por ellos al comprarlos. Esto sig-nifica una gran disminución «le la prima deamortización, y una venta] a económica im-portante en favor del caballo comparado conel motor mecánico. Disminuyendo Ia amor-tización del .precio de compra del caballo,el matadero hipofágico favorece notable-mente la cría caballar y permite la precozeliminación de los potros defectuosos o malconformados para el trabajo. EI productorde caballos corre así menos riesgos, en sunegocio.

Otra consecuencia es que el matadero ,hi-pofágico es hoy un regulador de la pro-ducción. En 1929, "cuando el precio de los

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caballos de tiro era muy bajo, en Bretañafueron llevados muchos potros a la tabla-j ería. Al año siguiente, cuando escaseaban!os équidos en el mercado, su precio vol-vía a su nivel normal. Un hecho oarecidoocurrió' en Bélgica, donde abundan tambiénlos potros.

Respecto a nuestra profesión, el .rnatade-ro hipofágico parece ir limitando el campode acción de la cirugia veterinaria, porque,ante una intervención importante, el dueñodel caballo calcula el coste de la operacióny los gastos de la convalecencia y los com-p~ra con lo que obtendría si destinase elanimal a la tablajería. Sin embargo, en red-lidad sólo suele prescindirse de tratar loscaballos viejos; las operaciones corrientes yde efectos rápidos continuarán efectuándoseigualmente.

Cree el autor que, por lo menos en lagran mayoría de casos, la hipofagia no pue-de constituir un 'peligro serio para nuestraprofesión. Si el número de' équidos utili-zado para el arrastre de vehículos comer-ciales y para la agricultura permanece COI1'i-

tante (y aun que disminuya, tal disminu-ción no sería imputable a la hipofagia), silos animales son sacri ficados más pronto de-bido a su valor para la carnicería, ello exi-girá necesariamente una cría de équidos másintensiva, porque el censo caballar deberárenovarse más rápidamente.

La diferencia entre el precio de comprade un caballo de tiro en su pleno valor eco-nómico y el precio de venta del mismo ani-mal CO;l destino al matadero, es todavía tannotable que su dueño optará por sacrificar-lo solamente en casos excepcionales. Estaúltima solución a veces el veter inarió laacogerá con tanto más agrado que un tra-tarniento largo e inseguro.

Pero, sobre todo, como queda consigna-do anteriormente, el empleo del' caballo parae! matadero es un factor importante en elaspecto económico de la tracción animal. Laeconomía que representa en la amortizacióndel motor animado' es una cosa resuelta e,innegable; además, disminuye el riesgo, por-que, en' caso de sufrir un accidente grave,el animal no pierde todo su valor. Sólo Ial-

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ta, para que el caballo pueda luchar eficaz-mente contra el motor, que su mantenimien-to y conservación resulten económicos. Deaquí que el problema de la alimentación ra-cional y lo más barata posible de los équi-dos ha de merecer la mayor atención delveterinario práctico.-F. S.

F. ARANA SAGASETA. Valor nutritivo delbacalao salado, (La Farnuicia 111oderno,25 agosto, 1934).

El autor ha estudiado el valor nutritivodel bacalao considerado como alimento uti-lizado en la ración del soldado y del obre-ro. Para ello, analizó diversas muestras debacalao y obtuvo los siguientes resultados:humedad, de 28,ro a 49,ro por 100; sal, de16,76 a 19,65 por 100; grasa, de l,OS a 1,85por roo; ázoe total, de 4.4 a 7,36 por roo.Luego comparó estos datos con los que dandiversos autores para diversas carnes de ma-tadero.

El número de calorías de roo gramos debacalao lo determinó mediante las tablas deAtawater y Bryant, teniendo en cuenta queI gramo de proteína equivale a 4 calorías yI gramo de grasa a 9 calorías ..

Ahora bien: mientras el valor medio dela carne de buey lo halló entre 92 y 130 ca-lorías, según la región del cuerpo de queprocedía; el de la de cerdo entre 223 y. 239calorías; el de la de ternera 101 calorías yel de! carnero 135 calorías, el valor mediodel bacalao varía entre 383 y 578 calorías,según su procedencia. El gran consumo quela gente hace de este pescado está, pues..justificado por completo.-F. S.

V. VELOPPE y JAUBERT. Quesos frescos yfiebre ondulante. (Reo. de Microbiologieappliquée, septiembre-octubre, 1935).

Entre el 13 de enero y el 20 de febrerode 1935 ocurrieron doce' casos de fiebre on-dulante ep Ollioules y uno en Sanarv (Fran-cia). Nueve de esos enfermos confesaren quehabían comido queso tierno preparado conle-che de oveja calentada. Todos ellos lo ha-bían comprado al mismo vendedor. Una in-

•5~ REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA

vestigación efectuada por el servicio veteri-nario averiguó que habían muerto dos ove-jas de una enfermedad indeterminada mien-tras vivían en el prado y que otras dos ca-bras también dieron suer oaglutinación posi-tiva para el melitococo.

