SALUDO DEL PÁRROCO

HACIENDO COMUNIDAD DE LA MANO DE MARÍA

Terminadas las vacaciones, retomamos el camino con espíritu

renovado y las pilas cargadas. Utilizo el plural porque el

Evangelio se transmite de persona a persona, a través de

experiencia de vida y fe, comunicadas por testimonio que

contagia. Esto exige una relación cercana y sincera: SER UNA

FAMILIA.

El hilo conductor, el Espíritu viene dado por la prolongación del

70º aniversario de la Parroquia.

Celebramos lo recibido. Agradecemos la riqueza heredada de

tantas personas que han hecho posible lo material y, lo más

trascendente, la vida de la comunidad.

Juntos podemos comprometernos a continuar trabajando, no para

“conservar” solamente, sino para dinamizar a la comunidad,

grupo de seguidores fieles y coherentes de Jesús de Nazaret.

Las generaciones que nos suceden han de coger el testigo y

marcar un ritmo más vigoroso. Es nuestro reto para el curso que

el Señor nos regala y…para siempre.

S. José fue una persona de Dios, de pocas palabras y mucha

eficacia en los hechos. María nos acompañará. En ausencia de

Jesús, se mantenía con los discípulos, unidos en oración.

Con ocasión de los 25 años de la consagración de la catedral de

Madrid, D. Carlos Osoro, nuestro Obispo, ha querido impregnar

de sentido mariológico todo el curso pastoral.

Nuestras actividades, en lo nuclear no pueden cambiar:

EVANGELIZACIÓN, LITURGIA Y ACCIÓN CARITATIVA.

El Consejo Pastoral Parroquial ya dio el Vº Bº en la reunión del

pasado martes a un programa pormenorizado.

Siempre abiertos a la coordinación con los programas de la

Diócesis y del Arciprestazgo. Nos sentimos Iglesia, no somos islas.

Seguiremos abiertos a la formación con charlas y conferencias,

testimonios, películas, etc.

Emprenderemos también unas obras que mejorarán el templo

y las instalaciones que albergan nuestras actividades.

Y para todo ello seguimos contando con TODOS.

Gracias anticipadas. El Señor que comenzó en nosotros la obra

buena nos ayudará a llevarla a feliz término.

El Saludo más cordial.

Ramón Puértolas

¡QUIERO SER IMPORTANTE, SEÑOR! Olvidándome de mí mismo para que, otros,

puedan crecer y vivir dignamente.

Entregándome con generosidad y alegría

sintiéndome agraciado por ser el último.

Ofreciéndome, aún a riesgo de ser ridiculizado,

en la defensa de las causas que se dan por perdidas.[…]

¡QUIERO SER IMPORTANTE, SEÑOR!

Pero no con la medida del mundo

Que aprenda, oh Jesús,

a invertir tiempo, sudor y esfuerzo

en lo que aparentemente no produce fruto.

En el campo que, por ser duro y árido,

nadie quiere ofrecer sus pies ni sus manos

En los rostros que, porque reclaman justicia,

son desterrados y dejados de lado.

¡QUIERO SER IMPORTANTE, SEÑOR!

A tu estilo y con tu mano

Poniendo valor donde abunde la debilidad

Colocando tu Palabra donde reine la confusión

Llevando tu persona donde nos sometan otros dioses

Anunciando tu venida

donde otros proclamen el vacío o el absurdo.

¡SÍ! ¡ASÍ, SEÑOR! ASI DE IMPORTANTE YO QUIERA SER

Al contrario de lo que el mundo pretende

Como un niño en tus manos

Como el evangelio, de día y de noche, me recuerda y me

dice. Amén

J. Leoz

70º ANIVERSARIO

http://www.sanjoselasmatas.es s.joselasmatas@archimadrid.es

Las Matas. Madrid - Año XV - nº 959

DOMINGO XXV T.O. CICLO B – 23 septiembre 2018

HORARIO DE VERANO Hasta el 30 de septiembre: Misa vespertina, a las 20:00h.

Hoy, domingo: Fiesta en la Parroquia de La Merced. Martes, 25: 18:00h. Equipo de CARITAS Miércoles, 26: 19:30h. Grupo R. Carismática Jueves, 27: Visita a enfermos 20:00h. Oración de la comunidad Sábado, 29: Bautismos. Fiesta Parroquia S. Miguel Las Rozas.

Domingo,30: Eucaristías: 11:00 y 12:30h. ……………………………………………………………………. En Despacho: FICHAS INSCRIPCION CATEQUESIS. Todos los niveles. Y de VOLUNTARIOS para otras actividades

Nuestra alegría no es algo que nace de tener muchas cosas, sino de haber encontrado a una persona: Jesús; nace de

saber que con Él nunca estamos solos. Papa Francisco.

XXV SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Lunes, 24 – Virgen María de la Merced, Pacífico de San Severino, Gerardo,

Pafnucio.

Prov 3, 27-34 – Sal 14 – Lucas 8, 16-18 Martes, 25 – Nª Sra. de Fuencisla, Nicolás de Flue, Marcos Criado, Sergio de

Radonez, Bto. José Benito.

Prov 21, 1-6.10-13 – Sal 118 – Lucas 8, 19-21 Miércoles,26– Cosme y Damián, Cipriano de Antioquia, Teresa Couderc, Bto.

Pablo XVI.

Prov 30, 5-9 – Sal 118 – Lucas 9, 1-6 Jueves, 27 – Vicente de Paúl, Florentino, Hilario, Leoncio, Marcos, Terencio.

