Segundo Trabajo

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN MAESTRIA EN FILOSOFÍA CÁTEDRA: PROBLEMAS CLAVES DE LA FILOSOFÍA PROFESOR: LUÍS VIVANCO SEGUNDO TRABAJO

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD DEL ZULIAFACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

MAESTRIA EN FILOSOFÍACÁTEDRA: PROBLEMAS CLAVES DE LA FILOSOFÍA

PROFESOR: LUÍS VIVANCO

SEGUNDO TRABAJO

Lcdo. Daniel Sicerone

C.I.: 84.424.145

Maracaibo, 14 de mayo de 2015

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Acto y Potencia resultan ser dos conceptos filosóficos propuestos por Aristóteles

en su Metafísica y Física, donde expone una cierta dialéctica de la realidad basada una

mecánica del ser. Según Faría “se entiende por potencia todo comienzo de perfección; y

por acto, todo coronamiento o complemento de la misma” (Faría, p. 237). El ejemplo

que coloca Faría responde a la potencia como semilla, mientras que al árbol como acto.

La semilla es un no-árbol en su actualidad, es decir en su estado de perfección, pero es

potencialmente árbol en cuanto es comienzo de la perfección del mismo. La semilla es

perfectibilidad del árbol, y el árbol es perfección de esa potencia. El mismo ejemplo se

puede llevar al aspecto biológico del hombre, en donde el niño representaría el accionar

de la potencia por cuanto no es todavía adolescente, sino que se encuentra en

posibilidad de serlo. Y de esta forma, el adolescente se corresponde con el acto por el

hecho de estar en perfección en relación con el niño. De igual modo se pueden ingresar

una serie de ejemplos representativos, como el caso de ser nosotros estudiantes de la

Maestría en Filosofía, estando en potencia de Magísteres, mientras que cuando nos

graduemos pasaremos a estar en acto.

En cuanto a la Esencia, para la metafísica y ontología, esta categoría trae consigo

la problemática de una doble definición en Aristóteles, entre ousía e hypokeimenon.

Fuera de esta diatriba, la definición de esencia hace referencia a aquello por lo que una

cosa es lo que es y no otra cosa. El ejemplo característico es aquel que manifiesta que

“el hombre es un ser racional”. Lo racional es el rasgo distintivo y significativo del

hombre. Uno de los ejemplos que coloca Faría tiene que ver con la idea de que la

esencia del triángulo es ser una figura cerrada de tres lados. Este ejemplo responde a

una segunda caracterización y conceptualización de la esencia, la cual tiene que ver con

que la misma es aquella “noción fundamental de un objeto, sin la cual no puede

concebirse” (Faría, p. 245). Es imposible pensar un triángulo que no posee tres lados,

como también es imposible pensar un cuadrado de cinco lados. Lo mismo puede decirse

de un hombre que no posea la capacidad de razonar, sea esta en posición de debilidad o

bien desarrollada.

Profundizando sobre la noción de esencia, se puede reconocer una división de la

esencia en abstracta y concreta. Según Faría la esencia abstracta es aquella “que se

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considera como una simple forma o idea separada del sujeto, como humanidad” (Faría,

p. 246). El ejemplo que coloca Faría es el de humanidad, esencia que lleva consigo una

problemática propia de todo universalismo, los cuales en la crítica posmoderna terminan

por ser interpelados, ya que este concepto de humanidad representaría no una esencia

que agrupe al conjunto del ser humano, sino principalmente un grupo humano

determinado que se asume como hegemónico en la constitución de lo que se entiende

por humanidad. De igual modo todo concepto como negritud, blanquitud, etc., es

representativo de la esencia abstracta. Humanidad, negritud, blanquitud, etc., no están

unidas al sujeto hombre, sino que se encuentra separadas.

La otra división de la esencia, la que corresponde a la esencia concreta, es la

contraposición a la abstracta. Para Faría, la concreta, es aquella “que se considera unida

al sujeto, como hombre” (Faría, p. 246). Si la abstracta estaba separada del sujeto, es la

concreta la que se considera unida al mismo, como lo es el ejemplo de hombre. Junto a

esta noción de esencia abstracta y concreta, debe decirse que la segunda no sólo es

concreta, sino también individual frente a lo general. Cuando decimos individual

podemos colocar los dos ejemplos que coloca Faría, el de Juan y este árbol, los cuales

pueden enfrentarse a las nociones generales como las de hombre o árbol. La esencia

concreta individual es aquella realizada en un individuo. La esencia concreta general de

hombre está realizada en Juan, y lo mismo sucede con la esencia concreta general de

árbol, la cual se encuentra realizada en este árbol. Para finalizar, se podría presentar

algunas características que diferencian a las tres concepciones de la esencia (abstracta,

concreta). La primera es inmutable, necesaria y eterna, mientras que las segundas son

inmutables y temporales.

BIBLIOGRAFÍA

FARÍA, R. Lógica y Metafísica. Bogota, Ed. Librería Voluntad.