Se prohibió al dueño del rebaño infesta-do que vendiese la leche sin hervirla previa-mente y se impidió, asimismo, la elaboraciónde queso tierno con la citada leche si antesno se la sometía a la ebullición. Despuésde adoptar esas medidas profilácticas no vol-vió a presentarse en aquellas poblacionesningún otro caso de fiebre ondulante.

De estos hechos se puede sacar estas con-clusiones: L' La ingestión de queso tiernofabricado con leche de ovejas atacadas demelitococia transmite la fiebre ondulante:2," El calentamiento a 80° por lo menos, du-rante media hora destruye la brucela. 3.' Nosiendo posible un control permanente del ca-lentamiento de la leche, se debe prohibir laventa de ésta, así como ,la de quesos nofermentados fabricados con ella allí dondeexista la melitococia.

La colaboración estrecha de los serviciosmédico y veterinario permitirá luchar efi-cazrnente contra el contagio.e--E. S.

ZOOTECNIA

R. GOETZE. Sobre el nuevo método rusode inseminación artificial de los anima-les domésticos. iDe utsc he Tier. W och.,23 y 30 diciembre, 1933).

En la primavera del 1933 el autor visitóel Instituto ruso de inseminación artificialde Moscú, que forma parte del Institutocentral de ganadería de la Academia Lenin.

Los investigadores de la Unión Soviéticahan vencido los obstáculos que se oponíana la realización práctica de la fecundaciónartificial, ayudados en esta empresa pòr mu-jeres y señoritas, que son las que cuidande la recogida de la esperma y de la inse-minación.

L, Recogida de la esperma. ~ Cuando sequiere recoger a rtificialmente la espermahay que procurar aprovechar toda la eyacu-

lación con la mayor limpieza, a fin de evi-tar que en el curso de las operaciones su-cesivas los espermatozoides se alteren. ElInstituto de Mosc6 ha ensayado todos losprocedimientos de recogida conocidos.

a) La eyaculación provocada por irrita-ciones mecánicas solamente se obtiene en elperro. La recogida se hace casi sin instru-mentas; la esperma es pura y aprovechablesiempre. En Moscú se valen desde hace al-gunos años, de .perros productores, sin quesu estado de salud se resienta, N o obstante,a la larga presentan una hiperestesia tal, queentran en erección al menor contacto.

b) La creación de una fístula uretral el'!Ja base del pene, se ha ensayado también"aunque no se emplee en la práctica corriente.,

e) La recogida de la esperma en la vagi-na de una hembra mediante un espéculo va-g inal, una cuchara o un catéter.

d) El empleo del preservativo, vulgariza-do en Dinamarca por Saur y Stribolt, of re-ce dificultades para colocarlo y quitarlo.

e) El procedimiento de la esponja tiene'también múltiples inconvenientes, porque re-tiene numerosos espermatozoides y los que'se extraen han perdido gran parte de su.movilidad y vitalidad.

f) En el Instituto de Moscú emplean co-lectores de caucho que se colocan en la va-gina, El macho eyacula en el colector, que'es retirado después de la cubrición.

g) También se utiliza una vagina artifi-cial formada por un tubo de caucho en cuya-extremidad hay un pequeño frasco de cris-·tal. Dicho tubo tiene una doble pared. Elespacio que diay entre las dos paredes, laexterior de las cuales es rígida, se llena de'agua tibia. El aparato se sujeta al lado de-recho de la hembra, a la derecha de la vul-va, y el operador dirige el peue del machohacia dentro del tubo. De este modo se'aprovecha casi toda la esperma.

h) Recientemente se -ha sustituído lahembra por un maniquí de hierro recubier-to de una piel o de un paño grueso. Entre-los soportes de los rnaniquies que simulan'una yegua o una vaca queda un espacio-libre en el que se oculta una persona que'puede sostener la vagina, artificial y seguir

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA 59

todos los actos de la cubrición. El olor SIÚ

generis de la hembra en celo no es necesa-rio para que el macho entre en erección.

El procedimiento de la vagina artificialtiene grandes ventaj as, porque permite re-coger toda la esperma pura y los esperma-tozoides conservan toda su vitalidad.

2. La espernw.-<Un caballo padre eyacu-la de SI,S a ~ISO gramos de esperma; untoro, de 4,7 a la gramos; un morueco, del,58 gramos por término medio a 6 gramoscomo máximo; un verra-co da entre 300 y500 gramos. Estas cifras se han obtenidosiguiendo métodos nuevos. La esperma detoro parece crema; es amarillenta y muyconcentrada; la de caballo es de color grisblanco y más líquida. La de verraco se pa-rece a la de toro, pero contiene numerososcopos, como grumos de almidón.

La esperma de morueco contienen 2.800.000espermatozoides por centímetro oúbico ; la detoro 800.000; la de caballo 70.000 y la decerdo muoho menos.

Se ha estudiado también la longevidad yla duración del poder fecundante de la es-perma. Las temperaturas de 40 y más gra-dos, así como las bajas y los cambios detemperatura bruscos alteran la vitalidad de10s espermatozoides. La temperatura óptimapara la conservación de la esperma es deIO-2So; entre 7 y. 13° también se conservabastante tiempo. La luz solar directa, losácidos orgánicos e inorgánicos, las bases yIas sales (en particular las de metales pe-sacios), los agentes antisépticos, la glicerina,el agua, son especialmente perjudiciales.Igual ocurre con las mezclas de sangre ypus. La esperma se debe conservar en fras-cos de cristal o de caucho duro, pero no enenvases metálicos. El alcohol puro y las so-luciones fisiológicas son las menos perjudi-ciales.