Ecl 1, 2-11 – Sal 89 – Lucas 9, 7-9 Viernes, 28 – Wenceslao, S. Lorenzo Ruiz y comp, Adolfo y Juan, Antonio de

León, Simón de Rojas, Bernardino.

Ecl 3, 1-11 – Sal 143 – Lucas 9, 18-22 Sábado, 29 – Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, Plauto, David, Eutiquio.

Dan 7, 9-10.13-14 (o bien Ap 12.7-12a) – Sal 137 – Juan 1, 47-51

Lectura del libro de la Sabiduría 2,12.17-20

Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas contra le ley y nos reprende contra la educación recibida. Veamos si es verdad lo que dice, comprobando cómo es su muerte. Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de sus enemigos. Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su resistencia. Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues, según dice, Dios lo salvará.». Palabra de Dios.

Salmo responsorial - Salmo 53 R/ EL SEÑOR SOSTIENE MI VIDA. Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica,

atiende mis palabras. R/ Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte,

sin tener presente a Dios. R/ Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario,

dando gracias a tu nombre, que es bueno. R/ Lectura de la carta del apóstol Santiago 3,16-4,3 Queridos hermanos: Donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencia y todo tipo de malas intenciones. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, intachable, y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera. El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz. ¿De dónde proceden los conflictos y las luchas que se dan entre vosotros? ¿No es precisamente de esos deseos de placer que pugnan dentro de vosotros?

Ambicionáis y no tenéis, asesináis y envidiáis y no podéis conseguir nada., lucháis y os hacéis la guerra, y no obtenéis porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer vuestras pasiones. Palabra de Dios.

+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,30-37 En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado». Palabra del Señor.

También hoy, Dios nos invita a despertar nuestro corazón para escuchar su Palabra y fortalecernos con el Pan de la Vida. El Señor espera y desea encontrar en nuestra comunidad la vida de cada uno de nosotros como servicio a los demás y nuestra acogida comunitaria y personal a los más pequeños y desfavorecidos. Camino de Jerusalén, Jesús sigue instruyendo a sus discípulos sobre el destino que le espera. Según el relato de Marcos, hasta tres veces insiste Jesús. Es muy importante lo que quiere grabar en sus corazones: su camino no es un camino de gloria y poder; es lo contrario.

Su entrega al proyecto de Dios no termina en el éxito triunfal que ellos se imaginan; al final habrá “resurrección” pero, aunque parezca increíble, Jesús “será crucificado”. Sus seguidores lo deben saber. Ellos no le entienden. Les da miedo preguntar. Siguen pensando que Jesús les aportará gloria, poder y honor; no piensan en otra cosa. Al llegar a Cafarnaún, Jesús les hace una sola pregunta: "¿De qué discutíais por el camino?", ¿de qué han hablado a sus espaldas en esa conversación en la que Jesús ha estado ausente? Los discípulos guardan silencio. Les da vergüenza decirle la verdad. Mientras Jesús les habla de entrega y fidelidad, ellos están pensando en quién será el más importante. No creen en la igualdad fraterna que busca Jesús. En realidad, lo que les mueve es la vanidad y la ambición. Ante el silencio de sus discípulos, Jesús se sienta y los llama. Quiere enseñarles algo que nunca han de olvidar. Tiene gran interés en ser escuchado. Llama a los que están estrechamente asociados a su misión y les invita a que se acerquen. Para seguir sus pasos y parecerse a él han de aprender dos actitudes fundamentales. La primera actitud es que el discípulo de Jesús ha de renunciar a ambiciones, rangos, honores y vanidades. En su grupo nadie ha de pretender estar sobre los demás. Al contrario, ha de ocupar el último lugar, ponerse al nivel de quienes no tienen poder ni ostentan rango alguno y, desde ahí, ser como Jesús: “servidor de todos”. No hay que mirar tanto a los que ocupan los primeros puestos y tienen renombre, títulos y honores. Importantes son los que, sin pensar mucho en su prestigio personal, se dedican en ambiciones y con total libertad a servir, colaborar y contribuir al proyecto de Jesús. La verdadera grandeza consiste en servir. La segunda actitud es tan importante que Jesús la ilustra con un entrañable gesto simbólico. Pone a un niño en el centro del grupo, para que aquellos hombres ambiciosos se olviden de las grandezas y pongan sus ojos en los pequeños, los débiles, los necesitados de defensa y cuidado. Quien acoge a un “pequeño” está acogiendo al más “grande”, a Jesús. Y quien acoge a Jesús está acogiendo al Padre que lo ha enviado. Para nosotros, importante es el hombre de prestigio, seguro de sí mismo, que ha alcanzado el éxito en algún campo de la vida. Según el criterio de Jesús, sencillamente, lo son esos miles y miles de hombres y mujeres anónimos, de rostro desconocido, a quienes nadie les hace homenaje alguno, pero que se desviven en el servicio desinteresado a los demás. No viven solo para trabajar ni disfrutar; su vida no se reduce a cumplir sus obligaciones diligentemente. Su vida encierra algo más. Cada persona que encuentran en su camino, cada dolor que perciben, cada problema que surge… es una llamada a actuar, servir y ayudar. Pueden parecer los “últimos” pero su vida es grande. Todos sabemos que una vida de amor y servicio desinteresado merece la pena, aunque no nos atrevamos a vivirla. Quizá tengamos que orar humildemente como hacía Teilhard de Chardin: “Señor, responderé a tu inspiración profunda que me ordena existir, teniendo cuidado de no ahogar ni desviar ni despreciar mi fuerza de amar y hacer el bien”.