Los instrumentos, lavados en agua pura oen una solución de sosa, se deben hervir;los que se deterioran con la ebullición selavarán con alcohol de 65° y se enjuagaráncon solución fisiológica varias veces antesde su empleo. \

La inseminación se hace con esperma fres-ca, cuya eyaculación date de menos de

media hora. La esperma de toro, pue-de, no obstante, ser conservada, bajo cier-tas condiciones, durante seis horas. Lasinvestigaciones para determinar la vitalidadde los espermatozoides aún no han con-cluído; sin embargo, sabemos que éstos tie-nen un metabolismo propio, con producciónde ácido carbónico, láctico y otros. Las es-permas de caballo, verraco y conejo, más ri-cas en productos procedentes de las glándu-las genitales accesorias, producen menos áci-do láctico.

3. Inyección de la esperma. - Antes decada inseminación la esperma se debe so-meter a un examen directo y a un examen.microscópico. El primero recae sobre el co-lor y el olor; el segundo, hecho en gotapendiente o sobre un portaobj etos, apreciala movilidad. Los resultados se valoran así:00 = azoospermia; falta de espermatozoos.o = necrosperrnia ; espermatozoos muertos ..I = predominio de los espermatozoos in-

móviles.2 = gran canticlad de espermatozoos inrnó-

viles.3 = mayoría de espermatozoos móviles •

pero exi~tencia de otros inmóviles.4 = movilidad acentuada de gran número

de espermatozoos, y presencia de otrosde movilidad atenuada o efímera.

5 = todos los espermatozoos muy movi-bles.

La inseminación se hace abriendo la va-gina con un espéculo, a fin de poner aldescubierto el cuello uterino. La inyec-ción se practica con un catéter y una jerin--ga de cristal o de caucho duro que se la-van antes y después de su empleo en solu-ción salina fisiológica.

En el momento de la inseminación artifi-cial la esperma llega, ciertamente, en el ca-nal cervical, al nivel de la entrada de lacavidad uterina. La inseminación puramentevaginal no da tan buen resultado como laihecha a nivel del cuello uterino.

En Ja yegua, la esperma, en el acto de laeyaculación, va directamente a la matriz siel cuello está 10 suficiente abierto. El peneno entra en el útero, porque el glande cierrael cuello, de manera que la mayor parte de

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la esperma atraviesa el canal cervical di-rectamente. Las yeguas en las que la esper-ma sólo llega al techo vaginal difícilmentequedan fecundadas. Por esto, en la insemi-nación artificial, el semen debe alcanzar di-rectamente el útero.

Los autores rusos recomiendan no inyec-tar mucha esperma. La c;ntidad varía se-gún su densidad y la movilidad de los es-permatozoos. Demasiada esperma irrita elútero y compromete la fecundación. De 5a 10 gramos en la yegua; I gramo en lavaca y 0,1 gramo en la oveja son las dosisóptimas.

4. Detalles de la inseminación artificialen las diferentes especies. a) Yegua. En-ésta se debe efectuar al segundo día de loscalores. Si éstos persisten, se repetirá alquinto día y, si es necesario, al séptimo.

La esperma se recoge por medio del 'CO-

lector, de la esponja o por el método vagi-nal simple. La yegua receptora debe estarsosegada y soportar dócilmente el aparato

colector. Una vez recogida la' esperma poruno de los métodos indicados, se examinaseguidamente, se diluye si es preciso y seutiliza dentro de la media hora siguiente ala dosis de 5 a ro gramos por cada yegua.

b) Vaca. En la vaca el celo dura de 6a36 horas, y la inseminación debe hacerse enla segunda mitad de este. período, La reco-lección se efectúa con la vagina artificial.

e) Oveja. La inseminación se efectúa eldía del celo, y la esperma se deposita enel canal cervical con el auxilio del espécu-,10 vaginal y a la dosis de 0,1 gramo.

5. Valor del nuevo método, - Los rusosafirman que en los últimos años han fecun-dado de este modo millones de hembras. Sinembargo, Goetze opina que esos métodosmodernos nunca gozarán de gran importan-cia en Alemania. Reconoce, no obstante, quemerecen ser conocidos por los veteri nariosy ganaderos. (Rev. Gén. de 1\1 éd. V ét ., mayo,1934).-F. S.

TEMAS JURIDICOVETERINARIOS

la gestación en el comercio de animales

El veterinario suizo Hunziker se la~mentaba tiempo atrás, con mucha ra-zón' en la revista de su país S chssieizerArchiu fii?- Tierheilkwnde, de la pocafrecuencia con que en la prensa pro-fesional se tratan asuntos de carácterj uridico-veterinario. Y, a este propó-sito, planteaba un caso de mucho inte-rés, susceptible de ser resuelto, segúncómo se mire, en dos sentidos opues-tos.

Cuando se vende, por ejemplo, unavaca, y el vendedor garantiza al corn-prador que está preñada y que parirádentro de cierto plazo, le asegura laexistencia de una cualidad que aumen-ta el valor de la hembra vendida. Pero,ese aumento de valor sólo. es tangible,sólo tiene una realización para el corn-

prador cuando el producto de la con-cepción es viable, y la vaca, despuésde un parto normal, puede dar el ren-dimiento económico que de ella se po-día esperar.

El vendedor cotiza el estado de pre-ñez de la vaca; basado en él, pide - yestá en su derecho - un precio máselevado, que paga de buen grado elcomprador calculando que, al final dela gestación, obtendrá un ternero vivoy el aumento de leche consecutivo alparto, que le resarcirá de la suma dedinero que ahora paga de más.

Pero, si la vaca preñada neva unfeto muerto, se derrumban todos loscálculos del comprador, porque se ve.privado del ternero que esperaba y dela mayor producción de leche, todo locual le puede obligar a destinar la vacaal matadero, por no resultarle remu-

REVISTA VETERINARIA DE ESPAÑA br

nerador su sostenimiento. En este caso,no es justo que el comprador haya pa-gado por una vaca que compró comode cría, un precio superior al que valeuna res de abasto. ¿ Puede rescindir se-mejante contrato? ¿ Puede pedir la de-volución de. la cantidad que pagó demás?

Los que admite~ que la garantía degestación implica la existencia de unfeto vivo, no la hacen extensiva a queel parto será normal ni a que el fetonacerá vivo, sino, simplemente, a queel feto estaba vivo en la matriz de lavaca al celebrarse el contrato. Los per-juicios que sobrevengan después, noobligan al vendedor.

Otros autores sostienen que la ga-rantía de la preñez, sólo implica laexistencia ele un feto en la matriz, seavivo o sea muerto; consideran que se-ría pedir demasiado obligar al vende-dor a que garantice que el feto real-mente vive. Para los partidarios de talcriterio el comprador sólo podría de-mandar judicialmente al vendedor enel caso de que la vaca no estuvieseefectivamente preñada, como ocurre enciertos casos de hidrómetra en los que,incluso el mismo vendedor podía creerde buena fe que esa pseudogestaciónera verdadera. La cuestión, en seme-jante caso, sería fácil de resolver, por-que no se discutiría entonces la pre-sencia o ausencia de un feto en la ma-triz, ni mucho menos si éste estabavivo o muerto, porque, en realidad, noexistiría verdadera gestación.

Las dos opiniones cuentan con par-tidarios e impugnadores. Si la garantíade gestación implica la existencia deun feto vivo, y el comprador entablauna reclamación porque aquél naciómuerto, el juez necesita poder determi-nar concretamente si la muerte ocurrióantes o después de la venta de la vacaen gestación. Precisar el momento. enque murió el feto sólo es posible demanera aproximada, con un margen deerror .de algunas semanas. Por tanto,

cabe preguntar, con razón, cómo podrá el juez resolver el caso con ver-dadero espíritu de justicia cuando losperitos veterinarios llamados a dictami-nar, se limiten a decir (por no ser posible una contestación categórica), "que-Ia muerte del fefo ocurrió alrededor .ie'la época. de la venta", sin poder pre-cisar exactamente si fué unos días ::n-tes o unos días después.

Los partidarios de la segunda opi-nión dicen que la garantía de gesta-ción sólo implica, como antes hemosdicho, la presencia de un feto en lamatriz, esté vivo o esté muerto. Malk-mus, en su "Tratado de Veterinaria le..gal" sostiene que debe considerarse queuna hembra se encuentra en gestaciónmientras se desarrolla el feto que llevaen la matriz, lo que presupone, comose comprende, que se trata de un fetovivo. Este es el criterio que parecemás acertado para interpretar el sig-nificado y el alcance de la frase estado'de gestación. Asi, pues, cuando se ven-de una hembra con la garantía expresade que se encuentra en estado de ges-tación, ha de considerarse que esta con-dición sólo' se cumple cuando el fetonace vivo. Si nace muerto, y por suescaso desarrollo o por otras señales,se puede probar - cosa no siemprefácil' - que su muerte es anterior ala celebración del contrato, el compra'dar podrá pedir, al amparo de la ac-ción estimatoria o quanti 11'ti1101'is, unarebaja proporcional del precio que'pagó.

El veterinario italiano Pietro Pu-jatti plantea en Il Nuouo Ercolant(septiembre de 1935), otro caso curio-so que también quiero recoger por larelación que tiene con el tema que nosocupa.

Un almacenista de granos compróuna yegua para dedicarla al transpor-te de su mercancía, es decir,' al tiro pe-sado. Transcurrió el plazo legal de ga-rantía sin que el comprador descubrie-

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se en la yegua defecto alguno, hastaque, unos meses después observó queésta comía poco, se fatigaba pronto ydisminuía su resistencia al trabajo. Te-meroso de que esas mani festacionesfuesen indicios precursores de una en-fermedad, llevó la yegua a la visita deun veterinario, quien, por la explora-ción rectal, descubrió que aquélla seencontraba en estado de gestación. Eldueño de la yegua recibió este' diag-nóstico con evidente contrariedad, por-que le planteaba el dilema de tener quecomprar otro équido o renunciar, du-rante cierto tiempo, a emplear la yeguaen el trabajo .para el cual la había com-prado. En atención a que disponía depienso abundante resolvió comprar uncaballo y aguardar el parto de la yeguaabsteniéndose de formular ninguna re-clamación al vendedor. Pero, pregun-ta Pujatti, ¿ qué habría ocurrido si elcomprador, en defensa de sus intere-ses y teniendo en cuenta que compróla yegua, no para la cria, sino para eiservicio de transporte, hubiese deman-dado judicialmente al vendedor? ¿ Ha-bría podido entablar la acción redhibi-toria? Cierto que el vendedor respon-de de los vidas ocultos de la cosa 'ven-dida cuando la hacen impropia para elllS0 a que la destina, o disminuyen detal, modo dicho uso que, de haberlosconocido, no la habría adquirido o ha-bría pagado un precio menor. Pero, re-cordemos también, que, en la venta deanimales, la acción redhibitoria se re-fiere a los vicios determinados por laley o los usos locales, y. que la gesta-ción, fenómeno fisiológico natural ypasajero, que dura hasta que llega C'1parto, no está incluído en la lista dr:vicios redhibitorios sencillamente por-que no 10 es.

Ante esa imposibilidad de acudir ala acción redhibitoria, Pujatti cree queel comprador habría podido pedir lanulidad del contrato fundándose en quehubo error en el consentimiento, por-'fIue aquél quiso comprar una yegua

para el servicio de transporte y la quele entregó el vendedor no servía - porlo menos temporalmente - para' talobjeto, sino para la reproducción. Aunadmitiendo la buena fe de} vendedor.aun suponiendo que cuando vendió layegua ignoraba realmente que ésta sehallaba en estado de preñez, es inne-gable - termina Pujatti - que el con-sentimiento está viciado por error yque, por tanto, el contrato es anulable,por carecer de un requisito esencialpara su validez.

Como el caso no se planteó ante lostribunales, desconocemos la sentenciaque éstos habrían dictado. pero, de to-dos modos, no me parece que su re-solución fuese tan sencilla y expedita.

Para que el error invalide un con-trato ha de recaer sobre la substanciade la cosa, de tal manera que el com-prador haya recibido una cosa distintade la que quiso comprar (por ejemplo,un caballo criptórquido en vez de uncaballo castrado), o sobre aquellas cuali-dades acci dentales expresamente pacta-das y que fueron precisamente las quemovieron la voluntad del comprador,en ausencia de las cuales no habríaprestado su consentimiento; (por ejem-plo: un caballo procedente de la Escol-ta real. o premiado en determinadoconcurso), Fuera de estos casos, nopuede invocarse como causa de nuli-dad el error que recae sobre cualida-des accesorias o accidentales, que pue-den hacer el animal adquirido más omenos apropiado para el fin a que elcomprador lo destina. o que puedenmodificar transitoriamente su utilidad.siempre, claro está, que no se trate deun vicio redhibitorio.

y esto es lo que ocurre en el' casoque nos ocupa. El comprador quiso ad-quirir una yegua para dedicarla al tiropesado; la que le vendieron cumplióeste servicio normalmente hasta que 10vino a dificultar 10 avanzado de su pre-ñez, fenómeno fisiológico temporal que,al desaparecer después del parto, per-

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mitirá que la yegua reanude el trabajoa que la destinaba el comprador. .

Fundando la nulidad del contrato enuna causa de error tan deleznable, meparece muy problemático el éxito que

hubiera podido obtener el compradorde la yegua de referencia, si hubieseacudido a la vía judicial.

FRANCISCO F ARRERAS.

VARIEDADES

Locomoción moderna y animalesaccidentados

Cuando nos pusimos a estudiar la'cuestión de los atropellos de los anima-les, opinamos en seguida que la veloci-dad de los vehículos no explicaba porsí sola el gran número de víctimas. In-tervienen otros factores, tanto físicoscomo psíquicos, que intentaremos enu-nierar y si es posible esclarecer, me-diante algunas explicaciones y hechosexperimentales.

Es indudable que los animales, aligual que el hombre, pueden adquirirhábitos y efectuar a la larga actos queconscientes en su principio, se convier-ten en inconscientes e .instintivos, ¿ Nointenta acaso la psicología actual resol-ver todos los actos de los animales conla formación de hábitos? Tal vez ellosea excesivo, pero, :indudablemente,gran número de actos que al principiose juzgaban conscientes se vuelven in-conscientes con el transcurso del tiempo,después que han sido repetidos en lasmismas condiciones y bajo la influenciade idénticos excitantes,

¿ Por qué se discute el valor de laformación de hábitos? Por la razón si-guiente: Merced a esta adquisición dehábitos, de actos instintivos puestos encondiciones análogas y bajo la influen-cia de las mismas causas exteriores, elanimal se convierte en un ser infinita-mente adaptable, se acostumbra a viviren medios en los que jamás habría vivi-do en estado salvaje y evita causas demuerte que le eran desconocidas en suvida normal cuando estaba en libertad,

Este es el nervio de la cuestión.La adaptación al medio es la causa

de que el perro evite un automóvil, lagallina huya de una bicicleta, etc.

En efecto; treinta años atrás, cuandoestos vehículos comenzaban a circular,las víctimas eran innumerables, Los ve-teranos de la locomoción mecánica re-cordarán todavía la hecatombe de galli-nas cuando aparecieron las bicicletas.En cambio, actualmente, es muy difí-cil aplastar una gallina ni siquiera vo-luntariamente. ¿ Por qué? Indudable-mente, ello no puede ser debido a la he-rencia de los caracteres adquiridos. To-dos los polluelos, actualmente, al salirdel huevo, son igualmente. tan poco avi-sados como los que nacían treinta añosatrás, y, si se les dejase solos por loscaminos, sucumbirían lo mismo que susantepasados. Pero sus madres, que hanevitado ya muchas veces los peligros,que han sido rozadas por una bicicletao un automóvil, les ponen en guardiacontra estos peligros diarios. Así, suprudencia es rápidamente puesta encondiciones de evitar la colisión, elaplastamiento y la muerte

Resulta, pues, indudable que un ani-mal que ha evitado un accidente se hacemucho más prudente en lo sucesivo. Eltemor ha sido siempre muy saludable.N umerosas personas habrán podido ex-perimentarlo con sus propios animales.En general, un perro que haya escapa-do a un accidente seguirá prudentemen-te el rastro de su dueño con desconfian-za, marchando por la acera.

Por el contrario; los animales que nohan tenido ocasión de adquirir esta ex-

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periencia de la calle y de las costumbresque de ella resultan, como, por ejem-plo, los gatos,' son en extremo impru-dentes. M uchas veces son víctimas deun automóvil o una bícicleta, no obs-tante poseer mayor agilidad y ligerezaque los perros.

Pero esta formación de hábitos no 10explica todo. Intervienen otros [actores,en primer lugar los sensoriales. Es inne-gable que los animales tienen los senti-dos mucho más desarrollados que noso-tros. Este menor desarrollo lo suplimoscon la inteligencia y la razón. El hom-bre civilizado ve atrofiarse y embotarsesus sentidos, mientras que el salvaje,tiene la vista, el oído, etc., más agudos.

Fabre y Lubbock, para los insectos,y muchos otros investigadores respecte)a los perros, palomos, etc., han dern-is-trado de una manera magistral la su-perioridad de los animales frente alhombre, en cuanto se refiere a sus sen-tidos, admirablemente desarrollados.

Esta extrema sensibilidad, resultantedel desarrollo de los sentidos de unamanera prodigiosa, unido a su adapta-bilidad, les proporciona un poderosoauxilio en la lucha por la vida.

Jamás se ha logrado aplastar un go-rrión. En efecto, este pájaro, cuya vis-ta y oído están muy desarrollados, acos-tumbra a vivir en las ciudades' estápor Jo tanto, bien adiestrado pal:a evi~tal' ser aplastado por un neumático.

Además, cuanclo los animales llegana la edad de la vejez, que como en no-sotros, se manifiesta por la atenuaciónde la sensibilidad, por el decaimiento.el desgaste cie los sentidos, cie la- vista,del oído, etc., en este momento son fá-cilmente víctimas de la calle.

No obstante, ¿ cómo explicarnos lamultitud de accidentes que ocurren adiario? Una de las causas más impor-tantes es. ciertamente. la d'istraccíón.ayudada por el movimiento reflejo dela huída hacia el refugio.

¿ Cuántos perros han sido aplastados

porque al atravesar el arroyo estab-mj uganclo o tenían la miracla fija en otroindividuo de su especie? Distraídos deeste macla, se les ha aproximado unautomóvil, y ellos, en vez de huir porel camino más corto, en vez de apartar-se a la acera más inmediata, se dirigenhacia su casa, hacia su vivienda, atra-vesando casi siempre la calle en su ma-yor anchura. ¿ N o es comparable esteacto al del niño que ante la proximidaddel peligro, grita: "'j Mamá"! Y correhacia su casa? Una observación super-ficial nos permite comprobar que, cuan-do las gallinas atraviesan una calle,'yendo hacia el peligro en lugar de es-quivarlo, se dirigen hacia el gallinero ogranja donde acostumbran pernoctar.

Otra causa importante de atropelloses la fascinación producida por los fa-ros deslumbrantes que nos hipnotizanhasta a nosotros, y con mayor razón alos animales, que no tienen nuestra fuer-za de voluntad para apartarse de estaluz deslumbrante. Como ejemplos típi-cos podemos citar los pájaros que cho-can contra los cristales de los faros, "lilas mariposas que se queman con la lla-ma de una lámpara. Es cierto que el ma-yor número de víctimas lo proporcio-nan los animales poco acostumbradosa semejante claridad, tales como los pe-rros y el ganado. ¡¡Cuantos automovilis-tas se han visto obligados a frenar 1-á-pidarnente, para evitar el choque conuna vaca o un caballo! Como vemos,pues, las causas de accidentes no sontan sencillas como en principio parecen.

La mayoría de accidentes se produ-cen indudablemente por culpa del ani-mal, pero con frecuencia el culpable esquien guía el automóvil, pues muchasveces podrían evitar el atropello con unsimple cambio de dirección o moderan-do la velocidad, y no lo hace porquecree que un animal es cosa que no valela pena y hasta en ocasiones el atrone-Harlo constituye .un sport. - H. R.BREDQ.

Linotipogrnfia de la REVISTA VETEIUN ..,..IA DE ESPAÑA. Barcelona.

Compendio de Patología QuirúrgicapIra Veterinarios'

Por los doctoresE. Frohner y E. Silbersiepe

Catedráticos de la Escuela de Veterinaria de BerlínSegunda edición .espaílola

traducida de la séptima alemana, porPedro Farreras

'Un tomo de 430 páginas, con 171 grabados y encuader-nado en tela, 17 peseta's

.- ~scrito ~n, el. lenguaje coyrecto, sobrio y claro que emplea en sus pu-b]¡caclOnes. didácticas el glorioso maestro doctor Fróhner, y enriquecidoc~n la valiosa colaboración del profesor Silbersiepe, .expone este Compen-d~~ ~l e.stado actual d:e los conocimientos veterinarios en punto a Patologíaquirurgica. Baste decir, en elogio de esta obra, que en Alemania han aparecido en pocos años siete ediciones, y que la traducción española, hechasobre la última alemana sirve de texto en muchas Escuelas de Veterinariade España, Portugal y América latina .

.Eo8aY08 80bre Soc::iologiaVeferinaria

Por

c. Sanz EgañaDirect;r del Mataderoly Mercadode Ganados, de Madrid

Un tomo en 8.0, de cerca de 500 páginas, 7 pesetas

Todos los asuntos que más han agitado a la opinión veterinaria enestos últimos quince años (enseñanza, intrusismo, colegiación, sindicación,vulgarización científica, reforma de la carrera, etc.),.' han sido tratados demano maestra por la fecundísima pluma de Sanz Egaña, y se hallan reuni-dos, convenientemente seleccionados, en' este libro, frívolo en apariencia,pero de profundo valor doctrinal. El talento de Sanz Egaña sabe infundirinterés y vida aún a los más triviales asuntos que a veces se complace enescoger como tema de sus artículos profesionales. El lector halla siempreen ellos el dato curioso, el hecho ignorado, el concepto nuevo, la idea origi-nal que le mueven a discurrir y a meditar. En esta última cualidad estribael valor máximo de la presente obra, que deben leerla todos los veterina-rios, tanto los escépticos como los entusiastas, ya que para todos contienevaliosas enseñanzas, pues, como ha dicho Gordón, late en sus páginas uncorazón más que un cerebro, y es la hermosa contribución realizada congigantesco esfuerzo por. un hombre masculino, a la obra sacrosanta de la'redención de la Veterinaria.

Irafado prátfito de lasEnlermedades del tianado 'atuDO

Por el doctor

Ew. WeberProfesor de la Facultad de Veterinaria de Leipzig

Traducción por

-Pedro Fa~rerasMédico militar y Veterinario

Gerente de la REVISTA VETERINA-RIADE ESPAÑA

Un tomo en 4.°, de 486 páginas y 5 láminas, encuadernadoen tela, 18 pesetas

El progresivo desarrollo de la cría del ganado vacuno a medida que seintensifican las industrias lácteas ha hecho necesaria la publicación de estaobra del doctor E. Weber, profesor de la Clínica ambulatoria de la Fa-cultad de Veterinaria de Leipzig,

Dedicado durante 30 años a la clínica bovina y conocedor de toda labibliografía relativa a esta materia, el prof.esor Weber ha sabido conden-sar en un volumen de cerca de 500 páginas cuanto necesita saber el vete-rinario práctico acerca de las enfermedades del ganado vacuno.

Las ~aracterísticas de este libro son su precisión y su claridad. Dicelo necesario sin fatigar al l~ctor con divagaciones prolijas, y expone demanera concisa lo que con arreglo a nuestros actuales conocimientos seadmite como cierto.

La obra 'consta de dos partes: en la primera trata de la exploraciónclínica; en la segunda; dedicada a la patología especial, se estudian las enfer-medades exponiendo, sintéticamente, su presentación, etiología, anatomíapatológica, síntomas, curso, diagnóstico, diagnóstico diferencial, terapéuti-ca, profilaxis, policía veterinaria, inspección de carnes, historia y jurispru-dencia.

OBR.A NUEVA

(ompcndlo dccspctlales

Patoloèía y Ierapéufitapara Veterinarios

Por los doctores

Eugenio Frohner y Guillermo ZwickSegúnda edioión espafiola

Traducida de la 4.a edición alemana y ampliada por

Pedro Farreras'Médico militar y Veterinario - C:erente de la REVISTA VETERINARIA OR ESP.AÑA

Un tomo de XVI·344 páginas en cuarto, encuadernado en tela. 15 pesetas

Este Compendio, de palpitante actualidad, no es un mero extracto dela obra más extensa de sus mismos autores; al contrario, está escrito condistinta finalidad y en ciertos puntos con criterio científico algo diferente.Domina en él una orientación esencialmente práctica; atiende sólo a 10 fun-damental y experimentado y prescinde de todo 10 teórico, secundario y ac-cidental,

Exento de descripciones farragosas y teorías iríciertas, expone con ad-mirable precisión y claridad' el estado actual de la patología esporádica einfecciosa de los animales domésticos. Sus 344 páginas de compacta lec-tura, condensan un enorme caudal de conocimientos modernos, insuperablelabor de síntesis sólo permitida a quienes como Fròhner y Zwick, por suvasta experiencia y sólida preparación conocen a fondo esa importante ramade la ciencia veterinaria.

La primera edición española de esta obra, juzgada con unánime aplau-so por la prensa profesional, Iué recibida con tanto agrado por los vete-rinarios españoles e hispanoamericanos que se agotó a los pocos años deaparecer. Estamos seguros de que la presente segunda edición que hoy lesofrecemos, más completa y extensa que la anterior, logrará un éxito seme-jante, porque su traducción, limpia, correcta y fiel, está hecha sobre la4'" edición alemana publicada en 1932 y además de los conocimientos clási-cos contiene las conquistas más recientes.

Por su carácter didáctico es imprescindible para los alumnos de lasEscuelas de Veterinaria; por su claridad y concisión es utilísima para losopositores, y por su carácter clínico es necesaria para los veterinarios prác-ticos que quieran recordar ideas, renovar conocimientos y conocer las en-fermedades internas, infecciosas y no infecciosas de los animales domésti-cos con arreglo al estado actual de la ciencia.

__ OFERTA EXCEPCIONAL. Los suscriptores que tengan un ejemplar de la1.& edición de esta obra y deseen adquirir otro de esta 2." edición, completamente re-formada, si nos mandan la primera, página del ejemplar que ya poseen, les enviare-mos contra reembolso de la pesetas un ejemplar de la nueva edición. Esta ofertaregirá poco. tiempo. Conviene, ·,por tanto, que cuantos quieran aprovecharla 10 haganenseguida.

AOAEA. DE APAR.EOER.

la InSpc«ión Vt'erlnaria to los Ma'adtros,r1erc:ados Y VaQutrfas

TERCERA EDICIÓN reformada y ampliada por

"c. Sauz EgañaDirector del Matadero y Mercado de Ganados de Madrid

Un tomo de XVI·992 páginas, de 18 X 25 centímetros, ilustrado con 226 grabadosy 8 láminas y encuadernado en tela, 35 pesetas

En este libro se encuentra ampliamente tratado y puesto al día porun técnico especialista cuanto se necesita saber para practicar científicamen-te la inspección de los alimentos que, por mandato de la ley, está a cargodel veterinario municipal. Esta función, de gran trascendencia social y queabre a la profesión amplios horizontes, exige, por parte de quien la des-empeña, sólidos y vastos conocimientos si se quiere que la afirmacíón tanhalagadora de que "el Inspector veterinario es el centinela avanzado de lasalud pública", sea, no una frase bonita. sino una verdadera realidad.

Como indica su título. la obra constade tres partes, Previa u1!a intro-ducciórí en la que se estudia el concepto e hi storia de la inspección veteri-naria de los alimentos, viene 'la primera parte dedicada a la Inspección ve-terinoria en el matadero, que abarca diez capítulos en los que se trata: dela carne sana; de la técnica de la inspección de las reses antes y despuéselel sacrificio; de la carne enferma (inspección macroscópica, microscópica,examen bacteriológico, etc.}: ele las carnes microbianas y parasitarias; delas carnes insalubres, repugnantes y poco nutritivas: de las alteraciones queexperimentan las carnes después del sacrificio; de las intoxicaciones infec-ciosas ele las carnes, de la conservación de la carne, y de las rrácticas sani-tarias de saneamiento y destrucción ele las carnes decomisadas.

La segunda parte, dedicada a la Inspección veterinaria en los merca-dos, abarca los once capítulos siguientes: Carnes foráneas, Diferenciaciónde carnes, inspección de los despojos, Productos de chacinería. Conservasde carnes. Aves de corral. Caza de pelo y pluma. Inspección del pescado.Moluscos y crustáceos. Inspección de los huevos. Inspección de los ve-getales.

La tercera parte está consagrada al estudio de la Inspección oeterina-'ria en las vaquerías y en esta nueva edición ha sido totalmente renovada.Comprende trece capítulos en los que se tratan las siguientes materias: Ins-pección de establos y cabrerías. Inspección de las hembras lecheras. -Vigi-lancia del régimen alimenticio. Higiene del ordeño. Inspección de las indus-trias y comercio de la leche. Estudio de la leche. Reconocimiento de la lechepasteurizada. Falsificaciones de la leche 'y su descubrimiento. La mantequi-lla y su reconocimiento. Reconocimiento del queso.

Como final, se inserta un apéndice en el que se ha recopilado la legis-lación vigente' (incluso las más recientes disposiciones) sobre inspección demataderos, me.rca s y vaquerías acompañada de algunos comentariosrynotas aclaratorias: .